Franja Vii
Franja Vii
Franja Vii
CUSCO
FACULTAD DE INGENIERIA GEOLOGICA, MINAS Y
METALURGICA
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA GEOLOGICA
Figura 1. Mapa de dominios geológicos o geotectónicos y la ubicación de proyectos de la Dirección de Geología Regional
del INGEMMET.
Esta cuenca se extiende hasta el sur del Ecuador donde se le conoce con el nombre de
Celica-Alamor. Al oeste y norte limita con el complejo Amotapes – Tahuín, por el este
y sur con el complejo Olmos – Loja. Dicha cuenca contiene una serie de unidades
volcánicas, volcano-sedimentarias y sedimentarias que van del Albiano al Cenozoico.
Hacia el sector occidental presenta mayormente rocas sedimentarias, que pasan
lateralmente hacia el lado oriental, a rocas volcánicas masivas con escasas
intercalaciones sedimentarias (Reyes y Caldas, 1987). Estas rocas definen un amplio
anticlinal de aproximadamente 40 x 80 km de longitud con plunge hacia el NE (Winter
et al., 2004). Al este se tienen secuencias volcanosedimentarias pre-Albianas del
Macizo de Olmos, como parte del cratón amazónico (Macfarlene, 1999). Hacia el
oeste, el Macizo de Amotapes (Fig. 2) consiste en gneises atribuidos al Palezoico
inferior, sobreyacidos en discordancia por rocas sedimentarias del Paleozoico superior
(Mourier et al., 1988). Estos bloques de antiguas cortezas continentales definen una
margen andina de cuenca de trasarco en el NO del Perú.
Figura 2. Sección estructural norte del Perú con las principales unidades geotectónicas y las franjas metalogenéticas.
Sección inspirada en Mourier (1988), modificada y adaptada.
2. LITOLOGÍA
La cuenca Lancones está caracterizada por un conjunto de rocas volcánicas marinas y
volcanosedimentarias que han sido agrupadas en 2 grandes secuencias que corresponden a
dos fases de evolución tectónica y sedimentaria (Fig. 3).
Figura 16. Columna estratigráfica del relleno sedimentario de la parte oeste y central de la cuenca
Lancones incluyendo la sección de Tambogrande. Tomado de Winter (2008).
La primera secuencia está representada por la Formación San Lorenzo del Albiano
(Winter, 2008) que comprende rocas volcánicas máficas, representadas por flujos
volcánicos de pillow lavas, de composición toleítica depositadas en aguas marinas
relativamente profundas, además de rocas volcánicas félsicas andesíticas y riodacíticas.
Esta unidad contiene escasas rocas sedimentarias pelágicas. Dataciones radiométricas
U/Pb en zircones indican edades comprendidas entre 105 y 100 Ma (Winter, 2008).
La segunda secuencia corresponde a facies relativamente someras con abundantes
rocas volcánicas piroclásticas, rocas volcano-clásticas y sedimentarias, todas agrupadas
en las formaciones Ereo y La Bocana del Albiano superior-Turoniano y datadas en
zircones por U/Pb entre 99 y 91 Ma (Winter, 2008).
La Formación Ereo se halla en discordancia sobre la Formación San Lorenzo e indica
un cambio en las condiciones tectónicas, que se dio alrededor de los 100 Ma, es decir
al límite Albiano-Cenomaniano. De acuerdo a la nueva nomenclatura de Winter
(2008), es la Formación San Lorenzo que hospeda al yacimiento tipo sulfuro masivo
volcanogénico VMS de Tambogrande. Perforaciones al sur de la cuenca, cerca de los
depósitos de sulfuros masivos de Tambogrande, muestran un mínimo espesor de cerca
de 800 m para la Formación San Lorenzo.
El contacto basal no se observa en afl oramiento o en las perforaciones, las rocas
infrayacientes pueden ser cristalinas equivalentes al pre-Mesozoico del Complejo
Amotapes-Tahuin, situadas al oeste del Complejo de Olmos de edad Neoproterozoica
(Chew et al., 2008). Sobreyaciendo a la Formación San Lorenzo y en discordancia, con
un espesor mayor a 4000 m, se hallan rocas volcánicas intermedias a félsicas
calcoalcalinas con calizas subordinadas y silicoclásticos de las formaciones Ereo (2000
m) y La Bocana (3500 m). Una secuencia de 3000 m de espesor de turbiditas del
Cenomaniano de la Formación Capa Sombrero (Chávez y Nuñez del Prado, 1991)
representa la etapa final del relleno de la cuenca sedimentaria. Esta secuencia
turbidítica marca también el cambio del centro deposicional hacia el borde oeste de la
cuenca Lancones. Rocas plutónicas del Cretácico superior y del Terciario inferior
intruyen a las rocas volcánicas y sedimentarias cretácicas. Secuencias marinas
terciarias y sedimentos pleistocenos cubren en discordancia las rocas de la cuenca
Lancones.
3. ESTRUCTURAL
Los datos geoquímicos y de isótopos radiogénicos indican que las riolitas en los
depósitos de VMS fueron fundidos parciales a alta temperatura de corteza de arcos
juveniles que han heredado las firmas isotópicas de la corteza continental. Además, los
datos de isótopos de Pb sugieren que el contenido de metal fue alimentado casi
totalmente de estratos de las rocas volcánicas máficas. Por lo tanto, a diferencia de las
implicaciones de muchos modelos convencionales, las rocas volcánicas félsicas de
Tambogrande son interpretadas de haber jugado sólo un papel pasivo en la formación
del yacimiento VMS
(Winter, 2008).
Figura 5. Distribución de las zonas mineralizadas en la cuenca Lancones, las que corresponden a las franjas
metalogenéticas propuestos en este trabajo. Tomado y modifi cado de Ríos (2004).
5. MARCO TECTONICO
El marco tectónico regional de la cuenca Lancones está relacionado a la subducción, en un
sistema de trasarco marginal. Las rocas volcánicas de la cuenca Lancones se emplazaron entre
~105 y 91 Ma (Winter, 2008) y este vulcanismo coincide ampliamente con la apertura del
Océano Atlántico Sur, en las etapas tardías del rompimiento de Gondwana (Scotese, 1991). El
tiempo de formación del arco volcánico es posterior a la acreción del terreno de Amotapes en
la margen continental Perú-Ecuador, fenómeno que se da en el Cretácico medio (~132-110 Ma;
Arculus et al., 1999; Bosch et al., 2002). La acreción de este bloque continental podría haber
inducido a un nuevo sistema de subducción que conduce al desarrollo del arco volcánico (Fig.
17). El rooll back del slab causado por la atenuación y el rifting en la placa continental ha
permitido la apertura de la cuenca Lancones (Winter, 2008). El f nal de rompimiento de
Gondwana y la deriva hacia el oeste de la placa Sudaméricana habrían alterado la dinámica a lo
largo de la margen occidental continental, limitando además la extensión de la cuenca
Lancones, seguido por el retiro del arco volcánico (Soler y Bonhomme, 1990). La combinación
de un evento acrecional de un terreno y la reorganización mayor de las placas tectónicas, son
los factores claves que conducen al desarrollo de la cuenca Lancones y en última instancia a la
formación de depósitos de VMS como Tambogrande (Winter, 2008).