Monstruo de Parcona
Monstruo de Parcona
Monstruo de Parcona
“MONSTRUO DE PARCONA”
VICTIMAS
Fueron 13 sus víctimas confirmadas, todas ellas cumplían con un patrón ser niñas
menores de 9 años. Estas son la relación de sus víctimas:
Entonces fue capturado por la Policía, que después de tenerlo preso cuatro
días lo liberó, argumentando que no tenían pruebas en su contra. Gutiérrez
engañó a sus captores. Después se dirigió a Ica llevado por su madre.
PROBABLES
11. A.L.R. (8) 12-I.T.G (8) 13-P.B.T (8) desaparecida en marzo pasado.
El criminal fue localizado y retenido por varios obreros que oyeron los gritos de
auxilio de una niña en un paraje abandonado, donde la policía descubrió los
cadáveres de otras cuatro menores en un pozo abandonado.
El portavoz de la policía informó que Gutiérrez confesó con frialdad sus crímenes,
y explicó que antes de atacar a una niña la seguía durante dos o tres días y
después la llevaba con engaños a algún lugar apartado.
Sus primeros ocho asesinatos los perpetró en el lado sur de Lima y los últimos
cuatro en Parcona, donde huyó para evadir el acoso policial, que le seguía los
pasos desde mayo pasado, cuando había sido detenido y puesto en libertad "por
falta de pruebas".
El cadáver de la última niña asesinada en Lima fue hallado a sólo 25 metros de la
choza donde vivían Gutiérrez y su madre, en la barriada José Gálvez, del distrito
de Villa María del Triunfo.
La matanza de las niñas empezó en mayo de 1995 en esa misma barriada, donde
vivían seis de las ocho menores asesinadas por el criminal en Lima, precisó la
fuente policial.
"El problema de sujetos como Nicolás Gutiérrez Mendoza no está en el pene sino
en su cabeza. Yo no estoy de acuerdo con las castraciones ni con la pena de
muerte", sostiene el Psicoanalista Luis Herrera Abad en torno al vendaval de
propuestas punitivas lanzadas contra el violador y asesino de numerosas niñas.
Antes recordemos que no estamos ante hijos únicos productos del subdesarrollo.
“El acusado como se ve, viste bien, masca chicle, y adopta poses creyéndose un
gringo (…)”. Así fue descrito por Rodolfo Espinosa, fiscal de la Sala Penal de la
Corte Superior de Ica, el 10 de junio de 1997. Ese día en la mañana se realizaba
la tercera audiencia del juicio por la violación y muerte de 3 niñas menores de
siete años en Ica. Ese fue el comienzo de su segunda interpretación. De una
sincera voz débil, a una actitud locuaz e intrigante
Durante la sesión del 11 de junio está inseguridad se reveló. Le mostró una cuerda
de 40 cm que llevaba en el bolsillo al juez y luego le dijo “aquí no quiero estar”. Por
la inestabilidad emocional en momentos críticos, este tipo de personas tienden a
explotar y a tomar medidas extremas como el suicidio o el homicidio. Era una
bomba de tiempo.
En la misma vista respondió a una pregunta del fiscal, que nuevamente lo puso en
evidencia, se estaba quedando sin respuestas.
- “¿Fue su cuñado quién le contó cómo era el acto sexual con una criatura?
- Sí, yo le saqué la lengua y me confío que era formidable, era chévere.”
El asesino serial es una persona que mata reiteradamente y logra cometer más
de 3 muertes, generalmente opera individualmente, cada vez que lo hace mata a
una sola persona, es alguien que no suele tener algún vínculo con la victima y
que lo hace en diversos momentos, pasando por pausas o intervalos de
"enfriamiento". Actúan como depredadores, acechan, se acercan y matan.
Se trataba de un chico de 19 años, provinciano, delgado, que hacia la limpieza
de una oficina en Santa Catalina. Era un muchacho que trabajaba para una
empresa de seguridad en labores de aseo y mantenimiento, pero que además de
cuando en cuando apoyaba trabajando como vigilante.
La empresa lo enviaba a cubrir vacantes, cuidando residencias en “Las
Casuarinas, incluso la de la familia Nicollini.
Una noche recuerdo se quedó en el local de la empresa con otros vigilantes
que estaban en “ la barraca”, y bebieron abundante licor, siendo en estado de
ebriedad violado repetidas veces por los vigilantes.
Siempre negó ser el homicida, pero las evidencias lo sindicaban como el autor
de los asesinatos en serie de niñas seguidos o precedidos de violación sexual.
Finalmente confeso.
Ninuska luego de ser violado en el tercer piso de la casa donde funcionaba la
empresa de seguridad y estaba la barraca de los vigilantes, era fastidiado por
todo el personal, le agarraban el rostro y esto lo hacía sentirse humillado.
Lo peor fue cuando otro grupo de vigilantes lo violaron nuevamente en la
azotea. Algo que Ninuska jamás denunció como debió hacerlo en su
momento.
Ninuska solo renuncio a la empresa, jamás regreso a cobrar el dinero que le
adeudaban, huyo avergonzado y desapareció
Al estudiar personalidades antisociales como la de los asesinos seriales, se
encuentran cogniciones constantes entre las cuales está la justificación
principalmente. Ellos se perciben a sí mismos como víctimas y creen que su
padecimiento les justifica para hacer padecer a otros, como víctimas furiosas
dicen: "que ellos actúan así porque también fueron víctimas y padecieron a manos
de otros".
Ninuska dijo que él también fue violado, que él fue también víctima y no
mostró el más mínimo remordimiento.
Un experto dice: “Cuando las personas deciden realizar actividades que son
perjudiciales para los demás, ya sea por motivos de provecho personal o por
móviles sociales, evitan enfrentarse o minimizan el daño que causan. "No le hice
daño, la alivie del dolor que implica vivir"