Franja Vii

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UNIVERDIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO ABAD DEL

CUSCO
FACULTAD DE INGENIERIA GEOLOGICA, MINAS Y
METALURGICA
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA GEOLOGICA

TRABAJO: INFORME FRANJA METALOGENETICA VII


CURSO: METALOGENIA PRACTICAS
DOCENTE: ING. IHUE LLAYQUE EMILIO
ALUMNOS:
 VALVERDE ESCALANTE BENJAMIN
 CORNEJO SALCEDO KENNY
SEMESTRE: 2021-1
2021
INTRODUCCION
Estudios geológicos han permitido definir los dominios geotectónicos del territorio
peruano, división que ha servido de base para elaborar los nuevos mapas metalogenéticos
del Perú. El Mapa Metalogenético es una herramienta fundamental, aplicable a la
prospección y exploración de recursos minerales, así como a la planifi cación del territorio.
Este mapa es presentado desde la perspectiva de la geología regional y muestra 25 franjas
metalogenéticas, las que están basadas en dominios geológicos o geotectónicos. Para cada
franja se describe la evolución geológica y se relaciona el entorno geológico bajo los cuales
se formaron los diversos tipos de yacimientos minerales; así como los límites tectónicos,
sus características estratigráficas, estructurales y magmáticas. Desde el punto de vista
geológico-económico se describen los principales yacimientos minerales y sub-tipos
asociados que constituyen cada franja, según su génesis, contenido metálico y edad de
mineralización. El Mapa Metalogenético del Perú 2008 delinea el potencial prospectivo por
yacimientos minerales que presenta el territorio peruano y pone en evidencia importantes
unidades geológicas, indispensables para la búsqueda de recursos minerales y por lo tanto
para las inversiones mineras.
METALOGENIA DEL PERÚ
FRANJA N°7: FRANJA DE SULFUROS MASIVOS VOLCANOGÉNICOS DE Cu-
Zn-Au DEL ALBIANO
1. UBICACIÓN:
Se sitúa en el noroeste del Perú, en el sector sur occidental de la cuenca Lancones que
constituye una estructura elongada de rumbo NE-SO (Fig. 1).

Figura 1. Mapa de dominios geológicos o geotectónicos y la ubicación de proyectos de la Dirección de Geología Regional
del INGEMMET.
Esta cuenca se extiende hasta el sur del Ecuador donde se le conoce con el nombre de
Celica-Alamor. Al oeste y norte limita con el complejo Amotapes – Tahuín, por el este
y sur con el complejo Olmos – Loja. Dicha cuenca contiene una serie de unidades
volcánicas, volcano-sedimentarias y sedimentarias que van del Albiano al Cenozoico.
Hacia el sector occidental presenta mayormente rocas sedimentarias, que pasan
lateralmente hacia el lado oriental, a rocas volcánicas masivas con escasas
intercalaciones sedimentarias (Reyes y Caldas, 1987). Estas rocas definen un amplio
anticlinal de aproximadamente 40 x 80 km de longitud con plunge hacia el NE (Winter
et al., 2004). Al este se tienen secuencias volcanosedimentarias pre-Albianas del
Macizo de Olmos, como parte del cratón amazónico (Macfarlene, 1999). Hacia el
oeste, el Macizo de Amotapes (Fig. 2) consiste en gneises atribuidos al Palezoico
inferior, sobreyacidos en discordancia por rocas sedimentarias del Paleozoico superior
(Mourier et al., 1988). Estos bloques de antiguas cortezas continentales definen una
margen andina de cuenca de trasarco en el NO del Perú.

Figura 2. Sección estructural norte del Perú con las principales unidades geotectónicas y las franjas metalogenéticas.
Sección inspirada en Mourier (1988), modificada y adaptada.
2. LITOLOGÍA
La cuenca Lancones está caracterizada por un conjunto de rocas volcánicas marinas y
volcanosedimentarias que han sido agrupadas en 2 grandes secuencias que corresponden a
dos fases de evolución tectónica y sedimentaria (Fig. 3).

Figura 16. Columna estratigráfica del relleno sedimentario de la parte oeste y central de la cuenca
Lancones incluyendo la sección de Tambogrande. Tomado de Winter (2008).

La primera secuencia está representada por la Formación San Lorenzo del Albiano
(Winter, 2008) que comprende rocas volcánicas máficas, representadas por flujos
volcánicos de pillow lavas, de composición toleítica depositadas en aguas marinas
relativamente profundas, además de rocas volcánicas félsicas andesíticas y riodacíticas.
Esta unidad contiene escasas rocas sedimentarias pelágicas. Dataciones radiométricas
U/Pb en zircones indican edades comprendidas entre 105 y 100 Ma (Winter, 2008).
La segunda secuencia corresponde a facies relativamente someras con abundantes
rocas volcánicas piroclásticas, rocas volcano-clásticas y sedimentarias, todas agrupadas
en las formaciones Ereo y La Bocana del Albiano superior-Turoniano y datadas en
zircones por U/Pb entre 99 y 91 Ma (Winter, 2008).
La Formación Ereo se halla en discordancia sobre la Formación San Lorenzo e indica
un cambio en las condiciones tectónicas, que se dio alrededor de los 100 Ma, es decir
al límite Albiano-Cenomaniano. De acuerdo a la nueva nomenclatura de Winter
(2008), es la Formación San Lorenzo que hospeda al yacimiento tipo sulfuro masivo
volcanogénico VMS de Tambogrande. Perforaciones al sur de la cuenca, cerca de los
depósitos de sulfuros masivos de Tambogrande, muestran un mínimo espesor de cerca
de 800 m para la Formación San Lorenzo.
El contacto basal no se observa en afl oramiento o en las perforaciones, las rocas
infrayacientes pueden ser cristalinas equivalentes al pre-Mesozoico del Complejo
Amotapes-Tahuin, situadas al oeste del Complejo de Olmos de edad Neoproterozoica
(Chew et al., 2008). Sobreyaciendo a la Formación San Lorenzo y en discordancia, con
un espesor mayor a 4000 m, se hallan rocas volcánicas intermedias a félsicas
calcoalcalinas con calizas subordinadas y silicoclásticos de las formaciones Ereo (2000
m) y La Bocana (3500 m). Una secuencia de 3000 m de espesor de turbiditas del
Cenomaniano de la Formación Capa Sombrero (Chávez y Nuñez del Prado, 1991)
representa la etapa final del relleno de la cuenca sedimentaria. Esta secuencia
turbidítica marca también el cambio del centro deposicional hacia el borde oeste de la
cuenca Lancones. Rocas plutónicas del Cretácico superior y del Terciario inferior
intruyen a las rocas volcánicas y sedimentarias cretácicas. Secuencias marinas
terciarias y sedimentos pleistocenos cubren en discordancia las rocas de la cuenca
Lancones.

3. ESTRUCTURAL

Estructuralmente la cuenca Lancones tiene las siguientes características: al norte se


adosan al sistema de fallas Jubones (Ecuador) de orientación este-oeste y movimiento
dextral. Hacia el oeste limita con el dominio Amotapes-Tahuin mediante el sistema de
fallas Cusco-Angolo de dirección NE-SO y por el este con el sistema de fallas NNE-
SSO de Olmos que la separa del dominio Olmos-Loja. Hacia el sur se encuentra
limitada por el terreno Illescas-Olmos, que cabalga a lo largo de la falla Chulucanas de
dirección NO-SE. La cuenca Lancones es el resultado de una tectónica de extensión
que ha originado sistemas de grábenes y horst, que son el control estructural de la
mineralización VMS que se desarrolló en el Albiano (Fig. 4).
Figura 3. Mapa estructural del Perú mostrando las principales fallas cartografiadas. Tomado del nuevo mapa
estructural del Perú a escala 1:1’000,000 que está preparando la Dirección de Geología Regional del
INGEMMET.
Figura 4. Modelo geotectónico para la formación de la cuenca Lancones entre 105 y 100 Ma, periodo en el
cual se originan los depósitos tipo VMS como Tambogrande. Tomado de Winter (2008).

Las observaciones de campo y de dataciones U/Pb (Winter, 2008) indican que la


cuenca evolucionó en dos fases que corresponden a las dos secuencias antes
mencionadas (Winter, 2008). Durante la fase 1 los depósitos de la Formación San
Lorenzo indican estadios tempranos del desarrollo de un arco volcánico durante el
Albiano, los que fueron relacionados a una tectónica extensional del tipo trasarco que
forma los grábenes y horst (~105-100 Ma). En este tiempo rocas volcánicas de
composición bimodal, dominantemente basálticas primitivas, fueron emplazadas en la
cuenca relativamente profunda. Las lavas (~ 250 m) de la fase 1 son basaltos y
andesitas de la serie toleítica formados a alta temperatura. La alta temperatura del flujo
y las condiciones extensionales existentes durante el inicio del desarrollo del arco
fueron esenciales para la formación del sistema hidrotermal de los VMS. En la fase 2
las rocas volcánicas de las formaciones Ereo y La Bocana (~99-91 Ma) comprenden
rocas máficas más evolucionadas y rocas félsicas, las que se emplazaron en medios
marinos más someros. Esta fase 2 es interpretada de representar un vulcanismo de arco
posterior, durante la disminución del régimen extensional y que marca la transición a
una tectónica contraccional (Winter, 2008). Además, esta fase 2 estaría en relación con
los depósitos VMS de Pb-Zn – Cu, agrupados en la franja de depósitos de sulfuros
masivos volcanogénicos del Cretácico superior – Paleoceno (Franja XIV).
4. DATACION GEOQUIMICA

El yacimiento de sulfuros masivos vulcanogenéticos (VMS) de Tambogrande ha sido


datado por zircones entre 104.4 ± 1.9 y 102.2 ± 0.5 Ma por U/Pb (Winter et al., 2002),
es decir Albiano.
Tambogrande constituye el ejemplo más importante de esta franja, es uno de los
mayores VMS bimodalesmáficos con Cu-Zn-Au-Ag del mundo y cuenta con tres
depósitos de sulfuros masivos, TG1, TG3 y B5. Estos depósitos están íntimamente
asociados a complejos de domos y lavas dacíticas de la Formación San Lorenzo
(Winter, 2008), se depositaron en cuencas con bordes abruptos, controlados por fallas
normales (Fig. 17), en el fondo oceánico y en las zonas más profundas de los grábenes
(Winter et al., 2004). La depositación de sulfuros estuvo relacionada con fallas sin-
volcánicas y con las erupciones episódicas de dacitas y basaltos. Los depósitos VMS
de Tambogrande son el resultado del flujo de fluidos hidrotermales guiados por las
fallas sin-volcánicas producto de la extensión contemporánea que formaba los
grábenes, con la depositación de sulfuros en las partes profundas y restringidas de las
estructuras.
Estas depresiones que son el resultado del marco estructural y vulcanológico, actuaron
como trampas eficientes para la depositación de sulfuros y fueron también importantes
para la preservación de las masas de sulfuros al actuar como escudos o sellos frente a la
oxidación y meteorización submarina.
Como conclusión se puede decir que la presencia de grábenes profundos limitados por
fallas normales y erupciones volcánicas bimodales son necesarias para la formación de
grandes depósitos VMS en un medio dominado por rocas volcánicas marinas (Winter
et al., 2004).

Los datos geoquímicos y de isótopos radiogénicos indican que las riolitas en los
depósitos de VMS fueron fundidos parciales a alta temperatura de corteza de arcos
juveniles que han heredado las firmas isotópicas de la corteza continental. Además, los
datos de isótopos de Pb sugieren que el contenido de metal fue alimentado casi
totalmente de estratos de las rocas volcánicas máficas. Por lo tanto, a diferencia de las
implicaciones de muchos modelos convencionales, las rocas volcánicas félsicas de
Tambogrande son interpretadas de haber jugado sólo un papel pasivo en la formación
del yacimiento VMS
(Winter, 2008).
Figura 5. Distribución de las zonas mineralizadas en la cuenca Lancones, las que corresponden a las franjas
metalogenéticas propuestos en este trabajo. Tomado y modifi cado de Ríos (2004).

5. MARCO TECTONICO
El marco tectónico regional de la cuenca Lancones está relacionado a la subducción, en un
sistema de trasarco marginal. Las rocas volcánicas de la cuenca Lancones se emplazaron entre
~105 y 91 Ma (Winter, 2008) y este vulcanismo coincide ampliamente con la apertura del
Océano Atlántico Sur, en las etapas tardías del rompimiento de Gondwana (Scotese, 1991). El
tiempo de formación del arco volcánico es posterior a la acreción del terreno de Amotapes en
la margen continental Perú-Ecuador, fenómeno que se da en el Cretácico medio (~132-110 Ma;
Arculus et al., 1999; Bosch et al., 2002). La acreción de este bloque continental podría haber
inducido a un nuevo sistema de subducción que conduce al desarrollo del arco volcánico (Fig.
17). El rooll back del slab causado por la atenuación y el rifting en la placa continental ha
permitido la apertura de la cuenca Lancones (Winter, 2008). El f nal de rompimiento de
Gondwana y la deriva hacia el oeste de la placa Sudaméricana habrían alterado la dinámica a lo
largo de la margen occidental continental, limitando además la extensión de la cuenca
Lancones, seguido por el retiro del arco volcánico (Soler y Bonhomme, 1990). La combinación
de un evento acrecional de un terreno y la reorganización mayor de las placas tectónicas, son
los factores claves que conducen al desarrollo de la cuenca Lancones y en última instancia a la
formación de depósitos de VMS como Tambogrande (Winter, 2008).

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