Guia Religión 7° Básico #3 Mayo
Guia Religión 7° Básico #3 Mayo
Guia Religión 7° Básico #3 Mayo
Depto. Religión
7º básico. 2022.
Instrucciones:
1. Lee la siguiente guía de trabajo.
2. Puedes responder la actividad en tu cuaderno o bien desarrollarla en la misma guía.
3. Desarrolla el trabajo con letra clara y legible.
Descubrir los signos de la presencia del espíritu santo, tanto en la humanidad como en la iglesia.
OBJETIVO (S)
Descubrir cómo la vida cristiana que llevamos se debate entre la opción por el bien y por el mal.
Introducción.
Queridas alumnas, nosotras buscamos descubrir el signo o la presencia del Espíritu
Santo entre la humanidad y la iglesia. Para ellos debemos conocer los dones y frutos
que él tiene para nosotros los cristianos. La acción del Espíritu Santo se opone al
Demonio y a sus mentiras que se opone al plan de Dios en nuestras vidas. Dios quiere
guiarnos para que logremos una vida plena y esto lo hace a través de su Espíritu Santo.
Te invitamos a descubrir en esta guía la presencia del Espíritu Santo y cómo debemos
decidir por el bien o por el mal.
Jesús envió al Espíritu Santo a sus discípulos. Siendo dóciles a Él, los cristianos son capaces de promover el bien
a su alrededor, favoreciendo la unidad y la comunión, haciendo posible que el amor se exprese de distintas y
originales maneras para el bien de los demás.
Cuentan para ello, con ciertos talentos, que reciben el nombre de dones y frutos del Espíritu Santo.
San Pablo se refirió a los carismas, palabra griega que significa “don gratuito, regalo”. Los carismas son dones
que el Espíritu Santo concede a los cristianos y cristianas para el bien de la comunidad y para que cumplan hoy la
misión de promotores del evangelio. Estos dones fueron nombrados por primera vez por el profeta Isaías en el
Antiguo Testamento (Is. 11:1-2). San Pablo señala que los siete dones del Espíritu Santo son los siguientes, que se
grafican a continuación:
Sabiduría
Nos capacita para que podamos ser y actuar
como personas buenas, amando a Dios y a
nuestros hermanos.
Ciencia
Nos permite distinguir lo bueno de lo malo, para
optar por lo mejor para nosotros.
Entendimiento
Nos ayuda a conocer la voluntad de Dios en cada
acto de nuestra vida.
Fortaleza
Nos da la fuerza para superar los problemas y
vencer las tentaciones
Piedad
Nos hace amara a Dios y nos impulsa a Consejo
amarnos entre nosotros. Nos vuelve dóciles al consejo del Espíritu
Ayuda a que admitamos nuestra pequeñez
ante la grandeza de Dios, para que lo
reconozcamos como nuestro Dios y Señor.
II. Relaciona
con cada don el
correspondiente
número:
COMPLETA ESTE GRÁFICO COLOREANDO DESDE EL 10% HASTA EL 100% SEGÚN TU APRECIACIÓN PERSONAL.
¿EN QUÉ PORCENTAJE CREES QUE CADA UNO DE ESTOS FRUTOS ESTÁ PRESENTE EN TU VIDA COTIDIANA?
FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
1. Amor
2. Alegría
3. Paz
4. Paciencia
5. Amabilidad
6. Generosidad
7. Lealtad
8. Sencillez
9. Dominio de sí
Con los datos obtenidos realiza en tu cuaderno un gráfico de barras que exprese la presencia
de los frutos del Espíritu Santo en ti.
IV. LEAMOS…
“Aún la realidad misteriosa del Espíritu Santo de Dios, sigue actuando desde los tiempos de Pentecostés, y
si hubiese una disposición más espiritual en el mundo, podríamos ver más claramente los efectos de su
acción como dado de vida y esperanza”.
Los dones y frutos del Espíritu Santo son signos del amor del Padre de Dios, que se manifiesta en nuestras
acciones para amar al Señor Jesús, ayudar a nuestros hermanos y difundir el Evangelio en todo tiempo y lugar,
construyendo el Reino de Dios.
El Espíritu Santo es la fuente de todo lo bueno y positivo que existe en cada persona y en las familias, las comunidades, las
sociedades. Él nos regala carismas o cualidades. La preadolescencia es una etapa del desarrollo personal muy apropiada
para descubrir las propias cualidades, para agradecerlas a Dios Padre Creador, para desarrollarlas al máximo con la ayuda
del Espíritu Santo y para ponerlas al servicio de los demás.
Las cualidades pueden ser físicas, intelectuales, sociales, afectivas, espirituales, morales, artísticas, entre otras, y no están
distribuidas por igual. Por eso, todos somos diferentes. Sin embargo, todos estamos llamados a desarrollar esas
cualidades para asemejarnos más al Señor y ser santo como Él.
A pesar de estas fuerzas de bien, nos damos cuenta de que hay algo o “alguien” que interviene y nos hace aún
difícil esta tarea. Cuando nos miramos por dentro, descubrimos tendencias negativas, debilidades morales no
deseadas, actitudes reprochables. Si observamos lo que sucede en el mundo, en la sociedad, percibimos la
presencia de muchas formas del mal: situaciones de guerra, catástrofes ecológicas, hambre, discriminación,
cesantía, soledad, dolor, desigualdades sociales, etc.
Todo esto no puede ser solamente consecuencia de las debilidades e incapacidades de los seres humanos para
hacer el bien. La Palabra de Dios y la enseñanza de la Iglesia hablan de la presencia entre nosotros y en la
sociedad del “Demonio”: un ser malo, príncipe de tinieblas, homicida desde el principio, seductor que aleja de
Dios, padre de la mentira (Juan 8,44) que se opone a Dios y lucha para que los dones del Espíritu Santo no den
frutos de santidad en las personas.
0BSERVA LAS SIGUIENTES IMÁGENES Y REFLEXIONA EN CÓMO SE RELACIONAN CON EL BIEN Y EL MAL
(COMENTA EN LA CLASE ONLINE):
El enemigo vencido para siempre
Dios creó al primer ser humano, a imagen y semejanza suya, los hizo libres e inteligentes y les ofreció su amistad.
Su idea fue que disfrutaran su creación y la disfrutaran. Esa armonía fue rota cuando ellos desobedecieron a
Dios, pecaron, y fueron infelices. El tentador, que aparecer en forma de serpiente, los engaña haciendo que
utilizaran mal su libertad.
Este ser fue un ángel bueno, creado por Dios, pero envidió a su Creador, se rebeló contra Él, le
desobedeció y se hizo a sí mismo malo. Otros ángeles le siguieron, a los que llamamos
demonios o espíritus malos.
La meta de Satanás y los demonios es destruir, corromper y desarmonizar todo lo bueno que
el Espíritu Santo hace en nosotros y en los demás. El poder del Demonio no es infinito, es
decir, al ser una criatura, y Jesús lo venció para siempre en la cruz. Si estamos unidas al Señor,
no hay razón para temerle.
La esperanza cristiana
Todos vivimos enfrentados a la muerte, pero lo que distingue a los cristianos y cristianas es que, con la ayuda del Espíritu
Santo y con la presencia y compañía de Dios Padre sabemos que en la vida se deben vivir cosas importantes como: alegría
de vivir con los demás, cuidar a las personas, ejercer respeto y reconciliación, abrir posibilidades de futuro y reconocer en
su interior la imagen de Dios. También, saber con certeza que resucitaremos. Esta fe en la resurrección nos hace mantener
la alegría, a pesar de los obstáculos, las dificultades y dolores de la vida. Hay enfermedades, fracasos, decepciones, pero
esas experiencias no son las últimas: lo definitivo es el amor de Dios y la esperanza de la vida eterna.
La esperanza cristiana, regalo del Espíritu Santo, significa que, aunque muramos a la vida humana, esta se transforma para
nosotros en el último paso para vivir la vida eterna junto al Padre Dios.