Ineo Paz

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 1

Nieto del también escritor Ireneo Paz, los intereses literarios de Octavio Paz se manifestaron de

manera muy precoz, y publicó sus primeros trabajos en diversas revistas literarias. Estudió en las
facultades de Leyes y de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional. Sus preocupaciones sociales
también se dejaron sentir prontamente, y en 1937 realizó un viaje a Yucatán con la intención de
crear una escuela para hijos de trabajadores. En junio de ese mismo año contrajo matrimonio con
la escritora Elena Garro (que le daría una hija y de la que se separaría años después) y abandonó
sus estudios académicos para realizar, junto a su esposa, un viaje a Europa que sería fundamental
en toda su trayectoria vital e intelectual.

En París tomó contacto, entre otros, con César Vallejo y Pablo Neruda, y fue invitado al Congreso
de Escritores Antifascistas de Valencia. Hasta finales de septiembre de 1937 permaneció en
España, donde conoció personalmente a Vicente Huidobro, Nicolás Guillén, Antonio Machado y a
destacados poetas de la generación del 27, como Rafael Alberti, Luis Cernuda, Miguel Hernández,
Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Además de visitar el frente, durante la Guerra Civil española
(1936-1939) escribió numerosos artículos en apoyo de la causa republicana.

Tras volver de nuevo a París y visitar Nueva York, en 1938 regresó a México y allí colaboró
intensamente con los refugiados republicanos españoles, especialmente con los poetas del grupo
Hora de España. Mientras, trabajaba en un banco y escribía diariamente una columna de política
internacional en El Popular, periódico sindical que abandonó por discrepancias ideológicas. En
1942 fundó las revistas Tierra Nueva y El Hijo Pródigo.

Desde finales de 1943 (año en que recibió una beca Guggenheim para visitar los Estados Unidos)
hasta 1953, Octavio Paz residió fuera de su país natal: primero en diversas ciudades
norteamericanas y, concluida la Segunda Guerra Mundial, en París, después de ingresar en el
Servicio Exterior mexicano. En la capital francesa comenzó su alejamiento del marxismo y el
existencialismo para acercarse a un socialismo utópico y sobre todo al surrealismo, entendido
como actitud vital y en cuyos círculos se introdujo gracias a Benjamin Péret y principalmente a su
gran amigo André Breton.

También podría gustarte