Qué Es y en Qué Consiste El Estudio Geotécnico
Qué Es y en Qué Consiste El Estudio Geotécnico
Qué Es y en Qué Consiste El Estudio Geotécnico
Este análisis pormenorizado del terreno es de vital importancia para poder entender su
comportamiento en relación con los cambios que van a ocurrir en su estado tensional.
De este modo, el estudio geotécnico sirve como herramienta esencial para recoger todos
los detalles geológicos y geotécnicos del área de trabajo, así como para definir las
recomendaciones a nivel de diseño de, por ejemplo, la estructura a construir y el talud a
excavar.
De este modo, podremos obtener una visión global del lugar y poder mejorar nuestro
criterio a la hora de definir las condiciones geotécnicas, así como de diseño y
construcción, en el informe final.
Reconocimiento geotécnico de campo
Una vez analizada la zona de estudio, es necesario estudiar en detalle el terreno tanto a
nivel superficial como en profundidad.
Para poder tener un conocimiento amplio de la geología del área de trabajo, se debe
realizar una cartografía geológico- geotécnica de la misma. Este tipo de trabajo tiene una
mayor relevancia en proyectos de grandes infraestructuras, excavaciones mineras y todo
tipo de proyectos que ocupen superficies extensas.
Una vez analizada la geotecnia superficial del área de estudio, se deberá estudiar el
terreno en profundidad. Para ello se realizará una campaña geotécnica consistente en
ensayos de campo, cuyo número, tipo, distancia y profundidad, dependerán de las
distintas características de los proyectos en los que estemos trabajando.
En cualquier caso, los ensayos más comunes, dentro de cualquier proyecto, incluyen:
Sondeos:
Este tipo de prospecciones se realiza en caso de tener que determinar las condiciones del
terreno a profundidades mayores, por lo general, a los 4 ó 5 metros. Es el caso de zonas
con grandes espesores de suelo, incertidumbre sobre la profundidad de la roca sana,
terrenos kársticos o volcánicos, así como suelos problemáticos.
Así mismo, para la realización de estructuras de gran altura, cuyas cimentaciones pueden
transmitir una gran carga al terreno, como pueden ser puentes, viaductos y edificios de
gran altura, se hace necesaria la realización de sondeos, con el objeto
de caracterizar correctamente ese terreno hasta una profundidad equivalente al bulbo de
presiones generado por la estructura.
Durante la realización de estos sondeos, suele ser común la realización de ensayos in situ,
como son los ensayos de penetración estándar (SPT) y las muestras inalteradas, que nos
servirán para precisar en detalle las características del suelo perforado. Así mismo, es
frecuente medir la permeabilidad in situ, lo cual es siempre más fiable que en laboratorio,
de suelos y rocas mediante ensayos de permeabilidad Lefranc y Lugeon, respectivamente.
Calicatas:
Las calicatas son zanjas en el terreno, de una profundidad de hasta 5m y anchura de entre
0,5 a 1m, siempre dependiendo de la capacidad de la maquinaria utilizada.
Su uso está muy extendido en este tipo de trabajos, dada la facilidad, rapidez y flexibilidad
a la hora de realizar
Penetrómetros:
Este tipo de ensayos son un tipo de ensayos de penetración dinámica, consistente en la
introducción en el terreno de un elemento generalmente cónico, unido a una varilla, que
será golpeado de manera continua mediante una maza, cuyo peso difiere en función del
tipo de penetrómetro a usar. De este modo, se realiza una serie de hincados en el terreno,
de tal manera que podremos estimar, mediante fórmulas de correlación, la resistencia a la
penetración del terreno.
Es importante, durante esta fase de reconocimiento de campo, definir, con la mayor
exactitud posible, la profundidad, características y extensión del agua subterránea
existente en la zona, si la hubiera, y que puede estar en régimen permanente o
transitorio.
Este factor puede considerarse como el más importante en un estudio geotécnico. Por un
lado, la afectación del agua al terreno circundante genera inestabilidades en el mismo,
que pueden llegar a ser fatales. Tal es el caso de las erosiones internas en terrenos
alrededor de los cuales se encuentra la cimentación, las cuales pueden provocar
asentamientos, que crean grandes daños a las estructuras que se asientan sobre la misma.
Así mismo, el agua contenida en un talud disminuye, en la mayor parte de las ocasiones, la
resistencia al corte del mismo, con el riesgo de deslizamiento que esto conlleva.
Por otro lado, un contenido alto en sales en el agua puede provocar daños en el cemento
del hormigón que conforma la cimentación o estructura. Las sales que muestran un mayor
grado de reactividad son las más solubles, ya que esta solubilidad provoca la liberación y
disociación de iones en el agua, reaccionando con el cemento.
Así, las sales a tener en cuenta, para este tipo de estudios geotécnicos, son principalmente
los sulfatos, debiendo tomarse en consideración también el contenido en ión Mg, el
sulfato magnésico, el ión amonio, entre otros. Así mismo, un alto grado de acidez, en
función de la acidez de Baumann – Gully, puede provocar ataques al hormigón. Por
último, es conveniente delimitar el contenido en residuo seco del agua. Aquellas con un
valor inferior a 150mg/l son consideradas susceptibles de generar reacciones agresivas
contra el hormigón.
De este modo, las características del agua existente en la zona de estudio deben ser
estudiadas en profundidad para evitar futuros problemas.
Ensayos de laboratorio
Tras la realización del reconocimiento superficial, y en profundidad, del terreno, es
necesario definir las propiedades del mismo, así como las características del agua, en caso
de detectarse.
En lo que respecta al tipo de ensayos, estos varían en función de las necesidades del
proyecto. Estas necesidades pueden definirse bien en la primera fase de estudio in situ,
bien durante la segunda fase, especialmente en el momento en el que conocemos qué
material tenemos bajo nuestros pies.
En cualquier caso, los ensayos más comunes en los estudios geotécnicos, tanto en
proyectos de obra civil, edificación y minería, son:
En suelos y rocas altamente meteorizadas:
Granulometría, que nos permite conocer el origen del suelo, sus propiedades
mecánicas, así como el porcentaje de rangos de tamaño de los granos que conforman
el suelo.
Humedad natural: permite medir el contenido de agua de un suelo o roca en
condiciones in situ.
Permeabilidad: permite establecer la capacidad de transferencia de agua de un suelo o
roca.
Ensayos de expansividad, para arcillas y otros suelos expansivos. Este tipo de ensayos
permiten evaluar la capacidad de expansión del suelo. Este tipo de ensayos es muy
importante en casos en los que la carga transmitida al terreno por el conjunto
estructura- cimentación no sea lo suficientemente alta como para compensar el
hinchamiento del suelo. Así mismo, las arcillas expansivas provocan inestabilidades y
agrietamientos en taludes y terraplenes.
Ensayo edométrico o de consolidación: este ensayo mide la compresibilidad de las
arcillas saturadas mediante un aparato, llamado edómetro, en el cual se realiza, entre
otros ensayos, el referido ensayo edométrico.
Ensayos de resistencia a compresión simple, que nos dará el valor de la carga última
del suelo. Este ensayo se realiza únicamente en suelos cohesivos impermeables, como
arcillas o suelos cementados.
Ensayos de corte directo, que nos permitirá obtener la cohesión y el ángulo de
rozamiento del material, parámetros indispensables para el posterior diseño de la
cimentación.
Ensayo triaxial: para obtener el ángulo de resistencia al corte, la cohesión aparente y el
ángulo de dilatación, de gran importancia en taludes.
En rocas sanas o poco meteorizadas:
Ensayo de compresión simple (RCS), mediante el cual determinamos la resistencia
de la roca y su deformabilidad.
Ensayo de carga puntual (PLT): que es utilizado para determinar la resistencia a
compresión simple de fragmentos irregulares de roca o de testigos cilíndricos de
sondeos, a partir del índice Is obtenido del ensayo.
En agua
pH
Contenido en sulfatos: cuantitativo o cualitativo
Contenido en otras sales solubles.
Informe geotécnico
Con los datos de campo y de laboratorio, la última fase es la redacción del informe
geotécnico final, en el que se recoge el contexto geológico de la zona de estudio, las
propiedades geotécnicas de los materiales y las recomendaciones de diseño y
constructivas.
En este informe se deben recoger los siguientes apartados:
Introducción: una breve descripción del proyecto que se va a realizar.
Objeto: el motivo por el que se hace el estudio geotécnico.
Descripción del proyecto: detalle del proyecto a llevar a cabo.
Trabajos realizados:
Antecedentes: se debe incluir un estudio de antecedentes y trabajos previos en la
zona, incluyendo un análisis de toda la información disponible relacionada con la
zona de estudio.
Cartografía geológico-geotécnica: reconocimiento de campo realizado. Se plasmará
en un mapa, cuya escala dependerá del proyecto en cuestión.
Investigación geotécnica: se deberán recoger todos los ensayos in situ realizados.
Ensayos de laboratorio: el informe final con los ensayos realizados en laboratorio,
describiendo las propiedades de los materiales existentes.
Recomendaciones constructivas: sobre la base de los datos obtenidos tanto en campo
como en laboratorio, se indicarán las recomendaciones de diseño del proyecto a
realizar, bien sea una cimentación de estructura, un talud o un terraplén, etc.
Recomendaciones preventivas para posibles problemas geotécnicos existentes en el
futuro en la zona de estudio.
Conclusiones e importancia del estudio geotécnico
El objetivo final del estudio geotécnico es el de dotar a las partes implicadas en el
proyecto constructivo de toda la información y recomendaciones necesarias para la
correcta ejecución del mismo, reduciendo con ello el riego asociado a este tipo de obras.