La Naturaleza Geoplítica ANZALDI

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EDITORIAL VISIÓN CONJUNTA .

BIBLIOTECA CONJUNTA

LA NATURALEZA
GEOPOLÍTICA
ARGENTINA
Y LAS OPCIONES
GEOESTRATÉGICAS
Dr. Pablo Anzaldi, CY Mg. Gabriel Camilli y Lic. Gustavo Carrere Cadirant
Con la colaboración de Mg. Belén Vitale

Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas


LA NATURALEZA
GEOPOLÍTICA ARGENTINA
Y LAS OPCIONES
GEOESTRATÉGICAS
Escuela Superior de Guerra Conjunta
Editorial Visión Conjunta

BIBLIOTECA CONJUNTA

DIRECTOR COMITÉ EDITORIAL


CY Gabriel A. Camilli CR (VGM) Alberto V. Aparicio
CM Juan C. Copetti
SUBDIRECTOR CN Carlos Julián Miganne
CN Marcelo Primo CR Ricardo Beldi
CM José Luis Cabanilla
CR Miguel Makotczenko

EDITOR Y PROPIETARIO
Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas

Av. Luis María Campos 480, 2° piso, CI1426BOP, CABA

> [email protected]
Autores
Dr. Pablo Anzaldi
CY Mg. Gabriel Camilli
Lic. Gustavo Carrere Cadirant

Con la colaboración de Mg. Belén Vitale

LA NATURALEZA
GEOPOLÍTICA
ARGENTINA
Y LAS OPCIONES
GEOESTRATÉGICAS

Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas


La naturaleza geopolítica argentina y las opciones geoestratégicas /
Gabriel Camilli ... [et al.] ; contribuciones de Belén Vitale. - 1a ed. -
Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Escuela Superior de Guerra
Conjunta de las Fuerzas Armadas, 2021.
160 p. ; 23 x 16 cm.

ISBN 978-987-47528-2-6

1. Geopolítica. I. Camilli, Gabriel. II. Vitale, Belén, colab.


CDD 327.101

La Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas autoriza


la reproducción parcial del trabajo citando debidamente la fuente.

Las opiniones expresadas son propias de los autores y no reflejan las políticas
o posturas de las Fuerzas Armadas de la República Argentina, del Ministerio de
Defensa o del Gobierno Nacional.
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

ÍNDICE

Prólogo 7
Introducción 11
Capítulo I: El estatuto epistemológico de la Geopolítica y la Geoestrategia 13
Capítulo II: Evolución de la Geopolítica en la República Argentina y su incidencia
en las reestructuraciones del Ejército en el siglo XX 43
Capítulo III: Incidencia de la Geopolítica en los objetivos de defensa argentinos
del siglo XXI 71
A modo de Conclusión 106
Bibliografía 109
Anexo I. TIERRA Y MAR. El Pensamiento Geopolítico de Aleksandr Dugin
por Mg. Belén Vitale 113
Anexo II. Entrevista a Aleksandr Dugin por M. Belén Vitale 135

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

PRÓLOGO
Por CY Gabriel Aníbal Camilli

“Que el Trono de la Sabiduría sea puerto seguro para quienes hacen de su vida la búsqueda
de la sabiduría”. San Juan Pablo II (Fides et ratio).

E
l presente volumen contiene el informe de investigación realizado en el ámbito
de la Escuela Superior de Guerra Conjunta – Facultad Militar Conjunta – Uni-
versidad de la Defensa Nacional, en torno al Proyecto UNDEFI 2019 “Geopolíti-
ca y geoestrategia argentina para el siglo XXI”, realizado por un equipo de investigado-
res bajo mi dirección. Al mismo tiempo, he integrado como colaboración especial –de
suma pertinencia– la tesis de Maestría en Análisis Político de la Universidad Nacional
de Tres de Febrero realizada por la Magister Belén Vitale, concentrada en la indaga-
ción sobre el pensamiento geopolítico de Alexander Dugin. No se trata de un anexo
formal, sino de la incorporación de una profundización imprescindible en las raíces
filosóficas en las que se funda la vida de los Estados Nacionales.
Dicho esto, me parece pertinente establecer una serie de conceptos y principios que
pueden ser útiles e importantes no sólo como contribución al debate y la discusión in-
telectual sino también como aporte a la reactualización doctrinaria del pensamiento
militar argentino.
El pensamiento militar argentino es parte indisoluble del pensamiento nacional argentino,
del cual sólo es distinguible analíticamente, por poseer una serie de cuestiones ope-
racionales y orgánico-funcionales específicas, en las que aparecen expresiones y tec-
nicismos que conforman la unidad formal de nuestro objeto de investigación. Pero en
rigor, no hay pensamiento militar argentino si no es parte del pensamiento nacional, y
no hay verdadero pensamiento nacional –como lo señalaran Irazusta, Castellani, Ibar-
guren, Jauretche, Scalabrini Ortiz y el mismo General Perón, entre otros– si no justi-
precia el rol de las Fuerzas Armadas en la vida de la Nación Argentina.
Los militares argentinos, hemos enmarcado nuestra conducta práctica e intelec-
tual en el más estricto apego a la Patria y a la Constitución.

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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

Como soldados, permanecemos al margen de las diferencias político partidarias.


Así todo, la condición de soldado profesional no ha sido para mí –como no debiera
serlo para nadie– un límite, sino más bien un incentivo para investigar y debatir aca-
démicamente los problemas nacionales y mundiales, sin los cuales nuestra profesión
perdería el potencial intelectual que emana de su particular perspectiva. La historia
de la cultura académica argentina sería incompleta si no se reconocen los nombres
de los grandes pensadores militares que –cada uno a su modo– continuaron intelec-
tualmente la senda sanmartiniana y belgraniana. Puedo recordar los nombres de los
generales Mosconi, Savio, Baldrich, Sarobe, Storni, Guglialmelli, entre otros. Todos
constitucionalistas y verdaderos patriotas.
Cabe subrayar, rescatar y proyectar que la característica específica del pensamien-
to estratégico común a civiles y militares está dada por los temas que competen a la
soberanía nacional, es decir, a la defensa de la unidad política del pueblo como sujeto
histórico asentado en un territorio. Todo lo que refiere a las cuestiones que afectan el
concepto objetivo de interés nacional y, particularmente, lo que tiene correlato físico
(Tierra, Mar, Aire) nos compete apasionadamente. No hay pensamiento nacional si no
sirve a la causa de la soberanía, que debe ser reafirmada una y otra vez, en un mundo
cada vez más complejo y siempre en movimiento.
Interesa también señalar que el pensamiento nacional se apoya en la decisión por
la conquista y defensa permanente de la autonomía nacional. La política de defensa y
la política exterior –simbolizadas por Raymond Aron con la imagen del soldado y el
diplomático– tienen como finalidad potenciar y desarrollar los factores materiales y
culturales internos. Por ello se trata de ver, analizar y generar líneas de acción desde,
por y para el perfeccionamiento en calidad, rango y poder de la comunidad nacional.
El pensamiento estratégico verdadero está afincado en los intereses nacionales, se
sustenta en los valores fundacionales y tradicionales de la Patria y sirve al desarrollo
económico y la justicia social del país. Por ello, precisamente, reclama para sí la he-
rencia de los Libertadores de América, la de los padres de nuestra Patria: San Martín
y Belgrano.
En un mundo caracterizado por la presencia dominante de grandes poderes esta-
tales y no-estatales, la continuidad del pensamiento nacional está orgánicamente vin-
culada a la capacidad de diálogo, cooperación e integración con los Estados hermanos.
En una filosofía de la historia profundamente realista – desde Spengler a Hunting-
ton– no podemos sino aceptar que el poder material y espiritual es el fundamento de
la existencia de las naciones, ya que el mundo real suele ser implacable con los países
débiles, a los que condena a la subordinación. Precisamente, como Raymond Aron se-
ñaló, los países débiles soportan las reglas del sistema internacional, mientras las po-
tencias escriben y gestionan esas reglas y ese sistema.
La Argentina es un gran país pero, sólo la unidad iberoamericana configura el
poder necesario para influir en el curso de la historia en lugar de ser arrastrado por
ella. En la escena internacional actual dominada por tres grandes superpotencias,
sólo la visión de un megaespacio iberoamericano posibilitará nuestra real inserción en
el mundo: la que emana de la libertad de acción y de la capacidad de construir con

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

autonomía nuestro propio destino. Eso significa que el pensamiento nacional si real-
mente tiene sentido debe profundizar necesariamente la visión del Estado Continen-
tal, es decir, la tarea ardua y necesaria de construir un Bloque Iberoamericano de
Naciones. Va de suyo que la inmediatez carece de sentido: la naturaleza estratégica
remite por definición a plazos largos, pero a medios disponibles y por disponer. No
es romanticismo ni mero sueño: es combinación de medios con vistas a metas, ob-
jetivos y fines. El pensamiento nacional asume el continentalismo y el regionalismo
como el instrumento estratégico para afrontar proactivamente a los grandes pode-
res y manejarse con libertad de acción para establecer alianzas con una diversidad
de países y de potencias, rechazando la sumisión a una única potencia dominante.
La visión de un mundo multipolar implica abrir el juego de las alianzas estratégicas
para avanzar hacia nuestros objetivos nacionales: la lucha por la recuperación de la
soberanía en las Islas Malvinas, el control efectivo del Atlántico Sur, la proyección
hacia la Antártida, la expansión demográfica en la Patagonia, el control nacional de
nuestros grandes ríos, la guarda de los intereses nacionales frente a las presiones
financieras, etc. Todos los grandes intereses nacionales pueden ser objeto de racio-
nalidad estratégica jugada en la eficacia operacional.
Nuestra investigación reafirma la importancia de la geopolítica y de la geoestra-
tegia, como ciencias prácticas de la conducción del Estado. Los aportes aquí plan-
teados en relación al despliegue territorial del Ejército Argentino suponen necesa-
riamente una visión conjunta de las Fuerzas Armadas. Desplegar las Fuerzas Ar-
madas en el sagrado suelo de la Patria para defender los intereses nacionales es un
imperativo categórico sin el cual carece de razón nuestra existencia de soldados:
nadie asume la vocación del servicio de las armas exclusivamente para cumplir las
funciones subsidiarias o de paz, por más loables e importantes que éstas sean. El
problema filosófico y existencial de recuperar el sentido profundo que tienen las
actividades excelsas que Cervantes enmarcara en su “Discurso sobre las armas y las
letras”, se extiende a todas las actividades que hacen a la vida nacional. Acaso la bri-
llante investigación de Belén Vitale acerca del pensamiento de Dugin es un acicate
para la indagación sobre nuestras propias fuentes tradicionales y culturales. No se
trata de una imitación ciega de las tesis y proposiciones de un pensador, sino más
bien la tarea es ver y apreciar que los procesos de autoconciencia cultural y nacional
tienen simetrías en los diversas naciones y culturas. En contraposición, la vida ca-
rente de sentido que propone la posmodernidad filosófica de países centrales –cul-
turalmente agotados y espiritualmente vencidos– no puede ni debe ser asumida por
países iberoamericanos como el nuestro. Nuestra historia y nuestro pueblo, forja-
dos en el crisol de la guerra de la independencia y en las grandes causas como la de
la Gesta de las Malvinas, tiene grandes misiones por delante, en orden a consolidar
su definitiva Independencia.

Como Director de la Escuela Superior de Guerra Conjunta, he dedicado buena parte


de mis esfuerzos a incentivar la recuperación del pensamiento nacional –de profunda
raíz histórica y constitucionalista– en el ámbito académico. Lo he hecho en el marco

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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

del respeto absoluto a la más estricta libertad académica. La búsqueda de la excelen-


cia y la lucha por los intereses nacionales son complementarias. Del mismo modo, el
cultivo de nuestra propia raíz espiritual y nuestro lanzamiento hacia el futuro, son dos
partes de una misma idea en movimiento. Por ello, para finalizar, puedo señalar, como
enseñaron Belloc, Chesterton y Spengler, que sólo la fortaleza de la cultura permitirá
dominar favorablemente la evolución tecnológica de los tiempos por venir.
En esa tarea estamos empeñados.

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

INTRODUCCIÓN

L
a tesis schmittiana de la tensión entre la Tierra y el Mar ha posibilitado un orde-
namiento y reinterpretación de las visiones geopolíticas continentales y maríti-
mas. En relación a las continentales, que tienen como finalidad la primacía del
Heartland, ha sido formalmente inaugurada por Halford Mackinder, y continuada por
una amplia pléyade de autores como Haushofer, Tarchi y actualmente Alexander Du-
gin. En relación a la escuela marítima y la primacía del Mar, la primacía en el control
de las aguas y en el Rimland (tierra orilla) ha sido subrayada por Alfred Mahan, Nico-
lás Spikman y convenientemente reasumida en los últimos tiempos por Brzezinsky,
Kissinger y Kaplan. A los efectos analíticos podemos precisar el estado actual de los
estudios geopolíticos a escala de las principales potencias como una reinterpretación
de las tesis clásicas a partir de la distinción schmittiana Tierra y Mar, obteniendo así
una reactualización de las posiciones continentalistas en la actual línea dominante de
la geopolítica rusa y una posición marítima en la actual visión geopolítica estadouni-
dense, otrora atlantista, hoy globalista.
Siguiendo a Carl Schmitt, Alexander Dugin y Robert Kaplan podemos señalar que
los países tienen condición geopolítica marítima, condición geopolítica terrestre o bien
ambas condiciones; dada las mismas, será posible determinar intelectualmente los
problemas principales y secundarios. Sobre esa base, podrá deliberarse acerca de los
cursos de acción necesarios para el interés nacional.
El pensamiento geopolítico y geoestratégico argentino ordenado analíticamente en
relación a los elementos Tierra y Mar puede caracterizarse como un corpus bibliográ-
fico desarrollado en el siglo XX, con esas dos orientaciones como predominantes, se-
gún su objeto de estudio y el aspecto destacado en la investigación; en cierta medida,
está necesitado de reelaboración y actualización.
Las Teorías del Poder terrestre, naval, aéreo y espacial surgieron de la tensión entre
los poderes continentales y navales para resolver quién tenía la primacía en el sis-
tema internacional, estando estrechamente ligada a los ejes teóricos de las distintas
Escuelas Geopolíticas, y a las acciones políticas de los Estados. Bajo esas premisas,
los recursos humanos, físicos y naturales constituyeron un elemento de poder para
un Estado; actualmente la educación, el conocimiento y la tecnología junto a la inves-

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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

tigación y desarrollo, constituyen el camino necesario para el ascenso y la proyección


geopolítica de un país, traducidos en políticas de Defensa Nacional.
La primera década del siglo XXI ha actualizado el debate territorial; nos ha recor-
dado la relación Íntima entre espacios y sociedades, entre geografías y contradiccio-
nes de intereses organizados; por ello nuestro desafío como Nación es, regionalmente,
fijar posiciones claras con las potencias globales, que proyectan sus intereses sobre
todos los espacios geográficos del planeta, transformando así nuestras expectativas
e intereses, y no las de ellas, en criterios y elementos geopolíticos viables y concretos.
Por ello consideramos que nuestros factores geopolíticos deberían adecuarse a las
nuevas exigencias y características que conforman el mundo actual, siendo el Estado
la entidad que tiene capacidad de decisión en la materia; a través de un continuo re-
dimensionamiento de sus propias potencialidades, mediante un análisis prospecti-
vo, evaluará y dimensionará los cambios, determinando los intereses nacionales. Así
el gobierno, mediante políticas públicas interpretará y fijará las metas que se aspira
obtener, definiendo escenarios adecuados para la inserción nacional; ello potenciará
la importancia de los factores geopolíticos, dotando a los mismos de la trascendencia
acorde a un mundo en constante transformación.
Esta obra es el resultado del intercambio y colaboración de los investigadores ins-
criptos en el ámbito académico de la Escuela Superior de Guerra Conjunta – Facultad
Militar Conjunta – Universidad de la Defensa Nacional. Se concretó en torno al Proyec-
to UNDEFI 2019 “Geopolítica y geoestrategia argentina para el siglo XXI”, dirigido por
el CY MG Gabriel Aníbal Camilli.
La publicación de los resultados de las investigaciones aquí reunidas ha sido po-
sible por el financiamiento recibido de la UNDEF a través del mencionado Proyecto
UNDEFI.

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Capítulo I

El estatuto
epistemológico de
la geopolítica y
la geoestrategia

Introducción
En el presente capítulo mostramos como se ubican la geopolítica y la geoestrategia en
el cuadro clásico del saber.
En efecto, ¿qué es dominante y qué es más fuerte en el conocimiento geopolítico: la
dimensión especulativa o la dimensión práctica? La caracterización de los distintos
saberes, su naturaleza y su rango en el conjunto del saber humano, hunde sus raíces
en la filosofía griega, particularmente en Aristóteles y, con contrastes, ha llegado hasta
nuestro tiempo, proyectándose con singular fuerza desde la autodenominada revo-
lución copernicana kantiana, es decir, la inversión de la primacía del sujeto sobre el
objeto, que diera lugar a una reanudación de los estudios epistemológicos y a una ex-
pansión impresionante de investigaciones.
Con el telón de fondo de esa gran indagación, podemos destacar que la particulari-
dad de la geopolítica y la geoestrategia reside en que se fundamenta lógicamente en
la existencia activa del Estado: la unidad política activa de un pueblo. En consonancia
con Heidegger, se destaca la primacía de la práctica frente al carácter meramente es-
peculativo en el sentido de desligado de la existencia concreta.
Por cierto que, tanto por el lado del acto como por el lado del conocimiento, la rela-
ción entre acción, por un lado, y, teoría, es una distinción formal con fundamento en la
realidad. No se trata de dos campos realmente separados, en la medida en que la parte
práctica es el inicio y el arribo del saber especulativo, no en general, sino claramente
en el marco de la realidad política. Se trata sí de saber distinguir en una misma reali-

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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

dad política lo que formalmente se distingue como especulativo y práctico, compren-


diendo que carece de sentido una especulación política si no como parte originada
desde la práctica.
Por ello, en primer lugar, ubicamos el objeto formal de la geopolítica en el cuadro
clásico de los saberes. Si se trata de un saber especulativo o práctico, en qué sentido se
relacionan ambas características. En segundo lugar, hacemos la crítica a las limitacio-
nes de la mera especulación teórica como criterio de conocimiento, crítica que se ins-
cribe en la elucidación de la práctica que hiciera Aristóteles en Ética a Nicómaco VI y en
su reelaboración por Heidegger,1 y prolonga y especifica en la dimensión del espacio
geográfico a la prudencia política. En el conocimiento geopolítico – incluyendo en él la
práctica geoestratégica- la dimensión prudencial práctica tiene la primacía absoluta
por sobre la dimensión especulativa o descriptiva, que se le subordinan. En efecto,
¿qué sentido tiene saber de los posibles usos políticos del espacio si no es sobre la base
de un movimiento práctico? Pocas cosas más obscuras ontológicamente que la consi-
deración de que el espacio irradia información a la mente, como de algún modo deja
entrever Evola citando los numina, es decir, las energías sagradas en las que creían los
antiguos romanos y que fueran teóricamente rescatadas del reducto de la historiogra-
fía de las religiones.2

Ubicación de la Teoría en el orden del saber


El lenguaje geopolítico tiende a ser en cierta medida idealista, pero su génesis y de-
sarrollo es realista y surge en la experiencia. ¿En qué experiencia? En la de la prácti-
ca de los Estados y su despliegue y proyección de poder. Esta es nuestra posición. La
mostraremos paso a paso y eso permitirá clarificar el problema epistemológico de la
geopolítica.
Tanto los que sostienen que se trata de una determinación espiritual irradiada por
el espacio como los que sostienen que se trata de un conocimiento para invadir países
y provocar guerras, están, en principio, en dos desviaciones: la primera es la desvia-
ción gnóstica, por cuanto supone que la materialidad concreta del mundo irradia sus-
tancias espirituales y la segunda es la desviación idealista de tipo neokantiano, que
tiende a negar como una mera aberración la práctica de los Estados en tanto proyectan
poder. Por cierto, que la proyección de poder de un Estado ni está determinada por la
naturaleza ni está determinada por una mera estructura de percepción subjetiva: es
una decisión enclavada en la práctica.
Para ahondar en la cuestión, tomaremos diversas definiciones dadas por autores
clásicos. Veamos.

1 Cf. Heidegger Martin, Interpretaciones fenomenológicas sobre Aristóteles. Indicación de la situación hermeneitica (Informe Natorp),
Madrid, 2002.
2 Cf. Julius Evola, Rebelión contra el mundo moderno, Buenos Aires: Heracles, 1994.

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Definición de Kjellen:
“La geopolítica es la teoría del Estado como organismo geográfico o fenómeno en
el espacio, es decir, el Estado como tierra (país), territorio, dominio o más distinta-
mente como reino. Como ciencia política tiene siempre en vista la Unidad del Estado
y contribuirá a comprobar la naturaleza del Estado. Mientras que la Geografía Polí-
tica estudia la tierra como el hogar de las comunidades humanas en su relación con
los atributos restantes de la tierra”.

Definición de Karl Haushofer


“La geopolítica es la Geografía Política aplicada a la política de poder nacional y su
estrategia de hecho en la paz y en la guerra”.

Definición de J. Vicens Vives


“Geopolítica es la doctrina del espacio vital. Resume los resultados de la Geografía
Histórica y de la Geografía Política en una síntesis explicativa, que intenta aplicar a
la consideración de los sucesos políticos y diplomáticos contemporáneos. No perte-
nece propiamente a la ciencia geográfica”.

Todas las definiciones de geopolítica vinculan el espacio y el poder: la geoestrategia


es la geopolítica considerada en relación a la conducción del instrumento militar. El
problema del carácter especulativo o práctico, sin embargo, permanece irresuelto, por
eso lo tratamos en particular.
Para iniciar el tratamiento adecuado del problema debemos partir de las diferentes
virtudes intelectuales como están expuestas en el libro sexto de la Ética a Nicómaco de
Aristóteles: técnica (techne), ciencia (episteme), prudencia (phronesis), sabiduría (sophía), y
entendimiento (nous). Para Aristoteles, “ciencia es una concepción que versa sobre las
cosas universales y las que son por necesidad”3; es decir, lo probable y lo contingente
no es ciencia: la ciencia es un modo de razonamiento deductivo y exacto, que parte de
premisas universales para extraer conclusiones particulares. En la clasificación aris-
totélica, la ciencia está constituida por el modo de razonamiento deductivo, que se ex-
presa plenariamente en la geometría.
En cambio, lo que puede ser de otra manera, es tanto lo que puede fabricarse como
lo que puede realizarse. Al considerar la técnica, distingue fabricación de realización,
la técnica se basa en principios externos a su propio campo y está orientada a la cons-
trucción de productos externos:

“Técnica sería lo mismo que `disposición acompañada de razón verdadera relativa


a la fabricación´. Toda Técnica se ocupa de la generación y trabajar técnicamente
es considerar la manera de que se origine algunas de las cosas que pueden ser y no
ser- cuyo principio reside en el fabricante y no en lo fabricado-. Pues la Técnica no

3 Aristóteles, Ética VI, 1141ª. Nos basamos en Alianza Editorial, Madrid, 2011, Para esta importante caracterización, nos basamos además de
en la fuente, en el libro del maestro Félix Lamas El Hombre y su conducta, Buenos Aires: Colección Circa Humana Philosophia, 2013.

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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

es de las cosas que son y se originan por necesidad, ni tampoco de aquéllas que lo
hacen por naturaleza”4.

La técnica fabrica un producto y no se origina por naturaleza, es decir, tiene un ca-


rácter externo en relación a las cosas con las que trabaja. La naturaleza, en cambio, es
aquello que crece en virtud de sí mismo, es “crecimiento”5.
Respecto de la prudencia, Aristóteles dice:
“podríamos alcanzar una idea de esta manera: considerando a quienes solemos lla-
mar prudentes (…) una disposición verdadera, acompañada de razón, relativa a la
práctica en cosas que son buenas y malas para el hombre.
Por ello creemos que Pericles y los hombres así son prudentes, porque son capaces
de considerar lo que es bueno para sí mismos y para la gente: creemos que son de
esta clase los administradores y los políticos”6.

Mientras el fin de la técnica es distinto de ella (un producto) y no hace mejor ni peor
moralmente hablando al que la ejecuta, el fin de la prudencia como realización no es
distinto de ella, “pues la propia buena realización (bienestar) es fin”. Los principios de la
prudencia son los fines de la conducta y pertenece su conocimiento a la disciplina de la
sindéresis, que se distingue de la prudencia en tanto su objeto son los principios mientras
que la prudencia se ocupa de los medios para realizar esos principios. Va de suyo que la
sindéresis sirve a la prudencia y que ésta pone en marcha los medios mirando a aquélla.
En el acto político -pacífico o militar- la prudencia y la técnica operan combinadas y has-
ta fusionadas, pero se distinguen formalmente. La prudencia domina ontológicamente
a la técnica porque está orientada al Bienestar del que la realiza, la técnica en cambio
está orientada a la fabricación de un producto externo que sirve a ese Bienestar en la
medida en que lo disponga la prudencia, no la técnica.
La prudencia se conoce mejor a través del conocimiento de los prudentes, del mismo
modo que la excelencia no se da sino en la acción de los excelentes. De este modo, el
estudio de la gestión política del espacio implica el estudio de los grandes conductores,
de sus grandes decisiones y creaciones.
La prudencia es la virtud que -con la mira puesta en los principios y fines- delibera
y selecciona los medios para el bienestar del hombre. Por supuesto que el bienestar
puede ser entendido de diversas maneras: no hay univocidad histórico-concreta en lo
que significa, salvo, quizás, la autarquía que Aristóteles identificara con el Bien Común
y que, mutatis mutandis, podemos identificar con la soberanía política de los Estados
modernos y contemporáneos. La importancia de la noción de poder (basada en la idea
de soberanía y/o independencia) ha sido determinante en la geopolítica. Pero también
puede señalarse que la primacía de la conducción política o prudencia por sobre la téc-
nica, con lo que ello implica en orden a los criterios en juego, se fundamenta en que

4 Aristóteles, Etica VI, 1140ª.


5 Strauss, Leo y Cropsey, Joseph Historia de la Filosofía Política, México: FCE, 2001, p.15.
6 Aristóteles, Ética VI, 1140ª.

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

los Estados están en un mundo en el que siempre hay otros estados con los cuales se
relacionan. En todo caso, estatalidad y relaciones interestatales son conceptos que de-
notan realidades que se complican.
La Prudencia se delimita de la Ciencia (a menos que aclaremos que es ciencia prác-
tica, utilizando el concepto ciencia con mayor extensión y menor comprensión) en la
contingencia de lo que conoce y en la finalidad tendiente a la perfección en la línea de
la vida humana, en la vista puesta en el fin bueno:
“…si a la Ciencia le acompaña la demostración, mientras que de las cosas cuyos prin-
cipios pueden ser de otra manera no hay demostración (pues todas ellas pueden ser
también de otra manera), y si no es posible deliberar acerca de las cosas que son por
necesidad, la Prudencia no sería ciencia ni tampoco Técnica: ciencia, porque aquello
que se puede realizar es susceptible de ser de otra manera; técnica, porque realiza-
ción y fabricación son de género diferente: el fin de la fabricación es distinto de ella,
mientras que no lo sería el de la realización, pues la propia ´buena realización’ (bien-
estar) es fin. Luego queda que sea una disposición verdadera, acompañada de razón,
relativa a la práctica en cosas que son buenas y malas para el hombre”7.
Es decir, la prudencia política en términos contemporáneos es lo que el general Juan
Domingo Perón denominara “Conducción Política”, precisamente, por la comprensión
de la mutación de significado que la historia de la cultura ha operado en relación a la
palabra que denota esa virtud, la prudencia, y que hoy tiende a identificársela con la
moderación y hasta con la medianía, lo que está lejos del significado originario.
Las ciencias se basan en principios: los principios son autoevidentes, no necesitan
demostración. En este sentido, son una salvaguarda contra el escepticismo: si todo
necesitase demostración, nada sería demostrable. Precisamente, porque el discurso
racional sería una cadena sin principio no sería ni discurso ni racional y nunca em-
pezaría a ponerse en marcha. Aquí es donde empalma la visión de los principios co-
mo entendimiento (nous), y la sabiduría (sophia) como el más perfecto de los conocimien-
tos, pues sabe lo que sigue a partir de los principios. La demostración, en las ciencias
exactas; la acción, en el silogismo práctico; el conocimiento analítico y razonado de los
principios como causas. Porque alcanza la verdad sobre los principios, la sabiduría es
entendimiento y ciencia, cúspide verdadera del conocimiento.
La geopolítica tiene, sí, una dimensión especulativa en la que conoce los principios,
los tipos de elementos del espacio, la imagen del Estado junto con una amplia serie
de conceptos fundamentales y una dimensión práctica en la que adquiere su sentido
en el mundo. Pero conviene señalar que el ámbito en el que surge la especulación es
esencialmente práctico. La geopolítica carecería de ubicación en la estructura de lo real
si no estuviera en la práctica política. Como conocimiento de la esfera de lo probable
tiende a la exhaustividad en el conocimiento. Lo exhaustivo es lo concreto real y está
posibilitado por la individualidad dentro de la especie real en su manifestación con-
creta, es decir, por lo histórico.
Una geopolítica que se pretenda infalible en su eficacia o que no entienda su función

7 Aristóteles, Ética VI, 1140b.

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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

como inmersa, determinada y preparatoria de la práctica en el nivel de la realidad con-


creta, singular y cambiante, es una fuente de confusión. La geopolítica y la geoestrate-
gia (geopolítica militar) es singular, depende del saber hacer y habita en el dominio de
lo probable. En este sentido, pertenece a la esfera de la virtud de la prudencia, que es el
nombre clásico de la teoría de la conducción.
En relación a las distintas clases de prudencia, entendida como saber que delibera y
decide acerca del hacer dirigido al Bien-Estar, Leopoldo E. Palacios afirma que:
“Existe una prudencia que dirige nuestra conducta en orden al bien humano de uno
mismo… existen también, en un plano distinto, otras prudencias, que no se limitan
a dirigir la acción humana en orden al bien de uno mismo, sino que miran el bien
de los demás… para salvaguardarle de todo mal… la prudencia enderezada a ase-
gurar el bien común de la familia se llama por eso prudencia doméstica (o, a veces,
económica, esto es, relativa al orden de la casa). La otra prudencia, todavía más im-
portante, que se extiende al bien común de la sociedad civil, para salvaguardarle y
preservarle de todo mal, es la prudencia política”8.

Palacios afirma que, además de las prudencias mencionadas, existe una en la que
“la obra común… no es un artefacto de naturaleza técnica y de procedimiento invaria-
ble”. La prudencia política que se prolonga como prudencia militar es un modo de saber
hacer, como tal, delibera sobre los medios con vistas al fin, que se jerarquiza como
concatenación entre fin (Zweck) prudencial y objetivo militar (Ziel) prudencial militar
y técnico (político por participación). Su contenido es esencialmente prudencial. En
este sentido, Palacios dice:
“El jefe militar no sólo debe contar con mucha escuela, por ejemplo, con mucha téc-
nica sobre el manejo de las armas y de los procedimientos de combate, sino tam-
bién con un discernimiento especial acerca de la oportunidad de la guerra y todo lo
concerniente a su dirección suprema”9.

La práctica política, las decisiones geoestratégicas fundamentadas en el campo de


estudios geopolíticos, es decir, las decisiones vinculadas a la defensa, sostenimiento,
incremento y proyección del poder pertenecen a la virtud de la prudencia y la técnica,
si así no fuera, la prudencia sería meramente discursiva, carecería de poder hacer,
es decir, de eficacia. Pero hay una diferencia: la técnica remite al producto externo, la
prudencia al Bienestar, la eutaxis de una comunidad. La técnica refiere a lo externo y la
prudencia a lo interno o, en lenguaje quizás más actual, la técnica remite a las condicio-
nes materiales, la prudencia a las condiciones plenarias del Bienestar. La técnica podrá
tener una enorme incidencia en la vida de los pueblos: vivimos en un mundo trans-
formado por la técnica y es inconcebible -no ya simplemente irrealizable- un mundo
meramente natural, no transformado por los hombres mediante la técnica. Pero el in-
flujo del desarrollo de las fuerzas productivas no modifica la naturaleza humana en el

8 Palacios, Leopoldo Eulogio La prudencia política, Madrid: Ediciones Rialp, 1957, pp. 27-28.
9 Palacios, Leopoldo Eulogio. Op. Cit. pp. 31-32.

18
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

nivel de la esencia como especie animal racional que se actualiza en los individuos.
La raíz de la diferencia y la primacía de la prudencia política sobre la técnica se halla
precisamente ahí: la prudencia conduce los medios con vistas al fin de la naturaleza
humana, la prudencia política conduce los medios con vistas al fin de la comunidad po-
lítica, como unidad de orden; la técnica construye artefactos, pero no conduce la finali-
dad intrínseca de la especie humana. Es necesaria todo lo que se quiera -en orden a la
gestión del poder de los Estados- pero no conduce la interioridad humana, el espíritu.
En la línea de nuestra investigación y en función de la epistemología clásica, recu-
rrimos al cuadro de los saberes y encuadramos la conducción como sinónimo de pru-
dencia política y ésta como la esfera en la que se desarrolla el conocimiento geopolítico,
que pone especial acento en la relación entre el espacio y el poder. El conjunto de inte-
reses y fines políticos en juego, las causas eficientes y finales determina el contenido
del pensamiento geopolítico y geoestratégico.
La geoestrategia no es mera fabricación ni producción externa, aunque incluye un
momento de exterioridad sin el cual no existiría. No es tampoco una acción que pueda
desarrollarse como aplicación de leyes universales. La prudencia política que domina
el conjunto se despliega como tensión de intereses concentrados en la acción humana.
No hay arte ni ciencia que pueda agotar formalmente -como conocimiento y concep-
to- la riqueza de las tensiones políticas en la dimensión espacial de los Estados. Esa
sola distinción pone en cuestión la unidad sistemática liberal que supone la armonía
universal como condición de base y la lucha por el poder como aberración histórica.
Se patentiza la irrealidad del fundamento rousseaniano y del proyecto liberal kan-
tiano: vuelve vana la pretensión de los dogmáticos maravillados con la globalización
como “mundo uno”, tan violentos y militaristas en la realidad como negacionistas en
el discurso. Portadores de una falsa conciencia, la realidad histórica de hoy vuelve a
desmentirlos: desde Irak a Siria, desde Crimea a la “guerra comercial” entre EEUU y
China, la geopolítica está a la orden del día para recordarnos y patentizar la realidad
conflictiva de la vida en la tierra.
La geopolítica y la geoestrategia no pueden reducirse a la condición de arte. En ar-
quitectura, pintura, mecánica y óptica no hay disputa ni mayor inconveniente cuando
el artista se relaciona con la materia, pero las artes entran en crisis cuando se introduce
la dimensión espiritual y toda la normativa se difumina en ideas indeterminadas. Ma-
yor complejidad encuentra el médico cuando tiene que tratar pacientes individuales de
naturaleza cambiante y mayor aún el psiquiatra, cuando lidia con la mente humana.
Así todo, más difícil es la política cuyo campo de realidad específico está constitui-
do por una acción que ensambla y enfrenta fuerzas espirituales y materiales. La pre-
sencia dominante del modo de ser de cada Estado hace de la prudencia un fenómeno
de alta complejidad, pues la magnitud espiritual está incorporada en el interior de las
fuerzas. La geopolítica refleja un objeto constituido por la anticipación estructural del
ser político nacional en su propia realidad. La acción de una fuerza está concretamen-
te atada a la idea del Estado sobre sí mismo. Ello significa que lo que el Estado intelija
de sí estará puesto en la acción: en la idea de su ser, le va su ser. Ello configura una di-
mensión diferenciada de la dimensión artística que entiende la relación de un sujeto

19
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

creador con una materia inerte. La conducción es completamente distinta a todas las
artes porque requiere una teoría que proyecte permanentemente el modo de ser.

Tierra y Mar como claves geopolíticas


Desde que Carl Schmitt escribiese su opúsculo Tierra y Mar: Consideraciones sobre la
historia universal a principios de los años 40 el problema de la decisión histórica acerca
de la línea geopolítica y geoestratégica puede caracterizarse como una decisión sobre
la prioridad exclusiva o compartida de uno de los elementos.
En efecto, puede señalarse por cierto que una gran cantidad de países poseen los
dos elementos. Es el caso de la República Argentina. Esto significa que la importancia
de los dos elementos -al cual se le agrega el aéreo y el aeroespacial- debe ser tomada
regularmente en consideración, pero debe decidirse sobre uno de los elementos en re-
lación a la primacía de los esfuerzos. No se trata de una decisión capciosa ni azarosa,
sino más bien de la decisión emanada de la tradición histórica, las posibilidades ope-
rativas y la puesta en actualización de la tradición de estudios geopolíticos argentinos.
En efecto, la geopolítica argentina no puede ser creada de la nada o acaso como un
mero producto de laboratorio desligado de la tradición del pueblo argentino. La geopo-
lítica, y las decisiones sobre la dirección geoestratégica, es decir, sobre las característi-
cas y el despliegue del elemento militar, tienen que tomar en consideración tanto la tra-
dición histórica del país como los problemas internacionales y estratégicos en una co-
rrecta jerarquización de su importancia en orden a la vida nacional. No hay importancia
abstracta de las guerras y los conflictos: a un Estado le interesa en primer término una
comprensión y jerarquización correcta de los mismos en orden a sus propios intereses.
En el tema que nos ocupa, entendemos -de acuerdo con Schmitt y Dugin- la dife-
rencia entre Tierra y Mar como dos elementos que dan lugar a respectivos símbolos.
La Tierra es la condición tradicional, la primacía del modo de ser autocentrado, la vo-
luntad de la reafirmación de la identidad nacional y de la puesta en despliegue de los
recursos materiales y las fuerzas espirituales contenidos en el espacio geográfico que
habita el pueblo concreto. El Mar, en cambio, es la decisión de movilizar esos recursos
y esas fuerzas en función extrínseca, dando primacía a los mercados internacionales
por sobre el mercado interno y al cosmopolitismo humanitarista por sobre la condi-
ción identitaria. El geopolitólogo Alexander Dugin habla de la diferencia entre Telu-
rocracia y Talasocracia, civilización de la Tierra y civilización del Mar. Por cierto, la
fuerza expresiva de estas imágenes y conceptos remite a la diferencia entre la identi-
dad nacional y la sociedad abierta, entre las tendencias nacionalistas y las globalistas.
La posibilidad de una convivencia entre ambos aspectos no puede soslayar la im-
portancia de una decisión política tanto en el nivel de las personas como en el nivel
de la unidad estatal. No hay determinismo que conmine a nadie a tomar un rumbo y
no otro. Hay sí primacía de tradiciones y modos de mirar el mundo, desde lo interno
hacia lo externo o desde afuera hacia adentro, que una vez puestos en acto habrán
de liberar, encauzar o dilapidar y entorpecer las energías materiales y culturales de

20
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

un pueblo. En nuestra mirada, el sentido de la Tierra debe ser el que avance hacia el
Mar, es decir, el interés viviente de la Patria soberana debe ser la base de apoyo de la
proyección internacional. Recurriendo a los símbolos, nuestra orientación debe ser
de la Tierra hacia el Mar.
Conscientes de la importancia del tema, encaramos esta investigación con ese
espíritu.

Visiones geopolíticas americanas del Siglo XIX al XX


En el presente capítulo exploramos las diversas raíces y consecuencias de dos visiones
diferenciadas, una que denominamos estatal nacional, referenciada en la política del
presidente Julio A. Roca, y otra más bien de tipo cosmopolita e internacional, identifica-
da con ciertas tendencias dominantes del pensamiento norteamericano. Ambas tienen
en común conceptos como "la extensión geográfica y la posesión de riquezas natura-
les como determinantes del poder", y "la influencia política del espacio geográfico". Y en
ambas visiones políticas, el espacio es un factor parcial, pero de naturaleza permanente.

Visión geopolítica roquista


La Campaña al Desierto aseguró para el Estado Nacional argentino el dominio sobre sus
territorios australes, concluyendo así la obra de Rosas y Alsina, quienes encarnaron
la continuidad de la proyección al Sur como tendencia de ocupación del espacio des-
de la conquista hasta el período abierto con la independencia. En la visión de Roca, la
campaña tenía como objetivo la toma y posesión de nuestro territorio, y su integración
efectiva a través de la fundación de pueblos, asentamientos, la construcción de cami-
nos y, más tarde, la creación de un vasto tendido ferroviario. Asimismo, la cuestión
con Chile siempre había estado presente en sus preocupaciones, por eso fue una ver-
dadera afirmación de soberanía.
El impulso expansivo desde el núcleo poblado hacia el sur se inscribe en lo que Carl
Schmitt denomina “toma de la tierra”, es decir, la unidad de asentamiento y ordena-
ción de un Estado Nacional.
A los efectos de una comprensión de la naturaleza política de la Campaña del Desierto,
puede recurrirse al libro El roquismo de Carlos Alberto Florit,10 que presenta una espe-
cial capacidad clarificatoria. En los tiempos actuales, sabemos que toda obra humana
es perfectible y puede ser cuestionada en ciertos aspectos parciales. Sin embargo, nos
parece singularmente importante rescatar aquello que contribuye a la visión estraté-
gica de la grandeza nacional, más allá de discusiones ulteriores.
El autor comienza interpretando lo que se conoce en la historiografía argentina co-
mo “roquismo”; es pertinente pertinente destacar que lo caracteriza como un movi-
miento político y no como un partido político, que orbitó en la política nacional y que

10 Génova, Italia, 13 de abril de 1929 - San Isidro, 18 de enero de 2010. Abogado y político argentino, que ejerció como Ministro de Relaciones
Exteriores durante el primer año del gobierno de Arturo Frondizi (1958-1959).

21
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

tuvo sus consecuencias en las décadas posteriores al fin del Partido Autonomista Na-
cional. Para entender el roquismo es necesario explicar o dar cuenta de lo que fue el
Partido Autonomista Nacional, y cuyo período de gobierno se lo conoce como la etapa
conservadora o república oligárquica.
El Partido Autonomista Nacional (P.A.N) fue una confluencia de diversos partidos
políticos, heredero de una historia signada por los conflictos inherentes a toda na-
ción incipiente. Detrás de esta amalgama de partidos estaban en su configuración
ideológica las ideas positivistas como civilización y progreso y que encuentran en la
figura de Roca su mejor exponente para llevar a cabo el proyecto de organización es-
tatal bajo la consigna de Paz y Administración. Justamente por ser la figura de mayor
nivel político y estratégico que tuvo la república oligárquica, y a su vez la de mayor
peso y gravitación concreta, Roca fue sujeto a diversas interpretaciones que no esca-
paban a la lógica partidaria, lo que perjudicó que se lo estudiara de manera correcta
o relativamente libre de afanes polémicos. El autor busca desentrañar a Roca y hacer
una visión lo más objetiva posible de su figura y conjuntamente de la denominada
Generación del´80. teñida de lo que denomina “criticas infantiles”.11 Cabe subrayar
que la deformación en la interpretación histórica que sufrió el roquismo no fue sola-
mente por sus detractores sino también por sus acólitos, que dejan de lado la enorme
tarea realizada por Roca de expandir el poder nacional sobre el espacio para sólo
encomiar las políticas librecambistas.
Otra falsa interpretación que el autor buscará desmitificar es la idea de tomar a la
Generación del´80 como un todo sin tener en cuentas las divisiones que anidaban al
interior de las mismas; así para aquellos que defienden esta postura, Roca con sus
ideas modernas derivadas del positivismo, las ideas de orden y progreso, sería igual
a Pellegrini quien, de modo acaso más moderno y visionario, estaba más abocado a la
industria como medio de progreso. Ceguera ideológica padecen quienes afirman que
fue la ideología liberal que impulso el país a ser uno de los más prósperos del mundo
sin tener en cuenta los factores políticos e históricos que ocurrían a nivel mundial y
desconociendo la fuerza de la actividad política y estatal que sostuvo esa política. Una
reivindicación de la época que no vea sus matices y considere a la generación como un
dechado modelo de desarrollo político y económico está condenada a la impostura,
ya que no tiene en cuenta ni a las masas incipientes que reclamaban mayor partici-
pación en la vida del país ni a la división del trabajo en un mundo en el que el dominio
británico comenzaba a ser mediatizado por el desarrollo industrial de potencias como
Alemania y Estados Unidos.

Roca y su ideología
Carlos Florit entiende a Roca -así como a otros personajes nacionales históricos como
Rosas, Mitre, San Martín- recurriendo al modelo de dos líneas: una la que buscaba el
crecimiento y fortaleza de la nación a nivel interno y la otra a buscar un marco de segu-
ridad externo que le permitiese desarrollarse materialmente. Roca y el resto del parti-

11 Florit, Carlos El roquismo, Buenos Aries: Editorial Hachete, 1979, p. 10.

22
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

do autonomista nacional- eran la culminación de esta primera línea que era la concre-
ción de un Estado político con un territorio delimitado sostenido por un crecimiento
económico. Vale destacar que en aquellos años la ideología predominante en las ideas
-o en la intelectualidad argentina por darle nombre- era la del positivismo creada por
Augusto Comte. Tanto en Uruguay como en Argentina la corriente positivista hizo raí-
ces muy fuertes en especial el colegio Nacional de Buenos Aires y en el de Concepción
del Uruguay respectivamente. La pesadez del positivismo de aquellos años hace par-
ticularmente difícil la interpretación del período a partir de los textos que los mismos
protagonistas dejaron.
Ahora bien, una cosa es admirar la capacidad decisoria de Roca y Pellegrini en el
contexto ideológico positivista de su tiempo -en medio de un mundo europeo positi-
vista con su orden social y económico pujante que lo llevaría al espejismo de un pro-
greso indefinido- y otra muy distinta es llevar a la práctica iberoamericana una expe-
riencia semejante.
En ese aspecto, la visión de Florit matiza algunos aspectos cuya crítica posterior co-
rresponde a nuevos contextos ideológicos. Por ejemplo, resalta que no podemos anali-
zar a Roca por el mero hecho de los fraudes en los comicios, cuestión a la cual se alude
de manera permanente cuando se analiza al partido autonomista y sus principales fi-
guras. Por el contrario, Florit disuelve con acierto los mecanismos de la “política crio-
lla” de su tiempo en la gran visión de “una estrategia revolucionaria y para la época
nacionalmente liberadora”12. Cuando en el futuro político argentino se busque imitar
las políticas llevadas adelante por Roca, más específicamente en la década del 30, las
mismas serán una farsa o parodia de lo que éste hizo. Porque en lo que Roca era aper-
tura económica, en el 30 fue un beneficio para los hacendados de la Pampa húmeda; lo
que eran relaciones con Gran Bretaña que funcionaron favorablemente para el país, en
el 30 era dependencia económica. Por supuesto que la cláusula de oro que garantizaba
con fondos del Estado la ganancia de los propietarios de los ferrocarriles comprometió
al Estado Argentino en una tendencia al capitalismo prebendario. Por otro lado, la con-
centración de la propiedad de la tierra generó una distorsión en la estructura social y
en la ocupación del espacio. Como señala el historiador Jorge Sulé, “cuando llegaron los
inmigrantes la tierra ya había sido repartida dando lugar a una clase muy chapucera y
pretenciosa, ligada al liberalismo ideológico, pero tendiente a una especie de feudalis-
mo interno. Por eso el modelo de trabajo basado en parcelas pequeñas y medianas que-
dó desplazado a la periferia de la provincia de Buenos Aires y de la pampa húmeda”13.
Roca no tuvo una tribuna histórica como si lo tuvieron figuras como Mitre plagado
de lisonjeros y aduladores lo que deviene en una ardua tarea para separar a la figu-
ra histórica de su estigma historiográfico. Curiosamente, en los años 60 un autor de
la denominada izquierda nacional, Jorge Abelardo Ramos, hará una reivindicación
de la figura de Roca, destacando su naturaleza nacional y su gran capacidad políti-
ca, aunque quizás exagerando en su reivindicación por considerarlo una especie de

12 Florit, Carlos. Op. Cit. p. 21.


13 Sulé, Jorge Los límites del modelo roquista (Mimeo).

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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

interlocutor del federalismo popular. De todos modos, Ramos supo ver en Roca una
figura mucho más interesante que la que vieron tanto sus mediocres continuadores
como sus enceguecidos detractores.
En ese sentido, el roquismo supo plasmar una ideología que estaba signada en la
idea de lo nacional, y para ello tenía que superar o hacer frente varios obstáculos;
entre ellos el problema del territorio, la incorporación de recursos técnicos que per-
mitieran explotar mejor nuestras riquezas naturales, integrar a la Argentina en el
mercado internacional.
Vemos que la idea motriz era preferentemente de orden crematístico y el mismo Ro-
ca lo vio así, cuando le dice a Mansilla jactándose de su rol en esta nueva Argentina pos
independencia, describe este nuevo tiempo para el país como una “época de carácter
esencialmente económico”.14

Estrategia de Roca
En virtud de su capacidad de interpretación de los hechos Roca fue un estratega que
supo desempeñarse de manera oportuna, ganando la valoración de los hombres que le
rodeaban y el reconocimiento de una comunidad argentina en plena transformación.
Poseía dotes de mando y una practicidad que logró combinar con su formación inte-
lectual que recibió en el colegio de Concepción del Uruguay -fundado por Urquiza- de
matriz liberal y positivista.
Con 31 años Roca es nombrado General sin haber perdido ninguna batalla en la
cual tuvo la responsabilidad del comando. Es cierto que fue un político con “fortuna”,
pero ésta -recalca Florit- no viene sola: un político debe buscarla. Y Roca en la guerra
siempre tuvo una mirada analítica que le permitió tener un conocimiento abarcador
de todos los componentes que atañen a un conflicto armado. Agudeza y amplitud en la
mirada para configurar una verdadera visión de conjunto son notas que diferencian al
nivel estratégico de conducción de los niveles tácticos y subordinados, más sujetos a
las pasiones emocionales que a las intelecciones.
Frente al problema de lo que en aquél entonces se conocía como “malones”, fue un
partidario de una “guerra ofensiva” y crítico de la guerra defensiva, precisamente,
porque entendía que el poder nacional estaba lo suficientemente maduro para ocupar
el espacio. Por ello cita los señalamientos que hizo en la guerra contra la montonera
entrerriana afirmando que más que una “guerra europea” es “una gran cacería15 en
que están empeñados, en que es preciso no perder la pista a la presa”.
Y así ocurrió en dicha guerra en la cual Roca venció a Ricardo López Jordán, el últi-
mo de los caudillos. De manera similar, empleando la sorpresa y el principio de ofensi-
va, derrotó en Santa Rosa a Nicolás Arredondo, aplicando una penetración ofensiva en
los flancos, en la cual lo termina venciendo en la retaguardia.
Pero donde Roca realmente se vuelve una figura nacional es en la batalla contra
los malones, percibidos como una verdadera agresión por los pueblos del interior

14 Florit, Carlos. Op. Cit. p. 28.


15 Idem, p. 31.

24
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

bonaerense y del país. Esta cuestión hoy tan controversial le da una gran notoriedad
y popularidad. Por ello Florit menciona especialmente la polémica con Alsina, que
representaba los intereses del partido autonomista de la provincia de Buenos Aires,
en cambio Roca, militar de carrera, tenía una visión más amplia del país.
El problema de los indios sería erróneo entenderlo entenderlo sólo como una cues-
tión militar, era más bien un problema político nacional, sobre todo en lo que repre-
sentaba el problema schmittiano de la toma de la tierra y la ocupación del espacio. En
este punto hay dos opiniones divergentes, una es la de Barros que había sido jefe de
frontera de la provincia de Buenos Aires y la otra de Olascoaga jefe de frontera de Cuyo;
él primero entendía que el meollo del asunto pasaba por la forma corrupta en la cual
los indígenas eran sobornados impidiendo la expansión de la provincia de Buenos Ai-
res y el segundo con las posibles apetencias que tenía Chile sobre nuestra Patagonia.
Para Florit, Barros jugaba en pro de la defensa de las explotaciones ganade-
ras de Buenos Aires: es importante recordar que fue uno de los fundadores de
la Sociedad Rural y miembro del partido autonomista. Olascoaga tenía vínculos
con el partido federal, por su propia historia personal siempre estuvo interesado
en defender las fronteras, en especial en la región de Cuyo. Inclusive alertó a las
autoridades nacionales sobre la posibilidad de que pudieran ocurrir invasiones
extranjeras que podrían asentarse a orillas del Río Negro. Esta noción del proble-
ma territorial que representaban los indios es la que lo lleva a ser colaborador de
Roca desde el año 1878. Olascoaga formó parte de la expedición que se dio en el
año 1879 como “secretario del comando en jefe”, y posteriormente fue nombrado
gobernador de Neuquén.
Otro clivaje que se daba y que el autor menciona era entre Roca y Alsina, princi-
palmente por lo dicho ya sobre las características diferentes entre una concepción
estratégica ofensiva y una defensiva. Alsina buscaba mantener la línea de fortines,
es decir, las delimitaciones territoriales entre el territorio nacional y el territorio
controlado por los indios. Si bien Roca nunca renegó del rol que tuvo Alsina en la lu-
cha por el espacio e incluso lo reconoció una vez muerto. Alsina fue el creador o pre-
cursor de la “zanja” o “zanja de Alsina” como se conoce, la cual era una fosa de “tres
varas y media de ancho por dos y media de profundidad”16. Extendida básicamente
en el oeste de la provincia de Buenos Aires, la “zanja de Alsina” no estaba orientada
a ser un muro de contención, sino que lo que realmente buscaba era detenerlos una
vez que hubiesen cometido ilícitos. Y dice “el plan del poder ejecutivo es contra el
desierto para poblarlo y no contra el indio para exterminarlo”17, pero a su vez Roca
destaca que la frontera del desierto coincidía con la de la provincia de Buenos Aires.
Es decir, aquellos que estuvieran afuera de la famosa zanja de Alsina estaban con-
denados a vivir con los “temibles malones” en el desierto.
La propuesta de Alsina inobjetablemente representaba una desintegración del te-
rritorio nacional y un duro golpe a la incipiente geopolítica del país; sobre todo porque

16 Florit, Carlos. Op. Cit. p. 38.


17 Idem, p. 39.

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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

dejaba a un lado a provincias como San Luis y a la región de Cuyo a eventuales amena-
zas chilenas y buscaba proteger pura y exclusivamente a Buenos Aires.
En la visión de Alsina primaba el factor fundamental de los intereses del sector ru-
ral de la provincia Buenos Aires ante los asesinatos, violaciones, robo de mujeres y
de niños perpetrados por los malones. Como observa Florit en consonancia con Roca,
Alsina buscaba proteger a los que eran víctimas sólo de este lado de la zanja, los que
estaban del otro lado deberían enfrentar por su cuenta a los malones, algo inaceptable
para un Estado Nacional, como había ya mostrado el mismo Juan Manuel de Rosas.
Finalmente, la idea de Alsina fracasó por insostenible, los malones pudieron burlar
muy fácilmente el supuesto muro, construyendo puentes sobre cadáveres de anima-
les, lo que les permitía ir de un lado a otro y robar ovejas, vacas y atacar a las poblacio-
nes laboriosas causando daños irreparables e impidiendo la vida en paz. En definitiva,
la visión parcial de Alsina no contemplaba los intereses nacionales terminaba sobre-
pasada y vencida por el problema que buscaba solucionar.
Por ello Roca en una carta a Alsina afirma: “A mi juicio el mejor sistema de concluir
con los indios es el de la guerra ofensiva que es el mismo seguido por Rosas que casi con-
cluyó con ellos”18. A su vez, señala el costo económico que se genera por el mantenimien-
to de las fronteras cuando se quejaba de los subsidios que se destinaban a los ranqueles.
La entrada de Roca en la guerra con un sistema moderno modificó el curso de la si-
tuación estratégica trayendo consigo una revolución espacial tan significativa para el
Estado nacional como lo fuera para la corona de Castilla y Aragón la conquista de Amé-
rica. Roca atacó con éxito en cuatro puntos, a saber: modificó los posibles frentes de
ataques de los indios obligándolos a cambiar sus tácticas, impidió con su entrada sor-
presiva que pudiesen aglutinarse, cortó sus líneas de abastecimiento y atacó su punto
de retirada que utilizaban en Villa Rica para así escapar a Chile.
Para Florit, el general Roca, con la astucia y conocimientos de lo militar que lo ca-
racterizaba pudo plasmar exitosamente el principio de Sun Tzu por el cual lo más de-
seable no es acumular batallas ganadas sino “subyugar al enemigo sin combatir”19.

La política nacional y biografía de Roca


Con la primera presidencia de Roca se da el inicio en el país del período que la histo-
riografía denomina como república oligárquica, en la cual el partido autonomista na-
cional gobernó desde 1880 hasta el año 1916. Lo que signó a este nuevo gobierno fue el
roquismo con la figura de Roca como hombre central que concentró y ejerció el poder
de manera personalista pero no a la manera carismática.
No hay que olvidarse que Roca fue un jefe de militar con un gran prestigio, un gran
organizador y estratega, proveniente de una familia donde todos los hombres eran mi-
litares como él, criado en hogar católico, aunque él tuviera luego grandes problemas
con la Iglesia Católica, al punto de romper relaciones con el Vaticano. Un dato que Flo-
rit menciona -y que es digno de mención- es que más allá de su adscripción a las ideas

18 Florit, Carlos. Op. Cit. p. 41.


19 Ibidem, p. 43.

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

liberales y progresistas de la época, Roca no perteneció a la masonería, a diferencia de


otros miembros del poder político de ese entonces. Esa condición le dio una indepen-
dencia de criterio favorable a los intereses nacionales.
Roca poseyó una personalidad que logró conjugar lo cívico con lo militar, sobre todo
como bien señala Florit gracias a su paso por el Colegio del Uruguay siendo destaca-
dos sus conocimientos en idiomas como el latín y francés. Tenía una apetencia por la
cultura en general y por el estudio de los clásicos, recibiendo una formación huma-
nista en un colegio al cual asistían personas de las clases populares económicamente
menos favorecidas gracias a la política de becas impulsada por Urquiza. En definitiva,
Roca supo expresar el pensar nacional gracias a su condición de político y militar; pe-
ro sobre todo por un vasto conocimiento de lo que sucedía al interior del país gracias a
sus recorridos y su interés por lo que ocurría en las fronteras interiores. Es acá donde
tenemos que mencionar su condición de federal tanto en su sentido político como tam-
bién en su condición militar, puesto que tenía fluidas relaciones con las estructuras
militares provinciales y con las familias federales. El papel de Roca se inició bajo la tu-
tela de Urquiza y siguió en Entre Ríos en la lucha con las montoneras y luego en la bata-
lla de puente Alsina contra los “rifleros de la patria chica”. El sentido federal de Roca se
desarrolla en su vocación militar y en su capacidad para impulsar la resolución de la
denominada “cuestión capital”: la federalización del territorio de la ciudad de Buenos
Aires puesta al servicio de todos los argentinos y no exclusivamente como un patrimo-
nio de la burguesía comercial porteña.
Para comprender a Roca hay que mencionar dos dimensiones: una es la que el autor
denomina como “nacionalizadora”, que logró imponer al ejército nacional por sobre
las milicias provinciales cuya disolución dispuso Roca desde la presidencia de la Na-
ción. Y la segunda, una dimensión institucional en lo que respecta a lo militar en un
país atravesado por casi un siglo de guerras internas y externas. En otras palabras, se
profesionalizó al ejército argentino.
El sentido federal lo adquirió gracias a sus contactos con el sector de Urquiza y tam-
bién de su acuerdo con Bernardo de Irigoyen, constructor este último del partido au-
tonomista nacional. Era más bien una comprensión de la naturaleza social argentina
que una cuestión puramente de opinión. Es importante poner en cuestión el mito se-
gún el cual Roca inauguró una etapa militarista en el país: más bien al contrario, la paz
en la presidencia Roca fue un sello distintivo, que hizo posible la multiplicación de la
inmigración europea y la expansión de las posibilidades de la vida civil, hasta aquél
entonces muy acotadas por las guerras y los malones.
En relación al período que Roca concluye, se da lo que Florit llama “una militari-
zación de la política como una politización de la milicia”,20 sobre todo en la época pos
Caseros, en la que no había una línea central fuerte como existía durante el mandato
de Rosas. Es la época de los caudillos militares, Peñaloza, Varela, Saá, López Jordán,
personajes políticos provinciales que querían tener un papel en las decisiones que se
tomaban en el puerto de Buenos Aires, de ahí que devienen en milicias provinciales.

20 Florit, Carlos. Op. Cit. p. 54.

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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

Por eso Florit señala que todos los políticos argentinos, casi sin ninguna excepción,
tuvieron conocimientos militares. Es el fenómeno que Huntington denomina “preto-
rianismo”: la era de los políticos armados.
De la provincia de Buenos Aires también se pueden nombrar a caudillos armados
que ostentaban rangos militares como Alsina, Sáenz Peña y Tejedor. Era comprensi-
ble que Roca y lo que llamamos roquismo tuviese para sus detractores un marcado
sesgo militar en lo que hace a la resolución de conflictos políticos. A veces la paz se
logra por acuerdos y otras veces por la victoria militar de una de las partes. Roca
en el poder disolvió a las milicias provinciales y produjo una unificación del poder
militar que establecía el manejo de armas a cargo pura y exclusivamente del Poder
Ejecutivo Nacional.
Los objetivos de Roca al jurar como presidente fueron tendientes a la instituciona-
lización y profesionalización del ejército como señalábamos; en otras palabras, Florit
busca demostrar que nada más alejado de que la idea de pensar el roquismo como
un movimiento militarista. De hecho, Roca estableció la condición de ascenso militar,
retiro obligatorio, reguló la justicia castrense y “prohibió la intervención de sus miem-
bros en la política partidaria”.21 Claramente, fue un político pacificador tendiente a la
normalización de la vida nacional bajo el signo del trabajo y la producción, dejando
atrás la Argentina violenta.
Florit muestra que gracias a un líder militar el país pudo decidir sobre su política
interna y externa, ocupar todo su territorio y llevar adelante un sostenido crecimiento
económico. Quisieron las circunstancias históricas que fuesen los militares quienes
implementasen esta tarea. Tarea o proceso que tuvo su fase decisiva con la denomina-
da “campaña del desierto”.
El “desierto” para Roca y los suyos -que estaban imbuidos en la mentalidad posi-
tivista de esos años- representaba el atraso, la no civilización y además era un desa-
fío “para el sentido deportivo de la vida que cultivaban esos personajes de libros de
caballería”.22 El desierto a su vez era una amenaza para la nación y su seguridad por
el conflicto con Chile, que lo reivindicaba formalmente como propio, y por ser una
fuente de corrupción.
Olascoaga señalaba que uno de los principales problemas que tenía el desierto
era la inseguridad que allí había, era visto como un misterio indescifrable para los
hombres, y también como un enemigo a vencer. Era uno de los mayores problemas
histórico político que debía ser vencido si se quería unificar el territorio y lograr un
desarrollo político.
Había tribus indias amigas como las de Catriel y Mariano Rosas que estaban afin-
cadas en determinadas zonas gracias a la política de acuerdos, merced a las cuales
recibían cierto aprovisionamiento, tabaco, licores etc. Barros fue muy crítico de este
sistema de transacciones con los aborígenes por lo que afirmaba la necesidad de cam-
biar radicalmente la estrategia. Ya hemos señalado las discrepancias entre Alsina y

21 Florit, Carlos. Op. Cit. p. 58.


22 Ibidem, p. 65.

28
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Roca para con el problema de la ocupación del espacio, pero es pertinente decir que
Roca buscaba poner los recursos de la provincia de Buenos Aires para los habitantes
de todo el país, frente a la visión localista de Alsina.
Para Roca, la frontera era un desafío por conquistar -a la manera que tuvo el viejo
oeste en los Estados Unidos- como también era una lucha por lo económico y tecnoló-
gico, es decir aprovecharse de los recursos naturales de estas tierras, implementar fe-
rrocarriles y telégrafo. Nadie en la historia argentina había tratado de resolver el pro-
blema como lo hizo el roquismo, con excepción de Rosas que el mismo Roca reconoció.
Por poner un caso, el cacareado Sarmiento pensaba que el problema duraría varios
siglos. Para Florit, el sanjuanino poseía una “desorientación absoluta”23.
Una vez terminada la campaña, la figura de Roca surge como un posible candidato
a remplazar a Avellaneda, sobre todo por la oposición de Sarmiento, que buscaba una
segunda presidencia. Presentándose no como candidato de una parcialidad sino de
un proyecto histórico que llevaría adelante la causa nacional, Roca buscaba cooptar lo
que él mismo denominaba como sentimiento nacional.
Se sirvió del Partido Autonomista Nacional que no era un partido en términos mo-
dernos sino, como ya señalamos, una aglomeración de grupos dominantes en cada
una de las provincias del país, en la cual cada una respondía a los intereses del gober-
nador local. En rigor, era una suerte de confederación movimientista de partidos.
Roca necesitaba una suerte de movimiento nacional avant la lettre para ser el jefe del
Estado en una atmósfera más bien difícil y hasta hostil, ocupada por políticos localistas
que dominaban las distintas provincias. Paradójicamente, Tejedor fue objetivamente
un aliado de esta tarea, ya que con sus posturas localistas y sus ideas de la patria chica,
logró mancomunar a todos los gobernadores -salvo el de Corrientes- contra su figura, lo
que posibilitó que el general Roca llegase con mayor respaldo a la presidencia.

La política exterior de Roca


El autor indica que la política exterior llevada a cabo durante la presidencia de Roca
tuvo su correlato en lo que hacía el desenvolvimiento de la política interna; es decir
se adoptó a la estrategia nacional y logro moverse en pos de los intereses que sus-
citaba la situación interna de Argentina. En una sociedad argentina con marcada
tendencia rentística como resultado de la adquisición repentina de enormes exten-
siones de tierra, la denominada “república oligárquica” era en rigor un conjunto de
fuerzas económicamente concentradas- un verdadero bloque histórico- con tenden-
cia al gasto suntuario en palacetes locales y parisinos, y con nula capacidad de rea-
lización de inversiones de riesgo. Con las notables excepciones de Carlos Pellegrini
y Vicente Fidel López -industrialistas inclaudicables- la tendencia dominante de la
generación del 80 incubaba la crisis del 90, el grito popular y de clases medias en
contra de la corrupción dominante24.

23 Florit, Carlos. Op. Cit. p. 72.


24 Cf Israel Loresztain, Los bancos se roban con firmas: corrupción y crisis en 1890, editorial Teseo, Buenos Aires, 2010. Este fundamentado y
esclarecedor libro muestra la corrupción de muchos de los políticos más prominentes de la Generación del 80.

29
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

La necesidad de ulteriores precisiones y fundamentaciones- en particular, la re-


currencia al capital británico ante la ausencia de voluntad inversionista nacional- no
oculta una cierta centralidad nacional que inspiró la política exterior de Roca. La po-
lítica correcta indica, desde la línea de la lógica, primero Argentina y, sobre esa base
firme, se determinan las preferencias en materia de política exterior. Es exactamente
el método inverso de la mentalidad colonizada, que empieza por las necesidades ex-
tranjeras para abrirles la puerta del país y luego esperar a ver qué sucede.
La política exterior de Roca tuvo un marcado eje instrumental y técnico inspirado
en una combinación de sentido nacional con intereses de grupo. Como señala Florit,
los que la llevaron adelante “estaban unidos entre sí por lazos de amistad, de familia,
o de intereses o por todos ellos en conjunto”.25 Lo que producía un monopolio y una
visión hegemónica y coherente de lo que tenía que ser la política exterior. Subrayemos
que estamos hablando de una época en la cual la oligarquía era tal por su capacidad de
organización para llevar adelante un gobierno y más aún el manejo de las relaciones
internacionales, capacidad que las masas populares en ese entonces no tenían. No se
trata de un problema intelectual o de conocimiento, sino de organización y proyección
cualitativa de la organización. El problema de la incorporación popular al escenario
histórico no escapa a las leyes del poder: sólo la organización posibilita el acceso. La
división y la desorganización lleva a la disolución y el sometimiento. La organización
es neguentrópica: niega la pérdida de energía y la concentra en su uso. La desorgani-
zación es entrópica, genera pérdida de energía y debilidad política.
También hay que mencionar que dentro de esta política llevada a cabo por la oligar-
quía solamente los sectores de Buenos Aires eran los que habitualmente tenían el con-
trol de las relaciones exteriores, lo que denotaba el predominio del puerto.
Lo que puntualiza Florit es que pese a las diferencias o antagonismos que pudo ha-
ber dentro de los hombres que llevaron adelante la política exterior tenían muy en cla-
ro cuáles eran los objetivos a seguir gracias a las imposiciones y deseos de Roca; por-
que como bien pasó con la política nacional, la internacional se ejerció contemplando
el interés nacional.
Dos principios se establecieron como normas o pautas a seguir en la política exte-
rior que inauguró Roca: el principio de no intervención y el principio del libre cambio.
La primera derivada de una vieja tradición política Argentina: el país de San Martín y
Belgrano no podía ser ni un instrumento ni un corifeo de las potencias. Roca había vi-
vido en carne propia la guerra del Paraguay y su triunfo tiene el eco de la insatisfacción
de los veteranos de guerra con la política antiamericana de Mitre.
Pero el segundo principio fue el leimotiv del gobierno de Roca, aunque atemperado
en el tramo final26. Si bien le trajo varias críticas con posterioridad, lo que hay que
mencionar es que mejoró la producción de granos y carnes en un modelo de integra-
ción subordinada a la división del trabajo que estaba en boga en aquellos años en Eu-
ropa, pero “provoco malformaciones estructurales… así como en la implantación de

25 Florit, Carlos. Op. Cit. p. 104.


26 Cf. José Carlos Chiaramonte, Nacionalismo y liberalismo económicos en Argentina, Edhasa, Argentina.

30
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

los asientos urbanos, pensados todos en función de la conveniencia de la producción


primara y la exportación”27.
Consecuentemente, cuando se modifica o se quiebra la división internacional del
trabajo la consecuencia es un duro golpe a la estructura económica del país. Paralela-
mente, en Estados Unidos se estaba llevando adelante una política de corte proteccio-
nista que buscaba expandirse a toda América. En este punto Florit manifiesta que la
relación con Europa pudo funcionar como un freno a los avances de la proyección de
poder norteamericano sobre Iberoamérica.
Y el último principio en materia de política exterior que se da con Roca es el de la
“política de pacificación”, proveniente de la filosofía positivista que tendía a la despoli-
tización y a la administración de cosas más que a la conducción de personas. Una visión
más administrativista y técnica que prudencias y humanística, propia de la época.
Por otra parte, la expansión del sistema capitalista a todo el país pudo lograr ese
progreso anhelado y una administración eficaz en términos económicos.
En relación a los problemas, la política exterior de Roca consolidó la ocupación ar-
gentina del espacio de Patagonia a través del tratado con la hermana República de Chi-
le en 1881, que fijó los límites en la cordillera y en el estrecho de Magallanes.
La denominación de política continental designaba las relaciones exteriores con los
países del continente americano, esta política “se fue desarrollando al compás de la
propia emergencia de nuestra política nacional”28. Gracias a la campaña libertadora
del Gral. José de San Martín y al “partido americano” que siempre el Libertador profe-
só, Argentina poseía una creciente personalidad internacional como defensora de la
soberanía de todos los países del continente a través del principio de no intervención,
una personalidad que el denominado “realismo periférico” buscó destruir a través de
una retórica antinacional, denigratoria de las tradiciones, que sólo tuvo como conse-
cuencia la venta de armas clandestina e ilegal a países en guerra (tercerizando los ca-
prichos de las autoridades de la superpotencia dominante aquél entonces). Una felonía
de ese tipo -acompañada por la imagen de muy mal gusto de las “relaciones carnales”-
no puede, como diría San Martín, limpiarse ni “con el sepulcro”.
En ese sentido, puede afirmarse que la orientación de la política exterior argentina
hacia Europa proporcionó la fuerza necesaria como para hacer de contrapeso a la pro-
yección de poder estadounidense en Iberoamérica, y, en ese sentido, puso a la Argenti-
na en el lugar que su tradición americanista le indicaba.
Para Florit, el librecambismo que decidió adoptar el país tuvo a Europa y especial-
mente a Inglaterra como principal destinatario y esto, lejos de ser una desventaja, per-
mitió una política inteligente frente al incipiente imperialismo de Washington que co-
menzaba a jugar fuerte en aquellos años. No se pueden dejar de mencionar que es en
estos años donde se dieron los mayores volúmenes de inversiones extranjeras, fran-
cesas e inglesas en su mayoría. Pero las inversiones también tenían su correlato en la
geopolítica, eran un triunfo del roquismo; permitían reforzar la idea de soberanía y

27 Florit, Carlos. Op. Cit. p. 108.


28 Ibidem, p. 141

31
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

fortalecer la independencia nacional, por eso Florit sostiene que “el flujo de inversión
externa no encontró otras garantías que las que emanaban de los mismos títulos que
documentaban la inversión”29. Esto se debió a que las garantías de los países que ha-
cían la inversión eran tierras fiscales, de esta manera se pudo financiar las obras pu-
blicas hechas durante este período: una modalidad controversial pero acaso forzada
por la naturaleza de los recursos disponibles.
Parece singularmente relevante subrayar que la construcción de la personalidad
política internacional de la República Argentina buscó preservar la Independencia
nacional y continental de la injerencia norteamericana tendiente a la imposición y la
agresión. En gran medida, salvo con la excepción del claudicacionismo oportunista
y de mal gusto, -propio de una mentalidad colonizada tendiente a la moralización del
poderoso más que a la correcta apreciación de fuerzas- denominado relaciones carna-
les, la personalidad internacional argentina supo ganarse el respeto y un cierto lide-
razgo continental cuando su práctica respetó y se inspiró en los principios de sobera-
nía y no injerencia.
En la visión geopolítica roquista, la Campaña al Desierto además de una expedición
militar y científica, fue un verdadero acto de soberanía, de recuperación y dominio
sobre los territorios australes de ese Estado; este acto de posesión significó su efectiva
incorporación a través de la fundación de pueblos, asentamientos, la construcción de
caminos y, más tarde, la creación de una extensa red ferroviaria, una de las más gran-
des del mundo. Paralelamente a ello, la cuestión con Chile siempre estaba presente en
las preocupaciones del general Roca, en un contexto donde continuaban las gestiones
diplomáticas entre ambos países, pese a que crecía la percepción de que la guerra era
inevitable. El histórico Abrazo del Estrecho entre los presidentes de Argentina -Roca- y
Chile – Errázuriz- en el acorazado O’Higgins frente a Punta Arena, el 15 de febrero de
1899, creó lo que se llamó el espíritu del Estrecho, alejando el fantasma de una gue-
rra inminente, consolidando la visión geopolítica roquista sobre nuestra Patagonia y
sus límites. Finalmente serán los Pactos de Mayo, firmados el 28 de mayo de 1902 en
Santiago de Chile por el Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario argentino
José Antonio Terry y Ministro de Relaciones Exteriores chileno José Francisco Vergara
Donoso, durante las presidencias de Julio Argentino Roca y Germán Riesco, los que
pondrán fin al conflicto de límites y consolidarán la amistad entre ambos países.
Para comprender el sentido no sólo de su proyección, sino también de su marco de
elaboración y puesta en acto, es preciso contraponerla a la política y la presión nortea-
mericana sobre Iberoamérica.

Visión norteamericana
Esta fundamentación se apoya en el análisis del texto De Monroe a la Buena Vecindad.
Trayectoria de un imperialismo, de Carlos Ibarguren (h). Basada en el pensamiento na-
cional, es una interpretación crítica, aguda y siempre recomendable, de las diferentes
fases de la política Latinoamericana de EEUU.

29 Florit, Carlos. Op. Cit. p. 166.

32
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

La doctrina del “destino manifiesto” expresa la creencia en que EE. UU. es una na-
ción destinada a expandirse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico. Si bien
el origen del concepto podría remontarse a la época en que comenzaron a llegar los
primeros colonos, el término se recuperó en la década de 1890, principalmente por los
republicanos, como una justificación teórica para la expansión estadounidense fuera
de América del Norte. Asimismo, fue incorporado al discurso de los encargados de su
política exterior en los inicios del siglo XX.
Ibarguren comienza haciendo un racconto histórico de la política exterior nortea-
mericana, señalando que ya uno de los padres fundadores de Estados Unidos, Alexan-
der Hamilton, ambicionaba con la idea de un vasto imperio americano que pudiera
hacerle frente en ese entonces a las políticas exteriores del viejo mundo. Las políticas
imperialistas estuvieron marcadas desde los inicios en el incipiente régimen de Esta-
dos Unidos con las compras de tierra de Luisiana y Florida respectivamente, así como
la expansión hacia el oeste y sur.
A su vez destaca la neutralidad que tuvo el gobierno de Estados Unidos en las luchas
de independencia en el siglo XIX en Iberoamérica. Los diferentes gobiernos argentinos
solicitaron ayuda al gobierno de EE.UU. pero dichos pedidos apenas fueron atendidos.
En el plano internacional con la formación de la Santa Alianza, Gran Bretaña estaba
temerosa de que pudiese haber una influencia comercial en la zona de las colonias
por parte de Prusia o Austria. Por lo tanto, a través de Canning por medio del ministro
Rush, Inglaterra propuso una declaración en la cual se decretaba que España había
perdido sus colonias inexorablemente y sobre todo “no podríamos ver con indiferen-
cia el traspaso a cualquier otra potencia de ninguna parte de dichas colonias”30.
Según el autor, esto se debió a que con la caída del régimen liberal en España y
Francia que buscaba instaurar un gobierno absolutista con el auspicio de la Santa
Alianza, los ingleses tenían la intención política de refrenar cualquier influencia
francesa en el continente.
El presidente de EE.UU. Monroe, por su parte, se mostraba de acuerdo con Inglate-
rra, pero el secretario Adams receloso de una posible influencia de la Santa Alianza
en las colonias, sospechaba que Canning buscaba también limitar las posibles manio-
bras de la unión americana.
Además, existía un peligro por la posición geoestratégica de Rusia que era la posee-
dora de Alaska y la ambición de esta potencia por aumentar su territorio. Por eso logra
torcer la declaración de Canning y busca que sea el presidente Monroe quien declare
su posición acorde a los intereses de la nación estadounidense. Una disputa por la pro-
yección estratégica que con el tiempo se transformaría en una relación especial moti-
vada por intereses concurrentes y vínculos permanentes.
Por ello Monroe declaró el 2 de diciembre del año 1823 que “consideramos peli-
groso para nuestra paz y seguridad cualquier propósito (de las potencias de la Santa
Alianza) de extender sus sistemas a una porción cualquiera de este hemisferio”31. Aquí

30 Ibarguren, Carlos, De Monroe a la Buena Vecindad, trayectoria de un imperialismo Buenos Aires: Ediciones Dictio, 1979, p. 20.
31 Ibarguren, Op. Cit. p. 23.

33
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

tenemos, para Ibarguren, un subterfugio: si bien los Estados Unidos buscan proteger-
se de una política expansionista de la Santa Alianza, a su vez quieren protegerse ellos
mismos, resguardando a todo el continente se la influencia de Europa.
Por eso sostiene que de este mensaje en apariencia solidario con el continente ame-
ricano irían germinando las ideas del panamericanismo. La “ayuda” a los países de
América, rechazando a las posibles influencias europeas, se apropiaba del derecho de
intervenir discrecionalmente. Más allá de la declaración altruista lo que buscaba el
gobierno estadounidense con la declaración era arrogarse como árbitro de los asuntos
americanos e imponer penas para aquellos países que no respetasen la doctrina. Otro
efecto que tuvo la doctrina Monroe fue la anexión por parte de Estados Unidos de los
territorios de Texas, Nuevo México, Arizona, Nevada y parte de California. Una inva-
sión y apropiación de territorio mexicano que aún hoy no deja de llamar la atención.
La declaración también muestra un desprecio o indiferencia por los países hispa-
noamericanos. El 28 de abril de 1826 la cámara de representantes declaro que “El pue-
blo de los Estados Unidos quedará libre para obrar en cada crisis, del modo que se lo
dicten sus sentimientos amistosos hacia esas repúblicas (es decir Hispanoamérica),
así como su propio honor y su política”32. Otro caso que da cuenta el autor es la negativa
de Anderson -ministro plenipotenciario- cuando se negó a un arbitraje propuesto por
Colombia por un tratado de comercio.
En definitiva, siempre Estados Unidos -por motivos económicos o políticos- busca-
ban manejar su política exterior en su propio provecho. La doctrina en realidad sólo
hubiera tenido algún sentido si Estados Unidos se hubiera dirigido exclusivamente a
los americanos del norte, puesto que nunca se vieron en la necesidad de ayudar a los
países del sur en sus guerras de independencia.
Por eso cuando Brasil solicita ayuda en caso de una posible invasión de Portugal, el
canciller Clay se negó a dársela: si una potencia del sur se enfrentaba a Europa sería
el congreso de Estados Unidos el que deliberaría si se debía intervenir o no. Y si para
muestra falta un botón se vio cuando Gran Bretaña intervino en la política exterior de
América del sur creando un Estado como el Uruguayo en aras de cambiar el esquema
político durante el conflicto brasileño-argentino; los Estados Unidos decidieron no in-
tervenir. Otro hecho que vale la pena nombrar fue la apropiación británica de las islas
Malvinas con el respaldo de Estados Unidos, algo que se verá dramáticamente en la
gesta de Malvinas del año 1982.
Ibarguren da cuenta de cómo la estructura social interna de Estados Unidos re-
percute en la política internacional; el destino manifiesto del pueblo estadounidense
es lograr “civilizar” al resto del mundo. Monroe mismo declaró que “el destino del
nuevo mundo está en nuestras manos”33. Como respuesta de este mesianismo Mé-
xico sería la primera consecuencia política. El pragmatismo parece ser el rasgo ca-
racterístico de la política de EEUU. En este sentido, puede afirmarse que la filosofía
de William James más que leída está incorporada al modo de ser norteamericano: un

32 Ibarguren, Carlos. Op. Cit. p. 34.


33 Idem, p. 38

34
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

individualismo acérrimo. Para lograr la felicidad dice Ibarguren el pueblo de Esta-


dos Unidos solo precisa de tres elementos ellos son: salud, seguridad y bienestar, con
prescindencia de cualquier elemento espiritual o moral. De ahí que surja la famosa
expresión “standard of life”.
Con la expansión del mercado interno, es decir, la introducción de nuevas máqui-
nas y ferrocarriles, la economía de Estados Unidos estaba saturada y su objetivo era
expandirse al exterior. “Bajo excusa de americanismo solidario, los Estados Unidos
emprendieron la conquista de los mercados continentales”34.
Con una Europa centrada en aumentar sus tierras en África y Asia, la política de
EEUU se inclinó a comerciar con las incipientes naciones americanas del sur y a estre-
char vínculos políticos económicos de sujeción unilateral.
En 1904 el presidente Roosevelt declaró lo que el autor llama “corolario” de la doc-
trina Monroe y es básicamente la enunciación del derecho que tiene EEUU de inter-
venir en el hemisferio occidental. La declaración afirmaba que “un desorden crónico,
una impotencia constante para conservar los vínculos que unen a las naciones civili-
zadas, en América como en todas partes, podrán requerir la intervención de alguna
nación civilizada y en este hemisferio la fidelidad de los Estados Unidos a la doctrina
Monroe podrá obligarlos a ejercer un poder de policía internacional en caso flagrante
de tales desórdenes”35.
De esta manera la doctrina Monroe alcanza su coronación lógica puesta al servicio
de los intereses del imperialismo, quedando las repúblicas americanas al control de
Estados Unidos ya no de manera tácita sino explícitamente. Es toda una maquinaria
política y financiera que irá minando a los países soberanos en detrimento de su ca-
pacidad de soberanía y capacidad de maniobra política. Los banqueros y financistas
exigirán también la creación de bancos centrales destinados básicamente a regular
las economías regionales para distorsionar a las estructuras de los países en beneficio
de las necesidades expansivas de la economía estadounidense.
En virtud de su poder naval incrementaron sus mercados externos, de manera
que se podían buscar monopolios en los mercados exteriores para colocar exceden-
tes e invertir en empresas mercantiles, petroleras, azucareras, etc. Las inversiones
de Wall Street jugaron un rol fundamental en la penetración económica: contaban
con el respaldo del gobierno de Estados Unidos, lo que traía aparejado la necesidad
de contar con gobiernos subordinados y “pro norteamericanos a la fuerza” donde las
inversiones llegaban.
El autor da cuenta de las intervenciones militares, por ejemplo, en la zona del Ca-
ribe, con el único propósito de proteger los capitales de Estados Unidos. Esta política
seguirá en el tiempo inclusive con el presidente Wilson. Nosotros podemos recordar la
invasión a Panamá en el año 1989.
En su discurso de Mobile, Wilson dice que “se oye de concesiones a capitalistas ex-
tranjeros en la América Latina no se oye de concesiones a capitalistas extranjeros en

34 Ibarguren, Carlos. Op. Cit. p. 54.


35 Ibarguren, Carlos. Op. Cit. p. 66.

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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

Estados Unidos. Los estados latinoamericanos deben buscar la forma de emanciparse


de las empresas extranjeras (es decir europeas), debemos ser nosotros los primeros
que tomemos parte en ayudarlos a esta emancipación”36.
El objetivo de Wilson no podía ser más claro, barrer con los capitales europeos para
que las naciones iberoamericanas pasaran a ser dependientes de los capitales esta-
dounidenses. Durante la guerra mundial las democracias peleaban no sólo en el terre-
no de las armas sino con una estrategia indirecta de aislar comercialmente a los ene-
migos, por ello Ibarguren da cuenta de las actitudes que tuvo Wilson para las naciones
neutrales hispanoamericanas, presionadas con amenazas y extorsiones, como ocu-
rriría durante la Segunda Guerra Mundial. El objetivo era enfrentar a las naciones sud-
americanas contra Alemania justificándolo con palabras tales como democracia o los
derechos de las pequeñas naciones que se verían socavadas con una victoria alemana.
En este sentido, cabe destacarse la política de Yrigoyen que se desentiende de Wil-
son y su política belicosa a través del Congreso de Neutrales, lo que trae aparejado que
Washington mire con malos ojos la declaración de neutralidad.
Una vez finalizada la guerra Wilson enuncia sus famosos 14 puntos entre los que
se destacaba la creación de una sociedad de las naciones. El Senado estadounidense
no lo ratificaría sino se aprobaba la vigencia de la doctrina Monroe. Sin embargo, fue
aprobado y en su artículo 21 del pacto de la Sociedad de las Naciones se mantenía la
doctrina a fin de garantizar la paz y la seguridad.
Ahora bien, el congreso de Estados Unidos se negó a ingresar a la Liga, Harding,
sucesor de Wilson terminó el estado de guerra exceptuando los vínculos de acreedor
que lo unían a los imperios centrales. Clemenceau por su parte atacaba la posición
de Estados Unidos en los tratados de paz acusándolos de haber llegado tarde a la gue-
rra y de querer jugar un papel fundamental en los tratados de paz para obtener un
rédito económico.
Con una Europa devastada, Estados Unidos pasó de ser deudor a convertirse en
nuevo acreedor de Europa; en el caso de Iberoamérica Ibarguren señala que si bien es
cierto que se retiraron las marinas que ocupaban el Caribe, se tejían en las sombras
supuesto un plan de “solidaridad continental”37.
Como era de esperarse el objetivo de esta política era lograr un rejunte de “bue-
nos vecinos” en el cual se enfrentaba a una Europa en decadencia, corrompida y des-
truida por la gran guerra. Dicho plan funcionaría gracias a un consejo teledirigido por
Washington, el cual controlaría toda la diplomacia y fuerzas armadas de las naciones
iberoamericanas. Así como también el consejo tendría atributos en lo económico co-
mo podía ser el control del comercio, la imposición de aranceles etc. En pos de buscar
esta supremacía política, en Washington se creó una división que llevaba el nombre
de asuntos latinoamericanos; el autor con mayor propiedad lo llama “ministerio de
colonias”, que gracias a la infiltración de las embajadas con sus expertos tendrían la
supervisión del buen andar de las repúblicas iberoamericanas.

36 Ibarguren, Carlos. Op. Cit. p. 73.


37 Ibarguren, Carlos. Op. Cit. p. 90.

36
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Un ejemplo ilustrativo fue la declaración del ministro Kellog sobre lo que sig-
nificaba la doctrina Monroe: esto es una “doctrina de defensa propia” la cual bus-
caba arrastrar a todos los países del nuevo mundo a las guerras de Estados Uni-
dos. Hughes en la conferencia panamericana en 1928 también reafirmó el inexo-
rable derecho a intervenir que tenían cuando los intereses de ellos estuvieran
amenazados. Hablando sobre la inestabilidad de los gobiernos caribeños Hughes
afirmaba que no estarían dispuestos a renunciar a la protección de los ciudada-
nos y los bienes que pudiesen verse perjudicados por las políticas de los países de
Nuestra América.
Esto es importante señalar puesto que confrontaba con el derecho y en especial
con la legislación de la República Argentina. La doctrina de los juristas Calvo y Drago
sostenía que la soberanía no podía ser violada por parte del reclamante o del acree-
dor con el objeto de cobrar una deuda. Esto fue ratificado por el delegado Honorio
Pueyrredón y surgió a raíz del bloqueo naval propiciado por Gran Bretaña a Vene-
zuela: Estados Unidos en este caso se negó a aplicar la doctrina Monroe.
Para el autor el arma más poderosa o eficaz que contó los Estados Unidos para llevar
a cabo sus planes en Iberoamérica fue la idea del panamericanismo. Todos los con-
gresos panamericanos celebrados en Brasil, Uruguay, México o inclusive la Argentina
estuvieron presididos por el secretario de Estado de EE.UU. Congresos en los cuales se
delineaban políticas económicas y sociales propuestas con el interés de la oficina in-
ternacional de repúblicas americanas luego llamado unión panamericana cuya sede
estaba en Washington.
Para Ibarguren, el panamericanismo era una versión derivada de la doctrina Mon-
roe, cuya instrumentación cimentó las bases para una paulatina pero segura domina-
ción imperialista norteamericana en el continente.
También señala que en esto hubo avenencia de los gobernantes de muchos países
iberoamericanos que, en pos de lograr una mayor seguridad y no ajenos al soborno
y la voluntad entreguista, cedieron su soberanía política y económica a los intereses
del imperialismo. Ejemplo de ellos es el caso de los dichos del secretario de finanzas
William Mac Adoo que sostuvo que lo más conveniente era que cada país latinoameri-
cano se reuniera con los financieros y comerciantes de Estados Unidos para así lograr
mejores negocios.
Roosevelt en el poder declaraba que “en el campo de la política internacional, qui-
siera consagrar esta nación a la política del buen vecino”38, estos conceptos confusos
que derivan del protestantismo norteamericano nunca fueron llevados a la práctica
por dicho presidente que en el caso cubano por tomar un ejemplo le pidió la renuncia al
entonces presidente Machado y le negó el reconocimiento a Grau San Martin concen-
trando la marina en las aguas de Cuba.
Otro caso que Ibarguren analiza es el de Hawai con el ataque que sufrió la flota de
Estado Unidos en Pearl Harbor por parte del imperio del Japón en el año 1941; en una
conferencia en La Habana se había establecido que cualquier estado no americano que

38 Ibarguren, Carlos. Op. Cit. p. 102.

37
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

ataque a un estado americano será “considerado como un acto de agresión contra to-
dos los estados que firmen esta declaración”39.
Pero donde quedaba esta base era una cuestión en la cual Ibarguren pone el acen-
to; y es que la misma se encontraba en el Pacífico, en Oceanía donde Estados Uni-
dos buscaba aumentar su poder de injerencia en Oriente, y que dicho sea las islas
Hawaianas se obtuvieron gracias a una anexión y derrocamiento de la monarquía
que reinaba en las islas. Luego del golpe que propició Estados Unidos, el azúcar de
Hawai obtuvo por decreto un privilegio para la exportación, medida que favoreció a
los propietarios de los ingenios que no podían competir con los productores de azú-
car de Cuba y Brasil.
En el caso de México luego de los movimientos independentistas, Gutiérrez de Lara
fue a Estados Unidos para obtener apoyo y se encontró con el mismísimo Monroe, que
le prometió su ayuda si México adaptaba una buena constitución con el fin de sumar
este territorio a la órbita anglosajona. En España se iban dando cuenta ya de las polí-
ticas expansionistas de Estados Unidos y su tendencia a la dominación imperialista.
Cuando el levantamiento liberal tuvo lugar en España, el líder mexicano Iturbide,
proclamó la independencia de su país, incluyendo a Guatemala y Nueva España, en
base a una monarquía. Poinsett el enviado de Estados Unidos buscaba crear un clima
de anarquía que socavara al incipiente régimen de Iturbide. A través de la masonería
y las sociedades secretas introduce organizaciones que respondían a intereses nor-
teamericanos. Se buscaba federalizar México a los Estados Unidos. Con el desorden
reinante en México, López de Santa Anna organizó una rebelión republicana contra
Iturbide, gracias a las instigaciones de Poinsett y los masones.
Guatemala se independiza de México: la situación no puede ser más favorable a Es-
tados Unidos, por ello Poinsett como ministro plenipotenciario hace saber a las autori-
dades mejicanas que se busca cambiar el mapa actual, rediseñándolo para que ahora
Texas se sajona: algo así como hacer de la Puna un dominio chino.
La historia de Texas es bastante singular; Moisés Austin empresario estadounidense
afincado en Virginia y Luisana buscó poblar Texas con gente de su propia cultura sajona.
El hijo de Austin retoma las ambiciones de su padre, pero México se independizaba
de España en ese entonces y Texas formaría parte del Estado de Coahuila. Sin rendirse
en sus planes traba contactos con los insurrectos mejicanos y obtiene el permiso de
colonización de 500 familias. Este fue el puntapié inicial para la maraña de sajones
que irían a parar a Texas, granjeros y agricultores pasarían por ese lugar de la frontera
sin ser fiscalizados sus productos de ninguna manera. Hoy el sentido de las migra-
ciones es inverso, pero el peso político de Estados Unidos acalla su propia historia de
apropiación y reparto del norte de México.
Es cierto lo que declaró Henry Clay en el sentido que “México no tiene interés en
conservar el territorio tejano, puesto que está repartiéndolo gratuitamente a los
norteamericanos”40; lo que ocurrió es que el gobierno mejicano reaccionó tarde lle-

39 Ibarguren, Carlos. Op. Cit. p. 110.


40 Ibarguren, Carlos. Op. Cit. p. 120.

38
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

vando gente a Texas con otros idiomas y otras costumbres que la de los sajones, sin
embargo, todo esto fue inútil, los gobernadores locales mejicanos negaron cualquier
ayuda apegados a sus propios intereses locales que, como ocurriera tantas otras ve-
ces, no les permitía pensar a la altura del concepto de interés nacional.
Cada vez que les quisieran cobrar un impuesto a los colonos que estaban en
Texas estos se enfurecían, no pagaban e inclusive llegaban a introducir armas des-
de EEUU. En 1883 los colonos realizan un congreso pro federalización de Texas
que exaltaba la figura de Austin, reclamando la autonomía. Arman un ejército res-
paldado por Estados Unidos y reclutado allí mismo, Santa Anna busca frenar a la
insurrección de los colonos, pero cae derrotado por Houston con el apoyo de las
tropas del presidente Jackson.
Otro país que vale la pena mencionar y que es tratado por Ibarguren es Cuba, la
isla fue descubierta por Colón quien creía haber llegado a Asia y por su posición geo-
estratégica fue el botín anhelado por las distintas potencias imperiales a lo largo de
la historia.
Jefferson fue tajante cuando declaró que “si los Estados Unidos entran en guerra
con España a causa de la cuestión pendiente de la Florida Occidental, los norteameri-
canos tomarían Cuba”41.
Lo que demostraba el interés que ya desde un principio tuvo Estados Unidos por
esta isla tan particular. El representante del rey Fernando ante Estados unidos se dio
cuenta de las apetencias imperialistas de los norteamericanos y creía que estos eran
una amenaza contra España; llegó a entrever que lo que buscaban era anexionar gran
parte del virreinato de Nueva España.
A coro con los debates que se desarrollaban en el mundo entero a raíz de la caída
del viejo orden tradicional y monárquico frente a uno liberal, en Cuba el clivaje estaba
dado entre peninsulares y criollos. En este clima convulso políticamente hablando se
fundaron en La Habana las primeras sociedades secretas que luchaban por la inde-
pendencia isleña.
También al interior de la isla encontrábamos personajes que estaban ansiosos por
formar parte del imperio británico o de Estados Unidos y por supuesto los colonos que
se identificaban más con España.
Un conspirador de apellido Sánchez venido de Cuba llegó a Estados Unidos con el
objeto de lograr apoyo material y político en la lucha contra España para conseguir la
independencia. Si los yanquis no lo apoyaban el susodicho decía que había varios en la
isla que estaban propensos a buscar alianzas con Gran Bretaña; Canning al enterarse
de la reunión concentró a la marina inglesa en la isla lo que frenó cualquier avance por
parte de los norteamericanos.
El miedo a que Cuba pasase a formar parte del Imperio Británico siempre estuvo
presente en las esferas de poder de Washington gracias a los rumores que corrían por
parte de Francia de que España cedería eventualmente la isla. El presidente Adams
mostraba lo que Cuba significaba para ellos cuando dijo “Cuba casi a la vista de nues-

41 Ibarguren,Carlos. Op. Cit. p. 185.

39
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

tras costas, por multitud de consideraciones, ha venido a constituir un objeto de tras-


cendental importancia para los intereses comerciales y políticos de nuestra unión”42.
Él fue el presidente que esbozo la curiosa idea de “gravitación política” equiparan-
do esta a las leyes de la gravitación física; según la cual Cuba una vez que rompiese
sus lazos con España sería como una manzana desprendida de un árbol que cae a tie-
rra atraída por el magnetismo de la tierra, así Cuba sería atraída por Estados Unidos.
Adams interpretaba que el futuro de Cuba estaría ligado inexorablemente con el de su
patria, y por eso el enfado del mismo cuando el secretario Canning le sugirió a su se-
cretario Monroe que las potencias sajonas no interviniesen en las colonias españolas.
Fue para sacarse de encima a Gran Bretaña que durante el mandato del presiden-
te Adams conjuntamente con su secretario se formuló la declaración Monroe el 2 de
diciembre de 1823; para que Estados Unidos tuvieran vía de intervención libre en el
nuevo mundo sin los impedimentos británicos.
Nicaragua tuvo una doble independencia o emancipación por llamarlo de alguna
manera, primero como toda colonia se independizó de España luego de México puesto
que había quedado bajo la órbita del imperio mexicano de Iturbide. Por desgracia la re-
gión quedó subdividida a raíz de sus problemas internos en cinco Estados: Guatemala,
El salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
El clivaje político en Nicaragua nos resulta bastante conocido, puesto que se da en-
tre liberales y conservadores, odios crueles y salvajes contra el bando enemigo se dan
en el país. Lo que sucede es que este enfrentamiento a veces trae aparejado la solicitud
por uno de los bandos de ayuda internacional y eso es lo que ocurrió en este caso. Libe-
rales nicaragüenses pidieron la ayuda a Estados Unidos y estos mandaron a una legión
de mercenarios cuya cabeza visible era William Walker.
Ibarguren lo describe como un sujeto culto, refinado, periodista que escribía a favor
de la esclavitud. Gracias a los sectores liberales Walker llegó a Nicaragua en 1855 con
el objetivo de conquistar la América central. El 12 de julio de 1855 el mismo se procla-
ma presidente de Nicaragua y los habitantes autóctonos son despojados de sus territo-
rios gracias al ejército mercenario de Walker.
Estableció la lengua inglesa en Nicaragua y restablece la esclavitud que dicho sea
de paso había sido abolida; ante tales atropellos el presidente de Costa Rica lanza una
ofensiva efectiva contra Walker, finalmente él se escapa en un barco de guerra esta-
dounidense a Panamá. En Estados Unidos es recibido como un héroe y con la añoranza
de su antigua “presidencia” decide realizar un segundo golpe de estado en el país y si
bien este fracasa en 1860 decide invadir Honduras. Pero gracias a un buque inglés con
el cual se enfrenta el aventurero yanqui y es capturado y fusilado en Trujillo.
Una de las peculiaridades geopolíticas de Nicaragua es que es el país de más exten-
so territorio lo que devenía en intereses por parte de EEUU en que se convirtiera en un
paso interoceánico.
Por su parte Roosevelt quiso ensayar una especia de sistema supranacional que
contuviera a Nicaragua y a sus países vecinos unidos para mejorar la dominación si

42 Ibarguren, Carlos. Op. Cit. p. 191.

40
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

a esto le sumamos el famoso tratado de Clayton Bulwer por el cual Inglaterra le cedía
el control de Centro América la región estuvo signada desde el vamos por el imperia-
lismo. Inclusive a fin de zanjar las diferencias políticas que había en la región se for-
mó una suerte de tribunal internacional, una corte suprema centro americana con la
anuencia de Estados Unidos.

Consideraciones finales
El paso del siglo XIX al XX constituyó una verdadera bisagra epistemológica en los he-
chos e ideas de la geopolítica. La influencia del poder marítimo en la historia (Mahan,
1890), compartirá el lugar con el concepto de poder terrestre (Mackinder, 1904), su-
mado al suceso geopolítico aéreo (cruce del Canal de la Mancha, Bleriot, 1909); así gra-
dualmente las tensiones irán surcando el horizonte geopolítico.
La contraposición entre la política americanista y no intervencionista inspirada en
los intereses nacionales y apoyada en los vínculos con Europa hizo de valla de conten-
ción de las aspiraciones norteamericanas al dominio continental hasta donde fue po-
sible: acaso la personalidad nacional argentina se configuró en tensión con la proyec-
ción de poder de los Estados Unidos. Una tendencia que puede describirse y percibirse
a lo largo de los años.
El aporte de Ibarguren cierra sus conclusiones haciendo mención a un hecho que
no podemos dejar de soslayar y es la ratificación de las actas de Chapultepec; lo que
significaba el pináculo de la intervención de la política estadounidense en toda Latino-
américa. Recordemos que el acta de 1945 fue un documento de derecho público inter-
nacional firmado en México que buscaba fomentar la “solidaridad” entre los países de
todo el continente americano frente a una posible amenaza externa43.
Ibarguren sostiene que Chapultepec es en definitiva la continuación de la doctrina
Monroe en el continente, por eso que termina pidiendo una unión de todos estos paí-
ses en las conferencias internacionales y solo así América Latina podrá comenzar a
forjar su propio destino. El libro hizo un exhaustivo recontó histórico de la penetración
diplomática que hizo los Estados Unidos a lo largo de los distintos países latinoameri-
canos que iban surgiendo pos independencia de España. Para el autor, la pura realidad
es que los “yanquis nos han despreciado y nos seguirán despreciando mientras más
serviles y cobardes nos mostremos frente a su voluntad acostumbrada a mandar”44.
Por supuesto, que desde una visión inspirada en una política realista la victoria aliada
en la segunda guerra mundial era una situación especialmente favorable para proyec-
tar poder. Y también preciso es señalar que hay en la visión de Ibarguren, al menos
cuando se aparta de los casos histórico- concretos, una cierta sobreestimación de la

43 La declaración dice textual “Que la seguridad y solidaridad del continente se afectan lo mismo cuando se produce un acto de agresión
contra cualquiera de las naciones americanas por parte de un Estado no americano, como cuando el acto de agresión proviene de un
Estado americano contra otro u otros Estados americanos” Página https://www.dipublico.org/106457/asistencia-reciproca-y-solidaridad-
americana-acta-de-chapultepec-conferencia-interamericana-sobre-problemas-de-la-guerra-y-de-la-paz-ciudad-de-mexico-1945/
44 Ibarguren, Carlos. Op. Cit. p. 362.

41
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

importancia que implica la firma de un documento de derecho internacional público.


En ese sentido, nos parece, Ibarguren cae en una visión del derecho excesivamente
normativista que impide ver que lo relevante es el desarrollo concreto del poder nacio-
nal más que la gestualidad.
Las opciones en los años 40 para rechazar el Acta de Chapultepec hubieran dado
lugar a un estrangulamiento de la Nación Argentina45. Luego de haber sostenido la po-
lítica de neutralidad durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial concitando
la intervención como un actor político interno de parte del embajador de Estados Uni-
dos Spruille Braden, resulta evidente que el margen de maniobra argentino necesita-
ba ampliarse. En ese sentido, la visión de Ibarguren peca de sobreestimación de un
documento formal e infravaloración de las opciones concretas. En todo caso, los prin-
cipios no operan en el vacío sino en la realidad condicionada y condicionante.

45 Cf. Carl Schmitt Sobre los tres modos de pensar la ciencia del derecho, Madrid: Tecnos, 1996.

42
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Capítulo II

Evolución de la
Geopolítica en la
República Argentina
y su incidencia en
las reestructuraciones
del Ejército en el
siglo XX

Introducción
La Geopolítica46 encontró sus raíces y bases epistemológicas en los autores clásicos
de fines del siglo XIX y principios del XX y, sobre todo, en la Geopolitik; sus postulados
estuvieron básicamente concentrados en los espacios superficiales del mundo47. Así,
con una mirada schmitiana, las relaciones entre los estados, mediadas por el Mar y

46 Disciplina que puede ser entendida y aplicada como una representación del territorio, es decir, concebida como un constructo intelectual que
interpreta cierto tipo de relaciones entre los grupos humanos y el espacio, a partir de un vínculo de poder y de apropiación. Contiene en sí misma
una visión del poder y una interpretación del mundo centrada en la realidad de la propia nación, del propio Estado, que aspira a ser global.
47 El paradigma geopolítico clásico está representado por los escritos de Kjellen, R. ("Politiskaessayer", 1914; "Världskrigetspolitiskaproblem",
1915; "Die politischenProbleme des Weltkrieges", 1916; "StudienzurWeltkrise", 1917, "Die GrossmächtevorundnachdemWeltkriege",
1930), Ratzel, F. ("PolitischeGeographieoder die GeographiederStaaten, des Verkehresund des Krieges", 1897; "Des
MeeralsQuellederVölkergrösse. Eine politischeGeographischeStudie", 1910; "Der Lebensraum. Ein biogeograpsischeStudie", 1901),
Mackinder, H. ("Britain and the british seas", 1902; "The geographical pivot of History", 1904; "The Teaching of Geography from an imperial
point of view", 1911), Vidal de la Blanche, P. ("Tableau de la Geographie de la France", 1903; Principes de GeographieHumaine", 1922;
"GeographieUniverselle", 1927–1948), Haushofer ("GeopolitischeGrundlagen", 1935; "Geopolitik des PazifischenOzeans. Studienüber die
WechselbeziehungenzwischenGeographieundGeschichte", 1938), entre los más destacados teóricos precursores de la disciplina.

43
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

la Tierra como elementos naturales, determinó el surgimiento de dos grandes tipos


de potencias: las Talasocráticas -Poder Marítimo-Doctrina Mahan Primacía en el ri-
mland- Globalistas; y las Telurocráticas -Poder Terrestre-Doctrina Mackinder- Prima-
cía del heartland- Nacionalistas.
En Sudamérica podemos hablar de un primer período de influencia prusiana y eu-
ropea (décadas del 30 y 60),48 y un segundo período de influencia estadounidense (dé-
cadas del 70 y fines de siglo). Ambas tuvieron impacto sobre el proceso de formación
militar de sus oficiales, y muy especialmente sobre los respectivos proyectos de afir-
mación territorial y nacional; unidad nacional y fronteras naturales son conceptos claves
de esa visión geopolítica.
No obstante, los elementos básicos desarrollados por los autores clásicos de la
Geopolítica, que también replicaron nuestros autores, nos permiten comprender un
mundo dinamizado por una confrontación entre escuelas geopolíticas durante el siglo
XX, sobre la base de las dimensiones marítima y terrestre. Y en nuestro caso, la di-
mensión terrestre, representada por el Ejército Argentino, tuvo supremacía.


Nacimiento de la escuela geopolítica argentina
Surge como una preocupación netamente castrense, inspirada desde la Armada y el
Ejército en sus oficiales y profesores de las escuelas militares. Entre sus principales
referentes figuran:
> vicealmirante Segundo Storni (“Proyecto de régimen de mar territorial”, 1911;
“Intereses argentinos en el mar”, 1916. Sostenía que a nuestro país le correspon-
de un destino marítimo), Ricardo De Labougle (“La República Argentina en el pa-
norama geopolítico del mundo. La tierra y el mar argentinos”, 1944);
> tenientes primeros Emilio R. Isola y Ángel Carlos Berra (“Introducción a la Geopo-
lítica Argentina”, 1950), coronel Jorge Eduardo Atencio (“Que es la Geopolítica”,
1965), general Juan Guglialmelli (Fundador del Instituto Argentino de Estudios
Estratégicos y Relaciones Internacionales (INSAR), 1971, cuya publicación bi-
mensual fue la revista Estrategia; Geopolítica del Cono Sur, 1979. Tenía una visión
peninsular del país, manteniendo su condición marítima, pero asumiendo tam-
bién su rol continental); almirante Isaac Francisco Rojas (“Intereses argentinos
en la Cuenca del Plata, su abandono antihistórico a partir de la quiebra institucio-
nal de la libertad” 1974; “El litigio Argentino-Chileno en la Zona Austral desde sus
orígenes lejanos hasta el Presente. Argentina en el Atlántico Chile en el Pacífico”,
1978; “La Ofensiva Geopolítica Brasileña en la Cuenca del Plata”, 1979), doctor en
Filosofía y Letras Gustavo Cirigliano (“La argentina triangular. Geopolítica y pro-
yecto nacional”, 1975);
> contralmirante Jorge Fraga (“Introducción a la Geopolítica Antártica”, 1978; As-
pectos Geopolíticos Del Mar Argentino”, 1980; “El Mar y la Antártida en la Geopo-

48 En nuestro caso, una corriente francesa; Vidal de la Blache y otros autores.

44
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

lítica Argentina”, 1980; “La Argentina y el Atlántico Sur”, 1983); coronel Justo
Briano (“Geopolítica y geoestrategia americana”, 1979), coronel José Felipe Ma-
rini (“Desarrollo y seguridad de la Argentina en el marco geopolítico internacio-
nal”, 1980; “El conocimiento geopolítico”, 1982; “Geopolítica Latinoamericana de
integración”, 1987), doctor en Ciencia Política y Relaciones Internacionales Luis
Dallanegra Pedraza (“Los países del Atlántico Sur. Geopolítica de la Cuenca del
Plata”, 1983), mayor Emilio R. Isola (“Introducción a la Geopolítica Argentina. Las
influencias geopolíticas en la formación de nuestro estado, 1983, junto a Fraga,
Roccatagliata, y otros), coronel Florentino Díaz Loza (“Geopolítica para la Patria
Grande”, 1987); doctor en Geografía Juan Alberto Roccatagliata (“Argentina, ha-
cia un nuevo ordenamiento territorial de la centralización a la descentralización
con proyección continental y oceánica”, 1986; “Geografía y políticas territoriales:
la ordenación del espacio”, 1994); coronel Hugo Gastón Sarno (“La Argentina y su
patrimonio geográfico”, 1987; “Lecciones de Geopolítica”, 2003), coronel Miguel
Basail (“Reflexiones políticas y geopolíticas”, 1990);

Compartimos algunas de las definiciones marco a tener presente:


> “Geopolítica es la ciencia que estudia la influencia de los factores geográficos en
la vida y evolución de los Estados, a fin de extraer conclusiones de carácter polí-
tico. Guía al estadista en la conducción de la política interna y externa del Estado
y orienta al militar en la preparación de la defensa nacional y en la conducción
estratégica; al facilitar la previsión del futuro mediante la consideración de la re-
lativa permanencia de la realidad geográfica les permite deducir la forma concor-
dante con esta realidad en que se pueden alcanzar los objetivos y, en consecuen-
cia, las medidas de conducción política o estratégica convenientes”49.
> “...la geopolítica y la geografía proporcionan las bases fundamentales de la apre-
ciación y resolución de los problemas que atañen a la defensa nacional, dando lu-
gar a la formulación del correspondiente plan de guerra y, como una consecuen-
cia, la de los respectivos planes de operaciones de conjunto y particulares”50.
> “La relación de la geopolítica pragmática con la estrategia se denomina geoestrate-
gia. Por lo tanto, la conexión del factor geopolítico posición con la estrategia penetra
en las consideraciones geoestratégicas de primer orden, en función de la importan-
cia que dicho factor tiene con respecto a la política exterior de un Estado”51.
> “la influencia de las características y factores geográficos físicos, pero también
económicos, sociales, ideológicos y culturales en la vida interna de los Estados, y
en sus relaciones internacionales, a fin de extraer conclusiones que sirvan para la
política, para su gobierno”52.

49 Atencio, Jorge E. Qué es la Geopolítica. Buenos Aires: Editorial Pleamar, 1965, p. 41.
50 Briano, Justo P. Geopolítica y geoestrategia americana. Buenos Aires: Editorial Pleamar, 1979, p.124.
51 Marini, José F. El conocimiento geopolítico. Buenos Aires: Círculo Militar, 1985, p.89.
52 Fraga, Jorge A. Ensayos de Geopolítica. Buenos Aires: Instituto de Publicaciones Navales del Centro Naval, 1985, p. 89.

45
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

En pleno siglo XX cobran interés el área submarina, dentro de la dimensión marí-


tima, y las dimensiones aérea (Poder Aéreo-Doctrina Douet); y espacial (Doctrina Se-
versky), como nuevos dominio de la Geopolítica.
En ese sentido se destacan los aportes del doctor en Ciencias Económicas Nicolás
Boscovivh (Geoestrategia para la Integración Regional, 1999; Hacia la Integración Fluvial
de la Cuenca del Plata, 1991), como así también artículos y conferencias del comodoro
Ricardo Luis Quellet, licenciado en Geografía Adolfo Koutoudjian y general Heriberto
Auel, que contemplan dos o más de las cuatro dimensiones citadas; la obra Geopolítica
tridimensional argentina: reflexiones para el siglo XXI, 1999, de Koutoudjian, Auel, Fraga y
Quellet es una muestra de ello.
Asimismo, se suma una novedosa actualización del debate geopolítico nacional,
por fuera de la preeminencia militar y sus claustros, o de geógrafos y analistas de re-
laciones internacionales, extendido especialmente al mundo civil, en ámbitos acadé-
micos; las ofertas universitarias incluyen Maestrías en Geopolítica, como así también
la asignatura Geopolítica se fortalece en otras carreras, estando docentes militares o
civiles a su cargo. Como señala Koutoudjian, "(...) en los umbrales del Siglo XXI, pode-
mos definir espacios geopolíticos para la Argentina insertos en una evolución del pen-
samiento geopolítico de la primera mitad del Siglo XX hasta la actualidad".

Mediación de la Geoestrategia
La geoestrategia ha coexistido con la geopolítica y en muchos casos la acepción se ha
utilizado indistintamente; uno de los primeros exponentes contemporáneos y occi-
dentales que la utilizó fue el francés Pierre Celerier, en Geopolítica y Geoestrategia, al
señalar que "La Geoestratégia, hermana menor de la Geopolítica, forma con ella un
homogéneo díptico que de este modo ofrece al político y al militar igual método de
aproximación a los problemas necesariamente conexos en el mundo actual. En conse-
cuencia, adquiere poco a poco derecho de ciudadanía, ya que estudian juntas relacio-
nes esenciales en la vida moderna de un país"53. Si bien su obra deja ver cierta ambi-
güedad en la definición de los ámbitos de acción al menos permite inferir, que ambas
acepciones admiten un área del saber diferente.
Paulatinamente, y sobre todo en los últimos años, han quedado claras las diferen-
cias entre geopolítica y geoestrategia. Mientras la geopolítica estudia las relaciones de
poder y la influencia de factores geográficos en el desarrollo de los estados, la geoes-
trategia estudia la influencia de la localización espacial del país y de las variables geo-
gráficas en la defensa de los estados; así busca analizar y relacionar problemáticas de
tipo estratégicas militares con agentes geográficos (recursos de una nación con metas
geopolíticas), estando vinculada con la geografía estratégica. Gómez Rueda conside-
raba a la geoestrategia como la interpretación estratégica de la geografía, así como la
geopolítica era la interpretación política de la misma realidad.

53 Celelier, Pierre, Geopolítica y geoestrategia. Buenos Aires: Editorial Pleamar, 1979. p. 51.

46
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

La utilización del concepto de geoestrategia en las reflexiones militares, pone en


contacto unas escuelas de pensamiento (sobre el espacio) con unas teorías estratégi-
cas (sobre el poder); en tal sentido hay primero una política exterior de inspiración
geográfica, y segundo una estrategia de concepción militar a su servicio. La geoestra-
tegia establece los modos de proceder que han de considerarse más eficaces para sa-
tisfacer los fines que fija porque la geopolítica es un arte sobre modos de operar.
Podemos decir que la Geopolítica de los estadistas se hace Geoestrategia de los
Estados Mayores. Así surgen los desafíos geoestratégicos, que son los problemas
que suscitan la necesidad de empleo disuasorio o activo de parte del instrumento
militar de la Nación.

Reestructuraciones del Ejército Argentino


Como señalamos en los puntos anteriores, durante el siglo XX surgen como nuevos
dominios de la Geopolítica, el área submarina, dentro de la dimensión marítima, y las
dimensiones aérea y espacial; no obstante, en nuestro país siguió privando la dimen-
sión terrestre. Asimismo, la geoestrategia pareciera estar destinada a unificar el pen-
samiento estratégico y la geopolítica, incorporando la interrelación entre las dimen-
siones tradicionales (terrestre, marítima, aérea y espacial) y el ciberespacio, en donde
las distancias, los tiempos de reacción y las formas de combate son diferentes; Coutau-
Bégarie añade que “la geopolítica dice aquello que hay que conquistar o conservar; la
geoestrategia dice si ello es posible y cómo, con qué medios”54.
En tal sentido se exponen a continuación las adecuaciones estructurales que fue
viviendo el Ejército Argentino en relación a la visión geopolítica imperante. Si bien el
proceso de modernización de una organización puede ser considerado permanente,
también existen momentos de “clivaje” de la historia institucional que son percibidos
como un antes y un después en su continua adaptación a los tiempos.
Para este trabajo, aún a riesgo de cometer simplificaciones, se han considerado mo-
mentos de “clivaje” a la primera década del siglo XX y a las décadas del 40, 60 y 90,
dados los cambios cualitativos operados en aquellos períodos y se han tomado como
parámetros de cambio a evaluar el despliegue territorial, organización, doctrina, edu-
cación, sistema de incorporación, sistema de armas y la existencia de un complejo mi-
litar industrial.

Primera década del Siglo XX


Se considera a la reforma militar llevada adelante por el CR Pablo Riccheri, Ministro de
Guerra del segundo gobierno del Presidente Roca, como un proceso fundacional, en el
cual se sientan las bases arquitectónicas y genéticas del ejército moderno.

54 Coutau-Bégarie, Hervé Geoestrategia del Atlántico Sur. Buenos Aires: IPN, 1992, p.

47
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

Esta reforma, llevada adelante ante la presión de una inminente guerra con Chile,
fue parte de una política de Estado integral que tuvo una visión estratégica de los pro-
blemas que debía superar el país y que le asignó un rol protagónico a las Fuerzas Ar-
madas en esa circunstancia. De allí, el adecuado empleo del instrumento militar, por
parte del poder político, que fijó objetivos claros, con continuidad en el tiempo y que
asignó los recursos necesarios para los fines propuestos.

Despliegue territorial
Uno de los problemas fundamentales a enfrentar por el país era la extensión de sus
territorios y los espacios vacíos. La reforma militar dividió al país en regiones mili-
tares y, por primera vez, se crearon guarniciones con asientos permanentes lo cual
implicó un gran esfuerzo en la construcción de cuarteles, muchos de los cuales aún
hoy están en pie.

Organización
La estrategia genética del CR Riccheri para diseñar el instrumento militar fue la siguiente:
> Evaluó la cantidad de tropa que podía disponer a través de la incorporación de
una clase mediante el Servicio Militar Obligatorio.
> De allí, dedujo que el Ejército podía organizar, estableciendo una relación entre
las armas y elementos logísticos.
> Se adquirieron campos de instrucción.

Doctrina
Luego de un estudio comparativo se evaluó que la doctrina del Ejército Alemán era la
que mejor se adaptaba a nuestras necesidades.

Educación
Previo a la reforma, se había creado la Escuela Superior de Guerra para el perfeccio-
namiento del personal superior. A partir de 1901, el Colegio Militar de la Nación (CMN)
se constituyó en el único instituto de formación de oficiales, se previó la recreación de
una escuela de suboficiales y se dispuso que en el CMN funcionase un instituto de for-
mación de ingenieros militares.

Incorporación
Se sancionó la Ley del Servicio Militar Obligatorio que establecía que todo ciudada-
no a la edad de 20 años debía prestar un año de servicio militar55. Esta medida, ya
adoptada por varios ejércitos europeos, no sólo le permitía al país disponer de un
instrumento militar para su defensa sino que también era una acción del Estado,
junto con la ley de la enseñanza primaria obligatoria, destinada a integrar plena-

55 El Proyecto fue presentado por el ministro de Guerra, Cnl. Pablo Riccheri; la cámara de Senadores aprobó el 11 de diciembre la Ley N°
4031, durante la segunda presidencia del general Julio Argentino Roca. Establecía la conscripción de todos los argentinos de 20 años y
para su adiestramiento se crearon las bases de Campo de Mayo, en Buenos Aires, y Campo de los Andes, en Mendoza.

48
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

mente al gran flujo inmigratorio que había duplicado la población del país en las
últimas décadas del Siglo XIX.

Armamento
Previo a la reforma, el ejército había renovado su armamento (fusiles y cañones), me-
diante la adquisición a las fábricas Máuser y Krupp. Esta política se mantuvo en el
tiempo y el armamento se fue renovando periódicamente.

Complejo militar industrial


Si bien, el CR Riccheri manifestó la necesidad de que el esfuerzo de guerra del país de-
bía ser sostenido, fundamentalmente, desde su propia capacidad productiva, en esta
etapa, no se logró el desarrollo necesario para tal fin.

Década del 40
A principios de los años 40, el país había operado profundos cambios, en su estruc-
tura económica y social a partir del proceso de industrialización acelerado en la dé-
cada del 30.
A su vez, la 2º Guerra Mundial introdujo la necesidad de modernizar la estructura
militar para adecuarla a nuevos criterios técnicos y doctrinarios. En esos años, el Es-
tado Nacional impulsó emprendimientos científicos, tecnológicos y productivos con
sentido estratégico y participación importante de las Fuerzas Armadas.
“En 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial, la Argentina, se mantuvo neutral du-
rante gran parte del conflicto, adoptó una actitud crecientemente nacionalista, poco
cooperativa con los países aliados e incluso se trabó con EE.UU en una lucha sin senti-
do, mostró fuertes simpatías por la Alemania nazi permitiendo el accionar de los me-
dios de espionaje del Eje en el país y, hacia el fin de la contienda, aceptó la presencia
de refugiados y criminales de guerra nazis. Sin embargo, el aporte de la Argentina a la
causa aliada fue muy importante desde el punto de vista económico. Una de las causas
principales de la polémica entre Churchill y Roosevelt acerca de la política a seguir
hacia el gobierno de Buenos Aires (Inglaterra se oponía a las sanciones económicas y
políticas propiciadas por EE.UU.) era que la Argentina era una fuente crucial de abas-
tecimientos para las islas británicas, llegando a representar incluso el 40% del consu-
mo británico de carnes.
El conflicto principal con EE.UU. en este período se produjo en la Conferencia de
Río de Janeiro, en enero de 1942. Allí, la Argentina obtuvo un triunfo diplomático
que, según algunos, le costaría caro. Washington propuso que los países de América
Latina rompieran relaciones con el Eje solidarizándose con la agresión que ese país
había recibido en Pearl Harbor. La Cancillería argentina consiguió que se aprobara
una moción distinta, en la cual se recomendaba a los países latinoamericanos rom-
per relaciones y dejaba en libertad de acción para hacerlo o no. Hubo dos países que
no la efectivizaron en el momento: Chile y Argentina. Fue el inicio del enfrentamien-

49
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

to más importante entre los dos países. La política de EE.UU. hacia la Argentina se
caracterizaría desde ese momento por la utilización de distintos tipos de medidas
diplomáticas (no reconocimiento de nuevos gobiernos, retiro de embajadores) y eco-
nómicas (discriminaciones comerciales, bloqueo de fondos argentinos en EE.UU.,
etc.) para sancionar la conducta argentina. Washington denunciaría así a los suce-
sivos gobiernos de Buenos Aires -primero el conservador y luego el militar- de ser
partidarios del Eje, lo que culminó en 1946 con acusaciones que implicaban directa-
mente a altas autoridades de los gobiernos argentinos de la época con el espionaje y
la ayuda concreta a las potencias vencidas.
Aunque las ideologías de corte fascista o pro-nazi tuvieron cierta influencia en
miembros de las FF.AA. o grupos civiles de algún peso político, y especialmente en
el último gobierno conservador y en el régimen militar que le sucedió, estos sectores
resultaron minoritarios”56.

Despliegue territorial
Se profundizaron los criterios territoriales vigentes desde la reforma Riccheri. Se pue-
den ver dos etapas: hasta 1945 y después de 1945 (la Mesopotamia- Brasil). Creación
de Divisiones y ocupación con nuevas unidades en la Mesopotamia.

Organización
Las enseñanzas de la 2º Guerra Mundial impulsaron la creación de núcleos de mo-
dernidad que permitieron sentar las bases de un instrumento militar acorde a esos
tiempos.
> Se creó la Fuerza Aérea Argentina.
> Sistema de armas mecanizadas: Se creó la Escuela de Tropas Mecanizadas y el
Cuerpo de Ejército Mecanizado. También se crearon elementos blindados y moto-
rizados en distintas partes del país.
El concepto de mecanización, era la integración de elementos interarmas blindados y
motorizados.
> Se creó el Sistema de Armas Paracaidista.
> Se creó el Arma de Comunicaciones.

Caso Testigo: La Mecanización del Ejército


A fines de la Segunda Guerra Mundial, en el Ejército Argentino se comenzó a mani-
festar la necesidad de llevar adelante un proceso de modernización que adecuara las
estructuras y equipamientos militares a las doctrinas y procedimientos tácticos que
caracterizaron esa contienda.
En 1944, el Ejército designó una comisión para que comenzara los estudios que
permitieran llevar adelante un proyecto de modernización que se denominó la mo-
torización. Pero para llevarlo adelante, la Fuerza carecía de toda experiencia y sólo

56 Soria, Mario R. 1930 – 1943 La década infame o el Retorno Conservador, http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-


monografias/2522860/1930-1943-La-decada-infame-o-el-Retorno-Conservador-Re.html. Consulta del 31 de mayo de 2019.

50
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

se sustentaba en un conjunto de ideas, no sistematizadas, promovidas por un peque-


ño grupo de jóvenes y entusiastas profesionales entre los cuáles cabe destacarse a los
mayores de Infantería Imaz y Elbio Anaya y el capitán de Caballería Heriberto Kurt
Brenner, entre otros.
En 1945, se adquirió un juego de blindados con los que se realizaron las primeras
ejercitaciones. Al mismo tiempo, se envió a los EEUU una comisión, compuesta por
los capitanes de Infantería Cordes y de Caballería Milberg, para interiorizarse en el
manejo de dicho material, tanto en aspectos técnicos como tácticos y, al año siguien-
te, con el material blindado disponible, se creó la Escuela de Tropas Mecanizadas,
organización madre del blindado argentino, designándose Director de la misma al
Gral. Torres Queirel.
Esta Escuela fue integrada por personal de todas las armas y servicios, siguiendo el
principio por el cual las fuerzas blindadas debían desarrollarse, al margen de las ar-
mas tradicionales, mediante el criterio de equipo de armas combinadas, experimen-
tado en la evolución orgánica del Ejército Alemán en el período de entre guerras.
Pero los materiales existentes no alcanzaban para experimentar seriamente y pro-
ducir cambios significativos, por lo tanto, el proceso de motorización y dentro de éste,
el desarrollo de las fuerzas blindadas no pasaba de ser otra cosa que el ejercicio inte-
lectual de un reducido núcleo de profesionales. Era necesaria una decisión del mayor
nivel político nacional que dispusiera un reequipamiento a gran escala para obtener
los equipos y materiales en cantidad y calidad adecuadas para producir una verdadera
modernización de las Fuerza Armadas.
La continuidad política de los gobiernos entre 1943 y 1955 permitió encarar una
política militar de largo alcance, que transformó el diseño y estructura de las Fuer-
zas Armadas en un sentido nacional. Se creó la Fuerza Aérea, un complejo científi-
co-tecnológico militar asociado al desarrollo industrial con emprendimientos tales
como el proyecto Tanque Argentino Nahuel, prototipos de aviones a reacción Pulqui I y
II, el Plan Nuclear Argentino y la instalación y montaje de un sistema de Fabricacio-
nes Militares destinado a abastecer a las Fuerzas Armadas de municiones y equipos
considerados estratégicos.
Dentro de estas iniciativas políticas, se encontró también la gran compra, efec-
tuada a EEUU, de material de rezagos de guerra en la segunda mitad de la década
del ′40. Estos rezagos, constituidos por un cuantioso parque automotor, tanques tipo
Sherman y vehículos semiorugas, comenzaron a llegar al país a partir de 1947 y se
constituyeron en la herramienta fundamental para impulsar la modernización, ya
que permitieron, en 1948, ampliar la Escuela de Tropas Mecanizadas y crear un ele-
mento operacional de nivel Gran Unidad de Batalla, el Cuerpo de Ejército Mecaniza-
do, a partir del cual era posible realizar la experimentación a gran escala.
Este Cuerpo se formó con una división motorizada, creada sobre la base de la Di-
visión de Infantería I, y una división blindada, organizada a partir de la División de
Caballería I. Estos elementos, sustraídos a las armas tradicionales, conformaron un
arma nueva siguiendo el criterio que había adoptado el Ejército Alemán para el desa-
rrollo de las fuerzas blindadas, siendo destinados a los mismos oficiales y suboficia-

51
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

les de todas las armas y servicios. Junto con la formación de este Cuerpo se produjo
una importante reestructuración de las divisiones de caballería montadas que, con
la creación del Cuerpo de Caballería, fueron concentradas bajo un comando único.
Disponiendo, ahora, del material adecuado, el Proceso de Motorización debió
enfrentar un nuevo problema ¿cómo emplearlo, cómo instruir al personal y cuales
organizaciones serían las más adecuadas para tal fin? Se imponía entonces, el de-
sarrollo de una doctrina de empleo para las fuerzas blindadas. Pero su elaboración
requería de un cambio de carácter cultural, para el cual el Ejército encontraba li-
mitaciones estructurales, producto de un desconocimiento técnico absoluto sobre
el nuevo material y de un personal formado en una doctrina militar que enseñaba
los procedimientos tácticos propios de la guerra de posición que caracterizaron a
la 1º Guerra Mundial.
Si a estas limitaciones se sumaba que, junto con el material adquirido, también ha-
bía desembarcado la doctrina de guerra del Ejército de EEUU, la cual era totalmente
ajena a la tradición militar argentina, el resultado fue que se generó la cierta confusión
que describe el CR Díaz Loza.
A su vez, los cambios en el arte militar experimentados en la Segunda Guerra Mun-
dial impusieron cambios en los roles desempeñados por las armas tradicionales. Esta
crisis de roles afectó, fundamentalmente, a la Caballería que a fines de la década del
'50 continuaba siendo un arma ecuestre de lanza y sable, a pesar de que como tal había
dejado de existir en la masa de los ejércitos del mundo.
En estas condiciones, de confusión en el nivel doctrinario operacional y de crisis de
roles en las armas tradicionales, comenzó a desarrollarse el proceso de formación de
las fuerzas blindadas, evidenciándose, al poco tiempo, cierta tendencia a una especia-
lización del personal proveniente de la caballería por el tanque y de los infantes por el
vehículo semioruga (transporte de personal).
Siguiendo esta tendencia, en 1951 se produjo una nueva reestructuración de las
fuerzas blindadas, por la cual se conformaron agrupaciones, tanto en la Escuela de
Tropas como en el Cuerpo Mecanizado, que nuclearon preponderantemente a los tan-
ques por un lado y a los semiorugas por el otro. Además, en ese mismo año, la Escuela
de Tropas Mecanizadas volvió a sufrir cambios, pasando a denominarse Escuela de
Tropas Blindadas, nombrándose Director de la misma al Gral. José María Sosa Molina,
perteneciente al arma de Caballería, quién hasta 1955 fue el principal responsable de
la evolución de las fuerzas blindadas.
En 1954, se produjo una nueva reestructuración de la organización del Ejército que,
si bien no alteró en esencia lo dispuesto en 1951, introdujo un notable adelanto con-
ceptual al definir doctrinariamente que entendía el Ejército por:
> Blindado: “...Considerar dentro de la clasificación de “blindado” a los comandos o
unidades que dispongan como dotación orgánica, vehículos de combate o trans-
porte de tropas oruga y/o semioruga con blindaje...”.
> Motorizado: “...Considerar dentro de la clasificación de “motorizado” a los coman-
dos, unidades y organismos que dispongan como dotación orgánica, vehículos
automotores de cualquier tipo de tracción, sin blindaje.

52
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

> Mecanizado: “...Utilizar la denominación genérica de “mecanizado” para la desig-


nación de comandos, unidades y organismos que dispongan orgánicamente de
unidades o subunidades blindadas o motorizadas...”.
Como puede observarse, estas definiciones no identificaban a los conceptos de
blindado, motorizado o mecanizado, con una función de combate determinada ni
mucho menos con un arma, sino con el medio técnico que las caracterizaba y esto
era así porque el criterio rector que guiaba la evolución orgánica de los elementos
operativos del Ejército estaba sustentado en el principio de equipo de armas com-
binadas ya mencionado.

Década del 50
El corte generacional que se produciría entre los cuadros del Ejército en la década del
50 fue el resultado de varias causas concurrentes que afectaron la cohesión de la Fuer-
za en sentido horizontal. Este corte se produjo a caballo de un proceso de transición
entre el modelo de ejército característico de la 1º y 2º Guerra Mundial, coexistiendo de
tal manera, oficiales formados en doctrinas diferentes, sistemas de armas diferentes y
en definitiva inmersos en paradigmas militares diferentes.
Otro elemento importante a considerar lo constituyeron los arquetipos mundiales
predominantes en la década del 50. Ya no se trataba del modelo de ejército profesional
alemán que había sido derrotado en la guerra, apto para enfrentar disputas territo-
riales, sino del modelo militar de EEUU, inmerso en un conflicto global de carácter
ideológico. Algo que en gran medida se contradecía con los intereses de los países aco-
sados por las potencias dominantes, sobre todo, como ocurría ante un gobierno nítida-
mente soberanista como el del Gral. Perón.
Las guerras de Corea o Indochina no representaban simplemente el choque de na-
ciones sino concepciones enfrentadas que dividían al mundo en dos grandes bloques.
Temas éstos que comienzan a ser frecuentes en las publicaciones militares.
Por supuesto que la polarización peronismo- antiperonismo afectó en las Fuerzas
Armadas, entre Ejército y Marina y, también, en el interior de la oficialidad, y entre
parte de ésta con la suboficialidad y el personal de tropa en general, mayoritariamente
peronista. Lo expuesto, sumado a la intensa acción psicológica desplegada por la opo-
sición a medida que el conflicto iba escalando en intensidad, fue complicando la situa-
ción interna del Ejército y de las Fuerzas Armadas en general.
A partir de 1955, el proceso de motorización del Ejército experimentó un cambio sus-
tancial en los parámetros y criterios con el que se venía ejecutando desde 1944. Desde
ese año y hasta la reforma de 1964, habrían de aplicarse conceptos orgánicos y doctri-
narios inspirados en reglamentos norteamericanos, que condicionaron el perfil orgá-
nico de la Fuerza.
Este cambio, fue una de las principales consecuencias de las alteraciones de la
relación de poder entre las armas y de la estructura de mandos y afectó, fundamen-
talmente, los conceptos enunciados en 1954 de blindado, mecanizado y motorizado

53
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

tendiéndose, progresivamente, a la identificación orgánica del blindado con el arma


de caballería, del motorizado con la infantería y a la eliminación del mecanizado.
De tal modo, tras el golpe de septiembre de 1955, se inició un proceso de particula-
rización de la evolución orgánica de la Fuerza, paralelo al proceso de fragmentación
del Estado descrito por O’Donnell, a través del cual cada arma, ante la crisis de conduc-
ción de la Fuerza, se fue fijando objetivos y doctrinas propias. Una verdadera situación
de caos doctrinario tendiente a desbordarse sobre toda la sociedad argentina. Estos
elementos orgánicos particulares, recompuesto el principio de autoridad luego de los
enfrentamientos entre Azules y Colorados, quedaron plasmados en la reforma de 1964
que estructuró el Ejército tal cual hoy se lo conoce y en la cual la Caballería Blindada,
creada en 1961 como resultado de la absorción de las fuerzas blindadas por parte del
arma de Caballería, fue su característica más importante.
Este cambio de orientación del Plan de Motorización comenzó a fines de 1955, cuando
la División Blindada I, que desde su creación había pertenecido al Cuerpo Mecanizado,
pasó a depender del Cuerpo de Caballería junto con la Escuela de Tropas Blindadas.
Con esta medida, el arma de Caballería pasó a conducir las principales organizaciones
blindadas que disponía el Ejército.
Posteriormente, en 1958 se transfirió todo el material blindado existente en la
Fuerza a la División Blindada I, con lo cual los elementos mecanizados del resto del
Ejército (integrados conjuntamente por unidades motorizadas y blindadas) fueron
desactivados.
Un año más tarde, vaciado de sus elementos más importantes, se disolvieron el
Comando de Cuerpo Mecanizado, primera Gran Unidad de Batalla organizada con
criterios modernos y pionera del Proceso de Motorización y la Inspección de Tropas
Mecanizadas. Con estas medidas el concepto de mecanizado desapareció de la evo-
lución orgánica del Ejército.
A pesar del control ejercido por el arma de Caballería sobre las fuerzas blindadas, la
División de Caballería Blindada I - Escuela continuaba organizada de acuerdo al crite-
rio de equipo de armas combinadas sustentado en la reestructuración de 1951 pues aún
estaba integrada por personal perteneciente a todas las armas y servicios.
Recién en 1961, siguiendo las nuevas orientaciones de los mandos del Ejército, el
arma de Caballería absorbió totalmente a las fuerzas blindadas que pasaron a denomi-
narse elementos de Caballería Blindada. Esta asimilación fue complementada al año si-
guiente con una resolución que dispuso que todos los cargos en unidades de caballería
blindada debían ser cubiertos por oficiales pertenecientes al arma de caballería dado
"...Que la conducción de las unidades operativas menores y tácticas blindadas y las de
caballería guardan entre sí una íntima semejanza conceptual, resultando de tal modo
conveniente que los cuadros de ambas unidades observen una formación profesional
y espiritual común...”.
Con estas medidas, se cerró el ciclo iniciado en 1955, adquiriendo el desarrollo de
las fuerzas blindadas la estructura orgánica que se plasmaría en la reestructuración
del año 64 y que dio forma al actual perfil del Ejército Argentino.

54
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Doctrina
No se produjeron cambios sustanciales, aunque en este período comenzó a influir la
doctrina norteamericana.
Es interesante destacar cuál era la mentalidad profesional de la época, reflejada en
diversas publicaciones:
"La guerra actual, pensaban entonces, exige medios modernos. Es la sensata aspi-
ración de quien se siente responsable, en la medida de su jerarquía, de la preparación
del ejército a que pertenece. Tal aspiración puede o no ser realizable, ya que son otros
factores los que determinan si se podrá o no contar con esos medios.
Pero, ¿cuál es uno de los problemas, que la evolución del medio de guerra trae apa-
rejado? No puede haber dificultad en responder a tan simple interrogante: la prepa-
ración del personal, que exige constantemente perfeccionamiento. Por ello, podemos
afirmar sin temor a equivocarnos que la profesión militar es cada vez más compleja.
Mucho es lo que debe saber hoy un joven oficial, porque los ejércitos modernos, son
organizaciones altamente tecnificadas, y lo serán mucho más con el correr del tiempo.
Ahora bien: ¿Qué es lo más destacado en concepto de “nuevo o relativamente no-
vedoso acontecimiento” dentro del conjunto de las fuerzas terrestres de una nación?
También aquí la respuesta es sencilla. ¿Puede alguien negar que las fuerzas blindadas
hayan atraído la atención de los profesionales, en forma, poco menos que absoluta?
Aceptado que uno de los grandes acontecimientos de la época, que estamos estu-
diando, es la intervención de fuertes efectivos de tropas blindadas, que han logrado
reimprimir a las operaciones características de movimiento y rápida decisión, ¿qué
debemos entonces hacer nosotros, responsables de la preparación de las tropas para
la guerra? Muy sencillo. Si hasta ahora las tropas blindadas no nos han interesado; si
hemos pensado que nuestro caso no es el de las grandes potencias; si por exceso de ca-
riño a nuestra “Arma” sentimos una natural antipatía por ese monstruo de acero que
se “quedará en el primer pantano”; si por haberlo escuchado preferimos las armas an-
titanques, confiando en una carga hueca o en un bazooka, etc... lo que debemos hacer,
es ESTUDIARLAS A FONDO.
¿Por qué debemos ESTUDIARLAS A FONDO? Porque si no las conocemos bien,
nuestros juicios serán aventurados y por ende peligrosísimos; porque así apreciare-
mos en su justo valor, lo que la intervención de fuerzas blindadas puede representar
para el conjunto de las tropas, todas las cuales buscan un solo fin: la decisión; aún en
el caso pesimista de no disponer de ellas, no podemos impedir que nuestro adversario
las posea y... ¿cómo nos preservaremos de su ataque violento, si no conocemos cómo
combaten?; porque al estudiarlas perfeccionaremos la conducción de nuestra propia
arma. Y así podríamos expresar, siguiendo con fundamentos que llevan a su estudio,
muchas otras razones, pero creemos que son suficientes las citadas, máxime porque
el lector que comience a hojear estas páginas, tiene ya en su espíritu la inquietud de
saber un poco más”57.

57 Peralta, Carlos A. Las fuerzas blindadas, Buenos Aires: Revista Militar, 1952, p. 88.

55
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

Educación
No se produjeron cambios sustanciales.

Incorporación
No se produjeron cambios.

Armamento
Compra importante de rezagos de guerra americanos (Tanques Sherman, semi oru-
gas, armas antitanques, etc).

Complejo militar industrial


Desde la presidencia del Gral. Perón, el país desarrolló en pocos años, a partir del im-
pulso de las Fuerzas Armadas, un complejo militar industrial destinado a asegurar el
autoabastecimiento de los insumos básicos para un conflicto bélico, sino también pa-
ra la producción de insumos químicos, metalíferos y otros necesarios para asegurar el
desarrollo estratégico de nuestra industria.
Así nació el holding de Fabricaciones Militares, bajo la dirección del Gral. Nicolás
Savio quién llevó adelante un plan para el desarrollo siderúrgico y de industrias quí-
micas básicas. Este complejo industrial estaba íntimamente relacionado con la comu-
nidad científica y tecnológica. Así las Fuerza Armadas tuvieron una presencia impor-
tante en el desarrollo de la energía nuclear, la aeronáutica y otros emprendimientos,
tales como la fabricación de tanques proyectos (Ej: Nahuel).

Década del 60
Este período se va a caracterizar por profundos conflictos internos dentro del país y
dentro del Ejército.
Los enfrentamientos denominados azules y colorados (años 62 y 63) van a condicio-
nar la reestructuración del año 1964.

Despliegue territorial
No se produjeron cambios sustanciales, se redistribuyeron unidades usando los cuar-
teles existentes.

Organización
En ese entonces se concibió una fuerza para participar en TRES (3) conflictos:
> Este – Oeste (Guerra Fría),
> defensa territorial (Chile)
> conflicto interno (Contrasubversión)
En tal sentido se pensó en:
> Organización pentómica: Instrumento diseñado para participar con las Fuerzas
de la OTAN en un conflicto nuclear.

56
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

> Sistema de Armas Blindado: Diseñado para la defensa territorial del país. Tuvo su
núcleo en el Arma de Caballería.
> Sistema de armas mecanizadas: Deja de ser un proceso interarmas para concen-
trarse en el Arma de Caballería (Caballería Blindada).
> Sistema de Armas Liviano: Comienzan a introducirse criterios de contrainsur-
gencia y tuvo su base en las grandes unidades de combate de Infantería.
Asimismo, se crean:
> Las comisiones y consejos de Armas.
> Las Brigadas y los Cuerpos de Ejército en reemplazo del criterio divisional.

Doctrina
Se adopta masivamente la doctrina del Ejército de Estados Unidos.
Hasta 1952 no se observan reglamentos sobre el tema, pero los oficiales del EA, habían
tomado conciencia acerca del Arma Blindada a través de las siguientes publicaciones:
> Los Generales Alemanes Hablan. Liddel Hart. Vol. 400. Biblioteca del Oficial.
> Nuestras Fuerzas Blindadas. L. Q. Martel, Vol. 379. Biblioteca del Oficial.
> Las Fuerzas Blindadas. H. M. Torres Quierel. Vol. 344. Biblioteca del Oficial.
En 1952, los conceptos en su fundamento doctrinario, se ajustarán a las prescripciones
del reglamento de la División Blindada, que había sido aprobado por la superioridad.
Las publicaciones, de entonces, estaban destinadas a ilustrar acerca de:
> Introducción a los temas de materia.
> Idea general sobre la organización de las fuerzas blindadas. Evolución. Experien-
cia 1939 – 1945. Viejas y nuevas técnicas de conducción.
> Las especialidades blindadas. Tareas que les corresponden cumplir en combate.
La cooperación de las especialidades.
> Idea general sobre la forma de operar de las unidades blindadas. Superioridad y
dominio blindado. Principios fundamentales de empleo.
> Particularidades de las tropas blindadas en la marcha, combate y alojamiento. El
combate de las unidades blindadas, en sus diferentes formas.
> Sencillos trabajos aplicativos con la subunidad técnica reforzada (Ca. Tan. y Ca.
Tir. Bl.). Soluciones y comentarios referidos al caso concreto.
> La exploración mecanizada. Conceptos generales de conducción y ejecución. Or-
ganización de las unidades y subunidades. Estudio aplicativo en base a un ejerci-
cio con la subunidad de exploración reforzada.
> Trabajos aplicativos con unidades tácticas blindadas. Soluciones y comentarios.

Otro factor concurrente que desde 1955 influyó decisivamente en la evolución orgá-
nica del Ejército fue la reorientación de la doctrina militar llevada a cabo luego del
golpe de estado de 1955.
Se ha expuesto que, a principios de la década de los 50, la Fuerza estaba inmersa en
una cierta confusión dada por la permanencia de un cuerpo doctrinario anacrónico,
resabio de la 1º Guerra Mundial, la escasa experiencia en el uso del nuevo equipamien-
to y el comienzo de la influencia de la doctrina de guerra americana.

57
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

Esta última, hasta 1955, estuvo vinculada, en general, a aspectos profesionales pun-
tuales como ser el empleo táctico y técnico de las fuerzas blindadas. El gobierno de Pe-
rón preservó a la Argentina de la importación de la guerra fría, en tanto sus sucesores
abrieron las compuertas. Tomando en cuenta la violencia de los años 70 y sus secuelas,
puede entenderse la anticipación estratégica de Perón y la incapacidad de sus suceso-
res. Pero con los cambios políticos producidos tras la caída del peronismo, el país y en
particular el Ejército entraron de lleno en la Guerra Fría58, con lo cual la influencia mili-
tar de EEUU fue creciendo progresivamente hasta la adopción completa de su doctrina
en los primeros años de la década del '60; por ello "...Los militares que se encontraban
en el poder parecían haber descubierto la guerra fría con la caída de Perón. Esto expli-
ca algunas iniciativas diplomáticas inesperadas, cómo el intento de poner en pie un
organismo de defensa del Atlántico sur en el marco de la seguridad continental y de la
'solidaridad interamericana'. Invitando a Brasil y Uruguay a crear una OTAN del Sur, se
buscaba es cierto, convencer a EEUU de proveer material de guerra a la República her-
mana que por fin demostraba sentimientos de buena vecindad; pero esta política exte-
rior pronorteamericana es reveladora de los profundos cambios operados en el seno de
las Fuerzas Armadas...".
La nueva visión del escenario internacional y nacional impuso al país nuevas hipó-
tesis de conflicto59 que requerían contar con un Instrumento Militar apto para enfren-
tar las nuevas amenazas.
En este nuevo escenario, el comunismo se constituyó en la principal amenaza del
país, exigió que las Fuerzas Armadas estuvieran en capacidad de dar respuesta a los
siguientes problemas:
> Estar en aptitud de defender la integridad territorial frente a un ataque exterior
(principalmente del Brasil)60.
> Participar junto con el resto de los países occidentales en una alianza militar con-
tra el bloque comunista.
> Enfrentar en el marco interno la amenaza de una guerra subversiva61.

En función de estas hipótesis de conflicto, el Ejército Argentino definió, en 1958, la ne-


cesidad de configurar tres estructuras operacionales62:
> La estratégica: conformada por fuerzas militares convencionales aptas para de-
fender la integridad territorial del país del cual las fuerzas blindadas, aerotrans-
portadas y la aeronáutica constituían las tropas de élite.

58 Rouquie, Alain. Poder militar y sociedad política en la Argentina, Tomo II, Buenos Aires: Emecé, 1982, p. 133.
59 "...Hasta 1958 la única hipótesis de conflicto sustentada por el país fue Brasil. Ese año se formuló la hipótesis de conflicto "Hierro" que
planteaba el empeño de la Fuerza en el marco interno enfrentando elementos subversivos...". Martínez, Carlos, Apunte de la Materia
Defensa Nacional de la Escuela Superior de Guerra, 2002, p. 20.
60 "...Hasta 1958 la única hipótesis de conflicto sustentada por el país fue Brasil. Ese año se formuló la hipótesis de conflicto "Hierro" que
planteaba el empeño de la Fuerza en el marco interno enfrentando elementos subversivos...". Martínez, Carlos, Apunte de la Materia
Defensa Nacional de la Escuela Superior de Guerra, 2002, p. 20.
61 Díaz Loza, Florentino (Entrevista personal). TC. Camilli, marzo de 2010.
62 Ibid.

58
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

> La pentómica: estructura de fuerzas a diseñar para ser inter-operativa con las
Fuerzas de la Alianza Atlántica para actuar en ambiente nuclear, de carácter
mundial.
> Una estructura de fuerzas destinada a operar en el marco interno en ambiente
subversivo.

En 1959, fue designado el CR Rosas63 Jefe del Departamento Doctrina del Estado Mayor
General del Ejército. Este oficial fue quien introdujo los primeros conceptos referidos a
la guerra revolucionaria y su concepción sobre cuál debería ser la evolución orgánica y
doctrinaria de la Fuerza, influyó significativamente en la reestructuración del año 1964.
A principios de la década del 60, se abandonó la idea de participar en operaciones
militares combinadas en ambiente nuclear con lo cual la organización “pentómica”
quedó eliminada, adquiriendo mayor peso la hipótesis de conflicto de una guerra re-
volucionaria en el marco interno por el efecto político causado por la Revolución Cuba-
na en el continente.
Como respuesta a éstas dos hipótesis de conflicto, la organización del Ejército para
el año 1960 dividía al país en seis Zonas de Defensa, asignadas a distintos Comandos
Operacionales y mantenía una Reserva Estratégica Militar (el Cuerpo de Caballería)
que disponía de los principales elementos de combate.
A su vez, la progresiva incorporación de la doctrina americana requirió ir adecuan-
do a sus parámetros los niveles de conducción, la terminología castrense, uniformes,
el vestuario y el equipo. En la organización para el año 1961 el nivel táctico superior
(Gran Unidad de Batalla) pasó de ejércitos a cuerpos de ejército y en el año 1963 se in-
corporó en el nivel táctico inferior (Gran Unidad de Combate), las brigadas dependien-
tes de comandos divisionales.

Rol de la Armas del EA en este periodo


Caballería
Cuando en 1951 el Gral. Benjamín Menéndez produjo el primer levantamiento militar
de peso contra el régimen peronista, la masa de los cuadros que lo apoyaron perte-
necía al arma de Caballería. Como consecuencia de ese acto muchos de sus oficiales
fueron dados de baja, sufriendo largos períodos de cárcel o de exilio, al tiempo que la
masa de sus unidades, ubicadas en las cercanías de la Capital, fueron trasladadas al
interior del país.
Cómo se ha expresado precedentemente, en 1955 gran parte de estos oficiales fue-
ron reincorporados al servicio activo, adquiriendo gran prestigio por ser los primeros
en haber reaccionado contra el peronismo y por las vicisitudes vividas. El espíritu he-
roico del reincoporado fue asumido como propio por esta arma y por lo tanto la caballe-
ría se identificó con el más antiguo antiperonismo.

63 Ibid.

59
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

Desde el punto de vista específicamente profesional, ésta se hallaba ante la impe-


riosa necesidad de impulsar cambios estructurales. Este era el reto en que la misma
jugaba su existencia puesto que como arma ecuestre, la evolución del arte de la gue-
rra había señalado su declinación inexorable, desde fines del siglo pasado, habiendo
desaparecido definitivamente en las dos guerras mundiales. Como consecuencia de lo
expuesto, el peso institucional de la caballería en la masa de los Ejércitos del mundo y
en Argentina era muy reducida.
En este contexto, la coyuntura le proporcionaría a la Caballería condiciones rela-
tivas favorables para romper el Statu Quo vigente por dos causas fundamentales: una
estrictamente profesional, el haber desarrollado una política de formación de cuadros
desde la década del 40 que le permitía contar con jefes jóvenes de alto prestigio profe-
sional y otra de naturaleza política institucional, el proceso de ajuste interno desatado
en la Fuerza tras la caída del peronismo, la había beneficiado.
Merced al trabajo y a la publicación de artículos y libros de reconocidos profesiona-
les como Kurt Brenner, García Elorrio, López Aufranc, Díaz Loza, Figueroa, Tisi Baña,
Sánchez de Bustamante, Onganía, Alsogaray, Carlos Landaburu y otros que impulsa-
ron a partir de los años ‘50 en las unidades, el Estado Mayor General del Ejército y en la
Secretaría de Guerra la progresiva identificación de la Caballería con el tanque. Luego
del ‘55 comenzaría la apropiación, paulatina, de todos los medios blindados, proceso
que cerraría el ciclo con la creación Caballería Blindada en 1961.
Sin embargo, la adopción del blindado por la Caballería no fue un proceso sencillo
dado que significó una profunda ruptura con el pasado. El espíritu ecuestre estaba
muy fuertemente arraigado en un arma dónde el respeto por la tradición pesaba más
que en cualquiera de las demás y representaba ante todo una cultura, asociada a una
tecnología y una escala de valores que determinaban el perfil profesional y social ca-
racterístico de un hombre de caballería. El Cnl. Díaz Loza, acerca de este período re-
fiere "...Me recibí de oficial con lanza, soy un lancero. Cuando llegué al Regimiento me
encajan el sable que llevo hasta Teniente Primero. Después hice la Escuela de Guerra y
me sacan de Capitán blindado..."64.
Muchos resistieron la impronta de los tiempos. Por ejemplo, el CR Leopoldo Orns-
tein, uno de los intelectuales militares más reconocidos de la década del '50, aún en el
año 1962, en un artículo publicado en la Revista de la Escuela Superior de Guerra, soste-
nía la vigencia de las cargas de caballería en el campo de combate moderno, y el Gral.
Onganía refiere que, en 1959, siendo Segundo Comandante de la División de Caballería
III, su Comandante le manifestó que antes de que la caballería abandone el caballo me
pego un tiro. Esta visión de la conducción del arma tendría consecuencias trascenden-
tes dentro del Ejército pues le proporcionaría a ésta los medios de combate más impor-
tantes que disponía la Fuerza y que en definitiva sustentarían su hegemonía tras los
sucesos de septiembre de 1962
A su vez, el contexto político configurado a partir de 1958, con el acceso del desa-
rrollismo al gobierno, contribuyó al crecimiento institucional de la caballería ya que el

64 Díaz Loza, Florentino Reflexiones sobre orientaciones doctrinarias de las fuerzas blindadas, Buenos Aires: Editorial Militar, 1972, p. 124.

60
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

poder político, a fin de contrarrestar la estructura de poder heredada de la Revolución


Libertadora, otorgó los cargos más importantes de la conducción de la Fuerza a oficia-
les de caballería como Solanas Pacheco, Reimundes, etc.

Infantería
La contra partida de la creación de la caballería blindada fue que la infantería quedó al
margen del proceso de modernización del Ejército a partir de 1962 y esto fue la conse-
cuencia tanto de cuestiones internas de esta arma como de la acción de apropiación de
los tiradores blindados por parte de la caballería.
La infantería había sido hasta la 2º Guerra Mundial sinónimo de modernización: el
máuser, la ametralladora, morteros, etc. eran las armas fundamentales en el combate
y las tropas de élite, montañeses y paracaidistas eran infantes. El arma representaba
más del 40% del escalafón del Ejército y hasta 1955 sobre 30 generales de división, 2
eran infantes y sobre una orgánica que contaba con 13 divisiones, 9 le pertenecían.
Aquí no había reto, no se cuestionaba su importancia ni su vigencia.
Durante la primera parte del periodo en estudio (del 43 al 55), el arma aportó al
proceso de mecanización del Ejército Argentino destacados oficiales que se desem-
peñaron como profesores de la materia Conducción de UU mecanizadas en la Escuela
Superior de Guerra y en las Escuela de Tropas Mecanizadas y Blindadas, produciendo
importantes aportes reflejados en libros, artículos y conferencias. Poco a poco, a partir
del 55, esto empezó a cambiar.
Lo cierto es que en la década del '60 el blindado no era considerado por los infantes
una especialización que diera un prestigio profesional comparable al paracaidismo o
la montaña. No existió preocupación intelectual por tales temas dado que ninguno de
ellos produjo una sola publicación al respecto.
Por otra parte, pese a que la División de Infantería IV era la que había sostenido al
Gral. Lonardi en 1955, el arma fue tildada de “peronista” en el 55, sufriendo las más
importantes pérdidas de personal, fundamentalmente, la de sus más altas jerarquías.
En marzo de 1962, si bien mantenía su predominio en los generales de división, com-
partía la misma cantidad de generales de brigada que la Caballería.

Artillería
Como la infantería, la artillería había experimentado un notable desarrollo desde fines
del siglo XIX, el perfeccionamiento de las técnicas balísticas y de dirección de fuego le
proporcionaron una creciente participación en el campo de batalla.
En el 55, el arma había aportado los más destacados protagonistas. El Gral. Lonardi,
cuyo prestigio y ascendiente proporcionaron la mística al movimiento, era artillero;
mientras que otras figuras relevantes como Ossorio Arana y Labayru, acompañarían
al Gral. Aramburu en el gobierno de la Revolución Libertadora desempeñando desta-
cadísimos roles.
Si bien la artillería representaba orgánicamente una porción del Ejército de similar
peso al de la caballería, hacia 1962 se presentaba la contradicción que esta superaba
notoriamente en número a dicha arma en los grados de mayor, teniente coronel y coro-

61
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

nel pero, sin embargo, su presencia en los mandos y altos mandos de la Fuerza (gene-
rales de brigada y de división) era significativamente inferior a la de la caballería, que
tenía una presencia similar a la de la infantería. Este hecho implicaba una importante
limitación para los cuadros intermedios de la Artillería.

Ingenieros Militares
Al acceder a los grados de teniente primero o capitán, los oficiales del Ejército del
cuerpo comando pueden optar, voluntariamente, por ingresar a la Escuela Superior
de Guerra para realizar estudios de Estado Mayor, o bien capacitarse en diversas es-
pecialidades de ingeniería en la Escuela Superior Técnica, egresando con el título de
Ingeniero Militar.
El origen de esta especialidad se remonta a 1886, cuando fue creada la Escuela de
Ingenieros Militares, antecesora de la Escuela Superior Técnica, con la finalidad de
conformar una elite técnico-profesional que permitiera acompañar el veloz perfeccio-
namiento que, desde fines del siglo pasado, venían desarrollando los sistemas de ar-
mas. De esta necesidad surgieron subespecialidades en balística, química, geodesia y
más recientemente en automotores e industrias.
Los ingenieros militares, así, se constituyeron en un valioso instrumento técnico a
disposición del Estado, el que les fue derivando, progresivamente, responsabilidades
en actividades de naturaleza económica consideradas estratégicas como ser el petró-
leo, con el Gral. Mosconi y la construcción del complejo industrial-militar que, a partir
de mediados de la década del '30, apuntaló el desarrollo de industrias tales como la si-
derurgia y la química o en un polo industrial reciente el desarrollo nuclear. Esta inser-
ción en áreas productivas le proporcionaron a los ingenieros militares una importante
influencia dentro y fuera del Ejército dado que la conducción del complejo industrial
militar les permitió disponer de una importante cuota de recursos.
No obstante, la carrera militar normal de un ingeniero militar lo iba naturalmente
desvinculando del mando de tropa para ir especializándose en la administración de
las Fábricas Militares o del Instituto Geográfico Militar; por lo tanto, si bien no estaba
escrito en ningún reglamento o disposición militar, éstos accedían al generalato pero
no a los cargos de conducción como ser Comandos de Ejércitos o de División y menos
aún al Comando en Jefe del Ejército.
Con el arribo del gobierno desarrollista y a medida que se profundizaba el proceso
de fragmentación institucional se fue produciendo un crecimiento significativo de la
influencia de los ingenieros militares dentro de la estructura de poder interno de la
Fuerza. A fines de 1957, sobre 6 ascensos a General de División, 2 fueron ingenieros
militares y sobre 13 ascensos al grado de General de Brigada, 5 eran OIM. A su vez,
los OIM fueron ocupando cargos inusuales para esa especialidad que involucraban el
mando de tropa. El caso paradigmático fue el del Gral. Poggi que llegó a ser Coman-
dante del Ejército III y posteriormente Comandante en Jefe del Ejército.

Educación
No se produjeron cambios sustanciales.

62
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Incorporación
No se produjeron cambios.

Armamento
Se adopta el fusil automático liviano (FAL) y se elabora un plan de adquisición de ar-
mamento para reemplazar equipamiento americano por europeo (Plan Europa), me-
diante el cual se adquieren tanques, cañones, elementos de defensa aérea, etc.

Complejo militar industrial


No se produjeron cambios.

Década del 90
La reestructuración operada en la década de los años '90, tuvo como marco referencial
las consecuencias de la Lucha Contra el Terrorismo, la Guerra de Malvinas y los enfrenta-
mientos internos, entre Leales y Carapintadas, en el período 1987-1990.
A su vez, las reformas implementadas tuvieron como características el desinterés
manifiesto del Estado Nacional por los asuntos de Defensa, que tuvo como consecuen-
cia el período de mayores restricciones presupuestarias y salariales en la historia de
la Fuerza.

Despliegue territorial
No se produjeron cambios conceptuales, pero sí desplazamientos de elementos como
ser la Brigada Mecanizada X a La Pampa y las Escuelas de Armas al Litoral. También se
produjo una reducción significativa de elementos con sus consecuencias en el implan-
te territorial de la Fuerza.

Organización
Se redujo cuantitativamente de CINCO (5) Cuerpos de Ejército a TRES (3) y de DOCE (12)
Brigadas a DIEZ (10). También se inactivan guarniciones y se disuelven numerosas uni-
dades. Comienza la Mecanización de la Infantería y la organización de elementos ligeros.

Doctrina
Comienza un proceso de nacionalización de la doctrina y de asimilación de las expe-
riencias de la Guerra de Malvinas.

Educación
Se elevaron los niveles educativos:
> CMN: Nivel Universitario.
> Escuela de Suboficiales: Nivel Secundario y Tecnicaturas.
> Apertura de la Escuela Superior Técnica y Escuela Superior de Guerra a civiles.
> Se elevan los niveles de idioma inglés y de exigencias físicas.

63
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

Incorporación
> Se reemplaza el Servicio Militar Obligatorio por el Servicio Militar Voluntario.
> Plena incorporación de la mujer.
> Se crean fuentes de reclutamiento alternativas para oficiales.

Armamento
Desarrollo del proyecto Palmarias.

Complejo militar industrial


Se desarticula el complejo militar industrial, en el marco de un proceso de desindus-
trialización generalizada del país.

Consideraciones generales
En el siglo XX, sobre todo en su segunda mitad, se desarrollaron en nuestro país una
importante cantidad de trabajos sobre Geopolítica, fuertemente condicionados al con-
texto internacional y regional del momento; si bien siguieron los lineamientos genera-
les de las teorías originadas en los países centrales, generaron innovación con respec-
to a llevar adelante un pensamiento geopolítico propio. Y de la disputa Mar y Tierra,
prevaleció el componente terrestre.
En tal sentido, a partir de la 2º GM, la Estructura Orgánica del Ejército Argentino
y su despliegue territorial varió en diferentes oportunidades como parte del proceso
de modernización y visión geopolítica; estos cambios respondieron a la evolución y
cambios en las misiones específicas que el Estado le asignaba, las diversas funciones,
actividades y tareas, el empleo operativo, la tecnología en uso en cada momento y la
doctrina de empleo de los medios. No obstante, la reforma de principios del siglo fue la
única de carácter integral y sus alcances, aún mantienen vigencia. Su éxito se susten-
tó en la visión estratégica del Estado nacional de aquellos años. La política de Defensa
cumplió un rol fundamental para la integración territorial y social del país, ese Estado
fijó objetivos de corto, mediano y largo plazo y asignó los recursos necesarios. Sobre
este modelo, se implantaron también núcleos de modernización como la Aviación Mi-
litar y las Tropas de Montaña.
La reforma de los años 40, fue una reforma parcial, tendiente a asimilar las expe-
riencias de la 2ª Guerra mundial. También contó con una visión estratégica integral
del Estado en la que la Defensa Nacional fue parte importante de un proyecto produc-
tivo y tecnológico. Y la Justicia Social además de un principio ético- político hizo las
veces de una necesidad de la defensa nacional.
Los cambios establecidos en la reforma de los años 60, no fueron el resultado de
una política de defensa integral sino de un Estado en crisis y de los enfrentamientos
internos del Ejército, así como de la penetración ideológica norteamericana. Las con-
secuencias negativas más destacables, fue la tendencia a que cada Arma y Servicio
formalizara estructura de conducción y comenzara a fijarse objetivos propios, lo que
condujo crecientemente al desastre.

64
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Fue en la Guerra de Malvinas, donde se evidencia la falta de criterios doctrinarios


relativos a movilidad y rapidez estratégicas, sistemas de armas combinadas, batalla
aeroterrestre, etc. En síntesis, las Brigadas de Infantería actuaron de acuerdo a los
principios doctrinarios vigentes.
La reforma de los años 90, fue resultado de una acción unilateral por parte del Ejér-
cito, en el marco de un Estado Nacional indiferente a las cuestiones de Defensa. Si bien
existieron logros importantes en el sistema de incorporación y en la educación militar,
estas acciones no forman parte de una política integral del país.
Por ello, como señala Clausewitz, “Los cambios reales en el arte de la guerra son
también consecuencia de las alteraciones en la política, y lejos de ser un argumento
para la posible separación de una y otras constituyen, por el contrario, una evidencia
muy intensa de su íntima conexión”65; esta situación descripta no ha sido ajena a nues-
tro país y a sus Fuerzas Armadas.
Los cambios son una constante en la vida de las organizaciones. Lograr compren-
der los alcances de estas mutaciones, los motivos por los cuales se produjeron y las
consecuencias de dichas transformaciones, pueden ser una importante fuente de con-
sulta para emprender y materializar cambios organizacionales futuros, propios del Si-
glo XXI. Y ellos apoyados en la originalidad de perspectivas geopolíticas propias, que
pueden llegar a ser las mejores conclusiones sobre las oportunidades y desafíos de un
país, y de esa forma poder planificar el mejor proyecto de inserción posible, sea regio-
nal como global.

Consideraciones sobre el Despliegue Territorial


del Ejército Argentino
En función de esto, la consolidación del dominio de la tierra implica el fortalecimien-
to de la unidad de asentamiento y ordenación de la comunidad argentina sobre su
propio suelo: esa realidad concreta es el soporte físico demográfico de la consolida-
ción del elemento Tierra como principio de configuración espiritual. El sentido de la
tierra es la raíz material del patriotismo. Nuestra propia visión articula necesaria-
mente, en virtud de la voluntad de ser en el mundo del Estado Argentino, la verte-
bración comunitaria en su máxima expresión como unidad de pueblo y ejército en
la profundidad estratégica de la Patria. Es decir, el despliegue territorial del Ejército
Argentino no sólo es un problema defensivo, es también el soporte de un modo de ser
argentino simbolizado en el elemento tierra desde el cual puede plantearse y desa-
rrollarse el dominio de los elementos agua y aéreo-espacial. Pero partir desde la Tie-
rra implica una decisión espiritual materializada en función del sentido nacional, de
la tradición y la idiosincrasia arraigada: sin esa decisión metafísica y bien concreta
a la vez caeríamos definitivamente en la disolución de nuestra personalidad en las
mallas de la “sociedad liquida” globalista y liberal, simbolizada en el elemento Agua

65 Clausewitz, Carl, De la Guerra, Libro VIII, Cap VI. Libro Dot.com. Consultado en http://lahaine.org/amauta/b2-img/Clausewitz%20
Karl%20von%20-%20De%20la%20guerra.pdf. 27 de junio de 2019.

65
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

(aquí Schmitt, Dugin y Zigmunt Bauman están en la misma línea). Al afirmar que
la Patria es espiritual y material a la vez estamos ampliando el concepto verdadero
que el ser humano es alma y cuerpo, espíritu y materia. Si nos limitásemos a cortar
esa unidad sustancial en dos partes derraparíamos hacia la disolución y el absurdo.
Así como no puede haber una Patria meramente espiritual, sin arraigo fecundo en
la Tierra, tampoco cabe plantear una Patria que sea una tierra sin espíritu, como lo
pretenden las presiones insidiosas del globalismo. Del mismo modo, carece de sen-
tido plantear la cuestión del despliegue territorial del Ejército Argentino por fuera
de su relación íntima con la comunidad nacional y con la tradición espiritual de la
Patria. La Patria no se reduce al suelo, pero sin suelo estaríamos en la nada misma.
La Patria no se reduce al Ejército, pero sin Ejército no seríamos Patria sino colonia.
La Patria no se reduce al Pueblo, pero sin Pueblo seríamos un desierto vital. La Patria
es el patrimonio vital, físico y espiritual que heredamos del pasado y que debemos
defender y perfeccionar para legar a las generaciones que vendrán.
En este sentido espiritual profundo se inscribe el despliegue del Ejército Argenti-
no mediante 71 guarniciones y 234 elementos, evidenciando la dimensión del Instru-
mento Militar Terrestre, la conexión orgánica con la Tierra Patria y el desafío perma-
nente de investigación, compromiso y relaciones con la comunidad que debe realizar
la fuerza. Sobre esa base, el Instrumento Militar Terrestre debe considerarse de acuer-
do a la interrelación entre las capacidades militares y el despliegue territorial.
Desde el punto de vista del despliegue, el Sistema de Fuerza Operativa se debe de-
finir como una fuerza emplazada territorialmente mediante una combinación de pre-
posicionamiento estratégico y de aptitud para el rápido traslado e intervención me-
diante redespliegue de medios, concretando el concepto “concentración-dispersión”
y la acción militar conjunta.
Asimismo, el despliegue de la Fuerza Operativa no puede responder sólo a conside-
raciones de orden operativo en caso de guerra sino también considerando su impor-
tancia como despliegue de paz. El Ejército Argentino se despliega preparado para la
posibilidad de la guerra pero siempre en acción en función de su utilidad y servicio en
tiempo de paz.
Por ello, la evolución orgánico-funcional del Ejército, como el de las Fuerzas Arma-
das en su conjunto, tenderá al progresivo agrupamiento de elementos en zonas geo-
gráficas donde haya disponibilidad de facilidades edilicias, de campos de instrucción,
de relativa cercanía a localidades que faciliten el ejercicio de la profesión militar y el
desarrollo personal, tanto de los integrantes de la fuerza como de sus familias, ponien-
do en acto siempre el vínculo de amistad, cooperación y real integración con las comu-
nidades civiles. La amistad nace de la cercanía y de una especial decisión de romper la
absurda mentalidad aislacionista. El cambio de mentalidad nace del compromiso ge-
nuino del Ejército Argentino con las vivencias, problemas y anhelos de nuestra gente.
Ante esta orientación es necesario considerar una serie de aspectos que intervie-
nen en la racionalidad social y estratégica del despliegue de la Fuerza. La instalación
de las guarniciones responde a una combinación de aspectos: el empleo operacional,
superando la debilidad de las vías de comunicaciones para trasladar los elementos;

66
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

el adiestramiento operacional; el aprovechamiento de la capacidad instalada y de la in-


fraestructura de comunicaciones; y la concentración de elementos en guarniciones
comunes (en los casos que ello sea posible) economizando recursos administrativos,
financieros y logísticos para facilitar el accionar militar conjunto y el sentido de perte-
nencia a unas mismas Fuerzas Armadas, en las que todas las fuerzas, armas y perso-
nal tienen misiones que cumplir.
En función de ello, el despliegue territorial tiene las siguientes finalidades:
> Lograr el control de las fuerzas mediante una combinación de presencia y capaci-
dad de traslado de medios, que permita operar en oportunidad tanto en tiempo de
paz como en la eventualidad de la guerra.
> Facilitar el rápido traslado e intervención en conflictos localizados, mediante
concentración de los elementos en proximidades de terminales aéreas, maríti-
mas y ferroviarias.
> Contar con personal adiestrado en los disímiles ambientes geográficos del terri-
torio, que obliga a manejarse tanto en la paz como en el combate de diferentes
maneras y que exige, fundamentalmente, efectivos especializados en su zona de
acción.
> Constituir un instrumento tangible de la soberanía e integridad territorial, que
disuada eventuales amenazas contra la Patria y se mantenga siempre prepara-
do para entrar en acción, sea ésta de la naturaleza que fuere, dentro siempre del
marco legal.
> Participar en la reconstrucción de aquellas zonas afectadas o desastres naturales
o humanitarios y ejecutar operaciones de asistencia, apoyo y reconstrucción de la
comunidad.
> Facilitar el accionar conjunto en el adiestramiento, en la utilización de los medios
de transporte aéreos y marítimos, y en la acción requerida.
> Contribuir en la construcción de un Sistema de Defensa Subregional, a través de
la obtención de los necesarios niveles de interoperabilidad y complementariedad
militar efectiva en los países de la subregión.

Criterios para el Despliegue del Instrumento


Militar Terrestre
Consideramos necesario mantener desplegada la fuerza operativa en las áreas geoes-
tratégicas “Noreste” (con centro de gravedad en las Provincias de Misiones, Formosa y
Chaco), “Noroeste” (con centro de gravedad en las Provincias de Salta y Jujuy), “Oeste”
(con centro de gravedad en las Provincias de Mendoza, San Juan y Neuquén), “Centro”
(con centro de gravedad en las Provincias de Córdoba, San Luis y La Pampa), “Buenos
Aires” y “Patagonia” (tendiendo siempre a multiplicar la presencia en la Patagonia por
ser ésta región de muy baja densidad demográfica al tiempo que padece tanto la ocu-
pación colonial en las Islas Malvinas y demás islas del Atlántico Sur como la presión
geopolítica y geoestratégica británica en relación a la soberanía argentina sobre la An-
tártida. Ello permitirá:

67
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

> Conservar la actitud para desarrollar y sostener operaciones en la totalidad de los


espacios geoestratégicos del Territorio Nacional (con características poblaciona-
les, socioeconómicas, de existencia de recursos y relaciones con los países veci-
nos bien diferenciadas).
> Mantener el control de los espacios por presencia, acorde a la ubicación espacial
de los intereses a defender que permita contribuir significativamente a asegurar
la integridad territorial como Interés Vital Impuesto.
> Acentuar la presencia en el Sur Argentino para marcar el rumbo actual y futuro
en relación a los intereses nacionales lesionados por Gran Bretaña así como a los
problemas que en sentido creciente se sucederán en relación a la Soberanía Na-
cional sobre la Antártida Argentina (problemas que pueden ser encarados en coo-
peración con Chile y los demás países iberoamericanos con el objetivo de cumplir
la doctrina de “la Antártida para el Hemisferio Sur”).
> Preposicionar los medios, de tal manera de superar la debilidad de las vías de co-
municación existentes y las dificultades de transporte estratégico de las tropas.
> Interactuar en forma sostenida con las fuerzas de países de la subregión a fin
de contribuir al logro de la interoperabilidad y de la complementariedad militar
efectiva.
> Asegurar la aptitud de las FFAA para operar en todos los ambientes geográficos
que componen el territorio nacional, coincidentes en términos generales con las
áreas anteriormente enunciadas. Ello implica la presencia en dichos ambientes
para mantener a las tropas aclimatadas y en condiciones de conocer el terreno de
tal manera de utilizar dicha actitud como un multiplicador del poder de combate
a la hora de entrar en operaciones.
> Concentrar la máxima cantidad de unidades operativas dentro de las áreas an-
teriormente determinadas, en guarniciones cuya infraestructura instalada lo
permita. Ello, redundará en beneficio del adiestramiento operacional por so-
bre las actividades administrativo-logísticas que insumen una gran cantidad
de tiempo a las unidades, como lo son los servicios en guarnición, en manteni-
miento de instalaciones y predios, las actividades protocolares y de ceremonial,
entre otros.
> Evitar un despliegue en zonas de fronteras que supere el paradigma empleado
en las décadas precedentes, que confundía al despliegue de paz con el desplie-
gue operativo en caso de conflicto, excluyendo de esta forma posiciones contra-
dictorias con la política y contribuyendo al logro de la cooperación subregional.
Asimismo, dentro de cada GUC se deberá evitar mantener guarniciones aisladas
del resto que la conforman, que producto de su localización geográfica distante,
impida o dificulte el adiestramiento de las Brigadas bajo el concepto de “sistema
de armas combinadas”, así como el tratamiento de los temas administrativos.
En concordancia con el concepto espacial previamente mencionado, se buscará
mantener solamente aquellas guarniciones que se encuentren a una equidistan-
cia del comando de la GUC, que facilite la interacción personal entre el Coman-
dante y sus elementos subordinados.

68
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

> Utilizar la infraestructura instalada, adecuando solamente la ya existente a las


exigencias que imponga el redespliegue, evitando la construcción de nuevas bases
militares, a fin de priorizar el completamiento de organizaciones y la incorpora-
ción de material, optimizando el uso de los recursos presupuestarios disponibles.
> Propender al establecimiento de bases conjuntas, en aquellas cuya estructura
edilicia, viviendas, terminales para el despliegue y campos de adiestramiento
así lo permitan (Ej: Punta Indio, Bahía Blanca, Puerto Belgrano, Villa Reynolds,
Córdoba, Río Gallegos).

69
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Capítulo III

Incidencia de la
Geopolítica en los
objetivos de defensa
argentinos del
siglo XXI

Introducción
La República Argentina forma parte de la región latinoamericana, Sudamérica, y de la
subregión que integra con Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil, el Cono Sur; es
una zona caracterizada por inversión en el área de Defensa relativamente baja, y esca-
sas guerras en el siglo XX: un solo conflicto con una potencia extrarregional, la Guerra
de las Islas Malvinas (Argentina-Reino Unido; abril-junio 1982), tres correspondien-
tes a la región, la Guerra de Cenepa o Conflicto del Alto Cenepa (Ecuador-Perú; 26 de
enero-28 de febrero de 1995), la Guerra del 41 (Ecuador-Perú; julio de 1941-enero de
1942), y la Guerra entre Colombia y Perú (enero-junio 1933), y dos correspondientes a
la subregión, la Guerra del Chaco Boreal (Bolivia-Paraguay; septiembre 1932-junio de
1935), y Guerra del Acre (Bolivia-Brasil; mayo 1899-noviembre 1903).
Ante la pregunta de ¿Cuál es el objetivo fundamental de la política de defensa?, la
mayoría de los países responden que es asegurar la capacidad del Estado para repeler
exitosamente el ataque de fuerzas armadas de otros países; otros consideran, como es
el caso nuestro, el participar en misiones de paz internacional, generalmente auspi-
ciadas por la Organización de las Naciones Unidas.
Por Decreto 703/2018, se aprobó la Directiva de Política de Defensa Nacional (DPDN)
que forma parte del Anexo 1 de dicho decreto. Como se señala en el mismo, "El Sistema

71
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

de Defensa Nacional debe planificar y proteger los objetivos estratégicos que puedan
ser objeto de una agresión de origen externo"66.
Por ello el Cap. III Prioridades y lineamientos para la reforma del Sistema de Defen-
sa Nacional, señala que "... tiene como objetivo establecer los parámetros que orien-
tarán la reforma del Instrumento Militar de la Nación en lo que respecta a su organi-
zación, doctrina, adiestramiento, planeamiento estratégico, despliegue, capacitación,
administración y empleo de los recursos humanos y materiales. También se estable-
cen criterios relativos a la modernización, recuperación y adquisición de material, to-
do ello para asegurar la plena adecuación del Sistema de Defensa Nacional a los desa-
fíos estratégicos emergentes de los escenarios global, regional y nacional, y a las res-
tricciones existentes"67.
Se establecen seis tipos de Operaciones que las Fuerzas Armadas, en cuanto Instru-
mento Militar del Sistema de Defensa Nacional, deben cumplir a efectos de garantizar
su eficaz empleo en el marco del planeamiento militar; el 1°, la Vigilancia y control de
los espacios soberanos, y el 2°, la Protección de Objetivos Estratégicos, ambos aplicati-
vos a nuestra investigación y propuesta. En tal sentido las Fuerzas Armadas deberán,
asegurar la vigilancia, control y preservación del espacio marítimo insular y fluvial,
aeroespacial, ciberespacial, espacial y terrestre, como así también contar con las ca-
pacidades humanas, materiales y tecnológicas para la protección de los objetivos es-
tratégicos asignados a su custodia.
En un mundo signado por un aumento significativo de las tensiones geopolíticas
por el control de áreas estratégicas, las Fuerzas Armadas deben fortalecer su capaci-
dad de ejercer una vigilancia y control efectivo sobre espacios geográficos con reser-
vas de recursos estratégicos.
Esta nueva responsabilidad, como es la protección de objetivos estratégicos nece-
sarios y vitales para el desarrollo nacional, requiere de la defensa de espacios cata-
logados como tales; en tal sentido hemos elegido áreas de alta significación actual y
futura que hacen al Espacio Geopolítico Argentino (EGA):

> Área Geoestratégica Atlántico Sur y su proyección antártica


> Zona Estratégica: Polo Logístico para Servicios Antárticos Internacionales
> Área Geoestratégica Continental
> Zona Estratégica: Vaca Muerta
> Área Geoestratégica NOA
> Zona Estratégica: Triángulo del Litio
> Área Geoestratégica Cuenca del Plata e Hidrovía Paraná-Paraguay
> Zona Estratégica: Hidrovía Paraná-Paraguay
> Zona Estratégica: Cuenca del Río Bermejo
> Zona Estratégica: Sistema Acuífero Guaraní

66 https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/189076/20180731. Consultado el 2 de marzo de 2020.


67 DPDN/2018. Capítulo III. Prioridades y lineamientos para la reforma del Sistema de Defensa Nacional.

72
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Estos espacios estratégicos soberanos, propios del espacio vital argentino, se revelan
sustanciales para el desarrollo del país y pueden, según la evolución y proyección de
sus capacidades, transformarse en objetivos para un potencial agresor. Por ello la
trascendencia de su vigilancia y control es vital como paso previo a una eficaz defensa
de los mismos; y de tal manera, es válido ese criterio a aplicarse para la protección de
objetivos estratégicos68.

A continuación, siguen características generales y análisis de cada Área Geoestra-


tégica, en cuanto Líneas de Acción geopolíticas de Argentina 2020-2030, y la presen-
tación general de un Caso, el de La Brigada de Monte y la protección de objetivos estra-
tégicos, aplicativo a la Zona Geoestratégica Sistema Acuífero Guaraní, en el contexto
de la DPDN/2018.

Área Geoestratégica Atlántico Sur


y su proyección antártica
Zona Estratégica: Polo Logístico para Servicios
Antárticos Internacionales (PLSA)
Base Antártica Integrada Permanente de Apoyo Logístico "Petrel"
Inicialmente fue un refugio naval instalado en diciembre de 1952, durante la Campa-
ña Antártica de Verano 1952-1953; se halla situada a los 63º 28` de latitud sur y 56º 17`
de longitud oeste, en la rada Petrel, cabo Welchness, en la Isla Dundee69 del estrecho
Antártico de la península Antártica.
El 23 de febrero de 1967, Día de la Antártida70, fue inaugurado el Destacamento Ae-
ronaval Petrel o Estación Aeronaval Petrel,
En el invierno de 1974 sufrió un incendio, lo que obligó a su evacuación, reactiván-
dose en el verano siguiente. En febrero de 1978 pasó a ser una base temporaria de ve-
rano, hasta 2014.
Por Resolución 629/2013 del Ministerio de Defensa del 20 de diciembre 2013, en su
Artículo 1° establece la Base Antártica Petrel como Base Antártica Integrada Perma-
nente de Apoyo Logístico; en su Artículo 2° se la asigna al Estado Mayor Conjunto de
las Fuerzas Armadas, que inició un plan que implicaba el reacondicionamiento de las
antiguas instalaciones y la construcción de nuevas estructuras.

68 Asimismo, señalamos como objetivos estratégicos a considerarse el embalse de Alicurá (hidroeléctrica), el complejo nuclear Atucha
(I y II); la central térmica Costanera (termoeléctrica); la represa El Chocón (hidroeléctrica), la central nuclear Embalse; la central
termoeléctrica de Luján de Cuyo; las hidroeléctricas Pichi PL, Piedra del Águila, Planicie Banderita, Río Turbio, la central hidroeléctrica
binacional Salto Grande, más el complejo hidroeléctrico Yacyretá-Apipé.
69 La isla Dundee, forma parte del grupo insular que se alza al NE de la Tierra de San Martín, integrado por las islas D`Uville, Joinville,
Bransfield y otras más pequeñas.
70 Por Ley de la Nación Nº 20.827/74 publicada en Boletín Oficial 23.043 del 26 de noviembre de 1974, se instituyó como Día de la Antártida
Argentina el 22 de febrero de cada año; señala en su Artículo 1º- Instituyese como Día de la Antártida Argentina el 22 de febrero de
cada año, e en el Artículo 2º- En ese día se izará al tope la bandera nacional en los edificios públicos de la Nación y se realizarán actos
alusivos a nuestros irrenunciables derechos de soberanía sobre la Antártida Argentina en todos los establecimientos educacionales.

73
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

La Directiva de Política de Defensa Nacional según el Decreto 2645/2014 afirma la


participación en la logística antártica del Instrumento Militar por medio de sus capa-
cidades operativas y en la planificación, dirección y ejecución de la actividad logística
antártica, bajo la conducción del Estado Mayor Conjunto de las FFAA.
Al finalizar la campaña de verano 2014/15 el Ministerio de Defensa de Nación in-
formó la reapertura de la Base Petrel en forma permanente, ya que cuenta con carac-
terísticas geográficas óptimas para convertirse en una puerta de acceso permanente
de la Argentina.
Las ventajas relativas a la creación del Polo Logístico Internacional Antártico Petrel,
permite contar con un enclave estratégico que facilite el transporte de personal an-
tártico, tanto nacional como internacional, con la posibilidad de realizar operaciones
aéreas y navales en proximidad y con mucha menor vulnerabilidad ante situaciones
meteorológicas desfavorables, favoreciendo la eficiencia de recursos, tiempos y des-
pliegue. Asimismo, mejorar sustancialmente las capacidades operativas de las bases
permanentes de la Argentina en la Antártida y especialmente de la “Base Marambio”,
dado que esta última puede contar con aeropuertos alternativos, depósitos de repues-
tos, provisiones; esto coadyuvará al objetivo fundamental de la Política Nacional An-
tártica, establecido por el Decreto 2316/199071, que "...es afianzar los derechos argen-
tinos de soberanía en la región.
Actualmente la Base Conjunta Antártica “Petrel", es temporaria y se encuentra bajo
la órbita del Estado Mayor Conjunto de las FFAA.

Polo Logístico Antártico Internacional "Ushuaia"


Refiere a la configuración en la Península de Ushuaia, de un sistema logístico de alta
competitividad para las operaciones y programas antárticos, como una plataforma de
transferencia antártica a nivel internacional72 y a futuro, de las Islas del Atlántico Sur
(Malvinas, Georgias y Sandwich).
El proyecto busca potenciar el rol de Ushuaia como un operador antártico cla-
ve, configurándose un entorno institucional pro competitivo; a modo de un cluster
del fin del mundo, la ciudad podría aprestar el entramado logístico para instalar,
mantener y operar las bases o estaciones antárticas, con la participación de em-
presas productoras de bienes y servicios, instituciones gubernamentales y enti-
dades académicas.
El Proyecto de ley creando el Polo de Logística Antártica fue presentado por el en-
tonces legislador provincial Horacio Miranda; ingresó en la sesión ordinaria del 9
de marzo de 2000, siendo girado a comisiones por la mayoría automática de la Le-
gislatura. Pasaron casi 20 años, y el 10 de septiembre de 2018 el diputado nacio-
nal Carlos Gastón Roma retomó el proyecto y presentó uno mejorado, que refería a
la creación del Plan de Logística Antártica, en la Cámara de Diputados de la Nación,
sin avances significativos. En sus Fundamentos señalaba textualmente: "(...) Para

71 http://www.dna.gob.ar/userfiles/11_decreto2316_90.pdf. Consultado el 9 de marzo de 2020.


72 A fin de propiciar los intereses y objetivos nacionales y provinciales, contribuyendo activamente con el Sistema del Tratado Antártico.

74
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

cumplir con este cometido se promueve el diseño y construcción de: Base Naval
Integrada en la Ciudad de Ushuaia conjuntamente con un Polo Logístico Antártico y
como complemento de la logística antártica la puesta en funcionamiento de la Base
Permanente Conjunta Logística y Científica Petrel"73. La creación de una Base Naval
Integrada y un Polo Logístico Antártico Internacional se materializaría utilizando
los terrenos próximos al Aeropuerto Internacional Malvinas Argentinas, que opera
en la ciudad de Ushuaia.
En septiembre de 2019, Argentina y China dieron un paso más en sus relaciones al
firmar un acuerdo de cooperación militar bilateral74 y explorar la posibilidad de insta-
lar un centro operativo en la puerta de entrada a la Antártida. Si bien en el marco inter-
nacional la Argentina contaría con uno de los elementos claves para una eventual ex-
plotación, logística y capacidad de acceso; faltarían los correspondientes a capacidad
tecnológica y recursos financieros, resaltando China el interés de empresas estatales
de su país por participar en las licitaciones.
Durante la Semana Antártica, el senador nacional Matías Rodríguez, presentó
tres (3) Proyectos de Ley el 21 de febrero de 2020, con el objetivo de crear el Polo
Científico, el Polo Logístico y el establecimiento de Ushuaia como sede principal del
Instituto Antártico Argentino, potenciando la relevancia geoestratégica de Tierra del
Fuego y su proyección, como plataforma central del sistema antártico, incidiendo di-
rectamente en la política nacional antártica. El senador destacó en cuanto a Ushuaia
que “nuestra ciudad es la puerta de entrada más próxima al continente, este polo
servirá de base para las actividades científicas, académicas y técnicas relacionadas
con la Antártida, tanto para los equipos nacionales, como para los internacionales
que lo requieran”75.
Hoy Gran Bretaña, en Puerto Argentino, en las Islas Malvinas; y Chile, en Punta Are-
nas76, pueden ser competidores de Ushuaia en pos del objetivo citado.
En relación a estas dos ciudades señala Sylvain Guyot, del Centre National de la
Recherche Scientifique, GEOLAB, Université de Limoges, Francia: "Ushuaia y Punta
Arenas son las ciudades más australes de sus respectivos países, la Argentina y
Chile. Han desempeñado el papel de ciudades fronterizas al servicio de la conso-
lidación y legitimación de estos territorios nacionales australes ubicados en posi-
ción de fin del mundo. Desde hace cincuenta años, estas dos ciudades portuarias se
afianzan como las dos principales puertas de entrada internacionales a las relacio-
nes con el continente antártico y, en particular, a la península Antártica. Intervie-
nen en la estructuración de un frente de conquista antártico multiforme: militar,
científico, ecológico y turístico"77.

73 https://www.hcdn.gob.ar/proyectos/proyecto.jsp?exp=5631-D-2018. Consultado el 10 de marzo de 2020.


74 Entre el Ministro de Defensa Oscar Aguad, y su par chino, el general Wei Fenghe.
75 https://www.latdf.com.ar/2020/02/semana-antartica-el-senador-rodriguez.html. Consultado el 11 de marzo de 2020.
76 Cuenta con un desarrollo donde operan 19 programas antárticos nacionales (entre ellos, los más importantes del mundo).
77 Guyot. Sylvain, La construcción territorial de cabezas de puente antárticas rivales: Ushuaia (Argentina) y Punta Arenas (Chile). Resumen.
Revista Transporte y Territorio /9. ISSN 1852-7175. Instituto de geografía “Dr. Romualdo Ardissone”. 2do Semestre 2013. Filo UBA.
Buenos Aires. Pág. 11.

75
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

De ahí el óptimo y privilegiado geoposicionamiento antártico de Ushuaia, y el am-


plio margen para potenciar su participación en las múltiples actividades antárticas, y
a futuro en las actuales islas ocupadas y su proyección.
A través de una infraestructura adecuada, esta base logística posibilitará el des-
pliegue de los medios necesarios para el control de los espacios marítimos adyacentes
(insulares y antárticos) contribuyendo decisivamente en el desarrollo y el crecimiento
de la Patagonia austral y su proyección en el Mar Argentino.

Proyección
La implementación de un Sistema Logístico Antártico78 busca sistematizar las accio-
nes logísticas, operativas, científicas y académicas, estatales o privadas, relaciona-
das al continente antártico, a fin de garantizar el desarrollo de las distintas capaci-
dades para afianzar los derechos argentinos de soberanía en la región.
Desde el punto de vista geopolítico, la Base Antártica Integrada Permanente de
Apoyo Logístico "Petrel" se complementará con el Polo Logístico Antártico Interna-
cional y la Base Naval Integral en la ciudad de Ushuaia". Retomando los Fundamen-
tos del Proyecto de Ley de 2018 citado, se buscan tres objetivos "(...) Por un lado,
construir una nueva instalación con la infraestructura apropiada para trasladar
la actual Base Naval “Almirante Berisso”, con el fin de mejorar la capacidad de
despliegue de la Armada debido al estado de deterioro general que presenta. Por
el otro, la construcción de un Polo Logístico Antártico en la Península de Ushuaia
y Base Permanente Conjunta Logística y Científica Petrel, que promueven conso-
lidar la capacidad logística antártica y ofrecer una respuesta eficiente y compe-
titiva en torno al posicionamiento de los programas nacionales e internacionales
en materia científica".
La potencialidad del Proyecto radica en el posicionamiento internacional de la Re-
pública Argentina, fortaleciendo las capacidades portuarias y logísticas lo cual de-
riva en una serie de beneficios conexos tales como el incremento del turismo, las
actividades económicas de pesca, intercambio comercial, entre otras.
La República Argentina, estratégicamente, tiene la capacidad de convertirse en
la puerta de acceso natural a la región antártica, adquiriendo de esta manera un rol
de liderazgo internacional; la ciudad de Ushuaia, por su ubicación geográfica, se en-
cuentra en un lugar de privilegio por la cercanía y por las posibilidades naturales y
estructurales, a través de la disposición de la infraestructura adecuada para posibi-
litar el despliegue de los medios necesarios para efectuar el control de los espacios
terrestres, marítimos y aéreos, antárticos e insulares.
El 30 de julio de 2020, el jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, brindó su
primer informe de gestión ante la Cámara de Diputados, en cumplimiento con lo dis-
puesto por el artículo 101 de la Constitución Nacional; en el mismo indicó que el Mi-

78 Estará integrado por la Base Naval de Ushuaia y el Polo Logístico Antártico; se ubicará en la península situada al sur de la ciudad
Ushuaia (península de Ushuaia), entre las bahías de Ushuaia (al este) y Golondrina (al oeste).

76
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

nisterio de Defensa tiene avanzado el proyecto, que posee tres etapas79, para la cons-
trucción de la Base Naval Integrada en la península donde se encuentra el aeropuerto
de la ciudad de Ushuaia, que contempla también el desarrollo de un Polo Logístico con
facilidades para los buques que operen en la Antártida.
Finalmente recordar que a este área geoestratégica se la asocia normalmente con
un espacio de mar alejado de los grandes centros de poder mundial; no obstante el
océano Atlántico es un paso alternativo de suma importancia del comercio interna-
cional, sumado a su proyección antártica, sus abundantes recursos naturales y bio-
diversidad, y a los actores presentes que operan (Gran Bretaña; EEUU; Brasil; Chile;
Sudáfrica y en menor medida China, Rusia y Organizaciones / Empresas no guberna-
mentales y transnacionales) con sus tramas de intereses.
El 25 de abril de 2021 el gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlán-
tico Sur, Gustavo Melella mantuvo una reunión en el Ministerio de Desarrollo Produc-
tivo con los ministros nacionales de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Defen-
sa, Agustín Rossi, con quienes definió la conformación de una mesa de trabajo y avan-
zar con el desarrollo del Polo Logístico Antártico; además estuvieron presentes los se-
cretarios de Desarrollo e Inversiones, Maximiliano D’alessio, y de Malvinas, Antártida,
Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales, Andrés Dachary, quien lo hizo de
manera virtual. Expresó que “La intención es conformar un Polo Logístico para abas-
tecer en servicios, alimentos, traslado de personal científico y otros rubros a todas las
bases de la Antártida que se encuentran en el área de influencia de nuestra capital.
Están muy avanzadas las conversaciones para que nuevos países empiecen a utilizar
como base de operaciones a nuestra provincia y este desarrollo indudablemente favo-
recería enormemente la llegada de nuevos programas antárticos”80.
Es por ello que urge, geopolíticamente hablando, concretar el Polo Logístico pa-
ra Servicios Antárticos Internacionales (PLSA), puerta (o) de entrada y salida de la
Antártida, a fin de satisfacer fundamentalmente las necesidades de la logística an-
tártica propia y de terceros países, permitiendo a su vez la concreción de futuros
proyectos estratégicos a través del fortalecimiento de las capacidades portuarias y
logísticas de la ciudad de Ushuaia. No acelerar este Polo significará que perderemos
preminencia, capacidad de brindar bienes y servicios a la comunidad internacional

79 La primera corresponde a la construcción de un muelle de 25 metros de largo con capacidad de amarre de buques de gran calado,
similares al Rompehielos “Almirante Irizar”. Desde el Gobierno Nacional se precisó que esta primera etapa “ya se encuentran desarro-
lladas todas las especificaciones técnicas y la previsión presupuestaria para iniciarla fue incorporada al presupuesto preliminar de la
jurisdicción” y que sólo “resta la actualización del informe de impacto ambiental para estar en condiciones de poder consolidar el pliego
licitatorio correspondiente”. La etapa 2 del proyecto “prevé el desarrollo de viviendas en proximidades del polo logístico, ya que está
previsto un incremento de personal militar destinado en la zona en atención a los requerimientos que generará el polo cuando esté
funcionando, permitiendo concentrar todas las instalaciones de la Armada Argentina y su personal en el sector de la península”, en tanto
que la etapa 3 contempla “la relocalización de la Base Naval Ushuaia y el desarrollo de las instalaciones logísticas, previendo entre
otras facilidades contar con talleres para reparaciones de buques, galpones para almacenaje y estiba, laboratorios científicos, oficinas
para funcionamiento de las diferentes agencias, planta de combustible y Hangar con capacidad para albergar un avión Hércules C-130”.
http://www.eldiariodelfindelmundo.com/noticias/2020/08/04/87783-avanza-el-proyecto-de-base-naval-integrada-y-polo-logistico-
antartico. Consultado el 4 de agosto de 2020.
80 https://www.nuestromar.org/politica-economia-gremiales/el-gobernador-de-tierra-del-fuego-acordo-con-nacion-una-mesa-de-
trabajo-para-avanzar-con-el-desarrollo-del-polo-logistico-antartico/. Consultado el domingo 25 de abril de 2021.

77
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

y pasar a un segundo plano frente a nuestros “competidores” vecinos, pese a tener el


conocimiento técnico y científico de las FF.AA. y de sus instituciones ahora depen-
dientes del MINDEF (CITEDEF, IGN y SIHN), la experiencia de más de un siglo e ins-
talaciones de base de relativa importancia.

Área Geoestratégica Continental


Zona Estratégica: Vaca Muerta
Vaca Muerta81 es una formación geológica que da origen a petróleo y gas no convencio-
nal en la Cuenca Neuquina, con una superficie de 30.000 kilómetros cuadrados sobre
las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza. Representa el segundo
reservorio de gas no convencional más grande del mundo y el cuarto de petróleo.
El 8 de noviembre de 2011, ochenta años después de los descubrimientos de Char-
les Edwin Weaver, la empresa petrolera Repsol YPF anunciaba que se encontraban
frente a un “espectacular” descubrimiento de hidrocarburos no convencionales en la
formación Vaca Muerta, de cuya extensión YPF posee 12.000 km2. El comunicado ex-
presaba que "Se trata de alrededor 927 millones de barriles, el equivalente en aquel
entonces a casi 5 años de la producción de la empresa en nuestro país. (...) Vaca Muer-
ta está identificada como uno de los reservorios de hidrocarburos no convencionales
más grandes y con mayor calidad del mundo. (...) El hallazgo casi duplica a la cantidad
que tiene YPF en el país"82.
Vaca Muerta contiene el 40% del gas y el 60% de petróleo no convencional del país;
asimismo, tiene mayor cantidad de gas no convencional que Rusia y de petróleo no con-
vencional que Venezuela; para su extracción se desarrolla la técnica conocida como es-
timulación hidráulica, fractura hidráulica o fracking83 , de shale gas y shale oil. Este proce-
so es más costoso que la extracción convencional, y requiere más tiempo y tecnología
especializada. Cabe señalarse que, de las diez petroleras con mayor posicionamiento
sobre Vaca Muerta, cuatro son extranjeras: Total, Exxon, Shell y Vista Oil and Gas.
En el año 2011 se autorizó la instalación de una antena espacial para controlar las
actividades lunares de China en el territorio de Neuquén, sobre una zona considerada
de abundantes recursos energéticos.
En oportunidad de la visita de Estado de la presidente Cristina Fernández de Kirchner a
China, entre el 3 y el 5 de febrero de 2015, se firmaron 15 acuerdos adicionales; el N° 8
refiere al "Acuerdo Marco para la Cooperación en el Campo de las Actividades Espacia-

81 El geólogo estadounidense Charles Edwin Weaver fue quién descubrió la presencia de una “roca generadora” o “roca madre” en las
laderas de la Sierra de Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén, mientras realizaba estudios de campo para la compañía Standard
Oilof California (actualmente la empresa “Chevron”) en la década del 20. El “Weaver”, como se lo conoce al documento fundacional en
el mundo académico, es el trabajo estratigráfico y paleontológico más importante desarrollado en la Cuenca Neuquina, utilizado para
saber cuál es la riqueza petrolera y paleontológica de la región.
82 https://www.lanacion.com.ar/economia/ypf-descubrio-en-neuquen-uno-de-los-yacimiento-mas-grandes-del-mundo-nid1421209.
Consultado el 16 de marzo de 2020.
83 Consiste en la inyección a presión de una mezcla de agua, arena y algunos aditivos químicos, para generar microfisuras, más angostas
que el ancho de un pelo; finalmente, el pozo queda operativo durante años o décadas.

78
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

les entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la República Popular


China. Es un Acuerdo entre Gobiernos cuyos órganos de ejecución son la CONAE y su
contraparte china, tendiente a incrementar la cooperación en áreas como tecnología
espacial, sistema de navegación satelital, desarrollo de misiones satelitales conjuntas,
construcción y utilización de estaciones de recepción, seguimiento y control de saté-
lites, servicios de lanzamiento, y formación y capacitación e intercambio de personal
32 científico y técnico"84. En tal sentido el gobierno nacional habilitó la instalación de
una estación espacial de Beijing en Neuquén, manejada por la agencia China Satellite
Launch and Tracking Control General (CLTC); el acuerdo le daba a China una conce-
sión de 200 hectáreas en Bajada del Agrio, en Neuquén, con una exención impositi-
va por 50 años que solo le permite a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales
(CONAE) el uso de esa antena espacial por solo una hora y 40 minutos y todo bajo la
supervisión de personal chino, además de la dependencia exclusiva del Ejército Popu-
lar de China85. Asimismo el N° 9 señalaba textualmente: "Acuerdo entre el Gobierno
de la República Argentina y el Gobierno de la República Popular China sobre la Coope-
ración en el Proyecto de Construcción de un Reactor de Agua Presurizada en Argen-
tina. Ya habiéndose firmado un Contrato Marco entre Nucleoeléctrica Argentina S.A
y CNNC de China para la construcción de la cuarta Central Nuclear en nuestro país,
este Acuerdo instruye a las empresas a acelerar las acciones tendientes a este fin, fir-
mando contratos comerciales, generando un cronograma de trabajos y un Presupues-
to para el Proyecto. Además, deja asentado que CNNC gestionará financiamiento con
bancos chinos"86. La Estación CLTC-CONAE-NEUQUEN "brinda soporte de telemetría,
seguimiento, control de las misiones del Programa Chino para Exploración de la Luna
(CLEP) y programas de investigación científica del espacio lejano"87.
Por Ley N° 27.123 del Congreso Nacional, sancionada el 25 de febrero de 2015, se
aprueba el acuerdo de Cooperación; su Art. N° 1 señala: Apruébase el Acuerdo de Coo-
peración entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la República
Popular China sobre la construcción, el establecimiento y la operación de una estación
de espacio lejano de China en la provincia del Neuquén, Argentina, en el marco del
Programa Chino de Exploración de La Luna, celebrado en la ciudad de Buenos Aires, el
23 de abril de 2014, que consta de ocho (8) artículos, cuya copia autenticada, en idioma
español e inglés, forma parte de la presente ley"88.
La construcción concluyó dos años después. Se levantó una antena de metal de 16
pisos con un plato, en un predio de 200 hectáreas en el desierto neuquino de Quintuco,

84 Ramón-Berjano, C., Malena, J. y Velloso, M., El Relacionamiento de China con Latinoamérica y Argentina, 96/Documentos de Trabajo, Bue-
nos Aires: CARI,2015, p. 31.
85 La cooperación para la instalación de la Estación CLTC-CONAE-NEUQUEN se da en el marco de dos acuerdos interinstitucionales entre Chi-
na Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) por un lado y entre CLTC,
la CONAE y la Provincia del Neuquén, y un acuerdo intergubernamental entre la República Argentina y la República Popular China, suscripto
el 23 de abril de 2014, y aprobado por ley 27.12. https://www.argentina.gob.ar/ciencia/conae/centros-y-estaciones/antecedentes-1
86 Ramón-Berjano, C., Malena, J. y Velloso, M., Op. Cit, pp. 32.
87 https://www.argentina.gob.ar/ciencia/conae/centros-y-estaciones/estacion-cltc-conae-neuquen. Consultado el 3 de abril de 2020.
88 http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/240000-244999/243830/norma.htm. Consultado el 4 de diciembre de 2019.

79
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

a 40 kilómetros de Las Lajas, cercado por alambres de púa de 3 metros de altura; apro-
ximadamente unos 30 miembros del personal chino trabajan y viven en la estación
espacial que, además de la torre de rastreo satelital, cuenta con un museo repleto de
maquetas de los satélites que participaron de las misiones del Programa de Explora-
ción de la Luna y artesanías mapuches.
La estación está a cargo de una agencia que depende del Ejército de China. El obje-
tivo declarado de la estación es la observación y exploración espacial pacífica y, según
medios de comunicación chinos, tuvo un papel clave en el aterrizaje pionero de una
nave espacial china en el lado oscuro de la Luna en enero de 2019.
En junio de 2018 el gobierno de Estados Unidos anunció que financiará la cons-
trucción de un Centro de Operación y Coordinación ante Emergencias para Neuquén;
este proyecto fue solicitado por el gobierno de esa provincia, y servirá para alber-
gar a miembros de Defensa Civil y otros cuerpos que den respuesta a situaciones
de desastres naturales. Se levantará en un terreno cercano al aeropuerto de la ca-
pital neuquina, sobre la Autovía Norte, que une a través de 20 kilómetros las cuatro
principales ciudades de la región lindantes con Vaca Muerta, además de permitir el
acceso a otra de las zonas de reservas acuíferas más importantes del país. Con una
superficie aproximada de 600 metros cuadrados, contemplará una sala de emer-
gencias y oficinas con equipamiento para monitoreo, coordinación y planeamiento
frente a contingencias. El proyecto, que tiene un costo estimado de 1,3 millones de
dólares, será llevado adelante por una empresa privada, previa licitación, en un
término aproximado de un año, empleando a trabajadores locales; se enmarca en
el Programa de Asistencia Humanitaria y Respuesta de Desastres del Departamento de
Defensa de Estados Unidos.
Seis meses después, el 13 de diciembre de 2018, la CONAE recibió la visita de
la delegación china presidida por el Consejero Superior de la China Launch and
Tracking Control General, Huang Quisheng, junto a representantes de Xi’an Sate-
llite Control Center (XSCC), Beijing Aerospace Command Center (BACC) y Beijing
Institute of Tracking and TelecommunicationTechnology (BITTT); expresaron el
agradecimiento a la CONAE por el apoyo brindado a la Estación de Neuquén.
El febrero de 2020 el ministro de Ciencia y Tecnología argentino, Roberto Salva-
rezza, confirmó que “el acuerdo firmado entre Argentina y China en 2014, y refrenda-
do por el Congreso en 2015, seguía vigente”; asimismo, que “no está previsto ningún
cambio en el programa con respecto al año pasado ya que las actividades han segui-
do su curso de acuerdo a como se planificaron y en concordancia con los acuerdos
firmados entre ambos países para el de la Estación”89. Meses más tarde, el gobierno
nacional por la Resolución 30917/20, de fecha 7 de agosto de 2020, ratifica el Tratado
Internacional sellado durante el gobierno de Cristina Fernández para instalar la base
de avistaje lunar chino, que según el informe que elevó la Comisión Nacional de Acti-
vidades Espaciales (CONAE), la base de Neuquén “tiene por objetivo el apoyo al Pro-

89 https://estaciondelvalle963.com.ar/estacion-espacial-en-neuquen-el-gobierno-ratifico-que-seguira-adelante-el-polemico-acuerdo-
con-china/. Consultado el 17 de febrero de 2020.

80
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

grama chino de Exploración de la Luna” y se encuentra en operación desde el mes de


abril de 2018; especialistas norteamericanos y de la Unión Europea, por su parte, ase-
guran que podría tener un uso dual: es decir, la exploración de uso pacífico al espacio
y al mismo tiempo la eventual intercepción de satélites. Si bien la CONAE compara las
actividades de la estación de China en Neuquén con la antena Deep Space 3 de la Agen-
cia Espacial Europea en Malargüe, Mendoza, los técnicos de Estados Unidos y Europa
aclaran que esa estación espacial de la Unión Europea responde a una agencia civil y
no al ejército como en el caso de China.
Esto nos permite pensar el rol de Vaca Muerta, como zona estratégica para nuestro
país donde se asienta así una potencia rival del hegemón regional, que está presente
a través de petroleras de la talla de Exxon y Chevron. En esta línea Juan Tokatlian,
analista internacional y profesor de la Universidad Di Tella (UTDT), señaló en un artí-
culo "Vaca Muerta: qué importancia tiene el reservorio en la región y qué rol juega la
geopolítica", que "La Argentina tiene una singularidad que no está presente en ningu-
no de los otros países de la región. Vaca Muerta es un activo estratégico fenomenal y,
por lo tanto, su protección debe ser prioritaria. Pero en la misma provincia hay cons-
truida una estación espacial china, la única en el mundo fuera del gigante asiático, y
un centro de operación y coordinación ante emergencias, financiado por el Ministerio
de Defensa de Estados Unidos"90.
Asimismo, si bien Vaca Muerta se encuentra en zona limítrofe con Chile, un país
con el que mantiene excelentes relaciones político diplomáticas, en proximidades de
la zona suelen registrarse tensiones producidas por la aparición de grupos que se ad-
judican reclamos de propiedad de la tierra a ambos lados de la cordillera.
En lo que refiere al planeamiento de la protección y/o defensa de la zona estratégica
de Vaca Muerta, se encuentran guarniciones del EA que en principio deberían tener
esa misión; asimismo podría complementarse con tareas de vigilancia, y eventual-
mente de protección y defensa por parte de la FAA, que dispone de dos bases aéreas en
sus proximidades. Y ello será vital para preservar y mantener la soberanía sobre los
propios recursos estratégicos.

Corredor Bioceánico de la Patagonia


Es un sistema de integración y desarrollo que se extiende desde la costa del Pacifi-
co chileno-Bio Bío, Araucanía, los Lagos y Los Ríos- hasta la meseta patagónica y la
costa atlántica argentina; involucra a las provincias de Chubut, Neuquén, Río Negro y
la porción sur de Buenos Aires. La Zona de influencia del Corredor (ZIC) abarca más
de 500.000 km2, representando el 14,14 % del territorio conjunto de Chile y Argenti-
na. Permite enlazar una trama de seis puertos -tres en Chile: Talcahuano-Corral-Pto
Montt; tres en Argentina: Bahía Blanca-San Antonio Este-Pto Madryn- con una red vial
sostenida, asegurando la menor distancia continental entre el Pacífico y el Atlántico
con tiempos de conexión bioceánica.

90 https://www.lanacion.com.ar/economia/vaca-muerta-la-tecnologia-dinamizo-la-oferta-de-reservas-en-el-mundo-y-la-
competencia-crecio-nid2253497. Consultado el 25 de marzo de 2020.

81
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

La presencia del yacimiento de Vaca Muerta le confiere a la zona una importan-


cia estratégica, que tuvo su correlato con el Plan Patagonia91, anunciado en 2017 por
el presidente Macri. Los objetivos eran el desarrollo social, productivo y de infraes-
tructura del sur argentino, incluyendo programas de estímulo al empleo, proyectos
para impulsar la producción de energía convencional y eólica, y las actividades agro-
pecuaria, pesquera y el turismo; buscaba consolidar a la Patagonia como una región,
a modo de Plan Belgrano del sur. En 2018, después de presentadas por las provincias
208 obras de infraestructura por un monto total de $ 334.800 millones, ninguna lo-
gró un avance significativo y casi ninguna pudo pasar del proceso de factibilidad.
Desgraciadamente, el Plan Patagonia no prosperó.
El 22 de octubre de 2020 se desarrolló el webinario “Corredores Bioceánicos Pa-
tagónicos: Una opción de integración entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico”;
en dicha oportunidad Guillermo Justo Chaves, jefe de Gabinete de la Cancillería
Argentina, expresó que “Los corredores bioceánicos son claves para la integración
regional. Van a fortalecer las relaciones con Chile, con Brasil, y deben ser las ve-
nas por las que circule el entramado productivo, que por supuesto incluye también
a Uruguay y Paraguay”92. A su vez Oscar Laborde, presidente del Parlamento del
Mercosur, dijo que "hay que repensar el Mercosur, cambiar su paradigma. Hace
40 años tuvo una concepción de comercio intraregión, y de importar y exportar
por el Atlántico. El mundo cambió muchísimo. No se puede ignorar el impulso del
sudeste asiático; si el Mercosur quiere integrarse al mundo tiene que pensar en un
subcontinente bioceánico, y ser entonces un polo en un mundo multipolar"; (…)
"El Mercosur y la Alianza del Pacifico tienen que interactuar, pensarlos de manera
integrada. Ahí está el desafío. Tiene que haber una integración multimodal de los
corredores: vincular red de carreteras, ferroviaria, hidrovía, y solamente así va a
tener sentido”.
Asimismo, Argentina continúa en 2021 con sus planes para la instalación de un
corredor ferroviario entre el puerto bonaerense de Bahía Blanca con el de Talcahua-
no en Chile, que favorezca a ambos países y recorte los costos logísticos. El primero
de los dos proyectos ferroviarios, “considera la recuperación de 216 km de vías y la
construcción de otros 93 km que atraviesen la cordillera de los Andes a través del
paso de Pino Hachado para unir la localidad de Zapala, en la provincia patagónica
de Neuquén, y el puerto de la sureña región chilena del Biobío. (…) Este tramo del
tren bioceánico servirá especialmente para las exportaciones de hidrocarburos de
las provincias de Neuquén y Río Negro y los productos mineros de la provincia de
Mendoza, cuando se ponga en funcionamiento el proyecto Potasio Río Colorado”; el
segundo, “..el desarrollo del tren Norpatagónico y contempla la mejora de 420 km de
vías y la renovación de otros 197 km del trazado del ferrocarril Roca Cargas entre las
localidades de Bahía Blanca y Contralmirante Cordero, en Río Negro. Está prevista la

91 El jueves 9 de febrero de 1917 en la ciudad de Viedma, con la presencia de los seis gobernadores de las provincias que componen la región -La
Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego-, el presidente Macri lanzó el Proyecto.
92 “Los Corredores bioceánicos son claves para la integración regional". https://www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/los-corredores-
bioceanicos-son-claves-para-la-integracion-regional, Consultado el 30 de octubre de 2020.

82
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

instalación de otros 83 km desde este punto y el poblado neuquino de Añelo, cerca de


la formación Vaca Muerta”93.

Área Geoestratégica NOA


Zona Estratégica: Triángulo del Litio
Las mayores reservas mundiales de litio, llamado también oro blanco, se encuentran
en Chile, con 8.600.000 toneladas, seguido de Australia con 2.800.000 toneladas y Ar-
gentina con reservas por 1.700.000 toneladas.
Argentina junto a Chile y Bolivia forman el llamado Triángulo del Litio, una re-
gión que concentraría la mayor acumulación de este recurso, calculada entre 50%
y 85% del total mundial disponible. La Dra. Martina Gamba94 reflexiona acerca de
la importancia estratégica del litio en nuestra región: “El litio cobra especial nota-
bilidad en nuestra región porque más del 80% del recurso litífero de más rentable
y fácil extracción se obtiene de los salares que se encuentran al interior del “trián-
gulo del litio”, delineado por los salares de Hombre Muerto en Argentina, Uyuni en
Bolivia y Atacama en Chile. En los últimos años, hemos visto cómo países del nor-
te global y empresas trasnacionales, han generado diferentes estrategias para ga-
rantizarse el acceso a esta materia prima estratégica en pos de solventar el nuevo
entramado industrial verde y controlar el comercio global en torno al paradigma
tecnológico naciente”95.
Los tres países del Triángulo del Litio, a pesar de este común denominador, desplie-
gan en la actualidad políticas diferentes. Chile, desde 1979 a través del Decreto Ley
2886 del general Pinochet, declara al litio recurso estratégico del Estado; actualmente
la explotación y exportación de carbonato de litio en Chile está en manos de las em-
presas Albermale y SQMs. Bolivia, a través de su Constitución concibe al litio como
recurso estratégico; creó en 2017 la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos.
En nuestro país las reservas de litio se concentran en tres provincias: Catamarca
(Salar de Hombre Muerto, Salar de Antofalla), Salta (Salar del Rincón) y Jujuy (Sa-
lar de Olaroz, Salar de Cauchari). Existen actualmente dos proyectos extractivos que
producen alrededor de 40.000 toneladas al año, en las provincias de Jujuy (17.500
toneladas)96 y Catamarca (22.500 toneladas)97 en manos de Sales de Jujuy S.A, y FMC,
respectivamente.

93 Planes por corredor ferroviario bioceánico entre Argentina y Chile siguen adelante. https://www.bnamericas.com/es/noticias/planes-por-
corredor-ferroviario-bioceanico-entre-argentina-y-chile-siguen-adelante. Consultado el 20 de marzo de 2021.
94 investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas y coautora del libro Litio en Sudamérica.
95 La importancia estratégica del litio en Sudamérica. https://investiga.unlp.edu.ar/bajolalupa/la-importancia-estrategica-del-litio-en-
sudamerica-16951. Consultado el 20 de febrero de 2021.
96 Proyecto Sales de Jujuy, que en el Salar de Olaroz (Jujuy), y pertenece a la minera australiana Orocobre (67,5%), Toyota Tsuho (25%) y la
provincial JEMSE (8,5%); comenzó a producir en 2015.
97 Proyecto Fénix, que está en el Salar del Hombre Muerto (Catamarca), y pertenece a las compañías Livent Corporation en un 100% (subsi-
diaria del grupo estadounidense FMC); comenzó a producir en 1998.

83
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

Asimismo, en abril de 2021 se registran 16 proyectos de litio que están en etapa de


exploración, en manos de empresas mayormente canadienses y australianas, según
señala el artículo “Salta, Jujuy y Catamarca tienen 20 proyectos ligados al litio, para
2021”.98 En Catamarca son tres -Sal de Vida, de la australiana Galaxy Resources (Ca-
tamarca); Tres Quebradas (3Q), de Neo Lithium (de la firma argentina Liex S.A.); y el
proyecto Kachi, de la firma australiana Lake Resources, ubicado en el Salar Carachi
Pampa-, en Salta hay 11 proyectos -Salar del Rincón, de la firma canadiense Enirgi-
Group; Sal de Los Ángeles, de Next View New Energy (con sede en Hong Kong); Pastos
Grandes, de la compañía de Canadá Millennial Lithium; el proyecto PPG en el Salar Po-
zuelos, de Lithea, la firma minera de la petrolera Pluspetrol; Rincón Lithium, de la em-
presa australiana Argos y Minerals; Proyecto Mariana, ubicado en el Salar Llullaillaco
y perteneciente a las firmas Jiangxi GanfengLithium (82,75%) y International Lithium
(17,25%); el proyecto Sal de Oro (Salar del Hombre Muerto), de la compañía surcoreana
Posco, que tiene previsto este año iniciar la construcción; el proyecto Salar de Pular de
la empresa australiana Pepinnini Minerals, que también tiene en Salta el proyecto de
litio Salar del Rincón 2; el proyecto Salar del Hombre Muerto Norte II, de la compañía
canadiense NRG Metals; y, por último, el proyecto Río Grande de Lithea (Pluspetrol)-,
y en Jujuy solo dos -el proyecto Cauchari de las compañías Advantage Lithium (75%) y
Orocobre Limited (25%); y el proyecto Salinas Grandes (Lithea Pluspetrol)-.
Asimismo, baste señalar que solo Jujuy es la única provincia de todo el país que
declaró al litio recurso natural estratégico en el año 2011; en tal sentido la empresa
provincial Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE) posee un 8,5% de las
acciones de Sales de Jujuy S.A.
El 6 de abril de 2021, en un encuentro virtual que reunió al ministro de Desarrollo
Productivo Matías Kulfas, al secretario de Minería, Alberto Hensel, y los gobernadores
de Jujuy, Gerardo Morales, de Catamarca, Raúl Jalil, y de Salta, Gustavo Sáenz, entre
otros funcionarios nacionales y provinciales, quedó formalmente conformada la Mesa
Nacional del Litio; su objetivo es impulsar el desarrollo de este sector clave para el NOA
y la industrialización de materias primas en el país. A día siguiente, el ministro Kulfas
como los gobernadores citados participaron -vía zoom- de la iniciativa del Triángulo
de Litio del Wilson Center, “La industria argentina del litio y su papel en la energía re-
novable mundial”, encuentro, copatrocinado por el Banco Interamericano.
Es por ello que “El desafío geopolítico y geoestratégico que implica para el triángulo
del litio poseer la mayor cantidad de este recurso del mundo, involucra enfrentarse
al constante problema latinoamericano de superar el extractivismo y la dependencia
consecuente, lo que implica perder la riqueza y las posibilidades de desarrollo intrín-
secas a la posesión del recurso, así como evitar que el auge de proyectos de la megami-
nería sin los debidos controles y regulaciones medioambientales produzca más daños
que beneficios”99.

98 Salta, Jujuy y Catamarca tienen 20 proyectos ligados al litio, para 2021.http://www.periferiaciencia.com.ar/noticia.php?n=2443. Consul-
tado el 6 de abril de 2021.
99 El litio como recurso estratégico del siglo XXI. https://revistafal.com/el-litio-como-recurso-estrategico-del-siglo-xxi/. Consultado el
20 de febrero de 2021.

84
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Siendo el litio un elemento esencial para la alta tecnología, con gran impacto en el
futuro próximo, sería una decisión estratégica la creación de una empresa estatal que
nuclee todas las etapas que involucra la cadena de valor, tal como Chile y Bolivia, ase-
gurando así la soberanía nacional.

Área Geoestratégica Cuenca del Plata


e Hidrovía Paraná-Paraguay
La Cuenca del Plata abarca una superficie de 3.140.000 km²; ocupa la quinta parte de
Sudamérica. Está recorrida por los ríos Paraná (4.352 km), Paraguay (2.459 km) y Uru-
guay (1600 km), y sus afluentes, que drenan en cinco países: Bolivia, Paraguay, Uru-
guay, Brasil y la Argentina, cuyas aguas superficiales descargan en el Río de la Plata.

Zona Estratégica: Hidrovía Paraná-Paraguay


Tiene una extensión de 3.442 Km navegables100, más 250 Km hasta el ingreso marí-
timo y se extiende desde Puerto Cáceres (Mato Grosso-Brasil) hasta Nueva Palmira
(Uruguay), está conformada por el Río Paraguay, el Canal Tamengo (afluente del Río
Paraguay, compartido por Bolivia y Brasil), el Río Paraná y sus afluentes. Su área de
influencia abarca una superficie de 720.000 km² e indirecta de 3.500.000 km². Reviste
un valor geopolítico estratégico clave para el comercio y para el desarrollo económico
y productivo de nuestro país, así como también para el resto de los países integrantes
de la cuenca del Plata: Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay; en los casos de Bolivia y Pa-
raguay, es la única vía de acceso hacia el océano.
La hidrovía es el corredor de mayor desarrollo y trascendencia económica para to-
da la denominada “Cuenca del Plata”. La ruta fluvial que en la Argentina recorre el río
Paraná, Paraná de las Palmas y el Río de la Plata, de 1.615 kilómetros, permite la salida
hacia el océano y la entrada al país de distintos tipos de embarcaciones de carga.
El 29 de abril de 1993 se realizó la presentación formal del proyecto Hidrovía Pa-
raná-Paraguay, en el anfiteatro de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables; el
entonces presidente Menem, junto al subsecretario del área Jesús González y al se-
cretario de Agricultura Ganadería y Pesca Felipe Solá, procedió a la firma del Decreto
863, Llamado a licitación para la realización de obras en vías navegables, que suponía la
modernización, profundización y balizamiento del corredor fluvial considerado más
importante de la región. En 1995 se adjudicó al Consorcio HIDROVÍA S.A. -integrado
por las firmas Jan de Nul de Bélgica y Emepa S.A. de la República Argentina-, el dra-
gado, balizamiento y mantenimiento de los casi 1.200 km de cauce fluvial correspon-

100 Longitud de la Hidrovía: Argentina 1.240 Km, Brasil 890 Km, Paraguay 557 Km, Paraguay–Argentina 375 Km, Brasil–Paraguay 332 Km,
Bolivia–Brasil 48 Km. Total 3.442 Km.

85
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

diente a Argentina, por un plazo de 15 años101, prorrogado en 2010102; vencía el 30 de


abril de 2021. La nueva licitación se llevaría adelante en tres segmentos; de Timbúes
al norte, hasta Confluencia, y al sur hasta la salida oceánica pasando por el Río de
la Plata mientras que con una tercera licitación se encararán las obras para la na-
vegabilidad del Canal Magdalena. Entre los competidores figura China -con la firma
Shanghai Dredging Company- que se presenta como el nuevo actor en el tablero logís-
tico, y cuatro empresas europeas: las belgas Dredging International y Jan de Nul, y las
holandesas Boskalis y Van Oord.

101 El contrato firmado el 20 de febrero de 1995, fue aprobado por Decreto N°253 del 22 de febrero de ese año.
102 En el 2010 se firmó la renovación del contrato hasta el año 2021, a través del decreto N°113/2010 del Poder Ejecutivo.

86
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Asimismo, renace el plan para concretar el Canal Magdalena, una ruta navegable
desde el lado argentino del Río de la Plata hasta el Atlántico, cuya planificación ya esta-
ba acordada y aprobada antes del 2015; se la define como una “salida directa al mar”,
entendiéndose por directa, “recta”.
El titular de la Unidad Ejecutora Canal Magdalena e interventor de la Administración
General de Puertos (AGP), José Beni, señaló en marzo de 2021 que"El Canal Magdalena
es estratégico. Permitirá, entre otras ventajas, acercar los puertos fluviales con los ma-
rítimos y achicar sensiblemente los tiempos de navegación entre los distintos puertos
del país", (…) "en las próximas semanas, vamos a hacer el llamado a audiencia pública,
la cual se va a realizar en mayo", (…) "Confiamos en que en unos meses podamos reali-
zar el llamado a licitación para la obra", indicó Beni, quien resaltó que "la construcción
del canal es fundamental para fomentar la integración de los puertos argentinos"103.

NUEVO CANAL MAGDALENA 104

Tras la muerte accidental del ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni el


30 de abril, el subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, Leonardo
Cabrera -secretario ejecutivo al frente del Consejo Federal Hidrovía- informó la sus-
pensión de la segunda reunión plenaria del Consejo Federal Hidrovía (CFH), prevista
para el lunes 26 de abril a las 17hs en la sede del Gobierno de la Provincia de Santa Fe
en Rosario, hasta nuevo aviso. El ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis quedó
a cargo temporalmente del ministerio; el 30 de abril, fecha de vencimiento de la conce-

103 https://www.telam.com.ar/notas/202103/548918-destacan-la-habilitacion-del-canal-magdalena-como-motor-del-comercio-fluvial-
y-maritimo.html. Consultado el 28 de marzo de 2021.
104 Imagen: http://barcosmagazine.com/esp/encuentro-por-la-soberania-de-la-cuenca-del-plata-importante-apoyo-a-la-construccion-
del-canal-magdalena/

87
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

sión, firmó con el consorcio Hidrovía SA una prórroga “excepcional y temporaria” por
90 días a su favor105; continuará a cargo de la operatoria hasta el fin del mes de julio.
El llamado a una nueva licitación para la ampliación, señalización y dragado de di-
cha vía abre la discusión por las rutas fluviales con una mirada geopolítica, entre ellas
la de separar las actividades del dragado y el balizamiento, y si finalmente se concesio-
nara en favor de un privado, o se definiera un ente estatal. El ingeniero Ángel Cadelli,
ex vicepresidente del Astillero Río Santiago, en declaraciones a Radio La Patriada de
Salta, señaló que “No hay que dragar nunca más el Paraná, hay que respetar la natu-
raleza, navegarlo sacando nuestras exportaciones y metiendo nuestras importaciones
en barcazas argentinas, que no necesitan semejante dragado. Y nos ahorramos miles
de millones de dólares por año que están hoy al servicio de las multinacionales de gra-
nos”; asimismo que hay que plantear con claridad que “la hidrovía es argentina, como
el Misisipi es norteamericano, y no hay ninguno que se meta en el Misisipi que no sea
norteamericano. Lo mismo puede decirse del Volga de los rusos, del Támesis de los in-
gleses, o del Rin de los alemanes. Los ríos son territorio interno argentino por lo tanto
el Paraná tiene que estar navegado por los argentinos”106.
Solo recordad que por el río Paraná, vía navegable troncal de la Argentina, circulan
cerca de 6.000 barcos anuales, de todos los tamaños, y en ellos sale más del 75% de las
exportaciones argentinas.

Zona Estratégica: Cuenca del río Bermejo


La cuenca del río Bermejo y Grande de Tarija, ubicada en el extremo austral de Bolivia
y en el Norte de Argentina, es un área clave en el sistema hídrico y para el desarrollo
de la Cuenca del Plata. Con naciente en la Sierra de Santa Victoria, a 3.600 msnm, y un
recorrido de más 1.400 km, su caudal varía según la época del año, de 15 m3/segundo
en período de estiaje a 15.000 m3/segundo durante las máximas crecientes que se re-
gistran en verano, siendo la media anual de 1.500 m3/segundo. Conecta dos ámbitos
geográficos de vital importancia geopolítica y económica: la Cordillera de los Andes y
el sistema de los ríos Paraguay-Paraná-del Plata.
Sus aproximadamente 123.000 km2 abarca territorios del Departamento de Tarija
en Bolivia, y de las provincias argentinas de Chaco, Formosa, Jujuy y Salta; el 90% del
territorio de la cuenca corresponde a Argentina y el 10% a Bolivia.
En 1981, por Acuerdo Federal suscripto por el Gobierno Nacional y las Provincias
de Jujuy, Chaco, Formosa, Salta, Santa Fe y Santiago del Estero, se creó la Comisión
Regional del Río Bermejo de la República Argentina (COREBE) con el objeto de adoptar
las decisiones políticas y ejercer las acciones necesarias para el aprovechamiento in-

105 Resolución N° 129/2021 del Ministerio de Transporte, publicada el jueves 29 de abril de 2021enel Boletín Oficial; estableció que el ente
controlante a cargo de la fiscalización del concesionario será la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de la
cartera de Transporte.
106 El modelo de país e integración regional navega por el Paraná.https://criterio.info/el-modelo-de-pais-e-integracion-regional-navega-
por-el-parana/ Consultado el 22 de abril de 2021.

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

tegral, racional y múltiple de los recursos hídricos de la Cuenca del Río Bermejo.
En 1995 se creó la Comisión Binacional para el Desarrollo de la Alta Cuenca del Río
Bermejo y el Río Grande de Tarija (COBINABE), a través de la firma del Acuerdo para
el Aprovechamiento Múltiple de los Recursos de la Alta Cuenca del Río Bermejo y Río
Grande de Tarija (Acuerdo de Orán)107. Así, los gobiernos de Argentina y Bolivia estu-
vieron de acuerdo en consolidarla como un organismo binacional, enfocado en el de-
sarrollo económico sostenible de la cuenca con visión integral.
Luego de algunos años ausentes de encuentros de la Comisión Binacional, en 2016
Argentina y Bolivia retomaron las negociaciones para avanzar en estudios comple-
mentarios y fuentes de financiamiento; se requiere de una etapa de reencuentro bina-
cional como nueva oportunidad para gobernar y gestionar eficiente e integradamente
esta cuenca desde el enfoque de unidad de cuenca.

MAPA DE UBICACIÓN108

En 2019 la embajadora de la Comisión Binacional para el Desarrollo de la Alta Cuen-


ca del Río Bermejo y el Río Grande de Tarija (COBINABE), María Cristina Guzmán, en
diálogo con Radio Realpolitik sobre la labor que vienen realizando en torno a la cuenca

107 El Acuerdo fue suscripto por los presidentes de ambos países en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, provincia de Salta, y poste-
riormente ratificado por los países miembros, según lo dispuesto por la Ley 24.639 de la República Argentina y la Ley 1.711 del Estado
Plurinacional de Bolivia.
108 Imagen: http://corebe.org.ar/web2015/mapa-de-ubicacion-de-la-cuenca-del-rio-bermejo/

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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

del Río Bermejo, ante la pregunta "¿El no desarrollo de la cuenca del Bermejo es políti-
co?", respondió, "Sí. Yo hablo desde la geopolítica, pero los ingenieros hídricos sostie-
nen lo mismo. Tenemos que unir el noroeste argentino con el noreste, hay que sacar
nuestros productos vía Pacífico, y lograr una unión fuerte con Bolivia, el país más her-
mano de todos nuestros vecinos"109.
Por ello, el aprovechamiento del río Bermejo, como recurso fundamental para el de-
sarrollo demográfico y económico, debe ser un proyecto geopolítico y estratégico para
el desarrollo del norte argentino.

Zona Estratégica: Sistema Acuífero Guaraní (SAG)


La competencia por el agua dulce ha aumentado a nivel internacional, paralelamente a
que potencian las tensiones en torno a la posesión del recurso; y estas tensiones van des-
de su uso, propiedad y derechos sobre el mismo, que en caso de agravarse, incrementa-
rán los conflictos a corto plazo. Frente a ello surge la llamada geopolítica del agua, que
comprende el análisis las reservas de agua dulce, en ríos y en lagos, ya que los problemas
que se plantean a nivel mundial en torno al agua se encuentran ligados a otros aspectos
vitales como la alimentación, la salud, la energía, la globalización y el medioambiente.
Al respecto Ismail Serageldin, entonces vicepresidente del Banco Mundial, vaticinó en
1995 que "Si las guerras del siglo XX -fundamentalmente- se libraron por el petróleo, las
del presente siglo XXI se combatirán por el agua”110.
Como sabemos, “El agua es una fuente de seguridad y prosperidad, y dada la pro-
babilidad de que su escasez aumente, con el consiguiente potencial de que afecte gra-
vemente a la producción de alimentos en ciertas zonas, algunas de estas tensiones po-
drían derivar en conflictos armados declarados a menos que haya una estricta obser-
vancia de las leyes relacionadas con el agua y un enfoque multilateral para desarrollar
acuerdos sobre su gestión”111.
América Latina cuenta con grandes reservas de recursos hídricos. El Sistema Acuífe-
ro112 Guaraní113 (SAG) dentro de la cuenca del Río Paraná-Plata, es una de las principales
fuentes de recursos naturales estratégicos en Sudamérica; se extiende por 1.087.879 ki-
lómetros cuadrados, por debajo de la superficie de 4 países: Brasil (70%), Argentina (19%),
Paraguay (6%) y Uruguay (5%). Parte del SAG se encuentra bajo el triple punto fronterizo
que comparten Paraguay, Brasil y Argentina. Estos acuíferos subterráneos representan
objetivos estratégicos porque en ellos se encuentra el 30% de agua dulce del planeta.

109 https://realpolitik.com.ar/nota/38028/cuenca-rio-bermejo-hace-falta-un-proyecto-de-desarrollo-que-este-por-encima-de-lo-
electoral/. Consultado el 6 de septiembre de 2019.
110 En "Realidad y Perspectiva". Geopolítica del Agua. Octubre de 2012, N° 14. Facultad de Derecho. Universidad de Chile. p. 2.
111 Abbott, C., Rogers, P. y Sloboda, J. (2006) Respuestas globales a las amenazas globales: seguridad sostenible para el siglo XXI. Oxford:
Oxford ResearchGroup. p. 14.
112 Según la resolución de 2008 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un acuífero es “una formación geológica permeable porta-
dora de agua, situada sobre una capa menos permeable, y el agua contenida en la zona saturada de la formación".
113 El espacio en donde se encuentra ubicado coincide, en su mayoría, con el territorio en donde habitaba y habita la comunidad guaraní.

90
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Al ser un acuífero transfronterizo114 y estratégico, requiere de cooperación inter-


nacional y de la buena relación de los países implicados. En tal sentido, en el marco
de la XXXIX reunión del Mercosur, se firmó el Acuerdo Sobre el Acuífero Guaraní, el
2 de agosto del 2010 en la provincia de San Juan (Argentina), entre los gobiernos de
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que si bien se apoya en las declaraciones, re-
soluciones y acuerdos previos, no es un acuerdo intra-MERCOSUR, sino un Tratado
Multilateral independientemente de la unión.
El 19 de noviembre de 2012 se sancionó la Ley Nº 26.780115, promulgada mediante
el Decreto Nº 2218/2012 que aprueba el Acuerdo sobre el Acuífero Guaraní; los paí-
ses se comprometen a: "Utilizar el recurso en forma racional, sustentable y equitativa.
Intercambiar información técnica sobre estudios, actividades y obras que se encaren,

114 Se entiende que tiene sus partes situadas en distintos Estados; es decir, trasciende las fronteras nacionales.
115 Ley N°26.780: Apruébase el Acuerdo sobre el Acuífero Guaraní celebrado entre la República Argentina, la República Federativa del
Brasil, la República del Paraguay y la República Oriental del Uruguay.
Sancionada: Octubre 31 de 2012
Promulgada: Noviembre 19 de 2012
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:
ARTICULO 1º —Apruébase el ACUERDO SOBRE EL ACUIFERO GUARANI, celebrado entre LA REPUBLICA ARGENTINA, LA REPUBLICA
FEDERATIVA DEL BRASIL, LA REPUBLICA DEL PARAGUAY y LA REPUBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY, en San Juan —REPUBLICA ARGEN-
TINA— el 2 de agosto de 2010, que consta de VEINTIDOS (22) artículos, cuya fotocopia autenticada forma parte de la presente ley.
ARTICULO 2º —Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.
DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, EL TREINTA Y UNO DE OCTUBRE DE DOS MIL DOCE.
— REGISTRADO BAJO EL Nº 26.780 —
AMADO BOUDOU. — JULIAN A. DOMINGUEZ. — Juan H. Estrada. — Gervasio Bozzano.

91
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

en función del aprovechamiento de este recurso hídrico estratégico, creando una Co-
misión responsable de coordinar la cooperación entre las partes integrantes del Siste-
ma Acuífero Guaraní". Esta ley garantiza a nuestro país el ejercicio pleno de la sobera-
nía sobre el recurso en su propio territorio, promoviendo la gestión, el monitoreo y el
aprovechamiento del mismo en todas sus variantes.
Si bien en 2018 el parlamento de Paraguay ratificó el acuerdo sobre el acuífero, al
día de hoy, este país todavía no ha depositado su ratificación, impidiendo así que el tra-
tado entre en vigor. Por lo tanto, las aguas del SAG no disponen de una total cobertura
legal internacional.
El 97,5% del agua del planeta es salada, y 1,5% se encuentra congelado en los polos
ártico y antártico. En consecuencia, tan sólo el 1% del agua del mundo mantiene la vi-
da sobre la tierra. Por ello los recursos hídricos constituyen en si uno de los cimientos
estratégicos sobre los que se asienta el desarrollo sostenible de una nación, al mismo
tiempo que los respectivos ecosistemas y el capital humano de la misma dependen de
un uso eficiente y racional del agua dulce.
En síntesis, el agua actualmente es mucho más que una fuente de vida. Es una fuen-
te de riqueza que genera conflictos, guerra de poderes, luchas por la supervivencia; su
falta, en consecuencia, produce mayor desigualdad, pobreza e injusticia social.
Esta situación obliga a repensar la redistribución del instrumento militar. En lo
que respecta al componente terrestre, a modo que sus unidades estén ubicadas de
forma estratégica sobre una de las grandes fuentes de recursos hídricos, como lo es
el SAG, sabiendo que se corresponde geográficamente con la llamada Triple Frontera;
asimismo, a desarrollar un plan de protección, así como de conocimiento del terreno
-llanura, con presencia de algunos cursos de agua de gran magnitud y otros de me-
nor dimensión, pero presentes en gran cantidad-, acrecentando la disuasión al mis-
mo tiempo que los organismos competentes a nivel nacional desarrollan su tarea de
inteligencia estratégica. En referencia a los componentes aéreo y naval, sus desplie-
gues en relación con la misión de vigilancia y el control de los espacios estratégicos
soberanos de interés vital, sean aeroespaciales como las vías fluviales. Y ello será vi-
tal para preservar y mantener la soberanía sobre los propios recursos estratégicos.
Un punto central en el SAG es la llamada Triple Frontera, que referencia al área
transnacional comprendida por las ciudades de Foz de Iguazú en Brasil, Puerto Iguazú
en Argentina y Ciudad del Este en Paraguay.
Esta región comenzó a llamarse así en la década del '90, fuertemente ligada con
fenómenos como el terrorismo y el contrabando; en tal sentido conceptos como una
tierra sin ley o un nido de terroristas empezaron a ser utilizados por los medios argen-
tinos y estadounidenses para describirla.
Esta frontera tripartita tiene una geografía que ha sido dibujada por los ríos Paraná
e Iguazú. Su riqueza está asociada al agua, siendo el Sistema Acuífero Guaraní el centro
de esa construcción social; surgen así conceptos como petróleo blanco, y la mayor re-
serva de agua dulce del planeta.
No obstante, este espacio sociogeográfico presenta una gran paradoja, por un lado,
rico en recursos energéticos, forestales y turísticos, y por otro, un contexto de pobreza

92
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

y desempleo asociados a los daños al medio ambiente, consecuencias directas del des-
monte y la deforestación.
En diciembre de 2002, dado el valor estratégico del SAG, se acordó el esquema 3
(Argentina, Brasil y Paraguay) + 1 (Estados Unidos) en torno al intercambio de infor-
mación respecto a las actividades en la Triple Frontera; las gestiones de Duhalde,
Kirchner y Fernández de Kirchner fueron cuidadosas en el cumplimiento del acuer-
do. En la Cancillería tuvo lugar la Reunión "3+1" entre Argentina, Brasil; se analizó
la problemática de seguridad de la Triple Frontera, que incluye el terrorismo y su
financiamiento, el tráfico de drogas, el lavado de dinero, el tráfico de armas y el con-
trol aduanero y migratorio; luego del tratamiento de los temas de la agenda se llegó a
las siguientes conclusiones:

> Existe preocupación compartida por el Grupo 3 + 1 sobre posible financiamien-


to proveniente de fuentes lícitas e ilícitas en la región de la Triple Frontera a
organizaciones terroristas. Existe una vocación compartida para lograr la más
amplia cooperación de los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay y Estados
Unidos para permitir la identificación de las operaciones sospechosas e inusua-
les y utilizar diferentes mecanismos administrativos y judiciales para combatir
las mismas.
> Se continuará con este mecanismo adhoc informal entre las cuatro Cancillerías
para el seguimiento de los diversos temas abordados. La Argentina ofrece ejercer
la coordinación de estos ejercicios.
> La delegación de Brasil destacó el centro de inteligencia de la Policía Federal Bra-
sileña que ha constituido en Foz de Iguazú como una herramienta muy útil para el
combate de los ilícitos de la región.
> Hubo acuerdo de las delegaciones 3+1 en que no se han detectado en este momen-
to actividades operativas de terrorismo en la Triple Frontera de grupo radicaliza-
dos. tales como Hezbollah, Hamas o Al Qaeda, ya sea actividades de entrenamien-
to, o de formación de cuadros de organizaciones terroristas o células "dormidas".
Hubo coincidencias en que ningún lugar del planeta está exento de esa posibili-
dad. Por eso es necesario mantener la vigilancia y fortalecer los controles policia-
les y migratorios.
> Se coincidió en la necesidad de estrechar los vínculos de cooperación entre las
delegaciones participantes para trasmitir información correcta a los medios de
comunicación masiva y evitar desagradables malentendidos.
> Concordaron en que la lucha contra el terrorismo es un hecho solidario que im-
plica la necesidad de cooperar, para fortalecer las instituciones, incluyendo las
legislaciones nacionales; fortalecer las actividades de formación y capacitación
de especialistas en las diversas disciplinas necesarias para la lucha contra el te-
rrorismo, y mejorar los recursos materiales y equipamientos.
> Se tomó nota del ofrecimiento del Gobierno de EE.UU. de brindar cooperación y
asistencia técnica para diferentes actividades relacionadas con la lucha contra el
terrorismo a desarrollarse en la región.

93
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

> Se tomó conocimiento del programa Arms Destruction Initiative puesto en mar-
cha por el Gobierno de Estados Unidos y, al respecto, el Departamento de Estado
informará a través de las embajadas argentina, brasileña y paraguaya en Wash-
ington.
> Se destacó la necesidad de que los tres países continúen ampliando la implemen-
tación de controles integrados en las fronteras, lo que facilitará el control y la lu-
cha contra los ilícitos y el comercio ilegal en la región.
> Los delegados coincidieron en la utilidad de implementar un mecanismo de pa-
trullaje conjunto en los ríos de la región, para lo cual se coordinarán los recursos
disponibles.
> Las delegaciones acordaron la conveniencia de establecer un grupo de trabajo
de los tres países más EE.UU. para investigar, y analizar la existencia de con-
tribuciones, aportes y transferencias financieras canalizadas a organizaciones
terroristas"116.

En julio de 2019, durante la II Conferencia Ministerial Hemisférica de Lucha contra el


Terrorismo117, realizada en Buenos Aires con la presencia del secretario de Estado de
EE. UU., Mike Pompeo, y la subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occi-
dental, Kimberly Breier, se alcanzaron ciertos consensos para combatir la «actividad
ilícita» en la región y sus vínculos con el terrorismo, que identifica a Irán y a la organi-
zación islamista libanesa Hezbollah como principales amenazas.
Por su parte, en el Comunicado Conjunto II Conferencia Ministerial Hemisférica de Lucha
contra el Terrorismo, de fecha 19 de julio, los Gobiernos participantes:

> Condenaron al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, cualesquiera


que sean sus motivaciones, enfatizando que constituye una amenaza para la paz
y la seguridad de los países y de la comunidad internacional toda, así como para
los derechos humanos, para la estabilidad democrática, para el desarrollo econó-
mico y social y para los ciudadanos dentro y fuera de sus territorios nacionales,
deplorando sus efectos en el disfrute de los derechos humanos y las libertades
fundamentales de las víctimas;
> Reconocieron que la lucha contra el extremismo violento y la radicalización de la
violencia deberían ser un aspecto de importancia dentro del marco de los esfuer-
zos en la lucha contra el terrorismo.
> Afirmaron que las organizaciones terroristas ISIS/Daesh y Al-Qaida, y sus orga-
nizaciones afiliadas, constituyen una amenaza a la seguridad colectiva, a la se-
guridad de los ciudadanos dentro y fuera de sus territorios y a todas las personas
dentro de sus respectivas jurisdicciones;

116 Información para la prensa nro. 197/2002. https://cancilleria.gob.ar/es/actualidad/comunicados/argentina-brasil-paraguay-y-eeuu-31-


analizaron-cuestion-triple-frontera. Consultado en 29 de marzo de 2020.
117 https://www.efe.com/efe/america/politica/ee-uu-potencia-alianza-antiterrorista-con-latinoamerica-apuntando-a-iran/20000035-4026645.
Consultado el 30 de marzo de 2020.

94
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

> Expresaron su preocupación por las actividades que redes de Hezbollah conti-
núan realizando en algunas áreas del Hemisferio Occidental.
> Enfatizaron que la cooperación bilateral, regional e internacional es esencial
para prevenir que el Hemisferio sea aprovechado para actividades operaciona-
les, logísticas y de financiamiento en apoyo de actividades terroristas o de otros
delitos conexos;
> Notaron, asimismo, que redes terroristas y de crimen organizado que constitu-
yen amenazas ponen en peligro el Hemisferio, y que los países deben mantener
una robusta cooperación contra esas redes como también contra sus facilitado-
res y aquellos que las apoyan;
> Se comprometieron a tomar medidas para prevenir que grupos terroristas se be-
neficien de la delincuencia organizada nacional y trasnacional;
> Resolvieron incrementar sus esfuerzos para contrarrestar el extremismo vio-
lento, particularmente la apología de los actos terroristas, del terrorismo y de los
grupos terroristas, así como el uso -por parte de los terroristas- de las nuevas tec-
nologías y plataformas de comunicaciones informáticas para reclutar o radicali-
zar, difundir contenidos de terrorismo e incitar a la violencia; permaneciendo al
mismo tiempo comprometidos con una internet abierta, libre y segura;
> Señalaron la necesidad de incrementar la cooperación internacional en la lucha
contra el terrorismo y su financiación, a través del intercambio ágil de informa-
ción y buenas prácticas a fin de reducir las vulnerabilidades como también a tra-
vés del uso de la asistencia judicial mutua y de la extradición y de la implementa-
ción de alertas de viaje;
> Se comprometieron a establecer, en el marco del CICTE, una red 24-7 de Puntos
de Contacto Nacionales de Seguridad para la Lucha contra el Terrorismo, para fa-
cilitar el intercambio oportuno, mediante plataformas de comunicación seguras,
de alertas tempranas de amenazas y otros temas relacionados con el terrorismo y
otra información relevante118.

Aparece esta Conferencia como la reedición del Grupo 3 + 1, lanzado en 2002. Se


buscó así fomentar la mutua colaboración, el intercambio de información y la mejora
de la eficiencia en la lucha contra las actividades ilegales y el terrorismo en la zona de
la Triple Frontera.
Independientemente de las presiones que realizó la gestión Trump, principalmente
por medio del factor económico, a las respectivas administraciones argentina, brasi-
leña y paraguaya, para que se comprometan más en la agenda mundial y regional con-
tra el terrorismo, toda esta situación se ve complejizada en la Triple Frontera; existen
diversas interpretaciones de cómo han surgido los problemas y de cómo solucionarlos
por parte de los tres actores involucrados en ella, más allá que regionalmente integren
el MERCOSUR, máxime que hoy tienen gobiernos no alineados políticamente.

118 Información para la Prensa N°: 299/19 https://www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/comunicado-conjunto-ii-conferencia-


ministerial-hemisferica-de-lucha-contra-el. Consultado el 1 de abril de 2020.

95
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

Caso: La Brigada de Monte y la protección


de objetivos estratégicos
Aportes de Barnett
Thomas PM Barnett, profesor de análisis de guerra en el Colegio de Guerra Naval de
EE. UU., escribió en 2004 el libro en El nuevo mapa del Pentágono: Guerra y paz en el siglo
XXI, basado en un artículo anterior que escribió para la revista Esquire119; en él esboza
una nueva gran estrategia para la política exterior estadounidense.

Algunas ideas clave que presenta son:


1. Los sistemas de reglas llamados conjuntos de reglas reducen los conflictos vio-
lentos. La violencia disminuye a medida que se establecen las reglas (por ejem-
plo, el Entendimiento sobre Solución de Controversias de la OMC) para tratar
conflictos internacionales.
2. El mundo se puede dividir aproximadamente en dos grupos: el núcleo funcional,
caracterizado por la interdependencia económica, y la brecha no integrada, ca-
racterizada por el liderazgo inestable y la ausencia del comercio internacional.
El Core puede subdividirse en Old Core, los pilares de la globalización II (Amé-
rica del Norte, Europa, Japón, Australia) y New Core, los pilares emergentes de
la globalización III (China, India, Sudáfrica, Brasil, Argentina, Chile y Rusia). La
brecha desconectada incluye el Medio Oriente, el sur de Asia (excepto India), la
mayor parte de África, el sudeste asiático y el noroeste de América del Sur.
3. La integración de los países Gap en la economía global brindará oportunidades
para que las personas que viven en Gap mejoren sus vidas, presentando así una
alternativa deseable a la violencia y el terrorismo.
4. La clave para la seguridad y la prosperidad mundiales futuras es el requisito del
Núcleo por reducir la Brecha.

El Corredor Bioceánico
Involucra a cinco países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Paraguay), y tiene en sus
extremos importantes instalaciones portuarias tanto en el océano Pacífico como en
el Atlántico que dan cuenta de su carácter bioceánico; es considerado de relevancia
geopolítica y económica.
Es un extenso y completo sistema de Transporte Multimodal, de aproximadamen-
te 2.600 km. de extensión; se ubica en torno al trópico de Capricornio, comprendido
entre los paralelos 20º y 30º de latitud Sur. Conecta una superficie de 3.600.000 km2 y
una población cercana a los 30 millones de habitantes.
Es uno de los pilares de desarrollo de la Región del Norte Grande Argentino (NOA
y NEA), que conforma una red de transporte multimodal que une los puertos del Su-
deste de Brasil, como Santos y San Francisco, con los del Norte de Chile (Antofagasta

119 https://translate.google.com.ar/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/The_Pentagon%2527s_New_
Map&prev=search.Consultado el 6 de abril de 2020.

96
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

y Megapuerto de Mejillones); “El Eje se ha convertido en un corredor estratégico para


el desarrollo nacional en la Argentina, no sólo por la expansión de la frontera agroin-
dustrial en el NEA, que articulado con la Hidrovía Paraguay-Paraná brinda cuantiosas
posibilidades para el transporte granario, sino porque atraviesa la zona denominada
como el “triángulo del litio”120.

El Plan Belgrano (2015-2019)


Fue un programa de desarrollo social, productivo y de infraestructura orientado al
crecimiento y la igualdad de condiciones y oportunidades para diez provincias del
norte argentino: Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Misiones, Corrientes,
Chaco, Formosa y Santiago del Estero. Se trató de una iniciativa estratégica, con sig-
nificativas consecuencias geopolíticas para el país y con influencia en la política ex-
terior argentina.
Por Decreto Nº 12, del 10 diciembre de 2015, se creó oficialmente la Unidad Plan
Belgrano, en el ámbito de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Presidencia de
la Nación121.
Las obras de infraestructura apuntaban a mejorar y ampliar los transportes y las
comunicaciones, específicamente, en materia de rutas, ferrocarriles, facilitando la co-
nectividad intrarregional e interregional del Noroeste y del Noreste, y permitiendo a
ambas regiones su integración efectiva con el resto de la República Argentina; asimis-
mo, esas obras podrán fortalecer el corredor bioceánico que atraviesa el Norte de la
República Argentina.
El Plan Belgrano se presentó como una excelente plataforma para articular y desple-
gar la política exterior en dirección a las áreas consideradas prioritarias por el nuevo
gobierno, destacándose especialmente a Brasil y Chile como los principales socios de
Argentina, y el fortalecimiento del MERCOSUR.
A través de la resolución 5/2020, publicada el 21 de febrero de 2020 en el Boletín
Oficial, el Ministerio de Obras Públicas formalizó el nacimiento de la Unidad Especial
Temporaria Unidad Belgrano-Norte Grande, que reemplaza al Plan Belgrano; tendrá una
vigencia de dos años y se disolverá el 31 de diciembre de 2021. El objetivo es mejorar
las condiciones del NOA y NEA.

Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA)


Fue diseñado de norte a sur para traer gas desde Bolivia a Formosa, Chaco, Santa
Fe, Corrientes y Misiones. Mediante decreto del Poder Ejecutivo Nacional N°267,
del 24 de marzo de 2007, se otorgó a IEASA 122 la concesión para la operación del

120 Álvarez, Álvaro, Corredores Bioceánicos y reordenamiento del territorio en la Argentina, Ponencia. VII Congreso Nacional de Geografía
de Universidades Públicas y XXI Jornadas de Geografía de la UNLP. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, La Plata 9, 10 y
11 de octubre de 2019, p.9.
121 http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/255000-259999/256605/norma.htm. Consultado el 8 de abril de 2020.
122 Su Misión: "Proveer energía eficaz y eficientemente, acompañando las políticas públicas del Estado Nacional, dentro de un marco de
respeto socio ambiental que contribuya a mejorar la calidad de vida de las personas y al desarrollo de la comunidad". http://www.ieasa.
com.ar/index.php/empresa/. Consultado el 8 de abril de 2020.

97
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

Gasoducto del Noreste Argentino, durante 35 años, prorrogables, incluyendo la


responsabilidad de construir, operar, mantener, prestar el servicio de transporte
y comercializar.
Fue licitado por tramos a partir del 2007 y debía estar terminado en el 2009; las su-
cesivas modificaciones y controversias con los oferentes de cada tramo extendieron
los plazos y multiplicaron con creces su presupuesto inicial.
En 2018 el gobierno argentino decidió “no terminar” con la construcción del Ga-
soducto del Noreste Argentino, dado un aumento en la producción de gas y petróleo
no convencionales en el yacimiento de Vaca Muerta; asimismo "La determinación
que Javier Iguacel tomó como ministro de Energía deja en suspenso el destino de un
tendido en el que durante más de una década el Estado desembolsó casi US$2.300
millones, el doble de su presupuesto original, a través de licitaciones en las que la
Sindicatura General de la Nación (Sigen) identificó vicios que irían desde la falta de
planificación a licitaciones amañadas y sobreprecios"123.
No obstante, tras la visita del presidente Fernández a la provincia de Formosa en
mayo de 2020, la Empresa Integración Energética Argentina (Ieasa, ex Enarsa) decidió
retomar el análisis de los trabajos y el presupuesto que requerirán las obras para la
finalización del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA); esto permitirá proveer gas
natural proveniente de Bolivia a las provincias de esa región. La directora del Obser-
vatorio de la Energía (OETEC), Belen Ennis, señaló que "el anuncio de su finalización
es una excelente noticia dado que dichas obras permitirán ingresar un mayor fluido
de gas proveniente de Bolivia"; (…) "Celebramos esta decisión, no sólo porque las obras
que se finalicen cumplirán con el objetivo del GNEA de llevar gas natural al norte del
país sino también porque con él llegará la justicia social en términos energéticos para
millones de compatriotas"124.

Brigada de Monte
Es una gran unidad de combate (GUC) motorizada del Ejército Argentino, con capaci-
dad de rápidos desplazamientos por caminos y sendas, cuya misión general "...es des-
truir, capturar, rechazar o desgastar al enemigo por medio de la maniobra, el fuego y la
acción de choque, dentro del ambiente geográfico particular"125.
Ese ambiente geográfico particular (AGP) es el Monte, concepto que refiere a dife-
rentes configuraciones propias de regiones con abundante vegetación como: "SELVA:
abarca toda la provincia de Misiones, norte de Corrientes, gran parte de Tucumán,
centro de Salta y SE de Jujuy; (...) BOSQUE: abarca las provincias de Jujuy, Salta, San-
tiago del Estero, Formosa y Chaco. (...) MONTE: abarca las provincias de Entre Ríos,

123 https://www.clarin.com/economia/economia/finalmente-decidio-terminar-cuestionado-gasoducto-nordeste_0_B1VDzXlOQ.html.
Consultado el 9 de septiembre de 2019.
124 Inician estudios para retomar la construcción del Gasoducto del Noreste.
https://www.telam.com.ar/notas/202006/473736-inician-estudios-para-retormar-la-construccion-del-gasoductos-del-noreste.
html. Consultado el 23 de junio de 2020.
125 Ejército Argentino Conducción de la Brigada de Monte, ROP-00-07, Público Militar, Capítulo I, Sección II, Departamento Doctrina, Buenos
Aires, 2007, p. 1.

98
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Corrientes, Santa Fe (Centro y S), Chaco (E), Santiago del Estero (S), Córdoba, La Rioja,
Catamarca, San Juan, San Luis, Mendoza y La Pampa (NO)"126.
Para el combate, podrá adoptar medidas, procedimientos y técnicas semejantes a
las operaciones en grandes espacios, tales como la "Formación de fuerzas de tarea y
equipos de combate", y el "control y ocupación física de los caminos principales y de
las zonas llave, en forma casi excluyente",127 entre otras.
En cuanto a su organización, "La brigada está organizada con elementos de coman-
do, elementos básicos de combate, elementos para operaciones especiales, elementos
de apoyo de fuego, elementos de apoyo de combate y elementos de los servicios para
apoyo de combate"128.
El Ejército Argentino tiene, formando parte de la División de Ejército 1, las siguientes
brigadas de monte:
> III Brigada de Monte, con asiento en la ciudad de Resistencia; su jurisdicción abarca
las provincias de .... Comprende las siguientes unidades militares:
> Regimiento de Infantería de Monte 29
> Regimiento de Infantería de Monte 28
> Compañía de Cazadores de Monte 17
> Compañía de Cazadores de Monte 19
> Grupo de Artillería de Monte 12
> Compañía de Ingenieros de Monte 3
> Compañía de Comunicaciones de Monte 3
> Base de Apoyo Logístico "Curuzú Cuatiá"
> Base de Apoyo Logístico "Resistencia"

> XII Brigada de Monte "General Manuel Obligado", con asiento en la ciudad de Posa-
das; su jurisdicción abarca las provincias de Chaco, Formosa, Misiones y norte de
Corrientes. Comprende las siguientes unidades militares:
> Regimiento de Infantería de Monte 9
> Regimiento de Infantería de Monte 30
> Compañía de Cazadores de Monte 18
> Escuadrón de Exploración de Caballería de Monte 12
> Grupo de Artillería de Monte 3
> Batallón de Ingenieros de Monte 12
> Compañía de Comunicaciones de Monte 12
> Compañía de Sanidad 12
> Sección de Arsenales "Posadas"

En agosto de 2018 por Resolución 860/18 del Ministerio de Defensa, se dispuso la


implementación del Operativo “Integración Norte”, en el marco de las leyes Nº 23.554

126 Ejército Argentino. Óp. Cit. Capítulo I, Sección I, pp. 1 y 2.


127 Ejército Argentino. Óp. Cit. Capítulo I, Sección I, p. 5.
128 Ejército Argentino. Óp. Cit. Capítulo II, Sección I,p. 1.

99
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

de Defensa Nacional y Nº 24.059 de Seguridad Interior y decretos del Poder Ejecutivo


Nacional. Se buscó así fortalecer la presencia del Estado a través de sus FFAA en la
frontera norte del país129, apoyando el Plan Fronteras Protegidas de las Fuerzas de Se-
guridad; esto permitió incrementar los niveles de seguridad estratégica actuando en
forma coordinada con las Fuerzas Federales y, subsidiariamente, la realización de ac-
ciones de apoyo a la comunidad. El eje principal apuntó al adiestramiento operacional
de las unidades desplegadas entre la localidad salteña de San Antonio de los Cobres y
Puerto Iguazú, Misiones130. Asimismo "Es importante mencionar que todas estas ac-
ciones se desarrollan sobre la base de leyes, órdenes y decretos emitidos específica-
mente para su ejecución, y con la conducción del Comando Operacional del Estado Ma-
yor Conjunto de las Fuerzas Armadas"131.

La Brigada de Monte y la protección del Sistema Acuífero


Guaraní: propuesta de análisis
Siguiendo a Barnett, la línea entre el Núcleo y la Brecha cambia constantemente; por
ello lograr analizar y comprender los alcances de esas mutaciones, los motivos por los
cuales se produjeron, las consecuencias de dichas transformaciones, pueden ser una
importante fuente de consulta, para emprender cambios organizacionales futuros.
En tal sentido el futuro despliegue territorial del instrumento militar en la protec-
ción del Sistema Acuífero Guaraní se adecuará a las necesidades de la actual coyuntu-
ra estratégica y las exigencias de su preparación para el empleo; como señala la DPDN
2018, "... contemplará la eventual conformación de Unidades Conjuntas sobre la base
de criterios de eficiencia operativa, logística y presupuestaria". Asimismo, se enten-
derá el accionar militar conjunto "...como único modelo de accionar militar integrado,
incluso en aquellos casos en los que, por el ámbito en que ésta se desarrolle y/o por las
características propias de la operación en cuestión, la misma deba ser ejecutada por
elementos significativos de una fuerza específica". Y el rol del Comando de la Brigada
de Monte es esencial para ello.

129 "Las Fuerzas Armadas, a través del operativo “Integración Norte”, colaboran en “Fronteras Protegidas” a fin de incrementar los niveles de
seguridad estratégica actuando en forma coordinada con las Fuerzas Federales y subsidiariamente, fortalecer la presencia del Estado
Nacional mediante la realización de acciones de apoyo a la comunidad".http://www.fuerzas-armadas.mil.ar/Noticia-2018-09-04-
Integracion-Norte.aspx. Consultado el 15 de abril de 2020.
130 "El área de trabajo comprende la frontera norte de nuestro país desde La Quiaca en la provincia de Jujuy hasta Puerto Iguazú en la
provincia de Misiones, abarcando un área geográfica de más de 51.600 km2". http://www.fuerzas-armadas.mil.ar/Noticia-2018-09-04-
Integracion-Norte.aspx. Consultado el 15 de abril de 2020.
131 https://www.argentina.gob.ar/noticias/operativo-integracion-norte. Consultado el 15 de abril de 2020.

100
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

Consideraciones Finales
La República Argentina tiene como desafío consolidar la integración territorial de sus
espacios terrestre, marítimo, y aéreo, paralelamente a resolver el conflicto con el Rei-
no Unido sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y mares adyacentes, en un
contexto mundial donde la cuestión del universalismo y el regionalismo es un tema de
renovada actualidad.
Como consecuencia de la profunda y prolongada crisis mundial, por el Covid-19 en
2020, la universalización pareciera convertirse en su mejor aliado; Santiago Román,
frente a las bondades del aumento de la movilidad de las personas, tanto para la socie-
dad como la economía en las últimas décadas, señala: “De ahí que la principal medida
que han tomado las autoridades de los países infectados para ralentizar su propaga-
ción es crear compartimentos estancos, aislar las zonas contaminadas, crear corta-
fuegos para evitar una pandemia mundial. Las primeras decisiones han sido la can-
celación de rutas comerciales, eventos internacionales, el confinamiento de millones
de personas en sus casas o ciudades. Básicamente restringir la libre circulación de las
personas. Medidas extremas para tiempos excepcionales”132.
La supuesta universalización suponía:
1. La desterritorialización (creencia de que por el efecto de la electrónica el territo-
rio pierde su valor esencial) y, de allí, hacia la consecuencia obligada,
2. La desnacionalización (suposición de que las naciones van a desaparecer en be-
neficio de un eventual y futuro gobierno mundial).
3. La tenacidad con que se impone la concentración de la economía global (fuera de
la cual no parece haber salvación);
4. Las tendencias a la unificación de relaciones internacionales (fuera de la cual
uniformidad no habrá política posible) y, finalmente,
5. La búsqueda de una definición del globalismo como modo de pensamiento.

Estamos ante el debate de temas tan diversos como las raíces de la territorialidad, la
percepción del espacio o el origen del estado moderno hasta la democracia actual, pa-
sando por la erosión de la soberanía, y la competencia de roles de Estados Unidos (po-
tencia dominante) y de China (potencia desafiante) en el mundo que viene en general,
y entre nosotros en particular.
Entretanto, los centinelas de la globalización con argumentos estrictamente eco-
nómicos -si no financieros- predican su bondad con el argumento básico de que la de-
molición de todas las barreras y controles al comercio internacional traerán mayor
actividad y, consecuentemente, más prosperidad universal. Por supuesto que también
campean los argumentos contrarios. No obstante, "La crisis del corona virus acelerará
el vacío del poder mundial. Es el momento apropiado para preparar una transforma-
ción nacional, saliendo de la actual decadencia con originalidad y audacia"133.

132 El coronavirus y la globalización.https://obsbusiness.school/es/blog-investigacion/marketing-y-comunicacion/el-coronavirus-y-la-


globalizacion. Consultado el 6 de junio de 2020.
133 Transformando la Argentina, https://www.infobae.com/opinion/2020/05/16/transformando-la-argentina/. Consultado el 16 de mayo de 2020.

101
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

Es muy difícil dialogar o debatir sobre estos temas que hacen al sentido pleno de la
Defensa Nacional, cuando conceptos como el territorio, la nación, el estado, el poder
etc., son tratados a la ligera sin el correspondiente rigor de una mirada estratégica. Lo
explica claramente Ricardo Auer: “El centro de gravedad de las políticas debería pasar
por proponer estrategias claves para “transformar” al país, entendiendo, “transforma-
ción” como un rediseño completo, de base cero, de los “pseudo modelos” que nos estu-
vieron llevando hacia un futuro distópico. No se trata simplemente de volver a “recons-
truir” o de “recrear”, lo que efectivamente funciona mal. Esta transformación se vería
facilitada porque todo el mundo entrará en una fase de reorganización importante, de-
bido a que la mayoría de los países necesitan reformularse, no solo por los cambios que
provoca el coronavirus, sino porque las demandas sociales así lo imponen”134.
Así como la geopolítica gradualmente predominará en el futuro sobre la geoecono-
mía, la crisis actual ha demostrado la importancia del Espacio Territorial; el territorio
está ahí, es real no virtual. Como bien adelanta Auer, "Los cambios tecnológicos es-
tán impulsando fuertemente la reestructuración geopolítica del poder mundial y ello
traerá relocalización de producciones, disminución de consumo de ciertos bienes, au-
mento de otros, cambios en el tipo de consumo masivo, reorganización del turismo
global, se dará mayor importancia de los problemas ambientales; caída de los precios
de commodities agrícolas; interrupción de algunas cadenas de valor globales y regio-
nales; dificultades para lograr financiación a largo plazo y con las seguridades que se
reclaman; salida de capitales hacia los centros de mayor seguridad, y otros. Habrá ga-
nadores y perdedores"135.
La Defensa Nacional puede y debe hacer sus aportes, considerando que la Argenti-
na es el octavo país del mundo en términos de superficie, y que nuestros recursos na-
turales son y serán aún más apetecidos por el resto del mundo. Hoy todo pensamiento
estratégico es más necesario que nunca; ha llegado el momento apropiado para for-
mular planes y programas de transformación, como nuevo modelo nacional.
En tal sentido retomamos los ejes formulados:
1. La creación del Polo Logístico Ushuaia - Base Petrel, para el aprovisionamiento de
las 44 Bases de 21 países instaladas en la Antártida, la resolución de problemas
ambientales y la producción de raciones alimenticias, de uso dual (militar y civil)
y también para ayuda social interna y misiones de ayuda humanitaria. Este pro-
yecto nos otorgaría un posicionamiento estratégico y geopolítico importante y
una base de negociación para el futuro de las Islas Malvinas. Además, ayudaría a
hacer más eficiente el Polo de Fabricación de la Línea Blanca y otros (lavarropas,
cocinas, heladeras, computadoras, televisores) trasladándolo hacia algún nuevo
pueblo en el centro del país, con centros tecnológicos cercanos y sin el altísimo
costo logístico de su actual instalación en la isla de Tierra del Fuego; es decir, más
cercano a los grandes centros de consumo y de la provisión de componentes na-
cionales (motores, chapas, semiconductores, software, etc.).

134 Ibid.
135 Transformando la Argentina, https://www.infobae.com/opinion/2020/05/16/transformando-la-argentina/. Consultado el 16 de mayo de 2020.

102
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

2. La proyección geopolítica de Vaca Muerta en la Patagonia, frente a la crisis sino-


norteamericana, buscando una mejor integración regional con respuestas y con
liderazgos basados en un fuerte consenso interno.
3. La definición del sistema de defensa de Acuífero Guaraní; resulta antinatural que,
siendo el problema del agua dulce un tema estratégico a nivel global, sigamos ha-
ciendo correr hacia el mar, vía nuestros ríos internos, agua dulce sin ser destinada
previamente para algún uso productivo, el que además debería poder ser instalado
en una de las nuevas ciudades a crear en el interior del país. Paralelamente a ello,
las vías fluviales, de mucho menor costo operativo, son utilizadas por barcos argen-
tinos como transporte de cargas, frente a flotas importantes de nuestros vecinos.
4. La potencialidad del Triángulo del Litio, siendo propia una de las mayores reser-
vas de litíferas del mundo, un verdadero tesoro en la Puna Argentina; resta defi-
nir el marco jurídico para este recurso natural estratégico.

Y dichos ejes deben ser combinados con el concepto de Argentina, país Bicontinental136 ,
que implica un cambio de paradigma cultural y de soberanía, ya que señala la ver-
dadera extensión territorial y marítima de nuestro país; con una superficie total de
3.761.275 de kilómetros cuadrados, 2.791.810 de kilómetros cuadrados se encuentran
en el continente insular americano, y 969.464 de kilómetros cuadrados en el conti-
nente antártico y las Islas australes. Un cuarto del total de nuestro territorio está en
el continente antártico; y la extensión marítima en el Atlántico Sur comprende unos
2.000.000 de kilómetros cuadrados.El territorio que dimensiona el mapa bicontinen-
tal, llamado “Pampa azul” o “sumergida”, contiene una incalculable cantidad de re-
cursos renovables devenidos de la diversidad de pesca, algas y genéticos, como así
también de recursos no renovables como minerales e hidrocarburos. Estas riquezas
tanto energéticas como alimentarias sumadas a las reservas de agua representan una
fuente de recursos vitales para el presente y el futuro de la humanidad; por ello, nece-
sitamos actualizar nuestros equipamientos de control aéreo y marítimo, potenciando
la cooperación entre nuestros institutos científicos y los especialistas de la defensa-, y
transversalizados por una logística nacional competitiva y transformada -que combi-
ne las vías navegables y el ferrocarril de cargas, ambos para trayectos largos, sumados
a una flota de camiones para trayectos medianos o cortos, con muchos puestos hubs
de transferencia, como se hace en los países regionales eficientes-.
El desafío como Nación es desarrollar una Política Marítima, es decir, construir
poder en el Atlántico Sur, aspecto por el cual podrá modificarse el escenario actual

136 El 20 de octubre de 2010 el congreso argentino sancionó la ley Nº 26.651 que determinó la obligatoriedad del uso del llamado "mapa
bicontinental" en todos los niveles educativos así como también exige que sea exhibido en todas las dependencias públicas nacionales
y provinciales; la parte continental del territorio argentino y el sector antártico se representan en la misma escala. El proyecto fue
presentado por la diputada Nacional Mariel Calchaquí (FpV/PJ); se transformó en Ley y fue publicada en el Boletín Oficial Nº 32.029 del
16 de noviembre de 2010. Si bien la ley no introduce ninguna novedad desde el punto de vista cartográfico, si se busca reemplazar el
mapa de la Argentina más conocido y más utilizado en todos los medios -cuya superficie gráfica representaba el territorio continental e
insular e incluye el sector antártico reclamado por el Estado argentino en un recuadro lateral, representado a una escala más grande-,
por otro que muestra a la Antártida Argentina en su real proporción con relación al sector continental e insular, a continuación de la Isla
Grande de Tierra del Fuego, mostrando sus límites reales.

103
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

y evitarse quedar acorralada en el espacio de nuestro mar territorial sin disponer de


nuestros recursos, y peor aún, perdiendo la categoría de país bicontinental, ya que
será muy difícil sustentar su soberanía antártica. Siguiendo esa línea argumentati-
va, por Ley N° 27.757 de Espacios Marítimos, aprobada el 4 de agosto de 2020 por el
Congreso Nacional, se dispuso no solo de un nuevo diseño cartográfico, sino que se
incorporó la indicación de que se demarque “el límite exterior de la Plataforma Con-
tinental Argentina (continental e insular) de acuerdo con los puntos de coordenadas
geográficas consignados”, en un anexo que proviene del artículo 6° de la preexistente
Ley 23.968 sobre Espacios Marítimos. Este nuevo mapa está avalado por la Conven-
ción de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), gracias al trabajo
científico de especialistas argentinos, en el que se demarca el nuevo límite exterior de
la plataforma continental más allá de las 200 millas marinas.
La Ley busca proteger los derechos de soberanía sobre los recursos del lecho y sub-
suelo de nuestro mar, incrementando la seguridad jurídica para el otorgamiento de
concesiones que tengan como finalidad la exploración y explotación de hidrocarburos,
minerales y especies sedentarias, que son nuestros recursos naturales estratégicos;
se reafirman así los derechos argentinos sobre la plataforma y sus riquezas, requi-
riéndose de medios y recursos para su investigación y uso sostenible, ya que sin uso
y control efectivo del Mar no habrá una Argentina Bicontinental. Paralelamente a ello,
la geopolítica de los recursos naturales nos interpela cómo pensar e instrumentar po-
líticas que aseguren la soberanías sobre nuestros recursos naturales estratégicos. El
Dr. Burman explica en tal sentido que La “nueva geopolítica de los recursos naturales”
busca convertirse en una teoría del conflicto contemporáneo y sigue siendo una tesis
influyente en los ámbitos de elaboración de estrategias de defensa y seguridad, aún en
América Latina. Pese a que su visión binaria de un mundo dividido entre importado-
res y exportadores de recursos ha demostrado ser insuficiente para el análisis de los
mecanismos sociales y políticos de la conflictividad”137.
Finalmente señalar que la desterritorialización (creencia de que por el avance de la
electrónica el territorio pierde su valor esencial) y esa supuesta consecuencia obliga-
da, la desnacionalización (suposición de que las naciones van a desaparecer en bene-
ficio de un eventual y futuro gobierno mundial), no son los supuestos adecuados para
que se revalorice la Defensa Nacional; si en cambio, un nuevo modelo apoyado sobre
los ejes geopolíticos nacionales analizados, que deberá tener presente la descripción
que Auer realiza sobre nuestra nación: "Existen tres Argentinas: la verde, focalizada
en lo alimentario y en la calidad ambiental; la azul, que contiene inmensas riquezas
marítimas no explotadas y la gris, basada en nuestros valiosos recursos humanos pa-
ra el desarrollo de las nuevas tecnologías, inteligencia artificial, biotecnología, nano
tecnología, software y otros"138.

137 Burdman, Julio Revisando la (nueva) geopolítica de los recursos naturales: perspectivas clásicas y críticas, Buenos Aires: Instituto de
Sociología Política, 2019, pp.507-508.
138 https://www.infobae.com/opinion/2020/05/16/transformando-la-argentina/. Consultado el 16 de mayo de 2020.

104
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

105
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

A modo de conclusión
A través de los tres Capítulos desarrollados, sobre los tres Informes parciales del pro-
yecto UNDEFI “Geopolítica y geoestrategia argentina para el siglo XXI”, partiendo de
los marcos conceptuales de la Geopolítica y sus problemas, y de la Geoestrategia y sus de-
safíos aplicables a nuestra Nación, el acervo y rescate de nuestros autores y el análisis
de las principales Áreas y Zonas Estratégicas, hemos buscado recorrer y fundamentar la
necesidad de potenciar esta nueva visión de la Argentina -que necesariamente tendrá
que articular las riquezas existentes en el mar y sus regiones naturales, su ubicación
geográfica en el continente y en el mundo-, como país Bicontinental, tomando con-
ciencia de la real dimensión de nuestro territorio y de su extensión marítima.
Como vimos, las Teorías del Poder Terrestre, Naval, Aéreo y Espacial surgieron de
la tensión entre los poderes continentales y navales para resolver quien tenía la pri-
macía en el sistema internacional, estando estrechamente ligada a los ejes teóricos
de las distintas Escuelas Geopolíticas, y a las acciones políticas de los Estados. Bajo
esas premisas, los recursos humanos, físicos y naturales constituyeron un elemento
de poder para un Estado; no obstante, en pleno siglo XXI, la educación, el conoci-
miento y la tecnología junto a la investigación y desarrollo, constituyen el camino
necesario para el ascenso y la proyección geopolítica de un país, traducidos en polí-
ticas de Defensa Nacional.
La revalorización de la geopolítica y la estrategia como ciencias sociales prácticas
del Estado Nacional es un imperativo permanente, actualizado por los crecientes con-
flictos y cambios de un mundo dinámico, tendiente a una configuración de poder mul-
tipolar competitivo.
El Estado Argentino tiene que conocer sus problemas, elaborar cursos de acción
inteligentes y buscar soluciones prácticas y viables. Por ello consideramos que nues-
tros factores geopolíticos deberían adecuarse a las nuevas exigencias y característi-
cas que conforman el mundo actual, siendo el Estado la entidad que tiene capacidad
de decisión en la materia; a través de un continuo redimensionamiento de sus pro-
pias potencialidades, mediante un análisis prospectivo, evaluará y dimensionará
los cambios, determinando los intereses nacionales. Así el gobierno, mediante po-
líticas públicas interpretará y fijará las metas que se aspira obtener, definiendo es-
cenarios adecuados para la inserción nacional; ello potenciará la importancia de los
factores geopolíticos, dotando a los mismos de la trascendencia acorde a un mundo
en constante transformación.
La primera década del siglo XXI ha actualizado el debate territorial; nos ha recorda-
do la relación Íntima entre espacios y sociedades, entre geografías y contradicciones
de intereses organizados; estamos frente a una nueva geografía del poder, que puede
derivar en nueva geografía de conflictos o geografía de cooperación en el ámbito glo-
bal. Por ello nuestro desafío como Nación es, regionalmente, fijar posiciones claras
con las potencias globales, que proyectan sus intereses sobre todos los espacios geo-
gráficos del planeta, transformando así nuestras expectativas e intereses, y no las de
ellas, en criterios y elementos geopolíticos viables y concretos.

106
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

En las coordenadas Tierra Mar, la Nación Argentina debe defender su Tierra y


desde ahí proyectarse al Mar, evitando que las potencias marítimas extranjeras in-
terfieran negativamente en nuestra proyección nacional. Tierra y Mar son no solo
dos elementos míticos, sino también dos posibilidades: es esencial partir del pensa-
miento terrestre nacional para desde ahí sostener los esfuerzos marítimos. Nuestra
georeferencia espiritual debe ir desde el pensamiento nacional de la Patria hacia el
Mar Argentino y la Antártida, islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur. Desde la Argen-
tina al mundo y no a la inversa.
La geopolítica argentina hoy nos interpela en la necesidad de consolidar la in-
tegración territorial de los espacios terrestres a través de la adecuada vinculación
multimodal (Vías de Ccion) y armonización demográfica de las diferentes regiones a
partir de su desarrollo, del control del espacio marítimo que le compete por derecho
internacional, ejerciendo el uso, exploración y explotación de los recursos vivos y no
vivos en el mar, y del control del espacio aéreo y espacial nacional. Asimismo, desa-
rrollar una estrategia de ciberdefensa -que incluya las medidas de ciberseguridad
de instalaciones y sistemas que hacen al poder nacional (incluida la generación de
energía eléctrica, la logística de distribución de combustibles y otras mercancías)-,
y una estrategia de uso del espacio ultraterrestre -dentro de las posibilidades tec-
nológicas del país (ARSAT)-. Paralelamente, encaminar / resolver el conflicto con el
Reino Unido sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y mares adyacentes. Y
todo ello trasnversalizado por la construcción de una conciencia nacional sobre “la
Argentina como país bicontinental” y las acciones necesarias que permitan materia-
lizar nuestra soberanía sobre la Antártida.
Los recursos naturales son un elemento esencial para la vida, el equilibro de la
ecología y del hábitat, y en algunas naciones, como la nuestra, tienen una mayor re-
levancia por la importancia e implicancia en su desarrollo económico. En un mundo
con escasez generalizada de recursos, la administración consciente y adecuada de los
mismos es fundamental para que estos puedan desempeñar un papel estratégico; por
ello, la combinación de numerosos factores hace que determinados recursos natura-
les sean considerados como estratégicos, en la medida que generen transferencias a
otros campos de la economía o cuando permitan obtener nuevos elementos de poder
para la propia nación.
De ahí que la posesión de recursos naturales, como sus reservas, sea una herra-
mienta geopolítica de inestimable valor y alcance geoestratégico; por ello las naciones
han establecido posturas, premisas, políticas, leyes y reglamentos, para su uso y con-
servación. Asimismo, su relación con la geopolítica mundial implica juegos de poder,
competencia, cooperación y conflicto; nuestro pasado histórico nos habla de esas ten-
siones, algunas de las cuales se mantienen latentes, en particular en el Atlántico sur.
Las áreas y zonas estratégicas descriptas en el presente trabajo aportan recursos na-
turales -petróleo, gas, agua dulce, minerales estratégicos, biodiversidad-, que requie-
ren ser pensados como estratégicos, ya que “…Argentina posee recursos estratégicos
como así también demanda por recursos estratégicos de otros países principalmente
vecinos. Su capacidad para no ser vulnerable ni ver vulnerada su soberanía depen-

107
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant

derá de la gestión integral de los mismos y de las fluctuaciones internacionales que


toman lugar en la actualidad”139. De ahí la necesidad de registrar los propios recursos
naturales, con categoría de estratégicos, y darles el marco jurídico y la protección co-
rrespondiente, con políticas que aseguren su acceso y control; este es un imperativo
propio de estas dos primeras décadas del siglo XXI, donde se piensa intensamente so-
bre los recursos naturales estratégicos y las geopolíticas que los condicionan.
Las Fuerzas Armadas Argentinas que son el brazo armado de la nación, tienen mu-
cho que aportar- junto a la comunidad argentina- en el ámbito del conocimiento, no
sólo tecnológico, sino también estratégico. Asimismo, y de acuerdo a la Ley Nº 23.554
(Ley de Defensa) las FFAA que componen el sistema de Defensa Nacional tienen por
finalidad “[…] la solución de aquellos conflictos que requieran el empleo de las Fuerzas
Armadas, en forma disuasiva o efectiva, para enfrentar las agresiones de origen ex-
terno”; la disuasión como la acción son dos aspectos a los que debe prestárseles igual
y especial atención. Resulta en tal sentido recuperar los tres conceptos básicos en los
que se basan las FFAA de todo estado moderno: el Marco Constitucional -el Estado les
confiere un marco reglamentario y legal-, su Naturaleza -fueron creadas para desem-
peñar una tarea que la sociedad les ha asignado desde su origen-, y sus Capacidades
-para llevar adelante sus tareas naturales dentro de aquel marco legal-.
En la Escuela Superior de Guerra Conjunta hemos desarrollado una experiencia in-
édita y sumamente positiva de educación, investigación y difusión, inaugurando nue-
vas carreras, diplomaturas, especializaciones y conferencias, convocando a las más
diversas personalidades intelectuales de las universidades argentinas, fortaleciendo
el conocimiento estratégico y geopolítico en la comunidad de estudiosos provenien-
tes de las más amplias orientaciones y posiciones. La diversidad intelectual ha estado
siempre guiada por la libertad académica, la seriedad profesional y la búsqueda de
servir lealmente a la Patria y al Pueblo. El cultivo de la geopolítica y la estrategia tienen
esa función, de la que estamos orgullosos.
Es por ello que esta contribución académica, desarrollada por profesionales de
nuestra Escuela, se inserta no solo en su visión y misión institucional, de acuerdo a las
líneas prioritarias de la Facultad Militar Conjunta – Universidad de la Defensa Nacio-
nal, sino que se suma a los debates geopolíticos actuales.

139 Juan Battaleme, J., Paz, M., Chretien, M., y Caira, Y. La Geopolítica de los Recursos Naturales Estratégicos: del Mito a la Realidad, Revista
de la ESG, ENE - ABR 11 Nro 577, p. 114.

108
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

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> El Diario del Fin del Mundo, 2020
> Infobae, 2019-2020-2021
> La Nación, 2019-2020-2021

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> Estrategia. Números varios. Buenos Aires.
> Geopolítica. Hacia una doctrina nacional. Publicación trimestral. Números varios.
Buenos Aires.

111
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

ANEXO I

Tierra y mar.
El pensamiento
geopolítico de
Aleksandr Dugin
Por Mg. Belén Vitale1

Resumen
En la década de 1990, con la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión
Soviética, se abrió un período en el que Estados Unidos prevaleció como potencia he-
gemónica. Esta situación actualmente es puesta en discusión ante el surgimiento de
nuevos actores que compiten por el poder político a escala mundial. La Federación de
Rusia tiene un papel cada vez más relevante, y se reanuda la histórica contienda entre
la Tierra y el Mar, introducida por Carl Schmitt y retomada por el analista político Ale-
ksandr Dugin para pensar la relación entre Rusia y Estados Unidos y el orden interna-
cional. La propuesta de este trabajo es analizar la perspectiva filosófica y geopolítica
de Dugin para dar cuenta de estos procesos.

Introducción
Según Carl Schmitt, la historia universal es la historia de la lucha de la tierra contra
el mar, es decir, de las potencias marítimas contra las terrestres. La histórica disputa
entre Inglaterra y Rusia se da como la lucha entre un oso, Behemot, y una ballena,

1 El presente trabajo se basa en la tesis de maestría en Análisis Político de la Universidad Nacional de Tres de Febrero aprobada en Diciembre
de 2020.

113
Belén Vitale

Leviatán2. Este punto de vista histórico le permite enfocar algunos procesos como
episodios de dicha confrontación. Estos conceptos son retomados por Aleksandr Du-
gin3, quien reivindica el carácter telurocrático (poder de la tierra) en la autopercep-
ción de la idiosincrasia de la Federación de Rusia, en confrontación con la talasocra-
cia (poder del mar).
Este trabajo aborda los conceptos de la civilización de la tierra y la civilización del
mar, y cómo se traducen las alusiones al Behemot y el Leviatán en la visión de Dugin.
Asimismo, repasa, en ese sentido, su visión del posicionamiento de la Unión de Repú-
blicas Socialistas Soviéticas (URSS) a partir de la Revolución de 1917, previo a la etapa
de confrontación con Estados Unidos que se inició durante la Guerra Fría. Luego, re-
compone los episodios de esta contienda hasta la actualidad, según el punto de vista
de Dugin. El trabajo incluye, además, ideas con respecto al escenario internacional y el
camino hacia un orden multipolar, a partir del análisis del autor.
Dugin se basa en los postulados de geopolítica trazados por Halford Mackinder4
(1861-1947), y el eurasianismo5 para construir su postura sobre los lineamientos de la
política exterior rusa6. Algunos medios de comunicación caracterizan a Dugin como
un influyente consejero del gobierno de Vladimir Putin7, pero sin embargo mantuvo
posturas críticas hacia algunas de sus decisiones. La importancia de revisar algunas
de sus ideas tiene que ver con la búsqueda de aproximación a algunos aspectos del
pensamiento geopolítico de Rusia en la actualidad, debido a la trascendencia del autor.
Se buscará analizar la relación entre Rusia y Estados Unidos desde la perspectiva his-
tórica, geopolítica y sociológica de Dugin.
El trabajo consta de los siguientes objetivos:
Objetivo principal:
Repasar ciertas ideas de la visión filosófica y geopolítica del analista ruso Aleksandr
Dugin en su análisis del pasado histórico ruso y su perspectiva sobre la Federación
de Rusia en la actualidad.
Objetivos específicos:
> Dar cuenta de los acontecimientos que colocaron a la URSS como una de las po-

2 El autor recupera las figuras míticas que proceden del Libro de Job (Libro de Job 40, 10-28 y 41, 1-25): “Pues bien, el Behemot trata de
destrozar al Leviatán con cuernos y colmillos, en tanto que el Leviatán cierra con sus aletas las fauces y el hocico del animal terrestre para
impedir que coma y respire” (Schmitt, 1995: 3).
3 Analista político nacido en Moscú el 7 de enero de 1962, fue consejero del Partido Comunista de la Federación Rusa y fundador del partido
político Eurasia en 2002.
4 Su doctrina, según Dugin, se traduce en el siguiente principio: dentro de la historia planetaria existen dos visiones enfrentadas y compe-
tidoras sobre la colonización de la superficie de la Tierra: el terrestre y el marítimo, y la elección depende de la orientación, terrestre o
marítima, que siguen unos u otros estados, pueblos o naciones (Dugin, 2019a: 58).
5 El objetivo principal del eurasianismo es la afirmación de un modelo pluralista y alternativo respecto a esquemas de unificación unidimen-
sional ofrecidos por los partidarios del “globalismo bajo la influencia de Occidente” (Dugin, 2016: 23).
6 El politólogo argentino Marcelo Montes identificó a estos grupos en la competencia discursiva por la búsqueda de la construcción de una
identidad nacional durante el gobierno de Putin-Medvedev: los liberales o atlantistas; los ultra-nacionalistas, los estatistas y los civiliza-
cionistas que ven los valores rusos diferentes a los occidentales y se oponen al atlantismo, dentro de los que se ubican los eurasianistas
(Montes 2012: 7).
7 Se ha señalado que en Occidente Dugin es llamado “el Rasputín de Putin” y que “sin cargo oficial en el gobierno, es un asesor del presidente
ruso” (Pomeraniec 2019: 234).

114
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

tencias más importantes hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial, y analizar la


conformación del mundo bipolar desde el punto de vista de Dugin (1917-1945).
> Caracterizar las etapas posteriores de la relación entre Rusia y Estados Unidos: la
guerra fría y el regreso de la contienda Tierra-Mar (1945-1991), la conformación de
un mundo unipolar (1991-1999) y el camino hacia la conformación de un mundo
multipolar con el resurgimiento del poderío de la Federación de Rusia (1999-2020).
A lo largo de las distintas secciones del trabajo se abordan estos temas mediante el aná-
lisis del contenido de ciertos textos fundamentales y una entrevista personal a Dugin8.

1. La visión geopolítica de Dugin: el heartland


y la civilización de la Tierra
1.1. El corazón de la tierra
Dugin retoma al geopolítico H. Mackinder, que caracterizó a Rusia como el corazón de
la tierra9, el núcleo terrestre de todo el continente euroasiático; “el pivote geográfico de
la historia”, desde el que parte la mayoría de los impulsos telúricos (Dugin, 2018: 20).
La sociedad rusa pertenece a la tipología terrestre, y esto pone una obligación a priori
en la estrategia geopolítica: debe verse el mundo desde la posición de la civilización de
la Tierra. Postula que es necesario clarificar cómo la sociedad rusa interpretó la es-
tructura geográfica de la nación en diferentes momentos, qué consideraba como “pro-
pio” y qué como “extraño”, y cómo cambió la conciencia de las fronteras, de la cultura
y de la identidad civilizacional, y la relación con los pueblos que viven en territorios
colindantes (Ibid: 17).
“El sistema geopolítico depende de la posición del observador y del intérprete”, afir-
ma Dugin (Ibid: 19). La percepción geopolítica, desde un punto de vista estratégico, es
la capacidad para percibir conscientemente la totalidad de factores geopolíticos, con
una comprensión explícita tanto de una posición subjetiva como de las regularidades
de la estructura de lo que percibimos, esto es, entenderse no como un observador neu-
tral, sino como un observador enmarcado en un contexto histórico y espacial. Dugin
propone correlacionar lo que cae bajo el Corazón de la Tierra con la realidad política
de la actual Federación de Rusia en sus fronteras existentes. Esto significa correlacio-
nar a Rusia en su condición real con su sentido espacial geopolíticamente invariable.
Primero, considerar a la actual Federación de Rusia como uno de los momentos de un
ciclo histórico más extenso, durante el cual el Estado eslavo-oriental se auto-identifi-
caba como “la civilización de la Tierra”. Es decir, para la visión de Dugin, la Federación
de Rusia es la heredera geopolítica de todas las formas sociales, políticas e históricas
previas que tomaron forma en torno al territorio de la planicie rusa. Esta continuidad
no es solo territorial, sino también histórica, social, espiritual, política y étnica. El go-

8 La entrevista realizada posibilitó indagar sobre diversos temas y profundizar en los conceptos más importantes de la concepción filosófica
y la visión geopolítica de Dugin. La realización de la entrevista fue para generar una instancia de conocimiento de las ideas del autor por
fuera de la bibliografía, y encuadrarla con los objetivos del trabajo.
9 Cf. Mackinder, Halford, “El pivote geográfico de la Historia”, en Antología geopolítica, Ediciones Pleamar, Buenos Aires, 1985.

115
Belén Vitale

bierno ruso empezó a formarse en el Corazón de la Tierra y fue expandiéndose gra-


dualmente. La expansión estuvo acompañada por un proceso sociológico paralelo: el
fortalecimiento en la sociedad rusa de acuerdos sociales “con base terrestre”, caracte-
rísticos de una civilización de tipo continental. Las características de esta civilización
son: conservadurismo, holismo, antropología colectiva (el pueblo es más importante
que el individuo), sacrificio, orientación idealista, valores de fidelidad, ascetismo, ho-
nor y lealtad (Dugin, 2018: 24).
El denominador común para Dugin es la continua reproducción de constantes ci-
vilizacionales y valores básicos, expresados históricamente en diferentes sentidos.
A pesar de los cambios en el sistema político, hay un conjunto de rasgos comunes
que el autor señala como la expresión política de los acuerdos sociales característi-
cos de una sociedad del tipo continental, heroico, con base terrestre. El autor propo-
ne asociar la Federación de Rusia con un gobierno del tipo de base terrestre, y la so-
ciedad de Rusia con una comunidad orgánica, holística, basada en lazos de sentido
tradicional y no contractualista.
Dugin introduce estos conceptos para dar cuenta del rol de Rusia a nivel mundial.
Por un lado, la identidad geopolítica de Rusia, siendo de base terrestre y telurocráti-
ca, demanda fortalecimiento, profundización, reconocimiento y desarrollo. Por otra
parte, la soberanía política de Rusia es la realización del proyecto estratégico para el
mantenimiento de la unidad político-administrativa del Corazón de la Tierra y la re-
creación de las condiciones necesarias para que Rusia actúe como un polo telúrico a
escala global. Al fortalecer la soberanía de Rusia, según el autor, se fortalece una de las
columnas de la arquitectura geopolítica del mundo.
Para el autor, Rusia está abocada al conflicto con la civilización del mar, con la ta-
lasocracia (Estados Unidos y el orden mundial unipolar centrado en ese país, el bloque
de países de la OTAN). El conflicto geopolítico global fue desarrollado antes entre el
Imperio de Rusia y la Monarquía Británica, y luego entre el bloque socialista y el capi-
talista. Para describir la situación geopolítica actual de la Federación de Rusia, Dugin
recurre a la noción de "corazón distribuido" o “Heartland distribuido” que alude a un
grupo más amplio de entidades geopolíticas llamadas colectivamente "corazón de in-
tegración": “Ese es el principio fundamental de la multipolaridad. Rusia deja de ser el
corazón global y se convierte en un corazón entre los demás”. Esto significa que Rusia
se concibe como un Estado soberano que propone promover y respetar la soberanía de
otros estados (Dugin, 2019c).

1.2. La concepción del mundo multipolar


De acuerdo a Dugin, el “momento unipolar” luego de la desintegración de la Unión
Soviética significó no sólo el fin del mundo bipolar sino también una disolución del
poder y la influencia rusa. Dugin discute con el politólogo Francis Fukuyama y su vi-
sión de que el mundo se encaminaba hacia una etapa de integración y globalización
que significaba el fin del tiempo de los estados nacionales (Dugin, 2019d). En este
contexto, el concepto de democracia se tornaba global y Estados Unidos asumió el
papel de la potencia hegemónica, la fuerza impulsora de la constitución de un nuevo

116
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

orden mundial (Kissinger, 2016: 15). Esto significaba, para Dugin, la victoria global
de Leviatán sobre Behemot (Dugin, 2019d).
Dugin contrapone a la afirmación de Fukuyama la visión de Huntington, que cues-
tiona la idea de que el fin del mundo multipolar conduzca a uno unipolar, sobre la ba-
se de que el mundo vuelve a configurarse a partir de nuevos conflictos y tensiones10.
Aparece un nuevo actor, la civilización, una comunidad colectiva unida por las mismas
tradiciones espirituales, históricas, culturales, intelectuales y simbólicas, cuyos miem-
bros son conscientes de ser parte de ella y de ser mutuamente cercanos, independien-
temente de su afiliación nacional, de clase, política e ideológica (Dugin, 2019d).
Para Dugin el orden multipolar tiende a reproducir el sistema de Westfalia con las
características que lo distinguen: soberanía, equilibrio de poder, anarquía en el en-
torno internacional, posibilidad de guerra y cooperación pacífica. La diferencia es que
ahora los actores no serán los Estados nacionales sino las civilizaciones, que tienen
una estructura interna totalmente independiente, correspondiente a las tradiciones
históricas y los códigos culturales de cada una. Avanzamos hacia un mundo que será
“policéntrico”. No hay un sistema hegemónico, sino diferentes concepciones. El mun-
do multipolar será un espacio histórico “abierto”, en el cual la participación activa de
las comunidades en la creación de un nuevo orden, un nuevo mapa de la realidad que
no estará limitada por ningún marco externo y ninguna hegemonía. Sin reduccionis-
mo ni universalismo, sin una norma preestablecida impuesta por un actor externo, un
mundo multipolar se ordena de acuerdo a la libertad de autodeterminación de cada
pueblo políticamente organizado, respetando el sentido y los valores de los demás.
Es una idea interesante para pensar la política internacional, considerar un esque-
ma que comprenda los valores propios de cada nación o región que los legitime como
propios, aunque también puede despertar polémica si se incentivan los nacionalismos
y corrientes que pudieran radicalizarse, al tomar esos valores como absolutos o plau-
sibles de ser impuestos al resto. Pero, por otra parte, hay que tener en cuenta ese factor
mencionado: no se trata de imponer valores o ideas al resto de las naciones, por lo que
este esquema pretende respetar la multiplicidad y diversidad. La visión de la multipola-
ridad sostenida por Dugin requiere de un cierto fundamento conceptual que cuestione
a la Ilustración -como fundamento del proyecto sustentado por la hegemonía estadou-
nidense- así como a las alternativas del comunismo de tipo soviético y al tercerismo
de tipo fascista, históricamente acabadas. El próximo capítulo explora esa concepción.

1.3. La talasocracia: la visión de Kissinger de Estados Unidos


como fuerza impulsora de un orden internacional
A los efectos de resaltar el significado de la propuesta teórica y geopolítica de Dugin,
parece importante analizar la visión distinta y contrapuesta de Henry Kissinger, qui-
zás el más importante pensador estadounidense en Relaciones Internacionales11. En

10 Cf. Huntington, Samuel, El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, Paidós Ibérica, España, 1997.
11 Si bien Kissinger y Dugin no representan de modo exhaustivo el pensamiento norteamericano y ruso, resultan una lectura imprescindible
por su potencial capacidad de influencia en los ámbitos de discusión sobre política internacional.

117
Belén Vitale

su último libro Kissinger sugiere el desafío de descifrar cómo dar forma a experien-
cias históricas y valores divergentes en un orden común. Estados Unidos está llama-
do a difundir sus valores más importantes: libertad de culto, de expresión, de acción
(Kissinger, 2016: 15). La posición geográfica de su país es favorable, ya que la políti-
ca exterior es opcional y no debe ser una constante. Esto diferencia las posibilidades
de dicha nación con los países europeos. Con respecto a Rusia, Kissinger observa un
cuestionamiento implícito al tradicional concepto europeo de orden internacional.
Las restricciones al poder son sinónimo de catástrofe para Rusia, ya que por su posi-
ción geográfica la deja expuesta a amenazas externas. Para el autor, la tendencia hacia
el autoritarismo en Rusia nace de la necesidad -por la extensión del territorio- de ejer-
cer una constante defensa contra los enemigos12.
A partir de la guerra fría, el autor caracteriza a Estados Unidos como la fuerza im-
pulsora de la construcción de un nuevo orden internacional. Califica al liderazgo es-
tadounidense como indispensable. Postula que el equilibrio de poder debería ser cal-
culable: pero en la práctica, ha sido difícil armonizar los cálculos de un país con los
de otros estados y alcanzar un reconocimiento común de los límites. Estados Unidos
necesita, según la visión estratégica de Kissinger, una estrategia y una diplomacia que
tengan en cuenta la complejidad del camino a recorrer. La búsqueda de un orden mun-
dial funciona en dos niveles: la celebración de los principios universales debe ser equi-
parada con el reconocimiento de la realidad de las historias y culturas de otras regio-
nes (Kissinger, 2016).
La comparación entre las ideas de Kissinger con la visión de Dugin refleja un con-
traste entre la búsqueda de un orden mundial liderado por Estados Unidos y basado
en gran medida en la proyección de sus principios y valores a escala mundial, que
propone Kissinger, y el camino hacia un orden multipolar en la visión de Dugin, para
quien Rusia busca recuperar su importancia y, en complementación con el avance de
la economía de China y la consolidación de otros nuevos polos emergentes, puja por el
avance hacia un orden multipolar. Dugin se opone al liberalismo globalista promovido
por Estados Unidos, no ve a Estados Unidos como amenaza en sí, el problema es el uni-
versalismo liberal y la forma de imposición de los valores mediante la fuerza política,
económica, y tecnológica.
Se puede ver la relación entre el carácter telurocrático de Rusia y la idea de Estado que
promueve la soberanía de otros estados, y este es el eje que toma Dugin para diferenciar
la civilización de la tierra y la civilización del mar. La talasocracia está orientada a un or-
den mundial unipolar, en ese sentido, el conflicto de Rusia con los países que promueven
la unipolaridad se torna posible. Recuperar los principios civilizacionales no es una idea
que tenga que llevar adelante Rusia, en un principio, para después imponer esos valores
a otros países. Por el contrario, la multipolaridad promueve que cada civilización se fun-
de sobre lo propio y con los objetivos acordes a la defensa de cada soberanía.

12 Esta interesante observación se puede relacionar con las ideas expresadas por Schmitt (1984: 46), en donde habla del ius belli (posibilidad
real de determinar al enemigo y combatirlo en casos concretos y por la fuerza de una decisión propia) que otorga contenido al Estado
como comunidad política, con la posibilidad de hacer la guerra y por consiguiente a menudo de disponer de la vida de los hombres.

118
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

2. La Cuarta Teoría Política


2.1. El Dasein como fundamento de la Cuarta Teoría Política
Dugin explica la necesidad de construir la Cuarta Teoría Política como una concepción
filosófica fundamentada en la concepción del dasein13 de Heidegger14 y se contrapone
al post-liberalismo impuesto en la década de 1990.
Dugin explica que si bien cada cultura tiene un concepto de “ser” al que le da un
sentido propio, en la Modernidad se plantea un paradigma universal. Mientras el “ser”
cambia según el concepto cultural, el “no ser” puede ser total. Por lo tanto, el modelo
global del orden mundial propone “no ser”. Por eso, en contraposición, Dugin propone
reconquistar el derecho de Ser en toda la extensión de la palabra, “ser nosotros mis-
mos y hacernos a nosotros mismos”.
La Cuarta Teoría Política parte de la victoria del liberalismo, de reconocer la falta de
alternativas y proponer una nueva. Propone una “insurrección radical contra el mun-
do moderno, romper esquemas, negar su lógica y sus normas” (Dugin, 2019: 12-24).
El Dasein corresponde a la naturaleza del hombre como especie, en el estado primario
que antecede a todas las superestructuras. Existe en dos estados: el auténtico y el in-
auténtico. En el primer caso se trata de una excepción, el paso del dasein hacia su sein,
hacia sí mismo. En el segundo caso está la situación habitual cuando existe el retrai-
miento, ilegítimo, suscitando su doble sociológico, el das-man.
Para Dugin, la Modernidad es la esfera de la inauténtica existencia del dasein. Todas
las ideologías políticas de la Modernidad son modificaciones del das-man, productos
de la enajenación humana en sí mismos. El individuo, la clase y el Estado son con-
ceptos quiméricos de un ser decadente, abandonado por la existencia. El nuevo orden
mundial es el reino global del das-man, de la impersonalidad máxima individualizada.
La filosofía de Heidegger, según Dugin, exhorta a reflexionar sobre el dasein no dual:
auténtico e inauténtico son los dos estados de la misma y no dos cosas diferentes. En
función de esto, la Cuarta Teoría Política se propone como la alternativa doctrinaria
del despertar de la existencia, del dasein auténtico.

2.2. ¿Unidad o multiplicidad del dasein?


Dugin define el “da” como localización espacial, un lugar predeterminado por la cul-
tura y la historia15. El dasein es plural a nivel de fenómeno, pero su despertar se realiza
en cierto lugar (el da). La revolución contra el das-man16 siempre va a apoyarse en una
tradición cultural concreta. La Cuarta Teoría Política constata la multiplicidad de los
dasein. Por lo tanto defiende estas tres posiciones:

13 Es un término que en alemán combina las palabras «ser» (sein) y «ahí» (da). Existe en dos estados: el auténtico y el inauténtico. En el pri-
mer caso se trata de una excepción, el paso del dasein hacia su sein, hacia sí mismo. En el segundo caso está la situación habitual cuando
existe el retraimiento, ilegítimo, suscitando su doble sociológico, el das-man.
14 Cf. Martín Heidegger, Ser y tiempo, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1997, traducción de Jorge Eduardo Rivera.
15 Da es palabra alemana que se traduce como allí, ahí, aquí.
16 La palabra das-man significa el “uno” impersonal. Heidegger la utiliza profusamente como significado de la despersonalización en un
“uno” colectivo disolvente de la singularidad personal.

119
Belén Vitale

> Unidad en la negación.


> Pluralismo en la afirmación.
> Pregunta abierta sobre el horizonte de la unidad eventual en las afirmaciones.
Para avanzar en la Cuarta Teoría Política es necesario modificar la interpretación de
la historia de los últimos siglos, dar cuenta de la estructura profunda de la sociedad
global, disipar el paradigma de la era posmoderna y construir un modelo político in-
dependiente. El dasein es portador de libertad, la oportunidad de ser auténtico y la rea-
lización del sein más que del da. Los grupos étnicos son diferentes, pero cada uno de
ellos es en sí mismo universal.
La Cuarta Teoría Política retoma el Dasein como sujeto, el “ser ahí” (Dugin, 2014), una
presencia ubicada temporal y espacialmente, no de modo accidental sino fundamental,
que sirve a su vez de fundamento para un nuevo Nomos de la Tierra basado en la multi-
polaridad y rompiendo la tendencia a la uniformidad global implicada en la talasocra-
cia. Para Dugin, la Modernidad es la esfera de la inauténtica existencia del dasein. Todas
las ideologías entonces son modificaciones del das-man, productos de la enajenación
humana en sí mismos. El individuo, la clase y el Estado son conceptos quiméricos de
un ser decadente, abandonado por la existencia. El orden mundial es el reino global del
das-man, de la impersonalidad máxima individualizada. La Cuarta Teoría Política lla-
ma a recuperar el dasein, el ser ahí, y dejar de “no ser” (Dugin, 2019b: 12-24).

2.3. La Cuarta Teoría Política


Luego de su victoria, el liberalismo decidió eliminar por completo la política (Dugin,
2009: 23). Ante esta situación, se pregunta ¿cómo hacer política cuando no existe la
política? Para llenar el “vacío” Rusia necesita una idea política nueva. El liberalismo
no es adecuado, mientras que el comunismo y el fascismo son inaceptables. Y para
Rusia es cuestión de vida o muerte. De lo contrario, queda “no ser” y salir de la arena
histórica (Dugin, 2009: 24, 26). En la entrevista Dugin reforzó esta idea: “la Cuarta Teo-
ría Política quiere superar a las tres anteriores. Esto no es tan fácil, es una invitación a
superar lo que tenemos”, y definió la Cuarta Teoría Política de esta forma:

La Cuarta Teoría Política es invitación a ir más allá, más allá de esta modernidad,
volviendo a las raíces de las civilizaciones, a la transgresión de la sacralidad, pa-
ra superarla y dar un paso adelante. El volver a las tradiciones propias de cada
civilización, por un lado, pero también supresión en el futuro de lo que está esta-
blecido como universal (Dugin 2020, ver Anexo).

Dugin desarrolla y explica las tres teorías alternativas anteriores. La primera, el


liberalismo, fue para el autor la más estable y de mayor éxito porque logró derrotar
a sus oponentes. El comunismo es la Segunda Teoría Política, que surgió como una
reacción crítica al establecimiento del sistema burgués capitalista, de lo cual el libe-
ralismo era la expresión ideológica. El fascismo es la Tercera Teoría Política, asen-
tado en las ideas y símbolos de la sociedad tradicional. Para Dugin, la unión de la
Primera con la Segunda teorías políticas y los errores de Hitler lo derrocaron a mitad

120
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

de camino. Al final del siglo XX, sólo permanece la teoría liberal como un proyecto de
“Estado global” (Dugin, 2009: 28).
La Cuarta Teoría Política surge en disidencia con ese proyecto como práctica uni-
versal; con la globalización; con la posmodernidad; con el “fin de la historia”" (Dugin,
2009: 31). Se trata de un proyecto de “cruzada” contra la posmodernidad liberal, con-
tra la sociedad post-industrial, contra la globalización y sus bases logísticas y tecnoló-
gicas. En la opinión de Dugin ya no hay derecha e izquierda, hay dos posiciones frente
al orden mundial actual: la conformidad o la disidencia. En tal sentido la Cuarta Teoría
Política “No resuelve el problema de la oposición entre el Mar y la Tierra, pero crea la
salida de la situación generada cuando el liberalismo triunfante no tuvo más oposición
real. No es comunismo ni fascismo, sí es antiliberal y anticapitalista” (entrevista).
La Cuarta Teoría Política parte de la victoria del liberalismo, reconocer la falta
de alternativas y proponer una nueva. Propone una “insurrección radical contra el
mundo moderno, romper esquemas, negar su lógica y sus normas” (Dugin, 2019b:
12-24). Para avanzar en la Cuarta Teoría Política es necesario modificar la interpre-
tación de la historia de los últimos siglos, dar cuenta de la estructura profunda de la
sociedad global, disipar el paradigma de la era posmoderna y construir un modelo
político independiente, que sirve a su vez de fundamento para un nuevo Nomos de la
Tierra basado en la multipolaridad y rompiendo la tendencia a la uniformidad global
implicada en la talasocracia.
Los siguientes párrafos, tomados de nuestra entrevista, ilustran la concepción de
Dugin sobre las características de la Cuarta Teoría Política:

“No es universal, no puede pretender en ese sentido llenar el vacío que se abre
después de la crisis o de la caída total del liberalismo, no busca reemplazar al ca-
pitalismo, o ser alternativo universal para crear, basándose sobre sus principios
el mundo universal planetario homogéneo. Por el contrario, es invitación a res-
taurar los principios de las diversas civilizaciones. No invita a hacer una proyec-
ción de una u otra civilización. En ese sentido, es distinta al comunismo porque
no puede dar la solución ya hecha, preparada, a los otros”.
“Se trata de crear un mundo multipolar, con muchas civilizaciones, unidas
en los grandes espacios, que deben cooperar entre ellas. No luchar, ni pelear in-
sistiendo en que los valores de cada civilización son mejores, o universales, o los
únicos, que es precisamente lo que sucede con el liberalismo. El liberalismo es
el sistema occidental moderno que pretende ser universal, quiere imponerse a
toda civilización. Sin embargo, las tradiciones, las raíces culturales son diversas.
En este sentido, el comunismo también era universal. No es nacionalista o racis-
ta, porque niega radicalmente la posibilidad de existencia de la jerarquía entre
los pueblos o las civilizaciones”.
“Las civilizaciones, las sociedades son diversas. Debemos desde el inicio, des-
de el comienzo, aceptar a los otros. La figura del otro debe comprender el ser co-
mo otro positivo. Ese otro no es mejor o peor, no es igual, es otro. Este concepto
falta radicalmente al occidentalismo liberal. Todos los que están a favor del libe-

121
Belén Vitale

ralismo son amigos de la sociedad abierta, los que no son considerados enemi-
gos. Es una forma del racismo liberal, el universalismo. La Cuarta Teoría Política
es pluralismo radical, sin relativismo, porque todas las civilizaciones, todas las
sociedades, tienen sus principios absolutos. En este sentido, deben ser leales a
sus principios absolutos, sin juzgar a los otros” (2020, ver Anexo).

Podemos enlazar esta teoría con la construcción de un mundo multipolar que, se-
gún Dugin, debe ser fundado sobre esta visión general:

“No hay existencia de una única civilización, hay un progreso, avances tecnoló-
gicos, pero todos los pueblos pueden construir sus propios valores, sus propios
sistemas, sus propias tecnologías, sus propias formas políticas. En ese sentido,
proyectando esta idea sobre la visión geopolítica, podemos decir que la civiliza-
ción de la Tierra, Eurasia, tiene la posibilidad de edificar como el heartland, hacia
todos los otros. Podemos pensar en el heartland norteamericano, el heartland de
América del Sur, heartland europeo, heartland islámico, chino, africano, porque
todos pueden ser heartland, ser la tierra, la tradición, la civilización sagrada, sin
imitar a otros, siguiendo los propios caminos históricos” (Dugin 2020, Anexo).

El interrogante que se plantea es cómo enlazar estos preceptos en una concepción


que tenga vigencia a nivel mundial. La pregunta es ¿puede un sistema que no promue-
va una serie de valores universalizables, como en el caso del liberalismo, extenderse al
mundo? El autor no termina de explicar de qué manera se impondría a todos los países
del mundo esta concepción, ya que no hay un sistema de valores para llevar a la prácti-
ca en política exterior. La manera de abordar los principios de la Cuarta Teoría Política
parece ser a través del estudio de las civilizaciones17.

3. Análisis geopolítico de la conformación


del mundo bipolar de la Guerra Fría
A los efectos de mantener el encuadre teórico en la disciplina de las Relaciones Inter-
nacionales, resulta de vital importancia mostrar cómo Dugin emplea su visión geopo-
lítica y el subyacente fundamento filosófico en el análisis concreto de las relaciones
entre Rusia y Estados Unidos a través de la historia del siglo XX. Se trata por cierto de
un análisis donde su teoría es aplicada en la descripción y la interpretación del caso
histórico concreto. Por ello, en este caso, el recurso a la interpretación de Dugin sobre
el significado geopolítico de la Revolución bolchevique y de la Guerra Fría no compro-
mete la propia interpretación ni descripción del proceso histórico sino que sirve, en la

17 En este sentido, se habla de recuperar la “razón de ser” de una civilización, como lo menciona Esteban Montenegro en el Prólogo al libro
Logos Argentino de Aleksandr Dugin, en el que se realiza el intento de rescatar, justamente, cuestiones trascendentales acerca de la
nacionalidad argentina (Montenegro, 2018: 9).

122
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

presente investigación, como caso ilustrativo de aplicación de una teoría que se pre-
senta aún con mayores alcances.

3.1. La Revolución de 1917 y la llegada del estalinismo


Según Dugin, la Revolución de Octubre significó un cambio abrupto en la orientación
de la política exterior de Rusia desde una talasocracia hacia una telurocrática. Nico-
lás II y los republicanos de la Duma desde el gobierno provisional habían tenido una
orientación anglo-francesa y fueron leales a la Entente. Los bolcheviques estaban
orientados hacia la paz con Alemania y la salida del Entente (Dugin, 2018: 35). Fi-
nalizada la Primera Guerra Mundial, el mundo que inauguró el Tratado de Versalles
fue el mundo de la talasocracia victoriosa, el grandioso éxito político y militar de la
civilización del mar (Ibid: 45).
En 1922, Rusia se convierte en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Ten-
dencia centralista denominada “política nacional de Stalin”. El autor destaca que
“los bolcheviques juntaban las tierras del antiguo imperio ruso en torno al Corazón
de la Tierra como núcleo geopolítico”. Con la llegada del estalinismo, la Unión Sovié-
tica se convirtió en una poderosa expresión del Corazón de la Tierra, mientras que
en su confrontación con el mundo capitalista fue una manifestación de la fase más
importante de la “gran guerra de los continentes”, la batalla entre Behemot terrestre
y el Leviatán marítimo (Ibid: 49).
En la opinión del autor, las tareas estratégicas para asegurar a la Unión Soviética
como una gran potencia independiente fueron puestas en vanguardia. La telurocracia
finalizaba. La Rusia soviética de Stalin representa una nueva versión del gran imperio
euroasiático turánico18, el núcleo de la civilización con base terrestre (Ibid: 51). La po-
lítica de construir el socialismo en un país y el crecimiento del patriotismo soviético
fueron esencialmente las siguientes etapas de la construcción de un imperio soberano
y continental (Ibid: 52). Este momento sirve para reflexionar sobre el carácter teluro-
crático de la civilización rusa, que a partir de la Revolución se traducirá en las acciones
de política exterior soviética. Dugin observa el regreso al núcleo de esta civilización,
le da vital importancia a este hecho histórico que es previo a los acontecimientos que
terminarían posicionando a la Unión Soviética como uno de los grandes polos de un
mundo bipolar, dos concepciones opuestas y una contienda que se tradujo en el desa-
rrollo posterior de la Guerra Fría.

3.2. La incursión de la Unión Soviética en la “gran guerra patriótica”


De esta manera se denominó a la Segunda Guerra Mundial en la Unión Soviética, ya que
evoca la guerra que enfrentó la Rusia zarista contra Francia en 1812. Por su importancia
e implicancia en el posicionamiento como potencia, daremos repaso a la descripción de
Dugin de algunos acontecimientos de la Gran Guerra. En Occidente, para ese entonces,
se habían confirmado dos bloques de gobierno, Por un lado la alianza talasocrática de

18 El autor se refiere a aquellos pueblos de Asia Central que estaban unidos por el grupo lingüístico uráltico. Los Ávaros, un grupo turánico de
guerreros nómades, establecieron un imperio considerable que abarcaba grandes áreas de Asia y Europa entre los siglos VI a IX.

123
Belén Vitale

Inglaterra, Francia y Estados Unidos, y los países de Europa oriental que pertenecían al
“cordón sanitario” y estaban bajo el control de la talasocracia (Polonia, Checoslovaquia).
Por el otro lado, la Europa continental: los estados telurocráticos, encabezados por la
Alemania nazi y la Italia fascista y por los países ocupados o sus aliados. Por su parte,
Japón estaba alineado con Alemania y había invadido China (Dugin, 2018: 53-54).
La Gran Guerra Patriótica se manifestó como una alianza de países talasocráticos
democrático-burgueses con la Unión Soviética euroasiática continental, contra el con-
tinentalismo europeo de Alemania. Se manifestaron tres vectores geopolíticos, a sa-
ber: el Corazón de la Tierra (Unión Soviética), el poder marítimo (Inglaterra, Estados
Unidos y Francia), y el poder continental de Europa (el Eje). Para Dugin, la alianza entre
los dos primeros contradice el contexto y las regularidades de la geopolítica objetiva.
Irreconciliables y sin puntos de intersección ideológicos comunes, los polos (la Unión
Soviética y los países capitalistas occidentales, que representan respectivamente la
tierra y el mar), demostraron ser una barricada contra Europa central y el nacional
socialismo (Dugin, 2018: 57).

3.3. Resultados geopolíticos de la Gran Guerra Patriótica


El 11 de febrero de 1945 se realizó la conferencia de Yalta con la participación de Sta-
lin, Churchill y Roosevelt. En dicha conferencia se discutieron los principios de la polí-
tica de posguerra, y la estructura bipolar del mundo fue fijada formalmente. Churchill
y Roosevelt representaban el mundo anglo-sajón y el eje anglo-estadounidense, que se
convirtió en un centro estratégico unificado, el núcleo de la sociedad atlántica y la ta-
lasocracia. Stalin hablaba en nombre de la Unión Soviética como un gran imperio eu-
roasiático global. Este orden mundial bipolar fue denominado como el mundo de Yal-
ta. Geopolíticamente, esto significó el establecimiento de un equilibrio planetario en-
tre la talasocracia global y el Occidente capitalista, y la telurocracia igualmente global
del oriente comunista, que se extendía más allá de los límites de la Unión Soviética. Por
lo cual luego de la guerra se da el pasaje desde un mapa geopolítico tripolar a una or-
ganización bipolar del espacio global: por un lado el capitalismo democrático-burgués
liberal de Occidente (con su núcleo en Estados Unidos), como polo de la talasocracia
global, y por el otro lado el continente soviético, socialista, comunista y anti-burgués
(con su núcleo en la Unión Soviética). Se da el pasaje desde un mapa geopolítico tripo-
lar a una organización bipolar del espacio global (Dugin, 2018: 60-61).
En este contexto, el factor de las fronteras fue determinante para el posterior des-
envolvimiento de la Guerra Fría (Ibid: 62). En el caso de un conflicto, Estados Unidos
podía abandonar el territorio de Europa occidental pero su propio territorio estaba
fuera de alcance por los océanos que rodean sus fronteras. La Unión Soviética estaba
forzada a defender las fronteras del Pacto de Varsovia como las suyas propias, lo que
requería una superioridad estratégica poderosa frente al bloque de Estados Unidos
y la OTAN. Por esto, Stalin y Beria19, elaboraron planes para la creación de un bloque

19 Lavrenti Beria fue un dirigente soviético a cargo de la policía secreta desde 1938 hasta la muerte de Stalin en 1953. Personaje particular-
mente oscuro, fue juzgado, condenado a muerte y ajusticiado en 1953.

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

de gobiernos en Europa central y oriental que fueran neutrales hacia la Unión Sovié-
tica y la OTAN.
La Unión Soviética emerge como una de las potencias más importantes a nivel
mundial20 y comienza a definirse a partir de la contraposición con Estados Unidos,
rivalidad y competencia por la hegemonía mundial que da comienzo a la Guerra fría.
Esto es, por un lado, lo que Dugin rescata del rol del stalinismo para definir la incur-
sión de Rusia en diversas contiendas internacionales en esta etapa. Y además, invita a
volver sobre el posicionamiento defensivo que le da forma a la idiosincrasia del pueblo
ruso y su política exterior. La posición geográfica pone el foco en la necesidad de gene-
rar estrategias de política exterior con el eje puesto en lo territorial, que se manifiestan
durante el desenvolvimiento de la Guerra Fría en los lineamientos tanto de las estrate-
gias políticas soviéticas como de las estadounidenses.

4. La contienda Tierra-Mar: la relación entre


Estados Unidos y Rusia
A continuación, se explorará la visión de Dugin referente a los diferentes momentos
de la contienda entre Rusia y Estados Unidos durante y después de la Guerra Fría,
que da paso a un nuevo capítulo de la contienda entre la Tierra y el Mar, introducida
por Schmitt. Según la visión de Schmitt, Inglaterra logró crear un imperio mundial
cuyo fundamento fue el señorío de los mares. La tierra se dividió en territorios esta-
tales; el mar fue estatalmente libre y no sometido a la soberanía. Inglaterra emergió
como la señora de los mares, el Leviatán. Superando pasadas contradicciones y gue-
rras, con el desarrollo de la Revolución Industrial, Estados Unidos se consolidó como
aliado fundamental para mantener el poderío en el mar (Schmitt, 1995: 33). Dugin
explica que en la Guerra Fría se da la confrontación Tierra-Mar con la Unión Sovié-
tica y Estados Unidos como protagonistas del conflicto, y en su manifestación más
importante y/o culminante de la “gran guerra de los continentes”, la batalla entre
Behemot y Leviatán (Dugin, 2018: 52).

4.1. Primera etapa (1947-1991): Guerra Fría


En 1947 el diplomático estadounidense George F. Kennan21 publicó un texto en Fore-
ign Affairs22 llamando a la contención de la Unión Soviética (Kennan: 1991). El segui-
dor de Mackinder y de los geopolíticos estadounidenses Nicholás Spykman y Roberto

20 Es interesante recordar que tanto Jean-Paul Sartre como Raymond Aron en sus análisis de la Unión Soviética destacaron que incrementó
su protagonismo a partir de la Segunda Guerra Mundial. Resaltan el giro de la política exterior soviética y la salida del aislamiento a partir
de la guerra, contienda en la que participa casi de manera involuntaria al principio y le otorga un nuevo posicionamiento en entramado
político internacional (Sartre, 1957: 86; Aron, 1973: 93).
21 George F. Kennan fue un diplomático, politólogo e historiador estadounidense, que realizó una defensa de la política de contención de la
expansión soviética en la Guerra Fría.
22 Foreign Affairs es una revista estadounidense de relaciones internacionales, publicada bimestralmente por el Council on Foreign
Relations (CFR).

125
Belén Vitale

Strausz-Hupé23, elabora lo que, para Dugin (Ibid: 62), era un modelo de configuración
de zonas globales controladas por Estados Unidos para la dominación de Eurasia. Esto
consistía en la estrangulación de la Unión Soviética en el espacio continental interior
de Eurasia y la restricción y bloqueo de la influencia soviética en todo el mundo. La es-
trategia principal consistía en encerrar la zona costera (Rhinland) dentro de sí misma,
bajo el control de Estados Unidos en el espacio de Eurasia, desde Europa occidental a
través de Medio Oriente y Asia central hasta el Este, India e Indo-China. Japón, ocu-
pado por Estados Unidos, ya era un punto de apoyo de esa maniobra geoestratégica
norteamericana.
La Unión Soviética reaccionó a esa estrategia. Esto puede verse en la dura confron-
tación durante las guerras de Vietnam y Corea, y en la Revolución China, apoyada por
la Unión Soviética que, en ese entonces, apoyó las tendencias socialistas en el mundo
islámico y a los partidos comunistas de Europa. La guerra de la civilización del Mar y
la civilización de la Tierra fue llevada también a otros continentes, como África y Amé-
rica Latina, adquiriendo carácter mundial. Además de la ventaja estadounidense con
respecto a las fronteras, también contó desde fines de la guerra con armas nucleares.
Para contrarrestar esto, Stalin enfocó sus esfuerzos en conseguir las mismas armas
para la Unión Soviética. Los aliados de la Unión Soviética en todo el mundo jugaron un
papel importante. La información clave fue obtenida de un científico estadounidense,
Theodore Hall, a través de una red de agentes soviéticos (Ibid: 65).
El año 1950 ofrece una imagen política del mundo bipolar. La talasocracia se
identificaba con el modelo capitalista-burgués y con la sociedad de mercado. La te-
lurocracia se identificaba con la sociedad socialista del tipo romano o espartano. El
mundo bipolar fue el modelo básico de relaciones internacionales desde 1950 hasta
1991. Dugin interpreta que en este contexto, bajo el mandato de Stalin, cada acción
estaba dirigida hacia el fortalecimiento del poder de la civilización de la Tierra, ex-
pandiendo la zona de influencia del gobierno soviético y la defensa de sus intere-
ses estratégicos. Tras la muerte de Stalin, la auto-conciencia geopolítica se debilitó
abruptamente, se volvió reactiva, secundaria y defensiva (Ibid: 65).
A partir de Jrushchev, se produce el destronamiento del culto a la personalidad
de Stalin y crítica a su estilo de liderazgo. Vietnam se convirtió en el fracaso de la
intervención estadounidense y una victoria táctica para la Unión Soviética. Con la
ocupación de Afganistán por parte de la Unión Soviética, se dio una “típica” con-
frontación de la telurocracia y la talasocracia en una lucha por la influencia sobre
zona costera (Ibid: 68).
Con Gorbachov, la Unión Soviética comienza a adoptar las teorías de la conver-
gencia y las proposiciones de los grupos globalistas y empieza la aproximación al
mundo occidental a través de concesiones unilaterales (Ibid: 78). Sus reformas con-
tribuyeron al reconocimiento de la derrota de la Unión Soviética en su confrontación

23 Pensadores destacados dentro de la disciplina geopolítica norteamericana son Nicholas John Spykman (1893-1943), quien consideraba
el planteamiento de la política de seguridad de un Estado en términos de sus factores geográficos, y Robert Strausz-Hupé (1903-2002),
quien consideraba que la geografía era la materia prima para pensar las estrategias de política exterior (Cuéllar Laureano, 2012: 70-71).

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

con Estados Unidos. Para Dugin, la perestroika no fue solamente un rechazo de la


confrontación ideológica con el mundo capitalista, sino también una contradicción
completa de todo el sendero histórico de Rusia como el Corazón de la Tierra y como la
civilización de la Tierra; la “autodestrucción voluntaria” de uno de los polos del siste-
ma mundial. Se produce aquí el fin del mundo bipolar (Ibid: 80).

4.2. Segunda etapa (1991-1999): la inundación de la Tierra


El momento unipolar comienza después de la caída de la Unión Soviética. Mackinder
había postulado: “quien gobierna Europa oriental gobierna el Corazón de la tierra;
quien gobierna el corazón de la tierra gobierna la isla mundial, quien gobierna la isla
mundial gobierna al mundo” (Dugin, 2018: 94). Tras 1989, habiendo perdido Europa
oriental, la Unión Soviética perdió su zona más importante de defensa y recibió un co-
losal golpe geopolítico.
Desde entonces, el mundo fue global y unipolar. La globalización es la difusión
planetaria del modelo de sociedad occidental democrática, liberal y capitalista, cu-
yo centro es Estados Unidos. La nueva conformación del escenario construida sobre
la dominancia en solitario de Estados Unidos reemplazó la bipolaridad previa (Du-
gin, 2018: 99). Esto significó que la estructura del mundo bipolar no fue preservada
porque uno de los dos polos se retiró. El bloque socialista –y la Unión Soviética–, y
el Pacto de Varsovia fueron disueltos. Pero el bloque capitalista, reunido en torno a
Estados Unidos, la alianza de la OTAN y la ideología capitalista-burguesa, fue pre-
servado. El eje conflictivo Este-Oeste fue reemplazado por la contraposición centro-
periferia (Ibid: 100).
En los primeros años de la administración de Boris Yeltsin se implementó la “doc-
trina Kozyreb” que sostenía que la unipolaridad era un hecho consumado. Esto signi-
ficó el consentimiento de la política exterior de Rusia en correspondencia con la es-
trategia general de Estados Unidos. Geopolíticamente, Dugin caracteriza este período
como “la inundación de la tierra” o el establecimiento del control directo sobre el Co-
razón de la Tierra por el poder marítimo (Dugin, 2018: 106). Dugin es muy crítico de
las acciones de Gorbachov y Yeltsin, que en su opinión estaban en conflicto con la his-
toria geopolítica de Rusia. El período de gobierno de Yeltsin significó el debilitamiento
de las posiciones y la rendición de posiciones estratégicas. Prevaleció una orientación
geopolítica hacia Occidente.
Es recién con la llegada de Putin al poder, que se busca restaurar la integridad terri-
torial de Rusia, al girar su atención a Chechenia y la guerra de Daguestán. La política
de Putin en la segunda guerra chechena24 tuvo un carácter geopolítico euroasiático,
con base terrestre. Desde entonces, este es el principal vector de la política de Putin
(Dugin, 2018: 129).

24 Putin eligió restaurar la integridad territorial de Rusia, según Dugin, a través de dos principios: la destrucción radical de todos los grupos
paramilitares separatistas y unión con las fuerzas conectadas con los centros exteriores atlantistas de control para unirlas a su propio
lado. Los separatistas radicales respondieron a esta estrategia con la apelación a ayuda de mercenarios extranjeros y de Occidente, lo
que socavó su posición entre la población chechena (Dugin, 2018: 128-129).

127
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4.3. Tercera etapa (1999-2019): El resurgimiento


de la Federación de Rusia
En la caracterización de Dugin, con la llegada de Putin al poder a partir de 1999 co-
menzó un movimiento hacia una dirección diferente respecto al vector de la geopolíti-
ca de Rusia. Putin propuso reconstruir Rusia, salir del Fondo Monetario Internacional,
reafirmar la soberanía nacional. Sus políticas expresaban las tendencias correspon-
dientes a las características de la telurocracia. Según Dugin se volvió claro que Rusia-
Eurasia no desapareció del mapa geopolítico y todavía es el núcleo de una civilización
alternativa, la civilización de la tierra (2018: 136).
Esto sucedió a pesar de algunos desvíos de tal política. Por ejemplo, luego de los ata-
ques terroristas del 11 de septiembre de 2001, Putin decidió apoyar a Estados Unidos
y prestó ayuda para la invasión y ocupación de Afganistán. Por la preocupación ante
el avance del radicalismo islámico, esta decisión puede entenderse desde una motiva-
ción práctica para Putin. Sin embargo, Dugin observa una contradicción: permite el
despliegue de un contingente militar de Estados Unidos en la zona inmediata de sus
fronteras sureñas (Dugin, 2018: 136).
Para el autor, la posterior invasión a Irak demostró que Estados Unidos actúa según
su propio interés y que las acciones de Putin de apoyo a Estados Unidos sugieren que
un sector con una visión hacia el atlantismo y la alineación con las políticas estadou-
nidenses eran todavía influyentes en la política de Rusia. La lucha por la influencia en
el gobierno no había terminado. Además, si bien la política estuvo dirigida a lo largo
de un vector euroasiático, con base terrestre, esta línea no recibió hasta ese entonces
una formulación conceptual y teórica que acompañase los acontecimientos (Ibid: 139).
Posteriormente Putin se movió a una formulación más cercana a sus perspectivas
geopolíticas, hacia el final de su segundo mandato, con su discurso en la conferencia
de Munich sobre política de seguridad (Putin 2007). En este discurso se pronunció en
contra del modelo unipolar al que consideró no solo “inaceptable” sino también “im-
posible”, criticó la expansión de la OTAN y acusó a Occidente de no cumplir las pro-
mesas realizadas a Gorbachov. Señaló a Rusia como gran potencia y del regreso a su
función como núcleo de “civilización de la tierra”. La reacción en el mundo occidental
fue negativa y se comenzó a hablar de una nueva Guerra Fría (Dugin, 2018: 152). Mu-
chos empezaron a ver a Putin como la personificación de un adversario político. Pero
al interior de Rusia, según Dugin, no tuvo la misma repercusión.
La ambigüedad con respecto al vector de la política de Putin también se expresó en
la elección de su sucesor Mendelev, de orientación más liberal y en cómo se preparó la
vuelta al poder de Putin. En 2011, Putin vuelve al Kremlin y su texto programático “La
Unión Euroasiática: Una senda para el éxito y la posteridad”, reviste gran importancia
ya que describió un objetivo político: la creación de una nueva organización supra-
nacional, construida sobre las similitudes entre las civilizaciones (Dugin, 2018: 162).
Putin, de este modo, enfatizó una idea con un gran significado geopolítico (Ibid:
164). A escala planetaria, el establecimiento de un modelo multipolar. A escala regio-
nal, la creación de una organización integrada, capaz de ser el polo de atracción y re-
ferencia de este modelo. A escala nacional, el Eurasianismo significa la afirmación del

128
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

centrismo estratégico, recibiendo incluso la sugerencia de la presencia de prototipos


de estatalidad nacional en los sujetos de la Federación. Pero también es un amplio pro-
grama para fortalecer las identidades culturales y sociales de los ethnos que compren-
den la composición tradicional de Rusia. El Eurasianismo puede ser tomado como la
estrategia de Putin para el futuro, y con esto se deduce la estrategia del retorno a la
función geopolítica continental en el Corazón de la Tierra. Pero como esto no ha sido
llevado a su lógico final, el destino histórico de la civilización de la Tierra como un
todo, permanece abierto. Si no empieza un nuevo ciclo de ascenso, estará abocado a
entrar en una nueva ronda de descenso (Ibid: 174).

4.4. Perspectivas de la relación entre Rusia y Estados Unidos


A lo largo del desarrollo de las etapas de la contienda Tierra-Mar observamos cómo los
conceptos de Dugin se entrelazan con los hechos históricos, mostrando una interesante
perspectiva de análisis: durante la confrontación está presente el carácter telurocrático
de la idiosincrasia rusa, y durante la cooperación/acercamiento de la década de 1990,
por el contrario, Rusia debe alinearse e integrar los preceptos de la talasocracia en su
intento de reconstruirse luego del duro golpe que significó la caída de la Unión Soviética.
Es interesante mirar en retrospectiva y observar el carácter oscilante de las relacio-
nes entre Rusia y Estados Unidos, a lo largo de las etapas. Con el comienzo de la Guerra
Fría, se dio una confrontación abierta; luego de la caída de la Unión Soviética, intentos
de cooperación e integración por parte de Rusia a un mundo que se presentó como uni-
polar con hegemonía liberal. Finalmente, con la reconstrucción de la orientación de
la Federación de Rusia hacia el orden multipolar en el que su posicionamiento se hace
más relevante, ¿se abre el camino hacia una nueva posible confrontación?
La primera cuestión a pensar es que es muy difícil que el conflicto se elimine y Ru-
sia adopte modelos y estructuras estratégicas afines a las de lo que Dugin denomina el
“atlantismo”, por su orientación hacia la civilización de la tierra, que forma parte de la
constante civilizacional rusa. Pero, a la vez, Dugin ve oscilaciones en las decisiones de
Putin y deja la pregunta abierta por el futuro.
Mientras las orientaciones de ambos bandos sigan siendo direccionadas según su
carácter terrestre o marítimo, no habrá acercamiento posible duradero en el tiempo.
Por eso el autor propone que EE.UU. cambie su orientación y abandone la pretensión
de imponer un sistema de valores al mundo, que observamos en el pensamiento de
un pensador influyente en la política estadounidense como Kissinger. Mientras tan-
to, Dugin ve en Trump la promesa de un viraje en la forma de hacer política, pero no
realiza afirmaciones determinantes respecto del cumplimiento o no de esa promesa
(Dugin, 2020: anexo).
Es pertinente preguntarse, además, si realmente vamos a un esquema multipolar
que describe Dugin en el escenario mundial. Lo que sí parece claro es que no se está
más ante el momento unipolar que se presentó en la década de 1990, ya que nuevos
conflictos y nuevos actores han surgido con más fuerza y potencia en los últimos tiem-
pos. En este sentido, Rusia ha tenido cierta injerencia en algunos asuntos que preo-

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Belén Vitale

cupan a Estados Unidos25. A ello se suma la economía de China creciendo año a año y
aumentando su poder de influencia económica y política mundial26.

5. Un análisis de la perspectiva Tierra-Mar en las


relaciones entre Rusia y Estados Unidos, ¿por qué
leer a Dugin para pensar el orden internacional
desde el Sur?
La visión filosófica y geopolítica de Dugin sobre el espacio que ocupa la Federación
de Rusia en el plano geopolítico y sus relaciones con Estados Unidos invitan a repen-
sar el escenario internacional. En Dugin, los conceptos de Schmitt y Mackinder se
combinan y entrelazan para ofrecer una interesante descripción del conflicto entre
la talasocracia y la telurocracia, entre la Tierra y el Mar. Son dos posiciones geográfi-
cas y políticas diferentes: la talasocracia se basa en los principios liberales vigentes,
mientras la telurocracia se basa en la puesta en valor de los principios civilizaciona-
les de cada nación o región.
Entonces, ¿Estados Unidos y Rusia son enemigos? Si nos basamos en la contraposi-
ción amigo-enemigo planteada por Schmitt27, no necesariamente lo son, ya que como
clarifica Dugin, Rusia no considera a Estados Unidos como enemigo en tanto nación o
Estado, sino mientras intenta imponer sus valores y no respeta la idiosincrasia rusa
de acuerdo al comportamiento que implica la orientación calificada por el autor como
liberal o atlantista. En Kissinger se observa claramente que la intención sigue siendo
la de exportar, imponer, compartir los valores con el resto del mundo, y mientras esta
situación sea duradera, el conflicto se torna posible. Pero no podemos decir que no hay
puntos de reconciliación. Por el contrario, en el carácter oscilante de las decisiones de
Putin, señalado por Dugin, se ven acercamientos de Rusia hacia la incorporación de
los requerimientos de Estados Unidos. Pero, como ya se dijo, es muy difícil pensar la
ausencia de conflicto entre la talasocracia y la telurocracia a largo plazo, mientras el
triunfo de la primera implique la alineación de las orientaciones de política exterior de
todos los países, o de la mayoría, hacia un horizonte unipolar. Y ese horizonte, como
se remarcó a lo largo de este trabajo, no resulta acorde a los lineamientos de la teluro-
cracia. Dugin ve a Rusia como un heartland entre otros heartlands, un corazón entre los

25 Por ejemplo, en el conflicto político que se desató en Venezuela en 2019, Rusia rechazó la propuesta de reconocer al político opositor a la
presidencia de Nicolás Maduro, Juan Guaidó, como presidente autoproclamado, mientras Estados Unidos sostuvo la postura contraria.
En este caso, al parecer, Rusia participa activamente de algunas decisiones políticas y presta ayuda económica al gobierno. Esto se
expresa en algunos tratados de cooperación militar acordados entre ambos países.
26 Según un informe del Centro de Economía Internacional (2011), en 2010 China llegó a convertirse en la segunda economía mundial y su
mejor desempeño comercial le permitió pasar a ser el primer exportador y el segundo importador mundial.
27 “El significado de la distinción de amigo y enemigo es el de indicar el extremo grado de intensidad de una unión o de una separación
(...). El enemigo político no tiene por qué ser moralmente malo; no tiene por qué ser estéticamente feo; no tiene por qué actuar como un
competidor económico y hasta podría quizás parecer ventajoso hacer negocios con él. Es simplemente el otro, el extranjero, y le basta a
su esencia el constituir algo distinto y diferente en un sentido existencial especialmente intenso de modo tal que, en un caso extremo, los
conflictos con él se tornan posibles” (Schmitt, 1989: 23).

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

demás, una nación que se erige entre otras naciones, que también se erigen sobre sí
mismas, sobre sus principios y valores. Esta es una invitación a esos grandes espacios
geográficos, a esas naciones, a que encuentren su principio civilizacional para desa-
rrollar sus lineamientos más importantes de política exterior, a la hora de buscar alia-
dos, establecer negociaciones económicas o diplomáticas, acuerdos regionales, etc.
Esto es planteado por el autor en diversas ocasiones, y es el principio más importante,
al parecer, que rige todo su pensamiento y acciones como analista político.
Pero el planteo de Dugin sobre la telurocracia y su integración con el esquema mun-
dial multipolar despierta algunas dudas: ¿por qué si el momento telurocrático fue la
formación de la Unión Soviética, donde sí había una ideología como el comunismo, ex-
portable y que de hecho se impuso en muchos países? Si el estalinismo fue el momento
de la expresión civilizacional rusa, queda por explicar por qué los lineamientos polí-
tico-ideológicos del régimen se basaron en una corriente de pensamiento extranjera
y exportable al mundo como el marxismo. Se plantean muchas preguntas a partir de
esto. ¿Es posible pensar la Revolución rusa sin el comunismo? ¿Es posible pensar en la
Guerra Fría, incluso? Y estos interrogantes, si son tomados en cuenta, representan un
desafío para los lineamientos de política exterior rusa.
Más allá de las dudas que se plantean, hay muchas razones que invitan a pensar
el orden internacional desde la óptica de Dugin en América Latina, ya que el eje Tie-
rra-Mar permite enmarcar el orden internacional de acuerdo a un escenario en el que
América Latina puede posicionarse (no necesariamente en favor de una visión o de
la otra) con una elaboración estratégica que comprenda diversos puntos de vista (y
no solamente el desarrollado en este trabajo, pero entenderlo invita a conocer más y
nuevas perspectivas sobre el orden mundial). Recuperar la mirada sobre los valores
fundacionales y trascendentales de nuestras naciones, sin perder de vista valores uni-
versales de justicia, derechos humanos, diversidad, etc., tiene que ver con la tarea de
buscar un equilibrio funcional a los propios intereses.
Cabe pensar la relevancia de estos análisis para el abordaje de las relaciones inter-
nacionales desde América Latina. Dugin promueve, a través de la Cuarta Teoría Polí-
tica, el estudio de las civilizaciones y de hecho se ha dedicado a investigarlas, parti-
cularmente la de la Argentina28. Dugin ofrece una doble aproximación, por un lado al
pensamiento ruso, y por otro, a una visión geopolítica basada en una multiplicidad de
civilizaciones y en un amplio análisis de los hechos históricos, que es pertinente cono-
cer para ampliar nuestra mirada a la hora de reflexionar acerca de las futuras posibili-
dades de la región latinoamericana a escala internacional.

Conclusiones
El análisis de la visión de Dugin permitió dar cuenta de las relaciones entre Rusia y
Estados Unidos y las distintas etapas de la contienda Tierra-Mar, además de la com-

28 En Logos argentino recorre el pensamiento de Rodolfo Kusch, Carlos Astrada, Jorge Luis Borges, Juan Domingo Perón, Nimio de Anquín,
Arturo Roig y Alberto Buela, entre otros (Dugin, 2018).

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Belén Vitale

prensión del carácter telurocrático de la civilización rusa, y una mirada sobre el orden
internacional que se encamina, según el autor, hacia la multipolaridad. A partir de la
entrevista, pudimos profundizar acerca de su pensamiento y su propuesta: pensar los
escenarios internacionales desde una perspectiva que invita a restaurar los principios
de las distintas civilizaciones.
La situación internacional actual invita a prestar atención a estos conceptos. A 30
años de la caída del Muro de Berlín, podemos decir que asistimos hoy a un panorama
muy diferente al del fin de la historia que planteó Fukuyama. Surgen nuevos aconte-
cimientos, polos emergentes, nuevos intereses, nuevos esquemas regionales, nuevas
tensiones y nuevas ideas como fue desarrollado a lo largo del trabajo, con países como
China adquiriendo mayor protagonismo. En esta situación, el papel de Rusia es funda-
mental, ya que como nación resurgió respecto del rol relegado que ocupó en la década
de 1990, y se convirtió en un actor de peso en la geopolítica mundial. Hay una nueva
concepción del escenario mundial, que rompe con el esquema postulado a principios
de los ‘90 con el fin de la Guerra Fría.
La disputa entre la Tierra y el Mar abrió un nuevo capítulo, en el que Rusia se cons-
tituye con una fuerza renovada. Esta categoría de análisis propuesta y explicada por
Schmitt con una gran noción histórica pero a la vez estética y literaria, tiene vigencia
y se puede percibir en las acciones de ambos países. Nos permite aprehender los con-
flictos que acontecen a nivel mundial y aparecen en la voz de pensadores como Dugin.
La distinción en etapas permite dar la idea de una serie de acontecimientos que se de-
sarrollan de manera continua y presentan cambios, para abandonar la idea de preva-
lencia de uno sobre otro que fue introducida a partir de la década de 1990 y entender el
carácter oscilante de esta contienda.
En relación a lo que representan la Tierra y el Mar, es importante volver sobre los
conceptos de Dugin y tomar en cuenta el momento clave de esta disputa en el que Rusia
(como la Unión Soviética) emergió como potencia con una visión contrapuesta a la de
Estados Unidos en la conformación del mundo bipolar de la Guerra Fría. En la Segunda
Guerra Mundial y en la etapa posterior se dieron a conocer muchas de las característi-
cas telurocráticas que Rusia reivindica hoy para sí misma como nación, las que Dugin
identifica con el gran imperio euroasiático turánico. En ese entonces, bajo el liderazgo
de Stalin, la Unión Soviética levantaba la bandera del comunismo, ideología que hoy
parece obsoleta para extender al mundo desde el punto de vista de Dugin.
Estados Unidos, por un lado, se propuso construir un orden mundial bajo su lide-
razgo, proyectando sus principios y valores a escala mundial, como vimos en Kissin-
ger; mientras Dugin desde Rusia propone un camino inverso para el resto de las civili-
zaciones: no se busca liderar un cambio cultural, ni edificar una cultura global basada
en la impronta rusa, sino que cada civilización se edifique sobre su propio espacio y
su propia cultura. En ese sentido, la Cuarta Teoría Política aparece como un intento
de refundación del nacionalismo en clave espacial y cultural. Ese esquema propone
la afirmación de la cultura propia de cada civilización, y a futuro deja abierta la tarea
de un orden multipolar. La estrategia propuesta es disruptiva con respecto al modelo
hegemónico liberal de la década de 1990, pero no propone un sistema de valores único

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

para exportar al mundo, ni pretende ser universal, más allá del fuerte llamado a que
cada comunidad nacional se apoye en una reafirmación de sus valores tradicionales.
A partir de la descripción de Dugin de las acciones de política exterior llevadas a ca-
bo por la Federación de Rusia, se puede ver con cierta claridad una decisión de seguir
en un camino de crecimiento y no retroceso, disputar los escenarios que sean necesa-
rios con Estados Unidos y la talasocracia e interactuar con las otras potencias emer-
gentes como China o tener acercamientos con algunos países de América Latina para
entablar negociaciones que resulten a su favor. No se puede determinar con certeza
si el pensamiento de Dugin influye concretamente sobre las acciones que se llevan a
cabo, pero sí repasar la base de los lineamientos políticos y culturales propios que son
expuestos de manera clara y detallada por el autor. Tampoco se puede asegurar que
Dugin se desempeñe actualmente como asesor oficial de Putin, ya que mantiene cierta
distancia en sus opiniones, apoya algunas decisiones pero tiene una mirada crítica
sobre otras.
El ejercicio pendiente, después de este repaso final, será pensar cómo establecer
políticas que apunten a la inserción latinoamericana en el orden internacional. El de-
safío es construir una estrategia regional para consolidar un bloque edificado sobre la
pretensión de una defensa inteligente y constante de los intereses de la región, que re-
conozca y reafirme sus particularidades al mismo tiempo que la posicione como actor
en el escenario mundial.

Bibliografía
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133
Belén Vitale

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

ANEXO II

Entrevista a
Aleksandr Dugin
1. ¿Cómo se conecta la cuarta teoría política y la idea heideggeriana del Dasein
con su visión geopolítica?
Son dos cosas diferentes, la Cuarta Teoría Política quiere explicar la situación, en la
filosofía política de los últimos siglos, tras las tres ideologías políticas modernas: el
liberalismo, comunismo y fascismo como tres formas de la expresión del espíritu mo-
derno en la política. Esto no es tan fácil, es una invitación a superar lo que tenemos, en
la política de la sociedad del Occidente, en el Oriente, solamente esas tres ideologías.
Las tres ideologías modernas tienen el ordenador común en el materialismo, singula-
rismo, ateísmo, se basan sobre la visión del mundo científico, no religioso. La Cuarta
Teoría Política es invitación a ir más allá, más allá de esta modernidad, volviendo a las
raíces de las civilizaciones occidental, oriental, a la transgresión de la sacralidad, y a
la vez en un ejercicio de superación de dar un paso adelante. En este sentido, podemos
decir que se trata de la posmodernidad. Mi visión geopolítica se basa sobre otra visión,
no tan ideológica o desde la filosofía política, sino en la visión de dos civilizaciones, la
civilización de la tierra y la civilización del mar, que son opuestas. Son opuestas según
la visión de Mackinder y otros autores, se trata de una visión estratégica, no tan ideo-
lógica o política. Pero cuando hablamos de la Cuarta Teoría Política, puede correspon-
der a todas las civilizaciones. No resuelve el problema de la oposición entre el Mar y la
Tierra, pero crea la salida de la situación generada cuando el liberalismo triunfante no
tuvo más oposición real. La Cuarta Teoría Política no es comunismo ni fascismo, sí es
antiliberal y anticapitalista. Podemos decir que para la Civilización de la Tierra sería
más orgánico, más natural aceptar la Cuarta Teoría Política hoy. Después del triunfo
del liberalismo, para salvarse la civilización de la tierra, debe aceptarla. Y no podemos
reducirla al racismo o la civilización de la tierra, porque también puede servir total-
mente a otras civilizaciones que no tienen nada que ver con Rusia o Eurasia.

2. ¿La Cuarta Teoría Política puede representar un nuevo esquema a través del
cual enfrentar al liberalismo, con la misma fuerza que lo ha hecho el comunismo
a partir de la Revolución de 1917?

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Belén Vitale

La Cuarta Teoría Política no es universal, no puede pretender en ese sentido llenar el


vacío que se abre después de la crisis o de la caída total del liberalismo, o como el co-
munismo que ha querido reemplazar al capitalismo, o ser alternativo universal para
crear, basándose sobre sus principios el mundo universal planetario homogéneo. Es
invitación a restaurar los principios de las diversas civilizaciones. No invita a hacer
una proyección de una u otra civilización. En ese sentido, es distinta al comunismo
porque no puede dar la solución ya hecha, preparada, a los otros. Es la invitación de
superar el liberalismo para llegar a sus raíces, a cada civilización. La Cuarta Teo-
ría Política no puede ser objeto exportable, se trata de crear un mundo multipolar,
con muchas civilizaciones unidas en los grandes espacios, que deben cooperar entre
ellas. No luchar, ni pelear insistiendo en que los valores de cada civilización son me-
jores o universales, o los únicos. El liberalismo es el sistema occidental moderno que
pretende ser universal, quiere imponerse a toda civilización. Sin embargo, las tra-
diciones, las raíces culturales son diversas. En este sentido, el comunismo también
era universal. La Cuarta Teoría Política no es nacionalista o racista, porque niega
radicalmente la posibilidad de existencia de la jerarquía entre los pueblos o las civi-
lizaciones. Las civilizaciones, las sociedades son diversas, se basan sobre principios
diversos. Estos principios no pueden ser juzgados desde afuera. Todos los pueblos
pueden ver a los otros desde su posición. Pueden sentir más cercanos a los unos,
más lejano a otros; pero debemos desde el comienzo aceptar a los otros. La figura del
otro debe comprender el ser como otro positivo. Precisamente, este concepto del otro
positivo falta radicalmente al occidentalismo liberal. Todos los que están a favor del
liberalismo son amigos de la sociedad abierta, los que no son considerados enemi-
gos. Es una forma del racismo liberal, el universalismo. La Cuarta Teoría Política es
pluralismo radical, sin relativismo, porque todas las civilizaciones, todas las socie-
dades, tienen sus principios absolutos. En este sentido, deben ser leales a sus prin-
cipios absolutos, sin juzgar a los otros. El mundo multipolar debe ser fundado sobre
esta visión general, que reconoce y conoce la pluralidad de las civilizaciones. No hay
existencia de una única civilización, hay un progreso, avances tecnológicos, pero to-
dos los pueblos pueden construir sus propios valores, sus propios sistemas, sus pro-
pias tecnologías, sus propias formas políticas. En ese sentido, proyectando esta idea
sobre la visión geopolítica, podemos decir que la civilización de la Tierra, Eurasia,
tiene la posibilidad de edificarse como heartland, el corazón de la Tierra, hacia todos
los otros. Podemos pensar en el heartland norteamericano, el heartland de América
del Sur, heartland europeo, heartland islámico, chino, africano, porque todos pueden
ser heartland, la tierra, la tradición, la civilización sagrada, sin imitar el ejemplo de
los otros, siguiendo sus propios caminos históricos. En esto, podemos identificar las
identificaciones entre la Cuarta Teoría Política y la visión geopolítica también.

3. ¿Cuáles son sus fuentes doctrinales más influyentes, además de Tierra y Mar
de Carl Schmitt?
La tradición filosófica de la nueva derecha francesa es muy importante, muy impac-
tante Alain de Benoist, ha creado una corriente de pensamiento donde fueron repen-

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

sados muchos autores de la revolución conservadora alemana, de Heidegger, el pensa-


miento geopolítico desde Mackinder a la geopolítica anglosajona, pero también geopo-
lítica rusa, el pensamiento ontológico, el tradicionalismo. Julius Evola, sus críticas
contra el mundo moderno, para mí es central. Su rechazo del capitalismo, del comu-
nismo, del materialismo, del secularismo, desacralización del mundo moderno, nega-
ción radical de la modernidad. Es un conservadurismo fundamental y profundo. Pero
también, para mí la tradición filosófica, Platón, Aristóteles, los místicos alemanes de
la Edad Media, antropología pluralista de Franz Boas, Marcel Mauss. Este pensamien-
to antropológico que afirma la pluralidad de las culturas es central para mi visión. La
teoría ortodoxa ha influenciado mucho mi pensamiento, mi filosofía. He estudiado to-
das las civilizaciones, para comprenderlas mejor. He descubierto la gran riqueza en la
civilización africana. Es totalmente diferente, la civilización africana es maravillosa.
Hay mucha diversidad, una invitación a comprender, a descubrir. También Oceanía,
he estudiado también las filosofías de su civilización. También la filosofía islámica, la
china, han formado muchísimo mi visión. En este sentido, siempre con gusto reconoz-
co que muchos autores de las escuelas de pensamiento me han influenciado.

4-¿En qué medida Estados Unidos considera la expansión de Rusia una amenaza?
Estados Unidos es el símbolo de vanguardia del liberalismo globalista, al menos hasta
antes de la llegada de Trump. Pero Estados Unidos es centro de poder, desde el cual
esta proyección del liberalismo y capitalismo desenfrenados se propagan en la Tierra.
Precisamente, esa agresión del liberalismo, ese universalismo, es voluntad de impo-
ner sus valores, sus prácticas, sus estructuras políticas y económicas, sus tecnologías;
por todo esto los rusos somos percibidos como una amenaza. Es presión, ‘porque los
rusos son malos, porque no pueden vivir en la sociedad abierta, son conservadores’,
estas acusaciones se basan en los valores absolutos universales. Todos los otros, como
los rusos, deben seguir ese ejemplo destruyendo su civilización, y construyendo la ci-
vilización con el ejemplo de Estados Unidos. Si los rusos no queremos hacer esto, hay
amenaza de castigar y realizar acciones, restricciones políticas, diplomáticas, econó-
micas. Esta manera de tratar a Rusia, mi país, mi sociedad, mi pueblo, es la manera
tradicional. Se siente como amenaza, como peligro. No queremos a Estados Unidos en
este papel dentro de la estructura mundial. Pero cuando Trump ha llegado a su posi-
ción, ha hecho la promesa de cambiar esta actitud, esta posición frente al mundo. Yo,
personalmente, he apoyado a Trump porque ha hecho esta promesa. En este caso, Es-
tados Unidos con gran poder regional o la sociedad, el país, no son considerados como
enemigos totales o existenciales. Si se ocupa de sus problemas puede ser considerado
en algunos aspectos, como aliado, como competidor, pero no es el enemigo histórico.
No hemos ido a la guerra, no lo consideramos como enemigo innato, orgánico. Es posi-
ble que después del coronavirus, Estados Unidos volverá a su posición concreta y local,
y nos dejará en paz a los rusos, a los otros pueblos. En esta situación, podemos aceptar
su civilización, sus valores como valores de los otros, no veo a la sociedad estadouni-
dense con valores semejantes a los nuestros, pero podemos a todos dejar elegir los que
quieran, mientras sea sin imponer sus valores a los otros.

137
Belén Vitale

En este sentido, Estados Unidos es amenaza, cuando representa este universalismo


liberal agresivo, este totalitarismo. Hoy, el liberalismo no es más liberal. Es la forma de
la imposición totalitaria de sus valores, por la fuerza política, económica, tecnológica,
es la amenaza no sólo a los rusos sino también a todos los pueblos, también para Amé-
rica Latina que tiene todo el derecho y toda razón de escoger su propio camino para el
futuro, para su propia civilización, independiente, soberana.

5. Con la pandemia, ¿Estamos ante el advenimiento de un nuevo orden posglo-


bal? ¿Cómo se prepara la Federación de Rusia para este contexto?
La pandemia del Covid ha destruido el orden global, como en el fin de la perestroika,
cuando hemos perdido la Unión Soviética. Hoy es el momento en el que perdemos el
mundo global, creo que no podemos volver a la situación que existía antes. Es impo-
sible desde el punto de vista económico, social, hemos perdido totalmente la fe en la
unipolaridad porque el globalismo no ha podido dar nada para salvar a la gente de
la amenaza pandémica, fue totalmente ineficaz en todos los aspectos. Los países son
obligados a salvarse por sí mismos, no con las fronteras abiertas, sino cerrándose, ce-
rrarse es la única salida. La única manera de manejar la pandemia es de esta forma,
solos, únicamente contando con nosotros mismos. Es la única manera de superar a
la pandemia. En todas las organizaciones globales no hay ninguna solución, creo que
precisamente la economía está siendo destruida, los precios del petróleo han caído.
La economía que existía, la gran economía unipolar, capitalista, globalista, no existe
más. No es posible volver, con el tiempo, a la situación globalista, pero por otra parte
no tenemos una visión alternativa. No tenemos la estructura, la estrategia, que pode-
mos aceptar naturalmente. Cuando la Unión Soviética fue acabada, nosotros hemos
tomado el capitalismo, hemos cambiado bipolarismo por unipolarismo. Pero hoy el
unipolarismo se acaba. Esta situación es muy interesante, porque no podemos estar
en el orden global; el orden globalista liberal, que no existe más, pero no tenemos al-
ternativa, llamo a esta situación posglobalismo. No es todavía claro o transparente,
en qué dirección debemos ir. Pero lo cierto es que no podemos volver. Estamos en una
situación muy particular. Debe despertar la imaginación, la imaginación ideológica,
política, filosófica, metafísica, para imaginar el futuro. El orden posglobal no es algo
que se sobreentiende, algo que podemos dar por hecho, take for grounded. Es el futuro
abierto. Debemos intentar hacer ese futuro más humano, más sagrado, más corres-
pondiente a la voluntad para la justicia que todas las sociedades quieren.

6. ¿Cuál es la visión sobre América Latina en general y la Argentina en particu-


lar, qué herramientas tenemos para afrontar esta situación?
Quiero mucho a América Latina, sobre todo a Argentina y Brasil. Argentina es la Eu-
ropa que hemos perdido, la Europa muy simpática, tradicional. Estoy seguro de que
América Latina representa la civilización particular, muy diferente a Estados Unidos
y Europa. En general, es otra civilización. Creo que en el futuro del orden posglobal,
Argentina y América Latina deben buscar su propio camino para restaurar o crear,
imaginar, su identidad latinoamericana, su civilización, sus valores parcialmente eu-

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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS

ropeos, parcialmente católicos, de otras poblaciones indígenas, creo que su posibi-


lidad de ser abiertos como los latinoamericanos pueden, es muy importante para la
multipolaridad. América Latina debe ser un polo particular, independiente de Estados
Unidos, de Rusia, de Eurasia, ser continente soberano. Creo que uno de los símbolos
más importantes de la historia es el general Perón. Evita y Perón eran los símbolos de
esta voluntad, independencia de la justicia, valor positivo del trabajo; justicia, trabajo,
independencia, soberanía, unificación del continente con Brasil, Chile. Todo esto Juan
Domingo Perón lo ha visto y soy su admirador. Creo en el gran futuro de Argentina, de
la región de América Latina como un polo independiente en el mundo multipolar.

Ficha de entrevista

Fecha: 28 de mayo de 2020.


Tipo de entrevista: Entrevista en profundidad, no estructurada.
Tema: La Cuarta Teoría Política y las relaciones entre la Federación de Rusia y Estados
Unidos de América.
Objetivos: Indagar sobre diversos temas y profundizar en los conceptos más impor-
tantes de la concepción filosófica y la visión geopolítica de Dugin. Generar una instan-
cia de conocimiento de las ideas del autor por fuera de la bibliografía, que permitiera
comprender su visión de manera que encuadre con los objetivos del trabajo.
Resumen: El autor se refiere a diversos aspectos de su pensamiento filosófico, geopo-
lítico, y su visión sobre temas de actualidad como la pandemia mundial del COVID-19
y las relaciones entre Rusia y Estados Unidos; también señala las perspectivas para la
política latinoamericana.
Medio: Red social Skype. La entrevista se realizó por video llamada y se encuentra
guardada para escuchar/ver como audio y como video.

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SOBRE LOS AUTORES

DR. PABLO ANZALDI, Doctor en Ciencias Políticas (UCA), Magister en


Ciencia Política en la Universidad Católica de Chile (Beca Fundación
Konrad Adenauer), Magister en Defensa Nacional (EDENA), posgrado en
Sociología y Ciencia Política (FLACSO) y Licenciatura en Ciencia Política
(UAJF Kennedy). Es docente en la Universidad Católica Argentina (UCA),
Universidad Católica de la Plata (UCALP), Universidad Nacional de Tres
de Febrero (UNTREF), Instituto Universitario ESEADE, Escuela Superior
de Guerra Conjunta. Autor de: Introducción a la tiranía moderna, (EAFyP
2008), Los años 70 a Fondo. Militares, guerrilleros y familiares, (Ed. SB, 2016),
Clausewitz. La ciencia política de la guerra. Filosofía, Ejército y Pueblo (Ed. SB,
2019), Radiografía política. Escritos sobre filosofía, guerra y orden global, (Ed.
Ignacio Carrera Pinto, Santiago de Chile, 2020).

CY MG. GABRIEL CAMILLI, Coronel Mayor del Ejército Argentino. Ma-


gister en Política de la Universidad del Norte “Santo Tomas de Aquino”.
Magister en Historia de la Guerra del IESE. Magister en Defensa Nacio-
nal. Se desempeñó como agregado de Defensa militar naval y aeronáuti-
ca en Alemania, Austria y Suecia. Actualmente es Director de la Escuela
Superior de Guerra Conjunta y Decano de la Facultad Militar Conjunta.

LIC. GUSTAVO CARRERE CADIRANT, Gustavo Carrere Cadirant. Licen-


ciado en Ciencias de la Educación (ESG-IESE), especialista en Historia
Militar Contemporánea (ESG-FE), maestrando en Historia de la Guerra.
Tesis en Curso (ESG-FE). Docente Investigador Científico Tecnológico, Ca-
tegoría D – I. Asistente (UNDEF). Actualmente cumple funciones en la Es-
cuela Superior de Guerra Conjunta como Coordinador Universitario entre
la Facultad Militar Conjunta y la Universidad de la Defensa Nacional.

BELÉN VITALE, Magister en Análisis Político de la Universidad Nacional


de Tres de Febrero. Licenciada en Ciencia Política de la Universidad de
Buenos Aires. Desempeño actual: Asesora docente en la Dirección Ge-
neral de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires. Integran-
te del Grupo de Investigación de Ciencia Política “Repensando el orden
mundial desde el Sur”. Participación en las Jornadas de Ciencia Política
2020 (UBA). Se dedica a la investigación en las áreas de políticas públi-
cas, comunicación institucional y Relaciones Internacionales.

Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas

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