Los Juicios Tribunal de Cristo y El Juicio Final

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LOS DOS JUICIOS:

-EL TRIBUNAL DE CRISTO


-EL JUICIO FINAL
IGLESIAS EVANGELICAS DEL MONTE
Estamos en: Málaga y Cártama (España)
www.iglesiasdelmonte.com

Juan Carlos Soto (Extracto de su libro: ACONTECIMIENTOS FUTUROS)

INDICE:
-EL JUICIO DEL TRIBUNAL DE CRISTO
¿QUIÉN COMPARECERÁ ANTE ESTE JUICIO?

-EL JUICIO DEL GRAN TRONO BLANCO


¿QUIÉN COMPARECERÁ ANTE ESTE JUICIO?
EL TRIBUNAL DE CRISTO
Los justos que han resucitado y los que fueron arrebatados tras la segunda venida del
Señor, con sus nuevos cuerpos, se verán inmediatamente ante “el Tribunal de Cristo”;
donde el cristiano comparecerá ante Jesús para recibir de su mano alabanza o pérdida.

Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero


comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de
Dios? Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el
pecador? (1Pe.4:17-18)

“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo,


para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea
bueno o sea malo” (2ª Corintios 5:10).

“Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu
hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y
toda lengua confesará a Dios.
De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. (Romanos 14:10-12).

“Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual
aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los
corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios” (1º Corintios 4:5).

El juicio del TRIBUNAL DE CRISTO determinará la calidad de nuestras obras (buenas


o malas) y, las intenciones del corazón con que se hicieron cada una de ellas.

“Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios,


edificio de Dios.
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el
fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es
Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas,
madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la
declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cual sea, el fuego la
probará. Si permaneciere al obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si
la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bienél mismo será salvo, aunque
así como por fuego”. (1ª Corintios 3:9-15)

La madera, heno y paja, son buenas obras que simulas las verdaderas. Son hechas para
aparentar, agradar, sobresalir o acallar la conciencia. Estas obras que no son las que
Dios preparó de antemano, para que anduviésemos en ellas (Efesios 2:10), serán
quemadas, pues no sólo no era su voluntad, sino que las intenciones del corazón serán
examinadas por Dios.
Bien es cierto, que en este juicio, nadie se condenará, pero se recibirán recompensas o
pérdidas según como se haya vivido. Y estas obras serán juzgadas por la cantidad y por
la calidad.
Cuando leemos los textos de Mateo 25: 14-30, y el de Lucas 19:11-27, vemos que cada
uno recibió recompensa para reinar y tener autoridad sobre ciudades en el Reino y otros
tuvieron pérdidas.

Parábola de los talentos.


Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus
siervos y les entregó sus bienes.
A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su
capacidad; y luego se fue lejos.
Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco
talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.
Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su
señor.
Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con
ellos.
Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo:
Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos
sobre ellos.
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te
pondré; entra en el gozo de tu señor.
Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me
entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.
Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te
pondré; entra en el gozo de tu señor.
Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que
eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por
lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.
Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no
sembré, y que recojo donde no esparcí.
Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera
recibido lo que es mío con los intereses.
Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.
Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene
le será quitado.
Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de
dientes. (Mat 25:14-30)

Parábola de las minas.


Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver.
Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto
que vengo.
Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo:
No queremos que éste reine sobre nosotros.
Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos
siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada
uno.
Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas.
El le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás
autoridad sobre diez ciudades.
Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas.
Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades.
Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un
pañuelo; porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que
no pusiste, y siegas lo que no sembraste.
Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era
hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré;¿por qué,
pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido con
los intereses?
Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez
minas.
Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas.
Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que
tiene se le quitará. (Lucas 19:12-26)

Como premio recibiremos honor delante de Dios y de los demás, al mismo tiempo que
coronas con las que reinaremos con Cristo durante el período del milenio.

Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.


He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás,
me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel
día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. (2ª Timoteo 4:6-8)

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se
lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona
corruptible, pero nosotros, una incorruptible. (1ª Corintios 9:24-25)

Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois
vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? Vosotros sois nuestra
gloria y gozo. (1ª Tes.2:19-20)
Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona
incorruptible de gloria. (1ª Pedro 5:4)

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la


prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
(Santiago1:12)

He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.
(Apocalipsis 3:11)

Esto no quiere decir que en el cielo tengamos que ir por todos lados con coronas en
nuestras cabezas, esto sólo es un símbolo de nuestra posición y honor. Los reyes de la
Tierra no las llevan puestas normalmente, pero son los únicos que pueden hacerlo.
Con esas coronas honramos también a Dios, pues podemos ofrecérselas a Él que es el
único soberano (Apocalipsis 4:10-11).

EL JUICIO DEL GRAN TRONO BLANCO


El juicio final. Tras los acontecimientos sucedidos durante el milenio, tendrá lugar lo
que llamamos el “Juicio Final” o “Juicio del Trono Blanco”. En este juicio final, se
juzgara a todos aquellos que vivieron durante el milenio, y a todos los seres humanos
que a través de los siglos vivieron vidas pecaminosas apartadas de Dios, y que se
encuentran actualmente en el Seol-Hades.

“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron
la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y
pequeños, de pie, ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el
cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban
escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y
la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados
cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego.
Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue
lanzado al lago de fuego”. (Apocalipsis 20: 11-15)

“Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra será despertados, unos para
vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”. (Daniel 12:2)

He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno


según sea su obra.(Apocalipsis 22: 12)

Y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el
Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar
retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro
Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la
presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser
glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto
nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros). (2ªTesaloniisences 1:7-10)

Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia,
allí iniquidad.
Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo
para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.(Eclesiastés 3:16-17)

Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu


adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero
sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.
Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la
adolescencia y la juventud son vanidad.(Eclesiastés 11:9-10)

Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos
de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal.
Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también
sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia; y que no
le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por
cuanto no teme delante de la presencia de Dios.(Eclesiastés 8:11-13)

Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el
juez está delante de la puerta. (Santiago 5:9)

-Los ángeles también serán juzgados en este juicio.

Será quebrantada del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran
manera será la tierra conmovida. Temblará la tierra como un ebrio, y será removida
como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se
levantará.
Acontecerá en aquel día, que Jehová castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a
los reyes de la tierra sobre la tierra.
Y serán amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en
prisión quedarán encerrados, y serán castigados después de muchos días.
La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine
en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.
(Isaías 24:19-23)

Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo y sus ángeles.(Mateo 25:41)
-El juez será Jesús, él separará a los buenos de los malos.

De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin
de este siglo.
Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que
sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,y los echarán en el horno de fuego;allí
será el lloro y el crujir de dientes.Entonces los justos resplandecerán como el sol en el
reino de su Padre.(Mateo 13: 40-43)

Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a
todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un
día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando
fe a todos con haberle levantado de los muertos.(Hechos 17:30-31)

Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos
honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre
que le envió. (Juan 5:22-23)

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él,
entonces se sentará en su trono de gloria,y serán reunidas delante de él todas las
naciones; y apartarálos unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los
cabritos.
Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el
reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui
forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis;
en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y
te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te
recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y
vinimos a ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de
estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo y sus ángeles.
Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui
forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la
cárcel, y no me visitasteis.
Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a
uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. (Mateos 25:31-46)
-En aquel día todo saldrá a la luz, todo se sabrá, nada quedará oculto, ni
aún los pensamientos más escondidos, incluso las intenciones del corazón
que motivaron a realizar las obras para Dios.

Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las
cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
(Hebreos 4:13)

Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado;
ni oculto, que no haya de saberse. (Mateo 10:26)

Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea
buena o sea mala. (Eclesiastés 12:14)

¿QUIÉN COMPARECERÁ ANTE ESTE JUICIO?

Comparecerán todos aquellos muertos que no estuvieron en la primera resurrección,


estos serán juzgados y condenados; y serán echados en el lago de fuego. También
estarán ante este juicio aquellos que quedaron vivos en el milenio. Los que se rebelaron
al escuchar a Satanás, suelto tras los 1000 años, serán arrojados juntamente con él, al
lago de fuego; pues se abrirán los libros y el que no se encuentre en el libro de la vida
será condenado por la eternidad.

Algunos de los que serán condenados fueron religiosos, creían en Jesucristo, pero sus
vidas no fueron santas ni agradables a Dios, pudieron en un tiempo realizar obras y
milagros para Dios, pero sus motivaciones e intenciones no eran sanas y no
perseveraron hasta el final.

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu
nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
(Mateo 7:21-23)

El que no se encuentre inscrito en el libro de la vida será condenado eternamente.

Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en


el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del
mundo.(Apocalipsis 13:8)

No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino
solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.(Apoc. 21:27)

El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro
de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus
ángeles.(Apocalipsis 3:5).
Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi
libro.(Éxodo 32:33)

“Cuidemos nuestra salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12), no sea que en
algún momento de nuestra vida, por apartarnos de los caminos de Dios y por vivir
desagradando al Señor, sean borrados nuestros nombres de este precioso libro.

Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del
libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
(Apocalipsis 22:19)

Pero los que creyeron en Jesús y vivieron siendo fieles, “no vendrá condenación sobre
ellos” (Juan 5:24), pues “la sangre de Cristo nos limpia de pecado”(1ª Juan 1:7-9). Así
que si pecamos busquemos el perdón de Dios en oración y ruego, con lágrimas, y
caminemos rectamente.

Antes de ser lanzados al lago de fuego, toda rodilla se doblará y toda lengua confesará,
que Jesús en el Señor (Filipenses 2:9-11). Aunque durante toda su vida rechazaron la
salvación tan preciosa que Jesús les ofreció, en aquel momento lo reconocerán como
Señor, pero ya será demasiado tarde.

Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en
los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es
el Señor, para gloria de Dios Padre.(Filipenses 2:9-11)

Por tanto, el lugar de los pecadores será el lago de fuego, que es la muerte segunda.

“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y


hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos, tendrán su parte en el lago que arde
con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21:8).

Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida,y
para entrar por las puertas en la ciudad.
Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los
idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira. (Apocalipsis 22:14-15).

Pastor: Juan Carlos Soto

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