Las Emociones

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   Pero ¿qué son las emociones? Si nos ajustamos a su raíz etimológica, el término


emoción proviene del latín emotĭo, que significa «movimiento o impulso», «aquello que
te mueve hacia». Estas reacciones psicofisiológicas representan el modo de adaptación
de las personas ante determinados estímulos. La Psicología refiere que las emociones
alteran la atención y activan aspectos relevantes como la memoria. A nivel fisiológico,
las emociones organizan rápidamente las respuestas de los distintos sistemas
biológicos, incluidas las expresiones faciales, la musculatura, la voz, el sistema nervioso
y el endocrino, con el fin de establecer un medio interno adecuado para dar una
respuesta más efectiva al estímulo recibido. Desde nuestro aspecto conductual, servirán
para determinar nuestra posición con respecto a nuestro entorno, acercándonos o
alejándonos según la situación. Por otra parte, tienen un componente innato y otro
aprendido, por lo tanto poseen ciertas características invariables y otras que muestran
cierta variación entre individuos, grupos y culturas.

«Algo sucedió, entonces, en la mente de María que le hizo entender por qué las demás
mujeres del autobús se movían como en el fondo de un acuario. En realidad, estaban
apaciguadas con sedantes, y aquel palacio en sombras, con gruesos muros de cantería y
escaleras heladas, era en realidad un hospital de enfermas mentales. Asustada, escapó
corriendo del dormitorio, y antes de llegar al portón una guardiana gigantesca con
mameluco de mecánico la atrapó de un zarpazo y la inmovilizó en el suelo con la llave
maestra. María la miró de a través paralizada por el terror». (Solo vine a hablar por
teléfono, Gabriel García Márquez)

                En el fragmento del cuento de Gabriel García Márquez apreciamos la brillantez


del autor para tratar las emociones tanto del personaje como las propias. En las obras
ficcionales, los autores proponen personajes, situaciones, emociones, todas ficticias, y
el único camino de poder entrar en ellas es a través de la lectura. La permanencia del
lector en este mundo ficcional dependerá el grado de estímulo que le provoquen, y el
principal estímulo son las emociones que se despiertan en él.

https://nestorbelda.com/las-emociones-en-la-literatura/

 El profesor de la Universidad de Zulia (Maracaibo, Venezuela), Dr. Steven Bermúdez Antúnez las
define como “el proceso mediante el cual, en el mundo ficcional narrativo o poético o por el
mundo ficcional mismo, se construye y propone un tipo de estados de cosas con la finalidad
de perturbar al lector”.  A través de las emociones, el lector se conecta con la obra literaria. Se
establece una estrecha relación obra-lector, y la durabilidad de ese estado emocional
dependerá de la calidad de la narración.
La narrativa de ficción nos permite experimentar emociones y entender mejor la vida real. Nos
identificamos con el protagonista, adoptamos sus metas, sus planes, experimentamos
emociones, pero la grandeza de la ficción es que a pesar de que esas metas y estrategias no son
reales, las emociones que sentimos sí lo son. Son las emociones propias del lector.

1. Un primer nivel en que el lector se mantiene fuera del mundo ficcional


proporcionado por el texto. En este caso se produce un proceso de
distanciamiento estético. La relación es la de una persona con un objeto (el
texto).
2. Un segundo nivel en que el lector se introduce dentro del mundo ficcional. Se da
un proceso de empatía e identificación. En este caso la imagen más cercana es la
que produce Alicia cuando penetra a través del espejo en ese mundo fantástico.

Cuando el lector se identifica con las emociones de los personajes, sus vivencias e ideas,
hablamos de empatía, entendida como la capacidad de ponerse en el lugar de los demás. Esta
implicación hacia la lectura no se produce sin que el escritor se haya implicado primero. Los
personajes serán los encargados de tender un puente afectivo narración-lector.

Las emociones en la literatura ha transitado por una paradoja: el autor debe avanzar por
caminos racionales para construir procesos emocionales.

Carlos Azar en

https://capitel.humanitas.edu.mx/la-literatura-y-las-emociones/

pueden descargar e imprimir! https://tinly.co/NIyVi

Cartas para conversar Se ponen todas distribuidas sobre la mesa boca abajo. Los chicos, de a uno,
van levantando una carta. De acuerdo con la que les toca, tienen que contar, escribir o dibujar:

1) ¿Por qué creen que ese personaje se siente así?


2) ¿Qué le pudo haber pasado a ese personaje para tener esa cara?

3) ¿Qué habrá hecho el personaje después?

4) ¿Qué harías si te sintieras así?

1. De harapos a riquezas (ascenso)


En este arco emocional, partiendo de un inicio cualquiera no especialmente malo
ni bueno, el personaje evoluciona hasta alcanzar un final feliz. Las emociones del
lector van transitando de la neutralidad inicial hasta la alegría de un desenlace
feliz, de manera paulatina en todo el relato. Es una estructura típica de cuentos
o relatos infantiles y busca dejar al lector con buen sabor de boca al terminar la
historia.

El ejemplo que los propios autores escogieron fue «Las aventuras de Alicia en


el país de las maravillas«, de Lewis Carroll. Relato que comienza con Alicia,
aburrida, sentada junto a su hermana a la sombra de un árbol. A partir de este
momento anodino de la vida de la protagonista, la aventura comienza cuando la
curiosa joven persigue a un apresurado conejo parlante llevándola a un fantástico
viaje del que saldrá triunfante.

2. De mal en peor (caída)


En este caso, las emociones van de mal en peor. Empezando en un momento de
temor se transita poco a poco hasta la decepción final.

Puede parecer un arco poco atractivo de entrada y realmente es muy difícil de


utilizar, ya que corremos el riesgo de dejar al lector o espectador
decepcionado. Sin embargo, si jugamos bien con las emociones se pueden logar
obras que consigan dejar al lector totalmente enganchados a nuestra trama.
De hecho, puede ser muy útil en obras que formen parte de sagas literarias, ya
que pueden dejar al lector totalmente pendiente de futuras entregas. Un ejemplo
cinematográfico lo tenemos en «Avengers, Infinity War«, en que la historia va
de mal en peor para los protagonistas, terminando en un fracaso total y, aun así,
es probablemente la mejor película de Marvel hasta la fecha.

3. El hombre en un pozo (caída – ascenso)


Este tipo de historias comienzan con la llegada de un problema, un suceso que
arrastra al protagonista en su caída, para a continuación narrar el ascenso de éste
hasta su redención final.

Este tipo de estructura consigue la identificación inmediata del lector con el


protagonista, jugando con nuestra tendencia a identificarnos siempre con el más
débil, con aquel que sufre una desgracia. El que al final, además, éste consiga su
redención, hace que el lector sienta como propio su triunfo. Es propia de historias
de grandes gestas o aventuras.

Un ejemplo típico puede ser «El conde de Montecristo«, de Alexandre Dumas


y Auguste Maquet, la mítica novela donde Edmundo Dantés, injustamente
encarcelado, escapa de prisión para conseguir su venganza. Aunque quizá el
ejemplo más paradigmático sería «El maravilloso Mago de Oz«, de Lyman
Frank Baum, donde la pequeña Dorothy es transportada a un lugar
desconocido, donde tendrá que hallar el camino de vuelta al hogar.

4. Tragedia (Subida – caída)


En este arco emocional, la trama parte de una situación en la que la cosas parecen
mejorar para el protagonista aventurando una historia feliz que, sin embargo, va
empeorando paulatinamente hasta precipitarse a un final trágico.

Este tipo de relatos explota la «drama queen» que todos llevamos dentro, esa
tendencia un tanto autocompasiva que nos lleva a pensar que las cosas pueden
terminar mal. Fue muy utilizada en historias de tragedias clásicas en la
antigüedad, siendo el ejemplo más claro la obra teatral «Romeo y Julieta«,
de William Shakespeare. En ella una historia de amor llena de esperanza se
torna en una terrible tragedia final.
Esta estructura, a grandes rasgos, es también la que utiliza la afamada película
que ahora mismo bate récords en taquilla «Spiderman No Way Home«. En este
caso, la trama comienza con un momento de triunfo de Spiderman sobre sus
enemigos en la anterior entrega y con la emoción de su naciente relación con MJ.
A partir de aquí, se produce la caída del héroe que desemboca en una tragedia
total en que éste lo pierde todo.
Creo que puede ser muy interesante en un futuro vídeo hacer un “destripamiento”
del guion de esta película para poder averiguar de dónde viene su rotundo éxito y
aprender de él. Vosotros ¿qué pensáis? ¿os gustaría?

5. Edipo (caída-subida-caída)
En este caso, un inicio colmado de mala suerte desemboca en un desarrollo lleno
de esperanza que termina por truncarse en una tragedia final.

Lo que se busca con este tipo de estructura es aumentar el efecto dramático de


la historia. Dando esperanzas al lector de que todo va a ir bien, éstas se truncan
en la parte final del relato, dando lugar a una tragedia aún peor de lo esperado en
principio y que impacta con más fuerza en el lector.

Un ejemplo es la genial historia de Mary Shelley, «Frankenstein o el moderno


Prometeo«, que ya destripamos en otro artículo. Un doctor Frankenstein chiflado
y cayendo en la locura, crea un monstruo que parece huir para comenzar una
nueva vida. Sin embargo, al final, la decepción y la incomprensión del mundo
por lo diferente hacen que el monstruo termine abrazando su lado más
monstruoso encaminándose a una venganza brutal contra su creador.

6. Cenicienta (subida-caída-subida)
En este ultimo arco emocional se da justo el caso contrario al anterior. Partiendo
de un momento en el que todo augura la felicidad, la tragedia hace su aparición
haciendo augurar un mal final. Sin embargo, en el último momento el
protagonista consigue alcanzar la verdadera felicidad.
Como en el arco emocional anterior, lo que se busca es amplificar el efecto del
final, aunque en este caso no es un efecto dramático sino de felicidad y triunfo
para el lector.

En «Cuento de Navidad«, de Charles Dickens, del que os descubrimos sus


secretos esta Navidad, se utiliza esta misma estructura emocional de manera
magistral. Aunque el ejemplo lo encontramos en el cuento de «La Cenicienta»,
ya sea en la versión de Charles Perrault o la de los Hermanos Grimm. Tras ser
invitada a la fiesta del rey, todo parece que va a ir bien para Cenicienta, sin
embargo, la magia acaba y la fiesta termina con ella huyendo para volver a su
deprimente vida habitual. Afortunadamente, en el último momento gracias al
zapato abandonado en la fiesta el príncipe la encuentra colmándola de felicidad.
Y con esto llegamos al final de los tipos de arcos emocionales. Lógicamente, esta
clasificación no es absoluta y se pude jugar con estos tipos básicos,
combinándolos o alargándolos para conseguir el efecto que estemos
buscando. Lo importante es ser capaces de prever el efecto emocional que
van a tener nuestros relatos.

Y precisamente para que podáis analizar el impacto emocional de distintas


obras literarias os dejo una web que puede ser muy interesante. Mediante
gráficos detallados analiza múltiples obras, pero también situaciones y
acontecimientos mostrando el efecto emocional que han tenido sobre sobre las
personas. Podéis visitarla en este enlace si queréis echarle un vistazo

Espero que os haya gustado el artículo de hoy. Os dejo a continuación, el video


artículo correspondiente del  canal de youtube y no olvidéis suscribiros y dar
a la campanita para que os lleguen las notificaciones. Espero veros muy prontito
en Madrid hablando de «Jack el destripador. el mito equivocado».
Hasta la semana que viene…

https://www.jcboiza.com/las-emociones-en-la-literatura/

Emociones para niños

http://www.clubpequeslectores.com/2015/06/trabajando-las-emociones-recursos-
educativos.html

http://www.clubpequeslectores.com/2015/06/trabajando-las-emociones-recursos-
educativos.html

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