Historia de La Cerveza

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HISTORIA DE LA CERVEZA

EL origen de la cerveza lo encontramos varios milenios en la historia. Ya se bebía en la India hacia el

año 3500 a.C., y en China hace cinco mil años, pero quienes más se aficionaron a ella fueron los

sumerios, que reservaban el 40 por ciento de la cosecha de cereales para su fabricación hacia el 3000

a.C.

De hecho, fueron los babilonios quienes crearon la receta más antigua conocida de la cerveza: la

de cebada y trigo. Dice un escrito de la época: los granos húmedos y sin descascarillar expondrás al sol,

y cocerás luego hasta que fermenten.

En Egipto llegó a ser la bebida nacional, y era tal su consumo que el faraón se reservó el monopolio,

aunque eran los sacerdotes quienes explotaban el negocio más rentable del Imperio junto con el del pan

(pan y cerveza compartían el mismo término).


En Egipto la cerveza se elaboraba triturando trigo (ver historia del trigo), cebada y mijo; una vez

triturado se separaba una parte, se humedecía y se dejaba bajo el sol mientras el resto se tostaba

ligeramente para evitar que los enzimas se destruyeran: tras esto, se fermentaba con agua y se le añadía

cerveza vieja o levadura de cerveza.

De esta materia se obtenían en Egipto ocho tipos de cerveza. Hubo incluso cervezas con

denominación de origen: la fabricada en Pelusa, a orillas del Nilo, que adquirió renombre bajo la marca

“vino de cebada de Pelusa”.

No era la bebida que hoy conocemos, para empezar, no era del todo líquida sino tan espesa que la

llamaban “pan bebible”, especie de torta de cebada en estado de sopa muy densa cuya graduación se

acercaba a los quince grados.

Su fabricación era elemental: se molturaba la cebada añadiéndose agua poco a poco hasta conseguir

una masa u hogaza que se cocía a baja temperatura. La cerveza se conseguía desmenuzando la masa

cocida, que se maceraba con agua y se la dejaba reposar para que fermentara por calor, siendo el líquido

resultante filtrado a través de un colador de tela.

EVOLUCION DE LA CERVEZA

Los griegos la llamaron vinos erithenos  y zuthis bruton,  y solían importarla de Egipto. La cerveza egipcia

llegaba a Cádiz (España) en naves fenicias. Su consumo fue enorme, especialmente en el reinado de

Domiciano, que ordenó arrancar las vides a finales del siglo I en una arbitraria medida parecida a la

americana ley seca.

No obstante su predicamento en Oriente, el mundo clásico se mostró reacio a este brebaje, lo

consideraban cosa de bárbaros, celtas y germanos. De hecho fue entre estos pueblos de la frontera

norte del Imperio, donde la cerveza más se consumió en los primeros siglos de nuestra era.
Plinio habla de una bebida llamada celiao ceria  y cuenta que los iberos y otros pueblos de las montañas

de Hispania bebían en los grandes festines grandes cantidades de ella. Estrabón habla también

del zythos, bebida cuya composición y naturaleza no está clara y que comparaba a la cerveza egipcia.

La voz latina cervesia o bebida de Ceres, que algunos explican mediante el sintagma latino vis Ceres  o

fuerza de Ceres, alude al cereal del que estaba hecha. En la Hispania prerromana se bebía como

estimulante, según cuenta siglos después el presbítero lusitano del siglo V Paulo Orosio, primer

historiador cristiano nacido en España dice en su Historiarum libri VII,  referido a los arévacos de

Numancia, del siglo II a.C.:

“Obtenían al fuego el jugo de la cebada previamente humedecida, y una vez seca la molían y mezclaban

con jugo reciente para luego fermentarlo todo, y daba a los hombres un calor embriagador que los

impulsaba animosos a la pelea”.

Su popularidad como bebida estimulante era enorme entre los galos, que se emborrachaban con ella y

usaban la espuma de cerveza para suavizar el cutis, noticias que confirma el historiador y geógrafo griego

del siglo I a.C., Estrabón.

Durante la Alta Edad Media su elaboración estuvo en Europa en manos de las mujeres: hasta el XII era

una labor más entre sus tareas domésticas. En el siglo XIII la elaboración de cerveza se profesionalizó y

llegó a ser bastante parecida a la que consumimos hoy.

Los monjes obraron el milagro, como en tantos otros aspectos culturales de la vida medieval de

Occidente, gracias a la introducción, como conservante, del lúpulo, cuyas flores femeninas maceradas

comunicaban sus principios amargos y aromáticos.

Muchos monasterios se convirtieron en centros exclusivos de abastecimiento de cerveza en extensas

regiones y comarcas, aunque ya se habían creado los poderosos gremios y cofradías de cerveceros.

En el XV se obtuvo en Alemania la primera cerveza ligera poco fermentada que desde Baviera se

extendió al resto de Europa. Cuando Carlos V instaló su Corte en España trajo de Flandes maestros

cerveceros flamencos que revitalizaron entre nosotros su elaboración y consumo, y cuando el emperador

se retiró a Yuste le acompañó su cervecero.

Sin embargo Felipe II, su hijo, no sentía devoción hacia el brebaje: le sentaba tan mal y tales caras y

visajes hacía cuando se le convencía para que la probara, que los del séquito de su padre no podían

reprimir la risa.

HISTORIA DE LA CERVEZA EN ESPAÑA

En la España áurea no estuvo bien vista: era cosa de gente de Flandes, y como se les odiaba, también se

odió su bebida preferida. No obstante esto, hubo fábricas del producto. Hacia 1611 era famosa la que se

fabricaba en el madrileño barrio de Lavapiés, en Madrid, cuyos promotores se abastecían de lúpulo en las

plantaciones de Aranda de Duero. Pero tenía poco éxito.


De la cerveza se reía la gente en el teatro, donde era sacada a colación siempre en contextos ridículos.

Lope de Vega la aborrecía y la comparaba con la orina de un caballo enfermo: Aunque con mejores

ganas tomara una purga yo, pues pienso que la orinó algún rocín con tercianas.

HISTORIA MODERNA DE LA CERVEZA

La industria cervecera fue artesanal, y ha admitido pocos cambios desde la estabilización de su

proceso de fabricación en el siglo XII. El primer gran cambio tuvo lugar en el XIX, y estribó en hacerla más

ligera, librarla de gran cantidad de alcohol, logro que se consiguió en la Lorena francesa.

Los estudios de Luis Pasteur sobre la fermentación de la levadura (1860) mejoraron el proceso. Entre

sus adelantos se contaba la adición de gas carbónico para aumentar la espuma, la estabilización de los

coloides que la hacían resistente al frío o el proceso de pasteurización, de modo que actualmente la

cerveza ha desbancado a cualquier otra bebida.

Sus mayores consumidores son alemanes e ingleses, cosa que no sorprende, ya que la cerveza empezó

su andadura occidental en aquellas tierras siglos antes de la era cristiana. La cultura grecolatina había

despreciado esta bebida como cosa de gente poco civilizada. Tampoco los españoles la acogieron hasta

entrado el siglo XX.

ETIMOLOGIA DE LA CERVEZA

El término es latino: de cervesia,  acaso del galo korma,  y a su vez de una raíz celta. En castellano se

escribía “servesa” en el XV.


Los antecedentes se remontan a 1877, época en la cual surgió la fábrica de cerveza, propiedad del
señor Alejandro Wolf, bajo la razón social de “Wolf & Cía.”, fábrica que posteriormente tomaría el
nombre de Cervecería Americana y luego Cervecería Nacional.

HISTORIA DE LA CERVEZA EN BOLIVIA

El 20 de octubre de 1886 se fusionan la Cervecería Nacional con la Cervecería Americana en la ciudad de


La Paz y juntas forman lo que hoy es la Cervecería Boliviana Nacional, siendo los propietarios los señores
Federico Groenewold, Luis Ernst, Hugo Preuss y Eugenio Stohmann. A inicios del siglo XX la Cervecería
Boliviana Nacional, se instaló muy cerca de la estación de trenes, lugar que coincidía con el portal de
ingreso a la ciudad de La Paz.

Paulatinamente nuestra cerveza fue expandiéndose al resto del país y es así que el producto fue
adquiriendo el nombre de Paceña, refiriéndose a la cerveza producida en la ciudad de la Paz.

Desde el principio, la Cervecería se convirtió en uno de los más importantes contribuyentes al Tesoro y es
interesante destacar, que en el año 1937, Cervecería Boliviana Nacional pagó al Estado 20 millones de
Bolivianos, mientras que las 3 grandes empresas mineras de Patiño, Hochschild y Aramayo, por concepto
de impuestos sobre utilidades, transferencias, exportaciones, patentes fiscales, etc., llegaron a pagar
19.754.000 Bolivianos.

Después de la Segunda Guerra se pudo renovar la maquinaria, con la que se malteaba anualmente 30 mil
quintales de cebada, es decir más de la tercera parte de las necesidades requeridas en ese momento. Se
introdujo también nuevos tipos de cerveza como la “Munich” y la “Pilsener”. Adicionalmente se incorporó
la Cervecería de Viacha y la vertiente de agua de Challapampa famosa por su pureza. En los años 50 se
volvió a renovar la maquinaria para mantener la fábrica en óptimo nivel de desarrollo tecnológico.

A fines de 1986 el Sr. Max Fernández Rojas, es invitado por el Directorio para ejercer las funciones de
Director General Ejecutivo. Al año siguiente es nombrado Presidente Ejecutivo, iniciándose así una nueva
etapa en la vida institucional de Cervecería Boliviana Nacional.

El proyecto de la Planta CBN en Santa Cruz, se puso en marcha en 1992 con una moderna
infraestructura, contribuyendo a la economía de la región y generando empleos tanto directos, como
indirectos.

En noviembre de 1995 se inauguró la Planta de ENALBO ubicada en la ciudad de Oruro, la misma fabrica
envases de aluminio cuya producción está destinada a satisfacer las demandas de la Empresa a nivel
nacional.

Entre los años 2001 y 2003, como consecuencia de dos procesos de fusión, la Sociedad incrementó su
patrimonio, incorporando, a partir del 1 de agosto de 2001, los patrimonios de Cervecería Boliviana
Nacional Santa Cruz S.A., Cervecería Santa Cruz S.A. y Cervecería Bavaria Unión Tarija S.A.; y a partir
del 1 de enero de 2003, los patrimonios de Cervecería Taquiña S.A. y Envases de Aluminio Boliviano
S.R.L. (Enalbo S.R.L.). El 9 de octubre de 2009, Cervecería Boliviana Nacional S.A. incorporó, mediante
un proceso de fusión por absorción, a la empresa Bebidas y Aguas Gaseosas de Occidente S.R.L.
(ByAGO S.R.L.), con lo cual integró a su patrimonio dos plantas de elaboración y envasado de bebidas
gaseosas.

Hoy en día la Cervecería Boliviana Nacional cuenta con 8 Plantas cerveceras, de gaseosas y una planta
de producción de latas de aluminio) en las ciudades de La Paz, El Alto, Santa Cruz, Cochabamba, Oruro y
Tarija. Es la Empresa número uno en el mercado en todo el País, además de ser reconocida como la
empresa líder en Responsabilidad Social Empresarial.

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