Alergias Adolfo Perez Agusti
Alergias Adolfo Perez Agusti
Alergias Adolfo Perez Agusti
CAPÍTULO 3
Frecuencia y casuística de las alergias
CAPÍTULO 4
Tratamiento convencional de las alergias
Primeros auxilios
Medicamentos
CAPÍTULO 5
Tratamiento natural
Plantas medicinales
Tratamientos locales
Oligoterapia
Nutrientes
Homeopatía
CAPÍTULO 1
ALERGIA, SENSIBILIDAD E INTOLERANCIA
La alergia es una reacción producida por el sistema inmunológico del
cuerpo cuando se encuentra con una sustancia normalmente inofensiva. El
término alergia es la palabra usada para describir una reacción adversa que
el cuerpo tiene hacia un determinado alimento o sustancia en el medio
ambiente. La mayoría de las sustancias que causan alergias a determinadas
personas no son perjudiciales y no tienen ningún efecto en las personas que
no son alérgicas.
El hecho de que las alergias y las enfermedades autoinmunes hayan
aumentado sensiblemente en occidente, obliga a ser precavidos en cuanto al
uso y abuso de las vacunas en niños menores de 7 años. También y puesto
que afectan al sistema inmune, nos encontramos con un uso de los
antibióticos en ocasiones inadecuado y demasiado prolongado.
El sistema defensivo del niño no se hace eficaz -“adulto”- hasta los 7
años de edad y hasta entonces es un mecanismo precario que ocasiona que
las enfermedades infecciosas sean continuadas. Además, no puede guardar
la memoria adecuada para retener los datos que le llegan de agentes
invasores, y la aplicación de las vacunas sería inadecuada, ya que se trata de
remedios para los cuales es imprescindible guardar datos en el sistema
defensivo. Y si este sistema todavía no puede guardar datos, las vacunas no
son eficaces, pero son capaces de alterar al precario sistema defensivo, el
cual reaccionará con torpeza en años posteriores.
Piensen en la cantidad de vacunas y antibióticos que recibe un niño en
sus primeros años de vida, y comprenderán la razón para estar seriamente
preocupados por el aumento de las enfermedades relacionadas con el
sistema inmune.
La intensidad de la reacción se denomina Sensibilidad y en ocasiones
es tan intensa que pone en peligro la vida del enfermo. Por ejemplo, la
cafeína de una taza de café puede causar síntomas extremos, tales como
palpitaciones y temblores, cuando normalmente sólo tienen efecto cuando
se toma en dosis altas.
La intolerancia se desencadena cuando una sustancia (por ejemplo,
lactosa) produce síntomas desagradables (como diarrea) por una variedad
de razones, pero no implica al sistema inmune. Las personas con
intolerancia a ciertos alimentos pueden comer normalmente una pequeña
cantidad sin tener ningún problema, pero las que padecen alergia a los
alimentos tendrán una mala reacción, incluso aunque se trata de una
pequeña cantidad del alimento al que son alérgicos.
Reacciones alérgicas
Hay cuatro reacciones de hipersensibilidad clasificadas por Gell y
Coobms:
Inmediatas o alérgicas: basadas sobre la reacción a la IgE.
Citotóxicas.
De complejos inmunes.
Retardadas.
Muchas reacciones alérgicas son leves, mientras que otras pueden ser
graves y potencialmente mortales, estar limitadas a una pequeña área del
cuerpo o pueden afectarlo todo.
Aunque la primera exposición puede producir sólo una reacción leve,
las exposiciones repetitivas suelen ocasionar reacciones mucho más graves.
Una vez que la persona ha tenido una reacción alérgica está sensibilizada, y
por ello incluso una exposición muy limitada a una cantidad muy pequeña
del alérgeno, puede desencadenar una reacción severa.
La mayoría de las reacciones alérgicas severas ocurren en cuestión de
segundos o minutos después de la exposición al alérgeno; sin embargo,
algunas reacciones pueden ocurrir después de varias horas, particularmente
si el alérgeno ocasiona una reacción después de que ha sido ingerido. En
muy pocos casos, las reacciones se desarrollan después de 24 horas.
La anafilaxia es una reacción grave y repentina que ocurre en cuestión
de minutos después de la exposición y necesita atención médica inmediata.
Sin tratamiento, la anafilaxia puede empeorar muy rápidamente y llevar a la
muerte en cuestión de 15 minutos.
Alérgenos
Un alérgeno, pues, es una sustancia capaz de producir
hipersensibilidad inmediata de tipo alérgico en personas susceptibles, que
han estado en contacto previamente con el alérgeno.
Esta reacción de hipersensibilidad ocasiona que sea considerada como
sustancia "extraña" en este primer contacto, lo que establece una memoria
en el sistema inmunitario para defenderse en sucesivos contactos. Cuando
ello ocurre, la respuesta inmunitaria es muy intensa y excesiva, con la
liberación de sustancias que alteran la homeostasis del organismo. Aunque
se trata de un proceso defensivo, ocasiona síntomas intensos y en ocasiones
la muerte. Prácticamente todos los derivados de la destilación del petróleo
tienen potencial alergénico.
Los alérgenos se clasifican en estacionales y perennes, siendo los
primeros aquellos que están ligados a circunstancias naturales (época,
ambientales o clima), mientras que los segundos se refieren a aquellos que
están habitualmente en contacto con nosotros. En el grupo de los
estacionales están los pólenes y ciertos hongos, y en los perennes nos
encontramos con los ácaros del polvo doméstico, y elementos que portan
los animales. Los más peligrosos son aquellos que se inhalan,
denominándose neumoalérgenos, mientras que los que ingerimos, sean
alimentos o medicamentos, aunque perjudiciales, su impacto en la respuesta
inmunológica es menor.
Un tercer grupo serían aquellos que forman parte de nuestro ambiente
laboral y cuya lista ya se hace interminable, dada la frecuencia con la cual
aparecen nuevos elementos.
Un antígeno es en realidad la respuesta a un alérgeno (aunque no
siempre), pero su naturaleza proteica o polisacárida hace que sea capaz de
estimular una respuesta inmune, específicamente la activación de linfocitos
(glóbulos blancos), que son los elementos que combaten la infección. En
este momento se produce la formación de anticuerpos específicos.
Prácticamente cualquier molécula extraña de gran tamaño puede actuar
como un antígeno, incluidos los que figuran en las bacterias, virus,
protozoos, helmintos, alimentos, venenos de serpiente, clara de huevo,
componentes del suero, glóbulos rojos y otras células y tejidos de varias
especies, incluyendo los seres humanos. Un antígeno que induce a una
respuesta inmunitaria, recibe el nombre de inmunógeno y los autoantígenos
son aquellos que están presentes en las enfermedades autoinmunes.
En la superficie de los antígenos hay regiones, denominadas
determinantes antigénicos, que se ajustan y se unen a moléculas receptoras
de la estructura complementaria en la superficie de los linfocitos. Esta
unión de los linfocitos con los receptores para los antígenos genera
moléculas que estimulan a los linfocitos para multiplicarse e iniciar una
respuesta inmune, incluyendo la producción de anticuerpos, así como la
activación de células citotóxicas, -o ambos- contra el antígeno.
La cantidad de anticuerpos formada en respuesta a la estimulación
depende de la clase y cantidad de antígeno implicado, la vía de entrada al
cuerpo, y las características individuales del huésped. En resumen, no hay
antígeno sin su anticuerpo específico.
Las células citotóxicas naturales o natural killer (NK ) son un grupo
de linfocitos que se encuentran en la sangre en una proporción del 5-10% y
en los tejidos linfoides (sin estructura y asociados a mucosas),
especialmente el bazo, además de encontrase en gran cantidad en el hígado.
Estas células derivan de la medula ósea y son linfocitos grandes con
numerosos gránulos citoplasmáticos.
Linfocitos e Inmunoglobulinas
Los glóbulos blancos son nuestra principal defensa contra los
antígenos y el cuerpo produce muchos tipos diferentes de células blancas de
la sangre que trabajan 24 horas al día para mantenernos saludables.
Los linfocitos se producen en la médula ósea y de ellos podemos tener
hasta 2.000.000.000.000 en la sangre en un momento dado. Existen dos
tipos principales de linfocitos que participan en la protección del cuerpo
contra los microorganismos, los linfocitos T y B. Los del tipo T destruyen
las células que han sido infectadas o dañadas por los antígenos, mientras
que los B se encuentran en los órganos relacionados con la inmunidad, tales
como los ganglios linfáticos. Estos dirigen la fabricación de la
inmunoglobulina E, llamada IgE, descubierta en 1967. Esta globulina es
eficaz para combatir enfermedades alérgicas y su misión es unirse a un
antígeno en el organismo, tales como bacterias, haciéndolo inofensivo.
Algunos alérgenos se comportan como antígenos que son capaces de
provocar la producción de anticuerpos (proteínas), especialmente IgE. Aún
así, no siempre se produce la reacción alérgica. Otras inmunoglobulinas son
IgG, IgM, IgA, IgD.
La IgE es un anticuerpo que todos tenemos en pequeñas cantidades,
pero las personas alérgicas, sin embargo, producen IgE en grandes
cantidades. Normalmente, este anticuerpo es importante para protegernos
de los parásitos, pero no es eficaz contra la caspa de gato u otros alérgenos.
Esto se debe a que durante el período de la sensibilización, la caspa de gato
ocasiona un aumento de la IgE, no tanto por las células, como por su
contenido en productos químicos. Estas células contaminadas son capaces
de causar una reacción alérgica en exposiciones posteriores a la caspa. Con
el tiempo, la reacción de la caspa de gato con la IgE irrita las células y
conduce a la liberación de diversas sustancias químicas, incluyendo la
histamina. Estos productos químicos, a su vez, causan la inflamación y los
síntomas alérgicos típicos. Así es como el sistema inmune se descontrola y
exagera su respuesta, ocasionando una reacción alérgica al ser estimulados
por un alérgeno.
Los anticuerpos IgE son muy específicos y al igual que un sistema de
cerradura y llave, sólo funcionan con determinados antígenos. Si, por
ejemplo, un virus de la gripe entra en el cuerpo, los anticuerpos especiales
de la gripe le atacan. Cada vez que estamos expuestos a un nuevo agente
invasor o antígeno, el cuerpo crea anticuerpos diferentes para combatirlo.
Cuando hay un contacto con sustancias en principio inofensivas, como
el polen, el moho o la caspa de las mascotas, el sistema defensivo los
considera invasores peligrosos. El sistema inmunológico entra en acción
inmediatamente, liberando IgE y cada uno de estos anticuerpos se hace
especialmente para el tipo particular de alérgeno. Por ejemplo, el cuerpo
produce un tipo de anticuerpo IgE para polen de cereales y de otro tipo para
el polen de roble.
Los anticuerpos IgE se adhieren fuertemente a la membrana de los
mastocitos del cuerpo y de los basófilos. Así, el alérgeno, el anticuerpo
IgE, los mastocitos y basófilos, forman un complejo. Los basófilos circulan
en el torrente sanguíneo y se reúnen en los tejidos de la nariz, la piel, el
estómago y los pulmones, mientras que los mastocitos permanecen
estacionarios. La próxima vez que estos complejos entran en contacto con
el mismo alérgeno, las células cebadas o basófilos liberan sustancias
químicas potentes, llamadas histaminas, para luchar contra el invasor.
La respuesta alérgica
La respuesta inmune es como consecuencia a una reacción alérgica
originada por un alérgeno, siendo los menos comunes las nueces, frutas y
látex.
En el grupo de los alimentos hay ocho responsables del 90 por ciento
de todas las reacciones alérgicas:
La leche,
el huevo,
(cacahuete) maní,
frutos secos,
pescado,
mariscos,
soja
y trigo.
Algunas de estas alergias pueden ser superadas, pero otras, como al
cacahuete y mariscos, se mantendrán durante toda la vida.
Una vez sensibilizada la persona por un antígeno, en los próximos
contactos el sistema defensivo "recuerda" la exposición anterior y produce
más anticuerpos, lo que ocasiona una liberación de sustancias químicas en
el cuerpo que conducen a una reacción alérgica. Entre ellas están las
cininas, fosfolipasa A2 y leucotrieno D4, siendo la más importante la:
Histamina
Efectos de la histamina:
Relajación de los músculos lisos que se encuentran en los pulmones, el
revestimiento del estómago, y otras áreas.
Dilatación de los vasos sanguíneos, provocando que fluya más sangre.
Permite que los líquidos que contienen sustancias químicas defensivas
fluyan más fácilmente del torrente sanguíneo a las células individuales.
Aunque en principio debemos considerar a la histamina como un
elemento defensivo, lo cierto es que causa trastornos. Por ejemplo, en la
nariz y a medida que los pequeños vasos sanguíneos se ensanchan, hay fuga
de fluidos en los tejidos circundantes, causando secreción nasal, ojos
llorosos, picazón, hinchazón y otros síntomas de alergias nasales.
Este proceso se conoce como la respuesta inflamatoria alérgica, pero
aunque molesto, es una forma eficaz de luchar contra los agentes invasores.
Por eso, no se deben utilizar como preventivos y minimizar su uso en caso
de alergia.
CAPÍTULO 2
Enfermedades alérgicas
Trastornos alérgicos habituales
Asma
Eccema
Fiebre del heno
A los que hay que añadir
Alergia alimentaria
Alergia a las mascotas
Anafilaxia
Conjuntivitis
Urticaria
Angiodema
Dermatitis atópica
Dermatitis de contacto
Alergia a medicamentos
Alergia a picaduras de insectos
Alergias raras
Alergia al sol (Urticaria solar)
Alergia acuagénica
Alergia al sudor
Alergia al frío (Urticaria a frigore)
Alergia al calor
Alergia a las hormonas
Alergia al ejercicio
Alergia a la presión (dermatografismo).
Alergia al semen (hipersensibilidad al plasma seminal humano)
Alergia a las vibraciones
Alergia al níquel (Teléfonos móviles)
Alergia a la saliva
Alergia a los campos magnéticos
Alergia a la lactosa
Urticaria
Sibilancias
Vómitos
Posteriores:
ALERGIAS ESTACIONALES
Alergias en primavera
La primavera es la época del año en que normalmente se piensa
cuando se trata de alergias estacionales. A medida que los árboles empiezan
a florecer y el polen se pone en el aire, las personas alérgicas comienzan su
ritual anual de mocos y estornudos. Cada año, 35 millones de
estadounidenses son víctimas de la rinitis alérgica estacional, más
comúnmente conocida como fiebre del heno.
Aunque no existe una cura definitiva para las alergias de primavera,
hay diferentes maneras de combatir sus efectos.
Sobre el estornudo
Por lo general no se estornuda una vez, ni dos veces, sino tres veces.
Se puede estornudar en el coche estando al sol, pero no cuando está
nublado. También cuando se mastica chicle de menta, después del ejercicio,
depilándose las cejas, en la luz del sol, o después de hacer el amor.
Lo cierto es que, aunque molestos, los estornudos protegen al cuerpo al
expulsar de la nariz bacterias y virus. Cuando algo entra en la nariz y la
irrita se pone en marcha el "centro del estornudo" en el cerebro, que se
encuentra en el tallo cerebral inferior, y las señales se envían rápidamente
para cerrar herméticamente la garganta, los ojos y la boca. A continuación,
los músculos del pecho se contraen vigorosamente (por eso los hombres
estornudan con mayor fuerza), y entonces los músculos de la garganta
rápidamente se relajan. Como resultado, el aire -junto con la saliva y el
moco- es forzado a salir de la boca y nariz. Un solo estornudo puede enviar
al aire a 100.000 gérmenes a una velocidad de 100 kilómetros a la hora. Sin
embargo, cuando dormimos es muy raro estornudar, porque nuestros
nervios también están relajados.
El polen
El polen es el mayor detonante para la alergia primaveral y es liberado
en el aire procedente de los árboles, pastos y malezas con el fin de fertilizar
otras plantas. Cuando los granos de polen entrar en la nariz de una persona
que es alérgica, envían al sistema inmune la señal de alarma.
El sistema inmunológico, por error, cree que el polen es un invasor y
envía a los anticuerpos, sustancias que normalmente identifican y atacan a
las bacterias, virus y otros organismos causantes de enfermedades. Los
anticuerpos atacan los alérgenos, lo que provoca la liberación de elementos
químicos denominados histaminas en la sangre. Las histaminas, en
principio un protector, desencadena la secreción nasal, la picazón en los
ojos y otros síntomas de las alergias.
El polen puede viajar muchos kilómetros, extendiendo un camino de
sufrimiento para las personas alérgicas a lo largo del camino. Cuanto mayor
sea la cantidad de polen, mayores son los síntomas.
Las plantas polinizan en diferentes épocas del año, por lo que los
meses en que se padece alergia depende de a qué tipo de polen (s) es
alérgico. Por lo general, las personas se ven afectadas durante la primavera
(árboles) y verano (pastos).
Para evitar la exposición al polen puede:
Revisar los informes meteorológicos sobre el polen y quedarse en casa
cuando es alto.
Evitar secar la ropa personal y de cama fuera cuando el nivel de polen
es alto.
Usar gafas de sol para proteger los ojos del polen.
Mantener las puertas y ventanas cerradas durante la media mañana y la
tarde, cuando hay más polen en el aire.
Ducharse, lavarse el pelo y cambiarse de ropa al volver de la calle.
Evitar las áreas verdes, como parques y campos.
Conseguir a alguien para cortar el césped.
Éstos son algunos de los elementos que generan mayor cantidad de
polen en primavera:
Árboles
Aliso
Ceniza
Álamo temblón
Haya
Cedro
Ciprés
Olmo
Nogal
Enebro
Arce
Morera
Roble
Oliva
Palma
Pino
Sauce
Síntomas
Los síntomas de alergia tienden a ser especialmente altos en los días
ventosos cuando el viento levanta el polen y lo lleva por el aire. Los días de
lluvia, por el contrario, causarán una caída en los niveles de polen debido a
que la lluvia lava los alérgenos.
Los síntomas de las alergias de primavera incluyen:
Nariz que moquea
Ojos llorosos
Estornudos
Tos
Picazón en los ojos y la nariz
Círculos oscuros bajo los ojos.
Los alérgenos transportados por el aire también pueden desencadenar
el asma, una enfermedad en la cual las vías respiratorias se estrechan,
dificultando la respiración y provocando tos, sibilancias y dificultad para
respirar.
Pruebas
El especialista en alergias puede hacer una prueba en la piel, que
consiste en inyectar una pequeña muestra de un alérgeno diluido bajo la piel
del brazo o espalda. Si es alérgico a la sustancia, se forma un pequeño bulto
rojo (llamado pápula). Otra opción es la prueba diagnóstica denominada
RAST, que se trata de un análisis de sangre que detecta los niveles de
anticuerpos a un alérgeno en particular. Sólo porque sea sensible a un
alérgeno en particular en un examen, no significa que necesariamente va a
comenzar estornudar y toser cuando entre en contacto con ello.
Recomendaciones generales
El humo del tabaco, la contaminación del aire y otras partículas,
pueden hacer que aumenten los síntomas de alergia. Así que aunque ventilar
la casa sea saludable, en los casos en los cuales a la contaminación
ambiental se sume la presencia de polen en la atmósfera, hay que mantener
cerradas las ventanas. Otra medida es revisar los recuentos de polen en esa
zona, para buscar cuál es el mejor momento para abrir las ventanas.
También es sensato buscar qué ventana está mejor ubicada en relación al
polen ambiental.
Si las ventanas deben mantenerse cerradas, considere el uso de un
filtro de aire HEPA en el interior, una tecnología que elimina las partículas
más perjudiciales. Los niveles de humedad se deben mantener por debajo
del 50% con un deshumidificador, para minimizar el moho, hongos, ácaros
del polvo y el crecimiento.
Cuando haga viento o el clima esté muy seco, intente no salir de casa
por las mañanas, pero instale un purificador de aire en su casa y limpie los
filtros a menudo. Las estanterías y muebles límpielos a menudo con un
trapo mojado. Pase la aspiradora con frecuencia, pero utilice una máscara.
Al llegar a casa, lávese la cabeza.
Alergias de verano
Aunque menos frecuentes e intensas, producen igualmente malestar y
el desencadenante es el mismo, el polen. No obstante, el calor intenso
tiende a quemar los gránulos de polen y la cantidad en el aire es menor. Los
árboles efectúan su polinización a finales de la primavera, depositándose en
los pastos y prados.
Hay polen abundante en:
Malas hierbas
Ambrosía
Artemisa
Gramíneas
Huertas
Uno de los vegetales más desencadenantes de alergia es la ambrosía de
verano, que por lo general llega en agosto y su polen puede viajar cientos de
kilómetros con el viento.
Síntomas de las alergias de verano
Nariz que moquea
Ojos llorosos
Estornudos
Tos
Picazón en los ojos y la nariz
Círculos oscuros bajo los ojos
Otros desencadenantes
Ozono
La superior contaminación del aire de verano puede hacer que los
síntomas de alergia empeoren. Uno de los contaminantes más comunes es el
ozono, que se crea en forma de nubes por una combinación de la luz solar,
óxido de nitrógeno, hidrocarburos y la quema de combustible,
diseminándose en las ciudades.
Esporas
Son células reproductoras producidas por ciertos hongos, plantas,
musgos, helechos y algunas bacterias. Se depositan en zonas húmedas,
incluyendo el sótano y baños. Cuando se disemina por el aire, pueden
causar problemas a las personas alérgicas.
Ácaros del polvo
Son insectos microscópicos que alcanzan su mejor época en verano. Se
desarrollan en temperaturas cálidas, húmedas y anidan en las camas, telas y
alfombras. Sus residuos pueden entrar en el aire, provocando estornudos,
resuellos y rinorrea.
Insectos
Las reacciones alérgicas a los insectos suelen provocar síntomas leves,
como picor e hinchazón localizada; pero en un pequeño porcentaje de
personas puede dar lugar a una reacción alérgica grave, con hinchazón de la
garganta o la lengua, mareos, náuseas y shock.
Tratamiento convencional
Antihistamínicos
Descongestionantes
Aerosol nasal descongestionante (No deben utilizarse más de tres
días.)
Cromoglicato sódico en spray
Gotas para los ojos
Irrigación nasal
Alergias de otoño
A pesar de la ausencia de flores y de que las hojas se marchitan, las
alergias siguen presentes. He aquí algunas de las causas:
Ambrosía
A pesar de la ausencia de flores y de que las hojas se marchitan, las
alergias siguen presentes. La ambrosía, por ejemplo, es el desencadenante
principal de alergias en el otoño. Esta hierba de color amarillo
generalmente libera polen en agosto, pero puede durar hasta septiembre y
octubre. Así que alrededor de tres cuartas partes de las personas que son
alérgicas a las plantas de primavera, también son alérgicas a la ambrosía. En
algunos, alimentos como plátanos, melón, calabacín y otros, también
pueden causar síntomas.
Moho
Aunque solemos relacionar el moho con los sótanos y los cuartos de
baño -zonas húmedas de la casa-, las esporas de moho también buscan las
manchas de humedad exteriores. Los montones de hojas húmedas son caldo
de cultivo ideal para ellos.
Ácaros
Los ácaros del polvo, si bien son comunes durante los meses húmedos
del verano, se pueden liberar agitando el aire la primera vez que se
enciendan las estufas, ocasionando problemas.
Síntomas
Similares a otras alergias.
Tratamiento
Sprays nasales, antihistamínicos, descongestivos y vacunas.
Antes de encender la bomba de calor, limpie los conductos de
calefacción y cambie el filtro, pues sepa que el moho y otros alérgenos
pueden quedar atrapados en las rejillas de ventilación durante el verano y
llenarán el aire tan pronto como empiece el calor. Use un filtro HEPA en el
sistema de calefacción para eliminar el polen, el moho y otras partículas del
aire. Sea prudente con los humidificadores, pues crean mohos. Nunca los
active por la noche, ni mucho menos en los dormitorios. La humedad
creada desplaza al oxígeno en las habitaciones cerradas.
Alergias de invierno
Cuando hace frío, cerramos nuestros hogares y ponemos la
calefacción, el polvo, las esporas de moho, y partes de insectos se
diseminan por el aire, pudiendo desencadenar una reacción alérgica.
Algunos de los elementos que pueden originar alergia en el interior de
las casas, son:
Ácaros del polvo
Estos insectos microscópicos se desarrollan en colchones y ropa de
cama. Cuando sus excrementos y restos son transportados por el aire,
pueden provocar síntomas.
Moho
Los hongos crecen en lugares húmedos como sótanos y cuartos de
baño. Cuando las esporas de moho flotan en el aire, pueden
desencadenar síntomas.
Animales
La mayoría de las personas no son alérgicas al pelo de los animales,
sino más bien a una proteína que se encuentra en la caspa de las
mascotas, la saliva y la orina.
Síntomas diferenciales
¿Cuáles son los síntomas de las alergias de invierno?
Los síntomas de alergia causados por el polvo, el pelo o el moho son
los habituales: tos, círculos oscuros bajo los ojos, picazón en los ojos y la
nariz, nariz que moquea, estornudos y ojos llorosos.
La diferencia con un resfriado o una gripe es que estas enfermedades
no suelen durar más de 10 días (las alergias duran meses o años) y con
frecuencia hay también fiebre y dolores.
Tratamiento convencional
Similar al resto de las alergias, esto es, antihistamínicos,
descongestionantes nasales, vacunas y en ocasiones corticoides.
La prevención incluye:
Desechar las cortinas de la ducha, el papel tapiz y las alfombras que
pueden tener moho. Lavar duchas y lavabos con una solución que
contenga 5% de lejía y un poco de detergente.
Usar un deshumidificador para mantener la humedad por debajo del
50%. Puede bastar con poner un recipiente abierto con un kilo de sal.
Recordamos que no hay que emplear humidificadores en los
dormitorios y utilizar un filtro de aire HEPA para limpiar el polvo del
aire.
Lavar ropa de cama en agua caliente (60º) cada semana. Utilizar telas
hipoalérgicas en los colchones, almohadas y edredones.
Considere comprar árboles o plantas de interior artificiales. Las plantas
vivas pueden albergar productos químicos y moho, y provocar
reacciones alérgicas.
En el árbol navideño, lave el polvo de los ornamentos antes de
colgarlos en el árbol. Comprar adornos de vidrio o de plástico en lugar
de tela, que pueden recoger más polvo.
Porte su propia almohada cuando viaje.
ALERGIAS A LOS ANIMALES DOMÉSTICOS
El contacto con las proteínas de la saliva de los gatos y la orina puede
causar reacciones alérgicas; pero no es la piel del animal doméstico lo que
causa alergia, sino la exposición a las escamas de piel muerta, su orina y
saliva secas, además del pelo.
Si alguien en la familia es alérgico a la caspa de ciertas mascotas,
considere alejarla y tener otras mascotas, como peces o tortugas. Sin
embargo, aunque le recomienden librarse de su mascota, no tiene que
hacerlo si sigue estas recomendaciones:
Designe una zona fija para que duerma su mascota y no permita que
entre en el dormitorio de los humanos.
Ponga un sistema de filtros HEPA. Estos filtros pueden ser dobles o
grandes, dependiendo de la cantidad de dinero que quiera gastar.
Filtran las partículas más pequeñas del aire, los ácaros del polvo y el
polen, y por supuesto, la caspa de los animales de compañía. Cuanta
más cara sea la unidad, más metros cuadrados va a limpiar.
Trate de pasar la aspiradora por lo menos cada dos días para mantener
el pelo del animal doméstico bajo control.
Mantenga su ropa y la de su mascota limpias, y dele un baño al menos
una vez a la semana.
Mantener sus manos lavadas también ayudará a los síntomas.
Mantenga a las mascotas fuera en la medida de lo posible, o limítelas a
una sola habitación, preferiblemente sin alfombra.
Saque los perros regularmente al exterior.
Lave toda la ropa de cama y muebles en los que el animal ha
permanecido (idealmente a 60 º C).
En cuanto a los cuidados del hogar, tenga en cuenta que:
Los juguetes de felpa también son un buen hábitat para los alérgenos.
En realidad, cualquier juguete sucio es peligroso.
Mantenga los cubre-sofás al mínimo. Elija sillas duras en lugar de
asientos tapizados.
Las alfombras proporcionan alérgenos de forma invisible. Las
alfombras de felpa y sintéticas son peores que las de tejido apretado.
Las alfombras que llegan de pared a pared, son imposibles de eliminar
mediante el vapor o la limpieza en seco. Aspire las alfombras una vez
o dos veces por semana usando un filtro.
La mayoría de los ambientadores en realidad contienen ingredientes
que pueden causar alergias, y algunos productos de limpieza también a
causa de los aromatizantes. En el mejor de los casos, sólo sirven para
enmascarar el verdadero frescor, el olor del aire limpio se debe lograr
sin la ayuda de productos químicos.
Opte por suelos duros si las alergias persisten, especialmente en
espacios donde los niños pasan mucho tiempo en el suelo.
Alergia a los perros
La caspa de perro se disemina por toda la casa, incluso en lugares
donde los perros nunca han estado. Para una persona con alergias a los
perros, la vida puede ser complicada y los sentimientos resentirse.
Aunque crea que todo el problema está en los perros de pelo largo, no
es cierto, como tampoco lo es el que unas razas ocasionen problemas
alérgicos y otras no. De hecho, un perro y otro de la misma raza pueden
emitir niveles muy diferentes de alérgenos.
No son el pelo del perro o la piel el problema real y con frecuencia el
problema está en la caspa - escamas de piel muerta -, así como la saliva y la
orina. La razón de la alergia está en la persona y su sensibilidad a
determinadas sustancias. Su sistema inmune es hipersensible y reacciona de
forma intensa a determinadas sustancias inocuas y las atacan como lo harían
ante las bacterias o los virus. El estornudo y los ojos llorosos son sólo los
efectos secundarios de un intento del cuerpo para destruir o eliminar el
alérgeno.
Una prueba habitual es la denominada RAST para averiguar si existe
una alergia real a esa mascota. Puede ser que el problema esté en el hogar y
el perro lo único que hace es remover los alérgenos con sus movimientos.
También puede ocurrir que lo traiga del exterior.
Precauciones
No toque o bese a su mascota, tampoco visite hogares donde hay
perros. Si ello no es posible, no duerma en la habitación donde esté el
animal de forma habitual.
Tenga cuidado con los visitantes que son dueños de perros, ya que la
caspa se pega a la ropa y el equipaje.
Limpie su casa con esmero.
Consiga una aspiradora con un filtro HEPA. Otros filtros no son
eficaces.
No ponga alfombras, ni cortinas. Quita muebles polvorientos y
mullidos.
Filtre el aire. Si dispone de aire acondicionado, sepa que puede
empujar la caspa de perro a todas las habitaciones de su casa, incluso a
aquellas que el perro no entra. Puede ayudar un filtro de aire general.
Mantenga al perro fuera de su dormitorio. Una puerta cerrada no es
completamente segura, pero ayudará.
Alergia a los gatos
Alrededor del 10% de la población tiene alergias a las mascotas y los
gatos son algunos de los principales, doblando a las alergias a los perros.
De nuevo, la piel o el pelo del animal no son el problema real. Las personas
con alergias a los gatos son realmente alérgicas a las proteínas presentes en
la saliva, la orina y la caspa (escamas secas de la piel).
La alergia a los gatos es independiente de la raza, longitud del cabello,
o la cantidad de pelo.
Incluso aunque no se tenga una alergia real a los gatos, podría ser el
causante de las crisis. Esto se debe a que acumulan en su cuerpo polen,
moho y otros alérgenos.
Tampoco crea que la sensibilidad mejorará con el tiempo. Podría más
bien empeorar y declararse asma.
Tratamiento
El lavado frecuente y el cepillado eliminan la caspa de mascotas, y los
rastros de saliva y orina en la piel. Estos -no la propia piel- son la verdadera
fuente de reacciones alérgicas, por lo que una mascota limpia puede ser
segura para un niño alérgico. El problema es que a los gatos no les gusta el
baño.
Incluso una mascota lavada debe dormir y pasar la mayor parte de su
tiempo en una habitación diferente para asegurar que los alérgenos que se
acumulan tras el lavado, no están al acecho precisamente donde las
personas pasan la mayor parte del tiempo. Hay que mantener la ropa de las
personas, incluso bufandas y ropa de abrigo, lejos del suelo y de la mascota.
Otras alergias
Asma
El asma es un problema respiratorio que resulta de la inflamación y el
espasmo de los conductos de aire de los bronquios, lo que causa un
estrechamiento de las vías aéreas, quedando limitado el flujo de aire dentro
y fuera de los pulmones.
Los síntomas comunes incluyen: dificultad para respirar, sibilancias,
tos y opresión en el pecho.
Fiebre del heno
La fiebre del heno es un trastorno inmunológico caracterizado por una
respuesta alérgica a los granos de polen y otras sustancias. También
conocido como rinitis alérgica, hay dos tipos: de temporada, que se produce
sólo durante el tiempo del año en el que ciertas plantas polinizan, y perenne,
que se produce durante todo el año.
Conjuntivitis alérgica
Es la inflamación de las capas de tejido (membranas) que cubren la
superficie del globo ocular y la superficie inferior del párpado. La
inflamación se produce como resultado de una reacción alérgica.
Puede producir los siguientes síntomas: enrojecimiento debajo de los
párpados y de manera general de los ojos, ojos llorosos y con comezón.
La conjuntivitis causada por bacterias, virus o enfermedades de
transmisión sexual pueden propagarse fácilmente de persona a persona,
pero no es un riesgo grave para la salud si se diagnostica pronto; además, no
es contagiosa.
Rinitis Alérgica
Es la más común de las enfermedades alérgicas y aunque
habitualmente se debe al polen, cuando se declara durante todo el año está
por lo general causada por alérgenos de interior, tales como los ácaros del
polvo, caspa de animales o mohos.
El nombre de “fiebre del heno” se refiere al heno nuevo estacional.
Los síntomas afectan a los tejidos que recubren el interior de la nariz
que quedan inflamados, así como a las áreas adyacentes, como los oídos,
los senos paranasales y la garganta.
Incluye: nariz que moquea, nariz congestionada, estornudos, picazón
nasal, picazón en los oídos y la garganta.
Urticaria
Se distingue de las anteriores por la presencia de hinchazones y
picazón que pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Puede darse
incluso en personas no alérgicas. Los síntomas pueden incluir: ronchas rojas
y comezón intenso.
Dermatitis alérgica
Se trata de una inflamación de la piel que es causada por una reacción
alérgica local. La mayoría de estas reacciones cutáneas localizadas no
implican a la IgE, sino que están causadas por reacciones inflamatorias. Es
importante señalar que cuando algunos alérgenos (por ejemplo, látex)
entran en contacto con la piel, son absorbidos por la piel y también pueden
potencialmente causar reacciones en todo el cuerpo. Para la mayoría de la
gente, sin embargo, la piel es una barrera formidable que puede ser sólo
localmente afectada. Ejemplos de dermatitis alérgica de contacto son las
causadas por: látex, plantas como la hiedra venenosa y el roble, colorantes,
productos químicos, cosméticos y metales como el níquel.
Eccema alérgico
La dermatitis atópica es una reacción alérgica con erupción que
generalmente no es causada por el contacto de la piel con un alérgeno.
Suele estar asociada comúnmente con la rinitis alérgica o el asma. Ocasiona
los siguientes síntomas: picazón, enrojecimiento y sequedad o de la piel.
En su manifestación cutánea podemos distinguir a la erupción en la
cara, especialmente en los niños, así como al sarpullido alrededor de los
ojos, en los pliegues de los codos y detrás de las rodillas, sobre todo en
niños mayores y adultos, con una erupción que puede estar en el tronco del
cuerpo.
A plantas venenosas
La hiedra venenosa, el roble venenoso y el zumaque venenoso son
plantas que contienen una savia irritante, aceitosa, llamada urushiol. Esta
sustancia desencadena una reacción alérgica al entrar en contacto con la
piel, dando lugar a una erupción cutánea con picazón, que puede aparecer
pocas horas después de la exposición o hasta varios días después.
Alergias a picaduras de insectos
La abeja, la avispa, el avispón, o las picaduras de hormigas termitas,
son las picaduras de insectos que más alergias súbitas producen. Sin
embargo, la mayoría de las personas no son alérgicas a las picaduras de
insectos y pueden confundir una reacción normal con una reacción alérgica.
Alergia a la aspirina
Los salicilatos son sustancias químicas que se encuentran naturalmente
en las plantas y que de forma sintética son el ingrediente básico de la
aspirina y otros medicamentos para aliviar el dolor. También se encuentran
en muchas frutas y verduras, así como en muchos productos de belleza.
Alergia a cosméticos
Aunque los cosméticos pueden ayudarnos a sentirnos más hermosos,
pueden causar irritación de la piel o reacciones alérgicas. Ciertos
ingredientes utilizados en cosmética, tales como perfumes y conservantes,
pueden actuar como alérgenos.
Alergia al níquel
La alergia al níquel es una reacción de la piel que se desarrolla después
de la exposición al níquel o artículos que contienen el metal.
Alergia a medicamentos
Muchos medicamentos pueden causar efectos secundarios adversos, y
otros desencadenar reacciones alérgicas.
Alergia al polvo y ácaros
Los ácaros del polvo son insectos microscópicos que se reproducen en
el polvo doméstico. Es un oponente invisible y una de las mayores fuentes
de alergia. Debe averiguar dónde se esconden. Los ácaros tienen sus
hogares en las camas de los humanos, ya que su fuente favorita de los
alimentos -la piel muerta- se puede encontrar en abundancia. Así que elija
edredones lavables y lave la ropa de cama semanalmente en agua caliente
(al menos a 60 °), y un secado a fondo. Los ácaros del polvo pueden
causar problemas incluso con almohadas hipoalérgicas, así que busque una
funda de almohada a prueba de ácaros.
Recomendaciones:
Para evitarlos elija madera o revestimientos de suelo duro de vinilo en
lugar de una alfombra.
Colocar persianas que se puedan limpiar fácilmente.
Limpiar regularmente los cojines, peluches, cortinas y muebles
tapizados, ya sea mediante el lavado (a temperatura alta) o pasar la
aspiradora.
Usar almohadas y edredones sintéticos acrílicos en lugar de mantas de
lana o ropa de cama de plumas.
Utilice un aspirador equipado con un filtro HEPA (aire de partículas de
alta eficiencia), ya que puede eliminar más polvo que las aspiradoras
comunes.
Limpie las superficies con un paño húmedo, limpio, pues el seco puede
diseminar los alérgenos más.
Concentre sus esfuerzos en el control de los ácaros del polvo en las
áreas de la casa donde se pasa la mayor parte del tiempo, como el
dormitorio y sala de estar.
Alergia a cosméticos
Cualquier cosmético, detergente o champú puede causar una reacción
alérgica. El término “antialérgico” en un cosmético es incorrecto y debería
emplearse “bajo índice de alergias”.
Alergia a inyectables
Las reacciones más graves pueden ocurrir cuando los alérgenos se
inyectan en el cuerpo y llegan directamente a la corriente sanguínea. Las
sustancias que causan estas reacciones suelen proceder de: veneno de
insectos, medicamentos, vacunas (incluyendo vacunas antialérgicas),
hormonas (por ejemplo, insulina).
La alergia a la penicilina es una reacción intensa que se produce
cuando el sistema inmunológico reacciona de forma exagerada al
antibiótico, rechazándolo.
Alergia a las esporas del moho
El moho puede crecer en cualquier materia en descomposición, tanto
dentro como fuera de la casa. Los propios mohos no son alergénicos, sino
las esporas que liberan. Las esporas se liberan cuando hay un aumento
brusco de la temperatura en un ambiente húmedo, tal como cuando se
enciende la calefacción en una casa húmeda, o cuando las prendas húmedas
se secan junto a una chimenea.
Recomendaciones:
Mantenga la casa seca y bien ventilada.
Al ducharse o cocinar, mantener las puertas internas cerradas para
evitar que el aire húmedo se extienda por toda la casa y use
extractores.
No seque la ropa en el interior, ni ponga ropa húmeda en los armarios
húmedos.
Evite la humedad y la condensación en la casa.
CAPÍTULO 3
Frecuencia y casuística de las alergias
Las alergias son muy comunes. De acuerdo con datos procedentes del
Reino Unido, una de cada cuatro personas sufre de una alergia en algún
momento de sus vidas. La cantidad va en aumento y casi la mitad de los
afectados son niños.
La razón para el aumento no es clara y algunos expertos creen que está
relacionado con la contaminación. Otra teoría es que las alergias son
causadas por vivir en un entorno más limpio y libre de gérmenes, lo que
impide que nuestro sistema inmunitario se haga eficaz. Sin experiencia, no
aprende y reacciona de forma exagerada cuando entra en contacto con
sustancias inocuas.
Como ya dijimos, la vacunación desde la infancia podría ser una de las
causas más plausibles para entender la razón de la gran cantidad de
personas que hay afectadas de alergias y enfermedades autoinmunes.
Una alergia se desarrolla cuando el sistema inmunológico del cuerpo
reacciona a un alérgeno como si fuera perjudicial, como lo haría ante una
infección. Se produce entonces un tipo de anticuerpo (proteína que combate
los virus y las infecciones) llamado inmunoglobulina E (IgE) para luchar
contra el alérgeno.
Cuando el cuerpo entra en contacto con el alérgeno de nuevo, los
anticuerpos IgE se liberan, provocando que ciertos productos químicos sean
producidos. Juntos, causan los síntomas de una reacción alérgica. La
histamina es uno de los productos químicos implicados en una reacción
alérgica, que provoca:
Endurecimiento de los músculos, incluyendo los de las paredes de las
vías respiratorias (broncoespasmo).
Mucosidad que se produce en el revestimiento de la nariz, causando
picazón y ardor local.
Sensibilidad a las alergias
Algunas personas son más propensas a desarrollar una alergia, y con
frecuencia suele ser familiar. En estos casos, se dice que es atópica y la
causa es un aumento en la producción de anticuerpos IgE.
Los factores ambientales también juegan un papel en el desarrollo de
las enfermedades alérgicas y aunque el papel exacto que juega el medio
ambiente es desconocida, los estudios han demostrado que varios factores
parecen aumentar el riesgo de atopia en un niño en desarrollo, tales como:
Crecer en una casa con fumadores
Exposición a los ácaros del polvo doméstico
Exposición a las mascotas
Uso de antibióticos.
Los niños tienen más probabilidades de desarrollar atopia que las
niñas, al igual que los bebés.
Presencia de alérgenos
Indudablemente el lugar en el cual se depositan los alérgenos,
determinará la intensidad y gravedad de los síntomas. El polen en el aire,
por ejemplo, tendrá poco efecto sobre la piel, pero provocará síntomas
nasales y pulmonares. Cuando los alérgenos son tragados o inyectados
pueden viajar a otras partes del cuerpo y provocar síntomas que están lejos
de su punto de entrada. Por ejemplo, los alérgenos en los alimentos pueden
estimular la liberación de mediadores en la piel y causar urticaria. Cuando
se introducen en el cuerpo pueden llegar a la corriente sanguínea y
adherirse a una IgE específica en sitios remotos, tales como la piel o las
membranas nasales. La alergia a los alimentos puede comenzar por la
lengua o la inflamación de la garganta y acompañarse de hormigueo,
náuseas, diarrea, o dolor de estómago. Entre las sustancias ingeridas que
pueden causar alergias están los antibióticos y la aspirina, además de la
leche de vaca, el pescado, los mariscos, los huevos, los cacahuetes, los
frutos secos, la soja y el trigo.
La respiración de un alérgeno puede ser peligrosa si se padece alergia.
Aparte de oxígeno, el aire contiene una amplia variedad de partículas,
algunas tóxicas, algunas infecciosas, y algunas inocuas, pero también
alérgenos.
Reacción inmunitaria
Las reacciones alérgicas no pasan la primera vez que se entra en
contacto con un alérgeno, sino en un momento posterior del contacto. Esto
es porque el sistema inmunológico del cuerpo tiene que desarrollar la
sensibilidad al alérgeno antes de poder convertirse en alergia. En otras
palabras, el sistema inmune tiene que reconocer y memorizar el alérgeno
(por ejemplo, pelo de animales o el polen) y luego producir anticuerpos
contra ello. Este proceso es conocido como sensibilización.
El tiempo necesario para llegar a ser sensibilizado a un alérgeno varía
de días a años. Algunas personas llegan a la fase de sensibilización,
experimentando algunos síntomas, pero nunca desarrollan una alergia.
Como reacciones alérgicas típicas están la irritación y la inflamación
(hinchazón) en el cuerpo.
Shock alérgico
El shock anafiláctico o anafilaxia, es una reacción alérgica
potencialmente mortal que puede afectar a varios órganos al mismo tiempo.
Esta respuesta se produce normalmente cuando el alérgeno se come (por
ejemplo, alimentos) o se inyecta (por ejemplo, una picadura de avispa o un
medicamento). Puede declararse inflamación severa de la garganta, dolor de
estómago, náuseas, vómitos, dilatación de las pupilas, dificultad para
respirar, sibilancias e hipotensión, todo ello como consecuencia de una
circulación insuficiente de sangre a los tejidos del cuerpo.
En casos muy raros, una alergia puede provocar una reacción alérgica
severa llamada shock anafiláctico, que puede ser fatal. Afortunadamente, la
mayoría de las reacciones alérgicas se producen localmente en una parte del
cuerpo, tales como la nariz, los ojos o la piel. En la anafilaxia, la reacción
alérgica involucra todo el cuerpo y por lo general ocurre apenas unos
minutos de entrar en contacto con un alérgeno particular.
Síntomas:
Hinchazón de la garganta y la boca
Dificultad para tragar o hablar
Dificultad para respirar
Una erupción en cualquier parte del cuerpo
Enrojecimiento y picor de la piel
Calambres estomacales, náuseas y vómitos
Una repentina sensación de debilidad debido a una caída en la presión
arterial
Colapso y pérdida del conocimiento.
Si tiene un shock anafiláctico, va a requerir tratamiento de emergencia,
por lo general con una inyección de un medicamento llamado adrenalina.
CAPÍTULO 4
Tratamiento convencional de las alergias
Pruebas médicas
Cutánea
Es posible que haya que determinar con precisión el alérgeno causante
y la primera prueba es pinchar en la piel con una pequeña cantidad del
alérgeno sospechoso para ver si hay una reacción. Si la hay, la piel
alrededor del pinchazo se manifiesta con picazón, enrojecimiento e
hinchazón. Debido a que la prueba cutánea se hace con una pequeña
cantidad de alérgeno en la piel, se considera muy segura y se puede utilizar
en casi cualquier grupo de edad, incluidos los bebés. Sin embargo, puede
no ser conveniente si tiene eczema severo o si está tomando
antihistamínicos.
Examen de sangre
Esto se utiliza para medir la cantidad de anticuerpos IgE en la sangre
que se han producido por el sistema inmune en respuesta a un alérgeno
sospechoso. Los resultados se dan en una escala de cero a seis: cero indica
un resultado negativo y seis indica una sensibilidad extremadamente alta.
Los análisis de sangre son particularmente útiles cuando se está en riesgo de
una reacción extrema o cuando un alérgeno raro es sospechoso.
Parche
Esta prueba se utiliza para encontrar un alérgeno que causa eczema en
la dermatitis por contacto. Una pequeña cantidad del alérgeno sospechoso
se añade a unos discos metálicos especiales, que luego son pegados a la piel
durante 48 horas y supervisados para observar la reacción
Pruebas comerciales
Se venden en las farmacias en forma de kits, pero la fiabilidad es
inferior a las que se hacen en los hospitales. Requieren, igualmente, que
sean interpretadas por un profesional competente y que tenga un
conocimiento profundo de los síntomas y antecedentes clínicos.
Cualquier reacción brusca durante las pruebas, se trata con una
inyección de adrenalina.
Primeros auxilios
Para una reacción de leve a moderada:
Calme y tranquilice a la persona que experimenta la reacción, pues la
ansiedad puede empeorar los síntomas.
Trate de identificar el alérgeno y procure que la persona evite futuros
contactos con el mismo. Si la reacción alérgica es a raíz de una
picadura de abeja, raspe el aguijón de la piel con algo firme (como una
uña o tarjeta de crédito plástica). No use pinzas, ya que el hecho de
apretar el aguijón liberará más veneno.
Si la persona desarrolla una erupción con picor, aplique compresas
frías y una crema de cortisona de venta libre.
Observe a la persona para ver si hay signos de incremento del
sufrimiento.
Para una reacción alérgica grave (anafilaxia):
Revise las vías aéreas, la respiración y la circulación (Soporte Vital
Básico).
Un signo de advertencia de una hinchazón peligrosa de la garganta es
una voz ronca o de susurro, o sonidos broncos cuando la persona está
inhalando aire.
De ser necesario, comience a dar respiración boca a boca y masaje
cardíaco.
Llame al número local de emergencias.
Calme y tranquilice a la persona.
Evite medicamentos orales si la persona está teniendo dificultad para
respirar.
Tome medidas para prevenir el shock. Procure que la persona se tienda
horizontalmente, elévele los pies más o menos 30 centímetros y
cúbrala con una chaqueta o manta. No ponga a la persona en esta
posición si se sospecha una lesión en la cabeza, el cuello, la espalda o
la pierna, o si esto causa molestia.
No:
NO crea que aunque la persona haya recibido recientemente una
inyección para alergias estará protegida.
NO ponga una almohada debajo de la cabeza de la persona si está
teniendo problemas para respirar, ya que esto puede bloquear las vías
respiratorias.
NO le dé nada a la persona por la boca si está teniendo problemas para
respirar.
No use epinefrina inyectable en ninguna persona, ya que puede tener
una afección (como un problema cardíaco) que podría resultar afectada
negativamente por este fármaco.
Medicamentos
Los medicamentos convencionales no pueden curar la alergia, pero se
pueden utilizar para tratar los síntomas comunes. La mayoría de los
tratamientos están disponibles sin receta médica, pero siempre pregunte a su
farmacéutico o médico de cabecera para el asesoramiento antes de
comenzar a tomar cualquier medicamento nuevo.
Entre los más habituales están:
Antihistamínicos
Los antihistamínicos tratan las alergias al bloquear la acción de la
histamina química que el cuerpo libera cuando cree que está siendo
atacada por un alérgeno. Los antihistamínicos se pueden tomar en
forma de tableta, crema o líquido, como gotas oculares o aerosoles
nasales.
Disminuyen los estornudos, moqueo y picor, mediante la reducción de
la cantidad de histamina en el cuerpo.
Efectos secundarios: somnolencia, mareo, sequedad en la boca,
nerviosismo, cambios en la visión, diminución del apetito.
Contraindicados en: glaucoma, hipertrofia prostática, epilepsia,
hipertiroidismo, cardiopatías, hipertensión arterial, diabetes.
Descongestivos sistémicos
Ayudan a aliviar la nariz tapada, que a menudo es causada por la fiebre
del heno, alergia al polvo o la alergia a mascotas. Los
descongestionantes pueden tomarse en forma de comprimidos,
cápsulas, aerosoles nasales o líquidos. No deben ser utilizados a largo
plazo.
Los descongestionantes internos producen inicialmente un moco más
fluido y por ello alivian la congestión y la inflamación.
Efectos secundarios: suelen contener triprolidina y pseudoefedrina y
ocasionar somnolencia, problemas auditivos, depresión o excitación
del sistema nervioso central, alteraciones del sueño, alucinaciones,
erupciones cutáneas con o sin irritación, taquicardia, sequedad de
boca, nariz y garganta, dificultad para orinar.
Contraindicados en: hipertensión grave, enfermedad coronaria o
arterial grave, en el hipertiroidismo, o pacientes que estén tomando
medicamentos contra el mal de Parkinson o con antidepresivos IMAO
(inhibidores de la monoaminoxidasa).
Sprays nasales y gotas
Los aerosoles se pueden utilizar para reducir la inflamación y la
irritación en la nariz, y las gotas para los ojos ayudarán a aliviar el
dolor y el picor. Algunos aerosoles y gotas son sólo para adultos.
Los descongestionantes nasales en aerosol pueden aliviar la congestión
y limpiar los conductos nasales tapados más rápidamente que los
descongestionantes orales. Contienen aminas alifáticas, derivados
imidazólicos, fenilefrina, metoxamina, tramazolina, nafazolina,
oximetazolina y xilometazolina.
Efectos secundarios: el uso durante más de tres días seguidos, le hace
perder efectividad y ocasionar un efecto de rebote, con agudización de
los síntomas.
Contraindicaciones: rinitis crónica, hipertensión, asma, diabetes,
pacientes tratados con antidepresivos tricíclicos…
Cromoglicato sódico
Inhibe la degranulación de los mastocitos sensibilizados, impidiendo la
liberación de histamina y otros mediadores de la inflamación. Se suele
utilizar como preventivo.
Efectos secundarios: Puede dar lugar a estornudos, escozor o irritación
que desaparecen en los primeros días del tratamiento. En ocasiones:
náuseas, dolor de cabeza, erupción cutánea, broncoespasmo, sequedad
de mucosa y hemorragia nasal.
Corticoides nasales
Los aerosoles corticosteroides están diseñados para actuar sobre la
mucosa nasal y las vías respiratorias, siendo eficaces en la supresión
de la inflamación, congestión nasal en particular. La absorción en el
cuerpo es mínima, y por ello los efectos secundarios adversos no son
intensos.
Reducen localmente la inflamación nasal. Se emplean en casos de
rinitis alérgica, rinorrea, estornudos intensos o picazón molesta.
También, para el tratamiento de pólipos nasales.
Efectos secundarios: Resequedad, ardor, picazón en las fosas nasales.
Irritación de la garganta, dolores de cabeza y sangrado por la nariz,
mayor probabilidad de tener una infección en las fosas nasales. En
raras ocasiones, se puede presentar una perforación en el conducto
nasal.
Vacunas antialérgicas
Exponen al cuerpo a dosis crecientes del alérgeno hasta que sea
tolerante con él. Pueden aliviar los síntomas durante un período de
tiempo más largo que los medicamentos orales y nasales. A pesar de
que no funcionan para todo el mundo, cuando son eficaces
proporcionan alivio durante varios años.
Efectos secundarios: pueden ocasionar malestar, cefaleas, artralgias,
rinitis o asma. En intolerancias severas, urticaria, angioedema, asma
severo, disnea, arritmias, hipotensión y shock.
Antagonistas del receptor de leucotrienos
Los antagonistas del receptor de leucotrienos son tabletas que
bloquean los efectos de los leucotrienos, que son productos químicos
liberados durante una reacción alérgica y que causan inflamación
(hinchazón) de las vías respiratorias. Se utilizan para tratar el asma
cuando han fracasado otros tratamientos, y como un complemento al
tratamiento con esteroides. Son derivados del ácido araquidónico
implicado en la respuesta inflamatoria.
Hiposensibilización (inmunoterapia)
Otra forma de tratamiento para las alergias es la hiposensibilización,
también conocida como inmunoterapia. Consiste en introducir
gradualmente más y más de los alérgenos en el cuerpo para que
disminuya la sensibilidad.
Los alérgenos se administran generalmente en forma de inyecciones
bajo la piel del brazo y en las etapas iniciales se darán inyecciones a
intervalos de una semana o menos, mientras que las dosis de alérgenos
se incrementan gradualmente. Se pretende llegar a la "dosis de
mantenimiento", una dosis que es eficaz para reducir la reacción
alérgica normal, y que tendrá que seguir administrándose cada pocas
semanas durante al menos dos años.
La hiposensibilización sólo se recomienda para el tratamiento de
alergias graves (como la fiebre del heno y alergias a las mascotas) que
no han respondido a otros tratamientos, y para las alergias específicas,
tales como abejas y avispas.
Este tipo de tratamiento sólo debe llevarse a cabo bajo la estrecha
supervisión de un médico en un hospital, porque hay riesgo de que
pueda causar una reacción alérgica grave.
Tratamiento de la anafilaxia
Si se declara un shock anafiláctico, necesitará tratamiento de
emergencia con una inyección de adrenalina en el músculo.
Si se padece una alergia que puede producir un choque anafiláctico, o
si alguna vez se ha tenido una reacción alérgica severa, al enfermo se le
entrega un kit de auto-inyección de adrenalina. Esta es una herramienta
fácil de usar mediante una jeringa.
También puede ser que se deba considerar el uso de un brazalete de
identificación médica u otra forma de identificación que lleve la
información sobre la enfermedad.
CAPÍTULO 5
Tratamiento natural
Realmente, lo que se pretende con los tratamientos naturales no es
suprimir la alergia, sino quitar la sensibilidad a padecerlas, sea cual sea el
tipo o la causa. No se intentará curar cada alergia en particular, sino
convertir a ese enfermo alérgico en una persona sana, sin que deba
preocuparse nunca más de padecer ningún tipo de alergia, al menos durante
bastante tiempo. Una vez eliminada esa sensibilidad especial a los
alérgenos, es posible que el enfermo vuelva en ocasiones a tener síntomas
de alergia, pero serán muy suaves y en ningún modo preocupantes.
Los remedios que se detallan cumplen varias funciones, por lo que con
frecuencia habrá que tomar varios de ellos al mismo tiempo. Algunos tienen
un efecto casi inmediato en la resolución de los síntomas, mientras que
otros necesitarán administrarse con mayor frecuencia para obtener el efecto
deseado. Finalmente, algunos serán exclusivamente preventivos, pero con
efectos muy consolidados a largo plazo. Todos modifican el terreno y la
predisposición a padecer alergias.
Plantas medicinales
HELICRISIO (Siempreviva amarilla)
Helicrisium italicum
Botánica:
Planta con una altura de hasta 50 cm., originaria del sur y centro de
Europa, con capítulos florales que se agrupan en corimbos con un involucro
de color amarillo brillante. Las flores, de color amarillo, son tubulares
dispuestas en el centro. Se le encuentra en tierras áridas de monte y mar,
bordes de carreteras y caminos.
Partes utilizadas:
Flores.
Composición:
Flavonoides, ácidos cafeico y ursólico, aceite esencial, principios
amargos y taninos.
Usos medicinales:
Colerético, colagogo, espasmolítico, diurético, depurativo,
antirreumático, antigotoso y antialérgico. Externamente tiene propiedades
como cicatrizante y protector de la piel. No obstante, su mejor propiedad es
como antialérgico y expectorante pues estimula la producción interna de
cortisona. También se puede emplear para estimular la secreción de los
jugos gástricos y pancreáticos, en el enfisema, asma y dolores de cabeza.
TUSÍLAGO
Tussilago farfara
Botánica:
Planta herbácea de las Compuestas, de rizoma grueso y tallos
escamosos. De flores amarillas y hojas ligeramente dentadas, acorazonadas,
se encuentra en lugares húmedos y arcillosos.
Recolección:
Florece desde enero a abril.
Partes utilizadas:
Se emplean las hojas.
Composición:
Contiene inulina, un pigmento denominado xantofila, taninos, ácido
urónico, pentosa, galactosa, mucílagos, sustancias antibióticas, flavonoides
y un aceite volátil. También abundantes sales minerales, entre ellos
magnesio, potasio, calcio, azufre, fósforo, sodio y sílice, e incluso zinc. Las
hojas contienen gran cantidad de vitamina C y hay quien la come incluso en
ensalada por su riqueza nutritiva.
Usos medicinales:
Esencialmente es balsámico, antitusígeno y expectorante, con ligera
actividad antibiótica. Es una planta utilizada ampliamente para calmar la
tos, al mismo tiempo que facilita la expulsión del moco, especialmente
cuando es muy espeso. Puede emplearse en traqueítis, en la tos irritativa,
laringitis, asma o enfisema y con menor eficacia en amigdalitis. Es también
una planta depurativa y sudorífica, por lo que es eficaz incluso en gripes. En
uso externo se recomienda como cataplasma en las úlceras cutáneas y para
gargarismos en casos de afonía. También se puede emplear quemando las
hojas y raíces y aspirando el humo, con lo que mejoraremos el asma,
especialmente si mezclamos también Estramonio. Tiene sinergia con la
Pulmonaria en las bronquitis y con el Erísimo en las afonías.
Otros usos:
Con las hojas y flores desmenuzadas se elaboran almohadas
artesanales especialmente cómodas.
Toxicidad:
Su grado de toxicidad es bajo. Últimamente se le ha descubierto una
sustancia, la senkirkina, la cual se cree tiene acción hepatotóxica y
cancerígena, aunque estas acciones no han sido probadas. De todas formas
y al tratarse de un alcaloide, recomendamos no usar prolongadamente.
ESPLIEGO
Lavandula latifolia
Botánica:
Subarbusto anual de ramas sin hojas hasta la parte basal, con hojas de
color verde claro que terminan en lanza, llegando alcanzar el metro de
altura. Las flores son violáceas y el fruto de color pardo oscuro. Crece
espontáneamente en zonas de litoral y montaña y se puede cultivar
fácilmente.
Recolección:
Se realiza en verano.
Partes utilizadas:
Se emplean sus flores antes de abrirse dejándolas a la sombra sin que
la temperatura pase de 35º C.
Composición:
Linalol, cumarina, tanino, saponina, heterósidos y acetato de linalino.
Usos medicinales:
Es ligeramente sedante, antiespasmódica, diurética e hipotensora. Se
emplea para moderar la irritabilidad, la agresividad y la neurastenia. Tiene
efectos balsámicos y antisépticos en las afecciones del aparato respiratorio.
También se emplea en hemicráneas, jaquecas, alergias y para mejorar la
digestión en personas nerviosas. Externamente es muy eficaz para calmar
dolores reumáticos, en las dermatosis y para la alopecia. La infusión sirve
igualmente para lavar heridas, llagas, quemaduras y aliviar el dolor.
Antiguamente se le consideraba un buen remedio contra la blenorragia.
Otros usos:
Su aceite esencial puede emplearse para neutralizar el veneno de las
víboras, aunque no es un efecto contrastado.
Toxicidad:
No tiene toxicidad.
HISOPO
Hyssopus officinalis
Botánica:
Subarbusto de hojas de fuerte aroma que se abren en espigas de 40 cm.
de longitud, con flores de color azul, rosa o blanca. Se puede sembrar
mediante semilla o por división en primavera, aunque los esquejes agarran
mejor en verano. Es necesario un suelo bien drenado, pero se adaptan a
suelos pobres arenosos o alcalinos. Necesita un lugar soleado y la poda se
hace en primavera a 5 cm. del suelo.
Recolección:
Se emplean las flores y hojas secadas rápidamente.
Composición:
Contiene un aceite esencial con tuyona, marrubiína, ácido caféico,
clorogénico, rosmarínico, flavonoides, fitosterol, triterpenos y colina
Usos medicinales:
Es antiséptico, balsámico, emenagogo. La esencia es uno de los
remedios más rápidos para cortar las crisis alérgicas. Mejora el asma, las
bronquitis, la tos y la gripe.
Otros usos:
En infusión es útil para las digestiones lentas, los gases y la falta de
apetito.
Toxicidad:
Su toxicidad es baja. No administrar en el embarazo, ni en individuos
epilépticos o muy nerviosos.
GROSELLERO NEGRO
Ribes nigrum
Botánica:
Arbusto perteneciente a las Saxifragáceas, que crece en lugares
húmedos y elevados. Su tallo es erecto, con hojas grandes con la cara
inferior cubierta de vesículas amarillas. Los frutos son bayas negras,
moteadas de amarillo, agrupados en racimos.
Se conocen un centenar de especies.
Recolección:
En abril y mayo las flores, y al final del verano los frutos.
Partes utilizadas:
Se emplean los frutos y las hojas.
Composición:
Pectina, mucílagos, vitaminas A, B1, B2 y C, sales minerales. También
ácidos málico, cítrico y succínico.
Usos medicinales:
Las hojas y los brotes son diuréticos y los frutos, venotónicos. Se
emplea como antiséptico de las vías respiratorias y como antiinflamatorio.
Es estimulante de las suprarrenales, antialérgico eficaz, mejora la agudeza
visual y mantiene la pared venosa en buen estado. Vitamínico y nutritivo, es
buen antirreumático y diurético suave.
Localmente se emplea la pulpa fresca para aplicar en quemaduras,
pues quita el dolor e impide la formación de llagas.
Otros usos:
Es un buen remedio para emplear en homeopatía.
Con los frutos se prepara un zumo dulce.
Toxicidad:
No tiene toxicidad.
ORTIGA MAYOR
Urtica dioica
Botánica:
Planta herbácea de las Urticáceas, de tallo erecto, hojas grandes de
bordes aserrados y flores en espigas pequeñas de color amarillo. Las hojas
están recubiertas de una pelusilla picante, llenas de ácido fórmico. Se
encuentra entre ruinas, muros, senderos de montaña y cursos de agua.
Recolección:
Las hojas se recogen en primavera y verano, y las semillas en otoño.
Partes utilizadas:
Se emplean las hojas.
Composición:
Clorofila, ácidos fórmico, acético, minerales, vitaminas y
oligoelementos.
Usos medicinales:
Remineralizante, diurética y antirreumática. Baja el ácido úrico,
elimina los cálculos renales, es eficaz en diabetes y edemas, mejora la
función biliar, las diarreas y las úlceras gastroduodenales.
Mezclada con el extracto de avena (diez gotas de cada, debajo de la
lengua) posee importantes efectos afrodisíacos, restaurando los niveles de
testosterona y la función de la próstata.
Mitiga la sensibilidad a las alergias.
Otros usos:
Externamente se emplea para robustecer el cabello, eliminar la caspa,
para lavados vaginales y bucales, así como en las dermatitis seborreicas.
Toxicidad:
La sustancia urticante está dentro de los pequeños pelos de las hojas,
los cuales rompemos al tocarlas y así el veneno se disemina en la piel.
No obstante, basta un ligero escaldado en agua caliente para que
pierdan ese poder y así las podamos tocar ya libremente e incluso comer.
Para recolectarlas bastan simplemente unas tijeras y unos guantes de fieltro
gruesos.
PINO MARÍTIMO
Pinus pinaster Soland
Composición:
Se emplean las yemas, ricas en trementina (pinenos, canfeno,
sesquiterpenos), productos oxigenados y flavonoides.
Usos medicinales:
Antihistamínica, antihemorrágica, controla la permeabilidad y aumenta
la resistencia capilar, es astringente, expectorante, antiséptica de vías
respiratorias y urinarias y, en uso tópico, es rubefaciente. Se emplea con
éxito en afecciones respiratorias: alergias, rinitis, sinusitis, faringitis, gripe,
resfriados, laringitis, traqueítis, bronquitis, asma; infecciones urinarias:
cistitis, uretritis, prostatitis. También en afecciones reumáticas, varices,
hemorroides, fragilidad capilar.
En uso tópico: Inflamaciones osteoarticulares, heridas,
parodontopatías, vulvovaginitis.
Contraindicada en esencia en la insuficiencia renal, epilepsia,
Parkinson u otras enfermedades neurológicas.
TOMILLO
Thymus vulgaris
Botánica:
Arbusto pequeño de estatura no superior a los 25 cm y el doble de
anchura, que crece espontáneamente por laderas y terrenos aparentemente
áridos y pedregosos, aunque debe estar bien drenado y rico en cal.
Perteneciente a la familia de las Labiadas, tiene hojas grisáceas y flores
rosadas o violáceas que brotan en verano.
Recolección:
Para plantarlo deberemos buscar un terreno arenoso, cubrirlo y
trasplantarlo posteriormente al lugar definitivo en la época de calor. Si
dividimos las raíces o utilizamos esquejes, estos deberán tener unos 5 cm y
contener alguna yema del tallo original.
Partes utilizadas:
Las flores se recogen de junio a agosto en tiempo soleado y seco.
Composición:
Linalol, terpineol, timol, geraniol, carvacrol, flavonoides y ácidos
fenólicos.
Usos medicinales:
Es el mejor antibiótico natural disponible. Es estimulante, balsámico y
carminativo. Eficaz en infecciones de vías respiratorias, especialmente
amigdalitis, enfisema, bronquitis y tos irritativa. Insuficiencia biliar,
digestiones lentas, gases intestinales, parásitos y falta de apetito.
Estimulante nervioso y cerebral, cansancio. Externamente para curar
infecciones de piel, vaginitis, estomatitis y contra la caída del cabello.
Otros usos:
Es el antibiótico de elección en la homeopatía, reforzando incluso el
sistema inmunitario e impidiendo las recidivas.
Toxicidad:
No tiene toxicidad.
FUMARIA
Fumaria officinalis
Botánica:
Planta de 50 cm. de alto perteneciente a las Papaveráceas. Tiene un
desagradable olor, flores purpúreas de corolas de cuatro pétalos, agrupadas
en espigas terminales en cuyo fruto hay una sola semilla.
Recolección:
Florece de enero a septiembre.
Partes utilizadas:
Se emplean las flores.
Composición:
Flavonoides, alcaloides, ácido fumárico, fenólico, caféico y
clorogénico.
Usos medicinales:
Excelente antihistamínico, y depurativo. Se emplea con éxito en la
patología hepática, en las alergias, el reumatismo, los cálculos biliares y
renales, y el asma. También se emplea para estimular la lactancia y como
complemento en los tratamientos antidiabéticos. En cirugía plástica se
aplica directamente para evitar cicatrices.
Baja las transaminasas y el ácido úrico en sangre.
Otros usos:
Como diurética, hepática y laxante.
Toxicidad:
No tiene toxicidad.
LAUREL
Laurus nobilis
Botánica:
Aunque su uso ha sido desplazado casi exclusivamente a la cocina,
como especia, también posee interesantes cualidades medicinales. En la
época de la dominación romana se usaba para destacar la cabeza de los
triunfadores y los poetas, constituyendo un galardón más preciado que los
trofeos materiales. Su reproducción puede hacerse mediante esquejes,
aunque obtendremos beneficios más inmediatos si compramos un arbolito
pequeño. Se desarrolla en tierra húmeda, con buen drenaje, al sol y sitios
abiertos.
Recolección:
Se recolecta en verano.
Partes utilizadas:
Se emplean sus hojas que se secan con facilidad y se conservan
muchos meses.
Composición:
Eugenol, cineol y taninos en las hojas.
Cineol, linalol, geraniol, ácido linoleico, palmítico y oleico en los
frutos.
Usos medicinales:
De uso preferentemente culinario se le considera una planta
antiespasmódica y digestiva, con ligero poder analgésico. Es sedante de la
tos, calma los dolores gástricos y los vómitos de origen digestivo. Regula
las palpitaciones cardiacas y suaviza las crisis asmáticas.
Posee propiedades antihistamínicas notables.
Otros usos:
Externamente es eficaz para anular el sudor excesivo de los pies, en las
dermatosis y los picores de piel.
Es repelente de las cucarachas y de los gorgojos.
Toxicidad:
La variedad Laurel cerezo es sumamente tóxica y no debe ser
empleado por su contenido en ácido cianhídrico, salvo por un especialista.
Nutrientes
Como complementos se pueden utilizar Jalea real y miel con agua
templada, como buenos suplementos antialérgicos. También son útiles:
Aplicaciones
En todas las sintomatologías febriles, en la amenorrea que se declara
después de un enfriamiento, en las neuralgias por frío, y en la hipertensión
arterial que hace pensar al enfermo que padece un infarto. Es uno de los
mejores remedios como antiinflamatorio, analgésico y detumescente.
También lo emplearemos a la 3CH en: ciática, gota, síntomas
reumáticos, tos espasmódica, neuralgias del trigémino, asma, amigdalitis y
laringitis, así como en las secuelas de hemiplejia.
Aortitis. Blenorragia. Bronquitis. Bronconeumonía. Cefalea.
Congestión pulmonar. Coriza. Endocarditis. Epididimitis. Fiebre amarilla.
Gripe. Hemoptisis. Hemorragias. Laringitis. Mastitis. Melancolía.
Neumonía. Neuralgias. Otitis. Palpitaciones. Parálisis. Peritonitis. Pleuresía.
Sarampión. Taquicardia.
Otras aplicaciones
Pesadez en la frente, fiebre después de un susto, estornudos y
abundancia de mucosidad nasal, dificultad al tragar, garganta seca y
ardiendo, tos dolorosa que mejora al acostarse de lado y en ocasiones
expectoración con sangre, hipersensibilidad al ruido e incluso dolor de
oídos intenso, dolores al orinar.
En resumen
Afecciones que cursan a causa del miedo. Dolores intensos que
aparecen bruscamente. Gripes y enfriamientos.
ARSENICUM IODATUM
Yoduro de arsénico
Se emplea en la tuberculosis pulmonar, derrames pleurales, exantemas
pruriginosos, erupciones escamosas del cuero cabelludo, psoriasis, acné o
vaginitis. También en el asma de naturaleza alérgica.
El individuo sensible se siente débil, suda por las noches y adelgaza.
Sinergia: Aconitum (mentalidad). Phosphorus, Rhus toxicodendrom,
Lachesis (toxemia).
En una evolución desfavorable, Phosphorus y Carbo vegetabilis, son
los remedios más próximos de Arsenicum y vienen a ser sus
complementarios más satisfactorios.
POUMON HISTAMINE
Pulmón e histamina
Aplicaciones:
Alergias que afectan especialmente a las vías respiratorias bajas, con
asma nocturna.
Se aplicará a la 15CH.
Table of Contents
Introducción
CAPÍTULO 1 ALERGIA, SENSIBILIDAD E INTOLERANCIA
CAPÍTULO 2 Enfermedades alérgicas
CAPÍTULO 3 Frecuencia y casuística de las alergias
CAPÍTULO 4 Tratamiento convencional de las alergias Pruebas médicas
CAPÍTULO 5 Tratamiento natural