Las Estrategias para Aumentar Conducta

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Las estrategias para aumentar conducta.

El moldeamiento es una estrategia la cual consiste en reforzar las conductas con


frecuencia del alumno y se pretende que el alumno adquiera y elimine la conducta
deseada.

El moldeamiento se utiliza cuando el alumno no sabe realizar la conducta porque


les resulta compleja. Por ello, no se ofrece un refuerzo o reforzador positivo
cuando consigue hacer la acción.

Esta técnica se forma a partir de una conducta nueva del desarrollo de conductas
graduales o aproximativas a la que se quiere formar. Se trata de reforzar de forma
positiva conductas que ya tiene en la persona para acercarse al objetivo en la
conducta nueva que se quiere lograr.

El encadenamiento El procedimiento consiste en ir estableciendo vínculos de


respuestas o conductas simples, conducta que se produce mediante de
reforzamiento. Este procedimiento sirve para restablecer conductas más
complejas.

Se presenta en tres tipos que es la presentación de la cadena total,


encadenamiento hacia adelante y encadenamiento hacia delante.

Ertmer p y newby t (1993) menciona que:

Los conductistas intentan prescribir estrategias que son más útiles para
construir y reforzar asociaciones estimulo-respuesta, incluyendo el uso de
pistas o indicios instruccionales, practica y refuerzo. Estas prescripciones,
generalmente, han probado ser confiables y efectivas en la facilitación del
aprendizaje que tiene que ver con discriminaciones, generalizaciones,
asociaciones y encadenamiento (p.9).

El modelamiento se refiere al reforzamiento que se dirige a un objetivo. Consiste


en establecer una serie de conductas simples o complejas por medio de la
observación de un modelo.
El procedimiento también se basa en el reforzamiento positivo de las conductas
que el observador imita. El modelo puede interactuar directamente con el sujeto
(intencionalmente) o, si se desea, a través de dramatizaciones o videograbaciones
(de forma indirecta).

El principio de premack consiste en verificar que el niño con una conducta de alta
motivación puede reforzar una conducta de baja motivación. Para aplicar este
principio es necesario primero identificar las conductas del sujeto que tienen
mayor nivel de ocurrencia o son más frecuentes. Hecho esto, si se quiere hacer
que determinada conducta poco frecuente mejore su nivel de ocurrencia, es
necesario asociarla contingentemente con otra conducta que el sujeto realice muy
a menudo.

Ejemplo: Cuando dos respuestas de diferente probabilidad, es jugar y estudiar, la


oportunidad de realizar la respuesta la mayor motivación en este caso es ver jugar,
después de la respuesta de baja motivación es estudiar tiene como resultado el
reforzamiento de esta respuesta que es estudiar. Diciendo: “Si estudias una hora
para jugar”, la conducta de estudiar se refuerza con la conducta de ir a jugar .

La conducta frecuente actúa como reforzador de la conducta que se desea


promover y entre ambas se establece una relación de contingencia.

La economía de fichas:

La economía de fichas consiste en registrar en una cartulina con los nombres de


los alumnos y determinar las conductas no deseadas para ser eliminadas, esta
cartulina se pega en un ligar visible a los niños. Cuando el niño realice las
conductas deseadas se le dará una pegatina en el caso que realice la conducta
indeseada no se le dará pegatina al final de la semana se realiza un recuento de
las pegatinas para sustituirlo por recompensas.

O'Leary y Drabman (1971) proponen.


Una serie de recomendaciones para incrementar el poder de los programas:
crear expectativas de que el alumno es capaz de lograr las fichas;
comprometer progresivamente a los estudiantes para que sean ellos
mismos quienes se dispensen los refuerzos, enseñándoles por lo tanto a
evaluar su propia conducta; que se logren compromisos con los padres.
Además, se aconseja la sustitución paulatina de las fichas por otros
esfuerzos del ambiente natural; reducir las diferencias entre situaciones
reforzadas y no reforzadas; que se forme adecuadamente a los profesores;
considerar el sistema escolar congo un sistema de economía de fichas a
gran escala; y hacer saber a los alumnos el carácter temporal de logro
académico en su existencia, con el fin de generalizar sus respuestas ante
situaciones fuera del aula. (p .62)

Los reforzadores positivo son cuando los alumnos emiten conductas deseadas y el
castigo son utilizada para las conductas indeseadas, también los reforzadores son
elementos asociados a una buena conducta.

Los contratos de conductas son diseñados para que el alumno y el profesor


lleguen en acuerdos o bien a una negociación y determina las conductas que se
quieren regular.

El documento tiene que llevar los datos personales del alumno, conductas
específicas, objetivos, obtención de consecuencias, firmas y fechas. Debe estar
escrito con acuerdos profesor y alumno.

Jurado (2009) afirma que a la hora de aplicar esta técnica se debe tener en cuenta
las siguientes pautas:

El contrato debe ser negociado entre las partes que intervienen. Debe explicitarse
las conductas en términos positivos. Deben especificarse las consecuencias
positivas que obtendrá el alumno por la realización de las conductas, así como las
consecuencias negativas por el incumplimiento. El contrato debe revisarse
periódicamente. Está indicado para alumnos a los que se les supone cierta
responsabilidad en su comportamiento (p. 290).

Las estrategias para disminuir conductas son, costo de respuestas, tiempo fuera,
saciedad, sobre corrección, concepción de la enseñanza, extinción y corrección.

Las estrategias para disminuir conductas

El costo de respuestas Se refiere a la pérdida de un reforzador positivo. Este


procedimiento puede emplearse cuando se ha establecido la economía de fichas.
Consiste en poner un “coto” a la realización de ciertas conductas que se desea
evitar; se pide al sujeto que cambie un número determinado de fichas
“reforzadores secundarios” que él ya ha adquirido o ganado con la realización de
otras conductas deseables.

El tiempo fuera Consiste en negar el acceso temporal por varios segundos o


minutos del sujeto de una determinada situación reforzante, por haber emitido una
conducta (no deseada).

El aislamiento consiste en retirar unos instantes al alumno del contexto en donde


se encuentre efectuando la conducta que se pretende eliminar.

Vallés Arándiga (1997) afirma que: El aislamiento consiste en separar


contingentemente al niño del contexto en el que está ocurriendo la conducta
anómala (p. 292)

Patterson y White (s.f) llegaron a la conclusión que la técnica de aislamiento son:

 La técnica de aislamiento suele ser más eficaz que adoptar una actitud
pasiva ante la conducta-problema.
 El tiempo fuera no debería rebasar los 20 minutos.
 Si la conducta-problema aumenta al ordenar al niño salir de clase, debe
aplicarse un castigo moderado en función de la persistencia del
problema.
La Saciedad Consiste en proporcionar un reforzador positivo hasta que
disminuye. La saciedad es la presentación de reforzadores, lo cual es contingente
a una determinada conducta y la controlaban, para que dejen de tener el poder
reforzante. Como consecuencia de ello, la conducta inadecuada se presentará con
menos frecuencia.

También el estímulo se confunde con la práctica negativa, la práctica negativa


consiste en la repetición de una conducta durante determinados periodos de
tiempo o hasta que a la persona le cuesta un tremendo esfuerzo seguir
realizándola.

La sobrecorrección Es un procedimiento que consiste en la administración de


consecuencias que se refleja en la conducta inapropiada. Forma de “castigo
benigno” que sirve para disminuir conductas disruptivas.

Tiene dos variantes la sobrecorrección restitutiva, en la cual el individuo debe dejar


su entorno en un estado mejor que antes de la conducta y la sobrecorrección por
práctica positiva que consiste en la ejecución reiterada de una conducta contraria
a la que se desea erradicar.

Esta estrategia es de afecto inmediato ya que cuando tiene una conducta


inadecuada se le quita algo agradable para el niño.

Otras estrategias es la cooperativa, la individual, competitiva y técnicas de


modificación de conductas son las siguientes:

Barreta, Valencia, (2008), Las categorías de las estrategias a partir del


planteamiento de Kenety y Ben (2000) se dividen en:

 Estrategias cooperativas: En este tipo de estrategias los estudiantes


trabajan en grupos por una recompensa común. También es llamado de
la responsabilidad moral, pues la meta es compartida por un grupo de
alumnos y alumnas, donde las actividades y los esfuerzos se encaminan
hacia la meta en común. Esta estructura de meta requiere de
interdependencia social, es decir compartiendo la responsabilidad por
lograr la recompensa e invoca sanciones negativas por no cumplir con la
parte que le corresponde a cada uno.
 Estrategias individuales: Este método de estrategias tiene una estructura
de meta donde las recompensas de un estudiante son independientes
de las que reciben los demás compañeros de clase, ya que depende
sólo del
 Comportamiento del alumno o alumna en cuestión.

 Estrategias competitivas: Es el último estilo de estrategias, las


recompensas que otorgan a algunos alumnos y alumnas dentro de la
actividad que se ha propuesto en el aula para alcanzar la meta (p. 37).

Desvanecimiento muestra en la disminución para que realice la conducta deseada.

Wilson y O'Leary (1980) utiliza cinco técnicas para la modificación de conducta.

A) Técnicas de condicionamiento aversivo. Son de tipo también operante,


aunque con refuerzo negativo. Aquí incluimos el castigo; el time-out o los
refuerzos verbales aversivos; el coste de respuesta: la saturación y los
procedimientos mixtos.

B) Técnicas de modelado. Se trata de los aprendizajes observacionales o


por imitación.

C) Técnicas de autocontrol. Incluyen procedimientos como la


autoorientación, el autoanálisis de tarea, el autorregistro, la autoevaluación
y el autorreforzamiento.

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