Los 10 Años en Que Mas Te Ame
Los 10 Años en Que Mas Te Ame
Los 10 Años en Que Mas Te Ame
La nieve fría lo cubrió, el viento frío pegó en la cara de He Zhishu... Sin embargo, se demoró
en darse cuenta de que nuevamente era invierno.
El invierno en Beijing era realmente frío. Zhishu ordenó con cuidado su bufanda, y antes de
que lo notara, sus manos fueron sacudidas por fuertes temblores como si fueran hojas secas y
arrugadas. Heladas.
Zhishu miró los papeles que llevaba consigo una última vez y los dejó en el cubo de basura
más cercano. Después de más de media hora, finalmente llegó el autobús y con ello, la
escapatoria que estaba esperando con tanta desesperación. Subió, apoyó la frente en la
ventana de cristal y marcó aquel número nuevamente.
Jiang Wenxu hizo un sonido de disgusto ante la oración que acababa de escuchar. Sentía que
era realmente molesto hablar con él todo el día.
—¿Qué te pasó?
—¿Volverás por la noche? Me gustaría que comiéramos albóndigas juntos, podría conseguir
una bolsa.
—Realmente no puedo volver ahora. —Jiang Wenxu comenzó a enojarse nuevamente. Tal vez
era gracias a esa actitud tan dulce o a que siempre parecía tener tanto apetito—: No vayas a
comprarlas, le diré a Xiao Song que tet e lleve unas cuantas después.
¿Cómo puede no tener tiempo para mí, pero si para ir cada noche a cenar con su jefe?
Jiang Wenxu está siempre afuera, ¿Cómo podría siquiera sospecharlo?
Hace cuatro años que el corazón de Jiang Wenxu dejó de ser confiable, amable y sensible. He
Zhishu no podía notarlo... Los ojos de Zhishu siempre han estado cerrados. Actúa como si no
le importara, no se atreve a decirlo, pero teme que una vez que se aclare no haya vuelta atrás
y todo se derrumbe. No es amor ahora, sino un impulso hormonal excesivo que creció desde
la infancia gracias a diez años de dedicación y malos hábitos. ¿Cómo pudo
p udo armarse de tanta
tolerancia? Sabe
tolerancia? Sabe que se engaña a sí mismo.
mismo. Es tan necio. No puede oler el perfume que
pertenece a una mujer en el cuerpo de Jiang Wenxu. No puede ver el lápiz labial impreso en
las solapas de la camisa de Jiang Wenxu. Entiende las excusas de su hombre favorito cuando
no está en casa. Solían amarse tanto, ¿por qué ahora es así? Ellos saben claramente que
incluso el momento difícil después de esos maravillosos
m aravillosos primeros años ha llegado.
Cuando llega a la estación, él está consciente de que quien se bajó del autobús no es aquel
hombre con una cara amable y actitud confiada del inicio... Solo es una persona más, con
unos ojos rojos y una cara demasiado blanca. He no compró comida,
com ida, y ahora siente como si
jamás pudiera volver a tener hambre de nuevo.
Hoy ha sido muy difícil suplicarle a Jiang Wenxu que regrese a casa...
Debido a que Jiang realmente no sabe lo que está pasando, puede que le hablara así porque
aún piensa que pueden comer albóndigas juntos la primera noche de nieve el próximo año,
¿verdad?
✤✤✤✤✤✤
El asistente Song llega muy rápido. El hombre enfundado en un traje negro parece acabar de
salir de la compañía. Le entrega la caja de comida con una marcada reverencia y después de
un momento, finalmente se atreve a tomarle de la mano. He sabe que le da vergüenza
agitársela así que empieza haciéndolo él.
—Me encargaré de las compras en el futuro. Jiang Wenxu no tiene que explotarte todos
to dos los
días y obligarte a hacer estas cosas.
—Es lo que un asistente tiene que hacer, trabajo duro. Algunos asistentes no pueden soportar
ni la más mínima parte de esto, aunque tengan un salario más alto que el mío.
Después de que el asistente Song se fue, He Zhishu se sentó en la mesa redonda y mantuvo
inmóvil la pequeña caja de albóndigas, pegada en todo momento a su pecho. En los primeros
años, había dos personas siempre sentadas alrededor de la mesa. En los últimos diez años,
esa mesa estaba llena de harina y de masa para hacer relleno... Nada más.
Zhishu solía tomar un par de toallas de papel para limpiar las frecuentes hemorragias nasales
que experimentaba últimamente. Zhishu entendió a larga que estaba de verdad muy
enfermo, y que las bendiciones que Jiang Wenxu profesaba estarle mandando diariamente
no parecían haberle llegado a tiempo.
Solo comió cuatro de las albóndigas, y las cuatro restantes fueron despiadadamente
desechadas después. Cuatro fueron suficientes para su estómago, sin embargo.
Él sabe lo que pasa, tiene un poco de fiebre alta, la baja presión arterial
arterial lo pone muy
cansado, solo duerme y duerme y duerme...
He Zhishu estuvo muy incómodo. Se levantó temprano, aunque tragó un par de tabletas
coloridas durante la noche.
La persona que le saludaba en el espejo del baño minutos más tarde, era muy pálida, impía y
sombría.
Él sabe que debe mojarse la cara con agua fría y después, sacar la chaqueta gruesa de la parte
inferior de la caja con su ropa. Cuando se apagó su teléfono el día anterior, la esperanza
e speranza de
He Zhishu volvió a caer hasta los suelos y, sin embargo, el médico le aconsejó que se tratara
lo antes posible. Qué luchara.
—Gracias, lo pensaré.
Era demasiado temprano, antes de las ocho, y la nieve que había estado cayendo desde la
noche no sabía cuándo detenerse. Tanta acumulación de blanco le provocó tardar media
hora en encontrar justamente el puesto de comida que no había visitado durante mucho
tiempo. Medio año.
El propietario se acercó y le añadió agua caliente a la taza abandonada que estaba frente a He
Zhishu. Lo miró unas cuantas veces y se sintió un poco angustiado cuando preguntó:
Zhishu no habló, sonrió. De hecho, no estaba ocupado para nada, pero el corazón se le
l e estaba
hundiendo y su cuerpo estaba siendo aplastado.
Durante más de diez años, los puestos de esa calle nunca cambiaron su precio, pero He
Zhishu sabía que el relleno era menor y el tamaño del plato era menor
me nor también. Lo mismo se
puede decir de su amor con Jiang Wenxu.
Él sabe que no tiene apetito, pero aun así trata muy duramente de comer todas las ostras. No
se ha atrevido a mirar hacia arriba, temiendo que se encuentre con la mirada del propietario
y éste note que está sudando. Zhishu recordó de repente cuando llegó a Beijing con Jiang
Wenxu. En ese momento estaban luchando, ambos cargando muchas dificultades.
dificultades. Dos
personas solas, comprando un tazón de sopa, aunque no estaban dispuestas a comer.
Finalmente, cuando desempacaron, He dividió las ostras en dos tazones y Jiang Wenxu le dio
de comer con su cuchara en la boca. Todavía recuerda claramente las lágrimas de Jiang
Wenxu, cayendo en el tazón de la sopa ese día. El hombre dijo que en toda su vida
definitivamente esa comida, a su lado, estaba a la altura del platillo más extravagante de un
gran restaurante.
✤✤✤✤✤✤
¿Cómo puede no tener miedo? Miedo a la soledad, miedo a la decepción y miedo a caminar
solo en el largo pasillo del hospital. Sabe que está sentado frente al médico
m édico y entorna los ojos
en la maceta de orquídeas levantada por el doctor llamado Ai. El médico le recomendó a He
Zhishu que se sometiera a quimioterapia lo antes posible.
Zhishu no dice nada, los médicos no lo recordarán al final así que ¿Qué importa si habla o
no?
Después de un largo silencio, He Zhishu controló sus emociones, levantó la vista y sonrió
suavemente:
—Doctor Ai, los necesito. Recientemente tuve algunas hemorragias nasales, pero la fiebre es
aún peor. Dormí en casa hace dos días y soñé que me había convertido en una gran estufa. El
corazón, el hígado, el bazo y los pulmones estaban fritos en la olla. Casi pensé que no podría
venir hoy.
comprensivo. Ahora él reconforta a He Zhishu utilizando un tono relajado, son como dos
estudiantes que se están consolando mutuamente en la época de exámenes.
—Sólo quiero que encuentres algo adecuado que hacer. Es muy bueno cultivar flores.
—Gracias doctor, pero no sé cómo cultivar flores... Todavía son pequeñas, unas orquídeas tan
delicadas.
—Espero que estés seguro de que pronto organizaré el tratamiento para ti. Mientras tanto,
mis flores pueden cuidarte por mí, cuando yo no te vea .
El médico mostró una sonrisa corta y ligeramente infantil. Agitando la mano en modo de
despedida.
En realidad, Zhishu no lo toma a la ligera. Los hombres que aman las flores pueden cuidar
bien de las personas. Como ahora piensa que no puede ser siquiera capaz de cuidar de sí
mismo, definitivamente las palabras de Ai no están logrando consolarle... Pero al menos,
tener un regalo de alguien es mejor que no tener nada. Así que tomó las flores en la maceta y
pidió después una bolsa de plástico para envolverlas con fuerza y meterlas bajo su abrigo.
He Zhishu es en realidad muy fuerte, pero cada vez que duele no puede esperar
esperar a morir.
Él sabe que la planta en la maceta ha estado arriba, y el sudor frío le ha empapado la frente
solo de pensarlo. Se apoyó contra la pared y jadeó por un poco más de aire. Su dolor de
cabeza entonces comenzó a marearle.
Las medicinas de He Zhishu se vierten en botellas de vidrio de diferentes estilos. Cuando las
miras, no puedes pensar en que tenga una enfermedad tan terrible. Le gustan las bonitas y
coloridas botellas y frascos pequeños desde sus días escolares, pero ahora ha recolectado
muchas más para guardar sus diminutas capsulillas.
Está demasiado cansado como para hervir agua, toma por lo tanto su medicamento con agua
fría y, cuando se acuesta en la cama, puede escuchar el sonido de un río fluyendo en su
abdomen. Sabe que está acostado de lado, pero su mandíbula está casi pegada a sus rodillas.
Está delgado. Es un pequeño ovillo. Este es el tiempo más largo en el que deseó que Jiang
Wenxu estuviera en casa.
—¿Puedo levantarme después de terminar con el tratamiento? Tengo que ir a casa después.
No le he dicho a nadie...
El dolor de cabeza de Zhishu no es en absoluto ligero, sus dedos se le clavan en la piel tan
desesperadamente como si se estuviera ahogando. Allí, esperado en el e l mar agotado por el
esfuerzo, en una madera a la deriva. Frunció el ceño y salió de la cama, abrió el cajón del
escritorio de la pequeña habitación con una llave y sacó con cuidado un libro. Es un ensayo
sencillo, lo tiene desde hace ya unos años. Sabe que el libro está despastandose en el sofá
mientras lo va hojeando suavemente. Mira la primera página, y los ojos se le cansan. Suspira
lentamente con algunas sonrisas escapando de su boca de tanto en tanto.
Las páginas blancas ya eran amarillas, pero las letras que parecían arrogantes y orgullosas,
seguían en pie pese a todo el tiempo. Las palabras de Jiang Wenxu, tras la portada, son muy
hermosas y juran meticulosamente:
«¿Dónde estás? Te amaré eternamente, te buscare siempre hasta el fin del mundo»
Hace catorce años, el muchacho alto y alegre con sus cejas pobladas detuvo a He Zhishu, y le
dio un libro con las orejas rojas y un suspiro de alivio:
—... Escuché a otros decir que te gusta Jane, te compré su libro. Espero que puedas disfrutar
de esto, y por cierto ... ¡Tienes que disfrutar de mí también!
Zhishu se mordió el labio y puso el libro en sus brazos. Se acurrucó en el sofá, sus ojos
estaban cubiertos con una gruesa capa de lágrimas, su mente llena de cosas... ¿Cómo iba a
seguirlo si ya estaba muriendo?
✤✤✤✤✤✤
Por la noche, Jiang Wenxu se fue a su casa, y el sonido de la puerta giratoria fue
excepcionalmente claro. He Zhishu estaba despierto en ese momento y se incorporó
lentamente.
No había luz en la habitación. Jiang Wenxu pensó que He Zhishu estaba dormido arriba pero
no esperaba verlo observándolo tan pronto como
com o encendió el interruptor. Su rostro estaba
pálido como el de un fantasma.
—¡No enciendo las luces por la noche para que tú, por todos los dioses, me asustes así!
Jiang Wenxu miró directamente a He Zhishu y no pudo evitar sentir un poco de irritación.
Hay algunas cosas extrañas que nadie sabe sobre ellos. Emociones complejas. Wenxu estaba
jugando de una manera realmente caliente con algunos hombres que encontraba por su
camino en estos días... Aunque solo recibió la llamada de He Zhishu anoche y por un leve
momento, se siente inexplicablemente culpable.
—Después de quedarme dormido, no tuve tiempo de encender las luces. ¿Ya no estás
ocupado?
Los ojos de Jiang Wenxu no cayeron en absoluto en el libro, y arrojó el abrigo al sofá y tiró de
su corbata. Mentiras que no cambian de color:
—Estoy muy ocupado, pero me tomé el tiempo para venir a casa. ¿No sabes cómo llamarme?
¿Estás más delgado?
Los ojos de Jiang Wenxu se posaron en la cara de He Zhishu. La frente está arrugada:
El corazón de Zhishu parece haber sido rebanado por un cuchillo afilado. Es doloroso y
punzante. Sube a su habitación sin decir nada. De hecho, para
p ara Jiang Wenxu, no es
verdaderamente importante su pérdida de peso mientras siga pareciendo que tiene apetito.
He sabe cómo reír, Wenxu lo ha visto hacerlo tantas veces que no entiende cómo una persona
tan positiva puede no querer cuidarse a sí mismo. Jiang Wenxu tiene
t iene una sola frase para ese
momento. ¿Por qué He Zhishu todavía no cambia
c ambia su forma de vestir? Se ve tan pálido y
sombrío.
El propietario que solo conoce a Zhishu en los puestos de venta, sabe que está angustiado y le
pregunta:
Un médico que está acostumbrado a la vida y la muerte puede persuadirlo para que no la
abandone. Y este hombre, ese que ha estado junto a él por más de diez años solo piensa que
es descuidado.
Jiang Wenxu conoce bien el libro sobre la mesa. Su corazón y su ternura no se utilizarán en
cosas que no son importantes una vez más. Por lo tanto, la antigua ternura reflexiva se ha
convertido en el actual desdén, en el desgaste de los años.
No quiere preocuparse por eso, y la energía mental se le va gastando durante todo ese
tiempo. El cuerpo y la mente de He Zhishu fueron devorados por los catorce años de
mentiras.
Cuando Jiang Wenxu salió de la ducha, He Zhishu ya se había acostado. Jiang Wenxu lo
abrazó por la espalda solo para darse cuenta de que la carne en sus brazos era más nula de lo
que veía. Le retorció el corazón:
El chip de sus conocimientos se desvaneció y las cejas le cedieron. Estaba tan débil...
Jiang Wenxu en realidad toma salvajemente a los hombres afuera, que se resistan le hace
sentir muy lleno y divertido... Pero el rechazo de He Zhishu sigue siendo incómodo desde el
fondo de su corazón. He Zhishu siempre ha sido muy dócil a sus ojos, y lo está negando
ahora. Así que su rostro se hundió, su mirada se oscureció:
—Tengo frío, estoy incómodo. No tengo demasiada fuerza... Vamos a dormir temprano.
Jiang Wenxu está un poco deprimido, su instinto le dice que hay algo absolutamente mal con
él, y no es un asunto trivial. Sin embargo, He Zhishu generalmente no deja ninguna emoción
demasiado expuesta. La gente no puede leerle el pensamiento, Wenxu no puede meterse en
su cabeza. Además, Jiang sigue sintiéndose culpable. Después de jugar sin él durante tanto
tiempo, se avergüenza de preguntar qué quiere hacer. Tiene que volver a dormir.
✤✤✤✤✤✤
Todavía recuerda lo que la gente dijo, ¿Cómo pueden durar dos hombres durante mucho
tiempo, sin protección legal, sin la bendición de sus seres queridos, incluso sin tener hijos?
¿Cuánto tiempo puede durar el amor? Cualquier hombre que te amé puede encontrar una
mejor alternativa con el tiempo. Cuando empiezas a esperar que el amante recuerde los viejos
sentimientos por ti, también es ese el momento en que la relación finalmente se rompe.
—Pero todavía no estoy dispuesto a irme... —Zhishu se dio vuelta suavemente. El sueño de
Jiang Wenxu es muy pesado y la almohada lo está bloqueando. Zhishu se envolvió
suavemente alrededor de su cintura y susurró—: No hay mucho más de un año para mí... No
me importa cómo juegues afuera, siempre y cuando no lo hagas delante de mí, o yo... —
Zhishu ocultó su cara en su pecho, era muy cómodo. Jiang le besó suavemente el cabello y
dijo, confuso:
—…Pequeño idiota...
La mano de He Zhishu no es tan buena, ni tan grande como la de Jiang Wenxu. Apenas
puede sostenerle. El tratamiento de una enfermedad como esa es igual a quemar dinero. Él
sabe cómo pensará Wenxu sobre ello. ¿Cuánto de lo que no le dice es debido al miedo y
cuánto es debido a la vergüenza?
—No seas tan cruel conmigo... Realmente no me enojé contigo ni una sola vez. Tienes que
tratarme mejor o ahora, de verdad voy a irme para siempre…
¿Podrá hacer de su vida algo completamente diferente ahora? Familiares y vecinos, tendrá su
propio círculo de amigos, piensa. Puede conseguir un amante también, alguien que
realmente merezca compartir las bendiciones de su día...
He Zhishu era muy bueno controlando a Jiang Wenxu en el pasado. Cuando se trataba de
negocios, el rojo, el blanco y el amarillo del vino se extendía por toda la mesa desde la tarde
hasta el amanecer del segundo día. Escupía, vomitaba y luego bebía otra vez. ¿Qué cosa no
habría hecho por él? En ese momento, la presión de Jiang Wenxu sobre la gran empresa era
pobre, y estaba bastante abajo en la jerarquía de posiciones. Más tarde, de las dos personas
que empezaron juntas, solo una podría ser considerada como un líder nato y, como resultado,
no tuvieron que seguir siendo "La pareja de la sección de relaciones públicas"
Por lo tanto, no quedó más para Wenxu que deshacerse de él.
✤✤✤✤✤✤
Zhishu salió silenciosamente de la cama, no pudo controlar la necesidad de humo una vez
que estuvo sentado en el sofá. Cuando He Zhishu era joven, se amaba a sí mismo más que a
nadie sobre el planeta... Pero después de diez años, dejó de preocuparse por los riegos y el
humo de los cigarrillos de segunda mano no dejaba de bombearle incesantemente por la
boca.
En ese momento, aunque no se amara a si mismo realmente amaba a Jiang Wenxu y usaba
toda su fuerza para seguir haciéndolo.
El amor ahora tiene catorce años de antigüedad, pero no ha tenido la fuerza de antes. No
siente la misma capacidad para querer a Jiang Wenxu como en la década anterior. El corazón
se le está enfriando lentamente, y no espera mucho más de todo el asunto que una mera y
profunda decepción. Él no quería sentirse culpable sospechando... Pero sospecha.
sospecha. Comenzó
a soportar todo ello debido al amor profundo, y el resultado fue bastante tolerable
tole rable hasta el
momento.
Comienza a dormir un poco en el sofá, y luego tiene fiebre a primera hora de la mañana.
Vierte el medicamento en su mano y espera a que se caliente el agua.
El cabello de Jiang Wenxu estaba un poco caótico, pero eso le hacía lucir más joven. Cuándo
se quejaba como en ese momento, no podía hacer otra cosa que recordar sus años de escuela.
Jiang Wenxu estaba un poco incómodo. Quería desquitarse cómo fuera y miró lo que He
Zhishu había consumido. Preguntó:
—¿Estás enfermo?
—Me he sentido resfriado. —Zhishu sonrió y dijo—: Nada de lo que preocuparse. ¿Hoy no
irás a la empresa?
Jiang Wenxu no sabía cómo interpretar aquella última oración, ¿era un sarcasmo? Incluso
He Zhishu había ocupado un poco de su antiguo dialecto en la oración.
Su conciencia culpable le provocó decir:
—Entonces puedo conseguirte algo para comer. ¿Qué tal si preparo una sopa de tomate con
shabu-shabu?
—Bien .
—¿Cuándo hiciste amigos? ¿Es alguien que conozco? ¿Un hombre adinerado que quiere jugar
contigo?
La serie de palabras de Jiang Wenxu hizo enojar a He Zhishu, y la repugnancia que sentía fue
aún peor. He Zhishu jura que Jiang Wenxu es el típico
t ípico hombre de carácter pesado que se
descarrila afuera y se reprime en su casa. Estuvo tentado en sacarlo de sus casillas él
también.
—¿Qué? ¿Tú puedes salir a disfrutar y a mí no me permites relacionarme con alguien? ¡En
realidad no sé cómo hacer amigos, gracias a ti! —He Zhishu apagó el fuego y los fideos a
—¡¿Qué diablos quieres decir?! Yo estoy trabajando duro para ganar dinero para darte lo que
necesitas y... ¡Vienes aquí y me dices que voy a perder el tiempo!"
Jiang Wenxu fue sorprendido por las palabras de He Zhishu, y estaba más molesto
mol esto todavía.
He sabe que Wenxu no está acostumbrado a eso, por lo que está tan preocupado que
comienza a temblar. Sin embargo, todavía no estaba
e staba tan herido hasta que, por la boca de
Wenxu salió:
—¿Tanto miedo tienes de que pregunte quién es? ¿Quién es el sujeto que te ve cuando no
estoy? ¿Te tocó? Maldita sea, esta maceta de flores horribles es suficiente para que puedas
comprar una casa, al menos para pagar un anticipo. ¿Quién estaría dispuesto a darle a la
gente como tú una casa de oro?
oro ?
Zhishu en realidad no sabía que esa variedad de orquídeas eran tan caras en esa parte de
China, ¿Cómo puede un médico hacer una cosa como esa?
Escuchando las sospechas de Jiang Wenxu, puede darse cuenta de que está aún más
enloquecido que antes. No se siente bien, no quiere enojarse, no quiere pelear. Aprieta los
dientes, se muerde la boca y dice:
Apareció el mal genio de Jiang Wenxu después de interminables frases hirientes. Como si lo
hubiera convocado con éxito y, después de dar dos pasos hacia él con el ceño fruncido y la
cara colorada, alzó la mano en el aire...
El corazón de He Zhishu está inexplicablemente dolorido y los reflejos de defensa que estaba
guardando se van. No sabe si apagó el gas, no recuerda que estaba haciendo. Solo puede
pensar y pensar en Wenxu y en la extraña fuerza que seguramente posee. ¿Cuántas personas
fueron heridas por él? Se pregunta.
Zhishu frunció el ceño y se enjuagó las lágrimas. Se sentó en la mesa con un plato de fideos y
descubrió lo verdaderamente difícil que era tragarlo. Muy asqueroso, era tan asqueroso como
Jiang Wenxu. Pero al menos los fideos no lo irritaban.
He Zhishu, tomó esta batalla con dificultad. Fue al dormitorio, tomó su ropa y decidió salir.
Las orquídeas dentro de la maceta estaban envueltas fuertemente entre sus brazos.
El invierno en el norte es seco y frío. Hay viento todo el tiempo. Zhishu se puso la chaqueta
ch aqueta
más gruesa que encontró y gastó más de 80 yenes para tomar un taxi hasta el hospital.
Ai Ziyu solo miró una bola redonda y blanca golpear la puerta de su oficina. No se sintió raro
hasta que vio al hombre tirar de su bufanda para revelarle entonces una cara delgada y
pálida.
—Sr. Ai.
—¿Así que te gustan los días fríos para venir a tomar tus
t us medicamentos?
—Hablando de eso... —Zhishu sonrió y dejó que Ai Ziyu observará la flor en la maceta—: La
traigo de regreso a casa. Ya estaba aburrida, dice que lo extraña
—¿No te gustan las orquídeas? Si crees que es muy difícil, ven aquí en una semana. Estoy
buscando algunas plantas de mi padre, unas plantas de sombra que puedan adaptarse de
buena manera a ti...
He deseaba que Wenxu estuviera allí para ver eso. Parado, admirando cómo había logrado
hacer amigos sin el más mínimo esfuerzo. Sin embargo, solamente le dedicó una débil
sonrisa, y luego se echó hacia atrás con el tema:
—Esta mañana comencé a salivar mucho. Vomité sangre, vomité mucha. Y no era igual a
cuando bebía sin parar en mi adolescencia, esas veces en las que el alcohol se vengaba de mí
sangrando mi estómago. No, no siento lo mismo. Hoy, incluso tosí una vez y sentí que estaba
a punto de vomitar por el resto de mi tiempo.
—Te he estado rogando para que recibas quimioterapia pronto... —Ai Ziyu frunció el ceño,
sentado en el escritorio y girando la pluma entre sus dedos. Sus amigos saben que este es un
comportamiento inconsciente cuando está molesto—: ¿Dices que tienes treinta? ¿Cuántos
años? No es como si te faltara el dinero. ¿Qué es lo que te preocupa entonces?
—Hace dos meses que estás pensándolo. ¿Todavía quieres tomar medicamentos tan
asquerosos como la primera vez?
Zhishu no está dispuesto a hablar más, bebe media taza de agua y se calienta las manos con la
otra mitad:
—No te daré más medicamentos sin la quimioterapia. —Ai Ziyu no sabe cómo moverse—: Te
pregunté sobre la médula ósea. ¡No puedo ayudarte cuando tú no tomas tu cuerpo en serio!
—Si los médicos fueran como tú, no creo que existieran tantas peleas entre ellos y los
pacientes .
—Oh, silencio. —Ai Ziyu se puso de pie—: Estoy libre de trabajo por la tarde así que voy a ir
contigo y llevaré el medicamento.
m edicamento. Es hora de comprar nuevas cápsulas también, soy
demasiado perezoso para hacerlo por mi cuenta.
—Qué bueno que vine a verlo entonces. —Zhishu miró a Ai Ziyu y le pasó su propio
rompevientos—: Hace frío afuera, abrígate.
Después de caminar hacia el auto de Ai Ziyu, He Zhishu comenzó a sentir que ese doctor no
era realmente una persona simple. El Ferrari abierto para él no era uno de bajo perfil y
parecía que estaba dispuesto a gastar por remodelaciones mucho más que Jiang Wenxu.
—No me gustaba escuchar lo que otros decían de mí cuando era un niño. Siempre se
burlaban de mi cara larga. —Ziyu está completamente fuera del ambiente de trabajo, parece
dispuesto a hablar de lo que sea menos del dolor. Todavía hay algunos rasgos juveniles en sus
cejas. En sus músculos vigorosos.... Zhishu miró por la ventana y le susurró después de un
tiempo—: También quería ser médico, y me ofrecí de voluntario para una facultad
importante de medicina...
—¿No lo pasó?
—No hice el examen. —Los ojos de Zhishu están vacíos, oscuros. De pronto parece
preocupado una vez más—: Tuve muchas pesadillas sobre eso por
p or la noche, y a menudo me
despertaba y me torturaba. No sentí pena por eso porque siempre fue así.
—La ubicación de tu casa es realmente buena. Tienes muchos lugares a los que puedes ir,
tienes que visitar estos locales más seguido.
Zhishu hizo un gesto con la mano y se marchó. Cuando se anudó la bufanda y estaba decidió
a entrar por el portón,
port ón, vio el auto de Jiang Wenxu en la
l a carretera.
El hogar estaba vacío. He se cambia los zapatos y se sienta en el sofá antes de siquiera darse
cuenta de que la llave está entrando en la chapa, y de que la puerta se está abriendo
lentamente.
La partida de Jiang Wenxu esta mañana es una de esas cosas que no le deja estar en paz.
Mientras piense en el día tranquilo, en la parte que incluye únicamente al doctor, no le
interesa realmente que ahora esté afuera. Pero... No se siente cómodo.En particular, He
Zhishu entiende profundamente la mala naturaleza del hombre con el que vive. Sale a jugar y
comienza a buscar un buen rato de diversión... Él, en cambio, no podría tolerar nada del
exterior. No tiene nuevos amigos, no le interesan nuevos amigos.
Jiang Wenxu pensó por un largo tiempo en que debía volver atrás y hablar detenidamente
con He Zhishu. Incluso después de tantos años, no quería admitirlo, pero ya se había cansado
del desagradable carácter apático y apagado de He... Le molestaba que no hubiera ni siquiera
esa extraña chispa de entrega que buscaba en la cama. Esa energía de antes. Sabía, sin
embargo y muy claramente, que al final él era quien había perdió la discusión ante He
Zhishu...
—¿Quién es la persona que te trajo? —Jiang Wenxu se mostró sombrío apenas al llegar—:
¿No hace frío? ¿No me dijiste que odias este clima?
Zhishu respondió:
—Somos amigos.
Zhishu se quitó la chaqueta de encima y la puso lentamente a su lado. No dio señas de tener
ningún cambio de humor.
No preguntó si estaba enfermo. No preguntó cuánto tiempo había pasado desde que lo fue a
ver. ¿No suelen los familiares del moribundo estar con el enfermo, ir al hospital y
familiarizarse con el médico? No, lo miró fríamente con sospecha y le preguntó por su
medicina.
—Se cayó en el auto —Finalmente percibió el sentimiento extraño de esa relación. Miró a los
.
ojos de Jiang Wenxu—: No te preocupes, el doctor es muy bueno, joven, amable y cuidadoso.
No le interesan las personas simples como yo, no entraré nunca en sus ojos.
Jiang Wenxu ha estado actuando descontroladamente afuera durante años, pero siempre
había estado dispuesto a esconder su temperamento de He Zhishu. Sus ojos están rojos y va
directamente al cuello de He en esta ocasión:
—El corazón es lo más difícil de adivinar, no lo puedes ver. Así que no, no sabes la verdad
sobre él. No sabes lo que piensa, no sabes lo que siente. —Zhishu no pudo empujar la mano
de Jiang Wenxu esta vez. El rostro pálido de Zhishu contrastaba con la cara roja y
desagradable de Wenxu—: ¿Cuándo no llego a casa, te sientes solo y te conviertes en un
idiota? ¿Cómo no estabas dispuesto a seguir solo fuiste y lo llamaste? —Jiang Wenxu empujó
a He Zhishu sobre el sofá, mirándolo con una condescendencia casi insultante.
Las palabras de Zhishu son más amables, pero nunca se ha quedado callado cuándo
comienzan a insultar su inteligencia. Abrió la boca y soltó la frase:
Jiang Wenxu lo abofetea. El tiempo de reacción de He Zhishu es muy lento para este
momento. Se siente algo avergonzado, y el dolor en su rostro no le ha permitido escuchar las
palabras de Wenxu, pero oye claramente el sonido de su corazón en la cabeza. Quiere irse,
pero está consciente de que no sabe para dónde volar.
Vivían juntos, como dos hombres normales y solían estar molestos antes también. Sin
embargo, Jiang Wenxu siempre había tenido una sensación de autocontrol inquebrantable...
Esta fue la primera vez que Jiang Wenxu lo subió casi arrastrando y lo empujó contra la
cama. Esta fue la primera vez que He Zhishu fue derrotado por completo.
Las sospechas y la posesividad exagerada de Jiang Wenxu en ese momento hicieron que He
Zhishu no estuviera satisfecho en absoluto. Solo se sentía atemorizado...
atemo rizado... Porque sabe que
Jiang Wenxu no está celoso, solo quiere monopolizarlo.
monopoliz arlo. No hay sentimientos de amor, solo
piensa « Él es mío, es parte de mis cosas y no quiero que las toques». En algún momento de
su relación, Jiang Wenxu lo amaba y solía estar celoso de verdad. Solía ponerse lindo, como
un lobo salvaje que era difícil de domesticar. Fingió ser un perro leal y lo esperó para
estamparle una mordida. En ese momento, las quejas de Jiang Wenxu, sus ojos en llamas y el
sonido del miedo rodeaba todo mientras repetía una y otra vez:
Jiang Wenxu en realidad se arrepiente un poco por todo. En estos años, ha aumentado sus
habilidades y se ha rodeado de personas poderosas para pulir su temperamento. No puede
ser rebelde con la gente que lo rodea y no tiene el hábito de molestar a He Zhishu. O al
menos, no lo tenía.
—Pensé que estaba bien contigo, incluso si me fue difícil, estaba tan feliz de haber pasado por
todo esto a tu lado. La picazón del séptimo año entra con todos, pero a nosotros ya nos duró
diez años. Pensé que la gente siempre cambia y que tú cambiarías también. Sin embargo, la
razón del cambio ocurre solo si la persona en cuestión quiere cambiar. —He Zhishu cerró los
ojos, no quería poner el poder restante
re stante de su vida en manos de Jiang Wenxu—: Separémonos
por unos días, no quiero mantener por más tiempo una casa rota.
Zhishu estaba ligeramente agachado. Su voz era suave, clara, tranquila y agradable. Intentaba
tener una conversación informal, de un modo informal.
—Si esto se rompe, todo lo que construimos se romperá también. Quieres que te deje para
que tú y tu supuesto amigo vuelen juntos. ¿Cómo puede eso significar algo bueno para mí?
Incluso mi negocio puede venirse abajo.
—¿Qué? ¿Las acciones que tienes no son suficientes para que puedas sobrevivir? ¿Tienes que
pagar por nuestros momentos juntos? ¿Hay que pagar una tarifa de ruptura?
—Pienso en los hechos. Recordé que cuando compramos la casa, no estaban dispuestos a
dárnosla si no firmaba con mi nombre. El mío, nunca preguntaron por ti. —Jiang Wenxu se
burló—: No necesito que me compenses con algo ¡Sal si quieres! No vas a soportarlo. Vas a
sufrir sin mí. No es tan fácil como decir que esta casa está rota.
Finalmente, Zhishu arrugó el ceño. Sus cejas bajaron, sus ojos se mostraban tristes y
apagados.
Él no sonríe más, solo suspira suavemente de vez en cuando:
—¿Por qué haces esto? Catorce años de sentimientos ¿Por qué tienes que arruinar tanto
trabajo?
—Sabes que mi mal genio también me estimula, mi genio es mucho más grande que antes...
Lo que soy ahora, es lo que nos da de comer.
—Lo que nos dividió. —He Zhishu siente que ya no quiere estar allí por más tiempo. Toma el
teléfono de la mesa de café
c afé y envía con rapidez un mensaje de texto a Ai Ziyu. « Ayúdame a
organizar una cita para la quimioterapia».
La mano de Jiang Wenxu, la que ahora le sujetaba la muñeca, temblaba con furia. Su ira, el
fuego en sus ojos tan palpable. Gritó como si no pudiera contenerlo más:
—¡No te burles de mí! Lo digo en serio. ¡Siempre he sido una persona que no puede soportar
esta clase de estupideces! —Jiang Wenxu apretó la parte posterior de sus dedos y volvió
mucho más fuerte su agarre. Lo condujo a la puerta, la abrió y lo empujó
emp ujó fuera de la casa—:
¡Joder! ¡Vete, ahora está abierto! ¡Vete si quieres!
Al principio, Jiang Wenxu pensó que era una pelea feroz, pero nunca esperó ni por un
momento escuchar a He Zhishu atreverse a decir que lo dejaría. No tuvo tiempo de pensar
acerca de cuánta emoción en su corazón era
e ra debido a la ira y cuánta era gracias a la tristeza.
Se sentía incómodo con sus pensamientos y solo podía calmarse si se desahogaba.
A pesar de su temperamento, lo amaba.
He Zhishu fue excluido por Jiang Wenxu. El cuerpo envuelto en sólo un pantalón de algodón
fino. El edificio de apartamentos es de gran altura, pero no es frío. Sin embargo, las defensas
de He Zhishu no pueden pasar esto por alto. No podía caminar, se acurrucó y se agachó en la
puerta. Escondió la cabeza en sus rodillas, y aunque no hubo ningún temblor evidente, la
nariz de Zhishu comenzó a sangrar de nuevo. Se limpió con la camisa de manera
indiscriminada y sus ojos se cerraron debido al dolor de cabeza que estaba floreciendo de
nuevo desde su nuca. Sentía mucho frío, no solo en su cuerpo, sino en su corazón. Era como
un viento que calaba, como tener un cristal enterrado. Se está volviendo cada vez menos
m enos
consciente del hombre que había amado durante 14 años.
Jiang Wenxu y He Zhishu, no tuvieron mucha química al principio. Jiang Wenxu era bueno
en los deportes, pero fue admitido como estudiante de bellas artes. No le gusta estudiar.
Además de dormir, está pintando todo el tiempo y también, luce perdido la mayoría de las
veces. He Zhishu era un erudito muy estandarizado. No dice más que
que las palabras necesarias,
escribe sobre cosas preciosas y le sonríe siempre a todos con demasiada
demasiada sinceridad. Siempre
se veía bien. Siempre olía bien. Las personas así naturalmente no son malas.
Una tarde, el maestro que estaba actuando como un simple sustituto, puso a Jiang Wenxu y a
He Zhishu juntos en la misma mesa de trabajo. La primera frase que dijeron Jiang Wenxu y
He Zhishu al mismo tiempo fue: «Hueles muy dulce»
Jiang Wenxu se rio con ganas, le mostró sus dientes blancos y después le dijo en un susurro:
—Gracias.
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu no es un sujeto molesto. Sabe que a He no le gusta que le interrumpa durante
las clases, tampoco le agrada del todo que pinte cuadros sobre él y prefiere las tardes
silenciosas que salir con los otros chicos a jugar los fines de semana.
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu le teme al profesor de la clase. A veces, durante la primera hora, copia
rápidamente la tarea de inglés sin que él se dé cuenta. Otros días no lo necesita, a veces finge
olvidar su cuaderno y entonces murmura:
«Pequeño He»
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu estaba sujetando los hombros de He Zhishu. Este se encontraba soportando el
dolor y suspirando con tristeza entre las oleadas de aire frío para cuando le escuchó decir:
—Hoy estás tan fragante. Estaba pensando en las flores de jazmín, cuando te vi llegar.
✤✤✤✤✤✤
La relación entre los dos es mucho más cercana que antes. Jiang Wenxu a menudo invita a
He para que vaya a verlo jugar al baloncesto. Todos se ríen y dicen que cada vez que He
Zhishu está observando a Jiang Wenxu, es tan feroz como una enorme peonía.
✤✤✤✤✤✤
Más tarde, un día, He Zhishu descubrió que Jiang Wenxu, que siempre había odiado leer,
estaba mirando un poema extranjero. Su mirada ceñuda y ansiosa era inexplicablemente
linda.
—Mencionaste este libro con el comité estudiantil ayer. ¿Está mal que me interese en lo que
te interesa?
Jiang Wenxu levantó las cejas y los ojos que le observaron en ese momento, eran profundos y
sensualmente juveniles.
✤✤✤✤✤✤
lámparas de aceite. Jiang Wenxu repentinamente abrazó a He Zhishu y olfateó como un gran
perro sobre su cuello. Sus ojos eran amables, su boca estaba llena de sonrisas profundas:
✤✤✤✤✤✤
Era el examen final en el tercer año de la escuela secundaria. Jiang Wenxu sabe que He está a
punto de regresar a casa, así que lo retiene
ret iene en las profundidades del callejón más cercano.
Luego, estaba allí, sosteniéndolo gentilmente entre sus brazos:
—Escuché a otros decir que te gusta Jane. Te compré su libro. Espero que puedas disfrutar de
esto y, por cierto... ¡Tienes que disfrutar de mí también!
Han pasado catorce años. Jiang Wenxu tiene 31 y He Zhishu, acaba de cumplir los 30.
He Zhishu tiene la cabeza inclinada hacia abajo. Parece que a través del inminente frío de su
cuerpo y de la penetrante oscuridad, fue capaz de recordar los días de su juventud en que las
flores de jazmín brillaban en sus manos. A la edad de diecisiete años, Jiang Wenxu lo llevó a
ver como los capullos se abrían en los árboles del bosque. Ese fue su regalo de cumpleaños.
¡El mejor presente de su vida!
El dulce amor de ese momento era completamente falso. Solo el dolor le martillea ahora.
Está cansado de sus memorias de hace 14 años. Cansado de ver ve r jazmínes, libros, fuegos
artificiales y lámparas de aceite que formaban parte de algo que ya no existía.
Jiang Wenxu originalmente había querido hablar de una manera tranquila. Intentó sofocar
los rastros de su ira y la inminente furia que se expandía todavía por su cuerpo. Quería darle
a entender a He, que todo podía
p odía quedar atrás, olvidarlo, seguir. El tema de la ruptura podía
p odía
ser tirado a la basura... Pero cuando vio la camisa de He Zhishu, se sintió estúpido y pensó
que había estado haciendo algo para provocarle sentir culpa y lástima.
Zhishu entró sin mirarle, se encaminó al baño y puso a calentar el agua en un intento por
lograr detener al menos los espasmos de sus dedos. Temblaba tanto. Wenxu notó por
primera vez que su ropa era muy delgada.
He Zhishu limpió débilmente las manchas rojizas en su cara con el dorso de la mano.
—¿No sabes cómo llamar a la puerta? ¿Realmente crees que puedo evitar que entres en la
casa? —Jiang Wenxu le ayudó a desvestirse. Tiró la ropa manchada de sangre sobre un cesto
junto al lavamanos y después, cerró la puerta del baño y regresó para mirar detenidamente el
cuerpo de Zhishu. Pese a lo extraño de la escena, Jiang Wenxu le robó un beso bajo la ducha.
Acarició a He Zhishu, su mano le tocó desde el costado hasta su cintura.
cintura.
De un momento a otro la frente se le arrugó con fuerza sin que pudiera evitarlo:
Zhishu negó con la cabeza. No pensaba explicarle ni siquiera las cosas más simples de su
condición.
Zhishu se estremeció por las baldosas frías, no tenía fuerzas para entender a Jiang Wenxu.
No podía ni siquiera negarse.
Observar los movimientos eróticos de Jiang Wenxu sobre él le provocó sentir algunas
náuseas persistentes. Aunque no investigó ni lo comentó, estaba seguro de las cosas que
Jiang Wenxu había estado haciendo en los últimos años. ¿Con quién? ¿Con cuántos?
Obviamente hubo cierto tono de sospecha en su voz. Él sabe que siente dolor, que no tiene
fuerzas... Y se beneficia con eso.
Para Jiang Wenxu, quién ha estado trabajando en los puestos superiores de su empresa
durante todo este tiempo, esto no es diferente a tratar con un cliente exigente.
—Sé que no. —Jiang Wenxu salió de la ducha y tomó con demasiada fuerza la muñeca de He
Zhishu antes de decir—: Voy a estar contigo hoy, llenándote. Todavía hay cosas salvajes en el
mundo del sexo que seguramente no entiendes. Pero yo sí.
Las sábanas se empaparon con el agua de sus cabellos. Su torso, sus brazos, sus piernas
estaban mojadas, y la temperatura del cuerpo de He Zhishu comenzó entonces a descender
todavía más. Jiang Wenxu sabía que estaba helado y no podía importarle menos
me nos ¡Solo quería
posible! Jiang Wenxu media mucho más ahora que
poseerlo y enfriarlo más todavía si era posible!
cuando era adolescente. Alcanzaba más de un metro ochenta y cinco, dándole a He Zhishu un
sentimiento completo de opresión.
He sabe que debe continuar luchando. No quiere ser tocado por esa persona en tal situación
¡No importa que continúe amándolo! Esto le estaba provocando el sentirse rebajado,
utilizado y asustado. Por el contrario, Jiang Wenxu ha estado tan
t an abrumado por la ansiedad y
tan cegado por los celos inconscientes que no quiere retirarse ni un milímetro de encima. No
desea que He se de vuelta, caiga del colchón, tome sus cosas y lo deje. Siente que si lo
abandona se volverá una persona irremediablemente loca.
He Zhishu fue inmovilizado antes de que se diera cuenta, y Jiang Wenxu ocupó esa
oportunidad para besarle completamente la cara. Zhishu no se siente cómodo. Jiang Wenxu
es enorme y su cuerpo es cien veces más fuerte que el suyo. La realidad de lo que pasa es tan
horrible, tan espantosa... Que para He Zhishu ya es incluso difícil de decir...
Jiang Wenxu está ansioso por comenzar a marcar su territorio en aquel delgado cuerpo.
Llenando de besos el cuello de He Zhishu, mordiendo su clavícula.
Y, después de que Wenxu eyaculó dentro de él todo lo que podía ser capaz de hacerlo ...
Reanudó su posición por segunda vez. Jiang Wenxu le dio vuelta a He Zhishu y entró por
detrás. Le puso la mano en la cintura con una sonrisa maliciosa:
Continuó entrando y saliendo. Experimentando, utilizando todos los trucos que había
Después de haber estado en cuclillas por un tiempo, tuvo algo de fuerza para bañarse y
comenzó a moverse incluso con un poco más de fluidez.
El hombre que amó durante tantos años tiene una piel tan simple pero también
absolutamente hermosa. Sus líneas faciales son afiladas y profundas. Su nariz es recta y las
cejas las tiene un poco gruesas. He Zhishu miró a Jiang Wenxu por un largo tiempo gracias a
la pequeña luz de noche que mantenía
m antenía sobre su buró. Jiang Wenxu estaba destinado a tener
ese tipo de apariencia desde la secundaria. Antes era un hombre atractivo y posiblemente
moriría siendo atractivo todavía. Casi siente lástima al recordar que, muy posiblemente, no
será capaz de ver aquello.
—...Tengo que irme muy pronto, y no eres bueno conmigo... —He Zhishu se recostó
suavemente al lado de Jiang Wenxu y le abrazó por la cintura. Su voz tiene un ligero temblor
en ella—: ¿Quién estará contigo más tarde? No hay muchos como yo, no encontrarás a
alguien que te aguante tanto... Soy muy buena persona y deberías de sentirte bendecido por
tenerme. Pero si esto ya es así, al menos elige a alguien que pueda estar contigo eternamente.
—He Zhishu finalmente se quebró y se permitió llorar después de un largo tiempo de no
hacerlo—: Tonto, no sabes que me estás perdiendo.
pe rdiendo.
Jiang Wenxu estaba muy cansado e intentó descansar largamente por el resto de la noche.
Aunque no fue tan tranquilo como siempre. Cuándo se durmió, en medio de la madrugada,
tuvo un sueño muy real. Soñó que él y He Zhishu esperaban el tren juntos, en la estación a la
que iban cuando eran más jóvenes. El tren se acercó a He Zhishu, este sonrió y se despidió de
él con un movimiento de su mano. Jiang Wenxu se puso nervioso por un momento. Cuando
se dio cuenta de lo que pasaba, lloró y persiguió al tren por un largo tiempo, pero todos sus
esfuerzos fueron inútiles. Sabe que se está alejando cada vez más, que nunca podrá
alcanzarlo. Se va, y se sigue yendo...
Todos hemos soñado cosas así, seguramente. Sueños, en los que tus seres queridos o amigos
te están abandonando. Sueños en los que te sientes triste, débil y lloras y ya no puedes seguir
respirando. A menudo te despiertas asustado. Cuándo te levantas, te sientes solo y
completamente desechado. El sentimiento te rompe el corazón y persigues con desesperación
la realidad. Quieres volver a ella, no deseas continuar sufriendo...
Jiang Wenxu se levantó empapado en un sudor frío y extendió la mano para tocar el cuerpo
cálido de He Zhishu. Dejó de hacerle caso a su desbocado corazón y envolvió firmemente en
un abrazo a He Zhishu. Lo mantuvo contra su pecho.
Son más de las seis y media de la mañana, y He Zhishu estaba todavía muy pegado a Jiang
Wenxu. Las largas pestañas le temblaron dos veces antes de despegar los párpados por
completo.
Parpadeó.
Estaba tan incómodo, sentía su cuerpo desordenado, y dolorosamente, despegó los dientes
para preguntar:
—¿Qué pasa?
—No lo sé, pero no puedes ir a ninguna parte. No voy a dejarte. No lo voy a permitir.
permit ir.
—...
He Zhishu no dijo nada por algunos minutos. Sin embargo, en los brazos de Jiang Wenxu, se
quedó dormido casi tan profundamente que incluso llegó a olvidar sus palabras.
Aunque no hubiera sido así, no hubiese
hubiese respondido.
✤✤✤✤✤✤
He Zhishu conoce su conciencia culpable, y entiende que ahora está haciendo todo lo posible
por mantener una especie de prosperidad superficial dentro de la casa.
—Estás muy delgado y aun así no quieres comer nada. Estoy preocupado así que te daré una
enorme olla de gachas de mijo hoy.
He Zhishu negó con la cabeza ligeramente, no quería recordar nada sobre eso. Estaba
dispuesto a no tener ninguna imagen del ayer en lo más mínimo.
En realidad, quería comer más cosas de las que Jiang Wenxu había preparado. Se siente
mejor, tiene ganas de probarlo todo... Pero
P ero también es muy difícil hacerlo. No puede tragar.
Los medicamentos le provocan sentirse irremediablemente lleno, ¿Cómo puede comer otra
cosa?
—No me sorprende que estés tan delgado. Un gato comería más que tú. —Jiang Wenxu
frunció el ceño—: Tienes que dejar de adelgazar. Intenta cuidar tu cuerpo un poco mejor.
—Yo también comeré poco, esperaré hasta el mediodía para que podamos cocinar juntos esta
vez.
Hace mucho frío y la nieve del exterior aún no se despeja del todo. Se pueden ver los techos
próximos a través de las grandes ventanas, se siente el viento, danzando y llevando consigo
algunos copos. Calienta una bolsa de agua, siente que la necesita para entibiar un poco su
estómago y sus manos. Escribe entonces, una respuesta al mensaje de texto que acaba de
recibir. Acurrucado sobre la silla que parece un mullido nido.
—Tu medicina todavía está en mi auto. ¿Quieres que te la envíe a casa después del trabajo?
No tardó mucho en recibir: « No tuve ninguna llamada tuya ayer. ¿Está bien para ti
contestar el teléfono ahora?»
He Zhishu sonrió, pensando en ello: « No se preocupe. Realmente iré mañana. Hablaremos
sobre esto en el consultorio» Ai Ziyu no le mandó otro mensaje.
me nsaje. He Zhishu vio las
notificaciones por un tiempo... No le tomó mucho sentirse exhausto y dejar de lado su
celular.
Más tarde, fue encontrado por Jiang Wenxu. Se contuvo en despertarle, se rascó la nariz y le
miró todavía un largo rato. Está confundido. Jiang Wenxu todavía se siente incómodo,
avergonzado y sabe que He se encuentra muy incómodo también. Debería sentirse mejor
después de cancelar su cita con Xu Jiao y tendría que estar más tranquilo tras posponer el
encuentro con su viejo amigo...
—Jiang Ge...
Después de tantos años, Jiang Wenxu puede jurar que nunca nadie le llamó de esa manera en
Beijing. Incluso, aunque lo mencione de su propia voz, ya no suena igual que antes porque
perdió su acento. Es lamentable, pero una vez que esas cosas se van es imposible
encontrarlas de nuevo. Solo el acento de He Zhishu es el mismo que el de hace un tiempo
atrás, igual a sus días de estudiantes.
cubrió suavemente casi hasta su barbilla. Regresó a su estudio y vio que su teléfono celular
vibraba una y otra vez sobre el escritorio. El número de contacto le provocó suspirar como si
estuviera absolutamente frustrado.
Jiang Wenxu sabe que abusó de su tiempo fuera. Al principio, estaba bien jugar de vez en
cuando. Besar a una o dos personas, enredarse por allí... Se presentaba siempre como un
hombre soltero. Estaba disponible la mayoría de las veces
vece s y, además, se conocía lo suficiente
como para saber que era muy atractivo. Un hombre guapo en verdad. Siempre encontraba a
alguien nuevo y nunca echaba de menos a He Zhishu.
Descubrió que las flores silvestres eran igual de aromáticas que el jazmín.
Las malas conductas siempre se vuelven un hábito. La primera vez, se siente incómodo y
temeroso. Al ir a casa después de estar con su amante, no cree que tenga lo
l o necesario para
encubrir sus miedos internos. Piensa que será descubierto y es cuidadoso. Después de un
largo tiempo, la carga sobre sus hombros se va haciendo cada vez más pequeña hasta que
desaparece casi por completo. Al principio, hace todo lo posible por ocultar sus acciones.
Pone excusas, dice mentiras. Un día, sin embargo, cuando He Zhishu tuvo la sospecha de que
estaba viendo a alguien más y se pelearon... Aunque se mantuvo firme, aunque estaba
preocupado... Jiang Wenxu descubrió que He Zhishu era suyo. Para siempre, hiciera lo que
hiciera.
Lo de afuera sigue siendo tan silencioso que es casi irreconocible. No es qué lo haga porque
esté aburrido, pero admite que son juegos divertidos.
No sabe por qué, pero Jiang Wenxu de repente siente el tipo de tensión que experimentaba al
principio. El fuerte instinto de Jiang Wenxu le hace pensar que la extraña actitud de He
Zhishu tiene algo que ver con cosas que no conoce. Es muy difícil y le enoja demasiado.
✤✤✤✤✤✤
sangre en la parte superior y no pudo evitar entrar en pánico. Jiang Wenxu sabe que He
Zhishu le teme al dolor. No es frágil, piensa que solo no le gusta sentirlo. Es fácil para He
quebrarse y tiene el aspecto de no poder soportar ni siquiera un pequeño golpe.
Jiang Wenxu recuerda claramente que, cuando lo presionó debajo de su cuerpo, el dolor de
He Zhishu impregnado en sus pupilas le había provocado temblar con fuerza. Los ojos
negros y brillantes de He parecían haberse apagado un poco.
He Zhishu tardó unos veinte minutos en despertarse. Además de ser destrozado por Jiang
Wenxu hace unas noches, él no se siente para nada incómodo esta vez.
Jiang Wenxu es muy atractivo. Tiene hombros anchos, glúteos bien formados, piernas largas.
Las mangas de su camisa le llegan por encima de los codos y el aspecto que tiene al hervir la
pasta es muy buena también. Las cejas gruesas son absolutamente masculinas, piensa.
Cuando Jiang Wenxu se dio la vuelta y vio a He Zhishu, se sorprendió un poco, pero le
l e sonrió
de igual manera:
He Zhishu susurró:
—El sabor debe ser más liviano, no tenías que agregar tanta sal. Te da una sensación
demasiado fuerte en la lengua.
Después de decir eso, Jiang Wenxu acepta que se siente un poco ridiculizado.
✤✤✤✤✤✤
Mientras comen, el estado de ánimo de He Zhishu se ve muy estable. Cada platillo se iba
terminando y su rostro estaba lleno de sonrisas y pequeñas risas casuales mientras eso
pasaba. Sin embargo, solo ingería una pequeña porción de comida de cada plato y Wenxu se
jactó de ello casi de inmediato... La sonrisa de Jiang se convirtió lentamente en una especie
de mueca de disgusto tan fuerte que no pudo llegar a ocultarla más... Pero He Zhishu aún
sonreía, y el pequeño hoyuelo se le marcó en la delgada piel de su mejilla izquierda:
Jiang Wenxu no pensó mucho en una respuesta para eso. Tomó su cuenco con la sopa y
despegó un par más de palillos para sostener su pasta:
—Comamos más, no pienses en eso. Te prometo que después de terminar con este proyecto
definitivamente te acompañaré más seguido en casa.
Zhishu no movió los palillos. Sus ojos bajaron y barrieron las delgadas manos de Jiang
Wenxu. Preguntó, agitando un poco su cabeza:
Ese anillo fue un regalo de hace nueve años. Lo recuerda. Él sabe que necesita enviarle un
presente de cumpleaños a He Zhishu, pero no le convence del todo darle un libro de pasta
dura ni un separador con forma de flor. El tiempo no se detiene, está llegando
lle gando el día. Siente
que tiene el dinero suficiente para comprar los pequeños anillos de plata para pareja que vio
en un catálogo de la oficina. Sencillos y lisos, ovalados, incluso el patrón es decente. Elegante.
Los adquirió un día antes de que su celular le arrojara la notificación de la l a celebración. Se
mide el anillo en cada uno de sus dedos. Manda a grabarle unas letras sencillas en la parte
superior, las manos le están temblando cuando lo mete m ete en una caja y le están temblando
t emblando
cuando se lo da... En el momento
mom ento en que Jiang Wenxu miró a He Zhishu tomar el anillo, se
sintió conmovido y los ojos le comenzaron a llorar.
¿Pero cómo fue que lo perdió? Jiang Wenxu está un poco avergonzado. La primera vez que
estuvo ebrio fuera de su casa, intoxicado y desconcertado, esa noche y en medio de su
delirante travesía... Conoció a otro He Zhishu. El hombre era como el He Zhishu de 18 años
de edad. Su Zhishu universitario de cabellos negros y suaves. Sus ojos son claros e inocentes.
Cuándo pregunta por él, también lo llama Jiang Ge, utilizando un tono malcriado. El anillo se
perdió después de esa noche a su lado. Estaba muy
m uy borracho como para recordar donde cayó,
o si lo vio o si es que acaso se
se lo dio a él.
Jiang Wenxu comenzó a soplarle a sus palillos como para restarle importancia al asunto. He
He Zhishu reprimió con todas sus fuerzas las terribles náuseas que estaba experimentando
después de comer. Decidió entonces, sentarse frente al brillante balcón iluminado por el sol y
mirar por horas el anillo de plata ennegrecido y oxidado que se mantenía todavía en su dedo.
¿Todos los sentimientos en estos catorce años realmente fueron rebajados a esto? ¿O es que
es más fácil hacerse rico que lograr que una relación permanezca unida?
Zhishu nunca ha sido tan consciente de que se está autocompadeciendo. No se puede decir
que lamente las décadas de amor ni que se arrepienta de sus sentimientos... Pero se siente
tonto por abandonarse a un amor sin retorno como ese. Sabe que no tendría que bajar la
guardia, no debería de rendirse solo por el huracán en su vida ocasionado por un hombre.
Pero lo hace.
Jiang Wenxu se despertó un día, salió de la habitación y se fue de la casa. Dijo que su
supervisor lo llamó para decirle que tenía
t enía problemas con una lista de ventas.
Zhishu le envolvió en el cuello una delgada bufanda de cachemir de seda azul, y luego se
despidió de él agitando la mano con una sonrisa:
—Sé que no tienes miedo del frío, pero tú cuerpo no puede soportarlo.
Jiang Wenxu sonrió también, le besó en la frente y le ayudó a las manos de He Zhishu,
terminando de hacer un nudo con la bufanda.
En cuanto Jiang Wenxu se perdió de vista, suspiró un poco y llamó a Ai Ziyu. Él, al contrario
de Jiang, respondió de inmediato:
—¿Hola?
—Ven, hoy estoy de guardia. Hay una cirugía programada para la tarde así que sería bueno
que llegaras temprano.
Zhishu deslizó unos largos y aplastados pelillos por su frente. Pensó entonces, que cuando
regresara podía ir y cortar su cabello hasta dejarlo casi
c asi pegado a su cabeza.
—Trata de venir fresco hoy. Abrígate, pero ponte ropa cómoda abajo.
He reaccionó con una sonrisa y dijo gracias. Ai Ziyu estaba decidido a impactar en su vida de
alguna manera.
✤✤✤✤✤✤
Hacía mucho viento afuera, y el aire frío le entró de golpe por la nariz y viajó hacía el interior
de su tracto respiratorio. Sabe que es un mal
m al hábito, el no gustar de usar cubrebocas.
Pero cuando algo no le gusta, no le gusta y se acabó.
Ai Ziyu todavía tiene varios pacientes esperando, por lo tanto, se sienta en una esquina
esquina y
espera tranquilamente también. De manera inconsciente, observó esta vez el dolor
desesperado de una pareja de casados sosteniendo a un niño a quién se le diagnosticó un
cuadro de leucemia. Zhishu no quería, pero estaba algo angustiado
angustiado también.
Si sus padres estuvieran allí, seguramente se sentirían mal. Sabe que ellos no pensarían que
es un problema y lo apoyarían con todo lo que tienen.
Pero...
He Zhishu no sabe en qué momento Ai Ziyu comenzó a llamarle. En cuanto lo miró, el rastro
de una sonrisa comenzó a dibujarse en la línea de sus labios.
—Adelante.
portada de una revista en la esquina de la mesa. Pensó que ya había pasado bastante tiempo
desde la última vez que compró una. Incluso, la idea de volver a coleccionarlas le pareció
atractiva por un momento.
Ai Ziyu es de un alto nivel académico. Un médico muy joven que habla
habla sobre el tratamiento y
la enfermedad de manera objetiva, sin ningún sentimiento personal. Sin embargo, mientras
más le explicaba más frío sentía. Más adolorido estaba su corazón.
—Todavía eres muy joven, haré lo mejor que pueda para apoyarte durante el proceso. No
puedes rendirte. No te dejaré caer. —Ai Ziyu terminó de hablar. Intentó sonar reconfortante.
El volumen del teléfono no es discreto, y las ondas de sonido alcanzan a llegar a los oídos de
Ai.
Es un momento incómodo para He Zhishu, pero Ai Ziyu logro sonreírle pese a eso. He se
levantó, caminó hacía la puerta y comenzó a bajar desesperadamente el sonido del aparato.
Ai Ziyu hizo girar el bolígrafo de tinta recargable alrededor de sus dedos
dedos y miró
detenidamente las dos macetas de orquídeas. Nadie sabe lo que estaba pensando, ni siquiera
él mismo.
—¿Eres gay?
—Lo soy.
Los reflejos de Zhishu le provocaron llevar inmediatamente después de eso, las manos a la
piel de su garganta. Sus dedos se habían vuelto un collar alrededor de él. Sin embargo, al
darse cuenta de lo vergonzosa que era esa reacción, suspiró y utilizo una actitud relajada para
encontrar las palabras que necesitaba. Dijo casi en broma:
—No me importa tu sexualidad, pero quiero conocerte. ¿Cuál es la situación entre ustedes?
Primero, ¿crees que tu cuerpo puede
p uede soportar ese ritmo tan energético en el sexo? —Ai Ziyu
no es un tonto, y sus palabras le muestran claramente que los deseos posesivos dentro suyo
están saliendo—. Lo segundo y más importante. ¿Qué tan profunda es su relación? Desde su
examen, hasta su resultado final, pasando por el tratamiento de ahora... Siempre vienes tú
solo.
Ai Ziyu todavía está ocupado por la tarde, así que le pregunta sobre un horario para que
pueda volver otra vez.
He Zhishu tosió un par de veces, y los huesos de la espalda comenzaron a ser muy dolorosos
como para soportarlos. No quiere que la gente hable sobre su relación, sobre los años que
han vivido juntos a base de mentiras. Teme que el doctor se entere de las excusas que le han
dado, de cuán repugnante pueden ser sus encuentros durante las noches. He Zhishu aún lo
quiere demasiado como para no soportar los chismes.
Calienta agua para poder tomar su medicamento y la vacía en su taza de café. Piensa que
además de aguantar a su propio cuerpo, también tiene
t iene que tratar de no ser irritante para los
l os
demás.
He Zhishu localizó casualmente una peluquería doblando la esquina, en la misma calle dónde
se encontraba el consultorio de Ai. La tienda no es demasiado grande y se siente muy cálida
He Zhishu se miró al espejo, su voz fue muy suave. Él sabe que la quimioterapia puede causar
una gran cantidad de pérdida de cabello. Quizá este sea el último corte normal.
La peluquera no habla mucho pero su técnica es muy buena. Lo cortó en menos de un cuarto
de hora y después de eso, murmuró:
He Zhishu sonrió y pagó. Cuando salió por la puerta, estaba pensando en Jiang Wenxu.
He Zhishu cantó suavemente una vieja melodía, la canción que escuchaba frecuentemente
hace unos años. Caminó por la banqueta con una sonrisa superficial, tratando de encontrar
algo de energía y felicidad en las cosas que lo rodeaban. Dentro de su cuerpo. A Zhishu una
vez le gustó la canción de " El marinero" de
de Zheng Zhihua. Cantó la tonada una y otra vez, sus
ojos estaban rojos y su voz era baja, casi suena demasiado apagada:
En la estación del metro, He Zhishu de repente vio una caja de zapatos tirada a un lado de la
entrada, y pudo escuchar el sonido de algo rascando desde dentro. Se escucha como si
estuviera llena de pequeños animalillos.
He abre la tapa con cuidado, y su respiración se detiene en un minuto: Hay cuatro gatos
pequeños, abandonados en el frío. Sus pelajes están marcados por unas leves franjas grises,
sus patitas tiemblan y sus narices parecen anormalmente húmedas. Lo que más le gusta
sobre el mundo a He Zhishu, son los pequeños animales peludos, los que son fáciles de
cargar... Sin embargo, a Jiang Wenxu realmente no le gustan estas cosas. Piensa que tal vez,
se debe a los pelos que ellos sueltan o a su aroma ¿Quién sabe?
He Zhishu siempre ha obedecido sin chistar aquella regla como si fuera un mandamiento.
Pero ahora vacila. Si los deja y nadie después de él tiene la capacidad de levantarlos y
llevarlos lejos de ese aterrador viento que trajo el invierno... Entonces definitivamente esos
cuatro gatitos no sobrevivirán. Además, He Zhishu quiere por primera vez, pensar en su
propia felicidad y hacerse a sí mismo un regalo.
Quién regresa a casa ahora, es una persona delgada cargada con cuatro gatitos. Se siente
de excelente humor y pasa a comprar un poco de leche en polvo y un pequeño paquete de
galletas de avena en el supermercado que se encuentra junto al edificio de departamentos.
Afortunadamente, los gatitos parecen estar muy saludables, y rápidamente se vieron repletos
de vida una vez que entraron en calor al cubrirlos con una manta. Durmieron unos minutos y
después pidieron leche instantáneamente al despertar.
He Zhishu cortó cuatro cuerdas de cuatro colores diferentes y le puso una a cada gato,
amarrada con delicadeza alrededor de sus cuellos. Preparó la leche en polvo, la calentó sobre
la estufa y puso a ablandar las galletas con ella.
ell a. Alimentó pacientemente y con cuidado a cada
uno de ellos hasta que quedaron satisfechos y sus frágiles pancitas se extendieron. Los dedos
de He Zhishu tocan suavemente las suaves y tiernas almohadillas en las l as patas de los gatos. Es
tan maravilloso que le hace desear regresar en el tiempo a su época escolar en donde pudo
haber adoptado a más de cuatro.
✤✤✤✤✤✤
Cuando Jiang Wenxu regresó en la madrugada, vio que He Zhishu estaba dormido en el sofá
y llevaba cuatro cosas peludas roncando estridentemente sobre su pecho.
—¿Qué pasa?
Jiang Wenxu era muy malo al tratarse de animales, y el maletín cayó sin que le importara a
un lado de sus pies. Su fuerte carácter no le permite tolerar ese tipo de faltas tan graves.
He siente una infinita tristeza. Eleva las cejas, le empieza a temblar la boca:
—¿Y dónde?
Jiang Wenxu no quiere parecer el villano. Tampoco está de humor como para empezar una
nueva pelea cuando ya todo parece ir bien:
—Cariño, este tipo de animales son muy sucios. Al crecer van a hacer muchos destrozos. ¿Y
qué tal si eres alérgico? Hemos vivido muy bien sin tener mascotas, ¿no? No necesitamos
tenerlas ahora.
—He...
—Jiang Wenxu, parece como si todavía no me conocieras. ¿Aún no lo sabes? Quería criar
alguna mascota cuando era más joven pero mi familia no estaba de acuerdo. En ese
momento, pensaba que cuando tuviera un hogar propio definitivamente iba a tener un perro
o un gat
gato.
o.
—Oye, en estos años nunca me hablaste de este sueño, ¿por qué quieres hacerlo ahora? Si
esperas un poco más, un par de años, té conseguiré un perro de raza pura para que te pueda
acompañar.
Zhishu miró fijamente a Jiang Wenxu. Los ojos, de repente, le enrojecieron como si fuera a
empezar a llorar:
—No puedo esperar, solo... Quiero tenerlos ahora. Jiang Ge... Por favor.
He sabe que está de acuerdo. Jiang Wenxu poco a poco está dando todo por sentado.
Jiang Wenxu arrojó a He Zhishu sobre la cama al día siguiente y, nuevamente, justo como un
perro grande, olfateó a He Zhishu.
El cuello de He Zhishu es muy sensible, no le resulta fácil ser golpeado de improviso por su
aliento caliente.
—¿Olor?
—Hueles a gato .
Zhishu sostiene el rostro de Jiang Wenxu entre sus manos y sonríe antes de besarle la frente:
Jiang Wenxu llenó de besos la cara de He Zhishu y luego, repitió lo mismo con su vientre.
Los sonidos bajos y las respiraciones entrecortadas de He Zhishu tienen, inconscientemente,
un poco de excitación impregnada.
—No... No me dejes marcas. Fui al hospital el otro día y cuando me quité el abrigo...
Jiang Wenxu se mueve muy agresivamente sobre el cuerpo de He Zhishu e interrumpe sus
palabras. Le corta la respiración, le entumece los dedos. Sus ojos arden, están inundados en
lágrimas:
—Voy a ir lo suficientemente lento. —Jiang Wenxu lo acaricia con suavidad entre las piernas.
La acción hace que su cuerpo se curve, empieza a salivar a medida que le besa ahora por los
muslos—: ¿Cortaste tu cabello?
He se muerde los labios. Las acciones sobre él son tan intensas que apenas puede formular
una respuesta:
Wenxu se levanta, se inclina y le ataca el cuello una vez más. Lo hace porque sabe que a He
Zhishu le gusta sentir sus labios bajo su oreja. Le gusta sentir su barba de un día... Le gusta
cuando succiona su garganta. Le encanta tanto que le sostiene, le araña y le pide por más.
Al final, Jiang Wenxu no puede evitar sentirse absolutamente feliz con sus súplicas.
súplicas. Se siente
más renovado de lo que ha estado en mucho tiempo. Cuando Jiang Wenxu estira sus
articulaciones, sostiene todo el cuerpo de He Zhishu entre sus brazos. Le acaricia la espalda,
la cadera y sus pequeños glúteos, todo de poco en poco.
✤✤✤✤✤✤
Zhishu se estira, sacude la cabeza, sonríe y toma las cuatro bolitas pequeñas y peludas del
suelo entre sus brazos. Da una vuelta con ellas por todo el departamento y después de beber
su medicamento, se cambia de ropa, los deja en su cama y se va al hospital.
He se miró en el espejo antes, por lo que ahora camina sin necesidad de una bufanda por la
banqueta desierta. Afortunadamente, Jiang Wenxu escuchó
escuchó sus palabras durante la noche y
no dejó ninguna marca en algún lugar visible... Aunque, bueno, los lugares que están
cubiertos por su ropa son un desastre.
Cuándo va por la carretera, su estado de ánimo continúa siendo muy tranquilo... Sin
embargo, cuanto más cerca está del hospital, más lento comienza a moverse. Ai Ziyu le había
dicho claramente que tenía que ser hospitalizado durante la quimioterapia, pero He Zhishu
se negó sin dudarlo ni siquiera un poco. No quería escuchar sobre las
l as terribles secuelas que
tendría, ni de los efectos que aparecerían inevitablemente con el tratamiento.
He Zhishu no lo analizó demasiado, pero sabe que este proceso será muy doloroso y
terriblemente largo. La quimioterapia hace que He Zhishu sienta que está muriendo, que lo
matan.. Es realmente incómodo, el dolor de cabeza es asqueroso, y la quemazón en todo el
matan
cuerpo le hace sentir que va a estallar. Siente como si sus vasos sanguíneos se estuvieran
llenando de gusanos gigantes que se aplastan y se retuercen bajo su piel.
piel. El
El dolor es el
infierno en la tierra. He Zhishu le tiene miedo al dolor... No sabe si podrá soportar la
próxima oleada de sufrimiento, menos si resistirá a los siguientes días.
Las pálidas mejillas de He Zhishu están mojadas por el sudor frío, y los labios que acababan
de ser mordidos por sus duros dientes, están goteando de sangre.
Ai Ziyu le confesó a otros médicos que tomaría un descanso todos los días a la misma hora
por un par de semanas para acompañar a un paciente especial que llegaba sin familiares.
Aunque había administrado quimioterapia
quimioterapia a un número casi exagerado de personas, siente
un terrible dolor instalándose en su pecho mientras lo mira a él. Sentado, sufriendo. Se siente
sumamente angustiado.
—Sr. Ai...
El dolor en los ojos de He Zhishu es tan real, le hace sentir tan roto...
He Zhishu hace un enorme esfuerzo por caminar correctamente, Ai Ziyu lo lleva con lentitud
a su oficina. Lo sostiene del brazo, le acaricia la espalda. En todo el camino, no hay palabras
que puedan describir los sentimientos pulsantes de Ai Ziyu. Nadie puede saber lo mucho que
le duele ni lo mucho que deseaba que ya se terminara.
Las cejas de He suben lentamente, un suspiro de frustración escapa de sus labios. Parece
próximo a comenzar a temblar. Aunque las emociones de Ai por los pacientes siempre están
e stán
debidamente contenidas, está vez y tras sacudir la cabeza con suavidad, le sostiene de los
hombros y le dice:
Si amas a alguien a ese extremo, no puedes vivir por él, pero puedes estar dispuesto a morir
en su nombre. Sabe que no puede convencerlo de inmediato, por lo que solo le queda seguirle
la corriente.
pregunte en persona.
Cuando He despierta, sabe que le ha ocasionado demasiados problemas a Ai por un solo día,
y ya que se encuentra en mejores condiciones, se inclina, se disculpa
disculpa y le da las gracias a Ai
por su excelente cortesía y su extrema amabilidad.
Ai Ziyu no puede quedarse con él por más tiempo, así que intenta ser lo suficientemente claro
antes de dejarlo partir.
Ai Ziyu lo pensó y repentinamente, se vio embargado por la tristeza. Su rostro había perdido
la sutileza y He Zhishu lo miró entonces con curiosidad. Después de un rato, Ai Ziyu dijo:
—Tienes que dejar de tener una vida sexual tan activa. Tu cuerpo no va a soportarlo.
✤✤✤✤✤✤
Los cuatro pequeños gatitos están empapados en leche y maúllan alrededor de He Zhishu.
Un bebé comienza a hacerse bolita en el costado de su cuello, el segundo le está amasando el
pecho... Y la suave sensación de las tiernas y acolchadas almohadillas en la parte inferior de
sus patas, demuestra ser lo que necesitaba para entibiarle el alma.
así que ignora las sobras y pasa de largo por la estufa sin voltear a ver las gachas que se están
entibiando en un sartén.
Ha comprado un poco de vino para esta noche, y hace feliz a He Zhishu cuando sostiene a un
gatito sobre sus brazos. Le da un beso al segundo y al otro lo deja medio adormecido sobre el
sillón.
Jiang Wenxu tiene tan buena condición como un lobo joven. Es enérgico pero amoroso
cuando le sostiene junto a su pecho y comienza a marcar un caminillo de besos húmedos por
su cuello.
Trata de seguirle el ritmo bajo sus piernas, y soporta la debilidad y la incomodidad que le está
atacando de pronto todo el cuerpo. Jiang Wenxu utiliza su fuerza feroz para impregnarlo
rápido, en todas partes y de todas formas. Sabe que le muerde los labios, siente que le ataca
la garganta. No puede detenerse, no quiere pensar. Quiere placer en lugar de la agonía así
que grita:
El hombre está animado, sus acciones son ahora más inescrupulosas y todavía más agresivas.
Se hunde y se estrella contra el
e l cuerpo delgado que está debajo del suyo, le llena de mordidas
de la cabeza a los pies. Excitado, embriagado, feliz...
Al inicio, ambos estaban juntos todo el tiempo. Son los mejores amigos, almas destinadas
destinadas
que se conocieron en un buen momento y a una buena edad. Zhishu muestra una sonrisa
incómoda. Recuerda muchas cosas cuando está triste y la mayor parte de ellas son asuntos
triviales. Recordó, por ejemplo, que antes era muy fuerte. Casi invencible.
Cuándo Jiang Wenxu era un estudiante, actuaba tranquilo y se avergonzaba con facilidad
cuando demostraban su amor en público. De hecho, podía decirse que incluso era algo
ingenuo.
Ese era un buen regalo... Al menos mucho mejor que las peleas de ahora.
Todavía tiene fuerza. Pero se da cuenta de que es difícil levantarse y cubrir a Jiang Wenxu
con la colcha. Debería haber sido una noche húmeda y estupenda. Deberían estar abrazados
suavemente, fundidos, cubiertos del sudor que antes le parecía ser un dulce néctar.
He Zhishu le dio la espalda y se mordió
m ordió los dedos para resistir los fuertes espasmos que le
estaban atacando otra vez.
✤✤✤✤✤✤
Era muy tarde y He Zhishu miró el cielo que comenzaba a iluminarse. La luz fría pasó a
través de la tela de las cortinas, que era muy delgada. Este año trajo consigo un invierno frío,
el más largo que recuerda. Si pudiera construir un muñeco de nieve con Jiang Wenxu, al
menos uno pequeño... Tal vez sus huellas permanecerían por un poco más de tiempo en los
recuerdos de Wenxu.
Baja y se apresura a ducharse. Su cuerpo está muy delgado y los rastros de la lujuria de la
noche anterior le tienen densamente cubierto. Se siente sucio y lastimado. Piensa que es
asqueroso.
Sabe que no le queda nada que hacer y realmente no quiere llamarle a Ai porque se niega a
causarle todavía más problemas.
He quitó con cuidado las cosas que Jiang derramó en sus muslos, deja que todo se resbale
por el baño de mármol y mientras retira el semen con sus dedos, las cejas se le van juntando
cada vez más y más. Los ojos le arden...
Cuando Jiang Wenxu se despierta, ya es más de medio día. Parte de su cabello se encuentra
desordenado, se muestra medio dormido y sorprendió entonces a He Zhishu, abrazándole
por la espalda. Él es mucho más robusto que He Zhishu, y se ha mantenido presionándole
entre su cuerpo.
—¿Medio mes?
He Zhishu se separó de los brazos de Jiang Wenxu y fue a la cocina para servirle la papilla y
dársela de comer.
He Zhishu sonrió como si no le importara y le dio el mijo a Jiang Wenxu en un pequeño plato
hondo.
—No voy a llevar a Song. Cuando viajo fuera me llevo a otra persona. Un académico graduado
de la facultad de arte. Vamos a estar en Francia y él conoce a todos los diseñadores novatos.
Es muy bueno en lo que hace.
Jiang rio:
Jiang Wenxu de repente cerró la boca y se concentró en comer. Las manos de Zhishu se
enfriaron repentinamente, y sintió, mientras escuchaba el sonido de su corazón
retumbándole en los oídos, que ese hombre estaba
e staba claramente en una posición mucho más
alta de la que He estaba. Al menos para Jiang Wenxu.
He Zhishu suspiró, riéndose de la estúpida costumbre que tenía por ayudarle a Jiang Wenxu
en absolutamente todo.
Los cuatro gatitos están más animados después de haber bebido su leche. Sus patas son tan
cortas que todavía no pueden saltar con facilidad, pero se las ingenian para pedirle que
juegue con ellos.
—Está bien, salgan ya. —He Zhishu utiliza las yemas de sus dedos para acariciar suavemente
sus frentes—: Esperen, tengo que doblar un par de cosas más y después, podemos dormir los
cinco juntos.
No le gustan los pelos, sin embargo, la primera vez que vio su abrigo de gamuza repleto de
pelos de perro, supo que no quería tener nada que ver con ellos otra vez. Estaba harto y los
regaló a un amigo cercano un par de días después. Los ojos de los perros le suplicaban, pero
su desesperación no llegó al corazón de Jiang Wenxu en absoluto.
Pero ahora, mientras veía a He Zhishu y a los cuatro gatitos jugar juntos, una cálida
sensación de armonía y tranquilidad le embargó por unos momentos. En ese instante, a Jiang
Wenxu ni siquiera le importó el pelo de gato que podría pegarse al traje o a las camisas.
Jiang Wenxu nunca será tan feliz como al lado de He Zhishu. Incluso si está lo
suficientemente cansado de los días por culpa de su tratamiento, él continúa acompañándole
por el camino. No podrá ser capaz de reemplazarlo. Jiang Wenxu lo entenderá tarde
tarde o
temprano, porque no lo hace ahora. La gente siempre tiene una gran confianza en que las
cosas no cambiarán, en que lo que tienen en el momento siempre estará al alcance de sus
manos. Creen inconscientemente que las personas les pertenecen y las tratan como
propiedades... Pero el corazón humano es una variable gigantesca. Especialmente cuando He
Zhishu forma parte de esa ecuación.
cubrirlo. Lo reprende, le anuda la tela de cachemir y le sonríe. Jiang Wenxu miró hacia abajo.
Se rio y dijo como en otras veces:
Zhishu lo miró y palmeó la bufanda como si estuviera orgulloso de como la había colocado
esta vez:
Jiang Wenxu extendió la mano. Tocó las delgadas mejillas de He Zhishu y suspiró:
He teme que realmente cumpla con su palabra. Teme que tenga tiempo y teme que se entere
de todo lo que hasta el momento le ha estado ocultando. ¿Puede ser posible que lo haga de
verdad?
✤✤✤✤✤✤
He Zhishu mira con atención la partida de Jiang Wenxu. Su espalda le parece infinitamente
más ancha que de costumbre. Su cintura es recta, y cuando camina, lo hace de un modo
diferente, fluido y elegante. Se queda en la entrada y se despide con un movimiento de su
mano... Incluso si esa persona no mira hacia atrás en ningún momento.
mome nto.
Cierra la puerta, se sienta en la mesa y come medio tazón de gachas de mijo ya frías.
Durante los viajes de negocios de Jiang Wenxu, rara vez le contesta el teléfono. Tal vez está
realmente ocupado, tal vez He es un mero inconveniente. He Zhishu no revisará sus
publicaciones y tampoco le pondrá atención a sus estados por el siguiente mes y medio...
Siempre tiene miedo de descubrir algo que no le guste.
✤✤✤✤✤✤
Después de la quimioterapia, He Zhishu no tuvo una reacción tan grave del tratamiento, y el
cabello no se le cayó tanto
t anto como lo esperaba. De todas maneras, He Zhishu no se atreve a
tomárselo a la ligera.Sabe que desde que decidió comenzar con el tratamiento para la
enfermedad, las cosas solo pueden ir empeorando.
Ai Ziyu parece tener mucho corazón para He Zhishu, y lo demuestra llamándole por teléfono
incluso más veces de las que lo hace Jiang Wenxu. Él le llama durante las tardes y He
encuentra divertido molestarle con eso. Lo toma como un juego entre los dos.
—Doctor, hablar por teléfono durante el trabajo es una falta grave. Qué irresponsable.
He está descubriendo lentamente, que Ai Ziyu usa palabras absurdas con bastante
frecuencia. Ríe mucho, habla de todo y se llena de una infinita tristeza cada vez que le ve.
Como si él fuera el enfermo.
Un gorro con la apariencia de un tigre de peluche fue lo primero que le recibió al entrar al
consultorio. A He le gustaba como se sentían esas cosas. Tenía un par de ellas cuando era un
niño. Recuerda incluso lo cálido que era, lo bien que se sentía... Extendió entonces una mano
y lo tocó.
Sus ojos falsos, las pupilas de color marrón oscuro de botón, brillaban y miraban a He Zhishu
con detenimiento.
—¿Qué es esto?
He Zhishu lo observó con la cabeza ligeramente ladeada. Tenía una bufanda blanca alrededor
del cuello.
—Mira. —Ai Ziyu sonrió de repente y levantó el cabello de He Zhishu hasta volverlo un
triángulo sobre su cabeza. Imitando aparentemente lo despeinado que estaba el gorro—. ¿No
sé parece a ti?
He Zhishu sonrió y pensó que el doctor tenía ciertos problemas relacionados con su sentido
del humor.
Sin embargo... Pronto no pudo reírse más. El dolor de la quimioterapia fue incluso más duro
que el de la última vez. Las manos de He Zhishu estaban todas sudorosas, y su espalda
curvada daba la impresión de que no podría enderezarse nuevamente por un tiempo.
—Duele...
De hecho, piensa que no debió decirle que se parecía a un tigre... Más bien, He es igual a uno
de esos gatos pequeños que todavía maman por leche. Sus garras están retraídas y puede
lastimarse si no le prestas la atención necesaria.
Es un cachorro.
—Tómate un descanso. —Ai Ziyu llevó a He Zhishu a la oficina—: Te daré un poco más de
medicina para el dolor.
He sabe que hay algo en toda la dedicación que le profesa. Algo
Algo que no cuadra...
Ai Ziyu no piensa con total claridad, pero se inclina para estrecharle las manos y ayudarle a
que se acomode correctamente. Cuando se sacude, el olor que desprende es como el del sol.
Una fragancia dulce y caliente.
Gran parte de la cara de He Zhishu estaba enterrada bajo la manta de color azul claro, y en
algún momento entre la consciencia y la inconsciencia, inexplicablemente le entraron ganas
de llorar. Después de lo que le
l e ha estado ocurriendo en las últimas semanas, no teme que
otras personas sean malas con él... En realidad, lo que le asusta en ese instante
instante es que sean
demasiado buenas.
Porque piensa que no lo merece. Porque piensa que no lo necesita. Piensa ¿Para qué?
Piensa que no hay retorno en ello.
El cuerpo y la mente de Zhishu estaban muy cansados y pronto se quedó dormido. Ai Ziyu se
encontraba sentado en el escritorio, ordenando unos papeles... Pero seguía estando
absolutamente distraído. No sabía con exactitud qué clase de sentimientos tenía por He
Zhishu. No podía verle sufrir y le dolía en lo más profundo de su alma cuando lloraba y
arruinaba su bonita cara. Se sentía incómodo al observar huellas de besos por su cuello...
cuel lo...
Pensaba que quién tenía que morir, era otro hombre. No él.
gusta cuidar de las flores. Este último es también un pasatiempo que su padre le inculcó.
Cuando vio a He... La imagen de una orquídea le llegó a la mente. Él era tan hermoso y
elegante como una.
—Maldición.
✤✤✤✤✤✤
—¿Despertaste?
—¿Qué? —Ai Ziyu negó con la cabeza, muy en desacuerdo. Señaló una charola en
e n el lado
contrario de la cama—: Estaba haciendo unas rondas. Me dieron unas recetas médicas, fui a
comer y regresé para traerte algo a ti también. Fue un día ocupado.
Ai Ziyu abrió la tapa de un pesado termo cromado. El ligero aroma a limón acompañado por
un toque de hierbas, flotó e impregnó todo el lugar.
—Es un producto naturista, mi amigo trabaja en la farmacia y lo consiguió para mí. Debería
saber bien —dijo el médico.
—¿Qué tan alto es el salario de un médico ahora como para conseguir algo así? ¿Está
relacionado con el estado de ánimo del paciente?
Ai Ziyu no dijo nada. Firmó un informe médico que tenía a la mano, tomó un taburete y se
sentó junto a He Zhishu:
Zhishu abrió la boca, aunque no pudo salir nada de ella. Ai Ziyu se mostraba algo angustiado
también. Cuando le entregó los palillos a He Zhishu, murmuró dos frases más:
—No tengo familia y quiero que alguien me acompañe a cenar. No esperaba que te
avergonzara tanto.
—Hay médicos que no son tan buenos, así que me siento halagado. —Se rio apresurado. Ai
Ziyu también curvó levemente los labios y de repente quiso tocar las largas pestañas que
sobresalían de los párpados de He Zhishu. Su nariz.
Le cuesta mucho concentrarse en su trabajo porque piensa en él. Tal vez es estúpido por
esperar tanto, y mientras piensa en eso revuelve el tazón de su sopa.
—¿No tienes hambre? —preguntó Ai Ziyu con un tono bajo. Vio que He Zhishu solo había
movido sus palillos una y otra vez y no estaba sosteniendo nada con ellos.
Cree que esos palillos son más afortunados que él.
—Estoy buscando a alguien que sea compatible contigo lo antes posible. Ya sabes, hablo de la
médula ósea.
—Gracias.
Quizá es su imaginación, pero Ai Ziyu sintió que la cara de He Zhishu estaba más pálida que
antes. Sus cejas estaban aplastadas por un gran cansancio. Luego habló, y no hubo ni siquiera
una leve oleada de dolor en su voz cuando dijo:
Ai Ziyu no preguntó mucho. Él sabe que He Zhishu debe tener dificultades indescriptibles, y
la relación que ellos tienen no da como para indagar todavía tanto.
Pero Ai Ziyu no tiene sentimientos de culpa por involucrarse. Rara vez quiere a alguien.
Tendría vergüenza de sí mismo si no trata de perseguirlo.
—Si te resulta difícil, solo dale pequeños sorbos a la comida de ahora en adelante. Te recogeré
mañana para ir a traer la medicina. —Ai Ziyu no quería dejar que He Zhishu se sintiera
apenado por eso. Se lavó las manos
m anos y tomó la ropa de He—: Bueno, vamos. Te llevaré a casa.
He sabe cuántos problemas le está dando a Ai Ziyu. Básicamente lo molesta todo el tiempo
desde que comenzó su tratamiento, y su corazón no está tan tranquilo. Ai es muy atento,
amable con todo. Al final, se lamenta de no regresarle nada.
✤✤✤✤✤✤
—Las chicas quieren casarse con un médico como tú, ¿cierto? Debes ser muy popular.
Zhishu se sorprendió y miró a Ai Ziyu, esperaba que continuara hablando, pero descubrió
que no era un tema que le interesara. De todas maneras, no parece el tipo de hombre que
juguetea con mujeres en su tiempo libre.
No fue hasta que He Zhishu bajó del auto que Ai Ziyu volvió a hablar, bajó la ventanilla y
gritó:
—¡Espera He!
—¿Doctor?
Hasta que el automóvil deportivo se fue, He fue consciente de que sus sentidos se
ralentizaron. La bufanda en su cuello tiene la temperatura de otra persona. Tiene su olor...
He no quiere sacar conclusiones. No cree que a Ai le gusten las personas de su mismo sexo.
Tal vez, el médico simplemente es una persona muy buena.
He Zhishu subió a casa y puso cuidadosamente la bufanda de Ai Ziyu doblada en una bolsa.
Se sentó en el sofá durante mucho tiempo sin pensar en nada, pero se sintió un poco frío y se
levantó.
Un hogar que está roto se sentirá helado siempre, y ese es el tipo de frío que no puede
eliminarse independientemente de si la temperatura del aire acondicionado está alta o no. He
sabe que el libro está sobre su colcha, los
l os gatos están en su nido, la estufa está apagada, la
puerta está cerrada y en realidad, no le queda más que dormir.
En Francia son alrededor de las cinco de la tarde, debería estar bien llamarle... He Zhishu es
muy paciente y usa sus acalambrados dedos para marcar el número de Jiang Wenxu. La
libreta de direcciones no está con él, pero afortunadamente su memoria sigue intacta. La
quimioterapia no pudo quitarle eso, al menos.
He Zhishu sostuvo el teléfono durante unos segundos. Quería hablarle todo el tiempo, lo
haría varias veces al día, pero no tenía el dinero suficiente como para pagar la factura. En ese
momento, He Zhishu sintió que lo más razonable
razo nable y lo menos inconsciente era usar el crédito
de su teléfono para conversar con Jiang Wenxu, aunque fuera unos minutos y en la
madrugada. Siempre piensa que el día es demasiado largo mientras espera a hacerlo.
hacerl o.
Por el contrario, Jiang siente que no hay nada que decir, intenta cortarle.
—Te extraño. —Zhishu se hunde en sus emociones. En este momento, su mente ha tenido un
colapso que parece durar varios minutos. Sus palabras casi salen solas—. Te extraño .
—Te extraño mucho también. Estoy ocupado y temo molestarte llamando cuando
seguramente tú ya estás dormido. Intentaré hacerlo más
m ás a menudo. Regresaré pronto para
acompañarte.
Suena claro, brillante, menor... La voz del muchacho parece estar impaciente.
No escucha a Jiang Wenxu de repente, todo se calma del otro lado y no hay ningún ruido.
Zhishu intenta duramente estabilizar la línea. No sabe si lo escucha, no puede respirar, pero
prosigue:
—Beijing se ha enfriado demasiado en estos días, hace mucho frío. Llámame cuando vuelvas.
Te recogeré en el aeropuerto
aerop uerto y te llevaré una sopa de costillas con rábano...
—Te amo.
Sentado en el suelo de la fría sala de estar, llora como un niño que ha perdido todo el mundo.
Se muerde los labios. Los destroza. Sus hombros tiemblan y jadea y pone el teléfono
desconsoladamente contra su pecho. Ruega por qué el frío lo congele, pero se está quemando
con fuerza. Toda dentro de él se está volviendo caótico. He Zhishu mostró algunas sonrisas
de liberación cuando se escapó a su lado, dejó a sus padres, dejó la universidad, su pueblo,
sus amigos. Se dio por vencido y no tomó el examen. ¡Lo perdió todo! Se enamoró de alguien
que no debía de amar.
—Jiang Wenxu... ¡Voy a morir!... ¿Por qué no me quieres? ¡Voy a portarme bien! ¡Ven por mí,
por favor! ¿¡Cómo puedes mentirme!?
Los ojos de He Zhishu ardieron. Es realmente difícil detener las emociones una vez que se
han acumulado durante tantos años.
—¡He! ¿Qué pasó? ¿Estás en tu casa? ¡Iré pronto! ¡Dime qué número es!
Resultó ser el médico... Sabe que se está desmayando, pero su subconsciente todavía confía
en Ai Ziyu lo suficiente. Le da la dirección exacta y luego se deja caer.
✤✤✤✤✤✤
Zhishu no se despierta. Ai Ziyu mira al hombre delgado y pálido que está en el suelo. Tiembla
y sus mejillas están repletas de lágrimas. Tiene los labios heridos, las
las manos heridas...
Se inclinó, lo tomó entre sus brazos y no se sorprendió al descubrir que era demasiado ligero.
El rostro de su persona amada está pegada a su pecho. La temperatura le subió, el ritmo de
su corazón ha cambiado.
—Realmente me gusta.
He Zhishu miró hacia arriba y miró también a su alrededor. El estilo de decoración del
dormitorio es minimalista y moderno con las paredes blancas y algunas franjas negras. Un
muro a la derecha tiene incrustaciones de vidrio y puede verse completamente su balcón
iluminado. Un rápido vistazo hacia abajo le hace percatarse de que tiene el patio lleno de
varios modelos de autos deportivos y vehículos todo terreno.
He intenta levantarse de la cama, pero ve que la puerta del dormitorio es empujada con
cuidado. Se abre muy lentamente para su gusto y He Zhishu no puede evitar contener la
respiración. La perilla giró, Ai Ziyu le dio un último golpe con su pierna y no vio que He
Zhishu ya se había acomodado. En el segundo siguiente, la puerta se estrelló contra la cabeza
de un perro esponjoso y dorado. Ai Ziyu no pudo contenerlo más, bajó la cabeza, se aclaró la
garganta y despegó los dientes:
—¡Jin Mao! Vamos, deja de ser tan curioso. Te he estado diciendo que no. ¡Ve abajo!
He está a punto de reírse a carcajadas. Le sorprende que un perro tan grande sea tan flexible.
Simplemente entró y se aventó contra la cama.
El perro ya está olfateando a He, le pone el hocico y mueve la cola tan rápido que ya parece
un ventilador. Acaricia detrás de las orejas del perro, mira a Ai Ziyu y comienza a reírse otra
vez:
Zhishu se aproximó a una esquina. Las grandes garras del Golden se apoyan en su pie.
—Aquí tienes. Una estupenda papilla de mijo. Creo que el sabor está bien.
—No es eso… —He Zhishu sacudió la cabeza, entrecerrando la mirada. Parecía estar
trabajando duro para organizar sus ideas—: Quién tiene problemas siempre es una carga...
Pero estoy muy feliz, no he hecho nuevos amigos por mucho tiempo.
Las palabras de Ai Ziyu tienen algunas intenciones ocultas, pero de igual manera trata de ser
discreto.
—Te quedas aquí y mañana vamos al hospital a buscar la medicina. —Ai Ziyu no está
tratando de intimidarlo, pero es cierto que está intentando convencerlo con todo lo que tiene.
El Golden retriever parece estar de acuerdo con sus planes—: Desde aquí, el camino es más
corto. Podemos caminar.
—Doctor, en mi casa hay cuatro gatitos que esperan que los alimente.
Ai Ziyu no cree demasiado en la excusa de los gatos, pero entiende qué
qué tal vez está perdiendo
la batalla y dice:
—De acuerdo, entonces dame un momento en lo que ordeno unos papeles. No te preocupes,
descansa un rato mientras tanto y después te llevo
ll evo de regreso.
He Zhishu estaba a punto de negarse, pero Ai Ziyu fue más rápido y se alejó.
Es difícil para He creer que realmente hay médicos a los que no les disgustan los animales .
Jin Mao parece haberse acostado sobre sus piernas, bosteza y sabe que, si se duerme, no
podrá quitarlo de allí por un tiempo largo. Acaricia la cabeza del perro, come la papilla de
mijo y pronto, tal vez por las dos cosas, su estómago se siente cálido y lleno. La cama es muy
suave, la temperatura del aire acondicionado es perfecta y pronto la conciencia de He
empieza a tambalear.
La lengua caliente y suave del perro se entretuvo por un rato en la mejilla de He Zhishu. He
está muy cansado como para alejarle... Aunque ya se encuentra estornudando por el olor.
—No tengo otra habitación en casa, el cuarto de huéspedes es una sala de ejercicios ahora y la
cama de aquí es cómoda.
Las tres oraciones cortas de Ai Ziyu bloquearon exitosamente la pregunta que He Zhishu
estaba a punto de lanzarle. Dos hombres acostados en una cama, cada uno haciendo sus
propias cosas. No es extraño en absoluto.
En el corazón de Ai Ziyu, está inmensamente feliz. Calcula el número de huesos de carne para
la próxima comida del perro.
He Zhishu es un joven muy amable, no rechaza a las personas sin importar que se sienta
incómodo. Ahora, por ejemplo, aunque está avergonzado... Se queda.
El médico prepara la cena, le da unos palillos y coloca entonces, algunos bocadillos ligeros
sobre la mesa. Sin embargo, el apetito de Zhishu no es muy bueno. Ai Ziyu es un hombre
muy considerado, a He le da vergüenza dejar el tazón de arroz que apenas le había servido.
Comenzó a intentar probarlo. Lo picó, lo movió...
El médico naturalmente sabía lo que estaba pasando y lo que tenía que decirle, pero He de
igual manera se sorprendió. Su estado de ánimo de repente pareció elevársele un poco.
Ai Ziyu le quitó el tazón de arroz que le había dejado y lo vacío directamente en su propio
plato. Lo mezcló con una capa de huevos, un poco de tomate y comenzó a comer unos
cuantos bocados. He Zhishu ni siquiera sabía qué decir, a Ai Ziyu no le importó el silencio.
Después de comer, se hizo cargo del perro. Le dio unos huesos, lo cepilló y luego comenzó a
cortarle las uñas. He comienza a lavar los platos, pensando en que debería tratar de ser un
poco productivo.
Zhishu no tiene dinero, buena posición, no es del todo atractivo. ¿Qué puede querer un
médico de la talla de Ai, de alguien del diminuto tamaño de He? Zhishu ya sufrió de
suficientes decepciones, empezando y acabando por Jiang Wenxu. Aunque se siente feliz
ahora, cómodo en esa casa extraña... Su cuerpo y su mente parecen incapaces de dejar ir al
otro hombre. Al que ya es conocido por absolutamente todos sus sistemas.
—Mis invitados no suelen hacer la limpieza. Me haces sentir avergonzado. —Ai Ziyu llega a su
lado y cierra inmediatamente la llave del agua fría—: Seguro ya te pusiste helado.
Ai Ziyu tomó una toalla, le sostuvo del brazo y comenzó a secarle las manos con cuidado.
Los dedos de He Zhishu eran muy blancos y delgados. Los vasos sanguíneos azules
sobresalían ligeramente de su piel, como pequeñas raíces de árbol. No eran muy suaves, ni
estaban cuidadas, pero Ai Ziyu piensa que es encantador y de repente comienza
com ienza a imaginar el
cómo sería tener las deliciosas manos de He Zhishu entrelazadas alrededor de su cuello.
Tener su cuerpo, tenerlo a él...
Es cierto que Ai Ziyu lleva algunos años en abstinencia, casi no recuerda cómo es dormir con
alguien, pero siempre consideró que era muy inteligente como para necesitar del placer.
No esperaba que algún día, solo por tomar
tom ar la mano de una persona, tuviera un fuerte deseo
de salvajismo y obscenidad.
—Sería bueno si tomas un baño y vas a dormir. Es algo tarde y seguramente tu cuerpo está
cansado. —Ai Ziyu tiró la toalla a un lado—: Yo me bañaré también mientras tanto.
—Gracias.
✤✤✤✤✤✤
✤✤✤✤✤✤
Cuando el doctor acaba y sale, He Zhishu está dormido y la mayor parte de su rostro se
encuentra enterrado en una almohada de color azul celeste. Toda la cama parece ser de su
propiedad, He Zhishu está extendido completamente sobre el colchón y sus hombros están
cubiertos por una manta grande. Su piel es blanca y sus huesos delgados son demasiado
evidentes.
Mientras piensa en que esta persona es propiedad de alguien más, la marca de una mordida
sobre el cuello dócil y largo de He hace su entrada...
Apaga la luz, se acuesta y se encuentra de frente con He Zhishu. Es un gran error que
que un
médico piense de esta forma de un paciente, pero no le importa. Está más preocupado por el
cuerpo de He Zhishu, por lo que siente, por lo que le pasa... Él sabe más de He que nadie.
No puede encontrar un donador adecuado para la médula ósea, pero espera que sea posible
el año que viene.
Ziyu extiende los brazos, se aproxima y lo envuelve suavemente entre ellos... He Zhishu
sueña que un inmenso animal está estrujándole todo el cuerpo. Se está haciendo más
pequeño, se mueve, se frustra y parece
p arece que se envuelve más contra las sábanas. El animal lo
tiene acorralado, sus cuernos son gigantes y no puede ganar...
He Zhishu piensa que es demasiado temprano para estar despierto. Mira el reloj que tiene a
su lado, no son más de las ocho de la mañana.
Empuja la puerta del dormitorio y espera lograr ponerse al día con Ai Ziyu. También quiere
jugar con su perro.
—Anoche, ¿no pudiste dormir? —He está bebiendo leche, por otro lado, el doctor parece
tener cierta fascinación por el café negro. Se inclinó un poco hacía adelante y susurró—: ¿Te
molesté?
Parecía que el médico estaba cansado y posiblemente algo enfermo. Mira para abajo y saca la
mandíbula:
—No.
Zhishu puede sentir que Ai Ziyu está de mal humor, pero no sabe qué pasó. Estaba bien la
noche anterior y no puede preguntar directamente, por lo que se dedica a terminar su bebida
en silencio.
Después de comer, Ai decidió que era momento de llevar a Zhishu al hospital y lo condujo
hasta una Chevrolet que parecía ser de un modelo reciente. Encendió la radio y su voz fue
muy suave cuando le preguntó:
Después de que le hiciera la receta y de que le diera la medicina que necesitaba, Ai Ziyu llevó
a He Zhishu a su casa, y ya era hora de comer para ese entonces. He está un poco
avergonzado, pero de igual manera va a su lado,
l ado, le toma del brazo y le
l e pregunta:
He Zhishu no sonrió ni le respondió, tampoco dijo nada cuando observó como la Chevrolet se
alejaba lentamente por la carretera. He se volvió y decidió hacerle caso.
✤✤✤✤✤✤
Ai Ziyu está muy molesto y sabe que definitivamente no es algo bueno quedarse
quedarse así todo el
día. Le gusta He Zhishu, pero ahora le preocupa todavía más lo que ese hombre hace
h ace en su
tiempo libre. ¿Sus sentimientos son profundos? ¿Es realmente serio? Pero si lo es, ¿por qué
parece tan descuidado? y ¿Por qué demonios se ve tan triste?
Aparcó el coche a un lado del camino, tomó el teléfono y rápidamente tecleó un par de
números.
—¿Diga?
—Hermano, ¿estás ocupado? —Ai Ziyu cerró los ojos y presionó suavemente sus dedos contra
cont ra
el volante—: Quiero que me hagas un favor.
—¿Quién?
—Jiang Wenxu.
—¿Lo conoces?
—Es el CEO de una importante corporación. Está en sus treinta y se ve bien, supongo. Habla
bien. Es un hombre duro. —Ai Ziqian realizó una pausa—: ¿Qué quieres con él?
—Parece que uno de mis pacientes es su novio y yo, no sé, quería comprobarlo.
Ai Ziqian se echó a reír sin pensarlo. Eso no era propio de él.
—¿Hay alguien con el valor suficiente como para autodenominarse el novio de Jiang Wenxu?
Esto hace que Ai escuche más atentamente. Su hermano continúa riendo a muerte.
—Lo siento, pero tu paciente es un poco tonto. Perderías la cuenta de los hombres con los que
se acuesta.
Ai Ziyu siente que su corazón se transformó de pronto en un cristal... Y esté cayó
instantáneamente y se volvió trizas a sus pies. No quiere aceptarlo, se niega a pensar que He
esté envuelto en esa clase de relación turbia, pero su subconsciente tiene claro que esta es
probablemente la verdad.
Ai Ziqian se encuentra muy ocupado todavía, por lo que intenta ser amable
amable con su hermano
al momento de despedirse.
Ai Ziyu cerró los ojos y de repente rompió en golpes contra el volante del automóvil.
¿¡Cómo puede ser!? ¿¡Cómo puede ser que a la persona que le gusta, a la persona que quiere
ayudar, que está enferma, que está muriendo, la traten de esta manera tan infantil y tan
vilmente sucia!?
He Zhishu abrió la puerta, la casa estaba limpia y los gatitos dormían juntos mientras
soltaban pequeños ronquidos.
✤✤✤✤✤✤
Los siguientes días fueron muy tranquilos, y la vida de He Zhishu pareció detenerse
silenciosamente. El teléfono del doctor daba la impresión de estar apagado todo el tiempo y
por consiguiente nunca pudo invitarlo a cenar. Jiang Wenxu no llamaba, pero a veces le
mandaba algunos mensajes de texto cálidos por la noche.
Le tomó cuatro o cinco días a He Zhishu salir de nuevo. Si no tenía apetito, por lo menos
podía entretenerse comprando comida para llenar loslo s muebles de su casa.
No lleva en su cuello una bufanda así que simplemente compra algo y planea irse a casa con
rapidez. Cuando camina hacia un callejón, no se percata de un enorme charco de agua en el
suelo. Se cae y se pone inmediatamente de cuclillas.
✤✤✤✤✤✤
Los cuatro pequeños gatos crecen muy rápido, lo puede notar al sentir sus largas patas sobre
él. Les encanta cuando los envuelve entre sus brazos y sus pequeñas garras se enganchan
entonces en la tela de su cuello y de su abdomen. Él sabe que son cálidos, esponjosos, huelen
bien y lloran por hambre... Su mente encuentra un nuevo pasatiempo, picando las almejas y
el pescado de una sopa hasta convertirlo en un caldo blanco y lechoso.
Él sabe que el sueño que siente es superficial, y se despierta por completo cuando la puerta
comienza a abrirse.
Jiang Wenxu se quita los zapatos de cuero de vaca italianos y lanza su grueso abrigo de lana
en el sofá. Este hombre nunca usaría una bufanda mientras estuviera con vida, piensa He
Zhishu.
He sonríe y toca suavemente las manos de Jiang Wenxu. Hace frío y él está helado:
—El vuelo fue demasiado tarde, no quería molestarte. La temperatura de invierno en Beijing
es demasiado baja.
Jiang Wenxu se apresuró y cuando salió, He Zhishu estaba poniendo la sopa caliente en un
tazón de porcelana blanca.
He Zhishu dijo:
—Los gatitos no pueden soportar el sabor del aceite, no pueden comer sal tampoco.
tamp oco.
Jiang Wenxu bebió la sopa como si fuera una medicina. Dejó de lado el plato, se limpió la
boca y estiró los brazos hacia He Zhishu. Lo presionó contra el sofá de una manera
manera muy fácil:
Zhishu solo negó con la cabeza. Su expresión era muy tierna, pero la frialdad en su voz era lo
suficientemente obvia como para ser ignorada. Jiang Wenxu se acercó y quiso besarle en los
labios. He Zhishu inclinó suavemente su cabeza y un ligero beso cayó sobre aquella mejilla de
piel áspera.
—Estoy muy cansado. —He conoce cada punto en el rostro de Jiang Wenxu como la palma de
su mano. Sabe que está irritado sin necesidad de mirar los complicados ojos oscuros encima
de su cabeza—: Estás cansado tú también, ¿o no? Vamos a la cama temprano.
—Te extrañé mucho —dijo Jiang Wenxu. Su aliento, cerca de la oreja de He Zhishu, lo
calienta—: Déjame abrazarte al menos.
Jiang Wenxu conoce que las orejas de He Zhishu son muy sensibles. Su voz es muy buena,
sus manos también deben sentirse bien y mientras se acerca, al rozar
roz ar su piel, más convencido
está de que ya lo tiene dominado...
Esta vez está disgustado con su atención. No quería trabajar con él y no deseaba ser
estimulado por Jiang Wenxu de ninguna manera. Después de pensarlo, tomó la iniciativa y
abrazó a Jiang Wenxu:
—¿Qué pasa? —Jiang Wenxu sostuvo el rostro de He Zhishu, con los ojos llenos de preguntas
—: Estás actuando muy extraño.
Zhishu negó con la cabeza, las manos de Jiang Wenxu en sus mejillas.
—Me... Duele.
—¿Me disculpo por descuidarte? Dime, ¿es culpa mía? —El tono de Jiang Wenxu es igual al
de un niño pequeño e incluso, algunas sonrisas ridículas se revelan sobre su cara—: No
volveré a irme. ¿No es una promesa suficiente?
He Zhishu estaba listo para intentar dormir de nuevo, pero algo le atravesó el cuerpo. Una
especie de descarga eléctrica que le provocó
p rovocó estremecerse y después, abrir los ojos con ganas.
Las pestañas de He Zhishu son densas y largas, y están silenciosamente cubiertas de
lágrimas. Sus rasgos le hacen parecer una persona inocente, buena y cuidadosa, alguien de
buen comportamiento...
Jiang probablemente supuso que He Zhishu sospechaba de él, pero no esperaba que fuera
tan extremo.
—¿Te gusta que pasemos tiempo juntos verdad? —He se da cuenta de la sonrisa creciente
sobre la cara de Jiang Wenxu al momento de besarle suavemente la mejilla—: Podemos
comenzar a planear nuestras vacaciones de año nuevo. Te llevaré a pasear, a nadar, tú dime
el lugar y yo lo cumpliré.
He no dice nada, tampoco parece emocionado con el beso de Jiang Wenxu, y las largas
pestañas tiemblan como las alas de una mariposa en sus párpados. El corazón de Jiang
Wenxu se siente adolorido y culpable, de su nerviosismo surgieron las disculpas y la
vergüenza que no se había manifestado durante mucho tiempo, parece ahora explotar y salir
por sus poros. El movimiento de sus manos contra su piel fue más suave:
De repente Zhishu se da cuenta de que sus lágrimas están bajando, tiene los ojos cerrados, no
se mueve, ni respira, el color abandona su rostro cuando susurra con una voz absolutamente
herida:
He sabe que Jiang Wenxu se encuentra molesto y abrumado desde que llegól legó a la cama en el
dormitorio. Realmente quería preguntar y que Jiang Wenxu confesara todo de un solo golpe
sin importar que tan doloroso o incómodo le resultara. Pero su plan no parece funcionar. Y
ahora, que ese hombre fuera con su amante más joven a un viaje fuera del país, solo queda
dentro de su mente.
Jiang Wenxu puede ver, con tan solo darle un vistazo a su cuerpo, que la boca de He Zhishu
está equivocada. Dice cosas que no siente. Dice cosas que no deberían estar allí... He Zhishu
no puede escapar de la suave trampa de Jiang Wenxu cuando lo envuelve y murmura:
He Zhishu tembló con suavidad. La sensación de Jiang Wenxu sobre su cuello fue
verdaderamente abrumadora.
—Oye, vamos... —Jiang Wenxu le mordió la barbilla y después, sonrió de una manera
encantadora y atractiva—: ¿Qué está pasando con mi linda esposa? ¿Está tímida hoy?
El aliento de Zhishu es algo inestable, no solo tiene miedo de que Jiang Wenxu lo tome en sus
brazos y lo derrita sobre las sábanas como si fuera un
un caramelo... También le aterra que note
las marcas de la aguja que cruzan su piel.
La voz de He Zhishu suena un poco tonta, excitada, e inmediatamente después gritó como si
fuera algo de vital importancia. Necesitándolo con fuerza:
A Jiang Wenxu no le importa complacerlo. Está bien que este oscuro mientras pueda poseer
el cuerpo completo de Zhishu.
—Mi amor.
Los movimientos de Jiang Wenxu son muy rápidos. Tiene un gran deseo de incrustarse por
completo dentro del cuerpo de He Zhishu mientras lo tiene bajo sus brazos. He muerde sus
labios, cierra los ojos y se adentra en una profundidad sin precedentes. Al sostenerse de los
anchos hombros de Jiang Wenxu, no puede evitar gemir y soltar un jadeo de agonía total
desde lo más profundo de su garganta. Ya está llorando.
—Jiang... Jiang Wenxu ... Ah... —He Zhishu finalmente está gritando bajo las extremidades
del hombre y al cabo de un momento, no pudo evitar sollozar más lastimeramente—: Lento...
Más lento... ¡Ugh!... No... ¡Ah!...
—¿Qué pasa?
Está completamente conmocionado, He llora como si estuviese siendo torturado por él.
—Jiang Ge...
Jiang Wenxu cayó sobre su espalda desnuda, respiraba agotado y estaba visiblemente
confundido. Con una suave voz ronca, dijo:
He sollozó:
Jiang Wenxu de repente sintió que su corazón se había vuelto de piedra, y hay un leve
sentimiento de incomodidad incrustándose en su pecho. Le asentó un suave beso en el lóbulo
de la oreja y prosiguió a hacerlo con sus labios también. Él conoce a He, su comportamiento.
No puede estar hablando en serio y trata de convencerlo:
Wenxu no sabe que piensa He, no lo escucha, ni siente que se mueva. El inmenso calor
calor del
momento se enfría muy rápidamente y ahora solo existe dentro suyo un infinito sentimiento
de decepción, un poco de dolor.
Cuando todo el drama parece estarse extinguiendo, He Zhishu se arrodilla sobre la cama y
Jiang Wenxu lo toma para recargarlo con ternura contra su pecho. Esta es una acción que
ambos solían hacer muy a menudo. En los primeros
p rimeros años, He en realidad disfrutaba de esto...
Pero para este momento no bastaba para calentar su cuerpo ante el tormentoso invierno.
Zhishu se estremeció y Jiang Wenxu lo mantuvo entonces
e ntonces en sus brazos y lo envolvió con una
colcha.
He Zhishu está incómodo y se despierta muy temprano por la mañana. No tiene fuerzas en
absoluto.
Se levantó, se sacó de encima la pijama y se quedó dormido antes de siquiera ponerse otra
cosa. Su cuerpo estaba un poco frío, pero
p ero sentía mucho calor en la cama.
c ama. El hombre a su lado
se encuentra caliente y el vapor que desprende le hace parecer una estufa gigante.
El invierno en el norte llegó muy tarde, fue muy largo y estuvo siempre extremadamente frío.
Jiang Wenxu parecía estar agotado estos días, como si estuviese hibernando. Dormía muy
profundamente y se movía apenas un poco. Zhishu se mordió el labio y le abrazó con cuidado
la cintura. Para este punto, el amor, el miedo y la alegría están tallados a profundidad sobre
sus huesos. Se siente como si toda la sangre se le estuviese drenando poco a poco, y él no
puede hacer nada más que ser un mero espectador.
e spectador.
Solo He Zhishu puede ser capaz de acompañar a Jiang Wenxu durante tantos caminos llenos
de dificultades, soportar incansables meses de mentiras y luego, usar su último año de vida
para amarlo hasta los huesos. Tan gentil, tan valiente y tan estúpido. Nadie, simplemente
Zhishu.
Cuando Jiang Wenxu se despertó, sus brazos estaban vacíos y helados. Abrió los ojos a
medias y abrazó a la persona que todavía estaba rodeándole el torso sin fuerza. Su mente y su
subconsciente estaban aturdidos y sin embargo sabe que He es He, porque nadie excepto él
podría estar en la cama de su departamento en esa noche.
Jiang Wenxu acercó la palma de su mano y puso el desordenado cabello de He Zhishu detrás
de su oreja. Vio que los ojos de He Zhishu lentamente se apretaron, se tornaron pesados y la
respiración de He Zhishu que antes era suave, ahora era superficial y se estrellaba sin parar
en el pecho de Jiang Wenxu. Le pica, como una pequeña garra que le está desgarrando el
corazón. No pudo evitar tocar las mejillas de He Zhishu y solo con el roce de las yemas de sus
dedos, pudo saber que tenía fiebre.
He tiene la mala costumbre de despertar con un poco de fiebre alta y, por consiguiente, no se
siente demasiado incómodo. En cambio, Jiang Wenxu lo despierta de inmediato, siente su
frente y le acomoda sobre las almohadas.
almo hadas. Sacude la cabeza con suavidad y saca lentamente el
aire por la nariz. Jiang Wenxu no sabe que más hacer
h acer además de cubrirlo con la colcha y
levantarse para buscarle medicina. Inesperadamente descubre que la pequeña vitrina del
estudio que antes estaba vacía, ahora tiene los estantes llenos de botellas de vidrio y frascos
de diferentes tamaños. Eran como medicamentos, pero parecen más bien unos diminutos
caramelos de colores. Es un poco extraño y no quiere darle algo que le haga todavía más daño
así que sin pensarlo mucho, Jiang fue a su habitación y tomó
tom ó apresuradamente su propia caja
de medicinas para el resfriado. Vertió un poco en su mano y se la dio para intentar
intent ar bajarle la
fiebre a He Zhishu.
—Toma la medicina y luego duerme. —Jiang Wenxu puso una taza de té en los labios de He
Zhishu—: Espera a que haga unas gachas de arroz para comer.
Zhishu estaba medio dormido para cuando tomó la medicina. Jiang Wenxu le dio unas
palmaditas en la parte superior de la cabeza:
—Tengo cosas que hacer en la tarde, pero después de la comida te llevaré al hospital para que
te revisen. ¿Está bien?
—No hay que ir al hospital. —Al cabo de un rato, completó la frase diciendo—: Necesito
alimentar a los gatos.
—No hay problema con eso, escúchame. —Jiang Wenxu trata de convencer a He de que todo
estará bien, sin embargo, siente que su tono es difícil y se va poniendo nervioso lentamente.
Zhishu no quería ir al hospital, el final estaba casi escrito y no era del tipo de persona que se
preocupaba por casos perdidos. También sabe dentro de sí, que cuando Jiang se dé cuenta,
sus palabras serán tormentosamente falsas y completamente escandalosas.
¿Qué harás sin mí, Jiang Wenxu? Los ojos de He Zhishu están muy tristes. Hace dos meses,
en los días de nieve, Jiang Wenxu regresaría para acompañarlo a comer
com er unas bolas de masa y
preguntarle el por qué su rostro se veía tan cansado. Ahora no puede soportar sus tardes de
silencio.
No es que pueda soportar toda la ignorancia con solo el poder del amor. El
amor. El cariño, sus
sentimientos y la vida, le están dando la muerte. Siente
muerte. Siente que su rostro está un poco pálido
porque, aunque él puede pretender ser fuerte, su cuerpo saca su debilidad más veces de las
que le gustaría. El cuerpo, el organismo de las personas, es inteligente de verdad.
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu entra para decirle que es hora de comer, cuándo se da cuenta de que He está
todo acurrucado sobre la cama. Incómodo, triste, con la cara llena de un sudor frío y viscoso.
Sus ojos están cubiertos por una gruesa capa de lágrimas. Tiembla, abre la boca y solamente
grita:
Jiang Wenxu lo abraza de la misma forma que la noche anterior. Su fiebre parece haberlo
desgastado, parece tan incómodo y tan enfermo mientras Jiang le susurra:
—Después de comer las gachas, te acuestas y vamos a ir a que te hagan un examen médico.
¿Está claro?
Jiang Wenxu dice que está bien acompañarlo en casa hasta la noche, pero en menos de una
hora tiene docenas de llamadas al teléfono.
Jiang colgó, se acercó a la línea de su cuello, le cerró el primer botón de la camisa y luego lo
alimentó con una última cucharada de avena:
Parece que todo lo que puede comer He últimamente son papillas. No dice nada y observa
que el teléfono que ahora estaba sobre la mesa suena de nuevo.
Jiang Wenxu puso el tazón de gachas en la cama para tomar el celular, pero
p ero cuando ve el
identificador de llamadas, su rostro se torna negro. Colgó y lo cerró antes de guardarlo en su
bolsillo. Cuando mira a He Zhishu, sonríe y dice:
He Zhishu se ve muy tranquilo, pero solo pretende que no puede ver en la pantalla el nombre
de la persona que llama incansablemente. Está allí, parpadeando a través del cristal y del
resplandor de la luz.
Shen, por su parte, movió su corazón de tal manera que pudo quedarse con él por dos o tres
años...
La voz de He Zhishu ocasionó que Jiang Wenxu volviera repentinamente en sí. Negó con la
cabeza y le dio la mitad restante del tazón de papilla a He Zhishu.
—¿Dónde quieres ir? ¿Ya lo pensaste? Puedo tener seis o siete días de tiempo libre después
del día de año nuevo.
Las delicadas cejas de He Zhishu están elevadas. Mira a Jiang Wenxu con la cabeza ladeada,
como si fuera otro de esos gatos que ahora le está mordiendo las piernas y arruinando el
pantalón.
El corazón de Jiang Wenxu parece haberse ido por un agujero en su pecho. Tiró la cuchara y
se apresuró a presionar a He Zhishu en el respaldo de la cama. Lo besó con ganas, lamiendo
desde adentro hacia afuera hasta que su boca se llenó con el dulce sabor de la papilla de mijo.
Se detuvo:
—No sé qué hacer contigo —susurró Jiang Wenxu. Lo murmuró unas cuantas veces, y de
repente sintió que estaba un poco perdido
p erdido entre lo que quería hacer y lo que debería estarle
explicando.
—Jiang Wenxu... —Zhishu se inclinó y mandó un beso que cayó sobre los labios de Jiang. Sus
ojos estaban un poco vacíos para este momento—:
mome nto—: No creo llegar a viajar contigo alguna vez.
Jiang Wenxu se quedó estupefacto. Para ambos, sus palabras se sienten como cuchillos. Él no
sabe los motivos de He Zhishu para mencionar esa oración tan de repente así que dice
descuidadamente:
—Tienes treinta años, los cumpliste este año. Yo tengo treinta y uno. ¿Cómo puedes decir
eso? Hablar como si todo se hubiera terminado ya. ¿Eres un anciano?
Zhishu no respondió cuando bajó el rostro, y las lágrimas cayeron silenciosamente por sus
mejillas. Agarró la ropa de Jiang Wenxu, las delgadas mangas de su camisa. Los hombros le
temblaban mucho. Él dijo:
—Tienes razón.
He Zhishu siente que nada es fácil cuando está frente a Jiang Wenxu. Llora, y lo hace sin
emitir ningún sonido como si se hubiese acostumbrarlo a hacerlo así gracias a los sucesos
recientes. A las amarguras de los últimos años.
Jiang Wenxu no sabe por qué está llorando He Zhishu, y su alma solo alcanza a romperse
otro poco. No sabe que He Zhishu está llorando porque son dos personas en la habitación,
una a la que no le importa y la otra que no espera durar mucho.
Cuando estaba en la escuela secundaria, Jiang Wenxu le dio una nota a He Zhishu fuera de la
escuela. Preguntaba: «¿Cómo sabes que te gusta una persona?» Jiang Wenxu, que era joven,
se puso fácilmente la palabra "amor" en la boca, pero el amor de He Zhishu era el único real.
El único que crecía mientras más lo alimentaban. Esa noche, He Zhishu lo analizó todo el
tiempo mientras permanecía abrazando esa nota. El último pensamiento que tuvo, fue la
oración de un poema de Huang Biyun: " El amor es tolerante y silencioso, no hace preguntas,
preguntas,
no te vuelve triste".
Zhishu estaba muy cansado y con mucho sueño. Cuando finalmente se durmió en los brazos
de Jiang Wenxu, pudo oler la fragancia del jazmín de hace catorce años.
He Zhishu tuvo un largo sueño. Soñó que estaba esperando en la estación del tren. Había
niños cargando sus maletas sobre sus hombros y pacientemente, esperaban a que sus
familiares regresaran a casa. Soñó también con un anciano grande y solitario en el patio. Vio
la muerte de su abuelo. Estaba en el hospital y el pasillo que conectaba las habitaciones era
infinito, blanco y se sentía triste. Se quedó en la entrada y no pudo parar de llorar.
El niño con una sola bolsa en el hombro creció y se convirtió en He Zhishu que esperaba a
que su padre regresara a casa. Las flores y los capullos de jazmín en su sueño se marchitaron,
y He Zhishu intentó entonces levantarlos y hacer que volvieran a tener su color original.
Para cuándo He Zhishu se despierta, ya está oscuro. Se sorprende y empuja la puerta del
dormitorio para abrirla. La luz de la sala de estar está apagada, no se escucha ruido, pero hay
smog. Jiang Wenxu estaba parado, fumando junto al enorme ventanal que estaba
e staba junto a la
cocina. Inhala un poco, lo suelta y acumula infinitas colillas de cigarrillo en el cenicero.
—¿No dijiste que dejarías de fumar? —dijo Zhishu, sus movimientos son un poco tontos.
—Lo siento.
—No puedes controlar fumar cuando estás molesto. ¿Por qué estás preocupado esta vez?
Zhishu se sentó a su lado, un poco lejos de la ventana. Jiang Wenxu sonrió, se inclinó y le
tocó el cabello:
Zhishu no dijo nada, solo se sintió mareado y pronto, su pijama azul se cubrió con dos gotas
rojizas. Las manchas de sangre no fueron percibidas por Zhishu de inmediato, pero pronto
eleva sus dedos, toca su piel y siente la sangre. El flujo incrementa, pero He ya no
experimenta ningún sentimiento, ni siquiera parece sorprendido.
Jiang Wenxu lo vio, suspiró y antes de hacer cualquier otra cosa, estiró el brazo y le elevó la
cabeza. Parece una hemorragia nasal que no puede detener.
Jiang Wenxu estaba ansioso, y se apresuró a dejar que He Zhishu se recostara en su regazo.
Su ropa estaba pegajosa y repleta de sangre.
Tomó mucho tiempo detener el sangrado. Jiang Wenxu tomó el brazo de Zhishu para llevarlo
al baño y ajustó cuidadosamente la temperatura del agua.
—El invierno en el norte es seco y frío. Mañana le diré a alguien que te compre un
humidificador.
Jiang Wenxu limpió el rostro de He Zhishu, y le quitó la ropa que estaba manchada de
sangre. Quería darle un baño o vestirlo con algo más grueso...
Pero Zhishu reaccionó de una forma exagerada. Empujó a Jiang Wenxu y apretó las solapas
de su pijama. Sus uñas se veían blancas. Jiang Wenxu se sorprendió:
—¿Qué pasa? —Estaba un poco alterado, un poco enojado, y también sentía algo inexplicable
creciendo dentro de él—: Tu ropa está sucia.
Los ojos de Zhishu no cayeron en los de Jiang Wenxu. Todavía se sentía avergonzado y en
realidad, no sabía exactamente la razón. La cara de Jiang Wenxu estaba oscura, fría y parecía
molesta. Cuándo le soltó, dijo:
He sabe que no le está entendiendo bien, pero no hay nada más que hacer que verle alejarse.
Las manos de Jiang enrojecieron por la ira y luego salió del baño.
Después de cinco minutos, la puerta de la entrada cruje. He Zhishu sabe que Jiang Wenxu ya
no está en la casa tampoco.
Sintió que era hora de tomar alguna clase de decisión, por ejemplo, en qué tipo de lugar
debería encontrar el final. No importa dónde mueras, es problemático de todas maneras. Si
muere en casa, nadie lo encontrará durante diez días y medio. Su aspecto definitivamente
será feo, y no es bueno asustar a Jiang Wenxu de esa manera. Zhishu lo pensó y de repente
sonrió. También sintió que el proceso de la muerte no estaba siendo tan difícil.
Cuando los dolores de cabeza hacen su aparición, He Zhishu descubre que se ha olvidado de
tomar sus medicamentos especiales, por lo que se obliga a caminar para hervir un poco de
agua. Se recuesta en el sofá y espera
espe ra que la cápsula le haga efecto. El
E l gatito está jugando con
él y las garras pequeñas de sus patitas le perforan la parte más baja de la pijama a He Zhishu.
Al escuchar que una llave abría la puerta, He pensó que era una ilusión
ilusión y cerró un instante los
ojos... Hasta que el hombre cuyo rostro aún no tenía un semblante bueno se paró frente a él.
—No juegues con los gatos, ve a lavarte las manos y vamos a comer. —Jiang Wenxu tenía un
aura fría, pero de todos modos le había traído comida—: Traje hígado, escuché que es bueno
para restaurar la sangre.
Jiang Wenxu vertió el hígado en un plato hondo, su tono no es cálido, pero sus cejas tienen
una curva suave. He se sienta en la parte más alejada de la mesa y observa detenidamente a
Jiang Wenxu.
Solo después de ir al hospital varias veces para buscar sus medicamentos, He puede darse
cuenta de que Ai lo ha estado evitando. El médico que había estado a cargo de él, ahora
parece enojado, diferente y ausente. He no tenía ni idea de lo que había cambiado entre ellos.
Pensó que Ai Ziyu estaba demasiado ocupado hasta ese día, cuando lo vio salir de la oficina,
caminando por el pasillo sin verlo.
Zhishu no lograba entenderlo del todo. Siempre tuvo la impresión de que el médico
m édico lo estaba
cuidando todo el tiempo. La relación entre
ent re los dos se podría considerar incluso, como la de
unos amigos muy íntimos... Pero de repente todo lo que los rodeaba estaba helado. He
Zhishu no es particularmente sensible con las personas, y eso lo hace aún más difícil de
explicar.
He continúa acudiendo al hospital para recibir quimioterapia, esta es la tercera vez. No hay
nadie cerca de él ahora, eso es lo que lo hace diferente.
Las náuseas que le traía el dolor de cabeza de He Zhishu, las secuelas de la quimioterapia y
los desesperados latidos de su corazón, le volvía todo irremediablemente borroso. Realmente
no puede seguir adelante, se agacha con lentitud y espera lo suficiente como para continuar.
He Zhishu redujo la velocidad de sus respiraciones y cuando se centró en el suelo, vio a
alguien delante de él. Solo un par de zapatos de suela oscura de piel de ciervo, seguidos de
pantalones rectos, bata blanca y una cara bonita.
Las pupilas de Ai Ziyu son de un marrón terroso, y hay un poco de tristeza sobre ellos.
He Zhishu se mordió el labio e intentó levantarse, pero es demasiado difícil para él. Ai Ziyu
no lo ayudó como de costumbre. Él directamente cargó a He Zhishu en sus brazos.
—¡Doctor!
He Zhishu se sorprendió, y soltó entonces un grito corto. La frente de Ai Ziyu está arrugada,
avanza, pero teme que He Zhishu se sienta demasiado avergonzado y grite otra vez.
—¡Emergencia!
Los pacientes que lo rodean se vuelven para observarlos. Los ojos que están clavados en el
doctor, lo miran como si pensaran
p ensaran que se ha vuelto irremediablemente loco.
✤✤✤✤✤✤
El diseño del salón no ha cambiado, pero la colcha que está sobre la cama ahora tiene un
color diferente. Incluso parece ser más grande y mucho más caliente.
—Gracias doctor.
El latido del corazón de Zhishu no era estable, y había algo de rubor en su rostro.
Ai Ziyu consiguió inclinarse para depositar a He Zhishu en la cama. Por un momento, el
ambiente se quedó en silencio y parecía que permanecería todavía un rato más de esa
manera. Como si se hubiera estancado...
Curva los labios y tira suavemente de las mangas del médico un par de veces.
Los ojos de Ai Ziyu se tornaron de un fuerte color rojo, y la tristeza que fue vista por He
Zhishu, le pegó tan fuerte como si fuera un puñetazo.
—¿Qué pasa? —Los hombros de Zhishu estaban rígidos, pero luego se relajó. Se apaciguó y
palmeó la espalda del doctor—: ¿Qué pasa? Dime.
—La médula... La médula ósea... —La voz de Ai Ziyu se escucha como si se hubiera
atragantado—: La encontré... Debería ser tuya. El hijo del alcalde también la necesita y... Y
dejaron que se la llevara...
—¿Solo por eso? No importa, pensé que algo te había sucedido a ti. —La voz de He Zhishu es
muy gentil. La persona más maltratada es siempre la que consuela a los demás—: Si la
médula ósea se ha ido, puedes encontrar una nueva después. El hijo de la familia del alcalde
es más importante que yo. No hay ningún problema en dársela primero.
Pero este puede ser el caso que ya está escrito, la muerte que ya tiene destinada.
—No, Dios. Debe haber una manera ... Voy a encontrarla, debe haber una manera.
Zhishu odia que alguien esté triste por él, es más incómodo incluso que su propio dolor.
Finalmente, parpadeó:
—Doctor... Doctor Ai, no importa, soy solo uno más entre todos sus pacientes. Es inevitable.
Zhishu no tuvo tiempo de decir nada, y vio a Ai Ziyu cerrar las manos sobre sus brazos y
sacudirle los hombros. Luego lo besó con un sentimiento desesperado de posesión. De
depresión.
—Me gustas mucho. Te amo... No quiero, no me atrevo a dejar que te vayas, pero parece que
no puedo evitarlo... Tengo mucho miedo.
intentado llegar más lejos de la entrada inicial de su cavidad, He Zhishu reaccionó y mordió
al hombre.
—Zhishu...
Zhishu empujó a Ai Ziyu fuera de la cama y no dijo palabra alguna. No tenía nada en mente,
solo llegar a la puerta y salir de allí.
—Es mi culpa, lo admito. Pero estás mal de salud, y regresarás más tarde a casa. ¿Está bien?
He Zhishu apretó los dientes y trató de liberarse la muñeca de la mano del doctor. Ziyu tenía
miedo de lastimarlo y solo pudo dejarlo ir. Ai sabe que está actuando realmente impulsivo
hoy, y ¡por un demonio! Su cuerpo no está siendo controlado por su cerebro.
—¡Espera! ¡No vayas tan rápido! —Ai Ziyu intenta detenerlo, pero eso sólo acelera el ritmo
con el que He deja la habitación. Lo siguió a través de los pasillos del hospital—: Me gustas
mucho, no estoy avergonzado de decirlo. ¿Mi error fue hacerlo ahora? ¿Mi error es sentirlo?
—No quiero decir que esté mal. No eres malo, soy yo. Sé que no puedo cambiar el futuro.
Ai Ziyu no se preocupa por el rechazo y las palabras de He Zhishu... Porque se dio
dio cuenta de
que He Zhishu estaba demasiado ansioso y había olvidado tomar su abrigo. El sistema
inmune de una persona enferma no es bueno, le tiene miedo a lo que puede hacerle el frío. La
enfermedad de He es particularmente feroz y no desea que se empeore ahora que se ha
expuesto de esta manera.
—No digas nada, no te forzaré a eso. Hace demasiado frío. Te enviaré a casa temprano.
Seguro no querrás estar cerca de mí, pero un taxi debe estar bien, ¿no?
El médico vio que He Zhishu no tenía intención alguna de luchar, o mostraba mucho afán en
querer transmitirle lo que sentía de la forma más civilizada posible. La mano de He está seca
y helada y Ai no puede evitar querer darle un poco del calor que él está sintiendo. Toma la
mano fría y finalmente, cambia de un apretón fuerte a un suave entrelazamiento de dedos.
Cuando subió al auto, no tiró la bata a un lado... Solo dudó y dobló la ropa pulcramente
p ulcramente sobre
sus piernas. Para Ai Ziyu es difícil entender que lleva a "su corazón" de camino a manos de
otro. El alma se le rompe en el último segundo... En
segundo... En este momento todavía puede probar el
tipo de dulzura que le ofrece el dolor.
—Lo siento. —Finalmente, Ai Ziyu rompió el silencio primero—: Pero es verdad que me
gustas. No debí acercarme a ti sin tu consentimiento.
Zhishu giró el anillo plateado de su dedo anular derecho una y otra vez:
He Zhishu se siente ligeramente insultado. Ai lo entiende sin necesidad de que le diga nada y
entonces, se ríe:
El rostro de Ai Ziyu se volvió blanco por un momento, tampoco había color en su boca:
Un cuchillo se le clavó en el corazón, pero no sabía que oración fue la que lo provocó. La ropa
de He vuela con el viento y sus ojos aún pueden revelar algunos colores hermosos. Todo el
tiempo, Zhishu estaba lleno de belleza.
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu estaba muy ocupado, se fue temprano y le dijo que regresaría a casa tarde.
Durante el día, ni siquiera le habló a He Zhishu y no pensó que fuera necesario el reclamarle.
El hombre está ocupado con su carrera y He Zhishu va al hospital por su cuenta. Mira el reloj,
solo son las cinco de la tarde. Realmente no esperaba que Jiang Wenxu regresara tan
temprano.
El hombre tenía un perfil puramente inglés cuando se dejó ver, cruzando el pasillo. Tenía
unas gafas de borde de oro de baja calidad en el puente
p uente de su nariz. La voz de Jiang Wenxu es
fuerte:
Zhishu se estremeció.
Los ojos de Jiang Wenxu barrieron todo el cuerpo de He Zhishu y alcanzaron a detenerse en
sus pupilas. He hace lo mismo, se detiene en sus anteojos y en el marco dorado. Jiang tiene
solo un grado muy bajo de miopía, por lo que suele utilizarlos cuando tiene que atender
negocios muy importantes.
La expresión de Jiang Wenxu se convirtió en una pesada bruma por un momento, los
documentos que tenía en la mano se dirigieron directamente a la cara de He Zhishu. No le
provocaron ningún tipo de dolor, pero la tristeza del instante se le grabó a presión por todos
lados.
Ahora que todos estaban terminando de trabajar, JiangJiang Wenxu piensa que logró descuidar a
He por mucho tiempo y quiere estar con él lo antes posible... Pero cuando llega a casa, el
resultado es que no hay nadie esperándoleallí. De hecho, no es tan grave como para
ocasionar que Jiang Wenxu se enojara con He Zhishu de esta manera. Jiang Wenxu sabe que
He sale de vez en cuando a comprar algo de comida o artículos de primera necesidad. Fue
paciente y esperó a que alguien llegara.
ll egara. ¡Jiang estuvo esperando por mucho tiempo! Y
cuando él está aburrido, le gusta pensar en algo para hacer. Moverse por su casa y arreglar
cosas...
Cuándo saca la elegante bufanda "Burberry" de una bolsa de papel, Jiang Wenxu pensó que
ya había pasado mucho tiempo desde que vio una de esas. Siempre
Siempre se preocupó por comprar
sus propias cosas y, por consiguiente, está seguro de que esa bufanda no era la suya. ¿De
quién es? Él sabe que He siempre se muestra absolutamente reacio a comprar cosas tan
caras.
Jiang Wenxu se acercó a la bufanda y olió una fragancia mentolada y el olor a desinfectante
del hospital. De repente, en su cerebro, la escena del Ferrari estacionándose en su casa se
reproduce. El hombre que seguramente le
l e dio las orquídeas...
Las cosas son serias ahora. La posesividad de Jiang Wenxu es particularmente fuerte, pero
por lo general sabe cómo ser dócil. Jiang Wenxu rara vez muestra lo enojado que está.
Jiang Wenxu lo pensó. Imaginó que He no podía soportar la soledad. Lo vio allí, llamándole,
suplicándole, entregándose a él. ¿Qué habrá hecho en su propia casa las innumerables
noches en las que no regresó? ¿Se revolcó en su cama como una golfa ? Cuánto más piensa,
más repugnante es.
La imaginación es a veces algo muy dañino. Jiang Wenxu pensó en ello durante la tarde
entera, y esperó pacientemente a He Zhishu. Jiang Wenxu no ha tenido tiempo de
recapacitar por sus propios errores porque ante sus ojos, He es el único pecador. La única
persona en la sala que merece un castigo.
—¿Te la pasas bien? ¿Por qué no sabía sobre lo bueno que eres para seducir hombres y
traerlos a la cama?
Jiang Wenxu se burló de He Zhishu, el tipo de voz que utiliza es muy perjudicial para él.
Conoce sus ojos, su mirada penetrante, y se agacha lentamente para comenzar a juntar los
documentos. No quería hablar con un hombre que no era razonable y, para ese momento,
Jiang Wenxu le estaba haciendo más daño que el viento más frío del norte y que la
quimioterapia juntos.
indignado se sentía. Caminó y dejó caer todo su peso sobre los hombros de He Zhishu.
Parecía estar completamente sentado en él. Zhishu no esperaba que Jiang Wenxu hiciera eso
de repente, solo sentía un dolor insoportable sobre sus hombros, y luego, como la parte
trasera de su cintura era golpeada con brusquedad contra la esquina afilada de la mesa de
café detrás de él.
Después de la punción de médula ósea, la cintura de He Zhishu no ha estado del todo bien, y
esta colisión le dolió más que todo lo que Jiang le había hecho hasta el momento.
Jiang Wenxu hizo la vista gorda ante su dolor, y la pregunta que colgaba de su lengua
—...Hospital.
Zhishu miró a Jiang Wenxu con una cara pálida. Su corazón estaba profundamente herido
h erido y
le era doloroso el respirar.
Jiang Wenxu enganchó sus labios con los dedos. Se inclinó y le pellizcó la barbilla también.
—Sí.
Jiang Wenxu frunció el ceño lentamente. Aflojó su agarre con los ojos llenos de disgusto y de
una infinita maldad. Era como un niño pequeño que se estaba burlando con un tono fuerte y
desinteresado frente a él:
—¿Por quién me tomas? ¿Crees que tú me puedes garantizar que todavía estás limpio?
Puedes hacerlo afuera, puedes hacerlo aquí conmigo y justificarte después. ¿Crees que no lo
sé? ¿Realmente me tomas por un tonto? ¿No eres bueno ni en esto, maldición?
Las palabras de He Zhishu se terminaron, interrumpidas por una bofetada muy fuerte.
Jiang Wenxu estaba furioso y más que enojado. Dio un paso adelante y arrastró la muñeca de
He Zhishu para llevarlo a la habitación. Él no es un médico que esté dispuesto a
compadecerse de que He Zhishu no pueda mover sus piernas. Jiang Wenxu tiene los dedos
grandes y está demasiado aturdido como para ver que comienza a marcar la piel de He
Zhishu.
—Hay algo mal contigo. ¿Por qué cuándo estás solo te pones a tontear? ¡Bien! ¡Creo que te
mereces todo lo que te está pasando!
La bufanda de Ai fue arrojada a la cama del dormitorio. Las sábanas de la cama fueron
esparcidas por todo el piso, y el
e l corazón de He Zhishu pareció volar con ellos también.
He miró la bufanda por un largo tiempo antes de tragar saliva con desesperación. Fue el
médico quien la envolvió alrededor de su cuello ese día. Olvidó que tenía que regresarla.
Todavía, debía devolverla...
—¿De quién es? —Jiang Wenxu señaló la prenda con un dedo. Después de todo, He parecía
incapaz de dejar de verla—: ¿¡De quién es!?
—Del doctor.
—La bufanda del médico está en mi casa. ¿Pueden ustedes ser más descarados?
Zhishu quería darle una bofetada a Jiang Wenxu. Quiere que no hable tanto, que no lo
humille así... Pero no puede decir ni una palabra. Su garganta está llena de sangre.
He Zhishu fue encadenado por Jiang Wenxu a la cama, las patas eran de cromo y la cabecera
estaba muy fría y áspera.
—Te odio —Cuando Jiang Wenxu le dijo eso, He Zhishu no se resistió. Incluso tenía una
.
La ropa de Jiang no fue retirada por completo, Jiang Wenxu simplemente tiró de la
cremallera de su pantalón.
—Ese idiota... —comentó Jiang Wenxu con un tono muym uy pesado, la compasión no se presentó
mientras lo penetraba—: ¡No debería... meterse en la casa!
Nunca le había dolido tanto. Jiang Wenxu se metió con todo lo que tenía y llegó
l legó hasta el
fondo simplemente para arruinarlo y hacerle derramar borbotones de sangre oscura.
He Zhishu no pudo evitar apretar los dientes, y luego comenzó a morderse los
lo s labios y la
frente se encontró de pronto cubierta por una capa de sudor frío y fino...
En el proceso de su destrucción, Jiang Wenxu no se siente arrepentido. Sufre, tal vez, de que
aquel cuerpo sea tan estrecho al momento de la penetración y, sin embargo, suelta un suspiro
de alivio cuando He Zhishu se deja caer y extiende de una mejor manera sus amoratadas
extremidades.
He Zhishu lentamente giró hacia un lado y se apretó los brazos con los dedos. Su mandíbula
afilada cayó contra su rodilla y comenzó entonces a temblar. No habló, sintiendo que el único
calor en su cuerpo sería expulsado si abría la boca. Pensaba incluso, que Jiang al estar
saliendo y entrando tan estruendosamente, ya no le quedaba nada.
—¡Habla! —Jiang Wenxu frunció el ceño. Se inclinó hacia abajo y sujetó las mejillas de He. Le
volteó la cara, quiere que lo vea. Quiere que escuche y que obedezca—. ¿No es lo
suficientemente placentero? Esta es tu posición natural, tendido allí esperando para mí.
Para He, es muy difícil concentrarse en algún punto del momento. Las cosas que cree saber
hasta este instante, sus recuerdos y el significado mismo del amor, parecen ser ahora
sombras en un mar oscuro más grande que el universo mismo. En sus ojos se refleja ahora la
abrumadora desesperación de una abrumadora pena.
El corazón de Jiang Wenxu de repente pareció sentir algo de su dolor. Bajó la palma de su
mano e intentó tocar las pestañas de He Zhishu. Deseaba confirmar que la angustia que vio
en él, era producto de una ilusión creada por su cabeza para hacerle sentir culpable. Pero He
solo sacudió su cuerpo cuando le aproximó los dedos, y el hombre que ya había parecido
estar más relajado se apretó una vez más ocasionando que su cuello se llenara con marcas de
rubor.
El movimiento repentino de las caderas de Jiang hizo que Zhishu tosiera hacia arriba y hacia
abajo. Su cara pálida mostraba un dolor extremo y luego, tosió sangre de un color rojo
intenso.
—¿Qué pasa? ¿¡Qué pasa!? Muéstrame... ¡Date prisa y muéstrame lo que está mal!
Zhishu está cada vez más tembloroso. Tiene sangre en la boca, deslizándose por el borde,
goteando hasta su cuello. Agarra los dedos de Jiang Wenxu como si necesitara sostenerse de
algo:
—¡...Frío!
Jiang Wenxu rápidamente tomó las sábanas y las envolvió en el cuerpo de He Zhishu. Dio
vuelta a He en sus brazos, pero encontró más líquido frío y pegajoso debajo de él. Jiang
Jiang
Wenxu estaba completamente en pánico. Sangraba como si tuviera una herida áspera y
profunda en los intestinos. Zhishu convulsionaba, Jiang no sabía con exactitud qué parte
sujetar o donde realizar presión.
—Vamos al hospital de inmediato. Vas a estar bien, vas a estar bien, mi amor.
Jiang Wenxu no sabía si estaba reconfortando a He o a sí mismo, pero era demasiado difícil
obtener un tono tranquilo en una situación tan confusa. Ahora Jiang Wenxu parece próximo
a colapsar, está perdido en medio de la habitación y ha dejado de parecer un estratega
tranquilo y elegante.
—No... No al hospital —El tono de Zhishu era suave, pero había cierta ambigüedad. Su mente
estaba clara por momentos, así que lo repitió de nuevo—: No voy al hospital.
Jiang Wenxu retrocedió, era rápido. Tomo la libreta de direcciones y luego marcó el primer
número que se le apareció:
—Estoy cansado.
—Jiang Wenxu. —La voz de Zhishu es muy débil, no se escucha nada clara. No hay quejas en
su tono, pero tampoco contiene amor. He Zhishu no esperó a que Jiang Wenxu respondiera.
Él sonrió suavemente—: Si pudiera, traería al tú de la preparatoria. En ese momento, Jiang
Wenxu era tan bueno, a todos les gustaba, pero solo yo lo amé. Tiene mal genio y se pone
impaciente con cualquier cosa... ¿Puedes tener paciencia conmigo ahora? —He Zhishu sonrió
con lágrimas, casi estaba inconsciente—: Cuando tenía diecisiete años, Jiang Wenxu dijo que
le gustaba, que debía quedarme con él. A la edad de 19 años, no quería volver a casa y mi
futuro se lo di completo. Me quedé con él y sentí que no tenía miedo de sufrir si estaba a su
lado. A la edad de 23 años, mis padres vinieron a Beijing para encontrarme... Y tuvieron un
accidente automovilístico. No quedaba nada, no dejaron nada... En ese momento, pensé que
mientras él me diera un hogar, no necesitaba de nadie de todos modos.
La humedad en su cara se estaba volviendo cada vez másm ás pesada, y He Zhishu se quedó
mirando el aire y a la nada. Tratando de reprimir el gemido que intentaba salir de su
garganta:
—Él era muy bueno conmigo, y estaba tratando de ganar dinero para los dos. Cuando era
joven, era tan arrogante y rebelde. Pero aprendió a cocinar, a tostar, a conducir el auto de su
jefe... Sé que él está ganando dinero para mí, de lo contrario no sufriría tanto ni aguantaría
aguantaría
por días.
Cuando dijo esto, He Zhishu sonrió un poco con suavidad y amargura. Lo más importante
son los sentimientos profundos que no pueden ser suprimidos.
—Pero no sabía cómo cambia la gente. —He tose de nuevo y le duele tanto la boca que se
reprime a sí mismo para ya no hacerlo más—. Él no va a casa, contesta el teléfono cada vez
menos, a veces se emborracha por la noche, y la ropa está llena de perfume de mujer. No sé
qué hacer, un niño sería más cuidadoso. Ya no me gusta. No me agrada tanto como solía
hacerlo. En estos años solo quería aprender a complacerlo. Pero al final, no sirvió de nada.
Creo que probablemente no puedo aprender a atar a un hombre con mi cuerpo ni con mis
sentimientos en esta vida. ¿No es malo soportar sin llorar o pedir misericordia? Soy tan
inútil, tengo miedo de que salga y me deje por alguien más... Pero, ¿qué podría hacer? No soy
suficiente... No sé cuánto tiempo estaré aquí...
Jiang Wenxu le cerró con fuerza la boca a He Zhishu, y la voz que soltó fue dolorosa:
La voz de Jiang Wenxu gimoteo y se cortó al igual que su corazón lo estaba haciendo. Se
apretaba entre la asfixia y dolor.
Las delgadas cejas de Zhishu están muy juntas. Simplemente no oye las
l as palabras de Jiang
Wenxu, su voz es baja y está mezclada con gemidos desde lo más profundo de susu garganta:
—Fue un error, cariño. No digas eso. Estoy equivocado, de verdad estoy equivocado.
Jiang Wenxu se puso cada vez más nervioso, su corazón estaba gritando de miedo y también
jadeando de dolor. No sabía cómo actuar, pero podía entender claramente que, si se
pronunciaban algunas palabras más, no podrían volver a intentarlo de nuevo.
He Zhishu escuchó tranquilamente las cortas oraciones de Jiang Wenxu, y no hubo reacción.
Fue como si no hubiera escuchado nada:
—Un amor de tantos años es la única dulzura que he probado. También fue el dolor más
grande de todo mi corazón.
He Zhishu tiró de la parte delantera de Jiang Wenxu. Miró a los ojos profundos del hombre y
sonrió con suavidad:
—Así que sigo aquí, aunque me golpees y después me violes, aunque dices el nombre de tu
amante cuando te corres. Estás en Francia con él. Sospechas que estoy viendo a otros y te
pones violento, pero no me muevo. No puedo irme de ti... Pero Jiang Wenxu, tú amor sí que
se ha ido... ¿Cuánto tiempo puedo
p uedo vivir si me tratas así? ¿¡Qué fue lo que hice mal!?
El cuerpo de Jiang Wenxu temblaba. Todo, absolutamente todo estaba fuera de control.
Jiang Wenxu estaba preocupado por sí mismo. Intentó calmarse y pensó en las cosas que
estaría dispuesto a hacer en tan poco tiempo para que la situación que enfrentaba con He
Zhishu, se viera lo menos dramática posible. Pero la cosa es que, en este punto, tienen un sin
fin de obstáculos por delante. Es algo que no se puede evitar y no se puede esconder.
Jiang Wenxu sabe lo que debería decir, pero en este momento ya no pueden funcionar las
dulces palabras del esposo preocupado del pasado, ni la fiereza del hombre que conoció en la
secundaria. Solo puede sostener a He Zhishu más fuerte, pretendiendo
pret endiendo que todavía está
intacto y no agonizante entre sus brazos. Sabe que su esfuerzo físico fue demasiado, y ahora
está dormido. Se siente frío, parece tranquilo
t ranquilo y se mantiene con la respiración golpeando de
manera errática sobre su pecho.
Jiang Wenxu estiró los dedos y delineó suavemente los suaves contornos bajo la nariz de He
Zhishu, sus ojos profundos. Él conoce el amor absoluto y la tolerancia que He Zhishu le tiene,
pero esta vez debe haber sido perjudicado en extremo como para soltar tales palabras...
Realmente parece que ha logrado dividir su amor, no en un pequeño pedazo sino en miles.
—No te enojes conmigo, de verdad puedo cambiar... Tienes que creer en mí. —El tono de
Jiang Wenxu es muy ligero y suave, pero incluso así tiene miedo de perturbar el sueño de He
Zhishu—: Cuando te despiertes, tienes que seguir amándome. No puedes dejarme... No te voy
a permitir dejarme.
Jiang Wenxu sostiene a He Zhishu, y no sabe por qué de pronto está tan nervioso. Parece que
las cosas que menos quiere enfrentar, están a punto de suceder. La inquietud en su
subconsciente es la más agotadora. Al igual que el viento y el sonido de la nieve golpeando su
ventana, la sensación de opresión está congelando su corazón gradualmente.
gradualmente.
Jiang Wenxu colocó suavemente a He Zhishu sobre la cama y utilizó las sábanas para cubrirle
y después abrir la puerta con una expresión solemne en la cara.
Jiang Wenxu abrió la puerta. Zhang Jingwen quitó el sudor en su frente y dejó el botiquín en
el suelo junto a la puerta.
—Hoy no fui a trabajar, acabo de salir del bar. Pero bueno. Dime, ¿a quién le hago la
consulta? Si es a ti, temo decirte que voy a cobrarte recargos.
Jingwen y Jiang Wenxu son muy cercanos y tienen entre siete u ocho años de amistad. De lo
contrario, nadie estaría allí a esa hora, tocando la puerta
p uerta en plena ventisca para aguantar
semejante carácter de semejante sujeto.
Jiang Wenxu no estaba de humor para escuchar sus bromas sin gracia. Zhang Jingwen no se
demora en quitarse el abrigo:
—Dime qué te pasa, hombre. ¿Tienes dolor de cabeza? ¿Un resfriado? ¿Te golpeaste?
¿Sufriste de algún trauma? Aunque un golpe y un trauma son casi lo mismo...
La clínica de Jingwen por lo general atiende a las personas que se sienten más a gusto en el
"mundo subterráneo." Ladrones, prostitutas, delincuentes... Jiang sabe que tiene entonces,
una tremenda habilidad con cosas que tienen que ver con sangre y traumas sexuales.
Jiang Wenxu caminó directamente sin importarle aplastar las cosas con las suelas de sus
zapatos. Subió a la cama, tomó a He Zhishu y le dio la vuelta:
—Jiang Wenxu. ¿Qué hiciste? —Zhang Jingwen se apresuró y alcanzó a ponerse a un lado de
Zhang Jingwen miró atentamente el rostro de He Zhishu, suspiró con suavidad y observó
después a Jiang Wenxu. Sus ojos estaban abiertos de una manera exagerada. Parecía estar
sorprendido y asustado a partes iguales:
—¿Lo golpeaste?
Jiang Wenxu solo se enfocó en He Zhishu, vio su pecho subiendo, sus dedos aferrándose a
sus brazos. Se masajeó las cejas, arrugó la frente. Las pestañas de He están muy inquietas
debido a sus temblores, pero, aun así, parece estar demasiado cansado como para separar los
párpados:
Zhang Jingwen también parece tener miedo de despertar a He Zhishu y soportó las ganas de
hacer todavía más preguntas. Jiang prosiguió:
Jingwen apretó suavemente la boca de He Zhishu y vio gracias a la luz de su lámpara, una
infinidad de pequeñas y densas heridas causadas por sus dientes cuando se estaba
mordiendo. La causa más grave de la tos, es la lengua que está destrozada. Zhang Jingwen
suspiró, afortunadamente no era una lesión interna, pero estaba seguro de que comer y
conversar iba a parecerle un infierno de ahora en adelante. Al menos hasta que se
recuperara como era debido.
De repente pensó en algo, su rostro no tenía un buen semblante, levantó la vista y le preguntó
a Jiang Wenxu:
—¿Lo mordiste?
—Tengo... Frío...
Zhishu sacudió la cabeza y sus manos apretaron las mangas de Jiang Wenxu
inconscientemente. El corazón de Jiang Wenxu se tornó suave de nuevo, y miró a Zhang
Jingwen como si estuviera pidiendo ayuda:
—Mira la parte inferior de su cuerpo, ¿de acuerdo? Es en la parte inferior donde parece que
hay algo mal.
—No tengas miedo, es Jingwen. Puedes dormir en mis brazos por un rato, ¿está bien?
Duerme aquí conmigo...
La herida provocada por su ano desgarrado, es tratada durante mucho tiempo. Al final de
todo, He Zhishu parece haber perdido la consciencia otra vez. Sus párpados se mueven como
locos mientras Jiang Wenxu lo recuesta gentilmente sobre la cama para que descansé como
es debido. Le quitó el sudor frío, le frotó los dedos.
—En realidad ya había escuchado muchas cosas de ti en los últimos dos años, pero solo
estupideces como qué salías de noche o que te acostabas con quién se te pusiera en frente
¡Pero realmente puedo decirte que hoy te pasaste de la línea! Lo vi la última vez... Hace dos
años, claro. Pero no estaba delgado hasta este punto. ¿Cómo lo estás tratando?
—No voy a dejarlo ir. Dejaré de salir por las noches si es necesario.
Para el doctor, no es fácil manejar los asuntos que conllevan algo personal... Solo puede
esperar que las palabras de Jiang Wenxu no sean serias. Cambió el tema:
Zhang Jingwen fue a la sala, buscó el medicamento y tras mirar el mueble durante el tiempo
necesario, descubrió que algo estaba terriblemente mal. Cuando estuvo allí la última vez,
había muchos libros en la casa. A Zhishu le encantaba leer poesía y libros de literatura
clásica. Las estanterías eran todas para los libros, e incluso sobre los cajones podían
p odían verse las
portadas de unas revistas y algunos cómics de títulos populares. Ahora, todo se ha convertido
en botellas y frascos.
Zhang Jingwen también es profesional, perezoso y torpe to rpe pero profesional al final. Su primer
instinto es mirar las botellas, agitarlas y analizar con cuidado las inscripciones sobre las
tabletas. No hay duda, aunque parezcan dulces inofensivos son ciertamente medicinas.
Al escuchar la voz de Jiang Wenxu, Zhang Jingwen lanzó un grito de espanto. Estaba
pensando si posiblemente esas tabletas eran calcio o tal vez suplementos. Zhang Jingwen
imaginó que Jiang estaba obteniendo todo tipo de productos de salud extraños últimamente
en su trabajo.
Zhang Jingwen no se quedó mucho tiempo con él porque estaba muy ocupado haciendo
cosas de "gente adulta", le dijo. Ir a bares, jugar en casinos, arreglar lo necesario para el día
—Ya, ya voy a casa... Digo que ya voy, no que ya esté a unos pasos. ¡Ju! ¿Qué? ¿Quieres comer
cangrejo? ¿Dónde voy a conseguir cangrejo? ¡Es de noche y está nevando! ¡Claro que no! ¡No
quiero hacer enojar a mi futura esposa!
Para alguien que ahora se siente destrozado como Jiang Wenxu, burlarse de la gente en ese
estado de aparente felicidad, parece ser lo único que le queda.
dentro de sí, un poco más de lo que quiere admitir, también se odia de una manera
considerable.
—Borracho también llamé por tu nombre, aunque no tenía que pronunciarlo... No tienes el
derecho a reclamarme entonces nada.
Jiang Wenxu está cansado, siente que puede dormirse con la ropa puesta y no quiere quitarse
tampoco los zapatos. He está a su lado, cree que es posible entonces quedarse junto a él,
extender los brazos y sostenerlo hasta caer en la inconsciencia que tanto busca.
Pero no se atreve.
atreve.
Al momento de hablar, su oración suena como un disparate para sus oídos:
oídos:
✤✤✤✤✤✤
Cuando se despierta por la mañana, se da cuenta de que ni siquiera sabe cuándo se quedó
dormido. Las cortinas oscuras estaban a medio colocar y la luz cálida y radiante del sol en el
invierno, le pega de lleno sobre la cara maltratada. He intenta enfocar la vista, abrir los ojos.
Lucha por sentarse y se da cuenta de que su cuerpo continúa tan dolorido como el día
anterior.
Incluso si sus noches duran más de la mitad del año, incluso si la lluvia forma parte de las
mañanas, incluso si el buen clima es una minoría. Incluso si la amabilidad de Jiang es difícil
de conseguir, incluso si lo subestima, incluso si quiere compensar el mayor daño que le ha
causado con un desayuno insignificante... Incluso así, no se dará por vencido todavía.
Puede continuar un poquito más.
Mientras He Zhishu estaba distraído, una pequeña cosa peluda comienza a lamerle la mano.
Mirando a los cuatro gatitos del pasado en su cabeza, se da cuenta de que realmente han
crecido mucho.
Todavía dormía, y sus brazos lo envolvían porque soñaba que sostenía a alguien más. Pensó
que era He... Pensó también en enterrar la cabeza en los hombros de su amante, pensó en
despertarle o suplicarle, pero en lugar de eso, lo miró un instante, besó su cabello y se alejó.
Jiang Wenxu estaba tan asustado y tan despierto, que comenzó a sentir que, si se quedaba
por más tiempo a su lado, el monstruo en su mente crecería otra vez. Miró sus manos y puso
unos cuantos dedos sobre su cara como si quisiera hundirlos en su propia carne.
Pero ahora está allí de nuevo, parado en el marco de la puerta. Observando su cama y
observándolo a él.
He siente que todo duele mucho, sus piernas y sus brazos. Cuando fue herido ayer, quería
gritarle todo lo que pensaba de la forma más directa que fuera posible. Ahora
posible. Ahora no quiere decir
una palabra.
palabra.
—¿Todavía sientes dolor en la boca? —Jiang Wenxu notó que había una línea de angustia
visible en su cara, y entonces corrió a su lado para revisarlo mejor—: Dime si te duele. Ayer
Jingwen dejó un par de medicamentos para ti... Estoy esperando a que comas para que pueda
dártelos.
Zhishu negó con la cabeza. Es muy contradictorio con la repentina diligencia que Jiang
Wenxu parece mostrarle. La noche anterior, hubo una tormenta violenta sobre esa cama y
una herida implacable que parece no curarse. Cuando se levantó, también se levantaron sus
pensamientos y cambió de panorama abruptamente. Sentía que estaba decepcionado, más de
lo que lo estuvo alguna vez.
—¿Estás enojado? —La palma de la mano de Jiang Wenxu frotó suavemente el enredado
cabello de He Zhishu. Cuando se deslizó hacia abajo, sostuvo su rostro y dijo con la voz
entrecortada—: No te enojes. ¿Está bien? Estaba celoso, temía que fueras estúpido y que
hicieras tonterías en la calle. ¡Me sentía engañado! Si yo viniera utilizando ropa de otra
persona, ¿no te sentirías mal por eso?
Si la paranoia y la posesividad son simplemente por celos... Si las violaciones y los insultos
son provocados por su angustia. ¿Qué tipo de destino distorsionado le espera entonces? Lo
que Jiang Wenxu puede ver es solo una bufanda que no le pertenece, pero no piensa
p iensa en lo
que hay más lejos de eso... No piensa que es porque hacía frío, ni porque estaba vulnerable, ni
porque está enfermo hasta los huesos... No le preocupa que siga amándole...
He tenía una expresión demasiado fría y, por consiguiente, Jiang quería hablar con él tan
pronto cómo fuera posible. Jiang Wenxu se acomoda junto a él en la mesa, se siente un poco
aburrido debido al profundo silencio que se marca en el ambiente y entonces, se pone a jugar
incesantemente con sus dedos. Sabe que He Zhishu es del tipo de persona que vuelve a tener
un carácter dulce con relativa rapidez, siempre y cuando se muestre dispuesto a pedirle
perdón por todo lo que le ha provocado a su cuerpo y a su vida.
He Zhishu le lanza una mirada peligrosamente indiferente, tan fuerte como las ventiscas de
invierno fuera de su ventana. Ya había intentado persuadirlo, convencerlo y ahora estaba
sufriendo en soledad mientras era absolutamente ignorado. Incluso la visión que tiene Jiang
Wenxu de He Zhishu ya no es la misma. Ya no tiene su habitual
habitual sonrisa infinita sobre la cara,
el hoyuelo de su mejilla ha desaparecido y la delgada piel que cubre todo su cuerpo, pareció
perder completamente su brillo anterior. Sus ojos, están oscuros de tristeza.
—... Mañana tengo que ir a la oficina. Me pidieron que me encargara de ejecutar un proyecto
que se tiene previsto desde hace ya un par de años. Parece ilegal y por eso los subordinados
de rango más bajo tienen miedo de tomarlo. Los tontos no saben que los asuntos de comercio
sexual y la ganancia de dinero son como dos amigos inseparables.
Jiang Wenxu empieza intentando un cambio drástico de tema. Tal vez, escuchando sobre sus
días “como
“como antes”
antes” su mente comenzaría a despejarse y las cosas avanzarían correctamente
una vez más. Pero mientras pasan los minutos, siente que se ha equivocado nuevamente. No
tiene la conciencia tranquila y no puede fingir que no se está desesperando.
—El negocio está creciendo mucho este año y por eso cada vez me siento más ocupado,
agraviado y descuidado... No puedo evitarlo. Los negocios en esta empresa
e mpresa son semejantes a
ir a la guerra. Yo no tengo que luchar ninguna pelea, pero ser el espectador tampoco es tan
fácil. Tengo empleados muy reacios, he tenido
t enido que corregirlos tantas veces que ya me siento
algo cansado... Esa puede ser la razón de mi
m i mal carácter, ¿verdad? Pero no importa, estoy
feliz porque con el tiempo
t iempo he ahorrado el suficiente dinero como para que tú y yo nos
vayamos directamente a vivir al extranjero. No importa dónde, sé que estarás feliz en un
lugar soleado y, ¿sabes? Podemos casarnos entonces por lo civil. Como querías.
Las verdades a medias a veces son muy útiles para aflojar el temperamento de las personas.
Todo lo que acaba de decir, al menos la
l a última parte, era algo que tenía en el pensamiento
cuando era joven. Casarse en una isla desierta... Suena tan tonto que posiblemente funcione
con He.
He Zhishu, por el contrario, sabe que ha superado sentimientos más sombríos que estos, en
el pasado. Por ejemplo, cuándo fue al hospital a revisar la hoja de sus análisis por su cuenta,
cuándo la quimioterapia resultó ser más dolorosa de lo que pensaba y la sensación de
quemazón era tan profunda que realmente no podía levantarse. Cuándo estaba solo en casa,
aturdido y tembloroso todo el día con una tristeza que nunca se iba.... He Zhishu no lo
demuestra, pero sabe claramente que esto no debe ser cubierto por la palabra: “Es culpa del
trabajo". Jiang
trabajo". Jiang es culpable de sus propios problemas, sufre por las penas que él mismo se
creó y, aun así, está dispuesto a continuar siendo arrogante. Aunque definitivamente, lo que
hace no es tan vergonzoso como
com o lo que piensa He. Reconfortando su
Reconfortando su propio dolor.
Tan desagradable...
He Zhishu estiró los brazos, se recargó en la mesa, aguantó el peso de su cuerpo adolorido y
se levantó.
Jiang Wenxu agarró la muñeca de He Zhishu. Zhishu se echó hacia atrás y lo miró a los ojos.
No quería dedicarle ni media palabra.
Jiang Wenxu se sorprendió por la mirada fría y aguda de He Zhishu, pero aun así no soltó el
agarre que mantenía en la muñeca de He:
—Sé que anoche actué impulsivo... Quiero escuchar lo que tienes que decir. Quiero que me
hables. No dejes que me sienta preocupado.
—Entonces, ¿me quedo así? ¿Me quedo quieto y espero a que me vuelvas a lastimar? —La voz
de He Zhishu es ronca y está luchando por hablar lento. Intenta enlazar cada palabra —:No
quiero hablar. ¿De qué otra manera puedo hacer que lo entiendas?
Zhishu no pudo evitar toser, su rostro está pálido de nuevo. No pasó mucho tiempo hasta que
Jiang Wenxu le soltó la mano y He lo empujó para entrar al baño rápidamente.
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu se presionó ligeramente la cabeza con los dedos sin decir nada. Sólo pudo
quedarse en la cocina, apagar las gachas de avena y luego ir al balcón para acabarse el medio
paquete de cigarrillos que todavía tenía en su pantalón. Jiang
pantalón. Jiang Wenxu no sabe qué hacer. Es
la primera vez que He tiene un temperamento tan malo. Tal vez... Ha pasado incluso más
tiempo del que cree desde la
l a última vez que lo vio actuando de esa manera.
Le molesta que parezca que no hay nada que pueda hacer para
para remediarlo.
Cuando He Zhishu salió del baño, Jiang Wenxu ya había apagado el humo. El hombre
delgado y enfermo entró silenciosamente en la cocina, como un perro que ha sido
abandonado por su dueño. Tiene la cabeza baja, quiere llorar, así que se repite una y otra vez
—Enfríalo antes de comer o va a dolerte más la boca. —Jiang Wenxu removió suavemente la
espesa papilla en un tazón y la colocó encima de la mesa. El aroma era delicioso —: Podrás
notar que todavía soy el mejor en hacer papilla. —Naturalmente no hubo respuesta, Jiang
Wenxu sonrió y dijo esta vez —: Bueno... Quizá es porque la papilla es la más fácil de cocinar.
cocinar.
Jiang Wenxu quería alimentar a He Zhishu, y el resultado fue hacer que He le rechazara.
Tampoco le importa demasiado, solo sujeta su barbilla y se centra en mirarle con bastante
atención. Jiang Wenxu se ve encantador esa mañana, y He no puede hacer más que sentirse
particularmente avergonzado al percibir como lo observa. Sabe que lo tiene a unos cuantos
centímetros, por lo que intenta no mirar a la derecha más de lo absolutamente necesario.
He Zhishu no come mucho. Es realmente doloroso abrir la boca y utilizar su lengua para
tragar. Parece costarle todo el trabajo del mundo y provoca que ya no tenga
t enga más apetito. Es
suficiente por hoy, incluso si se trata de un tazón pequeño.
Jiang Wenxu estaba algo angustiado y le aconsejó que no comiera más. Se levantó y tomó con
suavidad la mano de He Zhishu para decir:
Zhishu no tuvo la fuerza para rechazar al hombre que lo sacaba fuera de la silla y lo conducía
rumbo al sofá para que se sentara.
La herida parecía muy grave. Jiang Wenxu estaba distraído cuando Jingwen le aplicó
tratamiento anoche pero hoy, al darle una mirada más cercana a las yagas, admite que es un
espectáculo impactante. Más de una docena de heridas regordetas en la superficie interna de
su boca de un color rojo brillante, parecían
p arecían saltar hacía él apenas las iluminó con la luz del
sol. Las marcas de las mordidas en su lengua son profundas y todavía se puede
p uede ver el
fantasma de dónde pegaron sus dientes. ¿Estaba tratando de comerse la lengua o qué?
Jiang Wenxu frunció el ceño, sus manos parecían no poder soltar ni un solo segundo a He
Zhishu. Inhala el extraño olor a medicina en su boca, y su corazón siente la amargura cuándo
piensa: ¿Esto de verdad puede solucionarse?
Después de aquel día, el estilo de vida de He Zhishu y Jiang Wenxu cambió drásticamente.
Jiang Wenxu en realidad conoce sus propios excesos, por lo que siempre parece tener una
Se lastima la lengua por las tardes y se muestra aún más reacio a hablar. Se resiste a los
l os
abrazos y a los besos de Jiang Wenxu, pero al final... Tiene que ir a la habitación para dormir
junto a él.
Jiang Wenxu miró a He Zhishu, quién estaba tratando de empacar sus cosas del cuarto.
c uarto. No
pudo evitar entrecerrar los ojos.
—¡No me has hablado durante días! ¡Llamé a Jingwen y él me dijo que deberías estar bien ya!
¡Te vas todo el tiempo
tiemp o a encerrarte en este cuarto y no escuchas nada de lo que te estoy
diciendo! ¡No merezco esto!—. Cuanto más hablaba, más sentía que se hundía. Tiró el
bolígrafo que tenía en la mano contra la cama y exclamó—: ¿¡Cuándo dos hombres adultos
tienen problemas no se sientan a hablarlos!? ¿Qué edad tienes? ¡Actuando tan sensible como
una maldita mujer!
He Zhishu permaneció de pie por un tiempo, tardó mucho en frenar los temblores que le
estaban recorriendo... He no cree lo que oye. El amor de los dos se encuentra en una posición
débil, y es cada vez más silencioso, y está cada vez más frágil también. Los problemas del
corazón no son un asunto únicamente de las mujeres.
Jiang Wenxu no hizo ningún escándalo. Se limpió las manos que tenía manchadas con tinta y
su tono se convirtió de pronto en un murmullo suave y agradable:
—Sé que no será así... Prometimos que estaríamos juntos una larga vida. Su intención parece
ser la misma de siempre, la de hacerle recapacitar.
He siente que sus ojos están rojos, y por primera vez en su vida se permite volverse violento y
gritar fuera de control:
El ataque repentino de He Zhishu dejó atónito a Jiang Wenxu. No había tenido tiempo de
pensar una respuesta, pero instintivamente sintió que no podía
po día salir triunfante de allí.
He Zhishu se ha estado reprimiendo por mucho tiempo, y una vez que las
l as emociones son
liberadas no pueden ser controladas tan fácilmente. Tomó de sobre su buró la vasija que
tenía un ramito de flores secas, y entonces lo arrojó furiosamente contra la pared a un lado de
la puerta. Los fragmentos de porcelana rota
rot a mezclados con flores y hojas negras se
esparcieron por todo el piso.
Jiang Wenxu finalmente reaccionó cuando He levantó del suelo la lámpara estacionaria
también.
—¡He! ¡Dios! ¡No hagas del problema algo más grande! ¡Escúchame! ¡He Zhishu!
—¡Deja de tocarme!
Jiang Wenxu quiere tirarlo y darle un golpe en la cara también, pero no puede reaccionar de
inmediato. Se aparta, está dispuesto a irse si esa es su intención... Está tan confundido que no
sabe para dónde está caminando.
He se frotó los labios y bajó la cabeza cuándo finalmente escuchó algo de silencio. Ahora
realmente se siente como un perro. Está sentado en el suelo, desilusionado, enojado e
involuntariamente se rasca la mano que está manchada con gotas de sangre que no le
pertenecen.
Pensó en ello por un rato. Realmente no sabe que tenía en la cabeza cuando actuó como lo
hizo. Siente que creció de alguna manera, pero aun así le cuesta aceptar que las cosas que
planteó en su cabeza casi como una broma, se han hecho realidad.
He comenzó a reír con un poco de histeria y para cuándo terminó, se levantó y tuvo que
recoger el desastre. De hecho, los fragmentos del florero sobre el suelo tienen casi la misma
apariencia que la que tiene él. Destrozado, aniquilado... Son igual de reemplazables incluso.
Habrá un nuevo jarrón sobre la mesa mañana,
mañana, piensa.
Zhishu rompió la porcelana con la mano y el rasguño que le ocasionó no le dolió. Cuando una
persona recibe tanto daño por tanto tiempo, no hay nada que provoque un verdadero
malestar.
✤✤✤✤✤✤
En otras ocasiones, cuándo un dolor de cabeza se instalaba en la parte inferior de su nuca con
tanta fuerza como lo hace ahora, se embriagaba, se desnudaba y buscaba una persona de
lindas piernas que pudiera dormir sobre sus brazos.
Hoy parece ser uno de esos casos... Hay agonía, así que llama a Shen.
Sin embargo, durante el sexo, Jiang Wenxu se siente de pronto muy cansado, muy triste y tan
mareado que pensó de pronto que no quería tener a nadie más sobre su cadera, no quería
dormir con otro hombre por esa noche. Deseaba únicamente a He Zhishu. Quería tocar a He
Zhishu. Besar a su He Zhishu.
Jiang Wenxu es una persona de muy pocas palabras, por lo que es hábil cuándo se levanta de
la cama, se pone su camisa y le dice a Shen:
—Tengo que irme. Puedes quedarte en la casa y el automóvil está a tu disposición. Xiao Song
vendrá después y te dará un cheque por todo lo que te hice gastar. Tienes mi número, es todo
lo que necesitas.
Shen, confundido, con el cabello desordenado y unas inmensas manchas rojas sobre su
Jiang Wenxu se puso el pantalón y se colocó también un abrigo para el frío. Una cama
pequeña y un hombre molesto no era lo que necesitaba para borrar el tormentoso
sentimiento del rechazo que se le estaba asentado en la boca del estómago.
—¿De qué hablas? ¿No lo hice bien? ¿No soy obediente? No te he visto en diez días y medio, y
no me he quejado por eso. No te gustan los animales, ¿no? ¡He tirado ya al perro que he
estado criando durante años! No me quedaré contigo por el dinero si es lo que crees, yo...
Jiang Wenxu abrochó su reloj y estaba a punto de irse, pero… después de pensarlo un poco,
se detuvo, se dio la vuelta y se burló:
—¿Quieres una razón? ¿Tú? Eres como una puta. ¿Realmente crees
cree s que estoy enamorado de
ti?
El hermoso niño en la cama de repente lloró con fuerza. Entonces, se atragantó con sus
propios jadeos y gritó:
—¿¡Me mentiste!? Maldito. ¡Tonto! ¿Crees que voy a dejarte ir sin hacer algo? ¿¡Crees que me
voy a quedar aquí sin hacer nada!?
movimiento. Zhishu no ha dormido bien desde hace mucho tiempo y por consiguiente su
carácter se ha vuelto más inestable. Ha estado
e stado sufriendo de insomnio recientemente y
también es muy fácil para él el despertarse una o dos horas después de dormir.
Es un buen día si logra hacerlo por cuatro horas consecutivas.
Ahora está parado en el baño y mira a la persona pálida y enferma que está en el espejo. El
tono de su voz es ligero cuándo le pregunta:
Sabe que su enfermedad ha comenzado a deteriorarlo. Cuando miró por primera vez las
ojeras oscuras bajo sus párpados, comenzó a odiar observarse en el espejo. Aunque no lo
hiciera, eso no quitaba el hecho de que su cuerpo se estaba volviendo más y más
desagradable. Unas manchas azules y púrpuras aparecieron bajo sus costillas hace dos
semanas y las venas de sus piernas han comenzado a hincharse. A primera vista, parece
tratarse de violencia doméstica y ya.
Ya en este punto, He Zhishu se dijo a sí mismo que debía apresurarse a morir.
La gasa en su dedo se ha manchado con sangre, por lo que dedica unos minutos de su tiempo
en volver a hacerse una curación a base de agua y jabón. Se cambió la tela por una gasa
limpia y le habló una vez más a su reflejo para pedirle perdón por lastimarse la mano con la
porcelana. Después de todo, lo menos que quiere ahora es cargar consigo más heridas.
No sentía apetito como para comer, pero los gatos sí que lo tenían. He Zhishu les dio una
suave caricia bajo sus mentores, los colocó ordenadamente sobre el nido y les puso en un
pequeño cuenco un sobrecito de comida especial. Cuando
C uando se trataba de ir a la cocina,
últimamente era para eso. Solo puede alimentarlos, tomar su medicamento y repetir la
misma acción hasta que empieza a oscurecer.
Al escuchar el timbre de la puerta, He Zhishu se sintió entonces un poco aturdido. Escuchó
unos golpes, apagó la estufa dónde se estaba calentando su agua, y se aproximó a la entrada
para abrir. Pensó que tal vez era la propietaria que quería revisar el medidor de la luz...
Es realmente un chico guapo. Sus características faciales son exquisitas, su piel es muy
blanca, la punta de su nariz es afilada, sus mejillas
mejillas tienen un rubor color melocotón y unas
pestañas muy grandes le enmarcan la mirada... Pero sus ojos todavía están rojos e hinchados.
Los pensamientos de He Zhishu pasaron débilmente por su cabeza. No entendía la situación
en absoluto.
—¿Me dejas entrar? —La voz dulce del otro lado, es claramente la de alguien menor porp or lo
que deshecha la idea de que sea solo apariencia. He Zhishu, respirando entrecortado,
entrecort ado, siente
que no quiere verlo ni quiere tenerlo allí... Hace mucho que perdió su resplandor, y el
hombre frente a él parece que apenas está comenzando a brillar—: Entonces... ¿Puedo?
Shen también ha estado mirando detalladamente a He Zhishu desde que llegó. Entiende, por
lo que ha escuchado, que es a quién ama su Jiang Wenxu.
Aunque muchos amigos le advirtieron sobre el tipo de persona que era Jiang Wenxu
Wenxu y le
dijeron que no actuara como un “ imbécil enamorado” con
con ese “imbécil enamorado de
alguien más...”.La idea de permanecer con Jiang eternamente parece estar ocupando gran
parte de su cerebro. Ya había escuchado al asistente decirlo una vez, Shen se parece un poco
p oco a
He Zhishu. He, por su parte, piensa que quién tiene enfrente es una versión suya de cuando
iba a la preparatoria.
Siempre había sentido que Jiang Wenxu tenía gustos muy específicos, pero esta vez es
verdaderamente aterrador.
He eleva los hombros, entiende que no debería estar haciendo eso, pero le permite
perm ite pasar y
después le ofrece una taza de agua caliente:
Shen miró a He Zhishu con un evidente gesto de sorpresa... Realmente no esperaba que He
Zhishu lo dejara entrar y luego intentara convencerlo de beber agua caliente.
Shen no es un mal sujeto, solo quiere permanecer al lado del amor de su vida. Quiere ser su
dueño, monopolizarlo. Que lo mire, que no se vaya, que lo tenga entre sus brazos hasta el día
siguiente... Así que dice sin la más mínima gota de remordimiento:
—He estado con Jiang Ge por mucho tiempo. —Mira fijamente a He Zhishu de un modo que
parece más bien una súplica—: No quiero perderlo.
—He estado con él desde que me gradué de la universidad. Llevamos juntos tres años.
Hay un tono de alegría indescriptible en su voz que parece otorgarle a He todavía más
penurias. Es como si sintiera que esos tres años han sido los
lo s más felices de su vida.
—Pienso en eso siempre, en lo maravilloso que es que este sea nuestro tercer año juntos...
He se muerde ligeramente los labios. Realmente odia esta nueva manía de lesionarse al sentir
que las cosas están absolutamente mal. Pero no puede evitarlo.
—Hace tres años, en el 2003, Jiang y yo estuvimos juntos todo el tiempo porque se desató
una terrible plaga de SARS. —Zhishu se rio—: ¿Qué edad tenías en ese entonces? Es bueno
ser joven y no tener preocupaciones...
pre ocupaciones... Todo debió parecerte genial a ti, pero
pe ro en ese año, Jiang
Wenxu no era el jefe de Zongjian, ni siquiera lo llamaban señor Jiang. Todavía hacía turnos
en una pequeña compañía de tecnología y electrónica. Cuando el SARS se extendió por
completo, Beijing estaba bloqueado, pero también era el momento en que la gente más
—Ese fue el momento más furioso de Jiang Wenxu en mi memoria. También fue el más
intimidante y aunque el más triste, también fue especial. Él me veía, lloraba y me decía que,
si lograba ganarle a la enfermedad, se casaría conmigo. Yo le dije, que si me pasaba algo de
todas maneras tenía que encontrar alguien con quien pudiera vivir feliz... Me respondió: «Si
te pasa algo, ¿Cómo puedo tan siquiera vivir?» Más tarde, cuando vino el abogado, me di
cuenta de que el jefe le había dejado su compañía. —Zhishu sonrió y dijo—: Jiang Wenxu se
volvió muy grande entonces.
—Tal vez no sufrimos de esa manera, pero hay cosas más profundas…
He observa que sus dedos están tamborileando incansablemente sobre sus piernas y
entonces, sin poder evitarlo, se ríe con algo de fuerza.
—No me gusta, yo lo amo —dice con confianza—. No hay ninguna razón para amar a una
persona... Aunque por supuesto, me hace sentir bien.
—Es bueno ser joven —repite He. Zhishu sintió que su cuerpo
cuerp o estaba más frío que antes y
tocó su frente con los nudillos en un intento por descubrir que estaba mal. Parecía tener
fiebre, sus palabras salen más forzadas también—. No es de extrañar que él te buscara...
Tienes una buena apariencia y parece que lo quieres de todas las formas posibles.
—Jiang Wenxu es un hombre muy extraño, pero supongo que merece ser feliz... Si tú insistes
en tener algo, tarde o temprano te lo comprará. Puede llevarte a ver pinturas y también a
recoger flores en los días feriados... No soportaba verme llorar.
Shen no sabe qué decir, He estaba tratando de hundirse en su propia ilusión personal.
Shen, al ver al gato, palideció notablemente antes de también, clavar la mirada en He Zhishu.
Se aproxima con lentitud y pregunta:
—Jiang es más suave de lo que crees. Si quieres tener un gato en la casa, solo tienes que
razonar con él. Muéstrale que son tiernos y también que son suaves. Jiang ama las cosas que
se sienten esponjosas, aunque tenga la cara de un atemorizante empresario.
e mpresario.
Sin embargo, la cara de Shen va oscureciéndose cada vez más rápido. De hecho, cuando He
Zhishu comenzó a hablar sobre cómo el hombre sería bueno con él si aprendía la manera
adecuada de convencerlo, Shen sintió como si estuviese siendo empalado lentamente por
cada orificio de su cuerpo. No hay duda, de que Jiang Wenxu ni en un millón de años sería
tan dulce como parecía haberlo sido alguna vez con He Zhishu.
Shen pensó que la indiferencia de Jiang era algo natural. Creyó que Jiang Wenxu
simplemente no era de esos que amaban con fuerza... Pensaba que no era tierno, porque
estaba en su naturaleza ser fuerte. Estuvo pensando... Que sus palabras hirientes no eran
intencionales.
Pero lo eran.
Jiang Wenxu no lo acompañaría nunca a hacer todas las cosas que hacen las parejas. Nunca
ha hablado con dulzura sobre él, y mucho menos lo llevaría a ver pinturas y a recoger flores
los fines de semana. También piensa que cuando Jiang Wenxu lo hirió, ¿realmente se sintió
mal al verlo llorar sobre la cama? ¿¡Estaría con él en un hospital si se pusiera gravemente
enfermo!? Solo sabía, que a menudo salía lastimado cuando estaba a su lado. Era despiadado
en el sexo. Nunca lo tocaba suave, a veces se olvidaba de prepararlo adecuadamente y Shen se
encontraba tumbado en el colchón más veces de las que debería aceptar... Llorando a
menudo.... Llorando muy dolorido, llorando y preguntándole a Jiang Wenxu si es
e s que le
importaba.
Shen se levantó del sofá y pensó: « ¿Para qué molestarse? ¿Para qué venir aquí?». Está a
punto de deshacerse sobre el suelo. ¿Todavía vale la pena luchar
l uchar tanto? Todo le da vueltas,
todo va tan rápido... No siente las manos, no puede respirar. Con su última pizca
p izca de cordura,
sonrió de la manera más brillante y hermosa posible, y murmuró:
—Te peleaste con él, ¿verdad? Realmente, cada vez que se enoja contigo, corre hacia mí. Su
genio se calma solo cuando me toma.
to ma. —Estaba tan indefenso que no pudo evitar continuar—:
Dijo que intentaba dejar de lado los viejos sentimientos por ti, pero que no lo dejabas. Está
contigo porque es una relación familiar, porque está acostumbrado a ti. No te ama. ¡No te
—Jiang Wenxu me lo arrojó una vez. No es tan valioso, me dijo, voy a tirarlo. —Shen suspiró
—. ¿Todavía quieres darme consejos? ¿No crees que yo debo decirte un par a ti?
La angustia de He Zhishu es tan grande que el pecho le duele. No puede decir nada... Sus
palmas están frías. Sus dedos, sus labios, e incluso todo su cuerpo se estremece. Sabe que no
puede esperar a que todo el dolor del corazón termine destruyéndolo así que también se
levanta. Apunta a la puerta, se muerde la boca y encuentra la fuerza para gritar:
—¡Vete!
En el momento en que Shen se fue y la puerta se cerró, He Zhishu se estrelló contra el suelo.
Presionó su espalda contra la pared, sus labios se estremecían y una gran cantidad de sangre
le brotó entonces de su boca y le manchó los dedos.
He Zhishu cayó al suelo, la sangre que estaba vomitando le destrozó el pecho. El dolor
parecía obligarle a permanecer como si fuera un diminuto ovillo. Se estaba asfixiando, como
Miró el anillo de su dedo anular en la mano derecha. Lo llevaba todo el tiempo durante más
de diez años. Lo veía siempre que tenía algún problema y se convirtió muy pronto en una
cuerda que le sostenía firmemente y lo anclaba a su propio y caprichoso amor.
Las cosas que eran preciosas para él, son baratas y estúpidas a los ojos de los demás. Los
hechos crueles continúan pasando frente a sus ojos como un desfile interminable que le dice
claramente: «Tu existencia es una broma».
Cerró los ojos, se limpió la boca y dejó el anillo lejos... Excepto por el suave sonido del piso
crujiendo al fondo cuando camino, no dejó nada de él atrás.
✤✤✤✤✤✤
He ha estado recostado en la cama durante mucho tiempo y al final, cuando se siente menos
destrozado, se levanta, lava su cara, se limpia la ropa y cocina para los gatitos. Sintió que
posiblemente estaba de verdad muy adormecido, como si fuera una marioneta forzada a
mover sus extremidades...
Sollozó, por los viejos tres años y los pocos días que le quedaban.
Cuando Jiang Wenxu regresó a su casa, He Zhishu estaba leyendo un libro en lal a sala de estar.
No reaccionó ante el sonido de la puerta moviéndose, solo se dedicó a continuar con su
lectura con una sonrisa de completa satisfacción.
—Pequeño He. —Jiang Wenxu parecía aliviado por su sonrisa. Mirarlo disfrutar de algo fue
como si hubiese tomado una profunda bocanada de aire fresco después de esos
e sos días que le
parecieron más bien como una década. Él dijo—: Estoy de vuelta.
He Zhishu dejó suavemente sobre el sofá la sencilla colección de poesía clásica, y miró al
hombre que estaba en la entrada sin mover ni un solo músculo. Jiang Wenxu tiene un gran
ramo de jazmines en las manos, sus ojos son profundos y también lucen cariñosos.
Se levantó para recoger las flores, y Jiang Wenxu le dio entonces un beso en la mejilla.
He Zhishu tomó el ramo, pero no pudo encontrar pronto un jarrón. Después recordó que el
jarrón ya se había roto. Jiang Wenxu observó con una mirada
mirada tonta a He Zhishu, parado con
su gran ramo de flores en medio de la casa. Incluso parecía que comenzaba a sentirse
incómodo por la forma en que lo hacía.
—Cuándo las flores se sequen, podemos guardarlas. En tu libro se verían bien. —Jiang
Wenxu sonrió—: ¿No comes todavía? Voy a hacerte algo rápido.
Son apenas las seis de la tarde y He Zhishu no acostumbra a comer tan temprano. Las
medicinas son suficientes como para hacerle sentir lleno. He Zhishu se para junto a la puerta
de la cocina y mira a Jiang Wenxu con el mismo aspecto de un niño. He decía cosas como:
—Ponle sal. No pongas vinagre. ¿El pescado lleva cilantro? Qué estúpido...
Jiang Wenxu terminó colocando sal de más. Sacudió la mano y vertió una gran cantidad de
vinagre antes de arrojar el perejil.
He Zhishu terminó teniendo tres platos frente a él y una sopa caliente de tomates. El primer
plato que Jiang realizó bajo la "guía" de
de He Zhishu, no podría resultarle menos apetecible.
En ese momento, Jiang Wenxu descubrió que el anillo en la mano de He Zhishu se había ido.
—¿Dónde está? ¿No será que solo olvidé donde lo puse? No lo perdí, seguramente está aquí
en la casa.
He Zhishu utilizó el mismo tono de la respuesta que una vez Jiang Wenxu le dio.
—Pequeño He, no te preocupes. EnE n año nuevo, tendremos unos anillos de pareja mucho más
m ás
elegantes que esos. Te van a gustar más.
He Zhishu dejó sus palillos sobre la madera. Jiang Wenxu siente que hay algo sobre él que no
está completamente bien y, sin embargo, no se atrevió a preguntar. Temía que una frase mal
Tenía muy claro que He Zhishu todavía poseía una infinidad de quejas contra él que todavía
no había desahogado. He Zhishu se negó a comer más, y Jiang Wenxu ya no tenía apetito.
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu fue a bañarse y al salir, He se hundió un poco más bajo las sábanas y fingió
estar dormido.
Sintió al hombre abrazarle por detrás, besarlo y recorrer con sus labios desde la parte
posterior de su cuello hasta el punto más sensible de su delgada espalda. Su voz era grave y
ronca cuando dijo:
He Zhishu solo pudo pensar en que Jiang Wenxu había estado sostenido a otroot ro hombre la
noche anterior así que ahora, se siente asqueado de tenerlo incluso en su propia cama.
He Zhishu se quejó:
—Tengo sueño.
Jiang Wenxu sonrió y le mordió el cuello a He Zhishu, su voz era muy profunda:
De hecho, cuando Jiang Wenxu era completamente amable, nadie podía negarse. Besó
pacientemente y con cautela el pecho de He Zhishu, y una vez más m ás usó la boca para
acariciarle cada parte de la piel. Estaba casi gimiendo en la oreja de He Zhishu cuando le dijo:
Jiang Wenxu entró al baño tras de él y fue testigo de cómo vomitaba violentamente sobre el
inodoro. Jiang Wenxu encendió las luces, caminó hasta llegar a su lado, le acarició la espalda
y beso con delicadeza sobre su cabeza. Estaba repleto de sudor.
—¿Te duele?
Jiang Wenxu se movió para besarle la cara, un beso que parecía desesperado:
He Zhishu no respondió.
He Zhishu todavía estaba actuando de una manera bastante cautelosa para cuando Jiang
extendió una mano y tocó suavemente su cabello.
c abello. Susurró:
Zhishu negó con la cabeza y quitó el primero botón de su pijama por su cuenta.
—No.
He Zhishu estaba cansado y encontró una posición cómoda sobre la cama antes de contestar:
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu comenzó a trabajar muy temprano en la mañana. Para cuando Zhishu despertó,
vio al hombre junto a él mirándolo con cuidado.
Jiang Wenxu todavía tiene muchas cosas que hacer hoy. Lleva puesto un conjunto de corte
fino, sus hombros se ven anchos y sus piernas parecen más
m ás largas que de costumbre. Su
apuesto rostro se ilumina gracias a la aparición de una sonrisa al decir:
Jiang Wenxu pudo ver que la sonrisa de He esconde otras emociones. Parece tener pena y
una infinita tristeza, como la de una persona que parece estar a punto de tomar una decisión
final. No puede pensar en el motivo exacto y por un momento, solo lo ignora y se aproxima
tal y como lo desea.
Zhishu abrazó a Jiang Wenxu por más de medio minuto. Luego se recostó y mordió la
barbilla de Jiang antes de murmurarle:
—No vayas a esforzarte mucho, ¿de acuerdo? Si quieres algo, llámame y haré que Song lo
consiga para ti.
—Bueno, ¿cómo es que todavía estás aquí? Ya ni parece que seas un adicto al trabajo.
Jiang Wenxu todavía se siente terriblemente preocupado. Piensa que tal vez podría quedarse
un poco más pero el carácter de sus clientes es exigente y tal vez el negocio no aminore hoy.
Después de pensarlo con cuidado, recuerda que ha quitado de todos los cajones las cosas
peligrosas por lo que no hay razón alguna para que se pueda causar algún accidente
desagradable.
He Zhishu no pudo respirar en paz hasta que escuchó el sonido de una puerta cerrándose. Se
bajó de la cama y se asomó por la ventana. El ascensor estaba descendiendo
descendiendo también... He se
apresura entonces a ir hacía la sala de estar, saca la cabeza por el balcón y ve al hombre que
camina por las enormes calles vacías repletas de nieve. Mientras más lo pierde de vista, más
piensa:
—Jiang Wenxu, mira hacia atrás, déjame ver tu cara otra vez.
vez . Déjame verte una última vez.
Jiang Wenxu nunca volteó. Las últimas emociones de Zhishu se escaparon en forma de
lágrimas.
hay más de 500 yenes en centavos. Preparó mucha comida para los gatitos y se mostró muy
reacio a mirarlos cuando dice:
Tenía miedo de que Jiang Wenxu no pudiera soportar a estos pequeños animales después de
que se fuera, pero realmente no había otra manera.
Nunca sintió que caminar fuera algo tan relajante. No se queda con nada. No se lleva sus
libros de poesía, ni a los gatos, ni el anillo, ni sus medicamentos. Cuando llega a la estación
de tren, He Zhishu abre el teléfono móvil. Hay muchas noticias y muy pocas llamadas, la
mayor parte de sus notificaciones son mensajes de texto. Los mensajes enviados por Ai Ziyu
resaltan de entre todos:
«¿Estás enojado? Al menos manda un mensaje para saber si estás bien, ¿de acuerdo?»
Después de haber ignorado sus mensajes de texto, He sabe que posiblemente no es una
buena idea llamarle. Lo duda por un momento, pero cuando lo hace Ai lo atiende pronto,
como si hubiera estado esperando esta llamada.
—¿He?
—Doctor Ai, lo siento, he estado ocupado durante tanto tiempo... Estoy enfermo y...
—Cuídate.
Zhishu colgó el teléfono y lo apagó. Miró el boleto del tren en sus manos y cerró los ojos.
año.
He Zhishu es muy paciente porque opina que es mejor esperar en ese lugar que seguir junto a
Jiang. La sala de espera estaba llena de gente y He entonces se queda allí parado un rato. No
se sentía demasiado cansado, pero su corazón estaba vacío y demasiado adolorido como para
soportarlo.
Las horas pasan rápidamente, y ya eran más de las 12 del mediodía. Él sabe que ya lleva
mucho esperando en la estación y ahora sí que se siente agotado. Va a comprar una botella de
agua para beber. De repente, en la sala de espera, una persona comenzó a gritar desde la
entrada. Un hombre con una larga gabardina gris entró corriendo, y una docena de
guardaespaldas vestidos de negro iban detrás de él. Hay dos personas altas que lleva consigo
para lograr comunicarse con el personal de la estación. El resto de sus hombres reparten
rep arten
fotos con la cara de un joven y se comunican entre ellos mediante un radio pequeño
p equeño que traen
en las manos.
He se quedó parado a un lado, sintiendo una completa curiosidad por lo que había tenido que
pasar para que tanta gente se moviera de una forma tan desesperada. Pero cuando se dio la
vuelta y vio al hombre alto con el abrigo gris, descubrió que era Ai Ziyu.
—¡Dios, me asusté tanto! —Los ojos de Ai Ziyu están rojos—. ¿Por qué me colgaste? No tienes
remedio ¡Te escuchabas tan extraño que pensé que querías suicidarte! —Ai Ziyu agarró la
muñeca de He Zhishu e ignoró a la gente que los rodeaba. Lo mira—: ¿Ibas a salir de Beijing?
¿Ese es tu equipaje? ¡¿Dónde está tu medicamento y el termo naturista que te di!?
Todas las acciones de Ai Ziyu se detuvieron y miró directamente a He Zhishu. Los ojos de He
Zhishu, cuando vestía bata blanca, eran amables y elegantes. Ahora se ve arrogante y
enojado. Un hombre rico con ropas caras:
Ai Ziyu de repente, tomó a He Zhishu entre sus brazos. Su tono fue suave y cariñoso:
cariñoso:
Zhishu sintió que realmente no había forma de lidiar con él. También descubrió por primera
vez que este doctor era de verdad obstinado. Desde el momento en que entró a la estación,
He Zhishu sintió que la presencia de Ai había capturado la atención de todas las personas
dentro de la pequeña sala de espera. Era ligeramente molesto.
—Vamos.
Zhishu se acomodó en el asiento del copiloto y no tuvo tiempo de decir nada. Los dedos de Ai
Ziyu se estamparon contra sus labios.
con suavidad y esperó un largo rato sin hacer ningún movimiento. De repente, sintió un
toque frío en su boca... Se sorprendió, pero
pe ro sus ojos se entrecerraron cuando la visión de un
gato le asaltó de pronto y le provocó juntar las pupilas. La nariz del gato estaba húmeda
contra su piel.
—¿Qué piensas?
El rostro de He se enrojeció lentamente y antes de que pudiera decir algo, de repente pensó:
«¿No es este mi gato?».
Ai Ziyu puso al gato en el asiento trasero, He Zhishu vio que había
había tres gatos pequeños que
dormían como si no hubiera mañana.
—Fui a tu casa para ver si alguien sabía algo de ti... Los gatos lloraron. ¿Qué pasaba si morían
de hambre?
—Gracias.
—Quiero ir a Hangzhou.
—Muy bien. —Rio Ai Ziyu—. Mi hermano tiene una casa de verano allí. Más específicamente
en Longjing Road. El ambiente es muy bueno. Te llevaré.
Zhishu lo miraba con la boca abierta. Estaba sorprendido, asustado, atónito. ¿Eso de que iría
era verdad? La distancia es demasiado grande, miles de kilómetros. El médico, por el
contrario, estaba muy emocionado:
—Iremos a mi casa, pasaremos por ropa y por mis dos perros. A ellos también les gusta el
lugar, a los gatitos les gustará el lugar... Y tú me gustas mucho.
Ai Ziyu no dijo nada en ese momento. He miró a los gatos y sintió que que el médico
definitivamente los criaría mejor de lo que podría
p odría hacerlo él. Odia que Ai Ziyu esté tan
dispuesto a sufrir por su causa y no quiere tratarlo mal...
m al... Pero está seguro de que no puede
p uede
evitar herir a las personas que son tan buenas con él.
é l. Ai Ziyu es muy gentil, es muy amable,
es considerado y es meticuloso hasta los huesos. Es difícil de decir, pero no tiene la fuerza
fuerz a
suficiente como para aceptar a una segunda persona en su vida, y no tiene intención de tratar
de ilusionarlo.
Todavía no sabe cómo es que podrá vivir sin Jiang Wenxu por el resto de sus días y, por
consiguiente, no hay una razón verdadera para retrasar el brillante futuro
fut uro del doctor. Pero
parece que mientras más se niega a escuchar las
las palabras de amor de Ai Ziyu, más suaves
se sienten. En el pasado, cuando He Zhishu fue al hospital, habló muy poco y como resultado
re sultado
obtuvo un discurso muy breve. Sin embargo, mientras más pasaba el tiempo,
t iempo, encuentra que
sus pláticas comenzaron a cambiar a algo mucho más m ás animado... Igual al ambiente de ahora.
El viento frío de Beijing se transformó en el aire caliente y ligeramente húmedo del sur de
Gouzhuo.
He está tranquilo de ver que a los dos perros de Ai Ziyu les gustan mucho sus gatitos. Cuando
subieron al auto estaban tan emocionados, que sus lenguas grandes parecían moverse para
todos lados, tan rápidamente que pronto las cabezas de los cuatro gatitos estuvieron
empapadas de saliva. Los gatos se escandalizaron en un principio, pero poco a poco se
acostumbraron.
La cabeza dorada de un perro grande se desliza esta vez dentro de la brecha entre los asientos
y se lanza sin pensarlo contra He Zhishu. Parecía estar muy alegre de hacerlo y, mientras más
pasaban los segundos, más necesitado estaba de esos "besos de lengua amistosos", que solo
los humanos parecían recibir tan bien.
Ai Ziyu reaccionó más rápido que He Zhishu y empujó al segundo perro en el asiento trasero:
El cerebro de Zhishu se derritió. Sentía que estaba a punto de gritar internamente y de modo
repentino, sus orejas se tornaron de rojo. No puede decir ni media palabra. Ai Ziyu se percató
de que He Zhishu estaba inquieto y se volvió para mirarlo mejor. Sonrió como lo hace un
hombre que está preparado para seducir a una mujer difícil en un bar.
He Zhishu volteó la cara rápidamente en dirección a la puerta. No sabía que los médicos
pudieran ser tan arrogantes y molestos. Ai Ziyu, por su parte, sonrió. No esperaba que la
gente como He Zhishu pudiera ser tan divertida. Es fácil para él ser intimidado, sonrojarse y
es tan obvio en sus acciones que ni siquiera es necesario decirle cosas elaboradas para
ponerlo nervioso.
✤✤✤✤✤✤
Para He Zhishu, era común tener sueño cuando estaba dentro de un auto en movimiento.
Simplemente cerró los ojos, intentando dejar de ser tan consciente de la presencia de Ai Ziyu.
Sin embargo, no esperaba quedarse dormido tan tan rápido. Al volver a parpadear, ya estaba
oscuro fuera, y su cabeza todavía no estaba completamente despejada. Se sentó derecho. El
hombre que estaba a su lado aún conducía y He no pudo ver su expresión con claridad debido
a la poca iluminación de los faros para neblina. Volteó la cabeza hacia atrás, los dos perros
dormían con los gatitos.
—¿Te sientes mal? Espera la próxima parada de descanso, te llevaré a caminar. —Ai Ziyu
suspiró y colocó en la bocina una pieza de piano suave que pudiera ayudar a calmarlo. He
susurró:
—Estás más cansado que yo. Estuviste conduciendo durante tanto tiempo... Tomemos un
descanso para que puedas dormir. Estaciónate en algún lugar, no te preocupes por la
distancia que falta.
—... No. —Y de nuevo ocultó la mirada—. Me preocupa que ya no puedas conducir bien y
terminemos estrellándonos.
✤✤✤✤✤✤
He Zhishu estuvo en el corazón de Jiang Wenxu todo el día, se sentía incluso un poco
doloroso. Fue a todas las juntas, firmó sus documentos y se apresuró a terminar con un par
de negociaciones que tenía pendiente... Sólo quería ir a casa y echarle un vistazo a He.
Se fue temprano, apenas entrando la noche compró mucha comida rápida en un autoservicio.
Incluso se tomó el tiempo en pedirle al asistente Song que hiciera una reservación para
p ara la
joyería más lujosa y exclusiva que estuviese disponible.
disponible. Irá a pedir un nuevo anillo
personalizado con las iniciales de los dos, mañana, y entonces, los ánimos de He Zhishu
serán buenos otra vez. Después de eso, pueden empezar de nuevo.
Pero Jiang Wenxu sintió que no podía respirar en cuanto abrió la puerta: La casa estaba
oscura y silenciosa. Encendió la luz y descubrió que He Zhishu no estaba
e staba por ningún lado.
Incluso los gatos se han ido.
Jiang Wenxu sabe que He Zhishu no está dispuesto a regalarlos o a tirarlos. También pensó
en la extraña actitud de He Zhishu por la mañana y su cuerpo se estremeció violentamente
como si la temperatura del cuarto hubiera disminuido.
Entonces... ¿Por qué...?
Y uno de los abrigos favoritos que una vez tuvo He Zhishu, había desaparecido también.
No puede haber peor partida en el mundo que cuando no puedes alcanzar a despedirte. No
haberle dado la oportunidad de una ruptura escandalosa, incluso cuando todo esté
sucediendo con calma ahora, le hace sentir la pena más grande del mundo.
Jiang Wenxu estaba de pie en una sala de estar vacía, y no podía evitar destrozarse los dedos
con sus dientes. Su mente todavía está en un estado de caos. No puede entender por qué He
Zhishu se fue. ¿Dónde está? ¿Con quién está? Solo se queda allí y de repente se siente
impotente. Jiang Wenxu nunca ha estado solo y mucho menos puede imaginar el ser
abandonado.
Al llegar a casa después de un largo tiempo fuera, quitaba los dos tazones que
que He colocaba en
la mesa y le decía que dejara de actuar de una manera tan ridícula.
—Cuando no vuelva, pon un plato y ya. —Le dijo la última vez, al reclamarle el por qué no
había estado en casa durante diez días.
Pero ahora, porque He Zhishu no está detrás de él, puede comprender finalmente sus
sentimientos.
✤✤✤✤✤✤
Ai Ziyu no se tomó un descanso y cuanto más se movía hacía el sur, más cálido comenzó a
sentirse el clima. Al menos ya eran diez grados más caliente que en Beijing.
—¿Lo sostienes?
Zhishu no contestó, pero tomó la correa de inmediato y tuvo mucho cuidado al pasearlo. Lo
sujetó firmemente, sonriendo de una manera tan brillante que provocó a Ai Ziyu el
preguntar:
—Si te gustan tanto los perros, ¿por qué nunca criaste uno?
Ai suspiró:
Avanzaron todavía un par de kilómetros más. El ambiente parece estar absolutamente tenso
y Ai está listo para decirle que no debe forzarse... Entonces lo escucha decir:
—Jiang Wenxu y yo estuvimos juntos durante más de una década. Estaba completamente
enamorado de él... Pero siempre supe que lo que yo podía ofrecerle, nunca sería igual a lo que
le daría una mujer. No podía darle un cuerpo suave que besar en las noches y no podía dar a
luz a sus hijos. —He palmeó suavemente la cabeza del perro, volteó a ver a el doctor—. Debí
nacer mujer en un principio... Siempre me dijeron que una relación entre dos hombres no
tenía futuro y yo... Yo no lo creí.
El médico no dijo nada más, pero eso no significa que no lo entienda. Ai Ziyu puede
realmente tener pensamientos serios siempre que se trata de sí mismo, pero cuando está con
él tiene la ilusión de que su cerebro está demasiado lleno. Ai Ziyu se arrepiente de ser así. No
es tan bueno escuchando como posiblemente piensa He Zhishu que lo es. Él es simplemente
Para el enamoramiento de He Zhishu hay una historia de diez años en los que aparentemente
no pudo controlarse. Él es bueno, es puro y de seguro era el más obsesionado y enamorado.
Es decir, ese hombre era el amor de su vida.
—Lo siento. —La boca de Ai Ziyu está toda seca. Parece avergonzado—. Por lo que te pasó.
He sonríe.
Pero de igual manera, Ai Ziyu no logra calmar su enojo... No puede comprender cómo una
persona que se ríe y se sonroja hasta el lóbulo de sus orejas pudo ser tratada tan vilmente.
¿Cómo pudo haber vivido tanto frío?
Esta es la consecuencia de abrir la puerta de su alma a la persona equivocada. La herida está
supurando.
Las dos personas dentro del automóvil dejaron de hablar por un largo tiempo. El cuerpo de
He está muy cansado ese día, siente dolor en los huesos y piensa que no puede mover más las
Ai Ziyu miró a He Zhishu con un gesto muy marcado de preocupación. Disminuyó
Disminuyó la
velocidad del auto, extendió sus dedos y tocó la frente de He Zhishu. Resultó que tenía fiebre.
fiebre.
—¿Tienes frío? —Ai Ziyu tomó su abrigo y lo cubrió completamente—: Espera un poco,
tardaremos unas cinco horas en llegar. Espera a que vaya
v aya por el viaducto y luego, podremos
ver la pequeña ciudad. Encontraré medicina para reemplazar la que tomas normalmente.
Ai Ziyu no culpó a He Zhishu por correr precipitadamente fuera de su casa sin
sin empacar sus
medicamentos, porque sabía que su vida ya era lo suficientemente dolorosa como para
regañarle todavía más por ser impulsivo. Obviamente la situación lo obligó.
He Zhishu estaba pálido y su voz era débil. Ai Ziyu miró el reloj que se mostraba en el
tablero:
—11:59
El cielo de repente se llenó de fuegos artificiales que parecían tener la forma de un espíritu
mitológico en la larga y monótona
mo nótona carretera oscura. Deben ser los fuegos artificiales
provenientes de las pequeñas provincias próximas a la autopista. Los colores
col ores vienen del este
y del oeste, volando y serpenteando brillantemente casi como si se trataran de nubes.
He Zhishu se inclinó hacia delante y miró los fuegos artificiales. Algunas de las marcas en su
rostro y las líneas de sus cejas le hacían tener un aire puro y feliz. Como si fuera un niño. Ai
Ziyu también se relajó un poco, sonrió y dijo:
—Dicen que, si comienzas el año nuevo comiendo algo dulce, tu vida será dulce todos los
días.
Zhishu tomó la caja de dulces y le dio las gracias. No sabía que sus ojos estaban rojos a causa
de las lágrimas que estaba conteniendo con todas sus fuerzas. Ya olvidó la última vez que
comió azúcar, podría decirse que ni siquiera recuerda como sabe... Se siente extraño mientras
toma un Tofi de la pequeña caja de hierro. La temperatura del caramelo es igual a la
temperatura de su mano y se siente avergonzado mientras los pequeños granulitos del azúcar
se vierten sobre su regazo. Espera que Ai tenga razón, y sus días puedan ser tan dulces como
lo que está comiendo.
Se ríe, su estado de ánimo es mejor ahora que hace un momento. Aunque sus cejas aún
delatan lo cansado que está, sus ojos muestran una luz encantadora. Miró al médico que
todavía estaba conduciendo, rasgó el empaque de papel que estaba lleno de azúcar y le
entregó un pedazo.
—Come tú también.
Los segundos en ser alimentados por He Zhishu fueron los dos perros. Después de estar
sentados durante mucho tiempo, mordiendo sus patas y bostezando uno sobre el otro,
parecen estar alegres por tener algo nuevo que hacer.
Cuando Ai Ziyu lo miró de nuevo, He Zhishu se había quedado dormido otra vez. Sus cejas no
están elevadas y la línea de sus labios está curvada suavemente en una leve sonrisa. Ya no
está llorando.
El festival en Beijing tenía varios años sin mostrar fuegos artificiales. Jiang Wenxu se
encontraba observándolo todo desde la sala vacía y sintió que el ambiente estaba más
tranquilo que nunca, como si de repente estuviera en pausa. Encontró que había hecho la
cosa más estúpida del mundo, y por consiguiente perdió
pe rdió su tesoro más querido.
Jiang Wenxu no sabe a dónde irá He Zhishu. No sabe si tiene amigos nuevos o una casa a la
que ir a refugiarse. Lo único que posee, son número antiguos que se encuentran en la libreta
de direcciones. Jiang Wenxu incluso pensó que He Zhishu podría estar con el médico, pero
por primera vez, era incrédulo y contradecía deliberadamente sus ideas tan pronto como le
llegaban.
Discretamente, llega el día de Año Nuevo. 1 de enero del 2015. Debería haber sido el
decimoquinto aniversario de Jiang Wenxu y He Zhishu. Cuando mira hacía el pasado, no
pude decir que fue un decimoquinto año de amor o el decimoquinto año de una fuerte
amistad. No sabe si podría llamar a lo que tenían una relación... Pero
relación... Pero necesita a He Zhishu
más que al aire que respira.
Jiang Wenxu fumó sin parar por una noche entera y, al iluminarse el cielo, se levantó del sofá
y su cuerpo alto se tensó de golpe. Miró el reloj, eran las siete en punto. Llamó a la persona
encargada de la administración del edificio de departamentos y le preguntó si podía verificar
las cámaras de seguridad. Le dice que puede ir a verlas dentro de una semana. La camisa de
Jiang Wenxu estaba arrugada, manchada y no podía importarle menos cuando salió sin un
abrigo. Jiang Wenxu sabe que las cámaras de seguridad solo pueden confirmarle que He
Zhishu se ha ido, pero de igual manera llama a la Oficina de Li para que pueda agendarle una
cita con la estación de policía.
Los oficiales consiguen mostrarle las grabaciones... Y las grabaciones le muestran a Shen.
El corazón de Jiang Wenxu se estremeció, y finalmente supo que había cometido un error
irreparable. ¡Qué estúpido fue!
Jiang Wenxu pensó que Shen tenía un carácter absolutamente pasivo como para atreverse a
ir a su casa y romper en mil trocitos la tranquila rutina de su vida. Le gritó que lo haría, claro.
Estaba despechado... Pero no esperaba que lo hiciera de verdad. La molestia de Jiang
incrementa. Siente dolor, y una inexplicable ira que le provoca temblar...
He Zhishu es lo único de Jiang Wenxu que otros no pueden tocar. ¡No tenía el maldito
derecho de hacer eso! ¡Quiere que se lo regresen! Quiere abrir la puerta de su casa y mirar al
hombre frente a él, sentado en un sillón, con el rostro delgado y las pestañas infinitas. Quiere
mirar sus labios rosas y escuchar su voz amable decir: «Jiang Ge, finalmente estás aquí. Te
extrañé». Cuando
extrañé». Cuando se encuentre con él, entonces será feliz de nuevo y las penas se disiparán
en un instante. Quiere ver el calor de sus ojos, la nitidez de sus cejas.
Jiang Wenxu entró por la puerta de una casa diferente, los ojos fríos observaron al hombre
que estaba parado en la cocina. Cerró la puerta y luego caminó sin quitarse los zapatos.
—¿Hablar con He fue interesante para ti? —Su voz era suave, pero era tan escalofriante como
un trueno. Shen se dio la vuelta con un brinco angustiado... Jiang Wenxu paso a paso,
absolutamente enojado, se acercó—: Ya te lo había advertido en Francia la última vez. Te dije
que te alejaras de He Zhishu. ¿Crees que eres muy valiente como para hacer lo que se te dé la
gana? —Jiang Wenxu no tiene ninguna señal de piedad en su semblante. Los ojos que le
le
miran, son claros y confusos—: Si no puedo encontrar a He Zhishu rápido... Vendré aquí, y te
mataré.
Se dio la vuelta dispuesto a salir, pero encontró entonces su viejo joyero abierto sobre el
e l buró.
Los pasos de Jiang Wenxu se detuvieron y miró el anillo durante mucho tiempo. La cara que
antes parecía adolorida y lastimada estaba completamente pálida. Cuando Shen observó el
anillo, su cara finalmente se convirtió en una máscara de miedo:
pesado, y el alma que le ha estado flotando durante mucho tiempo no puede encontrar un
lugar para reasentarse. Está demasiado perdido como para pensar en algo inteligente que
decir. Exclama:
—Mira, voy a perdonarte por el simple hecho de que has estado conmigo durante algunos
años... Pero no me muestres tu cara de nuevo.
Jiang Wenxu caminó una vez más hacía la puerta, pero Shen fue más veloz y lo abrazó por la
espalda. Con un llanto muy débil y casi inocente, dijo:
—Jiang Ge... ¡No me dejes!... Me equivoqué, nunca más volveré a hacerlo. Siempre que
recuerdes venir a verme, puedes tener a alguien más en tu corazón... Tú... ¡No puedo soportar
estar sin ti! Haré cualquier cosa. ¡Lo que quieras! ¡Me gustas mucho!...
—No te equivoques, tengo a alguien más en quién pensar. Todavía eres joven. Siempre
puedes conocer a alguien que te guste más que yo.
✤✤✤✤✤✤
El timbre del teléfono interrumpió los pensamientos de Jiang Wenxu. Presionó un botón, vio
que era Zhang Jingwen y dijo:
—¿Sí?
—El próximo lunes me casaré así que siéntete dichoso porque te estoy invitando.
Jingwen sonrió, estaba tan feliz que no había podido escuchar la frialdad del tono de Jiang
Wenxu. Contestó inmediatamente.
—¿Cómo que se fue? —Jingwen se quedó en silencio por un momento y luego respondió—:
¿Se fue solo? ¿Tiene amigos cerca o...?
La relación de Jiang Wenxu y Zhang Jingwen es demasiado profunda. No hay palabras que
no se digan, ni frases que estén dispuestos a ocultar uno del otro. Jiang le cuenta:
—¿Un doctor? —Jingwen siente curiosidad por saber cómo un hombre como He Zhishu que
no sale a menudo, ahora se hace amigo de un doctor. La entrecortada voz de Jiang Wenxu
suspiró:
Zhang Jingwen se quedó estático con el celular contra el oído. Lo que pensó, lo asustó así que
se apresuró a decir, casi como si gritara:
—Un Ferrari y dices que le encanta tener flores... Hombre, ¿no es ese Ai Ziyu? ¡Ai Ziyu es un
La extraña e impredecible corazonada de Jiang Wenxu se precipitó sobre él como si fuera una
ola de dos metros. Incluso sintió sus piernas débiles cuando se puso de pie. Sabía que algunas
cosas en su vida estaban mal, ¡pero no podía
p odía imaginar que estuvieran así de terribles! Cada
célula le grita, está asustado y piensa, ¡maldita sea!
Para cuando Jiang Wenxu llega a la casa, Jingwen ya le está esperado afuera, enfundado solo
en un delgado suéter de cachemir café. Se veía muy ansioso.
—¿Por qué tardaste? Necesito que abras unos cajones para mí.
Zhang Jingwen lo ignoró. Entró nuevamente en la sala de estar y le condujo hasta detenerse
frente a las botellas que todavía estaban allí. Jiang Wenxu le dio acceso a los cajones de la
sección más escondida. Jingwen miró los frascos, uno por uno. Algunas medicinas especiales
eran realmente difíciles de reconocer cuando se desempaquetaban. No era profesional como
Ai Ziyu y es realmente laborioso saber que sal contienen esas
esas coloridas tabletas.
Originalmente, quería tomar algunas pastillas para hacer una prueba reactiva... Pero
mientras busca y desordena todo, una botella de medicina en el interior de un cajón hace una
entrada triunfal frente a las pupilas de Zhang Jingwen. Extendió lal a mano, tomó la botella y
vertió la medicina sobre el mueble. Este medicamento también es conocido por tener glicina,
el componente especial para tratar el cáncer de la sangre.
La última vez estaba asqueado, tenía prisa por irse y no lo vio claramente.
Jiang Wenxu se quedó en silencio detrás de él. Zhang Jingwen se volvió lentamente, sus ojos
tenían miedo, tristeza, ira y hay un dolor que parece ser confuso y nervioso danzando en su
iris.
Zhang Jingwen pensó en la palidez y la delgadez que mostraba He Zhishu la última vez, y
pensó en su desorden de coagulación. Pensó en los suaves ojos que le miraban desde la cama
como si estuviera rogándole por ayuda y después, saltó a la sonrisa de He Zhishu, a su risa
cuando los visitó hace dos años. Jingwen sacudió la cabeza y se echó
e chó a reír:
El corazón de Jiang Wenxu está a nada de salir por su boca. Dio un paso, dio otro, su tono
parecía ser tembloroso y simplemente preguntó:
—¿Qué pasó?
—¿Amas a He Zhishu?
—Por supuesto.
Zhang Jingwen repentinamente se apresuró y le dio un puñetazo. Sus dientes le golpearon los
nudillos, su mandíbula hizo un sonido similar a un “crack” y
y la cabeza se le fue casi a la
espalda. En los últimos años, ha habido muy pocas cosas que le han hecho sentir un violento
fuego atravesando su pecho.
—¿Lo amas? ¡Con un demonio! ¡Lo amas y no puede ver que su estado físico y mental se van
a la mierda! ¡Si lo amaras serías bueno con él! ¡Si lo amaras no lo harías sangrar! ¡Las
personas no lastiman a la gente que ama!
Jiang Wenxu no entiende que está pasando, pero ver a Zhang Jingwen repentinamente
molesto mientras lo acusa de ser un mal amante, provocó que gritara también:
—¡¿Qué sabes de nuestra familia?! ¡Solamente venías para comer y mirar la maldita
televisión! ¿¡Qué sabes de nosotros realmente!?
—¡Jiang Wenxu! ¡Eres tan descarado! —Zhang Jingwen no se movió, su tono era tan frío que
incluso parecía ridículo—: Es posible que necesite una médula ósea. Es posible que se fuera
con Ai Ziyu porque está recibiendo quimioterapia. ¿Sabes que le cuesta estar despierto?
¿Sabes que seguramente eso que dijiste de que no quiere que lo veas desnudo es debido a que
tiene agujeros y moretones en los brazos tan grandes como tú maldita palma?
Jiang Wenxu se ha dado cuenta de que las cosas están comenzando a correr hacía niveles
aterradores, y un escalofrío viene de la parte superior de su columna y se asienta en su
estómago. Está congelándose, desde las palmas de sus manos hasta las plantas
p lantas de los pies.
Estaba agazapado allí, temblando como un niño indefenso:
—¿¡Qué es lo que tiene!? —gritó Jiang Wenxu. Su voz era de infinito miedo. Un miedo
tembloroso—. Por favor, dime...
—...He Zhishu tiene cáncer de sangre... No sé cuánto tiempo ha pasado desde el diagnóstico.
—Está bien, seguramente He irá a la ceremonia de tu boda. Ya sabes cómo es y lo mucho que
te aprecia... Él, él no puede faltar a eso—. El rostro de Jiang Wenxu se suavizó. Puso una
sonrisa—: Voy a cambiarme... Me voy a quitar esta ropa y después... Después...
Jiang Wenxu es como un hombre que se ahoga, sosteniendo la mano del hombre que podría
salvarlo. Si Zhang Jingwen admite que todo lo que acaba de decir es falso, entonces
finalmente podrá respirar.
—¿Has visto que tenga hemorragias nasales? ¿Has visto algo que él no pueda comer? ¿Has
visto su fiebre baja y su agotamiento? ¿Puedes admitirlo ahora? Hermano, ¿serás estúpido?
Puedes engañarte a ti mismo... Pero eso no borra el hecho de que sea real.
Ai Ziyu descubre que la casa de su hermano tiene más de 10 acres. El ambiente es
particularmente bueno, hay un templo religioso cruzando el camino principal y piensa que
Los dos perros se echan a correr apenas bajan del automóvil, se sacuden y estiran sus patas
antes de aventarse directamente al nacimiento de agua que fluye constantemente en el borde
del jardín de té. La risa de Ziyu es tan cálida como
com o el poblado mismo de Hangzhou. Ahora
hay más de 33 grados, aunque ya sean las seis de la tarde.
t arde.
Ai Ziyu entrecerró los ojos, miró hacía un lado y observó a uno de los perros. Mojado
Mojado y tan
eufórico que posiblemente no notaría por dónde estaba corriendo. Además de enorme, era un
poco tosco.
—Si te bajo, definitivamente alguno de esos dos te golpeará. —Los pasos de Ai Ziyu siguieron
sin detenerse—. Te sostengo así para que descanses, fueron muchas horas... Iré a despertar a
los gatitos también.
El clima en el sur es húmedo, el aire se siente casi demasiado pesado y Ai Ziyu, espera el
tiempo necesario antes de decirle:
En las horas siguientes, Ai Ziyu evita que He cargue cosas pesadas, se niega a verle realizar
algún tipo de trabajo excesivo y, por consiguiente, se siente extremadamente cansado de
bloquear tantas ideas nuevas cuando cruzan por la mente hiperactiva del hiperactivo He
Zhishu.Es común que un médico trabaje de forma continua durante más de diez horas, por
✤✤✤✤✤✤
He despierta tarde, aunque había dormido mucho en la carretera. Sale del dormitorio
dispuesto a ayudar al médico a limpiar la casa que parece no ha estado habitada desde hace
mucho tiempo... Pero la pequeña cabaña estaba ya sorprendentemente limpia. Decide
entonces, salir y caminar aprovechando que el paisaje es verdaderamente hermoso. El aire
huele dulce y es cálido, exactamente igual a como lo había soñado mientras iban de camino.
Aunque claro, es más nítido y brillante.
Cuando Ai Ziyu comenzó a buscarlo, se percata de que He Zhishu está mojándose con los dos
perros y al salir del agua, inmediatamente se convierte en un monstruo de barro y hierbas.
Hay algo de espuma en su cara, su ropa está mojada y su estado de ánimo es muy bueno. La
curvatura de sus cejas y su risa animada es lo mejor que Ai Ziyu haya visto nunca.
Ai Ziyu teme que He Zhishu esté tan empapado en agua fría... Se aproxima, se quita
quita el abrigo
y lo coloca cuidadosamente sobre los hombros de He. Él promete ir de inmediato al baño,
pero no se ha movido, aunque ya pasaron unos minutos. Está muy ocupado viendo a Ai Ziyu
bañar al perro grande. Ai Ziyu parece batallar mucho, y ahora incluso se
se ha permitido subirse
encima de su pelaje con la intención de lavarle bajo el hocico.
—No seas tan pesado —dijo Zhishu—. El jabón les está cayendo en los ojos. —Extendió la
mano y les limpió la cara.
Ai Ziyu se encarga pronto de los perros, los enjuaga, los seca y los mete dentro de la casa. Si
vuelven a ensuciarse, esta vez no estará dispuesto a trabajar en ellos. Está en su límite,
lamentablemente.
—¡Ah! ¡Que cansancio! Tienes mucha más energía que yo, He.
Ai Ziyu se acomoda al lado de los dos perros, y comienza a ver detenidamente como He
Zhishu está jugando de nuevo con el perro mayor. Le lame la cara, sacudiendo la cola, sus
ojos son leales y cuando He voltea para
p ara lanzar un comentario fugaz sobre ellos... Se da cuenta
de que los ojos de Ai no se han apartado de sus labios.
Dios, ¿por qué hace eso? He Zhishu no quiere darle demasiadas expectativas a Ai Ziyu
porque va a tener que irse. Un dolor a corto plazo es mejor que el dolor a largo plazo. No
espera que mejore, ni espera escribir una nueva historia... Fue allí a morir, no ha revivirse.
He Zhishu siente que eso es lo más inteligente que puede hacer.
✤✤✤✤✤✤
Hay un restaurante que prepara buenos camarones. Ai Ziyu ha tenido buena suerte, hizo una
reservación antes y la mesa que está junto a la terraza ahora es toda suya para disfrutar.
Pueden ver el tranquilo paisaje del Lago del Oeste. El clima es bueno en el exterior y hay
muchas personas caminando placenteramente en el puente viejo que va de un extremo a
otro. He no puede comer demasiado, solo se concentra en mirar la escena y su corazón
pronto consigue llenarse de una profunda nostalgia.
En la escuela secundaria Jiang Wenxu y él a menudo venían al Lago del Oeste. Cuando llovía,
pasaban corriendo sobre el puente y se abrazaban durante horas mientras compartían
secretos silenciosos. Jiang Wenxu lo llevaba en bicicleta, sacaba su cámara y encontraba
siempre el mejor escenario para tomarse fotos con He Zhishu... He lo amaba, más de lo que
amaba el clima cálido, las flores y los libros. Piensa de nuevo y suspira... Ai Ziyu siente los
sutiles cambios de ánimos en He Zhishu. Estaba sentado frente a él, estaba sujetando su
mano, pero no es lo suficientemente fuerte como para interrumpir sus recuerdos.
El sol le da a sus pestañas un brillo dorado, y Ai Ziyu no tiene dudas de que el He Zhishu de
este momento, pese a la tristeza en sus pupilas... está más satisfecho y más feliz que en
Beijing. Ai Ziyu no interrumpe al He Zhishu que imagina cosas y piensa, que sería bueno
hacerlo tan feliz como parece que lo fue hace ya mucho tiempo...
El 2 de enero del 2015, nevó intensamente en Beijing. Fue igual a la tormenta de hace 14
años.
Jiang Wenxu salió del hospital y se sorprendió inmensamente cuando bajó las escaleras.
Jingwen estaba esperando por él. En sus manos, hay algunas listas hospitalarias arrugadas.
Zhang Jingwen hizo un gran esfuerzo para encontrar y llevar a cabo la copia de seguridad del
examen médico de He Zhishu, y las frías palabras en blanco y negro destruyeron por
completo la última esperanza de Jiang Wenxu.
Jiang Wenxu presionó las hojas de papel con fuerza contra su pecho, rompió en llanto
l lanto y
rompió también al propio Zhang Jingwen. Estaba en un estado deplorable y, como era de
esperar, se hundió directamente en un mar de infinita decepción, odio y melancolía. Jingwen
no lograba elevarle los ánimos y pronto vio al hombre alto y fuerte agazapado en la nieve.
Arrodillado en el suelo, jadeando como si se estuviera ahogando con el aire.
Jiang Wenxu tenía los ojos rojos. No quería seguir llorando y se puso de pie de manera
tambaleante... Era como si estuviera luchando contra algo oscuro y malvado, pero que no
podía ver. Jiang Wenxu miró los pedazos de papel pegados en sus dedos, su expresión
mostraba fragilidad y tristeza una vez que observó a su amigo y dijo:
—Estoy soñando... Zhang, estoy soñando. Ayúdame a ir a casa... Ayúdame a... Tengo que
comprar albóndigas para Zhishu.
Una parte de Jiang Wenxu sabe que está despierto. ¡Tan despierto como nunca en los últimos
años! Empezó a recordar las nevadas anteriores, recuerda el timbre de su voz, la manera
cuidadosa en la que le hablaba. Esa vez, llamó por teléfono y le dijo:
—Está nevando hoy, es invierno. ¿Volverás por la noche? Me gustaría que comiéramos
albóndigas juntos, podría conseguir una bolsa.
¿Cómo pudo atreverse a dejar al hombre que luchaba contra una terrible enfermedad solo
en su casa? Pero luego, piensa que así era He Zhishu. Una persona valiente, enamorada hasta
los huesos. Un guerrero... Le
guerrero... Le tenía tanto miedo al dolor cuando estaban en la secundaria y,
ahora...
Levantó lentamente sus manos temblorosas que habían sido dañadas por el viento frío. Esas
manos que estuvieron una vez entrelazadas con las otras manos,
m anos, y abrazaron con cuidado a la
persona que le gustaba. Los dedos que encendieron la pasión y los dedos que lo acariciaron.
Las manos que le dieron una fuerte bofetada en la cara, las manos que tocaron a otras
personas, los dedos que no pudieron moverse para ayudarle.
Jiang Wenxu se lanzó a los brazos de Zhang Jingwen, llorando y gritando por su
desafortunada vida:
—Deberías haber pensado en las consecuencias de tus actos. Incluso si él no hubiera tenido
una enfermedad así... No creo que pudiera seguir soportándote.
Zhang conoce que Zhishu no es una persona idiota. Nunca volverá su rostro a un lugar que le
trae el recuerdo del daño y la traición pasada. He Zhishu puede tolerar hasta el más brutal
infierno una y otra vez, y puede aceptar ser herido constantemente, pero, una vez que está
cansado y toca la tierra del fondo, He
fondo, He Zhishu ni siquiera te da la oportunidad
oportunidad de disculparte.
Jiang Wenxu comenzó a buscar a alguien por su cuenta. La compañía no lo tomó en serio, su
asistente parecía tenerle lástima y su mejor amigo creía firmemente que se merecía su
miseria... Pero quería recuperar a He Zhishu como fuera posible.
Lo primero que descubrió Jiang Wenxu, fue la relación existente entre Ai Ziyu y el infeliz de
Ai Ziqian.
Le regaló a He Zhishu unas luces de bengala para que pudiera jugar en el jardín y le llevó a
comprar materiales para los gatos. Compró palas y rastrillos y comenzaron a rascar pequeños
surcos en la tierra para plantar semillas... Porque
semillas... Porque He Zhishu quería tener unos rosales
rosales frente
a su ventana. Sumado a ello, está el hecho de que Ai Ziyu logró convencerlo para que lo
dejara ocupar la otra mitad de su cama. Aunque la colcha y las almohadas aún se quedaban
de su lado, es absolutamente obvio que la brecha entre los dos cada vez va volviéndose más
pequeña.
Ai Ziyu empujó suavemente la puerta para abrirla. El dormitorio tenía un pequeño grupo de
cálidas luces de noche color naranja. Se acercó, He Zhishu estaba recostado sobre la cama
leyendo un libro.
Ai Ziyu se inclinó más hacía He Zhishu y apoyó la cabeza en su suave hombro. Carraspea la
garganta antes de decir:
No quería decirle que en realidad soñaba con He Zhishu, caminando lejos de él por un campo
lleno de jazmines. Observó que, mientras más intentaba alcanzarlo, más lejos había llegado...
Y finalmente se convirtió en una nube y subió al cielo. He Zhishu cerró la tapa de su libro,
volteó el cuerpo y dijo:
—¿Sabes? He tenido contacto con algunos de mis viejos compañeros de Shanghái. Parece que
la medicina allí avanza mucho más rápido que en otras provincias.
He sabe que Ai Ziyu ha cambiado abruptamente de tema, pero quiere creer que solo lo hace
porque está avergonzado de mostrarle que a veces, también tiene miedo. El tono de He
Zhishu es frío al contestar:
—Eres médico. Si un paciente no tiene cura, ¿qué es lo que le dices? ¿Continúas dándole un
tratamiento que ya no funciona o respetas su última voluntad mientras todavía piensa
correctamente?
He Zhishu, ladeó la cabeza. Se niega a mirar a Ai Ziyu siempre que comienza a actuar así.
El corazón de Ai Ziyu duele, e incluso las palabras que quiere lanzarle no están claras dentro
de su mente. He Zhishu extiende los dedos y frota con suavidad la cara de Ai Ziyu. Sus ojos
son amables:
—Si realmente me amas, no me obligues. La quimioterapia es muy dolorosa, las drogas son
corrosivas... Ai... ¡Los brazos me empiezan a picar! Ai, me duele... La aspiración de médula
ósea también me lastimó, la hemodiálisis me lastimó.
l astimó. ¿Realmente quieres hacer de mis
últimos días una tortura antes de morir en el hospital?
Ai Ziyu entiende que sus sentimientos son mucho más profundos
profundos que sus palabras. Su
lenguaje es desgarrador, es terrible... Nunca podrá saber realmente cuánto dolor tuvo que
aguantar, y
aguantar, y eso es algo que lo seguirá toda su vida.
Ai Ziyu apretó los dientes y negó con la cabeza. Estaba soportando las lágrimas,
lágrimas, intentaba
controlar los temblores de su voz.
—Hey... Cuando fuimos a la montaña, cuando los dos perros me acompañaron a caminar en
el lago del Oeste, cuando el gatito estaba roncando en mi regazo, no me sentí mal para nada.
—Los brazos de He Zhishu rodearon fuertemente a Ai Ziyu—. Cuando yo no esté, solo tienes
que recordar que mientras estuve aquí contigo... Ya no lloré ni un solo día.
—No...
Las palabras que He Zhishu puede escupir, son hirientes y más crueles que cualquier otra
cosa que haya podido experimentar en su vida. Lo sostiene con ambas manos y grita:
—¡Te amo!
Un líquido caliente le arde en la piel del cuello, le hace doler su propio corazón.
—Si hay una próxima vida, quisiera reencarnar como mujer. Entonces, solo tendría que
esperar por ti —comenzó a jurar Zhishu.
Zhishu suspiró:
—Entonces, te haré mi esposa en la próxima vida. Y te llenaré de hijos y de besos por las
mañanas...
Apagó las luces, cerró los ojos y dejó que sus lágrimas fluyeran.
fluyeran. Su corazón estaba claramente
perdido.
✤✤✤✤✤✤
apresuradamente y comenzó a llorar una vez que estuvo ya muy lejos de él.
Ai Ziqian viste un traje negro de corte fino, y el cabello se lo peina meticulosamente hacia
atrás utilizando laca. Las gafas planas con el fino marco de alambre dorado en la curva de su
nariz reflejan la luz fría de la mañana. Los delgados labios del hombre estaban curvados con
ligereza en un gesto de ira total que se desató completamente cuando Ai Ziyu dijo:
—¿Hermano? ¿Qué haces aquí? Me hubieras llamado para que fuera por ti...
—¿Eres imbécil?
Ai Ziqian parece estar incómodo. Cuando lastima a su hermano, la persona que más quiere
sobre el mundo, siempre comienza a actuar como si estuviera arrepentido de inmediato. Está
enojado y las líneas que se marcan en su frente le hacen parecerse demasiado a Ai Ziyu y a su
padre. Luego, caminó al interior de la casa y cerró la puerta de un fuerte azotón.
Ai Ziyu se quedó atónito, pero no parece estar dispuesto a enojarse con él. Mucho menos
quiere pelear:
Ai Ziyu no entiende lo que está mal. Su hermano sabe lo que hizo porque se lo contó
detalladamente durante una cena... Siempre lo ha estado protegido, siempre parece estar
dispuesto a apoyarle entonces, ¿por qué no quiere hacerlo ahora?
—¿Debo alabarte? ¡Felicidades! ¡Eres todo un santo! ¡Mi empresa se está viniendo abajo, por
todos los cielos! No te puedo encontrar, no contestas el celular. ¡Ese maldito hombre me está
mordiendo como si fuera un perro rabioso! ¡¿Sabes cuánto dinero perdí en estos días por tu
estúpido juego de Romeo?!
—Maldición. Dijiste una vez que Jiang Wenxu está buscando todo el tiempo amantes para
jugar, ¿no?
El carácter de Ai Ziqian es más fuerte que el de Ai Ziyu, y la voz que emite de pronto, tan
grave y tan molesta, le provoca retroceder:
—¿Qué dices? ¿Qué crees que yo...? ¿Cuánto tiempo piensas que trabajé para él? Conocí a su
padre, a su jefe. ¡Dios! ¡Acaso eres imbécil! ¡Tú! ¡Enorme pedazo de...!
—Si vas enserio con todo este asunto homosexual, ¿por qué no encuentras a otro hombre con
el que puedas dormir? No es como si fuera difícil para ti, ¿verdad? Honestamente, si este
chico estuvo envuelto con Jiang Wenxu, entonces debe ser un cualquiera.
Los ojos de Ai Ziyu se abrieron de golpe, y le dio un puñetazo sin previo aviso.
Los dos hombres gritaron y lucharon hasta que cayeron sobre el suelo. Ai Ziqian se siente
sorprendido cuando su hermano logra aventarlo fácilmente contra la mesa de café en el
centro de la sala. Para él, sigue siendo un niño sin importar lo mucho que creciera
últimamente.
—¡Eres un infeliz! ¡Caprichoso! ¿Sabes cuánto dinero perdí? ¡Fueron tres días! ¡Tres días de
20 jodidos millones cada uno! ¿Crees que tengo tanto
t anto como para gastarlo en ti? No me
importa lo que hagas o con quién te vayas o con quién te acuestes, ¡pero
¡pe ro no me metas en esto!
¡Menos si tiene que ver con Jiang Wenxu! ¿No te he tratado bien en este tiempo? ¡Piensa
como se sentiría papá!
—¿Quién eres?
Ai Ziqian frunció el ceño y se arregló el traje que Ai Ziyu había logrado desordenarle. No
puede evitarlo, se siente incómodo.
—Él es He Zhishu.
Sus cejas estaban elevadas de una forma melancólica, sus ojos parecían solitarios y su rostro
estaba inmensamente pálido. La memoria de Ai Ziqian siempre ha sido buena y de repente
recuerda que Ai Ziyu dijo una vez que el amante de Jiang Wenxu era su paciente. Si ese era el
caso, ¿eso significa que tiene cáncer?
Ai Ziqian se siente ridículo. Esta es la primera vez que se enfrenta con algo así.
así. Él es un
hombre de negocios, un hombre que hace cálculos claros e interpreta los valores que se
pueden intercambiar en el mercado, como si fueran fichas de dominó. Ai Ziqian no sabe
demasiado de las relaciones humanas y no entiende qué beneficios puede aportarle a su
hermano un amorío como ese. Gasta esfuerzo, gasta dinero, seguramente no lo puede tocar y
está seguro de que no tiene muchas esperanzas de salir con vida.
—Veamos si los dos perros se levantaron ya, ¿de acuerdo? Si están dormidos, los
despertamos y salimos todos juntos de excursión.
hombre que lo salvó del frío invierno de Beijing. No puede dar la vuelta, no puede dudar. No
puede regresar.
No importa lo que pasara, no puede ver a su hermano herido. Triste por un futuro que no va
a sonreírle.
Ai Ziyu no escuchó, en cambio abrazó con mucha más fuerza a He y dijo:
dijo:
—Hermano, podemos traerlo con nosotros. Puedo ayudarte a cuidarlo, tú conoces a más
expertos en Beijín...
Ai Ziyu no lo soltó, la voz temblorosa viajó desde la suave curva del cuello de He Zhishu:
Jiang Wenxu no ha dormido durante varios días porque siempre extraña a la misma persona.
No puede dejar de pensarlo y no puede evitar sentir una terrible pena en su corazón. Para
Jiang Wenxu todo es muy doloroso, desde el día en que salió del hospital hasta el momento
actual.
Cuando encontró a Ai Ziqian, creyó que el tema de su pareja sería un asunto razonable que
pensaría a profundidad. No esperaba que ese hombre estuviera loco y tuviera a un idiota por
hermano. Estaba claro que Ziqian estaba protegiendo a Ziyu y en ese momento, Jiang Wenxu
se desanimó y detuvo cada engranaje que movía su vida mientras se autocompadecía y
pensaba que más hacer.
En ese sueño, Jiang Wenxu sintió que todavía estaba en la escuela secundaria, en el aula de
química. Le dijo al maestro que tenía sueño y antes de quedarse dormido sobre el pupitre, la
última mirada que ve es la del adolescente sentado a su lado. Estaba vestido con un uniforme
escolar, su pelo era negro y suave, y realmente parece prestarle atención
ate nción a la clase. Su aura, es
clara y pura.
Pueden tener gatos y cachorros. Pueden ser una familia verdadera esta vez y criarlos los dos
juntos. Trabajarán duro y cuando
cuando él vuelva a casa, lo abrazará y lo besará por una infinita
cantidad de tiempo, hasta que se haga de noche.
noche . Solloza y le deja su corazón entero al He
Zhishu que no puede oírle.
✤✤✤✤✤✤
En medio de la noche, Jiang Wenxu conduce por la carretera lo más lejos posible de su casa,
porque hay todavía un soplo de He Zhishu por
po r los alrededores. Tal vez era su libro de poesía
con olor a tinta o su ropa con fragancia a sándalo. No había sensación de tranquilidad, no
podía encontrar paz...
Parte del dinero que utilizó para amenazar a Ziqian y parte de lo que gastó intentando
localizar a He Zhishu, es el capital de la compañía. La junta directiva ya no está satisfecha con
él, pero afortunadamente ha estado en el poder durante los años suficientes como para evitar
e vitar
que le despidan.
—Jiang Ge...
El otro hombre deliberadamente puso una voz suave, el sonido es asfixiado por las prendas
que cubren su boca. Extiende las manos y casi se arrastra hacia él. Jiang Wenxu tiene la
mirada oscurecida, siente la cabeza pesada. Cuando se pone de pie, Jiang no se mueve y
finalmente contesta:
Shen dijo:
Jiang Wenxu de repente se echó a reír, burlándose con ganas de lo que escuchaban sus oídos:
Dejándose llevar por sus impulsos, Shen se levantó y corrió hacía la cintura de Jiang
Wenxu... Sin embargo, fue lanzado de inmediato. Shen se encuentra severamente golpeado al
impactar con la puerta de atrás e incrustar su piel con la manija, aunque este dolor no puede
p uede
compararse con las heridas que tiene en el corazón:
—Jiang Ge. ¡No me dejes! Por favor, sé que estuvo mal lo que hice... —El rostro de Shen se ve
pálido, luce débil al dejarse caer contra los mosaicos—: Podemos volver a hacer lo mismo que
hacíamos antes... ¡Tomaré mi distancia! ¡Seré bueno!
Shen se queda sin habla, llorando a mares. Las lágrimas escurrían sin parar por sobre sus
mejillas de melocotón y le provocan suspirar involuntariamente. Después de mucho tiempo,
—... Jiang Wenxu, realmente... Realmente me gustas. —Lo ama de verdad, incluso si el
hombre no es amable con él. Incluso si lo trata como una puta y solo lo utiliza para jugar.
¡Puede jugar con él si quiere! No son las lágrimas su pena. ¡Las gotas son su sangre! Su
expresión está muy vacía, la mirada que le muestra es igual a la de un niño regañado—: ... No
tomé tu anillo para hacerte daño... Jiang Ge, no te enojes... Jiang Ge, me dijiste que esperara
por ti en la casa, pero casi nunca llegabas. Me has dado dinero y no lo he usado, ni siquiera lo
de la tarjeta... No tomaría jamás ventaja de ti.
Su llanto es demasiado pesado, no se reprime y deja que Jiang Wenxu escuche su pánico
reprimido. Los dedos de Jiang Wenxu tiemblan ferozmente, entendía los sentimientos
profundos de Shen y entendía el dolor que le obligaba a sollozar. Miró a He Zhishu
nuevamente en las pupilas de Shen.
—De acuerdo. —Suspiró, esperando que todo el asunto terminara si cooperaba con él—. Yo...
Iré contigo mañana, pequeño He.
Shen salió, aturdido. En realidad, Jiang Wenxu no había dicho un nombre equivocado para
hacerle daño, ¿verdad? Era lo normal, era lo que merecía... Caminó sin rumbo, su mente no
estaba clara. La luz verde al final de la calle se encendió y un Maserati negro lo golpeó cuando
se quedó parado justo en medio.
Jiang Wenxu sabe que ya han pasado dos días desde la muerte de Shen. Para ese momento,
solo sintió que sus latidos se habían detenido por un leve instante. No tenía sentimientos
demasiado profundos por él, solo un cariño que se había alimentado de momentos
cotidianos.
Jiang Wenxu no tiene culpa, se dice constantemente que sus manos todavía están limpias. No
tiene disculpas que ofrecerle a su fantasma, ni remordimientos por su pérdida... Pero
pérdida... Pero una
parte muy oculta de su corazón se está retorciendo,
retorciendo, y duele. Jiang
duele. Jiang Wenxu no cree haber
tratado mal a Shen, esa persona murió repentinamente y ya. Pasa con todos. La vida y la
muerte de una persona no pueden ser manipuladas, es parte del correr del tiempo... Un
destino que no se puede cambiar.
Más tarde, Jiang Wenxu sintió que estaba verdaderamente triste. La soledad es abrazadora,
más aún si piensa en He Zhishu.
✤✤✤✤✤✤
La boda de Jingwen se celebra con normalidad. Zhang Jingwen quería esperar a que Jiang
Wenxu encontrara a He Zhishu, pero el cuerpo del abuelo de su prometida ha estado muy
mal recientemente. El mayor deseo de ese hombre, es ver a su nieta preciosa convertida en
una mujer, casada con un buen partido.
Jiang Wenxu siempre ha sido generoso con sus conocidos. El sobre de un rojo brillante
contiene en su interior más de ocho millones de yenes. El verdadero corazón del regalo, no
obstante, es la tarjeta de crédito.
Los ojos de Jiang Wenxu eran más suaves cuando sonrió y dijo:
Jingwen sintió que la música se detenía a su alrededor, ni siquiera podía escuchar el sonido
de las personas que estaban junto a él o la risa de su esposa al fondo. Su corazón se sintió
amargo.
✤✤✤✤✤✤
Ai Ziqian se fue en la noche después de hablar con su hermano. No logró persuadirlo con
ninguna palabra y al final, ni siquiera fue capaz de preguntar: ¿Cuánto
preguntar: ¿Cuánto tiempo puede vivir un
paciente terminal? ¿Cuánto tiempo se puede recordar a los muertos antes de que olvides el
sonido de su voz?
entonces aumentaba la temperatura del aire acondicionado. Ai Ziyu se niega a irse, y puede
sostener a su He Zhishu con un brazo y frotarle en pequeños círculos la espalda con el otro.
Después de un largo tiempo, He Zhishu durmió mejor y los sentimientos de Ai Ziyu se
volvieron menos pesados.
Pero más tarde, He Zhishu emitió algunos sonidos alarmantes y Ai Ziyu se despertó de
inmediato. Oyó el susurro atorado en la garganta de He Zhishu y también, que estaba
llorando. Ai Ziyu encendió la lámpara, miró a He y notó que tenía una gruesa capa de sudor
frío en la frente. Parecía tener miedo y a la vez, ser víctima de una inmensa tristeza. Ai Ziyu
fue a mojar una toalla y regresó para
p ara limpiar detalladamente la cara de He Zhishu. Miró la
silenciosa línea transparente de lágrimas en su mejilla, le besó las pestañas y rezó para que
He Zhishu pudiera dormir tranquilo.
He Zhishu de repente parpadeó, miró a Ai Ziyu, luego movió la cabeza y sin pensarlo
demasiado, gimió:
Ai Ziyu suspiró, se acostó, tomó la mano de He Zhishu y notó que su dedo
dedo anular tenía un
círculo de marcas blancas que había dejado un anillo al tenerlo por
p or tantos años.
He Zhishu está un poco mejor, sale a caminar, pero no va demasiado lejos. En el pasado,
cuando tenía mala salud, se envolvía en una gruesa manta de cachemir
cachem ir y leía largamente,
sentado en la silla que tenía forma de nido. Ahora, He entiende que no debe mirar la
televisión porque es fácil marearse y luego siente la cabeza adolorida. No se encuentra
cómodo leyendo por su cuenta y, a menudo, duerme a mitad de la tarde.
Cada vez que lo encuentra tendido en el colchón, un sudor frío le recorre por completo el
cuerpo... Tiene miedo de que algún día esta persona
p ersona duerma tan tranquilamente que ya no
esté dispuesto a despertar.
✤✤✤✤✤✤
Zhishu descubrió un día, que el doctor tenía un alma puramente artística. El hombre a
menudo escribe y pinta en un lugar cercano a él, con un enfoque encantador y acuarelas
brillantes. En este día, Ai Ziyu finalmente levantó la cabeza de su oleo tras darle unos últimos
toques, se relajó bajo el cálido sol de la tarde y preguntó:
—¿Cómo lo sabes?
—En el pasado respondiste un formulario médico. Tenías que llenar una casilla
c asilla con la fecha
de tu nacimiento... Y yo la memoricé.
—Entonces, ¿me llamaste y también a los perros nada más para que no te sintieras solo?
—Así es... —El corazón de Ai Ziyu está más cálido que el Lago del Oeste cuando He Zhishu
está junto a él... Pero obviamente, esa no fue la razón principal—. Cuando estás mejor, los
perros también se sienten más animados y corren un montón.
m ontón.
El sistema inmune de He Zhishu ya es muy débil. Aunque los animales están entusiasmados
y le llevan constantemente ramas a los pies, Ai Ziyu no está tranquilo. Sin embargo, ¿cuál
¿cuál es
la otra opción? ¿Dejarlo encerrado? Ai Ziyu niega con la cabeza para quitar esas ideas
destructivas de su mente y, después de pensar por un momento, se apresuró y dijo:
—¡Sí! Quiero que les traigas unos de esos muñecos hechos con calcetines. Trae muchos,
porque no quiero que se peleen por ellos después.
Esa pequeña oración cortó el autocontrol de Ai Ziyu justo a la mitad, no lo pensó de nuevo y
se inclinó rápidamente para besar la mejilla de He Zhishu.
✤✤✤✤✤✤
Después de eso, la relación entre los dos parece estarse desenvolviendo mucho mejor que
He Zhishu no tiene un corazón duro. Además, cuando es más necesario estar acompañado,
no puede resistirse al profundo calor que le ofrece Ai Ziyu.
Jiang Wenxu y Ai Ziyu, no son lo mismo. A Jiang Wenxu le interesaba amar al joven de
diecisiete años de edad que conoció en la escuela secundaria. Ai Ziyu ama al hombre
hom bre que
✤✤✤✤✤✤
El clima en Beijing es muy malo. Hay pocos días soleados y muchas semanas destinadas al
viento y a la nieve. Este es el invierno más frío y más largo que Jiang Wenxu haya visto,
visto, y trae
consigo el recuerdo de una pálida desesperación. Acostado en la cama
c ama por la noche, solo
queda una persona en su mente...
Jiang Wenxu tiene pesadillas recurrentes. El sueño del primer día será siempre el mismo que
el del segundo día. Sueña a menudo con He Zhishu, solo en su casa. Tiene una pijama blanca
y camina una y otra vez en la gran sala. Nunca mira en su dirección, sus
sus pasos son lentos y las
puertas de los dormitorios se abren una por una cada vez que va avanzando. Ese día, sin
embargo, el sueño de Jiang Wenxu tenía una voz, y He Zhishu se quedaba todo el tiempo tras
una puerta. Finalmente, cayó exhausto en el suelo, con lágrimas sobre sus mejillas que
formaban un charco. Con la voz rota le dice:
El llanto se hizo más y más profundo. Más tarde, Jiang Wenxu notó que las lágrimas en el
suelo se convirtieron con lentitud en sangre y, finalmente, el He del sueño levantó
le vantó la vista con
su cara pálida y su boca escurriendo de sangre también...
—Jiang Ge...
—Me equivoqué... —El corazón de Jiang Wenxu se desgarró de dolor. Se sostuvo el pecho y
sin darse cuenta, sujetó también su estómago—. Me equivoqué... He, mi pequeño He... Yo
nunca volveré a... Estoy equivocado... ¡Estoy equivocado He...!
Al principio, Jiang Wenxu pensó que su angustia era la causante del inmenso dolor que le
irradiaba hasta el abdomen, pero más tarde colapsó en la empresa y Jiang Wenxu fue
trasladado al hospital para ser examinado.
Jiang Wenxu permaneció en el hospital solo un día. Fue arrastrado en una silla de ruedas
para revisar su cuerpo, pero su mente estaba en un estado de shock. El primer
p rimer médico le
pidió que dejara de fumar y tomar alcohol. Jiang Wenxu sabía que eso no iba a ser posible.
¿De qué otra manera iba a olvidar que estaba solo? Allí, sin su persona favorita... Su silencio
regular está lleno de tristeza y sus ojos, parecen inmensamente tristes también.
—Todo es tu culpa.
Jiang Wenxu suspiró un par de veces y luego se mordió los nudillos. No quería llorar ahora.
El teléfono sonó insistentemente y entonces, Jiang Wenxu no tuvo más opción que contestar.
Se acercó el móvil al oído y escucho:
—¿Encontraron algo?
—Hemos monitoreado todo sobre ese día, pero todavía hay un par de puntos ciegos en las
cámaras. Si quiere venir a inspeccionar las grabaciones con nosotros, le recomendamos que
venga aquí más tarde...
Jiang Wenxu originalmente no quería asistir, pero luego pensó que no había espacio para
tener dudas. Mucho menos ahora, que todavía tiene un leve presentimiento incrustado en el
alma. Prefiere no perder ningún detalle y saberlo todo de primera mano... No se trata de algo
inútil, sino de He Zhishu. Si la lista de inspección del edificio de departamentos no podía
darle ningún resultado concreto, entonces esperaba que esto sí.
—Señor Jiang. —La persona del departamento encargado del monitoreo, lo saludó apenas
notó que estaba llegando. La calidad del personal de seguridad es realmente alta—. Ya
revisamos su reporte. No estoy seguro si ya se lo dijeron, pero vimos algunas cosas inusuales
durante la revisión del vídeo de seguridad. Lo mejor es confirmar que todo esté en orden.
¿Quiere echarle un vistazo?
El corazón de Jiang Wenxu se estremecía ferozmente. Los dedos están temblándole un poco
también. Para proteger la privacidad, además de la calle principal, solo los ascensores y los
pasillos que conectan a las escaleras son monitoreados en el edificio. No puede hacerse un
gran acercamiento a la puerta de los
lo s residentes. Pero incluso así, Jiang Wenxu está muy
seguro de que el auto que aparece frente a él en la pantalla y la gente en el piso inferior tienen
una fuerte relación con Ai Ziyu.
—¿Puedes acercarte?
Jiang Wenxu golpeó a un hombre con un abrigo negro en el monitor. El rostro ensanchado le
da a Jiang Wenxu una sensación muy extraña de déjà vu, es decir, se siente familiar pero no
puede recordar quién es. De repente, nota que el sujeto en la computadora
comp utadora se veía muy
apuesto, y la curvatura de las cejas y la mandíbula cuadrada era muy similar a... ¿Ese es Ai
Ziqian? La vista de un hombre, llegando minutos después con los brazos repletos de gatitos
no le deja lugar a dudas. Hubo un temblor en su interior y Jiang Wenxu no pudo calmarse:
Jiang Wenxu copió personalmente la matrícula, giró y salió directamente rumbo a la Oficina
de Transporte. Ese día, toda la estación de policía estaba muy ocupada estudiando el vídeo.
Llegaron a la conclusión de que la banda criminal que buscaba el director Jiang, se había
dirigido hacia el sur.
Jiang Wenxu envió un documento con el número de matrícula del auto que Ai Ziyu y Ai
Ziqian habían utilizado para llegar a su casa
✤✤✤✤✤✤
—¿Cuándo vas a terminar? —He Zhishu se sentó en el balcón pequeño del jardín y miró al
médico perezosamente—. Tengo calor, Ai.
—Vamos a entrar. Te prometo que los capullos de las flores se abrían de inmediato. —Lo
pensó y sonrió—. Abril definitivamente, será un mes hermoso. Todo florecerá.
—No tienes permitido irte antes de abril. No voy a dejar que te vayas antes de la primavera.
—Te amo.
Zhishu tiene la cara mojada cada vez que se despierta. Vagamente sintió que esta escena era
inusual. Su mente no se cansa de mostrarle escenas de su juventud perdida, de su amor
perdido y de la vida que ya no tiene.
t iene.
✤✤✤✤✤✤
Zhishu estaba enojado por lo que le había hecho, así que se ganó que le gritara :
—¿Eres un médico no? ¿No sabes lo que me está pasando? ¿¡No entiendes cómo voy a
terminar!?
Su respuesta es algo que esperaba, pero de igual manera no puede creerlo. ¿Por qué parece
tan empeñado en lastimarlo? Ai
Ai Ziyu hizo una bola con la propaganda y la tiró a sus pies:
Zhishu no retrocedió esta vez. Tomó la bolita del suelo y alisó lentamente las arrugas justo
sobre la lista con nombres de cementerios importantes:
—Voy a vivir en uno de estos más tiempo que en cualquier otro lugar. Tengo que elegir uno
bonito. Todavía me quedan cerca de 150,000 en mi tarjeta. Si no es suficiente, estaba
pensando que me podrías ayudar. —La sonrisa de He Zhishu se congeló sobre sus labios y el
estado de ánimo que se mostró en sus ojos, de pronto era incierto. Parecía que no estaba
seguro de su decisión, pero igualmente se la comentó—: Si el bastardo de Jiang Wenxu
todavía quiere encontrarme, irás con él y le mostrarás mis cenizas... Por supuesto, no puedes
dárselas. Aunque estés enojado conmigo para ese momento, no me
m e dejes atrás. No me dejes
con Jiang.
—No te dejaré con él, nadie será siquiera capaz de poner una mano sobre ti.
Sabe que He Zhishu está un poco cansado, se acuesta en el regazo del doctor y deja que le
acaricie lentamente la cara:
✤✤✤✤✤✤
A la Oficina de Seguridad Pública le tomó 48 horas determinar una ruta. Durante este
período, Jiang Wenxu no cerró los ojos. La velocidad
ve locidad a la que su cuerpo decae es visible a
simple vista, e incluso requiere de más dosis de la
l a droga de acción rápida que tiene en el
bolsillo.
Jiang Wenxu gastó mucho dinero para invitar a los expertos más avanzados de los Estados
Unidos e incluso invirtió demasiado en el hospital federal, para cambiar
c ambiar el equipo de
tratamiento por uno más avanzado. Pensó, que cuando fuera por He Zhishu y lo regresara a
casa, no demoraría en darle la atención necesaria para su horrenda enfermedad. Siempre
Siemp re
piensa en ello, desde que despierta hasta que se duerme... En
duerme... En darle a He Zhishu todo lo que
sea necesario para mantenerlo con vida.
Jiang Wenxu espera junto a los monitores, aunque no se atreve a usar demasiada fuerza
física porque su corazón todavía le duele. Es el tipo de dolor que puede sofocarlo hasta el
punto de provocarle jadear y desmayar. No quiere crear una conmoción, y se traga entonces
otra cápsula amarilla.
Le debe demasiado, está en deuda con He Zhishu desde el principio y, además, siente que es
bueno para él principalmente porque todavía le gusta. También hay mucho egoísmo, la clase
de arrogancia que los hombres millonarios no entienden y parece incluso, ansioso por
expresar su propia vanidad. Ver el cuerpo de He Zhishu aproximarse al suyo otra vez, será un
orgullo. Está seguro de que sus disculpas serán aceptadas y entonces, se
entonces, se sentirá muy bien
nuevamente.
La primera vez que He Zhishu y Jiang Wenxu estuvieron juntos de una manera íntima, fue en
el cumpleaños número 18 de Jiang Wenxu. Estaban en un hotel barato y no contaban con
muchos yuanes. La vieja cama de madera parecía a punto de caer, al buró le faltaba una pata,
no tenían condones y ninguno poseía experiencia en el sexo. Jiang Wenxu actuó impulsivo y
curioso, y He Zhishu se puso servicial. Ese momento fue realmente doloroso, y placentero...
Pero los sonidos del gozo que sentía He Zhishu casi no se pudieron escuchar. He Zhishu no se
atrevió a jadear porque la habitación estaba demasiado mal insonorizada. Desde entonces,
He Zhishu fue un amante tolerante, nunca se quejó y parecía acostumbrado a guardar sus
quejas. En
quejas. En ese momento, el amor de He Zhishu y Jiang Wenxu no era falso.
Ahora, en este punto presente en el que la vida y la muerte están rozando sus mejillas, Jiang
Wenxu descubrió que ama a He Zhishu más de
de lo que pensaba. No mucho, solo que lo quiere
más de lo que se quiere a sí mismo. Ahora, si hay una reunión con él, siente que necesita
decírselo. Explicarle que el amor de Jiang Wenxu por He Zhishu nunca se ha reducido. Por el
contrario, se ha apilado en estos días hasta convertirse en una torre inmensa. Al principio,
fue la pasión juvenil, más tarde, fue la confusión de que la pasión se estaba retirando para
darle paso a la tentación y al final, quedó el verdadero entusiasmo. El que vale la pena. El
calor de He Zhishu empapó a Jiang Wenxu durante más de diez años, y el corazón que tenía
como piedra, se abrió para brotar agua de manantial.
Los labios de Jiang Wenxu eran de un azul intenso cuando volvió a subir al avión, se frotó el
pecho dos veces y sacó el medicamento de su bolsillo. El asistente del copiloto apuntó en
secreto a Jiang Wenxu a través del espejo retrovisor, preocupado. Cuando fue a la sede de
Beijing por última vez, todavía podía dejar fascinadas a las personas con su porte, sus gestos
dominantes y sus ademanes absolutamente confiados. Ahora, solo en los últimos seis días, la
derrota de este hombre es tan
t an evidente como las montañas en el sur.
✤✤✤✤✤✤
Hoy es un día nublado, y hay viento por la tarde. La casa es fría y húmeda y parece estar en
pausa.
La respuesta inmunitaria del cuerpo de He Zhishu es más sensible a este clima. Después de
un día entero, todavía no ha logrado comer nada. Ai Ziyu se sintió angustiado por su extrema
debilidad y le dio un poco de agua con miel. Finalmente, Zhishu la vomitó sobre su ropa e
incluso algo de sangre comenzó a escurrir por sus comisuras. Ai Ziyu estaba tan asustado que
su cara se volvió absolutamente blanca, y tuvo que ir al hospital, aunque la suspensión del
auto estaba fallando.
Por el hecho de ser un médico durante tanto tiempo, solía odiar a los familiares de los
pacientes que acudían al hospital con llanto histérico implorando una solución. Rogando por
una vida... Pero ahora, Ai Ziyu entiende que cuando tienes a una persona que realmente
amas, pálida y muriendo en tus manos, no es sorprendente caer en la desesperación.
Ai Ziyu entra gritando en la sala de emergencias. Teme perder su alma, al compañero que no
sabía que necesitaba. Teme que se vaya su pasado y se esfume su futuro cuando lo haga el
propio He Zhishu.
✤✤✤✤✤✤
Cuando He Zhishu se despertó, su rostro ya estaba mejor pero todavía se veía absolutamente
pálido. Ai Ziyu aún mantiene su postura inicial, sosteniéndole entre sus brazos. No sabe en
qué pensar.
La voz baja y débil de He Zhishu provoca que los ojos de Ai Ziyu se enfoquen lentamente en
él. Sonríe y le contesta:
—¿En serio?
—Sí.
—¿Y te compré?
—Todos me dijeron que los sueños no tienen nada que ver con la realidad. ¿Te lo conté una
vez verdad? —He hizo una pausa—. Te lo ruego... Vamos a casa. El aroma del hospital es
demasiado difícil de oler.
—Si me arrodillo delante de ti ahora… ¿Me permitirás dejarte aquí para que te den
tratamiento?
He se lame los labios y de repente, levanta la cabeza. Un beso suave y pausado, un beso
absolutamente lento, se imprime en la boca de Ai Ziyu.
En esta vida, cuando los hombres no tienen un camino que recorrer al lado de la persona que
más aman, siempre pueden esperar a la reencarnación.
re encarnación. Si no hay posibilidad de ser feliz en
✤✤✤✤✤✤
Ya era tarde cuando volvieron a casa, y el camino que llevaba al lago del Oeste todavía estaba
repleto. He Zhishu miró un poco por la ventana, y Ai Ziyu se permitió disminuir la velocidad.
He mira hacia atrás con ayuda del espejo retrovisor y sacude la cabeza:
—No creo que sea posible porque últimamente me siento muy cansado.
—Tu cumpleaños es en menos de medio mes. m es. Ahora, ya he preparado un regalo para ti.
t i.
Celebraremos tu cumpleaños, y después los jazmines comenzarán
com enzarán a florecer. El nacimiento
de los peces koi en el lago es el mejor momento de ese mes. Se dice que trae consigo el
espíritu especial de la primavera.
—¿Estás bien?
He Zhishu desvío la mirada y resopló con un sonido nasal. Su actitud ni siquiera era la de
alguien enojado, más bien, transmitía una imagen tímida y suave. Una luz algo débil y
dañada.
✤✤✤✤✤✤
Pronto, el bajo nivel de azúcar en la sangre de He Zhishu hace que se maree fuertemente.
Cuando estaba cansado, como ahora, sentía que no tenía ni siquiera la fuerza para
p ara hablar.
Cuando Ai comienza a actuar así, He opina que se comporta como una madre amorosa.
amorosa.
Zhishu lo escuchó, pero al final el sueño que sentía fue mayor que su fuerza de voluntad.
Gran parte de su rostro estaba enterrado bajo sus ropas holgadas y soltaba de tanto en tanto,
unos pequeños ronquiditos...
Ai Ziyu lentamente niveló el asiento e hizo su mayor esfuerzo para llegar a casa pronto. Él,
rara vez siente disgusto hacía alguien. Le cuesta mucho trabajo sentir rencor, un rencor
verdadero... Pero admite que odia a Jiang Wenxu. Es despiadado y egoísta. Para conseguir lo
que desea es capaz de hacer de todo y por ello, esta ligeramente preocupado desde que dejó
Beijing.
La acción de Ai Ziyu parece muy natural, al sostener los dedos de He Zhishu para después
meterlos bajo el bolsillo de su ropa.
—¿Va a seguir haciendo frío en los próximos días? Escuché en el radio del auto que seguirá
lloviendo.
—El invierno siempre ha sido así... Pero no tienes que tener miedo.
Zhishu se lamió los labios y no le respondió, se cambió los zapatos y fue directo al dormitorio
para encender las luces. Cuando Ai Ziyu regresó a la habitación después de un tiempo, He
Zhishu ya se había bañado y tenía el cuerpo ligeramente envuelto con una bata de cuello en
V, de terciopelo color coral. Estaba tendido sobre las almohadas, bostezando.
—¿Vas a dormir ya? —Ai Ziyu apoyó el dorso de su mano en la frente de He. Le alegraba
percibir que su temperatura era normal así que añadió—: No comiste nada en todo el día,
¿Quieres intentar probar un poco de pan?
—No es necesario.
Ai Ziyu se sentó a un lado de la cama. Después de frotarse las palmas, las colocó sobre la de
He. Se sentían secas, pero eran hermosas.
—Dime si te sientes incómodo en algún lado. ¿Tienes algún tipo de malestar estomacal?
Ai Ziyu le frota un poco más las articulaciones de la muñeca antes de deslizar
deslizar los dedos unos
centímetros por arriba de su ombligo. Le acaricia en círculos... Y entonces percibe que el
pulso de He Zhishu aumenta considerablemente.
considerablemente.
—¿Qué pasa? —Ai Ziyu vio que algo estaba mal. Siempre había algo de preocupación en su
corazón cuando se trataba de He—. Debes decirme si te duele. Recuérdalo.
Los labios de Zhishu temblaron y sus ojos parecían estar esquivando los suyos.
Ai Ziyu no podía sentirse más preocupado. ¡He básicamente le estaba dando
dando todas las
razones para estarlo! Extendió la mano y apagó la lámpara de noche. Se recostó a un lado de
He Zhishu y pegó los labios sobre su frente para decir:
Al principio, Ai Ziyu pensó que el ambiente era un extraño invento creado por las
necesidades de su cerebro. Pero He le rodeó con sus brazos por la espalda... Las cuerdas en
la mente del doctor se rompieron. Su instinto se encendió, su sistema podía percibir que
aquel contacto era una invitación llena de significados sugestivos. Además, Ai Ziyu ya estaba
lo suficientemente sensible.
El abrazo de He Zhishu es muy ligero, parece estar un poco confundido en cuanto a lo que
tiene que hacer, y trae para Ai unos suaves y dolorosos roces al interior de sus piernas
utilizando las suyas... He no era una persona completamente desinhibida, pero para su
fortuna estaban en la oscuridad —No tendría el coraje para acercarse si no fuera así— Ai Ziyu
no es un hombre que pueda controlarse. Cuando tuvo la oportunidad de tener sexo con bellas
bell as
mujeres en el pasado, lo aprovechó totalmente sin ningún tipo de queja. Sin embargo, ahora
está rígido a más no poder. No lo esperaba, ni siquiera se lo imaginó. ¿Cómo podría tan
siquiera estar dispuesto?
—¿Todavía tienes frío? —Ai Ziyu sujetó la mano de He Zhishu que estaba bajando por su
cintura. Lo alejó, se incorporó un poco sobre el colchón y dijo—: Entonces voy a aumentar la
temperatura del aire.
—¿No... No quieres?
Ai Ziyu se sorprendió. Estiró el brazo para encender las lámparas que
que estaban en el escritorio
y cuando se dio la vuelta, observó a He sentado abrazando sus
sus rodillas contra su pecho.
—Me gustas.
—Sé que no soy suficiente para hacerte sentir bien... Pero puedo intentarlo. Ni siquiera me
viste, no puedes negarte sin verme antes. —Zhishu dijo lo último con un fuerte temblor que
fue la premisa para un incontenible llanto—: ¿Me veo tan mal?
—Realmente no me veo bien ahora, lo sé... Pero nunca voy a verme mejor. —La voz de Zhishu
parece angustiada y suena muy cruel—. Yo no quería darte asco...
Los dedos de Ai Ziyu están temblando. Todo él se siente absolutamente mareado, como si le
faltara oxígeno. Pero se levantó, buscó una manta y la puso encima de He Zhishu.
Ai Ziyu se quedó a su lado el tiempo suficiente como para hacerlo dormir. Lo tiene abrazado,
y mira cuidadosamente el pequeño halo de las estrellas y de la luna en el hueco de la cortina...
Está inquieto, pero no quiere dejarle. ¡Es tan estúpido! Siente que le ha fallado nuevamente a
esa persona. Incluso si no fue intencional, incluso si intentaba cuidarle... Sabe que He Zhishu
va a volverse ahora más renuente.
He Zhishu no durmió durante la noche, pero fingió que sí mientras veía la pequeña brecha
transparente de luz entre las dos cortinas
co rtinas de la ventana. El cielo se estaba despejando
gradualmente.
He siente que no es una buena persona, que no hay nada interesante en él y que no es
atractivo. Su apariencia no es saludable, sus piernas ya no se sienten suaves y está tan
delgado que posiblemente no resulta agradable de abrazar. Puede comprender la actitud del
médico y, por consiguiente, no es capaz de soportar el recordarlo.
—Es tan temprano. ¿Por qué ya no estás aquí? ¿Por qué no duermes otro rato?
La temperatura parece haber disminuido todavía más. Ai camina descalzo por la casa y
cuando finalmente lo encuentra, está sentado en el sillón con los ojos rojos y brillantes.
Se está mordiendo los labios.
—Oye... Lo siento. —Ai Ziyu se inclinó y tomó su pequeño rostro con ambas manos. Suspiró,
le delineó las mejillas y al final, le mostró una sonrisa triste pero amplia—. Disculpa a este
grandísimo idiota. ¿Puedes?
—¿Cómo puedo enfadarme contigo? Fui yo él que... Yo estaba alterado, no eres tú.
La última palabra la lanzó sin pensar, y se escuchó absolutamente clara y vergonzosa. He,
estaba todavía bastante herido por lo ocurrido, pero se permitió reírse de sí mismo. Sus
pensamientos giran en torno a la audacia que mostró la noche anterior, y el cuello y las orejas
se le tiñen de rojo.
Ai Ziyu recordó lo que He Zhishu podía comer y lo que no podía comer, y creó un menú muy
parecido al del hospital. He come un poco de un caldo de verduras y se sorprende al
descubrir que sabe bastante bien. Bebe unos cuantos tragos directo del plato, y mastica unas
pocas espinacas.
Ai Ziyu, después de calmarse, solo siente que está lleno de una increíble
increíble y duradera angustia.
Lo pensó detenidamente y creyó que He podría estar muy enojado con él... Pero una vez más,
se da cuenta de que no sabe lo que está pensando y, además de eso, que no puede descifrar
sus sentimientos.
✤✤✤✤✤✤
Dio una vuelta por el lago del Oeste la noche anterior, pero no se atrevió a bajar del auto. Su
mente seguía repitiendo un único escenario: El
escenario: El banquito al lado del quinto sauce en el norte,
detrás del jazmín. He Zhishu, a menudo iba a sentarse allí después de montar bicicleta junto
a él en el lago. Recuerda cuando daban vueltas en círculo, cuando rodaban en el césped, la
vez que hicieron un cometa y lo llevaron hasta el puente para ponerlo a volar... Todas las
veces que nadaron abrazados...
Jiang Wenxu se apretó la nariz y se limpió los ojos. Se dijo a sí mismo: "No puedes tener
lágrimas. En el futuro, tendrás la oportunidad de traer nuevamente todos los recuerdos que
Está a solo media hora de Longjing Road. Jiang Wenxu no sabía mucho sobre la división del
jardín de té, y tardó unos cuarenta minutos en encontrar el camino.
El jardín de té de Ai Ziqian tiene tres o cinco acres, el ambiente es muy bueno, hay un
pequeño lago en el centro y está rodeado por una cerca blanca; tienen un árbol de jazmín
inmenso. Jiang Wenxu bajó del auto y miró la cerca
ce rca de alambre que estaba rodeando la
propiedad. Un perro dorado y otro del mismo color perseguían un muñeco de trapo y
también se turnaban para sujetar unas pequeñas cositas peludas en sus hocicos. Los ojos de
Jiang Wenxu tardan un poco en enfocar con claridad, pero cuando finalmente lo hace, siente
un inmenso dolor en el pecho...
rato, cerró su puerta y caminó por las escaleras solo para escuchar a alguien llamar a la
distancia.
Caminó, abrió una pequeña puerta cuadrada y luego salió a la reja de seguridad. Vio a un
hombre que parecía tener alrededor de 30 años. Se ve muy atractivo. Sus cejas son altas y su
nariz es delgada... Pero
delgada... Pero el color de sus labios no es normal. Ai
normal. Ai puede deducir
inmediatamente que está enfermo del corazón.
Jiang Wenxu creyó que el hombre frente a él era la persona encargada de la vigilancia. Las
venas de su frente saltaron y ordenó:
—Abre la puerta.
Jiang Wenxu sonrió con frialdad. De repente, levantó el e l puño en el aire y golpeó
go lpeó la reja justo
donde estaba la cara de Ai Ziyu. Su tono, se volvió tranquilo y caballeroso:
Y le dio un puñetazo.
—No quiero pelear contigo. —Jiang Wenxu escupió sangre sobre el suelo después de recibir
un par de fuertes puñetazos en la
l a cara—. Quiero llevarme a mi esposo.
No tiene un vocabulario grosero, pero sus palabras son agudas, y parece soltar un desprecio
natural por cada parte de Ai Ziyu. Ai Ziyu no habló durante un tiempo, y tampoco continuó
actuando con impulsividad. Se limitó a mirar a Jiang Wenxu, a sus ojos que le hacían un sin
fin de preguntas estúpidas... Había algunas frases difíciles creándose en su cabeza, acertijos
complicados de entender, cosas que quería lanzarle...
La voz de Jiang Wenxu es fría. No revela la creciente incomodidad y el dolor agudo que ha
estado acumulando desde que llegó a la puerta del jardín de té. Ai Ziyu de repente se rio,
puso las dos manos en su cadera y comenzó a hablar con la mayor cantidad de veneno que
pudo inyectarle a su voz:
—¿Juicio superficial? Señor Jiang. ¿Debería decirle cómo conocí a He Zhishu? En noviembre,
cuando Beijing estaba entrando en su primera nevada, él vino a recoger unos exámenes de
laboratorio. Estaba solo, con una chaqueta delgada, y parecía que se estaba asfixiando. No le
pregunté si tenía a alguien que pudiera acompañarlo porque no era importante en ese
momento. —Ai Ziyu carraspeó la garganta—. Desde el principio estuvo
e stuvo aguantando por sí
mismo, sin familia, sin amigos, sin amantes. Haciéndose aspiraciones de médula ósea. Nunca
lloró. ¿Puedes creerlo? Nunca lloró, aunque es terriblemente doloroso. Más tarde, le regalé
unas flores para que pudiera distraerse... ¡Aunque sus ojos no podían mostrarlo yo sabía que
en realidad estaba muy feliz! Pero al día siguiente me las regresó. En ese momento, su mirada
estaba sombría y apagada. No pude ver ni siquiera un poco de esperanza en ellos... ¿Por qué
no pude, Señor Jiang...?
El corazón de Jiang Wenxu estalló en dolor. La agonía que He Zhishu sufrió en estos meses
parece estarle ocasionando un inmenso dolor en el pecho. ¿Qué estaba haciendo él en ese
momento? Viajes,
Viajes, negocios, noches con amantes... Entonces recuerda lo que le dijo esa vez,
cuando vio las orquídeas en la mesa... El
mesa... El día que aniquiló la pequeña alegría y la poca
esperanza de He Zhishu.
—Pensé que estaba viviendo solo... Y después descubrí que tenía unas horrendas marcas en el
cuello. Le pregunté si era homosexual
h omosexual y me contestó que sí. Me contestó
cont estó que tenía pareja. No
quiero que se ponga triste, me dijo... —Ai Ziyu tuvo una angustiante noche de insomnio, y
ahora sus ojos parecen estar inyectados en sangre. Se aproxima todavía más a Jiang Wenxu,
le sujeta de la camisa y dice—: ¿Por qué no fue a la quimioterapia por tantos días? Decide
desaparecer y después se va de tu casa. ¿Por qué se fue de repente? ¿¡Qué le hiciste para que
se fuera!?
—... Sé que es mi culpa. —Jiang Wenxu dejó caer la cabeza hacia adelante, sus ojos no
reflejan ninguna luz—. Estoy muy...
Ai Ziyu interrumpe las palabras de Jiang Wenxu cuando le toma del cabello como si tuviera
toda la intención de propinarle otro puñetazo.
—¿No sientes que ya es tarde para eso? —Ai Ziyu bajó los dedos y rodeó el cuello de Jiang
Wenxu antes de exclamar—: ¿Crees que es fácil mejorar las cosas cuando
cuando te equivocas así?
¡No puedes arreglar ya nada! —Ai Ziyu se quedó sin aliento, sin su antigua sombra suave, sin
rastros de compasión ni de amabilidad—: No entiendes nada. ¿Cómo puedes compensar la
frialdad y el sufrimiento que él ha sufrido durante tantos años? ¡No
¡ No es posible! ¡Sólo te estás
engañando!
Todos pensaban que no amaba a He Zhishu. Zhang Jingwen, Ai Ziyu, Ai Ziqian, amigos que
todavía están en contacto, gente que ni siquiera conocía. ¿Estaban todos ellos equivocados?
Jiang Wenxu bajó la cabeza y la colocó entre sus manos extendidas mientras miraba en su
mente los recuerdos del joven en el asiento junto a la ventana. El joven de una piel blanca
exquisita, sonriendo para él. Ama
él. Ama a He Zhishu, lo ha amado en todo momento. Le gusta él, el
chico joven y delgado que adora leer a Jane, y ama al hombre que siempre ha sido tolerante
con su amor. La luz de sus ojos, el oxígeno que necesita, la paz que le hace falta siempre ha
tenido su nombre escrito. Sollozó:
Cuando Ai Ziyu entró y fue a la habitación, vio que He Zhishu ya no estaba allí.
El aliento de Ai Ziyu recuperó su flujo normal cuando observó su figura delgada y erguida
ligeramente escondida detrás de la pesada cortina de la sala de estar.
estar. No
No hay movimiento en
absoluto.
absoluto.
Zhishu se dio vuelta lentamente, había demasiadas emociones en sus ojos que no podían ser
controladas. Ai Ziyu no puede entender lo que pasa —o no quería entenderlo—. Sacudió la
cabeza, extendió la mano y agarró la muñeca de He Zhishu:
—Vamos a la cama.
Ai Ziyu soltó la mano de He Zhishu. Bajó la cabeza y apretó los labios. Cuando
Cuando finalmente
habló, su voz se volvió borrosa. Quebrada por las lágrimas que estaba soportando:
Ai Ziyu sabe que He Zhishu ama a Jiang Wenxu, y también sabe que si va y lo observa
observa al
menos por un segundo... Puede
segundo... Puede que no vuelva con él otra vez. Sin
vez. Sin embargo, todavía respeta
las decisiones de He Zhishu. Como lo ama, no puede soportar que sea infeliz.
He Zhishu también sentía que Jiang Wenxu y él mismo estaban muy avergonzados, se habían
humillado demasiado. ¿Por qué hacerlo todavía más?
—Me siento mal, voy dormir un rato... Pero no lo ignores, o se va a quedar allí por mucho
tiempo más. No es de los que se cansa rápido.
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu todavía se encuentra afuera de la puerta. Sus dedos están temblando
t emblando y el
medicamento se derrama por el pasto
p asto cuando intenta meterlo en su boca. No importa si tiene
que esperar demasiado. No importa que su corazón duela, lo necesita. Lo
necesita. Lo desea tanto...
Los pensamientos de Jiang Wenxu se van haciendo un poco confusos. La imagen que se
muestra frente a él es la de un joven junto a un jazmín. El siguiente cuadro, sin embargo, es
una escena violenta de sexo en la cama del departamento.
—Zhishu, no me dejes. No me dejes, no me dejes. —Los ojos de Jiang Wenxu son rojizos
ahora—. No te vayas a donde no pueda seguirte.
—No vayas demasiado lejos, no vayas a donde no pueda seguirte... Si te pasa algo, ¿cómo
podría vivir?
Lo quería...
de este buró de seguridad pública del distrito. Siempre han tenido contactos y se siente
absolutamente aliviado por eso. Ahora Ai Ziyu está hablando con los oficiales respecto a los
cargos de Jiang Wenxu. Le dicen que podrían encerrarlo en prisión
p risión hasta por 24 horas.
Dos coches de policía prenden sus sirenas, y las luces rojas y azules encendidas hacen que las
personas de alrededor se reúnan con curiosidad en el jardín de té. Sin embargo, Jiang Wenxu
hizo oídos sordos a las deprimentes sirenas. Levantó la vista hacia la
l a casa, su rostro era triste
y extraño. Sus ojos parecían pasar a través del concreto reforzado, y vio —o imaginó— a la
persona que más amaba en el universo...
Los policías parecían sorprendidos de que el hombre que estaba frente a ellos, con las manos
afirmadas a las rejas, pareciera ser más la víctima que el propio denunciante. Jiang se inclinó
hacia atrás por el dolor de pecho en el momento justo en que un oficial de policía le preguntó
educadamente:
Jiang Wenxu levantó lentamente los ojos, les dirigió una mirada fría y preguntó también:
—¿A dónde?
—Alguien te denunció por entrar a una residencia privada, hijo. Por favor coopera con
nosotros.
Jiang Wenxu de repente dio un paso atrás y tuvo miedo. Miedo de irse ahora que estaba tan
cerca. Miedo de que nunca lo volviera a encontrar de nuevo si le perdía el rastro esta vez. Los
policías pensaron que se iba a resistir o a huir y se apresuraron a agarrarlo. Jiang Wenxu, que
ha sido fuerte durante toda su vida, ahora se ha dado vuelta y se ha sumido en su impotencia
mientras grita:
—¡He Zhishu! ¡He Zhishu! —El gritó de Jiang era absolutamente desgarrador—. ¡¿Ya no me
quieres?! ¡Dijiste que nunca me dejarías! —Jiang Wenxu se separó. Algunos de los oficiales
de policía lo tiraron y se estrellaron contra la reja de seguridad que daba a la puerta. Él gritó,
y se escuchó como un gemido—: ¡Lo sé, estuve equivocado! ¡Realmente estuve equivocado,
mi amor! ¡Pero voy a cambiar! ¡Sólo quiero verte! ¡Te lo ruego! ¡TE LO RUEGO! ¡No me
hagas esto, He!
—Hace frío.
—¿Estás cansado? Sé que no es posible para ti dormir bien en estos días, por eso toma un
poco de medicina y trata al menos de descansar. —Ai Ziyu le entregó el agua y la medicina a
He Zhishu—. Duerme bien, despiértate y siéntete mejor.
me jor.
—Me mentiste, dijiste que no me harías sufrir si me quedaba contigo, pero acabo de pasar
por el momento más
m ás doloroso de mi vida... Me despierto y me doy cuenta de que nada es
diferente. ¡Me siento mal! ¡Quiero morir ahora, Ai! ¡Quiero morir! ¡Quiero morir! ¡Quiero
morir!
—No llores, ¿de acuerdo? No mereces llorar. No mereces, destruirte así por nadie.
He Zhishu descubrió que sus lágrimas estaban fuera de control. El corazón que intentaba ser
valiente, se destrozó en pedazos cuando se aventó a los brazos del doctor para ser consolado.
—¡Ziyu!
El amor que le tiene a He Zhishu, es profundo de principio a fin. No puede pensar en alguien
a quien quisiera tanto como a él en el pasado y por ello, no tiene más remedio que ayudarlo.
Intenta no perder los estribos por los sentimientos encaprichados de Jiang Wenxu, he intenta
no perder la razón mientras sigue junto al cuerpo tembloroso de He Zhishu... Pero
Zhishu... Pero ya lo está
besando, y no es algo inocente.
—Lo siento... Doctor Ai—. He Zhishu notó la extrañeza de la atmósfera—: Yo... No quería...
No explicó la razón, pero ambos comprenden que este lugar ya fue descubierto por Jiang
Wenxu. No pueden mantener al hombre en el centro de detención toda la vida.
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu ha estado en el centro de detención durante cinco o seis horas. Alguien le
pregunta su versión de los hechos cada determinado tiempo y él responde de inmediato
siempre. Cuando nadie le está viendo, pasa por la puerta semiabierta. Mira las ramas de los
sauces llorones que revolotean afuera, en el fondo.
Nadie sabe que fueron muy felices, como cualquier otra pareja. Más unidos que nadie. Está
convencido de que Zhishu recuerda el mismo pasado hermoso que él. Sus caminatas, sus
lecturas, los partidos de básquet, el jardín de su abuelo, el consejo estudiantil, al maestro que
los sentó en el mismo pupitre...
Jiang Wenxu estaba tan triste que lo pensó antes de recordar las palabras del horóscopo: "El
cerdo y el perro están destinados al fracaso". Pero ha hecho muchas más cosas buenas por
He Zhishu que cosas malas, ¿cierto? Jiang Wenxu recapacitó desde el principio hasta el final.
Recordó como sufrieron al inicio. Cómo en el verano, el negocio de la empresa subió tan alto
como el golpe de calor y las manos que trabajaron tan incansablemente fueron arrastradas
por el viento frío en invierno, y se congelaron. En este tiempo Jiang Wenxu dejó a He Zhishu
en casa y se dedicó a abrirse camino lejos de él.
é l. En ese momento, todavía no había amantes
afuera, pero estaba muy agraviado por todo...
He Zhishu le pidió al doctor que lo llevara al cementerio, el lugar en el que enterró a sus
padres. Este es el dolor más profundo en su corazón, y él no puede soportar
soportar mencionarlo.
Había una ligera lluvia cayendo del cielo, y una delgada línea de agua fue arrastrada por el
viento en la ventana hasta crear una figura desconocida. El automóvil se detuvo frente a la
puerta y se estacionó.
—¿Es aquí? —Ai Ziyu le colocó el abrigo a He Zhishu y abrió la puerta del maletero para
encontrar un paraguas que pudieran utilizar. He no se ha movido.
mo vido. Inclinó la cabeza y se
cubrió la cara con las manos. Resopló levemente.
leveme nte. No se atrevía a entrar y casi no quería
continuar con su plan. Pensó que podía ir y visitar su vieja casa, pero ya la habían vendido e
incluso los viejos rastros de los dos fueron borrados. La casita fue vendida por él después de
sus muertes, y el dinero que le ofrecieron le sirvió para pagar el importe inicial de la casa
en Beijing.
Zhishu piensa que él y Jiang Wenxu pueden ser realmente el mismo tipo de persona,
diciendo que lo lamentan y que están tratando de compensar los crímenes que cometieron. El
egoísmo, el dolor es siempre el mismo. Ai Ziyu le abrió la puerta a He Zhishu y sostuvo el
paraguas para él:
—... Vamos.
—De verdad ¿Esto está bien? —Le preguntó al médico, buscando una excusa para sí mismo y
encontrando razones para no ir. Ai Ziyu se siente angustiado porque sabe que continúa
esperando a que le diga lo que debería o no hacer... Sin embargo, no respondió para nada.
nada. Si
He Zhishu no se liberaba y soltaba todo el dolor de su alma, entonces no podría ser libre.
Permanecería atado, por este nudo invisible conformado por vergüenza y dolor.
Las palabras de Ai Ziyu son suaves. He Zhishu se toma entonces su tiempo para subirse el
cierre, y después, se bajó del automóvil. Se paró en la entrada principal del cementerio y
miró las lápidas que se perdían entre la vegetación tan espesa y las cruces improvisadas.
De repente, sus piernas no le responden.
Ai Ziyu le sostiene con una mano mientras que con la otra se afirma todavía
todavía más al paraguas:
—¿Regresamos?
—Vamos a entrar.
No es fácil encontrar a sus padres. He Zhishu los está buscando desesperadamente utilizando
la ayuda de sus memorias. Mirando con detenimiento al pasado, el dolor y la impotencia se
hacen cada vez más pesados para él.
—Por supuesto.
Zhishu sonrió:
—Papá, mamá... Estaba equivocado... —La voz de He Zhishu se mezcló con la sangre de su
labio inferior. Había estado mordiéndose durante todo este tiempo—. Estaba equivocado...
He Zhishu ya está gritando, llorando demasiado por Jiang Wenxu, por él y por ellos. Las
lágrimas finalmente se van calmando, sus ojos están rojos como la sangre, y las emociones en
su interior, se van reprimiendo respiración tras respiración. He Zhishu nunca menciona la
muerte accidental de sus padres, jamás intentó desahogar sus penas. No lo mencionó porque
no culpa a Jiang Wenxu... Solo se culpa a sí mismo. Despertó en innumerables noches,
sollozando y mirando la oscuridad de la habitación. La culpa lo persigue porque... Si no se
hubiera ido con Wenxu... Sus padres no lo hubieran perseguido y no...
Y no...
Cada vez que lo maltrataban, cuando su cuerpo dolía y su mente estaba fatigada, cuando
Jiang lo penetraba a la fuerza y sangraba en el colchón, se repetía constantemente. Me
merezco esto. Me merezco esto, yo maté a mis padres. Yo les hice eso. Fui
Fui yo.
Solamente yo.
Las palabras de Zhishu se detuvieron de repente, sus ojos recuperaron algo de claridad. Él
sonrió amargamente:
Las fotos en blanco y negro, con la sonrisa amable de ese hombre y los ojos tiernos de esa
mujer estaban sobre la tierra. Sus cejas delicadas le hicieron recordar sus temperamentos
temp eramentos
suaves. Sus manos, sus cabellos... Las personas que perdió ya no vendrán
vendrán nunca.
Obviamente no pueden responder, pero lo intenta.
—Papá, estoy seguro de que mamá fue un problema para ti durante estos diez años. Ella es
tímida y debe tener miedo de estar en el oscuro lugar de abajo... Papá, tienes que estar
preparado, porque pronto vas a tener que cuidarnos a los dos... —dijo suavemente—: Ya no
estarás triste, papá. Ya voy a estar contigo... Realmente, no te dejaré esperar tanto...
t anto...
Las uñas de Ai Ziyu rompieron un pequeño trozo de piel en la palma de la mano. Miró a He
Zhishu bajo la lluvia, soportó el dolor y no interfirió para nada, aunque estaba deseando
hacerlo. Pero ahora realmente se está dando cuenta de que no puede dejar que He Zhishu
siga así. No tiene muy clara la causa de la muerte de sus padres, pero sabe que las personas
normales no pueden soportar la tortura que les genera la perdida de sus seres queridos. Por
no mencionar, que He no tiene un buen estado mental ahora mismo.
—Vamos a casa.
✤✤✤✤✤✤
Zhishu está en silencio cuando se sube al automóvil. Ai Ziyu encendió el aire caliente, tomó
una toalla del equipaje que llevaban en el asiento trasero y le limpió suavemente la cara y el
cabello.
—Es como si una piedra se hubiera caído de mi cuerpo después de estarme apretando
durante años. Me siento tan relajado ahora...
Cerró los ojos con lentitud después de que terminó de hablar... Y ya no se movió.
Lo que necesitaba no era medicina o hechos... Sino paz. Solamente espera que el corazón no
le duela tanto cuando pase.
La voz masculina del otro lado del auricular era baja y constante, pero estaba también
inmensamente quebrada:
Jiang Wenxu rara vez dijo esa palabra en su vida. Quiere ser fuerte y mantener en alto esa
orgullosa arrogancia que adquirió desde que era muy joven. Pero... Puede aguantar por He
Zhishu.
Es sorprendente cuando las personas que nunca han inclinado la cabeza comienzan a rogar.
—Si me lo entregas, voy a curarlo para ti. —Hubo una nueva tos—. Le daré el mejor
me jor médico
de Beijing. El equipo más avanzado. Es mejor que cualquier cosa que puedas encontrar en
Hangzhou...
—Mi hermano puede darme 20 millones ahora si se los pido. —Ai Ziyu interrumpió sus
palabras con frialdad—. Darle las mejores condiciones médicas. ¿Crees que no puedo
hacerlo? Puedo comprar el hospital que estás preparando en Beijing, puedo comprar tu
maldita empresa—. Ai Ziyu sonrió y dijo—: Tú, cuando estabas con él, lo dejabas solo y ahora
quieres que vuelva a ti. ¿Crees que el mundo está girando a tu alrededor?
El teléfono estuvo en silencio por un largo tiempo, pero la voz volvió a sonar con algo de
tristeza acumulada:
—Lo quiero mucho, no puedo vivir sin él... —Jiang Wenxu ya no se preocupa de perder su
dignidad con el enemigo—. Sé que estuve mal.
Ai Ziyu miró la fría nieve a través de la ventana del hospital. La pared blanca,
blanca, la punta de su
nariz llena de un fuerte olor a desinfectante, y su corazón, deprimiéndose cada vez más:
—Estás equivocado, siempre estuviste equivocado, pero ahora tu corazón descubre que
además estuvo enamorado. ¿Quieres hacer algo? Si puedes decirme sinceramente que
encontraste la médula ósea que coincide con He Zhishu, voy a enviarlo directamente a
Beijing.
—No puedo hacerlo —dijo—. Le pregunté al hijo del alcalde Li Zhiqi y dijo que ya era muy
tarde. Preferiría que lo hicieras tú. No importa lo poderoso que sea. ¡Eres un médico! ¡Puedes
convencerlo para que te regrese la médula ósea! —Jiang Wenxu estaba llorando sobre el
celular para cuando Ai Ziyu colgó. Por un momento, pensó que era un pez con la pecera rota
y esperó a que el aire lo secara. Su cerebro carece de oxígeno y tiene un lío enorme dentro de
él.
Recuerda ese día y no lo olvida nunca. Llegó a casa temprano con una enorme sonrisa de
satisfacción porque le había conseguido la médula a Li... Jiang Wenxu pensó de nuevo, ¿de
qué se alegró tanto ese día?
«Es el amante del hijo del alcalde, y esa puede ser la manera de que él pueda apostar por
mí y volverme su socio». Pensó.
Jiang Wenxu estaba agotado y se abrazó a sí mismo sobre el sofá, su pecho ondulaba. Un
ataque terrible de tos lo sacudió, pero Jiang no acudió a la medicina. Se dejó temblar de
dolor, observando el techo con ojos borrosos.
✤✤✤✤✤✤
Ai Ziyu cuelga el teléfono tras la primera explosión de dolor. No ha descansado por dos días,
días,
y Jiang Wenxu llama para hacerlo sentir peor todavía.
Miró el reloj a las cinco y media. Después de pensarlo con calma, decidió realizar su propia
llamada. Temía que no pudiera despertarse después del amanecer.
—¿Qué?
El sonido nasal de Ai Ziqian, era borroso y ligero. Ai Ziyu aparentemente había logrado
interrumpir un sueño estable.
—¿Ziyu? —La voz de Ai Ziqian era muy baja, pero se estabilizó después de unos pocos
p ocos
segundos. Lo conoce demasiado como para saber que incluso ya se levantó de la cama—.
Estuve llamándote todo el día de ayer pero nunca contestaste ¡Imbécil!
—Lo siento hermano... Solo, quería preguntarte si Jiang Wenxu te había buscado...
—Hermano, gracias...
—No tienes que preocuparte por Jiang ahora, tienes un hermano fantástico en casa que va a
solucionar todos tus problemas mientras tú te ocupas de poner en orden tus sentimientos—.
Ai Ziqian dijo amablemente—: Las cosas que ocurran a partir de ahora, las recordarás por
siempre y te ayudarán a seguir adelante cuando sientas que ya no puedes
p uedes más. Hermano...
Voy a estar aquí siempre para ti porque eres la persona más importante en mi corazón. ¿Está
bien?
Ai Ziyu apartó el teléfono y cerró los ojos que ya estaban poniéndose rojos. Su corazón se
se
sentía caliente.
He Zhishu se despierta tan pronto como la luz ilumina el cuarto. Ai Ziyu estaba sentado a su
lado, parece cansado, pero cuando lo ve despierto, su rostro se torna en algo absolutamente
fresco.
Justo en ese momento, el médico de guardia llegó con He Zhishu para administrarle un
cóctel de medicamentos. Ai Ziyu, que ya estaba lo suficientemente consciente de lo que iba a
pasar, no le permitió que se acercara. Lo llevó fuera y comenzaron a hablar. Zhishu observó a
Ai Ziyu abrir la boca, pero no pudo enterarse de nada. Frunció
Frunció el ceño e intentó frotarse los
dedos.
—No te preocupes, no van a hacerte nada. —Pudo ver que He Zhishu tenía algo que decirle,
así que se inclinó y estampó los labios sobre los suyos—: Te escucho.
Zhishu sonrió. Se siente todavía muy tonto, el sonido de su voz es ligero y también
t ambién es difícil
de escuchar, pero no puede ocultar su alegría cuando le cuenta:
—Soñé con mis padres... Nunca había soñado con ellos en todos estos años, pensé... Pensé
que ya no me querían.
Ai Ziyu miró directamente a los ojos de He Zhishu, y el marrón claro de sus pupilas estaban
absolutamente llenos de un amor tierno.
Tiene muchas cosas que quiere mostrarle a He Zhishu... Quiere que vea que el jazmín
silvestre en la casa de té se vuelve absolutamente fragante y próspero. También ha estado
esperando su cumpleaños para ofrecerle su propio diseño de un anillo, con una rama de flor
doblada y un diamante pequeño en el centro... Pero miró la cara de He Zhishu, y no dijo
nada, solo alcanzó a sorber su nariz.
—¿Entonces vamos a ir hoy? Pero... Tenemos que pasar por los perros y por los gatitos.
Era demasiado pronto para que el rostro de Zhishu perdiera peso. Su expresión ya no era
igual y sus pómulos estaban exageradamente marcados.
—¿Te gustaba? Doctor, que hombre tan dulce es usted. —Se rio Zhishu.
Ai Ziyu no tuvo tiempo de analizar sus palabras porque en ese momento, un médico acababa
acababa
de abrir la puerta de la habitación, y entraba
e ntraba para administrarle una infusión de sangre.
—Gracias.
✤✤✤✤✤✤
Por la tarde, Ai Ziyu sacó a He Zhishu del hospital y le compró una taza de leche de soja
caliente.
Ai Ziyu piensa en Yangzhou y en que todo lo que hay en ese apartamento debe ser funcional
funcional
todavía. Cuando llegue, puede licuar un poco de leche de soja con plátano para He Zhishu.
Desde que lo sacó del hospital, hay más y más pequeños refrigerios acumulándose en el auto
de Ai Ziyu, pero la mayoría de ellos son gelatinas de agua o frascos pequeños de yogurt.
Tampoco ha parado de comprarle flores.
—Si tus pretendientes vieran esto, se pondrían tristes. De seguro pensarían que tienes novia y
saldrían huyendo... Lo siento por eso.
Zhishu se siente incómodo por un momento. Además de eso, se siente demasiado perezoso
como para volver a hablar e incluso está un poco deprimido. Repentinamente tosió, se lamió
la comisura de la boca y luego se dirigió al asiento trasero para sacar papel y escupir una gran
cantidad de sangre en sus manos.
—Estoy sangrando otra vez. —He Zhishu se metió un buen montón de toallas de papel en el
bolsillo—. Está bien, no pongas esa cara. Solía escupir mucho en casa, pero ahora me siento
mejor.
—Qué tranquilizador. —Ai Ziyu tiene una sonrisa encantadora, pero su tono es tembloroso.
No parece estar dispuesto a echarle un vistazo a He Zhishu—. En casa te daré algunos
complementos para restaurar la sangre.
Ai Ziyu no volvió a hablar en todo el trayecto, solo conducía silenciosamente. En ese
momento, había un breve mensaje de texto que había hecho sonar su celular. El teléfono
tel éfono
«No volveré al jardín de té hasta que encuentre la médula ósea adecuada. Por favor, cuida
mucho a mi pequeño He».
Ai Ziyu eliminó el mensaje y arrojó el teléfono al asiento trasero. Estaba molesto en su
corazón y sus emociones se encontraban en un constante y desequilibrado cambio. Odiaba el
tono tan condescendiente de Jiang Wenxu, como si todavía fueran un par de amantes
afectuosos. Ai Ziyu se siente raro siempre que le habla. ¿ De verdad le había pedido que
cuidara de He Zhishu? Sin embargo, Ai Ziyu, también es consciente de algunos puntos. Dijo
que no iba a volver.
✤✤✤✤✤✤
El auto se estacionó en el jardín de té, Ai Ziyu abrió la puerta y extendió los brazos para
sostener a He Zhishu.
He Zhishu se sentía mucho más aturdido que antes, sus hombros y sus clavículas se veían
huesudas. Había grandes manchas rojas surcando desde su cuello hasta sus axilas y su
espalda. El viento del exterior todavía
t odavía estaba un poco frío, y He Zhishu no pudo evitar
e vitar toser
desesperadamente contra el pecho de Ai Ziyu.
—¿Tienes frío? —Ai Ziyu lo condujo hasta la cerca de seguridad y permitió que He Zhishu
extendiera la mano y usara su huella dactilar para abrirla. Advierte el susurró del viento y
dice—: Estas bajas temperaturas vienen a decir que la primavera se acerca.
Una vez adentro, Ai Ziyu lleva a He Zhishu a sentarse en el sofá. Le extiende las piernas para
poder ponerle un par de zapatillas de algodón:
Zhishu asintió rápidamente, esperando encontrarse con ese par de ojos marrones como la
tierra. He Zhishu extendió las manos y acarició suavemente el cabello de Ai Ziyu. Era igual
a... Tocar un perro grande. Ai Ziyu se agachó, después sonrió y tomó la mano de He Zhishu
para besarle lentamente entre los dedos. Se levantó y se inclinó para besar también su
mejilla.
El rostro de Zhishu está visiblemente enrojecido. Un poco avergonzado, recorrió sus orejas
con los dedos y murmuró:
—¡Voy a morderte!
Se da cuenta inmediatamente del ceño fruncido del doctor y de que parece, otra vez, estar a
punto de llorar. He Zhishu no puede soportarlo. Ai sacude la cabeza, como si intentara
eliminar de ella algún tipo de pensamiento feo. Dijo:
que consideraba la más gentil del planeta, tomó la escoba y lo golpeó con
c on fuerza. Jiang
Wenxu estiró sus brazos y bloqueó los golpes diciendo:
Así que, el cerebro de He Zhishu puede hacer que nunca perdone a Jiang
Jiang Wenxu, pero no hay
nada que se pueda hacer para cortar todos los recuerdos y el infinito afecto que tiene todavía
en el fondo de su corazón. Esto
corazón. Esto es demasiado injusto para Ai Ziyu.
✤✤✤✤✤✤
Se agachó en el templo y quemó dos hojas de papel moneda para sus ancestros. Aplastó cada
papel amarillo en el fuego, y sus dedos temblaron incontrolablemente. Jiang
incontrolablemente. Jiang Wenxu parece
haber perdido diez años de vida en un instante, sus mejillas están delgadas y no puede
encontrar alivio para el intenso calor que le hierve desde dentro.
La cara de Jiang Wenxu fue alumbrada por el fuego. Hablaba en voz baja, como si tuviera
miedo de molestar a los muertos subterráneos:
—Tío y tía, escuchen, yo... —Su voz se detuvo, y su garganta se quedó seca—: Sé que en este
e ste
punto estoy lejos de tener su perdón, pero...
«Mantente alejado de él, ve que tenga una vida mejor, deja que ingrese en una buena
facultad de medicina, deja que tenga novia, deja que sea médico. No lo vuelvas miserable, le
miserable, le
dijeron. No
dijeron. No lo hagas infeliz».
Después de ese recuerdo, Jiang Wenxu se sentía un poco indigno. Tal vez estaba actuando de
manera egoísta pero cuando Jiang Wenxu se dio cuenta de que el papel moneda que compró
se estaba consumiendo, regresó lentamente la mirada al cielo. Le rogó a Dios y cerró los ojos:
—Tíos, sé que quieren ver a su hijo... Pero, por favor, no lo hagan tan pronto.
pront o. No sé lo lleven...
✤✤✤✤✤✤
Desde Hangzhou hasta Beijing son unos 1200 kilómetros, cada pulgada de distancia la utiliza
para extrañar a He Zhishu. Jiang Wenxu miró hacia abajo a través de la ventana del avión.
Cuando Jiang Wenxu llegó a Beijing, ya eran las 7:30 de la tarde. Sólo al bajar del avión fue
testigo de la inclemencia del invierno en el norte. El viento frío que soplaba por la noche tenía
un sabor amargo y se sentía doloroso. El asistente Song había llegado en limosina para
llevarlo a casa y le ofreció a Jiang Wenxu una capa muy gruesa para que se cubriera.
—El Sr. Zhang no salió de Beijing, el abuelo de su esposa parece estar muriendo.
—Ve al auto y espérame, voy a llamar por teléfono a Jingwen para decirle algo importante.
El asistente Song debe ayudar a Jiang Wenxu a sacar su maleta antes de irse a una parte más
alejada. Jiang Wenxu se recostó en la pared, se sintió cansado y no pudo soportarlo. Después
de medio minuto, sacó el teléfono y llamó a su amigo.
—No preguntes. —Jiang Wenxu interrumpió a Zhang Jingwen, sintiendo un intenso dolor
que no quería recordar ni mencionar—: Necesito que me ayudes con algo. ¿Sí?
La voz de Jiang Wenxu salió a través del teléfono escuchándose completamente indiferente y
fría:
—¿Li Zekun? ¿El hijo del alcalde? —El tono de Zhang Jingwen es un tanto digno—. ¿Y qué le
vas a pedir que haga?
Los dos saben que esa persona no puede compararse con alguno de ellos. Es hijo de un líder
importante, para empezar.
—No me importa si su maldito amante tiene una maldita leucemia, tiene la médula
mé dula ósea que
necesito... Es la que Ai Ziyu le consiguió a Zhishu. —La irritación de Jiang Wenxu le estaba
saliendo por los poros para cuando, segundos más tarde, el asistente Song bajó de la limosina
y le abrió la puerta. Jiang Wenxu sacó una caja de pequeños cigarrillos de su bolsillo trasero y
descubrió que el encendedor que ocupaba todo el tiempo ya no estaba allí—. No importa, iré
a comprar uno nuevo mañana. —Hizo un gesto a Song, y le pidió que lo llevara
l levara a su
departamento. La voz de Jingwen se escuchó otra vez:
—Wenxu. —El tono de Zhang Jingwen parecía ser el de un hombre nervioso—. ... No me
gusta esta idea, no es tan fácil como ir y hablar con él. Algunas cosas no están muy claras con
este sujeto. ¡Está más loco que tú!
Jiang Wenxu, quién había encendido su cigarrillo con la ayuda de unos cerillos corrientes,
comenzó a quemarse los dedos con el fuego que consumía el papel. No se dio cuenta hasta
que la piel comenzó a arderle y la ceniza se derrumbó y cayó sobre su pantalón.
—Jingwen, no tienes que preocuparte por mí. —Jiang Wenxu abrió la ventana—. Conoces a
más personas que yo en el hospital. Vamos a ajustar los detalles del tratamiento original de
He Zhishu, hacemos un escrito y que alguien nos lo firme... O ayúdame a preguntar si hay
alguna otra médula ósea por allí.
—Wenxu, no lo sé. Hay algunas cosas para las que deberías tener un poco
p oco más de corazón ...
Además, tomé un poco de medicina de tu sala de estar y resulta que todos son para efectos
especiales tardíos. —Sus palabras se detuvieron y provocaron un dolor indescriptible en
Jiang Wenxu—. Sé que entiendes... Tiene la enfermedad desde hace ya tanto tiempo que la
médula ósea prácticamente... Es inútil ya.
Zhang Jingwen no pudo responder de inmediato a sus palabras, supuso que era debido a que
había un sentimiento amargo y doloroso instalándose lentamente en su pecho. Tiene la
situación de He Zhishu muy presente cada día y le cuesta creer que un hombre como Jiang,
que está tan dispuesto a hacer tanto... No tomara acciones desde el principio.
Zhang está angustiado
angustiado por He Zhishu y Jiang Wenxu por igual.
Jiang Wenxu se acercó a la ventana, viendo las escenas nocturnas destrozadas por los
movimientos del vehículo. Exhaló suavemente:
—El hospital se hizo cargo de eso, el hombre era viejo y ya tenía una enfermedad grave. ¿Qué
te digo? Era un pequeño trozo de carne rota—. Zhang Jingwen se tomó un momento antes de
decir—: Estoy en casa, y no hay nadie conmigo.
—Oh, entonces tal vez vaya a visitarte. —Jingwen ahora tiene una enorme casa familiar, pero
Wenxu supone que de igual manera debe sentirse completamente encerrado—. Voy a colgar
primero.
—Señor Jiang, el asunto sobre la compra del Distrito Occidental ha sido aprobado. ¿Irá a la
compañía mañana para hablar con su abogado?
El asistente Song se aseguró de que hubiera terminado con su llamada antes de atreverse a
hablar.
—El proyecto que comenzó hace unas semanas. Para comprar el Distrito y los edificios
empresariales de la zona...
Jiang Wenxu abrió los ojos bruscamente, sus dedos temblaban de manera incontrolable
cuando se los llevó a la barbilla.
—Señor Jiang...
—No estamos haciendo este proyecto porque encontramos algunas cosas extrañas en los
documentos. Además, la inversión estaba en la etapa inicial y no deseo continuar gastando
dinero de manera desvergonzada —dijo Jiang Wenxu.
—Pero...
—Está bien. —Jiang Wenxu agitó la mano—. Ahora estoy demasiado ocupado con algo más.
Tengo que ir lejos de la compañía por dos días, así que no creo llamarte por un tiempo.
Después de más de 40 minutos, el asistente Song detuvo el auto, Jiang Wenxu ya estaba
dormido para ese entonces porque no tuvo la oportunidad de descansar mucho en estos días.
—¿Señor Jiang?
Aunque parecía que Jiang estaba teniendo un sueño absolutamente profundo, se despertó de
inmediato al sentir que ya no había movimiento. Estaba agotado, era muy difícil mantener
los ojos abiertos. Jiang Wenxu bostezó, levantó la mano
m ano y se ajustó el cuello de la
l a camisa
antes de empujar la puerta del auto.
Es una colección de ensayos de Jian Zhen. La página tras la pasta dura todavía tiene sus
propias palabras escritas a mano. Después de que He Zhishu se fue, Jiang Wenxu encontró el
libro en el estudio. Recientemente, Jiang Wenxu siempre piensa en muchas cosas del
pasado... En ese hoyuelo pequeño sobre la mejilla del hombre que amaba. Ese, tan tierno y
tan querido que se quedaba dormido en sus brazos durante las madrugadas. Para
madrugadas. Para su mala
fortuna, algunas de las hermosas
hermosas escenas en las que piensa comienzan a deformarse
deformarse como
si no pudiera controlar ni siquiera su propia mente. Cuando
mente. Cuando las pesadillas lo despertaban
cada noche, se sentaba frente a la puerta con las rodillas pegadas a la cabeza, y sentía que
todo lo que lloraba era sangre. A
sangre. A veces soñaba que Shen empujaba a He Zhishu
Zhishu por un
acantilado.
La almohada de Jiang Wenxu estuvo mojada todas las noches por un tiempo. Demasiado
confundido, derramó infinitas lágrimas sobre sus manos y se dijo a sí mismo que nunca
podría permitirse llorar durante el día, frente a las personas. Jiang Wenxu se tragó dos
pastillas para dormir con agua fría.
Tenía que dormir tranquilamente por esta noche, aún hay muchas cosas que hacer
mañana.
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu no sabía cómo se había quedado dormido. Cuando el teléfono lo despertó
temprano en la mañana, todavía estaba en el sofá.
—Señor Jiang, ¿tiene asuntos que atender hoy? Ya son las ocho en punto—. Le dijo el
asistente Song.
Jiang Wenxu se enderezó, sus ojos se posaron en el libro que estaba a su lado y entonces se
frotó la cara. Tal vez se quedó dormido la noche anterior, mientras leía. Es muy extraño,
como si su dolor le dejara espacios profundos y blancos dentro de la cabeza. En un instante,
el corazón de Jiang Wenxu comienza a doler un poco.
—¿Song? —Jiang Wenxu puso suavemente el libro sobre la mesa de café y acarició la esquina
con su mano—. Ven ahora y espérame abajo.
Colgó el teléfono, tomó su libreta de direcciones y comenzó a inspeccionar cada hoja con
cuidado. Estaba seguro de que se había encontrado con él, una noche mientras estaban en un
cóctel.
—...Ya —Li Zekun parecía estar pensando de donde conocía a esa persona. Finalmente,
prosiguió—: ¿Pasa algo importante para que me despiertes de madrugada?
Jiang recordó que Li Zekun era muy joven, tenía veintitrés años de edad. Supuso que para
alguien así, las ocho de la mañana se sentían como si fueran las tres de la madrugada.
—Hace algún tiempo, usted pidió mi ayuda con un caso médico. Hasta hoy, la empresa no
sabe si usted está disponible para ofrecer su gratitud. Ya sabe, por publicidad. —Jiang Wenxu
estaba absolutamente nervioso, pero su voz era baja y sería—.Los medios aman las historias
trágicas.
—¿Qué? No es algo fácil de hacer, señor. —Li Zekun parece enojado. —No quiero lucrar con el
estado de mi novio.
—Señor Li... Creo que no entiende. Es un asunto meramente político, su padre puede
explicarle.
—En ese caso enviaré la dirección de mi casa a su teléfono, señor Jiang. Cuando quieren
enfrentarme, siempre optan por venir y decírmelo de frente. ¿Está bien?
Después de eso, Jiang Wenxu colgó inmediatamente el teléfono y marcó un nuevo número.
—Ve al Ministerio de Finanzas primero, allí está Xiao. Te espera con una maleta. Cuando la
tengas, llámame de nuevo ¿Ok? —Se frotó las manos y se frotó la cara. Su rostro estaba
pálido.
El asistente Song lo vio y se mostró visiblemente preocupado. Jiang Wenxu rara vez
demuestra molestias en el exterior, así que su situación debe ser muy grave ahora.
De acuerdo con la dirección detallada, es muy fácil de encontrar y puede irse caminando.
Jiang Wenxu llamó a la puerta de madera
m adera y alguien pronto la abrió. Se
abrió. Se quedó atónito por un
momento.
Es un niño el que le recibe, y es muy guapo... Es difícil de decirlo con seguridad, pero basado
en su pequeña cara a lo sumo tiene dieciocho años.
El niño le sonrió cortésmente, pero estaba completamente pálido, como una hoja de papel.
Cuando Jiang Wenxu entró por la puerta, se dio cuenta de que esto iba a ser más
complicado de lo que se imaginaba.
—No hay necesidad de quitarse los zapatos, simplemente venga directamente. Li Zekun
limpiará el piso después. —El muchacho saludó a Jiang Wenxu con una reverencia y, cuando
cerró la puerta, le sonrió una vez más—. Hace mucho frío afuera, ¿verdad?
No pasó mucho tiempo antes de que el niño se fuera y en su lugar, Zekun saliera con una taza
de té en los dedos.
—Li Zekun.
Jiang Wenxu se acercó y quiso darle la mano. Li no correspondió el gesto, pero le ofreció un
vaso de agua también.
—A Cheng Xia le encanta ver esta cosa. Ya vio este episodio una y otra vez,
v ez, una docena de
veces. Me hace ver el comienzo del "Rey León" y
y la caricatura rara esa de una vaca y un pollo.
p ollo.
—Los niños son así, simplemente les gusta jugar juegos de video y les encanta ver viejas
animaciones.
Los ojos de Li Zekun se han vuelto absolutamente suaves por un momento, y existe el rastro
de una sonrisa cálida surgiendo desde su interior.
—No le encantan los juegos porque siempre termino ganando. Le enseñé como podía ganar
también, pero estaba tan molesto conmigo que incluso escondió mis discos. Era mejor dejar
Li Zekun recordó su llamada telefónica y esperó pacientemente por una respuesta. Jiang
Wenxu no respondió inmediatamente. Se volvió y dijo:
Tenía que asegurarse de que la médula no había sido utilizada todavía. El rostro de Li Zekun
estaba algo hundido y se mostró particularmente disgustado por la
l a manera tan familiar con
la que había mencionado a Cheng Xia.
—Li, seguramente no ha oído hablar de esto, pero tengo un amante que ha estado conmigo
durante unos quince años.
Jiang Wenxu miró entonces las pocas hojas de té que flotaban en el vaso. Li Zekun,
impaciente, sonrió y dobló una pierna larga sobre la otra.
—Oh... Ya. Una vez lo vi acompañarte a una cena. Se ve bien, es muy guapo. ¿Ese chico ha
estado contigo durante quince años? ¿En serio? Siempre pensé que era más joven.
—Li, usted sabe que los hombres a veces salen a socializar. No siempre tienes que ir a las
fiestas con tu pareja, ¿verdad? Por ejemplo, puedo decir que te vi varias veces antes, y no
acompañado por ese niño.
—Cheng, mi amor. —Li Zekun no regresó las palabras de Jiang Wenxu. La cabeza de Cheng
se dejó ver tras la puerta de la cocina—. Apaga el fuego y luego ve a tu habitación, cámbiate la
ropa y espérame. Te llevaré a comer fuera.
Li Zekun se percató de que Xia subiera las escaleras antes de enojarse por completo y gritar:
Li Zekun solo levantó sus cejas cuando escuchó el nombre de aquella horrible enfermedad,
pero no había verdad en sus palabras. No lo lamentaba, ni siquiera le interesaba.
—Su médico lo ayudó a encontrar la médula ósea correcta, pero ahora ya no la tiene.
—No vino aquí por publicidad... —Li Zekun sonrió con desdén—. Estoy seguro de que la vida
de tu esposo es muy preciada para ti.
La mano de Jiang Wenxu estaba apretada y había una clara mueca de tristeza.
t risteza.
—No digas que no hay una razón para venir, es obvio. Tu amante, esposo o lo que sea que
tengas está esperando por ayuda. Quieres la médula, pero dime. ¿Quién decide qué persona
vive y que persona muere? ¿Crees que mi bebé tiene la opción de ser benevolente?
Jiang Wenxu no dijo nada, solo se inclinó y golpeó la mesa de café con ambas palmas.
—Mi asistente está afuera, con una maleta de dinero. Está listo, esperando mis instrucciones.
—Este dinero no es para usted. Este dinero es para transferirlo a cualquier otra persona que
tenga la intención de donar su médula ósea. ¡Estoy seguro de que Cheng Xia puede esperar
un poco más pero mi He Zhishu no tiene ni una semana!
más se odiaba a sí mismo y odiaba al alcalde también. Jiang Wenxu finalmente no supo cómo
fue que salió por la puerta. Debido a la falta de oxígeno, sus miembros estaban rígidos y
entumecidos. Jiang Wenxu respiró profundamente, y el aire frío finalmente lo hizo despertar.
Cuando regresó, había pequeños copos de nieve. Jiang Wenxu bajó la ventanilla
vent anilla y extendió la
mano para recogerlo, pero cuando la retiró para verla, solo tenía una pequeña marca de agua
fría en los dedos.
—¿Viste el pronóstico del tiempo? —preguntó Jiang Wenxu en voz alta desde el asiento
trasero.
—El pronóstico del tiempo dijo que hoy no iba a nevar, pero cuando me levanté por la
mañana hacía mucho frío. Pensé que podría llegar a hacerlo.
Jiang Wenxu suspiró levemente. Le tomó casi medio minuto volver a abrir la boca.
El asistente Song nunca lo olvidó, fue a darle a He Zhishu una caja de albóndigas. Después de
eso, se sintió tan culpable que no volvió a comer albóndigas nunca más.
El hombre en el asiento trasero de repente guardó silencio, el asistente Song era demasiado
curioso y echó un vistazo por el espejo retrovisor. Vio al hombre frío y fuerte, fumando un
cigarrillo con las manos temblorosas. El humo blanco se elevó gradualmente, ocultando las
complejas emociones que Jiang Wenxu estaba experimentado. Arrugó las cejas. Suspiró
suavemente y miró la nieve que se apilaba cada vez más fuera de la ventana. Preguntó:
El asistente Song recordó muchas cosas con respecto a Jiang Wenxu. Obviamente, las salidas
con su amante aparecieron de inmediato... Pero no estaba en posición para decir algo,
también sentía que no podía recurrir a juzgarlo. Así que, el asistente Song solo suspiró.
Solo al principio.
Jiang Wenxu entiende que hacer esa pregunta es algo estúpido. Lastimó a He Zhishu, y todo
aquel que tenga un par de ojos puede verlo. Jingwen dijo que no lo ama. Ai Ziyu dijo que no
es digno. Incluso Li Zekun parece creer que no merece salvarlo y quedárselo...
La crueldad de la realidad es que muchas cosas solo sabes que son importantes para ti
después de que las pierdes. Cuando es demasiado tarde para detectarlo. Jiang Wenxu miró
las calles y el paisaje que pasaba por la ventana, y sus ojos se llenaron de lágrimas
repentinamente en una calle.
—Estaciónate.
El asistente Song no pudo seguir el ritmo de Jiang Wenxu, solo disminuyó la velocidad.
—Jiang, señor. La nieve se está volviendo más y más espesa. No me siento cómodo estando
aquí porque las llantas pueden dejar de girar. ¿Y si mejor lo llevo a casa?
—Señor Jiang, entonces debe tener cuidado. ¿A qué hora debo llamar para preguntar por
usted?
Jiang Wenxu no contestó y se dio la vuelta. No hay mucha gente caminando en la calle por lo
que Jiang está agradecido con el mal clima. El viento sopla sobre su cabeza y le corta
cort a la
respiración igual que un cuchillo. La cara de Jiang Wenxu no tiene ninguna expresión, y su
tristeza no puede molestarlo más. La fina nieve del día estaba creando un nuevo pavimento y
Jiang Wenxu, dejaba unas huellas realmente profundas a cada nuevo paso.
Jiang Wenxu de repente se detuvo. Se dio la vuelta y miró hacia atrás. Solo vio una calle
vacía, una cadena de zapatos que solo pertenecía a una persona, y a la soledad.
soledad. Los labios de
Jiang Wenxu estaban ligeramente abiertos, y el débil vibrado con el que gritó, vino desde lo
más profundo de su corazón. Dijo:
—Zhishu... Mi pequeño He Zhishu... ¿Dónde estás? ¡Me gustaría que estuvieras aquí conmigo
para ver la nieve!
Nadie respondió a él, sólo el silbido de la nieve que le pegaba en los oídos. La expresión de
Jiang Wenxu fue de un colapso incontrolable. Su respiración agitada se le mezcló en el pecho,
pe cho,
no podía respirar. En el momento en que cayó suavemente contra el piso, Jiang Wenxu
reconoció que no era solo un simple dolor de corazón, sino un ataque. No sabía cuánto
tiempo estuvo acostado en la nieve, entrecerrando los ojos, y vertiendo una cantidad
exagerada de medicamentos en su boca que tragó con dificultad. Finalmente se levantó.
Cuando llegó a casa, ya eran más de las siete de la tarde. Jiang Wenxu había perdido la
noción del tiempo, pero todavía fue a prender todas las luces y luego abrió el gabinete del
vino. El método de beber de Jiang Wenxu es como la muerte: Igual a beber agua del grifo,
independientemente de su color. Su conciencia ha estado despierta por mucho tiempo, y él
ha estado sufriendo. La ventaja del vino es que puede calentar el cuerpo. Jiang Wenxu yacía
en el suelo, sus ojos estaban oscuros, sus labios estaban morados y su boca no podía
p odía dejar de
pronunciar:
—Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento. Nunca te he protegido. Te amo, lo siento, lo siento...
Lo siento ... No sé si puedo dejar de amarte tanto.
Jiang Wenxu levantó su mano suavemente y la dejó caer sobre su pecho... entonces, lo vio:
Una cosa plateada debajo del sofá.
Se giró y todo su cuerpo quedó aplastado contra el suelo que no había sido despojado del
polvo durante mucho tiempo. Estiró el brazo para alcanzar la pequeña cosita... Las lágrimas
de Jiang Wenxu casi lo derrumbaron nuevamente y se quedó atrapado entre jadeos y
gemidos desesperados. Lloró como un niño, sus expresiones faciales se colapsaron, y pronto
su garganta no pudo hacer ningún nuevo sonido. Estaba tan triste que perdió la voz...
Ai Ziyu se encuentra realmente angustiado por eso. Sabe que He no quiere
quiere causarle más
problemas así que, aunque el dolor es infinitamente más poderoso para este momento, no
dice nada y tampoco se queja nunca. Ai Ziyu ahora está acostumbrado a ver a He Zhishu
dormir por la noche y dormir nuevamente en la mañana y en la tarde.
t arde. Se siente torpe y no se
permite despegarse de su lado.
Esa noche, se sorprendió por los movimientos incontrolables de He Zhishu. Estaba llorando,
aunque todavía no despertaba. A Zhishu lo cubría una fina capa de sudor
sudor frío, y jadeaba y se
encogía de hombros y abrazaba sus piernas. Dijo vagamente:
Parece que el dolor ahora está en su sueño también. Ai Ziyu ajustó un poco la luz de la
lámpara de la mesita y frotó suavemente la delgada espalda de He Zhishu con la palma de su
mano.
La cintura de Ai Ziyu fue rodeada por los brazos delgados de He. Las lágrimas empaparon su
pijama, la piel caliente le quemaba la suya. La frente de He Zhishu estaba casi hirviendo, y
parecía que había logrado aumentar más todavía en medio de la noche. Ai Ziyu quiere bajar
de la cama para recoger dos toallas frías, pero solo con el más pequeño movimiento de su
torso, logró hacer que He Zhishu, sollozando suavemente, gritara:
Los ojos de Ai Ziyu estaban rojos por las lágrimas. Le dio una palmadita
palm adita en la cabeza a He
Zhishu y con la voz baja respondió:
Ai Ziyu miró a He Zhishu durante mucho tiempo, y luego movió con cuidado el cabello que ya
se le había pegado a la piel debido al sudor. Pensó, «merezco esto». Aunque no sabía
exactamente por qué lo merecía. De hecho, se podría decir que solo tiene una fuerte
impotencia. No puede interferir con quién está escondido en la parte
parte más profunda del
corazón de He Zhishu
En la mañana, Ai Ziyu comenzó temprano. Bajó las escaleras para remojar unos frijoles y
quiso esperar a que Zhishu recobrara la consciencia para alimentarlo con leche de soja. Ai
Ziyu estaba en la cocina, se quedó despierto toda la noche y tuvo una pesadilla apenas cerró
los ojos. Parecía como si fuera un niño en una escuela juvenil, llevando un uniforme escolar
azul y blanco, corriendo junto a otro niño vestido igual pero que tenía un hoyuelo pequeño en
el lado izquierdo de la mejilla. La sonrisa de He, era limpia y hermosa, y él no pudo hacer
más que sonreír y extender sus brazos para sostenerlo. Sin embargo, Zhishu corrió
directamente a otro lado, donde había un inmenso mar y de pronto, se hundió.
Ai Ziyu suspiró, sacó su teléfono móvil y revisó el calendario. Todavía faltaba más de una
semana para el cumpleaños de He Zhishu, pero no podía hacer que el tiempo fuera más
deprisa. El celular comenzó a sonar en su mano, y Ai Ziyu se permitió entonces observar el
identificador de llamadas.
—¿Diga?
—¿He lo sabe?
Quiere saber todo sobre He Zhishu, pero no puede ir a verle. No le gusta enterarse mediante
llamadas, pero ya no existe otra opción. Jiang Wenxu tosió un poco antes de suspirar y dijo:
—Entonces, al menos... ¿Puedes dejarme escucharlo? No voy a hablar con él, solo quiero...
Solo quiero oír su respiración.
—Señor Jiang, su tono todavía me resulta insoportable. ¿Esto es alguna clase de guion
dramático ensayado? ¡No olvides a la cantidad de hombres que llevaste
llev aste a la cama, mientras él
se estaba pudriendo solo en tu casa! Él sabe que no lo quisiste nunca. ¿¡Puedes ver ahora en
que estabas equivocado!? ... Si ibas a tratarlo así en primer lugar, ¿por qué tuviste que dejar
tantas huellas en su corazón? ¡¡No es justo!!
Ai Ziyu quiere aventar el teléfono contra la pared, pero aun así se detiene. No puede evitar
llorar y gritar ante los recuerdos de He Zhishu, quién recuerda y llama a su Jiang Ge.
que un paciente con leucemia en etapa avanzada que no toma medicamentos, no puede vivir
por mucho tiempo.Ha
tiempo.Ha pasado una semana desde que Jiang Wenxu le hizo una llamada
telefónica. La molestia que le generó aquel hombre había disminuido considerablemente
cuando, He Zhishu, casi como si se tratara de un milagro,
m ilagro, había vuelto en sí.
Recurrió a un libro de interés y lo observó detenidamente durante tres o cuatro días. Hay
imágenes y palabras, se llama: "100 lugares a los que ir antes de morir". Ai
morir". Ai Ziyu se sentó
frente a él y cuando leyó el título, una sombra oscura se asentó sobre sus pupilas marrones
sin que pudiera evitarlo. Zhishu lo vio, solo sonrió y uso sus pies para golpear la parte lateral
de la cintura de Ai Ziyu. Las calcetas color azul coral que utilizaba, mostraban un esbelto
tobillo blanco, hermoso hasta el extremo. Ai Ziyu le masajeó los talones un total de cinco
veces y provocó que el dolor de He Zhishu en sus ojos, finalmente desapareciera.
—¿Qué piensas?
Cuando habló, lo hizo muy cerca de las orejas de He Zhishu, que eran suaves por completo.
complet o.
—No lo creo.
—Pero no fui el primero en serlo. —Ai Ziyu fingió estar molesto—. ¡No intentes chantajearme
con palabras lindas o voy a comenzar a cobrarte todos mis servicios!
✤✤✤✤✤✤
La cena es un pollo tan grande como la propia mano de Ai Ziyu, y He Zhishu comió tanto
como su cuerpo se lo permitió. Al menos, su apetito actual parece ser mucho mejor que el de
hace unas semanas.
Ai Ziyu le dio medio tazón de sopa de camarones con algas. He Zhishu
Zhishu está avergonzado,
pero de todas maneras utiliza su cuchara para revolver
revolve r la sopa. Su cabeza baja:
Zhishu estaba predispuesto y se veía realmente angustiado porque entendía el esfuerzo que
Ai Ziyu ponía en todo lo que hacía. El doctor no dijo nada, pero entendía lo que estaba
estaba
pensando.
—No tienes que esforzarte tanto... Está bien si vas a la habitación ahora y comienzas a
empacar lo que quieras llevarte.
—Está bien, si no tardas mucho tiempo. —Ai Ziyu limpió los restos de comida de la mesa con
un trapo seco y dijo cálidamente—: Cuando las burbujas del agua se terminen, me avisas para
que vaya por ti.
Finalmente, después de un tiempo, He Zhishu salió del baño sintiéndose visiblemente mejor.
Su cuerpo se veía suave, sus mejillas estaban rojas, y se sentó junto a Ai Ziyu para que le
secara el cabello.
—Utilicé un shampoo exótico de rosas. —La voz de Zhishu es un poco tonta mientras lo dice
—. Me siento muy fragante, podría olerme toda la noche.
—Ven a dormir. —Le dio unas palmaditas al colchón—. Mañana tienes que levantarte
temprano para disfrutar completamente de tu día.
He Zhishu parecía estar muy enojado cuando, gateando, llegó junto a Ai Ziyu y se sentó
completamente sobre sus piernas. El beso de He Zhishu, aterrizó en un instante en los labios
de Ai Ziyu. Sus ojos eran muy tiernos, había un poco de calor entre tanta oscuridad, como si
se hubiera convertido rápidamente en la estrella más deslumbrante del universo.
—¿Vas a dejarme así otra vez? No me refería a eso cuando dije que no lo hicieras...
—Zhishu... No puedo...
Ai Ziyu está molesto, no puede coordinar lo que dice con lo que está haciendo... Se siente
entumecido y asustado porque le encanta amarlo, tocarlo y sentir sus muslos desnudos
colocarse lentamente a ambos lados de él... Sin
él... Sin embargo, nunca pensó en poseerlo de esa
manera. Solo
manera. Solo quiere ser el tipo de persona que impacte en su vida. El tipo de hombre que
merece...
Zhishu suspiró sobre su boca. Siguió la línea de la barbilla de Ai Ziyu con la lengua y besó su
cuello después de desabotonarle la camisa con demasiada urgencia. Ai Ziyu no pudo resistir
la gentileza de He Zhishu, ni su aliento cálido salpicando sobre la piel sensible de su
clavícula, ni ese aroma a flores... Ni la tibieza de su voz. Se giró y presionó a He Zhishu
debajo de su cuerpo. El
cuerpo. El beso que era delicado, pasó a ser agresivo antes de besar también sus
cejas y las delgadas mejillas de He Zhishu que parecían duraznos.
—He Zhishu... Mi pequeño He... Mi amor... —Ai Ziyu no sabía por qué estaba llorando, pero
no podía parar. Todas las lágrimas estaban gritando desesperadamente mientras bajaban
hasta gotear por su mentón. Sollozó
Sollo zó y repasó esas pequeñas orejas, luego se inclinó para
susurrarle muchas veces—: Te amo. Te amo. Te amo.
La delicada meticulosidad de Ai Ziyu resulta ser un hábito muy bueno. Cuando le separa las
piernas y entra en él, He Zhishu no siente nada de dolor. Aun
dolor. Aun así, se aferra a las sábanas
sábanas
inconscientemente.
—He Zhishu... —Ai Ziyu besó y chupó la garganta de He Zhishu y el golpe caliente en su piel
p iel
subió la frecuencia del momento. Nunca
momento. Nunca dejó de decirle: "Te amo". Ni de sostener su espalda
o frota
frotarr sus costillas...
costillas... La conciencia de He Zhishu es a veces muy clara y otras veces
absolutamente borrosa. Lo siente en todos lados, tan intenso como si fuera la primera vez.
Con la tenue luz de la lámpara del escritorio, miró la cara de Ai Ziyu y, con un tono bajo y
gemidos incontrolables, marcó el comienzo de una ronda más intensa de estocadas.
Moviéndose arriba y abajo con la ayuda
ayuda de sus pies...
He Zhishu aflojó el agarre de las sábanas y envolvió el cuello de Ai Ziyu con ambos brazos.
Le sonrió.
Cuando se despertó, la cama estaba vacía y hacía frío. Parecía como si Ai Ziyu hubiera estado
ausente por mucho tiempo. He Zhishu se dio vuelta lentamente, se agachó en la cama y cerró
los ojos por un rato más. Su cuerpo todavía estaba demasiado débil, porque habían estado
ocupados toda la madrugada. Ahora, siente que su cintura y sus piernas están demasiado
sensibles y, por lo tanto, se avergüenza de no poderse mover.
En ese momento, la puerta se abrió con suavidad y He rápidamente fingió estar dormido.
Sintió que alguien estaba a su lado, y apretó las sábanas con los dedos... Antes de darse
cuenta, su espalda estaba siendo envuelta por algo cálido. Duro, pero muy acogedor... Un
gatito comenzó a ronronear en su pecho.
—Mi amor, feliz cumpleaños. —Ai Ziyu se inclinó y besó desde el lóbulo de la oreja de He
Zhishu hasta la línea de su delgado cuello—. Levántate.
Ai Ziyu no hizo mucho más para convencerle, solo sonrió y se acomodó de frente a He Zhishu
para robarle otro silencioso beso.
—¿Qué pasó?
En Ai Ziyu había una exagerada cantidad de harina sobre su delantal que tenía dibujadas
pequeñas flores. Traía en la cara una mirada tonta y reía a carcajadas mientras intentaba
quitar de sobre la cabeza de un perro grande, un diminuto costal. El perro estaba
completamente blanco y todo alrededor de ellos era un desastre.
Zhishu tenía todavía al gatito sobre sus brazos, y parecía casi tan asustado como él.
—Eres increíble.
Ai Ziyu camino hacia él, lamió la harina que manchaba la comisura de su boca, y luego abrazó
a He Zhishu hasta hacerle caer sobre el sofá de la sala de estar. La mano de Ai Ziyu estaba
muy caliente, y ella creó su propio camino sobre la cintura de He Zhishu a través de su
pijama, le frotó suavemente hasta crear una línea imaginaria que conectaba su pubis con la
cara interna de su muslo. He se curvó contra él, y a cambio obtuvo un susurro sobre su boca.
—La harina está toda sobre mí. —Ai Ziyu no lo soltó—. Te voy a compartir un poco.
—Me siento mal por ti... Estabas muy concentrado. ¿No es cierto que el pastel todavía no está
listo?
Zhishu se levantó del sofá y fue directamente a los brazos de Ai Ziyu para darle un último
beso. Ai Ziyu no dijo mucho, y frotó suavemente el costado de He Zhishu con la palma de la
mano. Finalmente se levantó. Caminó dos pasos hacía la cocina y de repente recordó lo que
iba a mostrarle.
—Ya se bañaron. ¿Pueden estar contigo? —Ai Ziyu se paró frente a él y dijo—: ¿Quién de ellos
es tu favorito? Crecen muy rápido, ¿verdad?
Los ojos de He Zhishu son gentiles y amables, y se siente realmente feliz desde el fondo de su
alma. Estira los brazos y abraza al gato que tenía los ojos más tristes, pensando que era
verdad que esas pequeñas cositas habían
habían crecido en nada de tiempo. Puso al animal contra su
pecho y murmuró:
✤✤✤✤✤✤
Los dos perros no dejaban de lamer completamente la cara de He Zhishu. Ai Ziyu fue a la
cocina para tomar un par de frutas, y después regresó para ofrecerle.
—Esto es algo que podemos comer todos juntos, los perros, tú y yo.
Ziyu son muy fragantes y se ven muy bien. Cuando los perros las ven, se levantan y mueven la
cola como si fuera un molino de viento.
—Estos niños podrían comerse a su madre si la tuvieran aquí. —Ai Ziyu le dio una rebanada a
un perro, y retiró rápidamente los
lo s dedos para evitar ser mordido—. He, tú no vayas a comer
tanto. Está muy dulce.
—¿Qué no es mi cumpleaños?
Zhishu le dio un mordisco enorme, estaba muy caliente, muy dulce, y no tenía mucha
mantequilla. Los ojos de Ai Ziyu brillaron, pero no respondió.
Pronto, ya eran las cinco de la tarde y estaban justo a tiempo para comer. Ai Ziyu preparó la
mesa y luego fue a ver a He Zhishu, que seguía sentado.
—¿No me habías felicitado ya en la mañana? —He Zhishu extendió los dedos, acarició la
mejilla de Ai Ziyu y sonrió—. ¿Vas a volverme a traer a los perros?
Y sacó algo que había sido preparado desde hace mucho tiempo en el bolsillo lateral de su
pantalón: Una pequeña caja de terciopelo rojo, que ahora yacía en la palma de su mano. He
Zhishu frunció el ceño, Ai Ziyu abrió la caja y le mostró que era un anillo de plata con la
forma irregular de una rama de flor con diamantes azules incrustados. Un anillo muy
hermoso, la luz de la ventana crea un efecto muy suave de "flash" cuando
cuando lo golpea... No se ve
—Lo siento. —Zhishu cerró suavemente la caja del anillo—. No puedo aceptarlo.
—Mi amor. —Los ojos de Ai Ziyu son cariñosos y profundos como el mar—. Acéptalo, pero no
lo uses si no quieres...
—Pero si tengo que rogar, lo haré. —Ai Ziyu abrió la caja, sacó el anillo y dijo—: Te lo ruego...
Ponte mi anillo.
—Entonces, prométeme una cosa... Después de que me haya ido... no quiero que hagas nada,
no me entierres. Eso me daría mucho miedo... Quiero, poder mirar a mi alrededor. —El tono
de He Zhishu estaba en calma, y no parecía
p arecía diferente de una charla habitual. Vio que los ojos
de Ai Ziyu se suavizaban. —Los 150,000 de la tarjeta se quedan para ti, no los guardes... Sé
que no necesitas dinero, pero...
El cuerpo de Ai Ziyu temblaba intensamente, pero se las arregló para insertar el anillo en su
dedo anular. Esto,
anular. Esto, significa que se lo promete.
promete. El tamaño del anillo es adecuado, cubre las
huellas que dejó el anillo de Jiang Wenxu. Ai Ziyu se puso de pie y, sin ninguna advertencia,
sostuvo a He Zhishu y le dio un beso profundo y prolongado. Por primera vez, utilizó este
método descarado para besar y conocer de una manera más íntima el interior de su boca...
Zhishu no tiene del todo claros sus sentimientos acerca de la existencia de Ai Ziyu, pero aun
así aprueba completamente el desarrollo que han tenido, hasta el presente. Ai Ziyu se aparta
y, con los dedos, suavemente frota una ligera hinchazón que se está formando sobre sussus
labios.
—Estás muy dulce. —Ziyu sonríe—. Probablemente voy a enamorarme más de ti si sigues
teniendo sabor a tarta.
He Zhishu está extrañamente agotado, así que se volvió para acostarse suavemente sobre el
sofá. Por el contrario, Ai Ziyu no tuvo tiempo de decir nada porque su celular volvió a sonar
nuevamente. Ai Ziyu está irritado y quiere dejar caer el teléfono
t eléfono y patearlo. ¿Acaso Jiang
Wenxu no se cansaba nunca?
El tono de llamada del teléfono se escucha cada vez más estridente. Cuando Ai Ziyu subió las
escaleras, el teléfono se colgó automáticamente, pero no tardó ni diez segundos en volver a
molestar.
—¿Quieres algo?
—Una agencia médica me prometió una segunda donación. ¡Tienen una médula ósea para
He! Pero, tiene que descansar y recuperarse durante una semana.
Los labios de Ai Ziyu tenían una curvatura muy irónica. El tono frío del inicio no ha
cambiado:
—Eso es algo bueno. Pero, Señor Jiang... ¿Cómo está tan seguro de que tenemos una
semana?
Ai Ziyu se rio. Jiang Wenxu no estaba molesto por eso. El tono con el que contestó trajo a
flote algunos significados aparentemente suplicantes.
—¿Está bien? Hoy cumplió años... ¿Puedo pedirte que lo felicites? Estuve con él todo el día el
año pasado, nos divertimos mucho y pensé que... Ya que no estoy con él, nadie más va a
Jiang Wenxu encendió fácilmente a Ai Ziyu, y Ai Ziyu sonrió de una manera altamente
aterradora.
—Vaya, el señor Jiang está enamorado de verdad. ¿No es así? Debes sentirte muy mal porque
no pudiste estar aquí para comer pastel con nosotros. También le di un regalo de
cumpleaños.
La ira de Ai Ziyu no se puede reprimir, soportó a Jiang Wenxu, no un día o dos, sino
constantemente. Él, era la maldita sombra que lo seguía por todos lados. Lo haría siempre.
Sintió que Wenxu era la persona más desvergonzada que había visto nunca. Cuando lo tenía
no supo cómo cuidarlo y cuando lo perdió, siguió diciendo que lo amaba. Siente que no hay
una persona más enamorada en el mundo que él y esa es una mentira. Todavía piensa que
puede compensar sus errores y piensa que puede volver a estar con él. Qué estupidez.
—¿Está bien si cuelgo ya? Tengo que ocuparme de He Zhishu, voy a llevarlo a tomar una
siesta para que recupere la noche de sueño que le quité... Porque, me acosté con él.
La voz de Jiang Wenxu se estrelló y gritó, con un miedo que no se podía creer. Presa de una
furia insoportable.
—¿¡¡Tú lo tocaste!!?
—Hemos estado juntos por tanto tiempo. ¿No es esto lo normal? —Ai Ziyu contestó con una
voz suave y dibujó en su boca una sonrisa honesta—.¿Todavía quieres mi ayuda para enviarle
un saludo de cumpleaños? Si no, entonces colgaré primero.
Jiang Wenxu se detuvo, y el teléfono móvil se deslizó de su mano y cayó pesadamente contra
el piso. Jiang Wenxu fue despojado de la fuerza que le quedaba, y se derrumbó en el sofá. No
sabía para dónde corrían sus pensamientos, y aventó todos los artículos que estaban sobre la
mesa de café. Al final, realmente no se contuvo, sus manos cubrieron su rostro y se atragantó
con sus palabras y con las lágrimas que fluían desesperadamente. Jiang Wenxu susurró:
La posesividad de Jiang Wenxu es fuerte en extremo, piensa que las cosas que han sido
cuidadosamente protegidas por sus brazos no deben ser tocadas nunca... Y ahora, otro
hombre le dice que ha tomado posesión de su tesoro más precioso. Qué lo tomó y que lo
abrazó y que lo ama...
—Falso... Debe ser falso... —Jiang Wenxu sacó la medicina de su bolsillo y apretó los labios
Para cuando Ai Ziyu bajó las escaleras, He Zhishu se estaba quedando dormido mientras
tocaba el cabello largo y dorado de los perros. Su mano era hermosa, delgada y sumamente
fina. El círculo plateado en su dedo anular le llenó de calor el corazón y comenzó entonces a
respirar más lentamente. Ai Ziyu tomó su muñeca, lo besó y suspiró.
小宝贝快快睡
(Pequeño bebé, duerme pronto)
梦中会有我相随
(En tu sueño vas a tener mi compañía)
陪你笑陪你累
(Te acompaño cuando ríes, cuando estás cansado)
有我相依偎
(Te abrazo cariñosamente)
小宝贝快快睡
(Pequeño bebé, duerme pronto)
花儿随流水
(Las flores fluyen con el agua)
日头抱春归
(El sol devuelve la primavera)
粉面含笑微不露
(En la mejilla colorada aparece una sonrisa)
嘴角衔颗相思泪
(Al lado de los labios cae una lágrima por la añoranza de amor )
离开也让春风醉
(Separarse también hace el viento de la primavera fascinante)
看蒙蒙的睡眼
(Mira, los ojitos soñolientos)
有谁值得你留恋
(¿Hay alguien a quien añores?)
流水葬落花
(El agua que fluye entierra las flores caídas)
寒风催五谷
(Un viento frío destruye los cinco cereales)
遥风到天涯
(Un viento lejano me dice que llega el fin del mundo)
枯木也能发新芽
(Pero los árboles muertos también ayudan a crecer a los nuevos brotes)
✤✤✤✤✤✤
por completo. No son ramos, sino macetas, veinte o treinta macetas de jazmín, todas
floreciendo, dejando su aroma en la sala. Ai Ziyu ayudó al florista a mover
m over las flores de la
palangana trasera de la camioneta a la sala de estar, y He Zhishu suspiró profundo mientras
lo veía.
Ai Ziyu regresó rápidamente a su lado. El granjero y él estuvieron en contacto por más de una
semana. Cada maceta de flores fue arreglada cuidadosamente, y todavía había más de una
docena de macetas afuera. He Zhishu estaba un poco aturdido. Miró las flores
fl ores de jazmín en la
sala. Tantas, que incluso habían colocado algunas sobre la televisión y en la mesa
m esa de café. Las
flores están abiertas, y los pétalos han logrado llenarle también las manos.
—¿Te gustan? —Ai Ziyu sonrió y tomó la mano de He Zhishu—. Aunque las flores en nuestro
jardín aún no se han abierto, todavía pude traerlas aquí...
aquí...
—Me... Me gusta mucho. —He Zhishu abrazó suavemente a Ai Ziyu, parece haber un poco de
humedad brillando en sus ojos—. Te estoy muy agradecido.
Nadie pensó en moverse de nuevo, estaban muy cómodos allí, juntos en el sofá. A
continuación, He Zhishu, que estaba fascinado por las flores, comenzó a hablar. Ai Ziyu lo
acompañó en silencio.
—Mi abuelo tenía un jazmín también... Recordé que estaba en el jardín. —Zhishu sonrió y
continuó, pero el sonido era más como un murmullo—. Jiang Wenxu... La primera frase que
me dijo fue que yo era muy fragante. Recuerdo que le llevé un ramito de flores al día
siguiente para que oliera como yo... —Fue la primera vez de He Zhishu hablando con Ai Ziyu
del Jiang Wenxu del pasado. Como siempre, su tono era amable y gentil—. Durante mucho
tiempo, nuestra casa tenía una fragancia floral muy fuerte... Incluso estaba impregnada en la
camiseta de Jiang Wenxu...
He Zhishu guarda silencio, y las pestañas comienzan a moverse en sus párpados como si
fueran alas de mariposa.
—Cuando iba a casa... Todos los días, podía oler las flores desde muy lejos. El aroma te
orientaba y te mostraba la dirección. En este momento... Creo que el aroma del jazmín es
realmente el mejor olor del mundo, Ai. —Los ojos de He Zhishu comenzaron a apagarse y la
voz apenas y se abría paso en su garganta—. Pero mi abuelo estaba enfermo y murió... Y el
jardín murió también dos meses después... Por eso, a nadie en mi familia
familia le gustan más las
flores.
—Gracias, Ai Ziyu —El tono de He Zhishu, es ligero. Como si flotara… —No te olvidaré... Si
hay una nueva vida después de la muerte, oleré las flores de tu casa para encontrar tu
pequeño jardín, y entraré a tu sala de estar... Y luego te esperaré en la puerta para que vengas
por mí.
—También quiero agradecerte, mi amor. Al parecer acumulé mucha suerte durante estos
años, y por eso pude conocerte. —Ai Ziyu besó las cejas de He Zhishu—. Te amaré por
siempre.
Hay dos cosas que son inevitables en la vida: La muerte y el amor. Ai Ziyu, simplemente
puede llorar y observar cómo He Zhishu lo va dejando.
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu ha regresado a la compañía, pero su trabajo es menos serio que antes. No lo
hace. Casi ha perdido todas las ganas de continuar en la empresa. En la noche desierta, se
sienta solo en su gran asiento de cuero y mira la oficina vacía. No puede evitar pensar
pe nsar en He
Zhishu.
Jiang Wenxu sollozó levemente mientras miraba el álbum de fotos de su teléfono móvil. La
imagen de He, dormido, parecía resaltar de las demás.
En el cumpleaños de He Zhishu, Ai Ziyu casi empujó a Jiang Wenxu al borde del colapso,
pero Jiang Wenxu se dijo a sí mismo que esta simplemente era su manera de hacerlo sentir
culpable por los errores cometidos. Pero de igual forma, después de pensarlo, estaba muy
preocupado por todo. Temía que Ai Ziyu lo hubiera forzado. Temía que le hubiera hecho
daño. Temía que He Zhishu hubiera tenido que soportar un infinito dolor en el cuerpo...
Jiang Wenxu se sentía incómodo, pero no podía parar.
Jiang Wenxu estaba muy ocupado levantando su teléfono móvil y suspirando para cuando
llamaron a su puerta.
—Entra.
—Jiang, señor... La vacuna está lista. —Un asistente no es exactamente igual a un veterinario,
pero supone que debería estar bien—. Un cachorro de dos meses es difícil de criar. Sería
mejor si esperas a que crezca un poco...
Después de que el asistente Song se fue, dejándole al perro sobre el suelo, solo pasaron unos
cuantos minutos para que el teléfono de Jiang Wenxu comenzara a sonar. Resultó ser Zhang
Jingwen.
—¿Cuál? ¿Xia?
—El novio de Li Zekun —dijo Zhang Jingwen tras una larga respiración—. Pregunté qué pasó,
y me dijeron que después de que se operó, la reacción de la médula ósea fue severa. Hubo
Hubo un
error con la administración de alguna dosis y el niño entró en paro en la sala de operaciones.
Li Zekun estaba enloquecido en ese momento, casi mató al médico que estaba a cargo.
Hombre, tuvieron que entrar a detenerlo entre
e ntre varios guardias, y luego el alcalde Li llegó...
Zhang Jingwen no le dijo que Li Zekun estuvo sentado por horas en el suelo, fuera de la sala
de operaciones. Golpeando las paredes hasta sangrarse las manos. Incluso fotografiaron a su
padre, llorando mientras sostenía a su hijo...
Jiang Wenxu se quedó sentado por un rato hasta que la colilla del cigarrillo estuvo caliente en
sus dedos y le quemó. De repente se levantó, y los pies de la silla trajeron un enorme sonido
Zhang Jingwen estaba ansioso. El estado de Jiang Wenxu era realmente malo y temía que no
pudiera soportar la estimulación del mundo exterior. Jiang
exterior. Jiang Wenxu cuelga el teléfono móvil.
móvil.
La mano que sostiene su chaqueta está temblando. Todavía se siente débil y camina unos
pasos fuera de la oficina. Sin embargo, cuando reaccionó, corrió... El Asistente Song estaba
en la oficina del final del pasillo, preparando las otras vacunas para el Akita. La puerta fue
abierta de manera escandalosa por su jefe y la perilla
perill a se clavó en la pared al decir:
Sentado en el auto, Jiang Wenxu descubrió que su corazón estaba muy tenso. Las manos y
sus pies estaban fríos y no dejaban de temblar. Tenía demasiado miedo, Jiang
miedo, Jiang Wenxu lo
admite. Cheng era una buena persona, tenía un amante poderoso, la cirugía no debía ser
complicada... Si el resultado había sido ese, ¿qué le quedaba a su He Zhishu? Zhang
Zhang Jingwen
le dijo que la enfermedad de He Zhishu no podía curarse con la médula ósea, que era inútil.
Sin embargo, Jiang Wenxu no quería escucharle y estaba dispuesto a engañarse a sí mismo.
No quería creer que He Zhishu podía morir.
—Señor Jiang, llamé y pregunté, el primer vuelo de hoy es a las 8:30 de la noche. —El
asistente Song ajustó el auricular Bluetooth—. ¿Busco a alguien que lo ayude?
Jiang Wenxu miró el clima sombrío fuera de la ventana y suspiró en voz baja. Debe ir a ver a
He Zhishu, no solo mirarlo desde lejos. Necesita que le calme el corazón, necesita verlo
sonreír y que lo sostenga... Al llegar al aeropuerto, eran las cuatro de la tarde. Jiang Wenxu
quería ir directamente a la sala de espera, pero, cuando salió del auto, vio que el cielo estaba
repleto de nubes grises. El instinto de Jiang Wenxu se sobresaltó y le preguntó:
El asistente Song estaba ocupado con la reservación del vuelo y no tuvo tiempo para escuchar
el noticiero. Después de oír la pregunta de Jiang Wenxu, estaba conectando la red móvil del
teléfono al clima.
Jiang Wenxu regresó al auto y esperó dos horas junto a él. Era poco tiempo, pero la nieve se
acumulaba cada vez más y ya tenía dos o tres
t res centímetros de espesor sobre el piso
p iso de
concreto.
A las 7 en punto, la nieve ya se transformó en una ventisca rara. Con el viento soplando tan
fuerte, la radio en el auto comenzó a transmitir los mensajes de texto del teléfono móvil de
Song, que hablaban sobre un aviso de reembolso del boleto. El
boleto. El vuelo se canceló. El repentino
salto en el pecho de Jiang Wenxu, le ocasionó un angustioso dolor que pronto se convirtió en
una sensación de asfixia. Jiang Wenxu casi se muerde los labios.
—Regresa.
Todavía vive en el apartamento que alguna vez compartió con He Zhishu. Jiang Wenxu se
paró en el balcón y observó la nieve durante casi toda la noche. La blancura era abrumadora,
y la desolación y el frío le dejaban un espacio perturbador dentro de la cabeza que
que no podía
conseguir llenar con nada. En las primeras horas de la mañana siguiente, de repente decidió
tragar su orgullo y llamar a Ai Ziyu...
«El número que marcó está apagado. ¡Lo sentimos! El número que marcó está apagado...»
Sentado en el asiento del conductor, finalmente recuperó algo de razón. Su condición física
no le permitía hacer lo que un joven en sus veinte años podía... No tuvo más opción que
llamar al asistente Song porque pensó que sería más
m ás seguro si los dos se turnaban. Sólo
turnaban. Sólo tenía
que asegurarse de darle un buen aumento al regresar. El
regresar. El camino es muy difícil de recorrer,
la nieve se concentra en el norte, y la carretera se mira absolutamente peligrosa. Es muy fácil
salirse del camino. Los dos hombres tuvieron mucho cuidado y redujeron la velocidad
cuando el parabrisas se cubrió por completo. De
completo. De Beijing a Hangzhou, fueron dos días y
medio.
Esa tarde, recordó más de una vez que He Zhishu le había dado un fuerte abrazo el día que se
fue. Jiang Wenxu siempre imaginó que, si no se hubiera ido, definitivamente hubiese cuidado
a He Zhishu con firmeza después, sin perderlo nunca de vista. ¿Por qué no puede regresar el
tiempo?
Llevaba un rompevientos largo y negro y arrastraba una pequeña maleta que tenía en la
mano. No lo había visto durante medio mes,
m es, pero estaba seguro de que no lucía de esa
manera antes. Su rostro estaba más delgado, tenía unas ojeras infinitas y los ojos rojos. Jiang
Wenxu no lo reconoció de inmediato, pero no pensó mucho en nada, y rápidamente abrió la
puerta del automóvil y se apresuró a ir a su encuentro.
—¡Ai Ziyu! Ai Ziyu. ¿Dónde está He Zhishu? ¿A dónde fue He Zhishu? ¿En qué hospital está?
¿Ah? ¡Habla! ¿Quién lo está cuidando si estás aquí? ¡Habla te digo!
El estado de Jiang Wenxu no es mejor que el de Ai Ziyu. Lanzó todas las preguntas sin un
orden coherente y con la mirada llena de furia. Ai Ziyu tiene las pupilas fijas en Jiang Wenxu,
pero no parece que lo esté viendo realmente. Posee una expresión apagada, no refleja odio,
sino un estancamiento emocional gigante.
La mano de Ai Ziyu se extendió en el aire, miró su palma vacía y repitió sus palabras para sí
mismo:
—Se ha ido... En... En mis brazos. Yo lo tenía... Pero, poco a poco... Él estaba frío y yo...
Jiang Wenxu tuvo un momento en el que pensó que no escuchaba bien y otro dónde fingió no
haber oído nada. Abrió la boca, pero no pudo salir palabra alguna de allí. En ese momento, el
mundo estaba en silencio. Solo el silbido del viento barría su cara mientras se llevaba todos
los colores que tenía delante. Entonces, sin aviso, Jiang Wenxu de repente corrió y agarró el
cuello de Ai Ziyu con ambas manos. Sus ojos estaban húmedos y parecía una bestia
irracional. La voz de Jiang Wenxu ya ni siquiera parecía humana. Se mordió la lengua porque
no podía controlar los espasmos de su boca, y cada palabra salió con sangre y dolor.
—¡Mientes! ¡Mientes! ¡Imposible! ¿No dijiste que podías cuidarlo? ¡Eres un doctor! Así... Así
que me estás mintiendo. ¿Verdad? Lo escondiste, ¿cierto? Te lo ruego... No me asustes así...
Te lo ruego. —Jiang Wenxu dejó de sentir las piernas y se dejó caer a los pies de Ai Ziyu—.
¡¡Dime que me estás mintiendo, ya no apareceré frente a ti, puedes quedarte con He, me iré,
pero dímelo!!
Ai Ziyu tomó a Jiang Wenxu del suelo y le dio una bofetada.
bofetada.
—¿Es divertido engañarte a ti mismo? Sé que dentro de ti sabes que se ha ido. Sé que sientes
que... Él... Ya no está...
He Zhishu se había ido hace una semana, y Ai Ziyu no sabía por qué estaba tan tranquilo e
indiferente mientras lidiaba con todo el asunto. Vio con sus propios ojos como He Zhishu
pasó de ser una persona dormida, a un cadáver con los labios azules y luego a cenizas. La
mitad de sus lágrimas cayeron esa vez y en ese momento, Ai Ziyu se sorprendió de su propia
prop ia
frialdad. Pero, ahora que estaba en ese jardín otra vez, y observó el nacimiento de agua en
donde los dos perros jugaron con él, y miró la silla y las mantas que seguían en la ventana
v entana del
segundo piso, y las semillas que plantaron y sus libros y sus calcetas... Y el jazmín muerto, el
corazón le dolió y no pudo soportar como lo había hecho hasta el momento.
Ese hombre le preguntó: ¿A dónde fue He Zhishu? ¿No dijiste que podías cuidarlo? No,
No, no
pudo. De repente, no hay manera de soportar las lágrimas. Esta es la primera vez que lloró
después de la muerte de He Zhishu, y fue frente a Jiang Wenxu. Ai Ziyu cae, presa de
infinitos temblores y Jiang camina hacia atrás porque apenas puede mantenerse firme.
Luego, se echa a reír a carcajadas.
Ai Ziyu mira a Jiang Wenxu como si sus ojos fueran cuchillos envenenados. Respondió con
voz débil.
—¿Sabes con qué se fue He Zhishu? ¡Solo con la ropa que usaba cuando llegó por primera vez
a Hangzhou, y una tarjeta! ¡Una tarjeta con un depósito de 150,000! Te siguió durante más
de diez años, soportando una enfermedad que lo estaba destruyendo... Y el único recuerdo
tuyo era una tarjeta que tomó de tu ropa cuando se marchó... ¡¡Y tenía el nombre de tu
amante!!
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu no pudo decir nada después de eso. Sus labios se tornaron de color morado
oscuro, y comenzó a vomitar sangre de manera descontrolada. Cuando llegó el asistente Song
vio a Jiang Wenxu, solo, tembloroso, sosteniendo su pecho sobre el suelo. Jiang Wenxu tenía
sangre en la ropa, y su boca versaba una y otra
o tra vez:
—Jiang, señor. —El asistente Song le tomó de la mano—. No esté tan triste.
—Dame un boleto, quiero volver a Beijing. —La voz de Jiang Wenxu es débil e indiferente—.
He debe estar muy preocupado por mí. ¿Ya regresó a casa para esperarme? Acabo de soñar
con He Zhishu, dijo que me echaba de menos... Definitivamente tengo que volver a casa para
—¡Señor Jiang! —El asistente Song lo interrumpió violentamente. Sabe que Jiang Wenxu está
al borde de la autodestrucción, e intenta detenerlo
dete nerlo a toda costa—. Dice esas cosas porque está
triste... Pero, sé que sabe que debe dejarlo descansar...
Jiang Wenxu de repente saltó violentamente hacía adelante y arrancó la cánula de infusión
que estaba en el dorso de su mano, dijo:
—¡No! ¡Eso fue una mentira, Song! ¿Cómo pudo morir He Zhishu? ¿Cómo puede no
quererme...? —Al final casi gritó—: ¡Todos ustedes quieren que me abandone, y que He
Zhishu ya no me quiera! ¡Eso es lo que pasa!
El asistente Song no pudo persuadir a Jiang Wenxu, Jiang Wenxu tomó entonces el avión de
regreso a Beijing por la tarde. Media hora antes de que despegara el avión, el teléfono
tel éfono celular
de Jiang sonó estridentemente con un tono de llamada. Lo abrió, y descubrió que era un
mensaje de texto enviado por Ai Ziyu.
«He Zhishu dijo que quiere que vivas bien. Pero es verdad que no quería verte cuando
estaba vivo, y no quería verte cuando murió».
Excepto por Ai Ziyu, nadie sabrá nunca si esos eran los verdaderos sentimientos de He
Zhishu, o el castigo más cruel de Ai Ziyu para Jiang Wenxu. Jiang Wenxu simplemente se
apagó con lentitud mientras parecía estar despreocupado de todo lo que lo rodeaba.
Después de más de siete horas, finalmente estuvo en el apartamento donde vivió con He
Zhishu durante nueve años. Llamó suavemente:
Nadie le respondió.
Jiang Wenxu no estaba molesto. Encendió todas las luces, se sentó en el sofá y miró la
puerta.
—Perdón, estuve fuera por mucho tiempo. Pero ahora voy a esperar. Te esperaré hasta que
vuelvas a casa. —Jiang Wenxu frotó el anillo que colgaba de un collar sobre
sobre su pecho y sonrió
suavemente—. Voy a volver temprano a partir de ahora para estar contigo... Realmente te
extraño.
Jiang Wenxu se sentó en el sofá durante dos días y dos noches, no comió ni bebió nada en
todo ese tiempo. Miró la puerta cerrada como un niño perdido. Ya no sonreía ni hablaba
consigo mismo, ya no era nada más que el cascarón del hombre que había sido alguna vez.
Al final, la aturdida mente de Jiang Wenxu le provocó ver la puerta abierta, y a su He Zhishu
Zhishu
de diecisiete años llevando un uniforme escolar. Sonrió y se acercó a él, estaba
completamente lleno de flores de jazmín. Jiang Wenxu sonrió también y extendió la mano,
acarició su mejilla y dijo suavemente:
—FIN—
Cuando Ai Ziyu pensó en He Zhishu, recordó sus ojos, grandes y redondos. Ojos negros y
muchas ocasiones, ojos empañados, húmedos y cubiertos con lágrimas. Ojos suaves y
cariñosos que le observaban con atención. Luego, pensó en el sonido de su voz, ligero y
lento...
Más tarde, ocurrió un beso cuando Ai Ziyu perdió el control y rompió el delicado equilibrio
entre los dos. No se arrepintió, ni siquiera le importó. Ai Ziyu comprendió esa vez, a fondo,
qué tan profundos habían llegado a ser sus sentimientos. Así que no puede dejarlo ir, siente
que debe bloquearle todas las posibles salidas y conseguir llevárselo en el futuro...
futuro... Incluso
Incluso si
sabe que está destinado a acabar sumergido en un infinito dolor. Sí, siempre supo que
caminaba rumbo a un proceso de amargura, pero se decía a sí mismo que también había
alegría y felicidad.
Ai Ziyu sabía que había una persona enterrada fuertemente en el corazón de He Zhishu, sabía
que quería hacerle olvidar el tipo de cosas que no se pueden borrar. Catorce años de amor y
secretos, y las inscripciones escritas en la carne de He parecen estar más bien tatuadas. Ai
Ziyu no se preocupó por el papel que estaba desempeñando, ni en lo doloroso que sería
interponerse entre un juego de dos, ni en lo lastimado que quedaría, ni en lo destrozado que
llegaría al final... Le tomó la mano y dijo: ¿No puedo aliviar algo de lo que tienes?
De hecho, Ai Ziyu nunca fue capaz de darse cuenta de lo duro que había trabajado por He
Zhishu. No pensó en el regreso solitario, solo se enfocó en imaginar lo bueno que sería si He
Zhishu realmente lograba quererse más. Ai Ziyu aprendió gradualmente que el corazón de He
Zhishu era en realidad más delicado y suave de lo que pensaba. He Zhishu tenía que
esforzarse mucho para aceptarse a sí mismo y le abrió su corazón cuando él le mostró las
heridas del suyo.
He Zhishu y Ai Ziyu hicieron la promesa de: "Estar juntos después de..." . Pero nunca recibió
algún TE AMO como respuesta a los suyos. Sin embargo, Ai Ziyu estuvo tan determinado,
que incluso si fue solo por unas cuantas semanas... He
semanas... He Zhishu también lo amó. Y
amó. Y mucho.
Una vez, He Zhishu se sentía incómodo por la noche y Ai Ziyu decidió quedarse allí con él. A
primera hora del día siguiente, no pudo evitar dormir en el sofá y tuvo un sueño inestable.
Esos donde puedes escuchar el sonido, pero no puedes abrir los ojos. Ai Ziyu sintió que
alguien, suavemente, colocaba muchas mantas sobre él. Con mucho cuidado, con los labios
pegados a su oído, un hombre de voz dulce mencionó con un sonido bajo similar a un
suspiro:
—Señor necio...
Ai Ziyu se lamenta más de lo que quiere aceptar. Ha sido médico durante
durante más de una década,
pero no puede salvar la vida de su persona favorita.
favorita.
Su cumpleaños ha sido muy feliz, se siente muy tranquilo y habla sobre el anillo y los gatos y
lo mucho que le gustó el pastel... Y entonces, Ai Ziyu pensó: «Debería dejarlo ir ahora».
ahora».
Repentinamente, un débil presentimiento le cruzó la columna vertebral y le provocó pensar
que estaban a punto de separarse.
El pánico en su corazón se parecía cada vez más a una gota de tinta dentro de agua clara. El
Zhishu se fue haciendo diminuto en sus brazos. Al quedarse dormido, su expresión no era
dolorosa, pero la frente se le comenzó a arrugar. Ai Ziyu acarició sus cejas, y con una voz
¿Puedes entender ese sentimiento? La persona que más amas en tu vida, la persona con la
que quieres vivir para siempre... Pierde la respiración y la temperatura corporal en tus
brazos. La sensación es una mezcla entre frialdad y dolor desesperado.
desesperado. Lo que hace que Ai
Ziyu se destroce completamente, sin embargo, es el hecho de que no tenga memorias de él en
su último momento. Pero si tenga a Jiang Wenxu.
Las cenizas de He Zhishu se dispersaron en Baikal, donde el paisaje era hermoso y el lago
estaba tranquilo y brillante. Las emociones de las personas generalmente se suprimen
después de experimentar un gran impacto. Ai Ziyu, por ejemplo, está en un estado
indiferente que parece no tener retorno... Pero, cuando regresó a la casa, vio zapatos de dos
personas, un par de cepillos de dientes, una colcha
c olcha ordenada apilada en el dormitorio, su
pijama, su almohada y la ropa que había preparado para He Zhishu en el armario...
Finalmente, el corazón dolió tanto que comenzó a asfixiarse.
Más tarde, Ai Ziyu regresó a Beijing con dos cosas en su billetera que no había tenido antes:
Una tarjeta de 150,000 que no podía tirar, y una foto borrosa de un hombre
ho mbre durmiendo. Ai
Ziqian había conseguido hacerse de dos pequeños hijos y, cuando Ai Ziyu lo supo, fue a verlo
verl o
de inmediato. Su hermano le llevó a un bebé pequeño y gordito a Ai Ziyu esa tarde y le dijo:
—Vuelve a menudo para verme a mí y a mi mamá, así como a tu sobrino y a tu sobrina. —Ai
Ziqian suspiró—. Ten buena fortuna afuera... Porque no voy a estar allí cuidándote.
Ai Ziyu se llevó consigo dos perros, cuatro gatos y un recuerdo doloroso. No quería pensar
pensar en
Jiang Wenxu, y esperaba —en secreto— que el mensaje de texto hubiera sido suficiente para
que el hombre sufriera durante mucho, mucho tiempo. Ai Ziyu está demasiado cansado,
demasiado triste, demasiado herido.
Jiang Wenxu despertó un día gracias al movimiento del sol sobre su cara, trató de abrir los
ojos y, sin escuchar su propia voz, preguntó:
Aparentemente olvidó que He Zhishu ha muerto, y parece verlo ahora en todos lados. El
enfermero personal del señor Jiang, que estaba en el cuarto de baño lavándose las manos,
salió al oír estas palabras. Se sentó con cuidado al lado de Jiang Wenxu, y respondió con un
tono suave:
—Si vas a mentirme de nuevo, vete. —Como si hubiera pensado en algo de repente, Jiang
Wenxu sonrió y añadió—: Tenga la seguridad
seguridad de que voy a esperar todavía a que vuelva.
Jiang Wenxu no lo dijo en broma, realmente comenzó a esperarle todos los días. Va a la
compañía, toma sus medicamentos a tiempo, parece estar todo mucho mejor... Pero solo
permanece en silencio, rara vez se ríe o habla, sus ojos están apagados, y siempre está solo.
Su vida pasada y su tiempo de amor, parecían estar enterrados bajo la nieve pesada.
Después de este invierno, Jiang Wenxu perdió mucho de sí mismo. Realmente se veía viejo.
No viejo, como una descripción despectiva de un hombre maduro, más bien parecía roto. Un
cadáver. Un objeto, sumido en un silencio eterno y en una tristeza inmensa. La palabra
"muerto" le
le quedaría mejor.
Jiang Wenxu se va a casa con el Akita todos los días. ¿ Notaron que Jiang Wenxu ha
cambiado mucho en eso también? Ya no odia a los animales. A veces, incluso duerme con el
pequeño cachorro por toda una noche, y su terapia consiste en darle criaturitas vivas para
que se queden con él durante varios días. Eso puede reducir la soledad y sanar su mente, más
o me
meno
nos.
s.
bloqueada como si tuviera algo dentro, sus ojos estaban rojos y sus dedos temblaban. Jiang
Wenxu piensa que sus alucinaciones finalmente
finalmente están tomando un rumbo demasiado real el
día de hoy.
—Señor Jiang, dejaré que Xiao Yuan lo acompañe a jugar. Yo ya estoy muy viejo y no puedo
seguirle el ritmo.
El joven llamado Xiao Yuan, le llama de una manera muy suave y respetuosa.
—Señor Jiang.
La cabeza de Jiang Wenxu termina por romperse más, y todo lo que puede ver ahora es un
fondo rojo. Ese día, Jiang Wenxu sintió que todo dentro suyo era consumido por un gran
incendio, e incluso se desató un engranaje más en su sistema. Hizo girar la mesa cuando la
golpeó con ambas manos y entonces, dejó caer el sake y la comida. Jiang Wenxu tomó del
cuello a su compañero, se sintió humillado, como si estuvieran jugando con la imagen de He
Zhishu delante de él. Cuando Jiang Wenxu lo golpeó, su conciencia ya ni siquiera estaba allí.
—¿Escuchaste que mi He Zhishu estaba muerto y me diste un sustituto? ¿Es esto una
venganza hacía mí?
Cuando Jiang Wenxu salió de la habitación privada, volvió a mirar al joven. Su cara
realmente hizo que Jiang Wenxu se sintiera asustado. Desaceleró su tono.
—No tengas miedo, no te haré daño. —Jiang Wenxu extendió la mano y se inclinó. La parte
inferior de sus dedos frotaron suavemente las mejillas rojas y el cabello del joven que le daba
la espalda. Su voz y sus ojos se suavizaron por un momento—. No eres mi He, ¿verdad? ¿Esta
es tu cara real?
—Ya me habían dicho antes que él era similar a tu amante muerto. Y sí, pensé que te
t e gustaría
La cara de Jiang Wenxu repentinamente se veía fea, y sus pensamientos le llegaron uno tras
otro sin darle descanso.
Jiang Wenxu no puede soportar tal descaro. ¿Cómo puede el verdadero amor adaptarse
ahora a la existencia de un sustituto? Como si pensaran que su amor era falso o que los
sentimientos que compartieron no eran tan intensos. Le dio otro puñetazo.
Después de este incidente, Jiang Wenxu descubrió algo más terrible todavía: No podía soñar
con He Zhishu. En el pasado, todavía podía ver a He Zhishu en sus sueños. Aunque la
mayoría del tiempo estaba medio oculto por jazmines o era un estudiante... Ahora se ha ido
por completo. Jiang Wenxu teme que He Zhishu esté enojado por lo del restaurante, y
entonces cortó todas sus relaciones todavía más. Incluso abandonó todo tipo de
comunicación con el exterior y canceló todos sus futuros planes de trabajo... Pero, de todas
maneras, simplemente no podía soñar con su pequeño He. Y no tenía un método concreto
para hacer que volviera.
Jiang Wenxu comenzó a beber alcohol, a beber en casa y a beber afuera. Pensó que la
embriaguez podría traer de vuelta lo que quería ver. Finalmente, descubre que es inútil.
Un día, Jiang Wenxu estaba borracho y, en la cocina, tomó un cuchillo y le hizo un agujero a
su boca. Perforó su mejilla y lo hundió hasta que el metal chocó contra
cont ra sus dientes. Al
desmayarse, entonces le pareció ver a He Zhishu frente a él, mirando la escena con sus ojos
pequeños llenos de angustia y de ternura.
—No la quiero.
—No puedo soportarlo... No puedo estar aquí. Todo está lleno de He Zhishu, está en cada
parte.
Zhang Jingwen parpadeó de repente, y cuando Jiang Wenxu se acercó, Zhang Jingwen
observó un rastro de color oscuro en los puños de su camisa. Se puede oler la sangre... Zhang
Jingwen agarró la muñeca de Jiang Wenxu y le levantó
le vantó las mangas. De repente se detuvo, se
sintió mareado. Los brazos de Jiang Wenxu tenían heridas profundas que corrían desde la
base del pulgar a la línea del codo. Cicatrices viejas y cicatrices que estaban
estaban supurando. Tenía
moteada la piel del brazo y había conseguido reventarse las venas. Era impactante.
—¡¿Eres estúpido? ¡¿Qué demonios estás haciendo con tu maldito cuerpo?! ¿Quieres morir?
¡Joder! —Los documentos de Jiang que estaban siendo sujetados por sus dedos, terminaron
por aterrizar en el suelo—. ¡Joder! ¡Joder! ¡Ahora sabes que el amor es sagrado! ¿Y cómo lo
trataste cuando estaba frente a ti?
Jiang Wenxu se quedó en silencio y parecía imperturbable. Dejó que Zhang Jingwen golpeara
y ventilara toda su furia frente a él. Al pegarle de nuevo, la mano de Jiang se abrió y cayó
cayó de
Jingwen ni siquiera pudo avivar nuevamente su fuego. Observó a Jiang Wenxu durante
mucho tiempo y susurró después.
El pecho de Jiang Wenxu fluctuó violentamente unas cuantas veces. Al levantar la cabeza,
Zhang Jingwen vio que el hombre estaba llorando. Lanzó un grito muy triste, incluso llegó
hasta el punto en que solo pudo hacer un ruidito extraño mientras apretaba la boca. Jiang
Wenxu reprimió su voz, el llanto desesperado hizo que se ahogara.
—Jingwen... Yo... Realmente no sé qué hacer. Él no quiere venir... No quiere verme en mis
sueños... ¿Sabes? Solo puedo verlo después de emborracharme mucho... Pero, no puedo
satisfacerme solo así... ¿No dicen que utilizando drogas se puede ver todo de un modo más
vivido? Quiero verlo otra vez. ¡Quiero verlo otra vez!
—¿Cómo puede He Zhishu estar dispuesto a verte ahora sí estás tan poco atractivo? He no
estaba dispuesto a verte cuando vivía, y está demasiado disgustado ahora porque te está
viendo morir.
Esta no es una frase ligera, simplemente está intentando ayudar. Los dientes de Jiang están
empezando a temblar y su mandíbula se mueve desesperadamente también.
—Todavía... Soy despreciable... No quieres decirlo, pero si conocías a He tan bien como dices,
deberías culparme y ya...
Zhang Jingwen no puede decir nada más, no sabe cuánto tiempo puede permanecer Jiang
Wenxu así. Apretó la bolsa, la guardó en su bolsillo y cerró los ojos con cansancio.
cansancio.
Jiang Wenxu descansó en casa durante medio mes y no hubo nuevas lesiones. Comenzó a
limpiar la casa, preparaba la cena para dos personas, leyó libros y vio películas que He Zhishu
había leído y visto antes, y dormía abrazando la ropa de He Zhishu por la noche. Vivía en su
propio mundo una vez más. Después de que su cuerpo estuvo un poco p oco mejor, investigó
agencias de viajes y, después de haber pagado sus gastos, reservó un boleto de avión.
Durante casi un año, fue a muchos lugares, vio bastantes paisajes y conoció a mucha gente,
pero no importaba lo hermoso, animado y próspero que fuera, Jiang Wenxu tuvo que
soportar toda la soledad tan pronto como se daba la vuelta. Más tarde, Jiang Wenxu se
entusiasmó en escribir cartas a He Zhishu. Le gustaba tomar su bolígrafo en los asientos de
cuero verde de los trenes en viajes de larga distancia. En la temporada baja, cuando los
vagones estaban vacíos, Jiang Wenxu escribió
escribió sin parar, y el sol se inclinó en la punta de la
pluma para arrojar un destello en el papel manuscrito. En ese momento, el corazón de Jiang
Wenxu se llenó de ira, de oleadas de pasión y de dolor, y experimento una felicidad que que creyó
perdida hace mucho tiempo. Siente que sus sentimientos están muy cerca de He Zhishu. Le
comparte sus emociones secretas, e incluso la calidez del amor y los pensamientos tiernos
mientras se los envía por correo al edificio de departamentos. No obstante, la última carta
de Jiang Wenxu a He Zhishu está a la deriva. No completó la dirección, envió el sobre sin
propósito y puso su último toque de esperanza en el buzón. Espera que un día, su ser querido
pueda ver la carta sentado a su lado.
Los sentimientos de Jiang Wenxu por He Zhishu son diferentes a los de Ai Ziyu. Pero, los de
Jiang Wenxu son, sin duda, complicados y profundos, porque hizo cosas incorrectas y su
arrepentimiento y remordimiento son demasiado pesados para que pueda cargarlos por
tanto tiempo.
Al final, de pie en el Lago Baikal, Jiang Wenxu veía su reflejo en el agua azul. Por primera
vez, Jiang se preguntó a sí mismo si podía cumplir con su promesa. ¿Podría esperarlo una
vida entera? ¿Podría adelantar el proceso? Jiang Wenxu sonrió y tomó un poco de agua entre
sus manos.
Podía ver que Jiang Wenxu amaba mucho a He Zhishu. Sus ojos entusiasmados no podían
engañar a las personas y, por lo tanto, nunca trataron de ocultarse. Cada vez que su mirada
caía en He Zhishu, era cálida y cariñosa. El genio de Jiang Wenxu era muy pesado y cuando
se enojaba conmigo, tenía que ir por He Zhishu para que me ayudara a controlarlo.
Lentamente, Jiang Wenxu aprendió a no ser tan estricto a mi lado. Incluso podía hacer
bromas con él. Le pregunté una vez:
—Me temo que cuando estás bastante tiempo con He Zhishu, es inevitable cambiar.
Por un tiempo sentí que Jiang Wenxu era encantador y tenía celos de He Zhishu.
Me sentí triste por He. El pobre hombre estaba cuidando su casa mientras esperaba a que el
otro regresara... Y parecía no tener la intención de hacerlo. Jiang Wenxu estaba cada vez más
La primera vez que me encontré con Jiang Wenxu comiendo con un joven, fue hace tres o
cuatro años. El chico definitivamente no había sido el primero en hablar con Jiang Wenxu de
esa manera tan íntima. Es extraño decirlo, pero todavía no sé por qué Jiang Wenxu comenzó
a salir con otros tan descaradamente. Desde ese momento,
mom ento, me di cuenta de que Jiang Wenxu
había cambiado por completo. Todavía pensaba de forma estúpida y creía que era una
etapa... Pero continuó una y otra vez, y no podía hacer nada más que observar a la distancia.
Durante ese tiempo, Jiang Wenxu estaba particularmente loco por el sexo, y los hombres y
las mujeres se apilaban tras su puerta sin descanso. Lo más ridículo fue que tenía a tres
compañeros diferentes en un mismo día, por semana. Pasaron algunos meses hasta que me
di cuenta de que el mismo joven de antes había llegado a la compañía para encontrarse con
él. Cuando Jiang Wenxu estaba a punto de irse, recibió una llamada telefónica de He Zhishu.
He rara vez llamaba a Jiang Wenxu, esta vez había sido en un mal momento... Miré en
secreto a Jiang para ver sus reacciones aturdidas y luego, se abrió paso rápidamente a la
distancia para contestar.
Cuando Jiang Wenxu conectó la llamada de He Zhishu, dijo con voz suave:
Jiang Wenxu se quedó en silencio un rato después de colgar el celular. El chico supo lo que
estaba pasando y parecía honestamente confundido por eso. Jiang Wenxu hizo un gesto con
su mano y lo rodeó por la cintura.
—Vamos, ya no va a molestar.
Nunca pude entender al señor Jiang Wenxu, a ese que no tenía sentimientos de culpa sobre
He Zhishu. Más tarde, Jiang Wenxu se emborrachó, y en ese momento conoció a un artista
Supe siempre que había muchas cosas que eran conocidas por He Zhishu... Sin embargo, He
Zhishu nunca pareció tener problemas con eso, porque toleraba a Jiang Wenxu como si
sintiera que se lo mereciera. ¿Saben? Voy a admitir que cuando supe por primera vez que He
Zhishu había dejado a Jiang Wenxu, di un suspiro de alivio. Me alegré por él y dije: ¡Bien
hecho! Así que al final, no importa
import a lo doloroso que sea todo para Jiang Wenxu, a lo sumo solo
le tengo lástima. Nunca he sentido compasión.
La última vez que vi a He Zhishu fue para llevarle albóndigas. Estaba nevando ese día y hacía
mucho frío. Cuando se abrió la puerta, vi a la persona delgada y descuidada que había creado
Jiang. Creo que la casa estaba más fría que la nieve de afuera. Jiang Wenxu no sabía dónde
estaba, ni cuál era su aspecto... Solo me había mandado con una caja de comida que había
perdido su temperatura durante la noche.
Antes del cumpleaños de He Zhishu, compré un Akita en la perrera para Jiang Wenxu. Este
cachorro más tarde acompañó a Jiang Wenxu durante sus momentos más atormentados. El
odio de Jiang Wenxu por los animales se desvaneció gradualmente gracias a esto. Una vez fui
a la casa de Jiang Wenxu para enviar la información necesaria para las negociaciones del día
siguiente, él mismo me pidió que abriera la puerta. Cuando entré, vi a Jiang Wenxu
sosteniendo al Akita entre sus brazos, había crecido muchísimo. Estaba mirando la película
" Siempre a tu lado" con
con la luz apagada. La película era oscura y estaba grabada en las pupilas
de Jiang Wenxu. En ese momento, lo vi llorar. La película llegó al final. El hombre que vende
hot dogs le dijo a Hachiko: « No esperes, no volverá...». Fue el instante en que Jiang Wenxu
estaba tan triste y tan destrozado como el perro. Después de encender las luces,
l uces, las lágrimas
de Jiang Wenxu habían desaparecido, dejando solo cansancio en su rostro. Se puso de pie, y
el Akita estaba muy feliz de correr para morderme los zapatos.
Jiang Wenxu fue a tomar una cerveza de la nevera, me preguntó si quería una. Tenía que
conducir de regreso así que lo tuve que rechazar. Él bebió y dijo:
—He estado pensando mucho en los años en que llegué por primera vez a Beijing. —Jiang
Wenxu se volvió para ver por la ventana y ocultó perfectamente sus emociones—. Necesito a
alguien, que pueda cuidarme... pero tú no, Jingwen tampoco...
—No diga eso, yo siempre estoy dispuesto a cubrir sus asuntos personales, señor.
—También... ¿Cómo puedes tener tanta paciencia conmigo? Los documentos que tienes que
revisar están sobre la mesa, vámonos.
Jiang Wenxu sostuvo al Akita otra vez. La fragilidad de las lágrimas ocasionadas por la
película parecen ser una ilusión. Pero, Jiang Wenxu se volvió
vol vió cada vez más silencioso, y se
veía absolutamente abrumado por alguna clase de carga invisible.
invisible.
Finalmente, un día, Jiang Wenxu desapareció por completo. No estoy seguro si volverá, pero
mi corazón siempre ha tenido el presentimiento inexplicable de que ya nunca voy a volver a
ver su cara. Jiang Wenxu al menos no irá con He Zhishu... Me
Me siento culpable al decir que eso
me alegra. Porque él quiere redimirse, pero antes tiene que compensar, y tiene que probar el
sabor de lo que cosechó... Zhishu, fue una taza de agua simple para Jiang Wenxu. Comenzó a
calmar su sed, pero luego se enamoró de otra variedad de bebidas. Cuando el agua se agotó,
supo entonces que perdió algo indispensable para su vida.
No podemos regresar al pasado, la vida no puede reiniciarse y por eso, es mejor que seamos
siempre agradecidos con las personas que nos rodean. No cuidamos lo que amamos porque
pensamos que no lo vamos a perder, y nos arrepentimos únicamente cuando comenzamos a
extrañar.
Esto es lo que aprendí después de diez años observando, y voy a compartirlo eternamente
con todos.
casa.
Esa vez, hubo fuertes lluvias durante todo el día y finalmente el ambiente se sentía más fresco
por la noche. Iba a celebrarse el cumpleaños de Li Zekun pronto, y entonces un grupo de
personas llegó hasta su puerta para buscarlo. Li Zekun tuvo que darles buena cara, aunque
era muy perezoso. Primero fueron a un club deportivo a jugar, Zekun disparó algunas flechas
en el campo de tiro, pero debido a que no quería hacer nada más, se sentó y observó a sus
amigos ir a los bolos después. Cuando dieron más de las diez en punto, alguien sugirió ir al
karaoke para hacer un gran barullo alrededor suyo. Li Zekun apagó su cigarrillo.
Song Yu lo detuvo.
—Hoy en día, los amigos no son tan fáciles de reunir. ¿Quieres ser un viejo amargado tan
pronto?
—¿Intentas hacerme sentir culpable para que me quede aquí toda la madrugada?
cuentas a su nombre. Otra persona que tenía buena apariencia, le guiñó un ojo a un recién
llegado, le sonrió y dijo:
—Entonces, ¿nos cantas una canción? Escuché que te vas a ir de Beijing pronto y quiero que
te lleves un lindo recuerdo.
Song Yu le arrebató el micrófono a una chica bonita y luego se lo entregó al niño nuevo para
dejarlo cantar. Esta es la regla que siempre siguen los amigos de
de Zekun cuando salen a
pasarla bien, la primera canción tiene que ser cantada por el último en ingresar al cuarto. El
niño no sabía lo que estaba pasando porque no escuchó con atención lo que el grupo estaba
diciendo. No podía cantar, él simplemente había sido arrastrado allí por su hiperactivo
acompañante. El micrófono estaba metido en su mano y solo pudo pensar en las canciones
que cantaba cuando era un chiquillo.
La atmósfera en la habitación privada se estaba animando con las canciones infantiles para
cuando Li Zekun dejó su teléfono móvil, levantó la vista hacía el niño y se echó a reír. Sonrió
y saludó al niño.
—Déjame ver si entiendo. Fuiste obligado a venir, ¿verdad? —La posición de Li Zekun es la
más alta —social y económicamente—, y Song Yu no alcanza más que a empujar al niño.
Las luces del club nocturno son demasiado confusas, las personas parecen estar
absolutamente mareadas debido al alcohol y a las luces láser y Li Zekun, no ha dejado de ver
al joven que tiene enfrente. Descubrió que esta persona es realmente menor, tiene 17 años.
Sus ojos son del color del cielo, especialmente raros y absolutamente especiales. Su mirada se
mueve con ligereza y la forma de sus labios también es del tipo de sonrisa que hace que las
personas se sientan bien. Algún amigo de Zekun le entregó un encendedor al niño.
Li Zekun sonrió, negó con la cabeza, pero realmente terminó por fumarse un cigarrillo. Lo
pellizcaba entre sus dedos cada que se aproximaba a él, pero
p ero el niño no se movió. Parecía
vacilante, un poco confundido, y muy asustado. Li Zekun no sese califica como una mala
persona, solo es un hombre aburrido... Un hombre aburrido que ahora tienet iene un punto de
interés. La mirada de Li Zekun cambió gradualmente de la perezosa del comienzo hasta una
intimidante similar a la de una bestia que busca comida. No tuvo pelos en la lengua cuando
preguntó:
La cara del niño pareció tener un momento de rigidez y otro momento de vergüenza, pero
aun así suspiró un poco y arrojó una palabra.
—¿Vender?
—Cheng Xia.
En ese momento, Li Zekun estaba honestamente decepcionado con esta persona. Había
pensado que podía escucharlo y tal vez... Hablar. Hablar por primera vez. Pero Li Zekun,
quién pensaba que era igual a los corderos que lo seguían por su apellido, trató al niño como
un “dominante experimentado” . Por supuesto, hizo un muy buen trabajo con el bondage.
Cuando finalmente terminaron, incluso lamió la sangre del interior de los muslos de Xia. Ser
un Dom puede considerarse incluso como una especie de talento y, cuando Li Zekun salió de
la cama, sonrió placenteramente al ver que sus propias piernas estaban blandas. Al mirar
hacia atrás, Cheng Xia ya estaba cansado y no podía abrir los ojos.
—Se ve realmente hermoso. —Se dijo a sí mismo, tomó más de 3,000 en efectivo de su
cartera y los puso sobre su almohada. Zekun no lleva
l leva mucho efectivo con él, pero tiene un
montón de billetes de tres mil, y una tarjeta roja cargada con millones.
Li Zekun no esperaba encontrarse con esta persona en el futuro. Después de más de dos
meses, cuando Li Zekun volvió a ir al pub, ya era finales de otoño y el cielo se estaba
enfriando lentamente. Li Zekun llevaba un suéter con capucha delgado y al llegar a la sala
privada, descubrió que el gerente había tratado de localizarlo desesperadamente.
—Joven Li, un cliente llamado Xia ha estado preguntando mucho por usted últimamente.
Li Zekun no está del todo familiarizado con este nombre, dijo fríamente:
—No estoy disponible para más juegos sexuales. Dile que puede alquilar una prostituta.
El gerente se rio.
—Bueno, al parecer fue usted el que hizo sentir a alguien como una... Vino a regresarle su
dinero.
Más tarde, realmente se las arregló para envolver a Cheng Xia bajo su telaraña. A la larga,
comenzaron a trabajar juntos. Li Zekun sintió que lo más interesante de Cheng Xia era que se
atrevía a decir sus verdaderos sentimientos, lo que le gustaba y lo que lo hacía sentir mal. Le
preguntó por qué había decidido acostarse con él y Cheng Xia respondió:
Cheng Xia es la clase de joven que Li Zekun no había conocido nunca. Le gusta ver
caricaturas como "La casa de Mickey Mouse" y y "Tom y Jerry" . Cuando hablaban, siempre
tenía una sonrisa infantil y cuando follaban insultaba tanto como un adulto —si lo hacía bien
—. Nunca hablaba de sí mismo y le gustaba escuchar todas las anécdotas de Zekun. Era tan
brillante como un enorme sol, y el mundo entero de Li Zekun se volvió entonces
verdaderamente cálido.
Li Zekun pronto descubrió que, aunque su examen de ingreso a la universidad fue muy bueno
y había sido admitido en la Universidad
Universidad Normal de Beijing... Cheng Xia tenía una
enfermedad de la sangre. Algo hereditario. Cuando Li Zekun supo esto, tomó su mano y su
expresión facial se derrumbó completamente. En ese momento, a Li Zekun realmente le
gustaba Cheng Xia. Lo amaba. También entendió que las primeras palabras de Cheng Xia
habían sido todas falsas. Cheng Xia, como su nombre, era amoroso y lleno de entusiasmo. Él
preferiría escuchar a contar sus problemas, y parecía estar dispuesto a ocultar su dolor que a
pedirle ayuda a los demás.
Desde la cabeza a sus pies, Cheng Xia es un pequeño adolescente infantil y estúpido. Se sabe
la canción de: "En el desierto de la esperanza" . Cuando está aburrido sin duda hará algo
descabellado... En la madrugada, llamaría el nombre completo de Li Zekun y lo observaría
por horas y horas... Le gustaba el cereal,
ce real, la leche dulce, las caricaturas... Era tan bueno.
Infinitamente bueno. Li Zekun solo le dijo una palabra al médico de la sala.
Li Zekun una vez pensó que no se enamoraría de nadie y no esperaba que estuviera
equivocado.
Cada instante, después de la partida de Cheng Xia, Li Zekun pensaba que este bien podría ser
su castigo por tomar la médula ósea que otros también necesitaban. Puede atormentarse
también por otras razones porque siempre piensa en cada una de sus faltas... Como en la
primera noche de principios de otoño, cuando vio a Cheng Xia por primera vez y le gritó:
—Te extraño.
... Voy a ir a los lugares que solías mencionar. A los sitios a los que quería ir contigo y a los
que nunca tuve la oportunidad de llevarte.
✤✤✤✤✤✤
Has estado fuera tanto tiempo. ¿Cómo has estado? Por favor recuerda cuidarte bien y que
nunca he dejado de extrañarte. Ahora estoy mejor. Estoy escuchando y siendo cooperativo
con el médico quién me está ayudando a curar mi enfermedad. Jingwen me dijo que
probablemente no estarías feliz de ser recibido por alguien que parece medio muerto. Te
extraño mucho y cada vez que pienso en ti, siento un dolor en mi corazón y en mis pulmones
también, con cada aliento que tomo. Aun así, sé que no estás dispuesto a volver.
Una vez que te fuiste, fue para siempre, sin siquiera voltear hacia mí una sola vez. Ni siquiera
me diste la oportunidad de corregir mis acciones y recompensarte. Todavía recuerdo que una
vez me dijiste que amabas a los cachorros. Yo los encontraba sucios y no te dejé criar uno.
Ahora hay un Akita que vive en nuestra casa y ya tiene medio año. Le encanta pegarse a las
personas con las que está familiarizado, pero es bastante hostil hacia los extraños. Todos los
días, no importa lo ocupado que esté, tengo que encontrar algo de tiempo para cuidarlo.
Amas tanto a los animales. ¿Cuándo volverás para ayudarme con él? El secretario Song
también se está volviendo loco gracias a ello. Lo cuida durante el día porque ha destruido las
plantas y documentos importantes en la oficina.
Durante el fin de año, fui a buscar a Ai Ziyu. No importa qué, quisiera conseguir el abrigo que
dejaste atrás. ¿Cómo podría dejarle ese abrigo a él? Todavía recuerdo que te lo compré hace
h ace
siete años. Te lo traje para que fuéramos a ver la nieve, pero hacía mucho
m ucho frío en la noche, así
que rápidamente compré otro que era
e ra demasiado grande para ti. No podías ponértelo
correctamente. Viniste a mis brazos, y te envolví con ellos. Después llevaste este abrigo por
otros siete inviernos. Todo esto todavía lo recuerdo.
Ai Ziyu me miró con ojos fríos y odiosos, lo que era de esperar ya que
que le gustas tanto. Pero en
el momento en que fui a buscarlo para pedirle tus cosas, la mirada que me dio fue la que más
me disgustó. Reflejaba compasión y dolor. Todavía no puede acostumbrarse a ver que me va
bien y sólo me grita que has fallecido y nada más. De todos modos, no le creo… Pero ese día,
una vez que volví a casa, comencé a pensar... ¿Realmente puedes estar tan enojado conmigo
como para nunca querer volver a casa? En ese caso, ¿qué voy a hacer? ¿Qué puedo hacer? Lo
pensé por mucho tiempo y de repente sentí que debía ir a buscarte. Voy a ir a los lugares que
mencionaste a menudo, a los que nunca tuve la oportunidad de llevarte. Le dejé la compañía
a Jingwen y al secretario Song para su cuidado. Para mí, la ganancia o la pérdida de cosas
materiales no significa mucho... Porque está lleno de recuerdos de ti.
Mientras empacaba para Florencia el mes pasado, encontré un libro de dibujos que fue
escondido por ti en el armario entre dos tablas. Contenía los bocetos que secretamente dibujé
de ti durante nuestros días de escuela secundaria. Al principio había muchos perfiles
laterales que fueron dibujados mientras yo estaba viéndote cuando escuchabas la clase con
atención. Progresivamente había más dibujos de tu cara de frente. Porque después de que
finalmente nos juntamos, por fin pude mirarte a la cara sin esconderme. Sin embargo, los
guardaste muy bien. Originalmente pensé que la libreta estaba perdida.
Fue difícil para ti dejar a tu familia y secretamente te fugaste conmigo hace catorce años. Te
fuiste sin nada… Pensar que trajiste mis dibujos contigo es maravilloso. No sé si eras tímido
al respecto, pero nunca me lo dijiste y los mantuviste ocultos de mí. Durante las siete horas
de viaje en tren de Milán a Florencia,
Fl orencia, seguí mirando los bocetos que dibujé de ti en ese
entonces. Es como si pudiera verte a los 16 años sentado al lado de la ventana, en un día
soleado, como tu cabello y tus
t us pestañas adornadas con la luz dorada.
pregunta por ti, cuando alguien recuerda que una vez estuvimos juntos, y que por lo tanto
estaremos siempre juntos.
Doné mi médula ósea la semana antes de partir de nuevo. No es porque de repente me sentía
como un buen samaritano, solo deseo que todos sean capaces de donar y que tal vez, una
pueda ser adecuada para ti. Como siempre dicen, la virtud tiene sus recompensas.
Esta vez visité las Cataratas del Iguazú en Argentina. Hubo un periodo en el que fuiste un
gran fan de Liang Chaowei y Leslie Cheung; ya he visto “Happy Together” por
por más de 10
veces. Aunque no me gusta mucho ver películas, después de muchas revisiones, memoricé
algunas líneas de ellas. Tal vez soy demasiado emocional, pero mientras estoy parado debajo
de la cascada, de repente pensé en la escena donde Liang Yaohui estaba parado solo bajo la
cascada. Ambos pensamos para nosotros mismos, bajo ella: «Debería haber otra persona
parada a mi lado».
¿Hay alguna posibilidad de volver a empezar? Zhishu, cada vez que pienso en ti, me siento
más disgustado con este viaje. Cuanto más bello es el paisaje que veo, la soledad en mi
corazón empieza a pesar más sobre mí. Porque siempre termino pensando en qué lindo sería
si estuvieras a mi lado. Pero aprenderé a ser paciente y seguir esperando. Pagaré por mis
pecados poco a poco en los días que no regreses a casa. Experimento personalmente la
frialdad y el dolor que a menudo te hice sentir: días, noches, minutos y segundos. Los
caminos por los que caminé, los errores que cometí, darme cuenta también de que el mundo
no irá como yo deseo. Puede que ya sea demasiado tarde para volver. No pido por tu perdón,
solo deseo aguardar por ti, usando mi futuro, usando toda mi fuerza y mi vida. Después de
cometer tantos pecados en esta vida, no sé si tendría una segunda vida. Por lo tanto, todo
t odo lo
que puedo hacer es usar todo mi ser para esperarte.
Porque te amo.
Te deseo lo mejor.
✤✤✤✤✤✤
Cheng Xia se sentó y se alejó un poco antes de hacer su cuerpo hacía adelante. Presionó el
nombre de Li Zekun en la brillante pantalla de su teléfono móvil pero la llamada no pudo
conectar.
Cheng Xia parece entender de quién está hablando, pero de igual manera pregunta:
—¿Quién?
—¿Cómo murió?
Jiang Wenxu fue a la casa de Li Zekun, ahora lo recuerda. Después de un tiempo, se dio
cuenta de que la médula ósea que había utilizado estaba destinada a otra persona en un
inicio. Pero, por otro lado, realmente le temía a morir, temía dejar a Li Zekun y su vida feliz...
Incluso si estaba consciente de que no debería haber aceptado la médula. Li Zekun le había
mentido, dijo que no estaba tan enfermo como él y que ya había una segunda médula ósea
disponible. Cheng Xia nunca pensó que el pobre hombre moriría igual que él, en el invierno.
✤✤✤✤✤✤