Seguro de Crédito
Seguro de Crédito
Seguro de Crédito
a. Términos y condiciones.
El Seguro de Crédito cubre el riesgo de impago o pérdidas de las cuentas pendientes de cobrar,
vinculadas a las transacciones comerciales a crédito, ya sea por concepto de mercancías o prestación de
servicios.
Esta importante herramienta de gestión del crédito comercial permite a las empresas optimizar la
administración de riesgos al proteger sus cuentas comerciales contra un posible riesgo ante la falta de
pago, también conocido como riesgo de impago.
De este modo, el seguro de crédito mitiga el impacto que los créditos no pagados producen en los
resultados empresariales, la liquidez, la solvencia y, consecuentemente, en la estabilidad de la empresa.
Cabe destacar también su importancia en el desarrollo del comercio internacional, ya que cubre a todas
aquellas empresas que han tomado la decisión estratégica de orientar sus ventas o servicios hacia
mercados externos, que en ocasiones representan un riesgo mayor y más complejo.
Elimina la incertidumbre sobre el cumplimiento de los objetivos del negocio, facilita una adecuada
planificación de la tesorería, reduce sustancialmente la volatilidad de los ingresos a causa del impago de
clientes y da respaldo a la consecución de crecimientos sostenidos.
De igual manera, el seguro de crédito proporciona herramientas para acompañar a las empresas en su
crecimiento, aportándoles agilidad y eficacia en los aspectos relacionados con la gestión del riesgo
crediticio.
1.- Prevención:
En estos casos, la aseguradora analiza la cartera de clientes y establece quiénes pueden ser sujetos de
recibir crédito de acuerdo con su situación económica.
La prevención supone que la aseguradora analiza la solvencia real de las compañías y que informará a
sus asegurados antes de que se produzca la quiebra de sus clientes y surjan situaciones de impago.
2.- Recobro:
El proceso de recobro puede iniciarse antes o después del pago de la indemnización. Las empresas se
benefician al poder continuar con su negocio tradicional, dejando la gestión del cobro y los temas
legales y judiciales a la aseguradora.
Esta puede actuar por cuenta del asegurado o en su propio nombre, cuando se subroga en los derechos
del asegurado para recuperar el impago.
3.- Indemnización:
La indemnización real será aquella que resulte de la aplicación del porcentaje de garantía establecido en
las condiciones del contrato de seguro, por lo general entre un 80% y un 90% de la suma previamente
asegurada
El seguro de crédito funciona con base en las operaciones de compraventa en firme y a crédito de
bienes y/o servicios entre empresas, con las condiciones fijadas en sus respectivos contratos de
compraventa y las coberturas establecidas en la póliza de seguro de crédito, que cubren el riesgo
comercial a corto y mediano plazo.
Una vez contratada la póliza, la empresa deberá enviar a la aseguradora la cartera de clientes para su
estudio y clasificación.
Cada vez que surja un nuevo cliente al que se le otorgue crédito, la empresa deberá someterlo al análisis
de la aseguradora, tanto en el mercado doméstico como en el de exportación.
La aseguradora hará un monitoreo constante de todos los clientes y los límites de crédito atribuidos a
cada uno de ellos podrán sufrir variaciones de acuerdo con la evolución de su riesgo.
Posteriormente, y en general de forma mensual, la empresa deberá informar a la aseguradora las ventas
a crédito efectuadas durante el mes anterior. Este proceso puede cambiar en función de las estrategias
de cada compañía aseguradora.
La empresa también deberá comunicar a la aseguradora los créditos impagos y las agravaciones de
riesgo existentes.
En el caso de que las gestiones de cobro directas de la empresa no hayan tenido éxito, esta deberá
declarar que el incumplimiento en el pago ha originado un siniestro y tendrá que informar los créditos
impagos a la aseguradora de acuerdo con los plazos establecidos en la póliza.
Normalmente, al inicio de la vigencia de la póliza, la aseguradora calcula una prima provisional en
función de un monto estimado de ventas y, al mismo tiempo, una prima mínima.
Al final del año, y según las ventas a crédito efectivamente realizadas y cubiertas, la aseguradora
procede al cálculo del reajuste de prima. Este podrá ser a favor de cualquiera de las partes, pero no
afectará la prima mínima.
b. Aspectos generales
Las Condiciones Generales del Seguro de Crédito están destinadas a detallar los términos en los que se
contrata cualquier tipo de Cobertura, así como el contenido de las mismas y las condiciones en las
cuales se determina dicha contratación, mismas que se establecen en la carátula.
Salvo acuerdo contrario entre las partes, el seguro tiene una vigencia de 12 meses. Es renovable en
forma tácita por un período de 12 meses a su vencimiento.
Principio de la globalidad:
El asegurado se obliga a informar a la aseguradora la totalidad de los clientes a los que vende a crédito y
el monto completo de estas ventas.
Las aseguradoras evitan toda forma de selección adversa o anti selección de los riesgos por cubrir.
La indemnización deberá permitir al asegurado cubrir sus pérdidas, pero no sus beneficios.
En pocas palabras, se pretende que haya una coparticipación en el riesgo por parte del asegurado, que
este sea prudente y que haga una gestión con criterio del riesgo de crédito de su cartera de clientes.
El asegurado tiene la obligación de comunicar a la aseguradora todos los pagos retrasados, las prórrogas
de vencimiento y cualquier otra circunstancia negativa en la trayectoria del cliente que agrave el riesgo
asumido por la aseguradora.
Un beneficio es el uso positivo que un cliente hace de una característica del producto o servicio, y que le
ayuda a cubrir una necesidad o deseo específico.
Son características de un producto o servicio que lo hacen mejor si se le compara con sus competidores
directos.
Aquellas empresas que no realicen ventas al contado deberían plantearse la necesidad de contar con un
seguro de crédito. La mayoría negocia con sus clientes el pago de las mercancías o de los servicios
suministrados a un plazo determinado (30-120 días o más), lo cual genera incertidumbre respecto al
cobro durante ese período.
Este riesgo puede ser minimizado, en un alto porcentaje, a través del seguro de crédito, ya que su
objetivo es dar seguridad. En ese sentido, este tipo de seguro aporta una serie de beneficios para las
empresas, tales como:
A menudo el papel preventivo ejercido por la aseguradora constituye un activo adicional para las
empresas, en especial para las que pretenden expandirse hacia mercados externos que desconocen
(expansión con seguridad). Por lo tanto, existen menores riesgos gracias a una adecuada selección de
clientes.
La aseguradora aporta una clasificación de todos los clientes actuales y potenciales de la empresa,
atendiendo a criterios de solvencia, comportamiento de pagos y necesidades de la empresa. De este
modo, la empresa sabe quién es quién en su cartera de clientes y puede seleccionarla y gestionarla de
manera más eficiente.
El acompañamiento permanente a los clientes que presenten riesgo y la información oportuna sobre los
problemas detectados en dichos clientes constituye, en la mayoría de los casos, un factor decisivo en
cuanto a la seguridad.
Se administran los riesgos, tanto en el aspecto de calificación y seguimiento del crédito a clientes como
de la gestión de los plazos de pago y eventuales prórrogas.
Se reducen costos al disponer de la información necesaria para conocer a los clientes reales y
potenciales y valorar el riesgo de crédito, lo cual demanda una fuerte inversión en equipos humanos,
servicios de localización y desarrollos informáticos para el adecuado tratamiento y comunicación de
dicha información.
Las empresas pueden dedicar todo su tiempo a su propio negocio, dejando el recupero de eventuales
pérdidas para la aseguradora. En el rubro exportación, por ejemplo, el conocimiento de las leyes locales
y las costumbres, y la experiencia de las aseguradoras permiten a las empresas obtener otro tipo de
resultados, maximizando esfuerzos y minimizando gastos.
Al proteger su negocio con una adecuada cobertura del riesgo de crédito, las empresas aseguradas se
están protegiendo contra pérdida financieras derivadas de posibles créditos impagos y de insolvencia.