RAE El Género PELA 430
RAE El Género PELA 430
RAE El Género PELA 430
2.1 Definición de género
Género y sexo son dos nociones que se relacionan, pero que no se identifican, puesto que el
primero es de carácter gramatical, mientras que el segundo constituye un rasgo biológico.
Todos los nombres poseen género, con independencia de que se refieran a seres sexuados o
no. Muchos de los términos que designan seres sexuados son invariables en cuanto al
género (abeja, avestruz, calamar, gaviota, golondrina, gusano).
En los sustantivos que designan seres sexuados (personas, animales y algunas plantas) la
gramática diferencia varias clases, según las formas de expresión de género y sexo:
heterónimos, sustantivos de terminación variable, nombres comunes en cuanto al
género y epicenos.
-isa: papa/papisa, profeta/profetisa, sacerdote/sacerdotisa;
-triz: actor/actriz, emperador/emperatriz;
-ina: héroe/heroína, zar/zarina.
Pueden ser masculinos o femeninos sin que su forma se vea modificada. El sustantivo o
nombre no cambia.
Su género (y, por consiguiente, el sexo del referente) puede manifestarse a través de la
concordancia con adjetivos y determinantes: el cónyuge / la cónyuge, este testigo / esta
testigo, estudiante aplicado / estudiante aplicada.
a) Acabados en -a. Son, en buena parte, de origen griego y denotan profesiones, actividades
o atributos de las personas: astronauta, burócrata, centinela, guardia. Son numerosos los
que se forman con el sufijo -ista: artista, dentista, pianista. Algunos, de carácter popular y
restringidos geográficamente, poseen connotaciones
negativas: hortera, maula, pasota, pelma, raspa.
Este uso se ha perdido hoy casi totalmente, ya que las mujeres han pasado a desempeñar
tales actividades de forma habitual. En la actualidad se emplean como sustantivos comunes
en cuanto al género (el sargento / la sargento) o como nombres de terminación variable (el
gobernador / la gobernadora).
Son de un solo género sin que este haga referencia al sexo, aun cuando designan seres
sexuados. El género masculino o femenino de estos sustantivos solo se manifiesta en la
concordancia. Son muy frecuentes entre los nombres de animales (el avestruz, la cobra, la
jineta...) y plantas (el acebo, el espárrago, la palmera, el plátano, el sauce...). También los
hay que hacen referencia a seres humanos (la autoridad, el emisor, la persona...). Para
especificar el sexo de los referentes de los nombres de animales y de plantas se utilizan los
sustantivos macho y hembra. Estos modificadores no alteran el género del sustantivo: el
hipopótamo macho / el hipopótamo hembra, el ombú macho / el ombú hembra.
Para especificar el sexo de los individuos designados por los sustantivos epicenos de
persona, se agregan masculino / femenino o varón / mujer: los personajes femeninos, las
víctimas masculinas, los parientes varones. La concordancia está condicionada por el
género, no por el sexo: El tiburón hembra es muy {peligroso ~ *peligrosa}.
Existen medios para deshacer posibles ambigüedades. Están entre ellos los factores
extralingüísticos y contextuales, como los que llevan a interpretar que se trata solo de
varones en Pocos jóvenes son ordenados sacerdotes actualmente.
Si, por el contrario, no queda claro que la expresión comprende individuos de uno y otro
sexo, la lengua posee recursos para especificarlo, como los desdoblamientos (Los
españoles y las españolas pueden servir en el Ejército) o la adición de otros elementos
(empleados de ambos sexos; empleados, tanto hombres como mujeres). La doble mención
se ha interpretado siempre como señal de cortesía en ciertos usos vocativos: señoras y
señores, amigas y amigos, etc.
Resultan innecesarias las series coordinadas de sustantivos de ambos géneros propias del
lenguaje político y administrativo actual: los alumnos y las alumnas, a todos los chilenos y
a todas las chilenas, un derecho de todos los ciudadanos y de todas las ciudadanas. El uso
no marcado del masculino permite abarcar individuos de los dos sexos.
Los sustantivos que designan seres inanimados son masculinos o femeninos, pero su género
no está relacionado con la oposición de desinencias ni con diferencias de sexo.
2.4.1 género y terminación
Existe cierta relación entre algunas terminaciones (a veces coincidentes con sufijos) y el
género de sustantivos que designan seres no animados, como se puede observar en el
siguiente cuadro:
2.4.2 género y significado
El género de los nombres que designan seres no sexuados se asocia con cierta frecuencia al
de su hiperónimo.
24
El número
3.1 Concepto de número
Aunque la asociación de las formas del singular y del plural con los contenidos ‘unidad’ y
‘pluralidad’ es bastante regular, existen casos en los que no se establece tal
correspondencia.
25
3.2.1 sustantivos no contables
Los sustantivos no contables o continuos (agua, aire, arena, tierra), por razones de
significado, suelen construirse en singular. Cuando aparecen en plural, pueden pasar a ser
sustantivos contables (el café ~ tres cafés). Si se mantienen como no contables, suelen
aportar una variante estilística que a menudo no constituye una auténtica pluralización: el
agua ~ las aguas; {la arena ~ las arenas} del desierto; la tierra castellana ~ las tierras
castellanas; la nieve ~ las nieves; tomar sopa ~ tomar sopas; en el cielo ~ en los cielos.
En algunos nombres contables, en los que el singular implica unidad (boda, espalda,
funeral), el plural puede usarse con valor de unidad (la boda de Camacho y las bodas de
Camacho, el funeral y los funerales, espalda y espaldas) o de pluralidad (las bodas de mis
dos hermanas). Esta neutralización se da también en algunas fórmulas de cortesía: feliz
Navidad y felices Navidades, buen día y buenos días.
Con los nombres que designan realidades compuestas de dos partes simétricas que forman
unidad, suelen alternar el uso del singular y del plural en la referencia a cada
conjunto: alicate ~ alicates; calzón ~ calzones; gafa ~ gafas; nariz ~ narices; pantalón ~
pantalones; tenaza ~ tenazas; tijera ~ tijeras. El plural de estos nombres admite dos
interpretaciones, ya que puede designar un objeto o más de uno, como ocurre con los
pantalones que están sobre la cama (es aplicable a uno o a varios). El contexto suele
deshacer la ambigüedad.
3.2.5 sustantivos duales
Son nombres que en plural designan normalmente objetos pares, pero formados por piezas
independientes: amígdalas, guantes, medias, orejas, pendientes, piernas, zapatos, etc. En
ellos el plural nunca es equivalente del singular, ya que expresan sentidos distintos: una
media refleja siempre 26 singularidad, mientras que unas medias indica pluralidad, sea de
un par o de varios pares.
Son nombres que suelen usarse solo en singular, debido a que designan una entidad
única: canícula, caos, cariz, cenit, grima, oeste, salud, sed, tez, zodíaco, etc.
Son sustantivos que se emplean solo en plural. A diferencia de los singularia tantum, que
denotan entidades únicas, la marca de número no implica en este caso pluralidad en el
referente. Pertenecen a ámbitos conceptuales muy diversos: alimentos (comestibles, ñoquis,
provisiones, tallarines, víveres); objetos inespecíficos (bártulos, cachivaches, enseres);
cantidades de dinero (emolumentos, finanzas, honorarios); lugares imprecisos (afueras,
aledaños, alrededores); fragmentos, restos o cosas menudas (añicos, escombros, trizas), o
ciertas partes de algún organismo (entrañas, fauces, tragaderas).
3.3.1 reglas generales
a) Las palabras que acaban en vocal átona y en -á, -é, -ó tónicas hacen el plural en -s:
casas, calles, yanquis, libros, tribus, sofás, cafés, platós. También añaden -s las voces
agudas terminadas en diptongo: bonsáis.
27
c) En el plural de los monosílabos existe cierta variación. Los acabados en vocal suelen
tener plural en -s: fes, pies, pros, tés. Para los nombres de las vocales, se recomiendan los
plurales aes, es, íes, oes, úes. El de cu (nombre de la consonante q) es cus; el de i griega (y,
cuya denominación preferida es ye), íes griegas.
b) Las voces agudas y las monosílabas terminadas en -s, -x hacen también el plural en -
es: autobuses, compases, reveses, toses, boxes, faxes; las demás permanecen
invariables: las dosis, las tesis, los lunes, los bíceps, los clímax, los tórax.
b) Compuestos formados por sustantivo y adjetivo. Si van separados, suelen pluralizar sus
dos segmentos: boinas verdes, pieles rojas.
3.3.3.1 Regla general. Los nombres propios, como tales, no tienen plural, pues designan
entidades únicas entre las de su clase. Sin embargo, cuando varios individuos comparten
nombre, este se asimila a los sustantivos comunes y, por tanto, forma el plural de manera
regular: Aquí viven varias Cármenes; Conozco a tres Antonios. También forman un plural
regular los procedentes de nombres propios que designan arquetipos: un donjuán > unos
donjuanes; un quijote > unos quijotes.
29
No varían en plural los latinismos que acaban en -s (los campus, los corpus, los lapsus),
en -x (los códex) o en -r (los imprimátur, los paternóster). No obstante, la adaptación
progresiva hace que algunos de los acabados en -r formen ya su plural en -
es: magísteres, nomenclátores. Los terminados en -m y en -t añaden -
s: réquiems, ultimátums, vademécums, accésits, déficits, hábitats, superávits. Muchos de
los terminados en -us y en -um se han castellanizado en -o, con el consiguiente plural en -
os: auditorios, eucaliptos, máximos, mínimos. No varían las locuciones latinas incorporadas
al español: los alter ego, los curriculum vitae, los lapsus linguae.
• Se desaconseja el uso de ciertos plurales latinos en -a, introducidos en español por influjo
del inglés, como córpora, currícula, media, memoranda, referenda. Se prefieren en su
lugar las formas invariables (los corpus) o las adaptadas (los currículos, los medios, los
memorandos, los referendos).
3.3.5.1 Regla general. Como regla general, las voces procedentes de otras lenguas deben
acomodarse a la fonética y grafía del español y, en consecuencia, también a las reglas de
formación de su plural. No obstante, algunas formas originales han acabado por triunfar
sobre las adaptadas. Así, bistec / bistecs, boicot / boicots, coñac / coñacs y debut / debuts se
han impuesto en el uso a bisté / bistés, boicó / boicós, coñá / coñás y debú / debús.
• Tienen plural regular en español algunos nombres que proceden de voces plurales en su
lengua de origen. Así, se consideran correctas expresiones como los espaguetis, los
muyahidines, los talibanes, no los espagueti, los muyahidín, los talibán.
31