Libro de Ceremonia Terminado.
Libro de Ceremonia Terminado.
Libro de Ceremonia Terminado.
PREFACIO
CEREMONIA (1)
CEREMONIA (II)
CEREMONIA III
ORACIONES
SUGERIDAS
2. EL BAUTISMO
3. RECEPCIÓN DE MIEMBROS
NUEVOS CEREMONIA
4. SANTA CENA
5. DEDICACIÓN DE NIÑOS
CEREMONIA (1)
CEREMONIA II
6. MINISTERIO A LOS
divina
La Visita
Ante la necesidad de una pauta que facilite el fácil y libre ejercicio del ministerio cristiano en una
forma ordenada y reverente, se ha elaborado este Manual para pastores, ministros y obreros
cristianos.
Se ha tenido en cuenta también a aquellos que desempeñan el cargo pastoral y que no han gozado
del privilegio de una preparación especial al efecto.
Es bueno aclarar que este libro no pretende establecer normas fijas o rituales inflexibles para las
iglesias cristianas.
Las sugerencias y detalles de cada ceremonia pueden modificarse según lo requieran las
circunstancias, guardando, desde luego, los principios fundamentales Bíblicos.
Por supuesto, en cada país varían algunas cosas, por causa de la cultura.
Se recomienda esta obra no solamente al que ministra la Palabra de Dios, sino a todo miembro o
funcionario de la Iglesia que se interesa profundamente en el progreso del Reino de Dios.
El matrimonio es una institución civil, así como religiosa, y por lo tanto sujeto a reglamentos
legales.
El ministro deberá familiarizarse con las leyes del Estado o nación donde vaya a ejecutarse esta
ceremonia, para estar seguro de cumplir con los requisitos de la ley.
Además de llevar un registro en el cual hará constar los Matrimonios' con todos los datos
necesarios, la firma de los contrayentes, los testigos y el ministro.
La ceremonia, puede verificarse en el templo en una casa particular, pero siempre ante testigos.
NOTA: En muchos países de preciso que los contrayentes presenten el certificado de las
autoridades civiles, comprobando que ya se ha verificado el matrimonio civil en su forma legal.
Conviene que el ministro y los Contrayentes ensayen de antemano el orden del programa de la
ceremonia para evitar confusiones; el ministro debe enseñar y hacer practicar la manera de entrar
y salir en una ceremonia nupcial.
CEREMONIA (1)
Introducción:
Los contrayentes estarán juntos, ante el ministro; el hombre a la
derecha de la mujer.
Dirigiéndose a la congregación, el ministro dirá:
"Estamos aquí reunidos en la presencia de Dios y de estos testigos para solemnizar ante el
Todopoderoso, y en el nombre de nuestra Iglesia, el contrato de matrimonio que este hombre y
esta mujer ya han celebrado ante las autoridades civiles.
El matrimonio es un estado honroso instituido por Dios, y santificado por la presencia de nuestro
Señor en las bodas de Cana en Galilea.
En las Sagradas Escrituras se lee que es honroso en todo el matrimonio, y se le consagra como
símbolo de la unión mística entre Cristo y su Iglesia.
El matrimonio debe contraerse con reverencia y en el temor de Dios, considerando los fines para
que fue ordenado, es decir, para compañerismo, apoyo y consuelo que marido y esposa deben
tributarse recíprocamente, mientras perdure la vida.
El matrimonio fue ordenado para continuar la sagrada institución de la familia, y para que los hijos
que son herencia del Señor, sean criados en piedad y rectitud.
El matrimonio contribuye también al bienestar de la sociedad y a transmitir por el buen orden de
familias la pureza, la santidad y la verdad, de generación en generación.
Esta clase de unión fue instituida por Dios con la primera pareja humana, Adán y Eva, allá en el
huerto del Edén; su fin fue proporcionar felicidad a la humanidad.
Desde entonces los seres humanos la han practicado y para darle consistencia la han Legalizado.
Puede decirse que el matrimonio es el contrato legal de una unión espiritual. ‖
La Palabra de Dios expresa que `honroso sea en todo el matrimonio' (Hebreos 13:4).
Estas dos personas han decidido abrazar este estado tan honroso
Oración
"Nuestro Padre y nuestro Dios, ningún gozo nuestro es perfecto, si tú no lo haces completo.
Falta algo sublime en nuestras horas más felices, si tu bendición no nos acompaña.
Te salpicamos que, si el Señor Jesús estuvo presente en las bodas de Cana de Galilea, así también
disfrutaremos nosotros en estos momentos del gozo de tu divina presencia.
"Pedimos que la bendición de tu presencia sea una realidad en la vida de este hombre y de esta
mujer, que van a hacer juramento solemne ante ti y estos testigos, de modo que el recuerdo de
esta hora santa les fortalezca y les consuele en medio de todas las pruebas y todos los cambios del
futuro.
Llena de felicidad estos momentos, y manifiesta tu presencia verdadera en estas bodas. Amén".
Preliminares
"Habéis venido ante mí, ministro de Cristo, para ser unidos, delante de Dios, con los santos lazos
del matrimonio.
Esto representa un paso serio y solemne donde os tomáis el uno para el otro para afrontar las
circunstancias que se os presenten, sea en riqueza o en pobreza, para gozo o tristeza, para salud o
enfermedad, en todo lo que la vida da y en todo lo que quita, y seréis el uno al otro fiel, verdadero
marido y verdadera esposa hasta que la muerte os separe."
"Oíd, pues, la Palabra de Dios, escrita para vuestra instrucción, y para que tengáis luz en vuestro
camino" (el ministro seleccionará las porciones que desea leer).
"Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por
ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante,
sino que fuese santa y sin mancha.
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos.
El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también
Cristo a la iglesia, porque somos miembros e su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Por esto el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
Grande es este misterio; más yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete
a su marido.
" "Vosotros, maridos - *igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a
vaso más frágil como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan
estorbo."
Otras Escrituras
1 Pedro 3:'1. Asimismo vosotras, mujeres, Estad sujetas a vuestros maridos; para que también los
que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas.
"Amén.
Que Dios bendiga la lectura de su Santa Palabra."
¿Quieres prometer delante de Dios y estos testigos, así como lo has prometido ante las
autoridades civiles, tomar a esta mujer (nombre), por tu legítima esposa para vivir con ella
conforme a lo ordenado por Dios en el santo estado del matrimonio? ¿Prometes amarla, honrarla,
consolarla, y conservarla en tiempo de salud y enfermedad, en prosperidad y sus sufrimientos, y
conservarte exclusivamente mente para ella, mientras los dos vivieren?
A la mujer
Pronunciando el nombre completo
¿Quieres prometer delante de Dios y estos testigos, así como lo has prometido ante las
autoridades civiles, tomar a este hombre (nombre) por tu legítimo esposo, para vivir con él
conforme a lo ordenado por Dios, en el santo estado del matrimonio? ¿Prometes amarlo,
honrarlo, respetarlo, ayudarlo, y cuidarlo en tiempo de enfermedad y de salud, en prosperidad y
en sufrimiento, conservarte exclusivamente para el mientras los dos vivieren?
La mujer responderá con voz clara
Si lo prometo‖.
Entrega de anillos
El novio pondrá el anillo sobre el libro que tiene el ministro en la mano, y el ministro tomando el
anillo, hará que el novio pronuncie las siguientes palabras:
Con este anillo, te desposo, uniendo contigo mi corazón y mi vida, y te hago partícipe de todos
mis bienes".
Luego el ministro dirá, entregando el anillo al novio para que lo coloque sobre el dedo anular de
la novia:
"Que este anillo sea el símbolo puro e inmutable de vuestro amor". (Se hará de igual manera
cuando la novia entregue el anillo al novio)
.
Luego se arrodillan los novios, si así se creyese convenientemente, y el ministro dirá: "En señal
de vuestra fidelidad a los votos que os habéis hecho, daos mutuamente la mano derecha".
El ministro colocará entonces la mano derecha sobre las manos unidas de los novios, y elevará
una oración, en la cual incluirá las siguientes peticiones:
"Dios eterno, creador y consolador del género humano, dador de toda gracia espiritual, autor de la
vida eterna: bendice a este hombre y a esta mujer, a quienes bendecimos en tu nombre, a fin de
que cumplan y se guarden siempre en paz y amor, viviendo conforme a tus santos mandamientos,
y ordenando su hogar y vida en armonía con tu Santa Palabra, mediante nuestro Señor
"Te rogamos, oh Dios Todopoderoso, que seas Salvador guía de sus almas inmortales, para que
alcancen mediante la redención de nuestro Señor, la eterna gloria, Amén."
Al terminar la oración el ministro se dirigirá a los concurrentes diciendo: "A los que Dios ha
unido, ningún hombre los separe."
"Por cuanto (nombre de ambos) han consentido ingresar en el estado de matrimonio, y en efecto
han celebrado el contrato matrimonial, primero delante de las autoridades civiles, y después aquí
delante de Dios y estos testigos, habiéndose dado y empeñado, su fe y palabra el uno al otro, lo
cual han manifestado por la unión de las manos, yo los; declaro marido y mujer en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén." `
Al terminar el acto el ministro colocará su mano derecha sobre las manos de los novios y
pronunciará la siguiente bendición.
"El Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo os bendiga, conserve y guarde.
El Señor por su misericordia vuelva a vosotros los ojos de su favor y os colme de tal manera de su
gracia y bendiciones espirituales que viváis en este mundo en su santo temor y gocéis en el otro de
la vida celestial Amen.
CEREMONIA (II)
Cuando Jesús fue llamado con sus discípulos a una boda, gustosamente accedió ir y allí comenzó
su ministerio y sus obras de poder.
Es por eso que también hoy nos reunimos aquí para ser testigos ante Dios, de las promesas que
este hombre y esta mujer van a ofrecerse mutuamente y encaminarlos en su nuevo estado
matrimonial, por medio de nuestras oraciones y saludos cristianos
A la pareja:
Este rito matrimonial al cual ustedes concurren para ser unidos con lazaos religiosos es el rito
primero y mías antiguo del mundo.
Fue celebrado al comienzo del mundo ante el mismo creador, como único testigo, invitado y
ministro, y lo que fue antes es también ahora; el matrimonio nunca ha cesado, pues sobrevivió al
paraíso, y ha sido mantenido por el propio Dios, para aliviar a las personas sus penas y consolar las
tristezas de nuestro corazón quebrantado.
Así será para cada uno de ustedes si en sus corazones abriga el deseo de embellecerlo y endulzarlo
por medio del tierno cuidado aun en las cosas mías pequeñas por la paciencia y por el sacrificio en
beneficio del otro.
Todo esto lo imponemos ante ustedes dos, para memoria en el nombre de Dios, y les
recomendamos que la oración constante les permita cumplir fielmente con esas promesas, únanse
ahora de la mano derecha.
Dirigiéndose al hombre:
"¿Toma usted esta mujer cuya mano sostiene, como su legítima esposa? ¿Promete usted
solemnemente delante de Dios, y de estos testigos, cuidarla, amarla y defenderla, y ser un esposo
fiel y verdadero mientras Dios le conceda vida?"
Dirigiéndose a la mujer:
"¿Toma usted este hombre, cuya mano sostiene, como su legítimo esposo; ¿promete usted
solemnemente delante de Dios y de estos testigos unirse a él por toda la vida, bajo cualquier
circunstancia, y ser una esposa fiel y amorosa hasta que la muerte los separe?"
Responde la novia: "Sí, señor."
"Puesto que ahora como esposo es usted la cabeza de la esposa, a quien le da su nombre y la
toma para cuidarla y proveerle, procedo a darle a usted este anillo (darle el anillo al hombre) para
que lo coloque en el dedo de esta mujer, como señal de que usted le recibe en verdad."
―Así pues, usted cuidará a su esposa con la fuerza de su vigor y con su amor protector.
―Usara este anillo como un vínculo de reverencia y fe profunda completando ambos el circulo
perfecto del deber que hace de ustedes una sola persona‖
El pronunciamiento
En el nombre de Jesucristo y delante de estos testigos, yo los declaro marido y mujer. Lo que Dios
ha unido, que ningún hombre lo separe.
Se hace una oración y se finaliza con la bendición.
La Bendición
"Y ahora, que Aquel que caminó en íntima comunión con la primera pareja humana en los días de
la inocencia; aquel Varón de dolores que trajo gran regocijo en la fiesta de bodas con su ministerio
milagroso; aquel que morando en vuestros corazones puede hacer vuestra casa una morada de
amor y paz, - el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- sean con vosotros para siempre. Amén."
CEREMONIA III
El ministro está en entera libertad para usar la forma que más le agrade al solemnizar los lazos
matrimoniales como ejercicios que preceden o anteceden a la ceremonia matrimonial.
Unos principian leyendo las Sagradas Escrituras, parte seleccionadas; otros principian orando, o
haciendo reminiscencias oportunas de ejemplos bíblicos.
Otros omiten todo esto al principio y lo reservan para el final. Unos oran al principio y al fin.
Lo mejor es que cada ministro determine desde el principio la forma de ceremonia que va a usar,
según el caso lo pide.
El ministro debe estar seguro que los contrayentes han cumplido con los requisitos de la ley civil.
Los contrayentes puestos de pie ante el ministro, el hombre a la derecha de la mujer, y los
respectivos testigos.
El ministro dirá:
La divina revelación declara que el matrimonio es un estado honroso; instituido por Dios cuando el
hombre aún era inocente, antes que pecara contra su Hacedor y fuera echado del Paraíso. Fue una
concesión sabia y benéfica, para contener inclinaciones impuras, guardar el orden social y
transmitir, por el buen orden de familias, la pureza, la santidad y la verdad, de generación en
generación.
Cristo aprobó el matrimonio cuando hizo su primer milagro y santificó con su presencia las bodas
de Cana de Galilea; y San Pablo recomienda que es digno de honor entre todos; por tanto, debe
ser contraído con reverencia y en el temor de Dios.
Dirigiéndose al hombre:
¿Toma usted a esta mujer, cuya mano sostiene, como su legítima esposa; promete usted
solemnemente delante de Dios y de estos testigos, que usted la amará, honrará, consolará; ¿qué
se conservará solamente para ella, cumpliendo los deberes de un esposo para con su esposa,
mientras Dios le conceda vida?"
"¿Toma usted a este hombre cuya mano sostiene, como su legítimo esposo; promete usted
solemnemente delante de Dios y de estos testigos, que lo amará, honrará, consolará; ¿qué se
consagrará solamente para él, cumpliendo con todos los deberes y obligaciones que una esposa
tiene para con su esposo, mientras Dios les conceda vida?"
"¿Le ha dado usted este anillo a ella como prenda y prueba de que la toma como su legítima
esposa, y que es señal de amor puro y sincero de que usted la amará, y cumplirá fielmente los
sagrados votos con que ahora se ha comprometido con ella, tomándola como su esposa?"
Dirigiéndose a ella:
"¿Acepta usted este anillo de este hombre, a quien ha tomado como su legítimo esposo, como
prueba y prenda de amor verdadero, y de que cumplirá fielmente los votos sagrados que le ha
hecho?"
Por cuanto este hombre y esta mujer solemnemente, y delante de Dios y de estos testigos se
han dado y empeñado su fe y palabra el uno y el otro, y lo han manifestado por la unión de
las manos, yo los declaro marido y mujer en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén. A los que Dios ha unido, ningún hombre lo separe.
Porciones Bíblicas
Génesis 2: 18-24.
Proverbios 7:6-27; 12:4; 31:10-12, 14, 20, 23; 31:10-31
Mateo 19:3-12; 22:30
Romanos 7:2, 3
Tito 2:3-5
Hebreos 13:4 1ª
Pedro 3:1-7
Coloreases 3:18, 19
Eclesiastés 9:9
ORACIONES SUGERIDAS
"Dios eterno, Creador y Gobernador del género humano, Dador de toda gracia espiritual, Autor de
la vida eterna: Bendice a este hombre y a esta mujer, ayúdales día por día a formar su hogar del
cual Tú seas la cabeza y el Huésped invisible; ayú-dales a fin de que cumplan, y guarden siempre
los votos y promesas que se han hecho este memorable día.
"Dios el padre, Dios el hijo, y Dios el Espíritu Santo os bendiga, conserve y os guarde;
el Señor en su misericordia vuelva a vosotros su rostro para bendecirás rica y abundantemente, y
os llene de su santo amor, y Votéis en el mundo venidero de la vida perdurable. Amén."
2. EL BAUTISMO
Su significado
El cristianismo neo testamentario no es una religión de ritos; el corazón mismo de ella expresa el
contacto directo del hombre con su Dios, por medio del Espíritu Santo.
Por lo tanto, no establece un sistema rígido de culto, sino que le permite a la iglesia adaptar el
método que mejor expresa su vida.
Existen, sin embargo, dos ceremonias que son esenciales puesto que fueron divinamente
ordenadas, es decir, el bautismo en agua y la Santa Cena.
En virtud de su carácter sagrado se las describe a veces como sacramento, es decir, cosas
sagradas; también se las llama ordenanzas, porque fueron ceremonias ordenadas por el Señor
Jesucristo.
La palabra bautizar empleada en la fórmula, significa literalmente sumergir.
Esta interpretación está confirmada por estudiosos del idioma griego e historiadores eclesiásticos.
El bautismo por inmersión está en consonancia con el significado simbólico del bautismo, es decir,
muerte, sepultura y resurrección. Romanos 6:1-4.
Candidatos al bautismo
Sólo las personas que han reconocido su pecado, que se han arrepentido y han aceptado a Cristo
Jesús como su Salvador personal, son idóneas para el bautismo.
El pastor debe instruir de antemano a los candidatos para que la ceremonia resulte solemne.
El pastor recibirá a los nuevos convertidos en clases especiales para los catecúmenos.
Estudiarán-Manual de Doctrinas Cristianas" y cuando el pastor esté satisfecho de la sinceridad de
los candidatos, los instruirá sobre la necesidad del bautismo en agua.
Conviene interrogar a los candidatos respecto a sus propósitos cristianos, no bautizando al que no
dé pruebas de sinceridad.
La forma
Se tiene costumbre de celebrar un corto servicio devociones antes de comenzar la ceremonia de
bautismo.
Si el culto se realiza en un lugar público donde se han congregados los no convertidos, es ideal
explicar el plan de la salvación y el significado maravilloso del bautismo en agua.
"Respecto de nuestra casa y seres amados nos comprometemos a mantener el altar de familia y la
oración particular; criar a nuestros hijos en el temor del Señor; y buscar la salvación de nuestros
seres amados y conocidos.
En virtud de nuestro llamado como creyentes, y por amor a los inconversos por quienes también
murió el Señor Jesús, nos comprometemos a andar con prudencia y discreción ante el mundo,
evitando lo pecaminoso o discutible; justo en nuestro trato, fiel a nuestros compromisos y
ejemplar en nuestra conducta; evitar los chismes, las murmuraciones y la ira pecaminosa; y ser
fervoroso en nuestro esfuerzo de fomentar el reino de nuestro Señor y Salvador.
"Porque uno es nuestro Señor y somos hermanos, nos comprometemos a velar los unos por los
otros en amor fraternal; en orar los unos por los otros; en ayudarnos en la enfermedad y en las
dificultades; en ser corteses en nuestro hablar, en no ofendernos por cualquier cosa, ' y siempre
estar preparados para la reconciliación según las enseñanzas de nuestro Señor.
"Confesando humildemente los pecados y fracasos del pasado, oremos pidiendo la gracia y la
fortaleza a fin de cumplir estas promesas por amor de Dios y el Señor Jesucristo."
Fórmula
La fórmula más práctica es:
'"Hermano (nombre y apellido), por cuanto usted ha creído en el Señor Jesucristo, y lo ha
aceptado como su Salvador personal, yo lo bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo. Amén."
Luego sumérjalo y de igual manera levántelo, evitando siempre cualquier actitud que reste
solemnidad o provoque risa en la congregación.
También otra de las formas corrientes es la siguiente:
"En obediencia a la gran comisión, y según la profesión de su fe en el Señor Jesucristo, yo le
bautizo (úsese aquí el nombre de la persona) en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo. Amén."
Después de que todos hayan sido bautizados, se hará oración por ellos y el pastor desde el agua
despedirá a la congregación.
LECTURAS BÍBLICAS
Mat 3:1 En aquella temporada se dejó ver Juan Bautista predicando en el desierto de Judea,
Mat 3:2 y diciendo: Haced penitencia, porque está cerca el reino de los cielos.
Mat 3:3 Este es aquel de quien se dijo por el profeta Isaías: Es la voz del que clama en el desierto,
diciendo: Preparad el camino del Señor. Haced derechas sus sendas.
Mat 3:4 Traía Juan un vestido de pelos de camello y un cinto de cuero a sus lomos, y su comida
eran langostas y miel silvestre.
Mat 3:5 Iban, pues, a encontrarle las gentes de Jerusalén y de toda la Judea, y de toda la ribera del
Jordán;
Mat 3:6 y recibían de él el bautismo en el Jordán, confesando sus pecados.
Mat 3:7 Pero como viese venir a su bautismo muchos de los fariseos y saduceos, les dijo: ¡Oh raza
de víboras!, ¿quién os ha enseñado que con solas exterioridades podéis huir de la ira que os
amenaza?
Mat 3:8 Haced, pues, frutos dignos de penitencia;
Mat 3:9 y dejaos de decir interiormente: Tenemos por padre a Abrahán; porque yo os digo que
poderoso es Dios para hacer que nazcan de estas mismas piedras hijos de Abrahán.
Mat 3:10 Mirad que ya el hacha está aplicada a la raíz de los árboles; y todo árbol que no produce
buen fruto, será cortado y echado al fuego.
Mat 3:11 Yo a la verdad os bautizo con agua para moveros a la penitencia; pero el que ha de venir
después de mí es más poderoso que yo, y no soy yo digno siquiera de llevarle las sandalias; él
es quien ha de bautizaros en el Espíritu Santo y en el fuego.
Mat 3:12 El tiene en sus manos la pala, y limpiará perfectamente su era; y su trigo lo meterá en el
granero; mas las pajas quemarás en un fuego inextinguible.
Mat 3:13 Por este tiempo vino Jesús de Galilea al Jordán en busca de Juan para ser de él
bautizado.
Mat 3:14 Juan se resistía a ello, diciendo: Yo debo ser bautizado de ti, ¿y tú vienes a mí?
Mat 3:15 A lo cual respondió Jesús, diciendo: Déjame hacer ahora, que así es como conviene que
nosotros cumplamos toda justicia. Juan entonces condescendió con él.
Mat 3:16 Bautizado, pues, Jesús, al instante que salió del agua se le abrieron los cielos, y vio bajar
al Espíritu de Dios a manera de paloma y posar sobre él.
Mat 3:17 Y se oyó una voz del cielo que decía: Este es mi hijo amado, en quien he puesto toda mi
complacencia.
Mar 1:2 Conforme a lo que se halla escrito en el profeta Isaías: He aquí que despacho yo mi ángel
o enviado ante tu presencia, el cual irá delante de ti preparándote el camino:
Mar 1:3 Esta es la voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, hacedle rectas
las sendas.
Mar 1:4 Estaba Juan en el desierto de la Judea bautizando y predicando el bautismo de penitencia
para la remisión de los pecados;
Mar 1:5 y acudía a él todo el país de Judea y todas las gentes de Jerusalén; y confesando sus
pecados, recibían de su mano el bautismo en el río Jordán.
Mar 1:6 Andaba Juan vestido con un saco de pelos de camello, y traía un ceñidor de cuero a la
cintura, sustentándose de langostas y miel silvestre. Y predicaba diciendo:
Mar 1:7 Después de mí viene uno que es más poderoso que yo, ante el cual no soy digno ni de
postrarme para desatar la correa de sus zapatos.
Mar 1:8 Yo os he bautizado con agua; mas él os bautizará con el Espíritu Santo.
Mat 28:18 Entonces Jesús, acercándose, les habló en estos términos: A mí se me ha dado toda
potestad en el cielo y en la tierra.
Mat 28:19 Id, pues, e instruid a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo;
Mat 28:20 enseñándolas a observar todas las cosas que yo os he mandado. Y estad ciertos que yo
mismo estaré siempre con vosotros, hasta la consumación de los siglos.
Mar 16:14 En fin, apareció a los once cuando estaban a la mesa; y les echó en cara su incredulidad
y dureza de corazón; porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.
Mar 16:15 Por último, les dijo: Id por todo el mundo; predicad el mensaje de salvación a todas las
criaturas;
Mar 16:16 el que creyere y se bautizare se salvará; pero el que no creyere será condenado.
Mar 16:17 A los que creyeren, acompañarán estos milagros: En mi nombre lanzarán los demonios,
hablarán nuevas lenguas,
Mar 16:18 manosearán las serpientes; y si algún licor venenoso bebiere, no les hará daño;
pondrán las manos sobre los enfermos, y quedarán éstos curados. (Torres
Amat)
Hechos 2:38 A lo que Pedro les respondió: Haced penitencia, y sea bautizado cada uno de vosotros
en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo;
Hechos 2:39 porque la promesa de este don es para vosotros, y para vuestros hijos, y para todos
los que ahora están lejos de la salud, para cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro.
Hechos. 2:40 Otras muchísimas razones alegó, y los amonestaba, diciendo: Poneos en salvo de
entre esta generación perversa.
Hechos. 2:41 Aquellos, pues, que recibieron su doctrina, fueron bautizados; y se añadieron aquel
día a la Iglesia cerca de tres mil personas.
Hechos. 2:42 Y perseveraban todos en oír las instrucciones de los apóstoles, y en la comunicación
de la fracción del pan, o Eucaristía, y en la oración.
Ver:
Hechos 8:26
Hechos 10:4
Hechos 16:25
Romanos 6:3-4
Colosenses 2:12
Gálatas 3:27
Hechos 2:38-39
Los candidatos deben llenar los requisitos delineados por la Iglesia para ser aceptados como
miembros. En la Iglesia de Dios de la Profecía se administra el pacto que consiste en aceptar
solemnemente la Biblia como palabra de Dios, creer y practicarla correctamente dividida, el
Nuevo testamento como regla de fe y conducta, gobierno, andar a la luz a su mejor
conocimiento y habilidad.
CEREMONIA
Reunida la congregación, los candidatos se pondrán delante de la congregación.
Entonces el ministro dando la bienvenida, estrechará la diestra de cada uno de los miembros
nuevos, y dirá:
Por cuanto han hecho profesión de su fe en el señor Jesucristo, les doy la bienvenida a la
fraternidad de la iglesia y a la comunión de la mesa del señor.
"Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo les bendiga y les guarde ahora y para siempre.
Amén.
"Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran Pastor de las
ovejas, por la sangre del pacto eterno, les haga aptos en toda obra buena para que hagan su
voluntad, haciendo él en ustedes lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la
gloria por los si glos de los siglos. Amén."
4. SANTA CENA
El pastor debe anunciar con debida anticipación el servicio de la Santa Cena, exhortar a los
creyentes a prestar atención a la conveniente preparación espiritual y avisarles a los inconversos
del peligro de tomarla sin estar en condiciones.
La Santa Cena suele celebrarse generalmente a la conclusión del culto ordinario del día del Señor,
el primer domingo del mes, por la mañana o por la noche. Se debe extender una invitación a
participar en la cena a todos los presentes que sean miembros en plena comunión de alguna
iglesia evangélica.
Cada iglesia debe dictar las medidas necesarias de disciplina por medio de las
cuales se excluyan las personas indignas a tomar parte de la santa cena. No se debe precipitar esta
ceremonia. Es un acto profundamente solemne y santo, y debe esperarse que los participantes
reciban ricas bendiciones por la presencia del Espíritu Santo.
Durante la ceremonia. Es importante que los miembros entiendan que a la mesa del Señor deben
venir con corazones limpios y sin pecado. Leer 1 Corintios 11:27-32.
CEREMONIA (1)
Cuando se celebra la Cena del Señor el predicador o el ministro bajará de la plataforma y se
colocará frente a la mesa ya preparada de antemano. Pedirá a los diáconos o personas indicadas
que pasen a la mesa juntamente con él. Después que el pastor baja de la plataforma y los
ayudantes se sitúan a su lado, se elevará una oración a Dios pidiendo su bendición sobre los
elementos.
Acto seguido el pastor y los diáconos designados, procederán a repartir el pan y el jugo de uva
a cada participante.
Antes de ingerir el pan, el pastor leerá: "Porque yo recibí del Señor lo que
también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó
pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros
es partido; haced esto en memoria de mí." (1 Corintios 11:23-24.) Y dirá: '_Comed todos el pan;
Después de haber bebido el vino (jugo de uva) y haber tenido unos segundos de meditación y de
alabanzas al Señor, el pastor dirá: "Pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta
copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga." 1 Corintios 11:26.
Dice la Palabra de Dios que después que Cristo y sus discípulos comieron y bebieron el pan y el
vino, celebrando así la primera Cena del Señor, cantaron un himno antes de retirarse del aposento
alto (Mateo 26:30; Marcos 14:26). (Se puede cantar un himno.)
Algunas iglesias acostumbran a tomar una ofrenda para los pobres al fin de la Cena.
Cantaron un himno antes de retirarse del aposento alto (Mateo 26:30; Marcos 14:26). Se puede
cantar un himno.
Algunas iglesias acostumbran a tomar una ofrenda para los pobres o para el ministro al final de la
Cena.
CEREMONIA (II)
1) Para participar en la Cena del Señor se requiere una preparación del corazón por parte de
todos los hermanos. El que haya caído en pecado, debe arrepentirse y buscar el perdón. En caso
de existir entre algunos de los miembros, enemistades, odios, rencores, disgustos, deben
amistarse antes de acercarse a la mesa del Señor.
2) El pastor debe recordar a los miembros que tanto él como los ancianos están a la orden para
ayudar espiritualmente a los que lo soliciten. Después de la exhortación, conviene que todos se
entreguen a la oración y meditación, delante de Dios.
3) Como esta ceremonia es de carácter netamente espiritual y exclusivamente para los creyentes,
se debe celebrar preferiblemente en un culto cuando están reunidos los hermanos, y no en un
culto común de evangelización. Así habrá mayor libertad para entrar en íntima comunión con el
Señor.
4) El pastor debe explicar con anticipación el orden del servicio y quiénes le ayudarán a repartir el
pan y el vino.
5) En una asamblea pequeña es conveniente que los participantes se reúnan en el altar y allí
esperar en actitud silenciosa y en oración, la presencia del Señor.
6) El pastor y los ayudantes, en frente de la mesa y los elementos, (pan y vino), estarán al cargo
de la distribución de los mismos, pero con anterioridad leerán una de las siguientes porciones de
la Escritura, dando preferencia a la primera de la siguiente lista: 1 Corintios 11:23-26; Mateo
26:17-20, 26-29; Marcos 14: 12-17, 22-25; Lucas 22:7-20.
(La exhortación y explicación de la Palabra debe hacerse antes de acercarse los participantes al
altar).
7) Después de una oración el pastor leerá otra vez los versículos respecto del pan, lo tomará y lo
entregará a sus ayudantes quienes lo distribuirán entre los participantes. Se pueden cantar
algunas estrofas de algún himno durante la distribución.
8) Servidos todos, el pastor sirve a los ayudantes, y el último servido será el pastor.
Nota:
En la iglesia de Dios de Profecía, juntamente con la Cena del Señor se ministra el lavatorio de pies
por los santos, donde todos participan; según San Juan 13.
5. DEDICACIÓN DE NIÑOS
En las Sagradas Escrituras no se halla ni enseñanza ni ejemplos que autorice el bautismo de niños.
Según el Nuevo Testamento el candidato al bautismo debe arrepentirse de sus pecados (Hechos
2:38), y creer en Jesucristo (Hechos 8:37). Estas dos condiciones no son posibles en aquellos que
no han llegado al uso de la razón.
Por otro lado, las Sagradas Escrituras nos enseñan que la presentación y dedicación pública de los
niños a Dios, solicitando su bendición sobre ellos y su vida futura, fue y es una práctica admitida
por la iglesia de todos los tiempos. Esto no es un bautismo. Es una presentación del niño a Dios,
una acción de gracias y de fe, una súplica de la bendición divina.
CEREMONIA (1)
Los padres traen al niño al altar mientras se canta un himno apropiado. El ministro bajará del
púlpito y procederá a leer las siguientes escrituras :
"Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los
presentaban."Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo
impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
"De cierto os digo, que el que no reciba el reina de Dios como un niño, no entrará en él.
"Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía. (Marcos 10:13-16.)
"Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los
discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis;
porque de los tales es el reino de los cielos. Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de
allí." (Mateo 19: 13-15.)
"Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. "Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y
de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el
camino, y al acostarte, y cuando te levantes. "Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán
como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas."
(Deuteronomio 6: 4-9.)
"Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos
pequeños." (Mateo 18:14.)
Jocabed instruyó a su propio hijo Moisés después de haberlo entregado al Señor. Ana reconoció
que su hijo Samuel pertenecía a Jehová. La virgen María trajo al templo a su niño para dedicárselo
al Señor.
Los padres de este niño (niña) reconocen su responsabilidad de nutrir, enseñar y amonestar a esta
criatura en el temor y obediencia de la Palabra de Dios desde su temprana edad.
Traemos a Dios a los niños que él nos ha confiado, los dedicamos a él y suplicamos para ellos la
bendición de Dios.
Ministro:
Ante la presencia de Dios, y de estos testigos, ¿prometen ustedes criar esta criatura en el temor
del Señor?
Los padres: Sí, lo haremos.
Ministro:
¿Prometen, además guiarle en todo el conocimiento del camino del Señor diariamente? Los
padres: Sí lo haremos.
Ministro:
¿Prometen ustedes instruirlo para que conozca a Cristo como su Salvador personal? Los padres:
Sí, lo haremos.
Ministro:
¿Prometen ustedes que, en cuanto esté de su parte, darle a esta criatura un ejemplo consecuente
y piadoso de vida cristiana?
Los padres: Sí lo haremos.
Ministro:
¿Presentan ustedes este niño (o niña) en solemne y sincera dedicación? Los padres: Sí,
señor.
Ministro:
¿Se consagran ustedes a criar a este niño en la doctrina y enseñanza de la Santa Palabra de Dios?
Los padres: Sí, señor.
Ministro:
¿Prometen ustedes criar este niño en la práctica diaria de la oración, y ayudarle a formar el
carácter cristiano, y a hacer todo lo que esté de su alcance para criar un ambiente hogareño como
ejemplo de devoción?
Los padres: Sí, lo haremos.
Ministro:
Por cuanto ustedes han prometido delante de Dios, y de estos testigos, y de esta congregación
dedicar este niño (o niña) a Dios, y ustedes mismos lo han afirmado con sus mismas palabras, les
aconsejo que se dediquen a su sagrada obligación con sabiduría, perseverancia y santa devoción.
Entonces el ministro (si no hay inconveniente) tomará al niño en sus brazos y poniendo las
manos sobre él dirá:
"(Nombre del niño), te dedicamos a Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El Señor te fortalezca
todos los días de tu vida."
Oración dedicatoria:
"Ahora, Padre bendito, Creador del cielo y de la tierra, te ha placido ordenar la vida de esta
manera, porque lo viste bueno y benéfico para las criaturas que tú hiciste; te ruego por el
bienestar futuro de este niño (niña). Líbralo de las corrientes del pecado, y de las enfermedades
que hacen estrago entre la infancia. Que a medida que crezca, en edad y en estatura, crezca
también en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Dales gracia y sabiduría a
sus padres para que lo críen en el camino cristiano. Lo dedico a tu honra y servicio, en el nombre
del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén."
El ministro queda en entera libertad de hacer la oración que mejor le parezca. Cuando el
ministro concluye estas palabras, acto continuo se contara un himno, y mientras se canta, los
padres se retirarán a tomar asiento y el ministro volverá a la tribuna para despedir a la
congregación.
CEREMONIA II
Mientras los padres pasan al frente con el niño, se cantara un himno apropiado. El ministro
bajara del pulpito a encontrarse con los padres del niño y procederá a leer lo siguiente
"Ana dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel Y lo trajo a la casa de Jehová en Silo a Eli, y ella
dijo: Por este niño oraba, y Jehová me dio y Jehová me dio lo que le pedí Yo, pues, lo dedico
también a Jehová; y Samuel creció y Jehová estaba con el y no dejo caer a tierra ninguna de sus
palabras. 1 Samuel 1:2024-28, 3: 19
En el Nuevo Testamento leemos concerniente a Cristo, que al cumplir los ochos días de nacido, le
pusieron por nombre Jesús. Y le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor. Y he aquí había en
Jerusalén un hombre llamado Simón y él le tomó Señor, despides a tu siervo en paz, porque han
visto en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, mis ojos tu salvación. Y José y su madre
estaban maravillados de todo lo que se decía de él. Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de
sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él. Lucas 2:21, 22, 25, 28, 29, 30, 33, 40
Y dijo Jehová: Yo sé que Abraham mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el
camino de Jehová, haciendo justicia y juicio. Génesis 18:19. Y estas palabras que yo te mando hoy,
estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y
andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Deuteronomio 6:6, 7.
El propósito de este servicio es ayudarles a instruir al niño en los caminos del señor, para cuando
arribe a sus años que requiera responsabilidad, pueda distinguir y elegir entre el bien y el mal y así
aceptar a Jesucristo como salvador y maestro.
Es un privilegio y deber guiar a este niño(a) dentro de la voluntad perfecta de dios para su vida
cristiana. En este empeño, ustedes deben consagrarse hoy mismo; para este fin hoy dedican
ustedes a su hijo al señor. De acuerdo al propósito para el cual ustedes han venido, deben
responder al siguiente convenio.
PACTO Y CONVENIO
Ministro - ¿Presentan ustedes a su hijo (hija) ante Dios para dedicarlo solemnemente al servicio
del Señor?
Los Padres - Sí, señor.
Ministro - ¿Se consagran ustedes como padres de este niño (niña) a instruirle en las enseñanzas y
caminos del Señor?
Los Padres - Sí, señor.
Ministro - ¿Prometen modelar hasta donde sea posible la vida de su hijo (hija) en el hogar, por
medio de sus devociones familiares, por la palabra y por el ejemplo, para que a la edad apropiada,
acepte a Jesucristo y participe de la comunión de los hermanos cristianos y preste servicios a la
iglesia de
Cristo.
Los Padres Sí, señor.
Ministro - Por cuanto ustedes me han prometido delante de Dios, de estos testigos y de esta
congregación, dedicar este niño (niña) a Dios, y ustedes mismos lo han afirmado con sus palabra,
les aconsejo que se consagren a la sagrada obligación con sabiduría, perseverancia y santa
devoción."
Oración dedicatoria
Ahora, Padre bendito, Creador del cielo y de la tierra, te ha placido ordenar la vida de esta manera
porque lo viste bueno y benéfico para las criaturas que tú hiciste; te ruego por el bienestar futuro
de este niño (niña). Líbralo de las corrientes del pecado, y de las enfermedades que hacen estrago
entre la infancia, que a medida que crezca en edad y estatura, crezca también en la gracia y en el
conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Dales gracia y sabiduría a sus padres para que lo críen
en el camino cristiano. Lo dedico a tu honra. Haga Jehová resplandecer su rostro sobre ti y tenga
de ti miseri cordia; alce Jehová a ti su rostro, y ponga en ti paz."
Cuando el ministro termine de pronunciar estas palabras, acto continuo se cantará con la
congregación un himno adecuado.
Es conveniente mencionar que los creyentes esperan que sus pastores los visiten. A continuación
ofrecemos datos y consejos referentes a este precioso ministerio.
1) El Señor demanda con amor que sus ministros visiten a los enfermos ofreciéndoles la
compasión y ayuda espiritual que necesitan. Un pastor apático o indiferente al dolor ajeno no es
un digno representante de Aquel que llevó nuestras enfermedades y nos mira con sus ojos de
compasión eterna. 1 Juan 3: 11-16; 1 Juan 4:7-21; Juan 21: 15-17.
2) El quehacer de Dios es también el del pastor en su dignidad o de embajador del gran Rey (2
Corintios 5:20). El pastor debe ayudar al enfermo a acercarse a Dios (Salmo 145: 18; 34:18).
3) El ministro ayudará al enfermo a aprender la lección que Dios intenta enseñarle a través de la
enfermedad. Quizá Dios quiera inculcarle una lección de disciplina o de demostrar su fidelidad en
la prueba (Job 23:10; Daniel 3:19-28).
4) El pastor no debe censurar a los enfermos de su congregación que consultan con los médicos,
aunque debe enseñarles a confiar en el gran Médico.
6) El ministro debe visitar a los enfermos y afligidos (Santiago 1: 27) y tratar de inculcar en sus
corazones porciones bíblicas para ser usadas por el Santo Espíritu de Dios.
7) Después de instruir al enfermo y prepararlo para recibir por fe su sanidad, debe orar
confiando que Dios lo sanará. Es conveniente unirse a personas de fe, para orar por los enfermos.
8) Resulta de mucha ayuda para el enfermo la lectura de la Palabra de Dios, y los testimonios
de aquellos que han sido sanados por el Señor. Es bueno mantener esa atmósfera de fe
después de la sanidad, hasta que el enfermo se fortalezca en la experiencia que ha tenido.
La Visita
Debe ser breve, de acuerdo con las circunstancias y a juicio del pastor. En los casos de ser
hospitalizado el paciente, el ministro deberá inquirir en las oficinas del hospital si se puede visitar
al enfermo, pues a veces no es posible por asuntos relacionados con la enfermedad y el enfermo.
Al acercarse al cuarto y al enfermo, el pastor debe hacerlo con mucho cuidado y quietamente, su
rostro complaciente, y con palabras tiernas y bondadosas. El propósito principal de la visita es
estimular la fe del enfermo, con la esperanza e inspiración que Jesucristo trae al corazón. El
ministro mantendrá siempre una actitud gentil y afectuosa hacia el enfermo.
Debe hacerle pocas preguntas; en general los enfermos están débiles y no resisten visitas largas. Si
el enfermo desea hacer preguntas, debe permitírsele que las haga, pues eso le ayudará espiritual y
físicamente. Ninguna impresión negativa referente a la condición física del enfermo debe
traslucirse en las pa -
labras del ministro. Se leerá al enfermo una porción corta de la Pa labra de Dios, usándose un tono
suave en la voz. Algunas veces le es muy beneficioso al enfermo un himno apropiado, cantado en
voz baja
.
La Palabra de Dios para sanidad
Si la Palabra de Dios no enseña sanidad divina, aquellos que la predican están caminando sobre un
terreno peligroso. Si las Escrituras hablan de la sanidad divina, los que se resisten a creer que es
para ellos, y aún peor, la niegan abiertamente y atacan esta doctrina, tendrán que ajustar sus
cuentas con el Autor de la Palabra Inspirada. Más abajo expresamos algunos de los numerosos
textos que consideramos claros, amplios y positivos.
8. Cristo los sanó a todos; por lo tanto, la voluntad de Dios es sanar. "Y sanó a todos los enfermos."
Mateo 8:16
"Si quieres puedes limpiarme... y le dijo: Quiero, sé limpio." Marcos 1:41
"Y todos los que le tocaban quedaban sanos." Marcos 6:56 "Y le siguió mucha gente, y sanaba a
todos." Mateo 12:15
9. "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia." Juan 10:10
10. "Cómo ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo
haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él."
Hechos 10:38. "Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo." 1 Juan 3:8
11. "Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad." Jesús sanó a esta
mujer que Satanás tenía enferma hacía dieciocho años. Jesús no preguntó si era la voluntad de
Dios que siguiera en ese estado para su bienestar espiritual. Jesús dijo que "se le debía desatar de
esta ligadura en el día de reposo."
Lucas 13:16
12. La sanidad es para los hijos de Dios, y tienen derecho a ella. "Jesús le dijo: Deja primero que se
sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlos a los perrillos." Marcos
7:27
13. Jesús se aplicó a sí mismo (Lucas 4:16-21) la profecía de Isaías que dice: "El Espíritu de Jehová
el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los
abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos
apertura de la cárcel; proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del
Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados." Isaías 61:1,2
14. Los milagros de Jesús probaron su divinidad."¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí,
Señor." Mateo 9:28
Adicionalmente lea estas promesas que tienen valor y vigencia: Lucas 5:24-
10:9-17
Juan 2:11- 14:11 – 15:24 -14:12,13 Mateo 10:8
Marcos 16:18 -2:5-2:11
Santiago 5:16
Salmo 103:2
Jeremías 17:14
7. SERVICIO FÚNEBRE
1ª Muerte: Separación del alma del cuerpo
2ª Muerte es la separación del alma de Dios
Consejos prácticos
1) Tan pronto como el ministro recibe noticia de la muerte de uno de sus miembros se trasladará
de inmediato al hogar del difunto para ofrecer su ayuda y consuelo espiritual.
2) El ministro averiguará con mucho tacto los planes de la familia para el funeral y los cumplirá en
todo lo que sea posible. Puede hacer con mucho cuidado las sugerencias pertinentes.
"En aquel tiempo lo discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es mayor en el reino de los
cielos?
"Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: e cierto os digo, que si no os volvéis
y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
"Así que cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. "Y
cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. "Y cualquiera que haga
tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello
una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.
"Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los
cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. "Porque el Hijo del Hombre ha
venido para salvar lo que se había perdido.
"¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa
y nueve y va por los montes a buscar la que se había
27
descarriado?
"Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquella, que por las
noventa y nueve que no se descarriaron.
"Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños."
(Mateo 18:1-6; 10-14.)
"Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les respondieron