Los 10 Santos Salesianes
Los 10 Santos Salesianes
Los 10 Santos Salesianes
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A la edad de 9años Juan tuvo un sueño profético que marcó toda su vida: él sería pastor y guía de los niños y
jóvenes más necesitados. Tenía pues que estudiar y prepararse bien y, como en casa había muchas dificultades,
tuvo que buscar trabajo en un pueblo cercano. Allí, pudo alternar su trabajo en el campo y el establo con el
estudio y la oración. Más adelante, en 1829don Calosso, (capellán de Murialdo) se ofrece como su primer
profesor de latín y su primer guía espiritual, pero murió repentinamente en noviembre de 1830. Juan,
consciente de la misión que tendrá entre los jóvenes, no ahorra ningún esfuerzo para poder continuar con sus
estudios. Camina 20kilómetros diarios, vive como pensionista en la casa de un sastre y músico del pueblo,
aprende múltiples oficios para ganarse el pan… duerme debajo de una escalera y trabaja como aprendiz de
taller, camarero, empleado en un establo, etc. Esta fuerte inquietud vocacional le empuja a fundar con sus
amigos la Sociedad de la Alegría,… a entrar en el Seminario… y, en 1841, a ordenarse sacerdote. ¡Su sueño se va
haciendo realidad! ¡Ahora puede dedicarse de lleno a los jóvenes más necesitados!
La Sociedad Salesiana se inicia en el año 1854, para asegurar en un futuro la estabilidad de sus obras y de su
espíritu. Pero ¿Y quién se va a dedicar a las niñas y las jóvenes más pobres?… No sabemos hasta qué punto
inquietaba a D. Bosco la situación de abandono en que vivían las niñas y las jóvenes en aquella sociedad. Lo que
sí es cierto que el tema le preocupaba y ocupaba… Él quería fundar una congregación femenina que se ocupara
de las chicas y consideró providencial el encuentro en 1862con D. Pestarino (párroco de Mornés); éste le contó
la existencia de un grupo de jóvenes que llevaban adelante un taller y un oratorio con las niñas y jóvenes de su
pueblo. Sabemos que D. Pestarino le habló especialmente de la joven, María Mazzarello.
Cuando D. Bosco va a Mornés, en 1864, descubre por él mismo que esta joven, María Mazzarello, está haciendo
con las niñas y jóvenes de Mornés lo mismo que él está haciendo con los niños y jóvenes en Turín. María, por
su parte, manifiesta que “las palabras de D. Bosco eran como el eco de una voz que sentía en el corazón, sin
saberla expresar; como la traducción de sus mismos sentimientos; como algo esperado siempre y que finalmente
llegaba” y expresa “Don Bosco es un santo, y yo lo siento”.
Así, en 1872, Don Bosco, con María Mazzarello, funda el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora.
La primera expedición misionera parte para Argentina en el año 1875y está formada por salesianos e Hijas de
María Auxiliadora. En este mismo año nacen los Cooperadores, considerados por don Bosco como «Salesianos
Externos».
Don Bosco muere el día 31de enero de 1888, es beatificado por el Papa Pío XI el 2de junio de 1929y declarado
santo el 1abril de 1934..
MARÍA MAZZARELLO
María Mazaarello
María D. Mazzarello nació el 9de mayo de 1837en Mornese (norte de Italia). Era una chica alegre, sencilla,
amable y fuerte a la vez, entusiasta y muy trabajadora. Además de ayudar a su madre en las tareas de casa y a
cuidar de sus hermanos (era la mayor de 9), trabajaba con su padre en la viña y tenía tiempo para ayudar a
otras familias del pueblo, ser catequista de su parroquia y hacer grupos festivos con las niñas y jóvenes de su
pueblo. Se abrió a la fe acompañada por sus padres y por su sabio director espiritual don Domingo Pestarino.
María Mazzarello desplegó su misión entre las chicas más necesitadas de la zona de Monferrato. Junto con
otras amigas, les enseñan a leer, a escribir, a coser, al tiempo que les proporcionan agradables y alegres recreos,
y les explican la buena noticia del Evangelio.
Contemporánea a Don Bosco, su ideal era dar posibilidades a las chicas para que pudiesen ser protagonistas de su
crecimiento, en tiempos en que la sociedad no facilitaba a las jóvenes el acceso a la educación. Gracias a la intensa
participación en los sacramentos y bajo la sabia e iluminadora guía de Don Pestarino hizo grandes progresos en
la vida espiritual. Con ocasión de la visita de Don Bosco a Mornese, el 7de octubre de 1864, dijo: "Don Bosco es un
santo y yo lo siento".
El 5de agosto de 1872, Don Bosco la escogió para iniciar el Instituto de las Hijas de Mª Auxiliadora. Como Superiora
se mostró hábil formadora y maestra de vida espiritual. Tenía el carisma de la alegría serena, irradiando gozo e
implicando a otras jóvenes en el empeño de dedicarse a la educación de la mujer.
El Instituto nacía para dar respuesta a las necesidades de las chicas en plena Revolución Industrial. Don Bosco
quiso que fuese “monumento vivo de gratitud a María Auxiliadora” de quien al final de su vida pudo decir: “Ella
lo ha hecho todo”. El Instituto se desarrolló rápidamente. A su muerte dejó a sus Hijas una tradición educativa
empapada de valores evangélicos: la búsqueda de Dios conocido a través de una catequesis iluminada y un amor
ardiente, la responsabilidad en el trabajo, la lealtad y la humildad, la austeridad de vida y la gozosa entrega de
sí.Murió en Nizza Monferrato el 14de mayo de 1881. Fue beatificada el 20de noviembre de 1938y canonizada el
24de junio de 1951. Sus restos se veneran en la Basílica de Mª Auxiliadora en Turín. Su fiesta se celebra el 13de
mayo.
Domingo Savio
Domingo, que significa: "el que está consagrado al Señor", nació en Riva del Piamonte, Italia, en 1842. Era hijo
de un campesino y desde niño manifestó deseos de ser sacerdote. Cuando San Juan Bosco empezó a preparar a
algunos jóvenes para el sacerdocio, con objeto de que le ayudaran en su trabajo en favor de los niños
abandonados de Turín, el párroco de Domingo le recomendó al chico. San Juan Bosco, en el primer encuentro
que tuvieron los dos, se sintió muy impresionado por la evidente santidad de Domingo, quien ingresó en octubre
de 1854en el Oratorio de San Francisco de Sales de Turín, a los doce años de edad.
Uno de los recuerdos imborrables que dejó Domingo en el Oratorio fue el grupo que organizó en él. Se llamaba
la Compañía de María Inmaculada. Sin contar los ejercicios de piedad, el grupo ayudó a Don Bosco en trabajos
tan necesarios como la limpieza de los pisos y el cuidado de los niños difíciles. En 1859, cuando Don Bosco decidió
fundar la Congregación de los Salesianos, organizó una reunión; entre los veintidós presentes se hallaban todos
los iniciadores de la Compañía de la Inmaculada Concepción, excepto Domingo Savio, quien había volado al cielo
dos años antes.
Poco después de su llegada al Oratorio, Domingo tuvo oportunidad de impedir que dos chicos se peleasen a
pedradas. Presentándoles su pequeño crucifijo, les dijo: "Antes de empezar, mirad a Cristo y decid: ‘Jesucristo,
que era inocente, murió perdonando a sus verdugos; yo soy un pecador y voy a ofender a Cristo tratando de
vengarme deliberadamente’. Después podéis empezar arrojando vuestra primera piedra contra mí". Los dos
bribonzuelos quedaron avergonzados.
José Cajaso
José Cafasso nació en Castelnuovo d’ Asti en 1811. Hijo de pequeños terratenientes, fue el
tercero de cuatro hijos, de los cuales la última, Mariana, sería la madre de Beato Padre José
Allamano. Desde que era muchacho, la familia y todo el pueblo lo estimaban como un santito
Cursó sus estudios teológicos en el seminario de Chieri y en 1833fue ordenado sacerdote. Cuatro
meses más tarde se estableció en el "Convitto Ecclesiastico", para perfeccionar su formación
sacerdotal y pastoral. Permanecerá allí por toda su vida,llegando a ser el Rector.
En el Convitto se respirada la espiritualidad de San Ignacio de Loyola y las orientaciones
pastorales y teológicas de San Alfonso Maria de Ligorio. Se cuidaba la enseñanza con gran
atención y se trataba de formar buenos confesores y predicadores capaces. José estudió y
profundizó a San Francisco de Sales que luego trasmitirá especialmente a un estudiante: Juan
Bosco. Cafasso, su director espiritual entre 1841y 1860, contribuyó a formar y orinetar la
personalidad y la espiritualidad de Don Bosco. Fue típica de su enseñanza la valoración del
deber diario como un camino hacia la santidad. Como también atestiguó el fundador de los
Salesianos: "la extraordinaria virtud de Cafasso fue la de practicar constantemente y con
fidelidad maravillosa las virtudes ordinarias”.
Siempre atento a las necesidades de los últimos, visitaba y apoyaba a los más pobres, aún
economicamente, llevándoles el consuelo proveniente de su ministerio sacerdotal. Su apostolado
también consistía en el acompañamiento espiritual a los encarcelados y aquellos condenados a
muerte, a tal punto que era definido como el sacerdote de los presos. Prudente y reservado,
maestro de espíritu, fue director espiritual de sacerdotes, laicos, políticos, fundadores.
Luis Versiglia
Este mártir salesiano nació en Oliva Gessi, Pavía, Italia, el 5 de junio de 1873. Cuando a sus 12
años llegó al Oratorio turinés de Valdocco, regido por Don Bosco, para estudiar allí y cumplir su
sueño de convertirse en veterinario, era un muchacho educado, sociable, ingenioso y muy sensible.
En los dos años y medio que pasó al lado del fundador de los salesianos, que fue su director
espiritual, cambió de parecer. Simplemente con ver su forma de vida, se trocaron sus previsiones
de futuro que no estaban encaminadas a la vida religiosa. Además, le cupo el honor de pronunciar
el discurso de felicitación el día de su onomástica, la última que Don Bosco celebró en la tierra.
Éste murió el 31 de enero de 1888. Un año antes se dirigió a Luís con estas palabras: «Ven a
verme, tengo algo que decirte». Pero ya no hubo ocasión de consumar este encuentro.
El 11de marzo de ese mismo año Luís sintió latir en su corazón el ardor misionero cuando en la
basílica de María Auxiliadora vio cómo se imponía el crucifijo a siete salesianos que se disponían
a partir a sus destinos. Y siguió los pasos de su fundador. Definitivamente abandonaba la idea de
ser veterinario. Hizo el noviciado en Foglizzo, y profesó a los 16años. Luego estudió con ahínco
en la universidad Gregoriana de Roma y no dejó de dar testimonio de su fe a los jóvenes que
hallaba al paso en el Oratorio del Sagrado Corazón; tenía como modelo a Don Bosco. En 1893
obtuvo brillantemente el grado de doctor en filosofía en una edad espléndida, apenas rebasando
la veintena. Mientras impartía clases a los novicios en Foglizzo Canavese (Turín), se empleaba a
conciencia en el estudio de las disciplinas que le encaminarían al sacerdocio, sacramento que
recibió en 1895.
Su anhelo era partir a misiones. Y desde luego iría, como él deseaba, pero no en esos momentos.
El padre Miguel Rúa, sucesor de Don Bosco, había visto sus cualidades y ya tenía para él otra
responsabilidad. Pasó por alto su juventud, y lo nombró director y maestro de novicios en
Genzano, un centro que él acababa de crear. Acertó de pleno, porque realmente Luís era un gran
formador, como demostró en los nueve años que estuvo al frente de la casa. Como su afán
misionero se mantuvo intacto, aprovechó ese tiempo para aprender idiomas, herramienta
conveniente para quien se muestra dispuesto a viajar a tierras lejanas para evangelizar, que era
su caso. El momento añorado llegó en enero de 1906. Su nuevo destino: China. Tenía entonces la
mítica edad de 33años, y su corazón rebosaba de júbilo. Iba al frente de esa primera expedición
de salesianos que salía rumbo a este país asiático.
Al llegar a Macao pronto se convirtió en el «padre de los huérfanos»: los 55niños del orfanato
que el obispo puso en manos de estos misioneros, centro dirigido espiritualmente por Luís, y en el
que dejó su impronta apostólica. Las tensiones político-sociales se desencadenaron cuatro años
más tarde, y con ellas el anticlericalismo de origen portugués que tocaba de lleno a los
territorios que dependían del Estado luso. Eso conllevó la expulsión de los salesianos que
tuvieron que partir a Hong Kong. Allí, y a instancias del prelado, se hicieron cargo de otro
orfanato en medio de la desbordante alegría de los ciudadanos de Heung Chow.
Lamentablemente, un monzón arrasó su casa y desplazó a los religiosos a Shek Ki. Desde 1912a
1920Luís dirigió sabiamente la misión. Se abrieron nuevas residencias y pudieron atender las
fundaciones de Macao y de Río de Perlas. Creativo y lleno de proyectos para mejorar la vida de la
gente, creó una escuela de comercio y diversos talleres, que revertieron en una mayor
expansión.
En 1920fue designado obispo de Schiu Chow. El instante no podía ser más comprometedor ya que,
lejos de disiparse los atentados contra la fe católica, arreciaban. Nada de ello detuvo al santo.
Siguió impulsando escuelas, seminarios, casas de formación, orfanatos, residencias de ancianos,
catequizando a tiempo y a destiempo. Cercano, fraterno, con un marcado espíritu paternal
tutelaba la vida de sus hermanos y no demandaba de ellos esfuerzos que él no hubiera realizado
antes. La mortificación entraba dentro de un itinerario espiritual bendecido con numerosos frutos
apostólicos. María Auxiliadora alumbraba su quehacer. «Sin Ella –había dicho–, los salesianos
no somos nada».
En los diez años siguientes que mediaron hasta su martirio, se habían producido gravísimos
altercados contra los misioneros. Manifiestos, amenazas, insultos…, hasta llegar a arrasar iglesias
y misiones. El 24de febrero de 1930Luís partía hacia Linchow con otro salesiano, el padre Calixto
Caravario, y tres alumnas salesianas. Fueron apresados y atados, conduciéndoles a un bosque de
bambú mientras les hacían objeto de linchamiento físico y verbal. Querían destruir la iglesia y
forzar a las jóvenes. Los dos sacerdotes, decididos a dar su vida, intentaron protegerlas. Pero los
violentos terminaron con ellos, fusilándolos allí mismo. Previamente pudieron orar hincados de
rodillas y confesarse entre sí. Y antes con su valentía habían dejado estupefactos a los captores.
Acostumbrados a ver retratado el terror a la muerte en las pupilas de los condenados, detectaron
en los misioneros el gozo de la ofrenda suprema a Dios: la de su propia vida. En 1976 Pablo VI
declaró mártires de la Iglesia a estos misioneros. Fueron beatificados por Juan Pablo II el 15de
mayo de 1983. Él mismo los canonizó el 1de octubre de 2000.
Calixto Caravario
Calixto nació en Cuorgné, cerca de Turín, el 8de junio de 1903. Fue alumno del oratorio de
Valdocco.
Al encontrarse en Turín, en 1921, con Monseñor Luis Versiglia, misionero, prometió alcanzarlo
en China, y cumplió con su palabra dos años después
Todavía se encontraba en período de formación inicial, cuando marchó a China como misionero
salesiano.
Ordenado de sacerdote en 1929por monseñor Luis Versiglia, se destinó al vicariato de Shiu Chou.
Siempre muy fiel a su consagración religiosa y animado por una caridad cada vez más ardiente,
acompañaba a Monseñor Versiglia en una visita pastoral en el distrito de Lin Chow, junto con
dos maestros, dos catequistas y una alumna cuando el 25de febrero de 1930, en un lugar aislado
del río, fueron asaltados por piratas comunistas. Por defender la incolumidad y la virginidad de
las tres mujeres, ambos misioneros fueron asesinados en Li Tau Tseu, a orillas del río Lin Chou.
La autenticidad de su martirio fue reconocida por la Congregación de Causas de los Santos el 13
de Noviembre de 1976.
El Papa Juan Pablo II los beatificó como mártires salesianos, el 15de mayo de 1983, reconociendo
en ellos el ideal del pastor que da la vida por sus ovejas, defensora de los pobres, triunfadora sobre
el mal del pecado y de la muerte.
El mismo Juan Pablo II, en el año 2000proclamó oficialmente su santidad junto a otros 119de
mártires chinos.
Luis Guanella
Nacido en Turín el 9de junio de 1837, el menor de nueve hijos, Miguel ingresó al Oratorio en 1852. Un día Don
Bosco le dijo “Iremos por mitades en todo”. Estaba en el primer grupo al que Don Bosco le sugirió la formación
de una Sociedad Salesiana.
Durante 36años fue su colaborador más cercano en todas las etapas del desarrollo de la Congregación. Hizo su
profesión en 1855; a los 22años (1859) fue el primer director espiritual de la Congregación y en 1860fue ordenado.
A los 26años (1863-1865) se convirtió en el primer director del Colegio Mirabello y más tarde fue el vicario de
Valdocco, con sus 700 alumnos, y de la Congregación. Fue administrador de “Letture Cattoliche” (Lecturas
Católicas), responsable de la formación y del personal (1869). En 1875se convirtió en el Director General de las
Hermanas Salesianas y acompañó a Don Bosco en sus viajes.
El primer sucesor de Don Bosco
n 1884, por explícita solicitud del Fundador, el Papa León XIII lo designó sucesor de Don Bosco y en 1888 lo
confirmó como Director General. El Padre Rúa era visto como la “regla viva” debido a su austera fidelidad; sin
embargo, también demostró un espíritu paterno que era capaz de gran consideración, tanto que era conocido
como el “rey de la bondad”.
Crecimiento extraordinario
Con el crecimiento de la cantidad de cofrades y del desarrollo de las obras, envió salesianos a todas partes del
mundo, prestando especial atención a las expediciones misioneras.
En sus largos viajes por Europa y Medio Oriente, él consoló y animó, siempre mirando hacia el Fundador: “Don
Bosco dijo… Don Bosco hizo… Don Bosco quería…”. Cuando murió, el 6de abril de 1910a la edad de 73años, la
Congregación había crecido de 773Salesianos a 4.000, de 57casas a 345, de 6provincias a 34en 33países.
Fiel continuidad del espíritu de Don Bosco
Cuando lo beatificó, el Papa Pablo VI dijo: “La Familia Salesiana le debe su origen a Don Bosco, al Padre Rua su
continuidad… él convirtió el ejemplo del Santo en un colegio, su Regla en un espíritu, su santidad en un modelo.
Transformó el arroyo en un río”. Sus restos son venerados en la cripta de la Basílica de María Auxiliadora. Su
memorial se celebra el 29de octubre.