El Diseño Urbano Desde La Perspectiva
El Diseño Urbano Desde La Perspectiva
El Diseño Urbano Desde La Perspectiva
Autores:
Adriana Medina; Gustavo Báez, Norma Rodríguez,
Fernando Ogas, Eduardo Sosa Medina.
RESUMEN
El urbanismo, luego de la crítica y la crisis del paisaje urbano resultante del ideario constituido
a partir de los CIAM, ha provocado la aparición y desarrollo de la nueva disciplina que hoy se
denomina “diseño Urbano” y de nuevas actitudes que se expresan en el denominado
Urbanismo Ecológico. Abordar los nuevos retos conlleva cambiar el enfoque y los parámetros
de referencia, adoptando un modelo urbano que recoja una mirada sistémica de la relación
ciudad-medio y los elementos que lo componen. Para dar posición al “diseño urbano”, desde
la perspectiva del urbanismo ecológico, se ha seleccionado como caso de estudio el barrio
denominado “Villa Cubas”, ubicado en la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, en
el que se ha evaluado la calidad del espacio urbano y su respuesta a las necesidades de la
sociedad, con ajustes atribuibles al encaje en el contexto y a las características particulares del
lugar. El comportamiento de los indicadores ha permitido proponer estrategias de
aproximación hacia un modelo urbano más sustentable por su eficiencia y habitabilidad en
función de cuatro ejes principales: compacidad, complejidad, eficiencia y cohesión social en
función de cuatro ejes principales: compacidad, complejidad, eficiencia y cohesión social. Los
indicadores utilizados llenan de contenido los ejes del modelo de ciudad, pudiéndose objetivar
los aspectos claves del planeamiento tanto de nuevos desarrollos como en la transformación
de la ciudad consolidada. Su comportamiento ha permitido proponer estrategias de
aproximación hacia un modelo urbano más sustentable por su eficiencia y habitabilidad, bajo
conceptos y principios de sustentabilidad que definen el rumbo de la ciudad contemporánea
hacia una concepción holística, fortaleciendo al diseño urbano como disciplina.
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EL DISEÑO URBANO DESDE LA PERSPECTIVA
DEL URBANISMO ECOLOGICO
BARRIO VILLA CUBAS EN SAN FERNANDO
DEL VALLE DE CATAMARCA
Autores:
Adriana Medina; Gustavo Báez, Norma Rodríguez,
Fernando Ogas, Eduardo Sosa Medina.
1. Introducción
El urbanismo, luego de la crítica y la crisis del paisaje urbano resultante del ideario
constituido a partir de los CIAM, ha provocado la aparición y desarrollo de la nueva
disciplina que hoy se denomina “diseño Urbano” y de nuevas actitudes que se
expresan en el denominado Urbanismo Ecológico (Raposo, 2006). El diseño urbano
puede ser definido desde varios ángulos dada la naturaleza compleja del término, así
Robledo Lara & Eichmann Diaz (2000) plantean que el diseño urbano “crea espacios
colectivos y edificios ajustados a un programa urbanístico de necesidades y que tiene
como objetivo final, la expresión morfológica”. En similar sentido, (Peterson, 1983)
define el diseño urbano como “…el planteamiento sintético e inventivo de las
condiciones físicas que establece y explota áreas totales de ciudad, es una arquitectura
que contiene más escala, intención y técnica”. Otros autores fundan sus definiciones en
criterios de naturaleza política, por entender que el diseño urbano actúa como marco
conceptual y técnico que permite dirigir las políticas e inversiones públicas,
relacionadas con la consolidación y desarrollo de la forma urbana (Aymonino, 1981)
para lo cual se requiere un plan de desarrollo urbano que evidencie una visión
compartida de la imagen de la forma urbana de la ciudad. Estos consensos resultan
necesarios por cuanto “en el proceso del diseño urbano intervienen múltiples
decisiones, producidas por múltiples actores, y al gobierno local le corresponde mediar,
ordenar y controlar este proceso, garantizándole así al ciudadano una calidad de vida y
promoviendo las oportunidades para su desarrollo económico, social y cultural.”
(Colmenares j., 1998). Para (Raposo, 2006) el diseño urbano es una disciplina distinta
de la arquitectura y diferente del urbanismo aunque genealógicamente está
profundamente ligada a ambas y convive con ellas y viene a expresar la solución a una
crisis latente que existió permanentemente en el cruce de la arquitectura con el
planeamiento. En este espectro de preocupaciones sobre el “diseño urbano” se ha
esbozado respuestas que se desarrollan principalmente en el: a) ámbito académico. b)
el ámbito de la institucionalidad profesional y c) el ámbito de acción del dominio
público. Son las siguientes concepciones un ejemplo de esfuerzo delimitador del
quehacer del Diseño Urbano:
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a) Ámbito académico
Hoy día, la mayor parte de los profesionales del diseño urbano dirían
que una ciudad bien diseñada tiene tres componentes: a) conserva el
ambiente natural y es sensible con él; b) crea un dominio público
deseable, el que incluye: transporte, calles, espacios cívicos,
comercio, entretenimiento, parques y recreación y c) da soporte a la
interacción social en los barrios residenciales, lugares de trabajo y
centros de usos mixtos. Las ciudades hoy en día son diseñadas por
una intricado juego de inversiones privadas, subsidios públicos,
incentivos al desarrollo, regulaciones gubernamentales,
participaciones públicas y protesta pública. El profesional del diseño
urbano necesita saber cómo trabajar con todo esto y guiar todas
estas fuerzas. Arquitectos del Paisaje, Arquitectos y Planificadores
urbanos, cada uno ligado más directamente a uno de estos actores
representativos. (Barnett, 1956).
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En las notas que antecede, basadas en literatura reciente, se ha pretendido dar
posición al Diseño Urbano, como cuestión teórica y práctica, en la actual esfera de
preocupaciones y acciones disciplinarias sobre la ciudad. Tal propósito, que aquí tiene
un alcance de orden muy general, remite de inmediato a otro territorio de indagación:
el urbanismo, donde se constituyen las primeras matrices de filiación de lo que hoy se
designa como Diseño Urbano.
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validación se circunscriben a un sistema de indicadores que se articulan en ocho
grandes grupos o ámbitos que valoran los aspectos que atañen al consumo de
recursos; los parámetros que se relacionan con la información organizada o los
derivados de la habitabilidad: 1. Ocupación del suelo, 2. Espacio público, 3. Movilidad,
4. Diversidad de usos y funciones urbanas, 5. Biodiversidad, 6. Metabolismo, y 7.
Cohesión social; que a su vez se agrupan en cuatro ejes que son los definidores del
modelo de ciudad: compacidad (1, 2 y 3); complejidad (4 y 5); eficiencia (6), cohesión
social (7).
2. Caso de estudio
Para dar posición al “diseño urbano”, desde la perspectiva del urbanismo ecológico, se
ha seleccionado como caso de estudio el barrio denominado “Villa Cubas”, ubicado
en la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, en el que es posible evaluar la
calidad del espacio urbano y su respuesta a las necesidades de la sociedad. El ámbito
de trabajo comprende el sector delimitado al norte Avda. Dr. Enrique Ocampo, al sur
Avda. Sánchez Oviedo, al este calle Colón y al oeste Avda. Ahumada y Barros.
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2.1. Contexto de la actuación urbanística
Patrones ambientales y posición relativa del Barrio Villa Cubas dentro de la estructura
urbana en los diferentes periodos de evolución de la ciudad
Fte: Palacios, R.; Medina, A. Planificación ambiental y paisajística del ecosistema dique el Jumeal.
Catamarca, 2005.
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Villa cubas marcó una nueva manera de hacer ciudad respecto al modelo histórico de
cuadrícula hispánica. Esto fue consecuencia de los avances sociales generados por la
revolución industrial, traducidos en medidas higienistas, interesadas en mejorar la
calidad de vida de los sectores sociales más desprotegidos. Fue uno de los argumentos
claves del periodo republicano liberal para resolver los desafíos de la nueva urbanidad.
En el presente constituye una unidad ambiental perfectamente identificable, con
similares patrones urbanos y arquitectónicos definidos para la ciudad. El crecimiento
del barrio, respecto a la traza original, se realizó por simple repetición de la cuadrícula
con amanzanamientos rectangulares y trapezoidales. Surgieron nuevos límites
administrativos aunque para el imaginario social estos se definen por las sendas
urbanas más significativas. La creación del barrio y su consolidación marcan la
temporalidad del ideario republicano que consolidó un modo particular de hacer
ciudad a partir de la interpretación del Sistema de Espacios Abiertos Urbanos como
estructurante y cualificante de la Imagen Pública. Contribuyó a generar una red de
significados que permite al ciudadano identificarse con su medio, su producción y su
cultura.
Los indicadores y criterios para los tejidos existentes hacen referencia a las
características que debe reunir una ciudad actual para acreditarse como sustentable
en cuanto a la consecución de la habitabilidad y de la eficiencia del sistema urbano. A
tal efecto, se analizaron los diferentes condicionantes y restrictores en cada ámbito:
ocupación del suelo, espacio público y habitabilidad, movilidad y servicios, complejidad
urbana, espacios verdes y biodiversidad, metabolismo urbano, cohesión social y
gestión y gobernanza. De esta manera se trasladan a objetivos concretos y medibles
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los criterios del urbanismo ecológico, basados en los ejes del modelo de ciudad
sustentable.
Para que un tejido urbano tenga una adecuada tensión es necesario que haya una
cantidad suficiente de población que le proporcione vida. Los valores óptimos de
densificación se ubican entre 60 – 120 viv/ha (Rueda, 2008); es decir valores
aproximados de 240-480 hab/ha. Catamarca no requeriría valores tan altos para
acoger a la población proyectada, según el PUA, para el 20xx ( xxx hab/ha) en la misma
área urbana, por lo que se recomienda para el sector del barrio Villa Cubas 60 viv/ha,
es decir valores aproximados de 240 hab/ha, teniendo en cuenta que la densidad
actual promedio es de 19 viv/ha y tomando como referencia estudios de densidad
urbana de ciudades latinoamericanas (Herminda, A. , Herminda, C., Calle, C,, 2015).
Entre las medidas para lograr este objetivo se propone la ocupación de los lotes vacíos
a través de modelos específicos de densidad acordes con las distintas tipologías
morfológicas de la ciudad y a través de políticas de densificación, desde una
perspectiva de sustentabilidad que priorice el uso del espacio público para la población
y no solo para el automóvil. Sin embargo, estas buenas intenciones no son solo un acto
de voluntad académica, sino que en su construcción aparecen desafíos económicos,
fiscales, ambientales, institucionales y de gobernabilidad, articulando el sector público,
el sector privado y la sociedad civil que requieren coordinarse entre si.
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En el caso del barrio objeto de estudio se observa predominio del espacio destinado al
funcionamiento y solo el espacio destinado a la plaza como lugar de estancia. Se
considera necesario equilibrar el espacio público generando paseos y calles exclusivos
para el peatón por lo que se propone conectar el centro histórico del Barrio con la
“manzana del turismo” mediante un recorrido peatonal amplio, seguro y sin fricciones
con el tránsito de vehículos motorizados y, al mismo tiempo favorecer un espacio
público de calidad que pueda acoger múltiples usos para la convivencia y para la
interacción entre las personas. Esto contribuirá, demás, a reducir los efectos nocivos
de las emisiones en el aire y los niveles de ruido.
Para un adecuado funcionamiento del verde urbano, los distintos elementos que
componen la red deben estar convenientemente conectados y contar con la presencia
de vegetación en distintos niveles de ordenación (cubiertas verdes, arbolado viario y
sus copas, vegetación en superficie) y la interrelación entre estos. Una red urbana bien
establecida es, a su vez, permeable con los espacios periurbanos. La presencia de
corredores verdes en el interior de la ciudad permite la conexión de las distintas áreas
verdes, tanto dentro como fuera de la ciudad. Un 10% de volumen verde permite
moderar los valores extremos de confort térmico, así como contribuye a convertir las
calles en espacios visualmente más atractivos.
La proporción de la calle con respecto al volumen edificado resulta muy baja en el caso
de Villa Cubas (0,5), posibilitando implementar medidas que propicien el incremento
de la altura de las edificaciones hacia un valor óptimo de 1, garantizando la llegada de
luz natural, ventilación y vista al cielo.
El índice de diversidad urbana para el caso de Villa Cubas ( entre 0 y 6-7 bit de
información 4 bits -10 actividades por hectárea) indica un tejido con una buena mezcla
de usos y funciones urbanas y presencia de actividades diversas (económicas,
asociaciones, equipamientos sanitarios, educativos, recreativos, etc.) en un área de
influencia de 300 m (5 min andando)
Se propone, también, crear espacios urbanos con ejes interactivos que garanticen la
continuidad de la intensidad de información y la continuidad con la estructura urbana
existente. Esto se logrará mediante la conformación de trayectorias que sean
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atractivas y seguras para los peatones, disponiendo de locales comerciales en planta
baja, con un reparto del viario adecuado. Estos ejes permiten crear lazos con los
tejidos consolidados para el mantenimiento de los vínculos sociales y comerciales. Se
prevé una interacción media 5-10 actividades /100 m lineales
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de Catamarca muestran un incremento constante y acelerado de la generación de
residuos durante las últimas décadas y, por lo tanto, del consumo de materiales. El
barrio Villa Cubas cuenta con recolección diaria de RSU, puntos de recogida situados a
una distancia no superior a los 150 metros para todos los vecinos y disposición final en
Planta de Tratamiento de RSU. Sería conveniente, en el corto plazo, implementar un
Plan Integral de Residuos que incluya la organización para reciclar y la incorporación de
puntos de acopio selectivos.
El barrio en estudio, si bien tiene una muy baja densidad, presenta morfológicamente
continuidad edificatoria, siendo la manzana la organizadora del espacio urbano con un
tejido compacto consolidado, con predominio de viviendas unifamiliares. También
existe continuidad física con el entorno y se ha resuelto la sutura con la ciudad por
medio de avenidas que articulan la relación de las calles que provienen del centro de
la ciudad con las que penetran en el barrio. El nivel de relación e intercambio de
información entre las personas, dentro del principio de diversidad de usos, actividades
y mixtura social es aceptable aunque sería deseable incrementar las actividades densas
en conocimiento, es decir con información como valor añadido. Esto es posible por
cuanto se dispone de suelo vacante y de estructuras obsoletas de generosas
dimensiones.
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recolección de residuos integral que involucre a los vecinos en las ventajas de la
reutilización y la recogida selectiva.
2.5. Conclusiones
Durante las últimas décadas se viene manifestando en la disciplina del diseño urbano
un fenómeno en construcción que apunta hacia una concepción integral y sustentable
del crecimiento de las ciudades. Estos enfoques, con proyecciones de poder
constituirse en alternativa real y viable respecto a la expansión urbana descontrolada,
se expresan a partir de la emergencia de corrientes urbanísticas que tienden a coincidir
en una actitud proactiva respecto al logro de mejores ciudades. Las diversas
aproximaciones hacia el diseño urbano alternativo son parte de la evolución del
discurso crítico frente a las transformaciones urbanas orientadas por el urbanismo
racionalista-funcionalista y la creciente in-sustentabilidad ambiental del modelo de
desarrollo vigente, el consecuente deterioro de las condiciones de habitabilidad y el
agotamiento de los recursos naturales. Es claro el rumbo evolutivo que han tomado en
líneas generales las corrientes alternativas, adscribiendo crecientemente a conceptos y
principios de sustentabilidad, convocando a diversos actores que definen el rumbo de
la ciudad contemporánea hacia una concepción holística del diseño urbano,
fortaleciéndolo en definitiva como disciplina. Los indicadores utilizados llenan de
contenido los ejes del modelo de ciudad, pudiéndose objetivar los aspectos claves de
la compacidad, la complejidad, la eficiencia metabólica y la cohesión social.
Los indicadores utilizados llenan de contenido los ejes del modelo de ciudad,
pudiéndose objetivar los aspectos claves del planeamiento tanto de nuevos desarrollos
como en la transformación de la ciudad consolidada. Su comportamiento ha permitido
proponer estrategias de aproximación hacia un modelo urbano más sustentable por su
eficiencia y habitabilidad, bajo conceptos y principios de sustentabilidad que definen el
rumbo de la ciudad contemporánea hacia una concepción holística, fortaleciendo al
diseño urbano como disciplina.
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Referencias bibliográficas
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Capra, F. (1996). La Trama de la Vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos. (Anagrama,
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Herminda, A. , Herminda, C., Calle, C,. (Setiembre de 2015). La densidad urbana como variable
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Jarvis, B. (Julio de 1992). The lost art of town planning. Oxon: Urban Design Quatwrly.
Robledo Lara, H., & Eichmann Diaz, E. (2000). Antología del Diseño urbano: compilado de
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