Tesis MV Rosa

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Universidad Nacional de Rosario

Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales

Escuela de Trabajo Social

Tesina de grado

Licenciatura en Trabajo Social

LA INSTITUCIONALIZACION DE LA NIÑEZ

EN CENTROS RESIDENCIALES

¿UN MAL MENOR?

Rosa María Victoria

Directora: Lic. Ojeda Ofelia

Rosario, 2017
-2-

AGRADECIMIENTOS

Quiero agradecer a todas aquellas personas que estuvieron presentes a lo largo de este
proceso y creyeron en mí.

A mi familia, por el cariño y el esfuerzo que realizaron todos estos años para que tuviera
la oportunidad de estudiar.

A mi hermana Cecilia, por su paciencia e incondicionalidad ante mis cambios de humor


durante el tiempo que vivimos juntas.

A mi novio Matías, por alentarme y darme fuerzas para que siempre cumpla mis metas.

A mis amigos/as de la vida, por apoyarme y estar siempre que los necesito de una
manera u otra.

A mis amigos/as y compañeros/as de facultad, por ayudarme a que este momento pueda
hacerse realidad.

A los profesionales y profesores que me brindaron los conocimientos y las herramientas


para convertirme en Licenciada en Trabajo Social.

A mi tutora Ofelia Ojeda por su tiempo y dedicación.

A todos/as, simplemente gracias.


-3-

INDICE

CONSIDERACIONES PRELIMINARES -5-

APECTOS METODOLÓGICOS -6-

INTRODUCCIÓN -7-

CAPÍTULO I: ANTECEDENTES

1.1 Instituciones de “menores huérfanos” como medida de control social -9-

1.2 Hacia el Paradigma de Situación Irregular: Institucionalización compulsiva - 10 -

1.3 En busca de una nueva concepción: Peronismo y CDN - 11 -

1.4 El Neoliberalismo y su impacto - 13 -

1.5 Hacia la Protección Integral: de "objeto tutelar" a Sujeto de Derechos - 14 -

CAPÍTULO II: LA PROTECCION INTEGRAL

2.1 Nuevo Paradigma. Sujetos Protagonistas de sus Derecho - 15 -

2.2 Ley Provincial N° 12.967: Marco Legal - 16 -

2.2.1 Medidas de protección Integral vs Medidas de Excepción - 18 -

CAPÍTULO III: ¿QUÉ ES FAMILIA?

3.1 Rol y Concepciones de la Familia en la Sociedad Actual - 20 -

CAPÍTULO IV: TRABAJO SOCIAL

4.1 El Papel del Trabajo Social: Su rol e intervención en el campo de la Niñez

y Adolescencia - 27 -

CAPÍTULO V: INSTITUCIONES E INSTITUCIONALIZACION

5.1 Las Intituciones: Significados e Implicanciones - 27 -

5.2 Las Instituciones como Herramientas de Protección - 27 -

5.2.2 Centros Residenciales: Dificultades y limitaciones actuales - 29 -

CAPÍTULO VI: CAMPO DE LA NIÑEZ EN EL NODO ROSARIO

6.1 Plan Estratégico de la Provincia de Santa Fe - 37 -

6.2 Centros Residenciales del Nodo Rosario - 37 -


-4-

6.2.2 ¿Centros Residenciales Públicos vs Privados? - 39 -

6.2.3 Estándares de los Centros Residenciales de la Provincia de Santa Fe - 39 -

6.3 ¿Qué Pasa con los Datos? - 42 -

6.4 La Situación Coyuntural del Área de Niñez - 46 -

APORTES PARA LA REFLEXIÓN - 37 -

BIBLOGRAFÍA - 60 -
-5-

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

La implementación del nuevo paradigma de Protección Integral, enmarcada en la


Ley Provincial N°12.967, significo grandes avances en materia de derechos; pero al
mismo tiempo, no se puede dejar de lado la cuestión de que en su aplicación, la misma
cuenta con dificultades de diversas índoles, como por ejemplo, la falta de recursos
económicos, físicos, humanos, entre otros.

En consecuencia se puede agregar que, tanto en la Argentina como en el resto de


los países latinoamericano existen varias investigaciones que evidencian, que en las
Instituciones de Convivencia Alternativa para Niños, Niñas y Adolescentes sin cuidados
parentales, se hallan problemáticas que conllevan a que no solo no se restauren los
derechos vulnerados, sino que por el contrario, terminen por agravar aún más la
situación de los sujetos involucrados.

El objetivo principal de esta tesina, es realizar una reflexión crítica sobre la


institucionalización de la Niñez en Centros Residenciales como herramienta para la
restitución de derechos en el marco de la Protección Integral.

Asimismo, se pretende problematizar a grandes rasgos cuales son las algunas de las
causas que obstaculizan que la nueva legislación provincial en el Nodo Rosario se
implemente adecuadamente, ya que se considera que esto último repercute
explícitamente en la situación de la niñez institucionalizada.1

1
En la siguiente tesina se hablara de la niñez institucionalizada, refiriéndose a los Niños, Niñas y
Adolescentes sin cuidados parentales que viven en Instituciones de Convivencia Alternativa o Centros
Residenciales.
-6-

ASPECTOS METODOLÓGICOS

La metodología para la realización de la misma, consistió en el relevamiento de


bibliografías secundarias relacionadas al tema en cuestión, y con la información reunida
por la propia experiencia, adquirida durante las prácticas profesionales correspondientes
al 4to y 5to año de la carrera de grado de Lic. en Trabajo Social en la Dirección
Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia de la
ciudad de Rosario.

Además, se realizaron entrevistas semiestructuradas a profesionales del Área de la


Niñez, ya que se considera que estos prototipos de diálogos ofrecen un grado de
flexibilidad aceptable, pero a la vez, mantienen la suficiente consonancia para alcanzar
interpretaciones acordes con los propósitos del estudio. Asimismo, permiten que los
sujetos entrevistados expresen sus puntos de vista de manera relativamente más abierta,
que en una entrevista estandarizada o un cuestionario (Díaz Bravo, Turroco García,
Martínez Hernández, Varela Ruiz, 2013).

Se considera pertinente aclarar que, en la tesina, predomina un análisis cualitativo,


ya que la información cuantitativa de la problemática planteada es escasa, y en muchos
casos, no está actualizada.

Teniendo en cuenta que la investigación cualitativa es una estrategia de


investigación fundamentada en la descripción contextual del evento, conducta o
situación que garantice la máxima objetividad en la captación de la realidad; siempre
que preserve la espontanea continuidad temporal que le es inherente, con el fin de que la
correspondiente recogida sistemática de datos, (categóricos por naturaleza, y con
independencia de su orientación preferentemente ideográfica y procesual), posibilite un
análisis que dé lugar a la obtención de conocimiento valido (Anguera, 1986).
-7-

INTRODUCCIÓN

A casi diez años de la implementación de la Ley Provincial N° 12.967 de


Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (2009), aún puede
observarse grandes irregularidades en lo que concierne a su aplicación. Es decir que, si
bien se produjeron tanto en la Provincia de Santa Fe, como en el resto del país,
importantes avances, aún queda mucho camino por recorrer.

Hay que tener en cuenta que es a partir de la nueva legislación, que los niñas, niñas
y adolescentes, empiezan a ser pensados por un lado, como ciudadanos poseedores de
derechos generales y por el otro, como un grupo vulnerable merecedor de cuidados
especiales (Alonso, Bifarello, 2003).

Es entonces, en torno a esta niñez sin cuidados parentales que el Estado recurre a la
institucionalización de convivencia alternativa, ante la necesidad de la toma de una
medida excepcional para la restitución de los derechos.

En su mayoría, las instituciones de niñez son no oficiales o privadas (ONGs) con


convenio con el Estado, donde el monitoreo por parte del mismo es ineficiente o nulo, al
mismo tiempo que, muchas de estas siguen con la lógica del antiguo paradigma,
vulnerando los derechos que deberían restituir.

Por lo cual, para entender más a fondo lo planteado, es necesario, en el primer


capítulo, realizar un breve recorrido histórico sobre los hechos y procesos que se dieron
en nuestro país, en relación a como se concebía la niñez y su institucionalización en la
Situación Irregular.

En el segundo capítulo se realiza una aproximación a la implementación del nuevo


paradigma de Protección Integral, y a los cambios producidos en materia de derechos,
además, se hará hincapié en cómo se concibe al niño, niña y adolescente desde la Ley
Nacional N° 26.061. Al mismo tiempo, se hace referencia a la Ley Provincial 12.967,
como se aplica y se adecua la misma a la Ley Nacional. Por otra parte, se abarcará
cuáles son las medidas (integrales y excepcionales) tomadas por los diferentes niveles
de intervención ante la vulneración de derechos.
-8-

En el tercer capítulo se trabaja, que es la familia, su rol y concepciones en la nueva


legislación, ya que la misma adquiere un lugar privilegiado para el desarrollo de la
Niñez, a diferencia del paradigma anterior, donde era vista como la única causante de
“todos los males” sufridos por niñas, niños y adolescentes.

En el cuarto capítulo, se hace énfasis sobre los aportes del Trabajo Social y las
contribuciones de la profesión en relación al campo de a la Niñez y Adolescencia.

El quinto capítulo, abarca el problema en cuestión, empezando por las instituciones,


es decir, sus significados e implicancias, para luego abordar el lugar que ocupan las
mismas, o sea, funciones, roles y carencias, ante la niñez institucionalizada.

En el sexto capítulo se profundiza sobre la situación problemática, en el Nodo


Rosario. Se comienza, por explicar cómo está dividida la Provincia de Santa Fe. Y
luego se procede en conocer con que Centros Residenciales cuenta el Nodo implicado, y
los indicios que existen en relación a los estándares. Además, en este capítulo se
exponen los datos y estadísticas obtenidas de distintas fuentes oficiales y no oficiales. Y
se continúa en torno a las situaciones coyunturales que enfrenta el área de la Niñez.

Para finalizar, se realizará una reflexión crítica sobre lo desarrollado y se brindaran


propuestas, que según el propio criterio, se deberían tener en cuenta en la práctica
cotidiana, tanto en el Área de la Niñez como en las Instituciones de Convivencia
Alternativa.
-9-

CAPÍTULO I:

ANTECEDENTES

Instituciones de “menores huérfanos”, como medida de control


social

En Argentina, la institucionalización, como forma de protección a la niñez sin


cuidados parentales, se remonta al siglo VIII durante el gobierno del Virrey Vértiz y
Salcedo. En el año 1775 se crea la Casa de Niñas Huérfanas a cargo de las Hermanas de
la Santa Caridad y en 1779 se funda la Casa de Niños Expósitos ante la necesidad de dar
respuesta a los abandonos de bebes en las calles o en Iglesias, fruto de las violaciones
por parte de los soldados españoles a mujeres nativas, y/o embarazos no deseados.

La Casa de Niños expósitos contaba con un torno de madera giratorio que permitía
el abandono anónimo por parte de las personas, que depositaban en este, a los recién
nacidos, para que la institución se hiciera cargo de su cuidado y protección.

En 1823 Bernardino Rivadavia transfiere la Casa de Niños Expósitos a la Sociedad


de Beneficencia, introduciendo así a los actores laicos en la tarea asistencial.

Siguiendo la lógica de las instituciones de niñez de la época, se inaugura en 1870,


en la ciudad de Rosario el Hogar del Huérfano, por parte de las Damas de la Caridad. La
misma persistió, cumpliendo su función como tal durante 142 años.

Hasta la década de 1880, aquellos considerados “menores delincuentes” seguían el


mismo destino que los adultos, mientras que diversas instituciones privadas y religiosas
brindaban atención a los “menores desamparados”. Esto sucedía, porque no se contaba
con una planificación de protección como política de Estado, pero el aumento de la
pobreza y la cantidad de personas excluidas del mercado de trabajo concentró la
atención en esta problemática social (Otero, 2004, citado en Sebastián, 2011).
- 10 -

Hacia el Paradigma de Situación Irregular: Institucionalización


compulsiva

Es a partir de la conformación del Estado-Nación en el siglo XIX, cuando se


comienza a instaurar en nuestro país el paradigma de situación irregular que buscaba
una respuesta intervencionista como control social sobre la niñez marginal.

El malestar ante los/as niños/as, que diariamente recorrían las calles de la ciudad se
venía acumulando desde que la masiva ola migratoria, que llegó al país a fines del siglo
XIX. La insuficiencia de viviendas, con el consiguiente hacinamiento de las familias de
los trabajadores en conventillos y la prohibición a los/as niños/as de permanecer durante
el día en los mismos o, incluso, de estacionarse en la puerta, los empujaba a las calles de
la ciudad (Ciafardo, 1992 citado en Golbert, Roca, 2010).

Como respuesta a esto, durante la presidencia de Irigoyen se implementa la Ley N°


10.903 de Agote (1919) en la cual el menor era considerado como objeto pasivo en
peligro moral y material. El abandono consistía, no solo en la ausencia de los padres,
sino también a situaciones generadas por las carencias, y a la pobreza de las familias
“negligentes e incapaces”, que no se adaptaban al “ideal” que se esperaba por parte de
la sociedad.

La legislación, concebía al abandono moral y material como:

Actos perjudiciales a su salud física o moral; la mendicidad o la vagancia por parte


del menor, su frecuentación a sitios inmorales o de juego, o con ladrones, o gente
viciosa o de mal vivir, o que no habiendo cumplido 18 años de edad, vendan
periódicos, publicaciones u objetos de cualquier naturaleza que fueren en las calles
o lugares públicos, o cuando en estos sitios ejerzan oficios lejos de la vigilancia de
sus padres o guardadores, o cuando sean ocupados en oficios o empleos
perjudiciales a la moral o a la salud (Art. 21, Ley 10.963).

La ley a su vez, establecía que la tutela de los menores, estaba en manos del juez, y
por ende podía decidir institucionalizarlos, si lo consideraba preciso, privándolo de su
libertad por tiempo indefinido.

A lo largo del siglo XX se creó un gran número de instituciones tutelares, grandes


institutos asistenciales y penales, así como instituciones psiquiátricas en las cuales se
daba albergue a los/as niños/as por fuera del ámbito familiar (UNICEF, 2012).
- 11 -

El ciclo perverso de la institucionalización compulsiva, más allá del daño causado


al desarrollo personal y social de los/as niños/as y adolescentes era antijurídico en su
esencia porque agredía los principios más elementales del derecho, al privar la libertad
de las personas sin garantía del debido proceso (Gomes Da Costa, 1997).

Bajo la doctrina de protección irregular se plasmaba una clasificación dicotómica


de los sujetos en: niños, vinculadas a su condición de hijo de familia legítima, como
alumno del sistema de educación pública nacional y en menores, relacionados con la
carencia de familia, hogar, recurso o desamparo moral y a su condición de pupilo
protegido por el Estado (Costa y Galiano, 2000).

En busca de una nueva concepción: Peronismo y CDN

El primer gobierno peronista, marca un antecedente fundamental, ya que, bajo el


lema “los únicos privilegiados son los niños”, se buscó implementar, la administración
de recursos, con la finalidad de gestar y ejecutar políticas públicas orientadas a distribuir
el ingreso nacional (Elías, 2006).

En 1946, el gobierno peronista intervine y clausura la Sociedad de Beneficencia.


Durante esos años, el Estado argentino suspendió la transferencia de recursos a los
organismos de caridad privados, porque la población destinataria (huérfanos, niños
abandonados, ancianos, enfermos y aquellos que no podían proveerse de su propio
sustento) pasó a la órbita de la Dirección Nacional de Asistencia Social. A diferencia de
lo que pretendían la “Damas de la Caridad”, los recursos eran distribuidos, entre la
población más desfavorecida a los fines de aminorar las diferencias sociales (UNICEF,
2012).

Desde la Dirección Nacional de Asistencia Social comenzaron a implementarse


políticas novedosas con respecto a la infancia, entre las cuales se destaca la fuerte
organización de todos los institutos que pasaron a ser hogares abiertos, lo que permitió
el contacto familiar y la asistencia a escuelas públicas. Además se suprimió la
identificación numérica por medio de las medallas o distintivos, y se la reemplazó por el
sistema de legajo civil; también se abolió el uso de uniformes y todo tipo de castigos
corporales, y se dejó sin efecto la colocación de menores para servicio doméstico, algo
que era común en esa época (UNICEF, 2012).
- 12 -

Pero la centralidad de la temática de la infancia durante el período en cuestión, es


abruptamente dejada de lado a partir de 1955, retomando la política enmarcada en la
doctrina de la “Situación Irregular”.

Si bien en 1959 se aprobó la Declaración de los Derechos del Niño por Las
Naciones Unidas (ONU) aportando grandes avances en materia de derechos de la niñez,
esta no fue suficiente y eficiente, porque su aplicación legislativa no fue de carácter
obligatorio por parte de los Estados.

En los años ’60 y ’70 hubo una impronta política que va a cuestionar el orden
establecido. En ese momento, emergen producciones desde el lugar de la ciencia,
enfocados en la subjetividad de los/as niños/as, dando lugar a una transformación
paulatina en la relación adulto - niño. Es decir, que la figura del niño/a adquiere
visibilidad y reconocimiento como sujeto. Pero el golpe militar de 1976 provoca un
quiebre y retroceso en la intervención estatal de lógica inclusiva generada con el Estado
de Bienestar (Ripoll, 2013).

En las décadas de los ’80 y de los ’90, a escala mundial, se empiezan a escuchar
voces que sostenían abigarradas críticas a la institucionalización de niños/as (Bálsamo,
Fonseca, 2009, citado en Ciordia, s.f).

En 1989 se sanciona la Convención sobre los Derechos del Niño, que se incorporó
en la constitución nacional recién en el año 1994, produciendo en esa décadas grandes
contradicciones en nuestro país, ya que si bien, por un lado se instauraba una nueva
mirada sobre la niñez, es decir comienza a considerárselos como sujetos plenos de
derechos; por el otro seguía estando en vigencia, en la Argentina la Ley de Patronato de
Menores que no se derogó hasta el año 2005.

En ese sentido, “en la década del ’90 se abre un debate que se tramó en “términos
dicotómicos” y que se expresó en dos posturas antagónicas: la “protección integral”
versus “la situación irregular” (Villalta, 2010, citado en Ciordia, s.f).

Así mismo, siguiendo con la lógica de la época,

La intervención del Trabajo social en el campo de la niñez en la gran mayoría de


los casos se redujo a los/as niños/as de la llamada "minoridad" dentro de la vieja
doctrina de la situación irregular y no apuntó a los/as niños/as que en esos tiempos
constituían la llamada "infancia". Las prácticas profesionales del Trabajo Social
- 13 -

eran paternalistas, señalando a las familias que debían hacer o de qué manera
deberían actuar (Alayón, 2004:8).

Se podría decir, entonces que en términos concretos de reconocimientos y goces de


esos derechos es posible relativizar el impacto real de la ratificación de la Convención
en el contexto latinoamericano (Beloff, 2004).

El Neoliberalismo y su impacto

En la década del ’90, tanto en la Argentina como en el resto de Latinoamérica, se


implementó el modelo Neoliberal; donde se estableció, grandes cambios en la
estructura social, económica y política del país. Este momento, estuvo caracterizado,
entre otros factores, por la búsqueda de una reducción del gasto social y del rol del
Estado.

De acuerdo con esta perspectiva, las políticas neoliberales pueden ser definidas
como políticas económicas de exclusión, y su abrupto fracaso se advierte en una
agudización de las desigualdades sociales ya existentes. Así, además del aumento de la
pobreza, se observa la pauperización de la misma, que condujo a las sociedades
alcanzadas por estas políticas a un proceso de desagregación rápido y profundo
(Salama, 2003, citado en Cristobo, 2009).

La implementación y la elaboración de las políticas públicas y sociales, en este


período, pasaron a ser descentralizadas, privatizadas y focalizadas. Es decir que a
consecuencia esto último, estas pasaron a ser en gran medida paliativas, por lo cual,
agravaban aún más a las situaciones problemáticas, a las cuales se intentaba dar
respuestas.

Este modelo, dejo huellas en el tejido social e implico a su vez, tanto un aumento
del desempleo, como una tercerización y flexibilización laboral, generando grandes
masas de desocupados, que quedaban por fuera de la protección privada del mercado,
creando desafiliación en las capas menos favorecidas.

Es, ante este escenario, que cobran relevancia y protagonismo, diversas


organizaciones enfocadas en la defensa de los Derechos Humanos.
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Hacia la Protección Integral: de “objeto tutelar” a sujeto de


Derechos.

En 1998 se crea dentro del Consejo Nacional del Menor, el Programa “Tratamiento
Familiar Alternativo”, que implemento “Familias de Acogimiento”, para niños/as sin
cuidados parentales. Es a partir de entonces que se produjo una disminución de niños/as
en los institutos, y se propició el fortalecimiento de la familia de origen, pero la falta de
recursos materiales, implicaba que muchos de los/as niños/as asistidos egresen del
programa (UNICEF, 2012).

En el siglo XXI, la crisis del 2001, generó en nuestro país, un aumento del
desempleo y vulneración de los derechos ciudadanos que trajeron aparejadas grandes
consecuencias económicas, políticas, culturales y sociales, tanto en el ámbito público
como privado; pero partir del año 2003, se inaugura en la Argentina, un nuevo proyecto
nacional y popular, con políticas públicas dirigidas a la inclusión social.

A mediados de la década del 2000, en el campo de la niñez, se da un cambio


significativo en relación al paradigma que lo constituía y por ende también en la
concepción del sujeto. Se pasa de la Doctrina de la Situación Irregular, también
conocida como Patronato de menores (Ley Nacional Nº 10.903) a la Doctrina de
Protección Integral (Ley Nacional Nº 26.061) donde se aspira a dejar de considerar a la
infancia como objeto de tutela para reconocerlo como sujeto de pleno derecho.

Es recién, ante este nuevo escenario que se da la posibilidad de implementar la


Convención de los Derechos del Niño. La ejecución de este último paradigma de
Protección Integral trajo aparejado nuevas concepciones en el campo de la niñez,
abandonando la diferenciación entre menor y niño planteada en el paradigma anterior

Se puede agregar que, la construcción de la noción de niñez supone la construcción


transdisciplinaria de un objeto-sujeto (un objeto de estudio que es sujeto de la acción)
que no se estudia aisladamente, sino dentro de un sistema que incluye sus relaciones con
los otros (Di Iorio, Seidmann, 2015).
- 15 -

CAPÍTULO II:

LA PROTECCION INTEGRAL

2.1 Nuevo Paradigma. Sujetos Protagonistas de sus Derechos.

En octubre del 2005 se promulga la Ley Nacional N° 26.061 de Protección Integral


que tiene por objeto, garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de
aquellos derechos de las niñas, niños y adolescentes, reconocidos tanto en el
ordenamiento jurídico nacional, como en los tratados internacionales en los que la
Nación sea parte (Art 1. Ley 26.061).

La ley, aunque instrumento útil y ordenador, debe ser tomada como punto de
referencia. Es evidente que el poder de transformación social se mueve en un nivel
de mayor profundidad en donde el derecho es sólo una herramienta a considerar.
La idoneidad para promover el cambio invocado, necesariamente deriva del
impulso político y del arraigo comunitario de sus postulados (Lescano, Hernández,
Jaureguiberry, Calendino, Gavagnin, 2008:3).

Se puede decir, que es a partir de esta legislación, que los/as niños/as y adolescentes
dejan ser meros objetos de intervención y pasan ser protagonistas activos de sus
derechos, es decir, que comienzan a ser vistos como portadores de su propia voz; lo que
conlleva a que sus opiniones tengan que ser escuchadas y respetadas.

Además, es partir de esta nueva ley, donde se habilitan nuevas intervenciones en


materia de niñez, cambiando el rol de los jueces de menores, con excepciones de
algunas situaciones donde se ha cometido alguna infracción, o sea, para aquellos que
estén en conflicto con la Ley Penal.

Desde la perspectiva hegemónica de la normalización, se reproduce la idea de un


único niño posible-deseable. En cambio, desde una perspectiva crítica, la diversidad de
infancias plantea la necesidad de visibilizarlas e incluir otras narrativas que permitan
pluralizar, desnaturalizar y problematizar el campo (Di Iorio, Seidmann, 2015).

La Protección Integral, es un sistema que está conformado, por organismos,


entidades y servicios que diseñan, planifican, coordinan, orientan, ejecutan y supervisan
las políticas públicas, de gestión estatal o privadas, en el ámbito nacional, provincial y
- 16 -

municipal, destinados a la promoción, prevención, asistencia, protección, resguardo y


restablecimiento de los derechos (Art 32, Ley 26.061).

Como su nombre lo indica desde la Protección Integral, se busca un trabajo


articulado y en red, desde las distintas áreas de niñez, para que las intervenciones por
parte de las mismas sean eficaces.

Pero para que esto último sea realmente posible, es necesario además el diseño y la
implementación de políticas públicas universales activas y efectivas para toda la niñez y
adolescencia; entendiendo a estas últimas, como el conjunto de iniciativas y respuestas,
manifiestas o implícitas, que observadas en un momento histórico y en un contexto
determinado permiten inferir la posición del Estado frente a una cuestión que atañe a
sectores significativos de la sociedad (Oszlak, O’Donnell, 1976).

Si bien la Protección Integral representa un gran avance para la Argentina; la


misma no surge espontáneamente si no que es el emergente de un largo proceso de
lucha por parte de los defensores de los derechos de la niñez.

Para la formación profesional de los trabajadores sociales, en relación a los


derechos de la niñez, debe regir una noción central que resulta clave tener siempre
presente: no hay una única niñez; porque así como al hacer referencia a los derechos de
los niños, en género masculino, inhibió comprender la particularidad del concepto
"niña", hacer mención a la categoría niño/niña como algo homogéneo indiferenciado,
impide reconocer los diversos problemas y la magnitud de las necesidades, según se
pertenezca a uno u otro sector social, cultural, económico, étnico, etc (Alayon, 2004).

2.2 Ley Provincial N° 12.967: Marco Legal

La Provincia de Santa Fe, interviene conforme a la Ley N° 12.967 de Promoción


Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, promulgada con el decreto
N° 1842/2006, el jueves 26 de julio del 2006, e implementada en el año 2009,
adhiriéndose así a la Ley Nacional de Protección Integral N° 26.061.

La legislación provincial, establece que tanto las instituciones públicas y privadas,


como los órganos judiciales, legislativos y administrativos deben primar entre sus
normativas el interés superior los/as niños/as y adolescentes (Art 3. Ley 12.967).
- 17 -

El interés superior debe respetar: su condición de sujeto de derecho; a ser oído y


que su opinión sea tenida en cuenta; el desarrollo de sus derechos en su medio familiar,
social y cultural; su edad, grado de madurez, capacidad; el equilibrio entre los derechos,
garantías y las exigencias del bien común; su centro de vida. (Art 4, Ley 12.967). Es
preciso aclarar que este artículo entiende como centro de vida, el lugar asimilable a su
residencia habitual donde las niñas, niños y adolescentes hubiesen transcurrido en
condiciones legítimas la mayor parte de su existencia.

Pero, todos los organismos del Estado provincial, no solo tienen la responsabilidad
de establecer, controlar y garantizar el cumplimiento de las políticas públicas, sino que
además, tiene la obligación de asignar los recursos hasta el máximo de lo que se
disponga y los que se obtengan mediante la cooperación y la asistencia internacional
(Art. 6, Ley 12.967).

El sistema de Promoción y Protección integral de la Provincia de Santa Fe, se


organiza en nivel local, regional y provincial y está conformado tanto por instituciones
públicas como organizaciones no gubernamentales (Art 29, Ley 12.967).

Las Autoridades administrativas de Promoción y Protección de derechos a nivel


local, son las responsables de desarrollar planes y programas de promoción y protección
de derechos de la niñez. Se propenderá a que en cada municipio o comuna la Autoridad
de Aplicación establezca órganos descentralizados denominados Servicios Locales de
promoción y protección. Corresponde a este primer nivel, intervenir en situaciones
de urgencia, de amenaza o vulneración de los Derechos de las Niñas, Niños y
Adolescentes, así como también desarrollar programas y actividades de Promoción de
Derechos. En este nivel intervienen los Centros de Acción Familiar constituidos como
Centro de Promoción y protección de derechos, o los organismos que los reemplacen
dependientes de la Subsecretaria de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia
de la Provincia que actuaran en articulación con los efectores de salud y educación (Art.
30, Ley 12.967).

En cuanto a las delegaciones regionales, son las encargadas de brindar asistencia


técnica y jurídica a los Servicios Locales para la intervención concreta y para el diseño
de los programas. Intervienen mediante la adopción y aplicación de Medidas de
Protección Excepcional, actúan en coordinación con los Servicios Locales. En este nivel
intervienen, instituciones con la modalidad de puertas abiertas como, centros de día,
- 18 -

centros de atención inmediata, paradores nocturnos, albergues temporarios u otros con


especificidad para el abordaje de situaciones de calle, de abandono real o simbólico,
consumo de sustancias, maltrato, violencia familiar, abuso sexual, crisis subjetivas
graves y situaciones de riesgo penal, entre otras (Art 31, Ley 12.967).

La autoridad de aplicación del Sistema Provincial de Promoción y Protección


Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes es la Subsecretaria de los
Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia o el organismo que en el futuro la
reemplace, tiene a su cargo el diseño, instrumentación, ejecución y control de políticas,
(Art.32, Ley 12.967) y está dividida en cinco nodos: Santa Fe, Rafaela, Reconquista,
Rosario y Venado Tuerto.

Se consideran organizaciones no gubernamentales de niñez y adolescencia para la


ley, a aquellas que con Personería jurídica y en cumplimiento de su misión institucional,
desarrollen programas o servicios de información, difusión, promoción, tratamiento,
protección y defensa de los derechos de las niñas, niños y adolescentes (Art 46, Ley
12.967).

2.2.1 Medidas de Protección Integral vs Medidas de Protección


Excepcional:

Las Medidas de Protección Integral (Art.50, Ley 12.967) son aquellas que deben
ser adoptadas y aplicadas por la autoridad administrativa de protección y administración
competente ante la amenaza o violación de los derechos o garantías de las niñas, niños o
adolescentes, para preservar o restituir a los mismos el goce y ejercicio de los derechos
amenazados o vulnerados o la reparación de sus consecuencias. En ningún caso estas
medidas pueden consistir en la separación de su familia nuclear, ampliada o con quienes
mantenga lazos afectivos, a excepción de que aquellas situaciones en que la
permanencia en su medio familiar implique una amenaza o vulneración de sus derechos;
debiendo en esta circunstancia adoptarse medidas de protección excepcional; es decir,
que las medidas de protección integral nunca pueden consistir en la privación de la
libertad.

En cambio, las medidas de protección excepcional (Art 51, Ley 12.967) son
aquellas medidas que importan la privación de la niña, niño o adolescente del medio
- 19 -

familiar o de su centro de vida en el que se encuentra cuando el interés superior de estos


así lo requiera. Su objetivo es la conservación o recuperación por parte del sujeto del
pleno ejercicio y goce de sus derechos vulnerados y la reparación de sus consecuencias.
Estas solo proceden cuando la aplicación de las medidas de protección integral, resulten
insuficientes o inadecuadas para su situación particular. Estas medidas son limitadas en
el tiempo, no pudiendo exceder noventa días y solo se pueden prolongar con el debido
control de legalidad, mientras persistan las causas que le dieron origen. Cumplido un
año y medio de la adopción de la medida excepcional, la Subsecretaria de los Derechos
de la Niñez, Adolescencia y Familia debe resolver definitivamente la medida, con la
debida fundamentación legal y posterior control de legalidad por la autoridad judicial
competente.
- 20 -

CAPÍTULO III:

¿QUÉ ES FAMILIA?

3.1 Rol y concepciones de la familia en la sociedad actual .

En relación a lo planteado hasta el momento, se considera pertinente no solo


comprender el rol de la familia en la sociedad actual, sino también entender cómo se
conciben las mismas dentro del marco de la nueva legislación implementada en materia
de Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia.

En primer lugar hay que tener en cuenta que los propósitos y finalidades del diseño
de las políticas públicas integrales son la concreción de las condiciones necesarias para
el pleno desarrollo de las niñas, niños y adolescentes en su medio familiar, social y
cultural; y que solo excepcionalmente, y para los casos en lo que ello sea imposible,
tendrán derecho a vivir, ser criados y desarrollarse en un grupo familiar alternativo, de
conformidad con la ley (Art.12, Ley 12.967).

Esto último quiere decir que el paradigma de Protección Integral le brindó un


lugar primordial, al rol de la familia para el cuidado de los/as niños/as y adolescentes, a
diferencia de la Situación Irregular donde se buscaba una desvinculación total con la
misma, por considerársela como la única causante de “todos los males” en relación a la
vulneración de los derechos la niñez.

Podríamos decir entonces a partir de lo desarrollado, que la familia como tal tiene
un papel protagónico, no solo dentro de la sociedad, sino también como garantista de los
derechos de la niñez, pero ¿Qué se entiende por familia?

Para Jelin, la familia es:

Una institución social, creada y transformada por hombres y mujeres en su


accionar cotidiano, individual y colectivo. Su universalidad reside, en algunas
funciones y tareas que deben ser realizadas en toda sociedad. El cómo y por quien
se llevan a cabo, las formas de organización de los agentes sociales, los entornos y
las formas de la familia son múltiples y variables, esta variabilidad no se haya
puramente ligada a diferencias “culturales”: hay potentes procesos de cambio
- 21 -

social, económico, tecnológico y político de los cuales forman parte las


transformaciones en la familia (Jelin, 2010:8).

Siguiendo con lo desarrollado se puede agregar que no existe un único tipo de


familia, sino que sus conformaciones y concepciones son diversas. Las mismas se
encuentran constituidas por dos o más personas que tienen sentimientos de partencia y
es en ella donde el sujeto crece y se desarrolla como tal, estableciendo allí sus primeros
vínculos sociales; o sea que es la familia la que le da las bases para su desarrollo
afectivo e intelectual. Entonces se puede decir, que es en la familia, donde se cultivan
las cualidades de las personas y es también el primer germen para generar y propiciar
espacios de solidaridad que luego se proyectaran en la sociedad.

Hablar de familia hoy significa poder entender la complejidad en la que se va


construyendo los vínculos familiares, o sea en la tensión de una sociedad diversificada y
desigual. En su mayoría los sujetos con los cuales intervenimos, se encuentran en una
situación de desigualdad económica, cultural y/o simbólica lo cual es producto y
consecuencia de un marco coyuntural de una sociedad capitalista y excluyente.

La familia responde a modos culturales particulares del sector social del que forma
parte pero a la vez, cada situación es particular, concreta y no generalizable, además,
constituye un campo social y tiene un habitus, es decir, una percepción simbólica de su
situación (Jong, 1998).

Pero se debe tener en cuenta que para que la familia se fortalezca como tal, se debe
hacer énfasis en el desarrollo del derecho social como una herramienta que posee el
Estado para promover la mejora de las relaciones intrafamiliares, a fin que los miembros
adultos del grupo puedan ejercer de manera adecuada sus funciones y responsabilidades
de crianza, promoviendo el desarrollo integral de los niños. Siempre con miras al
mantenimiento y preservación de los vínculos familiares (Flaherty, Legnazzi, 2011).

Es decir que el Estado, como garante de derechos, está obligado a brindar asistencia
y apoyo a las familias que lo necesiten, creando políticas públicas y programas
universales, aptas y eficaces para tal fin.

Pero asimismo es crucial comprender, que todos como ciudadanos, tenemos la


obligación no solo de respetarlos sino también de denunciar cualquier hecho de
violencia o vulneración de derechos.
- 22 -

De este modo la nueva legislación, establece que la situación económica, o sea la


falta de recursos materiales nunca puede ser motivo de separación de los niños/as de su
entorno familiar o centro de vida, si no que esto constituye una alerta, la cual hay que
apoyar y fortalecer a través de programas de salud, vivienda y educación, entre otros
(Art. 52, punto g Ley 12.967).

La conformación de redes familiares y comunitarias y el fortalecimiento de la trama


organizacional de la comunidad es el desafío del Trabajo Social en la garantía de
derechos de la niñez, la adolescencia y la familia (Fazzio, 2010, citado en Sebastián,
2011).

Pero a pesar de los avances de la Ley de Protección Integral en torno al


protagonismo que adquiere la familia, los autores Flaherty y Legnazzi (2011) plantean,
que la nueva legislación se contradice, porque si bien, por un lado se plantea la
necesidad de no separar a los niños de sus familias salvo situaciones excepcionales; por
el otro, se supone que hay que desconfiar de la familia y de los padres.
- 23 -

CAPÍTULO IV:

TRABAJO SOCIAL

4.1 El Papel del Trabajo Social: Su rol e intervención en el campo de la


Niñez y Adolescencia

El Trabajo Social, como profesión se desempeña en un escenario de tensión y


conflicto constante, donde las realidades sociales de los sujetos con los que trabaja son
tan diversas, como complejas. Es por tal motivo, que en su intervención, no solo tiene
que innovar, sino también adaptarse a las particularidades de las situaciones con las que
se enfrenta.

La profesión, planifica, elabora y construye estrategias, para la materialización y


restauración de los derechos, (en este caso de niñas/os y adolescentes) en conjunto con
un otro; buscando de este manera, una participación ciudadana activa, es decir,
propiciando a que los sujetos sean protagonista de su propia vida a través del
empoderamiento de los mismos.

Conviene subrayar que en el accionar del Trabajo Social se da una relación


constante con otras profesiones, que le permite al mismo un intercambio de
conocimientos, para abordar de la mejor manera posible las situaciones problemáticas.

Con esto se pretende afirmar que el abordaje interdisciplinar:

Es de suma importancia, la psicología aporta desde su saber y reconoce al Trabajo


Social como una mirada necesaria para generar un espiral dialectico entre la
realidad, los conocimientos y la práctica para la transformación de esa misma
realidad. Se trabaja en equipo para la problematización y conocimiento integral de
esa compleja relación social en la que se interviene (Entrevista Nº1).2

Incluso, se reconoce que el papel del Trabajo Social es trascendental, porque


permite el proceso de una manera articulada desde la propuesta e implementación de
espacios, mecanismos de atención y protección de la Niñez, hasta de la promoción a

2
Entrevista realizada en el año 2016 a Trabajadora Social de un Centro Residencial Privado,
correspondiente al Nodo Rosario.
- 24 -

través de políticas públicas y sociales desarrolladas a partir de la misma realidad, con la


participación de los actores sociales, el Estado y la sociedad civil (Chiroque Solano,
2005).

En consonancia, para amplificar y comprender la profesión en el área en cuestión,


podemos añadir que:

La importancia del TS en el campo de la niñez, tiene que ver con poder leerlo
como una práctica que interviene en las relaciones sociales complejas, que puede
comprenderlas e interpretarlas y así poner en marcha un proceso de intervención,
que tiene que ver con estrategias y habilidades en el abordaje (Entrevista 1).3

Es adecuado agregar que, descifrar y descomponer la cuestión social es objeto de


intervención del Trabajo Social como también de otras profesiones; pero para el Trabajo
Social es fundamental, ya que es necesario para avanzar en un proyecto político
profesional, por lo cual, conocer históricamente nuestro objeto en las relaciones de
producción y reproducción de la vida social implica descifrar las desigualdades sociales
propias del sistema capitalista, las relaciones de poder engendradas en él y como los
sujetos lo sufren, lo sienten y lo dicen, por ende interpretar las consecuencias de tales
desigualdades y poder ver cómo se puede abordar. El problema es poder definir cuál es
el problema (Iamamoto, 1998).

El trabajo social crítico, tiene el desafío de la ruptura con las burocracias y las
clasificaciones de lo social, estableciendo una relación que articule los fondos públicos
con la dinámica del poder y las condiciones concretas, conflictivas y aflictivas en que
vive la población (Faleiros, 2011).

Trabajar en instituciones implica, para los/as profesionales del Trabajo Social


“considerar las relaciones de poder instituidas y las relaciones instituyentes que
producen cuestionamiento del poder, incluso en las formas de organización del trabajo,
de atención a las situaciones en conflicto, de democratización y ciudadanía” (Faleiros,
2011).

Alayón (2004), establece a su vez que se debe tener en cuenta que los procesos de
cambio o de retroceso en las instituciones, se generan y articulan con la dinámica social
y política específica que se registra en el conjunto de la sociedad en un momento

3
Ídem anterior.
- 25 -

histórico y particular.

Se considera realmente imprescindible que el/la Trabajador/a Social, realice una


intervención ética-política critica, que se adapte tanto a la realidad cambiante, como a
las demandas y necesidades de los niños, niñas y adolescentes en las instituciones de
convivencia alternativa. Teniendo cuidado de no caer en la “minoridad tutelar”,
correspondientes a las lógicas de las prácticas tradicionales.

En resumen, la contribución del Trabajo Social en los Centros Residenciales, es


tanto primordial como esencial puesto que:

Desarrolla su intervención desde lo micro social, en la vida cotidiana de cada niño,


porque es allí donde se logra una aproximación con los sujetos para poder trabajar
la complejidad de su situación. Cada sujeto es único e irrepetible, la identidad de
un sujeto es su singularidad, aquello que lo diferencia de los demás, y que tiene que
ver con sus dotes personales y potencialidades. Y esa singularidad, es el mayor
aporte a la hora de la intervención del TS (Entrevista Nº1).4

4
Ídem anterior.
- 26 -

CAPÍTULO V:

INSTITUCIONES E INSTITUCIONALIZACIÓN

Para la problemática expuesta en esta tesina, se considera fundamental comprender


que es una Institución, como es el papel de las mismas dentro de la Protección Integral,
y cuáles son las limitaciones y trabas con las que se encuentran algunas de estas, a la
hora de cumplir su rol como herramientas para la restauración de Derechos.

5.1 Las Instituciones: Significados e Implicaciones


La institución es lo que hace que la sociedad se mantenga unida, considerándola
como un todo, entendiéndola como: normas, valores, lenguaje, herramientas,
procedimientos y métodos de hacer frente a las cosas y también de hacer cosas. Supone
a la sociedad como una institución que da paso, teniendo un proceso de creación
continuo de instituciones, en el cual los procesos de institucionalización, derivan en la
encarnación de las significaciones imaginarias sociales (Castoriadis, 1998).

Para realizar el análisis institucional, se hace necesario profundizar en algunas


variables significativas presentes en su dinámica, como son: los escenarios del poder,
los lugares y no lugares, el imaginario social y la comunicación entre otros. Al efectuar
el mencionado análisis, no se puede dejar de lado que toda relación humana establece
una configuración de poder, por lo tanto una institución sin relaciones de poder, sólo
existe en una abstracción (Arias, Alfie, s.f).

En una institución se pueden distinguir tres vertientes, una es la instituyente, la otra


lo instituido y por último el proceso de institucionalización. Este gran momento inicial y
su continuación en el proceso constante de transformación mencionado, tiene un
producto, genera un resultado y este es lo instituido. Lo instituido es el efecto de la
actividad instituyente, y el movimiento continuo según el cual lo instituyente va creando
una institución, se denomina proceso de institucionalización. Podemos decir que lo
instituyente es una fuerza productora de instituciones, lo instituido es un resultado del
trabajo de esa fuerza, y el proceso de institucionalización es el movimiento según el
cual lo instituyente genera y transforma lo instituido (Barenblitt, 2005).
- 27 -

René Kaes (1998) denomina al vínculo que se establece entre el sujeto y la


institución como vínculo instituido, por lo tanto la institución es productora de
subjetividad. La dimensión imaginaria y simbólica de las instituciones, es la formadora
de la sociedad y de la cultura, también es fuente de sufrimiento que condiciona la
identidad de sus miembros. Allí se instala un contrato entre lo que el sujeto cede y lo
que la institución le da. Sujeto e institución en una relación paradojal planteada por una
búsqueda de autonomía y una necesidad de dependencia.

El mismo autor dice “la institución nos precede, nos sitúa y nos inscribe en sus
vínculos y sus discursos”. Es además un lugar para el cumplimiento imaginario del
deseo, y para armar las defensas en contra de los mismos. La institución no sufre,
sufrimos por el hecho institucional mismo, en razón de los contratos, pactos y acuerdos,
inconscientes o no, que nos ligan. Sufrimos por el exceso, por la falta y por la falla de la
Institución. (Kaes, 1998).

Esta última, además, es una red simbólica, socialmente sancionada, en la que se


combina, un elemento que es funcional y un elemento que es imaginario (Castoriadis,
1975).

En relación a lo que viene planteado se puede decir, “que la perturbación del


orden social genera instituciones para el control, la circunscripción, y la disminución
del problema” (Faleiros, 1993).

5.2 Las Instituciones como Herramientas de Protección.

Como ya se ha mencionado, la Ley Provincial N° 12.967 establece, que los niños,


niñas y adolescentes deben permanecer siempre y cuando fuera posible con sus familias
de origen; pero cuando existen vulneraciones en los derechos de extrema gravedad que
amenacen o causen perjuicio a la salud física o mental del niño/a o adolescente; y/o
cuando el mismo fuere víctima de abuso o maltrato por parte de sus padres o
convivientes (Art.39, Ley 12.967), se toma una medida excepcional como forma de
protección.

Los cuidados de la mayoría de estos niños/as y adolescentes, se realiza en nuestro


país bajo dos tipos de modalidades, una consiste en instituciones de carácter
convivencial (comúnmente conocidos como “hogares”), y otra modalidad enmarcada
- 28 -

dentro de los denominados sistemas de cuidado familiar (familias de acogimiento o


similares), que incluyen a los dispositivos de alojamiento que proponen una dinámica de
funcionamiento similar a la familiar. (UNICEF, 2012).

Sin embargo en esta ocasión, solo se hará hincapié, en realizar una mirada crítica
sobre las instituciones de convivencia alternativa u “hogares”, ya que se considera que
esta es la modalidad más usada para la restitución de derechos por parte del Estado.

Se puede decir entonces, que el objetivo general que orienta el accionar de las
instituciones residenciales es bipartito; porque por un lado, se busca asegurar las
condiciones fundamentales de vida y cuidado para los niños, niñas y adolescentes;
mientras que al mismo tiempo se atiende su derecho a vivir en familia por medio de
“intervenciones familiares integrales”. De esta forma, el tiempo de institucionalización
es entendido como un lapso de trabajo. Así la institucionalización como medida de
protección de derecho no se enfoca sólo en el niño, niña y adolescente vulnerado, sino
que también atiende a la problemática de las familias vulneradoras (Serrancino, s.f).

Por lo cual, la nominación de “hogares convivenciales” tiene una relación directa


con la intención de reproducir el espacio familiar en el acogimiento de niños, niñas y
adolescentes, aludiendo a un régimen de funcionamiento interno opuesto a las viejas
instituciones de menores que funcionaban como “instituciones totales” (Dona, Gómez,
2007, citado en Di Iorio, 2010).

En relación a esto último, Ulloa, expresa que las instituciones se clasifican en


totales o abiertas según tengan individuos internados o no los tenga, pero lo que es más
distintivo en ellas es la modalidad de pertenencia que los miembros tengan con la
institución. Entonces, una misma institución puede resultar total para alguien, en el
sentido de ser el centro organizador de su vida, en donde se incluye con la expectativa
de ser provisto de una identidad prestada; en tanto que para otro, funciona como
institución abierta desde donde podrá impulsar su propio proyecto de vida, ya que sus
intereses coinciden con la finalidad institucional (Ulloa, 1995 citado en, Arias, Alfie,
s.f).

En las instituciones totales hay una escisión básica entre “internos”, o sea, el grupo
manejado, y “personal supervisor”. Los internos viven dentro de la institución y tienen
limitados contactos con el mundo; el personal, en cambio, cumple con la jornada de
trabajo, y esta socialmente integrado con el mundo exterior, por lo cual, tiende a
- 29 -

sentirse superior y justo, y los internos a sentirse inferiores y débiles, censurables y


culpables (Goffman, 2001).

En cambio en las instituciones abiertas se interactúa con distintos actores, de los


cuales cada uno cuenta con una historia de vida, experiencias, expectativas y objetivos
diferentes. En estas, se elaboran espacios de reflexión, acuerdos y el contacto con el
afuera es fluido. La institución regula su acción, pero con el proceso de negociación, en
el que se redefine y explicitan los términos de intercambio. La relación con el medio es
uno de los aspectos que se incluyen en el proyecto institucional. En este tipo de
instituciones se produce la renovación, adaptación e integración; son de tipo
progresivo, donde la calidad de los procesos se asocia a la participación y a la
autonomía (Calcagno, 2013).

5.2.2 Centros Residenciales: Dificultades y limitaciones actuales.

Alcanzado este punto se considera imperioso, efectuar un análisis más extenso de


algunas de las posibles dificultades y limitaciones que suelen enfrentan los Centros
Residenciales a la hora de restituir los Derechos, en el “reciente” marco de la Protección
Integral.

Para comprenderlo mejor es necesario en primer lugar, añadir que la situación de la


Niñez y Adolescencia, separada de sus familias e institucionalizada, atraviesa una
situación insubstancial que es invisible en nuestra sociedad. Esto se debe en gran parte
a que:

Mucha gente desconoce la verdadera problemática, lo que se hace, lo que se


intenta, lo que se debería hacer, está bastante invisibilizada, eso no cambio mucho,
es difícil cambiar las cosas, se ha avanzado, pero a lo mejor, no con la celeridad
que se necesita (Entrevista Nº2).5

Entonces, si bien no se puede negar que hubo avances significativos en la temática


en cuestión, estas evoluciones no se ajustan al ritmo de la realidad cambiante en la que
estamos inmersos hoy.

5
Entrevista presencial realizada en el año 2016 a Licenciada en Trabajo social, perteneciente a la
Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia.
- 30 -

Así mismo, hay que tener muy presente que los sujetos que transitan en estas
instituciones de alojamiento alternativo son niños, niñas y adolescentes que se
encuentran en la llamada zona de vulnerabilidad, caracterizada por la inestabilidad, la
precariedad y la fragilidad en el ámbito laboral y relacional, proporcionando una
estabilidad protegida a partir de la asistencia institucional (Castel, 1991).

La noción de requerir Protección Integral, permite que cierto sector de la niñez,


adquiera el estatuto de problema social; y al considerar que se debe ser protegido, se
habilita y legitima la intervención del Estado en el ámbito de las familias. La
potencialidad de convertirse en peligrosos e indeseables, para sí como para la sociedad
en conjunto, los transforma en objeto de una tecnología y un saber de corrección y
normalización (Donzelot, 1977, citado en Hormiga Piriz, 2015).

Según el relevamiento realizado por UNICEF (2012), sobre la situación de niños,


niñas y adolescentes sin cuidados parentales en la República Argentina, existen en
nuestro país instituciones privadas, que no solo no cuentan con ningún tipo de convenio
o supervisión estatal, sino que además no se encuentran monitoreadas ni controladas
como se debería, lo que conlleva a que muchas de estas organizaciones funcionen en
contradicción con la Ley 26.061 y con la CDN, estableciendo sus propias normas; como
ejemplo de esto se puede mencionar la escasa o nula re vinculación con su familia de
origen por la estigmatización que recae sobre esta última. Además puede agregarse el
hecho de que en varias de estas instituciones ya mencionadas, carecen del equipo
técnico necesario; esto es de extrema gravedad ya que las tareas son realizadas por
personal de manera voluntaria que no posee ni la formación específica, ni los
conocimientos necesarios para dar respuestas a las problemáticas planteadas.

En muchas instituciones la intervención administrativa y profesional sobre los


sujetos que padecen los problemas es abrumadora para con los mismos, sin que se
resuelvan sus necesidades específicas. Las necesidades (burocráticas, legales, de control
social) son de las propias instituciones y no de los sujetos destinatarios. A demás se
destaca, que el niño o la niña "pasan por varias manos" en las distintas entrevistas, sin
poder visualizar con frecuencia la solución de su problema. El perverso maltrato
institucional evidencia la existencia de una sociedad fragmentada y polarizada, que
muestra cínicamente las diferentes clases sociales (Alayón, 2004).

Siguiendo con lo señalado, no se puede perder de vista que en el Nodo Rosario,


- 31 -

Hay chicos que han pasado por tres o cuatro instituciones, que son situaciones ya
bastantes difíciles de resolver, de manejar, y cuando un chico por ahí no se logra
integrar, lo más probable es que en otro lugar también fracase (Entrevista N° 2).6

Es decir, que en reiteradas ocasiones se evidencia la imposibilidad para abordar


adecuadamente la problemática, y los niños pasan a transitar por diferentes instituciones
desembocando en un “circuito institucional expulsivo”, lo que conlleva a que los
hogares se conviertan o se constituyan en “no lugares” para los niños (Arias, Campos,
Dietz, La Ferraro, 2009).

Por otra parte, aún persiste tensión entre ambos paradigmas en gran parte de las
instituciones y en las formas de actuar de quienes están involucrados en los temas de
infancia.

Como señala Noceti (2005), los que adscriben al paradigma de la Promoción y


Protección…”luchan contra las instituciones, los modos de hacer y de pensar que desde
hace un siglo delinean una niñez específica y determinados modelos de familia y de
acción estatal.”

En esta era de conquista de derechos y libertades, coexisten en las instituciones


prácticas irrisorias, que afectan la cotidianidad de los/as chicos/as. Como por ejemplo
lo del premio y castigo,

Esto del premio y castigo existe todavía, es decir, ah te portaste mal no vas a
gimnasia, o no comes el postre, pero también está a la inversa de esto, bueno la
piba tiene dieciséis años y se quiere levantar a las cuatro de la tarde porque estuvo
toda la noche despierta paveando entonces, le guardo la comidita. Entonces no
creas nada, hasta le ponían las zapatillas a los pibes, entonces el pibe pasa de su
vida con su familia, de tener una vulneración increíble a tener todo así servido, que
tampoco es bueno. Esos son los grises, o sea de la interpretación de la Ley, no
tenemos que ir al premio y castigo, pero entonces no dice que hacer (Entrevista Nº
3).7

Se puede agregar a su vez que, en relación a los motivos de la institucionalización,


se registra que las situaciones de pobreza continúan siendo una de las causas explícitas,
6
Ídem anterior.
7
Entrevista presencial realizada a profesionales del equipo de Monitoreo correspondiente a la Dirección
Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia. Año 2016
- 32 -

y también implícitas ya que las múltiples formas de violencia, el consumo de sustancias


psicoactivas o las patologías psiquiátricas al interior de los grupos familiares, se definen
como síntomas de las condiciones de vulnerabilidad y marginalidad (Ministerio Público
Tutelar, 2009).

Como consecuencia de lo que se viene desarrollado hasta el momento, es posible


considerar que en algunas situaciones, la medida de separación del niño/a o adolescente
del medio familiar (que la normativa vigente dispone como excepcional); se transforma
en una medida ordinaria y no de último recurso, particularmente cuando se trata de
niños y niñas pobres (Ministerio Público Tutelar, 2010).

Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud establece que en muchos casos
la falta de atención personalizada en estas instituciones dispone de una ausencia del
vínculo emocional entre los niños y las personas que se encuentran a su cargo, además
la carencia de estímulo e interacción, son aspectos que inducen a retrasos en el
desarrollo. Una institucionalización precoz y prolongada tiene efectos perjudiciales
tanto en la salud, el desarrollo físico y cognitivo del niño, que en ocasiones pueden
llegar a ser irreversibles (López, Palummo, 2013).

Es preciso resaltar las consecuencias que trae aparejada la internación de la niñez,


ya que sacar al niño o niña de su contexto familiar y separarlos de sus afectos implica
un cambio repentino, que si bien actúa de corte con situaciones o modalidades de
funcionamiento que estaban cristalizadas, puede constituirse en iatrogénico si se
prolongan en el tiempo. Esto conlleva, que en lo familiar se vaya reproduciendo un
desgarramiento. La familia se reorganiza pero excluyendo al niño o niña internada,
perdiendo el lugar que tenía en su núcleo familiar y con sus pares, quedándole como
salida la marginalidad, o la institucionalización progresiva. En esta exclusión familiar, la
institución termina tomando al niño “caído” de su red, colocándolo peligrosamente en
posición de objeto a derivar a otras instituciones que lo alberguen (Bernztein, Regueira,
2004).

Se debe tener en cuenta que, no sólo se trata de niños y niñas que ha sido
gravemente vulnerados en sus derechos, sino que además son víctimas de un segundo
daño asociado a las consecuencias psicológicas derivadas de la separación afectiva con
su familia de origen. La institucionalización, representada como efecto de separación y
ruptura del vínculo primario, con la consecuente carencia de relaciones vinculares
- 33 -

estables y coherentes que ofrece para los niños y niñas, ha demostrado provocar
trastornos en los vínculos y afectar en la formación posterior de una personalidad sana e
integrada, con alta probabilidad de desarrollar problemas emocionales y/o conductuales,
los que muchas veces pueden aumentar, al no mediar un proceso terapéutico oportuno
(serracino, s.f).

Además, en relación a los efectos de la separación e institucionalización sobre la


familia de origen, el mismo autor, señala que las instituciones pueden mostrarse
altamente devaluadoras y paternalistas con las familias que han vulnerado a sus hijos.
Se acentúa la separación con el niño y la desconfianza por parte de los equipos
profesionales en las capacidades de los padres para reparar y responder frente a la
situación de vulneración que generaron (Serracino, s.f).

Es decir que estas situaciones, propias de las instituciones de alojamiento basadas


en lógicas de encierro, van configurando una identidad violentamente marcada por el
estigma de la orfandad, el desamparo, la exclusión, la victimización, lo cual ha tenido y
tiene graves consecuencias en su subjetividad. Luego de haber permanecido allí un
período de tiempo prolongado, les resulta imposible proyectar un futuro y pensarse con
libertad y autonomía (Cárcamos, Fernández, et al. s.f).

Por lo cual se puede agregar en relación a la cuestión planteada, que la


institucionalización no solo produce la vulneración de derechos sino que como ya se
mencionó, produce marcas en los sujetos que la padecen, marcas a nivel simbólico que
afecta su relación con el mundo y con ellos mismos, marcas imborrables que se portan
más allá de las paredes de las organizaciones que albergan a la infancia. La
institucionalización genera una calificación peyorativa para aquellos que han debido
transitarla, les otorga un lugar social que implica un menos, el lugar del estigmatizado
(De la Iglesia, Moure 2007).

Un estigma es una clase especial de relación entre un atributo desacreditador y un


estereotipo, dicha relación es la que se encuentra en la base de la teoría del estigma, una
ideología para explicar su inferioridad y dar cuenta del peligro que representa esa
persona, racionalizando a veces una animosidad que se basa en otras diferencias, como
por ejemplo, la de clase social (Goffman, 1963).

Se considera pertinente agregar, que la desinstitucionalización no elimina del


contexto social el estigma de la institucionalización, así como tampoco garantiza la
- 34 -

posibilidad de una inserción social diferente para los niños y niñas que han sido
institucionalizados (De la Iglesia, Moure, 2007).

Por otro lado se debe tener en cuenta que las niñas y niños que están en
instituciones convivenciales, son sujetos activos en la construcción de formas de vida
propia. La convivencia con ellos/as, permite describir situaciones de tensión y conflicto,
las cuales en su mayoría, son llamadas patológicas a partir del predominio de la lógica
y del déficit, siendo así las dificultades para el relacionamiento la tendencia al
aislamiento, la indiferencia, la agresión física, los problemas de conducta, (como malas
contestaciones, el no cumplimiento de las reglas, las fugas y los problemas en el ámbito
escolar, entre otras) que dan lugar a la implementación de estrategias correctivas-
represivas unidas a una psicología al servicio de la psicopatologización de la infancia
(De Iorio, Seidmann, 2012).

Los procesos de interpretación que los/as niños/as realizan de sus experiencias de


vida, están influidos por creencias, valores, actitudes, emociones y acciones, entro otros,
nucleados en el concepto de representación social. O sea que se organizan bajo la forma
de un saber del sentido común, que en tanto definición socialmente elaborada y
compartida, se convierte en herramienta para el intercambio social, en este caso, la
institucionalización (De Iorio y Seidmann, 2012).

Desde una perspectiva histórico-social, la representación social es una


construcción a través de la cual se define a la infancia institucionalizada. Es a partir de
esta representación que se la conoce, se la nómina y se instauran determinadas prácticas
profesionales para su tratamiento (Di lorio, De la Iglesia, Moure 2004, citado en Garbi,
Grasso, Moure, s.f).

En cuanto a la intervención específica de los trabajadores sociales en las


instituciones, Alayón (2004) sostiene que aún se debe reflexionar mucho acerca de la
práctica profesional, ya que con frecuencia se visualiza que muchos trabajadores
sociales desarrollan una práctica tradicional y de control y no consideran al sujeto como
protagonista de su situación, sino como un objeto, por lo que la intervención no tiende a
la emancipación ni al empoderamiento.
- 35 -

Se puede agregar que a pesar de los avances, en muchas instituciones, “La


ideología del patronato se percibe todavía, en algunas prácticas, en algunas lógicas,
con determinadas cuestiones” (Entrevista Nº 3).8

Así mismo, hay tener en cuenta que, los efectos de la institucionalización atañen
tanto a los/as niños/as como a aquellos profesionales que trabajan con la niñez que se
encuentra en Centros Residenciales. Se visibiliza, en estos últimos, una marcada
desazón efecto de la impotencia que generan los modos de funcionamientos
institucionales, la impotencia por no poder realizar acciones que modifiquen la realidad
cotidiana, y la ausencia de espacios de reflexión colectivos. Es por esto, que resulta
necesario apropiarse de nuevos modos de nominación (modelos teóricos, leyes), ya que
así lo nuevo aparece como consuelo ilusorio frente al desasosiego que presenta la
realidad. Decimos ilusorio ya que la riqueza de conceptualizaciones, modelos y leyes no
se corresponde con las respuestas ofrecidas a las necesidades de los niños y niñas (De la
Iglesia y Moure, 2007).

Con respecto a las políticas y el cuidado de los niños, las prácticas institucionales
ponen en tensión el objeto implícito del cuidado con la necesidad de reproducción de la
institución. (Llobet, 2005).

Todas estas cuestiones plantean un panorama complejo caracterizado además por la


inadecuación de las prácticas institucionales en los hogares en relación a la promoción y
protección de los derechos de los niños y niñas; y, por la ausencia de propuestas
alternativas a las ya existentes debido a la dificultad del Estado para profundizar el
proceso de transformación y surgimiento de recursos institucionales en sintonía con el
paradigma de la Protección Integral (Arias et al, 2009).

Por lo cual se puede decir, a partir de lo expuesto, que las instituciones de


convivencia alternativa empleadas de manera prolongada en el tiempo, debido
múltiples factores, traen aparejadas graves consecuencias en la subjetividad de la niñez.

La mayoría de las situaciones excede el tiempo de legalidad ya sea por la


complejidad de la misma, ausencia de trabajo por parte del Equipo de referencia, o
complicaciones desde la autoridad de aplicación de la ley, que atrasa y dificulta el
trabajo de los profesionales. Sostenemos desde el Equipo que el Centro

8
Ídem anterior.
- 36 -

Residencial es un lugar de alojamiento transitorio, y que excedido el tiempo ya es


perjudicial para el niño (Entrevistado N°1).9

Entonces respondiendo a la pregunta inicial, se piensa a los Centros Residenciales


como un mal menor, en proporción a las circunstancias de violencia, abuso o abandono
que enfrentan los/as niños/as y adolescentes antes de llegar a estos.

Pero a la vez, algunas de estas instituciones de cuidado terminan siendo


vulneradoras de Derechos por razones de diversos índoles, a consecuencia de la falta de
monitoreo constante por parte del Estado y de los recursos brindados por el mismo.

Lo que se pretende aclarar, es que si bien las mismas son herramientas necesarias,
en determinadas ocasiones no son las soluciones más efectivas. A razón de esto, uno de
los profesionales entrevistados perteneciente a la Dirección de Niñez, expresa que:

Me he negado a tomar medidas excepcionales, porque preferí que el pibe se quede


en la casa y que no vaya a una institución cualquiera, a como dé lugar. Por
ejemplo, de un bebé de un año o menos, que ingrese a un hogar, cuando un niño
necesita atención personalizada. Los hogares, no son maternales digamos, son para
niños ya de escolaridad (Entrevista N° 3).10

9
Entrevista realizada en el año 2016 a Trabajadora Social de un Centro Residencial Privado,
correspondiente al Nodo Rosario.
10 10
Entrevista presencial realizada a profesionales del equipo de Monitoreo correspondiente a la
Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia. Año 2016
- 37 -

CAPITULO VI:

CAMPO DE LA NIÑEZ EN EL NODO ROSARIO

6.1 Plan estratégico de la Provincia de Santa Fe.

El Nodo, permite hacer visible el territorio de la provincia de Santa Fe, tanto a nivel
local como regional, potenciado las oportunidades para construir la integración. Cada
región identifica a su vez, a una ciudad nodo, que es el centro de la información,
articulación y distribución de recursos y capacidades. Además se plantea como
estrategia, organización y gestión del territorio, para disminuir, desequilibrios y acercar
al Estado. (Plan Estratégico Provincial, s.f)

Las regiones están conformadas de la siguiente manera: Región 1/Nodo


Reconquista; Región 2 / Nodo Rafaela; Región 3 / Nodo Santa Fe; Región 4 / Nodo
Rosario; y Región 5 / Nodo Venado Tuerto

6.2 Centros Residenciales del Nodo Rosario.


Para tener una visión más completa de la problemática que a continuación se
desarrollará, es de crucial importancia conocer con que Instituciones Convivenciales o
Centros Residenciales tanto oficiales como no oficiales, o sea con convenio, cuenta el
segundo nivel de intervención del Nodo 4 (Rosario), para dar respuestas a las medidas
excepcionales.

¿Qué son los centros residenciales y por quienes están reguladas?

Los Centros Residenciales son dispositivos destinados al alojamiento de niñas,


niños y adolescentes que se encuentran privados de manera temporal o permanente
de los cuidados parentales. La regulación y funcionamiento de los mismos es
competencia de la Subsecretaría de Promoción y Protección de los Derechos de
Niñas, Niños, Adolescentes y Familias, ya sea porque los centros dependen
directamente del organismo (centros residenciales oficiales), o porque pertenecen a
una organización de la sociedad civil y han establecido un convenio con dicha
subsecretaria (Observatorio de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia).
- 38 -

Puntualmente en el Nodo Rosario, las instituciones de convivencia alternativa para


los niños, niñas y adolescentes carentes de cuidados parentales son las siguientes:

Centros Residenciales oficiales:

 Instituto de Varones Granadero Baigorria – Granadero Baigorria

 Ho.Me.Ma. – Rosario

 Hogar Escuela Lanfranco Ciampi – Rosario

 Casa de la Niña – Rosario

 Colonia Astengo – Rosario

 Centro de Permanencia Transitoria – Rosario

Centros Residenciales con convenio o privados (ONGs)

 ANIDE – San Lorenzo

 CREA - Rosario

 Gorizia Piccinini – Cañada de Gómez

 HO.PRO.ME. – Rosario (Son tres, pero a uno lo están arreglando, por eso, en
este momento funcionan solo dos)

 Hogar de niñas – Elortondo

 Hogar de Protección a la Infancia - Carcarañá

 Hogar de Transito Madre Soltera Primeriza – Rosario

 San Cayetano – Casilda

 Santa Teresa de Jesús – Cañada de Gómez

Centros Residenciales Mixtos

Son Dispositivos Transitorios de Alojamiento para Niñas/os y Adolescentes de


gestión mixta entre Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez,
Adolescencia y Familia y la Asociación Civil Programa Andrés Rosario.
- 39 -

 El Chalecito – Rosario

 La Casita – Rosario

Por lo tanto, se desprende, a partir de lo desarrollado, que las instituciones del Nodo
en cuestión, son en su mayoría privadas con convenio con el Estado, porque las oficiales
o públicas existentes, no son suficientes para dar respuestas a la cantidad de demandas
que surgen anualmente.

6.2.2 ¿Centros Residenciales Públicos vs Privados?

A partir de las entrevistas realizadas a profesionales del campo de la niñez del Nodo
Rosario, y de la información reunida durante la investigación, (a fin de conocer y
comprender como se concibe la situación problemática) se hace evidente que existen
diferencias entre ambos tipos de institucionalización, es decir públicos y privados.

Se considera pertinente para aportar a esta cuestión, los testimonios de algunos/as


de los/as actores institucionales entrevistados:

Los conveniados ponen más trabas, si bien se está intentando que todos trabajen de
la misma manera, quedan resabios de esto: “y bueno, si está bien somos
conveniados, pero seguimos siendo privados”, como que todavía tienen un margen
para tomar algunas decisiones, en monitoreo se trabaja mucho eso, obviamente,
charlándolo, dándole apoyo, capacitándolo, dándole recursos para que estos Centro
de Alojamientos, sean lugares de acogimiento, y no de este sí, este no, o de
expulsión (Entrevista N° 2).11

No es lo mismo trabajar con los públicos que con los privados, esté último cuesta
más, son distintas lógicas, es respétame el acuerdo por un lado, dame un poco más
por el otro, pasan un montón de cosas, es una negociación, hay muchas diferencias,
y bueno cuesta enmarcar, estamos recién iniciando el proceso. Las públicas tienen
otra logística también, otros recursos, en las oficiales son todos compañeros
nuestros. Pero también es una realidad, que los centros conveniados, tienen una

11
Entrevista presencial realizada en el año 2016 a Licenciada en Trabajo Social, perteneciente a la
Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia.
- 40 -

menor cantidad de chicos, que tiene que ver con la idiosincrasia de lugar donde
están ubicados (Entrevista N° 3).12

En relación a los ingresos en los Centros Residenciales públicos o propios, nos


comunicamos directamente con el director del hogar, pero con el privado por ahí,
hablamos con el director pero después tenemos que esperar lo que diga la comisión
y son muchos en las ONG, los que se tienen que poner de acuerdo y hasta que
dicen que si… (Entrevista N° 3).13

Como ya se mencionó anteriormente en el Nodo Rosario la mayoría de los


Centros Residenciales son privados, debido a la insuficiente cantidad de
instituciones públicas existentes.

La problemática en esta cuestión reside en que trabajar con los “conveniados”,


implica enfrentarse a las lógicas propias de la instituciones privadas, que no siempre
se enmarcan con las necesidades, tiempos y urgencias que enfrentan los
profesionales del campo a la hora de intervenir.

Por lo cual, se hace altamente necesario una mayor participación en conjunto


de parte de los actores involucrados (Estado, profesionales e instituciones privadas)
para enfrentar los conflictos que se desprenden de este modelo de institución.

6.2.3Estándares de los Centros Residenciales de la Provincia de


Santa Fe.

Para igualar las condiciones y características de ambas formas de Centros


Residenciales, en el año 2014, mediante el Decreto N° 0039-2014, se crea el programa
de “Fortalecimiento de las Prácticas y Condiciones de Alojamiento en los Ámbitos de
Cuidados Alternativos Residenciales para Niñas, Niños y Adolescentes”, cuya
implementación está a cargo de la Subsecretaría de los Derechos de la Niñez,
Adolescencia y Familia.

12
Entrevista presencial realizada a profesionales del equipo de Monitoreo correspondiente a la
Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia. Año 2016
13
Ídem anterior.
- 41 -

El programa consiste en estándares mínimos, que enuncian la revisión y


reformulación de las prácticas y condiciones de alojamiento. A su vez, contempla lo
relativo a la dotación de las capacidades necesarias en términos de recursos humanos, de
equipamiento, espaciales, entre otros, en base a criterios de calidad predefinidos.
(Decreto Provincial Nº 0039-2014)

Los Estándares son una herramienta para re trabajar las condiciones de alojamiento
en el Centro Residencial y una guía para inspirar las prácticas de las personas que
forman parte de la institución para un óptimo acogimiento de los niños (Entrevista
Nº 1).14

Se tiene que tener en cuenta que, “los estándares están hechos como para ser
movidos, no es algo fijo porque van sucediendo cosas, de acuerdo a la época, la
situación del momento o el chico alojado o lo que sea” (Entrevista N° 3).15

Pero hay que considerar que, “el programa tiene por ejemplo, asignados recursos
que nunca los tuvo, por ejemplo, porque el fondo se fue para otro lugar, se destinó
para otra cosa que no tenía que ver con esto”, por lo que se dificulta su aplicación
(Entrevista 3).16

Se aspira a lograr avances, con la implementación del Decreto ya mencionado, que


ayuden a la construcción de un “espacio” para los niñoas/as y adolescentes, pero estos
adelantos son lentos y arduos. Como lo expresa una de las profesionales,

Lo se intenta es que las piezas sean chicas, que no sean pabellones, que no tenga
treinta pibes por pieza, sino que sean pocos, que cada uno tenga su mueblecito,
adaptando las lógicas y las estructuras a la Ley, pero cuesta y faltan recursos.
Recién se está iniciando el proceso (Entrevista 3).17

14
Entrevista realizada en el año 2016 a Trabajadora Social de un Centro Residencial Privado,
correspondiente al Nodo Rosario
15
Entrevista presencial realizada en el año 2016 a Licenciada en Trabajo Social, perteneciente a la
Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia.
16
Ídem anterior
17
Ídem anterior
- 42 -

Básicamente en otras palabras:

En algunos casos se ha ido modificando, otros siguen estando simplemente iguales,


más allá de que por ahí no están más emblemáticos como el Hogar del Huérfano.
El de Carcarañá, por ejemplo, sigue teniendo una estructura parecida, con menos
chicos obviamente. Siempre se tiende a que haya una menor cantidad de niños, en
general la mayoría tienen entre 10, 12, 15 niños, puede haber alguno que llegue a
20 por necesidad, pero bueno en general se trata de que no sean tantos (Entrevista
N° 2).18

Hay que tener en cuenta que en general, la aplicación e implantación del programa
en los Centros Residenciales no es inmediata, sino que por el contrario “lleva años y
años, y bueno, algunos lo logran y otros no” (Entrevista N° 2).19

El Programa de Becas de Capacitación:

Otra cuestión problemática está relacionada al Programa de Becas de Capacitación


correspondiente a la Provincia de Santa fe, la cual tiene como fin otorgar asistencia
económica-financiera que posibilite a niñas, niños y adolescentes, el acceso y la
provisión de bienes y/o servicios de manera efectiva para el ejercicio y goce de los
derechos. (Becas de capacitación, Gobierno de Santa Fe)

El programa se implementa con el objetivo, según la Trabajadora Social


entrevistada, de que:

Todos los chicos alojados, tuvieran una beca, o sea que significaba, que pudieran
contar con un dinero, que les permitiera a ellos, cubrir alguna de las cosas que se
planteaban en su plan de estadía, en relación a la estrategia que se plantea con ese
chico (Entrevista N° 2).20

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Entrevista presencial realizada en el año 2016 a Licenciada en Trabajo Social, perteneciente a la
Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia.
19
Ídem anterior
20
Ídem anterior
- 43 -

Empero, siguiendo a la profesional “eso no se cumplió ciento por ciento, porque


solo, un cincuenta por ciento de los chicos deben tener esa beca. No llego a aumentarse
el presupuesto para que llegue a todos” (Entrevista N° 2).21

6.3 ¿Qué pasa con los datos?

A continuación se desplegará la información reunida a través de diferentes fuentes


oficiales para conocer, como es la situación de los niños, niñas y adolescentes sin
cuidados parentales en la Provincia. Y luego se expondrán los gráficos desplegados por
UNICEF Y SENAF a nivel nacional.

Cabe aclarar que estos datos obtenidos de la temática en cuestión no son contiguos
por las razones de que se expondrán a continuación.

Datos oficiales de la Provincia de Santa Fe.

La Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de las Niñas, Niños y


Adolescentes, cuenta con el programa SIGNA, (Sistema de Información Geo
referenciada de Niñez y Adolescencia), utilizado por el equipo de Base de Datos que
sirve para sistematizar toda la información y acceder con más rapidez a la misma.
También allí queda asentado el equipo que recibe cada situación; y otra de sus funciones
es por ejemplo, si se debe pasar un legajo de un equipo a otro, realizar este movimiento.

Pero a más de cuatro años de su implementación, se puede señalar que:

Todavía no se ha terminado de instaurar, como para que todas las situaciones se


incluyan en ese lugar, para que, quede todo registrado, porque en base de que todo
este registrado, después podes hacer los distintos filtros y las características de cada
situación y saber, cuanto tenés de acá, cuanto tenes de allá, cuanto creció, cuanto
disminuyo. En eso creo, que hay un poco de intencionalidad de no mostrar los
números y otro poco, falta de recursos, de idoneidad, para tenerlos a la mano, por

21
Ídem anterior
- 44 -

lo menos si no los querés mostrar, tenerlos son indispensables para saber dónde
estamos parados (Entrevista N° 2).22

Para una idea más clara de la falta de datos oficiales confiables o mejor dicho
actuales, se puede decir que según un equipo de la Dirección Provincial de Promoción
de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, hay 195 Niños, Niñas y
Adolescentes, en Instituciones de Convivencia, en la segunda circunscripción (Sur).

Además agregan que, “mañana capaz que son 197, va variando, no baja, siempre
sube, y son números no estables”, lo que conlleva quizás, a que sea más difícil realizar
una estadística actualizada sobre la problemática en cuestión (Entrevista N° 3).23

Para ampliar la información que se ha venido desarrollando, se puede añadir a


modo de ejemplo en relacion a la varibilidad que existe, que en el 2015 en la provincia,
había 620 niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales, con medidas
excepcionales de protección. Las cuales se tomaron por distintas situaciones que
vulneraba sus derechos, como abandono, maltrato, abuso o estar separados de sus
familias. Alrededor de la mitad ellos residen en decir Centros Residenciales, ya que la
posibilidad de vincularlos con alguien de su familia ampliada parece todavía lejana y
una adopción resulta difícil, dado que la mayoría son niños/as que están pisando la
adolescencia, con historias largas para edades tan cortas. (Cómo viven hoy los chicos
que estaban alojados en el ex Hogar del Huérfano, 2015).

En la página web del Observatorio de la niñez de la Provincia, se pueden obtener


varios Gráficos, en este caso se seleccionó los relacionados al tema en cuestión.

Es necesario aclarar antes de continuar que los mismos no están actualizados


debido a la falta de intereses y recursos económicos, tecnológicos y humanos.

De igual manera, los gráficos se expondrán a continuación ya que se considera


interesante evidenciar la deficiencia que existe por parte de la provincia, a la hora de
recopilar y analizar datos recientes de la temática tratada en la presente tesina. Es por tal
motivo que en la misma predomina un análisis cualitativo.

22
Ídem anterior.
23
Entrevista presencial realizada a profesionales del equipo de Monitoreo correspondiente a la
Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia. Año 2016
- 45 -

En el primer gráfico, se revela las cantidades de centros residenciales, o sea


institutos para la niñez, con que cuenta la Provincia de Santa Fe, divididos por regiones.

Por otra parte, en el segundo gráfico, se hace referencia a la cantidad de niños,


niñas y adolescentes con medidas excepcionales, que no ha sido actualizado desde el
año 2013.

Y por último, en el tercero, se muestran la cantidad de niños en centros


residenciales o instituciones de niñez. El mismo, tampoco ha sido actualizado desde el
año 2013.
- 46 -
- 47 -
- 48 -
- 49 -

DATOS A NIVEL NACIONAL.

Se consideró acertado, para tener una concepción más amplia sobre las condiciones
de los niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales, tanto a nivel nacional como
provincial; exponer los gráficos obtenidos del informe confeccionado por UNICEF y
SENAF en el año 2015.

Los dispositivos de alojamientos para la niñez y adolescencia, se pueden dividir en


tres grandes tipos de gestión: las instituciones públicas; las instituciones privadas; y los
sistemas de cuidado familiar o familias de acogimiento.
- 50 -

En ambos gráficos, se puede observar que a nivel nacional predominan los niños,
niñas y adolescentes en instituciones de Gestión Privada con un 56% por sobre los de
Gestión Pública con un 28%.

TABLA 3.4 CANTIDAD DE NNYA SIN CUIDADOS PARENTALES POR DISPOSITIVO DE CUIDADO,
POR JURISDICCIÓN. 2014
- 51 -

Las principales causas de ingreso a estas instituciones o programas alternativos de


cuidado familiar son la violencia doméstica y el maltrato de los NNyA sin cuidados
parentales. En segunda instancia se ubica el abandono, y en tercer lugar el abuso.

En próximo gráfico, se puede advertir que el 68% de los niños, niñas y adolescentes
que egresan de la modalidad el cuidado alternativo por falta de cuidados parentales logran
una re vinculación con sus familias de origen como la Ley Nacional lo establece. Se
puede decir en relación a esto último, que se está generando un avance en materia de
Derechos.
- 52 -

Según la publicación de UNICEF y SENAF (2016), en el año 2011 vivan en Argentina


14.675 Niños/as y adolescentes sin cuidados parentales, pero en marzo de 2014, este
número se redujo a 9.219.

Es de crucial importancia que existan datos más actualizados por parte del Estado, ya
que los mismos posibilitan determinar y conocer si se están produciendo cambios reales o
no, en torno a la problemática plateada.

6.4 La situación coyuntural del Área de Niñez

Si bien la Ley 12.967 de Protección Integral, brindó muchos avances en materia de


protección de derechos de la niñez y adolescencia, existen y persisten aún a más cinco
años de su aplicación, cuestiones de diversas índoles que obstaculizan la aplicación
suficiente y eficiente de la misma.

Además, los escenarios que enfrentan los profesionales del área de la Niñez del Nodo
Rosario a la hora de intervenir son complejos. A consecuencia de esto, no solo se dificulta
su accionar, sino que además se obstaculizan las respuestas a las situaciones complejas
con las que se trabaja cotidianamente.

No solo hay fallas evidentes en las instituciones convivencionales, sino que también
existen precariedades en toda el área de la Niñez.
- 53 -

Para obtener un panorama más amplio de las múltiples dificultades existentes en el


campo mencionado, se expondrán a continuación entrevistas realizadas por Pagina/12 a
profesionales pertenecientes al área en cuestión.

Estamos desbordados, desde mayo hasta ahora atendimos 450 partes preventivos y
en cada parte suele haber más de un chico involucrado. Cuando están muy
complicados y no pueden volver al barrio es necesario buscarles un lugar de
alojamiento pero no hay suficientes, también hay muy pocos centros de día que
brinden contención (Arach, 2010: Parrafó 2).

Lo cierto es que en medio de la precariedad en los recursos humanos, la falta de


instituciones eficaces y la deficiente estructura edilicia es difícil que los chicos puedan
estar verdaderamente protegidos (Arach, 2010: Parrafó 10).

No llegamos a atender las demandas de esos niños cuyos derechos están vulnerados
y que necesitan ayuda para recuperarse. Se han recibido hasta veinte expedientes
en un solo día, que fueron enviados por la policía y con esta infraestructura es
imposible dar las respuestas adecuadas (Arach, 2010: Parrafó 3).

Se puede adicionar del mismo modo, que “Las políticas de Niñez, nunca fueron
prioritarias. Desde ya, que el Ministerio de Desarrollo Social es uno de lo que menos
presupuestos tiene, y el Área Niñez…o sea ha crecido, pero no es prioritario para nada”
(Entrevista Nº 2).24

Campana (2014) amplía diciendo que las políticas destinadas a niñez y juventud no
son prioritarias para ninguno de los niveles del gobierno, los programas sociales, las
condiciones de trabajo y salario de quienes trabajan con esta población, también aparecen
palabras como precariedad, vulneración o fragilidad. A lo que se agrega la discontinuidad
de los lineamientos de trabajo, que responden a la lógica de “hacer lo que se puede con lo
que se tiene” y no a la de “hacer lo que se debe”, en consideración a los derechos a
garantizar y promover.

Es conveniente recalcar en relación a lo anterior, que:

La realidad del niño, adolescente, hoy en día en Argentina, demandaría de políticas


mucho más profundas, mucho más novedosas, de mucho más presupuesto, o sea,

24
Entrevista presencial realizada en el año 2016 a Licenciada en Trabajo Social, perteneciente a la
Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia.
- 54 -

hace mucho tiempo que no se genera nada nuevo, seguimos trabajando


prácticamente con las mismas herramientas, entonces si bien adecuamos lo que
teníamos, también se requiere otras cosas, porque la realidad te pasa por encima
(Entrevista Nº2).25

A su vez, es innegable el planteo generado por parte de los trabajadores del área
de la Niñez, ya que:

La Dirección necesita más profesionales comprometidos en los Equipos, mejor


distribución en las situaciones para que no desborde el trabajo y eso perjudique a
los niños, transportes que garanticen encuentros frecuentes tanto de equipos como
de visitas entre los niños y sus familiares, mayor reconocimiento del trabajo de los
profesionales de los Centros Residenciales con participación en la toma de
decisiones. Y en el tema económico, una mejora en la entrega de becas de los niños
tan necesarias para suplir sus necesidades y tratamientos que forman parte de las
estrategias de intervención (Entrevista Nº 1)26.

Otra cuestión problemática que se viene desarrollando en la Dirección Provincial


de Protección, tiene que ver con el advenimiento que implica los cambios de mandato,
ya que:

Cada gestión es empezar todo de nuevo, que a veces dura 4 años, y a veces no, el
año pasado hubo 3 cambios de gestiones, entonces cada uno viene con su lógicas, y
con sus formas, a cada uno hay que enseñarle lo que hace, es difícil, desgastante
(Entrevista Nº 3).27

Durante el período de la realización de las prácticas profesionales, se ha manifestado


la falta de recursos económicos, físicos, políticos y humanos que dificultan no solo el
accionar cotidiano de los profesionales sino que al mismo tiempo se reflejan en la
posibilidad de dar respuestas a las demandas y necesidades de los sujetos con los que
trabajan. Por ejemplo; el caso de hermanos que tienen que ser separados por la falta de

25
Ídem anterior.
26
Entrevista realizada en el año 2016 a Trabajadora Social de un Centro Residencial Privado,
correspondiente al Nodo Rosario.
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Entrevista presencial realizada a profesionales del equipo de Monitoreo correspondiente a la Dirección
Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia. Año 2016
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espacio en las instituciones, o en caso contrario, la institución no es la mejor opción para


ambos.

Para evidenciar lo anteriormente expuesto, se puede añadir que en muchas


ocasiones:

El equipo piensa en una institución, porque le parece que esa sería la más
adecuada, o sea el perfil de la institución para la característica del niño y resulta
que ahí no se puede porque no hay lugar y se termina alojando en otro lado, o más
lejos de donde por ahí tiene un familiar, eso pasa todo el tiempo porque en general
las vacantes están siempre ocupadas (Entrevista N° 2).28

Otras de las razones que repercute en la realidad del campo niñez tienen que ver con
el hecho de que:

Todo el tiempo llegan situaciones y siempre da la sensación de que nos quedamos


cortos con los recursos, eso es así desde siempre. Las situaciones de acá no son las
mejores como para entrevistar y para trabajar. Lo que reclaman los equipos
además, es la incorporación de otros profesionales, porque la problemática crece
aceleradamente y no proporcionalmente a los recursos que se destinan, entonces es
como que siempre falta algo (Entrevista Nº 2).29

En el área de la Niñez hay una constante falta de comunicación y cooperación en los


organismos e instituciones que deberían trabajar en conjunto. Esto último se debe, según
algunos trabajadores del campo a la mala interpretación de la Ley, lo que conlleva a que
los niveles de intervención no estén bien delimitados en la práctica, y que como
consecuencia no solo se dificulten las intervenciones, sino que también genere roces entre
los profesionales. Además existe un mito donde se considera que el segundo nivel tiene
más poder que el primero o que cuenta con todos los recursos a su disposición.

Para ampliar este concepto se considera que:

Está rota la red, con el primer nivel, con los territorios, porque los plazos no se
cumplen, porque falta mucho laburo, porque no hay recursos en territorio. Entonces

28
Entrevista presencial realizada en el año 2016 a Licenciada en Trabajo Social, perteneciente a la
Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia
29
Ídem anterior.
- 56 -

cuando llega acá la situación está estallada, sin recursos de ningún tipo y lo pocos
recursos que hay ya no sirven (Entrevista 3).30

En algunas situaciones, profesionales y sujetos cercanos a las familias, emiten


ciertos prejuicios, (para ilustrar mejor “si los padres de los niños fueron así toda su vida,
no van a cambiar ahora” “si vulneran los derechos de los niños es porque no les importa”)
cuando en realidad en la mayoría de los casos que se interviene se olvida y no se tiene en
cuenta que muchas veces estos adultos vulneradores han sido niños/as y adolescentes con
derechos vulnerados; por lo cual, en ocasiones naturalizan la violencia como forma de
crianza. Surge una situación similar con los pueblos originarios, los cuales poseen en su
cultura otra noción de familia (algo más patriarcal) las cuales chocan con la cultura
occidental, queriendo la misma absorberlos y “adaptarlos” al sistema de familia de tipo
ideal.

Avanzando con este razonamiento, “hay gente que viene de hace muchos años y que
todavía tiene algunos prejuicios respecto a la familia de origen” (Entrevista N° 2).31

Serracino (s.f) expresa, que la experiencia va mostrando que las familias que han
vulnerado a sus hijos tienen escasa capacidad para percibir la vulneración, por lo cual,
tienen una tendencia a externalizar sus conflictos y entran en una relación de
desconfianza y competencia con las instituciones que tienen al niño bajo su cuidado.

De manera análoga con lo expuesto, se puede decir que se considera irrefutable el


argumento de que:

La violencia social ha aumentado y la sociedad no es ni mejor ni peor, pero no es la


misma. La violencia atraviesa todos los estamentos, e insistimos en que esa
violencia no es patrimonio de las clases menos poderosas (Es prioritario bajar el
número de niños que están institucionalizados, 2016).

En la actualidad, tanto en Rosario como en el resto del país, existen un cúmulo de


normas que obligan al Estado a garantizar el pleno ejercicio de los derechos de los niñas,

30
Entrevista presencial realizada a profesionales del equipo de Monitoreo correspondiente a la Dirección
Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia. Año 2016
31
Entrevista presencial realizada en el año 2016 a Licenciada en Trabajo Social, perteneciente a la
Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia.
- 57 -

niños y adolescentes, pero la realidad muestra algo muy diferente a los preceptos legales
(Campana, 2014).

Es imperioso destacar por consiguiente que:

Falta mucho para terminar de decir que estamos cumpliendo en un ciento por
ciento en la restauración los derechos, porque faltan muchos recursos, mucha
formación en la gente, y falta incorporar muchas cosas. Hay cosas que no se han
desterrado, es decir, que siguen habiendo prácticas de que son anteriores a la Ley.
Todavía falta seguir implementando cosas, crear nuevos dispositivos, nuevos
programas y mejorar lo que esta, volcando más recursos económicos, financieros
y formando a la gente en esta realidad (Entrevista Nº 2).32

No se puede negar como ya se ha mencionado varias veces a lo largo de la


tesina y que es fundamental tener en cuenta, que la nueva legislación le dio un giro
positivo al significado de Niñez y Adolescencia, pero la misma cuenta con falencias
que conllevan a que la misma no sea aplicada como se debe, o sea en su totalidad.
Esto trae aparejado consecuencias de diversas índoles ya desarrolladas.

En definitiva se puede señalar que, “se viene haciendo como se puede pero la verdad
que faltan recursos, falta institucionalizar muchas cosas” (Entrevista Nº 2).33

32
Ídem anterior.
33
Ídem anterior.
- 58 -

APORTES PARA LA REFLEXIÓN

En relación a lo expuesto hasta aquí, se considera preciso esclarecer que en la


presente tesina, no se pretende desistir de los Centros Residenciales como herramientas
para la restitución de los Derechos de la Niñez y Adolescencia sin cuidados parenterales,
sino que por el contrario, lo que se busca es aportar una mirada crítica sobre el accionar
de las mismas.

Por tal motivo, a continuación se expondrá algunas reflexiones, que según lo


observado, se tendrían que tener en cuenta a la hora de explorar potenciales mejoras y
evoluciones en el proceder de las instituciones como restitutoria de Derechos.

Del mismo modo, y por ende, coincidiendo tanto con distintos/as especialistas que se
ocupan de las instituciones de niñez, como con los/las profesionales o actores del área en
cuestión, se puede agregar, que la institucionalización según UNICEF (2012) no es
negativa de per se, pero se transforma en una práctica desdeñable cuando se utiliza
indiscriminadamente o cuando se aplica como la primera y única forma de abordar la
situación particular de un/a niño/a, adolescente y su familia. Por lo tanto, es necesario, en
este sentido, realizar una distinción fundamental entre la institucionalización como
medida compulsiva, acrítica, e indiscriminada, y otra interpretación posible, aquella que
indica que las estatales son necesarias y deben estar al servicio del sistema de protección
integral, como recursos de calidad del estado disponibles y de ultima ratio para restituir
los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

En correlación con lo desarrollado, se considera a los Centros Residenciales como


instrumentos elementales, pero para que estos, alcancen a cumplir con su rol establecido,
es ciertamente necesario, que la institución trabaje a nivel particular e individual con cada
niña/o y adolescente en la construcción y fortalecimiento de su identidad, independencia,
autonomía, libertad, entre otras.

De la misma manera, continuando con lo expuesto, no podemos omitir el hecho, de


que es elemental y primordial que para que las Instituciones de Convivencia Alternativa:

Se constituyan en “lugares” para los niños el tiempo que estos deban habitar los
mismos, sería necesario que posibiliten la construcción y la apropiación del mismo
como lugar con su historia, que, a su vez permitirá trabajar la propia historia del
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niño, en los que una cierta estabilidad sea el marco donde se puedan desarrollar
relaciones y compartir una identidad que les confiera la ocupación de un lugar
común. (Arias, et al. 2009:8).

Asimismo, otra de las cuestiones de las que no se puede prescindir en relación a la


problemática tratada, y que es necesario corregir, según la información adquirida durante
el proceso de práctica profesional, es la urgencia de disminuir el número de niños/as y
adolescentes que se encuentran en instituciones, ya que según la Ley nº 12.967, la
permanencia en estas deben ser transitorias para evitar la enajenación de los Derechos.

Es decir que, la institucionalización de la niñez y adolescencia, debería ser una


medida transitoria, donde se acompañe al niño/a y adolescente en la construcción, tanto
de su propia historia como su personalidad, respetando sus derechos y su condición de
sujeto, evitando caer en la concepción del mismo como objeto pasivo de intervención.
Para esto mismo, es esencial que adquieran un rol integrador.

Entre los aspectos fundamentales que se presentan, no se puede dejar de lado la


importancia que adquiere la re vinculación con las familias de origen, y el re trabajo con
estas, desde los diferentes niveles de intervención, no solo para lograr una mejora en sus
roles como tal, sino al mismo tiempo, alcanzar la inclusión y participación de las mismas
dentro de la sociedad.

Es imprescindible tener en cuenta, que es a partir de la nueva legislación, donde las


familias o centros de vida, adquieren un lugar privilegiado en el desarrollo de los niños,
niños y adolescentes. Pero, para que todo esto sea posible es necesario y fundamental
dejar de lado el estereotipo de las mismas, ya que hoy en día, no existe un único tipo de
“familia ideal”.

Al mismo tiempo, y para que sean potenciales los aspectos planteados es necesario,
entre otras cosas un rol mucho más activo por parte del Estado.

Para ello, se requiere una intervención urgente en sus tres niveles, que incorpore
como horizontes y como clave la prioridad de las políticas sociales destinadas a la niñez y
a la juventud, lo que debe cristalizarse en el aumento presupuestario para las agencias que
atienden a esta población. Así mismo, estas políticas, acorde al nuevo paradigma deberán
tener a los niños, niñas y adolescentes como protagonistas de las transformaciones de sus
propias condiciones de existencia, tendiendo a la construcción de proyectos individuales
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de vida, que se inscriban en proyectos colectivos más amplios, que le otorguen sentido a
la vida cotidiana y a la idea de futuro (Campana, 2014).

La niñez vulnerada es entonces, el resultado de la omisión o inexistencia de políticas


públicas aptas, eficaces y eficientes por parte de los responsables, de desarrollarlas y
aplicarlas.

Además desde el Estado debe haber un monitoreo constante que controle y


regularice las situaciones que se dan en las instituciones en relación a la aplicación de la
legislaciones existentes, tanto nacionales como internacionales en materia de niñez, para
el resguardo y protección de los derechos.

Se considera según la propia experiencia y los conocimientos adquiridos en el


proceso de formación profesional, que se debe problematizar la cuestión planteada para
que la misma deje de ser invisible, ya que estamos en una era de crecimiento de los
derechos ciudadanos que deben restaurarse y respetarse, tanto por el Estado como por
toda la sociedad y las ONGs.

Esto último es responsabilidad, en conjunto, tanto del Estado que debe brindar los
recursos necesarios, como de los Trabajados sociales, los agentes y los profesionales que
trabajen en el campo desarrollado. Para tal fin, se deben actualizar las prácticas en
función a la creación de un proyecto ético-político que se adapte a la realidad actual.

Se puede añadir que las reflexiones realizadas en esta tesina, no son acabadas, sino
que, por el contrario, lo que se pretende, es realizar una contribución crítica, que permita
poner en debate las cuestiones planteadas y desarrolladas, con el fin de que las
Instituciones de Convivencia Alternativa o Centros Residenciales, se conviertan en
herramientas restauradoras y no en un mal menor.

En coincidencia con el autor, se incluye la siguiente frase para analizar y repensar


todo lo expuesto y propuesto hasta aquí… “Los derechos se ven afectados para
garantizar intereses… Por lo tanto, para garantizar derechos será necesario afectar
intereses” (Campana, 2014:147).
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