Cartilla Salud
Cartilla Salud
Cartilla Salud
CON EL APOYO DE
SECRETARIA DE DESARROLLO SOCIAL
PROGRAMA DE FORTALECIMIENTO DE LA SOCIEDAD CIVIL
PROYECTO PADRES Y MADRES CUIDADORES
PRESENTACION:
Los y las representantes de las diversas disciplinas del cuidado de la salud, tienen
una importante función que cumplir en la tarea de detección, consejo y derivación o
asistencia en casos de Violencia Familiar.
Aquellos que atienden personas que consultan por su salud han de tener una
capacitación básica y realista de lo que significa un cuadro de Violencia Familiar,
para poder orientar eficazmente a quienes pueden estar en peligro de muerte y que
ya han sufrido graves daños, dado que las víctimas tardan bastante en relatar a
alguien lo que sucede en sus hogares.
La autoridad profesional y el rol de dedicación y servicio miembros de la
comunidad, son factores decisivos para ejercer una influencia constructiva en
personas que se encuentran en una situación de riesgo.
Sea cual fuere su profesión y especialidad, Ud. no está exento/a de que alguien
acuda a consultarlo, solicitando su auxilio por motivos o síntomas que pueden
estar señalando la presencia de una víctima de violencia. Por lo tanto es necesario
que conozca algunas nociones básicas de la atención en crisis, qué se puede decir
y hacer, los recursos disponibles, etc. Pero sobre todo tomar conciencia de que, a
veces, será la única persona que tiene la oportunidad de poder oir una historia de
dolor frente a la cual se requiere actuar sin demora para proteger la salud y la vida.
Esto siempre y cuando detecte el problema, ya que por lo general, las personas no
relacionan la perturbación de la salud como consecuencia del maltrato que
recibieron y/o reciben. Pueden negar su situación por vergüenza, por temor, o tal
vez no registran qué les está sucediendo, ya que suele pensarse que si no hay
violencia física no hay perjuicio. Es Ud. quien debe tener claras algunas cuestiones
para poder informar, aclarar y realizar un intervención preventiva.
Desde la Asociación Argentina de Prevención de la Violencia Familiar, con el
auspicio y el financiamiento de la Secretaría de Desarrollo Social, ofrecemos estas
cartillas como un recurso más para sensibilizar, concientizar y dotar de elementos a
quienes por su rol tienen una responsabilidad frente a sus consultantes: la de
poder dar una respuesta adecuada frente a situaciones críticas. Lo hacemos con la
confianza de que llegarán a manos de quienes han elegido asistir y preservar la
mejor calidad de vida para sus atendidos, pero en especial para quienes sufren
maltrato y abuso, contribuyendo a devolverles su dignidad de personas humanas y
el ejercicio de sus derechos, a aquellas y aquellos que, más allá del impacto en su
salud, sufren injusticias inmerecidas ya que ningún ser humano merece ser
maltratado.
Lic. Graciela B. Ferreira
Co Fundadora. ASOCIACION ARGENTINA DE PREVENCION DE LA VIOLENCIA FAMILIAR
Profesora Titular. POSGRADO DE ESPECIALIZACION EN VIOLENCIA FAMILIAR. UBA.
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Introducción:
La Violencia Familiar es un problema social que debe ser reconocido masivamente
por toda la población, para dar la debida importancia a una cuestión que se ha
mantenido oculta a lo largo de los tiempos. Entre toda/os estamos construyendo la
historia de la sensibilización y concientización acerca de la extensión, la gravedad y
los costos que los malos tratos dentro de la familia ocasionan a toda la sociedad y
sus instituciones. Existen alternativas para los comportamientos destructivos.
Todos y todas estamos obligados a favorecer la difusión de este concepto para
disminuir la naturalización de la conducta violenta. Cualquier ciudadano/a puede
dar un ejemplo y un mensaje positivo a las víctimas que han padecido o padecen
maltrato, desaprobando activamente y con firmeza a quienes maltratan, actuando
como freno social de las personas abusivas.
Afecta a un alto porcentaje de familias de cualquier comunidad, en todos los niveles
económicos y culturales. Se trata de relaciones que implican un abuso de poder de
parte de quien ejerce maltrato. Estos abusos pueden ser emocionales, físicos,
sexuales, financieros y/o socioambientales. La persona abusiva desarrolla su
comportamiento en privado, mostrando hacia el exterior una fachada respetable,
insospechable, educada. La conducta violenta es compatible con cualquier aspecto,
capacidad, inteligencia, actividad, profesión, etc. Inclusive en aquellos cuyo
desempeño familiar, institucional o comunitario sea aparentemente insospechable.
Por eso hay que prestar atención a las víctimas, controlando la sensación de
incredulidad y rechazo, pues muchas veces aparecen describiendo una imagen de
alguien que jamás imaginaríamos cometiendo los abusos que se detallan.
La mayoría de las víctimas presentan un deterioro emocional que suele causar
rechazo en quien las oye.
Las investigaciones en todas partes del mundo demuestran que las mujeres, las
niñas y los niños, constituyen la mayor población en riesgo de sufrir malos tratos.
También son los grupos que con más frecuencia concurren a los hospitales y
clínicas, por lo tanto son una fuente de detección y orientación muy importantes
para la prevención y el rescate de personas afectadas por la Violencia Familiar.
El maltrato a ancianas/os y a discapacitadas/os es un dato a evaluar cuando se
realiza un control de su salud.
Es una familia que tiene una estructura muy rígida, verticalista, autoritaria, que
discrimina entre varones y mujeres, con roles estereotipados, intolerante y
castigadora, en la que se cree que se debe obedecer ciegamente y en la que se
castiga o maltrata creyendo que eso constituye un estímulo para la superación
personal. En ella se suele utilizar la crítica, la humillación, el silencio, las
prohibiciones no razonables, el control y la vigilancia o el retacear el dinero, como
formas de ejercer el dominio desde uno de los miembros sobre el resto de la
familia. Las decisiones son unilaterales, no hay diálogo e impera el temor y la
sensación de culpa en quienes reciben el maltrato.
A veces las personas involucradas no se reconocen como inmersas en un cuadro
de Violencia Familiar, pues muchas de sus características coinciden con el perfil
tradicional de las antiguas familias en las que un varón ejercía un poder absoluto
sobre su familia. Ahora vemos esta situación como una de las formas en que se
naturalizó la violencia y quedó oculta dentro de la organización y contexto social en
el curso de la historia.
No hace falta que haya golpes físicos para que se consideren cuadros muy graves
que afectan las defensan psicofísicas, producen enfermedades, depresión y deseos
de morirse en las víctimas. El maltrato crónico disminuye la expectativa de vida de
las personas. Por eso hay que ponerle un límite a tiempo.
A las víctimas les cuesta mucho relatar lo que les sucede pues tienen miedo,
verguenza y, por lo general, tienden a echarse la culpa de lo que pasa.
Cuando alguien en lugar de escuchar y orientar a una víctima, la critica, la
responsabiliza o le reprocha “que algo habrá hecho”, está ejerciendo maltrato y es
una segunda victimización que agrega más daño. Si no se está en condiciones de
soportar esta dura tarea emocional. hay que conducirla a una consulta con otra
persona que pueda abordar la cuestión sin culpabilizar, atendiendo el foco de la
urgencia.
El que ejerce violencia es alguien peligroso aunque se presente con una actitud
seductora y amable. Es capaz de manipular, confundir y desconcertar. No hay que
arriesgarse a entrevistas o conversaciones si no se toman precauciones de
seguridad pues cuando se encuentran descubiertos pueden decidir terminar con la
situación. Las noticias policiales presentan a diario casos de crímenes familiares en
los que el que ejerce violencia mata a la esposa, los/as hijos/as o a terceros y luego
se suicida.
Se trata del maltrato o descuído repetido de un niño o una niña por parte de su
padre, de su madre, de ambos o de alguien que cumpla un rol de cuidador
responsable.
Los/as hijos/as testigos de la violencia desarrollada por otros miembros de la
familia sufren el mismo daño y sintomatología que quienes son maltratados/as
directamente. Ser testigo es una forma de victimización y una de las categorías
posibles del cuadro de Maltrato Infantil.
La negligencia y el descuído significan no darle los cuidados materiales y/o
emocionales que requieren las niñas y niños.
La disciplina bien orientada no tiene por qué transformarse en un castigo abusivo.
Ningun maltrato físico es aceptable. Las criaturas pueden ser educadas y criadas
sin golpes, sin aterrorizarlas, sin dirigirse a ellas con actitudes y palabras
humillantes. Los/as niños/as que son tratados/as como si fueran malos/as se
convencen de que lo son y terminan haciendo todo lo negativo que se espera de
ellos/as. A veces, las criaturas solas y aisladas llaman la atención de esta forma,
pues cuando los castigan es el único momento en que alguien se dedica a ellos/as.
Cuando los/as niños/as son maltratados/as tienden a proteger a sus maltratadores
por miedo a la represalia pero también para no ser culpables de traerle problemas a
su familia. Si llegan a decir algo es frecuente que no relaten lo que sucede en toda
su gravedad. Por eso hay que evitar acusarlos de exagerados o decirles que sus
padres o madres los aman y hacen lo mejor para ellos. Esto no siempre es verdad;
hay padres y madres que tienen graves dificultades para conectarse
emocionalmente con sus hijos/as, para cuidarlos y orientarlos adecuadamente en la
vida y que pueden descargar sobre ellos/as resentimientos y frustraciones de los
cuales los/as niños/as no tienen la culpa.
Los efectos del maltrato pueden ser devastadores. Arruinan la infancia y dejan
hipotecado el futuro. En las investigaciones realizadas en distintas partes del
mundo, se halló que el 100% de los delincuentes han sido niños maltratados y
provienen de familias desintegradas por la violencia. En el pasado de quienes
cometen actos antisociales o recurren a las adicciones como el alcohol y las
drogas, casi siempre hay una historia de malos tratos y/o abusos sexuales.
En niñas y niños:
• actitudes extremas en cuanto a reacciones de actividad o pasividad tanto de
movimientos como de expresión de afectos o del dolor, sumisión o rebeldía,
complaciente o desafiante
• dificultades para jugar, para relacionarse, para concentrarse
• miedos y desconfianza, sobresaltos y recelos
• baja autoestima, no reacciona a los elogios, inhibiciones, busca
exageradamente la aprobación y aceptación
• se cree malo/a, aparece siempre como chivo emisario, perdedor/ra, derrotado/a
y desanimado/a
• propensión a los accidentes o conductas torpes
• se balancea, se chupa el dedo, no sonríe
• estado de alerta permanente, no hace contacto visual
• problemas en el lenguaje
• insuficientes hábitos de aseo, apariencia descuidada
• vestimenta inadecuada según el clima
• culpa de inmediato a otros cuando pasa algo o carga con culpas ajenas
• parece no aprender y tener bajo nivel intelectual, parece brillante y autoexigente,
tiene altibajos de rendimiento
• ignora o no atiende los límites, imprevisible
• controla, manipula o explota a compañeros/as
• poca tolerancia a la frustración
• mentiras, robos y conductas antisociales
• habla o se conduce con excesiva “madurez”, como alguien “adulto en pequeño”
• somnolencia, nerviosismo, irritabilidad, hambre constante
• ausencias reiteradas, llegadas tarde, tendencia a quedarse despues que
terminan las actividades escolares o recreativas
• está mucho en la calle, deambulando o en casas ajenas
• sin atención médica, odontológica, ocular, auditiva, sin vacunas,
• presenta lastimaduras, infecciones o síntomas sin atender y que perduran o se
complican, problemas con la alimentación
• desnutrición, peso insuficiente, retrasos en el desarrollo físico, emocional e
intelectual, cansancio, resfríos crónicos, vómitos, trastornos gástricos
• moretones, heridas, mordeduras, quemaduras, dislocaciones fracturas,
inflamaciones, conmociones, estado de shock
SINDROME DE MÜNCHHAUSEN: los padres suministran medicamentos o
tratamientos, alegan síntomas ficticios, exigen intervenciones médicas, inventan
una enfermedad infantil, buscan internar al niño o niña, hacen consultas continuas,
le hacen aplicar inyecciones o se las aplican ellos, etc.
SINDROME DE MUERTE SUBITA: es la primera causa de muerte de lactantes en
países desarrollados; en un algo porcentaje de casos encubre maltrato y violencia
paterna y se trata de homicidio. (MEADOW. Roy. British Medical Journal. Ene/1999)
RECUERDE:
• Hay que diferenciar entre una medida disciplinaria y un acto de maltrato o
castigo abusivo. Educar es una función amorosa y de cuidado, por lo tanto no
debe causar daño. Ninguna forma de maltrato es educativa. Se puede criar y
educar sin pegar ni humillar.
• Hay que rever las creencias acerca de los derechos de los padres. Las criaturas
no son objetos ni propiedades
• El maltrato tiende a continuar y a intensificarse, por eso es necesario intervenir
y no ser condescendiente porque eso ayuda a encubrir el problema
• No hay que minimizar la cuestión ni creer que se está exagerando
• Los padre o madres que maltratan lo niegan, desestiman la gravedad de lo que
hacen, se enojan porque alguien “se mete” en sus asuntos, mienten,
demuestran falso arrepentimiento, prometen cambiar sin lograr hacerlo, tienden
a escaparse o sacar a la criatura del sitio donde se descubrió el problema
• Es inútil pedirles control, consolarlos o darles consejos simplistas, tampoco
sermones o reconvenciones o una “nueva oportunidad”, pues nada de esto
funciona, el comportamiento no cambia si no es con el tratamiento adecuado
• No se trata de que sean malas personas o haya que ponerse como un juez ante
ellas; pero los padres/madres que maltratan necesitan ayuda profesional y
especializada en forma urgente
Los ataques incestuosos y/o los abusos sexuales dentro de la familia son
sumamente frecuentes. Abarcan una amplia gama de comportamientos dañinos
aunque no impliquen contacto físico. Algunos son muy sutiles y dejan una vivencia
de invasión de la intimidad y de la seguridad.
En el 95 % de los casos el abusador es varón. En el 85 % de los casos el abusador
es un pariente, amigo, conocido, vecino o allegado a la familia. En los casos en que
el abusador es pariente, el 50% es el padre biológico, el 23 % el padrastro, el
porcentaje restante se reparte entre abuelos, tíos, primos o hermanos mayores,
padrinos, etc. Entre las víctimas el 71% son niñas y el 29% varones y las edades en
riesgo son entre los 3-4 años y entre 8-12 años. La detección precoz es un
importante factor preventivo pues los abusadores suelen dirigirse a varias/os
niñas/os simultánea o sucesivamente, dentro y fuera de la familia.
Se trata de:
“Cualquier contacto o interacción (visual, verbal o psicológica) entre un niño o niña
(o a 18 años) y un adulto que lo/la usan como objeto de estimulación sexual del
propio agresor”.
La interacción sexual ... no implica contacto físico ... ocurre con una sutil invasión
que deja a la víctima confundida ... El abuso sexual visual implica que el niño es
forzado o invitado a observar actos o imágenes de excitación sexual o es
observado... Las interacciones secuales verbales ... constituyen abuso emocional ...
que viola la identidad sexual. ... se presenta con frases sugerentes y seductoras. ...
El abuso sexual psicológico ... involucra una comunicación más sutil (inespecífica:
son mensajes que generan un estado anímico) que va borrando la frontera de los
roles apropiados entre un niño y un adulto.
El padre que usa a su hija como esposa sustituta o como confidente, ha ligado el
corazón de su hija al suyo de manera sutilmente sexual. El hecho de que el abuso
sexual sea sutil, no debería impedir que reconozcamos que es tan abusivo y dañino
como las demás formas de abuso”.
Dan Allender. Corazón herido. Ed. Betania
“El agresor incestuoso típico puede ser cualquiera. No le caracteriza un
denominador o perfil común. ... suelen ser... trabajadores, respetables y religiosos.
... funcionarios, maestros, poderosos industriales, albañiles, médicos, alcohólicos,
pastores protestantes.
... La mayoría de los agresores llevan una vida sexual activa en su matrimonio y con
frecuencia también tienen relaciones extraconyugales. ... Por más daño que estén
haciendo a sus hijos, los padres tienen el monopolio del poder y de la credibilidad.
Susan Forward. Padres que odian. Ed. Grijalbo.
“ ... los hombres implicados en la mayor parte de los acercamientos abusivos
obviamente no son perversos. Por lo general son personas trabajadoras, dedicadas
por entero a su familia. Incluso pueden tener mejor educación ser más respetuosos
de las leyes y más religiosos que la población promedio”.
Roland Summit. El sindrome de acomodación al abuso sexual infantil.
“El adulto abusador perturba la jerarquía de los vínculos e induce a errores de
apreciación, discriminación y juicio ... interviene en tres áreas de la víctima: en la
identidad, en el cuerpo con el tocamiento, la palabra y la mirada... y el psiquismo.
El tocamiento comprende ... gestos “indescifrables” .. los tocamientos con
connotaciones sexuales, enmascarados siempre por la coartada de una amable
dedicación. Las palabras acompañan las acciones, a los actos, tanto para distraer
como para paralizar e inducir a error. ... A través de la programación (del psiquismo
realizada por el abusador) se transmiten comportamientos (a la víctima): erotización
del cuerpo, la necesidad de proseguir la relación establecida con el abusador, el
secreto, el pacto, ... la aparente complicidad, ... todas las contradicciones y
paradojas que se manifiestan a través del comportamiento de la víctima.
El trauma psicoafectivo es más importante cuando es vivido por adolescentes ... sin
ninguna conciencia de la falta cometida contra ellas/os”.
Reinaldo Perrone. Violencia y abusos sexuales en la familia. Ed. Paidos
“Todas las formas de abuso incluyen la explotación de un diferencial de poder. No
existe otra relación el la que la estructura de poder-dependencia sea tan clara y
universal y en la cual la confianza sea parte tan integral de la dependencia... es
evidente que el abuso sexual es tan común que para muchas niñas es parte
“normal de su crecimiento”.
Las víctimas de abuso sexual pueden sexualizar todas sus relaciones como una
tentativa de ganar afecto; en la adolescencia esta actitud puede conducir a un
cuadro autodestructivo...
Las hijas “pactan” con la relación incestuosa ... Las niñas pueden sentirse solas y
asustadas y reciben de buen grado las insinuaciones del padre como expresión de
amor paterno ... el muy necesitado amor paterno ... En general, la revelación se
considera como una traición al abusador ... las niñas mayores que tienen
conciencia de las consecuencias de la revelación ... sienten a menudo que tienen
que proteger a sus familias”.
Danya Glaser – Stephen Frosh. Abuso sexual de niños. Ed. Paidos
El padre incestuoso no distingue el cariño paterno filial, el rol de padre e hija y la
búsqueda de afecto de una niña de lo que es o puede ser el trato con una mujer
adulta en el contexto de una relación de atracción sexual. Son hombres que no han
evolucionado, desarrollado ni asumido una paternidad adecuada al crecimiento de
sus hijas. Confunden los acercamientos afectuosos de la adolescene con una
apelación o estimulación erótica. Y pueden utilizarlos como argumento o excusa
para justificar y eludir la responsabilidad por su conducta, acusando a la niña de
seductora.
“No le está permitido odiar a su padre ... pero tampoco podrá odiarlo si luego ha de
tener miedo a perder su cariño, y no querra odiarlo porque lo quiere. ... Su
tolerancia no tiene límites, es siempre fiel ... perdonarle todo ... no contar nada a
nadie.... los sentimientos reprimidos ... deben ser desviados hacia objetos
sustitutivos a fin de respetar al padre. Para descubrir la importancia de semejante
relación, una persona tendría que ser capaz de comprender los sentimientos que
surgen en un niño expuesto cada día a un comportamiento absurdo y angustiante, y
al que además se le haya prohibido articular su miedo, su rabia y sus preguntas”.
Alice Miller. Por tu propio bien. Ed. Tusquets
“Los daños que se producen en la autoestima y en la forma de establecer
relaciones sociales y sexuales, aumentan la probabilidad de que las personas que
han sido víctimas de abusos sexuales en la infancia se conviertan en algún
momento de su vida en pacientes psiquiátricas”.
B. Nogueiras y otros. Después del incesto. Ed. Horas.
RECUERDE:
• Las niñas y niños dicen la verdad cuando revelan situaciones de abuso y
además lo denuncian con su comportamiento y los sintomas que presentan
• Hay que despejar las falsas creencias en la culpabilidad o fabulación de las
víctimas
• Las advertencias a los abusadores no dan resultado. No los confronte pues es
riesgoso
• Cuando el abusador es una persona educada, prestigiosa, tal vez un colega,
cuesta creer y actuar, sin embargo, el daño se está realizando y no es quien lo
detecta el encargado de decidir la responsabilidad del ofensor sino los
funcionarios específicos de los sistemas de seguridad y justicia
• No pida a las víctimas que “olviden” o que “perdonen”. Esto no es un objetivo
de solución ni una imposición. Será, en todo caso, un resultado natural luego de
un proceso de recuperación para sanar las heridas emocionales del abuso
• Una víctima no tiene que aceptar por obligación las disculpas o el
arrepentimiento del abusador, en caso de que exista esa ocasión. Para
recuperarse necesita vivir una etapa de fantasías de venganza, repulsión, rabia y
enojo, de desahogo de su impotencia. Esto no se puede reprimir sino orientar a
expresarlo de la manera más constructiva posible, escribiendo, dibujando,
dramatizando, gritando, etc. con la adecuada contención y supervisión
• La ruptura del secreto y la denuncia, sea a nivel policial, judicial, familiar, social
o comunitaria, son etapas necesarias para la recuperación de la víctima en
general. Si es menor de edad la protección judicial es una instancia primordial.
Si se trata de una persona mayor podrá decidir qué desea hacer en este sentido
y cómo va a encararlo recibiendo la ayuda y el asesoramiento pertinentes
Tal vez una actividad colateral a las funciones de asistencia médica y psicológica
puede ser ofrecer talleres o grupos para debatir y aprender formas diferentes de
comunicarse y tratar con los/as hijos/as. Muchas formas de maltrato están
determinadas por la ignorancia de las etapas evolutivas infantiles, por la falta de
entrenamiento en habilidades de crianza, por los sufrimientos y las malas
experiencias en la propia familia de origen.
Por otra parte los tabúes, la ignorancia o los prejuicios sexuales son un obstáculo
para hablar claro sobre las cosas graves que pueden afectar a las criaturas. Haga
un trabajo de esclarecimiento: lo peligroso no es hablar de que el abuso existe sino
de callarse y dejar a las niñas y niños en peligro. El conocimiento sobre estos
temas y el transmitir recursos protege en las situaciones de riesgo.
A su vez hacer talleres o grupos para niños, niñas y adolescentes en los que
pueden aprender sus derechos, cómo ejercerlos, cómo cuidarse del maltrato y del
abuso y qué hacer en caso de estar sufriéndolos puede ser una gran aporte de
cualquier comunidad hospitalaria a la prevención de la violencia y al rescate de
víctimas. Estas son maneras muy efectiva de comprometerse profesionalmente,
servir a la gente y contribuir a un mundo más saludable, pacifico y justo.
Una de las mayores incidencias del maltrato ocurre durante el período del
embarazo, parto y postparto, potenciando el riesgo para madre e hijo/a. (4) Este
constituye el foco de este informe originado en el marco de una investigación sobre
la población femenina asistida en la ASOCIACION ARGENTINA DE PREVENCION
DE LA VIOLENCIA FAMILIAR. (5) Sin embargo, es necesario mencionar las
ramificaciones colaterales del tema, por ejemplo, los efectos de los cuadros de
violencia en la planificación familiar, el desarrollo infantil, el abuso sexual infantil, el
embarazo adolescente y las enfermedades de transmisión sexual. (6)
En estos cuatro rubros las que los padecieron con mayor agudeza tienen un
promedio de 2 a 3 hijos cada una. Las que tuvieron más abortos obligados
tienen un promedio de 3 a 4 hijos y son las que mayor tiempo de unión tienen: 21 a
25 años (37.50%) En todos estos casos se registra la mayor concentración de
violencia física, emocional, sexual y financiera.
Las complicaciones más comunes fueron:
* Parto prematuro (30.40%) * Dolores y trastornos crónicos (26.09%)
* Parto por cesarea (13. 04%) * Pérdidas y amenaza de aborto (17.40%)
Estas directivas de la AMA tiene implicancias legales pues como dice Alan Meisel,
director del Center for Medical Ethics de la Universidad de Pittsburgh,
Pennsylvania: “Si el médico no le pregunta a una paciente y luego ella sufre otras
lastimaduras o muere, la paciente o su familia pueden hacerle juicio al médico por
no haber tomado medidas.”
Ser una Mujer Maltratada es tan común y su efecto tan desvastador que la Oficina
General de Investigaciones Médicas de USA. recomienda que TODAS las
embarazadas sean asesoradas sobre abuso y maltrato durante las visitas
prenatales. Y que las embarazadas maltratadas sean clasificadas como EMBARAZO
DE ALTO RIESGO” y sometidas a una asistencia prenatal de alto riesgo. De lo
contrario el/la profesional podría ser considerado/a “negligente” tal como si no
hubiera controlado a una embarazada diabética. Pero indica que las mujeres
maltratadas durante el embarazo son mucho más frecuentes que las diabéticas.
El proyecto de Prevención de la Violencia Doméstica del University Hospital de
Newark, USA. entrena en servicios médicos a víctimas de violencia doméstica,
educa a los/as médicos/as para evaluarlas y documentar exahustivamente la
Historia Clínica, pues se la considera un instrumento legal que puede ser requerido
por la Justicia. El Dr. Holtz, director de este servicio declara que “Ayudar a una
mujer golpeada y a sus hijos derivándola a los servicios asistenciales es parte del
trabajo de los/as médicos/as. El objetivo no es hacer una especialidad médica sino
educar a la comunidad médica para que den una mejor ayuda a las víctimas y se
pueda prevenir para el futuro, necesitando menos intervenciones para víctimas en
el campo de la salud.” (10)
Los/as profesionales de la salud tienen un rol de autoridad y confianza, además de
estar bien situados para identificar los problemas de maltrato. Dado que las
víctimas de maltrato no dan información espontánea sobre lo que le pasa, se han
dado consignas específicas para averiguar la situación de una paciente o de una
embarazada, luego de crear un clima de apoyo propicio para tratar el tema.
Hemos adaptado las especificaciones dadas por la Asociación Médica Americana
junto con los instructivos del New York Medical College aplicados en el Lincoln
Hospital. (11)
Esta es la consigna y las cuatro preguntas básicas para médicos/as:
RECOMENDACIONES
La mayoría de las lesiones y homicidios por maltrato son evitables y las víctimas
pasaron previamente por algún servicio hospitalario, dado que estas situaciones
son crónicas, reiterativas y van dejando un serio impacto en la salud. (12) Por lo
tanto, el sector sanitario tiene un gran aporte que cumplir en la detección,
prevención y derivación de los casos a los centros especializados.
Estas son algunas ideas para proponer como metas a corto, mediano y largo
plazo en el campo sanitario:
* Inclusión de materias sobre Violencia Familiar en la curricula de las carreras del
campo de la salud y de los cursos para auxiliares y técnicos.
* Información, capacitación y entrenamiento de profesionales y auxiliares en los
centros hospitalarios, asociaciones y colegios profesionales.
* En estas dos vias formativas resulta prioritaria la revisión de mitos, prejuicios,
actitudes autoritarias, abusos de poder, violencia institucional, victimización
secundaria iatrogénica hacia las pacientes, etc. para lograr una transformación del
perfil profesional y para que “el remedio no se vuelva peor que la enfermedad”.
* Creación de Servicios de Asesoramiento y Asistencia para víctimas de Violencia
Familiar en los hospitales atendidos por equipos de especialistas acreditados, que
estén integrados a una red interinstitucional comunitaria con eje en el tema. Esto
facilita una respuesta rápida, preventiva y coordinada. Es imprescindible el registro
detallado de cada caso y la posibilidad de seguimiento.
* Para no recargar la tarea médica se pueden incluir por lo menos dos especialistas
que den apoyo a los servicios hospitalarios, tomando los casos detectados. Se
puede comenzar con los de significación estratégica: por ejemplo, Ginecología y
Obstetricia, Neonatologia y Pediatría, Guardia, Traumatología, Psiquiatría y
Psicopatología, Clínica Médica, Servicio Social.
* Promover el asesoramiento e intercambio permanente entre los especialistas, los
profesionales de los servicios y los auxiliares o técnicos a través de talleres o
ateneos para compartir experiencias y ajustar criterios.
* Distribución de cartillas y folletos de rápida lectura e información práctica sobre
Violencia Familiar y sus diferentes cuadros, factores de riesgo, indicadores para la
detección, diagnósticos diferenciales, etc. y una guia de recursos comunitarios
sobre Violencia Familiar con direcciones y teléfonos de emergencia y
asesoramiento para los profesionales y auxiliares.
* Provisión de folletos a pacientes con información, instrucciones y recursos para
tomar conciencia y solicitar asistencia.
* Difusión de información sobre Violencia Familiar en las carteleras hospitalarias,
en las salas de espera y pasillos.
* Concientización del personal hospitalario en cuanto a la posible existencia del
problema en sus vidas privadas y poder dar y recibir ayuda -sobre todo a las
víctimas- , lo cual no significa “meterse o ventilar” su situación a manera de
“chisme” sino proporcionar protección y apoyo hacia el interior de la comunidad
hospitalaria. (13)
REFERENCIAS
Cuando la consejería se ejerce con una víctima de Violencia Familiar, se debe tener
en cuenta que siempre hay un riesgo potencial de muerte. Por lo tanto se necesita
ante todo tomar los recaudos necesarios para
BIBLIOGRAFIA
MANUAL DE CAPACITACIÓN Y RECURSOS PARA LA PREVENCIÓN DE LA
VIOLENCIA FAMILIAR. Asociación Argentina de Prevención de la Violencia Familiar.
Secretaría de Desarrollo Social. 1998
CORSI, Jorge. Violencia Familiar. Ed. Paidos. 1994
DUTTON, Donald. El golpeador. Ed. Paidós. 1997
FERREIRA, Graciela B. La mujer Maltratada. Ed. Sudamericana. 1989
FERREIRA, Graciela B. Hombres Violentos – Mujeres Maltratadas. Ed.
Sudamericana. 1992
FORWARD, Susan. Padres que odian. Ed. Grijalbo. 1990
GOLANT, Micht. Yo también me enojo a veces. Ed. Grijalbo. 1989
GORSKY, Marta. Papel del Odontólogo en el Maltrato Intantil. Ponencia. 1999
INTEBI, Irene. Abuso sexual en las mejores familias. Ed. Granica. 1998
LENNET, Robin. Dí que no. Prevención del abuso sexual infantil. Ed. Grijalbo. 1989
MAHER, Peter. El abuso contra los niños. La perspectiva de los educadores. Ed.
Grijalbo. 1990
MILLER, Alice. Por tu propio bien. Ed. Tusquets. 1985
MARSHALL STROM, KAY. Ayudando a mujeres en crisis. Asociación Bautista
Argentina de Publicaciones. 1991
MILLER Alice. Por tu propio bien. Raíces de la violencia en la educación del niño.
Ed. Tusquets. 1985