Amparo Eve

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QUEJOSO: José López Hernández

AMPARO INDIRECTO
ESCRITO INICIAL DE DEMANDA

C. JUEZ DE DISTRITO COMPETENTE EN MATERIA ADMINISTRATIVA EN Coacalco de


Berriozábal, EN TURNO.

José López Hernández promoviendo por propio derecho, respetuosamente


comparezco ante Usted para exponer:

Con fundamento en los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos promuevo JUICIO DE AMPARO INDIRECTO, en el que reclamo
la INCONSTITUCIONALIDAD del “DECRETO por el que se prohíbe la circulación y
comercialización en el interior de la República, cualquiera que sea su procedencia, de los
Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina, Sistemas Similares sin Nicotina,
Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina, cigarrillos electrónicos y dispositivos
vaporizadores con usos similares, así como las soluciones y mezclas utilizadas en dichos
sistemas.” (en adelante “DECRETO”) publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31
de mayo de 2022, en su carácter de norma AUTOAPLICATIVA.

Con fundamento en lo dispuesto por los artículos 107, fracciones I y II, y 108 de la
Ley de Amparo manifiesto:

I. NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO Y DE QUIEN PROMUEVE EN SU NOMBRE:

Lo es José López Hernández promoviendo por derecho propio, con residencia en


la circunscripción territorial de este H. Juzgado de Distrito, solicito atentamente que las
notificaciones personales se realicen por medios electrónicos en la forma que líneas
adelante se detalla.

II. NOMBRE Y DOMICILIO DE LOS TERCEROS INTERESADOS: No los hay.

III. AUTORIDADES RESPONSABLES:

Lo es el PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

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IV. ACTOS RECLAMADOS

Del PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS se


reclama la expedición y firma del “DECRETO por el que se prohíbe la circulación y
comercialización en el interior de la República, cualquiera que sea su procedencia, de los
Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina, Sistemas Similares sin Nicotina,
Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina, cigarrillos electrónicos y dispositivos
vaporizadores con usos similares, así como las soluciones y mezclas utilizadas en dichos
sistemas.” publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31 de mayo de 2022,
específicamente en sus Artículos PRIMERO y SEGUNDO.

V.- PROTESTA Y ANTECEDENTES.

Bajo protesta de decir verdad manifiesto a su Señoría que tuve conocimiento del
DECRETO impugnado por virtud de su publicación en el Diario Oficial de la Federación el
pasado 31 de mayo de 2022.

Bajo protesta de decir verdad, manifiesto que los hechos y abstenciones que me
constan con relación con el acto reclamado o fundamentos de los conceptos de violación
son los siguientes:

ANTECEDENTES

1. Quien suscribe es un ciudadano mexicano, en pleno uso de sus facultades y


ejercicio de sus derechos, con domicilio dentro de la jurisdicción territorial de su Señoría y
soy CONSUMIDOR de los comúnmente denominados “productos de vapeo”, es decir
delos Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina, Sistemas Similares sin Nicotina,
Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina, cigarrillos electrónicos y dispositivos
vaporizadores con usos similares, así como las soluciones y mezclas utilizadas en dichos
sistemas, indistintamente.

2. Luego de padecer dependencia al cigarro y sus nocivos efectos para la salud,


encontré como alternativa a su consumo el uso de estos “productos de vapeo”. Opté por
el vapeo de forma libre e informada y he obtenido notables mejorías en mi salud y
condición física en el corto, mediano y largo plazo.

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3.Es el hecho que el uso de estos “productos de vapeo” como alternativa al
consumo del cigarro se ha extendido de forma generalizada en el mundo y se cuenta con
millones de testimonios sobre su efectividad y la mejora para la salud de quienes los
utilizan.

4. Estos testimonios se han seguido de investigaciones realizadas por


Universidades e Instituciones Públicas y Privadas de diversos países, cuyos resultados
sugieren mayoritariamente que el uso de vaporizadores y sus esencias son
significativamente menos dañinas que el consumo del cigarro, lo mismo que demuestran
su efectividad para ayudar a las personas que desean dejar de fumar.

5.Recientemente he sufrido señalamientos públicos sobre la supuesta ilegalidad y


prohibición de los vaporizadores, resintiendo en mi persona el estigma social que se ha
generado por virtud de la política prohibicionista emprendida por el Poder Ejecutivo.

6. También ha sido cada vez más difícil encontrar y adquirir los productos
necesarios para continuar vapeando y he escuchado de diversos vendedores que las
autoridades están clausurando las tiendas e incautando indiscriminadamente los
productos, lo que imposibilita que ejerza mi derecho a consumir dichos productos de
forma libre.

7. Esta política prohibicionista, desplegada desde el Poder Ejecutivo, primero con la


aplicación e interpretación de lo dispuesto por la fracción VI del artículo 16 de la Ley
General para el Control del Tabaco y, posteriormente, con la clasificación de los
“productos de vapeo” como PROHIBIDOS para su importación y exportación en la Ley de
los Impuestos Generales de Importación y Exportación, tiene hoy un nuevo impulso con el
DECRETO publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 31 de mayo de 2022.

8. Estas normas de prohibición han sido analizadas en múltiples ocasiones por los
Tribunales Federales, siendo reiteradamente calificadas de inconstitucionales. Yael Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la sesión pública ordinaria celebrada el
martes 19 de octubre de 2021, resolvió la CONTRADICCIÓN DE TESIS número 39/2021,
luego de una amplia discusión, el Pleno de nuestro Máximo Tribunal Constitucional
resolvió que el ARTÍCULO 16 FRACCIÓN VI DE LA LEY GENERAL PARA EL CONTROL DEL
TABACO ES INCONSTITUCIONAL, pues resulta violatorio del PRINCIPIO DE IGUALDAD, la
LIBERTAD DE COMERCIO, la LIBERTAD DE LOS CONSUMIDORES y el LIBRE DESARROLLO A
LA PERSONALIDAD.

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9. No obstante lo anterior, mediante DECRETO publicado el pasado 31 de mayo de
2022 en la Diario Oficial de la Federación, expedido unilateralmente por el Presidente
Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, prohíbe la circulación y comercialización
en el interior de la República, cualquiera que sea su procedencia, de los Sistemas
Electrónicos de Administración de Nicotina, Sistemas Similares sin Nicotina, Sistemas
Alternativos de Consumo de Nicotina, cigarrillos electrónicos y dispositivos vaporizadores
con usos similares, así como las soluciones y mezclas utilizadas en estos sistemas.

10. Este DECRETO resulta incongruente con estudios y políticas públicas


desarrolladas en países como el Reino Unido, donde se ha concluido que el uso de
“vapeadores” es una alternativa eficaz para combatir la dependencia al cigarro, que
reduce significativamente el daño producido y otorga seguridad que no produce riesgos
de convertir a jóvenes y adultos no fumadores en usuarios habituales de los mismos,
conclusiones fueron publicadas por el Gobierno del Reino Unido a través de su página
oficial, consultable en https://www.gov.uk/government/publications/e-cigarettes-an-
evidence-update

11. Carece de la “urgencia” que el Titular del Poder Ejecutivo dice estar atendiendo
con el referido DECRETO, en el que invoca una “alerta sanitaria máxima” que no existe,
puesto que los riesgos que alude no se han comprobado y no se presentan entre los
consumidores del vapeo en nuestro país, sino que fueron referidos en una alerta de los
Estados Unidos de América en 2019, en la que se resolvió que la enfermedad identificada
como “EVALI” era provocada por el uso del ACETATO DE VITAMINA E usado como aditivo
para el consumo de “THC” y en ese país fueron controlados los casos y concluida la alerta.

Siendo que en nuestro país no ha existido ni existe caso alguno registrado de


afección a la salud respiratoria deriva del uso de vaporizadores, tal como lo señalan el
Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez” y el Instituto Nacional de Enfermedades
Respiratorias “Ismael Cosío Villegas”, que reportaron cuentan con CERO (0) registros de
esta afectación, esto al responder solicitudes de información, respuesta que se han hecho
públicas por su difusión en internet, prueba que se ofrece el capítulo respectivo.

12. Así, con el referido DECRETOse continúa y abunda una política prohibicionista
que solamente ha ocasionado desinformación sobre el vapeo, que provoca un estigma en
contra de los usuarios de los “productos de vapeo”, con base en consideraciones que no
corresponden a la realidad ni proporción de la supuesta emergencia que atienden y que

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restringen y violentan injustificadamente los derechos fundamentales de la Quejosa a la
IGUALDAD, la LIBERTAD DE LOS CONSUMIDORES y el LIBRE DESARROLLO A LA
PERSONALIDAD y a la SALUD, razón por la que promuevo la presente instancia
constitucional.

VI.- ARTÍCULOS CONSTITUCIONALES Y DERECHOS FUNDAMENTALES QUE SE


CONSIDERAN VIOLADOS.

El DECRETO que reclamo por las consecuencias derivadas de su mera entrada en


vigor, contravienen lo dispuesto por los artículos 1º, 2º, 4º, , 6º, 25, 73 fracciones X, XVI y
XXIX punto 1, 89 fracción I, 92, 131 y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como los numerales 1° y 24 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y el artículo 10 del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre
derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “Protocolo
de San Salvador”; violan los derechos fundamentales de libertad de comercio, a la salud, a
la información, a la igualdad, a la no discriminación, al libre desarrollo de la personalidad,
identidad personal, propia imagen y dignidad humana; así como los principios de
interpretación de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, razón
por la cual, en su contra expongo los siguientes:

CONCEPTOS DE VIOLACIÓN

PRIMERO. DERECHO A LA SALUD.

El DECRETO que se impugna en su carácter de norma auto aplicativa, está


justificado por la Responsable como una medida para “proteger” el derecho a la salud, en
el ámbito personal y en el ámbito social en lo que denomina “derecho a un medio
ambiente saludable”, sin que de sus consideraciones se pueda observar una justificación
objetiva y suficiente de la “ALERTA” de la que hacen eco para restringir los demás
derechos fundamentales sobre los que incide esta política prohibicionista.

Es cierto que el artículo 4º Constitucional consagra a favor de los gobernados el


derecho a la protección a la salud, así como a un medio ambiente sano para su desarrollo
y bienestar, sin embargo, no puede considerarse como un derecho absoluto, puesto que
debe valorarse este derecho en todas sus dimensiones, en concurrencia con la protección
a la libre determinación, libre desarrollo de la personalidad y lo que cada uno elige como
su estilo de vida e imagen propia. Es pues, que el derecho a la salud es un derecho, no es

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una obligación, las personas tienen derecho a recibir un tratamiento o no, elegir un estilo
de vida saludable o no y decidir su consumo sea este saludable o no. El derecho a la salud
tiene vertientes que deben de ser consideradas para tomar decisiones regulatorias, por
ejemplo, la potestad de las personas a tener un estilo de vida saludable o no, y el estado
no puede coartar sus libertades sino crear las condiciones para que la elección del estilo
de vida saludable pueda ser ejercido por los particulares. Es en este sentido que el
DECRETO que el día de hoy se combate incide en la libertad del ejercicio al derecho a la
salud, entre otros, tratándolo como una imposición obligatoria de la visión individual y no
colectiva de lo que es saludable o no, en otras palabras, de lo que es bueno o no para cada
persona.

Si bien la protección de la Salud y el Medio Ambiente Sano resultan fines válidos en


el marco de un Estado de Derecho Democrático, en todos los casos, las políticas públicas
encaminadas a la persecución de su finalidad, deben estar basadas en EVIDENCIA
CIENTÍFICA, tal como lo señalan las disposiciones contenidas en los artículos 5º fracción
VII, 10 fracción V y 12 fracción XI de la Ley General de Salud y bajo ninguna circunstancia
en meras posturas estrictamente ideológicas y unilaterales de la forma en que las
personas deben de vivir su vida.

Sin embargo, esto no acontece en el caso del DECRETO impugnado, pues no basta
que se sostenga que resulta necesario prohibir la circulación y comercialización, de
productos del vapeo, sin que ello se encuentre plenamente sustentado con causas
específicas y razones concretas que justifiquen constitucionalmente la restricción a los
derechos fundamentales de los que se trata.

En el DECRETO publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 31 de


mayo de 2022, se hace referencia a la alerta sanitaria No. 12/2021 emitida por la
“COMISIÓN NACIONAL CONTRA LAS ADICCIONES” y la “COMISIÓN FEDERAL PARA LA
PROTECCIÓN CONTRA RIESGOS SANITARIOS”, así como a un comunicado conjunto
“Gobernación-COFEPRIS” de 19 de mayo de 2022, no obstante, ni en las referidas
documentales, ni en el DECRETO se cita un solo caso en México asociado con los
productos del vapeo ni se proporciona evidencia novedosa que sustente dicho riesgo.

La autoridad responsable pasa por alto que la “ALERTA” y el comunicado referidos


son claros en cuanto a que los hechos aislados que sucedieron en el año 2019 en los
Estados Unidos de Norteamérica, se encuentran asociados a productos que contienen

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acetato de “vitamina E” y “THC”, mismas que no contienen los productos cuya circulación,
comercialización, importación y exportación se ha prohibido.

Estas consideraciones carecen de relación lógica entre la conclusión a la que se


arribó en los estudios tomados como referencia, realizados en los Estados de Unidos de
América, pues mientras que el resultado de las primeras apunta al uso de componente
“THC” (tetrahidrocannabinol) como probable consecuencia de daño pulmonar en los casos
reportados, el DECRETO que prohíbe las actividades ya mencionadas respecto de
vaporizadores y sus líquidos, no guardan relación directa ni necesaria con el consumo de
dicha sustancia.

En todo caso, el uso ordinario que se realiza de los mismos corresponde a la


vaporización de líquidos y esencias que pueden contener o no nicotina y constituyen una
efectiva alternativa de riesgo drásticamente reducido al cigarro combustible, con la que se
ha disminuido considerablemente su consumo y sus efectos nocivos para la salud. Es
también un hecho que la vaporización de los líquidos que se consumen ordinariamente en
los cigarros electrónicos no resulta dañina en la medida y gravedad que se trata de hacer
ver, pues precisamente su principal virtud radica en presentar un riesgo disminuido con
respecto al cigarro, cuya comercialización, importación y exportación sí se encuentra
permitida.

El hecho de que la responsable realice una calificación tan severa y desinformada


sobre el “peligro” de los “vapeadores”, declarándolos ilegales y prohibidos para su
comercialización y circulación en el territorio nacional, restringe el derecho de esta
Quejosa a la libre determinación de su salud y su persona, impidiendo el ejercicio de
libertades con base en una prohibición que carece de sustento científico.

La comunidad internacional, a raíz de la creación de la Organización Mundial de la


Salud (OMS), ha reconocido el derecho a la salud como el estado completo de bienestar
físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades; es un
derecho fundamental y el logro del grado más alto posible de la misma es un objeto social,
por lo tanto, un derecho fundamental. Esta directriz, de observancia obligatoria para el
Estado Mexicano, prevista en los numerales 1° y 24 de la CONVENCIÓN AMERICANA
SOBRE DERECHOS HUMANOS y el Artículo 10 del PROTOCOLO ADICIONAL A LA
CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS EN MATERIA DE DERECHOS
ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES, "PROTOCOLO DE SAN SALVADOR”, dado el
alcance que tienen los mismos, en igual medida constriñe a su cumplimiento a la

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Autoridad Responsable, amén de la obligación que tienen respecto del control de la
convencionalidad previsto en nuestra Carta Magna, debe ser respetada en la plenitud de
su alcance y no como arbitrariamente lo pretende el Titular del Poder Ejecutivo.

Contrario a la acepción que, aparentemente, se sostiene en el DECRETO, el artículo


4 de la Constitución contempla el Derecho a la Protección de la Salud, inmerso en un
concepto más amplio de Derecho a la Salud que debe contemplar la propia determinación
personal y la libertad de elección que corresponde a la dignidad humana.

La Organización Mundial de la Salud ha sostenido que “el derecho a la salud


también hace referencia al derecho que debe tener toda persona a ser dueña de su salud y
su cuerpo, y a tener acceso a información y a servicios de salud sexual y reproductiva, sin
ser objeto de violencia y discriminación.”1 Dicha afirmación, directriz propia de la “OMS”,
es violada flagrantemente por la responsable al no exponer políticas públicas basadas en
evidencia científica, sino con base en datos no verificados por las propias autoridades
mexicanas, especulaciones y datos falaces.

No debe de perderse de vista que, de acuerdo a los “Principios de Siracusa, sobre


las disposiciones de limitación y derogación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos"2, adoptados como documento oficial por la Organización de las Naciones Unidas
(ONU), refiere condiciones en las cuales debe o puede existir una restricción a los
Derechos Civiles y Políticos de las personas. El DECRETO que se señala inconstitucional,
pretende coartar derechos específicos, discutidos en diferentes resoluciones del Poder
Judicial Federal especialmente la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los que los
derechos humanos del libre desarrollo de la personalidad, derecho a la salud, derecho a la
informacióny otros, son la base de sustentar la inconstitucionalidad de la prohibición de la
comercialización de los productos alternativos de suministro de nicotina. Los derechos
referidos no pueden ser limitados ni restringidos de acuerdo a los Principios mencionados,
sino en casos muy específicos. El tema de la restricción de derechos ha sido traído a
análisis en diferentes países a raíz de la Pandemia de “Covid-19” y es de interés nacional
cumplir y hacer propios los criterios de restricción que se contienen en el documento

1
Declaración del Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, 10 de diciembre de 2017,
consultable en https://apps.who.int/mediacentre/news/statements/fundamental-human-right/es/
index.html[Consultado el 30 Junio 2022]
2
ONU: Comisión de Derechos Humanos, Principios de Siracusa sobre las disposiciones de limitación y
derogación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 28 Septiembre 1984, E/CN.4/1985/4,
disponible en esta dirección: https://www.refworld.org.es/docid/4933d0be2.html [Consultado el 30 Junio
2022]

8
referido, generados en el marco del Sistema Universal de Protección de los Derechos
Humanos.

Entre otras violaciones a los derechos humanos que podemos encontrar, a la luz de
los Principios señalados, por el DECRETO que se combate, señalamos como ejemplo los
siguientes:

“10. Siempre que, conforme a las disposiciones del Pacto, se exija que una
limitación sea "necesaria", este término implicará que la limitación:
a. Se basa en uno de los motivos que justifican las limitaciones reconocidas
por el artículo pertinente del Pacto.
b. Responde a una necesidad pública o social apremiante.
c. Responde a un objetivo legítimo, y
d. Guarda proporción con este objetivo”

Tal y como refiere el principio transcrito, no debe, sino que existir una necesidad
pública o social apremiante que, en la especie no existe. A la fecha no hay un solo caso
documentado de la actualización de los hechos que motivan la Alerta Sanitaria invocada y
a su vez el DECRETO presidencial que justifique la restricción de los derechos humanos
referidos. Este se encuentra basados en hechos anacrónicos y a su vez alejados de
sustentos materiales ya que refieren hechos ocurridos en otro país y en otro tiempo,
mismos que no se han presentado en México, precisamente porque fueron controlados
por las autoridades de los Estados Unidos de Norteamérica, con lo que no se cumple el
principio transcrito líneas arriba.

“C. En la medida estrictamente limitada a las exigencias de la situación


51. La gravedad, duración y ámbito geográfico de toda medida de
derogación se adaptarán a lo estrictamente necesario para hacer frente a la
amenaza a la vida de la nación y deberán ser proporcionales a su naturaleza
y alcance.”

Situación que en la especie no se actualiza ni en la Alerta Sanitaria ni en la


exposición de motivos que el DECRETO presidencial que se combate, ya que no obstante,
como ya se señaló la motivación material de dichos documentos es inexistente y fuera de
la realidad, no establece la gravedad ni la duración de una medida restrictiva que además
pone en riesgo los parámetros de todas aquellas personas que en ejercicio de sus
libertades individuales han decidido utilizar los sistemas alternativos de suministro de

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nicotina, sea como forma para dejar de utilizar el cigarrillo convencional, en ejercicio a su
derecho a la salud o tener la voluntad de usarlos por cualquier motivo personal en
ejercicio al libre desarrollo de su personalidad, que además requiere la posibilidad de que
sus comercializadores puedan brindar la posibilidad de adquirir los dispositivos que
requieran en ejercicio al derecho a la libertad de comercio.

SEGUNDO. INDEBIDA FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN.

El DECRETO publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 31 de mayo


de 2022, en su parte considerativa, refiere una “ALERTA SANITARIA” número 12/2021
emitida por Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y la Comisión
Nacional contra las Adiciones, así como una “ALERTA SANITARIA MÁXIMA” en el
“Comunicado conjunto Gobernación-Cofepris No. 178/2022”, publicado el pasado 19 de
mayo de 2022 en el Diario Oficial de la Federación, con las que el Poder Ejecutivo
pretende dar una justificación a la prohibición reclamada.

Nuestro orden jurídico contempla la posibilidad de que las organizaciones e


instituciones públicas pertenecientes al Sistema Nacional de Salud emitan “ALERTAS”
sanitarias, sujetándolas para su procedencia a la actualización de un riesgo real e
inminente para la población mexicana, es decir, del que se tengan registrados
antecedentes, casos o incidencias de los que se pretenda evitar su repetición o
propagación. Así, como todo acto de autoridad que incida en las libertades de los
gobernados, estas “ALERTAS” deben encontrarse sustentadas en evidencia científica y
limitarse a cierto grupo de personas o casos y siempre sujetarse a una temporalidad que
resulte estrictamente necesaria para el control de la contingencia que se enfrenta y la
superación del riesgo.

Sin embargo, esto no acontece en la especie, pues como ya se ha mencionado, las


alertas invocadas, como otras anteriores, no tienen como sustento un análisis científico
específico y propio para el caso mexicano, como tampoco cuentan con antecedente
alguno de muerte o daño ocasionado en el territorio nacional por el uso de los dispositivos
y/o sustancias que se prohíben, sino que se limitan a hacer eco de una alerta emitida en el
año 2019 por un país extranjero, de la que posteriormente se aclaró que se trataban de
casos aislados de consumo de “THC”, de manera que no se encuentra motivación
suficiente en ello.

10
Es el hecho que estas “ALERTAS”, lo mismo que las diversas consideraciones que se
remiten a los supuestos “riesgos” que pretenden evitar, carecen de sustento jurídico y
científico, razón por la cual no resultan idóneas para justificar la política de prohibición
que se despliega a través del DECRETOimpugnado.

A su vez, el DECRETO que se impugna refiere como justificación la aplicación de


otros Decretos suscritos por el mismo Presidente de la República, que resultan igualmente
afectados de inconstitucionalidad, por lo que la referencia a lo establecido por la Ley
General para el Control del Tabaco (LGCT) y la Ley de los Impuestos Generales de
Importación y Exportación (LIGIE) no otorga fundamento alguno al DECRETO que se
impugna con motivo de su entrada en vigor.

Para esto, resultan también inaplicables los criterios de Jurisprudencia que se


invocan en el cuerpo del DECRETO impugnado, pues se transcriben sus datos de
localización y rubros aludiendo que los derechos fundamentales que se restringen con
este sistema de prohibiciones no son absolutos y, por lo tanto, pueden ser limitados,
obviando que la misma Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido en forma
reiterada que toda restricción a un derecho humano debe superar un examen de
proporcionalidad, en el que se sustente la idoneidad, la necesidad y la proporcionalidad
en sentido estricto de la medida, acorde con el fin que persiguen.

Finalmente, carece de una debida fundamentación el DECRETO que se impugna,


porque los artículos de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, así como de
la Ley General de Salud que se refieren en el mismo no autorizan o facultan al Ejecutivo
para suscribir esta clase de disposiciones prohibitivas, mientras que la reconocida
“facultad reglamentaria” que se desprende de lo ordenado por el numeral 89 fracción I de
nuestra Carta Magna no puede tener tampoco esos alcances, considerando que no existe
Ley alguna expedida por el Congreso de la Unión que, para proveer en la esfera
administrativa su exacta observancia, requiera de un Decreto del Poder Ejecutivo con los
alcances que tiene el impugnado. Sirve de apoyo a lo anterior, la siguiente Jurisprudencia:

Registro digital: 172521


Instancia: Pleno
Novena Época
Materias(s): Constitucional
Tesis: P./J. 30/2007

11
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXV, Mayo
de 2007, página 1515
Tipo: Jurisprudencia

FACULTAD REGLAMENTARIA. SUS LÍMITES.


La facultad reglamentaria está limitada por los principios de reserva de ley
y de subordinación jerárquica. El primero se presenta cuando una norma
constitucional reserva expresamente a la ley la regulación de una
determinada materia, por lo que excluye la posibilidad de que los aspectos
de esa reserva sean regulados por disposiciones de naturaleza distinta a la
ley, esto es, por un lado, el legislador ordinario ha de establecer por sí
mismo la regulación de la materia determinada y, por el otro, la materia
reservada no puede regularse por otras normas secundarias, en especial el
reglamento. El segundo principio, el de jerarquía normativa, consiste en
que el ejercicio de la facultad reglamentaria no puede modificar o alterar el
contenido de una ley, es decir, los reglamentos tienen como límite natural
los alcances de las disposiciones que dan cuerpo y materia a la ley que
reglamentan, detallando sus hipótesis y supuestos normativos de
aplicación, sin que pueda contener mayores posibilidades o imponga
distintas limitantes a las de la propia ley que va a reglamentar. Así, el
ejercicio de la facultad reglamentaria debe realizarse única y
exclusivamente dentro de la esfera de atribuciones propias del órgano
facultado, pues la norma reglamentaria se emite por facultades explícitas o
implícitas previstas en la ley o que de ella derivan, siendo precisamente esa
zona donde pueden y deben expedirse reglamentos que provean a la
exacta observancia de aquélla, por lo que al ser competencia exclusiva de la
ley la determinación del qué, quién, dónde y cuándo de una situación
jurídica general, hipotética y abstracta, al reglamento de ejecución
competerá, por consecuencia, el cómo de esos mismos supuestos jurídicos.
En tal virtud, si el reglamento sólo funciona en la zona del cómo, sus
disposiciones podrán referirse a las otras preguntas (qué, quién, dónde y
cuándo), siempre que éstas ya estén contestadas por la ley; es decir, el
reglamento desenvuelve la obligatoriedad de un principio ya definido por la
ley y, por tanto, no puede ir más allá de ella, ni extenderla a supuestos
distintos ni mucho menos contradecirla, sino que sólo debe concretarse a
indicar los medios para cumplirla y, además, cuando existe reserva de ley
no podrá abordar los aspectos materia de tal disposición.

12
Como ya lo refiere este criterio, la facultad reglamentaria del Presidente
Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos está sujeta a los principios de Reserva de
Ley y Subordinación Jerárquica, mismos que son directamente inobservados por esta
Autoridad Responsable.

En este mismo sentido, resulta inaplicable lo dispuesto por el artículo 131 de


nuestra Carta Magna, por no contener supuesto alguno que permita al Poder Ejecutivo la
suscripción de actos que prohíban actos de circulación y comercialización en el sentido y
con los alcances con los que se hace en el DECRETO materia de la impugnación, aunado al
hecho de que el ejercicio indiscriminado y extralegal que realiza el Presidente de la
República de las facultades a las que sí se refiere este dispositivo contravienen los
principios de Reserva de Ley y Subordinación Jerárquica.

Respecto a esto último, si el DECRETO que se combate tuviera su fundamento en


La Ley de Comercio Exterior, que reglamenta la facultad contenida en el artículo 131
Constitucional, no obstante no haberse realizado la fundamentación del Decreto referido
en dicha normatividad, podemos observar que la prohibición que refiere el artículo 4 de
dicha normatividad faculta al ejecutivo a:

“II. Regular, restringir o prohibir la exportación, importación, circulación o


tránsito de mercancías, cuando lo estime urgente, mediante decretos
publicados en el Diario Oficial de la Federación, de conformidad con el
artículo 131 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;”

De lo anterior encontramos que dicha normatividad no faculta al ejecutivo a emitir


un Decreto, que prohíba la comercialización y para el caso de la exportación, importación
y circulación (referida esta última al Comercio Internacional por una interpretación
sistemática de la Norma), requiere una justificación de caso de urgencia para que se
justifique la prohibición. Tal y como se ha referido anteriormente, no existe una
motivación ni temporal, ni material de la prohibición ya que como el contenido de la
Alerta Sanitaria refiere se base en casos ocurridos en los Estados Unidos de Norteamérica
en el año 2019 y cuyos casos no se han presentado en el territorio nacional en ni un solo
caso ya que fueron controlados por el propio gobierno Norteamericano. Por lo que no
existe facultad del Ejecutivo para restringir la comercialización y no existe motivación
mínima que pueda justificar la prohibición a la comercialización y circulación de los

13
sistemas alternativos de uso de nicotina, lo que se explorará a mayor profundidad en el
siguiente concepto de violación.

TERCERO. INCOMPETENCIA E INVASIÓN DE ESFERAS.

No otorga validez al DECRETO publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31


de mayo de 2022 que el Titular del Ejecutivo invoque como fundamento de sus facultades
lo dispuesto por el artículo 131 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, pues de una interpretación armónica de lo dispuesto por sus dos párrafos
arroja dos premisas diferentes. A saber: que sólo corresponde a la Federación, en
exclusión de las Entidades Federativas, la facultad de gravar la importación o exportación
de productos; y que dicha facultad la podrá ejercer el Poder Ejecutivo en las formas y
términos en que al efecto lo faculte previamente el Congreso de la Unión.

Por lo tanto, las facultades a las que se refiere el primer párrafo de dicho
dispositivo constitucional solamente pueden ser ejercidas por el Ejecutivo Federal en la
medida en que, previamente, lo regule el Congreso de la Unión, como ya lo ha hecho con
la discusión y aprobación de la Ley de Comercio Exterior, que reglamenta lo dispuesto por
el artículo 131 Constitucional. Sirve de apoyo a lo anterior el criterio sostenido en la
siguiente JURISPRUDENCIA.

Época: Novena Época


Registro: 171828
Instancia: Segunda Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXVI, Agosto de 2007
Materia(s): Constitucional, Administrativa
Tesis: 2a./J. 121/2007
Página: 415

COMERCIO EXTERIOR. LA LEY FEDERAL RELATIVA ES LA NORMA A TRAVÉS


DE LA CUAL EL CONGRESO DE LA UNIÓN DELEGÓ SU POTESTAD
TRIBUTARIA AL TITULAR DEL EJECUTIVO FEDERAL PARA REGULAR LAS
MATERIAS ESTABLECIDAS EN EL ARTÍCULO 131, PÁRRAFO SEGUNDO, DE
LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

14
Conforme al precepto constitucional citado, con el objeto de dotar al
Estado de mecanismos jurídicos eficientes y expeditos que le permitan
encauzar las operaciones de comercio internacional en beneficio de la
economía nacional y responder con la diligencia necesaria a las
fluctuaciones generadas en el intercambio de bienes con el sector externo,
el Congreso de la Unión puede facultarle al Ejecutivo Federal aumentar,
disminuir o suprimir las cuotas de las tarifas de exportación e importación.
Ahora bien, si se atiende a que el artículo 4o., fracción I, de la Ley de
Comercio Exterior establece que el Ejecutivo Federal tiene facultades para
"crear, aumentar, disminuir o suprimir aranceles, mediante decretos
publicados en el Diario Oficial de la Federación, de conformidad con lo
establecido en el artículo 131 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos", resulta evidente que a través de dicha Ley el Congreso
de la Unión expresamente delegó su potestad tributaria al Presidente de la
República para emitir disposiciones de observancia general en materia
arancelaria o no arancelaria, siguiendo los lineamientos contenidos en el
precepto constitucional referido.

En este sentido cabe señalar que el artículo 4º de la Ley de Comercio Exterior


refiere los supuestos en los que el Ejecutivo Federal puede ejercer la facultad delegada,
estableciendo su fracción II que tendrá las facultades de “regular, restringir o prohibir la
exportación, importación, circulación o tránsito de mercancías, cuando lo estime urgente,
mediante decretos publicados en el Diario Oficial de la Federación, de conformidad con el
artículo 131 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;”

Si bien es cierto que ya señala que la “circulación o tránsito de mercancías” podrá


ser restringida por el Ejecutivo Federal, esta disposición no puede interpretarse de forma
aislada, sino más bien en contexto con el resto de la norma, considerando que en su
integridad regula al COMERCIO EXTERIOR, es decir, únicamente aplicable a mercancías
que se ingresan al país con motivo de su importación, de modo que tampoco extenderse a
los actos de comercialización en el territorio nacional de mercancías que no cumplan con
este supuesto, ya que supera los alcances y fines que tiene la norma.

Esta facultad, sin embargo, se encuentra limitada al cumplimiento de otras


disposiciones de la Ley de Comercio Exterior y del mismo Reglamento de la Ley de

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Comercio Exterior. Al respecto, es de relevante importancia considerar lo dispuesto por el
artículo 6º de la referida Ley, que se transcribe para efectos ilustrativos.

Artículo 6o.- La Comisión de Comercio Exterior será órgano de consulta


obligatoria de las dependencias y entidades de la Administración Pública
Federal en relación con las materias a que se refieren las fracciones I a V del
artículo 4o. de esta Ley. Esta Comisión estará encargada de emitir opinión
en los asuntos de comercio exterior de conformidad a lo establecido en la
presente Ley.

En la transcripción se resalta en negritas la obligación a la que se encuentra sujeto


el Ejecutivo Federal para consultar a la Comisión de Comercio Exterior en el ejercicio de
las facultades que le fueron otorgadas en las fracciones I a IV del artículo 4º de la Ley,
como es el caso que corresponde al DECRETO que se impugna con motivo de su entrada
en vigor, lo que no sucede. En este mismo tenor resulta aplicable lo señalado por el
numeral 27 de la Ley, que dice:

Artículo 27.- Cualquier otra medida administrativa de las


dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, que tenga
como propósito regular o restringir el comercio exterior del país y la
circulación o tránsito de mercancías extranjeras, deberá someterse a la
opinión de la Comisión previamente a su expedición, a fin de procurar su
mejor coordinación con las medidas arancelarias y no arancelarias previstas
en esta Ley.

Tal como se señaló previamente, lo dispuesto por el artículo 4º fracción II de la Ley


de Comercio Exterior debe interpretarse de forma integral y armónica con lo dispuesto
por su diverso numeral 27, en el que se especifica que podrá restringir la circulación de
mercancías extranjeras y no de ninguna otra que no cumpla con esa condición, lo que no
se desprende del DECRETO impugnado y que tampoco se aclaran de modo suficiente para
otorgar garantía jurídica a los gobernados a quienes nos fue dirigida.

Es el caso que, en unión de una opinión expresamente FAVORABLE que debió


existir previamente por parte de la Comisión de Comercio Exterior, correspondía el
cumplimiento de las condiciones de limitación de la vigencia y justificación de la
“urgencia” que motivan la medida de PROHIBICIÓN impuesta a la comercialización y
circulación de los productos del vapeo, en términos de lo dispuesto por los numerales 15,

16
16 y 17 de la Ley de Comercio Exterior, que no se cumplen con la emisión del DECRETO de
mérito y que solamente en su cumplimiento podría verse desarrollada la facultad
delegada por el Legislativo conforme a su intención auténtica.

Aclarado que el DECRETO tachado de inconstitucionalidad no encuentra


fundamento en las facultades que otorgan los numerales 89 fracción I y 131 de nuestra
Constitución, solamente se puede concluir que el Ejecutivo Federal está invadiendo con la
expedición de dicho DECRETO las facultades otorgadas por el Legislativo a través de las
disposiciones de la Ley de Comercio Exterior, arrogándose las facultades que
corresponden al Congreso de la Unión según lo dispuesto por el punto 1 de la fracción
XXIX del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En este mismo sentido, invade las facultades exclusivas del Congreso de la Unión a
las que se refieren el artículo 73, fracciones X y XVI, para legislar en toda la República
sobre comercio y salud.

CUARTO. DERECHOS HUMANOS Y PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD.

Conforme al texto vigente del artículo primero de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos, modificado por el decreto de reforma constitucional publicado
en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio de 2011 en materia de derechos
fundamentales, nuestro orden jurídico reconoce las instituciones y principios de avanzada
desarrollados en el derecho internacional para la defensa de los derechos humanos. Así,
los párrafos primero, segundo y quinto de nuestra Constitución actualmente establecen a
la letra:

“Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas


gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución
y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea
parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio
no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las
condiciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de


conformidad con esta Constitución y con los tratados

17
internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia.

Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o
nacional, el género la edad, las discapacidades, la condición social,
las condiciones de salid, la religión, las opiniones, las preferencias
sexuales, el estado civil o cualquiera otra que atente contra la
dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los
derechos y libertades de las personas”

En la redacción de este precepto constitucional se hace patente la inclinación del


Estado Mexicano por constituirse en uno cada vez más Democrático, que garantice a
todos sus habitantes la protección de los derechos reconocidos en el ámbito nacional e
internacional limitando tanto como sea posible la intervención prohibitiva o impositiva del
Gobierno. En el segundo párrafo se delinea lo que la doctrina denomina PRINCIPIO PRO
PERSONAE, al establecer que las normas relativas a los derechos humanos se
interpretarán favoreciendo en todo tiempo a las personas, en los términos más amplios
que se puedan concebir válidamente, siendo el caso destacar que el anterior criterio
interpretativo se establece acorde con el texto de la Carta Magna y de los Tratados
Internacionales.

De este primer artículo se deduce que en los Estados Unidos Mexicanos, todas las
personas gozarán de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Política y
en los Tratados Internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, asimismo, todas
las autoridades en el ámbito de sus competencias tienen la obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios
de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, de igual forma queda
prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género la edad,
las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones,
las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente con la dignidad
humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las
personas.

En el mismo tenor resulta lo dispuesto por el artículo 25 Constitucional, que en su


primer párrafo refiere:

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“Artículo 25. Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para
garantizar que ésta sea integral y sustentable, que fortalezca la Soberanía
de la Nación y su régimen democrático y que, mediante la competitividad, el
fomento del crecimiento económico y el empleo y una más justa distribución
del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la
dignidad de los individuos, grupos y clases sociales, cuya seguridad protege
esta Constitución. La competitividad se entenderá como el conjunto de
condiciones necesarias para generar un mayor crecimiento económico,
promoviendo la inversión y la generación de empleo.”

El resaltado es nuestro y con el mismo se demuestra que nuestra Constitución


resulta armónica al reiterar la protección del ejercicio pleno de la libertad y la dignidad de
los individuos como derechos fundamentales.

Entonces, si deben considerarse el pleno ejercicio de la libertad personal y la


dignidad de los individuos como derechos fundamentales, sólo sería armónica la
interpretación de estos derechos en forma tal que no se discrimine a ninguna persona en
el ejercicio de los mismos, siempre que la actividad que realice no atente contra derechos
fundamentales de terceros o las restricciones establecidas por la misma Constitución y las
Leyes.

Por virtud del DECRETO impugnado se PROHIBE absolutamente la circulación y


comercialización de los productos del vapeo, sus accesorios y líquidos, lo que resulta
violatorio de nuestra Constitución y los Tratados Internacionales invocados, toda vez que
limita el ejercicio de los derechos fundamentales a la no discriminación, el libre desarrollo
de la personalidad, a la salud y la seguridad jurídica de la parte Quejosa, con base en una
valoración absolutista y desproporcionada del “interés social” y el “derecho a la salud”
que se sostiene por parte de la Autoridad Responsable, sin que medie una ponderación en
la posible colisión de estos derechos fundamentales y bajo una lógica prohibicionista que
no encuentra una justificación constitucional de la restricción de unos por la defensa de
otros.

Sirve de apoyo a lo anterior la JURISPRUENCIA sostenida por la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación que invoco a continuación:

Registro digital: 160267


Instancia: Primera Sala

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Décima Época
Materias(s): Constitucional
Tesis: 1a./J. 2/2012 (9a.)
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Libro V, Febrero
de 2012, Tomo 1, página 533
Tipo: Jurisprudencia

RESTRICCIONES A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES. ELEMENTOS QUE EL


JUEZ CONSTITUCIONAL DEBE TOMAR EN CUENTA PARA CONSIDERARLAS
VÁLIDAS.

Ningún derecho fundamental es absoluto y en esa medida todos admiten


restricciones. Sin embargo, la regulación de dichas restricciones no puede
ser arbitraria. Para que las medidas emitidas por el legislador ordinario con
el propósito de restringir los derechos fundamentales sean válidas, deben
satisfacer al menos los siguientes requisitos: a) ser admisibles dentro del
ámbito constitucional, esto es, el legislador ordinario sólo puede restringir o
suspender el ejercicio de las garantías individuales con objetivos que
puedan enmarcarse dentro de las previsiones de la Carta Magna; b) ser
necesarias para asegurar la obtención de los fines que fundamentan la
restricción constitucional, es decir, no basta que la restricción sea en
términos amplios útil para la obtención de esos objetivos, sino que debe ser
la idónea para su realización, lo que significa que el fin buscado por el
legislador no se pueda alcanzar razonablemente por otros medios menos
restrictivos de derechos fundamentales; y, c) ser proporcional, esto es, la
medida legislativa debe respetar una correspondencia entre la importancia
del fin buscado por la ley, y los efectos perjudiciales que produce en otros
derechos e intereses constitucionales, en el entendido de que la
persecución de un objetivo constitucional no puede hacerse a costa de una
afectación innecesaria o desmedida a otros bienes y derechos
constitucionalmente protegidos. Así, el juzgador debe determinar en cada
caso si la restricción legislativa a un derecho fundamental es, en primer
lugar, admisible dadas las previsiones constitucionales, en segundo lugar, si
es el medio necesario para proteger esos fines o intereses
constitucionalmente amparados, al no existir opciones menos restrictivas
que permitan alcanzarlos; y en tercer lugar, si la distinción legislativa se
encuentra dentro de las opciones de tratamiento que pueden considerarse

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proporcionales. De igual manera, las restricciones deberán estar en
consonancia con la ley, incluidas las normas internacionales de derechos
humanos, y ser compatibles con la naturaleza de los derechos amparados
por la Constitución, en aras de la consecución de los objetivos legítimos
perseguidos, y ser estrictamente necesarias para promover el bienestar
general en una sociedad democrática.

Como se desarrollo líneas atrás, el DECRETO impugnado contradice lo que


previamente ha sostenido mediante Jurisprudencia la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, que traen como resultado que la parte Quejosa carezca de la posibilidad material
de ejercer sus derechos constitucionalmente protegidos, pues no cumple con los
parámetros de necesidad, porque resulta ambiguo e impreciso en lo que a su objeto se
refiere y de los supuestos antecedentes por los que se ha puesto en peligro la salud de las
personas. Lo mismo resulta en cuanto a la idoneidad de la medida, pues resulta una
obligación del Estado Mexicano el informar e impartir educación a los gobernados, de
forma que puedan desarrollar un criterio propio y que permitan el goce de sus derechos
fundamentales a la vida y a la salud, no siendo apto únicamente el que se establezca una
prohibición en perjuicio de quienes, por decisión propia, decidan ejercer los actos de
consumo, circulación y comercialización de los “cigarros electrónicos” o “vaporizadores”
para satisfacer sus necesidades de consumo, independientemente de que los utilicen con
propósitos lúdicos, recreativos o terapéuticos.

Finalmente, tampoco cumplen dichas disposiciones con el principio de


proporcionalidad, toda vez que deja al arbitrio de las autoridades ejecutivas el establecer
las hipótesis o casos en los cuáles deben ser aplicadas las referidas medidas, dejando de
cumplir el órgano legislativo con su función y dejando margen a la autoridad ejecutiva
para que violente el principio de reserva de Ley.

Además, el DECRETO impugnado constituye un desconocimiento del avance en la


protección de los derechos humanos en cuestión, en específico de lo resuelto por el Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al discutir la Contradicción de Tesis 39/2021,
suscitada entre las Salas de este Máximo Tribunal. En la sesión celebrada el pasado 19 de
octubre de 2021, el Pleno de nuestro Máximo Tribunal Constitucional resolvió que el
ARTÍCULO 16 FRACCIÓN VI DE LA LEY GENERAL PARA EL CONTROL DEL TABACO, que prevé
una prohibición ABSOLUTA para comerciar, vender, distribuir, exhibir, promocionar o
producir cualquier objeto que no sea un producto del tabaco, pero que contenga alguno
de los elementos de la marca o cualquier tipo de diseño o señal auditiva que lo identifique

21
con productos del tabaco, ES INCONSTITUCIONAL, pues resulta violatorio del PRINCIPIO
DE IGUALDAD, la LIBERTAD DE COMERCIO, la LIBERTAD DE LOS CONSUMIDORES y el LIBRE
DESARROLLO A LA PERSONALIDAD. En estos términos aparece publicada la Jurisprudencia
derivada de dicha discusión, con datos de localización y contenido siguientes:

Registro digital: 2024425


Instancia: Pleno
Undécima Época
Materias(s): Constitucional
Tesis: P./J. 3/2022 (11a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 12, Abril de
2022, Tomo I, página 5
Tipo: Jurisprudencia

CONTROL DEL TABACO. LA PROHIBICIÓN ABSOLUTA DEL ARTÍCULO 16,


FRACCIÓN VI, DE LA LEY GENERAL RESPECTIVA ES INCONSTITUCIONAL.

Hechos: La Primera y la Segunda Salas de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación analizaron amparos en revisión en los que se reclamó el artículo 16,
fracción VI, de la Ley General para el Control del Tabaco, el cual prohíbe
comerciar, vender, distribuir, exhibir, promocionar o producir cualquier
objeto que no sea un producto del tabaco, que contenga alguno de los
elementos de la marca o cualquier tipo de diseño o señal auditiva que los
identifique con productos del tabaco. La Primera Sala resolvió que el
artículo aludido es inconstitucional porque contiene una prohibición
absoluta que no supera un escrutinio ordinario de constitucionalidad;
mientras que la Segunda Sala consideró que el precepto de referencia no es
inconstitucional en tanto contiene una prohibición que supera un test de
proporcionalidad.

Criterio jurídico: El artículo 16, fracción VI, de la Ley General para el


Control del Tabaco es inconstitucional, por contener una prohibición
absoluta para llevar a cabo diversos actos de comercio relacionados con
productos que sin ser del tabaco sí lo emulan, misma que resulta contraria
a la libertad de comercio y no supera un test de proporcionalidad.

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Justificación: El artículo referido contiene una prohibición absoluta para
comerciar, vender, distribuir, exhibir, promocionar o producir objetos que
no sean un producto del tabaco, pero que de alguna manera lo emulen, por
contener elementos de la marca o cualquier tipo de diseño o señal auditiva
que los identifique con productos de aquél. Dicha prohibición incide de
manera frontal en diversos derechos humanos, entre ellos, la libertad de
comercio. De ahí que su regularidad constitucional esté sujeta a un test de
proporcionalidad, mismo que no supera. Ello es así, porque si bien
persigue un fin constitucionalmente válido (como lo es proteger el
derecho humano a la salud) y constituye una medida idónea para
satisfacer en algún grado ese fin; lo cierto es que no resulta una medida
necesaria, al existir alternativas igualmente idóneas para lograr su
propósito, pero menos lesivas para la libertad de comercio como las que
supone una prohibición absoluta (por ejemplo, restricciones para la venta
de esos productos a personas menores de edad o campañas educativas y de
información sobre los efectos nocivos de productos que emulan a los del
tabaco). Incluso si la medida fuera necesaria, sería desproporcional en
sentido estricto, ya que constituye una prohibición absoluta y sobre
inclusiva, pues igual se prohíben productos que no son del tabaco y que
directamente puedan tener mayor incidencia en su consumo o adicción,
que productos que pudiesen tener menor incidencia. Además, la
prohibición se establece de manera indistinta tanto para personas menores
de edad como para personas adultas, soslayando que estas últimas sí
pueden tener acceso al tabaco con sólo acreditar su mayoría de edad.

Como en la especie, la discusión de su inconstitucionalidad tiene como origen la


aplicación de dicho dispositivo legal para prohibir el uso, comercialización y circulación de
los vaporizadores, cigarros electrónicos, sus aditamentos y consumibles. En este sentido,
el Ministro Presidente Zaldívar Lelo de Larrea, sostuvo de forma contundente que:

“Los cigarros electrónicos, como el tabaco y como el alcohol, pueden y


deben ser regulados, pero una prohibición absoluta de tal amplitud, que
restringe conductas o supuestos que no inciden en la consecución del fin
previsto por el legislador, impactan de forma injustificada en los derechos
al libre desarrollo de la personalidad y al libre comercio. De acuerdo con lo
anterior —desde mi punto de vista— el artículo 16, fracción VI, es

23
inconstitucional porque no supera la tercera grada del test de
proporcionalidad, que es la necesidad.”

De ello es que, no obstante la extensión de la parte considerativa del DECRETO que


se impugna, resultan insuficientes y falaces las razones expuestas para sostener la
prohibición absoluta de circulación y comercialización de los productos del vapeo que
implica el DECRETO impugnado, siendo totalmente falso que “actualmente se cuente con
información” que justifique esta medida regresiva y desproporcionada. No basta con que
el Poder Ejecutivo invoque y relacione los conceptos que los doctrinarios de los derechos
humanos y la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación han desarrollado para otorgar
una metodología al análisis de posibles casos de conflicto entre derechos humanos o
violación del principio de igualdad.

Si bien el DECRETO en cuestión puede tener un objeto constitucionalmente válido,


al procurar la protección de la salud en lo individual como en lo social, lo cierto es que no
supera los exámenes de proporcionalidad y necesidad en la medida, al existir otras que
permitan la prosecución del mismo fin sin incidir de forma tan lesiva en el resto de los
derechos que se invocan, incluyendo al propio derecho a la salud, que como se ha dicho,
comprende una libertad para determinar libremente el estado de salud que se quiere
tener.

Aunado a lo anterior, el DECRETO viola gravemente el derecho fundamental a la


seguridad jurídica, al establecer que se “aplicarán las sanciones que señalen las
disposiciones jurídicas aplicables” remitiendo a una norma distinta y desconocida, en la
que, con toda seguridad, no se regulan particularmente los supuestos de hecho que
abarca la prohibición, dando como resultado que esta disposición resulte contraria al
Derecho Administrativo Sancionador y los principios que lo informan, originalmente
desarrollado en el ámbito penal, como el denominado “nullapoena sine lege”, de reserva
de ley y de taxatividad.

SUSPENSIÓN

Conforme a lo dispuesto por los artículos 1, 4, 14 y 16 de la Constitución, en


relación con el 107, fracción X, del mismo ordenamiento y lo ordenado por los artículos
128, 131 y siguientes de la Ley de Amparo, atentamente solicito se otorgue la
SUSPENSIÓN PROVISIONAL, y en su momento la definitiva, en contra de la ejecución y

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consecuencias jurídicas de la aplicación del DECRETO que se impugna con motivo de su
entrada en vigor, para los efectos siguientes:

A) Que no se apliquen los efectos de la norma en perjuicio de la Quejosa, de modo


que pueda continuar adquiriendo los productos del vapeo para su consumo personal, libre
e informado.

B)Que se provea y asegure medio para adquirir los productos de vapeo que
permitan continuar con el consumo que ha venido realizando la Quejosa, ya sea mediante
la adquisición nacional o de importación de estos productos en condiciones de calidad y
seguridad para su salud.

Lo anterior, a fin de conservar la materia del juicio, prevenir daños irreparables a


los derechos de la Quejosa y hasta en tanto no se resuelva, en definitiva, a la luz de la
acreditación del peligro en la demora y la apariencia del buen derecho que han quedado
manifestados.

PRUEBAS

Se ofrece como prueba la INSPECCIÓN JUDICIAL que su Señoría se sirva desahogar


sobre la página de internet localizable en la liga https://mexvap.org/inai/ lo anterior para
el desahogo de los siguientes puntos:

I. Que en un equipo de cómputo que cuente con navegador y conectada a


esta red de internet, ingrese a la página https://mexvap.org/inai/
II. Que verifique que el encabezado dice “INAI” “EVIDENCIAS SOBRE EVALI EN
MÉXICO”
III. Que verifique que en el cuerpo de la página de internet se observan 3
imágenes.
IV. Que verifique que de las imágenes que se observan estos corresponden a
OFICIOS digitalizados.

V. Que verifique si entre las imágenes se observa el contenido del Oficio


INCAR-DF-DM-166-2022 de fecha 16 de junio de 2022, suscrito por el DR.
CARLOS ZABAL CERDEIRA. Director Médico del Instituto Nacional de
Cardiología “Ignacio Chávez”

25
VI. Que verifique que ese oficio refiere ser la RESPUESTA a la Solicitud de
Información Pública con folio 330018722000297.
VII. Que verifique si en dicho oficio se observa la siguiente información: “En
relación a los casos confirmados al día de hoy, de enfermedades del
corazón derivadas del uso del producto de vapeadores con contenido de
vitamina E […] me permito informarle que se encontraron 0 registros”

VIII. Que verifique si entre las imágenes se observa el contenido del Oficio
INER/UT/ACGM/945/22 de fecha 17 de junio de 2022, suscrito por la LCDA.
ANA CRISTINA GARCÍA MORALES, Titular de la Unidad de Transparencia y
de la Jefatura del Departamento de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional
de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosío Villegas”
IX. Que verifique que ese oficio refiere ser la RESPUESTA a la Solicitud de
Información Pública con folio 330019222000375.
X. Que verifique si en dicho oficio se observa el siguiente texto: “… nos
confirme si al da de hoy cuanta con casos confinados de EVALI (lesión
pulmonar asociada al uso de productos de vaporización) tipo de lesión
confirmada por el comunicado número 178/2022 emitido en conjunto por
la Secretaría de Gobernación y la Comisión Federal para la Protección
contra Riesgos Sanitarios el pasado 19 de mayo de 2022. En caso de
haberlos agradecemos la confirmación del número de casos
correspondientes exclusivamente a la causa mencionada anteriormente
(EVALI)”
XI. Que verifique si en el mismo oficio se observa la siguiente información: “…
la MSP. Yazmín Godínez Zavala, Titular de la Coordinación de
Epidemiología y Estadística de este Instituto Nacional de Salud, que
reportó que “Por parte de esta Coordinación, reportó a su solicitud lo
siguiente: […] se reportan cero (0) registros de la información solicitada”

XII. Que verifique que entre las imágenes se observa el contenido del Oficio
INER/UT/ACGM/946/22 de fecha 17 de junio de 2022, suscrito por la LCDA.
ANA CRISTINA GARCÍA MORALES, Titular de la Unidad de Transparencia y
de la Jefatura del Departamento de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional
de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosío Villegas”
XIII. Que verifique que ese oficio refiere ser la RESPUESTA a la Solicitud de
Información Pública con folio 330019222000379.

26
XIV. Que verifique si en dicho oficio se observa el siguiente texto: “… nos
confirme si al da de hoy cuanta con casos confinados de EVALI (lesión
pulmonar asociada al uso de productos de vaporización) tipo de lesión
confirmada por el comunicado número 178/2022 emitido en conjunto por
la Secretaría de Gobernación y la Comisión Federal para la Protección
contra Riesgos Sanitarios el pasado 19 de mayo de 2022. En caso de
haberlos agradecemos la confirmación del número de casos
correspondientes exclusivamente a la causa mencionada anteriormente
(EVALI)”
XV. Que verifique si en el mismo oficio se observa la siguiente información: “…
la MSP. Yazmín Godínez Zavala, Titular de la Coordinación de
Epidemiología y Estadística de este Instituto Nacional de Salud, que
reportó que “Por parte de esta Coordinación, reportó a su solicitud lo
siguiente: […] se reportan cero (0) registros de la información solicitada”

XVI. Que verifique si las imágenes observadas presentan logotipos, sellos,


marcas o cualquier otro signo de las instituciones que los emiten y de
aquellas a las que se dirigen

AUTORIZACIONES Y NOTIFICACIONES ELECTRÓNICAS

Manifiesto a su Señoría la AUTORIZACIÓN que otorgo en términos del segundo


párrafo del artículo 12 de la Ley de Amparo a los Licenciados en Derecho RAFAEL LARA
LIY, con cédula profesional número 1662423 yVÍCTOR HUGO MAYA BERNAL, con cédula
profesional número 10201957, expedidas a su favor por la Dirección General de
Profesiones; así como a las CC. DANAE GUADALUPE JIMÉNEZ RAMOS yKARLA
MARIAJOSÉ JIMÉNEZ RAMOS, en términos del mencionado dispositivo, in fine.

Solicito atentamente se me autorice la CONSULTA VÍA INTERNET del expediente


electrónico que se genere con la tramitación del presente juicio de amparo, mediante el
nombre de usuario VHMAYA, del que es titular mi autorizado VÍCTOR HUGO MAYA
BERNAL, Licenciado en Derecho con Cédula Profesional número 10201957 y Registro
Único número 177569 del Sistema Computarizado para el Registro Único de Profesionales
del Derecho ante los Órganos Jurisdiccionales del Consejo de la Judicatura Federal, lo
anterior de conformidad con lo dispuesto por el artículo 3° de la Ley de Amparo.

27
De la misma forma, con fundamento en lo dispuesto por el artículo 26 fracción IV
de la Ley de Amparo y el ACUERDO GENERAL CONJUNTO 1/2015 DE LA SUPREMA CORTE
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN Y DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL, QUE REGULA LOS
SERVICIOS TECNOLÓGICOS RELATIVOS A LA TRAMITACIÓN ELECTRÓNICA DEL JUICIO DE
AMPARO, LAS COMUNICACIONES OFICIALES Y LOS PROCESOS DE ORALIDAD PENAL EN
LOS CENTROS DE JUSTICIA PENAL FEDERAL, solicito que las notificaciones en el presente
juicio, aun las de carácter PERSONAL, se practiquen por medios electrónicos por
conducto del mismo nombre de usuario VHMAYA.

Por lo anteriormente expuesto y fundado,


A USTED C. JUEZ DE DISTRITO, atentamente pido se sirva:

PRIMERO. – Tenerme por presentado en términos del presente escrito, solicitando


el amparo y protección de la Justicia de la Unión en contra del DECRETO que impugno.

SEGUNDO. –Admita a trámite la presenta demanda de amparo en los términos en


que se plantea.

TERCERO. – Provea favorablemente sobre la Suspensión Provisional, y en su


momento Definitiva, de los actos reclamados y sus efectos, ordenando la expedición de
copias certificadas de los autos en que así se provea.

PROTESTO LO NECESARIO

C. JOSÉ LÓPEZ HERNÁNDEZ

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