TFGQ - Carrillo Carpio, Lidia Maria

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 44

Facultad de Ciencias Experimentales

Ghfgh
UNIVERSIDAD DE JAÉN
Facultad de Ciencias Experimentales

Trabajo Fin de Grado

Nanomateriales de
Carbono: Métodos de
Preparación,
Propiedades y
Aplicaciones Biomédicas

Alumno/a: Lidia María Carrillo Carpio

Julio, 2021
Trabajo Fin de Grado

Nanomateriales de Carbono:
Métodos de Preparación,
Propiedades y Aplicaciones
Biomédicas

Alumno/a: Lidia María Carrillo Carpio

FIRMA:

Jaén, Julio de 2021

1
ÍNDICE

1. ANTECEDENTES……………………………………………………………………4
1.1. Nanomateriales: Definición, propiedades y aplicaciones
generales………………………………………………………………………...4
1.2. Descubrimiento de los nanomateriales………………………………...7
1.3. Principales nanomateriales de carbono………………………………..9
1.3.1. Grafeno………………………………………………………………….10
1.3.2. Nanotubos de carbono…………………………………………………11
1.3.3. Fullerenos……………………………………………………………….12
2. OBJETIVOS………………………………………………………………………...13
3. MATERIALES Y MÉTODOS……………………………………………………...14
4. RESULTADOS DE LA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA Y DISCUSIÓN……….14
4.1. Métodos de preparación de los nanomateriales de carbono……..14
4.1.1. Métodos de preparación del grafeno…………………………………14
4.1.2. Métodos de preparación de nanotubos de carbono………………..17
4.1.3. Métodos de preparación de fullerenos……………………………….21
4.2. Propiedades de los nanomateriales de carbono…………………….23
4.2.1. Propiedades del grafeno……………………………………………….23
4.2.2. Propiedades de nanotubos de carbono……………………………...24
4.2.3. Propiedades de fullerenos……………………………………………..26
4.3. Aplicaciones biomédicas de los nanomateriales de carbono…….27
4.3.1. Aplicaciones biomédicas del grafeno………………………………...27
4.3.2. Aplicaciones biomédicas de los nanotubos de carbono……………31
4.3.3. Aplicaciones biomédicas de los fullerenos…………………………..34
5. CONCLUSIONES…………………………………………………………………..36
6. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………….38

2
RESUMEN

En este Trabajo Fin de Grado se presenta una revisión bibliográfica sobre los métodos
de preparación, propiedades y aplicaciones biomédicas de los nanomateriales de
carbono: grafeno, nanotubos de carbono y fullerenos. Dichos materiales presentan
excelentes propiedades eléctricas, ópticas, térmicas y mecánicas. En las últimas
décadas han supuesto una gran revolución debido a sus importantes aplicaciones en
el área de la medicina, la alimentación y la tecnología, lo que ha llevado consigo
importantes avances en cuanto a sus métodos de preparación. Sus propiedades
físicas y químicas, como su tamaño nanométrico, les confieren gran importancia en
biomedicina ya que son capaces de atravesar membranas y compartimentos
celulares. Además, al funcionalizar su superficie se consigue mejorar su
biocompatibilidad. Por ello, en la actualidad, presentan gran interés por sus
aplicaciones biomédicas derivadas de su empleo como biosensores, componentes de
implantes óseos, transportadores de fármacos, agentes antimicrobianos…, resultando
especialmente útiles en el tratamiento de enfermedades como el cáncer o
enfermedades degenerativas, ya que se ha observado su eficacia frente a ellas sin
generar gran cantidad de efectos secundarios.

ABSTRACT

This Final Degree Project presents a bibliographic review about the preparation
methods, properties and biomedical applications of carbon nanomaterials: graphene,
carbon nanotubes and fullerenes. These materials have excellent electrical, optical,
thermal and mechanical properties. In the last decades they have been a great
revolution due to their important applications in the areas of medicine, food and
technology, which has led to important advances in their preparation methods. Their
physical and chemical properties, such as their nanometric size, give them great
importance in biomedicine since they are capable of crossing cell membranes and
compartments. Furthermore, by functionalizing its surface, its biocompatibility is
improved. For this reason, at present, they are of great interest for their biomedical
applications derived from their use as biosensors, components of bone implants, drug
transporters, antimicrobial agents..., being especially useful in the treatment of

3
diseases such as cancer or degenerative diseases, since that its effectiveness against
them has been observed without generating a large number of side effects.

1. ANTECEDENTES

1.1. Nanomateriales: Definición, propiedades y aplicaciones generales

El término nanomaterial comprende tanto a partículas naturales como sintéticas que


tienen al menos una dimensión menor de 100 nanómetros, mientras que las
nanopartículas presentan al menos dos de sus dimensiones entre 1 y 100 nanómetros.
Hay que tener en cuenta que un milímetro contiene un millón de nanómetros (Castro
Neto, 2010).

Los nanomateriales se sintetizan y modifican para mejorar su función en procesos


tecnológicos y su composición varía según su uso. La capacidad de trabajar con
materiales a nanoescala tiene un gran potencial y se puede utilizar para diferentes
aplicaciones e innovaciones, incluyendo nuevos materiales en los campos de la
alimentación, los textiles, la medicina, la tecnología y la energía (López De la Peña et
al., 2016).

Cuando hablamos de “nanomaterial” nos referimos a diversos materiales con una


amplia gama de composiciones y propiedades completamente diferentes, pero, tal y
como se ha mencionado anteriormente, con la característica común de que al menos
una dimensión externa de todas o parte de las partículas que los componen sea
inferior a 100 nanómetros (INSHT, 2015).

La elaboración de nanomateriales es uno de los campos que más interés ha


despertado en los últimos años. La investigación y el procesamiento de la materia a
nivel atómico permite el desarrollo de materiales, dispositivos y estructuras que van
desde 1 hasta 100 nanómetros (González, 2014). Estos conceptos fueron propuestos
hace 40 años por el físico Richard Feyman, quien explicó que no existen barreras
físicas básicas para fabricar materiales manipulando solo átomos.

Hasta donde sabemos, las aplicaciones de los nanomateriales son casi ilimitadas y es
posible aportar mejoras significativas en los campos de la medicina, la electrónica, la

4
informática y la alimentación. A veces, se integran a los nanomateriales grupos
funcionales químicos para generar las propiedades apropiadas para la utilización que
se les vaya a dar. Durante la síntesis, uso profesional o procesamiento de
nanomateriales en sus diferentes etapas pueden propagar al ambiente partículas
nanométricas que pueden dar lugar a condiciones de trabajo peligrosas, cuyos riesgos
potenciales dependerán de las propiedades de dicho nanomaterial, condiciones de
uso y precauciones tomadas (INSHT, 2015). En los últimos años, la investigación
relacionada con el uso de los nanomateriales ha encontrado que el apoyo financiero,
tanto privado como gubernamental, ha aumentado significativamente (González,
2014).

Como se ha indicado anteriormente, una de las industrias en las que se han


encontrado más aplicaciones de los nanomateriales es en la industria alimentaria.
Dicha industria genera millones de euros con la fabricación de alimentos, por este
motivo, todas las grandes empresas alimentarias tienen gran interés en que su
producción sea lo más eficaz posible, y también en mejorar las características de los
alimentos. La nanotecnología juega un papel fundamental para conseguir estos
objetivos ya que se ha convertido en ayuda potencial para aumentar la producción y
mejorar la calidad de los alimentos. Entre las aplicaciones de los nanomateriales en
la industria alimentaria (Figura 1.1) destacan su empleo en el procesamiento de
alimentos, como aditivos alimentarios y también su uso como materiales en contacto
con los alimentos (envases) (López De la Peña et al., 2016).

5
Figura 1.1: Aplicaciones de la nanotecnología en la industria alimentaria

Así p. ej. las nanopartículas de sílice amorfa se utilizan como aditivo alimentario
(Dekkers et al., 2011), actuando como agente antiglomerante para mantener las
propiedades de fluidez en los productos en polvo o espesar las pastas.

Otro campo de aplicación importante de la nanotecnología es la industria cosmética,


p. ej. en la elaboración de protectores solares. Concretamente estos cosméticos
contienen nanopartículas de dióxido de titanio y óxido de zinc, que son incoloras y,
presentan la capacidad tanto de reflejar como de dispersar la luz ultravioleta mejor
que las partículas de mayor tamaño (Nohynek et al., 2007). El pequeño tamaño de las
nanopartículas facilita que estos compuestos resulten transparentes y esto da como
resultado una mejor aceptación del consumidor además de proteger la piel contra los
rayos UV (Heiligtag & Niederberger, 2013).

En cuanto a perspectivas de futuro, hay que indicar que entre los nanomateriales que
presentan mejores perspectivas se encuentran los nanomateriales de carbono. De
ellos destacan el grafeno y los nanotubos de carbono. El grafeno se define como un
material formado por una única lámina de átomos de carbono, lo que le otorga
propiedades excepcionales como son su excelente conductividad eléctrica y térmica,
su elevada área superficial y su gran dureza, siendo por tanto, un nanomaterial que

6
ha despertado un gran interés entre la comunidad científica, por sus potenciales
aplicaciones tecnológicas (Geim & Novoselov, 2007). De igual modo, los nanotubos
de carbono también presentan propiedades muy interesantes, entre las que destacan
su alta conductividad eléctrica, y buena elasticidad, de forma que cuando son
sometidos a altas fuerzas y presiones pueden doblarse y retorcerse sin sufrir daños
estructurales (Eatemadi et al., 2014). La alta conductividad eléctrica hace que estos
materiales puedan considerarse como “alambres moleculares” (González Velázquez,
2015). En consecuencia a su tamaño y propiedades fisicoquímicas, los
nanomateriales de carbono son estructuras con importantes propiedades para
aplicaciones biomédicas en imagenología, diagnóstico, tratamiento y medicina
regenerativa (Vélez-Reséndiz & Vélez-Arvízu, 2018).

1.2. Descubrimiento de los nanomateriales

Durante toda la historia el ser humano ha utilizado las materias primas procedentes
de la tierra transformándolas para cubrir sus necesidades, aprovechando y utilizando
diferentes materiales. Sin embargo, desde finales del siglo XX se ha logrado fabricar
nanomateriales que no se encontraban en la naturaleza. Su característica principal
establece que se trata de materiales totalmente artificiales, aunque sí es cierto que
algunas de sus moléculas pueden tener un origen natural. Por otro lado, estos
materiales no pueden ser detectados por el ojo humano debido a su tamaño, por lo
que solo pueden observarse con microscopios electrónicos de alta potencia o fuerza
atómica. Estamos hablando de los denominados nanomateriales, que son materiales
que solo son visibles a nivel nanométrico, y su descubrimiento y desarrollo es posible
gracias a los recientes avances tecnológicos (Castro Neto, 2010).

Los nanomateriales han existido en la tecnología humana durante cientos de años,


aunque aún no se conocía su existencia. Las nanopartículas metálicas aparecen en
los óxidos de colores de las vidrieras y en los esmaltes plateados y dorados de la
cerámica andaluza. Asimismo, se ha comprobado que la dureza del mejor acero de la
historia es producto de la presencia de nanopartículas de carbono dispuestas en un
orden determinado, y no fue hasta el descubrimiento de estos compuestos

7
extremadamente pequeños cuando se pudo explicar su existencia (Heiligtag &
Niederberger, 2013).

El 29 de diciembre de 1959, el físico Richard P. Feynman (Figura 1.3), Premio Nobel


de Física en 1965, impartió la conferencia; “There’s plenty of room at the bottom”:
(“Queda mucho sitio al fondo”), en la cual consideraba la posibilidad de manipular
átomos individuales para formar estructuras químicas. Feynman dio una visión a una
nueva dimensión casi imposible de creer para algunos, la que hoy en día se ha
convertido en una realidad y ha dado lugar a una gran variedad de nuevos materiales
(NNI, 2014). Cuando hablamos de estos “nuevos materiales” nos referimos a los que
han sido utilizados a lo largo de la historia por nuestros antepasados y que ni ellos
mismos realmente conocían. Las propiedades de estos materiales no eran conocidas
pero después de varios estudios en los últimos años se ha demostrado que presentan
composición similar a la que tienen los materiales hasta ahora conocidos pero con
propiedades diferentes.

Figura 1.3. El físico Rychard Feyman (1919-1988)

A finales del siglo XX, el desarrollo de la tecnología óptica había alcanzado su máximo
potencial y era imposible superar el aumento máximo que la combinación de lentes y
ojo humano podía proporcionar. Las mejoras en la visualización y el análisis de
compuestos provienen de la física, cuando se crearon los primeros microscopios que

8
utilizaban haces de electrones en lugar de luz ordinaria para observar muestras, lo
que permitió un análisis a gran escala de la composición de los materiales. La
invención del microscopio electrónico facilitó una investigación molecular más
detallada. Por primera vez en la historia, el ser humano puede ver las partículas más
pequeñas que componen una sustancia, su relación con otras partículas y copiar o
cambiar sus sistemas para mejorar su calidad. Así como la ciencia de los polímeros
emulaba los compuestos naturales y aceptaba desarrollar mejoras, la ciencia de los
nanomateriales también puede analizarlos, crearlos y/o imitarlos a escala atómica.
Estos nanomateriales se pueden fabricar a partir de materiales macroscópicos
reduciendo su tamaño o mediante la combinación apropiada de átomos hasta que se
logre la nanoestructura deseada.

En el siglo XXI, la nanotecnología tiene multitud de aplicaciones tecnológicas,


biomédicas, farmacológicas o de ingeniería y es la tecnología con más potencial en el
mundo de los materiales con formas y materiales como nanopartículas,
nanopolímeros, nanomateriales orgánicos y otros basados en el carbono como los
fullerenos, el grafeno o los nanotubos de carbono. La nanociencia proporciona una
visión y control de los átomos individuales y las moléculas presentes en todo lo que
nos rodea. En las últimas décadas la comida que comemos, la ropa que usamos, las
piedras, los árboles, el papel, el vidrio, los textiles, los plásticos, el agua e incluso
nuestro propio cuerpo, se ha empezado a estudiar en una nueva escala,donde los
nanomateriales ocupan un lugar muy importante (Llorente et al., 2013).

1.3. Principales nanomateriales de carbono

El carbono puede encontrarse en la naturaleza, en estado sólido, adoptando


diferentes formas, conocidas como formas alotrópicas o alótropos. La alotropía se
define como la propiedad de algunos elementos químicos de presentarse con
estructuras diferentes. En el caso del carbono se conocen diferentes formas
alotrópicas como pueden ser el grafito, el grafeno, fullerenos o los nanotubos de
carbono, en las que los átomos de carbono presentan hibridación sp 2, mientras que
en el caso del diamante, siendo este otra forma alotrópica del carbono, presentan
hibridación sp3 (González Velázquez, 2015).

9
Algunos de los alótropos del carbono cumplen las características para ser
considerados nanomateriales destacando entre ellos, tanto por sus características
estructurales como por sus propiedades: el grafeno, los nanotubos de carbono y los
fullerenos.

1.3.1. Grafeno

El grafeno se define como una fina lámina plana de átomos de carbono que presentan
hibridación sp2, que se extiende en dos dimensiones (2D) (Rodríguez, 2016). Es un
material con estructura bidimensional que aparece en forma de nanoplacas. Las
nanoplacas son láminas fabricadas por una red hexagonal de átomos de carbono
dispuestos en el mismo plano (Figura 1.4) (INSHT, 2015). Este nanomaterial, formado
exclusivamente por átomos de carbono, emerge rápidamente en los campos de la
ciencia de los materiales y la física de la materia condensada. El grafeno, material
rigurosamente bidimensional, presenta excepcionales cualidades cristalinas y
electrónicas. Fue descubierto por primera vez en el año 2004, por los físicos Andre K.
Geim y Konstantín S. Novoselov, que años más tarde (concretamente en el año 2010)
recibieron el Premio Nobel de Física por las investigaciones llevadas a cabo sobre
este nanomaterial (Rodríguez, 2016). El grafeno de alta calidad es resistente, ligero,
casi transparente y un buen conductor del calor y de la electricidad (González, 2014),
y a pesar de haber sido descubierto recientemente, ya ha mostrado amplias
aplicaciones (Geim & Novoselov, 2007). Además hay que destacar que al surgir del
grafito, siendo el grafito una sustancia natural, produce menos riesgo ambiental que
otros materiales.

Figura 1.4. Ilustración esquemática del grafeno

10
1.3.2. Nanotubos de carbono

Los nanotubos de carbono son alótropos del carbono que fueron descubiertos
accidentalmente por S. Iljlma ya que originalmente se consideraban fullerenos. Su
estructura se puede derivar de láminas de grafeno enrolladas sobre sí mismas (Figura
1.5). Debido al grado de enrollamiento y el modo en que se forma la lámina original,
presentan distintos diámetros y geometrías internas (Andrade Guel et al., 2012). Los
nanotubos de carbono presentan tamaños nanométricos y buenas propiedades
mecánicas, lo que ha permitido su aplicación en el diseño de materiales compuestos
o dispositivos de escala nanométrica (Santana Méndez, 2013).

Figura 1.5. Ilustración esquemática de un nanotubo de carbono

Existen dos tipos de nanotubos de carbono, los de pared simple (SWCNT) que fueron
descubiertos en 1993, y los de pared múltiple (MWCNT) que fueron descubiertos en
1991 (Figura 1.6). Debido a la naturaleza multicapa de los nanotubos de carbono de
pared múltiple, las paredes o capas externas además de proteger a los nanotubos de
carbono internos de las interacciones químicas con sustancias externas también
presentan propiedades de alta resistencia a la tracción, que no existen en los
nanotubos de pared simple (Eatemadi et al., 2014).

11
Figura 1.6. Dibujo de nanotubo de pared múltiple (MWCNT) y de pared simple (SWCNT)

Los nanotubos de carbono tienen interesantes propiedades debido a su estructura,


las dimensiones que presentan, la estabilidad química, mecánica y eléctrica. En
consecuencia, son nanomateriales que muestran una diversidad de aplicaciones que
incluyen aplicaciones biomédicas tales como la terapia fototérmica y la administración
de fármacos (Andrade Guel et al., 2012).

1.3.3. Fullerenos

Los fullerenos están constituidos únicamente por átomos de carbono, siendo par y
variable el número de estos átomos. El rango puede ser de 28 hasta más de 100
átomos tomando forma de una esfera hueca. La disposición de los átomos de carbono
da lugar a una estructura de anillos hexagonales de dichos átomos de modo similar a
lo que ocurre en el grafito, aunque en este caso también se forman anillos
pentagonales y heptagonales que permiten que se originen estructuras
tridimensionales. Son materiales estables químicamente e insolubles en disoluciones
acuosas (INSHT, 2015). La estructura más conocida de los fullerenos es la que tiene
60 átomos de carbono, C60 (Figura 1.7), que fue descubierta en 1985 cuando el
químico británico Harold Kroto buscaba cadenas carbonadas poli-insaturadas largas
(Alario y Franco, 2009). Los trabajos de investigación relacionados con estos

12
nanomateriales llevados a cabo por Harold Kroto junto con Robert Curl y Richard
Smalley, les valió la concesión del Premio Nobel de Química en 1996.

A pesar de que su descubrimiento cronológicamente fue anterior al de nanotubos de


carbono y grafeno, y del gran interés que despertaron inicialmente, las investigaciones
relacionadas con posibles aplicaciones de los fullerenos avanzan más lentamente que
en el caso de los otros materiales.

Figura 1.7. Ilustración del fullereno C60

2. OBJETIVOS

El principal objetivo del presente trabajo es dar una visión general del interés que han
despertado en las últimas décadas los nanomateriales de carbono, por la posibilidad
que presenta de ser utilizados para diferentes aplicaciones biomédicas. Para ello se
ha realizado una revisión bibliográfica centrada en los principales nanomateriales de
carbono: grafeno, nanotubos de carbono y fullerenos, con la que se pretende
conseguir los siguientes objetivos parciales:

- Resaltar las propiedades más interesantes, especialmente desde el punto


de vista de sus posibles aplicaciones biomédicas, de grafeno, nanotubos de
carbono y fullerenos.
- Describir los principales métodos de preparación de grafeno, nanotubos de
carbono y fullerenos.
13
- Realizar una revisión bibliográfica sobre las principales aplicaciones
biomédicas de grafeno, nanotubos de carbono y fullerenos.

3. METODOLOGÍA

La metodología empleada en el Trabajo Fin de Grado ha consistido en realizar una


revisión bibliográfica de datos relaciones con el tema de trabajo, publicados en
diferentes fuentes bibliográficas (artículos científicos, libros, tesis y páginas webs). A
continuación, se ha seleccionado la información que se ha considerado más relevante
para cubrir los objetivos del presente trabajo. Para ello, en el caso concreto de
artículos científicos, se ha comenzado con la lectura de los resúmenes (o “abstracts),
y en los casos más interesantes, se ha procedido a la lectura de los artículos
completos.

En cuanto a las herramientas empleadas para llevar a cabo la búsqueda bibliográfica,


hay que indicar que se ha utilizado la base de datos Scinfinder, a la que se puede
acceder desde la página de la Universidad de Jaén. También se ha completado la
búsqueda bibliográfica empleando Google Académico.

Además, se ha utilizado la aplicación Mendeley para almacenar y citar la bibliografía.

Las palabras clave empleadas para realizar la búsqueda bibliográfica han sido:
Graphene, Fullerene, Carbon nanotubes, Carbon nanostructures, Carbon
nanomaterial, Physical and Chemical properties, Synthesis y Biomedical applications.

4. RESULTADOS DE LA REVISIÓN BIBLIOGRAFÍA Y DISCUSIÓN

4.1. Métodos de preparación de nanomateriales de carbono


4.1.1. Métodos de preparación del grafeno

La obtención del grafeno es muy compleja porque consiste en separar una lámina de
carbono del grafito (Rodríguez, 2016). La exfoliación micromecánica es la forma más

14
eficaz de producir láminas individuales de grafeno de alta calidad en la actualidad. El
método se lleva a cabo con un grabado sobre un soporte de SiO2 de placas de grafito
pirolítico altamente orientado. A continuación, se separa el grafito grabado por
frotación para dar lugar a láminas de grafeno individuales o láminas dobles (Novoselov
et al., 2004). Sin embargo, este método tiene muchos inconvenientes debido a que no
se puede controlar el tamaño, el grosor, ni la orientación de las láminas de carbono,
esto provoca que no se pueda producir grafeno a gran escala (Rodríguez, 2016).

Otro método descrito en la literatura radica en someter al grafito a un proceso de


exfoliación mecánica en clorometano, actuando éste como disolvente, aplicando
ultrasonidos durante un tiempo de 5 minutos. Con este procedimiento se generan
láminas de grafeno dispersas por la actuación de los ultrasonidos (Bunch et al., 2005).
El principal inconveniente de este método es que para conseguir la obtención de
láminas individuales, el tiempo de utilización de los ultrasonidos se debe extender, de
modo que se producen láminas individuales de bajas dimensiones laterales, pero con
defectos estructurales. Otra alternativa es realizar una exfoliación química basada en
la intercalación de moléculas orgánicas entre las láminas de grafito. De esta forma se
necesita menos tiempo de utilización de ultrasonidos y se podrían alcanzar mejores
resultados.

Por otro lado, se han estudiado nuevas técnicas para producir grafeno a gran escala.
Una de ellas es la técnica denominada “Solución de exfoliación” a partir de la que se
obtiene óxido de grafeno reducido, rGO (Stankovich et al., 2006) (Figura 4.1). Este
método consiste en oxidar polvo de grafito utilizando el método Hummer. Primero se
oxida el polvo con NaNO3 y H2SO4 y seguidamente se le adiciona KMnO4 y agua
desionizada; por último, se añade H2O2 para eliminar el KMnO4 residual. En segundo
lugar la suspensión acuosa de grafeno se somete a un tratamiento con ultrasonidos,
que permite que interaccionen los grupos funcionales oxigenados con el agua. A
continuación, por centrifugación, se separa el grafeno, con muchas impurezas, debido
a que los procesos de oxidación y reducción con frecuencia son incompletos, de modo
que quedan grupos funcionales con oxígeno en su estructura, y por tanto, lo que se
obtiene, tal y como se ha mencionado anteriormente, es óxido de grafeno reducido,
rGO (Kumar & Huei, 2013).

15
Figura 4.1. Esquema de síntesis de óxido de grafeno reducido por solución de exfoliación

Un método que produce grandes cantidades de grafeno es el “Crecimiento epitaxial


utilizando SiC como catalizador”. Consiste en calentar sólidos de carburo de silicio
(SiC) para obtener una grafitización parcial de la lámina superior (Berger et al., 2004).
El inconveniente es que no se puede tener un control sobre el número de láminas y
esto dificulta esta técnica (Berger et al., 2006).

El método de síntesis de grafeno más interesante y eficaz es el denominado


“Deposición química de vapor”. Este método se basa en hacer crecer el grafeno sobre
catalizadores de Ni, Pd, Ru, Ir y Cu. Requiere un horno tubular para proporcionar
elevadas temperaturas, una cámara de vacío de cuarzo, un sistema para controlar el
vacío y la presión, una fuente de carbono y reactivos gaseosos (Figura 4.2)
(Rodríguez, 2016). Cuando se utlizan catalizadores de níquel y cobalto se obtiene
grafeno multicapa, en cambio el empleo de catalizadores de cobre proporciona
grafeno monocapa. Este método es excelente para producir nanomateriales de alta
calidad y bidimensionales (Baig et al., 2021).

16
Figura 4.2. Esquema de un equipo de Deposición química de vapor

4.1.2. Métodos de preparación de nanotubos de carbono

En cuanto a los métodos de síntesis de nanotubos de carbono, hay que indicar que el
número de publicaciones y patentes relacionadas con ellos va aumentando a lo largo
de los años de manera significativa. Uno de los retos aún no conseguido y de gran
importancia es producir a gran escala nanotubos con elevada pureza y bajo coste
(Santana Méndez, 2013). Los principales tipos de métodos de síntesis para nanotubos
de carbono son: síntesis por arco de descarga, síntesis por ablación láser y síntesis
por deposición química desde la fase vapor (CVD). Los dos métodos mencionados en
primer lugar se pueden incluir en las técnicas denominadas deposición física de la
fase vapor (PVD). Estas técnicas requieren la condensación de gas atómico caliente
carbonoso. El inconveniente es que los instrumentos necesarios y el gran consumo
de energía que se requiere hacen que estas técnicas no puedan utilizarse en cualquier
laboratorio para la producción de nanotubos de carbono. Por otra parte, los nanotubos
de carbono obtenidos presentan grandes impurezas debidas a las altas temperaturas
que se alcanzan en el proceso de síntesis por lo que la producción del producto final
se hace dificultosa (López Fernández, 2009).

La síntesis por arco de descarga utiliza temperaturas elevadas por encima de 1700ºC,
esto produce menos defectos estructurales en los nanotubos de carbono que otros
métodos de síntesis. La descarga de arco se utiliza entre electrodos de grafito de gran
pureza. Estos electrodos se encuentran separados por una cámara llena de helio. Esta
cámara contiene un cátodo y un ánodo de grafito, moléculas de carbono evaporado y

17
en ocasiones se utiliza una cantidad de partículas de catalizador que pueden ser de
cobalto, níquel y/o hierro (Eatemadi et al., 2014).

En la Figura 4.3. se muestra un diagrama de un reactor de arco. Conforme se van


formando los nanotubos de carbono, el electrodo positivo (ánodo) va disminuyendo
de tamaño, mientras que los nanotubos de carbono se van formando sobre el
electrodo negativo (cátodo) (Santana Méndez, 2013).

Figura 4.3. Esquema de un dispositivo de descarga de arco eléctrico para producción de nanotubos
de carbono y fullerenos

Se puede realizar la síntesis con el uso de diferentes catalizadores o sin el uso de los
mismos. En general, la síntesis de MWCNT se realiza sin el uso de catalizadores
mientras que la síntesis de SWCNT utiliza diferentes catalizadores. La ventaja de este
método es que produce nanotubos en gran cantidad. Por otro lado, su desventaja es
que no hay un control sobre la quiralidad de los nanotubos creados dificultando su
caracterización y función (Eatemadi et al., 2014).

Por otra parte, también se utiliza para la obtención de nanotubos de carbono la técnica
de ablación láser que consiste en hacer incidir un láser sobre un objetivo de grafito en
un horno a altas temperaturas. El láser puede ser continuo o pulsado. La diferencia

18
entre ambos tipos es que el láser pulsado tiene una intensidad mayor. El objetivo del
láser es vaporizar el grafito dentro del cuarzo (Eatemadi et al., 2014). El horno se llena
con helio o argón manteniendo un flujo con una presión de 500 Torr (Figura 4.4)
(Santana Méndez, 2013)

Figura 4.4. Esquema de un dispositivo para la producción de nanotubos por ablación láser

Se ha demostrado que el diámetro de los nanotubos depende del potencial del láser
utilizado. Al aumentar el potencial del láser los nanotubos adoptan un diámetro menor.
Las propiedades de los nanotubos sintetizados por ablación láser pueden verse
afectadas por diferentes parámetros como son, la composición estructural y química
del material objetivo, las propiedades del láser, el flujo o la presión del gas entre otras.
Este método produce SWCNT de alta pureza y calidad (Eatemadi et al., 2014).

Las ventajas más destacadas de esta técnica son que presenta un gran rendimiento
y las impurezas del producto final son relativamente bajas. Esto último se debe a que
los átomos metálicos utilizados suelen evaporarse. Por otra parte, las desventajas de
este método es que los nanotubos obtenidos presentan deformaciones en sus
estructuras y un gran coste (Eatemadi et al., 2014).

En el método de deposición química de fase vapor (CVD), tal y como se ha


mencionado para el caso de la preparación de grafeno, la síntesis consiste en
descomponer térmicamente un material hidrocarbonoso en presencia de un
catalizador metálico. El proceso consiste en hacer pasar el hidrocarburo a través de
19
un horno tubular en el que se encuentra el material catalizador, descomponiéndose el
material hidrocarbonoso a temperaturas entre 600-1200ºC (Figura 4.5.), esto da lugar
a la difusión del carbono sobre los catalizadores y seguidamente el crecimiento de la
estructura (Santana Méndez, 2013).

Figura 4.5. Esquema de un dispositivo para producir nanotubos por CVD

El material hidrocarbonoso puede ser líquido, gaseoso o sólido, dependiendo de la


fuente usada se determina el proceso que hay que seguir para obtener el vapor que
se introducirá en el horno de reacción. El catalizador al igual que el material
hidrocarbonoso también puede ser líquido, gas o sólido. Este puede colocarse dentro
del horno o en el exterior. Los tres puntos clave en este método son el material
hidrocarbonoso, el catalizador y la temperatura del horno. Se ha demostrado que con
temperaturas bajas se consiguen nanotubos de buena calidad (Santana Méndez,
2013).

Si se compara este método con el de ablación láser, se puede decir que este método
resulta más rentable económicamente ya que presenta mejores rendimientos (Mora,
2013) y además, se obtienen nanotubos más puros a gran escala (Eatemadi et al.,
2014).
20
4.1.3. Métodos de preparación de fullerenos

Los fullerenos se sintetizaron por primera vez mediante vaporización láser de carbono
en una atmosfera inerte, pero este método produjo cantidades muy pequeñas de
fullerenos. Sin embargo, posteriormente, mediante calentamiento por arco eléctrico
de grafito, se ha sintetizado en cantidades apreciables el fullereno C60, hasta ahora
el más conocido (Nimibofa et al., 2018). Este método fue conceptualizado por
Kratchmer y Huttman en 1990. El proceso implica generar un arco entre varillas de
grafito en una atmósfera inerte que produce un condensado esponjoso (hollín) como
se muestra en la Figura 4.6. Una parte de este condensado contiene los fullerenos
que son extraídos con tolueno. Después de la extracción, el tolueno se elimina usando
un evaporador rotatorio y la mezcla sólida contiene en su mayoría fullerenos C60.
Estos junto con una pequeña cantidad de fullerenos superiores se someten a un
proceso de cromatografía líquida para obtener el C60 puro (Nimibofa et al., 2018).

Figura 4.6. Diagrama esquemático que muestra la síntesis de fullerenos por calentamiento por arco

21
Por otro lado, se ha empleado el método de vaporización láser de carbono que
consiste en producir los fullerenos en una boquilla de expansión supersónica mediante
un láser pulsado que se enfoca en un blanco de grafito en una atmosfera inerte (helio).
Este proceso implica vaporizar el carbono de un disco sólido giratorio de grafito en un
flujo de helio de alta densidad usando un láser pulsado enfocado (Geckeler & Samal,
1999).

Otro método de síntesis de fullerenos es el calentamiento de arco “resistivo” de grafito.


Este método implica la evaporación de varillas de carbono mediante calentamiento
resistivo en una atmósfera de helio parcial. El calentamiento resistivo de las varillas
de carbono hace que la varilla emita una tenue columna de color blanco grisáceo, una
sustancia similar al hollín, que está compuesta de fullerenos y esto se recoge en
protectores de vidrio que rodean las varillas de carbono (Nimibofa et al., 2018).

La síntesis directa de fullerenos se ha desarrollado como un medio para obtener


nuevos homólogos de la familia de los fullerenos que pueden no obtenerse en buena
cantidad mediante el proceso incontrolado de evaporación del grafito. Se basa en
hidrocarburos aromáticos policíclicos que ya tienen los carbonos requeridos. Estas
moléculas se enrollan para formar fullerenos bajo pirolisis instantánea al vacío. Un
hidrocarburo policíclico aromático que consta de 60 átomos de carbono forma un
fullereno C60 cuando se irradia con láser a 337 nm de longitud de onda (Figura 4.7.)
(Nimibofa et al., 2018).

Figura 4.7. Síntesis directa de fullerenos mediante irradiación láser

22
4.2. Propiedades de los nanomateriales de carbono
4.2.1. Propiedades del grafeno

El grafeno posee unas propiedades extraordinarias que hacen que tenga diversas
aplicaciones. Es uno de los materiales más duros y resistentes; además presenta
interesantes propiedades térmicas, electrónicas, ópticas y mecánicas (Graphenano,
2017).

El grafeno es un material bidimensional, es decir, tiene dos dimensiones y está


compuesto de finas capas de un átomo de espesor. Es un material ultraligero, sin
embargo, tiene una elevada superficie específica (del orden de 2600 m 2/g) lo que le
permite autoenfriarse. Su constante elástica es muy significativa, tanto que una lámina
de grafeno puede estirarse un 10% de su tamaño normal, mientras que el resto de
sólidos solo lo hacen un 3% (Frank et al., 2007). También puede doblarse un 20% sin
sufrir daños al mismo tiempo que puede enrollarse para crear nanotubos de carbono.
Sin embargo, a pesar de su flexibilidad, es un material fuerte y resistente, tanto que
es más fuerte que el diamante (Graphenano, 2017).

El grafeno es el mejor conductor de calor y electricidad que se conoce hasta ahora.


Como conductor de la electricidad comparte características tanto de materiales
conductores como semiconductores. En cuanto a las propiedades ópticas, el grafeno
puro es transparente, igual al vidrio, debido a su poco espesor (Graphenano, 2017).

Sus electrones se comportan como partículas sin masa, es decir, se mueven


libremente por toda la lámina. Esta característica, es independiente de la temperatura,
lo que permite que tenga una gran ventaja frente a otros dispositivos electrónicos. El
grafeno al derivar únicamente de un elemento puro, no posee impurezas; esto es una
ventaja ya que las impurezas dificultan y ralentizan el movimiento de los electrones
(Alcolea et al., 2013).

El grafeno impide el paso de elementos pequeños como el helio, esto es debido a que
es un material denso. Sin embargo, permite el paso del agua. Geim y otros científicos
observaron que las láminas de óxido de grafeno dejan huecos que permiten el paso
de las moléculas de agua, pero si otras moléculas intentan atravesarlo son frenadas
por los capilares del grafeno que están cubiertos de las moléculas de agua
(Graphenano, 2017).

23
Recientes estudios han demostrado que es capaz de soportar la radiación ionizante,
es decir, a pesar de tener una alta reactividad química y desprender energía cuando
incide la luz sobre él, el átomo no es capaz de desprenderse del electrón
(Graphenano, 2017).

El grafeno es considerado un multiplicador de frecuencias, esto es debido a que si le


aplicamos una frecuencia este genera una onda del doble o el triple de frecuencia
inicial. La ventaja de esto es que podemos trabajar a mayor velocidad en el
intercambio de información de los procesadores.

Por otra parte, también es considerado un material bactericida, lo que quiere decir que
impide el crecimiento de bacterias, hongos y virus pero sin afectar al ADN humano. El
grafeno está compuesto de carbono esto permite el crecimiento de células lo que le
confiere gran importancia en la industria alimentaria y en la medicina. El grafeno es
un material autorreparable, aunque todavía está en investigación esta capacidad, al
parecer si el grafeno pierde algunos átomos de carbono, los átomos cercanos tienden
a unirse para cerrar dicho hueco (Graphenano, 2017).

El grafeno presenta un gran potencial de desarrollo debido a que es capaz de


reaccionar con una gran variedad de sustancias dando lugar a una amplia variedad
de compuestos con diferentes propiedades (Graphenano, 2017).

4.2.2. Propiedades de los nanotubos de carbono

Los nanotubos de carbono presentan una gran variedad de propiedades. Las más
importantes se recogen en la Tabla 4.1.

Químicamente los nanotubos de carbono, en principio, son inertes. A pesar de ello, se


ha descrito su participación en algunas reacciones que transcurren con la formación
de enlaces covalentes o iónicos que tienen lugar en los sitios donde existen defectos
estructurales y en los extremos del nanotubo (Jorio et al., 2008).

Además de ser extremadamente resistentes, tienen propiedades eléctricas


interesantes. Tienen propiedades semiconductoras y metálicas según la forma en la
que se enrolle la capa de grafito para formar el nanotubo, ya que el grafito se comporta

24
como un semi-metal (Santana Méndez, 2013). También se debe tener en cuenta a la
hora de clasificarlos en semiconductores o metales, los índices de Hamada. Los
índices de Hamada clasifican a los nanotubos en tres grandes grupos: nanotubos
armchair, nanotubos zigzag y nanotubos quirales. Cuando estos índices son múltiplos
de 3, se considera que los nanotubos presentan carácter metálico mientras que en el
caso contrario se consideran semiconductores. Los nanotubos armchair son metálicos
mientras que los otros dos tipos entran dentro del grupo de semiconductores (Herbst
et al., 2004).

Sus propiedades mecánicas son significativas, ya que las láminas grafénicas les
confieren gran dureza, de modo que a día de hoy no se han podido fabricar fibras más
resistentes que los nanotubos de carbono (Santana Méndez, 2013). Son capaces de
deformarse cuando son sometidos a grandes esfuerzos y luego volver a su estructura
y geometría originales. La forma de examinar la elasticidad de los nanotubos de pared
simple o pared múltiple es mediante el módulo de elasticidad (Kumar Jagadeesan et
al., 2020).

Los nanotubos de carbono no solo resisten altas temperaturas sino que también son
buenos conductores térmicos. Son capaces de soportar temperaturas entre 800ºC y
2900ºC Es importante conocer cómo las propiedades térmicas se ven afectadas por
las características estructurales de los nanotubos para saber cuál es su conductividad
térmica efectiva (Mohammad Nejad et al., 2021).

En la actualidad hay otras muchas propiedades que se investigan, que junto con las
descritas anteriormente hacen de los nanotubos de carbono un nanomaterial muy
importante para diversas áreas de la ciencia y la tecnología (Santana Méndez, 2013).

25
Tabla 4.1. Propiedades generales de los nanotubos de carbono

4.2.3. Propiedades de los fullerenos

Los fullerenos tienen una estructura de gran simetría y de forma cerrada que les
confiere una alta resistencia física. Cuando son sometidos a presiones externas del
rango de 3000 atm, se deforman volviendo a su estructura inicial al disminuir la presión
ejercida. Por este motivo cuando se adicionan a materiales poliméricos les
proporcionan resistencia (Herráez, 2011).

Los fullerenos tienen un tamaño aproximado a 1 nm y cuando estos se agregan a


otras moléculas pueden alcanzar tamaños de hasta 10 nm. Generalmente forman un
polvo negro muy fino llamado hollín, pero también son capaces de cristalizar formando
fullerita. La densidad de los fullerenos es aproximadamente 1.65 g/cm3 y aunque no
son solubles en agua sí lo son en disolventes apolares como son el benceno, tolueno
o el cloroformo. El hollín poseen propiedades lubricantes debido a las uniones
intermoleculares débiles mediante fuerzas de van der Waals (Herráez, 2011).

26
Los fullerenos absorben radiación en el espectro UV y de manera más moderada en
el visible. El color púrpura que presentan las disoluciones de C60 es debido a la
absorción visible a 430 nm.

Las propiedades químicas de los fullerenos se han estudiado fundamentalmente


sobre la molécula C60 ya que es el fullereno más abundante. La molécula de C60 ha
desarrollado una importante reactividad química y se han descrito diferentes tipos de
reacciones, entre las que destacan: adiciones nucleófilas, reacciones de cicloadición,
adición de radicales libres, halogenación, hidroxilación y reacciones de formación de
complejos con metales de transición. Cada una de ellas transcurre con diferente
eficacia.

Los fullerenos son menos estables térmicamente que el grafito y el diamante, debido
a que sus calores de formación son notablemente inferiores. Son insolubles en
disolventes polares o con capacidad para formar enlaces de hidrogeno (Martín León,
1999).

4.3. Aplicaciones biomédicas


4.3.1. Aplicaciones biomédicas del grafeno

Conocer datos relativos a la toxicidad del grafeno es algo imprescindible para poder
establecer sus aplicaciones biomédicas. Estudios realizados recientemente han
demostrado que el grafeno provoca cierta citoxicidad celular lo que conlleva una
disminución de la adhesión celular y muerte celular. Por otro lado, estudios realizados
sobre el óxido de grafeno (GO) demuestran que la citoxicidad celular que éste
presenta disminuye con respecto a la del grafeno (Zhang et al., 2012).

Diferentes investigaciones llevadas a cabo sobre la citoxicidad celular de


nanomateriales grafénicos han mostrado que ésta se ve afectada por varios factores,
como pueden ser la concentración o la forma, pero el factor más importante es la
introducción de grupos funcionales sobre la superficie del grafeno (Zhang et al., 2012).
La introducción de grupos funcionales disminuye la interacción de grafeno o GO con
tejidos y células además de reducir la apoptosis celular. Así, se ha observado que, si
se utiliza GO funcionalizado este se acumula en hígado y bazo, pudiendo ser

27
eliminado del cuerpo sin provocar citoxicidad mientras que si se introduce
directamente GO se acumula en el pulmón pudiendo producir edemas (Chung et al.,
2013).

A partir de los datos obtenidos de los diferentes estudios mencionados anteriormente


se puede decir que para poder utilizar el grafeno y GO en aplicaciones biomédicas,
previamente conviene funcionalizar las láminas de dichos nanomateriales.

Entre las aplicaciones biomédicas más importantes del grafeno destaca su empleo
como biosensor para detectar biomoléculas que forman parte de los seres vivos, lo
cual tiene un gran interés ya que cuando la composición de algunas biomoléculas
varía, se pueden desarrollar diferentes enfermedades. En relación a esta aplicación,
hay que destacar que las propiedades eléctricas del grafeno hacen de este un
biosensor electroquímico muy eficiente (Vélez Ortiz, 2015).

Un ejemplo en el que el grafeno es utilizado como biosensor es en la detección de


peróxido de hidrógeno (H2O2). El peróxido de hidrógeno participa en procesos
neurodegenerativos y controla el ciclo celular. Es conocido que el grafeno que detecta
con precisión el peróxido de hidrogeno es el N-grafeno, es decir, un grafeno que
contiene grupos funcionales nitrogenados (Vélez Ortiz, 2015). Otra biomolécula
importante que se puede detectar con derivados grafénicos es la glucosa en sangre.
Así por ejemplo, en la literatura (Singh et al., 2018) se describe el empleo de GO para
preparar un electrodo enzimático que ha resultado útil como biosensor para la
detección de la glucosa en sangre. Este electrodo se obtiene al anclar sobre GO la
enzima glucosa oxidasa (GOx), que se une a la superficie del GO mediante enlaces
covalentes formados entre grupos carboxilos de este y funciones amina de la enzima.
La presencia de glucosa en sangre se detecta cuando al poner en contacto el
electrodo enzimático con el suero sanguíneo, se libera H2O2, ya que, tal y como se
esquematiza en la Figura 4.8., en presencia de O2, la GOx cataliza la degradación de
glucosa en H2O2 y ácido glucónico. Ejemplos como este que se acaba de describir,
muestran que el empleo de biosensores basados en derivados grafénicos puede
resultar muy útil para facilitar el tratamiento y diagnóstico de la diabetes, ya que puede
conducir a una detección de glucosa de forma más sensible que mediante el empleo
de otros métodos o nanomateriales. Por otra parte, los materiales grafénicos también
se pueden emplear para la detección del neurotransmisor dopamina, cuyo déficit en

28
el cerebro se considera responsable de la enfermedad del Parkinson. Se ha
demostrado que hay biomoléculas que interfieren en la detección de la dopamina,
como es el ácido ascórbico, para poder llevar a cabo la detección sin interferencias se
realiza con derivados del grafeno (Vélez Ortiz, 2015).

Figura 4.8. Esquema de un electrodo enzimático diseñado para la detección de glucosa en una
muestra de suero

El GO también ha sido empleado como transportador de genes. Se ha descrito la


eficiencia de polímeros como la polietilenimina (PEI) para transportar genes de
plásmidos de ADN (Fiore et al., 2012). El problema de emplear PEI para este
transporte es su alta citotoxicidad. Dicha citotoxicidad, se ha conseguido reducir
uniendo la PEI a la superficie del GO por medio de enlaces covalentes, modificando
la superficie del GO, de modo que el material resultante, se puede utilizar para llevar
a cabo el transporte de plásmidos de ADN sin producir efectos citotóxicos.

Los derivados grafénicos también se utilizan para la diferenciación de células madre,


ya que, debido a su elevada área superficial, actúan como buenos soportes para
diferentes líneas celulares, posibilitando una correcta proliferación y adhesión celular.
Además, sus propiedades eléctricas les permiten intervenir en el proceso de
estimulación eléctrica celular requerido para la diferenciación. Concretamente el
grafeno se ha empleado con éxito tanto en la diferenciación de células madre
mesenquimales humanas, que componen diferentes tipos de células de tejidos
29
esqueléticos, como en células osteogénicas. Sin embargo, para la diferenciación de
células adipogénicas, que son las que forman el tejido adiposo, resulta más favorable
el uso de GO (Rodríguez, 2016).

Algunos materiales grafénicos también son útiles para impedir el crecimiento


bacteriano. El GO produce un aumento de las especies reactivas de oxígeno
intracelular, dando lugar a un desequilibrio entre las moléculas oxidantes y
antioxidantes de la célula que a su vez entorpece el metabolismo bacteriano
produciéndose la destrucción de la bacteria (Xia et al., 2019). Estudios realizados para
el caso de la bacteria E.coli demuestran que la actividad antibacteriana del derivado
grafénico es mayor cuando se emplean láminas de GO de gran tamaño y que la
actividad antibacteriana puede variar con el tiempo y la concentración (Liu et al.,
2012).

Otro aspecto a destacar de los derivados grafénicos es que pueden actuar como
importantes transportadores de fármacos, debido a su elevada área superficial, su
compatibilidad biológica y su estabilidad en condiciones fisiológicas. La mayor parte
de los fármacos que se unen a nanomateriales grafénicos tienen estructura aromática
(Vélez Ortiz, 2015). Así, por ejemplo, el GO funcionalizado ha sido utilizado con éxito
para el transporte conjunto de los fármacos antitumorales doxorrubicina (DOX) y
camptotecina (CPT), que se unen de forma no covalente a la superficie grafénica
mediante interacciones π-π (Figura 4.9.) (Chung et al., 2013).

Figura 4.9. Esquema de la superficie de un GO funcionalizado en el que se han soportado los


fármacos antitumorales DOX (en rojo) y CPT (en azul)

30
La función de nanomateriales grafénicos en el tratamiento contra el cáncer ha
supuesto una nueva revolución, no sólo por su capacidad para actuar como
transportadores de fármacos antitumorales, sino también por la posibilidad de usarlos
en terapias fototérmicas dirigidas a tratar determinados tipos de tumores. Así por
ejemplo, el GO se caracteriza por absorber en el espectro IR cercano a longitudes de
onda entre 700-1100 nm y emitir seguidamente energía en forma de calor, lo cual ha
resultado útil para la extirpación térmica de tumores de diferentes tejidos. Con esta
técnica se consigue la muerte celular de las células que se encuentran a una distancia
concreta de las láminas del material grafénico. La ventaja de emplear un derivado de
este tipo con respecto a los nanotubos de carbono es que en este caso se necesitan
concentraciones más bajas del nanomaterial y además, este absorbe a altas
longitudes de onda, lo que permite no alterar los tejidos sanos (Bitounis et al., 2013).

4.3.2. Aplicaciones biomédicas de los nanotubos de carbono

Los nanotubos de carbono presentan una baja solubilidad en agua y una gran
toxicidad. Estos inconvenientes se han solventado parcialmente mediante la
funcionalización de su superficie, lo que conduce a una mejor dispersabilidad de los
mismos en agua y a una mayor biocompatibilidad (Andrade Guel et al., 2012).

La toxicidad de los nanotubos de carbono puede estar relacionada con las


modificaciones funcionales que se les hayan realizado, con su método de síntesis e
incluso su tamaño. Hay que tener en cuenta, que con frecuencia para sintetizar
nanotubos de carbono se utilizan catalizadores como el níquel o el hierro que pueden
quedar de forma residual formando parte de los nanotubos sintetizados y hacer que
éstos aumenten su toxicidad (Montes, 2009). En cuanto al tamaño de los nanotubos
de carbono, después de varios estudios, se puede decir que a menor tamaño sus
propiedades serán más dañinas ya que penetran mejor en los tejidos (Eatemadi et al.,
2014). Así, pueden resultar muy tóxicos para el ser humano ya que debido a su
tamaño pueden atravesar las vías respiratorias entrando a los pulmones (Andrade
Guel et al., 2012).

Las propiedades físicas y químicas de los nanotubos de carbono hacen que estos
nanomateriales puedan resultar especialmente útiles en el área de la medicina

31
regenerativa. Desde hace unos años se están aplicando para regenerar tejido óseo,
ya que pueden mimetizar la función del colágeno como matriz soporte para el
crecimiento cristalino de hidroxiapatita (Larena Pellejero, 2007). Para que resulten
efectivos en esta aplicación, los nanotubos de carbono normalmente requieren ser
modificados químicamente. Así, se mejora su solubilidad en agua y por tanto su
biocompatibilidad, y además, se favorece la atracción de cationes Ca 2+ hacia grupos
superficiales que presentan carga negativa, promoviéndose el proceso de
cristalización de la hidroxiapatita sobre el armazón formado por los nanotubos (Larena
Pellejero, 2007). Estos nanomateriales pueden llegar a sustituir a polímeros o péptidos
que se han venido empleando para crear huesos artificiales, mejorando la
consistencia de estos. Además, muchos de los implantes óseos utilizados hasta el
momento son rechazados pero el empleo de nanotubos de carbono unidos a proteínas
y aminoácidos puede disminuir considerablemente la tasa de rechazo. De hecho, son
muchos los pacientes a los que se les han implantado articulaciones artificiales sin
ningún tipo de rechazo gracias a la utilización de estos nanomateriales (Eatemadi et
al., 2014). Por otro lado, los nanotubos de carbono han tenido gran interés en la
reconstrucción de otros tejidos ya que tienen un papel importante en el seguimiento
del comportamiento celular y mejoran las matrices de los tejidos (Wang et al., 2004).
Además, su buena conductividad eléctrica les confiere un especial interés para la
regeneración del tejido nervioso (Fabbro et al., 2013).

En las últimas décadas se han desarrollado nanovacunas basadas en nanotubos de


carbono ya que estos presentan un tamaño muy parecido al de un virus y pueden
actuar para producir una respuesta inmune específica contra microorganismos que se
encuentran en el interior de la célula (Montes, 2009)

También se han creado nanodispositivos para el diagnóstico y el tratamiento del


cáncer basados en nanotubos de carbono. Estos nanomateriales gracias a su tamaño
nanométrico pueden introducirse sin dificultad en la célula e interaccionar con
biomoléculas como el ADN y las proteínas, siendo luego fácilmente expulsados del
organismo (Eatemadi et al., 2014). Los nanotubos de carbono de pared simple
(SWCNT) han demostrado aportar una gran resolución a las imágenes para un
diagnóstico precoz del cáncer ya que tienen una buena penetración en los tejidos.

32
Esto ha dado lugar a que muchos de los cánceres que eran asintomáticos en su etapa
inicial se hayan podido detectar a tiempo (Hong et al., 2009).

Los nanotubos de carbono son utilizados gracias a su gran área superficial para
facilitar la administración de fármacos y ácidos nucleicos, tal y como lo muestran los
ejemplos recogidos en la (Tabla 4.2). Estos nanomateriales pueden transportar los
fármacos a través del organismo ya que su tamaño es menor que el de las células
sanguíneas (Andrade Guel et al., 2012). Así, por ejemplo, se han empleado con éxito
en el tratamiento de algunos tipos de tumores. Para ello, se ha unido el fármaco a las
paredes del nanotubo y a su vez el nanotubo es reconocido por los receptores
específicos de las células cancerosas, introduciéndose a través de la membrana
celular para que el fármaco desempeñe su actividad (Zhang et al., 2009). Para
atravesar las membranas los nanotubos de carbono actúan como una aguja o también
pueden atravesarlas por endocitosis cuando los nanotubos contienen grupos
funcionales de mayor tamaño (Andrade Guel et al., 2012).

Tabla 4.2. Fármacos y ácidos nucleicos administrados empleando nanotubos de carbono

Es bien conocido que la administración de drogas terapéuticas en muchas ocasiones


presenta la gran desventaja de su baja selectividad y en consecuencia puede provocar
daño en diferentes tejidos. En gran medida este inconveniente se ha visto solucionado
gracias al empleo de los nanotubos de carbono como transportadores de fármacos,
ya que estos dirigen la droga al lugar deseado del organismo debido a que son

33
excelentes transportadores y pueden atravesar la membrana celular sin problema
introduciéndose en los diferentes compartimentos celulares (Montes, 2009).

Los nanotubos de carbono al igual que el grafeno presentan actividad antimicrobiana


ya que su estructura les permite atravesar la membrana de las bacterias. Se ha
comprobado que los SWCNT son más eficaces que los nanotubos de carbono de
pared múltiple (MWCNT) ya que son más eficientes para atravesar dichas
membranas. Por otro lado, forman filtros que inactivan a los microorganismos, estos
filtros pueden estar compuestos por SWCNT-MWCNT y otros solamente de MWCNT.
Se ha demostrado la inactivación de ciertas bacterias como la E. coli y S. epidermis.
La modificación superficial de los nanotubos ha resultado una estrategia eficaz para
mejorar la actividad antimicrobiana de estos nanomateriales frente a determinadas
bacterias. Así, por ejemplo, el nanocompuesto obtenido cuando la molécula de
porfirina se une covalentemente a MWCNT y SWCNT presenta actividad
antibacteriana para atacar a la S. aureus (Andrade Guel et al., 2012).

Finalmente, hay que destacar, que debido a sus propiedades eléctricas y a su tamaño
nanométrico, los nanotubos son reconocidos como unos de los mejores biosensores.
Son capaces de reconocer las moléculas de ADN y proteínas específicas. Para la
detección de proteínas se utiliza un sistema semiconductor de nanotubos de carbono
con anticuerpos y antígenos específicos sin olvidar que los NTC tienen una especial
afinidad por ciertas proteínas a través de sus interacciones hidrofóbicas o
electrostáticas (Andrade Guel et al., 2012).

4.3.3. Aplicaciones biomédicas de los fullerenos

Aunque los fullerenos se descubrieron con anterioridad a nanotubos de carbono y


grafeno, el descubrimiento de estos últimos ha eclipsado en parte los estudios
llevados a cabo sobre los primeros, de modo que las investigaciones relacionados con
posibles aplicaciones biomédicas de los fullerenos, avanzan más lentamente que en
el caso de los otros dos nanomateriales. A pesar de ello, hay que destacar que las
propiedades físicas y químicas de los fullerenos, como son, su tamaño y su
hidrofobicidad, han llevado a que estos nanomateriales presenten interés en el campo

34
de la medicina, tanto cuando se encuentran funcionalizados como cuando no lo están
(Nimibofa et al., 2018).

Es bien conocido que muchas enfermedades están asociadas a la oxidación de


radicales libres en tejidos celulares. Estos radicales son especies reactivas de oxígeno
como son los radicales superóxido, el hidroxilo o la molécula de H 2O2 que pueden
ocasionar graves daños a los componentes de la célula. Los fullerenos juegan aquí
un papel fundamental como antioxidantes. Esto se debe a sus propiedades redox ya
que su orbital de menor energía puede aceptar un electrón del anión superóxido
(Muñoz, 2014) además de presentar muchos dobles enlaces conjugados que
reaccionan con los radicales libres haciendo que los fullerenos se consideren los
mejores eliminadores de radicales libres (Nimibofa et al., 2018). Enfermedades como
el Alzheimer y el Parkinson son producidas por la oxidación de las células nerviosas
y por tanto, estos nanomateriales podrían encontrar aplicación en su tratamiento.

Por otra parte, existen evidencias en la literatura de la actividad antibacteriana de


algunos fullerenos derivados del fullereno C60. En este sentido, hay que destacar que
hace algunos años se realizaron varios estudios sobre la eficacia mostrada por los
tres derivados de la Figura 4.10. frente a varias bacterias. Concretamente se estudió
la actividad antibacteriana frente a cepas de E. coli y S. oneidensis. Los resultados
obtenidos indicaron que el derivado que presenta carga positiva debido a la presencia
de grupos NH3+ (derivado 33, Figura 4.10.), era el que mayor actividad antibacteriana
presentaba ya que resultaba efectivo para ambas cepas bacterianas. Sin embargo, el
derivado funcionalizado con grupos carboxilato (derivado 31, Figura 4.10.) no
presentaba actividad frente a ninguna de las bacterias elegidas, y el fullereno con
funciones alcohol (derivado 32, Figura 4.10.) sólo presentaba ligera actividad frente a
S. oneidensis (Tang et al., 2007).

35
Figura 4.10. Derivados del C60 que han mostrado actividad antibacteriana

En cuanto a estudios sobre posible actividad antiviral de los fullerenos, destacan


aquellos realizados sobre actividad frente al virus del SIDA (VIH), que indican que el
fullereno C60 es esencial para evitar la replicación de este ya que tiene capacidad de
inhibir a la proteína VIH proteasa, proteína imprescindible para la replicación del VIH
(Muñoz, 2014).

Como todos sabemos, el tratamiento contra el cáncer lucha cada día para encontrar
alternativas para combatirlo ocasionando los mínimos efectos secundarios a los
pacientes, y por ello, no se deja de investigar sobre nuevos tratamientos para esta
enfermedad. Entre las numerosas investigaciones llevadas a cabo en este campo, se
encuentran algunas en las que se han ensayado fullerenos. Algunos estudios
realizados sobre tumores trasplantados y metástasis (Prylutska et al., 2011) han
demostrado que fullerenos C60 prístinos tiene un efecto anticancerígeno. Los autores
de estas investigaciones atribuyen esta actividad por una parte a la facilidad que tiene
estos nanomateriales para atravesar las membranas celulares, y por otra, a sus
propiedades antioxidantes.

5. CONCLUSIONES

- Entre los nanomateriales que presentan mejores perspectivas de futuro se


encuentran los nanomateriales de carbono, y más concretamente el grafeno y sus
derivados (como el óxido de grafeno y el óxido de grafeno reducido), los nanotubos
de carbono y los fullerenos.

36
- En los últimos años se han realizado grandes avances en el diseño y puesta a punto
de métodos de preparación de nanomateriales de carbono, que permitan obtener
nanomateriales de buena calidad, a gran escala y bajo coste.

- Entre los métodos más empleados para obtener nanomateriales de carbono se


encuentran: el método de descarga de arco, el método de ablación láser y el método
de deposición química de vapor. Además, para la obtención de grafeno han resultado
especialmente eficaces métodos basados en la exfoliación mecánica y química de
grafito.

- Los nanomateriales de carbono presentan buenas propiedades térmicas, eléctricas,


ópticas y mecánicas. Son materiales con elevadas áreas superficiales, duros y
resistentes, capaces de absorber radiación de diferentes longitudes de onda y de
conducir la electricidad.

- Los nanomateriales de carbono son útiles para una gran variedad de aplicaciones
en el campo de la biomedicina, debido a su pequeño tamaño y facilidad para atravesar
las membranas biológicas, su área superficial, sus excepcionales propiedades
mecánicas y eléctricas, y la posibilidad de mejorar su biocompatibilidad mediante
procesos de funcionalización de su superficie.

- Entre las aplicaciones biomédicas de los nanomateriales de carbono destacan su


empleo como biosensores para la detección de diferentes biomoléculas,
transportadores de fármacos y ácidos nucleicos, agentes antimicrobianos, agentes de
diagnóstico y agentes anticancerígenos, así como su empleo para la regeneración de
tejidos como el óseo y el nervioso y como soportes para la diferenciación de algunos
tipos de células.

37
6. BIBLIOGRAFÍA

ALARIO Y FRANCO, M. Á. (2009). De la Química Interestelar al Nanocoche:


Fullerenos y Nanotubos. Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales, 103, pp 323-339.

ALCOLEA, C., DIRECTOR, S., BALLESTEROS, Y., & MADRID, I. (2013). Obtención
de Grafeno mediante Métodos Químicos de Exfoliación. Universidad Pontificia
Comillas.Tesis Doctoral.

ANDRADE GUEL, M. L., LÓPEZ LÓPEZ, L. I., & SÁENZ GALINDO, A. (2012).
Nanotubos de carbono: Funcionalización y aplicaciones biológicas. Revista
Mexicana de Ciencias Farmaceuticas, 43, pp 9-14.

BAIG, N., KAMMAKAKAM, I., & FALATH, W. (2021). Nanomaterials: a review of


synthesis methods, properties, recent progress, and challenges. Materials
Advances, 2, pp 1821-1871.

BERGER, C., SONG, Z., LI, T., LI, X., OGBAZGHI, A. Y., FENG, R., DAI, Z., ALEXEI,
N., CONRAD, M. E. H., FIRST, P. N., & DE HEER, W. A. (2004). Ultrathin epitaxial
graphite: 2D electron gas properties and a route toward graphene-based
nanoelectronics. Journal of Physical Chemistry B, 108, pp 19912-19916.

BERGER, C., SONG, Z., LI, X., WU, X., BROWN, N., NAUD, C., MAYOU, D., LI, T.,
HASS, J., MARCHENKOV, A. N., CONRAD, E. H., FIRST, P. N., & DE HEER, W.
A. (2006). Electronic confinement and coherence in patterned epitaxial graphene.
Science, 312, pp 1191–1196.

BITOUNIS, D., ALI-BOUCETTA, H., HONG, B. H., MIN, D. H., & KOSTARELOS, K.
(2013). Prospects and challenges of graphene in biomedical applications.
Advanced Materials, 25, pp 2258-2268.

BUNCH, J. S., YAISH, Y., BRINK, M., BOLOTIN, K., & MCEUEN, P. L. (2005).
Coulomb oscillations and hall effect in quasi-2D graphite quantum dots. Nano
Letters, 5, pp 287-290.

CASTRO NETO, A. H. (2010). "The carbon new age". Materials Today, 13 , pp 12-17.

38
CHUNG, C., KIM, Y. K., SHIN, D., RYOO, S. R., HONG, B. H., & MIN, D. H. (2013).
Biomedical applications of graphene and graphene oxide. Accounts of Chemical
Research, 46, pp 2211-2224.

DEKKERS, S., KRYSTEK, P., PETERS, R. J. B., LANKVELD, D. P. K., BOKKERS, B.


G. H., VAN HOEVEN-ARENTZEN, P. H., BOUWMEESTER, H., & OOMEN, A. G.
(2011). Presence and risks of nanosilica in food products. Nanotoxicology, 5, pp
393-405.

EATEMADI, A., DARAEE, H., KARIMKHANLOO, H., KOUHI, M., ZARGHAMI, N.,
AKBARZADEH, A., ABASI, M., HANIFEHPOUR, Y., & JOO, S. W. (2014). Carbon
nanotubes: Properties, synthesis, purification, and medical applications.
Nanoscale Research Letters, 43, pp 1–11.

FABBRO A., PRATO M., BALLERINI L. (2013). Carbon nanotubes in


neuroregeneration and repair. Advanced Drug Delivery Reviews, 65, pp 2034-
2044.

FIORE, A. M., NAIK, V., SPRACKLEN, D. V., STEINER, A., UNGER, N., PRATHER,
M., BERGMANN, D., CAMERON-SMITH, P. J., CIONNI, I., COLLINS, W. J.,
DALSØREN, S., EYRING, V., FOLBERTH, G. A., GINOUX, P., HOROWITZ, L.
W., JOSSE, B., LAMARQUE, J. F., MAC KENZIE, I. A., NAGASHIMA, T., ZENG,
G. (2012). Cationic polymers and their therapeutic potential. Chemical Society
Reviews, 19, pp 6663-6683.

FRANK, I. W., TANENBAUM, D. M., VAN DER ZANDE, A. M., & MCEUEN, P. L.
(2007). Mechanical properties of suspended graphene sheets. Journal of
Vacuum Science & Technology B: Microelectronics and Nanometer Structures,
25, pp 2258.

GECKELER, K. E., & SAMAL, S. (1999). Syntheses and properties of macromolecular


fullerenes, a review. In Polymer International, 48, pp 743-757.

GEIM, A. K., & NOVOSELOV, K. S. (2007). "The rise of graphene". Nature Materials,
6, pp 183-191

GONZÁLEZ, G. (2014). Los nanomateriales y el futuro de los dispositivos electrónicos.


https://blogthinkbig.com/nanomateriales.

39
GONZÁLEZ VELÁZQUEZ, V. (2015). Nanomateriales de Carbono, síntesis,
funcionalización y aplicaciones. Tesis Doctoral. Universidad Carlos III de Madrid.

GRAPHENANO. (2017). El grafeno: Propiedades y aplicaciones. Nanotechnologies.


https://www.graphenano.com/que-es-el-grafeno/

HEILIGTAG, F. J., & NIEDERBERGER, M. (2013). "The fascinating world of


nanoparticle research". Materials Today, 16, pp 262-271.

HERBST, M. H., FERNANDES MACÊDO, M. I., & ROCCO, A. M. (2004). Tecnologia


dos nanotubos de carbono: Tendências e perspectivas de uma área
multidisciplinar. In Quimica Nova, 27, pp 986-992.

HERRÁEZ, A. (2021). Las asombrosas estructuras del carbono: fullerenos, grafenos


y nanotubos. Apuntes De Ciencias.
http://biomodel.uah.es/personal/2011/asombrosas_estructuras_carbono_con3D.
pdf

HONG, H., GAO, T., & CAI, W. (2009). Molecular imaging with single-walled carbon
nanotubes. In Nano Today, 4, pp 252-261.

INSHT. (2015). Seguridad y salud en el trabajo con nanomateriales. Blamey y Otros,


pp 7-20. http://www.insht.es/

JORIO, A., DRESSELHAUS, G., DRESESELHAUS, M. S. (2008). Carbon nanotubes.


Advanced Topics in the Synthesis, Structure, Properties and Applications,
SpringerLink Books.

KUMAR, A., & HUEI, C. (2013). Synthesis and Biomedical Applications of Graphene:
Present and Future Trends. In Advances in Graphene Science.
https://www.intechopen.com/books/advances-in-graphene-science/synthesis-
and-biomedical-applications-of-graphene-present-and-future-trends

KUMAR JAGADEESAN, A., THANGAVELU, K., & DHANANJEYAN, V. (2020). Carbon


Nanotubes: Synthesis, Properties and Applications. In 21st Century Surface
Science - a Handbook. https://www.intechopen.com/books/21st-century-surface-
science-a-handbook/carbon-nanotubes-synthesis-properties-and-applications

LARENA-PELLEJERO, A. (2007). Aplicaciones de nuevos nanomateriales en cirugia


ortopedica y traumatología. Patología del Aparato Locomotor, 5, pp 116-124.

40
LIU, S., HU, M., ZENG, T. H., WU, R., JIANG, R., WEI, J., WANG, L., KONG, J., &
CHEN, Y. (2012). Lateral dimension-dependent antibacterial activity of graphene
oxide sheets. Langmuir, 28, pp 12364-12372.

LLORENTE, C. B., JUNQUERA, E. C., GAGO, J. Á. M., & DOMINGO, P. A. S. (2013).


Entre la ciencia ficción del presente y la tecnología del futuro. In Fundaciòn
española para la ciencia y la tecnologìa.

LÓPEZ DE LA PEÑA, H. Y., LÓPEZ BADILLO, C. M., MÚZQUIZ RAMOS, E. M.,


HERNÁNDEZ CENTENO, F., & HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, M. (2016).
Nanopartículas : aplicaciones actuales y futuras en la industria alimentaria.
Ciencia Cierta, 48, pp 1-6.

MARTÍN LEÓN, N. (1999). Fullerenos: moléculas de carbono con propiedades


excepcionales. Anales de la Real Sociedad Española de Química, 1, pp 14-23.

MOHAMMAD NEJAD, S., SRIVASTAVA, R., BELLUSSI, F. M., CHÁVEZ


THIELEMANN, H., ASINARI, P., & FASANO, M. (2021). Nanoscale thermal
properties of carbon nanotubes/epoxy composites by atomistic simulations.
International Journal of Thermal Sciences, 159, pp 45-96.

MONTES, S. (2009). Aplicaciones médicas de los Nanotubos de carbón


Nanovacunas, administración de fármacos y terapias génicas. Synthesis, 50, pp
1-5.

MORA, I. B. (2013). Síntesis y caracterización de nanomateriales 0D, 1D y 2D. Tesis


Doctoral, Universidad Autónoma de Madrid.

MUÑOZ FERNANDEZ A. (2014). Síntesis de sístemas multivalentes basados en C60:


estudio de sus propiedades biomédicas y electrónicas. Tesis Doctoral.

NIMIBOFA, A., NEWTON, E. A., CYPRAIN, A. Y., & DONBEBE, W. (2018). Fullerenes:
Synthesis and Applications. Journal of Materials Science Research, pp 22-29.

NNI. (2014). Nanotechnology. Big things from a tiny world. National Nanotechnology
Iniciative. https://www.nano.gov/big-things-from-a-tiny-world

NOHYNEK, G. J., LADEMANN, J., RIBAUD, C., & ROBERTS, M. S. (2007). Grey Goo
on the skin? Nanotechnology, cosmetic and sunscreen safety. In Critical Reviews
in Toxicology, 37, pp 251–277.

41
NOVOSELOV, K. S., GEIM, A. K., MOROZOV, S. V., JIANG, D., ZHANG, Y.,
DUBONOS, S. V., GRIGORIEVA, I. V., & FIRSOV, A. A. (2004). Electric field in
atomically thin carbon films. Science, 306, pp 666-669.

PATNAIK, T., BROWN, B. (2010). Rubber & Plastics News, December 13, pp 16-18.

PRYLUTSKA, S. V., BURLAKA, A. P., PRYLUTSKYY, Y. I., RITTER, U., & SCHARFF,
P. (2011). Pristine C 60 fullerenes inhibit the rate of tumor growth and metastasis.
Experimental Oncology, 33, pp 162-164.

RODRIGUEZ VILLALÓN A. (2016). Grafeno: Síntesis, Propiedades y Aplicaciones


Biomédicas. Tesis Doctoral.

SANTANA MÉNDEZ, C. I. (2013). Funcionalización de Nanotubos de Carbono para


Aplicaciones Médicas. Tesis de Maestria. Centro de Investigación de Materiales
Avanzados de Chihuahua.

SINGH, D. P., HERRERA, C. E., SINGH, B., SINGH, S., SINGH, R. K., & KUMAR, R.
(2018). Graphene oxide: An efficient material and recent approach for
biotechnological and biomedical applications. In Materials Science and
Engineering C, 86, pp 173–197.

STANKOVICH, S., DIKIN, D. A., DOMMETT, G. H. B., KOHLHAAS, K. M., ZIMNEY,


E. J., STACH, E. A., PINER, R. D., NGUYEN, S. B. T., & RUOFF, R. S. (2006).
Graphene-based composite materials. Nature, 442, pp 282–286.

TANG, Y. J., ASHCROFT, J. M., CHEN, D., MIN, G., KIM, C. H., MURKHEJEE, B.,
LARABELL, C., KEASLING, J. D., & CHEN, F. F. (2007). Charge-associated
effects of fullerene derivatives on microbial structural integrity and central
metabolism. Nano Letters, 7, pp 754–760.

LÓPEZ FERNÁNDEZ, V. (2009). Nanomateriales basados en carbono. Tesis


Doctoral. Universidad Autónoma de Madrid.

VÉLEZ-RESÉNDIZ, J. M., & VÉLEZ-ARVÍZU, J. J. (2018). Nanodevices for the


prevention and treatment of cardiovascular diseases. In Gaceta Medica de
Mexico, 154, pp 358-367.

VÉLEZ ORTIZ, J. M. (2015). Aplicaciones biomédicas del grafeno. Moleqla: Revista


de Ciencias de La Universidad Pablo de Olavide.

42
https://www.upo.es/cms1/export/sites/upo/moleqla/documentos/Numero21/NUM
ERO_21.pdf.

WANG Y, DA S, KIM MJ, KELLY KF, GUO W, KITTRELL C, HAUGE RH, SMALLEY
RE (2004): ultra-thin "nail bed" single-walled carbon nanotube membranes. J Am
Chem Soc, 126, pp 9502–9503.

XIA, M. Y., XIE, Y., YU, C. H., CHEN, G. Y., LI, Y. H., ZHANG, T., & PENG, Q. (2019).
Graphene-based nanomaterials: the promising active agents for antibiotics-
independent antibacterial applications. Journal of Controlled Release, 307, pp 16-
31.

ZHANG, Y., NAYAK, T. R., HONG, H., & CAI, W. (2012). Graphene: A versatile
nanoplatform for biomedical applications. Nanoscale, 4, pp 3833-3842.

ZHANG X, MENG L, LU Q, FEI. Z, DYSON PJ (2009): Targeted delivery and controlled


release of doxorubicin to cancer cells using modified single-walled carbon
nanotubes. Biomaterials, 30, pp 6041–6047.

43

También podría gustarte