Cambios Posturales y Posiciones Básicas

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Cambios posturales y posiciones

básicas
Los cambios posturales en pacientes encamados, generalmente ancianos, son
muy importantes a la hora de proporcionarles confort y de prevenir la aparición
de úlceras por presión. Los cambios posturales los puede ejecutar cualquier
persona que haya aprendido a manejarlos. En el ámbito hospitalario, son los
celadores los que los practican, aunque es una labor compartida por todos los
sanitarios. Esto se ve mejor a la hora del aseo de un paciente encamado o de
curar una úlcera por presión o herida, ya que participan enfermería, auxiliar y
celador.

Cuando un paciente encamado llega a la unidad de hospitalización, la


enfermera, en la valoración inicial que hace al paciente, incluirá la necesidad de
cambios posturales y la frecuencia de éstos. Generalmente esta información se
coloca en el cabecero de la cama del paciente, para que el celador, cuando
vaya a moverlo, sepa si es conveniente hacerlo o no.

Existen diversas posiciones características que se emplean en diversas


situaciones patológicas o para efectuar ciertas exploraciones y prácticas
terapéuticas o quirúrgicas.
Al colocar a la persona en una posicion
determinada, deben comprobarse los
siguientes puntos
1. Que no se obstaculice la respiración. No debe constreñir ni el cuello ni el
tórax.
2. Que no se obstaculice la circulación. Si se realiza una restricción, los
elementos de sujeción no deben estar ceñidos.
3. Que no se ejerza ninguna presión ni tracción sobre nervio alguno. La
presión sostenida sobre nervios periféricos o su estiramiento pueden
causar pérdida sensitiva o motora.
4. Que se reduzca al máximo la presión sobre la piel, con un mínimo de
contacto de los rebordes óseos sobre la superficie de apoyo, en
prevención de úlceras de decúbito.
5. Si se va a efectuar un procedimiento asistencias o quirúrgico, que se
tenga la máxima accesibilidad al sitio de actuación.

Cualquiera que sea la posición de la persona, tiene que vigilarse la alineación


del cuerpo, asegurando que las distintas partes del mismo mantengan una
correcta relación. En la persona que está inconsciente o con trastornos
motores, deben mantenerse los miembros en flexión a fin de prevenir
contracturas musculares. Siempre debe observarse la respuesta de la persona
a la postura en que es colocada, modificándola lo que sea preciso para
asegurar los puntos mencionados, bien sea regulando los planos de la cama o
con la ayuda suplementaria de almohadas o férulas. Cuando una persona
adopte de forma espontánea una postura antiálgica, tiene que intentarse
respetar dicha posición, a no ser que pueda provocar o favorecer
complicaciones. Toda persona imposibilitada que esté encamada durante un
tiempo prolongado debe ser cambiada de posición con frecuencia, a fin de
prevenir complicaciones tales como úlceras de decúbito. Conviene variar su
posición cada 2-3 horas, durante las 24 horas, siguiendo una pauta concreta,
por ejemplo: decúbito supino o posición de Fowler, decúbito lateral izquierdo,
decúbito prono, decúbito lateral derecho, etc.

Cuando en una exploración o técnica asistencial deba recurrirse a una posición


que para la persona resulte incómoda o vergonzosa, explíquese la necesidad
de la misma y asegúrese la intimidad por medio de biombos y cortinas. Cuando
se modifique la posición de una persona con sondas o tubuladoras, se debe
controlar que no se salgan, obstruyan o acoden en la maniobra.

Posición de decúbito
Decúbito es toda posición del cuerpo en estado de reposo sobre un plano
horizontal. Según sea la parte de cuerpo en contacto con la superficie, se
diferencian distintos decúbitos.

Decúbito supino o dorsal


La persona se encuentra tendida boca arriba, en posición horizontal, con la
espalda en contacto con la superficie y las extremidades inferiores extendidas.

Consideraciones de enfermería:
Es la posición que espontáneamente tiene a adoptar la persona en la cama y la
más utilizada para exploraciones, maniobras e intervenciones quirúrgicas en la
superficie anterior del cuerpo, como las abdominotorácicas y algunas de los
miembros inferiores. Permite una adecuada expansión pulmonar y facilita la
alineación de los distintos segmentos corporales. Cuando una persona
imposibilitada ha de permanecer mucho tiempo en decúbito supino, conviene
colocar un soporte en los pies, de modo que se mantengan apoyados y se evite
su caída (pie péndulo equino). También debe evitarse que se mantengan las
piernas cruzadas, para impedir la presión sobre vasos sanguíneos y nervios.

Decúbito prono, ventral o abdominal


La persona se encuentra tendida sobre el pecho y el abdomen, con la cabeza
girada hacia un lado, las extremidades superiores extendidas junto al cuerpo o
flexionadas a nivel del codo y los miembros inferiores extendidos.

Consideraciones de enfermeria:
Esta posición puede dificultar la expansión pulmonar. La persona no suele
aguantar mucho tiempo en decúbito prono, lo que debe tenerse en cuenta
cuando se encuentre imposibilitada para girarse por sus propios medios.

Decúbito lateral
La persona se encuentra tendida de lado, con uno u otro costado sobre la
superficie, el miembro superior del lado en que se halla recostado por delante
del cuerpo, y los miembros inferiores extendidos, un poco flexionados o con el
que queda arriba algo flexionado y adelantado. El nombre del decúbito lateral
depende del lado del cuerpo que esté en contacto con el plano horizontal:
izquierdo o derecho.
Consideraciones de enfermería:
Si la persona tiene que permanecer mucho tiempo en decúbito lateral, es
conveniente colocar una almohada entre las piernas para evitar la compresión
de nervios y vasos sanguíneos.

Posición de Fowler
Se trata de una posición dorsal en un plano inclinado de tal modo que la
espalda forme un ángulo de unos 45 grados con la horizontal. Se obtiene al
elevar unos 40-50 cm la cabecera de la cama. Las extremidades inferiores
pueden mantenerse flexionadas en mayor o menor ángulo o mantenerse
extendidas. En ocasiones se habla de posición de Fowler baja (semi – Fowler)
o elevada, en función del ángulo que adopte la espalda.

Consideraciones de enfermería: Se emplea para


practicar numerosas técnicas.
Proporciona mayor comodidad a personas que presentan problemas cardíacos
o respiratorios. Favorece el drenaje después de operaciones abdominales.
Posición genupectoral
La persona se coloca abajo, apoyándose sobre las rodillas y el pecho, con la
cabeza ladeada y los muslos perpendiculares a la cama.

Esta posición se utiliza para efectuar exploraciones y procedimientos rectales.

Posición ginecológica o de litotomía


Es una posición de decúbito supino con las piernas flexionadas sobres los
muslos y los muslos en abducción y flexión sobre la pelvis. Puede efectuarse
en una camilla especial que cuente con dispositivos para mantener las piernas
elevadas, apoyando las pantorrillas o los pies en soportes o estribos.

Esta posición se emplea para exploraciones ginecológicas, partos, cirugía


rectal, etc.
Posición de Rose o de Proetz
Es una posición de decúbito supino con la cabeza colgando fuera de la camilla
o mesa de operaciones.

Esta posición se emplea para evitar la aspiración de sangre o secreciones, así


como en operaciones de las vías respiratorias. Se emplea para lavar el cabello

cuando la persona no puede levantarse de la cama.

Posición de Sims
Es una posición de decúbito lateral izquierdo con el brazo y la pierna de este
lado extendida y la extremidad inferior derecha flexionada a nivel de la cadera y
la rodilla. El brazo izquierdo puede colocarse bajo la cabeza o mantenerse
extendido junto al tronco, de tal modo que el peso del cuerpo descanse sobre
el tórax.

Se emplea para exploraciones vaginal y rectal (manuales y endoscópicas), y


para poner enemas. Se recomienda como posición de seguridad en caso de
accidente con pérdida de conocimiento y riesgo de vómitos.
Posición de Trendelenburg
Es una posición de decúbito dorsal sobre un plano inclinado de tal modo que la
pelvis quede más alta que la cabeza y los muslos más altos que la pelvis.

Se usa en cirugía para efectuar operaciones en abdomen inferior y pelvis, y en


algunas intervenciones de los miembros inferiores. Se sitúa a la persona en
una mesa inclinada a 45 grados, con la cabeza hacia abajo y las piernas
colgando, apoyadas sobre un sector regulable.

Posición de Trendelenburg invertida


Es la posición opuesta a la anterior, es decir, con la persona en decúbito dorsal
sobre un plano inclinado de tal modo que la cabeza quede más alta que los
pies.
Esta posición se emplea en cirugía para intervenciones de cuello, cara y
cráneo, a fin de disminuir el riego sanguíneo y evitar el estancamiento de
sangre en la zona operatoria. Se usa en intervenciones abdominales para
modificar la situación de las vísceras y exponer mejor el campo operatorio.

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