1 - Lámpara de Diógenes
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[1] Castro, C. Zubiri. Breve recorrido de una vida. Banco Hispanoamericano, Madrid,1986. Para mayor infor-
mación sobre actividades de difusión, listado internacional de investigadores sobre Zubiri, e información afín,
consultar en Internet las Páginas Zubiri, X., de la Universidad de Centro América (UCA), y de la Fundación X.
Z.de Norte América (www.zubiri.org).
LA DENUNCIA DE SOREN KIERKEGAARD
La lectura de Soren Kierkegaard a escasos días de terminar este siglo nos vuelve a la interro-
gación de nosotros mismos. La admiración que suscita su forma de expresión, la belleza que
nos toca en cada uno de sus textos, el carácter excepcional de su persona, pueden, sin embar-
go, desorientarnos sobre el genuino sentido de su decir. Sobre todo repetir en forma escolar
párrafos de sus obras pierde de vista el trasfondo, la sustancia de su pensamiento. Para mejor
lograr captar el sentido de su reflexión hace falta contagiarse un poco de la seriedad
kierkegaardiana, dejando que el propio filósofo nos abra a los interrogantes que plantea y nos
desvele el significado de ellos. Esto pondrá sin duda la existencia del lector sincero frente al
espejo de esos análisis tan agudos que el pensador danés realizaba con tan singular sensibi-
lidad y tal poder de persuasión que difícilmente podemos evitar comprender, al igual que él, al
mundo en que vivimos como vacío.
La reflexión kierkegaardiana sobre el mundo, que descubre en el hombre moderno una
falta de conciencia de su ser espiritual, lo lleva a denunciar en éste una vida centrada en una
engañosa búsqueda de seguridad, en una alegría que sólo es aparente, en una satisfacción
del saber por medio de una ciencia mundana que ignora la verdad de la existencia. Ahora, para
Kierkegaard, la verdad de la existencia está en la desesperación. Todo hombre desespera por
algo que no se ha cumplido en su existencia y esto lo afecta como una “enfermedad mortal”..
María Teresa Bonilla y Fernández escribe sobre la investigación que realizó en la Maestría de
Ciencias del Lenguaje de nuestra universidad para obtener su grado de maestra.
Bases históricas para una biografía de William Oscar Jenkins (1878-1963) y para la definición
de su rol en la formación del poder actual en Puebla es una tesis de carácter histórico que le
debe mucho a la perspectiva abierta por la Nueva Hermenéutica y que fue realizada con el
asesoramiento del Profesor Jesús Rodolfo Santander.
Frente a la imagen conocida de Jenkins como el norteamericano rico que heredó su
fortuna a una institución de beneficencia, imagen difundida por miembros de los grupos econó-
mico políticos a los que dio origen y por los gobiernos estatales y nacionales que lo protegie-
ron, he tratado de presentar una apreciación más completa sobre la historia de su vida buscan-
do una aproximación diferente a su biografía.
La personalidad de Jenkins despierta una serie de interrogantes que van desde las
condiciones en las que llegó a nuestro país, la forma en la que inició su gran fortuna, las
influencias que tuvo en las decisiones de la política económica del régimen hasta otras que
van surgiendo en la solución de las primeras y que me fue necesario resolver en el curso de mi
investigación. Los estudios de hermenéutica en la Maestría me abrieron la perspectiva de mi
propia aproximación al tema. De acuerdo con Wilhelm Dilthey, he tenido en cuenta en mi
trabajo que en la elaboración de una biografía es preciso conocer el entorno en el cual el
personaje formó su carácter, adquirió sus primeros conocimientos, sus objetivos vitales. Tam-
bién el estudio de algunos aspectos del pensamiento de Martin Heidegger, Paul Ricoeur y
particularmente el de Hans-Georg Gadamer, me ayudaron a interpretar más a fondo su vida,
su relación con la historia, así como a tomar conciencia de lo que yo misma hacía en este
trabajo de investigación. Opuesta a la posición negativa de los pensadores de la Ilustración
(negativa porque buscaron suprimir todo prejuicio para acceder al conocimiento verdadero), la
posición de Gadamer concibe de manera positiva los pre-juicios, ya que estos representan el
juicio previo del objeto de estudio que aporta un horizonte cognitivo que hace posible nuestra
experiencia general y la científica en particular.
Como en cualquier caso, yo también, estuve bajo la influencia de una serie de opinio-
nes recibidas que formaron en mí, antes de toda conciencia científica, una imagen de Jenkins.
Ifluyeron sobre mí tanto la imagen oficializada de Jenkins como las opiniones adquiridas en el
ambiente familiar y universitario. La Nueva Hermenéutica me hizo comprender el hecho de
nuestra historicidad, el hecho de que estamos en la historia antes e independientemente de
ocuparnos con la investigación histórica. También me permitió hacerle un lugar a la teoría
marxista (desde los aspectos objetivos, materiales para entender su vida, a la apropiación
violenta de su riqueza y su incorporación al poder político) y complementarla con la teoría de
Max Weber (en lo subjetivo, lo espiritual, aquello que lo hizo ser diferente a los demás
inversionistas de su época, su convicción y apego a las tradiciones protestantes de trabajo y
austeridad que le llevó, durante toda su vida, a darle prioridad a la acumulación de capital).
Llegué así a ciertas conclusiones.
Formado en un ambiente de tradición protestante y de elevado desarrollo capitalista, el
norteamericano llega a México en 1901 sin recursos económicos. Trabaja como asalariado y
en el curso de 10 años llegó a ser, durante la gesta de la revolución mexicana, el principal
empresario textil en el ramo de la calcetería económica en el país. Mientras la población
nacional se veía afectada por las duras condiciones económicas imperantes, él prestaba dine-
ro a interés, compraba bienes a propietarios en quiebra y con medios violentos procuraba su
acumulación originaria. En complicidad con miembros opositores a Carranza, tramó el
autosecuestro que puso en riesgo a nuestra nación de sufrir una intervención armada de parte
de los Estados Unidos en 1919. Fue entonces cuando Jenkins se relacionó con destacados
dirigentes del ala triunfadora de la revolución mexicana que en breve tomaría el mando y le
permitiría ascender a la esfera más alta del poder político ayudándole a lograr con los años la
fortuna más grande que hubiera estado hasta entonces en manos de una persona en nuestro
territorio. En esta nueva etapa del desarrollo de su fortuna utilizó recursos financieros adquiri-
dos por especulación cambiaria, compró funcionarios, robó, falsificó documentos, amenazó de
muerte y, como lo sostuvieron también otros de sus biógrafos, asesinó. Con esos métodos
ilegales llegó a ser dueño del complejo industrial azucarero más grande del país, monopoliza-
dor del cine, copropietario de importantes medios masivos de información, propietario de ha-
ciendas, ranchos, bienes raíces, industria automotriz y muchos negocios más.
Para consolidar e incrementar su fortuna, utilizó todos los medios a su alcance, incluso
el poder político. Pero Jenkins no fue lo que se llamaría un delincuente común y corriente.
Nunca se hubiera conformado con la inmensa fortuna que había acumulado si no hubiera sido
reconocido como persona respetable por la mayoría de la población y si no hubiera satisfecho
a su manera esa conciencia protestante en la que fue formado en su estado natal norteameri-
cano (Tennessee) pero que en él no fue más que la parodia del personaje altruista, del que da
sin estar obligado a ello, del hombre que logra sus metas gracias a su "propio esfuerzo", en
suma, del self-made man norteamericano. Y así, la creación de la Fundación Mary Street
Jenkins le ayudó a incrementar sus ganancias, pero también le permitió mejorar su imagen.
De esta manera pudo lograr esa representación de su persona que a los grupos que han
ejercido el mando en nuestro país (y de los que Jenkins formaba parte y en su momento llegó
a encabezar), convenía divulgar. Jenkins trabajó concienzudamente para hacer olvidar el ver-
dadero origen de su fortuna que yo, con mi trabajo, trato de restituir a la memoria de nuestra
comunidad. Como tantos de mis conciudadanos yo también pienso que el origen violento de
una fortuna la vuelve insanable y definitivamente ilegítima.
ARTÍCULOS DE INTERÉS FILOSÓFICO Y
EPISTEMOLÓGICO EN EL No. 19/20 DE ESCRITOS
Escritos, Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje, Número 19-20, enero-diciembre de 1999.
La revista Escritos del Centro de Ciencias del Lenguaje de la BUAP, incluida en el Índice de
Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica del CONACYT, cumple con su
número 19/20 trece años de vida. Este número doble contiene algunos trabajos de interés
filosófico junto a un material que, aunque interesa principalmente a la semiótica tensiva, al
estudio de la cultura mesoamericana, a la estética e historia del arte y a los estudios del
discurso, no dejará de invitar a la reflexión filosófica.
Entre los trabajos elaborados en una perspectiva antropológica y semiótica (semiótica
tensiva) señalemos el artículo de Patrick Johansson: “Análisis semiológico del nacimiento de
los mexicas en la variante pictográfica del Códice Boturini”, el de Francisco Serrano sobre “La
fiesta de carnaval en la región de Huejotzingo”, el de Ligia Rivera Domínguez sobre “Las
acciones sancionadoras de los seres sobrenaturales: la Virgen de los Remedios” y el de Ingrid
Geist sobre “Canciones de María Clara: análisis semiótico en el ritual hablado”. En su trabajo
sobre “El universo tensivo del barroco”, Luisa Ruiz Moreno considera el concepto de barroco,
desde el punto de vista de la semiótica, del de la historia del arte y de la estética, como un
lenguaje constituido por un universo de tensiones.
Al discurso le dedican Roberto Flores su trabajo: “Aspecto y orden en la secuencialidad
del discurso histórico”, Mariluz Domínguez Torres y Lourdes Molero de Cabeza: “La inocencia
y culpabilidad como construcciones discursivas” y Cesar González Ochoa: “La complejidad en
los estudios del discurso”.
De interés epistemológico, el artículo de González Ochoa propone superar los límites
del modelo lingüístico seguido en las investigaciones sobre el discurso -modelo tributario de la
epistemología clásica que privilegia la simplicidad- introduciendo la noción de complejidad
como guía en esos estudios.
En “El presupuesto humanista del moderno desarrollo tecno-científico (algunas
implicaciones ontológicas)”, ensayo de interés filosófico que invita a una reflexión de carácter
epocal sobre nuestro tiempo, Jesús Rodolfo Santander pone de manifiesto el excesivo opti-
mismo de la razón ilustrada respecto de la mejora de las condiciones de la vida humana por la
conquista de la naturaleza, optimismo muchas veces sin conciencia de las implicaciones de su
proyecto de mundo ni de las grandes consecuencias de su poryecto. No se conforma el autor
con una explicación fáctica (sociológica o histórica) de la situación que vivimos, sino que
quiere comprenderla partiendo desde ella misma, lo que para él también implica que nos
comprendamos en ella. Su tratamiento del tema lleva el sesgo de un método filosófico situado
e interrogativo que presta máxima atención a cuestiones que no pueden ser consideradas
arbitrarias porque nacen motivadas por la situación en la que vivimos y sobre la que reflexio-
namos. “Las preguntas que planteo –dice el autor- se han suscitado en la confrontación del
ideal humanista con aspectos efectivos de la situación de la existencia humana en nuestro
tiempo”. (p. 214)
En fin, este número presenta la ventaja adicional de contener un índice por autor, uno
por temas y un sumario de cada uno de los veinte números aparecidos.