Tercera Evaluacion Geopolitica
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Tercera Evaluacion Geopolitica
Facultad de Ingeniería
EVALUACION Nº3
Introducción
El término geoeconomía fue acuñado por el militar estratega Edward Luttwark, de origen
rumano crecido en Gran Bretaña y posteriormente se fue a Estados Unidos. Luttwark definía la
geoeconomía como “la geoeconomía es el mantenimiento de la antigua rivalidad existente entre
las naciones utilizando medios económicos en lugar de bélicos”.
En nuestra vida diaria, lo podemos relacionar con la teoría de juegos y el dilema del prisionero,
de entradas anteriores. También cuando jugamos con amigos a los juegos de mesa como Risk o
Monopoly, cuando decides tu estrategia en estos juegos estas teniendo en cuenta la
geoeconomía.
ORIGENES DE LA GEOECONOMIA
Concepto de Geoeconómica.
Definimos la Geoeconómica como la ciencia que estudia los aspectos territoriales y
políticos de los recursos y las economías mundiales. La formación de esta disciplina se hizo
como una subdivisión de la geopolítica, y se atribuye a Edward Luttwak, economista y
consultor estadounidense, y a Pascal Lorot, economista y científico social francés. Los factores
económicos a estudiar se dividen en el factor producción, que va desde la materia prima hasta
la producción final y el factor distribución y consumo.
Por definición, una de las ciencias del conjunto de las Geociencias sociales o
Geosociología. Geoeconómica (Concepto básico) Es la ciencia del estudio de la producción,
distribución y consumo determinada por consideraciones geográficas. (El factor producción, es
tomado desde su fuente como materia prima natural, y el factor distribución considera el
consumo).
Sin duda la filiación de esta disciplina pude también reivindicarse desde la geografía. Por
su génesis y primeras manifestaciones. Pero, sin embargo, al adquirir una mayor profundidad
sociología y más económica.
Historia geoeconómica
Para hallar la génesis de la geoeconómica es necesario remontarse a los orígenes propios
de la geopolítica y con anterioridad a ésta, al desarrollo mismo de la geografía, con el geógrafo
alemán Karl Ritter. Los trabajos de este hombre, fueron el preludio de lo que se conoce
como geografía política, ya que centró su interés en las relaciones sociales y los procesos
históricos llevados a cabo por un colectivo humano en un espacio o área geográfica, sentando
las bases teóricas para que con posterioridad el también geógrafo alemán Friederich Ratzel
retomara su trabajo y las expandiera hasta el desarrollo de la denominada “lebensraum” o
“espacio vital”, en la que el concepto básico lo que intentaba dar a comprender es que un estado
para asegurar su supervivencia debía expandir sus fronteras tanto como esto le garantizara la
supervivencia de su sociedad, doctrina que fue puesta en práctica por el también geoestratega
alemán Karl Haushofer y que fue una de las piedras filosóficas y argumentativas del
expansionismo militarista de la Alemania nazi durante su campaña por Europa, con antelación
a mediados del siglo XX.
Sin embargo, vale aclarar que, el término “geopolítica” vino a aparecer en la obra del
politólogo sueco Rudolf Kjellén y por ello se le denomina como el padre de la misma. De los
múltiples estudios y reflexiones posteriores surgen entonces las dos vertientes en que deriva la
geopolítica y a su vez de las cuales se alimenta para su continuidad y vigencia, estas formas son
la geoestratégica y la geoeconómica, ésta última atribuida “al norteamericano Edward Luttwak
y al francés Pascal Lorot. Es la especificación del estudio sobre el espacio, el tiempo y la
política de los recursos y economías. Procura describir la nueva rivalidad entre los Estados”.
(López Meléndez,2011)
Con el Renacimiento, los países europeos emergieron como las grandes potencias
mundiales. El descubrimiento de América fue el inicio de la colonización europea del
continente, se abrieron rutas comerciales hacia China (expediciones de Marco Polo), hacia
América y África. Con la revolución industrial la hegemonía europea se hizo más evidente, el
siglo XIX fue el de la colonización asiática y africana, y el comercio mundial empezó a
incrementarse. Si tomamos el periodo del siglo XIX, hasta el final de la Segunda Guerra
Mundial, observamos que la hegemonía económica y política del mundo apenas varía.
Sobresalen como potencias en primer lugar Inglaterra, seguida de Alemania y Francia; en
segundo término, Japón, Rusia y desde la primera guerra mundial empieza a emerger como
potencia Estados Unidos. Hay potencias intermedias como Holanda, Suecia e Italia, otras están
en declive y van perdiendo importancia como España y Portugal; y finalmente otras finalizaron
su influencia al acabar la primera guerra mundial como el imperio Turco y el Austro-Húngaro.
Hay importantes colonias europeas en Asia, África, Oceanía y en menor medida América.
Con el final de la segunda guerra mundial, surge como A finales de los años 80 se
produce la caída del comunismo.
Al momento de ser creada una constitución, el constituyente piensa, propone, y manda como
debe ser el estado mismo, como debe ser el poder, como debe ser la sociedad y como debe
resolverse el estatus personal del hombre.
Tomando en cuenta los diseños del constitucionalismo moderno llegaremos a concebir que
agrandaron la imagen de la sociedad y de la persona y enflaquecieron la del estado y del poder,
es decir pienso que es como si se hubiera pasado de una tenencia pura positivista como la que
plantea Kelsen con un modelo de constitución estricta en que el derecho se concibe solo como
un conjunto de ordenes respaldadas por amenazas, a una etapa de transición a un naturalismo
con más tendencias de Hart.
De ahí los derechos de de la primera generación como clásicas libertades civiles, en estos casos
la anchura de las libertades en el hombre y en la sociedad estuvo dada por la contradicción
entre el estado y el poder.
Aclarando que estos diseños cumplieron solo con un ciclo constitucional en forma exitosa, y su
promedio de rendimiento podemos valorarlo como bueno, pero no hay que perder de vista que
las formas constitucionales son históricas y que con el paso del tiempo de va reclamando su
perfeccionamiento y la puesta al día de los diseños.
Estudiando el diseño desde “la sociedad” es uno en el que ni el estado ni el poder dejaban
librada a su propia suerte y riesgo, ambos asumiendo el papel de inductor, trazando los carriles,
emprenden sus políticas, marcan el encuadre, pero todo ello sin dejar encerrada a la sociedad en
una camisa de fuerza, es decir en un marco de respeto.
Lejos de lo que se podría pensar el bienestar común no llega a conferir ni a convalidar roles
paternalistas el estado y el poder sino a presidir el desarrollo. La sociedad no puede ser vista
desde un estado pasivo, como un campo librado a sus propias fuerzas, con cuyo juego los
hombres dirimen y comprometen su competencia de libertades, sino un estado activo que tiende
a lograr equilibrios para que esa competencia de libertades se conjugue con la igualdad.
En cuanto al diseño “del hombre” ya casi no queda que decir, de su instalación política, de su
libertad personal, de sus derechos, hoy llamados derechos humanos como antes fueros llamados
derechos individuales o libertades públicas.
Conclusión