Test Psicometria Tdah

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29/05/2022

PSICOMETRIA

MAESTRA: JUANA IBETH VILLEGAS CONTERAS

TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E


HIPERACTIVIDAD (TDAH)

ALUMNO: ANDRES LÓPEZ CALDERON

MATRICULA: E000000147
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH)
Se puede decir que las personas con el TDAH pueden tener problemas para prestar atención,
controlar conductas impulsivas (podrían actuar sin pensar en el resultado de sus acciones) o pueden
ser demasiado activos.
Se cree que el TDAH no tiene cura, se puede controlar eficazmente y algunos síntomas pueden
mejorar a medida que el niño va creciendo.
Es normal que a los niños les cueste concentrarse y comportarse bien de vez en cuando. Sin embargo,
los niños con TDAH no van dejando atrás esas conductas a medida que crecen. Los síntomas
continúan y pueden provocar dificultades en la escuela, el hogar o con los amigos.

Un niño con TDAH puede presentar las siguientes conductas:

 Fantasear mucho.
 Olvidar o perder las cosas con mucha frecuencia.
 Retorcerse o moverse nerviosamente.
 Hablar mucho.
 Cometer errores por descuido o correr riesgos innecesarios.
 Tener problemas para resistir la tentación.
 Tener problemas para respetar turnos.
 Tener dificultades para llevarse bien con otros.

Tipos
Hay tres tipos diferentes de TDAH, según qué tipos de síntomas sean más fuertes en la persona:
Presentación en la que predomina la falta de atención: Es difícil para la persona organizarse o terminar
una tarea, prestar atención a los detalles o seguir instrucciones o conversaciones. La persona se distrae
fácilmente o se olvida de detalles de la rutina diaria.
Presentación en la que predomina la hiperactividad/impulsividad: La persona se mueve
nerviosamente y habla mucho. Le resulta difícil quedarse sentada quieta durante mucho tiempo (p.
ej., para una comida o mientras hace la tarea escolar). Los niños más pequeños pueden correr, saltar
o trepar constantemente. La persona se siente inquieta y tiene problemas con la impulsividad. Una
persona que es impulsiva puede interrumpir mucho a otros, agarrar cosas que les pertenecen a otros
o hablar en momentos inapropiados. Es difícil para la persona esperar su turno o escuchar
instrucciones. Una persona con impulsividad puede tener más accidentes y lesiones que los demás.
Presentación combinada: Los síntomas de los dos tipos anteriores están igualmente presentes en la
persona.
Dado que los síntomas pueden cambiar con el paso del tiempo, la presentación también puede cambiar
con el tiempo.

Causas del TDAH


Los científicos estudian las causas y los factores de riesgo para intentar encontrar mejores maneras
de manejar y reducir las probabilidades de que una persona tenga TDAH. Se desconocen las causas
y los factores de riesgo del TDAH, pero investigaciones actuales muestran que la genética tiene un
papel importante.
Además de la genética, los científicos están estudiando otras causas y factores de riesgo posibles que
incluyen los siguientes:

 Lesión cerebral
 Exposición ambiental (p. ej., al plomo)
 Consumo de alcohol o tabaco durante el embarazo
 Parto prematuro
 Bajo peso al nacer
Los resultados de investigaciones no respaldan las opiniones populares de que el TDAH se origina
por comer demasiada azúcar, ver demasiada televisión, por las técnicas de crianza o por factores
sociales y ambientales, como la pobreza o el caos familiar. Por supuesto, muchas cosas, incluidas
estas, podrían empeorar los síntomas, especialmente en ciertas personas, pero no hay suficientes datos
de peso como para concluir que son las causas principales del TDAH.
DIAGNÓSTICO
Decidir si un niño tiene TDAH es un proceso de varios pasos. No hay un único examen para
diagnosticar el TDAH y hay muchos otros problemas, como la ansiedad, la depresión y ciertos tipos
de trastornos del aprendizaje, que pueden presentar síntomas similares. Un paso del proceso implica
realizar un examen médico, que incluye pruebas auditivas y de la visión, para descartar otros
problemas con síntomas similares a los del TDAH. Otra parte del proceso puede incluir completar
una lista de verificación para calificar los síntomas del TDAH y recolectar los antecedentes del niño
por parte de los padres, maestros y, a veces, el propio niño.
Tratamientos
En la mayoría de los casos, el TDAH se trata mejor utilizando una combinación de terapia conductual
y medicamentos. Para los niños de edad prescolar (4-5 años de edad) con TDAH, se recomienda la
terapia conductual como la primera línea de tratamiento. Ningún tratamiento es la única respuesta
para todos los niños, y los buenos planes de tratamiento incluirán un monitoreo estricto, seguimiento
y cualquier cambio necesario en el camino.

¿PORQUE SE ESCOGIO EL TEMA DE TDAH?


Para conocer o identificar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) ya que es uno
de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes de la niñez. Habitualmente su diagnóstico se
realiza en la niñez y a menudo dura hasta la adultez. Los niños con TDAH pueden tener problemas
para prestar atención, controlar conductas impulsivas (pueden actuar sin pensar cuál será el resultado)
o ser excesivamente activos.

Hemos hablado muchas veces de la importancia que tiene un docente en el aula en general, siempre.
Pero cuando hablamos del TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad) su papel se
vuelve mucho más relevante. Es indiscutible que para que un docente pueda mejorar la conducta de
una alumno con TDAH en el aula es preciso, primero, que conozcan el trastorno, para tener toda la
información relativa a lo que se van a encontrar en el aula, y segundo, que sepan que estrategias y
recursos tienen a su alcance para poder modificar la conducta del alumno.

Son muy numerosas, variadas y flexibles las pautas y estrategias que podemos seguir en el aula con
los niños con TDAH, y por ello, conocer qué tipo de percepción tienen ellos, como se comportan o
cómo reaccionan ante determinadas circunstancias nos será de mucha ayuda para aplicar la
metodología más adecuada en cada caso.

Tratar de mantener un ambiente estructurado, con rutinas, organizado y motivador., Esto es prioritario
para aumentar la seguridad del alumno en el aula, con ello, vamos a conseguir que el alumno sepa
que tiene que hacer en cada momento, por ejemplo: con horarios de clases y calendarios de
actividades a la vista, nos aseguraremos de que el alumno `no se pierde` o al menos tiene un lugar al
que acudir cuando sienta que no sabe lo que le toca después. Es importante que sepamos que la
inseguridad respecto al futuro les afecta mucho, por lo que anticiparles visualmente lo que ocurrirá a
continuación aumentará su seguridad y confianza, por lo que podrá actuar de una manera mucho más
relajada, dentro de lo que cabe.

Mostrar una actitud tolerante, flexible y paciente. Para afrontar adecuadamente las situaciones que se
produzcan en el aula va a ser imprescindible que separemos al niño del acto que ha llevado a cabo.
Decimos esto porque en muchas ocasiones, las acciones que realiza no son adrede, sino que
simplemente no puede controlarlas (debido a la impulsividad principalmente y a la falta de reflexión).

En relación al comportamiento que tiene y sus consecuencias, ellos no son conscientes de ellas. Por
ello, como profesionales que trabajan directamente con ellos, debemos enseñarles a reflexionar,
proporcionarles pautas correctas y adecuadas, hacerles ver los fallos que tienen en su comportamiento
y pedirle reflexión, para que poco a poco sea capaz de realizar una observación de sí mismo y
autoevaluarse, aprendiendo a reflexionar sobre su propia conducta, el método de ejecución que ha
llevado a cabo y las consecuencias que ha presentado dicho hecho.

Emplear el refuerzo positivo nos ayudará a aumentar poco a poco las conductas que deseamos
mantener y eliminar las que resultan destructivas. Esto, evidentemente, es algo que se puede trabajar
también de manera grupal. Pongamos el caso de que tenemos un alumno en el aula con TDAH, que
de manera habitual emplea algunos comportamientos disruptivos en el aula con el fin de llamar la
atención de sus compañeros. Si estos son capaces de ignorar dicho comportamiento, por lo que es
probable que poco a poco vaya disminuyendo dicho comportamiento hasta su total extinción.

VARIABLES
Le diagnosticaron TDAH a mi hijo. ¿Y ahora qué?
Cuando se le diagnostica TDAH a un niño, a menudo a los padres les resulta difícil decidir la mejor
manera de ayudar a su hijo. Es importante que los padres recuerden que el TDAH se puede tratar con
éxito. Hay muchas opciones de tratamiento, por lo que los padres deben trabajar estrechamente con
todas las personas involucradas en la vida del niño: proveedores de atención médica, terapeutas,
maestros, entrenadores y otros miembros de la familia. Aprovechar todos los recursos disponibles
ayudará a los padres a guiar a su hijo para que logre el éxito
Terapia conductual, incluida la capacitación de los padres
¿Qué es la terapia conductual?
Las investigaciones muestran que la terapia conductual es una parte importante del tratamiento de los
niños con TDAH. Este trastorno no solo afecta la capacidad del niño para prestar atención o
permanecer sentado en la escuela, sino que también afecta sus relaciones con la familia y con otros
niños. Los niños con TDAH a menudo muestran conductas que pueden perturbar mucho a otras
personas. La terapia conductual es una opción de tratamiento que puede ayudar a reducir estas
conductas Generalmente es útil comenzar la terapia conductual tan pronto como se realice el
diagnóstico.
Las metas de la terapia del comportamiento son aprender o fortalecer los comportamientos positivos
y eliminar los comportamientos no deseados o problemáticos. La terapia conductual puede incluir
capacitación en terapia conductual para los padres, terapia conductual con los niños o una
combinación de ambas. Los maestros también pueden utilizar terapia conductual para ayudar a reducir
las conductas problemáticas en el aula.
En la capacitación de los padres, los padres aprenden nuevas habilidades o fortalecen las habilidades
que ya tienen para enseñarles a sus hijos y guiarlos, y para manejar su conducta. Se ha demostrado
que la capacitación de los padres en terapia conductual fortalece la relación entre padres e hijos, y
disminuye las conductas negativas o problemáticas de los niños. La capacitación de los padres en
terapia conductual también se conoce como capacitación en manejo del comportamiento para padres,
capacitación conductual para padres, terapia del comportamiento para padres o simplemente
capacitación para padres.
En la terapia conductual con los niños, el terapeuta trabaja con los niños para que aprendan nuevas
conductas que reemplacen las que no funcionan o las que causan problemas. El terapeuta también
puede ayudar a los niños a aprender a expresar sus sentimientos de maneras que no generen problemas
para ellos ni para otras personas.
Terapia conductual para niños pequeños: Capacitación de los padres
La AAP recomienda que los médicos indiquen terapia conductual como la primera línea de
tratamiento para los niños en edad prescolar (4-5 años de edad) con TDAH. La eficacia de este tipo
de capacitación está bien fundamentada, pero los maestros y los cuidadores de niños pequeños
también pueden utilizar la terapia conductual en el aula.
¿Por qué deben los padres intentar primero la terapia conductual antes de tratar con algún
medicamento?
La terapia conductual es un primer paso importante por lo siguiente:
 La terapia conductual les da a los padres las habilidades y estrategias para ayudar a su hijo.
 La terapia conductual ha demostrado ser tan eficaz como los medicamentos para tratar el
TDAH en niños pequeños.
 Los niños pequeños tienen más efectos secundarios por los medicamentos para el TDAH que
los niños mayores.
 No se han estudiado bien los efectos a largo plazo de los medicamentos para el TDAH en los
niños pequeños.
La Agencia de Investigación y Calidad de la Atención Médica (AHRQ, por sus siglas en inglés) revisó
en el 2010 todos los estudios existentes acerca de las opciones de tratamiento para niños en edad
prescolar. En la revisión se encontró evidencia suficiente para recomendar la capacitación de los
padres en terapia conductual como una buena opción de tratamiento para los niños de menos de 6
años con síntomas de TDAH y para las conductas perturbadoras en general.
En la revisión también se identificaron cuatro programas para padres de niños pequeños con TDAH
que redujeron los síntomas y las conductas problemáticas relacionadas con el TDAH:

 Programa de Crianza Positiva


 Programa de crianza (Años Increíbles).
 Terapia de interacción entre padre e hijo.
 Programa de crianza Creado específicamente para padres de niños con TDAH.
Más recientemente se demostró que otra intervención, Ayudar al Niño Desobediente es eficaz para
niños pequeños con TDAH1. Hay otros programas que ayudan a los padres a fortalecer la relación
padre-hijo y a manejar la conducta negativa con disciplina positiva, y que pueden ser eficaces.
Terapia conductual para niños en edad escolar y adolescentes
Para los niños de más de 6 años de edad, la terapia conductual es una parte importante del tratamiento.
La AAP recomienda terapia conductual junto con el uso de medicamentos.
Los resultados de investigaciones señalan la eficacia de varios tipos de terapias conductuales para
niños más grandes:

 Capacitación de los padres en terapia conductual.


 Manejo de la conducta en el aula.
 Intervenciones con pares centradas en la conducta.
 Capacitación en las habilidades organizativas.
 Combinación de tratamientos conductual.

Medicamentos
Para los niños de 6 años o más se recomienda la terapia conductual y el uso de medicamentos como
buenas opciones, preferiblemente ambas al tiempo. Para los niños pequeños (de menos de 6 años)
con TDAH, la terapia conductual se recomienda como el tratamiento de primera línea, antes de probar
el tratamiento con medicamentos. Los buenos planes de tratamiento incluirán vigilancia estrecha para
ver si el tratamiento mejora la conducta del niño, y en qué medida, y harán cambios según sea
necesario mientras se avanza.

Los medicamentos pueden ayudar a los niños con TDAH en su vida diaria y el tratamiento
farmacológico puede ser una manera eficaz de manejar los síntomas de TDAH. Los medicamentos
son una opción que puede ayudar a controlar algunos problemas de conducta que hayan generado
problemas en el pasado con la familia, los amigos y en la escuela.
Hay varios tipos diferentes de medicamentos aprobados por la FDA para tratar el TDAH en niños:
Estimulantes: son los medicamentos para el TDAH más conocidos y los más utilizados en los
tratamientos. Muchos niños con TDAH tienen menos síntomas de TDAH cuando toman estos
medicamentos de acción rápida.
No estimulantes: se aprobaron para el tratamiento del TDAH en el 2003. Los medicamentos no
estimulantes no funcionan tan rápidamente como los estimulantes, pero pueden durar hasta 24 horas.
Los medicamentos pueden afectar a cada niño de manera diferente. Un niño puede responder bien a
un medicamento, pero no a otro. Quizás sea necesario que el médico pruebe diferentes medicamentos
y dosis, por lo que es importante que los padres trabajen en conjunto con el médico de su hijo para
encontrar el medicamento que mejor funcione para el niño.

Consejos para los padres


A continuación se incluyen ejemplos que pueden ayudar con la conducta de su hijo:
Cree una rutina. Trate de seguir el mismo horario de actividades todos los días, desde el momento en
que se despierta hasta el momento de irse a dormir.
Organícese. Anime a su hijo a colocar la mochila de la escuela, la ropa y los juguetes en el mismo
lugar todos los días; de este modo, será menos probable que el niño los pierda.
Controle las distracciones. Apague la televisión, limite el ruido y proporcione un espacio de trabajo
limpio cuando su hijo esté haciendo la tarea escolar. Algunos niños con TDAH aprenden bien si están
en movimiento o escuchando música de fondo. Observe a su hijo y vea qué funciona.
Limite las opciones. Ofrezca pocas opciones para elegir de modo que su hijo no se sienta abrumado
ni sobrestimado. Por ejemplo, ofrézcale elegir entre este conjunto de ropa o el otro, esta comida o la
otra, o este juguete o el otro.
Sea claro y específico cuando hable con su hijo. Hágale saber que lo está escuchando mediante una
descripción de lo que su hijo dijo. Dé indicaciones claras y breves cuando el niño tenga que hacer
algo.
Ayude a su hijo a planificar. Divida las tareas complicadas en pasos más simples y cortos. Para las
tareas largas, comenzar con tiempo y hacer pausas puede ayudar a limitar el estrés.
Utilice metas y reconocimiento u otra recompensa. Utilice una tabla para enumerar las metas y
registrar las conductas positivas, luego hágale saber a su hijo que lo hizo bien diciéndoselo o
recompensándolo de otra manera. Asegúrese de que las metas sean realistas, ¡los pasos pequeños son
importantes!
Imponga disciplina de forma eficaz. En lugar de alzar la voz o pegarle a su hijo, use tiempo fuera o
quítele privilegios como consecuencia de comportamientos inapropiados.
Cree oportunidades positivas. Hay ciertas situaciones que a los niños con TDAH les pueden resultar
estresantes. Descubrir qué es lo que su hijo hace bien y animarlo a hacerlo (ya sea en la escuela,
deportes, arte, música o juegos) puede ayudar a crear experiencias positivas
Proporcione un estilo de vida saludable. Es importante ofrecer comida nutritiva, asegurarse de que el
niño haga mucha actividad física y de que duerma lo suficiente; estas cosas pueden ayudar a evitar
que los síntomas de TDAH empeoren.
Test basado en los criterios diagnósticos del DMS-IV-TR
El diagnóstico de TDAH únicamente puede ser efectuado por personal médico especializado, sin
tener una validez formal y concluyente, sí que puede hacer sospechar de la posibilidad de que el niño
tenga algún problema de hiperactividad y, por lo tanto, deba ser evaluado cuanto antes por un
profesional. En función de las respuestas, el test realiza un cálculo automático que indica si el niño
es sospechoso o no de padecer este trastorno.
Ejemplo de test de hiperactividad
Señala aquellos síntomas y criterios que se cumplan:
Criterio A: Bien 1 (Inatención) ó bien 2 (hiperactividad-impulsividad)
Principios del formulario
1. Seis o más de los siguientes síntomas de desatención han persistido por lo menos durante 6 meses
con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de desarrollo:
A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas
escolares, en el trabajo o en otras actividades.
A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas.
A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargo u obligaciones en el centro
de trabajo (no se debe a comportamiento negativo o a incapacidad para comprender las instrucciones).
A menudo tiene dificultad para organizar tareas y actividades.
A menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo
mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos).
A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (como juguetes, trabajos escolares,
lápices, libros o herramientas).
A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
A menudo es descuidado en las actividades diarias.
2. Seis o más de los siguientes síntomas de hiperactividad-impulsividad han persistido por lo menos
durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de
desarrollo:
Hiperactividad
1. A menudo mueve en excesos las manos o los pies o se remueve en el asiento.
2. A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en las que es inapropiado
hacerlo.
3. A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en las que es inapropiado hacerlo (en
los adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud.
4. A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.
5. A menudo 'está en marcha' o actúa como si 'tuviera un motor'.
6. A menudo habla en exceso.
7. Impulsividad
8. A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
9. A menudo tiene dificultades para guardar turno.
10. A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p.ej., se entromete en
conversaciones o juegos).
11. Criterio B: Algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o de desatención que causaban
alteraciones estaban presentes antes de los 7 años de edad.
12. Criterio C: Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más
ambientes, por ejemplo en la escuela y en casa.

TDAH: Instrumentos o pruebas para evaluar el TDAH


Test de Atención D2
El autor es Rolf Brickenkamp. De aplicación: Individual y Colectiva. El tiempo de duración estimado
es de 8 minutos. Corresponde a niños mayores de 8 años, adolescentes y adultos. Se encarga de
la evaluación de la atención selectiva y de la concentración.
Esta prueba ofrece una medida concisa de la velocidad de procesamiento, la atención selectiva
y la concentración mental, mediante una tarea consistente en realizar una búsqueda selectiva de
estímulos relevantes.
Test de caras (Test de percepción de diferencias)
Evaluación de las aptitudes perceptivas y de atención. De aplicación colectiva. Tiene un tiempo
estimado de 3 minutos. Se puede utilizar a partir de los 6 años.
Consiste en una prueba perceptiva integrada por 60 elementos gráficos, que representan dibujos
esquemáticos de caras con trazos muy elementales. Evalúa las aptitudes requeridas para percibir
rápidamente semejanzas y diferencias con patrones estimulantes parcialmente ordenados. El carácter
simple y un poco lúdico de los elementos hace que la prueba sea muy adecuada para poblaciones de
bajo nivel cultural y, en cambio, resulte demasiado elemental para niveles culturales medio-altos.
Escala de Magallanes de atención visual
Hay dos versiones, según edad: EMAV-1 para niveles de 1º a 4º de educación primaria (6, 7, 8 y 9
años) y EMAV-2 en adelante, incluido adultos. Consiste en valorar la capacidad y habilidad
atencional en niños y adultos. La ejecución de la prueba tiene una duración de 6 minutos para la
versión 1, y de 12 minutos para la 2; con un tiempo total, incluyendo las instrucciones, de 30 minutos
en ambos casos.
Proporciona dos índices de atención: Atención Sostenida (AS) y Calidad de la Atención (CA) En
aplicación individual es posible obtener, además una valoración de la Estabilidad Atencional
(rendimiento a lo largo del tiempo). La aplicación individual: tiene una duración variable de 15 a 40
minutos.
Es de especial eficacia para la valoración de niños con TDA, exclusivamente en su versión de
aplicación individual.
Los estudios preliminares llevados a cabo con estudiantes de Primaria y Secundaria, se ha mostrado
relevante para identificar Alumnos con Dificultades para el Aprendizaje, al poner de manifiesto en
un 80% de los casos que los alumnos con Fracaso Escolar o Bajo Rendimiento escolar suelen
presentar déficit en Calidad Atencional.
De gran interés para evaluación neuropsicológica de las funciones atencionales: focalización,
mantenimiento, codificación y estabilidad.
EDAH (Evaluación del trastorno para el déficit de Atención e Hiperactividad)
Escala para evaluar la hiperactividad, déficit de atención, impulsividad y trastornos de la conducta
que influyen muy negativamente en el desarrollo escolar del niño. Aplicable a niños de entre 6 y 12
años, de manera individual, con una duración de 5 a 10 minutos aproximadamente. La finalidad del
EDAH es recoger información sobre la conducta habitual del niño. Permite evaluar los rasgos
principales del TDAH de una manera sencilla y objetiva.
Test de desórdenes de atención e hiperactividad.
James E. Gilliam. Se aplica desde los 3 a los 23 años. Es un instrumento muy efectivo para la
identificación y evaluación de desórdenes de atención. Está basado en el criterio diagnóstico del
DMSIV. Contiene 36 ítems agrupados en 3 subtests: hiperactividad, impulsividad e inatención.
Escala de Magallanes de impulsividad computarizada. (EMIC)
Los autores son Servera, M. y Llabrés, J. Para niños de 6 a 11años. Muy eficaz para evaluar el estilo
cognitivo "reflexividad-impulsividad", proporcionando dos índices, representativos de la capacidad
de procesamiento analítico del sujeto ante tareas que contienen incertidumbre de respuesta;
extrapolable al ámbito de las capacidades de aprendizaje en general.
BIBLIOGRAFÍA

Vaello Orts, J. (2011). Cómo dar clase a los que no quieren. Barcelona. Editorial Grao.
L.L. Thurstone y M. Yela. CARAS-R. Test de Percepción de Diferencias-Revisado. Tea Ediciones.
Madrid 2012.
Farré, A. y Narbona, J. (2013). EDAH. Evaluación del Trastorno por Déficit de Atención con
Hiperactividad. Madrid: TEA Ediciones.
The ADHD Molecular Genetics Network. Report from the third internacional meeting of the
attention-deficit hyperactivity disorder molecular genetics network. American Journal of Medical
Genetics, 2002.
Abikoff, H.B., Thompson, M., Laver-Bradbury, C., Long, N., Forehand, R. L., Miller Brotman, L.,
et al. (2015). Parent training for preschool ADHD: a randomized controlled trial of specialized and
generic programs. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 56, 618-31.
Barbaresi, W. J., Colligan, R. C., Weaver, A. L., Voigt, R. G., Killian, J. M., & Katusic, S. K.
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prospective study. Pediatrics, 131(4), 637-644.
McCart, M. R., Priester, P. E., Davies, W. H., & Azen, R. (2006). Differential effectiveness of
behavioral parent-training and cognitive-behavioral therapy for antisocial youth: A meta-analysis.
Journal of Abnormal Child Psychology.

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