Nega Tzaraat
Nega Tzaraat
Nega Tzaraat
Lepra Espiritual
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Cuantas veces has hablado y criticado a tu líder, juzgando sus actos, sin saber la
realidad de las cosas, solo juzgas por lo ves, lo que tu mente te dice.
A pesar de que Moshé oro por su hermana María, igual ella tuvo que pagar por su falta.
Entonces YHWH le recuerda a Moshé el mecanismo que se debe seguir para luchar
contra el tzaraat, entre lo que se incluye el estar en cuarentena, aislado y fuera del
contacto con otras personas. Así el afectado tiene tiempo para reflexionar acerca de la
conducta negativa que le llevó a esa triste situación. En este obligatorio reflexionar
solitario se puede aprender acerca del valor que tiene la palabra, ya que una sola
palabra censurable es capaz de ensuciar una vida entera, de liquidar socialmente a
una persona intachable.
Tal como una palabra bendita es capaz de aportar luz, salud, alegría, vitalidad a los
días de la persona.
Recuerda antes de hablar de otro, piensa primero que tu serás el primero en ser
afectado.
Así que, como mecanismo para restablecer el equilibrio quebrado por la conducta
desviada, le brota nega tzaraat al rey, allí mismo, en el santuario.
Asustado y advirtiendo su gravísimo error, el rey escapa del Templo, y luego, debe
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salir de la ciudad santa de Ierushalaim/Jerusalén, pues su estado espiritualmente
calamitoso no le permite residir en la santa ciudad.
Y así el desplazado rey vive una vida de dolor, soledad y miseria hasta su último día.
Peor aún, él que en su baja autoestima quiso un buen nombre recordado a
perpetuidad, obtuvo en su pétrea lápida la inscripción: "Él es leproso" (verso 23).
Muchos danzores al querer buscar renombre entre los demás, recurren hacer actos no
dignos y pasando sobre la autoridad de los demás. Recuerda que si YHWH puso una
cabeza (líder) sobre nosotros hay respetar sus decisiones, aun cuando no nos
parezcan, él será el que tendrá que darle cuenta a YHWH por sus errores y sus logros,
a nosotros solo nos corresponde callar y obedecer, como lo hizo Yahshua que tuvo que
aprender obediencia, de esa manera lo haremos nosotros.
Maimónides explica que dicho fenómeno no fue natural, sino milagroso; que la causa
por dicho fenómeno fue Lashón Hará, o sea, haber hablado mal del prójimo.
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? La relación conceptual entre ambas cosas es
que el que fue afligido por Tzaraat debe estar en cuarentena por un período de tiempo
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determinado, separado de la sociedad. Esto viene a ser una consecuencia justa por
haber hablado mal de otro y haber causado que otros se aparten de él.
“Esto nos enseña que debemos ser cuidadosos de los ambientes sociales que
elegimos,” dice Maimónides, “ya que si optamos por ambientes sociales sin contenido
positivo, eventualmente terminaremos hablando mal del prójimo.”
¿Por qué justo un Cohen? Explican nuestros sabios que los kohanim, descendientes de
Aharón Hakohem, tenían destacada la característica del amor hacia el prójimo.
Aprendemos de esto que para poder ver, juzgar y tratar una “mancha” en otro, debes
amarlo. Si no lo amas, es muy posible que tu crítica es un reflejo de tu realidad, más que
de la del prójimo…
La más grave de todas las categorías es Motzí Shem Ra, o sea la difamación, mentir
sobre la actuación de un tercero. Lo que hablas de una persona, de tu ministerio, sin
saber si es cierto o no, al tu contarlo se vuelve una realidad para la persona que te
escucha, y así habrás ensuciado la integridad de tu Ministerio.
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Rejilut - Chismear
Esta categoría implica exponer la intimidad de otro. Somos dueños de nuestra propia
vida, No de la de los demás, respeta sus procesos, respeta sus fallas, pero recuerda el
respetar no implica que debes tolerarlas, corregiré con amor, disciplinare con amor.
Una de las preocupaciones importantes hoy en día es el tema del “bullying”. Uno
puede sentirse excluido únicamente por una palabra demás o de menos. El no hablarle
a uno puede ser tan doloroso como sí hablar de él.
La palabra hablada es como una flecha, una vez liberada no hay marcha atrás. Antes
de hablar uno está en control de su palabra; después de hablar la palabra está en
control de él.
Ayuda pensar: ¿Por qué quiero hablar? ¿Cuál es el objetivo de mis palabras? en vez de
preguntarse ¿Por qué debería callarme? El default del sabio es el silencio. Habla
únicamente cuando es necesario y trae beneficio a sí mismo o a un tercero.
“Uno debe saber hablar con los ojos,” pero muchos dirán “¿Para qué, entonces
tenemos una boca?” preguntó. “Para tenerla cerrada”...
Shalom
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