Modulo 3
Modulo 3
Modulo 3
Autores como Gradner y Moore (2006) han investigado cómo fue evolucionando la
propuesta de intervención de la psicología en el mundo del deporte.
A pesar del paso del tiempo, se considera que no han sido superadas las antiguas
técnicas aplicadas hace más de cuarenta años. Por el contrario, se siguen
utilizando los recursos mencionados anteriormente.
Puede suceder también que entrenador y dirigente sean clientes, como en el caso
de un entrenador que decide contratar los servicios de un psicólogo deportivo
para que lo ayude a mejorar la gestión del grupo. En este caso, el entrenador es
el cliente, ya que es la persona que contrata los servicios de un profesional y, a
la vez, es aquella persona con la que se formará un equipo de trabajo, pero esto
no siempre es así. Si, por el contrario, es el presidente o director deportivo de un
pequeño club la persona que está interesada en los servicios del psicólogo, este
también será el cliente. Dependiendo del trabajo que se vaya a desempeñar en
esta entidad, el objetivo del trabajo puede ser formar a los entrenadores en
algunas competencias, trabajar con algún jugador en concreto y/o realizar
formación a los padres.
Una de los motivos por lo que se aconseja hacer la diferenciación entre estos dos
conceptos (paciente – cliente), es porque puede haber situaciones en las que el
cliente tenga un objetivo en mente y una expectativa del tipo de trabajo que se
pretende por parte del psicólogo, mientras que las personas con las que se
trabaja (por ejemplo, entrenadores) tienen otro objetivo, lo que generalmente
trae problemas posteriores.
Para conocer mejor el contexto, se han preparado unas preguntas que ayudarán
a conocer más la realidad. En este caso, se pide la mayor sinceridad posible. Estas
preguntas están pensadas única y exclusivamente para el desarrollo personal-
profesional.
• 1
• 2
• 3
Detalla las habilidades que crees tener y las que piensas que aun debes
desarrollar.
• 4
• 5
• 1
• 1
• 2
• 3
• 4
¿Qué virtudes crees que tienes en relación con la gestión del equipo?
(Enumera un mínimo de 3).
• 5
Después de haber pensado en tus puntos fuertes y menos fuertes, ¿en qué
te gustaría mejorar?
Características de la entrevista como instrumento
de trabajo
La entrevista como instrumento de investigación es fundamental. Es a través de
estas metodologías que se logra acceder a los pensamientos de los sujetos, pero,
sobre todo, es una puerta que se abre para descubrir las cotidianeidades y la
dinámica relacional de los mismos. La entrevista debe ser vinculada y
fundamentada con base en una problemática a investigar y la estrategia para
abordarla.
Tipos de entrevista:
• 1
• 2
La entrevista profunda.
• 3
• 4
La entrevista centrada.
• 5
Otro de los instrumentos a solicitar por parte del psicólogo una vez que
comienza su intervención en la institución deportiva es el organigrama de la
organización. Es un elemento de gran utilidad que puede ayudar mucho a la
ubicación en la nueva estructura de trabajo y mejorar la intervención a la hora
de dirigirse a las diferentes personas con las que se trabajará.
Una vez que se haya recopilado toda la información posible, se encontrarán con
una gran cantidad de información a procesar, tanto la aportada por todas
aquellas personas con las que se ha ido hablando y los juicios propios y
profesionales.
Son varios los inconvenientes producto de no saber diferenciar entre lo que está
dentro de las competencias y lo que no lo está. Uno de los mayores
inconvenientes es:
• No delimitar claramente cuál será el objeto de trabajo y qué queda fuera
de dichos objetivos en una primera etapa.
• Generar falsas expectativas en el grupo. En caso de conquistar
determinados resultados, esto no debe generar el entusiasmo de prometer
mejoras, ya que, si las mismas no se consiguen, los demás medirán el fallo
y no el éxito.
Se debe destacar que, en este tipo de trabajos, los fracasos deportivos tienen más
peso que el mismo éxito. Se pueden tener miles de resultados positivos, pero
cuando no se miden correctamente las expectativas reales, las posibilidades de
fallo aumentan.
Uno de los aspectos más relevantes de este modelo fue situar el desarrollo
humano “dentro de un contexto”, es decir, tener en cuenta las relaciones que se
dan y las influencias que generan en el sujeto mientras está en los ambientes
reales donde vive (a diferencia de las investigaciones que se llevan a cabo en
situaciones controladas de laboratorio).
Por último, el cuarto ámbito refleja los cambios que pueden aparecer desde la
esfera académico/vocacional, comenzando por la Educación Primaria,
Educación Secundaria Obligatoria y continuando con la Superior o inserción
laboral, siempre y cuando el sujeto-deportista decida continuar.
En un centro de alto rendimiento, se toma la decisión de trabajar con un psicólogo
entrenadores sostienen que el aporte de la psicología puede colaborar con la mejora del
grupo.
Tras las intervenciones con los deportistas y luego de un mes de trabajo, se observa un
cambio de actitud en cada uno de ellos. Esto favorece la dinámica de los entrenamientos
El psicólogo deportivo, en este caso, llevó a cabo un abordaje que tiene en cuenta no sólo
el ámbito deportivo en el que se desenvuelve el sujeto, sino también otros tres ámbitos
académico/vocacional.
¿Qué tipo de intervención se ha realizado en este caso?
Este será de utilidad para conocer de manera concreta los objetivos y la temporalidad
con la que se trabajará, aportando, por tanto, seguridad. Por otro lado, este plan de
intervención también es práctico para el propio psicólogo deportivo, ya que le
aportará información en todo momento relacionada a qué etapa del proceso se
encuentra y hacia dónde ha de dirigirse en las acciones futuras, ayudando de este
modo a ordenar el procedimiento.
Para poder elaborar un plan de ruta con garantías es imprescindible recabar la mayor
información posible acerca de cómo se organiza la temporada en el deporte que se
vaya a trabajar, puesto que no siempre se conoce en profundidad. Por ejemplo, el
proyecto tendrá una secuenciación diferente si se habla de una temporada estándar
en un equipo de balonmano o fútbol, respecto de otros deportes como golf, pádel o
natación.
Otro aspecto a tener presente es conocer cuáles son los momentos de la temporada
donde se espera que el deportista esté preparado para competir a su máximo nivel.
En un formato tipo Liga (competición doméstica) y Champions League (competición
europea), se sabe que es a partir de abril-mayo cuando llegarán los momentos más
importantes de la temporada. Sin embargo, habrá otros deportes como el atletismo
donde el deportista con su equipo de trabajo decidan dedicar una buena parte de su
esfuerzo a la competición en pista cubierta que tiene lugar en la primera mitad de la
temporada (finaliza sobre marzo) y no a la segunda mitad de la temporada que es el
aire libre. Conocer cuáles son los picos de forma (momento óptimo de competición
de un atleta) de una temporada regular y cuál es la decisión de la estrategia a llevar a
cabo por el atleta, orientará al psicólogo en cuestiones de panificación.
Área Ag Se O N D E F M A M J
Deportiva
Académica
1 Cohesión Mejorar el
autoconocimiento de
puntos fuertes y
débiles y conocer a los
compañeros.
Tabla 2: Autorregistro.
Cuando se ha decidido qué trabajar y cómo hacerlo, se llevarán a cabo las acciones
propias del trabajo. Aquí se revela que uno de los errores más frecuentes en este
momento, tanto de psicólogos del deporte como de otros agentes que quieran incidir
en variables psicológicas, es la falta de seguimiento. Se ilustra con un ejemplo
concreto.
Se suele pensar de manera errónea que hablar en una sola oportunidad sobre un
aspecto a mejorar será suficiente para generar el cambio. No suele ser así, sino que se
ha de realizar un seguimiento de aquello que se considera importante para el propio
grupo. Este seguimiento ha de ser por parte del psicólogo del deporte, tanto como de
un acompañamiento de los demás agentes vinculados al deportista. Esto se denomina
trabajo multidisciplinar.
En este caso, refiere a lo primero que se debe realizar y que condicionará las
posteriores etapas. Se intenta entender las manifestaciones conductuales de los
deportistas para saber qué sucede, sus causas y sus consecuencias.
Se aclara que, en este caso, ya contaban con los datos de las variables
psicológicas a trabajar con los deportistas. Dichos datos fueron obtenidos
mediante el Cuestionario de Características Psicológicas relacionadas con el
Rendimiento Deportivo (CPRD) de Buceta (1993) y se contrastaron con las
entrevistas realizadas a los atletas con intenciones de profundizar en los perfiles
psicológicos. Así, se obtuvieron los puntos fuertes y débiles a trabajar de cara a
la planificación.
Planificación: métodos y técnicas
Fue recién en el tercer año que se logró participar de manera directa con las
deportistas y que todas alcanzaran a dominar sus recursos psicológicos en favor
del rendimiento deportivo.
La relación del deportista con su entorno, con los sujetos que lo acompañan y lo
rodean, con su deporte, con su entrenador y los demás agentes que intervienen, dará
muestra de conductas que serán el objeto de estudio para la evaluación psicológica.
Tanto en el ámbito profesional como en la investigación, las herramientas para la
recolección de datos se convirtieron para el estudio y avance de la disciplina.
La relación del deportista con su entorno, con los sujetos que lo acompañan y lo
rodean, con su deporte, con su entrenador y los demás agentes que intervienen, dará
muestra de conductas que serán el objeto de estudio para la evaluación psicológica.
Tanto en el ámbito profesional como en la investigación, las herramientas para la
recolección de datos se convirtieron para el estudio y avance de la disciplina.
Factor Test
- Test de concentración de Toulouse.
- Rejilla de concentración.
Inteligencia - Dominó.
- Test de Weschler.
- Test de personalidad Eisenk-EPI.
Ostrow (1990) una serie de instrumentos para medir variables como: agresión,
actitud frente a la actividad física, la imagen corporal, las estrategias o el
liderazgo.
“La observación, que puede ser asistemática y acientífica, también alcanza, por
supuesto, la jerarquía de método científico y, por tanto, la capacidad de describir
y explicar el comportamiento, al haber obtenido datos adecuados y fiables
correspondientes a conductas, eventos y/o situaciones perfectamente
identificadas e insertadas en un contexto teórico". (Anguera, 2002).
En este sentido, se evidencian dos cuestiones: por un lado, las condiciones que
deben reunir los entornos para llevar a cabo las observaciones y, por el otro, la
importancia de la observación para la mejora de cuestiones deportivas y
psicológicas.
• 1
Formulación de un problema.
• 2
Planificar la observación.
• 3
• 4
Recolección de datos.
• 5
1 de 3
1 de 2
1 de 3
Tipos de registros
Registros no sistemáticos
+
Registros sistematizados
+
“la entrevista con la persona que queremos evaluar, constituye una inestimable
oportunidad que el psicólogo deportivo no debe obviar, pues suele proporcionar
la mayor parte de los elementos que influyen en la conducta deportiva. La
entrevista debe recoger todos aquellos elementos que consideramos esenciales
para nuestra intervención” (Dosil, 2004).
Con los años, los psicólogos deportivos generan maneras de intervención para
con los deportistas mediante las entrevistas, su principal instrumento. Con base
en la experiencia y las características de los sujetos, el psicólogo se debe ir
adaptando a los intereses de estos para, con el tiempo, profundizar en sus
cuestiones más personales. Es el psicólogo el que debe encontrar el punto donde
cada sujeto se siente cómodo para hablar y desde ahí construir el vínculo.
Las entrevistas no surgen de manera casual, son acordadas por las partes de
manera previa. El psicólogo sólo define roles, tiempo, y lugar. Deja al sujeto la
configuración de la entrevista. El psicólogo sólo debe encontrar determinadas
variables mediante las cuales orientar la entrevista. Estas variables dan
estructura a la entrevista y sirven de guías, ya que, si bien el sujeto habla y no es
manipulado para encontrar determinadas respuestas, el psicólogo sí debe
contemplar algunos puntos de guía.
Son múltiples las variables a tener en cuenta por el psicólogo para que sus
entrevistas sean bien logradas:
• Adaptarse a la edad madurativa del entrevistado.
• Realizar preguntas concretas y con voz clara.
• Adaptar las preguntas al nivel de educación del sujeto.
• Realizar las preguntas de manera natural. El entrevistado debe
estar cómodo mientras habla.
Proceso
+
Final
+
Como se reflejó en la unidad anterior, existen diversos instrumentos que pueden ser
utilizados por parte del entrenador o el psicólogo deportivo para verificar el
comportamiento de los deportistas y evaluar sus aprendizajes. En el caso de los
entrenadores, también se pueden aplicar determinadas técnicas de registro sobre su
grado de implicancia a la hora de trabajar con los deportistas.
También se puede definir como la evaluación que uno hace de sí mismo sobre
determinados comportamientos o acciones motrices. En la autoevaluación, los
participantes son los propios sujetos, los directamente involucrados en el objeto
de evaluación. La autoevaluación por parte del deportista refleja una concepción
formativa sobre el proceso de aprendizaje. Son el entrenador y el psicólogo
deportivo los responsables de educar a los deportistas sobre la importancia de
los procesos evaluativos (López, 2005).
Una forma de autoevaluación del entrenador sería darse una puntuación con
respecto a la preparación técnica, táctica, física, psicológica, calentamiento y
preparación del entrenamiento diario. Con el gráfico de la figura 1, se conseguirá
una autoevaluación más visual.
Figura 1: Autoevaluación.
Fuente: elaboración propia.
Para llevar a cabo las evaluaciones, se deben tener en cuenta todas las posibles
situaciones deportivas. Esto es, entrenamientos, partidos y competiciones
especialmente. Y también, los diferentes contextos: el vestuario, el campo o
pista de juego, la sala de video. Todas estas variables pueden influir en el “qué”
y, sobre todo, en el “cómo”, siendo éste uno de los principales ejes sobre los que
girará nuestra autoevaluación.
Valoraciones
Propuestas de mejora:
• Hoja de plan semanal: se motiva al deportista para que se
responsabilice de sus acciones. Arma una lista de objetivos a
cumplir en la semana y los detalla por escrito.
En cuanto a los entrenadores
• Retroalimentación: se pueden utilizar audios o videos.
• Hojas de auto-clasificación: se confecciona un listado de
habilidades de índole pedagógicas donde el entrenador se
califica sobre la base de lo realizado, ya sea a modo de escala
numérica (cuantitativa) o redacción(cualitativa).
• Auto-informes: el entrenador elabora preguntas relacionadas
con los entrenamientos y luego verifica si cumplió o no lo
sugerido.
• Observaciones: una persona se dedica a observar las prácticas
llevadas a cabo por el entrenador.
• Comparación de estándares: con base en referencias de trabajos
realizados por otros entrenadores, se comparan parámetros.
• Listas de control: se registran variables observadas en las
prácticas a partir de una lista realizada previamente, con la
intención de verificar si se cumplen.
• Diarios: se manifiestan las sensaciones que deja el día a día de
la práctica y los acontecimientos que llamen la atención.
Gonzáles (2011) se refiere a este término como: la valoración crítica que realiza
el deportista frente a los atributos que dispone, elaborando juicios internos
sobre el desarrollo de sus propias capacidades. Es una manera de realizar una
autoevaluación interna para valorar sus potencialidades y realizar posibles
ajustes.
Si bien hay deportistas que, naturalmente, saben qué pensar y en qué momento
hacerlo, no todos dominan esa habilidad. Muchos tampoco tienen la posibilidad
de encontrar un cuerpo de entrenadores o psicólogos deportivos que los
acompañen y formen durante su desarrollo. Afortunadamente, sin embargo, el
control del pensamiento es una destreza que se puede aprender y, por lo tanto,
ser entrenada durante la carrera deportiva del sujeto.
En el campo del deporte, los sujetos no solo dedican tiempo a trabajar estas
cuestiones, sino que, además, buscan estrategias destinadas a distraer y sacar
de foco a los rivales. Con esto, se sabe que el adversario también luchará para
que los pensamientos del oponente le jueguen en contra durante la competencia.
Esto último genera un doble trabajo: por un lado, el deportista debe trabajar para
no dejarse invadir por sus pensamientos negativos (por ejemplo, al no controlar
determinada habilidad, tener miedo a la exposición en público o identificar que
no está en forma por una vieja lesión), pero, por el otro, no debe dejar que el rival
utilice sus estrategias para sacar al sujeto del partido.
Con todo esto, los pensamientos y las emociones no son procesos que puedan
funcionar separados: las emociones pueden ser modificadas al cambiar la
manera de pensar.
• bullet
• bullet
• bullet
• bullet
• bullet
Cambio de malos hábitos: por ejemplo, tras un error, el
deportista que suele quedarse lamentándose, puede utilizar la
palabra clave para controlar los pensamientos y decirse
“siguiente”, “recupera”, “continúa”.
• bullet
• bullet
• bullet
• bullet
Las técnicas de autohabla son estrategias cognitivas que tienen como objetivo
controlar los pensamientos disruptivos, capaces de perjudicar el rendimiento
deportivo. Desarrollar esta capacidad le permitirá al deportista controlar sus
pensamientos antes, durante y después de la competencia.
El autohabla ha sido definida como:
• bullet
• bullet
• bullet
Díaz Ocejo (2010) plantea que lo que el deportista se dice a sí mismo es lo que
realmente cree. Las dificultades en el control del autohabla radican en el hecho
de que se da a nivel interno del sujeto y los pensamientos se suceden de manera
automática. De ahí la importancia de entrenar estas técnicas.
• bullet
• bullet
Hatzigeorgiadis et al. (2004) sugieren que el tipo de palabras que utilicen los
deportistas deben estar relacionadas con el propósito que persiguen para una
determinada tarea o competencia. Puede que el deportista utilice autohabla de
instrucciones o motivacional. La utilización de una u otra será en función de lo
que se esté por realizar.
Latinjak, Torregrosa y Renom (2009) sugieren una lista de palabras que pueden
utilizar los deportistas según la variable psicológica que domine el estado
emocional.
• bullet
Tabla 1: Ejemplo
Lo visto anteriormente puede ser utilizado para que los deportistas identifiquen
cómo piensan en los momentos previos, durante y después de las competencias.
Graficar significa hacer visible algo que puede perjudicar el rendimiento, por lo
que este tipo de intervenciones son de gran utilidad.
Muchas veces los deportistas hablan solo con sus padres al finalizar los
entrenamientos o las competencias. Esto indica que el vínculo que debe tener el
entrenador con la familia debe ser frecuente. Muchos entrenadores desconocen
cómo se sienten los sujetos en los entrenamientos y plantean intervenciones que
no son acordes a las expectativas de los deportistas. Como consecuencia, su
rendimiento no es el óptimo.
CONTINUE
1 de 4
En cuanto a las estrategias de autocontrol utilizadas por los deportistas, se debe
tener en claro, desde el comienzo, que la conducta y el control de los
pensamientos deben ser dominados por el sujeto. Estas estrategias están
relacionadas con el control de la conducta y pueden ser:
Estrechamiento de estímulos
Haz clic para voltear
En este caso, nos referimos a cambiar el medio (contexto) para adaptar la conducta a dicho
cambio. Por ejemplo, en una pista llena de entrenadores, padres y tenistas, es bueno
cambiar el lugar o el horario, con el fin de reducir los estímulos que sacan al deportista
fuera de su control. A medida que se aprendan las técnicas, se podrá introducir un mayor
número de estímulos de forma paulatina, para equiparar de equiparar las situaciones a la
competición real.
Haz clic para voltear
Fortalecimiento de situaciones
Se trata de llevar a cabo las conductas deseadas en reiteradas oportunidades, para
fortalecer los hábitos en el comportamiento. Por ejemplo, la realización de una conducta
de éxito (tiros libres) aumenta la autoestima con la eficacia y genera el hábito de repetir
este entrenamiento.
Tareas conductuales durante las sesiones
Lo que se propone es formar al deportista en los aspectos que debe modificar. Puede ser
a través de charlas entre las sesiones sobre la importancia de realizar determinadas tareas
durante los entrenamientos. Esto lleva a reforzar el estímulo. Por ejemplo, es bueno, antes
del comienzo del entrenamiento, hablar con el jugador para establecer el objetivo y fijar la
atención en aquellas conductas y técnicas que ha de realizar. La supervisión de estas tareas
y el feedback durante y después del entrenamiento favorecerán que la conducta deseada
se mantenga en el tiempo.
Control coverante
Aquí el deportista desarrolla una lista de pensamientos no observables que pueden
prevenir la aparición de conductas no deseadas. Por ejemplo, ante un pensamiento como
“cuando fallo la primera canasta desconfío de cómo me va ir en el partido”, el deportista
ya conoce qué sentimiento precederá a la falla, por lo que combatirá estos pensamientos
con otros previamente trabajados, como “el hecho que no acierte la primera no significa
nada, queda mucho tiempo de juego por delante” o “me olvido del error y pienso en
recuperar la bola”.
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Autoregistro en el entrenamiento
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Hasta aquí, se puede decir que, con estas herramientas, los deportistas logran
entender su proceso de entrenamiento y las variables que lo afectan. Con ello,
mejoran y controlan su conducta, sus pensamientos y sus emociones,
estabilizan el carácter para afrontar los entrenamientos y las competencias. Así,
el rendimiento deportivo alcanza mayores posibilidades de éxito.
La rutina puede sufrir ajustes si es necesario, pero cuando se logre una completa
automatización, el deportista va a dejar de pensar en lo que tiene que hacer, para
simplemente hacerlo sin pensar. En este momento, es cuando la rutina está
afianzada y el deportista tiene mejor control de sus habilidades psicológicas,
incluso bajo mayor presión. La rutina permite al deportista focalizar la atención
en los elementos que se encuentran bajo su control, dejando de lado aquellos
estímulos fuera de su alcance que, en ocasiones, pueden suponer elementos
distractores.
• bullet
• bullet
una verbalización o declaración dirigida a uno mismo, que tiene una naturaleza
multidimensional, que tiene elementos interpretativos asociados al contenido
de las declaraciones usadas, que es relativamente dinámico, y que sirve al menos
para instruir o motivar. (p. 77)
Esta definición estuvo vigente muchos años, hasta que varios autores
consideraron que debía revisarse y complementarse con estudios realizados
después.
Una verbalización o declaración dirigida a uno mismo, que tiene una naturaleza
multidimensional, que tiene elementos interpretativos asociados al contenido
de las declaraciones usadas, que es relativamente dinámico, y que sirve al menos
para instruir o motivar. (p. 84)
El problema que identificaron los autores con estas definiciones surge porque el
concepto es tan amplio que no se puede simplificar en dos tipos, sino que
también se deben contemplar matices entre los extremos planteados
anteriormente (Hardy, Gammage y Hall, 2001). Sumado a esto, se descubrió que,
en algunos casos, el autohabla negativo termina por generar impulsos
motivacionales. Con ello, el rendimiento deportivo mejora, contrariamente a lo
que se suponía anteriormente. En ocasiones, los deportistas explican este efecto
como una discusión con ellos mismos, en la que su voz interna les dice que no
podrían vencer o acabar una carrera, y, simultáneamente, otra voz interior no se
deja doblegar por este primer mensaje. El deportista se motiva para poder acallar
a aquella voz. La segunda instrucción es el motor para focalizarse en lo que tiene
que hacer en el juego.
La primera se refiere a la visión negativa que tiene una persona de sí misma, del
mundo y del futuro. Así, puede ocurrir que un deportista empiece por llegar a
conclusiones del tipo “estoy mal” (visión negativa de sí mismo), continúe por
“no tengo nada que me ayude ahora mismo” (visión negativa del mundo) y
acabe por “no seré capaz de ganar este partido” (visión negativa del futuro).
Esto puede estar relacionado con antecedentes desfavorables para los
deportistas (acumulación de malos resultados, lesiones deportivas, ausencia de
motivación, y demás). En ocasiones, esta manera de percibirse y de relacionarse
con uno mismo y con el entorno puede llevar a que el deportista experimente un
estado de indefensión aprendida que anticipe la derrota, la acepte antes de
tiempo y considere el éxito un imposible.
El deportista debe sentir que la situación está bajo su control, que sus
pensamientos están dominados. En este caso, algunos autores hablan del Flow,
término que refiere a pensar sólo en lo que se debe hacer. Cuánto, cómo y cuándo
pensar son variables que llevan a la sensación de control de la situación, de los
pensamientos y, por ende, de las emociones. Para que un deportista pueda
conseguir este estado, ha de tener un entrenamiento previo no sólo a nivel
técnico-táctico, sino que entrenar sus pensamientos y emociones, y saber cómo
focalizarlos según las diferentes situaciones ayudará a la sensación de control.
Por ejemplo, un regatista, ante una competición con mucho viento
(circunstancia que le provoca nerviosismo porque no está muy acostumbrado),
si previamente trabajó qué pensamientos y emociones pueden aparecer (“no
estoy preparado para tanto viento”, “seguro que me agoto antes de tiempo”,
“espero que no se me rompa el timón”), y entrena los pensamientos que le serán
de ayuda para esos momentos concretos (“no tengo tanta experiencia
entrenando con viento, pero estoy preparado para ello”, “navegaré con
intensidad, pero con tranquilidad”, “paso a paso y sin pensar en las cosas malas
que pueden pasar”), será capaz de redirigir sus pensamientos en cada
circunstancia que se le vaya presentando durante la competición.
Autores, como Buceta (1998), plantean una serie de beneficios para el control de
variables, en caso de dominar las técnicas de autohabla. Estas son:
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• bullet
• bullet
Regula la atención.
• bullet
Predispone a la acción.
• bullet
Con los pensamientos sucede algo similar: en la medida en la que los sujetos
piensen negativamente sobre sus capacidades de rendimiento, más les costará
cambiar esa dinámica de pensamiento y la conducta manifiesta. Si el jugador
piensa que no es bueno a la hora de ejecutar un tiro de penalti y esta idea la tiene
desde pequeño, pues no será bueno con esa habilidad.
Cratty (1984) fue uno de los primeros en intentar interpretar lo que piensan los
deportistas. Para ello, realizó una diferenciación en base a los pensamientos y
planteó una serie de categorías a tener en cuenta:
Dónde
Haz clic para voltear
Subdividido en específicos (cancha, gimnasio, etcétera) y generales (cualquier lugar en el
día a día del deportista). Campo de entrenamiento, espacios normales de la vida del
deportista.
Haz clic para voltear
Contenido
Pensamientos orientados a los miedos de competir o a los temores, en cuanto a la
ejecución de un gesto técnico en un momento determinante de la competencia. Se dividen
en generales (sobre temores hacia la competición, tácticas, etcétera) y concretos (en
situaciones de ejecuciones y rendimiento próximos en el tiempo: el campeonato estatal, el
entreno específico de mortales).
Personal
Pensamientos que son generados por personas del contexto del deportista o propios del
sujeto, ya sea en solitario, con otra persona, con otro deportista o con el entrenador.
Intelectual
En este caso, es la utilización de la memoria como recurso, o el análisis objetivo de la
competencia y los procesos direccionados a la solución de problemas (imaginería, memoria,
análisis, solución de problemas).
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• bullet
• bullet
• bullet
Evaluar los objetivos a lograr en cada etapa
• bullet
Tener control del autohabla en todo momento
Este autor concluye que son dos los tipos de pensamientos que pueden favorecer
al sujeto deportista:
• bullet
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• bullet
Raalte et al. (2000) descubren una relación directa entre la utilización del
autohabla espontáneo de orientación negativa y la pérdida de puntos en el tenis
en momentos determinantes del partido. En los momentos en los que el
deportista experimenta situaciones de enojo o miedo, el autohabla que genera,
si es de manera espontánea, termina por perjudicar emocionalmente su
rendimiento.
• bullet
• bullet
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• bullet
• bullet
Durante toda esta unidad hemos estado hablando de autohabla y sus tipos. A
continuación, explicaremos otro tipo de autohabla que tiene que ver con las
instrucciones concretas que se da el jugador a sí mismo sobre un aspecto
táctico-técnico específico de la tarea. El objetivo de esta técnica es dirigir la
atención hacia los puntos concretos de su desempeño, en el momento necesario
para desarrollar la acción con eficacia.
Una de las ventajas de esta técnica es que, además de que el deportista pueda
crear y generar su palabra clave, también puede contar con un “cómplice” en el
banquillo: el entrenador, quien conociendo la palabra clave que el jugador utiliza,
puede hacer el recordatorio en los momentos que haya que llamar la atención.
La técnica de la palabra clave debe cumplir unas condiciones para ser efectivas.
Estas son:
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• bullet
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Las presiones a las que se somete un deportista durante su carrera son muy elevadas.
En todos los periodos históricos la constante fue que el deportista tuvo que enfrentar
duros entrenamientos y, luego, rendir de manera óptima durante la competencia. El
hecho de que en los últimos años cobrase protagonismo la Psicología Deportiva, tal
vez esté relacionado con la dinámica del cambio social: la evolución de los modelos
de entrenamiento (cada vez de mayor intensidad), la amplitud de las jornadas de
entrenamiento (mayor cantidad de días y horas), la masividad de los medios de
comunicación, producto de la globalización (deportistas más expuestos en todo el
mundo), el auge del capitalismo (era de la competencia individual, “crecer todo lo que
puedas ya que de lo contrario no eres nadie”), el crecimiento demográfico en las
ciudades (mayores distancias, aglomeración, tráfico, etcétera), la contaminación
ambiental, la era de la comida chatarra, rápida y al paso (distorsión en los modelos
nutricionales). Todas estas variables pueden generar en los deportistas un aumento
de sus niveles de estrés y ansiedad. Esto, despertó el surgimiento de ramas de la
Psicología que comenzaron a estudiar estas variables con el objetivo de no disminuir
el rendimiento deportivo de los sujetos. En el nivel de máxima competición, las
habilidades técnicas, tácticas y físicas de los deportistas, podríamos decir, están muy
equilibradas. Lo que se busca es potenciar la mente (las variables psicológicas) como
elemento distintivo entre los atletas.
Las variables de activación, ansiedad y estrés son las más estudiadas en el campo de
la Psicología aplicada al deporte. Estas se relacionan con aspectos de la personalidad
humana e implican que las ciencias de la conducta se involucren en su estudio para
entender con profundidad cómo poder abordar posibles soluciones.
Neurofisiología de la activación
La activación está controlada por las estructuras superiores del sistema nervioso
central. Las estructuras vinculadas con las respuestas de activación en los seres
humanos son la corteza cerebral y el hipotálamo y el sistema activador reticular
ascendente en el tronco encefálico (entre el cerebro y la médula espinal). Se
realizará una breve descripción de cada estructura y cómo estas se relacionan
con la activación.
La corteza cerebral
En la corteza cerebral se encuentran unas 50-80 millones de neuronas, las
cuales se dividen en el lóbulo frontal, parietal, occipital y temporal. La actividad
eléctrica de la corteza puede ser medida por un electroencefalógrafo (EEG),
instrumento que permite percibir los cambios en el potencial eléctrico dentro
del cerebro. Por ejemplo, los estados de activación en las personas se relacionan
con ondas (electroencefalográficas) de actividad sincrónica, rápidas y de baja
amplitud. Por el contrario, los estados de baja activación se caracterizan por
ondas asincrónicas.
Hipotálamo
A pesar de representar el 1% de la masa cerebral, el hipotálamo cumple el rol de
controlar las emociones y la activación. La activación del hipotálamo lateral
estimula la activación y genera conductas de enfado. Por el contrario, la
estimulación de otras áreas del hipotálamo, genera respuestas de disminución
de la activación y tranquilidad.
Sistemas activador reticular ascendente (SARA)
Este sistema está relacionado con la aparición de activación en los momentos en
que los individuos perciben una sensación de amenaza. Esto desencadena una
secuencia de sucesos neurológicos que llevan a la respuesta de activación.
Indicadores de la activación:
• Actividad electrónica del cerebro: solo observable mediante
electroencefalograma.
• Indicadores bioquímicos: se puede medir cantidad de adrenalina y
noradrenalina en sangre.
• Frecuencia cardíaca: se puede medir de manera indirecta mediante la
palpación.
• Tensión muscular: se relacionan los niveles de tensión muscular con los
de activación.
• Frecuencia respiratoria: se puede medir con un espirómetro y es un
indicador confiable de los niveles de activación.
• Sudoración palmar: aumenta la actividad de las glándulas sudoríparas en
situaciones de amenaza.
Estos pueden ser algunos indicadores de los niveles activación de los individuos.
Algunos de ellos solo pueden observarse a través de aparatos de medición muy
específicos, pero otros (como la frecuencia cardíaca, la tensión muscular, la
frecuencia respiratoria y la sudoración) son observables directamente por el
propio deportista y los técnicos.
Hanin (2000):
Birrer y Morgan (2010) sugieren que los deportistas deben comprender cuáles
son sus niveles en cuanto a repertorio motriz para ejecutar sus acciones, en
conjunto con entender en qué situaciones manifestar los niveles de activación
óptimos y, además, cuál es el nivel adecuado para cada momento. Para esto, se
hace necesario que los deportistas sean capaces de evaluar sus niveles de
activación mediante la observación del propio cuerpo y que conozcan estrategias
para regularlos.
Niveles de activación óptimos
Se comprende que, para cada momento, existe un nivel de activación óptimo. Se
sabe también que cada deporte corresponde a determinados niveles de
activación. No es lo mismo el momento previo a la realización de una destreza
gimnástica que una carrera en 100 metros llanos. Cada deporte, cada momento
es diferente. Birrer y Morgan (2010) comentan que no se sabe aún desde el
campo teórico cuáles son los niveles de activación óptimos aplicados para cada
deporte y, aunque los hubiera, se deberían considerar las características
individuales de cada sujeto, ya que no hay una norma que sirva para toda la
población.
Una vez realizado el entrenamiento, el atleta deberá evaluar a qué nivel de activación
realizó dicho ejercicio (de 0 a 10) y si consiguió el tiempo esperado. También tendrá
que evaluar las sensaciones que experimentó ejecutándolo (si se ha sentido cómodo
o, por el contrario, si ha sufrido para llegar al tiempo marcado como objetivo, si ha
tenido que dar el 100% en lugar del 80% que se le pedía, etcétera). El entrenador, por
su parte, evaluará cómo vio al atleta en función de la ejecución del ejercicio y del
tiempo obtenido.
Deportistas de alto nivel, que conozcan bien sus niveles de activación y sensaciones,
podrán realizar la valoración de su nivel de activación sobre todo el entrenamiento
en general. No obstante, en deporte formativo es mejor evaluar los ejercicios de forma
individual hasta que el deportista se conozca a sí mismo.
Siguiendo este modelo, un tenista con un bajo nivel de activación durante una
competición podrá cometer más errores porque su campo de atención es
demasiado elevado y se distrae con el público, con el rival, o con otros estímulos
externos no relevantes, ya que es incapaz de focalizar en los estímulos que debe
atender durante el partido, entorpeciendo su atención selectiva (por ejemplo, en
los movimientos del rival). Por el contrario, si su activación es demasiado
elevada, podrá fallar golpes fáciles que en un estado óptimo de activación no
fallaría normalmente, ya que su técnica se verá afectada por el aumento de la
frecuencia cardíaca y la anticipación en el juego. Por ello, es importante que cada
deportista encuentre su nivel óptimo de activación, y se entrene en técnicas para
conseguir regularlo y, así, poder marcar la diferencia con los rivales.
Las variables que intervienen en los niveles de activación pueden ser reguladas
por los deportistas para, justamente, llevar su activación a niveles o zona
óptima. El punto es encontrar cuál es el nivel óptimo que cada uno necesita y
encontrar las estrategias para alcanzarlo.
Según Raglin y Hanin (2000) se debe controlar y conocer el nivel de ansiedad del
deportista previo a la competencia para, de esta forma, comenzar con los niveles
adecuados de activación. Esta teoría explica la relación entre ansiedad y
rendimiento deportivo.
Relajación
En cuanto a modelos y teoría de la relajación, se mencionará lo postulado por
Smith (1999), y que ha dado en llamar Teoría del ABC (Attentional Behavioral
Cognitive) de la relajación. Se define a la relajación como un acto de
concentración y focalización, simple, continuo y estable. Implica mantener la
concentración en un estímulo simple.
Una vez revisados los modelos y las teorías que sustentan y dan fundamento a
las variables de activación y relajación, se desarrollarán las diferentes técnicas
con las cuales trabajar dichas variables.
Técnicas de control de la activación
Biorretroalimentacion o Biofeedback:
A partir del control de las funciones del sistema nervioso simpático, se logran
manejar los niveles de ansiedad y tensión. Con la ayuda de un instrumento, el
sujeto logra manipular algunas variables fisiológicas. De esta manera, el
deportista aprende controlar su frecuencia cardíaca en el laboratorio para luego
trasladar dicho aprendizaje a la competencia. Este es uno de los inconvenientes
de esta técnica: para comenzar a entrenar las variables fisiológicas, se debe
disponer de instrumentación, lo cual implica un costo.
En los casos en que los clubes o instituciones pueden contar con este tipo de
aparatología, se puede recurrir a esta metodología para conocer los niveles de
activación y trabajar las técnicas para controlarlos. No son las mediciones más
ecológicas, ya que no están contextualizadas en el propio deporte, pero permiten
conocer datos objetivos. Igualmente, se puede trabajar con técnicas como las
que veremos a continuación y tienen un costo más reducido.
Técnicas de control de la relajación
Relajación muscular progresiva:
2ª fase: repaso
+
Entrenamiento autogénico
Se basa en sensaciones asociadas entre los miembros y los músculos del cuerpo.
Este entrenamiento se compone de tres partes. La primera consta de seis pasos
para indicarle a la mente la sensación de pesadez en los brazos y de calor en el
cuerpo:
• Pesadez en brazos y piernas.
• Calor en brazos y piernas.
• Calor en el pecho y sensación de disminución de frecuencia
cardíaca.
• Calor en la zona del plexo solar.
• Sensación de frío en la frente.
Para realizar este ejercicio el deportista debe estar sentado en una silla, con una
postura relajada, dejando caer los antebrazos encima de las piernas, ligeramente
separadas. Igual que en la relajación guiada, el ambiente debe ser lo más
tranquilo posible, es decir, sin ruidos exteriores, con luz tenue y una
temperatura agradable.
• 1
• 2
• 3
Repite mentalmente “el brazo derecho pesa, el brazo derecho
pesa cada vez más”.
• 4
• 5
• 6
Tipos de respiración:
Profunda
Haz clic para voltear
Colocar la mano izquierda en el abdomen y la derecha sobre la izquierda. Realizar
durante tres o cinco segundos imaginando que se llena una bolsa que se encuentra
alojada en el interior del abdomen. Se debe repetir mentalmente: “mi cuerpo se relaja”.
Haz clic para voltear
Rítmica controlada
Es una respiración diafragmática mientras se intenta concienciar el aire por las vías
respiratorias. Mediante la localización del pulso, se debe continuar el ritmo de este junto
a la respiración e intentar que cada ciclo respiratorio abarque 5-6 latidos como ejemplo.
Contada
Se intenta pensar en una palabra (monosílaba) destinada a la inspiración y otra a la
espiración.
Las técnicas de relajación, al igual que las habilidades deportivas, son recursos
que se aprenden con la práctica. El desarrollo de entrenamientos destinados a la
relajación, genera la posibilidad de transformar a esta última en un hábito. Una
vez el deportista domine esta técnica, podrá utilizarla durante una competición
para bajar su frecuencia cardíaca o respiratoria y, así, ajustar su nivel de
activación a la tarea a realizar.
Ambas prácticas ofrecen una nueva mirada respecto a lo que se entiende por
conducta y cómo controlar los estados emocionales. No se trata de tendencias
pasajeras, sino más bien de entidades teóricas con un cuerpo de desarrollo
científico que han llegado para instalarse, y fundamentan su aplicación
con potenciales mejoras del rendimiento deportivo.
Cada intervención por parte del psicólogo deportivo debe ser con un objetivo
claro y con el fin de mejorar una habilidad concreta en el deportista. Trabajar la
visualización o el mindfulness en el deporte, requiere del estudio previo de
ambas prácticas. En este caso se brindarán las herramientas teóricas-prácticas
de soporte, para comenzar a introducirse en lo que estas técnicas plantean y
cómo pueden aplicarse en el terreno deportivo con el objetivo de brindarle al
deportista la posibilidad de que su rendimiento deportivo mejore.
Son varias las estrategias que pueden utilizar los deportistas en cuanto al control
mental. En este caso se habla de la visualización o imaginería como recursos
para el entrenamiento psicológico mental.
La mente tiene la capacidad de crear eventos que aún no han sucedido. Si bien la
visualización es un recurso de la memoria, se puede utilizar la misma para armar
potenciales vivencias en base a fragmentos.
En cuanto a la mejora del rendimiento, se puede decir que los beneficios se ven
en:
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Como toda práctica que surge y comienza a ser aplicada en el mundo del
entrenamiento deportivo, es acompañada por un marco teórico que fundamenta
su aplicabilidad. A continuación, se detallan las teorías que dan validez a la
práctica de visualización.
Teoría psiconeuromuscular
Esta teoría sostiene que la visualización genera patrones neuromusculares de
gran similitud con los patrones de la práctica verdadera. El cerebro envía
mensajes a los músculos, relacionados con los movimientos imaginados, el
músculo no se mueve, pero desde el cerebro se generan las mismas conexiones
nerviosas. El sistema neuromuscular pone en práctica patrones de movimientos
sin el movimiento propiamente dicho.
Modelos conceptuales
Paivo (1985) declaró que la visualización tiene un objetivo cognitivo y otro
motivacional. En cuanto al primero, y como se mencionó anteriormente, es el
hecho de planificar la habilidad antes de llevarla a cabo. El objetivo motivacional
refiere a experimentar la sensación de logro una vez desarrollada la tarea, con lo
cual el deportista obtiene la energía previa para la tarea.
Al aplicar estas dos variables se concluye que la observación del video tiene mejores
resultados aplicables a la práctica deportiva. La observación de uno mismo por medio del
video se denomina automodelado.
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Para el desarrollo de esta habilidad, el deportista debe trabajar y entrenar tal
aspecto para perfeccionar al detalle lo que pretende visualizar. Los deportistas
que logran dominar esta habilidad utilizan todos sus sentidos y las imágenes que
visualizan son al detalle. Son capaces de crear imágenes con un alto grado de
realidad, lo cual lo hace más transferible a la práctica.
A partir de ahora se trabajará sobre otra de las técnicas que está ingresando en
el campo de la psicología deportiva.
Otra de las técnicas (Franco, 2009) utilizadas en los programas del mindfulness
se denomina meditación fluir (MF). Dicha técnica consiste en dejar de intentar
controlar los pensamientos y cambiarlos; sino todo lo contrario: dejarlos libres
y estar abiertos a cualquier pensamiento, sensación o emoción que surja de
manera espontánea.
punto durante los dos primeros cuartos y tampoco logró concretar asistencias. En el
frecuencia cardíaca está más elevada de lo normal, su sudoración palmar no frena aun
En este caso, ¿qué tipo de indicador fisiológico experimenta José, dadas las características
mencionadas?
• Activación
• Estrés
• Ansiedad
• Miedo
• Ira
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