Conflicto China - Taiwan
Conflicto China - Taiwan
Conflicto China - Taiwan
1
1. INTRODUCCIÓN
El presente trabajo se propone observar y analizar las características del
conflicto existente entre la República Popular China y la República china de
Taiwán, a la cual haremos alusión a partir de ahora, solo como Taiwán, para lo
cual proponemos un breve, pero pertinente recorrido histórico sobre los orígenes
del mismo. Basaremos la presente monografía en la disyuntiva entre, por un lado,
la consideración de Taiwán como Estado independiente y soberano, y en
contraposición, la postura de China que considera a la isla como parte de su
territorio nacional.
Para adentrarnos en el tema, es necesario dar una breve introducción a la
historia y organización política de la República Popular China. Este es un país
situado en Asia Oriental y el más poblado del mundo, con 1395 millones de
habitantes. Durante milenios su forma de gobierno se basó en monarquías
hereditarias, conocidas como dinastías. El Partido Nacionalista derrocó a la última
dinastía en 1911 y gobernó la China continental hasta 1949. Después de la derrota
del Imperio del Japón en la Segunda Guerra Mundial y la retirada de sus tropas de
China, el Partido Comunista se impuso en la Guerra Civil y proclamó la República
Popular China en Pekín el 1 de octubre de 1949.
En lo que respecta a Taiwán, tras las guerras entre China y Japón, pasó a
ser parte del territorio japonés en condición de territorio concesionado, desatando
un conflicto con los habitantes autóctonos. Tras 50 años de ocupación japonesa,
que comprende el período entre 1895 y 1945, y como consecuencia de la
finalización de la Segunda Guerra Mundial, la isla vuelve a manos del Estado
chino.
Mientras tanto, a nivel interno, China se encontraba transitando el periodo
de Guerra Civil entre el Partido Nacionalista y el Partido Comunista. En 1949, tras
la victoria del Partido Comunista y finalización de la Guerra Civil, el partido
Nacionalista, trasladó su gobierno a Taipéi y desde entonces, la jurisdicción de la
República de China se limita a Taiwán y algunas islas periféricas.
En este punto, observamos el origen del conflicto diplomático ya que, los
representantes nacionalistas junto con el gobierno de Taiwán van a proponer y
2
luchar por la independencia y soberanía del territorio, lo cual, va directamente en
contra de la Ley Anti-Secesión de China.
Paralelamente, podemos observar que la actitud de China para con Taiwán
no es nueva, pues han utilizado una metodología similar para tratar la cuestión de
Hong Kong, del cual dejaremos una breve reseña.
A mediados del siglo XIX, bajo el mandato imperial de la dinastía Qing,
China tuvo que hacer frente al avance de las potencias europeas, que
comenzaron a emplazar enclaves comerciales en las costas del Imperio chino.
Entre otras, la actual ciudad de Hong Kong, por entonces un pequeño territorio no
muy codiciado, fue adquirido en propiedad por el Imperio británico tras la derrota
china en la Primera Guerra del Opio (1839-1842).
La consecuencia directa del desarrollo económico de la ciudad, fue la Ley
Básica de Hong Kong, acordada en la Declaración Conjunta Chino-Británica
(1984), que actualmente rige en la región como estatuto de autonomía desde 1997
durante un periodo de 50 años. Esta condición de autonomía se asentó sobre el
concepto “Un país, dos sistemas”, defendido por Xiaoping. En definitiva, se
construía una China a dos velocidades, dicotómica en lo económico, lo social y lo
político.
De manera que, lo que propone China para con Taiwán es el principio “Un
país, dos sistemas”, donde se ve reflejada la intención de solucionar el conflicto de
manera pacífica. Esto, lo podemos observar en el mensaje del gobierno chino a
sus compatriotas en 1979, donde el mismo expresó su intención de “definir
pacíficamente el conflicto y de respetar el status quo de la isla, integrándola a la
República Popular, con un alto grado de autonomía, respetando el sistema
capitalista, aunque en el continente se mantuviera el sistema socialista”.
3
obligados a refugiarse en la isla de Taiwán. Lo que proponía el Kuomintang era
retomar el poder en la China continental y derribar al comunismo, tanto Chiang
como Mao planteaban que ambos eran los gobernantes de una sola China.
En Taiwán, Chiang instauró un gobierno militar y autoritario que hasta ese
momento contaba con el apoyo de los Estados Unidos, sin embargo, este apoyo
se vio mermado debido al desarrollo del conflicto Este-Oeste.
Hacia la década de los 80 se inició en Taiwán el proceso de
democratización, llevado a cabo por Lee Teng-Hui, quien fue el encargado de
desarrollar una serie de reformas que implicaron grandes avances hacia el
crecimiento y desarrollo político, económico y social de la isla. A partir de este
momento, las diferencias culturales entre China y Taiwán fueron aún mas visibles.
Mientras que, la sociedad china se volvía cada vez mas rígida y conservadora, la
sociedad taiwanesa avanzó en la ampliación de una extensa gama de derechos
civiles, hasta convertirse en el primer país asiático en legalizar el matrimonio
igualitario.
Sin embargo, en la actualidad, a nivel internacional, Taiwán no cuenta con
el reconcomiendo de organismos internacionales como la ONU. En el año 1971 de
hecho, se le quita el reconcomiendo como Estado legítimo, reemplazando su
estatus como parte del territorio de la República Popular de China. Por el
contrario, son muy pocos los países que lo reconocen como un Estado
independiente. En este sentido, el Estado más importante en reconocer a Taiwán
es el Vaticano, mientras que, en América Latina la isla cuenta con el
reconcomiendo de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Paraguay y
República Dominicana. En la Unión Europea, reconocen a la República Popular
de China, la cual, incluye como provincia a la isla.
Una de las consecuencias respecto del no reconocimiento internacional,
podemos observar que Taiwán se ha enfrentado al nuevo contexto que propone la
pandemia de manera ejemplar. Las políticas nacionales han sido altamente
eficaces pero debido a que no se lo reconoce como Estado independiente, a nivel
internacional el reconocimiento ha sido poco. Por otro lado, observamos que
cuando un país europeo actúa es pos del reconocimiento de Taiwán como país
4
independiente, se ve castigado por el gobierno chino, tal fue el caso del embajador
de República Checa. Esto demuestra que cualquier intento de reconocimiento a
nivel internacional significa ponerse a China como enemigo.
En cuanto al reconocimiento de los Estados Unidos, se produce un cambio
en el año 1979 a partir de la visita de Mao al presidente norteamericano, Jimmy
Carter. A partir de este momento, Estados Unidos establece relaciones con Pekín,
por lo cual anula el reconocimiento como Estado independiente a Taiwán. Sin
embargo, en ese mismo año, el Congreso estadounidense aprueba el Acta de
Relaciones con Taiwán, a partir de la cual se reserva la opción de velar por la
defensa y seguridad de la isla, por lo que podemos afirmar que existe una política
exterior estratégica y ambigua con respecto a la cuestión chino-taiwanesa.
Desde Taiwán, a partir del 2008 y hasta el 2016, el presidente, Ma Ying-
jeou, paradójicamente, perteneciente al Kuomintang, que, recordemos fue el
partido que bregaba por la caída del Partido Comunista, inició un proceso de
diálogo con la China continental para reforzar las relaciones económicas y
comerciales entre ambos gobiernos. Como consecuencia, la sociedad taiwanesa
mostró un fuerte rechazo hacia el crecimiento de estos lazos con la preocupación
de volverse extremadamente dependientes de Pekín. Este rechazo social se vio
reflejado a través del Movimiento Girasoles. La presión hacia el gobierno fue tanta,
que le costaría las siguientes elecciones.
En el 2016, la candidata del Partido Democrático Progresista, Tsai Ing-Wen,
ganó las elecciones convirtiéndose en la primera mujer en llegar a la presidencia,
la cual promueve políticas nacionalistas y separatistas, así lo plantea la Primera
Mandataria en uno de sus discursos: “Taiwán es una democracia y un país libre.
La mayor cualidad de este país es que cada persona tiene derecho a ser quien es”
(Tsai Ing-Wen, 2016).
Ahora bien, ¿Por qué China tiene tanto interés en Taiwán? Para responder
a esta pregunta debemos tener en cuenta distintos factores además de la
intención de reunificación del Estado chino.
En primer lugar, debemos mencionar la importancia de la ubicación
estratégica de la isla. Taiwán es central para acotar la cuota de poder de los
5
Estados Unidos en Asia y específicamente, en el Pacifico. Estados Unidos tiene
buques instalados en las costas de Filipinas y otras islas aledañas, a partir de las
cuales puede obtener información sobre la actividad china. En este sentido, es
importante destacar su rol en el conflicto chino-taiwanés. Norteamérica no se ha
posicionado oficialmente debido que su política exterior respecto a este tema es,
como se mencionó anteriormente de una ambigüedad estratégica. Sin embargo,
posee acuerdos comerciales con Taiwán, acuerdos que, son especialmente de
compra de armamento militar y sistemas de defensa, ergo, esto no implica
claramente un compromiso de defensa ante una invasión china a Taiwán, por lo
que podemos decir que es un aliado a medias.
Asimismo, observamos que el gobierno norteamericano tiene claros
intereses en mantener la soberanía de Taiwán debido a que, la posesión de la isla
por parte de China implicaría tener una base militar lista para atacar a los aliados
occidentales en el Pacifico. En este punto, podemos conectar a la idea de posición
estratégica de Taiwán, con el hecho de que, controlar la isla reforzaría el sistema
de defensa chino.
A partir de lo mencionado anteriormente podemos preguntarnos ¿Cómo
China intenta socavar el sistema de defensa taiwanés? Y, por otro lado, en caso
de llevarse a cabo un plan de anexión de la isla ¿De qué manera lo harían? En
este marco se plantean tres escenarios posibles en cuanto a la estrategia militar.
La primera opción consiste en socavar la defensa y las fuerzas militares
taiwanesas, es decir, cansar al enemigo mediante el hostigamiento y desmoralizar
a la población civil. Por ejemplo, la Fuerza Aérea china, observa y analiza las
respuestas del ejercito taiwanés ante las invasiones del espacio aéreo, es decir,
observan cuanto tiempo tarda un avión taiwanés en interceptar a un avión de
guerra chino, qué elementos tienen, etc. En relación a ello, observamos que el
accionar chino también alcanza al sistema de información cibernética de Taiwán,
donde proceden a la propagación de fake news para que la ciudadanía pierda
credibilidad en el gobierno y en sus instituciones, generando desconfianza y
tensión social para lograr una sociedad vulnerable y fácil de manipular. La
6
estrategia consiste, básicamente, en debilitarlos internamente presionando desde
afuera.
Un segundo escenario posible, es imitar la táctica rusa en la toma de
Crimea, donde los soldados rusos se instalaron en la zona fronteriza al este de
Ucrania de manera sorpresiva. Se plantea que, si Crimea tuvo sus “hombres de
verde” Taiwán podría tener a “sus hombres de azul”.
Finalmente, el escenario mas conflictivo y con mayores consecuencias a
nivel internacional, consiste en la toma por la fuerza de China a Taiwán. En este
sentido, se plantea en el análisis el hecho de que a causa de la pandemia por
Covid-19, China se enfrenta a un periodo de estancamiento en su economía y la
cuestión taiwanesa a nivel interno y social aparecería como un incentivo y
fortalecimiento del orgullo nacional. Se plantea que el inicio de acciones militares
contra la isla tendría lugar en el año 2049 en conmemoración de los 100 años de
la Revolución.
En este escenario debemos tener en cuenta a todos los actores que se ven
involucrados, específicamente cabe preguntarnos ¿Cómo actuaria el gobierno de
los Estados Unidos ante una invasión? De tal manera que podemos ver que una
acción militar contra Taiwán obligaría a los Estados Unidos a movilizar sus flotas
en el Pacífico, respaldando el Acta del Congreso firmada en el año 1979. Esto
abre la ventana a un conflicto internacional de escalada global con la posibilidad
de alcanzar el punto de una guerra a nivel nuclear.
7
Cooperación Económica del 30 de junio de 2010 se enmarca dentro de los
postulados del enfoque de la interdependencia compleja o liberalismo. En este
sentido, es menester mencionar algunas características de cada uno para
entender porque son relevantes para el análisis del conflicto.
Desde la perspectiva realista, es importante destacar que entiende al
Estado como eje y actor central en el desarrollo de las Relaciones Internacionales,
las cuales son, naturalmente, anárquicas y conflictivas. En segundo lugar, toma
como unidad de análisis a la seguridad nacional, por lo cual, las relaciones entre
los Estados tienden a ser de suma cero. Es por lo mencionado anteriormente, que
este paradigma es llamado también, “paradigma hobbesiano”, pues entiende que
el único poder, es el poder estatal, el cual es racional y coactivo. De manera que,
para el realismo la regla general es el conflicto, por lo cual el Estado en tanto
unidad soberana, debe estar siempre listo para la guerra y aplicar y diseñar lo que
se conoce como “políticas de poder”.
La Ley Anti-Secesión dictada por el gobierno de China en el año 2005, tiene
como objetivo defender la soberanía nacional y la integridad territorial de la
República Popular de China, y oponerse a las fuerzas que buscan la
independencia de Taiwán. Es decir, busca mantener la paz y estabilidad en la
región del estrecho de Taiwán y salvaguardar los intereses fundamentales de la
nación china. En este sentido, la Ley no hace más que formalizar la postura que
siempre ha tenido China, y no quita ni agrega mayores elementos que activen el
conflicto.
Es importante destacar que, la Unión Europea apoyó esta ley por el sentido
diplomático de la existencia de “una sola China”.
En síntesis, lo que propone dicha ley es una reunificación pacífica y, en caso de
no ser así, China expresa su no renuncia al uso de la fuerza en caso de que
Taiwán se declare como Estado independiente. Sin embargo, sin un apoyo seguro
de EEUU es casi imposible que Taiwán declare su independencia, debido a la
capacidad armamentística china.
Así, lo que podemos observar es que la Ley Anti-Secesión responde al
paradigma realista, en el cual el Estado se muestra como el único actor en la
8
escena con el poder de imponerse ante otros actores. Es decir, China permanece
fiel a los principios realistas para la toma de decisiones y demandas de territorio y
soberanía.
9
Por otro lado, consideramos importante destacar el aspecto político de este
acuerdo, ya que es un paso importante no solo para las relaciones de
interdependencia económica entre las partes, sino también para mejorar las
relaciones políticas que puedan favorecer la búsqueda de una solución al conflicto
de soberanía que se disputa.
En este sentido, debemos precisar que este Acuerdo es el equivalente a un
tratado de libre comercio entre las partes, pero en este caso no es un tratado
firmado por dos Estados ya que China no reconoce la condición de tal a Taiwán.
Es entonces un acuerdo firmado por dos organizaciones no gubernamentales con
la aprobación de ambos gobiernos.
Este acuerdo comercial de 2010 es el resultado de la activación de un proceso
de acercamiento y de un proceso de construcción de confianzas entre las partes.
Entonces el Acuerdo Marco de Cooperación Económica, brega por los principios
de cooperación e interdependencia económica, “en el cual, estas relaciones,
específicamente los flujos de inversión, generan un proceso de regionalización
que activa la cooperación y hace cada vez más costoso activar el conflicto
político”. (Aranda, Isabel Rodríguez. (2011). Los desafíos a la reunificación de
China y Taiwán: la Ley Antisecesión (2005) y el Acuerdo Marco de Cooperación
Económica (2010). Revista Brasileira de Política Internacional, 54(1), 105-124.
https://doi.org/10.1590/S0034-73292011000100007).
4. REFLEXIONES FINALES
Para finalizar el derrotero de análisis planteado a lo largo del presente
trabajo, observamos que, si bien el conflicto lleva varias décadas desarrollándose,
en los últimos 15 años atendemos a un recrudecimiento del mismo. Esto se debe
a muchos factores, pero el primero de ellos tiene que ver con el avance de la
industria armamentística china lo que deriva claramente en un crecimiento de su
ejército, por lo cual, es cada vez mas real la amenaza hacia Taiwán. Mientras
tanto, este último, a su vez, intensifica su postura independentista y nacionalista a
partir del reforzamiento de las instituciones democráticas. En este punto, es
importante aclarar que el gobierno taiwanés, basado en los principios de
10
democracia y libertad, se niegan completamente considerar el acuerdo propuesto
por China, el cual plantea, concederle de forma temporal un estatus similar al de
Hong Kong, basado en el supuesto de “Un país, dos sistemas”. A nivel social se
ha llegado a un punto donde sus habitantes ya no se reconocen en absoluto como
población china.
Un segundo factor a tener en cuenta respecto de este conflicto tiene que
ver con las relaciones propias de China y Estados Unidos, relacionado con el rol
de Occidente en Asia, las cuales a partir del avance del Covid-19 se han
intensificado. En este juego de poder que amenaza con desatar una guerra
nuclear, el pragmatismo del gobierno norteamericano, en lo que respecta al
accionar chino sobre el territorio taiwanés no suma a la reducción de posibilidad
de invasión china, debido a que deja abierta la duda respecto a su rol, es decir,
Pekín nunca ha tenido la seguridad de cuál seria la respuesta de Washington ante
una agresión militar.
En la actualidad, no podemos olvidar que el mundo atraviesa una
pandemia y que ello no hace más que intensificar los puntos de conflicto entre
Estados que compiten para desarrollar una vacuna y a nivel interno, trabajan para
solucionar sus propios problemas domésticos. Este es el caso de la política
norteamericana caracterizada en los últimos meses por la fragmentación social y
los conflictos partidarios entre demócratas y republicanos, dejando como resultado
una situación de “vacío de poder”. Por otro lado, el Covid-19 ha recrudecido el
conflicto entre China y Estados Unidos, por lo que, Taiwán se posiciona como un
actor estratégico para defender o poseer, ya sea, por su enorme crecimiento
económico o por su posición geográfica.
Para concluir, vemos que la situación de conflicto es inminente y latente,
pues China no está dispuesta a renunciar a Taiwán como parte de su territorio y
Taiwán no está dispuesta a renunciar a su independencia. Las dudas que se
plantean en este punto son: ¿Cuándo? ¿Estados Unidos tomará partido? ¿Qué
posición tomarán los organismos internacionales? ¿Van a intervenir?
Consideramos que las respuestas a estas preguntas tomarán un tiempo en llegar,
ya que, de llevarse una cabo una invasión, la mayoría de los analistas concuerdan
11
que será en el año 2049 en honor a los 100 años de revolución, ergo, por otro
lado, sostenemos que un factor relevante para el conflicto será el resultado de las
próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos (2020).
BIBLIOGRAFÍA
Aranda, Isabel Rodríguez. (2011). Los desafíos a la reunificación de China
y Taiwán: la Ley Antisecesión (2005) y el Acuerdo Marco de Cooperación
Económica (2010). Revista Brasileira de Política Internacional, 54(1), 105-
124. https://doi.org/10.1590/S0034-73292011000100007
Arenal, C. d. (1984). Introducción a las Relaciones Internacionales. Madrid:
Tecnos.
De los Reyes Marcelo, “China y Taiwán. Hacia la Resolución del Conflicto”,
Revista de Relaciones Internacionales n°10
(https://revistas.unlp.edu.ar/RRII-IRI/issue/view/187).
Deutsche Welle, DW Documental, (2020, octubre 6). Taiwán- ¿Es Taiwán
el siguiente objetivo de China? Recuperado de
https://www.youtube.com/watch?v=Md7vP-0rDpw. /
https://www.youtube.com/watch?v=0jfi3Irrsxs
Toro Dávila, A., Chacón Morales, A., & Pérez Le-Fort, M. (2001). La
República Popular China y el conflicto con Taiwán: un estrecho margen de
maniobra. Estudios Internacionales, 34(133), p. 71-107. Recuperado de
https://revistaei.uchile.cl/index.php/REI/article/view/14771
12