Modelo de Programa de Mano Concierto

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EVALUACIÓN FINAL HISTORIA DE LA MÚSICA I

Alumna: María Dolores de los Ríos Sánchez

CANTIGAS DE LOOR
de las Cantigas de Santa María
PROGRAMA

Rosa das Rosas


Muito valvéra mais, se Déus m’ampar
Déus te salve, grorïosa
Eno nome de María
De graça chẽa e d' amor
Santa María strela do día
Tant' é Santa María de ben mui comprida
Quantos me crevéren loarán
A Santa María dadas
A que Déus ama, amar debemos
Quen bõa dona querrá
Tod' óme deve dar loor
Por nós, Virgen madre
Todos con alegría cantand' e en bon son
Santa María léva
Santa María, Sennor
Pero cantigas de loor

Barrilia Consort. Director: Manuel Fontiveros


Auditorio Municipal “Condestable de Castilla”
Viernes 25 de mayo. 20:30 horas.
Esta noche tenemos la oportunidad de disfrutar de un concierto poco usual en su línea
conductual, pues el programa está constituido enteramente por una selección de cantigas de las
llamadas “de loor”, pertenecientes al corpus alfonsino de las Cantigas de Santa María. En ellas no
encontramos narraciones de milagros como en el más numeroso resto, sino que son una especie
de pausas a modo de oración entre las anteriores para simplemente loar a Santa María, como si el
trovador por excelencia de la Virgen quisiera recordar cada tanto que la llena de virtudes y excelsa
santa María no necesita hacer milagros para ser digna de ser alabada.
El concierto se inicia con el símbolo de la Virgen por antonomasia para la Iglesia en el
Medievo: la frágil, bella y pura rosa, en la que se ensalzan las hermosuras de la Virgen y el autor
justifica su servidumbre hacia ella, enlazando con la siguiente cantiga, Déus te salve, en la que
rogamos a la Virgen como perfecta abogada e intercesora ante Dios, cuyo vientre fue elegido para
alumbrar al hijo del Altísimo, como nos narra la tercera pieza del concierto, Muito valvéra mais.
El número cinco inspira la siguiente –Eno nome- en la que se hace un recorrido por las
letras que componen el nombre de María para enumerar una serie de virtudes que comienzan por
cada una de esas letras, entre las que se encuentra la de abogada de los hombres ante Dios, tema
que volvemos a encontrar en la pieza que sigue a continuación, “De graça sea”.
Archiconocida la siguiente: Santa María, strela do día, que encumbra a la Virgen como la
Stella matutina que anuncia la llegada del astro rey, la Virgen como lucero precursor de Aquél que
viene a traer la luz al mundo. Estrella hermosa, cuya belleza espiritual e intangible, mucho más
excelsa que la hermosura física, se canta con exquisitez en la pieza siguiente, Tant' é Santa María
de ben mui comprida.
Quantos me crevéren loarán: vuelve el rey Alfonso a proclamarse como trovador de la
Virgen y seguro servidor, convenciendo de la bondad de loar a la Virgen como hace él,
justificándose con la pieza siguiente, A Santa María dadas, en que se vuelven a enumerar las
numerosísimas virtudes que hacen a María digna de ser loada. Se insiste en la pieza siguiente, A
que Déus ama, amar debemos: ¿cómo no loar a María, si por su excelencia fue elegida para
alumbrar al Hijo de Dios?
A modo de resumen de todo lo anterior, la pieza siguiente -Quen bõa dona querrá- nos
vuelve a enumerar las alabanzas de María: siempre Virgen, Madre de Dios por su bondad, abogada
e intercesora nuestra ante Dios…
La figura de María como intercesora vuelve a aparecer en la siguiente pieza, Tod' óme deve
dar loor, y se hace hincapié de nuevo en su condición de Madre del Salvador y salvadora a su vez,
que consigue la misericordia de Dios, dualidad que aparece de nuevo en la siguiente y sencilla
pieza, Por nós Virgen madre, ruega por nosotros a Dios: padre, hijo y amigo. Se insiste sobre el
tema más extensamente en la siguiente pieza, Todos con alegría cantand' e en bon son, de
carácter más alegre, mostrando la entera convicción de que la Virgen nunca falla como intercesora.
La siguiente y original cantiga, Santa María léva ,compara las dos figuras femeninas más
importantes de la cristiandad para bien y para mal, María y Eva, haciendo un recorrido de cómo la
primera compensa y “enmienda” con virtudes los errores de la segunda que propiciaron la perdición
de los hombres.
De nuevo aparece la figura de María como mediadora en una pieza de clara súplica como
pecadores que somos, necesitados del perdón de Dios, Santa María, Sennor.
Y a modo de cierre y de recapitulación de lo anterior, el broche de la cantiga Pero cantigas
de loor, insistiendo de nuevo el autor en su auto asumida tarea de querer e invitar a loar a santa
María, la única que puede mediar entre nosotros y Dios.
Coherente programa en cuanto a temática y compensado por su variedad estrófica y rítmica
que realzan la musicalidad de la lengua en que están escritas, el galaico-portugués. Estas
bellísimas piezas nos ayudarán a tener una visión bastante completa de la enorme riqueza de las
“otras” cantigas, más allá de la mera narración de historias y milagros.

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