Algunas Funciones Sociales de La Música, El Canto y La Danza

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

Algunas funciones sociales de la música, el canto y la danza

Ya desde antiguo se viene teorizando


sobre la naturaleza y función de la música. Para los griegos, la música era el arte (téchne)
de las musas (mousike) e incluía la música, el canto y la danza. Un arte capaz de motivar al
auditorio -y al propio músico- a través de la organización sensible y lógica de sonidos y
silencios bajo los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo.
La naturaleza supuso la principal fuente de inspiración para el humano primitivo:  la música
como una  imitatio natura.
La música es un activo vital, un producto cultural con un fin concreto: generar una experiencia
emocional o sensible en el oyente. Por lo tanto, además de experiencia, esta forma de
arte es una vía de comunicación capaz de expresar y provocar sentimientos o ideas
que necesita de un auditorio para establecerse.
Así, las habilidades de un músico tienen el principal objetivo de conectar con la
percepción sensorial de los oyentes. Si esta percepción o reconocimiento no existiera, la
música quedaría sólo para el creador de las piezas musicales que, difícilmente, podría
discernir su calidad o capacidad para provocar emociones o suscitar ideas.

Es posible afirmar que desde la antigüedad, el artista ha sobrevivido gracias al


auditorio en una relación recíproca y enriquecedora para ambos. Por esa razón, la música
siempre ha estado íntimamente ligada a la sociedad en la que «vive», siendo difícil -en
principio- para un habitante europeo de la edad de piedra comprender una pieza de
Mozart o Vivaldi. Decimos en principio, porque también existe el modelo educativo dentro
de arte y cualquier persona plena de facultades tiene la posibilidad de llegar a apreciar y
disfrutar de un determinado estilo de música.
Música en la prehistoria
La naturaleza supuso la principal fuente de inspiración para el humano primitivo: la
música como una imitatio natura.
Las primeras producciones musicales del hombre formaban parte de los rituales donde el
movimiento, el sonido y el fuego simbolizaban la vida, mientras que el silencio, la quietud
y la oscuridad eran ejemplos de la muerte. Estos rituales podían consistir en una danza
hasta la extenuación alrededor del fuego interpretando a los seres del mundo animal en
ritos de caza o guerra, o en una exteriorización de los sentimientos emulando a estos
animales para bendecir o maldecir sus espíritus.

Flauta encontrada en el sur de Alemania. Hecha


de hueso, se estima que cuenta con entre 42.000 y 43.000 años de antigüedad.
En cuanto a los instrumentos utilizados, la elaboración musical contaba con rudimentarios
objetos con los que enriquecer los rituales musicales. Estos elementos solían ser de
percusión tales como huesos, conchas, troncos y cañas de madera, conocidos como
instrumentos autófonos. Aunque el hombre primitivo, de forma paulatina, también
desarrolló instrumentos más complejos como la flauta (instrumento aerófobo), creada con
un hueso y agujeros, o tambores hechos con membranas tirantes (instrumentos
membranófonos).
En relación al aspecto creativo, la producción y organización de sonidos por parte del
hombre prehistórico obedecían más a la exteriorización emocional y el rito, sin que hubiera
una excesiva preocupación por la cuestión rítmica, melódica o armónica de la música.
Para los humanos prehistóricos el sonido y la música creada con sus rudimentarios
instrumentos acompañaba y proveía de fuerza al ritual. No se buscaba convertirlos en
elementos pedagógicos dentro de la tribu o el clan; aunque unos sonidos u otros sí que
podían identificarse con un rito u otro y provocar diversas emociones.
Con el paso de los milenios, el hombre primitivo fue evolucionando en muchos aspectos,
sobre todo en el tecnológico. A su vez, las representaciones rituales y los sonidos que las
acompañaban tendieron a hacerse más complejos y la creación de nuevos instrumentos
musicales -como el arpa en los siglos de la emergencia de las primeras grandes
civilizaciones (3000. a .C.)- convirtieron a la música en algo más que un símbolo del ritual:
en una forma de ocio.

También podría gustarte