Arreglada - Introducción A La Biblia - New1

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Instituto Bíblico Teológico de Holguín

Especialidad: Biblia y Teología


Asignatura: Introducción a la Biblia
Profesor: Lic. Norge García Guerra

2015

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Descripción de la Asignatura:

En este programa hay un acercamiento un poco a la historia y formación de la Sagrada Palabra de Dios, su
importancia para todos y el Dios redentor detrás de su inspiración. También se profundizará en algunos
conceptos como: inspiración, inerrancia, canonicidad y cómo, aunque muchas personas la han cuestionado
y señalado, sigue siendo leída y amada por millones de cristianos en todo el mundo.

Objetivos de la Asignatura:

1. Conocer la Importancia trascendental de la Biblia


2. Reconocer que en Dios está el origen de las Escrituras
3. Conducir hacia una clara comprensión de términos claves como son: la inspiración, la inerrancia, la
autoridad, la canonicidad y la confiabilidad de las Escrituras.
4. Comprender el objetivo fundamental que Dios persigue con Su palabra: Que el hombre conozca a
Dios y sea salvo.
5. Comprender varios puntos de vista respecto a las Escrituras para saber cuándo son falsos y cómo
rebatirlos.
6. Corroborar los eficaces resultados de la Biblia en la salvación de las vidas humanas.
7. Poder ver la Biblia como un todo dentro del Plan de Salvación y Regeneración del ser humano.

Plan Temático de la Asignatura

Capítulo 1. La naturaleza de las Escrituras

 Como Revelación de Dios


_Interpretación de la Palabra de Dios Revelada
 Como Palabra de Dios.
 La Importancia de las Escrituras.

Capítulo 2. El origen de las Escrituras.

 Inspiración (Algunos puntos de vista falsos acerca de la inspiración)


 Inerrancia

Capítulo 3. La Confiabilidad de los textos bíblicos

Como llegó la Biblia hasta hoy.

Capítulo 4. Varios puntos de vista acerca de las Escrituras

 Liberalismo
 Neortodoxismo
 Catolicismo Romano
 Conservador, Evangélico y Ortodoxo

. La Interpretación Bíblica. Algunos pasajes de difícil interpretación.

Capítulo 5. El Canon Bíblico

 Canon del Antiguo Testamento


 Canon del Nuevo Testamento

Capítulo 6. El Criticismo Bíblico

 El Alto Criticismo en general


 El Alto Criticismo del Antiguo Testamento
 El Alto Criticismo del Nuevo Testamento
_Crítica del origen

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_Crítica de la Forma
_Crítica de Redacción
 El Bajo Criticismo o Criticismo Textual

Capítulo 7. La Reina-Valera: Permanencia y Temporalidad.

Capítulo 8. La Claridad, Necesidad y Suficiencia de la Biblia.

Conclusiones

Bibliografía

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Introducción.

Desde tiempos ancestrales el interés de la humanidad en la lectura de la Biblia ha tomado diferentes


matices, este, sin lugar a dudas, se ha manifestado en diferentes vertientes: los que la leen y estudian para
conocer más de Dios y de su voluntad, así como de las normas y aptitudes que Él desea que se manifiesten
en sus criaturas redimidas para poder agradarle o, muy por el contrario, para rebatir sus conceptos,
demostrar que lo que en ella hay escrito pertenece a la mitología del hombre inculto y pragmático de la
antigüedad que trataba de encontrar la respuesta a los fenómenos naturales en alguna divinidad, negando
así toda posibilidad de su existencia y más aún, de que sea el la causa probable de todo cuanto existe.

La Biblia es el libro

La Biblia es más que un simple libro. Es el libro. Werner Keller, historiador alemán (y no es un historiador
religioso) dice que en la historia humana no se halla libro alguno que haya tenido comparable «influencia
revolucionaria» o que «haya influido tan decisivamente en el desarrollo del mundo occidental». Ningún libro,
declara Keller, ha tenido un efecto tan mundial como el «Libro de los Libros: la Biblia». No cabe duda de que
la Biblia se destaca como el más grande de los libros en la historia de la literatura y de la humanidad.

Sí, la Biblia es más que un simple libro. La Biblia es mensaje de Dios. Es Dios tratando de comunicarse con
el hombre. En otras palabras, es la «Palabra» de Dios para la humanidad.

Además, la Biblia es el libro por excelencia, porque no hay otra obra en el mundo que haya sido tan leída
durante tanto tiempo y tan continuamente. En la antigüedad y en la Edad Media fue incesantemente
copiada. Cuando apareció la imprenta en el siglo XV, fue el primer libro que se imprimió. Desde entonces
hasta hoy ha sido la envidia de los editores por su estupendo poder para la venta; en efecto, deja atrás las
ventas de casi todas las demás publicaciones por un margen asombroso. Más de 25.000.000 de Biblias o
porciones de la misma se venden anualmente en todas partes de nuestro mundo.

La Biblia y la transformación de vidas

Además de estos hechos, las vidas transformadas de quienes llegan a estar bajo su influencia constituyen
elocuente testimonio de su poder y utilidad. El doctor Eduardo Blair, del Instituto Bíblico de Garrett, cuenta
de un soldado de la Segunda Guerra Mundial que, al recibir un Nuevo Testamento cuando se embarcaba
para ultramar, burlonamente dijo: «Gracias, puede que me haga falta papel para cigarrillos por allá». Pero
unas semanas después, impresionado por su nuevo descubrimiento, envió dinero para ayudar en la
distribución de este admirable libro.

Capítulo1.La Naturaleza de las Escrituras

Para conocer la naturaleza de la biblia debemos anteriormente conocer cuál es su esencia. No es menos
cierto que existen en el mundo muy buenos libros, verdaderas obras maestras del pensamiento humano. En
ella los hombres vuelcan lo mejor de sus conocimientos, sentimientos y descubrimientos. La Biblia tiene un
paralelo con lo antes expuesto debido a que no solo es un buen libro, sino que es el mejor libro, y es capaz
de serlo por la incomparable perfección y sabiduría de Su autor. Si bien hemos dicho que los hombres han
escrito buenos libros, cuanto más la Biblia por cuanto es la obra del Espíritu Santo de Dios.

a. Como Revelación

En la Biblia Dios ha descubierto o revelado un conocimiento verdadero de sí mismo, de sus obras y de su


voluntad. Además Dios también ha revelado en la Biblia quien es el hombre, su naturaleza caída y el Plan
de Salvación para este y cómo podemos acercarnos y relacionarnos con el Dios de la Creación.

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La revelación es la acción y el efecto de correr el velo que encubría lo desconocido. Bíblicamente es la
manifestación de Dios a la humanidad, este es el fundamento de la doctrina y práctica bíblica-cristiana. Dios
se revela, se da a conocer de manera perfecta para que el hombre lo pueda conocer.

El proceso de formación de la Biblia primeramente comenzó en la mente y el corazón de Dios. Fue la


transmisión de los pensamientos, planes y voluntad de Dios al ser humano.

La Revelación Divina tiene dos partes:

Divina: Porque Comenzó en la mente y corazón de Dios y fue el quien trasmitió sus planes y voluntad al ser
humano y no el fruto del intelecto y la sabiduría de ningún hombre.

Humana: Porque fue el hombre el que la escribió siendo este inspirado por el Espíritu Santo.

Conocimiento Empírico
Usted primero comprueba y luego acepta

En el Proceso de Fe

Usted primero acepta y luego comprueba

Podemos entonces afirmar que la Biblia es una Revelación directa que nos ha dado Dios. Sin embargo, la
revelación divina puede dividirse en General y Especial.

Revelación General. Hace referencia al conocimiento de Dios a través de la naturaleza, la historia, las
personas o la conciencia personal. Son aquellas en las cuales Dios en forma general ha revelado su
existencia, sus características y su poder divino a través de:

• La Creación ( Salmos 8:3, 19:1)


• El Hombre ( Eclesiastés 3:11)
• La Historia (Hechos 17:24-28)

1. Revelación Especial Hace referencia al conocimiento de Dios por experiencias concretas (visiones o
sueños).
La Constituyen aquellas que le revelan en una manera personal y que pueden ser verbales o escritas, de las
cuales algunas Dios continúa usando hoy en día.

• La Suerte (Hechos 1:26)


• Los Sueños(Génesis 31:11)
• Las Visiones
• Las Teofanías (Zacarías 1:12)
• Los mensajes a través de Ángeles
• Los Profetas
• El Verbo de Dios (Su hijo Jesucristo)
• La Palabra escrita (La Biblia)

La Revelación especial es verbal y escrita y nos da a conocer a Dios como Salvador y Señor. La doctrina de
la Biblia tiene que ver con esta clase de revelación especial, la autorrevelación de Dios en forma escrita,
incluye también todo lo que comprende la revelación general. En la Biblia, Dios ha explicado al hombre
quién es Él, como es Él y que Él demanda del Hombre.

La Palabra Revelada y su Autoridad

La expresión «Así dice Jehová» aparece unas 359 veces en la Palabra. Dios ha hablado en Su P alabra
revelada, y el hombre tiene que responderle negativa o positivamente. Enfrentarse a la Biblia es verse

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obligado a tener que decidirse en favor o en autoridad contra de ella; ¡así es ella de exigente! Es de este
modo porque en la historia la experiencia humana ha demostrado que la Biblia tiene el veredicto definitivo
(tiene autoridad) en lo relativo a (1) fe (doctrina) y (2) práctica (conducta moral o ética).

La Biblia es un libro con un doble propósito: llevar la gente a la fe en Dios —es decir, a Dios mismo— y
enseñarles cómo proceder. La Biblia nos muestra cómo entablar relaciones correctas con Dios, con el
prójimo y con nosotros mismos. Reconocer este hecho es reconocer la autoridad de la Palabra revelada;
responderá la Palabra de autoridades la clave para la existencia de individuos armoniosos y de una
armoniosa sociedad.

Según las creencias de la iglesia católica, la autoridad está constituida por dos elementos: la Biblia y la
historia o tradición. Los protestantes honradamente tienen que reconocer que sus diversas tradiciones sí
desempeñan un papel en la actitud religiosa general; sin embargo, la tradición no desempeña un papel tan
importante como en el catolicismo. Los reformadores protestantes tendían a proceder fundándose en el
principio que la Biblia, y sólo ella, es la verdadera y única autoridad en cuestiones de doctrina y práctica.

Así, la Confesión de Westminster—típica declaración de credo protestante como la que más—declara que
los sesenta y seis libros bíblicos son «todos...dados por divina inspiración, para ser la regla de fe y vida».
Hay que dejar sentado este otro hecho: que la Biblia es el mejor apoyo de autoridad para sí misma, y cada
cual debe leerla por sí mismo. El más excelso erudito bíblico no puede efectuar para otra persona este
descubrimiento, sino que el mismo Espíritu que inspiró la Biblia, en lo interno de la persona receptiva dará
testimonio de su autoridad.

Interpretación de La Palabra de Dios Revelada

(1) Idioma
El propósito de la interpretación bíblica es dejar claro el sentido y mensaje de la revelación de Dios.
¿Cómo interpretamos la Biblia? Debemos comenzar por reconocer lo que G.Campbell Morgan llamó el
«principio contextual». Debe considerarse la Biblia dentro de su propio contexto de idioma, tiempo, lugar y
situación.

Cada parte de ella debe analizarse a la luz de las demás partes. Ya hemos dicho que la Biblia se escribió en
hebreo, arameo y griego. Expertos lingüistas constantemente tratan de dar a sus traducciones de las Santas
Escrituras el verdadero sabor y significado del texto original. Las particulares construcciones idiomáticas y
modismos constantemente se descifran para nosotros en nuestro idioma con claridad cada día mayor,
conforme se publican más y mejores traducciones.

También ella debe hacer suya la tarea. Debe tomar en cuenta la diferencia entre prosa y verso, profecía y
apocalipsis, parábola y hecho. La Biblia es antigua y oriental; es decir, procede del Oriente Medio o
Cercano, y no de Europa o América. Los orientales piensan en sentido figurado más que los occidentales;
se valen de la poesía y del lenguaje figurado. No podemos meter a la fuerza nuestros patrones de lenguajes
l i t e r a l e s y r e c t i l í n e o s en este libro antiguo y oriental, en el cual no tienen aplicación.

(2) El tiempo
El tiempo, la historia o lo que podríamos llamar trasfondo histórico debe comprenderse para interpretar
correctamente la Biblia. Entre los pueblos antiguos, los hebreos eran los que tenían el más agudo sentido
de la historia; y lo eran porque Dios se reveló en sus actos y palabras por medio de la historia. No debe
conocerse únicamente la historia de sus actos salvadores, sino también el ambiente en que dichos actos
salvadores ocurrieron.

Los acontecimientos de la Biblia tuvieron por centro el área geográfica que se extiende desde Egipto hacia
el norte por Palestina, Babilonia y Asiria, hasta el Asia Menor y finalmente Europa. Puesto que los
acontecimientos de la Biblia ocurrieron en un período de varios millares de años, han de observarse
cuidadosamente los movimientos históricos de este gran período. Si no se reconocen estos movimientos y
cambios, el intérprete se encuentra en la torpe posición de evaluar los moldes de conducta del primitivo

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cananeo por las elevadas normas morales de Jesús. Razonando de igual modo, es absolutamente esencial
que en nuestro día tomemos de la Biblia las enseñanzas, de ejemplo o de palabra, que tienen aplicación
para nosotros, en nuestra circunstancia moderna.

(3) El lugar
Si el factor tiempo tiene que ver con el trasfondo histórico, el factor lugar tiene que ver con el trasfondo
geográfico. Es un hecho reconocido que la posición climática y geográfica influye en la cultura de un
pueblo. En Egipto, donde hace mucho calor y rara vez llueve, la gente es lenta y necesita dormir mucho.
Generalmente en climas frescos, por el contrario, la gente tiene movimientos más rápidos y es más
progresiva en cuanto a eliminar la suciedad y la enfermedad. Algunas de las leyes del Pentateuco tienen
definida relación con las cálidas condiciones climáticas del Cercano y Medio Oriente. Por ejemplo, la
prohibición de comer cerdo era buena, porque dicha carne se descomponía rápidamente sin refrigeración. A
la luz de este hecho sería injusto interpretar los actos de los antiguos hebreos como ignorancia simplemente
porque podemos hoy día conservar y comer esta carne.

(4) La situación
¿Cuáles eran las verdaderas condiciones de vida de los antiguos hebreos, o de los más recientes judíos en
tiempos del Nuevo Testamento? Para comprender a estos pueblos antiguos en su vida cotidiana y ponernos
en su lugar es esencial que observemos minuciosamente sus costumbres y modo de vivir. Es un hecho
nuestra tendencia a formarnos imágenes; por lo tanto, nos formamos un cuadro más exacto de la Biblia si
visitamos, por así decirlo, los pueblos bíblicos. Afortunadamente esto es posible mediante la abundancia de
datos disponibles sobre vestido, relaciones y costumbres bíblicos. Además, los diccionarios bíblicos y libros
similares de consulta suministran ilustraciones gráficas mediante cuadros y la palabra escrita. Actualmente
los eruditos obtienen muchos de sus datos del trabajo de los arqueólogos que están excavando los restos
delas civilizaciones de tiempos bíblicos.

(5) Ver la Biblia como un todo

G. Campbell Morgan, al enunciar el principio contextual de interpretación bíblica, insistía en que era
absolutamente necesario considerar cada libro de la Biblia y hasta cada capítulo y pasaje, a la luz de la
Biblia completa. A veces se expresa de este modo: El mejor intérprete de la Biblia es la Biblia misma. He
aquí un ejemplo exagerado: La Biblia dice, «No hay Dios» (Salmo 14.1). Así dice al pie de la letra. Pero
proclamar que la Biblia enseña el ateísmo sería de lo más irresponsable y falto de honradez. Tenemos que
leer la afirmación, «No hay Dios», en su contexto completo, y entonces leemos: «Dice el necio en su
corazón: No hay Dios». Pero en la interpretación de este texto hay que ir más allá del contexto
inmediato. Hay que considerar el resto de la Biblia.
La Biblia comienza con Dios (Génesis 1.1) y termina con Dios (Apocalipsis22.21), y entre uno y otros
extremos casi cada línea palpita con la enseñanza de que hay un Dios viviente.

b. Como Palabra de Dios

La Biblia demanda ser la Palabra de Dios.


Mateo. 15:3-9
Colosenses 1- 25
1 Tesalonicenses 2:13

Si aceptamos por fe la afirmación de la Biblia que es realmente la Palabra de Dios, entonces eso influirá
grandemente en lo que creamos acerca de Dios. Porque cuando Dios habla, los hombres deben escuchar, y
obedecer.

La Biblia es la Palabra de Dios dada al ser humano por medio de hombres inspirados que escribieron
según su nivel intelectual con la asistencia del Espíritu Santo. Un estudio cuidadoso del texto sagrado nos
deja ver la altura intelectual de un Moisés, un Isaías o un Pablo, también nos muestra a un Amós que era
campesino, un Pedro, que era pescador y un Santiago, que aunque tenían menos intelecto también fueron
usados poderosamente por Dios para dejarnos su Palabra. Es un libro divino-humano que expresa las

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diversas teologías de sus autores y de la época en que se fueron escribiendo sus escritos. Se puede decir
en este sentido que:

 Como Palabra de Dios, no es un libro moral, es contextual.


 Es un mensaje de salvación insertado en una historia humana.
 Es divina porque no encubre las debilidades humanas presenta al ser humano tal como es.

Nuestra Biblia es un libro único que ha trascendido a reyes y gobernantes y cada día se nos presenta con
un mensaje fresco y de consuelo para el alma. Hay innumerables razones para hablar de ella y de su autor
divino por lo que aquí le citamos algunas.

Única en su Continuidad. Es el libro diferente de todos los otros.

• Fue escrito en un período de 1600 años a lo largo de 60 generaciones aproximadamente


• En su compilación trabajaron una persona divina y más de cuarenta autores humanos
• Todos eran de diferentes clases sociales y culturas.
• Diferentes lugares de redacción: un desierto, un palacio, en viajes o en prisiones.
• Posee una continuidad única en su tema central.
• Ha sobrevivido a través de los tiempos a pesar de ser copiada en materiales perecibles.
• Ha sobrevivido a la persecución (desde el primer siglo fueron perseguidos los que vivían conforme a
ella, la Biblia fue quemada en diferentes lugares, prohibida en otros y, sin embargo, podemos decir que
ha vencido en la prueba del Tiempo)
• Ha sobrevivido al ateísmo y a la incredulidad (Uno de los defraudados fue el francés Voltaire, quien
había predicho que después de su generación, el cristianismo y la Biblia serian borrados de todo
recuerdo de la existencia humana)
• Ha sobrevivido a la crítica de los diferentes siglos.

Única en su circulación. La Biblia ha sido leída por más gente y publicada en más idiomas que cualquier otro
libro. Se han producido más copias de ella en su totalidad y más porciones y selecciones que de cualquier
otro libro en la historia. El primer libro formal que se publicó fue la Vulgata Latina que fue impresa en la
imprenta de Gutenberg.

Única en su traducción. La Biblia fue el primer libro que se tradujo (La Septuaginta: Traducción Griega del
Antiguo Testamento al Hebreo. La Biblia ha sido traducida y vuelta a traducir y parafraseada más que
cualquier otro libro existente.

Única en su Supervivencia.

 Supervivencia a través del tiempo (escrita en materiales perecibles, teniendo que ser copiada
y recopiada durante centenares de años antes de la invención de la prensa de imprimir)
 A través de la persecución (Edicto de Diocleciano en el 303 D.C)
 En medio de la critica

Única en sus enseñanzas

 Profecía (Es el único volumen producido por el hombre, o por un grupo de hombres, en el cual se
puede encontrar un gran cuerpo de profecías relativas a naciones en forma individual, a Israel, a
todos los pueblos de la tierra, a ciertas ciudades, y a la venida de uno que sería el Mesías)
 Historia (Los Israelitas manifiestan ciertamente un gran genio para la construcción histórica, y el
Antiguo Testamento representa el más antiguo escrito histórico en existencia)
 Personalidades (La Biblia trata con mucha franqueza acerca de los pecados de sus personajes. Lea
las biografías actuales, y fíjese como tratan de encubrir, pasar por alto o ignorar la parte sombría de
la gente. La Biblia no procede de ese modo, cuenta las cosas simplemente como son.

Única en su influencia sobre la literatura circundante

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El Historiador Philip Schaff describe vívidamente la singularidad de ella lo mismo como la del Salvador que
ella presenta: ¨Este Jesús de Nazaret, sin dinero ni armas, conquistó más millones que Alejandro, César,
Mahoma, y Napoleón, sin ciencia y sin erudición, derramo más luz sobre las cosas divinas y humanas que
todos los filósofos y eruditos combinados, sin la elocuencia de las escuelas, habló tales palabras de vida
como nunca antes o después fueron dichas, y produjo efectos que yacen más allá del alcance del orador y
el poeta¨

Lo anterior no es una prueba de que la Biblia sea cierta, pero para nosotros es una prueba de su
singularidad ¨diferente de todos los otros, no tiene igual o semejante ¨ Un profesor hizo notar una vez ¨Si
usted es una persona inteligente, leerá el libro que ha atraído la atención más que los demás, en el caso de
que usted ande en busca de la verdad¨

La Biblia fue el primer libro religioso que fue llevado al espacio exterior (en microfilm). Podría usted añadir
que es uno de los libros más costosos, la Biblia Vulgata Latina de Gutenberg se vende en más de 100.000
dólares. Los Rusos vendieron el Códice Sinaítico (una de las copias más antiguas de la Biblia) a Inglaterra
en 510.000 dólares

c. La Importancia de las Escrituras

¿Cómo podemos definir la importancia de las escrituras? Es cierto que al pensar en el asunto se nos
ocurrirían tantas razones que posiblemente sea el libro más largo de la historia, comenzando desde la
revelación de Dios hasta el cambio que ella hace en los seres humanos que son redimidos y el inobjetable
cumplimiento histórico y profético de los eventos que anunció y anuncia. Por tal razón, el objetivo de esta
sección no es analizar todas las importancias que pueden tener las sagradas escrituras, sino algunas pocas
que consideramos claves.

En Primer lugar debemos destacar que la Biblia es la Palabra de Dios. El resto de las importancias que tiene
la Biblia, se derivan de esta primera y clave definición. En ella encontramos como ya hemos dicho
anteriormente, la revelación del Dios eterno y perfecto a sus criaturas.

En segundo lugar permite a los creyentes tener una perspectiva bíblica del mundo. En las distintas
sociedades que hoy vivimos se estila el principio de absolutizar lo que dice el hombre, los planteamientos
ateos de la ciencia, las doctrinas filosóficas, las distintas creencias religiosas y sociales, además de lo que
plantea la experiencia y luego adaptar la Biblia a lo que plantea todo ello, esa es la idea más descabellada
que jamás se ha oído y uno de los errores más graves de la humanidad.

Es precisamente de esta forma que se introducen en la iglesia, prácticas y costumbres ¨modernas¨ que van
contra la fe. Las personas que creen en Jesucristo deben mirar todas las cosas a través del filtro de la
Biblia, siendo la única forma de observarlo y comprenderlo todo con una pureza natural entendiendo que
solo ella tiene la verdad absoluta debido a que es una revelación perfecta.

En tercer lugar le permite al hombre encontrar el camino de salvación eterna en Jesucristo. El hombre en
nuestros días está sumergido en la lucha de la vida, cada persona de este mundo se enfrasca en tener un
camino provechoso, bueno, encumbrado, tener fama o muchos conocimientos y otros entronizan a un ser
humano y pecador como la meta a seguir. Sin embargo, la Biblia, dentro de todo este andar es la única que
provee al hombre de un camino seguro de salvación en la persona de Jesucristo.

En cuarto lugar es un libro que provee de Esperanza para vivir en este mundo. Los constantes
acontecimientos que tienen lugar en la humanidad hacen que perdamos fácilmente las esperanzas: las
guerras, las enfermedades, la muerte, el hambre, etc. Muchos hoy día hablan de mejoras, que vendrán
buenos tiempos y es lamentable que no observen las señales que nos ha ido proporcionando la historia
hasta nuestros días. La verdad es que las cosas empeoraran, ¿Qué razón existe entonces de tener
esperanza? la Biblia y solo la Biblia nos provee la respuesta… Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi
esperanza está en ti… (Salmos 39:7)

Otra de sus importancias es que provee una guía para vivir sabiamente en este mundo. El hombre de hoy
malgasta su corta vida haciendo cosas que no le aprovechan, envueltos en vicios, viviendo de forma perdida

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y pecaminosa, polucionando la sociedad con la corrupción y el desenfreno del pecado en el que se
desarrollan y practicando cosas que van contra los designios y propósitos del Creador

Una de sin duda la de más singular importancia, es que tiene poder transformador sobre la vida de los
hombres, muchos la han leído y han tenido que reconocer en ella al Dios Creador y perdonador, aquel que
hace descender la lluvia de los cielos sobre justos e injustos, ella permite y ayuda a trazar un camino de
salvación para los hombres y los trae ante su trono de Gracia para convertirlos en ovejas de su grey y en
hijos adoptados.

Aun así nunca debemos olvidar que es la única regla de fe y práctica del creyente ¨Si me amáis guarda mis
mandamientos (Juan 14:15) ¨ La palabra de Dios nos ha libertado del poder de las tinieblas y nos ha dado
herencia entre los santos, es decir que termino nuestra esclavitud al mundo y al pecado, pasamos de ser
siervos de la injusticia a ser libres en su nombre. Las escrituras bíblicas son las únicas fuentes dignas de
confianza, ellas nos revelan la verdad acerca de las otras doctrinas bíblicas. Como fuente totalmente
confiable, solo ella puede enseñar la verdad acerca de cualquier otra doctrina bíblica con marcado énfasis
Cristocéntrico.

Resumiendo todo lo que hemos visto en esta sección podemos concluir que La Biblia es la Palabra de Dios,
permite a los creyentes filtrar los sucesos en sus enseñanzas, muestra el camino de salvación en
Jesucristo, nos provee de esperanza y guía en este mundo, tiene poder transformador sobre la vida de los
hombres, es la única regla de fe y práctica para los creyentes y revela la verdad acerca de otras doctrinas
bíblicas. Esto y muchas cosas más reflejan la singular importancia de la Biblia en la vida humana.

Tarea Extraclase.

 Defina con sus palabras la naturaleza de las Escrituras.


 A su entender, ¿Cómo muestra la revelación general de Dios Su existencia?
 Argumente con tres afirmaciones la importancia de Las Escrituras y por qué podemos considerar a
la Biblia como un libro único.

Capítulo 2. El Origen de las Escrituras

Si bien anteriormente se defino la naturaleza de la Biblia, también es necesario dominar otros conceptos
importantes que ayudarán también a conocer más del proceso de formación que tuvo lugar en su
composición. Al comenzar a estudiar los conceptos de inspiración e inerrancia de la Biblia es muy útil tener
en mente la relación entre el significado de estos dos términos y la revelación.
Revelación= el mensaje de la escritura incluye tanto el proceso de comunicación y el contenido.
Inspiración= método mediante el cual Dios hizo que su revelación fuese registrada gráficamente como
escritura.
Inerrancia= Significa absoluta veracidad y exactitud de la escritura resultante, limitándose a los manuscritos
originales

a. INSPIRACIÓN

Significa ¨Inspirado de Dios¨


Del griego (Teópneustos): Theos significa Dios y pneo infiere respirar, exhalar el aliento.
En latín es inspirare que significa respirar en y se refiere a la manera como Dios comunico su revelación
para que fuese preservada en forma escrita.

El Profesor Ryrie define la inspiración como la supervisión que Dios hizo a los autores humanos de la Biblia
para que ellos compusieran y grabaran sin error su mensaje a la humanidad en las palabras de sus escritos
originales.
 Es el acompañamiento y cuidado que ejerce el Espíritu Santo sobre su Revelación. 2 Pedro 1:21
La labor del Espíritu Santo es cuidar que lo que sale de la mente y corazón de Dios, se transmita fielmente
por cualquier medio que sea.

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 Cada creyente es una prueba fehaciente, real, concreta, perceptible, aun sensible del poder de la
Palabra de Dios Inspirada.
 Es imposible que una mente humana pudiera haber concebido todas las bellezas trascendentales
que encontramos en la Biblia.

La inspiración se fundamenta en 2Timoteo 3:15-16. Por inspiración entendemos la luz y fuerza del Espíritu
que Dios comunica a los autores para que pongan por escrito, aquello y solo aquello que Él quiere, de
modo que lo que está consignado en los libros, sea verdaderamente Palabra de Dios y palabra humana.
Esta inspiración es no solo en los que redactaron los libros inicialmente, sino en todos los que intervinieron
de una forma u otra hasta su composición final.

No puede haber ninguna confusión entre revelación e inspiración: esta es el medio, en tanto, revelación es
el objetivo. La revelación implica, presupone la inspiración, gracias a la que aquella se da. Toda revelación
es una comunicación que Dios da al hombre. Por la inspiración, es decir, por la acción del Espíritu, sobre el
espíritu del hombre, Dios da a este último la capacidad de interpretar esta comunicación.

La doctrina de la inspiración no es algo que se ha formulado como nuevo por los teólogos y eruditos, sino
más bien una demanda propia de las Escrituras. Algunos piensan que lo que uno tenga que decir de uno
mismo no debe ser tenido en cuenta, sin embargo, en los sistemas penales se permite que los acusados
den su auto testimonio. Este puede ser usado como evidencia, en tal caso, imperfecto por cierto, también
debemos permitir a la Biblia hablar de ella misma y usarlo como evidencia, debemos escuchar lo que ella
debe decir en favor propio. Notemos algunos ejemplos:

2 Timoteo 3:16 dice ¨… Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia…¨
2 Pedro 1:21 ¨… porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de
Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo… ¨

Por supuesto, la inspiración de la Biblia es otro de los puntos ampliamente debatido. Entre las creencias
variadas acerca de ella se encuentran:

 Inspiración Barthiana: Su planteamiento fundamental es que la revelación se centra en Jesucristo y


el resto de las revelaciones se encuentra alrededor de este. En este sistema de inspiración se
comete el error de creer que unas partes de la Biblia son más importantes que otra.
 Inspiración de conceptos: Este punto de vista declara que en la Biblia los conceptos fundamentales
son inspirados, pero las palabras no lo son.
 Inspiración dinámica o mística: Esta considera que los escritores de la Biblia eran genios naturales
con habilidades y capacidades específicas por lo que el Espíritu Santo los usó y por ello no son
infalibles aunque representen una literatura religiosa que pudiese contener mensajes de Dios.
 Inspiración natural: Este punto de vista infiere que los propios autores bíblicos escribieron su propia
inspiración sin necesitar ayuda divina.
 Inspiración Parcial: La cuestión en esta es el planteamiento de que algunas partes de la Biblia son
inspiradas, sin embargo otras no lo son.
Grados de Inspiración: Esta afirmación a diferencia de la anterior defiende que toda la Biblia es inspirada,
pero que esa inspiración está sometida a distintos grados, o sea unas partes son más inspiradas que otras.
Esto restaría importancia a algunas partes de la Escritura y les ofrecería importancia extra a otras partes. En
realidad la naturaleza de la Biblia revela todo lo contrario, es obra de un Dios Perfecto.

b. Inerrancia

El término inerrancia significa que la Biblia no contiene errores según fue dada originalmente por Dios. La
inerrancia de la Biblia se limita a las palabras de los manuscritos originales, de ninguna manera a las copias
o traducciones, excepto cuando estas representen el original con absoluta exactitud. La inerrancia de la
Biblia significa que la Biblia en los manuscritos originales no afirma nada que sea contrario a la verdad.
Refirió Wayne Grudem en su libro ¨Teología Sistemática¨

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Los que piensan que la Biblia contiene errores olvidan que:
• La Biblia no contiene errores porque es la Palabra de Dios y tiene el carácter de su autor (Juan 17:17)
• Jesucristo mismo tenía un altísimo concepto de las escrituras (Mateo 22:29)
• Los apóstoles y discípulos testificaron de su verdad (Efesios 1:13)

Es importante darse cuenta desde el principio de esta consideración que el enfoque de esta controversia
recae sobre la cuestión de veracidad al expresarse. Hay que reconocer que la veracidad absoluta en lo que
se dice es congruente con otros tipos de afirmaciones, tales como los siguientes:

La Biblia es inerrante, sin embargo, usa el lenguaje ordinario del habla de todos los días.

Esto es especialmente cierto en las descripciones «científicas» o «históricas» de hechos o acontecimientos.


La Biblia puede hablar de que el sol se levanta y la lluvia cae porque desde la perspectiva del que habla eso
es exactamente lo que sucede. Desde el punto de vista de un observador parado en el sol (si eso fuera
posible) o de algún punto hipotético «fijo» en el espacio, la tierra gira y hace que el sol entre en el campo
visual, y la lluvia no cae hacia abajo sino hacia arriba u horizontalmente, o en cualquier dirección necesaria
para que la gravedad la atraiga hacia la superficie de la tierra. Desde el punto de vista del que habla, el sol
en efecto se levanta y la lluvia efectivamente cae, y estas son descripciones perfectamente verdaderas de
los fenómenos naturales que observa el que habla.

Una consideración similar se aplica a números cuando se usan para medidas o conteo. Un reportero puede
decir que unos 8.000 hombres murieron en cierta batalla sin querer implicar con eso que los contó uno por
uno y que no eran 7.999 ni 8.001 soldados muertos. Si murieron en números redondos unos 8.000, por
supuesto que sería falso decir que murieron 16.000, pero no sería falso en la mayoría de los contextos que
un reportero diga que murieron 8.000 hombres cuando en realidad los que murieron fueron 7823 o 8242; los
límites de veracidad dependerían del grado de precisión que implica el que habla y que sus oyentes
originales esperan.

La Biblia es inerrante aunque en ella se incluyan citas libres o aproximadas

El método por el cual una persona cita las palabras de otro es un procedimiento que en gran parte varía de
cultura a cultura. En las culturas contemporáneas estadounidense y británica se acostumbra a citar las
palabras exactas de otros cuando encerramos la afirmación entre comillas (a esto se llama cita directa).
Pero cuando usamos citas indirectas (sin comillas) sólo esperamos un informe exacto de la sustancia de la
afirmación.

El griego escrito de tiempos del Nuevo Testamento no tenía comillas ni signos de puntuación equivalentes, y
una cita correcta de otro necesitaba incluir sólo una idea correcta del <contenido de lo que la persona dijo
(más bien como nuestras citas indirectas); no se esperaba que se citara exactamente cada palabra.
Entonces, la inerrancia es compatible con citas libres y aproximadas del Antiguo Testamento o de las
palabras de Jesús, por ejemplo, en tanto y en cuanto: el contenido no deje de expresar lo que se dijo
originalmente. El escritor original ordinariamente no implicaba que estaba usando las palabras exactas del
que citaba y sólo esas, ni tampoco los oyentes originales esperaban al pie de la letra que así fuera.

No es falta a la inerrancia tener en la Biblia construcciones gramaticales fuera de serie y nada comunes.

Algunas expresiones de la Biblia son elegantes y excelentes en estilo. Otros escritos bíblicos contienen el
lenguaje menos pulido del pueblo común. A veces esto incluye el no seguir las «reglas» comúnmente
aceptadas de la gramática (tales como el uso del verbo en plural en donde las reglas gramaticales exigirían
un verbo en singular, o el uso de un adjetivo femenino en donde se esperaría un adjetivo masculino, o el
deletreo de una palabra diferente al que se usa comúnmente, etc.). Estas afirmaciones de estilo o gramática
irregular (que se hallan especialmente en el libro de Apocalipsis) no deben molestarnos, porque no afectan
la veracidad de las afirmaciones bajo consideración; una afirmación puede no tener corrección gramatical y
sin embargo ser enteramente veraz. Por ejemplo, un leñador analfabeto en algún área rural puede ser el
hombre de mayor confianza en el condado aunque su gramática sea calamitosa, porque se ha ganado la
reputación de nunca decir una mentira. De modo similar, hay unas cuantas afirmaciones en la Biblia (en los
idiomas originales) que no son gramaticalmente correctas (según las normas corrientes de gramática

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apropiadas en ese tiempo) sin embargo son inerrantes porque son completamente veraces. La cuestión es
la veracidad de lo que se dice.

Algunos retos presentes a la inerrancia

 La Biblia es sólo autoritativa en cuanto a «fe y práctica».


Una de las objeciones más frecuentes la presentan los que dicen que el propósito de la Biblia es
enseñarnos cuestiones que tienen que ver solamente con «fe y práctica»; es decir, en cuestiones que se
relacionan directamente a nuestra fe religiosa o a nuestra conducta ética. Esta posición permitiría la
posibilidad de afirmaciones falsas en la Biblia. Por ejemplo, en otros aspectos tales como detalles históricos
menores o información científica. Esos aspectos, se dice, no tienen que ver con el propósito de la Biblia,
que es instruirnos en lo que debemos creer y cómo debemos vivir. Los que abogan por esta posición a
menudo prefieren decir que la Biblia es infalible pero vacilan en usar la palabra inerrante.
 El término inerrancia es un término pobre.
Los que hacen esta segunda objeción dicen que el término inerrancia es demasiado preciso y en el uso
ordinario denota una clase de precisión científica absoluta que no queremos afirmar en cuanto a la Biblia. Es
más, los que hacen esta objeción notan que el término inerrancia no se usa en la Biblia misma. Por
consiguiente, probablemente es un término inapropiado para que nosotros insistamos en él.
La respuesta a esta objeción se puede indicar como sigue: primero, los eruditos que han usado el término
inerrancia lo han definido claramente por más de cien años, y siempre han dado campo a las «limitaciones»
que se añaden al habla en lenguaje ordinario. No ha habido un representante responsable de la posición de
la inerrancia que haya usado el término para denotar una clase de precisión científica absoluta. Por
consiguiente, los que presentan esta objeción al término no están dando atención cuidadosa suficiente a la
manera en que este se ha usado en el debate teológico por más de un siglo.
Segundo, se debe notar que a menudo se usan términos que no son bíblicos para resumir una enseñanza
bíblica. La palabra Trinidad no aparece en la Biblia, ni tampoco la palabra encarnación. Sin embargo, estos
términos son muy útiles porque nos permiten resumir en una palabra un concepto bíblico verdadero, y son
por consiguiente útiles para permitirnos debatir más fácilmente una enseñanza bíblica.
También se debe notar que no se ha propuesto ninguna otra palabra que diga tan claramente lo que
queremos afirmar cuando queremos hablar de la total veracidad en el lenguaje. La palabra inerrancia lo
hace muy bien, y parece no haber razón para no continuar usándola con ese propósito.
Finalmente, en la iglesia hoy parece que no podemos sostener un debate sobre este tema sin usar este
término. La gente puede objetar el uso de este término si lo desean, pero, les guste o no, este es un término
en torno al cual el debate ha girado y casi ciertamente continuará así en las próximas décadas.
Cuando el Concilio Internacional sobre la Inerrancia Bíblica (ICBI, por sus siglas en inglés) en 1977 empezó
una campaña de diez años para promover y defender la idea de la inerrancia bíblica. Se hizo inevitable que
sería en torno a esta palabra que procedería el debate. La «Declaración de Chicago sobre la Inerrancia
Bíblica», que se redactó y publicó en 1978 bajo auspicios del ICBI.

 No tenemos manuscritos inerrantes, por consiguiente, hablar de una Biblia inerrante confunde.

Los que hacen esta objeción señalan el hecho de que la inerrancia siempre se ha atribuido a las primeras
copias originales de los documentos bíblicos. Sin embargo ninguno de estos sobrevivió; tenemos sólo
copias de lo que Moisés, Pablo o Pedro escribieron. ¿De qué sirve, entonces, asignar tanta importancia a
una doctrina que se aplica sólo a manuscritos que nadie tiene?

En respuesta a esta objeción se puede indicar primero que para más de 99 por ciento de las palabras de la
Biblia, sabemos lo que decían los manuscritos originales. Incluso para muchos de los versículos en donde
hay variantes textuales (es decir, diferentes palabras en diferentes copias antiguas del mismo versículo), la
decisión correcta a menudo es muy clara, y hay realmente muy pocos lugares en donde la variante textual
es difícil de evaluar y significativa para determinar el significado. En el pequeño porcentaje de casos en
donde hay una incertidumbre significativa en cuanto a lo que decía el texto original, el sentido general de la
oración por lo general es muy claro partiendo del contexto. (Uno no tiene que ser erudito en hebreo o griego
para saber cuáles son esas variantes, porque todas las traducciones modernas las indican en las notas
marginales con palabras tales como «Algunos manuscritos antiguos dicen… » U «Otras autoridades
antiguas añaden…»).

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 Los escritores bíblicos «acomodaron» su mensaje en detalles menores a ideas falsas corrientes en
su día, y afirmaron o enseñaron esas ideas de modo incidental.

Esta objeción a la inerrancia es ligeramente diferente de la que restringe la inerrancia de la Biblia a asuntos
de fe y práctica, pero se relaciona con ella. Los que sostienen esta posición aducen que había sido muy
difícil para los escritores bíblicos comunicarse con la gente de su tiempo si hubieran tratado de corregir toda
información histórica y científica falsa en que creían sus contemporáneos. Los que sostienen esta posición
no aducen que los lugares en que la Biblia ofrece información falsa son numerosos, ni siquiera que esos
lugares sean puntos principales de alguna sección particular de la Biblia. Más bien dicen que cuando los
escritores bíblicos intentan hacer una declaración importante, a veces presentan alguna falsedad incidental
que la gente de ese tiempo creía.

A esta objeción a la inerrancia se puede replicar, primero, que Dios es Señor del lenguaje humano y que
puede usar lenguaje humano para expresarse perfectamente sin tener que presentar ideas falsas que
pudieran haber sostenido las personas del tiempo en que se escribió la Biblia. Esta objeción a la inerrancia
esencialmente niega el señorío efectivo de Dios sobre el lenguaje humano.

 La inerrancia pone demasiado énfasis en el aspecto divino de la Biblia y descuida el aspecto


humano.

Esta objeción más general la hacen los que aducen que los que abogan por la inerrancia recalcan tanto el
aspecto divino de la Biblia que minimiza su aspecto humano. Se ha convenido en que la Biblia tiene un
aspecto tanto divino como humano, y que debemos dar atención adecuada a ambos. Sin embargo, los que
hacen esta objeción casi invariablemente pasan a insistir en que los aspectos verdaderamente «humanos»
de la Biblia seguramente implican la presencia de algunos errores en la Biblia.

Se hace necesario responder que aunque la Biblia es plenamente humana porque fue escrita por seres
humanos usando su propio lenguaje, la actividad de Dios al supervisar la redacción de la Biblia y hacer que
fuera también Sus palabras quiere decir que es diferente de todos los demás libros humanos precisamente
en este aspecto: no contiene error. Ese es exactamente lo que afirmó incluso el pecador, codicioso y
desobediente Balaam en Números 23:19; cuando Dios habla por medio de seres humanos pecadores es
diferente de cuando los hombres hablan porque «Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de
parecer».
Es más, no es cierto que todas las expresiones verbales y los escritos humanos contengan errores, porque
todos los días hacemos docenas de declaraciones que son completamente verdad.

 Hay algunos errores en la Biblia que son obvios.

Esta objeción final de que hay errores en la Biblia que son obvios la afirman o implican la mayoría de los
que niegan la inerrancia, y para muchos de ellos la convicción de que hay ciertos errores en las Escrituras
es un factor principal para persuadirlos a cuestionar la doctrina de la inerrancia. Para este caso la primera
respuesta que debería hacerse a esta objeción es preguntar dónde están tales errores. ¿En cuál versículo o
versículos aparecen estos errores? Es sorprendente la frecuencia que uno halla de que esta objeción la
hacen quienes tienen escasa o ninguna idea de dónde están los errores específicos, pero que creen que
hay errores porque les han dicho que los hay.

En otros casos, sin embargo, habrá quienes mencionan uno o más pasajes en donde, aducen, hay una
afirmación falsa en la Biblia. En estos casos es importante que veamos el mismo texto bíblico, y lo
examinemos con detenimiento. Si creemos que la Biblia en verdad es inerrante, debemos anhelar y por
cierto no temer inspeccionar estos pasajes con detalles minuciosos. Es más, nuestra expectación será que
esa inspección detenida mostrará que no hay ningún error después de todo. De nuevo, es sorprendente
cómo resulta que una lectura cuidadosa simplemente del texto en cuestión sacará a la luz una o más
posibles soluciones a la dificultad.

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Problemas al negar la inerrancia

 Si negamos la inerrancia nos vemos frente a un serio problema moral: ¿Podemos imitar a Dios e
intencionalmente también mentir en asuntos menores?
 Si se niega la inerrancia empezamos a preguntarnos si de veras podemos confiar en Dios en algo
que diga.
 Si no aceptamos la inerrancia, esencialmente, convertimos a nuestra mente humana en una norma
más alta de veracidad que la misma Palabra de Dios.
 Si negamos la inerrancia también debemos decir que la Biblia está errada no sólo en detalles
menores sino también en algunas de sus doctrinas.

Cuando no se acepta la inerrancia de las escrituras se vive con el peligro de que las normas de fe y práctica
que nos distinguen en este mundo cambien drásticamente y:

Se tenga un punto de vista equivocado del adulterio.


Una tolerancia hacia el homosexualismo, el lesbianismo y la pornografía.
Liviandad en cuanto al divorcio y el nuevo matrimonio.
Tendríamos una perspectiva equivocada del mundo pues miraríamos la Biblia de acuerdo a
conceptos mundanos.
Se le daría al pecado una justificación situacional.
El sacrificio de Cristo perdería valor al merecerse la salvación por las buenas obras.
No existiría la seguridad de Salvación.
El retorno de Cristo sería dudoso.

Tarea Extraclase.

 Defina con sus palabras la inspiración


 ¿Hasta qué punto considera usted que la Biblia es inspirada por Dios?
 ¿Por qué está usted seguro que las escrituras no contienen errores?

Capítulo 3. La Confiabilidad de los textos Bíblicos

Si no se cuenta con los Manuscritos Originales de ninguno de los libros de la Biblia, ¿Cómo saber si los
textos con los que contamos son correctos?

Para ello deben hacérsele a la Biblia las mismas pruebas a que se someten los materiales históricos
diferentes, para determinar su fiabilidad.

La Prueba Bibliográfica: Consiste en examinar la manera en que fueron copiadas de los originales las
copias que llegaron a nosotros. Se toma en cuenta el intervalo de tiempo entre las copias y los originales,
materiales, tamaño y forma de la letra, puntuación y divisiones, tinta, textura y color del pergamino.
La Prueba de evidencia interna: No es otra cosa que el análisis de los planteamientos que hace el
documento en sí, comprobando que no se contradiga o se desacredite en sí mismo.
La prueba de la evidencia externa: Esta consiste en escuchar lo que tienen que decir acerca del tema a
debate otros manuscritos históricos, es decir, del tema polémico que plantea la Biblia que nos dicen otros
documentos históricos de una edad aproximada.

Por último, aunque no forma parte de las pruebas a que se someten los documentos, pero debido a su
corroboración de los mismos tenemos que citar los ejemplos arqueológicos.
 El libro de los comienzos (Génesis) narra que los ancestros del pueblo de Israel salieron de la
antigua Mesopotamia, hecho que se ha comprobado al estudiar la salida de estos individuos de la
Mesopotamia Antigua.
 El hecho que también se diga que en la tierra había un solo lenguaje antes de la torre de Babel era
motivo de incredulidad, sin embargo, los actuales descubrimientos en este campo acreditan la
posibilidad de un idioma común del cual surgieron el resto de ellos.

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 Las excavaciones en Jericó han demostrado que los muros de la ciudad cayeron hacia afuera,
situación única de su tipo, pues los muros caen hacia adentro, hecho que corrobora el relato de
Josué de que los muros se derrumbaron.
 Diferentes objetos, religiosos o no religiosos, encontrados en Egipto que datan del éxodo de los
israelitas que tuvo lugar bajo el liderazgo de Moisés.
 El encuentro de muchos lugares mencionados en la Biblia y de los que nada se sabía cómo son: el
enlosado (corte donde Jesucristo fue juzgado por Pilato y que siendo destruida el 69-70 d.C quedó
sepultada al construir la ciudad encima), la fuente de Betesda, etc.

Hablando entonces del Antiguo Testamento tenemos que:

Los escribas hebreos hicieron copias de los libros del Antiguo Testamento con tanto esmero y precisión que
cuando en el año 1947, fueron hallados los rollos del mar muerto cuya fecha de origen fue estimada en 150
A.C , se descubrió que eran casi idénticos a las copias usadas en el siglo IX d.C

Nuevo Testamento

Existen más de 5000 copias de los manuscritos del Nuevo Testamento haciendo de este el mejor
comprobado de todos los antiguos documentos ya sean seculares o religiosos. Los fragmentos más
completos datan de alrededor del siglo IV de la era cristiana.

Tenemos entonces que tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento muestran notable…

__Unidad
__ Armonía
__Exactitud
__Paralelismo

Conclusión. Habiendo hecho todas estas pruebas, se puede tomar Las Escrituras en las manos y decir ¨La
Biblia es veraz e históricamente digna de confianza¨

a. ¿Cómo llegó la Biblia hasta nosotros?

La transmisión de la Biblia desde la antigüedad hasta nosotros llevó un larguísimo proceso.


Existen textos que los dan por sentado: Ejemplo: El shemá (Deuteronomio 6: 4 – 9). Se entiende como el
pueblo transmitía su historia de manera oral, de padres a hijos, de generación a generación. En Éxodo 10:2
Moisés recibe la orden de transmitir a sus hijos y a sus nietos lo que Jehová había hecho en Egipto.
La trasmisión oral no constituía un problema para que fuera fidedigna, debido al cuidado narrativo que se
tenía de la historia que se contaba, creyendo que esto partía de una experiencia a través de la fe, y que
además contaron con la dirección del Espíritu Santo.
La transmisión se da oral desde los patriarcas hasta Moisés, es bueno recordar como Dios le dice varias
veces a Moisés que escriba en un rollo (Éxodo 17:14 y Números 33:2). Posteriormente los escribas
continuarían en tiempos de Salomón y de Esdras con mucho cuidado redactando y cotejando las Escrituras
en diversos tipos de materiales.

Materiales antiguos en que fueron escritas algunas secciones del Antiguo Testamento fueron:
 Piedra. Éxodo 24:12; 31:18. Job 19:23-24.
 Tabla (de cera) Isaías 30:8.
 Además se usaba la Ostraca, que era pedazos de barro y las tablillas de barro.

Del rollo al Códice


Ahora veamos los materiales con que fue escrita la Biblia en su conjunto:
 Papiro. Se obtenía de una planta acuática que se daba a orillas del río Nilo, en Egipto. El papiro
fue el material propicio para depositar casi todas las Sagradas Escrituras tanto del Antiguo como
del Nuevo Testamento, el 80% de los códices más antiguos fueron escritos en papiros, pequeñas
porciones de escritura se encontraron en ostracas y tablillas

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 El pergamino. Se originó en el siglo II a.C. en la ciudad de Pérgamo, de ahí su nombre, Se
obtenía de pieles de ovejas, cabras y terneros. Un tipo especial de pergamino era la vitela que se
obtenía de animales recién nacidos o aún de los fetos.

Después de una fuerte competencia el pergamino hizo quebrar la industria egipcia del papiro, porque este
era más duradero. Los primeros manuscritos de la Biblia estaban en forma de rollos, pero comenzaron a
sustituirse gradualmente en el siglo IV d.C por los Códices.

Los códices son pergaminos o papiros en forma de libros completos que contienen escritos del Antiguo
Testamento o Nuevo Testamento.
Abraham Firkowitch (1785 – 1874), un judío de Leningrado, formó una gran biblioteca, donde recogió los
mejores códices del Antiguo Testamento logró recopilar los 6 códices más trascendentales. Y otros
fragmento del Antiguo Testamento
Ej. Códices tannaítas
Entre ellos:
 Códice del Cairo (C) o Códice de los profetas, contienen Nebiim Rishenom (profetas anteriores) de
Josué a II Reyes y los Nebiim Ajaronim (profetas posteriores) de Isaías a Malaquías (896 d.C) fue
copiado.
 Códice de Aleppo (A): Depositado en el Museo Nacional de Israel, Jerusalén. Data entre los años
910 y 930 d.C, contenía todo el texto del Antiguo testamento en 380 folios, que por un incendio
durante los tumultos antijudíos en el 1947, ahora cuenta más que con 294 (Génesis – Deuteronomio
Y Cantares a Esdras se perdieron)
 El Códice de San Petersburgo, en Leningrado (L), queda como el único manuscrito antiguo
completo del Antiguo Testamento
 Códice de los profetas de San Petersburgo (P), (Isaías a Malaquías). Entre otros para un total de
10.
Un problema en la actualidad con respecto a la Biblia es que no se conserva ningún manuscrito original.
Antes de los descubrimientos de los Rollos del Mar Muerto en 1947, el manuscrito más antiguo que se tenía
era del año 900 d.C. ¿Cómo se podía estar seguro que era un texto fidedigno? En 1947 se encontraran en
el Mar Muerto manuscritos de todo el Antiguo Testamento excepto Ester. Estos datan del año 125 d.C.
Este descubrimiento permitió acercar en casi 1000 años la Biblia hebrea. Se ha comparado estos rollos con
los manuscritos que se tenían anteriormente y se ha demostrado la fidelidad con que se ha conservado el
textos bíblico. Recordemos: Todas las copias del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, fueron hechas a
mano hasta mediados del s. XV (1456 d.C). Quiere decir que algunos textos bíblicos han sido copiados por
casi 3 000 años, y todos por mucho más de 1000 años. R.K Harrison, plantea que en el período pre-
cristiano las autoridades judías se preocuparon mucho por conservar el texto del Antiguo Testamento, en
una forma tan pura como fuese posible.

Como bien se ha expuesto, la Biblia no es un libro que proviene de la mente humana sino que es una
revelación especial, infalible, inerrante y autoritaria de la Palabra de Dios. Su transmisión en sus inicios se
hizo de forma oral pasando las historias de los padres a los hijos de generación a generación. Su
composición se hizo en tres idiomas distintos, el Antiguo Testamento fue escrito en Hebreo y Arameo (el
Arameo era el idioma de Siria). Por su parte el Nuevo Testamento fue escrito en griego común, que se
conocía como Koiné. Para la confesión de estos manuscritos antiguos se usaba el papiro, que es una
especie de junco que crece en las márgenes del río Nilo.

Los escribanos eran los guardianes de los escritos sagrados, a estos sucedieron los masoretas
(transmisores) entre el 500-1000 d.C, a ellos le debemos el texto masorético. En nuestros días no existe
ningún manuscrito original de las escrituras griegas o hebreas .Con los acontecimientos que tuvieron lugar
entre el 430 a.C al 0 y que el griego se convirtió en el idioma internacional, se produjo una motivación para
traducir los antiguos manuscritos hebreos al Griego. A dicha traducción se le llamo Septuaginta (versión de
los setenta), debido a que setenta eruditos Judíos fueron escogidos para su traducción al griego común.

En el siglo II d.C el latín pasó a ser la lengua internacional del mundo conocido, por lo que un Obispo de
Roma encargó a un erudito llamado Jerónimo que tradujese la Biblia al latín en un texto confiable y estable,
el erudito realizó su traducción partiendo de la Septuaginta (lamentablemente no lo hizo del texto hebreo

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original) terminando su trabajo alrededor del 405 d.C convirtiéndose esta en la Biblia oficial de la cristiandad
por más de mil años.

Mucho antes de la invención de la imprenta la Biblia había sido traducido al español por judíos conversos
que se establecieron en España. Aunque existían prohibiciones de su traducción a las lenguas románticas
ellas circularon desde 1229 d.C. Sin embargo, las prohibiciones de la lectura de la Biblia por la iglesia
Católica se hizo sentir en estos tiempos, de tal manera que se daban 8 días para que cualquiera que tuviese
una Biblia la entregara al Obispo de su Diócesis para que fuese quemada.

En 1498 los reyes Católicos decretaron la expulsión de los judíos de sus dominios, muchos de ellos se
habían enamorado de esta nueva patria, por lo que a los diferentes lugares donde fueron, continuaron
traduciendo la Biblia al español. A pesar de todo esto, la primera traducción completa de la Biblia al
Castellano de los Originales Hebreo y griego, fue realizada por Casiodoro de Reina y fue publicada en 1569.
Alrededor de 50 años después, su íntimo amigo Cipriano de Valera revisó esta edición y público en 1602 la
versión Reina-Valera que ha sido usada por las congregaciones protestantes hasta nuestros días

Tarea Extraclase

¿Cree usted que exista evidencia suficiente de la credibilidad de la Biblia? Mencione algunos
ejemplos de la Arqueología
Mencione algunos obstáculos a los cuales se enfrentó la Biblia en su proceso de formación.

Capítulo 4. Varios Puntos de vista acerca de las Escrituras.

Es importante conocer que los puntos de vista que se puedan o no tener respecto a las escrituras es mucho
más aplicable a individuos y sectas, exceptuando raras ocasiones en que denominaciones o convenciones
completas tienen el mismo tipo de creencia. Algunas corrientes fundamentales y sus planteamientos
principales serán evaluados a continuación.

a. Liberalismo.

Corriente teológica dentro del cristianismo. El liberalismo teológico protestante coincide en aspectos
fundamentales con el modernismo católico. En teología se ha usado de muchas maneras diferentes. La
palabra a veces indica cierta creencia en el humanismo secular cuyos orígenes se remontan al periodo
histórico del renacimiento en Europa. El protestantismo liberal, sin embargo, puede identificarse claramente
a sus tendencias antidogmáticas y a su intención de reconstruir la fe cristiana de acuerdo con los nuevos
conocimientos científicos. Entre los principales planteamientos del liberalismo podemos encontrarlos de esta
manera.

 La Biblia es el producto falible de autores humanos.


 La Biblia contiene relatos de los hombres acerca de Dios.
 Los milagros sobrenaturales de la Biblia no pueden ser aceptados como verdaderos.
 La verdad de la Biblia depende de la comprobación por parte de la razón y la experiencia
humana.
 Cualquier verdad de la Biblia es subjetiva y relativa, no relativa ni absoluta.
 La Biblia no es la revelación divina y sobrenatural de Dios.
 El hombre y no Dios, es la autoridad final acerca de la verdad.
 Dios solo puede ser algo que sentimos o experimentamos.

Los principales contribuyentes del pensamiento liberal fueron Emanuel Kant (1724-1804) y Frederick
Schleiermacher (1768-18349. El liberalismo niega lo sobrenatural y exalta la razón humana

b. Iglesia Católica

 Jesucristo la fundó y el Apóstol Pedro fue su primer Papa.


 Los Católicos Romanos aceptan siete sacramentos.

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- La intercesión de la Virgen María y de los Santos,
- El Purgatorio (estado intermedio entre el cielo y el infierno).
- El celibato sacerdotal.
- La existencia de órdenes monásticas de hombres y mujeres.
- El carácter sacerdotal del ministerio de la iglesia.
- Hacen énfasis en el sacrificio de la misa.
 El Papa tiene igualdad de autoridad en sus palabras e interpretaciones al nivel de las Escrituras.

Algunos mencionan al Papa León I como el que consolido el poder de la sede romana en el siglo V,
mientras otros prefieren el pontificado de Gregorio I (siglos VI y VII) como periodo que indica el inicio del
catolicismo romano en la forma que actualmente se conoce, pero esto es discutible. El Católico Romano
sostiene que la tradición y posición interpretativa bíblica de la iglesia (Católica) tienen la misma autoridad y
valor que la Biblia. De manera que para el catolicismo, la Biblia enseña lo que la iglesia (Católica) enseña.

c. Neortodoxismo

En su opinión la Biblia está rodeada de gran confusión y ambigüedad, la teología Neortodoxa de Karl Barth
fue una reacción contra el modernismo, pero aceptando ciertas conclusiones de la crítica Bíblica. Dentro de
sus planteamientos fundamentales están:

 La verdad de la Biblia es relativa y subjetiva (de acuerdo a las circunstancias)


 La revelación que Dios hace de sí mismo viene a través de la relación personal que se tenga con él,
en ninguna manera a través de la Biblia.
 La Biblia puede contener la Palabra de Dios pero no es inerrable ni infalible, es solo un producto
humano que puede ser testigo de lo que sus autores creyeron de él.
 Jesucristo es el Verbo (la Palabra) de Dios, pero solo según nuestra experiencia en el encuentro
personal que tengamos con él.

El Neortodoxismo tiene una opinión muy pobre de la escritura y una opinión muy elevada de la experiencia
subjetiva del hombre.

d. Cristianismo Evangélico, Conservador y Ortodoxo.

Este punto de vista es sostenido por la gran mayoría de las iglesias evangélicas del mundo entero. Sus
creencias acerca de la Biblia son como siguen:

 La Biblia es la revelación que Dios hizo de sí mismo y de su plan redentor sobre la humanidad
inspirando para ello a hombre escogidos que la registraron sin error.
 Al carecer de errores, la Biblia posee carácter autoritativo sobre las personas.
 La exactitud de la Biblia es totalmente independiente de la razón y la experiencia humana, y ella es
corroborada por la verdadera ciencia.
 Al ser la eterna Palabra de Dios contiene la verdad absoluta para todos los tiempos ya que rebela el
mismo carácter de su divino autor.
 La Biblia no es subjetiva ni relativa, es absoluta.

La Biblia es la perfecta Palabra de Dios para los hombres o las imperfectas palabras de los hombres acerca
de Dios, pero no ambas cosas.

Tarea Extraclase. ¿Cuál cree usted que sea la raíz de todos estos puntos de vista acerca de la Biblia?
¿Cree usted que el punto de vista del cristianismo evangélico, conservador y ortodoxo sea el más correcto
de todos? Explique su respuesta.

La Interpretación Bíblica. Algunos pasajes de difícil interpretación.

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Si la Exégesis es sacar el verdadero sentido al texto bíblico, la interpretación de la Biblia juega un papel
fundamental en lo que podamos concluir de ella, razón por la que resulta vital. A la Ciencia que estudia los
principios de interpretación se le llama Hermenéutica.
Existen varios tipos de hermenéutica, no todos correctos, pero es muy oportuno decir que muy pocos hacen
uso de una sola posición, por lo que lo más importante en el estudio bíblico es dejar que el Espíritu Santo
nos lleve a las verdades fundamentales y difíciles de los diferentes pasajes.

En realidad todo estudioso de la Biblia tiene su propio sistema de interpretación, la mayoría de estos no la
sistematizan, es decir que luego de años de interpretar la Biblia es que usted piensa en la hermenéutica,
pero es importante que quienes quieren hacerlo de manera provechosa conozcan de sus principios y
potencialidades.

Algunos sistemas de interpretación bíblica son:

La Alegoría
Una alegoría no es otra cosa que una representación simbólica. Si la persona que estudia la biblia posee
este sistema de interpretación, puramente sus narraciones, descripciones y las visiones apocalípticas y
proféticas se convierten entonces en ciencia ficción debido al sentido inadecuado de las palabras que
tendrían un significado oculto y oscuro.

Semialegórica o semiliteral
Entre los evangélicos no existen alegoristas puros, sino que, como dijimos anteriormente aplican la
alegorización a la parte profética. Algunos de los adeptos a este sistema interpretativo han tratado de
demostrar por qué este debe ser el método de interpretación correcto y entre ellas se encuentran las
siguientes razones:
. La presencia de figuras retoricas indica que no podemos tomar toda la Biblia literalmente.
. Como el tema central de la Biblia es espiritual debe usarse para su correcta interpretación una
hermenéutica espiritual (alegórica) y. El Antiguo Testamento es preliminar e introductorio al Nuevo
Testamento y encontraremos en el los significados más profundos.

Literal
Los partidarios de la aplicación del sistema literal no excluyen el uso de la interpretación simbólica o
alegórica, sino que la usan donde el texto implica claramente que su significado debe ser tomado o
interpretado de manera simbólica.
Los que usamos este tipo de interpretación entendemos que el hecho de que Dios le diese lenguaje al
hombre para su comunicación con él y sus semejantes, si queremos a ambos expresarle verdades y
sentimientos ¿Por qué tendremos que hacerlo de forma simbólica? ¿Por qué Dios no va a decirnos claro y
llanamente lo que quiere? La objetividad se pone de manifiesto claramente en las escrituras una y otra vez,
como ejemplos citamos las profecías que hablan de la primera venida de Cristo ¿Ellas se cumplieron
simbólica o literalmente? Es conocido por todos que fueron hechos literales los que se llevaron a cabo y no
solo en ellas, sino muchas más profecías que ya se han cumplido en nuestros días.

Algunos pasajes problemáticos.

Para el mayor conocimiento en la interpretación hemos incluido algunos pasajes de difícil interpretación o
pasajes problemáticos que nos encontramos en las escrituras, pero recordamos que ninguno de ellos puede
llevarnos a la conclusión de que la Biblia posee errores.

 Los dos relatos de la Creación : (Génesis 1:11-13) y el relato de (Génesis 2:5)

20
La explicación puede ser como sigue: El relato de Gn 2 añade detalles no en contradicción, sino en
adicción ya que las plantas a que se refiere 2:5 son a las que necesitan de cultivo por lo que en
realidad no aparecieron o se desarrollaron hasta que Adán fue creado para que pudiesen ser
atendidas. Si nos damos cuenta, hay error en ello si con nuestra intención que remos ver algún
error.
 La Esposa de Caín: ¿Con quién se casó Caín? (Génesis 4:17) Vemos la respuesta en (Génesis
5:4)
Muchos creen que aquí nos encontramos un problema grande al ser Adán y Eva los primeros seres
humanos y tener dos hijos varones ¿con quién se casó Caín? Pero la explicación es también
sencilla. La Biblia dice claramente que además de Set, tuvieron hijos e hijas, por lo que Caín se
casó con una de sus hermanas al igual que Set. Es sabido que el incesto es muy peligroso debido a
que los genes hereditarios mutantes pueden hallar expresiones en los hijos si ambos padres lo
portan, pero el hecho de que fuesen estos los primeros descendientes de la raza humana evitaba
dicho problema
 La Plaga de Baal-Peor : según (Números 25:9) en la ejecución del juicio murieron 24000 israelitas,
mientras que Pablo afirma que murieron 23000 en (1Corintios 10:8), sin embargo en Números 25
afirma que los jueces participaron en la ejecución de este juicio.
 ¿Quién mató a Goliat? En este caso nos encontramos con 1 Samuel 17:50 y 2 Samuel 21:19. es
posible que David tuviese dos nombres o que hubiere dos hombres llamados Goliat.
Debido a la secuencia de los libros de Samuel el autor se apega a la segunda conclusión, había dos
hombres distintos entre los filisteos con el nombre de Goliat.
 ¿Quién en realidad llevó a pecar a David al efectuar el censo a Israel? En la Situación que nos
ocupa el relato de 2 S 24:1 dice que fue Dios y en el relato de 1Cr 21:1 dice que fue Satanás.
Para una persona que cree que las escrituras contienen errores esto es una prueba contundente,
pero ¿Por qué esto tiene que ser un error? Conocemos que Dios es soberano, ¿No querrá el relato
decir lo mismo que sucede con el relato de Job? En este caso tendríamos que Dios permitió la
prueba y Satanás, produjo la tentación a David. Lo cierto de todo el asunto este es que David en
realidad hizo lo malo.

En el Nuevo Testamento tenemos también algunos pasajes que pudieran ser de difícil comprensión
a primera vista.

 La cuestión del bordón. En la misión de los doce discípulos Mateo 10:10 habla de no llevarlo,
mientras que Marcos lo incluye en las cosas para el viaje.
 La declaración de la semilla de mostaza como la más pequeña de todas. Mateo 13:32
 La sanidad de los ciegos en Jericó. Las citas bíblicas de los relatos se encuentran en Mateo 20:29-
34, Marcos 10:46-52, y Lucas18:35-43, en ellos se nos dice según Mateo que el Señor sano a dos
ciegos, sin embargo el resto nos dicen que fue solo a uno.
 La objeción al Padre del Sacerdote Zacarías. El relato de Mateo 23-35 dice que Zacarías era hijo de
Berequías mientras que 2 Crónicas 24:20 nos dice que era hijo de Joiada.
 La muerte de Judas. El relato de Mateo 27-5 nos dice que este fue y se ahorcó, mientras que el
relato de Pedro en Hechos 1-18 nos dice que este adquirió un campo y cayendo de cabeza se
reventó por la mitad.

Las aparentes contradicciones bíblicas no deben llevarnos a la conclusión de que ella contiene errores, para
ello debemos tener conocimientos geográficos, históricos, arqueológicos y socio-políticos de la época que
se narra, así podremos esclarecer las discrepancias aparentes y mostrar la unidad y veracidad de la Biblia
como la Palabra de Dios Revelada e Inspirada.

21
Tarea Extraclase.
 ¿Cree usted que el liberalismo puede ser beneficioso en la iglesia de hoy? Explique su respuesta.
 Cree usted que el punto de vista del cristianismo evangélico, conservador y ortodoxo sea el más
correcto de todos. Explique su respuesta

Capítulo 5. El Canon Bíblico

a. Canon del Antiguo Testamento

¿Cómo es que los libros del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento según los conocemos hoy, llegaron a
ser reconocidos como Escritura?

 Es indudable que el Espíritu Santo supervisó el proceso de Canonización de los libros que fueron
incluidos en el Canon y uno de sus principales requisitos fue si existía en ellos esperanza
mesiánica.

 Fue completado en el tiempo de Jesús, como los 39 libros y sus divisiones básicas de la Biblia
Hebrea
Mateo 5:17,Lucas 11:50-51,Lucas 24:44.
 Fue confirmado por el Historiador Josefo (37-100 D.C) como los 22 libros del Antiguo Testamento
hebreo que son los mismos que los 39 libros actuales.
 En Jamnia, entre Jope y Gaza, en la región de Judea había una casa de enseñanza donde se
discutía y básicamente se confirmaba el Canon del A.T, en el año 90 D.C.

El término Canon es de origen semítico y en su sentido original significa caña, después la palabra significó
regla de medir. En sentido metafórico se empleó para definir las normas o patrones que sirven para regular
o medir. Desde mediado del siglo II d. C se empleó para referirse a la regla de fe, al ordenamiento de los
cánones eclesiásticos. En resumen el canon de la Biblia es el catálogo de libros que se consideran
normativos para los creyentes.
Jesús utilizó las escrituras hebreas para validar su misión y los primeros cristianos siguieron este ejemplo.
De esta manera el Antiguo Testamento fue la primera Biblia de los cristianos. Junto con los escritos
reconocidos como escrituras circulaban otros que reclamaban canonicidad. En la ciudad de Alejandría había
surgido una versión de las escrituras hebreas (LXX), que incluían muchos libros que no eran reconocidos
por los judíos de Jerusalén Igualmente después los escritos cristianos también eran vistos por los cristianos
como escritura sagrada. Todo esto llevó a que los judíos se vieron obligados a establecer oficialmente su
canon de las Escrituras

 Resultado:
-Concilio de Jamnia, alrededor del 90 d.C: los rabinos fijaron oficialmente los límites del canon judío. Allí
se incluyeron los 39 libros (24) de la Biblia hebrea actual, divididos entre Ley, Profetas y escritos. Se
excluyeron los apócrifos y los libros cristianos. Este canon se conoce con el nombre de “canon
palestinensis”.

b. Las divisiones de la Biblia hebrea

Se entiende por Biblia hebrea, al texto hebreo original, se refiere al texto en hebreo – arameizado (la
traducción de Esdras), no al texto en paleo – hebreo antiguo.

Nombres:
Tanak(La primera letra de cada división de la Biblia hebrea)

22
TANAK

T N K
Torah Nebiim Ketubim
Torah: Instrucción
- Proviene del verbo: Yorah, que traduce “tirar una flecha con arco”.
- De este verbo se desprende el sustantivo (Jorah), que es la acción verbal de la estructura causativa
y traduce “enseñado para tirar”.
- Por tanto, la traducción de Torah es: “Enseñado para vivir”.

- Sus primeros libros se identifican con la primera palabra o una de las primeras palabras que
comienza el texto:
1. Bereshith – Génesis – (principio)
2. Shemot – Éxodo – (Nombre)
3. Vaiqra – Levítico – (Llamó)
4. Bamidbar – Números – (Desierto)
5. Debarim – Deuteronomio – (Hablar, repetir)
Nebiim: Proviene de la palabra Nabí (profeta)
 Profetas anteriores: Nebiimrishenum.
- Josué: “El que salva”.
- Jueces: “El gobernante o el que gobierna”
- I, II Samuel.: “El que escucha”
- I y II Reyes.: “El mensajero”

 Profetas posteriores: NebiimAjaronim


- Profetas mayores: Isaías, Jeremías, Ezequiel.
- Profetas menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías,
Hageo, Zacarías y Malaquías.

Ketubim: Escritos
Salmos
Job
Proverbios
Rut
Cantar de los cantares
Eclesiastés
Lamentaciones
Ester
Daniel
Esdras
Nehemías.
I, II Crónicas
c. Teoría tradicional sobre el proceso de canonización del A.T.
La teoría tradicional planteaba que las secciones del canon hebreo representan tres etapas en el proceso
de canonización del Antiguo Testamento. Sin embargo esta teoría está seriamente cuestionada en la
actualidad. Aunque esta hipótesis parezca lógica y razonable, no hay evidencias que la respalden en el
Antiguo Testamento o en otros documentos judíos antiguos.
De acuerdo a esta teoría, la Torah fue la primera en ser reconocida como canónica, luego del retorno de los
judíos a Judá, al concluir el exilio de Israel en Babilonia .Posteriormente los Nebiim fueron aceptados en el
canon, posiblemente al final del siglo III a.C. Y Finalmente los Ketubim, fueron incorporados al canon al final
del siglo I d.C.
El reconocimiento de la autoridad religiosa de algunas secciones de las Escrituras hebreas puede verse en
el Antiguo Testamento (Éxodo 24:3-7; Deuteronomio 31:26; “Reyes 23:1-3; Nehemías 8::1-9, 38). Sin

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embargo, ese reconocimiento de textos como Palabra de Dios no revela que la comunidad judía pensara en
un cuerpo cerrado de escritos que sirviera de base para el desarrollo religioso y social del pueblo. Hacia el
año 132 a.C en el libro apócrifo de Sabiduría ya se reconoce el ordenamiento tradicional de la Biblia hebrea.
En el Nuevo Testamento en Lucas 24:44 el Señor Jesús menciona “la ley, los profetas y los salmos”.
Posiblemente ya para el comienzo de la era cristiana había un acuerdo básico entre los diferentes grupos
judíos respecto a los libros que se reconocían como autoritativos.

d. Criterios de canonicidad

Es muy difícil determinar con precisión los criterios que se aplicaron para establecer la canonicidad de los
libros. Algunos estudiosos han supuesto que entre los criterios se encontraban el carácter legal del escrito y
la idea de que fueran inspirados por Dios.
Otros autores como Geiller y Nix plantean que se tenían en cuenta 5 principios:
1. ¿Es autoritativo? ¿Provino de la mano de Dios? ¿Viene con un “Así dice el Señor?
2. ¿Es profético? ¿Fue escrito por un hombre de Dios?
3. ¿Es auténtico? (los padres de la iglesia eran partidarios de la política de si estas en dudas
deséchalo)
4. ¿Es dinámico? ¿Tiene el poder de Dios para transformar vidas?
5. ¿Fue recibido, reunido leído y usado? ¿ Fue aceptado por el pueblo de Dios?.
Del mismo modo otros autores han indicado que cada libro debía aceptarse de acuerdo con la
forma que celebraba o revelaba la manifestación de Dios.

e. La versión de los LXX:


La Septuaginta (LXX). Se trata de la más importante traducción al griego del Antiguo Testamento. Ella se
hizo necesaria en razón del gran contingente de judíos que, desde mucho antes de Cristo, vivían en la
diáspora, esto es fuera de Palestina, y ya no dominaban el hebreo. Conforme a la leyenda, la LXX fue
“encomendada” por el rey Ptolomeo II de Egipto (285 – 247 a.C) y confeccionada por un grupo de 72 sabios
judíos, de lo que resultó la Septuaginta (la Biblia de los 70). El lugar de origen de esa obra es Alejandría, en
Egipto. La traducción tuvo inicio en el siglo III a.C., comenzando por el Pentateuco. Llevó décadas hasta ser
concluida. Abrió los tesoros de la fe judía al mundo helénico, y ha sido la Biblia de los primeros cristianos.
Esta excede en tamaño al texto hebraico, comprendiendo no 39 sino 53 libros incluyendo los apócrifos.
Las comunidades judías de la diáspora y la naciente iglesia continuaron con el canon alejandrino que
incluía: (14 libros: I y II Esdras, Yudit, Adicciones al libro de Ester, Sabiduría de Salomón, Eclesiástico (o
Sabiduría de Jesús el hijo de Sirac), Baruc, Susana, el Cántico de los Tres Jóvenes, Bel y el dragón, la
Oración de Manasés, I y II Macabeos (escritos probablemente entre el 200 y 100 a.C).

f. Factores, históricos, políticos y sociales en la formación del Canon del Antiguo Testamento

En los momentos de crisis, es donde Israel desarrollara mayor parte de los escritos y se escribieron en
estas épocas de crisis y transición.
La historia de Israel no se debe ver con un espíritu científico, sino que está moldeada por factores históricos
económicos, políticos, ideológicos, sociales; se debe tener presente la fe en el Dios de la historia y se debe
recordar, que esa fe se expresó por primera vez en un medio cultural distinto al nuestro.
Los relatos bíblicos no son la creación de un historiador desapasionado que conoce todas las técnicas de la
historiografía moderna y trata de verificar científicamente cada una de sus fuentes. Su propósito
fundamental era comunicar un mensaje religioso.
En esta concepción, los hechos históricos son relevantes en cuanto expresan la revelación de Dios. Por lo
tanto, lo más importante no es la historicidad de cada una de las plagas de Egipto, sino el significado global
del éxodo como acontecimiento redentor. (Armando J. Levoratti – Cómo interpretar la Biblia)
Las épocas principales de crisis que se fueron fijando por escrito el Antiguo Testamento
- Los reinados de David y Salomón (1000 – 940 a.C), que marcaron la transición de la Alianza de
tribus a la monarquía, y el paso de la vida nómada a la vida sedentaria-agrícola.
- El reinado de Ezequías (716 – 687 a.C), marcado por la crisis del Reino de Judá, después de la
separación de Samaria (722 a.C), lo que provocó un movimiento general de reformas.
- El destierro (Exilio) a Babilonia (587 – 537 a.C), la peor crisis de Israel. El pueblo perdió su apoyo
tradicional en la fe y se vio obligado a reelaborar según su nueva realidad.

24
- Esta fue una época rica en elaboración literaria. En estos años se hace la redacción definitiva de las
tradiciones orales existentes.
- Otra época en las que escribieron otros libros de la Biblia fue durante la persecución de Antíoco IV
(siglo II a.C)
Conociendo la realidad y el mensaje de entonces, se puede comprender lo que Dios quiere decir en la
realidad actual. Es decir, si se conoce las costumbres, cultura, forma de hablar, realidad política, económica
y social del tiempo en que se escribió un pasaje bíblico, podemos entender el mensaje que quiso dar Dios
ayer y el que quiere dar hoy.
El reino del sur, o de Judá, fue gobernado por una sola dinastía, la de David. Terminó en el 586 a.C. con la
caída de Jerusalén en las manos de los babilonios. Con la excepción de los 80 años de independencia bajo
los macabeos (142-63 a.C.), no hubo una nación independiente de Israel desde el .586 a.C. hasta el 1948
d.C. cuando se estableció el nuevo estado de Israel.
Los judíos de la diáspora eran más liberales que los judíos que quedaron en Judá, éstos eran radicales, los
de la diáspora no prestaron atención a la antigüedad de los escritos canónicos y así crearon su canon.
Según varios biblistas el proceso de cierre de las diferentes secciones del Antiguo Testamento fue el
siguiente.
† Unificación de la legislación del Pentateuco. Se cierra el primer bloque de la Biblia hebrea (400 a.C) –
Postexilio.
† Cierra el segundo bloque Nebiim (200 a.C)
† Cierre del Ketubim (90 d.C) Concilio de Jamnia.
En los momentos difíciles se intensificaba la reflexión sobre el pasado, buscando puntos de
referencias para su identidad. Los escritos fueron naciendo ocasionalmente, según caminaba el pueblo de
Israel.
La intención era clarificar y transparentar el designio de Dios en la historia y hacer crecer la conciencia de
que todo se suscitaba por voluntad de Dios, pues el movía la historia y permitía lo que pasaba.

f. Interpretaciones del Antiguo Testamento

El Talmid, tenía la connotación de aprendiz o discípulo, que está en proceso de formación, era el inicio de
la instrucción del futuro Escriba al cual se le asignaba un Rabí, Escriba tutor o mentor quien realizaba un
discipulado personal y directo que podía durar hasta cuando el Talmid cumpliera 20 años. Era instruido en
toda la Ley, tanto escrita como oral mediante técnicas de memorización. En este período el Talmid no podía
enseñar, únicamente debía dedicarse a aprender.
El TalmidHakam, en esta fase, el futuro Escriba ya era autorizado a impartir enseñanzas sobre ciertos
aspectos de la Torah, cumpliendo funciones de Asistente de Cátedra de su maestro e iniciaba el proceso de
aprender y manejar Lingüísticamente la ley Escrita (proceso de aprendizaje del hebreo de la ley Escrita).
Hakam, terminaba su proceso formativo y a partir de los 40 años que era la edad canónica, podían ser
ordenados como Escribas con autorización para enseñar.
Debemos subrayar que en Tiempos de Jesús, el nombre Rabí era exclusivo de aquellos que se habían
sujetado a las tres etapas de formación de un Escriba, entonces aquí cabe preguntarnos:
¿Por qué llamaron Rabí a Jesús?, debemos recordar que el calificativo “Rabí” dado a Jesús, nunca despertó
polémicas y hasta los mismos Escribas lo llamaron así, e incluso los fariseos (Juan 3,1-2a). Acerca de esto,
los expertos piensan que Jesús pudo haber tenido formación de Escriba por las siguientes razones:
-Por su conocimiento y capacidad de interpretar las tradiciones antiguas.
-Lucas afirma que Jesús crecía en sabiduría, es decir, conocimiento, dando a entender que Jesús tuvo
formación académica.
El Talmud
Los judíos (Diáspora y Palestina) ante la necesidad de recopilar en un solo manuscrito todas las
explicaciones de la Mishnáh, que hasta entonces sólo se transmitían oralmente, produjeron el Talmud; que
es la explicación de la Mishnáh con comentarios de la misma, denominados “Guemara” y suplementos o
añadidos al comentario conocidos como “Tosefta”.
Existieron dos escuelas Talmúdicas que produjeron a su vez dos tipos de Talmud:
a. Talmud de Jerusalén (TJ), finalizado en el 395 d.C. en Palestina, un comentario de los judíos amoraítas
(Escuela de Jerusalén) a la Mishnáh. Pero este comentario no es completamente fiel a la Mishnáh, sino que
sigue su propio patrón de exégesis palestinense que genera material complementario de poca relación con
la Mishnáh.

25
b. Talmud de Babilonia (TB), comenzó su puesta por escrito en el 240 d.C. y se finalizó en el 500 d.C. en
Babilonia. Al igual que TJ, este incorporó material comentado que poco tiene que ver con la Mishnáh, pero
en menor proporción que TJ y ha integrado en su texto los midrashim.
TB tiene un carácter enciclopédico: pasa por la historia de Israel hasta el tratamiento de temas científicos
como la biología y la medicina.
El Targún
La palabra Tárgum proviene de dos raíces hititas y acádicas:
Tarkummai(Hitita) que traduce “explicar o traducir”.
Targummanu(Acadio) que traduce “llamar”.
El Tárgum es una traducción explicativa (parafraseada) del Hebreo al Arameo. En un principio se trataba de
versiones orales que más tarde se pusieron por escrito. La LiteraturaTargúmica surge a partir de la incursión
de la Sinagoga en la liturgia judía, cuando el arameo predominó sobre el hebreo, convirtiéndose en la
lengua de los judíos.
La Literatura Targúmica ofrece un texto actualizado a la teología y circunstancias de la época, es de gran
importancia para entender el Texto Sagrado.
Midrashim
En el Arte de interpretar la Ley y contextualizarla nacieron los MidrashimHalákicos, los cuáles eran
comentarios Legislativos o Jurídicos de la Ley. Los Escribas eran expertos en doctrinas esotéricas, se
encargaban de profundizar los aspectos confusos sobre la divinidad, trabajaban en torno a los Misterios de
Dios:
* Los misterios de la Creación (Cosmogonía).
* Naturaleza y Sabiduría Dios (Teosofía).
* Escatología Judía (El Reino de Dios-Salvación Futura).
Estos temas eran tratados a la perfección por Jesús, de ahí la teoría de su formación rabínica.
Además de los mencionados, existían temas exotéricos (hacia afuera, abiertos) que se impartían en la
lectura en las sinagogas en presencia de todos los asistentes, las verdades esotéricas (hacia adentro,
oscuras) eran de divulgación limitada, muchos temas, no eran mencionados por las siguientes razones:
* Pedagogía, con el propósito de evitar su mal uso, por ejemplo: el incesto no se enseñaba a más de dos
oyentes, la historia de la creación se enseñaba a un oyente y la visión del carro en Ezequiel ni siquiera a
uno, a menos que el discípulo demuestre buen juicio y prudencia.
* Santidad, ciertos pasajes oscuros eran prohibidos durante el servicio sinagogal. Algunos no podían ser
leídos ni siquiera en hebreo, otros debían leerse en hebreo pero sin traducirse al arameo. Las expresiones
fuertes se sustituían por frases que no afecten la susceptibilidad de los oyentes.

Midrash
Que traduce “comentario ó investigación” “contextualización de un aspecto de la Ley”. En plural (Midrashim)
“comentarios, investigaciones, contextualizaciones de la ley” Viene del verbo (Daresh) que traduce
investigar, comentar, contextualizar. Su objetivo es buscar e interpretar el sentido escondido de las
Escrituras y realizar comentarios escriturales y homiléticos.
El Midrash se refiere al procedimiento exegético por el que se interpreta un texto, la interpretación concreta
de un versículo específico o pasaje bíblico.
*Significa investigar, buscar el sentido profundo de los hechos nuevos, teniendo como respaldo textos
antiguos. Es una relectura de textos del Antiguo Testamento con el fin de poner luz en un nuevo
acontecimiento. Un ejemplo de esto lo encontramos en los relatos de la infancia de Jesús. Los evangelistas
toman como base histórica el nacimiento de Jesús, pero explican su vida a partir de textos del Antiguo
Testamento. Lo importante no son los hechos que se cuentan sino el mensaje que se ofrece. Mateo 1 – 2,
usando muchas imágenes comparativas, quiere presentar a Jesús como el nuevo Moisés que trae la nueva
Ley; por su parte Lc. 1 – 2 nos quiere mostrar que la Nueva Alianza está representada en Jesús.

La Mishnáh.
Significa “repetición”, otros también la conocen como “añadidura”, es el estudio o enseñanza por repetición
de una colección de MidrashimHalákicos de diferentes tradiciones por varias épocas. Quien inició esta
colección fue el Rabino Aquiba (Tanaíta martirizado en el 135 d.C.), continuando la colección el Rabino Meir
y culminándola el famoso Patriarca YahudaHanasi “Judá el Santo” (135-200 d.C.).

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La Mishnáh tuvo un proceso de recopilación de alrededor de 70 años, incluía la interpretación de todas las
tradiciones antiguas: matrimonio, fiestas sagradas, agricultura, asuntos de mujeres, también contiene
tratados sobre los holocaustos, el día de reposo (sábado), el derecho civil y penal, pureza e impureza.

f. Textos, manuscritos y versiones del Antiguo Testamento


Versiones hebreas
♦ No ha llegado hasta nosotros ningún manuscrito original que sea producto de los autores o redactores del
A.T.
♦ Lo que ha llegado hasta nosotros son simples copias efectuadas por escribas posteriores. O sea, ningún
libro escrito total o parcialmente antes del exilio (587-539 a.C.) ha llegado hasta nosotros, ni siquiera
fragmentos de los textos originales.
♦ Los manuscritos hebreos más antiguos proceden de la gruta 4 de Qumrán y corresponden al período 250-
175 a.C.
En la transmisión del texto hebreo se suele distinguir tres períodos:
♦ El período antiguo (250 a.C. – 135 d.C.)
Como no era costumbre en esta época colocar el nombre del copista y la fecha, fechar los materiales se
torna muy difícil. Todos los manuscritos de este período han sido descubiertos a partir de 1947. Han sido
señalados más de 190 manuscritos del Antiguo Testamento Encontrados en diferentes cuevas en el
desierto de Judá y la fortaleza de Masada.
Los más antiguos corresponde a la cueva 4 de Qumrán y sus fechas van del 250 a.C. hasta el 175 a.C.,
pero los más tardíos no son posteriores al 68 d.C. Sin embargo, en el caso de Qumrán, salvo el libro de
Isaías (1Q), no hay ningún libro del AT que esté completo.
♦ El período medieval (135 d.C. – 1376 d.C.)
El Pentateuco Samaritano es el único manuscrito que ha llegado a la Edad Media de un texto hebreo que
no pasó por la unificación de los sabios judíos del siglo I a.C.
Códices modelos – Por este nombre se designan un conjunto de códices, obra de la familia Ben Aser, de
especial interés para el estudio del texto y del aparato crítico añadido. Estos manuscritos constituyen la
base de las ediciones críticas de la Biblia hebrea. Estos manuscritos son:
- Los Profetas, de El Cairo escrito y dotado de vocalización por Moisés Ben Aser en 895. Contiene los
Profetas Anteriores y los Profetas Posteriores del canon hebreo.
- El Códice de Aleppo, originariamente comprendía todo el Antiguo Testamento, dotado de puntos
vocálicos por Aarón ben Moisés Ben Aser cerca del 930. El Códice de Alepo es el sustrato básico de una
nueva edición del texto que está preparando la Universidad Hebrea de Jerusalén. El Códice de Alepo es el
manuscrito más antiguo de la Biblia hebrea íntegra.
♦ El período moderno (1477 d.C.)

Texto receptus(1525-1929), aparece en Venecia en 1518. Este texto, preparado por Jacobo ben Cayyin, ha
llegado a ser la norma de todas las Biblias hebreas que se han impreso hasta hace pocos años.
Biblia hebraica de Sttuttgart - Es el texto del Antiguo Tesatamento más difundido en la actualidad,
preparado por R. Kittle y P. E. Kahle, entre 1929 y 1937 para la Sociedad Bíblica de Sttuttgart. Esta Biblia
hebrea, de la que se han hecho muchas impresiones, se basa en el manuscrito de Leningrado. Es muy
importante su aparato crítico donde aparecen múltiples variantes tomadas de manuscritos hebreos. Se le ha
criticado por el uso excesivo que hace de la LXX. Pero a pesar de sus limitaciones constituye la mejor
fuente para llegar a un texto hebreo seguro.
Versiones griegas

La Versión de los LXX (antes del 100 d.C.) – A pesar de su historia legendaria, que la sitúa como
íntegramente traducida durante el reinado de Tolomeo II (285-246 a.C.), su núcleo fue el Pentateuco.
Códices unciales
1. Códice Vaticano (=B) – Es de mediados del siglo IV y solamente le falta Génesis 1,1-46,8 y algunos
versículos de Samuel y 30 Salmos. Nunca contuvo 1-2 Macabeos
2. Códice Sinaítico (=S o álef a)) – También de mediados del siglo IV, se conservan 156 hojas en el Museo
Británico y otras 43 en Leipzig. Contiene 1 y 4 Macabeos, pero nunca tuvo 2 y 3 de Macabeos.
3. Códice Alejandrino (=A) – Está fechado en el siglo V y también se conserva en el Museo Británico . Le
faltan porciones del Génesis y de 1 Samuel y también unos 30 Salmos. Hay algunos desacuerdos con el
Códice Vaticano, sobre todo en Jueces. Incluye 3-4 de Macabeos.

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4. Códice Marchalianus– Se fecha en el siglo VI, contiene los Profetas y se conserva en la Biblioteca
Vaticana. Es relevante porque presenta en sus márgenes citas de las ediciones posteriores de Aquila,
Símmaco y Teodoción.
Códices minúsculos – De estos códices fechados a partir del siglo IX en adelante, se tienen alrededor de
1,500 manuscritos.
1. Aquila – Alrededor del 130 d.C., esta versión forma parte de la controversia judeocristiana. No contiene
los Deuterocanónicos. Otro ejemplo de controversia se encuentra en la corrección de la traducción que
hacen los LXX del término ‘almáenIs 7,17 (parthenos=virgen). La versión de Aquila truduce‘almaporneanis
=joven. Esta versión se conserva sólo en fragmentos.
2. Símmaco– Finales del siglo II d.C. Su importancia reside en que fue usada por Jerónimo para su versión
del Antiguo Tesatamento sobre el original griego.
3. Teodoción– Hay discusiones con relación al fechado pues hay autores que sitúan algunos materiales
antes de la versión de Aquila.
4. Héxaplas de Orígenes – Fechada alrededor del 245 d.C. en Cesarea. El texto es una obra dispuesta en
6 columnas en forma vertical que contiene: 1) el texto consonántico hebreo; 2) el hebreo trascrito en
caracteres griegos, de acuerdo con las normas del siglo II d.C., y con las pocas posibilidades del alfabeto
griego; 3) versión de Aquila; 4) versión de Símmaco; 5) texto tradicional de la LXX; 6) Teodocicón. No hay
una versión completa de este texto, si es que alguna vez hubo copias completas.

I. Historia del canon cristiano

El canon cristiano del Antiguo Testamento


Los primeros cristianos usaban el canon Alejandrino, es decir, la Septuaginta, considerándola como
Palabra de Dios. El texto en griego dio la oportunidad a los cristianos de relacionar el mensaje de Jesús con
pasajes de importancia mesiánica; les brindó recursos literarios para citar textos del canon hebreo en las
discusiones con los judíos y jugó un papel fundamental en la predicación del evangelio de los gentiles. La
iglesia utilizó la versión griega en sus homilías, debates y reflexiones teológicas. Una gran parte de los
escritores cristianos de la época la citaban, pero hacia el siglo IV se fue viendo una diferencia de
aceptación de determinados libros. La iglesia Occidental aceptó el Antiguo Tesatamento con la inclusión de
algunos Deuterocanónicos, en tanto que la iglesia Oriental siguió el canon palestinensis.
En el concilio de Trento (1545), convocado por la Iglesia Católica, en torno a las discusiones con los
protestantes, se fijó el canon con la inclusión de los Deuterocanónicos. Los reformadores siempre tuvieron
serias dudas sobre estos libros y optaron por excluirlos, aunque, algunos los incluyeron en una sección
intermedia entre ambos testamentos con notas explicativas. En 1826 las Sociedad Bíblica Británica, decidió
publicar Biblias únicamente con el canon hebreo del Antiguo Testamento.
Hoy ya se han superado las dificultades entre los cristianos de las diferentes confesiones y se publican
Biblias protestantes con los Deuterocanónicos, aunque no se acepten como normativos para formular
doctrinas, pero se reconocen por su valor en el conocimiento de la historia, las costumbres y las ideas
religiosas en el período antes de Jesús.

Formación del canon del Nuevo Testamento


Alrededor del año 30 muere Jesús, y se considera que hubo un vacío de 20 años en que no se escribió
nada porque los discípulos no sintieron la necesidad debido a la expectativa de su pronto regreso.
La historia y los dichos de Jesús se transmitían oralmente a la vez que fue apareciendo una nueva
manifestación de autoridad: el Apóstol Pablo, que apelo a su calidad de comisionado por Jesús y poseedor
del Espíritu Santo (1Co. 7:25, 40, Gálatas. 2:7-9)). Pablo comenzó a fundar Iglesias y a enviar cartas
para resolver asuntos y controversias que se producían. Pablo era una autoridad viviente, y él esperaba que
sus cartas se leyeran en voz alta en las iglesias (1Ts. 5:26), lo cual no implicaba que estos escritos se
colocaran al mismo nivel que el antiguo testamento.
Una colección del Corpus Paulino se tenía ya para los años 80-85 d.C en Asia Menor y gozaba de gran
prestigio. No obstante a finales del siglo I no existía el concepto de Cannon escritural con una lista completa,
ya que circulaban también cartas de otros Apóstoles y se fueron conformado los evangelios entre los años
60 y 98 d.C
Finalizando este periodo apostólico aparecen varios escritos que fueron leídos con verdadera veneración y
respeto por los primeros cristianos y que después no se incluyeron en el Canon del Nuevo Testamento :

28
Primera Epístola de Clemente de Roma a los Corintios, La carta de Bernabé, El Pastor de Hermas, la
Didaje y otras que fueron reconocidas en sus inicios como poseedoras de autoridad y valor canónico.
Un manuscrito Alejandrino del siglo V, incluye la Primera Epístola de Clemente de Roma. Por su parte el
manuscrito Sinaítico fechado en el siglo IV, se encuentran la Epístola de Bernabé y el Pastor de Hermas
(ambos del s. II). Claramente hacía falta una decisión respecto a cuáles libros debieran incluirse en el
canon.
Los primeros padres de la iglesia del segundo siglo, tales como Ignacio y Policarpo indican un conocimiento
amplio de las Epístolas de Pablo, de algunos de los Evangelios, y de I Pedro y I Juan.
El uso de nuestros libros del Nuevo Testamento aumentó constantemente durante la primera mitad del
segundo siglo. Por ejemplo, Justino Mártir (1.50 d.C.) demuestra tener conocimiento de los cuatro
Evangelios, Los Hechos, varias de las Epístolas de Pablo, Hebreos, I Pedro y el Apocalipsis.
Al fin del segundo siglo es claro que tanto Ireneo en Galia (Francia), como Clemente de Alejandría (Egipto) y
Tertuliano de Cartago (Norte de África), todos tenían esencialmente el mismo Nuevo Testamento que
nosotros tenemos hoy día. Durante el tercer siglo hubo bastante controversia respecto a la canonicidad de
siete de nuestros libros del Nuevo Testamento. Estos eran Hebreos, Santiago, II Pedro, II y III Juan, Judas y
Apocalipsis. Esa incertidumbre continuó hasta el cuarto siglo. La primera lista exacta de nuestros 27 libros
se encuentra en una carta de la Pascua de Resurrección escrito por Atanasio en 367 d.C. Por fin casi al fin
del siglo cuarto, en 397 d.C. el Concilio de Cartago decretó que solamente deberían leerse en las iglesias. A
continuación dio una lista de los 27 libros de nuestro Nuevo Testamento. Desde aquel día el canon del
Nuevo Testamento ha permanecido igual para la Iglesia Católica Romana, y ha sido el canon protestante
desde la Reforma. Creemos que el Espíritu Santo guió en la selección de los libros, hecha por ese concilio.

Criterios de canonicidad
Criterios fundamentales:
1. Carácter apostólico.
2. Contenido.
3. Universalidad.
4. Inspiración divina.

1. Carácter apostólico: Que provinieran directamente de los apóstoles. En caso contrario, debía
establecerse si tuvo alguna asociación estrecha con algún apóstol, como el caso de Marcos y Lucas y el
pueblo debía tener conocimiento de esto.
La Iglesia cristiana es una Iglesia apostólica, establecida sobre el fundamento de los primeros testigos,
directamente llamados y enviados por Jesucristo. El Nuevo Testamento, pretende ser un canon apostólico,
así como también el credo y los ministerios pretenden serlo. Apostolicidad, es sinónimo de originalidad y
autenticidad, criterio de distinción entre doctrina recta y falsa. (Gottfried Brakemeier- La Autoridad de la
Biblia)
2. Contenido: Se debía determinar si el contenido y el tratamiento del mismo respondía a los elevados
principios y al nivel espiritual que exigían como evidencia de que trataba de las Sagradas Escrituras.
Siguiendo este criterio se eliminaron los libros falsos.
3. Universalidad: Debía establecerse si el libro tenía aceptación en toda la Iglesia y si respondía a un interés
universal.
4. Inspiración Divina: Se procuraba determinar si el libro ofrecía pruebas evidentes de haber sido por
inspiración de Dios (II Tim. 3: 16) y si el Espíritu Santo concedía a hombres piadosos la convicción de que
así era. Esta era la prueba final. De no haber mediado la intervención providencial, el canon del Nuevo
Testamento jamás se hubiera podido determinar aceptadamente.

Desarrollo del canon y períodos


Se cuenta con varios períodos de formación:
1. Apostólico (hasta el 70 d.C), del oral a lo escrito.
2. Sub Apostólico (70 – 135 d.C) Se forman las colecciones.
3. Gnóstico Naciente (135 – 165 d.C). Confrontación con los gnósticos.
4. Antignóstico (Ireneo, Clemente, Orígenes, Hipólito) Canon de Muratori.
5. Consenso (siglo. IV d.C) Atanasio (367 d.C)

29
El papel de Marción
El primero en componer un Canon del Nuevo Testamento es Marción, un gnóstico considerado hereje.
Alrededor del 140 d.C, rechazó el A.T. Acogió sólo un evangelio, el de Lc., y diez cartas del apóstol Pablo.
Fueron excluidas las cartas pastorales. Marción sometió todos estos escritos a una revisión radical. Los
pasó por un estrecho filtro dogmático, depurando todos los pasajes supuestamente “judaizantes”. La Iglesia
no podía concordar con tal “canon” ni admitir que fuese definido por teólogos como Marción lo que sería una
norma apostólica. La “idea” de un canon se imponía. La tradición apostólica precisaba ser reservada. La
arremetida de Marción no había sido innovadora en ninguna forma. Mostraba, sin embargo, que no se podía
demorar la creación de un canon. Hacia los años 160-180 las iglesias corrigieron la lista, añadiéndole los
otros tres evangelios de uso popular, Hechos y Apocalipsis.

El Fragmento Muratori
Este documento lo descubrió el teólogo Ludovico Antonio Muratori, a finales del s. II o principios del III,
contiene una lista de libros del N.T, escrita en latín.
-El Fragmento Muratoriano, enlista por primera vez, aunque todavía no en términos definitivos, los libros a
ser considerados normativos en la Iglesia cristiana. Todo esto muestra que ya existe en esa época un N.T.
lo que falta es la delimitación exacta del mismo. Este famoso Código de Muratori, escrito en el año 172
d.C., en él se encuentra un listado de 23 libros inspirados, faltando Santiago, Hebreos,1 y 2 Pedro y 3 Juan.
Este códice presenta la idea de que a finales del siglo II y a inicios del III ya existía un listado de libros que
se consideraban canónicos pero no estaban oficializados por ningún Concilio, ya que la Oficialización
Conciliar se da a finales del siglo IV.

Factores históricos, políticos, sociales y teológicos que influyeron en la formación del Nuevo
Testamento
La valoración teológica de los textos está íntimamente relacionada con la comprensión de los contextos
sociales en que aquellos fueron creados. El problema clave que se ha planteado, y que domina todos los
intentos de entender el mundo social de la Biblia, es la compleja relación existente entre los textos y sus
mundos sociales.
El legado de los estudios literarios ha consistido en haber socavado la confianza en la suposición de que el
mundo de los textos coincidía con las visiones del pasado que éstos presentaban.
Las tradiciones bíblicas no se pueden entender ya como simples reflejos de una realidad histórica anterior.
Más bien ofrecen una valiosa visión de interpretaciones de esa realidad hechas desde puntos de vista
concretos en tiempos de los autores. ((Keith Whitelam- Mundo Social de la Biblia)
Los evangelios fueron escritos en diversos puntos del imperio romano entre los años 60 y 90, y aunque
relatan acontecimientos ocurridos entre el 30 y 70, estamos frente a obras que pertenecen a otras culturas y
contextos socio-políticos.
El imperio romano es el marco en el que el cristianismo se extiende, pero es la pequeña región de Palestina,
donde se desarrolla la actividad de Jesús y la primitiva comunidad cristiana. Todo lo que podamos conocer
acerca de su situación social, económica, política o religiosa es de gran importancia para comprender los
evangelios.
Israel se vio asediado en su historia por eventos, imperios, gobiernos, que marcaron su historia en todos los
sentidos, marcando así la historia del período nuevotestamentario el gran imperio romano. Para entender
los textos, se debe conocer este contexto que afecta aun la teología de los pasajes.
En tiempos de Jesús, el poder económico estaba en manos de la aristocracia herodiana, que había
consolidado su patrimonio. Los pobres eran numerosos y su situación se agravó después de la muerte de
Herodes el Grande, de modo que muchos tuvieron que emigrar. A este empobrecimiento contribuyeron los
impuestos, la urbanización y el comercio, que acentuaba las diferencias entre la masa rural y los centros
comerciales.
La mayor parte de las riquezas del país estaba en manos de grandes propietarios y alto clero, que
acumulaban tierras o percibían el diezmo de todo tipo de ingresos. Es la clase dominante, establecida en
torno al Templo.
Cultura y religión están íntimamente vinculadas en el judaísmo de la época. El fundamento de la cultura
judía es la ley y las tradiciones religiosas; eso los lleva a tener una tensión constante con la cultura y
filosofías del helenismo, que pretendía imponerse por la fuerza. Son los judíos de la diáspora quienes van a
lograr una síntesis entre ambas corrientes culturales.

30
Para entender la situación religiosa del judaísmo en el siglo I es necesario remontarse hasta el exilio (s. VI
a.C). Políticamente, el pueblo se vio privado de su autonomía debido a las sucesivas dominaciones persa,
griega y romana. El acoso de las nuevas corrientes de pensamiento ponía en tela de juicio la concepción de
hombre, mundo e historia. El pueblo estaba privado del Templo, que era su centro vital.
En tiempos de Jesús, la situación era más compleja. El Templo había sido reconstruido y la clase sacerdotal
se había revitalizado, habían surgido nuevos grupos y movimientos religiosos. Dada la complejidad de esta
situación, vamos a contemplarla desde tres puntos de vista: instituciones, movimientos y grupos.
*La sinagoga nació como lugar de encuentro durante el exilio de Babilonia y se hizo común, tanto en
Palestina como en la Diáspora, hasta el punto que cada comunidad tenía su sinagoga, como lugar de
oración y estudio.
*Para la ley romana, el Cristianismo se convirtió en una “superstición”, un “culto ilícito”, debido a que los
judíos consideraban que los creyentes en Jesucristo eran unos “herejes”.
* El Cristianismo fue rechazado por los judíos y, en consecuencia, perseguido durante períodos de más o
menos terrífica violencia, por el Imperio. Confesarse cristiano fue la causa de muchas persecuciones,
tormentos e incluso, la muerte para muchos, que hasta eran lanzados a las fieras en el circo romano,
después de haber sido denunciados por personas inescrupulosas o, quizás, confundidas por las falsas
acusaciones de que los cristianos eran objeto. Pero esa fe se fue arraigando cada vez más en las
comunidades fundadas por los apóstoles y sus discípulos, pese a las humillaciones, la pérdida de los bienes
materiales, la flagelación y la propia muerte, creciendo el número de los seguidores de Jesucristo, incluso
en el mismo centro del Imperio Romano, la ciudad de Roma. Años más tarde, a principios del Siglo IV d.C.
Roma oficializó la fe cristiana, siendo emperador (306 - 337 D.C) Constantino, llamado El Grande.

Textos, manuscritos y versiones del Nuevo Testamento


Durante los siglos siguientes, los eruditos cristianos procuraron entender el Nuevo Testamento en griego,
basándose en el griego clásico. Entonces el descubrimiento de grandes cantidades de papiros, escritos
alrededor del tiempo de Cristo, añadió toda una nueva dimensión al estudio del Nuevo Testamento en
griego. Esto se refleja en los léxicos y libros de referencia que se han escrito durante los últimos cincuenta
años. Pero más y más se reconoce hoy día que la fuente más importante para nuestro entendimiento del
Nuevo Testamento es la Versión Septuaginta del Antiguo Testamento. Esta fue la Biblia usada por los
autores del Nuevo Testamento y leída por los primeros creyentes.
Versiones Latinas
La Vulgata. Probablemente fue en el año 382 que el Papa Dámaso le pidió a Eusebio Hierónimo, conocido
ahora como San Jerónimo, hacer una revisión de las versiones latinas de la Biblia comúnmente usadas. El
año siguiente este erudito entregó al papa su primer trabajo, la revisión de los Cuatro Evangelios, indicando
que había comparado el viejo latín y el griego.
Versiones Siríacas
El Siríaco Viejo. Como el latín viejo, el siríaco viejo procede del segundo siglo. Esta obra es una de las
evidencias que en ese tiempo nuestros cuatro evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan, y sólo ellos, eran
aceptados, ya que usa solamente material de ellos.
La Peshito: Llegó a ser la versión popular para las iglesias siríacas, tal como pasó con la Vulgata en latín.
Versiones Inglesas
La Biblia de Wiclif(1382). Esta fue la primera Biblia completa en inglés. Fue una traducción de la Vulgata y
no del griego.
El Nuevo Testamento de Tyndale(1526)
La Gran Biblia(1539). Tomás Cromwell le pidió a Coverdale que preparara otra versión, basada en la Biblia
de Matthew.
La Biblia de Los Obispos (1568). Por algunos años la gran mayoría de la gente usó dos Biblias en Inglaterra.
La de Ginebra era la Biblia del pueblo y la Biblia Grande era la que se usaba en los púlpitos. Finalmente el
Arzobispo Parker ordenó una revisión de la Gran Biblia, esperando que tomara el lugar de ambas versiones.
Puesto que muchos de los eruditos que hicieron el trabajo de revisión eran obispos, se le llamó la Biblia de
los obispos.
Las Versiones Castellanas de la Biblia

La Biblia Alfonsina 1350


La Biblia de Alba 1422
La Biblia de Ferrara 1533 (Sólo el A.T)

31
El Nuevo Testamento de Encinas 1543
Versión de Casiodoro de Reina Casiodoro de Reina, notable sevillano nacido en 1520, entró al monasterio
desde pequeño hasta destacarse como un prolífico orador sagrado. Apareció en 1569 su versión castellana
de la Biblia, vertida directamente de los originales hebreo y griego. Se conoce con el nombre de Biblia del
Oso (Por tener un oso en su carátula).
Versión de Valera. Cipriano de Valera dedicó años a la revisión y corrección de la Biblia de Casiodoro de
Reina comparándola cuidadosamente con diversas traducciones y revisándola con arreglo a los originales
hebreo y griego. Esta obra se publicó en 1602 en Ámsterdam, Holanda.
Versión Reina Valera. Revisión de 1960. Con este nombre circula ampliamente en todas las
comunidades de habla castellana, la versión de la Biblia hecha por Casiodoro de Reina y publicada por
primera vez en Basilea, Suiza, en septiembre de 1569. Esta versión conocida también como Biblia del Oso
ha sido cometida a diversas revisiones a lo largo de sus cuatro siglos de existencia.
La primera revisión, hecha por el erudito español Cipriano de Valera, amigo de Reina, vio la luz en
Ámsterdam, Holanda, el año 1602. La más conocida es la Revisión de 1960, realizada, bajo los auspicios de
las Sociedades Bíblicas Unidas, por un selecto número de eruditos latinoamericanos. En estas revisiones
sólo se ha buscado la actualización del lenguaje ya que muchos vocablos utilizados por Reina han caído en
total desuso. Se afirma que en las revisiones anteriores a 1909 se introdujeron unos 60.000 cambios de
vocabulario y algo más de 100.000 en asuntos ortográficos. En la Revisión de 1960 se incluyen unos 10.000
cambios más.
Posteriormente han aparecido nuevas revisiones de esta famosa versión como son la 1977, 1995, 2000 y
2004.

Los pseudoepígrafos y los llamados apócrifos del Nuevo Testamento.

Los pseudoepígrafos (falsas escrituras) son libros antiguos que datan de los últimos siglos antes de Cristo y
los primeros de nuestra era. Para ganar prestigio, y no porque fueran de verdad sus autores, se les dio el
nombre de grandes personajes judíos (Enoc, Moisés, Isaías). De allí que se les llame falsos (pseudo). Ni los
protestantes ni los católicos romanos los han considerado nunca parte de la Biblia. La mayoría de estos
libros se escribieron antes del tiempo de Cristo y son de naturaleza apocalíptica. Presentan un cuadro feliz
del futuro de los judíos. Los pseudoepígrafos pre cristianos incluyen los siguientes:
Libro de Enoc (mencionado en Judas)
Secretos de Enoc (citado en Judas)
Ascensión de Isaías
Apocalipsis de Sofonías
Apocalipsis de Esdras
Testamento de Adán
Apocalipsis de Baruc
Testamento de los Doce
Asunción de Moisés (Patriarcas)
De los libros posteriores a Cristo, varios circulaban en medios religiosos. Pretendían tener valor histórico,
diciendo dar datos no sobre la Escritura misma, sino sobre los discípulos, María la madre de nuestro Señor,
la niñez de Jesús, su resurrección, etc. En su mayoría las historias son legendarias e imaginarias, pero hay
trazas de información aquí y allí que se consideran auténticas. He aquí algunos de los apócrifos del Nuevo
Testamento:
Evangelio de Santiago
Evangelio de Pablo
Evangelio de Pedro
Hechos de Juan
Evangelio según los Hebreos
Historia de José
Evangelio del Nacimiento de María
Evangelio de Nicodemo (o Hechos de Pilato)
Hechos de Pedro
Hechos de Andrés
Hechos de Tomás

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Apocalipsis de Pedro
Apocalipsis de Pablo
Epístolas de los Apóstoles
Es interesante observar que los libros apócrifos neotestamentarios o pseudoepígrafos pueden clasificarse
en las mismas categorías que nuestro Nuevo Testamento auténtico: Evangelios, Hechos, Epístolas,
Apocalipsis. Fascinantes trazas de «información» se dan en estos libros. Ejemplo:
(1)Jesús nació en una cueva (Evangelio de Santiago). (Esto probablemente sea cierto. El sitio tradicional de
su nacimiento es una cueva encima de la cual está edificada la iglesia de la Natividad, en Belén, una de las
más antiguas iglesias del mundo.)
(2) Pablo era un hombre pequeñito, ligeramente calvo, con las piernas arqueadas, cejijunto y de nariz un
tanto aguileña (Hechos de Pablo). También esto está bastante apoyado por la tradición.
(3) El hombre de la mano seca de Mateo 12.13 era albañil.
(4) Los hermanos de Jesús eran hijos de José, tenidos con otra esposa.
(5) El soldado que hirió al crucificado se llamaba Longino.
(6) La mujer del flujo de sangre se llamaba Verónica.
Tarea Extraclase

 Defina con sus palabras la Canonicidad de la Biblia


 A cuales criterios se sometían los diferentes escritos Bíblicos para reconocerlos dentro del canon y
de quienes era esta responsabilidad.

Capítulo 6. El Criticismo Bíblico

a. El Alto Criticismo en General

Una cosa es acudir a la Biblia para determinar su significado y aplicaciones correctas y otra muy diferente,
desafiar la Biblia con un corazón incrédulo en un intento de desacreditarla y demostrar que es incorrecta.

Como consecuencia del Racionalismo, el Liberalismo y el Neortodoxismo, se han desarrollado numerosas


formas de estudiar la Biblia que siguen siendo populares, pero que son un agravio contra Dios y su Palabra,
las Escrituras.

 El Alto Criticismo, conocido también como Criticismo literario, es un método de determinar si el texto
de un documento es o no genuino basándose en evidencias internas y externas. El Alto criticismo
está basado en la razón humana y tiene tendencias anti sobrenaturales. Para la alta crítica, la
evidencia externa parece tener más importancia que el testimonio del texto mismo.
 El Alto Criticismo del A.T. Este método usualmente ha tomado la actitud de negar la identidad del
autor, la fecha, o la unidad de todo, o parte del A.T
Respecto al Antiguo Testamento este tipo de crítica plantea que la identidad de sus autores y las fechas
poseen errores, además de que su idea central se encuentra con frecuencia alterada. Todo comenzó
cuando en 1753 Jean Astruc, médico francés se percató que en el libro de Génesis las referencias a Dios
aparecen como ¨Dios¨ y ¨Jehovah Dios¨, cosa que argumento se debía a que Moisés usara dos fuentes
distintas para la composición del libro a las cuales llamaron ¨E¨ identificada con un documento temprano y
¨J¨ identificado con el tardío.

En el principio se negaba la paternidad literaria, pero con el aumento del pensamiento Francés y Alemán
surgió el planteamiento que el Génesis era obra de alguien muy posterior, y Hupfeld en 1853 planteo que el
documento ¨E¨ se componía de dos documentos, uno de los cuales era de composición muy tardía.

Los dos ejemplos más comunes son:

Teoría que niega que Moisés fuera el escritor del Pentateuco (Génesis a Deuteronomio). Siendo sostenida
por hombres como Julio Wellhausen (1876) quien desarrolló lo que se conoce como la Hipótesis
Documentaria (JEDP) la cual insinúa que fueron cuatro diferentes autores quienes escribieron el Pentateuco
arguyendo que algún compilador posterior reunió los cuatro documentos(libros)en uno.

33
Documento J= Así denominado por el uso de Jehová, Aproximadamente en el 850 A.C

Documento E= Así denominado por el uso de Elohim, aproximadamente del 750 A.C

Documento D= Así denominado por Deuteronomio, aproximadamente del 625 A.C

Documento P= Así denominado por su énfasis sacerdotal, aproximadamente del 450 A.C

Este hombre sostuvo que ninguna parte del Pentateuco fue escrita por Moisés, sino que fue compilado por
algunos hombres que vivieron casi mil años después de él.

La teoría de Wellhausen estaba basada en el argumento de que había dos relatos de la Creación en
Génesis 1 y 2, dos diferentes nombres usados para Dios (Elohim y Jehová) y supuestas diferencias en estilo
y vocabulario.

Los que plantean esto parecen desconocer que los dos relatos de la Creación son complementarios ya que
el primero presenta la Creación general, mientras que el segundo hace énfasis en la Creación del hombre,
dándonos más detalles que el primero, además Elohim es una palabra genérica (de genero) para referirse a
Dios, mientras que Jehová es el nombre personal de Dios.

Otro planteamiento de estos Altos Críticos es que los libros de Isaías y Daniel no fueron escritos por ellos.
Plantean que Isaías fue, al menos, escrito por dos personas distintas (capítulos 1-39 y 40-66) el objetivo de
dicho planteamiento claramente va dirigido a eliminar cualquier posibilidad de profecía predictiva.

Para ello plantean que el autor de la segunda parte no profetizo el advenimiento de Ciro, sino que fue un
contemporáneo de este. Lo mismo sucede con las profecías de Daniel acerca de la sucesión de los poderes
mundiales sobre el mundo conocido, las cuales atribuyen a un escritor del periodo Macabeo.

Alto Criticismo del Nuevo Testamento.

El Alto Criticismo proviene de aquellas personas que tienen en poca estimación la inspiración, la inerrancia y
autoridad de las escrituras.

Tampoco el Nuevo Testamento escapa a la intención destructora del alto criticismo, este descansa sobre las
mismas bases que el criticismo del Antiguo Testamento, pero se ha desarrollado en tres distintas
direcciones.

 Criticismo del Origen.

El cual pretende enfocarse en las fuentes humanas escritas y orales de los hechos usados por los escritores
del Nuevo Testamento, generalmente negando que la escritura sea inspirada de Dios. Se desarrolló
parcialmente partiendo del problema sinóptico de hacer conciliar Mateo –Marcos-Lucas, y de la declaración
de Lucas 1: 1-4 acerca de las fuentes de información. Los críticos de las fuentes de Origen normalmente
afirman que los autores humanos se basaron o dependieron de otras fuentes de información, negando así la
autoridad divina.

 Criticismo de la Forma

El cual pretende determinar que fue realmente dicho y hecho en posición a lo que está escrito en el texto.
Pretende identificar las tradiciones orales, los dichos y los eventos que se emplearon para delinear la forma
y el texto de los evangelios por la iglesia, por una comunidad religiosa, etc. De esta manera los críticos de la
forma afirman que el texto no proviene de Dios.

 Criticismo de la Redacción.

El cual pretende determinar tanto las fuentes de origen empleadas por los escritores del Nuevo Testamento,
como el proceso editorial mediante el cual alguien construyo el texto para adaptarlo a un propósito literario

34
o teológico en particular. Los críticos de la redacción afirman que el texto fue creado después,
artificialmente, por algún editor quien se aprovechó de fuentes de información ya existentes.

 El Bajo Criticismo o Criticismo Textual

Es la disciplina que emplea la exegesis y las reglas de interpretación para determinar el significado exacto,
original y su correcta interpretación, estudiando todas las copias disponibles y tomando en cuenta los
variados contextos que rodearon la escritura de la Biblia ejemplo

- Histórico
- Cultural
- Lingüístico
- Político
- Social
- Religioso

Adecuadamente usado y bajo el correcto punto de vista de la Escritura, el Bajo Criticismo o Criticismo
Textual describe exactamente la posición evangélica conservadora. Esta reconoce la inspiración, la
inerrancia y la autoridad de la Biblia y busca estudiar cuidadosa y diligentemente la escritura como Dios lo
ha ordenado.

Conclusión.

Imposible juzgar la Biblia con parcializaciones de conducta y criterio, aplicándole a ella reglas y restricciones
que no se le aplican a otros manuscritos históricos. Una cosa es acercarse a la Biblia con un corazón
incrédulo y vacilante para probar su falibilidad y otra es presentarse con un corazón abierto a descubrir lo
que ella tiene que decir y enseñar, esto en gran medida determinara lo que creemos acerca de ella.

Tarea Extraclase

 ¿Cuáles clases de criticismo Bíblico son legítimos y provechosos? ¿Por qué?


 ¿Cree usted que el alto criticismo este basado sobre evidencias reales? Explique su respuesta

Capítulo 7. La Reina-Valera Permanencia y Temporalidad

Importancia de la versión de Reina

La Biblia es «el libro que hizo época» por excelencia. Y lo es, porque sigue haciendo época. No sólo porque
continúa siendo el libro más vendido del mundo sino, sobre todo, porque, por el poder transformador del
Espíritu que lo inspiró, «hace época» en la vida de cada ser humano que acepta el don gracioso de Dios
que la propia Biblia proclama.

Pero esa Biblia, portadora de un mensaje que cambia vidas, se nos da, ahora, por interpósitas lenguas que
la hacen accesible al hombre y a la mujer contemporáneos que se acercan a sus páginas. De otra manera
sería un libro cerrado para quienes no supieran los idiomas en que originalmente se escribió.

El castellano no es una excepción

Y, respecto de él y de la Biblia, la versión de Casiodoro de Reina ocupa un lugar privilegiado en la historia


de las traducciones castellanas del Libro. Ello es así, no solo por haber sido la primera traducción del texto
bíblico hecha desde los idiomas originales por cristianos, sino porque llegó a gozar de tal aceptación que,
para millones de estos, a lo largo de años y siglos y a lo ancho del mundo de habla castellana, se convirtió
en la Biblia por antonomasia. La historia de este fenómeno tiene facetas muy interesantes, pero no es el
tema que nos ocupa en este trabajo.

Destaquemos, eso sí, el hecho de que la Biblia que hoy lleva el nombre de Reina-Valera ha ocupado, y
ocupa, un indiscutible primer lugar en muchos aspectos de la vida de los protestantes. En la inmensa
mayoría de las comunidades evangélicas esparcidas por América Latina y por la España peninsular e

35
insular, no sería posible concebir las actividades litúrgicas al margen de esta versión de la Biblia. La práctica
cultual de la lectura antifonal o al unísono, tan común en gran número de nuestras iglesias, suele hacerse a
partir de ese texto. ¿Y qué decir de lo que solemos llamar el uso «devocional» de las Escrituras? Es
generalmente esta versión del texto sagrado la que se utiliza para las lecturas personales que tienen como
propósito fundamental encontrar solaz para el alma, o consuelo en momentos de prueba y de dolor, o
inspiración y dirección en tiempos de duda.

La Biblia de Reina ha jugado un papel importantísimo en la historia de la expansión misionera realizada por
los protestantes en el mundo de habla castellana. Casi desde sus orígenes, el movimiento protestante
español contó con esta versión, al haber aparecido apenas cincuenta y dos años después de que Martín
Lutero clavara sus noventa y cinco tesis en la puerta de la abadía de Wittenberg.

Las investigaciones que se han hecho acerca de la versión de Casiodoro de Reina y las subsecuentes
revisiones dan testimonio de la importancia que tal versión ha tenido en la historia del protestantismo.

La Reina-Valera: versión de los evangélicos hispanohablantes.

Ya nos referimos a este hecho en líneas anteriores. Valga añadir aquí que la historia de la evangelización
de España y de Hispanoamérica da razón suficiente de este fenómeno. Además, por las condiciones
particulares en que esa evangelización se llevó a cabo, la Reina- Valera llegó a identificarse como «la Biblia
protestante», por contraposición a «otras Biblias», que eran católicas (y, por tanto, se presuponía,
distorsionaban el sentido en la traducción).

El hecho de que, no solo por años sino por siglos, esta versión fuera la única usada por el pueblo evangélico
de habla castellana ha tenido repercusiones muy importantes y significativas respecto de la apreciación que
los propios evangélicos han desarrollado de la Biblia como tal (haciendo abstracción de una versión en
particular).

A continuación señalamos, a modo de apuntes preliminares, algunas de esas repercusiones que varios
observadores del fenómeno hemos percibido. Somos conscientes de que se necesita más investigación
objetiva, para que nuestras afirmaciones puedan tener el valor de verdaderas conclusiones.

(1) La versión Reina-Valera (de aquí en adelante identificada por las siglas RV) ha ejercido una gran
influencia en la configuración de las creencias teológicas del mundo evangélico.

La validez de esta afirmación puede avalarse por algunas observaciones adicionales. Tenemos, por
ejemplo, el siguiente hecho: en términos generales, los misioneros europeos que evangelizaron la Península
Ibérica, la España insular y las tierras donde se hablaba castellano, eran de tradición teológica
conservadora. Otro tanto ocurrió con los misioneros norteamericanos. Hubo, por supuesto, excepciones.
Eso significó que el uso de la Reina Valera estuvo signado por una particular interpretación teológica. A su
vez ello implicaba una estrecha relación entre dicha interpretación y los términos teológicos más
significativos que había escogido Reina, y que Valera y los sucesivos revisores mantuvieron en sus textos.
Tales términos se han vuelto sagrados en sí mismos, hasta el punto de que es casi un tabú intentar
cambiarlos por otros equivalentes pero más explícitos.

Por lo anterior, para muchos evangélicos de tendencia muy conservadora, el uso de versiones distintas de
la RV es señal inequívoca de desviación teológica.

Todo traductor es un intérprete. Es absurda la afirmación de que la Biblia no necesita que la interpretemos
sino que la obedezcamos, como si esto fuera posible sin aquello. Intérpretes fueron Reina y Valera y todos
aquellos que, como individuos o como partes de un equipo de trabajo, han colaborado en la revisión del
texto de aquellos campeones de la Reforma española. Solo en la medida en que el traductor sea consciente
de este ineludible hecho, podrá asumir una cierta distancia de sus propios prejuicios teológicos a la hora de
traducir el texto bíblico. Debe acentuarse, además, que la fidelidad del traductor está primeramente
comprometida con el texto, y no con un esquema teológico superior al texto.

36
(2) Lo dicho en el inciso anterior explica también otro fenómeno que los lingüistas debieran investigar: en
qué medida el lenguaje de la Reina Valera ha influido en el habla de los evangélicos hispanohablantes. El
Dr. Ronald Ross, del Departamento de Traducciones de Sociedades Bíblicas Unidas, decía hace un tiempo
que había observado cómo algunos evangélicos utilizan ciertas formas de expresión que no son propias de
las comunidades a las que ellos mismos pertenecen… pero sí del texto de RV. Hay entre algunos como una
especie de creencia no explicitada de que el texto castellano de RV es de por sí sagrado, en el sentido de
que su forma de expresión es la que debe usarse en el lenguaje de todos los días.

(3) Sin embargo, para los efectos de este artículo, hay un aspecto de capital importancia que, a criterio del
que esto subscribe, ha ejercido una influencia más bien dañina en la mentalidad de muchos evangélicos.
Nos referimos al hecho de que para muchísimas personas, aun cuando puedan no saber nada al respecto ni
ser conscientes de las implicaciones de las afirmaciones que hacen, la base textual de la RV es el texto
original.

Cuando Casiodoro de Reina traduce la Biblia, tiene a su disposición un muy reducido número de
manuscritos antiguos del texto bíblico en los idiomas originales. Además, eran manuscritos muy tardíos. Los
innumerables descubrimientos posteriores no solo han puesto a nuestro alcance una gran cantidad de
manuscritos, sobre todo griegos –manuscritos que consideramos «testimonios textuales»–, sino que
también han hecho retroceder, en muchos siglos, las fechas de los mismos testimonios.

La importancia de este hecho salta a la vista: Cuanto más antiguo sea un documento tanto más cerca está,
en el tiempo, de los textos originales. Los estudios que los especialistas (críticos textuales) han hecho de
esos textos han venido a demostrar que se formaron varias tradiciones o familias de textos, según las
características que iban adquiriendo en el proceso de copiado. Esos mismos estudios han revelado que los
manuscritos usados por Reina y por Valera no son de los más valiosos. (Aunque, insistimos, eran los únicos
con los que ellos contaban. Tendrían que transcurrir algunos siglos antes que se descubrieran los que hoy
más se valoran.)

Esto plantea un serio problema, desde la perspectiva que estamos analizando aquí: si los evangélicos
identifican el texto de RV como la fiel traducción del «texto original», lo que se está diciendo –aunque quien
lo diga no sea consciente de ello– es que los textos utilizados por Reina y por Valera son esos «textos
originales», y, por ende, inalterados e inalterables. ¿Qué hacer, entonces, cuando la crítica textual pone a
nuestro servicio manuscritos mucho más antiguos que los utilizados por nuestros traductores del siglo XVI,
más fidedignos y con variantes significativas respecto de estos últimos?

La reacción posible no es materia de especulación. Se manifestó, con claridad meridiana, cuando apareció
la primera edición de lo que llamamos comúnmente la «versión popular», y se agudizó con las ediciones
posteriores, cuando comenzó a usarse con más rigurosidad lo que denominamos el «texto crítico». A veces,
los ataques contra los traductores y contra las Sociedades Bíblicas fueron a bocajarro y no carentes de
cierta malévola intención.

Veamos un caso, muy sencillo: en Colosenses 1.14, los traductores de la versión popular han traducido así:
«por quien nos salvó y nos perdonó nuestros pecados». (En la primera edición, de 1966, cuando solo
apareció el Nuevo Testamento, ese texto rezaba así: «quien nos salvó por medio de su muerte,
perdonándonos nuestros pecados». Nótese que la frase «por medio de su muerte» se ha eliminado). La
crítica textual ha demostrado –creo que sin duda alguna– que esa frase (el texto griego dice, literalmente,
«por su sangre») fue introducida en el texto de Colosenses por un copista, que la tomó de Efesios 1.7. Por
ello, la versión Reina-Valera Actualizada, que ya hemos mencionado, agrega una nota al pie que afirma lo
siguiente: «Algunos manuscritos tardíos incluyen por su sangre; como. Efesios 1:7». Pues bien, no faltó
quien dijera que las «Sociedades Bíblicas ya no creen en la sangre de Cristo» o que «los traductores de
Sociedades Bíblicas son liberales» (en sentido teológico, se entiende). Pareciera no haberles importado que
esa frase (o su correspondiente, en traducción dinámica) sí estuviera en el texto paralelo de Efesios 1.7.

Como el anterior, podrían reproducirse muchísimos otros casos. Ellos confirman nuestra apreciación
anterior: para muchos lectores de la Biblia en castellano, el texto bíblico tras la traducción RV es el texto, y
no tiene vuelta de hoja.

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¿Qué valor tiene hoy la Reina-Valera?

Permítasenos hacer una distinción preliminar entre «valor» y «vigencia». Este último término, aplicado al
caso específico que nos ocupa, indica que, indubitablemente, la versión RV tiene un uso práctico,
significativo y muy amplio en el mundo protestante que habla castellano. En este sentido, la traducción que
nos ocupa tiene una indiscutible vigencia: La leen diariamente millones de personas que siguen –o hacen el
esfuerzo de seguir– sus enseñanzas, y la tienen en muy alta estima -incluso, como ha podido constatar el
autor de estas líneas, cuando resulta incomprensible-, y no la cambian por ninguna otra.

Por otra parte, cuando se habla del valor de esa traducción, nos referimos a sus cualidades intrínsecas en
tanto traducción y a sus características propias, como modernidad, precisión, documentos en que se apoya,
etc.

Es en cuanto a su valor en lo que la versión RV nos presenta un reto digno de afrontar, por las razones que
pasamos a enumerar:

Principios de traducción. Desde que Casiodoro hizo el trabajo inicial, mucha agua ha corrido bajo del puente
respecto de lo que tiene que ver con la comprensión de la tarea de traducción y de los principios
fundamentales que la rigen. La naturaleza formal de esa versión hace que aún en el día de hoy –y a pesar
de las numerosas revisiones a que ha sido sometida– haya pasajes que son prácticamente ininteligibles
para el lector común (al que se supone que va dirigida y que es, en realidad, quien la lee). El autor de este
artículo ha realizado la experiencia de poner a leer ciertos textos de la Reina Valera a determinados grupos
de personas. Preguntadas estas al respecto, muchas no pudieron explicar qué significaban esos pasajes.
Leídos en otra versión, resultaron fácilmente comprensibles.

La explicación fundamental del resultado de esa práctica radica en que la traducción por equivalencia formal
tiende a apegarse a la estructura de la lengua original o lengua fuente. Ello da como resultado, a su vez,
que se fuerza también la forma del idioma receptor (el castellano, en nuestro caso). Esto es más evidente
cuando el autor original emplea figuras como la metáfora.

El desarrollo de la lingüística y su aplicación a la traducción han venido a ratificar aquel dicho que afirma
que, supuesta la fidelidad al mensaje que se traduce, «la mejor traducción es aquella que, al leerla, el lector
no se da cuenta de que se trata de una traducción». No resulta así con la RV. La llamada traducción
idiomática o por equivalencia dinámica (o funcional) busca ser fiel a lo que dice el texto fuente echando
mano de los recursos propios de la lengua receptora.

Revisiones del lenguaje. Lo anterior plantea un problema adicional, secundario respecto de otros, pero
importante. En un taller de ciencias bíblicas patrocinado por Sociedades Bíblicas Unidas y celebrado en
Bucaramanga (Colombia), se mostró a los participantes una copia facsímil de la Biblia del Oso. Muchos
quisieron verla, y uno que la tuvo en sus manos, dijo asombrado: «Esto no es español; parece más bien
portugués».

La persona que así habló no se había percatado del carácter vivo de la lengua y de las transformaciones
que en ella se operan con el tiempo. En efecto, no todos pueden leer la versión de 1569. Por eso
precisamente ha sido necesario, a lo largo de los últimos 425 años, hacer revisiones periódicas del texto
original de Reina, para ponerlo más a tono con las formas contemporáneas de la lengua. Treinta y tres años
habían transcurrido desde la edición príncipe cuando Valera publicó la primera revisión. Trece o catorce
revisiones la han seguido.

Al contemplar el panorama total, la pregunta que surge es la siguiente: ¿Cuántas revisiones puede soportar
una traducción como la de Reina y seguir llamándose con el mismo nombre? ¿Qué criterios deben regir los
procesos de revisión de una traducción para que el producto pueda ser reconocido como obra de legítima
continuidad?

O, desde otro punto de vista, ¿Se justifica una larga serie de revisiones de la traducción de un texto?

38
Por razones intrínsecas, creemos que, en el caso de la Biblia, no puede justificarse perpetuamente hacer
revisiones de revisiones. Al contrario, los desarrollos en el campo de la traductología, los numerosos e
importantísimos descubrimientos de manuscritos antiguos y los avances de la crítica textual hacen que
resulten injustificadas las repetidas revisiones de traducciones antiguas.

Las razones, pues, deben ser extrínsecas al texto mismo. Pueden ser financieras (en virtud de la posesión
de los derechos de autor por una determinada entidad), pastorales o de otra naturaleza. No nos
detendremos a analizarlas porque nuestro interés, para efectos de este artículo, se centra en el texto
mismo. Solo añadiremos que son precisamente razones pastorales las que han prevalecido en la toma de la
decisión, por parte de Sociedades Bíblicas Unidas, de realizar una nueva revisión: la que ahora llamamos
revisión del 95.

Problemas de crítica textual. El texto griego del Nuevo Testamento ha sido objeto de estudio desde tiempos
antiguos. Las investigaciones se aceleraron con el descubrimiento de nuevos manuscritos. Los críticos
textuales han sido incansables en sus esfuerzos por «fijar» el texto y así determinar las formas que serían
«originales». Se trata de un trabajo ingente y altamente especializado. Por supuesto, dadas la gran cantidad
de material disponible, las variantes que hay en los manuscritos, las diversas causas que explican (o
pudieran explicar) la presencia de esas variantes, las familias (grupos, tradiciones) de textos y las razones
de su formación, las conclusiones no se presentan como resultados de operaciones matemáticas. Se
requiere criterio para sopesar los testimonios, valorar textos, datar documentos, etc. Y en estos asuntos, no
todos están acordes.

No obstante lo dicho, los especialistas han preparado lo que se denomina el «texto crítico», que ha
publicado Sociedades Bíblicas Unidas (cuarta edición, 1993).

Este texto crítico tiene muchas variantes, comparado con el texto que sirve de base a la RV. Esta se hizo
sobre el llamado Textus Receptus (texto recibido), que no pertenece, por cierto, a las más confiables
familias de textos.

De ahí que nuestro estudio nos enfrente a un nuevo problema: Si la versión RV contribuye a perpetuar entre
los evangélicos una comprensión distorsionada del texto griego del Nuevo Testamento, creemos que ya ha
llegado la hora de hacer una nueva traducción.

Conclusión

Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera fueron traductores cuyas obras hicieron época. De eso no hay ni el
menor asomo de duda. Su obra ha durado mucho más de lo que ellos mismos pudieron haber imaginado.
Sus nombres han quedado inexorablemente vinculados a la historia del protestantismo de habla castellana.
Y por eso tenemos que dar gracias a Dios.

Sin embargo, lo anterior no debe cegarnos frente a los resultados de la investigación del texto bíblico en sus
idiomas originales. Y esto hemos de recibirlo también como un don de Dios. Por eso también tenemos que
estar agradecidos.

Tarea Extraclase.

 ¿Qué valor crees que tenga hoy la Reina-Valera?


 Crees que a la luz de lo que hemos visto la versión de Reina-Valera pueda ser un texto confiable.

Capítulo 8. La Claridad, Necesidad y Suficiencia de la Biblia.

Cualquier persona que haya empezado a leer la Biblia en serio se dará cuenta que algu nas partes se
pueden entender muy fácilmente, en tanto que otras parecen un acertijo. Aunque debemos reconocer
que no todas las partes de la Biblia se pueden entender fácilmente, sería un error pensar que en su
mayor parte, o en general, las Escrituras son difíciles de entender. Es más, el Antiguo y el Nuevo
Testamento frecuentemente afirman que la Biblia fue escrita de tal manera que sus enseñanzas las
pueden entender los creyentes regulares. Por consiguiente, examinaremos primero la doctrina de la
claridad de la Biblia. Más allá del asunto de nuestra capacidad de entender la Biblia está la cuestión

39
de su necesidad. ¿Necesitamos en realidad saber lo que la Biblia dice para saber que Dios existe, o
que somos pecadores en necesidad de salvación? Esta es la clase de preguntas que intenta
responder una investigación de la necesidad de la Biblia. Finalmente, veremos la suficiencia de la
Biblia. ¿Debemos buscar otras palabras de
Dios en adición a las que tenemos en la Biblia? ¿Es la Biblia suficiente para saber lo que Dios requiere
que creamos y hagamos? La doctrina de la suficiencia de la Biblia considera estas preguntas.

A. Claridad de la Biblia
1. La Biblia con frecuencia afirma su propia claridad.
La Biblia a menudo habla de su propia claridad y de la responsabilidad del creyente de leerla y
entenderla. En un pasaje muy conocido, Moisés le dice al pueblo de Israel: «Grábate en el corazón
estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando
estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes»
(Deuteronomio 6:6-7). Se esperaba que todo el pueblo de Israel pudiera entender las palabras de las
Escrituras lo suficiente para poder «inculcarlas continuamente» a sus hijos. Esta enseñanza no
consistía en pura memorización de la Biblia sin entenderla, porque el pueblo de Israel debía hablar
de la Biblia durante sus actividades al estar en su casa, o andando, o al irse a la cama, o al levantarse
por la mañana.
Dios esperaba que todo su pueblo supiera y fuera capaz de hablar de su palabra con aplicación
apropiada a las situaciones ordinarias de la vida.

2. Cualidades morales y espirituales necesarias para entender correctamente.

Los escritores del Nuevo Testamento con frecuencia indican que la capacidad de entender
correctamente las Escrituras es más moral y espiritual que intelectual: «El que no tiene el Espíritu no
acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque
hay que discernirlo espiritualmente» (1Corintios 2:14; cf.1:18—3:4; 2Corintios 3:14-16; 4:3-4,6;
Santiago 1:5-6;2 P3:5 ;cf .Mr4:1112;Juan 7:17;8:43). Así que, aunque los autores del Nuevo
Testamento afirman que la Biblia en sí misma está escrita con claridad, también afirman que no la
puede entender correctamente el que no esté dispuesto a recibir sus enseñanzas. La Biblia la puede
entender cualquier incrédulo que la lee sinceramente buscando salvación, y los creyentes que la leen
buscando la ayuda de Dios para entenderla. En ambos casos se debe a que el Espíritu Santo obra
para vencer los efectos del pecado, que de otra manera harían que la verdad parezca necedad
(1Corintios 1:18-25; 2:14; Santiago 1:5-6,22-25).

 Definición de la claridad de la Biblia.

 A fin de resumir este material bíblico, podemos afirmar que la Biblia está escrita de tal
manera que todas las cosas necesarias para nuestra salvación y para nuestra vida y
crecimiento cristiano constan claramente en las Escrituras. Aunque los teólogos a veces
han limitado un tanto la claridad de la Biblia (han dicho, por ejemplo, solamente que la Biblia
es clara al enseñar el camino de salvación), los pasajes citados arriba se aplican a muchos
aspectos diferentes de la enseñanza bíblica y no parecen respaldar tal limitación a aspectos
de los que se puede decir que las Escrituras hablan claramente. Parece ser más fiel a esos
pasajes bíblicos definirla claridad de la Biblia como sigue: La claridad de la Biblia quiere decir
que las Escrituras están escritas de tal manera que sus enseñanzas las puede entender todo el
que la lee buscando la ayuda de Dios y estando dispuesto a seguirla. Una vez que hemos
indicado esto, sin embargo, debemos también reconocer que muchos, incluso dentro del
pueblo de Dios, en efecto malentienden la Biblia.

4. ¿Por qué algunos malentienden la Biblia?

Durante el mismo tiempo de Jesús, sus propios discípulos a veces no entendían el Antiguo
Testamento ni las propias enseñanzas de Jesús (vea Mateo 15:16; Marcos 4:10-13; 6:52; 8:14-21;
9:32; Lucas 18:34; Juan 8:27; 10:6). Aunque a veces esto se debía al hecho de que todavía no habían
acaecido ciertas cosas en la historia de la redención, y especialmente en la vida del mismo Cristo (vea

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Juan12:16; 13:7; cf. Juan 2: 22), también hubo ocasiones cuando esto se debió a su propia falta de
fe o dureza de corazón (Lucas 24:25). Es más, hubo ocasiones en la iglesia primitiva cuando los
cristianos no entendían o no estaban de acuerdo con las enseñanzas del Antiguo Testamento o con
las cartas que escribieron los apóstoles.
Nótese el proceso de crecimiento en su comprensión respecto a las implicaciones de la inclusión de
los gentiles en la Iglesia (culminando en « larga discusión» [Hecho 15:7] en el concilio de Jerusalén,
según Hechos 15), y nótese el malentendido de Pedro respecto a este asunto, según Gálatas 2:11-
15.De hecho, en toda la historia de la Iglesia, los desacuerdos doctrinales han sido muchos, y el
progreso para resolver las diferencias doctrinales a menudo ha sido lento. Para ayudar a las personas
a evitar errores al interpretar la Biblia, muchos maestros bíblicos han desarrollado « principios de
interpretación», que son pautas para estimular el desarrollo de la capacidad de interpretar
correctamente.
La palabra hermenéutica (de la palabra griega jermeneúo, «interpretar», ese nombre más técnico que
se le da a este campo de estudio: la hermenéutica es el estudio de los métodos correctos de
interpretación (especialmente de interpretación de las Escrituras).Otro término técnico que se usa a
menudo en los debates de interpretación bíblica es exégesis, término que se refiere a la práctica
misma de interpretar la Biblia, no a las teorías y principios referentes a cómo se debe hacer: Exégesis
es el proceso de interpretar un pasaje bíblico. Consecuentemente, cuando uno estudia los principios de
interpretación, se le llama «hermenéutica»; pero cuando uno aplica esos principios y empieza a
explicar el texto bíblico, uno está haciendo «exégesis».
La existencia en toda la historia de muchos desacuerdos respecto al significado de las Escrituras nos
recuerda que la doctrina de la claridad de la Biblia no sugiere que todos los creyentes van a concordar
en todas las enseñanzas de las Escrituras. No obstante, sí nos dice algo muy importante, y es que el
problema no siempre está en la Biblia sino en nosotros mismos. Afirmamos que todas las
enseñanzas de las Escrituras son claras y se pueden entender, pero también reconocemos que las
personas a menudo (debido a sus propias debilidades) malentienden lo que está escrito claramente
en la Biblia.

Por consiguiente, conforme la persona crece en la vida cristiana, y va adquiriendo más conocimiento
de las Escrituras al estudiarlas, entenderá mejor la Biblia. La doctrina de la claridad de la Biblia dice que
la Biblia se puede entender no que todos la entienden igualmente bien.

5. Estímulo práctico de esta doctrina.

La doctrina de la claridad de la Biblia tiene una implicación práctica muy importante y a fin de cuentas
muy alentadora. Nos dice que en donde hay aspectos de desacuerdo doctrinal o ético (por ejemplo,
respecto al bautismo, a la predestinación o al gobierno de la Iglesia), hay solamente dos causas
posibles de estos desacuerdos: (1) Por un lado, pueden deberse a que estamos tratando de hacer
afirmaciones en donde la Biblia guarda silencio .En tales casos debemos estar más que dispuestos
para reconocer que Dios no nos ha dado la respuesta a nuestra búsqueda, y a permitir diferentes
puntos de vista dentro de la Iglesia. (Esto ha sido a menudo el caso con asuntos prácticos, tales como
los métodos de evangelización, los estilos de estudio bíblico o el tamaño apropiado de una iglesia.)
(2) Por otro lado es posible que hayamos cometido errores en nuestra interpretación de la Biblia.
Esto podría haber sucedido debido a que la información que usamos para decidir un asunto de
interpretación fue imprecisa o incompleta. O pudiera deberse a que hubo ineptitud de nuestra parte,
sea, por ejemplo, orgullo personal, codicia, falta de fe, egoísmo o incluso no haber dedicado tiempo
suficiente para leer y estudiar las Escrituras con oración. Pero en ningún caso podemos decir que la
enseñanza de la Biblia sobre algún tema es confusa o que no se puede entender correctamente. En
ningún caso debemos pensar que los desacuerdos persistentes respecto a algún asunto en toda la
historia de la Iglesia quieren decir que somos incapaces de llegar a una conclusión correcta respecto
a este tema por nosotros mismos. Más bien, si en nuestra vida surge un genuino interés en cuanto a
tales asuntos, debemos pedir con sinceridad la ayuda de Dios y entonces acudir a la Biblia, y
examinarla con toda nuestra capacidad, en la confianza de que Dios nos capacitará para entender la
correctamente.

6. El papel de los eruditos.

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¿Tienen algún papel para los eruditos bíblicos o los que tienen conocimiento especializado del hebreo (para
el Antiguo Testamento) y del griego (para el Nuevo Testamento)? Ciertamente, hay un papel para ellos por
lo menos en cuatro cosas:

1. Pueden enseñar la Biblia con claridad y comunicar su contenido a otros, cumpliendo así el
oficio de «maestro» mencionado en el Nuevo Testamento (1 Corintios 12:28; Efesios 4:11).

2. Pueden explorar nuevas esferas de comprensión de las enseñanzas de la Biblia. Esta


exploración muy rara vez (si acaso) incluye negación de las principales enseñanzas que la
iglesia ha sostenido a través de los siglos, pero a menudo incluirá la aplicación de la Biblia a
nuevos aspectos de la vida, el responder a preguntas difíciles que han levantado tanto
creyentes como no creyentes en cada nuevo período de la historia, y la continua actividad de
refinar y hacer más precisa la comprensión de la iglesia en cuanto a puntos detallados de
interpretación de versículos individuales o asuntos de doctrina o ética. Aunque la Biblia puede
no parecer muy grande en comparación a la vasta cantidad de literatura en el mundo, es un
tesoro rico de sabiduría de Dios que supera en valor a todos los demás libros que jamás se
han escrito. El proceso de relacionar sus varias enseñanzas entre sí, sintetizarlas, y aplicarlas
a cada nueva generación, es una tarea grandemente satisfactoria que jamás quedará completa
en esta edad. Todo erudito que ama profundamente la palabra de Dios pronto se dará cuenta
de que hay en la Biblia mucho más de lo que se puede aprender en toda una vida.

3. Pueden defender las enseñanzas de la Biblia contra ataques de parte de otros eruditos o de
los que tienen educación técnica especializada. El papel de enseñar la Palabra de Dios a
veces también incluye corregir falsas enseñanzas. Uno debe poder no sólo «exhortar a otros
con la sana doctrina» sino también «refutar a los que se opongan» (Tito 1:9; cf. 2 Timoteo 2:25:
«humildemente, debe corregir a los adversarios»; y Tito 2:7-8). A veces los que atacan las
enseñanzas bíblicas tienen educación especializada y conocimiento técnico en cuestiones
históricas, lingüísticas o filosóficas, y usan esa educación para lanzar ataques bastante
sofisticados contra las enseñanzas de la Biblia. En tales casos, creyentes con destrezas
especializadas similares pueden usar su educación para entender y responder a tales ataques.
Tal capacitación también es muy útil para responder a las falsas enseñanzas de sectas y
religiones falsas. Esto no es decir que los creyentes sin capacitación especializada no pueden
responder a la enseñanza falsa (porque la mayoría de la falsa enseñanza la puede refutar
claramente el creyente que ora y tiene un buen conocimiento de la Biblia en su idioma), sino
más bien que los puntos técnicos en la argumentación los pueden contestar solamente los que
tienen destreza en los aspectos técnicos que se traen a colación.

4. Pueden suplementar el estudio de la Biblia para beneficio de la iglesia. Los eruditos bíblicos
a menudo tienen educación que los capacita para relacionar las enseñanzas de la Biblia con la
rica historia de la iglesia, y hacer la interpretación de la Biblia más precisa y su significado más
vívido con mayor conocimiento de los idiomas y culturas en que fue escrita.

Estas cuatro funciones benefician a la iglesia como un todo, y todos los creyentes deben estar
agradecidos a los que las realizan. Sin embargo, estas funciones no incluyen el derecho de decidir por la
iglesia como un todo cuál es la doctrina verdadera o falsa, o cuál es la conducta apropiada en una situación
difícil. Si tal derecho fuera privilegio de los eruditos bíblicos con educación formal, estos se convertirían en
una élite gobernante de la iglesia, y la función ordinaria del gobierno de la iglesia según se describe en el
Nuevo Testamento cesaría. El proceso de toma de decisiones para la iglesia se debe dejar a los oficiales de

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la iglesia, sean eruditos o no (y, en la forma congregacional de gobierno eclesiástico, no sólo a los oficiales
sino también a los miembros de la iglesia como un todo).

B. Necesidad de la Biblia

La necesidad de la Biblia se puede definir como sigue: Tener necesidad de la Biblia quiere decir que
necesitamos la Biblia para conocer el evangelio, para mantener la vida espiritual y para conocer la voluntad
de Dios, pero no la necesitamos para saber que Dios existe ni para saber algo en cuanto al carácter de Dios
y sus leyes morales.

Esa definición ahora se puede explicar en sus varias partes.

1. La Biblia es necesaria para el conocimiento del evangelio.

En Romanos 10:13-17 Pablo dice:

Porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».

Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de
quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? … Así que la fe viene como
resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.

Esta afirmación sigue la siguiente línea de razonamiento: (1) Primero, da por sentado que uno debe
invocar el nombre del Señor para ser salvo. (En el uso paulino generalmente y en este contexto específico
[vea v. 9], «el Señor» se refiere al Señor Jesucristo). (2) Una persona sólo puede invocar el nombre de
Cristo si cree en él (es decir, que él es un Salvador digno de invocar y que responderá a los que le invocan).
(3) Nadie puede creer en Cristo a menos que haya oído de él. (4) Nadie puede oír de Cristo a menos que
alguien le hable de Cristo (un «predicador»). (5) La conclusión es que la fe que salva viene por el oír (es
decir, por oír el mensaje del evangelio), y este oír el mensaje del evangelio viene mediante la predicación de
Cristo. La implicación parece ser que sin oír la predicación del evangelio de Cristo nadie puede ser salvo.

Este pasaje es uno de los varios que muestran que la salvación eterna viene sólo mediante la creencia
en Cristo y no hay otro camino. Hablando de Cristo, Juan 3:18 dice: «El que cree en él no es condenado,
pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios». De
manera similar, en Juan 14:6 Jesús dice:

«Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí».

Pedro, cuando lo llevaron ante el sanedrín, dijo: «En ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el
cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos» (Hechos 4:12). Por supuesto,
la exclusividad de la salvación por Cristo se debe a que Jesús es el único que murió por nuestros pecados y
el único que pudo haberlo hecho. Pablo dice: «Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos» (1 Timoteo 2:5-6). No hay otra
manera de reconciliarnos con Dios que por medio de Cristo, porque no hay otra manera de lidiar con la
culpa de nuestros pecados ante un Dios santo.

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Pero si las personas solo pueden salvarse por fe en Cristo, alguien pudiera preguntar cómo los creyentes
bajo el antiguo pacto podían salvarse. La respuesta debe ser que los que se salvaron bajo el antiguo pacto
también se salvaron mediante la fe en Cristo, aunque su fe fue una fe que miraba hacia adelante basada en
la Palabra de Dios que prometía el advenimiento de un Mesías o un Redentor. Hablando de creyentes del
Antiguo Testamento como Abel, Enoc, Noé, Abraham y Sara, el autor de Hebreos dice: «Todos ellos
vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo
lejos…» (Hebreo 11:13). El mismo capítulo pasa a decir que Moisés «consideró que el oprobio por causa
del Mesías (o Cristo) era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la
recompensa» (Hebreo 11:26). Y Jesús puede decir de Abraham: «Abraham, el padre de ustedes, se
regocijó al pensar que vería mi día; y lo vio y se alegró» (Juan 8:56). Esto, de nuevo, evidentemente se
refiere a la alegría de Abraham al mirar hacia adelante al día del Mesías prometido. De este modo, incluso
los creyentes del Antiguo Testamento tuvieron fe salvadora en Cristo, a quien miraban por delante, no con el
conocimiento exacto de los detalles históricos de la vida de Cristo, sino con gran fe en la absoluta
confiabilidad de la promesa de Dios.

La Biblia es necesaria para la salvación, entonces, en este sentido: uno debe o bien leer el mensaje del
evangelio en la Biblia por uno mismo, u oírlo de otra persona. Incluso los creyentes que llegaron a la
salvación en el antiguo pacto lo hicieron confiando en las palabras de Dios con que prometió un Salvador.

Es más, estas repetidas instancias de personas que confiaron en las palabras de la promesa de Dios,
junto con los versículos mencionados arriba que afirman la necesidad de oír de Cristo y creer en él, parecen
indicar que los pecadores necesitan más sobre qué apoyar su fe que simplemente una idea intuitiva de que
Dios tal vez pudiera proveer un medio de salvación. Parece que el único cimiento suficiente firme para
apoyar uno la fe es la palabra misma de Dios (sea hablaba o escrita). Esto, en los tiempos más antiguos
vino en una forma muy breve, pero desde el mismo principio tenemos evidencia de palabras de Dios que
prometían la salvación que vendría, palabras en las que confiaron los que Dios llamó a sí mismo.

2. La Biblia es necesaria para mantener la vida espiritual.

Jesús dijo en Mateo 4:4 (citando Deuteronomio 8:3): «No sólo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios». Aquí Jesús indica que nuestra vida espiritual se mantiene mediante la
alimentación diaria con la Palabra de Dios, tal como nuestra vida física se mantiene por la nutrición diaria
con alimento físico. Descuidar la lectura regular de la palabra de Dios es perjudicial para la salud del alma,
así como descuidar el alimento físico es perjudicial para la salud de nuestro cuerpo.

3. La Biblia es necesaria para el conocimiento cierto de la voluntad de Dios.

Más adelante se explicará que toda persona que jamás ha nacido tiene algún conocimiento de la
voluntad de Dios mediante su conciencia. Pero este conocimiento a menudo es indistinto y no puede dar
certeza. A decir verdad, si no hubiera palabra de Dios escrita, no podríamos tener certeza en cuanto a la
voluntad de Dios por otros medios tales como la conciencia, el consejo de otros, el testimonio interno del
Espíritu Santo, circunstancias cambiantes, y el uso de razonamiento santificado y sentido común. Todo esto
puede darnos una aproximación a la voluntad de Dios en maneras más o menos confiables, pero de estos
medios por sí solos no se puede lograr ninguna certeza en cuanto a la voluntad de Dios, por lo menos en un
mundo caído en donde el pecado distorsiona nuestra percepción del bien y el mal, inserta razonamiento
defectuoso en nuestro proceso de pensamiento, y nos hace suprimir de tiempo en tiempo el testimonio de

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nuestra conciencia (cf. cf. Jeremías 17:9; Romanos 2:14-15; 1 Corintios 8:10; Hebreos 5:14; 10:22; también 1
Timoteo 4:2; Tito 1:15).

En la Biblia, sin embargo, tenemos afirmaciones claras y definitivas en cuanto a la voluntad de Dios. Dios
no nos ha revelado todas las cosas, pero sí nos ha revelado lo suficiente para que sepamos su voluntad:
«Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros
hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley» (Deuteronomio 29:29). Como fue
en el tiempo de Moisés, así lo mismo con nosotros ahora: Dios nos ha revelado sus palabras para que
podamos obedecer sus leyes y por consiguiente hacer su voluntad. Los que son «intachables» ante Dios
son «los que andan conforme a la ley del Señor» (Salmo 119:1). El hombre «dichoso» es el que no sigue la
voluntad de los malos (Salmo 1:1), sino que se deleita «en la ley del Señor», y medita en la ley de Dios «día
y noche» (Salmo 1:2). Amar a Dios (y por lo tanto actuar de una manera que le agrade a él) es «guardar sus
mandamientos» (1 Juan 5:3). Para tener conocimiento cierto de la voluntad de Dios, entonces, debemos
procurarlo mediante el estudio de la Biblia.

De hecho, en cierto sentido se puede afirmar que la Biblia es necesaria para el conocimiento cierto de
cualquier cosa. El filósofo pudiera argumentar como sigue: El hecho de que no lo sepamos todo requiere
que no tengamos certeza en cuanto a todo lo que afirmamos saber. Esto es porque cualquier dato que nos
es ahora desconocido pudiera aflorar y demostrar que lo que habíamos pensado que era verdad en realidad
es falso. Por ejemplo, pensamos que sabemos nuestra fecha de nacimiento, nuestro nombre, nuestra edad,
etcétera. Pero debemos reconocer que es posible que algún día pudiéramos hallar que nuestros padres nos
dieron información falsa y nuestro conocimiento «cierto» es incorrecto. Respecto a los acontecimientos que
personalmente hemos experimentado, todos nos damos cuenta cómo es posible que «recordemos»
palabras o acontecimientos incorrectamente y que más tarde nos veamos corregidos por información más
precisa. Podemos por lo general tener más certeza en cuanto a acontecimientos de nuestra experiencia
presente, en tanto y en cuanto siga siendo presente (pero incluso eso, alguien pudiera aducir, pudiera ser
un sueño, ¡y descubriremos eso sólo cuando nos despertemos!). En cualquier caso, es difícil responder a la
pregunta del filósofo: Si no tenemos todos los datos sobre el universo, pasados, presentes y futuros, ¿cómo
podemos vamos a tener la certeza de que tenemos la información correcta acerca de algún dato?

En última instancia hay sólo dos soluciones posibles a este problema: (1) debemos adquirir todos los
datos del universo a fin de estar seguros de que ningún dato que se pudiera descubrir subsiguientemente
demuestre que nuestras ideas presentes son falsas; o (2) alguien que en efecto tiene todos los datos del
universo, y que nunca miente, pudiera ofrecernos algunos datos verdaderos para que podamos tener la
seguridad que jamás serán contradichos.

Esta segunda solución es, en verdad, lo que tenemos en las palabras de Dios en la Biblia. Dios sabe
todos los datos que siempre han existido y los que van a existir; y este Dios que es omnisciente (todo lo
sabe) tiene conocimiento absoluto; no puede haber ningún dato que él no conozca ya; y por eso, nunca
podrá haber nada que demuestre que algo que Dios piensa es falso. Es de esta infinita bodega de
conocimientos ciertos de lo que Dios, que nunca miente, nos ha hablado en la Biblia, en la cual nos ha dicho
muchas cosas verdaderas en cuanto a sí mismo, en cuanto a nosotros mismos y en cuanto al universo que
él hizo. Jamás podrá aparecer ningún dato que contradiga la verdad que haya dicho este Ser omnisciente.

Por tanto, es apropiado que tengamos más certeza en cuanto a las verdades que leemos en la Biblia que
en cuanto a cualquier otro conocimiento que tengamos. Si vamos a hablar de grados de certeza del
conocimiento que tenemos, el conocimiento que obtenemos de la Biblia tendría el grado más alto de
certeza; si la palabra «cierto» se puede aplicar a alguna clase de conocimiento humano, se puede aplicar a
este conocimiento.

cf.
45
Este concepto de la certeza del conocimiento que obtenemos de la Biblia entonces nos da una base
razonable para afirmar la corrección de mucho del resto del conocimiento que tengamos. Leemos la Biblia y
hallamos que su concepto del mundo que nos rodea, de la naturaleza humana y de nosotros mismos
corresponde estrechamente con la información que hemos obtenido de nuestras propias experiencias
sensoriales en el mundo que nos rodea. Así que nos sentimos animados a confiar en nuestras experiencias
sensoriales del mundo que nos rodea; nuestras observaciones corresponden con la verdad absoluta de la
Biblia; por consiguiente, nuestras observaciones también son ciertas y, en general, confiables. Tal confianza
en la confiabilidad general de las observaciones hechas con nuestros ojos y oídos queda confirmada
adicionalmente por el hecho de que es Dios quien hizo estas facultades y que en la Biblia frecuentemente
nos anima a usarlas (compare también Proverbios 20:12: «Los oídos para oír y los ojos para ver: ¡ hermosa
pareja que el Señor ha creado!»).

De esta manera el creyente que toma la Biblia como Palabra de Dios escapa del escepticismo filosófico
en cuanto a la posibilidad de obtener conocimiento cierto con nuestras mentes finitas. En este sentido,
entonces, es correcto decir que para las personas que no son omniscientes, la Biblia es necesaria para
tener conocimiento cierto de cualquier cosa.

4. Pero la Biblia no es necesaria para saber que Dios existe ni para saber algo en cuanto al
carácter de Dios y las leyes morales.

¿Qué de los que no leen la Biblia? ¿Pueden ellos obtener algún conocimiento de Dios? ¿Pueden saber
algo en cuanto a las leyes de Dios? Sí; sin la Biblia algún conocimiento de Dios es posible, aun si no es
conocimiento absolutamente cierto.

Los seres humanos pueden obtener cierto conocimiento de que Dios existe y cierto conocimiento de
algunos de sus atributos simplemente observándose a sí mismos y el mundo que los rodea. David dice:
«Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos» (Salmos 19:1). Mirar el
firmamento es ver evidencia del poder infinito, sabiduría e incluso belleza de Dios; es observar un testigo
majestuoso de la gloria de Dios. De manera similar, Bernabé y Pablo les hablaron a los habitantes griegos
de Listra en cuanto al Dios viviente que hizo los cielos y la tierra: «En épocas pasadas él permitió que todas
las naciones siguieran su propio camino. Sin embargo, no ha dejado de dar testimonio de sí mismo
haciendo el bien, dándoles lluvias del cielo y estaciones fructíferas, proporcionándoles comida y alegría de
corazón» (Hechos 14:16-17). Las lluvias y las estaciones fructíferas, la comida que produce la tierra, y la
alegría de corazón de las personas dan todo testimonio del hecho de que su Creador es un Dios de
misericordia, de amor e incluso de alegría. Estas evidencias de Dios están en toda la creación que nos
rodea para que las vean los que están dispuestos a verlas.

Incluso aquellos que en su maldad suprimen la verdad no pueden evadir las evidencias de la existencia y
naturaleza de Dios en el orden creado:

Lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado.
Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su
naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa. A
pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron
en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón (Romanos 1:19-21).

Aquí Pablo dice no sólo que la creación da evidencia de la existencia y carácter de Dios, sino que
también incluso los perversos reconocen esa evidencia. Lo que se puede saber de Dios «es evidente para
ellos» y en verdad «a pesar de haber conocido a Dios» (evidentemente, sabían quién era Dios), «no lo
glorificaron como a Dios ni le dieron gracias». Este pasaje nos permite decir que toda persona, incluso la

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más perversa, tiene algún conocimiento interno o percepción de que Dios existe y de que es un Creador
poderoso. Este conocimiento se ve «a través de lo que él creó», frase que se refiere a toda la creación. Sin
embargo es probable que al ver a los seres humanos creados a imagen de Dios —es decir, al verse a sí
mismos y a otras personas— que incluso los perversos ven la grandiosa evidencia de la existencia y
naturaleza de Dios.

Así que, incluso sin la Biblia, todas las personas que han existido han tenido evidencia en la creación de
que Dios existe, que es el Creador y ellas son sus criaturas, y también han tenido alguna evidencia del
carácter de Dios. Como resultado, ellas mismos han sabido algo en cuanto a Dios partiendo de esta
evidencia (aunque nunca se dice que este sea un conocimiento que pueda llevarlos a la salvación).

5. Es más, la Biblia no es necesaria para saber algo en cuanto al carácter de Dios y sus leyes
morales

En Romanos 1 Pablo pasa a mostrar que incluso los que no creen que no tengan registro escrito de las
leyes de Dios tienen en la conciencia algún entendimiento de las demandas morales de Dios. Hablando de
una larga lista de pecados («envidia, homicidios, contiendas, engaños»), Pablo dice que los malos que las
practican, «Saben bien que, según el justo decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen la
muerte; sin embargo, no sólo siguen practicándolas sino que incluso aprueban a quienes las practican»
(Romanos 1:32). Los malos saben que su pecado es un mal, por lo menos en gran medida.

Pablo entonces habla de la actividad de la conciencia en los gentiles que no tienen la ley escrita:

De hecho, cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por naturaleza lo que la ley exige,
ellos son ley para sí mismos, aunque no tengan la ley. Éstos muestran que llevan escrito en el
corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues sus propios pensamientos
algunas veces los acusan y otras veces los excusan (Romanos 2:14-15).

La conciencia de los que no creen les da testimonio de las normas morales de Dios, pero a veces esta
evidencia de la ley de Dios en el corazón de los que no creen es distorsionada o se suprime. Algunos de sus
pensamientos los «acusan» y a veces sus pensamientos los «excusan», dice Pablo. El conocimiento de las
leyes de Dios derivado de tales fuentes nunca es perfecto, pero es suficiente para dar conciencia de las
demandas morales de Dios a toda la humanidad. (Es sobre esta base que Pablo afirma que todo ser
humano es culpable ante Dios por el pecado, incluso los que no tienen las leyes de Dios escritas en la
Biblia.)

El conocimiento de la existencia, carácter y ley moral de Dios, que viene por creación a toda la
humanidad, a menudo se llama «revelación general» (porque viene a toda persona en general). La
revelación general viene al observar la naturaleza, al ver a Dios influyendo directamente en la historia, y
mediante el sentido interno de la existencia de Dios y sus leyes que él ha colocado dentro de todo ser
humano. La revelación general es distinta de la «revelación especial» que se refiere a las palabras de Dios
dirigidas a personas específicas, tales como las palabras de la Biblia, las palabras de los profetas del
Antiguo Testamento y los apóstoles del Nuevo Testamento, y las palabras de Dios dichas en discurso
personal, tales como en el monte Sinaí o el bautismo de Jesús.

La revelación especial incluye todas las palabras de la Biblia, pero no se limita a las palabras de la Biblia,
porque también incluye, por ejemplo, muchas palabras de Jesús que no están registradas en la Biblia, y
probablemente hubo muchas palabras dichas por los profetas del Antiguo Testamento y los apóstoles del
Nuevo Testamento que tampoco están anotadas en la Biblia.

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La verdad de que toda persona sabe algo de las leyes morales de Dios es una gran bendición para la
sociedad, porque si no las supieran no habría ningún freno social para el mal que las personas harían y
ningún freno de parte de su conciencia.

C. La suficiencia de la Biblia

Podemos definir la suficiencia de la Biblia como sigue: La suficiencia de la Biblia quiere decir que la
Biblia contiene todas las palabras de Dios que él quería que su pueblo tuviera en cada etapa de la historia
de la redención, y que ahora contiene todo lo que necesitamos que Dios nos diga para salvación, para
confiar en él perfectamente y para obedecerle perfectamente.

Esta definición hace énfasis en que es solo en la Biblia donde debemos buscar las palabras de Dios para
nosotros. También nos recuerda que Dios considera que lo que nos ha dicho en la Biblia es suficiente para
nosotros, y que debemos regocijarnos en la estupenda revelación que nos ha dado y estar contentos con
ella.

Significativo respaldo bíblico y explicación de esta doctrina se halla en las palabras de Pablo a Timoteo:
«Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la
salvación mediante la fe en Cristo Jesús» (2 Timoteo 3:15). El contexto muestra que «las Sagradas
Escrituras» aquí significan las palabras escritas de la Biblia (2 Timoteo 3:16). Esto es una indicación de que
las palabras de Dios que tenemos en la Biblia son todas las palabras de Dios que necesitamos a fin de ser
salvos; estas palabras pueden hacernos sabios «para la salvación». Esto lo confirman otros pasajes que
hablan de las palabras de la Biblia como los medios que Dios usa para llevarnos a la salvación (Santiago
1:18; 1 Pedro 1:23).

Otros pasajes indican que la Biblia es suficiente para equiparnos para vivir la vida cristiana. Pablo de
nuevo le escribe a Timoteo: «Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender,
para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para
toda buena obra» (2 Timoteo 3:16-17).

Aquí Pablo indica que un propósito por el cual Dios hizo que se escribiera la Biblia fue capacitarnos para
que podamos estar «enteramente capacitados para toda buena obra». Si hay alguna «buena obra» que
Dios quiere que el creyente haga, este pasaje indica que Dios ha hecho provisión en su palabra para
capacitar al creyente para eso. Así que no hay ninguna «buena obra» que Dios quiera que hagamos aparte
de las que se enseñan en alguna parte en la Biblia; ella puede capacitarnos para toda buena obra.

Una enseñanza similar se halla en el Salmo 119: «Dichosos los que van por caminos perfectos, los que
andan conforme a la ley del Señor» (v. 1). Este versículo muestra un equivalente entre ser «perfectos» y
«andar conforme a la ley del Señor»; los que son perfectos son los que andan en la ley del Señor. Aquí de
nuevo tenemos una indicación de que todo lo que Dios requiere de nosotros consta en su palabra escrita;
simplemente hacer todo lo que la Biblia nos ordena es ser intachables a los ojos de Dios.

Para ser moralmente perfectos a los ojos de Dios, entonces, ¿qué debemos hacer además de lo que
Dios nos ordena en la Biblia? ¡Nada! ¡Nada en absoluto! Si guardamos las palabras de la Biblia seremos
«perfectos» y estaremos haciendo «toda buena obra» que Dios espera de nosotros.

A. Podemos buscar todo lo que Dios ha dicho sobre temas en particular, y podemos hallar
respuestas a nuestras preguntas

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Por supuesto, nos damos cuenta de que nunca obedeceremos perfectamente toda la Biblia en esta vida
(vea Santiago 3:2; 1 Juan 1:8-10; y el cap. 24, más adelante). Así que al principio pudiera parecer que no es
muy significativo decir que todo lo que tenemos que hacer es lo que Dios nos ordena en la Biblia, puesto
que nunca podremos obedecerla en su totalidad en esta vida. Pero la verdad de la suficiencia de la Biblia es
de gran significación para nuestra vida cristiana, porque nos capacita para enfocar nuestra búsqueda de las
palabras de Dios para nosotros sólo en la Biblia y nos ahorra la interminable tarea de buscarlas en todos los
escritos de los cristianos en toda la historia, o en toda las enseñanzas de la iglesia, o en todos los
sentimientos e impresiones subjetivas que vienen a nuestra mente día tras día, a fin de hallar lo que Dios
requiere de nosotros. En un sentido muy práctico quiere decir que podemos arribar a conclusiones claras
sobre muchas enseñanzas de la Biblia. Por ejemplo, aunque requiere algo de trabajo, es posible hallar
todos los pasajes bíblicos que son directamente pertinentes al tema del matrimonio y divorcio, o las
responsabilidades de los padres para con los hijos, o las relaciones entre el creyente y el gobierno civil.

Esta doctrina significa, aún más, que es posible compilar todos los pasajes que se relacionan
directamente con asuntos doctrinales como la expiación, o la persona de Cristo, o la obra del Espíritu Santo
en la vida del creyente hoy. En estas y cientos de otras cuestiones morales y doctrinales, la enseñanza
bíblica en cuanto a la suficiencia de la Biblia nos da confianza de que podremos hallar lo que Dios nos exige
que pensemos y hagamos en estas cuestiones. En muchas de estas cuestiones podemos lograr confianza
de que nosotros, junto con la vasta mayoría de la iglesia a través de la historia, hemos hallado y formulado
correctamente lo que Dios quiere que pensemos o hagamos. Dicho en forma sencilla, la doctrina de la
suficiencia de la Biblia nos dice que es posible estudiar teología sistemática y ética, y hallar respuestas a
nuestras preguntas.

En este punto diferimos de los teólogos católicos romanos, que dirían que no hemos hallado todo lo que
Dios nos dice en cuanto a un tema en particular mientras no hayamos escuchado la enseñanza oficial de la
iglesia en toda su historia. Nosotros responderíamos que aunque la historia de la iglesia puede ayudarnos a
entender lo que Dios nos dice en la Biblia, jamás en la historia de la iglesia Dios ha añadido a las
enseñanzas o mandamientos de la Biblia; en ninguna parte en la historia de la iglesia fuera de la Biblia Dios
ha añadido algo que nos exija que creamos o hagamos. La Biblia es suficiente para equiparnos para «toda
buena obra», y andar en sus caminos es ser «perfectos» a los ojos de Dios.

En este punto también diferimos de los teólogos no evangélicos que no están convencidos de que la
Biblia es la Palabra de Dios en un sentido único y absolutamente autoritativo, y que por consiguiente
buscarían no sólo en la Biblia sino también en muchos otros de los primeros escritos cristianos en un
esfuerzo por hallar no tanto lo que Dios le dijo a la humanidad sino más bien lo que muchos cristianos
iniciales experimentaron en su relación con Dios. Ellos no esperarían llegar a una sola conclusión unificada
en cuanto a lo que Dios quiere que pensemos o hagamos respecto a un asunto en particular, sino descubrir
una variedad de opiniones y puntos de vista compilados alrededor de ideas principales unificadoras. Todos
los puntos de vista sostenidos por los primeros cristianos en alguna de las primeras iglesias serían
potencialmente puntos de vista válidos para que los cristianos los sostengan hoy también. A esto
replicaríamos que nuestra búsqueda de respuestas a cuestiones teológicas y éticas no es una búsqueda
para saber lo que varios creyentes han pensado en la historia de la iglesia, sino una búsqueda para hallar y
entender lo que Dios mismo nos dice en sus propias palabras, que se hallan en la Biblia y sólo en la Biblia.

B. La cantidad de Escrituras dadas fue suficiente en cada etapa de la historia de la redención

La doctrina de la suficiencia de la Biblia no implica que Dios no pueda añadir otras palabras a las que ya
le ha dicho a su pueblo. Más bien implica que el hombre no puede añadir por iniciativa propia otras palabras
a las que Dios ya ha dicho. Todavía más, implica que de hecho Dios no le ha dicho a los seres humanos

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ninguna otra palabra que nos exija que creamos u obedezcamos aparte de las que ya tenemos ahora en la
Biblia.

Este punto es importante, porque nos ayuda a entender cómo Dios pudo decirle a su pueblo que sus
palabras para ellos eran suficientes en muchos puntos diferentes en la historia de la redención, y cómo él
pudo no obstante añadir otras palabras más adelante. Por ejemplo, en Deuteronomio 29:29 Moisés dice:
«Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros
hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley».

Este versículo nos recuerda que Dios siempre ha tomado la iniciativa para revelarnos cosas. Él ha
decidido qué revelar y qué no revelar. En cada etapa de la historia de la redención, lo que Dios había
revelado era para su pueblo en ese tiempo, y ellos debían estudiar, creer y obedecer esas cosas. Con
progreso ulterior en la historia de la redención, se añadieron más palabras de Dios que registraban e
interpretaban esa historia.

De este modo, al tiempo de la muerte de Moisés los primeros cinco libros de nuestro Antiguo Testamento
fueron suficientes para el pueblo de Dios en ese tiempo. Pero Dios dirigió a autores posteriores para añadir
más de modo que las Escrituras fueran suficientes para los creyentes en tiempos subsiguientes. Para los
cristianos de hoy, las palabras de Dios que tenemos en el Antiguo y Nuevo Testamentos juntos son
suficientes para nosotros durante la edad de la iglesia. Después de la muerte, resurrección y ascensión de
Cristo, y la fundación de la iglesia primitiva según se registra en el Nuevo Testamento, y la compilación de
los libros del canon del Nuevo Testamento, no ha tenido lugar ningún otro acto central redentor de Dios en
la historia (actos que tienen pertinencia directa para todo el pueblo de Dios en el futuro), y por consiguiente
no nos ha sido dada ninguna otra palabra de Dios para registrar esos actos e interpretárnoslos.

Esto quiere decir que podemos citar pasajes bíblicos de todo el canon para mostrar que el principio de la
suficiencia de la revelación de Dios a su pueblo en cada momento en particular ha seguido siendo el mismo.
En este sentido, estos versículos que hablan en cuanto a la suficiencia de la Biblia en periodos anteriores
también se aplican directamente a nosotros, aunque el tamaño de la Biblia ahora es mayor que el tamaño
de las Escrituras a que se referían en su escenario original. Los siguientes pasajes bíblicos, pues, se aplican
a nosotros también en ese sentido:

No añadan ni quiten palabra alguna a esto que yo les ordeno. Más bien, cumplan los mandamientos
del Señor su Dios (Deuteronomio 4:2).

Cuídate de poner en práctica todo lo que te ordeno, sin añadir ni quitar nada (Deuteronomio 12:32).

Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio. No añadas
nada a sus palabras, no sea que te reprenda y te exponga como a un mentiroso (Proverbios 30:5-6).

A todo el que escuche las palabras del mensaje profético de este libro le advierto esto: Si alguno le
añade algo, Dios le añadirá a él las plagas descritas en este libro. Y si alguno quita palabras de este libro de
profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, descritos en este libro (Apocalipsis
22:18-19).

C. Aplicaciones prácticas de la suficiencia de las Escrituras

La doctrina de la suficiencia de Escrituras tiene varias aplicaciones prácticas a nuestra vida cristiana. La
siguiente lista tiene el propósito de ser útil pero no exhaustiva.

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1. La suficiencia de la Biblia debe animarnos al tratar de descubrir lo que Dios quisiera que pensemos
(en cuanto a algún asunto doctrinal en particular) o que hagamos (en una situación en particular). Debemos
sentirnos animados porque todo lo que Dios quiere decirnos respecto a ese asunto se halla en la Biblia.
Esto no quiere decir que la Biblia responda a todas las preguntas que podamos concebir, porque «Lo
secreto le pertenece al Señor nuestro Dios» (Deuteronomio 29:29); pero sí significa que cuando nos vemos
frente a un problema de importancia genuina en nuestra vida cristiana, podemos acercarnos a la Biblia con
la confianza de que en ella Dios nos proveerá dirección en ese problema.

Habrá, por supuesto, ocasiones cuando la respuesta que hallamos es que la Biblia no dice nada
directamente sobre nuestra pregunta. (Este sería el caso, por ejemplo, si tratamos de hallar en la Biblia cuál
es el «orden del culto» que debemos seguir los domingos por la mañana, o si es mejor arrodillarse o tal vez
ponerse de pie cuando oramos, o a qué hora debemos servirnos nuestras comidas durante el día, etc.). En
esos casos, podemos concluir que Dios no nos exige que pensemos o que actuemos de cierta manera
respecto a ese asunto (excepto, tal vez, en términos de principios más generales respecto a nuestras
actitudes y metas). Pero en muchos otros casos hallaremos dirección directa y clara del Señor para
capacitarnos para «toda buena obra» (2 Timoteo 3:17).

Conforme avanzamos en la vida, la práctica frecuente de buscar en la Biblia dirección resultará en una
capacidad creciente de hallar respuestas precisas, formuladas cuidadosamente, a nuestros problemas y
preguntas. El crecimiento a lo largo de la vida en la comprensión de la Biblia incluirá, pues, crecimiento en la
habilidad de entender apropiadamente las enseñanzas de la Biblia y aplicarlas a cuestiones específicas.

2. La suficiencia de la Biblia nos recuerda que no debemos añadirle nada a la Biblia y que no debemos
darle a otro escrito igual valor que a la Biblia. Casi toda religión falsa o secta viola este principio. Los
mormones, por ejemplo, aducen creer en la Biblia, pero también conceden autoridad divina a El Libro de
Mormón. Los que siguen la Ciencia Cristiana similarmente aducen creer en la Biblia, pero en la práctica
consideran que el libro Ciencia y salud con clave a la Biblia por Mary Baker Eddy, está a la par de la Biblia y
por encima de ella en autoridad. Puesto que estas afirmaciones violan los mandamientos de Dios de no
añadir a sus palabras, no debemos pensar que en estos escritos se pueda hallar alguna palabra adicional
de Dios para nosotros. Incluso en iglesias cristianas a veces se comete un error similar cuando hay quienes
van más allá de lo que la Biblia dice y afirman con gran confianza ideas nuevas en cuanto a Dios, o el cielo,
basando su enseñanza no en la Biblia sino en su propia especulación o incluso en experiencias que aducen
de haber muerto y haber regresado a la vida.

3. La suficiencia de la Biblia también nos dice que Dios no nos exige que creamos nada en cuanto a sí
mismo o su obra redentora que no se halla en la Biblia. Entre los escritos de la época de la iglesia primitiva
hay algunas colecciones de dichos que supuestamente dijo Jesús y que no fueron preservados en los
Evangelios. Es probable que por lo menos algunos de estos «dichos de Jesús» que se halla en esos
escritos sean en realidad registros precisos de cosas que Jesús en efecto dijo (aunque ahora para nosotros
es imposible determinar con algún alto grado de probabilidad cuáles serían esos dichos). Pero en realidad
no importa para nada en nuestra vida cristiana que jamás leamos alguno de esos dichos, porque Dios ha
hecho que se anote en la Biblia todo lo que necesitamos saber de las palabras y obras de Jesús a fin de
confiar en él y obedecerle perfectamente. Aunque estas colecciones de dichos tienen algún valor limitado en
la investigación lingüística y tal vez para el estudio de la historia de la iglesia cristiana, no tienen ningún
valor directo para nosotros para aprender lo que debemos creer en cuanto a la vida y enseñanzas de Cristo,
o para formular nuestras convicciones doctrinales y éticas.

4. La suficiencia de la Biblia nos muestra que no debemos colocar ninguna revelación moderna de Dios
en nivel igual de autoridad al de la Biblia. En varias ocasiones en toda la historia de la iglesia, y
particularmente en el movimiento carismático moderno, ha habido quienes han aducido que Dios ha dado

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revelaciones por medio de ellos para beneficio de la iglesia. Sin embargo, como quiera que evaluemos tales
afirmaciones, debemos tener cuidado de nunca permitir (ni en teoría ni en la práctica) que se coloquen tales
revelaciones a igual nivel que la Biblia. Debemos insistir en que Dios no nos exige que creamos nada en
cuanto a sí mismo o su obra en el mundo que esté contenido en esas revelaciones pero no en la Biblia; y
debemos insistir que Dios no nos exige que creamos u obedezcamos ninguna directiva moral que nos
venga mediante tales medios pero que la Biblia no confirma. La Biblia contiene todo lo que necesitamos que
Dios nos diga para confiar en él y obedecerle perfectamente.

También se debe notar en este punto que siempre que han surgido desafíos a la suficiencia de la Biblia
en forma de otros documentos que se pretende colocar junto a la Biblia (sea de literatura cristiana
extrabíblica del primer siglo o de las enseñanzas acumuladas de la Iglesia Católica Romana, o de libros de
sectas como el Libro de Mormón), el resultado siempre ha sido (1) restarle énfasis a las enseñanzas de la
Biblia misma y (2) empezar a enseñar algunas cosas que son contrarias a la Biblia. Este es un peligro
respecto al cual la iglesia siempre debe estar consciente.

5. Con respecto a vivir la vida cristiana, la suficiencia de la Biblia nos recuerda que nada es pecado si no
está prohibido por la Biblia bien sea explícitamente o por implicación. Andar en la ley de Dios es ser
«perfecto» (Salmos 111:1). Por consiguiente no debemos añadir prohibiciones a las que ya se indican en la
Biblia. De tiempo en tiempo puede haber situaciones en las que podría estar mal, por ejemplo, que el
creyente tome café o Coca-Cola, o que vaya al cine, o que coma carne ofrecida a los ídolos (vea 1 Corintios
8—10), pero a menos que se pueda mostrar alguna enseñanza específica o algún principio general de la
Biblia que prohíba estas cosas (o cualquier otra actividad) para todos los creyentes, de todos los tiempos,
debemos insistir que estas actividades no son pecado en sí mismas y que Dios no prohíbe esas cosas en
toda situación para su pueblo.

Este es también un principio importante porque siempre hay en los creyentes una tendencia a empezar a
descuidar la búsqueda diaria regular en la Biblia de dirección y empezar a vivir según un conjunto de reglas
escritas o tácitas (o tradiciones denominacionales) respecto a lo que uno hace o no hace en la vida
cristiana.

Es más, siempre que añadimos algo a la lista de pecados que prohíbe la Biblia misma, se le hace daño a
la iglesia y a la vida de los creyentes como individuos. El Espíritu Santo no dará poder para la obediencia a
reglas que no tienen aprobación de Dios en la Biblia, ni tampoco los creyentes en general hallarán deleite en
la obediencia a mandamientos que no están de acuerdo con las leyes de Dios escritas en sus corazones.
En algunos casos los creyentes pueden repetida y fervientemente suplicarle a Dios «victoria» sobre
supuestos pecados que en realidad no son pecados de ninguna manera, y sin embargo no se les dará
ninguna «victoria», porque la actitud o acción en cuestión no es un pecado y no desagrada a Dios. Gran
desaliento en la oración y frustración en la vida cristiana puede ser generalmente el resultado.

En otros casos lo que resulta es la desobediencia continuada o incluso creciente a estos nuevos
«pecados», junto con un falso sentido de culpa y alejamiento de Dios. A menudo surge una creciente
insistencia rígida y legalista a estas nuevas reglas de parte de los que en efecto las siguen, y la comunión
genuina entre los creyentes en la iglesia disminuye. A menudo la evangelización queda sofocada, porque la
proclamación silenciosa del evangelio que resulta de la vida de los creyentes por lo menos parecerá (a los
de afuera) que incluye el requisito adicional de que uno debe encajar en este patrón uniforme de vida a fin
de llegar a ser miembro del cuerpo de Cristo.

Un claro ejemplo de tales adiciones a los mandamientos de la Biblia se halla en la oposición de la Iglesia
Católica Romana a los métodos «artificiales» del control de nacimientos, oposición que no tiene ningún
respaldo válido en la Biblia. El resultado ha sido una desobediencia ampliamente extendida, alejamiento y

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culpa falsa. Sin embargo es tal la propensión de la naturaleza humana a hacer tales reglas que
probablemente se podría hallar otros ejemplos en tradiciones escritas o tácitas de casi cualquier
denominación.

6. La suficiencia de la Biblia también nos dice que Dios no nos exige nada que no esté ordenado en la
Biblia explícitamente o por implicación. Esto nos recuerda que el enfoque de nuestra búsqueda de la
voluntad de Dios debe estar en la Biblia, antes que en buscar dirección mediante oración por circunstancias
cambiadas o sentimientos alterados, o dirección directa del Espíritu Santo aparte de la Biblia. También
quiere decir que si alguien aduce tener un mensaje de Dios diciéndonos lo que debemos hacer, nunca
debemos dar por sentado que es pecado desobedecer tal mensaje a menos que pueda quedar confirmado
por la aplicación de la misma Biblia a nuestra situación.

El descubrimiento de esta gran verdad podría dar tremenda alegría y paz a la vida de miles de creyentes
que, gastando incontables horas procurando hallar la voluntad de Dios fuera de la Biblia, a menudo no
tienen certeza de si la han hallado. Es más, muchos creyentes hoy tienen escasa confianza en su capacidad
para descubrir la voluntad de Dios con algún grado de certeza. Así que hay escaso esfuerzo por hacer la
voluntad de Dios (porque, ¿quién puede saberla?) y poco crecimiento en santidad delante de Dios.

Lo opuesto debería ser la verdad. Los creyentes que están convencidos de la suficiencia de la Biblia
deberían empezar anhelantemente a buscar y hallar la voluntad de Dios en la Biblia. Deberían con anhelo y
regularmente crecer en obediencia a Dios, y experimentar gran libertad y paz en la vida cristiana. Entonces
podrían decir con el salmista:

Por toda la eternidad

Obedeceré fielmente tu ley.

Viviré con toda libertad,

porque he buscado tus preceptos. …

Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar, y nada los hace tropezar (Sal 119: 44-45,
165).

7. La suficiencia de la Biblia nos recuerda que en nuestra enseñanza doctrinal y ética debemos hacer
énfasis en lo que la Biblia hace énfasis y estar contentos con lo que Dios nos ha dicho en la Biblia. Hay
algunos temas respecto a los cuales Dios nos ha dicho muy poco o nada en la Biblia. Debemos recordar
que «lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios» (Deuteronomio 29:29) y que Dios nos ha revelado en la
Biblia exactamente lo que consideró apropiado para nosotros. Debemos aceptar esto y no pensar que la
Biblia es algo menos de lo que debería ser, ni empezar a desear que Dios nos hubiera dado mucha más
información en cuanto a temas sobre los cuales hay muy pocas referencias bíblicas. Por supuesto, habrá
algunas situaciones en las que nos vemos confrontados con un problema en particular que requiere gran
atención, mucho más que el énfasis que recibe en la enseñanza de la Biblia. Pero esas situaciones deben
ser relativamente infrecuentes y no deberían ser representativas del curso general de nuestras vidas o
ministerios.

Es característica de muchas sectas martillar porciones o enseñanzas oscuras de la Biblia (uno piensa en
el énfasis mormón en el bautismo por los muertos, tema que se menciona sólo en un versículo de la Biblia
[1 Corintios 15:21], en una frase cuyo significado exacto ahora es evidentemente imposible de determinar
con certeza). Pero un error similar lo cometió toda una generación de eruditos liberales del Nuevo
Testamento en la primera parte del siglo pasado, que dedicaron la mayor parte de su vida académica a una

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búsqueda inútil de las fuentes «detrás» de nuestras narraciones presentes de los Evangelios o la búsqueda
de los «auténticos» dichos de Jesús.

Desdichadamente, un patrón similar ha tenido lugar demasiado a menudo entre evangélicos dentro de
varias denominaciones. Los asuntos doctrinales que han dividido a las denominaciones protestantes
evangélicas entre sí casi uniformemente han sido asuntos sobre los cuales la Biblia pone relativamente
poco énfasis, y asuntos en los cuales nuestras conclusiones se deben derivar de inferencia hábil mucho
más que de afirmaciones bíblicas directas. Por ejemplo, ha habido o se han mantenido diferencias
denominacionales respecto a la forma «apropiada» de gobierno de la iglesia, la exacta naturaleza de la
presencia de Cristo en la Cena del Señor, la secuencia exacta de los eventos que rodearán el retorno de
Cristo, el tipo de personas que se deben admitir en la cena del Señor, la manera en que Dios planeó que los
méritos de la muerte de Cristo se apliquen a los creyentes y no a los que no creen, los candidatos
apropiados para el bautismo, la correcta comprensión del «bautismo en el Espíritu Santo», etcétera.

No debemos decir que estos asuntos no tienen ninguna importancia, ni tampoco debemos decir que la
Biblia no dé solución a ninguno de ellos (en verdad, con respecto a muchos de ellos se defenderá una
solución específica en otros capítulos de este libro). Sin embargo, puesto que todos estos temas reciben
relativamente escaso énfasis directo en la Biblia es irónico y trágico que dirigentes denominacionales a
menudo dediquen gran parte de su vida a defender precisamente puntos doctrinales menores que hacen a
sus denominaciones diferentes de otras. ¿Está realmente tal esfuerzo motivado por el deseo de lograr
unidad de comprensión en la iglesia, o acaso pudiera brotar en alguna medida del orgullo humano, de un
deseo de retener poder sobre otros, o de un intento de autojustificación, lo cual desagrada a Dios y a la
larga no edifica para nada a la iglesia?

Conclusión
Estamos ante una escritura que Dios manifiesta de forma clara, es una necesidad del creyente conocerla y
vivirla y es suficiente para revelarnos al gran Yo Soy de las escrituras. De esta manera podemos entender
que no necesitamos añadir nada a ella, solo interpretarla con temor y temblor, pero siempre esperando que
se pueda producir una cambio en la vida del creyente y pueda alumbrar el camino al incrédulo para
encontrar la salvación.

Tarea Extraclase.

 Defina ¨Claridad de la Biblia¨ ¿Por qué podemos decir que la Biblia es clara?
 Dada la definición anterior ¿Por qué algunos a veces malentienden la Biblia?
 Mencione por lo menos tres beneficios por los que la Biblia es necesaria.

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Conclusiones

Nuestra Biblia es la Auténtica y Revelada Palabra de Dios, fue inspirada a los hombres por
decenas de siglos y aun así su mensaje gira en una sola dirección Jesucristo y el camino de
redención para el hombre. De ella se ha demostrado su carencia de errores y aunque ha sido
puesta en duda, no existe otro libro en el mundo con más evidencias de su fiabilidad y veracidad.
Ha sobrevivido al ataque, la crítica y la destrucción de miles de sus ejemplares. Tras muchas
épocas de persecución que la han precedido, muchos han profetizado su desaparición y olvido y
ellos han sido olvidados pero la Palabra ha permanecido latiendo en los corazones de miles de
creyentes, de los cuales muchos han muerto por la causa de su distribución.
Aunque los liberales y neortodoxos la han atacado y puesta en duda, los conservadores han
podido ver el valor de ella y conseguido apreciar su impacto en la vida de cada uno. Cada versión
y traducción ha marcado su época pero la versión Reina-Valera ha marcado un hito en la historia
de la Iglesia y del cristianismo en general. Ella ha sido lámpara a los pies y ha alumbrado la vida
de miles de creyentes durante varios siglos de existencia. Sigue siendo la predilecta entre
muchos de los cristianos del mundo hispano. La Biblia, esa gran Biblioteca de historias de
desobediencia por parte del hombre y de historias de misericordia por parte de Dios se ha
mostrado con completa claridad. En todo este trayecto se ha podido ver de su necesidad e
importancia para nuestras vidas, de cómo sus principios y verdades son absolutamente
necesarios para poder hacer la voluntad de Dios y creemos y declaramos que ella por sì sola es
suficiente para acercarnos a Dios y ayudarnos a tener una clara comprensión de todos los
sucesos en la vida del hombre. No necesitamos añadirle ni necesitamos quitarle ella es Palabra
de Dios y como tal única fuente de autoridad para nosotros.

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Bibliografía

 Josh McDowell. Evidencia que Exige un Veredicto. Editorial Vida


 Dennis J. Mock. Perspectiva General de la Doctrina Bíblica
 Edesio Sánchez Cetina. Descubre la Biblia Tomos 1,2,3
 Donald E Demaray. Curso de Introducción a la Biblia. Universidad FLET
 Wayne Grudem. Teología Sistemática. Editorial Vida
 Todas las citas de este material a menos que se indique lo contrario han sido tomadas de la versión Reina-
Valera del 1960.

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