Nulidad Biggeman Control

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MRT

EN LO PRINCIPAL: FORMULA INCIDENTE DE PREVIO Y


ESPECIAL PRONUNCIAMIENTO DE NULIDAD PROCESAL DE
ACTUACIONES QUE INDICA. PRIMER OTROSÍ: SE DECRETE LA
SUSPENSIÓN DEL PROCEDIMIENTO Y, EN SU MÉRITO, SE RECIBA
INCIDENTE A PRUEBA. SEGUNDO OTROSÍ: ACOMPAÑA
DOCUMENTOS. TERCER OTROSÍ: PATROCINIO Y PODER.

S.J.L. EN LO CIVIL DE SANTIAGO (22°)

MACARENA BIGGEMANN DATTWYLER, chilena, casada, diseñadora


industrial, cédula nacional de identidad N°15.376.459-k, domiciliada en Las
Rocas 10 Comuna Santo Domingo, provincia de San Antonio, Región de
Valparaíso, demandada, en autos de liquidación forzosa caratulados “HDI
SEGUROS DE GARANTIA Y CREDITO S.A./BIGGEMANN”, Rol C-
5555-2021, cuaderno principal, a SS., respetuosamente digo:

Que por este acto, encontrándome dentro del plazo legal establecido
para ello, y conforme lo dispuesto en el artículo 83 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, vengo en deducir incidente de nulidad procesal de la
notificación, naturaleza del procedimiento, resolución de liquidación y demás
actos a consecuencia de aquellos, y por vicios de nulidad procesal que se
indicarán, todo en virtud de los argumentos de hecho y de derecho que a
continuación expongo:

HECHOS Y ACTOS PROCESALES PROPIOS DE LA DEMANDA DE


AUTOS:

Consta del mérito de autos que con fecha 25 de junio de 2021, la parte
ejecutante HDI SEGUROS DE GARANTIA Y CREDITO S.A., interpone
demanda de liquidación forzosa en mi contra, basándose en lo regulado en el
numeral 2 del Artículo 117 de la Ley N°20.720, en cuanto este indica lo
siguiente:

"Ámbito de aplicación y causales. Cualquier acreedor podrá demandar el inicio del


Procedimiento Concursal de Liquidación de una Empresa Deudora en los siguientes
casos: 2) Si existieren en su contra dos o más títulos ejecutivos vencidos, provenientes de
obligaciones diversas, encontrándose iniciadas a lo menos dos ejecuciones, y no hubiere
presentado bienes suficientes para responder a la prestación que adeude y a sus costas,
dentro de los cuatro días siguientes a los respectivos requerimientos.

Presentada la demanda, S.S da curso a la misma con fecha 23 de agosto


2021, ordenando notificar a mi persona, la parte demandada en forma legal,
con una antelación de a lo menos 5 días previos a la audiencia señalada,
debiendo constar en expediente virtual la notificación con a lo menos 3 días
hábiles de antelación, bajo apercibimiento de no realizarse la audiencia
establecida, citando a las partes a una audiencia inicial que contempla el
artículo 120 de la Ley N°20.720 para el día 14 de septiembre de 2021,a las
09:00 horas situación que iremos analizando, no se cumplió en ninguno de sus
términos.

Que atendida la imposibilidad de notificación, a criterio del acreedor,


con fecha 08 de septiembre de 2021, presenta escrito solicitando nueva fecha
y hora para la realización de la audiencia de rigor.

Así las cosas S.S con fecha 14 de septiembre de 2021, por resolución, se
cita a las partes a una audiencia inicial que contempla el artículo 120 de la Ley
N°20.720 para el día 28 de septiembre de 2021,a las 09:00 horas, nuevamente
ordenando a la parte demandante del proceso que procediera a la parte
demandada, en forma legal, con una antelación de a lo menos 5 días previos a
la audiencia señalada, debiendo constar en expediente virtual la notificación
con a lo menos 3 días hábiles de antelación.

Con ello S.S a la fecha de aquella gestión, el acreedor no había dado


cumplimiento a lo establecido por el art. 119 de la ley 20.720:
Artículo 119.- Revisión, primera providencia y
notificación. Presentada la demanda, el tribunal competente examinará en el
plazo de tres días el cumplimiento de los requisitos del artículo
precedente. En caso que los considerados cumplidos, la tendrá por
presentada, ordenará publicarla en el Boletín Concursal y citará a las partes
a una audiencia que tendrá lugar al quinto día desde la notificación personal
del Deudor o la realizada conforme al artículo 44 del Código de
Procedimiento Civil , aun cuando no se encuentre en el lugar del juicio. En
caso contrario, ordenará al demandante la corrección pertinente y fijará un
plazo de tres días para que los subsane, bajo apercibimiento de tener por no
presentada la demanda.

No habiéndose publicado resolución que cita a las partes a audiencia,


sino hasta el 30 de septiembre de 2021, con ello, se vuelve a citar a las partes
para el 27 de octubre del presente año a las 09:00, indicando erróneamente que
deba esta parte ser notificada por CÉDULA, siendo que a la fecha de aquella
resolución, no había sido notificada ni VALIDAMENTE ni
PERSONALMENTE, situación que trataremos luego.

Posteriormente S.S con fecha 27 de octubre, como se logró ver en el


proceso, se desarrolla la audiencia correspondiente, sin la presencia de mi
persona ni la de abogado, no teniendo conocimiento alguno de la misma,
toda vez que a aquella fecha se desconocía, completa y totalmente, las
pretensiones del acreedor ejecutante, quedando completamente, esta parte,
indefensa y sin posibilidad de defensa alguna.

DE LAS NOTIFICACIONES:

Es del caso, que con fecha 25 de agosto y 1 de septiembre de 2021


respectivamente, en una clara actuación errónea y, de total falta de veracidad,
como se acreditara por esta parte en autos, mediante Receptor Judicial don
Marcos Gacitúa Guerrero, se procedió a constatar búsquedas positivas de
forma ERRONEA en el domicilio ubicado en calle CARPAY 2-A,
COMUNA DE LA REINA, REGIÓN METROPOLITANA, indicándose
tal y como se muestra a continuación sería mi domicilio, todo esto mediante
información proporcionada por información de vecino, y que no informan ni
siquiera su nombre, lo cual de forma categórica hizo dar fe a la Receptor
Judicial de la información que aporta al proceso.

Con ello, se procedió a notificar, con fecha 15 de septiembre de 2021, a


mi persona conforme a lo establecido en el artículo 44 del Código de
Procedimiento Civil, la que jamás recibí. citando incluso sin tener
conocimiento alguno a audiencia de oposición de liquidación forzosa, de fecha
28 de septiembre:
Sin perjuicio, y a modo que se tenga presente, que el señor receptor, no
dio cumplimiento a lo estipulado en el art. 46 del Código de Procedimiento
Civil, dirigiendo carta certificada por correo, conforme al plazo establecido
en la norma, sin dejar constancia en el expediente:

Art. 46 (49). Cuando la notificación se efectúe en conformidad al artículo 44,


el ministro de fe deberá dar aviso de ella al notificado, dirigiéndole con tal
objeto carta certificada por correo, en el plazo de dos días contado desde la
fecha de la notificación o desde que se reabran las oficinas de correo, si la
notificación se hubiere efectuado en domingo o festivo. La carta podrá
consistir en tarjeta abierta que llevará impreso el nombre y domicilio del
receptor y deberá indicar el tribunal, el número de ingreso de la causa y el
nombre de las partes. En el testimonio de la notificación deberá expresarse,
además, el hecho del envío, la fecha, la oficina de correo donde se hizo y el
número de comprobante emitido por tal oficina. Este comprobante deberá
ser agregado al expediente a continuación del testimonio. La omisión en el
envío de la carta no invalidará la notificación, pero hará responsable al
infractor de los daños y perjuicios que se originen y el tribunal, previa
audiencia del afectado, deberá imponerle alguna de las medidas que se
señalan en los números 2, 3 y 4 del artículo 532 del Código Orgánico de
Tribunales.

En base a lo anterior S.S es con fecha 5 de octubre de 2021, se dicta la


siguiente resolución:
Donde se señala que la notificación, debe efectuarse por cédula,
situación que no es posible, toda vez que como indicaremos, ni siquiera fue
válidamente notificada esta parte de forma PERSONAL, tal como indica el
art. 119 de la ley 20.720, en concordancia con lo establecido en el art. 40 del
Código de procedimiento Civil:
Es del caso, que según consta de documentos acompañados en un otrosí
de esta presentación, el domicilio de CARPAY 2-A, COMUNA DE LA
REINA, REGIÓN METROPOLITANA, no corresponde al de mi persona,
toda vez que aquel es habitado y usado por doña CLAUDIA ALEJANDRA
DÍAZ FERNANDEZ, conforme el contrato de arriendo por escritura publica
otorgada con fecha 15 de marzo de 2021 ante Notario don Luis Ignacio
Manquehual Mery Repertorio Nro: 5171 – 2021, por ello a la fecha de la
presentación y notificación de la liquidación forzosa de autos, con ello, YO
NO VIVO, NI VIVÍ EN AQUEL DOMICILIO, ES MÁS, NI SIQUIERA
ME ENCUENTRO EN EL LUGAR DEL JUICIO.

En virtud de dicha documentación señalada, resulta exageradamente


contradictorio con la verdad lo certificado en el proceso mediante el Receptor
Judicial actuante, el cual hace presente que le consta que la suscrita tiene
domicilio en un lugar equivoco y que además de ello, dicha información fue
proporcionada por “vecino”, completamente DESCONOCIDO de dicho
domicilio. Información que raya la improbabilidad y carece de toda lógica.

Así las cosas, esta parte tiene domicilio en la quinta región tal como se
acompaña en un otrosí de esta presentación, específicamente en LAS
ROCAS 10 COMUNA SANTO DOMINGO PROVINCIA DE SAN
ANTONIO, REGIÓN DE VALPARAÍSO, siendo un domicilio fuera de la
jurisdicción de este tribunal, y que ni siquiera fue visitado por el señor
receptor, a fin de poner en conocimiento a la suscrita de la demanda de autos.

FECHA DE LA TOMA DE CONOCIMIENTO DEL PROCESO


SEGUIDO EN SU CONTRA

Es del caso SS., que encontrándose esta parte en total desconocimiento


del procedimiento seguido en su contra, el día 4 de noviembre, un abogado
del estudio que actualmente me representa, toma contacto con mi persona
informándome que me encuentro en “Quiebra”, y además que aquello sería
desde el 29 de octubre de 2021, fecha en que el liquidador concursal
designado publicó la Resolución de liquidación en el boletín, vaya sorpresa,
que a la fecha, desconocía completamente la ejecución en su contra, menos
un procedimiento de liquidación, teniendo en cuenta S.S los importantes
efectos patrimoniales que aquello implica.

Sumado a lo anterior, que fui notificada en un domicilio que no


corresponde al de mi persona, que se encuentra arrendado a un tercero
completamente ajeno al procedimiento, por escritura que acompaño en esta
presentación, y que con ello se podría ver perjudicado su tranquilidad, y
como ya es de manifiesto, todos mis derechos fundamentales aplicables al
presente proceso.

Así las cosas me entero vulgarmente, fuera completamente de norma,


que me encuentro en un procedimiento de liquidación y que además, el
acreedor quiere hacer creer a S.S que tome conocimiento del presente
proceso en un domicilio que no corresponde ni se asemeja al correcto, ya
señalado en autos.

Con el desconcierto que ello implica en una persona promedio, y


teniendo en cuenta S.S que con la publicación de la resolución de liquidación
en el boletín concursal comienza formalmente el proceso de liquidación, por
consiguiente, nos encontramos dentro del plazo establecido en el artículo 83
del Código de Procedimiento Civil para presentar esta presentación.

VERIFICACION FACTICA DE LA NULIDAD PROCESAL QUE SE


ALEGA.
Así, mediante la certificación de búsqueda receptorial que obra en el
cuaderno principal de autos, se pretendió poner en conocimiento legal a esta
parte de resoluciones dictadas en la presente proceso concursal, lo que como
hemos relatado, es completamente falso y alejado de la realidad.

Pues bien, no poca fue la sorpresa de esta parte al tomar conocimiento


de los presentes autos y del alto grado de avance de los mismos, en especial
de la resolución de liquidación, atendido los importantes efectos que trae
aparejado, perdiendo sin saber, toda la disposición de mi patrimonio. Es del
caso que en un evidente actuar contrario a la buena fe procesal y con el sólo
fin de obtener provecho y sólo una vez que, con esta fecha, comparece esta
parte al Tribunal de SS., hemos podido constatar que nuestra distinguida
contradictora ha intentado hacer creer a SS., que se habrían efectuado las
notificaciones de rigor en un domicilio que NO CORRESPONDE a esta
parte.

Así, se procedió a notificar conforme al artículo 44 del Código de


Procedimiento Civil y luego mediante Cédula, a esta parte, sin que la suscrita,
por los motivos ya explicados, le llegaran las copias de las relevantes
resoluciones producidas en la presente instancia, ENTRE ELLAS, LA
FECHA Y HORA DE LA AUDIENCIA DE OPISICIÓN AL
PROCEDIMIENTO DE LIQUIDACIÓN FORZOSA, UNICA
ETAPARA PROCESAL, EN QUE EL DEUDOR, PODRÍA
DEFENDERSE.

Cabe señalar que, dichas actuaciones realizadas por el receptor judicial


se encuentran absolutamente alejadas de la verdad, ello conforme se
acreditará por esta parte durante la presente incidencia y en la oportunidad
procesal correspondiente, ya que dicho domicilio – en el que se me dio por
notificado-, no vive, ni ha vivido. Producto de lo anterior SS., es que esta
parte, JAMÁS PUDO TOMAR CONOCIMIENTO DE LAS ACCIONES
IMPETRADAS EN SU CONTRA Y, EN CONSECUENCIA, JAMÁS
ESTUVO VÁLIDAMENTE EMPLAZADO, mérito por el cual, todo lo
obrado en este proceso es nulo y de ningún valor.

De todo lo anteriormente expuesto fluye y queda de manifiesto, que esta


parte JAMÁS ha tomado conocimiento, conforme a derecho, de actuación
alguna, viciándose este procedimiento y todo lo obrado en el mismo. Lo
anterior se desprende de los mismos antecedentes aportados en este acto por
esta parte, así como también del mérito del proceso, el cual da cuenta de las
nulas actuaciones que por este acto denunciamos, las cuales han dejado a esta
parte en la más absoluta indefensión e imposibilidad de hacer valer los
derechos contradictorios que, en la calidad procesal que investiría de mediar
emplazamiento de parte válido a su respecto, le corresponden.

DE LA NATURALEZA DEL PROCEDIMIENTO:

Sumado S.S a que la actora, ha intentado hacer creer a SS., que se


habrían efectuado las notificaciones de rigor en un domicilio que no
corresponde, ha fundamentado su pretensión en el siguiente artículo de la ley
concursal:

Artículo 117.- Ámbito de aplicación y causales. Cualquier acreedor podrá


demandar el inicio del Procedimiento Concursal de Liquidación de una Empresa
Deudora en los siguientes casos:

1) Si cesa en el pago de una obligación que conste en título ejecutivo con el


acreedor solicitante. Esta causal no podrá invocarse para solicitar el inicio del
Procedimiento Concursal de Liquidación respecto de los fiadores, codeudores solidarios
o subsidiarios, o avalistas de la Empresa Deudora que ha cesado en el pago de las
obligaciones garantizadas por éstos.

2) Si existieren en su contra dos o más títulos ejecutivos vencidos, provenientes de


obligaciones diversas, encontrándose iniciadas a lo menos dos ejecuciones, y no hubiere
presentado bienes suficientes para responder a la prestación que adeude y a sus costas,
dentro de los cuatro días siguientes a los respectivos requerimientos.

3) Cuando la Empresa Deudora o sus administradores no sean habidos, y hayan


dejado cerradas sus oficinas o establecimientos sin haber nombrado mandatario con
facultades suficientes para dar cumplimiento a sus obligaciones y contestar nuevas
demandas. En este caso, el demandante podrá invocar como crédito incluso aquel que
se encuentre sujeto a un plazo o a una condición suspensiva.

La solicitud de liquidación concursal forzosa de Empresa deudora


promovida en estos autos es INEPTA, toda vez que la exposición de los
hechos y de los fundamentos de derecho vertida en la solicitud son del todo
erróneos como paso a exponer.

En su libelo pretensor, HDI SEGUROS DE GARANTIA Y CREDITO


S.A. solicita se declare la Liquidación Forzosa de Empresa deudora, citando
normas propias de dicho procedimiento, y en especifico, como indicamos
anteriormente las causales del art. 117 de la ley 20.720, de las que como es de
conocimiento y norma expresa solo aplica a EMPRESAS DEUDORAS:

Y en palabras del mismo acreedor del concurso:

“Doña MACARENA BIGGEMANN DATTWYLER, es para estos efectos


empresa deudora de acuerdo a lo establecido en el Art. 2 N° 12 de la ley
20.720. toda vez es una persona natural contribuyente de las que define el Nº 2
del artículo 42 de la ley sobre impuesto a la renta.” (el desatacado es nuestro)

Y como lo ha expresado en el petitorio de su demanda de liquidación


forzosa:

Ahora bien, es necesario que S.S. tenga presente, para efectos de una
adecuada argumentación, la norma contenida en el artículo 2 N° 13 y N° 25
de la misma Ley 20.720.-

Artículo 2º.- Definiciones. Para efectos de esta ley, se entenderá, en


singular o plural, por:

13) Empresa Deudora: Toda persona jurídica privada, con o sin fines de
lucro, y toda persona natural contribuyente de primera categoría o del
número 2) del
artículo 42 del decreto ley Nº 824, del Ministerio de Hacienda, de 1974, que
aprueba la ley sobre impuesto a la renta.

25) Persona Deudora: Toda persona natural no comprendida en la


definición de Empresa Deudora.

Es decir, AQUELLOS CONTRIBUYENTES QUE NO EMITAN


BOLETAS DE HONORARIOS O QUE NO SON PERSONAS
JURÍDICAS CON FINES DE LUCRO, O QUE NO PERSONAS
NATURALES CONTRIBUYENTE DE PRIMERA CATEGORÍA, SON
PERSONAS DEUDORAS. Podremos estar de acuerdo o no con dicha
calificación, pero es la norma de actual aplicación y de esa forma la Ley
segrega a los solicitantes conforme a los procedimientos que son posibles
para cada uno, y las formas de defensa que tiene para cada uno de los
proceso.

En la especie, como se acreditará, la suscrita, doña MACARENA


BIGGEMANN DATTWYLER, no emito ni he emitido boletas de
honorarios, tampoco soy una persona jurídica con fines de lucro, y tampoco
soy persona natural que tributa en primera categoría. Siendo así debo se
considerada por la Ley, como PERSONA DEUDORA.

Lo anterior S.S se acredita en los documentos que acompaña esta parte


en esta presentación, donde consta que esta parte no ha emitido boletas en los
2 últimos años:

Año 2021:
Año 2020:

Año 2019:

Año 2018:
Con ello S.S podemos apreciar, mas que acreditadamente, que mi
persona no es contribuyente del art. 42 nº2, toda vez que no a emitido una
boleta en los últimos 24 meses, y ni siquiera los anteriores, por tanto NO ES
EMPRESA DEUDORA.

A mayor abundamiento y como acompañaremos en esta presentación la


consulta tributaria de terceros, de carácter público informa lo siguiente:

Señalando en concordancia con lo señalado anteriormente, que la


suscrita, NO EMPRESA DE MENOR TAMAÑO (SEGÚN LEY N°20.416)
Y QUE TAMPOCO HE EMITIDO ALGUNA BOLETA DE
HONORARIOS DENTRO DE LOS 24 MESES ANTERIORES AL
INICIO DEL PROCEDIMIENTO.

Por ello S.S. es que al momento de proponer la solicitud, los


fundamentos de hecho y de derecho de la misma son ineptos, toda vez que
durante toda su exposición, hacen referencia a una solicitud de empresa
deudora, y no de persona deudora, es decir, SE HACEN INAPLICABLES
E INCOMPRENSIBLES PARA EL CASO EN CONCRETO, PUES
LAS EXIGENCIAS, REQUISITOS, Y DERECHOS DEL
DEMANDADO CAMBIAN EN CADA CASO.

En efecto S.S. para la solicitud de liquidación de una empresa deudora,


la Ley exige presentar una caución de UF 100, como se ha efectuado en la
especie. Mientras que para la solicitud de liquidación de la persona deudora,
la caución es de solo UF 200:

Asimismo, los requisitos para la solicitud son distintos, mientras el


artículo 117 de la Ley 20.720 establece 3 hipótesis distintas para la solicitud
de liquidación de la empresa deudora, a su turno el artículo 282 establece
solo un caso estandarizado para requerir la liquidación de la persona deudora:
Artículo 282.- Causal para solicitar el inicio de un Procedimiento
Concursal de Liquidación de los bienes de una Persona Deudora. Mientras
no se declare la admisibilidad de un Procedimiento Concursal de
Renegociación de una Persona Deudora, cualquier acreedor podrá
solicitar el inicio del Procedimiento Concursal de Liquidación de los bienes
de la Persona Deudora, siempre que existieren en contra de ésta dos o más
títulos ejecutivos vencidos, provenientes de obligaciones diversas,
encontrándose iniciadas a lo menos dos ejecuciones, y no se hubieren
presentado dentro de los cuatro días siguientes al respectivo requerimiento,
bienes suficientes para responder a la prestación que adeude y a sus costas.

Pero más relevante aun S.S. son las posibles actitudes que puede
desplegar el deudor, el demandado, en este caso, mi representada. En el caso
de la persona deudora, tratado en el artículo 284 N° 2, la persona deudora
podrá:

a) Consignar fondos suficientes para el pago del crédito demandado y las


costas correspondientes. El tribunal tendrá por efectuada la consignación,
ordenará practicar la liquidación del crédito, la regulación y tasación de
las costas, y señalará el plazo en que el Deudor deberá pagarlos, el que se
contará desde que esas actuaciones se encuentren firmes. Si el deudor no
pagare en el plazo fijado, el tribunal dictará la respectiva Resolución de
Liquidación de los bienes de la Persona Deudora.

b) Allanarse a la demanda, por escrito o verbalmente, caso en el cual el


tribunal dictará la respectiva Resolución de Liquidación de los bienes de la
Persona Deudora.

c) Oponerse a la demanda de liquidación forzosa, en cuyo caso se


observarán las disposiciones del Párrafo 3 del Título 1 del Capítulo IV de
esta ley. La oposición del deudor sólo podrá fundarse en las causales
previstas en el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil.

Así las cosas S.S, como es posible, para la persona, que es nuestro caso
existe la posibilidad de oponerse al juicio de liquidación forzosa SIENDO
LA ÚNICA Y EXCLUSIVA ETAPA PROCESAL EN LA QUE PUEDE
DEFENDER DE LA PRETENSIÓN DEL ACREEDOR, y que como
analizamos en esta presentación, no existió aquello, toda vez que desconocía
completamente la acción del demandante

En especifico, y al tenor del libelo del acreedor, era perfectamente


posible, para esta parte, presentar como defensa Excepción del número 4° del
artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, esto es LA INEPTITUD
DEL LIBELO POR FALTA DE ALGUN REQUISITO LEGAL EN EL
MODO DE FORMULAR LA DEMANDA, EN CONFORMIDAD A LO
DISPUESTO EN EL ARTICULO 254 DEL MISMO CÓDIGO,
oportunidad procesal y legal que no tuve.

DERECHOS FUNDAMENTALES VULNERADOS:

Como ya se ha comentado S.S estamos frente a una situación gravísima,


atendido los notorios, públicos y extensivos efectos de la resolución de
liquidación del presente proceso, que se han llevado a cabo de forma
completamente errónea y antijurídica, careciendo de fundamento y sin las
garantías que todo proceso llevado ante un tribunal de la república debería
tener.

Y es menester mencionar que todas las actuaciones del proceso vulnera


de forma mas que expresa y notoria lo estipulado en el art. 19 nº3, en relación
al art. 19 nº26, ambos de la Constitución Política de la República:

Artículo 19.- La Constitución asegura a todas las personas:


3º.- La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos:

Toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la forma que la ley señale y ninguna
autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida intervención del
letrado si hubiere sido requerida.

Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo
legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un
procedimiento y una investigación racionales y justos

Las normas constitucionales citadas consagran el derecho fundamental a


la TUTELA EFECTIVA, A LA DEFENSA Y LA CONSECUENTE
GARANTÍA DEL DEBIDO PROCESO.

Así los derechos fundamentales previamente indicados, los ha


desarrollado en los siguientes términos del Excmo. Tribunal Constitucional en
sentencia ROL Nº1535-09 INA:
“Aquel derecho que tiene toda persona a obtener tutela efectiva de sus derechos e
intereses legítimos ante un juez ordinario predeterminado por la ley y a través de un
proceso con todas las garantías, sin dilaciones indebidas y en el que no se produzca
indefensión.”

La Constitución Política de la República no ha definido cuales son las


garantías que componen un justo y racional procedimiento, pues encomendó
al legislador concretizarlas mediante la regulación de los diferentes proceso
judiciales, pese a ello el nº26 del citado art. 19 de la Constitución Política de
la República hay un conjunto de garantías mínimas que no se puede
prescindir en ningún procedimiento, de lo contrario, se afectaría el contenido
esencial de los mencionados derechos fundamentales.

En relación a lo anterior, el Excmo. Tribunal Constitucional en


sentencia Nº 1557-9 INC, ha indicado lo siguiente respecto a las garantías
mínimas de todo procedimiento:
“El conocimiento oportuno de la acción, la posibilidad de una defensa adecuada y la
aportación de pruebas, como el derecho a impugnar lo resuelto a través de un
tribunal.”

Con ello S.S el derecho a defensa en tiempo y forma, es una garantía


mínima pues sin ella, el juez no podría fijar los hechos en los cuales debe
aplicar la ley, FRUSTRANDOSE EL ACCESO A LA TUTELA
JUDICIAL.

Ya siendo redundantes, y para tener completa certeza de como se ha


visto afectado mi persona. El respaldo constitucional a la necesidad de un
proceso legítimo acorde a la complejidad técnica del asunto controvertido –
como consecuencia del derecho a la tutela judicial efectiva, el derecho a la
defensa y la garantía del debido proceso– consta en la jurisprudencia de
Excmo. Tribunal Constitucional sentencia Rol 4313-2018 INA. En un mismo
sentido, sentencia Rol 5570:

“…este tribunal ha expresado que “La constitución asegura a toda persona el

derecho a defensa jurídica ‘en la forma que la ley señale’, por lo que el legislador está
facultado para regular el ejercicio del derecho, siempre cuidado de no entorpecerlo o
imponerle requisitos irrazonables o injustificados…

…que la Corte Interamericana de Derechos Humanos…ha sostenido además que


deben considerarse cuatro elementos para determinar la razonabilidad del plazo: a) la
complejidad del asunto; b) la actividad procesal del interesado; c) la conducta de las
autoridades judiciales, y d) la afectación generada por la duración del procedimiento en
la situación jurídica de la persona involucrada en el mismo…”

De ahí que el legislador esté obligado a permitir que toda parte o persona interesada en
un proceso cuente con medios apropiados de defensa que le permitan oportuna y
eficazmente presentar sus pretensiones, discutir las de la otra parte, presentar pruebas e
impugnar las que otros presente, de modo que, si aquéllas tienen fundamento, permitan
el reconocimiento de sus derecho, el restablecimiento de los mismos o la satisfacción
que según el caso, proceda, excluyéndose, en cambio todo procedimiento que no
permita a una persona hacer valer sus alegaciones o defensas o las restrinja de tal
forma que la coloque en una situación de indefensión o inferioridad. Lo anterior se ve
reafirmado por lo señalado en el artículo 19 N°26 de la Carta Fundamental, que
prohíbe al legislador afecta los derechos en su esencia o imponer condiciones, tributos
o requisitos que impidan su libre ejercicio.

Por ello S.S antes de liquidar los bienes de mi persona y pagar los
correspondientes créditos, es necesario que tenga las herramientas de defensa
que le otorga la ley, en la etapa procesal que ni siquiera tuvo la oportunidad
de aplicar para el caso en concreto.

Así las cosas ha quedado mas que de manifiesto que para esta parte,
atendido el error en el emplazamiento y desconocimiento total de la acción de
la actora, no ha tenido y se ha visto vulnerado su derecho de tutela judicial,
frente a un proceso donde no se ha tomado conocimiento oportuno para
presentar las oposiciones en la audiencia respectiva, así como tampoco una
defensa adecuada en el momento procesal reglamentado por ley ni la
posibilidad de impugnar la acción de la demandante, que como hemos visto,
se encuentra completamente errada.

De ahí que el legislador esté obligado a permitir que toda parte o


persona interesada en un proceso cuente con medios apropiados de defensa
que le permitan oportuna y eficazmente presentar sus pretensiones, discutir
las de la otra parte, presentar pruebas e impugnar las que otros presente, de
modo que, si aquéllas tienen fundamento, permitan el reconocimiento de sus
derecho, el restablecimiento de los mismos o la satisfacción que según el
caso, y ese mandato se lo ha entregado a S.S para proceder a subsanar
aquellas omisiones con las que mi representado se ha visto afectado.
EL DERECHO APLICABLE AL CASO CONCRETO RESPECTO A
LA NULIDAD:

Como resulta evidente, NI LA RESOLUCIÓN DE LIQUIDACIÓN,


NI LAS RESOLUCIONES PREVIAMENTE DICTADAS HAN SIDO
VÁLIDAMENTE NOTIFICADAS, no siendo vinculante ni válidas
NINGUNA de las actuaciones realizadas en este proceso, lo anterior
conforme lo prescribe el artículo 38 del Código de Procedimiento Civil.

“Las resoluciones judiciales sólo producen efecto en virtud de notificación hecha


con arreglo a la ley, salvo los casos expresamente exceptuados por ella.”

Por su parte, el artículo 83 del Código de Enjuiciamiento Civil autoriza


al litigante que se encuentra rebelde, esto es, a quien no se le ha hecho saber
EN PERSONA ni en forma legal, sea por intermedio de la notificación
consagrada en el artículo 41 como cualquiera otra y, en especial, la forma de
notificación subsidiaria contenida en el artículo 44 del cuerpo normativo
invocado, la rescisión de todo lo obrado. Del mismo modo y velando por el
principio de las actuaciones procesales ejecutadas conforme a derecho, el
artículo 84 en su inciso final, faculta a corregir de oficio los errores que
observe en la tramitación del proceso. Podrá asimismo SS., tomar las
medidas que tiendan a evitar la nulidad de los actos de procedimiento.

Forzoso resulta recalcar y recordar que las normas antes invocadas


ejecutan un mandato constitucional por el cual este Tribunal debe y tiene que
velar, que es la garantía del proceso legalmente tramitado, asegurando a las
partes que éstas serán juzgadas en un procedimiento ajustado a derecho,
velando por los principios la bilateralidad de la audiencia y la buena fe
procesal –abiertamente vulnerada en estos autos— y tal como hemos visto en
el capitulo anterior respecto a los derechos que se han visto afectado en los
presentes autos.
En el mismo sentido podemos citar el siguiente fallo:

“PRIMERO: Que conforme lo preceptuado por el artículo 38 del Código de


Procedimiento Civil, las resoluciones judiciales sólo producen efecto en virtud de
notificación  hecha con arreglo a la ley, salvo los casos expresamente exceptuado por
ésta, norma adjetiva de orden público imperativa para el tribunal y partes de la
causa. SEGUNDO:  Que la notificación de una resolución judicial para que produzca
consecuencias jurídicas debe practicarse dándose cabal cumplimiento a las
solemnidades que la ley ha prescrito al efecto, toda vez que sólo en tal circunstancia
podrá estimarse existir certeza jurídica de haberse ella practicado y que la parte
notificada fue debidamente emplazada de la resolución judicial cuyo contenido se le da
conocimiento”. (I. Corte de Apelaciones de Concepción, 12 de Noviembre de 2007, Rol
624-2007)

En el mismo sentido podemos encontrar muchos más fallos, por


ejemplo, de nuestra Excelentísima Corte Suprema:

- 28 de enero de 2010, Rol 5041-2008


- 04 de agosto de 2004, Rol 23332-2003
- 23 de julio de 1992, Rol 17497
- 10 de diciembre de 1991, Rol 3024

El hecho de que el Receptor Judicial haya certificado que mi persona se


encontraba en el lugar del juicio al momento de las búsquedas y que aquel era
mi domicilio, no basta por si sola para dar por sentada una verdad procesal.
Es efectivo que sus dichos gozan de una presunción de veracidad, pues ello
está estatuido en beneficio del sistema, el que se estructura sobre la base de la
buena fe procesal y la certeza y credibilidad de los auxiliares de la
administración de justicia, PERO DICHA PRESUNCIÓN ES DE
AQUELLAS SIMPLEMENTE LEGALES QUE POR ENDE ADMITE
PRUEBA EN CONTRARIO. Así lo dice la norma y así lo ha afirmado la
Jurisprudencia.
“Que sin perjuicio de lo expuesto, es necesario tener presente que de conformidad con
el artículo 390 del Código Orgánico de Tribunales, los receptores son ministros de fe
pública encargados de hacer saber a las partes, fuera de las oficinas de los secretarios,
los decretos y resoluciones de los Tribunales de Justicia, y de evacuar todas aquellas
diligencias que los mismos tribunales les cometieren.  El inciso 1º del artículo 427 del
Código de Procedimiento Civil estatuye que los hechos certificados en el proceso por
un ministro de fe en virtud de orden del tribunal competente se presumen verdaderos,
salvo prueba en contrario.  Corresponde al incidentista destruir tal presunción.” (I.
Corte de Apelaciones de Concepción, 01 de Octubre de 2009, Rol 1122-2009,
considerando 6°).

Todos estos antecedentes SS., nos conducen inequívocamente a la conclusión


de que la gestión efectuada por el Receptor judicial (búsquedas y notificación)
no fueron eficaces para que esta parte tomara conocimiento del juicio y por
ende, para trabar la Litis, debiendo declararse que desde ella, TODO EL
PROCESO ADOLECE DE UN VICIO DE NULIDAD, CUYO
PERJUICIO SOLO PUEDE SER SUBSANADO CON LA
DECLARACIÓN JUDICIAL DE ELLA.

En este punto quiero citar al Profesor Jaime Carrasco Poblete, quien en


su publicación “La nulidad procesal como técnica protectora de los derechos
y garantías de las partes en el derecho procesal Chileno” señala:

“A primera vista suelen confundirse los términos validez y eficacia de los actos que se
realizan durante el proceso. Sin embargo, se trata de conceptos distintos y que conviene
diferenciar. Cuando nos referimos a la validez del acto procesal lo que se trata es que el
acto procesal se haya realizado en conformidad con lo dispuesto en el modelo legal, es
decir, que haya cumplido los requisitos que la norma procesal dispone. En cambio, la
eficacia del acto procesal dice relación con los efectos que produce ese acto procesal que
se ejecutó válidamente, efectos que estarán descritos por el Derecho positivo. La
invalidez consiste en un juicio de valor de la irregularidad del acto procesal y la
ineficacia consiste en la declaración o constatación de la sanción de invalidez que
establece el legislador. Si se distinguen los conceptos de validez y eficacia se puede
lograr explicar, a nuestro entender, más satisfactoriamente, por qué un acto válido
puede resultar ineficaz y uno inválido finalmente ser eficaz. En efecto, al realizar un
análisis desde dos planos distintos y autónomos, se puede revelar que desde el punto de
vista de la invalidez el acto que es irregular puede ser innecesario constatar su ineficacia
en virtud del principio de proporcionalidad, presente en todo sistema anulatorio, que
implica que las irregularidades no invalidantes queden desprovistas de una sanción, o
bien merezcan un reproche distinto de la nulidad. Los actos procesales tienen ciertas
limitaciones para que se produzca la constatación o declaración de ineficacia que se
fundan en el principio de conservación de los actos procesales, el logro de la finalidad
del acto o también llamado principio de instrumentalidad de las formas, la
convalidación, la subsanación y criterios de oportunidad, los cuales privan del
fundamento a la declaración de nulidad. Distinguir la invalidez de la ineficacia de un
acto permite explicar una serie de límites que impiden la declaración de ineficacia del
acto y que hace que este sea considerado como una irregularidad sin efecto invalidante.
Por ejemplo, si una notificación no cumple los requisitos de la norma entonces es
irregular pero si el sujeto no alega dicha disconformidad del acto procesal y realiza otro
posterior entonces convalidó el vicio; lo mismo ocurre si una sentencia no cumple con
todos los requisitos que dispone la ley en cuanto a su congruencia o motivación y el
agraviado no utiliza los medios de impugnación que concede la ley; o si se dicta una
sentencia fuera del plazo legal para hacerlo.” (Revista de Derecho Universidad Católica
del Norte, Año 2018 - N° 1, 2011 pp. 49-84).

Ahora bien, sabido es que para que la nulidad procesal exista, debe ir
aparejado un perjuicio. Dicho perjuicio en la especie es evidente y consiste en
la indefensión que esta parte ha sufrido al no haber sido emplazada
debidamente y con arreglo a Derecho, y que con ellos no ha podido presentar
sus argumentos de oposición frente a una acción inepta para el caso concreto.
En efecto, el juicio ha transcurrido íntegramente sin su comparecencia. A
MAYOR ABUNDAMIENTO, HOY MIS BIENES SE ENCUENTRAN A
PORTAS DE SER INCAUTADOS Y REALIZADOS, POR LO QUE SE
VE PRÁCTICAMENTE PERDIDO Y VULNERADO DERECHO DE
PROPIEDAD DE MI PERSONA POR UNA VULNERACIÓN A LAS
NORMAS DEL DEBIDO PROCESO. Si aquello no es perjuicio SS., no
podría entender que lo es. Asimismo, es notorio que la única forma de
subsanar este grave perjuicio es a través de la declaración de nulidad que hoy
se solicita, pues de otra suerte, nada detendrá el inexorable y avasallador
avance del demandante para hacerse de su patrimonio, no obstante tratarse de
un procedimiento irregular.

A su vez, el artículo 83 del Código de Procedimiento Civil reza:

“Artículo 83.- La nulidad procesal podrá ser declarada, de oficio o a petición de parte, en
los casos que la ley expresamente lo disponga y en todos aquellos en que exista un vicio
que irrogue a alguna de las partes un perjuicio reparable sólo con la declaración de
nulidad. La nulidad sólo podrá impetrarse dentro de cinco días, contados desde que
aparezca o se acredite que quien deba reclamar de la nulidad tuvo conocimiento del
vicio, a menos que se trate de la incompetencia absoluta del tribunal. La parte que ha
originado el vicio o concurrido a su materialización o que ha convalidado tácita o
expresamente el acto nulo, no podrá demandar la nulidad”.

La nulidad procesal es una sanción de ineficacia de los actos del


proceso por el incumplimiento de los requisitos señalados en la ley para la
validez de este. Así se desprende del artículo 159 del Código Procesal Penal

“solo podrán anularse las actuaciones o diligencias judiciales defectuosas del


procedimiento”

La nulidad procesal es una institución autónoma, se rige por normas


de carácter procesal, las cuales al ser normas de características inorgánicas e
incompletas, se ha ido configurando a través de las sentencias a propósito del
recurso de casación en la forma e incidentes de nulidad conforme al artículo
84 del Código de Procedimiento Civil. La procedencia del incidente de
nulidad procesal es amplísimo en nuestro derecho, puesto que afectara de una
manera genérica a todos los actos del proceso ejecutados imperfectamente
apartándose de la regulación legal, sin necesidad que el legislador la
prescriba para cada caso específico. A esta situación se refiere el inciso 1º del
artículo 83 del Código al señalarnos que la nulidad procesal podrá ser
declarada, de oficio o a petición de parte, en los casos en que la ley
expresamente lo disponga.
Por regla general, la nulidad procesal debe ser alegada por las partes, siendo
en ciertos casos excepcionales declarada de oficio por el Tribunal. Por
consiguiente, para alegar la nulidad por vía de incidente se requiere ser parte
en el proceso en el cual se incurrió en el vicio, haber experimentado un
perjuicio que motiva la promoción del incidente, no debiendo ser el causante
de este o consentido por él.

El perjuicio solo se origina de actos defectuosos. Nuestro Código de


Procedimiento Civil lo señala en el artículo 83 cuando se refiere a que la
nulidad procesal podrá ser declarada "en todos aquellos casos en los que
exista un vicio". Sin vicio no hay posibilidad de declarar la nulidad.

A mayor abundamiento, la Ilustrísima Corte de Apelaciones de


Santiago, en un fallo de 2 de febrero de 2016, Rol 1509-2015, al analizar los
requisitos de procedencia de la nulidad procesal de oficio, sostuvo:

“Que, para los efectos de resolver como se hará, esta Corte tiene presente que la nulidad
procesal puede ser declarada de oficio, ello tratándose de vicios insubsanables, es decir,
aquellos que no sean susceptibles de convalidación por inactividad de la parte que debió
reclamarlo tempestivamente. La procedencia de la nulidad de oficio dimana de la
protección de las garantías constitucionales del proceso, siendo una de las más
importantes el RESPETO AL DEBIDO PROCESO. De manera que esta potestad
encuentra como límite el interés público, excluyendo de esa labor oficiosa, los actos
dispuestos en interés particular de los litigantes, en el entendido que, en palabras del
profesor Julio Salas Vivaldi “el procedimiento no solo cautela los derechos de las partes
sino que determina la acción del Estado en su misión de administrar justicia. En los
juicios no entran solamente en contacto los particulares que aspiran al reconocimiento
de un determinado derecho, por cuanto en ellos interviene también el Estado, quien, por
intermedio del juez, instruye y decide la contienda jurídica. Es por eso que Lorenzo
Carnelli expresa que, desde que se constituye tiene el proceso una trascendencia que
compromete de un modo actual la voluntad pública y, potencialmente, el orden jurídico.”
(“Los incidentes y en especial el de nulidad procesal”, Editorial Jurídica, Tercera
Edición Actualizada, p. 133). Por consiguiente, solamente aquellos actos que
comprometen el orden público, a saber, los que “…en conjunto tienden a formar la
relación procesal y los llamados presupuestos procesales que resguardan su validez”
(Salas Vivaldi, Julio, op. cit. p. 134) son indispensables en la configuración del proceso,
pudiendo, en cambio, prescindirse de los restantes. En el mismo sentido se puede afirmar
que “…el juez no necesita justificar el interés para declarar de oficio la nulidad porque
es el director del proceso, pero motivará la resolución nulificatoria.” (Camusso, Jorge P.
“Nulidades procesales”, EDIAR, 2ª edición, Buenos Aires, 1983, p. 99).”

Nuestra doctrina suele relacionar la nulidad procesal con la vulneración


o infracción los requisitos de los actos procesales. Algunos centran su
atención en la transgresión de un requisito de forma y otros en el
quebrantamiento de un requisito de fondo del acto.

Urrutia Salas, enseña que:

"sobre los elementos que componen el acto procesal, la doctrina más aceptada es
la que distingue en ellos dos clases de requisitos: los esenciales o sustanciales y los
accesorios o secundarios". Luego de explicar lo que se entiende por actos esenciales
y  actos accidentales, el autor sostiene que "sin embargo, cualquiera que sea la opinión
sobre los elementos esenciales y accidentales del acto procesal, entre nosotros, pocas
veces la ley dispone cuando una formalidad tiene uno u otro carácter". (...) Estas
razones hacen que no todos los tratadistas estén de acuerdo en esta distinción de
formalidades esenciales y secundarias; no le desconocen su importancia; pero la atacan
porque a veces puede resultar poco práctica."1.

Por su parte, Santa Cruz Serrano expone que

"establecida la existencia de requisitos legales para el otorgamiento de los actos


procesales, cabe preguntarse cuál es la sanción que recae sobre un acto que ha sido

1
Urrutia Salas, Manuel (1928). Nulidades procesales. Santiago: Imprenta y encuademación Víctor Silva, Pgs. 56 a
58
consumado con omisión de algún requisito legal o que se haya ejecutado en forma
irregular. En derecho civil, según lo establece el artículo 1681 del Código respectivo, la
sanción por haberse omitido los requisitos establecidos para el otorgamiento de un acto
jurídico es la nulidad de éste, o lo que es lo mismo, la falta de efectos jurídicos (...) en
derecho procesal la infracción de las leyes que establecen los requisitos necesarios a
cada acto también produce la nulidad del acto irregular en que se han omitido los
requisitos legales"2.

Finalmente, Colombo Campbell sostiene que

"la nulidad es la sanción de ineficacia que afecta a los actos procesales


realizados con falta de alguno de los requisitos previstos por la ley para su validez"3.

Reiteramos esta vez el artículo 19 N°3 de la Constitución Política de la


República, establece:
“La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos. Nadie podrá ser juzgado
por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y que se hallare
establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho. Toda sentencia de un
órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente
tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un
procedimiento y una investigación racionales y justos”.

A mayor abundamiento SS., todos los hechos señalados en el presente


libelo violan de forma expresa la garantía constitucional establecida en el
artículo 19 N°3 de nuestra Constitución, pues no se ha gozado del derecho a
una defensa jurídica en la forma que la Ley señala y dicho impedimento ha
provenido de un tercero que ha perturbado la debida intervención de un
letrado en la defensa, la misma que hoy recién, ya con la administración de
sus bienes, intentamos ejercer.

Agregando a lo anterior S.S y en concordancia con su defensa en el


juicio, se trata de un contribuyente persona natural a los ojos de la norma
concursal, viéndose vulnerado todos sus derechos que de ello emanan, siendo

2
Santa Cruz Serrano, Víctor (1936). Ensayo sobre la teoría de las nulidades procesales en el código de
procedimiento civil chileno. Memoria de Grado. Santiago: Imprenta Chile, pp. 8-9.
3
Colombo Campbell, Juan (1997). Los actos procesales. Santiago: Editorial Jurídica de Chile, tomo II, pag. 444.
nulo todo el proceso, toda vez que ha sido impetrada un acción fundamentada
en argumentos y causales de empresa deudora.

POR TANTO, en mérito de lo antes expuesto y en virtud de lo dispuesto por


los art. 38, 41, 44, 83 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, en
relación y ejecución de lo consagrado en el N°3 y 26 del artículo 19 de la
Constitución Política de la República, así como los art. 117, 282 y 284 de la
ley 20.720.

SOLICITO A SS, tener por interpuesto incidente de nulidad de procesal de


las búsquedas positivas efectuadas por el receptor judicial, la notificación y
Resolución de liquidación. así de todo acto procesal que provenga o
encuentre su origen en la notificación viciada, por los fundamentos antes
expuestos, acogiéndolo a tramitación y declarando, en definitiva, que se
declara la nulidad de todo aquello actuado con posterioridad a la notificación,
retrotrayendo los presentes autos al momento de proveerse la demanda y
encontrarse en estado de notificar válidamente a esta parte a fin de poder
hacer valer los derechos que, con ocasión de la viciada tramitación de los
presentes autos, le han sido privados, todo con expresa condena en costas.

PRIMER OTROSÍ: Habida consideración de lo antes expuesto, la


multiplicidad de aristas que presenta la nulidad impetrada, agregando al
efecto que la acción de deducida es artificiosa y se encuentra en manifiesta
oposición a las normas que deberían sustentarla, agregando al efecto que,
como se acreditará y solicitará en un otrosí, además, no procede, ni
corresponde, ni puede llegar remotamente a justificarse el concretar los
trámites del proceso de liquidación, que con lleva la perdida de la
administración de bienes muebles e inmuebles si existieren, y con ocasión de
ser el presente incidente de previo y especial pronunciamiento en virtud de lo
dispuesto por el artículo 87, en relación a los artículos 83, inciso final del
artículo 84, 38, 41 y siguientes, todos del Código de Procedimiento Civil, en
ejecución del imperativo contenido en el N°3 y Nº26 del artículo 19 de la
Constitución Política, vengo en solicitar a sírvase SS., en suspender la
tramitación de los presentes autos concursales de liquidación, y recibir el
incidente a prueba.

POR TANTO,
SOLICITO A SS., Acceder a lo solicitado, decretando la suspensión del
procedimiento concursal de liquidación y recibir el presente incidente a
prueba.

SEGUNDO OTROSÍ: Solicito a SS., tener por acompañados, con citación,


los siguientes documentos:

 Consulta tributaria de terceros


 Contrato de arriendo escritura publica otorgada con fecha 15 de marzo
de 2021 ante Notario don Luis Ignacio Manquehual Mery Repertorio
Nro: 5171 - 2021.-
 Compilado de informe de boletas de honorarios de años 2018,2019,
2020 y 2021
 Certificado de características del contribuyente emitido por el SII.
 Captura perfil tributario donde se indica dirección y domicilio.
 Correo Electrónico

TERCER OTROSI: A S.S. solicito tener presente que, en este acto vengo en
designar como abogado patrocinante y en conferir poder al abogado habilitado
para el ejercicio de la profesión, Sr. JORGE MANUEL LENA SALGADO,
C.I N°15.371.915-2, domiciliado para estos efectos en Avenida Holanda N°
099, oficina N° 701, comuna de Providencia, Región Metropolitana, para
efectos que me represente durante toda la secuela del presente proceso, en
especial con aquellas facultades normadas en la Ley 20.720 y que vengo en
conferir expresamente, firmando el designado al pie del presente en señal de
aceptación..

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