Domingo: La Pasión Del Señor

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Año XV – Nº 18 – 29 de marzo del 2015

EL

DOMINGO día del Señor

Domingo «Éste sacrificio de Cristo es único, da plenitud y sobrepasa a todos


los sacrificios … Al mismo tiempo es ofrenda del Hijo de Dios hecho
de Ramos hombre que, libremente y por amor ofrece su vida».
Ciclo B
(Catecismo de la Iglesia Católica N° 614).

LA PASIÓN DEL SEÑOR


Iniciamos la Semana Santa aclamando a Jesu- hecho hombre que «muere de tristeza» ante lo
cristo con las palmas y ramos. Jubilosos, como que le tocará vivir pero que con confianza filial,
los niños hebreos, reconocemos en Jesús al Me- clama a su Abbá, al Padre, pidiendo que si es po-
sías. «Hosanna al Hijo de David», «Bendito el sible aparte ese cruel final. La plegaria termina
que viene en nombre del Señor», son expresio- en una actitud de radical abandono a la volun-
nes que resuenan en la primera parte de la cele- tad del Padre, esto es, a lo que más convenga
bración litúrgica de hoy, anun- para la salvación de nosotros,
cio previo de la gran victoria los hombres. El Hijo de Dios
de Cristo que celebraremos en hecho hombre, padecerá la
Pascua. Mientras tanto, en es- humillación, la burla, el juicio
pera del gozo pascual y con el injusto, el dolor físico, y por úl-
deseo de vivirlo más intensa- timo la muerte.
mente, es preciso contemplar
a Jesucristo en el misterio de Todo con la actitud de quien
su Pasión. El profeta Isaías nos ama y quiere redimir. La au-
ofrece la imagen del Siervo de toridad romana consentirá en
Yahvé, firme en medio de la la condena injusta orquestada
humillación y los ultrajes, con por los representantes reli-
la fortaleza que proviene de la giosos del pueblo. Pero será
confianza en Dios, anuncio del también un romano, un paga-
misterio del Hijo encarnado no, el centurión, que podrá ver
que pone su absoluta confian- todo ese acontecimiento con
za en el Padre que no defrau- una actitud diversa y, ante la
da, como proclama el apóstol muerte de Jesús, podrá excla-
Pablo en la segunda lectura de hoy. San Pablo mar: «Verdaderamente este hombre era Hijo de
canta el misterio de Aquél que siendo de condi- Dios». Ver al hombre que padece y se entrega y
ción divina se rebajó hasta someterse incluso a descubrir a Dios que ama y dona vida es lo que
la muerte de cruz y por eso fue exaltado por el permite el relato de la Pasión que hoy se lee y
Padre, quien le reivindicó. toda la liturgia de la Palabra. Que no seamos aje-
nos a la contemplación de ese misterio de amor.
La lectura de la Pasión según san Marcos nos
permite contemplar el misterio del Hijo de Dios Pbro. Pedro Hidalgo Díaz

Momento personal
«Jesús entra en Jerusalén para
morir en la cruz. Y es precisamente
aquí donde resplandece su ser rey, ¿Puedo decirle a Jesús, con toda
según Dios: su trono regio es el seguridad y sinceridad, que él es mi
madero de la cruz». único rey? ¿Rey de todo lo que soy?
(Papa Francisco)
Domingo de Ramos - Ciclo B - Color: Morado
Hermanos y hermanas: Hoy Domingo de Ramos iniciamos la Semana Santa recibiendo a Jesucristo con palmas y ramos,
plenos de alegría y júbilo. Este momento que anticipa la gran victoria de Cristo que celebraremos en la Pascua. La lectura
de la Pasión nos permite acompañar a Jesús en los momentos más cruciales de su misión de amor y entrega, donde la
tristeza frente a lo que le tocará vivir es superada por el amor al Padre ante quien muestra su fidelidad y obediencia.

I. CONMEMORACIÓN DE LA MISA DE LA PASIÓN


ENTRADA DEL SEÑOR A JERUSALÉN (No hay saludo ni acto penitencial, ni se reza el Gloria
en este día).
Antífona de entrada Mt 21,9
Oración colecta
Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene en nombre
del Señor, el rey de Israel. ¡Hosanna en el cielo!
Dios todopoderoso y eterno, tú quisiste que
nuestro Salvador se hiciese hombre y muriese en
Bendición de los Ramos la cruz, para mostrar al género humano el ejem-
S. Dios todopoderoso y eterno, santifica plo de una vida sumisa a tu voluntad; concédenos
con tu  bendición estos ramos, y, a cuantos que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de
vamos a acompañar a Cristo aclamándolo con testimonio, y que un día participemos en su glo-
cantos, concédenos entrar en la Jerusalén del riosa resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
cielo, por medio de él. Él, que vive y reina por
los siglos de los siglos. R. Amén. II. LITURGIA DE LA PALABRA
En seguida rocía las manos con agua bendita.
1ª Lectura
Evangelio El profeta Isaías nos anuncia la intervención del Salva-
Jesús es un rey diferente. Su reinado es servicio: es dor en nuestra historia, pero de una manera inusitada,
su vida que se entrega por amor a nosotros. asumiendo el mal de este mundo y por ello con un
rostro diferente.
Lectura del santo evangelio
según san Marcos Mc 11,1-10 Lectura del libro de Isaías
Is 50,4-7
R. Gloria a ti, Señor.
Se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Mi Señor me ha dado una lengua de
Betania, junto al monte de los Olivos, discípulo, para saber decir al abatido
y Jesús mandó a dos de sus discípulos, una palabra de aliento. Cada mañana
diciéndoles: «Vayan al poblado de enfrente. Al me despierta el oído, para que escuche como
entrar en él, encontrarán un burrito atado, que los discípulos. El Señor me abrió el oído, y yo
nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo. no resistí ni me eché atrás; ofrecí la espalda a los
Y si alguien les pregunta por qué lo hacen que me golpeaban, las mejillas a los que tiraban
contéstenle: “El Señor lo necesita y lo devolverá mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni
pronto”». Fueron y encontraron el burrito en la salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía
calle, atado a una puerta, y lo soltaron. Algunos los ultrajes; por eso endurecí el rostro como
de los presentes les preguntaron: «¿Por qué tienen roca, sabiendo que no quedaría defraudado.
que desatar el burrito?» Ellos les contestaron como Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
había dicho Jesús; y se lo permitieron. Llevaron
el burrito, le echaron encima sus mantos, y Jesús Salmo responsorial (21)
montó en él. Muchos alfombraron el camino R. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
con sus mantos, otros con ramas cortadas en el abandonado?
campo. Los que iban delante y detrás gritaban: – Al verme, se burlan de mí, hacen muecas,
«Hosanna, bendito el que viene en nombre del menean la cabeza: «Acudió al Señor, que lo
Señor. Bendito el reino que llega, el reino de ponga a salvo; que lo libre, si tanto lo quiere». / R.
nuestro padre David. ¡Hosanna en el cielo!» – Me acorrala una jauría de mastines, me cerca
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús. una banda de malhechores; me taladran las
Antes de iniciar la procesión hacia el templo, el
manos y los pies, puedo contar mis huesos. / R.
sacerdote, u otro ministro idóneo, dice: – Se reparten mi ropa, echan a suertes mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos; fuerza mía,
Como la muchedumbre que aclamaba a Jesús, ven corriendo a ayudarme. / R.
acompañemos también nosotros con júbilo al Señor. – Contaré tu fama a mis hermanos, en medio
Camino al templo, donde se va a celebrar la misa, se de la asamblea te alabaré. Fieles del Señor, alá-
entonan cantos apropiados, o bien un lector puede leer
el Salmo (23) o el (46). Mientras tanto, el sacerdote y benlo; linaje de Jacob, glorifíquenlo; témanlo,
los fieles llevan los ramos en las manos. linaje de Israel. / R.
dieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de
2ª Lectura nuevo la palabra y les preguntó:
Pablo, en esta carta a los filipenses, nos desafía a seguir
el camino de Jesús en nuestra vida, para conseguir así S. «¿Qué hago con el que ustedes llaman rey
participar de su gloria en el camino de la cruz y la de los Judíos?»
humillación. C. Ellos gritaron de nuevo:
Lectura de la carta del apóstol S. «¡Crucifícalo!»
san Pablo a los Filipenses 2,6-11 C. Pilato les dijo:
S. «Pues ¿qué mal ha hecho?»
Cristo, a pesar de su condición divina, C. Ellos gritaron más fuerte:
no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se despojó de su rango y S. «¡Crucifícalo!»
tomó la condición de esclavo, pasando por uno C. Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les
de tantos. Y así, actuando como un hombre soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo,
cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a lo entregó para que lo crucificaran.
la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo C. Los soldados se lo llevaron al interior del pa-
levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-so- lacio —al pretorio— y reunieron a toda la tropa.
bre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona
Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, de espinas, que habían trenzado, y comenzaron
en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo a hacerle el saludo:
es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de S. «¡Salve, rey de los judíos!»
Dios. R. Te alabamos, Señor. C. Le golpearon la cabeza con una caña, le
escupieron; y, doblando las rodillas, se postra-
Versículo antes del Evangelio Flp 2,8-9 ban ante él. Terminada la burla, le quitaron el
Cristo, por nosotros, se sometió incluso a la manto de color púrpura y le pusieron su ropa.
muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo Y lo sacaron para crucificarlo.
levantó sobre todo y le concedió el «Nombre- C. Y a un tal Simón, natural de Cirene, el padre
sobre-todo-nombre». de Alejandro y Rufo, que al regresar del campo
pasaba por allí, lo obligaron a llevar la cruz de
Evangelio 14,1-15,47 Jesús. Y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere
La Lectura de la pasión y muerte de Cristo es la
proclamación de que Jesús de Nazareth, que dio decir lugar de «la calavera»), y le ofrecieron vino
su vida por los hombres, es el Salvador del mundo. con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron
y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte,
Pasión de nuestro Señor Jesucristo para ver lo que se llevaba cada uno. Era media
según san Marcos ( Forma breve) mañana cuando lo crucificaron. En el letrero
Referencias: C=Cronista S=Otros personajes =Sacerdote estaba escrita la causa de su condena: «El rey de
los judíos». Crucificaron con él a dos bandidos,
C. Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se
con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en cumplió la Escritura que dice: «Lo consideraron
pleno, se reunieron, y, atando a Jesús, lo lleva- como un malhechor».
ron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó: C. Los que pasaban lo injuriaban, haciendo
S. «¿Éres tú el rey de los Judíos?» muecas y diciendo:
C. Él respondió S. «¡Eh, tú que destruías el templo y lo recons-
a. «Tú lo dices». truías en tres días, sálvate a ti mismo bajando
C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de mu- de la cruz!».
chas cosas. Pilato le preguntó de nuevo: C. Los sumos sacerdotes con los escribas se
S. «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos burlaban también de él, diciendo:
presentan contra ti». S. «A otros ha salvado, y a sí mismo no se puede
C. Jesús no contestó más; de modo que Pilato salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora
estaba muy extrañado. de la cruz, para que lo veamos y creamos».
Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le C. También los que estaban crucificados con
pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con él lo insultaban.
los revoltosos que habían cometido un homicidio C. Al llegar el mediodía, toda la región quedó
en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media
el indulto de costumbre. Pilato les contestó: tarde, Jesús clamó con voz potente:
S. «¿Quieren que les suelte al rey de los Judíos?» a. «Eloí, Eloí, lamá sabaktaní».
C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo C. Que significa:
habían entregado por envidia. Pero los sumos a. «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has aban-
sacerdotes alborotaron a la gente para que pi- donado?»
C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían: que no cedan ante el desconsuelo y el deseo
S. «Mira, está llamando a Elías». de venganza, sino que permanezcan unidos a
C. Y uno echó a correr y, empapando una la cruz de Cristo. Roguemos al Señor. / R.
esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le – Por quienes sufren las injusticias, la prepo-
daba de beber, diciendo: tencia y la humillación; para que sepamos ver
S. «Déjenlo, a ver si viene Elías a bajarlo». en estos hermanos nuestros el rostro del Cruci-
C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. ficado. Roguemos al Señor. / R.
– Por nosotros aquí reunidos; para que la muerte
Todos se arrodillan, y se hace una pausa. y resurrección de nuestro Señor y Maestro
C. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba produzcan en nosotros y en nuestras familias
abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver abundantes frutos de vida. Roguemos al Señor. / R.
cómo había expirado, dijo: (Pueden añadirse peticiones particulares)
S. «Verdaderamente este hombre era Hijo de
Dios». S. Escucha, Padre, la oración de tu pueblo, que
C. Había también unas mujeres que miraban conmemora la pasión de tu Hijo, para que se
desde lejos; entre ellas, María Magdalena, Ma- cumpla siempre tu voluntad. Por Jesucristo
ría, la madre de Santiago el Menor y de José, nuestro Señor. R. Amén.
y Salomé, que, cuando él estaba en Galilea,
lo seguían para atenderlo; y otras muchas que III. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
habían subido con él a Jerusalén.
C. Al anochecer, como era el día de la Prepara- Oración sobre las ofrendas
ción, víspera del sábado, vino José de Arimatea, Por la pasión de tu Hijo sé propicio a tu pueblo,
noble senador, que también aguardaba el reino Señor, y concédenos, por esta celebración
de Dios; armándose de valor, se presentó ante que actualiza el único sacrificio de Jesucristo,
Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se la misericordia que no merecen nuestros
extrañó de que hubiera muerto ya; y, llaman- pecados. Por Jesucristo nuestro Señor.
do al centurión, le preguntó si hacía mucho
tiempo que había muerto. Informado por el Antífona de comunión Mt 26,42
Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo
centurión, concedió el cadáver a José. Éste beba, hágase tu voluntad.
compró una sábana y, bajando a Jesús, lo en-
volvió en la sábana y lo puso en un sepulcro, Oración después de la comunión
excavado en una roca, y rodó una piedra a la Fortalecidos con tan santos misterios, te
entrada del sepulcro. María Magdalena y María dirigimos esta súplica, Señor: del mismo
la madre de José observaban dónde lo ponían. modo que la muerte de tu Hijo nos ha hecho
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús. esperar lo que nuestra fe nos promete, que su
Profesión de fe resurrección nos alcance la plena posesión de
lo que anhelamos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Plegaria universal
LA PALABRA en la semana
S. Hermanos y hermanas: La pasión del Señor
Jesús nos ha recordado que hemos sido amados Semana Santa
sin medida. Con esta certeza, dirijámonos ahora 30 L Lunes Santo - Is 42, 1-7; Sal (26), 1-3. 13-14; Jn 12, 1-11
al Padre, diciéndole: 31 M Martes Santo - Is 49, 1-6; Sal (70), 1-6. 15. 17;
R. Por la pasión de tu Hijo, escúchanos, Padre. Jn 13, 21-33. 36-38
01 M Miércoles Santo - Is 50, 4-9; Sal (68), 8-10. 21-22. 31.
– Por la Iglesia; para que sepa asociarse en la 33-34; Mt 26, 14-25
fe al misterio pascual de Cristo y coja del árbol 02 J Jueves Santo - Cena del Señor - Éx 12, 1-8. 11-14;
de la cruz el fruto de la salvación para todos los Sal (115), 12-13. 15-18; 1Co 11, 23-26; Jn 13, 1-15
pueblos de la tierra. Roguemos al Señor. / R. 03 V Viernes Santo - Pasión del Señor - Is 52, 13—53, 12;
– Por los enfermos y los moribundos; para que, Sal (30), 2. 6. 12-13. 15-17. 25; Hb 4, 14-16; 5, 7-9;
Jn 18, 1—19, 42
aceptando el cáliz de la pasión, a semejanza de 04 S Sábado - Vigilia Pascual - Gn 1, 1—2, 2; Gn 22, 1-18;
Cristo, tengan la firme esperanza de participar Éx 14, 15—15, 1; Is 54, 5-14; Is 55, 1-11;
con él en su gloria. Roguemos al Señor. / R. Ba 3, 9-15. 32—4, 4; Ez 36, 16-28; Rm 6, 3-11;
– Por los cristianos que padecen violencia y Lc 24, 1-12
persecución por su fidelidad al Evangelio; para
el DOMINGO - Director: P. Luis Neira R. ssp. Coordinación: Milagro Bronttis de Quispe.
Con licencia eclesiástica / Marc. reg. Resol. Indecopi N° 006852-1999, Certif. N° 0055702
Edita: SAN PABLO, Av. Armendáriz 527 - MIRAFLORES. Lima (Perú) / Telfax: (01) 446 0017 / [email protected]
Redacción: Pbro. Antonio Díaz M., igs.; Pbro. Pedro Hidalgo Díaz; Diagramación: Diego Sánchez Peña
www.sanpabloperu.com.pe Imprime: Editorial Roel S.A.C. / Para envíos y suscripciones: [email protected] / Telfax: (01) 446 0017

• Los textos litúrgicos corresponden a los aprobados por la Conferencia Episcopal Peruana. / Este subsidio no sustituye el uso de los Libros Litúrgicos.

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