Terapia Narrativa Con Parejas, Freedman y Combs

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 63

TERAPIA NARRATIVA CON PAREJAS…..Y MUCHO MAS.

UNA COLECCIÓN
DE TRABAJOS, ENSAYOS Y EJERCICIOS.
Jill Freedman y Gene Combs
Dulwich Centre Publications. Adelaide, South Australia. 2002
Traducción libre: Margarita Saldarriaga Cuartas

PRIMERA PARTE. Trabajando con parejas.

Cap. 1.- Contextualizando el trabajo con parejas.

Trabajar con parejas es algo que disfrutamos plenamente. Es un aspecto


significativo de nuestra vida profesional. Las personas en relaciones
heterosexuales nos piden verlos juntos de tal manera que los terapeutas
de ambos géneros están representados en este consultorio mientras que
tal vez un tercio de mi (JF) terapia es con parejas de lesbianas. El estar
en una relación íntima, el vivir juntos y llevar casados un largo tiempo,
habla de nuestro trabajo con parejas de muchas maneras. A nuestra
relación se suma nuestro compromiso para trabajar con personas en
asociaciones íntimas. Al mismo tiempo, esto significa que nosotros
debemos tratar no de hacer presunciones acerca de las vidas de las
otras personas basadas en nuestras propias experiencias.

En este corto trabajo, tratamos de describir brevemente algunos de los


poderosos discursos (o discursos de poder) acerca de las parejas y de
las relaciones íntimas en la cultura en la cual vivimos y algunos de los
peligros o riesgos y posibilidades que producen estos discursos. Para
comenzar sin embargo, nos gustaría articular algunas de las razones por
las cuales creemos que el así llamado trabajo con o de ‘pareja’ es un
área significativa e importante de la práctica.

Por qué es significativo para nosotros trabajar con ‘parejas’.

A lo largo de los años, hemos atestiguado (hemos sido testigos de) varios
efectos fortuitos de la terapia individual y esto nos ha llevado a un fuerte
compromiso para involucrar a otros significativos en contextos de
consejería donde quiera que sea posible. Por ejemplo, Yo (JF) recuerdo
a una mujer a quien me referiré aquí como Verónica, que había estado
en terapia individual por muchos años para trabajar el abuso sexual que
ella había experimentado en su infancia. Verónica tuvo una larga
relación con Juan y fueron padres de dos pequeños niños. Después de
algunos años de terapia individual, la relación de los dos se rompió. Yo
recuerdo a Verónica y a Juan lamentándose, diciendo que si Juan
hubiera sido involucrado de alguna manera en el proceso terapéutico
-como testigo de los pasos que Verónica estaba dando o como un
soporte activo de otra manera- entonces su relación podría haber
permanecido fuerte. Fue la construcción de la terapia como un proceso
orientado individualmente lo que de alguna manera contribuyó a la
separación de Juan y Verónica. Tanto ellos dos como sus hijos,
expresaron el malestar al respecto.

Aunque ambos aún ofrecemos terapia individual, ahora creemos que


conectar dicha terapia a relaciones más amplias en la vida de una
persona es altamente significativo. Ahora, nosotros siempre informamos
de los efectos de la terapia sobre las otras relaciones de la persona y le
pedimos incluir, de alguna forma, gente particularmente significativa en
el proceso de terapia. Esto quiere decir invitar a aquellos otros
significativos al consultorio como testigos o involucrarlos a través de
documentos o rituales tanto durante el proceso terapéutico como para
completarlo. En la cultura en la cual vivimos, cuando estamos
trabajando con adultos, esto a menudo significa, de alguna manera
trabajar con parejas, otros significativos quiere decir poder incluir
amigos, hermanos, compañeros de trabajo, niños, padres, abuelos y
otras personas significativas de su comunidad en particular.

El catalizador para que muchos hombres lleguen a terapia conmigo


(GC) es el ánimo de sus compañeras para buscar ayuda. En estos casos
me parece importante involucrar a la mujer, al menos inicialmente.
Cuando el ímpetu para la terapia viene de otra persona, quiero siempre
juntar a esa persona de tal manera que pueda escuchar directamente
de ellos por qué creen que la terapia es algo relevante en vez de seguir
mis propias presunciones al respecto. Algunas veces esto lleva a trabajar
con los dos miembros de la ‘pareja’, otras veces simplemente crea una
plataforma sólida desde la cual comenzar a trabajar con ese hombre
en particular.

Por supuesto, mucho de nuestro trabajo con un compañero


íntimo/parejas ocurre cuando nosotros nos acercamos debido a ciertas
dificultades que están ocurriendo dentro de la misma relación. En la
cultura en la cual vivimos, las relaciones de pareja tienen (ocupan) un
lugar clave: donde la gente encuentra y crea intimidad, amor,
confianza y compromiso. Estas relaciones son una de las esferas donde
se construyen los significados y la identidad. Esto quiere decir que
mucha gente gasta una buena cantidad de tiempo en relaciones de
pareja y abordar o tratar algunas dificultades de estas relaciones es una
prioridad alta.

Discursos culturales acerca de las ‘parejas’ y del ‘emparejamiento’.

Aunque nosotros deseamos honrar la significancia o el significado que


juegan (que tienen) las relaciones íntimas de pareja en la vida de
muchas personas, es importante reconocer que en la cultura hay
muchas cosas que privilegian las relaciones de ‘pareja’ sobre otras
formas de relación. Hay discursos de poder que influyen en la
prevalencia que ocupan las ‘parejas’ y el ‘emparejarse’ o

2
‘emparejamiento’. Estos discursos configuran la comprensión de la
gente acerca de cómo deberían mirarse las relaciones íntimas. Dichos
discursos proporcionan especificaciones para las relaciones de pareja
en términos de intimidad apropiada, duración de la relación, formas de
comunicación, grado de romance, acuerdos sexuales y otras muchas
cosas. También hay amplios discursos culturales que promueven la idea
de que las relaciones de pareja deberían ser heterosexuales y entre
personas de similar edad, posición social y raza. En los Estados Unidos en
este momento estos discursos están muy vinculados a fuertes y
conservadoras campañas sobre ‘valores familiares’ que promueven
una visión particular de la familia Cristiana, nuclear y heterosexual. La
palabra ‘pareja’ en este contexto puede descalificar o quitarle poder
(desempoderar) a las familias uniparentales así como a otro tipo de
relaciones. Es importante reconocer que este es el amplio contexto
social y político de nuestro trabajo con ‘parejas’.

Hay toda suerte de sutiles y no tan sutiles formas en las cuales los
terapeutas podemos coludirnos con los discursos dominantes alrededor
de las parejas y de las relaciones. Por ejemplo, recordamos una consulta
reciente con un hombre, Steve, de mediana edad y que por varias
razones ha decidido no involucrarse en una relación íntima o de
‘pareja’. Esta fue una poderosa e importante decisión para Steve
–con la cual él claramente planteaba que se sentía muy bien. Sin
embargo, en un equipo de terapeutas que reflexionaban sobre esta
entrevista un miembro del equipo habló de cuán mal se sentía ella
acerca de la decisión de Steve. Este es un ejemplo de cómo nosotros los
terapeutas estamos poderosamente influenciados por las
interpretaciones dominantes sobre lo que debería verse como una vida
‘buena’ o ‘feliz’. Hay un fuerte discurso cultural que nos anima a creer
que las personas están algo así como ‘incompletas’ si no tienen una
relación convencional de pareja. Nos parece que necesitamos tener
mucho cuidado en este trabajo para no privilegiar las relaciones de
pareja sobre otras relaciones y formas de vivir.

De hecho, designar o llamar este trabajo ‘terapia de parejas’ puede ser


algo problemático en sí mismo. La noción o el concepto de terapia de
pareja puede invitarnos como terapeutas a considerar que los
problemas están o residen dentro de ‘la pareja’ mientras que pueden
en cambio deberse a amplios factores socio-culturales o aún en algunos
casos a definiciones dominantes sobre ‘emparejarse’ las cuales pueden
situarse en límites insostenibles de las relaciones.

Por ejemplo, Yo (JF) recuerdo a Vanessa cuyo compañero, Phil, había


estado enfermo durante 10 años. Vanessa me había dicho en muchas
ocasiones que ella amaba a Phil y que deseaba permanecer a su lado.
Sin embargo, Vanessa también lamentaba que no hubiera sido posible
tener relaciones sexuales con Phil durante una década. Vanessa quiere

3
seguir casada y pero también desea ardientemente relaciones sexuales
y/o experiencias sexuales. Su creencia, y por cierto no de ella
solamente, es que no es posible para ella tener una relación sexual
fuera del matrimonio y no obstante honrar su matrimonio. Es esta
combinación de sus anhelos sexuales y de sus creencias acerca de qué
es honorable en el matrimonio lo que genera el estrés que Vanessa
experimenta. El problema no es entre ella y Phil; pero Vanessa tiene
fantasías de dejar su matrimonio. Ella me dijo que dejando a Phil sería
posible de alguna manera que alguna vez fuera capaz de conversar al
respecto o de acuerdo a las posibilidades, tener algún tipo de relación
sexual mientras esté todavía casada.

La construcción dominante de ‘terapia de pareja’ también fomenta la


idea de que solamente las dos personas que están en una relación
intima son las que deben ser vistas en el consultorio. Esto nos invita a
poner nuestro foco solamente sobre la pareja y su relación cuando
puede haber más asuntos creativos y generativos para mirar y en los
cuales actuar.

Hace algún tiempo, fuimos miembros de un equipo reflexivo para una


pareja heterosexual que hablaba acerca de cómo vivían en un
conjunto de apartamentos en los cuales diferentes miembros de familia
y diferentes parejas venían a cenar juntos en la noche. La mujer de esta
pareja nos decía acerca de cómo ella sentía que debía haber algo
malo en su relación de pareja porque ellos lo pasaron muy bien cuando
cenaban de esta manera colectiva y cuando ellos cenaban sólo con
dos de ellos no tenían momentos tan amables. Para esta mujer, esto
indicaba que debía haber algo malo en su relación. Explorando más,
nos dimos cuenta que este era un vivo ejemplo de algunos de los
efectos de juicios normalizadores con relación a la vida de ‘pareja’. En
este ejemplo, como en la historia mencionada antes, el problema no
estaba en la relación sino en la construcción dominante de lo que
deberían o deben ser las relaciones íntimas.

Hemos nacido en y vivimos con historias culturales que no siempre son


visibles para nosotros. Cuando nos encontramos con gente que cree
que hay alguna cosa problemática en la manera en la cual se
relacionan con otros, nos interesamos en averiguar el contexto para o
de los problemas que experimentan. Queremos crear la posibilidad o
queremos crear posibilidades para que la gente articule contra qué
podrían estar midiendo su relación y qué tipo de ideas culturales están
situando su noción de relación. A su vez, queremos que para la gente
sea posible comenzar a articular claramente los valores con los que
desean informar sus relaciones y sus razones para escoger estos valores.
Queremos crear un contexto donde la gente puede averiguar sus
supuestos acerca de las relaciones y describir ricamente lo que para
ellos es importante y por qué. Esperamos permitir o posibilitar que la

4
gente configure más conscientemente sus relaciones más que coludirse
de alguna manera con especificaciones normativas.

Una de las razones de que yo (JF) realmente aprecie trabajar con


personas en relaciones gay o lesbianas es que, por definición, estas
relaciones no encajan con el modelo dominante. Las personas que
viven vidas gay o lesbianas con frecuencia es más posible que
examinen algunas de sus nociones de relación dadas por sentado
desde la cultura y tomen sus propias decisiones acerca de cómo ellas
desean relacionarse con aquellos por quienes ellos se preocupan. Las
personas en relaciones gay o lesbianas con frecuencia son más
conscientes acerca del proceso activo de formar y reformar la familia.
Sus perspectivas sobre estos asuntos influyen en nuestro trabajo con
parejas heterosexuales así como en nuestras vidas.

Aunque fuertemente comprometidos en no reproducir ideas normativas


en nuestro trabajo, nosotros somos parte de la cultura dominante y
sujetos del discurso sobre ‘emparejamiento’ que esbozamos antes. Por
ejemplo, yo (GC) entro a cualquier discusión sobre terapia como un
hombre que está enamorado y satisfecho en una relación de pareja
heterosexual. Mientras que yo he escogido este estilo de vida y estoy
muy contento con él, también soy conciente que los discursos culturales
más amplios han configurado mi escogencia. Nuestra relación está
basada en un acuerdo de monogamia y somos padres de un hijo. En
una sesión de terapia tengo que trabajar duro para asegurar que no
estoy asumiendo que el trabajo para mí es hacer feliz a alguien más.
Como nuestro estilo de vida escogido encaja o se adapta a los
discursos dominantes de la cultura, esto cuestiona nuestras presunciones
más relevantes.

Este cuestionamiento por supuesto, es una de las claves características


del trabajo narrativo. Hay un rango de preguntas que encontramos
útiles para hacérnoslas a nosotros mismos de manera consistente:

• ¿Qué tiendo a asumir aquí?


• ¿Cómo podría estar influyendo mi género en lo que estoy
atendiendo y en lo que no estoy atendiendo?
• ¿Cómo podría mi experiencia como alguien en una relación
heterosexual monógama estar influyendo en lo que estoy
escuchando y en lo que estoy diciendo?
• ¿De alguna manera estoy imponiendo mis creencias acerca de lo
que debería verse como relaciones íntimas?
• ¿Cómo puedo clarificar las preferencias, creencias y valores que
la gente que me consulta tiene acerca de su relación?
• ¿Cómo puedo proporcionar a los que me consultan la
oportunidad de averiguar sus propias presunciones acerca de sus
relaciones?

5
Nosotros no podemos hacer una lista de todos los presupuestos que los
terapeutas y los que consultan a los terapeutas tienen acerca de las
relaciones y parejas pero una de las principales áreas en la cuales los
presupuestos necesitan ser averiguados gira alrededor de las prácticas
de género. Mientras que a menudo esto es relevante para parejas gay y
lesbianas, casi siempre es un aspecto clave para trabajar con parejas
heterosexuales así como los presupuestos patriarcales se dan por
sentado de manera poderosa en nuestra cultura. Cuando los supuestos
patriarcales se dan por sentado, pueden dar lugar u ocasionar injusticias
de poder y parece justificado que se genere violencia. Nosotros no
trabajamos directamente con violencia y abuso en esta sección pero es
un aspecto importante de este trabajo. Para un ejemplo de cómo
nosotros trabajamos con violencia en relaciones de pareja, ver
‘Relaciones y ética’ en la sección de ensayos de este libro.

Las alegrías de este trabajo.

Teniendo esbozadas algunas de las complejidades de este trabajo, nos


gustaría describir brevemente lo que nosotros apreciamos
particularmente acerca de trabajar con parejas. Las formas en las
cuales el trabajo narrativo entabla una conversación con alguien
mientras los otros escuchan antes de reflejar, pueden crear un bello
ritmo cuando se trabaja con parejas. Nuestro trabajo es para crear un
contexto con cada uno de los miembros de la pareja para atestiguar la
historia del otro de manera nueva y diferente. A su vez, esto crea las
posibilidades para cambiar y curar y nosotros disfrutamos
completamente este proceso. Cuando el trabajo con parejas va bien,
después de que los problemas han sido externalizados y deconstruido su
contexto social más amplio, nosotros escuchamos las historias de cómo
cada uno ha ayudado al otro a articular y alcanzar sus sueños, sus
esperanzas y sus éxitos para convertirse en la persona que ellos quieren
ser en la relación. Escuchamos sus ideales y directrices compartidos en
la vida y atestiguamos cómo esto se convierte en algo más ricamente
articulado. Puede ser agradable participar en estas conversaciones –
aun si la pareja decide que su relación necesita cambiar
significativamente.

Hay más razones de por qué apreciamos tanto trabajar con parejas; tal
vez éstas se ilustran mejor con una historia final. Rosie es una mujer
mayor que tiene esclerosis múltiple. Ella no puede caminar y tiene
muchas limitaciones físicas. Milton, el compañero de muchos años de
Rosie, había muerto recientemente. Últimamente, él fue más que un
compañero; Milton fue también el cuidador de Rosie. El desempeñó
este papel con buena voluntad y muy amorosamente. Desde la muerte
de Milton apenas ahora Rosie se da cuenta que necesita ayuda.
Solamente ahora reconoce sus limitaciones individuales. Aunque todo el
mundo sabía que había cosas con las cuales Rosie necesitaba ayuda,

6
durante todo el tiempo que Milton y ella estuvieron juntos, ella no
experimentó sus propias limitaciones. En efecto, en el contexto de su
relación, ella no tuvo esas limitaciones. Mientras que Milton y Rosie
estuvieron juntos, estas limitaciones simplemente no existían.

Nosotros encontramos esto como milagroso. Para mí (JF) esto me ha


movido en lo particular porque Rosie es mi madre y Milton fue mi padre.
Es solamente ahora cuando mi madre dice ‘yo me doy cuenta que no
puedo estar sola en la noche’. Esto quiere decir que por años y años ella
no sabía eso.

En algunas culturas, las identidades de las personas están o son


formadas amplia y continuamente en comunidad y los selves o yoes
individuales de estas personas no están separados profundamente de la
vida de la familia extensa y de la comunidad. Pero en la cultura
individualista en la cual vivimos, las relaciones íntimas de pareja son uno
de los pocos lugares en los cuales nos movemos más allá de nuestras
limitadas individualidades. Ellas son uno de los pocos lugares donde
ocurre la disolución de los yoes individuales. Para nosotros esto significa
que esas relaciones están tanto afectadas como presionadas. Y esto da
lugar a que la gente hable de estas relaciones como las más
importantes.

Nota: Este artículo se generó a partir de una entrevista hecha por David
Denborough en nuestra casa en Evanston en Febrero de 2002.

7
Cap. 2.- Terapia narrativa con parejas.

Este capítulo se publicó originalmente en el Clinical Handbook of


Couple Therapy de Gurman & Jacobson (2002). Los editores nos pidieron
que organizáramos este trabajo bajo ciertas categorías. Aunque no
habíamos escogido estas categorías, creemos que este trabajo
presenta algunas de los principios claves de la práctica narrativa con
parejas.

A nosotros también se nos pidió como parte de los requerimientos de la


publicación inicial proporcionar un ejemplo extenso del trabajo con una
pareja. En este trabajo y en otros tres trabajos en esta sección del libro,
los ejemplos de trabajo descritos son con parejas heterosexuales. Esto se
debe en parte al contexto de los requerimientos iniciales y también se
debe a poca disposición de nuestra parte como terapeutas
heterosexuales para escribir acerca de las vidas y relaciones de parejas
lesbianas y gay.

Con estas condiciones en mente, creemos que el trabajo que sigue


ofrece una reflexión exhaustiva sobre nuestro trabajo con parejas y da
un atisbo de las complejidades implicadas.

Antecedentes

‘Terapia narrativa’ como nosotros (Freedman & Combs) utilizamos el


término, se refiere a un grueso (amplio, crecido, desarrollado) cuerpo de
prácticas e ideas (Freeman, Epston & Lobovits 1997; Monk, Winslade,
Crochet & Epston 1997; Morgan 2000; Zimmerman & Dickerson 1996) que
se derivan o que son el resultado del trabajo de Michel White y David
Epston. Los primeros trabajos publicados de White (por ejem. 1986) se
basaron en ideas derivadas o provenientes de Gregory Bateson (1972).
David Epston (1989, 1998) quien había encontrado la metáfora narrativa
estudiando antropología y Cheryl White ‘quien tenía entusiasmo por
esta analogía desde sus lecturas sobre feminismo’ (White & Epston 1990,
p.xvi) encontraron que White usó la ‘analogía de historia’ (‘story
analogy’) – noción cuyo significado está constituido por las historias que
contamos y escuchamos concernientes a nuestras vidas. En
colaboración con Epston, White (White & Epston 1990, 1992) encontró
que la analogía historia ofrecía una dirección útil a su trabajo.

Los terapeutas que comenzaron a usar la metáfora narrativa en el


sentido de White y Epston, experimentaron pronto un gran cambio en su
visión del mundo. En lugar de tratar de resolver problemas, ellos se
interesaron en colaborar con las personas para que cambiaran sus vidas
enriqueciendo las narrativas que ellos y otros contaban respecto a sus
vidas. Ellos comenzaron a trabajar para producir y desarrollar
‘descripciones gruesas’ (Geertz 1978; Ryle 1990, 1971) o ricas,

8
significativas, historias multienhebradas de aquellos aspectos de las
narrativas de la vida de las personas que permanecen fuera de la
influencia de los problemas. Parece que a través de estas historias
alternativas, las personas pueden acabar con nuevas identidades,
nuevas posibilidades para relacionarse y nuevos futuros.

Este trabajo es más complejo de lo que una breve descripción de la


metáfora narrativa pudiera sugerir. Un factor que se añade a la
complejidad es que algunas historias tienen más resistencia que otras.
En cualquier cultura y en cualquier momento dado, ciertas historias son
mucho más una parte de la estructura de la realidad del día a día que
otras. Todos nosotros hemos nacido en historias culturales y ellas forman
nuestras percepciones de lo que es posible. Para las parejas, las historias
sobre roles de género y dominios heterosexuales, por ejemplo, pueden
formar percepciones de lo que es posible. Sin embargo, la gente
habitualmente no piensa sobre las historias que ellas nacieron como
historias. Piensan de ellas como ‘realidad’. Las historias culturales tienen
el poder para formar nuestra experiencia de la realidad.

Una influencia importante sobre cómo los terapeutas narrativos trabajan


con las historias que circulan en las culturas de las personas, ha sido el
‘postestructuralismo’, especialmente como está expresado en el último
trabajo de Michel Foucault (1980, 1985). Foucault fue un intelectual
francés que estudió, entre otras cosas, las distintas formas en que la
gente, en la sociedad Occidental ha sido categorizada como ‘otro’. El
examinó la locura (1965), la enfermedad (1975), la criminalidad (1977) y
la sexualidad (1985) como conceptos alrededor de los cuales ciertas
personas han sido etiquetadas como ‘locas’, ‘enfermas’, ‘criminales’ o
‘pervertidas’ y describió varias maneras en las cuales las personas han
sido separadas, oprimidas o enroladas en auto-vigilancia sobre las bases
de esta etiquetación.

Para Foucault, la gente tiene poder en una sociedad en proporción


directa a su habilidad para participar en los varios discursos que forman
esta sociedad. Aunque el diccionario de la American Heritage en su
tercera edición simplemente da como su primera definición de
‘discurso’ ‘expresión verbal hablada o escrita’, los estudiosos como
Foucault usan la palabra para referirse a las conversaciones
político/histórico/institucionales en una sociedad que constituye
nuestras nociones de lo que es verdad y de lo que es posible. Foucault
mostró cómo la gente cuyas voces dominaban la discusión acerca de
lo que constituía locura, por ejemplo, podía separar a las personas que
ellos veían como locos de la ‘sociedad educada’, aislándolas en
manicomios donde sus voces fueran silenciadas de las vías del poder.

Foucault argumentó que hay un vínculo inseparable entre


conocimiento y poder. Debido a que los discursos de una sociedad

9
determinan lo que el conocimiento sostiene como verdad, derecho o
correcto en esa sociedad, los que controlan el discurso controlan el
conocimiento. Al mismo tiempo, el conocimiento dominante de un
medio dado determina quién será capaz de ocupar sus posiciones de
poder. Nosotros vemos los discursos de poder que Foucault estudió
como metanarrativas históricas, culturales –historias que han formado (y
han sido formadas por) la distribución del poder en la sociedad.

La sociedad no es necesariamente benigna, buena o justa. Como las


críticas feministas (ej. Avis 1985; Carter, Papp, Silverstein & Walters 1984;
Goldner 1985ª, 1985b; Hare-Mustin 1978; Laird 1989; Taggart 1985) de la
terapia familiar nos han recordado, nuestras instituciones culturales nos
limitan llevándonos a ver ciertas posibilidades como deseables y
ocultándonos otras. Laird (1989, p.430) escribió que ‘las narrativas
socioculturales….construyen las esferas contextuales de posibilidad
desde las cuales los individuos y las familias pueden seleccionar los
ingredientes y las formas para sus propias narrativas’. Algunas personas
tienen acceso a un rango más amplio de narrativas socioculturales que
otras y a algunas narrativas dominantes mientras que otros son
marginados. Laird (1989, p.431) recuerda esto cuando escribe ‘….las
políticas hacedoras de historias y hacedoras de mitos. Claramente hay
tanto obvias como sutiles diferencias en el poder que poseen los
individuos y los grupos para asegurar que las narrativas particulares
prevalecerán en la vida familiar, grupal y nacional. No todas las historias
son iguales’.

Las narrativas socialmente construidas tienen efectos reales. Por


ejemplo, el mito de que ‘las madres de bienestar o acción social’ están
involucradas en o dedicadas a una mini industria en la cual ellas se
vuelven más y más ricas al igual que producen más y más bebés ha
tenido efectos reales sobre las ya inmerecidas mujeres y niños. Esto ha
proporcionado una racionalización que ha permitido a aquellos en el
poder reducir fondos aún más lejos. La historia acerca de cómo las
mujeres nunca pueden estar o ser demasiado delgadas, historia que se
cuenta una y otra vez en la televisión o en las cajas de los
supermercados en las líneas que bordean las cubiertas de las revistas
mostrando la anorexia nervosa como belleza1, ha contribuido a una real
epidemia de auto inanición. Las historias ampliamente difundidas en las
cuales los hombres de los sectores urbanos deprimidos están interesados
solamente en drogas, sexo y asesinatos soportan la perversa
glorificación de cierto tipo de misoginia y violencia. Al mismo tiempo,
han servido como razón para abandonar políticas sociales que podrían
ofrecer a los hombres de los sectores urbanos deprimidos una
oportunidad real para tener una forma distinta de estar en el mundo.

1
Nos referimos solamente a la entidad diagnóstica auténtica.

10
Foucault se interesó especialmente en cómo ‘las demandas de verdad’
transmitidas en las ‘grandes abstracciones’ de la ciencia reduccionista,
constituyen un discurso que deshumaniza y objetivisa a muchas
personas. El se interesó en encontrar y circular los discursos marginales –
historias que existen pero que no están ampliamente circuladas o
poderosamente respaldadas- que podrían socavar el excesivo poder
del discurso científico reduccionista. Foucault (1980) escribió de la
‘asombrosa eficacia de la crítica discontinua, particular y local’ (p.80)
que produce un ‘retorno del conocimiento’ o ‘una insurrección de los
conocimientos subyugados’ (p.84).

Siguiendo a Foucault, nosotros creemos que aún en las más


marginadas y desempoderadas de las vidas, hay siempre experiencias
vividas que están fuera de las historias dominantes. White, Epston y otros
terapeutas narrativos han desarrollado formas de pensar y trabajar que
dan lugar a historias de parejas y de otros grupos sociales ‘discontinuas,
particulares y locales’ de tal manera que la gente puede habitar y
reclamar muchas posibilidades para sus vidas que van más allá de las
narrativas dominantes.

Cuando nosotros usamos la metáfora narrativa y la lente del


postestructuralismo para orientar nuestro trabajo como terapeutas,
somos muy curiosos acerca de cada nueva pareja con la cual nos
reunimos. Nosotros le tenemos mucho cariño a las historias de cada
pareja. Trabajamos con los compañeros o cónyuges en parejas de
forma tal que los invitamos a celebrar sus diferencias y a desarrollar y a
acabar con las narrativas que ellos prefieren alrededor de las
particularidades de sus vidas. Esta valoración del significado que la
gente hace de su propia experiencia sobre el significado que hacen los
expertos de esta experiencia, ha sido referida como ‘el cambio
interpretativo’ (Bruner 1986). Esto nos permite des-centralizar o des-
centrar nuestros significados y experimentarnos a nosotros mismos como
personas interesadas –tal vez con una inclinación antropológica o
biográfica o del campo de la investigación- con habilidades para hacer
preguntas que den lugar a un conocimiento y una experiencia
contenidos en las historias de las parejas con las cuales trabajamos.
Trabajamos para ayudar a que la gente note la influencia de las
historias culturales restrictivas en sus vidas y para expandir y enriquecer
sus propias narrativas de vida. Nosotros luchamos o nos esforzamos por
encontrar formas de difundir las noticias de triunfos –por circular las
historias exitosas con el fin de mantenerlas vivas y en crecimiento.
Creemos que estas historias exitosas a su vez contribuyen a mantener
nuestro crecimiento y movimiento de manera satisfactoria.

11
La pareja/matrimonio saludable y con buen/funcionamiento vs la
patológica/disfuncional.

‘Saludable’, ‘buen funcionamiento’, ‘patológico’ y ‘disfuncional’ no son


descripciones que usemos generalmente. Si tenemos que pensar en
este lenguaje, el que las parejas tengan ‘buen funcionamiento’ o no
tiene que ver con que si las historias están vivas y con que en las que
construyen sus identidades son las que ellas prefieran. Nosotros
pensamos que las relaciones son multi-historiadas. Esto es, cada relación
se puede expresar y experimentar a través de una gran variedad de
narrativas; se pueden contar muchas historias ‘verdaderas’ sobre
cualquier experiencia. Por lo tanto, nosotros no buscamos salud o
patología o calidad de funcionamiento en las parejas. En cambio,
buscamos las historias que actualmente configuran una relación Y
procuramos facilitar un proceso de reautorización colaborativo en el
cual se puedan expresar y experimentar más historias adecuadas.

De manera similar, no consideramos que los compañeros en una pareja


tengan identidades esenciales o centrales con características fijas o
predecibles. Por lo tanto, no buscamos ‘salud’ o ‘patología’ dentro de
los miembros de la pareja. Manteniendo en mente el cambio
interpretativo, nos interesamos en la evaluación que las personas hacen
de lo que es problemático y preferido y cómo los problemas que ellos
nombran o nominan afectan sus vidas y sus relaciones. El que estemos
interesados en que la gente haga su propia evaluación no significa que
nosotros pensemos que nada pasa. Nosotros somos participantes en el
proceso de terapia e inevitablemente tenemos y llevamos con nosotros
nuestras propias opiniones y las experiencias vividas con mucha
dificultad (y los prejuicios). Por ejemplo, nosotros nos oponemos (entre
otras cosas) al abuso, a la coerción y a la crueldad. Cuando uno de
estos problemas aparece invadiendo una relación, nosotros
consideramos como nuestra responsabilidad hacer preguntas que
inviten a cada uno de los miembros de la pareja a considerar los
efectos del problema en la vida de cada uno también y en su relación y
que consideren el puesto o la postura que ambos quieren tomar en
relación con esto.

Nosotros procuramos crear un espacio conversacional en el cual la


gente se responsabilice por dirigir y mejorar los efectos, por ejemplo, del
abuso. Para nosotros esto significa que debemos evitar echar un sermón
o imponer reglas rígidas desde una posición de superioridad moral. En
cambio, queremos invitar a la gente a traer a consideración sus
‘mejores selves’ como una forma de que el abuso desaparezca de su
relación y a que exploren cómo ellos podrían escoger formas de vivir
tales que el abuso permanezca fuera de su relación.

12
Como terapeutas narrativos, una de nuestras principales intenciones es
subvertir la práctica, dominante en nuestra sociedad, de medirnos a
nosotros mismos, a nuestras relaciones y a otros por normas
estandarizadas. Para nosotros, dos escalas dimensionales normativas
(‘saludable-enfermo’, ‘talentoso o superdotado-débil o debilitado’)
invitan a los terapeutas y a las parejas que los consultan a descripciones
delgadas –pálidas, reduccionistas- de sus vidas multihistoriadas o vidas
con múltiples historias. Estas dos escalas dimensionales impregnan la
cultura occidental contemporánea y cada una de ellas coexiste con
una historia prescriptita acerca de la forma correcta o saludable o
exitosa de vivir o de tener una relación. Y ninguno de nosotros puede
estar a la altura de las demandas de esas normas; estamos o
demasiado delgados o demasiado gordos, demasiado vigorosos o
demasiado pasivos, demasiado dedicados o no suficientemente
dedicados. Nuestras relaciones son demasiado rígidas o demasiado
amalgamadas, demasiado focalizadas en el sexo o sexualmente
insuficientes, demasiado calientes o demasiado frías. Aún cuando
estemos a la altura, es dentro de los dictados de una historia
dimensional delgada.

Más que buscar la patología o el funcionamiento imperfecto en las


parejas, nosotros tratamos de examinar las historias culturales
problemáticas de manera colaborativa y multidimensional. Nosotros
entablamos conversaciones para exponer discursos problemáticos y dar
a las parejas la oportunidad de describir y evaluar los efectos de estos
discursos en su relación. Por ejemplo, permítanos discutir una
conversación que tuvimos con Ted y Carol. Carol se quejaba de que
Ted siempre caminaba adelante de ella y en los centros comerciales
siempre se adelantaba a las tiendas donde él quería comprar, no en los
que ella prefería. Cuando Carol anotó este patrón, ella se preguntaba si
eso quería decir que ella era una persona lenta o si Ted no la cuidaba ni
tenía en cuenta sus preferencias. Ted pensaba de todo esto que él era
un caminador rápido. Como nosotros hicimos preguntas para explorar
las historias culturales que formaban su manera de caminar, nos pareció
a todos nosotros que la socialización de género soportaba o respaldaba
a Ted que sin pensar marcaba el paso y a Carol quien también sin
pensar, seguía hacia delante, aunque esto la hacía sentir como una
‘niñita’ o una ‘cachorra’. Nuestra conversación les permitió a Carol y a
Ted separarse ellos del problema, notar los efectos que esto tenía en sus
vidas y considerar lo que ellos preferían para su relación.

Hemos trabajado con parejas en las cuales los valores corporativos o


colectivos han jugado el papel principal en la creación de sus
problemas, manteniendo a uno de los miembros de la pareja agotado y
desatento de lo que era más importante para él o ella mismo(a) y para
la relación. En la pareja que describimos más adelante en este capítulo,
las diferencias de clase social contribuyen a las relaciones de poder

13
problemáticas y alimentan el miedo (temor) y la duda en la relación. En
cada ejemplo, las historias acerca de lo que los discursos estaban
influyendo negativamente en su relación y acerca de lo que preferían
en la vida, emergieron en la conversación colaborativa con una pareja.
Nuestros deseos en cada ejemplo fueron que la pareja tuviera la última
palabra frente a lo que preferían y que la escogencia se hiciera en un
dominio multi-dimensional, no contra un criterio bi-dimensional.

La evaluación del funcionamiento y disfunción de la pareja.

Nosotros pensamos que la información es generada más que


‘recolectada’ en las conversaciones terapéuticas. De manera más
literal, creemos que nos estamos inventando a nosotros mismos y a
cada uno de los otros a medida que lo vamos haciendo. Esta es una
idea posestructuralista. No asumimos que una pareja tenga una
estructura interaccional o relacional particular que podamos evaluar.
No creemos que la gente o las relaciones tengan identidades estables y
cuantificables o características ‘típicas’ de tal manera que nosotros no
tratamos de descubrir o recolectar información sobre tales
características. En cambio, pensamos que la vida de la gente está o es
multihistoriada y creemos que cada una de las cosas que se dicen
genera nuevas posibilidades para la interpretación y la acción.

Aunque evitamos la posición de hacer evaluaciones profesionales y


‘expertas’, reconocemos que el papel de terapeuta/entrevistador es
poderoso. Cada pregunta que hacemos dirige la atención a un
dominio particular y se aleja de muchos otros. Queremos que la gente
interprete y evalúe su propia experiencia pero nuestras preguntas
inevitablemente configuran la información. Por esta razón, nosotros
‘situamos’ nuestras preguntas. Esto es, nosotros describimos de dónde
vienen y nuestras intenciones al hacerlas de manera que la gente
puede o pueda evaluar nuestros prejuicios y decidir qué hacer con ellos
o cómo relacionarse con ellos. Creemos que la gente está en una mejor
posición para interpretar, significar y evaluar su propia experiencia que
los que están afuera aunque los que están afuera estén entrenados
para ayudar.

Debido a que nosotros no nos suscribimos a las ideas normativas de lo


que constituye una saludable relación de pareja, nosotros no sabemos
cómo explicar qué criterios usar para evaluar parejas. En vez de evaluar,
estamos interesados en escuchar detalladamente las narrativas
específicas y sus contextos. Como hacemos preguntas para producir sus
historias, nosotros animamos a aquellos con quienes trabajamos para
que evalúen sus problemas y su relación con los problemas así como la
terapia misma.

14
Nosotros hacemos preguntas que inviten a los miembros de una pareja
a hacer lo siguiente:
• evaluar su situación actual,
• nombrar los problemas implicados,
• evaluar su relación con esos problemas,
• tomar una posición con respecto a ellos,
• contar historias más satisfactorias de su relación,
• evaluar la utilidad de las historias alternativas.

Queremos saber si las historias alternativas le hablan a la gente de una


identidad más satisfactoria como pareja. Al contar las nuevas historias y
reflejarse en ellas, la gente colabora con nosotros en una evaluación
actual de sus nuevas expresiones de sí mismos y de su relación.

Aquí hay algunas preguntas que podríamos hacer para invitar a las
personas a que evalúen su situación y su experiencia de terapia:

• ‘¿Qué nombre le daría al problema?’


• ‘¿Cómo es tener la experiencia del problema?’
• ‘¿Qué efectos tiene el problema en su vida?’
• ‘¿Qué efectos tiene el problema en su relación con el otro?’
• ‘¿Qué ha hablado acerca de esto con su compañero? ¿Qué
impacto ha tenido esto?’
• ‘¿Qué efecto tiene el problema en otras relaciones?’
• ‘¿Cómo altera el problema su relación consigo mismo?’
• ‘¿Esto es lo que usted quiere para su relación? ¿Por qué sí o por
qué no?’
• ‘¿Esto es lo que usted quiere para sí mismo? ¿Por qué sí o por qué
no?’
• ‘¿Nosotros estamos hablando acerca de lo que usted quiere que
hablemos?’
• ‘¿Esta conversación es útil?’
• ‘¿Cómo es útil?’

Al hablar y vivir fuera de muchas hebras de las historias alternativas, los


compañeros en una pareja evalúan muchos aspectos de sus vidas: sus
pensamientos privados, sentimientos, esperanzas y temores; sus
interacciones diádicas; las contribuciones de la cultura de origen de
cada uno a la pareja y al compañero; sus interrelaciones con
instituciones y tradiciones locales, etc.

Aun cuando nosotros hacemos lo humanamente posible por evitar la


evaluación ‘experta’, categórica y reduccionista, sería engañoso
insinuar que nosotros no hacemos algún tipo de evaluación. Un tipo de
evaluación que hacemos tiene que ver con cuáles partes de la historia

15
de una pareja pueden estar configuradas por discursos que son
invisibles para los compañeros. Hacemos preguntas que los invitan a
desenmascarar la operatividad de tales discursos y que ofrecen una
oportunidad para decidir dónde pueden ellos ubicarse y cómo les
gustaría que fuera su relación de frente a tales discursos.

Nosotros nos interesamos particularmente en que los compañeros


produzcan evaluaciones de relaciones de poder. A menudo esto
implica hacer preguntas que los inviten a considerar los efectos de los
discursos de género, etnicidad, dominancia heterosexual, clase, cultura
corporativa, patriarcado, edad y otros factores socioculturales en su
relación. Podríamos iniciar una conversación así con preguntas similares
a las que siguen. Tratamos de tener conversaciones interactivas bien
pensadas donde cada pregunta responda a la última respuesta. Es
difícil capturar este sabor en una serie de preguntas hipotéticas. No
podríamos hacer estas preguntas al comienzo de una conversación.
Ellas comprenderían un argumento detallado de un grupo de
experiencias.

• Martha, tú has dicho que el temor a la humillación permanece en


ti cuando tienes que ir a eventos sociales con Brian. Tú describiste
que él fracasa al introducirte con la gente que él conoce y lo que
él dice sobre ti cuando tú tratas de participar o de tomar parte.
¿Es correcto?

• Brian, ¿qué es lo que te gusta escuchar de que tus acciones sean


descritas de esta manera? ¿Esto encaja en cómo te gusta pensar
de ti mismo?

• ¿Qué o quién que tú pienses podrías introducir a esta manera de


actuar?

• Tu padre y tus tíos indudablemente no se inventaron esta forma


de ser. ¿Dónde crees que ellos pudieron haberla aprendido?

• Martha, he notado que todos estos ejemplos son de hombres. ¿Tú


piensas que esto es una coincidencia?

• ¿Tú piensas que ésta es una forma de actuar solamente de


mujeres o también de niños?

• ¿Cómo podríamos llamar a esta forma de actuar?

• Brian, ¿piensas que esto podría ser algo así como ser una mujer o
un niño excluido o descartados?

16
• ¿Esto es lo que tú quisieras que las mujeres y los niños
experimentaran de ti? ¿Por qué no? ¿Más bien qué tendrían que
saber ellos sobre ti?

• Martha, tú ya has dicho que este sentirse excluida o descartado


te mantiene inadecuada o no estás a la altura para socializar con
John ¿Hay otras formas en las cuales esto afecta tu relación?

• ¿Esto es lo que tú quieres para tu relación? ¿Qué preferirías?

• Hemos estado hablando acerca de un aspecto de nuestra


cultura en el cual las mujeres y los niños son invisibles o son
considerados como una propiedad. Es claro John que esto no
encaja con tu forma de pensar aunque tú has sido chupado por
algunas formas de actuar que van con esto. Martha, ¿tú piensas
que has sido tragada o chupada por o dentro de alguna de las
acciones que van con estas ideas?

• ¿Qué nombre le darías a esto?

• ¿Cómo está siendo esto para ti?. ¿Cómo preferirías que fuera tu
relación?

Debido a que nosotros pensamos que ‘self’, ‘personalidad’, ‘identidad’


son experiencias que emergen y siempre están cambiando en la
relación, no sabemos exactamente quién responderá cuando le
pidamos a una persona que trace una distinción o evalúe el efecto de
una acción. Para hacer esto transparente, nosotros podríamos
preguntar ‘¿está hablando el problema?’ o ‘¿de quién son los valores
que lo guían para decir que la cultura es gay o que es recta?’

Al exponer los discursos que soportan los problemas, los individuos y las
parejas se pueden separar a sí mismos o ellos mismos de las maneras de
ser que son soportadas por aquellos discursos y pueden identificar y
reconocer las percepciones actitudes y acciones preferidas. Aún
cuando nosotros no pensamos que las fuerzas o los recursos sean
productos fijos y no aplicamos cuestionarios para inventariarlos, estamos
muy interesados en escuchar las historias de las relaciones y de los
eventos que ayudan a las personas a tener un sentido de escogencia,
agencia, propósito y logro en su vida como pareja.

Metas terapéuticas

Nuestra meta general en la terapia es colaborar con la gente para que


viva momento a momento, escoja las historias de vida que prefieran,
que sean más justos y que hagan sus mundos más satisfactorios. Estamos
muy interesados en abrir posibilidades que nosotros tenemos para

17
concluir. Esto nos hace recelosos frente a las ‘metas terapéuticas’ como
usualmente se definen y practican. Pensamos que las metas -a menos
que estén o sean tentativamente establecidas y rigurosamente
actualizadas- pueden establecer trayectorias únicas y específicas para
la vida de las personas. Todo esto puede fácilmente cerrar las
posibilidades. La metáfora narrativa nos sesga a pensar acerca de las
posibilidades que despliegan una historia más que acerca de las metas
las cuales usualmente son establecidas por adelantado y perseguidas
más o menos con resolución. En vez de metas, nosotros tendemos a
hablar de ‘proyectos’ o ‘direcciones de vida’.

El proceso de identificar proyectos es fluido y cambia conforme se


hacen las nuevas distinciones y conforme se despliegan las historias
alternativas. Los problemas se pueden pensar como tramas y los
proyectos como contra tramas. Los compañeros en una pareja pueden
nombrar juntos los proyectos para la relación, los proyectos individuales
o ambos. Para algunas parejas, la negociación colaborativa de
directrices en la vida compartidas o complementarias puede ser una
parte significativa –algunas veces aún una inspiración- de la terapia.

La estructura del proceso terapéutico

Aunque nosotros jugamos un papel activo en la estructuración de la


terapia, nosotros les pedimos a las parejas que colaboren con nosotros
de tal manera que el proceso encaje en sus circunstancias.

Contar y atestiguar

Una alteración rítmica entre contar y atestiguar caracteriza el trabajo


narrativo. Nosotros establecemos una estructura temprana o primaria en
nuestro trabajo con parejas a la que nosotros volvemos una y otra vez.
Le pedimos a uno de los miembros de la pareja que cuente su historia
mientras que el otro escucha en posición de testigo. Entonces le
pedimos al testigo que refleje lo que ha escuchado. Luego cambiamos
las posiciones de tal manera que quien ha estado en posición de
testigo, pueda contar su historia.

Iniciamos este proceso haciendo contacto visual y hablando con cada


persona al tiempo y después le pedimos al compañero sus comentarios.
Algunas veces somos más explícitos diciendo algo como esto: ‘lo que
me gustaría hacer es hablar contigo, Rubin, por un momento y tú Ellen,
escuchas. Después de un rato, iré contigo, Ellen, y te pediré que digas lo
que estabas pensando mientras Rubin estaba hablando. Entonces
cambiaremos y tú Rubin, escucharás mientras que Ellen y yo
conversamos. ¿Está bien?’

18
Nosotros usamos alternar el contar con el atestiguar en otras formas
también. Algunas veces una pareja describe algo y el terapeuta refleja.
Aunque nosotros dos muy a menudo trabajamos por separado, mucha
gente nos conoce como pareja y padres en nuestro trabajo. Las parejas
heterosexuales en particular, algunas veces nos piden trabajar en
coterapia. Cuando hacemos esto, uno de los dos toma el papel de
entrevistador y el otro refleja. Algunas veces incluimos un grupo de
testigos externos o un equipo reflexivo como parte de la estructura. En
este caso, el grupo testigo externo escucha mientras nosotros
entrevistamos a la pareja. Entonces tenemos un receso y los testigos
externos reflejan lo que han escuchado. En la última parte de la
entrevista, la pareja responde a las reflexiones. En ocasiones, en
particular como parte del entrenamiento o de la consulta, el equipo
reflexivo está compuesto de terapeutas. En otros momentos, en
respuesta a nuestra formulación de la posibilidad, las parejas están de
acuerdo con nosotros para invitar a otras parejas (cuyos miembros han
tenido la experiencia de lidiar con un problema particular) para que
sirvan como grupo testigo externo. O las parejas pueden invitar a otras
personas que son importantes en sus vidas a juntarse como grupo de
testigos externos.

Duración, frecuencia y número de reuniones

Nosotros negociamos el tiempo de cada una de las siguientes reuniones


a medida que vamos haciendo cada sesión. Al final de las reuniones
con las parejas, les preguntamos si la conversación ha sido útil. Si lo ha
sido, les preguntamos cómo. Entonces les preguntamos si les gustaría
regresar y si es así, cuándo.

Les pedimos a las parejas tomar esta decisión cada vez de tal manera
que estén al menos tan activos como nosotros para evaluar qué plan
sería más útil. Algunas veces, como cuando ellos están en medio de una
conversación intensa, las parejas quieren regresar muy pronto. A
menudo, debido a que los compañeros se han estado escuchando
cada uno al otro de una nueva manera y hacen nuevas distinciones,
están interesados en destinar algún tiempo para descubrir o averiguar
que diferencias harán en sus vidas estas nuevas experiencias.
Escuchamos cómo negocian cada uno con el otro acerca de cuánto
tomarán sus exploraciones. Ocasionalmente y debido a que los
compañeros no están seguros de cuánto tiempo sería útil, una pareja
decide telefonearnos para la próxima cita.

Nosotros generalmente nos reunimos con las parejas por 60 minutos


cada vez pero hemos negociado reuniones más largas para futuras
reuniones, cuando todos nosotros acordamos que deseamos que haya
más tiempo para completar una conversación. Cuánto dure la terapia
es muy variable y se determina con cada pareja. Algunas parejas

19
vienen a lidiar con un problema único y la terapia puede consistir de
dos o tres reuniones. Otras están involucradas en desarrollar historias muy
ricas y detalladas de las vidas de los dos compañeros. Su terapia puede
continuar varios años. La mayoría están entre las dos modalidades.

Focalizando sobre nuevas direcciones en la vida

Nosotros pensamos si simplemente sentarse para una reunión en un


consultorio invita a las personas a re-sumergirse en historias
problemáticas. Con esto en mente, estructuramos las conversaciones
terapéuticas de tal manera que inviten a la gente a continuar
explorando, describiendo y experimentando directrices en la vida que
hayan sido reveladas en nuestras reuniones previas –nuevas distinciones,
posiciones que la gente haya tomado acerca de su relación con el
problema y nuevas historias que han desarrollado. Algunas veces
leemos nuestras notas en voz alta y hacemos preguntas como: ‘¿podría
decirnos acerca de nuevos desarrollos que tengan relación con lo que
estuvimos hablando la última vez?’ Algunas veces comenzamos
preguntando si ha habido pensamientos o eventos importantes que
conecten con nuestra conversación anterior.

Otra manera en la cual estructuramos la terapia es pensando sobre


cómo mantener vivas y creciendo las historias entre conversaciones.
Usamos cartas, documentos, videos y algo para documentar y circular
historias alternativas. Por ejemplo, después de una entrevista
terapéutica podemos escribir una carta formulando preguntas que
inviten a los compañeros a desarrollar una historia alternativa incluso
más allá de lo que ellos hicieron en la entrevista o podemos enviar un
documento anotando la posición que ellos tomaron con relación al
problema. Pensamos que la lectura de este documento entre las
sesiones y las conversaciones que puedan seguir a la lectura puede
contribuir a mantener una historia viva y en crecimiento.

Medicación

Nuestra experiencia es que las ideas sobre la medicación son tan


dominantes que la gente que viene con nosotros para terapia plantea
la cuestión antes de que a nosotros se nos ocurra. Las medicaciones
raramente son un foco de la terapia de pareja. Si algo sobre la
medicación de uno de los miembros de la pareja o la condición por la
cual está siendo prescrita parece ser el problema para una pareja,
nosotros manejamos este problema de la misma manera que
manejamos otros –le pedimos a cada compañero que describa el
problema y sus efectos, identificando ‘acontecimientos extraordinarios’
(aquellos eventos que se sitúan fuera de y no serían pronosticados por la

20
historia problema) concernientes al problema y desarrollando las
historias de aquellos acontecimientos extraordinarios.

El rol del terapeuta

Epston (1999, pp.141-142) escribe:

Yo elegí para orientarme a mí mismo la metáfora de co-


investigación tanto por su seductora familiaridad como por su
radical salida de la práctica clínica convencional. Esto rompió con
la muy respetable noción de investigación y con la extraña idea de
la co-producción de conocimiento por los enfermos y los
terapeutas… Esto ha conducido y continuamente conduce a
prácticas para descubrir un “conocimiento” de tal manera que
todos los grupos podrían hacer buen uso de él. Tales conocimientos
son intensa y descaradamente pragmáticos.

Nosotros nos unimos a Epston y pensamos acerca de nuestro trabajo


como una co-investigación.

Con el fin de hacer co-investigación, la relación terapéutica es


extremadamente importante. Como co-investigadores, tenemos más
preguntas que respuestas sobre las relaciones terapéuticas. Las
siguientes son algunas preguntas que nosotros (Freedman & Combs,
2000) nos hacemos a nosotros mismos para poder ajustar nuestra
participación en las relaciones con las parejas:

• ¿La voz de quiénes está siendo privilegiada en esta relación?


¿Cuál es el efecto de esto en la relación y en el trabajo?

• ¿Alguien está mostrando signos de terminar, de no ser capaz de


entrar totalmente en el trabajo? Si así es, ¿qué discursos/relación
de poder contribuyen para la terminación o para el cierre?

• ¿Qué estamos haciendo nosotros para promover la


colaboración? ¿Entre quiénes? ¿Cuál es el efecto de esta
colaboración?

• ¿Esta relación está abriendo o cerrando la experiencia de


agencia?

• ¿Esta relación toma en cuenta otras personas, comunidades y


culturas relevantes? ¿Nosotros estamos considerando los efectos o
las reacciones en cadena de esta relación?

• ¿Estoy preguntando si y cómo es útil el trabajo y adaptándolo de


acuerdo con la respuesta?

21
White (2000) describe el rol de un terapeuta en este trabajo como un rol
descentrado pero influyente. Nosotros no participamos como
representantes del conocimiento profesional, ni como autoridades sobre
lo que constituye una relación normal o saludable sino como personas
con herramientas que facilitan el proyecto de co-investigación.

Nosotros hacemos preguntas para ayudar a exponer vacíos o


contradicciones en las historias problemáticas que traen las parejas a la
terapia y para abrir un espacio para y densamente describir
alternativas. Trabajamos para mantener la conversación focalizada y
relevante. Facilitamos la evaluación actual de las personas sobre el
proceso preguntando cómo va la conversación para ellos y
respondiendo a sus respuestas. Al mismo tiempo, reflejamos y ofrecemos
direcciones alternativas para nuestras conversaciones.

Trabajamos para crear un contexto colaborativo. Situamos nuestras


ideas en nuestra propia experiencia y hacemos nuestras intenciones
transparentes. Alentamos a las parejas a que hagan preguntas sobre
nuestras preguntas y comentarios. Cuando la terapia va bien (y algunas
veces cuando no) cambiamos todos. Agradecemos a las parejas cómo
nuestro trabajo y nuestras vidas son enriquecidos a través de las
reuniones con ellos.

Técnicas de terapia de pareja

Escuchar

Cuando nos reunimos con las personas por primera vez, queremos
entender el significado de sus historias desde ellos. Esto significa
convertirnos en filtros ‘expertos’: no escuchando las demandas o quejas
principales; no ‘recolectando’ o ‘recogiendo’ -nosotros como expertos-
trozos de información diagnóstica entremezclada en sus historias; no
escuchando sus anécdotas como matrices dentro de las cuales están
arraigados los recursos; no atender las indirectas superficiales acerca de
lo que es ‘realmente’ la esencia del problema y no comparando los
selves que ellos representan en sus historias con estándares normativos.

En un comienzo, preguntamos acerca de aspectos no problemáticos


de las vidas de cada compañero y de su relación. Nos interesamos en
conocer a los miembros de una pareja como personas y en estar
seguros de que el problema no nos entrampe malentendiéndolos por
esto. A menos que la gente insista en moverse rápidamente para hablar
de los problemas, nosotros agotamos una escucha amplia de las
historias acerca de sus preferencias y sus placeres. En algún punto de
este proceso, usualmente la gente comienza a contar
espontáneamente las historias teñidas de problemas.

22
Así como escuchamos sus historias del problema, tratamos de ponernos
en los zapatos de la gente con la cual trabajamos. Nosotros no
asumimos que estamos interesados en el significado de lo
experimentado por ellos. Nosotros escuchamos y preguntamos.
Conectar con la experiencia de las personas desde su perspectiva nos
orienta a las realidades específicas que conforman y son conformadas
por sus narrativas personales. Este tipo de entendimiento requiere que
escuchemos con atención focalizada, paciencia y curiosidad mientras
se construye una relación de respeto mutuo y de verdad.

La escucha deconstructiva

Cuando escuchamos ‘deconstructivamente’ las historias de la gente,


nuestra escucha está guiada por la creencia de que estas historias
tienen muchos significados posibles. El significado que como escuchas
hacemos es, con frecuencia, al menos un poco diferente del significado
que quien habla ha propuesto o pretende. Nosotros buscamos
capitalizar esto para valorar los vacíos que notamos en nuestro
entendimiento y pedirle a las personas que entren en detalles o para
escuchar ambigüedades en el significado y entonces preguntarle a las
personas sobre estas ambigüedades.

Así como la gente cuenta sus historias, nosotros reflejamos a intervalos


nuestro sentido de lo que ellos están diciendo y preguntamos si el
significado que nosotros damos encaja con el significado que ellos
proponen o pretenden. Aunque nuestra intención es entender las
realidades de las personas desde algo muy cercano a su punto de vista,
sus realidades inevitablemente comienzan a cambiar, al menos un
poco, según como ellos expandan su narrativa en respuesta a nuestro
re-narrar y a nuestras preguntas. Nuestra presencia hace su mundo
diferente. A lo largo de este proceso, nosotros nos esforzamos por
escuchar con consideración lo que las nuevas construcciones hacen
emerger. Nosotros preguntamos en voz alta si ellas son útiles y
deseables. Nosotros luchamos o nos esforzamos por co-crear un proceso
en el cual la gente experimente elegir más que ‘seguridades estables’
(J. Bruner, 1986) con respecto a las realidades que ellos habitan.

Cuestionamiento deconstructivo o preguntas deconstructivas

Michael White (1991) definió la deconstrucción activa y políticamente:

De acuerdo a mi imprecisa definición, la deconstrucción tiene que


ver con los procedimientos que subvierten las realidades y
prácticas tomadas como garantías: aquellas así llamadas
‘verdades’ que se desprenden de las condiciones y del contexto
de su producción; aquellas incorpóreas formas de hablar que

23
ocultan sus tendencias y prejuicios y aquellas prácticas familiares
del self y de la relación que están subyugando la vida de las
personas. (p.27)

El modelo médico y otros discursos del poder moderno pueden


conducir a las personas a un sentido de sí mismas como ‘cuerpos
dóciles’ (Foucault 1977) sujetas a conocimientos y procedimientos en los
cuales ellas no tienen voz activa. Hay historias subyugadoras de género,
raza, clase, edad, orientación sexual y religión (para mencionar
algunas) las cuales son tan prevalecientes y arraigadas en nuestra
cultura que nosotros podemos enredarnos en ellas sin darnos cuenta.
Nosotros creemos que es nuestra responsabilidad como terapeutas
cultivar una conciencia creciente de las historias dominantes (y
dominadas) en nuestra sociedad y desarrollar formas de examinar
colaborativamente los efectos de estas historias cuando las sentimos
trabajar en las vidas y relaciones de la gente que nos consulta.

Hare-Mustin (1994) ha usado la metáfora de un ‘salón espejeado’ para


hablar acerca de cómo las únicas ideas que pueden surgir en terapia
son las ideas que la gente implicada trae al salón de la terapia:

El salón de la terapia es como un salón con espejos. Ellos reflejan


solamente lo que se dice dentro de él… Si el terapeuta y la familia
no son concientes de los discursos marginales tales como los
asociados con miembros de grupos subordinados como género,
raza y clase, estos discursos permanecen fuera del salón
espejeado. (22)

Esta noción implica que nosotros, terapeutas, debemos reflejar


continuamente los discursos que cambian nuestras percepciones de lo
que es posible tanto para nosotros mismos como para la gente con la
cual trabajamos. Tal reflexión nos pone o nos sitúa en la posición de
hacer preguntas deconstructivas -preguntas cuya ayuda sea examinar
en detalle los problemas y exponer los discursos que los sostienen.

Conversaciones externalizadoras

White (1987, 1988/9, 1989; véase también Epston 1993) introdujo la idea
de que la persona no es el problema sino que el problema es el
problema. La ‘externalización’ es una práctica soportada por la
creencia de que un problema es algo que opera sobre o que tiene un
impacto sobre o que impregna la vida de una persona, algo separado
de y diferente a la persona.

Nosotros creemos que escuchar con la creencia de que los problemas


están separados de la persona tiene un poderoso efecto
deconstructivo. Esto nos inclina a interactuar de una manera diferente

24
con la gente que si nosotros los viéramos como intrínsecamente
problemáticos. Esto crea un contexto diferente para recibir las historias
de las personas; un contexto en el cual podemos trabajar para
entender sus problemas sin ver a las personas como problemáticas o
patológicos. En este tipo de contexto, las historias de las personas casi
siempre se convierten en menos restrictivas.

Nosotros podemos exponer los discursos dominantes haciendo


preguntas externalizadoras acerca de las influencias contextuales sobre
el problema. ¿Qué ‘alimenta’ al problema? ¿Qué lo ‘depriva’? ¿En qué
escenarios podría ser útil la actitud problemática? ¿Qué personas serían
orgullosamente o satisfactoriamente defendidas por el problema? ¿Qué
grupos de personas se opondrían definitivamente a él y a sus
intenciones? Preguntas como éstas invitan a la gente a considerar
cómo el contexto de sus vidas afecta el problema y viceversa.

Como indica Reiss (1985, p.257) una construcción familiar de la realidad


requiere soporte de afuera de la familia: ‘Ciertamente, la familia es
sustentada por y contribuye a las construcciones de la comunidad en la
cual vive’. Mucho del desequilibrio de poder en las parejas se soporta
en desequilibrios de poder en la cultura más amplia; desequilibrios que
están soportados por las historias dominantes sobre clase, género,
orientación sexual, raza, etc.

Al externalizar los problemas, se establece que más que ser el problema,


la persona o la pareja tiene una relación con el problema. Ambos
miembros de una pareja tienen la oportunidad para describir sus
relaciones con los problemas de varias maneras. Una de las
consecuencias de una conversación externalizadora es que se vuelve
claro que ambos compañeros tienen relaciones con el problema que
ellos nombran o nominan.

En las conversaciones externalizantes nos interesamos particularmente


por escuchar las descripciones de los efectos de los problemas.
Preguntar acerca de los efectos de un problema en ambos miembros
de una pareja, sus vidas y sus relaciones, puede ser particularmente útil.
Esto ayuda a mantener la identidad del problema separada de cada
compañero. Moviliza a los miembros de la pareja para juntarse
oponiéndose a los efectos del problema. Esto es particularmente útil en
situaciones en las cuales el problema los ha mantenido separados. La
gente puede dejar de pensar acerca de sí misma o de sus relaciones
como inherentemente problemáticos y en cambio puede considerar sus
relaciones con los problemas y considerar si quieren revisarlos.

25
Nombrar el problema y el proyecto

Cuando la gente nombra un problema, comienza el proceso de


externalización. Nombrar el problema también puede ser una forma de
examinarlo y pensar de manera diferente acerca de él. Esto puede ser
poético y convincente.

Recientemente vimos una joven pareja heterosexual. El hombre


describió el problema despertándolo a mitad de la noche con una
escopeta en su cabeza. Cuando le pedimos que nombrara el problema
(al cual él se había estado refiriendo como ‘ataques de ansiedad’), él lo
llamó ‘el ladrón’ porque estaba tratando de robarle su sueño. Su
compañera, quien había estado despectiva frente al miedo a la
dificultad para dormir hasta ese momento, pudo relatar fácilmente el
terror a un robo en la oscuridad de la noche. Ella comenzó a apreciar la
valentía de su compañero para enfrentarlo solo. Ella sugirió que él la
despertara para que ella le pudiera ayudar.

Al pedirles a las personas que evalúen su relación con el problema,


nosotros a menudo comenzamos a escuchar lo que ellos prefieren. Nos
interesamos especialmente en escuchar sobre las direcciones preferidas
de la vida. Escuchamos palabras en las descripciones de las personas,
que podrían servir como nombres buenos para los proyectos. Hacemos
preguntas que los inviten a nombrar proyectos. Estas preguntas pueden
ser muy directas. Por ejemplo, una pareja ha nombrado ‘culpa’ a un
problema. Ellos estaban contando un incidente en el cual ellos podrían
haberse enredado en una culpabilización pero no lo hicieron. Julie
contó cómo ella finalizó un proyecto en el que estaba trabajando, dejó
que Fran supiera que esto finalmente se había hecho y describió una
manera en la que le gustaría celebrar. Fran no estuvo en la cena que
Julie quería esa noche y además no llegó a casa sino hasta muy tarde.
En el pasado, ‘la culpabilización’ hubiera convencido a Julie de que
Fran realmente no cuidaba la relación. En este momento Julie fue
capaz de escapar de ‘la culpabilización’, le preguntó a Fran cuál fue su
intención y creyó en su respuesta. En este ejemplo podríamos
preguntarle a Julie si preguntar acerca de la intención de Fran en vez
de asumir que ella lo sabía reflejaba un sentido en la vida –aquél en el
que la culpabilización podría haberla mantenido a ella en la mira. Si
Julie hubiera asentido, le podríamos preguntar si este sentido en la vida
representaba un proyecto en el que la pareja estuviera interesada. Si
ellos lo estuvieran, les podríamos preguntar qué nombre le darían al
proyecto.

Algunos problemas y proyectos son compartidos por los compañeros de


una pareja. Otros conciernen a uno de los compañeros pero no al otro.
Atestiguar las historias de cada uno y escuchar los problemas y

26
proyectos que comparten puede ser muy importante para una pareja
aunque los compañeros no tengan un foco compartido.

Cuando los compañeros de una pareja nombran los problemas y los


proyectos, nosotros seguimos su rastro. La discusión explícita y directa de
los proyectos y su contraste con los problemas puede ser parte vital de
la terapia. Tales discusiones ocasionan y espesan las contratramas de las
historias problemáticas. Esto aumenta el significado que se da a
experiencias particulares. Sin una contratrama identificada, las
experiencias que yacen fuera de la historia del problema pueden pasar
inadvertida o parecer triviales. Con una contratrama, la gente puede
percibir la forma y el significado en sus experiencias no problemáticas.
Por ejemplo, una vez que los compañeros en una pareja han estado de
acuerdo en ‘escuchar más con nuestras esperanzas y menos con
nuestros temores’ como un proyecto compartido, cualquier
conversación que tengan puede ser una trama en la narrativa de cómo
las esperanzas y los temores influyen su escucha. Hasta cuando un
proyecto sea explícitamente discutido y acordado, las conversaciones
pueden dar muy diferentes significados o no significar nada.

Nosotros mantenemos proyectos presentes en la terapia a través de


nombres cortos o frases tales como ‘intimidad creciente’, ‘tener una
voz’ o ‘permaneciendo contra la violencia’. Estos nombres a menudo
cambian de acuerdo a como progresa la terapia y es trabajo del
terapeuta mantenerse con los cambios de la pareja en el lenguaje y la
conceptualización. Buscamos nombres personales, evocativos y
poéticos para los problemas y los proyectos. A lo largo de la terapia,
hacemos preguntas que inviten a las personas a configurar sus
percepciones, pensamientos, sentimientos y acciones en historias de
acuerdo a las tramas y contratramas que identifiquen como
significativas para sus vidas.

Acontecimientos extraordinarios

Nuestra vía de entrada para invitar a las personas a contar y vivir nuevas
historias es a través de los ‘acontecimientos extraordinarios’. Un
acontecimiento extraordinario, como se dijo antes, es cualquier evento
no predicho a la luz de una historia saturada de problema. Puede ser un
plan, una acción, una frase, un deseo, un sueño, un pensamiento, una
creencia, una habilidad o un compromiso (Morgan 2000). Un
acontecimiento extraordinario constituye la apertura para que a través
de preguntas y una discusión reflexiva, se puedan desarrollar nuevas
historias.

Algunas veces las parejas ofrecen acontecimientos extraordinarios más


directamente. Por ejemplo, alguien que describe un problema puede
decir, ‘esto no siempre es así’ y describe un acontecimiento

27
extraordinario. No es inusual para ellos, según una pareja se vea
implicada en el proceso de re-autorizar, ahorrar nuevos
acontecimientos extraordinarios para contar a su terapeuta. En otros
momentos, los acontecimientos extraordinarios están tan enterrados en
las descripciones que las personas hacen de sus historias problemáticas
que es importante escuchar muy cuidadosamente para que no las
perdamos. Por ejemplo, si una compañera dice ‘de vez en cuando yo
consigo comunicarme con él pero generalmente….’ y entonces
procede a contar la historia problemática y si nosotros escuchamos
atentamente, podemos curiosear sobre ‘de vez en cuando’ así como
podríamos curiosear acerca de las respuestas para dirigir preguntas a
los acontecimientos extraordinarios.

Algunas veces notamos eventos que, dada la historia problemática, no


podríamos predecir: compañeros que creen que ellos tienen problemas
de comunicación y describen el problema con elocuencia o un
compañero que resalta el momento de encontrarse con el otro para la
terapia aun cuando la historia problemática es de irresponsabilidad.

Más a menudo, las oportunidades se desarrollan ‘espontáneamente’ tal


como aquellas que hemos descrito, así que nosotros escuchamos
deconstructivamente y preguntamos a las parejas sobre los efectos de
los problemas en sus vidas y relaciones. Si las oportunidades no se
desarrollan espontáneamente podemos averiguar más directamente
sobre su existencia. Cuando estamos trabajando con un problema
externalizado, una forma sencilla de buscar la oportunidad es preguntar
acerca de la influencia de uno o los dos compañeros en la vida del
problema. Esto es, hacemos preguntas tales como: ‘¿Ha habido un
momento en el que el problema trató de aventajar pero ustedes fueron
capaces de resistir a su influencia?’ o ‘¿Usted o ustedes ha(n) sido
capaz(ces) de escapar del problema por unos pocos minutos?’ o ‘¿está
el problema siempre con usted(es)?’. Cuando las preguntas de este tipo
siguen a un interrogatorio detallado sobre los efectos del problema en
la persona o en la pareja, la gente puede encontrar ejemplos en los
cuales han sido capaces de eludir la influencia del problema. Cada uno
de estos ejemplos es una oportunidad potencial para una narrativa de
vida alternativa.

El desarrollo de historias desde los acontecimientos extraordinarios

Una vez que nosotros hemos convenido sobre una oportunidad que
parece relevante e interesante a uno o a ambos compañeros de una
pareja, los invitamos a desarrollarla en o como una historia alternativa.
No tenemos una fórmula para seguir en este proceso pero tenemos en
mente que las historias implican o involucran o envuelven eventos
organizados por tramas a través del tiempo en contextos particulares y
que usualmente incluyen más de una persona. Las nuevas historias

28
permiten hacer una diferencia en la vida de las personas porque, al
contarlas a otras personas, se interpretan los significados. Nosotros
trabajamos para hacer de la terapia un espacio ritualístico en el cual
ocurra la interpretación de significados. Idealmente, la gente revive los
eventos como ellos los cuentan. Nosotros podemos facilitar esto
haciendo preguntas para desarrollar una historia rica en detalle y
significado.

White (White & Epston 1990) siguiendo a Bruner (1986) habla del
‘panorama dual’ de acción y de conciencia (o, en su trabajo más
reciente, identidad). Sugiere que las historias que constituyen la vida de
las personas se revelan en ambos panoramas y que esto puede ser útil
para que los terapeutas interroguen sobre ambos. Miremos primero el
panorama de acción.

El panorama de acción incluye detalle en modalidades múltiples


involucrando los puntos de vista de múltiples caracteres en una escena
o escenario particular. También incluye la acción misma. ¿Qué sucede,
en qué secuencia, involucrando qué caracteres?

Tomemos el ejemplo de Jack y Lisa en un primer encuentro de terapia y


ellos dicen que su relación se ha ido deteriorando por años y que esta
es la primera vez que ellos buscan terapia. Nosotros podríamos
preguntar si simplemente el decidir y venir a terapia es un
acontecimiento extraordinario. Las siguientes son algunas preguntas que
podríamos hacer:

• ¿Quién ha sugerido venir a terapia?

• ¿Cuál fue la mirada de Jack cuando usted lo sugirió? ¿Cambió la


mirada cuando usted le dijo algo más?

• Jack, ¿qué pensó cuando Lisa le hizo la sugerencia? ¿Qué


cambió en usted al hablarlo?

• ¿Lisa, fueron las conversaciones o interacciones entre los dos lo


que la impulsó a sacar esto? ¿Fue alguna cosa que Jack dijo?

• Jack, ¿recuerda esto? ¿Usted qué estaba pensando que lo llevó


a decir esto?

• ¿Quién está más contento de que ustedes hayan dado este


paso? ¿Qué dicen sobre esto?

En el panorama de acción, estamos interesados en construir un ‘self de


agencia’ con la gente. Esto es, hacemos preguntas con la mira de
realzar aquellos aspectos de la historia emergente que soportan la

29
‘agencia personal’ (Adam-Westcorr, Dafforn, & Sterne 1993). El acto de
re-autoriar requiere y demuestra agencia personal y la mayoría de las
personas experimentan esto en este trabajo. Nosotros damos un paso
más lejos al hacer aparente la agencia personal preguntando, de
muchas maneras, cómo la gente ha conseguido lo que tiene.

En el ejemplo anterior, podríamos hacer las siguientes preguntas con


este propósito:

• ¿Dada la desesperación que usted describe, Lisa, a qué recurrió


para decidir hacer algo para enfrentarla?

• ¿Estuvieron ustedes preparando de alguna manera dar este


paso? ¿Qué hubo en esta preparación?

• Jack, ¿usted piensa que Lisa sabía que usted estaba dispuesto a
venir? ¿Cómo consiguió o consiguieron pasar de la desesperación
a estar de acuerdo con hacer algo tan extraño?

Nosotros pensamos así sobre la forma o configuración de una historia:


¿Qué sucedió antes del acontecimiento extraordinario? ¿Cómo
suavemente hizo cosas para revelarlo? ¿Hubo implicadas salidas en
falso? ¿Qué destacó de este episodio en particular? En este sentido,
estamos muy interesados en saber si hay un ‘momento decisivo’, un
lugar donde la historia cambie para bien. Aunque el ‘momento
decisivo’ no es una metáfora adecuada para cada una en cada
situación, cuando sí lo es, distingue un evento significativo que podemos
argumentar en el tiempo. Creemos que es útil focalizar la atención en
este tipo de evento, produciendo aún más forma y detalle, tal vez
tratándolo como la historia dentro de la historia.

No importa cuán vívida sea una historia en el panorama de acción, si es


para tener significado, debe también desarrollarse en el panorama de
identidad. Con ‘panorama de identidad’ nos referimos al territorio
imaginario en el cual la gente argumenta los significados, deseos,
intenciones, creencias, compromisos, motivaciones, valores y lo que se
relaciones con su experiencia en el panorama de acción. En otras
palabras, en el panorama de identidad la gente refleja las
implicaciones de las experiencias historiadas en el panorama de
acción.

Con el fin de explorar el panorama de identidad, hacemos lo que


nosotros (Freedman & Combs 1993) llamamos ‘preguntas significativas’
o ‘preguntas de significado’. Estas son preguntas que invitan a las
personas a detenerse a pensar en el panorama de acción y reflejar los
deseos, motivaciones, valores, creencias, aprendizajes, implicaciones,

30
etc. que llevan a y emanan de las acciones que ellos han narrado. Por
ejemplo, podemos preguntar:

• ¿Qué piensan que dice, acerca de su relación, el que ustedes


acuerden venir juntos a terapia?

• ¿Caracteriza la forma de pensar de ustedes dos hacer cosas para


tener una esperanza secreta en la posición de la desesperación?

En historias de co-autoría, nosotros nos movemos entre el panorama de


acción y el panorama de identidad, tejiendo los dos atrás y adelante
una y otra vez.

Tiempo: El desarrollo de una ‘historia del presente’ y la extensión de la


historia al futuro

White & Epston (1990) escriben:

Los científicos sociales se interesaron en la analogía del texto tras


observar que si bien una manifestación del comportamiento se
produce en el tiempo, de modo tal que cuando se le presta
atención ya no se está dando, el significado que se adscribe a ese
comportamiento se prolonga en el tiempo….En su esfuerzo de dar
sentido a su vida, las personas se enfrentan con la tarea de
organizar su experiencia de los acontecimientos en secuencias
temporales, a fin de obtener un relato coherente de sí mismas y del
mundo que las rodea. (p.9)

Para Interpretar tales relatos, una vez que se ha identificado un evento


preferido, queremos vincular este evento con otros eventos preferidos a
través del tiempo; así que sus significados sobreviven y los eventos y sus
significados pueden espesar la narrativa de una persona o de una
pareja en una forma o de una manera preferida. Por lo tanto, una vez
que se ha historizado e identificado una historia, hacemos preguntas
para vincularla a otros eventos del pasado y desarrollar la historia de
estos eventos. Aquí siguen algunos ejemplos de preguntas que podrían
identificar tales eventos:

• ¿Cuando vuelven la mente hacia atrás, qué eventos les vienen a


la mente que ustedes podrían estar construyendo o que reflejen
otros momentos en los que los hubieran podido echar por tierra
pero que ustedes traen juntos como pareja?

• ¿Si nosotros estuviéramos entrevistando amigos que los hubieran


conocido a lo largo de su relación, quién podría haber predicho
que ustedes dos han sido capaces de conseguir esto? ¿Qué

31
recuerdos podrían compartir con nosotros que les haya permitido
a ellos predecir esto?

Nosotros también podemos preguntar cómo la emergencia de una


nueva historia influye en las ideas de una persona sobre el futuro. Como
las personas liberan cada vez más su pasado del control o dominio de
las historias saturadas de problema, son capaces de prever
(imaginarse), esperar y planear hacia futuros menos problemáticos.
Nosotros podríamos preguntar:
• Nosotros hemos estado hablando sobre un logro y varios eventos
del pasado que prepararon el terreno para este logro. Si ustedes
pensaran que estos eventos crean un tipo de dirección o directriz
o estilo en sus vidas, ¿cuál pensarían que sería el próximo paso?

• Ustedes han aprendido algunas cosas acerca de cada uno que


han cambiado su visión del otro y de la relación. Si ustedes
mantienen esta nueva visión en sus corazones, ¿cómo pensarían
que el futuro podría ser distinto?

Reflejando

El incluir en la terapia el tiempo y el espacio para la reflexión promueve


experiencia de experiencia y es a través de la experiencia de reflejar en
nuestra experiencia como nosotros la significamos o le damos
significado. Aunque la práctica de la reflexión puede ocurrir aún
cuando no la incentivemos formalmente, esta reflexión ‘natural’ no se
focaliza necesariamente en las experiencias preferidas o en las nuevas
narrativas que se desarrollan en las conversaciones terapéuticas.

En nuestra discusión de ‘contar y atestiguar’, nosotros resaltamos


posibles estructuras reflejantes: un compañero refleja en la historia del
otro, el terapeuta refleja y el equipo reflexivo o el grupo reflexivo externo
de testigos. En esta sección, describiremos cómo focalizamos las
conversaciones reflexivas.

Las historias necesitan de escuchas y de narradores. Es a través de la


práctica interpersonal social de narrar y re-narrar historias como ellas
tienen la sustancia suficiente para cambiar las vidas de las personas.
Cuando le pedimos a un compañero que atestigüe la historia del otro,
esperamos que él o ella la escuchen de manera distinta. Invitamos a la
reflexión de tal manera que cada compañero pueda dar voz a lo que
él o ella atestigüen. Hacemos preguntas generales como las siguientes:

• ¿Qué fue lo que escuchaste de lo que Brad estaba diciendo?

• ¿Qué pensabas mientras Linda hablaba?

32
Y hacemos preguntas que inviten más directamente a las personas a
responder a acontecimientos extraordinarios y directrices o direcciones
o estilos preferidos que ellas podrían haber escuchado en nuestra
conversación con sus compañeros. Las siguientes son ejemplo:

• ¿Te sorprendiste cuando Raoul te describió como si te tomaras un


tiempo para permitirle a otros cuidarte?

• ¿Qué significó para ti escuchar a Chantal decir cuán importante


es la relación para ella?

Entonces nosotros hacemos un espacio para que el narrador original


responda a las reflexiones de su compañero.

Cuando es posible, usamos los equipos reflexivos para que hagan de


terapeutas (Andersen 1987) o a los grupos de testigos externos para que
hagan de consultantes y les pedimos que participen debido a que son
personas bien informadas y para incrementar la audiencia de
narradores y re-narradores. Por ejemplo, si estamos trabajando con una
pareja con dificultades de infertilidad, podríamos pedirle a otras parejas
que han atravesado por las mismas dificultades de infertilidad que estén
en el grupo, con permiso de la pareja. Cuando tenemos un equipo
reflexivo o un grupo de testigos externos nosotros lo estructuramos de tal
manera que incluya cuatro partes (Cohen, Combs, DeLaurenti,
DeLaurenti, Freedman, Larimer & Shulman 1998; White 1995).

En la primera parte, el terapeuta entrevista a la pareja mientras que el


grupo de testigos externos observa la entrevista por el espejo
unidireccional (o a una buena distancia). En la segunda parte, el grupo
cambia de lugar con la pareja y el terapeuta. La pareja y el terapeuta
escuchan conversar a los miembros del grupo que hacen preguntas y
comentarios sobre lo que vieron. En la tercera parte, la pareja y el
terapeuta regresan a sus lugares originales y la pareja responde a las
reflexiones que hizo el grupo. En la cuarta parte se reúnen juntos con el
propósito de deconstruir la entrevista o de hacerla transparente. El
terapeuta y los miembros del grupo de testigos externos responden a las
preguntas de cualquiera sobre sus preguntas, propósitos y directrices
que ellos persiguieron en la entrevista.

En la segunda parte de la entrevista, si un grupo de testigos externos o


un equipo reflexivo con poca experiencia está reflejando, el terapeuta
puede hacer preguntas que hagan hablar a los miembros del equipo,
manteniendo el foco sobre lo que mueven los miembros del equipo y
sobre posibles direcciones o directrices preferidas que emergen durante
la entrevista. Nosotros les pedimos a los miembros del equipo situar sus
reflexiones en su propia experiencia, reconocer la confianza que los

33
miembros de la pareja muestran al abrir sus vidas en presencia de otros
y hacer comentarios sobre la diferencia que hacer parte de la
conversación hace a sus propias vidas.

Documentar y circular nuevas historias

Debido a que creemos que las nuevas historias que emergen en la


terapia se vuelven transformadoras cuando se representan fuera del
consultorio, estamos interesados o nos interesamos en documentar y
circular las nuevas historias (White & Epston 1990). Nosotros tomamos
notas en la terapia que documentan las nuevas historias conforme se
desarrollan. A menudo regresamos a esas notas y las leemos en voz alta.
Cuando las parejas toman posiciones o alcanzan nuevas cosas o llegan
a momentos decisivos, podemos crear un documento o certificado que
formalice este evento nuevo en su historia. A menudo filmamos para su
biblioteca y ahí se refleja qué tan lejos han llegado. Podemos hacer
grabaciones o documentos acerca de lo que ellos han aprendido y que
puede ser usado por otros que tengan problemas similares (White &
Epston 1990). A través de este tipo de intercambios, las parejas pueden
aliarse con otros en ligas virtuales.

Algunas veces, escribimos cartas entre sesiones. En ellas reflejamos


acontecimientos extraordinarios y hacemos preguntas que no hemos
hecho en la conversación terapéutica. Esperamos que esto engrosará y
ampliará el conocimiento que ha comenzado a emerger ahí. Algunas
veces generamos documentos formales que enlistan elementos
importantes de nuevas narrativas (Freedman & Combs 1997). Para
fomentar la circulación de este conocimiento, invitamos a las personas
a compartir estos documentos con otras personas en sus vidas.

Factores curativos en la terapia de pareja/mecanismos de cambio

Nosotros creemos que todos vivimos nuestras vidas a través de historias –


historias que nosotros contamos e historias que otros cuentan acerca de
nosotros. Estas historias arrastran el significado de nuestras vidas; ellas
organizan la manera en la cual nosotros organizamos nuestras
relaciones, nuestras identidades y las posibilidades de sujetar nuestras
vidas. Pensamos que la experiencia del significado de sus vidas y
relaciones de las personas cambia a través de los cambios en las
narrativas de sus vidas. Conforme sus narrativas cambian, lo que ellos
hacen y perciben cambia también. Nosotros facilitamos este proceso
haciendo preguntas que resalten eventos no historiados, fomentando la
asignación de significados alrededor de estos eventos vinculando así el
significado a las acciones y los contextos.

Las narrativas de las vidas de las personas son condensaciones y


abstracciones –ellas contienen solamente una pequeña porción de los

34
eventos y circunstancias de sus vidas. De los innumerables eventos que
ocurren cada día, solamente unos pocos son historiados y significados.
Cuando las parejas vienen a terapia, lo que cuentan de sus relaciones
generalmente es problemático y limitado. Esto tiene que ver, al menos
en parte, con historias o discursos culturales más amplios, los cuales
soportan grupos particulares de historias y significados y no otros.

Nosotros enfocamos la terapia como un proceso experiencial a través


del cual las personas recuperan, reviven y significan las historias que
añaden nueva sustancia y posibilidades a sus vidas. En nuestro trabajo
con parejas también vemos un proceso en el cual los compañeros son
testigos del otro en la historización de los eventos alternativos.

Uno de nosotros recientemente tuvo una experiencia con alguien en


terapia que ilustra la manera en que la vida cambia cuando las
narrativas cambian. Rhonda, una mujer de 42 años había sido
demandada por mala práctica hacía 15 años. Aunque el pleito fue
resuelto fuera de la corte, tuvo mucha publicidad y escándalo. Después
de este pleito, la experiencia de Rhonda al comienzo fue tal que ella se
sintió devastada. Con el paso del tiempo, ella se sintió insensible. Su vida
estaba suspendida. Aun cuando ella no encontraba que su relación
con Greg fuera satisfactoria, ella permaneció ahí. Permaneció en su
trabajo. La vida siguió pero ella no. Dejó pasar los años en los cuales
podría haber elegido tener hijos.

Después de 13 años, ella comenzó terapia y comenzó a recuperar su


vida. Comenzó a considerar su carrera y quería entrevistas de trabajo.
Terminó su relación con Greg y se involucró en lo que ella describió
como la mejor relación de su vida con Jeff.

Un día Jeff dijo: ‘Yo no puedo creer que hayas permanecido en la


relación con Greg por tanto tiempo. ¿Por qué lo hiciste?’ Rhonda dijo
que ella no sabía y se vio hablando de otras cosas. Dos días más tarde,
Jeff se disculpó con Rhonda y le dijo que él había sido realmente
desconsiderado al haberle hecho esta pregunta sobre Greg. Por alguna
razón él olvidó el pleito y cómo este suspendió la vida de ella. Rhonda
irrumpió en una explosión de risa y le dijo que ella también lo había
olvidado.

Ella, por supuesto, sabía que esto había pasado pero que no era la
historia central de su vida. Se contaron otras historias, se re-narraron, se
atestiguaron, se documentaron y lo más importante, se re-
experimentaron. Esta versión gruesa de la narrativa de Rhonda soportó
nuevas acciones y posibilidades: una nueva relación, nuevas maneras
de pensar respecto al trabajo y muchos cambios más pequeños. La
manera en la que Rhonda experimentó su vida había cambiado a

35
través de la re-historización de los eventos. Su inmersión en las historias
alternativas soportó nuevas relaciones y otras posibilidades.

Otra forma de describir nuestras ideas acerca del cambio es decir que
en una terapia exitosa se interpretan nuevos significados. ‘Interpretación
de significados’ es un concepto que los terapeutas narrativos han
tomado prestado de la antropología pos-estructural particularmente del
trabajo de Barbara Myerhoff (1982, 1986), quien dio numerosos ejemplos
de cómo, en vez de ser una cualidad innata, el significado surge a
través de la interpretación. A menos que una historia sea contada, re-
narrada, circulada, escrita, actuada, cantada, etc., ésta no tiene
significado duradero. A la luz de esta noción, los nuevos cabos o hilos de
la historia que emerge en respuesta a nuestras preguntas deben ser
circulados y puestos en acción antes de que puedan volverse
significativos.

Cuando Jeff se disculpó con Rhonda por ese lapso de memoria, él


estaba interpretando el significado del lapso. Cuando Rhonda dijo que
ella también había perdido la pista de aquellos 13 dolorosos años, ella
añadió otro nivel de significado al de Jeff. La re-narración que Rhonda
hizo del incidente en terapia fue una gran interpretación de significado
y en esta interpretación, su nueva y jubilosa relación con Jeff se volvio,
de manera apreciable, más real y memorable.

Nosotros creemos que el cambio ocurre a través de interpretar el


significado que tiene lugar en el hecho de narrar y re-narrar las cosas.

Aplicabilidad del tratamiento

Para nosotros, el aspecto más importante de la terapia narrativa es la


cosmovisión. Las prácticas narrativas fluyen de una cosmovisión
narrativa/postestructuralista. Una vez que nosotros comenzamos a ver
los problemas separados de la persona y a situar los problemas en los
discursos socioculturales, ya no vimos más a la gente de forma que
estaba soportada en diagnósticos individuales, de expertos y
tradicionales. Una vez que nos enteramos de las ideas soportadas por la
colaboración, ya no nos experimentamos a nosotros mismos como los
expertos poseedores del conocimiento acerca de lo que pudiera ser
más útil para la gente. En cambio, comenzamos a apreciar el
conocimiento interno que la gente adquiere a través de luchar con
problemas particulares en contextos particulares. La cosmovisión
narrativa lleva a un cambio en la percepción. Nosotros no situamos
nuestro trabajo en ni evaluamos con criterio científico. En cambio, le
preguntamos a la gente si la terapia es útil y cómo es útil.

Si un miembro de una pareja pregunta si el medicamento podría ser útil


o si requiere una evaluación formal de un problema particular,

36
hablamos sobre esto y si la pareja elige, la referimos a alguien que
pudiera de una manera colaborativa facilitar una decisión acerca del
medicamento, el diagnóstico o algo así. Nosotros no consideramos la
medicación o las evaluaciones como parte de la terapia narrativa pero
soportamos personas que exploran cualquier tipo de enfoque que ellas
piensan que podría ser útil.

Hemos encontrado que el enfoque narrativo generalmente es


aplicable. Aunque la duración, la intensidad y los resultados específicos
de la terapia varían de problema a problema y de contexto a contexto,
el enfoque es efectivo para parejas que buscan consejería
prematrimonial así como para parejas luchando por recuperar su
relación de la violencia y el abuso.

Sin embargo, nuestra experiencia es que algunas parejas prefieren un


tipo distinto de la relación terapéutica que nosotros ofrecemos. Algunas
personas buscan instrucción o consejos expertos. Otras están más
interesadas en explorar sus historias pasadas para ‘descubrir’ por qué
están en las situaciones en las cuales se encuentran. Nosotros le
preguntamos a las personas regularmente cómo es la terapia para ellas
y estamos abiertos y dispuestos a referir a las parejas si buscan un tipo
de relación terapéutica distinta.

Al mismo tiempo, hemos descubierto que la mayoría de las parejas que


vienen a terapia no se preocupan tanto acerca de cómo está
estructurada la terapia y sí acerca de si su relación va a mejorar. Debido
a que las nociones populares de terapia incluyen descripciones tales
como ‘encontrar la raíz del problema’, ellos pueden inicialmente usa
palabras que indicarían una preferencia por un tipo de relación
terapéutica diferente. En conversaciones posteriores, hemos
encontrado que la mayoría de las parejas simplemente están
interesadas en mejorar sus relaciones.

Caso ilustrativo

Puesto que uno de nosotros (JF) fue el terapeuta de Mark y Victoria,


hemos escrito esta sección originalmente en su voz, desde su punto
de vista. A lo largo de la descripción de la terapia ofrecemos
comentarios en itálicas para ayudar a los lectores a relacionar la
ilustración clínica con la primera parte de este capítulo.

Victoria me fue referida por un colega que era su vecino. Por el


teléfono, ella me dijo que ella y su esposo estaban teniendo problemas
desde hacía algún tiempo y que no podían resolverlos solos.

37
Usualmente comenzamos la terapia con una nueva pareja tratando de
saber sobre cada uno de los miembros de la pareja antes de conocer el
problema. De lo contrario, el problema podría colorear nuestra visión de
ellos y nos podría mantener viendo las posibilidades fuera del problema.
Esperamos que empezar de esta manera ayuda a la gente a sentirse
libre de hablar sobre los aspectos de su relación y experiencia que a
ellos les gusta y no de aquellos que son problemáticos.

Puesto que había hablado con Victoria por teléfono, Yo comencé la


sesión hablando con Mark. El me dijo que tenía 41 años y que vivía en
una pequeña ciudad en Wisconsin, cerca de hora y media de camino,
donde él tenía un trabajo como supervisor en una fábrica. El tenía una
hija de 18 años de un matrimonio anterior a quien no veía con la
frecuencia con la cual él quisiera. Parecía que lo visitaba cuando
necesitaba dinero. Mark había estado divorciado por13 años y se casó
con Victoria hacía 8 años. El disfrutaba jugando cartas, manejando una
motocicleta y haciendo proyectos alrededor de su casa.

Victoria me dijo que tenía 40 años, era artista y profesora en un


programa de arte. Le gustaba ir a galerías, ver cine y viajar. En los
últimos tres años y debido a su trabajo de enseñanza, ella había vivido
separada de Mark quien había permanecido en Wisconsin por su
trabajo. Antes de que Victoria encontrar su trabajo de maestra, la
pareja había vivido junta en Wisconsin.

El tono de esta primera parte de la entrevista fue muy interactivo. Jill no


escuchó lo que Mark y Victoria dijeron como trozos de ‘información’
que ella podría usar para hacer una evaluación; ella estaba interesada
en saber de ellos como personas. Ella también quiso presentarse como
una persona más que como una representante de los profesionales
expertos. Ella esperaba que esto contribuiría a reducir su jerarquía ya
establecer una relación colaborativa.

Después de escuchar a la pareja, les pregunté si les gustaría


preguntarme alguna cosa.

La intención de Jill al hacer esta petición fue disminuir la jerarquía un


poco y crear una oportunidad para la transparencia. Nosotros
deseamos que las parejas sepan que damos la bienvenida a sus
preguntas en la terapia.

Mark no tenía preguntas pero Victoria quiso saber Yo qué leía. Estuvimos
hablando unos minutos sobre libros y autores.

Nos gusta crear un contexto en el cual se puedan hablar y escuchar las


historias de las personas. Según nuestra experiencia por el tiempo que
las parejas llegan a terapia, entretejer las historias de sus problemas

38
tiende a seguir una coreografía bien ensayada. La culpa y las defensas
ensombrecen cualquier esperanza e intenciones constructivas que se
tengan para la relación. Queremos facilitar una forma diferente desde
el principio. Para esto, durante mucha parte de la terapia (esto varía
para las distintas parejas) con una persona a la vez donde el
compañero está en posición de testigo de la historia. Como hemos
descrito antes, en un momento determinado volteamos al otro
compañero y le pedimos sus reflexiones. Algunas veces explicamos la
estructura, diciendo algo así como: ‘Voy a hablar con Mark por unos
minutos y te pido a ti que escuches. Después nosotros hablamos por un
momento, tú tendrás una oportunidad para responder lo que tú hayas
escuchado. Entonces cambiaremos y yo hablaré contigo. ¿Está bien?’
Si uno de los compañeros parece dudoso o incierto sobre esta idea,
nosotros explicamos que cuando una persona describe una dificultad
fastidiosa o espeluznante, el otro a menudo se siente contra la pared al
hacer notar errores o contestar con una descripción diferente. Más que
escuchar realmente la historia del compañero, el que escucha hace
una refutación mientras el compañero está hablando. Nos gustaría
ofrecer un contexto donde la gente realmente pueda escuchar a sus
compañeros, sabiendo que cada persona tendrá una oportunidad
para contar su historia y escuchar.

Una vez que sabemos un poco sobre cada compañero, queremos


escuchar y entender las historias de lo que es problemático en la
pareja. Colaboramos con la pareja en nombrar el problema o los
problemas y hacemos preguntas que comiencen a deconstruir estos
problemas. También escuchamos para abrir a nuevas y preferidas
historias.

Jill comenzó una discusión del problema con Mark debido a que ella
reconocía que las mujeres con frecuencia cargan con la
responsabilidad del bienestar de las relaciones. Ya que Victoria había
hecho la cita y estaba más activa al comienzo de la conversación, Jill
quiso ofrecerle a Mark la posibilidad de tomar una responsabilidad
activa por el bienestar de la relación.

Yo me moví casualmente en una estructura de testigo hablando simple


y directamente a Mark y haciendo contacto visual con él mientras
Victoria escuchaba. Le pedí a Mark que me contara sobre qué traía la
pareja a la terapia. El habló de manera vacilante o con vacilación
acerca de que ‘las cosas están deterioradas’: Victoria iba menos a la
casa en Wisconsin y él iba más a Chicago; ella siempre quería hablar y
él estaba silencioso; ella se sentía curiosa y motivada y él estaba
tratando de ser más activo y entusiasta pero se sentía como si él nunca
lo lograba. Yo me preguntaba cuáles eran los efectos de esas
diferencias. (‘Diferencias’ fue el nombre que Jill escuchó que dijo Mark
respecto a qué era problemático). En nuestra discusión subsiguiente, él

39
hizo una lista de efectos: frustración, rabia y actitudes defensivas todo lo
cual le hacía ‘cerrar la boca’.

Cuando le pregunté a Victoria qué estaba pensando mientras Mark


hablaba (nótese el comienzo de su discurso y el ritmo reflexivo) dijo que
había sido infeliz por un par de años pero que no se había dado cuenta
si él lo había sido también. En respuesta a mis preguntas invitándola a
que hiciera una evaluación, ella dijo que estaba bien darse cuenta
porque al menos estaban juntos en su experiencia.

Más tarde en la conversación, Victoria dijo que ella sentía como si ella
hubiera estado marcando el tiempo. Declaró que quería que alguien
fuera con ella para compartir sus conocimientos y retos –alguien que
supiera cosas que ella no sabía y pudiera abrirle puertas a ella. Finalizó
diciendo: ‘Esta relación ha sido el puerto de salvación pero yo quiero un
cambio a aguas rocosas’.

En las reflexiones de Mark, él dijo que él podía entender cómo Victoria


valoraba la emoción. Dijo que él también la valoraba. Lo que era
importante para él fue compartir tanto los momentos emocionantes
como los tranquilos con alguien más y estar con alguien que disfrutara
las mismas cosas que él. Cuando le pregunté cuánto había logrado ya
de esta relación, él dijo que 50-60%. El se preguntó si podría ayudar a su
relación si en vez de contar cada uno con el otro, cada uno de ellos
encontrara amigos que se juntaran con ellos en actividades que no le
interesaran al otro.

Victoria irrumpió en la conversación y se lamentó: ‘¿Cómo podemos


intimar entonces?’

Conforme continuaba la conversación, ellos tentativamente acordaban


nombrar los problemas como ‘distancia’ y ‘frustración’. (En este
ejemplo, Mark y Victoria nombraron de manera compartida los
problemas. En otras situaciones, cada compañero puede nombrar un
problema diferente. Nosotros no queremos que la gente nombre los
problemas de manera compartida a menos que eso corresponda a su
experiencia). Recordando la primera entrevista y durante la segunda,
nosotros mapeamos los efectos de la distancia y de la frustración.

Para Victoria, aunque ella no se había experimentado a sí misma en la


búsqueda de otro hombre, la distancia y la frustración había contribuido
a lo que ella llamó ‘dos relaciones y media’ con otro hombre. La media
relación implicaba reuniones y conversaciones frecuentes pero no sexo
como había sido en las otras dos relaciones. La distancia le había dado
espacio para ver a Mark con una luz diferente, menos favorable y para
tener sueños más independientes. Verlo con esta nueva luz le permitía a
ella decidir que no respetaba algunas cosas en él: él no tenía

40
‘suficiente’ educación, no discutía suficientemente las cosas y leer era
una faena para él. Ver a Mark de esta manera generaba confusión en
Victoria. Ella podría no ver más la relación como empalmando con sus
metas y ella se preocupaba de que Mark no estuviera logrando lo
suficiente de esto.

Mark también estuvo de acuerdo en que la distancia y la frustración


había hecho que Victoria se viera involucrada en otras relaciones y
contribuían a que su relación se ‘rompiera’. Cuando nosotros
averiguamos lo que significaba para Mark que la relación estuviera
‘rota’, obtuvimos esta lista:

• desconfianza y coraje,

• impaciencia y algunas veces disgusto por parte de Victoria


cuando ellos estaban juntos,

• la experiencia de Mark de no ser capaz de hacer algo bien.

Los efectos de la distancia y la frustración estaban haciendo mella en


las relaciones de Mark y de Victoria con ellos mismos. Victoria sentía
horrible tanto el dolor que estaba causando en Mark con cómo ella no
estaba siendo honesta con ella misma. Mark se encontró a sí mismo más
y más involucrado en la auto devaluación.

Una vez que nosotros habíamos averiguado algunos de los efectos de la


distancia y la frustración, yo pedí la evaluación por parte de los
compañeros, de estos efectos. Yo pregunté si ellos querían continuar en
su relación actual con dichos efectos. Hice preguntas a cada uno de los
efectos, tales como: ‘¿Cómo o qué es estar subyugado por la auto-
devaluación? ¿La confusión es algo que tú quieres para tu vida? ¿Por
qué sí o por qué no?’

Al comienzo de este proceso, Mark sugirió que alguna información


antecedente podría ser útil. Me contó que cuando él y Victoria se
casaron, ellos habían jurado dar a cada uno un espacio para crecer y
prometieron ayudarse mutuamente. El se había acordado de esto
cuando Victoria se interesó en otro hombre. Para él, el problema no era
lastra relación per se, sino el hecho de que él se sintió empujado
mientras seguían. El dijo que la desconfianza y la rabia fueron
problemáticas porque a él le hubiera gustado que Victoria y él
estuvieran cómodos cada uno con el otro y que fueran amigos otra vez.
El podría estar OK con la cantidad de tiempo separados si él se sintiera
respetado, apreciado, cuidado y comunicado. El no quería que el
disgusto y la auto-devaluación influenciaran su vida y su relación. En
efecto, Mark asumió una firme posición contra el disgusto y la auto-
devaluación diciendo que a él le gustaría estar junto con Victoria pero

41
no si esto significaba que él también iba a vivir con el disgusto y la auto-
devaluación.

Cuando le tocó el turno, Victoria dijo que la falta de respeto que ella
sentía o experimentaba hacia Mark no era algo que ella quería. Esto
creaba confusión en su vida y lo que ella quería en cambio era estar en
paz en la relación. Ella no quería paz a cualquier costo. Ella quería dar
un paso hacia delante y ser más grande en lo que ella hiciera y soñara.
Ella pensaba que algo de la impaciencia tenía que ver con no saber
cómo dar el paso. Conforme lo consideraba, ella planteaba que la
impaciencia no le servía a ella. Ella pensaba que hubo un espacio para
incluir a Mark en sus sueños y decía que la impaciencia lo había
estorbado. Ella dijo que le gustaría hablar con Mark acerca de cómo él
podría ser incluido en sus sueños.

Yo tomé nota del deseo de ella y de la satisfacción 50-60% de Mark.


Estos fueron acontecimientos extraordinarios potenciales que yo quise
regresar y preguntar más al respecto pero primero pregunté sobre la
pérdida de respeto y cómo influyó la experiencia de Victoria sobre
Mark. Ella había mencionado ‘cosas sobre él’ (no tenía una educación
escolar, no discutía las cosas tanto como ella quería y encontrarlo
leyendo como por tarea) que contribuían a la pérdida de respeto. Yo le
pregunté qué significaban estas cosas para ella y Victoria dijo: ‘La
primera cosa que me viene a la mente es que él no es muy inteligente
pero yo sé que él es inteligente’. Cuando le pregunté cómo sabía ella
que él era inteligente ella describió cómo Mark la había aconsejado a
ella en la iniciación de sus estudios y en la creación de un plan de
mercadeo para su trabajo. El no simplemente la alentó; él la retó de una
manera que fue muy útil para ella. Ella le daba créditos a él en muchos
de los éxitos que ella había tenido en lo laboral. Ella apreciaba o le
gustaba cómo, de manera inteligente, él le ayudaba a hacer planes. El
no presuponía, fue muy deliberado el poner las cosas en orden y salir
con ideas creativas.

En la siguiente conversación, Jill hizo preguntas que ayudaron a Victoria


a desenmascarar algunos de los discursos que la entrampaban en la
visión problemática de Mark.

Yo pregunté, dadas algunas cosas que ella había dicho, cómo se podía
haber entrampado Victoria al dudar de la inteligencia de Mark. A ella
también le extrañaba. Cuando yo le pregunté cómo podía pensar que
no tener educación escolar, no discutir las cosas y no disfrutar leyendo
indicaban una pérdida de inteligencia, ella comenzó a preguntarse
cómo el aprendizaje en una universidad había influido en ella.
Hablamos sobre los distintos valores en la universidad y de lo que
Victoria llamó ‘el mundo de cada día’. Ella dijo que esta discusión
realmente le clarificaba algunas cosas. Cuando ella y Mark comenzaron

42
a andar juntos, ella no era parte de la universidad. Ella era apenas una
artista en una pequeña ciudad en Wisconsin. Y en esa situación ahí, ella
no había experimentado los mismos sentimientos acerca de la
educación de Mark y sus hábitos de lectura.

Cuando yo me volví hacia él, Mark estuvo de acuerdo en que las cosas
habían sido diferentes cuando Victoria vivía en Wisconsin. El añadió que
los sentimientos de disgusto eran más aparentes después de ir al cine.
Victoria y sus amigos de Chicago tenían una manera de discutir las
películas que no era significativa para Mark. El no entendía por qué
discutir las películas parecía tan importante para Victoria. El ahora se
preguntaba si esta discusión era parte del ambiente universitario. (Mark
ahora estaba localizando los sentimientos de disgusto en el ‘medio
universitario’, no a sí mismo ni a Victoria).

Victoria asintió con la cabeza pero añadió que ella disfrutaba el


proceso de la crítica. Justo cuando ella comenzaba a decir que ella no
quería que la universidad impusiera sus percepciones, Mark interrumpió.

‘Tú sabes que yo voy a la escuela’ dijo. Yo supe que, por sugerencia de
Victoria, él decidió dedicarse a estudios laborales. Lo que Victoria no
supo hasta ahora fue que él lo estaba disfrutando. ‘A mí me gusta estar
abierto, ver nuevas cosas y reunirme con personas nuevas’ dijo.

Cuando yo le pregunté a Victoria si estaba a gusto de escuchar la


experiencia de Mark, ella dijo que se sentía mejor al saberla. Ella
también apreciaba la manera en el cual él se estaba parando por él
mismo. Ella dijo, ‘es muy inteligente’.

Yo pregunté que si ir Mark a la escuela significaba que él también


tomaría valores universitarios. Mark dijo que él prefería tener sus propios
valores. Victoria estuvo de acuerdo y dijo que ella podía respetar el
enfoque de él sobre la escuela.

En las primeras dos reuniones, Jill hizo preguntas que ayudaron a Mark y
a Victoria a nombrar y mapear los efectos de algunos de sus problemas
que estaban minando su relación. Victoria y Mark evaluaron los
problemas y fijaron sus preferencias sobre cómo relacionarse con los
problemas. Las preguntas de Jill ayudaron a Mark y a Victoria a exponer
el papel que la clase social (en forma de ‘valores universitarios’) jugaba
en configurar los significados que ellos habían dado a algunas de sus
diferencias. Varios acontecimientos extraordinarios –cosas no predichas
en y por la historia problemática o problematizada- salieron a la luz pero
Jill, Mark y Victoria no habían desarrollado todavía una historia que
soportara alguno de ellos.

43
En la tercera reunión y debido a que algunos colegas estaban de visita,
pudimos tener un equipo reflexivo. Cuando les pregunté a Victoria y a
Mark, ellos estuvieron abiertos a la experiencia y dieron permiso para
hacer un video que ellos pudieran revisar después.

Después de que Victoria y Mark fueron presentados a los miembros del


equipo, Yo, curiosa, enfoqué la conversación sobre si cualquiera de los
acontecimientos extraordinarios que Yo previamente había notado,
había capturado su imaginación. Comencé la entrevista leyendo mis
notas en voz alta, revisando nuestras conversaciones y preguntando
como habían estado las cosas desde nuestra última reunión.

Victoria dijo que ella había estado pensando acerca de los sueños
desde la última reunión. Ella había mencionado sus sueños la última vez
y se preguntaba cómo encajaba Mark en ellos pero lo que ella había
planteado desde nuestra conversación fue que ella no sabía qué eran
sus sueños. Ella quería escuchar sus sueños.

Mark habló de mala gana sobre sus sueños. Cuando yo le hice


preguntas para averiguar su mala gana, él nombró al miedo y a la
inseguridad como problemas, dijo que ellos estaban ocultos siendo
capaz de agarrarlos en lo que él llamó ‘este tipo de discusiones que
Victoria siempre quiere tener’. A medida que hablábamos, él dijo que él
no tenía los sueños de enorme realización y logros artísticos que tenía
Victoria. En cambio, él miraba hacia cada fin de semana cuando él
hacía algo fabricar estantes para el espacio familiar. Después de que él
describió un poco más las diferencias, Yo me referí a nuestra
conversación sobre la diferencia entre los valores universitarios y los
valores de cada día. Yo pregunté si esto era otro ejemplo de esa
diferencia. El pensaba que sí. Yo pregunté qué pensaba él que le decía
la diferencia. Dijo, ‘inseguridad’. ‘Defensividad’ (actitud defensiva).

Justo cuando yo iba a preguntar sobre los efectos del miedo, la


inseguridad y la defensividad, Mark me dijo que las cosas no siempre
eran de esta manera. Comenzó a describir una experiencia que él tenía
con la fantasía de un campo de baseball. Yo nunca había escuchado
sobre la fantasía del campo de baseball, así que le pedí que me
contara sobre esto. El explicó que la fantasía esta en un lugar donde por
un dinero, tipos ordinarios pasaban una semana jugando baseball con
jugadores de ligas mayores en un estadio de ligas mayores. Victoria
había acompañado a Mark en su semana de grandes ligas. Ella
describió que veía su piel brillante y sus ojos luminosos como si él
saboreara jugar y tratara de alcanzar algo. Ellos estuvieron gran parte
de la hora reviviendo detalles de estas historias en las cuales el miedo y
la inseguridad podrían haberlo paralizado pero en cambio, él triunfó.
Para Victoria, recordar estas experiencias fue ‘fantástico’. Yo pregunté
cuándo más ella había disfrutado y apreciado la forma en que Mark

44
tuvo la fantasía del campo de baseball. Ella me contó sobre un viaje a
acampar ellos habían hecho con su hija, recién comenzaba la relación.
Todo había ido mal. Victoria se encontró a sí misma escondida en la
tienda, encogida por la lluvia y por el barro de afuera y deseando estar
en cualquier parte menos ahí. Entonces Mark comenzó a cantar y a
bailar bajo la lluvia con Emily, su hija. El le gritaba o llamaba a Victoria
hasta que ella se les juntó. Este era ahora el mayor tesoro que guardaba
en su memoria de la acampada.

Yo pregunté si fue más importante para Mark permanecer en contacto


con esta versión de sí mismo o para Victoria estar en contacto con esto.
Resultó que fue importante para ambos. Para Victoria esto significaba
que ella podría invitar a Mark a un cocktail o a cine con sus colegas si
preocuparse porque el no tuviera nada con qué contribuir. Esto le
ayudaría a ella a ver cómo él podría encajar; aún más, esto le
recordaría a ella las épocas del pasado cuando él encajaba bien. Ella
describió dos incidentes sobre la percepción de ‘los valores
universitarios’ (con un tinte de clasismo) de Mark que habían
permanecido en ella y los recordaba. Para Mark, la versión de sí mismo
en ‘la fantasía del campo de baseball’ significaba que él podría
‘mantenerse seguro’ en vez de estar empantanado en la inseguridad.

Cuando nosotros cambiamos de lugar, los miembros del equipo


reflejaron diferentes aspectos de la conversación. Aquí Yo resumí
solamente los comentarios que Mark y Victoria escogieron para
responder. Un miembro del equipo dijo que Marka decía que él no
sabía cómo hablar de sus sueños aunque sacó a relucir la fantasía del
campo de baseball. Ella no podía imaginar una forma más vívida de
hablar sobre sus sueños. Otro miembro del equipo se preguntaba cómo
alguien que solamente tenía pequeños sueños, fuera capaz de hacer
que un sueño tan grande –la fantasía del campo de baseball- fuera
verdad. Un tercer comentario tenía que ver con cantar y bailar bajo la
lluvia. El miembro del equipo que hizo el comentario se preguntaba si
este evento tendría que ver con que Mark no estaba permitiendo que
sus sueños se salieran de la lluvia.

A Mark y a Victoria los movieron los comentarios del equipo reflexivo.


Ellos regresaron a la sala de entrevista y contaron más historias sobre la
fantasía del campo de baseball y cómo Mark había decidido ir ahí. Yo
me preguntaba que si ‘los valores universitarios’ eran el problema, ¿los
‘sueños’ tendrían algo que ver con un proyecto que ellos podrían
perseguir para enfrentar o encarar este problema? Ellos dijeron que sí y
nombraron el problema como ‘vivir nuestros sueños’.

Victoria regresó a la experiencia del campamento y dijo que Mark la


había engatusado activamente fuera de la carpa para que ella se les
reuniera. Ella pensó que ella aún no había hecho mucho para preparar

45
el terreno para él. Victoria finalizó diciendo que era muy común para
ella ser el centro de atención. El equipo había hablado sobre Mark la
mayor parte del tiempo. Ella se preguntaba si esto era una señal de que
él iba creciendo y hacia adelante. ‘Esto ciertamente tendría que ver
con mi sueño’, dijo ella.

En esta entrevista, Mark y Victoria nombraron un proyecto. Comenzaron


desarrollando una historia alternativa y ‘una historia del presente’.
Fortuitamente, esta nueva historia tenía una audiencia reflexiva
compuesta por varias personas y fue documentada en un video.

La entrevista ‘fantasía campo de baseball’ parecía ser un momento


decisivo en la relación. Victoria abrió la cuarta reunión hablando sobre
‘el nuevo Mark’ quien ahora claramente se preocupaba por la relación.
Ella lo describió como más inquisitivo y extrovertido.

Cuando me volví hacia Mark, él dijo que se había experimentado a sí


mismo como un mejor escucha. El pensaba que los otros alrededor de
él también notaban el cambio. Ellos tenían que haber notado porque él
había estado hablando de sus pensamientos en voz alta. El estaba
sorprendido de descubrir que compartir sus pensamientos lo hacía sentir
mejor. Dijo que estos cambios fueron posibles porque él se había dado
cuenta que él tenía algo que decir y cómo contribuir. Conforme se fue
desarrollando la historia de su realización, Mark comenzó a preguntarse
si el equipo reflexivo le había ayudado a enriquecerla. Habló acerca de
cómo mover esto lo hizo sentir apreciado por extraños que lo
escucharon hablar sobre su vida. A través de sus ojos, él tuvo un gran
aprecio por sí mismo. Dándose cuenta de esto, él podría contribuir a
tener más conciencia de lo que había alrededor de él. El ahora sabía
que él tenía habilidades para hacer muchas cosas.

Nosotros hemos escuchado este tipo de respuestas al equipo reflexivo


muchas veces. Estas respuestas nos inspiran para trabajar en equipos
cada vez que podemos.

Después de que Mark sacó el significado de los nuevos eventos, Yo


volteé a Victoria quien había estado atestiguando la elaboración de la
nueva historia. Cuando Yo le pregunté a ella qué destacaba de mi
conversación con Mark, ella dijo que siempre supo que Mark tenía esto
dentro de él. Mientras él estaba hablando, ella recordaba ejemplos de
su entusiasmo por hacer nuevas cosas. Ella pensaba que él había
estado atascado por mucho tiempo en una meseta pero que ahora
ellos estaban escalando la siguiente montaña.

Aquí se destaca la utilidad de la posición reflexiva. Al escuchar Mark


hablar a Jill, Victoria revisó el pasado, recordó otros momentos que
encajaban en su visión del ‘nuevo Mark’. Escuchar Mark que Victoria

46
promulgaba sus progresos como pareja, no ayudaría a asumir su
esencia. Las historias del nuevo Mark se volvían más reales, más sólidas
y más memorables. Jill ahora hacía algunas preguntas con la intención
de ayudar a que las nuevas historias continuaran creciendo.

Mark dijo que apoyaría su recuperada visión de sí mismo para asociarse


con más personas, si Victoria estaba ahí o no. El estaba aprendiendo
que era una persona más fuerte pero aún una persona fuerte que está
sola puede albergar inseguridad.

Yo regresé al comienzo de la conversación y le dije a Victoria que ella


había nombrado los cambios que nosotros habíamos discutido como ‘el
nuevo Mark’. Yo no quería descartar los cambios de Mark pero yo no
notaba que al menos algunos de los que ella estaba llamado ‘nuevos’
tuvieran fuertes raíces en el pasado. Yo pregunté si el nuevo Mark tenía
algo que ver con ‘la nueva Victoria’ o ‘la nueva relación’.

Victoria inclinó la cabeza y dijo que ella había cambiado la forma en


que ella miraba las cosas y que hacerlo así contribuía a diferentes
posibilidades en su relación. Ella ahora estaba viendo o veía más allá de
los valores universitarios.

Yo pregunté si durante el tiempo cuando Victoria estuvo en Chicago


enseñando, rodeada por la comunidad académica, los valores
universitarios podrían absorberla en contra y persuadirla de que Mark no
encajaba en sus sueños. Victoria podría ver cómo esto sería posible así
que ella decidió hacer un esfuerzo más para incluir a Mark en su vida en
la ciudad –tanto en términos de invitar amigos y colegas para estar con
ellos cuando él estuviera ahí, como hablando más con él sobre sus
actividades (de ella) e intereses de la universidad. Parte de vivir sus
sueños, para Victoria, tenía que ver con incluir más a Mark en su vida.

Mark pensaba que él podría ir junto con la visión de Victoria pero el


advertía o preveía que podría ser importante para ella ser más parte de
su vida en Wisconsin también.

Entre las reuniones y durante un fin de semana en Wisconsin, Victoria le


pidió a Mark que leyera una historia corta que ella había escrito. Escribir
no era el medio usual de ella para el arte así que ella pensó que podría
estar más abierta a las ideas de Mark de lo que ella habría sido con
mucho de su arte (de ella). El le regresó la historia a ella por fax dos días
después de que ella se fue habiendo corregido la gramática.

Victoria re-narró este incidente durante la quinta reunión de terapia. Ella


no había hablado con Mark sobre su reacción a sus correcciones
porque esto parecía muy estrechamente relacionado con lo que ellos
estaban trabajando en la terapia así que ella pensó que era mejor

47
esperar. Yo le pregunté a ella si sus reacciones serían diferentes
dependiendo de si venían de los valores universitarios o de vivir sus
sueños. Ella cerró sus ojos, respiró profundo y dijo que sí, sería diferente.
Yo le pregunté cuál de las reacciones prefería. Ella eligió la que incluía a
Mark en sus sueños. (Nótese el cambio en el lenguaje: de ‘vivir sus
sueños’ a ‘incluir más a Mark en sus sueños’. Nosotros encontramos que
la gente nombra sus problemas y proyectos fluidamente. Es importante
para los terapeutas fluir junto con ellos). Si ella lo decía desde su
corazón, las correcciones significaban que él estaba interesado en lo
que ella hacía y había encontrado una forma en la cual él podría
contribuir de manera confortable. Yo le pregunté si podría haber habido
otras ocasiones u otros momentos cuando la respuesta de Mark al arte
de Victoria había tenido distinto significado si ella hubiera focalizado en
su deseo de incluir a Mark en sus sueños. Ella contó tres historias de
incidentes que ahora veía de modo diferente. Uno de ellos tenía que
ver con una presentación de su trabajo. Mark caminó con ella a través
de la galería diciendo sus pensamientos acerca de lo que las (los)
modelos habían sido para cada pieza. Victoria ahora veía o vio que
Mark había nombrado sus inspiraciones (las de ella) y encontrado
conexiones entre su vida y su trabajo. Los valores de la universidad
habían creado una expectativa de una crítica más intelectual la cual
ella había mantenido al ver al mismo tiempo las intenciones amorosas
de Mark.

Cuando yo le pregunté a Mark qué era escuchar lo que Victoria veía


cuando ella seguía el deseo de incluir lo en sus sueños, él dijo que fue un
alivio tremendo. En el pasado, él se había sentido puesto a prueba o
evaluado cuando ella le pedía a él que mirara su trabajo o aún que
hablara sobre una película. El pensaba que había una respuesta
correcta que ella sabía y que él no. Esta diferencia lo ponía en
desequilibrio al pensar que ella era la evaluadora y él el estudiante. El
efecto de esta experiencia fue que él se sintió acorralado. Al saber que
él no conocía la respuesta correcta su primera respuesta fue no
responder y esto inevitablemente producía una frustración en Victoria lo
cual a su vez incrementaba su sentimiento (de él) de sentirse atrapado.
Yo le pregunté a él qué era distinto ahora. El dijo que si Victoria
suspendía los valores universitarios a favor de incluirlo en sus sueños,
entonces no habría una respuesta correcta; cualquier cosa que él dijera
significaría que él estaba participando en su vida (de ella).

Victoria estuvo de acuerdo y dijo que ella se sentía más esperanzada.

Mark dijo que este giro en los eventos reduciría su miedo. El dijo que él
ahora se sentía menos asustado en el trabajo y describió un incidente
en el cual él se levantó por sí mismo porque él estaba aburrido de ser
mangoneado.

48
Para Victoria, el incidente del trabajo mostraba que Mark estaba
confiando en su inteligencia y su intuición. Ella veía cómo él mostraba
que se incrementaba su confianza y ella pensaba que si esto
continuaba podría ayudarle a ella a saber cuánto él habría contribuido.
Ella dijo que ella estaba orgullosa y feliz de que Mark estuviera
examinando su vida y tomando algunas posiciones. Ella estaba
angustiada por la analogía del evaluador-estudiante. Yo le pregunté si
ella podía entender de dónde venía esto. Sí podía y se preguntaba si
ella había invertido más de ella misma en los valores universitarios que
en el arte. Ella prefería el arte y pensaba que mantener a Mark más
presente en su arte y en su vida, podría ayudar a mantener el balance
de la manera como ella quería.

En esta entrevista, las relaciones de poder y los discursos de clase se


expusieron de una manera relevante y muy práctica o realista. Las
metáforas del equilibrio desigual y de la relación evaluador-estudiante
emergieron de la conversación y contribuyeron a la deconstrucción de
los valores universitarios. Estas ideas no fueron introducidas por Jill pero
Victoria y Mark no hicieron estas distinciones hasta cuando Jill hizo
preguntas para localizar sus problemas en los discursos de sus culturas
locales. A través de esta deconstrucción, Victoria y Mark fueron
capaces de ver las posibilidades que ellos no pudieron ver antes. Estas
posibilidades ofrecieron nuevas elecciones y prepararon el terreno para
que ellos re-autorizaran su relación en vez de permitir que las diferencias
de clase escribieran esta historia.

Para la sexta reunión, Mark y Victoria describieron las maneras


importantes en que la relación se había movido. Los dos estuvieron
hablando más colaborativamente sobre el trabajo de Victoria.
Estuvieron de acuerdo en que ellos verdaderamente habían
intercambiado opiniones. Habían negociado resoluciones para los
desacuerdos sin enojo. Mark tenía una actitud más positiva sobre él
mismo, menos influenciado por el miedo y la auto-devaluación. La
nueva actitud le permitía fortalecer sus opiniones, sin miedo y escuchar
las respuestas de Victoria sin asumir una actitud defensiva. El también
había iniciado alguna de sus conversaciones lo cual implicaba un
nuevo rol para él. Victoria había asumido una actitud y una manera
diferente de escuchar –actitud que fue más abierta y no afirmativa y sin
asumir su mayor conocimiento en una relación evaluador-estudiante. A
través de reflexionar sobre esas interacciones, Mark reconoció que
Victoria no estaba investida para controlar la relación. Sabiendo esto, él
podía participar con frivolidad o ligereza. Para ambos, estas
conversaciones proporcionaron más confort al hablar juntos. Este
confort no fue algo nuevo sino una vieja manera de ser que se había
escabullido de ellos. Cerca del final de la sexta sesión y en respuesta a
mis preguntas, Victoria y Mark contaron algunas historias sobre épocas

49
pasadas, recién comenzó su relación cuando ellos habían
experimentado el tipo de confort que ellos ahora estaban reclamando.

Ellos acordaron que estaban esperanzados y dijeron que sentían como


si ellos estuvieran logrando saber sobre cada uno otra vez. Para Victoria,
el siguiente paso sería conectarse más emocionalmente y tener más
intimidad.

La sexta entrevista sirvió para espesar la historia de Mark y Victoria


añadiendo distinciones y eventos que contribuyeron a una narrativa
alternativa. Las historias de tiempos pasados enriquecieron y
revivificaron la historia del presente y las preguntas finales de Jill sobre los
siguientes pasos, invitaron a Victoria a extender la historia al futuro
cercano.

Mark comenzó la séptima reunión diciendo que estaba enojado por las
otras relaciones de Victoria. Yo le dije que yo estaba parada en dos
direcciones diferentes. La primera para responder a la rabia sobre las
relaciones pero que yo también estaba intrigada sobre el hecho de que
Mark había dado el paso para iniciar un tema en la terapia. Esto era
algo nuevo y yo me preguntaba si era un paso para alejarse del miedo
y hacia algo preferido por Mark. Yo le pregunté a Mark hacia cuál de
estas dos direcciones pensaba que era más importante dirigirse.

Aquí, Jill estaba expandiendo o ampliando posibilidades mientras


dejaba el poder de elegir en las manos de Mark.

Mark respondió,’Yo creo que ambas’. El explicó que aunque él había


sabido sobre las relaciones cuando ocurrían, él no había expresado el
enojo sobre ellas hasta el fin de semana pasado. El dijo que hablar
sobre el enojo fue un paso para alejarse del miedo. Había sido
importante para él descubrir que hablar –aún sobre el enojo- le
ayudaba mucho. El podría estar furioso, expresarlo y tal vez soltarlo y él y
Victoria estarían conectados.

Victoria estuvo de acuerdo y dijo que ambos pasos fueron buenos y


espeluznantes.

Yo pregunté si querían hablar más sobre las relaciones y tanto Victoria


como Mark dijeron que no. Victoria dijo que las otras relaciones habían
tenido que ver con cómo estaban de desconectados los dos. En este
trabajo, ellos eligieron a cada uno otra vez. Dada esta elección, ellos no
estarían en otras relaciones.

Mark inclinó la cabeza. Sus ojos se cerraron.

50
Después de una pausa, Victoria dijo que ellos habían estado pasando
sus fines de semana juntos pero no aislados. Como una pareja, ellos han
socializado un poco más con otras personas. Parecía que ellos estaban
volviendo a unir sus vidas.

En mi preludio de la siguiente pregunta, yo pensé en voz alta, ‘Así como


están juntando sus vidas….’ Victoria interrumpió, ‘excepto en las áreas
de sexualidad y sensualidad’. Ella explicó que unos meses antes de que
Yo me reuniera con ellos, ella había puesto fin durante el sexo con Mark
porque ella sintió que no había espiritualidad o intimidad. Mark
experimentó esto como un rechazo y se quitó completamente del sexo
creyendo que esto era lo que Victoria quería. Ahora no hay contacto
físico –no se toman de las manos, no se abrazan, nada.

Yo pregunté si el que Mark hiciera a un lado el miedo para ponerle voz


a su enojo sobre las otras relaciones, no tendría que ver con que Victoria
sacara a relucir sus relaciones sexuales ahora o si esto tenía que ver con
alguna otra cosa.

Victoria dijo que esto tenía que ver con volver a unir sus vidas.

Yo pregunté si esta frase –volver a unir sus vidas- era un proyecto que
estaban trabajando conmigo.

Ambos agacharon la cabeza. Victoria dijo que volver a unir sus vidas
era una parte enorme de vivir sus sueños. Mark estuvo de acuerdo.

Victoria dijo que ella estaba interesada en tener una relación sexual con
Mark pero también estaba asustada porque muchas cosas estaba
yendo bien y ella no sabía si esto también estaría bien.

Aunque Yo estaba interesada en averiguar sobre el miedo, la hora se


estaba terminando así que Yo no averigüé. En cambio, Yo lo escribí con
una pregunta junto a mis notas.

Mark sugirió que él estaría más confortable si ellos enfocaran el sexo


como una exploración y dijo que si ellos lo tomaran así, él quería una
retroalimentación.

Hablamos acerca de cómo Victoria había estado queriendo


retroalimentación sobre su trabajo y yo me preguntaba si ellos habían
aprendido algo en el proceso de encontrar una forma para hablar
juntos sobre las respuestas de Mark al arte que pudiera ser útil aquí.
Estuvieron de acuerdo en que asumir y pensar que había una forma
correcta podría significar conflicto y que mantenerse hablando los haría
estar conectados.

51
Yo le pregunté a Mark si era importante hablar más sobre las otras
relaciones en las que Victoria había estado involucrada la siguiente vez
que nos reuniéramos. El dijo que escuchar que ella quería estar
sexualmente involucrada con él era algo importante.

Aunque Yo esperaba que hablaríamos de sexo en la octava reunión,


Victoria y Mark hablaron de hablar de ello. Después de la séptima
reunión, Mark había hablado con Victoria de cuán doloroso había sido
para él su intimidad sexual y romántica con otras personas. Ellos me
contaron algunos detalles de la conversación. Yo les pregunté sobre su
significado y sobre los efectos. Para Mark, la conversación significó que
la honestidad entre ellos estaba creciendo. Para Victoria, significó esto y
más. Ella sintió que Mark había abierto su experiencia a ella tan
claramente que ella podía sentirla. Ella dijo que había estado feliz de
que él hubiera hablado más pero esto era un paso diferente. Mark dijo
que Victoria había contribuido a este tipo distinto de conversación al
hablar más calmadamente y con menos animosidad. Ella dijo que lo
que había cambiado su comportamiento fue que ella realmente
estaba tratando de escuchar lo que Mark estaba diciendo. Ella
esperaba que esto le hiciera posible sentir los sentimientos de Mark así
como los suyos la próxima vez que ella tuviera la posibilidad de estar
con otro hombre. Pero ahora que ella y Mark estaban hablando juntos,
esta posibilidad parecía muy remota.

Para Mark, la reacción de Victoria a la conversación fue sorprendente.


Mientras él se encontraba iniciando la conversación sobre los otros
amantes de ella, pensó que esto era un error; seguramente Victoria
pensaría que él estaba equivocado o decidía que él estaba gimiendo.
En cambio, ella parecía fascinada. Ella le dijo que ella sólo quería estar
en lo que él estaba pensando y sintiendo. Ella dijo que quería estar en
todas las discusiones. Mark pensaba que las ideas nuevas eran las
únicas cosas valiosas con las que él podía contribuir y a menudo no
tenía ideas nuevas, ni grandes ni brillantes. El sentía que el miedo se
evaporaba conforme Victoria reiteraba la importancia de ser incluida
en sus pensamientos y sentimientos.

Yo les pregunté a MArk y a Victoria si cada uno de ellos había tenido


amistades con las cuales ellos se habían sentido libres para decir lo que
estaban pensando y sintiendo. Ambos dijeron que sí. Mark habló de los
desayunos con un compañero de habitación que había tenido antes
de conocer a Victoria. Ellos se sentaban en la mesa de la cocina con el
periódico en frente y decían lo que se les venía a la cabeza. Mark se
había sorprendido a veces cuando Louis se refería a cosas que él decía
y parecía estar afectado por ellas. Repasar esta relación le ayudó a
Mark a apreciar que él no tenía que crear algo nuevo para decir y tener
algo que ofrecer. Victoria habló de Rally, su mejor amiga, con quien ella
hablaba casi todos los días personalmente o por teléfono. Esta relación

52
le recordó cuán apreciado podría ser compartir los detalles de otra
vida. Ella reconoció qué lejos está esta forma de compartir de una
crítica universitaria.

Yo pregunté si nosotros estábamos hablando de intimidad.

Una parte importante del trabajo del terapeuta es hacer preguntas


para retrasar cosas, desarrollar detalles y reflejar significados. En el
reporte de Jill, ella ha omitido muchas de las preguntas cuidadosas y de
detalles que ella ha hecho para dar lugar a la rica historia que Mark y
Victoria estaban contando. Yo (GC) espero que los lectores, al
reflexionar, puedan apreciar cómo las cosas podrían haberse tornado
muy distintas sin las preguntas de Jill.

Mark y Victoria vinieron a la novena reunión hablando sobre cómo las


cosas buenas se habían sentido últimamente. Estuvieron de acuerdo en
que ellos estaban ‘en el mismo lado de la mesa’. Describieron cómo
estuvieron interactuando más juntos y más unidos. Me contaron que
Mark había estado mirando a Victoria con ternura y que Victoria se
había abierto a ésta. Victoria dijo que ella pensaba que Mark estaba
más abierto a ella como nunca antes. Mark pensaba que él había
estado tan abierto como antes pero Victoria en este tiempo lo había
reconocido. Para Mark esto significaba que ella estaba tratando y que
ella se encargó. Mark dijo que fue más fácil para él abrirse porque
Victoria había estado relajada, accesible y receptiva. Por primera vez
en largo tiempo, ella le había dicho a él que lo amaba.

Había habido más afecto incluyendo abrazos de cada uno y tomadas


de mano en público. Para Mark, esto quería decir que hubo más
esfuerzo. Para Victoria, los abrazos y las tomadas de mano fueron
reconocimientos aparentes de los cambios en su relación.

Ellos dijeron que lamedor cosa que ellos habían hecho era hacer el
amor. Estaban contentos por haber dado este paso y ambos pensaban
que la cosa más importante fue que lo hicieron. Esto significaba su
renovado compromiso y su amor creciente. Victoria reiteraba que ellos
tenían una nueva conexión que ella no quería descartar pero ella sentía
que tener relaciones sexuales era una vieja rutina. Ella se sentía
desilusionada por no haber tomado un rol más activo para cambiar la
rutina. Ella veía que podía añadir juegos y deseaba hacerlo. Ella quería
ser capaz de comunicar sobre sus relaciones sexuales tanto dentro
como fuera de la cama. Yo me preguntaba si algo de lo que ellos
habían aprendido sobre comunicación sería útl. ‘A decir lo que está en
nuestros corazones’ dijo ella y Mark estuvo de acuerdo.

Una vez que una nueva historia comienza a tomar vida e ímpetu, las
conversaciones de la terapia tienden a ser un poco sueltas. Sin

53
persuasión, la gente a menudo habla de manera más detallada sobre
nuevos desarrollos. Los problemas son mencionados cada vez menos.
Con Mark y Victoria, Jill aún estaba activa haciendo preguntas para
sacar detalles, complejidad y significados pero se hablaba más
espontáneamente y los problemas viejos no estaban controlados por lo
que se decía y se sentía.

Victoria llegó a la 10ª reunión entusiasmada. Una semana antes, ella se


había despertado a mitad de la noche con náusea y retortijones
intestinales. Había llamado a Mark y él había saltado de la cama y
manejado a Chicago. Sobre este evento hubo muchas cosas
extraordinarias, comenzando con la llamada que hizo Victoria. Cuando
ella se despertó inconforme y asustada, inmediatamente llamó a Mark;
en el pasado, probablemente ella había llamado a Sally y hubieran
podido llamar a un médico o ir a urgencias sin que Mark se enterara. La
manera en la cual Victoria alcanzó el teléfono para marcar Mark
mostraba la posición central que él tenía ahora en la vida de ella. Esto
hablaba claramente de la confianza que ella sentía por él y por su
relación. Responder a la llamada, tranquilizó estabilizó emocionalmente
a Mark. El ofreció llamar al médico o ayudarle de alguna otra manera.
El nunca mencionó sus compromisos del día siguiente.

Este incidente fue claramente significativo para Mark y para Victoria. Jill
eligió hacer unas preguntas para desarrollar una experiencia más
gruesa y más significativa de este incidente para ambos compañeros. Al
reflexionar sobre esta elección, nosotros podemos ver que podría haber
sido útil reducir la velocidad de la conversación y estar seguros que Jill
no estaba siendo abiertamente influenciada por el discurso que
privilegiaba las relaciones de pareja sobre otro tipo de relaciones –
especialmente desde que Mark había sugerido que tal vez él y Victoria
podían contar con personas fuera de la relación para algunos intereses
y actividades particulares. Nosotros no estábamos separados de nuestra
cultura y nunca podríamos ser concientes de todos los discursos que
podría ser útil deconstruir –pero no significaba que nosotros no
pudiéramos intentarlo.

Yo recordé los patrones que, cuando ellos vinieron a verme la primera


vez, habían nombrado como problemas: ‘distancia’ y ‘frustración’. Yo
me preguntaba qué mostraba este evento acerca de qué tan lejos
habían llegado. ‘Esto fue lo opuesto’ dijo Victoria.

En efecto, el incidente significaba demasiado para Victoria: ella dio otro


paso hacia adelante emocionalmente. El siguiente fin de semana en
Wisconsin con Mark, ella fue a pasear en motocicleta, recogió
manzanas en una huerta y fue a una fiesta de cumpleaños a la casa de
un pariente de la madre de Mark. Ella podría participar de todo corazón
en estos eventos porque se sentía más abierta y más confiada. Ella

54
quería hacer cosas de tal manera que Mark tuviera sus sueños. Antes,
ella hubiera traído trabajo con ella a Wisconsin y hubiera pasado, al
menos parte del tiempo, refugiándose en él. En este momento, ella
encontró una forma de tener su trabajo hecho antes de ir.

Hasta cuando Victoria describió sus intenciones para el pasado fin de


semana, Mark no había reconocido el significado de los eventos. El
había pensado que ella tenía más tiempo. Ahora que él escuchaba lo
que el fin de semana había significado para Victoria, él se sentía menos
periférico y más importante en la vida de ella. Para él, sentir esto fue
como abrir una puerta al futuro de los dos. Ver la puerta lo hacía estar
más dispuesto a planear su futuro juntos.

Pensando atrás en nuestra primera reunión, Yo recordé que Mark había


dicho entonces que él tenía cerca del 50-60% de lo que él quería de su
relación. Yo me preguntaba que diría cada uno de ellos ahora. Ambos
dijeron que estaban en un 80-85% y nombraron lo siguiente que hacía la
diferencia:

• su nueva forma de hablar,

• la confianza,

• lo que cada uno permitía al otro,

• tocarse entre ellos otra vez.

Lo que Yo probablemente habría preguntado si hubiera habido más


tiempo en la 10ª sesión sería qué podrían hacer Mark y Victoria en
relación al 15-20% que querían y que no habían conseguido en la
relación. Ellos estaban claramente enfocados en el 15-20%. Victoria
habló sobre la tristeza y la rabia que había estado provocando sus
relaciones sexuales. Mark habló de la frustración y la rabia. Victoria dijo
que ella quería que Mark asumiera más autoridad y responsabilidad.
Mark dijo que cuando él lo había hecho, ella había retrocedido. Victoria
dijo que no había contexto para el sexo. Ella pensaba que las cosas
podían ir mejor si él hubiera acariciado su cabello y la hubiera llamado
bonita y hubiera mirado dentro de sus ojos cuando ellos estaban en el
sexo. Mark dijo ‘¿Por qué no me das un libreto?’

Como las acusaciones mutuas comenzaron en la conversación, Yo


pregunté si sería correcto si Yo retrasara las cosas o fuera más despacio.

Los aspectos de la historia problemática vieja estaban comenzando a


influir en Mark y Victoria otra vez. Esto no es del todo raro. Jill se volvió
más activa en cuanto al desarrollo de la conversación, regresando
hacia atrás en un patrón más deliberado de hablar más largo con un

55
compañero pero pidiéndole antes al otro que reflejara lo que él o ella
escucharan.

Después de escuchar un poco más la descripción de sus problemas


actuales, Yo pregunté si Mark o Victoria podían recordar experiencias
sexuales con el otro que ellos sintieran buenas. Ellos sí podían pero
estaban sorprendidos al aprender que recordaban experiencias
distintas. Mark describió experiencias en las cuales ‘las cosas fueron
suavemente, sin problemas’, él sentía que se encargaba de esto,
Victoria parecía receptiva y excitada a lo largo de la relación y ambos
tuvieron orgasmos. Victoria describió experiencias en las cuales ella se
sentía bella y ligera.

Yo le pregunté a Victoria un poco más sobre esto y ella dijo que


probablemente el factor más grande para ella para que el sexo fuera
bueno, era lo atractiva que ella se sentía. Si ella se hubiera sentido
gorda y descuidada se hubiera estropeado su participación. Cuando
ella se sentía bella, lo cual era una lucha, realmente ella podía
involucrarse sexualmente. Yo pregunté si ella pensaba que sus ideas
sobre el sexo tenían que ver con cómo ella fue criada como una niña y
una mujer. Ella agachó la cabeza y dijo que pensaba que los hombres
se preocupaban sobre cómo lucían pero ni cercanamente como las
mujeres y probablemente no durante el sexo. Yo pregunté de dónde
sacaba o de dónde venía la idea de tener que lucir de cierta manera.
‘De todas partes’, dijo ella. ‘Películas, libros, e inclusive anuncios….’ Yo le
pregunté si las imágenes en las películas, libros, anuncios, eran reales y
ella dijo que estaban basadas en gente real. Yo mencioné que Yo
había trabajado una vez con una mujer que era una modelo
profesional. Yo pregunté si Victoria estaba interesada en lo que la
modelo me había dicho sobre la portada de las revistas y otras cosas.
Cuando Victoria contestó que sí, Yo le conté que la modelo había
dicho que la gente de los anuncios era un porcentaje muy pequeño de
la gente real que estaba siendo fotografiada a una determinada edad.
Estas personas habían sido maquilladas y posicionadas de una
determinada manera para crear una impresión particular. Es más, la
imagen final a menudo era aerografiada para ‘mejorarla’ aún más.

Los lectores pueden ver a Jill imponiendo aquí sus conocimientos. Para
nosotros, es importante que Jill pregunte a Victoria si ella quería
escucharla y es más importante que Jill estuviera pasando un
conocimiento local de una persona particular y no un consejo experto
incorpóreo.

Yo pregunté qué efectos tenían en Victoria las imágenes artificiales. ‘Yo


siempre estoy comparándome a mí misma’, dijo ella. ‘No de manera
favorable’. Yo le pregunté si estas imágenes le hablaban a ella de algo
sobre su valor. Ella dijo que sexualmente no mucho. Yo pregunté si

56
realmente encajaba con ella (sexualmente o de cualquier otra manera)
que su valor dependiera de combinar una imagen mientras que se
dejaba fuera la expresión de amor, pasión, creatividad, el carácter
juguetón y las conexiones. Ella pensaba que por supuesto esto no
estaba bien. Ella dijo que el amor, la pasión, la creatividad, el carácter
juguetón y las conexiones no estaban fuera pero dependían de que ella
se sintiera atractiva lo cual tenía que ver con que Mark se lo dijera y lo
hiciera.

Entonces Yo pregunté si ella pensaba que si podría ocurrir una mayor


conexión emocional entre personas iguales o entre no iguales. Ella
pensaba que era más probable entre iguales. Si lo que Mark decía y
pensaba determinaba cómo se sentía ella, Yo pregunté si ellos podrían
estar en terrenos iguales. Ella pensaba que no y creía que era
preocupante que esto fuera una trampa para ella. Yo pregunté, dadas
las películas, los libros y los anuncios que ella mencionaba, cuántas
mujeres podrían realmente no ser afectadas por este tipo de
objetivación. La respuesta ‘no muchas’ hacía sentido a Victoria.

Yo le pregunté a Mark cómo era escuchar la conversación de Victoria


conmigo. El la encontró preocupante. El siempre había pensado que
Victoria era bella y no sabía que ella se cuestionara al respecto. Sentía
esto como abrumador.

Este es un ejemplo claro de cómo trabajamos nosotros para deconstruir


discursos dominantes. Muchas de las preguntas de Jill abrían espacios
para Victoria notara algunas de las formas que las historias dominantes
sobre lo que constituía la belleza, la habían seducido y formaban sus
percepciones y creencias. La desigualdad de poder entre hombres y
mujeres alrededor de estos discursos también se desenmascaró. Jill hizo
muchas preguntas similares para averiguar las formas en que Mark
había sido enrolado en prácticas patriarcales de poder sin darse
cuenta.

En respuesta a mis preguntas sobre lo que él había aprendido mientras


crecía como muchacho y hombre acerca de su papel en una relación
sexual, Mark habló sobre la idea de la conquista. No tener una relación
sexual con su esposa por meses, había sido humillante para él como
hombre. Yo le dije que Yo entendía que era de uso común decir ‘mi
esposa’ pero me dijo que esto le sonaba a Victoria más como posesión
que como una persona. El podía entender por qué esto tenía sentido
para mí. Yo pregunté si la idea de un compañero como posesión
encajaba con la conquista. El podría verlo así pero se apresuró a añadir
que por supuesto él sabía que Victoria era una persona. Yo estuve de
acuerdo con él y le pregunté si cuando él llegaba al sexo, las ideas de
las mujeres como posesiones y conquistas que aún circulaban en el

57
mundo lo habían dirigido o conducido a distanciarse de su
conocimiento de que Victoria era una persona. El no sabía.

Nosotros entonces comenzamos a hablar sobre cuáles efectos podría


tener para él y para su relación con Victoria, la idea de que el sexo es
conquista. Mark pensaba que la idea podría presionarlo para que
hubiera sexo. Esto podría influir en él para focalizarse en la cantidad en
vez de la calidad. Podría mantenerlo atendiendo a su compañera y
que la experiencia fuera buena para ella. De alguna manera podría no
ser importante lo que ella dijera mientras ella estuviera subordinada. Yo
pregunté qué pensaba él de lo que es ser mujer en este tipo de
relación. ‘Como un prisionero’, dijo. ‘Tal vez si ella estuviera en S&M sería
grandioso pero…..’

Yo hablé sobre algunas de las formas en que la cultura americana del


día a día invitaba a los hombres para cacharlos en este tipo de
pensamiento. Mark estuvo de acuerdo en que, sin darse cuenta, él
podría haber aceptado algunos aspectos de estas ideas. El pensaba
que probablemente esto explicaba por qué no hablaba más antes y
durante el sexo.

Como ella estaba escuchando mi conversación con Mark, Victoria fue


capaz de mirar más allá de la tristeza y del enojo. Ella dijo que aunque
ella se examinaba minuciosamente el atractivo a menudo entraba a
ese camino, ella y Mark habían experimentado en algún tiempo una
profunda conexión y mutualidad en el sexo. Ella describió una
experiencia particular y al escuchar su descripción, Mark estuvo de
acuerdo en que había sido maravillosa. Ambos recordaron la
comunicación y el sentido de compañerismo que habían tenido.
Estuvieron de acuerdo en que sus memorias de esta experiencia fueron
una mejor imagen de una experiencia íntima y sexual que cualquier de
lo que hubiera podido ser una escena glamorosa de una película. Yo
pregunté cómo Victoria y Mark podrían mantener las escenas
glamorosas de una película fuera de su vida sexual. Ellos pensaban que
poniendo atención al otro y comunicándose podrían hacerse cargo de
su vida sexual como compañeros. Estuvieron de acuerdo en que
querían hacerse cargo en vez de tener imágenes irreales e ideas injustas
que reglaran los aspectos sexuales de su relación.

Yo vi a Mark y a Victoria por tres ocasiones más. Ellos abordaron la


conversación sobre su relación sexual mucho más de corazón y sintieron
una gran libertad para hablar juntos o entre los dos sobre los
sentimientos de cada uno y tratar cosas nuevas de su actual relación
sexual. En las 12ª y 13ª reuniones, reflexionaron sobre su ya revelada
relación sexual. Me contaron cómo habían leído poesía en la cama.
Victoria se deleito con la disposición de Mark para tratar cosas nuevas.
Mark aprendió sobre él mismo y sobre Victoria a través de estas

58
experiencias. Victoria descubrió que una vez ella se detuvo
preocupada por cómo ella se veía y comenzó atendiendo a Mark y
ella entonces se convirtió en una mujer muy sexy! Ambos se dieron
cuenta de que el miedo se había ido y que ellos podrían ver distintas
posibilidades para su relación sexual. Victoria descubrió que con el
miedo fuera del camino, era fácil aceptar el afecto y abrirse a él. Ella
preguntó si Mark actualmente había ofrecido más siempre de lo que
ella había sabido. Mark no sabía. El dijo que aunque las cosas estuvieran
mejor, él estaba preocupado de tener una voz que no fuera autoritaria.
Hablamos sobre los momentos en los cuales él se sintió más capaz de
hacerlo y resucitó algunas de las ideas de la última reunión que
ayudaron a que esto fuera posible.

En la 12ª reunión, Victoria y Mark hicieron un compromiso para dar un


paso fuera de lo que ellos estaban viendo ahora como limitaciones
auto-impuestas de su relación sexual. Fuera de estos límites, ellos
encontraron risa, seguridad y buenos sentimientos los cuales reportaron
a lo largo de la 13ª sesión. Estuvieron de acuerdo con hablar entre ellos
sobre las cosas que era cómodo hacer así como sobre aquellas que no
fuera cómodo hacer. Ellos dijeron que encontrarían maneras para
‘poner a prueba’ los deseos del otro.

Las narrativas no problemáticas fueron fluyendo claramente otra vez. Jill


continuó haciendo preguntas para engrosar las nuevas historias tal
como iban emergiendo y no tener que estar activa para estructurar la
entrevista. Ella podría cruzarse de brazos y disfrutar siendo parte de esta
deliciosa conversación.

La 14ª y última sesión fue un momento para mirar atrás lo que la pareja
había aprendido y alcanzado. Lo que Mark destacó fue que él no tuvo
que ser un líder y no tener que liderar significaba que él podía participar
más. El pensaba que finalmente entendía lo que para Victoria
significaba ‘compartir los sueños’. Esto no tenía que ver con tener
grandes planes. Tenía que ver con comenzar a estar abierto a lo que
era del corazón y de la mente. Victoria dijo que para ella el cambio más
grande había tenido que ver con darse cuenta de que ella no
necesitaba a alguien que le abriera puertas. Ella y Mark podrían pasar
juntos a través de ellas.

Reflexiones sobre el trabajo

Revisando mis notas, Yo estoy otra vez muy agradecida con Victoria y
con Mark por haberme abierto sus vidas y a través de este escrito, a
todos ustedes. Trabajar con ellos evocó una cantidad de dilemas en mí,
algunos únicos o particulares de su relación y otros comunes al trabajo
con muchas parejas heterosexuales. Debido a que compartimos tanto
género como clase social, Yo fui la más indicada para entender y

59
privilegiar las historias de Victoria y entenderlas más que las de Mark. Ya
que yo soy parte de la cultura dominante, hay muchos discursos
potencialmente limitantes que podrían haber escapado a mi
reconocimiento. Revisar mis notas, también me recordó el poder que yo
ejercí en mi rol de preguntador. Aunque las preguntas son una
herramienta muy valiosa para la colaboración, ellas dan, a quien
pregunta, el poder para proponer un dominio conversacional. Con Mark
y Victoria, Yo pregunté sobre los dilemas de la diferencia de clase social
antes de que yo preguntara sobre género. Yo no planeé esta secuencia
pero soy conciente de que Yo podría haber reparado en otros hilos de
la conversación lo que nos hubiera permitido entrar en consideraciones
de género más pronto o de cualquier otra cosa. Yo fui conciente de
que Yo pude haber caído en juicios respecto a que Victoria se metiera
en relaciones sexuales con otras personas distintas a Mark o juicios con
respecto a que Mark fuera cachado en ideas dominantes relacionadas
con la sexualidad de los hombres como conquista. Nosotros pensamos
que estos juicios habrían limitado la utilidad de la terapia.

Esperamos que haber contado la historia de mi trabajo con Mark y


Victoria con suficientes detalles de a los lectores un sentido de cómo
pensamos y actuamos para negociar este terreno.

Referencias

Adams-Westcott, J., Daffon, T. & Sterne, P. 1993: ‘Escaping victim life


stories and co-constructing personal agency’. In S. Gilligan & R. Price
(eds), Therapeutic Conversations (pp.258-271). New York: Norton.

Andersen, T. 1987: ‘The reflecting team: Dialogue and metadialogue in


clinical work’. Family Process, 26:415-428.

Avis, J.M. 1985: ‘The politics of functional family therapy: A feminism


critique’. Journal of Marital and Family Therapy, 11:127-138.

Bateson, G. 1972: Steps to an Ecology of Mind. New York: Ballantine


Books.

Bruner, E. 1986: ‘Ethnography as narrative’. In V. Turner & E. Bruner (eds),


The Anthropology of Experience. Chicago: University of Illinois Press.

________ 1986: ‘Experience and its expressions’. In E. Bruner & V.Turner


(eds), The Anthropology of Experience (pp.3-20). Chicago: University of
Illinois Press.

Bruner, J. 1986: Actual Minds/Possible Worlds. Cambridge:


HarvardUniversity Press.

60
_________ 1990: Acts of Meaning. Cambridge: Harvard University Press.

_________ 1991: ‘The narrative construction of reality’. Critical Inquiry,


18:1-21.

Carter, E., Papp, P., Silverstein, O & Walters, M. 1984: Mothers and Sons,
Fathers and Daughters (monograph series, Vol.2 No.1). Washington, D.C.:
The Women’s Project in Family Therapy.

Cohen, S.M., Combs, D., DeLaurenti, B., DeLaurenti, P., Freedman, J.,
Lariemr, D & Shulman, D. 1998: ‘Minimizing hierarchy in therapeutic
relationships: A reflecting team approach’. In M. Hoyt (ed), Handbook of
Constructive Therapies: Innovative approaches from leading
practitioners (pp. 276-293). San Francisco: Jossey-Bass.

Epston, D. 1989: Collected Papers. Adelaide, Australia: Dulwich Centre


Publications.

_________ 1993: ‘Internalized other questioning whit couples: The New


Zealand version’. In S. Gilligan & R. Price (eds), Therapeutic Conversations
(pp.183-189). New York: Norton.

_________ 1993: ‘Internalizing discourses versus externalizing discourses’. In


S. Gilligan & R. Price (eds), Therapeutic Conversations (pp.161-177). New
Yor: Norton.

_________ 1998: Catching up with David Epston: A collection of narrative


practice-based papers published between 1991 and 1996. Adelaide,
Australia: Dulwich Centre Publications.

_________ 1999: ‘Co-research: The making of an alternative knowledge’.


In Narrative Therapy and Community Work: A conference collection
(pp.137-157). Adelaide, Australia: Dulwich Centre Publications.

Foucault, M. 1965: Madness and Civilization: A history of insanity in the


age of reason. (R. Howard, trans.) New York: Random House.

____________ 1975: The Birth of the Clinic: An archeology of medical


perception. (A.M. Sheridan Smith, trans.) New York: Random House.

____________ 1977: Discipline and Punish: The birth of the prison (A.
Sheridan, trans.) New York: Pantheon Books.

____________ 1980: Power/Knowledge: Selected interviews and other


writings, 1972-1977. (C. Gordon, ed.) New York: Pantheon Books.

61
____________ 1985: The History of Sexuality, Vol. 2: The use of pleasure. (R.
Hurley, trans.) New York: Pantheon Books.

Freedman, J. & Combs, G. 1996a: Narrative Therapy: The social


construction of preferred realities. New York: Norton.

_______________________________ 1997: ‘Lists’. In C. Smith & D. Nylund


(eds), Narrative Therapies with Children and Adolescents (pp.147-161).
New York: Guilford Press.

Freedman, J., Epston, D. & Lobovits, D. 1997: Playful Approaches to


Serious Problems: Narrative therapy with children and families. New York:
Norton.

Geertz, C. 1978: The Interpretation of Cultures. New York: basic Books.

Goldner, V. 1985a: ‘Feminism and family therapy’. Family Process, 24:31-


47.

Goldner, V. 1985b: ‘Warning: Family therapy may be dangerous to your


health’. The Family Therapy Networker, 9:19-23.

Hare-Mustin, R. 1978: ‘A feminist approach to family therapy’. Family


Process, 17:181-194.

________________ 1994: ‘Discourses in the mirrored room: A postmodern


analysis of therapy’. Family Process, 33(1): 19-35.

Laird, J. 1989: ‘Women and stories: Restorying women’s self-


constructions’. In M. McGoldrick, C. Anderson & F. Walsh (eds), Women
in Families: A framework for family therapy (pp. 427-450). New York:
Norton.

Monk, G., Winslade, J., Crocket, K & Epston, D. (eds) 1997: Narrative
Therapy in Practice: The archeology of hope. San Francisco: Jossey-Bass.

Morgan, A. 2000: What is Narrative Therapy? An easy-to-read


introduction. Adelaide, Australia: Dulwich Centre Publications.

Myerhoff, B. 1982: ‘Life history among the elderly: Performance, visibility,


and remembering’. In J. Ruby (ed), A Crack in the Mirror: Reflexive
perspectives in anthropology (pp. 99-117). Philadelphia: University of
Pennsylvania Press.

___________ 1986: ‘Life not death in Venice: Its second Life’. In V. Turner &
E. Bruner (eds), The Anthropology of Experience (pp. 261-285). Chicago:
University of Illinois Press.

62
Reiss, D. 1985: ‘Commentary: The social construction of reality – the
passion within us all’. Family Process, 24:254-257.

Ryle, G. 1990/1971: Collected Papers: Critical essays and collected


essays 1929-68. Bristol, U.K.: Thoemmes Press.

Taggart, M. 1985: ‘The feminist critique in epistemological perspective:


Questions of context in family therapy’. Journal of Marital and Family
Therapy, 11:113-126.

White, M. 1986: ‘Negative explanation, restraint and double description:


A template for family therapy’. Family Process, 25:169-184.

_________ 1987: ‘Family therapy and schizophrenia: Addressing the “in-


the-corner” lifestyle’. Dulwich Centre Newsletter, Spring, pp.14-21.

_________ 1988/9: ‘The externalizing of the problem and the re-authoring


of lives and relationships’. Dulwich Centre Newsletter, Summer, pp.3-20.

_________ 1989: ‘Fear busting and monster taming: An approach to the


fears of young children’. In M. White, Selected papers. Adelaide,
Australia: Dulwich Centre Publications.

_________ 1991: ‘Deconstruction and therapy’. Dulwich Centre


Newsletter, 3:21-40. Reprinted in S. G. Gilligan & R. Price (eds) 1993:
Therapeutic conversations (pp.22-61). New York: Norton.

_________ 1995: ‘Reflecting teamwork as definitional ceremony’. In M.


White, Re-Authoring Lives: Interviews and essays (pp.172-198). Adelaide,
Australia: Dulwich Centre Publications.

_________ 1997: Narrative of Therapists’ Lives. Adelaide, Australia: Dulwich


Centre Publications.

White, M. & Epston, D. 1990: Narrative Means to Therapeutic Ends. New


York: Norton.

______________________ 1992: Experience, Contradiction, Narrative, and


Imagination. Adelaide, Australia: Dulwich Centre Publications.

Zimmerman, J. & Dickerson, V. 1996: If Problems Talked: Narrative therapy


in action. New York: Guilford Press.

63

También podría gustarte