Iluminación en Almacenes
Iluminación en Almacenes
Iluminación en Almacenes
En este tipo de instalaciones es la altura del techo y que la luz natural es escasa o no
hay. Los sensores deben garantizar los niveles mínimos de iluminación de acuerdo con
las normas de seguridad. Un sistema de control de iluminación eficiente
para almacenes también debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a los
cambios del uso de la instalación a través del tiempo. Es importante tener en cuenta
cuestiones relacionadas con el mantenimiento. Debido al nivel relativamente alto de
suciedad en un almacén, se recomienda un sistema de control sin necesidad de
mantenimiento. Además, debe ser posible encender y ajustar los sensores a
distancia desde la planta del almacén.
Tipos de luminarias más utilizadas en los almacenes industriales.
Un almacén mal iluminado es un entorno propicio para cometer errores. La mayoría de los
almacenes tiene una variedad de funciones que deben desarrollarse en el interior – desde
operaciones de selección y empaque hasta embarque, recibo de mercancías, ensamble menor
hasta trabajo de oficina. Esta multiplicidad de tareas convierten el diseño de la iluminación en
un reto pues más de una de esas operaciones se desarrollan en la misma área, requieren
distintos niveles de iluminación.
Para incrementar la visibilidad, seguridad y el desempeño de los trabajadores en un almacén
es esencial una buena iluminación. Selección de un sistema de iluminación Siempre surge la
pregunta, qué tipo de iluminación es mejor, si con lámparas de alta intensidad de descarga
(HID) o con lámparas fluorescentes, ya sea en una planta nueva o en una remodelación.
Mientras más cercano a 100 sea un índice de rendimiento de color (IRC), más natural será el
color percibido. El IRC de las lámparas de Aditivos Metálicos es de 65, mientras que las de
VSAP tienen 20; las fluorescentes llegan a 80 de IRC. Muchos propietarios y administradores de
almacenes prefieren la luz blanca proporcionada por sistemas de aditivos metálicos o
fluorescentes. Aun cuando los luxes medidos puedan ser casi iguales que con un sistema de
VSAP, los empleados creen que ven mejor en un ambiente de aditivos metálicos debido a que
el entorno parece más brillante. Las lámparas de arranque por impulso de aditivos metálicos
son las más eficientes de su tipo en el mercado; no solo proporcionan los niveles de
iluminación requeridos, sino que ofrecen más luz durante la vida útil de la lámpara. Una
lámpara de arranque por impulso produce 110 lúmenes por Watt en comparación con 80 que
proporciona una lámpara estándar de aditivos metálicos; estas lámparas también se calientan
más rápido para alcanzar su total brillantez y tiene un tiempo menor de reencendido. A pesar
de que las lámparas de arranque por impulso de aditivos metálicos tienen un mayor costo
inicial que las convencionales, los propietarios y administradores de almacenes se benefician
con los costos menores de instalación, operación y mantenimiento. Las nuevas tecnologías de
luminarios y lámparas también han hecho que los sistemas fluorescentes sean más adecuados
para la iluminación de entornos de almacenes. Los nuevos sistemas proporcionan los niveles
de iluminación requeridos en plantas con techos más altos y emplean menos energía que un
sistema de aditivos metálicos. Los sistemas fluorescentes también ofrecen la ventaja de
“encendido instantáneo”; todos los sistemas HID requieren de un tiempo de calentamiento.
Figura 2. Almacén iluminado con lámparas fluorescentes T-5
Durante una falla de energía (apagón) o un transitorio de alto voltaje, las lámparas de HID
requerirán de 10 a 15 minutos para enfriarse y un tiempo adicional de 5 a 10 minutos para
calentarse y reencender; los sistemas fluorescentes, por el otro lado, reencienden en forma
inmediata. Los sistemas fluorescentes operan a una temperatura más fría que los de HID; a
mayor potencia consumida, mayor calor generado por ellas, lo cual resulta en mayores costos
de aire acondicionado. Si estos costos son inusualmente elevados y el sistema de iluminación
emplea lámparas de gran potencia, el sistema podría remodelarse con lámparas fluorescentes
o lámparas HID de menor potencia con objeto de reducir los costos de operación.
Figura 4. Las soluciones LED pueden lograr una reducción considerable de los gastos de
iluminación en almacenes.
Hay que tener en cuenta que el ahorro que supone la incorporación de lámparas LED no sólo
se refiere a los costes de electricidad (ya hemos comentado en algún post anterior que el
consumo de las luminarias LED puede llegar a ser un 80% menor que el de lámparas halógenas
y fluorescentes), sino que también afecta a los costes de mantenimiento.
La vida útil de las luminarias LED alcanza de media las 50.000 horas de funcionamiento sin
disminución de la intensidad (10 veces más que la fluorescentes, que suelen llegar a las 5.000
horas), por lo que el recambio de componentes se realiza en un plazo de tiempo
considerablemente mayor que el del resto de tecnologías.
Iluminación que se adapta al medio
Además las luminarias LED están libres de cualquier componente tóxico o peligroso, que en
caso de rotura o accidente podría contaminar la estancia o resultar perjudicial para los
trabajadores.
Para ello se estudian todas las zonas de una planta, teniendo en cuenta las diferentes tareas
que se realizan o los turnos de trabajo. Se analizan todos los factores que inciden en los niveles
de iluminación (desgaste del chip, suciedad acumulada, etc.) y se lleva a cabo una labor de
mantenimiento continuada para mantener los lúmenes necesarios. Tan perjudicial puede ser
un nivel bajo de luz como un exceso de luz, que puede provocar deslumbramientos.
La capacidad de regulación de los LED los hace ideales para usarlos con controles de
iluminación. Es posible usar sensores de movimiento para obtener un buen efecto de áreas de
menor actividad. Si se regula la iluminación hasta un nivel de fondo seguro es posible obtener
más ahorros de energía. Los LED se encienden instantemente al 100% de su potencia cundo se
detecta movimiento.
Los sensores de regulación se puede utilizar para controlar la iluminación en tres fases.
Cuando se detecta presencia, se requiere un nivel de iluminación de 300 lux a un metro del
suelo. Cuando no se detecta la presencia, la iluminación se atenúa a un nivel bajo predefinido,
por ejemplo, 125 lux durante un tiempo preestablecido. Después de este tiempo
preestablecido, la iluminación se atenúa hasta un nivel mínimo constante de 50 lux, por
ejemplo. Esta función sólo es posible con las luminarias adecuadas.
Figura 5. Almacén con controles de LED.