Ingenieria Del Mantenimiento
Ingenieria Del Mantenimiento
Ingenieria Del Mantenimiento
mantenimiento
Manual práctico para la gestión
eficaz del mantenimiento industrial
renovetee
Ingeniería de Mantenimiento
Manual práctico para la gestión eficaz del mantenimiento
Módulo 4
Índice
1 LOS OBJETIVOS DEL MANTENIMIENTO 1
2 ESTRATEGIAS DE MANTENIMIENTO 21
3 EL ORGANIGRAMA DE MANTENIMIENTO 37
3.5.5 Ayudantes 61
4.4.2 Especialidad 79
4.4.3 Duración 80
7.13.4 El análisis de los equipos que componen los sistemas y subsistemas 167
7.17.6 Adopción de medidas tendentes a minimizar los efectos del fallo 203
8.9.6 ITC ICG-06. Instalaciones de envases de GLP para uso propio 251
8.16.5 ITC MIE APQ-05: Alm. de botellas de gases licuados y disueltos 280
Índice
0 MANTENIMIENTO PREDICTIVO 323
18.2.6 Estudio de una posible revisión o ampliación en una planta industrial 631
18.2.7 Análisis de la instalación ante un nuevo contrato de mto. 632
19.11 ANÁ LISIS DE LOS MEDIOS TÉ CNICOS EMPLEADOS POR MTO. 667
19.11.1 El modelo ideal 667
RENOVETEC
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LOS OBJETIV
TIVOS DEL
1 MANTENIMIENTO
A lo largo del proceso industrial vivido desde finales del siglo XIX, la fun- ción
mantenimiento ha pasado diferentes etapas. En los inicios de la revo- lución industrial,
los propios operarios se encargaban de las reparaciones de los equipos. Cuando las
máquinas se fueron haciendo más complejas y la dedicación a tareas de reparación
aumentaba, empezaron a crear- se los primeros departamentos de mantenimiento, con
una actividad dife- renciada de los operarios de producción. Las tareas en estas dos
épocas eran básicamente correctivas, dedicando todo su esfuerzo a solucionar las fallas
que se producían en los equipos.
A partir de la Primera Guerra Mundial, de la Segunda y sobre todo tras atravesar una
grave crisis energética en el 73, empieza a concebirse el concepto de fiabilidad. La
aviación y la industria automovilística lideran esta nueva corriente. Se desarrollan
nuevos métodos de trabajo que hacen avanzar las técnicas de mantenimiento en varias
vertientes:
En la robustez del diseño, a prueba de fallos y que minimice las ac- tuaciones de
mantenimiento
En el análisis de fallos, tanto los que han ocurrido como los que tie- nen una
probabilidad tangible de ocurrir (fallos potenciales). Se de- sarrolla en
Mantenimiento basado en Fiabilidad o RCM. El RCM co- mo estilo de gestión de
mantenimiento, se basa en el estudio de los equipos, en análisis de los modos de
fallo y en la aplicación de técni- cas estadísticas y tecnología de detección. Se
podría afirmar que RCM es una filosofía de mantenimiento básicamente
tecnológica.
En el uso de la informática para el manejo de todos los datos que se manejan ahora
en mantenimiento: órdenes de trabajo, gestión de las actividades preventivas,
gestión de materiales, control de costes, etc. Se busca tratar todos estos datos y
convertirlos en información útil para la toma de decisiones. Aparece el concepto
de GMAO (Gestión del Mantenimiento Asistido por Ordenador), también deno-
minado GMAC (Gestión del Mantenimiento Asistido por Computa- dora) o
CMMS (Computerised Management Maintenance System).
po teórico, pero que en la planta que dirigen no son aplicables: parten de la idea de
que la urgencia de las reparaciones es la que marca y mar- cará siempre las pautas a
seguir en el departamento de mantenimiento.
Existen una serie de razones por las que una instalación industrial debe plantearse cuál es
el mantenimiento óptimo a realizar en ella, es decir, razones por las que debe gestionar su
mantenimiento evitando que sea la propia instalación obligue a los técnicos de
mantenimiento a realizar inter- venciones normalmente no programadas. Estas razones
son las siguientes:
El alto coste que supone en muchos casos la pérdida de produc- ción. Este
importe es en muchas ocasiones muy superior al simple coste de reparación o
reposición de los elementos dañados.
Porque la seguridad, y las interrelaciones con el medio ambiente son aspectos que
han tomado una extraordinaria importancia en la ges- tión industrial. Es necesario
gestionar estos aspectos para incluirlos en las formas de trabajo de los
departamentos de mantenimiento.
Por todas estas razones, es necesario definir políticas, formas de actua- ción, es necesario
definir objetivos y valorar su cumplimiento, e identificar oportunidades de mejora. En
definitiva, es necesario gestionar el manteni- miento, dirigir el departamento con
políticas que permitan pensar que se tiene el control de la instalación, y que no es la
propia instalación la que impone los resultados, sino que estos se ajustan a unos valores
previamen- te definidos por la dirección de la empresa y de la instalación
Asegurar una larga vida útil de la instalación en su conjunto, al me- nos acorde
con el plazo de amortización de la planta.
La disponibilidad de una instalación se define como la proporción del tiempo que dicha
instalación ha estado en disposición de producir, con independencia de que finalmente lo
haya hecho o no por razones ajenas a su estado técnico.
Los principales factores a tener en cuenta en el cálculo de la disponibili- dad son los
siguientes:
detienen la producción de forma inesperada y que por tanto tie- nen una
incidencia en la planificación ya realizada de la produc- ción de energía.
Existen muchas fórmulas de cálculo de este indicador que se verán más adelante, en el
capítulo dedicado a indicadores de mantenimiento. Es importante destacar que la IEEE
desarrolló la norma específica detallada en el párrafo anterior referida a la disponibilidad
en una instalación, tra- tando de evitar interpretaciones parciales que pudieran beneficiar
a una alguna parte en beneficio de otra (propietario contratistas, etc.).
La fiabilidad es un indicador que mide al capacidad de una planta para cumplir su plan
de producción previsto. En una instalación industrial se re- fiere habitualmente al
cumplimiento de la producción planificada, y com- prometida en general con clientes
internos o externos. El incumplimiento de este programa de carga puede llegar a
acarrear penalizaciones económicas, y de ahí la importancia de medir este valor y tenerlo
en cuenta a la hora de diseñar la gestión del mantenimiento de una instala- ción.
Los factores a tener en cuenta para el cálculo de este indicador son dos:
Como puede verse, no se tiene en cuenta para el cálculo de este objeti- vo ni las horas
dedicadas a mantenimiento preventivo programado que supongan parada de planta ni las
dedicadas a mantenimiento correctivo programado. Para un cálculo correcto y coherente
de este factor debe definirse siempre cual es la distinción entre mantenimiento correctivo
pro- gramado y no programado. Así, en muchas instalaciones industriales es habitual
considerar que una avería detectada pero cuya reparación pueda posponerse 48 horas o
más se considera mantenimiento correctivo programado, y por tanto no computa para
calcular la fiabilidad. Una in- tervención que suponga la parada inmediata de la planta o
una parada en un plazo inferior a 48 horas se considera mantenimiento correctivo no
programado, y por tanto, su duración se tiene en cuenta a la hora de cal- cular la
fiabilidad.
El objetivo de mantenimiento persigue que este parámetro esté siempre por encima de un
valor establecido en el diseño técnico-económico de la planta, y su valor es
habitualmente muy alto (igual o superior incluso al
98%). Una instalación bien gestionada no debería tener ningún problema
para alcanzar este valor.
El tercer gran objetivo de mantenimiento es asegurar una larga vida útil para la
instalación. Es decir, las plantas industriales deben presentar un estado de degradación
acorde con lo planificado de manera que ni la disponibilidad ni la fiabilidad ni el coste
de mantenimiento se vean fuera de sus objetivos fijados en un largo periodo de
tiempo, normalmente acorde con el plazo de amortización de la planta. La esperanza de
vida útil para una instalación industrial típica se sitúa habitualmente entre los 20 y los 30
años, en los cuales las prestaciones de la planta y los objetivos de mantenimiento deben
estar siempre dentro de unos valores prefijados.
Un mantenimiento mal gestionado, con una baja proporción de horas dedicadas a tareas
preventivas, con bajo presupuesto, con falta de me-
No hay nada más perjudicial para los intereses económicos de una insta- lación industrial
que una mentalidad cortoplacista de los mandos que diri- gen la instalación. Los
resultados a corto plazo están a menudo reñidos con los resultados a largo plazo, y
decisiones que dan buenos resultados de forma inmediata pueden resultar muy dañinas
más adelante.
Las políticas cortoplacistas, en las que solo se analiza el resultado econó- mico
inmediato, son pues enormemente inadecuadas para afrontar el mantenimiento de una
instalación tecnológicamente compleja como puede llegar a ser una instalación industrial
actual.
En este obra RENOVETEC trata de explicar las técnicas que emplea cuando tiene que
enfrentarse a determinados trabajos, como la elabo- ración de planes de mantenimiento
de instalaciones industriales o la in- vestigación de fallos.
CENTRALES TERMOELÉCTRICAS DE
VOLÚMENES
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