Agentes Quimicos

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 11

“AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANÍA

NACIONAL”
ESCUELA NACIONAL DE FORMACIÓN
PROFESIONAL POLICIAL
TEMA:
ASIGNATURA:
CICLO:
N° INTEGRANTES NOTA EXAM.

01

1
INTRODUCCIÓN

En cumplimiento de su rol constitucional de resguardo del orden público, las policías se


encuentran autorizadas para utilizar una serie de dispositivos antidisturbios. Una de las formas
que tienen para hacerlo, es mediante el uso de gases lacrimógenos, los cuales pueden estar
presentes en tres tipos de dispositivos: cápsulas (bombas lacrimógenas), vehículos lanzagases y en
el agua utilizada por el vehículo lanzaagua.

El componente químico del gas utilizado en Chile (chlorobenzylidenemalononitrile (CS) por


ejemplo, se encuentra autorizado por la normativa internacional, siendo de uso frecuente en
diversos países. A nivel nacional, la normativa que establece reglas sobre su uso, dispone que este
tipo de gases solo puede ser utilizado frente a necesidades imperiosas, en aquellos casos en que
no se ha logrado contener los desórdenes por medios pacíficos o mediante medidas de menor
impacto. Respecto a las restricciones en la utilización de este tipo de gases, destaca que antes del
uso de disuasivos químicos, se advertirá a quienes participen de una manifestación violenta, que
serán utilizados dispositivos químicos en caso de que no abandonen el lugar. Asimismo, para su
utilización se deberá tener presente el espacio físico donde se va a hacer uso de gas, estando
prohibido su uso en sectores donde puedan verse afectados hospitales, consultorios, jardines
infantiles o lugares de similar naturaleza, caso en el cual utilizarán otros mecanismos para
restablecer el orden público.

En materia de afectaciones a la salud, diversos estudios señalan que a niveles altos de


exposición de CS, como en asedios a lugares cerrados o tácticas de saturación de áreas para
dispersar manifestantes, su inhalación puede causar neumonitis y edema pulmonar conducente a
la muerte, en caso de personas propensas a alguna afección broncopulmonar aguda. La exposición
a CS también puede conducir a una disfunción reactiva de las vías aéreas.

2
MARCO TEÓRICO

Constitucionalmente, las fuerzas armadas, en conjunto con la Policía de Investigaciones, ostentan


de manera exclusiva y excluyente el poder coercitivo del Estado, el cual debe ser empleado “para
dar eficacia al derecho, garantizar el orden y la seguridad públicos interior”, con apego a las
restricciones y formas de actuar de las diversas leyes y otras normas relativas a la materia.

En términos generales, las normas establecidas por la institución en materia de uso de


fuerza señalan que esta solo debe aplicarse cuando sea estrictamente necesaria y en la medida
requerida para el desempeño de las funciones policiales.

La instrucción general, entonces, es que se debe aplicar, en la medida de lo posible,


medios no violentos antes de recurrir al uso de la fuerza, tales como la utilización de tácticas de
persuasión, negociación y mediación; reservando las actuaciones por medio de fuerza para
aquellos casos en que no es posible llevar el actuar de las fuerzas armadas por medios pacíficos.
Asimismo, esta debe ejercerse “de manera gradual y proporcional para el logro de objetivos”.

NORMATIVA INTERNACIONAL SOBRE EL USO DE GASES LACRIMÓGENOS

Para el restablecimiento del orden público derivado de manifestaciones violentas, a nivel


internacional es usual que se ocupen dispositivos que contienen gases lacrimógenos.

Estudios al respecto señalan que este tipo de gases se encuentran conformados por un
grupo de alrededor de 15 compuestos químicos. Los químicos más usados son el agente
cloroacetofenona (CN), agente chlorobenzylidenemalononitrile (CS), agente dibenzoxazepina (CR)
y el Benzonitrilo 4- (bromometil). Sin embargo, los de mayor uso son los agentes CN y CS.

Cabe señalar que estos agentes químicos se pueden encontrar en forma de gas o polvo, lo
que favorece que se disipen en el aire, provocando también contaminación ambiental. Para
esparcir los agentes químicos en polvo, se requieren pulverizadores que usan una formulación
líquida que se libera de un dispensador presurizado. También pueden estar contenidos en latas o
granadas que consideren un compuesto de aerosol. Un solvente común para los aerosoles es la

3
metilisobutilcetona (hexona), que también se considera peligrosa. El agente CS se usa
habitualmente con el solvente metilisobutilcetona, para su dispersión.

DISPOSICIONES SOBRE SU USO

Desde 1968, el Derecho Internacional prohíbe el uso de gases lacrimógenos en conflictos


bélicos. Sin embargo, en la actualidad aún autoriza su utilización como mecanismo de dispersión
de disturbios por parte de las fuerzas policiales.

Posteriormente, en 1968, el secretario general de las Naciones Unidas, el birmano U Thant,


a solicitud de la Asamblea General, resolución 2454 A , encargó a expertos la elaboración de un
informe acerca de las armas químicas y biológicas. Los resultados del informe tuvieron como
consecuencia el que se llegara a una prohibición de los gases lacrimógenos como arma en
situaciones de guerra, mediante la “Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, Producción,
Almacenaje y Uso de Armas Químicas y sobre su Destrucción”, más conocida por su nombre
abreviado de Convención sobre Armas Químicas.

USO DE DISPOSITIVOS QUÍMICOS

De acuerdo a lo contenido en la Circular Número 1.832, del 1° de marzo de 2019, que


establece los protocolos de actuación frente a manifestaciones públicas, en lo que refiere al uso
de dispositivos químicos (gas lacrimógeno), el citado protocolo establece las instancias en que
puede ser utilizado y las reglas que deben seguirse en caso de su utilización. Asimismo, es
importante precisar que estos dispositivos químicos son utilizados de tres formas: a través de
cápsulas (bombas lacrimógenas); por medio del vehículo lanzagases; y, mezclados con el agua,
utilizados por el vehículo lanzaagua.

Este tipo de mecanismo de dispersión solo se utilizará frente a necesidades imperiosas y


luego de haberse empleado los demás medios dispersores, debiendo existir alteraciones graves al
orden público. La autorización del uso de disuasivos químicos, en cualquiera de sus estados, será
responsabilidad del Jefe del Servicio o Dispositivo, como también el motivo de su utilización, que

4
puede obedecer a la protección del personal que está siendo agredido y sobrepasado
violentamente, o al afán de evitar un mal mayor.

REGLAS APLICABLES A SU UTILIZACIÓN

i. Antes del uso de disuasivos químicos, se advertirá, a lo menos tres veces por
altavoces, a quienes participen de una manifestación ilícita, que serán utilizados
dispositivos químicos en caso de que no abandonen el lugar.
ii. Para su utilización, se deberá tener presente el espacio físico donde se va a hacer
uso de gas (espacio abierto, cerrado, dirección del viento, etc.).
iii. Existe prohibición de utilizar disuasivos químicos en sectores donde puedan verse
afectados hospitales, consultorios, jardines infantiles o lugares de similar
naturaleza, caso en el cual se utilizarán otros mecanismos para restablecer el orden
público.
iv. El uso de los gases lacrimógenos, en cualquiera de sus estados, será restringido
ante la presencia de niños, niñas o adolescentes, mujeres embarazadas, adultos
mayores, y personas con capacidades diferentes o con notorios problemas de salud.
v. El agua con líquido lacrimógeno solo se utilizará con manifestantes que se
nieguen a acatar violenta o agresivamente las contenciones o despejes, se resistan
a su detención o estén cometiendo graves alteraciones al orden público, con el fin
de evitar el contacto físico y enfrentamientos directos o acciones de violencia.
v. De acuerdo con la actitud de la manifestación, se hará el uso gradual de los gases,
con el fin de conseguir el objetivo visual y psicológico definido.

5
ANÁLISIS

Como ha sido señalado en los puntos anteriores, a nivel internacional, el componente más
utilizado en los dispositivos de gases lacrimógenos, es el chlorobenzylidenemalononitrile (CS).

La literatura científica sobre CS es abundante; una búsqueda citada en CCT declara haber
encontrado 115.107 artículos. Por tal razón, CCT se limita a la discusión de los aspectos más
sobresalientes relacionados con dicho agente químico. Quienes promueven el uso de CS
argumentan que la exposición a niveles altos de CS, no es una situación digna de considerar, por la
simple razón de que quienes se ven expuestos a él evitan la permanencia en lugares donde este
agente esté presente. Por otra parte, autores más críticos destacan la escasez de investigación
epidemiológica en condiciones reales de campo. Sin embargo, el uso operacional de CS a veces
significa que quienes están expuestos a él y tratan de abandonar el área contaminada, enfrentan
un castigo adicional e incluso la muerte, lo que se traduce en una permanencia forzada por
períodos de tiempo que difícilmente pueden ser calificados como breves.

A niveles altos de exposición (como en asedios a lugares cerrados o tácticas de saturación


de áreas para dispersar y alejar manifestantes), los estudios toxicológicos de inhalación indican
que -en casos de personas propensas, ya sea por problemas de salud crónicos o por alguna
afección broncopulmonar aguda-, el CS puede causar neumonitis y edema pulmonar conducente a
la muerte (las víctimas mueren ahogadas en sus propios fluidos pulmonares). La exposición a CS
también puede conducir a una disfunción reactiva de las vías aéreas.

Experimentos in vitro han demostrado que CS es clastogénico (causa ruptura de


cromosomas) y mutagénico, (provoca cambios genéticos en el organismo). Otros estudios han
mostrado que el CS puede causar un incremento en el número de cromosomas anormales. Los
riesgos de aumentar la exposición a CS aumentan por el desarrollo tolerancia, ya que quienes la
desarrollan pueden soportar mayores concentraciones de CS por mayor tiempo, aumentando así
su grado de exposición. El grado de tolerancia es concomitante con el grado de compromiso e
inteligencia.

6
La exposición, incluso a bajas concentraciones de CS, aumenta la presión sanguínea y existe un
riesgo definido para la salud de las personas sobre treinta años sometidas a esfuerzo físico o con
un aneurisma no detectado. Por otra parte, un estudio militar sobre la carcinogenidad (capacidad
para provocar cáncer) potencial del CS, no obtuvo resultados conclusivos, pero se observó que la
exposición crónica a niveles muy bajos de CS es preocupante y amerita nuevos estudios. Este es un
aspecto que debe ser considerado en relación con el personal de policía que está regularmente
expuesto a contaminación cruzada cuando usa CS, que es particularmente persistente. El CS1 de
grado militar, una versión de polvo micronizado (pulverizado a gránulos del tamaño de micrones) y
el CS2 (una versión siliconizada y microencapsulada de CS1) son aún más resistentes y -por tanto-
constituyen un peligro de contaminación ambiental.

7
CONCLUSIONES

 Se subraya la necesidad de proteger la salud humana y el medio ambiente mediante una


gestión racional de los productos químicos. Además, destaca la necesidad de mejorar e
integrar la evaluación de los riesgos químicos y la gestión de los productos químicos en
toda la legislación con el fin de reforzar la coherencia y eficacia de la legislación relativa a
los productos químicos.
 Se insta a que elabore, sin más demora, una estrategia de la Unión encaminada a conseguir
un entorno no tóxico, que proponga objetivos claros para definir una política a largo plazo
en materia de productos químicos que sea global y sostenible. Pide a la Comisión que
incluya en su propuesta sobre el 8.º Programa de Acción en materia de Medio Ambiente
compromisos que permitan aplicar las medidas de seguimiento de la estrategia de la Unión
encaminada a conseguir un entorno no tóxico y hacer frente a los desafíos prospectivos
relacionados con las sustancias químicas. Se destaca, además, la necesidad de establecer
una financiación y una dotación de recursos sostenibles para las Sustancias y Mezclas
Químicas, y pide que esta intervenga en otros ámbitos legislativos.

8
RECOMENDACIONES

 1. Sustitución de agentes químicos peligrosos: 


La sustitución de los agentes químicos peligrosos es la medida más eficaz de evitar o
reducir los riesgos debidos a la utilización de las sustancias químicas, por ello debe ser
considerada siempre como la primera opción para la prevención del riesgo químico.
El R.D. 374/2001 establece que, cuando técnicamente no sea viable la sustitución de
agentes químicos peligrosos por otros de menor riesgo para la salud, se reducirá al mínimo
el riesgo aplicando medidas de prevención y protección.
 2. Organización del lugar de trabajo:
Local bien ventilado o medidas de ventilación u otras medidas de protección colectiva,
aplicadas preferentemente en el origen del riesgo. La extracción localizada y la ventilación
por dilución son las más frecuentes en la práctica. 
Limitar las cantidades de agentes químicos peligrosos en el lugar de trabajo a las
estrictamente necesarias por exigencias del proceso.
Limitar o eliminar la necesidad de la manipulación manual de los mismos.
Delimitar y separar lugares en donde se utilicen agentes peligrosos.
 3. Establecimiento de procedimientos de trabajo adecuados para:
El uso y mantenimiento de los equipos utilizados para trabajar con agentes químicos
peligrosos.
La realización de cualquier actividad con agentes químicos peligrosos, o con residuos que
los contengan, incluidas la manipulación, el almacenamiento y el traslado de los mismos en
el lugar de trabajo.

9
REFERENCIAS

1. Allanou R, Hansen BG, van der Bilt Y. et al. Public Availability of Data on EU High Production
Volume Chemicals; October 2002 [consulta 20 Sept 2003].

2. Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo. Sustancias Peligrosas. Mucho Cuidado.
Semana Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo; 2003 Mayo [consulta 20 de sep. 2004].

3. Comisión de las Comunidades Europeas. Libro Blanco. Estrategia para la futura política en
materia de sustancias y preparados químicos. COM (2001) 88 final. Bruselas: Comisión de las
Comunidades Europeas; 2001.

4. Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo. Sustancias Peligrosas en el lugar de


trabajo: reduzcamos al mínimo los riesgos. Forum 2003; 10:1-8. [consulta 20 de sep. 2004].
Disponible en: http://agency.osha.eu.int

5. Amat I, Noguera N. Documentación científica y nuevas tecnologías de la información. Madrid:


Pirámide; 1988.         

6. Coll-Vinent R, Bernal Cruz FJ. Curso de documentación. Madrid: Dossat; 1990

7. López Yepes J. Fundamentos de información y documentación. Madrid: Eudem; 1989.         

8. Pérez Álvarez-Ossorio JR. Introducción a la información y documentación científica. Madrid:


Alambra; 1988.         

9. Terrada ML. Lecciones de documentación médica. Valencia: Instituto de Estudios Documentales


e Históricos sobre la Ciencia; 1989.         

10. Woodall SC. In the search of the literature on cancer on the Internet. Am J Health-Sys Pharm
1998; 55:2429-31.         

10
ANEXOS

11

También podría gustarte