Tarea Académica 2
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DEL PERÚ
TEMA
INTEGRANTES
MATERIA
DOCENTE
Chimbote-Perú
2021
INDICE
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………..…….3
HISTORIA………………………………………………………………………………4
Temporalidad: rasgo
clave………………………………………………….5
Concepto de la albacea………………………………………………………
5
Albacea en el Perú……………………………………………………………5
a) Naturaleza jurídica……………………………………………………….6
b) ¿Quiénes pueden ser
albaceas?.......................................................7
CONCLUSIÓN…...…………………………………………………………………….8
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………..9
INTRODUCCIÓN
HISTORIA
La Albacea es la modalidad hispana del ejecutor testamentario y como
tal se trata la persona encargada de cumplir, en todo o en parte, la voluntad
del testador después de ocurrida su muerte. La figura del ejecutor
testamentario no existió en la Roma primitiva. La ejecución del testamento se
vinculaba entonces al heredero a quien se consideraba como sucesor y
representante de la persona misma del de cujus. Ya en libro 35 del Digesto y
luego en la Novela 18 de Justiniano, que recogen al Derecho romano clásico y
posclásico, aparecen ciertos vestigios de la institución, pero sólo para encargos
específicos. No debe confundirse, sin embargo, al ejecutor testamentario en
general del albacea, que, ciertamente, es una variedad de aquél.
La institución emergió, en realidad, durante la Edad Media bajo el
influjo del Derecho Canónico. En España, el Fuero Real dedicó un título
completo a los albaceas. La sexta partida contuvo igualmente disposiciones
sobre la materia. En ese cuerpo legal se les llama “testamentarios”. Se conoció
entonces justamente a los albaceas con los nombres de cabezaleros,
testamentarios, mansesores y fideicomisarios. La etimología de la dicción
albacea se remonta a la dominación árabe en la península ibérica. Se
generalizó el uso de los albaceas gracias al derecho canónico. Conviene
recordar un curioso detalle: Juan José Calle al elaborarse el código civil de
1936 se opuso a la idea de reemplazar el albaceazgo con un administrador de
herencia como propuso Alfredo Solf y Muro. Tal sugerencia fue
desestimada habida cuenta que no se conformaba con la tradición jurídica
peruana y española
Capacidad: mujeres, menores y personas jurídicas
En torno a la capacidad de los albaceas se presenta una discusión
interesante en la historia del Derecho respecto de la aptitud de la mujer.
Vidaurre en su Proyecto estaba a favor que se le confiera el albaceazgo con el
mismo ahínco que rechazaba esa prerrogativa para los religiosos. Según
Vidaurre el religioso nunca puede ser albacea ni siquiera con el permiso de su
superior. Tampoco les está permitido elegir albaceas, entiéndase por dativos,
es decir, nombrados judicialmente. Jamás podría facultarse para que elijan el
albacea. Ni siquiera puede confiárseles a los confesores ni a los religiosos la
ejecución de comunicados secretos. Además, en este marco, la jurisdicción
eclesiástica no puede asumir atribuciones en materia testamentaria.
La remuneración como identidad jurídica latinoamericana
En la tradición jurídica peruana el albaceazgo despunta con una
característica central: es remunerado. En ello se distancia nítidamente de la
legislación española en la que el ejercicio del cargo es gratuito y resulta
interesante subrayar esa disparidad que se inicia en el siglo XIX. El artículo 830
del código civil de 1852 precisamente consagraba ya esta característica, “en
premio de su trabajo”, sobre una base porcentual un tanto complicada.
Temporalidad: rasgo clave
Un aspecto crucial del albaceazgo es un carácter temporal. Un
albaceazgo perpetuo es una institución contranatural que confundiría los
linderos que separan a los herederos y legatarios de los ejecutores
testamentarios. Se confundiría el medio con el fin. Se transformaría al albacea
en una suerte erradita de beneficiarios. En la doctrina canónica y civil el término
cronológico constituyó, por otro lado, uno de los temas más discutidos.
Concepto de la albacea
El albacea es la persona nombrada por el autor de la herencia con
objeto o fin de ejecutar y hacer cumplir su voluntad en los términos de su
testamento. Será el encargado de custodiar los bienes del haber hereditario y
hacer la distribución de los mismos entre los herederos y/o legatarios,
conforme. A la voluntad del testador.
El albacea tendrá que aceptar su cargo en la sucesión, por lo que
podemos afirmar que se trata de un cargo voluntario, y habiéndolo aceptado se
constituye en la obligación de desempeñarlo.
Está obligado a dar cuenta de su encargo a los herederos, por lo que
hace al cumplimiento de las obligaciones encomendadas por el testador.
Albacea en el Perú:
Su definición, el Código Civil de 1984 (Decreto Legislativo N° 295 de 25
de julio de 1984), regula en su artículo 778 la definición del albacea de la
siguiente manera: El testador puede encomendar a una o varias personas, a
quienes se denomina albaceas o ejecutores testamentarios, el cumplimiento de
sus disposiciones de última voluntad.
Las disposiciones testamentarias ordinariamente deberían ser
cumplidas por los sucesores del causante, sin embargo, con cierta frecuencia
ello no resulta siendo viable por la oposición de intereses que en muchos casos
se da entre estos sucesores, por ello existe en el Derecho Sucesorio una
institución denominada Albaceazgo con una función muy definida de hacer
cumplir la voluntad del testador, en atención a ello se ha dado la potestad al
causante para designar a una o varias personas, los albaceas, llamados
antiguamente cabezaleros o mansesores.
De otro lugar, la definición hecha en nuestro actual Código Civil
considera que puede haber uno o varios ejecutores testamentarios, asimismo,
nos señala que el albacea puede ser un heredero o una tercera persona no
beneficiaria de la herencia y que tiene la categoría de un administrador
ejecutivo de las disposiciones del testamento; “los ejecutores testamentarios
son aquellas personas a quienes el testador da el cargo de hacer ejecutar sus
disposiciones. EL albacea es un simple administrador de los bienes del
causante no es un heredero ni puede modificar los derechos de los herederos
conferidos en el testamento”.
a) Naturaleza jurídica
CONCLUSION
BIBLIOGRAFÍA