Cap. 6 Condiciones Termo Higrometricas

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 9

CAPÍTULO VI

CONDICIONES TERMO
HIGROMÉTRICAS

UJCV / Ing. Roger Bayardo Murillo

“La fatiga de un trabajador


debe ser proporcional al descanso
de quien es responsable de implementar
las medidas de prevención para evitarla”

C.A.Resgu
INDICE

CAPÍTULO VI: CONDICIONES TERMO HIGROMÉTRICAS

1. Introducción
2. Humedad
3. Frio
4. Calor
1. INTRODUCCIÓN

La mayoría de los trabajos se ejecutan en locales cerrados o semicerrados. En ellos


se generan unas condiciones climáticas que, aunque influidas por el clima
externo, difieren normalmente de éste.

Algunos trabajos tienen lugar a temperaturas extremas: Hornos de fundición,


cámaras frigoríficas, etc., pero la inmensa mayoría pueden y deben realizarse en
un ambiente confortable.

En un ambiente confortable no se perciben fluctuaciones de temperatura, falta


de aire o corrientes de aire. Dos de los factores que más influyen en el confort
ambiental son la temperatura y la humedad. Estos factores interactúan entre sí;
por ejemplo, si hay mucha humedad parece que hace más calor de lo que indica
la temperatura real.

Es imposible definir con exactitud los parámetros de un ambiente confortable,


entre otras razones, porque las personas se sienten confortables en condiciones
diferentes: cuando para una persona hace frío, otra encuentra ideal esa misma
temperatura.

Por eso, cuando las personas no tienen posibilidad de ejercer un control personal
sobre sus condiciones de trabajo aparecen muchos problemas. Un ambiente
térmico inadecuado causa reducciones de los rendimientos físico y mental,
irritabilidad, incremento de la agresividad, de las distracciones, de los errores,
incomodidad por sudar o temblar, aumento o disminución del ritmo cardiaco,
etc., e incluso la muerte.

La legislación dispone que el microclima en el interior de la empresa sea lo más


agradable posible y, en todo caso, adecuado al organismo humano y al tipo de
actividad desarrollada. Para ello, propone una serie de medidas concretas.
Dicha concreción no es obstáculo a la reivindicación de mejores condiciones
para conseguir un ambiente de trabajo más confortable.

2. HUMEDAD

Es la cantidad de vapor de agua en el aire. A una temperatura dada el aire


puede alcanzar un máximo nivel de humedad, es la humedad de saturación
(cuando caen gotas de agua).

La cantidad de humedad existente en relación con la humedad de saturación


expresada en porcentaje es la humedad relativa. La humedad relativa
recomendable está entre el 40% y el 50%.
Una humedad relativa alta (entre el 60-70%) con calor ambiental provoca
sudoración, pero en este ambiente húmedo el sudor no puede evaporarse y
aumenta la sensación de calor.

Una humedad relativa menor de 30% produce:

a) Sequedad de la piel y dermatitis.


b) Dolores de cabeza.
c) Escozor de ojos y sinusitis.
d) Aumento de la susceptibilidad a las infecciones.
e) Sensación de falta de aire.

Valores óptimos de temperatura, humedad y velocidad del aire según el tipo de


trabajo efectuado (método LEST):

La humedad relativa estará comprendida entre el 30 y el 70%, excepto en los


locales donde existan riesgos por electricidad estática, en los que el límite inferior
será el 50%.

3. FRIO

El trabajo típico en un ambiente frío es el de las cámaras frigoríficas. También se


está expuesto al frío en el trabajo al aire libre. Existen, además, multitud de puestos
de trabajo en ambientes fríos, en el interior de locales cuando éstos tienen un
elevado cubicaje o cuando se precisa un elevado recambio de aire para evitar
contaminaciones.

Se produce riesgo de estrés térmico por frío cuando la temperatura de los lugares
de trabajo es inferior a 10 ºC.
Respuesta del organismo al frío
En ambientes fríos, el organismo necesita limitar las pérdidas de calor y aumentar
la producción de calor para compensar estas pérdidas. Esto lo consigue
reduciendo el flujo de sangre a la piel.

La disminución de la temperatura de la piel produce escalofríos, una contracción


muscular incoordinada que aumenta la producción de calor. La aclimatación del
cuerpo al frío no es como la aclimatación al calor. El organismo es menos eficaz
para soportar bajas temperaturas, aunque se pueda producir una cierta
habituación (reducción de la sensación) que permite soportar mejor el frío.

Efectos del frío


La exposición a frío intenso produce dos tipos de efectos, unos localizados en la
periferia del organismo y otros de tipo general:

La exposición continuada al frío favorece las infecciones víricas, enfermedades


pulmonares crónicas, sinusitis y artritis.

El control del frío


Las medidas de control del riesgo de exposición a bajas temperaturas
dependerán en gran medida de la situación: Frío intenso en instalaciones
especiales (cámaras frigoríficas) o situaciones de riesgo moderado.

En cualquier caso, las características de la situación a las que hay que prestar más
atención son la actividad física del trabajador y la velocidad del aire. En general,
es necesario controlar:

a) El tiempo de exposición en las situaciones de alto riesgo


b) Que el tipo de vestido sea el adecuado al nivel de frío y a la actividad física
c) Disponer de lugares de descanso climatizados
d) Que los trabajadores tengan acceso a bebidas calientes
e) Organización de las tareas y diseño de las máquinas y herramientas de
forma que faciliten el trabajo
f) Vigilancia sanitaria para detectar síntomas precoces.

La legislación establece períodos de descanso en la jornada laboral de los


trabajadores empleados en cámaras frigoríficas y de congelación, a fin de
permitir la recuperación del organismo expuesto al frío intenso, con arreglo al
siguiente esquema:

Las prendas destinadas a proteger a los trabajadores frente al frío y al calor se


consideran equipos de protección individual (EPI).

4. CALOR

Algunos trabajadores están expuestos a muy altas temperaturas que constituyen


una seria amenaza para su salud. Todos los trabajadores que, sin llegar a estos
extremos, estén expuestos a temperaturas más elevadas que las adecuadas a las
características de su trabajo, pueden tener que soportar desde simples molestias
hasta pérdidas en su salud.

El organismo necesita mantener su temperatura interna dentro de un estrecho


margen de oscilación, entre 36 y 37ºC, sin pérdida de bienestar. La temperatura
interna depende de dos factores:

a) El calor que genera el propio organismo


b) El intercambio de calor entre la superficie del cuerpo y el medio que la
rodea.

La temperatura interna está regida por un sistema termorregulador que la


mantiene constante. Cuando esto se tiene que hacer en condiciones
desfavorables es a costa de pérdidas de bienestar y salud. En el caso de un
ambiente caluroso, la respuesta del organismo va desde la simple sensación de
malestar y otras manifestaciones, como disminución del rendimiento o cambios
emocionales, hasta el shock térmico.
Respuesta del organismo al calor
La exposición al calor determina la puesta en marcha de una serie de
mecanismos para perder calor y así mantener la temperatura interna. Los más
importantes son la producción de sudor, las modificaciones cardio-circulatorias y
las modificaciones de la temperatura del organismo.

La evaporación del sudor es un mecanismo exclusivamente de eliminación de


calor, pues el sudor, para evaporarse, toma de la piel con la que está en contacto
el calor necesario para el paso del estado líquido al de vapor.

No obstante, esto tiene un límite por encima del cual se producen fenómenos de
deshidratación (pérdida de agua y sales) que se manifiestan como: Calambres,
pérdida de fuerza, disminución del rendimiento, disminución de la atención y
disminución de la capacidad de respuesta.

Es importante destacar que la eliminación del calor se produce solamente


cuando el sudor se evapora, no por el mero hecho de sudar; así, por ejemplo, es
posible sudar mucho y no evaporar prácticamente nada de sudor, por lo que el
efecto protector de la sudoración queda anulado.

La cantidad de sudor que puede evaporarse por unidad de tiempo depende


fundamentalmente de dos variables ambientales:

a) La velocidad del aire


b) La humedad.

Cuanto mayor sea la humedad existente en el ambiente de trabajo, más difícil es


evaporar el sudor. Por el contrario, cuanta mayor sea la velocidad del aire, mayor
será la cantidad de sudor que se evapora. Así que, si bien la sudoración es un
mecanismo fisiológico de defensa frente al calor, su eficacia se ve mediatizada o
condicionada por las condiciones ambientales. Si éstas son desfavorables, la
capacidad protectora de la sudoración puede quedar invalidada. A través de la
sudoración se puede perder hasta un 22% del calor.

El mecanismo más importante de transporte de calor del interior del organismo a


la piel es a través del flujo sanguíneo. Cuando el incremento del flujo sanguíneo
y la sudoración han llegado a su límite y persiste la agresión térmica, aumenta la
temperatura interna hasta que se produce el golpe de calor, con pérdida de
conciencia, estado de coma y en muchos casos la muerte.

El funcionamiento de estos mecanismos será mejor o peor dependiendo del


grado de aclimatación del organismo al calor. Los trabajadores aclimatados al
calor comienzan a sudar rápidamente, sus glándulas sudoríparas tardan más en
fatigarse y la temperatura interna y la frecuencia cardiaca se mantienen más
bajas.
La aclimatación sólo es posible tras un proceso que lleva, en cualquier caso, un
cierto tiempo. Después de varios días de dejar de trabajar, la aclimatación se
pierde y es necesario recuperarla para volver a las condiciones anteriores.

Hay toda una serie de factores que reducen la aclimatación:

- Las infecciones
- El alcohol
- La fiebre
- La edad
- El sexo y
- El peso.

El calor y los tóxicos


La exposición a tóxicos puede verse incrementada por la acción del calor:

a) El calor favorece la emisión de vapores de las sustancias volátiles


b) La cantidad de aire respirado, y por tanto de las sustancias tóxicas en él
contenidas, puede aumentar en sujetos no aclimatados
c) La absorción respiratoria de tóxicos se incrementa por el aumento del flujo
sanguíneo en los pulmones
d) El calor puede modificar la acción irritativa de las sustancias sobre la piel
e) El aumento del sudor puede favorecer la absorción de ciertas sustancias.

Todo ello significa que los valores límite de exposición a sustancias químicas
deberían ser rebajados en ambientes calurosos.
Por otra parte, para valorar el riesgo de exposición al calor es necesario tener en
cuenta la actividad física (tipo de trabajo), el vestido, la edad, sexo y estado de
salud de las personas trabajadoras.

Medidas técnicas
Algunas medidas técnicas que pueden tomarse frente al calor son:

a) Sobre los edificios: aislamiento térmico, pintura exterior de color reflectante,


mojar techos y paredes, utilizar cristales reflectantes u opacos en los lados
sur y oeste, instalar cortinas de aire frío
b) Sobre el proceso productivo: automatización de procesos, aislar las fuentes
de calor, expulsar el calor al exterior
c) Sobre el microclima: ventilación general suficiente (ventiladores),
renovación suficiente del aire (impulsores y extractores de aire),
climatización (aire acondicionado).
Medidas organizativas

a) Establecer períodos de descanso en espacios climatizados


b) Disponer de agua fresca y abundante
c) Programar los trabajos de mayor carga térmica en las horas más frescas
d) Rotación de tareas.

Medidas de protección personal

a) Proveer procesos de aclimatación cuando la situación lo requiera


b) Equipos de protección individual
c) Control médico periódico.

Trabajos al aire libre

a) Protección de la cabeza
b) Suministro de agua fresca y abundante
c) Construcción de techados donde sea posible
d) Programación de los trabajos más duros y pesados en las horas más frescas.

El RD 486/1997 establece con carácter general que las condiciones ambientales


de los lugares de trabajo no deben suponer un riesgo para la salud de los
trabajadores, y que en la medida de lo posible tampoco deben constituir una
fuente de incomodidad o molestia. A tal efecto, se deberá evitar:

a) Las temperaturas y las humedades extremas


b) Los cambios bruscos de temperatura
c) Las corrientes de aire molestas
d) Los olores desagradables
e) La radiación solar excesiva a través de ventanas, luces o tabiques
acristalados.

En los locales que no puedan quedar cerrados o en los lugares de trabajo al aire
libre se deben tomar medidas para que los trabajadores puedan protegerse de
las inclemencias del tiempo. Se sugieren, entre las medidas a tomar:

a) La habilitación de zonas cubiertas o de sombras


b) El uso de prendas de protección que protejan todo el cuerpo, incluida la
cabeza, de la radiación solar excesiva
c) Gafas
d) Cremas protectoras, etc.
e) Información sobre el riesgo de desarrollar cánceres de piel tras la exposición
a una excesiva radiación ultravioleta.

También podría gustarte