Lección 6 - Presentacion

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Lección 6.

Postrimerías:
Muerte y juicio
Consagración Total a Jesús por María
• ¿cuál es la finalidad de tu vida sobre la tierra?
• ¿para qué quieres vivir?
• ¿por qué y para qué estás en este mundo?
• ¿qué será de ti después de esta vida terrena?
• El hombre no es sólo materia, es también espíritu; no es sólo para
este mundo, es para el eterno.
• La justicia exige eternidad
A lo largo de toda la historia, en las diversas culturas, religiones y
civilizaciones se ha dejado ver que el hombre tiene un profundo deseo
de trascendencia que está inscrito en su naturaleza, no se ha resignado
a creer que todo acaba con la muerte
• Por qué hablar de las postrimerías
• El hombre de hoy no piensa en su fin, y por tanto, no piensa en cómo
vive.
• Quien no tiene razones para morir, no tiene razones para vivir.
• Quien comprende la trascendencia del hombre, quien sabe que la
muerte es solo un paso a la vida eterna, siempre tiene razones para
vivir.
• “Acuérdate de tus postrimerías y no pecarás jamás” (Ecle 7,40).
• En esta vida nos lo jugamos todo, la salvación o la condenación eterna
Postrimerías o Novísimos
1. Muerte
2. Juicio
3. Infierno
4. Purgatorio
5. Gloria
Muerte

• Concepción cristiana, que considera a la muerte como un simple


tránsito a la inmortalidad.
• La muerte es definida por el catecismo:
1. Como la “Separación del alma y el cuerpo” (Catecismo, 997, 624, 650,
1005).
2. Como el “final de la vida terrena” (Catecismo, 1007, 1008).
• Dualismo (Platón) • Cristianismo
• el cuerpo y el alma se oponen, • cuerpo y alma como un regalo
siendo lo primero malo y lo de Dios, tanto que creemos en la
segundo bueno resurrección de la carne.
• cuerpo y alma son dos • El hombre como una unidad
sustancias distintas sustancial de cuerpo y alma
• La muerte es consecuencia del pecado
El hombre por naturaleza era mortal, pero Dios le había dado el don de
la inmortalidad; este don lo perdió con el pecado (Catecismo, 1006,
Gén 2, 17).
Hoy te cortejan los hombres, mañana te cortejarán los gusanos. ¡Oh,
cuán solo y abandonado quedará el cuerpo en la pobre sepultura! ¿Por
qué sirves tanto a la carne que ha de servir de alimento a los gusanos?
• Cualquier otro error tiene solución... morir en pecado mortal significa
condenarse para siempre. ¡Si te acuestas a dormir en pecado mortal,
mañana puedes amanecer en el infierno!
• La muerte sólo la temen quienes han perdido la vida, quienes tienen
las manos vacías.
Temores de morir
• Frente al pasado: remordimiento de conciencia, recuerdos de
pecados y culpas pasadas
• Frente al presente: temor al pensar en dejar su familia, sus seres
queridos y los bienes que posee
• Frente al futuro: incertidumbre por lo que podrá venir después de la
muerte; se experimenta temor al pensar en el juicio que se rendirá de
cara a Dios.
¡Cuán diferente es la muerte del santo! ¡Cuánto regocijo hay en ella!
Muy bien lo dice la Escritura: “Bienaventurados los muertos que
mueren en el Señor” (Ap 14,13), pues mueren con el gozo y la
esperanza de encontrarse con Aquel que buscaron durante toda su
vida, mueren en paz porque sus buenas obras los sostienen y
acompañan.

No se trata aquí de un desprecio de la vida terrena sino de un inmenso deseo de


encontrarse con Dios
La apuesta de Pascal
EL JUICIO

• A la hora de la muerte, en el momento mismo de exhalar el último


suspiro, contemplaremos como únicos espectadores, pero bajo la
mirada de Dios, la película de toda nuestra existencia terrena: he ahí
el juicio particular. Y esa misma película se proyectará públicamente
algún día ante la humanidad entera: ha ahí el juicio final.
Juicio particular

• «Cada hombre, después de morir, recibe en su alma inmortal su


retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo,
bien a través de una purificación, bien para entrar inmediatamente en
la bienaventuranza del cielo, bien para condenarse inmediatamente
para siempre.» (Catecismo, 1022).
• Es un dogma de fe que inmediatamente después da la muerte los que
mueren en pecado mortal actual se van al infierno (Teología de la
salvación, Royo Marín)
• “el hombre muere una sola vez y luego viene para él el juicio” (Hb
9,27)
• “Hoy estarás conmigo en el paraíso” Lc 23, 43
Juicio particular

• Inmediatamente después de la muerte, el alma se presentará ante


Dios, cara a cara, entonces se abrirán los dos libros: el Evangelio,
donde la persona contemplará lo que debió haber hecho durante su
vida, y el libro de su vida, donde contemplará lo que en realidad hizo;
ambos libros serán comparados.
• Será un juicio basado en la fe (cf. Jn 3,16) y en el amor: “al atardecer
de la vida se nos juzgará en el amor.”
Juicio particular

• No será Dios quien juzgue a la criatura, pues no vino a condenar sino


a salvar, será la propia conciencia la que la salvará o condenará
eternamente, pues esta fue una decisión personal que estuvo
respaldada por toda una vida (cf. Catecismo, 679).
Juicio Universal

• «La resurrección de todos los muertos, “de los justos y de los


pecadores” (Hch 24, 15), precederá al Juicio final
• Esta será “la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su
voz [...] y los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los
que hayan hecho el mal, para la condenación” (Jn 5, 28-29).
Juicio Universal

• Entonces, Cristo vendrá “en su gloria acompañado de todos sus


ángeles [...] Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él
separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de
las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda
[...] E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.”
(Mt 25, 31.32.46)» (Catecismo 1038).
Características del juicio universal
• Sucederá en la segunda venida gloriosa de Cristo
• Se dará allí la resurrección de la carne: los santos recobrarán un
cuerpo bendito y los condenados un cuerpo maldito.
• Estará presente allí, toda la humanidad, desde Adán y Eva hasta el
último hombre creado.
• Ante todos ellos se proyectará la película de nuestra vida
• Dice San Bernardo que será el día de la vergüenza universal, pues
quedarán al descubierto las conciencias y los corazones de todos los
hombres.
• “Desde la profundidad del corazón surge la pregunta que el joven rico
dirige a Jesús de Nazaret: una pregunta esencial e ineludible para la
vida de todo hombre, pues se refiere al bien moral que hay que
practicar y a la vida eterna. El interlocutor de Jesús intuye que hay
una conexión entre el bien moral y el pleno cumplimiento del propio
destino”[6]; es decir, para heredar la vida eterna es necesario cumplir
los mandamientos. Veritatis Splendor

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