Consigna 17. El Secreto Mejor Guardado

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Taller de escritura virtual

17. Los sueños: el secreto mejor guardado

Grete Stern (Sueño 28. Amor sin ilusión)

«Quién serás esta noche en el oscuro


sueño, del otro lado de su muro”.
El sueño, Jorge L. Borges.

Lic. Paula Levallois [email protected] Página 1 de 4


Señores y señoras:

Cuando empecé a pensar en alguna de las consignas del taller este año, estaba presente
también el tema de los sueños, como tema y como procedimiento.

Los sueños y la literatura van juntos desde tiempos inmemoriales. En la Biblia el  sueño es
concebido como un don divino: muchos oyen en sus sueños la voz de Dios. Pero quizás el más
importante de todos es el que aparece en el Génesis: Dios infunde el sueño a  Adán y cuando
se despierta, Dios ha creado a Eva, iniciándose así la humanidad. Según este concepto, el ser
humano procede de un sueño de Dios, y nos hace plantearnos la  pregunta que Borges
también nos plantea: ¿dejamos de existir cuando Dios deja de  soñarnos?

Ni Siquiera Soy Polvo

No quiero ser quien soy. La avara suerte


me ha deparado el siglo diecisiete,
el polvo y la rutina de Castilla,
las cosas repetidas, la mañana
que, prometiendo el hoy, nos da la víspera,
la plática del cura y del barbero,
la soledad que va dejando el tiempo
y una vaga sobrina analfabeta.
Soy hombre entrado en años. Una página
casual me reveló no usadas voces
que me buscaban, Amadís y Urganda.
Vendí mis tierras y compré los libros
que historian cabalmente las empresas:
el Grial, que recogió la sangre humana
que el Hijo derramó para salvarnos,
el ídolo de oro de Mahoma,
los hierros, las almenas, las banderas
y las operaciones de la magia.
Cristianos caballeros recorrían
los reinos de la tierra, vindicando
el honor ultrajado o imponiendo
justicia con los filos de la espada.
 
Quiera Dios que un enviado restituya
a nuestro tiempo ese ejercicio noble.
Mis sueños lo divisan. Lo he sentido
a veces en mi triste carne célibe.
No sé aún su nombre. Yo, Quijano,
seré ese paladín. Seré mi sueño.
En esta vieja casa hay una adarga
antigua y una hoja de Toledo
Lic. Paula Levallois [email protected] Página 2 de 4
y una lanza y los libros verdaderos
que a mi brazo prometen la victoria.
¿A mi brazo? Mi cara (que no he visto)
no proyecta una cara en el espejo.
 
Ni siquiera soy polvo. Soy un sueño
que entreteje en el sueño y la vigilia
mi hermano y padre, el capitán Cervantes,
que militó en los mares de Lepanto
y supo unos latines y algo de árabe...
Para que yo pueda soñar al otro
cuya verde memoria será parte
de los días del hombre, te suplico:
mi Dios, mi soñador, sigue soñándome.

En la tradición griega, el tema del sueño está siempre presente y va a ser de tal  importancia
que va a haber un dios, Hipnos, encargado de inspirar a los seres humanos en  sueños (a través
de su hijo, Morfeo, que es quien los dirige) y a veces les susurra poemas.

A propósito de los sueños en el ámbito de la creación literaria, les adjunto un fragmento  de una
entrevista publicada en la revista Ñ el 5 de diciembre de 2014 a diez años de la  muerte de
Mario Levrero que me parece puede ser evocadora en relación a la consigna  que les daré:

“¿Qué es lo que se logra a partir de un sueño que no se logra con otro tipo de consigna?
–Los sueños tienen imaginación, están compuestos fundamentalmente de imágenes y son
uno de los pocos vínculos que tiene alguna gente para conectarse con el inconsciente, que
es el depósito de la experiencia personal más profunda y la materia prima esencial del
arte, sea para la literatura o para cualquier otra disciplina artística.”

Los invito entonces a escribir un texto de cualquier género que provenga del mundo de los
sueños, dictado tal vez por Hipnos, que hayan soñado realmente o no, y que posea esa otra
lógica que tienen los sueños: nada es lo que parece, la realidad puede ser difusa, delirante, son
frágiles, livianos, las verdades no son tan rígidas como en la vida real… nada empieza y nada
termina, se yuxtaponen las imágenes entre sí, todo es posible, la luz tiene otras cualidades… En
definitiva, un texto onírico.

&

La otra cara de los sueños, la pesadilla. Lo oscuro que aparece en medio de la noche y nos
desvela. La idea es que puedan meterse en ese mundo para convertirlo en arte.

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Como lecturas:
- Un ensayo de Borges que es genial: http://biblio3.url.edu.gt/Borges/LaPesadilla.pdf
- Un cuento de García Márquez: https://www.literatura.us/garciamarquez/alquilo.html
- Un libro entero de Tabucchi que les subo al Drive porque la idea es insuperable. “Sueño de
sueños”

Lic. Paula Levallois [email protected] Página 4 de 4

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