Modelo Halcon Paloma y La Guerra de Los Sexos
Modelo Halcon Paloma y La Guerra de Los Sexos
Modelo Halcon Paloma y La Guerra de Los Sexos
Actor B
Paloma Halcón
Actor A
Obsérvense las sutiles pero importantes diferencias de este modelo con el Dilema del
Prisionero. En principio la matriz es muy parecida, simplemente se han trocado las posiciones
de los pagos 3º y 4º, pero la solución y el análisis son ahora muy diferentes.
Hay aquí dos resultados que son equilibrios de Nash: cuando las estrategias elegidas por cada
jugador son diferentes; en la matriz aquí representada esas soluciones están marcadas con un
asterisco. Compruébese, por el contrario, que en el Dilema del Prisionero el equilibrio de Nash
está en el punto en que ambos jugadores traicionan.
Otra notable diferencia de este juego con otros es la importancia que aquí adquiere el orden en
que los jugadores eligen sus estrategias. Como tantas veces en la vida real, el primero que
juega, gana. El primero elegirá y manifestará la estrategia Halcón con lo que el segundo en
elegir se verá obligado a elegir la estrategia Paloma, la menos mala.
Según Julia Barragan y otros () JUEGO DEL HALCÓN Y LA PALOMA: Una variante del juego
del gallina es el juego del halcón y la paloma (o “juego halcón-paloma”), que se ha utilizado en
teoría de juegos evolutiva para ilustrar los equilibrios evolutivamente estables. En este juego la
estrategia agresiva (halcón) tiene todas las de ganar si se enfrenta a una estrategia más suave
(paloma). De esta forma, en una población de “palomas”, la estrategia mutante “halcón” tendrá
mayor eficacia reproductiva. Sin embargo, si el “halcón” se encuentra con otros “halcones” se
destruirán mutuamente. Así, en una población de “halcones” y “palomas” la única estrategia
evolutivamente estable, la única estrategia que no sería invadida por otra, es una estrategia
mixta
Así, por ejemplo, el juego Halcón-Paloma se ha aplicado con notable éxito al estudio de normas
sociales. Si suponemos que H es una estrategia que promueve la desconfianza en los demás y
P una que promueve la confianza, este juego nos dice que la confianza y la desconfianza
incondicionales no son evolutivamente estables: no puede sobrevivir una sociedad en la que
todos desconfían entre sí, y una sociedad en las que todos confían es, a su vez, “invadida” con
facilidad por desconfiados que traten de aprovecharse de los confiados. Habría que seguir una
estrategia mixta en la que se mezclaran en distinta medida la confianza y la desconfianza. Eso
es, precisamente, lo que suele hacer la gente en sociedad. Por otro lado, desde la perspectiva
de la teoría moral, el uso de la teoría de juegos evolutiva permite suponer que las normas
morales son soluciones evolutivamente estables a los problemas de coordinación que se han
encontrado los seres humanos en su evolución cultura (Binmore, 2005). La teoría de juegos
evolutiva tiene un marcado carácter explicativo del que carecen los usos instrumental y
contractualita de la teoría de juegos, pues trata de analizar formalmente por qué tenemos las
normas morales que tenemos, cómo surgen, por qué perviven. Ahora bien, una apuesta
decidida en esta línea implica suponer, además, que tenemos las normas morales que tenemos
porque resulta que son las mejores evolutivamente hablando: las mejores para la convivencia
humana en términos de su evolución cultural.
GUERRA DE LOS SEXOS;
Juegos sin repetición
juegos sin transferencia de utilidad
resultado subóptimo
juego simétrico
juego asimétrico
punto de silla
solución estable
maximín
dominación
El modelo de "La guerra de los sexos" es un ejemplo muy sencillo de utilización de la teoría de
juegos para analizar un problema frecuente en la vida cotidiana.
Hay dos jugadores: "ÉL" y "ELLA". Cada uno de ellos puede elegir entre dos posibles
estrategias a las que llamaremos "Fútbol" y "Discoteca".
Supongamos que el orden de preferencias de ÉL es el siguiente:
1º (lo más preferido) ÉL y ELLA eligen Fútbol.
2º ÉL y ELLA eligen Discoteca.
3º ÉL elige Fútbol y ELLA elige Discoteca.
4º (lo menos preferido) Él elige Discoteca y ELLA elige Fútbol.
Supongamos que el orden de preferencias de ELLA es el siguiente:
1º (lo más preferido) ÉL y ELLA eligen Discoteca.
2º ÉL y ELLA eligen Fútbol.
3º ÉL elige Fútbol y ELLA elige Discoteca.
4º (lo menos preferido) Él elige Discoteca y ELLA elige Fútbol.
La matriz de pagos es como sigue:
ELLA
Fútbol Discoteca
ELLA
Fútbol Discoteca