La Naturaleza Geoplítica ANZALDI
La Naturaleza Geoplítica ANZALDI
La Naturaleza Geoplítica ANZALDI
BIBLIOTECA CONJUNTA
LA NATURALEZA
GEOPOLÍTICA
ARGENTINA
Y LAS OPCIONES
GEOESTRATÉGICAS
Dr. Pablo Anzaldi, CY Mg. Gabriel Camilli y Lic. Gustavo Carrere Cadirant
Con la colaboración de Mg. Belén Vitale
BIBLIOTECA CONJUNTA
EDITOR Y PROPIETARIO
Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas
> [email protected]
Autores
Dr. Pablo Anzaldi
CY Mg. Gabriel Camilli
Lic. Gustavo Carrere Cadirant
LA NATURALEZA
GEOPOLÍTICA
ARGENTINA
Y LAS OPCIONES
GEOESTRATÉGICAS
ISBN 978-987-47528-2-6
Las opiniones expresadas son propias de los autores y no reflejan las políticas
o posturas de las Fuerzas Armadas de la República Argentina, del Ministerio de
Defensa o del Gobierno Nacional.
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
ÍNDICE
Prólogo 7
Introducción 11
Capítulo I: El estatuto epistemológico de la Geopolítica y la Geoestrategia 13
Capítulo II: Evolución de la Geopolítica en la República Argentina y su incidencia
en las reestructuraciones del Ejército en el siglo XX 43
Capítulo III: Incidencia de la Geopolítica en los objetivos de defensa argentinos
del siglo XXI 71
A modo de Conclusión 106
Bibliografía 109
Anexo I. TIERRA Y MAR. El Pensamiento Geopolítico de Aleksandr Dugin
por Mg. Belén Vitale 113
Anexo II. Entrevista a Aleksandr Dugin por M. Belén Vitale 135
5
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
PRÓLOGO
Por CY Gabriel Aníbal Camilli
“Que el Trono de la Sabiduría sea puerto seguro para quienes hacen de su vida la búsqueda
de la sabiduría”. San Juan Pablo II (Fides et ratio).
E
l presente volumen contiene el informe de investigación realizado en el ámbito
de la Escuela Superior de Guerra Conjunta – Facultad Militar Conjunta – Uni-
versidad de la Defensa Nacional, en torno al Proyecto UNDEFI 2019 “Geopolíti-
ca y geoestrategia argentina para el siglo XXI”, realizado por un equipo de investigado-
res bajo mi dirección. Al mismo tiempo, he integrado como colaboración especial –de
suma pertinencia– la tesis de Maestría en Análisis Político de la Universidad Nacional
de Tres de Febrero realizada por la Magister Belén Vitale, concentrada en la indaga-
ción sobre el pensamiento geopolítico de Alexander Dugin. No se trata de un anexo
formal, sino de la incorporación de una profundización imprescindible en las raíces
filosóficas en las que se funda la vida de los Estados Nacionales.
Dicho esto, me parece pertinente establecer una serie de conceptos y principios que
pueden ser útiles e importantes no sólo como contribución al debate y la discusión in-
telectual sino también como aporte a la reactualización doctrinaria del pensamiento
militar argentino.
El pensamiento militar argentino es parte indisoluble del pensamiento nacional argentino,
del cual sólo es distinguible analíticamente, por poseer una serie de cuestiones ope-
racionales y orgánico-funcionales específicas, en las que aparecen expresiones y tec-
nicismos que conforman la unidad formal de nuestro objeto de investigación. Pero en
rigor, no hay pensamiento militar argentino si no es parte del pensamiento nacional, y
no hay verdadero pensamiento nacional –como lo señalaran Irazusta, Castellani, Ibar-
guren, Jauretche, Scalabrini Ortiz y el mismo General Perón, entre otros– si no justi-
precia el rol de las Fuerzas Armadas en la vida de la Nación Argentina.
Los militares argentinos, hemos enmarcado nuestra conducta práctica e intelec-
tual en el más estricto apego a la Patria y a la Constitución.
7
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
autonomía nuestro propio destino. Eso significa que el pensamiento nacional si real-
mente tiene sentido debe profundizar necesariamente la visión del Estado Continen-
tal, es decir, la tarea ardua y necesaria de construir un Bloque Iberoamericano de
Naciones. Va de suyo que la inmediatez carece de sentido: la naturaleza estratégica
remite por definición a plazos largos, pero a medios disponibles y por disponer. No
es romanticismo ni mero sueño: es combinación de medios con vistas a metas, ob-
jetivos y fines. El pensamiento nacional asume el continentalismo y el regionalismo
como el instrumento estratégico para afrontar proactivamente a los grandes pode-
res y manejarse con libertad de acción para establecer alianzas con una diversidad
de países y de potencias, rechazando la sumisión a una única potencia dominante.
La visión de un mundo multipolar implica abrir el juego de las alianzas estratégicas
para avanzar hacia nuestros objetivos nacionales: la lucha por la recuperación de la
soberanía en las Islas Malvinas, el control efectivo del Atlántico Sur, la proyección
hacia la Antártida, la expansión demográfica en la Patagonia, el control nacional de
nuestros grandes ríos, la guarda de los intereses nacionales frente a las presiones
financieras, etc. Todos los grandes intereses nacionales pueden ser objeto de racio-
nalidad estratégica jugada en la eficacia operacional.
Nuestra investigación reafirma la importancia de la geopolítica y de la geoestra-
tegia, como ciencias prácticas de la conducción del Estado. Los aportes aquí plan-
teados en relación al despliegue territorial del Ejército Argentino suponen necesa-
riamente una visión conjunta de las Fuerzas Armadas. Desplegar las Fuerzas Ar-
madas en el sagrado suelo de la Patria para defender los intereses nacionales es un
imperativo categórico sin el cual carece de razón nuestra existencia de soldados:
nadie asume la vocación del servicio de las armas exclusivamente para cumplir las
funciones subsidiarias o de paz, por más loables e importantes que éstas sean. El
problema filosófico y existencial de recuperar el sentido profundo que tienen las
actividades excelsas que Cervantes enmarcara en su “Discurso sobre las armas y las
letras”, se extiende a todas las actividades que hacen a la vida nacional. Acaso la bri-
llante investigación de Belén Vitale acerca del pensamiento de Dugin es un acicate
para la indagación sobre nuestras propias fuentes tradicionales y culturales. No se
trata de una imitación ciega de las tesis y proposiciones de un pensador, sino más
bien la tarea es ver y apreciar que los procesos de autoconciencia cultural y nacional
tienen simetrías en los diversas naciones y culturas. En contraposición, la vida ca-
rente de sentido que propone la posmodernidad filosófica de países centrales –cul-
turalmente agotados y espiritualmente vencidos– no puede ni debe ser asumida por
países iberoamericanos como el nuestro. Nuestra historia y nuestro pueblo, forja-
dos en el crisol de la guerra de la independencia y en las grandes causas como la de
la Gesta de las Malvinas, tiene grandes misiones por delante, en orden a consolidar
su definitiva Independencia.
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
INTRODUCCIÓN
L
a tesis schmittiana de la tensión entre la Tierra y el Mar ha posibilitado un orde-
namiento y reinterpretación de las visiones geopolíticas continentales y maríti-
mas. En relación a las continentales, que tienen como finalidad la primacía del
Heartland, ha sido formalmente inaugurada por Halford Mackinder, y continuada por
una amplia pléyade de autores como Haushofer, Tarchi y actualmente Alexander Du-
gin. En relación a la escuela marítima y la primacía del Mar, la primacía en el control
de las aguas y en el Rimland (tierra orilla) ha sido subrayada por Alfred Mahan, Nico-
lás Spikman y convenientemente reasumida en los últimos tiempos por Brzezinsky,
Kissinger y Kaplan. A los efectos analíticos podemos precisar el estado actual de los
estudios geopolíticos a escala de las principales potencias como una reinterpretación
de las tesis clásicas a partir de la distinción schmittiana Tierra y Mar, obteniendo así
una reactualización de las posiciones continentalistas en la actual línea dominante de
la geopolítica rusa y una posición marítima en la actual visión geopolítica estadouni-
dense, otrora atlantista, hoy globalista.
Siguiendo a Carl Schmitt, Alexander Dugin y Robert Kaplan podemos señalar que
los países tienen condición geopolítica marítima, condición geopolítica terrestre o bien
ambas condiciones; dada las mismas, será posible determinar intelectualmente los
problemas principales y secundarios. Sobre esa base, podrá deliberarse acerca de los
cursos de acción necesarios para el interés nacional.
El pensamiento geopolítico y geoestratégico argentino ordenado analíticamente en
relación a los elementos Tierra y Mar puede caracterizarse como un corpus bibliográ-
fico desarrollado en el siglo XX, con esas dos orientaciones como predominantes, se-
gún su objeto de estudio y el aspecto destacado en la investigación; en cierta medida,
está necesitado de reelaboración y actualización.
Las Teorías del Poder terrestre, naval, aéreo y espacial surgieron de la tensión entre
los poderes continentales y navales para resolver quién tenía la primacía en el sis-
tema internacional, estando estrechamente ligada a los ejes teóricos de las distintas
Escuelas Geopolíticas, y a las acciones políticas de los Estados. Bajo esas premisas,
los recursos humanos, físicos y naturales constituyeron un elemento de poder para
un Estado; actualmente la educación, el conocimiento y la tecnología junto a la inves-
11
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Capítulo I
El estatuto
epistemológico de
la geopolítica y
la geoestrategia
Introducción
En el presente capítulo mostramos como se ubican la geopolítica y la geoestrategia en
el cuadro clásico del saber.
En efecto, ¿qué es dominante y qué es más fuerte en el conocimiento geopolítico: la
dimensión especulativa o la dimensión práctica? La caracterización de los distintos
saberes, su naturaleza y su rango en el conjunto del saber humano, hunde sus raíces
en la filosofía griega, particularmente en Aristóteles y, con contrastes, ha llegado hasta
nuestro tiempo, proyectándose con singular fuerza desde la autodenominada revo-
lución copernicana kantiana, es decir, la inversión de la primacía del sujeto sobre el
objeto, que diera lugar a una reanudación de los estudios epistemológicos y a una ex-
pansión impresionante de investigaciones.
Con el telón de fondo de esa gran indagación, podemos destacar que la particulari-
dad de la geopolítica y la geoestrategia reside en que se fundamenta lógicamente en
la existencia activa del Estado: la unidad política activa de un pueblo. En consonancia
con Heidegger, se destaca la primacía de la práctica frente al carácter meramente es-
peculativo en el sentido de desligado de la existencia concreta.
Por cierto que, tanto por el lado del acto como por el lado del conocimiento, la rela-
ción entre acción, por un lado, y, teoría, es una distinción formal con fundamento en la
realidad. No se trata de dos campos realmente separados, en la medida en que la parte
práctica es el inicio y el arribo del saber especulativo, no en general, sino claramente
en el marco de la realidad política. Se trata sí de saber distinguir en una misma reali-
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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
1 Cf. Heidegger Martin, Interpretaciones fenomenológicas sobre Aristóteles. Indicación de la situación hermeneitica (Informe Natorp),
Madrid, 2002.
2 Cf. Julius Evola, Rebelión contra el mundo moderno, Buenos Aires: Heracles, 1994.
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Definición de Kjellen:
“La geopolítica es la teoría del Estado como organismo geográfico o fenómeno en
el espacio, es decir, el Estado como tierra (país), territorio, dominio o más distinta-
mente como reino. Como ciencia política tiene siempre en vista la Unidad del Estado
y contribuirá a comprobar la naturaleza del Estado. Mientras que la Geografía Polí-
tica estudia la tierra como el hogar de las comunidades humanas en su relación con
los atributos restantes de la tierra”.
3 Aristóteles, Ética VI, 1141ª. Nos basamos en Alianza Editorial, Madrid, 2011, Para esta importante caracterización, nos basamos además de
en la fuente, en el libro del maestro Félix Lamas El Hombre y su conducta, Buenos Aires: Colección Circa Humana Philosophia, 2013.
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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
es de las cosas que son y se originan por necesidad, ni tampoco de aquéllas que lo
hacen por naturaleza”4.
Mientras el fin de la técnica es distinto de ella (un producto) y no hace mejor ni peor
moralmente hablando al que la ejecuta, el fin de la prudencia como realización no es
distinto de ella, “pues la propia buena realización (bienestar) es fin”. Los principios de la
prudencia son los fines de la conducta y pertenece su conocimiento a la disciplina de la
sindéresis, que se distingue de la prudencia en tanto su objeto son los principios mientras
que la prudencia se ocupa de los medios para realizar esos principios. Va de suyo que la
sindéresis sirve a la prudencia y que ésta pone en marcha los medios mirando a aquélla.
En el acto político -pacífico o militar- la prudencia y la técnica operan combinadas y has-
ta fusionadas, pero se distinguen formalmente. La prudencia domina ontológicamente
a la técnica porque está orientada al Bienestar del que la realiza, la técnica en cambio
está orientada a la fabricación de un producto externo que sirve a ese Bienestar en la
medida en que lo disponga la prudencia, no la técnica.
La prudencia se conoce mejor a través del conocimiento de los prudentes, del mismo
modo que la excelencia no se da sino en la acción de los excelentes. De este modo, el
estudio de la gestión política del espacio implica el estudio de los grandes conductores,
de sus grandes decisiones y creaciones.
La prudencia es la virtud que -con la mira puesta en los principios y fines- delibera
y selecciona los medios para el bienestar del hombre. Por supuesto que el bienestar
puede ser entendido de diversas maneras: no hay univocidad histórico-concreta en lo
que significa, salvo, quizás, la autarquía que Aristóteles identificara con el Bien Común
y que, mutatis mutandis, podemos identificar con la soberanía política de los Estados
modernos y contemporáneos. La importancia de la noción de poder (basada en la idea
de soberanía y/o independencia) ha sido determinante en la geopolítica. Pero también
puede señalarse que la primacía de la conducción política o prudencia por sobre la téc-
nica, con lo que ello implica en orden a los criterios en juego, se fundamenta en que
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
los Estados están en un mundo en el que siempre hay otros estados con los cuales se
relacionan. En todo caso, estatalidad y relaciones interestatales son conceptos que de-
notan realidades que se complican.
La Prudencia se delimita de la Ciencia (a menos que aclaremos que es ciencia prác-
tica, utilizando el concepto ciencia con mayor extensión y menor comprensión) en la
contingencia de lo que conoce y en la finalidad tendiente a la perfección en la línea de
la vida humana, en la vista puesta en el fin bueno:
“…si a la Ciencia le acompaña la demostración, mientras que de las cosas cuyos prin-
cipios pueden ser de otra manera no hay demostración (pues todas ellas pueden ser
también de otra manera), y si no es posible deliberar acerca de las cosas que son por
necesidad, la Prudencia no sería ciencia ni tampoco Técnica: ciencia, porque aquello
que se puede realizar es susceptible de ser de otra manera; técnica, porque realiza-
ción y fabricación son de género diferente: el fin de la fabricación es distinto de ella,
mientras que no lo sería el de la realización, pues la propia ´buena realización’ (bien-
estar) es fin. Luego queda que sea una disposición verdadera, acompañada de razón,
relativa a la práctica en cosas que son buenas y malas para el hombre”7.
Es decir, la prudencia política en términos contemporáneos es lo que el general Juan
Domingo Perón denominara “Conducción Política”, precisamente, por la comprensión
de la mutación de significado que la historia de la cultura ha operado en relación a la
palabra que denota esa virtud, la prudencia, y que hoy tiende a identificársela con la
moderación y hasta con la medianía, lo que está lejos del significado originario.
Las ciencias se basan en principios: los principios son autoevidentes, no necesitan
demostración. En este sentido, son una salvaguarda contra el escepticismo: si todo
necesitase demostración, nada sería demostrable. Precisamente, porque el discurso
racional sería una cadena sin principio no sería ni discurso ni racional y nunca em-
pezaría a ponerse en marcha. Aquí es donde empalma la visión de los principios co-
mo entendimiento (nous), y la sabiduría (sophia) como el más perfecto de los conocimien-
tos, pues sabe lo que sigue a partir de los principios. La demostración, en las ciencias
exactas; la acción, en el silogismo práctico; el conocimiento analítico y razonado de los
principios como causas. Porque alcanza la verdad sobre los principios, la sabiduría es
entendimiento y ciencia, cúspide verdadera del conocimiento.
La geopolítica tiene, sí, una dimensión especulativa en la que conoce los principios,
los tipos de elementos del espacio, la imagen del Estado junto con una amplia serie
de conceptos fundamentales y una dimensión práctica en la que adquiere su sentido
en el mundo. Pero conviene señalar que el ámbito en el que surge la especulación es
esencialmente práctico. La geopolítica carecería de ubicación en la estructura de lo real
si no estuviera en la práctica política. Como conocimiento de la esfera de lo probable
tiende a la exhaustividad en el conocimiento. Lo exhaustivo es lo concreto real y está
posibilitado por la individualidad dentro de la especie real en su manifestación con-
creta, es decir, por lo histórico.
Una geopolítica que se pretenda infalible en su eficacia o que no entienda su función
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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
Palacios afirma que, además de las prudencias mencionadas, existe una en la que
“la obra común… no es un artefacto de naturaleza técnica y de procedimiento invaria-
ble”. La prudencia política que se prolonga como prudencia militar es un modo de saber
hacer, como tal, delibera sobre los medios con vistas al fin, que se jerarquiza como
concatenación entre fin (Zweck) prudencial y objetivo militar (Ziel) prudencial militar
y técnico (político por participación). Su contenido es esencialmente prudencial. En
este sentido, Palacios dice:
“El jefe militar no sólo debe contar con mucha escuela, por ejemplo, con mucha téc-
nica sobre el manejo de las armas y de los procedimientos de combate, sino tam-
bién con un discernimiento especial acerca de la oportunidad de la guerra y todo lo
concerniente a su dirección suprema”9.
8 Palacios, Leopoldo Eulogio La prudencia política, Madrid: Ediciones Rialp, 1957, pp. 27-28.
9 Palacios, Leopoldo Eulogio. Op. Cit. pp. 31-32.
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
nivel de la esencia como especie animal racional que se actualiza en los individuos.
La raíz de la diferencia y la primacía de la prudencia política sobre la técnica se halla
precisamente ahí: la prudencia conduce los medios con vistas al fin de la naturaleza
humana, la prudencia política conduce los medios con vistas al fin de la comunidad po-
lítica, como unidad de orden; la técnica construye artefactos, pero no conduce la finali-
dad intrínseca de la especie humana. Es necesaria todo lo que se quiera -en orden a la
gestión del poder de los Estados- pero no conduce la interioridad humana, el espíritu.
En la línea de nuestra investigación y en función de la epistemología clásica, recu-
rrimos al cuadro de los saberes y encuadramos la conducción como sinónimo de pru-
dencia política y ésta como la esfera en la que se desarrolla el conocimiento geopolítico,
que pone especial acento en la relación entre el espacio y el poder. El conjunto de inte-
reses y fines políticos en juego, las causas eficientes y finales determina el contenido
del pensamiento geopolítico y geoestratégico.
La geoestrategia no es mera fabricación ni producción externa, aunque incluye un
momento de exterioridad sin el cual no existiría. No es tampoco una acción que pueda
desarrollarse como aplicación de leyes universales. La prudencia política que domina
el conjunto se despliega como tensión de intereses concentrados en la acción humana.
No hay arte ni ciencia que pueda agotar formalmente -como conocimiento y concep-
to- la riqueza de las tensiones políticas en la dimensión espacial de los Estados. Esa
sola distinción pone en cuestión la unidad sistemática liberal que supone la armonía
universal como condición de base y la lucha por el poder como aberración histórica.
Se patentiza la irrealidad del fundamento rousseaniano y del proyecto liberal kan-
tiano: vuelve vana la pretensión de los dogmáticos maravillados con la globalización
como “mundo uno”, tan violentos y militaristas en la realidad como negacionistas en
el discurso. Portadores de una falsa conciencia, la realidad histórica de hoy vuelve a
desmentirlos: desde Irak a Siria, desde Crimea a la “guerra comercial” entre EEUU y
China, la geopolítica está a la orden del día para recordarnos y patentizar la realidad
conflictiva de la vida en la tierra.
La geopolítica y la geoestrategia no pueden reducirse a la condición de arte. En ar-
quitectura, pintura, mecánica y óptica no hay disputa ni mayor inconveniente cuando
el artista se relaciona con la materia, pero las artes entran en crisis cuando se introduce
la dimensión espiritual y toda la normativa se difumina en ideas indeterminadas. Ma-
yor complejidad encuentra el médico cuando tiene que tratar pacientes individuales de
naturaleza cambiante y mayor aún el psiquiatra, cuando lidia con la mente humana.
Así todo, más difícil es la política cuyo campo de realidad específico está constitui-
do por una acción que ensambla y enfrenta fuerzas espirituales y materiales. La pre-
sencia dominante del modo de ser de cada Estado hace de la prudencia un fenómeno
de alta complejidad, pues la magnitud espiritual está incorporada en el interior de las
fuerzas. La geopolítica refleja un objeto constituido por la anticipación estructural del
ser político nacional en su propia realidad. La acción de una fuerza está concretamen-
te atada a la idea del Estado sobre sí mismo. Ello significa que lo que el Estado intelija
de sí estará puesto en la acción: en la idea de su ser, le va su ser. Ello configura una di-
mensión diferenciada de la dimensión artística que entiende la relación de un sujeto
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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
creador con una materia inerte. La conducción es completamente distinta a todas las
artes porque requiere una teoría que proyecte permanentemente el modo de ser.
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
un pueblo. En nuestra mirada, el sentido de la Tierra debe ser el que avance hacia el
Mar, es decir, el interés viviente de la Patria soberana debe ser la base de apoyo de la
proyección internacional. Recurriendo a los símbolos, nuestra orientación debe ser
de la Tierra hacia el Mar.
Conscientes de la importancia del tema, encaramos esta investigación con ese
espíritu.
10 Génova, Italia, 13 de abril de 1929 - San Isidro, 18 de enero de 2010. Abogado y político argentino, que ejerció como Ministro de Relaciones
Exteriores durante el primer año del gobierno de Arturo Frondizi (1958-1959).
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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
tuvo sus consecuencias en las décadas posteriores al fin del Partido Autonomista Na-
cional. Para entender el roquismo es necesario explicar o dar cuenta de lo que fue el
Partido Autonomista Nacional, y cuyo período de gobierno se lo conoce como la etapa
conservadora o república oligárquica.
El Partido Autonomista Nacional (P.A.N) fue una confluencia de diversos partidos
políticos, heredero de una historia signada por los conflictos inherentes a toda na-
ción incipiente. Detrás de esta amalgama de partidos estaban en su configuración
ideológica las ideas positivistas como civilización y progreso y que encuentran en la
figura de Roca su mejor exponente para llevar a cabo el proyecto de organización es-
tatal bajo la consigna de Paz y Administración. Justamente por ser la figura de mayor
nivel político y estratégico que tuvo la república oligárquica, y a su vez la de mayor
peso y gravitación concreta, Roca fue sujeto a diversas interpretaciones que no esca-
paban a la lógica partidaria, lo que perjudicó que se lo estudiara de manera correcta
o relativamente libre de afanes polémicos. El autor busca desentrañar a Roca y hacer
una visión lo más objetiva posible de su figura y conjuntamente de la denominada
Generación del´80. teñida de lo que denomina “criticas infantiles”.11 Cabe subrayar
que la deformación en la interpretación histórica que sufrió el roquismo no fue sola-
mente por sus detractores sino también por sus acólitos, que dejan de lado la enorme
tarea realizada por Roca de expandir el poder nacional sobre el espacio para sólo
encomiar las políticas librecambistas.
Otra falsa interpretación que el autor buscará desmitificar es la idea de tomar a la
Generación del´80 como un todo sin tener en cuentas las divisiones que anidaban al
interior de las mismas; así para aquellos que defienden esta postura, Roca con sus
ideas modernas derivadas del positivismo, las ideas de orden y progreso, sería igual
a Pellegrini quien, de modo acaso más moderno y visionario, estaba más abocado a la
industria como medio de progreso. Ceguera ideológica padecen quienes afirman que
fue la ideología liberal que impulso el país a ser uno de los más prósperos del mundo
sin tener en cuenta los factores políticos e históricos que ocurrían a nivel mundial y
desconociendo la fuerza de la actividad política y estatal que sostuvo esa política. Una
reivindicación de la época que no vea sus matices y considere a la generación como un
dechado modelo de desarrollo político y económico está condenada a la impostura,
ya que no tiene en cuenta ni a las masas incipientes que reclamaban mayor partici-
pación en la vida del país ni a la división del trabajo en un mundo en el que el dominio
británico comenzaba a ser mediatizado por el desarrollo industrial de potencias como
Alemania y Estados Unidos.
Roca y su ideología
Carlos Florit entiende a Roca -así como a otros personajes nacionales históricos como
Rosas, Mitre, San Martín- recurriendo al modelo de dos líneas: una la que buscaba el
crecimiento y fortaleza de la nación a nivel interno y la otra a buscar un marco de segu-
ridad externo que le permitiese desarrollarse materialmente. Roca y el resto del parti-
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
do autonomista nacional- eran la culminación de esta primera línea que era la concre-
ción de un Estado político con un territorio delimitado sostenido por un crecimiento
económico. Vale destacar que en aquellos años la ideología predominante en las ideas
-o en la intelectualidad argentina por darle nombre- era la del positivismo creada por
Augusto Comte. Tanto en Uruguay como en Argentina la corriente positivista hizo raí-
ces muy fuertes en especial el colegio Nacional de Buenos Aires y en el de Concepción
del Uruguay respectivamente. La pesadez del positivismo de aquellos años hace par-
ticularmente difícil la interpretación del período a partir de los textos que los mismos
protagonistas dejaron.
Ahora bien, una cosa es admirar la capacidad decisoria de Roca y Pellegrini en el
contexto ideológico positivista de su tiempo -en medio de un mundo europeo positi-
vista con su orden social y económico pujante que lo llevaría al espejismo de un pro-
greso indefinido- y otra muy distinta es llevar a la práctica iberoamericana una expe-
riencia semejante.
En ese aspecto, la visión de Florit matiza algunos aspectos cuya crítica posterior co-
rresponde a nuevos contextos ideológicos. Por ejemplo, resalta que no podemos anali-
zar a Roca por el mero hecho de los fraudes en los comicios, cuestión a la cual se alude
de manera permanente cuando se analiza al partido autonomista y sus principales fi-
guras. Por el contrario, Florit disuelve con acierto los mecanismos de la “política crio-
lla” de su tiempo en la gran visión de “una estrategia revolucionaria y para la época
nacionalmente liberadora”12. Cuando en el futuro político argentino se busque imitar
las políticas llevadas adelante por Roca, más específicamente en la década del 30, las
mismas serán una farsa o parodia de lo que éste hizo. Porque en lo que Roca era aper-
tura económica, en el 30 fue un beneficio para los hacendados de la Pampa húmeda; lo
que eran relaciones con Gran Bretaña que funcionaron favorablemente para el país, en
el 30 era dependencia económica. Por supuesto que la cláusula de oro que garantizaba
con fondos del Estado la ganancia de los propietarios de los ferrocarriles comprometió
al Estado Argentino en una tendencia al capitalismo prebendario. Por otro lado, la con-
centración de la propiedad de la tierra generó una distorsión en la estructura social y
en la ocupación del espacio. Como señala el historiador Jorge Sulé, “cuando llegaron los
inmigrantes la tierra ya había sido repartida dando lugar a una clase muy chapucera y
pretenciosa, ligada al liberalismo ideológico, pero tendiente a una especie de feudalis-
mo interno. Por eso el modelo de trabajo basado en parcelas pequeñas y medianas que-
dó desplazado a la periferia de la provincia de Buenos Aires y de la pampa húmeda”13.
Roca no tuvo una tribuna histórica como si lo tuvieron figuras como Mitre plagado
de lisonjeros y aduladores lo que deviene en una ardua tarea para separar a la figu-
ra histórica de su estigma historiográfico. Curiosamente, en los años 60 un autor de
la denominada izquierda nacional, Jorge Abelardo Ramos, hará una reivindicación
de la figura de Roca, destacando su naturaleza nacional y su gran capacidad políti-
ca, aunque quizás exagerando en su reivindicación por considerarlo una especie de
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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
interlocutor del federalismo popular. De todos modos, Ramos supo ver en Roca una
figura mucho más interesante que la que vieron tanto sus mediocres continuadores
como sus enceguecidos detractores.
En ese sentido, el roquismo supo plasmar una ideología que estaba signada en la
idea de lo nacional, y para ello tenía que superar o hacer frente varios obstáculos;
entre ellos el problema del territorio, la incorporación de recursos técnicos que per-
mitieran explotar mejor nuestras riquezas naturales, integrar a la Argentina en el
mercado internacional.
Vemos que la idea motriz era preferentemente de orden crematístico y el mismo Ro-
ca lo vio así, cuando le dice a Mansilla jactándose de su rol en esta nueva Argentina pos
independencia, describe este nuevo tiempo para el país como una “época de carácter
esencialmente económico”.14
Estrategia de Roca
En virtud de su capacidad de interpretación de los hechos Roca fue un estratega que
supo desempeñarse de manera oportuna, ganando la valoración de los hombres que le
rodeaban y el reconocimiento de una comunidad argentina en plena transformación.
Poseía dotes de mando y una practicidad que logró combinar con su formación inte-
lectual que recibió en el colegio de Concepción del Uruguay -fundado por Urquiza- de
matriz liberal y positivista.
Con 31 años Roca es nombrado General sin haber perdido ninguna batalla en la
cual tuvo la responsabilidad del comando. Es cierto que fue un político con “fortuna”,
pero ésta -recalca Florit- no viene sola: un político debe buscarla. Y Roca en la guerra
siempre tuvo una mirada analítica que le permitió tener un conocimiento abarcador
de todos los componentes que atañen a un conflicto armado. Agudeza y amplitud en la
mirada para configurar una verdadera visión de conjunto son notas que diferencian al
nivel estratégico de conducción de los niveles tácticos y subordinados, más sujetos a
las pasiones emocionales que a las intelecciones.
Frente al problema de lo que en aquél entonces se conocía como “malones”, fue un
partidario de una “guerra ofensiva” y crítico de la guerra defensiva, precisamente,
porque entendía que el poder nacional estaba lo suficientemente maduro para ocupar
el espacio. Por ello cita los señalamientos que hizo en la guerra contra la montonera
entrerriana afirmando que más que una “guerra europea” es “una gran cacería15 en
que están empeñados, en que es preciso no perder la pista a la presa”.
Y así ocurrió en dicha guerra en la cual Roca venció a Ricardo López Jordán, el últi-
mo de los caudillos. De manera similar, empleando la sorpresa y el principio de ofensi-
va, derrotó en Santa Rosa a Nicolás Arredondo, aplicando una penetración ofensiva en
los flancos, en la cual lo termina venciendo en la retaguardia.
Pero donde Roca realmente se vuelve una figura nacional es en la batalla contra
los malones, percibidos como una verdadera agresión por los pueblos del interior
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
bonaerense y del país. Esta cuestión hoy tan controversial le da una gran notoriedad
y popularidad. Por ello Florit menciona especialmente la polémica con Alsina, que
representaba los intereses del partido autonomista de la provincia de Buenos Aires,
en cambio Roca, militar de carrera, tenía una visión más amplia del país.
El problema de los indios sería erróneo entenderlo entenderlo sólo como una cues-
tión militar, era más bien un problema político nacional, sobre todo en lo que repre-
sentaba el problema schmittiano de la toma de la tierra y la ocupación del espacio. En
este punto hay dos opiniones divergentes, una es la de Barros que había sido jefe de
frontera de la provincia de Buenos Aires y la otra de Olascoaga jefe de frontera de Cuyo;
él primero entendía que el meollo del asunto pasaba por la forma corrupta en la cual
los indígenas eran sobornados impidiendo la expansión de la provincia de Buenos Ai-
res y el segundo con las posibles apetencias que tenía Chile sobre nuestra Patagonia.
Para Florit, Barros jugaba en pro de la defensa de las explotaciones ganade-
ras de Buenos Aires: es importante recordar que fue uno de los fundadores de
la Sociedad Rural y miembro del partido autonomista. Olascoaga tenía vínculos
con el partido federal, por su propia historia personal siempre estuvo interesado
en defender las fronteras, en especial en la región de Cuyo. Inclusive alertó a las
autoridades nacionales sobre la posibilidad de que pudieran ocurrir invasiones
extranjeras que podrían asentarse a orillas del Río Negro. Esta noción del proble-
ma territorial que representaban los indios es la que lo lleva a ser colaborador de
Roca desde el año 1878. Olascoaga formó parte de la expedición que se dio en el
año 1879 como “secretario del comando en jefe”, y posteriormente fue nombrado
gobernador de Neuquén.
Otro clivaje que se daba y que el autor menciona era entre Roca y Alsina, princi-
palmente por lo dicho ya sobre las características diferentes entre una concepción
estratégica ofensiva y una defensiva. Alsina buscaba mantener la línea de fortines,
es decir, las delimitaciones territoriales entre el territorio nacional y el territorio
controlado por los indios. Si bien Roca nunca renegó del rol que tuvo Alsina en la lu-
cha por el espacio e incluso lo reconoció una vez muerto. Alsina fue el creador o pre-
cursor de la “zanja” o “zanja de Alsina” como se conoce, la cual era una fosa de “tres
varas y media de ancho por dos y media de profundidad”16. Extendida básicamente
en el oeste de la provincia de Buenos Aires, la “zanja de Alsina” no estaba orientada
a ser un muro de contención, sino que lo que realmente buscaba era detenerlos una
vez que hubiesen cometido ilícitos. Y dice “el plan del poder ejecutivo es contra el
desierto para poblarlo y no contra el indio para exterminarlo”17, pero a su vez Roca
destaca que la frontera del desierto coincidía con la de la provincia de Buenos Aires.
Es decir, aquellos que estuvieran afuera de la famosa zanja de Alsina estaban con-
denados a vivir con los “temibles malones” en el desierto.
La propuesta de Alsina inobjetablemente representaba una desintegración del te-
rritorio nacional y un duro golpe a la incipiente geopolítica del país; sobre todo porque
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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
dejaba a un lado a provincias como San Luis y a la región de Cuyo a eventuales amena-
zas chilenas y buscaba proteger pura y exclusivamente a Buenos Aires.
En la visión de Alsina primaba el factor fundamental de los intereses del sector ru-
ral de la provincia Buenos Aires ante los asesinatos, violaciones, robo de mujeres y
de niños perpetrados por los malones. Como observa Florit en consonancia con Roca,
Alsina buscaba proteger a los que eran víctimas sólo de este lado de la zanja, los que
estaban del otro lado deberían enfrentar por su cuenta a los malones, algo inaceptable
para un Estado Nacional, como había ya mostrado el mismo Juan Manuel de Rosas.
Finalmente, la idea de Alsina fracasó por insostenible, los malones pudieron burlar
muy fácilmente el supuesto muro, construyendo puentes sobre cadáveres de anima-
les, lo que les permitía ir de un lado a otro y robar ovejas, vacas y atacar a las poblacio-
nes laboriosas causando daños irreparables e impidiendo la vida en paz. En definitiva,
la visión parcial de Alsina no contemplaba los intereses nacionales terminaba sobre-
pasada y vencida por el problema que buscaba solucionar.
Por ello Roca en una carta a Alsina afirma: “A mi juicio el mejor sistema de concluir
con los indios es el de la guerra ofensiva que es el mismo seguido por Rosas que casi con-
cluyó con ellos”18. A su vez, señala el costo económico que se genera por el mantenimien-
to de las fronteras cuando se quejaba de los subsidios que se destinaban a los ranqueles.
La entrada de Roca en la guerra con un sistema moderno modificó el curso de la si-
tuación estratégica trayendo consigo una revolución espacial tan significativa para el
Estado nacional como lo fuera para la corona de Castilla y Aragón la conquista de Amé-
rica. Roca atacó con éxito en cuatro puntos, a saber: modificó los posibles frentes de
ataques de los indios obligándolos a cambiar sus tácticas, impidió con su entrada sor-
presiva que pudiesen aglutinarse, cortó sus líneas de abastecimiento y atacó su punto
de retirada que utilizaban en Villa Rica para así escapar a Chile.
Para Florit, el general Roca, con la astucia y conocimientos de lo militar que lo ca-
racterizaba pudo plasmar exitosamente el principio de Sun Tzu por el cual lo más de-
seable no es acumular batallas ganadas sino “subyugar al enemigo sin combatir”19.
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
Por eso Florit señala que todos los políticos argentinos, casi sin ninguna excepción,
tuvieron conocimientos militares. Es el fenómeno que Huntington denomina “preto-
rianismo”: la era de los políticos armados.
De la provincia de Buenos Aires también se pueden nombrar a caudillos armados
que ostentaban rangos militares como Alsina, Sáenz Peña y Tejedor. Era comprensi-
ble que Roca y lo que llamamos roquismo tuviese para sus detractores un marcado
sesgo militar en lo que hace a la resolución de conflictos políticos. A veces la paz se
logra por acuerdos y otras veces por la victoria militar de una de las partes. Roca
en el poder disolvió a las milicias provinciales y produjo una unificación del poder
militar que establecía el manejo de armas a cargo pura y exclusivamente del Poder
Ejecutivo Nacional.
Los objetivos de Roca al jurar como presidente fueron tendientes a la instituciona-
lización y profesionalización del ejército como señalábamos; en otras palabras, Florit
busca demostrar que nada más alejado de que la idea de pensar el roquismo como
un movimiento militarista. De hecho, Roca estableció la condición de ascenso militar,
retiro obligatorio, reguló la justicia castrense y “prohibió la intervención de sus miem-
bros en la política partidaria”.21 Claramente, fue un político pacificador tendiente a la
normalización de la vida nacional bajo el signo del trabajo y la producción, dejando
atrás la Argentina violenta.
Florit muestra que gracias a un líder militar el país pudo decidir sobre su política
interna y externa, ocupar todo su territorio y llevar adelante un sostenido crecimiento
económico. Quisieron las circunstancias históricas que fuesen los militares quienes
implementasen esta tarea. Tarea o proceso que tuvo su fase decisiva con la denomina-
da “campaña del desierto”.
El “desierto” para Roca y los suyos -que estaban imbuidos en la mentalidad posi-
tivista de esos años- representaba el atraso, la no civilización y además era un desa-
fío “para el sentido deportivo de la vida que cultivaban esos personajes de libros de
caballería”.22 El desierto a su vez era una amenaza para la nación y su seguridad por
el conflicto con Chile, que lo reivindicaba formalmente como propio, y por ser una
fuente de corrupción.
Olascoaga señalaba que uno de los principales problemas que tenía el desierto
era la inseguridad que allí había, era visto como un misterio indescifrable para los
hombres, y también como un enemigo a vencer. Era uno de los mayores problemas
histórico político que debía ser vencido si se quería unificar el territorio y lograr un
desarrollo político.
Había tribus indias amigas como las de Catriel y Mariano Rosas que estaban afin-
cadas en determinadas zonas gracias a la política de acuerdos, merced a las cuales
recibían cierto aprovisionamiento, tabaco, licores etc. Barros fue muy crítico de este
sistema de transacciones con los aborígenes por lo que afirmaba la necesidad de cam-
biar radicalmente la estrategia. Ya hemos señalado las discrepancias entre Alsina y
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Roca para con el problema de la ocupación del espacio, pero es pertinente decir que
Roca buscaba poner los recursos de la provincia de Buenos Aires para los habitantes
de todo el país, frente a la visión localista de Alsina.
Para Roca, la frontera era un desafío por conquistar -a la manera que tuvo el viejo
oeste en los Estados Unidos- como también era una lucha por lo económico y tecnoló-
gico, es decir aprovecharse de los recursos naturales de estas tierras, implementar fe-
rrocarriles y telégrafo. Nadie en la historia argentina había tratado de resolver el pro-
blema como lo hizo el roquismo, con excepción de Rosas que el mismo Roca reconoció.
Por poner un caso, el cacareado Sarmiento pensaba que el problema duraría varios
siglos. Para Florit, el sanjuanino poseía una “desorientación absoluta”23.
Una vez terminada la campaña, la figura de Roca surge como un posible candidato
a remplazar a Avellaneda, sobre todo por la oposición de Sarmiento, que buscaba una
segunda presidencia. Presentándose no como candidato de una parcialidad sino de
un proyecto histórico que llevaría adelante la causa nacional, Roca buscaba cooptar lo
que él mismo denominaba como sentimiento nacional.
Se sirvió del Partido Autonomista Nacional que no era un partido en términos mo-
dernos sino, como ya señalamos, una aglomeración de grupos dominantes en cada
una de las provincias del país, en la cual cada una respondía a los intereses del gober-
nador local. En rigor, era una suerte de confederación movimientista de partidos.
Roca necesitaba una suerte de movimiento nacional avant la lettre para ser el jefe del
Estado en una atmósfera más bien difícil y hasta hostil, ocupada por políticos localistas
que dominaban las distintas provincias. Paradójicamente, Tejedor fue objetivamente
un aliado de esta tarea, ya que con sus posturas localistas y sus ideas de la patria chica,
logró mancomunar a todos los gobernadores -salvo el de Corrientes- contra su figura, lo
que posibilitó que el general Roca llegase con mayor respaldo a la presidencia.
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fortalecer la independencia nacional, por eso Florit sostiene que “el flujo de inversión
externa no encontró otras garantías que las que emanaban de los mismos títulos que
documentaban la inversión”29. Esto se debió a que las garantías de los países que ha-
cían la inversión eran tierras fiscales, de esta manera se pudo financiar las obras pu-
blicas hechas durante este período: una modalidad controversial pero acaso forzada
por la naturaleza de los recursos disponibles.
Parece singularmente relevante subrayar que la construcción de la personalidad
política internacional de la República Argentina buscó preservar la Independencia
nacional y continental de la injerencia norteamericana tendiente a la imposición y la
agresión. En gran medida, salvo con la excepción del claudicacionismo oportunista
y de mal gusto, -propio de una mentalidad colonizada tendiente a la moralización del
poderoso más que a la correcta apreciación de fuerzas- denominado relaciones carna-
les, la personalidad internacional argentina supo ganarse el respeto y un cierto lide-
razgo continental cuando su práctica respetó y se inspiró en los principios de sobera-
nía y no injerencia.
En la visión geopolítica roquista, la Campaña al Desierto además de una expedición
militar y científica, fue un verdadero acto de soberanía, de recuperación y dominio
sobre los territorios australes de ese Estado; este acto de posesión significó su efectiva
incorporación a través de la fundación de pueblos, asentamientos, la construcción de
caminos y, más tarde, la creación de una extensa red ferroviaria, una de las más gran-
des del mundo. Paralelamente a ello, la cuestión con Chile siempre estaba presente en
las preocupaciones del general Roca, en un contexto donde continuaban las gestiones
diplomáticas entre ambos países, pese a que crecía la percepción de que la guerra era
inevitable. El histórico Abrazo del Estrecho entre los presidentes de Argentina -Roca- y
Chile – Errázuriz- en el acorazado O’Higgins frente a Punta Arena, el 15 de febrero de
1899, creó lo que se llamó el espíritu del Estrecho, alejando el fantasma de una gue-
rra inminente, consolidando la visión geopolítica roquista sobre nuestra Patagonia y
sus límites. Finalmente serán los Pactos de Mayo, firmados el 28 de mayo de 1902 en
Santiago de Chile por el Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario argentino
José Antonio Terry y Ministro de Relaciones Exteriores chileno José Francisco Vergara
Donoso, durante las presidencias de Julio Argentino Roca y Germán Riesco, los que
pondrán fin al conflicto de límites y consolidarán la amistad entre ambos países.
Para comprender el sentido no sólo de su proyección, sino también de su marco de
elaboración y puesta en acto, es preciso contraponerla a la política y la presión nortea-
mericana sobre Iberoamérica.
Visión norteamericana
Esta fundamentación se apoya en el análisis del texto De Monroe a la Buena Vecindad.
Trayectoria de un imperialismo, de Carlos Ibarguren (h). Basada en el pensamiento na-
cional, es una interpretación crítica, aguda y siempre recomendable, de las diferentes
fases de la política Latinoamericana de EEUU.
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
La doctrina del “destino manifiesto” expresa la creencia en que EE. UU. es una na-
ción destinada a expandirse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico. Si bien
el origen del concepto podría remontarse a la época en que comenzaron a llegar los
primeros colonos, el término se recuperó en la década de 1890, principalmente por los
republicanos, como una justificación teórica para la expansión estadounidense fuera
de América del Norte. Asimismo, fue incorporado al discurso de los encargados de su
política exterior en los inicios del siglo XX.
Ibarguren comienza haciendo un racconto histórico de la política exterior nortea-
mericana, señalando que ya uno de los padres fundadores de Estados Unidos, Alexan-
der Hamilton, ambicionaba con la idea de un vasto imperio americano que pudiera
hacerle frente en ese entonces a las políticas exteriores del viejo mundo. Las políticas
imperialistas estuvieron marcadas desde los inicios en el incipiente régimen de Esta-
dos Unidos con las compras de tierra de Luisiana y Florida respectivamente, así como
la expansión hacia el oeste y sur.
A su vez destaca la neutralidad que tuvo el gobierno de Estados Unidos en las luchas
de independencia en el siglo XIX en Iberoamérica. Los diferentes gobiernos argentinos
solicitaron ayuda al gobierno de EE.UU. pero dichos pedidos apenas fueron atendidos.
En el plano internacional con la formación de la Santa Alianza, Gran Bretaña estaba
temerosa de que pudiese haber una influencia comercial en la zona de las colonias
por parte de Prusia o Austria. Por lo tanto, a través de Canning por medio del ministro
Rush, Inglaterra propuso una declaración en la cual se decretaba que España había
perdido sus colonias inexorablemente y sobre todo “no podríamos ver con indiferen-
cia el traspaso a cualquier otra potencia de ninguna parte de dichas colonias”30.
Según el autor, esto se debió a que con la caída del régimen liberal en España y
Francia que buscaba instaurar un gobierno absolutista con el auspicio de la Santa
Alianza, los ingleses tenían la intención política de refrenar cualquier influencia
francesa en el continente.
El presidente de EE.UU. Monroe, por su parte, se mostraba de acuerdo con Inglate-
rra, pero el secretario Adams receloso de una posible influencia de la Santa Alianza
en las colonias, sospechaba que Canning buscaba también limitar las posibles manio-
bras de la unión americana.
Además, existía un peligro por la posición geoestratégica de Rusia que era la posee-
dora de Alaska y la ambición de esta potencia por aumentar su territorio. Por eso logra
torcer la declaración de Canning y busca que sea el presidente Monroe quien declare
su posición acorde a los intereses de la nación estadounidense. Una disputa por la pro-
yección estratégica que con el tiempo se transformaría en una relación especial moti-
vada por intereses concurrentes y vínculos permanentes.
Por ello Monroe declaró el 2 de diciembre del año 1823 que “consideramos peli-
groso para nuestra paz y seguridad cualquier propósito (de las potencias de la Santa
Alianza) de extender sus sistemas a una porción cualquiera de este hemisferio”31. Aquí
30 Ibarguren, Carlos, De Monroe a la Buena Vecindad, trayectoria de un imperialismo Buenos Aires: Ediciones Dictio, 1979, p. 20.
31 Ibarguren, Op. Cit. p. 23.
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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
tenemos, para Ibarguren, un subterfugio: si bien los Estados Unidos buscan proteger-
se de una política expansionista de la Santa Alianza, a su vez quieren protegerse ellos
mismos, resguardando a todo el continente se la influencia de Europa.
Por eso sostiene que de este mensaje en apariencia solidario con el continente ame-
ricano irían germinando las ideas del panamericanismo. La “ayuda” a los países de
América, rechazando a las posibles influencias europeas, se apropiaba del derecho de
intervenir discrecionalmente. Más allá de la declaración altruista lo que buscaba el
gobierno estadounidense con la declaración era arrogarse como árbitro de los asuntos
americanos e imponer penas para aquellos países que no respetasen la doctrina. Otro
efecto que tuvo la doctrina Monroe fue la anexión por parte de Estados Unidos de los
territorios de Texas, Nuevo México, Arizona, Nevada y parte de California. Una inva-
sión y apropiación de territorio mexicano que aún hoy no deja de llamar la atención.
La declaración también muestra un desprecio o indiferencia por los países hispa-
noamericanos. El 28 de abril de 1826 la cámara de representantes declaro que “El pue-
blo de los Estados Unidos quedará libre para obrar en cada crisis, del modo que se lo
dicten sus sentimientos amistosos hacia esas repúblicas (es decir Hispanoamérica),
así como su propio honor y su política”32. Otro caso que da cuenta el autor es la negativa
de Anderson -ministro plenipotenciario- cuando se negó a un arbitraje propuesto por
Colombia por un tratado de comercio.
En definitiva, siempre Estados Unidos -por motivos económicos o políticos- busca-
ban manejar su política exterior en su propio provecho. La doctrina en realidad sólo
hubiera tenido algún sentido si Estados Unidos se hubiera dirigido exclusivamente a
los americanos del norte, puesto que nunca se vieron en la necesidad de ayudar a los
países del sur en sus guerras de independencia.
Por eso cuando Brasil solicita ayuda en caso de una posible invasión de Portugal, el
canciller Clay se negó a dársela: si una potencia del sur se enfrentaba a Europa sería
el congreso de Estados Unidos el que deliberaría si se debía intervenir o no. Y si para
muestra falta un botón se vio cuando Gran Bretaña intervino en la política exterior de
América del sur creando un Estado como el Uruguayo en aras de cambiar el esquema
político durante el conflicto brasileño-argentino; los Estados Unidos decidieron no in-
tervenir. Otro hecho que vale la pena nombrar fue la apropiación británica de las islas
Malvinas con el respaldo de Estados Unidos, algo que se verá dramáticamente en la
gesta de Malvinas del año 1982.
Ibarguren da cuenta de cómo la estructura social interna de Estados Unidos re-
percute en la política internacional; el destino manifiesto del pueblo estadounidense
es lograr “civilizar” al resto del mundo. Monroe mismo declaró que “el destino del
nuevo mundo está en nuestras manos”33. Como respuesta de este mesianismo Mé-
xico sería la primera consecuencia política. El pragmatismo parece ser el rasgo ca-
racterístico de la política de EEUU. En este sentido, puede afirmarse que la filosofía
de William James más que leída está incorporada al modo de ser norteamericano: un
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Un ejemplo ilustrativo fue la declaración del ministro Kellog sobre lo que sig-
nificaba la doctrina Monroe: esto es una “doctrina de defensa propia” la cual bus-
caba arrastrar a todos los países del nuevo mundo a las guerras de Estados Uni-
dos. Hughes en la conferencia panamericana en 1928 también reafirmó el inexo-
rable derecho a intervenir que tenían cuando los intereses de ellos estuvieran
amenazados. Hablando sobre la inestabilidad de los gobiernos caribeños Hughes
afirmaba que no estarían dispuestos a renunciar a la protección de los ciudada-
nos y los bienes que pudiesen verse perjudicados por las políticas de los países de
Nuestra América.
Esto es importante señalar puesto que confrontaba con el derecho y en especial
con la legislación de la República Argentina. La doctrina de los juristas Calvo y Drago
sostenía que la soberanía no podía ser violada por parte del reclamante o del acree-
dor con el objeto de cobrar una deuda. Esto fue ratificado por el delegado Honorio
Pueyrredón y surgió a raíz del bloqueo naval propiciado por Gran Bretaña a Vene-
zuela: Estados Unidos en este caso se negó a aplicar la doctrina Monroe.
Para el autor el arma más poderosa o eficaz que contó los Estados Unidos para llevar
a cabo sus planes en Iberoamérica fue la idea del panamericanismo. Todos los con-
gresos panamericanos celebrados en Brasil, Uruguay, México o inclusive la Argentina
estuvieron presididos por el secretario de Estado de EE.UU. Congresos en los cuales se
delineaban políticas económicas y sociales propuestas con el interés de la oficina in-
ternacional de repúblicas americanas luego llamado unión panamericana cuya sede
estaba en Washington.
Para Ibarguren, el panamericanismo era una versión derivada de la doctrina Mon-
roe, cuya instrumentación cimentó las bases para una paulatina pero segura domina-
ción imperialista norteamericana en el continente.
También señala que en esto hubo avenencia de los gobernantes de muchos países
iberoamericanos que, en pos de lograr una mayor seguridad y no ajenos al soborno
y la voluntad entreguista, cedieron su soberanía política y económica a los intereses
del imperialismo. Ejemplo de ellos es el caso de los dichos del secretario de finanzas
William Mac Adoo que sostuvo que lo más conveniente era que cada país latinoameri-
cano se reuniera con los financieros y comerciantes de Estados Unidos para así lograr
mejores negocios.
Roosevelt en el poder declaraba que “en el campo de la política internacional, qui-
siera consagrar esta nación a la política del buen vecino”38, estos conceptos confusos
que derivan del protestantismo norteamericano nunca fueron llevados a la práctica
por dicho presidente que en el caso cubano por tomar un ejemplo le pidió la renuncia al
entonces presidente Machado y le negó el reconocimiento a Grau San Martin concen-
trando la marina en las aguas de Cuba.
Otro caso que Ibarguren analiza es el de Hawai con el ataque que sufrió la flota de
Estado Unidos en Pearl Harbor por parte del imperio del Japón en el año 1941; en una
conferencia en La Habana se había establecido que cualquier estado no americano que
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Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
ataque a un estado americano será “considerado como un acto de agresión contra to-
dos los estados que firmen esta declaración”39.
Pero donde quedaba esta base era una cuestión en la cual Ibarguren pone el acen-
to; y es que la misma se encontraba en el Pacífico, en Oceanía donde Estados Uni-
dos buscaba aumentar su poder de injerencia en Oriente, y que dicho sea las islas
Hawaianas se obtuvieron gracias a una anexión y derrocamiento de la monarquía
que reinaba en las islas. Luego del golpe que propició Estados Unidos, el azúcar de
Hawai obtuvo por decreto un privilegio para la exportación, medida que favoreció a
los propietarios de los ingenios que no podían competir con los productores de azú-
car de Cuba y Brasil.
En el caso de México luego de los movimientos independentistas, Gutiérrez de Lara
fue a Estados Unidos para obtener apoyo y se encontró con el mismísimo Monroe, que
le prometió su ayuda si México adaptaba una buena constitución con el fin de sumar
este territorio a la órbita anglosajona. En España se iban dando cuenta ya de las polí-
ticas expansionistas de Estados Unidos y su tendencia a la dominación imperialista.
Cuando el levantamiento liberal tuvo lugar en España, el líder mexicano Iturbide,
proclamó la independencia de su país, incluyendo a Guatemala y Nueva España, en
base a una monarquía. Poinsett el enviado de Estados Unidos buscaba crear un clima
de anarquía que socavara al incipiente régimen de Iturbide. A través de la masonería
y las sociedades secretas introduce organizaciones que respondían a intereses nor-
teamericanos. Se buscaba federalizar México a los Estados Unidos. Con el desorden
reinante en México, López de Santa Anna organizó una rebelión republicana contra
Iturbide, gracias a las instigaciones de Poinsett y los masones.
Guatemala se independiza de México: la situación no puede ser más favorable a Es-
tados Unidos, por ello Poinsett como ministro plenipotenciario hace saber a las autori-
dades mejicanas que se busca cambiar el mapa actual, rediseñándolo para que ahora
Texas se sajona: algo así como hacer de la Puna un dominio chino.
La historia de Texas es bastante singular; Moisés Austin empresario estadounidense
afincado en Virginia y Luisana buscó poblar Texas con gente de su propia cultura sajona.
El hijo de Austin retoma las ambiciones de su padre, pero México se independizaba
de España en ese entonces y Texas formaría parte del Estado de Coahuila. Sin rendirse
en sus planes traba contactos con los insurrectos mejicanos y obtiene el permiso de
colonización de 500 familias. Este fue el puntapié inicial para la maraña de sajones
que irían a parar a Texas, granjeros y agricultores pasarían por ese lugar de la frontera
sin ser fiscalizados sus productos de ninguna manera. Hoy el sentido de las migra-
ciones es inverso, pero el peso político de Estados Unidos acalla su propia historia de
apropiación y reparto del norte de México.
Es cierto lo que declaró Henry Clay en el sentido que “México no tiene interés en
conservar el territorio tejano, puesto que está repartiéndolo gratuitamente a los
norteamericanos”40; lo que ocurrió es que el gobierno mejicano reaccionó tarde lle-
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vando gente a Texas con otros idiomas y otras costumbres que la de los sajones, sin
embargo, todo esto fue inútil, los gobernadores locales mejicanos negaron cualquier
ayuda apegados a sus propios intereses locales que, como ocurriera tantas otras ve-
ces, no les permitía pensar a la altura del concepto de interés nacional.
Cada vez que les quisieran cobrar un impuesto a los colonos que estaban en
Texas estos se enfurecían, no pagaban e inclusive llegaban a introducir armas des-
de EEUU. En 1883 los colonos realizan un congreso pro federalización de Texas
que exaltaba la figura de Austin, reclamando la autonomía. Arman un ejército res-
paldado por Estados Unidos y reclutado allí mismo, Santa Anna busca frenar a la
insurrección de los colonos, pero cae derrotado por Houston con el apoyo de las
tropas del presidente Jackson.
Otro país que vale la pena mencionar y que es tratado por Ibarguren es Cuba, la
isla fue descubierta por Colón quien creía haber llegado a Asia y por su posición geo-
estratégica fue el botín anhelado por las distintas potencias imperiales a lo largo de
la historia.
Jefferson fue tajante cuando declaró que “si los Estados Unidos entran en guerra
con España a causa de la cuestión pendiente de la Florida Occidental, los norteameri-
canos tomarían Cuba”41.
Lo que demostraba el interés que ya desde un principio tuvo Estados Unidos por
esta isla tan particular. El representante del rey Fernando ante Estados unidos se dio
cuenta de las apetencias imperialistas de los norteamericanos y creía que estos eran
una amenaza contra España; llegó a entrever que lo que buscaban era anexionar gran
parte del virreinato de Nueva España.
A coro con los debates que se desarrollaban en el mundo entero a raíz de la caída
del viejo orden tradicional y monárquico frente a uno liberal, en Cuba el clivaje estaba
dado entre peninsulares y criollos. En este clima convulso políticamente hablando se
fundaron en La Habana las primeras sociedades secretas que luchaban por la inde-
pendencia isleña.
También al interior de la isla encontrábamos personajes que estaban ansiosos por
formar parte del imperio británico o de Estados Unidos y por supuesto los colonos que
se identificaban más con España.
Un conspirador de apellido Sánchez venido de Cuba llegó a Estados Unidos con el
objeto de lograr apoyo material y político en la lucha contra España para conseguir la
independencia. Si los yanquis no lo apoyaban el susodicho decía que había varios en la
isla que estaban propensos a buscar alianzas con Gran Bretaña; Canning al enterarse
de la reunión concentró a la marina inglesa en la isla lo que frenó cualquier avance por
parte de los norteamericanos.
El miedo a que Cuba pasase a formar parte del Imperio Británico siempre estuvo
presente en las esferas de poder de Washington gracias a los rumores que corrían por
parte de Francia de que España cedería eventualmente la isla. El presidente Adams
mostraba lo que Cuba significaba para ellos cuando dijo “Cuba casi a la vista de nues-
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a esto le sumamos el famoso tratado de Clayton Bulwer por el cual Inglaterra le cedía
el control de Centro América la región estuvo signada desde el vamos por el imperia-
lismo. Inclusive a fin de zanjar las diferencias políticas que había en la región se for-
mó una suerte de tribunal internacional, una corte suprema centro americana con la
anuencia de Estados Unidos.
Consideraciones finales
El paso del siglo XIX al XX constituyó una verdadera bisagra epistemológica en los he-
chos e ideas de la geopolítica. La influencia del poder marítimo en la historia (Mahan,
1890), compartirá el lugar con el concepto de poder terrestre (Mackinder, 1904), su-
mado al suceso geopolítico aéreo (cruce del Canal de la Mancha, Bleriot, 1909); así gra-
dualmente las tensiones irán surcando el horizonte geopolítico.
La contraposición entre la política americanista y no intervencionista inspirada en
los intereses nacionales y apoyada en los vínculos con Europa hizo de valla de conten-
ción de las aspiraciones norteamericanas al dominio continental hasta donde fue po-
sible: acaso la personalidad nacional argentina se configuró en tensión con la proyec-
ción de poder de los Estados Unidos. Una tendencia que puede describirse y percibirse
a lo largo de los años.
El aporte de Ibarguren cierra sus conclusiones haciendo mención a un hecho que
no podemos dejar de soslayar y es la ratificación de las actas de Chapultepec; lo que
significaba el pináculo de la intervención de la política estadounidense en toda Latino-
américa. Recordemos que el acta de 1945 fue un documento de derecho público inter-
nacional firmado en México que buscaba fomentar la “solidaridad” entre los países de
todo el continente americano frente a una posible amenaza externa43.
Ibarguren sostiene que Chapultepec es en definitiva la continuación de la doctrina
Monroe en el continente, por eso que termina pidiendo una unión de todos estos paí-
ses en las conferencias internacionales y solo así América Latina podrá comenzar a
forjar su propio destino. El libro hizo un exhaustivo recontó histórico de la penetración
diplomática que hizo los Estados Unidos a lo largo de los distintos países latinoameri-
canos que iban surgiendo pos independencia de España. Para el autor, la pura realidad
es que los “yanquis nos han despreciado y nos seguirán despreciando mientras más
serviles y cobardes nos mostremos frente a su voluntad acostumbrada a mandar”44.
Por supuesto, que desde una visión inspirada en una política realista la victoria aliada
en la segunda guerra mundial era una situación especialmente favorable para proyec-
tar poder. Y también preciso es señalar que hay en la visión de Ibarguren, al menos
cuando se aparta de los casos histórico- concretos, una cierta sobreestimación de la
43 La declaración dice textual “Que la seguridad y solidaridad del continente se afectan lo mismo cuando se produce un acto de agresión
contra cualquiera de las naciones americanas por parte de un Estado no americano, como cuando el acto de agresión proviene de un
Estado americano contra otro u otros Estados americanos” Página https://www.dipublico.org/106457/asistencia-reciproca-y-solidaridad-
americana-acta-de-chapultepec-conferencia-interamericana-sobre-problemas-de-la-guerra-y-de-la-paz-ciudad-de-mexico-1945/
44 Ibarguren, Carlos. Op. Cit. p. 362.
41
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
45 Cf. Carl Schmitt Sobre los tres modos de pensar la ciencia del derecho, Madrid: Tecnos, 1996.
42
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Capítulo II
Evolución de la
Geopolítica en la
República Argentina
y su incidencia en
las reestructuraciones
del Ejército en el
siglo XX
Introducción
La Geopolítica46 encontró sus raíces y bases epistemológicas en los autores clásicos
de fines del siglo XIX y principios del XX y, sobre todo, en la Geopolitik; sus postulados
estuvieron básicamente concentrados en los espacios superficiales del mundo47. Así,
con una mirada schmitiana, las relaciones entre los estados, mediadas por el Mar y
46 Disciplina que puede ser entendida y aplicada como una representación del territorio, es decir, concebida como un constructo intelectual que
interpreta cierto tipo de relaciones entre los grupos humanos y el espacio, a partir de un vínculo de poder y de apropiación. Contiene en sí misma
una visión del poder y una interpretación del mundo centrada en la realidad de la propia nación, del propio Estado, que aspira a ser global.
47 El paradigma geopolítico clásico está representado por los escritos de Kjellen, R. ("Politiskaessayer", 1914; "Världskrigetspolitiskaproblem",
1915; "Die politischenProbleme des Weltkrieges", 1916; "StudienzurWeltkrise", 1917, "Die GrossmächtevorundnachdemWeltkriege",
1930), Ratzel, F. ("PolitischeGeographieoder die GeographiederStaaten, des Verkehresund des Krieges", 1897; "Des
MeeralsQuellederVölkergrösse. Eine politischeGeographischeStudie", 1910; "Der Lebensraum. Ein biogeograpsischeStudie", 1901),
Mackinder, H. ("Britain and the british seas", 1902; "The geographical pivot of History", 1904; "The Teaching of Geography from an imperial
point of view", 1911), Vidal de la Blanche, P. ("Tableau de la Geographie de la France", 1903; Principes de GeographieHumaine", 1922;
"GeographieUniverselle", 1927–1948), Haushofer ("GeopolitischeGrundlagen", 1935; "Geopolitik des PazifischenOzeans. Studienüber die
WechselbeziehungenzwischenGeographieundGeschichte", 1938), entre los más destacados teóricos precursores de la disciplina.
43
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
Nacimiento de la escuela geopolítica argentina
Surge como una preocupación netamente castrense, inspirada desde la Armada y el
Ejército en sus oficiales y profesores de las escuelas militares. Entre sus principales
referentes figuran:
> vicealmirante Segundo Storni (“Proyecto de régimen de mar territorial”, 1911;
“Intereses argentinos en el mar”, 1916. Sostenía que a nuestro país le correspon-
de un destino marítimo), Ricardo De Labougle (“La República Argentina en el pa-
norama geopolítico del mundo. La tierra y el mar argentinos”, 1944);
> tenientes primeros Emilio R. Isola y Ángel Carlos Berra (“Introducción a la Geopo-
lítica Argentina”, 1950), coronel Jorge Eduardo Atencio (“Que es la Geopolítica”,
1965), general Juan Guglialmelli (Fundador del Instituto Argentino de Estudios
Estratégicos y Relaciones Internacionales (INSAR), 1971, cuya publicación bi-
mensual fue la revista Estrategia; Geopolítica del Cono Sur, 1979. Tenía una visión
peninsular del país, manteniendo su condición marítima, pero asumiendo tam-
bién su rol continental); almirante Isaac Francisco Rojas (“Intereses argentinos
en la Cuenca del Plata, su abandono antihistórico a partir de la quiebra institucio-
nal de la libertad” 1974; “El litigio Argentino-Chileno en la Zona Austral desde sus
orígenes lejanos hasta el Presente. Argentina en el Atlántico Chile en el Pacífico”,
1978; “La Ofensiva Geopolítica Brasileña en la Cuenca del Plata”, 1979), doctor en
Filosofía y Letras Gustavo Cirigliano (“La argentina triangular. Geopolítica y pro-
yecto nacional”, 1975);
> contralmirante Jorge Fraga (“Introducción a la Geopolítica Antártica”, 1978; As-
pectos Geopolíticos Del Mar Argentino”, 1980; “El Mar y la Antártida en la Geopo-
44
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
lítica Argentina”, 1980; “La Argentina y el Atlántico Sur”, 1983); coronel Justo
Briano (“Geopolítica y geoestrategia americana”, 1979), coronel José Felipe Ma-
rini (“Desarrollo y seguridad de la Argentina en el marco geopolítico internacio-
nal”, 1980; “El conocimiento geopolítico”, 1982; “Geopolítica Latinoamericana de
integración”, 1987), doctor en Ciencia Política y Relaciones Internacionales Luis
Dallanegra Pedraza (“Los países del Atlántico Sur. Geopolítica de la Cuenca del
Plata”, 1983), mayor Emilio R. Isola (“Introducción a la Geopolítica Argentina. Las
influencias geopolíticas en la formación de nuestro estado, 1983, junto a Fraga,
Roccatagliata, y otros), coronel Florentino Díaz Loza (“Geopolítica para la Patria
Grande”, 1987); doctor en Geografía Juan Alberto Roccatagliata (“Argentina, ha-
cia un nuevo ordenamiento territorial de la centralización a la descentralización
con proyección continental y oceánica”, 1986; “Geografía y políticas territoriales:
la ordenación del espacio”, 1994); coronel Hugo Gastón Sarno (“La Argentina y su
patrimonio geográfico”, 1987; “Lecciones de Geopolítica”, 2003), coronel Miguel
Basail (“Reflexiones políticas y geopolíticas”, 1990);
49 Atencio, Jorge E. Qué es la Geopolítica. Buenos Aires: Editorial Pleamar, 1965, p. 41.
50 Briano, Justo P. Geopolítica y geoestrategia americana. Buenos Aires: Editorial Pleamar, 1979, p.124.
51 Marini, José F. El conocimiento geopolítico. Buenos Aires: Círculo Militar, 1985, p.89.
52 Fraga, Jorge A. Ensayos de Geopolítica. Buenos Aires: Instituto de Publicaciones Navales del Centro Naval, 1985, p. 89.
45
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
Mediación de la Geoestrategia
La geoestrategia ha coexistido con la geopolítica y en muchos casos la acepción se ha
utilizado indistintamente; uno de los primeros exponentes contemporáneos y occi-
dentales que la utilizó fue el francés Pierre Celerier, en Geopolítica y Geoestrategia, al
señalar que "La Geoestratégia, hermana menor de la Geopolítica, forma con ella un
homogéneo díptico que de este modo ofrece al político y al militar igual método de
aproximación a los problemas necesariamente conexos en el mundo actual. En conse-
cuencia, adquiere poco a poco derecho de ciudadanía, ya que estudian juntas relacio-
nes esenciales en la vida moderna de un país"53. Si bien su obra deja ver cierta ambi-
güedad en la definición de los ámbitos de acción al menos permite inferir, que ambas
acepciones admiten un área del saber diferente.
Paulatinamente, y sobre todo en los últimos años, han quedado claras las diferen-
cias entre geopolítica y geoestrategia. Mientras la geopolítica estudia las relaciones de
poder y la influencia de factores geográficos en el desarrollo de los estados, la geoes-
trategia estudia la influencia de la localización espacial del país y de las variables geo-
gráficas en la defensa de los estados; así busca analizar y relacionar problemáticas de
tipo estratégicas militares con agentes geográficos (recursos de una nación con metas
geopolíticas), estando vinculada con la geografía estratégica. Gómez Rueda conside-
raba a la geoestrategia como la interpretación estratégica de la geografía, así como la
geopolítica era la interpretación política de la misma realidad.
53 Celelier, Pierre, Geopolítica y geoestrategia. Buenos Aires: Editorial Pleamar, 1979. p. 51.
46
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
54 Coutau-Bégarie, Hervé Geoestrategia del Atlántico Sur. Buenos Aires: IPN, 1992, p.
47
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
Esta reforma, llevada adelante ante la presión de una inminente guerra con Chile,
fue parte de una política de Estado integral que tuvo una visión estratégica de los pro-
blemas que debía superar el país y que le asignó un rol protagónico a las Fuerzas Ar-
madas en esa circunstancia. De allí, el adecuado empleo del instrumento militar, por
parte del poder político, que fijó objetivos claros, con continuidad en el tiempo y que
asignó los recursos necesarios para los fines propuestos.
Despliegue territorial
Uno de los problemas fundamentales a enfrentar por el país era la extensión de sus
territorios y los espacios vacíos. La reforma militar dividió al país en regiones mili-
tares y, por primera vez, se crearon guarniciones con asientos permanentes lo cual
implicó un gran esfuerzo en la construcción de cuarteles, muchos de los cuales aún
hoy están en pie.
Organización
La estrategia genética del CR Riccheri para diseñar el instrumento militar fue la siguiente:
> Evaluó la cantidad de tropa que podía disponer a través de la incorporación de
una clase mediante el Servicio Militar Obligatorio.
> De allí, dedujo que el Ejército podía organizar, estableciendo una relación entre
las armas y elementos logísticos.
> Se adquirieron campos de instrucción.
Doctrina
Luego de un estudio comparativo se evaluó que la doctrina del Ejército Alemán era la
que mejor se adaptaba a nuestras necesidades.
Educación
Previo a la reforma, se había creado la Escuela Superior de Guerra para el perfeccio-
namiento del personal superior. A partir de 1901, el Colegio Militar de la Nación (CMN)
se constituyó en el único instituto de formación de oficiales, se previó la recreación de
una escuela de suboficiales y se dispuso que en el CMN funcionase un instituto de for-
mación de ingenieros militares.
Incorporación
Se sancionó la Ley del Servicio Militar Obligatorio que establecía que todo ciudada-
no a la edad de 20 años debía prestar un año de servicio militar55. Esta medida, ya
adoptada por varios ejércitos europeos, no sólo le permitía al país disponer de un
instrumento militar para su defensa sino que también era una acción del Estado,
junto con la ley de la enseñanza primaria obligatoria, destinada a integrar plena-
55 El Proyecto fue presentado por el ministro de Guerra, Cnl. Pablo Riccheri; la cámara de Senadores aprobó el 11 de diciembre la Ley N°
4031, durante la segunda presidencia del general Julio Argentino Roca. Establecía la conscripción de todos los argentinos de 20 años y
para su adiestramiento se crearon las bases de Campo de Mayo, en Buenos Aires, y Campo de los Andes, en Mendoza.
48
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
mente al gran flujo inmigratorio que había duplicado la población del país en las
últimas décadas del Siglo XIX.
Armamento
Previo a la reforma, el ejército había renovado su armamento (fusiles y cañones), me-
diante la adquisición a las fábricas Máuser y Krupp. Esta política se mantuvo en el
tiempo y el armamento se fue renovando periódicamente.
Década del 40
A principios de los años 40, el país había operado profundos cambios, en su estruc-
tura económica y social a partir del proceso de industrialización acelerado en la dé-
cada del 30.
A su vez, la 2º Guerra Mundial introdujo la necesidad de modernizar la estructura
militar para adecuarla a nuevos criterios técnicos y doctrinarios. En esos años, el Es-
tado Nacional impulsó emprendimientos científicos, tecnológicos y productivos con
sentido estratégico y participación importante de las Fuerzas Armadas.
“En 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial, la Argentina, se mantuvo neutral du-
rante gran parte del conflicto, adoptó una actitud crecientemente nacionalista, poco
cooperativa con los países aliados e incluso se trabó con EE.UU en una lucha sin senti-
do, mostró fuertes simpatías por la Alemania nazi permitiendo el accionar de los me-
dios de espionaje del Eje en el país y, hacia el fin de la contienda, aceptó la presencia
de refugiados y criminales de guerra nazis. Sin embargo, el aporte de la Argentina a la
causa aliada fue muy importante desde el punto de vista económico. Una de las causas
principales de la polémica entre Churchill y Roosevelt acerca de la política a seguir
hacia el gobierno de Buenos Aires (Inglaterra se oponía a las sanciones económicas y
políticas propiciadas por EE.UU.) era que la Argentina era una fuente crucial de abas-
tecimientos para las islas británicas, llegando a representar incluso el 40% del consu-
mo británico de carnes.
El conflicto principal con EE.UU. en este período se produjo en la Conferencia de
Río de Janeiro, en enero de 1942. Allí, la Argentina obtuvo un triunfo diplomático
que, según algunos, le costaría caro. Washington propuso que los países de América
Latina rompieran relaciones con el Eje solidarizándose con la agresión que ese país
había recibido en Pearl Harbor. La Cancillería argentina consiguió que se aprobara
una moción distinta, en la cual se recomendaba a los países latinoamericanos rom-
per relaciones y dejaba en libertad de acción para hacerlo o no. Hubo dos países que
no la efectivizaron en el momento: Chile y Argentina. Fue el inicio del enfrentamien-
49
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
to más importante entre los dos países. La política de EE.UU. hacia la Argentina se
caracterizaría desde ese momento por la utilización de distintos tipos de medidas
diplomáticas (no reconocimiento de nuevos gobiernos, retiro de embajadores) y eco-
nómicas (discriminaciones comerciales, bloqueo de fondos argentinos en EE.UU.,
etc.) para sancionar la conducta argentina. Washington denunciaría así a los suce-
sivos gobiernos de Buenos Aires -primero el conservador y luego el militar- de ser
partidarios del Eje, lo que culminó en 1946 con acusaciones que implicaban directa-
mente a altas autoridades de los gobiernos argentinos de la época con el espionaje y
la ayuda concreta a las potencias vencidas.
Aunque las ideologías de corte fascista o pro-nazi tuvieron cierta influencia en
miembros de las FF.AA. o grupos civiles de algún peso político, y especialmente en
el último gobierno conservador y en el régimen militar que le sucedió, estos sectores
resultaron minoritarios”56.
Despliegue territorial
Se profundizaron los criterios territoriales vigentes desde la reforma Riccheri. Se pue-
den ver dos etapas: hasta 1945 y después de 1945 (la Mesopotamia- Brasil). Creación
de Divisiones y ocupación con nuevas unidades en la Mesopotamia.
Organización
Las enseñanzas de la 2º Guerra Mundial impulsaron la creación de núcleos de mo-
dernidad que permitieron sentar las bases de un instrumento militar acorde a esos
tiempos.
> Se creó la Fuerza Aérea Argentina.
> Sistema de armas mecanizadas: Se creó la Escuela de Tropas Mecanizadas y el
Cuerpo de Ejército Mecanizado. También se crearon elementos blindados y moto-
rizados en distintas partes del país.
El concepto de mecanización, era la integración de elementos interarmas blindados y
motorizados.
> Se creó el Sistema de Armas Paracaidista.
> Se creó el Arma de Comunicaciones.
50
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
51
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
les de todas las armas y servicios. Junto con la formación de este Cuerpo se produjo
una importante reestructuración de las divisiones de caballería montadas que, con
la creación del Cuerpo de Caballería, fueron concentradas bajo un comando único.
Disponiendo, ahora, del material adecuado, el Proceso de Motorización debió
enfrentar un nuevo problema ¿cómo emplearlo, cómo instruir al personal y cuales
organizaciones serían las más adecuadas para tal fin? Se imponía entonces, el de-
sarrollo de una doctrina de empleo para las fuerzas blindadas. Pero su elaboración
requería de un cambio de carácter cultural, para el cual el Ejército encontraba li-
mitaciones estructurales, producto de un desconocimiento técnico absoluto sobre
el nuevo material y de un personal formado en una doctrina militar que enseñaba
los procedimientos tácticos propios de la guerra de posición que caracterizaron a
la 1º Guerra Mundial.
Si a estas limitaciones se sumaba que, junto con el material adquirido, también ha-
bía desembarcado la doctrina de guerra del Ejército de EEUU, la cual era totalmente
ajena a la tradición militar argentina, el resultado fue que se generó la cierta confusión
que describe el CR Díaz Loza.
A su vez, los cambios en el arte militar experimentados en la Segunda Guerra Mun-
dial impusieron cambios en los roles desempeñados por las armas tradicionales. Esta
crisis de roles afectó, fundamentalmente, a la Caballería que a fines de la década del
'50 continuaba siendo un arma ecuestre de lanza y sable, a pesar de que como tal había
dejado de existir en la masa de los ejércitos del mundo.
En estas condiciones, de confusión en el nivel doctrinario operacional y de crisis de
roles en las armas tradicionales, comenzó a desarrollarse el proceso de formación de
las fuerzas blindadas, evidenciándose, al poco tiempo, cierta tendencia a una especia-
lización del personal proveniente de la caballería por el tanque y de los infantes por el
vehículo semioruga (transporte de personal).
Siguiendo esta tendencia, en 1951 se produjo una nueva reestructuración de las
fuerzas blindadas, por la cual se conformaron agrupaciones, tanto en la Escuela de
Tropas como en el Cuerpo Mecanizado, que nuclearon preponderantemente a los tan-
ques por un lado y a los semiorugas por el otro. Además, en ese mismo año, la Escuela
de Tropas Mecanizadas volvió a sufrir cambios, pasando a denominarse Escuela de
Tropas Blindadas, nombrándose Director de la misma al Gral. José María Sosa Molina,
perteneciente al arma de Caballería, quién hasta 1955 fue el principal responsable de
la evolución de las fuerzas blindadas.
En 1954, se produjo una nueva reestructuración de la organización del Ejército que,
si bien no alteró en esencia lo dispuesto en 1951, introdujo un notable adelanto con-
ceptual al definir doctrinariamente que entendía el Ejército por:
> Blindado: “...Considerar dentro de la clasificación de “blindado” a los comandos o
unidades que dispongan como dotación orgánica, vehículos de combate o trans-
porte de tropas oruga y/o semioruga con blindaje...”.
> Motorizado: “...Considerar dentro de la clasificación de “motorizado” a los coman-
dos, unidades y organismos que dispongan como dotación orgánica, vehículos
automotores de cualquier tipo de tracción, sin blindaje.
52
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Década del 50
El corte generacional que se produciría entre los cuadros del Ejército en la década del
50 fue el resultado de varias causas concurrentes que afectaron la cohesión de la Fuer-
za en sentido horizontal. Este corte se produjo a caballo de un proceso de transición
entre el modelo de ejército característico de la 1º y 2º Guerra Mundial, coexistiendo de
tal manera, oficiales formados en doctrinas diferentes, sistemas de armas diferentes y
en definitiva inmersos en paradigmas militares diferentes.
Otro elemento importante a considerar lo constituyeron los arquetipos mundiales
predominantes en la década del 50. Ya no se trataba del modelo de ejército profesional
alemán que había sido derrotado en la guerra, apto para enfrentar disputas territo-
riales, sino del modelo militar de EEUU, inmerso en un conflicto global de carácter
ideológico. Algo que en gran medida se contradecía con los intereses de los países aco-
sados por las potencias dominantes, sobre todo, como ocurría ante un gobierno nítida-
mente soberanista como el del Gral. Perón.
Las guerras de Corea o Indochina no representaban simplemente el choque de na-
ciones sino concepciones enfrentadas que dividían al mundo en dos grandes bloques.
Temas éstos que comienzan a ser frecuentes en las publicaciones militares.
Por supuesto que la polarización peronismo- antiperonismo afectó en las Fuerzas
Armadas, entre Ejército y Marina y, también, en el interior de la oficialidad, y entre
parte de ésta con la suboficialidad y el personal de tropa en general, mayoritariamente
peronista. Lo expuesto, sumado a la intensa acción psicológica desplegada por la opo-
sición a medida que el conflicto iba escalando en intensidad, fue complicando la situa-
ción interna del Ejército y de las Fuerzas Armadas en general.
A partir de 1955, el proceso de motorización del Ejército experimentó un cambio sus-
tancial en los parámetros y criterios con el que se venía ejecutando desde 1944. Desde
ese año y hasta la reforma de 1964, habrían de aplicarse conceptos orgánicos y doctri-
narios inspirados en reglamentos norteamericanos, que condicionaron el perfil orgá-
nico de la Fuerza.
Este cambio, fue una de las principales consecuencias de las alteraciones de la
relación de poder entre las armas y de la estructura de mandos y afectó, fundamen-
talmente, los conceptos enunciados en 1954 de blindado, mecanizado y motorizado
53
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
54
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Doctrina
No se produjeron cambios sustanciales, aunque en este período comenzó a influir la
doctrina norteamericana.
Es interesante destacar cuál era la mentalidad profesional de la época, reflejada en
diversas publicaciones:
"La guerra actual, pensaban entonces, exige medios modernos. Es la sensata aspi-
ración de quien se siente responsable, en la medida de su jerarquía, de la preparación
del ejército a que pertenece. Tal aspiración puede o no ser realizable, ya que son otros
factores los que determinan si se podrá o no contar con esos medios.
Pero, ¿cuál es uno de los problemas, que la evolución del medio de guerra trae apa-
rejado? No puede haber dificultad en responder a tan simple interrogante: la prepa-
ración del personal, que exige constantemente perfeccionamiento. Por ello, podemos
afirmar sin temor a equivocarnos que la profesión militar es cada vez más compleja.
Mucho es lo que debe saber hoy un joven oficial, porque los ejércitos modernos, son
organizaciones altamente tecnificadas, y lo serán mucho más con el correr del tiempo.
Ahora bien: ¿Qué es lo más destacado en concepto de “nuevo o relativamente no-
vedoso acontecimiento” dentro del conjunto de las fuerzas terrestres de una nación?
También aquí la respuesta es sencilla. ¿Puede alguien negar que las fuerzas blindadas
hayan atraído la atención de los profesionales, en forma, poco menos que absoluta?
Aceptado que uno de los grandes acontecimientos de la época, que estamos estu-
diando, es la intervención de fuertes efectivos de tropas blindadas, que han logrado
reimprimir a las operaciones características de movimiento y rápida decisión, ¿qué
debemos entonces hacer nosotros, responsables de la preparación de las tropas para
la guerra? Muy sencillo. Si hasta ahora las tropas blindadas no nos han interesado; si
hemos pensado que nuestro caso no es el de las grandes potencias; si por exceso de ca-
riño a nuestra “Arma” sentimos una natural antipatía por ese monstruo de acero que
se “quedará en el primer pantano”; si por haberlo escuchado preferimos las armas an-
titanques, confiando en una carga hueca o en un bazooka, etc... lo que debemos hacer,
es ESTUDIARLAS A FONDO.
¿Por qué debemos ESTUDIARLAS A FONDO? Porque si no las conocemos bien,
nuestros juicios serán aventurados y por ende peligrosísimos; porque así apreciare-
mos en su justo valor, lo que la intervención de fuerzas blindadas puede representar
para el conjunto de las tropas, todas las cuales buscan un solo fin: la decisión; aún en
el caso pesimista de no disponer de ellas, no podemos impedir que nuestro adversario
las posea y... ¿cómo nos preservaremos de su ataque violento, si no conocemos cómo
combaten?; porque al estudiarlas perfeccionaremos la conducción de nuestra propia
arma. Y así podríamos expresar, siguiendo con fundamentos que llevan a su estudio,
muchas otras razones, pero creemos que son suficientes las citadas, máxime porque
el lector que comience a hojear estas páginas, tiene ya en su espíritu la inquietud de
saber un poco más”57.
57 Peralta, Carlos A. Las fuerzas blindadas, Buenos Aires: Revista Militar, 1952, p. 88.
55
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
Educación
No se produjeron cambios sustanciales.
Incorporación
No se produjeron cambios.
Armamento
Compra importante de rezagos de guerra americanos (Tanques Sherman, semi oru-
gas, armas antitanques, etc).
Década del 60
Este período se va a caracterizar por profundos conflictos internos dentro del país y
dentro del Ejército.
Los enfrentamientos denominados azules y colorados (años 62 y 63) van a condicio-
nar la reestructuración del año 1964.
Despliegue territorial
No se produjeron cambios sustanciales, se redistribuyeron unidades usando los cuar-
teles existentes.
Organización
En ese entonces se concibió una fuerza para participar en TRES (3) conflictos:
> Este – Oeste (Guerra Fría),
> defensa territorial (Chile)
> conflicto interno (Contrasubversión)
En tal sentido se pensó en:
> Organización pentómica: Instrumento diseñado para participar con las Fuerzas
de la OTAN en un conflicto nuclear.
56
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
> Sistema de Armas Blindado: Diseñado para la defensa territorial del país. Tuvo su
núcleo en el Arma de Caballería.
> Sistema de armas mecanizadas: Deja de ser un proceso interarmas para concen-
trarse en el Arma de Caballería (Caballería Blindada).
> Sistema de Armas Liviano: Comienzan a introducirse criterios de contrainsur-
gencia y tuvo su base en las grandes unidades de combate de Infantería.
Asimismo, se crean:
> Las comisiones y consejos de Armas.
> Las Brigadas y los Cuerpos de Ejército en reemplazo del criterio divisional.
Doctrina
Se adopta masivamente la doctrina del Ejército de Estados Unidos.
Hasta 1952 no se observan reglamentos sobre el tema, pero los oficiales del EA, habían
tomado conciencia acerca del Arma Blindada a través de las siguientes publicaciones:
> Los Generales Alemanes Hablan. Liddel Hart. Vol. 400. Biblioteca del Oficial.
> Nuestras Fuerzas Blindadas. L. Q. Martel, Vol. 379. Biblioteca del Oficial.
> Las Fuerzas Blindadas. H. M. Torres Quierel. Vol. 344. Biblioteca del Oficial.
En 1952, los conceptos en su fundamento doctrinario, se ajustarán a las prescripciones
del reglamento de la División Blindada, que había sido aprobado por la superioridad.
Las publicaciones, de entonces, estaban destinadas a ilustrar acerca de:
> Introducción a los temas de materia.
> Idea general sobre la organización de las fuerzas blindadas. Evolución. Experien-
cia 1939 – 1945. Viejas y nuevas técnicas de conducción.
> Las especialidades blindadas. Tareas que les corresponden cumplir en combate.
La cooperación de las especialidades.
> Idea general sobre la forma de operar de las unidades blindadas. Superioridad y
dominio blindado. Principios fundamentales de empleo.
> Particularidades de las tropas blindadas en la marcha, combate y alojamiento. El
combate de las unidades blindadas, en sus diferentes formas.
> Sencillos trabajos aplicativos con la subunidad técnica reforzada (Ca. Tan. y Ca.
Tir. Bl.). Soluciones y comentarios referidos al caso concreto.
> La exploración mecanizada. Conceptos generales de conducción y ejecución. Or-
ganización de las unidades y subunidades. Estudio aplicativo en base a un ejerci-
cio con la subunidad de exploración reforzada.
> Trabajos aplicativos con unidades tácticas blindadas. Soluciones y comentarios.
Otro factor concurrente que desde 1955 influyó decisivamente en la evolución orgá-
nica del Ejército fue la reorientación de la doctrina militar llevada a cabo luego del
golpe de estado de 1955.
Se ha expuesto que, a principios de la década de los 50, la Fuerza estaba inmersa en
una cierta confusión dada por la permanencia de un cuerpo doctrinario anacrónico,
resabio de la 1º Guerra Mundial, la escasa experiencia en el uso del nuevo equipamien-
to y el comienzo de la influencia de la doctrina de guerra americana.
57
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
Esta última, hasta 1955, estuvo vinculada, en general, a aspectos profesionales pun-
tuales como ser el empleo táctico y técnico de las fuerzas blindadas. El gobierno de Pe-
rón preservó a la Argentina de la importación de la guerra fría, en tanto sus sucesores
abrieron las compuertas. Tomando en cuenta la violencia de los años 70 y sus secuelas,
puede entenderse la anticipación estratégica de Perón y la incapacidad de sus suceso-
res. Pero con los cambios políticos producidos tras la caída del peronismo, el país y en
particular el Ejército entraron de lleno en la Guerra Fría58, con lo cual la influencia mili-
tar de EEUU fue creciendo progresivamente hasta la adopción completa de su doctrina
en los primeros años de la década del '60; por ello "...Los militares que se encontraban
en el poder parecían haber descubierto la guerra fría con la caída de Perón. Esto expli-
ca algunas iniciativas diplomáticas inesperadas, cómo el intento de poner en pie un
organismo de defensa del Atlántico sur en el marco de la seguridad continental y de la
'solidaridad interamericana'. Invitando a Brasil y Uruguay a crear una OTAN del Sur, se
buscaba es cierto, convencer a EEUU de proveer material de guerra a la República her-
mana que por fin demostraba sentimientos de buena vecindad; pero esta política exte-
rior pronorteamericana es reveladora de los profundos cambios operados en el seno de
las Fuerzas Armadas...".
La nueva visión del escenario internacional y nacional impuso al país nuevas hipó-
tesis de conflicto59 que requerían contar con un Instrumento Militar apto para enfren-
tar las nuevas amenazas.
En este nuevo escenario, el comunismo se constituyó en la principal amenaza del
país, exigió que las Fuerzas Armadas estuvieran en capacidad de dar respuesta a los
siguientes problemas:
> Estar en aptitud de defender la integridad territorial frente a un ataque exterior
(principalmente del Brasil)60.
> Participar junto con el resto de los países occidentales en una alianza militar con-
tra el bloque comunista.
> Enfrentar en el marco interno la amenaza de una guerra subversiva61.
58 Rouquie, Alain. Poder militar y sociedad política en la Argentina, Tomo II, Buenos Aires: Emecé, 1982, p. 133.
59 "...Hasta 1958 la única hipótesis de conflicto sustentada por el país fue Brasil. Ese año se formuló la hipótesis de conflicto "Hierro" que
planteaba el empeño de la Fuerza en el marco interno enfrentando elementos subversivos...". Martínez, Carlos, Apunte de la Materia
Defensa Nacional de la Escuela Superior de Guerra, 2002, p. 20.
60 "...Hasta 1958 la única hipótesis de conflicto sustentada por el país fue Brasil. Ese año se formuló la hipótesis de conflicto "Hierro" que
planteaba el empeño de la Fuerza en el marco interno enfrentando elementos subversivos...". Martínez, Carlos, Apunte de la Materia
Defensa Nacional de la Escuela Superior de Guerra, 2002, p. 20.
61 Díaz Loza, Florentino (Entrevista personal). TC. Camilli, marzo de 2010.
62 Ibid.
58
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
> La pentómica: estructura de fuerzas a diseñar para ser inter-operativa con las
Fuerzas de la Alianza Atlántica para actuar en ambiente nuclear, de carácter
mundial.
> Una estructura de fuerzas destinada a operar en el marco interno en ambiente
subversivo.
En 1959, fue designado el CR Rosas63 Jefe del Departamento Doctrina del Estado Mayor
General del Ejército. Este oficial fue quien introdujo los primeros conceptos referidos a
la guerra revolucionaria y su concepción sobre cuál debería ser la evolución orgánica y
doctrinaria de la Fuerza, influyó significativamente en la reestructuración del año 1964.
A principios de la década del 60, se abandonó la idea de participar en operaciones
militares combinadas en ambiente nuclear con lo cual la organización “pentómica”
quedó eliminada, adquiriendo mayor peso la hipótesis de conflicto de una guerra re-
volucionaria en el marco interno por el efecto político causado por la Revolución Cuba-
na en el continente.
Como respuesta a éstas dos hipótesis de conflicto, la organización del Ejército para
el año 1960 dividía al país en seis Zonas de Defensa, asignadas a distintos Comandos
Operacionales y mantenía una Reserva Estratégica Militar (el Cuerpo de Caballería)
que disponía de los principales elementos de combate.
A su vez, la progresiva incorporación de la doctrina americana requirió ir adecuan-
do a sus parámetros los niveles de conducción, la terminología castrense, uniformes,
el vestuario y el equipo. En la organización para el año 1961 el nivel táctico superior
(Gran Unidad de Batalla) pasó de ejércitos a cuerpos de ejército y en el año 1963 se in-
corporó en el nivel táctico inferior (Gran Unidad de Combate), las brigadas dependien-
tes de comandos divisionales.
63 Ibid.
59
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
64 Díaz Loza, Florentino Reflexiones sobre orientaciones doctrinarias de las fuerzas blindadas, Buenos Aires: Editorial Militar, 1972, p. 124.
60
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Infantería
La contra partida de la creación de la caballería blindada fue que la infantería quedó al
margen del proceso de modernización del Ejército a partir de 1962 y esto fue la conse-
cuencia tanto de cuestiones internas de esta arma como de la acción de apropiación de
los tiradores blindados por parte de la caballería.
La infantería había sido hasta la 2º Guerra Mundial sinónimo de modernización: el
máuser, la ametralladora, morteros, etc. eran las armas fundamentales en el combate
y las tropas de élite, montañeses y paracaidistas eran infantes. El arma representaba
más del 40% del escalafón del Ejército y hasta 1955 sobre 30 generales de división, 2
eran infantes y sobre una orgánica que contaba con 13 divisiones, 9 le pertenecían.
Aquí no había reto, no se cuestionaba su importancia ni su vigencia.
Durante la primera parte del periodo en estudio (del 43 al 55), el arma aportó al
proceso de mecanización del Ejército Argentino destacados oficiales que se desem-
peñaron como profesores de la materia Conducción de UU mecanizadas en la Escuela
Superior de Guerra y en las Escuela de Tropas Mecanizadas y Blindadas, produciendo
importantes aportes reflejados en libros, artículos y conferencias. Poco a poco, a partir
del 55, esto empezó a cambiar.
Lo cierto es que en la década del '60 el blindado no era considerado por los infantes
una especialización que diera un prestigio profesional comparable al paracaidismo o
la montaña. No existió preocupación intelectual por tales temas dado que ninguno de
ellos produjo una sola publicación al respecto.
Por otra parte, pese a que la División de Infantería IV era la que había sostenido al
Gral. Lonardi en 1955, el arma fue tildada de “peronista” en el 55, sufriendo las más
importantes pérdidas de personal, fundamentalmente, la de sus más altas jerarquías.
En marzo de 1962, si bien mantenía su predominio en los generales de división, com-
partía la misma cantidad de generales de brigada que la Caballería.
Artillería
Como la infantería, la artillería había experimentado un notable desarrollo desde fines
del siglo XIX, el perfeccionamiento de las técnicas balísticas y de dirección de fuego le
proporcionaron una creciente participación en el campo de batalla.
En el 55, el arma había aportado los más destacados protagonistas. El Gral. Lonardi,
cuyo prestigio y ascendiente proporcionaron la mística al movimiento, era artillero;
mientras que otras figuras relevantes como Ossorio Arana y Labayru, acompañarían
al Gral. Aramburu en el gobierno de la Revolución Libertadora desempeñando desta-
cadísimos roles.
Si bien la artillería representaba orgánicamente una porción del Ejército de similar
peso al de la caballería, hacia 1962 se presentaba la contradicción que esta superaba
notoriamente en número a dicha arma en los grados de mayor, teniente coronel y coro-
61
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
nel pero, sin embargo, su presencia en los mandos y altos mandos de la Fuerza (gene-
rales de brigada y de división) era significativamente inferior a la de la caballería, que
tenía una presencia similar a la de la infantería. Este hecho implicaba una importante
limitación para los cuadros intermedios de la Artillería.
Ingenieros Militares
Al acceder a los grados de teniente primero o capitán, los oficiales del Ejército del
cuerpo comando pueden optar, voluntariamente, por ingresar a la Escuela Superior
de Guerra para realizar estudios de Estado Mayor, o bien capacitarse en diversas es-
pecialidades de ingeniería en la Escuela Superior Técnica, egresando con el título de
Ingeniero Militar.
El origen de esta especialidad se remonta a 1886, cuando fue creada la Escuela de
Ingenieros Militares, antecesora de la Escuela Superior Técnica, con la finalidad de
conformar una elite técnico-profesional que permitiera acompañar el veloz perfeccio-
namiento que, desde fines del siglo pasado, venían desarrollando los sistemas de ar-
mas. De esta necesidad surgieron subespecialidades en balística, química, geodesia y
más recientemente en automotores e industrias.
Los ingenieros militares, así, se constituyeron en un valioso instrumento técnico a
disposición del Estado, el que les fue derivando, progresivamente, responsabilidades
en actividades de naturaleza económica consideradas estratégicas como ser el petró-
leo, con el Gral. Mosconi y la construcción del complejo industrial-militar que, a partir
de mediados de la década del '30, apuntaló el desarrollo de industrias tales como la si-
derurgia y la química o en un polo industrial reciente el desarrollo nuclear. Esta inser-
ción en áreas productivas le proporcionaron a los ingenieros militares una importante
influencia dentro y fuera del Ejército dado que la conducción del complejo industrial
militar les permitió disponer de una importante cuota de recursos.
No obstante, la carrera militar normal de un ingeniero militar lo iba naturalmente
desvinculando del mando de tropa para ir especializándose en la administración de
las Fábricas Militares o del Instituto Geográfico Militar; por lo tanto, si bien no estaba
escrito en ningún reglamento o disposición militar, éstos accedían al generalato pero
no a los cargos de conducción como ser Comandos de Ejércitos o de División y menos
aún al Comando en Jefe del Ejército.
Con el arribo del gobierno desarrollista y a medida que se profundizaba el proceso
de fragmentación institucional se fue produciendo un crecimiento significativo de la
influencia de los ingenieros militares dentro de la estructura de poder interno de la
Fuerza. A fines de 1957, sobre 6 ascensos a General de División, 2 fueron ingenieros
militares y sobre 13 ascensos al grado de General de Brigada, 5 eran OIM. A su vez,
los OIM fueron ocupando cargos inusuales para esa especialidad que involucraban el
mando de tropa. El caso paradigmático fue el del Gral. Poggi que llegó a ser Coman-
dante del Ejército III y posteriormente Comandante en Jefe del Ejército.
Educación
No se produjeron cambios sustanciales.
62
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Incorporación
No se produjeron cambios.
Armamento
Se adopta el fusil automático liviano (FAL) y se elabora un plan de adquisición de ar-
mamento para reemplazar equipamiento americano por europeo (Plan Europa), me-
diante el cual se adquieren tanques, cañones, elementos de defensa aérea, etc.
Década del 90
La reestructuración operada en la década de los años '90, tuvo como marco referencial
las consecuencias de la Lucha Contra el Terrorismo, la Guerra de Malvinas y los enfrenta-
mientos internos, entre Leales y Carapintadas, en el período 1987-1990.
A su vez, las reformas implementadas tuvieron como características el desinterés
manifiesto del Estado Nacional por los asuntos de Defensa, que tuvo como consecuen-
cia el período de mayores restricciones presupuestarias y salariales en la historia de
la Fuerza.
Despliegue territorial
No se produjeron cambios conceptuales, pero sí desplazamientos de elementos como
ser la Brigada Mecanizada X a La Pampa y las Escuelas de Armas al Litoral. También se
produjo una reducción significativa de elementos con sus consecuencias en el implan-
te territorial de la Fuerza.
Organización
Se redujo cuantitativamente de CINCO (5) Cuerpos de Ejército a TRES (3) y de DOCE (12)
Brigadas a DIEZ (10). También se inactivan guarniciones y se disuelven numerosas uni-
dades. Comienza la Mecanización de la Infantería y la organización de elementos ligeros.
Doctrina
Comienza un proceso de nacionalización de la doctrina y de asimilación de las expe-
riencias de la Guerra de Malvinas.
Educación
Se elevaron los niveles educativos:
> CMN: Nivel Universitario.
> Escuela de Suboficiales: Nivel Secundario y Tecnicaturas.
> Apertura de la Escuela Superior Técnica y Escuela Superior de Guerra a civiles.
> Se elevan los niveles de idioma inglés y de exigencias físicas.
63
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
Incorporación
> Se reemplaza el Servicio Militar Obligatorio por el Servicio Militar Voluntario.
> Plena incorporación de la mujer.
> Se crean fuentes de reclutamiento alternativas para oficiales.
Armamento
Desarrollo del proyecto Palmarias.
Consideraciones generales
En el siglo XX, sobre todo en su segunda mitad, se desarrollaron en nuestro país una
importante cantidad de trabajos sobre Geopolítica, fuertemente condicionados al con-
texto internacional y regional del momento; si bien siguieron los lineamientos genera-
les de las teorías originadas en los países centrales, generaron innovación con respec-
to a llevar adelante un pensamiento geopolítico propio. Y de la disputa Mar y Tierra,
prevaleció el componente terrestre.
En tal sentido, a partir de la 2º GM, la Estructura Orgánica del Ejército Argentino
y su despliegue territorial varió en diferentes oportunidades como parte del proceso
de modernización y visión geopolítica; estos cambios respondieron a la evolución y
cambios en las misiones específicas que el Estado le asignaba, las diversas funciones,
actividades y tareas, el empleo operativo, la tecnología en uso en cada momento y la
doctrina de empleo de los medios. No obstante, la reforma de principios del siglo fue la
única de carácter integral y sus alcances, aún mantienen vigencia. Su éxito se susten-
tó en la visión estratégica del Estado nacional de aquellos años. La política de Defensa
cumplió un rol fundamental para la integración territorial y social del país, ese Estado
fijó objetivos de corto, mediano y largo plazo y asignó los recursos necesarios. Sobre
este modelo, se implantaron también núcleos de modernización como la Aviación Mi-
litar y las Tropas de Montaña.
La reforma de los años 40, fue una reforma parcial, tendiente a asimilar las expe-
riencias de la 2ª Guerra mundial. También contó con una visión estratégica integral
del Estado en la que la Defensa Nacional fue parte importante de un proyecto produc-
tivo y tecnológico. Y la Justicia Social además de un principio ético- político hizo las
veces de una necesidad de la defensa nacional.
Los cambios establecidos en la reforma de los años 60, no fueron el resultado de
una política de defensa integral sino de un Estado en crisis y de los enfrentamientos
internos del Ejército, así como de la penetración ideológica norteamericana. Las con-
secuencias negativas más destacables, fue la tendencia a que cada Arma y Servicio
formalizara estructura de conducción y comenzara a fijarse objetivos propios, lo que
condujo crecientemente al desastre.
64
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
65 Clausewitz, Carl, De la Guerra, Libro VIII, Cap VI. Libro Dot.com. Consultado en http://lahaine.org/amauta/b2-img/Clausewitz%20
Karl%20von%20-%20De%20la%20guerra.pdf. 27 de junio de 2019.
65
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
(aquí Schmitt, Dugin y Zigmunt Bauman están en la misma línea). Al afirmar que
la Patria es espiritual y material a la vez estamos ampliando el concepto verdadero
que el ser humano es alma y cuerpo, espíritu y materia. Si nos limitásemos a cortar
esa unidad sustancial en dos partes derraparíamos hacia la disolución y el absurdo.
Así como no puede haber una Patria meramente espiritual, sin arraigo fecundo en
la Tierra, tampoco cabe plantear una Patria que sea una tierra sin espíritu, como lo
pretenden las presiones insidiosas del globalismo. Del mismo modo, carece de sen-
tido plantear la cuestión del despliegue territorial del Ejército Argentino por fuera
de su relación íntima con la comunidad nacional y con la tradición espiritual de la
Patria. La Patria no se reduce al suelo, pero sin suelo estaríamos en la nada misma.
La Patria no se reduce al Ejército, pero sin Ejército no seríamos Patria sino colonia.
La Patria no se reduce al Pueblo, pero sin Pueblo seríamos un desierto vital. La Patria
es el patrimonio vital, físico y espiritual que heredamos del pasado y que debemos
defender y perfeccionar para legar a las generaciones que vendrán.
En este sentido espiritual profundo se inscribe el despliegue del Ejército Argenti-
no mediante 71 guarniciones y 234 elementos, evidenciando la dimensión del Instru-
mento Militar Terrestre, la conexión orgánica con la Tierra Patria y el desafío perma-
nente de investigación, compromiso y relaciones con la comunidad que debe realizar
la fuerza. Sobre esa base, el Instrumento Militar Terrestre debe considerarse de acuer-
do a la interrelación entre las capacidades militares y el despliegue territorial.
Desde el punto de vista del despliegue, el Sistema de Fuerza Operativa se debe de-
finir como una fuerza emplazada territorialmente mediante una combinación de pre-
posicionamiento estratégico y de aptitud para el rápido traslado e intervención me-
diante redespliegue de medios, concretando el concepto “concentración-dispersión”
y la acción militar conjunta.
Asimismo, el despliegue de la Fuerza Operativa no puede responder sólo a conside-
raciones de orden operativo en caso de guerra sino también considerando su impor-
tancia como despliegue de paz. El Ejército Argentino se despliega preparado para la
posibilidad de la guerra pero siempre en acción en función de su utilidad y servicio en
tiempo de paz.
Por ello, la evolución orgánico-funcional del Ejército, como el de las Fuerzas Arma-
das en su conjunto, tenderá al progresivo agrupamiento de elementos en zonas geo-
gráficas donde haya disponibilidad de facilidades edilicias, de campos de instrucción,
de relativa cercanía a localidades que faciliten el ejercicio de la profesión militar y el
desarrollo personal, tanto de los integrantes de la fuerza como de sus familias, ponien-
do en acto siempre el vínculo de amistad, cooperación y real integración con las comu-
nidades civiles. La amistad nace de la cercanía y de una especial decisión de romper la
absurda mentalidad aislacionista. El cambio de mentalidad nace del compromiso ge-
nuino del Ejército Argentino con las vivencias, problemas y anhelos de nuestra gente.
Ante esta orientación es necesario considerar una serie de aspectos que intervie-
nen en la racionalidad social y estratégica del despliegue de la Fuerza. La instalación
de las guarniciones responde a una combinación de aspectos: el empleo operacional,
superando la debilidad de las vías de comunicaciones para trasladar los elementos;
66
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
67
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Capítulo III
Incidencia de la
Geopolítica en los
objetivos de defensa
argentinos del
siglo XXI
Introducción
La República Argentina forma parte de la región latinoamericana, Sudamérica, y de la
subregión que integra con Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil, el Cono Sur; es
una zona caracterizada por inversión en el área de Defensa relativamente baja, y esca-
sas guerras en el siglo XX: un solo conflicto con una potencia extrarregional, la Guerra
de las Islas Malvinas (Argentina-Reino Unido; abril-junio 1982), tres correspondien-
tes a la región, la Guerra de Cenepa o Conflicto del Alto Cenepa (Ecuador-Perú; 26 de
enero-28 de febrero de 1995), la Guerra del 41 (Ecuador-Perú; julio de 1941-enero de
1942), y la Guerra entre Colombia y Perú (enero-junio 1933), y dos correspondientes a
la subregión, la Guerra del Chaco Boreal (Bolivia-Paraguay; septiembre 1932-junio de
1935), y Guerra del Acre (Bolivia-Brasil; mayo 1899-noviembre 1903).
Ante la pregunta de ¿Cuál es el objetivo fundamental de la política de defensa?, la
mayoría de los países responden que es asegurar la capacidad del Estado para repeler
exitosamente el ataque de fuerzas armadas de otros países; otros consideran, como es
el caso nuestro, el participar en misiones de paz internacional, generalmente auspi-
ciadas por la Organización de las Naciones Unidas.
Por Decreto 703/2018, se aprobó la Directiva de Política de Defensa Nacional (DPDN)
que forma parte del Anexo 1 de dicho decreto. Como se señala en el mismo, "El Sistema
71
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
de Defensa Nacional debe planificar y proteger los objetivos estratégicos que puedan
ser objeto de una agresión de origen externo"66.
Por ello el Cap. III Prioridades y lineamientos para la reforma del Sistema de Defen-
sa Nacional, señala que "... tiene como objetivo establecer los parámetros que orien-
tarán la reforma del Instrumento Militar de la Nación en lo que respecta a su organi-
zación, doctrina, adiestramiento, planeamiento estratégico, despliegue, capacitación,
administración y empleo de los recursos humanos y materiales. También se estable-
cen criterios relativos a la modernización, recuperación y adquisición de material, to-
do ello para asegurar la plena adecuación del Sistema de Defensa Nacional a los desa-
fíos estratégicos emergentes de los escenarios global, regional y nacional, y a las res-
tricciones existentes"67.
Se establecen seis tipos de Operaciones que las Fuerzas Armadas, en cuanto Instru-
mento Militar del Sistema de Defensa Nacional, deben cumplir a efectos de garantizar
su eficaz empleo en el marco del planeamiento militar; el 1°, la Vigilancia y control de
los espacios soberanos, y el 2°, la Protección de Objetivos Estratégicos, ambos aplicati-
vos a nuestra investigación y propuesta. En tal sentido las Fuerzas Armadas deberán,
asegurar la vigilancia, control y preservación del espacio marítimo insular y fluvial,
aeroespacial, ciberespacial, espacial y terrestre, como así también contar con las ca-
pacidades humanas, materiales y tecnológicas para la protección de los objetivos es-
tratégicos asignados a su custodia.
En un mundo signado por un aumento significativo de las tensiones geopolíticas
por el control de áreas estratégicas, las Fuerzas Armadas deben fortalecer su capaci-
dad de ejercer una vigilancia y control efectivo sobre espacios geográficos con reser-
vas de recursos estratégicos.
Esta nueva responsabilidad, como es la protección de objetivos estratégicos nece-
sarios y vitales para el desarrollo nacional, requiere de la defensa de espacios cata-
logados como tales; en tal sentido hemos elegido áreas de alta significación actual y
futura que hacen al Espacio Geopolítico Argentino (EGA):
72
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Estos espacios estratégicos soberanos, propios del espacio vital argentino, se revelan
sustanciales para el desarrollo del país y pueden, según la evolución y proyección de
sus capacidades, transformarse en objetivos para un potencial agresor. Por ello la
trascendencia de su vigilancia y control es vital como paso previo a una eficaz defensa
de los mismos; y de tal manera, es válido ese criterio a aplicarse para la protección de
objetivos estratégicos68.
68 Asimismo, señalamos como objetivos estratégicos a considerarse el embalse de Alicurá (hidroeléctrica), el complejo nuclear Atucha
(I y II); la central térmica Costanera (termoeléctrica); la represa El Chocón (hidroeléctrica), la central nuclear Embalse; la central
termoeléctrica de Luján de Cuyo; las hidroeléctricas Pichi PL, Piedra del Águila, Planicie Banderita, Río Turbio, la central hidroeléctrica
binacional Salto Grande, más el complejo hidroeléctrico Yacyretá-Apipé.
69 La isla Dundee, forma parte del grupo insular que se alza al NE de la Tierra de San Martín, integrado por las islas D`Uville, Joinville,
Bransfield y otras más pequeñas.
70 Por Ley de la Nación Nº 20.827/74 publicada en Boletín Oficial 23.043 del 26 de noviembre de 1974, se instituyó como Día de la Antártida
Argentina el 22 de febrero de cada año; señala en su Artículo 1º- Instituyese como Día de la Antártida Argentina el 22 de febrero de
cada año, e en el Artículo 2º- En ese día se izará al tope la bandera nacional en los edificios públicos de la Nación y se realizarán actos
alusivos a nuestros irrenunciables derechos de soberanía sobre la Antártida Argentina en todos los establecimientos educacionales.
73
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
74
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
cumplir con este cometido se promueve el diseño y construcción de: Base Naval
Integrada en la Ciudad de Ushuaia conjuntamente con un Polo Logístico Antártico y
como complemento de la logística antártica la puesta en funcionamiento de la Base
Permanente Conjunta Logística y Científica Petrel"73. La creación de una Base Naval
Integrada y un Polo Logístico Antártico Internacional se materializaría utilizando
los terrenos próximos al Aeropuerto Internacional Malvinas Argentinas, que opera
en la ciudad de Ushuaia.
En septiembre de 2019, Argentina y China dieron un paso más en sus relaciones al
firmar un acuerdo de cooperación militar bilateral74 y explorar la posibilidad de insta-
lar un centro operativo en la puerta de entrada a la Antártida. Si bien en el marco inter-
nacional la Argentina contaría con uno de los elementos claves para una eventual ex-
plotación, logística y capacidad de acceso; faltarían los correspondientes a capacidad
tecnológica y recursos financieros, resaltando China el interés de empresas estatales
de su país por participar en las licitaciones.
Durante la Semana Antártica, el senador nacional Matías Rodríguez, presentó
tres (3) Proyectos de Ley el 21 de febrero de 2020, con el objetivo de crear el Polo
Científico, el Polo Logístico y el establecimiento de Ushuaia como sede principal del
Instituto Antártico Argentino, potenciando la relevancia geoestratégica de Tierra del
Fuego y su proyección, como plataforma central del sistema antártico, incidiendo di-
rectamente en la política nacional antártica. El senador destacó en cuanto a Ushuaia
que “nuestra ciudad es la puerta de entrada más próxima al continente, este polo
servirá de base para las actividades científicas, académicas y técnicas relacionadas
con la Antártida, tanto para los equipos nacionales, como para los internacionales
que lo requieran”75.
Hoy Gran Bretaña, en Puerto Argentino, en las Islas Malvinas; y Chile, en Punta Are-
nas76, pueden ser competidores de Ushuaia en pos del objetivo citado.
En relación a estas dos ciudades señala Sylvain Guyot, del Centre National de la
Recherche Scientifique, GEOLAB, Université de Limoges, Francia: "Ushuaia y Punta
Arenas son las ciudades más australes de sus respectivos países, la Argentina y
Chile. Han desempeñado el papel de ciudades fronterizas al servicio de la conso-
lidación y legitimación de estos territorios nacionales australes ubicados en posi-
ción de fin del mundo. Desde hace cincuenta años, estas dos ciudades portuarias se
afianzan como las dos principales puertas de entrada internacionales a las relacio-
nes con el continente antártico y, en particular, a la península Antártica. Intervie-
nen en la estructuración de un frente de conquista antártico multiforme: militar,
científico, ecológico y turístico"77.
75
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
Proyección
La implementación de un Sistema Logístico Antártico78 busca sistematizar las accio-
nes logísticas, operativas, científicas y académicas, estatales o privadas, relaciona-
das al continente antártico, a fin de garantizar el desarrollo de las distintas capaci-
dades para afianzar los derechos argentinos de soberanía en la región.
Desde el punto de vista geopolítico, la Base Antártica Integrada Permanente de
Apoyo Logístico "Petrel" se complementará con el Polo Logístico Antártico Interna-
cional y la Base Naval Integral en la ciudad de Ushuaia". Retomando los Fundamen-
tos del Proyecto de Ley de 2018 citado, se buscan tres objetivos "(...) Por un lado,
construir una nueva instalación con la infraestructura apropiada para trasladar
la actual Base Naval “Almirante Berisso”, con el fin de mejorar la capacidad de
despliegue de la Armada debido al estado de deterioro general que presenta. Por
el otro, la construcción de un Polo Logístico Antártico en la Península de Ushuaia
y Base Permanente Conjunta Logística y Científica Petrel, que promueven conso-
lidar la capacidad logística antártica y ofrecer una respuesta eficiente y compe-
titiva en torno al posicionamiento de los programas nacionales e internacionales
en materia científica".
La potencialidad del Proyecto radica en el posicionamiento internacional de la Re-
pública Argentina, fortaleciendo las capacidades portuarias y logísticas lo cual de-
riva en una serie de beneficios conexos tales como el incremento del turismo, las
actividades económicas de pesca, intercambio comercial, entre otras.
La República Argentina, estratégicamente, tiene la capacidad de convertirse en
la puerta de acceso natural a la región antártica, adquiriendo de esta manera un rol
de liderazgo internacional; la ciudad de Ushuaia, por su ubicación geográfica, se en-
cuentra en un lugar de privilegio por la cercanía y por las posibilidades naturales y
estructurales, a través de la disposición de la infraestructura adecuada para posibi-
litar el despliegue de los medios necesarios para efectuar el control de los espacios
terrestres, marítimos y aéreos, antárticos e insulares.
El 30 de julio de 2020, el jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, brindó su
primer informe de gestión ante la Cámara de Diputados, en cumplimiento con lo dis-
puesto por el artículo 101 de la Constitución Nacional; en el mismo indicó que el Mi-
78 Estará integrado por la Base Naval de Ushuaia y el Polo Logístico Antártico; se ubicará en la península situada al sur de la ciudad
Ushuaia (península de Ushuaia), entre las bahías de Ushuaia (al este) y Golondrina (al oeste).
76
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
nisterio de Defensa tiene avanzado el proyecto, que posee tres etapas79, para la cons-
trucción de la Base Naval Integrada en la península donde se encuentra el aeropuerto
de la ciudad de Ushuaia, que contempla también el desarrollo de un Polo Logístico con
facilidades para los buques que operen en la Antártida.
Finalmente recordar que a este área geoestratégica se la asocia normalmente con
un espacio de mar alejado de los grandes centros de poder mundial; no obstante el
océano Atlántico es un paso alternativo de suma importancia del comercio interna-
cional, sumado a su proyección antártica, sus abundantes recursos naturales y bio-
diversidad, y a los actores presentes que operan (Gran Bretaña; EEUU; Brasil; Chile;
Sudáfrica y en menor medida China, Rusia y Organizaciones / Empresas no guberna-
mentales y transnacionales) con sus tramas de intereses.
El 25 de abril de 2021 el gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlán-
tico Sur, Gustavo Melella mantuvo una reunión en el Ministerio de Desarrollo Produc-
tivo con los ministros nacionales de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Defen-
sa, Agustín Rossi, con quienes definió la conformación de una mesa de trabajo y avan-
zar con el desarrollo del Polo Logístico Antártico; además estuvieron presentes los se-
cretarios de Desarrollo e Inversiones, Maximiliano D’alessio, y de Malvinas, Antártida,
Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales, Andrés Dachary, quien lo hizo de
manera virtual. Expresó que “La intención es conformar un Polo Logístico para abas-
tecer en servicios, alimentos, traslado de personal científico y otros rubros a todas las
bases de la Antártida que se encuentran en el área de influencia de nuestra capital.
Están muy avanzadas las conversaciones para que nuevos países empiecen a utilizar
como base de operaciones a nuestra provincia y este desarrollo indudablemente favo-
recería enormemente la llegada de nuevos programas antárticos”80.
Es por ello que urge, geopolíticamente hablando, concretar el Polo Logístico pa-
ra Servicios Antárticos Internacionales (PLSA), puerta (o) de entrada y salida de la
Antártida, a fin de satisfacer fundamentalmente las necesidades de la logística an-
tártica propia y de terceros países, permitiendo a su vez la concreción de futuros
proyectos estratégicos a través del fortalecimiento de las capacidades portuarias y
logísticas de la ciudad de Ushuaia. No acelerar este Polo significará que perderemos
preminencia, capacidad de brindar bienes y servicios a la comunidad internacional
79 La primera corresponde a la construcción de un muelle de 25 metros de largo con capacidad de amarre de buques de gran calado,
similares al Rompehielos “Almirante Irizar”. Desde el Gobierno Nacional se precisó que esta primera etapa “ya se encuentran desarro-
lladas todas las especificaciones técnicas y la previsión presupuestaria para iniciarla fue incorporada al presupuesto preliminar de la
jurisdicción” y que sólo “resta la actualización del informe de impacto ambiental para estar en condiciones de poder consolidar el pliego
licitatorio correspondiente”. La etapa 2 del proyecto “prevé el desarrollo de viviendas en proximidades del polo logístico, ya que está
previsto un incremento de personal militar destinado en la zona en atención a los requerimientos que generará el polo cuando esté
funcionando, permitiendo concentrar todas las instalaciones de la Armada Argentina y su personal en el sector de la península”, en tanto
que la etapa 3 contempla “la relocalización de la Base Naval Ushuaia y el desarrollo de las instalaciones logísticas, previendo entre
otras facilidades contar con talleres para reparaciones de buques, galpones para almacenaje y estiba, laboratorios científicos, oficinas
para funcionamiento de las diferentes agencias, planta de combustible y Hangar con capacidad para albergar un avión Hércules C-130”.
http://www.eldiariodelfindelmundo.com/noticias/2020/08/04/87783-avanza-el-proyecto-de-base-naval-integrada-y-polo-logistico-
antartico. Consultado el 4 de agosto de 2020.
80 https://www.nuestromar.org/politica-economia-gremiales/el-gobernador-de-tierra-del-fuego-acordo-con-nacion-una-mesa-de-
trabajo-para-avanzar-con-el-desarrollo-del-polo-logistico-antartico/. Consultado el domingo 25 de abril de 2021.
77
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
81 El geólogo estadounidense Charles Edwin Weaver fue quién descubrió la presencia de una “roca generadora” o “roca madre” en las
laderas de la Sierra de Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén, mientras realizaba estudios de campo para la compañía Standard
Oilof California (actualmente la empresa “Chevron”) en la década del 20. El “Weaver”, como se lo conoce al documento fundacional en
el mundo académico, es el trabajo estratigráfico y paleontológico más importante desarrollado en la Cuenca Neuquina, utilizado para
saber cuál es la riqueza petrolera y paleontológica de la región.
82 https://www.lanacion.com.ar/economia/ypf-descubrio-en-neuquen-uno-de-los-yacimiento-mas-grandes-del-mundo-nid1421209.
Consultado el 16 de marzo de 2020.
83 Consiste en la inyección a presión de una mezcla de agua, arena y algunos aditivos químicos, para generar microfisuras, más angostas
que el ancho de un pelo; finalmente, el pozo queda operativo durante años o décadas.
78
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
84 Ramón-Berjano, C., Malena, J. y Velloso, M., El Relacionamiento de China con Latinoamérica y Argentina, 96/Documentos de Trabajo, Bue-
nos Aires: CARI,2015, p. 31.
85 La cooperación para la instalación de la Estación CLTC-CONAE-NEUQUEN se da en el marco de dos acuerdos interinstitucionales entre Chi-
na Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) por un lado y entre CLTC,
la CONAE y la Provincia del Neuquén, y un acuerdo intergubernamental entre la República Argentina y la República Popular China, suscripto
el 23 de abril de 2014, y aprobado por ley 27.12. https://www.argentina.gob.ar/ciencia/conae/centros-y-estaciones/antecedentes-1
86 Ramón-Berjano, C., Malena, J. y Velloso, M., Op. Cit, pp. 32.
87 https://www.argentina.gob.ar/ciencia/conae/centros-y-estaciones/estacion-cltc-conae-neuquen. Consultado el 3 de abril de 2020.
88 http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/240000-244999/243830/norma.htm. Consultado el 4 de diciembre de 2019.
79
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
a 40 kilómetros de Las Lajas, cercado por alambres de púa de 3 metros de altura; apro-
ximadamente unos 30 miembros del personal chino trabajan y viven en la estación
espacial que, además de la torre de rastreo satelital, cuenta con un museo repleto de
maquetas de los satélites que participaron de las misiones del Programa de Explora-
ción de la Luna y artesanías mapuches.
La estación está a cargo de una agencia que depende del Ejército de China. El obje-
tivo declarado de la estación es la observación y exploración espacial pacífica y, según
medios de comunicación chinos, tuvo un papel clave en el aterrizaje pionero de una
nave espacial china en el lado oscuro de la Luna en enero de 2019.
En junio de 2018 el gobierno de Estados Unidos anunció que financiará la cons-
trucción de un Centro de Operación y Coordinación ante Emergencias para Neuquén;
este proyecto fue solicitado por el gobierno de esa provincia, y servirá para alber-
gar a miembros de Defensa Civil y otros cuerpos que den respuesta a situaciones
de desastres naturales. Se levantará en un terreno cercano al aeropuerto de la ca-
pital neuquina, sobre la Autovía Norte, que une a través de 20 kilómetros las cuatro
principales ciudades de la región lindantes con Vaca Muerta, además de permitir el
acceso a otra de las zonas de reservas acuíferas más importantes del país. Con una
superficie aproximada de 600 metros cuadrados, contemplará una sala de emer-
gencias y oficinas con equipamiento para monitoreo, coordinación y planeamiento
frente a contingencias. El proyecto, que tiene un costo estimado de 1,3 millones de
dólares, será llevado adelante por una empresa privada, previa licitación, en un
término aproximado de un año, empleando a trabajadores locales; se enmarca en
el Programa de Asistencia Humanitaria y Respuesta de Desastres del Departamento de
Defensa de Estados Unidos.
Seis meses después, el 13 de diciembre de 2018, la CONAE recibió la visita de
la delegación china presidida por el Consejero Superior de la China Launch and
Tracking Control General, Huang Quisheng, junto a representantes de Xi’an Sate-
llite Control Center (XSCC), Beijing Aerospace Command Center (BACC) y Beijing
Institute of Tracking and TelecommunicationTechnology (BITTT); expresaron el
agradecimiento a la CONAE por el apoyo brindado a la Estación de Neuquén.
El febrero de 2020 el ministro de Ciencia y Tecnología argentino, Roberto Salva-
rezza, confirmó que “el acuerdo firmado entre Argentina y China en 2014, y refrenda-
do por el Congreso en 2015, seguía vigente”; asimismo, que “no está previsto ningún
cambio en el programa con respecto al año pasado ya que las actividades han segui-
do su curso de acuerdo a como se planificaron y en concordancia con los acuerdos
firmados entre ambos países para el de la Estación”89. Meses más tarde, el gobierno
nacional por la Resolución 30917/20, de fecha 7 de agosto de 2020, ratifica el Tratado
Internacional sellado durante el gobierno de Cristina Fernández para instalar la base
de avistaje lunar chino, que según el informe que elevó la Comisión Nacional de Acti-
vidades Espaciales (CONAE), la base de Neuquén “tiene por objetivo el apoyo al Pro-
89 https://estaciondelvalle963.com.ar/estacion-espacial-en-neuquen-el-gobierno-ratifico-que-seguira-adelante-el-polemico-acuerdo-
con-china/. Consultado el 17 de febrero de 2020.
80
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
90 https://www.lanacion.com.ar/economia/vaca-muerta-la-tecnologia-dinamizo-la-oferta-de-reservas-en-el-mundo-y-la-
competencia-crecio-nid2253497. Consultado el 25 de marzo de 2020.
81
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
91 El jueves 9 de febrero de 1917 en la ciudad de Viedma, con la presencia de los seis gobernadores de las provincias que componen la región -La
Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego-, el presidente Macri lanzó el Proyecto.
92 “Los Corredores bioceánicos son claves para la integración regional". https://www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/los-corredores-
bioceanicos-son-claves-para-la-integracion-regional, Consultado el 30 de octubre de 2020.
82
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
93 Planes por corredor ferroviario bioceánico entre Argentina y Chile siguen adelante. https://www.bnamericas.com/es/noticias/planes-por-
corredor-ferroviario-bioceanico-entre-argentina-y-chile-siguen-adelante. Consultado el 20 de marzo de 2021.
94 investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas y coautora del libro Litio en Sudamérica.
95 La importancia estratégica del litio en Sudamérica. https://investiga.unlp.edu.ar/bajolalupa/la-importancia-estrategica-del-litio-en-
sudamerica-16951. Consultado el 20 de febrero de 2021.
96 Proyecto Sales de Jujuy, que en el Salar de Olaroz (Jujuy), y pertenece a la minera australiana Orocobre (67,5%), Toyota Tsuho (25%) y la
provincial JEMSE (8,5%); comenzó a producir en 2015.
97 Proyecto Fénix, que está en el Salar del Hombre Muerto (Catamarca), y pertenece a las compañías Livent Corporation en un 100% (subsi-
diaria del grupo estadounidense FMC); comenzó a producir en 1998.
83
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
98 Salta, Jujuy y Catamarca tienen 20 proyectos ligados al litio, para 2021.http://www.periferiaciencia.com.ar/noticia.php?n=2443. Consul-
tado el 6 de abril de 2021.
99 El litio como recurso estratégico del siglo XXI. https://revistafal.com/el-litio-como-recurso-estrategico-del-siglo-xxi/. Consultado el
20 de febrero de 2021.
84
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Siendo el litio un elemento esencial para la alta tecnología, con gran impacto en el
futuro próximo, sería una decisión estratégica la creación de una empresa estatal que
nuclee todas las etapas que involucra la cadena de valor, tal como Chile y Bolivia, ase-
gurando así la soberanía nacional.
100 Longitud de la Hidrovía: Argentina 1.240 Km, Brasil 890 Km, Paraguay 557 Km, Paraguay–Argentina 375 Km, Brasil–Paraguay 332 Km,
Bolivia–Brasil 48 Km. Total 3.442 Km.
85
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
101 El contrato firmado el 20 de febrero de 1995, fue aprobado por Decreto N°253 del 22 de febrero de ese año.
102 En el 2010 se firmó la renovación del contrato hasta el año 2021, a través del decreto N°113/2010 del Poder Ejecutivo.
86
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Asimismo, renace el plan para concretar el Canal Magdalena, una ruta navegable
desde el lado argentino del Río de la Plata hasta el Atlántico, cuya planificación ya esta-
ba acordada y aprobada antes del 2015; se la define como una “salida directa al mar”,
entendiéndose por directa, “recta”.
El titular de la Unidad Ejecutora Canal Magdalena e interventor de la Administración
General de Puertos (AGP), José Beni, señaló en marzo de 2021 que"El Canal Magdalena
es estratégico. Permitirá, entre otras ventajas, acercar los puertos fluviales con los ma-
rítimos y achicar sensiblemente los tiempos de navegación entre los distintos puertos
del país", (…) "en las próximas semanas, vamos a hacer el llamado a audiencia pública,
la cual se va a realizar en mayo", (…) "Confiamos en que en unos meses podamos reali-
zar el llamado a licitación para la obra", indicó Beni, quien resaltó que "la construcción
del canal es fundamental para fomentar la integración de los puertos argentinos"103.
103 https://www.telam.com.ar/notas/202103/548918-destacan-la-habilitacion-del-canal-magdalena-como-motor-del-comercio-fluvial-
y-maritimo.html. Consultado el 28 de marzo de 2021.
104 Imagen: http://barcosmagazine.com/esp/encuentro-por-la-soberania-de-la-cuenca-del-plata-importante-apoyo-a-la-construccion-
del-canal-magdalena/
87
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
sión, firmó con el consorcio Hidrovía SA una prórroga “excepcional y temporaria” por
90 días a su favor105; continuará a cargo de la operatoria hasta el fin del mes de julio.
El llamado a una nueva licitación para la ampliación, señalización y dragado de di-
cha vía abre la discusión por las rutas fluviales con una mirada geopolítica, entre ellas
la de separar las actividades del dragado y el balizamiento, y si finalmente se concesio-
nara en favor de un privado, o se definiera un ente estatal. El ingeniero Ángel Cadelli,
ex vicepresidente del Astillero Río Santiago, en declaraciones a Radio La Patriada de
Salta, señaló que “No hay que dragar nunca más el Paraná, hay que respetar la natu-
raleza, navegarlo sacando nuestras exportaciones y metiendo nuestras importaciones
en barcazas argentinas, que no necesitan semejante dragado. Y nos ahorramos miles
de millones de dólares por año que están hoy al servicio de las multinacionales de gra-
nos”; asimismo que hay que plantear con claridad que “la hidrovía es argentina, como
el Misisipi es norteamericano, y no hay ninguno que se meta en el Misisipi que no sea
norteamericano. Lo mismo puede decirse del Volga de los rusos, del Támesis de los in-
gleses, o del Rin de los alemanes. Los ríos son territorio interno argentino por lo tanto
el Paraná tiene que estar navegado por los argentinos”106.
Solo recordad que por el río Paraná, vía navegable troncal de la Argentina, circulan
cerca de 6.000 barcos anuales, de todos los tamaños, y en ellos sale más del 75% de las
exportaciones argentinas.
105 Resolución N° 129/2021 del Ministerio de Transporte, publicada el jueves 29 de abril de 2021enel Boletín Oficial; estableció que el ente
controlante a cargo de la fiscalización del concesionario será la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de la
cartera de Transporte.
106 El modelo de país e integración regional navega por el Paraná.https://criterio.info/el-modelo-de-pais-e-integracion-regional-navega-
por-el-parana/ Consultado el 22 de abril de 2021.
88
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
tegral, racional y múltiple de los recursos hídricos de la Cuenca del Río Bermejo.
En 1995 se creó la Comisión Binacional para el Desarrollo de la Alta Cuenca del Río
Bermejo y el Río Grande de Tarija (COBINABE), a través de la firma del Acuerdo para
el Aprovechamiento Múltiple de los Recursos de la Alta Cuenca del Río Bermejo y Río
Grande de Tarija (Acuerdo de Orán)107. Así, los gobiernos de Argentina y Bolivia estu-
vieron de acuerdo en consolidarla como un organismo binacional, enfocado en el de-
sarrollo económico sostenible de la cuenca con visión integral.
Luego de algunos años ausentes de encuentros de la Comisión Binacional, en 2016
Argentina y Bolivia retomaron las negociaciones para avanzar en estudios comple-
mentarios y fuentes de financiamiento; se requiere de una etapa de reencuentro bina-
cional como nueva oportunidad para gobernar y gestionar eficiente e integradamente
esta cuenca desde el enfoque de unidad de cuenca.
MAPA DE UBICACIÓN108
107 El Acuerdo fue suscripto por los presidentes de ambos países en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, provincia de Salta, y poste-
riormente ratificado por los países miembros, según lo dispuesto por la Ley 24.639 de la República Argentina y la Ley 1.711 del Estado
Plurinacional de Bolivia.
108 Imagen: http://corebe.org.ar/web2015/mapa-de-ubicacion-de-la-cuenca-del-rio-bermejo/
89
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
del Río Bermejo, ante la pregunta "¿El no desarrollo de la cuenca del Bermejo es políti-
co?", respondió, "Sí. Yo hablo desde la geopolítica, pero los ingenieros hídricos sostie-
nen lo mismo. Tenemos que unir el noroeste argentino con el noreste, hay que sacar
nuestros productos vía Pacífico, y lograr una unión fuerte con Bolivia, el país más her-
mano de todos nuestros vecinos"109.
Por ello, el aprovechamiento del río Bermejo, como recurso fundamental para el de-
sarrollo demográfico y económico, debe ser un proyecto geopolítico y estratégico para
el desarrollo del norte argentino.
109 https://realpolitik.com.ar/nota/38028/cuenca-rio-bermejo-hace-falta-un-proyecto-de-desarrollo-que-este-por-encima-de-lo-
electoral/. Consultado el 6 de septiembre de 2019.
110 En "Realidad y Perspectiva". Geopolítica del Agua. Octubre de 2012, N° 14. Facultad de Derecho. Universidad de Chile. p. 2.
111 Abbott, C., Rogers, P. y Sloboda, J. (2006) Respuestas globales a las amenazas globales: seguridad sostenible para el siglo XXI. Oxford:
Oxford ResearchGroup. p. 14.
112 Según la resolución de 2008 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un acuífero es “una formación geológica permeable porta-
dora de agua, situada sobre una capa menos permeable, y el agua contenida en la zona saturada de la formación".
113 El espacio en donde se encuentra ubicado coincide, en su mayoría, con el territorio en donde habitaba y habita la comunidad guaraní.
90
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
114 Se entiende que tiene sus partes situadas en distintos Estados; es decir, trasciende las fronteras nacionales.
115 Ley N°26.780: Apruébase el Acuerdo sobre el Acuífero Guaraní celebrado entre la República Argentina, la República Federativa del
Brasil, la República del Paraguay y la República Oriental del Uruguay.
Sancionada: Octubre 31 de 2012
Promulgada: Noviembre 19 de 2012
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:
ARTICULO 1º —Apruébase el ACUERDO SOBRE EL ACUIFERO GUARANI, celebrado entre LA REPUBLICA ARGENTINA, LA REPUBLICA
FEDERATIVA DEL BRASIL, LA REPUBLICA DEL PARAGUAY y LA REPUBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY, en San Juan —REPUBLICA ARGEN-
TINA— el 2 de agosto de 2010, que consta de VEINTIDOS (22) artículos, cuya fotocopia autenticada forma parte de la presente ley.
ARTICULO 2º —Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.
DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, EL TREINTA Y UNO DE OCTUBRE DE DOS MIL DOCE.
— REGISTRADO BAJO EL Nº 26.780 —
AMADO BOUDOU. — JULIAN A. DOMINGUEZ. — Juan H. Estrada. — Gervasio Bozzano.
91
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
en función del aprovechamiento de este recurso hídrico estratégico, creando una Co-
misión responsable de coordinar la cooperación entre las partes integrantes del Siste-
ma Acuífero Guaraní". Esta ley garantiza a nuestro país el ejercicio pleno de la sobera-
nía sobre el recurso en su propio territorio, promoviendo la gestión, el monitoreo y el
aprovechamiento del mismo en todas sus variantes.
Si bien en 2018 el parlamento de Paraguay ratificó el acuerdo sobre el acuífero, al
día de hoy, este país todavía no ha depositado su ratificación, impidiendo así que el tra-
tado entre en vigor. Por lo tanto, las aguas del SAG no disponen de una total cobertura
legal internacional.
El 97,5% del agua del planeta es salada, y 1,5% se encuentra congelado en los polos
ártico y antártico. En consecuencia, tan sólo el 1% del agua del mundo mantiene la vi-
da sobre la tierra. Por ello los recursos hídricos constituyen en si uno de los cimientos
estratégicos sobre los que se asienta el desarrollo sostenible de una nación, al mismo
tiempo que los respectivos ecosistemas y el capital humano de la misma dependen de
un uso eficiente y racional del agua dulce.
En síntesis, el agua actualmente es mucho más que una fuente de vida. Es una fuen-
te de riqueza que genera conflictos, guerra de poderes, luchas por la supervivencia; su
falta, en consecuencia, produce mayor desigualdad, pobreza e injusticia social.
Esta situación obliga a repensar la redistribución del instrumento militar. En lo
que respecta al componente terrestre, a modo que sus unidades estén ubicadas de
forma estratégica sobre una de las grandes fuentes de recursos hídricos, como lo es
el SAG, sabiendo que se corresponde geográficamente con la llamada Triple Frontera;
asimismo, a desarrollar un plan de protección, así como de conocimiento del terreno
-llanura, con presencia de algunos cursos de agua de gran magnitud y otros de me-
nor dimensión, pero presentes en gran cantidad-, acrecentando la disuasión al mis-
mo tiempo que los organismos competentes a nivel nacional desarrollan su tarea de
inteligencia estratégica. En referencia a los componentes aéreo y naval, sus desplie-
gues en relación con la misión de vigilancia y el control de los espacios estratégicos
soberanos de interés vital, sean aeroespaciales como las vías fluviales. Y ello será vi-
tal para preservar y mantener la soberanía sobre los propios recursos estratégicos.
Un punto central en el SAG es la llamada Triple Frontera, que referencia al área
transnacional comprendida por las ciudades de Foz de Iguazú en Brasil, Puerto Iguazú
en Argentina y Ciudad del Este en Paraguay.
Esta región comenzó a llamarse así en la década del '90, fuertemente ligada con
fenómenos como el terrorismo y el contrabando; en tal sentido conceptos como una
tierra sin ley o un nido de terroristas empezaron a ser utilizados por los medios argen-
tinos y estadounidenses para describirla.
Esta frontera tripartita tiene una geografía que ha sido dibujada por los ríos Paraná
e Iguazú. Su riqueza está asociada al agua, siendo el Sistema Acuífero Guaraní el centro
de esa construcción social; surgen así conceptos como petróleo blanco, y la mayor re-
serva de agua dulce del planeta.
No obstante, este espacio sociogeográfico presenta una gran paradoja, por un lado,
rico en recursos energéticos, forestales y turísticos, y por otro, un contexto de pobreza
92
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
y desempleo asociados a los daños al medio ambiente, consecuencias directas del des-
monte y la deforestación.
En diciembre de 2002, dado el valor estratégico del SAG, se acordó el esquema 3
(Argentina, Brasil y Paraguay) + 1 (Estados Unidos) en torno al intercambio de infor-
mación respecto a las actividades en la Triple Frontera; las gestiones de Duhalde,
Kirchner y Fernández de Kirchner fueron cuidadosas en el cumplimiento del acuer-
do. En la Cancillería tuvo lugar la Reunión "3+1" entre Argentina, Brasil; se analizó
la problemática de seguridad de la Triple Frontera, que incluye el terrorismo y su
financiamiento, el tráfico de drogas, el lavado de dinero, el tráfico de armas y el con-
trol aduanero y migratorio; luego del tratamiento de los temas de la agenda se llegó a
las siguientes conclusiones:
93
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
> Se tomó conocimiento del programa Arms Destruction Initiative puesto en mar-
cha por el Gobierno de Estados Unidos y, al respecto, el Departamento de Estado
informará a través de las embajadas argentina, brasileña y paraguaya en Wash-
ington.
> Se destacó la necesidad de que los tres países continúen ampliando la implemen-
tación de controles integrados en las fronteras, lo que facilitará el control y la lu-
cha contra los ilícitos y el comercio ilegal en la región.
> Los delegados coincidieron en la utilidad de implementar un mecanismo de pa-
trullaje conjunto en los ríos de la región, para lo cual se coordinarán los recursos
disponibles.
> Las delegaciones acordaron la conveniencia de establecer un grupo de trabajo
de los tres países más EE.UU. para investigar, y analizar la existencia de con-
tribuciones, aportes y transferencias financieras canalizadas a organizaciones
terroristas"116.
94
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
> Expresaron su preocupación por las actividades que redes de Hezbollah conti-
núan realizando en algunas áreas del Hemisferio Occidental.
> Enfatizaron que la cooperación bilateral, regional e internacional es esencial
para prevenir que el Hemisferio sea aprovechado para actividades operaciona-
les, logísticas y de financiamiento en apoyo de actividades terroristas o de otros
delitos conexos;
> Notaron, asimismo, que redes terroristas y de crimen organizado que constitu-
yen amenazas ponen en peligro el Hemisferio, y que los países deben mantener
una robusta cooperación contra esas redes como también contra sus facilitado-
res y aquellos que las apoyan;
> Se comprometieron a tomar medidas para prevenir que grupos terroristas se be-
neficien de la delincuencia organizada nacional y trasnacional;
> Resolvieron incrementar sus esfuerzos para contrarrestar el extremismo vio-
lento, particularmente la apología de los actos terroristas, del terrorismo y de los
grupos terroristas, así como el uso -por parte de los terroristas- de las nuevas tec-
nologías y plataformas de comunicaciones informáticas para reclutar o radicali-
zar, difundir contenidos de terrorismo e incitar a la violencia; permaneciendo al
mismo tiempo comprometidos con una internet abierta, libre y segura;
> Señalaron la necesidad de incrementar la cooperación internacional en la lucha
contra el terrorismo y su financiación, a través del intercambio ágil de informa-
ción y buenas prácticas a fin de reducir las vulnerabilidades como también a tra-
vés del uso de la asistencia judicial mutua y de la extradición y de la implementa-
ción de alertas de viaje;
> Se comprometieron a establecer, en el marco del CICTE, una red 24-7 de Puntos
de Contacto Nacionales de Seguridad para la Lucha contra el Terrorismo, para fa-
cilitar el intercambio oportuno, mediante plataformas de comunicación seguras,
de alertas tempranas de amenazas y otros temas relacionados con el terrorismo y
otra información relevante118.
95
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
El Corredor Bioceánico
Involucra a cinco países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Paraguay), y tiene en sus
extremos importantes instalaciones portuarias tanto en el océano Pacífico como en
el Atlántico que dan cuenta de su carácter bioceánico; es considerado de relevancia
geopolítica y económica.
Es un extenso y completo sistema de Transporte Multimodal, de aproximadamen-
te 2.600 km. de extensión; se ubica en torno al trópico de Capricornio, comprendido
entre los paralelos 20º y 30º de latitud Sur. Conecta una superficie de 3.600.000 km2 y
una población cercana a los 30 millones de habitantes.
Es uno de los pilares de desarrollo de la Región del Norte Grande Argentino (NOA
y NEA), que conforma una red de transporte multimodal que une los puertos del Su-
deste de Brasil, como Santos y San Francisco, con los del Norte de Chile (Antofagasta
119 https://translate.google.com.ar/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/The_Pentagon%2527s_New_
Map&prev=search.Consultado el 6 de abril de 2020.
96
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
120 Álvarez, Álvaro, Corredores Bioceánicos y reordenamiento del territorio en la Argentina, Ponencia. VII Congreso Nacional de Geografía
de Universidades Públicas y XXI Jornadas de Geografía de la UNLP. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, La Plata 9, 10 y
11 de octubre de 2019, p.9.
121 http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/255000-259999/256605/norma.htm. Consultado el 8 de abril de 2020.
122 Su Misión: "Proveer energía eficaz y eficientemente, acompañando las políticas públicas del Estado Nacional, dentro de un marco de
respeto socio ambiental que contribuya a mejorar la calidad de vida de las personas y al desarrollo de la comunidad". http://www.ieasa.
com.ar/index.php/empresa/. Consultado el 8 de abril de 2020.
97
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
Brigada de Monte
Es una gran unidad de combate (GUC) motorizada del Ejército Argentino, con capaci-
dad de rápidos desplazamientos por caminos y sendas, cuya misión general "...es des-
truir, capturar, rechazar o desgastar al enemigo por medio de la maniobra, el fuego y la
acción de choque, dentro del ambiente geográfico particular"125.
Ese ambiente geográfico particular (AGP) es el Monte, concepto que refiere a dife-
rentes configuraciones propias de regiones con abundante vegetación como: "SELVA:
abarca toda la provincia de Misiones, norte de Corrientes, gran parte de Tucumán,
centro de Salta y SE de Jujuy; (...) BOSQUE: abarca las provincias de Jujuy, Salta, San-
tiago del Estero, Formosa y Chaco. (...) MONTE: abarca las provincias de Entre Ríos,
123 https://www.clarin.com/economia/economia/finalmente-decidio-terminar-cuestionado-gasoducto-nordeste_0_B1VDzXlOQ.html.
Consultado el 9 de septiembre de 2019.
124 Inician estudios para retomar la construcción del Gasoducto del Noreste.
https://www.telam.com.ar/notas/202006/473736-inician-estudios-para-retormar-la-construccion-del-gasoductos-del-noreste.
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125 Ejército Argentino Conducción de la Brigada de Monte, ROP-00-07, Público Militar, Capítulo I, Sección II, Departamento Doctrina, Buenos
Aires, 2007, p. 1.
98
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Corrientes, Santa Fe (Centro y S), Chaco (E), Santiago del Estero (S), Córdoba, La Rioja,
Catamarca, San Juan, San Luis, Mendoza y La Pampa (NO)"126.
Para el combate, podrá adoptar medidas, procedimientos y técnicas semejantes a
las operaciones en grandes espacios, tales como la "Formación de fuerzas de tarea y
equipos de combate", y el "control y ocupación física de los caminos principales y de
las zonas llave, en forma casi excluyente",127 entre otras.
En cuanto a su organización, "La brigada está organizada con elementos de coman-
do, elementos básicos de combate, elementos para operaciones especiales, elementos
de apoyo de fuego, elementos de apoyo de combate y elementos de los servicios para
apoyo de combate"128.
El Ejército Argentino tiene, formando parte de la División de Ejército 1, las siguientes
brigadas de monte:
> III Brigada de Monte, con asiento en la ciudad de Resistencia; su jurisdicción abarca
las provincias de .... Comprende las siguientes unidades militares:
> Regimiento de Infantería de Monte 29
> Regimiento de Infantería de Monte 28
> Compañía de Cazadores de Monte 17
> Compañía de Cazadores de Monte 19
> Grupo de Artillería de Monte 12
> Compañía de Ingenieros de Monte 3
> Compañía de Comunicaciones de Monte 3
> Base de Apoyo Logístico "Curuzú Cuatiá"
> Base de Apoyo Logístico "Resistencia"
> XII Brigada de Monte "General Manuel Obligado", con asiento en la ciudad de Posa-
das; su jurisdicción abarca las provincias de Chaco, Formosa, Misiones y norte de
Corrientes. Comprende las siguientes unidades militares:
> Regimiento de Infantería de Monte 9
> Regimiento de Infantería de Monte 30
> Compañía de Cazadores de Monte 18
> Escuadrón de Exploración de Caballería de Monte 12
> Grupo de Artillería de Monte 3
> Batallón de Ingenieros de Monte 12
> Compañía de Comunicaciones de Monte 12
> Compañía de Sanidad 12
> Sección de Arsenales "Posadas"
99
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
129 "Las Fuerzas Armadas, a través del operativo “Integración Norte”, colaboran en “Fronteras Protegidas” a fin de incrementar los niveles de
seguridad estratégica actuando en forma coordinada con las Fuerzas Federales y subsidiariamente, fortalecer la presencia del Estado
Nacional mediante la realización de acciones de apoyo a la comunidad".http://www.fuerzas-armadas.mil.ar/Noticia-2018-09-04-
Integracion-Norte.aspx. Consultado el 15 de abril de 2020.
130 "El área de trabajo comprende la frontera norte de nuestro país desde La Quiaca en la provincia de Jujuy hasta Puerto Iguazú en la
provincia de Misiones, abarcando un área geográfica de más de 51.600 km2". http://www.fuerzas-armadas.mil.ar/Noticia-2018-09-04-
Integracion-Norte.aspx. Consultado el 15 de abril de 2020.
131 https://www.argentina.gob.ar/noticias/operativo-integracion-norte. Consultado el 15 de abril de 2020.
100
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Consideraciones Finales
La República Argentina tiene como desafío consolidar la integración territorial de sus
espacios terrestre, marítimo, y aéreo, paralelamente a resolver el conflicto con el Rei-
no Unido sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y mares adyacentes, en un
contexto mundial donde la cuestión del universalismo y el regionalismo es un tema de
renovada actualidad.
Como consecuencia de la profunda y prolongada crisis mundial, por el Covid-19 en
2020, la universalización pareciera convertirse en su mejor aliado; Santiago Román,
frente a las bondades del aumento de la movilidad de las personas, tanto para la socie-
dad como la economía en las últimas décadas, señala: “De ahí que la principal medida
que han tomado las autoridades de los países infectados para ralentizar su propaga-
ción es crear compartimentos estancos, aislar las zonas contaminadas, crear corta-
fuegos para evitar una pandemia mundial. Las primeras decisiones han sido la can-
celación de rutas comerciales, eventos internacionales, el confinamiento de millones
de personas en sus casas o ciudades. Básicamente restringir la libre circulación de las
personas. Medidas extremas para tiempos excepcionales”132.
La supuesta universalización suponía:
1. La desterritorialización (creencia de que por el efecto de la electrónica el territo-
rio pierde su valor esencial) y, de allí, hacia la consecuencia obligada,
2. La desnacionalización (suposición de que las naciones van a desaparecer en be-
neficio de un eventual y futuro gobierno mundial).
3. La tenacidad con que se impone la concentración de la economía global (fuera de
la cual no parece haber salvación);
4. Las tendencias a la unificación de relaciones internacionales (fuera de la cual
uniformidad no habrá política posible) y, finalmente,
5. La búsqueda de una definición del globalismo como modo de pensamiento.
Estamos ante el debate de temas tan diversos como las raíces de la territorialidad, la
percepción del espacio o el origen del estado moderno hasta la democracia actual, pa-
sando por la erosión de la soberanía, y la competencia de roles de Estados Unidos (po-
tencia dominante) y de China (potencia desafiante) en el mundo que viene en general,
y entre nosotros en particular.
Entretanto, los centinelas de la globalización con argumentos estrictamente eco-
nómicos -si no financieros- predican su bondad con el argumento básico de que la de-
molición de todas las barreras y controles al comercio internacional traerán mayor
actividad y, consecuentemente, más prosperidad universal. Por supuesto que también
campean los argumentos contrarios. No obstante, "La crisis del corona virus acelerará
el vacío del poder mundial. Es el momento apropiado para preparar una transforma-
ción nacional, saliendo de la actual decadencia con originalidad y audacia"133.
101
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
Es muy difícil dialogar o debatir sobre estos temas que hacen al sentido pleno de la
Defensa Nacional, cuando conceptos como el territorio, la nación, el estado, el poder
etc., son tratados a la ligera sin el correspondiente rigor de una mirada estratégica. Lo
explica claramente Ricardo Auer: “El centro de gravedad de las políticas debería pasar
por proponer estrategias claves para “transformar” al país, entendiendo, “transforma-
ción” como un rediseño completo, de base cero, de los “pseudo modelos” que nos estu-
vieron llevando hacia un futuro distópico. No se trata simplemente de volver a “recons-
truir” o de “recrear”, lo que efectivamente funciona mal. Esta transformación se vería
facilitada porque todo el mundo entrará en una fase de reorganización importante, de-
bido a que la mayoría de los países necesitan reformularse, no solo por los cambios que
provoca el coronavirus, sino porque las demandas sociales así lo imponen”134.
Así como la geopolítica gradualmente predominará en el futuro sobre la geoecono-
mía, la crisis actual ha demostrado la importancia del Espacio Territorial; el territorio
está ahí, es real no virtual. Como bien adelanta Auer, "Los cambios tecnológicos es-
tán impulsando fuertemente la reestructuración geopolítica del poder mundial y ello
traerá relocalización de producciones, disminución de consumo de ciertos bienes, au-
mento de otros, cambios en el tipo de consumo masivo, reorganización del turismo
global, se dará mayor importancia de los problemas ambientales; caída de los precios
de commodities agrícolas; interrupción de algunas cadenas de valor globales y regio-
nales; dificultades para lograr financiación a largo plazo y con las seguridades que se
reclaman; salida de capitales hacia los centros de mayor seguridad, y otros. Habrá ga-
nadores y perdedores"135.
La Defensa Nacional puede y debe hacer sus aportes, considerando que la Argenti-
na es el octavo país del mundo en términos de superficie, y que nuestros recursos na-
turales son y serán aún más apetecidos por el resto del mundo. Hoy todo pensamiento
estratégico es más necesario que nunca; ha llegado el momento apropiado para for-
mular planes y programas de transformación, como nuevo modelo nacional.
En tal sentido retomamos los ejes formulados:
1. La creación del Polo Logístico Ushuaia - Base Petrel, para el aprovisionamiento de
las 44 Bases de 21 países instaladas en la Antártida, la resolución de problemas
ambientales y la producción de raciones alimenticias, de uso dual (militar y civil)
y también para ayuda social interna y misiones de ayuda humanitaria. Este pro-
yecto nos otorgaría un posicionamiento estratégico y geopolítico importante y
una base de negociación para el futuro de las Islas Malvinas. Además, ayudaría a
hacer más eficiente el Polo de Fabricación de la Línea Blanca y otros (lavarropas,
cocinas, heladeras, computadoras, televisores) trasladándolo hacia algún nuevo
pueblo en el centro del país, con centros tecnológicos cercanos y sin el altísimo
costo logístico de su actual instalación en la isla de Tierra del Fuego; es decir, más
cercano a los grandes centros de consumo y de la provisión de componentes na-
cionales (motores, chapas, semiconductores, software, etc.).
134 Ibid.
135 Transformando la Argentina, https://www.infobae.com/opinion/2020/05/16/transformando-la-argentina/. Consultado el 16 de mayo de 2020.
102
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Y dichos ejes deben ser combinados con el concepto de Argentina, país Bicontinental136 ,
que implica un cambio de paradigma cultural y de soberanía, ya que señala la ver-
dadera extensión territorial y marítima de nuestro país; con una superficie total de
3.761.275 de kilómetros cuadrados, 2.791.810 de kilómetros cuadrados se encuentran
en el continente insular americano, y 969.464 de kilómetros cuadrados en el conti-
nente antártico y las Islas australes. Un cuarto del total de nuestro territorio está en
el continente antártico; y la extensión marítima en el Atlántico Sur comprende unos
2.000.000 de kilómetros cuadrados.El territorio que dimensiona el mapa bicontinen-
tal, llamado “Pampa azul” o “sumergida”, contiene una incalculable cantidad de re-
cursos renovables devenidos de la diversidad de pesca, algas y genéticos, como así
también de recursos no renovables como minerales e hidrocarburos. Estas riquezas
tanto energéticas como alimentarias sumadas a las reservas de agua representan una
fuente de recursos vitales para el presente y el futuro de la humanidad; por ello, nece-
sitamos actualizar nuestros equipamientos de control aéreo y marítimo, potenciando
la cooperación entre nuestros institutos científicos y los especialistas de la defensa-, y
transversalizados por una logística nacional competitiva y transformada -que combi-
ne las vías navegables y el ferrocarril de cargas, ambos para trayectos largos, sumados
a una flota de camiones para trayectos medianos o cortos, con muchos puestos hubs
de transferencia, como se hace en los países regionales eficientes-.
El desafío como Nación es desarrollar una Política Marítima, es decir, construir
poder en el Atlántico Sur, aspecto por el cual podrá modificarse el escenario actual
136 El 20 de octubre de 2010 el congreso argentino sancionó la ley Nº 26.651 que determinó la obligatoriedad del uso del llamado "mapa
bicontinental" en todos los niveles educativos así como también exige que sea exhibido en todas las dependencias públicas nacionales
y provinciales; la parte continental del territorio argentino y el sector antártico se representan en la misma escala. El proyecto fue
presentado por la diputada Nacional Mariel Calchaquí (FpV/PJ); se transformó en Ley y fue publicada en el Boletín Oficial Nº 32.029 del
16 de noviembre de 2010. Si bien la ley no introduce ninguna novedad desde el punto de vista cartográfico, si se busca reemplazar el
mapa de la Argentina más conocido y más utilizado en todos los medios -cuya superficie gráfica representaba el territorio continental e
insular e incluye el sector antártico reclamado por el Estado argentino en un recuadro lateral, representado a una escala más grande-,
por otro que muestra a la Antártida Argentina en su real proporción con relación al sector continental e insular, a continuación de la Isla
Grande de Tierra del Fuego, mostrando sus límites reales.
103
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
137 Burdman, Julio Revisando la (nueva) geopolítica de los recursos naturales: perspectivas clásicas y críticas, Buenos Aires: Instituto de
Sociología Política, 2019, pp.507-508.
138 https://www.infobae.com/opinion/2020/05/16/transformando-la-argentina/. Consultado el 16 de mayo de 2020.
104
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
105
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
A modo de conclusión
A través de los tres Capítulos desarrollados, sobre los tres Informes parciales del pro-
yecto UNDEFI “Geopolítica y geoestrategia argentina para el siglo XXI”, partiendo de
los marcos conceptuales de la Geopolítica y sus problemas, y de la Geoestrategia y sus de-
safíos aplicables a nuestra Nación, el acervo y rescate de nuestros autores y el análisis
de las principales Áreas y Zonas Estratégicas, hemos buscado recorrer y fundamentar la
necesidad de potenciar esta nueva visión de la Argentina -que necesariamente tendrá
que articular las riquezas existentes en el mar y sus regiones naturales, su ubicación
geográfica en el continente y en el mundo-, como país Bicontinental, tomando con-
ciencia de la real dimensión de nuestro territorio y de su extensión marítima.
Como vimos, las Teorías del Poder Terrestre, Naval, Aéreo y Espacial surgieron de
la tensión entre los poderes continentales y navales para resolver quien tenía la pri-
macía en el sistema internacional, estando estrechamente ligada a los ejes teóricos
de las distintas Escuelas Geopolíticas, y a las acciones políticas de los Estados. Bajo
esas premisas, los recursos humanos, físicos y naturales constituyeron un elemento
de poder para un Estado; no obstante, en pleno siglo XXI, la educación, el conoci-
miento y la tecnología junto a la investigación y desarrollo, constituyen el camino
necesario para el ascenso y la proyección geopolítica de un país, traducidos en polí-
ticas de Defensa Nacional.
La revalorización de la geopolítica y la estrategia como ciencias sociales prácticas
del Estado Nacional es un imperativo permanente, actualizado por los crecientes con-
flictos y cambios de un mundo dinámico, tendiente a una configuración de poder mul-
tipolar competitivo.
El Estado Argentino tiene que conocer sus problemas, elaborar cursos de acción
inteligentes y buscar soluciones prácticas y viables. Por ello consideramos que nues-
tros factores geopolíticos deberían adecuarse a las nuevas exigencias y característi-
cas que conforman el mundo actual, siendo el Estado la entidad que tiene capacidad
de decisión en la materia; a través de un continuo redimensionamiento de sus pro-
pias potencialidades, mediante un análisis prospectivo, evaluará y dimensionará
los cambios, determinando los intereses nacionales. Así el gobierno, mediante po-
líticas públicas interpretará y fijará las metas que se aspira obtener, definiendo es-
cenarios adecuados para la inserción nacional; ello potenciará la importancia de los
factores geopolíticos, dotando a los mismos de la trascendencia acorde a un mundo
en constante transformación.
La primera década del siglo XXI ha actualizado el debate territorial; nos ha recorda-
do la relación Íntima entre espacios y sociedades, entre geografías y contradicciones
de intereses organizados; estamos frente a una nueva geografía del poder, que puede
derivar en nueva geografía de conflictos o geografía de cooperación en el ámbito glo-
bal. Por ello nuestro desafío como Nación es, regionalmente, fijar posiciones claras
con las potencias globales, que proyectan sus intereses sobre todos los espacios geo-
gráficos del planeta, transformando así nuestras expectativas e intereses, y no las de
ellas, en criterios y elementos geopolíticos viables y concretos.
106
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
107
Pablo Anzaldi, Gabriel Camilli y Gustavo Carrere Cadirant
139 Juan Battaleme, J., Paz, M., Chretien, M., y Caira, Y. La Geopolítica de los Recursos Naturales Estratégicos: del Mito a la Realidad, Revista
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108
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
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Buenos Aires.
111
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
ANEXO I
Tierra y mar.
El pensamiento
geopolítico de
Aleksandr Dugin
Por Mg. Belén Vitale1
Resumen
En la década de 1990, con la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión
Soviética, se abrió un período en el que Estados Unidos prevaleció como potencia he-
gemónica. Esta situación actualmente es puesta en discusión ante el surgimiento de
nuevos actores que compiten por el poder político a escala mundial. La Federación de
Rusia tiene un papel cada vez más relevante, y se reanuda la histórica contienda entre
la Tierra y el Mar, introducida por Carl Schmitt y retomada por el analista político Ale-
ksandr Dugin para pensar la relación entre Rusia y Estados Unidos y el orden interna-
cional. La propuesta de este trabajo es analizar la perspectiva filosófica y geopolítica
de Dugin para dar cuenta de estos procesos.
Introducción
Según Carl Schmitt, la historia universal es la historia de la lucha de la tierra contra
el mar, es decir, de las potencias marítimas contra las terrestres. La histórica disputa
entre Inglaterra y Rusia se da como la lucha entre un oso, Behemot, y una ballena,
1 El presente trabajo se basa en la tesis de maestría en Análisis Político de la Universidad Nacional de Tres de Febrero aprobada en Diciembre
de 2020.
113
Belén Vitale
Leviatán2. Este punto de vista histórico le permite enfocar algunos procesos como
episodios de dicha confrontación. Estos conceptos son retomados por Aleksandr Du-
gin3, quien reivindica el carácter telurocrático (poder de la tierra) en la autopercep-
ción de la idiosincrasia de la Federación de Rusia, en confrontación con la talasocra-
cia (poder del mar).
Este trabajo aborda los conceptos de la civilización de la tierra y la civilización del
mar, y cómo se traducen las alusiones al Behemot y el Leviatán en la visión de Dugin.
Asimismo, repasa, en ese sentido, su visión del posicionamiento de la Unión de Repú-
blicas Socialistas Soviéticas (URSS) a partir de la Revolución de 1917, previo a la etapa
de confrontación con Estados Unidos que se inició durante la Guerra Fría. Luego, re-
compone los episodios de esta contienda hasta la actualidad, según el punto de vista
de Dugin. El trabajo incluye, además, ideas con respecto al escenario internacional y el
camino hacia un orden multipolar, a partir del análisis del autor.
Dugin se basa en los postulados de geopolítica trazados por Halford Mackinder4
(1861-1947), y el eurasianismo5 para construir su postura sobre los lineamientos de la
política exterior rusa6. Algunos medios de comunicación caracterizan a Dugin como
un influyente consejero del gobierno de Vladimir Putin7, pero sin embargo mantuvo
posturas críticas hacia algunas de sus decisiones. La importancia de revisar algunas
de sus ideas tiene que ver con la búsqueda de aproximación a algunos aspectos del
pensamiento geopolítico de Rusia en la actualidad, debido a la trascendencia del autor.
Se buscará analizar la relación entre Rusia y Estados Unidos desde la perspectiva his-
tórica, geopolítica y sociológica de Dugin.
El trabajo consta de los siguientes objetivos:
Objetivo principal:
Repasar ciertas ideas de la visión filosófica y geopolítica del analista ruso Aleksandr
Dugin en su análisis del pasado histórico ruso y su perspectiva sobre la Federación
de Rusia en la actualidad.
Objetivos específicos:
> Dar cuenta de los acontecimientos que colocaron a la URSS como una de las po-
2 El autor recupera las figuras míticas que proceden del Libro de Job (Libro de Job 40, 10-28 y 41, 1-25): “Pues bien, el Behemot trata de
destrozar al Leviatán con cuernos y colmillos, en tanto que el Leviatán cierra con sus aletas las fauces y el hocico del animal terrestre para
impedir que coma y respire” (Schmitt, 1995: 3).
3 Analista político nacido en Moscú el 7 de enero de 1962, fue consejero del Partido Comunista de la Federación Rusa y fundador del partido
político Eurasia en 2002.
4 Su doctrina, según Dugin, se traduce en el siguiente principio: dentro de la historia planetaria existen dos visiones enfrentadas y compe-
tidoras sobre la colonización de la superficie de la Tierra: el terrestre y el marítimo, y la elección depende de la orientación, terrestre o
marítima, que siguen unos u otros estados, pueblos o naciones (Dugin, 2019a: 58).
5 El objetivo principal del eurasianismo es la afirmación de un modelo pluralista y alternativo respecto a esquemas de unificación unidimen-
sional ofrecidos por los partidarios del “globalismo bajo la influencia de Occidente” (Dugin, 2016: 23).
6 El politólogo argentino Marcelo Montes identificó a estos grupos en la competencia discursiva por la búsqueda de la construcción de una
identidad nacional durante el gobierno de Putin-Medvedev: los liberales o atlantistas; los ultra-nacionalistas, los estatistas y los civiliza-
cionistas que ven los valores rusos diferentes a los occidentales y se oponen al atlantismo, dentro de los que se ubican los eurasianistas
(Montes 2012: 7).
7 Se ha señalado que en Occidente Dugin es llamado “el Rasputín de Putin” y que “sin cargo oficial en el gobierno, es un asesor del presidente
ruso” (Pomeraniec 2019: 234).
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
8 La entrevista realizada posibilitó indagar sobre diversos temas y profundizar en los conceptos más importantes de la concepción filosófica
y la visión geopolítica de Dugin. La realización de la entrevista fue para generar una instancia de conocimiento de las ideas del autor por
fuera de la bibliografía, y encuadrarla con los objetivos del trabajo.
9 Cf. Mackinder, Halford, “El pivote geográfico de la Historia”, en Antología geopolítica, Ediciones Pleamar, Buenos Aires, 1985.
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
orden mundial (Kissinger, 2016: 15). Esto significaba, para Dugin, la victoria global
de Leviatán sobre Behemot (Dugin, 2019d).
Dugin contrapone a la afirmación de Fukuyama la visión de Huntington, que cues-
tiona la idea de que el fin del mundo multipolar conduzca a uno unipolar, sobre la ba-
se de que el mundo vuelve a configurarse a partir de nuevos conflictos y tensiones10.
Aparece un nuevo actor, la civilización, una comunidad colectiva unida por las mismas
tradiciones espirituales, históricas, culturales, intelectuales y simbólicas, cuyos miem-
bros son conscientes de ser parte de ella y de ser mutuamente cercanos, independien-
temente de su afiliación nacional, de clase, política e ideológica (Dugin, 2019d).
Para Dugin el orden multipolar tiende a reproducir el sistema de Westfalia con las
características que lo distinguen: soberanía, equilibrio de poder, anarquía en el en-
torno internacional, posibilidad de guerra y cooperación pacífica. La diferencia es que
ahora los actores no serán los Estados nacionales sino las civilizaciones, que tienen
una estructura interna totalmente independiente, correspondiente a las tradiciones
históricas y los códigos culturales de cada una. Avanzamos hacia un mundo que será
“policéntrico”. No hay un sistema hegemónico, sino diferentes concepciones. El mun-
do multipolar será un espacio histórico “abierto”, en el cual la participación activa de
las comunidades en la creación de un nuevo orden, un nuevo mapa de la realidad que
no estará limitada por ningún marco externo y ninguna hegemonía. Sin reduccionis-
mo ni universalismo, sin una norma preestablecida impuesta por un actor externo, un
mundo multipolar se ordena de acuerdo a la libertad de autodeterminación de cada
pueblo políticamente organizado, respetando el sentido y los valores de los demás.
Es una idea interesante para pensar la política internacional, considerar un esque-
ma que comprenda los valores propios de cada nación o región que los legitime como
propios, aunque también puede despertar polémica si se incentivan los nacionalismos
y corrientes que pudieran radicalizarse, al tomar esos valores como absolutos o plau-
sibles de ser impuestos al resto. Pero, por otra parte, hay que tener en cuenta ese factor
mencionado: no se trata de imponer valores o ideas al resto de las naciones, por lo que
este esquema pretende respetar la multiplicidad y diversidad. La visión de la multipola-
ridad sostenida por Dugin requiere de un cierto fundamento conceptual que cuestione
a la Ilustración -como fundamento del proyecto sustentado por la hegemonía estadou-
nidense- así como a las alternativas del comunismo de tipo soviético y al tercerismo
de tipo fascista, históricamente acabadas. El próximo capítulo explora esa concepción.
10 Cf. Huntington, Samuel, El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, Paidós Ibérica, España, 1997.
11 Si bien Kissinger y Dugin no representan de modo exhaustivo el pensamiento norteamericano y ruso, resultan una lectura imprescindible
por su potencial capacidad de influencia en los ámbitos de discusión sobre política internacional.
117
Belén Vitale
su último libro Kissinger sugiere el desafío de descifrar cómo dar forma a experien-
cias históricas y valores divergentes en un orden común. Estados Unidos está llama-
do a difundir sus valores más importantes: libertad de culto, de expresión, de acción
(Kissinger, 2016: 15). La posición geográfica de su país es favorable, ya que la políti-
ca exterior es opcional y no debe ser una constante. Esto diferencia las posibilidades
de dicha nación con los países europeos. Con respecto a Rusia, Kissinger observa un
cuestionamiento implícito al tradicional concepto europeo de orden internacional.
Las restricciones al poder son sinónimo de catástrofe para Rusia, ya que por su posi-
ción geográfica la deja expuesta a amenazas externas. Para el autor, la tendencia hacia
el autoritarismo en Rusia nace de la necesidad -por la extensión del territorio- de ejer-
cer una constante defensa contra los enemigos12.
A partir de la guerra fría, el autor caracteriza a Estados Unidos como la fuerza im-
pulsora de la construcción de un nuevo orden internacional. Califica al liderazgo es-
tadounidense como indispensable. Postula que el equilibrio de poder debería ser cal-
culable: pero en la práctica, ha sido difícil armonizar los cálculos de un país con los
de otros estados y alcanzar un reconocimiento común de los límites. Estados Unidos
necesita, según la visión estratégica de Kissinger, una estrategia y una diplomacia que
tengan en cuenta la complejidad del camino a recorrer. La búsqueda de un orden mun-
dial funciona en dos niveles: la celebración de los principios universales debe ser equi-
parada con el reconocimiento de la realidad de las historias y culturas de otras regio-
nes (Kissinger, 2016).
La comparación entre las ideas de Kissinger con la visión de Dugin refleja un con-
traste entre la búsqueda de un orden mundial liderado por Estados Unidos y basado
en gran medida en la proyección de sus principios y valores a escala mundial, que
propone Kissinger, y el camino hacia un orden multipolar en la visión de Dugin, para
quien Rusia busca recuperar su importancia y, en complementación con el avance de
la economía de China y la consolidación de otros nuevos polos emergentes, puja por el
avance hacia un orden multipolar. Dugin se opone al liberalismo globalista promovido
por Estados Unidos, no ve a Estados Unidos como amenaza en sí, el problema es el uni-
versalismo liberal y la forma de imposición de los valores mediante la fuerza política,
económica, y tecnológica.
Se puede ver la relación entre el carácter telurocrático de Rusia y la idea de Estado que
promueve la soberanía de otros estados, y este es el eje que toma Dugin para diferenciar
la civilización de la tierra y la civilización del mar. La talasocracia está orientada a un or-
den mundial unipolar, en ese sentido, el conflicto de Rusia con los países que promueven
la unipolaridad se torna posible. Recuperar los principios civilizacionales no es una idea
que tenga que llevar adelante Rusia, en un principio, para después imponer esos valores
a otros países. Por el contrario, la multipolaridad promueve que cada civilización se fun-
de sobre lo propio y con los objetivos acordes a la defensa de cada soberanía.
12 Esta interesante observación se puede relacionar con las ideas expresadas por Schmitt (1984: 46), en donde habla del ius belli (posibilidad
real de determinar al enemigo y combatirlo en casos concretos y por la fuerza de una decisión propia) que otorga contenido al Estado
como comunidad política, con la posibilidad de hacer la guerra y por consiguiente a menudo de disponer de la vida de los hombres.
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
13 Es un término que en alemán combina las palabras «ser» (sein) y «ahí» (da). Existe en dos estados: el auténtico y el inauténtico. En el pri-
mer caso se trata de una excepción, el paso del dasein hacia su sein, hacia sí mismo. En el segundo caso está la situación habitual cuando
existe el retraimiento, ilegítimo, suscitando su doble sociológico, el das-man.
14 Cf. Martín Heidegger, Ser y tiempo, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1997, traducción de Jorge Eduardo Rivera.
15 Da es palabra alemana que se traduce como allí, ahí, aquí.
16 La palabra das-man significa el “uno” impersonal. Heidegger la utiliza profusamente como significado de la despersonalización en un
“uno” colectivo disolvente de la singularidad personal.
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La Cuarta Teoría Política es invitación a ir más allá, más allá de esta modernidad,
volviendo a las raíces de las civilizaciones, a la transgresión de la sacralidad, pa-
ra superarla y dar un paso adelante. El volver a las tradiciones propias de cada
civilización, por un lado, pero también supresión en el futuro de lo que está esta-
blecido como universal (Dugin 2020, ver Anexo).
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
de camino. Al final del siglo XX, sólo permanece la teoría liberal como un proyecto de
“Estado global” (Dugin, 2009: 28).
La Cuarta Teoría Política surge en disidencia con ese proyecto como práctica uni-
versal; con la globalización; con la posmodernidad; con el “fin de la historia”" (Dugin,
2009: 31). Se trata de un proyecto de “cruzada” contra la posmodernidad liberal, con-
tra la sociedad post-industrial, contra la globalización y sus bases logísticas y tecnoló-
gicas. En la opinión de Dugin ya no hay derecha e izquierda, hay dos posiciones frente
al orden mundial actual: la conformidad o la disidencia. En tal sentido la Cuarta Teoría
Política “No resuelve el problema de la oposición entre el Mar y la Tierra, pero crea la
salida de la situación generada cuando el liberalismo triunfante no tuvo más oposición
real. No es comunismo ni fascismo, sí es antiliberal y anticapitalista” (entrevista).
La Cuarta Teoría Política parte de la victoria del liberalismo, reconocer la falta
de alternativas y proponer una nueva. Propone una “insurrección radical contra el
mundo moderno, romper esquemas, negar su lógica y sus normas” (Dugin, 2019b:
12-24). Para avanzar en la Cuarta Teoría Política es necesario modificar la interpre-
tación de la historia de los últimos siglos, dar cuenta de la estructura profunda de la
sociedad global, disipar el paradigma de la era posmoderna y construir un modelo
político independiente, que sirve a su vez de fundamento para un nuevo Nomos de la
Tierra basado en la multipolaridad y rompiendo la tendencia a la uniformidad global
implicada en la talasocracia.
Los siguientes párrafos, tomados de nuestra entrevista, ilustran la concepción de
Dugin sobre las características de la Cuarta Teoría Política:
“No es universal, no puede pretender en ese sentido llenar el vacío que se abre
después de la crisis o de la caída total del liberalismo, no busca reemplazar al ca-
pitalismo, o ser alternativo universal para crear, basándose sobre sus principios
el mundo universal planetario homogéneo. Por el contrario, es invitación a res-
taurar los principios de las diversas civilizaciones. No invita a hacer una proyec-
ción de una u otra civilización. En ese sentido, es distinta al comunismo porque
no puede dar la solución ya hecha, preparada, a los otros”.
“Se trata de crear un mundo multipolar, con muchas civilizaciones, unidas
en los grandes espacios, que deben cooperar entre ellas. No luchar, ni pelear in-
sistiendo en que los valores de cada civilización son mejores, o universales, o los
únicos, que es precisamente lo que sucede con el liberalismo. El liberalismo es
el sistema occidental moderno que pretende ser universal, quiere imponerse a
toda civilización. Sin embargo, las tradiciones, las raíces culturales son diversas.
En este sentido, el comunismo también era universal. No es nacionalista o racis-
ta, porque niega radicalmente la posibilidad de existencia de la jerarquía entre
los pueblos o las civilizaciones”.
“Las civilizaciones, las sociedades son diversas. Debemos desde el inicio, des-
de el comienzo, aceptar a los otros. La figura del otro debe comprender el ser co-
mo otro positivo. Ese otro no es mejor o peor, no es igual, es otro. Este concepto
falta radicalmente al occidentalismo liberal. Todos los que están a favor del libe-
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ralismo son amigos de la sociedad abierta, los que no son considerados enemi-
gos. Es una forma del racismo liberal, el universalismo. La Cuarta Teoría Política
es pluralismo radical, sin relativismo, porque todas las civilizaciones, todas las
sociedades, tienen sus principios absolutos. En este sentido, deben ser leales a
sus principios absolutos, sin juzgar a los otros” (2020, ver Anexo).
Podemos enlazar esta teoría con la construcción de un mundo multipolar que, se-
gún Dugin, debe ser fundado sobre esta visión general:
“No hay existencia de una única civilización, hay un progreso, avances tecnoló-
gicos, pero todos los pueblos pueden construir sus propios valores, sus propios
sistemas, sus propias tecnologías, sus propias formas políticas. En ese sentido,
proyectando esta idea sobre la visión geopolítica, podemos decir que la civiliza-
ción de la Tierra, Eurasia, tiene la posibilidad de edificar como el heartland, hacia
todos los otros. Podemos pensar en el heartland norteamericano, el heartland de
América del Sur, heartland europeo, heartland islámico, chino, africano, porque
todos pueden ser heartland, ser la tierra, la tradición, la civilización sagrada, sin
imitar a otros, siguiendo los propios caminos históricos” (Dugin 2020, Anexo).
17 En este sentido, se habla de recuperar la “razón de ser” de una civilización, como lo menciona Esteban Montenegro en el Prólogo al libro
Logos Argentino de Aleksandr Dugin, en el que se realiza el intento de rescatar, justamente, cuestiones trascendentales acerca de la
nacionalidad argentina (Montenegro, 2018: 9).
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
presente investigación, como caso ilustrativo de aplicación de una teoría que se pre-
senta aún con mayores alcances.
18 El autor se refiere a aquellos pueblos de Asia Central que estaban unidos por el grupo lingüístico uráltico. Los Ávaros, un grupo turánico de
guerreros nómades, establecieron un imperio considerable que abarcaba grandes áreas de Asia y Europa entre los siglos VI a IX.
123
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Inglaterra, Francia y Estados Unidos, y los países de Europa oriental que pertenecían al
“cordón sanitario” y estaban bajo el control de la talasocracia (Polonia, Checoslovaquia).
Por el otro lado, la Europa continental: los estados telurocráticos, encabezados por la
Alemania nazi y la Italia fascista y por los países ocupados o sus aliados. Por su parte,
Japón estaba alineado con Alemania y había invadido China (Dugin, 2018: 53-54).
La Gran Guerra Patriótica se manifestó como una alianza de países talasocráticos
democrático-burgueses con la Unión Soviética euroasiática continental, contra el con-
tinentalismo europeo de Alemania. Se manifestaron tres vectores geopolíticos, a sa-
ber: el Corazón de la Tierra (Unión Soviética), el poder marítimo (Inglaterra, Estados
Unidos y Francia), y el poder continental de Europa (el Eje). Para Dugin, la alianza entre
los dos primeros contradice el contexto y las regularidades de la geopolítica objetiva.
Irreconciliables y sin puntos de intersección ideológicos comunes, los polos (la Unión
Soviética y los países capitalistas occidentales, que representan respectivamente la
tierra y el mar), demostraron ser una barricada contra Europa central y el nacional
socialismo (Dugin, 2018: 57).
19 Lavrenti Beria fue un dirigente soviético a cargo de la policía secreta desde 1938 hasta la muerte de Stalin en 1953. Personaje particular-
mente oscuro, fue juzgado, condenado a muerte y ajusticiado en 1953.
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
de gobiernos en Europa central y oriental que fueran neutrales hacia la Unión Sovié-
tica y la OTAN.
La Unión Soviética emerge como una de las potencias más importantes a nivel
mundial20 y comienza a definirse a partir de la contraposición con Estados Unidos,
rivalidad y competencia por la hegemonía mundial que da comienzo a la Guerra fría.
Esto es, por un lado, lo que Dugin rescata del rol del stalinismo para definir la incur-
sión de Rusia en diversas contiendas internacionales en esta etapa. Y además, invita a
volver sobre el posicionamiento defensivo que le da forma a la idiosincrasia del pueblo
ruso y su política exterior. La posición geográfica pone el foco en la necesidad de gene-
rar estrategias de política exterior con el eje puesto en lo territorial, que se manifiestan
durante el desenvolvimiento de la Guerra Fría en los lineamientos tanto de las estrate-
gias políticas soviéticas como de las estadounidenses.
20 Es interesante recordar que tanto Jean-Paul Sartre como Raymond Aron en sus análisis de la Unión Soviética destacaron que incrementó
su protagonismo a partir de la Segunda Guerra Mundial. Resaltan el giro de la política exterior soviética y la salida del aislamiento a partir
de la guerra, contienda en la que participa casi de manera involuntaria al principio y le otorga un nuevo posicionamiento en entramado
político internacional (Sartre, 1957: 86; Aron, 1973: 93).
21 George F. Kennan fue un diplomático, politólogo e historiador estadounidense, que realizó una defensa de la política de contención de la
expansión soviética en la Guerra Fría.
22 Foreign Affairs es una revista estadounidense de relaciones internacionales, publicada bimestralmente por el Council on Foreign
Relations (CFR).
125
Belén Vitale
Strausz-Hupé23, elabora lo que, para Dugin (Ibid: 62), era un modelo de configuración
de zonas globales controladas por Estados Unidos para la dominación de Eurasia. Esto
consistía en la estrangulación de la Unión Soviética en el espacio continental interior
de Eurasia y la restricción y bloqueo de la influencia soviética en todo el mundo. La es-
trategia principal consistía en encerrar la zona costera (Rhinland) dentro de sí misma,
bajo el control de Estados Unidos en el espacio de Eurasia, desde Europa occidental a
través de Medio Oriente y Asia central hasta el Este, India e Indo-China. Japón, ocu-
pado por Estados Unidos, ya era un punto de apoyo de esa maniobra geoestratégica
norteamericana.
La Unión Soviética reaccionó a esa estrategia. Esto puede verse en la dura confron-
tación durante las guerras de Vietnam y Corea, y en la Revolución China, apoyada por
la Unión Soviética que, en ese entonces, apoyó las tendencias socialistas en el mundo
islámico y a los partidos comunistas de Europa. La guerra de la civilización del Mar y
la civilización de la Tierra fue llevada también a otros continentes, como África y Amé-
rica Latina, adquiriendo carácter mundial. Además de la ventaja estadounidense con
respecto a las fronteras, también contó desde fines de la guerra con armas nucleares.
Para contrarrestar esto, Stalin enfocó sus esfuerzos en conseguir las mismas armas
para la Unión Soviética. Los aliados de la Unión Soviética en todo el mundo jugaron un
papel importante. La información clave fue obtenida de un científico estadounidense,
Theodore Hall, a través de una red de agentes soviéticos (Ibid: 65).
El año 1950 ofrece una imagen política del mundo bipolar. La talasocracia se
identificaba con el modelo capitalista-burgués y con la sociedad de mercado. La te-
lurocracia se identificaba con la sociedad socialista del tipo romano o espartano. El
mundo bipolar fue el modelo básico de relaciones internacionales desde 1950 hasta
1991. Dugin interpreta que en este contexto, bajo el mandato de Stalin, cada acción
estaba dirigida hacia el fortalecimiento del poder de la civilización de la Tierra, ex-
pandiendo la zona de influencia del gobierno soviético y la defensa de sus intere-
ses estratégicos. Tras la muerte de Stalin, la auto-conciencia geopolítica se debilitó
abruptamente, se volvió reactiva, secundaria y defensiva (Ibid: 65).
A partir de Jrushchev, se produce el destronamiento del culto a la personalidad
de Stalin y crítica a su estilo de liderazgo. Vietnam se convirtió en el fracaso de la
intervención estadounidense y una victoria táctica para la Unión Soviética. Con la
ocupación de Afganistán por parte de la Unión Soviética, se dio una “típica” con-
frontación de la telurocracia y la talasocracia en una lucha por la influencia sobre
zona costera (Ibid: 68).
Con Gorbachov, la Unión Soviética comienza a adoptar las teorías de la conver-
gencia y las proposiciones de los grupos globalistas y empieza la aproximación al
mundo occidental a través de concesiones unilaterales (Ibid: 78). Sus reformas con-
tribuyeron al reconocimiento de la derrota de la Unión Soviética en su confrontación
23 Pensadores destacados dentro de la disciplina geopolítica norteamericana son Nicholas John Spykman (1893-1943), quien consideraba
el planteamiento de la política de seguridad de un Estado en términos de sus factores geográficos, y Robert Strausz-Hupé (1903-2002),
quien consideraba que la geografía era la materia prima para pensar las estrategias de política exterior (Cuéllar Laureano, 2012: 70-71).
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
24 Putin eligió restaurar la integridad territorial de Rusia, según Dugin, a través de dos principios: la destrucción radical de todos los grupos
paramilitares separatistas y unión con las fuerzas conectadas con los centros exteriores atlantistas de control para unirlas a su propio
lado. Los separatistas radicales respondieron a esta estrategia con la apelación a ayuda de mercenarios extranjeros y de Occidente, lo
que socavó su posición entre la población chechena (Dugin, 2018: 128-129).
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cupan a Estados Unidos25. A ello se suma la economía de China creciendo año a año y
aumentando su poder de influencia económica y política mundial26.
25 Por ejemplo, en el conflicto político que se desató en Venezuela en 2019, Rusia rechazó la propuesta de reconocer al político opositor a la
presidencia de Nicolás Maduro, Juan Guaidó, como presidente autoproclamado, mientras Estados Unidos sostuvo la postura contraria.
En este caso, al parecer, Rusia participa activamente de algunas decisiones políticas y presta ayuda económica al gobierno. Esto se
expresa en algunos tratados de cooperación militar acordados entre ambos países.
26 Según un informe del Centro de Economía Internacional (2011), en 2010 China llegó a convertirse en la segunda economía mundial y su
mejor desempeño comercial le permitió pasar a ser el primer exportador y el segundo importador mundial.
27 “El significado de la distinción de amigo y enemigo es el de indicar el extremo grado de intensidad de una unión o de una separación
(...). El enemigo político no tiene por qué ser moralmente malo; no tiene por qué ser estéticamente feo; no tiene por qué actuar como un
competidor económico y hasta podría quizás parecer ventajoso hacer negocios con él. Es simplemente el otro, el extranjero, y le basta a
su esencia el constituir algo distinto y diferente en un sentido existencial especialmente intenso de modo tal que, en un caso extremo, los
conflictos con él se tornan posibles” (Schmitt, 1989: 23).
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
demás, una nación que se erige entre otras naciones, que también se erigen sobre sí
mismas, sobre sus principios y valores. Esta es una invitación a esos grandes espacios
geográficos, a esas naciones, a que encuentren su principio civilizacional para desa-
rrollar sus lineamientos más importantes de política exterior, a la hora de buscar alia-
dos, establecer negociaciones económicas o diplomáticas, acuerdos regionales, etc.
Esto es planteado por el autor en diversas ocasiones, y es el principio más importante,
al parecer, que rige todo su pensamiento y acciones como analista político.
Pero el planteo de Dugin sobre la telurocracia y su integración con el esquema mun-
dial multipolar despierta algunas dudas: ¿por qué si el momento telurocrático fue la
formación de la Unión Soviética, donde sí había una ideología como el comunismo, ex-
portable y que de hecho se impuso en muchos países? Si el estalinismo fue el momento
de la expresión civilizacional rusa, queda por explicar por qué los lineamientos polí-
tico-ideológicos del régimen se basaron en una corriente de pensamiento extranjera
y exportable al mundo como el marxismo. Se plantean muchas preguntas a partir de
esto. ¿Es posible pensar la Revolución rusa sin el comunismo? ¿Es posible pensar en la
Guerra Fría, incluso? Y estos interrogantes, si son tomados en cuenta, representan un
desafío para los lineamientos de política exterior rusa.
Más allá de las dudas que se plantean, hay muchas razones que invitan a pensar
el orden internacional desde la óptica de Dugin en América Latina, ya que el eje Tie-
rra-Mar permite enmarcar el orden internacional de acuerdo a un escenario en el que
América Latina puede posicionarse (no necesariamente en favor de una visión o de
la otra) con una elaboración estratégica que comprenda diversos puntos de vista (y
no solamente el desarrollado en este trabajo, pero entenderlo invita a conocer más y
nuevas perspectivas sobre el orden mundial). Recuperar la mirada sobre los valores
fundacionales y trascendentales de nuestras naciones, sin perder de vista valores uni-
versales de justicia, derechos humanos, diversidad, etc., tiene que ver con la tarea de
buscar un equilibrio funcional a los propios intereses.
Cabe pensar la relevancia de estos análisis para el abordaje de las relaciones inter-
nacionales desde América Latina. Dugin promueve, a través de la Cuarta Teoría Polí-
tica, el estudio de las civilizaciones y de hecho se ha dedicado a investigarlas, parti-
cularmente la de la Argentina28. Dugin ofrece una doble aproximación, por un lado al
pensamiento ruso, y por otro, a una visión geopolítica basada en una multiplicidad de
civilizaciones y en un amplio análisis de los hechos históricos, que es pertinente cono-
cer para ampliar nuestra mirada a la hora de reflexionar acerca de las futuras posibili-
dades de la región latinoamericana a escala internacional.
Conclusiones
El análisis de la visión de Dugin permitió dar cuenta de las relaciones entre Rusia y
Estados Unidos y las distintas etapas de la contienda Tierra-Mar, además de la com-
28 En Logos argentino recorre el pensamiento de Rodolfo Kusch, Carlos Astrada, Jorge Luis Borges, Juan Domingo Perón, Nimio de Anquín,
Arturo Roig y Alberto Buela, entre otros (Dugin, 2018).
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prensión del carácter telurocrático de la civilización rusa, y una mirada sobre el orden
internacional que se encamina, según el autor, hacia la multipolaridad. A partir de la
entrevista, pudimos profundizar acerca de su pensamiento y su propuesta: pensar los
escenarios internacionales desde una perspectiva que invita a restaurar los principios
de las distintas civilizaciones.
La situación internacional actual invita a prestar atención a estos conceptos. A 30
años de la caída del Muro de Berlín, podemos decir que asistimos hoy a un panorama
muy diferente al del fin de la historia que planteó Fukuyama. Surgen nuevos aconte-
cimientos, polos emergentes, nuevos intereses, nuevos esquemas regionales, nuevas
tensiones y nuevas ideas como fue desarrollado a lo largo del trabajo, con países como
China adquiriendo mayor protagonismo. En esta situación, el papel de Rusia es funda-
mental, ya que como nación resurgió respecto del rol relegado que ocupó en la década
de 1990, y se convirtió en un actor de peso en la geopolítica mundial. Hay una nueva
concepción del escenario mundial, que rompe con el esquema postulado a principios
de los ‘90 con el fin de la Guerra Fría.
La disputa entre la Tierra y el Mar abrió un nuevo capítulo, en el que Rusia se cons-
tituye con una fuerza renovada. Esta categoría de análisis propuesta y explicada por
Schmitt con una gran noción histórica pero a la vez estética y literaria, tiene vigencia
y se puede percibir en las acciones de ambos países. Nos permite aprehender los con-
flictos que acontecen a nivel mundial y aparecen en la voz de pensadores como Dugin.
La distinción en etapas permite dar la idea de una serie de acontecimientos que se de-
sarrollan de manera continua y presentan cambios, para abandonar la idea de preva-
lencia de uno sobre otro que fue introducida a partir de la década de 1990 y entender el
carácter oscilante de esta contienda.
En relación a lo que representan la Tierra y el Mar, es importante volver sobre los
conceptos de Dugin y tomar en cuenta el momento clave de esta disputa en el que Rusia
(como la Unión Soviética) emergió como potencia con una visión contrapuesta a la de
Estados Unidos en la conformación del mundo bipolar de la Guerra Fría. En la Segunda
Guerra Mundial y en la etapa posterior se dieron a conocer muchas de las característi-
cas telurocráticas que Rusia reivindica hoy para sí misma como nación, las que Dugin
identifica con el gran imperio euroasiático turánico. En ese entonces, bajo el liderazgo
de Stalin, la Unión Soviética levantaba la bandera del comunismo, ideología que hoy
parece obsoleta para extender al mundo desde el punto de vista de Dugin.
Estados Unidos, por un lado, se propuso construir un orden mundial bajo su lide-
razgo, proyectando sus principios y valores a escala mundial, como vimos en Kissin-
ger; mientras Dugin desde Rusia propone un camino inverso para el resto de las civili-
zaciones: no se busca liderar un cambio cultural, ni edificar una cultura global basada
en la impronta rusa, sino que cada civilización se edifique sobre su propio espacio y
su propia cultura. En ese sentido, la Cuarta Teoría Política aparece como un intento
de refundación del nacionalismo en clave espacial y cultural. Ese esquema propone
la afirmación de la cultura propia de cada civilización, y a futuro deja abierta la tarea
de un orden multipolar. La estrategia propuesta es disruptiva con respecto al modelo
hegemónico liberal de la década de 1990, pero no propone un sistema de valores único
132
LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
para exportar al mundo, ni pretende ser universal, más allá del fuerte llamado a que
cada comunidad nacional se apoye en una reafirmación de sus valores tradicionales.
A partir de la descripción de Dugin de las acciones de política exterior llevadas a ca-
bo por la Federación de Rusia, se puede ver con cierta claridad una decisión de seguir
en un camino de crecimiento y no retroceso, disputar los escenarios que sean necesa-
rios con Estados Unidos y la talasocracia e interactuar con las otras potencias emer-
gentes como China o tener acercamientos con algunos países de América Latina para
entablar negociaciones que resulten a su favor. No se puede determinar con certeza
si el pensamiento de Dugin influye concretamente sobre las acciones que se llevan a
cabo, pero sí repasar la base de los lineamientos políticos y culturales propios que son
expuestos de manera clara y detallada por el autor. Tampoco se puede asegurar que
Dugin se desempeñe actualmente como asesor oficial de Putin, ya que mantiene cierta
distancia en sus opiniones, apoya algunas decisiones pero tiene una mirada crítica
sobre otras.
El ejercicio pendiente, después de este repaso final, será pensar cómo establecer
políticas que apunten a la inserción latinoamericana en el orden internacional. El de-
safío es construir una estrategia regional para consolidar un bloque edificado sobre la
pretensión de una defensa inteligente y constante de los intereses de la región, que re-
conozca y reafirme sus particularidades al mismo tiempo que la posicione como actor
en el escenario mundial.
Bibliografía
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Pág. 93.
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de la historia”, en “Aleksandr Dugin y la cuarta teoría política. La nueva derecha rusa
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
ANEXO II
Entrevista a
Aleksandr Dugin
1. ¿Cómo se conecta la cuarta teoría política y la idea heideggeriana del Dasein
con su visión geopolítica?
Son dos cosas diferentes, la Cuarta Teoría Política quiere explicar la situación, en la
filosofía política de los últimos siglos, tras las tres ideologías políticas modernas: el
liberalismo, comunismo y fascismo como tres formas de la expresión del espíritu mo-
derno en la política. Esto no es tan fácil, es una invitación a superar lo que tenemos, en
la política de la sociedad del Occidente, en el Oriente, solamente esas tres ideologías.
Las tres ideologías modernas tienen el ordenador común en el materialismo, singula-
rismo, ateísmo, se basan sobre la visión del mundo científico, no religioso. La Cuarta
Teoría Política es invitación a ir más allá, más allá de esta modernidad, volviendo a las
raíces de las civilizaciones occidental, oriental, a la transgresión de la sacralidad, y a
la vez en un ejercicio de superación de dar un paso adelante. En este sentido, podemos
decir que se trata de la posmodernidad. Mi visión geopolítica se basa sobre otra visión,
no tan ideológica o desde la filosofía política, sino en la visión de dos civilizaciones, la
civilización de la tierra y la civilización del mar, que son opuestas. Son opuestas según
la visión de Mackinder y otros autores, se trata de una visión estratégica, no tan ideo-
lógica o política. Pero cuando hablamos de la Cuarta Teoría Política, puede correspon-
der a todas las civilizaciones. No resuelve el problema de la oposición entre el Mar y la
Tierra, pero crea la salida de la situación generada cuando el liberalismo triunfante no
tuvo más oposición real. La Cuarta Teoría Política no es comunismo ni fascismo, sí es
antiliberal y anticapitalista. Podemos decir que para la Civilización de la Tierra sería
más orgánico, más natural aceptar la Cuarta Teoría Política hoy. Después del triunfo
del liberalismo, para salvarse la civilización de la tierra, debe aceptarla. Y no podemos
reducirla al racismo o la civilización de la tierra, porque también puede servir total-
mente a otras civilizaciones que no tienen nada que ver con Rusia o Eurasia.
2. ¿La Cuarta Teoría Política puede representar un nuevo esquema a través del
cual enfrentar al liberalismo, con la misma fuerza que lo ha hecho el comunismo
a partir de la Revolución de 1917?
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3. ¿Cuáles son sus fuentes doctrinales más influyentes, además de Tierra y Mar
de Carl Schmitt?
La tradición filosófica de la nueva derecha francesa es muy importante, muy impac-
tante Alain de Benoist, ha creado una corriente de pensamiento donde fueron repen-
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
4-¿En qué medida Estados Unidos considera la expansión de Rusia una amenaza?
Estados Unidos es el símbolo de vanguardia del liberalismo globalista, al menos hasta
antes de la llegada de Trump. Pero Estados Unidos es centro de poder, desde el cual
esta proyección del liberalismo y capitalismo desenfrenados se propagan en la Tierra.
Precisamente, esa agresión del liberalismo, ese universalismo, es voluntad de impo-
ner sus valores, sus prácticas, sus estructuras políticas y económicas, sus tecnologías;
por todo esto los rusos somos percibidos como una amenaza. Es presión, ‘porque los
rusos son malos, porque no pueden vivir en la sociedad abierta, son conservadores’,
estas acusaciones se basan en los valores absolutos universales. Todos los otros, como
los rusos, deben seguir ese ejemplo destruyendo su civilización, y construyendo la ci-
vilización con el ejemplo de Estados Unidos. Si los rusos no queremos hacer esto, hay
amenaza de castigar y realizar acciones, restricciones políticas, diplomáticas, econó-
micas. Esta manera de tratar a Rusia, mi país, mi sociedad, mi pueblo, es la manera
tradicional. Se siente como amenaza, como peligro. No queremos a Estados Unidos en
este papel dentro de la estructura mundial. Pero cuando Trump ha llegado a su posi-
ción, ha hecho la promesa de cambiar esta actitud, esta posición frente al mundo. Yo,
personalmente, he apoyado a Trump porque ha hecho esta promesa. En este caso, Es-
tados Unidos con gran poder regional o la sociedad, el país, no son considerados como
enemigos totales o existenciales. Si se ocupa de sus problemas puede ser considerado
en algunos aspectos, como aliado, como competidor, pero no es el enemigo histórico.
No hemos ido a la guerra, no lo consideramos como enemigo innato, orgánico. Es posi-
ble que después del coronavirus, Estados Unidos volverá a su posición concreta y local,
y nos dejará en paz a los rusos, a los otros pueblos. En esta situación, podemos aceptar
su civilización, sus valores como valores de los otros, no veo a la sociedad estadouni-
dense con valores semejantes a los nuestros, pero podemos a todos dejar elegir los que
quieran, mientras sea sin imponer sus valores a los otros.
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LA NATURALEZA GEOPOLÍTICA ARGENTINA Y LAS OPCIONES GEOESTRATÉGICAS
Ficha de entrevista
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SOBRE LOS AUTORES