TFGQ - Carrillo Carpio, Lidia Maria
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UNIVERSIDAD DE JAÉN
Facultad de Ciencias Experimentales
Nanomateriales de
Carbono: Métodos de
Preparación,
Propiedades y
Aplicaciones Biomédicas
Julio, 2021
Trabajo Fin de Grado
Nanomateriales de Carbono:
Métodos de Preparación,
Propiedades y Aplicaciones
Biomédicas
FIRMA:
1
ÍNDICE
1. ANTECEDENTES……………………………………………………………………4
1.1. Nanomateriales: Definición, propiedades y aplicaciones
generales………………………………………………………………………...4
1.2. Descubrimiento de los nanomateriales………………………………...7
1.3. Principales nanomateriales de carbono………………………………..9
1.3.1. Grafeno………………………………………………………………….10
1.3.2. Nanotubos de carbono…………………………………………………11
1.3.3. Fullerenos……………………………………………………………….12
2. OBJETIVOS………………………………………………………………………...13
3. MATERIALES Y MÉTODOS……………………………………………………...14
4. RESULTADOS DE LA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DISCUSIÓN……….14
4.1. Métodos de preparación de los nanomateriales de carbono……..14
4.1.1. Métodos de preparación del grafeno…………………………………14
4.1.2. Métodos de preparación de nanotubos de carbono………………..17
4.1.3. Métodos de preparación de fullerenos……………………………….21
4.2. Propiedades de los nanomateriales de carbono…………………….23
4.2.1. Propiedades del grafeno……………………………………………….23
4.2.2. Propiedades de nanotubos de carbono……………………………...24
4.2.3. Propiedades de fullerenos……………………………………………..26
4.3. Aplicaciones biomédicas de los nanomateriales de carbono…….27
4.3.1. Aplicaciones biomédicas del grafeno………………………………...27
4.3.2. Aplicaciones biomédicas de los nanotubos de carbono……………31
4.3.3. Aplicaciones biomédicas de los fullerenos…………………………..34
5. CONCLUSIONES…………………………………………………………………..36
6. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………….38
2
RESUMEN
En este Trabajo Fin de Grado se presenta una revisión bibliográfica sobre los métodos
de preparación, propiedades y aplicaciones biomédicas de los nanomateriales de
carbono: grafeno, nanotubos de carbono y fullerenos. Dichos materiales presentan
excelentes propiedades eléctricas, ópticas, térmicas y mecánicas. En las últimas
décadas han supuesto una gran revolución debido a sus importantes aplicaciones en
el área de la medicina, la alimentación y la tecnología, lo que ha llevado consigo
importantes avances en cuanto a sus métodos de preparación. Sus propiedades
físicas y químicas, como su tamaño nanométrico, les confieren gran importancia en
biomedicina ya que son capaces de atravesar membranas y compartimentos
celulares. Además, al funcionalizar su superficie se consigue mejorar su
biocompatibilidad. Por ello, en la actualidad, presentan gran interés por sus
aplicaciones biomédicas derivadas de su empleo como biosensores, componentes de
implantes óseos, transportadores de fármacos, agentes antimicrobianos…, resultando
especialmente útiles en el tratamiento de enfermedades como el cáncer o
enfermedades degenerativas, ya que se ha observado su eficacia frente a ellas sin
generar gran cantidad de efectos secundarios.
ABSTRACT
This Final Degree Project presents a bibliographic review about the preparation
methods, properties and biomedical applications of carbon nanomaterials: graphene,
carbon nanotubes and fullerenes. These materials have excellent electrical, optical,
thermal and mechanical properties. In the last decades they have been a great
revolution due to their important applications in the areas of medicine, food and
technology, which has led to important advances in their preparation methods. Their
physical and chemical properties, such as their nanometric size, give them great
importance in biomedicine since they are capable of crossing cell membranes and
compartments. Furthermore, by functionalizing its surface, its biocompatibility is
improved. For this reason, at present, they are of great interest for their biomedical
applications derived from their use as biosensors, components of bone implants, drug
transporters, antimicrobial agents..., being especially useful in the treatment of
3
diseases such as cancer or degenerative diseases, since that its effectiveness against
them has been observed without generating a large number of side effects.
1. ANTECEDENTES
Hasta donde sabemos, las aplicaciones de los nanomateriales son casi ilimitadas y es
posible aportar mejoras significativas en los campos de la medicina, la electrónica, la
4
informática y la alimentación. A veces, se integran a los nanomateriales grupos
funcionales químicos para generar las propiedades apropiadas para la utilización que
se les vaya a dar. Durante la síntesis, uso profesional o procesamiento de
nanomateriales en sus diferentes etapas pueden propagar al ambiente partículas
nanométricas que pueden dar lugar a condiciones de trabajo peligrosas, cuyos riesgos
potenciales dependerán de las propiedades de dicho nanomaterial, condiciones de
uso y precauciones tomadas (INSHT, 2015). En los últimos años, la investigación
relacionada con el uso de los nanomateriales ha encontrado que el apoyo financiero,
tanto privado como gubernamental, ha aumentado significativamente (González,
2014).
5
Figura 1.1: Aplicaciones de la nanotecnología en la industria alimentaria
Así p. ej. las nanopartículas de sílice amorfa se utilizan como aditivo alimentario
(Dekkers et al., 2011), actuando como agente antiglomerante para mantener las
propiedades de fluidez en los productos en polvo o espesar las pastas.
En cuanto a perspectivas de futuro, hay que indicar que entre los nanomateriales que
presentan mejores perspectivas se encuentran los nanomateriales de carbono. De
ellos destacan el grafeno y los nanotubos de carbono. El grafeno se define como un
material formado por una única lámina de átomos de carbono, lo que le otorga
propiedades excepcionales como son su excelente conductividad eléctrica y térmica,
su elevada área superficial y su gran dureza, siendo por tanto, un nanomaterial que
6
ha despertado un gran interés entre la comunidad científica, por sus potenciales
aplicaciones tecnológicas (Geim & Novoselov, 2007). De igual modo, los nanotubos
de carbono también presentan propiedades muy interesantes, entre las que destacan
su alta conductividad eléctrica, y buena elasticidad, de forma que cuando son
sometidos a altas fuerzas y presiones pueden doblarse y retorcerse sin sufrir daños
estructurales (Eatemadi et al., 2014). La alta conductividad eléctrica hace que estos
materiales puedan considerarse como “alambres moleculares” (González Velázquez,
2015). En consecuencia a su tamaño y propiedades fisicoquímicas, los
nanomateriales de carbono son estructuras con importantes propiedades para
aplicaciones biomédicas en imagenología, diagnóstico, tratamiento y medicina
regenerativa (Vélez-Reséndiz & Vélez-Arvízu, 2018).
Durante toda la historia el ser humano ha utilizado las materias primas procedentes
de la tierra transformándolas para cubrir sus necesidades, aprovechando y utilizando
diferentes materiales. Sin embargo, desde finales del siglo XX se ha logrado fabricar
nanomateriales que no se encontraban en la naturaleza. Su característica principal
establece que se trata de materiales totalmente artificiales, aunque sí es cierto que
algunas de sus moléculas pueden tener un origen natural. Por otro lado, estos
materiales no pueden ser detectados por el ojo humano debido a su tamaño, por lo
que solo pueden observarse con microscopios electrónicos de alta potencia o fuerza
atómica. Estamos hablando de los denominados nanomateriales, que son materiales
que solo son visibles a nivel nanométrico, y su descubrimiento y desarrollo es posible
gracias a los recientes avances tecnológicos (Castro Neto, 2010).
7
extremadamente pequeños cuando se pudo explicar su existencia (Heiligtag &
Niederberger, 2013).
A finales del siglo XX, el desarrollo de la tecnología óptica había alcanzado su máximo
potencial y era imposible superar el aumento máximo que la combinación de lentes y
ojo humano podía proporcionar. Las mejoras en la visualización y el análisis de
compuestos provienen de la física, cuando se crearon los primeros microscopios que
8
utilizaban haces de electrones en lugar de luz ordinaria para observar muestras, lo
que permitió un análisis a gran escala de la composición de los materiales. La
invención del microscopio electrónico facilitó una investigación molecular más
detallada. Por primera vez en la historia, el ser humano puede ver las partículas más
pequeñas que componen una sustancia, su relación con otras partículas y copiar o
cambiar sus sistemas para mejorar su calidad. Así como la ciencia de los polímeros
emulaba los compuestos naturales y aceptaba desarrollar mejoras, la ciencia de los
nanomateriales también puede analizarlos, crearlos y/o imitarlos a escala atómica.
Estos nanomateriales se pueden fabricar a partir de materiales macroscópicos
reduciendo su tamaño o mediante la combinación apropiada de átomos hasta que se
logre la nanoestructura deseada.
9
Algunos de los alótropos del carbono cumplen las características para ser
considerados nanomateriales destacando entre ellos, tanto por sus características
estructurales como por sus propiedades: el grafeno, los nanotubos de carbono y los
fullerenos.
1.3.1. Grafeno
El grafeno se define como una fina lámina plana de átomos de carbono que presentan
hibridación sp2, que se extiende en dos dimensiones (2D) (Rodríguez, 2016). Es un
material con estructura bidimensional que aparece en forma de nanoplacas. Las
nanoplacas son láminas fabricadas por una red hexagonal de átomos de carbono
dispuestos en el mismo plano (Figura 1.4) (INSHT, 2015). Este nanomaterial, formado
exclusivamente por átomos de carbono, emerge rápidamente en los campos de la
ciencia de los materiales y la física de la materia condensada. El grafeno, material
rigurosamente bidimensional, presenta excepcionales cualidades cristalinas y
electrónicas. Fue descubierto por primera vez en el año 2004, por los físicos Andre K.
Geim y Konstantín S. Novoselov, que años más tarde (concretamente en el año 2010)
recibieron el Premio Nobel de Física por las investigaciones llevadas a cabo sobre
este nanomaterial (Rodríguez, 2016). El grafeno de alta calidad es resistente, ligero,
casi transparente y un buen conductor del calor y de la electricidad (González, 2014),
y a pesar de haber sido descubierto recientemente, ya ha mostrado amplias
aplicaciones (Geim & Novoselov, 2007). Además hay que destacar que al surgir del
grafito, siendo el grafito una sustancia natural, produce menos riesgo ambiental que
otros materiales.
10
1.3.2. Nanotubos de carbono
Los nanotubos de carbono son alótropos del carbono que fueron descubiertos
accidentalmente por S. Iljlma ya que originalmente se consideraban fullerenos. Su
estructura se puede derivar de láminas de grafeno enrolladas sobre sí mismas (Figura
1.5). Debido al grado de enrollamiento y el modo en que se forma la lámina original,
presentan distintos diámetros y geometrías internas (Andrade Guel et al., 2012). Los
nanotubos de carbono presentan tamaños nanométricos y buenas propiedades
mecánicas, lo que ha permitido su aplicación en el diseño de materiales compuestos
o dispositivos de escala nanométrica (Santana Méndez, 2013).
Existen dos tipos de nanotubos de carbono, los de pared simple (SWCNT) que fueron
descubiertos en 1993, y los de pared múltiple (MWCNT) que fueron descubiertos en
1991 (Figura 1.6). Debido a la naturaleza multicapa de los nanotubos de carbono de
pared múltiple, las paredes o capas externas además de proteger a los nanotubos de
carbono internos de las interacciones químicas con sustancias externas también
presentan propiedades de alta resistencia a la tracción, que no existen en los
nanotubos de pared simple (Eatemadi et al., 2014).
11
Figura 1.6. Dibujo de nanotubo de pared múltiple (MWCNT) y de pared simple (SWCNT)
1.3.3. Fullerenos
Los fullerenos están constituidos únicamente por átomos de carbono, siendo par y
variable el número de estos átomos. El rango puede ser de 28 hasta más de 100
átomos tomando forma de una esfera hueca. La disposición de los átomos de carbono
da lugar a una estructura de anillos hexagonales de dichos átomos de modo similar a
lo que ocurre en el grafito, aunque en este caso también se forman anillos
pentagonales y heptagonales que permiten que se originen estructuras
tridimensionales. Son materiales estables químicamente e insolubles en disoluciones
acuosas (INSHT, 2015). La estructura más conocida de los fullerenos es la que tiene
60 átomos de carbono, C60 (Figura 1.7), que fue descubierta en 1985 cuando el
químico británico Harold Kroto buscaba cadenas carbonadas poli-insaturadas largas
(Alario y Franco, 2009). Los trabajos de investigación relacionados con estos
12
nanomateriales llevados a cabo por Harold Kroto junto con Robert Curl y Richard
Smalley, les valió la concesión del Premio Nobel de Química en 1996.
2. OBJETIVOS
El principal objetivo del presente trabajo es dar una visión general del interés que han
despertado en las últimas décadas los nanomateriales de carbono, por la posibilidad
que presenta de ser utilizados para diferentes aplicaciones biomédicas. Para ello se
ha realizado una revisión bibliográfica centrada en los principales nanomateriales de
carbono: grafeno, nanotubos de carbono y fullerenos, con la que se pretende
conseguir los siguientes objetivos parciales:
3. METODOLOGÍA
Las palabras clave empleadas para realizar la búsqueda bibliográfica han sido:
Graphene, Fullerene, Carbon nanotubes, Carbon nanostructures, Carbon
nanomaterial, Physical and Chemical properties, Synthesis y Biomedical applications.
La obtención del grafeno es muy compleja porque consiste en separar una lámina de
carbono del grafito (Rodríguez, 2016). La exfoliación micromecánica es la forma más
14
eficaz de producir láminas individuales de grafeno de alta calidad en la actualidad. El
método se lleva a cabo con un grabado sobre un soporte de SiO2 de placas de grafito
pirolítico altamente orientado. A continuación, se separa el grafito grabado por
frotación para dar lugar a láminas de grafeno individuales o láminas dobles (Novoselov
et al., 2004). Sin embargo, este método tiene muchos inconvenientes debido a que no
se puede controlar el tamaño, el grosor, ni la orientación de las láminas de carbono,
esto provoca que no se pueda producir grafeno a gran escala (Rodríguez, 2016).
Por otro lado, se han estudiado nuevas técnicas para producir grafeno a gran escala.
Una de ellas es la técnica denominada “Solución de exfoliación” a partir de la que se
obtiene óxido de grafeno reducido, rGO (Stankovich et al., 2006) (Figura 4.1). Este
método consiste en oxidar polvo de grafito utilizando el método Hummer. Primero se
oxida el polvo con NaNO3 y H2SO4 y seguidamente se le adiciona KMnO4 y agua
desionizada; por último, se añade H2O2 para eliminar el KMnO4 residual. En segundo
lugar la suspensión acuosa de grafeno se somete a un tratamiento con ultrasonidos,
que permite que interaccionen los grupos funcionales oxigenados con el agua. A
continuación, por centrifugación, se separa el grafeno, con muchas impurezas, debido
a que los procesos de oxidación y reducción con frecuencia son incompletos, de modo
que quedan grupos funcionales con oxígeno en su estructura, y por tanto, lo que se
obtiene, tal y como se ha mencionado anteriormente, es óxido de grafeno reducido,
rGO (Kumar & Huei, 2013).
15
Figura 4.1. Esquema de síntesis de óxido de grafeno reducido por solución de exfoliación
16
Figura 4.2. Esquema de un equipo de Deposición química de vapor
En cuanto a los métodos de síntesis de nanotubos de carbono, hay que indicar que el
número de publicaciones y patentes relacionadas con ellos va aumentando a lo largo
de los años de manera significativa. Uno de los retos aún no conseguido y de gran
importancia es producir a gran escala nanotubos con elevada pureza y bajo coste
(Santana Méndez, 2013). Los principales tipos de métodos de síntesis para nanotubos
de carbono son: síntesis por arco de descarga, síntesis por ablación láser y síntesis
por deposición química desde la fase vapor (CVD). Los dos métodos mencionados en
primer lugar se pueden incluir en las técnicas denominadas deposición física de la
fase vapor (PVD). Estas técnicas requieren la condensación de gas atómico caliente
carbonoso. El inconveniente es que los instrumentos necesarios y el gran consumo
de energía que se requiere hacen que estas técnicas no puedan utilizarse en cualquier
laboratorio para la producción de nanotubos de carbono. Por otra parte, los nanotubos
de carbono obtenidos presentan grandes impurezas debidas a las altas temperaturas
que se alcanzan en el proceso de síntesis por lo que la producción del producto final
se hace dificultosa (López Fernández, 2009).
La síntesis por arco de descarga utiliza temperaturas elevadas por encima de 1700ºC,
esto produce menos defectos estructurales en los nanotubos de carbono que otros
métodos de síntesis. La descarga de arco se utiliza entre electrodos de grafito de gran
pureza. Estos electrodos se encuentran separados por una cámara llena de helio. Esta
cámara contiene un cátodo y un ánodo de grafito, moléculas de carbono evaporado y
17
en ocasiones se utiliza una cantidad de partículas de catalizador que pueden ser de
cobalto, níquel y/o hierro (Eatemadi et al., 2014).
Figura 4.3. Esquema de un dispositivo de descarga de arco eléctrico para producción de nanotubos
de carbono y fullerenos
Se puede realizar la síntesis con el uso de diferentes catalizadores o sin el uso de los
mismos. En general, la síntesis de MWCNT se realiza sin el uso de catalizadores
mientras que la síntesis de SWCNT utiliza diferentes catalizadores. La ventaja de este
método es que produce nanotubos en gran cantidad. Por otro lado, su desventaja es
que no hay un control sobre la quiralidad de los nanotubos creados dificultando su
caracterización y función (Eatemadi et al., 2014).
Por otra parte, también se utiliza para la obtención de nanotubos de carbono la técnica
de ablación láser que consiste en hacer incidir un láser sobre un objetivo de grafito en
un horno a altas temperaturas. El láser puede ser continuo o pulsado. La diferencia
18
entre ambos tipos es que el láser pulsado tiene una intensidad mayor. El objetivo del
láser es vaporizar el grafito dentro del cuarzo (Eatemadi et al., 2014). El horno se llena
con helio o argón manteniendo un flujo con una presión de 500 Torr (Figura 4.4)
(Santana Méndez, 2013)
Figura 4.4. Esquema de un dispositivo para la producción de nanotubos por ablación láser
Se ha demostrado que el diámetro de los nanotubos depende del potencial del láser
utilizado. Al aumentar el potencial del láser los nanotubos adoptan un diámetro menor.
Las propiedades de los nanotubos sintetizados por ablación láser pueden verse
afectadas por diferentes parámetros como son, la composición estructural y química
del material objetivo, las propiedades del láser, el flujo o la presión del gas entre otras.
Este método produce SWCNT de alta pureza y calidad (Eatemadi et al., 2014).
Las ventajas más destacadas de esta técnica son que presenta un gran rendimiento
y las impurezas del producto final son relativamente bajas. Esto último se debe a que
los átomos metálicos utilizados suelen evaporarse. Por otra parte, las desventajas de
este método es que los nanotubos obtenidos presentan deformaciones en sus
estructuras y un gran coste (Eatemadi et al., 2014).
Si se compara este método con el de ablación láser, se puede decir que este método
resulta más rentable económicamente ya que presenta mejores rendimientos (Mora,
2013) y además, se obtienen nanotubos más puros a gran escala (Eatemadi et al.,
2014).
20
4.1.3. Métodos de preparación de fullerenos
Los fullerenos se sintetizaron por primera vez mediante vaporización láser de carbono
en una atmosfera inerte, pero este método produjo cantidades muy pequeñas de
fullerenos. Sin embargo, posteriormente, mediante calentamiento por arco eléctrico
de grafito, se ha sintetizado en cantidades apreciables el fullereno C60, hasta ahora
el más conocido (Nimibofa et al., 2018). Este método fue conceptualizado por
Kratchmer y Huttman en 1990. El proceso implica generar un arco entre varillas de
grafito en una atmósfera inerte que produce un condensado esponjoso (hollín) como
se muestra en la Figura 4.6. Una parte de este condensado contiene los fullerenos
que son extraídos con tolueno. Después de la extracción, el tolueno se elimina usando
un evaporador rotatorio y la mezcla sólida contiene en su mayoría fullerenos C60.
Estos junto con una pequeña cantidad de fullerenos superiores se someten a un
proceso de cromatografía líquida para obtener el C60 puro (Nimibofa et al., 2018).
Figura 4.6. Diagrama esquemático que muestra la síntesis de fullerenos por calentamiento por arco
21
Por otro lado, se ha empleado el método de vaporización láser de carbono que
consiste en producir los fullerenos en una boquilla de expansión supersónica mediante
un láser pulsado que se enfoca en un blanco de grafito en una atmosfera inerte (helio).
Este proceso implica vaporizar el carbono de un disco sólido giratorio de grafito en un
flujo de helio de alta densidad usando un láser pulsado enfocado (Geckeler & Samal,
1999).
22
4.2. Propiedades de los nanomateriales de carbono
4.2.1. Propiedades del grafeno
El grafeno posee unas propiedades extraordinarias que hacen que tenga diversas
aplicaciones. Es uno de los materiales más duros y resistentes; además presenta
interesantes propiedades térmicas, electrónicas, ópticas y mecánicas (Graphenano,
2017).
El grafeno impide el paso de elementos pequeños como el helio, esto es debido a que
es un material denso. Sin embargo, permite el paso del agua. Geim y otros científicos
observaron que las láminas de óxido de grafeno dejan huecos que permiten el paso
de las moléculas de agua, pero si otras moléculas intentan atravesarlo son frenadas
por los capilares del grafeno que están cubiertos de las moléculas de agua
(Graphenano, 2017).
23
Recientes estudios han demostrado que es capaz de soportar la radiación ionizante,
es decir, a pesar de tener una alta reactividad química y desprender energía cuando
incide la luz sobre él, el átomo no es capaz de desprenderse del electrón
(Graphenano, 2017).
Por otra parte, también es considerado un material bactericida, lo que quiere decir que
impide el crecimiento de bacterias, hongos y virus pero sin afectar al ADN humano. El
grafeno está compuesto de carbono esto permite el crecimiento de células lo que le
confiere gran importancia en la industria alimentaria y en la medicina. El grafeno es
un material autorreparable, aunque todavía está en investigación esta capacidad, al
parecer si el grafeno pierde algunos átomos de carbono, los átomos cercanos tienden
a unirse para cerrar dicho hueco (Graphenano, 2017).
Los nanotubos de carbono presentan una gran variedad de propiedades. Las más
importantes se recogen en la Tabla 4.1.
24
como un semi-metal (Santana Méndez, 2013). También se debe tener en cuenta a la
hora de clasificarlos en semiconductores o metales, los índices de Hamada. Los
índices de Hamada clasifican a los nanotubos en tres grandes grupos: nanotubos
armchair, nanotubos zigzag y nanotubos quirales. Cuando estos índices son múltiplos
de 3, se considera que los nanotubos presentan carácter metálico mientras que en el
caso contrario se consideran semiconductores. Los nanotubos armchair son metálicos
mientras que los otros dos tipos entran dentro del grupo de semiconductores (Herbst
et al., 2004).
Sus propiedades mecánicas son significativas, ya que las láminas grafénicas les
confieren gran dureza, de modo que a día de hoy no se han podido fabricar fibras más
resistentes que los nanotubos de carbono (Santana Méndez, 2013). Son capaces de
deformarse cuando son sometidos a grandes esfuerzos y luego volver a su estructura
y geometría originales. La forma de examinar la elasticidad de los nanotubos de pared
simple o pared múltiple es mediante el módulo de elasticidad (Kumar Jagadeesan et
al., 2020).
Los nanotubos de carbono no solo resisten altas temperaturas sino que también son
buenos conductores térmicos. Son capaces de soportar temperaturas entre 800ºC y
2900ºC Es importante conocer cómo las propiedades térmicas se ven afectadas por
las características estructurales de los nanotubos para saber cuál es su conductividad
térmica efectiva (Mohammad Nejad et al., 2021).
En la actualidad hay otras muchas propiedades que se investigan, que junto con las
descritas anteriormente hacen de los nanotubos de carbono un nanomaterial muy
importante para diversas áreas de la ciencia y la tecnología (Santana Méndez, 2013).
25
Tabla 4.1. Propiedades generales de los nanotubos de carbono
Los fullerenos tienen una estructura de gran simetría y de forma cerrada que les
confiere una alta resistencia física. Cuando son sometidos a presiones externas del
rango de 3000 atm, se deforman volviendo a su estructura inicial al disminuir la presión
ejercida. Por este motivo cuando se adicionan a materiales poliméricos les
proporcionan resistencia (Herráez, 2011).
26
Los fullerenos absorben radiación en el espectro UV y de manera más moderada en
el visible. El color púrpura que presentan las disoluciones de C60 es debido a la
absorción visible a 430 nm.
Los fullerenos son menos estables térmicamente que el grafito y el diamante, debido
a que sus calores de formación son notablemente inferiores. Son insolubles en
disolventes polares o con capacidad para formar enlaces de hidrogeno (Martín León,
1999).
Conocer datos relativos a la toxicidad del grafeno es algo imprescindible para poder
establecer sus aplicaciones biomédicas. Estudios realizados recientemente han
demostrado que el grafeno provoca cierta citoxicidad celular lo que conlleva una
disminución de la adhesión celular y muerte celular. Por otro lado, estudios realizados
sobre el óxido de grafeno (GO) demuestran que la citoxicidad celular que éste
presenta disminuye con respecto a la del grafeno (Zhang et al., 2012).
27
eliminado del cuerpo sin provocar citoxicidad mientras que si se introduce
directamente GO se acumula en el pulmón pudiendo producir edemas (Chung et al.,
2013).
Entre las aplicaciones biomédicas más importantes del grafeno destaca su empleo
como biosensor para detectar biomoléculas que forman parte de los seres vivos, lo
cual tiene un gran interés ya que cuando la composición de algunas biomoléculas
varía, se pueden desarrollar diferentes enfermedades. En relación a esta aplicación,
hay que destacar que las propiedades eléctricas del grafeno hacen de este un
biosensor electroquímico muy eficiente (Vélez Ortiz, 2015).
28
el cerebro se considera responsable de la enfermedad del Parkinson. Se ha
demostrado que hay biomoléculas que interfieren en la detección de la dopamina,
como es el ácido ascórbico, para poder llevar a cabo la detección sin interferencias se
realiza con derivados del grafeno (Vélez Ortiz, 2015).
Figura 4.8. Esquema de un electrodo enzimático diseñado para la detección de glucosa en una
muestra de suero
Otro aspecto a destacar de los derivados grafénicos es que pueden actuar como
importantes transportadores de fármacos, debido a su elevada área superficial, su
compatibilidad biológica y su estabilidad en condiciones fisiológicas. La mayor parte
de los fármacos que se unen a nanomateriales grafénicos tienen estructura aromática
(Vélez Ortiz, 2015). Así, por ejemplo, el GO funcionalizado ha sido utilizado con éxito
para el transporte conjunto de los fármacos antitumorales doxorrubicina (DOX) y
camptotecina (CPT), que se unen de forma no covalente a la superficie grafénica
mediante interacciones π-π (Figura 4.9.) (Chung et al., 2013).
30
La función de nanomateriales grafénicos en el tratamiento contra el cáncer ha
supuesto una nueva revolución, no sólo por su capacidad para actuar como
transportadores de fármacos antitumorales, sino también por la posibilidad de usarlos
en terapias fototérmicas dirigidas a tratar determinados tipos de tumores. Así por
ejemplo, el GO se caracteriza por absorber en el espectro IR cercano a longitudes de
onda entre 700-1100 nm y emitir seguidamente energía en forma de calor, lo cual ha
resultado útil para la extirpación térmica de tumores de diferentes tejidos. Con esta
técnica se consigue la muerte celular de las células que se encuentran a una distancia
concreta de las láminas del material grafénico. La ventaja de emplear un derivado de
este tipo con respecto a los nanotubos de carbono es que en este caso se necesitan
concentraciones más bajas del nanomaterial y además, este absorbe a altas
longitudes de onda, lo que permite no alterar los tejidos sanos (Bitounis et al., 2013).
Los nanotubos de carbono presentan una baja solubilidad en agua y una gran
toxicidad. Estos inconvenientes se han solventado parcialmente mediante la
funcionalización de su superficie, lo que conduce a una mejor dispersabilidad de los
mismos en agua y a una mayor biocompatibilidad (Andrade Guel et al., 2012).
Las propiedades físicas y químicas de los nanotubos de carbono hacen que estos
nanomateriales puedan resultar especialmente útiles en el área de la medicina
31
regenerativa. Desde hace unos años se están aplicando para regenerar tejido óseo,
ya que pueden mimetizar la función del colágeno como matriz soporte para el
crecimiento cristalino de hidroxiapatita (Larena Pellejero, 2007). Para que resulten
efectivos en esta aplicación, los nanotubos de carbono normalmente requieren ser
modificados químicamente. Así, se mejora su solubilidad en agua y por tanto su
biocompatibilidad, y además, se favorece la atracción de cationes Ca 2+ hacia grupos
superficiales que presentan carga negativa, promoviéndose el proceso de
cristalización de la hidroxiapatita sobre el armazón formado por los nanotubos (Larena
Pellejero, 2007). Estos nanomateriales pueden llegar a sustituir a polímeros o péptidos
que se han venido empleando para crear huesos artificiales, mejorando la
consistencia de estos. Además, muchos de los implantes óseos utilizados hasta el
momento son rechazados pero el empleo de nanotubos de carbono unidos a proteínas
y aminoácidos puede disminuir considerablemente la tasa de rechazo. De hecho, son
muchos los pacientes a los que se les han implantado articulaciones artificiales sin
ningún tipo de rechazo gracias a la utilización de estos nanomateriales (Eatemadi et
al., 2014). Por otro lado, los nanotubos de carbono han tenido gran interés en la
reconstrucción de otros tejidos ya que tienen un papel importante en el seguimiento
del comportamiento celular y mejoran las matrices de los tejidos (Wang et al., 2004).
Además, su buena conductividad eléctrica les confiere un especial interés para la
regeneración del tejido nervioso (Fabbro et al., 2013).
32
Esto ha dado lugar a que muchos de los cánceres que eran asintomáticos en su etapa
inicial se hayan podido detectar a tiempo (Hong et al., 2009).
Los nanotubos de carbono son utilizados gracias a su gran área superficial para
facilitar la administración de fármacos y ácidos nucleicos, tal y como lo muestran los
ejemplos recogidos en la (Tabla 4.2). Estos nanomateriales pueden transportar los
fármacos a través del organismo ya que su tamaño es menor que el de las células
sanguíneas (Andrade Guel et al., 2012). Así, por ejemplo, se han empleado con éxito
en el tratamiento de algunos tipos de tumores. Para ello, se ha unido el fármaco a las
paredes del nanotubo y a su vez el nanotubo es reconocido por los receptores
específicos de las células cancerosas, introduciéndose a través de la membrana
celular para que el fármaco desempeñe su actividad (Zhang et al., 2009). Para
atravesar las membranas los nanotubos de carbono actúan como una aguja o también
pueden atravesarlas por endocitosis cuando los nanotubos contienen grupos
funcionales de mayor tamaño (Andrade Guel et al., 2012).
33
excelentes transportadores y pueden atravesar la membrana celular sin problema
introduciéndose en los diferentes compartimentos celulares (Montes, 2009).
Finalmente, hay que destacar, que debido a sus propiedades eléctricas y a su tamaño
nanométrico, los nanotubos son reconocidos como unos de los mejores biosensores.
Son capaces de reconocer las moléculas de ADN y proteínas específicas. Para la
detección de proteínas se utiliza un sistema semiconductor de nanotubos de carbono
con anticuerpos y antígenos específicos sin olvidar que los NTC tienen una especial
afinidad por ciertas proteínas a través de sus interacciones hidrofóbicas o
electrostáticas (Andrade Guel et al., 2012).
34
de la medicina, tanto cuando se encuentran funcionalizados como cuando no lo están
(Nimibofa et al., 2018).
35
Figura 4.10. Derivados del C60 que han mostrado actividad antibacteriana
Como todos sabemos, el tratamiento contra el cáncer lucha cada día para encontrar
alternativas para combatirlo ocasionando los mínimos efectos secundarios a los
pacientes, y por ello, no se deja de investigar sobre nuevos tratamientos para esta
enfermedad. Entre las numerosas investigaciones llevadas a cabo en este campo, se
encuentran algunas en las que se han ensayado fullerenos. Algunos estudios
realizados sobre tumores trasplantados y metástasis (Prylutska et al., 2011) han
demostrado que fullerenos C60 prístinos tiene un efecto anticancerígeno. Los autores
de estas investigaciones atribuyen esta actividad por una parte a la facilidad que tiene
estos nanomateriales para atravesar las membranas celulares, y por otra, a sus
propiedades antioxidantes.
5. CONCLUSIONES
36
- En los últimos años se han realizado grandes avances en el diseño y puesta a punto
de métodos de preparación de nanomateriales de carbono, que permitan obtener
nanomateriales de buena calidad, a gran escala y bajo coste.
- Los nanomateriales de carbono son útiles para una gran variedad de aplicaciones
en el campo de la biomedicina, debido a su pequeño tamaño y facilidad para atravesar
las membranas biológicas, su área superficial, sus excepcionales propiedades
mecánicas y eléctricas, y la posibilidad de mejorar su biocompatibilidad mediante
procesos de funcionalización de su superficie.
37
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