Libro Vol 205

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TOMO 205

1946
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fALLOS DE LA CORTE SUPREMA


DE JUSTICIA DE LA NACION

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REPUBLICA ARGENTINA

fALLOS
DE LA

CORTE SUPREMA
DE

JUSTICIA DE LA NACION
CON LA R!LÁCIÓN DE SUS RESPECTIVA.S CAUSAS

PUBLICACION DIRIOIDA
POR LOS '
Dus. RAMÓN T. MtNDEZ. E!tTEBAN IMAZ y RICARDO E. RI!Y
Secretario. d.1 Tritlll •• t

VOLUMEN 205 - ENTREOA PRIMERA

IMPRENTA LOPEZ
PeRú 666 - BUENOS AIRes
J946
HOJA COMPLEMENTARIA

Hoja incorporada a los efectos de permitir la búsqueda por


página dentro del Volumen.
FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

AÑo 1946 - JUNIO

FRANCISCO AL VARENGA

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestión fe-


deral. Cuestiones federales simples. Interpretaei6n de la Constitu-- i
eión N aeional. .
Procede el recurso extraordinario fundado en los arts. 14
y 18 de la ConstoNacional contra la sentencia denegatoria,
del habeas corpus deducido por. el extranjero cuya expul-
sión del país, según él, ha sido decretada por el P. E. sin •
darle oportunidad de defenderse.
EXPULSION DE EXTRANJEROS.
La facultad de expulsión acordada al P. E. por la ley ,
4144 presupone que debe notificar su propósito al interesa-
do creándole la posibilidad de defenderse de las imputa-
ciones que se le formulan, a falta de cuyos requisitos pro-
cede hacer lugar' al habeas corpus deducido por la perso..
na cuya deportación se ha ordenado.

DICTAMEN' DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Por sus fundamentos, y consideraciones concordan-
tes expresadas por el Minist. Fiscal, solicito a V. E.
confirme el fallo apelado ,de fs. 34, que deniega el re-
curso de habeas corpus interpuesto en favor de Fran-
cisco'Alvarenga. - Bs. Aires, abril 26 de 1946. "":'Juan
Alvarez.
FALLOS DE LA. CORTE SUPREMA

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 7 de junio de 1946.


y vistos: El recurso extraordinario deducido por
I Francisco Alvarenga contra la sentencia de la Cám.
Fed. de Apel. de la Capital que no hace lugar al re-
curso de ,amparo de la libertad que ha interpuesto.

Considerando:
Que notificado Alvarenga, de naciopalidad para-
guaya, del ,decreto del P. E. que ordena su expulsión del
país por considerarlo comprendido en las disposiciones
de la leynq 4144, deduce recu'rso de amparo de la li-
bertad invocando los derechos que le acuerdan los arts.
14 y 18 de la Consto Nacional, sosteniendo no estar com-
prendido en los términos de la eitada ley, ni haber sido
oído previamente, y como la sentencia recurrida re-
chaza el recurso interpuesto deduce recurso extraor-
dinario, que le ha sido concedido y procede de acuerdo
" con lo establecido por el arto 14, inc. 3q, de la ley 48
-Fallos: 203, 256 y los allí cihidos-. ,
Que descartada toda cuestión de constitucionalidad
~ inconstitucionalidad de la ley 4144, que no. ha sido
planteada, sólo corresponde recordar que es doctrina
de esta Corte que aun atribuída al P. E: la facultad de
expulsión, las garantías constitucionales siguen rigien-
do para amparar, con todo su imperio, los derechos que
la actuación ilegal y arbitraria de la autoridad pueda
haber vulnerado y que la garantía constitucional con-
signada por el art .. 18 .de la Consto Nacional, de que
nadie puede ser condenado sin ser oído, presupone la
obligación por .part~ del P. E. de notificar su propósi-
to al extranjero creándole la posibilidad de defenderse \
DB JUSTICIA
DB LA. ,NACIÓN

del las imputacione~ que se le formulen -:-Fallos: 164,


344; 203, 256-. Los ~ntecedentes remitidos demues-,
tran que si bien han existido actuaciones policiales con
relación al recurrente, solicitada su expulsión por nota
del Sr .. Jefe de la Policía Federal del 29 de octubre de
)945 se dicta el decreto de expulsión el 2 de noviembre,
sin que aparezca Alvarenga notificado del propósito
de expulsión, ni se le haya dado oportunidad de defen-
sa y ofrecer pruebas de descargo. La violación de la
citada garantía constitucional es patente. '
Por estos, fundamentos, oído el Sr. Procurador (k-
neral de la Nación, se revoca la sentencia apelada de
fs. 34 en cuanto ha podido ser materia del recurso ~x-
traordinario y se .declara que Francisco Alvarenga no
debe ser expulsado.
AÑTONIO SAGARNA(según mi' vo-
to) - B. A. NAZARANCHORE-
NA-,:. F. RAMOSMEJÍA - T. D.
CASARES(seg'Ú/n; su voto). '

VOTODEL SR. MINISTRODECANODR. D. ANTONIO-8AGARNA

Considerand~ :
Que en el número quinto del petitorio del recurso
de amparo, fs. 5 vta., Alvarenga invoca los arts. 14, 16
Y 18 de la Consto Nacional y reclama el derecho de, ser
, oído y producir prueba, en justicia, en abono de su ino-
cencia; y en el cap. 4 del cuerpo del Inismo escrito, alu-
diendo a un fallo de la Cá¡p. Fed. en asunto semejante
al deautos dice que "el extranjero radicado en el país
a quien el P. E. expulsa del mismo, se halla imp~dido de
ejercitar los derechos fundamentales que .la COJ?stitu-
ción leconfier~ en su arto 14: y, por lo tanto, se ha res-
8 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

tringido SU libertad en forma tal que hace procedente


el habeas corpus". "
Por ello y lo expresado en el voto en discordancia
de fundamentos en el caso"Doregger -Fallos: 203,256-
y los allí citados, revócase.la sentencia apelada en lo que
ha podido ser materia del recurso.
ANTONIO SAGARN A.

VOTO DEL SR. MINISTRO DR. D. TOMÁS D. CASARES

Considerando:
Que el recurso extraordinario es procedente porque
se cuestiona la inteligencia de la ley federal 4144 y la
sentencia es contraria al derecho que el recurrente in-
voca al amparo de aquélla. '
Que según el informe de fs. 8, 9 Y 10 el Presidente
de la Nación ha dispuesto la expulsión de Alvarenga en
ejercicio de la facultad que le acuerda' el arto 2'1de la
ley 4:144.
Que la decIsión fué tomada a raíz de las investiga-
ciones .qu~~onstan en el expediente de la Policía de la
Capital, Dirección de Investigaciones, Sección Espe-
cial, n'112.213, remitido ad-effeetum-videndi,
Que,en estos autos se dió vista al recurrente, pri-
mero del informe de fs. 8 (evacuada a fs. 12) y luego
del expediente administrativo que s,e acaba de Citar
(evacuada a f~. 27). En esta última oportunIdad no se '
niega la autenticidad ni la veracidad de las constancias
del acta de fs. 6 del expediente agregad'o. Los descar-
gos del recurrente no se refieren, a la inexactitud de las
comprobaciones sobre cuya base -el P. E. decretó la ex-
pulsión sino a la interpretación de dichos elementos de
juicio, lo cual está librado por la: ley 4144 al prudente
arbitrio del Presidente de la Nación.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 9

Que, en consecuencia, los descargos hechos por el


recurrente deben ser puestos e~ conocimiento del P. E.
porque siendo atribución privativa de éste juzgar si
comporta o no.peligro la presencia en el país del extran-
¡ jero de que se trata, es, en principio, el P. E., no la
justicia, el destinatario de su defensa, aunque la opor-
tunidad de ésta haya sido una actuación judicial.
Que la intervención del Sr. Fiscal de Cámara y del
Sr. Procurador General requiriendo, después de produ-
cidas las defensas de que se"ha hecho mención, que no se
haga lugar al habeas corpus, no puede interpretarse
como juicio del P. E. manteniendo la decisión en .cono-
cimiento de las defensas, porque ninguno dé los dos ha
invocado instrucción éspecial sobre el particular, vale
decir que sólo han actuado en eje'rcicio de la' genérica
representación que invisten. .
Por tanto se declara que, dada en esta causa la opor-
tumdad de defensa que la regular aplicación de la ley
4144 impone, la decisión del habeas corpus debe supedi-
tarse al conocimiento que de dicha defensa corresponde
darle al P. E. Con este alcance y en cuanto ha sido ma-
teria del recurso se revoca la sentencia apelada.

TOMÁS D. CASARES.

PROVINCIA DE BUENOS AIRES v. Cía. UNION TELE-


FONICA DEL RIO DE LA PLATA S. A.

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos'p,.opios. Sentencia de-


finitiva. Resoluciones anterio,.es a la sentencia definitiva. Ju.icios de
apremio y ejecutivo.
Procede el recurso extraordinario fundado en la inconsti-
tucionalidad de la ley de apremio contra la sentencia que
desestima esa impugnaci6n.
10 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

CONSTITUCION NACIONAL: Constitucionalidad e inconstitucio-


nalidad. Leyes provinciales. Buenos Aires.
No es violatorio del derecho de defensa en juicio el proce-
dimient.o sumario del apremio establecido por la ley 4876
..de la Prov .. de Bs. Aires que, si bien limita las' defensas
que pueden hacerse valer en él, no excluye aquellas rigu,-
rosamente ésenciales que de ninguna clase de juicio pueden
excluirse sin lesión de la justicia y su sent.encia no hace
cosa juzgada pues queda abierta la vía del juicio ordi-
nario.
RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Sentencia de-
finitiva. Resoluciones anteriores a la sentencia definitiva. Juicios de
apremio y ejecutivo.
No sosteniéndose que se trate de un caso de excepción no
procede el recurso extraordinario contra la sentencia que
en juicio de apremio, interpretando el régimen legal del
mismo, decide que no corresponde resolver en él las cues-
tiones constitucionales planteadas por el recurrente.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:.
Ante la justicia ordinaria de La Plata, la Prov. de
Bs. Aires inició apremio contra la Cía; Unión Telefó-
nica del Río de la Plata Ltda. por cobro de $ 529.650 %
procedentes del cobro de patentes fijas' de ciert. pesos,
con multa, durante varios años, a cada una de las ofi-
cinas telefónicas de la parte .demandada que la admi-
nistración provincial conceptuaba "agencias de publi-
caciones y avisos", a los efectos de lo dispuesto en el
arto 6, inc. 5°, d9 la ley local nO4199. Motivaron esa cali-
ficación los avisos comerciales insertos en las respecti-
vas guías de abonados.
Previos los trámites de práctica, falló el asunto la
Cám. 21J de Apelación, Sala 2" de los tribunales provin- .
oiales, declarando constitucional el impuesto exigido
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 11

por el Fisco (fs. 383 a 400). Contra tal sentencia se trae


ahora un recurso extraordinario para ante V. E., admi-
sible en cuanto respecte a las cuestiones federales in-
troducidas oportunamente al debate, siempre que, a
juicio de V. E. el cumplimiento de la sentencia dictada
en el juicio de apremio pudiera acarrear perjuicios irre-
parables.
Bajo tal concepto, las cuestiones a decidir son dos:
a) "si escapa a las potestades del gobierno de la
Prov. de Bs. Aires "gravar con impuestos la prestación
d"elservicio nacional de teléfonos;
b) si, a)m estando dentro de sus facultades el im-
puesto, tratarías e de un gravamen confiscatorio por su
monto, e inconstitucional en consecuencia.
" Lo primero, resulta dudoso por n.oexistir hasta hoy
Jurispruden.cia firme al respecto, ni constituir la inser-
ción de avisos comerciales en las gUías telefónicas un
elemento inseparable del servicio de comunicaciones.
Obvio es que dichas guías, destinadas a indicar el nú-
mero de cada abonado, pueden llenar cumplidamente el
objeto para que.se las prepara, sin necesidad de inser-
tar en ellas avisos" comerciales; pero media la circuns-
tancia de que el P. E., en su decreto reglamentario del
5 de octubre de 1936 (n9 91.698, publicado en Bol. Ofic~,
octubre 8) al hacer obligatoria la publicación de tales
guías de abonados (art. 44), admite implícitame~te la
inserción de avisos en ellas (art. 51).
A este motivo' de duda, agréganse dos sentencias de
V. E., discordes en cierto modo por lo que respecta a
la materia ahora debatida. En 154: 104, tratábase del
cobro de un impuesto provincial a The United Rive,.
Plate Teiephone Ltd. por concepto de inspección o fis-
calización de agencias telefónicas locales, y la Corte de-
12 F ALIJOS DE LA CORTE SUPREMA

cIaró ser válido el gravamen; pero en 192: 350, y ya


con referencia concreta a la inserción de avisos en la
guía, decidió que si la autoridad nacional permite inser-
tarlos, las autoridades locales carecen de jurisdicción
para' e:JÓ,girse les pida permiso. La duda, así producida,
no se disipa teniendo en cuenta otros fallos referentes
al cobro de impuestos locales a los avisos de tipo co-
mercial colocados en estaciones ferroviarias (189: 84;
196: 278), pues en estos últimos casos sólo se estudió el
alcance de las leyes especiales 'nos. 5315 y 10.657, asunto
distinto del aquí discutido. La Cía. Unión Telefónica del
Río de la Plata Ltda. no invoca exoneración de gravá-
menes a su favor j y ello hace también inaplicable por
analogía lo fallado en 188: 247. .
Dentro de las dificultades a que el problema se pres-
ta, y pues fuerza es darle solución optando entre una
doctrina u, otra, me inclino a conceptuar preferible la
de inás reciente data. En consecuencia, y admitido' así
que la compañía demandada actuó como concesionaria
del servicio nacional de teléfonos al publicar avisos en
sus guías, 'cor'respondería resolver que no pudo exigirse
por la Provincia el pago de patente como" agencias de
publicaciones y avisos", a las oficinas telefónicas de
.aquélla.
En cuanto a la segunda cuestión planteada -incons-
,titucionalidad de las patentes, por resultar confiscato-
rio su monto- lo es de hecho, y librada como tal al pru-
dente arbitrio de la Corte. Sea cual fuere la decisión a
este último respecto, pienso que las razones dadas antes
bastarían para revocar el fallo apelado en cuanto pudo
ser materia de recurso. - Bs. Aires abril 10 de 1945. -
Juan .Alvarez.
DJlJ JUSTICIA DE LA NACIÓN 13

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs., Aires, 7 de junio de 1946.


Y'vistos los autos "Fisco de la Prov. de Es. Aires
c. Cía. Unión Telefónica del Río de la Plata Ltda. s.
cobro ejecutivo", en los que se ha concedido a fa. 410
el recurso extra.ordinario contra la sentencia de fs. 383
dictada por la Sala 2~de la Cám. 2~de Apel. 'en lo Civ..
y Comercial de La Plata; y

Considerando:
Que el recurso extraordinario se funda en la Ín-
constitucionalidad de la ley provincial de apremio~ y
en la de los preceptos que iinponen el gravamen por ser
éste contrario al comercio y a la libre comunicación i;n.-
terprovinciales, y además confiscatorio. Agrégase, por
fin, que se lo cobra sin ley que lo autorice porque ni la
Unión Telefónica ni ninguna de sus oficinas secciona-
les a las, que correspondan las guías de que se trata
son "agencias de publicidad".
Que el recurso es, por de pronto, procedente con
respecto a la invocada inconstitucionalidado.e la, ley
de apremio porque ia sentencia apelada que desecha la
imputación y decide aplicarla es,' en ese punto, defini-
tiva, y la cuestión fué oportunamente introducida en
la causa.
Que el procediIniento. sumario del apremio obje-
tado en esta causa no es violatorio del derecho de de-
fensa porque si 'bien limita, como todos los de su es-
pecie, las que pueden hacerse valer en él, no se alega
aquí excluya aquéllas riguroaamen~e esenciales que de
ninguna clase de juicio pueden excluirse sin lesión de
la justicia, y su sentencia no hace cosa juzgada que-
14 FALLos DE LA CORTE SUPREMA

dando abierta ]a vía del. juicio ordinario con toda la


amplitud de la defensa que 10 caracteriza. Por todo
ello el procedimiento atacado cumple los requisitos que
esta ,Corte ha considerado indispensables para que el
(
derecho de defensa no sufra agravio: que el litigante
tenga la' oportunidad de ser oído y se encuentre en
, '

condiciones de ejercer sus derechos en la forma que


establecen las leyes respectivas.
Que si el procedimiento de apremio es constitucio-
nal, el recurso extraordinario fundado en inconstitueio-
nalidades que el tribunal de la causa, interpretando el
régimen legal de ese juicio sumario, ha considerado
que no debían flecidirse en él, nocs procedente, puesto
que se trata de la interpretación de normas locales y
10 resuelto, que reconoce que la cuestión constitucional
puede . ser examinada en el ulterior. juicio ordinario,
no importa frustración del derecho federal.
Que, por lo demás, no se está, según resulta de lo
expuesto, ante una sentencia definitiva y en la interpo- .
sición del recurso no se pretende que éste sea alguno
de los casos de excepción en los cuales, a pesar de no
hacer cósa juzgada la sentencia, se consideró que el
, recurso debía abrirse.-
Por tanto y oído el Sr. Procurador General, se
confirma la sentencia apelada en cuanto se atiene al
procedimiento del' apremio por considerarlo constitu-
cional y se declara improcedente el recurso en todo lo
demás que comprende.

ANTONIO SAGARNA. - B. A. NA-


ZAR ANClioRENA - F. RAMOS
MEJÍA - T. D. CASARES. .

\
DB JUSTICIA DE LA NACIÓN 15

ALBERTO MIRKIN

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos comunes. Subsistm-


cM de los requisitos.
Habiéndose levantado el estado de sitio mientr~ se ,subs.
tanciaba ante la Corte Suprema el habeas corpus some.
tido a.su conocimiento por medio del recurso extraordiná.
" rio, fundado. en el ejercicio inconstitucional por el P. E.
de las facultades que dicho estado le acuerda, no corres-
ponde dictar pronunciamiento alguno sobre las cuestiones
planteadas sino declarar improcedente dicho recurso extra.-
ordinario.
RECURSO EXTRAORDINARIO:' Resoluci6,.. Límites del prOfum-
ciamien-to.
La circunstancia de que el detenido que fund6 el recurso
extraordinario en el ejercicio inconstitucional por el P. E.
de las facultades que le acuerda el estado de sitio, no haya
sabido con anterioridad a la interposición de aquél, sino
mientras el expediente tramitaba ante la Corte Suprema,
que ,poco después de su detención había sido ordenada su
expulsión del país por aplicación de la ley 4144, no autori.
za a dicho Tribunal a tomar en consideración las cuestiones
que al respecto intente plantear el apelante, no compren-o
didas en el recurso extraordinario interpuestó.

FALLO DE' LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 7 de junio de 1946.


y. vistos lo's autos. "Mirkin Alberto, recurso, de
habeas corpus", en los que se há concedido a fs. 11 el
recurso 'extraordinario interpuesto a fs. 10 contra la
sentencia dictada a fs. 9 por' la Cám. Fed. de la Ca-
pital. "-
Considerando:
Que el recurso extraordinario se funda en que la
detención de Mirkin por orden del Presidente de la Na-
. eión en ejercicio de las. facultades que le acuerda el
I
16 F ALIJOS DE LA CORTE SUPREMA

estado de sitio, 'pero invocápdose para ejercitarlas "ac- ¡.,!


,I
tlvidades de espionaje" (informe de' fs. 4) que según
el recurrente importarían la comisión de un delito cuyo
juzgamiento corresponde a la justicia, sería violatoria.
del arto 95 de la Consto Nacional puesto que en tales
circunstancias la detención implica el ejercicio de 'fun-
ciones judiciales y la imposición de una pena por el
supuesto delito a que se ha hecho referencia.
Que por una parte, habiéndose levantado el estado
de sitio, -el recutso de habeas corpus, en cuanto deter-
minado por un acto del P. E. correspondiente a las fa-
cultades de excepción que dicho estado le acuerda, ha
dejado de tener razón de ser. Y por otra, del informe
de fs. 24 resulta que desde el 14 de febrero del corriente
año la detención de Mirkin obedece al cumplimiento
del decreto que dispone su expulsión por considerarlo 1

comprendido en el arto 2~de' la ley 4144, situación ésta


I
no contemplada en .-elhabeas corpus' de que se trata en ~
estos autos y ajena al objeto propio de este recurso ex-
traordinario.
Que si bien la modificación de .la causa de la de-
tención mientras se substancia el recurso de habeas cor-
pus puede autorizar a quien lo interpu'so a variar co- .
rrelativamel).te lbs términos de su planteamiento para
que las modificaciones aludidas no frustren el amparo
ni lo obsten imponiendo con cada una de ellas la promo-
ción de un nuevo recurso, tratándose como aquí se trata
de un recurso extraordinario, extraño por su natura-
leza a todo lo de la causa que no sea la cuestión .federal
o constitucional que lo determina, la posibilidad aludida
precedentemente no puede tomarse en consideración en
este caso. Y como ha venido a ser inoficiosa la deci-
sión de las cuestiones constitucionales planteadas por
el recurrente, tanto por la cesación del estado de sitio,
j
l,
,

~ ..
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN . 17

como porque la detención actual de Mirkin tiene "una


eausa distinta de la que determino el planteamiento de
dichas cuestiones, se declara improcedente el recurso.

ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.

STEWART y SEALY v. NACION ARGENTINA


\
MULTAS.
El P. E. o los funcionarios administrativos pueden ser fa-
cultados por ley para imponer sanciones pecuniarias siem-
pre que se deje expedita la instancia judicial.
RECURSO E]i.TRAORDINARIO: Requisitos comunes. Tribunal de
Justicia.
El recurso extraordinario sólo procede' respecto de sen-
tencias judiciales y excepcionalmente contra resoluciones
administrativas cuando éstas han ejercido facultades judi-
ciales reconoCIdas por ley y sin recurso para ante otro
tribunal.
DEMANDA CONTENCIOSA.
Cuando la ley permite optar entre el recurso administra-
tivo y el judicial, la elección ae uno excluye el ejercicio
ulterior del otro.
RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos comunes. Triburw,Z de
Justicia.
No procede el recurso extraordinario contra la resolución
del P. E. Nacional que impone la multa prevista por la
ley 12.160, sino ejercer oportunamente la acción de repe-
tición, a la que no puede oponerse la circunstancia de 'que
se haya pedido administrativamente la revocatoria de la
sanción fundada en el carácter compensatorio de la 'multa,
f o su disminución al mínimo legal, si al formular el reclamo
se manifestó disconformidad y el pago ¡rehizo luego con
reserva de ocurrir a los tribunales de justicia .

.i
18 FALLOS DE LA OORTE SUP~A

OONTROL DE OAMBIOS.
La aplicación de las multas previstas en el arto 17 de la
ley 12.160 para los casos de infracciones y falsas decla-
raciones, quedó supeditada a )a reglamentación que se en-
comendaba al P. E., por lo que no procede aplicarlas al im-
portador que, antes de dictada ésta, omitió denunciar y
devolver el cambio que no utilizó.
OONTROL DE OAMBIOS.
La reglament.ación dictada por el P. E. de acuerdo a lo
dispuesto en el arto 17 de la ley 12.160, no puede ser apli-
cada retroactivamente para imponer una sanción penal a
hechos ocurridos con anterioridad al decreto.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL "

Bs. Aires, octubre 3 de 1944.


y vistos: Para res'olver estos autos ~aratillados: "Stewart
y Sealy c. Gob. de la Nación s. repetición de multa", de los que
resulta:
1) Que a fs. 3 se presenta la actora deduciendo formal
. demanda contra el Gob. de la Nación por devolución de la suma
de $ 19.300 m/n., que le ha exigido indebidamente el P. E. en
concepto de multa, en mérito de las siguientes consideraciones:
Dice que su actividad comercial se particulariza en las"
operaciones de importación (artículos de ferretería y maqui-
narias en general). Que en el mes de octubre de 1936 fué obje-
to de una inspección especial llevada acabo por la Oficina
de Control de Cambios. Que con motivo de dicha investigación,
el P. E. por decreto de fecha 21 de octubre de 1937 le impuso
la multa, cuya repetición se persigue, en razón de que, a est;:¡r
a los términos de dicho decreto, existía una diferencia de
liras 520.930 y libras 2.629.5.9"(cantidad que se le exigió res-
tituir) sobre los permisos de cambio solicitados cuya inversión
no se ajustaba .a los permisos"otorgados. No obstant.e los recla-
mos intentados ('ontra dicha resolución, el P. E. la confirmó
por decreto de fecha 14 de mayo de 1938, razón por la que se
procedió a efectuar el pago de la multa impuesta con las reser-
vas del caso. Se sostiene que la aplicación de la multa cuestio-
nada es improcedente por las siguientes razones: a) Porque
no ha" existido, con el alcance que se pretende, la existencia
d"elos hechos imputados, razón por la que falta el elemento
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 19

esencial de ia sanción aplicada. b) Porque aun admitiendo la


existencia de esos hechos, ellos no han constituído infracción
pasible de penalidad alguna, toda vez que, al tiempo que ellos
se habían realizado, el P. E. n'o había dictado el correspon-
diente decreto reglamentario del arto 17 de la ley 12.160 (que
se invoca en la resolución del 21 de octubre de 1937) determi-
nando cuáles eran las infracciones sujetas a multa. Faltaría
en este caso al tiem'pode la comisión de .Joshechos imputados,
la norma sancionadora. La aplicación del decreto reglamentario
del año 1938 no puede ha.cerse efectiva porque ello implicaría
dar a esta reglamentación un efecto retroactivo que no puede
tener. No cabe en consecuencia sanción alguna en ~irt.u4 de que
nadie puede ser obligado a hacer lo que la ley no manda ni le
está vedado ha.cer lo que ésta no prohibe (art. 19 de la Consto
Nacional) y porque nadie puede ser penado sin juicio previo
fundado en ley anterior al hecho del proceso (art. 18 de la
Consto Nacional). c) Porque en el peor de los casos dado el
carácter administrativo 'penal que reviste la sanción impuesta,
la prescripción de la acción se habría producido a la fecha del
decreto cuestionado, de conformidad con las pertinent.e.~ dis-
posiciones del Cód. Penal. d) Porque en el supuesto que no
se admitiera el carácter penal atribuído a dicha sanción, su
aplicación sólo sería procedente en el caso de que se hubiera
ocasionado un perjuicio al Fisco, hecho que no existe, siendo
que por el contrario la devoluci6nde las divisas implicó una
pérdida real de $ 5.602,46 m/n. Luego de hacer una serie de
consideraciones más tendientes a demostrar la razón que' le .
asiste y de citar jurisprudencia en apoyo de sus afirmaciones,
pide que se haga lugar a la repetición int.entada con intereses
y costas.
2\1 A fs. 20 se presenta el Proc. Fiscal, Dr. Víctor J.
Paulucci Cornejo, contestando y dice:
Que la demanda es improcedente. Sostiene en primer lugar
que la justicia es incompet.ente para entender en el juicio .por
cuanto se discute en el presente una resolución de .carácter
eminent.emente administrativo que por su naturaleza excluye
toda revisión. Agrega q'Ú.eexiste cosa juzgada, desde el mo-
mento que el decreto impugnado era insusceptible de recurso
alguno, produciendo por tal motivo ipso ,11l1reejecutoria. Entra
luego a analizar detenidamente el régimen legal aplicable. en
el caso de autos, para llegar a la conclusión de que la multa
impuesta fué legalmente apIi~ada. Niega la prescripción invo-
zo F AIillOS DE LA CORTE SUPREMA

cada y' tras ot.ras manifestaciones más pide en definitiva el


rechazo de la demanda con especial condenación en costas.
Considerando:
19 Que la defensa de "incompetencia" que entre otras ar- .
ticula la demandada en su escrito de responde y funda particu-
larmente en el hecho de que el decreto del Po E. cuestionado
en estas autos es, por su naturaleza, uno de aquellos actos de
resorte exclusivamente administrativo, no puede a' juicio del
suscripto prosperar.
Debe ante todo señalarse muy especialmente que lo que se
persigue en este juicio no es la revisión propiamente de dicho
decreto, comó parecería entenderlo la demandada. Lo que sos-
tiene la actora es que no ha existido el hecho imputado en la
medida que se pretende y por otra parte que no ha existido
norma legal que autorice al P. E. a dictar la medida im-
pugnada.
De lo expuesto se sigue lógicamente que la facultad del
Poder Judicial para intervenir en cuestiones de esta natura-
leza no puede ser desconocida, puesto que lo contrario impli-
caría reconocer facultades discrecionales sin control de ningu-
na naturaleza al P. E. que, aparte de antijurídico implicaría
un atentado al sist.ema institucional en el que reposa nuestra
organización política y administrativa.
o Es principio consagrado por la doctrina y la jurispruden-
da que todo acto administrativo debe reunir ciertos requisitos
de forma y competencia indispensables a los efectos de su vali-
dez. La falta de algunos de ellos le restaría toda eficacia y el
Poder Judicial es el encargado de resolver en cada caso particu- '
lar si ellos reúnen esos, requisitos esenciales que afectan .,u
validez (ver So Co, fallos: t. 175, pág. 368; conf. Go JÉZE, Dere-
cho Administrativo, Ed. 1928, pág. 75 Y sgs.; conf. también
ALCINDOR, Essai d'une Théorie des nuUités en Droit Adminis-
tratif, París 1912, pág. 130 cit. a fs. 76 en nota de la obra ante-
riorment.e citada).
Cuando en un caso dado, como en el ocurrente, se pone en
tela de juicio alguno de aquellos requisitos que afectan a la
esencia del acto -como ser la falta del hecho imputado y la
no existencia de la norma legal que autorice la sanción apli-
cada- la competencia del Poder Judicial no puede ser dudosa
de conformidad con' lo expresado anteriormente, razón que
toma en cuenta el suscripto para desestimar definit.ivamente la
&rticulación analizada y así Se declara.. .
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 21

29 Que tampoco puede seguir mejor suerte la defé"nsade


"cosa juzgada" que también se articula en el referido escrito
de responde (fs. 20).
Si bien es cierto que el decreto del P. E. de fecha 21 de
octubre de 1937 no es susceptible de recurso legal alguno, eno
no impide a la parte afectada a t.raer la cuestión debatida
a la justicia, cuando lo que se persigue no es propiamente la
revisión de dicho acto, comose hizo notar anteriormente, sino la
de determinar si en el caso dado ha existido por parte del Poder
Administrador facultad legal para tomar una. decisión de esa
naturaleza.
Cree innecesario el suscripto repetir en esta oportunidad
..
' los conceptos expresados en el apartado anterior para demostrar
la proceden~ia de la acción en tal sentido y a ellos se remite
para rechazar la defensa analizada en forma definitiva.
3'> Que descartadas así las defensas previ!lS opuestas a
fs. 20, corresponde entrar a analizar la cuestión de fondo deba--
tido en estos autos.
Según se desprende de las actuaciones administrativas agre.
gadas por cuerda floja (sumario n'>149, Min. de Hacienda de
la Nación), la firma actora -Stewart y Sealy- obtuvo en
diversas oportunidades de la Oficina de Control de Cambios per-
misos de compra de divisas extranjeras que no aplicó en su tota-
lidad al pago de las facturas para las cuales habían l'lidosolici.
tadas. Esa diferencia surge de la declaración jurada presen.
tada por ella a requerimiento de la Oficina encargada de estas
actividades y de las constancias de sus propios libros exhibidos
a los inspect.oresque cumplieron la investigación correspondien-
te. La diferencia comprobada llegó a las siguientes sumas:
libras esterlinas 2.629.5.9y liras 520.930 (ver i!lf. fs. 60). Dicha
diferencia fué reintegrada oportunamente respondiendo a la
intimación hecha por parte de la Oficina de Control de Cambios
(ver constancias de fs. 53/4/5 expte. citado). Sin perjuicio
de ello el P. E. en uso de las facultades que le acuerda el
arto 17 de la ley n9 12.160 impuso a la firma" Stewart. y Sealy"
una multa de $ 19.300 m/n., cuya devolución se cuestiona en
estos autos (ver decreto del 21 de octubre de 1937, fs. 66,
expte. cit.).
Ahora bien, de acuerdo a lo que resulta de la,<,¡ constancias
señaladas no aparece comprobada la mala fe en que habría
incurrido la .firma actora mediante un ocultamiento malicioso
que permitiera afirmar que existieron maniobtas tendientes 8
obtener una finalidad dolosa. Ello surge de su propia decla-
Z2 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

ración jurada y de la correcta forma en que llevó los libros,


de los que aparecieron claramente los hechos que motivan esta'
litis. Tan es así que el P. E. expresamente lo reconOce en su
decreto de fs. 66, cuando dice: "Que de la inspección de los
libros no result.a un ocultamiento de la existencia de los hechos
comprobados, circunstancia que favorece, en parte, la situación
del importador ante lo dispuesto por el arto 17 de la ley
n\l12.160".
De lo expuesto se' sigue que si bien es cierto ha existido
por parte de la firma actora una aplicación irregular de las
divisas obtenidas, hecho que no denunció como debía hacerlo,
no ha mediado en cambio actitud delictuosa imputable, que
permita sostener que hubo falsedad dentro del concepto legal ..
sancionado por el D. R. del 13 de abril de 1935. La infracción
comprobada, como con todo acierto lo afirma la presentanteno
ha podido serpenada en la situación analizada porque el arto 17
de la ley 12.160 que se invoca en el recordado decreto del P. E.
del 21 de octubre de 1937,se hallaba sujeto a la correspondiente
reglament.ación, la que recién tuvo lugar en el año 1938.
La aplicació.n de esas normas no ha podido lógicamente
tener efecto alguno respecto a los hechos imputados, toda vez
que ellos se produjeron con anterioridad a la fecha en que ésta
fué dictada. Faltaba en consecuencia la norma que calificara el
hecho punible y por lo tanto el P. E. no ha podido invocar
válidamente disposición legal alguna que le permitiera aplicar
la, sanción impuesta ..
4\1 Que sin perjuicio de lo anteriormente expuesto, con-
viene recordar que la Suprema Corte de la Nación in re: "Na-
tional Lead Co. c.jFisco" (ver Fallos: t. 187, pág. 36), resol-
viendo una causa análoga a la presente, sostuyo el mismo crite-
rio, declarando que cuando no existe mala fe comprobada no es
aplicable la sanción prevista en el D. R. del 13 de abril de 1935
y que el decreto reglamentario del año 1938 no puede apli-
carse con efecto retroactivo porque ello implicaría dar a esa
norma un efecto contrario al art.. 18 de la' Constitución Nacio-
nal y a la constante jurisprudencia de esa Corte. (Ver Fallos:
t. 169, pág. 309; t. 178, pág. 355).
Frente a las consideraciones expuestas, el suscripto se de-
cide definitivamente por la aceptación del reclamo intentado
en los términos del escrit.o de fs. 3,y así lo déclara.
Por las 'precedentes consideraciones, fallo declarando que
elGob. de la Nación, deberá devolver a 'los Sres. Stewart: y
DE JUSTICIA DE LANACI6N . 23

Sealy la suma de $ 19.300 m/n., más sus intereses al estilo de


los que percibe el Banco de la Nación Argentina, desde la
fecha de la notificación de la demanda. Sin costas. - B. Gaehe
Pirán.

SENTENCIA DE LA GÁM<\.RA FEDERAL

Buenos Aires, 13 de abril de 1945.


y vistos: Considerando:
1. La sentencia recurrida, desestima con acierto las defen-
sas de incompetencia de la justicia para rever lo resuelto por
el Poder Administ.rador y de cosa juzgada, ya que toda deci-
sión administrativa debe ajustarse a las leyes y en definitiva es
el Poder Judicial a quien le incumbe decidir, si el respectivo
pronunciamiento, -en cuanto afecta derechos de terceros- se
conforma o no a los hechos comprobados yal derecho aplicable.
n. El fallo <lelSr. Juez a qua -sin duda por no haber-
lo considerado necesario- no se pronuncia sobre la prescrip-
ción de la acción penal planteada en la demanda (fs. 9 vta.),
defensa reproducida en la contestación a la expresión de agra-
vios (fs. 62 vta.).
Al respecto sostiénese en la demanda, que en la fecha en
que el P. E. impuso la multa cuya repetición se persigue (21 de
octubre de 1937, fs. 66 expte. adm.), mantenida por el decreto
de fecha 14 de mayo de 1938 (Is. 80, éxpte. agreg.) habían
transcurrido más de dos años desde la última infracción, por lo
que la acción penal hallábase prescripta al imponerse la san-
ción (art. 62, inc. 59, del Cód. Penal).
Partiendo del supuesto de que en el caso, la ,multa aplicada
no reviste carácter reparador, sino punitorio, porque ha sido
establecida en la ley para prevenir y evit.ar la violación de sus
disposiciones y no para reparar el daño, y por ende que la
prescripción aplicable es la de la ley penal citada, lo cierto es,
como se hace constar a fs. 89 del expte. administrativo, quede
las planillas de fs. 32 presentadas p'or los interesados, del infor-
me de fs. ~3/4 y del certificado de formulario n9 105, agre-
gado a fs. 88 resulta, que la última infracción comet.ida por
los importadores, se produjo con la solicitud de cambio de
fecha 17 de julio de 1936, por lo que, a la fecha en que se
aplicó administrativamente la multa de $ 19.300, por decreto
del 21 de octubre de 1937, mantertida por decreto del 14 de
mayo de 1938, no h~bían transcurrido los dos años señalados en
24 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

la disposición legal citada, para la' prescripción de la acción


penal..
In. De las constancias del expte. administrativo agrega-
do, result~ plenamente probado que los Sres. Stewart y Sealy,
no utilizaron el t.otal del cambio que les concedió la Dirección
de Control de Cambios, para introducir al país mercaderías de
Inglaterra e Italia, habiendo dispuesto del excedente en lugar
de denunciarlo y devolverlo, como era su obligación, pues de
admitirse lo contrario, se invalidaría todo el mecanismo del
régimen del contralor de cambio, invirtiéndose sin autorización
legal, los sobrantes que el Estado pueda necesitar para otros
fines urgentes .
. Está justificado igualmente que los actores acataron y eje.-
cutaron la orden de la Dir. de Contralor de Cambios de vender
en un Banco autorizado 520.930 liras y 2.629:5/9 libras, al
cambio oficial corriente en el 'día (resoluciones de fs. 35, 47
Y 56 Y certificaciones de fs. 51 y 52 expte. agreg.), quedando
así restit.uída la totalidad de las divisas, utilizadas indebida-
mente. . ,
IV. Que III resolución administrativa de £S. 66 pone de
manifiesto, que en el caso no ha existido falsa declaración capaz
de autorizar la aplicación del decreto de fecha 13 de abril
de 1935, que determina la imposición de una multa del décu-
plo, pues se reconoce que de la inspección hecha en los libros
de los interesados, no resulta haberse ocultado la existencia
de los hechos comprooados, apareciendo por el contrario, prima
jacie que aquéllos obraron de buena fe. El caso resulta así,
distinto del de Shepherd y Cía. fallado por este Tribunal en
18 de setiembre de 1944, en el .cual se declaró la validez de
la multa impuesta en razón de haberse comprobado falsa de-
claración.
En tales condiciones y dado que, contrariamente a lo soste-
nido por el Proc. Fiscal de Cámara, infracciones de esta natu-
raleza no son de carácter formal, debe estimarse aplicable al
caso las consideraciones que adujo la Corte Suprema en la causa
similar seguida por National Lead Co., contra la Nación (Fallos:
187:42), en la que se resolvió la absolución de la pena impues-
ta a la casa Lead, en razón de que el arto 17 de la ley 12.160
supeditó a la reglamentación del P. E. la aplicación de multas
por infracciones o falsas declaraciones, y esa reglamentación
fué dictada recién el 18 de febrero de 1938, mencionándose en
ella como infracción: arto 29, inc. c) "la aplicación del cambio
otorgado ,3 fines distintos que los indicados al' solicitarlo",
DE JUSTICIA DE LANACI6N 25

que lls precisamente'lo que en aquel caso hizo Lead, y en el pre-


sente han hecho los actores. Como se ve este decreto es muy
posterior a la fecha de la última infracción atribuída a la firma
Stewart y Sealy y no puede aplicarse con efecto retroactivo
porque sería contrario al arto 18 de la Consto Nacional (Fallo
citado' y los en él mencionados). '
Consiguientemente procede la confirmación del fano ape-
lado, que dispone se devuelva a los actores la suma de $ 19.300,
oblada por éstos en concepto de la multa que les fué impuesta,
por las aludidas infracciones y que los recurrentes abonaron
bajo protesta. '
V. La eximición de costas a la demandada, que ha mo-
tivado el recurso interpuesto por los actores, es justa, porque
debe reconocerse que el Gobierno tuvo explicables'motivos para
aplicar la sanción discutida. .
Por ello y sus fundamentos, se confirma en todas sus par-
tes la sentencia de fs. 43, debiendo correr también por su orden
las costas de esta instancia. - Carlos Herrera. - CarZos del
Campillo. - R. Villar Palacio. - J. A. GQnzález Calderón. -
Alfonso E. Poccard. .

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 7 de junio de 1946.


y vistos: El recurso de apelación ordinaria inter-,
puesto por el Min. Fiscal contra la sentencia de la Cám.
Fed. de Apel. de la Capital que hace lugar a la de-
,manda de repetición deducida por- Stewart y SeaIy
contra la Nación (1).

Considerando:
Que en materia de multas administrativas de ca-
rácter penal, y lo es la impuesta a los actores, la Corte
ha fijado en repetidos fallos una doctrina cuyos prin-
cipIOSes conveniente repetir para resolver el pre'sente
(1) En la misma fecha fueron resueltas en igual sentido las eausae
eeguida'll por "Filgtteira, Risso y Cía" Y •• La Hidrófila Argentina". ./
26 FALLOS DE LA CORTE SÚPREMA

caso. Ha dejado establecido así: que el P. E. o los fun-


cionarios administrativos pueden ser facultados por
la ley para imponer sanciones de multa siempre que se
deje expedita ]a instancia judicial -Fallos: 201, 428
S los allí citados-; el recurso .extraordinario, en prin-
cipio, sólo procede respecto de sentencias judiciales y
por excepción respecto de resoluciones de autoridades
administrativas cuando éstas han ejercido facultades
judiciales reconocidas legalmente sin recurso para ante.
otro tribunal, pues cuando esas resoluciones requieren
la intervenpión de los tribunales, .por vía que no sea la
ejecución de sentencia, el recurso tampoco proGede'
-Fallos: 183, 100 y los allí citados-; cuando la ley
da opción al infractor entre el recurso administ'rativo
O y el judicial, la elección de uno excluye el ejercicio pos-
terior del otro -Fallos: 184, 162; 196, 180; 197, 466-.
La doctrina también fué aplicada en 185, 251.
Que por aplicación de estos principios en Jos casos
que han venido a conocimiento de 'la Corte con relación
a la ley n 12.160, que atribuye al P. E. la imposición
Q

de las multas y nada dispone sobre recursos, se han


dictado sentencias que también conviene puntualizar
para demostrar la unidad de doctrina que his ha ins-
pirado. En el caso de Giandoménico Bucciante -183,
lOO-se denegó el recurso extraordinario porque la de-
cisión administrativa se limitaba a ordenar que en caso
. de incumplimiento .se diera intervención al procurador
fiscal a fin de que iniciara las acciones judiciales que
correspondieran dejando, así, expedita la instancia ju-
dicial. En los casos de National Lead Co. S. A. v. Na-
ción Argentina -i87, 36-, Genserico Benvenuto e .Fi-
gli v. Nación Argentina -194, 454-, y Shepherd y Cía.
v. Nación Argentina -201, 307-, la Corte intervino en
tercera instancia ordinaria por vía del juicio ordin~rio
. DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 27

de repetición, en los que no se discutió la procedencia


formal del juicio.
Que en el presente caso la multa ha sido impuesta
por decreto del P. E. del 21.de octubre de 1937 y, pedida
la reconsideración, mantenida por decreto del mismo po-
der del 14 de mayo de 1938 -fs. 60 y 80, expte. adm.
agregado- fijándose el plazo de cincQ días para el de-
pósito de la multa en el Banco Central de la República
Argentina, sin ordenar instancia judicial alguna. En ta-
les condiciones la única forma de hacer viable la nece-
saria intervención del Poder Judicial que valida las mul-
tas penales administrativas es la acción de repetición
aun cuandoelll1 sea contraria, en principio, al carácter
penal de esas sanciones. No procede el recurso extraoI::
dinafio porque la multa no ha sido impuesta por un
funcionario administrativo aplicando f!lcultades judicia-
les regladas por la ley, sino por un decreto del Sto Pre-
sidente de la Nación, refrendado por el Ministro respec-
tivo, es decir un acto del P. E. que no puede ser revisado
por el Poder Judicial en virtud de un recurso de apela-
ción. La ley 12.160no establece ni reglamenta ningún re-
curso para la def~nsa del infractor y la reglamentación
del decreto del 18 de febrero de 1938 sólo' autoriza. a
los interesados a pedir reconsideración. No es, pues, el
caso de otras leyes que establecen recursos ante el su-
perior jerárquico administrativo o ante los tribunales
de justicia y disponen que la elección de uno importa la
renuncia al otro. Allí si el infractor elige el recurso ad-
ministrativo se 'priva del amparo judicial por un acto
de su voluntad al. hacer uso ,de la alternativa que le da
la ley. Aquí la deficiencia de la ley no puede dejarlo in-
defenso. O la leyes inconstitucional por no permitir el
amparo judicial, lo que no se alega, o el infractor puede
iniciar el juicio de repetición para restablecer el dere-
28 FALLOS DE LA CORTE' SUPREMA

cho. Es la solución justa; la solución que armoniza el


propósito del legislador de que ciertas infracciones sean
sancionadas y los derechos del particular para requerir
el amparo judicial a su derecho cuando lo considera vul-
nerado. Esto basta para dejar establecida la procedencia
de la jurisdicción judicial, su facultad de rever la reso-
lución administrativa y la inexistencia de cosa juzgada.
Doctrina aplicada por la Corte en el caso de Shepherd
y Cía., ya citado, al referirse al considerando segundo
de la sentencia de primera instancia.
Que el hecho de pedir reposición sosteniendo el ca-
rácter compensatorio de la multa y concluir solicitando
que si se creyera necesario sancionar la transgresión,
la multa no podría ser sino mínima -:fs. 72 del expte.
adm.- no importa reconocer la justicia de la sanción
impuesta cuando al reclamar ya se manifiesta discon-
formidad y posteriormente el pago se hace bajo protesta
de plantear la cuestión por vía judicial -fs. 83, expte.
citado-.
Que el caso es análogo al resuelto por la Corte en
National Lead Co. S. A. v. Nación Argentina, ya ci-
tado, donde se declaró que la aplicación de las multas
previstas en el arto 17 de la ley 12.160 para los casos
de infracciones y falsas declaraciones, quedó supeditada
a la reglamentación que se encomendaba al P. E. por
lo que no procedía aplicaÍ'las a quien, antes de dictada
ésta, omitió denunciar y devolv,er el cambio que no uti-
lizó y que esa reglamentación no puede ser aplicada re-
troactivamente para imponer una ,sanción penal a he-
chos ocurridos con anterioridad al decreto. En éste la
multa se impuso el 21 de octubre de 1937, por infraccio-
nes ocurridas en 1936, y la pena reglamentaria fué es-
tablecida por decreto del 14 de mayo de 1938.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 29

Por estos fundamentos y los de la sentencia 'apelada


se la confirma en todas sus partes. Costas por su orden:

ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMOS ME.rÍA
- T. D. CASARES (en disiden-
cia).

DISIDENCIA DEL SR. MINISTRO "DR, D. TOMÁS D". CASARES

Considerando:
Que la ley 12.160faculta al P. E. para imponer mul-
tas en casos de "infracciones" o "faÍsas declaraciones"
relativas al régiinen del control de cambios establecido
por ella. De las resoluciones o decretos en que la's multas
'se impongan no acuerda recurso a la justicia. El actor
dedujo ante la autoridad que se la impuso, primero re-
curso de reposición y luego de nulidad sin que se hi-
ciera lugar a ninguno de los dos. Con estos antecedentes
y luego 'de haber oblado la multa con reservas promueve
demanda de repetición. ' ,
Que es doctrina de esta Corte que el juicio de repe-
tición es una vía de reparación legal establecida en
nuestras instituciones y consagrada por la decisión cons-
tante de nuestros tribunales, para obtener que se rec-
tifiquen los errores o se corrijan los abusos en que las
autoridades administrativas hayan podido incurrir, sea
que se trate de la aplicación de las leyes impositivas,
sea que se trate de la imposición de multas (Fallos:
129, 405; 156, 100). Pero cuando en este 'último su-
puesto las leyes respectivas autorizan un recurso judi-
cial contra la decisión administrativa, también es ,ju-
risprudencia del Tribunal que el juicio de repetición
30 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
I

no es procedente (Fallos: 184, 162; 186, 45; 187, 492;


189, 156; 194, 187; 196, 180 Y 453; 197, 55 Y 466; 199,
29). A lo cual cabe agregar que esta Corte "ha encon-
trado admisible que cierto tipo de negocios o infraccio-
. nes, por razón de la naturaleza pública de los intere-
ses cuya tutela se procura sean juzgados por funcio-
narios (administrativos) y formalidades (administra-
tivas) especiales" (Fallos: 193, 408 y los allí citados).
De todo lo cual se sigue que la demanda de repetición
de lo pagado en cumplimiento de una sanción adminis-
trativa,sólo es procedente, en principio, si de la res-
pectiva decisión no había, en el régimen de la ley, re-
curso judicial. Pero esto es así siempre' que el particu-
lar interesado no se allane a dicho régimen haciendo
en lo administrativo la defensa de lo que considere, su
derecho por la vía de los recursos que en ese orden
se le acu"erden,porque en tal caso hay por su parte un
acatamien,to de la jurisdicción administrativa en virtud
del cual lo que en esos recursos se decida hace para él
cosa juzgada. Con una excepción, determinada por la
preeminencia dé la Constitución que es deber de los
jueces mantener (art. 31); la de que en los recursos
aludidos se hubiera hecho cuestión de una garantía
constitucional y la decisión administrativa fuere con-
traria; en cuyo caso habría lugar a la intervención de
la ju:sticia por la vía del juicio de repetición o por la
del recurso extraordinario, según los casos (Fallos:
155, 356; 156, 81; 188, 394; 191, 85; 192, 483). Quedan
así resguardados los derechos de los administrados,
los principios constitucionales y la autonomía de la
jurisdicción administrativa.
Que en este caso el actor optó por obtener la' repa-
ración mediante recursos interpuestos ante la autori-
dad administrat.iva, de reposición primero y de nulidad
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 31

después (fs. 72 y 84 del expediente administrativo) y


en oportunidad de ellos no se hizo cuestión de la ga-
rantía del arto 18 de la Constitución invocado en esta rj

causa, ni de la inapelabilidad a la justicia. Y como no


alega que en procedimiento administrativo su derecho
de defensa sufriera restricción, ni que se incurriera
durante él en ninguna irregularidad formal, la repeti-
ción demandada es improcedente. Sin que obste a la
conclusión la circunstancia de haber dejado a salvo la
concurrencia a la justicia cuando interpuso los recur-
sos administrativos, porque la procedenci~ de una vía
legal de defensa o amparo no depende de las salveda-
des que quien se acoge a ella haya formulado en su ac-
tuación anterior sino del significado y los efectos jurí-
dicos propios de dicha actuación.
Por tantol:!e revoCa la sentencia apelada y se re-
chaza, en consecuencia, la Q:emanda interpuesta. Sin
costas.
TOMÁS D. CASARES.

AGUSTIN, JOSE y ANGEL VIEJOBUENO V. DIRECCION


GENERAL DEL IMPUESTO A LOS REDITOS

RECURSO DE NULIDAD.
Es improcedente el recurso de nulidad no sustentado ante'
la Corte Suprema cont.ra la sentencia que, por otra parte,
no adolece de vicios o defectos procesales que por expre-
sá disposición de la ley produzcan nulidad.
IMPUESTO A LOS REDITÓS: Procedimiento y recursos.
\ La facultad de verificar en cualquier momento lo decla-
rado y el cumplimiento de las disposiciones legales acor-
dada a la Dir. del Imp. a los Rédit.os por el arto 10, párr.
3, de la ley 11.683 (t. q.) se refiere a las declaraciones que
DO' hayan sido objeto de un pronunciamiento de parte de
FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

la Dirección o la Gerencia, o de la anterior verificación


de un inspector de la Dirección -que supone una amplia
verificación de libros, documentos y comprobantes- en
virtud de la cual el Fisco se ha acredit.ado el impuesto que
debía abonar el contribuyente.
IMPUESTO A LOS REDITOS: Procedimiento y recursos.
Al contribuyente que impugna las liquidaciones hechas con
la intervención de un inspector de la Dir. del Imp. a los
Réditos corresponde probar fehacientemente los errores
que les atribuye.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Tucumán, junio 30 de 1943.


y vistos: La demanda contencioso administrativa seguida
por Agustín, José y Angel Viejobueno c. el Fisco de la Na-
ción y de la que resulta: .
Que a fs. 13 comparecen los act.ores iniciando demanda de
repetición por la suma de $ 9.055,27 abonados indebidamente
en concepto de impuesto a los réditos.
Funda su demanda en el hecho de haber sido desestimado
el recurso administrativo cuyo objeto era modificar las liqui-
daciones hechas presuntivamente por un inspector y por l~
cuales se intimó el pago de la suma de $ ~0.721,47en concepto
de diferencias de impuesto por 1932 a 1937.
Que dicha intimación no obedecía a una esUmación de
oficio df\ sus rentas sino que tomaba como base el parte de
la inspección siguiendo así un procedimiento erróneo.
Que dicha inspección realizada con posterioridad a otras
de la misma Delegación estableciendo diferencias en los depó-
sitos imponibles vulnera el derecho del contribuyente garan-
tizado por el art. 17 de la ConstoNacional.
Que la diferencia obtenida por los inspectores proviene
de una errónea interpretación del convenio celebrado con Ya-
cimientos Petrolíferos Fiscales atribuyendo el carácter de
comisiones a la retribución de gastos por descarga y transpor-
te sosteniendo que dichos gastos no eran efectuados, obtenien-
do así elevados porcentajes de utilidad que no se ajustan a la
realidad.
Que tampoco ha sido deducido de lasuUlidades corres-
pondientes al año 1937 el importe de $ 15.000de una prenda
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 33

agraria constituída a su favor por los señores Sully Hnos. y


que se perdió íntegramente. po\- presentación de los deudores
ante los tribunales sooteniendo que la misma debía conRide-
rarse como pérdida de capital por ser un préstamo en efectivo
lo cual es un error.
QU,erespecto a la explotación rural la inspección t.ampoco
aceptó deducir. los gastos de cultivo, compra de semilla y con-
servación de su finca de Tafí Viejo.
Que por consiguiente haciendo un reajuste de las rentas
calculadas sujetas a imposición puede establecerse que la suma
cuya repetición solicitan ha sido indebidamente pagada en
concepto de impuestos por los años 1932 a 1937, pidiendo que.
en definitiva se haga lugar a la demanda int.erpuesta con
costas.
Agregado el e:i:p. administ.rativo y declarada la proce-
dencia de la instancia y corrido traslado de la demanda al
Procurador Fiscal, éste .la evacua afs. 284 dicien.do:
Que la presente demanda tiene por objeto repetir sumas
pagadas al fisco en concepto de. impuestos fijados de acuerdo
a declaraciones juradas de los actores y ese hecho permite
concretar la cuest.ión planteada a la sola comprobación de la
exactitud o inexactitud de la declaración sobre cuya base se
ingresó el impuesto que hoy se pretende repetir.
Que la Dirección no dictó una resolución estimando de
oficio las rentas por la sencilla razón de que los actores fir-
maron de conformidad las liquidaciones del inspector. siendo
inoficioso estimar las rentas de una persona que las ha decla-
rado bajo fe del juramento.
Que no exist.e ningún derecho vulnerado por la reiter~
ción de inspecciones por cuanto la administración' tiene todas
las facultades necesarias para llegar a determinar el monto
del impuesto que deben hacer efectivo. los contribuyentes .
Que entrando a la cuestión de fondo la interpretación de
los actores acer"cadel convenio discutido es .errónea ya que el
porcentaje de utilidad que arrojan los libros de los recurren-
tes son mayores de los que ellos sostienen y .que los llamados
retribuciones de gastos son en realidad una verdadera ..fuente
de recursos.
Que en cuanto a la renta de 'la propiedad rura.l los gastos
que se pretenden deducir son verdaderas inversiones de capital
no deducible de las rentas.
Que por consiguiente soljcita el ;rechazode la demanda con
expresa imposición de cost.as.
34 l' ,\LJ"()S DE LA CORTE SUPREMA .

Considerando:

Que los actores fundamentan la aCClOnde repetición de.
ducida argumentando que el rédito imponible fijado mediante
una inspección cuyas conclusiones ha aceptado la Dirección
está equivocada a los rubros que especifican y que luego ana-
lizaré en el curso de esta sentencia.
Que de las constancias de autos surge el concept.oerróneo
de que parten los actores ya que si bien es cierto que oportu-
namente la Dirección de Réditos fiscalizó el negocio de los
actores dicha fiscalización no tuvo por resultado la estimación
de oficio de sus rentas por cuanto ellos mismos hicieron rec.
tificación voluntaria de las declaraciones juradas presentadas
con anterioridad, en base, según se ha reconocido en autos por
ambas partes, a las sugestiones dadas por los señores inspec-
tores de "la Dirección.
Que la diferencia de concepto que señalo tienen indudaole
importancia en virtud a lo dispueto por el último párrafo del
arto 10 de la ley 11.683 (t. o.) que dice "las declaraciones
juradas entregadas a la Dirección se tendrán por firmes de
parte del declarante, pero se admit.irán rectificaciones en ca-
sos de evidentes errores de cálculo o de concepto, siempre que
no se produzcan a raíz de una inspección efectuada o inminen-
te, u observación de parte de la Dirección o denuncia pre.
sentada".
Que aplicando la disposición transcripta, el presente caso
encuadraría en una acción por rectificación de declaración
jurada por error de cálculo o de concepto, pero para que ello
proceda debe aportarse la plena prueba de que el error en que
se ha incurrido es evidente, tanto más cuando que, como lo
tengo "resuelto en diversos casos citados por el Sr. Procurador
Fiscal las declaraciones juradas y las tramitaciones de la
administración por ser instrumentos público de conformidad
al arto 979, inc. 2° del Cód. Civil, tienen a su favor la pre-
sunción legal de su veracidad mientras no se aporte la prueba
fehaciente en contrario.
Que por otra parte, debe tenerse en cuenta que como lo
establece el arto 20 de la ley 11.682, el impuesto a los réditos
versa sobre la renta neta que se determina en base a la dife.
rencia o sobrante entre las entradas o beneficios y los gastoil
necesarios para obtener, mantener y conservar dichos réditos,
lo que quiere decir que la ley, de acuerdo a la teoría general
respecto a esta clase de impuestos, trata de gravar la utilidad
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 35

real y no suposiciones por más -lógicamente fundadas que se


encuentren; las cuales deben ceder ante la realidad de los he-
chos para cuya interpretación debe recurrirse a generalizacio-
nes reglamentarias para lo cual la Dir.ección está expresamente
facultada por el último párrafo del arto 30 de la ley 11.683
(t. o.) y que son las que fijan las normas a que deben ajus-
tarse las respectivas liquidaciones.
Que el error de concepto que ha originado la diferencia
en el cálculo del impuest.o que se intenta repetir, emana según
los actores, en primer lugar por haberse computado como ga-
nancia una cantidad ingresada como retr£bw:>iónde gastos se-
gún convenio celebrado con Yacimientos Petrolíferos Fiscales
cuya copia obra en autos, deduciéndose tan sólo de dicha can-
tidad el importe determinado por sugestión del Sr. Inspector
que no es el verdadero desde que todo el rubro de entradas por
dicho concepto debió, computarse como gastó, vale decir que
no ha producido ganancia alguna, en segundo lugar se sos-
tiene haber seguido un criterio equivocado en la apreciación
de la renta de la explotación rural de los presentantes y por
último de no haberse deducido como quebranto el importe de
una prenda agraria.no cobrada, argumentos que analizaré se-
paradamente para resolver con mayor claridad el presente
juicio.
Errores dedaraC1:ones con respecto al 1'ubro de entra.da
como retr£bucwn de gastos.
Que el argumento que debe aceptarse ~omo gasto real
efectuado, el importe total de las entradas fijadas por el con-
trato celebrado por Y. P. F. es inadmisible a mi entender
porque no basta que el contribuyente por convenio acuerde
en denominar genéricamente" gasto" a un determinado rubro
de entradas, no sólo por los abusos evidentes a que dicha tesis
nos llevaría, sino también porque en la confección de los re-
feridos contratos la Dirección no ha tenido ninguna ingerencia
fiscalizadora y por consiguiente debe limitarse a examinar los
hechos después de realizados determinando el gasto efectivo y
no el presunto pues si bien los contratos para su mayor co-
modidad 10 han establecido a priori no quiere decir que co-
rrespondan a los gastos reales que la oficina de réditos debe
tener en cuenta para la determinación exacta de la renta
imponible.
Que los accionantes pretenden justificar la inversión total
de las entradas de referencia mediante la prueba testimonial
de fs. 321 en adelante por la que 1jenden a demostrar que los
36 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

$ 5.- por tonelada que Y. P. F. les reconoce en concepto de


gastos de transporte eran pagados íntegramente a un contra-
tista Alfredo Rivero. Independientemente del minucioso aná-
lisis que el Sr. Procurador Fiscal hace de esta prueba en su
alegato de bien probado a fs. 371 v. y a los cuales me remito en
obsequio a la brevedad debo hacer presente que en ausencia de
constancias de contabilidad que hubiera sido del caso producir,
sólo puede tener un valor presuncional atent.o la forma poco
asertiva en que deponen los testigos la que en ningún caso
puede valer como la prueba evidente requerida por el art. 10
p-ltimo párrafo de la ley 11.683 a que me he referido ante-
riormente. .
Que la prueba pericial de fS.308 en adelante tampoco fa,-
vorece a los.actores ya que el perito -al contestar la 7~ pregunta
del interrogatorio propuesto a fs. 315 asegura que el rubro de
acarreo a domicilio es producto de una utilidad para los seño-
res Viejobuenp, como asimismo establece la equivalencia' de los
gastos de transporte de nafta, kerosene, etc. con los de los
cascos de vino, cuocientes que para estos últimos productos
han aceptado o no han observado los accionantes.
Que el informe evacuado por la Cía. similar a la de los
accionantes que obra a £s. 328 tampoco permite determinar
una base firme. que apoye las pretensiones de los actores ya
que el mismo no contempla casos iguales y las deducciones
que pueden obtenerse, tal como lo analiza el Sr. Procurador
Fiscal en su alegato de £s. 370 vta. y sigtes. tampoco favorece
a la teSis sostenida por ellos.
Que por t.odo lo expuesto, considero que no corresponde
rectificar las. declaraciones juradas de los actores y por con-
:siguiente debe tenerse por bien pagado el impuesto que por
,esosrubros pre~nde repetir.
Renta de la p~opief1mJ,rural y quebranto de la prenda
~graria.
Que al respecto y como 10 tengo expresado en el cuerpo de
esta sentencia, para que proceda la demanda de repetición es
indispensable acreditar en forma fehaciente los fundamentos
de la repetición y en cuanto a los rubros del epígrafe el actor
no ha producido prueba alguna ni para establecer los gastos
de la explotación rurál ni para demostrar el origen de la pren-
da agraria ysi la misma ha sido o no cobrada, razones estas
que impiden considerar el fondo de las cuestiones planteadas
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 37

al respecto y hace procedente el rechazo de la repetición del


impuesto aplicado por est.osrubros. '
Par tanto, fallo: No hago lugar a la demanda conten-
cioso administrativa seguida por Agustín, José y Ángel ViejQ-
bueno contra el Fisco Na.cional por repetición de lá suma 4e
$ 1.055,27 abonados en concepto' de impuesto a los réditos. Con
costas, - Benja,mín 00881,0.

SENTENCIA, DE LA CÁMARA FlliDERÁL

Tucumán, inarzo 18 de 1944.


y vistos y cortsideraildo':
'Que en cuanto a la nulidad de la sentencia ~ que se refie-
re el recurrente en su memorial sobre informe in voce, cabe
establecer que,_no habiendo el mismo deducido el recurso co-
rrespondiente,. no puede ser considerada en esta instancia ¡ y
tanto más cuanto aquélla no adolece de vicios sustanciales que
justifiquen una declaración semejante' dictada: de oficio.
Los aspectos de, inconstitucionalidad a que se refiere el
demandante en su escrito inicial de fs. 13 han sido desestima-
dos por el a quo, dada su notoria improcedencia, pues, se preten.
de la declaración de inconstitucionalidad de las liquidaciones
y de las inspecciones realizadas por la oficina de Réditos, lo
"' que éS inadmisible, ya qUe ello sólo puede solicitarse- con res-
pecto a las leyes o a los decretos respectivos, cuya constitu-
cionalidad por ótra pa:rte' ha srdO' declarada: reiteradament.e
por' la C6rte Suprema de Justiéia. dé la Nación. En cónSécUétl-
cia, no procede la nulidad alegada, lo que así se declara.
Q,ue en cuanto al recurso de _apelación, deducido, corres::
pondiendo establecer, en: primer término, que como lo ha con-
sidel'ado la séntencia en: rMill'sn, es evidente que el impuestO'
que se pretende repetir' ett el presente ca,gO,_ foé fijado en vir-
tud de la declaración jurada de los recurrentes a que se refie-
ren las constancias administ.rativas de fs. 192 y 226 y no
como lo pretenden en la instancia judicial, a raíz de una esti.
mación d'e o.ilIcio'que no se' produjo; como que' no existe prueba
aJ!respe-cto. Ahora, bien ~como esa declaración ¡jurada Se pre:-
sentó a raíz de la inspeccÍóna que ,los mismos, contribuyentes
SI:!refierl:!í1-eíl su de:ti1ándá, é~8P'llMbre to', dlspuestó 'eií, la:
última parte' dej Íl'ft 10 de l~ fe-y'11.683: qtlé dice 16 siguiente:
"L~ declatacian&&j:t'1(L'~8& eDtFegadas a. la Dirección. Sé ten-
38 FAU..oS DE LA CORTE SUPREMA

drán por firmes de parte del declarant.e, pero se admitirán


rectificaciones en casos de evidentes errores' de cálculo o de
concepto, siempre que no se produzcan a raíz de una inspec-
ción efectuada o inminente, u observación de parte de la Di-
rección o denuncia presentada". En consecuencia, si de acuer-
do a la ley, no es admisible al contribuyente la rectificación
de su declaración jurada, en razón de haberse practicado ésta
a raíz de una inspección, es evidente que tampoco puede repe-
tir lo pagado en virt.ud de la misma.
Que aun cuando así no fuera, de las pruebas acumuladas .
a los autos, no resultan comprobadas, como lo establece la sen-
tencia en recurso, los errores de concepto o de cálculo en las
liquidaciones respectivas, practicadas a raiz de las declara-
ciones juradas de los actores, para justificar la repetición de
pago que se demanda.
Por ello y demás fundl;imentos concordantes de la senten-
cia recurrida se resuelve:' desestimar la nulidad alegada y
confirmarla en lo que ha sido materia del recurso; con cost.as
(art.. 48 de la ley 11.683). - Manuel S. Ruiz. - Jorge M.
Terán. - Clodontiro GareÍt1 Aráoz.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 7 de junio de 1946.


y vistos: Los recursos extraordinarios ordinario
y
de apelación y nulidad concedidos a los actores' a fs. 405
vta. en los autos caratulados Agustín, José y Angel Vie-
jobueno contra el Fisco Nacional (Dir. Gral. del Imp. a
los Réditos), contencioso administrativo, relacionados
, I
a fs. 383, venidos de la Cám. Fed. de Tucumán.

Considerando:
Que el recurso de nulidad no se lo sustenta en la
memoria de fs. 412, ni la sentencia apelada adolece de
vicios de forma o defectos de proceq,imiento de los que
por expresa disposición legal deba anulársela.
y en cuanto al ordinario de' apelación del art. 3 de Q
DE JUSTIOIA DE LA NACIÓN 39

la ley 4055, que comprende también la. materia del ex-


traordinario del arto 14 de la. ley 48:
Que el arto 10, párr. 31', de la ley 11.683, que fa-
culta a la Dir. del Imp. a los Réditos para verificar en
cualquier momento lo declarado o el 'cumplimiento de
las demás disposiciones de esa ley y de las de los dos
impuestos, ha sido ya interpretado por esta Corte Su-
prema en el sentido de que dicha facultad "de verifi-
car en cualquier momento", se refiere a las declaracio-
nes que no hayan sido objeto de un pronunciamiento
de parte de la l)irección o Gerencia, o de la anterior
verificación de un inspector de la Dirección, puesto que
aquéllas no actúan personalmente, sino mediante los ins-
pectores, tanto en la verificación y rectificación de las
declaraciones jurádas cuanto en la correspondiente li-
quidación del impuesto.
En su mérito deben considerarse como definitivas
. a las liquidaciones del impuesto en que intervinieron
los inspectores: Bourguignon en la correspondiente al
año 1932; Bourguignon y Hernández en la de 1933;
Rey en la de 1934; y Ponce de León en 1935, puesto
que en virtud de esas inspecciones -que suponen una
amplia verificación de libros, documentos y compro-
bantes- el Fisco se acreditÓ' el impuesto que debía
abonar el contribuyente. Mas no puede decidirse lo
mismo acerca de las referentes a los años 1936 y 1937
en cuya verificación intervino por primera vez el ins-
pector Miranda (Fallos: 197, 200 y 202, 443).
Y como los actores, en su escrito de fs. 401, al que
se refiere la memoria de fs. 412, sólo impugnan las
declaraciones y liquidaciones del impuesto hechas con
loaintervención de este último, ellos han debido probar
fehacientemente en estos autos los errores que les atri-
buyen. A este efecto corresponde decidir que sólo pue-
/

40 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

de tenerse por acreditado en forma clara (ver informe


del perito único nombrado con acuerdo de' partes, de
fs. 308, y ampliación de fs. 317) que en la rectificación
de sus declaraciones, hecha por el inspector Miranda,
se omitió incluir como quebranto la partida de $ 15.000
referente al crédito incobrable a cargo de Zulli Hnos.,
cuyo documento hállase agregado a fs. 320, como co-
rrespondía ha:cerlo de acuerdo al arto 23, inc. c), de la
ley 11.682 (t. o.) a que se refiere el arto 114 del decre-
to reglamentario.
Por ello, se revoca la sentencia apelada; en con-
secuencia, se declara que el Gob.. Nacional deberá de-
volver a los actores la suma que resulte de las liqui-
daciones correspondientes a los año's 1932 a 1935 inclu-
sive en que intervinieron los inspectores que antes se
.nombran, que no han podido modificarse por el inspec",
tor Miranda; más lo que corresponda por la rectifica-
eión de la. liquidación correspondiente al año 1937 en la
que deberá deducirse de las entradas brutas la canti-
dad de quince mil pesos, con costas, (art. 48, ley 11.683).

ANTONIO SÁGARNA - B. A. NAZAR


ANCHORENA -. F. RAMOS ME-
.tM. - T. Jj. CAsARES.

,
ltlCÁRDO CASAllJ]NO

JURlSDICGlON y COMPETENCIA: Competencia federal Ca'USaB


penales. 1>elitos que obstt~en el normat funcionamient~ de las i1lsti-
ttwlone.f rii.iciondll1s.
Si! bfén cdrrespoftáe. a lá' justiciá federál conocer en las
eatisá~réferenteSa; Élelitos' que ;;jé imputan a los itltetven-
toí'Cs. Q eomüiibnádOS federales; en ~ncias comd came-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

tidos por éstos en el desempeño de sus funciones, dicho


fuero de excepción no alcanza a los empleados provinciales
.nombrados por aquéllos ~mpleadosecundario depen-
diente inmediato del Jefe de Policía d\,!.la Provincia, en
el caso de autbs- tanto menos si el Gobierno Nacional
no ha intérvénido en sil designación.

DICTAMEN DEL PnoeURADOIi. GENERAL.

Suprema; Corte:
El Procurador General, por la representación que
me corresponde en los autos caratulad'os "Dr. Tomás
G. Federik -defensor del imputado Ricardo dasali~
no- plantea incidente de competen0ia por declinato-
tia ", ejércitando la facuItad 'conferida por el arto 8°
de la ley 4055, a V. E. digo:
Por las tazones dadas a fs. 38 y a"ceptadas' a: fs. 40,
corr~sponde de('latar bien concedido pttra: ante V. m.
el
fecuI'sd extraordinario de apelación interpuesto contra
la sentencia dé fs~ 36 "tá.
Y; por los fundamentó s de éstá, qu~ haé.e suyos lOs
dél S,r. Fiscal del Tribunal apélad6 y los del fallo de
primera: instaIícia, Solicito se cobfiríne dicha sentencia
en cuanto pudó ser materia dé récursO. Ba. Aires, abril
8 de 1946. - Juai/; Aivarez. . . .
FALto DE LA CORTE SUPREMA
¡ .

13s. Aires, '1 de junio de 1946.


y vistos: El recurso eftráoftliúM'io .in:tetpnesto
por n. Ricardo CasalinG;contta la :resolución de' la Sala
de Apel. en lo Crim.y Corree. del Superior Tribunal
de Justicia de Entre Ríos que' declaró de jurisdicción
.ycompeteilcia ]J'll'ovi:ncial el eorioc.imiento de delitos que
se .le imputárón ene,jercieio de funcion(!s policiales; y
42 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Considerando:
Que los cargos, puestos y funciones desempeñados
por Casalino, en la Prov. de Entre Ríos, y en cuyo ejer-
cicio habría realizado los actos que se le imputan, fue-
ron los de Comisario de Ordenes de la Jefatura de
Policía de Colón y los de adscripto a la División de In-
vestigaciones de la Policía de la misma provincia -fs.
11, 12 Y 14-; es decir, las de empleado secundario
dependiente inmediato del Jefe de la repartición, se-
gún expresamente lo preceptúan los arts. 96, 97, 120 Y
'sigtes. y 134 Y sigtes. del Reglamento de Policía de la
Prov. de Entre Ríos.
Que si bien los interventores o comisionados na-
cionales en las provincias, se conceptúan funcionarios
nacionales y sujetos, en consecuencia, a la jurisdicción
federal en los delitos que se les imputen como come-
tidos en el desempeño de sus funciones -Corte Supre-
ma, Fallos: 115, 266; 154, 1.92; 203, 310; por ning1Ín
concepto puede inferirse de ello que también alcance
,a los empleados provinciales tal fuero de excepción y
restrictivo, tanto menos cuando, como en el sub judice,
el Gob. Nacional no intervino para nada en las desig-
naciones (nota del Ministro Nacional del Interior, co-
rrientea fs. 20).
En su mérito, por los fundamentos concordantes
de la resolución apelada y de conformidad con lo dic-
taminado por el Sr. Procurador General, se confirma
la sentencia de la Sala de Apel. en lo Crim. y Corree.
del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos en
cuanto pudo ser materia del recurso.

ANtONIO SAGARNA - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 43

GASPAR M. PORTILLO v. BANCO EL HOGAR


ARGENTINO HIPOTECARIO

RECURSO EXTR.A.ORDIN.A.1ÚO: Requisitos propios. Sentencia de-


finitiva. Resoluciones ante'l'Íares a la sentencia definitiva. Cuestiones
de competencia.
Procede el recurso ext.raordinario contra la sentencia que
desconoce la validez del arto 1~ del decreto n~ 119.630/42
.del P. E. Nacional y declara que no corresponde al tri-
bunal bancario de la Capital Federal sino ~ la justicia
ordinaria de la provincia respectiva conocer en la causa
sobre cobro de pesos y reintegro de empleo promovido
contra un banco establecido en la ciudad de Bs. Aires por
el empleado de una sucursal provincial del mismo.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL .

Suprema Corte:
(

Ante la justicia ordinaria de Santa Fe D. Gaspar


M. Portillo demandó al Banco El Hogar Argentino
Hipotecario por cobro de pesos y reintegro en el em-
pleo que en dicho Banco desempeñaba, con arreglo a lo
dispuesto en la ley 12.637 sobre estabilidad, sueldo mí-
nimo y 'escalafón de los empleados bancarios. El de-
mandado opuso .incompetencia de jurisdicción soste-
niendo corresponder el conocimiento de la causa al tri-
bunal bancario establecido en:la Cap. Federal, por tra,-
tarse de la sucursal de un establecimiento cuya casa
matriz tiene aquí su asiento; e invocó al efecto lo dis-
puesto Em el arto 1~del decreto n~ 119.630 del lJ de ma-
yo de 1942 (Bol. Ofie., mayo 30/42). Esa p'retensión
ha sido desestimada por fallo de la Sala 1G de Apel. en
lo Oiv. y Como del Superior Tribunal de Santa Fe
(fs. 59), declarándose que el decreto en cuestión no
pudo modificar válidamente la jurisdicción provincial,
44 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

reconocida por la ley 12.637. Con tal motivo, trae aho-


ra .el mismo demandado un recurso extraordinario pa-
ra ante V. E., por vía directa.
Lo' considero inadmisible' desde que ni existe toda- .
vía sentencia definitiva sobre la materia de la dernan,-
da, ni rp.edia denegatoria del fuero federal ya que no
reviste carácter de tribunal federal el bancario, esta-
blecido en la ciudad de Bs. Aires para dirimir los re-
clamos que en ella, o en los territorios nacionales se
produzcan. Tampoco aparece' planteada contienda de
competencia en forma entre dicho tribunal bancario y
la justicia ordinaria de Santa Fe. En consecuencia y
no obstante la cuestión constitucional invocada corres-
ponde aplicar la jurisprudencia de esta Corte sobre im-
procedencia del recurso extraordinario en casos equi-
parables al actual (193 :175, y los allí citados).
Si así" no lo entendiere V. E., procederá mant~ner
por, sús ftindámentos el fallo recurrido. La ley 12.637
dice con toda claridad en su arto 9, que "en las pro-
~incias, el tribunal y procedimientos serán fijados- pd:t
emas' 'j, de donde se deduce que si determinada pro-
vincia: conceptúa innecesario crear tribunal bancario
especial pues bastan al efecto los jl1e~es ya existentes;
bajo concépto alguno podría concluirse que esa prete,n-
elida falla autdrice al P. E .. Nacional a quitarles la j;a."
~isdicción qué la) ley les recondció. Nada tiene de co.•
mún este caS(¡),con e'l relativo a apelaciones para ante
la justicia federal; del fallo del tribunal bancario de la
Capital, materia discutida y résuelta en 199: 401. Sea
o' no' oompleméntafia del Cód. dé Corno la ley 12.637;
1() indudable es: que ella adiílite; para el caso actual, la -.

.jurisdicción próvincial. Es. Aires, :I:líYhyo, 21 de 1946~-'-


Juan; Abvarez.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN . 45

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 7 de junio de 1946.


Autos y vistos: la presente queja que po).' dene-
gación del recur~o extraordinario deduce el Banco El
Hogar Argentino Hipotecario en juicio con Gaspar M.
Portillo sobre cumplimiento de la ley n 12.637, yQ

Considerando:
Que demandada la recurrente ante la justicia or-
dinaria de Santa Fe por Gaspar M. Portillo por cobro
de pesos y reintegro en el empleo con arreglo a
lo dis-
puesto en la ley NQ 12.637 sobre estabilidad,. sueldo
mínimo y escalafón de los -empleados bancarios, opuso
la incompetencia de jurisdicción S'Osteniendoque el co-
nocimiento de la causa correspondía al tribunal banca-
rioestablecido en la Cap. Federal por tratarse. de la
sucursal de un establecimiento cuya casa matriz tiene
'aquí su asiento -arto 1 del decreto n 119.630 del 11
Q Q

de mayo de 1942-.
Que el Superior Tribunal de Santa Fe res.olvien-
do la incidencia previa, ha declarado que el aludido
decreto no ha podido modificar válidamente .la juris-
Qicción provincial establecida ,por la ley n 12.637, la
Q

que ha dado motivo al presente recurso federaL


Que si bien la resolución recurrida no es la sen-
tencia definitiva a que alude el arto 14 de la ley n 48, Q

tiene tal carácter' con relación al punto 'debatido y


causa un agravio que no podría ser reparado ulterior- .
mente, salvo el caso hipotético de que se trabara una
contienda de competencia con el tribunal bancario. .
. Que en tales cóndiciones y de acuerdo'con la doc-
trina sustentada por esta Corte .suprema in re: C. S.
46 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

193-188 Y en los casos allí' citados, el remedio federal


intentado es procedente y así se declara. Y encontrán-
dose el principal en el Tribunal, Autos y a la Oficina
a los efectos del arto 8Q de la ley nQ 4055. Señálanse
los lunes y jueves o el siguiente día hábil si alguno de
aquéllos no lo fuere para notificaciones en Secretaría.

ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES.

ERNESTO JUAN PASMAN v. IMPUESTOS INTERNOS


RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Relación di-
reCta. Sentencias con fundamentos no federales o federales consenti-
dos. Fundamentos de hecho.
Es improcedente. el recurso extraordinario fundado en la
interpretación del arto 12, inc. 39, de la ley n 11.658, Q

reformado por el arto 1 de la ley nO12.625,y en la reso-


Q

lución n 296 del 15 de abril de 1942 de la Adm. Gral. de


Q

Imp. Internos, conforme a la cual el impuest.oestablecido


por dichas leyes deberá ser tributado. en todos los casos
en que los combustibles sean empleados en automotores
aptos para el uso de la vía pública, contra la sentencia
que declara que las máquinas a que se refiere la causa
-tractores utilizados para la construcción de camino&-
están imposibilitadas de circular por la vía pública.
IMPUESTOS INTERNOS: Nafta y aceites lubricantes.
El impuest.ocon que el arto 12, inc. 3°, de la ley n 11.658,
Q

reformado por el arto 19 de la ley n 12.625, grava al


Q

combustible destinado a motores de vehículos que usen


la vía pública no comprende a los automotores que no son
vehículos -es decir que no sirven, como estos últimos,
para transportar personas o cosas- aunque sean aptos
para Circular por la vía pública.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 47

RESOLUCIÓN DEL AnM. DE IMPUESTOS INTERNOS

Bs. Aires, junio 12 de 1944.


Visto el presente sumario seguido contra ErneSt.o Juan
Pasman.

Considerando:
Que, con fécha 30 de abril de 1943, los empleados que
suscriben el ácta inicial se constituyen en el domicilio del
encausado, y comprueban que tiene en uso tres tractores, que
utilizan como carburante combustible distinto a la nafta, los
cuales no fueron denunciados a esta Administración como lo
dispone el arto 79 del decreto n9 59.830 del 12 de abril de 1940;
Que, por resolución administrativa n9 286 del 25 de abril
de 1942, concordante con la ministerial n9 1909 del 26 de
diciembre de 1941, se dispuso que desde el 19 de julio de 1942,
el carburante utilizado en automot.ores aptos para transitar
por la vía pública, debe tributar- el gravamen que establece
la ley 12.625, lo que ha sido confirmado por la resolución mi-
nisterial n9 215 del 9 de marzo ppdo., recaída en el sumario
119 802-1-1943;
Que, por la documentación comercial del sumariado, se
constata que a partir del 19 de julio de 1942, los automotores
mencionados utilizaron como carburante la cantidad de 6.732
lit.ros de combustible sin impuesto;
Que, por ello, corresponde exigir al encausado la suma
de $ 403,92 m/n. conforme a la liquidación de fu. 15 vta., en
concepto del gravamen ~ludido, a razón de $ 0.06 por litro, o
sea el monto del impuesto en vigor al momento en que se pro-
dujo el consumo de la materia impuesta, a cuyo pago debe
imputarse el depósito efectuado por aquél, COnposterioridad
al acta origen de esta causa, y aplicarle las sanciones del a.rt.
27 del t. o., pero debiendo t.enerse en cuenta, a estos efectos,
que por decreto n9 18.410 del 31 de diciembre ppdo., fué re-
bajada dicha tasa a $ 0.0115 por lo que, de conformidad con
lo dictaminado por Asesoría Letrada en el sumario 2528-1-1943,
procede aplicar el principio contenido en el arto 29 del Cód.
Penal, por ser el más favorable al suml¡lriadoy, en consecuen-
cia, aplicarle dicha sanción sobre el impuesto que actualmente
tributa el combustible consumido;
Por tanto, se resuelve: 1\>Imponer a Ernesto Juan Pas-
I

48 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

man, la obligadón de abonar en concepto de impuesto interno


sobre combustible la cantidad de $ 403,92 m/n., a cuyo pago
debe imputarse el depósito efectuado, según .constancia de fs.
19; 21'Aplicarle una multa de $ 774,10 m/n., equivalente al
décuplo del impuesto liquidado a fs. 15 vta. - Ma1'ceLo Cprnejo
Torino.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, m~yo 17 de 1945.


Vistos y considerando:
Que la Adm. de Imp. Internos impuso una multa de
$ 774,10 a Ernesto Juan Pasman por haber utilizado como
carburante combustible distinto a la nafta, en tres tractores
que no fueron denunciados. .
.'Que en el expediente caratulado: "Geope 802-1-1943", el
suscripto con fecha 11' de febrero ppdo., analizando una cues-
tión análoga planteada, resolvió,absolver a la firma sumaria~
da por considerar que las máquinas a que. se hacía alusión. en
esas actuaciones estaban imposibilitadas de circular por la
vía pública por tener llantas metálicas (art. 35 del Regl. Gral.
de Tránsito en los caminos nacionales) o por la escasa veloci-
dad que podían desarrollar. Asimismo y analizando el signi-
ficado del término ., vehículo" usado por la ley en la disposi-
ción pertinente, se afirmaba que esos automotores no llenaban
las condiciones requeridas para ser considerados tales.
Que todo ,ello es de aplicación en el presente caso y se da
aquí por reproducido.
Pór .ello, resuelvo absolver a Ernesto Juan Pasman de la
¡defraudación que .se le imputó. Sin costas, por no encontrar el
ISUSCripto mérito para imponerlas. - H oracio Fox.

SENTE;NCIA DE LA OÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, julio 27 de 1945.


Considerando: Que la resolución nI"286, de fecha :25 de
abril de 1942, de que hace mérito el representante de la Ad-
ministración de Impuestos Internos en el memorial suplet.orio
del informe ,in voce, establece que el impuesto que fija el ,arto
11',inc. 31',de la ley nI' 12.625, deberá ser tributado en todos los
casos -en que ~os,combustibles sean empleados en ,automotores
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 49

aptos para el uso de la vía pública. Dicha resolución hace una


interpretación extensiva de la ley que el t.e'xtode ésta no auto-
riza, pues el artículo en incisos citados, no se refieren a auto-
motores sino a vehículos, concepto éste más restringido, toda
vez que existen nUmerosos automotores que no son vehículos,
es decir, 'que no están destinados al transporte de personas o
cosas de un lugar a otro.
Por ello, y sus fundamentos, se confirma la senteucia
apelada de fs. 89, debiendo abonar las 'costas de esta instancia
en el orden causado. - Carlos Herr.era. - R. Villar Palacio.
- Alfonso E. Poccard. - J. A. González Calderón.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Considero que la sentencia apelada de fs. 94 con-
tiene fundamentos de hecho suficientes para sustentar-
la, sea cual fuere la interpretación que se dé al arto 19 ,
de la ley 12.625,que modifica el 12, inc. 3 de la 11.658.
Q
,

En consecuencia el recurso' extraordinario es impro-


cedente.
Si así no lo entendiese V. E. corresponderá ma.n-
tener por sus fundamentos dicho fallo. Bs. Aires, se-
tiembre 5 de 1945. - Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 10 de junio de. 1946.


Y vista la precedente causa earatulada "Pasman
Ernesto Juan, l. Internos 4505-1-43" en la que se ba
concedido el recurso extraordinario a fs. 96 (1).
y considerando:
Que la sentencia apelada de fs. 94 confirma 1a de
(1) En la misma fecha fueron resueltas en igual sentido lag causiJ,e
eeguidas por "Parodi '1 Figini" '1 "Grüen y 'Bilfinger, Soc.. de Resp.
Ltda.".
5Q

fl!, S~" por lª-~ l,'ª~(),n~ªqn:e.enl:!,nciay también por sus


fundamentos, entre los que figura el de que las máqui-
na,.s¡l queª~~ refiere la,.,causa están "iD;lPosibilitad~s. de
clr,cgla.:rpo.r,l~, viª" p-qpUcª."', Estª circunstancia bast~
pava sustentar. el pronunciamiento recurrido, en cuanto
el apelante -fs. 95- entiende que el gravamen discu-
ttcJ.o :r~~ll~'~o1?r~"lo.s ª,UJ9wotores tlptos para el 'QSO
d~ la" ViÍa.p1Íplica", ~$ q~.cirpr~~~sameºt~,. que p'Q,eden
circular po.r.ella.
Que a mayor abundámiento sin embargo, el Tribu-
nal encuentFa conveniente agregar. que el fallo apela-
do se ajusta a derecho. La ley 12.625 ~att. 19, inc. 39-
establece en efecto, un "impuesto interno de seis cen-
tavos por litro a todo combustible que no sea nafta y.
destinado a motores de vehículos que usen la vía pú-
blica't~ Por ,vehícu,lo corresponde entender -Diccio-
nario de la Real Acad:emia, verbo mencionado- el "ar-
tefacto. .. que sirve para transportar personas o co-
sas" y no cualquier automotor aun limitados a los ap-
tos para usar la vía,.pública, porque son tales las má-
quinas que ejecutan determinados movimientos sin la
intervención directa de u.na acción exterior -Dicciona-
rio citado, palabra "automotor"-.
Que por otra parte la inteligencia que propicia el
a,pelant~ conduce a. 1;lnr,ef;l'QI1;&<loinjusto, como es el de
que. la" ~imple. 'P0~iQUidaq de marchar ocasiona,lmente
por la vía pública, equipilJ,'e ~ 108. efecto.,¡¡¡gel grava-
men que integra el f<:mdode. vialida.d, a las máquinas
destinadas a servir fuera de aquélla, forzal,l,do a tal fin
los términos de la ley.
Que los fundamentos dados en Fallos: 17'9, 339 no
ª
cO,l1tradicen la ~olu;ción qu.e llegan los precedentes
considerandos, pues en el supueeto de a~tos se pr(,>po-
DE JUsTICIA DE LA NACIÓN' - 51

ne una interpretación extensiva de la le'y que no auto~


riza la doctrina del caso mencionado.
En ~u .mérito y de acuerdo con el dictamen del
Sr. Procurador General se declara mal concedido el
recurso extraordinario interpuesto a fs. 94.

ANTON'rO SAGARNA ~ B. A. NAZAR


ANCHOItENA - F. RAMOS ME~
;rÍA -:- T. D. CASARES.

TRONCOSO 1: VAREtA
LEY DE SELLOS: Exenciones.
La. autorizaci6n judicial pa,ra actuar en papel simple, con
eargo dé' reposici6n por la masa, dada a los liquid'adoi'oo
€leuna. quiebra:,no aleanza á las, actuaciones promovidas en
el interés exclusivo de aquéllos (1).

MiGUEL G. ZAMANiLLO MAItTIN:mZ in roe NAetON


ARGENTINA. v. ROBERTO BOUYSSOUNOUZE
lMPrJESTOS INTERNOS: Alcoholes. '
El privilegio establecido:por el art. 19, de la léy líO' 3764
-9, del texto' ordenádó- no' subsist.e respecto del tercero
de buenllJfe que adquirió el inmueblE!libre de gravamen
cuando no existía en el mismo la fá.brica cuya actividad'
@rigin6 el crédito fiscal (2).
LEY: 1'nterpretaci6n y aplicaci6n. _
Los, privilegios £iscaJ:esno deben ser ampliados por inter-'
pretaci6n. . .

(1), 10 de, junio de. 1946. ..


(2) En iguál sentido fué resuelta en- la: misma fecha la eallBa se-
guida por Impuestos Internos contra, Joaqui'na 'M. Ez~erto de' Giovág-
rioli, .
52 FALLOS DE .LA CORTE SUPREMA

SENTENCIA DEL JUEZ FEDE'RAL

La Plata, octubre 17 de 1944.


y vistos: Estos autos seguidos por D. Miguel Gregorio
Zamanillo contra el Estado Argentino, sobre tercería de do-
mrnio, de los que resulta:
1.) Que a fs, 4 de la actora deduce la presente tercería
" fin de que se proceda a levantar el embargo trabado en el
juicio seguido por el Estado Argentino contra D. Roberto
Bouyssounouze por aprl;lmio,sobre un inmueble sit.uado en la
localidad de Lanús, en calle Tucumán n'>450, por ser de su
exclusiva propiedad. .
Sostiene al efecto que esa propiedad la adquirió por com-
pra hecha a don Camilo Morais el día 25 de julio de 1934, en
cuya fecha no existía en el inmueble "el negocio de licorería
de propiedad del demandado, ignorarido si el mismo había
existido con anterioridad.
Que, en consecuencia, es ajeno en absoluto -a las responsa-
bilidades en que haya podido incurrir el demandado, antece-
sor de su vendedor don Camilo Morais, por infracción a las
leyes de impuestos internos.
Sostiene que en tales condiciones no puede serIe aplicable
]a sanción que establece el arto 18 de lá ley 3764, pues de lo
contrario se afectaría el derecho de, propiedad y Be violaría
la garantía que consagra el arto 17 de la ConstoNacional, por
lo que impugna de inconstitucional cualquier interpretación
adversa que se sancionara de dicha disposición legal.
Agrega que ,el privilegio establecido en ese artículo no
puede subsistir indefinidamente 'y a pesar de las diversas trans-
,ferencias de dominio y al efecto hace constar que la infracción
fué comprobaQa en 17 de julio de 1933 y el inmueble lo adqui-
rió un año después y cuando ya no existía, como lo, ha expre-
sado, la licorería en cuestión.
Cita de e~icción a su vendedor D. Camilo Morais y expresa.
que de acuerdo con lo resuelto por la Suprema Corte de la
Nación en diversos fallos que menciona, para que sea aplica-
ble la sanción del arto 19 de la ley 3764 es necesario que exis-
t.an vínculos legales entre 'el propietario del inmueble y loo
deudores del Fisco por impuestos internos, siendo el medio
legal de hacerlo efectivo el embargo y cuando no se recurre
ti. él oportunamente, el privilegio debe ejercitarse sobre el pre-
cio, siendo tal la interpretación que del referido artículo Be
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

ha hecho en el decreto del P. E. N. de fecha 16 de abril de


1937 publicado en el Bol. Ofic. del 21 del mismo mes.
Il). Que a fs. 21 el Sr. Proc. Fiscal en representación de
la Nación solicita el rechazo de la tercería, con costas.
Expresa que el embargo cuyo levantamiento se solicita fué
decretado en el expediente nO 12.998 y a los efectos de hacer
efectiva la sentencia de remate dictada en dichos autos. Que
ese embargo se trabó sobre el inmueble donde se había cons-
tatado la infracción que originó la multa cuyo cobro sé persi-
gue y que en la fecha de la infracción pertenecía at deudor.
Que, en consecuencia, era de estricta aplicación el arto 19 de la
ley 3764.
Sostiene además que carece de importancia lo que afirma
el tercerista respecto a su buena fe al adquirir el bien y a su
ignorancia referente a la infracción cometida por su antecesor
en el dominio, dado que la ley no distingue y debe ser ínter-
.pretada sin excepciones que no están ni en su letra ni en su
espíritu. Finalmente afirma que la doctrina citada por el ter-
cerista en los fallos que menciona no es de aplicación al caso
de autos.
IIl.) Que a fs. 24 el vendedor del bien, Sr. Camilo Mo-
rais, solicita que se haga lugar al levantamiento del embargo
pedido. ..
Afirma que por escritura de 11 de octubre de 1933 com-
pró a D. Roberto Bouyssounouze y a DIJ Luisa N. Fontalirand
de Heliez la propiedad en cuestión, libre de todo gravamen o
embargo y que posteriormente, en 25 de junio de 1934 se la
transfirió por venta en las mismas condiciones a D. Miguel
Gregorio Zamanillc;>Mart.Ínez.
Que surgiendo esa falta de gravámenes de los certificados
expedidos por el Reg. de la Propiedad al efectuarse una y
otra venta no puede pretenderse hacer responsable al actual
propietario del bien de infracciones a las que ha sido ajeno en
absoluto.
IV.) Que a fs. 26 el Sr. Defensor Oficial contestando
la demanda por el ejecutado solicita se haga lugar al levan-
tamiento del embargo trabado. Expresa que cualquiera que
sea la opinión que Sé profese sobre el alcance del arto 19 de la
ley 3764, es evidente que mediante una transmisión regular y
efectiva del dominio, realizada cuando ya la fábrica no existía,
h.a desaparecido toda posibilidad de ejecutar el crédito sobre
el bien, ya que lo contrario importaría no sólo responsabilizar
a un tercero por hechos a los cuales es en absoluto ajeno, sino
F ALIJOS .DE LA CORTE SUPREMA

también la alteración del régimen de la transmisión inmobi-


liaria, basado en la publicidad de los derechooy de los gravá-
menes. .
Agrega que con ello no se desvirtuaría lo dispuesto por el
arto 19 de la. ley citada., por cuanto la subsistencia del privile-
gio ha sido establecida para el caso en que el propietario trans-
fiera a un tercero "el uso y goce de la fábrica" lo que supone
la subsistencia de ésta y la anotación del embargo correspon-
diente, mientras el.inmueble estuviera en el dominio del pro-
pietario responsable.

Considerando:
Primero: Que' de los aut.os n 12.988 año 1934 de este
Q

Juzgado resulta que al practicar el personal de la Dir. Gral.


.de Imp. Internos, el día 17 de julio de 1935 una inspección
en el local de la calle. Tucumán n9 450, de la localidad de
Lanús,. donde el Sr. Roberto Bouyssounouze tenía instalada en
esa fecha un negocio de licorería, comprobó la existencia de
16 litros de alcohol, tres de grapa y uno de aguardiente anisa-
do sin que sus envases tuvieran adheridas las instrucciones
de control que justi£ic.aran haberse pagado el impuesto exigido
por la ley 11.252, lo que det.erminó que dicha repartición, por
resolución de fecha 11 de enero de 1934, le condenara al pago
de la suma de $ 29,21 por impuesto y a la de $ 292,10 en
concepto de multa. .
Que estando firme dicha resolución, se inició en 10 de
abril de e::¡eaiío el correspondiente juicio de apremio por el
cobro de ambas sumas, en el que..se dietó sentencia con fecha
19 de junio de 1935 mandando llevar adelante la ejecución.
Trabado embargo a requerimiento del actor sobre el in-
mueble que se ha mencionado en calle Tucumán 450, de La-
nús, el Reg. de la Propiedad de la Provincia informó a L-S. 41,
al dar cuenta de su anotación, que el actual propietario de ese
inmueble es el tercerist.a D. Miguel Gregorio Zamanillo Mar-
tínez por haberlo adquirido en 25 de junio del año 1934.
Que ello aparece corroborado con los testimonios que se
han mandado agregar por. cuerda a fs. 34, en los que consta
que en 11 de octubre de 1933 don Camilo Morais éompró ese
inmueble a D~ Ana Luisa Fontalirand de Heliez y a D. Ro-
bert.o Bouyssounouze, vendiendo a su vez en 25 de junio de
1934 al Sr. Zamanillo Martínez en la suma de $ 8.000, que éste
entregó en ese acto, en el que. el escribano autorizante declara
DE JUSTICIA DE LA NACióN 55
que el bien deslirtdádo no reconoce émbargó, ni l1deúdá. im-
puestos y <Iu!!el vendedor ñbéStá ihhibido. para diSponer dé sus
bienes, cUyo dominio COlista.
Que en estos autóS se ha acreditado, con ias declataciólies
dé fs. 39 y 39 vta. que cuando Se realizó esta última venta, el
itHiniéble vendido estaba desocupado y que, por consig'Uiénte,
no existía ya en él el negocio de licórerÍa dél Béñor Bouyssou-
nouze, lo qué úortobora eh lo pertinente cOn los infOrmes de
fs. 43 de la Municip. de A véllaneda y dé fs. 49 vta. de la
Dir. de Rentas.
Segundo: Que n~ obStante lo informado a fs. 41 por el
Reg. de la Propiedad, él Sr. Proc. Fiscal ha sostenido la proce-
dencia dél embargo, invocando al efecto lo dispuesto por el
arto 19 de la Ley 3764.
Que dicho artÍéulo Biéé téxtualmente: "Los créditos por
impuestos internos gozarán de privilegio espécial sobre todas 1as
tn~quirl~riáS! .ebSéi'és,.edifi.cios.d~ .l~ fabficilC.ió~ y p~ódúct~ '~n
eXIstenCIa,todo ló cual qUeda Igualmente sUjeto a las respbnka-
bilidades en que se incurra p6t éófítraveftéión a las disposiéio-
lléS de.~sta ~ey.~Ést~ ~~iviíelti6 sub.siste aiíh én él casó en que
~l prOpIetarlO transfIéra á Un tercero el uso y goce de la fá-
brica".
Qué como puede t}bSérvaHle,Mtá dispósici6n ha sidó dic-
táda con relaéióna 1M destHadorM ó fabricantes dé artíéulos
sl1j~tos a impuestos ÍíItetnos que iñfringen las diSpósiciil1H~sle-
galés pertinentes, estableci éii do que áüs deuiÍas pór ése éón.
éépto gÓMtáh de pNvilegi6 espMiál Sobre loo eaificios~ de la
fábritacwn; privilegió que sübsistE! aún én él caso dé {frie se
transfiera á un terceto él usÓ' y f]Óéé de la ¡&;b'F"Wá.
Te'téeró: Qüé é'GnioIII há dichO lá Súprefuá Cófté Naéioñal
en el fallo T. 91, pág. 300, los términos del citado iirtíéüló ~ir-
ven para convencér de que ias maquihárias, enseres y edificios
dé una fábriClf, éstárl afMtadas lil pago del impuesto procedente
ele la elabbrrtGÍón de la misma, yll sea qué el prbpietarió mismo.
haga d1<;ha elabohidó1t o ya qué la reálicen terceI'ós,a quiénes
aquél hayá transferido el Uso y goéé de la fábrica, concepto
qlle ha teiteradóén él fallo T. 173, pág . .176, expresando que
diéhó artículo ,1 estAblece un privilegio a favor del Fiséo sobre
todos los elementos empleados poi' él propietario en la !aofwa-
cí6n de il.l,tículos sujetos a impúestofi internos y que Mte privi-
legio subsiste aunque él citado propietario transfiera á un ter-
Mio él USO Y gocé dé; ld fábrica. . <

Que éll conséctienciá si se tratara ~li el suri lite, de perse-


56 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

guir el cobro de multas impuestas a consecuencia de la destila-


ción o fabricación de alcohol efectuada en contravención a las
disposiciones legales pertinentes, y si el tercerista hubiera ad-
quirido la fábrica en que se ha hecho esa elaboración, no habría
duda alguna, de que el bien embargado, aunque haya sido
transferido a un tercero, debe considerarse afectado al pago
del crédito que se reclama.
Ouarto: .Que como se ha visto, la situación planteada en
estos autos es muy distinta. El cobro del impuesto y de la multa
que se ejecutan proviene en exclusivo del hecho de haberse en-
contrado en el garage anexo a la licorería que en esa fecha te-
nía instalada el Sr. Robert.o Bouyssounouze, 16 litros de alco-
hol: tres de grapa y uno de aguardiente anisado, sin que sus
envases tuvieran adheridos los instrumentos de control que
justificaran' haberse pagado el impuest.o exigido por la Ley
11.252 y lo que el tercerista ha adquirido no ha sido la fábrica,
donde se habían destilado esos artículos, sino el inmueble donde
estuvo instalada dicha licorería y cuando ya ésta no existía,
estando el bien, libre de ocupantes.
Quinto: Que si comolo ha dicho también la Suprema Corte
Nacional (T. 113, pág. 8) los privilegios son de derecho es-
tricto y de aplicación literal y restrictiva, ya que es de doctrina
legal que ni la costumbre ni los jueces pueden crearlos, y sólo
nacen de la Ley, debiendo en consecuencia limitar su aplica-
ción a los casos taxativamente enumerados en ella, de acuerdo
con el conocido aforismo de que lo odioso debe restringirse
(T. 104, pág. 174), es indudable que en el caso de autos, dados
los antecedentes expuestos, no puede' hacerse efectivo ese privi-
legio, comotambién que aún en el caso que surgiera alguna duda
a este respecto, ella debe ser resuelta en contra de la existencia
del mismo.
Sexto: Que por otra parte dicha disposición legal ha sido
sancionada para asegurar en lo posible el pago del impuesto y
evitar el fraude que podría hacerse para eludir el cobro del
mismo y en autos no exi.steninguna circunstancia que autorice
a presumir una convivencia dolosa entre el tercerista y el eje-
cutado para burlar la ll:plicaciónde las sanciones impuestas a
éste. El tercerista ha sostenido ~n su demanda que cuando ad-
quirió el inmueble no sólo no existía en él negocio de licorería,
sino que bast.a ignoró en esa oportunidad que dicho negocio
hubiera estado con anterioridad instalado en el mismo, circuns-
tancias que no aparecen en forma alguna desvirtuadas en autos
y que son demostrativas de la buena fe con que aquél ha pro-
DI<}JUSTICIA DE IJA NACIÓN 57

cedido, extremo que el Sr. Procurador Fiscal no ha discutido


al Ilontestar la demanda.
Séptimo: Que en mérito a las consideraciones adueidas
estima el suscripto que el arto 19 de la ley 3764 no autoriza el
embargo decretado en los autos principales, por lo que pro-
cede hacer lugar a la acción interpuesta,'
Por tanto fallo declarando procedente la tercería deducida
y en su virtud se ordene el levantamiento del embargo trabado
a fs. 38 vta. de los autos n9 12.988 año 1934, oficiándose al
efecto al Registro de la Propiedad de la Provincia, sin costas
en atención a la naturaleza de la cuestión resuelta. - Horaeio
García Rams.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL DE LA PLATA

La Plata, julio 6 de 1945.


y vistos: Considerando:
Que como consta de autos, y lo establece la sentencia, el
tercerista Sr. Zamanillo MartÍnez, en 25 de junio de 1934, ad-
quirió el inmueble materia del embargo cuyo levantamiento
demanda, de D. Camilo Morais (quien lo hubo por ,compra
, hecha a, D~ Luisa Fontalirand de Heliez y don Roberto José
Bouyssounouze), en cuya fecha no reconocía embargos; y asi-
mismo, que estaba desocupado, no existiendo, p'or consecuencia,
en aquél el negocio de licorería de BouyssouJ).ouze.
Que por otra parte no existe en autos, como así también
lo expresa la sentencia, circunstancia que autorice a presumir
una connivencia dolosa entre el tercerista y el ejecutado (el
referido Bouyssounouze), para burlar la aplicación de las san-
ciones impuestas a éste, ni está desvirtuada su afirmación de
que al comprar el inmueble ignoraba 'que en él hubiera estado
instalado con anterioridad una licorería.
Que del texto del artículo 19 de la ley 3764 resulta que
los edificios de la fábrica (al igual que las maquinarias y en-
seres) responden por el crédito de contravenciones a esa ley
"ya sea que el propietario mismo haga dicha elaboración ya
sea que la realicen terceros a quienes aquél haya transferido
el uso y goce de la fábrica" (Corte Suprema Nacional, T. 97,
pág. 113). En tal concepto responden por el crédito las maqui-
narias y enseres aunque no fueren de la pertenencia del fabri-
cante, como se declara en el fallo citado, en el que se expresó
'58 • FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

también que el refetido privilegió establecido sobre el inmueble


en que está instalada la fábrica, aunque éste fuera arrendado
por el fabricante dél alcohol, no és contrario al derecho de pro-
piedad, pues el titular de éste se encuent.ra en condiciones de .
conocer los peligros que corre la cosa locada según el destino
que se le diere. Pero situación distinta se plantea a este respecto
cuandb, como en el caso, se tráta de la transferencia del in-
mueble a un tercero de buena fe euando ya no exist.e fábrica
algU1J.a1J.iembargo trabado por el ctédito, pues se está fuera
de la previsión del arto 19 mencionado ya que éste establecé la
subsistencia del privilegio refiriéndola concretamente al caso de
la transferencia del uso y goce de la fábrica.
Por ello, y fundamentos concordantes se confirma la sen-
tencia de fs. 67, con costas, - Luis G. Zervino. - Adolfo Las-
caM . ....,.Alfredo Pérez Vargas.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA


DE: JUSTICIA DE LA NACIÓN 59

alguna transferencia de la industria, que no ha habido


en el supuesto que contempla el primer considerando.
Que además hay jurisprudencia favorable a la. doc-
trina del pronunciamiento apelado, como lo es el prece-
dente de Fallos 173, 151 Y los que allí s,e citan. De ellos
cabe destacar la acertada consideración de que el ad-
quirente de "la fábrica" puede prever COmoun riesgo
de la operación que realiza, la existencia de la carga del
arto 19, previsión que es poco menos que imposible en
el caso de que trata el juicio.
Que así la adlÍlisión del privilegio fiscal en el úl-
timo supuesto Gonduce a una solución leSIva de la jus-
ticia, en cuanto lleva a aplicar una pena, a quien apar-
te de ser inocente de la infracción, no puede imputarse
culpa alguna, ni vincularlo con la actividad en el curso
de la cual fué cometida.
Que por último refirma el criterio expuesto la clá-
sica regla de hermenéutica de acuerdo con la cual los
privilegios fiscales no deben ser ampliados por inter-
pretación -,.-Digesto: 49, 14, 10.
En su mérito se confirma la sentencia apelada de
fs. 83 en lo que ha podido ser objeto de recurso extra-
ordinario.
ANTONIO SAGARN A - B. A. N AZAR
ANCHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES.

PABLO SANGALLI V. IMPUESTOS INTERNOS


IMPUESTOS INTERNOS: Vinos.
Comprobada la diferencia "en menos" de 19.211 litros de
vinO' sobre un total algo inferior a 90.000 litros en la ba-
dega, así coma la realización de 'una maniobra, cuandO' me-
nos sospeehosa, consistente en la suspensión de una dama-
juana con vinO' en una cuba llena de agua de tal manera
60 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

que con el orificio de la tapa de ésta coincidía el gollete


de aquélla; a lo qu,e se agrega que las explicaciones e'nsa-
yadas por el bodeguero ,en el trámite administrativo y en
la demanda contenciosa son contradictorias y que su pre.
tensión de que la aludida diferencia se haya debido a una
causa distinta del expendio sólo aparece como una posibili-
dad contra cuya verosimilitud conspira el conocimiento que
tuvo el teeurrente de la deficiencia de las piletas en donde
se habían producido las filtraciones por él invocadas y la
circunstancia de que, en todo caso; su uso habría impor-
tado una imprudencia cierta, corresponde concluir que las
pruebas de descargo alegadas son. insuficientes a los efectos
de la absolución y que debe condei1ársele con arreglo a lo
dispuesto por el arto 27 del' texto ordenado de las leyes
de impuestos internos (l). '

MARIA L. PEREZ GUZMAN DE VIA~A y OTRA v. PRO-


, VINCIA DE TUCUMAN

PRUEBA: Peritos.
Los cuestionarios a rós cuales .los peritos deberán ajustarse
. en el cumplimient.o de su cometido pueden ser presentados
en el comparendo previsto. por el art. 142 de la ley 50. Y
tratándose en el. caso de una prueba común por no ha-
berse desentendido por' completo de ella y de modo expreso
, alguna de las partes, la audiencia prevista en el arto 142
de la ley 50 puede realizarse para los dos litigantes en la
misma ocasión aunque haya sido decretada en ambos cua.
d~rDos de prueba y para fechas distintas (2).

HAROLDO BALADO LOPEZ v. PROVINCIA DE BUENOS


AIRES
PROVINCIAS.
En ejercicio de las facultades y la obligación .de adminis-
trar justicia que les incumbe las provincias pueden, sin
que ello importe en sí mismo agravio alguno al derecho de
. . (1) 10 de junio de 1946. Fallos: 178, 224; 179, 338; 182,' 349 Y
384; 184. 530; 197,266 y 269; 198, 229 Y 310; 199, 1; 200, 189.
. (2) 10 de jumo de J9'16.
DE .JUSTICIA DE LA N ACIÓN 61

defensa ni al principio de la igualdad, asignar a jueces co-


munes, en varias instancias, o a tribunales especiales de
instancia única el conocimiento-de cuestiones átinentes a
leyes comunes o a leyes especiales de orden local (1).
RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos formales. Introdl~cciÓtt'
~ la cuestió,~ federal.'Oportu.nidad. Pla4lteamiento en 2~ instancia.
Es improcedente. el recurso extraordinario fundado en la
insconstitucionalidad del arto 13 del Cód. contencioso-admi-
nistrativo de la Prov. de Bs. Aires en cuanto señala el
término de treinta días para deducir .1asacciones a que.
se refiere, contra la sentencia de segunda instancia que,
" i>inresolver esta cuestión tardíamente planteada, se limita
a decidir que, conforme a lo ..quedisponen las leyes locales,
no .compete a la justicia ordinaria de la provincia sino a
la Suprema Cort.ede la Provincia entender en la acción de-
ducida por el recurrente .

.ANTONIO J. RIBEIROS V. MAURICIO SELDES


I/URISDICCION y COMPETENCIA: Competencia territorial. Lugar
ciel domicilio de las partes. .
No habiéndose convenido lugar para el cumplimiento de
las obligaciones ni resultando éste de la naturaleza de ellas,
corresponde al juez del domicilio del demandado conocer
en el juicio sobre indemnización' de daños y perjuicios pro-
movido con motivo del. incumplimiento de un contrato de
compraventa celebrado por el vecino de una provincia con
otro de la Cap. Federal (2).
JURISDICCION y COMPETENCIA: Prórroga. Trámites judiciale,.
No importa prórroga de jurisdicción el envío de un tele.
grama al juez que interviene en el juicio solicitando la pos-
tergación de una audiencia de prueba a la cual el deman-
dado, que promovió y prosigue una cuestión de competen'"
cia por inhibitoria, podía concurrir, haciendo en ella la sal•.
vedad pertinente.
-(1) 12 de junio de 1946. Fallos: 184, 490; 194, 317.
(2) 12 de junio de 1946. Fallos: 166, 337; 177, 13; 184, 401.;
ti,_G51; 195, 322.
62 F ALJ.)OS DE LA CORTE SUPREMA .

CENTRO DE CONSIGNATARIOS-DE PRODUCTOS DEL


.. . PAIS v. FERROCARRIL SUD

REOURSO EXTRAORDINARIO: RequÚJitos propios. Ouestiones no


[e.deroles. Interpretación de normas y actoS"comunes.
Es improcedente el recurso extraordinario fundado en-}'a
interpretación del arto 326 del Reglam. Gral. de Ferrocarri-
les., J),ueBse. refiere a materias de derecho común, como las
, relativas a. la responsabilidad de las empresas respecto de
los cargadores, por pérdidas o averías en la.expedición (l).

JAGOBO l?EUSER LTDA. v.. ADUANA


ADUANA: Recursos.
No es recurrible por la vía contenciosa que establece el
art.. 1063 de las Ordenanzas de Aduana la resolución admi.
nistrativa que ordena perseguir el cobro de derechos adua-
neros o que deniega la anulación del cargo formulado en
concepto de los mismos, aunque se funde en la supuesta
alteración del destino de la ,mercadería introducida con
franquicia y haya mediado absolución judicial respecto de
la,:malta que la Aduana aplicó por la pre.tendida defrau-
da.ción.de. dichos derechos '2).

SENTEN£M DEl> JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, 25 de septiembre de 1943.


Vistos y considerando.:
Q~e con el informe corriente a £S. 54 está probado que
las autoridades administxativas autorizaron la impresión de
"Guía. de los Teléfonos,. Comercial, Industrial y Profesional
de Quilmes", t, El Libro Verde de los Teléfonos" y "Anuario
Eraft.' ',. que han sido acompañados como prueba, en papel im-
port.ado libre de derechos.
Que si se ha considerado a esas publicaciones de interés
(1) 14 de junio de 1946.
(2) En igual sentido fué resuelta otra causa. análoga entre laa
mismas partes el 21 de junio de 1946.
DE JUSTIOIA DS LA NACIÓN 63

general YCOIDO tales amparadas por el arto 311 de la ley 11.588,


en la misma situación está "Guía Moderna de los Téléfonoa
---,.M:ardel Plata, Tandil y pueblos circunvecinos", impresa por
la recurrente, pues es una publicación de idéntica naturaleza
que las antes nombradas, las cuales tampoco han sido editadas
por concesionarias de servicios públicos. '
Por ello, revócase la resolución administrativa de fs. 12 y
se absuelve de 01:11p,8> y cargo a la firmá S. A. Papelería, Li-
brería e Imprenta Argentina, casa Jacobo Peuser Ltda. - Ho-
r~FQ33. '

S~NTENCL\ plj¡, 44 CÁ:M~ FEDJillUL

Bs. Aire~ 2~ ~e :mM"~Q de 1944.


Y "istoa:
~e.(lQnfirma.,1& sentenciIJ.~a.pe1adl!cd~
, po:r SlJª f'qn,ºIJ.n;l,e.llt9!J,
f&. 72. --.- QªrLQ~~l Oampi{lQ, - R. ¥u~J.U:"P41(J.('ip.-' Eduardo
Sa.rmiert,iQ. - Carlq~ ll(¿fTc.r(J.

~s. Ai:r.~, 1~ de. dic.ieJUbJ,"e.


de 1944.
Si~nd:()privativo de la Administración la fijación del aforo
de las mercaderías ~eorte Suprema de Justicia de la Nación,
fallo de febrero 4 de 1929, T-. 78" pág; 339), por, lo cual carecen
de efecto las consideraciones de los fallos' que mencionen la
cuestión al solo efecto de la pena, no ha lugar a la anulaci6n
del cargo de que se trata. Pll&ea la. Dirección General de Adua-
nas a sus efectos. - Amegkinq.

~N'l'ENeM, Dm. JUEZ F'ltDER:A1:J

Bs . .h.ires, 16 de febrero de 1945.


Autos y vistos: De acuerdo con lo dictaminado por el Proc'
Fiscal y lo resuelt-o pQr ¡~, G.á¿m.. Fed. de Apel. el 31 de julio
ppde., en los. autos, cara.tulado~ "Di Palma. Sante, Aduana, 182-
R,1942, (recursQ de queja), de que la resolución administra-
tiva; recurrida, no es de la~'~mprendidas dentro: de' los. términos
del arto 1063 de las 0.0. de Aduana, puesto que no puede COJ,l-
FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

ceptuarse como condenatoria, tratándose, en todo caso, de' un


cobro indebido de derechos, cuestión que es ajena a la vía con-
tenciosa autorizada por dicho precepto legal, desestímase con
costas el recurso de queja deducido por la firma Casa Jacobo
Peuser Lt.da. S. A. - Horacio Fox. .

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, 30 de mayo ,de 1945.


Considerando:
Conforme lo tiene declarado en forma reiterada la juris-
prudencia, lo que incumb.e resolv~r a la justicia federal por
la vía contenciosa que autoriza a entablar el arto 1063 de las
Ordenanzas de Aduana, es únicamente si procede o no la apli-
cación de penas, examinando la legalidad o ilegalidad de las
mismas. La cuestión relativa al cobro de los derechos es ajena
a la jurisdicción de carácter criminal que el tribunal ejerce
en tales casos, sin que p'or ello les 'esté vedado a los particula-
. res acudir por vía del juicio ordinario ant.e los tribunales de
justicia competentes, para reclamar lo que se les hubiera cobrado
indebidamente o sin derecho, cumpliendo a tal fin los requi-
sitos señalados por la ley.
Por ello y sus fundamentos, se confirma la resolución ape-
lada de fs. 98 vta. que desestima el recurso deducido por la
firma Jacobo Peuser Ltda. S. A. en este sumario de Aduana
M.A-1942. - Carlos Herrera. - R. Villar Palacio. - Carlos
del Campillo. - J. A. González (Jal<Lerón.- Alfonso E. Poccurd
(en discordia).
Discordia
Consecuente con lo sustentado en mi voto en discordia eH
1.a causa Barcellone, Bourda y Cía., fallada por est.e tribunal
con fecha 13 de abril del corriente año, considero que en le
enl1cerniente al cobro de derechos aduaneros, debe hacerse un
distingo según se trate de mercaderías que deben pagar derechos
al entrar al país, o de mercaderías que están exe'fl,tas del pago
de derechos al importarse.
En el primer caso, es indudable que los derechós aduaneros
aon irredurribles (art. 137 de la ley 810) : deben satisfacerse de
inmediato, como que constituyen rent.as de la Nación, necesa-
. rias para afrontar los gastos del Estado (art. 4° de la Consto
Nacional) ..
l>E JUsrtCíA DE LA NACI6N 65

.El segundo caso es fundamentalmente distinto, pues la Na-


ción no ha considerado necesaria tal contribución, desde el mo-
mento que ha declarado a la mercadería exenta de derechos.
Por consiguiente, la exendión es la regla y la exigencia d~l pago
de derechos, sólo puede surgir como co1l,secuencioJde la compra-
bación de que se ha violado la condición impuesta al acordar la
exención de derechos.
Por ello debe estimarse que en loS casos de exención los
derechos aduaneros no son exigibles por disposición de la ley,
sino como consecuencia de la violación de la ley. .
La tesis que sustento armoniza con precedentes de juris-
prudencia sentados por la Suprema Corte Nacional, que guar-
dan analogía (J. A., 12: 9; 71: 281; 75: 940) habiendo reco-
nocido el alto tribunal que "el recurso judicial en materia
aduanera puede ser comprensivo de las sanciones impuestas
por delito o infracción cometida y de los derechos que el FiscO'
haya dejada de percibir".
En el caso que ha motivado estas actuaciones, se ha decla-
rado por sentencia definitiva (£S. 72 y 81) que la firma recu-
rrente na ha cmnetido la infracción imputada¡ no ha violadd
la ley que motivó la exención de derechos en base a lo dispuesto
en el arto 39 de la ley 11.588.
En presencia de. situaciones como la contemplada, debe
reconocerse que la exigencia administrativa sobre pago de de-
rechos reviste todos los caracteres de una resolución condena-
toria, apelable para ante la justicia federal (art. 1063 de las
Ordenanzas), como parece haberlo entendido uniformemente
las oficinas administrativas 'que. informan a. fs. 89 y 90, Y el
Sr. Procurador del Tesoro, que dictamina a fs. 90 '\ita. al acon.
sejar que no Sé hiciese efectivo el cargo formulado, en vista
del pronunciamiento judi"ciál absolutorio.
En su conseéúencia, se revoca la resolución de ís. 98 vta.
qU& desestima el recurso de queja deducido Y' vuelvan los autos
Ji; ptimera illstanéia patá que el Sr. Juez Sé pronuncie sobre la
il:pé1aeióni'fitérpuest.á que se declara procedente. - AlfonsO' E.
Pócc(llfa.

SENTENéIA DE LA C{>RTE SUPREMA

Bs. Aires, 14 de junio de 1946.


y vistos: Los del recurso extraordinario concedi-
do a fs. 109 vtá. en los autos caratulados PeuserJ aco-
66 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

bo Ltda., sumario aduana, recurso de queja venidos


d'e la Cám. Fed. de la Capital.
Considerando:
Que una cuestión análoga a la presente ha sido re-
. suelta en fecha 15 de mayo del corriente año por esta
Corte Suprema in re Barcellone, Bourda y Cía. sobre
infracción aduanera, por lo que, y por -razones de bre-
vedad, se dan aquí por reproducidas las consideracio-
nes allí expresadas.
En su mérito, se confirma la sentencia apelada en
lo que ha podido ser materia del recurso.

B. A.' N~AR ANCHORENA - .l!-'.


RAMOS MEJÍA - TOMÁS D..CA-
SARES.

FRANCISCOGRILLI y OTROS v. CIA. DE SEGUROS LA


. 'PRIMERA '

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Tribunal su-


perior.
Es iPlprocedente el recurso extraordinario contra el fallo
.confirmatorio pronunciado por la Suprema Corte de -la
Prov. de Bs. Aires en virtud del recurso de inaplicabilidad .
, deducido contra la sentencia de una cámara de apelación
aunque en aquél se haya tomado en consideración la cues-
tión .federal planteada por el recurrente; pues careciendo
en .realidad dicho tribunal de jurisdicción para decidir esa
clase de cuestiones, el recurso debió ser interpuesto contra
el pronunciamiento de la Cámara, que es la sentencia de-
fi:¡litiva del superior tribunal de la causa a que se refiere
el arto 14 de la ley 48 (1).

(1) 17 de junio de 1946. Fallos: 190, 21; ,191, 456.


DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. 67

DOMINGO SANFILIPPO v. FREDY H. MADRID


JURISDICOlON':Y OOMPETENOIA: Competencia militar.
No corresponde a la justicia militar, ante la cual 'se inició
un proceso por insubordinación, sino a la ordinaria el co-
nocimiento de la causa referente a un hecho que puede cons-
tituir los delitos de lesiones y disparo de armas previstos
en el Cód. Penal, ocurrido entre dos militares fuera del
servicio, por cuestiones ajenas al mismo y en un lugar 110
sometido a la jurisdicción militar.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
El 22 de octubre del año pasado, hallándose en su
domicilio el sargento ayudante (músico) DoÍningo San-
filippo, tuvo un incidente con el cabo 19 Fredy Héctor
Madrid a propósito de ciertas cartas y un retrato que
debía este último devolver a raíz de haber roto sus
relaciones con una sobrina de aquél. Resultado del
incidente fué expulsar violentamente de su casa San-
filippo a Madrid después de darle un golpe con un
sable que no causó lesiones; y disparar el expulsado
un tiro de revólver sobre la vereda del edificio, sin que
hiriese a persona alguna. Se discute ahora si corres-
ponde incoar el proceso. respectivo' a la justicia oi'di-
naria o a la militar. El hecho ocurrió en Morón, Prov.
de Bs. Aires.
Teniendo en cuenta que si bien ambos protagonis~
tas pertenecían al ejército, lo sucedido se produjo fue-
ra del sitio donde las autoridades militares tuviesen
jurisdicción, y también que ello no tiene referencia al-
guna con actos del servicio militar, considero aplica-
'ble al caso la jurisprudencia sentada por V. E ..~n 20:1:
351 y los allí citados. .
68. FALLOS DE LA CORTE SUPRE?>fA

Bajo tal concepto esta contienda de jurisdicción


que se trae a V. E. debe. dirimirse declaralldo que co-
rresponde seguir conociendo en la causa a la justicia
ordinaria de La Plata. Bs. Aires, mayo 29 de 1946. -
Juan Alvarez.
FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 19 de junio de 1946.

Autos y vistos: Considerando:


Que, en lo referente a la competencia, el caso de
autos es análogo al que el Tribunal.resolvió por fallo
publicado en el t. 136, pág. 206, de la respectiva colec-
ción, en el cual se imputaba a un conscripto la comisión
de los delitos de disparo de armas y lesiones contra un
sarge~to del Ejército fuera de servicio. y en lugar no
sometido a la jurisdicción militar.
Por ello y lo dictaminado por el Sr. Procurador
,General,. declárase que corresponde al Sr. Juez en lo
.Crim. y Corr-eccional del Depto. de la Capital, Prov:
de Bs. Aires, conocer en la causa promovida contra
Domingo Sanfilippo 'y Fredy Héctor Madrid a que se
refieren los expedientes remitidos, que deberán serIe
enviados, haciéndose conoc~r esta resolución al Sr. Juez
de Instrucción Militar en la forma de estilo ..
B. A. NAZAR ANCRORENA - F.
RAMOS ME.rÍA -'T. D.CASARES.

JULIO L. GARCIA v. DOMINGO NICORA


RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos formoles. Interposición
del recurso. Término.
Es extemporáneo el recurso extraordinario interpuesto el
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 69
-
sexto día hábil después del comparendo a que concurrió el
recurrente y en el cual se dictó la sentencia apelada. .
CONSTITUCION NACIONAL: Derecrtos y garantías. Defensa e1~.
.juicio. Procedimiento y sentencia.
La circunstancia de que el procedimiento sea sumario, re-
duzca los términos procesales; la calidad y número de las
defensas y los recursos y suprima la segunda instancia
para los pleitos menores de mil pesos, como lo <;lispone.el
decreto n 32.347 sobre creación de los tribunales de la
Q

justicia del trabajo, no basta para constituir una violación


de la defensa en juicio si esas disposiciones no han impe-
dido efectivamente el ejercicio de ese derecho en el caso
concreto; en el cual el recurrente ha podido producir en la
audiencia de conciliación la' prueba que más tarde fué re-
chazada por haberla ofrecido fuera de la oportunidad co-
rrespondiente.
CONSTITUCION NACIONAL: Derechos y garantías. IgMldáil.
El principio de la igualdad no resulta violado por la crea-
ción de un régimen distinto del judicial ordinario para
las causas referentes al derecho del trabajo, en tanto se
organice de manera razonable y compatible con los dere-
chos y garantías constitucionales', como el que establece el
decreto nO 32.347/44. . ..
RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Relación di-
recta. NonnM extraíias al juicio. Arts. 16 a 19 de la Constitución.
Es improcedente el recurso extraordinario fundado en el
arto 17 de la Consto Nacional contra la sentencia no arbi.
traria que se limita a resolver cuestiones de hecho y de
derecho común. .

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
La sentencia de fs. 24, en lo que respecta a la cues-
tión constitucional que decide, ha quedado ejecutoria-
da por haber sido apelada fuera de término (fs. 33).
La de fs. 38 que resuelve el fondo del asunto no
contiene pronunciamiento alguno de carácter federal.
70 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Ha sido, pues, mal' concedido a fs. 44 .el recurso


extraordinario de apelación (art. 14, ley 48). Bs. Aires,
marzo '28 de 1946. - Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Buenos Aires, 19 de junio de 1946.


y vista la precedente causa seguida por D. Julio
A. GarcÍa contra D. Domingo Nicora sobre indemniza-
ción por despido, en la que se ha concedido a fs. 44 el
recurso extraordinariq.-

y considerando:
Que resuelta en la audiencia de fs. 24 la defensa
de incompetencia, en 3 de diciembre de 1945, el recur-
so extraordinario interpuesto a fs. 29, el 11 del mismo
mes y año o sea el sexto día hlibildespués del compa-
rendo a que concurrió el recurrente, es extemporáneo
-arto 208, ley 50; Fallo~: 191, 364 Y 514; 194, 233 Y
otros-o
Que lo decidido respecto de las cuestiones federa-
les referentes a la incompetencia de jurisdicc~ón -in-
constituGionalidad por su origen del decreto 32.347 y
violación de los arta. 17 y 95 de la Consto Nacional-
es así irrevisible por vía del recurso extraordinario
. concedido a fs. 44.
Que los demás puntos articulados a fs. 3, si bien
pueden autorizar la apelación; no permiten la revoca-
ción del fallo recurrido. La sola circunstancia de que
el procedimiento sea sumario, reduzca los términos pro-
cesales, la calidad y número de las defensas y recursos,
no basta para constituir una violación de la defensa en
juicio, si no h~n impedido efectivamente el ejercici.o de
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 71

ese' derecho, conforme a la doctrina de esta corte que


a tal fin requiere la existencia de una efectiva priva-
ción o restricción de la defensa -Fallos: 194, 220;
195, 159 Y otros-o En el caso esa restricción no ha
existido, como se desprende de la amplitud de las in-
vocadas a fs. 3, que abarcan desde la invalidez del de-
creto 32.347 por razón de su origen y por contrariar
las garantías de que ahora se trata, hasta la cuestión
de derecho común que constituye el fondo de la causa.
En cuanto a la prueba denegada a fs. 26 vta., lo ha
sido por razón de la oportunidad de su ofrecimiento
-arto 60, decreto 32.347- es decir por causas imputa-
bles al recurrente -Fallos: 180, 136; 185, 60; 188, 120,
Y ptros-, que sin duda pudo producirla en la audien-
cia de conciliación. Por lo que hace a la supresión de
la segunda instancia en los pleitos menores de mil pe-
sos -arto 96, decreto 32.347- no contraría tampoco el
arto 18 de la ConstoNacional -Fallos: 187, 79; 192, 240
Y otros-o
Que la garantía de la igualdad no impide que la
legislación cont€mple en forma distinta situaciones que
considera diferentes, siempre que la discriminación no
sea arbitraria ni responda- a un propósito de hostili-
dad contra determinada persona o grupo de personail,
o importe indebido favor o privilegio personal o de
grupo -Fallos: 182, 355; 184, 592; 202, 304 y muchos
otros-o Desde luego tales tachas no convienen a la
reglamentación de la justicia del trabajo por la cir-
cunstancia de establecer un régimen distinto del judi-
cial ordinario. Esta Cort€ ha tenido en efecto y~ opor-
tunidad de declarar que es de interés público la obser-
vancia del derecho del trabajo, estando así justificada
la creación de un procedimiento y una jurisdicción es-
peciales, tendi€ntes a la más efectiva y expédita tutela
72 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

y cumplimiento del mismo, en tanto que el todo se orga-


nice de manera razonable y compatible con los dere-
chos y garantías que consagran la Cons¡t. Naciona!
-Conf., Fallos: 187, 79; 196, 530; causa "De Giusti
Bernardo c.1 S. A. Petersen, Thiele y Cruz" fallada en
13 de mayo del corriente año entre otros-o
Que en cuanto al fondo del asunto escapa a la ju-
risdicción extraordinaria de esta Corte, por tratarse
de cuestiones de hecho y de derecho común. La sen-
tencia dictada en los autos -fs. 38- no puede ser ca-
lificada de a;bitraria e insostenible en los términos de-
la jurisprudencia de Fallos 198, 145; 200, 22 y otros,
ni es, por consiguiente, susceptible de revisión por vía
de recurso extraordinario sobre la base de la invoca-
ción del arto 17 de la Consto Nacional.
En su mérito se confirma la sentencia de fs. 38
en lo que ha podido ser objeto de recurso extraordi-
nario. .
ANTONIO SAGARNA - B. A,. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES.

HECTOR ARANO v. WEST INDIA OIL Co.

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Relación di-


recta. Sentencias co,~ fundamentos no federales o federales consen-
tidos, F1tndam.entos de or.den local y procesal.
La resolución de la Cám. de Apel. de la Justicia del Tra-
bajo por la cual se declara consentida la omisión de la sen.-
tencia final de primera instancia al no decidir respecto de
. la apelación anteriormente interpuesta pOl' el. demandado
contra el a~to que, resolviendo la excepción de competen-
cia, había desestimado la inconstit.ucionalidad del decreto
n9 32.347/44,
. debe ser considerada
, frustratoria del derecho
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 73

federal alegado por el recurrente, atento lo dispuesto por


los arm. 66 y 96 del mencionado decreto y la circunstancia
de haberse mantenido en todo instante la cuestión federal
planteada; por lo qüe corresponde declarar mal denegado
el recurso extraordinario.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Cor~e:

La sentencia de fs. 38/42 que decide la cuestión


constitucional_ r'eferible al funcionamiento de la Justi-
cia del Trabajo no ha quedado consentida; fué apelada
por la demandada a fs. 42, y atento el monto del liti-
gio debía conocer oportunamente en el recurso la Cá-
mara respectiva~ Así lo entendió también el Ministerio
Público en .ese acto. Dictada la sentencia sobre el fon-
do del asunto, la expresada parte interpone de nuevo,
a fs. 69 apelaciÓn, que le es concedida (fs. 73 vt~.); y
vuelve a -expedirse dicho Ministerio sobre .el particular
(fs. 80) en atención a la vista que el Tribunal le con-
fiere acerca de la inconstitucionalidad planteada en
autos (fs. 79 vta.), previa insistencia sobre dicha cues-
tión por parte de la recurrente en SU' expresión de agra-
vios de fs ..71/73.
La prealudida cuestión federal resulta así opor-
tunamente introducida en el litigio, mantenida y some-
tida legalmente a decisión judicial. La sentencia de
fs. 81 de la Cám. del Tr'abajo importa, pues, al respecto,
una denegación implícita del derecho federal invocado.
y como a fs. 86 se ha .interpuesto en tiempo y forma
recurso extraordinario de apelación para ante V. E.
considero que éste ha sido mal denegado a ~s. 87.
En cuanto al fondo del asunto, doy por reprodu-
74 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

cido, en 10 pertinente, mi dictamen de fecha 29 de octu-


bre de 1945, en expediente "Martín v. NicOra" M. 474.
Bs. Aires, junio_lO de 1946. -:- Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, junio 19 de 1946.


y vista la precedente queja cara tulada "Recurso
de hecho deducido por la demandada en. los autos Ara-
na Héctor contra West lndian Oil Ca. (S. A. P. A.)'"
para decidir sobre su procedencia.

y considerando: .
Que si bie!l el recutso extraordinario ha sido de-
negado por razones procesales -se habría consentido
una omisión de la sentencia de primera instancia al no
decidir respecto de. la apelación .interpuesta contra. el
auto que resuelve el incidente de competencia- en pre-
sencia de lo dispuesto en los arts. 66 y 96 del decreto
32.347 y lo dictaminado por el Sr. Procurador General,
tal pronunciamiento debe considerarse frustratorio del
derecho alegado -Fallos: 190, .50; 198, 145; 200, 22;
201, 581 Y otros- y es por consiguiente susceptible de
revisión en 0p9rtunidad' de esta queja.
En su 'mérito y por los fundamentos del precedente
dictamen del Sr. Procurador General, se declara mal
denegado el recurso extraordinario interpuesto a fs. 86.

ANTONIOSAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA- F. RAMOS MEJÍA.
- T. D. CASARES.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 75

.RAUL C.. BARON BIZA

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestión {ede-


. ralo Cuestiones federales complejas. Inconstitucionalidad de .normas
y actos nacionales.
No debiendo necesariamente concluirse que la sentencia
que se limita a rechazar l!l-prescripción de la acción penal
por entender que, conforme a lo resuelto por la Corte Su-
prema en Fallos: 199, 617, el curso de la prescripción se
suspende por la paralización de la causa resuelta por apli-
cación del arto 38 del Cód. de Proceds. Crim., importa de-_
clarar la inconstitucionalidad del arto 67 del Cód. Penal,
puesto que cabe la posibilidad de que el tribunal apelado
haya interpretado esta disposic~ónen el sentido de que no
se opone a la suspensión de la prescripción de la acción
en las causas en que un obstáculo legal las paralice, co-
rresponde declarar improcedente el recurso extraordinario
fundado en que se ha invalidado el citado arto 67 del .Cód.
Penal (1).

THE LONPON AND LANCASHIRE INSURANCE Co. LTD.


RECURSO EXTRAORDINARIO:. Requisitos propios., Cuesti6n fe-
deraL C¡wstiones federales simples. Interpretaci6n de las leyes fede-
rales.
La circu~stancia de que la sentencia apelada exima de toda
penalidad al contribuyente por considerar que la infracci6n
cometida por él.sólo se ha debido a ~n error excusable, no
obsta a la procedencia del recurso extraordinario fundado
por el ap9derado fi~cal en que, según la interpretación que
atribuye el arto 28 del texto ordenado de laS leyes de im-
puestos internos, basta la eXistencia de la infracción para
que proceda aplicar la pena prevista en el mencionado
art.ículo. .
IMPUESTOS INTERNOS: Seguros.
La circupstancia de que de buena fe y por un error excu-
sable la compañía que contrató un seguro cubriendo di-.
nero en tránsito hasta cubrir una suma determinada por
(1) ,19 de junio de 1946.
76 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

viaje haya pagado el impuesto del uno y medio por mil


que establece el arto 132 del texto ordenado de las leyes de
impuestos internos sobre esa cantidad y no sobre la mayor
que en total rué transportada en los varios viajes realiza-
dos, no autoriza a eximirla de la sanción prevista en el
arto 28 del citado cuerpo legal para cuya aplicación basta
la infracción a las disposiciones legales o reglamentarias
y no se requiere la existencia de intención delictuosa.

RESOLUCIÓN DEL MINISTRO DE HACIENDA

Bs. Aires, enero 5 de 1945.


Visto que el Sr. Carlos María Jordán, en su carácter de
denunciante en el sumario instruído a la Cía. de Seguros The
London y Lancashire Insurance CO.Ltd., apela de la resolución
del 17 de febrero ppdo. dictada por la Adm. Gral. de Imp. In-
ternos (£s. 16-16), en la parte que se refiere a la exención de
multa, por entender que es de aplicación el arto 27 del texto
ordenado delas leyes de impuestos internos; y

Considerando:
Que de las presentes actuaciones surge que la firma Agar
CroESCO.Ltd., de esta Capital, ha contratado con la casa ma-
triz en el ext.erior de The L~ndon y Lancashire Insurance Ca.
Ltd. por intermedio de su sucursal en Es. Aires, un seguro cu-
briendo dinero en tránsito hasta la suma de $ 200.000 por viaje.
Que en el período 1939 a 1942 la asegurada transportó
m$n. 12.357.550.
Que l~ sumariada abonó el impuesto del 1 lfz 0/000 que
determina el arto 132 de la ordenación citada, sólo una vez al
contratarse el seguro y sobre la suma de m$n. 200.000.
. Que en consecuencia, quedó sin liquidarse el impuesto del
1 lfz 0/000 sobre los m$n. 12.157.550 (m$n. 12.357.550 menos
200.00) que importa m$n. 1.823,63.
Que, en tal virtud, la Administración del ramo instruyó
el sumario respectivo, imponiéndole la obligación de abonar el
referido import.e, más los intereses correspondientes, y sC\bre-
seyó a la compañía en lo que a penalidad se refiere.
Que este Ministerio, coincidiendo con el Sr. Procurador
del Tesoro, estima que la ausencia de propósitos dolosos invo-
cados por la compañía y que aparecería justificada por haber
. bE JUSTICIA DE LA NACIÓN 77

asentado las operaciones observadas en sus libros comerciales,


consignándolas también .en las declaraciones juradas oportuna-
mente presentadas a la Administración del ramo, no es sufi-
ciente para enervar la aplicación dél arto 28 del texto ordenado
de las leyes de la mat.eria. -
Por lo expuesto, el Ministro de Hacienda resuelve modi-
ficar la resolución apelada en cuanto ha sido materia del pre-
sente recurso, imponiendo a la compañía sumariada el pago
de una multa de m$n. 2.000. - Am.eghino.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDEmAL

Buenos Aires, agosto 31 de 1945.

Vistos y considerando:
Que se impuso a 'The London y Lancashire Insuranee C'1
Ltda. una multa de' $ 2.000 por omisión en el pago' de impues-
tos en operaciones de 'seguro. .
Que estableciéndose en el contrato respectivo que la Com-
pañía sumariada se responsabiliza por la suma de $'200.000 por
viaje, (art. 4'1) abonó el impuesto que correspondía sobre esa
cantidad, al contratarse el seguro, criterio no compartido por
la Administración de Impuestos Internos, quien estima que el
gravamen debe calcularse sobre las cantidades totales de dine-
ro transportadas.
Que si se tiene en cuenta los términos en que está redacta-
da aquella cláusula, puede admitirse que la sumariada creyó
de buena fe que el impuesto' debía. calcularse como lo hizo y
en esa situación todo se reduce a una divergencia. de interpre-
tación que no autoriza a aplicar sanciones penales, lo que está
corroborado con su actitud puesta de manifiesto en las reso-
luciones de fs. 15 y 41, al asentar esas operaciones en sus libros
comerciales y declaraciones juradas presentadas a la Adminis-
tración.
Por ello resuelvo revocar la resolmión- ministerial de ¡s. 41
y absolver a The London y LoAwashire Insurance 01) Lfd. de la
infracción imputada, como se estableció en la resoluci6n de
fs. 15. - Horacio P(Y.1;.
78 F~LLOS DE LA CORTJ¡: SUPREMA

SENTENCIA DE' LA CÁMARA FEDERAL

Buenos Aires, 20 de febrero de 1946.

Considerando ':
1. Si bien es cierto que, como lo sostiene el recurrente,
tratándose de la aplicaci6n de las sanciones previstas en el
arto 37 de la ley 3764 (28 del t. o.), no es necesario demostrar
la existe.ncia de "mira de defraudar" para reprimir las in.
fracciones legales o reglamentarias, no puede desconocerse que
la justicia debe examinar, en cada caso, el grado de justifi.
caci6n:de los hechos producidos reputados ilegales, contemplan.
do las circunstancias particulares que puedan influir en el áni.
mo del juzgador, capaces de determinar la atenuaci6n o aun la
eximici6n de toda penalidad.
Esta última situaci6n es precisamente la que Ocurre en el
presente sumario, como lo que pone de manHiesto la resoluci6n
del Sr. Administrador de Impuestos Internos a fs. 15, que fué
revocada por el Ministerio de Hacienda a fs. 41.
Acertadamente estimó el Sr. Administrador, que los im.
puestos del 1lh 0/000, no fueron abonados en el cas.o por la
sumariada por una errónea interpretación de lo que debía en-
tenderse por valor asegurado, error excusable,. conforme a las
explicaciones dadas y antecedentes acumlJ.lados,máxime tenien-
do en cuenta, que todas las operaciones fueron asentadas por la
Compañía encausada en sus libros comerciales y en las declara-
ciones juradas presentadas a la Administración, las que confor.
me a.las normas reglamentarias debieron ser verificadas por un
empleado fiscal, que hiciera constar su conformidad con los
asientos de los libros comerciales, o las observaciones'pertinentes.
Por ello y sus fundamentos, se confirma la sentencia abso-
lutoria de fs. 85. Costás por su ordeh. - Alfonso E. Poccard. -
R. ViUa,t' Palacio. - Carlos del Campillo. - J. A. González
Calderón (con su voto). - Carlos Herrera. .

Voto d~~Dr; J. A. Gonz.áUi Calder'ó1/..:


Por sus fundamentos, que en modo alguno han sido des-
virtuados en los apuntes supletorios del informe in voce que
presenta ante esta Cámara el apoderado del Fisco, confírmase
la sentencia apelada de fs. 85. - J. A. GOnZález Calderón.
DE .n¡STICIA DE LA NACIÓN 79

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, junio 19.de 1946.


y vista la precedente queja caratulada "Recurso
de hecho deo,ucidopor Impuestos Internos en los autos
The London Lancashire Ca. Ltd. c. Impuestos Internos
Sumario 4496-1-1943" para decidir sobre su 'pro'ce-
dencia. '

y considerando:
Que la circunstancia de qu~ la sentencia apelada
de fs. 92 de los autos principales aduzca fundamental:!
de hecho en apoyo de la conclusi6n a gue llega, no es
óbice para que interprete el arto 37 de la ley ,3764,-28
del T. 0.-
Que en efecto tanto la resolución administrativa
cuanto la defensa del fisco en el expediente judicial
han sostenido que las sanciones del citado artículo son
aplicables aun en caso de ausencia de propósitos dolo-
sos, bastando al efecto la existencia de la infracción,
conforme a 'la doctrina de esta Cor.te que cita el Sr.
Procurador del Tesoro, fs. 40, al dictamen del cual se
remite el Min. de Hacienda, fs. 41, cuya decisi6n a su
, vez invoca la defensa, 72.
Que admitida como lo ha s,ido la existencia de-in-
fracción -la sentencia de fs. 92 decide de~anera irre-
visible que hubo incumplimiento de la ley por error
excusable- es fuera de duda, por haberse absuelto al
contribuyente, que se ha dado al r~ferido arto 37 un
alcance más restringido que el sustentado por la admi-
nistración a saber, de que la sola infracción no autoriza,
al tenor del mismo, la iplposición de pena.
Que tratándose de la inteligencia de una ley. fede-
áo FALU>S DE t..A CORT:I!: SUPREMA

ral el recurso extraordinario denegado es procedente -


Fallos: 181, 409; 184, 530 Y otros; arto 14, inc. 3°,
ley4~. .
En su mérito y de acuerdo con el dic~men del Sr.
Procurador General, se declara mal denegado el recur-
so extraordinario a fs. 95 vta. 'de los autos principales.
y considerando en cuanto al fondo del asunto por
no ser necesaria más substanciación. .
Que la "ley 3764, que establece las disposicion:es ge-
nerales en materia de impuestos internos, legisla en su
art. 36 -27 del T. 0.- los casos de actos u omisiones
cumplidos con mira de evadir los gravámenes de que
tra ta, y los castiga con multa de diez tantos de la suma.
que se ha intentado defraudar,. y aun con pena corporal
en los supuestos más graves.
Que el ar1.. 37 de la ley citada -28 del T. 0.-
contempla las Himples contravenciones y dice: "los in-
fractores a las disposiciones de este texto ordenado y
a los reglamentos que -en su ejecución dictase el P. E.
sufrirán una multa de veinticinco a dos mil pesos mo-
neda nacional". Interpretando el precepto esta Corte
ha declarado ~Fallos: 197, 362-- que para la aplica-
ción de las sanciones qué prevé basta la infracción a
las disposiciones legales o reglamentarias y no .se re-
quiere la existencia de intención delictuosa.
Que además en casos similares al de autos ":""'-Fa-
nos: 182, 349; 184, 169- el tribunal ha decidido que son
aplicablés las sanciones previstas por el arto 37 de la
. ley 3764 -28 del T. O.~ debiendo contemplarse las.
circunstancias de hechó que condicionen la infracción
a los efectos de la graduación de la multa, atent,l1la im-
portancia que aquélla puede tener tanto por el detri-
mento que signifique para el fisco, COíll.opor .el grado
de culpabilidad dél conttíbnyellté.
DE JÚSTICIA DE LA NACIÓN 81

Que atendiendo al rigorismo propio de las leyes


fiscales -a que se ha hecho referencia en un fallo re-
ciente (causa'''Sangalli Pablo", fallada en 10 de junio
del corriente año)- a la circunstancia de que el texto
del ;lrt. 37 no menciona como pre~puesto de las penas
que prevé sino !a infraccióri, de las leyes y reglamentos;
a la amplitud que permite para la graduación de la
multa, cuyo límite mínimo -$ 25- es compatible con
la inexistencia de otra falta que la interpretación equi-
vocada excusable de la ley; y al peligro que parca el
régimen tributario significaría la exigencia de la de-
mostración efectiva de negligencia especial como requi-
sito para la punibilidad del incumplimiento de las leyes
y reglamentos ímpositivos, el tribunal se refirl:Ílit'en la
jurisprudencia a que más arriba se ha' hecho referencia,
conforme a -la cual la sentencia de fs. 92, en cuanto exi-
me totalmente de multa a la compañía infractora, no es
arreglada a derecho.
En su m.érito,se revoca la sentencia apelada de fs.
92 y vuelvan los autos al tribuna~ de su procedencia a
los efectos de,que la causa sea nuevamente juzgada -
arto 16, ap. 19, ley 48-.

B. A. NAZAR ANCHORENA - F.
RAMOS MEJÍA - T. D. CASARES.

MAURICIO L. DOTTI y OTROS

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Relaci6n di-


recta. Normas extrai'ws al juicio. Arts. 16 a 19 de la Constituei6n.
Es improcedente el recurso extraordinario fundado en los
arts. 16 a 19 de la.Const. Nacional contra la sentencia que,
interpretando o aplicando en forma no arbitraria el art;
132 del Cód. de Proceds. Crim. de la Prov. de Santa Fe y
82 F ALIJOS DE :YA CORTE SUPREMA

las circunstancias de la, e.au¡;adeclaJ:a,que el apelan,te no


puede ser cónsiderado como particularmente ofendi~o en
los términos de aquél a ef-ecto.de su participación en la
~U8a, com~ q~ez:eUª'ºte ,(1).

LEY Dlft f3.ELLOS: Exencip,nes..


El supuesto inft:actor a la ley 12.591 a quien el P. E. apli-
có una mUlta de la. cual manifiesta haber apelado para ante
et j~ez federal mediante, un escrito no agregado al expe-
d~e:nt:eiti~ne.-,d.ere,choa actuar en papel, simple en el juicio
de apremio, q~e !;le le sig:qe. por cobro de la. multa.

F.AI!.LO, DE; LA CORTE SUPE,EMA

:as. A.,.iI:es,.21 de junio de. 1946.


y vistos los autos "Alvarez Hnos., infrac. ley
12.591, exp. 235.266/43 del Minist.' de Agric., cobro de
multa, v;Ía de apremio':', en los que se ha concedido el
recurS(i) extraordinario interpuesto a fs. 91 contra la
resolucl@u de f8'. 89;
.Considerando :
. Que e:J;l.
e.stos autos. procúrase ejecutar por vía de
apremio la pena de' multa aplicada a la firma Alvarez
Hnos., con motivo de la .infracción a la ley 12.591 que
se le imputa, por un decreto del P. E. de la Nación (fs.
63) que,. según '1:3< lleQur;re:n-:te"
no e~tácfirD;l~por haber
ella interpuesto el recurso de apelación que autoriza
el art ..99 de la ley men.cionada medj:ante un escrito que
no habría sid.o ag,reg.ado ~J.e,~Bediente y estaría en po-
der: de~la.s ~,utQri.d~Q.~sa.dminist:r;at,ivas(fs .. 87 vta. >.
DE' JUSTIOlA,: DE LA NACIÓN 83

Que en esas condiciones, con arreglo a lo que dis-


ponen los arts. 103, inc. 28, del decreto 9432/44 y
nI)

146, inc. 11),del Cód. de Proceds. Crim. y a la doctrina


admitida por esta Corte Suprema en los casos de Fa-
llos: 202, 513; 203,. 161, debe concluirse que rige la
exención prevista en la disposición mencionada en pri-
mer término .
. 'Que, a efecto de resolver la cuestión planteada, la
circunstancia' de que la ejecución de la multa deba rea-
lizarse por la vía de apremio carece de la importancia
que le atribuye la sentencia de' fs. 89 porque ése es,
precisamente, el procedimiento determinado por el Cód.
de Proceds. Crim. en el título referente a la ejecución
de las sentencias (art. 5:67-).
Por ello, de acuerdo con lo dictaminado por el Sr.
Procurador General, tevócase la sentencia apelada en
lo que ha sido materia del recurso extraordinario ..

ANTONIO SAG~NA. - F. RAMOS


MEJÍA. - T. D. CASARES.

ALBERTO GERMEN

JURISDICCION y COMPETENCIA.: Competencia federal. Causas


penales. Por el lugar.
Los delitos cometidos en los lugares del Palacio de Jus-
ticia de la Capital ocupados por las dependencias de los
tribunales locales de. la misma deben ser juzgados por és-
tos. Compete, en cambio, a la justicia federal juzgar los
delitos que fueran cometidos'en los demás lugares del edi-
ficio, inclusive en la Alcaidía que" como aquéllos, estásu~
jeta a la jurisdicción nacional aun cuando en ella se alojen
presos a la disposición de los tribunales locales de la Ca~
pita!.

84 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

DicTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
El presente sumario se inicia con motivo del suici-
dio de Alberto Germen ocurrido en. una celda de la
Alcaidía del Palacio de Justicia de esta CapitaL Ger-
men estaba allí detenido a disposición del juez de Ins-
trucción Dr. Leopoldo Emilio Silva, como consecuencia
de un proceso por falsificación de documeI,ltos, seg-uido
ante dicho magistrado. .
Tanto -el Juez Federal en '10 Crim. y Correccional,
como el de Instrucción se han declarado incompetentes
para conocer en la causa. El primero, por entender que
aunque la superintendencia del Palacio de Justicia co-
rrespond:e al Sr. Presidente de la Corte Suprema Na-
cional, .ello ilO es suficiente para atribuir jurisdicción
al juez de sección en causas de la naturaleza de la pre-
sente en la que el detenido lo estaba a disposición de
un Juez de Instrucción. Por su parte, el de esta clase
que interviene en la contienda, Dr. Narciso E. Ocampo,
mantiene su declaración de incompetencia fundado. en
_la precitada circunstancia de estar~ el lugar donde se
. cometió el hecho que motiva el sumario sometido a la
jurisdicción nacionaL
. Corresponde a V. E. dirimir la contienda de acuer-
do con lo dispuesto por el arto 9<> de la ley 4055.
En 180': 356~V. E. aceptando los fundamentos de
un l)ictamen del suscrito, estableció la doctrina que hoy
sustenta 'el Juez de Instrucción. Considero que el hecho
de estar el detenido sometido a un proceso que se le
seguía ante la justicia iocal de instrucción, no basta pa-
ra modificar dicha doctrina, puesto que ni interviene
ni se atribuye jurisdicción, el juez que conore en dicho
. DE. JUS'rlCIA DE LA NACIÓN 85

.proceso. Y en lo que respecta al lugar .del hecho, debe


admitirse que está sometido a 1á jurisdicción federal,
conforme a 10' dispuesto en el arto 104 de la ley 1893
sobre organiz~éión de los tribunales de la Capital.
Además, .el control y las medidas de vigilancia y .
seguridad a .que están sometidos los establecimientos
penales de la Nación corresponden a las autoridades fe-
derales, sin perjuicio de recibirse en ellos 'a procesados
de la justicia ordinaria. Cabe asimilar, siiJ.esfuerzo, la
Alcaidía. del Palacio de Justicia a uno de los preindica-
dos establecimientos.
Procede, pues, declarar que debe' conocer 'en el
$umario la justicia federal. - Bs. Aires, junio 15 de
.1946. - Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, junio 21 de 1946.


y vista la precedente causa caratulada "Germen
Alberto, suicidio" para decidir la cuestión de <}.ompe-
tencia negativa planteada en la misma entre el Sr. Juez
de Instrucción de la Capital, Dr. Narciso E. Ocampo, y
el Sr. Juez Federal de Sección en lo Criminal, Dr. Ho-
racio Fox.

y considerando:
Que a los efectos del arto 39, inc. 49, de la ley 48 y
23, inc. 49 del Cód. de Proceds. Crim. de la Capital, la
jurisprudencia ha distinguido en el Palacio de Justicia,
los lugares ocupados por las dependencias de los tri-
bunales locales de la Capital, del resto del edificio, en
que tienen su asiento los tribunales federales, o que
está sujeto a la autoridad del Presidente de esta .corte,
86 FALLOS DJ1l LA CORTJ1lSUPREMA

de acuerdo 'con lo ,dispuesto ~nel arto 104 de la ley


1893. Los -delitos cometidos en los d@súltimos deben :ser
juzgados por los jueces nacionales -J1lrisp. Argentina,
t. 19, pág. 663; Fal1os: 180, 356- correspondiendo a
la justicia local el conocimiento de los ocurridos en los
primeros -Jurisp. Argentina, t. 58, pág. 273-.
Que el hecho de que la Alcaidía del Palacio preste
servicios tanto a la jurisdicci6n federal :comoa la ordi-
naria no impide que deba ser considerada sujeta a ju-
risdicción nacional, en los términos de las leyes citadas.
Desde luego le sería aplicable la doctrina de Fallos
101, 379 Y 168,292, referentes a establecimiento carce-
lario, en los que median circunstancias similares a las
referidas, y según la cual sólo :cuando se trate de ins-
tituciones únicamente loéales, están sometidas a la ju-
risdicción ordinaria de los jueces de la Capital, los de-
litos perpetrados en las mismas.
Que no es óbice a la conclusión de los precedentes,
considerandos lo resuelto en Fallos: 193, 345, donde se
declaró que los delitos cometidos en una provincia que
obstruyen el buen se.rvicio del Poder Judicial de la Na-
ción, son del conocimiento del Sr. juez de sección res-
pectiva.
A este respecto debe ahora observarse que no sería
el juez que entiende en la causa principal-Dr. Leopol-
do E. Silva- ante quien se tramitaría el sumario, ini-
ciado a raíz del suioidio de Germen, en el que ha actua-
do el Dr. Narciso E. Ocampo. Y que siendo los federales
y ordinarios jueces de la Nación, no es admisible que la
actuación de cualquiera de ellos interfiera al otro en el
desempeño de sus funciones. Por lo demás, el hecho de
haberse propuesto la cuestión de :competencia en forma
negativa, corrobora lo remoto de tal posibilidad.
En su mérito'y por los fundamentos del preceden-
DE JÚSTlctÁ. DE LA NACIÓN '87

te dié'tafiléh dél Sto Prócüta:dot (lenernl, 'se de&ar~ que


corresponde intervenir en el presente sumarIe al Sr.
JU'e~ Federal en lo Crim, y Cot,recci:o'nal;Dr. Hóracio
Fox, a quien. 'se t~mltiráh las áetüáúiones, ~visáíldose
en la forma de éstllo al Sr. Juez de lñ.strucción de la
'Capital, Dr. Narei:só E~ Úcáifip().
ÁN'TON-íO SÁGARNÁ. F. RAMOS
!tEJÍA. - r. b. CASARES.

Soco bERE~;P. Íí'Í'DA.MALvAR y SiLVA v. ADUANA


ADUANA: Recursos.
La r~solución adniinist.rativa que ordena perseguir el co-
bro de derechos de importación correspondientes a merca-
derías deelat'adas 'eh tránsito ~üe, 'áe'giín las autoridades
aduaneras, fueron desviadas de su destino y negociadas' /
en el país substituyéndolas por otrás 'fl.acióhále:s;no es re-
currible por la vía contenciosa que establece el arto 1063
dé las Ordénanzas P).

MARIANO OLív A"Rlts v. PROVINCIA DE


'BUENOS AIRES
JURISDlCCI0N y COMPETENCIA: Oirmpétenéia ;éllél'al. Viimp-e-
tencia originaria lie la Corte Súprema. CQI{lSasen que es parte una
provincia. Gener01iá.ades.
El ejercicio de la jurisdicción originaria de ia Corte Su-
prema en las MúSas en qué es parte Una provincia no está
subordinado a la có'r'ldici6nde una previa gestión adminis-
trativa por medio de -actuacionesoficiales anteelgobierho
de la provincia demandada; por lo que debe desestimarse
(1) 21 de jUñio de 1946. F211oB: 203, '268; ysentene'iaa recaídAs
en las causas" Barcellone¡ B'ourda 1Cía." <
15 de mayo ppdo.) ,y 'r Peu.
ser Ltda." (1'4 y 21 de junio corriente).
88 F ALLQS DE LA CORTE SUPREMA

la excepción fundada en que la Prov. de Bs. Aires no puede


ser demandada ante la Corte Suprema por repetición de
la contribución de afirmados que un contribuyente consi-
dera confiscatoria, sino después que éste haya intentado
obtener el reconocimiento de su derecho por la vía admi-
nistrativa que establece el arto 11 de la ley 4125.
JURISDICCION y COMPETENCIA: Competencia federal. Compe-
tencia originaria de la Corte Suprema. Causa-s en que es parte una
p'rovincia. Cau,sas que versan sobre cuestiones federales.
Corresponde a la Corte Suprema conocer originariamente
en las causas que versan sobre cuestiones de naturaleza fe-
deral -como la acción de repetición fundada exclusiva-
mente en la inconstitucionalidad de la contribución de afir-
mados por ser confiscatoria- en que sea parte una pro-
vincia, con prescindencia de la vecindad de la contraria y
siempre que no comprendan cuestiones de índole local reser-
vadas a los tribunaleS provinciales .

. DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
D. !fariano Olivares, vecino "de esta Capital, de-
manda a la Prov. de Bs. Aires por devolución de pe-
sos 693,34 m/n., que le ha pagado bajo protesta, en
concepto del precio de un pavimento construído de con-
formidad á la ley provincial nI)4125. Sostiene el actor
que dicha ley -esinconstitucional y confiscatoria; y solio.
cita que así lo declare V. E.
La provincia demandada niega jurisdicción a esta
Corte para conocer en el asunto, fundándose en que el
arto 11 de dicha ley autoriza réclamos ante las autori-
dades local-es,-los que en este caso no se han intentado.
A su juicio, no eXistiría entonces pago definitivo.
Creo que tal argumento debe desestimarse. En
efecto, si bien dicho artículo permite acudir a un pro- ....
cedimiento arbitral administrativo cuando se contro-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 89

vierta el valor del inmueble afectado al pago de pavi-


mentos, no es. menos 'cierto que al mismo tiempo atri-
b.uye a ese laudo caracteres de inapelable; de suerte
que someterse al arbitraje comportaría admitir la vali-
.dez de la ley que lo impon.e. Creo que esa restricción de
los derechos del.deudor no pudo quedar librado al cri-
terio de. una legislatura local; y como en este caso ha
sido inequívocamente puesta en tela de juicio la inyali-
dez de dicha le)", corresponde aplicar la jurisprudencia
sentada por V. E. en 195: 534.
Dicho de otro modo: procede el rechazo de la ex-
cepción de falta de jurisdicción, y el mantenimiento de
la providencia dictada a fs. 15. - Bs. Aires, agosto 24
de 1945. - Juan Alvarez.

FALLO DE .LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 21 de junio' de 1946.


y vistos: Para resolver la excepción de incompe-
tencia opuesta a fs. 21 (l).

Considerando:
Que la demanda deducida por D. Mariano Olivares
contra la Prov. de Bs. Aires con el objeto de obtener'
la devolución de la suma de $ 693,34 m/n., pagada en
concepto de contribución de afirmados, se funda en que
ésta es confiscatoria atento el monto de-la misma com-
parado con el valor real de los inmuebles afectados, y
es, por consiguiente, violatoria del arto 17 de la Consto
Nacional, por aplicación del cual la jurisprudencia ha
establecido que la validez de la contribución de mejoras
(1) En la. misma fecha' fué resuelta en igual sentido la causa se.
guida por Eusebio Albina contra la Prov. de Buenos Aires.'
90 FALlJOS DÉ LA CORTE SUPREMA

l'é\{l1iete que el henéfieioq'tle reporta ,al propi~tatio 'fib


:SB'a,s"Ubstaficialm.~nte ex:cedido por 'el monto del gra-
valhen y que ,éste no constituya una prIvación casi
total de .su propiedad y de su renta. '
Que elapoder:ado provincial biega Mmpeten~i.aal
tribunal para Cóliocer eh este juicio porque aquélla,
dice, actúa en función del ,agravioquesur'ja por razón
de la ley hnpósitiva vit>lat~ria por 'SÍ, ó pot 'razón 'del
mont() del gra",al'M'n; de modo qué lser-equlere 'nO'tm'a
in,cónstitucionat, y la ley 4125 no 1.0 es pues~téa u.n
régimen tributario dentro de las fauulta'des propias a
las provitlciM,.Y pagf> de!iñi'tivi'>,qué n{) lo hay porque
el actor no ha '3egllido el procedimiento correctivo que
el arto 11 de la ley 4125 establece para los casos en que
los contribuyentes consideren que el tributo es excesÍ-
vo y contrario a las garantías constitucionales. Me-
diante un pag() vohmta.tio, cuyo importe pudo cuestio-
nar en el orden administrativo local, el actor pretende
eludir la jurisdicción provincial que la ley ~stablece al
efecto, ocurriendo prematuramente ante la Corte Su-
prema para liberarse de toda obligación y colocarse en
mejor situación que los demás <tontribuyentes.
Que interpretando los arts. 100 y, 101 de la Cong,t.
Nacional; esta Corte ha decidido en 'forma reiterada
que le corresponde conocer originariamente en las cau-
sas que versan sobre cuestiones de naturaleza federal
én que sea parte una provincia, con prescindencia de
la vecindad de la contraria, y siempre 'que 'el pleito no
comprenda cuestiones de índole local reservadas a los
tribunales provinciales '(Falló s : 97, 177; 140, 34; 167,
163 Y 233; 188, 494; 194; 496 y otros).
Que en el fallo publicado 'en el t. 113, pág. 144, de
la respectiva colección, caso en el cual la demandada le
había negado competencia porque laacelún habí'a sido
D~ JUST1CIA DE LÁ NACIÓN 91

i.niciada sin haberse gMtionado antes el reconocimiento


de los derechos del actor ante las autoridades provin-
ciales, el tribunal decidió que, según lo 'establecido in-
. variablemente por su jurisprudencia, el ejercicio de su
jurisdicción no está subordinado a la condición de una
previa gestión administrativa por medio de actua-
ciones oficiales ante el gobierno de la provincia deman-
dada. De acuerdo con este criterio' fué desestimada una
excepción análoga en el caso del t. 183, pág'. 160, sobre
inconstitucionalidad y repetición :del impuesto creado
por la ley n 1162 de la Prov. de J ujuy, cuya reglamen-
Q

tación determinaba un procedimiento administrativo a


efecto de obtener el reintegro de lo pagado indebida-
mente que, según la 'demandada, entrañaba la incompe-
tencia de la Corte para conocer en el juicio.
Que, por consiguiente, y puesto que la competencia
originaria de esta Corte Suprema, por emanar de la
Consto Nacional, no puede 'ser modificada por normas
provinciales, debe entenderse que éstas no pueden re-
ferirse sino a su propio gobierno y, por lo tanto, a los
juicios a seguirse ante sus propios tribunales; como
se dijo en el fallo del t. 57, pág ..337.
Que la acción entablada por D. Mariano Oliva-
res .se funda directa y exclusivamente en el arto 17 de
la Consto Nacional y'en la jurisprudencia interpretati-
va del mismo con referenci.a a la contribución de me-
joras, y conforme a lo expuesto, para que proceda la
competencia originaria de esta Corte basta sostener,
'como en la demanda de fs. 11, que el gravamen cobrado
por aplicación de la norma provincial Ílnporta una
exacción violatoria de la Carta Fundamental, pues la
constitucionalidad de las leyes de impuestos locales de-
be juzgarse desde el punto de vista de su ,aplicación
92 F ALL<>S DE LA CORTE SUPREMA

al c""soque origina el juicio (Fallos: 130, 29; 19?, 378;


196, 218; 203, 61.).
Que el procedimient(} seguido por el actor es inob-
jetable, pues no ha hecho sino optar por uno de los que,
según la jurisprudencia de este tribunal, puede seguirse
para obtener la declaración de inconstitucionalidad del
tributo: pagar con protesta y repetir fundado en la
disposición que se pretende violada (Fallos: 195, 87 Y
los allí citados). Al optar por esa vía, el actor se ha
limitado a usar un derecho que'está al alcance de todos
los contribuyentes, cuya situacióÍl no resulta asi perju-
dicada en modo alguno.
Por ello, de acuerdo con lo pedido por el Sr. Pro-
curador General, se rechaza la excepción d-e incompe-
tencia opuesta a fs. 21, con costas.

ANTONIO SAGARNA. - F.RAMOS


M1<JJÍA.- T. D. CASARES.

FRANCISCO TALOTTA

REOURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos pt"Opios. Relaci6n di-


recta: Normas extrañas al juicio. Arts. 16'a 19 de lO!Oonstituci6n.
No siendo requisito constitucional la existencia de instan-
cia de apelación y no habiéndose tramitado el proceso en
rebeldía del acusado, debe concluirse que no importa vio-
lación del derecho de defensa en juicio la senteneia que,
a raíz de la inasistencia del apelante al eomparendo desig-
nado en segunda instancia, declara:. desistido el recurso in-
terpuesto (1).

(1) 24 de junio de 1946.

,
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 93

VICTOR RENE MALMORIA v. JESUS VILLAGRA


RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos com-unes. Gravamen.
Es improcedente el recurso extraordinario contra la reso-
lución que, por considerar que con arreglo a lo establecido
por el Cód. Civ. y la respectiv&.ley procesal no correspon-
de ]a vía y forma elegidas,_desestima la oposición que el
ocupante de un inmueble objeto de un interdicto de reco- "
Jjrar la posesión del mismo tramitado entre otras personas,
sin su intervención, formula en dicho juicio con respecto a
la orden judicial de dar la posesión al vencedor en el
mismo (1).

SOCoDE RESP, LTí>A.MINA SAN IGNACIO v. ADUANA

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos co'munes. Cuestión ,ius-


ticiable.
Las cuestiones referentes a la distribución de la compe-
tencia entre los jueces federales, a las cuales es ajeno el
arto 18 de la Const, Nacional, debe~ ser resueltas de ma-
- nera final por las cámaras federales, sea que hayan sido
planteadas por inhibitoria o por declinatoria; por lo qu"e
no procede el recurso extraordinario deducido contra la
_decisión que aquéllas dicten al respecto (2).

THE SINGER MANUF ACTURING CO. y OTRA


v. J. R. OLGUIN E HIJOS

MARCAS DE FABRICA: Principios generales.


El derecho del titular de una marca para exigir que se
prohiba a 'terceros usar como marca o como nombre co-
mercial la denominación por él registrada no llega hasta
impedir que sea usada en forma que no se preste a confu-
sión por quienes se dedican a la venta de ocasión de las

(1) 24 de junio de 1946.


(2) 24 de junio de 1946. Fallos: 184, 668; 181, 491; 191, 159.
94 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

cosas a que se refieren ésa y otras marcas y a la conser-


vación y reparación de las mismas, con el propósito de in-
dicar la especialidad y nat.urale,za de los trabajos, qu~
ofrecen. '

SENTENCIA DEL J OEZ FEDF;RAL

Buenos Aires, noviembre 28 de 1944.


y vistos estos autos caratulados "The Singer Manufac-
turing C9y otra contra Ji. R. Olguin e hijos o La Maquinería
Olguin o Casa A. M. O. o etc.; sobre cesación de avisos e indem-
nización" de cuyo estudio resulta:
19 Que a fS.15 se presenta Jorge E. O'Farrel1, por los
actores, iniciando juicio ordinario" contra J. R. Olguin e Hi-
jos o la Maquinería "Olguin ", támbién llamada Casa A. IVr. O.
o Compañía Argentina de Mecánicos o Mecánicos Americanos
Olguin o'contra quien resulte ser responsable", para que se les
prohiba que sigan insertando en la Guía telefónica, avisos que
comportan a la vez un uso indebido del nombre y de la marca.
\ de mis mandantes, una competencia desleal y' perjuicios evi-
dentes para aquéllos". Demanda tampién la reparación de los
perjuicios producidos. Todo con intereses y costas. Explica la
forma en que actúan las Rctoras, y detalla los registros de la
marca, "Singer", o de marcas en las que esta palabra desem-
peña principal papel, registros. obtenidos en las 25 clases. In-
dica que en la página 202, de. la 2$ edición de la Guíá tele-
fónica de 1940 "la Maquinería Olguin, Bauness 2594, insertó
un aviso que precedía, en el orden alfabético a la figuración
de la Singer Sewing Machine, en la sección clasificada de dicha
guía' '. En ese aviso se destaca. en caracteres de grueso tipo la
leyenda" Servicio especial de Singer". Al pie de lá misma
página otro aviso de los citados Olguin reza: "Reparaciones
de Singer". En enero de 1941, la actora escribía a los Sres. J.
R. Olguin e Hijos y al Gerente Comercial de la Unión Telefóni.
ca pidiendo la supresión del aviso a partir de la próxima edi-
cin. El Sr. Olguin concurrió al estudio del letrado patroci-
nante el 3 de febrero de 1941, "y dió toda clase de promesas
y garantías que no continuaría con esa, propaganda". Se negó
sin embargo a ratificar por escrito su promesa. En la edición
de marzo de 1942, los señores Olguin "insertan avisos que son
aún más lesivos para mi mandante", ofreciendo "Singer" de
ocasión y servicio mecánico en el día para "Singer,". En la
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 95

2$ edicipn,de 1942, "aparece encabezando la pág. 232 un enor-


me I,l.visode media págiJ:Íade Olguin", en el que tlim,bién se
destaca en carMteres salientes la palabra "Singer" apareada
a la de, "Naumann", Asimismo,se insertó en esa edición un
av,iso,.
de "Servicio especial de Mecánicos" para máquinas Sin-
ger' y otras marcas, que precede a la figuración de la "Singer
Sewing l\{achine C9", aviso en el que no se indica nombre algu.
no de la casa,de comercio a que pertenece.
Cita un fallo del ex juez doctor Sarmiento relativo al alcan-
ce de la protección que otorga el registro marcarÍo. Toda esta
propaganda perjudica grandemente a la actora que no sólo
"vende máquinas y repuestos, sino que también presta un ser-
vicio de reparaciones que anuncia bajo su nombre como garan-
tía de esmero y calidad". Los demandados ostentan hasta en
su papelería" la marca Singer", para crear la ilusión de que
ellos son la' Casa Singer legítima, o al menos su agencia auto-
rizada. E"tima los daños' ocasionados en la suma de $ 3.500
Y concluye pidiendo "se condene a los demandados a que se
abstengan de utilizar la marca Singer en sus anuncios, en su
propaganda en la guía telefónica, en su papelería; a insertar
avisos en la Guía que den al público la impresión de tratarse
de secciones; agencias, sucursales o concesionarios de mis man-
dantes, y al pago de los daños y perjuicios causados, con intere-
ses, y costas".
29 Corrido traslado de la demanda lo evacua Luis R. Len-
to .por Jacinto Roque Olguin, pidiendo su rechazo, con costas.
Sostiene que la marca de fábrica tiene como fuucióp la de dis-
tinguir el producto al cual se aplica y que su- representado en
ningún momento "ha tratado de distinguir un producto que
le pertenezca con el nombre de Singer o una palabra suscep-
tible de confusión con ésta". Su mandante se dedica a la "re-
paración, compostura y limpieza de máquinas de coser en gen~
ral y demostrando su competencia especial en las máquinas'
Singer' y Nalimann". Esa especialidad la obtuvo desempeñán-
dose durante más de 10 años" en calidad de mecánico v vende-
dor de la Singer Sewing Machine Company". Se separó de esa
compañía en 1930, para dedicarse a su actual comercio. Criti-
ca la aplicación que hace la actora al caso de autos de un
fallo que no tiene vinculación con el mismo. En cuanto a la
competencia desleal que se acusa" recuerda que la justicia fede-
ral sólo puede intervenir en aquellos casos en que la compe-
tencia desleal se ejercita a base de usurpación de marcas yno
por otros medios c~aJ~squiera. Indica que Olguin "jamás ha
96 FALLOS DE LA COR'l'E SUPREMA

hecho o hace creer a sus clientes que es representante, concesio-


nario o empleado de-la casa Singer". Asimismo en la pro-
paganda se destaca, que se trata de la MaquinerÍa Olguin o la
casa A. M. O., o Mecánicos Americanos Olguin. El hecho de
aparecer el nombre" Singer" en caracteres salientes, responde
a la circunstancia de ser los demandados especialistas en com-
posturas de máquinas Singer, que son las de mayor circulación
en la República, pero en todos los avisos se adara, que también
se arreglan otras máquinas. Sostiene que las conversaciones
de su representado con los letrados'de la actora tuvieron por
resultado, gracias a la gentileza de aquél, el agregar en todas
sus propagandas "con caracteres bien nítidos los nombres de
casa A. M. O., Maquinería Olguin, Compañía Argentina de
Mecánicos, desapareciendo así los motivos de la pretendida
confusión que nunca fué tal La casa Singer pretende aCCIonar
después de aparecidas cuatro ediciones de la Guía telefónica y
con motivo de "un rubro que accidentalmente éxplota y para el
cual la ley no pudo haberle concedido, ni le concedió, el uso
exclusivo de la palabra Singer". Niega la imputación de que
se prestaran servicios invocando el nombre de Casa Singer;
además en el mismo recibo que se acompañó a la demanda,
consta claramente que el importe se abona o se adeuda a la
MaquinerÍa Olguin. Por otra parte en el negocio de la calle
o Bauness no se ostenta ninguna inscripción que haga alusión
a la casa Singer, cuyo nombre no ha sido ut.ilizado "para dis-
tinguir ningún producto., ni para caracterizar una casa comer-
cial' '. El único aviso que publicado sin mala fe pudo traer
algún equívoco, es el que figura en la sección clasificada, pág.
202 de la 2'1- edición del año 1940, "pero el mismo fué modifi-
cado a raíz de. la gestión amistosa que dejó indicada".
Considerando: 19 Que la demanda se inició para que se
expida contra quien resulte ser responsable, una orden prohi-
oiéndole que siga insertando" en la Guía telefónica, avisos que
comporten a la vez un uso indebido del nombre y de la marca
de mis mandantes, una competencia desleal y perjuicios eviden-
tes para aquéllos. Asimismo para que se fije una .suma retri-
butiva del perjuicio ocasionado a tui parte, por la reiteración
en el pasado de dichos avisos... ". Por escrito de fs. 50, la
actora renunció "a su derecho de reclamar la indemnización
en concepto de daños ... 'l. La parte demandada acepta dicha
renuncia y desistimiento quedando la litis trabada sobre el
resto de la demanda y contestación.
En lo que hace a la competencia desleal,' no constituye
97

mat.eria que quepa en la jurisdicción del suscripto, sino en


tanto se trate de la que se realiza mediante la usurpación oel
uso indebido de un nombre o de una marca; fuera de estos
casos la eompetencia' desleal ya sea en su ,aspecto civil o cri-
minal, cae bajl:>la jurisdicción de los jueces ordinarios (ver
fallo del doctor Poccard, Rev. de P. Y M., 1944, p. 152, con-
siderando 1 Q).

Queda entonces la litis reducida a los aspectos acusados


de uso indebido de nombre comercial y marca ..
2Q La demandá se inició eLdía 7 de abril de 1943, que-
dando tra~ada la litiscontestación eon el escrito de £S. 29, pre-
sentado el 18 de mayo de 1943. La sentencia debe retrotraerse
a la situación existente al momento de la traba de la litis, ya
que versa sobre los h~chos alegados a ese momento por una y
otra part.e, A éstos, debe agregarse el hecho nuevo de' la inser-
ción de avisos que se consideran igualmente lesivos, en la edi-
ción de la Guía correspondiente al mes de marzo de 1944. Este
hecho lo denunció la actora a fs. 153, y sin que mediara opo-
sición de los demandados justificó su existencia, con el oficio
librado a la Unión Telefónica., y evacuado a fs. 164, y con la
ségunda absolución de posiciones eorriente a fs. 170. Dadas las
particularidades propias de las guías telefónicas como elemen-
tos de propaganda y consulta, cuyo valor desaparece total-
mente cada vez que ent.ra en circulación una nueva guía que
desaloja la anterior, el suscripto tendrá en cuenta al senten-
ciar el presente; el texto de la 21).edición de 1942, por ser la
que estaba en servicio al momento. de trabarse la litis, y las
posteriores ediciones de 1943 y\ de 1944, porque como ~e trata
de un juicio por uso indebido de nombre y mar~a, debe justi-
ficarse la subsistencia de ese uso al momento de iniciarse el
juicio, ya que el objeto de la demanda consiste precisamente
en hacerlo cesar. Y en cambio, el uso indebido que por hipó-
tesis pudo implicar la publicaCión de los anuncios en las guías
telefónicas de 1940, 19'1:1, y 11).edición de 1942, ya había cesa-
do al aparecer la 21). edición de 1942, que era la vigente al
momento de iniciarse la acción.
'311 ,La excepción de prescripción opuesta no puede pros-
perar. La Mtora funda su derecho en su nombre comercial 'Y en
sus marcas registradas, eonsist.entesuna y otras principalmente
-en la palabra "Singer ", por cierto extr¡;tordinariamente cono-
cida y difundida. El demand"adoinvoc"ael arto 44 de la ley
'3'975, según el cual" si el damnificado por el uso de un nom-
bre de fábrica, de eOrtiercioo ramo de agricultura no reda-
98 FALOOB DE LA CORTE SUPREMA

mare en el término de un año desde el día en que se empezó.


a usar por otro, perderá su acción a todo reclamo". Entiende
.elsuscripto que esta disposición no es de aplicación al sub lite.
La prescripción adquisitiva que consagra, supone el uso con-
tinuo con carácter de nombre comercial de la expresión que
resulte cuestionada. El demandado ha tratado precisamente
de demostrar que su negocio aparecía distinguido y señalado
bajo un nombre distinto al de "Singer". Es el uso serio, con-
tinuo, uniforme de una designación durante el plazo legal, lo
que produce la prescripción adquisitiva que consagra el arto 44.
Las expresiones aisladas en 'propagandas o anuncios, que no
correspondan al verdadero nombre con el que se designa el
establecimiento, no pueden producir ese :efecto,y la acción por
la infracción que hayan significado, se prescribe en el plazo
general establecido para las acciones personales.
Además el derecho al nombre puede ser afectado por el uso
que con alcance de marca, se hiciera del mismo. Este punto
aparece estudiado con detenimiento en lo que hace a la exten-
sión del derecho del nombre de las sociedades extranjeras, por
mi distinguido antecesor, doctor Alfonso E. Poccard, in re':
"Soc. An. Hermes de París y Sociedad Hermes de Resp. Ltda."
(V. Rev. de P. y M., año 1941; p. 7, 'en particular, consid. 79,
sentencia confirmada por la cámara, Rev. de P. y M., 1941,
p. 235). Todas las eonclusiones allí sentadas resultarían con
mayor razón aplicables al presente. En estos casos la usurpa-
ción que del derecho al nombre comercial se hiciese por su uso
como marca, no puede prescribir de acuerdo al régimen del
arto 44 de la ley. Sobre todo lo expuesto en este eonsiderando,
en cuanto hace a la defensa de prescripción, resulta también
interesante recordar la interpretación dada por la jurispruden-
cia al arto 55 de la ley 3975, declarando que la prescripción
en el caso de .usurpación de marca, funciona como liberatoria
de obligaciones y no como adquisitiva de derechos, con todas
las consecuencias que ello implica (Rev. de P. Y M., año 1938,
p. 466, consid. 29, sentencia confirmada por la Excma. Cáma-
ra, Rev. de P. Y M., año 1939, p. 431). .
49 Corresponde por tanto entrar al fondo de la cuestión,
analizando si los avisos a que se hace referencia en el consid. 29,
constituyen o no un uso indebido del nombre o las marcas
"Singer' '. Los avisos que figuran en la po 233.de la 20 edición
del año 1942, y en la p. 241 de la edición de julio de 1943,
y en lQs que se lee "Servicio especial de mecánicos para Sin-
ger", destacándose en forma extraordinaria esta última pala-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 99

bra, importan a juicio del suscripto un ataque al derecho al


nombre del que' es titular la parte actora. En efecto,' actora
y demandada poseen s.erviciosde mecánicos y de reparaciones.
Determina el arto 43 de la ley que "El que quisiese ejercer
una industria, comercio o ramo de agricultura ya explotado por
-otra persona,~con el mismo nombre o con la misma designación
convencional, adoptará una modificación que haga que ese nom-
hre o esa designación sea visiblemente distinta de la que usare
la casa o establecimiento preexistente". El espíritu y propó-
sito de la ley se desprende de su texto con toda facilidad. Lo
que la ley busca es evitar la confusión entre los comercios o
negocios. Ahora Men, el texto del anuncio citado induce a con-
. fusión. En ese anuncio no se consigna el nombre comercial de
quien inserta el' anuncio. Las palabras "Servicio especial de
mecánicos" son genéricas y designan sólo el objeto de lo que
se anuncia, pero no el sujeto que lo anuncia. El nombre" Sin-
ger" escrito abajo en caracteres salientes, aun cuando acom-
pañado de las expresiones "para máquinas" "y otras. mar-
cas", en caracteres pequeños, induce a pensar que se trata de
un servicio especial de la casa f?inger. El agregado de "01-
guin", hecho en letras pequeñas, en el anuncio de la guía de
1Q44, no aclara suficientemente el texto; no se indica que se
trate de la "Casa Olguin" o la razón social "Olguin", sin<>en
un texto corrido y uniforme se lee "Servicio especial de Me-
cánicos O1guin". La palabra "Singer" domina allí también el
texto del anuncio, y frente a ella no hay indicación que resulte
precisa sobre el negocio o establecjmiento al que pertenece el
aviso. El propi<>demandado reconoció que "resolvió modifi-
car el texto del anuncio y desde entonces aparecen en todas
sus propagandas con caracteres bien nítidos, los nombres de
Casa A. M. O., MaquinerÍa O1guin, Cía. Argentina de Mecá-
nicos, desapareciendo así los motivos de la pretendida confu-
. sión ... ". Ahora bien, en los anuncios que se viepen exami-
nando, el demandado ha pre..<',(lindido
de observar la regla que el
mismo se trazara, pues falta en ellos la designación "con ca-
racteres bien nítidos" del nombre del negocio que ordena el
aviso.
59 En los avisos de fs: 102, 104 vta. y 165 vta., aparece
también y en caract~:r:esnotables la palabra "Singer", pero
también aparece en caracteres notables la indicación de nMecá-
nicos Americanos Olguin", que designa el estableeimiento y
demuestra que no se trata de la casa "Singer", en cuanto
hace a reparacionell. Además, la indicación de varias otras mar-
,

100 FALLOS DE LA CORTE SUPltEMA

cas, y el anuncio de venta de máquinas de ocasión, aleja toda


posibilidad de confusión entre el establecimiento Olguin y la
Casa Singer. Se advierte también que la palabra '.'Singer"
utilizada en el anuncio, ni directa ni indirect.amente se refiere
al nombre de la easa anunciadora.
69 En el caso que se registra publicado en Rev. de P. y M.,
año 1939,'p. 431, declaró la Excma. Cámara: "Que el derecho
del titular de la marca para impedir que otro la use no es
absoluto, en el sentido de concederle la exdusividad del empleo
de los atributos registrados, pues se trataría entonces de la
concesión de un monopolio injnstificado; está meramente limi-
tado a la prohibición de ese uso como "marca", es decir"a la
aplicación a una mercadería, de modo que indique al compra-
dor su procedencia industrial o comerciál, en que consiste la
función de la marca de fábrica o de comercio". Anunciarse
como mecánico ajustador de las máquinas "Singer" o "Nau-
man" o "New Home", no importa infringir los derechos que
se derivan del registro de las referidas marcas. Aquí no se
"marea" prod ueto alguno, como por el contrario ocurría en el
caso que la actora -cita a fs. ).9 vta., in ¡{¡ne (Rev. de P. y M.,
año 1940, p. 234) en el cual la expresión "fitinico" aplicada
a un producto, suponía vinculación con el producto dist.in-
guido bajo la marca registrada "Fitina". En los anuncios de
Olguin que se vienen considerando, la palabra "Singer" se
refiere pura y exclusivamente a la actividad de los anuncian-
tes, que es lo que se ofrece. Nada les impide tampoco anuneÍar
la venta de máquinas" Singer" de ocasión. Tampoco hay aquí
usurpación o uso indebido, siempre que"efectivamente las má-
qninas sean marca "SingBr". Lo mismo ocurre con el recibo
de £S. 23. .
Por todo ello, fallo haciendo lugar en parte a la demanda
y condenando a la demandada a abstenerse del uso de toda
propaganda qne revista los caracteres' que se señalan en el
cousid. 4 La mitad de las costas de la actora a "cargo de la
Q

demandada. ~ BeUsario Gaehe Pirán.

,SENTENCIA 'Dl!l LA CÁMARA FElDERAL

Buenos Aires, julio 11 de 1945.


Oonsiderando: En <manto al roourso de nulidad, no ha
sido sustentado en esta instancia, ni de autos resulta la existen-
cia de vicio alguno que pueda determinarlo.
1"

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 101

En cuanto a los recursos de apelación: 19 Respecto a la


defensa de prescripción opuesta a fs. 195 vta. y mantenida en
esta instancia cabe advertir, que el demandado como el mismo
lo sostiene, no ha usado el' nombre" Singer" ni con el carác-
ter de "marca" ni de "nombre o denominación comercial",
y por ende no puede oponer a la acción deducida la defensa
de prescripción, amparándose en la disposición del arto 44 de la
ley 3975.
El nombre "Singer" en propagandas y anuncios, no ha
sido utilizado por el demandado invocándolo como propio, sino
que lo ha referido a sus actividades relacionadas con las re-
paraciones o ventas de máquinas de coser en general, desta-
cando las correspondientes a la marca "Singer". Aun cuando
la propaganda se haya cumplido y los avisos publicados, con
el propósito de provocar confusión, no puede sostenerse que esa
actitud constituva uso de la marca o del nombre comercial
"Singer" en el.sentido señalado en la ley. Puede haber una
lesión o ataque al derecho del titular de la marca o del nom-
bre, situación fundamentalmente distinta, de la contemplada
en la disposición del arto 44 citado, por 10 que debe reconocerse
que éste no es de aplicación al caso y, por ende, que la pres-
cripción adquisitiva anual opuesta, no se ha operado.
29 En cuanto al fondo de la cuestión debatida: Preten-
den los actores, que nadie sino ellos o sus concesionarios, pueden
utilizar la palabra "Singer" en propaganda comercial, ya
que no sólo dicho nombre es marca registrada, sino caracte-
rística de su nombre comercial y representa un patrimonio de
enorme valor, creado por el esfuerzo de sus dueños.
Indudablemente el derecho acordado por el registro de
marca y de nombre, no puede tener el alcance pretendido,
porque ello importaría una injustificada exclusividad, que
excedería de los límites amparados por la ley de la materia.
El derecho del titular de marca o del nombre no puede ir más
allá, que a exigir que se respete la prohibición de que otro
use como "marca" o como "nombrecomereial" la denomina-
ción por él registrada.
El ejercicio de un'a actividad lícita, como' es la: 'compos-
tura y compraventa de máquinas de coser nuevas o usadas,
no lesiona el derecho del dueño de la marca de los efectos a
que aquella actividad comercial o profesional se dedica, aun
cuando se mencione la denominación marcaria, con el fin de
establecer la especialidad de los trabajos ofrecidos, siempre
naturalmente que se realicen dentro del marco señalado por la
-
FALLOS DE Y.A CORTE SUPREMA

buena fe, en que deben desenvolverse todas las operaciones


mercantiles, oficios y profesiones. Provocar la confusión es
apartarse de esa buena fe y entrar en el terreno de la ilegi-
timidad. Y ésa es precisamente la situación en que aparece co-
locado el demandado, con los avisos publicados en la Guía
telefónica, a qué se refiere el consid. 49 de la sentencia en
recurso, que han podido inducir al público en el error de que
se trataba de anuncios hechos por la firma actora que tam-
bién posee taller de reparaciones de sus máquinas.
Los avisos que se mencionan en el consid. 59, tienen ya
otro carácter, por lo' que no puede ser objeto de la misma
apreciación y calificación, como lo declara la sentencia del
Sr. Juez a quo.
39 En esa inteligencia considera el tribunal que la sen-
tencia en recurso ha contemplado con justeza y acierto la
incidencia planteada entre las partes y ha hecho lugar a la
acción interpuesta, con la limitación pertinente, no siendo pro-
cedentes las modificaciones reclamadas por los apelantes, ni
aún en lo relativo a las costas del juicio, ya que la acción
sólo prospera en parte, el reclamo por daños y perjuicios fué.
desistido y la competencia desleal no encuadra en la usurpa-
ción o uso del nombre o marca en materia ajena a la compe-
tencia federal.
Por ello y sus fundamentos se confirma en todas sus par-
tes la sentencia apelada, que condena a la demandada a abste-
nerse del uso de toda propaganda que revista lo~ caracteres
que se señalan en el consid. 39 del fallo de 1~ instancia, con el
alcance y ampliación de conceptos expresados en el consid. 29
de esta sentencia, siendo de cargo del demandado, el pago
de la mitad de las costas del actor en ambas instancias. - Car-
los Herrera .. - Ricardo Villar Palacio. - Alfonso E. Poc-
card.. - Carlos del Campillo (con su voto). - Juan A. Gon-
zález Calderón (disidencia parcial).

DisidencifJJ
Considerando: En cuanto al recurso de nulidad:
Que no ha sido sustentado en esta instancia, y por
otra parte, la sentencia recurrida no aparece dada con viola-
ción de las formas y solemnidad que laS leyes prescriben, ni el
procedimiento adolece de vicio alguno de los que por expresa
disposición de derecho anulen las actuaciones (art. 233, ley
50). Por ello, se lo desestima.
En cuanto al recurso de apelación: El uso de la palabra
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 103

"Singer" _por parte del demandado, ya sea sola o acompañada


de otros vocablos y con prescindencia del tamaño en que se la
emplea, es susceptible de inducir al público en confusión acer-
ca de la casa cuyos servicios de reparaciones se ofrecen, aparte
de que constituye un ataque al derecho al nombre del que es
titular la actora.
Además, la jurisprudencia de los tribunales federales se
ha orientado en el sentido de que la ley tiene como fundamento
primordial la buena fe entre los comerciantes y ha querido
evitar que uno de ellos se beneficie con el trabajo, publicidad
y propaganda realizado por el otro, lo que sería una forma
de competencia desleal (Rev. de P. y M., 1944, p. 126).
En mérito de lo expuesto, se modifica la sentencia apela-
da y, en consecuencia, se hace lugar en todas sus partes a la
demanda instaurada por "The Singer Manufaturing Co. y
otra c. J. R. O1guin e hijos o La MaquinerÍa O1guin o etc.,
sobre cesación de avisos e indemnización ", con las costas de
ambas instancias a cargo de la demandada. - Carlos a,el Cam.
pillo. - Juan A. e'onzález CaUerÓ1'/.. ..

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Ante la justicia federal de esta ciudad, The Singer
Machine Manufacturing Co., titular de la marca Sin-
ger,' inició demanda contra los señores J. H. Olguin
e hijos a fin de que se les condenara a abstenerse de
utilizar dicha marca en anuncios, avisos o propagan-
das, y al pago de daños y perjuicios, reclamo este últi-
mo del que desistió la actora más tarde (fs. 50 y 142).
Previos los trámites de práctica, ese litigio ha termina-
do por fallo de la Cám. Fed., que hace lugar a la con-
dena solicitada, aunque limitándola a prohibir a los
'demandados el uso de la marca Singer como tal marca
o como nombre comercial (f8. 240). Contra tal fallo se
trae ahora recllrso extraordinario;
CÚIDplemeobservar en primer térInino, que el dis-
104 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

tingo a que dicha sentenci.a se refiere tiene por base


circunstancias de hecho, cuya apreciación, acertada o
errónea, no podría servir de base al recurso. La de pri-
mera instancia, confirmada por la Cámara, es bien
clara a tal respecto .
.En la hipótesis de que aun así restase algo suscep-
tible de ser revisado por la Corte, correspondería con-
firmar al fallo apelado. No descubro por virtud de qué
prescripción legal habría de prohibirse el uso de la
palabra Singer bajo todas sus formas, a quienes, como
mecánicos, ofrezcan al público sus servicios para repa-
rar desperfectos de máquinas de esa marcá. - Bs.
Aires, setiembre 11 de 1945. .:......
Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 24 de junio de 1946.


.y vistos: Los del recurso extraordinario inter-
puesto' por The 8inger Manufacturing Company contra
el fallo de la Cám. Fed. de Apel. de la Capital que sólo
en parte hace lugar a. la demanda que dicha sociedad
dedujo contra J. R. Olguin e hijos o la "Maquinería
Olguin" para que se abstuviera de utilizar la marca
"8inger" en sus anuncios, en 'su propaganda en la guía
telefónica, en su papelería, etc.: y

Considerando:
Que el recurso es procedente porque fundado en
el inc. 39 del arto 14 de la ley 48, la sentencia recurrida
no hace lugar a todo lo que reclamó la actora sobre la
base de los arts.6, .42 a 45 de la ley n9 3975 y se funda
no en cuestiones de hecho y prueba sino en una inter-

I
DÉ JUSTICIA DE LA NACIÓN 105

pretación exclusivamente jurídica (conf., considerando


49 de lo. instancia y 3° del de segunda). '
Que, en cU8.ntoal fondo del asunto, el fallo apela'
do -que confirma el. del juzgado federal, fs. 203 y
240- se ajusta a derecho y debe ser confirmado.
En su mérito así se' declara en cuanto pudo ser
materia del recurso. .
ANTONIO SAGARNA. - F. RAMOS
MEJÍA. - T. D. CASARES.

CRISTOBAL KORNER v. DIRECCION GENERAL DEL


IMPUESTO A LOS REDITOS
IMPUESTO A LOS BEDITOS: Infracciones y penas.
La circunstancia de que hayan sido estimados de oficio
los réditos del contribuyente por no haber sido posible
determinarlos en forma clara y fehaciente, no excluye la
posibilidad de que se compruebe una infracción de las
previstas en el arto 16 de la leyU.683 (t. o.) y se aplique
a su autor, con a.rreglo.a las circunstancias del caso, las
sanciones previstas en dicha disposición.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema. Corte:
Procede en este caso el recurso extraordinario por
haberse puesto en tela de juicio la interpretación de
disposiciOlles de la ley especial nO 11.683.
D. Cristóbal Korner presentó a la Dir. Gral. del
Imp. a los Réditos declaraciones juradas que motivaron
. reparos:; y no babiendo acreditado que ellos se ajusta-
sen a la realidad, :fué mult;;¡.do
..Discútese ahora si pro-
cede en tales. casos .multar, esto es, si- la' dive'rgencia
106 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

de criterio producida entre el contribuyente y el Fi,sco


puede o no colocar' al contribuyente en la categoría de
infractor, y hacerlo pasible de multa. El Sr. juez a quo,
encarando el asunto como cuestión de puro derecho,
resuelve no ser posible qúe esa disparidad de criterio
caracterice infracción (fs. 57).
Creo que hay error en tal doctrina, y desde luego,
es contraria a la sentada por V. E. en 196: 503 y, más
recientemente en "Plantié v. Fisco", exp. P. 167, 29
de marzo de 1944. Se trata, sustancialmente de una
cuestión de hecho, y en consecuencia ha de estarse en
cada caso a las resultas de la prueba, para graduar
hasta qué punto la conducta del contribuyente .revele
punibles propósitos de fraude. Opino, pues, que corres-
ponde revocar el falro apelado. - Bs. Aires, julio 28
de 1945. - JuOlrb Alvarez.

F .ALLO DE LA CORTE SUPREMA

Hs. Aires, 28 de. junio de 1946.


y vistos: El recurso extraordinario deducido por
el Proc. Fiscal contra la sentencia del Sr. Juez Federal
en lo Crim. y Correc. de la Cap. Federal, dictada en
la demanda contenciosa seguida por Cristóbal Korner
contra el Fisco Nacional '(Dir. Gral. del Imp. a los
Héditos).

Considerando:
Que la citada Dir.ección le impuso a Korner una
multa de doscientos veinte pe.80s en virtud del arto 16
de la ley 11.683 por haber presentado sus declaraciones
juradas de réditos consignando beneficios inferiores
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 107

a los determinados posteriormente por aquélla, y dedu-


cida demanda contenciosa por el contribuyente el Sr.
juez a quo revoca la resolución administrativa por con-
siderar que el procedimiento de la estimación de oficio,
si bien puede ser útil para fijar el impuesto adeudado,
no es suficiente para fundar una condena. En co"nse-
cuencia el Proc. Fiscal interpone recurso extraordina- .
rio que le ha sido concedido y procede por estar en
cuestión la validez y el alcance del procedimiento fijado
por la citada ley nacional-arto 14, inc. 3 ley 48; arto 6
Q
,
Q
,

ley 4055-,-.
Que esta Corte ha declarado que la circunstancia
de que hayan sido estimados de oficio los réditos del
contribuyente. por no haber sido posible determinarlos
en forma clara y fehaciente no excluye la posibilidad
de que se compruebe, aunque sin fijar su monto exacto,
una fraudulenta evasión del impuesto y se le reprima
con la multa prevista en el arto 18 de la ley 11.683 gra-
duada de acuerdo a las circunstancias particulares del
caso -Fallos: 196,503-. La misma doctrina es apli-
cable con relación al arto 16 de la misma ley, si se pro-
bara por aquel medio la infracción imputada, cuestión
de hecho ajena al presente recurso.
Por estos fundamentos, y de conformidad con lo
dictaminado por el Sr. Proc. General de la Nación, se
revoca la sentencia apelada de fs. 57 en cuanto ha po-
dido ser materia del recurso extraordinario y vuelva al
juzgado de origen a sus efectos.

ANTONIO SAGARN A. - B. A. N AZÁR


A.NCHORENA. - F. RAMOS ME-
;rÍA. -:-
\
T. D. CASARES.
108 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

MUNICIPALIDAD DE SAN JUAN v. FERROCARRIL


GRAN OESTE ARGENTINO

SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

San Juan, setiembre 17 de 1942.

Vistos y considerando:
Que citada de remate la empresa demandada, se opone
al ápremio invocando las leyes nacionales 5315 y 10.657,sostie-
ne estar eximida del pago de los servicios que reclama la Mu-
nicipalidad.
Que no obstante la naturaleza de este juicio de conocimiento
limitado y lo dispuesto en el arto 841 del Cód. de Proceds.
Civ., ,considero que la exención de impuestos alegada debe
discutirse en este apremio, ante l'os términos del arto 31 de la
Consto Nacional que obliga al suscripto a aplicar las leyes en
el orden relativo que determina aquel artículo.
Que los servicios.impagos cuyo cobro se persigue, lo son
por concepto de impuestos al inmueble, limpieza, barrido, etc.,
que afectan distintas propiedades de pertenencia de la empre-
sa ferroviaria demandada ubicados sobre la Av. Las Heras
(informe de fs. 66 y 67; inspección ocular de fs. 68).
Que estos servicios no estaban comprendidos en la exone-
ración establecida en el arto 89 de la ley 5315 (Fallos S. C. N., .
t. 114, p. 208; t. 115, p. 147; t. 116, p. 260; 118, 268; 119, 122;
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 10"9

120, 372; 12, 74). Dictada la ley 10.657 que fué modifica-
toria de la llamada Ley Mitre (Fallos: 134, 57; 141, 78; 143,
344; 144, 98), se estableció en su arto 1Q que la exoneración
de impuestos establecida en el arto 81)de la ley 5315 compren-
de además contrib.uciones o retribuciones de servicios, cual-
quiera que sea el earácter o denominación con las siguientes
excepciones: 1Q: Provisión efectiva de agua corrient.e, ser"i~
cios de cloacas; .y 29 contribución de pavimentación en la
planta urbana, en ~a proporción que corresponda por las es-
taciones. .
Que a fin de establecer con precisión el alcance de las dis-
posiciones transcriptas, conviene remontarse á su discusión
parlamentaria. En la Cám. de Dipu~ados se agregó al proyec-
tado arto 19 la excepción de "servicios de alumbrado, barrido
y limpieza" por moción del entonees diputado Dr. Bunge;
en el Senado el miembro informant.e Dr. Melo se opuso, elimi-
nándose esos servicios, vuelto en revisión a la Cámara de ori-
gen, ésta decidió aceptar la supresi9n, expresando el miembro
informante, ing. Méndez Casariego', que, "además el proyecto
sancionado por esta Cámara contiene otra obligación que ha
sido eliminada por el Senado y es la que se refiere al pago
de los impuestos municipales de alumbrado, barrido y limpie-
za y afirmado por los frentes de las Estaciones, sus talleres
y anexos". •
Que en principio el pago de lo~ servicios que reclama la
¥.unicipalidad, estarían comprendidos en la exención.del arto 11)
de la ley 10.651 que exonera a las empresas ferroviarias de todo
impuesto nacional, provincial o municipal y de las tasas y
contribuciones o retribuciones cualquiera que sea su carácter o
denominación, salvo las excepciones especificadas en la última
parte.
Que la Municipalidad en el alegato de fs. 53 sostiene que
el ~obro de los impuestos o tasas que persigue, no afectan a
bienes inmuebles de la Empresa sometidos o destinados a su
negocio específico de transportes, sino que se trat.a de propie-
dades, casa' habitación que la demandada arriendl:t a particula-
res y es natural que tal situación no es posible considerarlas
. e~ceI>tuadas de pago. En definitiva se alega que la empresa no
está comprendida en la exención del pago de las leyes 5315 y
10.657.
Que realizada la inspección ocular que informa el acta de
Is. 68, se constató que los inmuebles situados al Est.e de la Av.
J.¡as Reras del nI) 502 al 524 son terrenos baldíos y que las
110 PALLOS DE LA CORTE SUPBEKA

casas del 526 al 538 están ocupadas por cuidadores de la empre-


sa según manifestaciones del apoderado de la misma dando
sus fondos a las vías del ferrocarril; las, propiedades sobre la
misma calle ubicadas al Oeste desde el n 365 al 491 son peque-
Q

ños chalets habitados por personal de la demandada con excep-


ción de la indicada con el n 365 que es ampliación de las
Q

oficinas. '
Que la exoneración consagrada por las leyes 5315 y 10.657
se refiere a todo lo que concierne a la explotación ferroviaria.
Ha dicho la Cám. Civ. 11J en fallo registrado en Jurisp. Arge~
tina, t. 74, pág. 867: "extender ese beneficio a inmuebles de
propiedad de las empresas sin que estén vinculados a la explo-
tación ferroviaria propiamente dicha, importaría dar a esas
leyes un .alcance incompatible con su espíritu y finalidad".
Que por estación, a los fines de la ley 10.657 debe enten-
derse el edificio para pasajeros y las dependencias indispensa-
bles y necesarios para 'que puedan llenar su objetivo más in-
mediato (Rev. La Ley, t. 22, pág. 907).,De la inspección ocular
realizada surge en forma evidente que las propiedades situa-
das en la Av. Las Heras de pertenencia de la demandada no
están efectiva y necesariamente vinculadas a la explotación fe-
rroviaria propiamente dicha. El hecho de que en esos inmuebles
vivan empleados de la empresa no importa bajo ningún' concep-
to considerarlos comprendidos en las dependencias indispensa-
bles y necesarias para el funcionamiento de la misma. En con-
secuencia considero que la empresa ferroviaria no puede invocar
el arto 1 de la ley n 10.657 que la exime de los impuestos y
Q Q

tasas que se reclaman.


Por ello resuelvo desestimar la defensa opuesta y ordenar
se lleve adelante este apremio. - Armando G. GuevaJra.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Abierto como lo fué por V. E. a fs. 125 el recurso
extraordinario, corresponde entrar al estudio de las
dos cuestiones de fondo planteadas. Son ellas:
1 Inconstitucionalidad del arto 841 del Cód. de
Q

Procds. de San Juan en cuanto impida hacer valer.


DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 111

como excepción, una exoneración de impuestos que se


alega tiene su origen en una ley nacional.
29 Aplicabilidad de-dicha ley al caso.
Respecto de lo primero, pienso que ni por vía de
un artículo del Cód. de Proceds., ni por otro medio al-
guno, pudo la Prov. de San Juan ordenar a sus jueces
desentenderse de la existencia de una exoneración de
impuestos que, como la invocada en el sub judice, im-
portaría para dicha provincia la prohibición de exigir-
los'. Sin embargo, la cuestión resulta teórica en este
caso, pues de hecho el fallo apelado estudia y resuelve
la excepción opuesta.
Acerca de lo segundo, discútese si algunas propie-
dades poseídas por el Ferrocarril Gran Oeste Argen-
tino en jurisdicción de la Municip. de San Juan están
comprendidas o no en los beneficios emergentes de las
leyes 5315 y 10.657. La inspección ocular de fs. 68 re-
vela tratarse de terrenos baldíos ocupados para habi-
tación por personal de la empresa ferroviaria; mas no
encuentro prueba en autos de que ellos pertenezcan al
sistema de ,la línea respectiva, y en tal carácter se lo~
tenga por el Gob. Nacional. Antes de ahora, V. E. ha
acordado importancia decisiva a esa circunstancia (i93:
77); lo que me inclina a insinuar a la Corte requiera
un informe administrativo sobre ese punto, como me-
dida previa.
Partiendo de tales bases, procederá revocar la sen-
tencia apelada, si resultare que los inmuebles gravados
forman parte integrante' del sistema de la línea del
Ferrocarril Gran Oeste. - Bs. Aires, febrero 28 de
19M>.- Juan Alvarez.
112 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Producidas como lo han sido las diligencias que
indiqué a fs. 150 a fin de esclarecer la cuestión de he-
cho planteadá en estos autos, sólo me resta insistir en
las conclusiones de dicho dictamen.
Agregaré simplemente que atentos los términos del
escrito de la parte recurrente obrante a fs. 162, queda
prácticamente fuera de la apelación cuanto se refiere
al inmueble Las Heras 618/638 de la ciudad de San
Juan, mencionado en el auto para lnejor proveer de
fs. 158; y también, que el informe de la Dir. Gral. de
Ferrocarriles agregado a fs. 166, corrobora 110 alcan-
zara dicho inmueble la exoneración de impuestos pre-
vista por la ley 5315. - Bs. Aires, mayo 29 de 1946. -
Juan Alvarez.

FALLO DE LA .CORTE SUPREMA

Bs. Aires, junio 28 de 1946.


y vista la precedente causa seguida por la Municip.
de la Capital -Prov. de San Juan-.contra el Ferro-
carril Gran Oeste Argentino, por apremio en la que se
ha concedido el recurso extraordinario a fs. 125.
y consider~ndo:
1) Que concedido el recurso extraordinario por
resolución dees'ta Corte de fs. 125, la alegación del
memorial de fs. 144 de que el aprenllo no da oportu-
nidad para debatir la cuestión federal existente en la
causa, por corresponder plantearla en el juicio ordina-
rio de repetición no requiere pronunciamiento' alguno,
porque es un punto que hace a la procedencia de la
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 113

apelación ya acordadá. Por lo demás, como bien dicta-


mina el Sr. Procurador General a fs. 150, el hecho de
que el'fallo apelado estudie y resuelva las excepciones
opuestas convierte en inoficiosa la dilucidación de la
validez del arto 841 del Cód. de Proceds. local en cuan-
to excluye del apremio la defensa de exención de im-
puestos.
2) Que sobre el fondo del asunto la jurispruden-
cia de esta Corte tiene establecido que la exención de
gravámeiles dispuesta por las leyes 5315 y 10.657 alcan-
za a las propiedades incluídas en la cuenta capital, for-
mando parte del sistema explotado por las empresas
ferroviarias. -Fallos: 193, 77 y 365; 202, 304 y 388;
203, 267-. Y ello aunque se trate d-e terrenos des-
ocupados o afectados a un fin relacionado con las acti-
vidades de .la empresa, como en el caso ocurre con las
de la calle Las H-eras 502 a 524, 526 a 538 y 365 a 491,
según así resulta de la sentencia de fs. 70, de acuerdo
con los' resultados de la inspección ocular de fs: 68. Las
propiedades mencionadas están por lo demás incluídas
en la cuenta éapital -inform-e de fs. 156- siéndoles
así aplicables la doctrina recordada .
. 3) Que en cuanto al inmueble de la calle Las
Heras 618 a 638, de acuerdo con el informe de fs. 166
y el reconocimiento de fs. 162, no le alcanza lá exención
legal de gravámenes.
En su mérito y de acuerdo con lo dictaminado por
el Sr. Procurador General se revoca la sentencia de
fs. 70 respecto de los inmuebles mencionados en el con-
siderando segundo, dejándose en lo que a ellos atañe,
sin efecto la ejecución.
ANTONIO SA{}ARNA. - B. A. NAZAR
ANCHORENA. - F. RAMOS
MEJÍA.
1.14 FALLOS DE: LA CORTE SUPREMA

MUNICIPALIDAD' DE AVELLANEDA v. NACION


ARGENTINA

PODER DE POLICI.Á. "


El gobierno nacional tiene sobre las playas y los ríos nave-
gables la jurisdicción indispensable para asegurar el regu- ,
lar funcionamiento de los puertos y la libre navegación a
que se refiere el arto 67, inc. 9 de la ConstoNacional.
Q

INTERDICTOS: De retener.
Los actos de las autoridades nacionales por los cuales se
ha impedido a la municipalidad actora construir una casi-
lla en un lugar de la playa del Río de la Plata correspon-
diente al camino de acceso de la, Dársena de Inflamables,
instalada en cumplimiento de las leyes n 12.576 y 12.815
Q

.sin objeción de las autóridades locales, no constituyen


actos de posesión o de dominio sino tan sólo la oposición
a actos de la comuna que, a juicio del Góbierno Nacional,
habrían obstado la completa obtención de la finalidad de- '
terminante del establecimiento de la Dársena. No hay, por
lo tanto, una controversia susceptible de ser dilucidad~por
medio del interdicto, y éste debe ser rechazado porque su
objeto propio no es decidir lo referente al alcance de la
jurisdicción nacional en ese lugar, y porque tratándose de
un bien público cuyo uso y goce tienen los particulares, la
oposición del Gobierno de la Nación sólo podría ser discu-
tida por las autoridades locales si la ocupación impedida
correspondiera a una utilización del inmueble conforme con
su naturaleza de bien público, lo que no sucede en el caso
de autos.

'SENTENCIA DEL JUEZ FfEDERAL

La Plata, diciembre 18 de' 1944.


y vastos:
Este expediente promovido por la Municip. de Avella-
neda contra el Gob. de la Nación, deduciendo interdicto de
retener, de. cuyas constancias resulta,:
19 Q'ue a fs. 5, la actorá promueve la gestión concretada
en los siguientes términos: •
DE J,USTICIA: DE LA NACIÓN 115

a). Que la Mí.micip~de A:vellaned'aes propietariá de un


inmueble con una superficie de 18 hect., 75 ár. y 35 ca., más
o menos, situado en jurisdicción del partido del mismo nombre,
paraje denominado.Dock Sud, que linda al N. E., Y N. O. con
el Río de la Plata, al S. O. con terrenos de la Cía. Dock Sud
y al P.con terrenos donde el .Gob. Nacional construye la
Dársena de inflamables.'
El dominio de la actora surge de lo que establece el arto
2342, inc. 1 del Cód. Civ., que es consecuencia de la sobera-
Q,

nía que cada Estado' ejerce sobre su propio territorio y co-


rresponde a la Municip. de Avellaneda porque el límite de ese
partido por el rumbo N. O., es el Río de la Plata, de confor-
midad con el decreto del 24 de febrero de 1865 dictado regla-
mentado con la ley del 25 de octubre de 1864 y se encuentra
dentro del ejido de ese municipio por haberlo así dispuesto el
decreto del P. E. de la Provincia del 15 de octubre de 1865.
Por otra parte, no existe ot.ra persona visible o jurídica que
tenga título de dominio sobre ese bien, y según resulta de las
leyes 1854, 1866 y 1870 y jurisprudencia reiterada de la Su-
prema Corte los bienes sin dueño existentes d'entro de los
ejidos pertenecientes a las respectivas comunas.
b). Que con dicho título y a los fines de ejercitar sus
derechos de propietaria con la amplitud que consagran los
arts. 2506 y siguientes del Cód. Civ. y Comodel Dept. de la
Capital de esta Provincia a cargo entonces del Sr. Juez Civil
Dr. Alberto Schoo, promoviendo juicio de desalojo contra las
personas que ocupaban comointrusos el inmueble de referencia.
Dictada la sentencia respectiva, tomó posesión del terreno, sin
oposición de terceros;
e). Que habiendo' dispuesto.la construcción de una casilla
en dichos terrenos, al pretender realizarlo dispuesto, se opu-
sieron marineros de la Sub Prefectura, quieiles manifestaron
que así actuaban cUlppliendo órdenes superiores.
, Tratándose de funcionarios dependientes de una Repar-
tición Nacional es el Gobierno de la Nación el que debe res-
ponder por las consecuencias de t.al insólita actitud. En defen-
sa de sus intereses' lesionados, ocurre ante el juzgado en de-
manda. de amparo mediante el. presente, interdicto de. retener
la posesión. '
d). 'Que en definitiva, pide se haga lugar a la acción
deducida, tuteland() a la, actora e:p.la posesión del inmueble
con expresa condenación en' c'Ostas¡
29 <Queadmitido el'fuero federal:~fs'. 6 vta.- se'convoca
116 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

a las partes a juicio verbal prescripto po~ el arto 332 de la


ley 50.
En dicho acto el apoderado de la. aetora expresó que ra-
tificaba la demanda de fs. 5 y solicitó que en su mérito se
hiciera lugar a la acción deducida, con costas.
Concedida la palabra al Sr. Proc. Fiscal pidió el rechazo
de la demanda, oon costas y solicitó se tuviera como contes-
tación de la misma el alegato presentado. Se expresa en dicho
memorial:
a) Que los requisitos legales para poder intentar el in-
terdicto deducido están prescriptos por el arto 574 del Cód.
de Proceds. Supletorio, y son dos: 10 Que el que lo intente
se halle en actual posesión; y 20 Que el demandado haya tra-
tado de inquietarlo en ella por actos materiales. En iguales
términos se expide el arto 327 de la ley 50.
Ninguna de las dos condiciones se dan en autos.
El actor no está en posesión del terreno; pues por fallo de
este juzgado de fecha setiembre 30 de 1940, confirmado por
la Cám. Fed. de esta ciudad con fecha 14 de febrero de 1941
en la demanda que la Cía. Dock Sud dedujo contra la Nación
por interdicto de retener, sobre el mismo terreno, se resolvió
que éste era de la Nación y no de la Cía. En consecuencia,el
acta de fs. 1 de toma de posesión carece de todo valor.
En cuanto al segundo requisito, la improcedencia de la
demanda surge de sus propios términos cuando afirma que
pretendió construir en tales terrenos una casilla, que la po-
seedora o sea la Nación se lo impidió; vale decir, que la que
intentó inquietar al poseedor fué la propia actora.
b) Que tales terrenos son los denunciados a la Municip.
de Avellaneda como de existencia ignorada, por don. Carlos
Auborne, según consta en los expedientes administrativos nú-
meros 8857/943 l"I:.O. P., 5226fl\1J935Y M. O. P. 12934jM
~40 que acompaña.
Según resulta del plano nO1773-A que corre a fs. 11 del
exp. adm. 6874-Aque también se adjunta, el terreno disputado
por la Municipalidad se encuentra al N. de la línea de ribera
B. C. establecida por el fallo antes aludido como divisoria
entre el Dock Sud y la Nación y que ocupa la playa del Río
de la Plata. No es, entonces, el arto 2342 del Cód. Civ. -que
prescribe sobre bienes privados del Estado- el qúe corres-
ponde aplicar en el caso, Bino el arto 2340, que considera bie-
nes públicos del Estado- ine. 40 "a las playas de los ríos
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 117

navegables". Por consiguiente el terreno disputado es bien


público del estado.
Tales terrenos han sido formados por acrecentamientos
recibidos paulatinamente, por efectos de las corrientes del Río
de la Plata favorecidos por las obras inmediatas que cons-
truyó el Gob. Nacional para la habilitación de la Dársena de
Inflamables y son los mismos que fueron retenidos con ante-
rioridad por el Dock Sud. Como resulta del plano antes alu-
dido, dicha Cía. instaló tiempo atrás, un alambrado, según los
lineamientos marcados en línea verde en el plano citado, hecho
que motivó la denuncia de la extinguida Inspección General
de Muelles del Río de la Plata, con fecha abril 6 de 1931. Más
tarde la actual Dir. de Naveg-acióny Puertos, prosiguiendo el
plan de obras para la habilitación de la Dársena de Infla-
mables del Puerto de la Capital, que ejecuta en base a los
crédit.os acordados en las leyes de trabajos públicos números
12576 y 12815 Y el proyecto aprobado por el decreto del P. E.
Nacional n9 47815 del 23 de noviembre de 1939, ocupó me-
diante las obras que se consignan en el referido plano n9 2759
la fracción de los terrenos de que se trata, obras que tiene por
misión realizar el acceso a la Dársena de Inflamables, y para
el completamiento de lo cual, 'se construyó oportunamente una
tablestaGada por la mencionada repartición que originó el
aluvión que dió base a los terrenos mencionados y motivó la
demanda del Dock Sud, con los fallos adversos del Juzgado
y de la Excma. Cámara Federal.
e) Que según se ha visto y conforme al arto 2340, in(l. 49
del Cód. Civ., el terreno demandado es un bien público del
Estado.
Podría acaso objetarse, que, en el caso, ese estado no es la
Nación, sino la Provincia de Buenos Aires por razones juris-
diccionales. Nada más erróneo sin embargo.
Los mares'territoriales e interiores con sus bahías, ense-
nadas, puertos, ancladeros, y playas y los ríos navegables, sus
playas y sus cauces, son bienes públicos y conviene al interés
general reglamentar ese derecho. Esa reglamentación corres-
ponde a los Poderes públicos, conforme a la distribución de
facultades dispuesta por la c.onat. Nacional y de acuerdo a la
misma, las provincias conservan todo el poder no delegado en
el Gobierno Nacional. En el caso planteado en autos, las pro-
.vincias hlill delegado expresamente la reglamentación sobre
la libre navegación de los ríos interiores, la habilitación de
puertos, la creación y supresión de aduanas, el comercio ma-
"

118 FALLOS 'DE LA CORTE SUPREMA

rítimo con las naciones ,extranjeras y las provincias entre sí,


el establecimiento de los derechos de tonelaje, ;es decir, en una
palabra la facultad de reglamentar y autorizar todos aquellos
actos destinados a servir al comercio internacional e interpro-
vincial, (arts. 26, 27, 104 Y 108 de la Consto Nacional).
Ahora bien, dentro de una reglamentación del comercio se
encuentra la de habilitar puerros y tal facultad ha sido ex-
presamente delegada por las Pr,ovinciasa la Nación. Habili-
tar puert.os es realizar obras, construcciones e instalaciones
necesarias para facilitar las operaciones portuarias de exclu-
siva facultad y jurisdicción nacional. De esta suerte y en uso
do estas facultades, el Góbierno Nacional ha ,construído el
puerto de inflamabies, de que forma parte íntegramente,. como
puede observarse 'en el plano de autos,' el tei'reno cuestionado
en este interdicto, en cuyo lindero se construyó una estables-
tacada, en uso de las mismas potestades constitucionales como
quedó ventilado y esclarecido el juicio igual del Dock Sud.
Para tales obras el Gobierno Nacional eligió el espacio de
Playa del Río de la Plata ventilado en este interdicto y ejerció
sobre el referido terreno actos directament.e destinados al co-
mercio y navegación internacional, de exclusiva jurisdicción
nacional.
d) Que en definitiva solicita el rechazo' del interdicto
deducido con especial condenación en costas.

y considerando:
11' Que las partes están de acuerdo -y ello, por otra
parte resulta evidente de las pruebas acumuladas- que el te-
rreno ,respecto al cual se deduce el presente interdicto, se
halla situado dentro de la zona considerada por el infrascrip-
to como playa del Río de la Plata, en su pronunciamiento de
fecha setiembre 30 de 1940, confirmado por la Cám. Fed.
de Apel. de esta ciudad con fecha febrero 14 de 1941, dictado
en los autos Cía. del Dock Sud Ltda. Bs. Aires contra el Gob.
Nacional si interdicto de retener la posesión y de obra nueva
(Exp. nI' 5665 de la Secretaría actuaria" agregado por cuerda
floja al principal).
La fracción, en consecuencia, se encuent.ra comprendida
dentro del inc. 41' del arto 2340 del Gód. Civ. que declara
bienes públicos del Estado General o de los Estados particu-
lares" las playas del mar y laS playas de los ríos navegables".
Sentado ello, urge decidir quién es el titular de ese do-
minio.
DE JUSTtCIA DE LA NACIÓN lJ.19

La cuestión no fué resuelta en el pronunciamiento Ite-


cordado. Toda duda al respecto la despeja de manera catee
górica, el considerando 79 del fallo que textualmente dice
"Que de acuerdo con la enseñanza de los autores al comentar
,el claro texto del arto 2572, última parte del Cód. Civ., los
terrenos de aluvión en los ríos navegables, y consiguientemen-
te en el Río de la Plata, corresponden al estado, sin que sea
del caso dilucidar en esta sentencia si es el Estado Nación o
el Estado-Provincia a quien corresponde el dominio emi-
nente". Tampoco fué decidida en el fallo confirmatorio de
segunda inst.ancia. .
En cambio, en estos autos, ella debe ser resuelta por cuan-
to' es fundamental para la solución del sub judib,e.
29 Que el problema ha motivado intensas discusiones.
La confusión existente está sintetizada en las siguientes pala:
bras del Dr. Eduardo Costa, contenidas en el dictamen que,
en su carácter de ~rocurador General de la Nación, produjo
en el año 1894, analizando la naturaleza jurídica: de los ríos y
riberas: "Las resoluciones de los poderes públicos han sido
hasta ahora inciertas y contradictorias. Unas veces los gobier-
nos de Provincias se han creído habilitados para disponer de
las riberas y las han vendido, como vendió el Gob. de Santa
Fe la ribera del Paraná y el de la Prov. de Es. Aires los va-
liosos terrenos hoy propiedad de la Empresa .de Catalinas;
y otras han consultado al Gob. de la Nación hasta acerca de
los trajes de baño". .
Una exégesis cuidadosa de la Consto Nacional permite,
sin embargo, fijar los conceptos fundamentales que rigen al
respecto. El Estatuto político del país ha adoptado el sistema
federal. Implica él la coexistencia de un poder central con
núcleos separados autónomos. ,Son las provincias. Anteriores
a la Nación, delegaron en ella la suma de facultades necesa-
rias que permitiera al poder central la realización de los pro-
pósitos concretados en el Preámbulo constitucional; y retienen
en consecuencia el conjunto de atribuciones y potestades no
cedido (art. 104, Consto Nacional) . La Constitución dice
los representantes del pueblo elegidos por las Provincias, fun-
dó la unión nacional. Tal es el sentido histórico y constitucio-
nal de nuestro federalismo o sistema federal j pero en cuanto
al sentido genérico universal, se refiere a la alianza o unión
más o menos perfecta de los estados independientes, pero que
conservan la plenitud de su soberanía y poder con la sola
excepción de aquella parte que ponen al servicio del propósito
120 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

especial de la "federación o alianza". Y agrega después el


mismo publicista: "Las provincias son estados y no divisiones
administrativas de la Nación y como tales tiene jurisdicción
propia originaria, que se aplica al derecho de crear sus go-
biernos y a la propiedad del territorio sobre el cual se ejerce' '.
y bien, en vano se buscará dentl'o del texto fundamental
el precepto que consagre la cesión provincial en beneficio de
la Nación, de su dominio sobre las playas de los ríos navegables.
La Carta Magna habla de jurisdicción nacional, no de pro-
piedad sobre los ríos navegables al sol() efecto de garantizar
la libre navegación y reglar convenientemente todo lo que se
refiere al comercio marítimo o fluvial entre las provincias o
con el exterior, haciendo desaparecer o impidiendo en su caso
todo lo que puede obstaculizarlo.
Tales, fueron, por otra parte las conclusiones del Dr.
Costa en su recordado dictamen. No cabe en su concept.o la
duda acerca de las aguas, el lecho y las pla.yas del mar y de
los.ríos navegables: pert.enecen a las Provincias y no a .la Na-
ción, ,.,En ningún tiempo -expresa- la cuestión sobre el do-
minio de los ríos, fué mal interpretada en los Estados Unidos
y Su jurisprudencia es perfectamente aplicable. Cuando la re~
volución tuvo lugar, dice Taney al fundar la opinión de que
la Corte Suprema en el caso de Martín v. Wadder el pueblo
de cada estado se hizo soberano y en este cas() asumió el de-
recho absoluto a todas sus aguas navegables y a las tierras bajo
de ellas para el uso de la. comunidad, con sujeción únicamente
a los derechos atribuÍdos por la constitución al gobierno ge-
neral (16 Peters, 410). "En los Estados Unidos -dice Rouk
en su grande obra sobre los rÍos- las playas de los ríos y el
suelo bajo de ellas pertenecen al estado en que están situados en
su calidad de soberanos." Esta es también la opinión de Kent,
Pommeroy y demás tl'atadistas americanos, sin que después
del conocido caso de Pollard 'sllese v. Hagan que sentó magis-
tralmente la jurisprudencia sobre la materia pudiera citarse
un solo caso que sostuviera lo contrario."
Ofrece destacado interés la discusión habida en el Se-
nado Nacional cuando en 1869 se proyectó construir el Puerto
Madero. El Gobierno de Buenos Aires sostuvo por boca. de
Mit.re y contra deJa opinión de Sarmiento y Vélez Sársfield,
que los terrenos que con tal objeto se destinaran a la playa
del río de la Plata frente a la Ciudad, pertenecían a la Pro-
vincia. Para Mitre el territorio de la Nación se divide y se
subdivide en distintas soberanías, equilibradas, cada una de
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 121

las cuales gira arm6nicamente dentro de su 6rbita y el poder


nacional, que preside el movimiento, no se ha reservado sino
aquella parte de alta soberanía necesaria para dominar el con-
junto y, ~n cuanto al territorio, no se ha dado más que el in-
dispensable para residir, subordinándose, por lo demás a las
condiciones del propietario civil dentro de los límites de las
soberanías territoriales de las Provincias. Y categ6ricamente
afirmaba: "Como poder público representante de la propiedad
común, hay un campo vasto en que ejerce una jurisdicci6n o un
imperio exclusivo y absoluto, y es sobre la superficie de las
aguas navegables. Esto no quiere decir que el poder nacional
sea dueño de esas aguas; es simplement.e regulador".
Dentro de este orden de ideas se dict6 el decreto de fecha
14 de noviembre de 1891 con las firmas del entonces Presi-
dente de la República Dr. Carlos Pellegrini y de su ministro
Vicente Fidel L6pez que dice: "Declárase que en el entender
del P. E. de la Naci6n, la jurisdicción General que la Constitu-
ción le atribuye sobre las playas del mar y riberas de ríos na-
vegables, se refiere a la facultad de mantener expedito el
tránsit.o público y reglamentar todo lo concerniente a la nave-
gación y a todo el comercio exterior de la República, y a los
respectivos estados federales corresponde la jurisdicción poli-
cial y el dominio inmediato del suelo pudiendo éstos, en con.
secuencia, dictar los reglamentos y crear impuestos para el
aprovechamiento de arena, piedras, etc., subordinadas siempre
al objeto primordial que motiva la jurisdicción nacional".
Corresponde recordar finalmente que la opinión de la Su-
prema Corte de Justicia respecto a la propiedad provincial
sobre los ríos navegables es categórica, y así en su fallo regis-
trado en el t. nI, pág. 190 de su colección ha dicho "que los
arts. 26 y 67 , inc. 9, 12 Y 14 Y arto 108, no han atribuído al go-
bierno nacional el dominio de las playas de todos los ríos nave-
gables como quiera que las facultades de reglamentar la libre
navegación y el comercio marítimo y terrestre con las naciones
extranjeras y de las provincias entre sÍ, de habitar puert.os y
de firmar los límites de las provincias no implica necesaria-
mente el dominio público o privado del estado general sobre
esos ríos". Tal jurisprudencia es aplicable a las playas de los
ríos navegables, pues éstas dentro del pensamiento dcl Alto
Tribunal están dentro del concepto genérico de río, según lo
precisó en su pronunciamiento de fecha mayo 8 de 1909, donde,
aparte de ello, dijo: "Que la propiedad provincial sobre ca-
nales navegables y ríos, explícitamente consignada en la cons-
122 FADJaOS 'DE LA CORTE SUPREMA

titución, habilita a las provincias para ejercer sobre las playas


de los que atraviesan o limitan sus respectivos territorios, todos
los derechos comprendidos en el dominio público, incluso el
de transmitir a los partieulares en determinadas condiciones
las eosasque constituye la esfera propia de este dominio, alte-
rando o,modificando sus destinos, comolo ha.n hecho en lo fe-
deral las leyes 1257, 2414 Y 2599, respecto de la playa del
Río de la Plata, frente de la Capital; todo ello sin perjuicio
de los poderes de la Nación para dejar sin efecto los actos ,de
las mismas provincias o de sus causa-habientes, contrarias a
la libertad de la navegación o a las medidas. que el Congreso
haya sancionado en uso de sus atribuciones constitucionales".
(Fallos, t.. nI, pág. 254).
I Q3 Que declarada pues, la sentencia de un dominio emi-
nente del Estado general sobre las playas de los ríos navega-
bles, no corresponde decidir, con respecto a la fracción de
autos, por cuanto no afecta la solución de la 'cuestión, si el
titular de ese dominio es la Provincia de Buenos Aires, o la
Comuna de Avellaneda. Dentro del juicio de interdicto no se
diseute el derecho de poseer, sino la posesión como hecho, y
con relación a la acción sumaria posesoria deducida en autos
su progreso, en principio, está condicionado a la prueba de esa
posesión y de su turbaciQn por actos materiales (al:t. 327,
ley n 50).
Q

y bien, no puede desconocerseque la actora se encuentra


en posesión del inmueble objeto de su pedido de amparo.
Surge ello del testimonio corriente a fu. 1, que acre.ditaque la
misma le fué acordada con fecha 30 de diciembre de 1942, en
cumplimiento de lo ordenado por el Sr. Juez de 11) del Depto.
de la Capital de esta Provincia Dr. Alberto Schoo en los autos
"Municip. de Avellaneda contra González Benito y otros s.
desalojo".
Tampoco puede negarse en presencia del informe de fs.
64 vta., emitido por la Dir. de Navegación y Puertos que el
18 de mayo de 1943 el capataz a cargo de las obras de la
Dársena de inflamables en construcción, de acuerdo a instruc-
ciones que le fueron impartidas solicitó y obtuvo de la Subpre-
fectura Gi'llleral Marít.ima del Dock Sud el auxilio de 'la
fuerza pública para hacer .suspe~der el armado de una casilla
que pretendía erectuar la Municipalidad de Avellaneda'dentro
de la lonja de tierra de ochenta metros de ancho hacia .el lado'
de tierra de la defensa .Cónstruída.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 123

Es evidente que si el autor de la turbación fuera una per-


sona de derecho privado, bastarían las probanzas emergentes
de fs. 1 y 64 vta., para fundar la procedencia de esta acción.
El problema que se plantea en el sub judwe, sin embargo, es
. distinto porque frente a la actora se encuentra el Estado gene--
ral con todo el conjunto de atribuciones y' potestades ya pre-
cisadas. Corresponde para dirimir el conflicto investigar los
motivos de la oposición del Gobierno Nacional.
De las const~cias obrantes en el expte. adm. 14.424/1943,
ofrecido como prueba por el demandado, surge que se hicieron
suspender los t.rabajos de construcción de' la casilla que se
realizaban en los terrenos de la playa del Río de la Plata
"distantes unos doscientos metros .de la ribera y 'que corres-
ponden al acceso determinado por la Dársena de Inflamables
en construcción''': (fs. 16; véanse también ís. 9 vta., y 11).
Y bien, la oposición del dema'ndado es justificada y 'le-
gítima. Al obrar como lo ha hecho, ha actuado como persona
de derecho público en ejercicio de potestades constitucionales
indiscutibles. Evidentemente la construcción de la casilla en
la zona de acceso carretero a la Dársena, (fs. 64 vta.) obstacu-
lizaría el normal funcionamiento de la misma. De ahí, la far
cultad del poder central -facultad de alta policÍa- de im-
pedir el obstáculo, como garantizador de la libre navegación
y regulador del comercio marítimo o fluvial entre las provin-
• cias o con el exterior.
Podrá objetarse, tal vez, que el arto 327 jnc. 29 de la ley 50
habla solamente de actos que hayan inquietado la posesión,
sin condicionar la turbación a exigencia .alguna. Literalmente
interpretado el precepto apoyaría la pretensión del actor. Pero
su hermenéutica desde un punto de vista más amplio conduce
a una solución distinta.
No cabe una interpretación que de aceptarse se traduciría
en detrimento de intereses nacionales, concretados en el caso
en el comercio marítimo y fluvial; y no pueden admitirse tra-
bas que impidan o dificulten su atención por el Gobierno Fe-
deral.
Por estas consideraciones y de conformidad con las dispo-
lsiciones legales citadas, fallo: No haciendo lugar al interdicto
de retener la posesión deducido, costas al actor. -' Horaci-o
García Rams.
124 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

La Plata, octubre
.
2 de 1945.
.
y vistos: Considerando:
Que, dictada la sentencia de fs. 76-84 vta., por la cual no
se hizo lugar al interdicto de retener la posesión int.erpuesta, y
se condenó al actor al pago de las costas, dedujo el recurso
de apelación, el que fuéconcedido en relación a £S. 86 vta.
Que, producido el informe in v()'ce a que se refiere la
constancia de fs. 89 vta., y cumplida la medida para mejor
proveer ordenada por este Tribunal, corresponde establecer, si
la 'resolución recurrida es arreglada a derecho y a las constan-
cias acumuladas en la causa.
Que, los reparos opuestos por el representante legal de la
Municip. de Avellaneda en ocasión del informe antes mencio-
nado, consisten primordialmente, en que habiendo reconocido
la sent.encia que su parte ha probado que se encontraba en po-
sesión del inmueble objeto del pedido de amparo, y que la Na-
ción por intermedio del personal de la Dirección de Navegación
y Puertos, y de acuerdo a instrucciones de sus superiores, turbó
la posesión de sus mandantes, concluye el Sr. Juez a-qU() "es-
tableciendo que la turbación realizada por el Gobierno de la
Nación es justificada y legítima. Asimismo observa la imposi-
ción de las costas y el estudio que realiza el fallo acerca de la •
legitimidad de la turbación, defensa no formulada -agrega-
por el Proc. Fiscal; y por último plantea el '( caso federal" en
est.a primera oportunidad que se le presenta, por si fuese ne-
cesario, llevar este asunto a conocimiento de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación.
Que, el Min. Fiscal, representando a la Nación, ha argu-
mentado, en procura de demostrar su mejor posición legal frente
a las pretensiones de la Municip'alidad actora, y en defensa de
la actitud asumida por marineros de la Subprefect.ura, quienes
cumpliendo órdenes superiores se opusieron al ejercicio de la
posesión que se disponía a realizar ésta, construyendo una ca-
silla que habría de habitar un encargadó de cuidar el terreno;
sosteniendo --el Proc. Fiscal- que este Tribunal por sentencia
anterior de fecha 14 de febrero de 1940 ha resuelto la cuestión
que ahora se vuelve a plantear, llegando a afirmar, a £S. 32 vta.
que ese fallo "confirmó íntegramente un asunto igual al sub-
.iuilice por el mismo interdicto y sobre el mismo terreno con la
única diferencia del titular de la acción por lo que no he po-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 125

dido -agrega- oponer la excepción perentoria y previa de cosa


juzgada ... ". Entiende, así el Ministerio Fiscal-y lo a:£irma-
que, pueden repetirse completamente en esta causa las conside-
raciones del señor Juez Federal en aquella oportunidad y que
confirmó esta Cámara.
Que, no obstante las referidas consideraciones del repre-'
sentante de la Nación que alude al caso :" Cía. del Dock Sud de
Ba. Aires Ltda. c. Gob. Nacional sobre interdicto de retener
la posesión y de obra nueva", el Sr. Juez arquo, dijo con todo
acierto en la sentencia de fs. 76 y siguientes de estos autos, que
ello no es así; que en aquella oportunidad no se resolvió ni en
primera ni en segunda instancia acerca de los derechos del Es-
tado Nación o del Estado Provincia' sobre el terreno en litigio,
expresando en cambio que, en esta causa, ha llegado la oportu-
nidad de resolver al respecto, aduciendo dicho magistrado como
demostración de su aserto que toda duda al respecto la despeja
el considerando 79 del fallo en el caso anterior, que transcribe
a fs. 80 de estos autos. '
Que, por lo que respecta a la sentencia de este 'Tribunal de
fs. 215-216 vta., que efectivamente fué confirmatoria de la del
Sr. Juez Federal, por la que no se hizo lugar a los interdictos
deducidos por la Cía. nombrada, cabe advertir, que, aun cuando
admitió la procedencia del arto 2340 del C. Civil no determinó
3 cuál de las dos situaciones que prevee dicha disposición legal,
se refería; esto es, si .aludía al Estado Nación o al Estado Pro-
vincia, dejando únicamente sentado que si un bien del dominio
público del Estado es ocupado por particulares, esta ocupación
no los habilita para promover acciones posesorias. Por otra
parte, al confirmar también, por las consideraciones concordan-
toesla sentencia, va comprendida entre éstas, la correspondiente
al n 79 ya citada, que según se advierte dice textualmente:
Q

" ... sin que sea del caso dilucidar en esta sentencia si es el
Estado Nación o el Estado Provincia a quien corresponde el
dominio eminente' '.
Lo que antecede permite establecer que, carece de eficacia
legal la argumentación de la demandada cuando afirma, que la
cuestión que se plantea en esta oportunidad ya ha sido re-
suelta. .
Que el fallo en recurso de fs. 76 y sigtes. establece, que co-
rresponde estudiar la: situación legal planteada de acuerdo a
las previsiones que contempla, no el arto 2342 del Cód. Civ. por
no tratarse de un bien privado del Estado General o de los Esta-
dos particulares, sino de un bien público de los mismos. Debe
126 FALI!.OS DE: 1M: CORTE suPREMA

estarse '-expresa~ a lo que dispone el arto 2340 del cit8.d(l


código que dice: "'Son bienes' públicos del Estado General o
\ de los, Estad'Os~Farticulares'. ;. inciso. 49: las playas, del mar,
y las playas. de los ríos, navegables en cuanto su uso sea nece-
sario para la navegación... "
Que, después de un detenido análisis de antecedentes de
orde,n legal, y de tomar en, cuenta lo resuelto por la jurispru-
dencia acerca de quien goza del dominio eminente de las pla-
yas de los ríos navegables, el señor' juez (b.q:¡w concluye acep-
tando la t.esis que acuerda, dicho dominio -en su caso- a las
provinci~, negándolo al Estado General a pesar de recono-
cerle facultad a los poderes de la Nación para dejar sin efect.o
actos de aquéllas que resultaren contrarios a la libertad de
navegación o a las medidas que el Congreso vaya sancionando
en uso de sus atrihueionesconstitucionales.
QUe,a juicio de este Tribunal el criterio sustentado en el
sentido precedentementéexpuesto es árreglado a derecho sin
que sea menest.er repetir, en esta oportunidad, las considera-
ciones en que la sentencia funda su decisión y a los que, en
consecuencia se remite;,
Que, asimismo es correcta la 'apreciación legal del fallo
con respecto a la falta de necesidad de establecer si el titular
del dominio afectado es la Provincia de Buenos Aires o la
Municipalidad de Avellaneda, pues que lo que realmente está
en tela, de juicio, es quién se encontraba en posesión del terreno
o
discutido,' es decir, si era. la Nación la comuna mencioriada.
Corresponde ese extremo de acuerdo a las exigencias del arto
327 de la ley 50, el que dispone que, para que tenga lugar el
interdicto de retener se requiere que el demandante se baIle
en actual posesión y que la. misma se baya turbado. No' es, por
consiguiente, del caso entrar a discutir cuál es el verdadero
propietario del bien.
Que, siendo esto así, no puede esgrimirse abora el argu-
mento irrefutable que determinó el recbazó de la pret.ensión de
particulares, -Cía. del Dock Sud- sobre bienes del dominio
público del Estado, desde que se trata, de un terreno que era
poseído -según se verá- por otro estado que también lo
tiene como bien público y en este carácter lo debe mantener;
no, siendo óbice que el-actor haya plaNt.eado.equivocadamente
sus derechos como comprendidos en el inc. 1 del arto 2342 del
Q

Cód~Civ; y no en: el' arto 2340:inc; 4LJ del. mismo; como.corres-


ponde; por cuanto el juzgador está facultado para' suplir situa-
,,
DE~ JUSTICIA DE LA NACIÓN 127

ciones como la- presente enderezando la acción y colocándola


~en sus verdaderos términos.
Que, además~de que lo expuesto. favorece la situación legal
del aetoren este juicio, 'corresponde expresar que está demos-
trado también con notoria efica<JÍa-y lo reconoce el faUo de
manera categórica en considerando tercero- que la MUnici-
palidad de Avellaneda en el año 1942 entabló juicio de desalojo
contra Benito González que ocupaba el inmueble que motiva
esta causa, y que el nombrado dijo que se hallaba en el terreno
por autorización de 'la Cía. Dock Sud de Buenos Aires, avi.
niéndose a desalojar y agregando que reconocía a la Municip.
de Avellaneda como propietario del bien. Elli definitiva consta,
asimismo -documento de £S. 1- que la justicia el día 30 de
diciembre de 1942 puso en posesión del t.erreno en litigio a 1a
Municip. de Avellaneda., representada en el acto por don Ri-
cardo R. Iglesias.
Que, ante las constancias anotadas, de las que resulta que
el actor se encuentra amparado por situaciones de hecho y
por principios de derecho, carecen de eficacia legal las consi-
deraciones del fa.ll~ que han determinado el desconocimiento
de los mismos y ha decidido que la oposición del demandado
-Gob. Nacional- por medio de marineros de la Sub Prefec-
tura, a la construcción que se mencionó, ordenada por el actor,
es justificad:a y legítima.
Que, la facultad de alta policía; atribuída al poder central
"a que alude el señor Juez arqUQ y según la cual puede impe-
dir o remover el obstáculo que perjudicara. la. libre navega~
ción, permitiéndole regular el comercio marítimo o fluvial en-
tre las provincias o el exterior, no puede alcanzar a la situa-
ción legal invocada en estos autos; tanto menos cuanto que
como lo ha resuelto terminantemente la Corte Suprema en
forma reitEfada -ver entre otros fallos: tomo 143, pág. 239-
"los interdictos tienen como principal finalidad impedir que las
personas se hagan justicia por sí mismas, lo que es aplicable
tanto a los particulares como a las personas de derecho público:
Si así no- fuere las, garantías constitucionales que constituyen
otras tantasi limitaciones impuestas' a la aceión de los gobiernos
resultarían ilusorias". .
Que, es también pertinente hacer notar que no aparece cla-
ramente demostrada la urgente necesidad' del Gobierno Na-
cional en defensa de navegación que resultara afectada o de
comercio obstaculizado, para proceder, --según se ha visto-
haciendo uso de la fuerza pública cont.ra quien realizaba actos
~ - lo' .
....•• - :..,;.J~.: ,,;.:.~.

128 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

de posesión legalmente acordada. Por ello tampoco resulta


eficaz el argumento final del fallo, cuando expresa que: "No
cabe una interpretación que de aceptarse se traduciría 1m de-
trimento de ÍI!.tereses nacionales, concretados en el caso, en el
cQmercio marítimo y fluvial" y ~uando agrega que- "no
pueden admitirse trabas que impidan o dificulten su atención
por el Gobierno Federal ".
Que, en definitiva, a juicio de este Tribunal la sentencia
en recurso es arreglada en derecho cuando deja sentado que el
actor ha probado que se encontraba en posesión del inmueble
objeto de su pedido de amparo, y que fué turbado en ella en la
forma que se expresó. Pero no sustenta el verdadero criterio
jurídico cuando, a pesar de las constancias de autos pret.ende
establecer un distingo acerca de la ealidad del autor de la tur-
bación, admitiendo o acordando privilegios al margen de la ley
y la Constitución. No otra cosa resulta Clelcontenido del se-
gundo párrafo de la sentencia a fojas ochenta y tres vuelta,
pues el conjunt.o de atribuciones y potestades del Estado Na-
cional -a que alude- no permite dicha situación privilegiada,
de poder hacer caso omiso de disposiciones legales arto 2340
del Cód. Civ. y constitucionales -arto 17 de la Const. Nacional-
desde que sería atentatoria de las mismas. '
En mérito de lo expuesto, se revoca la sentencia en re-
curso, haciendo lugar al interdicto de retener deducido por la
Municip. de Avellaneda y condenando al Gob. de la. Nación
a haner entrega del bien a aquélla en el término de treinta
días. Las costas al vencidó en ambas instancias. - Jorge García
González. - Ubaldo Benci. - l/uis G. Zervino. i

FALLO DE LA CORTE SUPR'EMA

Bs. Aires, 28 de junio de 1946.


y vistos los autos "Municip. de Avellaneda c. Gob.
de la Nación s. interdicto de retener", en los que se ha
concedido el recurso ordinario de apelación interpuesto
a fs. 97 por el Proc. Fiscal contra la sentencia dic-
tada a fs. 92 por la Cám. Fed. de La Plata.
Considerando:
Que rechazado el interdicto de retener y d~ obra
nueva deducido por la Cía. del Dock Sud contra el Gob.
DE JUSTICIA DE LA NA0I6N 129

Nacional en razón de que la tierra en cuestión -que es


la misma de que aquí se trata- formaba parte de la
playa del Río de la Plata, era, en consecuencia, bien
.j público del Estado y como tal no podía haber sido po-
seída por particulares (arts. 2337, ~2341 y :2400 deq
Cód. Civ.) y tratándose en esta causa de un litigio en-
tre una comuna, del Estado de Bs. Aires y la Nación,
debe tomarse como punto de partida para su decisión el
carácter jurídico del inmueble, determinado en la sen-
tencia del interdicto que se acaba de citar.
Que otro punto de partida tan indiscutible como
el anterior es el de que el Gob. de la Nación está facul-
tado para habilitar puertos sobre los ríos navegables
y que incumbiéndole exclusivamente reglamentar la li-
bre navegación de éstos (art. 67, inc. 99, de la Consto
Nacional) tiene sobre sus playas la jurisdicción indis-
pensable para asegurar el regular funcionamiento de
los puertos aludidos y la libertad de navegación a que
se refiere el texto constitucional citado (Fallos: 111,
179, consid. 29).
Que la Municip. de Avellaneda, en el entendimiento
de que las playas de los ríos navegables son bienes de
los Estados particulares o del Estado Nacional según
se hallen o no dentro de los límites de los primeros, y
que las pertenecientes a un Estado provincial son de
cada una de las comunas en que estén situadas, deduce
este interdicto porque el Gob. Nacional le ha impedido
construir una casilla en la playa del Río de la Plata
que se menciona en la demanda y fué delimitada en el
interdicto deducido por la Cía. del Dock Sud.
Que la municipalidad actora no niega en estos
autos que el Gob. Nacional haya construído en esa playa
las obras señaladas en negro sobre el plano 2759 del
expedienté del Min. de O.Públicas,6874-1943; ni hay
130 FALJ.¡()S DE LA CORTE SUPREMA

eIl ellos constancia de que dicha Comuna o la Provincia


de que forma parte opusiera reparo alguno a dichas
construcciones. Del expediente citado resulta que estas
obras han tenido por objeto complementar la habilita-
cióu de .la Dársena de Inflamables establecida por el
Gob. Nacional en un extremo de la playa en cumpli-
. miento de lo dispuesto por las leyes federales 12.576
y.12.815. Y según lo informado por el Min. de O. PÚ-
blicas a, fs. 64 vta .. de estos autos, se impidió la cons-
trucción de la casilla porque se pretendía levantarla
en el espacio correspondiente al camino de acceso a la
Dársena .mencio'nada, 'camino que la habilitac~ón de
ésta requiere (confrontar asimismo fs. 21 y 25 del
exped. 14.424-1943del Min. de Obras Públicas).
Que planteada la cuestión en los términos más fa-
vorables a la actora, es decir, admitiendo, en hipótesis;
que la playa de que se trata sea bien público del Estado
provincial, si se tiene presente: 1 la jurisdicción del
Q

Gobierno NacionaL en el lugar, como consecuencia y


en función de su facultad de habilitar puertos en ella;
29 que dicha facultad fué ejercitada en cumplimiento de
lo dispuesto por las leyes 12.57,6y 12.815; y ,39 que la
turbación invocada por la actora no ha consistido en un
acto de. posesión ni de dominio sino en oponerse' a un
acto de la Comuna que, a juicio del Gobierno Nacio-
nal, habría obstado la completa obtención de la fina-
lidad determinante del establecimiento de la Dársena,
Ilégase a la conclusión de que no hay en el caso -re-
ducido a. sus límites estrictos- una controversia sus-
ceptible de ser dilucidada por la vía dél interdicto. En
primer lug~r porque sería sobre el alcance de la juris-
dicción nacional en ese sitio y demás circunstancias de
que aquí se trata, sobre lo que debería 'recaer el pro-
nup.ciamient,o,lo cual,no constituye el objeto propio de
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 131

una acción de esta especie; y en segundo porque tra-


tándose de un bien público cuyo uso y goce tienen las
personas particulares. (art. 2341 del Cód. Civ.), in-
susceptible, por consíguiente, de utilizaciones que no
contemplen de algún modo esa posibilidad, la oposición
del Gobierno Nació'nal determinada por el propósito
de asegurar la habilitación de una obra pública podrá
ser discutida por-la aetora o por el Gobierno de la Pro-
vincia, -en el supuesto de q~e el bien sea de su domi-
nio-, en -tanto en cuanto la ocupación impedida co-
rresponda a una utilización de este inmueble conforme
con su naturaleza de bien público, lo que no sucede
en este caso.
. Por tanto, se revoca la sentencia apelada de fs.
92. Sin costas por ser revocatorio el pronunciamiellto.

ANTONIO '8AGARN A - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.

S. A. LA.ESMERALDA CAPITALIZACION v.
PROVINC~ DE CORDOBA
PAGO: Pa-go indebido. _Protesta. Forma.
Son válidas y eficaces las protestas que ponen en cono-
cimiento de las autoridades la disconformidad del contri-
buyente con el impuesto que paga y la naturaleza de las
objeciones que formula, como ocurre con las que consi-
deranéonfiscatoria., -ilegal, inconstitucional y violatoria
de la ley nacional 12.139 la patente establecida por las
leyes 3795 y 3892 de la Prov. de Córdoba -con respecto
a las compañías de capitalización.
IMPUESTOS INTERNOS: UnifwMión.
Los contribuyentes damnificados por un impuesto pro-
vincial en cont.ravención a lo establecido en la ley nacio-
132 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

nal n 12.139, carecen de acción para demandar la nuli-


Q

dad d~l gravamen fundados en esa circunstancia) sin


perjuicio de la que pueda corresponderles para pedir
la nulidad del impuesto si fuera contrario. a la Consto
Nacional, a las leyes del Congreso o a los tratados cón
naciones extranjeras.
CONSTITUCION NACIONAL: Constit~tCionalidad e incomtit1tCio-
nalidad. Impuestos y contriBuciones provi'IWiales. Patentes.
El recargo d~ patente establecido por la ley 3795 de la
Prov. de Córdoba para las compañías de capitalización
que emitan bonos o títulos sorteables, responde no sola-
ment.e a un fin fiscal sino también social y no importa
violación de la igualdad asegurada por el arto 16 de la
Consto Nacional.
IMPUESTO: Confiscación.
El carácter confiscatorio de un gravamen no pued~ ser
establecido siilocomo consecuencia del análisis detenido
de las circunstancias de hecho que condiciona su aplica-
ción, y su incompatibilidad por tal motivo con la garantía
constitucional de la propiedad, no puede resultar' sino de
la prueba de la absorción por el Estado, de una part.e
sustancial de la renta o del capital gravado:
IMPUESTO: Confiscación.
Para establecer el carácter confiscatorio de la patente Íln-
puesta a las compañías de capitalización por las leyes
3795 y 3892 de la Prov. de Córdoba, debe compararse
el monto del' gravamen con el de las utilidades obtenidas
en una explot.aciónnormal y razonable, con prescindencia
de los casos de explotación deficiente o inadect\¡!l.dao de
épocas anormales.
CONSTITUClON NACIONAL: Comtitucionalida,d'e incomtituciona-
lidad. Impuestos y contribuciones provi'IWialei. Patentes.
Resultando de la prueba reunida en autos y corroborada
por la intención expresada claramente en el curso de la
~iscusión parlamentaria, que la patente cobrada por apli-
cación de las leyes 3795 y 3892 de la Prov.' de Córdoba a
una compañía de capitalización que emite bonos sortea-
bles, lejos de guardar razonable proporción con la pro-
ductividad del negocio gra\'ado ha absorvido sucesivamen-
te en cada año el 47,8,5 %, el 30,75' %,el 107, 36% Y el

<>
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 133

115,26 % de las utilidades calculadas sobre la base 'de lo


obtenido. anualmente por la emisión de nuevos t.ítulos y
por cuotas de títulos ya emitidos, debe concluirse que los
impuestos cobrados, salvo el que sólo absorbió el 30;75 %,
son confiscatorios y contrarios a los arts. 14 y 17 'de la
Consto Nacional y que, por lo tanto, procede- su devolu-_
ción al contribuyente.

DICTAMEN DEL PnOCtioRADOR GEN:BRAL

Suprema Corte:
La jurisdicción originaria de V. E. q1.1edóiU:lplíci-
tamente admitida al proveer el escrito de demanda y
darle cu.rso (fs. 32). Trátase de causa civil promovida
contra la Prov. de Córdoba por una sociedad anónima
domiciliada en la Cap: FedeI'al.
JiJn cuanto a lo discutido, versa sobre cuestiones
jurídicas similares a las estudiadas y resueltas ~n el
fallo 2.01: 202 í S. A. de Capitalización "La Continen-
tal" v. Prov. de Córdoba) y pues allí decidió V. E. que
los contI'ibuyentes damnificados pOI' un impuesto. pro-
vincial en contravención a lo establecido en. la ley na-
cional 12.139 cC'xecende acción para demandar la nu-
lidad del gravamen fundados en esa ciréunstancia, fuer-
za será concluir que tampoco en este caso pueden ha-
cerlo. '
Descartado de la controversia €se punto, sólo resta
resolver si las patentes cobradas a la sociedad aetora
C011 arreglo a las leyes 3795 y 3892 de Córdoba opusie-
ron o 110 obstáculo al ejercicio del comercio lícito y a
la libre circulación de los capitales, violan el principio
de igualdad impositiva, o revisten por su monto carác-
ter confiscatorio. .
Lo -primero, tal como se lo plantea en autos, re-
134 FALLOS DE LA 'CORTE SUPREMA

sulta directa e inmediatamente referible a lo último ya


que el invocado obstáculo a la libertad de comercio
emergería del monto 'del impuesto. Apreciar si fué o no
excesivo, comporta cuestión de hecho, librada por com-
pletoal prudente criterio de V. E., con arreglo a la ju-
risprudencia corriente., También lo es la. rrelativa a
existencia o validez de las protestas.
, Acerca. de las otras dos cuestiones, no encuentro
. que la graduación de dicho gravamen en las leyes 3795
y 3892 autorice a equipar arlo a una aduana interpro-
vincial, ni que aparezca demostrado -exigieran dichas
leyes a. la Oía. General de Oapitalización "La Esme-
ralda " K A. Argentina el pago de impuesto mayores
que los exigidos a las restantes compañías de capita-
lización.
Infiérese de lo dicho 'que, a mi juicio, la acción sólo
podría prosperar si-V. E., atento el mérito de la prue-
ba rendida, considerase que el impuesto resultó con-
fiscatorio por su monto; y en la h~pótesis de que así
ocurra, ha de permitírseme salvar una vez más mi opi-
nión en el sentido de' que sólo sería inconstitucional'
dicho gravamen en cuanto exceda a lo que., con arreglo
al criterio de la Oor,te, habría sido válidamente exi-
gible. - Bs. Aires, jU,nio9 de 1945. - Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 28 de junio de 1946.

y vistos: El juicio de jurisdicción o:dginaria seguido


por "La Esmeralda Oapitalización, S. A. Argentina"
contra la Prov. de Oórdoba por devolución de una suma
de dinero.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 135

Resultando:
Que a fs. 21 se presenta Arturo A. Fauvety, en re-
o presentación de la actora, demandando a la citada pro-
vincia por devolución de la cantidad de $ 41.400 nx,
provenientes de cuatro patentes que s,e le han. cobrado
en violación de disposiciones expresas de la Consto
Nacional y de la ley 12.139 de unificación de impuestos
internos, pidiendo s,e la condene a devolver esa suma,
sus intereses desde la notificación de la demanda y las
costas del juicio. Dice: que su mandante es una em-
presa que desempeña sus actividades de conformidad.
con la autorización que le ha acordado el P. E. Nacional
y que funciona sujeta al control de la Inspección Gene-
ral de Justicia de la Nación, por lo que está habilitada
para desempeñar su come~'cioen cualquier punto de la
república al amparo de disposiciones expresas de la
Consto Nacional, por lo que ha operado también en la
Prov. de Córdoba y se vió obligada a pagar patentes
que los años 1934 a 1938 fueron de $ 700 anuales; que
la ley 3795 para los años 1939 y 1940 elevó esa patente
sin causa justificada a $ 8.000 Y más tarde la ley 3892
la elevó a $ 15.000 para 1941, pagándose igual patente
para 1942; .que su mandante pagó sin observación las
patentes hasta 1938 inclusive que eran de $ 700, pero
ante lo ar,bitrario y gravoso del aumento posterior qu'e
en la última elevación era casi veintidós 'veces más, las
pagó bajo protesta de repetir tales pagos, lo que ahora
cumple; que según consta de los recibos y protestas
que acompaña, pagó por los años 1939 y 1940, $ 7.200
cada año, neto que resultó por el pago anticipado,' y por
los años 1941 y 1942, $ 13.50.0 cada año en la misma
forma, cantidades que suman la que ahora reclama;
que ni leg~lmente -ya que media autorización del P. E.
136 FAliúOS DE LA CORTE ,SUPREMA

Nacional-, ni moralmente en uso del poder de policía


-ya que no hay posibilidad de perder dinero a conse"
cuencia d-elsorteo-, ni aun por. mero localismo econó-
mico -ya que no hay drenaje de capitales, sino por el
contrario formación de los mismos- cabe encontrar
algún fundamento a la insólita actitud materializada
en las patentes prohibitivas y confiscatorias de que se
trata; que las patentes de referencia destinadas a im-
pedir el -ejercicio de un comercio' lícito, como se dijo
sin' anibag'es en la legislatura, vulneran los arts.8, 9,
10, 11, 14 Y 67 inc. 12 de la Consto Nacional que asegu-
ran a los ciudadanos de cada provincia el ejercicio de
todos los derechos, privilegios e inmunidades h:therell-
tes al título de ciudadano en las demás, el derecho de
trabajar, comerciar y ejercer cualquier industria lícita,
lleva un ataque directo a la libertad de tránsito y de
comercio y vulnera las facultades de reglamentar el co-
mercio iilterprovincial acordado al Congreso Nacional;.
que las leyes citadas también vulnéran el principio de
igualdad del impuesto y de las cargas públicas consa-
I '
grado por el arto 16 de la Const.-Nacional, pues crean
un gravamen especial para las compañías de capitaliza-
ción que emitan bonos o títulos sorteables, que las ~o-
loca en una situación de desigualdad con las de bonos
no sorteables'; que el propósito es gravar a las compa-
ñías de capitalización con asiento principal fuera de
la Provincia, pero se busca, para. encubrir el propósito,
la de los títulos sorteables; que el sorteo no constituye
"fiscalmente" una caracterización diferencial sufi-
ciente para -establecer un tratamiento difereilte; que el
propósito legiSlativo de impedir el ejercicio de un co-
mercio lícito sólo podía materializarse eÍJ.la elevación
de la patente en' tal proporción que absorbi,er,a la ma-
yor parte de la totalidad de las utilidades que las COlll-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 137

pañías pudieran obtener en la Provincia y es lo que


sucedió, pues en 1939 absorbió el 44,08 % de las ganan-
cias,en 1940 el 28,10 %, en 1941~ el 102,93 %, en 1942
no está he~o aun .el cálculo por no estar todavía ce-
rrado el ejercicio; que tales porcientos no pueden de-
jar de'calificarse de confiscatorios constitutivos de un
verdadero, despojo, violatorio de .la garantía constitu-
cional consignada por el arto 17 de la Consto Nacional;
que su mandante abona 'un impuesto interno de % %
sobre cada cuota o prima que. percibe en virtud del
arto 7 del decreto del Gobierno Provisional del 19 de
enero de 1932, el art. 18 de la ley 11.252 y el art.P,
inc. 24 de la ley 11.582 y un impuesto de sellado de 1%
por mil sobre e:ada título que emita de acuerdo con el
. arto 2 de la ley 11.290, por lo que las patentes de que
Q

reclama violan la ley 12.139 de unificación' de impues-


tos internos y fe remite expresamente a los arts. 18 y
20 dl?dicha ley; que no ignora: que 'esta Corte ha decla-
rado que los contribuyentes carecen de acción y de per~
sonería para impugnar impuestos provinciales por esa
razón, pero frente a la inercia e indiferencia del P. E.
de la Nación para ejercer su personería reitera lacues-
tión basado e1'1los términos expresos del art. 23 de la
ley 12.139, para poder corregir la realidad imperante
que desvirtúa totalmente en la práctica una ley que cons-
tituyó una esperanza de orden y de justicia en lbateria
impositiva, ya que el Gobierno Federal carece de inte-'
rés financiero para ejercer la acción, de lo que deriva
una superposición de impuestos ilegal en su faz jurídicll
e inconveniente en su aspecto económico; que es por eso
que insiste en que se declare que las patentes que discute
son también ilegales. Termina pidiendo se declare que
las leyes 3795 y 3892, de la Prov. de Córdoba en sus
arts. 12 inc. b) son inconstitucionales y contrarias a la
138 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

ley 12.139 y se condene a la provincia en la forma pe-


dida. ,"
Que corrido traslado de la demanda ésta fué con-
testada a fs. 37 por Carlos J. Rodríguez en representa-
ción de la Prov. de 'Córdoba pidiendo su rechazo, con
costas. Dice: que las escrituras públicas de protesta que
acompaña la actora carecen de ef.icacia jurídicá porque
se limitan a decir que la patente es inconstitucional y
confiscatoria, sin hacer referencia a ningún artículo de
la Constitución Nacional; que es preciso distinguir con
técnica financiera los distintos impuestos para aplicar
con precisión los textos jurídicos; que el impuesto de
patente, que tiene su origen en una ley de la revolución
francesa, ha sufrido en cuanto a su carácter varias trans-
formaciones tomando como base la renta presunta o los
signos exteriores de la renta y sólo recientemente la
renta neta real; qu~ en el sistema financiero argentino
las provincias aplican este impuesto directo a los bene-
ficios comerciales, industriales o de las prQfesiones libe-
rales en forma de patente o sea sobre la base de la renta
presunta y la Nación en su ley de impuesto a los réditos
en forma de "cédula" a la renta neta real de los. be-
neficios comerciales e industriales; que la ley de pa-
tentes de la Provincia de Córdoba se inspira en el fun-
damento científico de que el impuesto no tiene por
objeto los beneficios reales, sino los calculados en
virtud de las condiciones visibles del negocio del con-
tribuyente, de donde resulta que ~i los beneficios pro-
bables no se hacen. efectivos el contribuyente queda
gravado como si así no fuese; que son bien distintos el
impuesto de patente y el impuesto especial al capital y
la Provincia de Córdoba ha establecido el primero eÍl
uso de facultades cdnstitucionales y el otro la Nación;
que los impuestos directos no han !Sidoincluídos en el
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 139

régimen tributario nacional -arts. 4 y 67, inc. 29, de la.


Consto Nacional- y como esas facultades no las han
delegado las provincias han quedado en su soberanía y
en uso y ejercicio de ellas han dictado las leyes de pa-
tentes; que no es exacto qu~ la patente absorba en la
proporción que se pretende las utilidades que la actora
obtiene de su comercio, pero aunque así no fuera es de
observar que el impuesto de patente no grava la renta
real, sino la presunta, o sea se basa en los signos exte-
riores de la renta, de ahí que todos los negocios deban
la patente tengan ganancias o pérdidas, ella es una carga
del negocio; que han llegado los tiempos de la justicia
social y de la igualdad económica y ella es' el verdadero
fundamento de la patente, un impuesto justo a la renta
presunta de una compañía de capitalización, que a di-
ferencia de las otras usa el azar o el sorteo entre los re-
cursos ingeniosos con que las matemáticas del capita-
lismo Calcula sus cuantiosas ganancias, venciendo a las
compañías rivales que no usan esos métodos, por lo que
el sano ahorro se convierte en el incentivo del juego;
que éste es el fundamento sólido y moral del impuesto,
pues el argumento deLprohibicionismo es sólo oratorio
y efecto de la mala conducción. de los negocios por la
compañía; que no hay ataque a la igualdad impositiva
por lo dicho anteriormente y porque no lo hay, de acuer-
do con la jurisprudencia de la Corte, cuando se hacen
. categorías diferentes por distintas realidades econó-
micas o financieras; que basta la lectura de los arts.
9, 10 Y 11 de la Consto Nacional"para demostrar que
no han sido violados; que respecto de la ley 12.139 la
aetora carece de personería para alegar su violación,
según lo ha declarado la Corte en el caso que cita, y
. no hay incompatipilidad éntre un impuesto de,patente
y otro impuesto directo al capital, se trata de dos im-
140 FALWS DE LA CORTE SUPREMA

puestos distintos, el impuesto de paten1!egrava los be-


neficio~ de la renta presunta y el impuesto al capital
grava su producto, los intereses, este último es el im-
puesto deL medio por mil que establecen los arts. 130
y 138 del T. O. de la ley 3761. Termina pidiendo nó se
haga lugar a la demanda, con costas.
Que -abierto el juicio a prueba se produjo la que
indica el certificado de fs. 149, las partes alegaron a
fs. 152 y 158, el Sr. Procurador General de la Nación
se expide a fs. 164 y a fs. 165 se llama autos para de-
finitiva.

Considerando:
Que el juicio es de la jurisdicción originaria. de la
Corte por tratarse de una demanda deducida contra
una provincia por una sociedad domiciliada en la Ca-
pital y de un punto regido por la Consto Nacional -
arts.-100 y 101 de la ConstoNacional; arto 1'1,inc. 1'1, de
la ley 48; arto 2 de la ley 4055; Fallos: 1~4, 144-.
Q

Que los hechos en qJle se funda la demanda, es de-


cir, pagos e~ectuados, su concepto, y las protestas for-
muladas se encuentran probados en los autos con los
recibos de fs. 2-,5, 8 y 11, las escrituras de protesta de
fs. 3, 6, 9 Y 12 e informe pericial de fs. 66. Por otra
parte, la demandada no los negó en su escrito de con-
testación a la demanda.
Que las protestas citadas reúnen las condiciones
que la jurisprudencia de esta Corte ha considerado in-
dispensables para que tajes actos llenen los fines que
están destinados a cumplir, pues ponen en conoci-
miento de las autoridades Ja disconformidad del con-
tribuyente con el impuesto que paga y la naturaleza de
las objeciones .que formula. En efecto:- las tres prime-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 141

ras se formulan por considerar la patente confiscato-


ria, ilegal, inconstitucional y contraria a la ley nacio-
nal 12.139 y la cuaT~areproduce las mismas razones y
agrega que contraría los arts. 9, 10, 11, 14, 16, 17 Y
otros de la .Const. Nacional -Fallos: 194, 144 Y los
allí citados-o
Que la impugnación de incompatibilidad de las le-
yes provinciales con la ley nacional 12.139 debe d€se-
charse. La Corte ha declarado que ésta confiere sola-
mente a las otras provincias y a la Nación el derecho
de demandar la 'nulidad de los impuestos provinciales
€n los casos que se hayan establecido violando el ré-
gimen de unificación de dicha ley y los compromisos so-
bre que reposa y ha,interpretado los términos" sin per-
juicio del derecho que pudiera corresponder a los per-
judic~dos por e} impuesto' provilicial para contestar su
validez o reclamar la reparación de SllS consecuencias"
empleados por el arto 23 como que €llos .no importan
una rectificación de la primera parte del mismo y del
arto 24 -Fallos: 183, 160; 185, 140; 186, 64; 201, 202;
especialmente el segundo-o La Corte no encuentra fun-
damento para variar esa interpretación. La inercia del
Gobierno Nacional, que se invoca, exista o no, no auto-
rizaría en caso alguno a atribuirle la acción a quien
la ley no se la concede. '
Que la .inconstitucionalidad del gravamen por vio-
lación del principio de igualdad establecido por el arto
16 de la Consto Nacional d€be también ser desechado.
El estudio de las leyes 3596, 3795 y 3892, como lo dijo-
la Corte en los casos de S. A. Argentina de Capitali-
zación "La Continental" V. Provincia de Córdoha
-201, 202-, invocado por las partes en este juicio,
delTIUestra,tratándose de sociedad€s de la naturaleza
de la aetora, la creación de dos categorías o grupos de
142 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

sujetos obligados al pago (lel gravamen: las que emi-


tan y las que no emitan títulos o bonos sorteables. 'El
sorteo de los bonos emitidos es la razón del recargo de'
la patente y es con una finalidad soc~al y no puramente
fiscal que se agrava m,ás onerosamente a aquellas que
hacen intervenir como un incentivo al ahorro la posibi-
lidad de qUt:la suerte le dé al tomador una_ganancia
extraordinaria. Se 'trata de una distinción razonable,
fundada en una diferencia real.
Que las otr~s impugnaciones constitucionales: ca-
rácter confiscatorio del gravamen, violació.n del dere-
cho' de trabajar, comerciar, ejercer cualquier industria
lícita, transitar y violación del derecho del Congreso
Nacional de reglamentar 'el comercio interprovincial,
tal como han sidp planteados y fundados, se reducen,
en realidad, a la primera. Todas se fundan en el carác-
ter confiscatorio del gravamen, y la aetora reconoce
que cuando éste era moderado lo ha pagado sin ob-
jeción.
, 'Que, según jurisprudencia constante de esta Corte,
el carácter confiscatorio de un impuesto sólo surge
como consecuencia del análisis detenido de las circuns::'
tancias de hecho que condicionan su aplicación, y su in-
compatibilidad por tal motivo con la garantía constitu-
Cional de la propiedad y no puede resultar sino de la
prueba de la absorción por 'el Estado de una parte subs-
tancial de la renta o del capital gravado -Fallos: 188,
286 Y 401; 191, 460; 193, 463-. Es por aplicación de
estos principios que la Corte ha declarado inconstitu-
cional el gravamen de que ahora se trata con relación
a las sumas cobradas' a la S. A. Argentina de Capitali-
zación "La Continental" y a la S. A. "La Franco Ar-
gentina" de Capitalización -Fallos: 201, 202; 203,
275-:". La demandada insiste en que el impuesto es a la
DE JUSTICIA DE LA N ACIÓN 143

renta presunta, no a la renta neta, por lo que debe ser


pagado haya utilidades o pérdidas. Se olvida al hacer el
argumento que el carácter confiscatorio del impuesto
se ha declarado siempre en relación con las utilidades
obtenidas en una explotación normal y razonable, y
nunca con relación a casos de explotación deficiente o
inadecuada <:> de épocas anormales -conf. Fallos: 200,
128; 201, 165-. No se explica cómo si en la realidad un
impuesto absorbiera' la totalidad de una renta o de
un capital no fuera confiscatorio porque se hubiera
calculado esa renta o ese capital atribuyéndole un va-
lor irreal, sin que el principio de la inviolabilidad de
la propiedad no quedara destruído. .
Que el informe pericial de fs. 84, si bien llega a
la conclusión de que no es posible de8glosar cifras com:
pletamente. exactas para lQs negocios de la aetora en
Córdoba dado el sistema de contabilidad centralizada
adoptado, afirma que es factible llegar a resultados que
pueden considerars.e satisfactorios, y esta Corte, en los
casos análogos ya citados, aceptó las conclusiones de
tales informes como suficientes para fundar la solu-
ción de los juicios. Cabe agregar, como se dijo en el
éaso de "La Continental", que si bien la inconstitu-
cionalidad debe fundarse en los términos de la ley y
en sus consecuencias efectivas, no puede prescindirse
de la explícita intención del legislador, que fué en el
,caso de las leyes discutidas, según resulta de las trans-
cripciones que se. hicieron, francamente prQhibitiva.
Esta consideración refuerza las conclusiones del infor-
me pericial cuando éstas son de que, según la contabi-
lidad de la actora, las patentes gravitan en proporción
substanéial .sobre las utilidades.
Que en el presente caso existe la circunstancia
nueva de que .el perito trae al juicio dos conclusiones
FALLOS DE LA COR:l'E SUPREMA

distintas, lo que obliga a establecer cuál debe ser acep-


tada para resolver el juicio. El perito entiende que la
base utilizada por la acto.ra para calcular sus utilida-
des y.por lo tanto la gravitación de las patentes, no es
la que corresponde, y aplicando su criterio llega a con-
clusiones que hacen. mucho más gravosas aquéllas de
lo que lo eran. a juicio de la misma aetora. La diferen-
cia de ambas conclusiones resulta de que mientras el
perito con su sistema calcula las utilidades teniendo
sólo en cuenta la producción, es decir, la emisión de
nuevos títulos, el segundo sistema las calcula teniendo
en cuenta no sólo la producción del año, sino también
los ingresos en concepto de cuotas de títulos ya emi-
tidos. Si las actividades de la Compañía se traducel)
en produccióp, cobranza y administración y la conta-
bilidad de la sociedad registra todo el movimiento del
año proveniente. de la actividad general y total de los
negocios para determinar su ganancia en cada ejercicio
-véanse cuadros de fs. 99-, es lógico que sea esa acti-
vidad total la que deba tomarse como base para calcu-
lar la actividad de cada año y su relación con el im-
puesto, sin .limitarse a una sola de las actividades ni
entrar a analizar todos los factores técnicos que de-.
terminan las utilidades netas .en cada operación. Tan
es así que es éste el criterio que la misma actora ha
empleado en sus cálculos para considerar la gravita-
ción del impuesto sobre sus actividades en la. Provin-
cia y determinarse a iniciar esta demanda.
Que tornando él segundo si$tema, aceptando las
cifras del perito, que no han sido objetadas en cuanto
a las cantidades, y teniendo en cuenta el criterio de
la Corte en casos análogos -conf., Fallos: 196, 122 Y
511 j 200, 128; 201, 165- debe concluirse. que las pa-
tentes cobradas ala actora en los años 1939, 1941 y
..
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 145

1942 'que absorbieron el 47,86 %, el 107,36 % y el


115,26 % de las utilidades de los respectivos 'años son
violatorias de íos arts.-14 y 17 de la Consto Nacional,
110 así la cobrada el año 1940 que sólo gravitó sobre
las utilidades en 30,75 %. No hay contradicción en esta
conciusión, pues el distinto resultado se debe, no obs-
tante ser iguales las patentes en los años 1939 y 1940,
a que las utilidades de este último año fueron mayores.
Corresponde, en consecuencia, condenar a la deman-
dada a devolver las sumas percibidas indebidamente,
sin costas dada la natúraleza de las cuestiones plan-
teadas, el resultado del juicio y la circunstancia de que
éste fué iniciado con anterioridad a las sentencias dic-
tadas por la Corte en los casos análogos.
Por estos fundamentos y lo dictaminado por el Sr.
Procurador General de la Nación, s-econdena a la Prov.
de Córdoba a pagar a la actora, dentro del término de
sesenta d'ías, la cantidad de $ 34.200 nx; y sus intereses
a estilo de los que cobra el Banco de la Nació!!-Argen-
tina desde la notificación de la demanda. Sin costas.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NA-


ZAR ANCHORENA '-- F. RAMOS
MEJÍA - .T. D. CASARES.
HOJA COMPLEMENTARIA

Hoja incorporada a los efectos de permitir la búsqueda por


página dentro del Volumen.
\
AÑo 1946 - JULIO

CARLOS' 1\f. MARTINEZ v. CAJA NACIONAL DE


JUBILACIONES Y PENSIONES CIVILES

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuesti6n fe.


deral. Cuestiones federales complejas. Inconstitucionalidad de nor.
mas y actos nacionales.
" Procede el recurso extraordinario fundado en que el de-
creto dictado por el P. E. Nacional el 18 de agosto de
1944 es contrario al arto 10, 20 apartado, de la ley 11.923
y al arto 17 de la Consto Nacional contra la sentencia que
rechaza esa impugnación.

JUBILACION y PENSION.

Mientras no se haya acordado la jubilación, el afiliado


que la solicitó sóln tiene un derecho en expectativa que
puede ser modificado por la ley exigiendo otros requisitos
para obtener el beneficio.
JUBILACION DE EMPLEADOS NACIONALES: Devoluci6n de
aportes.
La devolución de aportes constituye, lo mismo que las ju-
bilaciones y las pensiones, un beneficio que la ley acuerda
a los afiliados que hayan cumplido los requisitos estable-
cidos para cada caso, los cuales pueden ser modificados
mient.ras aquélla no haya sido concedida.
CONSTITUCION NACIONAL: Constitu,cionalidad (} inconstitueio-
nalidad. Decretos nacionales. Jubilaciones y pensiones.
El decret~ 22.103 dictado por el P. E. Nacional el 18 de
agosto de 1944, cuya validez por razón de su origen no
148 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

fuá oportunamente impugnada, no priva de derecho ad-


quirido alguno a los magistrados judiciales comprendidos
en el arto 10 de la ley 11.923 que aun no habían obtenido
la devolución de aportes a que se refiere el apartado
segundo y, por lo tanto, no es violatorio del arto 17 de la
Consto Nacional.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, setiembre 27 de 1945.

y vistos: esta causa seguida por el Dr. Carlos :M:. MartÍ-


nez contra la Caja Nac. de Jubil. y Pens. Civiles, por devo-
lución de aportes; y resultando:
1) Expresa el Dr. Martínez en su demanda, que, el
13 de mayo de 1944, se presentó a la Caja, pidiendo la devolu-
ción de las sumas de dinero aportadas como afiliado, capitali-
zadas al 5 % anual, en uso del derecho qUe le confiere el
segundo apartado del arto 10 de la ley 11.923, por hallarse
comprendido entre los magistrados judiciales que enuncia el
arto 29 de la ley 12.579, por cuanto desempeña actualmente,
el cargo de Fiscal de la Cám. de Apel. en lo Crim. y Corree.
de esta Capital, desde el 5 de setiembre de 1931.
Dice ,que después de haberse producido varios dictáme-
nes favorables del Asesor Letrado de la Caja, se suspendió'
o paralizó el expediente respectivo y con fecha agosto 24 del
mismo año, se resolvió negativamente su petición, en razón
del decreto-ley n9 42 dictado exprofeso pocos días antes, por
el cual se modificó el segundo apartado del arto 10 de la
ley 11.923.
Conceptuando que esa resolución se aplica con carácter
retroactivo y es, por tanto, improcedente en el sub judice, pidió
reconsideración, sin haber obtenido resultado, como tampoco
lo obtuvo en el recurso administrativo de apelación que opor-
tunamente .interpuso.
Agotado así el trámite administrativo, entabla esta deman-
da, que funda en el apartado 29 del arto 10 de la ley 11.923,
que estaba vigente én la fecha en que ejercitó su derecho,
atento lo dispuesto por los arts. 3, 4044 y 4045 del Cód. Civ.
Considera ilegal e inconstitucional el decréto n9 42, de agosto
18 de 1944, por las razones que, dice, aducirá oportunamente,
en cuanto se lo aplica a este caso, ya que con esa aplicación.

"
" "
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 149

se menoscaba y lesiona un derecho patrimonial adquirido con


anterioridad, pues se viola y se le priva de las garantías y de-
rechos que consagra el arto 17 de la Consto Nacional.
Por todo ello, pide se reconozca su derecho para desafi-
liarse de la Caja y obtener la devolución de sus aportes" y se
condene a la demandada a devolverle la suma que resulte de
la liquidación a efectuarse hasta el día de su pago, con inte-
reses capitalizados al 5 % anual y costas.
II) Declarada la competencia del Juzgado y corrido tras-
lado a la demandada, contesta ésta solicitando el rechazo de la
acción, con costas.
Expresa que el decreto-ley n "42 ha modificado el arto 10
Q

de la ley 11.923, €stableciendo que los magistrados judiciales


que no se hallaren en condiciones de jubilarse ordinariamente
podrán renunciar definitivamente a su carácter de afiliados,
dentro de los noventa días de la vigencia de dicho decreto, con
derecho a obtener la devolución de su/! aportes, y como el
Dr. Martínez está en condiciones de obtener su jubilación or-
dinaria, estando así comprendido dentro de la prohibición de
desafiliarse que establece en esos casos el decreto, se denegó
administrativamente su solicitud.
Dice que el citado decreto n 42, como toda la legislación
Q

que se dicte sobre jubilaciones, es de orden público y en con-.


secuencia, no puede el actor invocar derechos irrevocablemen-
te adquiridos (art. 5 Cód. Civ.) y que ami cuando la solici-
tud de desafiliación rué presentada a la Caja en fecha ante-
rior a la del decreto, el caso no está regido por el arto 3 del
Cód. Civil. Cita al efecto jurisprudencia de la Corte Sup~'ema.
Hace diversas consideraciones sobre la situación del actor
como afiliado, los beneficios de que ha gozado en potencia,
su inacción durante diez años y rebate la impugnación de
inconstitucionalidad del decreto n 42.Q

Considerando:
1) Que de las actuaciones administrativas agregadas re-
sulta que el Dr. Martínez prestó servicios a la Nación desde
el 9 de marzo de 1909, en que fué designado Inspector de Jus-
ticia, habiendo posteriormente ocupado, los cargos de Agente
Fiscal, en lo Crim. y Corree., en setiembre 12"de 1910, Juez
" de Sentencia, en 19 de noviembre de 191~, y Fiscal de la Cám.
de Apel. del mismo fuero, el 4 de setiembre de 1931.
Desde el 19 de noviembre de 1912, en que pasó a desem-
peñar uno de los juzgados de sentencia en lo criminal, figura
~."'.
f.' .,--'-

150 I~ALLOS DE LA CORTE SUPREMA

como afiliado voluntario a la Caja de Jubil. y Pens. Civiles,


habiendo renunciado a esa afiliación y solicitado la devolu-
ción de sus aportes, el 13 de mayo de 1944, invocando para
ello el arto 10 de la ley 11.923.
Como la Caja le ha denegado e,sasolicitud, fundándose en
lo dispuesto por el decreto n9 42 de agosto 18 de 1944, que
modificó la citada disposición legal, y en que el. Dr. Martínez
está en condiciones de obtener su jubilación ordinaria, se hace
necesario estudiar las impugnaciones que el actor formula a la
aplicación de ese decreto a su caso, por considerar que se viola
lo dispuesto en los arts. 3 del Cód. Civ. y 17 de la Consto
Nacional.
II) Las leyes que organizan el sistema de jubilaciones y
pensione.':lde los empleados públicos, que fijan las condiciones
necesarias para gozar de sus beneficios, los aportes con que
esos empleados deben contribuir a la formación del tesoro de
la institución, "forma de administrarla, etc., forplan parte
del derecho público, no solamente porque se trata de una insti-
tución del Estado, creada con ,fines de previsión social, sino
porque reglan una parte de las relaciones del Estado con sus
funcionarios y empleados, relaciones que, como ha dicho la
Corte Suprema "no son de derecho privado y sólo supletoria-
mente se rigen por sus principios, porque ellas se desenvuel-
ven en la órbita del derecho administrativo" (Fallos: 166,
264; 179, 394). Aclarando y refirmando este concepto, ha
declarado expresamente la Corte Suprema, que "ni la jnbila-
ción ni la pensión ni el retiro nacen de un contrato entre los
funcionarios empleados u obreros y el Estado, sino que se ba-
san en ese orden de relaciones con un concepto de bien públi-
co, con su derecho de imperio y la finalidad de justicia que
la informa" (Fallos: 99, 309; 166,264; 179,394).
IU) Como lógica consecuencia de lo expuesto, surge la
inaplicabilidad a este caso del arto 39 del Cód. Civ., pues esa
disposición sólo rige las relaciones jurídicas en el campo del
derecho privado, pero no cuando se trata de leyes de orden
público, carácter éste que revisten las leyes de jubilaciones,
por la naturaleza de la materia que legisla y que ha sido
expresamente reconocido por la jurisprudencia de la Corte Su-
prema (Fallos: 173, 5; 179, 394). El mismo código dispone en
su arto 59 que "ninguna persona puede tener derechos irre-
vocablemente adquiridos colitra una ley de orden público.
IV) Por ot.raparte, el arto 39 invocado por el actor, dice
que las leyes no pueden alterar los derechos ya adquiridos,
pE JUSTICIA DE LA NACIÓN 151

pero debe tenerse en cuenta, a este respecto, que el Dr. MartÍ-


nez no tiene un derecho adquirido a que se le devuelvan sus
aportes, sino tan sólo un derecho en expectativa, lo que hace
de estricta aplicación la primera. parte del arto 4044.
Sobre este punt.o también se ha pronunciado la Corte Su-
prema en forma terminante y reiterada, declarando que mien-
tras la jubilación no ha sido acordada, 's610 hay un derecho
en expectativa y que una ley puede modificar las condiciones
de su otorgamiento (Fallos: 180, 261; 181, 127; 182, 238;
184, 537; 188, 349; 198, 107).
Esta jurisprudencia es en un todo aplicable en el caso
de la devolución de aportes, puesto que, como lo ha dicho la
Cám. Fed. de esta Capital recientemente en autos "Rodolfo
Máximo Turke c.1 Caja Ferroviaria" (abril 30 de 1945), me-
dian en ambos casos las mismas razones de interés público
que han debido inspirar los aludidos pronunciamientos de la
Corte Suprema.
La ley 11.923 autorizaba al Dr. MartÍnez a solicitar de la
Caja la devolución de sus aportes en el caso de no estar con-
forme con las modificaciones que se introducían a la ley 4349.
SIn embargo, desde que aquélla fué sancionada, en setiembre
29 de 1934, el Dr. MartÍnez no sólo no usó de ese derecho sino
que siguió efectuando nuevos aportes mensuales, correspon-
dientes a los sueldos que percibió desde ento'l1cesy recién en
mayo 13 de 1944 hizo renuncia como afiliado a la Caja y
pidió la devolución de todo lo que había aportado hasta esa
fecha. Como durante la tramitación administrativa y antes de
que las autoridades de la Caja dictaran alguna resoluci6n, se
modificó el arto 10 de la ley citada, el caso del actor debe
juzgarse a la luz de esa reforma. Según ésta, sólo pueden
retirarse de la Caja y obtener la devolución de sus aportes,
los magistrados que no están en condiciones de jubilarse ordi-
nariamente por la ley 4349 y sus complementarias y como de
lo actuado surge que el Dr. Martínez, al presentar su pedido
de devolución, reunía las condiciones de edad y antigüedad
necesarias para obtener su jubilación ordinaria, la resolución
administrativa denegatoria, que el actor impugna, es válida y
ajustada a lo que dispone la reforma introducida por el decre-
to n 42 de agosto 18 de 1944.
Q

No tratándose sino de un mero derecho en expectativa,


como era el que tenía el actor cuando presentó su solicitud,
ésta debe resolverse de acuerdo a las nuevas disposiciones
152 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

dictadas, siendo, por consiguiente, inaplicable el arto 3 del


Cód. Civ.
V) Según el arto 29 inc. 59, de la ley 4349, los magistra-
dos judiciales pueden acogerse voluntariamente al régimen de
jubilaciones y pensiones que aquélla organiza. Ahora bien, una
vez que por propia decisión se han incorporado a ese régimen
legal, est.án sometidos, como todos los demás funcionarios y
'empleados públicos, a las disposiciones de esa legislación y, en
consecuencia, gozan de iguales derechos pero tienen también
las mismas obligaciones. Entre estas últimas está l~ de con-
tribuir con una parte proporcional del sueldo mensual a la for-
mación de los fondos de la Caja, con los que ésta debe pagar
las jubilaciones y pensiones que acuerda.
Si bien conforme al arto 19 de la ley 4349, los fondos de
la Caja son "de propiedad de las personas comprendidas en
sus disposiciones ", estos fondos quedan afeCtados al cumpli-
miento de los fines de creación de la. Caja. La ley sólo ha
querido precisar con toda claridad que 'sólo pueden emplearse
en el pago de los beneficios sociales que ella organiza y que
en ninguna forma pueden destinarse a otros fines o al pago
de ot.ros servicios públicos a cargo del Estado, pero esas pala-
bras no tienen el significado de que cada afiliado quede sien-
do duei'ío efectivo de las sumas con que mensualmente ha con-
tribuído a formar el tesoro de la institución.
Como bien lo ha precisado la Corte Suprema, entre otros
casos, en el ya recordado fallo registrado en el t. 179, pág. 394,
en nuestra ley "el monto de la pensión no guarda una corre-
lación necesaria y fija con el monto de las retenciones o apor-
tes capitalizados del jubilado, porque precisamente ella no
responde al fin de constituir un seguro mutual, en que, des-
pués de cierto tiempo y llenadas algunas condiciones, sc de-
vuelve el capital acrecido a quien 10 aportó, sino al propósito
de garantizar al funcionario público, pasado por su edad u
otra causa a la situación de inact.ividad y a su familia, una
subsistencia decorosa y adecuadaa. la posición que ha ocupado
y por ello hace de los aportes y contribución del Estado un
fondo común y solidario, para ser distribuído según las reglas
que la justicia, previsión social e interés público aconsejan".
Queda así bien precisado cuál es el alcance de esa propie-
dad y de los derechos de los afiliados a la Caja, sobre los fon-
dos con que han contribuído a su sostenimiento y al cumpli-
miento de sus fines sociales. Y la mejor prueba de que el
afiliado no conserva un derecho de propiedad sobre sus pro-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 153

pios aportes está en que si deja el servicio del Estado por


acto propio o que le es imputable y no reúne los requisitos
necesarios para jubilarse, no tiene ningún derecho a obtener
la devolución de los aportes hechos hasta entonces. Los apor-
tes sólo se devuelven, como excepción, en los casos previstos en
el arto 27 de la ley 4349.
En lo que respecta a los magistrados judiciales, también
con carácter excepcional se ha autorizado la devolución de sus
aportes. Al sancionarse la ley 11.923, que introdujo distintas
reformas al sistema de jubilaciones y pensiones vigente, no
solamente se redujeron. estos beneficios en sus montos y se
modificaron las condiciones necesarias para alcanzarlos, sino
que se aumentó el importe de la contribución me:qsual de los
afiliados y como este aumento forzoso, pugnaba con el prin-
cipio de la intangibilidad de los sueldos, garantizado a los
jueces por el arto 96 de la Consto Nacional, se reconoció a los
magistrados que no quisieran aceptar ese aumento, el derecho
a retirarse de la Caja y solicitar la devolución de sus aportes.
Esta medida, de carácter excepcional como se ha dicho, no
modifica el concepto antes expuesto sobre los derechos de los
afiliados sobre sus aportes, desde que sólo ha tenido por obje-
to conciliar las reformas implantadas con la prescripción cons-
titucional citada. .
Así, pues, de todo lo expuesto surge que el actor no tiene
un derecho adquirido sobre los aportes que ha hecho a la
Caja y que esté definitivamente incorporado a su patrimonio
y siendo así, la negativa a devolverle esos aportes, por apli- _
cación del decreto n9 42, no viola la garantía reconocida a la
propiedad por el arto 17 de la Consto Nacional.
VI) Por último, debe declararse que esa negativa no
comporta un enriquecimiento sin causa para la Caja deman-
dada, .pues si bien conservará en su poder los aportes efectua-
dos por el Dr. 1VIartínez,al negarle su devolución por estar
comprendido dentro de las condiciones previstas por el decre-
to n9 42, le está reconociendo. su derecho a obtener los bene-
ficios de la jubilación. Quiere decir, entonces, que cuando el
actor quiera gozar de esos beneficios, lo que puede hacer en
cualquier momento, puesto que ya ha cumplido con las condi-
ciones que para ello le impuso la ley, la caja está dispuesta a
cumplir a su vez con las obligaciones que esa misma ley le
impone a ella. Si la Caja está dispuesta a cumplir la contra-
prestación que por ley tiene a su cargo y la resolución de fs.
154 F ALWS DE LA CORTE SUPREMA

32 del expte. administrativo es prueba concluyent.eal respecto,


no existe el enriquecimiento sin causa imputaqo.
. Por estos fundamentos, fallo no haciendo lugar a la de-
manda deducida por el Dr. Carlos M. Martínez contra la
Caja Nac. de Jubil.o y Pens. Civiles por devolución de apor-
tes. Sin costas, dado" que el actor pudo creerse con derecho
a litigar. - E. A. Ortiz Basucildo.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, 14 de diciembre de 1945.


Vistos y considerando:
El actor, que desempeña el cargo de Fiscal de ]a Cám. de
Apel. en ]0 Crim. y Corree. de esta Capital, reclama de la
Caja Nac. de Jubil. y Pens. Civiles la devolución de los apor-
tes efectuados a la misma fundándose en el derecho que le
confi~re el 29 apartado del arto 10 de la ley 11.923.
El Sr. Juez a qua ha rechazado la demanda porque mien-
tras se tramitaba administrativamente análogo pedido del
Dr. Martínez, se dictó el decreto n9 42, que modificaba los
términos de la disposición legal en que fundaba su recla-
mación.
El actor en primera instancia no ha discutido la validez
de dicho decreto, sosteniendo únicamente que no es aplicable
al caso porque vulnera la garantía del arto 17 de la Const..
Nacional al dársele efecto retroactivo, pero su pretensión ha
sido desestimada con acierto por el Sr. juez a qua aplicando
reiterada jurisprudencia de la Corte Suprema, que ha sido
refirmada en el fallo 198, 107.
Lle"gados los autos por vía de los recursos interpuestos
contra la sentencia de fs. 57, recién plantea en el escrito de
ís. 68 la inconstitucionalidad del decreto n9 42 de 18 de agos-
to de 1944, modificatorio, como se ha expresado del arto 10 de
la ley 11.923, desconociéndole facultades al P. E. de hecho
para dictarlo, porque no llena las condiciones señaladas por el
fallo de la mayoría de la Corte Suprema en el juicio seguido
por la Municip. de la Capital v. Carlos M. Mayer (2 de abril
de 1945) puesto que no se trata en el sub judice del ejercicio
de facultades legislativas "indispensables para mantener el
funcionamiento del Estado". Agrega que el actual gobierno
de tacto no es la expresión de la genuina voluntad de la re-
°
" '*

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 155

present.ación popular en cuyo nombre solamente se pueden ejer.


citar funciones legislativas.
Como se ve, dicha cuestión ha sido extemporáneamente
planteada ya que la litis quedó trabada en otros t.érminos de
acuerdo con la interpretación que corresponde atribuir a los
arts. 13, 57, 85 y 224 de la ley 50 y con la doctrina consagra-
da por la Corte Suprema en Fallos: 194, 428 Y 188, 482 entre
" otros.
Por ello y sus fundamentos, se confirma la sentencia ape-
lada de £S. 57, que rechaza la demanda deducida por el" Dr.
Carlos M. Martínez contra la Caja Nac. de Jub. y Pens. Civiles
por devolución de aportes. Costas de ambas instancias en el
orden causado, dado que el actor pudo creerse con derecho a
litigar. - Carlos Herrera. - Ca7'los del Campillo. - Ricardo
Villar Palacio; - Alfonso E. Poccard.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
El arto 10 de la ley lL923, sancionada en setiem-
bre de 1934, establece, entre otras disposiciones:
"Los magistrados judiciales que hallándose aco-
gidos voluntariamente a los beneficios de la ley 4349,
no desearen continuar en tal situación por 110 confor-
marse con las modificaciones que se introducen en su
régimen por la presente ley, podrán renunciar a su ca-
rácter de afiliados a la Caja, con derecho a la devolu-
ción de sus aportes capitalizados al 5 % anuaL"
Ese texto no fijaba plazo alguno para que dichos
magistrados hicieran valer suderec.ho. Ello no obstante,
el P. E., al reglamentar la ley por decreto 55.211 del
23 de enero de 1935, dispuso (art. 36):
"La voluntad de separarse de la Caja y de retirar
sus aportes deberá comunicarse a ésta dentro de los
noventa días de la fecha del presente decreto. La con-
formidad con los nuevos descuentós se interpretará
""" ..... ,

156 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

como manifestación definitiva de la voluntad de per-


manecer afiliados a la Oaja."
Algún tiempo después el mismo P. E., por resolu-
ción 107.475 del 11 de junio de 1937 recaída en el ex-
pediente J.-4641-34 (Bol. Ofic., octubre 8/37), contes-
tando una consulta de la Oaja Nac. de Jubil. y Pens. Oi-
viles admitió ser procedente la desafiliación solicitada
por el juez federal Dr. Miguel L. J antus pese a que ha-
bían vencido con exceso los noventa días que fijaba el
decreto; y fundábase tal resolución en que la ley no es-
tableció plazo alguno.
Años más tarde -mayo de 1944- el Dr. Oarlos
María Martínez, Fiscal de la Oám. de Apel. en lo Orim.
y Oorreccional de esta Oapital, solicitó asimismo su desa-
filiación sosteniendo que, con arreglo al arto 2 de la
ley 12.579, era incuestionable su carácter de magistrado
judicial. Sub siguieron los trámites de práctica; mas
antes de que la petición fuese proveÍda definitivamente,
el P. E. dictó otro decreto (22.103 del 18 de agosto de
1944, Bol. Ofic., agosto 25) modificando el arto 10 de la
ley 11.923 en el sentido de que la desafiliación sólo po-
dría ser solicitada -y ello dentro del término de 90
dÍas- por los magistrados judiciales que no estuviesen
en condiciones de jubilarse ordinariamente por la ley
4349 y sus complementarias. Oomo se entendiera que el
Dr. Martínez se hallaba ya en situación de acogerse a
la jubilación ordinaria, le fué negada la devolución de
aportes; y llevado el caso a la justicia federal, ésta man-
tuvo lo así resuelto.
Oon tal motivo, viene ahora a V. E. el actual re-
curso extraordinario, cuya procedencia es obvia en cuan-
to se refiere a la constitucionalidad de aplicar el decreto
aludido a gestiones iniciadas antes de dictársele. No así
por lo que respecta a la validez del mismo en razón de
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 157

su origen, pues, conforme lo hace notar la Cám. Fed.


en el fallo apelado de fs. 81, semejante cuestión fué in-
troducida extemporáneamente al debate por el hoy re-
currente.
Limítado así el caso, surge alguna duda para resol-
verlo. En efecto, si bien es de jurisprudencia corriente
que tratándose de jubilaciones o pensiones no existe de-
recho adquirido mientras no :se conceda el beneficio, aquí
se trata de una opción. No es exactamente, entonces, la
situación contemplada por V. E. en 198: 107, 181 ~ 127
y los allí citados; mas, en definitiva, la devolución de
'aportes hechos por el Dr. Martínez no fueron depósitos
bancarios a interés, sino cotizaciones cuya propiedad
adquiúó la Caja; y además, bueno es recordarlo, la ley
11.923 acordó a los miembros del Poder Judicial un de-
recho al retiro de sus aport€s que no les concedía la
4349, bajo cuya vigencia ha prestado el Dr. Martínez
, gran parte de sus servicios. Si en determinado momento
pudo el Estado aumentar válidamente, los derechos del
hoy recurrente contra la Caja, pudo también, andando
el tiempo, disminuirlos.
Por ello, y dentro de las dudas a que acabo de alu-
dir, me inclino a la confirmación del fallo apelado, en
cuanto pudo ser materia de recUl~so.- Bs. Aires, marzo
23 de 1946. - Juan. Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 1 de julio de 1946.


Q

y vistos: Los del recurso extraordinario concedido


a la parte actora a fs. 83 vta., en los autos Martínez Car-
los M. contra Caja Nac. de JubiL y Pens. Civiles, venidos
de la Cám. Fed. de la Capital, relacionados a fs. 57.
158 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Considerando en cuanto al recurso:


Que si bien la parte apelante no ha impugnado por
razón de su origen la validez constitucional del decreto
de 18 de agosto de 1944 dictado por el P. E. de facto
que modifica el arto 10 de la ley 11.923, ni en el escrito
de demanda, ni en el alegato presentado en primera ins-
.tancia, como lo decide la sentencia apelada y lo sostiene
el Sr. Procurador General en su dictamen de fs. 99,' lo
cierto es que ha impugnado su constitucionalidad en
cuanto con su aplicación se viola el derecho patrimonial
adquirido por el apelante en virtud de lo dispuesto en el
apartado 2 del arto 10 de la ley 11.923 y, por lo tanto,
Q

el arto 17 de la Consto Nacional que garantiza el derecho


de propiedad. Teniendo la sentencia apelada carácter de-
finitivo, y siendo contraria al derecho federal invocado,
el recurso es procedente de acuerdo al arto 14, inc. 3 Q
,

de la ley 48 y 6 de la ley 4055.


Q

y en cuanto al fondo de la cuestión:


Que esta Corte tiene resuelto' (Fallos: 152, 259; 153,
127; 178, 349; 180, 261; 181, 127 y 198, 107) que mien-
tras no se haya acordado la jubilación, el afiliado que
la solicitó, sólo tiene un derecho en expectativa que puede
ser modificado por la ley exigiendo otros requisitos para
obtener el beneficio. La circunstancia de que la modifi-
cación de que aquí se trata provenga de un decreto y
no de una ley, no tiene importancia, porque como antes
se dice, no ha sido impugnada la validez de esa modi-
ficación por razón del origen de la autoridad que la dictó,
sino por su aplicación retroactiva. Y, a este respecto, la
jurisprudencia del Tribunal que antes se cita, pone de
manifiesto que las leyes de jubilaciones tienen carácter
administrativo, son de orden público, y, por lo tanto,
:-: ( .. : ,
:")

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 159

pueden modificar los requisitos exigidos en la legisla-


ción vigente bajo la cual se han prestado los servicios
"desde que, hasta la decisión que haga cosa juzgada,
no hay sino un derecho en expectativa que cesa, cede o
se modifica ante una ley" de ese carácter.
La argumentación de que se hace mérito en el me-
morial de fs. 85, relativa al objeto de esta litis, en la que
se sostiene que no se procura una gracia, favor o benefi-
cio alguno -la jubilación- sino tan sólo la de ejercitar
un derecho -la desafiliación y devolución de aportes-
que de ninguna manera puede esta última ser conside-
rada como uno de los beneficios de la ley, toda vez que
ella importa precisamente, excluir al interesado del ré-
gimen de la misma, care,ce de asidero legal ya que justa
y determinadamente lo que se pretende obtener, me-
diante la desafiliación de la Caja, es el beneficio de la
devolución de los aportes capitalizados al 5 % anual.
Puesto que tanto las jubilaciones cuanto las pensiones y
las devoluciones de aportes capitalizados, constituyen
los derechos o beneficios que la ley acuerda al empleado
que haya cumplido COnlos requisitos establecidos para
cada caso. El de que para la jubilación se requiera el
haber dejado el servicio; para la pensión la muerte del
afiliado; y ninguno de esos sino otro -el de ser magis-
trado judicial- para la devolución de los aportes capi-
talizados, no significa en modo alguno el que esta última
no constituya también un "beneficio" sea que se tome
esa palabra en la 2l/. acepción que dicho vocablo tiene en
el lenguaje corriente, de "utilidad o provecho", o en
la 3l/. que es la forense, de "derecho que compete a uno
por ley o privilegio" y no tan sólo en la acepción que
esa voz tenía en el lenguaje feudal de "acción benévola
o gracia que causa gozo a los que la reciben: benevole
actio tribuens gaudium capientibusj libro 2, De Feudis,
160 l!'ALLOSDE LA CORTE SUPREMA

tít, 23, que no es por cierto e$te último el cabal signifi-


cado forense a que se refiere la ley de jubilaciones (véase
la voz beneficio, en los diccionarios de la Real Academia
Española y de legislación y jurisprudencia de Escriche).
La doctrina contenida en la jurisprudencia de que
se ha hecho mención, es por lo tanto aplicable a todos
. los casos en que se pretenda obtener cualquiera de los
derechos referidos en la ley de jubilaciones. Dicha juris-
prudencia no es pues de excepción, como se lo sustenta
en el memorial, sino que, por lo contrario, debe exten-
dérsela a los caSOE1 análogos, como lo es el de autos, en
que se demanda uno de los beneficios que aquélla acuerda
a sus afiliados.
Por estos fundamentos y los concordante s aducidos
en las sentencias de primera y segunda instancias, se
confirma esta última en cuanto ha podido ser objeto
del recurso extraordinario.
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA •

.
. IRENE S. UGARTE DE QUIRNO LA VALLE v. AVELINO
QUIRNO LAVALLE

IMPUESTO A LOS REDITOS: ProccilJimiento y recursos.

No procede solicita'L'judicialmente a la Dir. Gral. del Imp.


a los Réditos, la autenticación de una declaJ'ación jurada
en que se menciona a la esposa del contribuyente -con
quien se encuentra en pleito- y a terceras presonas en ca-
lidad de empleadores (l).

(1) 19 de julio de 1946. Fallos: 196, 581; 1'98, 316.

/
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 161

MORETTI, TOMATIS y CIA. v. PROVINCIA DE


CORRIENTES
PRUEBA: Ofrecimiento y producci6n.
Sólo excepcionalmente cabe admitir en ealidad de hechos
nuevos la prueba ofrecida después del término legal. Una.
transacción concluída por la provincia demandada con
quien no es el actor en el juicio y los decretos expedidos
con motivo de la misma, no constituyen hechos nuevos
susceptibles de probarse después de vencido el término
pertinente (1).

ELOISA VIDELA DE ARECHA VALA v. MARIA VIDELA


DE GIMENEZ y ALEJANDRO P. GUICHANDUT

RECUSACION.
La recusación eon causa en que no se expresa cuál sea
ésta, ni se eumplen los requisitos de los arm. 26 y 27 de
la ley 50, y la recusación sin eausa interpuesta en un
recurso de queja, deben desestimarse de plano (2).

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Relación di-


'recta. Sentencws con fundamentos no federales ~ federales consenti-
dos. Fundamentos de orden proces,l1Jl.
El recurso extraordinario no procede respecto de las re-
soluciones recaídas en incidentes de recusación de los jue.
ces' de tribunales locales, por tratarse de cuestiones con-
dicionadas por eircunstancias de hecho y regidas por las
respectivas leyes procesales, con las que los preceptos
'constitucionales que pudieran invocarse no tienen rela-
ción directa e inmediata (3).

(1) 19 de julio de 1946. Fallos: 196, 572, 199, 648.


(2) 19 de julio de 1946. Fallos: 21, 180; 68, 148; 92, 360; .111,
271; 120, 253; 122, 386.
(3) Fallos: 127, 16; 200, 345.
•.í::3 ,.

162 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

DOMINGO F. Y PEDRO A. COLETTO in re: ANTONIO


CESOLAR,I v LORENZO PEDRAZZI

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos formales. Interposi-


ción del recurso. Quiénes pueden interponerlo.
En principio los terceros no pueden interponer recurso
extraordinario ni aun cuando les alcancen los efectos de
la sentencia de que apelan, si ello sucede por aplicación
no arbitraria de disposiciones de derecho común o cuando
exist.a remedio en el orden local. Y así los subinquilinos y
cesionarios a quienes se ha oído y respecto de los cuales se
ha declarado que no tienen mejor derecho que el locata-
rio, no pueden interponer el recurso extraordinario.
1

FALLO DE LA CORTE SUPREIv[A

Bs. Aires, julio 1 de 1946.


Q

y vista la precedente queja caratulada "Recurso


de hecho deducido por Domingo F. y Pedro A. Coletto
en los autos Cesolari Antonio c. Pedrazzi Lorenzo",
para decidir sobre su procedencia.

y considerando:
Que la doctrina de esta Corte en materia de re-
cursos extraordinarios interpuestos por terceros que
no han sido parte directa en el juicio, ha establecido
que los mismos no son" en principio procedeLtes. No
basta a ese fin que los alcancen los efectos de la sen-
tencia de que recurren, si ello sucede por aplicación de
preceptos de las leyes comunes y procesales, interpre-
tadas de manera que no sea insostenible ni arbitraria
-Fallos: 190, 182-, ni en ningún supuesto en que el
agravio en que se funda la apelación pueda encontrar
remedio en el orden local-Fallos: 186, 74; 187, 460;
197, 399; 199, 428-.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 163

VICENTE DI LEONARDI v. S. A. CIA. GENERAL DE


CONSTRUCCIONES

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos comunes. Cuestión


justiciable.

La forma en que se ~ramite o decida una cuestión de com-


petencia cuya resolución no incumbe a la Corte Suprema
no da lugar al recurso extraordinario.
164 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Según resulta de las actuaciones obi'antes a fs.
13/17 de los autos principales, el Sr. Juez de Paz Le-
trado N(l 22, planteó oportunamente al del Trabajo
cuestión de incompetencia por inhibitoria. El deman-
dado hizo. saber su presentación ante el Juzgado de
Paz Letrado, a ese efecto, al concurrir a la audiencia
prevista en el arto 47 del decreto N(l 32.347/44.
En tales condiciones, vuélvese aplicable la doctrina
s.entada por V. E. en 203: 215, o sea, que no procede el
recurso extraordinario interpuesto contra la sentenoia
del juez que se considera incompetente, por quien ha
promovido la cuestión de competencia por inhibitoria.
Corresponde, pues,' desestimar la presente queja.
Bs. Aires, junio 25 de 1946. - Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE "SUPREMA

Bs. Aires, julio 1 de 1946.


(l

y vista la precedent"e queja caratulada "Recurso


de hecho deducido por la demandada en los autos Di
Leonardi Vicente contra Compañía General de Cons-
trucciones S. A." para decidir sobre su procedencia.

y considerando:
Que conforme a lo dictaminado por el señor Pro-
curador General y a la doctrina de Fallos: 205, 215;
204, 36 Y otros, la precedente queja debe desestimarse,
a lo que cabe agregar que los hechos en que se funda

"
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 165

el recurso extraordinario no autorizan tampoco el co-


nocimiento de esta Corte por la vía del arto 9 de la ley
4055, por no encuadrar la. cuestión de competencia a
que se refieren en los supuestos allí previstos.
En su mérito se desestima la precedente queja

ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.

ADOLFO LAGOS v. J. LAGOS Y OTROH

REOURSO EXTRAORDINARIO: Req~¿Ísitos formales. Introduc-


ci6n de la cuesti6n federal. Oportunidad. Planteamiento en 1~ins-
tancia. .

Por regla general la cuestión federal base del recurso


extraordinario debe plantearse en oportunidad de tra-
barse la litis contestación.

CONSTITUOION NAOIONAL: Oontrol de constitucionalidad. Fa-


cultades del Poder Judicial.

En principio, el control de constitucionalidad de los actos


de los Poderes Ejecutivo y Legislativo no se ejerce de
oficio.

OONSTITUOION NAOIONAL: Oontrol de constitucionalidad. Inte-


rés para impugnar la constitucionalidad.

Quien ha manifestado conformidad con la obligación de


asociarse que impone el decreto 7618.no puede luego obje-
tar la constit.ucionalidad del precepto que así lo dispone,
ni fundar en ella el recurso extraordinario.
166 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, julio 1 de 1946.


Q

y vista la .precedente queja caratulada "Reéurso


de hecho deducido por la actora en los autos Lagos
Adolfo c. Lagos J. y otros para decidir sobre su proce-
dencia.
y considerando:
/
Que en el escrito de fs. 923 y siguientes del prin-
cipal, -donde el apoderado de D. Adolfo Lagos inter-
pone recurso extraordinario para ante esta Corte-
se expresó que en el memorial de fs. 905 presentado
a la Cám. Civ. 1'1- de la Capital, se había afirmado que
el decreto 7618, interpretado como lo ha sido en la
.causa, es inconstitucional por imponer la asociación
obligatoria de los condóminos, contrariando así la ga-
rantía de la propiedad prevista en el arto 17 de la ley
fundamental. Y también en razón de su origen, porque
su expedición importa el ejercici9 de facultades legis-
lativas de que el gobierno carece, conforme a la doc-
trina del precedente de esta Corte que cita. Agrégase,
además, que aun cuando el incidente de inconstitueio-
nalidad se propusiera en segunda instancia, el Tribu-
nal de la causa está obligado a resolverlo, por tratarse
de una cuestión de orden público, susceptible de ser
considerado de oficio.
Que la sentencia apelada de fs. 913 confirma por
sus fundamentos la de primera instancia, omitiendo
tGda referencia a los puntos constitucionales mencio-
nados. /

Que en principio y contrariamente a lo sostenido


por el apelante, el control de constitucionalidad de los
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 167

actos de los Poder-es Legislativo y Ejecutivo no se ejer-


cita de oficio -Fallos: 190, 142; 202, 249 Y otros- ..
Por lo contrario la jurisprudencia de esta Corte, r-efi-
riéndose a los requisitos formales necesarios para la
procedencia del recurso extraordinario, ha expresado
que la omisión por el tribunal superior de la causa de
la resolución del punto constitucional que se dice intro-
ducido en la misma, no constituye un pronunciamiento
contrario implícito sino -en los supuestos en que la
cuestión federal hubiera sido planteada oportunamente,
lo que en la generalidad de los casos equivale a la oca-
sión en que se ha trabado la litis contestación, -Fallos:
18S, 482; 203,.246 y muchos otros-o
Que lo dicho bastaría en la especie para desesti-
mar la queja, solución ésta que además impone la cir-
cunstancia de que el mismo apoderado de D. Adolfo
Lagos manifestara ante el Juez de 1'" instancia su ex-
preso acatamiento del decreto 7618 cuya constituciona-
lidad luego impugna. Así lo "dijo a fs. 793 de los autos
principales, donde aparte de -expresar que "acata del
modo más expresivo y categórico el mandato del arto 61
del decreto NI.' 7618'" admitiendo que "se aviene a cons-
tituir, cuando ello sea legalmente factible. la "sociedad
de derecho" a que el susodicho decreto se refiere"
agregó que "par:a el caso de que V. S. crea qu-econ todo
y a pesar de todo puede obligarse "a los condóminos a
asociarse, decrete qué sociedad es la que han de cons-
tituir, quiénes son los socios, aport€ de ellos, adminis-
trador con todas las facultades que corresponda, en
fin mande constituir la sociedad de acuerdo a las exi-
gencias del Cód. Civ. y del Cód. de Comercio", etc.
Que en presencia d~ tales manifestaciones -pres-
cindiendo de las de fs. 787 y 807- y aun teniendo en
cuenta las reservas con que las acompaña, es de apli-
168 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
. .
cación la doctrina de esta Corte que v'eda interponer
el recurso extraordinario a quien ha r~nunciado el de-
recho que en amparo de su propieda,d le acuerda la
Consto Nacional. Fallos: 186, 523; 187,' 444 Y 456, 189,
124 Y ótros.
En su mérito se des.estima la precedente queja.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMOS MEjÍA
- T. D. CASARES.

JOSEBARBIERI V. S. A. TALLERES METALURGICOS


SANTA RO'SA
RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Relaci6n di-
recta. Sentencias con fundamentos no federales o federales 'consen-
tidos. -
Pudiendo entenderse que la incompatibilidad alegada en-
tre el arto 49 del decreto 32.347 y disposiciones de leyes no
federales ha sido desestimada por interpretación de estas
últimas, debe declararse bien denegado el recurso extra-
ordinario (l).

ROMANA TARENZIO y OTRAS v. JACOBO AZULAY


--su SUCESIÓN-o

RECURSO EXT-RAORDINARIO: Requisitos'propios. Tribunal su-


peri.or.
¡"'••
En el caso de acumulación de acciones, el recurso extra-
ordinario intent.ado contra la decisión dictada sobre com-
petencia en oportunidad del arto 66 del decreto 32.347,
ha sido bien denegado respecto de aquéllas que exceden de
mil pesos, porque en cuanto a las mismas dic~a resolución

(1) 19 de julio de 1946.


DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 169

no es la sentencia del superior tribunal de la causa. Y


habiéndose concedido, en cambio, el recurso en cuanto
a las acciones menores de dicha suma, corresponde recha-
zar la queja deducida.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corté:
La causa principal a que se refiere el presente re-
curso de hecho ha sido iniciada ante la Justicia del Tra-
bajo por trece personas, en contra de la sucesión con-
cursada de D. Jacobo Azulay (informes de fs. "70 y fs.
105) que tramita ante el Juzgado de Ir¡. Instancia en lo
Comercial n 2 a cargo del Dr. Juan Agustín García,
Q

Secretaría n 5. El monto de la demanda asciende en


Q

conjunto a $ 9:819,40 m/n; para garantizar cuyo im-


porte total y las costas se trabó a fs. 82 embargo sobre
bienes de la demandada por valor de $ 10.819,40. La
sentencia de fs. 128/131 ha condenado a ésta al pago
global de $ 3.950,-, a distribuir entre las actoras en
proporción de sus créditos.
En razón de la identidad de las demandas las par-
tes habrían convenido a fs. 12 que se acumularan todas
en una sola causa. Lo reiteraron a fs. 71.
En presencia de lo relacionado, atento el "monto
cuestionado", no cabe duda que lafl se.ntencias dictadas
en la causa son apelables para ante la Cámara respec-
tiva de la Justicia del Trabajo (art. 96, decreto
n 32.347/44).
Q
,
No siendo, pues, definitiva la de fs. 106 a que se
refiere el recurso extraordinario interpuesto a fs. 108,
cuya denegación motiva la presunta queja, soy de opi-
nióÍl qué corresponde el rechazo de ésta (art. 14 de
la Ley 48).
..
;:: -, .: ..•... _,..

170 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

El caso de autos no es igual al resuelto por V. E.


en 184: 280 en el que las partes h,abíClll~.convenido en
que el juicio se sustanciara por los trámites estableci-
dos para las causas Inferiores a quinientos pesos con
el fin de mantener la individualidad de cada acción.
Aquí, por el contrario, las partes han convenido seg1Ín,
se ha visto en la acumulación de las acciones; y la ¡:¡en-
tencia definitiva condena al pago de una suma global.
- Bs. Aires, junio 25 de 1946. -:- J~¿ClII,/)
Alvarez.

,FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, julio 1 de 1946.


Q

y vista la precedente queja caratulada "Recurso


, de hecho deducido por Mercedes Ezagui de Azulag en
los autos Tarenzio Romana y otras c. Azulay Jacobo
(su sucesión) ", para decidir sobre su procedencia.

y considerando:

Que según resulta de los autos principales reque-


ridos por esta Corte a fs. 5 vta., las demandas 'de DQ
María Martín y DIJ. Ana Ferraraz excedían los mil pe-
sos moneda nacional -fs. 31 y 45-. Respecto de ellas
el recurso extraordinario fué bien denegado a fs. 108,
pues en virtud de lo dispuesto em los arts. 66 y 96 del
decreto 32.347, la sentencia apelada de fs. 106, no era
la del superior tribunal de la causa, por :babel' sido sus-
ceptible de apelación -Fallos: 194, 427-.
Que en cuanto hace a las demás aetoras, el recurso
extraordinario ha sido concedido por el Sr. Juez de
la causa -fs. 140- careciendo, por consiguiente, de
objeto la presente queja -Fallos: 203, 156-.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 171

En su mérito y habiendo dictaminado el Sr. Procu-


rador General, se desestima la precedente queja.
/'

ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. HAM:OS MEJÍA.

S. A. UNION INMOBILIARIA DEL NORTE v.


PROVINCIA DE SALTA .

l.
EXCEPCIONES: Falta de personerflJ,.
La cuestión referente a la personería debe resolverse so-
bre la base de los poderes acompañados antes de dictarse
sentencia sobre la misma por el tribunal.
INTERDICTOS: Procedimiento.
La conformidad expresada por la parte actora con prueba
procesal ofrecida por la contraria en un interdicto de des-
pojo, y no decretada por la fórma en que se ofreció, no es
óbice para que se la rechace en ocasión de celebrarse el
comparendo para la continuación de la audiencia del arto
333 de la ley 50, si así lo solicita la. actora fundada en que
dicha prueba no fué urgida por la demandada.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, julio 1Q de 1946

y vista la precedente causa caratulada "Unión


Inmobiliaria del Norte S. A. c. Salta la Provincia, s.
\ interdicto de despojo", para decidir la incidencia plan-
teada a fs. 135.

y considerando:
Que si bien es jurisprudencia de esta Corte que
no procede reconocerse la personeria de quien no acom-
172 FALLOS DE TJA CORTE SUPREMA

paña el pertinente poder al efeGto conforme a lo pre-


venido por el arto 5 de' la ley 50, habiéndose presentado
Q

por el Sr. Sabás O. Varangot con posterioridad a la


audiencia decretada a fs. 121, testimonio en forma del
poder que lo acredite como representante de la provin-
cia demandada, es de aplicación al caso la doctrina sus-
tentada por el Tribunal Em'Fallos 136, 96, en cuanto
. establece que al resolverse el punto relativo a la perso-
nería debe'n tomarse en cuenta no sólo los pod81:es'
acompañados sino también los presentados posterior-
mente y antes de dictarse resolución.
Que la prueba pericial ofrecida a fs. 778, no fué
decretada por el 'J~ribunal -fs. 79- a causa de la
forma en que se la pidió. Que reiterada por la Pr'ovin-
cia a fs. 85,' esta vez por intermedio de su apoderado,
previa citación de la actora, y a nuevo pedido d;l apo-
derado provincial -fs. 120- se señaló audiencia a los
efectos del arto 142 de la ley 50, que fracasó por incom-
parecencia de la demandada. Nota de fs. 120 v.
Que de acuerdo con la jurisprudencia de esta Corte,
la circunstancia de que la ley no establezca término
para. la producción de la prueba en los interdictos, no
exime a las partes de la obligación de urgirla -Fallos:
187, 433-. A lo que cabe agregar que la conformidad
del actor con la pericial que ofreciera oportunamente
la (iemandada en tanto la misma no se haya decretado,
no basta para convertirla en común a los efectos de su
insta~cia, ni puede ser Óbice al derecho a solicitar la
clausura del procedimiento, en los tér:rIDnosdel prece-
dente citado .
. En su mérito se decide: 10) Tener al Dr. Sabás O.
Varangot por presentado, por parte en el carácter que
invoca a mérito del poder acompañado que se le devol-
verá dejándose testimonio en autos, devolviéndosele

/
DE JUSTICIA. DE LA. NACIÓN 173

aSimismo los documentos solicitados en el escrito en


que a'COmpañael poder. Téngase por constituÍdo su do-
micilio legal y hágasele saber los días de notificacio-
nes en Secretaría. 2 Ord.enar la agregación del me-
Q
)

morial. presentado por la actora, declarando cerrada


la audiencia del arto 333 de la ley 50. 3 Imponer las Q
)

costas del artículo a la demandada, a la .que se le de-


volverá además el cuestionario de pericia acompañado.
ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR
ANCHOR.ENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.

ERNANI LUIS CASTELLINI v. DIRECCION GENEE,AL


DEL IMPUESTO A LOS REDITOS
REOURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Ouesti6n fe-
deral. Ouestiones federales simples. Interpretación de las leyes fe-
derales.
Procede el recurso extraordinario fundado por el Proc.
Fiscal en el carácter interruptivo de la prescripción que
atribuye a las infracciones previstas por el arto 16 de la
ley 11.683 (t. o.) en virt.ud de su carácter penal y de lo
establecido por el arto 67 del Cód. Penal contra la senten-
cia que les niega dicho carácter y declara prescripta la
acción.
MULTAS. \

Las multas establecidas por el arto 16 de la ley 11.683


(t. o.), tienen carácter penal.
FALTAS Y OONTRAVENCIONES.

La distinción entre delitos y cont.ravenciones o faltas no


tiene una base cierta que pueda fundarse en la distinta
naturaleza jurídica de cada orden de infracciones para
establecer un criterio seguro que permita distinguirlos.
174 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

IMPUESTO A LOS REDIT08: In!raccio1UJSy penas.


Las infracciones establecidas por los arts. 16 y 18 de la
ley 11.683 (t. o.) no son, en realidad, delitos en el sentido
del Cód. Penal sino simples infracciones a lo ordenado
por dicha ley, entre las cuales no hay una diferencia esen-
cial sino tan sólo de grado.

PRESCRIPCION: Prescripci6n en materia penal. Interru,pci6n.


,
Las infracciones previstas por el arto 16 de la 'ley 11.683
(t. o.) S011 de carácter penal e interrumpen la prescrip-
ción de la acción tendiente a reprimir las anteriores.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:

Con arreglo a la providencia de fs. 31, el recurso


extraordinario se ha concedido, y procede, al solo efecto
de establecer en estos autos el alcance del arto 23 de
la ley 11.683 (t. o.). He aquí el texto a interpretar:
Art. 23.-Se prescriben a los cinco años:
a) la acción de~ Fisco para exigir las declaracio-
nes juradas, impugnar las efectuadas, practicar la esti-
mación de oficio, y requerir el pago de los dos impues-
tos e intereses punitorios;
b) la acción para imponer multas por infracción
o violación de esta ley y a las de los dos impuestos, la
acción para hacerlas efectivas, y las penas mismas.
Veamos ahora el caso concreto. Ernani Luis Cas-
tellini, contribuyente al jmpuesto a los réditos, presentó
en febrero de 1938 su declaración jurada correspon-
diente al año 1937 y ella fué observada en setiembre
del mismo año (fs. 22, exp. adm.). exigiéndosele pesos
121,81 más. El deudor los pagó rectificando en ese mis-
mo mes lo declarado. Poco después, y por haber .omi-
DE JUSTICIA DE LA NACI6N 175

tido en dicba declaración las rentas de dos propieda-


des, Castellini fué condenado a abonar otros $ 93,06
(13 de setiembre de 1939, fs. 30 y 31). Y tres años y
meses después, pudo comprobarse que 'la declaración
de 1937 contenía también inexactitudes relativas al ren-
dimiento de las utilidades obtenidas; actitud que volvió
a producirse asimismo en declaraciones anuales ulte-
riores. A base de ello, se le impuso una multa de $ 294,
que es la que da motivo al reclamo actual.
Como el contribuyente aludido acudió a la justicia
y su demanda no fué contestada por el Fisco basta oc-
tubre de 1943, de esa circunstancia deriva el Sr. Juez
Federal de Hosario que la multa quedó prescripta por
lo que respecte a los réditos de 1937 declarados en se-
tiembre de 1938. Entre ambas fecbas babrÍan transcu-
rrido, a su juicio, los cinco años del arto 23. Por su parte,
Réditos sostiene que la prescripción quedó interrum-
pida a causa de babel' presentado Castellini nuevas .de-
claraciones inexactas en 19,39y años sucesivos. No se
discute ya, que. las posteriores a 1938 constituyen in-
fracciones al arto 16 de la ley 11.683: como tales, las
ba reprimido el Sr. Juez, y su fallo bace cosa juzgada.
Las dudas traídas a resolución de V. E., nacen de
que, si bien esta Corte tiene resuelto ser aplicables, a
toda infracción grave al arto 18 de la ley 11.683 las dis-
posiciones del Cód. Penal relativas a prescripción de
multas, se trata ahora de una infracción declarada leve.
¡, También en este caso las declaraciones inexactas del
contribuyente interrumpen la prescripción de cinco
años que iba corriendo a su favor, y que involucra, como
es sabido, acciones civiles? La interrupción prevista
por el Cód. Penal, se refiere a delitos (art. 67), y ella
es apÍicable a "los deÍitos previstos por leyes especiales
en cuanto éstas no dispusieran lo contrario" (art. 4).
176 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

La infracción leve al pago de un impu~sto ¿constituye


delito en los términos del código~ Creo que aquí radica
la dificultad del problema; y por cierto, que se trata de
una norma jurídica cuya generalidad pudiera interesar
al régimen de varios otr<?sgravámenes fiscales que, a
semejanze del impuesto a los réditos, imponen la obli-
gación de pago anual dentro de fecha fija.
Sabido es que nuestro sistema penal admite dife-
rencias entre "delito" y "contravenGión", y que por
obra de tal distingo no se entiende que interrumpan la
prescripción de los delitos reprimidos por el código;
las simples infracciones a ordenanzas municipales o
edictos de policía.
Partiendo de ta¡"base, pienso que así como no debe
atribuirse a los legisladores el propósito de dejar inde-
fensos los intereses fiscales, tampoco sería razonable
imputarles exceso de rigor hacia los contribuyentes.
Por ello, me inclino a considerar que por su claridad
y sencillez, evitaría vacilaciones a los jueces esta norma
general para interpretar acertadamente el arto 23: in-
terrumpen la prescripción, como equiparadas a delitos 1

las i1~fracciones al arto 18j no la interrumpen, las C011r


travencionesmenores previstas por el arto 16. Lo pri-
mero está respaldado por los múltiples fallos que V. E.
recordó en 200: 378, sentando una doctrina que ha
vuelto a aplicar en Nikotian Hrand e hijos (diciembre
29 de 1944) ; lo segundo, ajustaría mejor a la ausencia
de dolo, característica, en teoría, de esas infracci.ones
menores.
Si V. E. acepta tal punto de vista, corresponderá
confirmar la sentencia apelada en cuanto ella pudo
ser materia de recurso. - Bs. Aires, julio 31 de 1945.
- J~tan Alvarez.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 177

FALLO DE LA CORTE SUP.REMA

Bs. Aires, 3 de julio de 1946.

y vistos: El recurso extraordinario deducido por


el Sr. Proc. Fiscal contra la sentencia del Sr. Juez Fe-
deral de Rosario, Juzgado Federal n 1, dictada en el
Q

juicio contencioso seguido por Ernani Luis Castellini


contra el Fisco Nacional -Réditos-.

Considerando:
Que la Delegación Rosario de la Dir. Gral. del
Imp. a los Réditos impuso al. citado Castellini una
multa de $ 294 por haber denunciado, en las declara-
ciones juradas de 1937, 1938, 1939, 1940 Y 1941, mon-
tos de réditos inferiores a los obtenidos y haber omi-
tido, en consecuencia, ingresar el impuesto que le co-
rrespondía dentro de los plazos fijados.
Que iniciada demanda contenciosa por el contri-
buyente el Sr. Juez Federal declara prescripta la ac-
ción por la primera infracción por considerar que las
infracciones posteriores no interrumpen la prescripción
y disminuye la multa a cien pesos .porque no ba babido
intención dolosa de defraudar el impuesto y debe apli-
carse el arto 16 de la ley 11.683, en vez del 18 aplicado
por la Delegación.
Que contra esta sentencia el Sr. Procurador Fis~
cal deduce recurso extraordinario, que le ha sido con-
cedido y. procede, fundado exclusivamente en el carác-
ter interruptivo de las infracciones posteriores en vir-
tud de su carácter penal, de lo establecido por el arto 67
del Cód. Penal y lo resuelto por esta Corte en casos
análogos. Queda firme, como cuestión de hecho irrevi-
178 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

sible por la Corte en función del recurso extraordina-


rio, que las infracciones han sido cometidas sin inten-
ción de defraudar y son de las previstas por el citado
arto 16.
" Que es j'urisprudencia constante de la Corte que
tratándos,e de infracciones reprimidas con multas de
carácter penal las nuevas infracciones de la misma
índole que se cometan interrumpen la prescripción de
la acción tendiente a' reprimir las anteriores por apli-
cación del arto 67, segundo apartado, del Cód. Penal
-Fallos: 200, 378 Y los allí citados-o Es cierto que en
su mayoría, cuando se ha tratado de la ley 11.683,
los fallos se h3;n dictado en casos de multas por infrac-
ciones del arto 18, pero las previstas por el arto 16
tienen también carácter penal, pues bastan los térmi-
nos del artículo para mostrar que las penas tienen allí
también carácter sancionador, para evitar la violación
-de la ley y de los reglamentos, y no carácter reparador.
La reparación de las omisiones de carácter no penal
están previstas en el arto 20 de la ley y consiste en el
interés punitorio del uno por ciento mensual que se de-
venga sin necesidad de interpelación alguna. Si la j'u-
risprudencia ha declarado aplicable a las infracciones
de carácter penal {)stablecidas por las leyes, de impues-
tos los principios del Cód. Penal sobre prescripción de
la acción y de la pena, a falta de disposiciones expresas
en la ley especial,' no se ve cómo pueda tegir el sistema
para unas y para otras no por el solo hecho de la menor
, o mayor gravedad de las infracciones, cuando la ley no
hace distinciones. En realidad ninguna de las infrac-'
ciones establecidas por la ley son delitos en el sentido
del Cód. Penal: son simples infracciones a 10 ordenado
por la misma ley. Es de tenerse en cuenta que la dis-
tinción entre delitos y contravenciones o faltas no tiene
DE JUSTICIA. DE LA NACIÓN 179

una base cierta, que pueda fundarse en la distinta na-


turaleza jurídica de cada orden de infracciones, para
establecer un criterio seguro o una fórm~la clara para
distinguirlos. El dolo no .es.criterio suficiente de dis-
tinción: el Cód. Penal reprime como delitos hechos co-
metidos por culpa o imprudencia; sinnúmero de contra-
,~enciones se cometen con dolo. No es posIble, por lo
tanto, establecer diferencias entre las dos clases de
infracciones. establecidas por los arts. 16 y 18 de .la ley
11.683 con relación a la prescripción de la acción, sin
una disposición expresa de la ley que la disponga, ba-
sada sólo en una distinción que es sólo de grado y no
de esencia.
Por estos fundamentos, oído el Sr. Procurador Ge-
neral. de la Nación, se revoca la sentencia apelada de
fs. 27 en cuanto ha podido ser materia del recurso ex-
traordinario y devuélvase a sus efectos.
ANTONIO SAGARNA - F. RAMOS
MEJ"ÍA - T. D. CASARES.

TRANSPORTE USHUAIA

JURISDICCION y COMPETENCIA: Competencia militar.

No corresponde a la Justicia letrada de los territorios na-


cionales sino a la militar el conocimiento de la causa re-
ferente a un accidente de navegación ocurrido en un puer-
to no militar a una lancha a motor dé uil transporte de la
Armada parcialmente afectado al tráfico marítimo de
pasajeros y carga, gobernado y tripulado por personal mi-
litar dependiente del ministerio de Marina,. en circuns-
tancias en que dirigida por el marinero de marque desde
t.iempo atrás actuaba como patr-ón de ella y tripulada por
personal. militar del mencionado transporte, dábase cum-
180 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

plimiento a una orden del servicio impartida por el se-


gundo comandante del buque.

DICTAMEN DEL AUDITOR GENERAL DE GUERRA y MARINA

Señor Ministro de Marina:


Viene a mi dictamen este sumario, que se instruye con
motivo del hundimiento de una lancha a motor del Transporte
"Ushuaia ", a fin de que. exprese mi opinión sobre la cuestión
de competencia trabada entre el Juez Letrado Subrogante de
Río Gallegos, Dr. Arnaldo Luzuriaga Vivot, y el Juez de Ins-
trucción de la Armada en esta Capital, Capitán de Fragata
(R.) D. Francisco J. Ariza.
De autos resulta que a raíz del hecho de referencia, ocu-
rrido el 18 de enero último en la ría del puerto de Río Gallegos,
como consecuencia del cual falleció el Cabo 1 Camarero Juan
Q

J. Nievas y,desaparecieron tres tripulantes y dos pasajeros del


aludido Transporte, tomó interVención el nombrado Juez del
Territorio de Santa Cruz, ante quien planteó la cuestión de
competencia por inhibitoria el Juez de Inst.rucción de la Ar-
mada, por entender que ese hecho" era de su exclusiva compe-
tencia en razón de lo dispuesto por el artículo 117, inciso 2 Q
,

del Código de Justicia Militar" y de acuerdo, también, con la


orden que en tal sentido se le impartió a fs. 1.
Trabado así el incidente, el Juez Letrado de Santa Cruz,
previo dictamen del Procurador Fiscal Subrogant.e, resuelve
mantener su competencia, hacerlo saber al Capitá'"n Ariza a
los fines previstos en los artículos 59 y 60 del Código de Pro-
cedimientos en lo Criminal y solicitarle asimismo, que para el
caso de insistir en su competencia, remita estas actuaciones a
la Corte Suprema de Justicia de la Nación y se lo haga saber
para hacer lo propio, a fin de que el Alto Tribunal defina la
contienda, conforme el artículo 9 inciso d), de la ley 4055.
Q,

(Ver en tal sentido, copia de la resolución judicial corriente


a £S. 169 de estos autos) .
.Relacwn sus cinta del hecho q1¿e motiva; la contienda de
competencia.
Antes de entrar a analizar los considerandos del Sr. Juez
Letrado del Territorio de Santa Cruz, estimo pertinente hacer
una suscinta narración del hecho que originó este sumario, ya
que entiendo que la correcta apreciación del mismo ha de
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 181

gravitar decisivamente en la fijación de la cuestionada com-


petencia.
El precitado día 18 de enero de 1946, alrededor de las
15,30 horas, la lancha a motor del Transporte "Ushuaia ",
comandada por el patrón que tiene designado, Marinero 1 de
Q

Mar, R. A. 48259, Anacleto Torales, se largó del buque, lle-


vando acoderada una de las chatas del Transporte por la banda
de babor.
El patrón nombrado había recibido del Segundo Coman-
dante la siguiente orden del servicio: (fs. 26 v. y 55) "Des-
embarcar en la playa la correspondencia y el equipaje y em-
barcar aproximadamente 350 kilogramos de verdura para el
buque y 5 botellones vacíos de gas acetileno que debía propor-
cionar el encargado del balizamiento". (fs. 133 v. y 134). Se
envió para cooperar en la maniobra a varios integrantes del
personal subaltérno del "Ushuaia", ajenos al rol de carga del
buque, a fin de no interferir en la faena que realizaba el
chatón ~'Chimango" que se hallaba al costado del buque.
Siendo aproximadamente las 20,30 horas y una vez cum-
plido su cometido, la lancha a motor, siempre trayendo aco-
derada a la chata y a un chinchorro, se fué acercando al
"Ushuaia".
Cuando la lancha quedó amarrada al buque por medio
de falsa boza y codera, cinco pasajeros de la chata pasaron
a la lancha, la que tenía entonces un total de 17 personas,
incluyendo en ese número la tripulación y el pasaje que regre-
saba o debía ingresar al Transporte.
En tales circunstancias y cuando se pretendía hacer za-
far a la lancha de su posición, pues había quedado entre el
buque y la chata mencionada, no se pudo maniobrar conve-
nientemente por efecto de la fuerte corriente creciente, hun-
diéndose la lancha rápidamente por popa y desapareciendo
de la superficie en breves instantes.
En ocasión de tal maniob¡;a,el patrón de la lancha expresa
no haber oído las órdenes que desde el buque le impartió el
Segundo Comandante, manifestando éste, a su vez, que no
tiene la seguridad de que aquél pudiera haberlas escuchado
(fs. 55 v.).
Al volcarse y hundirse la lancha, todos los pasajeros y
tripulantes se lanzaron al agua de inmediato, siendo salvados
algunos de ellos por personal del buque y de la chata y otros
por un bote del chatón" Chimango" que prontamente socorrió
a los náufragos.
182 FALLOS DE LA CORTE SUP~EMA

No' obstante el loable comportamiento de la. tripulación


de las embarcaciones citadas, hubo que lamentar el fallecimien-
to del Cabo 19 Camarero, R. A. 43565, Juan José Nievas, ocu-
rrido en y por actos del servicio, pues el mismo había bajado
al pueblo de Río Gallegos para cumplir una comisión que le
encargaran sus superiores. El Cabo nombrado fué. recogido
por el patrón del "Cbimango" y cuando se lo ,t.rasladó a la
playa, se comprobó que había dejado de existir.
Asimismo desaparecieron el Cabo 29 M:aquinista, R. A.
54632, Mario Cerrone, el Marinero 1 de Mar. R. A. 57571,
Q

Pedro Reduto, el cantinero Alfredo Eviño, el pasajero Martín


Retamar y el señor Ernesto Mangudo, todos los cuales han
fallecido presumiblemente. .
Cabe advertir, asimismo, que en el momento del accidente.
las maniobras que realizaba la lancha eran dispuestas poreÍ
nombrado patrón, quien contaba con la cooperación del per-
sonal militar que se le había asignado para tripularla.
Asimis:m,osurge de las distintas actuaciones glosadas a
esta causa, que en la producción del accidente gravitó decisi-
vamente el estado del mar; siendo pertinente dejar co:pstan-
cia, también, que el Marinero Torales había realizado otros
viajes análogos, patronando la citada lancha en la misma ría
del Puerto de Río Gallegos.

Estudio de la sentencia del Sr. Juez Letra,M de Santa


Cruz. Objeciones qu.e me 'I1terece awlw pronuncia'l1tiento.
No obstante advertir a V. E. que, en mi opinión, ha sido
perfectamente planteada por el Juez de Instrucción Militar
la cuestión de competencia que examinó, así cómo también
que el aludido funcionario deberá mantener esa competencia,
oportunamente, atentas las distintas particularidades del hecho
y las normas legales de fondo y de forma aplicables al caso,
estimo pertinente hacer un análisis de cada uno de los consi-
derandos que contiene el pronunciamiento del Sr. Juez Letra-
do, desde que los mismos son objetables y no se ajustan, a mi
juicio, a los preceptos jurídicos vigentes en materia de com-
petencia.
a) En el primero de ellos se establece que el Transporte
Nacional "Ushuaia" está comandado y tripulado por personal
militar dependiente del Ministerio de Marina. No se expresa en
cambio -no obstante la .alusión a esa dependencia- que per-
tenece e Íntegra la Marina de Guerra de la. Nación, ni que se
.; ... ~+. ; ;.~ .:'.;

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 183

trata de un establecimiento militar, como tampoco se declara


que la lancha a motor hundida tiene ese mismo carácter y
estaba comandada y tripulada por personal también militar.
De lo expuesto se infiere, pues, que tanto el Transporte
como la lancha, son establecimientos militares en el sentido
que a tal acepción da el artículo 117, inciso 2 del Cód. de Jus-
Q,

ticia Militar y que antes, durante y después del accidente de


navegación que motiva este sumario, eran gobernadas y diri-
gidas por el nombrado personal militar.
b) En los dos considerandos que le suceden, denomina-
dos b) Y e). el Sr. Juez Letrado hace mérito de que el "Us-
huaia" presenta todas las características de los buques mer-
cantes destinados a operaciones "decarga y pasajeros no mili-
tares; y como se encuentra afectado a ese t.ransporte, tiene
agente marítimo y está sujeto al control aduanero, sin que sea
óbice el hecho de pertenecer a la Armada Nacional.
Es evidente que poco interesa para la determinación de
la competencia, la característica que presenta el barco y su
afectación parcial al transporte de mercaderías y cargas hacia
los puertos patagónicos. Lo que realmente interesa es la na-
turaleza del buque y su destino específico; y si bien es cierto
que el Estado, por medio de los transportes de la Armada,
comparte con las empresas oficiales o privadas el intercambio
con la zona sur del país, cierto es también que esa afectación
parcial -que tiene en mira más el fomento y desarrollo del
comercio de aquellas poblaciones con el propósito de lucro
derivado de su actuación como persona del derecho privado-,
no excluye, desde luego, los específicos objetivos militares que
cumple el buque en cada una de sus travesías."
No es el caso de enumerar en este dictamen cuáles son esos
fines esencialmente militares inherentes a su condición de
buque de la marina de guena de la Nación, pero en cambio
cabe expresar que tales finalidades primordiales no pueden ser
enervadas por aquella afectación parcial.
Claro está -y no podía ser de 'otro modo- que destinán-
dose en parte el buque al tráfico marítimo de pasajeros y
carga, requiere la presencia de un agente marítimo y desde
luego, de control aduanero, toda vez que no se ve por qué, en
razón del carácter militar de la nave, se habría de omitir tal
requisito cuando ese destino parcial del buque es utilizado
por particulares para la traslación de sus mercaderías.
De lo que dejo éxpresado resulta que ni las caracterís-
ticas del buque ni su empleo parcial y transitorio con fines
H.~¡

184 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

mercantiles, le hacen perder al Transporte "Ushuaia" su ca-


racterística de buque <le Guerra de la Armada Argentina,
consagrado también por su esencia a cumplir en primer término
los objetivos militares que se le ordenan a su Comando.
Resta sólo decir al respecto que si no es 'discutible la
intervención y competencia de la justicia federal, para aquellos
casos en que se dirimen cuestiones civiles o comerciales entre
el Estado y los particulares, vinculadas a ese tráfico marítimo,
tampoco puede cuestionarse la exclusiva competencia militar
en cuanto se refiere a la aplicación del derecho respectivo
militar en su relación con los accidentes de navegación que
sufran los Tra~sportes de la Armada toda ...• 'ez que las in-
fracciones que se cometan en tales ocasiones tienen por prota-
gonistas a militares, ocurren en lugar militar y en ejercicio
de una actividad que también tiene ese carácter.
Cabe además agregar que tal suerte de infracciones son
no sólo típicamente militares, sino específicamente aplicables
al personal de la Armada, para el cual el Cód. de .Justicia
Militar, en su libro n, Sección Segunda, bajo el título de In-
fracciones especiales a la M(M-ina, consagra una considerable
cantidad de normas destinadas a prever todas las infracciones
que en el gobierno o tripulación de una. nave militar pueda
cometer el personal militar adscripto a la misma.
c) En el considerando d) del fallo judicial que examino
se traen a colación dos decretos del Poder Ejecutivo, dictados
en distintas épocas, según los cuales se dispone la preferente
utilización por las reparticiones de la Administración Nacio-
nal, de los Transportes Nacionales y de las líneas ferroviarias
del Estado para trasladar pasajeros y carga por cuenta de la
Nación.
De tal circunstancia se desprendería -siempre dentro de
la interpretación judicial que analizo- que el "Ushuaia" es
un buque de cabotaje nacional afectado a un servicio público.
Sería del caso repetir aquí los argumentos precedente-
mente enunciados, segím los cuales esa utiliza.ción parcial del
buque, no modifica su carácter de navío de la Ma.rina de Gue-
rra, tanto más cuanto que los aludidos decretos para nada se
refieren a la separación de los Transportes de la Armada N~
cional para destinarlos a un servicio comercial y menos aun
pretenden desvirtuar la naturaleza militar de tales buques o
quitar a los marinos a quienes se entrega su gobierno su natu-
ral sujeción a la jUrisdicción castrense. '
Si tal hubiera sido ese propósito, los Transportes de la
(l. ,

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 185

:Marina de Guerra de la Nación hubieran quedado definitiva-


mente incorporados a la Flota :Mercante del Estado, a cuya
Administración pertenecieron durante algún tiempo.
Los buques de la referida Flota :Mercante desempeñan evi-
dentemente un servicio público, a los que sí pueden aplicarse
todos los considerandos que el Juez Letrado de Santa Cruz
aduce para sostener su competencia en este caso. Pero si la
jurisdicción federal es incuestionablemente competente para en-
tender en los accidentes marítimos en que intervienen unidades
de aquella repartición del Estado, no es menos cierto que su ac-
tividad jurisdiccional desaparece cuando los percances de na-
vegación se producen en buques de la Marina de Guerra, co-
mandados por personal superior y subalterno de su fuerza
naval y en actos del servicio que le son propios.
En definitiva, el contenido del considerando que examino
es totalmente ineficaz para apoyar en él la pretendida compe-
tencia federal, toda vez que las resoluciones del Poder Eje-
cutivo citadas en el mismo, en modo alguno modifican -ni
podrían hacerlo- las disposiciones sobre competencia federal
y las normas que determinan la jurisdicción de los tribunales
castrenses.
d) "El hecho ha ocurrido en puerto yaguas de jurisdic-
ción no militar y de exclusiva competencia del proveyente ... "
dice el señor Juez Letrado en el considerando e) de su re-
solución.
Cierto es que con arreglo a las disposiciones del artículo 3
Q

de la ley 48, la Justicia Federal entiende en los conflictos que


se suscitan en puertos yaguas nacionales. Pero la misma ley 48,
en su artículo 7 establec'e: "La jurisdicción criminal atri-
Q,

buída por esta ley a la Justicia Nacional, en nada altera la


jurisdicción militar en los casos en que según las leyes exis-
tentes, deba procederse por consejos de guerra"; y es preci-
samente la legislación militar la que prevé en el artículo 117
del Código de Justicia respectivo, que los hechos como el que
examino, ocurridos en "Establecimientos Militares", con la
intervención del personal militar, están comprendidos en la
jurisdicción castrense.
Puede entonces decirse que si la justicia local o provincial
no puede arrogarse el conocimiento de causas ocurridas en los
puertos yaguas de jurisdicción nacional, para las cuales se ha
establecido la competencia de los Tribunales Federales, éstos,
a su vez, no pueden intervenir -de acuerdo con el citado ar-
tículo 7 de la ley 48- cuando la naturaleza del hecho, el
Q
... _--
186 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

lugar y condición -de sus autores, está demostrando a todas


luces que la justicia militar es la eompetente, conforme al re-
cordado art. 117 del Código que la rige.
e) La resolución judicial que analizo, trata de demostrar
en los considerand<;>s f) y g) que el patrón de la lancha hun-
dida y sus subordinados no realizaban un acto del servicio
militar sino que desempeñaban 1unciones vinculadas al ser-
vicio público a que estaba afectada la lancha, como accesorio
del buque, agregando que tales funciones realizadas por el
patrón'" no están en relación eon las que a cada militar co-
rresponden por el hecho de pertenecer al Ejército o Armada".
Sostiene asimismo que, fundada por el Juez Militar la cuestión
de competencia en lo dispuesto por el arto 117, inc. 20; del
Código de Justicia Militar, ha quedado excluÍda la cont.ienda
en euanto a delitos esencialmente militares o cometidos en
exclusiva jurisdicción militar.
Contra ese eriterio, insisto en mi opinión de que los actos
cumplidos por el patrón de la lancha hundida y por el resto
del personal niilitar que de él dependía son típicos actos del
servicio militar.
He señalado, al hacer la relación suscinta del hecho, que el
Marinero 1 de Mar Anacleto Torales, patrón de la lancha a.
Q

motor del "Ushuaia", recibió de sus superiores la orden mi-


litar de dirigirse a tierra para desembarcar correspondencia
y equipaje y regresar cón una provisión de verdura y con
cinco botellones para gas acetileno.
El carácter militar de esa orden, no puede discutirse. Su
incumplimiento por el citado patrón hubiera configurado un¡l
infracción esencialmente militar -desobediencia o acaso insu-
bordinaci6n-, infracción que sólo pueden eometer los mi-
litares.
La resistencia por parte de la tripulación de la lancha a
las órdenes del Marinero Torales durante el viaje de ida y de
regreso, también hubiera sido constitutiva de un delito militar
que afecta a la disciplina; y finalmente, si se probara que las
órdenes que desde el puente impartía al aludido patrón el
Segundo Comandante del buque -y que Torales expresa no
haber escuchado por el ruido del motor de la embarcaci6n-
hubieran sido abiertamente resistidas por el patrón, o simple-
mente desobedecidas por éste, no cabe duda alguna que en el
juzgamiento del hecho sería del caso investigar la comisión
de las infracciones esencialmente militares que habría come-
tido el Marinero Torales.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 187

La Corte Suprema de Justicia de la Nación y la Cámara


Federal de la Capital, han sostenido, en reiterados pronun-
ciamientos, que es. acto del servicio militar todo aquel que
ha sido ordenado; y aplicando esa norma de interpretación
al presente sumario; la calidad de acto del servicio militar
cumplido por el patrón y demás personal militar de la lancha,
se encuentra debidamente justificada.
Pero el, más. Dice el señor Juez Letrado, en su pronun-
ciamiento, que al confrontar las funciones del patrón de la
lancha del "Ushuaia" con las normas de interpretación del
acto del servicio que define el arto 827 del Código de Justicia
Militar, se ve que ellas no están en relación "con las que a
cada militar c.orresponde p.or el hech.o de pertenecer al Ejér-
cito o Armada'.', p.or 1.0 que entiende que se está en presencia
de funciones del servicio públic.o y no en act.os del sérvici.o
militar. ,
El Mariner.o T.orales, desde mucho tiemp.o atrás, estaba en-
cargado del patr.onaje de la lancha a mot.or' del transporte
"Ushuaia". Pertenece a la categoría de marinero de mar, es
decir, a una especialidad que tiene por característica su vincu-
lación c.on las maniobras directas de la navegación y, desde
luego, c.on el gobierno de lanchas .o embarcaciones menores
de l.osbuques de Guerra. .
¿ Cómo puede entonces sostenerse que las funciones que
realizaba Torales al 'patronar la lancha hundida, n.o son de
aquellas que le c.orresp.onden por' el hecho de pertenecer. a la
Armada f ¿ Cóm.opuede decir el señ.or ~uez Letrado que son
funciones del servicio público, cuando la misión enc.omendada
al citad.omarinero de mar, es una de aquellas que especialmente
corresponde a su categoría, p.or no decir que es la que típica-
mente representa su especialidad f
Por eso sostengo que es equiv.ocada la interpretación dada
en el pr.onunciamient.oque c.oment.o,a las funci.ones del marinel'.o
T.orales, ya que, c.omohe dicho, no p.odía encontrarse una ac-
tividad más precisa para determinar que el patrón de la lancha
del "Ushuaia", al dar cumplimiento a una orden del servici.o
realizando así el viaje de ida y vuelta, estaba cumpliendo un
acto del servicio militar, tanto por la Ílaturaleza de la orden
recibida, c.omopor su condición de marinero de mar y patrón
de la embarcación. Ello hace que tal actividad se halle per-
fectamente encuadrada en la norma interpretativa del recor-
dado artícul.o 827 del Código de Justicia Militar, c.omo así
también en la disposición del artícul.o 5 de la ReglamentacióJl
Q
188 l!'ALLOS DE LA CORTE SUPREMA

de Leyes de Justicia Militar para la Armada que define el


acto del servicio militar como " ... el que se ejecute en desem-
peño de las funciones inherentes al servicio militar".
No interesa, a mi juicio, para el examen del "acto del
servicio militar" que las funciones realizadas por el patrón
de la lancha puedan considerarse por t.erceros como vinculadas
con un servicio público cuando dicho pat.rón se halla en cum-
plimiento de una orden del servicio dispuesta por sus supe-
riores, quienes a su vez dispusieran militarmente ese cumpli-
miento.
El patrón de la embarcación, en el Comando de ésta,
cumple -fuera de toda duda- un acto del servicio militar
que le ha sido expresamente ordenado, y que no tiene ninguna
vinculación con la afección total o parcial de la nave al
transporte de pasajeros, mercaderías o carga:, sino que emana
de su condiéión de militar, obligado por ello al estricto cum-
plimiento de las órdenes, que también en actos del servicio
militar, le son impartidas por sus superiores jerárquicos.
Un tercer" aspecto que surge del análisis de los conside-
J:andos f) y g) se relaciona con la exclusión de los delitos o
faltas esencialmente militares que se hubieren cometido con
motivo del hecho, atento que la cuestión de competencia plan-
teada por el señor Juez de Instrucción de la Armada se hace
con arreglo a lo dispuesto por el arto 117, inc. 2 del Código
Q
,

de Justicia Militar.
Pero el hecho, considerado como el hundimiento de una
embarcación de la Marina de Guerra, ¡,no .podría constituir
acaso un delito esencialmente militar, entendiendo como tal a
una de aquellas infracciones señaladas en el Libro Ir, Sección
Segunda, del Código citado, destinadas a castigar el dolo, la
impericia o la negligencia en el gobierno de una nave de
guerra? ..
Cierto es que la contienda de competencia ha sido tra-
bada de acuerdo con la precitada disposición del Código cas-
trense, pero ello no es óbice para entender que; de probarse la
actuación dolosa o culposa del Comando u Oficialidad del
"Ushuaia", o análoga conducta por parte del patrón de la
lancha, sea del caso la imposición de una de las penas que el
Código de Justicia Militar ha establecido para los marinos que
gobiernan o tripulan embarcaciones de la Armada:
Esta breve consideración al respecto, está demostrando,
más aún, que en el conflicto de competencia entablado, son los
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 189

tribunales militares los competentes para entender en el cono-


cimiento y juzgamiento del accidente de navegación que mo-
tivó aquella cuestión. .
f) La inopinada partida del "Ushuaia" -afirma el
Juez en su considerando h)- "ha impedido situar responsa-
bilidad penal alguna, pudiendo acontecer que esa responsa-
bilidad residiera en un pasajero, o persona ajena por actos
de sabotaje ", en cuyo caso su competencia sería indiscutible.
La posibilidad de que tal hipótesis se hubiera producido,
en manera alguna importaría el conocimiento originario del
aludido magistrado, toda vez que, de ocurrir tal circunstan-
cia, la Justicia Militar, una vez acreditado el hecho, pondría
al responsable a disposición de la Justicia Federal, como ocu-
rre en todos aquellos casos en que se demuestra la responsa-
bilidad de civiles por delitos o faltas cometidas en estableci-
mientos militares o en lugares sujetos a la jurisdicción cas-
trense.
Por otra parte, el Código de Justicia Militar prevé, al
establecer el orden de compet.encias (art. 122 y sigtes.), el pro~
cedimiento a seguir tanto en los casos ordinarios como cuando
existe complicidad entre militares y particulares.
. No puede, pues, hacerse fincar en la existencia de tal posi-
bilidad la razón de la pretendida competencia de la justicia
federal, si, como entiendo, el hecho es originariamente de exclu-
siva competencia militar.
g) En lo que se refiere al considerando i), relacionado
con "la vinculación del buque a las poblaciones que sirve y a
la eficacia de la intervención de la justicia federal por la
facilidad en la reunión de los elementos probatorios", cabe
sostener que tales apreciaciones son ineficaces como base jurí-
dica para sostener judicialmente la jurisdicción, toda vez que
ésta reposa en consideraciones legales de otro orden.
o Para la determinación de la jurisdicción, solamente el
legislador, al sancionar la ley, puede tener en cuenta conside-
raciones ut.ilitarias o ventajas derivadas de determinadas si.
tuaciones. El Juez, en cambio, no puede hacer reposar en esas
razones de conveniencia la jurisdicción que le acuerdan las
leyes, debiendo limitarse, en consecuencia, a aplicar las normas
legales con estricto criterio, pues de otro modo, mediante apre-
ciaciones personales, podría prorrogar la jurisdicción que los
preceptos legales le acuerdan, extendiendo así su competencia.
Puede decirse, entonces, que los magistrados judiciales no
pueden arrogarse una potestad legislativa, apartándose de la
;,;.;~••••••~t«~':;~:!<+,.~
I

190 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

ley, para buscar en aquellas razones.de conv.enienciao utilidad,


una competencia que las disposiciones vigentes no le conceden.
No obstante entender, pues, que tales consideraciones no
pueden ser esgrimidas jurídicamente para sostener- la propia
competencia, estimo que, en el caso de autos, esas razones de
eficacia o conveniencia podrían ser alegadas con más justifi-
cado motivo en favor de la intervención del Juez de Instruc-
ción de la Armada. .
En efecto; la vinculación del hecho con el comando, ofi~
cialidad y tripulación del Transporte "Ushuaia"; el cumpli-
miento de los reglamentos navales por parte del personal mi-
litar que intervino en el suceso; la inmediata actividad en el
averiguamiento del accidente de navegación, de que da cuenta
la prevención sumaria levantada a bordo y que corre de fs. 22
a £S. 121 de este sumario; y hasta la intervención de la Pre-
fectura General Marítima, la que, dependiendo del Ministerio
de Marina, debió adoptar las medidas pertinentes como policía
marítima del lugar y levantar el correspondiente sumario
prevencional; están indicando, tanto la mayor eficacia de la
justicia militar para avocal'se al juzgamiento del hecho, como
su mejor disposición para la apreciación técnica de las infrac-
ciones que pudiel'on cometerse con motivo del mismo.
h) En los considerandos finales de la l'esolución que
examino, según los cuales con la intel'vención de la Justicia
Militar se llegaría a sustraer del conocimiento de la Justicia
Federal los hechos delictuosos vinculados al derecho civil y
penal cometidos por militares, que tendrían por ello un tra-
tamiento desigual con respecto a .los demás habitantes; así
como también: la estimación de que no puede excluirse la com-
petencia federal por el estado militar del agente, tampoco se
ajustan, a mi entender, a las normas jurídico-procesales que
determinan la actividad jurisdiccional. .
En efecto, los hechos delictuosos que menciona el Juez
Letrado, la violación o desacato a los reglamentos portuarios,
el contrabando y demás delitos e infracciones que cometen los
militares, en. lugares sujetos a la jurisdicción castrense o en
actos del servicio militar, son de exclusivo juzgamiento de los
Tribunales Militares, sin que éllo ocasione desigualdad jurí-
dica ante la ley, toda vez que, como lo ha dicho la Corte Su-
prema de Justicia de la Nación en reiterados pronunciamien-
tos, la igualdad .ante la ley consiste en la identidad de trata-
miento para todos aquellos que se hallen en las mismas cir-
cunstancias.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 191

.Así es como el Código de Justicia Militar determina, en su


arto 117, inc. 29, la competencia de la justicia militar para
entender "en los delitos y faltas que afectan directamente el
derecho y los intereses del Estado o de los individuos ... "
cuando ocurren aquellas circunstancias, siendo de advertir que
diversas disposiciones del cuerpo de leyes citado, se refieren
expresamente a la aplicación de la ley penal ordinaria.
No es, pues, por razón del estado militar del agente -inad-
misible en virtud de la prescripción constitucional que declara
la inexistencla de los fueros personales-, sino por la conjun-
ción, en este caso, de tal estado con el "lugar militar" y el
"acto del servicio militar", que los Tribunales Militares en-
tienden en los delitos comunes cometidos por el personal de
las fuerzas armadas.
Claro se ve, entonces, que. no existe desigualdad de tra-
tamiento. y menos aún, desde luego, que el estado militar per-
turbe la aplicación de la ley penal general, sea por la justicia
federal en los casos comunes, se&.por la justicia castrense en
los casos en que a la calidad de militar del autor se unen el
lugar militar en que ocurre el hecho o la actividad también
militar del infractor.

Jurisprudencia milJitar y federal.


1) El 6 de febrero de 1945 se produjo la encalladura del
Transporte Nacional "Primero de Mayo" en la costa sud de
la Provincia de Buenos Aires. El citado accidente de navega-
ción ocasionó pérdidas de vidas y desaparición y deterioro de
mercaderías y carga (Expediente P. 530/45 "R", que originó
mis dictámenes Nos. 128.937 y 130.453).
La Justicia Militar intervino en el hecho, sin que su com-
petencia fuera cuestionada como en este caso por el J.uez Fe-
deral del lugar, no obstante que éste tuvo conocimiento del
hecho.
y tal vez lo que más interesa que sea citado, es el hecho
de que se impuso por decreto del Excmo. señor Presidente de
la Nación, como resolución del sumario, la sanción establecida
por el artículo 734, apart.ado 29 del Código de Justicia Militar,
disposición que. es esencialmente militar, como que se aplica
a los Oficiales de Marina encargados del gobierno de una
nave de guerra.
2) El 24 de enero de 1944 se produjo una seria avería
en la máquina frigorífica del Transporte Nacional "Pampa",
192 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

como consecuencia de la cual se inutilizó la totalidad de la


mercadería que transportaba en su interior, para ser entregada
a pobladores de algunos puertos de la Patagonia (Expediente
P. 298/44 "R", que motivó mi dictamen n 127.328).
Q

El sumario para determinar la responsabilidad penal por


el hecho, lo ibstruyó la Justicia Militar, sin que tampoco en
este caso el Juez Federal que tuvo debido conocimiento del
mismo hiciera cuestión por ello.
3) En un reciente dictamen -n Q
134.769-,. esta Audi-
toría General expresaba:." Hago notar que la solución que
expongo, armoniza asimismo con las conclusiones a que ha lle-
gado la jurisprudencia de los tribunales federales, en cuanto
al concepto de "acto del servicio militar", dado que la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, en diversos fallos, ha decla-
rado que entiende por acto de servicio militar, todo aquel que
se ejecuta en el cumplimiento de una orden" (Reynoso de Ca-
brera D. y otra contra Gobierno Nacional, J. A. t. 54, págs, 699
y 27; La Ley, t. 3, pág. 865). Por su parte, la Cámara Federal
de la Capital ha resuelto en sus fallos que no sólo es acto del
servicio todo aquel que Se ejecute en cumplimiento de una
orden, prescindiendo de su naturaleza, sino que ha agregado
que "podría decirse que todo acto de la vida militar debe
entenderse como acto de servicio" (La Ley, fallo citado).
4) En muchas ocasiones la Corte Suprema de Justicia
ha señalado la competencia de la justicia militar para enten-
der en cuestiones produeidas en ejecución de actos del servicio.
El 31 de diciembre de 1932, en el caso Lebrero y otros
(J. A., t. XL, pág. 322), aquel Alto Tribunal expresó: "A los
efectos de la procedencia del fuero militar debe entenderse
por acto del servicio, todo el que se refiere o tiene relación
con las funciones que a cada militar corresponde por el hecho
de pertenecer al Ejército o Armada".
Otros fallos en análogo sentido, en J. A., t. 46, pág. 428;
t. 22, pág. 142 Y t. 13, pág. 329.
En mérito a las consideraciones que preceden, teniendo
en cuenta que el hecho se produjo en un lligar sujeto a la ju-
risdicción castrense, con person'al militar como protagonista y
cumpliendo este personal un acto del servicio militar, entiendo
que el Juez de Instrucción de la Armada, Capitán de Fra-
gata (R.) D. Francisco J. Ariza, ha planteado debidamente la
cuestión de competencia, acerca de la cual se solicitó mi ase-
soramiento.
Por ello, atento lo dispuesto por los artículos 117, incisos
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 193

1(1 Y 2(1, del Código de Justicia Militar, y 7 de la Ley 48, soy


de opinión que el ,citado funcionario debe insistir por resolu-
ción fundada en su competencia, hacerlo. saber así al señor
Juez Letrado del Territorio de Santa Cruz y elevar luego
los autos a V. E.. para su remisión a la Corte Suprema d~
Justicia de la Nación, la que deberá pronunciarse sobre la
contienda de competencia planteada, de acuerdo con lo dis-
puesto por el artículo 9, inciso d) de la Ley 4055. - Bs.
Aires, 21 de febrero de 1946. - Cm"los Gabriel Delfina.

'DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:

Viene a V. E. para ser dirimida en los términos


d,elarto 9 inc. d de la ley 4055 esta contienda de compe-
tencia que se traba entre la justicia Letrada de Santa
Cruz, y la de Instrucción de la Armada. Motiva tal con-
tienda el naufragio de una lancha a motor del trans-
porte "Ushuaia" ocurrido mient~as, dirigida por per-
sonal de la Armada, transportaba pasajeros desde Ga-
llegos a dicha nave. Además de la pérdida de esa em-
barcación, perteneciente a la marina de guerra, el su-
ceso produjo víctimas no sólo entre los tripulantes
sino también entre los pasajeros.
El naufragio de una embarcación menor al servi-
cio de la Armada, causado por impericia o negligencia
. del personal subalterno, que la tripule, constituye de-
lito de carácter militar, con arreglo a lo dispuesto en
elart. 733 del código de la materia.
El Sr. Juez a quo admite la posibilidad de que el
naufragio resulte imputable a personas ajenas al ser-
vicio naval; pero hasta ahora ni de las constancias del
suma:r;iolevantado en Gallegos, ni de las del que ha
remitido a V. E. el Sr. Juez de Instrucción, aparecen
.,

194 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

motivos' suficientes para sustentar tal hipótesis. Agré-


gase a ello que, prima facie, el conductor de la lancha
habría dejado de cumplir las órdenes que desde el
"Ushuaia" se le impartieron para evitar el siniestro.
En tales condiciones, y aun cuando el caso ofrece
algún margen de duda por tratarse de buque de guerra
afectado transitoriamente al servicio comercial, me in-
clino a pensar que d~be continuar incoando el sumario
el Sr. Juez de Instrucción de la Armada. Bs. Aires,
abril 22 de 1946.'- Juan Alvarez ..
,
FALLO DE LA CORTE SUPRE1\iA.

Bs. Aires, 5 de julio de 1946.

Autos y Vistos :' Considerando: .


Que el hecho que ha originado la contienda de com-
petencia sometida a la decisión de esta Corte Suprema
es un accidente de navegación ocurrido en un puerto no
militar a una lancha a motor de un transporte de la Ar-
mada, gobernado y tripulado por personal
. militar de-
.
pendiente del Ministerio de Marina, en circunstancias
en que, dirigida por el marinero de mar don Anacleto
. Torales, que desde tiempo atrás actuaba como patrón
de dicha lancha, y tripulada por personal militar del
mencionado transporte, dábase cumplimiento a una or-
den de servicio impartida por el segundo comandante
del buque.
Que no se trata de actos realizados en el desempe-
ño de tareas que normalmente puedan y deban ser cum-
plidas por personas extrañas a la tripulación del trans-
porte, sino que se ha¡llan precisamente a cargo de los
miembros de ésta como una de las obligaciónes inheren-
tes a su condición de tales. Es decir que se trata de
DE 'JUSTICIA DE LA N ACIÓN 195

actos del servicio en el sentido que establecen el arto 827


del Cód. de Justicia Militar y la jurisprudencia de esta
Corte Suprema (Fallos: 200, 237 Y los allí citados) que,
conforme a lo dispuesto por los arts". 117, inc. 29, del
citado código y.7 de la ley 48, determinan en este caso
la competencia de la justicia militar.
Que la circunstancia de que el transporte "Ushuaia"
se halle parcialmente afectado al tráfico marítimo de
pasajeros y carga sólo reviste importancia secundaria
y carece de influencia en cuanto a la solución que corres-
ponde dar a la cuestión de competencia planteada, aten-
to su específico destino y su característica de buque de
guerra de la Armada Argentina, como lo pone de mani-
fiesto en su dictamen el Sr. Auditor General de Guerra
y Marina (fs. 191/3).
Por estas consideraciones, las concordantes del dic-
tamen del Sr. Auditor General de :Guerra y Marina
agregado a fs. 188 y siguientes del expediente del Mi-
nisterio de Marina precedentemente citado, y lo dictami-
nado por el Sr. Procurador General, declárase que el
Sr. Juez de Instrucción de la Armada, Capitán de Fra-
gata (R.) D. Francisco J. Ariza es competente para co-
nocer en la' causa instruída con motivo del hundimiento
de la lancha a motor del transporte "Ushuaia" ocurrido
el 18 de enero ppdo. en la ría del puerto de Río Galle-
gos. Eh consecuencia, remítansele los autos y hágase
saber al Sr. Juez Letrado de Santa Cruz y Tierra del
Fuego en la forma de estilo. '
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES.
196 FALLOS DÉ) LA CORTE SUPREMA

JOAQUIN.GORINA -SU SUCESIÓN-

JURISDICCION y COMPETENCIA: Sucesi6n. Domicilio del cau-


sante.

Las circunstancias de que desde pocos meses antes de su


fallecimiento el causante desempeñara el cargo tempora-
rio de comisionado municipal en una localidad provincial
por designación del Interventor Federal, de que poco
después indicara ese lugar como su domicilio para obtener
la cédula de identidad de la policía local y de que exis-
tiera en él un establecimiento de campo adquirido por su
esposa no bastan para acreditar que allí tenía su domici-
lio si, por otra parte, está probado que el causante vivía
con su esposa en la ciudad de Bs. Aires en la casa que
a ese efecto tenía instalada, en la cual hallábanse sus mue-
bles, el título de propiedad del campo y los documentos
referentes a los títulos de renta depositados en custodia
en un Banco de la Cap. Federal y a la' cuenta corriente
que tenía en el mismo (l).

ROMUALDO ALLENDE

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuesti6n fe-


deral. Cuestiones federales simples. Interpretaci6n de las leyes fe-
derales.

procede el recurso extraordinario fundado en que el arto 28


de la ley 11.386 no reprime la adulteración de la libreta
de enrolamiento que no es susceptible de ocasionar per-
juicio, contl'a la sentencia que resuelve lo contrario.

ENROLAMIENTO.
El delito previsto por el arto 28 de la ley 11.386 se comete
por el solo hecho de adulterar cualquiera de las partes
que integran lo específico de una libreta de enrolamiento.

(1) 5 de julio de 1946.


DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 197

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

La Plata, octubre 23 de 1945.

Autos y vistos: Esta causa seguida contra Romualdo


Allende, argentino, de 37 años, soltero, jornalero, por infrac-
ción al arto 28, tercer apartado de la ley 11.386, de la que
resulta:
l
Q
Que el acusado fué detenido a raíz de" que al justi-
ficar su identidad con la" libreta de enrolamiento obrante a
fs. 15, se comprobó que en la foja 1 había adulterado el año
de nacimiento "1908 ", por el año "1918 ", explicando que
lo hizo para facilitar la obtención de trabajo (ver parte de fs. 1,
indagatoria de fs. 17 y certificado de nacimiento de fs. 21).
2Q) Que dictada su prisión preventiva a fs. 47, y clausu-
rado el sumario, a fs. 54 el Sr. Proc. Fiscal acusa a Allende
como autor del delito precitado, pidiendo se le condene a un
año y medio de prisión, con costas. Por su parte el Sr. De-
fensor Oficial a fs. 56 solicita la libre absolución del proce-
sado en razón de la falta de perjuicio, y de perfección en la
adulteración producida.
3Q) Que el acusado registra una sentencia condenatoria
a cinco años de prisión dictada el 22 de julio de 1941, con li-
bertad condicional dispuesta el 4 de agosto de 1943 (fs. 19 y
43/45).
Habiendo renunciado ambas partes a la prueba, se llama
a autos para sentencia a fs. 58. Y

Considerando:
l
Q) Que el hecho formal de la alteración por .Allende
de la fecha de su nacimiento en la libreta de fs. 15, está ple-
namente probado por los elementos citados en el resultando 1<».
2Q) Que el suscripto comparte y hace suyos los funda-
mentos de la defensa, -£S. 56-, en cuanto a la inexistencia
del delito que se imputa al procesado.
En efecto: a) No se ha probado que la adulteración haya
producido perjuicio alguno y el móvil aducido por Allende
no afecta el orden jurídico.
b) No ha significado una alteración de la real identidad
del acusado y no ha podido causar inconvenientes en sus obli-'
gaciones político-militares, determinantes del enrolamiento.
198 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

c) Se trata de una adulteración incompleta, pues aparte


de apreciarse fácilmente la enmienda, basta observar la foja
3 de la libreta, donde figura de 'alta en el servicio militar
de 1929, para que resalte la falsedad.
Por estas consideraciones y de conformidad con las dis-
posiciones legales' citadas, fallo absolviendo de culpa y cargo
a Romualdo Allende, por la infracción al arto 28 de la ley
11.386 que se le imputara. - Horad(io García Rarms.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

La Plata, abril 5 de 1946.

Considerando:
Que, absuelto de culpa y cargo el procesado Allende, del
delito que le imputara el Min. Fiscal: infracción al arto 28' de
la ley 11.386, y para quien solicitó la pena de un año y seis
meses de prisión con costas, el señor representante del Min.
Público interpuso el recurso de apelación el que fué conce-
dido a fs. 60 vta.
Que, la cuestión que se plantea en esta oportunidad no es
otra que la ya estudiada y resuelta por este Tribunal en fecha
23 de junio de 1944 en el procesocaratulado "De Langhe En-
rique o Diessler Luis Manuel S. adulteración de su libreta
de enrolamiento". .
En él se estableció, como 10 expresa el Sr. Proc. Fiscal
de Cámara a fs. 62, que la adulteración de la libreta de enro-
lamiento, que reprime el arto 28 de la ley citada. 11.386, cons-
tituye un delito formal, no siendo necesaria la existencia del
perjuicio o su posibilidad a los efectos de su configuración.
"Tratándose -dijo este 'Pribunal- de un delito formal en el
que no se requiere para su perfección la realización del pro-
pósito de1ictuoso, no es necesario contemplar la idoneidad de
su factura, que puede estar 'constituída por la alteración pe
cualquiera de los datos consignados en el instrumento, para
que la vicien en su valor y caiga su acción en la penalidad
fijada por el citado arto 28".
En mérito de lo expuesto probado -como está- el hecho
imputado, oída la defensa y de acuerdo con lo dictaminado por
el Sr. Proc. Fiscal de Cámara, se revoca.la sentencia de fs. 59,
condenándose a Romualdo Allende a sufrir la pena de un
DE JUSTICIA DE LA NACr6N 199

año y seis meses de prLc;ión eon costas. - Ubald!i Benci. - Al-


fredo Pérez Varas. - Jorge García González.

F ÁLLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 5 de julio de 1946.

y vistos los autos "Allende Romualdo s./ infrac-


ción arto 28 ley n9 11.385 (adulteración de su libreta de
enrolamiento) ", en los que se ha concedido el recurso
extraordinario interpuesto a fs. 67 contra la sentencia
dictada a fs. 65.

Considerando:
Que el recurso extraordinario es procedente por-
que está en tela de juicio la inteligencia d~ la ley fede-
rall1.386 y la sentencia definitiva recurrida es contra-
ria al derecho que el apelante invoca fundándose en la
ley aludida.
Que el arto 28, de cuya interpretación se trata, dis-
pone, en la parte cuestionada, que "la falsificación o
cambio de las impresiones digitales, o la adulteración de
libretas de énrolamiento. .. será castigada COll prisión
de uno a tres años e inhabilitación de cinco a diez".
Que lo dispuesto por los arts. 10, 11, 12, 13, 14 y 17
de la ley 11.386 hace de la libreta de enrolamiento un
instrumento público, singularmente regido en todo lo
que a él concierne por la ley citada, vale decir que
hace excepción a los instrumentos genéricamente com-
prendidos en los arts. 292, 293, 294 y 297 del Cód.
Penal. Por ello, por lo que su integridad importa para
los fines que se indican en los artículos citados, y par-
ticularmente para los de identificación general y electo-
ral y porque el arto 28 no alude para nada al perjuicio
<, "'1"""- . . ~

200 FAIJLOS DE LA CORTE SUPREMA

efectivo o sólo poSible que cause la adulteración sancio-


nada en él, ha de concluirse que por el solo hecho de
adulterar cualquiera de las partes que integran lo espe-
cífico de una libreta de enrolamiento el delito a que el
'texto legal citado se refiere está cometido. (Conf. Jurisp.
de la Cám. de Apel. en lo Crim. y Corree. de la Cap.
Federal, t. IV, pág. 425).
Por tanto así se declara y se confirma, en conse-
cuencia, la sentencia apelada de fs. 65.

. ANTONIO SAGARNA - B. A. N AZAR


ANORORENA - F. RAMOS ME-
;ríA - T. D. CASARES.

EDITH HIRSCH v. ERl\TESTO BELLAK

CONSTITUCION NACIONAL: Constitucionalidad e in.constitucio-


nalidad. Leyes nacionales. Procesales.
El arto 19 de la ley 927 no es inconstitucional en cuanto
excluye del conocimiento de la jUlSticiafederal las causas
de menor cuantía y jurisdicción concurrente (l).

ALEJANDRO C. ROCA WRIGHT v. NAcrON ARGENTINA


'.ACTOS ADMINISTRATIVOS.
Las disposiciones de la ley civil sobre nulidades se aplican
al derecho público solamente en cuanto son compatibles con
la índole de éste.

(1) 5 de julio de 1946. Fallos: 134, 82; 137, 269; 152, 344.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 201

.tCTOS ADMINISTRATIVOS.
Los actos del P. E. cumplidos con los recaudos necesarios
para su validez -forma y competencia- en materia cons-
titucionalmente privativa del mismó, no pueden invali-
darse por aplicación del arto 1047 del Cód. Civ.
EMPLEADOS PUBLICOS: Nombr.amiento y cesación.
El decreto que designa otro titular para un empleo pú-
blico, de los que el P. E. nombra y renueva conforme al
arto 86, inc. 10, de .la Consto Nacional, importa la sepa-
ración del anterior.

EMJ>LEADOS PUBLICOS: Nombra.mi.(mto y cesación.


El empleo público subsiste a pesar de que, en el hecho,
el empleado fué separado de su cargo, a raíz de un de-
creto no firmado por el Presidente de la Nación. Y ello
hasta que se le designe reemplazante, o se decrete su ce-
santía ..

PRESCRIPCION: Tiempo de la prescripción. Materia civil. P'I'es-


c¡'ipción quinqu.enal.
La acción para cobrar los haberes correspondientes a un
empleado público, prescribe a los .cinco años.

PRESCRIPCION: Comienzo.
El plazo de la prescripción de la acción del empleado pú-
blico para. cobrar sus sueldos comienza acorrer desde su
cesantía.
PRESCRIPCION: Tiempo de la prescripción. Materia civil. Pres-
cripción bienal.
El arto 4030 in fine del Cód. Civ. no es aplicable en los
casos de inexistencia del acto lesivo del derecho invocado
por el actor.

PRESCRIPCION: Suspenswn.
No llena el requisito final del arto 3980 del Cód. Civ.
quien antes de demandar- deja transcurrir nueve meses
desde que cesó la imposibilidad de ejercer la acción en

)
- -' - ,.' .•.*I-;~,..•..
- .- .-

202 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

que se hallaba a causa del desconocimiento excusable de


las deficiencias del decreto que dispuso su cesantía.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, junio 25 de 1945.

y vistos: para' resolver estos autos caratulados "Roca


Wright, Alejandro J. v Gobode la Nación, sobre nulidad de
O

decreto, reintegración de cargo y cobro de haberes ", de los


que resulta:
Que a fso 1 se presenta el actor deduciendo formal de-
manda contra el K Gob. de la Nación con el objeto de que se
declare inexistente el decreto de cesantía que motivó su sepa-
ración del cargo que desempeñaba -en el año 1931, se le rein-
corpore en ese cargo y se le abonen los haberes corridos desde
la fecha de su separación con intereses y costas, en mérit.o
de las siguientes consideraciones:
Dice -que por espacio de más de veinte años ha prestado
servicios en la Administración Nacional Que en el año 1931
(20 de octubre) en virtud de la orden general de la Armada
Nq 266 fué separado. del cargo de Comisario de Policía de la
Base Naval de Puerto Belgrano por razones de mejor servicio
(decreto del P. E. del Gobierno Provisional transcripto en
el orden Nq 266). Hechas las averiguaciones tendientes a ob-
tener las razones de su separación y posteriormente reclamada
su incorporación en virtud de la ley Nq 12.673, sólo obtuvo
un decreto por el que se modificó la calificación de su cesantía,
declarándose que ella obedecía a que no eran sus servicios ne-
cesarios. Que durante la tramitación de esos reclamos, no
fué posible hanar el decreto originario que determinó su sepa-
ración, lo que motivó la instrucción de un sumario que hasta
la fecha no ha dado resultado positivo. Sostiene que la falta.
o inexistencia de dicho decreto hace nula su cesantía y que en
consecuencia corresponde se le reincorpore en el cargo que
desempeñaba a la fecha' de su separación, se le abonen los
haberes devengados durante el lapso de tiempo transcurrido
desde entonces hasta la actualidad y se le computen esos años
a los efectos de su jubilación. Hace -algunas otras considera-
ciones más sobre el particular y pide en definitiva que se haga
lugar a la acción intentada como lo ha solicitado.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 203

2 A fs. 14 se presenta el Proc. Fiscal, Dr. Emilio G.


Q

Fernández, contestando y dice:


Que la .demanda es improcedente. Niega todos los hechos
que no sean materia de su expreso reconocimiento o que no
surjan expresamente de las actuaciones administrativas acom-
pañadas. Sostiene que la acción intentada está supeditada a
la prueba de la inexist.encia del decreto del P. E. que. el actor
afirma no ha sido dictado en momento alguno. Agrega que el
postei.'ior decreto del P. E. del 11/8/32 sería suficiente para
desestimar las pretensiones de la presentante, ya que con éste
se habría subsanado la pretendida deficiencia. Hace una serie
de considera,cionesmás sobre el particular, opone la prescrip-
ción autorizada por el arto 4023 del Cód. Civ. y subsidiaria-
mente la del arto 4027 (inc. 3 del mismo código y pide en
Q
)

definitiva el rechazo de la acción con especial condenación en


costas; y
Considerando:
Q1 Que teniendo en cuenta la naturaleza de la defensa
de prescripción que entre otras articula la demandada en su es-
crito de responde, el Juzgado pasará a analizarla en primer
término, para pronunciarse sobre el fondo de la cuestión de-
batida en el supuesto caso de que ella no. prosperara.
La articulación analizada ha sido invocada por la deman-
dada, en base a que, entre la fecha .de la .separación del cargo
sufrida por el actor y la iniciación de la presente demanda
. ha transcurrido con exceso el término legal de los diez años
establecidos por el arto 4023 del Cód. Civ. que se invoca como
fundamento jurídico de la misma. La actora por su parte
se opone a tal defensa, arguyendo que como la acción inten-
tada se funda en el hecho de la inexistencia del decreto de ce-
santía, del que recién se tuvo conocimiento con fecha muy
posterior a la de la separación del cargo, la defensa invocada
no podría nunca prosperar por no haber transcurrido en esa
forma el plazo legal señalado anteriorment.e.
De las constancias administrativas agregadas en autos,
surge efectivamente, según de desprende del informe del Ar-
chivo General del Ministerio de Marina (ver fs. 53, expte.
NQ 6790-1~-41)y del informe producid.o por la Secretaría de
la Presidencia de la Nac5.ón(ver fs. 55 expte. citado) que el
original del decreto del P. E. publicado en la Orden General
NQ 266 del 20 de octubre de 1931 que dispuso la cesantía del
actor, no existe ni se halla registrado en ninguna de esas re-
204 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

particiones. Ello hace suponer con toda seriedad que en el caso


de autos no ha mediado decreto de cesantía y que la publi-
cación hecha en la Orden General N9 266, responde segura-
mente a un error o a alguna otra causa que no es dable entrar
a, considerar por falta de todo "elementode juicio que permita
hacer ninguna afirmación al respecto.
29 Que planteada la cuestión analizada en los términos
precedentemente expuestos, y colocándonos desde el punto de
vista sostenido por el ador, la prescripción invocada por la
demandada sólo deberá correr a partir de la fecha en que éste
tuvo conocimiento cierto de la "inexistencia" del recordado
decreto de cesantía, porque es precisamente esta circunstancia
que invoca el presentante como fundamento de la acción de-
ducida. Dentro de este orden de cosas y conforme a las cons-
tancias de autos, debemos aceptar que el conocimiento que de
t.al hecho tuvo el interesado, es de fecha muy posterior a la
de su separación (ver informes de fs. 53 y 55 citds. de fecha
7-3.42 y 26-3-42 respectivamente) con lo que se comprobaría
la imposibilidad de haber invócado esa causa con anterioridad 1
a esas fechas y correlativamente el haber podido accionar en
base a ello (art. 3980 del Oód. Oiv.).
El término corrido entre la fecha en que el actor debió
tomar conocimiento de ese hecho y que no puede ser otra que
la de los informes anteriormente señalados y la de la inicia-
ción de la presente demanda no llega en ninguna forma a los
\? diez años marcados por la ley (art. 4023 del Oód. Oiv.), por
lo que la prescripción invocada por la demandada debe deses-
timarse y así se declara.
39 Que sin perjuicio de lo anteriormente expuesto y ad-
mitiendo el supuesto invocado por el actor (inexistencia del
decreto de cesantía) cabe no obstante ello señalar que la pro-
visión del cargo desempeñado por el interesado después de la
separación de hecho, implicaría asimismo una cesantía.
De lo informado oportunamente con motivo de uno "delos
tantos reclamos administrativos intentados por el actor con
anterioridad a la iniciación de la presente demanda, resulta
comprobado el hecho de que el cargo a cuyo reintegro aspira
el presentante, fué oportunamente provisto (ver fs. 16 expte.
n 6790-R-41). Ello, como se ha señalado, implica de por sí
Q

una cesantía toda vez que no es admisible suponer que se


haga una designación para un cargo determinado sin admitir
la vacancia del mismo. Lo contrario nos llevaría frente a una
dualidad de funciones incompatible con todo sano criterio de
;: ;: . .,.

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 205


,
razonamiento que hace innecesario mayores consideraciones al
respecto para así admitirlo (ver doctrina que surge del fallo
de la C. S., t.. 199, pág. 477).
Cumple asimismo agregar que si es facultad incuestiona-
ble del P. E. la de nombrar y remover los empleados y funcio-
narios de la Administración Nacional (art. 86, inc. 10 de la
Consto Nacional) no lo es menos, dent.ro del orden adminis-
trativo, la de rechazar un pedido de reintegro de cargo. La
negativa al pedido que en ese sentido oportunamente presentara
el interesado (ver fs. 68, expte. n~ 6790-R~41), ya que no
puede interpretarse en otra forma el silencio guardado por
el P. E. frente a dicho reclamo conforme a los preceptos de
la ley n~ 3952 (art. 2~), implica el ejercicio de una de esas
facultades señaladas anteriormente que, .por su naturaleza, son
insusceptibles de ser traídas en revisión ante el Poder Judi-
cial, y que, en el caso particular que se analiza revelan el
propósito definido de mantener la cesantía que pesa sobre el
interesado, ratificando, en esta forma, una vez más, ese pro-
pósito.
Resulta en consecuencia inconsistente v carente de todo
asidero legal, la argumentación que, en base de la lllexistencia
del decreto de cesantía, pretende hacer valer el actor en este
juicio (reintegración del cargo, cobro de haberes en concepto
de sueldos devengados y cómputo de serviéios a los fines de
la jubilación) correspondiendo en su mérito desestimar el
reclamo intentado y así se declara.
Por las precedentes consideraciones, fallo: rechazando la
demanda instaurada por D. Alejandro J. Roca Wright contra
el Gobierno de la Nación. Sin costas en atención a la natura-
leza de las cuestiones debatidas y teniendo en cuenta que el
interesado ha podido creerse con derecho para litigar. - B.
, Gaehe Pirán.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, noviembre 26 de 1945.


Considerando:
Que el Sr. Proc. Fiscal .de Cámara, adhiriendo al recurso
de apelación del actor, plantea ante el tribunal la cuestión de
la prescripción de la acción, que fuera desestimada en prime--
. ra instancia. El actor persigue con su demanda ser reintegrado
en el cargo. del cual fuera separado y que se le abonen los
206 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

sueldos correspondientes a los años en que se ha encontrado


en tal situación. El Sr. Juez a quo resuelve que el término de
la prescripción decenal no se ha cumplido porque el actor se
enteró recién en 1942 de que no existía el decreto que se
había invocado para separarlo de sus funciones. Tal conclusión
sería acertada si no fuera por la circunst.ancia de que, si bien
es cierto que no se ha podido comprobar que haya mediado
decreto de separación en 1931, no lo es menos que existe un.
decreto expreso del Poder Ejecutivo sobre la situación del
actor, el dictado el 11 de agosto de 1932I (fs. 41 .de las actua-
ciones administrativas) por el cual se resuelve que la cesantía
debía ser considerada por no ser necesarios sus servicios. Haya
o no sido una realidad el acto administrativo que dispuso la
separación, el decreto citado vino a cubrir la inexistencia pro-
bable de aquél y desde ese momento debe computarse el térmi-
no de la prescripción, que estaba ya cumplido el 30 de no-o
viembre de 1942, fecha de interposición de la demanda; dado
que, como lo han declarado reiteradamente la Corte Suprema
y demás tribunales federales, los trámites y reclamaciones.
administrativas no interrumpen el curso, de la prescripción.
En su mérito, se confirma la sentencia apelada de fs. 32
que desestima la demanda,' sin c.astas, atenta la naturaleza de
la defensa que prospera. -"- Carlos Herrera. - Carlos del Ca?n-
pUlo. - R. 'Villar Palacio.. - J. A. González, Calderón.
Alfonso .E. Poccard.

FALLO DE LA CORTE SUPRE:M:A.

Bs; Aires, julio 5 de 1946.

.Y vista la precedente causa caratulada "Roca


Wright Alejandro C. contra Fisco ,Naci<illalsobre nuli-
d.ad de decreto" en la que se ha concedido el recurso
extraordinario a fs. 52 vta.

y considerando:
Q'ue la argumentación del recurrente se basa en la
inexistencia de decreto 'alguno del P. E. disponien,do su
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 207

remoción, que sólo pudo provenir de orden escrita de


aquél. Esa omisión no habría sido subsanada por un de-
creto dictado con intención de modificar la causa de su
separación del empleo que desempeñaba ni suplido por
otro acto que no .la dispusiese, a todos los cuales alcan-
zaría la nulidad absoluta que imputa a su cesantía, no
siendo por consiguiente admisible la prescripción que
la sentencia apelada declara cumplida.
Que las disposiciones de la ley civil sobre nulida-
des se aplican al derecho público solamente en cuanto
son compatibles con la índole de este último -Fallos:
190, 142-. Desde luego los actos del P. E., cumplidos
con los recaudos necesarios para su validez -forma y
competencia (Fallos 189, 209)- y en materia constitu-
cionalmente privativa del mismo -nombramiento y re-
moción de empleados públicos; Art. 86, inc. 10 de la
Cónst. Nacional- no pueden invalidarse por aplicación
de lo dispuesto en el arto 1047 del Cód. Civil. Extre-
mando el argumento, la circunstancia de que el primer
decreto de cesantía adoleciera de nulidad absoluta, con-
vertiría en inamovible al empleado a que el mismo se
refiere, lo que no es admisible en el régimen constitu-
cional vigente. .
Que por otra parte y aun de ser discutible la validez
del decreto de fecha 11 de agosto de 1932, no lo sería
la del que dispuso el reemplazo del actor en el cargo que
desempeñaba, conforme a la doctrina de Fallos: 144,
158; 197, 354; de acuerdo con los cuales la designación
para un empleo de otro titular importa la separación
del mismo del anterior, cuya permanencia en el puesto
es incompatible con el nombramiento del nuevo funcio-
.
nano.
.

Que de conformidad con las conclusiones de los con-


208 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

siderandos que anteceden, los únicos derechos que asis-


tían a Roca Wright legalmente, serían los provenientes
de su condición de empleado subsistente durante el lap-
so corrido entre el decreto de fecha 20 de octubre de
1931 y el de 11 de agosto de 1932, siempre que no hu-
biera sido reemplazado con anterioridad en su cargo, lo
que no consta en autos -Doctrina de Fallos: 181,236-.
Es deoir, el derecho a percibir los haberes correspon-
dientes, cuyo cobro prescribe a los cinco años -Fallos:
173, 289; 179, 305; 190, 546; 195, 488 entre otros.
Que este plazo ha transcurrido con exceso desde la
fecha en que Roca Wright cesó en el desempeño de sus
funciones y antes de la iniciación de la demanda -Fa-
llos: 179, 305.
Que no es aplicable al caso lo dispuestq en el arto
4030 "iIn fine", del Cód. Civ. porque no cabe entre los
supuestos que el precepto contempla la inexistencia del
acto lesivo del derecho invocado por el actor -Fallos:
103,155.
Que en cuanto a la imposibilidad de demandar en
que Roca Wright pudo encontrarse, a causa del desco-
nocimiento de las deficiencias que atribuye al decreto
de 20 de octubre de 1931, debe observarse que de sus
propias manifestaciones se desprende que tuvo noticia
de las mismas en 11 de febrero de 1942 -escrito de
fs. 43 del expte. agregado-o La presente causa fué ini-
ciada en 30 de noviembre del mismo año, más de nueve
meses después de la primetá fecha, no habiéndose así
llenado el requisito final que prevé el arto 3980 del código
citado -Fallos: 103, 155; SALVAT, Obligaciones, pág.
865, 3$ ed. \
En su mérito se confirma la sentencia apelada de
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 209

fs. 50. Costas por su orden, atenta la naturaleza de las


cuestiones decididas y de la defensa que se admite.
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D.CASARES.

FELIPE CUERVO RAMOS v. NACION ARGENTINA

JURISDICCION y COMPETENCIA: Competencia federal. Por


las personas. N aci6n.
Corresponde intervenir a la justicia federal en la causa
sobre indemnización de \ daños y perjuicios promovida
contra la Nación por los padres de una persona muerta a
consecuencia de un disparo de revólver efectuado por un
agente de la Policía de la Cap. Federal.

ACCION CIVIL.
Ni el sobreseimiento provisional ni el definitivo dictado
después por prescripción de la acción penal impiden el
ejercicio de la acción civil de indemnización.

SOBRESEIMIENTO.
El sobreseimiento decretado por la Cámara de Apelacio-
nes en forma provisional por haberse limitado el recurso
al carácter del sobreseimiento, que el juez de primera
instancia había declarado definitivo no obstante hallarse
. acreditada la culpa del procesado al disparar sin necesi-
dad un arma de fuego, no constituye presunéión favorable
a éste.
DAÑOS Y PERJUICIOS: Responsabilidad del -Estado. Policía de
seguridad. . .

El Estado, que en el caso no cuestionó en su defensa la


responsabilidad que le incumbe por las consecuencias da-
ñosas de la culpa o imprudencia de sus empleados, debe
210 FALLOS DE LA COR~E SUPREMA

indemnizar como un caso de culpa concurrente los daños


ocasionados a los padres por la muerte del hijo que era
sostén de ellos, producida a consecuencia de un disparo
de revólver hecho .por un agente de policía en el ejercicio
de su autoridad y desempeño de sus funciones, para detener
al vehículo en que aquél viajaba, aunque la intervención
del agente haya sido provocada por la actitud de la víc-
tima que, sin embargo, no justificaba el uso de tan despro-
porcionado y arriesgado recurso..

COSTAS: Naturaleza del juicio. Daños y perjuicios.


A falta de. razón suficiente para eximir de las costas al
Estado vencido en el juicio sobre indemnización de dl1ños
y perjuicios provenientes de la muerte de una persona
ocasionada por un agente de policía, corresponde imponer-
le el pago de todas las del juicio evitándose, así, afectar la
integridad del resarcimiento acordado.

SENTENCIA DEL JuEZ FEDERAL

Bs. Aires, julio 5 de 1944.

y vistos : Para resolver estos autos caratulados: "Cuervo


Ramos Felipe y otra v. Gob. de la Nación s. daños y perjui-
cios", de los que resulta: .
lQ Que a fs. 5 se presentan los actores deduciendo formal
demanda contra el Gob. de la Nación, por cobro de la suma'
de $ 50.000 m/n., en concepto de daños y_perjuicios por la
muerte de Est.anislao Cuervo, en mérito de las siguientes con-
sideraciones : .
Dicen que son los padres legítimos del causante -Esta-
nislao Cuervo- fallecido el 9 de enero de 1941. Se afirma que
. la muerte de éste se produjo como consecuencia de un disparo
de revólver hecho por él agente de la Policía de la Capital,
Baigorria, al pretender hacer detener el automóvil que condu-
cía el extinto por una inf,racción de tránsito. Se afirma que era
.. sostén de la familia en razón de que los demás hijos son casa-
dos y están obligados a subvenir sus propias necesidades. Se
funda la responsabilidad en los arts. 1109, 1112, 1113 Y con-
cordantes del Cód. Civil.
Se hacen a continuación una s~rie de consideraciones
<.;:

DE JUSTICIA DE LA N ACIÓN 211

tcndientes a justificar el monto de la suma reclamada (incluso


el daño moral). Piden intereses y costas. .
2~ A fs. 28 .se presenta el Sr. Proc. Fiscal, Dr. Víctor
J. Paulucci Cornejo, contestando y dice: .
Que la demanda es improcedente. Niega la responsabili-
dad imputada, dado ,que el agente Baigorria obró correcta-
mente y ello se evidencia ante el sobreseimiento recaído en la
causa que por tal hecho se le siguió en la justi¡yia criminal.
Sostiene que es de aplicación la disposición contenida en el
arto-1103 del Cód. Civ., por lo que no es dable discutir en este
juicio una culpa sobre la que ha recaído resolución definitiva.
Agrega por lo demás que de los hechos probados, resulta que
la actitud de la víctjma fué la que provocó el desgraciado
episodio. Niega la procedencia del daño moral por no existir
delito y en cuanto al monto reclamado sostiene que ella es
verdaderamente exagerada.

Considerando:
l~ Que dada la naturaleza de la acción intentada, co-
rresponde entrar a analizar en primer lugar si existe o no res-
ponsabilidad por parte de la demandada en el hecho que
motiva esta litis, para entrar a considerar el monto de la in-
demnización reclamada en caso afirmativo.
Sobre los hechos objetivamente apreciados no hay contes-
tación entre partes, los que por lo demás se hallan plenamente
acreditados con el proceso criminal seguido contra el agente
Baigorria que corre agregado por cuerda floja.
La sentencia definitiva dictada por la Cám. del Crimen,
que corre a fs.. 88 del referido expediente, si bien es cierto
mantiene la resolución del inferior en cuanto absuelve al acu-
sado, la modifica respecto al sobreseimiento decretado, decla-
rando que sólo correspondía declararlo en forma )5rovisoria.
La razón que tuvo el tribunal para ello, fué la de considerar
que la actitud de la víctima no autorizó el empleo del arma
para proceder a su detención.
El suscripto comparte el criterio sostenido por ese tri-
bunal, considerando que efectivamente hubo una desproporción
evidente entre el hecho que motivó la intervención del agente
y el medío de que éste' se valió para hacer acatar su orden de
detención. La circunstancia anotada inclina al suscripto a
aceptar la responsabilidad imputada a la demandada, puesto
que si hay' que convenir en que la víctima -Estanislao Cuer-
212 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

vo- provocó con su actitud la intervención policial del agente


Baigorria, debe también aceptarse, dado las circunstancias
del caso, que éste último obró con exceso de celo en el desem-
peño de sus funciones. Lo expuesto hace que el caso analizado
encuadre expresamente dentro de la disposición contenida en
el arto 1112 del Cód. Civ., haciendo extensiva esa responsabili-
dad al Estado de conformidad con lo dispuesto por el arto
1113 del mismo código.
Es por lo demás, aceptado por la jurisprudencia en casos
allálogos que el Estado responde de los hechos de sus depen-
dientes cuando ellos han .sido ejecutados en el desempeño de
las funciones que le son inherentes (ver: S. C. Fallos: t: 169,
pág. 120; t. 171, pág. 142; t. 177, pág. 314, etc.), a cuyos ante-
cedentes se remite el suscript6 como mejor fundamento dt' esta
sentencia, para aceptar definitivamente la responsabilidad
imputada.
2 Que sólo resta ahora" entrar a considerar el monto
Q

de la indemnización reclamada.
En lo que a ello se refiere, debe en primer término des-
cartarse la parte relativa al daño moral, puesto que ello sólo
sería viable en el caso de que existiera delito de conformidad
con lo dispuesto por el arto 1078 del Cód. Civ., extremo que
debe desestimarse frente a la sentencia absolutoria definitiva
recaída en el proceso criminal (ver: .sentencias de fs. 83, 88 y
90).
3 Que limitada así la parte relativa al monto de los
Q

daños reclamados, corresponde entrar a analizar la prueba


aportada por la parte actor a tendiente a acreditar los hechos
invocados en la demanda de fs. 5.
La prueba que al efecto se ha acumulado en autos es a
juicio del Sl1scripto muy deficiente. Ella se limita a la decla-
ración de los ocho testigos que deponen a fs. 66/76, los que,
a estar a sus dichos, afirman que el extinto se dedicaba al
comercio. Que tuvo hasta el año 1939 un almacén de ramos
generales en sociedad con un hermano. Que últimamente traba-
jaba con un hermano en un almacén sito en la calle Lacarra
n 1418 y que sus entradas mensuales eran alrededor de unos
Q

$ 400 m/n. Respecto a este último extremo, cabe señalar que


aparte de las afirmaciones de los testigos ningún otro elemen-
to de prueba digno de tomarse en cuenta se ha traído al
juicio. Ello, aun cuando' esos testigos no fueron tachados en
momento alguno, resta a sus declaraciones el valor de con-
vicción que sería necesario para aceptar esos asertos como
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 213

prueba indiscutida capaz de habilitar la pericia que en base


a ello se ha practicado a fs. 89.
Que frent.e a esta situación, el juzgado no halla otra so-
lución que la autorizada por el arto 220 del Cód. de Proceds.
de la Capital, debiendo a estos efectos relegar al juramento
estimatorio de la parte actora el monto de la suma que corres-
ponde fijar en concepto de daños y perjuicios. A esos efectos
el suscripto estima prudente fijar la cantidad de $ 6.000 m/n.,
como justa indemnización por todo concepto, teniendo en cuen-
ta el informe pericial de fs. 93 y las conclusiones a que se
llegó en el sumario criminal, que ponen de manifiesto la Íncon-
ducta del causante, culpable principal de la intervención po-
licial, que tan fatal consecuencia tuvo para él.
Por las precedentes consideraciones, fallo declarando que
el Gob. de la Nación deberá abonar a D. Felipe Cuervo Ramos
y D~ Osoria Rodríguez Ramos de Cuervo, la suma que éstos
juren les corresponde dentro de la de $ 6.000 m/n. que el
juzgado ha fijado como indemnización por los daños y per-
juicios, más sus int.ereses al estilo de los que percibe el Banco
de la Nación Argentina, desde la fecha de la notificación de
la demanda, con la mitad de las costas, atento a que la deman-
da sólo prospera en parte, en virtud de reconocerse que el
causante fué quien provocó el hecho. - AlfonsO' E. Pocca;rd.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, 1 de diciembre de 1944.


Q

Vistos y considerando:
1. Que el Sr. Proc. Fiscal de Cámara alega la incom-
petencia de la justicia federal para entender en esta causa,
sosteniendo que la acción deducida no se dirige contra el Gob.
Gral. de la Nación, sino contr~ el Gobierno local de la Capital,
en razón de fundarse en actos atribuídos a un agente de la
Policía de la Capital, expresando, que <mandoel arto 100 de la
Consto Nacional, habla "de los asuntos en que la .Nación sea
parte" no se refiere al Gobierno "local", ni a las autoridades
"locales" de la Capital.
Invoca el Sr. Proc. Fiscal, los precedentes de jurispruden-
cia establecidos por la Suprema Corte Nacional, en la causa
de José Bernabé Font V. la Nación Ct. 110, pág. 148), in re
Escalada V. la Nación Ct. 193, pág. 36) Y recient.emente en el
214 FALLOS DE LA. CORTE SUPREMA

caso de Eleutorio Torres (t. 199, pág. 475), en que la Corte


Suprema confirmó el pronunciamiento de este tribunal de fe-
cha 31 de mayo ppdo., que había declarado la incompetencia
de la justicia federal, para entender en la demanda sobre pen-
sión que el arto 11' de la ley 4235 establece a favor de los
agentes de Policía de la Capital.
II. Considera el tribunal, que los referidos casos de ju-
risprudencia, son fundamentalment.e distintos del presente.
En. el primero se invocó por el actor el arto 6 de la ley
Q

3668 y la acción deducida perseguía la repetición de un im-


puesto local o contribución territorial de la capital.
En el segundo, se desestimó el recurso declarando la Corte,
que el arto l de la ley de amparo nI' 4235, e1~C'lUMitocompren-
Q

de a las clases y age?~tes de Po.zicía y Bomberos de la Capital


y Territorios Nacionales, revist.e carácter local y su interpre7
tación, no puede servir de fundamento. al recurso extraordi-
nario.
y en el último, declaró asimismo, que el otorgamiento de
la pensión que fija la le~74235, a los miembros de la Policía:
de la Capital, es de carácter local.
Como se ve, trátase en el primer caso de la repetición de
impuestos locales, y en los otros, de las relaciones personales,
entre el agente de policía y el gobierno local que le designó,
situaciones que encuadran en la excepción contenida en el
arto 111, inc. 1 in fine de la ley 1893, que alude a las causas
Q,

regidas por las leyes que se refieren al gobierno y administra-


ción de la Capital, en concordancia con lo dispuesto en el arto
67, incs. 14 y 27 de la Consto Nacional.
III. El caso que motiva el sub lite, no está regido por
nÍ11gunaley local, sino por las disposiciones de derecho común.
. No es el agente de policía, que acciona contra el gobierno,
para obtener los beneficios de la ley local nI' 4235, sino que es
un tercero, quien demanda a la Nación, por los daños .que dice
haberle ocasionado el procedimiento de un empleado del Es-
tado, situación que debe considerarse comprendida por la dis-
posición del art.. 2 inc. 6 de la ley 48, lo que determina la
Q, Q,

competencia federal. .
IV. De admitirse la tesis sustentada en el dictamen de
fs. 120, podría llegarse a la conclusión, de que en situaciones
similares a la que motiva este juicio, si el daño atribuído al
agente de policía en ejercicio de sus funciones, se hubiere pro-
ducido fuera de la jurisdicción de la Cap. Federal, la Nación
debería someterse a la jurisdicción de la justjcia ordinaria de
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 215

la Provincia, en que el hecho hubiese ocurrido, pues conforme


a la reiterada jurisprudencia de la Suprema Corte (t. 185, pág.
276), la acción de daños y perjuicios que dimana de la comi-
sión de delitos o cuasidelitos, es de la competencia del juez
del lugar del hecho. Tal solución inadmisible, está evidencian-
do, que en el sub .iudice, debe mantenerse la competencia fe-
deral declarada a £S. 27.
Por ello desestímase la incompetencia de jurisdicción, ale-
gáda por el Sr. Proc. Fiscal de Cámara. - JUGIJ1, ..4..González
Calderón. - Ricardo Villar Palacio. - Carlos Herrem.

SENTENCIA DE. LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, setiembre 24 de 1945.


Considerando:
Se encuentra plenamente. acreditado en autos que Esta-
nislao Cuervo fué muerto de un balazo por un agente de
policía de esta Capital el día 8 de enero de 1941, hecho que fué
juzgado por la justicia en lo criminal, la que luego de haber
sobreseído en la causa provisionalmente, lo hizo en forma' de-
finitiva por haberse operado la prescripción del derecho de
acusar.
El hecho de haberse dictado sobreseimiento definitivo por
prescripción en la causa criminal, no es óbice para que en jui-
cio civil se discuta la responsabilidad que le incumbe a la.
demandada.
La doctrina como la jurisprudencia han establecido que
el sobreseimient.opor prescripción dictado en el proceso cri-
minal, no hacen cosa juzgada en el juicio civil en' que se trata
de establecer;no la existencia del hecho principal, sino su apre-
ciación a los "fines de sus consecuencias civiles.
Así, este tribunal tiene declarado "que el sobreseimiento
definitivo pronunciado en el sumario criminal, se refiere ex-
clusivamente a la responsabilidad de las personas que intervi-
nieron en el hecho de carácter criminal, y no obsta a la proce-
dencia de la acción civil cuyo objeto es determinar 'la respon-
sabilidad derivada de un simple delito civil o de un cuasi-
delito" (J. ..4..,t. 58, pág. 41; t. 55, pág. 445; t. 34, pág. 1041).
Es indudable que el agente Baigorria cometió el hecho con
motivo del ejercicio de su autoridad y desempeño de sus fun-
ciones. .
216 F ALIJOS DE LA CORTE SUPREMA

Corresponde, pues, declarar -conforme a reiterada ju-


risprudencia- que el Estado, de quien dependía el agente
autor del hecho, es responsable civilmente de las consecuencias
de aquél.
El Estado-ha dicho la Corte Suprema (190: 457)- al
ejercer por medio de la policía sus funciones de guardián de
la seguridad y de la libertad de sus gobernados, procede en su
carácter de entidad pública y no como persona jurídica del
derecho privado, siendo inaplicable a este respecto lo dispuest.o
por el arto 43 'del Cód. Civ. Agregando "que ningún deber es
más primario y sustancial para el estado. que el de cuidar de
la vida y de la seguridad de los gobernados y si para llenar
estas funciones se han valido de agentes o elementos que resul-
ten de una peligrosidad manifiesta, las consecuencias de la
mala elección, sea o no excusable, deben recaer sobre la entidad
pública que la ha realizado ... ".
La jurisprudencia tiene establecido que el Estado respon-
de por los hechos de sus empleados o dependientes en desem-
peño de sus funciones, siempre que el acto u omisión que diere
derecho al reclamo fuese inherent.e a la función o trabajo en-
comendado; (169,120; 171, 142; 177314; 196, 101).
No existiendo en autos una prueba que permita determi-
nar con exactitud el monto de los perjuicios ocasionados a los
actores por la muerte del hijo, corresponde decidir el punto
---:comolo hace el juez a quo'- de acuerdo con lo previsto por
el a.rt. 220 del Cód. de Proceds. de la Capital, de aplicación
supletoria. A este respecto, el tribunal encuentra equitativa, a
los fines del juramento estimatorio, la suma de $ 6.000 m/n.,
que señala el fallo recurrido. D
En cuanto a la reparación que también se reclama en con-
cepto de daño moral, no procede; la indemnización del daño
moral ocasionado por los cuasidelitos sólo corresponde cuando
se trata de hechos calificados de delitos en el derecho criminal
(Corte Suprema, Fallos: 196, 101; 193, 221 entre otros), cir-
cunst.ancia que en el caso no resulta acreditada por no haberse
dictado sentencia condenatoria en la causa penal, concluída
por prescripción de la acción.
En su mérito, se confirma en todas sus partes la sentencia
apelada, debiendo abonarse las costas de esta instancia en el
orden causado, atento el resultado de sendos recursos. - Car-
los Herrem. - Carlos del Ca;rnpillo.- Eduardo A. Ortiz Ba-
sualdo. - En disidencia: Ricardo ViU1-r Palacio. - J'U~ A.
...
Gonzá.lez Calderón. •

I
.. - ".:- ~. .. ~

DE JUSTICIA DE LA N ACIÓN
217

Disidencia
y considerando:
En el auto de sobreseimiento definitivo dictado en favor
del agente Baigorria, 'por el juez de sentencia Dr. Canevari,
corriente a fs. 83 del proceso que se le siguiera ante dicho
magistrado, se puntualizan con meridiana claridad, los motivos
valederos que tuvo para obrar en la forma en que lo hizo
aquél, a punto tal, que justificaban plenamente el procedi"
miento seguido, lo mismo que la imprudente actitud de la
yíctima, según resulta de la declaración prestada por ésta poco
antes de morir (fso 26).
La resolución de la Cám. del Crimen, corriente a fso 88
del mismo expediente, si bien modifica aquél dándole sólo
carácter provisional, a mérito de juzgar' excesivo el medio em-
pleado por el agente Baigorria para detener a Cuervo, no im-
porta la declaración de su responsabilidad.
En tal situación, es evidente que incumbió a los actores
probar esa responsabilidad negada por el demandado.
y habiéndose basado la acción que motiva el sub judice
en dicha resolución recaída en el sumario criminal, según re-
fmIta de los escritos de demanda (£S. 98) y expresión de agra-
vios (fso 117), y no demostrada por los actores en forma algu-
na, la culpa de Baigorria, la acción es inadmisible. Así lo
decidió este tribunal al juzgar el caso Cili contra F. C: Po, el
26 de diciembre de 1932.
Por estos fundamentos y los concorda.ntes alegados a fs.
28, 105 Y 128, se revoca la sentencia recurrida, rechazándose,
en consecuencia, la demanda. Costas por su orden. - Ricardo
Villair Palacio.
Disidencia
Considerando:
A fs. 90 de la causa criminal incoada al agente de policía
Juan G. Baigorria, juzgado del Dr. Raúl Canevari, que corre
por cuerda, el sobreseimiento "provisional" decretado para
aquel procesado (fs. 88), fué convertido en definitivo: "Con-
forme con lo dictaminado precedentemente por el agente fiscal
-dijo el juez- resuelvo declarar extinguida por prescripción,
la acción penal en esta causa núm. 6547 y dictar sobreseimiento
definitivo en la misma y a favor de JUlin G. Baigorria, con-
forme al arto 454 del Cód.de Procds. en lo Criminal".
...
218 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

No existe, por consiguiente, responsabilidad penal alguna . ,


en el agente de policía Baigorria, y, por ende, no puede ha-
berla de orden civil en el. punto de vist.a en que se coloca la
parte demandante, en el sub lJite, respecto del Estado.
Corresponde, entonces, atenerse a las reglas establecidas
imperativamente por los arts. 1102 y 1103 del Cód. Civ., cuyo
estudio auténtico fluye de las notas que los ilus~J'an.
Por estos. fundamentos y los que aduce el Sr. Fiscal de
Cámara, en su escrito de expresión de agravios de fs. 128, re-
vócase la sentencia apelada y se rechaza la demanda, sin costas,
porque la parte actora pudo creer que tuvo razón para litigar.
- Juan A. González Calderón.
t'.)f\..: ..

FALLO DE LA CORTE SUPH.EMA

Bs. Aires, 10 de julio de 1!;)46.

y vistos: Los autos" Cuervo Ramos Felipe y otra


c. Fisco Nacional s. daños y perjuicios", en los que SE:
ha concedido el recurso ordinario de apelación inter-
puesto por ambas partes contra la sentencia dictada a
fs. 135 por la Cám. Fed. y el deducido por la deman-
dada contra el fallo de fs. 126.

Considerando:

Que la objeción h€cha a la competencia de la justi-


cia federal por el Sr. Fiscal de Cámara a fs. 120, deses-
timada a fs. 126, lo.cual determinó la reserva de fs. 128
-punto II- y el recurso interpuesto a fs. 137 vta. no
ha sido mantenida por el Sr. Procurador General €n
esta instancia. Por lo demás, la citada resolución de
fs. 126 puntualiza la fundamental diferencia que hay
entre el caso de este juicio y los precedentes jurispru-
denciales invocados por el Sr. Fiscal de Cámara.
Que ni la parte adora ni la Nación demandada han
DI'] JUS1'ICIA DE LA NACIÓN 219

traído a los autos otras pruebas que las acumuladas en


el juicio criminal.
Que €n este último el agente Baigorria fué sobreseí.
\
.( do definitivanlente por el juez de la causa, pero el tri-
I bunal de alzada considerando que la áctitud de la víc-
tima "no autorizaba en modo alguno el empleo de un
arma de fuego para lograr el acatamiento, disparando,
como lo hizo, el procesado, sobre el vehículo, con el fatal
resultado que produjo ", y como hallábase limitado" el
recurso al carácter del sobreseimiento dictado" pOI' lo
cual sólo podía el Tribunal pronunciarse "por la r€for-
ma del auto apelado", convirtió en provisional el so-
breseimiento dictado (fs. 88 del juicio criminal).
Que dos años después, 'habiendo transcurrido ese
tiempo sin que el pl:ocesado hubiera cometido nuevo de-
lito, declaróse extinguida por prescripción la acción pe- ,
nal en la causa, dictándose, en consecuencia, sobresei-
miento definitivo.
Que los ant€cedentes relatados no pueden determi-
nar por sí solos el rechazo de la demanda: 1 porque el
Q

sobreseimiento definitivo, -que no impide de por sí la


acción civil, Fallos: 192, 207-, consecuencia, en este C3-,
so, de la prescripción de la acción, tiene, en razón de su
origen un alcance exclusivamente relativo a la responsa-
bilidad criminal; y 2 porque el pronunciamiento ante-
Q

rior a la prescripción, que contiene el juicio del tribunal


sobre la actitud del proeesado en la emergencia encierra
la afirmación explícita de su responsabilidad, por lo
cual, no obstante tratai'se de un sobreseimiento provi-
sional, -que por lo demás, considerado en sí mismo, no
obsta el ejercicio de la acción civil, Fallos: 191, 269-,
no constituye en €ste caso, la presunción favorable que
esta Corte le ha atribuído en otros (Fallos: 197, 589 Y
los ~llí citados). '
220 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Que no habiendo la Nación demandada traído a es-


tos autos la prueba de que la actitud de la víctima, que
según las constancias del juicio criminal sólo se hizo
sospechosa en el momento, justificara,. por motivos o an-
tecedentes que allí no aparecen, en tan extremo y arries-
gado recurso para detenerla como el que empleó el agen-
te Baigorria, se impone el progreso de la acción, por-
que es innegable la desproporción entre el inedio emplea-
do para obtener el acatamiento y las circunstancias que
lo determinaron.
Que la Nación no ha cuestionado en su defensa la
responsabilidad que le incu~be por las consecuencias da-
ñosas de la 'culpa p imprudencia de sus empleados.
Que las circu.nstancias {lel hecho en el que perdió
la vida Cuervo .justifican plenamente la conclusión de la
sentencia relativa a la existencia de culpa concurrente,
y la prueba referente. a los perjuicios. no autoriza el
au.mentode la indemnización pretendida por la actora.
Que a juicio del Tribunal no hay razón suficiente
para eximir de las costas al vencido en esta causa, afec-
tando con ello la integridad del resarcimiento.
Por tanto se confirma la resolución de fs. 126, y en
lo principal la sentencia de fs. 135 y se reforma esta úl-
tima en cuanto a las costas, que se declaran a cargo de
la demandada en todas las instancias.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR


ANOHORENA - F.RAMOS ME-
.rÍA - T. D. CASAR.ES.
. -~ .

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 221

S. A. CIA. ESTANCIA LAS CABEZAS LTDA. v. DIREC-


CION GENERAL DEL IMPUESTO A LOS REDITOS

l!J1PUESTO A LOS REDITOS: Réditos del suelo.

El establecimiento .agrícola ganadero instalado en el país


bajo el mismo nombre que la casa matriz extranjera,
administrado por un director gerente que reside en aquél
y firma como tal la correspondencia y los balances y rea-
liza las operaciones que se asientan en los libros llevados
en las oficinas respectivas por personal a sus órdenes, de-
o be ser considerado como una sucursal aunque el director
carezca de facultades para vender y gravar el campo o
para extender el negocio a otras provincias y aunque se
valga de otra sociedad, a la que ha dado poder, para rea-
lizar en la Capital Federal las operaciones que requiere
el desenvolvimiento del negocio; por lo que no procede
o

aplicarle el recargo del 30% previsto en el arto 16 de la


ley 11.682 (t. o.).

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, agosto 9 de 1944.

y vistos: Para resolver estos autos caratulados: "Cía.


Estancia Las Cabezas v. Gob. de la Nación, s/repetición ", de
los que resulta:
19 Que a £S. 4 se presenta la actora deduciendo formal
démanda contra el Supo Gob. de la Nación por de;volución
de la suma de $ 19.522,42m/n., y también se reclama la recti-
ficación de la liquidación del impuesto correspondiente al ejer-
cicio 1941, en mérito de las siguientes consideraciones: Dice
que la suma cuesUonada corresponde a los ejercicios 1935/36
al 1939/40 y que ha sido abonada indebidamente en concepto
de recargo por ausentismo. Se sostiene que la Cía. Estancias
"Las. Cabezas" Ltda., actúan en el país con sucursal propia
por lo que la exigencia del recargo cuestionado es improceden-
te de acuerdo con lo dispuesto por el arto 16 de la ley n 11.682
Q

(t. o.), que se invoca como fundamento jurídico de la acción.


Se hacen a continuación una serie de consideraciones respecto .
a los antecedentes legales y las circunstancias de hecho que

\
222 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

justifican su reclamo. Agrega que la interpretación que hace


la Dir. de Réditos al arto 16 (cit.) viola el principio de igual-
dad establecido por el arto 16 de la ConstoNacional y. plantea
en consecuencia la cuestión federal a los efectos de poder
recurrir a la Suprema Corte. Pide en definitiva que se haga
lugar a la demanda con intereses y costas.
29 Declarada la competencia del juzgado y corrido tras-
lado de la demanda al Sr. Proc. Fiscal, Dr. Gustavo J. Cara-
ballo, a £S. 36 se presenta contestando y dice:
Que la demanda es improcedente. Niega que la aetora actúe
en el país con domicilio propio y sucursal y se remite como
mejor fundamento a la resolución dictada por la Dir. Gral.
del Imp. a los Réditos, que hace suyos, y pide en definitiva que
se rechace la acción intent.ada con costas, y
Considerando:
19 Que la ley, a los efectos de aplicar el recargo por
ausentismo, establece en su arto 16 (ley n9 11.682 t. o.) "que
estarán sujetos a un recargo del 30 % del impuesto, todas
aquellas personas de existencia ideal o visible que no tengan
domicilio ni sucursal en la República".
De acuerdo a los términos en que ha quedado trabada la
litis, la cuestión a resolver se concreta a determinar, si, en el
caso de autos la actora tiene contituída en el país una entidad
con autonomía suficiente como para considerar la sucursal o
no, porque de acuerdo al criterio que se acepte sobre el par-
ticular dependerá la aplicabilidad del recargo cuestionado.
29 Que a estar a la prueba rendida en autos, surgen los
siguientes hechos: que la Cía. Estancias Las Cabezas, gira en
el país bajo la misma denominación y rubro que la casa matriz
extranjera, con sede en Londres (ver informe del Min. de Jus-
ticia, £S. 45/6; inf. del peritó contador fs. 54; ver copia del
poder corriente a fs 80/4) que la extensión del mandato otor-
gado a favor del Gerente Director Sr. Godwin, cuya copia
corre agregado a fs. 80/4 de estos autos, permite aceptar sin
lugar a dudas que, en el presente no" hallamos frente a una
entidad con autonomía suficiente como para equipararla a
la categoría de sucursal, criterio que se robustece frente a la
comprobación de que en el apís se lleva una contabilidad com-
pleta e independient.e de la casa matriz, lo que así surge del
informe contable corriente a fs. 54/74 (la sucursal gira dentro
del mismo ramo a que se dedica su principal y con carácter
permanente) .
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN ",,223
i_.,".

39 Que para el caso no pueden ser óbice los reparos que


al efecto opone la demandada' en su escrito de responde refe-
,rentes a la limitación territorial del mandato y a su extensión
en cuanto a las facultades de hipot.ecar y vender. El primero
de ellos ,es a juicio del suscrito ineficaz, toda vez que ello no
quita en lo más mínimo la capacidad esencial del mandatario
dentro de la jurisdicción establecida, y debe, por otra parte,
convenirse que tal limitación obedece simplemente a que en la
Provincia de Entre Ríos es donde únicamente actúa la socie-
dad act.ora. En cuanto al segundo de los reparos señalados,
talppoco puede modificar el criterio señalado, desde el mo-
mento que' la limitación destacada no implica en el caso una
restricción al mandato, sino que ello responde a una razón de
orden estatutario, circunstancia que así resulta de la autori-
zación especial que debió otorgar la Junta Directiva de la S.
A., en el' caso document.ado a £S. 57.
Asimismo cabe agregar que el criterio aceptado en este
juicio ha sido ya establecido por el suscripto in "C "The Ar-
gentine Northern Land Co. Ltda." (28 de agosto de 1943),
sentencia que fué confirmada por la Cám. Fed. (ver C. F.,
t. 170, pág. 80).
49 Que en cuanto al monto de lo que corresponde de-
volver, estése a lo que en definitiva resulte de la liquidación
que oportunamente se practicará 'de acuerdo con las constancias
de,autos.
Por las precedentes consideraciones fallo: declarando que
el Gob. de la Nación deberá devolver a la "Cía. Estancias IJas
Cabezas", la suma que resulta de la liquidación a practicarse
en la forma señalada en el cuarto considerando de esta sen-
-tencia, más sus intereses al estilo de los que percibe el Banco
de la Nación Argentina, desde la fecha de la notificación de la
demanda. Costas por su orden. - Alfonso E. Po ceard.

SENTENCiA DE LA CÁMARA FEDER.AL

Bs. Aires, 14 de mayo de 1945.


y vistos:
Por sus fundamentos y de acuerdo con lo resuelto por est.e
tribunal' en el juicio seguido por The Argent.ine Northern
Land Co. Ltda. contra Fisco Nacional en sentencia confirmada
por la Corte Suprema el 14 de marzo del -corriente año; se con-
r -<-.:-

~24i FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

firma el fallo apelado de £S. 104. Costas de esta instancia,


también por su orden. - Carlos. Herrer(J¡. - J. A. González
Calderón. - Carlos ([el C(JJmpillo.

DICTAMEN DEL PThOCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Procede admitir el recurso ordinarÍo de apelación
concedido a fs. 116 vta., por cuanto el valor disputado
es superior a 'cinco mil pesos (art. 3Q, inc. 2Q, ley 4()55).
Corresponde, pues, que V. E. así lo declare.
El fondo del asunto resulta ajeno a mi dictamen,
pues si bien se trata de la aplicación de textos de la
ley 11.682 (art. 16), lo resuelto en autos comporta sim-
ples cuestiones de derecho común, o referibles a la prue-
ba rendida. La cuestión de constitucionalidad, propues-
ta por la parte actora a fs. 12, quedó prácticamente
abandonada al no ser incluÍda ni en la apelación de fs.
107 para ante la Cámara Federal, ni en el debate ante
V. E. De serlo, habría correspondido declarar que no
existe la pretendida inconstitucionalidad del impues-
to al ausentismo (147: 402; 160: 263; y otros). Bs. Aires,
julio 7 de 1945. - Juan Alvarez. .

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 12 de julio de 1946.


-
y vistos: Los. del recurso ordinario de apelación
concedido a la parte demandada en los autos Cía. Es-
tancia "Las Cabezas" Ltda. contra el Fisco Nacional
(Dir. Gral. del Imp. a los Réditos) por repetición, re-
lacionados a fs. 104. .

\
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 225

Consider'ando :
1) Que dada la forma en que ha quedado trabada
la litis, la solución que contiene la sentencia y los agra-
vios que se expresan por la demandada en su memoria
de fs. 125, la única cuestión a resolver consiste en de-
terminar si el establecimiento que la actora tiene y ex-
plota en la Prov. de Entre Ríos constituye o no una
sucursal en la República a los efectos del arto 16 de la
ley 11.682 (t. o.) que dispone: "Los contribuyentes de
esta éategoría (refiérese a la P) que no tengan domi-
cilio ni sucursal en la República, sean personas de exis-
tencia ideal o visible, pagarán el impuesto con un recar-
go del 30 %". •
2) Que, como lo decide la sentencia apelada, la
prueba de autos pone de manifiesto, según lo informa
el perito único Dr. Juan F. Estrebou (v. fs. 54 a 74) :
que la actora gira en el país bajo el mismo nombre que
la casa matriz extranjera; que sus negocios hállimS"e
bajo la administración de un director gerente, quien fi~-
ma en tal carácter la correspondencia desde el año 1927
hasta el de 1943 que comprende el informe (ver contesto
al punto 4, fs. 770 a 71) ; que los libros de comercio del
establecimiento son llevados en el mismo (v. fs. 61 vta.,
contesto al 1er. punto) y no por otra compañía, la Aus-
tralian Metcantile Land And Finance CO. Ltda.; que
las operaciones que se registran en los libros de la ac-
tora son realizadas por ella, por intermedió de su direc-
tor gerente (managin director) D. Charles A. Godwin-
con el personal que tiene a sus órdenes, referido en el
punto lQ. del informe, siendo el Sr. Godwin quien firma
los balances; que éste administra el establecimiento y
reside en el mismo (v. fs. 6,9contesto al punto 39) ; que
la Cía. Australian Mercantile Land And Finance Co.
226 F ALIJOS DE LA CORTE SUPREMA

Ltda. tiene poder de la actora y recibe instrucciones de


ésta en todo lo que se refiere al ejercicio de su manda-
to, y que las más comunes se reducen a percibir el im-
porte de las ventas de haciendas y otros productos que
la adora realiza por intermedio de su director gerente,
que aquélla percibe si se pagan en Bs. Aires, atendien-
do igualmente las órdenes de abono o transferencias a
cuentas bancarias de la actora; que en el local de la
Cía. The Australian Mercantile Land And Finance Co.
Ltda. de la calle Cangalio 315 no existen empleados de .
la actora (v. fs. 71 vta., contesto al punto 59) y que aqué-
lla abona los alquileres de los escritorios que ocupa y
los servicios de luz y teléfono que se prestan a sus ofi-
cinas; y por último que en los libros de la Australian
Mercantile I..1andAnd Finance Co. Ltda. no figuran, en
absoluto, contabilizadas las operaciones de la Cía. Es~
tancia "Las Cabezas" Ltda.; y sÍ, las operaciones efec-
tuadas por la primera en su relación con la última, eje-
cutadas por cuenta y orden de ésta, contabilizadas en la
cuenta corriente referida, en la que se establece la po-
sición del saldo a cargo de quien corresponde, según sea
deudor o acreedor (v. informe del citado perito corrien-
te a fs. 85, contestando a la ampliación del informe so-
licitado por el Proc. Fiscal a fs. 75).
3) De lo expuesto infiérese sin esfuerzo que el es-
tablecimiento de la actora reúne los requisitos necesa-
rios para que se lo consider~ una sucursal de la casa
matriz que con el mismo nombre existe en Londres, que
ha sido inscripta en el Reg. de Comercio en 12 de abril
. de 1907, que presenta sus balances anuales a la Inspec.
Gral. de Justicia para su debida publicación en el Bol.
Ofic. de acuerdo a las reglamentaciones en vigencia des-
de el ejercicio 30 de junio de 1907 (v. fs. 45 vta. y 4.6,
informe del Min. de Justicia e Inst. Pública) y que ex-
DE JUSTICIA DE LA' NACI6N 227

plota los bienes que forman el establecimiepto agrícola


ganadero, que es el objeto del negocio de la sucursal.
Dicha explotación, se hace por medio de un director ge.
rente cuyas facultades no tienen por qué extendérselas a
vender o a hipotecar el campo, n~ tampoco a llevar el
negocio a otras provinoias, fuera de la de Entre Ríos
donde existe la sucursal, como lo pretende la Dir. ,del
Imp. a los Réditos, por cuanto nada tiene que hacer con
la venta del establecimiento ni con la hipoteca del mis-
mo el negocio que es objeto de la sucursal, consistente
en la explotación del campo y de las haciendas que la
actor a posee en dicha provincia. Si el objeto socÍal de
la actora hubiese sido la compraventa de inmuebles, o
los préstamos con garantía hipotecaria, etc., habría lle-
gado la ocasión de considerar si como' lo reconoce la
actora, la persona que sólo tuviera la facultad de admi-
nistrar, pero no la de cumplir el principal óbjeto de la
sociedad, sería sólo un mandatario con facultades limi-
tadas ,para cumplir actos de naturaleza secundaria, es-
to es, un dependiente y no un factor. Mas es de adver-
tir que en el caso de autos se cumple cabalmente el
objetivo de la sociedad y que disposición alguna de la
ley, ni autorizada doctrina, requieren que las sucursales
deban efectuar la totalidad de los negocios á que se de-
dica la casa matriz para que como tal sucursal pueda
considerársela.
En el fallo de esta Corte que se registra en el t. 156,
pág. 9, invocado por la áctora, se ha considerado que
eran suficientes elementos de juicio para acreditar el
carácter de sucursal de una sociedad, el pago de la pa-
tente en el lugar en que se hallaba el establecimiento, el
informe policial referente a la calle y número del local
de,negocio, los girós tomados en el Banco por el repre-
228 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

sentante que allí tenía la compañía y hasta las declara-


ciones testimoniales.
4) Que los antecedentes parlamentarios de la ley
11.682 ponen de manifiesto cuál ha sido su espíritu del
arto 16, que en realidad de verdad no es otro que el que
surge con toda Claridad de su propio texto, que lo ex-
presa con rigurosa exactitud.
En efecto, de la discusión que motivó el artículo del
proyecto de ley, que se convirtió en el arto 9 de la ley
11.586, y que luego se reproduce en el arto 16 de la
ley 11.682, con el agregado de "o sucursal", resulta
patente que dicho agregado tuvo por objeto el restrin-
gir la aplicación del artículo no sólo a las sociedades
que tengan su domicilio en la República -con el asiento
de su directorio- sino también a las que sólo tengan
aquí una sucursal. El diputado Dr. Pineda, miembro
de la comisión que presentó el proyecto que luego fué
convertido en ley, contestando al diputado Aguirrezaba-
la, dijo al respecto: "La proposición que ha hecho el
Sr. diputado, como cuarenta que han llegado a la comi-
sión por intermedio de varias entidades, plantea el asun-
to en la siguiente forma: ¡. Una sociedad extranjera cual-
quiera, el Banco de Londres o el Banco Alemán, por
ejemplo, que no son sociedades de capitales argentinos
emigrados, sino sociedades extranjeras' que residen en
el país, algunas desde hace 80 o 100 años, se las puede
considerar como sociedades ausentes ~ Lejos de ser una .
entidad locai que se ausenta al extranjero, entiendo que
es una sociedad extranjera que se aclimata a nuestra
tierra. Es una entidad que aquí trabaja, que produce,
que aquí paga los impuestos por las operaciones que
hace. Este concepto no creo que sea el que la ley tiene
del ausentismo que debe gravarse" •..
Los réditos del capital extranjero "radicado" se
I
I
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

gravan en un pie de igualdad con los provenientes del


229

capital nacional, tal como lo dispone el arto 16 de la


ley 11.682 al referirse a las sociedades formadas con
capitales extranjeros que tengan su domicilio o sucursal
en la República. Basta, pues, que exista una sola de
esas circunstancias, para que dichas sociedades no sean
pasibles del aumento del tributo con que se grava a los
domiciliados en el país que se ausentan al extranjero.
5) La circunstancia de que la actora haya conferi-
do poder a la Australian Mercantile Land And Finance
Co. Ltda., domiciliada en la Cap. Federal, para todos
los asuntos que se realizan fuera del lugar del estable-
cimiento de aquélla, que se halla en Entre Ríos, no tiene
importancia alguna para resolver la cuestión de que
aquí se trata, como se lo pretende en la citada memoria,
ni puede hacerle perder a la actora el carácter de sucur-
sal de la compañía matriz que con el mismo nombre
existe en Londres, aun cuando no realice aquí la tota-
lidad de las operaciones que constituyen el objeto de
ésta.
6) Que no resulta lógico, ni congruente con la te-
sis de la demandada, que se basa en que la sociedad
actora "en un centro de explotación de réditos' " el que
se rechace el reclamo administrativo de ésta en cuanto
atañe al recargo del 30 % por los réditos provenientes
de la explotación de las 20.685 Hs. que son de su pro-
piedad, y que se haga lugar a la devolución del recargo
por los réditos provenientes de las 5.617 Hs. arrendadas
por dicha sociedad a terceros. Puesto que una y otra
fracción integran las 26.303 Hs. del establecimiento que'
constituye el negocio de la sucursal de la actora, englo-
badas ,ambas tierras en una sola explotación, en la que
como se dice en la resolución administrativa (v. fs. 31,
IV consid.), "no es posible discriminar las utilidades
230 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

que corresponden a cada fracción de campo y en conse-


cuencia no se lleva ni podría llevarse una contabilidad
por separado". ,
7) Y, por último, que el caso de que aquí se trata
es substancialmente análogo al resuelto in ,'e The Ar-
gentine Land Co, I..Jtda.v. Fisco Nacional, fallado en
14 de marzo de 1945 a que se refiere la sentencia ape-
lada, en el cual dicha sociedad constituyó una sucursal
en la Argentina con el mismo nombre que la casa ma-
triz inglesa; obtuvo lá autorización para funcionar aquí
por decreto del P. E.; se inscribió en el Registro de Co-
mercio y tenía aquí su propia administración y contabi-
lidad independiente de la casa matriz inglesa, tal como
aquí ocurre con el establecimiento de la aetora según
resulta de la prueba de autos.
Por estos fundamentos, y los de la sentencia ape-
lada, se la confirma en lo principal y se la revoca res-
pecto a las costas, las que deberá pagar la demandada,
vencida en el juicio, de acuerdo, al arto 48 in, fine de la
ley 11.683 (t. o.).
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F, RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES.

JU.AN A. GARCIA MANSILLA v. NACION ARGENTINA

CONTRATO DE OBRAS PUBLICAS.


Habiéndose convenido en el contrato de obra pública que
cada. día de retraso .autorizaría a imponer al constructor
una multa determinada y cada día de adelanto sobre el
plazo fijado para realizarla le daría derecho a un premio
consistente en ci~rta suma de dinero, y acreditado median-

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 231

te un informe de la Dir. de Arquitectura aceptado por la


Nación que, calculado el tiempo correspondiente y las
obras complementarias ordenadas por el P. E. con poste-
rioridad al contrato, sin haber fijado la correspondiente
prórroga del plazo no obstante lo pedido por la empresa,
y descontado del empleado hasta entonces en la construc-
ción, resta un tiempo inferior al estipulado como máximo,
corresponde reconocer el derecho del contratista a cobrar
\ el premio de referencia, cuyo monto debe Ser establecido
mediante la multiplicación de la suma diaria convenida
por el número de días del adelanto.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, setiembre 22 de 1943.

y vistos: Para resolver en definitiva este juicio seguido


por D. Juan Andrés García Mansilla contra la Nación por co-
bro de pesos en concepto de daños y perjuicios; y resultando:
Que el actor manifiesta que el 28 de julio de 1937 firmó
contrato con la Dir. Gral. de Arquitectura, aprobado luego por
el P. E. por decreto del 7 de agosto del mismo año, para la
construcción del Pabellón "Las Provincias", anexo al Hos-
pital Tornú de la ciudad de Bs. Aires.
La obra fué contratada por ajuste ~lzado, en .la suma de
$ 938.450,27 m/n. y para ser terminad,a en 18 meses.
Se dió comienzo a la ejecución de los trabajos el 28 de
agosto de 1937 y se entregó la obra ejecutada el 28 de setiem~
bre de 1939.
El atraso se debió a huelgas y a otras causas imputables
al Estado en su carácter de contratista, como por ejemplo,
errores, omisiones y demoras en la entrega de los planos y
modificaciones y ampliaciones en la obra, circunstancias todas
éstas, que explica detalladamente en su demanda.
Los trabajos adicionales que, con motivo de las modifica-
ciones a la construcción se vió obligado a realizar fueron com-
prendidos, después de mucho tiempo, en un presupuesto de
mayor gasto preparado por la Dir. Gral de Arquitectura. Al
. prestar su aprobación al mismo solicit.ó para su ejecución una
prórroga de ciento noventa y cinco días el plazo contractual.
El presupuesto fué aprobado por el P. E. cinco meses después,
el 24 de agosto de 1939, sin pronunciarse sobre el pedido de
232 FALLOS. DE LA CORTE SUPREMA

ampliación del plazo contractual, contrariamente a su obliga-


ción.
Pero la Dir. Gral. de Arquitectura sin esperar la forma-
lización del contrato que se realizó el 28 de setiembre de 1939,
dió la orden de comienzo de algunos de los trabajos antes de
su aprobación por el P. E. Y la Empresa cumplió la orden, a
pesar del riesgo que por ese hecho corría.
Como el P. E. no había resuelto, como se ha dicho, el pe-
dido de prórroga, solicitó con fecha 5 de junio de 1939 que se
le reconociera la suma de $ 32.000 m/n., en concepto de indem-
nización por perjuicios.
Después de varias actuaciones e informes, la Dir. Gral.
de Arquitectura nombró una comisión que hi~o un estudio
inmediato y que llegó a la conclusión de que aplicando el arto 7
Q

del pliego de condiciones, se le debía reconocer la suma de


$ 24.000. De ello se notificó de conformidad el 11 de agosto
de 1939.
Elevadas las actuaciones a la superioridad el P. E., no
hizo lugar a lo que había solicitado por. decreto del 1 de di-
Q

ciembre de 1939.
Estima que de no haber mediado la acción perturbaoora
del Estado, hubiera dado fin a las obras sesenta días antes de
la expiración del plazo contractual y de acuerdo al arto 2 del
contrato, le hubiera correspondido una bonificación de pesos
24.000 m/n.
Funda su derecho en lo establecido en el contrato a que
se ha hecho referencia y en los arts. 1197, 1198, 519, 520 Y
concordantes del Cód. Civ., y en mérito de todo lo expuesto,
solicita se condene a la Nación a pagarle la suma de veinti-
cuatro mil pesos m/n. con intereses y costas.
Que el Sr. Proc. Fiscal Dr. Gustavo GarabaUo, al con-
testar la demanda y después de negar todos los hechos en
cuanto no resultan expresamente reconocidos, dice que es exact.o
que por contrato celebrado entre el Gobierno Nacional y el
actor, éste tomó a su cargo ra construcción de un pabellón para
el Centro de Investigación Tisiológica, en el Hospital Tornú,
en los términos y condiciones de que instruye el referido ins-
trumento cuya .copia corre agregada al expediente adminis-
trativo acompañado. Por ese contrato, el pabellón debía ser
entregado totalmente terminado y en condiciones de ser habi-
litado, en el plazo de 18 meses, a contar desde la fecha de
iniciación de los trabajos. Los detalles y demás condiciones
complementarias del contrato relacionados con la obra a cons-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 233

truirse, resultan del pliego de condiciones agregado al exp.


administrativo.
.Ahora bien, de las constancias de dicho expediente, se
comprueba que el actor durante el curso' de la realización de
los trabajos solicitó y obtuvo diversas prórrogas del plazo,
por huelgas gremiales y la última .por encomienda de impor-
tantes trabajos adicionales. Estas prórrogas de plazo tienen
su significado preciso dentro de las cláusulas contractuales
convenidas por las partes y sirven, junto con los trabajos adi-
cionales encomendados, para coloc~r la cuestión en su verda-
dero terreno. .
En efecto, por el arto 2 del contrato se fijó el plazo de
18 meses para entregar la obra terminada y se estipuló tam-
bién que por cada día de demora "en terminar íntegramente
los trabajos, el contratista incurrirá en una multa de $ 400",
o en una bonificación de igual cantidad "por cada día de
adelanto sobre el plazo de 18 meses establecida para la entrega
total de la obm". El sentido de esta cláusula es.perfectamente
claro: habrá derecho a una bonificación de $ 400 por cada
día de adelanto sobre el plazo convenido de 18 meses, pero no
sobre otro plazo.
Confirma esta interpretación lo establecido en el "pliego
de condiciones", 7, tercer apartado, sobre la forma de justi-
ficar el retardo y donde se prevén las causas o razones que
autorizan la ~'prórroga del plazo" para evitar incurrir en
multa. Las prórrogas estipuladas son exclusivamente en favor
del contratista para no incurrir en multa, pero no están con-
venidas para la bonificación.
Las condiciones que dejo expresadas y las que constan en
el exp. adm. son suficientes para demostrar la improcedencia
de la demanda. Por tanto pide el rechazo de la misma, con
costas.
Considerando:
10 Que del examen del contrato formalizado por la Dil'.
Gral. de Arquitectura con el actor con fecha 28 de julio de
1937 aprobado por decreto del P. E. con fecha 7 de agosto
del mismo año que en original obra de fs. 335 a 338 y fs. 340
del exp. adm., para la construcción del pabellón "Las Pro-
vincias" anexo al Hospital Tornú de esta Ciudad, resulta que
las partes convinieron en forma expresa las consecuencias que
derivarían del cumplimiento anticipado o tardío de la obra
contratada: $ 400 de multa por cada día de retardo sobre el
234 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

plazo estipulado, e idéntjca suma en concepto de beneficio,


por cada día de anticipación en la entrega de la obra.
El contrato contempla la prórroga necesaria del plazo
(art. 7 del pliego de condiciones) : a) para'el caso de encomen-
darse al contratista trabajos extraordinarios que acarreen no-
table pérdida de tiempo en la construcción (fs. 333 exp. adm.) ;
b) para el caso de demora en la entrega de los det.alles del
edificio y c) para el caso de que concurrieran causas fortuitas
como ser: incendios, huelgas generales, epidemias, mal tiempo
excepcional.
Entiende el suscripto y así lo declara, que la cláusula del
contrato que estipula el gravamen o el beneficio de $ 400 por
cada día de retardo o de anticipo en la entrega de la obra
debió regir no sólo respecto del plilZo primitivamente fijado
en el contrato de fecha 28 de julio de 1937, sino con relación
a las diversas prórrogas del plazo reconocido por las partes,
o que debieron ser reconocidas conforme al contrato (art. 1197
del Cód. Civ.).
2(> En el contrato se fijó el plazo de 18 meses para la
entrega de la obra, a contar de la, fecha de iniciación que fué
el 28 de agosto de 1937, por lo que vencía el 28 de febrero
de 1939.
Ese plazo fué prorrogado en dos oportunidades por el
P. E. a solicitud del contratista, por causales que estimó justi-
ficadas (huelga de albañiles) por decret.o de fecha 20 de di-
ciembre de 1937 (£s. 401 exp. adm.) que extendió el plazo
hasta el 18 de marzo de 1929, y posteriori:nente por causa si-
milar hasta el 31 de mayo del mismo.
3(> En ejercicio de la facultad acordada en el arto 28 del
pliego de condiciones, concordante COnel arto 35 de la ley 775,
la Dir. Gral. de Arquitectura dispuso diversas modificaciones
y trabajos adicionales en la obra -contratada, que en definitiva
ascendieron a la suma de $ 208.675,25 ampliada hasta pesos
239.976,54 en l;azón de comput.arse un 15 % para, dirección,
inspección e imprevistos, o sea, más de un veinticinco por
ciento del importe primitivamente contratado que alcanzó a
$ 938.450,27 m/n.
Tales trabajos se iniciaron sin autorización previa del P.
,E. por razones de urgencia (fs. 913 y siguientes del exp. adm.)
por disposición de la Dir. Gral. de Arquitectura a requeri-
miento del Director del Centro de Investjgaciones Tisiológicas.
El P. E. por decreto de fecha 24 de agosto de 1939 (£S. 915
exp. adm.) aprobó en definitiva el procedimiento seguido y
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 235

en base a dicha aprobación la Di);'. Gral. de Arquitectura for-


malizó el contrato de ampliación de obras con el actor, el 28
de septiembre de 1939, contrato que fué aprobado por el P. E.
ellO de octubre del mismo año (fs. 938 exp. adm. citado).
En la misma fecha, 28 de septiembre de 1939 la obra
contratada fué entregada por el -contratista y recibida de con-
formidad por la Dir. Gral de Arquitectura (acta de fs. 934,
arto 3), constando (acta de fs. 979) que dos días después ]a
Dir. Gral. de Arquitectura hizo entregá de las obras al señor
Director del Centro de Investigaciones Tisiológicas.
49 Surge de las actuaciones administrativas que la Em-
presa constructora cumplió estrictamente las obligaciones que
contrajo, no omitiendo esfuerzo para lograr la más pronta
realización y entJ:€ga de la obra contratada, habiendo recono-
cido la Direc. de Arquitectura (fs. 1288 exp. adm.) que la
empresa imprimió a los trabajos un ritmo acelerado, que los
trabajos fueron terminados el 26 de septiembre de 1939, es
decir, antes de la aprobación del contrato de ampliación de
las obras y "antes de los 55 días a partir del 11 de agosto de
1939, término que en aquella oportunidad se estimara nece-
sario 'para su ejecución". Tal reconocimient.o aparece confir-
mado por el Sr. Vice Director Gral. de Arquitectura, en el
informe de fs. 1289.
En el examen de los expedientes administrativos, no ha
hallado el suscrito ningún cargo justificado relaciqnado con la
actuación de la empresa constructora. En cambio existen di-
versos reclamos de ésta sobre demoras administrativas, en la
aprobación de los presupuestos ampliatorios, fijación de pla-
zos, certificación y pago de obras en ejecución (fs. 1005, 1006
Y sig~es.).
59 Con. fecha 5 de junio de 1939, la empresa construc-
tora solicitó que el P. E. le abonara ]a suma de $; 32.000, en
concepto de compensación de todos los trabajos y gastos extra-
ordinarios, producidos como consecuencia de la aplicación del
arto 7 del pliego de condiciones, estimando, qne de no haber
mediado las obras ampliatorias, las obras ,se habrían entregado
con un adelanto de 109 días (fs. 1005 a 1008 exp. adm.).
La procedencia de tal reclamo fué aceptada en principio
por la Dir. Gral. de Arquitectura, repartición 'que aparece re-
conociendo que "las modificaciones hechas en las obras tanto
por su importancia, como por la forma de su realización era
llevada a caho para satisfacer los sucesivos requerimientos del
Sr. Director del Centro de Investigaciones Tisiológicas, han

(
236 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

dado origen a la demora, que evidentemente no puede atri-


buirse a la acción del contratista, desde que éste 110 ha po-
dido contar con un programa completo y definitivo que le
permitiera desarrollar su plan de trabajo"; por lo que se
estima "que de no haber mediado las mencionadas modifi-
caciones, es posible que el contratista hubiese dado término a
la ejecución de la obra, antes del vencimiento del plazo con-
tractual y consiguientemente habría sido acreedor a la bonifi- .
cación establecida en el arto 7 del pliego de condiciones y su
correlativo del contrato" (fs. 1031, v. exp. adm.).
Con motivo de tal reclamo la Dir. de Arquitectura designó
una comisión especial integrada por el arquitecto principal,
el jefe de la División de COJlstrucciones y el Jefe de la zona 3
contratos, la que llegó a la conclusión de que no mediando
las modificaciones introducidas en las obras, el contratista
pudo haber dado término a las obras de su contrato con una
anterioridad de sesenta días al plazo e~tipulado .
. Para llegar a tal conclusión la referida comisión se re-
firió al diagrama de ll'abajos preparado por la empresa al
iniciar la obra, estudió el desarrollo de la misma, la impor-
tancia de los entorpecimientos originados por las modifica-
ciones y comparó la marcha de la obra del Hospial Tornú, en-
comendada al actor con la construí da por la Empresa Polledo
Hnos., Pabellón Modelo en el Instituto de Medicina Experi-
menta;!, formulando los tres gráficos que corren agregados
de fs. 1034 a 1036 del exp. adm.
En base a dichas conclusiones la Dirección General de
Arquitectura con fecha 16 de agosto de 1939 fué de opinión
que la Empresa constructora era efectivamente acreedora a
la prima de $ 400 diarios acordada en el arto 7 del pliego de
condiciones, comprendiéndole una bonificación de veinticua.
1.1'0 mil pesos (fs. 1040/41), suma con la que en definitiva se
manifestó conforme la empresa constructora.
La reclamación no fué aceptada por el P. E., por estimar
no obstante la opinión favorable del Sr. Procurador del Tesoro
(fs. 1253) y en concordancia con lo dictaminado por la Ase-
soría Letrada del Ministerio de Obras Públicas que no era
procedente acordar tal bonificación por simple hipótesis y en
presencia de la falta del elemento de juicio indispensable -la
terminación total de la obra- para la aplicación de la cláusula
de beneficio invocada (fs. 1043 V. y 1256 exp. cit.).
Solicitada la reconsideración de la decisión denegatoria
(fs. 1279) .el P. E. de acuerdo con lo dictaminado por la
.. ,',.:.- .-t .

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 237

Contaduría Gral. de la Nación (fs. 1294 y por el Sr. Procu-


rador General de la Nación (£S. 1296) mantuvo lo resuelto en
el decreto de fecha 19 de diciembre de 1939.
69 Como se ha expresado en el considerando 3, las obras
fueron entregadas por la Empresa actora a la Dirección Gral.
de Arquitectura el 26 de septiembre de 1939, pero en la misma
fecha se suscribió entre el empresario y el ingeniero D. Antonio
Vázquez en su carácter de interventor de la Dir. Gral. de Ar-
quitectura del Ministerio de Obras Públicas el acta que en
copia obra a fs. 1282 de las actuaciones administrativas y ori-
ginal a fs. 50 y siguientes de estos autos, en cuyo art.. 2 se
alude a la recepción y entrega del edificio con la declaración
(art. 3) de que la empresa ha cumplid() con todas las obliga-
CÍonescontraídas con la Dir. Gral. de Arquitectura, condicio-
nada al compromiso por parte de la expresada repartición de
gestionar, entre otros reclamos "el recouocimiento de la suma
de $ 24.000 eu tot.al, en concepto de primas devengadas por
la aplicación de las estipulaciones del arto 7 del pliego de con-
diciones de acuerdo a las actuaciones que corren en el expe.
diente 20.287-H-1939, dejando constancia de que no reclamará
suma alguna por el plazo que corre desde la fecha de recep-
ción principal de los trabajos (26 de septiembre de 1939) hasta
la expiración del plazo de 55 días, que vence el 18 de octubre
de 1939". . .
En esa misma acta (art. 1, inc. i) se transcriben las con-
clusiones a que llegó la comisión designada por la Dir. Gral.
de Arquitectura, para investigar el grado de verdad del re.
clamo contratista relativo al cumplimiento anticipado de los
trabajos, que se habría producido, de no mediar las modifica-
ciones de las obras y los adicionales dispuestos por la reparti-
ción nombrada.
Lo expuesto pone en evidencia, que el contratista en todo
tiempo mantuvo su reclamo y que la procedencia de su gestión,
fué reconocida por la Dir. Gral. de Arquitectura en el acto
mismo de la recepción de las obras, lo que si bien no importó
un compromiso para la Nación por lo mismo que el criterio de
la Dirección no fué con:£irmadopor el P. E., const.ituye un
antecedente apreciable para la decisión de este litigio.
79 En presencia de lo expuesto en elcollsiderando pri-
mero y analizadas todas las constancias de los expedientes
administrativos, que constituyen la única prueba producida,
(fs. 25 v.), teniendo en cuenta lo estipulado en los arts. 1 y
2 del cont.rato; 7 y 26 del pliego de condiciones y lo dispuesto
238 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

en .los arts. 1197, 1638 Y 538 del Cód. Civ. y arto 35 de la


. ley 775, estima el proveyente que efectivamente en principio,
asiste al actor el derecho a reclamar la bonificación que habría
correspondido liquidar a su favor por anticipación de fecha
en la entrega de la obra terminada, de no babel' mediado las
bonificaciones y adicionales requeridas por la Dir. Gral. de
Arquitectura, y en definitiva aprobado por el P. E.
Pero es lo .cierto, que como lo expresa el decreto del P. E.
de fecha 1 de diciembre de 1939, no es posible desconocer que
Q

en el caso no se consumó el hecho principal -la terminación


de las obras- a que se hallaba subordinado el derecho a la
bonificación pactada de cuatrocientos pesos por cada día de
anticipación en la entrega, por lo que. ha de contemplarse y
juzgarse la reclamación deducida, en base a la hipótesis del
cumplimiento de los trabajos contratados que habría tenido
lugar, en el caso de que no mediaran las disposiciones admi-
nistrativas que obligaran a prolongar los plazos fijados.
;Como se ba dicho, las conclusiones de la Comisión desig-
nada por la Dir. Gral. de Arquitectura (cons. 6 señalan en
Q
)

el caso un crit.erio de apreciación muy ilustrativo, constitu-


yendo evidentemente para el Tribunal, un valioso elemento de
prueba, pero sin que pueda asignársele la fuerza probatoria
que pretende el actor en su alegato (fs. 44) al punto de que
obligue a la Nación, ya que en el súpuesto examinado, no co-
rresponde asignar al artículo tercero del pliego de condiciones
el alcance. pretendido por el demandante, por no tratarse de
disposiciones o dudas de interpret.ación del contrato bajo su
faz técnica, sino de una apreciación comparativa del posible
cumplimiento de trabajos en determinados plazos.
Estima el suscriptol que si bien las modificaciones y am-
pliaciones han imposibilitado al contratista para entregar las
obras con la anticipación pretendida, dándole derecho a perci-
bir la bonificación pactada, también lo es que las obras amplia-
torias convenidas hasta la suma de $ 239.976,54 significaron
para el empresario una nueva fuente de beneficios, lo que por
razones de equidad, no puede perderse de vista al decidir este
litigio.
Tiénese también presente la observación hechá en la de-
manda y que aparece suficientemente acreditada en las cons-
tancias administrativas, según la cual en la licitación que dió
origen,a la adjudicación de trabajos a favor del actor, ]a pro-
puesta de éste, fué apreciablemente inferior a la de los demás
concurrentes, pareciendo razonable la argumentación que el
,...

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
239

actor aduce, para justificar esa di£eren~ia, en el sentido de


que esperaba obtener un beneficio compensatorio de la dismi-
nueión de precio, mediant~ un adelanto en la terminación de
la obra de modo que le hiciese acreedor a las bonificaciones
estipuladas en el arto 79 del pliego de condiciones.
Por todo ello, el suscript.o estima que con la suma de veinte
mil pesos pueden considerarse equitativamente compensados y
satisfechos los derechos que el actor reclama, por los conceptos
expresados -en su demanda, aplicándose para su fijación lo
dispuesto en el arto 220 del Cód. de Procds. de la Capital,
aplicable supletoriamente a la justicia federal.
Por estos fundamentos, fallo declaraudo que la Nación
debe satisfacer al actor D. Juan Andrés GarcÍa M:ansilla, la
suma que éste jure dentro de la cantidad de veinte mil pesos,
. con intereses desde la notificación de la demanda. Las costas
del juicio se abonarán por su orden atenta la naturaleza de
la acción deducida y porque la demandada ha podido razona-
blemente considerarse con derecho a litigar. - Alfonso E.
Pocca;rd ..
SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, diciembre 15 de 1944.


Considerando:
Que en el presente caso, no se trata de est.ablecer las con-
secuencias de la existencia de un caso fortuito de acuerdo con
'los principios de la legislación común, arto 513 del Cód. Civ.,
como lo pretende la expresión de agravios del representante
del Fisco Nacional. La aplicación de ese texto no puede ha-
cerse, porque las partes contratantes convinieron una norma
especial, la del art.. 79 del pliego de condiciones, la cual, para
ellas, constituye una regla a la cual deben someterse como a
la ley misma según el arto 1197 del código citado. Esa regla
deja de lado el texto del arto 513 y establece no solamente que
el deudor no será responsable de los daños e intereses, sino
que tendrá derecho, mediando "casus", a reclamar una pró-
rroga del plazo de ejecución de la obra, que se había fijado en
dieciocho meses. Acordada la prórroga por decreto del P. E.,
como lo dispone dicho arto 79, esa prolongación debe ell'ten-
derse que es a todos los efectos del contrato y por lo tanto que
si el contratista termina la construcción antes del plazo así
prorrogado, tiene derecho al premio o prima convenido.
.-_.

240 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Que en cuanto a la objeción referente a que como conse-


cuencia de las modificaciones y ampliaciones de obra dispues-
tas por la demandada, no se fijó nueva fecha para la termi-
nación de las mismas, con lo cual,la obligación sería sin tér-
mino, lo que inhabilitaría al contratista para pretender prima
alguna, cabe hacer notar que de acuerdo con los términos
del contrato, el empresario no podía negarse a realizar las
modificaciones y los nuevos trabajos y que es' contrario a
toda norma de equidad que la sola determinación de uno de
los contrayentes, que el otro debe obligatoriamente aceptar,
haga perder a éste una ventaja o legítima compensación que
el contrato le ha asegu'rado. Así el Estado, tendría cómo dejar
sin efecto las primas, convenidas, en todos o en éasi todos los
casos, disponiendo modificaciones o ampliaciones de obra, lo
que es sumamente frecuente en esta clase de convenciones y
negándose luego a ampliar' el plazo de entrega de la obra
t.erminada.
Que en cuanto al monto de la condenación, el Tribunal
comparte el criterio del señor juez a-quo de tener en cuenta
para fijarla, que las obras ampliatorias, convenidas en
$ 239.976,54 m/n., significaron indudablemente para el em-
presario una nueva fuente de beneficios; pero estima. que dada
la importancia de esas obrasen relación con el monto del
contrato, esa circunstancia debe tener una mayor incidencia
en la fijación de la suma que la Nación debe abonar, reduc
ciendo la determinada en la sentencia.
Por ello y por sus fundamentos se confirma el fallo ape-
lado de fojas 54 y se lo modifica en cuanto a la suma máxima
determinada para el!juramento estimatorio, la que se fija en
quince mil pesos moneda nacional. Costas de la instancias tam-
bién por su orden, atento el resultado .de los recursos traídos. _
Carlos del Campillo. - J. A. González Calderón. - Ca.rlos
Herrera.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 12 de julio de 1946.

y vistos los autos "GarcÍa ;¡.\fansillaJuan Andrés


C. la Nación sobre daños y perjuicios" en los que ¡;leha
concedido el recurso ordinario de apelación interpuesto
DE. JUSTICIA DE LA NACIÓN 241

por ambas partes contra la sentencia dictada a fs. 80


por la Cám. Fed. d€ la Capital.

. Considerando:
Que una puntualización -sólo esquemática, porque
la sentencia del Juez de la causa es minuciosa y preci-
sa- de las alternativas de la obra pública de que se
trata, de las estipulacion€s contractuales en tela de jui-
cio, y de la actitud de la Nación demandada con mo-
tivo de dichas alternativas favorecerá la determinación
de la materia litigiosa. La actora se comprometió a eje-
cutar la construcción en el plazo de 18 mes€s; conVÍno-
se en que cada día de retardo autorizaría a imponer
una multa de $ 400, Y cada día de adelanto daría a la
actora derecho a un premio del mismo importe, y se
estableció, por fin, qU€el encomendarse trabajos extra-
ordinarios importantes que hayan acarreado notable
pérdida de tiempo, la demora en la entrega de detalles
y causas fortuitas evidentes, como huelgas, etc., justifi-
carían una prórroga del plazo €stipulado, debiendo. ser
resuelto por el P. E. todo pedido del constructor en ese
sentido. Hubieron dos pedidos de prórroga resueltos
favorablemente por €l P. E. a consecuencia d€ ello que-
d6 fijado como fecha de entrega el 21 de mayo de 1939.
Pero mientras tanto se dispusieron modificaciones y
ampliaciones por valor de más de $ 200.000.-. PU€sto
que la oqra había sido contratada por $ 938.450,27 el
costo de las ampliaciones comparado con el de la cons-
trucción original demuestra por sí solo su importan-
cia. Esto motivó a la. actora a hacer dos pedidos de
prórroga, uno de 90 días el 9 de marzo de 1939 y otro
de 195 días el 3 de abril del mismo año. Sobre ninguno
de los dos hubo pronunciamiento del P. E. La obra se
••¡
242 l<'ALLOS DE LA CORTE SUPREMA

entregó el 26 de setiembre de 1939. Pero con anterio-


ridad la actora había reclamado que se le reconociera
derecho a premio por la canti,dad de $ 32.000.- puesto
que las modificaciones y ampliaciones habían acarreado
la "notable pérdida de tiempo" que según el arto 7 del
Q

pliego de condiciones justificaba una prórroga del plazo


para la 'entrega, computada la cual la obra resultaba
ejecutada en menos de 18 meses. Una comisión técnica
designada por la Dirección de Arquitectura dictaminó
que de no haber mediado los adicionales y las modifi-
caciones la empresa habría podido entregar la obra 60
días antes del plazo estipulado. La empresa aceptó la
conclusión y redujo a $ 24.000.- su reclamo.
Que la cláusula relativa a las prórrogas es suficien-
temente clara en el sentido de que como plazo para la
ej,ecuciónde la obra habría de considerarse el de 18 me-
ses más el tiempo de las prórrogas acordadas. Vale de-
cir que ~as prórrogas comportan exculpación de la mora
en lo que el retardo justificado excedió del plazo máxi-
mo para la entrega; pero si en el tiempo que la justifi-
cación comprende hay una parte que, de no haber me-
diado el retardo, da como resultado en el cómputo de
la duración un plazo inferior al máximo estipulado, las
prórrogas debían traer también como innegable conse-
cuencia el derecho de la actora al premio del adelanto.
Nada hay en el texto de las cláusulas pertinentes que
autorice a no atribuir a las prórrogas justificadas más
alcance que el de excusar la mora. Los retardos produ-
cidos por causas que en el contrato se contemplan expre-
samente como justificativas de ellos equivalen, por lo
mismo, a un tiempo no transcurrido. Lo que correspon-
de es, pues, deducirlos del plazo máximo pura y simple-
mente. Hecha la deducción, se entrará a considerar si
hay l¡;'gar a multa o si hay lugar a premio según que
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 243
'1

el cálculo arroje una ,duración computable de la obra


de más o de menos de 18 'meses.
Que sobre las prórrogas a que la actora considera-
ba tener derecho con motivo de las modificaciones y am-
pliaciones no hubo decisión del P. E. no obstante los
dos requerimientos citados en el primer considerando.
Lo que quiere decir que la actora cumplió en este punto
con la obligación contractual de requerir la resolución
a que se refiere la cláusula 7~del pliego de condiciones,
y la demandada no pretende que lo hiciera fuera de la
oportunidad establecida en ese mismo pasaje del conve-
nio. No cumplió, en cambio, el P. E. puesto que cuando
en la cláusula citada se dispone que los pedidos de
prórroga "deberán ser resueltos por el P. E." no puede
interpretarse que la posibilidad de una decisión se deja
a merced de él, pues ello importaría tanto como atribuü:-
le la' facultad de hacer ilusorio un derecho expresamen-
te reconocido al contratista en el mismo convenio. Y
ese incumplimiento de lo convenido es lo que ha dado
materia a este litigio cuyo punto central y decisivo es
el que se refiere a si hubo o no causa suficiente para
acordar la prórroga pedida por la actora y no resuelta
por el P. E. a pesar de tener la. obliga.ción contractual
de resolverla.
Que modificaciones y trabajos adicionales por valor
de más de $ 200.000.- en una. obra convenida origina-
riamente en la suma de $ 938.450,27, deben considerarse
"importantes ", sin necesidad de otra demostración que
la consistente en confrontar su precio con el del pro-
yecto primitivo. Pudieron, pues, ser una de las causas
de prórroga justificable precisamente contempladas en
la cláusula 7~del pliego de condiciones.
. ,Que si en realidad provocaron o no una demora y,
en caso afirmativo, de qué magnitud, es cuestión de
, \

244 FALlJOS DE LA CORTE SUPREMA

hecho sobre la cual la actora no ha traído otra prueba


que el dictamen de la comisión técnica designada por la
Dirección General de Arquitectura corriente a fs. 1031
del expediente administrativo. Pero como lejos de obje-
tarlo, la Nación demandada le ha reconocido una fuerza
probatoria análoga a la que le asigna la actora, al ex-
presar a fs. 25 que "la prueba de mi parte consiste en
las actuaciones administrativas agregadas" y al no pro-
ducir ninguna otra, débese estar, en cuanto al hecho de '
que se trata, a las conclusiones del dictamen aludido.
y según ellas "la empresa GarcÍa Mansilla pudo termi-
nar, a no mediar las modificaciones y encomienda de tra-
bajos adicionales, sesenta días antes del plazo estipula-
do" (fs.1033 del expediente administrativo). I
Que este dictamen se expidió antes de concluídos
los trabajos complementarios, por lo cual cabría consi-
derar la posibilidad de que en su ejecución se hubiera
producido una demora total o parcialmente compensa-
toria de aquel :;tdelanto, pero no hubo fijación de plazo
para esta parte de la obra, 'no obstante estar ello en
manos del P. E. que impuso las ampliaciones, ni ha pre-
tendido la Nación en esta causa ni traído a la misma
prueba alguna de que ocurriera tal retardo. Débese, en
consecuencia, para el planteamiento y decisión de lo que
se debate en esta causa, descartar la posibilidad indi-
cada.
Que, como se acaba de observar, no se fijó plazo
para las ampliaciones aludidas. Se ha hecho argumen-
to de ello sosteniendo que en lo relativo a la ejecución
de esos trabajos no regía la estipulación sobre multas y
premios. Pero no hay tal, porque si bien se trata de
trabajos que fueron objeto de presupuesto independien-
te, no fueron independientes de la obra originariamen-
te contratada ni del contrato con el cual se encomendó
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 245

su ejecución a la actora. Trátase de modificaciones y


adicionales cuya posibilidad está expresamente contem-
plada en este último, -cláusula 22 del pliego de condi-
ciones-, y que, por lo demás podían ser impuestas por
la Nación, aunque el contrato nada previera, en virtud
de lo dispuesto por el arto 42 de la ley de obras públi-
cas. y si estas obras no fueron objeto de un contrato
distinto, complementarias como eran de las que consti-
tuyeron el objeto del contrato original, rigen a su res-
pecto, naturalmente, las estipulaciones generales de este
último.
Que el derecho al premio, resultante de las consi-
deraciones anteriores no se funda en la mera hipótesis
de que la obra hubiera podido concluirse en sesenta días
menos, sino en que, habida cuenta de las prórrogas cuya
justificación fué reconocida por el P. E. y de la que la
ejecución de las modificaciones y las ampliaciopes im-
ponía y sobre la cual no hubo pronunciamiento del P.
E. a pesar de la reiterada y oportuna solicitud de la
actora, la obra fué concluída antes del plazo convenido.
Estos son hechos ciertos, a estar a las constancias ad-
ministrativas invocadas; lo meramente probable es el
cálculo del tiempo ganado por la actora. Pero la nece-
sidad de recurrir a ese cálculo, -cuyo valor técnico no
se ha impugnado-, la impuso la actitud del P. E. que
no se pronunció oportunamente sobre la prórroga pe-
dida, lo que impidió la fijación anticipada de una fecha
de entrega con relación a la cual no hubierá podido de-
terminar de modo concreto la existencia de mora o de
adelanto. "El equívoco proviene de la redacción dada a
la conclusión de los técnicos que designó la Di.rección de
Arquitectura. Se dice en ella que de no haber mediado
modificaciones y trabajos ampliatorios la obra hubiera
podido ser entregada' sesenta días antes; lo que en fea-
3 "l'

. -t~, 's-" .' ••. 'lo' :_. a~. ~".: :l


(:.1:, : ..~,.;:. :1'"

246 FALJ.lOS DE LA CORTE SUPREMA

lidad quiere decir que calculado el tiempo correspon-


diente a las obras complementarias y descontando. del
que se había insumido hasta entonces en la construcción
resta un tiempo inferior en dos meses al de dieciocho
fijado en el contrato como plazo máximo, salvo prórro-
gas justificadas (cláusula 7~).
Que no tratándose de una indemnización de daños
y perjuicios librada a la fijación judicial, sino de una
decisión judicial sobre la aplicabilidad de una esti-
pulación del contrato, que fija la compensación, lo mis-
mo que la multa, de un modo preciso, no cabe condenar
al pago de otra cantidad que la resultante de multipli-
car por cuatrocientos el número de días del adelanto.
Lo .librado a la determinación es el número de estos
días, pero no otra cosa. Y sobre ello 110hay otro ele-
mento de apreciación que-el citado dictamen de los téc-
nicos, el cual, como ya se dijo, no fué objetado mediante
prueba alguna de estos autos. Carecería, pues, de fun-
damento cualquiera modificación del tiempo calculado
allí; la condenación declarada procedente no puede ha-
cerse con otro cálculo que con aquél. No hay duda algu-
11ade que representaron una posibilidad de mayor ga-
nancia para la actora los importantes trabajos agrega-
dos al proyecto inicial. Pero si el fundamento de la
retribución demandada es, por convenio de partes, el
hecho de haber abreviado el plazo de ejecución, la cir-
cunstancia de que las modificaciones y ampliaciones dis-
puestas por la Nación lo obtuvieran a la actora un
acrecentamiento de sus ganancias 110puede influir en
la fijación de ella. Pudo determinar una modificación
de las estipulaciones generales en este punto del pre-
mio reconocido a la abreviación del plazo, pero si nada
se convino sobre el particular al ajustarse el presupues-
to definitivo de las obras nuevas, debiéndose -como
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 247

'quedó ex¡)licado- regirse también ellas por las cláusu-


las generales del contrato primitivo, sólo corresponde
aplicar la estipulación 7'10 del pliegro de condiciones so-
bre la base de la abreviación calculada por el dictamen
, ,

de los técnicos.
Que en la expresión de agravios de fs. 73 ~a actora
no reclamó intereses. La sentencia de la Cámara no
contiene decisión sobre el particular, y tampoco se hace
, cuestión de ello en la memoria de fs. 92, por todo lo
cual no corresponde pronunciamiento alguno al respecto
en esta instancia.
Que admitida lá procedencia de la demanda en las
tres instancias corresponde la imposición de las costas
deve'ngadas en todas ellas a la parte vencida.
Por tanto, se confirma en lo principal la sentencia
apelada de fs. 80 y se la reforma en cuanto al monto de
la retribución debida por la Nación demandada, que se
fija en pesos veinticuatro 'mil. moneda nacional, y en
cuanto a las costas que se declaran a cargo de la parte
demandada en' las tres instancias,
\
ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS ME-
, JÍA - T. D. CASARES.

RAMON GONZALEZ v. S. A. FRIGORIFICO ANGLO

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos formales. Interposi-


ción del recurso. Término.
No subsiste el recurso extraordinal'io interpuesto contra
una sentencia de la Cám. en lo Civ. y Comercial de La
Plata 'subsidiariamente y para el caso de no concederse el
de inaplicabilidad de ley también deducido, si este último
248 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA.

es concedido. No importa que luego la Suprema Corte


provincial declare mal concedido el recurso de in aplica-
bilidad.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:

Contra la sentencia dictada a fs. 84 de los autos


principales no se ha interpuesto en el escrito de fs. 87
recurso alguno de apelación para ante V. E. Los dedu:-
cidos allí fueron los de inaplicabilidad de ley e incons-
titucionalidad para ante la Suprema Corte provincial;
que se concedieron a fs. 91, aunque ulteriormente los
desestimó dicho tribunal (fs. 96).
En el escrito precitado de fs. 87 se "dejó plantea-
do", y condicionalmente, un recurso extraordinario para
ante V. E. pero sin interponerlo expresamente, como
correspondía, en caso de ser procedente. Es por ello que,
a su respecto, no recayó a fs. 91 pronunciamiento algu-
no, ni el interesado requirió aclaratoria o dedujo contra
V. E. recurso de hecho.
El planteamiento condicional de un recurso es in-
operante a los fines de su procedencia. Debe interponer-
se expresamente en la oportunidad legal que corres-
ponda.
Esta oportunidad la ha perdido, pues, el actor to-
da vez que la expresada sentencia de fs. 84 ha qued;tdo
ejecutoriada. Así lo ha decidido además la Corte pro-
vincial (fs. 98). al declara.r mal concedido el recurso
de inaplicabilidad de ley y denegar después un recurso
extr3l0rdinario interpuesto para ante V. E. (fs. 103).
Atentas las razones expresadas, el posterior de fs.
107, deducido ante la Cám. de Apel. contra la sentencia
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 249

de fs. 84 resulta asimismo improcedente por ser extem-


por,áneo.
Corresponde, pues, rechazar la presente queja. -
Bs. Aires, julio 1 de 1946. - Juan Alvarez.
Q

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, julio 12 de 1946.

y vista la precedente queja caratulada "Recurso de


hecho deducido por el actor en los autos González Ra-
món c.Frigorífico Anglo S. A." para resolver sobre su
procedencia.

y considerando:
Que el recurso extraordinario deducido a fs. 87 de
los autos principales lo fué "subsidiariamente, y para
el improbable caso de que se consideraran improceden-
tes" los recursos de inaplicabilidad de ley e inconstitu-
cionalidad interpuestos para ante la Suprema Corte
Provincial. Concedido -a fs. 91- el de inaplicabilidad,
la Cám. de Apel. en lo Civ. y Comercial de La Plata
pudo omitir -como lo hizo- todo pronunciamiento
respecto del recurso extraordinario intentado sólo pa-
ra el supuesto de no otorgarse el anterior.
Que sin embargo la Corte Suprema de la Provincia
entendiendo por vía del recurso de inaplicabilidad de
ley no es el superior tribunal local a los efectos del
arto 14 de la ley 48. Fallos: 182, 383; 190, 21 y otros. La
procedencia de ese recurso no preservaba por consi-
guiente la cuestión federal y el posterior recurso in-
tentado ante la' Corte provincial, hubiera sido improce-
dente, aun de haber ésta conocido en la apelación otor-
gada para ante ella.
250 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Que la. manifestación de fs. 87 no puede así enten-


derse como una reserva, por lo demás improcedente; en
cuanto en circunstancias similares a la de autos el
recurso para ante esta Corté debe interponerse 'direc-
tamente.
En su mérito y por los fundamentos del preceden-
te dictamen del Sr. Procurador General, se desestima
la precedente queja.
. \
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. R,AMOS ME-
JÍA.

NORA S. A. KOLUNGIA v. PROVINCIA DE


BDENOS AIRES

E XI' RO PI A C ION: Procedimiento, Procedimiento .1uiUcial.


La circunstancia de que' en el juicio de expropiación lio
exista término probatOrio no releva a las partes de la
obligáción de urgir la q~e les incumbe. La parte que so-
licitó un informe y. omitió activar el trámite del oficio
respectivo, debe ser sancionada con la pérdida del derecho'
a esa prueba, sin perjuicio' de la agregación de la que
acompañe hasta la clausura del procedimiento (1).
I

S. A. T. A. v. PROVINCIA DE BUENOS AIRES

NOTIFIOACION.
En la {lopiade la cédula dejada a un .empleado no es ne-
'cesario asentar los datos del diligenciainien-toque constan
en el original (2).
(1) 12 de julio de 1946. Fallos: 187, 433; 200, 180.
(2)12 de julio de 1946. Fallos: 34, 267; 80, ,1(i4; 99, 143; 18,0,
194; 181, 241.
\

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 251

DEMANDA: Contestación a la demanda. Falta de contestación.


El arto 12 de la ley 50 es aplicable al término para con-
testar la demanda.

TERMINO.
El plazo de 24 horas que establece el arto 12 de la ley 50
corre desde la hora de la notificación del auto que lo con-
cede.

JUAN RICHARD V. ACEVEDO y SHA W

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos comunes. Gravamen.


No procede el recurso extraordinario fundado en la in-
constitucionalidad de la ley 988 -arto 13- de la Prov.
de Mendoza que autoriza la ejecución precautoria de la
sentencia de primera' instancia en materia de accidentes
del trabajo, después de que la sentencia principal ha sido,
definitivamente cumplida. No importa que subsIsta la
'condena en costas impuesta en el procedimiento de eje-
cución (l).

S. A. M. S. BAGLEY YOlA. LTDA.

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestión fe:'


deral. Cuestiones no fede1'ales. Interpretación de nOI'mas y actos
comunes.
No reviste carácter federal sino común y por ello no
puede constituir fundamento del recurso extraordüiario,
la cuestión referente a saber si una persona jurídica tiene.
o no derecho para hacer registro de marca en las clases
de la nomenclatura oficial que no estáñ.comprendidas en
las finalidades de su institución.

(1) 12 de julio de 1946. Fallos: 193, 524.


252 FALLOS DE LA COR,TE SUPREMA

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, 24 de agosto de 1944.

y vistos. .. Considerando:
19 Que la S. A. lVL S. Bagley y Cía. Ltda.. "tiene por
principal objeto la explotación de la fábrica de galletitas, dulces,
hesperidina y otros productos aliment.icios e indust.riales, en
la forma en que 10 ha hecho siempre en esta plaza, pudiendo
además ejecutar los siguientes a.ctos: a) Comprar o de otra
manera adquirir, y vender, o de otra manera, enajenar, en la
República o fuera de ella, bienes muebles o raíces. .. b) Eje-
cutar todos los actos civiles o comerciales que se relacionen con
los fines de la sociedad ... " (art. 29, estatutos, agregados a
£S. 128).
29 Que consta de aut.os que la recurrente tiene registrada
la marca" Hesperidina" en la clase 23 y "Bagley" en las clases
22 y 23.
La clase 22 comprende sustancias alimenticias o empleadas
como ingredientes en la alimentación, y la clase 23, bebidas
en general, no medicinales, alcohólicas o no, y alcohol.
39 Que los artículos para los que ahora solicita la marca,
serían en resumen: clase 4, metales; 5, máquinas y aparatos de
industria; 6, iJ;lstrumentosquirúrgicos; 7, instrumentos y apa-
ratos musicales; 8, relojería; 10, ferretería, cuchillería, pintu-
rería; 11, armería, explosivos; 12, máquinas y elementos de
transporte; 13, mueblería, colchonería, decoración; 14, aparatos
de calefacción, iluminación, sanitarios; 15, telas y tejidos en
general; 16, confecciones, calzados, sastrería, perfumería, mer-
cería; 17, caucho; 19, cueros y pieles, talabartería; 20, electri-
cidad;' 21, tabacos y artículos para fumadores.
49 Que la cuestión a dilucidar es la ext.ensión y límites
del objeto social de la recurrente, y su correlativa capacidad
jurídica para poseer marcas, en las clases pedidas.
59 Que es principio de jurisprudencia reiterada de la
Corte Suprema, que la marca de fábrica, comercio o agricul-
tura, tiene por finalidad la garantía de las actividades econó-
micas a que se refiere, contra la competencia desleal en la pro-
ducción o circulación de la riqueza, y ampara el esfuerzo del
hombre, individualizando sus productos, sus fábricas o sus es-
tablecimientos de comercio, para cimentar su responsabilidad,

r: :;. '.*&:' .••••, .•.. .¡(. - .•. -. ..-:

DE JUSTICIADELA NACIÓN 253

su mérito y su legítimo beneficio. No tiene derecho para exigir


el registro de una marca de fábrica quien no es comerciante o
fabricante de los productos que desea distinguir con aquélla
(Corte. Sup., Fallos, t. 164, p. 105; t. 166, p. 52; t. 182, p. 168;
t. 183, p. 228).
6 Que conforme se ha enunciado en el consid. 1 el objeto
Q Q,

de la sociedad recurrente es la fabricación de galletitas, dulce,


Hesperidina y otros productos alimentjcios e industriales, en
la forma que lo ha hecho siempre en esta plaza. Lo subrayado
indica, a juicio del suscrito, que esos" otros productos alimen- "
ticios e industriales", aluden exclusivamente a los del mismo
ramo de comercio e industria, "en la forma en que lo ha hecho
siempre", y no"a una amplia libertad de fabricar y vender toda
la gama de artículos imaginables de la nomenclatura oficial.
7 Que la determinación de las facultades que pueden ejer-
Q

cer las personas jurídicas, esto es, la esfera y límites de su


capacidad de derecho, está prevista en nuestra legislación.
El arto 35 del Cód. Civ., prescribe: Las personas jurídicas
pueden, para los fines de su institución, adquirir los dereehos
que este código establece, y ejercer los actos que no les sean
prohibidos, por el ministerio de los representantes que sus leyes
o estatutos les hubiesen constituído.
Bajo 'el nombre de "teoría de la especialidad ", la mayoría
de los autores opinan que las personas jurídicas sólo gozan de
aquellos derechos expresamente determinados por sus estatutos.
MACHADO (ed. 1922, t. 1, ps. 78-80), dice, que siendo la per-
sona jurídica una creación de la ley que le ha dado la capacidad
de adquirir, se encuentra en condiciones diversas de la persona
de existencia visible; aquélla sólo puede ejercer los"actos que
le fueran" expresamente"permitidos en sus estatutos; mientras
que ésta extiende su acción a t.odo lo que no le fuere prohibido,
y agrega que, comparar las personas jurídicas con las de exis-
tencia visible, en cuanto a la capacidad de obrar, es un error,
que alteraría por su base la autorización que da el Estado. La
máxima constitucional de que nadie puede ser privado de lo
que la ley no prohibe, rige para la persona de existencia visible;
la de existencia ideal se reduce a lo que expresamente esté auto-
rizada a ejecutar con ese objeto.
SALVAT,(Tratado, Parte general, 1931, p. 561), cree que
una interpretación restrictiva del principio tendría la conse-
cuencia de que fuera de los actos u operaciones expresamente
enunciados en los estatutos, las personas jurídicas no podrían
realizar ningún otro, aun cuando fueran necesarios yconvenien.
J .-~;:~ 1;.
~

254 FALLOSDE LA CORTESUPREMA

tes para los fines de su inst.it.ución: "por ejemplo, si en los


estatutos se hubiera omitido, una empresa de transporte no
podría adquirir ni edificar los locales necesarios para el ejer-
cicio de su industria; y sin embargo es evidente que esto podría
ser de grandes consecuencias y necesidad",
Lo que dice SALVAT,es que el principio de la especialidad
no ha de llevarse a extremos que traben o impidan la vida de
la persona jurídica en lo relativo a su objeto.
LAURENT,en Pr'illw~pesiJJud1.oit cim7,fra'l1{to.is(París, 1893,
t. 16, núm. 62), afirma que la propiedad, en las personas jurí-
dicas, es una función social, la que sólo les impone el cumpli-
miento de obligaciones. Las personas jurídicas. existen sólo para
un determinado objeto de utilidad o necesidad; y fuera de est.o
no existen, ni pueden obrar, porque representan un no ser, la
nada. Cuando obran excediendo los límites que les señala su
objeto, debe considerarse nulo lo hecho e inexistentes los actos
jurídicos que en tal forma hayan podido otorgar.
DUCROQ(PersonaLité CVV1"Z en Frwnce de Sai%t Siege, n 21,
Q

Revue Générole de Droit P1tbLic, 1804), expresa: Los estableci-


mientos públicos no están investidos de la personalidad civil
más que en vista de una función establecida por la ley. La fun-
ción es la razón de ser de su personalidad jurídica y determina
su medida.
BAUDRy-LACANTlNERIE ET C<>LIN(Traité theoriqu.£ practi-
que de droit civil. Des donations et testaments, t. 1, núm. 410),
dice: Las personas morales tienen cadá una una misión exclu-
siva determinada. Al establecer las condiciones de su existencia,
la ley que las crea fija su funeión social, al mismo tiempo que
precisa y regula su capacidad. Se salen del círculo en que la ley
las ha encerrado? Su personalidad cesa.
BEQUE (Theorie d.e la sp'ecia1ité, núm. 78, Gren. 1808):
La capacidad de los establecimientos públicos está exclusiva-
mente limitada a la ejecución del servicio en consideración al
cual fueron instituÍdos. I.la vida 'Civil les ha sido dada para
cumplir una función: 'más allá de esta función no pueden nada, ,
no tienen derecho a nada" no son nada ..
, Estos mismos principios son sostenidos por DUGUIT(D1'm:t
dpnstit., ps. 214 y sigts.); BREM01\'D(Revue Critique, 1~89,
p. 683) ; BEUDANT(nota en DALLOZ,1, p. 5) ; TEISSIER,Do%s.
et legs. aux establessement publics, 1, p. 263).
En derecho inglés rige la teoría de la ultra vires, segÚJl
la cual una persona jurídica, en tanto puede obrar, en cuanto
,es necesario para la cons~cuciÓll de sus fines. Las facultades de
DE JUSTICIADELA NACIÓN 255

que gozan no se extienden más ailá de las consignadas expresa.


mente en sus estatutos. Todo lo que se sale de este ámbit.o de
vida de las personas jurídicas, es nulo.
Los tribunales americanos han hecho aplicación de esta
teoría, negando hasta a los Estados Unidos, como tales, la ca-
pacidad de recibir inmuebles por disposición de última voluntad.
FERRARA(Teoría de las personas j1wíd!icas, p. 780, tradu-
cido de la 2" ed., Ed. Reus [S. A.], 1929), después de afirmar
que en Francia el principio de la especialidad no sólo domina
la reglamentación de los establecimientos públicos y de utilidad
pública, sino que ha sido consagrado para todas las asociaciones
(ley de 1 de juliq de 1901), dice: "El legislador endereza a
Q

su gusto la personalidad civil; piense lo que piense VAREILLES


Sm.UUERES(Personas rnorales, p. 47), el legislador puede llacer
esto; la personalidad no tiene nada de absoluto, no pretende
ser un bloque indivisible, sino que puede ser fraccionada, cir-
cunscripta, localizada, y esta personalidad elevarse a tipo le-
gislativo. La cuestión no depende de supuestos teóricos o de exi-
gencias a prior?:,sino que se resuelve en una cuestión de derecho
positivo. Siendo la personalidad una forma jurídica, producto
del derecho objetivo, es de aprovechar en cuanto sea positiva-
mente reconocida y atribuída a los entes morales. El juicio es
de naturaleza técnico y positivo, variable de legislación en le-
gislación ".
8 Que las citas que anteceden y que acaso pudieran pa-
Q

recer abundantes, tienen por objeto no sólo autorizar doctri-


nariamente el fundamento dispositivo de esta sentencia, sino
también rendir cumplida consideración a los argumentos jurí-
dicos que la recurrente ha desarrollado en su escrito de fs. 25.
Por lo expuesto y las razonesconcordantes de las resolucio-
nes de la Comisaría de Marcas y se las confirma. - Ed1wrdo A.
Ortiz Basualdo.

SENTENCIA
DELA CÁMARA
FEDERAL
Bs. Aires, junio 5 de 1945.
Considerando:
1 Que si bien la limitación de la capacidad de las per.
Q

sonas jurídicas a los fines de su institución, señalada en el arto


35 del Cód. Civil, ha permitido sostener que en nuestro derecho
rige el principio de la especialidad, cuyo desarrollo en Francia
tuvo su origen con motivo del contralor administrativo que se
1" '~., .
-~." ..•••••••. *' ....•••'..••. .:~:

256 - FALL<lS
DE LA CORTESUPREMA

ejercía sobre ciertas personas jurídicas de derecho público, lo


que indujo a algunos autores a sostener la incapacidad de di-
chas personas para ejercer los demás actos (MICHOUD, La theo-
rie de la personalité morale, t. 1, núm. 303, p. _161; BAUDRY
J.JACANTlNERIE, t. 1, p. 369) Y a,otros a explicar la limitación de
la personalidad como consecuencia de los preceptos de contralor
administrativo y competencia (HAURIOU, Préóis de droit a..dAni-
nistratif; PLANIOLET RrPERT,Traité, t. 5, núm. 879), debe te-
nerse en cuenta que los mismos autores hacen resaltar que el
principio de la especialidad no ha de aplicarse -con rigidez y
que no pueden apreciarse los fines de las personas jurídicas ajus-
tándose al texto expreso de los estatutos, sino en prudencial
amplitud (MICHOUD, t. 2, núm. 252, p. 180; SALVAT, Parte Ge-
neral, p. 562, núm. 1229).
29 Que no es dudoso, que los estatutos de la sociedad anó-
nima apelante, estableeencomo objetivo de' la misma, un fin
más limitado que el que supondría la posibilidad de fabricar
todos los artículos, de las numerosas clases en que ha solicitado
la marca, pero la cuestión a resolver consiste concretamente en
determinar si el principio de la especialidad, que limita la
capacidad de las personas jurídicas, puede impedirle a la actora,
sociedad anónima que ejerce la industria y el comercio en este
país, solicitar la marca aun para otros artículos que los que
ahora fabrica.
39 Que esta Cámara, en el caso similar que se registra en
J. A.., t. 75, p. 177, sólo hizo parcialmente lugar a la concesión
de una marca solicitada por una sociedad anónima respecto de
los artículos de una determinada clase, en cuanto fueran nece-
sarios para la elaboración de los artículos que constituían el
objeto de la sociedad, lo que implícitamente señala la solueión
negativa al reclamo planteado en estos autos, en concordancia
con lo resuelto por el juez a quo.
49 Que, no obstante el precedente aludido en el conside-
rando que antecede, en un mejor acuerdo corresponde acceder
a las pretensiones de la recurrente, en virtud de las siguientes
razones:
a) Si bien es cierto que la jurisprudencia, interpretando
el arto 69 de la -ley 39.75,ha exigido el requisito de que el solici-
tante de la marca sea comereiante o indu!?trial, es indudable que
ello tiene por fundamento evitaJ.'la especulación ilícita de quie-
nes lucraban registrando marcas con el exclusivo propósito de
negociarlas y a veces en dudosas condiciones de moralidad.
Tal supuesto ha de descartarse en el presente caso en que
e :".:.c

DE JUSTICIA DE LA NACI6N 257

la firma apelante reúne el requisito de ser industrial y comer-


ciante, sin que nada autorice a presumir que persiga un propó-
sito vituperable, al solicitar los registros que se le han denegado.
b) No puede desconocerse, en efecto, que en el comercio
de la plaza constituye una práctica generalizada el registro de
marcas para otras clases que las que comprenden los artículos
que realmente se fabrican, .para evitar los reales y efectivos
perjuicios que pueden derivar del uso de marcas del mismo
nombre, aun respecto de otros artículos por comerciantes desho-
nestos. Nada impide actualmente, que una sociedad comercial
colectiva o persona privada de existencia físÍca que reúna la
calidad de fabricante o comerciante, registre una marca de
todas las clases, aunque sólo fabrique artículos de una de ellas.
c) El procedimiento expuesto en el párrafo precedente
perjudica y puede aparejar un justo amparo y beneficio al
comercio e industria. A nadie perjudica porque el registro se
concederá siempre que no medie oposición y siempre estarán a
salvo los derechos adquiridos de terceros.
d) Si se acepta que tal procedimiento es razonable, legí-
timo, lícito y que a ninguno daña, no parece justo prohibir a
las sociedades anónimas que lo practiquen, porque, aunque re-
gistren la marca respecto de los otros artículos que los que pue-
dan ellas fabricar, en los hechos la situación puede asimilarse
a la del comerciante, que como legítimo medio de defensa y
amparo a su crédito comercial, registra marcas de artículos que
nunca ha fabricado,' y acaso ni piensa' fabricar.
e) Dentro de la interpretación restrictiva del principio de
la limitación de la capacidad de las personas jurídicas a que se
ha hecho referencia, cabe reconocer que éstas pueden cumplir
los actos a que se refiere su objeto y por necesaria implicancia
aquellos que tienden a proteger el mejor ejercicio de los mismos
y dentro de tales debe naturalmente incluirse el'regist.ro de mar-
cas, en la forma que lo ha hecho la firma apelante, máxime te-
niendo en cuenta que en el caso lo que se solicita es el registro
delnómbre patronímico de los fundadores de la sociedad "Ba-
gley" y asimismo lo que resulta de la certificación de fs. 11 y
lo que disponen los arts. 49, 42 Y47 de la ley 3975 y 300 del Cód.
de ComoCabe tener presente, además, que el objeto de las so-
eiedades anónimas no es necesariamente invariable, siendo sus-
ceptible de cambio, modificación o ampliación, por el procedi-
miento señalado en el arto 354 del código de la materia.
Por estos fundamentos, se revoca la sentencia apelada y ha-
déndose lugar a lo solicitado por l\'r. S. Bagley y Cía. Ltda.
, '258 ' F ALT.JÜS DE LA CORTE SUPRF.MA

(S. A.), se dispone el registro de la marca de comercio "Ba-


gley" para distribuir los productos enunciados en el acta núm.
219.614 y en los demás expedientes administrativos acumulados
al presente, correspondientes a las actas que se mencionan a
fs. 171. - Carlos Herrera. - Carlos del Campillo. - Rica,rdo
Villar Palacio. - J1w,n A. González Calderón. - Alfonso E.
Poccard.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:

Puesta en tela de juicio, como lo ha sido en estos


autos la intelig'encia de disposiciones de la ley especial
n<)3975, resulta admisible el r-ecurso extl:aordinario con-
cedido a fs. 195 ,contra el fallo de la Cám. Fed. de este
circuito que corre a fs. 191-193.
Se discute'si la S. A. Y. S. Bagley y Cía: Ltda. tie-
ne o no el derecho de r-egistrar la marca de' comercio
Bagley, 'para toda clase de artículos, o sólo puede ha-'
cerIo para aquellos que constituyan la materia de su
negocio. El fallo del Sr. Juez federal se inclina hacia la
s-egunda solución, y el de la Cámara hacia la primera.
A mi juicio, el Sr. Juez está en lo cierto, pues la
capacidad de las personas jurídicas no excede a los
propósitos tenidos en cuenta para reconocerla. Además,
V. E. tiene resuelto qu-e"la propiedad exclusiva de una
marca .. , corresponderá al industrial, comerciante o'
agricultor que haya llenado los requisitos exigidos por
la ley; y es regla de interpretación lógica que cuando
la ley menciona taxativam-ente los sujetos u objetos de
un derecho, sin ampliarlos con ninguna generalización,
excluye a los no incluídos o nombrados" (63: 5; 183:
228; 193: 160; Quiroga v. Sociedad para la industria
química en Basilea, fallo del 24 de marzo de 1939). "Ni
.....- ~
....

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 259

ha inspirado al legislador -dijo entonces la Corte-


el propósito de crear títulos de mera especulación, con
los cuales sus dueños pueden gravitar sobre los verda-
deros productores o comerciantes, .y sobre el consumi-
dor, encareciendo los artículos sin aporte real alguno".
La sentencia de primera instancia hace notar que
los Sres. M. Bagley y Cía. Ltda., fabricantes de galle-
titas, ~esperidina, dulces y otros comestibles, solicitan:
ahora registro de la misma marca para productos tan
ajenos a su industria y comercio como instrumentos
quirúrgicos, aparatos musicales, la relojería, las armas
y explosivos, las máquinas y elementos de transporte,
la colchonería, la iluminación, los aparatos sanitarios,
el calzado, la sastrería, el caucho, los cueros y las pie-
les, la electricidad, y el tabaco. En ninguna forma se ha
demostrado que los solicitantes fabriquen, o proyecten
fabricar o vender en 10 sucesivo todas esas cosas y otras
más que omito; y menos aun, que el P. E., al autorizar
en los respectivos es~tutos como principal objeto de la
sociedad, "la fábrica de galletitas, dulce, Hesperidina
y otros licores y productos alimenticios e industriales",
entendiera hacer extensiva esa autorización a la fábri-
ca de explosivos o de.instrumentos musicales. Hay aquí,
me parece, una simple cuestión de buen sentido.
Por otra parte, si lo que buscan los Sres. M. S.
Bagley y Cía. es impedir que otros comerciantes o in-
dustriales aprovechen gratis e inescrupulosamente la
propaganda que desde hace muchos años vienen aqué-
llos haciendo a favor de la marca Bagley, les bastará,
en cada caso, formular la correspondiente oposición
derivada de derechos que emergen de los arts. 4, 42
y 43 de la ley 3975, y para cuyo ejercicio no es menes-
ter previo registro de marca alguna. En este caso, la
260 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

palabra Bagley corresponde a un nombre de fábrica y


a un apellido. - Bs. Aires julio 12 de 1945. - Juan
Alvarez.

F A~LO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 12 de julio de 1946.

y vistos: Los del recurso extraordinario concedi-


do al Sr. Proc. Fiscal a fs. 195 en los autos "Bagley
M. S. 'Y Cía. Ltda. S. A., ,apelando ,de una resolución
de la Dir. ,de Marcas. y Patentes", venidos de la Cám.
Fed.de la Capital. "

y considerando en cuanto ;11 recurso:


Que las resoluciones administrativas, que la sen-
tencia de primera instancia confirma de acuerdo a 1a
interpretación que hace del arto 35 del Cód. Civ. -"que
determina las facultades que pueden ejercer las perso-
nas jurídicas, esto es, la esfera y límites de su capaci-
dad de derecho"- niegan que la actora tenga capaci-
dad legal para registrar las marcas de que se trata, por
referirse éstas a clases extrañas a las actividades para
cuyo objeto ha sido creada, según sus estatutos y fines
~¿ciales.
La sentencia apelada estima equivocada esa inter-
pretación y revoca dicho fallo.
El Sr. Proc. Fiscal deduce el recurso extraordina-
rio del arto 14, inc. 3<>,
de la ley 48, por considerar que
la actora "carece de derecho par"a hacer registro de
marca en las clases de la nomenclatura oficial que no
están comprendidos en las finalidades de su institución
como persona jurídica". (v. fs. 194).
Trátase, pues, de resolver una cuestión de derecho
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 261

común y de hecho, como lo -esla de determinar la medi-


da de la capacidad leg~l de las personas jurídicas refe-
rida "al objeto y fines específicos de su creación y
r-econocimiento como persona jurídica" (v. 1er. resul-
tado (le la sentencia de fs. 171); o, en otros términos,
si el principio de la .especia~idad que limita la capaci-
dad de las personas Jurídicas puede impedir a la actora
el registrar las marcas solicitadas (como lo dice la sen-
tencia apelada, 2 co~sid€rando); o, si la aetora sólo
Q

puede registrar marcas para los artículos que consti-


tuyen la materia de su negocio, según lo expresa el Sr.
Procurador General, que no puede ser revisada por
esta Corte en función del recurso extraordinario.
En .su mérito, se declara improcedente el ;recurso
ext;raordin.ario ~oncedido.

ANTONIO SAGARNA - B. A. o
NAZf\.R
ANCHORENA - F. RAMOS M~.
JÍA --:.... T. D. CASAR.ES.

AUGUSTO NOSS v. NACION ARGENTINA

RECURSO EXTRAORDINARIO: .Requisitos propios. Cuestiones


no federales. Interpretación de normas y actos eomw¡ws.

La cuestión referente a la procedencia o improcedencia de


la orden de no innovar solicitada por una firma comer-
cial que ha promovido juicio contra el Gobierno Nacional
para que se le restituya el amplio ejercicio y dirección de
su negocio de los que ha sido privada por considerarlo
propiedad enemiga, es de derecho común "y,por lo t.anto,
ajena al recurso extraordinario.
,- •• - •• .,;;,1.- •• '_

262 FALI.OS DE LA CORTE SUPREMA

RECURSO EXTRAORDlNoARIO: Req~1Ji.8itospropios. SentencÚl,


definitiva. Resoluciones anteriores a la sentenci,a definitiva. Medidas
precautorias.

El auto por el cual no se hace lugar a la medida de no ¡

innovar' solicitada por la firma comercial de cuyos nego-


cios se ha incáutado el P. E. Nacional por considerarlos
como propiedad enemiga, no ocasiona daño irreparable,
dada la solvencia de la Nación, ni reviste carácter de sen-
tencia definitiva a los efectos del recurso extraordinario
que, por lo tanto, no procede contra aquél.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:

Ante la justicia federal...de esta ciudad, D. Augus-


to Noss dedujo contra el Gob. Nacional un interdicto
de recobrar la posesión; y habiendo solicitado desde
su primer escrito orden de no innovar en la cosa liti-
giosa (fs. 19), obtuvo providencia favorable en primera
instancia. Consta a fs. 23 que el Sr. Juez, al dictarla,
expresó: "el auto de no innovar es de aquellos que por
su naturaleza, no causan instancia, y susceptible, por
consiguiente, de ser revocado en cualquier estado de la
causa, siempre que se demuestre la necesidad y proce-
dencia de esa medida dentro de las' normas constitu-
cionales y legales".
Llevado el caso en apelación a la Cám. Fed., ésta
refiriéndose a lo resuelto i?1J re Engelbert, Hardt y Cía.
v. Gob. de la Nación con fecha 19 de noviembre de 1945,
declaró improcedente dicha orden (fs. 48) ; y contra el
auto respectivo, trae ahora la parte actora el recurso
extraordinario que le fué concedido a fs. 51. Por vía
de aclaración recordaré a V. E. que el precedente invo-
cado por la Cámara tuvo por fundamento no mediar,
'" j .

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 263

prima facie, razones que justificasen la medida precau-


toria solicitada y, además, que dictarla importaría re~
solver sobre lo que debía ser materia del fallo defi-
nitivo.
En presencia de tales antecedentes, pienso que el
recurso extraordinario no es admisible en este caso.
El juez decidió, según queda dicho, impartir la orden,
con cargo de revocarla si resultare necesario; y la -Cá-
mara, modificando ese criterio de hecho, la deja sin
efecto. No encuentro aquí sentencia definitiva ni per-
juicio irreparable.
Por otra parte, la materia misma del interdicto es
.de derecho común; y lo relativo a órdenes de no inno-
var, de índole procesal. Así lo demuestra el propio re-
currente a fs. 70. Ciertamente, se ha puesto en tela de
juicio la interpretación o la validez de decretos del P.
E. Nacional y de tratados internacionales; mas esas
cuestiones deberán resolverse al fallar sobre lo princi-
pal, y no en- este incidente sobre medidas precautoria-
les. A mayor abundamiento, agregaré que el interdicto
ha sido resuelto favorablemente para el actor en pri-
mera instancia, y que está señalada ya la audiencia del
-día de mañana para el informe in voce ante la Cámara.
Corresponde, pues, declarar mal concedido el re-
curso. - Bs. Aires, marzo 26 de 1946. - Juan, Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 15 de julio de 1946.

y vistos: El recurso extraordinario deducido por


.Jaime N. Oliver en representación de Augusto Noss
contra la sentencia de la Cám. Fed. de Apel. de la Ca-
pital que, revocando el auto de primera instancia, no
264 FALLOS DE LA CORTE SUPRÉMA

hace lugar a la medida de no innovar solicitada en el


juicio que sigue a la Nación sobre interdicto .de reco-
brar la posesión.

Considerando:
Que 111 procedencia o improcedenCia de la orden de
no innovar, considerada desde el punto de vista del pro-
cedimiento a que está sujeta la acción de estos autos,
o desde el de la naturaleza misma de dicha acción, les
cuestión de derecho común insusceptible de dar lugar
al recurso extraordinario -Fallos: 189, 182 Y los allí
citados; 194, 284.
Que aunque el no hacer lugar a ella pueda tener
consecuencias lesivas para el patrimonio del actor y
se invoque con ese motivo la garantía del arto 17 de la
Consto Nacional, el recurso extraordinario concedido. a
fs. 51 tampoco procede porque no se trata de sentencia
definitiva, como lo tiene declarado esta Corte en los
casos análogos de medidas precautorias -Fallos: 183,
300; 192, 302; 197, 606; 118, 60.
. Que el presente no es de aquellos casos de excepción
en que la Oorte ha admitido el recurso no obstante no
/
sel' la sentencia definitiva, sea porque equivalla a des-
conocer un privilegio fundado en una ley especial del
Congl'eso -178, 337- o porque tenía carácter defini-
tivo irrepamble por cuanto no habría oportunidad .en
~delante para volver sobre lo resuelto-186, 531":'- o
porque podían derivarse daños irrepa.rables para el
apelante -183, 214 y 303....,-yen otros análogos. La
reparación de los daños que puedan causarse, aun los
de orden moral, se resuelve siempre en una indemniza-
ción pecuniaria para la cual la Nación cuenta con sol-
vencia amplia para responder en caso de que ellos exis-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 265

ti eran y fueta condenada a su resarcimiento. El daño


no es irreparable ni aun cuando la testitución del bien
no sea posible, poi" cuanto la moneda es la medida co-
mún de los valores y siempre puede fijarse en ella el
valor de un bien en. un momento determinado.
Por estos fundamentos, de conformidad con lo dic-
taminado por el Sr. Procurador General de la Nación,
se declara improcedente el recurso extraordinario con-
cedido.
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS' ME-
JÍA - T. D. CASARES (en di-
sidencia).

DISIDENCIA DEL 'SR.. MINISTR.O DR. D. TOMÁS D. CASARES

Considerando:
19 Que la procedencia o improcedencia de la orden
de no innovar, considerada del punto de vista del pro-
cedimiento a que está sujeta la acción en estos autos, .
o desde el de la naturaleza IílÍsma de dicha acción, es
cuestión de derecho común insusceptible de dar lugar
al recurso extraordinario.
29 Que aunque el no hacer lugar a ella pueda te-
ner consecuenéias lesivas para el patrimonio del actor
y se invoque con ese motivo la garantía del arto 17 de
la Constitución la apertura del recurso concedido a fs.
51 no estaría en principio justificada porque no se trata
de sentencia definitiva, como lo tiene declarado esta
Corte en los casos análogos de medidas precautorias
(Fallos: 183, 300; 192, 302; 197, 606).
39 Que, además, los efectos de la incidencia sobre
el, resultado del pleito no dan a la decisión de ella en
266 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

. este caso, fuerza de definitiva con respecto a perJUI-


cios posibles en la marcha. del negocio, porque está de
por medio la responsabilidad de la Nación y no hay
allanamiento definitivo del derecho en cuestión sino sus-
pensión de su -ejercicio, por lo cual no cabe hablar de
consecuencia irreparable.
49 Que, además, el examen de las consecuencias
de las medidas gubernativas en orden a la integridad
y la independencia del negocio de la aetora comporta-
da inevitablemente juzgamiento actual del fondo mismo
de la acción. Lo que esta demanda ha puesto en tela de
juicio es la licitud de la potestad gubernativa para
tomar ingerencia en dicha marcha con motivo de las
circunstancias de excepción invocadas por el P. E. pa-
. ra justificarla, y' por deberse tratar la cuestión a que el
recurso se refiere, -dada la índole de éste-, desde el
punto de vista de las garantías constitucionales, -y no
con criterio procesal o de derecho común como han po-
.dido hacerlo los jueces ordinarios de la causa-, la alu-
dida potestad en las aludidas circunstancias ,es lo que
tendría que ser considerado aquí y ahora, lo cual im-
portaría una alteración del procedimiento regular de
ella claramente violatoria de la garantía de la defensa.
y es obvio que no puede constituir debido resguardo
de una garantía constitucional el que se obtiene con
menoscabo de otra.
. 59 Que hay, sin embargo, un punto respecto al
cual lo irreparable de la consecuencia, -en el supuesto
de que ésta llegara a ser definitivamente juzgada como
violatoria de la propiedad-" impondría la apertura del
recurso. Es lo relativo a actos posibles de disposición
con los bienes del negocio que importen extinción, ce-.
sación o aniquilamiento de él, o actos de disposición
con el negocio en cuanto tal, --como podría s,el' su

/
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 267
••,
transferencia a nuevo dueño-, que imposibiliten, en el
supuesto indicado, la recuperación por parte de su due-
ño actual, requerida para reparar el agravio con es-
tricta justicia.
6 Que como lo cuestionado es una orden de no
Q

innovar, la cual, por su naturaleza, no se propone po-


ner remedio en punto alguno al estado de cosas pro-
ducido por la intervención de la Junta ,de Vigilancia en
el negocio ,de,la actora, sino prevenir nuevos actos por
parte de aquélla, aunque en el caso no se haya dispuesto
la liquida~ión de los bienes ni la transferencia del ne-
gocio, estando ello entre lo que la Junta hállase, facul-
tada a hacer (decretos 7032/46) el juicio de la medida
preventiva requier.e el de esas posibilidades. Juzgar en
este caso en vista de ellas no es hacer un juicio teórico
y abstracto; es, por el contrario, el único modo de darle
a un pronunciamiento relativo a si se ha de poder o no
innovar, un alcance efectivo, concreto y precisamente
delimitado.
7 Que, con todo, la apertura del recurso en ese
Q

punto no autoriza a entrar al fondo del asunto a esta


altura de la causa. El juzgarniento pertinente debe ha-
cerse partiendo de la presunción de validez y legiti-
midad que asiste al acto gubernativo de que se trata
como a todo acto de legítima autoridad realizado en la
órbita de su jurisdicción. El coto que haya de ponerse
a aquellos efectos de él de consecuencias irreparables,
capaces de frustrar radicalmente el amparo judici!11del
derecho invocado, ha de ponérselo sin cuestionar la va-
lidez del acto. Lo cual dependerá de que la orden de no
innovar sea o no compatible con la obtención efectiva
de la finalidad esencial procurada por la decisión gu-
bernativa que está en tela de juicio y que a esta altura
de la causa se presume legítima.
- ..•..•.. '.
~ --, -4,"+ __", .--f.-..

268 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

8 Que si bien la responsabilidad económica del


Q

Estado asegura a la aetora que en el supuesto de ulia


sentencia favorable a sus pretensiones recuperaría, ba-
jo forma de resarcimiento pecuniario, todo aquello de J

que los actores de disposición la hubieran privado, pue-


de haber sin .'embargo perjuicio irreparable, porque
entre los bienes sobre los cuales se tiene derecho de
propiedad y su precio o valor pecuniario hay una equi- \ I

valencia sólo económica, pero de, ningún modo sustan-


cial. El derecho de propiedad garantido por la Consto
Nacional como uno de los fundamentos esenciales del
recto orden social, -porque lo es de una condición de
efectiva libertad para los individuos en dicho orden-
es algo pecuniariamente intraducible; es un señorío de
uso y goce, -con sujeción a la ley-, sobre los bienes
de que se es dueño; y tanto la potestad o señorío
como el uso y goce aludidos no se refieren abstracta-
mente al valor de los bienes sino a su concreta realidad.
La integridad de los objetos, materiales e inmateriales,
que constituyen el patrimonio sobre el cual recae el
derecho de propiedad y la libertad, -dentro de la ley-,
de hacer con ellos, no con su equivalente en dinero, lo
que el dueño entienda convenirle, es lo que se. declara
inviolable en el arto 17 de la Constitución. El valor
equivalente no es un substitutivo justo sino en las ex-
propiaciones por causa de utilidad pública, pues esta
última prevalece respecto al bien particunar que la
- propiedad privada procura y ampara, lo asume y en
definitiva lo vuelve al propietario desposeído bajo la
forma de bien común. En todos los demás casos consti-
tuye reparación relativamente justa sólo en la medida
en que no fué posible asegurar la integridad de los bie-
nes de los cuales es equivalencia (Fallos: caso, Cía. de
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 269

Electricidad de Corrientes y los allí citados, t. 201,


pág. 432).
9\/ Que es en vist~ de esta realidad sustancial del
derecho de propiedad que ha de juzgarse si una deci-
sión gubernativa capaz de afectarlo traería o no conse-
cuencias irreparables. y es evidente que consideradas
así las cosas los actos de disposición de que aquí se
trata acarrearían, a pesar de la innegable responsabi-
lidad económica del Estado, consecuencias de esa espe-
cie, y de resolverse en definitiva que la decisión del
P. E. no fué legítima, se habría violado, sin posible
reparación por completo justa, el derecho de propie-
dad de la parte aetora. Débese pues examinar, no la
legitimidad de lo resuelto por el P. E., lo cual, además
de estar amparado por la presunción de legitimidad,
constituye el fondo mismo del asunto, sino si los moti-
vos determinantes de la intervención dispuesta en el
~egocio de la aetora requieren. tal modo de ejecución
para asegurar su eficacia que los actos de disposición
no pueden ser obstados sin que dichas decisiones que-
den desvirtuadas y resulten inútiles. Sólo si se llegara
a la conclusión de que las medidas cuestionadas requie-
ren para su efectividad, indispensablemente, actos de
disposición, podría ser ineludible entrar en el examen
de sus fundamentos para confrontarlos con los del de-
recho de propiedad de cuya inviolabilidad se trata y
resolver que es lo que el orden público exige más in-
aplazablemente, si el resguardo de esta inviolabilidad
con el alcance expresado en el considerando anterior o
la ejecución inmediata, a todo evento, de lo dispuesto
• por el P. E., cualquiera sea su alcance, ateniéndose a
la posibilidad que la solvencia del Estado asegura siem-
pre, de una indelÍlllización en caso de pronunciamiento
adverso a este último.
- .•. -._,. - ...•.....

270 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

10. Que la intervención de la ' ,Junta de Vigilan-


cia y Disposición Final de la Propiedad Enemiga" ha
sido determinada por considerarse el negocio de la acto-
ra en una tal vinculación con el gobierno y los intereses
nacionales de uno de los países a los cuales la Repú-
blica Argentina declaró la guerra, que para la seguri-
dad de la Nación y de todas las q.ue han venido a ser
aliadas suyas y para el resarcimiento de los daños so-
portados a causa' de la guerra por la una y las otras,
se hacía necesaria la intervención oficial de sus nego-
cios y todo lo relativo al movimiento de sus bienes, y
podría tenerse que llegar al extremo de la liquidación
del negocio y de los bienes con el doble propósito de
consumar la extinción de la 'entidad comercial y con-
tribuir a la constitución d€l fondo con que han de aten-
derse las indemnizaciones aludidas (conf., decrete
11.599/46).
11. Que los fines de seguridad no requieren la
liquidación inmediata del negocio ni la de los bienes,
intervenida como está la administración del primero
y asegurada 'con ello, en consecuencia la indisponibili-
dad de los segundos. Es indiscutible que la amplia in-
tervención dispuesta imposibilita con máxima eficacia
toda forma de gestión hostil para la economía y la
política del país y sus aliados, y' toáa substracción de
valores que la sentencia definitiva de la causa pueda
llegar a considerar legítimamente afectados a ~as repa-
raciones de que se hizo mención. En cuanto a la liqui-
dación determinada por el propósito de constituir .el
fondo de indemnizaciones la cuestión 'se plantea en los
siguientes términos: pue~to que la orden de no innovar
impediría allegar de inmediato a ese fondo el valor de
los de la actora, qué debe prevalecer: la realización in-
mediata de la finalidad aludida -al amparo de la pre-
I DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 271

sunclOn de validez que >asiste a las disposiciones del


P. E. -o el resguardo de la propiedad con el alcance
que se explicó en el considerando 8, hasta tanto haya
en la causa sentencia definitiva?
12. Que la nécesidad de una liquidación inmediata
podría provenir de la urgencia en atender indemniza-
ciones de guerra o de la urgencia en determinar, con
motivo de los tratados de paz y de convenios interalia-
dos complementarios, el monto del aporte logrado me-
diante los actos de disposición con la llamada "propie-
dad enemiga" que la Nación Argentina hubiera tenido,
según los decretos respectivos, el derecho y la obliga-
ción de hacer (con., decreto 11.599/46); Lo primero
puede ser transitoriamente soportado por la solvencia
de la Nación en la medida en que el resarcimiento sea
inaplazable. Y lo segundo puede establecerse con sufi-
ciente aproximación, sin necesidad de liquidar los bie-
nes, estimándolos según los, valores de plaza. Lo uno
y lo otro comporta, sin duda, un cierto impedimento en
la obtención de las finalidades que los decretos en cues-
tión procuran, pero sólo circunstancial y transitorio.
Subordinar la ejecución de lo que el P. E. considera
impuesto por las obligaciones internacionales a la de-
finitiva dilucidación judicial de la compatibilidad de
ellas con un principio del orden nacional tan eminente
como el de la inviolabilidad de la propiedad, ,el cual
no es principio sólo del derecho constitucional argen-
tino sino de todo derecho verdaderamente tal, tratándo-
se de una subordinación cuyas inmediatas consecuencias
pueden, como se acaba de indicar, se.r solventadas por
el Estado y que de no hacerse efectiva con respecto al
extremo de los actos de disposición, se abre, -en orden
a la substancia del derecho de propiedad-, una posi-
bilidad de agravios irreparables, todo lo contrario de
272 FALI.lOS DE LA CORTE SUPRElMA

comprometer la situación internacional de la Nación la


afianza en la medida en que ello comporta afianzamien-
to del derecho, es decir, afianzamiento de lo quecons-
tituye el principio primero de sustentación de todo
orden de humana convivencia, el wcional y' ,el interna-
cional.
Por tanto se declara que en resguardo de la invio-
labilidad de la propiedad (art. 17 de la Constitución)
la orden de no innovar es procedente en cuanto a ¡lctos
de disposición y liquidación con los bienes intervenidos
del actor o co:Q.el negocio a que están dedicados cop.si-
derado en su integridad, y en consecuencia, se revoca
con ese alcance yen cuanto fué materia del recurso la
resolución apelada de fs. 48.

TOMÁS D. CASARES.

ISIDRO R. DENONI v. NACION 4RG;E}NTINA .

PRESCRIPCION: Comienzo.

La prescripción de la acción tendiente a obtener una jubi-


lación o una pensión comienza a correr desde el momell't.o
en que el derecho a ellas nace y es exigible por el intere.
sado, sin' que el plazo se suspenda o interrumpa por las
actuaciones administrativas; por lo que, habiendo t¡'a.ns-
currido el plazo de dÍez años entre la fecha de iniciación
de .la demanda y aquella en que, por haberse procedido a
la enucleación de un ojo de un suboficial del ejército,
éste quedó en la situación de inepto para la carrera de
las armas, debe declararse prescripta su acción para re-
clamar el beneficio de la ley que considera corresponderle.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 273

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, 19 de sepiembre de 1944.

y vistos: para resolver estos autos caratulados: "Denoni,


Isidro Romano contra el Gob. de la Nación" sobre pensión mi-
litar, de los que resulta:
1'1 Que a fs. 5 se presenta la actora deduciendo formal
demanda contra el Gob. de la Nación para que se le reco-
nozca el derecho a percibir un aumento en su haber de retiro
(ley 4707) y se le abonen las diferencias no percibidas por
ese mismo concepto, en mérito de las siguientes considera-
ciones:
Dice que en el año 1932, mientras prestaba servicio en la
Escuela de Infantería (Campo de Mayo) y en cumplimiento
de órdenes superiores sufrió un accidente en circunstancias
q.uemanejaba un fusil ametralladora. Con :r;notivode ese acci-
dente (herida en un ojo) quedó inutilizado para seguir pres-
tando servicios. Declarado inepto por decreto n'1 30.267 (20
de octubre de 1933) se le otorgó pensión equivalente al 50 %
del sueldo de su grado. Se sostiene que dado la forma en que
el hecho se produjo es acreedor a los beneficios establecidos
por el arto 18, Cap. V, Tít. III de la ley 4707 (100 % del
sueldo del grado inmediato superior), debiendo al mismo tiempo
Jiquidársele los suplementos del "premio de constancia" y el
" prest." (art. 14, ley 5707). Limita el reclamo de los atrasos
a los cinco años anteriores a la presentación de la demanda.
Cita jurisprudencia que hace a su derecho y luego de hacer
algunas otras consideraciones más sobre el particular, pide que
se haga lugar a la demanda con intereses y costas.
2'1 A fs. 15 el Proc. Fiscal, Dr. Héctor Bullrich Urioste,
contesta y dice:
Que la 'demanda es improcedente. Opone en primer lugar
la prescripción .que autoriza el arto 4030 del Cód. Civ. Sin
perjuicio de ello sostiene que la pensión acordada al actor es
la que le corresponde, dando por reproducidos a mayor abun-
damient.o el dictamen del Sr. Auditor General' de Guerra y
Marina que corre agregado en el expediente 'administrativo
para fundamentar el rechazo de la acción intentada. Pide en
definitiva que así se declare con especial condenación en costas.
-~~,,..~ U¡C¡'",," .. ,<o .. :
I

274 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Considerando:
10 Que la defensa de prescripción que, entre otras, articula
la demandada en su escrito de responde (fs. 15) Y que funda
en el arto 4030 del Cód. Civ. debe desestimarse.
Lo que se persigue en este juicio no es la nulidad del de-
creto del P. E. N° 30.267 (20 de oct.ubre de 1933), como pa-
recería entenderlo la demandada al fundamentar su excepción,
aun cuando ello pueda resultar como una consecuencia indi-
recta de la acción intentada, sino el reclamo de un derecho
que se funda expresamente en la ley invocada -nO 4707-.
De ello se sigue que la inaplicabilidad del recordado precepto
legal resulta evidente, por lo que corresponde desestimar la
\ articulación analizada y así se declara.'
20 Que en cuanto hace al fondo de la cuestión debatida,
la procedencia del reclamo int.entado es incuestionable.
En efecto: a estar a las constancias del expte. adminis-
trativo agregado por cuerda floja, el accidente que determinó
el retiro del Sargento Denoni, se produjo como consecuencia
de las "heridas" sufridas por éste en "actos de servicio".
Frente a esta situación de hecho y de conformidad con lo dis-
puesto por el arto 18, Cap. V, Tít. III de la ley 4707 corres-
ponde aceptar el reclamo intentado en los términos del escrito
de fs. 5. A ello conviene agregar que la jurisprudencia ha
resuelto ya situaciones análogas a la que se cuestiona en 'el
S~tb-.i1(,dJice en el sentido que se ha expresado, y a esos ante-
cedentes se remite el suscripto como mejor fundamento de esta
sent.encia, para decidirse definitiva.mente por su aceptación.
(S. C., t. 185, pág. 195).
4° Que en cuanto al monto de lo que corresponde abonar
por las diferencias no percibidas, sin perjuicio de la limita-
ción impuesta por el arto 4027 del Cód. Civ., que la actora
acepta en su escrito de demanda (f.s. 5) y previa deducción.
de la parte correspondiente al "premio de constancia" estése
a lo que resulte de la liquidación que oportunamente se prac-
ticará de acuerdo a las constancias de autos:
Por las precedentesconsideraciol1es, fallo: declarando que
a los beneficios del arto 18, Cap. V, Tít. In de la ley nO4707
el actor, Sargento (R. A.) Isidro Romano Denoni es acreedor
(retiro con el 100 % del sueldo del grado inmediato superior
y el "prest") y en consecuencia el Gobierno de la Nación
deberá abonar al presentan te las diferencias que por ese con-
cepto ha dejado de percibir desde el 15 de abril de 1933, más

-,
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 275

sus intereses al estilo de los que perci1~eel Banco de la Nación


Argentina, desde la fecha de la notificación de la demanda y.
las costas del juicio. - Belisan',o Gaehe Pirán.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Buenos Aires, julio 11 de 1945.

y vist.os: Estos autos seguidos por Denoni, Isidro Roma-


no contra el Gobierno de la Nación, sobre -regularización de
pensión.

Considerando:
Que el Proc. Fiscal de Cámara opone en la instancia la
. prescripción decenal del art.' 4023 del Cód. Civ. De acuerdo
con la interpretación que corresponde ,atribuir al aJ,tícul0
3956 de dicho cuerpo legal, tal término comienza a correr, en
casos como el sub lite, desde el momento en que el interesado
eonoce las consecuencias del accidente, como lo declaró este
tribunal en el juicio de Pastor Jurado con1:.rala Nación, falla-
do ellO' de setiembre de 1943. En el presente, Denoni inició
la demanda el 5 de abril de 1943, según. resulta del cargo de
fs. 2 vta.; pero tuvo conocimiento de las eonsecuencias del
aecidente el 29 de agosto de 1932, fecha en la cual consta a
fs. 12 de las actuaciones administrativas que ya se había pro-
ducido la enucleación del ojo derecho.
Un hombre a quien se le vacía un ojo, no puede descono-
cer que queda inepto para el servicio. Es desde el momento
e'n que tuvo conocimiento de las consecuencias, del aceidente
. que la Pl',~scripcióncorre, con independencia del informe defi~
nitivo de la Junta Superior de Reconocimientos Médicos que
prescriben los reglamentos del Ejército para que administrati-
vamente pueda acordársele el retiro.
De acuerdo con 10 expuesto, es forzoso concluir que al
presentar la demanda el término legal para que la prescrip-
ción se operara había Ü'anscurrido con exceso, ya que, como
han declarado reiteradamente la Corte Suprema y este Tribu-
nal, las actuaciones administrativas no interrumpen su curso.
En su mérito, se hace lugar a la prescripción deducida y
en consecuencia, se revoca la sentencia' apelada de fs. 22.
Costas de ambas instancias por su orden, atenta la. naturaleza
- "~-::''''~-.'''-

276 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

de la defensa que prospera. - Carlos HMret'a. - R. V1'llar


Palacio - J, A. González Calderón - Alfonso E. Poccard
(en discordia de fundamentos),

Discordia de jundatment'os

1. La prescripción decenal del arto 4023 d~l Código


Civil invocada por el señor Procurador Fiscal de Cámara, no
puede prosperar, porque si bien el accidente que ha dado ori-
gen a la' demanda ocurrió el 23 de agosto de 1932, el definiti-
vo examen médico del causante, practicado por la. Dirección
General de SaJüdad del Ejército (fs. 39 del expediente admi-
nistrativo), que sirvió de bMe para el decreto del Poder Eje-
cutivo que acordó pensión al actor (fs. 47 expediente citado)
data del 8 de agost.ode 1933.
Ya se cuenten los diez años desde la fecha de ese informe,
ya desde la fecha del decreto que acordó la pensión del 50 %
-26 de octubre de 1933- dicho plazo no había transcurrido
al iniciarse la demanda -5 de abril de 1943.
Por ello y lo dispuest.o en el arto 3989 del Cód. Civ. se
desestima dicha defensa.
2. En cuanto al fondo de la cuestión debatida~~~i~s-
cripta observa:
a) Que mediando una pensión otorgada por el Poder
Ejecutivo con a'(btet'iori,dad a la vige1wüJ, del decretQ n 29.375,Q

las disposiciones de 1031 decreto, no son de aplicación al CMO,


en atención a lo di:,;puestoéll elart. 225 del mismo.
b) Que como consecuenciadel accidente que ha dado ori-
gen a esta demanda, el actor ha sufrido una disminución de
capacidad para la vida civil equivalente al 30 %, habiéndole
acordado el Estado una pensión ad-vit(JJJn que alcanza a la
suma de ciento cinco pesos mensuales, equivalentes al 50 %
del sueldo de Sl1 grado pensión de que goza el actor, desde
los veintidós años de edad..
e) Que ocho días después de accidentarse o sea el 31 de
agosto de 1932 (fs. 45 expediente administrativo) el causante
-que al lesionarse tenía el grado de cabo 1 fué a,scendido
Q-

a sargento, lo que pone de manifiesto que aun cuando hubiese'


de interpretarse que el arto 18 de la ley 4707, se refiere a
cualquier clase de lesión ocurrida en acto de servicio, no pro-
cedería acordar al demanda.nte el beileficio que pretende, pues-
,..... {

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 277

to que ya fué "recompensado" con el "ascenso" al grado in-


mediato superior al que tenía al accidentarse -de cabo 19 a
sargento- no pudiendo pretender que se le reconozca un
doble ascenso, como en el hecho ocurriría si se accediera a lo
solicitado en la demanda, acordándosele el grado de sargento 19
que reclama.
d) Que independientemente de la consideración que an-
tecede, el suscripto reproduce los fundamentos aducidos en
reiterados votos en discordia, emitidos como miembro de este
Tribunal, en causas que guardan analogía, en los que sostuve
que el verdadero espíritu del arto 18 de la ley 470'1, es el
que traduce el arto 208 del decreto del Poder Ejecutivo
n9 29.375 por lo mismo que los accidentes se indemnizan pero
no se premian con "recompensas" y "ascensos", tesis concor-
dante con la sustentada por el señor Auditor General de Gue-
rra y l\farina en el dictamen n9 116.710 (expediente agrega-
do), por el señor juez (J; quo en el caso de R. E. Caldiz y otros
similares y con el voto en disidencia que aparece en el reciente
fallo de la Suprema Corte Nacional, en la causa de DarÍo Sam-
buco contra la Nación (Diario de Jurisprudencia Argentina
del 30 de abril de 1945, pág. 2).
e) Como consecuencia del accidente, el actor lJerdü; un
ojo. Si hubiese perdido los dos -el total de la visión- la
indemnización que le habría correspondido sería el 100 % del
sueldo de su grado o sea de cabo 19) arto 17 de la ley 4707) .
.siendo así no se ve cómo puede admitirse, que perdiendo
un ojo, o sea la mitad del daño, deba corresponder al acciden-
tado una indemnización que excede del doble, de la que le ha-
bría correspondido perdiendo los dos -el total del sueldo del
grado superior de sargento- y aun casi el triple de la indem-
nización correspondiente a la ceguera total, si se le acordara
el sueldo, no ya de sargento, sino el de sargento 19, o sea el
doble ascenso que se reclama en la demanda.
f) Lo que haya podido decidirse en casos similares no
puede inhibir a los jueces' para un nuevo examen de la cues-
tión debatida y para apreciar a su ciencia y conciencia, con
la más absoluta libertad de criterio, el verdadero espíritu y
alcance de las disposiciones legales en juego. No podría sos-
tenerse lo contrario, sin desconocer a los maglS~rados, dere-
chos elementales que el artículo 14 d.e la Constitución acuerda
a todos los habitantes de la Nación.
278 FALf.A)S DE LA OORTE SUPREMA

Por estos fundamentos se revoca la sentencia apelada de


fs. 22 y se rechaza la demanda deducida por Isidro Romano
Denonicontra la Nación. Las costas de ambas instancias por
su orden.. - Alfonso E. Pocca.rd.

FALLO DE. LA CORTE SUPRE1\1A

Bs. Aires, 15 de julio de 1946.

y vistos los autos "Denoni, Isidro Romano c. Gob.


de la Nación sobre regularización de pensión", en los
que se ha concedido a fs. 36 vta. el recurso ordinario
de apelación contra la sentencia de la Cám. Fed. de la
Capital de fs. 33; y

Considerando:
Que de acuerdo a lo dispuesto por el arto 3956 del
Cód. Civ. y a la jurisprudencia de esta Corte Suprema,
-la prescripción .de la acción tendiente a obtener una
jubilación o una pensión comienza a correr desde el
momento en que el derecho a ellas nace y es exigible
por el interesado, sin que el plazo se suspenda o inte-
rrumpa por las actuaciones administrativas (Fallos:
182, 436 Y los allí citados en la nota 2; 183, 227; 200,
114; 204, 412) o sea, en el pl~esente casol c:esde el ins-
tante en que, por haberse procedido a la enucleación
del ojo derecho del recurrente, éste quedó en la situa-
ción de inepto para la carrera de las armas y sufrió la
consiguiente disminución de su capacidad para la vida
civil (informe de fs. 12 del exp. adm.).
Que, como se advierte en el voto de la mayoría de
la Cám. Fed. (fs. 33) desde entonces hasta la fecha de
iniciación de la demanda ha transcurrido con exceso
el plazo de diez años señalado por el arto 4023 del Cód.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 279

Civ.,' aplicable conforme a la jurisprudencia de esta


Corte Suprema (Fallos: 197, 553; 204, 412).
En su mérito confírmase la sentencia apelada, sin
costas. '
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES.

PABLO FUMAROLA v. RUFO F. AVILA

EMBARGO: Bienes inembiMgables.


Atento lo dispuesto por el arto 53 de la ley 10.650, el
titular de una jubilación ferroviaria puede exigir en cual-
quier momento el levantamiento del embargo trabado so-
bre aquélla, aunque el mismo se hubiese trabado en vir-
tud' de un convenio celebrado con su acreedor (l).

LEON DEPRETTIS y SEGUNDO S. MAVER


JURISDICCION y COMPETENCIA: Competencia federal. C(JfUsas
penales. Por el lltgar.
'corresponde a la justicia federal conocer en la causa re-
ferente a delitos comunes cometidos en un lugar sobre' el
cual la Nación ejerce jurisdicción exclusiva y absoluta por
estar comprendido en la jurisdicción del Puerto de Ro-
sario.

DICTAMEN DEL PROCUn.ÁDOR GENERAL

Suprema Corte:
Se discute en la presente contienda si, por razón
del lugar donde se cometió el delito materia del suma-
rio, es competente para conocer en el mismo la justicia
(1) 15 de julio de 1946.
280 FALLOS DE LA CORTE SUPR~A

de instrucción o la federal. Dicho lugar está situado al


pie de las barrancas del río Paraná y sobre la ribera
del mismo a la altura del Boulevard Avellaneda de la
ciudad de Rosario. '" .
No habiéndose disipado con los informes de fs. 83
a 91 -simple reproducción de los de fs. 13 a 16- la
duda que motivó mi dictamen de fs. 82, a fin de no
demorar más el despacho de este asunto considero aten-
dibles los argumentos hechos valer fs. 74 y 75 por el
Sr. Juez Federal de Rosario para declararse incom-
petente.
En su mérito, correspondería dirimir la contienda
declarando que debe la justicia de instrucción de dicha
ciudad continuar conociendo en el sumario que inició a
fs. 2 - Bs. Aires, junio 17 de 1946. - Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 15 de julio de 1946.

Autos y vistos: Considerando:


Que la presente causa ha sido iniciada con motivo
de los hechos delictuosos de carácter común ocurridos
en el interior de un recreo situado en la ribera del río
Paran á a la altura de la Avenida Génova y .del Boule-.
vard Avellaneda, de la ciudad de Rosario, Prov. de
Santa Fe .
.Que según resulta de las copias agregadas a fs.
13/16 y fs. 84/90 de estos autos el recreo de referen-
cia fué instalado por don D. Carlos Fedeli, que en la
época del suceso continuaba como propietario de aquél,
en virtud del permiso que el P. E. Nacional le acordó
por decreto del 18 de noviembre de 1931 (fs. 85).
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 281

.Que dicha autorización le fué conferida por tratar-


se de terrenos adquiridos por la Nación de acuerdo con
la ley 3885 (fs. 86) y ubicados dentro de la jurisdicción
del Puerto de Rosario (fs. 88/90), de cuya explotación
hízose cargo la Nación por decreto del 9 de octubre de
1942, sobre los cuales la Subprefectura del Puerto de
Rosario desempeña sus funciones con carácter exclu-
sivo, según informe de fs. 78, corroborado por la cir-
cunstancia de que no fueron agentes de la polícia pro-
.vincial sino marineros de la subprefectura mencionada
quienes intervinieron para detener a los que partici-
paron en los hechos de la causa (fs. 1,.18 y sigtes.).
Que, en síntesis, trátase de un delito que, si bien
no afecta al comercio y a 'la navegación marítimos y
fluviales, ha sido cometido en un lugar sobre el cuál la
Nación ejerce jurisdicción absoluta y exclusiva en ra-
zón de estár comprendido en la jurisdicción del Puerto
de Rosario; por lo que encuadra en las dispo!:¡iciones
de los arts. 39, incs. 29 y 4., de la ley 48 y 23, ;jncs. 29
y 49, del Cód. de Proceds. Crim. (Fallos: 86, 19; 184,
153; 189, 21 entre otros).
En su mérito, oído el Sr. Procurador General, de-
clárase que el conocimiento de esta causa seguida contra
León Deprettis. y Segundo Sal'o Maver por abuso de
arma y agresión corresponde al Sr. Juez Federal de
J Rosario, Prov. de Santa Fe, a quien deberán remitirse
los autos haciéndose saber al Sr. Juez de Instrucción
de 3'" Nom;jnación de Rosario en la forma de estilo.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR


ANCHoRENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASAB.ES.
282 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

LIDIA MOLINA DE HOMEZ - su SUCESIÓN-

JURISDICCION y COM.PETENCIA: Sucesión. Domicilio del cmt-


sa.nte.

Debe reconocerse como último domicilio del causante el


luga.r indicado en la partida de defunción, donde se ha-
lIaba la casa que había sido de su madre, a la cual, según
declaraciones de numerosos vecinos, de su administrador
y de su hermano, fué a vivir para estar cerca de los suyos,
después del fallecimiento de su esposo, tres años antes de
ocurrido el de la causante, aunque los bienes denunciados
h.asta el momento estén situados en otra provincia, a la
cual se había trasladado después de contraer matrimonio
y aunque se trate de una sucesión vacante.

DICTAMEN DEL Pn,OCURADOR GENERAL

Suprema Corte:

Esta contienda de jurisdicción, que viene a V. E.


para ser dirimida en los términos del arto 9 de la ley
Q

4055, se plantea entre un juez en lo civil de Salta, y


otro del mismo grado en lo civil y com'ercial de Tucu-
mán, por conceptuar ambos corresponderles conocer en
.el juicio sucesorio de DQ.Lidia Molina de Gómez.
Dicha señora falleció en Monteros (Tucumán) el
ocho de julio de 1938; y se discute ahora si ese domici-
lio era permanente o accidental. Las declaraciones de
testigos prestadas ante uno y otro de los expresados
jueces, resultan contradictorias a tal respecto, dejando
la impresión de que la extinta tuvo en realidad dos do-
micilios. Empero, lpedia la circunstancia de que la to-
talidad de los bienes denunciados s,ehallan en jurisdic-
ción de Salta, en tanto que no se denuncia bien, ni
mueble alguno de uso, existente en jurisdicción de Tu-
~') , .•..

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 283

cumán. La importancia y variedad de dichos bienes


inclinan el espíritu a aceptar que en jurisdicción de
Salta tuvo DI¡ Lidia Molina de Gómez el domicilio a que
alude la ley civil para determinar donde haya de abrir-
se el juicio sucesorio.
En su mérito, y dentro de las dudas a que el caso
se presta, pienso .que debe dirimirse la contienda de-
clarando que corresponde conocer en dicho juicio al Sr.
Juez de Salta. - Bs. Aires, junio 18 de 1946. - Ju,a;n
Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 1'5 de julio de 1946.

. Autos y Vistos: Considerando:


Que el Sr. Juez de 1:¡. instancia en lo Civil de Salta
funda su competencia para conocer én el juicio suce-
sorio de DI¡ Lidia Molina de Gómez en las declaraciones
de dos testigos (fs. 14 vta. y 8), según quienes aquélla
tenía su domicilio en la Prov. de Salta y se había tras-
ladado a Tucumán por razones de salud; en la existen-
cia en el departamento de La Candelaria, de la pro-
vincia mencionada en primer término, de los inmuebles,
semovientes y herramientas inventariados a fs. 51 y
siguientes del respectivo expediente, y de lina casa en
condiciones de ser habitada a juzgar por los muebles
y efectos detallados a fs. 64 y sigtes., y en la circuns-
tancia de tratarse de una sucesión vacante cuyos bienes
con;esponderÍil1l a la Prov. de Salta por estar situados
en su territorio (fs. 134 del expte. citado).
Que según los informes agregados a fs. 14 y fs. 16
del expediente de referencia, la causante no tenía fon-
dos .ni valores depositados a su orden en las sucursales
284 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

de los Bancos Hipotecarios Nacional y de la Nación


Argentina de la Prov. de Salta, y no resulta de "esos
autos que los tuviera en algUna otra institución de di-
cha provincia. "
Que las declaraciones prestadas en el "expediente
tramitado ante el Sr. Juez de P instancia en lo Civil
y Comercial de Tucumán por los testigos Molina, her-
mano de la causante (fs. 21 y vta.), Palacio (fs. 18
vta.), :M:aciel(fs. 19), Robles (fs. 19 vta.) y Cuestas
(fs. 20) todos ellos vecinos de Tucumán, y Viñabal, a
cuyo cargo estaba el cuidado y la admilpstración de
los muebles y semovientes existentes en el inmueble
s,ituado en el Partido El Jardín del Departamento La
Candelaria, Juárez (fs. 15 y 17), Cardozo (fs. 15 vta.),
Villarreal (fs. 16 vta.) vecinos de El Jardín, los cuales
expresan tener conocimiento de los hechos por d~clara-
ciones hechas a ellos por la causante, ponen de mani-
fiesto que ya viuda y desde 1935 hasta el día de su
fallecimiento ocurrido en 1938, aquélla fué a vivir a la
casa que había sidó de su madre en San José de Flores,
lugar donde había vivido con anterioridad a su Casa-
miento y donde estaba radicada su famili6, desde el
cual viajaba periómcame:p.tea Salta para fiscalizar el
manejo de sus intereses por J ovino Viñabal.
Que esta última circunstancia impide reconocer a
la existencia de los muebles detallados a fs. 64 del ex-
pediente tramitado en Salta el significado y alcance
que le atribuye el Juez de dicha provincia en su resolu-
ción de fs. 134.
Que según la jurisprudencia de esta Corte Supre-
ma (Fallos: 138, 144 y los allí citados) la jurisdicción
sobre la sucesión corresponde a los jueces del lugar
del último domicilio del ;causante, aunque tuviera en
otro lugar su establecimiento de campo o sus bienes raí-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 285

ces, siendo de advertir, por lo demás, que no se ha


probado que la. causante no haya dejado bienes en
Tucumán. . , !~.
Que la circunstancia: de tratarse de una sucesión
vacante carece de importancia en el presente caso puesto
que no se trata de "resolver acerca del derecho de las
provincias de Salta o de Tucumán sobre los bienes
(arts. 2432, inc. 3 3539, 3544, 3545, 3588 Y concordan-
Q
,

tes del Cód. Oiv.) sino tan sólo el punto referente a


saber si el juicio sucesorio de la causante debe tramitar
ante los tribunales de Salta o los de Tucumán (arts.
3283 y 3284 del Cód. Civ.).
Que a las razones mencionadas precedentemente
debe agregarse que si bien la partida de defunción, don-
de se denuncia San José de Flores como domicilio de
la causante, no basta para acreditarlo, tiene, en cambio,
valor demostrativo como factor coadyuvante de otras
pruebas (Fallos: 133, 240; 155, 323; 158, 118), y que
según resulta de los informes de fs. 24 y fs. 33 vta.
del expediente remitido por los tribunales de Tucumán,
ante éstos fué iniciada en 1938 la sucesión de la cau-
sante declarándosela vacante por resolución confirmada
por el tribunal de segunda instancia el 19 de setiem-
bre de 1941.
En su mérito, oído el Sr. Procurador General, de-
clárase que el Sr. Juez de 1~ instancia en lo Oivil y
.Comercial de Tucumán es el competente para conocer
en el juicio sucesorio de D~ Lidia Molina viuda de Gó-
mezo En consec~encia, remítasele .los autos, haciéndolo
saber al Sr. Juez de 1'J instancia en lo Civil de Salta
en la forma de estilo.
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.
¡--

286 FALLOS DE LA OORTE SUPREMA

MARIA L. DEL CARMEN CORREA Y OTRA


v. NACION ARGENTINA

PENSIONES JJf.lLIT.1J.RES: Guet't'eros de la Independencia.


La revocación de la pensión de que gozaban quienes fue-
ron oportunamente reconocidos como descendientes de un
guerrero de la Independencia, efectuada por el P. E. por
sí y ante sí antes de la sanción de la ley n 12.613, y
Q

mantenida después sin bacer referencia alguna a esta ley,


por no haberse comprobado el carácter de guerrero del an-
tecesor, contraría el principio de la cosa juzgada adminis-
trati;va y viola los arts. 17 y 18 de laConst. Nacional.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 19 de julio de 1946.

y vistos: Los de la causa civil promovida por las


hermanas María Luisa del Carmen y María Filomena
Correa como nietas legítimas del guerrero de la Inde-
pendencia D. José .Antonio Aranciva, contra el Gob.
Nacional por reintegración de pensión; juicio venido
a conocimiento de esta Corte por virtud del recurso ex-
traordinario'interpuesto por las aetoras contra la sen-
tencia de la Cám. Fed. de la Capital que desestimó sus
pretensiones; y

Considerando:
Que la demanda se fundó en las circunstancias de
haber obtenido, las Stas. Correa, una pensión de cien
pesos mensuales en 29 de octubre de 1930, como nietas
del Capitán Aranciva, quien actuó en la ~uerra de la
Independencia, en la campaña llamada de. Los Andes,
organizada y dirigida por el General San Martín, for-
mando parte de la expedición auxiliar de. Coquimbo :
i t
(

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 287

y ello, en virtud de lo establecido en la ley 11.412; que I


a los siete años (1937), el P. E., por sí y ante sÍ, dejó
sin efecto la menoionada pensión por no haberse com-
probado el carácter de guerrero de la Independencia
del Capitán Aranciva; lo cual era de insanable nulidad
pues, conforme a .la jurisprudencia de la Cor"te Supre-
ma, importaba violación a los derechos adquiridos en
virtud de resoluoión firme que, en cuestiones adminis-
trativas, tienen el valor de la cosa juzgada. -fs. 9-.
Que el Min. Fiscal y las sentencias de primera y
segunda instancias s,e han fundado, para negar el de-
recho de las actoras, en la facultad del Congreso para
ordenar la revisión de las pensiones acordadas confor-
me a la ley 11.412 y fué en virtud de esa facultad que
el Congreso sancionó la n 12.613,aclaratoria de la ante-
Q

riormente citada, y en mérito de la cual se ha dejado


sin efecto la pensión de las recurrentes ya que, en
estos autos, no se probó la condición de guerrero de la
Independencia del Sr. Aranciva -fs. 11, 31, 39 Y 49-.
Que, ni en el decreto de 20 de abril de 1937, ni en
los confirmatorios de éste, de 28 de diciembre de 1937,
30 de diciembre de 1941 y 1Q de diciembre de 1942 -fs.
69, 81, 102 Y 119 del expte. adm. C-29.287-1928,cara-
tulado "Señoritas María Luisa del Carmen .y María
Filomena Correa, C. R. P. M. Eleva expediente de
pensión de las causante~", el cual corre agregado por
cuerda floja a los autos principales-; en ninguno de
esos decretos se hace Illención siguiera -y menos apa-
rece como fundamento- la ley 12.613 sino que se inter-
preta y aplica la 11.412, lo que es natural pues la pri-
mera es de fecha 30 de setiembre de 1939, vale decit',
posterior en dos años y cinco meses al decreto de
abril de 1937 que dejó sin efecto la pensión cuestionada.
Que las recurrentes han insistido en que no discu-
.0-' ::.c •.

288 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

ten la facultad del Congreso para ordenar revisión de I

pensiones pero que no se trata, en el caso, de aplicar


la ley 12.613 porque la solución dada por el Gobierno
cancelando su pensión es anterior a dicha ~ey, por lo
que en verdad se trata de una infracción a la norma
de la cosa juzgada contraria a los arts. 17 y 18 de la
Constitución, a la constante jurisprudencia de la Corte
-Fallos: 177, 131 Y 194; 179,427 Y otros- ya lo re~
suelto por el Juez y la Cámara en el caso Aranciva de
Buscos c. Gob. Nacional por reintegración de pensión,
que es semejante al sub-judice.
Que el presente caso no es semejante al resuelto
por esta qorte que se registra en el t. 198, pág. 260
-Ramos Mejía c. la Nación por pensión- porque en
este caso el Gobierno invocó la ley 12.613 para dejar
sin efecto, con fecha 30 de septiembre de 1939, lapen-
sión otorgada en 1937 bajo la vigencia de la ley 11.412;
y. en la oportunidad del fallo aludido la Corte expresó
estos claros conceptos. de aplicación al asunto en
examen:
"Que si bien es cierto que esta Corte ha declarado
que una resolución administrativa que. reconozca el de-
o recho 'a una pensión no puede ser derogada por otra de
igual naturaleza, también lo es que la derogación es
procedente y no afecta la doctrina del fallo citado, .
. cuando sobreviene una causa legal para ello. En el
sub-lite la causa sobre-viniente está en el mandato ex- .
preso e imperativo de una ley posterior que ordena al
P. E. hacer la revisión, cuyo imperio no puede descono-
cerse y por lo mismo pone a cubierto al acto guber-
nativo".
Cabe insistir que el decreto de 1937, que canceló
la pensión de las Srtas. Correa no se fundó en ley al-
guna sino en una apreciación del P. E. sobre la prueba
I>:_~_ ••• 1 - ••. ~ ••

'DE JUSTiCIA DE LA NACIÓN 289

referente al carácter de guerrero de la Independen-


cia del Capitán Aranciva, declarada suficiente en 1930
y que la Comisión Revisora de Pensiones declaró tam-
bién justificada en 1936 -fs. 59 del expte. adm.
Que, en consecuenoia, prescindiendo del examen
de la prueba, pues se trata de un recurso extraordina-
rio, hay un caso claro de transgresión a la cosa juz-
gada y, por lo tanto, violatoria de los arts. 17 y 18 de
la Const; Nacional jurisprudencia constante de esta
Corte -Fallos: 193, 251; 197, 548 Y otros.-.
En su mérito así se declara y se revoca la resolu-
ción apelada en cuanto pudo ser materia del recurso.
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAzAR
ANCHORENA - F.RAMOS MEJÍA
"- T. D. CASARES.

GüEDES y MIEULET v. ADUANA

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestión fe-


deral. Cuestiones federales simples. Interpretación de la Constitución
Nacional.
Es a.dmisible el recurso ext.ráordinario fundado en que
es improcedente por retroactiva y violatoria del arto 17 de
" la Consto Nacional, la aplicación de lo dispu~to en el
arto 17 de la ConstoNacional, la aplicación de lo dispues-
to en elart. 36 de la ley 12.345 al dueño de un estable-
'cimiento industrial en el cual fué hallada, con posteriori-
dad a la sanción de dicha ley, chapa de bar"rera para lan-
gosta introducida libre de derechos de importación con
a.nterioridad a aquélla.
ADUANA: Infracciones. Alteración ,del destino.
El dueño de un establecimiento industrial en el que fué
hallada, con posterioridad a la fecha de vigencia de la ley
290 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

12.345, chapa de barrera para langosta introducida libre


de derechos de importación con anterioridad a dicha fe-
cha, debe ser condenado a sufrir el comiso de esa mer-
cadería conforme a lo dispuesto por los arts. 36 de la
ley 12.345 y 74 de la ley 11.281 (t. o.) cuya aplicación en
tal supuesto no importa violar el art.. 17 de la Consto
Nacional.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAT~

Bs. .Aires, 19 de abril de 1945.

Vistos y considerando:
Que el día 19 de febrero de 1943, en el establecimiento
metalúrgico de la calle .Avda. .América 2960/70 (Cap. Fede-
ral) de propiedad de la recurrente se constató la existencia
de. 3.500 láminas usadas de barrera "Barbesino" y 360 lá-
minas, también usadas, de barrera "Perrusi ", que se desti-
naban a ser industrializadas.
Que la recurrente manifestó que dichas chapas galvani-
zadas las había adquirido al contado y sin comprobante algu-
no como es de práctica en las ventas de materiales usados,
ignorando quiénes eran los vendedores, y que en la oportuni.
dad de adquirirlas, ighorabasi las mismas adeudaban dere-
chos aduaneros y que constituían barreras para langostas.
Que la .Aduana de la Capital de conformidad son 10 dis-
puesto en los arts. 74 de la ley 11.281 y 1056 de la Orde-
nanza de .Aduana, comisó el total de 10;036 kgs. de chapas-
barrera halladas en el local de la recUl:rente.
Que la denuncia presentada ante el l\{in. de .Agricultura
fué luego formalizada en la .Aduana de l~ Gapital, donde se
dió a la misma el correspondiente trámite administrativo, por
lo que la resolución de referencia no adolece del vicio de nuli-
dad que alude la recurrente en su expr.esión de agravios. .
Que la recurrente no ha probado el origen de dichas cha-
pas, las cuajes, según resulta de las constancias de autos, son
de origen extranjero y de las que se introducen al país libres
de derechos con la condición de ser utilizadas, exclusivamente,
para defensa de los sembrados contra la langosta.
Que, en efecto, especialmente los informes corrientes a fs.
52, 56, 59, 88 vta. y 91, prueban que tanto las chapas "Bar-
•. ¡

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 291

besino" como las "Perrusi" que fueron halladas en el refe-


rido establecimiento metalúrgico, eran tipificadas y perfecta-
mente identificables como las mismas que fueron importadas
por la Defensa Agrícola y cuyo transporte se efectuó en los
vapores mencionados a fs. 91, siendo introducidas al país en el
período comprendido desde el 5 de octubre al 29 de noviembre
de 1933, sin pagar derechos de import.ación por estar destina-
das a <lombatirel acridio.
.Que estando terminant.emente prohibida la industrializa-
ción de dichas chapas (leyes n 11.694, 12.329 y 12.599) co-
Q

rresponde <lonfirmarsela resolución administrativa de acuerdo


con lo dispuesto en el arto 36 de la ley 12.345.
Que el hecho de que la procesada haya obrado de buena
fe, no es óbice para dicha confirmación, ya que en materia
aduanera la represión va sobre la mercadería en infracción y
no sobre el poseedor de la misma.
Que en cuanto a lo alegado de que la Dir. Gral. de .Adua-
nas ha permitido algunas veces la venta de chapa barrera
para ser manufacturada, debe tenerse en cuent.a que esos per-
misos fueron acordados con una serie de requisitos y condicio-
nes, y que, por último, acabaron por ser dejados sin efecto, lo
que demuestra que las chapas secuestradas no pudieron nunca
provenir de esas ventas autorizadas. .
Que los diez años para que se cumpla la prescripción no
~eben contarse desde el día que se introdujeron las chapas, sino
desde que a las mismas se les dió un destino diferente del
indicado al ser liberadas de derechos aduaneros, y, por tanto
no se encuentra prescripta esta causa.
Que en caso análogo al presente, la Cám. Fed. de Apel.
acaba de confirmar la sentencia de este Juzgado que, a su vez,
confirmaba la resolución .administrativa por la cual se aplicó
. una multa igual al valor de chapas barrera "Barbesino" que
habían sido industrializadas sin autorización alguna (autos
"Masciotra, Apeceche'y Braña Aduana 25-E.-1943" sentencia
de la Cám. Fed. de fecha 9 de febrero ppdo.).
Por ello confÍrmase, con <lostas,la resolución administrati-
va de fs. 12 vta. que comisa la cantidad de 10.036 Kgs. de cha-
pas barrera en poder de la firma Güedes y Mieulet a benefi-
cio del denunciante y aprehensor. - HorMÍG Fox.
292 FALLOS DE LA OORTE SUPREMA

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, 19 de oct.ubrede 1945.

y vistos: Considerando:
I. Toda mercadería que ha entrado al país sin pagar de.
rechos o con el beneficio de menor derecho en razón de un
determinado destino, hállase sometida a la imposición legal, de
quedar exclusivamente reservada a los fines invocados al in-
troducirla.
El cambio de destino sin autorización administrativa, colo-
ca necesariamente en estado de infracción a la mercadería
porque importa la -violación de la causal de exención del tri-
buto fiscal, determinando la aplicabilidad de las penalidades
establecida:~por las Ordenanzas de Aduana o por las leyes espe-
ciales, para los hechos que puedan disminuir la r~nta (art. 27
de la ley 11.281, ¡3 y 14 de su reglamentación, 1025 y 1026
'de la ley 810).
n. Contrariamente a lo sustentado por los apelantes, en
su expresión de agravios, corresponde declarar que lo dispues-
to en el arto 36 de la ley 12.345 en cuanto determina que los
artículos exonerados de derechos de importación por razón de
su destino no pueden hallarse en condiciones que impliquen
transgresión al motivo de la franquicia y señala la responsabili.
dad de los importadores y de los poseedores de las mercaderías
halladas en tales condiciones, no importa aplicación retroactiva
de la ley penal porque aunque la ley 12.345 data del año 1937,
sus disposiciones encuadran en el principio general fijado en
los arts. 1025 y 1026 de las Ordenanzas, para castigar todo
hecho que pueda llegar a disminuir la renta pública señalando
el procedimiento a seguir por los be!leficiarios de las mercade-
rías exentas de derechos, a fin de que el contralor administra-
tivo sobre comprobación de destino pueda ejercita.rse evitándose
la burla de la finalidad perseguida en las leyes de exención.
y el decreto reglamentario del referidoart. 36 de la ley
12.345 (fs. 74/77) contempló en toda su amplitud la situación
-de los introductores de las máquinas, materiales y mercaderías
en general exoneradas de derechos o sujetas a menor derecho,
por la ley de Aduana o por leyes especiales en razón de su
destino; y asimismo la de los poseedores de tales efectos, fijan-
do las normas a adopt.arse para justificar la utilización legal
; "¡""r"":
4 ~) .•••.•.••••.•••..•.-.;.•.• ~ '_f'_.c;. -~

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 293

de las mismas, medidas t.odas plenamente justificadas, para po-


der llegar a hacer efectivo el cumplimiento de los propósitos
de la ley.
No ha mediado, pues, violación alguna al precept.o del
arto 17 de la ConstoNacional que garantiza el derecho de pro-
piedad, ya que éste no es absoluto: ha de ejercitarse sin per-
j.uicio y con arreglo a las leyes que reglamenten su ejercicio.
III. Los recurrentes, no sólo comocomerciantes (art. 43 y
siguientes del Cód. de Comercio), sino particularment.e en su
condición de industriales dueños de "establecimientos meta-
lúrgicos" (fs. 11), estaban especialmente obligados a documen-
tar sus adquisiciones de chapas galvanizadas, llamando la aten-
ción que no hayan exhibido constancia alguna, ni siquiera indi-
cado el nombre de los proveedores, con el fin de demostrar el
origen de la adquisición del considerable número de chapas ha-
lladas en su poder: 3860 con 10.036 kgs. Tales antecedentes
arrojan una grave presunción en su contra, en cuanto a la
buena fe, con que dicen haber act.uado al efectuar las compras
de chapas-barrera.
En el caso, ha quedado plenamente probado en autos que
las chapas en cuestión "Barbesino" y "Perrusi" eran de las
destinadas a barreras para la defensa de los sembrados contra
la langosta, exoneradas de derechos con arreglo a las leyes
11.694, 12.329 y 12.559: perfectamente tipificadas e identifica-
bles, según consta en los informes de fs. 52 vta, y 56, habiendo
sido introducidas al país desde octubre de 1933 en adelante
(fs. 59), quedando así de manifiesto la existencia de la viola-
ción legal atríbuída a la firma demandada.
IV. La defensa de prescripción que se invoca no es ad-
misible por la razón que da el Sr. Juez a q1W, independiente-
mente de que los recurrentes a quienes incumbía la prueba de
su alegación, en manera alguna han justificado el cumplimiento
del extremo señalado en el arto 433 in fine de la ley 810.
Tampoco concurren en el sub lite motivos de atenuación que
pudieran autorizar al Tribunal a ejercitar la facultad confe-
rida en el arto 1056 de las Ordenanzas.
Por ello, sus fundament.os y en concordancia con lo resuelto
por esta Cámara en las causas de Aduana similares, seguidas
contra Masciotra Apececha y Braña y contra la Soc: de Resp.
Ltda. S. 1. M. l. C., falladas con fecha 9 de febrero y 15 de
junio, respectivamente, se confirma, con costas, la senteucia de
fs. 109, que condena a la firma Güedes y Mieulet al comi~ode
10.036 kgs. de chapas barreras, a beneficio del denunciante y
..• li ..•., .~- ...;;.
• "'i"¡
..•. -.- .•.- .;.,--.~;..._-_.:.,"","''''''''''''''''",--,-

294 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

aprehensor. - C&WS He,"rera. - Carlos del Campillo (con


su voto). - R. Vil'latr P,alacio. - J. A. González Calderón (con
su voto). - Alf0111S0E. Pocard.
, .

Voto de los Dres. Carlos del Carnp~lld.y J . ..4.. GonrzálezCalderón

, Considerando:
Que la sentencia apelada de £s. 109 resuelve esta ~ausa
aplicando debidamente a los hechos que la constituyen el de-o
recho que corresponde.
Confírmase, pues, por sus fundamentos dicha senten<;lia
de fs. 109, también con las costas de esta instancia. - Carlos
del Campillo. - J . ..4.. González CaJderó't.

FALLO DE LA CORTE SUPREM:.A

Es. Aires, 19 de julio de 1946.

y vistos: Los autos "Guedes y Mieulet - .Adua-


na-2-L-1943" venidos de la Cám. Fed. de la Capital,
por vía del recurso' extraordinario, y

Considerando:
Que el recurrente funda el recurso federal en la
clrcunstáncia de haberse violado en el caso el derecho
de propiedad garantizado por el arto 17 de la Consto
Nacignal, por aplicación retroactiva de las disposicio-
nes de la ley n 12.345.En tales condiciones, la cuestión
Q

planteada difiere de la resuelta por el Tribunal in re


"C. l. M. l. C. (Soc. de Resp. Ltda.) Aduana-200-A"
en 9 de novi~mbre del año 1945, porque en el presente
aparece comprometida la interpretación a atribuirse
a disposiciones contenidas en leyes nacionales, por lo
que el recurso federal es procedente -arto 14, inc. 3(>,
de la ley 48-.
(
o"~ 295
'DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

En cuanto al fondo del asunto:. Que la sentencia en


recurso deja establecido que las chapas para combatir
la langosta que se encontraron en el establecimiento de
la recurrente, son de origen extranjero y fueron, intro-
ducidas al país, libres de derechos, en el período com-
prendido entre el 5 de octubre y el 29 de noviembre
de 1933.
Que de acuerdo con las disposiciones contenidas
en las leyes N°s' 11.694, 12.329 y 12.559, la industrIali-
zación de dicho material, se halla prohibida.
Que el arto 36 de la/ley n9 12.345 sanciona con las
penas de multa y comiso la infracción cometida, penas
aplicables tanto a los importadores como a los posee-
dores de la mercadería. Ahora bien, los antecedentes
que dieron lugar al sumario administrativo datan de'l
año 1943, por lo que la aplicación al caso de la ley
n9 12.345, arto 36, del año 1937, es inobjetable.
Por ello se confirma la sentencia de fs. 124 en
cuanto pudo ser materia de recurso.

ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CA:SARES.

S. A. LEVER HNOS. LTDA. v. DIRECCION GENERAL


DEL IMPUESTO,A LOS REDITOS
PRESCRIPCION: Tiempo de la prescripción. Leyes especia,les. Im-
puesto a los réditos.
La prescripción bienal establecida por el arto 24 del texto
ordenado del impuesto a los réditos para los casos de pago
por error, no rige los supuestos ,de demandas contenciosas
sobre repetición del impuesto pagado voluntaria o compul-
,

/
'L l' '~(.';
.4 ....•...•••.
.-.-, .•.• -"\+I<:~-_~~.-_~... +~,~~
~If.:••

296 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

sivamente contemplados en el arto 41 de la citada ley, a los


que es aplieable la pre~cripción decenal.
PRESCRIPCION: Tiempo de la p,'esc"ipción. Leyes especiales Im-
puesto a los réditos. .
El decreto n 30.141/44 no es aclaratorio sino-modifieato-
Q

rio del arto 24 de la ley 11.683 (t. o.) y no es aplicable a .


los juicios iniciados con anterioridad a la fecha de su san-
ción.
SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, marzo 7 de .1945. ...-


Y vistos: Estos caratulados "Lever Hnos. Ltda. S. A. Como
e Ind. contra Fisco Nacional (D. G. 1. R.), sobre repetici,ón"
de su estudio
Resulta:
1 Q) a fs. 7 la aetora entabla demanda cont,eneiosapor de-
volueión de la suma de $ 37.000, intereses y costas, a mérito de '
las siguientes razones: '
a) Que la Dir. Gral. del Impuesto a los Réditos le requirió
el ingreso de la suma de $ 37.000 en eoncepto de impuesto so-
bre utilidades anteriores al1 de enero de 1932, que fueron dis-
Q

tribuídas como dividendos en diciembre de 1934, repitiéndose la


intimaeión el 4 de junio de 1937 j b) que hizo el pago bajo
protest.a; e) que intentada, administrativamente la devolúción
no se hizo lugar a la misma por entender la Dir. General que
la acción estaba prescripta; d) que la prescripción no se ha-
bía operado porque corresponde aplicar el término de 10 años,
segtln la doctrina sentada en el caso "Cía. GraL de Fósforos
C. Fisco Nacional".
2 Q)' Declarada la competencia del juzgado y corrido
traslado de la demanda se contestó a fs. 19, pidiéndose su total
rechazo, con costas. '
En resumen expresa: a) Que opone la prescripción bienal
que autoriza el arto 24 de la ley 11.683, t. o., pues no obstante
lo resuelto por la Corte Suprema en el caso Cía. Gral. de Fós-
foros Sudamericana, debe tenerse en cuenta que 'al ocurrir los
hechos que motivaron dicho pleito no se había sancionado la
reforma de la ley 11.683 (t. o.) y la litis estaba regida. por
normas distintas contenidas en las leyes anteri,ores a la última

"
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 297

modificación de la ley; b) que conviene recordar los antece-


dentes del texto legal invocado para acusar la prescripción, los
que expone sucintamente, y especialmente los relativos al
proyecto del P. E. que se convirtió en ley 11.683,y la reforma
impuesta por la ley 12.151, tendiente a establecer y regla-
mentar el recurso de repetición con instancias administrativa
y judicial; c) que el arto 24 de la ley confiere el derecho de
devolU0ióncuando por error de hecho (cálculo) o de derecho
(concept.o) en las propias declaraciones del contribuyente o
agente de retención se ha pagado impuesto de más y el arto 41
acuerda idéntico derecho cuando voluntariamente o por com-
pulsión se ha pagado impuesto de más, supuestos que no ex-
cluyen, sino que permiten invocar el error de hecho o de. de-
recho; d) que del texto de la ley no resulta el propósito del
legislador de establecer dos sistemas y dos vías para repetir
impuestos a los que puedan corresponder dos diferentes tér-
minos de pr,escripción; e) que el arto 24 de la ley 11.683 (t.
o.) cuando habla de que el pago resulte de "propias declara-
ciones del contribuyente", sólo tiene el sentido de que ésa es
la forma adoptada para liquidar el gravamen y por consiguien-
te esos términos comprenden tanto las declaraciones que el con-
tribuyente confeccione espontáneamente, como a las que sean
otorgadas en virtud de estimación de oficio o de cualquier
otra intervención de la autoridad fiscal; £) que para decidir
si corresponde o no devolver la suma que se intima repetir debe
dar a conocer el nombre de cada uno de los beneficiarios, pues
recién cuando se haya estudiado integralmente el ingreso re-
ditual de cada uno podría establecerse si corresponde la devo-
lución, y además tampoco debe olvidarse la posibilidad de que
cada mio de los accionistas separadamente haya solicitado la
devolución del mismo impuesto. .

Considerando:
. 1. Que la demandada no ha cuestionado el derecho a obte-
ner la devolución de las sumas abonadas en concepto de dis-
tribuci.ón de reservas efectuadas antes de la existencia del
impuesto a los rédit.os, limitándose a oponer la prescripción de
2 años y la defensa de que carece de derecho la actora a
obtener lo que pretende por no haber actuado más que como
agente de retención.
n. Que en lo relativo a la prescripción deben señalarse
las siguientes circunstancias:
298 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

a) Está acreditado que la actora abonó el impuesto a re-


querimiento, de la Dir. Gral. del Impuesto a los Réditos, y
efectuó el pago bajo protesta (notas de fs. 40 y fs. 41, cuya
autenticidad se reconoce en el oficio de fs. 42).
b). En virtud de dicha circunstancia es evidente que la
actora no ha incurrido, al efectuar el pago, en error de cále;ulo
ni de concepto, únicos supuestos qu prevé el arto 24 de la ley
n(> 11.683 (to. o.).

c) En nada difiere el sub júdice, en cuanto a la cuestión


subexamen,a lo resuelto por la Corte Suprema en el caso de
Fallos, t. 193, p. 81, pues a pesar de lo que la demandada sos-
tiene, en la sentencia del alto tribunal, se tuvo en considera-
ción el régimen de recursos establecidos por la ley 11.683 (t.
o.) e incluso las modificaciones introducidas por la ley 12.151,
entendiéndose por consiguiente que ésta no ha modificado lo
que aquélla est.ablecíasobre el régimen de la prescripción de la
acción de repetición del impuesto a los réditos. .Ademásdicha
doctrina fué reiterada por el alt.o tribunal en los casos de
Fallós, t. 198, p. 457, y t. 199, p. 216.
d) En el sentido expuesto se han pronunciado diversos
fallos por la Cám. Federal de la Capital, entre otros en el caso
de "Rodríguez Egaña de Rodríguez Villegas y otros c. Fisco
Nacional", que tramit.ó en la Secretaría actuaria.
e) En nada puede hacer variar la solución a que se llega
la sanción del decreto 30.141/944 (Bol. O¡., noviembre 16 de
1944), pues en realidad es modificatorio del arto 24 de la ley
11.683 (t. o.) y sólo puede regir para lo futuro, dado que por
su carácter de decreto no puede tener igual alcance que las
leyes interpretativas aclaratorias que sólo dicta el Congreso.
.Además, corresponde al Poder Judicial discernir si la nueva
norma es aclaratoria. o modificatoria, y en el caso del art.. 24
de la ley 11.683 (t. o.) la claridad de sus términos le niegan
carácter aclaratorio al nuevo decreto.
A mérito de lo expuesto debe concluirse que la prescrip-
ción aplicable en el caso de que el cobro del impuesto haya
Bido efectuado compulsivamente es, a falta de otro término
especial, la de 10 años que señala el arto 4023 del Cód. Civil.
lII. Que se ha resuelto que de acuerdo con lo dispuesto por
Jos arts. 25, 26 y 67 de la ley 11.683 (t. o.) tienen personería
para ejercitar las acciones acordadas a los contribuyentes por
el arto 42 de la misma, todas las personas responsables por el
cumplimiento de la ley, y entre otras los agentes de retención,
los directores, gerentes y demás representant.es de las enti-
,.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 299

dades (Corte Suprema, Fallos, t. 186, p. 170). Por tanto la


acción debe prosperar, ya que este principio hace recaer sobre
la demandada la carga de la prueba en el caso de alegarse
que algún tenedor de acciones hubiera reclamado la devolución
pertinente.
Por ello, y lo establecido en el arto 794 del Cód. Civ.,
fallo declarando que el Gobierno de la Nación debe devolver a
Lever Hnos. Ltda. (Soc. .An. Comoe Ind.) la suma de $ 37.000,
con intereses al tipo que cobra el Banco de la Nación Argen-
t.ina desde la notificación de la demandada y costas. - Belisa-
f'io Ga;ehe' Pirán.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAl .•

Bs. Aires, julio 27 de 1945.

y vistos: Estos autos seguidos por Lever Hnos. Ltda. S.


A. Como e Ind. contra Fisco Nacional (Dir. Gral 'Imp. R.é-
ditos) sobre repetición, $ 37.000; y

Considerando:
Por la jurisprudencia reiterada de la Corte S'uprema que
cita el juez a quo ha quedado establecido que el arto 24 de la
ley 11.683, que fija en 2 años el término de la prescripción
para reclamar la devoJución del impuesto a los' réditos, se. re-
fiere únicamente al caso en que la acción se funde en error
de cálculo o concepto en las propias declaraciones del contri-
buyente o agente de retención j y que en los' demás casos de
repeticlón rige la prescripción decenal del arto 4023 del -Cód..
Civil. El P. E., por decreto 30.141/944, dispuso que el plazo
de la prescripción sería, en todas las situaciones de 2 años. Tal
disposición,' con prescindencia de su validez que no ha sido
• cuestionada en autos, es evidentemente modificatoria del texto
legal citado y no aclaratoria del mismo, como lo pretende el re-
presentante del fisco, pues hace extensivo un término reducido
de prescripción a casos que el arto 24 de la ley no contem-
plaba. Dado su carácter de modificatorio, el decreto aludido
no puede tener efecto retroactivo, como lo declaró la Corte
Suprema con referencia a las leyes 12.345 y 12.574, en Fallos,
t. 192, p. 422 j t. 186, p. 513 j t. 185, p. 32 atento lo dispuesto
en el arto 39 del Cód. Civil. De manera que en el S1tb lite, en
el que se reclama devolución de impuestos pagados con mucha

'.
f:
.~'~.~'-:"'~~N.. _,.~.,....-",~_o,.
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>

300 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

anterioridad al decreto y en que aun la acción fué iniciada y


la relación procesal trabada antes de regir aquél, no puede
aplicarse al mismo sino el texto legal vigente en la. época en
que el pago se realizó, por lo que corresponde decidir, como
lo ha hecho el Sr. Juez a q~(,(), que la prescripción opuesta es
improcedente, atento lo resuelto por la Cort.e Suprema, en
Fallos, t. 199, p. 216; t. 198, p. 457, Y t. 193, p. 81.
En cuanto a la cuestión que trata el consid. 30 de la sen-
tencia recurrida, ha sido, asimismo, bien resuelta, de acuerdo
con lo decidido en iguales situaciones por la Corte Suprema,
no habiendo el recurrente, en esta instancia, objetado de ser
parte del pronunciamiento.
En su mérito y por sus fundamentos concordantes, se con-
firma, con costas, la sentencia de fs. 72 en cuanto declara
que el Gobierno de la Nación debe devolver a. Lever Hnos.
Ltda. (Soc. An. Comoe Ind.), la suma de $ 37.000, con 'inte-
reses al tipo que cobra el Banco de la Nación Argentina desde
la notificación de la demanda, y costas. - Carlos Her1'era. -
Carlos del CG/mpillo. - RiGa1'do Vülar Palacio. - Según sus
votos: Juan A. GOl1£álezCalde1'ón. - Alfonso E. Poccard.
Voto de los Dres. J. A.. González Oalderón y Alfonso E. Po'Cca1'd
Considerando: 19 - En el memorial presentado en esta
instancia por la representación fiscal, no se insiste en la cuestión
planteada sobre la personería de la actora que se le desconoció,
por no haber act.uado más que como agente de retención.
Ese punto ha sido contemplado y resuelto .con aeierto,
en el consid. 30 de la sentencia recurrida.
2° - Mantiene el apelante su tesis sobre la aplicabilidad
del decreto' 30.141/1944, que señala el plazo de 2 años para
la prescripción de la acción por repetición de impuesto a los
réditos, cuando el pago haya sido efectuado por error de
cálculo o concepto, en las propias declaraciones del contribu-
yente o agente de retención o cuando sin deducir oposición an-
tes del vencimiento éste fuera abonado voluntaria o compul.
sivamente. .
Como él impuesto cuya repetición se persigue se satis-
fizo con mucha anterioridad al decreto mencionado, debe esti-
marse que el caso está. regido por las. disposiciones legales
vigentes en la época del pago, habiendo decidido la Corte Su-
prema que el plazo de 2 años fijado en el arto 24 de la ley
11.68;3 (t. o.) se refiere solamente a los pagos por error de
cómputo o de' concepto, estando contempladas las demás situa.
••(c •.. : .•.•..•.

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 301

ciones -y entre ellas la presente- por la disposición general


del arto 4023 del Cód. Civil, que fija el ténnino de 10 años
para la prescripción de la acción.
39 - Es evidente que el decreto 30.141/44 citado, tiende
a modificar la interpretación dada por la jurisprudencia al
arto 24 de la ley 11.683, y por ende sólo puede' regir para el
futuro (art. 39, Cód. Civil).
Verdad es que las leyes de carácter administrativo y par-
ticularmente las impositivas, pueden tener efecto retroactivo,
pero tal supuesto no ocurre en el presente caso, no apare-
ciendo, por otra parte, demostrada la necesidad y urgencia de
la modificación de la ley, con el alcance retroactivo que se
pretende, a los fines del ejercicio y desenvolvimiento normal
de la Administración pública.
Consiguientemente debe estimarse' que la prescripción
aplicable en el sub lite es la decenal, por lo mismo que el pago
fué hecho bajo protesta, lo que hace improcedente la defensa
aducida.
Por ello y sus fundamentos, se confirma, con costas, la
sentencia de fs. 72. - Juan A. González Calderón. - Alfonso
E. POGcard.
DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAlJ

Suptema Corte:
Una vez más vuelve a V. E. el discutido caso de si
elart. 24 de la ley 11.683ha de interpretarse en el sen-
tido de que el plazo para la prescripción €s de dos años,
o de diez, cuando se trata de reclamos sobre devolución
de impuestos relativos a utilidades anteriores al año
1932, que se distribuyeron en 1934, cuando regía ya la
ley de impuestos a los réditos. Como lo anota Réditos
en su memorial de fs. 89-93,' hasta este momento, la
jurisprudencia no se ha orientado categórica y defini-
tivamente en un s'entido o en otro. Por mi parte, al
dictaminar en el.caso del fallo 199: 216, ratificando actl-
tudes anteriores, expresé que conceptuaba aplicable el
plazo de dos años. Mantengo ese criterio todavía.
Aun cuando el casp actual presenta una modali-
¡...,..•..~~ ..•••••..•.•••.••.•••.• -.- .•.~' .• ;C~l:: ~k~~""~. "*¡

. 1

302 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

dad no contemplada antes, y que deriva del decreto


n9 31.141 dictado en noviembre de 1944 y publicado en
el Bol. Ofic. e~16 del mismo mes, o sea con posteriori-
dad a l~ demanda, no creo que esa modalidad modifi- .
que la situación jurídica producida en autos. Aclarato-
rio o modificatorio, válido o inválido, siempre habría
que atenerse a la norma general impuesta..por el último
artículo del Cód. Civ.
"Las prescripciones comenzadas antes de regir el
nuevo código están sujetas. a las leyes anteriores."
Es, entonces, la situación anterior al decreto laque
debe tenerse en cuenta, puesto que a partir de la de-
manda habría quedado interrumpida toda prescripción,
a menos de hallarse ya cumplida para esa fecha. Sería
excesivo reconocer, a la .Nación -y por implicancia a
las provincias, que también dictan leyes de impuestos-
facultad de disminuir, por vía de leyes aclaratorias, de-
rechos de sus acreedores sometidos ya a fallo. de la
justicia. A tal respecto doy por reproducidos los fun-
damentos de mi dictamen en el caso 184: 620, y de los
votos en disidencia del fallo 187: 330.
A mérito de lo expuesto, me inclino a pensar que
corresponde la revocación del fallo apelado. Bs ..
Aires, octubre 6 de 1945. - Juaw, .Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 19 de julio de 1946..

y vistos los autos "Lever Hnos. Ltda. S. A. Como


e Ind. contra Fisco Nacional (Dir. Glial. del Imp. a los
Réditos) sobre repetición", en los que se ha concedido
a la demandada el recurso ordinario de apelación con-
tra la sentencia de la Cám. Fed.
.:.:-l-.. :••.•..•.-... -~.•... "',•.
~j •• ~-:'.;:¡.
. , ...{::-

DEJUSTICIA
DELANACIÓN 303

Considerando: .

Que la sentencia apelada, en cuanto declara que no


es aplicable al presente caso la prescripción bienal que
establece el. art. 24 de la ley. 11.683 (t. oo.) sino la
decenal se ajusta a la reiterada jurisprudencia de esta
Corte Suprema sobre la materia (Fallos: 188, 381;
193, 81; 198, 457; 202, 443; 204, 30 y otros).
Que con respecto al decreto n 30.141/44 el Tri- Q

bunal ha declarado (Fallos: 204, 30 Y sentencia del 20


de fébrero ppdo. en la causa seguida por Mercedes Za-
piola de Ortiz Basualdo y otra v. Fisco Nacional) que
no es aclaratorio sino modificatorio del arto 24 de la
ley n 11.683. Q

Que, en consecuencia, la disposición invocada por


el representante del Fisco no es susceptible de ser apli-
cada en el presente juicio, promovido con anterioridad
a la fecha de la reforma aludida. Así resulta, por una
parte, de lo que establecen los aits. 3, 4 Y 4044 del
Cód. Civ. (Fallos: 185, 32; 186, 513; 192, 422) cuya
aplicabilidad no aparece excluída por las disposiciones
,del referido decreto. Y, por otra parte, y con prescin-
dencia de la validez de ~as mismas por razón de su ori-
gen no cuestionada en autos, esa es la solución que
armoniza con el principio de la división de los poderes
establecido por los arts. 36, 86, 94 Y 95 de la Consti-
tución Nacional (Confr. COOLEY, Constitutional Limita-
tions, t. I, págs. 176 y sigtes.; WILLOUGHBY, On the Con'S-
titution, t. lIT, párr. 1058 y sigtes.).
En su mérito, confírmase la sentencia apelada, con
costas. .
ANToON10 SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.
304 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA
\

VILLA, AUFRICHT y CIA.~. IMPUESTOS INTERNOS

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos p"0pios. BentenrM-


definitiva. Resoluciones amteriores a la sentencia definitiva. Varia-s.
No es definitiva la sentencia que se limita a declarar la
nulidad de las resoluciones del Min. de Hacienda y .del
Adm. de Imp. Internos que impusieron multa por apli-
cación del arto 82 del texto ordenado de las leyes de im-
puestos internos, así como del procedimiento contencioso
seguido ante la justicia federal con motivo de haber ocu-
rrido a ella el supuesto infractor por la vía del arto 17 del
mencionado texto legal, y a disponer que debe darse a
la causa el procedimiento establecido para los juicios cri-
minales.

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestión fe-


deral. Interpretación de las leyes federales. Leyes federales de ca-
rácter procesal.
La cuestión referente a saber si, habiéndose elegido la
vía contenciosa prevista en el arto 17 del texto ordenado
de las leyes de impuestos internos por el supuesto infrac-
tor condenado por el Administrador a sufrir la pena de
multa por violación del arto 82 de dicho texto, corres-
ponde seguir ese procedimient(} o el establecido para las
causas criminales, anulando lo anteriormente actuado, para
no dividir la continenci.a de la causa, es de índole pro-
cesal.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, setiembre 17 de 1945.

Vistos y considerando:
Que revocadas por la Corte Suprema y Cám. Fed. de
Apel., las resoluciones de fs. 335 y 356, respectivamente, por
las cuales .el suscripto declaró operada la prescripción en
esta causa, vuelve a quedar la misma en estado de dictarse
nueva sentencia.
Que la resolución dei Min. de Hacienda corriente a fs.
235, modificó la dictada a fs. 204 por la Adm. de Imp. Internos
y resolvió elevar la multa aplicada por ésta, a $ 30.000 m/n.
,
~i¡: :--,

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 305

por entender que "es aplicable al caso de autos la sanción


del arto 82 del texto ordenado de las leyes de impuestos in-
ternos prevista para los fabricantes inscriptos que oculten o
sustraigan alcohol a la fiscalización - inc. h)".
Que el artículo mencionado establece una multa de 10
a 30 veces el monto del impuesto defraudado, la que, en caso
de no poder determinarse el monto de la defraudación, será de
$ 5.000 a $ 50.000; prisión de 3 meses a 2 años e inhabilita-
ción por doble tiempo de la pena. .
Que para hechos reprimibles con pena de arresto, el arto
. 30 del citado texto dispone en forma imperativa qué proce-
dimiento debe adoptarse y ordena así, que es al Juez Federal
o Letrado a quienes corresponde el conocimIento y decisión
del caso. Es decir que la autoridad administrativa carece de
facultad para dictar resolución al respecto.
Que en esa situación' es indudable que el Min. de Hacienda
no ha podido aplicar multa alguna en este sumario basándose
en dicho arto 82 y si de lo actuado resultaba que el hecho en-
cuadraba en esa disposición, debió procederse en la forma
dispuesta por el recordado arto 30.
Que forzoso es pues concluir que esa resolución es nula
pues el Poder Administrador carecía de potestad para dictar
la misma y debe resolverse en esa forma, pues estableciéndose
en aquella disposición pena de prisión .y de multa, es induda-
ble que no se ha seguido en esta instancia el procedimiento
que establece el Código procesal respectivo y por tanto no
podría el proveyente aplicar la pena corporal establecida asi-
mismo en dicho arto 82 del t. o. (pues cabe llamar la atención
que esa disposición no autoriza a aplicar una u otra sanción
sino que .ambas deben imponerse en forma conjunta), en caso
de que ella correspondiera, pues ni ha habido acusación al
respecto por parte del Min. Público ni los posibles condenados
han defendido su situación.
Que por otra parte esa tesis est.á de acuerdo con lo re-
suelto por la Corte Suprema, pues el Alto Tribunal tiene es-
tablecido que existiendo la posibilidad de aplicar pena cor-
poral, es la justicia la única que debe decidir el caso, cual-
quiera que fuese la sanción que en definitiva. se impusiere
(Fallos: 186, 365).
Que si bien esa nulidad pasó desapercibida al Juzgado y
al Ministerio Fiscal al sustanciarse esta causa, ello no es óbice
para que notada la misma sea declarada por el Juez al dictarse
sent.encia, y si no se hizo así en las resoluciones de fs. 335 y
306 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

356, fué debido a que en las mismas se declaró la prescrip-


ción de la acción, pero en la 21J de ellas se hizo notar que
existía ese vicio.
Por ello resuelvo: Declarar la nulidad de la resolución
ministerial de fs. 236 y de la dictada a raíz de aquélla a
Is. 240 vta. por la Adm. de Imp. Internos, como así tam1:Jién
de las actuaciones posteriores, debiendo sustanciarse nueva-
mente est.a causa, imponiéndose a la misma el procedimiento
establecido para los juicios criminales (art. 38 ley 3764; arto 30
t. o.'; arto 35, ley 12.148; arto 82 t. o.; arto 31 inc. 10, Cód. Proc.
Crim.) - Hora.cio Fox.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, 15 de mayo de 1946.


y considerando:
La presente causa no es de carácter contencioso sino cri-
minal, razón por la cual, las consideraciones que en la primera
parte del memorial sustitutivo del informe in voce se 'formu-
lan, no son admisibles, a pesar de que la, ley califique de "via
contenciosa" el camino a seguirse por el afectado por la re-
solución administrativa (art. 17 t. o. de las leyes de impuestos
internos y puntos I, n y In de aquel memorial). Por tanto,
el juzgador no tiene por qué constreñirse a conocer y resolver
lo propuesto si su conciencia le indica que debe extender el
campó de la investigación. Ningún reato de carácter legal li-
mita su acción al respecto y, por tanto, si conceptúa que la
resolución administrativa y el procedimiento posterior adole-
cen de nulidad como ocurre en el sub-jud/ice, decidió bien al
. anularlos y ordenar que la causa se sust.ancie con arreglo a
la ley.
Por ello y por sus fundamentos, se confirma la sentencia
recurrida. - Al/011,SOE. Poccard (en discordia). - Carlos del
CaJlnpillo. - R. Vilar Palacio. - Carlos Herrera.

Discordia

En el supuesto de que el Min. de Hacienda al. resolver


a fs. 236 sobre la apelación interpuesta y concedida a los de-
nunciantes contra la resolución de Imp. Internos de £S. 204
hubiese aplicado erróneamente la sanción prevista en el atto 82
}_. :

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 307

t. o. (ley 12.148, arto 35 y ley 4295, arto lQ) tal circunstancia


no es suficient.e para determinar la nulidad de las resoluciones
administrativas de fs. 236 y 240 vta. y actuaciones posteriores,
que declara la sentencia de fs. 364, máxime teniendo en cuenta'
el recurso coneedido a £S. 248 para ante la justicia federal
que en su doble instancia puede corregir cualquier error pro-
eesal o deficiente apreciación administrativa en que se hubiese
incurrido en ejercicio de las facultades conferidas al Adminis-
trador de Impuest.os Internos y el Ministerio de Hacienda por
los arto 25, 26, 27, 17 y 18 del t. O.
Por ello y de conformidad con lo solieitado por el Proc.
Fiscal de Cámara, voto por la revocatoria de lá sentencia de
fs. 364, debiendo los autos volver a primera instancia a fin .
de que el Juez a-quo se sirva dictar cuarta sentencia. Costas
por su orden. - Alfonso E. Pocdard.

DICTAMEN .DEL PROCURADOR GENERAL

- Suprema Corte:

. La sentencia dictada a fs. 374 de la causa princi-


pal es d~finitiva en éuant(,) anula la resolución minis-
terial de fs. 236 y todas las actuaciones posteriores,su-
primiendo asÍ, de oficio, el motivo que decidió se acudie-
ra af señor Juez Federal en apelación. En tal concepto,
considero admisible el recurso extraordinario que con-
tra dicho fallo se trae a V. E. por vía de queja. Bs. Aires,
julio 1 de 1946. - JUOlJ~ Alvarez.
Q

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Hs. Aires, 19 de julio de 1946.

y vistos: La queja earatulada "Recurso de hecho


deducido por el actor en los autos Villa Aufricht y Cía.
c. Impuestos Internos (Exp .. 4475, Sección 1(1., año
1938) ".
•••• 1 •.• (.;.:.

308 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Considerando:
Que esta Corte ha decidido que la resolución que
se limita a declarar la nulidad de lo actuado, sin poner
fin a la causa ni irD,pedir que se la tramite hasta su ter-
mlnación, no es sentenoia definitiva a los efectos del
Tecurso extraordinario -Fallos: 187, 28.
Que no se trata de un caso de excepción de aquellos
en que la Corte ha admitido el recurso extraordinario
. no obstante no ser la sentencia definitiva, sea porque
equivalía a desconocer un privilegio fundado en Una
ley especial del Congreso, o tenía carácter definitivo e
irreparable por cuanto 110 habría oportunidad en adelan-
te para volver sobre lo resuelto o puedan derivarse da-
ños irreparables para el apelante y otras análogos -Fa-
llos: 178, 337; 186, 531; 183, 214 y 303.
Que, por el contrario, el fallo apelado se limita a
resolver una cuestión procesal sobre el procedimiento
que debe seguirse con el fin de prevenir no se divida la .
continencia de la causa, ya que se discute en el juicio
la disposición legal aplicable y la clase de pena corres-
. pondiente, multa o prisión e inhabilitación o ambas, y en
tal caso corresponde sea el pronunciamiento de la jus-
ticia el único a recaer en la causa, cualquiera que fuese
la sanción que en definitiva correspondiera imponer,
según lo ha resuelto la Cprte interpretando el arto 38 de
la ley 3764 -30 del t. 0.-. Fallos: 186, 365.
Por estos fundamentos, oído el Sr. Procurador Ge-
neral de la Nación, se. declara bien denegado el recurso
extraordinario.
ANTONIO SAGAR.NA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T.. D. CASARES.
.~-,~ ;.:- .. ~ -

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 309

CHADWICK, WEIR y CIA. v. ADUANA

ADUANA: Infracciones. Manifestación inexacta.


Las existencias de pinturas a bordo de un buque en canti-
dad razonable' para conservar el material del mismo, for-
man parte de los aparejos, por lo que no hay obligación
de manifestarlas.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 24 de julio de 1946.

y vistos: los autos" Chadwick, Weir y Cía. (Argen-


tina) -apelación fallo Aduana", venidos de la Cám.
Fed. de Rosario por vía del recurso extraordinario, y

Considerando:
Que el arto 856 del Cód. de Comercio dispone "con
el nombre de aparejo se designan las lanchas, botes y
canoas correspondientes al buque, las armas, municio-
nes y provisiones, los mástiles, vergas, jarcias, vela-
men, anclas y ancletes, el cordaje, los útiles y todos ios
demás objetos fijos o sueltos que sean necesarios para
su servicio maniobra y navegación aunque se hallen
separados temporalmente.
Que de acuerdo con esta clasificación, la pintura
denunciada que se hallaba en lugar adecuado para su
uso y cuya aplicación para las necesidades de a bordo
es conocida, debe ser, considerada formando parte del
aparejo del vapor inglés "Fort Chesterfield".
Que el arto 33 de las Ordenanzas de Aduana dis-
pone que no hay obligación de manifestar los aparejos
y utensilios del buque.
310 FALI"OS DE LA COttTESUPREMA

Que si bien esta Corte Suprema ha dejado estableci~


do en el caso registrado en el t. 114 pág. 256 de la colec-
ción de sus Fallos que dicha disposición se refiere a los
aparejos colocados llenando su objeto, pero no a los ma-
teriales que, aunque adaptables a ese fin,"se encontrasen
encajonados; o enfardados como mercaderías, cabe con-
signar que el caso planteado, por las particularidades
que ofrece, debe ser considerado en forma especial. En
efecto: la pintura llena una finalidad importante, que
es la de la conservación del material, y su uso es conti-
nuo hallándose la embarcación en puerto o en navega-
ción, por 10 que su existencia a bordo en cantidades ra-
zonables, no sólo se justifica, sino que es indispensable
para llenar esos fines.
Por ello se confirma la sentencia apelada de fs. 29
en cuanto pudo ser materia de recurso.

ANTONIO SAGARN A - B. A. N AZAR


ANCHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES.

POMPONIO y CIA. Y OT"ROS v. ADUANA

RECURSO ORDINARIO DE APELACION: Tercera instO!l'!fM,.


Causas criminales.

Proceden los recursos ordinarios de apelación interpue~-


tos por el Min. Fiscal y el denunciante contra la sentencia
de una cámara federal compuesta de tres miembros que
deja sin efecto una multa mayor de cinco mil. pesos im-
puesta por la Aduana a los que consideró responsables !le
la alteración del destino de papel importado con fran-
quicia.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 311

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos com?tnes. Gravamen.

Es improcedente el recurso extraordinario contra la sen-


tencia respecto de la cual ha sido bien concedido el recurso
ordinario de apelación.

ADUANA: Importación. Libre de derechos. Papel.

La guía ,cuyo objtto es la publicidad comercial pagada


por los avisadores, que contiene una información sobre
los teléfonos de una ciudad o radio y otras de utilidad
práctica, editada por una empresa ajena al servicio tele-
fónico, es una publicación de carácter comercial para la
imp~esión de la cual no puede emplearse papel introdu-
cidocon franquicia, según lo dispuesto por el arto 48 de
la ley 12.578, vigente en la fecha en que comenzaron a
realizarse los actos conducentes a la impresión de la gUla,
aunque su incorporación al texto ordenado de la ley de
Aduana (art. 69) se haya efectuado después.

ADU ANA: Infracción. Alteración del' destino.

Cometen la infracción sancionada por el arto 36 de la ley


12.345 (74 del texto ordenado de la ley de Aduana) con
multa de veinte a veinte mil pesos, el editor de una gU1a
de carácter comercial impresa en papel introducido con
franquicia y los introd~ctores que se lo t.ransfirieron.

ADUANA: Penalidades.

Ni el' error de d,erecho acerca de la ley vigente ni' el de


hecho relativo a la naturaleza de la publicación eximen
de responsabilidad al editor de una guía de carácter co-
mercial impresa en papel introducido con franquicia y
a los introductores que .se lo transfirieron, si .bien deben
determinar una fuerte disminución del' monto de la pena
aplicable.

CONSTITUCION NACIONAL: Derechos y garantías. Igualdad.

La diversa interpretación de una ley por las autoridadeg


encargadas de aplicarla y aun por la misma en decisiones
sucesivas no afecta el principio de la igualdad.
312 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 24 de julio de 1946.

y vistos: Los r€cursos ordinario de apelación y ex:


traordinario concedidos al Min. Público y el ordinario
concedido al denunciante, interpuestos contra la senten-
cia dictada por la Cám. Fed. de ApeL de Rosario en
los autos Pomponio y Cía., J. Wassermann y Cía. y Se-
rra Hnos. c. Aduana de Rosario -Recurso contencioso.

Considerando: ,
Que la Aduana de Rosario por resolución del 19 de
abril de 1943 les impuso a Pomponio y Cía., J. Wasser-
man y Cía. y Serra Hnos. Soco de Resp. Ltda. el pago
de una multa igual al valor tarifario de los 70.998 kilos
de papel con marca de agua, libres de derecho, que fúé
utilizado en la impresión de la "Guía Pomponio de los
Teléfonos ,.,en las ediciones de los años 1940, 194{y 1942,
sin perjuicio del pago de los derechos de importación.
La condena se fundaba en que dicha guía, editada por
la primera de las. firmas citadas en papel adquirido a
las otras dos, introducido libre de derechos, no era de
las publicaciones comprendidas en el arto 69 de la ley
de aduanaJ t. o. -arts. 49, ley 11.281y 48; ley 12.578- y
arts. 87 y 88 de la reglamentación.
Que deducido recurso contencioso por los mlfltados
la resolución de la aduana fué revocada por el Sr. Juez
Federal de Rosario, Juzgado n9 1, y su sentencia con-
firmada por la Cám. Fed. de Apel. de la misma ciudad,
contra la cual se interponen los recursos que han sido
indicados. El recurso ordinario interpuesto por el Min.
Público y por el denunciante procede. La multa es su-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 313

perior a cinco mil pesos moneda nacional y la Cámara


a quo es de las compuestas por tr-es miembros -arto 3 Q
,

inc. 2Q, ley 4055; arto 4Q, ley 7055; Fallos: 164, 74; 166,
38; 184, 482-. En consecuencia, el recurso extraordina-
rio acordado al Min. Público es improcedente por cuan-
to el ordinario somete al tribunal el conocimiento de
todas las cuestiones planteadas, de hecho y de derecho
-Fallos: 172, 396; 200, 378 Y 495.
Que no discutidos por las partes los hechos que
motivan la multa impuesta, toda la cuestión se reduce
a establecer si la "Guía Pomponio de los Teléfonos"
es una de aquellas publicaciones para la impresión de
las cuales está destinado el papel introducido libre de
derechos. La conclusión a que se llegue es la base fun-
damental para resolver todo el juicio.
Que la especificación de las publicaciones para las
cuales se liberaba de d-erechosla importación del papel
ha variado según las leyes qúe han regido en épocas di-
versas, desde la sanción primitiva de la ley 11.281 del
29 de noviembre de 1923 hasta la ley 12.578 de presu-
. puesto general de la Nación para 1939, sancionada el
26 de enero y promulgada el 9 de febrero de dicho año,
cuyo arto 48 estableció el texto definitivo, incorporado
en el arto 6 del t. o. de la ley de aduana. Dice textual-'
Q

mente el citado arto 48: "Substitúyese la liberación de


derechos de importación para el "papel en bobinas o
resmas de cualquier índole y tipo, destinado a la impre-
sión de libros y de revistas de carácter literario, cien-
tífico o de información general, siempre que se identi-
fique su destino con la marca de agua", y la cláusula
del arto 9 de la ley n 11.281, que dice: "Papel común
Q Q

blanco para diarios, en bobinas y resmas ", por la si-


guiente: "Papel en bobinas o resmas de cualquier ín-
dole o tipo destinado a la impresión de diarios, periódi-
--_ .. _.. ..... .~~

314 FALLOS DE LA C()RTE SUPREMA

cos, libros, folletos y revistas, excluídos los de carácter


comercial, siempre que se identifique su destino con la
marca de agua". Véase Presupuesto General de la Na-
ción para el ejercicio de 1939, en su texto definitivo.
Publicación oficial, pág. 55.
Que Pomponio y Cía. resolvió editar la guía en
1940 -fs. 58- y comenzó a publicarla en abril -fs.
96 vta.-, los contratos con Serra Hnos. llevan fecha
18 de setiembre de 1940 -fs. 65- y 28 de julio de 1941
-f8. 67 Y 68- Y el con J. Wasserman y Cía. lleva fecha
20 de enero de 1940 -fs. 28 y 64- Yla operación empezó
a tratarse en diciembre del año anterior -cartas de f8.
141,142 Y 143-. Es decir que los actos constitutivos de
la infracción imputada se realizaron durante la vigencia
del texto mencionado por la ley 12.578, que dice: "Pa-
.pel en bobinas o resmas, de cualquier índole o tipo, des-
tinado a la impresión de diarios, periódicos, 'libros, fo-
lletos y revistas, excluídos los de carácter comercial
siempre que se identifique su destino con la marca de
agua". Esto hilCe inoficiosa la invocación de cualquier
disposición reglamentaria o de cualquier decisión ad-
ministrativa anterior a 1939 basadas en leyes deroga-
das, especialmente la discusión de si la guía Pomponio
era o no de información general, términos empleados
por la ley 11.588, derogada, que no emplea la vigente.
También es inoficioso invocar resoluciones ministeria-
les, como las que obran en copia a fs. 118 y 119, del año
1943, no sólo porque han recaído cop. relación a otras
publicaciones, sino también porque car.ecen de valor,
si no están de acuerdo con los términos de la ley vigen-
te, para detel;minar una interpretación por el Poder
Judicial distinta de la que a ésta le corresponde.
Que la "Guía Pomponio de los Teléfonos" es una
publicación de carácter comercial de las expresamente
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 315

excluídas del beneficio por la ley. Publica los teléfonos


de Rosario YI distritos de campaña vinculados a esta
ciudad en secciones alfabéticas clasificadas por nombres,
, gremios y calles, contiene, además, direcciones útiles y
'algunos datos de utilidad general, pero todo ello es so-
bre]a base de una p~blicidad comercial profusa de dis-
tinto tipo, cuyo precio. va desde tres mil pesos en la
" tapa frente", cuando es en dos colores, en escala des-
cendente hasta los más modestos de quince o veinte
pesos, según se ve en la tarifa publicada en la página
380 de la edición de 1942. Es por ello que puede decir
la editora a manera de prólogo, en la misma edición:
"Estamos seguros de haber cumplido los compromisos
contraídos con nuestros avisadores y alentamos el fir-
me propósito de continuar en nuestro afán de hacer de
esta publicación la guía indispensable en todos los ho-
gares y oficinas". Es, pues, indudable que Pomponio
y Cía. se propone como fin la publicidad comercial pa-
gada por los avisadores, y para darle amplitud a esa
publi~idad, ayudar la difusión de la guía y darle interés
se le agrega la información sobre teléfonos y otr.os co-
nocimientos de utilidad práctica. Es cierto que el texto
ordenado de la ley y' del decreto reglamentario' fué
aprobado por decreto del 31 de enero de 1941 y que
posteriormente, por decreto del 24 de. setiembre del
mismo año se dispuso: "Art. 1<> A partir del 1 de ene-
Q

ro próximo, las Aduanas y Receptorías de la República,


adoptarán el texto ordenado de las disposiciones legales
y reglamentarias de Índole aduanera, aprobadas por
decreto número 83.708 (núm. 18), de fecha 31 de enero
ppdo.", pello ni de los términos transcriptos surge la
suspensión de la vigencia de la ley 12.578, sancionada
como se ha dicho, el 26 de enero de.1939, ni el P. E.
hubiera podido .ordenar esa suspensIón por decreto,
316 FALLOS DE LA CORTE SUPREJ.V!A

suspensión que no estaba autorizada por el art. 44 de


la ley 12.345 que dice: "El Poder Ejecutivo ordenará
-enun solo cuerpo las leyes de impuestos, estableciendo
una nueva numeración de sus artículos, sin introducir
en su texto ninguna modificación, salvo las gramatica~
loesindispensables para la nueva ordenación, e incorpo-
rando las disposiciones pertinentes de la presente ley".
El caso, por lo tanto, sólo pued-e ser juzgado en virtud
de la ley vigente cuando los hechos se realizaron. Por
otra parte, y con prescindencia del arto 88 t. O. del de-
creto reglamentario, con su modificación posterior del
18 de enero de 1943, que para el caso presente concuerda
con la solución, es de tenerse en cuenta que el arto 27
de la ley 11.281 -44 t. 0.- establecía con mucha ante-
rioridad que .las mercaderías libres o favorecidas con
d-erechos ~enores por razón de su destino a la indus-
tria, a la fabricación especial o a la utilización común,
serán despachadas directamente por las aduanas, en
la forma ordinaria y general, con las precauciones que
determine el Poder Ejecutivo en la reglamentación de
esta ley, y que el decreto del 4 de mayo de 1938 -fs.
123- establecía que los importadores y com-erciantes
revendedores de mercaderías tipificadas libres de de-
recho deberían vender esas mercad-erÍas solamente 3
co~sumidores directos o a comerciantes respecto de
16s cuales, dado -elramo habitual de sus negocios, la te-
nencia de dichas m-ercaderÍas no implique una trans-
gresión al motivo de la franquicia y establecía otra
serie de obligaciones.
Que es patente, en consecuencia, la comisión por
las firmas comerciales nombradas de la inftacción pre-
vista y p-enada por -elart .. 36 de la ley 12.345 -74 t. o.
de la ley de aduana- que sancionada en enero de 1937,
regía cuando las infracciones fueron cometidas y pena
:1:

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 317

con multa de veinte a veinte mil pesos a los poseedores


e importadores de las mercaderías exoneradas del de-
recho de importación por razón de su destino que se
utilicen en transgresión al motivo de la franquicia. No
los exonera de responsabilidad el error de derecho que
puedan haber cometido sobre la ley vigente o la apre-
ciaciónequivocada, insinuada en el memorial de fs. 248,
de que la última modificación de la ley sólo era de forma,
porque el error de derecho no es eximente. Tampoco los
exime el error de hecho sobre la naturaleza de la pu-
blicación por cuanto el error era fácilmente evitable con
un poco de diligencia, ya que tenían el recurso de la
consulta al Ministerio de Hacienda, establecida por
resolución ministerial del 27 de octubre de 1938 -fs.
127-.
Que la pena fijada por la ley debe graduarse equi-
tativamente, teniendo en cuenta la flexibilidad que per-
mite su mínimum y máximum y la circunstancia de que
los infractores pueden haber sido inducidos en error
por las variaciones que ha sufrido la ley y las resolu-
ciones ministeriales otorgando la franquicia a publica-
ciones análogas, lo que si bien no constituye un exi-
mente de responsabilidad, como ya se ha dicho, debe
deterIllÍnar una fuerte disIllÍnución en el monto de la
pena.
Que la circunstancia de que a publicaciones análo-
gas se les haya concedido el beneficio y a la actual no,
aun cuando fuera bajo la vigencia de la misma dispo-
sición legal, no sería violatorio del principio de igual-
dad establecido por el arto 16 de la Consto Naciona!.
La diversa interpretación de una ley por las diferen~
tes autoridades encargadas de su aplicación, y aun por
la misma en decisiones sucesivas no afecta el principio
de igualdad -doctrina de los Fallos: 184, 490; 189, 234.
318 FALLOS DE LA OÓRTE SUPREMA

Por estos fundamentos se revoca la sentencia ape-


lada de fs. 227 y se reforma la resolución de la Aduana
de Rosario del 19 de abril de 1943 a que se refiere el
i presente juicio condenándose a Pomponio y Cía.,' J.
~ assermann y Cía. y Sena Hermanos Soco de Resp.
Ltda., a pagar una multa de cien pesos moneda nacio-
nal cada uno, sin perjuicio dél pago de 'los derechos de
importación y se la confirma en lo demás que dispone.
Las costas a cargo de los condenados -arto 144 del Cód.
de Proceds. en lo Crim. y Correccional-o
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.

PANTALEON M. SANCHEZ v. NACION ARGENTINA


ADUANA: Imp01'tación. Aforo
El valor de una mercadería en depósito no aforada, in.
troducida bajo el régimen de los derechos a<1;-valorem no
es el valor real, de intercambio' comercial en el país en el
momento de ser aquélla retirada con ese objeto, sino el
que resulte de slimar .al precio de costo de la misma en el
puerto de procedencia calculado de .acuerdo al tipo de
cambio con que se lo pagó, el monto de los fletes, seguros, y
demás gastos hasta su entrada a depósito.

SENT&"ICIA DEJJJUEZ FEDERAL

Bs. Aires, mayo 29 de 1945.


y vistos: para resolver estos autos caratulados "Sánch~z,
Pantaleón M. v. Gobierno de la Nación, sobre repetición ", dE:'
los que resulta:
19 Que a fs. 2 se presenta el actor deduciendo formal de-
manda contra el Gobierno de la Nación, por devolúción de la
, I

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 319

suma dé $ 5.420,30, que le ha exigido indebidamente la Aduana


de la Capital, en ,mérito de las siguientes consideraciones:
Dice que por despacho n 49.483-42, introdujo a plaza una
Q

partida de "Thiaminchloride" (aneurina vitamina B 1), ar-


tículo no incluído en ninguna partida del arancel, por valor de
$ 40.637,11 o/s. Que ese valor resulta de la conversión de los
pesos 24.751,98 u/s, precio C. 1. F. de la mercadería según fac-
tura consular n 55- a moneda nacional, al tipo de cambio
Q

de $ 373,13 m/n. los pesos 100 u/s., que es el que se obtuvo a


los efectos del pago por formulario n 71.442 (tipo oficial).
Q

Que no obstante ello, la Aduana, de conformidad con la R. V.


n 278 entendió que la determinación del valor de la merca-
Q

dería a los efectos del pago de derechos debía efectuarse ha-


ciendo la conversión al tipo de cambio del mercado libre a la
fecha del despacho ($ 423,15 m/n.), aumentando en esa forma
el valor declarado y como consecuencia los derechos exigidos,
cuya diferencia llega a la suma reclamada en esta demanda.
Se sostiene que el criterio adoptado a los efectos de la liquida-
ción de los derechos .cuestionados es arbitrario e ilegal, fundán-
dose para ello en las pertinentes disposiciones de la ley de
tarifa. (arts. 25, 26, 28 y 29). Afirma que de acuerdo a. ella
el valór de la mercadería debe ser tomado sobre el costo en
el puerto de procedencia y que como éste 'no puede ser otro que
el realmente pagado, la conversión debe forzosamente hacerse
al tipo de cambio oficial obtenido a esos efectos por la Oficina
de cambio ($ 373,13 los 100 u/s.). Hace a continuación una
serie de consideraciones más en este mismo sentido y pide en
definitiva que se haga lugar a la demanda intentada, con in-
tereses y costas.
2 Declarada la competencia del juzgado y corrido tras-
Q

lado de la demanda al P. E. por intermedio del ministerio del


ramo, a fs. 30 se presenta el procurador fiscal, Dr. Saturnino
F. Funes, contestando y dice:
Que la demanda es improcedente. Sostiene que las dispo-
siciones legales que cita el actor en su escrito de demanda,
se refieren a la determinación del valor de los efectos en de-
pósito al tiempo del pedido de despacho y que, por consiguiente,
el precio de costo en el puerto de embarque es un elemento
constitutivo a los fines de la imposición sobre ese valor de
depósito. Agrega, que cuando la ley se refiere al precio de
costo en el puerto de embarque, no tiene otro alcance que el
relativo a la divisa de ese lugar, pero cuando se trata de deter-
minar el costo a los efectos impositivos, éste no puede regirse
320 F ALIJOS DE LA CORTE SUPRE1IiA

por otra norma que la del valor de cambio de esa divisa 'a la
fecha de ,su despacho y en el lugar del pago. Que consecuente-
mente con ello, la R. V. n9 278 y la n9 582 no han hecho más
que ajustar el criterio que legalmente corresponde. Hace a
continuación una serie de consideraciones más en este sentido,
y pide en definitiva el rechazo de la acción, con especial con-
denación en costas.

Considerando:
19 Que según resulta de la relación de los hechos prece-
dentemente expuestos, no existe contestación de partes en
cuanto se refiere a la naturaleza o especie de la mercadería
importada ni el aforo aplicado (partida 4280) por la Aduana.
La articulación que se promueve radica sobre la forma en que
debe procederse a la determinación del costo' de la mercadería
a los efectos impositivos.
lJa actora sostiene que éste debe determinarse al tipo de
cambio oficial ($ 373,13 m/n. por pesos 100 u/s.), que es el
que obtuvo de la Oficina de cambios por el permiso n9 71.442
a los efectos del pago de la mercadería importada;' en cambio
la demandada entiende que la conversión debe hacerse sobre
la base del tipo de cambio del mercado libre ($ 423,15 m/n.
por $ 10Q u/s.).
29 Que de acuerdo a las pertinentes disposiciones legales
que rigen' el caso, los derechos de las mercaderías no incluídas
en la tarifa de avalúos, se liquidarán sobre los valores decla-
rados por los despachantes y justificados con exhibición de
las facturas originales (art. 25), y agrega la ley: "en los
casos del arto 25, así como en todos los demás expresados en
el arancel en que el derecho ad' valO1-en1, recae sobre mercade-
'rías no aforadas, el valor declarado comprenderá el precio de
costo en el puerto de procedencia, justificado con las facturas
originales y el aumento correspondiente a los fletes, seguros y
demás gastos comunes hasta la entrada de los artículos en los
depósitos de la aduana de descarga".
Como puede advertir,se, la ley expresamente dispone que
el valor en depósito sobre el cual deberá liquidarse el impuesto,
debe hacerse sobre la base del "precio de costo en el puerto
de procedencia", al que agrega los demás gastos que constitu-
yen el valor definitivo a los efectos fiscales (fletes, seguros y
demás gastos). De ello se sigue lógicament.e que ese "precio
de costo" no puede ser otro que el que real y efectivamente
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 321

representa su valor. Para nada interesa saber cuál es ese valor


de costo en la fecha y lugar del pago del impuesto, como pare-
cería entenderlo la demandada en su escrito de responde, ya
que la ley, como se ha señalado, dispone claramente que éste
debe ser el del puerto de "procedencia".
31' Que aclarado así el eriterio legal referente al precio
de costo (lugar de procedencia), no puede ser dudosa la pro-
cedencia del reclamo intentado, porque lo contrario nos lleva-
ría a admitir, como lo hace notar la actora en su presentación
de fs. 2, que existirían dos valores de costo. Uno, el que real
y efectivamente representa el precio para el importador que
paga la mercadería al tipo de cambio oficial, y otro para el
Estado a los efectos de la liquidación de los derechos aduane-
ros, que se obtiene haeiendo la conversión al tipo de cambio
del mercado libre a la fecha y en el lugar del pago del im-
puesto.
Esta dualidad de criterios es inaceptable por dos razones:
en primer lugar, porque admitir la determina0Íón del valor de
costo sobre la base de la eonversión al tipo del mercado libre,
implica suponer un valor ficticio que no refleja la realidad
de los hechos, y en segundo lugar porque, en esta forma se
aplicaría un sistema de valoriza.ción:aleatorio sujeto a la fecha
y lugar del pago de los derechos -a los efectos de determinar
el tipo de cambio- que está en eontradicción con la ley, la
que expresamente determina que éste debe ser el del lugar
del embarque.
Las razones expuestas deciden al suscripto a desestimar
las defensas que sobre el particular hace la demandada y a
declarar que la impugnada resolución ministerial (R. V.
núms. 258 y 582), que motivó la liquidación de los derechos
por parte de la Aduana en la forma que lo hizo, no puede ser
óbice al reclamo intentado por cuanto, como se ha indicado
precedentemente, ella se aparta de la letra de la ley (art. 86,
inc. 21', Constitución Naciana!), correspondiendo en su mérito
aceptar la demanda en los términos del escrito de fs. 2.
41' Que en las condiciones expuestas, la repetición inten-
tada debe prosperar, de eonformidad con lo dispuesto. por el
arto 792 del Cód. Civil, debiendo previamente, a los efectos de
determinar el monto de la suma que corresponde devolver,
practicarse una liquidación de acuerdo con las constancias de
autos al tipo de eambio oficial.
Por las precedentes consideraciones, fallo declarando que
el Gobierno nacional deberá devolver a Pantaleón M. S'ánchez

/
.::; ....
322 FALLOS DE LA CORTE SUPR~A

la suma que resulte de la liquidación que oportunamente se


practicará en la forma señalada en el eonsid. 49 de esta sen-
't,encia, más sus intereses al estilo de los que ,percibe el Banco.
de la Nación Argentina desde la fecha de la notificación de
la demanda. Sin costas. - Belisario Gache Pirán.

,SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, noviembre 14 de 1945.


Considerando:
Que ni en las actuaciones administrativas agregaBas de
fs. 680 18 ni en la contestación a la demanda, se ha descono-
cido el hecho de que existiera una diferencia entre el tipo de
cambio ofieial y el del mercado libre, como tampoco que la
actora haya abonado la mercadería en cuestión en el puerto
de procedencia con cambio obtenido al primer tipo indicado,
circunstancia que aparece confirmada, por otra parte, con la
documentación aduanera agregada de fs. 37 a 43. Lo único que
se ha discutido administrativa y judicialmente es si para ,es-
ta,blecer el valor de la mercadería importada debía tomarse
como base el tipo de cambio oficial a que el importador lo pagó
o el tipo de cambio del mercado libre, como lo dispuso la
Aduana y lo confirmó el P. E. Las razones expuestas por el
Min. Fiscal en est.a instancia sobre falta de prueba de los
hechos son extemporáneas, y el Juez llJ qua estaba habilitado
para decidir, como lo ha hecho, la euestión que le fuera so-
metida.
Por ello y por sus fundamentos, se confirma la sentencia
apelada. Sin costas, atento la naturaleza del asunto plan-
teado. - Carlos Her1-era. - Carlos del Campillo. -:- AlfO'r!So
E. Poccard. '

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 24 de julio de 1946.

y vistos: los presentes autos "SáIichez Pantaleón


M. v. Gobierno de la Nación, sobre devolución", ve-
nidos de la Cám. Fed. de la Capital, por vía del recurso
ordinario de apelación, y
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 323 ,

Considerando:

Que de acuerdo con lo que dispone el arto 29 del


texto ordenado de la ley de aduana (art. 24 ley n 11.281)
Q

"en los casos 'del arto 25, así como en todos los demás
expresados en el Arancel en que el derecho ad valorem
recae sobre mercaderías no aforadas, el valor' decla-
rado comprenderá el precio de costo en el puerto de
procedencia, justificado con las facturas originales y
el aumento correspondiente a los fletes, seguros y de-
más gastos comunes hasta la entrada de los artículos
en los depósitos de la- Aduana de descarga".
Que en tales condiciones y a los efectos de la de-
claración respectiva, el valor de la mercadería no afo-
rada ha de determinarse por su precio de costo en el
puert~ de procedencia, con más los aumentos prove-
nientes de fletes, seguros y demás gastos.
Por ello y sus fundamentos, se confirma la sen-
tencia apelada de fs. 71. Sin costas asimismo Em esta'
instancia dada la naturaleza de 'las. cuestiones plan-
teadas.
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- .T. D. CASARES.

ALFREDO SAVIO y OTl~OS v. ADUANA

ADUANA: importación,. Aforo.

El arto 47 de la ley 12.578 no significa que en ladetermi-


nación d~ la calidad de los vidrios planos influya exclu-
sivamente el espesor de los mismos.
-_..••• -;4:~- ~~ ••.•

324 FALLOS DE JJA CORTE SUPREMA

SENTENCIA DEL JUEZ FEDER,AL

Bs. Aires, agosto 7 de 1945.


Vistos y considerando:
Que de los informes suministrados por el Min. de Obras
PúblicaS de la Nación que corren agregados de fs. 78 a fs. 84,
resulta que no ha habido por parte de la recu'n'ente una falsa
manifestación pues la mercadería es vidrio común tal cual se
manifestó.
Que la Aduana de la Capital sólo ha tenido en cuenta
para condenar a la recurrente, que esa mercadería debe ser
clasificada como vidrio fino, dado que según el. decreto de fe-
cha 27 de julio de 1939 será considedldo como fino todo vidrio
que ienga un espesor de más de cuatro milímetros.
Que como este límite en cuanto al espesor no lo fija la
Tarifa de Avalúos, sino un decreto que como tal no puede
modificara la Tarifa por ser ésta una ley de la Nación, la
documentante no ha incurrido en falsedad al no haber ajustado
su manifestación a lo que dicho decreto determina, como lo
ha resuelto la Cámara Federal de Apelaciones en casos idén-
ticos al presente (autos: "Vanoni y Cía. Aduan'a 49-B-1938"
y "Panza Hnos. Aduana 242-G.-1938" sent.encias de fechas
octubre 23 de 1939 y junio 17 de 1940).
Por ello, se revoca la resolución administrativa de fs., 38
Y se absuelve de culpa y cargo a la fir~a Suco de Alfredo y
.Raúl Savio. - Horado Fox.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, diciembre 12 de 1945.


Considerando:
La disposición' del arto 47 de la ley 12.578, a que alude
el Proc. Fiscal de Cámara, no tiene el alcance que se pre-
tende, pues se limitó a establecer que" a los efectos de determi-
nar la diferencia de calidad de los vidrios planos que afora la
Tarifa de Avalúos, el,Min. de Hacienda podrá recurrir ade-
más del procedimiento seguido hasta el presente (delimita-
ción de calidad en base al espesor) a cualquieJ' otro mét.odo
físico o químico. Ello no significa que necesariamente haya
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 325

de considerarse fitno para imponer sanción penal, al vidrio


denunciado, por el solo antecedente de tener un espesor mayor
de cuatro milímetros, desde el momento que el propio informe
d la sección Experimentación de Materiales y Muestras del
Ministerio de Obras Públicas de la Nación (fs. 79) expresa
que el examinado es de clase común en la acepción comercial
e industrial y por sus características y estado de sus superfi-
cies no se diferencia del vidrio plano. Con él no es posible
obtener por plateado espejos sin defectos. Agrega el informe,
que técnicamente la simple dimensión del espesor no puede
definir una calidad de vidrio, pues ésta se halla condicionada
a la composición química, la ausencia más o menos completa
de defectos internos, transparencia, refringencia y otras ca-
racterísticas físicas, además de la labra superficial.que pueda
añadírsele, tal como bruñido, perfecta planimetría, paralelis-
mo exacto de las caras, etc.
Ante conclusiones tan categóricas, en manera alguna pue-
de estimarse que exista base para una sanción punitiva por
presunta diferencia de calidad en la manifestación objeto de
la denuncia.
Por ello y sus fundamentos, se confirma la sentencia re-
currida de fs. 100. ~ Carlos Herrera. - Carlos del Campi-
llo. - R. Villar Palacio. - Alfonso E. POCCOlrd.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 24 de julio de 1946.


y vistos: Los presentes autos "Savio Alfredo y
Raúl (suc. de) Aduana 1-L-1943" venidos de la Cám.
Fed. de la Capital, por vía del recurso extraordinario, y

Considerando:
Que el arto 47 de la ley 12.578 estableae que el
Min. de Hacienda puede recurrir a varios procedimien-
tos a fin de determinar la diferente calidad de 'los vi-
drios planos que afora la tarifa de Avalúas: el de la
delimitación de calidad en base al espesor o cualquier
otro método físico o 'qúím.ico.
>C- ;.

326 • FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Que en tales condiciones no puede concluirse que


es el espesor del vidrio el que exclusivamente ha de
influir en la determinación de su calidad ..
Por ello se confirma la sentencia de fs. 110 en
cuanto pudo ser materia de apelación.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍÁ
- T. D. CASARE.'3.

S. A. CiA. ENTRE]~RIANA DE TELEFONOS


v. PROVINCIA DE ENTRE RIOS

RECURSO EXTRAORDINARIO: Reqwisitos comlUnes. Gravamen.


Es improcedente el recurso extraordinario deducido por
una empresa telefónica cqntra la resolución del superior
et.ribunalprovincial que, en un recurso de Ínconstitucio-
nalidad interpuesto por aquélla, rechazó su pretensión
de que se declarase caduca una concesión anterior. que le
imponía la gratuidad de algunos servicios, si en un re-
curso contencioso anteriormente tramitado quedó resuelto
de modo firme que carecía de derecho para cobrarlos, por
no ser incompatible la subsistencia de esa obligación con
el régimen de las leyes nacionales 7501!z y 4408 invocadas
por la recurrente.

DICTAMEN j)EL PROCURADOR GENERAL

Sup~ema Corte:

En mayo de 1918, el P. E. de la Prov. de Entre


Ríos autorizó a D. Carmelo Ricós para prolongar una
línea telefónica desde Clara hasta San Salvador, con
obligación de instalar aparatos gratuitos en las comi-
"'---~- .' ~'"

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
327

sarías de ambas localidades; y más tarde, la Cía. En-


trerriana de Teléfonos S. A. adquirió los derechos de
Ricós, pasando en octubre de 1930 esa línea a ser de
jurisdicdón nacional con arreglo a las leyes 4408 y
750% por habérsela conectado a una red interpro-
vincial.
Empero, la Prov. de Entre Ríos sostuvo que ese
cambio de jurisdicción 'no había anulado su derecho a
que las comisarías de Clara y San Salvador continua-
sen gozando del servicio gratuito pactado con Ricós.
Por ello, la Cía. Entrerriana pidió al P. E. provincial
declarase caduca la concesión de 1918. Habiéndose de-
negado esa gestión administrativa por decreto del 18
de setiembre de 1942, dedujo la Compañía recurso de
inconstitucionalidad ante el Superior Tribunal de En-
tre Ríos; y como el fallo le ha sido adverso (fs. 50,
23 de marzo del cte. año), trae ahora un recurso extra-
, ordinario para ante V. E.
Me sugiere dudas su procedencia, por dos razones:
a) antes de promoverse el recurso actual, la pro-
vincia inició y perdió otro, contencioso-administrativo,
relativo al derecho que invocaba para cobrar los servi-
cios telefónicos prestados en las expresadas comisarías;
b) en rigor, el P. E. de Entre Ríos no estuvo obli-
gado a declarar, por decreto, la caducidad de las con-
cesión otorgada a D. Carmelo Ricós.
Si, no obstante estos motivos de duda, decidiera
V. E. abrir el recurso, corresponderá revocar el fallo
apelado por ser aplicables análogamente a este caso
las consideraciones hechas en mi dictamen de 184: 231
y admitidas allí por V. E. Como lo expresé entonces, al
pasar a jurisdicción nacional una línea de jurisdicción
provincial, caducan las obligaciones contraídas por la
primitiva empresa con el gobierno provincial. No en-
.;. .. -...).

328 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

cuentro concurra aquí la circunstancia tenida en cuenta


por la Corte en 198: 18. - Bs. Aires, agosto 24 de
1945. - Juan Alvarez.
I

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 24 de julio de 1946.

y vistos los autos "Demanda de inconstituciona-


lidad del Decreto del P. E. de la Provincia de fecha 18
de septiembre de 1942 entablada por el Dr. Ramón C.
Ferreira como apoderado de la Cía. Entrerriana de
Teléfonos S. A. ", en los que se ha concedido el recurso
extraordinario interpuesto a fs. 55 contra la sentencia
dictada a fs. 50 por el Superior Tribunal de Justicia
de la Prov. de Entre Ríos.

Considerando:

Que la Cía. Entrerriana de Teléfonos requirió del


P. E. de la Prov. de Entre Ríos la declaración de ca-
ducidad de la concesión acordada originariamente a
Carmelo Ricós, y como no se hiciera lugar a ello dedujo
recurso de inconstitucionalidad ante el Superior Tri-
bunal de esa Provincia, con el resultado adverso que
consta a fS.50.
Que con anterioridad la misma Compañía reclamó
administrativamente el cobro del servicio telefónico de
las comisarías de Clara y San Salvador y le fué dene-
gado fundándose en que la concesión a Ricós imponía
la gratuidad de esos servicios. Y deducido recurso con-
tencioso contra esa decisión el Superiár Tribunal la
mantuvo, considerando que subsistían en ese punto los
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 329

efectos del régimen anterior y que esa subsistencia no


era' de ningún modo incompatible con la vlgencia de
las leyes nacionales 4408 y 7501;2.
Que la compatibilidad de la concesión originaria~
en lo de ella relativo al servicio gratuito de las comi-
sarías indicadas, -cuestión determinante del desesti-
mado. reclamo -de caducidad que dió origen a estos
autos-, está definitivamente juzgada en el pronuncia-
miento aludido en el considerando anterior, que no fué
objeto de recurso extraordinario.
Que hecha la exclusión de ese punto sólo-queda
como objeto de este recurso; extraordinario lo concer-
niente a la violación de los arts. 17 y 19 de la Consto
Nacional que, según el recurrente, comporta la decisión
administrativa -confirmada por el Superior Tribu-
nal- que no hizo lugar a la declaración de caducidad
de la primitiva concesión. Pero mientras no se trate de
hacer valer un efecto concreto de la caducidad preten-
dida, un pronunciamiento a su respecto serÍ~ mera-
mente teórico. y como el efecto concreto de la conce-
sión que se pretende cadp.ca, determinante, como quedó
dicho, de que se le pidiera a la autoridad administra-
tiva la declaración de caducidad, ya fué definitivamente
juzgado, no hay tampoco, en esta parte, materia para
el recurso de que se trata.
Por tanto, y de acuerdo con lo dictaminado por el
Sr. Procurador General, se declara -improcedente el
recurso extraordinario concedido a fs. 56.

B. 4-. NAZAR ANCHOR.ENA - F.


RAMOS MEJÍA - T. D. CASARES.
330 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

CíA. GENERAL ELECTRIC v. IJVfPUESTOS INTERNOS

IMPUESTOS INTERNOS: ProcedlÍllnien,to. Vía contenciosa.


Los intereses punitorios que corren automáticamente por
el solo hecho del atraso en el pago, no son multas ni
revisten carácter condenatorio sino resarcitorio; por lo
que no procede la vía contenciosa prevista en el art. 27
de la ley 3764 (17 del texto ordenado) cont.ra la "resolu-
ción que impone el pago de aquéllos.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAlJ

Bs. Aires, 25 de julio de 1945.


Considerando:
1. En estos autos se discute la naturaleza de la exigen-
cia fiscal dispuesta en la resolución de la Adm. Gral. de Im-
puestos Internos corriente de fs. 122 á 123 vta. .
Denunciada la omisión de pago de diversos impuestos co-
rrespondientes a seguros "abiertos" por el riesgo de incen.
dio, inundaciones, etc. sobre existencia de mercaderías contra-
tadas en el extranjero, e igualmente seguros de "Fidelidad de
Empleado", a los que se alude en el acta corriente de fs. 20
a 24, dcidió la Administración de Impuestos Internos que la
denuncia era procedente e impuso a la General Electrie Co.
S. A., la obligación de pagar en concepto de impuesto interno
sobre seguro, la cantidad de $ 7.016,52 conforme a la liqui-
dación de fs. 64 vta.
n.. La sociedad afectada obló el impuesto liquidado, ba-
jo reserva de repetición (fs. 125) pero no acató la resolución
administrativa en cuanto la obliga al pago de "los intereses
punitorios devengados desde el día en que debió realizarse el
pago de los impuestos exigidos, hasta el día en que éste se
efectúa".
Como los impuestos se fueron devengando desde el año
1937 hasta el año 1942 (fs .136/7), la liquidación de los inte-
reses punitorios formulada desde la fecha de los respectivos
vencimientos hasta el 3 de octubre de 1944 ascendió a $ 7.587,81
(ís. 138/9).
La interesada sostiene que la exigencia. fiscal del pago
de esta última liquidación, revist.e el carácter de "condenato-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 331

ria" conforme al alcance asignado en el arto 17 del t. O. (art.


27 de la ley 3764) y que puede ser recurrida por la vía con-
tenciosa ante la justicia federal.
III. Los intereses que la Administración exige, se fun-
damentan en la disposición del arto 10 del t. o. (art. 20 de
la ley 3764), que establece que los pagos de impuestos que no
se efectúen en debido tiernpo devengarán el interés del dos
por ciento mensual sin necesidad de interpelación.
Tales intereses punitorios revisten todos los caracteres de
la cláusula penal, entrando "en lugar de la indemnización de
perjuicios e intereses" (art. 654, 655 y 656 del Cód. Civ.)
y son de naturaleza fundamentalmente distinta de las saucio-
]1es penales previstas en el arto 27, 28 y 29 del t. o. (art. 36
y 37 de la ley 3764 y 60 de la ley 12.148).
Es a estas últimas que únicamente se refiere el arto 17
del t. o: cuando habla de "resolución condena,t.oria".
Consiguientemente, forzoso es concluir, que la resolución
administrativa de fu. 122, que sobreseyó en cuanto a la san-
ción penal, limitándose a la exigencia. del impuesto y de los
intereses punitorios de la ley, no reviste el carácter de conde-
natoria y por ende no es susceptible del recurso autorizado
por el arto 17 ci,tado. "
Si prosperara la acción ordinaria -eminentemente civil-
de repetición de los impuestos, a que se alude en el escrito
de fs. 125, necesariamente acarrearía la de los intereses exigi-
dos como accesorios de la obligación principal (art. 524 y 525
del Cód. Civ.).
Por estos fundamentos, se confirma la resolución de fs.
154 que declara la incompetencia del Sr. Juez a Q1¿o para en-
tender en estos autos caratulados "General Electric S. A.
Impuestos Internos 4101-1-1942". - Carlos Herrera. - Car-
los del OampiUo. - R. ViU(JjrPalMio. - J. Á. González Oal-
derón. - Alfonso, E. Poccard.

FALLO DE LA. CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 24 de julio de 1946.

y vistos los autos "General Electric S. A., Imp. Int.,


4101-1-942", en los que se ha concedido el recurso ex-
traordinario interpuesto a fs. 164 contra la sentencia
332 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

dictada a fs. 161 por la Cám. Fed. de Apel. de la Ca-


pital.

Considerando:
Que el recurso extraordinario es procedente porque
se cuestiona ,la inteligencia del arto 17 de la ley fede-
ral 3764 (t. o.) y la decisión fué contraria al derecho
que' el r-ecurrente invoca fundándose en, dicho texto
legal. ,
Que ,el cobro d.e un gravamen legalmente estable-
cido, con los intereses que la misma ley imponga para
los casos en que se lo pague d-espués de las fechas se-
ñaladas con ese objeto no es, cualquiera sea el monto
de estos últimos, una condenación, sino el ejercicio de
una facultad típica y privativamente propia del poder
administrador. Ello es lo que ha determinado reitera-
damente a esta Corte a declarar, interpretando el arto
27 de la ley 3764, que no son resolucion-escondenatorias
que autoricen a ocurrir a la justicia federal las que li-
quidan un impuesto o determinan su importe, sino,
únicamente, las que imponen multas (Fallos: 173, 93;
180, 148; 182, 367; 186, 274, etc.).
Que los interes-es punitorios debidos por el solo
hecho del pago con atraso y que el ,atraso hace correr
automáticamente no son las multas a que se refiere
la jurisprudencia citada. Estas son las que el poder
administrador está facultado para imponer ejercitando
funciones análogamente judiciales, es decir, las que no
son un accesorio del impuesto (Fallos: 184, 710) ni
tienen carácter represivo sino resarcitorio del daño
que la infracción, -en este caso el pago atrasado-,
pueda causar (Fallos: 192, 229). Por gravoso que el
interés sea no se lo puede identificar. con las multas

/
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 333

penales sin desconocer su naturaleza, ni --consiguien-


temente- extender' a ellas el recurso contencioso del
art. 27 sin desnaturalizar a este último que tiene su
,razón de ser en elcatácter judicial de las sanciones
condenatorias a que se refiere y obstar mediante él la
regular percep~ión de lo que constituye parte integrante
de la renta, i.nterfiriendo en lo que es, como se dijo al
principio, exclusivamente propio de la administración.
Por tanto y sus propios fundamentos, y de acuerdo
con lo dictaminado por el Sr. Procurador General se
confirma la sentenoia apelada de fs. 161 en cuanto ha
sido materia del recurso.
B. A. NAZAR, ANCHORENA
'{
- F.
HAMOS MEJÍA - T. D. CASARES.

AGENTES DEL VAPOR "MONTE ÁMBOTO" v. ADUANA


ADUANA: Pe'tWiidades.

:4ldependientemente del comiso procede aplicar la multa


prevista en el arto 80 de la ley 12.345 a Jos agentes del
buque a bordo del cual se comprobó la existencia de mer-
caderías ocultas no mánifestadas, llevadas clandestinamente
por tripulantes de aquél.

SENTENCIA DEL JuEZ FEDERAL

Buenos Aires, noviembre 28 de 1945.


Vistos y considerando :
, Que al ser practicada la visita de control de salida del
vapor de bandera española "Monte Amboto", surto en juris.
dicción del Dique n 4 fué comprobada la existencia a bordo
Q

"de las mercaderías que se detallan en el acta de fs. 2, carentes


de su correspondiente permiso de embarqué y sujetas a permiso
previo de exportación (fs. 7 vta.).
:..,••..• o., •••... ¡._~ • .-t••.•• :~:, •• ¡'.-'t~I.t..L l":(~¡;.~'l:(~,~
. "

334 FALLOS DE LA COR'l'E SUPREMA

Que de las constancias de autos, ha quedado fehaciente-


mente probado que las mercaderías denunciadas han sido ha-
lladas en lugares que no son de libre acceso a los pasajeros
pues lo ha sido en los siguientes lugares: en un camarote ocu-
pado por las tripulantes Lana, Ortalea, Arteta y Sendagorta,
ocultas en los dobles fondos de los mamparos de madera, disi-
mulados con una percha atornillada al muro y pintada; en
un doble fondo de un mamparo existente al costado de una
cama, disimulado con masilla y pint.ado,tapadas las juntas don-
de se había efectuado un corte al tabique, con tablas que figu-
raban ser estantes y en un depósito habilitado para "Gam-
buza", debajo de unos cajones de cerveza.
Que, como queda puntualizado en el segundo considerando,
las mercaderías fueron halladas en evidente infracción al arto 80
de la ley 11.281 (t. o.) cuyos términos son claros y deben ser
interpretados con toda amplitud para evitar se desvirtúe el
propósito de la ley, que es obligar a las autoridades del buque
a ejercer sobre sus tripulantes una constante vigilancia para
que no cometan actos delictuosos.
Que la defensa esgrimida por la recurrente en su escrito
de expresión de agravios (fs. 32), sosteniendo que las merca-
derías denunciadas no tenían que manifestarse en ningún docu-
mento oficial del buque, no es aceptable, pues lo contrario
sería dejar sin efecto nuestro régimen fiscal encargado de con-
trolar la entrada y salida de mercaderías del país, entrañando
así un serio perjuicio para la renta fiscal y ya que, por otra
parte, la mercadería de referencia debió haber sido manifes-
tada e incluÍda'en la correspondiente lista de rancho.
Por ello, se confirma, con costas, la resolución adminis-
trativa de fs. 11, en cuanto ha sido materia de recurso. -
Horacio Fox.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, 8 de mayo de 1946.


Considerando:
El hecho comprobado al efectuar la visita de control de
salida del vapor "Monte Amboto" de que tripulantes del mis-
mo habían embarcado la mercadería que se detalla en el certi-
ficado de fs. 2, sin la previa obtención del permiso a que alude
el arto 549 de las ordenanzas de Aduana, mant.eniéndola oculta_
a bordo, no constituye una infracción de las que prevé y re-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 335

prime el arto 80 de la ley 11.281 (t. o.) por lo que en este


caso no corresponde ap,licar al buque la penalidad que dicho
precepto legal determina.
Por ello, de acuerdo con lo resuelto por este tribunal en
la causa análoga segui9.a contra el Agente del vapor Monte
Albertia (febrero 18 de 1946), se revoca la sentencia apelada
de fs. 38 y en consecuencia se absuelve' a la Agencia MGlrítima
Dodero S. A. -agentes del vapor "Monte Amboto"- de la
multa impuesta en esta causa de aduana n9 38-B-1945. - AL-
fonso E. Poccard. - Carlos a,el CaJlnpillo. - R. Vt'UGIr Pala-
cio. - J. A. González Calderón. - Carlos Herrera.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Procede en este caso el recurso extraordinario con-
cedido a fs. 50 desde que se ha puesto en tela de juicio
la interpretación de texto de las Ordelianzas y de la
ley de Aduana, siendo el fallo apelado contrario a los
derechos que invocaba el Fisco Nacional.
Consta ph:mamente en autos que al efectuar las
autoridades marítimas una inspección abordo del vapor
Monte Amboto fueron halladas algunas mercancías sus-
ceptibles de pagar derecho, ocultas en el camarote de
. varios tripulantes yen la despensa del buque. La Adm.
de Aduana de esta capital declaró caídas en comiso,
dichas mercancías e impuso a los agentes del vapor
una multa igual al valor de ellas (fs. 11-12). Esa reso-
lución fué confirmada por el Sr. Juez Federal a fs. 38
en lo relativo a la multa, único punto materia de ape-
lación; pero la Cám. Fed. revocó, entendiendo no ser
aplicable al caso lo dispuesto en el arto 80 de la ley
11.281 (t. o.). Con tal motivo, viene el proceso a cono-
cimiento de la Corte.
Admitido como queda por el fallo que sólo habría
.',
•.•... -- .••.•..~~~:-, -,-*

336 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

lugar a imponer multa si las mercancías fuesen de las


que deben decl&rarse ante la Aduana antes de su em-
barque, el problema se\reduce a establecer si, con arre~
glo a la legislación vigente, es o no obligatorio declarar
las mercancías negociables depositadas en la despensa
del buque o en los camarotes de los tripulantes. A mi
juicio, la respuesta afirmativa se impone, atentos los
claros términos de los arts. 602, 604, 611 Y 1008 de las
Ordenanzas de Aduana. Por lo demás, el tipo de ocul-
tación inequívoca y dolosa a que se había recurrido
para conseguir saliesen del país sin permiso previo de
exportación dichas mercancías, evidenciaría un punible
descuido por parte de las autoridades del buque, pues
se recurrió hasta a modificaciones en los mamparos y
tabiques de abordo para facilitar la maniobra.
Opino, pues, que corresponde revocar la resolu-
ción de la Cám. Fed. oorante a fs. 47, y mantener la
multa. - Bs. Aires, julio 8 de"1946. - Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA "

Bs. Aires, 26 de julio de 1946.

y vistos: los autos "Agentes del ¡vapor Monte


Ambato, Aduana 38-B-1945", venidos de la Cám. Fed.
de la Capital por vía del recurso extraordinario, y

Considerando:
Que el arto 80 de la ley de Aduana (t. o.) establece
que cuando se encuentren a bordo de los buques y en
pod~r de empleados de los mismos o en los comparti-
mientos que les son reservados, mercaderías no mani--
festadas con arreglo a las Ordenanzas de Aduana, ade-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 3371

más de la pena de comiso, los administradores de rentas


aplicarán al buque una multa igual al valor de dichas
mercaderías.
Que en la inspección de salida del vapor "Monte
Amboto" se comprobó la existencia de pieles de astra-
kán, cigarr.illos, tabaco, canela, suela trabajada y potes
de crema para la cara, que se hallaban ocultos en ca-
marotes de los tripulantes y en un depósito y respecto
de los cuales no se había formalizado trámite aduanero
alguno.
Que hallándose dichas mercancías a bordo y en las
'condiciones aludidas, la disposición del arto 80 de las
Ordenanzas que sanciona la infracción. con la pena de
multa además de la de comiso, es de estricta aplicación
al caso.
Por ello se revoca la sentencia apelada de fs. 47
en cuanto pudo ser materia de recurso.'

ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR


,
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.

S. A. MOLINOS RIO DE LA PLATA v. PROVINCIA


DE BUENO$ AIRES

CONSTITUCION NACION.AL: Constitucionalidad e ineonstitueio-


nalidad. Impuestos y cOntribuciones provinciales. Comercio c i-n-
dustria.

El impuesto a la compra de cereales establecido por la ley


4198 de la Prov. de Bs. Aires, .aplicado a los cosechados y
recibidos en el territorio de la misma por quien los adqui-
rió mediante una operación convenida y documentada fue-
338 FALLOS DE LA CORTE SUPR~A

ra de ella, no es violatorio de los arts. 9, 10, 11 Y 67 de


la Constitución (l).

S. A. CELULOSA ARGENTINA v. ADUANA

ADUANA: Jurisdicción y competencia.


l.

La Aduana está facultada para instruir y resolver los su-


marios respectivos en los casos de alteración del destino de
los artículos introducidos con franquicia.

ADUANA: Importación. Libre de derechos.


Con arreglo al arto 33 de la ley 12.345, no están exentos
de derechos de aduana la fibra o pasta de madera, el sul-
fat.o de aluminio, el azogue, la resina, el talco y las ma-
quinarias importadas por una empresa para elaborar ce-
lulosa de madera con el fin de fabricar papel de distinta ca-
lidad que el que produce con el empleo de la celulosa
obtenida de la paja de trigo del país.
ADUANA: Infracciones. Alteración del destino.
La utilización de una caldera introducida libre de dere.
chos bajo el régimen del arto 33 de la }ey 12.345, para el
suministro de vapor, aunque en pequeña cantidad, a una
máquina elaboradora de papel en la que se empleaba cier-
ta proporción de materia prima extranjera no exenta de
derechos de importación por producirse en el país aunque
de distinta calidad -celulosa de inadera- importa alte-
ración del destino reprimido por el arto 74 de la ley de
aduana.
A.DUANA: Penalidades.
En atención a las particularidades del caso, especialmente
la circunstancia que el infractor haya podido considerar
que podía utilizar la materia prima extranjera en razón
de sus' características, conforme a lo que establece el arto
1056 de las Ordenanzas de Aduana, procede substituir por
(1) 26 de julio de 1946. Fallos: 182, 170 Y 177.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 339

la de una multa menor la pena de cOIIlisoimpuesta por la


.Aduana a una empresa que importó libre de derechos y
bajo el régimen del arto 33 de la ley 12.345 maquinarias
para f~bricar papel con materia prima de producción na-
cional, y que con posterioridad utilizó también algunoo ele-
mentos de origen ,extranjero (l).

S. A. CÍA. GRAL.DE INDUSTRIAS Y TRANSPORTES v.


DIRECCION GENERAL DEL IMPUESTO
A LOS' REDITOS

PRESCRIPCION: Tiempo de la P'1'6scripción.Leyes especta'es. Im-


puesto a los réditos.
La prescripción bienal establecida por el arto 24 de la ley
11.683 (t. o.) para los casos de pllgo por error, o 8ea el
que se ha hecho sin que mediara disposición que estable-
ciera la obligación de hacerlo, no rige los supuestos pre-
vistos en el arto 41 de dicha ley de demandas contenciosas
sobre repetición del impuesto a los réditos pagado sin causa,
o sea cuando existía la obligación de pagar aun cuando
ella resultara de una disposición o resolución contraria a
las leyes, caso en el cual debe aplicarse la prescripción
decenal.
PRESCRIPCION: Tiempo de la prescripción. Leyes especiales, Im-
puesto a los réditos.
El decreto n 30.141/44 no es aclaratorio smo modifica-
Q

torio del arto 24 de la ley n 11.683 (t. o.) y no es aplicable


Q

a los juicios iniciados con anterioridad a la fecha de su


sanción.
IMPUESTO A LOS REDITOS: Procedimiento y reCU1'SOS.
Procede prescindir de la exigencia del reclamo administra-
tivo impuesto por el arto 41 de la ley 11.683 (t. '0.) si en
la contestación a la demanda, en vez de formular oposi-
ción formal a la prosecución del juicio haciendo de ello

(1) 31 de julio de 1946. Fallos: 191, 331; 197, 266.


~ •••;-.• ~•..•.•..••.•. ,;-.-.: ..•• "", •.;i:~ .•. _ ••. _ ••• ~:~ __ .~ .. _ .• ~._. __
._

340 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

cuestión de previo pronunciamiento, el representante .fiscal


se limitó a señalar la omisión del mencionado requisito.

OOSTAS: Natura.Veza de.l juicio. Impuesto ro los réditos.

Corresponde imponer a la Nación, vencida en el juicio so-


bre repetición del impuesto a los réditos indebidamente
cobrado al actor, el pago de las costas del mismo.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Buenos Air~s, julio 6 de 1945.

y vistos: Para resolver estos autos caratulados: "Cía. Gral.


de Industrias y Transportes S. A. c. Fisco Nacional, sobre
repetición", de los que resulta:
19 Que a fs. 7 se presenta la parte actora deduciendo for-
mal demanda contra' el Gob. de la Nación (D. G. l. R.) por
devolución de la suma de $ 347.101,58 que le ha exigido inde-
bidamente la Dir. Gral. del Imp .. a los Réditos, en mérito de
las siguientes consideraciones:
Dice.que la suma que intenta repetir proviene de diferen-
cias abonadas indebidamente en concepto de impuesto los ré- a
ditos correspondiente a los períodos 1937/40. Que.las canti-
d:ades cuestionadas provienen de los siguientes rubros: a) ren-
ta sobre títulos del Empréstito Argentino Exterior, 4 %, 1933,
que por disposición del arto 119 de su Bono General se hallaba
exenta de gravamen. No obstante ello la Dir. Gral. obliga al
contribuyente retener el 5 % a cuenta del accionista en carác-
ter de 'pago a cuenta; b) doble imposición sobre una. misma
renta. Ello ocurre respecto a las reservas di:: utilidades, sobre
las cuales se exige el pago del impuesto en el momento de su
reserva y se vuelve a exigir el tributo cuando se distribuye
al accionista. Sobre este particular se remite a la jurispruden- .
cia reinante para sostener la. improcedencia .de su cobro. Agre-
ga que esa contribución indebida se hizo en los ej.ercicioscorres-
pondientes' a los años 1938 y 1939; c) repartición de utilida-
des provenientes de realización de capital; cuyo monto asciende
a la suma de $ 755.323,82 incluídos en la distribución de las
utilidades correspondientes al afio 1936. No obstante de tra-
tarse de una utilidad producida por aumento del valor de ca-
pital realizado, la Dir. Gral. de acuerdo a una errónea regla-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 341

mentación exige el pago del impuesto. Sostiene la improceden-


cia de tal pago de conformidad con la ley n 11.682, y cita
Q

jurisprudencia en apoyo de su tesis. Agrega que la liquidación


de la suma cuestionada se halla determinada en las planillas
corrientes a fs. 1, 3 y 5 de estos autos. Hace algunas otras
consideraciones más sobre el particular, impugna las disposicio-
nes contenidas en los arts. 81, 82 y 83 del D. R. de la ley
Qn 11.682 por ser violatorias del arto 86, inc. 2~ de la Consto
Nacional, y pide en definitiva que se haga lugar a la acción
intentada con intereses y costas.
Q2 A fs. 17 se presenta nuevamente la demandada ha cien-
;' do saber que la Dir. Gral. del Imp. a los Réditos le ha acre-
ditado la suma de $ m/n. 117.631,67 en concepto de devolución
de impuestos pagados por los años 1939 y 1940 sobre dividen-
dos de títulos exentos de gravamen, por lo que hace saber que
reduce la acción intentada por la expresada suma, por el con-
cepto indicado y correspondiente a los períodos ¡también seña-
lados.. Pide que se tenga ello presente y que mantiene la ,de-
manda en todos los demás rubros en la forma expresada a fs. 7.
. A £S. 21 se presenta nuevamente la actor a modificando los .tér-
minos de la demanda de fs. 7, en la forma siguiente;
Dice que la Dir. de Réditos le ha reconocido la devolución
de las sumas abonadas por los períodos 1939/40 correspondiente
al impuesto pagado sobre rentas de títulos exentos y sobre uti-
lidades reservadas. Reduce en consecuencia la suma originaria-
mente reclamada a la de $ 203.094,75,mantiene su reclamo res-
pecto a la suma indicada dentro de la cual está incluída la de
$ 1.742,75 que proviene de impuesto pagado sobre rentas de
origen extranjero. Hace algunas consideraciones respecto a la.
prescripción opuesta administrativamente referente a ciertos
rubros de la demanda y pide en definitiva que se haga lugar
a la acción intentada con intereses y costas.
Q
3 Declarada la competencia del Juzgado y corrido tras-
lado de la demanda al Proc. Fiscal, a fs. 24 se presenta el
Dr. Antonio AIsina contestando y dice:
Que la demanda es improcedente. Opone en primer tér-
mino la prescripción bienal autorizada por el art, 24 de la ley
n 11.683 respecto a todos los ingresos producidos con anterio-
Q

ridad al año 1939. Sostiene que la prescripción se ha cum-


plido fatalmente por el transcurso del plazo legal de los dos
años, agregando que no ha mediado en el caso pago indebido,
sino simplemente un error de concepto en las propias declara-
ciones del .contribuyente,Se opone a la repetición de la suma
342 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

reclamada por las utilidades ingresadas por rentas de fuente'


extranjera, pues sostiene que en ningún momento la interesada
ha fundado legalmente ese reclamo. Y en lo referente al rubro
relativo al impuesto pagado sobre utilidades producidas por rea-
lización de capital, se remite a las consideraciones expuestas en
la resolución administratjva para oponerse a ello. Pide en
definitiva que se rechace la demanda, con especial condenación
en costas.
Considerando:
19 Que dado la forma en que ha quedado trabada la litis,
el Juzgado pasará a analizar en primer término la defensa de
prescripción que, respecto a las sumas ingresadas con anterio-
ridad al año 1939, ha opuesto el S. Procurador Fiscal en su
escrito de responde (fs. 24).
La actora se ha opuesto a tal defensa sosteniendo que es
inaplicable al presente la disposición contenida en el arto 24 de
la ley n9 11.683 (t. o.), en cuanto no ha medüido en el S1W
judice error de cálculo o de concepto en sus propias declaracio-
nes. Afirma que el pago ha sido hecho en virtud de una causa
ilícita. y que consecuentemente con ello la prescripción aplica-
ble es la decenal (art. 4023 del Cód. Civ.) cuyo plazo no ha
ocurrido. Pide en consecuencia el rechazo de la articulación
anaHzada. Por su parte la demandada afirma en su presen-
tación de fs. 24 que, como el pago de las sumas cuestionadas
ha sido abonado voluntariamente por la actora, sólo puede ad-
mitirse unrec1amo de repetición en base al error en sus propias
declaraciones y que por ende la acción se hallaría prescripta de
••. conformidad con la disposición contenida en el arto 24 de la ley
nO 11.683, que invoca como fundamento de la defensa opuesta.
29 Que la_cuestión que se propone en esta litis -pago
por error o pago indebido o por una causa ilícita- ha sido
claramente determinada en varios fallos dictados con anterio-
ridad al presente (ver C. S., Fallos: t. 193, pág. 81). En ellos
se ha fijado esa diferencia, declarando que la aplicabilidad
del arto 24 de la ley n9 11.683 t. o.) se limita exclusivamente
a los supuestos allí expresamente mencionados -pago por error
de cálculo o de concepto- y que se. reduce en definitiva al
pago por error (de hecllOo de derecho).
Cuando el pago se hubiera efectuado por una causa extraña
a la anteriormente señalada -pago indebido o por una causa
ilícita (art. 792, 794 Y conc. del Cód. Civ.) la repetición se
rige por la norma prevista en .el )arto 41 de la mencionada
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

ley n'1 11.683 (t. o.) y como dicho texto legal no contiene nin-
guna disposición expresa relativa a la prescripción, se ha dis-
puesto que en lo referente a ella debe regir la disposición común
prevista en el arto 4023 del Cód. Civ. (ver C. S., Fallos: t. 193,
pág. 81).
Las sumas cuya repetición se intentan en esta demanda
provienen, según así resulta de las manifestaciones hechas por
la parte actora y también de las constancias administrativas que
corren agregadas por euerda floja, (ver expte. D. G. 1. R., "Cía.
Gral. de Industria y Transportes", legajo de cuatro cuerpos)
de pagos efectuados por los siguientes conceptos: a) impuesto
sobre réditos de títulos exentos de gravamen; b) impuesto sobre
utilidades reservadas que ya habían sido gravadas én el mo-
mento de la reserva y c) impuesto sobre realización parcial
del capital. Todos estos rubros fueron objeto de gravamen por
disposiciones expresas contenidas en los,arts. 10, 81; 82 y 83 del
decreto. reglamentario de la ley n'1 11.682 y 11.683 (t. o.) (año
1939) y por las instrucciones impartidas por la Dir. de Réditos
insert.as en el formulario n'1126, cuyo original corre a fs. 39 y.
que fué reconocido como tal por esa Dirección en el informe
que corre a fs. 40/3. A ello debe agregarse que a estar a ese
mismo informe, la actora ajustó sus declaraciones a esas nor~
mas. De ellos se sigue con toda evidencia que en el caso no ha
mediado ,error de concepto en las propias declaraciones del con-
t.ribuyente (art. 24 cit.). El error de concepto -como expre-
samente lo dice la ley -implica el error en la interpretación
de la propia ley impositiva (n'1 11.682), no es otro ni podría
aceptarse seriamente que fuera otro el criterio legal, desde que
ella no puede llevar implícitamente el reconocimiento de su
posible nulidad o invalidez. Cuando, como en el caso de autos,
el impuesto se paga en virtud de una disposición expresa de
la ley o su decreto reglament.ario que forma parte integrante
del estatuto, no hay error de concepto en cuanto' a la ley, pero
en cambio si esa ley o su decreto reglamentario son nulos, de-
beremos aceptar que nos hallamos frente a un errOr de dere-
cho en cuanto se pagó un impuesto por una causa indebida
contraria a la ley (art. 794 del Cód. Civ.). El error de dere-
cho es un concepto genérico que involucra en sí todos los supues-
t.os previstos por la ley civil (arts. 792 y sigtes.) pero en cam-
bio el ','error de concepto en las propias declaraciones del con-
tribuyen te" (art. 24 cit.) es un error de derecho específico y
determinado al caso de ignoranc~a o equivocada interpretación
de la.propia ley impositiva. En el presente no ha mediado ig-
344 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

norancia O error en la' interpretación de la ley n9 11.682, el


pago se ha hecho en virtud de una disposición expresa del de-
creto reglamentario de la ley (arts. 10, 81, 82 Y 83) que se
impugna por ser violatoria al arto 86, inc. 29 de la Consto Na-
cional. Con ello se desvirtúa el argumento que sobre el par-
ticulal' hace la defensa en su escrito de responde (£s. 24) cuan-
do sostiene que, como el pago se ha hecho en virtud de un error
de derecho, es incuestionable la aplicabilidad del recordado
arto 24, (ley n9 11.683).
Las consideraciones expuestas nos llevan forzosamente a la
conclusión de que no ha mediado en el pago cuestionado error
de concepto en las propias declaraciones del contribuyente, por
lo que la inaplicabilidad del mencionado precepto legal invoca-
do por la demandada (art. 24) resulta así manifiesto, corres-
pondiendo en su mérito desestimar la articulación analizada
de acuerdo a lo resuelto en casos análogos por la jurisprudencia
(ver C. S., Fallos: t. 193, pág. 81; ver también" Cía. Unión
Comerciantes C. Gob. de la Nación -14 de junio de 1944) a
cuyós antecedentes se remite el suscripto como mejor funda-
mento de esta sentencia.
39 Que entrando a resolver la cuestión de fondo relativa
a la procedencia de la repetición de lo abonado por los rubros
indicados en la demanda de fs. 7 -impuesto sobre reservas
que habían sidó gravadas; impu,estosobre rentas de títulos exen-
tos de tributo y sobre realización de aumento de capital su pro-
cedencia no puede ser dudosa de acuerdo con lo resuelto en
forma definitiva por la jurisprudenéia en casos análogos y a los
que se remite el suscripto a mayor abundamient.o (ver C. S,;
183-418; 188-327 y C. F. en J. A. t. 74, pág. 122). '
Y en cuanto al rubro r~lativo a las rentas de origen ex-
tranjero, su procedencia es incuestionable de conformidad con
la resolución dictada por la Dir. Gral. de Réditos del año 1942
(ver fs. 28/30), desestimándose las objeciones que sobre el par-
ticular hace la demandada (£s. 24), ya que durante la secuela
del juicio y con la agregación de las actuaciones administrativas,
se han acreditado todos los extremos de hecho y de derecho
que fundamenta su procedencia.
49 Que en cuanto al monto de lo que corresponde devol-
ver, estése a lo que resulte de la liquidación que oportunamente
se practicará de acuerdo a las constancias de autos.
Por las precedentes consideracion'es, fallo: declarando que
el Gob. de la Nación deberá devolver a la S. A. Cía. Gral. de
Industrias y Transportes la suma que resulte de ,la liquidación

\
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 345

a practicarse en la forma señalada ellel cuarto considerando


de esta sentencia, más sus intereses al estilo de los que percibe
el Banco de la Nación Argentina desde la fecha de la notifica-
ción de la demanda, sin costas. - B. Gaoke Pirán.

SENTENCIA DE LA CÁMAR.A FEDERAL

Bs. Aires, 3 de diciembre de 1945.

Considerando:
Que la interpretación que hace la sentencia recurrida del
caso. sub lite en cuanto se refiere al término de prescripción
aplicable es la que corresponde, de acuerdo con lo resuelto por
la Corte Suprema en 19 de septiembre ppdo. en el juicio
seguido por Siemens Baunion contra la Dir. Gral. del Impuesto
a los Réditos (Diario de J. A. 26/11/45 pág. 3). La preten-
sión del representante de la demandada en esta instancia' de
que se aplique al caso la nueva redacción dada al arto 24 de
la ley 11.683, por el decreto 15.046 de 16 de noviembre de 1944,
es inaceptable. El término de la prescripción había quedado.
ya interrumpido por la presentación de la demanda cuando el
decreto fué dictado y no sería admisible la aplicación retroac-
tiva de éste en tales condiciones. Ello sería violatorio de todos
los principios, de justicia y equidad y contrario al precepto del
arto 3 del Cód. Civ.
Q

Que en cuanto a lo sostenido por el actor de que la senten-


cia debe-condenar en forma concreta al pago de la suma recla-
mada y no a la que resulte de la liquidación a practicarse, lo
resuelto por el Sr. juez a qua, atenta las modalidades del jui-
cio se ajusta a lo prescripto por el arto 15 de la ley 50 y su
concordante el 219 del Cód. de Procedo Civiles. En cuanto a
las costas, también debe confirmarse lo dispuesto en la senten-
cia de que se paguen por su orden, porque en cuanto se refiere
a la prescripción, la interpretación de la ley en la época de la
demanda no estaba exenta de dificultades, así como en lo refe-
rente a los beneficios distribuÍdos por realización de capital.
En su mérito y por los fundamentos del fallo recurrido se
lo confirma en todas sus partes. Costas de esta instancia tam-
bién por su orden, atento el resultado de los recursos inter-
puestos. - Carlos Herrera. - Carlos del COImpillo.- R. ViU1Jr
Palacio. - J. A. González Calderón. - Alfonso E. Poccard..
346 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

DICTAMEN. DEL I PROCURADORGEN:FJRAL


..

Suprema Corte':

El monto discutido en la presente causa justifica


la intervención de V. E. en tercera instancia ordinaria,
como lo es la concedida a las partes a fs. 82 vta. - Bs.
Aires, abril 3 de 1946. - Juan Alvarez.

FALLO. DE LA CORTE SUPR,EMA

. Bs. Aires, 31 de julio de 1946.

y vistos los autos" Cía. Gral. de Industrias y Trans-


portes S. A. c. Gob.. de la Nación sobre repetición: ré-
ditos ", en los que se han concedido los recursos ordi-
narios de apelación interpuestos por ambas partes
contra la sentencia-de la Cám. Fed. de la Capital que
hace lugar a la demanda, sin costas.

Considerando:
Que con anterioridad a sus decisiones acerca de la
prescripción aplicable con respecto a la acción de repe- .
tición del impuesto a los réditos .esta Corte Suprema,
interpretando su jurisprudencia anterior y las respec-
tivas disposiciones de la ley común a efecto de resolver
en qué supuestos la devolución de sumas indebidamente
pagadas en concepto de impuestos no está subordinada
al cumplimiento del requisito de la protesta prevía, ha
distinguido claramente "(Fallos: 188, 381) los casos de
pago indebido por error regidos por el arto 784 del Cód.
Civ., de aquellos en que se ha efectuado sin causa con- .
templados en el arto 794 del mismo código, diciendo que
• _o. ~ __ ,....•• ~,'_*~_ .. . . ..;::.;

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 347

los primeros son los realizados "sin que mediara dis-


posición que estableciera la obligación de hacerlos -Fa-
llos: 175, 300; 180, 313,; 186, 42-: es decir, cuando no
existía la obligación de pagar" y que los segundos, en
cambio, son lps que han sido hechos cuando "existía la
obligación de efectuar el pago, aun cuando resultara
de una disposición contraria a las leyes ", recordando
que, como dijo el Tribunal en Fallos: 99, 355, el contri-
buyente que abona un impuesto exigido por la-ley (no
en sentido formal sino amplio o material, se entiende)
"paga una deuda debida y no hay de su parte error
Teiativo a la existencia y exigibilidad inmediata de su
deuda" como para que haya pago por error se requiere
de acuerdo al arto 784 del Cód. Civ.
Que el criterio precedentemente expuesto coincide
con el que posteriormente ha aplicado esta Corte Su-
prema para distinguir, con arreglo al 'sentido y alcance
de las disposiciones de la ley 11.683, los casos en que
la acción de repetición del impuesto a .los réditos está
regida por la prescripción bienal que establece el arto 24
de la citada ley para los supuestos en que el pago ha
sido hecho por error -de cálculo o de. concepto- en
las propias declaraciones del contribuyente, de aqué-
llos en que ha mediado un pago sin causá hecho por im-
posición de las disposiciones respectivas (Fallos: 193,
81; 198, 457; 199, 216; 202, 443; 204, 30 y otros).
Que ello no importa, en modo alguno, excluir la
aplicación del arto 24 de la ley 11.683 (t. o.) sino tan
sólo circunscribirla a los casos realmente contemplados
en el mismo, o sea a aquellos en que el contribuyente
ha pagado de más por haber incurrido en algún error
de cálculo o por haberse creído deudor en razón de un
error. de concepto cometido por él en sus propias de-
claraciones y sin que mediara disposición alguna que
348 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

lo estableciera, criterio coincidente, por lo demás, con


el que había adoptado el arto 19 del decreto relamenta-
rio de la ley 11.682 del1 de junio de 1933 substituído
Q

por el que se dictó el 2 de enero de 1939.


Que lo expuesto y la supresión del requisito de la
protesta en esta materia (Fallos: 194, 345) pone de
. manifiesto que la circunstancia de que el pago haya
sido hecho sin reserva por parte del contribuyente no
basta en modo alguno para decidir que se trata de un
pago por error y no de un pago sin causa, siendo no
6bstante, indudable, que el hecho d-e haber protestado
bastaría para excluir la hipótesis del error.
Que, por consiguiente, la sentencia apelada en
- .cuanto considera que el caso de autos no se halla com-.
prendido entre los que prevé el arto 24 de la ley 11.683
(t. o.) se ajusta a la jurisprudencia establecida al res-
pecto por esta Corte Suprema. Lo mismo debe decirse
en cuanto a la inaplicabilidad del decreto 15.046/44
. (Fallos: 204, 30 y el pronunciado el 19 del corriente en
los autos "Lever Hnos. v. Fisco Nacional").
Que en cuanto a la devolución de la suma de
$ 1.742,52 m/n. pagada en concepto de dividendos inte-
grados con renta de fuente extranjera, corresponde des-
estimar la oposición formulada a fs. 28 por el Proc.
Fiscal y reiterada ante esta Corte a fs. 95 vta. y 96.
Porque, como se estableció en el caso de F'allos: 201, 17,
no basta señalar en la contestación a la demanda la
omisión del requisito del previo reclamo administrativo
impuesto por el arto 41 de la ley 11.683 (t. o.), sino que
es menester oponerse formalmente a la prosecución
del juicio haciendo de ello cuestión de previo pronun-
ciamiento. Y, por otra parte, en el caso de autos es indu-
dable que aun cuando la actora omitió, en el escrito
mediante el cual formuló s~ reclamo administrativo,
DE JUSTICIA DE LA NACI6N 349

fundar su derecho a la devolución de lo pagado por im-


puesto sobre réditos de fuente extranjera; en cambio,
incluyó la suma respectiva en el total de lo reclamado,
como resulta de las planillas agregadas a fs. 19 del
expte. adm. (2'-' parte) y fs. 5 del mismo (3" parte). Así,
lo entendió la División Inspección Capital al contestar
la consulta que le formuló la Sección Cobradores Fis-
,cales (fs. 1, 10, 12 del expte. adm., 4Q.parte) conclusión
corroborada por lo expuesto por la actora en su escrito
de fs. 14/16 y por la Sección Cobradores Fiscales en
la nota de fs. 17 de las citadas actuaciones, y' por la
contestación de fs. 40 de estos autos (puntos 12 y 13
a fs. 42 yta.) al oficio ordenado a fs. 36 por el Sr: .Juez
'-
a-quo. .
Que de acuerdo a lo dispuesto en el arto 48 de la
ley n 11.683 (t. o.) y a la jurisprudencia de esta Corte
Q

Suprema (Fallos': 194, 96; 201, 118; 203, 181) corres-


ponde imponer a la Naoión el pago de las costas del
juicio por haber sido vencida en el mismo.
En su mérito, confírmase en lo principal la senten!
cia apelada y se la modifica en lo referente a las costas
del juicio que deberán ser pagadas por la Naoión.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.

'f'.
HOJA COMPLEMENTARIA

Hoja incorporada a los efectos de permitir la búsqueda por


página dentro del Volumen.
AÑo 1946 - AGOSTO

DIRECCION GENERAL DE RENTAS bE SANTA FE v.


S. A. GAUCHOS AGRICOLA GANADERA "LA DELIA"

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Sentencia de-


finitiva. Concepto y generalidades. ,
'-
Tiene fuerza de definitiva y es suscept.ible del recurso ex-
traordinario fundado en la interpretación de la ley 11.585,
la sentencia dictada en juicio de apremio que rechaza la
prescripción liberatoria invocada e impide discutirla nue-
vamente en el juicio ordinario de repetición.
PRESCRIPCION: Prescripción en materia penal. Tiempo. Leyes im-
positivas.
Los términos establecidos por el art.19 de la ley 11.585 no
se refieren a la prescripción de multas aplicadas en las pro-
vincias' por" infracciones a las leyes impositivas locales,
puesto que dicha ley fué dictada tán sólo con respecto a
los impuestos nacionales ..

SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

.Santa Fe, 17 de noviembre de 1945.


y vistos: estos de apremio por cobro !le $ 24.250, intere-
ses y costas, seguidos entre "Dir; Gral. de Rentas de la Pro-
vincia y S. A. Gauchos Agrícola Ganadera"; y resultando:
I) Dice la aetora que la demandada adeuda aquella suma
al fisco en concepto de multas o recargos por infracción del
impuesto al abasto, según liquidación de fs. 2. Cita los arta.
, 979 Cód. Civ. y 39 de la ley 2590.
_._, --.-~.~~~
.. .•. '

352 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

II) Opone la demandada prescripción quinquenal del


arto 1 de la ley 11.585, ya que, agrega, la decenal del arto 59
Q

de la ley 2590 refiere sólo al impuesto.


IU) Pide la actora rechazo de la defensa porque tam~
bién las multas están comprendidas en este último precepto, y
la ley 11.585, aplicable en lo nacional, fué dictada por el Con-
greso como legislatura.. Argumenta, además, con los arts. 39
y 40 de la ley complem. presup.
IV) Declarada la cuestión de puro derecho y agregados
los segundos traslados, se llamó "autos"; y
Considerando:
1) Cuando juez de paz decidí (D. G. R. V. Ana Za-
valla, agosto 5 1943) que en ausencia de disposición expresa
en la ley de la materia, es aplicable a la prescripción del im-
puesto de "contribución directa" el arto 4023 del Cód. Civ. y
a la de sus multas (o intereses) el arto 4027 -3 del mismo;
Q

2) La solución del caso que juzgo no podría ser idéntica,


ya que la multa o recargo por inoblamient.o del impuesto de
abasto público (arts. 101 y 49 de la ley 2594 de sellos) no es
deuda periódica ni engrosa indefinidamente por el mero trans-
curso del tiempo, tal como acontece con la multa o intereses
devengados por el impuesto de contribución directa insatis-
fecho (art. 8 de la ley 2593, de contribución directa), razones
Q

las dos, sobre todo la última, que, como se sabe, determinan la


aplicación del arto 4027 del Cód. Civ., cuya fuente (art. 2277,
Cód. Napoleón) y antecedentes, no permiten, sobre el punto,
duda alguna. "La prescripción de cinco años, --decía MOUR-
LON (Repetic'l:ons ecrites sur le Códe Civü, París, 1878, t. 3)-
no es aplicable a las deudas que, bien que pagables por año,
no son susceptibles de acrecentamientos sucesivos". Es el caso
de los intereses de la contribución directa, pero no el de los
recargos o multas por infracción al impuesto de abasto, repito,
inmutable a través del tiempo (art. 101, ley 2594) y det.er-
minados no por"el período x, y, z, sí que por bestia ofrecida
al sacrificio (art. cit. y arto 49, ley citada). Tanto para el im-
puesto, cuanto para el recargo, rige, pues, la prescripción de-
cenal del arto 4023 Cód. Civil;
3) Rechazo la aplicació,n de la ley 11.585 al impuesto
r
local provincial (como el de abasto público) ya que su texto
y antecedentes, sin lugar a dudas, según lo estimo, demuestran
suficientemente que ella rige el orden fiscal nacional (BIELSA,
.~ .¡.<

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 353

Derecho AdJmiwistrativo, III, pág. 514) Y el local de la Capital


de la República (v. senadores Campos, Matienzo, Di.ari() de
Sesiones del Senado Nacional, t. 1, año 1932, págs. 556-7; LAS-
CANO, La p1"escripcwn de los impuestos, en 'Revista de Derecho
y Administración Municipal, n 102, agosto de 1938, parágs.
Q

II y III, págs. 21/24).


4) No corresponde la imposición de intereses atento la
naturaleza "compensatoria" de las susodichas multas o recar-
gos.,Por ello resuelvo: rechazar la excepción de prescripción,
y mandar llevar adelante la ejecución por el capital reclama-
do, con costas. - Carlos A. Lértora. .

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
En un juicio de apremio seguido ante los tribuna-
les provinciales de Santa Fe, se ha discutido si los tér-
minos que establece el arto 1 de la ley nacional 11.585
rigen para la prescripción de multas aplicadas en aque-
lla provincia por infracción a la ley local n 2.594 so- Q

bre impuesto al abasto. Resuelta esa cuestión negativa-


mente por el Sr. Juez a-qua (fs. 34), la parte deman-
dada trae ahora un recurso extraordinario contra el
fallo respectivo. Lo conceptúo admisible, én cuanto
versa sobre interpretación de una ley especial del Con-
greso, y además, con arreglo al Cód. de Proceds. de
Santa Fe la cuestión de prescripción aludida, no sería
ya admisible en juicio ordinario (187: 637; 194: 40) ..
V. E. tiene reiteradamente resuelto que habiendo
el Congreso legislado sobre prescripción de impuestos
y de multas accesorias a ellos, no corresponde- a las
provincias hacerlo, ni crear en perjuicio de sus deudo-
res, plazos de extinción distintos (196: 261, y los allí
citados). Es una materia de legislación común, y bajo
tal concepto no ha podido invocarse válidamente una
ley de Santa Fe para prescindir de la nacional.
354 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Procede, pues,' revocar el fallo apelado en cuanto


importé denegatoria de la aplicación de esta última. -
Bs. Aires, marzo 28 de 1946. - Juan Alv'arez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 2 de agosto de 1946.


y vistos: Los del recurso extraordinario traído
por "La Delia" S. A. "Gauchos Agrícola Ganadera"
contra la sentencia del Juez de 11¡. Instancia en lo Civil
y Comercial de P Nominación de Santa Fe, que deses-
timó la excepción de prescripción fundada en el arto 11l-
de la ley nacional 11.585, opuesta en el juicio de apre-
mio por cobro de impuesto al abasto y multa correla-
tiva, y fundado en el arto 4023 del Cód. Civ. declaró que
procedía el término de diez años para la 'prescripción
alegada -fs .. 34-; y

Considerando:

Que el recurso es procedente porque, como lo ex-


presa el Sr. Procurador General, la prescripción no
puede oponerse segúil la ley santafecina en el juicio
ordinario de repetición; y porque el ejecutado invocó
la ley nacional 11.585 en amparo de su der.echo y el
fallo recurrido es contrario a dicho derecho e interpre-
tación federal. Así se declara.
En cuanto al fondo del asunto:
La ley 11.585iniciada en la Cám. de Diputados en
1932 (t. 19, pág. 712) no tuvo allí ninguna exposición
de motivos ni discusión explicativa de su carácter y •
,alcance pues fué aprobado el proyecto de la Comisión,
en general y particular, sin informe ni debate; y en el
DE JUSTICIA DE LA NA,CI6N 355

Senado, la Comisión Especial de Presupuesto y Ha-


, cienda, en sesión de 16 de mayo de 1932 y por lIledio
del' senador Rudecindo S. Campos expresó lo siguiente:
"Esta ley no precisa mayores fundamentos. Se trata
de una ley de procedimientos que tiende a regularizar
'el trámite que actualmente es deficiente en las numero-
sas infracciones que se cometen a la ley de impuestos
internos" y explicó, brevemente, el por qué se reducía
a cinco años el tiempo de prescripción de las multa!? que,
en el proyecto de Diputados se extendía, como el refe- \
rente a los impuestos, a diez. Sin discusión fué aprobado
el arto 1 tal como quedó en la ley actual, es decir: "~os
Q

impuestos y las multas por infracción a las leyes de im-


puestos se prescriben a los 10 y 5. años, respectiva-
mente."
Al tratarse el arto 3 en que el proyecto se refería
Q

solamente a los "impuestos internos, a las transaccio-


nes y a los réditos", para los cuales "los actos de pro-
cedimiento judicial interrumpen el término de la pres-
cripción de la acción y de la pena", el senador Matienzo
propuso y la Cámara aceptó la supresión de esa limi-
tación ampliándose a "las leyes de impuestos en gene-
ral" el mencionado precepto (Diario de Ses. de la
Cám. de Senadores de la Nación, años 1930-32, t. 1,
págs. 556 y 557) y así quedó sancionada en la Cámara
iniciadora la ley n 11;585 (Diario de Ses. de la Cám.
Q

de Diputados de la Nación, año 1932, t. IlI, pág. 70).


AsÍ, aun cua:ndo la calificación de "ley de proce-
I dimientos" que se formuló en el Senado sea errónea
en lo atinente al término de la prescripción, pues ello
es de orden substantivo, como que está legislado en los
códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería y lo ha de-
clarado la Corte en su constante jurisprudencIa (Fa-
llos: 196, 261; 193, 231; 183, 143; 176, 115; 175, 300);
356 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

es lo cierto que el Congreso dió a la ley 11.585 el ca-


rácter restrictivo de nacional, según se desprende de
los antecedentes mencionados y de otros artículos de
ella, como el 4 y el 5 en los que ha quedado manifiesto
Q Q

el propósito de legislar en la oportunidad con alcance


nacional y no provincial. Que el plazo para la prescrip-
ción de la acción de cobro de impuestos -no la de repe-
tición por pago sin causa- pueda o no ser materia de
legislación federal, es cuestión que no interesa diluci-
dar aquí si de los antecedentes y del contexto de la ley
resulta que, aun supuesta la facultad del Congreso Na- .
cional sobre el particular, en este caso y en lo concer- .
niente al punto indicado no se quiso legislar sino para
los impuestos nacionales.
Por lo demás, en el caso en examen, la justicia
provincial de Santa Fe no aplicó ninguna ley especial
local, de prescripción, sino que se refirió exclusivamente
al Cód. Civ. aplicando el arto 4023 para el impuesto de
abasto y la multa correspondiente a los atrasos, que
califica de retributivos y no de penales, tal criterio es
irrevisible por esta Corte en función del recurso ex-
traordinario, como lo dijo en el recordado caso del
t. 196, pág. 262 Y como claramente lo preceptúa el
arto 15 de la ley 48.
En su mérito y oído el Sr. Procurador General de
la Nación, se resuelve desestimar el recurso interpuesto
y declarar que en el caso es inaplicable el arto 1 de la Q

ley 11.585.
ANTONIO SAGARN A - B. A. N AZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 357

TELEGRAFO DE ROSARIO TALA

JURISDICCION y COJ,f.PETENCIA: Competencia federal. Causas


penales. Violación de 1wrmas federales.
No compet.ea la justicia federal sino a la local el conoci-
miento del sumario referente a la substracción de alambre
del servicio de líneas del telégrafo de la Prov. de Entre
Ríos, entre las cuales y las del telégrafo nacional no existe
conexión, aunque por disposición de la legislación local
las oficinas del primero estén obligadas a recibir despa-
chos para cualquier destino y encaminarlos por la vía que
corresponde.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Paraná, junio 17 de 1946.


y vistos: resulta:
1\» Que se trata de in~estigar en autos, la sustracción
de alambres conductores de las líneas telegráficas de la pro-
vincia.
2\» Que dada intervención a la justicia ordinaria ésta
se inhibe de entender en el caso planteado por entender que
estando regidas las comunicaciones telegráficas por las leyes
nacionales n\>750 1/2 Y 4408 corresponde al fuero federal la
represión de cualquier acto tendiente a interrumpir tales co-
municaciones. .
y considerando:
1\»' Que la ley 750 1/2 en su arto 2\>,inc. 3\>determina
con toda daridad qué líneas telegráficas revisten carácter de
nacionales. Son " .•. las que ligasen un territorio nacional con
una o más provincias, las que uniesen una provincia con otra
y las que pusiesen en comunicación cualquier punto del te-
rritorio de la Nación con un estado extranjero ... ".
2\» Que la red telegráfica de la Prov. de Entre Ríos, úni-
camente se extiende al territorio provincial; y la circunstancia
de que' sus oficinas acepten despachos para cualquier punto
del país, en nada modifica aquella afirmación, puesto que
cuando en el telégrafo provincial se r~cibe un telegrama diri-
gido fuera de la provincia, si bien es recibido, se le da curso
no por la línea provincial, sino mediante el sencillo procedi-
.. ~~

358
FALLOS DE ~A CORTE SUPREMA

miento de remitirlo a una oficina del telégrafo nacional que


se encarga de hacerlo transmitir. Esta función de intermedia-
rio que realiza el telégrafo provincial de Entre Ríos, <entre el
usuario del servicio y el Telégrafo Nacional, no puede inter-
pretarse como factor nacionalizante de aquél.
Lo que la ley exige es conexü5n de líneas de una provin-
cia con territorios ajenos a su jurisdicción, para que el servicio
sea 'nacional; y ese requisito no se cumple cuando lo único
que exist.ees una conexión o convenio administrativo tendien-
te a facilitar la acción de quien desea remitir un t(Jlegrama,
e ignora que las líneas telegráficas de Entre Ríos no pasan
más allá de sus fronteras provinciales, siéndole aceptado el
despacho para cursarlo oportunamente por la red nacional. La
administración' del telégrafo de la provincia, al actuar en el '
sentido indicado, facilita la. acción del usuario, pero de ahí
no puede deducirse una ampliación de su propia jurisdicción.
El hecho de que en el territmio de la provincia, y en lo
referente a los telégrafos propios, rija la ley nacional no obvia
lo expuesto anteriormente, pues muchas leyes nacionales son
aplicadas por los tribunales locales, 'cuando los intereses afec-
tados son asimismo locales.
39) Que la naturaleza de la jurisdicción federal es de
-excepción,y ella debe operar en los casos exclusivamente pre-
vistos en las leyes de competencia; sin que sea posible ampliar-
la bajo ningún pretexto. El propio magistrado provincial, en
su sent.encia de fs. 23 vta. y siguientes, cita el arto 29, inc. 39
de la ley 750 1/2 y el arto 19 de la ley 4408 que al establecer
para los teléfonos el mismo régimen de la ley 750 1/2 vuelve
a repetir qué empresas revisten condición de nacionales. Exige
asimismo, conexión de líneas entre dos territorios sometidos a
distinta jurisdicción. Y como ya he dicho, conexión de líneas
no es 10 mismo que conexión de servicios, cuando en este últi-
mo caso no se opera simultáneamente aquélla.
49) Que el telégrafo de la Prov. de Ent.re Ríos, por el
hecho de recibir despachos que no puede transmitir por insu-
ficiencia de sus líneas, al solo efecto de "encaminarlos por la
vía que corresponda", no puede ser considerado nacional. (Ver
informe de fs. 22).
59) Que .la sentencia de la Cámara Federal de La Plata
aludida en el fallo del juez provincial, no puede ser invocada
en el sub lite por las razones expuestas por el proc. fiscal y las
consideraciones que anteceden, según las cuales se desprende,
se trata de dos casos.diferentes.
DE JUSTICIADE LA NACIÓN 359

61') Que no afectando el delito de autos el orden ni la


soberanía nacional, ni estando afectado ninguno de los poderes
públicos federales ni haberse cometido en lugares de jurisdic-
eión de los mismos; corresponde entender al juez del crimen
de Rosario Tala.
Por lo expuesto, y de conformidad con lo interesado por
el próc. fiscal; resuelvo: .
11') Decretar la incompetencia del juzgado federal a mi .
<largo para entender en, autos.
21') Devolver las actuaciones, a sus efectos, con atenta
nota al Sr. juez del crimen del Depto. Rosario Tala, quien
deberá proseguir actuando; previniéndole de que en caso de
mantener su incompetencia, tenga por trabada cuestión nega-
tiva de competencia y se sirva elevar los autos a conocimiento
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para su superior
resolución, según lo prescribe el art.43, inc. 31', del Cód.
proc. Crim. - Abel MadJ:Lriaga.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
A raíz de haberse denunciado la sustracción de
ci~nto cincuenta metros de alambre al servicio de línea
.del telégrafo de la Prov. de Entre Ríos, las autorida-
des policiales de Rosario Tala -lugar del hecho- ins-
truyeron el correspondiente sumario, el que a sus efec-
tos fué elevado a la justicia del crimen local. Mas tanto
ésta, como la de sección correspondiente, a la que fue-
ran luego remitidas las actuaciones, conceptúan no ser
de su competencia el conocimiento de la causa (fs. 23
I vta., 29 y 34). Ha quedado así trabada una contienda
\ negativa de jurisdicción que a V. E. corresponde diri-
I
mir (art. 9 de la ley 4055).
De los informes remitidos por la repartición pro-
vincial damnificada (f8. 20 Y 22) surge claramente que
no existe conexión entre sus líneas y otras pertenecien-
tes a la Nación o a países extranjeros;' y el hecho de
_~._ .-;0- ••. ~._

360 F ALIJOS DE LA CORTE SUPREMA

recibir despachos para cualquier destino y encaminar-


los luego por la vía que corresponda no priva a ~sos
servicios del carácter de puramente locales.
Resulta, pues, ajustada a derecho la resolución del
Sr. juez federal de Paraná (fs. 34), al no consiq~rar
incluído al telégrafo de la Prov. de Entre Ríos en nin-
guno de los casos previstos por el arto 29 de la ley
750 :!h.
A mérito de lo expuesto, y dado que no se trata de
la jurisdicción f~deral a que aluden el arto 39 inc. 39 de
la ley 48 y el arto 23, inc. 39, del Cód. de Proceds. Crim.,
corresponderá dirimir la presente contienda en favor
de la competencia de la justicia del crimen de Rosario
Tala. - Bs. Aires, julio 26 d~ 1946. '- Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA


\
Bs. Aires, 5 de agosto de 1946.
Autos y Vistos:
Por los fundamentos del precedente dictamen del
Sr. Procurador General y de acuerdo a lo que resulta
de los oficios ordenados a fs. 19 y 21 Y los inform~s
agregados a fs. 20 y 22; lo dispuesto por los arts. 1 y 2,
inc. 39, de la ley 750:!h, 3, inc. 39, de la ley 48, y 23,
inc. 39, del Cód. de Proceds. en lo Criminal, declárase
que compete al Sr. juez del crimen d~ Rosario Tala
-Prov. qe Entre Ríos- conocer en la presente causa
sobre hurto al telégrafo provincial. En consecuencia,
remítansele los autos y hágase saber al Sr. juez'fed~ral
de Paraná en la forma de estilo.

ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.
I DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

GENE Y CIA.
361

IMPUESTO A LOS REDITOS: P"ocedúniento y recu,rsos.


La verificación y el pago del impuesto a los réditos adeu-
dado por el fallido con anterioridad a la iniciación del
juicio no dependen de que se lo solicite en las oportu-
nidades y con las formalidades que para los demás acree-
dores exige la ley 11.719, porque es obligación de los sín-
dicos y liquidadores, agentes de la Dir. Gral. del Imp. a
los Rédit.os para la percepción del gravámen, realizar las
gestiones necesarias para lograr aquellos fines.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Abierto como lo ha sido por V. E. el recurso extra-
ordinario a fs. 403, paso a dictaminar sobre las cues-
tiones de fondo planteadas en autos.
Son dos:
a) si el Fisco tiene el derecho de exigir se modifi-
que un estado de distribución de créditos, a fin
de incluir el procedente de impuestos a los ré-
ditos;
b) caso negativo, si ha de declararse que el sÍn.
dico d'e la quiebra, o algún funcionario judicial,
es responsable del importe de tal crédito.

I
,
Para fijár las ideas acerca del primer punto consi-
dero útil un cotejo de fechas. El Fisco presentó su cré-
dito a verificación el veintisiete de marzo de 1943 (exp.
anexo) ; ese crédito no ha sido impugnado por lo que a
su existencia o monto respecte; el proyecto de distribu-
oión preparado por el liquidador, lleva fecha del 3 de.
diciembre de 1943 (fs. 298) ; y la óbservación de Rédi-
tos a dicho proyecto, es del día 24 subsiguiente (fs. 307).
362 FALLOS DE LA C9RTE SUPREMA
f '

Además, hasta ahora sólo se han pagado créditos privi-


legiados, y resta dinero a distribuir en cantidad muy
superiora la reclamada por el Fisco. No veo, entonces,
qué razones de procedimiento pudieran invocarse para
sostener que el Fisco ha perdido el derecho de exigir se
le pague su crédito por impuestos, con los fondos de la
quiebra aun existentes.
Acerca 4el segundo punto, tampoco encuentro lll;0-
tivo suficiente para que se considere hayan infringido
la ley 11.683 el síndico, o los funcionarios' que el recu-
rrente sostiene son culpables. Result~ claro que todo tro-
piezo se habría 'evitado a presentarse' dicho crédito al
mismo tiempo que los restantes. Sería recomendable, sin
duda, que los síndicos o liquidadores antes de dar Po!
terminado el inventario de los créditos, soliciten in-
forme al respecto a las oficinas fiscales; mas la omisión
de esa diligencia no creo los coloque en el caso de ha.
cerlos responsables ante,' el Fisco por créditos anterio-
res a la quiebra. '
Pienso, en consecuencia, que corresponde revocar el
. fallo apelado de fs. 381, en cuanto pudo ser materia de
recurso. - Bs. Aires, octubre 8 de 1945. - Juan Alvarez.

FALLO DE LA ,CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 5 de agosto de ~946.


y vistos los autos "Gené y Cía., su liq. sin quie-
bra" en los qU:~a fs. 403 se declaró mal denegado el
recurso extraordinario interpuesto' por el represen-
tante de' la Dil'. Gral. del Imp. a los 'Réditos.
Considerando:
Que lo establecido en el arto 25, inc. b) de la ley'
nO11.683 (t. o.) importó convertir a los síndicos y li-
-:B;:I ~:. :. ~..

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 363

quidadores de las quiebras, funcionarios de éstas según


el arto 87 de la ley 11.719, en agentes de la Dir. Gral.
del Imp. a los Réditos a -losefectos de la percepción del
- gravamen respectivo.
Que a falta de disposición que limite su gestión a
los impuestos que se devenguen con posterioridad a la -
iniciación del juicio, no corresponde excluir a los adeu-
dados con anterioridad, desde que a los funcionarios de
referencia incumbe precisamente -la verificación y el
pago de las deudas del fallido. Les corresponde, pues,
como agentes responsables, realizar los trámites con-
ducentes a la percepción del impuesto adeudado, entre
ellos el requerimiento a la Dir. Gral. de Imp. a los
-Réditos de los informes necesarios para establecer en el
juicio la existencia y el monto de la deuda.
Que, con arreglo a lo dicho, debe concluirse que la
verificación y el pago del impuesto a los réditos adeu--
dado por el fallido no dependen de que se los solicite en
las oportunidades y con las formalidades que la ley
11.719 exige para los demás acreedores, desde que co-
rresponde a los síndicos y liquidadores realizar bajo su
responsabilidad las gestiones necesarias para lograr
aquellos fines. Por la misma razón no pueden regir pa-
ra este supuesto las restricciones que la ley común es-
tablece para los éasos de incumplimiento de las dispo-
.siciones referentes al pedido de verificación de los
créditos por sus respectivos 'titulares.
Que, por lo demás, no se ha pretendido en autos
que la ley 11.719 haya derogado la norma cuestionada
- de la ley 11.683 (t. o.) ni ello resulta de las disposicio-
nes de la primera, que no excluyen necesariamente el
procedimiento establecido por la segunda para asegu-
rar la percepción del impuesto respectivo.
En su mérito, atento lo dictaminado por el Sr.
364 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Proc. General, declárase que con arreglo a lo dispuesto


en el art: 25 de la ley 11.683 (t. o.) la verificación y el
pago del impuesto a los réditos adeudados por el fallido
con anterioridad a la iniciación del juicio, no dependen
de que se 10s solicÍte en las oportunidades y con las for-
malidades que para los demás acreedores exige la ley
11.719,por ser obligación de los síndicos y liquidadores
realizar las gestiones necesarias para lograr esos fines
y, en consecuencia, revócase la sentencia' apelada en lo
que ha podido ser materia del recurso.

ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR


ANCHORENA --:. F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES~

ESTANCIAS AMBERENSES SUDAMERICANAS v, PRO-


VINCIA DE CORDOBA

PAGO: Pago indebido. Protesta. Fo,'ma.

La mención de la confiscatoriedad del gravamen como


causa de la protesta formulada al pagarlo importa deter-
minación suficiente de la violaci6n constitucional en que
se funda dicha reserva (1).

CONSTITUC!ON NACIONAL: Constitucionalidad e inconstitucio'IUJ-


lida,d. Impuestos y cont1'ibuciones provinciales. Territorial.
Es confiscatorio y contrario al arto 17 de la Consto Na-
cional el impuesto territorial de la Prov. de Córdoba que
absorbe sucesivament.e en varios años el 97,7 %, el.57,4 %,
el 55,6, %, y el 45,7 % de la productividad normal de
un campo.

(1) 7 de agosto de 1946.


, G:: j.;, ~ ~.

DE JUSTICI~ DE LA NACIÓN 365

MORETTI, TOMATIS y CIA. v. PROVINCIA DE


CORRIENTES

AUTO DE INNOVAR.
Es improcedente la medida de no innovar que no es indis-
pensable para la salvaguardia de los derechos de quien la
pide y además contrariaría la presunción de validez de
los actos administrativos .(1).

BERNABE PEREZ ORTIZ v. PROVINCIA DE SALTA

DAÑOS Y PERJUiCIOS: Responsabilidad del Estado. Registro de


la propiedad.
El comprador de un inmueble que, por no haber prospe-
rado la tercería que promovió, tuvo que pagar al acree-
dor de su vendedor el importe del crédito por el cual ha- .
bÍa trabado un embargo acerca de c.uya existencia omitió
informar el Reg. de la Propiedad al expedir el certificado
- de dominio solicitado a efecto de escriturar, tiene derecho
a exigir del Estado el pago de .aquella suma y el importe
de los gastos y costas de la tercería.

PRESCRIPCION: Comienzo.
El plazo de la prescripción de la aCClOntendiente a ob-
tener del Estado el pago de los daños y perjuicios sufri-
dos por el adquirente de un inmueble que, por no haber
prosperado la tercería que promovió, tuvo que pagar al
acreedor de su vendeq.or el importe del crédito por el \
cual había trabado un embargo acerca de cuya existencia
omitió informar el Reg. de la Propiedad al expedir el
certificado de dominio solicitado a efecto de escriturar,
no comienza a correr desde la fecha en que el comprador
tuvo conocimiento de la errónea -certificación del Registro
sino desde aquella en que, vencido en la :tercería, pagó al
acreedor embargante la suma reclamada por éste en su
ejecución.
(1) 7 de agosto de 1946. Fallos: 190, 142; 195, 383; causa" NosB
A. v. Gobierno de la Naci6n" fallada el 15 de julio de 1946.
~ j., : O' •• :..

366 l~ALLOS DE LA C@,RTE SUPREMA

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Acreditado como está en autos tratarse de causa
-civil entre un vecino de la Cap~ Federal (f8. 9), Y la
Prov. de Salta, resulta procedente la jurisdicción ori-
ginaria de esta Corte, tal como lo admitió la Presidencia
al ordenar traslado de la demanda (f8. 9 vta.).
En cuanto al fondo del litigio, versa sobre cuestio-
nes de hecho o de derecho común, ajenas a mi dictamen.
- Bs. Aires, julio 5 de 1945. - Juan. Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 7 de agosto de_1946.


y vistos los. autos "Pérez Ortiz Bernabé contra
Salta la Provincia sobre cobro de pesos", de los cuales
resulta:
Que, a fs. 3 se presenta D. Amador del Valle en re-
presentación de D. Bernabé Pérez Ortiz promoviendo
demanda contra la Prov. de Salta por cobro de la suma
de $ 10.338,47 m/n. o la q~e en mayor o menor importe
resulte, con intereses y costas. Funda la jurisdicción
originaria en los arts. 100 y 101 de la Constitución.
Dice que por escritura de 28 de marzo de 1938 pa-
sada en la Cap. Federal y protocolizada en la ciudad
de Salta D. Teodosio Domingo v-endió a -su mandante
un inmueble ubicado en el pueblo de Cafayate cuyas di-
mensiones y linderos indica. La escritura de protocoli-
zación se inscribió al folio 246 y 134 asientos 263 y 303
de los libros C. y R. de Cafayate- y en la escritura de
adquisición D. Manuel Montesinos expresó que la com-
••...
J..)' . -

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 367

pra la realizaba para D. Bernabé Pérez Ortiz con dine-


ro que le facilitó para su adquisición. En 28 de abril de
1938, ante el escribano Gilberto Castro se extendió una
escritura por la cual su mandante aceptaba y ratificaba
la adquisición que hiciera D. Manuel Montesinos, que
fué protocolizada ante el escribano Figueroa de la ciu-
dad de Salta ellO de junio de 1938 inscribiéndose al
folio 246 y 134 asientos 263 y 202 de los libros C. y A.
de Cafayate. Hace esta reseña por cuanto el título de
compra, aceptación y ratificación se encuentran depo-
sitados en la sucursal del Banco Hipotecario Nacional
de Salta, en el que está gravada la finca en primer tér-
mino con un derecho real de hipoteca a favor de ese
establecimiento, cuyo número y serie indica. La compra
se realizó en $ 18.000 de los cuales $ 8.276,61 se reservó
el comprador para satisfacer la hipoteca existente, .abo-
nándose al vendedor $ 2.000 por el levantamiento de
una inhibición anotada contra éste por el Banco Espa-
ñol del Río de la Plata, y $ 7.131,68,todo ello antes del
otorgamiento de la escritura, y el saldo de precio en el
acto de firmarse la misma.
Del informe. y certificados requeridos por. el es-
cribano Figueroa al Reg. de la Propiedad de Salta a
los efectos de protocolizar la escritura de adquisición
resultaba que el vendedor no figuraba inhibido; que el
dominio hallábase a nombre de Teodosio Domingo sin
más restricciones que la hipoteca a favor del Banco
inscripta al folio 124, 173 del libro A. de gravámenes
de Cafayate, y el dominio a nombre del vendedor por.
compra que éste hizo a Cecilio Domingo el 5 de diciem-
bre de 1935 ante el escribano Peñalva inscripto en el
libro C. de Cafayate, folio 231, asiento 244.
En julio de 1940 su m¡mdante fué sorprendido con
el anuncio del remate del referido inmueble ordenado
.,: .;,1-& -".: .. j;"lI;.- -, ••••• ;.

368 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

por el juez en lo civil de Salta Dr. Cornejo Isasmendi en


los autos" Saturio Domingo contra Teodosio Domingo,
juicio ejecutivo", subasta que se realizaría por medio
del Banco Hipotecario €l 31 de julio de 1940, y cuyo
inmueble había sido embargado en la ejecución pro-
movida por el actor por cobro de la suma de $ 11.000, el
21 de julio de 1936, inscripto en el Registro al folio 126
asiento 183 del libro A. de gravámenes del departamen-
to de Cafayate el 4' de agosto de 1936. "
Ante tal situación teniendo en cuenta que la pro-
piedad pertenecía a D. Bernabé Pérez Ortiz, y que en
los certificados requeridos por el escribano sólo restrin-
gía su dominio, y el de su antecesor, el derecho real d€
hipoteca, promovió tercería de dominio; "acción que el
juzgado rechazó con costas, sosteniendo en definitiva
que €l error, omisiones o negligencias del jefe del Beg.
de la Propiedad no podía ocasionar al embargante la
cancelación de ese embargo, por cuanto la culpa de los
funcionarios de la oficina inmobiliaria no podría per-
judicar al acreedor sin encerrar una arbitrariedad e
injusticia en actos que no tuvo intervención y antes por
el contrario por su diligencia había obtenido un embar-
go y su correspondiente anotación, cuya preferencia
garantiza la ley. Apelado el fallo fué confirmado por",
el Superior en todas sus partes, la primera Sala de la
Corte de Justicia; argumentándose que el tercerista.
sólo puede obtener el levantamiento del embargo, can-
celando él mismo el gravamen, pues si se pudiera bur-
lar el embargo la justicia sería ineficaz". Ante tal si-
tuación su mandante resolvió abonar al ejecutante el
importe de la ejecución que importó la suma de pesos
8.919,47,pago que realizó el 29 de febrero de 1944 me-
diante depósito hecho en el Banco Provincial de Salta.
A esa cantidad se debe agregar la de $ 35 que abonó al'.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 369

Banco Municipal de Préstamos por la suspensión de


la subasta anunciada para el 31 de julio de 1940 y $ 225
abonados a la misma institución el 31 de diciembre de
1943 para la suspensión del remate ordenádo luego de
. resuelta la tercería de dominio. También forma parte
de la suma que constituyen los daños y perjuicios la
cantidad de $ 1.065 abonados -en concepto de costas, en
la tercería, al apoderado de Saturio Domingo, y $ 940
pagados a su letrado y apodera:do por su representa-
ción y defensa en dicha tercería.
Sostiene que la demandada debe reintegrar a su
mandante la suma que reclama por cuanto el embargo
anotado en el año 1936 no se denuncia en el certificado
requerido en -elaño 1938, cuya solicitud se impone a los
escribanos antes de extender las escrituras de venta.
El daño es incuestionable y su derecho al resarcimiento
fluye de lo dispuesto' en los arts. 1112 y 1113 del Cód.
Civil y de los antecedentes jurisprudenciales que cita.
En su oportunidad acreditará la inversión del di-
nero que es motivo de esta acción por cuanto los recibos
que le otorgaron oportunamente los ha traspapelado y
promete agregarlos cuando sean habidos.
A fs. 9 vta. se da por acreditada la jurisdicción
originaria y se corre traslado de la demanda a la Prov.
de Salta, que lo contesta a fs. 21 por intermedio de su
apoderado el Dr. José R. Serres negando todos y cada
uno de los hechos alegados en la demanda que n-9 re~
conozca expresamente. Dice qué a su parte no le consta:
que el actor sea -el propietario de la finca que indica;.
que el Reg. de la Propiedad de Salta omitiera, en el
certificado expedido para)a compraventa efectuada
por el Sr. Pérez Ortiz, consignar el embargo que pesa-
ba sobre el bien que se menciona; que el actor ha)Tapro-
movido el juicio de tercería de dominio a que alude,
.::.":

370 FALLOS DE LA OORTE SUPREMA

y que haya abonado la suma de $ 8.919,47 al embar-


gante Saturio Domingo así como las demás sumas que
dice haber satisfecho, todo lo cual deberá ser probado
en autos.
Pero aun suponiendo exactos todos los hechos, sos-
tiene que su representada no puede ser declarada res-
ponsable de tales perjuicios y por ende que la demanda
debe ser rechazada. Para ello opone como defensa de
fondo la de falta de acción. Dice que de los anteceden-
tes que menciona el actor, referentes a la compraventa,
hipoteca, -etc., surge en forma incuestionable que la
operación de compraventa a favor del actor quedó con-
cluÍda y su dominio inscripto en legal forma en el Reg.
de la Propiedad de Salta. Y de haberse realizado el
remate decretado en la ejecución seguida por Saturio
Domingo contra Teodosio Domingo, tal subasta no hu-
biera tenido consecuencias para el actor, por cuanto se-
ría nula ya que se trataba de un inmueble cuya posesión
y dominio tenía el actor, por haberlo adquirido de su
anterior propietario Teodosio Domingo, llenando todas
las formalidades legales. Se trataría de la venta de
cosas ajenas que no tendría valor legal (art. 1329). Si
algún perjudicado existiera, éste no sería" el actor, titu-
lar del dominio, sino el ejecutante Saturio Domingo
euyo embargo habría quedado burlado con el informe
erróneo del Reg. de. la Propiedad; por lo que sostiene
que su representada no tiene con el actor ninguna rela-
ción de derecho. Si algún perjuicio ha sufrido, él
sería el único responsable por haber equivocado la vía
legal conforme a los arts. 1111 y 1329 Y concordantes
del Cód. CiviL El único que tendría acción contra su
demandada sería el embargante D. Saturio Domingo,
siempre que éste debiera responder por los errores u
omisiones de sus empleados y funcionarios; péro en
DE JUSTICIA .DE LA NACIÓN 371

modo alguno su parte puede consentir el derecho que se


atribuye el actor, y menos tenerlo por subrogado en
los derechos de D. Saturio Domingo. Termina pidiendo
el rechazo de la demanda, en todas sus partes, con
costas.
A fs. 26 vta. se abre la causa a prueba producién-
dose la que indica el certificado de Secretaría de fs.
96. A fs. 100 y 114 corren los alegatos de la actora y
demandada, respectivamente, y a fs. 117 vta. se corre
traslado a la aetora de la prescripción opuesta en el
alegato de Ja demandada, que se contesta a fs. 119 pi-
diendo su rechazo, con costas. A fs. 125 dictamina el
Sr. Proc. General acerca de la procedencia de la juris-
dicción originaria y a fs. 125 vta. se llama autos para
definitiva.
Considerando:
1. Que la parte actora con la prueba que corre
agregada de fs. 31 a 79 y las constancias del expedien-
te agregado, ha justificado los hechos en que funda su
demanda: con el certificado del jefe del Archivo Gene-
ral de la Provincia, cuyo testimonio corre a fs. 31, la
omisión en el informe expedido por el Reg. Inmobiliario
en el protocolo del escribano Figueroa, correspondien-
te al año 1938, cuyo texto se transcribe, del que resulta
que con fecha 4 de junio de 1936 D. Teodosio Domingo
fué inhibido por resolución del Juez de Comercio de la
Capital, medida que se dejó sin efecto por oficio de 7
de junio de 1937 al solo efecto de escriturar un inmue-
ble del demandado ubicado en Cafayate. Que desde 10
años atrás hasta la fecha no consta inscripta otra in-
hibición a nombre de Teodosio Domingo. Relata cómo
le correspondió a éste, por compra, primero en 13 de
mayo de 1915 a D. Félix Usandivaras; luego la venta
372 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

que hizo a Juri, en 1935, con pacto de retroventa, quien


la vende a Cecilio Domingo, el que lo devuelve a Teo-
dosio en 5 de diciembre de 1935, registrado al folio 231,
asiento 244 del libro C. de títulos de Cafayate; en con-
secuencia, dice, el inmueble subsiste en la actualidad a
nombre de Teodosio Domingo sin modificación en su
dominio, y reconoce los siguientes gravámenes: 1 una
Q

hipoteca por $ 8.500 a favor del Banco Hipotecario ... ;


2 un embargo por $ 1.700 en el juicio seguido por el
Q

Banco Provincial de Salta ... No figurando inscriptos


otros gravámenes sobre el citado. inmueble desde el año
1915 hasta la fecha. (16 de marzo de 1938, fecha del in-
forme). Con el testimonio de fs. 34 del informe de 29
de febrero de 1940 expedido por el Reg. Inmobiliario a
solicitud del juez Dr. Cornejo Isasmendi, en el juicio
seguido por Saturio. Domingo contra Teodosio Domin-
go, se informa que practicadas las búsquedas por gra-
vámeJ?es a nombre del demandado desde diez años has-
ta la fecha indicada (29 de febrero de 1940), constan
los siguientes: la hipoteca a favor del Banco Hipoteca-
rio Nacional (referida antes) que grava el inmueble
ubicado en Cafayate; que le corresponde al demandado
por título registrado al folio nI, asiento 244 del li-
bro C. de títulos del citado departamento según escri-
tura del escribano Peñalva de 9 de enero de 1936...
Un embargo trabado por oficio del Juzgado de fecha
21 de julio de 1936 por $ 11.000 gravando los inmuebles
que le corresponden al expresado según títulos regis-
trados a ios folios 161 y 231, asientos 167 y 244 del li-
bro C. de títulos de Cafayate en el juicio seguido por
Saturio Domingo versus Teodosio Domingo registrado
al folio 127, asiento 183 del libro A. de gravámenes de
Cafayate. Que por pficio del mismo Juzgado de 15 de
junio de 1937 se ordenó la cancelación parcial de ese
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 373

embargo ... y otro embargo trabado por oficio de 13 de


junio de 1939 por el cual se ordena que en los autos
Saturio Domingo versus Teodosio Domingo se amplíe
el embargo ordenado sobre los inmuebles del d~man-
dado inscriptos a los folios 204 y 274, asientos 233 y
314 del libro C.... no figurando otros gravámenes ...
Que en 15 de marzo de 1938 el escribano Fig'ueroa so-
licitó al Registro informe sobre el inmueble ubicado en
Cafayate que le correspondía al Sr. Teodosio Domin-
go. .. Que Teodosio Domingo vendió el inmueble a fa-
vor de Bernabé Pérez Ortiz, por escritura protocolizada
ante el escribano Figueroa con fecha 9 de abril de 1938
haciéndose cargo el comprador de la hipoteca que reco-
nocía a favor del Banco Hipotecario y no así del em-
bargo por once mil pesos que reconoCÍa conjuntamente
con el otro inmueble que se registra al folio 127, asiento
183 del libro A. de gravámenes de Cafayate por cuan-
to esta oficina no lo mencionó en el informe de refe-
rencia: P porque el título requerido por el escribano
no le correspondía ya al solicitado'por haberlo vendido
y 29 que por nota marginal del Registro de la compra
del Sr. Teodosio Domingo o sea el registrado en ...
no consta la correspondiénte nota de véase del grava-
men de referencia y al hacer las búsquedas parece como
si fuese otro el inmueble. .. Se pretendió así eludir la
responsabilidad emergente de esa omisión, antes re-
ferida. De fs. 38 a 41 corre el testimonio de la liquida-
ción practicada en el juicio Saturio Domingo contra
Tebdosio Domingo que importa $ 8.688,47, regulándose
posteriormente en calidad de costas a los Dres. Díaz
Villalba y Urrestarazu en $ 150 y $ 75 respectivamen-
te, y testimonio del escrito de consignación por. la suma
de $ 8.919,47 por la que se acompaña la boleta de de-
pósito en pago "que responde a evitar el. remate del
.4-;~:.-:;.: .~._ .. _ .•...J..,•.. _.._~_ ..

374 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

inmueble gravado en autos del cual es umco propie-


tario y poseedor el Sr. Pérez Ortiz, pese a lo cual no
prosperó la tercería de dominio respectiva" (v. fs. 76
y 78 del expediente agregado). A fs. 48 corre el recibo
correspondiente al pago y cancelación de los gastos y
honorarios del juicio "Tercería seguida por Bernabé
Pérez Ortiz en la ejecución Saturio Domingo.v. Teodo-
sio Domingo", que importa $ 1.065 en concepto de se-
llado, informe de la Dir. General de Rentas y honora-
rios regulados en primera y segunda instancias, que
su firmante D. Ernesto T. Becker reconoce en la au-
diencia de fs: 56. A fs. 50, el recibo por $ 940 correspon-
diente a los honorarios y gastos de la tercería promo-
vida por el actor en la ejecución de Saturio Domingo
contra Teodosio Domingo, el que se reconoce en la
audiencia a que se refiere el acta de fs. 56. A fs. 59,
el testimonio de las sentencias de primera y segunda
instancias que rechazan la tercería promovida en 17
de julio de 1940. A fs. 76, la contestación del Banco Hi-
potecario Nacional informando que en 20 de agosto de
1940 el Sr. Justo Figueroa, por cuenta de D. Bernabé
Pérez Ortiz a cargo de quien se registra el préstamo
nQHQ63/64, 108 serie F. que grava la finca ubicada en la
provincia de Salta, pueblo Cafayate... deposita la
cantidad de $ 23,85 para atender los gastos de remate
ocasionados en la cuenta del préstamo citado y que con
fecha 31 de diciembre de 1943 se recibió también por
cuenta de D. Bernabé Pérez Ortiz la suma de $ 225 que
fué aplicada así: $ 117 para gastos de remate y $ 108
a cuenta del servicio diciembre de 1943. Y que los re"
mates fueron ordenados de conformidad al art: 66 de
la ley orgánica del Banco, en los autos Saturio Domin-
go v. Teodosio Domingo que tramitan ante el juez de
comercio de Salta Dr. Cornejo Isasmendi y no se lle-
:t .•

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 375

varon a cabo por haberse notificado al Banco el levan-


tamiento de la ejecución judicial. A fs. 67 de los autos
agregados sin acumular consta que a nombre del actor
Pérez\Ortiz se encuentra registrado el préstamo que se
menciona. En las sentencias de primera y segunda ins-
tancias del juicio de tercería de Saturio Domingo v.
Teodosio Domingo, se refiere que en marzo 28 de 1938
D. Teodosio Domingo transfiere a Montesinos el in-
mueble de que se trata, que compra para D. Bernabé
Pérez Ortiz, quien acepta y ratifica la compra por es-
critura de 28 de abril de 1938, que se protocoliza ante
el escribano Figueroa. En la escritura se hace constar
que el vendedor Teodosio Domingo no figura inhibido,
que subsiste el dominio del inmueble sin modificación,
reconociendo como único gravamen la hipoteca a favor
del Banco Hipotecario Nacional, según los certificados
que el escribano agrega a la escritura matriz. Sin em-
bargo, dice la sentencia a fs. 41 del juicio ejecutivo que
da origen a esta tercería, -corre agregado un informe
del Registro Inmobiliario de fecha 29 de febrero de 1940
del que resulta que el inmueble objeto de la tercería re-
conoce un embargo preventivo por once mil pesos tra-
bado en el juicio ejecutivo con fecha 21 de julio de 1936,
inscripto en el Registro al folio 127, ,asiento 183 del li-
bro A. de gravámenes de Cafayate el 4 de agosto de
1936. En dicho informe el jefe de la Oficina hace cons-
tar que en la solicitud presentada por el escribano Fi-
gueroa sobre los gravámenes que reconocía el inmue-
ble ... no se hizo mención del trabado en-la ejecución
de Saturio Domingo contra Teodosio Domingo porque
el título solicitado por el escribano Figueroa no le co-
rrespondía ya a Teodosio Domingo por haberlo vendido
a Carlos Juri y porque por nota marginal del Registro
de la compra de Teodosio Domingo o sea el registrado
376 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

al folio 231, asientó 244 del libro C. de títulos de Cafa-


yate no consta la correspondiente llamada de véase el
grávamen de referencia, y que al hacerse la búsqueda
parece como si fuese otro el imnueble embargado (sic.).
Que de lo expuesto se. infiere que la venta de la finca
realizada por el ejecutado (Teodosio Domingo) a fa-o
VOl' del terceristl} (Bernabé Pérez Ortiz) fué hecha con
mucha posterioridad al embargo trabado por -el ejecu-
. tante (Saturio Domingo) sobre la misma finca, pues
aquélla tuvo lugar en marzo 28 de 1938, mientras que
el embargo se trabó en julio 21 de 1936 y se inscribió
el 4 de agosto de 1936, es decir que la operación de ven-
ta se hizo reconociendo el inmueble el embargo obtenido
por el ejecutante... De consiguiente la transferencia
del ejecutante 31 tercerista, mediando el embargo en
cuestión, no pudo en manera alguna hacer desaparecer
el gravamen, vigente a la fecha de la compraventa,
porque el informe del Registro expedido al escribano
que otorgó la -escritura omitiera consignar la existen-
.cia de ese embargo... Si prosperase la tercería, cuya
finalidad es la de obtener la cancelación del embargo,
se llegaría a la injusta conclusión de despojar al em-
bargante. de su situación de preferencia garantida por
la ley a cOIlsecuencia de la culpa o negligencia de los
funcionarios encargados de la Oficina, soportando las
consecuencias de actos en cuya realización no ha tenido
ninguna intervención, lo que además de ser arbitra-
riolencierra una injusticia. Por ello se rechaza la de~
manda de tercería, que la Corte de Justicia confirma,
sosteniendo que el tercerista de acuerdo a los arts. 1164
y 3270 sólo p,uede obtener el levantamiento del embar-
go canceiando él mismo el gravamen que pesa sobre el
inmueble materia de la tercería (v. fs. 59 a 71).
Que lo relacionado pone de planifiesto la forma
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 377

irregular en que se informó al escribano Figueroa en


16 de marzo de 1938 ya que D. Teodosio Domingo ba-
bÍa recuperado la propiedad dentro del plazo del pacto
de retroventa, el 5 de diciembre de 1935, siendo el em-
bargo omitido de fecha 4 de agosto de 1936. La defi-
ciencia de la inscripción, por no haberse anotado la
correspondiente llamada del- gravamen o por la negli-
gencia en la búsqueda que motivara la omisión de ha-
cerlo constar en el informe dado por el Registro es
sólo imputable a los empleados de la provincia deman-
dada. Y como lo ha resuelto esta Corte, en un caso aná-
logo, cuando el Estado ejerce un monopolio, un servicio
público o una industria, es responsable de los daños
que sus empleados, por su culpa y en el desempeño de
sus funciones, ocasionaren a terceros de acuerdo al
principio s-egún el cual el que contrae la obligación de
prestar un servicio lo debe realizar en condiciones ade-
cuadas para llenar el fin para que ha sido establecido,
siendo responsable de los perjuicios que causare su
incumplimiento o su irregular ejecución ... Si bien las
relaciones entre el Estado. y sus gobernados se rigen
por el derecho público, la regla enunciada fundada en
razónes de justicia y equidad, debe ten'er también su
aplicación a este género de relaciones mientras no haya
una prohibición legal que lo impida. Haciendo abstrac-
ción del dolo con que el falso certificado pudo haberse
expedido, habría por lo menos una conducta culpable en
el personal que, en el desempeño de sus funciones y
obrando bajo la dependencia del Estado, ha causado el
.~ daño de que se trata, siendo de aplicación al caso los
arts. '1112 y 1113 del Cód. Civil (Fallos: 182, 5). El
Estado debe indemnizar los daños y perjuicios sufridos
por un acreedor a consecuencia de la venta del inmue-
ble del deudor que, no obstante estar anotado en el
378 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Registro de la Propiedad el embargo judicialmente or-


denado a pedido de aquél, se realizó porque el Regisfro
omitió informar. acerca de la existencia de ese grava-
men (Fallos: 190, 465).
Que de acuerdo a la doctrina de esos fallos la res-
ponsabilidad de la provincia habría sido la misma si
la justicia local en vez de rechazar la tercería hubiera
hécho lugar a ella. En el primer caso, que es el que
motiva este pleito, el daño se le ha ocasionado al com-
prador, por lo cual su derecho a demandar resulta
claro. En el segundo, la acción habría correspondido
al ejecutante a quien se habría perjudicado por la venta
de la propiedad libre del gravamen con que éste había
asegurado el cobro de su crédito.
Como se ve, no se trata aquí de una acción por in-
demnización de las pérdidas o intereses que deben pa-
garse al comprador por la anulación del contrato de
compraventa de una cosa ajena, a que se refiere el arto
1329 del Cód. Civil invocado por la parte demandada,
sino de la obligación de pagar los daños ocasionados a la
parte aetora por no haberse cumplido sino de una ma-
nera irregular, por los empleados de la demandada,
con las obligaciones legales que le están impuestas; o
de la qúe se extiende a los daños que causaren los que
están bajo su dependencia, de acuerdo a lo dispuesto
en los arts. 1067, 1112 Y 1113 del citado código. La re-
lación de derecho entre la demandada y el actor emerge
con toda claridad del informe erróneo del Registro a
consecuencia del cual sufrió los daños que aquí se de-
mandan. La defensa de falta de acción carece, pues, de
asideró legal.
2 Que la prescripción de la acción opuesta por la
Q

demandada en su alegato de fs. 114 que se fundamenta


en el arto 4037 del Cód. Civil por haber transcurrido
.~

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 379

más de un año desd~ que el actor tuvo conocimiento de


. la errónea certificación del Registro -30 de junio de
1940- hasta la interposición de la demanda -22 de
mayo de 1944- debe ser rechazada, atenta la fecha a
partir de la cual debe' contarse dicho término. En efec-
to, según lo dispone el arto 3956 del Cód. Civil, la pres-
cripción de las acciones personales comienza a correr
desde la fecha del título de la obligación, esto es, desde
que el derecho existe, que sea exigible. En el caso de
que aquí se trata, el daño cuya indemnización se de-
manda, se produjo cuando la actora hizo el pago en
virtud de la sentencia que rechazó su acción de terce-
ría, tendiente a lograr la exclusión del embargo, omi-
tido en el informe del Registro. Si la tercería hubiera
prosperado, la aetora no habría sufrido el daño que
ahora reclama, pues como antes se dice, en tal supuesto,
el daño lo habría sufrido el acreedor embargante, cuyo
derecho se habría desconocido por virtud del informe
erróneo del Registro. El ~ctor no ha podido entablar.
esta acción con ánterioridad al pago de los $ 8.919,47
con que evitó la venta de su inmueble, puesto que ese
pago es lo que constituyó el daño efectivo. Es patente
entonces que el actor no habría podido deducir con
éxito esta demanda, en la fecha en que conoció la exis-
tencia de la errónea certificación del Registro, como lo
. sostiene la .parte demandada, puesto que en esa fecha
no había sufrido daño alguno en su patrimonio que
sirviera de fundamento a la acción resarcitoria. La fe-
cha del título de la obligación, del que nació la acción,
es pues la del pago del crédito del embargante. Y como
éste se efectuó el 28 de febrero de 1944 (ver fs. 76 del
expediente agregado), y la acción se entabló el 22 de
mayo del mismQ año, la prescripción anual opuesta
debe ser rechazada.
380 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA . .

39 Que el monto de los daños probados resulta


del pago de las siguientes partidas: $ 8.919, 47, abona-
dos en el juicio Saturio Domingo v. Teodosio Domingo
(ver testimonio de fs. 38/76 del. expediente agregado) ;
$ 1.065 por sellado, informe y honorarios en el juicio
ejecutivo (ver fs. 48 y 56) ; $ 940' por honorarios, gas-
tos del letrado de la actora (v. fs. 50 y 56 vta.) ; $ 23,85
Y $ 117 por' gastós de remate (ver infor!TIe de fs. 76)
lo que hace un total de $ 11.065,32, que supera en pesos
726,85 a la que se estimó en la demanda supeditada a ~
I
lo más o menos que resultara de la prueba.
Por -estos fundamentos se hace lugar a la demanda
y, en consecuencia, se condéna a la Prov. de Salta a
pagar a D. Bernabé Pérez Ortiz, dentro del plazo de
sesenta días la suma de $ 11.065,32 m/n. con sus inte-
reses al tipo de los que cobra el Banco de la Nación
Argentina desde la interpelación judicial y las costas
del juici?
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES.

S. A. BRENNI v. JULIO FIGUEROA - su CONCURSO

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Relact6n di-


recta. Nonnas extrañas al juido. Arts. 16 a 19 de la Constituci6n.
Es improcedente el recurso extraordinario fundado en que
importa condenar al Fisco sin oírlo y, por ello, violar el
derecho de defensa, la resolución por la cual el juez del
concurso en el que se ha vendido un bien hipotecado, fija
un plazo a las reparticiones oficiales acr.eedoras por con-
tribuciones para que comparezcan a hacer valer sus de-
rechos.
""-.. .• 0$ - •

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 381

RECURSO EXTRAORDINARIO: Req1~isitos propios. Relación di-


recta. Normas extrañas al juicio. ~ arias.
Es improcedente el recurso extraordinario fundado en que

• el pedido de fijación de un plazo para que las reparticio-


nés oficiales acreedoras por contribuciones comparezcan
a hacer valer sus derechos frente al acreedor hipotecario
que hizo rematar el inmueble gravado, proveído de con-
formidad, es una demanda a la que no debe darse trámite
sin cumplir el requisito de la previa reclamación adminis-
trativa establecido por las leyes 3952 y 11.634, cuyas dis-
posiciones no se refieren a la situación planteada en autos.

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestiones no


federales. Interpretación de normas y actos comunes.
Las cuestiones referentes a saber si los créditos por im-
puestos gozan o no de preferencia con respecto a los hipo-
tecarios así como las relativas a la conducción procesal
del incidente respectivo no revist.en carácter federal y no
autorizan a fundar en ellas el recurso extraordinario.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
. En concurso especial, abierto ante la justicia ordi-
naria de esta Capital, se ordenó la venta de un bien
hipotecado, y el escribano pidió al juez entrega de parte
del precio para abonar el impuesto de contribución di-
recta y otros gastos previos a la €scrituración (fs. 137).
el síndico del concurso manifestó conformidad, sin per-
juicio de que se determinase más tarde a cargo de quien
estaría dicho desembolso; y al mismo tiempo pidió
fijar plazo de sesenta días a las reparticiones respecti-
vas para que hicieran valer sus derechos (fs. 155). Con
esto último estuvo también de acuerdo el acreedor hi-
potecario (fs. 156 vta.).
El Sr. juez a quo; sin resolver sobre el mejor de-
recho del fisco, ni proveer a la entrega de fondos soli-
382 FALLOS DE LA OORTE SUPREMA

citada por el escribano, ordenó cancelar la hipoteca y


levantar los embargos, ninguno de los cuales aparece
trabado por concepto de deudas. de contribución direc-
ta (fs. 157). El mismo decreto, concede sesenta días a
dichas repartioiones; pero el oficio pasado al Sr. admi-
nistrador general de la contribución territorial, inserta
orden de liberar de toda deuda el predio hasta. el 12
de julio de 1944 (fs. 160).
Con motivo de tal oficio, el Sr. agente fiscal Dr.
José L. Rodeyro se presentó sosteniendo que ni era
posible ordenar la liberación sin audiencia del fisco,
ni tuvo el juez jurisdicción para décretarla, pues debió
preceder reclamación previa ante el P. E. Y demanda
contra la Nación. Además, tratándose de impuesto fis-
cal, regiría la fórmula salve el repete. Ninguno de es-
tos argumentos fué conceptuado suficiente: el juez a
.fs. 216, y la Cám. Civ. 2Q.a fs. 226, mantuvieron lo re-
suelto a fs. 157; y en ello se basa ahora el recurso
extraordinario concedido para ante V. E. al expresado
agente fiscal. Lo conceptúo admisible, en cuanto se tra-
te de la interpretación de leyes especiales del Congreso.
No así en lo relativo a violación de los derechos de la
defensa, pues, como queda dicho, pese a lo que esta-
blece el oficio de fs. 60, por lo que a contribución di-
recta respecte no hay hasta este instante otro proveído
que el de conceder al fisco sesenta días para que com-
parezca a. hacer valer sus derechos. Como el fisco así
lo ha hecho, y además se lo ha oído, no advi~rto en qu~
forma resulta lesionada su libertad de defensa. Tam-
poco hay fallo acerca de si el crédito del acreedor hi-
potecario prima o no sobre el del fisco. .
En cuanto a la necesidad de acudir al Poder Eje-
cutivo para preparar una demanda contra la: Nación,
paréceme que en este caso excepcional sería improce-
~ ,,~_ ... _ .. .••...~...
..: ;. ;-~

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 383

dente. ,Nadie demanda al fisco; es éste quien, citado,


acude a un concurso y presenta su crédito para que el
juez respectivo gradúe qué privllegio le corresponde.
Obligar a que el concurso, el acreedor hipotecario, o el
comprador del inmueble en público remate, demanden
a la Nación, paréceme completamente fuera' del sistema
de la liquidación de bienes en juicio universal. El fisco
debe presentar su crédito al concurso como cualquier
otro acreedor, y someterse a la jurisdicción del juez
respectivo. Así lo tiene resuelto V. E. en 195; 510,"y los
allí citados." .
Corresponde, pues mantener la resolución recurri-
da, hasta donde pudo ser materia de recurso. ---'-Bs.
Aires, abril 23 de 1946. - Juan) Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 7 de agosto de 1946.


y vistos los autos" S. A. Brenni c. Julio Figueroa
(su conc.), cobro hipotecario" en los que se ha conce-
dido el recurso extraordinario interpuesto a fs. 227
por el agente fiscal contra la sentencia dictada a fs. 226
por la Cám. 2Q. de Apel. en lo Civil de la Cap. Federal.
Considerando;
Que el recur"so extraordinario int~rpuesto a fs.
227 se funda en que; l la providencia de fs. 157 im-
Q

porta una condenación del Fisco sin audiencia y por en-


de con violación de las garantías reconocidas por el arto
18 de la Constitución; 29 lo pretendido a fs. 145 y 156
importa una demanda, -que se traduce en una inter-
pelación para que el Fisco no ejercite un derecho que la
ley le acuerda-, demanda a la que, por dirigirse con-
384 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

tra la Nación no debió dársele trámite mientras no se


acreditara el reclamo administrativo previo y el trans-
curso de los plazos establecidos por las leyes 3952 y
11.634; 3 los impuestos de que se trata debieron, en
Q

todo caso, pagarse primero, demandándose después su


Q
repetición si se consideraba tener derecho a ello; y 4
una actuación judicial destinada a obtener que el cobro
de los impuestos en cuestión sea supeditado a derechos
e intereses distintos de los del Fisco importa descono~
cimiento de la atribución del P. E. consignada en los
incs. 1 y 13 del arto 86 de la Constitución.
Q .
Que por no cubrir el importe de la venta el cré~
dito del acreedor hipotecario éste se opuso a que se auto-
rizase entrega de parte alguna de él como no fuera
para saldar la hipoteca y como el escribano había com-
probado la existencia de deudas de impuestos pidió
que se oficiara a las oficinas respectivas para que se
dispusiera la liberación de los certificados pertinentes,
pues el crédito hipotecario gozaba de preferencia res-
pecto a los impuestos, acordándoles un plazo para que
hicieran valer los derechos que' entendiesen asistirles.
A fs. 157 el juez de la 'causa fijó el término de 60 días
"para que las reparticiones oficiales respectivas com-
pareciesen a hacer valer sus derechos". De ello pidió
reposición el Sr. agente fiscal designado para asumir
la representación especial del Fisco en la emergencia.
El Juez mantuvo a fs. 216 lo decidido y la. Cámara con-
firmó esta resolución a fs. 226.
Que basta la enunciación de estos antecedentes para
poner de manifiesto: 1 que la providencia de fs. 157
Q

no importa desde ningún punto de vista una condena-


ción, y todo lo contrario de privar de audiencia al Fisco
tiene por objeto dársela; 2 que lo pretendido a fs. 145
Q

y 156 no es que el Fisco deje de ejercitar un derecho


..••__ ~._- 0-".., _

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 385

sino que a ese derecho no le sea atribuído un grado


de privilegio superior al del crédito hipotecario; 3 que Q

no~ se trata de una demanda contra el Fisco sino del


planteamiento de una cuestión de privilegio, lo cual
constítuye un incidente del concurso especial al que
pertenecen los fondos con motivo de cuya disposición
se lo plantea, y no se está por consiguiente en la situa-
I ción contemplada por las leyes 3952 y 11.634; 4 que Q

tampoco se trata de obstar la regular percepción de los


impuestos, .encomendada por la; Constitución al P. E.,
sino de resolver si dichos impuestos. pueden o no ha-
cerse efectivos sobre determinados fondos, lo cual plan-
tea una cuestión de.privilegio que, como tal, es de dere-
cho común, insusceptible de autorizar el recurso extra- I
ordinario.
Que, en suma, sólo de esto último se trata, es decir,
de resolver si los créditos por impuestos gozan o no
de preferencia con respecto a los hipotecarios, cuestión
• de derecho civil, cuya decisión es privativa de la justi-
cia local como lo es lo relativo a la conducción procesal
de la incidencia, -que no comporta en ningún sentido
demanda contra la Nación, por lo cual lo dispuesto en
las leyes 3952 y 11.634 no está en tela de juicio-, y
en la que, por lo demás, no hay aún pronunciamiento
alguno.
Por tanto, oído el Sr. Procurador General, se de-
. clara mal concedido a fs. 229 el recurso extraordinario.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. ~AMOS ME-
J"ÍA - T. D. QASA.RES.
386 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

GUILIJERMO KLOOSTERBOER v. NACION ARGENTINA

CONSTITUCION NACIONAL: Constituciona:tideode inc01'uJtituciona~


lidad. Leyes nacionales. Administ'l"ativas. -
La limitación temporaria de los precios establecida por la
ley 12.591 en los términos de los arts. 1Q y 39 de la misma,
con prescindencia de lo que en -cada caso particular costó
el artículo al vendedor, no es violatoria de los arts. 14, 17
ni 28 de la Constitución Nacional.
CONSTITUCION NACIONAL: Constitucionalidad e inconstitu,ciona-
lida.d. Dem'etos na.cionales. Va'l"ios.
Los decretos del P. E. Nacional N°S.41.588 Y 41.325, en
cuanto determinan el precio de venta deja papa. de acuer-
do al promedio de los precios asignados a ese artículo en
el mercado mayorista en época inmediatamente anterior
al establecimiento legal ....
de precios máximos, no pueden ser.
eficazmente impugnados comoviolatorios del arto 17 de la
ConstoNacional sobre la base de que en el caso particular
el artículo cost.óal mayorista un precio mayor que, según
se ha probado en el juicio, no habría podido ser obtenido
en el mercado aun antes de la fijación del precio oficial.

SENTENCIA DE 1$ INSTANCIA

Bs. Aires, junio 19 de 1944.


y vistos: Estos autos seguidos por Guillermo Kloosterboer
contra la Nación, por daños y perjuicios e inconstituciónalidad
de la ley 12.591 y de los decretos N°s' 41.588 y 41.325 dictados
po,r el P. E.; y resultando:
l. Expresa el actor que en agosto de 1939 introdujo al
país las siguientes partidas de papas: 33.200 bolsas de 50 kilos
neto cada una, en el vapor "Egyptian R.eefer", entrado al
puerto el 12 de agosto; 42.133 bolsas con 50 kilos neto cada'
una, en el vapor" American Reefer", que entró el 19 de agosto
y 24.683 bolsas, de 50 kilos neto cada una, en el vapor " Afri-
ean Reefer", entrado el 30 del mismo mes.
Despachadas las tres partidas. en la Aduana, fueron remi-
tidas a diversos consignatarios del Mercado Nacional de Pa-
pas, donde deben concentrarse para su venta .todas las papas
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 387

destinadas a la venta en la Capital, conforme a.lo dispuesto por


el P. E. por decreto de febrero 24 de 1933.
El 8 de septiembre de 1939, el Congreso sancionó la ley
n 12.591, por la que se autoriza al P. E. para fijar los precios
Q

máximos de venta de las mercaderías de primera necesidad,


sobre la base del promedio de precios que regían en la primera
quincena de agosto de 1939.
El 14 del mismo mes y año, el P. E., a propuesta de la
Comisión de Control de Abastecimientos, resolvió por decreto
n 41.588, fijar en $ 6,25 el precio máximo para mayorist.as, de
Q

la papa importada y existente en el país, en cajones o bolsas


de 50 kilos. El 21 de ese mismo mes, se elevó a $ 7 ese precio
máximo por decreto n 41.325.
Q .
Como en las fechas indicadas tenía todavía pendiente de
liquidación una importante existencia de papas, se vió obli.
gado a vender a los precios indicados, con grave perjuicio para
su patrimonio y pese a las gestiones y reclamos que interpuso
ante ellVIin. de Agricultura y la Comisión de Abastecimient.os,
que tuvieron su formal expresión con la escritura de protesta
cuyo testimonio acompaña a su demanda.
A fin de justificar los perjuicios sufridos, enumera el pre-
cio de costo, importe de los derechos de Aduana, gastos de tras-
lado, comisiones, impuesto y almacenaje,' resultando de t.odos
ellos que el costo de cada bolsa puesta en el Mercado, ha sido
de $ 7,57.
Acompaña unas planillas y liquidaciones de los consigna-
tarios, de las que resulta que ha vendido 29.898 bolsas a $ 6,25
Y 18.835 bolsas a $ 7.-. La diferencia entre lo obtenido a
esos precios y el precio de costo, asciende a $ 50.195,61 a lo
que debe agregarse la utilidad que dejó de percibir, la que
considera justo y equitativo fijar en ellO % del capital inver-
tido. Este rubro ascendería así a $ 36.883,31 Y el mont.o total
de los daños y perjuicios, cuya indemnización reclama es,
pues, de $ 87.078,92.
Impugna la ley 12.591 como inconstitucional, por cuanto
viola el arto 14 de la Consto Nacional, que garante a todos los
habitantes el derecho de trabajar y ejercer toda industria lí-
cita, de comerciar y de usar y disponer de su propiedad. Con-
sidera que también infringe el art.. 17, que declara que la
propiedad es inviolable y que ningún habitante de la Nación
puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada
en ley y el arto 28 que establece que los principios, garantías
-. ~ ,.=-- ..• __ . .....,-<.4.~.••.

388 FALLOS DE J.lA OORTE SUPREMA

y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán


ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio.
En ~uanto a los decretos nOS.41.588 y 41.325 del P. E.,
son inconstitucionales, porque al fijar un precio máximo a. la
papa, inferior al de costo, importa de-hecho una confiscación
de la propiedad privada sin indemnización, contraria a lo es-
tablecido en el arto 17 de la Constitución, al mismo tiempo que
una extralimitación de las facultades acordadas al P. E. para
reglamentar la ley.
Funda esa impugnación en el examen de la situación del
comercio de artículos de primera necesidad en el momento en
que se dictó y después de estudiar el debate parlamentario a
que dió lugar la sanción de la ley y la jurisprudencia de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación y la de la Corte Su-
prema de los Estados Unidos, pide se declare la inconstitucio-
nalidad de la ley n 12.591 y de los d.ecretosnOS.41.588 y 41.325
Q

del P. E. y se condene a la Nación a pagarle la suma de


$ 87.078,92 m/n., con intereses y costas.
f
n. Corrido el traslado de la demanda, la contesta, en re-
presentación de la Nación, el entonces Proc. Fiscal Dr. Alfonso
E. Poccard, quien pide se la desestime con costas.
Sostiene la absoluta irresponsabilidad del Gobierno sobre
el supuesto perjuicio, que dice haber sufrido el actor, en con-
cepto de daño emergente y lucro cesante. Niega todos los hechos
aseverados en la demanda, incluso precios de compra y de
venta, comisiones, perjuicio, etc. Sobre este particular, analiza
en detalle dos de las partidas principales de la demanda. La
referente al almacenaje de la mercadería, rubro por el cual
el actor pagó al Mercado Nacional de Papas $ 43.447,47 Y la
de $ 36~883,31en concepto de utilidad dejada de percibir.
Respecto a la primera, sostiene que ha sido un gasto volunta-
rio, por haber tenido en depósito grandes cantidades de mero
cadería, durante un espacio de tiempo mucho mayor que el
de cinco días hábiles, durante los cuales el almacenaje es gra-
tuito. En cuanto a la segunda, expresa que el Gobierno no tiene
por qué convertirse en asegurador de determinadas ganancias
en los negocios del actor. Si éste no obtuvo la ganancia que
pretende exigir de la Nación, no puede atribuirlo a la ley
12.591 ni a los decretos que impugna sino a la inoportunidad
de la importación que realizó en una época de existencias nor- r
males de producción nacional en el Mercado' de Papas y sin
tener en cuenta los precios de.plaza, determinados por la abun-
dancia .del producto nacional.
DE JUSTICIA DE LANACI6N. 389

Sostiene que la ley 12.591 ha sido dict.'1.daen ejercicio del


poder, de policía y que sus disposiciones son de orden público,
contra las' que nadie puede invocar derechos irrevocablemente
I~
adquiridos, habiendo sido dictada en salvaguardia de los inte-
reses generales de la Nación para evitar y reprimir la especula-
ción suscitada a raíz de la iniciación de la guerra europea
en setiembre de 1939.
y eonsiderando>:
l. Con. la documentación aduanera de despacho, traída
como prueba y que corre de fs. 248 a 286, ha probado el actor
la importación de las partidas de papas a que se refiere en
su demanda, pero como en el escrito de responde se niega ex-
.presamente todo cuanto el act.or afirma respecto al precio de
compra, comisiones, honorarios, etc., se hace necesario exami-
nar si cada uno de esos rubros, que contribuyen a formar el
precio de costo, han quedado debidamente probados.
De' las respectivas facturas comerciales y consulares, re-
sulta que, el costo ClF Bs. Aires ha sido de 2,50 florines ho-
landeses por cada bolsa, precio uniforme para todas las par-
tidas.
Las 42.133 bolsas traídas por el "American Reefer" te-
nían un valor de 104.332,50 florines, las 2<1.683 bolsas impor-
tadas por el "African Reefer", 61.707,50 florines y las 33.200
bolsas de "Egyptian Reefer" 83.000 florines, lo que hace un
total de 100.016 bolsas cuyo valor era de 250.040 florines.
Para probar el pago de esta s~ma, ha traído el actor los
informes de fs. 297 y 298 y los permisos de cambio de fs. 388
a 392. Del primero de esos informes surge que por interme-
dio del Banco Holandés Unido fueron girados a Amsterdam
61.707,50 florines, importe de las partidas llegadas en el "Afri-
can Reefer". A su vez, por intermedio del Banco de Londres
y América del Sud, giró el actor al remitente de las papas,
109.886,95 florines. Finalmente, eon los certificados de fs. 389
y 391 justifica haber eompradocambio para aplicarlo al pago
de las impórtaciones, por un valor total de 65.180 florines. Su-
mando los tres rubros se obtiene un total de 236.774,45 florines,
inferior en 13.265,55 florines al importe total que arrojan las
facturas comerciales y consulares.
No hay prueba alguna en autos que jlli~tifique el pago por
el actor de esa diferencia. Ni con las const.ancias de sus libros
comerciales, ni con certificaciones o informes análogos a los
antes mencionados ni con ninguna clase de documentos se ha
~,-:.~--. '''"''~''~I.,i.¡..-.¡....-.:._

390 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

justificado ese pago, por lo que, frente a la expresa negativa


de la demandada, no puede computarse ese importe de 13.265,55
florines en el precio de compra abonado por el actor.
n. Con respecto a los pagos efectuados, se hace necesario
determinar la forma y época en que se hicieron, como así tamo
bién el tipo de cambio a que se realizó cada una de esas ope-
raciones.
De lo informado a fu. 297 por el Banco Holandés Unido,
resulta que Kloosterboer giró el 29 de septiembre de 1939 la
suma de 61.707,50florines, importe de las partidas traídas por
el vapor "Mrican Reefer". -
No expresa el Banco en su informe cuál ha- sido el- tipo
de cambio a qúé se hizo la operación ni éste surge tampoco de
la respectiva documentación de Control de Cambios, que obra
de fs. 392 a 395. Pretende el actor en su alegato, que el cambio
oficial era en esa fecha de $ 225,40 m/n. por cien florines,
pero ello no resulta de la planilla de cotizaciones enviada por
el Banco Central y que corre a fs. 224. En efecto. Según esa
planilla, el precio de los 100 florines en el mercado oficial era
de $ 198,62 m/n. tomando como base $; 15 m/n. por libra ester-
lina y $ 225,10 m/n. tomando como base $ 17 m/n. por libra.
Cuál de esas dos cotizaciones es la que rigió la operación en
examen es cosa que no resulta de autos, en cuyas constancias
no encuentra el proveyente elementos que permitan decidir y
es de hacer notar que se trata de una cuestión importante
pues, según haya sido una u otra, el precio. de la bolsa ha
resultado de $ 4,96 m/n. o bien de $ 5,62 m/n. como pre-
tende el actor. La diferencia, en el total de esa partida, excede
así los $ 16.000 m/n.
Si por otra parte, pretendemos deducir el precio unitario
por bolsa, prescindiendo de la cotización del cambio y limitán-
donos a la simple operación de dividir los $ 150.000 m/n. de-
positados por el a.ctor -en el Banco para pagar los giros, por
las 24.683 bolsas, nos encontramos con que ese precio unitario
sería de $ 6,07 m/n., es decir, superior al pretendido por el
mismo actor, lo que nos demuestra que no se ajusta a la rea-
lidad.
Con respecto a los giros efectuados por intermedio del
Banco de Londres y América del Sud, se expresa en el informe
de fs. 298, que se hicieron con fechas 5 y 13 de oct.ubre de
1939, al cambio de 227,25 y 226, respectivamente. Ninguno
de esos tipos de cambio coincide con los que consigna el Banco
Central en su planilla de fs. 225 para las fechas expresl!-da<;
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 391

y como el actor no ha aclarado esta divergencia, le son aplica--


bIes a este caso las consideraciones que antes se han hecho al
respecto.
nI. De todo lo expuesto resulta que el actor no ha jus-
tificado un extremo fundamental de su demanda, como es el
verdadero precio a que compró las papas que ha importado.
A esto deben agregarse las siguientes observaciones al
/ detalle de gastos que inciden sobre el costo y que enumera en
su alegato.
Distribuye entre todas las bolsas importadas el gasto de
alije especial en lanchas y descarga de las mismas, cuando ese
gasto sólo se ha efectuado en la descarga del" African Reefer",
según así resulta de las facturas de fs. 6 y 10, y por consi-
guiente, sólo debe gravitar en el precio de costo de esa partida,
pero no sobre las demás.
Tampoco es admisible la pretensión del aetor de tomar, en
general, como comisión de venta, la que regía en el Mercado
en la fecha de entrada allí de las distintas pa,rtidas. En el in-
forme del Gerente General de esa institución' se expresa que
por decreto del 21 de setiembre de 1939, el P. E. dispuso que
Jos consignatarios sólo podrían cobrar el 3 1/2 % del precio
de venta liquidado en el Mercado, pero que con anterioridad
esa comi.,ión oscilaba entre 20 y 35 centavos por bulto, dán-
dose sin embargo, casos en que se acordaba entre las partes
otras tasas. Como se ve, la comisión percibida por los consig-
natarios se regía por el precio de venta en una época y en
otra por convenio con el remitente, pero nunca ha influído
en su determinación la fecha de entrada en el Mercado.
De todos modos, lo ciert.o es que debió tomarse en este
rubro lo que realmente se ha pagado en cada caso y que consta
en las respectivas liquidaciones pasadas al actor por los con-
signatarios.
La constatación de este gasto, como en la de cada uno de
los efectuados y su incidencia sobre el costo de cada partida,
debió ser materia...de un examen periciál, pues no es posible
que el Juzgado realice en detalle el examen de cada una de
las facturas agregadas y efect.úe las muchas liquidaciones que
se requieren para determinar el costo real de cada partida y
el precio de venta de cada una de ellas. Teniendo en cuenta
que se trata de diferencias en las que los centavos tienen in-
fluencia, no pueden aceptarse cálculos aproximados sino la
determinación exacta de cada uno de los precios, de costo y de
venta.
392 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

IV. Con respecto al rubro almacenaje, además de serle


aplicable la observación anterior, el proveyente encuentra ple-
namente justificada la impugnación que a ese respecto hace
la demandada. En los informes de fs. 135 y 316 del Gerente
,General del Mercado Nacional de Papas, se analiza con verdad
y claridad el carácter facultativo o voluntario de este gasto.
Toda la papa que ingresa al Mercado paga $ 0,025 m/n. por
bolsa, por derecho de piso y ello le da derecho al remitente a
tenerla' allí depositada durante cinco días .hábiles, además
del día en que se efectuó la descarga. Sólo correspondería
.entonces, imputar esa suma a los efectos de esta causa, pero
en modo alguno corresponde los $ 0,43 m/n. que además pre-
tende el actor por el almacenaje pagado por el tiempo de per-
manencia en depósito, que excede al plazo de cinco días.
El actor podría haber tenido motivos de conveniencia pa-
ra no vender su mercadería dentro de ese plazo, pero el recar-
go que ello le ha ocasionado en el precio de costo es una con-
tingencia propia del negocio, que corre a su exclusivo cargo ¡
y'que en modo alguno sería justo hacer incidir sobre la deman-
dada, desde que ella obedeció a un acto voluntario de aquél,
que estuvo en su mano evitar. A este respecto son bien ilus-
trativas las siguientes palabras del segundo de los informes
\.
mencionados: "el almacenaje no es un gasto ineludible del
Mercado, sino. que se trata de una erogación que el evitarla
depende más que nada de 'la propia determinación o albedrío
de los vendedores o propietarios, ya que, como es natural, ante
la libre competencia que se establece entre los distintos dueños
o consignatarios de mercadería, sale antes aquella que, por el
precio que su poseedor pretenda, dentro de su calidad, resulte
más atrayente para la masa de compradores. En otras pala-
.bras, si una papa no sale y por ello paga almacenaje, es porque
su vendedor no se ha puesto, comose acostumbra a decir, a tono
con la plaza y pretende más de lo que la mercadería puede
valer" (fs. 318). .
Contra estas consideraciones argumenta el actor que,
cuando tuvo oportunidad de dar salida a una importante par-
tida de bolsas de papas destinadas a la siembra en Mendoza,
se opuso el Gerente del Mercado, oposición que ha sido arbi-
traria, pues, como,lo ha informado a fs. 367 el Min. de Agri-
cultura, no existe ninguna ley o decreto que obligue al agri-
cultor a utilizar como semilla una determinada clase de papa.
A este respecto, cabe advertir en primer término, que el
citado funcionario no obró caprichosamente sino en cumpli-
:.¡

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 393

miento de expresas instrucciones que al respecto le fueron


impartidas por el Sub-Secretario del Ministerio en las actua-
ciones respectivas. En cuanto a las razones que motivaron la
prohibición, en el prolijo y extenso informe de fs. 316, en que
se relata con minuciosidad la tramitación de este pedido, se
transcribe el informe del Direct.or de Sanidad Vegetal, contra-
rio al permiso pedido, por considerar que por su estado sa-
nitario hubiera constituído un riesgo para la economía del
país permitir la siembra de esa papa. Se agrega que se hubiera
impedido su entrada al país, si en el acto de importarla se la
hubiera declarado como semilla y no como destinada al con-
sumo.
Es de hacer notar aquí, que esa prohibición se hubiera
ajust.ado a lo dispuesto en el decreto nQ 64.961 del P. E.. de
agosto 8 de 1935, donde expresamente se establece que "toda
semilla de papa que .se introduzca en el país debe ser semilla
de papa -certificada", requisito que no reunía la papa en
cuestión, desde que fué traída para consumo.
Así pues, al no permitir a Kloosterboer el cambio de des-
tino de la papa que importó para consumo, la autoridad admi-
nistrativa ha obrado dentro de la órbita de sus atribuciones,
en ejercicio del poder de policía y ese acto no puede ser fuente
de derechos para el actor ni surge de él ninguna responsabi-
lidad para el Estado, desde que sus funcionarios han obrado
legítimamente y en cumplimiento estricto de sus deberes.
V. En el análisis hecho en los considerandos anteriores
de los distintos rubros invocados por el actor como integrantes
del precio de costo, surge que no ha quedado éste establecido
en forma 'clara y categórica, no pudiendo silenciarse al res-
pecto, la misma vacilación evidenciada en el transcurso del
pleito, pues, mientras en el escrito de demanda se hace llegar
ese precio a $ 7,57 m/n. (fs. 86 vta.) en el alegato se lo hace
descender a $ 7,49 m/n. (fs. 404 vta.).
Además de esa circunst.ancia, de importancia fundamen-
tal para la decisión de la causa, tampoco se ha probado la
existencia del perjuicio invocado ni que, en caso de haber exis-
tido, él sea imputable a los decretos impugnados de inconsti-
tucionales.
Corre de fs. 135 a 147 un minucioso, claro y bien docu-
mentado informe del Gerente General del .Mercado Nacional
de Papas, en el que se analiza la situación del mercado, exis-
tencia de papa de producción nacional y extranjera y precio
de venta, en tres períodos que, con todo acierto, denomina:
394 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

época normal, desde el 16 al 31 de agosto; época de especula-


eión, desde el 19 al 14 de setiembre (guerra europea) y época
de influencia de los decretos fijando precios máximos, desde
el 15 al 30 de setiembre.
Se demuestra en ese informe, cuyas afirmaciones no han
sido en modo alguno destruí das por la prueba rendida, que
cuando la papa del actor llegó al Mercado, había en éste
abundante existencia de ese tubérculo, de producción nacional,.
situación que se mantuvo hasta finalizar el mes de agosto.
Durante los días 16, 18, 19 Y 21 de ese mes, sólo se vendieron
140 bolsas de Kloosterboer contra 90.854 bolsas de producción
nacional. Esas 140 bols~ se vendieron a precios que oscilan
entre $ 5 Y $ 6 m/n. Estos precios descienden aún más en los
días subsiguientes, llegando hasta $ 4,30 m/n. por una par-
tida de 50 bolsas vendidas el día 22. El precio de $ 6,50 ha
sido el máximo que obtuvo Kloosterboer-durante este período,
en el que vendió, en total, 32.936 bolsas. .
Esto está demostrando que, en épocas normales, no hubie-
ra podido el actor superar el precio de costo que pretende
haber tenido, ya sea porque fué muy elevado el precio de com-
pra o porque la calidad era inferior a la de producción nacio-
nal o bien porque fué inoportuna la importación de esas par-
tidas en momentos en que el mercado era suficientemente
abastecido con la producción local.
Llégamos así al segundo período, que se inicia el 19 de se-
tiembre, día en que comienza la guerra europea. Este día, el
actor vendió 13.217 bolsas, de las cuales, 40 a $ 9; 45.a $ 8,50;
1295 a $ 8; .268 a $ 7; 10.059 a $ 6,50; 1105 a $ 5,50 y 405 a
$ 4,50. Empieza entonces la especulación, evidenciada no sólo
por los precios enumerados sino por los que ,se expre.<;anen
el cuadro de fs. 139 donde se ve que la papa de producción
nacional tuvp como precio máximo el de $ 10,40 cuando en
el período anterior sólo había llegado a $ 8 m/n.
Continuando con el examen del cuadro mencionado, se
ve que, los precios siguen subiendo hasta llegar el día 4 a
$> 12 la papa de producción nacional y a $ 10 la del actor,
respectivamente. Esos precios máximos empiezan entonces a
declinar paulatinamente, llegando el día 14 a $ 9 y $ 8,30
respectivamente.
La primer consecuencia que se saca de esta comparación
es que en ningún momento la mercadería de Klooesterboer
llegó a obtener el precio máximo registrado en el Mercado,
habiendo estado siempre a una diferencia que oscila entre
DE JUSTICIA - m,: r.JA N ACIÓN 395

$ 0,70 Y $ 2. Por otra parte, en toda la papa vendida por el


a¡;tor en ese período lo ha sido a los precios máximos mencio-
nados, sino que las ventas se han realizado a precios que han
oscilado entre los máximos indicados y los mínimos de $ 4,50 Y
$ 9 en los días que se indican en el cuadro. 'l'odo esto demues-
tra que no toda la papa importada por Klooesterboer era de la
misma calidad ni tenía la misma aceptación en plaza y que su
calidad, en general, era inferior a la mejor de producción na-
cional, cuyos precios máximos no llegó a igualar. -
Finalmente, es de observar que durante este período, ex-
ceptuando el primer qía, Kloosterboer vendió muy reducida
cantidad de bolsas, a pesar de que los precios máximos que por
ellas obtuvo, cubrían y excedían en la mayoría de los casos,
los costos de producción y el margen de utilidad que pretende
se le reconozca dentro de la indemnización que reclama. Así,
vemos que el día 11 no vendió ninguna y los días 6, 7, 8, 9,
12, 13 y 14 vendió 126, 2, 11, 5, 28, 49 y 32 bolsas respectiva-
mente. Y ello, a pesar de que durante este período se realizó en
el Congreso el debate a que dió origen la ley n 12.591, que
Q

fué de público conocimiento y a que el día 8 se sancionó esa


ley, de manera tal que no pudo escapar a su previsión que se
limitaría el precio máximo de venta de la papa, comprendida
dentro de sus prescripciones por ser un artículo de primera
necesidad para la alimentación.
Resumiendo los argumentos expuestos, el proveyente llega
a la conclusión de que no BStáprobado que el precio de costo
de la mercadería importada por el actor haya sido ninguno
de los dos que invoca en la demanda y alegato, como ya se ha
dicho, ni tampoco que haya quedado probado en forma feha-
ciente cuál ha sido el precio real de costo. Tampoco se ha pro-
bado cuál ha sido el quebranto real sufrido, si es que existió
y en ese caso, que ese quebranto haya sido consecuencia de la
fijación de precios máximos de venta y no del equivocado
cálculo de un mal negocio. El análisis de la situación de la
plaza en la época en que se efectuó la importación y en los
días subsiguientes, hasta que se fijaron los precios máximos,
confirma la apreciación que se hace afs. 138 del recordado
informe administrativo, 'cuando al referirse a esa operación
comercial, se dice acertadamente que "sin una necesidad real,
su importación sólp pudo responder a una especulación a
base de los lamentables sucesos europeos que se preveían o a
la necesidad de dar salida del país de origen a fuertes stocks
adquiridos, dada la identidad de intereses existentes entre la
396 FALIJOS DE LA CORTE SUPREMA

firma exportadora en Holanda (Bebr. Kloosterboer) y la im-


portadora aquí (Guillermo KIoosterboer)".
En esa situación, se hace innecesario considerar la tacha
de inconstitucionalidad deducida por el actor contra la ley
n 12.591 y los decretos núms. 41. 588 y 41.325 del P. E.
Q
i
Por estos fundamentos, fallo: no haciendo lugar a la de-
manda deducida por Guillermo Kloosterboercontra la Nación,
por daños y perjuicios. Con cost.as,.- E. A.. Ortiz Basualdo.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Ai~es,'julio 20 de 1945.


y vistos: Considerando:
1. Que en cuanto a la falta de prueba sobre la suma fi-
jada en concepto del precio de la mercadería, es de advertir
que el recurrente no ha desvirtuado en manera alguna en su
expresión de agravios lo expuesto en el considerando 1 de la
senténcia apelada. Se demuestra allí, como, a pesar de haber
pretendido en su demanda que el importe de lo girado a Ho-
landa fué de 250.040 florines, no ha acreditado transferencia
más que por 236.744,45, lo que arroja una diferencia de
13.265,55. El argumento que desarrolla el apelante a fs. 448
vt.a. y 449 para tratar de disminuir en algo esa diferencia no
es aceptable. El hecho de que haya entregado en 29 de setiem-
bre de 1939 al Banco Holandés Unido la suma de $ 150.000
moneda nacional, no desvirtúa la afirmación concreta de di-
cha institución a fs. 297 de que lo girado fué la cantidad de
61.707,50 florines y no la de 66.666,66 a que hace referencia
la expresión de agravios en la citada fs. 449.
n. Que el recurrente expresa también, en lo que se 're-
fiere al tipo de cambio a que se hicieron las transferencias,
considerando n de la sentencia, que no pudo existir en el
ánimo del Sr. Juez a quo la duda sobre si para establecer el
mismo, se t.omó como base la cotización de la libra esterlina a
. $ 15 m/n. o a $ 17 m/n., porque la primera. recién empezó a
regir el 22 de setiembre de 1939 (ver pág. 225, advertencia II)
y los permisos previos de cambio fueron acordados en 15 y 18
de julio y 4 de agosto de ese'año. Manifiesta a fs. 450 que
como según resolución del Min. de Hacienda de fecha 24 de
diciembre de 1938 los permisos deben liquidarse al tipo de
cambio de la fecha de su otorgamiento, no es concebible que
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. 397

los que se le acordaran en 15 y 18 de julio y 4 de agosto pudie-


ran haber sido liquidados en base a un tipo de cambio, $ 15
moneda nacional la lipra, que no existió hasta el 22 de setiem-
bre. Sin embargo, si ello fuera exacto, resultaría .que con res-
pecto a los permisos de 15 y 18 de julio (fu. 283, 286 Y 388)
utilizados para adquirir 189.376 florines no se habría justi-
ficado el tipo de cambio en vigor en la fecha de sU expedición,
pues la planilla remitida por el Banco Central (fs. 224) arran-
ca- del 1 de agosto; de manera que la duda sobre el tipO"de
Q

cambio seíÍalada en la sentencia subsistiría, no siendo posible


determinar en cuanto a una buena parte de la moneda extran-
jera adquirida, el costo de la misma en pesos moneda nacional
y por lo tanto el precio en esta moneda de la mercadería im-
portada.
III. Que por lo demás, aun cuando el actor hubiera
demostrado con exáct.itud el precio de costo, ello no sería su-
ficiente para responsabilizar al Fisco porque el P. E., apli-
cando la ley 12.591, lo hubiera obligado,a vender la mercade-
ría a un precio inferior. Lo que el demandante debería haber
demostrado es que el precio fijado oficialmente no era razona-
ble ni equitativo dadas las condiciones del mercado y esa de-
mostración es la que falta, ya que no bastan al efecto las opi-
niones de los testigos traídos a los autos. Si el actor adquirió
la mercadería a un precio que no guardaba relación con el que
podía obtener en el país, nadie más que él debe soportar las
consecuencias. El acto administrativo consistente en la fija-
ción de precios máximos para las papas, después de oídas las
opiniones de los organismos competentes, goza de la presun-
ción de legitimidad y razonabilidad mientras no se demuestre
lo contrario. No solamente el demandante no ha hecho esa
comprobación, sinO'~que,como lo demuestra el Sr. Juez a quó
en el considerando V de la sentencia, 'cuando los artículos
importados ingresaron al mercado, los precios que por ellos
se obtuvieron fueron muy inferiores, término medio, no sola-
mente al de costo pretendido, sino también a los fijados pos-
teriormente como máximos por el P. E.; a lo que cabe agre-
gar que desde el 1 al 14 de setiembre, iniciada ya la guerra
Q

y no obstante el alza extraordinaria y repentina producida en


las cotizaciones, el actor, que pudo en esas circunstancias ha-
ber obtenido un precio remunerable por las 67.000 bolsas que
tenía en depósito, solamente venpió una mínima parte de las
mismas, a $ 7,08 término medio, suma inferior solamente en
'\
398 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

8 centavos a la de $ 7 definitivamente fijada por el decreto


de 21 de setiembre (p. 139).
IV. Que el P. E., al dictar el decret(} de 14 de setiembre
que determinó en $ 6,25 el precio de la papa por bolsa de 50
kilogramos y el de 21 del mismo mes que l¡¡.elevó a $ 7, no
hizo sino cumplir con los aris. 10 y 30 de la ley 12.591 dictada
por el Congreso Nacional el día 8, los cuales prescriben que
a partir de su promulgación establécense como precios máxi-
mos iniciales de venta al consumidor de los artículos de ali-
mentación, etc., el promedio de los precios vigentes durante
la primera quincena del mes de agosto de 1939; y que el P. E.
quedaba autorizado a modificarlos periódicamente. Esas dis-
posiciones legales han sido impugnadas por el recurrente como
contrarias a determinados preceptos. constitucionales, en espe-
cial los que garantizan la inviolabilidad de la propiedad; pero
ya la Corte Suprema en fallos 200: 450, en sentencia de fecha
27 de diciembre ppdo. ha declarado su validez, expresando que
nuestra C~mstitución no reconoce derechos absolutos de pro-
piedad y libertad; que el ejercicio de las industrias y propie-
dades de los particulares puede ser reglamentado en la propór-
ción que lo' requiera la defensa y el afianzamiento de la salud,
la moral, el bienest.ar general y aun el interés económico de la
comunidad; que la medida de la reglamentación de estos de-
rechos debe buscarse, por un lado, en la necesidad de respetar
su sustancia, y por otra parte, en la adecuación de las res-
tricciones que se les imponga, a las necesidades y fines públicos
que los justifican, de manera que no aparezcan como infunda-
das o arbitrarias, sino que sean razonables, esto es proporcio-
nadas a las circunstancias que las originan y a los fines que se
procura alcanzar con ellas; que el carácter excepcional de los
momentos de perturbación social y económica, y de .otras si-
tuaciones semejantes de emergencia y la urgencia en atender
a la solución de los problemas que crean, autorizan el ejercicio
del poder de policía del Estado, en forma más enérgica que la
que admiten los períodos de sosiego y normalidad; y que por
la aplicación de esa doctrina se concluye sin esfuerzo que la
limitación legal y temporaria de los precios, destinada a hacer
frente a la crisis producida por la guerra., es en principio,
constitucionalmente válida.
En su méritÓ y por los fundamentos concordantes de la
sentencia apelada, se la confirma en cuant.o desestima'la de-
manda deducida por D. Guillermo Kloosterboer contra la Na-
CiÓ}lpor daños y perjuicios; y se la modifica en cuanto a la.'l
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 399

costas, que se. declaran por su orden en ambas instancias,


atento a que el actor ha podido razonablemente creerse con
derecho a litigar. - Carlos Herrera. - Carlos del Campillo.
- J. A. González Calderón. - R. Villar Pala,cw (Disidencia
parcial, en cuanto a las costas, que se declaran a cargo de la
actora en a.~bas instancias por no encontrar mérito para su
exención) .

FALLO DE LA -CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 7 de agosto de 1946.


y vistos los autos "Kloosterboer Guillermo c. la
Nación sobre inconstitucionalidad de decretos ", en los
que se ha concedido el recurso ordinario de apelación
interpuesto a fs. 465 contra la sentencia dictada a fs.
461 por la Cám. Fed. de la Capital.
Considerando:
Que para la decisión de este litigio debe partirse
de la validez constitucional del régimen de precios má-
ximos establecido por la ley 12.591. .
No hay variación alguna de las circunstancias de-
terminantes de ese régimen y tenidas en vista poi- esta
Corte al pronunciarse sobre su constitucionalidad en
Fallos: 200, 450, que desvirtúe los fundamentos de este
pronunciamiento. Podría afirmarse que ha sucedido
todo lo contrario.
Que si es constitucional la fijación de precios má-
ximos, en cuanto justa, no cabe hacer cuestión en cada
caso de lo que costaron, en, él, los artículos de que se
trate. Semejante posibilidad haría imposible la obten-
ción de los fines que la fijación procura. De ahí que la
ley 12.591 establezca una determinación de alcance ge-
neral para cada clase de artículos. Para la venta al
consumidor "el promedio de los precios vigentes en
::(1;:

400 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

cada región durante la ;primera quincena del mes de


agosto de 1939" susceptible de modificaciones perió-
dicas por parte del P. E. (arts. 1° y 3°) ; y para los 'fa-
bricantes, intermediarios, importadores y mayoristas,
los que determine el P. E. (art. 5°). En este último caso,
la ley no establece norma para la fijación, pero no cabe
duda de que las cotizaciones del respectivo mercado ma-
yorista al tiempo de sancionarse la ley daban un punto
de referencia para estimar la justicia de las fijaciones
hechas por el P. E., por la misma razón que había para
considerar precio máximo justo, en la v-enta al consu-
midor, el promedio a que se refiere el citado arto 3° Si
una determinada fijación de aquel momento guardaba
razonable relación con el promedio de los precios asig-
nados a ese artículo en el mercado mayori~ta en época
inmediatamente anterior al establecimientC?'legal de
precios máximos, hay razón suficiente para desechar
el reclamo que se haga de ella mediante la demostración
de que en ese caso particular el artículo costó al ma-
yorista un precio mayor. De lo contrario resultaría
que la fijación legal de precio máximo habría venido a
asegurar la indemnización por el Estado del quebranto,
que de no haber mediado ese iégimen legal hubiese de-
bido soportar inevitable' e irreparablemente, por acción
de la ley de la oferta y la demanda, el comerciante que
pagó por la mercadería un precio de imposible obten-
ción en el mercado o plaza respectivos.
Que esto es lo que sucedió en el caso de este juicio
pues según el informe de. :Es.135, antes de la fijación
oficial del precio máximo de la papa, en el Mercado
Central de Frutos de esta Capital, sólo en la venta de
pequeñas partidas, y esto mismo cuando la especulación
se' había iniciado, el actor obtuvo precio ligeramente
superior al fijado por el P. E. y del cual dice que com-,
DE JUSTICIA DE LA NACI6N 401

portó una confiscación. Es evidente que mal pudo com-


portarla un precio máximo que estaba prácticameI).te a
la misma altura del que, como máximo también, podía
obtenerse en la misma época, en un mercado libre y en
circunstancias regulares. Si en la plaza de ese lugar
y ese momento no se podía vender a más, no fué la fi-.
jación legal del precio máximo lo que constriñó -al
actor a perder en la venta de la mercadería de que se
trata. Es, pues, innecesario, entrar a determinar en
este caso el precio de costo, para desechar en principio .
la demanda, como se hace en las sentencias de las dos
primeras instancias.
Que no fué otro el criterio de esta Corte '8n la de-
cisión de la causa "Gobierno de la Nación c. Sabena
Carlos"
. -Fallos: 301, 71-, invocado a. fs. 470 vta.
.

Débese observar ante todo que allí no se trataba de un


precio máximo fijado con carácter gen-eral para la venta
de una determinada clase de artículos, sino de una ex-
propiación realizada conforme a lo dispuesto en el .
arto 16, en cuyo caso el costo de los artículos de que
pa,rticularm-ente se trate tiene una importancia de que
carece cuando se juzga la justicia de un precio máximo
en .términos generales. Sin embargo, el Tribunal dejó
constancia de que lo injustificado no era atribuirles a
los artículos expropiados un valor más bajo que su
costo, pura y simplemente, sino que el de su costo
regular. Y no es costo regular, tratándose de un ar-
tículo destinado a su inmediata comercialización, el que,
para no vender a pérdida, obliga a lo imposible, es de-
cir, a vender por un precio superior al que la ley de la
oferta y la demanda han establecido en el lugar y el
momento.
Que la: demanda se funda exclusival;nente en que
la imposición légal de un precio máximo comportó un
.~~. 'OUH~'-,

402 FALWS DE LA OORTESUPREMA

injusto perjuicio estimado en $ 87.078,92. Integra esa


cifr~ el importe de lo pagado por almacenaje, es cierto,
pero no se hace cuestión de esta parte por otro motivo
que el 'de haberse visto el actor impedido de vender a
causa del precio máximo que no le permitía la remune-
ración a que se consideraba con derecho. Fué, pues,
inoportunamente introducido, -y débese, en consecuen-
cia, excluir de la litis-, lo relativo a la regularidad o
irregularidad del obstáculo opuesto por la autoridad
administrativa a la venta de una cierta cantidad de
la papa para semilla.
Por tanto y los fundamentos de la sentencia de fs.
433 y 461 se confirma esta última.

ANTONIO SAGARNA - B. A.NAZAR


ANCHORENA (en disco1'dia de
fundamentos) - F. RAMOS ME-
JÍA. - T. D. CASARES. I
"

DISCORDIA DE FUNDAMENTOS DEL SR. MINISTRO


. DR. D. BENITO A. NAZAR ANCHORENA

Por los fundamentos expresados en Fallos: 201, 71


y los de mi voto en Fallos: 200, 450, referentes a la inte-
ligencia y finalidad de la ley 12.591 que no obliga a ven-
der a pérdida ni a consentir una expropiación por un
precio inferiór al costo regular de los productos; y en
atención a las circunstancias de hecho de que aquí se
trata de las que resulta que la actora no ha probado feha-
cientemente el costo. de las papas introducidas al país
con anterioridad a la,sanción de dicha ley (v. f. 433, úl-
timo considerando de la sentencia de P Instancia) ni
"demostrado que el precio fijado oficialmente no era
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 403

razonable ni equitativo, dadas las condiciones del mer-


cado" (v. fs. 461, 3er. considerando de la s,entencia de
j 2$ Instancia), voto por la confirmación de la sentencia
apelada.
B. A'. NAZAR ANCHOREN A.

MUNICIPALIDAD DE CORDOBA v. CiA. UNION


TELEFONICA DEL RIO DE LA PLATA

COMERCIO INTERPROVINCLAL.
La facultad de las municipalidades relativa a' la ocupa-
ción de los bienes públicos comprendidos en sus respec-
tivos límites es, en principio, compatible con la regulación
del comercio interprovincial y extranjero y el estableci-
miento y reglamentación de las postas y correos generales
de la Nación por el Congreso' Nacional; si bien aquéllas
no podrán impedir o perturbar la instalación y el .normal
funcionamiento de los medios de comunicación compren-
I didos en el arto 67, incs. 12 y 13 de la Consto Nacional.
CONSTITUCION NACIONAL: Constitucionalidad e inconstituciona-
lidad. Ordenanzas municipales.
La exigencia municipal de un pago determinado por la
ocupación de la vía pública y del espacio aéreo por las
instalaciones de una empresa concesionaria del servicio
telefónico interprovincial, no es un impuesto ni una re-
tribución de servicios sino una cQmpensaciónremunerati-
va por la locación u ocupación de la vía pública ni com-
porta violación de los arts. 10, 11, ni 67, incs. 12 y 13 de
la Consto Nacional ni de las leyes 750 1/2 Y 4408. .
RECURSO EXTRAORDINARIO: Resolución. Límites del pronun-
ciamiento.
Corresponde prescindir de la resolución de .la cuestión
referente al carácter confiscatorio de una gabela por ra-
zón de su monto excesivo, en lo eual fundóse el recurso
extraordinario, si en la oportunidad en que fueron plan-
teadas las cuestiones federales no se hizo mención de esa
exhorbitancia y sólo se basó la impugnación en la falta de
causa para el eobro.
..,. ''* ..•. . . ~:.. :~

404 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

. DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Abierto como lo ha sido por V. E. el recurso extra-
ordinario a fs. 227 de estos autos, corresponde entrar
al estudio de las cuestiones que lo motivan, y aparecen
detalladas en el escrito de fs. 101;2. De ellas han sido
eliminadas varias que fueron propuestas al contestar
la demanda; y corresponde eliminar ,también la relativa
a inconstitucionalidad del arto 108 de la ley orgánica mu~
nicipal de Córdoba, puesto que la a;dmisión del recurso
en esta instancia comporta 011' a la parte recurrente
acerca del derecho de oponer dicha tacha en este juicio.
He aquí los fundamentos de las restantes .. El arto ,
316 de la Ordenanza General de Impuestos para la
Municip. de Córdoba durante el año 1943 previene, en
lo pertinente (folletq, pág. 124):
"Las empresas telefónicas, por ocupación y uso de
la vía pública y del espacio aéreo para la colocación de
sus líneas y postes, pagarán ocho mil pesos mensuales,
sin perjuicio del derecho qu~ la Municipalidad tiene para
hacer retirar o sustituir en la forma que estime conve-
niente con sujeción a los reglamentos sobre higiene, or-
nato, etc.... La Cía; Unión Telefónica del Río de la
Plata Ltda. se ajustará en un todo a lo establecido en
la Ordenanza .NQ3258, hasta el momento de su venci-
miento."
Sostierie la citada compañía que tal artículo viola
por tres conceptos disposiciones constitucionales:
a) con arreglo a las leyes federales 75072 y 4408,
corresponde a la Nación y no a las municipali-
dades, legislar sobre teléfonos, e imponerles obli-
gaClones;
DE JUSTICIA DE- LA NACIÓN 405

b), una ley provincial -la 3039- exoneró del pago


de impuestos municipales a la compañía durante
diez años;
c) el gravamen impugnado resulta exorbitante por
su monto.
Lo primero, exacto como doctrina general, implica
que las municipalidades deben respetar' lo que el Con-
greso .resuelva en la materia aquí discutida; mas sucede
que hasta este momento dicho cuerpo no ha exonerado
de impuestos o tasas municipales a las compañías tele-
fónicas, ni ha hecho obligatorio para los municipios per-
mitir el uso gratuito de las calles públicas para la colo-
cación de postes y de cables telefónicos. Lejos de ello,
el arto 15 de la ley 750% aplicable a los teléfonos' por
ley (n 4408), exceptúa de la exoneración a los impuestos
Q

municipales. No existe, entonces, colisión entre la ley fe-


deral y la ordenanza local objetada. Ha de advertirse
!
que si bien la compañía presta un s,ervicio público a la
ciudad, recibe de ella otro.
Acerca de lo segundo, es exacto y no se ha contro-
vertido en autos que la ley provincial 3039, del año 1921,
exoneró a la Cía. Unión Telefónica del Río de la Plata
de todo impuesto provincial o 'municipal; mas también
es exacto que dicha ley exceptuaba expresamente las
contribuciones locales de afirmados y retribución de
servicios mu?Vicipa~es (fs., 161). ¡,Es impuesto, o retribu-
ción de servicios lo que se cobra a dicha compañía en
, este litigio? Para determinarlo, median dos importantes
elementos de criterio. Ante todo, un convenio celebrado
por escritura pública en noviembre de 1933 entre la Mu-
nicipalidad y la Compañía (Ordenanza n 3258) donde
Q

se establece que esta última pagará comó única contri-


bución por el uso de la vía pública siete mil pesos anua-
406 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

les durante los primeros cinco 'años, y ocho mil anuales


durante el segundo término de cinco años; y después
-lo reconoce también la compañía ante esta Corte en
su memorial, fs. 161 vta.~ vencidos dichos diez años,
ofreció abonar a la Municipalidad diez mil pesos anua-
les, en lugar de los ocho mil mensuales que para lo su-
cesivo exigía la ordenanza ahora impugnada.
Paré cerne que ese arreglo por diez años, y la pro-
puesta subsiguiente de continuar elevando en un veinti-
cinco por ci,entola contribución anual pactada antes, re-
sultan decisivos: y creo que la verdadera cuestión a re-
solver consiste no ya en el derecho de la Municipalidad
de Córdoba a exigir alguna retribución por el uso de las
calles con postes y cables permanentes, sino en el monto
de esa retribución. Dejo de lado determinar en qué mo-
mento vencieron los diez años convenidos, pues tal ma-
teria, resuelta por el juez en su extenso fallo de fs.
189-201,no ha sido planteada a V. E., ni podría admi-
tírsela por referirse a la interpretación de los términos
del contrato ..
Ahora, ¿resulta violatorio del derecho de propiedad,
por excesivo, exigir a las empresas telefónicas ocho mil
.pesos mensuales por el derecho de usar la calle pú-
blica, suma que equivale a doce tantos la que se cobró
a Unión Telefónica durante los últimos años de su con-
trato? La cuestión lo es de hecho, y queda librada como
tal al prudente criterio de la Corte y a lo que resulte de
la prueba rendida.
V. E., contemplando en otros casos el alcance de la
exoneración de tasas municipales a que se refieren las
leyes 5315 y 10.657, tiene reiteradamente resuelto que
corresponde declarar inconstitucional el gravamen, si
no guarda relación con el costo del servicio;. mas la ju-
risprudencia nó ha determinado hasta hoy qué pruden-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 407

cíal margen dé diferencia pudiera permitirse válida-


mente entre el monto del gravamen y el cálculo del costo
j del servicio, distingo importante a mi juicio pues dicho
costo puede variar de un mes a otro y en muchos casos
resulta dificilísimo establecerlo con exactitud matemá-
tica. Esa dificultad, de orden práctico, conduce a de~la-
rar inconstitucionales todos aquellos gravámenes en que
no resulta posible ajustar exactamente el costo del ser-
vicio a la cuantía del desembolso exigido.
V. E. ha admitido que puede cobrarse algo a las
compañías de teléfonos el uso de la vía pública. Creo
.que en este caso pudiera partirse sin esfuerzo de una
base suministrada durante años por la propia compañía
al entregar a la Municipalidad una suma que en los últi-
mos cinco años del plazo del contrato ascendía a ocho
mil pesos anuales, y más tarde se ofreció elevar a diez
mil, según queda dicho.
£. mérito de lo expuesto, pienso que corresponde
mantener en lo principal la sentencia recurrida de fs. 84,
limitando en cuanto V. E. conceptuare justo, la .cantidad
que el fallo apelado ordena se pague a la Municipali-
dad. - Bs. Aires, setiembre 26 de 1945.- Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 9 de agosto de 1946.

y vistos los autos "Municip. de Córdoba contra


Cía. Unión Telefónica del Río de la Plata Ltda., apre-
mio" en los que a fs. 227 se declaró mal denegado el
recurso extraordinario interpuesto por el representante
de la parte demandada. .
408 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Considerando:
Que el recurso extraordinario abierto a fs. 227 se
\
funda en que es inconstitucional la limitación que de
las defensas en los juicios de' apremio hace el arto 138 .
de la ley orgánica municipal de Córdoba (3373); en
que también lo es el gravamen municipal que se cobra
en este juicio pues invade las facultades del Congreso
Nacional "de arr.eg'lar el comercio marítimo y terres-
tre y. arreglar y establecer las postas y correos" y
"atenta: contra la circulación libre de productos nacio-
nales" (Constitución Nacional, arto 10, 11, 31, 67 incs.
12 y 13, 107 y 108) ; en que la ordenanza impositiva en
cuestión contraría las leyes nacionales 750% y 4408,
y en "lo exagerado de ~a gabela" (interposición del
recurso a fs. 101).
Que el primer fundamento quedó descartado por
el propio recurrente, a raíz de la apertura del recurso
pues no se hace capítulo de él en la presentación de
fs. 247. .• .
Qu~ por ley n 3039 la provincia de Córdoba con-
Q

cedió a la demandada la prestación del servicio. telefó-


nico en su jurisdicción eximiéndola, durante el plazo de
la concesión, ,de todo impuesto provincial y municipal,
con excepción de las contribuciones locales de afirma-
dos y retribución de servi<úos municipales. Vigente la
concesión la Compañía convino con la: Municipalidad de
la ciudad de Córdoba, -de acuerdo con la ordenanza
3258-, en pagar durante los primeros cinco años siete
mil pesos anuales y ocho mil en los cinco siguientes por
la ocupación de las aceras y espacio aéreo por los pos-
tes y alambres de sus instalaciones. Al vencimiento de
ese convenio, y en virtud de lo dispuesto por la orde-
nanza 3896 se le cobra por el concepto indicado la can-
tidad de $ 8.000,- por. mes.
DE JUSTiCIA DE LA NACIÓN 409

Que la facultad de las municipalida<ies relativa a


la ocupación de los bienes públicos comprendidos en
sus respectivos límites es, en principio, obviamente com-
patible con .la regulación del comercio interprovincial
y con el extranjero y con el establecimiento y regimen-
tación de las postas y correos generales de la Nación,
todo lo cual es atribución del Congreso Nacional (art.
67, incs. 12 y 13, de la Constitución). So pretexto de
I
-J ejercitar la facultad aludida no podrán las municipa-
lidades impedir o perturbar la instalación y el normal
funcionamiento de los medios de comunicación com-
prendidos en el precepto constitucional citado, pero
de ello no se sigue que esa instalación y ese funciona-
miento hállense en absoluto substraídos a toda interven-
ción no obstante comportar ocupación de lugares" suje-
tos a las ordenanzas locales" (arts. 2340, inc. 79 y 2341
del Cód. Civil) y comprometer, por motivos de estética,
orden y seguridad, el ejercicio del poder de policía pro-
pio de estos últimos. Muy al contrario, la ley nacional
de telégrafos, 750 %, aplicable en el caso por disposi-
ción de la 4408 contempla expresamente esa ingerencia
al disponer en el arto 25 que cuando las líneas atravie-
san ciúdades.o villas "las. empresas deberán sujetarse
respecto a las clases de .los postes, a su colocación, con-
servación y demás medidas precaucionales,. a los re-
glamentos que con este objeto dictasen las autoridades.
respectivas". Lo que en orden al medio de comunica-
ción de q~e aquí se trata, -equiparado al telegráfico
por la ley 4408-, no pueden hacer las provincias, cuan-
do es interprovincial, está enunciado en el arto 11 de
la ley 750 %: no pueden expropiar las líneas ni suspen-
der su servicio ni intervenir en él; nada de lo cual
importa, en principio la imposición de un pago deter-
InÍnado por la ocupación de la vía pública y el.espacio
410 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

aéreo que haga la empresa concesionaria con sus ins-


talaciones. Tanto menos cuanto que, como esta Corte
lo tiene reiteradamente declarado (Fallos': 127, 18; 151,
135) no se trata de un impuesto ni de una retribución
de servicios sino de una compensación remunerativa
por la locación u ocupación de la vía pública, compensa-
ción a la que tienen, en principio, derecho, las autori-
dades a-las qUe pertenecen los bienes susceptibles de
uso común, pues la comunidad del uso no comporta de
por sí gratuidad de él cualquiera sea el modo y circuns-
tancias en que dichos bienes sean usados. Con todo lo
cual queda bien de manifiesto que la facultad ejercita-
da al sancionar la ordenanza municipal de que se trata
no es, desde ningún punto de vista, ninguna de las dele-
gadas a la Nación por las provincias (art. 108 de la
Constitución) .
Que respecto a la invocación hecha por el recu-
rrente de los arts. 10 y 11 de la Constitución es opor-
tuno repetir lo expresado por esta Corte en el caso
J
análogo de la página 135 del tomo 151 de sus fallos: la
relación atribuÍda a ellos con la materia del pleito "ca-
rece en absoluto de fundamento ya que no es posible
hallarla entr-e la libre circulación de efectos y merca-
derías dentro del país, la prohibición de los derechos de
tránsito y el precio establecido por la Municipalidad
por el espacio ocupado para postes y líneas telegrá-
ficas ".
Que de lo pr-ecedentemente expuesto sÍguese no ha-
ber conflicto alguno entre el régimen nacional de telé-
fonos establecido por la ley 4408 y el derecho' cobrado
por la Municipalidad de Córdoba a la empresa recu-
rrente en razón de ocupar esta última un bien extraño
a s,!!patrimonio, lo cual no importa ingerencia en el
funcionamiento del servicio.
DE JUSTICIA, DE LA NACIÓN '411

Que si bien en el escrito de interposición fúndase


también el recurso en lo exag,erado de la gabela, lo
!
• cierto es que el planteamiento o introducción de la cues-
tión federal relativa a este punto no contiene alegación
de esa exorbitancia por considerar confiscatorio el
monto de lo cobrado por la ocupación de que se trata,
sino por considerarl9 carente de razón de ser. En efec-
to, en el capítulo VII del escrito oponiendo excepcio-
nes se dice: que la imposición municipal sería de todos
modos "insubsistente, ya se considere la gabela como
un simple impuesto o como una tasa. Si lo primero por
estar exenta mi parte por la ley contrato 3039... y lo
segundo porque si se considerara como una tasa, como
ésta es esencialmente retributiva de los gastos efec-
tuados por el que prestaría el s,ervicio y la Municipa-
lidad de Córdoba no ha hecho notoriamente, ni lo pre-
tende siquiera, inversión alguna con ese objeto, sería
ilegal e inconstitucional". De lo que resulta claramente
que no lo sería por su monto sino por carecer de causa,
tanto que por reducido que el monto fuese la objeción,
de ser fundada, seguiría valiendo. Y como se ha expli-
cado que no hay tal falta de causa y que no se trata ni
de un impuesto ni de una tasa, este fundamento del
recurso también debe desecharse.
Por tanto y de acuerdo, en lo pertinente, con lo
dictaminado por el Sr. Pro~urador General, se con-
firma la sentencia apelada de fs. 84 en cuanto ha sido
materia del recurso. Hágase saber y devuélvanse, de-
biendo reponerse el papel en el juzgado de origen.

ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES.
412 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

SINCLAIR REFINING CO. DE NEW YORK

MARCAS DE FABRICA: Desigrwwwnes y objetos.


El arto 51'de la ley 11:275 no impide registrar en el país
marcas extranjeras con el nombre extranjero que las dis-
tingue en el país en que se fabrican o comercian los pro-
ductos que cubren (l).

ELlAS BARCESSAT V. DIRECCION GENERAL DEL


IMPUESTO A LOS REDITOS
IMPUESTO A LOS REDITOS: Infracciones y penas.
El pago del impuesto a los réditos por el contribuyente
no impide la sanción de la infracción cometida con ante-
rioridad a aquél (2).

IMPUESTO A LOS REDITOS: Infracciones y penas.


La estimación de oficio de' la renta no es óbice para la
aplicación de las multas previstas en el arto 18 de !a ley
1U?83 (").

IMPUESTO A LOS REDITOS: Infracciones y penas.


La omisión en la declaración ju~ada de ope~aciones'lucra-
tivas, sin explicación ni prueba de descargo, permiten
presumir Ía intención de evadir el impuesto a los rédi-
tos (4). .

SARA BONORINO DE IRIGOYEN y OTROS v.


NACION ARGENTINA

PERENCION DE INSTANCIA.
Apelada la sent.encia de primera instancia, la pereneión
de la instancia por la paralización de los trámites respec-
(1) 9 de a.gosto de 1946. Fallos: 165, 349; 174; 78; 203, 19.
(2) 14 de agosto de 1946. Fallos: 192, 229; 196, 503.
(3) Fallos: 196, 503.
(4) -Fallos: 200, 378; 202, 243.
.DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 413

tivos' se cumple al año de haberse notificado la, providen-


cia que concedió eL recurso, a lo cual no obsta la negli-
gencia de ambas partes en urgir la elevación de los autos,
ni la reposición pendiente a cargo de la parte actora,
que pide la perención y que apeló por la exencióil de
costas interpuesta por la parte que pide se declare peri-
actuaria. .

RECURSO ORDINARIO DE APEL4CION: Segunda instancia.


bebe tenerse por desistida ia apelación referente a las
costas interpuesta por la parte que pide se declare peri-
.mida la segunda instancia y firme la sentencia apelada
del juez de la causa.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
El Procurador General, por la representación que
me corresponde en los autos seguidos contra la Nación
por doña Sara Bonorino de Irigoyen y otras, sobre otor-
gamiento de pensión militar, ejercitando la facultad con-
fe~ida por el út. 89 de la ley 4055, aY. E. digo:
El recurso ordinario concedido a mi parte es pro-
cedente, pues la sentencia apelada pone fin al pleito,
siendo el monto discutido muy superior a $ 5.000 m/n.
(fs. 2 y 51). Lo mantengo, pues, y dando por reprodu-
cido lo manifestado a fs. 74 por el Señor Procurador
Fiscal de Cámara, solicito a V. E. revoque el fallo re-
currido que declara perimida la instancia, imponiendo
las costas de todo el .incidente a la contraparte.
Agregaré que no puede hablarse en el presente ca-
so de abandono de la instancia por parte del Fisco, toda
vez que de acuerdo al arto 233 del Cód. de Proceds. de
la Capital, aplicable supletoriamente (ley 50, arto 374),
el actuario está obligado a remitir el expediente a la
414 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

cámara, dentro de las veinticuatro horas siguientes a la


última notificación. Si no lo hizo, fué' porque no se ha-
bía repuesto el sellado, conforme lo ordenara la senten-
cia (fs. 61, arto 57 de la ley 11.290 T. O. y 93 del decreto
NQ9432/44); y esa obligación de cumplir con la ley de
sellos, afectaba tan sólo a la parte actora toda vez que
el Fisco está exento del impuesto y las costas fueron
declaradas por su orden.
A fs. 66, el representante de los actores apeló por
las ,costas pidiendo se elevaran los autos a la cámara en
la forma de estilo; y aun cuando así lo ordenó el Sr. juez
(fs. 67), tampoco se cumplió la orden porque el selladó
seguía sin reponer. En 14 de Diciembre de 1945, dicho
representante manifestó que se había producido la pe-
rención de la instancia, volviendo a solicitar se elevaran
los autos a la cámara sin más trámite (fs. 68), pero tal
diligencia recién quedó' cumplida el 12 de febrero sub-
siguiente, fecha en que la parte actora hubo re-
puesto el sellado correspondiente (fs. 69 vta. y 70). No
es posible, entonces, imputar a mi parte lo que fué ne-
gligencia de la contraria.
Corresponde, así, revocar el fallo apelado obrante a
fs. 76, como queda expuesto. Bs. Aires, junio 7 de 1946.-
Juan Alvarez.

FALLO DE LA .CORTE SUPREMA

Bs. Aires, agosto 14 de 1946.

y vista la precedente causa seguida por DQ.Sara


Bonorino de Irigoyen y otros coñtra la Nación, sObre
cobro de diferencias de sueldos, en los que se ha conce-
dido el recurso ordinario a fs. 79.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 415

y considerando:
7 Que el recurso ordinario concedido es procedente,
1

dado el monto del pleito y lo resuelto en Fallos 200, 67


Y 367 entre otros.
Que los tribunales de la Capital, aplicando la ley
4.550 con criterio que esta Corte acepta -Fallos: 177,
471- han establecido que apelada la sentencia de pri- '
mera instancia, la perención se cumple al año de noti-
ficarse la providencia que concede el recurso sin que a
ello sea obstáculo la circunstancia de que ambas partes
hayan omitido urgir la elevación de los autos -Jurisp.
A,rg., t .•36, pág. 1379- ni que la reposición pendiente
incumbiera a la actora, que debió ser compelida en tér-
mino a realizarla - Jurisp. Arg., t. 66, pág. 566-. Tame
poco impide la caducidad el hecho de, que la deman-
dante apelara por las costas -Jurisp. Arg.; t. 46, pág'.
613 y t. 66, pág. 566- recurso del que, por otra parte,
se ha. declarado correctamente haber desistido. La po=-
sible existencia de una omisión de Secretaría; suscep-
tible de ser subsanada a pedido del interesado -Jurisp.
Arg., t. 53, pág. 689- es igualmente ineficaz para la
modificación del pronunciamiento apelado.
\> En 'su mérito se confirma corl costas la sentencia
de fs. 76.
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CM3ARES.
.....-..
fr"' .\ .. '1 ' .c •••...

416 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

RODRIGUEZ BARROS HNOS. Y CíA.

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisítos formales. Int'TOduc-


ción de la cuestión federal. Oportunidad.
La regla según la cual la cuestión federál base del recur-
so extraordinario debe plantearse oportunamente, es tam-
bIén aplicable a los casos en que se lo interpone contra
resoluciones de organismos administ.rativos. No rige en
los supuestos en que no se hubiere dado audiencia al re-
currente, ni en los casos de decisiones sorpresivas de
cuestiones federales.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
En 13 de febrero del corriente año la Delegación
Regional del Chaco de la Secretaría de Trabajo y Pre-
visión, intimó a la razón social Rodríguez Barros Hnos
y Cía. pagase cierta indemnización de despido a su ex-
empleado don Fausto Rodríguez, bajo apercibimiento de
im,ponérsele la sanción prevista en el arto 68 del d-ecreto
n933.302/45 (fs. 6 y 9, exp. adm. anexo).
Pocos días después -febrero 19- los intimados
presentaron el escrito de fs. 10, en el que, sin cuestionar ..
la. validez de dicho decreto, expresaban haber cumpli-
do estrictamente las disposiciones de la ley 11.729 con
referencia a Fausto Rodríguez. Y como no pagaron.la
indemnización exigida, se les impuso una multa de
doscientos pesos. Contra tal sanción traen ahora un
recurso extraordinario, por vía directa, sosteniendo que
el decreto n9 33.302/45 es inconstitucional en cuanto
.ha creado penas que ninguna ley autoriza.
Sea cual fuere la verdad de tal doctrina, no encuen-
tro que el caso federal se plantease oportunamente. De-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

bió serlo, a raíz de la intimación en que tal decreto era


invocado por la autoridad' administrativa, permitiendo
así un pronunciamiento' de esta última al respecto.
A mérito de ello, pienso que la queja resulta inad-
misible. - Bs. Aires, agosto 10 de 1946. - J'uan. Al-
varee.

F ALL9 DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, agosto 14 de 1946.


. Y vista la precedente queja caratulada "Recurso
de hecho deducido en los autos Rodríguez Barros Hnos.
y Cía. si infrac. arto 67 del decreto 33.302; Delegac.
Reg. Seco Trab. y Prevo (Exp. 33-R-46)" para decidir
sobre su procedencia. •
y considerando:
Que esta Corte ha resuelto reiteradamente que el
recurso extraordinario no procede cuando las cuestio--
nes federales en que se lo basa se han planteado por
primera vez en el escrito en que se lo interpone -Fa-
llos: 178, 288; 195, 169; 196,-598; 202, 436 Y otros.
Que esa regla es aplicable a los supuestos en que se .
deduce la apelación respecto de un pronunciamiento de
un organismo administrativo, lo que sólo es posij>le en
cuanto éste ejerza de manera final funciones judiciales,
y sea entonces susceptible de equiparación, a los efectos
del arto 14 de la ley 48, a los tribunales ordinarios -
Fallos: 202, 14 Y 309; y los antecedentes allí citados-o
Rigen en tales casos las disposiciones referentes a los
últimos, entre los cuales las que hacen a la oportunidad
de l.a introducción de la cuestión federal. Por lo demás
las precedentes conclusiones son el fundamento de la
decisión transcripta en Fallos: 184, 537.
;.:

418 FALLaS DE LA COR'í'E SUPREMA

Que en la especie la i'eéurrente ha tenido oportu-


nidad de cuestionar la validez del decreto 33.302, ante
la Delegación Regional de la Secretaría de Trabajo y
Previsión en Resistencia donde tramita el procedimien-
to. Fué citada, en efecto -fs. 3- con copia de la rBcla-
mación de Rodríguez; concurrió a la audiencia de fs. 5;
se le intimó al pago de lo reclamado, fs. 6, 7 Y 9; y por
último, presentó a fs. 10 un escrito, limitándose a ex-
presar haber cumplido con la ley 11.729.'
Que no cabría así invocar la falta de audiencia
para eludir la aplicación de la jurisprudencia mencio-
'nada más arriba, ni tampoco los precedentes que tratan
de la decisión sorpresiva de cuestiones federales.
En su mérito y por los fundamentos del dictamen
del Sr. Proc. General, se desestima la queja.

B. A. NAZAR ANCHORENA - F.
HAMOS MEJÍA - T. D. CA-
SARES.

S, A. LUTZ FERRANDO y CIA.

JURlSDICCION y COMPETENCIA: Competencia, federal. Causas


penqles. Casos varios.
, La circunstancia de que la resolución que impone' multa
por infracción a las leyes del trabajo emane de la Dele-
. gación Regional de la Secretaría de Trabajo y Previsión,
.no excluye necesariamente la posibilidad de que sea recu-
rrible ante los tribunales locales de justicia, como para
las decisiones del Dpto. Provincial del Trabajo lo dispo-
,nía el arto 9 de la n 2437 de la Prov. de Santa Fe, que
Q Q

debe considerarse subsistente por no haber 'sido derogada


expresa ni tácitamente por el decreto n 15.074/43 del
Q

P. E. NacioJ;lal;por lo que compete a los tribunales pro-


'vÍllciales y no a la justicia federal conocer por vía de
.apelación contra dicha resolución.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 419

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Santa Fe, abril 12 de 1946.


y vistos: El recurso interpuesto por D. León Tissembaúm,
por la firma Lutz Ferrando y Cía., S. A., contra la resolución
de la Secretaría de Trabajo y Previsión, Delegación Regional
de Santa Fe; y
Considerando:
Que según consta a hs. 3 de estas actuaciones, el apelante
interpuso el recurso de que dan cuenta las mismas, fundándolo
en la disposición que eontiene el arto 9 d~ la ley provincial
Q

n 2437, llamada "de imperio ", porque establece el procedi-


Q

miento que rige en la Prov. de Santa Fe para hacer efectivo


el importe de las multas establecidas en las leyes nacionales
del trabajo con imperio en su. territorio o las que. aquélla
dicte en ejercicio de sus poderes reglamentarios o de policía.
Ella atribuye expresamente el conocimiento del recurso co-
rrespondiente al Sr. juez del -crimen en turno de la respectiva
circunscripción judicial, y esta disposición se halla actualmente
en vigor por no haber sido derogada o modificada en manera
alguna por órgano competente, contrariamente a lo sostenido
por el Sr . .agente fiscal que en el dictamen de hs. 19 y sigte.
supone que en virtud de la previsión del arto 24 del decreto
nacional n 15.074/43 puede haberse producido una derogación
Q

tácita o nacida de la incompatibilidad entre dicha ley y este


decreto. Por la naturaleza de la resolución recurrida, y por la
de la norma aplicada, -dicho sea con prescindencia de la cons-
titucionalidad que también ha sido alegada como defensa de
fondo----, desde que lo fué por un. órgano de aplicación que,
conform~' a nuestra ley fundamental, debe ser provincial y
para operar efectos en el t.erritorio de la provincia, es exclusi-
vamente del resorte local (art. 67, inc. 11 yart. 104 de la Consto
Nacional), la competencia para conocer y decidir en los re-
cursos a que diere lugar. no puede ser de ningún modo de la
justicia federal, que es de excepción, no obstante las circulls-
tancias especiales de que hace mérito el Sr. juez de la provin-
cia, al que la oficina respectiva remitió originariamente estas
actuaciones (hs. 15), al declararse incompetente para conocer
en el recurso deducido (hs. 21 y sigte.). En efecto: ninguna
influencia puede tener a este respecto que el P. E. de la Na-
ción, por decreto n 15074/43, haya dispuesto que las oficinas
Q
420 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

que constituían el Dpto. Provincial del 'l'rabajo pasaran a de-


pender del nuevo organismo creado para la aplicación de las
leyes del trabajo en t.odoel territorio de la República, porque,
como acaba de resolverlo la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en el caso invocado por el recurrente, (hs. 3 vta.), de
acuerdo a la norma fundamental contenida en el inc. 11, del
arto 67 de la C. N., el órgano de aplÍcación de las leyes de
fondo, cualquiera sea la materia a que ellas se refieren, es
local, vale decir, de las provincias. De lo contrario, se alteraría
la jurisdicción provincial, dejada expresamente a salvo por la
citada disposición constitucional. Y esta misma razón es la
que det.ermina la absoluta incompetencia de la justicia federal
para resolver toda cuestiÓn relativa a la aplicación de los có-
digos o de las leyes comunes con efecto en el territorio de las
provincias, por funcionarios u organismos que, de acuerdo a
la ley fundamental del país, sean o deban ser provinciales,
con excepción de la jurisdicción extraordinaria que le compe-
te a la Süprema Corte. La pretendida nacionalización de los
organismos provinciales del trabajo no puede hacer variar
estas reglas fundamentales de nuestro derecho público, y las
disposiciones en contrario que puedan contener las leyes o los
decretos nacionales respecto a la aplicación de leyes o decretos
provinciales, dictados de acuerdo a nuestro régimen de gobier-
no, o cuya aplicación corresponda a funcionarios o agencias
provinciales, no pueden prevalecer sobre ellas, porque son de
la esencia de nuestro federalismo (arts. 104, 105 y 31 de la
C. N.). La Suprema Corte, intérprete final de la Constitución,
ha dicho muy expresivamente con referencia a dicha naciona-
lización, que la violación de los principios constitucionales
invoc¡¡,doses pat.ente, a tal punto que ni el Congreso Nacional
hubiera podido hacer lo que dispuso el citado decreto 15.074/43
(La Ley, del 8-2-46,pág. 2, 2~col.).
Que no es exacto, como lo entiende el Sr. juez provincial
a hs. 21 vta., que la Nación sea "parte" en estas actuaciones
ni que haya "causa" en el sentido que lo requiere la Consto
Nacional en su arto 100 y la ley 48 en su arto 29para que surja
la competencia del juzgado federal de sección.
Que tal como ha que~ado planteada la cuestión y en el
estado actual de la misma, dada la conclusión a que se llega
en la presente resolución, no corresponde entrar a considerar
la alegada inconstitucionalidad de los decretos 15.074/43 y
33.302/45 por cuanto ello atañe al fondo del recurso.
Por ello y no obstante lo dictaminado por el Sr. Proc.
DEJUSTICIA
DELA NACIÓN 421

Fiscal a hs. 24, RESUELVO: Declarar que el juzgado a cargo


del proveyente no es competente para entender en el recurso
deducido y, en consecuencia, devolver las actuaciones al Sr.
juez del crimen de la provincia, invitándolo a ocurrir, en caso
de que mant.enga su criterio, a la Corte Suprema de Justicia
de la Nación para 'que ella dirima la cuestión de competencia.
- Salvador M. D(JffW, Montaño.

SENTENCIA
DELA CÁMARA
FEDERAL

Rosario, 13 de junio de 1946.


Vistos y considerando que:
1 La presente cuestión ha sido planteada con motivo de
Q

una multa impuesta a la sociedad Lutz Ferrando y Cía., por


la Secretaría de Trabajo y Previsión de la ciudad de Santa
Fe y resuelta por el inferior declarando que el Juzgado no es
competente para ent.ender en el recurso deducido.
Se funda el fallo recurrido en la' disposición que contiene
el arto 9 de la ley provincial n 3427 llamada "de imperio",
Q Q

actualmente vigente en la Prov. de Santa Fe, por no "haber


sido derogada o modificada en manera alguna por órgano
competente" .
Frente a la decisión de la Corte Suprema Nacional en el
recurso de inconstitucionalidad promovido por la Cía. Dock
Sud de Bs. Aires Ltda. en la que dicho tribunal dejó clara-
ment.e establecido "que el arto 12 de la ley 11.544, incorpora
esta ley al Cód. Civil, lo que bastá para que su aplicación co-
rresponda a los tribunales federales o provinciales, según que
las cosas o las personas caigan bajo sus respectivas jurisdic-
ciones' " no cabe duda alguna que la sociedad Lutz, Ferrando
y Cía. no puede ser sacada de su juez natural "que lo es el
designado por la ley provincial, en este caso la n 2437, la cual
Q

en su arto 9 determina que las apelaciones contra una reso-


Q

lución del Departamento Provincial del Trabajo deben ser


recurridas ante el juez del crimen en turno.
Así t.ambién lo entendió la propia ¡:epartición que impuso
la multa, toda vez que al conceder el recurso de apelación in-
terpuesto a hs. 3 del expediente administrativo, ordenó que se
procediera a la remisión de las actuaciones al juzgado del crí-
menen turno.
\ :; --

422 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

2~ Por otra parte el .sr. agente fiscal de la justicia


ordinaria, al dictaminar sobre la competencia del juzgado ex-
presa lo siguiente: "producido el traspaso o absorción de los
organismos provinciales aludidos, se dieron a éstos instruc-
ciones en casos concretos, en el sentido de que se eonservase la
vigencia de las leyes y decretos provinciales en cuanto no
fuesen incompatibles con otros dictados o con la nueva situa-
eión creada; entre ellos debía considerarse que se mantenían
los relativos a procedimientos como la ley provincial n~ 2437
llamada de imperio. Sin embargo, después sostiene, "que esta-
ría fuera de toda lógica considerarla todavía vigente, puesto
que de las eausas en que la Nación sea parte, debe entender
la justicia federal ", conceptos que recoge el Sr. juez del cri-
men, en su declaración de incompetencia. Cabalmente, aquÍ
reside la cuestión esencial que enfocó el pronunciamiento de
la Corte. Si el decreto n~ 15,074 derogó una ley provincial y
transformó el organismo local en nacional, atribuyendo a una
entidad nacional jurisdicción para conocer en el territorio de
las provincias sobre asunt.os regidos por 'la ley de fondo, la
absorción o conversión que se invoca, comporta una violación
de los principios constitucionales. De manera que, conforme a
ello, no puede afirmarse que la Nació,n es parte en la conten-
ción, ni el earácter nacional de los funcionarios autores de la
sanción impugnada. Esta conclusión se impone como lógica
consecuencia de los principios expuestos, si bien referidos aquí,
estrictamente al tópico preciso de la competencia judicial.
Resulta indudable, en su mérito, la improcedencia del fuero
federal.
3~ Refirma la conclusión a que llega el fallo recurrido,
el antecedente obrante en el juicio citado de la Cía. Dock Sud
en el cual no obstante estar en vigencia el decreto 15.074, la
multa impuesta por la Secretaría de Trabajo y Previsión So-
cial fué apelada y sustanciada ante el juez de crimen en turno
procedimiento establecido en la; ley provineial n~ 4548, orgá-
nica del Dpto. del Trabajo que rige en la Prov. de Bs. Aires.
Los fundamentos explanados en la sentencia sub-examen,
concordantes con la sentencia de la Corte Suprema a que se
ha hecho referencia y que debe ser respetada por la Cámara,
tornan innecesario abundar en mayores razones que sólo se-
rían una repetición de las ya expuestas por el juez y por el
representante de la sociedad recurrente.
, Por ello, teniendo eJ;!.cuenta que el ~r. fiscal de cámara
expresa su conformidad con la decisión del a-quo, si bien man-
DE JUSTICIA DE ¡'A NACIÓN 423

tiene el recurso para que el Tribunal pueda pronunciarse, se


re.suelve: confirmar la sentencia obrante a fs. 35-36. - JUOI1't
Carlos Lubatry. - Julio Matrc. - Santas J. Saccone .

• DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
\
Apelada por la firma "Lutz, Ferrando y Cía., S.
A. " de Santa Fe, una resolución de la Delegación Re-
gional local de la SecrBtaría de Trabajo y Previsión
que lé aplicó' multa por infracción al decreto del P. E.
Nacionaln 33.302/45, tanto la justicia del crimen de
Q

dicha ciudad, como la de sección correspondiente~ con.


ceptúan no ser de su competencia BI conocimiento de la
causa. Con ese motivo, ha quedado trabada una con-
tienda negativa de jurisdicción, la que en virtud de lo
dispuesto por el arto 9 de la ley 4.055 deberá s'er diri-
Q

mida por V. E.
Funda su negativa el Sr. juez del crimen provin-
cial en que, habiendo establecido el decreto del P..E.
Nacional n 15.074/43 que las autoridades provinciales
Q

del trabajo pasarán a depender de la Secretaría de


Trabajo y Previsión con el carácter de delegaciones
regionales de la misma, las resoluciones dB éstas resul-
tan serlo de un organismo federal; y no se concebiría
que un juez provincial pudiera actuar como tribunal de
apelación de actos emanados de organismos o autorida-
des nacional (fs. 21).
La declaración de' incompetencia del Sr. juez de
sección de fs. 35, confirmada por la Cám. Fed. de Rosa-
rio a fs. 40, se funda en que por su propia naturaleza
la revisión de multas referibles a leyes o decretos sobre
trabajo, cae bajo la jurisdicción de la justicia local
.:i. ... i; ¡

424 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

provincial. Este último argumento' .se apoya en tres


razo.nes: a) existencia de una ley provincial -la núm.
2431- que establece tal sistema; b) haberse concedido
apelación para ante el Sr. juez del crimen, por la dele-
gación aludida (fs. 15); y c) conceptuar aplicable la
cámara lo resuelto por esta Corte en 204: 23.
Como la doctrina de dicha cámara resulta así ajus-
tada, en lo pertinente, a la jurisprudencia de V. E.,
siempre que la Corte mantenga su anterior criterio
corrflsponderá dirimir la presente contienda en favor
de lli competencia del Sr. juez del crimen de Santa Fe.
Considero que esta solución concuerda con la dada al
caso 182: 157. - Bs. Aires, julio 24 de 1946. - Juan
'Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPRE:MA

Bs. Aires, 16 de agosto de 1946.

Autos y vistos: Considerando:


Que la circunstancia de que la resolución apelada
emane de un organismo nacional no €xcluye necesaria-
mente la posibilidad de que sea recurrible ante los tri-
bunales locales de justicia -Fallos: 190, 469- desde
que \Tersa sobre materia del derecho común cuya apli-
cación 'incumbe a las provincias (arts. 67, inc. 11, 100.
104 Y 105 de la Consto Nacional; Fallos: 126, 325; 182,
157):
Por ello y fundap}entos concordante s de las sen-
tencias de fs. 35 y 40 y del precedente dictamen del Sr.
Proc. General y no correspondiendo eli esta oportuni-
dad,. sino al dictar la resolución final de la causa, pro-
nunc~arse sobre la validez constitucional de los decr€-
tos impugna40s, declárase que corresponde conocer en
DE JUSTICIA: DE LA NACIÓN 425

el presente juicio al Sr. juez del crimen de la Pro~. de


Santa Fe, a quien deberá remitirse los autos. hacién-
dose saber al Sr. juez fed.eral en la forma de estilo.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR


ANCHORENA - T. D. CASARES.

MARINO CABEZA Y. IMPUESTOS INTERNOS

IMPUESTOS INTERNOS: Nafta y .aceites lubricantes,


El dueño del aceite gravado, que planeó las maniobras
.tendientes a defraudar los impuestos internos, es pasible
de la multa correspondiente, aun cuando aquéllas hayan
consist.idoen la omisión de la declaración de existencias,
que el multado sostuvo no le incumbía de acuerdo con el
arto 24 del decreto 59.830.
IMPUESTOS INTERNOS: Régimen represivo. Dcf7'audación y sim-
ples infracciones.
Basta la existencia de un acto tendiente a defraudar los
impuestos internos para que corresponda aplicar la pena
del ar~. 36, ley 3764 - 27 del T. O. -.
IMPUESTOS INTERNOS: Régimen represivo.
La condonación de multas a quienes paguen el impuesto
omitido y los gastos, no impide l~ resolución del expe-
diente res~ecto a la procedencia de aquellas sanciones.

RESOLUCIÓN DEL ADMINISTRADOR GENERAL DE IMPUESTOS


INTERNOS

Bs. Aires, enero 18 de 1945.


Visto y considerando:
Que a raíz de la denuncia formulada a fs. 143 por Rai-
mundo Casielles, ex integrante de la firma que giraba en la
ciudad de Salta bajo el rubro de "Casielles y Ramírez ", úni-
cos agentes representantes y vendedores de los productos lu-
426 l!'ALLOS, DE LA CORTE SUPREMA

bricantes de propiedad de Marino Cabeza, que. éste les enviaba,


empleados fiscales, al realizar una prolija revisación de la
documentación de la ex firma citada y en la de Marino Ca-
beza, se constató que éste tenía una exist.encia al 15 de abril
de 1940, en dicho depósito de Salta, la cantidad de 43.691 li-
tros de aceite lubricante de viscosidad mayor de 200" que no
fueron denunciados a esta Administración conforme a la ca-
tegórica prescripción del arto 24 del Decreto nI>59.830 del 12
de abril de 1940; ,
Que del estudio de estas actuaciones se desprende, en
for~a que no admite dudas, la actitud dolosa puesta en juego
por 'el encausado Marino Cabeza al sustraer al control fiscal
sus existencias de aceite lubricante en el depósito a cargo de
la firma "Casi elles y RamÍrez", que tenía la obligación de.
denunciar; sea simulando ventas con anterioridad al día se-
ñalado (15 de abril de 1940), (véase la amplia documentación
corriente de fs. 276 a fs. 299); sea realizando maniobras de
ocultamiento de la mercadería cuestionada, trasladándola a una
casa.habitación (ver recibo de fs. 268 y reconocimiento de la
firma y declaración del propietario de la finca Alvarado 763
obrante a fs. 297) o realizando maniobras en complicidad con
sus ex-agentes, todo lo cual confirman las copias fotográficas
de las cartas que corren a fu. 147, 148, 269, 270, 150 y su
contlnuación la de fs. 149, cuyas últimas fueron mal compa-
ginadas en este sumario;
Que""evidencia más aún el propósito de evadir los impues-
tos por parte de Marino Cabeza, sobre sus existencias reales,
la' circunstancia de que conociendo expresament.e y cómo y '¡,..
cuándo debía abonarse ese gravamen (véase las cartas firma-
das por aquél dirigidas a sus agentes Casielles y RamÍrez que

\

no fueron impugnadas por la defensa), recién con fecha 13


de mayo de 1943, -vale decir un año y nueve meses de la
I
denuncia formulada por su ex-colaborador Casielles-, abona
la suma de $ 1.663,20 m/n. equivalentes a ,la supuesta decla-
ración de sus existencias al recordado día 15 de abril de •
1940; las que -según el causante- ascenderían a 16.632 litros, iII
debiendo observarse que, de no haber mediado dicha denun-
cia, no sólo no se habría determinado la existencia de esa eva-
sión" sino que el encausado no habría siquiera abonado el im-
porte al litraje formulado en esa declaración:
Que habiéndose omitido denunciar en el plazo fijado por
el citado arto 24 del decreto nI>59.830 del 12 de abril de 1940,
,,.
los 43.691 litros de aceite lubricante de viscosidad mayor' de

I
/

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 427

200" (fs. 314 y 345), de propiedad del encausado, l)rocede de.


clararlos en situaCión de fraude, correspondiendo aplicar a
aquélla penalidad que determina el arto 27 del texto ordenado;
ello sin perjuicio de exigirle la suma de $ 4.369,10 m/rí. en
c()ncepto del gravamen eludido, a cuyo pago debe imputarse el
depósito efectuado después de iniciarse el presente sumario;
Que el encausado expresa que con fecha 28 de abril de
1940 denunció en la seccional Salta sus exist.encias de aceite
lubricante, declaración que resulta ser inexacta según infor-
mes de fs. 301, 302 Y 305; .
Que las manifestaciones alegadas por el encausado en su
escrito de defensa de fs. 341 y siguientes, son inconsistentes,
toda vez que esta Administración ha tendido a constatar .la
transgresión anot.ada, no siendo parte en las relaciones de
cualquier orden que pudieron existir entre aquél y el denun-
ciante;
Que debe tenerse presente que Antonio Pascual, ex-socio
de la firma Cabeza y Pas!Jual (fs. 272), no se halla implicado
en el presente sumario, ya que aquél constituyó sociedad con
el sumariado para la explotación del negocio en las provincias
de Tuéumán, Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja, con
excJusión expresa de las de Salta y"J ujuy ; "
" Por tanto, se resuelve imponer a Marino Cabeza la obli-
gación de abonar en concepto de impuesto sobre lubricantes,
la suma de $ 4.369,10 m/n., y aplicarle una multa de pesos
43.691 m/n., equivalente al décuplo del impuesto omitido. -
J osé Augusto Limousin.

SENTENCI~ DEL JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, diciembre 29 de 1945.


Vistos y considerando:
Que D. Marino Cabeza recurre ante este Juzgado de la
resolución administrativa que lo condenó al pago de una multa
de $ 43.691, por no haber denun~iado la existencia de una
part.ida de aceite lubricante omitiendo el pago del correspon-
diente gravamen.
Que debe en primer "lugar y antes de entrar al fondo del
asunto, ponerse en evidencia las características del presente
caso que revisten sumo interés para la sentencia a dictarse,
no obstante lo cual ninguna mención se hace de ellas en la
428 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

resolución administrativa. El sumario se InICIa a raíz de la


denuncia presentada por Raimundo Casielles, persona ésta
que tenía negocios en común con el sumariado, según así re.
suIta del documento cuyo original obra a £S. 68 del agregado,
para la venta de aceites y grasas lubricantes en las provincias
de Salta y Jujuy.
Ello surge claramente de ese documento pues ambos con-
vienen, el uno en suministrar los productos en cuestión que el
otro colocaría en esas plazas, quedando éste facultado para per-
cibir. los correspondient.es importes que se obtuvieran sin per-
juicio de rendir cuenta al, otro, dividiendo las ganancias y las
pérdidas por mitades (arts. 1Q, 4Q, 6Q Y 7" de dicho convenio).
Que el denunciante en apoyo de su denuncia, acompaña
diversas facturas y planillas, como así también cartas enviadas
según él por el sumariado, en las que se le imparten instruc-
cióne$, algunas de las cuales no llevan firma.
Que las constancias en que se basa la resolución apelada
para imponer pena, debe tomarse con reservas, pues aparte de
emanar del denunciante, quien tiene participación en la multa
que se imponga, debe tenerse en cuenta que en realidad fué
éste el ejecutor material de los hechos tendientes a eludir el
pago del impuesto, sin que en nada mejore esa situación la
circul)stancia de que obrara así por sugestión del sumariado;
y a más es indudable que -conla realización de esos actos ambos
se beneficiaban por igual ya que la suma eludida evitaba a
ambos de una erogación que lógicamente hubiera debido pesar
sobre' las ganancias a repartirse.
Que el testigo que declara a fs. 273, -ex-socio del denun-
ciante-, reconoce que ellos facturaban en muchas ocasiones
con formularios del sumariado, lo que demuestra, como se
hace notar. por éste a fs. 284 vta., que los aludidos disponían
de papeles con el. membrete de Cabeza lo que resta así mayor
valor a las facturas acompañadas. por el denunciante.
Que todo ello demuestra por lo menos la falta de seriedad
.de la denuncia, la que indiscutiblemente ha tenido por objeto
exclusivo obtener un beneficio a expensas de su antiguo socio,
no bastando por consiguiente para fundamentar una condena
de carácter penal, las probanzas acumuladas en autos, ema-
nadas del que realizó efectivamente todos o parte de los actos
tendientes a perjudicar al Fisco, con pleno conocimiento de
lo que realizaba,' como se pesprende de las manifestaciones por
él vertidas en el sumario, como p. ej. a fs. 89, donde reconoce
que estaba perfectamente al tanto del lugar en que se depositó
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 4.29

¡
I
parte de esa mercadería y del fin perseguido con ello, agre-
gando un recibo de alquiler extendido a nombre de la firma
! de que formaba parte (ver fs. 107 del agregado) ..
'. Que aún dando por aceptadas las afirmaciones del de-
nunciante, cabe llamar la atención sobre el hecho de que se
prestó para realizar esa maniobra, facilitándola, y pretende
ahora beneficiarse con las consecuencias de su propio dolo.
Por último debe tomarse en consideración un argumento
más a favor del sumariado : la mercadería en cuestión en el
momento en que debió denunciarse su existencia, se hallaría
en, poder de la firma Casielles y RamÍrez y en esa situación
y de acuerdo a lo que establece el arto 24 del decreto
nO 59830/944, la declaración jurada respectiva debió ser pre-
sentada, por ella a cuyo cargo estaba también el pago del co-
rrespondient.e impuesto y no del sumariado.
Por ello, resuelvo absolver a Marino Cabeza de la defrau-
dación que se le imputó, quedando revocada así la resolución
apelada. - Horacio Fox. '

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, junio 12 de 1946.


Considerando':
1. El examen de estas actuaciones pone de manifiesto
que la resolución administrativa de fs. 205, se ajusta estricta-
mente a las constancias probatorias acumuladas. El fraude del
impuesto fiscal objeto de la denuncia formulada por Raimundo
Casielles a fs. 1 est.á plenamente acreditado: las simulaciones
de ventas de aceite lubricante, las facturas ficticias y fragua-
das, y las ocultaciones de mercaderías para sustraerlas al im-
puesto establecido en la ley 12.625, se realizaron por disposi-
ción directa del denunciado Marino Cabeza, que era el dueño
del aceite remitido por él a los Sres. Mariano RamÍrez y
Raimundo Casielles para su venta en Salta y Jujuy (is. 68/69).
La correspondencia agregada y demás comprobaciones de
que informa el proceso, no dejan lugar a duda de que Marino
Cabeza como principal interesado adoptó todas las disposicio-
nes necesarias para eludir la imposición fiscal, actuando en
complicidad con el propio denunciante Casielles, que como so-
cio de la firma Casielles y RamÍrez era el agente vendedor o
distribuidor de los productos, y estaba también interesado en
430 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

que la venta del aceite produjera mayor ganancia mediante l~


omisión del pago del impuesto, pues participaba en. los benefi-
cios que se obtuvieren con motivo de las operaciones en que
intervenía.
n. La responsabilidad directa del denunciado, surge de
lo dü¡puesto en los arts. 20 y 21 del T. O. (arts. 30 y31 de la.
ley 3764), ya que el hecho de que la mercadería objeto de la
infracción se hallara en poder de la firma Casielles y RamÍrez,
y quk con arreglo al arto 24 del decreto n 59.830 de 1944,
Q

éstos estuvieran obligados a declarar la existencia y abonar el


impuest~ pertinente, no excluye la del propietario Cabeza que
ordenaba a aquéllos "ir dirigía las maniobras dolosas para burlar
los gravámenes fiscales.
IIl. El arto 32 del T. O. (45 de la ley 3764) declara que'
el autor de la denuncia de una infracción tendrá derecho al
50 % de la multa que ingrese al Fisco.
En el caso de autos, al denunciante Casielles no pUéde
ampararlo tal beneficio, desde el momento que está elemos-
tradl1-su complicielad en el fraude.
Para que el aludido pudiera reclamar del Fisco la referida
participación en la multa a que se ha hecho acreedor Marino
Cabeza en virtud de su denuncia, tendría que invocar una
causa ilícita, por ser contraria a la ley y al orden público y
por ende de ningún efecto (art. 502 elel Código civil).
Cuando la ley conc.edeel benHicio del 50 % del monto
de 181 multa ingresada al Fisco, contempla la situación del de-
nunciante de buena fe, en absoluto ajeno a cualquier compli-
cidad con el denunciado.
Se premia la diligencia y el celo demostrado que beneficie
el interés fisc.al. Pero no puede premiarse la mala fe, que en
el espíritu de nuestra legislación jamás ha sido reconocida-
como fuente de derechos. Y menos podría pretenderse que la
justicia se disponga a amparar procedimientos como los que
se han puest.o en descubierto en esta causa, a todas luces mal
mirados por la ley y por la moral.
A pesar de que en la resolución administrativa de fs. 205
nada se dice sobre el destino que ha de darse a la multa que
corresponde,rÍa imponer, el tribunal está obligado a pronun-
ciars~ sobre este aspecto de la condenación, en presencia de
lo que determina el arto 32 del T. O. y en atención a lo~ par-
ticulares antecedentes que surgen de este proceso, que obligan
.a apartarse ele la regla general señalada en el precept.o citado.
Resulta aplicable a la situación de autos lo decidido por
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 431'

el tribunal con fecha 14 de marzo de 1934 en la causa seguida


contra Arturo Acosta y otros, por contrabando, en la que
se declaró que "sería contrario a elementales principios de
moral y de justicia, admitir que el denunciantepudiúa bene-
ficiarse con su propio delito y por ello la part.e que le hubiera
correspondido en el comiso, debe ser adjudicada al Fisco, a
quien intentó perjudicar" (C, S., 171: 47).
Por estos fundamentos, y los contenidos en la resolución
d(l Impuestos Internos de fs. 205, se revoca la sentencia apeo
lada de fs. 289, que absuelve al denunciado Marino Cabeza,
quedando firme la resolución administrativa de Is, 205, en
cuanto impone al.nombrado una multa equivalente al décuplo
del impuesto omitido (arL 27 del T. O. y 36 de la ley 3764),
con las costas de ambas ipstancias; y' con la expresa declara-
ción de que el denunciante, Raimundo Casielles, está inhibido
de percibir parte alguna de la muita a aplicarse que deberá
ingresar en su integridad a las arcas fiscales. - Alfonso E.
Pocc(JIJ'd.- Carlos del Campillo. - J. A. Goneález Calderón.
- Carlos Herrera.

DICTAMEN j)EL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:

Considero que el caso sub judice es equiparable


al resuelto por V. E. en 198: 183, y allí la Corte abrió
el recurso. Aplicando tal jurisprude¡lCia, procedería
abrirlo también ahora; aparte de invocarse asimismo
por el recurrente haber sido condonada la multa mate-
ria de su reclamo. -;-Bs. Aires, agosto 10 de 1946. _
Juan Alvarez.

FALLO DE LA ,CORTE SUPREMA.

Bs. Aires, agosto 19 de 1946.


y vista la precedente queja caratulada "Recurso
de hecho deducido en los autos Cabeza Marino, suma-
•.••. =- ..•• :"

432 FALLOS DE LA CORTE SUPR.EMA

rio Impuestos Internos" para decidir sobre su proce-


dencia.
y considerando:
Que fundado en los arts. 30 y 31 de la ley 5764-20
Y 21 del t. 0.- el recurrente sostuvo en su presenta-
ción de fs. 216 al Sr. juez federal que no le incumbía
.responsabilidad en los hechos materia del sumario,
agregando -en el informe de fs. 284- que no le es
aplicable el arto 24 del decreto 59.830. Ambos puntos
ha:q sido considerados por la sentencia de fs. 295, cuyas
referencias a los hechos de la causa no impiden la apli-
cación de las referidas disposiciones de derecho fede-
ral, sobre la base de las cuales el recurso extraordina-
rio interpuesto a fs. 298 ha debido concederse. (Doct.
Fallos: 198, 183 y dictamen precedente del Sr. Proc.
General).
En su mérito se declara mal denegado el recurso
-extraordinario interpuesto a fs~ 298.
y considerando en cuanto al fondo del asunto, por
no ser necesaria más substanciación:
Que sobre la base de las circunstancias de hecho
admitidas por el fallo en recurso --cuya revisión por
vía del arto 14 de la ley 48 es improcedente según reite-
rada jurisprudencia- corresponde confirmar la sen-
tencia apelada de fs. 295. Las disposiciones legales in-
vocadas en manera alguna excusan la responsabilidad
de Mar~no, si se admite, como lo hace el fallo apelado
d~ manera irrevisible, que las maniobras tendientes a
defraudar el Fisco fueron dispuestas por él, que ade-
más era dueño del aceite gravado. Se estaría siempre,
en .efecto, en presencia de un acto tendiente a .defrau-
dár el impuesto; lo que basta para la aplicación de la
pena del arto 36 de la ley 3764-27 del t. 0.- (Conf. docto
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 433

de la causa" Gorrer B. v. Impuestos Internos ", falla-


do en 5 de octubre de 1945) e).
Que no impide el pronunciamiento de esta Corte
lo dispuesto en el decr-eto 8349/46, en cuanto la senten-
(1) La sentencia citada dice:

Buenos Aires, 5 de octubre de 1945.


y vista la precedente queja caratulada "Recurso de hecho deducido
en los autos Gorrer, Benjamín -Imp. Internos 108-1-41" para decidir
sobI'e su pI'ocedencia.
y considerando:
Que el recurso extraordinario interpuesto a. fs. 100 ha debido conce-
derse toda vez que se ha cuestionado en la causa la inteligencia de dis-
posiciones de la ley 3764 y la resolución ha sido contraria a los derechos
amparados en las mismas por la Adm. Gral. de Impuestos Internos.
En su mérito y de acuerdo eon lo dictaminado por el señor Pro-
eurador General se deelara mal denegado a fs. 102 vta. el recurso extra-
ordinario interpuesto a fs. 100.
y considerando' en cuanto al fondo del asunto por no ser. necesaria
más substanciación:
Que la cuestión referente a la carencia de jurisdicción del señor Juez
Federal para modificar la resolución administrativa por haberse omitido
expresar- agravios ante el mismo, importa en substancia sostener -como
efectivamente se lo hace a fs. 100- que falta en la especie la demanda
contenciosa que requiere el arto 27 de la ley 3764.
Que esta Corte tiene decidido -Fallos: 199, 2 Y los allí citados- que
el escrito concebido en los términos de una apelación y presentado direc-
tamente al Juzgado Federal, eumple los extremos exigidos par el texto
citado, La sentencia apelada se ajusta así en lo que al punto se refiere
a la doctrina de los precedentes citados.
Que interpretando el arto 36 de la ley 3764, esta Corte ha resuelto
recientemente -causa" Zeiger Hnos.", fallada en 21 de septiembre del co-
• rriente año- "que las circunstancias de que la Administración aplique una
multa del décuplo del impuesto sin formular cargo pOI' este último, no
es así razón suficiente para la absolución del presunto iJ¡fraetor". Porque
"basta la existencia de un acto u omisión tendiente a defraudar el im-
pue.sto para que corresponda la aplicación de la limIta" para lo que "no
es indispensable que haya tenido lugar el expendio del artículo gravado".
En cuanto decide lo contrario debe pues revocarse la sentencia apelada.
En su mérito se decide:' 1) Confirmar la sentencia apelada en lo que
I'esuelve respecto de la jurisdicción de la justicia federal para modifi-
car la resolución administrativa; 2) revocarla en la parte que declara
que no corresponde a.plica.!' las penalidailes del arto 36 de la ley 3764
por actos u omisiones anteriores al expendio. de los artículos gI'avados;
3) .devolveI'la causa al.tribunal de su procedencia a los efectos del arto 16,
. 1~ parte de la ley 48, para que se resuelva si ha existido o no mira de
defraudar en la circunstancia que contempla el considerando 39 del fallo
apelado. Há.gase sa,ber y repóngase el papel en el tribunal de proceden-
cia. - Roberto Repetto. - Antonio Saga'rll(1,. _ B. A. Nazar A'/Whore-
na. - F. RMltOS Mejía. - T. D. Casares.
.oo.:-;.:-;
: ..
)

434 FALLOS DE LA CORTE SuPREMA

cia no es óbice para el ejercicio de los derechos que so-


bre la base de aquél pudieran asistir al recurrente.
En su mérito se confirma la sentencia apelada de
fs. 295 en lo que ha podido ser objeto de recurso extra-
ordinario.
ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR
ANCHOREN A - F. RAMOS ME- !
.rÍA - T. D. CASARES.

EUGENIO F. N. MaRGAN v. MARIA E. BLANCHET

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos p?'opios. Relación di-


recta. Normas extmñas al j~dcio. Arts. 16 a 19 de la Constitnción.
La resolución que, p'or la tardanza en ser diligenciada por
la parte a la que se encomendó esa tarea, deja sin efecto
una prueba decretada para mejor proveer, no priva a aqué-
lla de la garantía de la defensa en juicio ni es susceptible
de recurso ext.raordinario, aunque esa prueba se hubiera
decretado para subsanar la omisión del juez de IIJ instan-
cia al decidir de plano una excepción de litis-pendencia (1).

"
JUAN S. BECKER y OTROS

EXPULSION DE EXTRANJEROS.
El extranjero radicado en el país tiene los mismos derechos
y garantías que los argentinos; lo cual 'no obsta a que se
autorice su expulsión en los casos en que sus actividades
sean peligrosas, comprometan la seguridad nacional o per-
turben el orden público, siempre que así lo resuelvan los
tribunales de justicia previo proceso que permita al inte-.
resado ejercer el derecho de defensa (vot.o de los Dres.
Sagarna y Ramos Mejía).

(~) 19 de agosto de 1946. Fallos: .194, 220; !195,159; 196, 19; 204,
482.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 435

CONSTITUCION NACIONAL: De'rechos y gOlt'antías. Defensa en


juicio. P'rincipios gene'rales.
ELart. 18 de la Constitución Nacional refiérese a las penas
en sentido genérico, con arreglo al cual debe entenderse
que reviste ese carácter la expulsión de un extranjero ra-
dicado en el país (voto de los Dres. Sagarna y Ramos
Mejía).

CONSTITUCION NACIONAL: Constitucionalidad e inconstituciona,..


lidad. Leyes ,¡,acionales. A?f¡ministmtivas.
La ley 4144, en cuanto autoriza al P. E. a expulsar a los
extranjeros radicados en el país, es violatoria de los arts.
14, 18, 20 Y 95 de la Consto Nacional (voto de los Dres.
Sagarna y Ramos Mejía).

EXPULSION DE EXTRANJEROS.
Aun cuando en ejercicio de la facultad que le atribuye
la ley ,4144 el P. E. puede reputar peligrosas para la se-
guridad o el orden públicos actividades no considerada"!
delictuosas por el Cód. Penal, no puede constitucional-
mente expulsar del país al extranjero sometido a proceso
ante los tribunales de justicia por acusársele de haber co-
metido un delito ni, con el objeto de asegurar su expul-
sión, mantenerlo detenido durant.e la tramitación de la
causa, medida que sólo puede adoptar bajo el estado de
sitio y siempre que no medie opción para salir del país
(voto de los Dres. Nazar Anchorena y Casares).

EXPULSION DE EXTRANJEROS.
4

Siendo la actuación del P. E. en ejercicio de la facult.ad


que le acuerda la ley 4144 distinta e independiente del
proceso criminal al que están sometidos los extranjeros que
trata de expulsar, la audiencia que se les haya dado en
dicha causa no excusa al P. E. de oírlos al aplicar la ley
citada. Y habiéndose omitido cumplir este requisito pro-
cede hacer lugar al habeas cor'JYUS sin necesidad de exa-
minar para ello la validez constitucional de la ley 4144,
.respect.ode la cual.habría que remitirse a la jurispruden-
cia establecida anteriormente por la Corte Suprema (voto
de los Dres. Nazar Anchorena y Casares) ..
436 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, junio 8 de 1946.


Considerando:
Que se entabla recurso de habeas corpus en favor de Juan
Sigftido Becker, Gustavo E. Utzinger, Juan Lieberth, Alfonso
Chal~train, Ullrich Daue, Waldemar Karl Boettger, Hans
Blume, Guillermo Seidlitz, Wemer Lorenz y J ohannes Sze-
raws~ en razón de que se encuentran detenidos para aplicarles
la ley de residencia 4144, con violación de la garantía de la
libertad de defensa que otorga el arto 18 de la ConstoNacio"na1.
Que requerido informe al Min. del Interior, éste mani-
fiesta en el oficio de fs. 8, que los nombrados se encuentran
detenidos por estar incluídos en el decreto 4842/46 del 14 de
febrero último, que dispone su expulsión del país, de acuerdo
a las prescripciones estaNecidas por el arto 2 de la ley 4144.
Q

Que del precedente informe no resulta que, al dictarse la


medída de expulsión, hayan sido oídos, ni tenido oportunidad
de defenderse las personas en cuyo favor se interpone el pre-
sente recurso, por lo que esta viola.ción de la garantía ~onsti-
tuciúnal invocada es evidente y en eonsecuencia, procede el
interdicto. •
;Por ello y siendo innecesario pronunciarse sobre las demás
cuestiones planteadas, atenta la conclusión a que se llega pre-
cedentemente y oído el procurador fiscal, se hace lugar al pre-
sente recurso de habeas corpus y se declara que el P. E. debe
poner en libertad a los detenidos, para cuyo efecto se librará
oficio al Ministerio del Interior, eon costas.. - Horacio Fax.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, julio 12 de 1946.


,Considerando:
:Que el juez a quo ha hecho lugar al habeas COt'P1¿S porque
del informe expedido por el Min. del Interior no resulta que
los ~nteresados hayan sido oídos y tenido oport.unidad de de-
fenderse antes de que se dispusiera. su expulsión del país como
extranjeros comprendidos en las previsiones del arto 2 de la
Q

ley 4144. IJa Corte Suprema ha establecido, en efecto, que aun


para la aplicación de esa medida policial deben darse al afec-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 437

tado aquellas garantías, aunque sea en forma sumaria (Fallos:


t. 164, p. 344). Este tribunal hizo aplicación de esa doctrina
en el caso Doregger (Fallos: t. 203, p. 256) confirmado por la
Corte el 19 de noviembre de 1945, la cual posteriormente la
refirmó en el caso Wat.jen (mayo 8 ppdo.).
Que en el presente el requisito de oír al interesado y darle
oportunidad de defenderse ha sido. ampliamente cumplido,
contrariamente a lo expresado por el juez a qua, pues consta
en el sumario que tramita por ante el mismo juez que fué la
policía federal, organismo dependiente del P. E., quien realizó
todas las investigaciones que originaron el proceso judicial,
inst.ruyendo un volumi'nososumario de prevención donde todos
los recurrentes fueron oídos y. tuvieron oportunidad de' desvir-
tuar los cargos que se les formulaban, cargos que han motivado
se decretara contra muchos de ellos auto de prisión preventiva
como presuntos autores del delito contra la paz de la Nación,
previsto y reprimido por el art: 219 del Cód. Penal. .De tal
manera, la orden de expulsión de est.os extranjeros dictada
por el P. E. por considerarlos comprendidos en el arto 29 de
,la ley 4144, no resulta en modo alguno arbitraria,' que es lo
que ha querido evitar la jurisprudencia de la Corte Suprema
a que se ha hecho referencia; y su caso es fundamentalmente
distinto al ya citado de Doregger, pues a éste no se le oyó
ni se le dió oportunidad alguna de defenderse antes de ejecu-
tarse la expulsión.
Que desaparecida en tal forma la razón dada por el juez
a quo para acceder a la petición de h<!,beas corpus, corresponde
examinar los demás fundamentos, del escrito de fs. 1, para
determinar si' alguno de ellos puede autorizarla. Desde luego,
procede desestimar la pretendida inconstitucionalidad de la
ley 4144 pues la validez de la misma, aplicada con las debidas
garantías, ha sido declarada ya por la Corte Suprema en la
sentencia dictada con motivo del habeas corpus interpuesto en
favor de los deport.ados en el transporte Chaco de la Armada
nacional (Fallos: t. 164, p. 344).
Que tampoco puede pretenderse que el 'P. E. para adoptar
la determinación de ejercer las facultades que le han sido
conferidas, deba esperar el resultado' del' proceso judicial y
atenerse a 10 que en el mismo se resuelva. Los jueces juzgarán
el delito que pueda haberse cometido y aplicarán o no una
pena; el P. E., al disponer la expulsión, no aplica pena alguna
ni juzga delito alguno: toma' una medida de seguridad basado
en el poder de policía. Las atribuciones de uno y otro poder
:':4~-.~#o...-:I.

438 FALLOS DE J.JA CORTE SUPREMA

son privativas y no existe ni puede existir una interdependen-


cia en el ejercicio de las mismas, que sería contrario al régimen
de separación de los poderes establecido en la Consto Nacional
considerado por la Corte Suprema, desde su creación, como
uno de sus principios fundamentales (Fallos: t. 1, p. 32). Por
otra parte, es de advertir la situación de verdadero privilegio
en que estarían colocados estos elementos foráneos que son
considerados por el P. E. como comprometiendo la seguridad
nacional o perturbando el orden público (art. 2 ley 4144) y Q
,

por el Poder Judicial como presuntos autores, o por lo menos


implicados, en un delito que compromete la paz y la dignidad
de la Nación, si se admitiera la tesis de que no puede ser dis-
puesta su expulsión y detenidos preventivamente mientras se
tramita el proceso. En éste algunos han obtenido excarcela-
ción y respecto de otros se ha dejado sin efecto su detención,
sin perjuicio de la prosecución de la causa, de modo que se
encontrarían en libertad en caso de hacerse lugar al habeas
corpus. Quiere decir que podrían habitar en el país y conti-
nuar así en sus actividades contrarias a .la seguridad nacional
o al orden público.
Que en cuanto a la pretensión de que el límite máximo
de la detención que autoriza la ley 4144 para hacer efectiva la
expulsión es de 3 días también tal teoría ha sido desestimada
por la Corte Suprema, la cual en el caso de Bernardo Groisman
(Fallos: t, 173, p. 135) declaró que no existe necesaria corre.
1acion entre el plazo de 3 días y el momento del embarque,
desde que este último dependerá de las comunicaciones, fecha
de salida .de los barcos con destino al país del expulsado o del
estado de la documentación individual requerida en estos ca-
sos, circunstancias que comúnmente exceden de aquel término;
doctrina que ratificó expresamente en el caso Cantor (Fallos:
t. 180, p. 196). En este último y en el de Nauchiche (Fallos:
t. 202, p. 28'f) la Corte expresó también que tal doctrina no
justificaba la prolongación sin término de la detención al
P,ul?-tode convertirla en una pena sin ley que la autorizara;
pero las circunstancias que caracterizan al presente caso per-
miten afirmar que aquí no se trata de la prolongación de la
detención por voluntad del P. E. sino que ella obedece a he-
chos provocados por los mismos detenidos, cuales serían la
participación que le corresponde a cada uno de ellos, prima
facie, en los delit.os que se investigan en el proceso judicial.
Mediante ese hecho propio, imposibilitan el cumplimiento de
la orden de expulsión, pues el P. E. no puede sustraerlos a la
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 439

jurisdicción de los jucees, y pretenden se deje sin efecto la


medida de seguridad de mantenerlos detenidos hasta que se
cumpla el embarque. No puede sostenerse, entonces, que el
P. E. aplique pena alguna; si la detención se prolonga se
debe, no a la voluntad del Ejecutivo, sino a la situación creada
por los propios int.eresados.
, Por último cabe dejar establecido que no es ante el Po-
der Judicial que ha de hacerse la apreciación o crítica de la
forma en que el P. E. conduce las relaciones internacionales
o de los motivos o fundamentos de sus actos de tal naturaleza.
Lo cierto aquí es que dicho poder, en ejercicio: de facultades
legales, ha dispuesto expulsar del país observando las debidas
garantías a varios extranjeros que considera peligrosos y que
esa apreciación no aparece en manera alguna como arbit.raria
o antojadiza ante las constancias del proceso judicial a que ya
se ha hecho referencia.
En su mérito se revoca la sentencia apelada y en conse-
cuencia se desestima, con costas, el recurso de habeas corpus
interpuesto en favor de las personas que se mencionan en el
escrito de £S. 1. - Carlas del {Ja;rnpíllo. - Ric<JIf'aoV~'llar p.a¡..
lacio. - Carlos Herrera;.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

. Bs. Aires, 21 de agosto de 1946.


y vistos: El recurso extraordinario deducido por
Oetav.ioA. Rivarola contra la sentencia de la Cám. Fed.
de Apel. de. la Capital que desestima el recurso de ha-
beas corpus deducido a favor de Juan Sig'frido Becker,
Gustavo Eduardo\ UtZingel~, Jua~ Lieberth, Alfonso
Chantrain, Ullrich Daue, Waldemar Karl Boettger o
Walter Carlos Burhardt, Hans Blume, Guillermo Seid-
litz, Werner Loren.z y J ohannes Szeraws.
Considerando:
Que el recurrente interpuso recurso de amparo de
la libertad a favor de las personas nombradas, deteni-
das a la orden del P. E. "por hallarse incluídas en las
I
440 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

prescripciones establecidas por el arto 29 de la ley 4144


de e'Xpulsión del país, medida adoptada por decreto
n 4842/46 del 14 de febrero último", según lo informa
Q

el Sr. Min. del Interior a fs. 8. Lo fundaba planteando


las siguientes cuestiones: a) inconstitucionalidad del
arto 2 de la ley 4144 por ser contrario. a los arts. 14,
Q

18 y' 95 de la Consto Nacional, al primero porque éste


asegura a todos los habitantes el. derecho de permane-
cer en el país, al segundo porque ningún habitante de
la Nación puede ser penado sin juicio previo y es invio-
lable la defensa en juicio de la persona y de los dere-
chos, al tercero porque concede al Presidente de la
Nación el ejercicio de una función netamente judicial;
b) inconsti tuciop.alidad del procedimiento adoptado pa-
ra résolver la deportación, por cuanto constituye una
violación del arto 18, de la Consto Nacianal resolver la.
expulsión por medio de actuaciones secretas al punto
que la primera intervención que se concede al afectado
es la notificación de que la expulsión ya se ha ordena-
do; c) irrevisibilidad del fallo judicial con respecto. a
los motivos que se invocan para resolver la deportación
que son los mismos por los cuales se hallan procesados
ante el Sr. Juez Federal, que ha dictado auto de prisión
preventiva, lo que importa transgredir el arto 95 de la
Consto Nacional, pues el principio de la división de los
poderes, inherente a todo régimen republicano de go-
bierno, no admite que el P. E. declare comprobado un
hecho delictuoso antes de que el Poder Judicial se haya
pronunciado, cuestión que no puede ventilarse dentro
de un procedimiento administrativo,. porque los delitos
se juzgan a través de procesos criminales; d) en que
sus defendidos no están en situación legal de abando-
narel país, ni siquiera de ausentarse de la Capital, por-
que s.e encuentran sometidos a un proceso criminal y
} : - ;.-

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 441

no está en manos de nadie dejarlo sin efecto y el P. E.


no puede mantener la detención hasta que el proceso
haya terminado pues la ley 4144 establece un plazo de
tres días y por consiguiente la detención que sufren es
siempre ilegal; e) no se trata de una deportación, sino
de una verdadera extradición, pues no existe interés
nacional en la expulsión, sino que ésta ha sido ordenada
por pedido de una potencia extranjera invocándose
compromisos internacionales y si es una extradición se
viola la ley 1612 y los tratados existentes al respecto;
f) en la supremacía de la Consto Nacional sobre toda
clase de compromisos internacionales, pues las Actas de
Chapultepec no han sido aprobadas aun por el Congre-
so de modo que carecen de fuerza legal, y aunque así
no fuera la Constitución está por encima de los tratados
internacionales de suerte que cualquier cláusula de
éstos que quisieran modificarla carecería de valor y
los artículos de la Consto Nacional invocados subsisten
frente a cualquier compromiso internacional, éstos de-
ben cumplirse dentro del juego normal de las institu-
ciones de cada país, el juzgamiento de las personas
afectadas no puede quedar en manos del P. E. y, por
otra parte, sus defendidos no están en ninguno de los
casos del acta citada.
Que el Sr. Juez Federal hizo lugar al recurso por
no resultar que los expulsados hubieran sido oídos, ni
tenido oportunidad de defenderse, y como la Cámara
a quo, rechazando las defensas opuestas, revoca la sen-
tencia de primera instancia y desestima el recurso de
amparo, el recurrente interpone el extraordinario fun-
dado en todas las cuestiones planteadas an.tes indica-
das, que le ha sido concedido y procede -arto 14, inc. 3
Q
••

ley 48; Fallos: 203, 256 y los allí citados-o .


Que la inconstitucionalidad de la ley.414;4,tal como
,¡, <; : .• , ~., : ••• '----+- '~I:¡..~ ._.

442 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

viene planteada, sólo ha sido tratada por la Corte en


el caso de habeas corpus en favor d-elos deportados en
el transporte "Chaco" de la Armada Nacional, fallado •
el 6 de mayo de 1932 -Fallos: 164, 344--. En los casos
posteriores la cuestión no había sido planteada' y así
se hizo constar en los fallos, con alguna disidencia, re-
solviéndose los juicios por aplicación de otros princi-
pios -Fallos: 180, 196; 203, 256; 204, 571-. Es de ha-:
cer notar que en el primer caso la sentencia de la Cám.
Fed. de Apel. de la Capital había declarado la consti-
tucionalidad de la ley con la disidencia de uno de sus
miembros y que la Corte la confirmó por tres votos
contra dos, formando la mayoría dos ministros y uno
de los vocales de dicha Cám. Fed. que integró -la Corte.
No hay, pues, sino un pronunciamiento aislado que hace
necesario un nuevo estudio de la cuestión.
Que el extranjero, una vez radicado en el país, tie-
ne los mismos derechos civiles y goza de las mismas
garantías que los nacionales. Lo dice expresamente el
arto 20 de la Consto Nacional, cuyos términos es innece-
sario' transcribir, y lo confirman las declaraciones de
derechos y garantías que en todos los casos se refiere
a los habitantes. Esto no quiere decir, naturalmente,
,que el extranjero cuyas actividades sean peligrosas,
comprometan la seguridad nacional o perturben el or-
den público, no pueda ser expulsad.o. Tal tesis sería
absurda y suicida; dejaría a la Nación indefensa tan
luego en estos tiempos en que ideas exóticas, ajenas a
los ideales nacionales, tratan de imponerse para esta-
blecer sistemas que po tienden, precisamente, a "ase-
gurar los beneficios de la libertad para nosotros, para
nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo
que quieran habitar en el suelo argentino", propósito
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 443

tan claramente enunciado en el Preámbulo de la Cons-


,. titución, ratificado en su articulado.
Que, por lo tanto, el extranjero habitante, si bien
puede ser expulsado cuando su conducta lo hace peli-
groso, está sin embargo amparado por las garantías
constitucionales que, cubriendo a todos contra cualquier
arbitrariedad, establecen que nadie puede ser penado
sin juicio previo, ni sacado de los pueces desig'nados por
la ley antes del hecho de la causa, que es inviolable la
defensa en juicio de la persona y de los derechos -arto
18 de la Consto Nacional-. Son garantías de carácter
esencialmente judicial, que en el sistema de la división
de poderes adoptado por la Constitución para proteger
a los gobernados contra todo abuso, caen bajo la juris-
dicción del Poder Judicial ejercido, según el arto 94 de
la Constitución, por una Corte Suprema de Justicia y
los demás tribunales inferiores que el Congreso esta-
\
)
blezca. Es éste el poder que, en cada caso particular
decide y determina los derechos, castiga, ampara al ha-
bitante contra los abusos de la fuerza y de la arbitrarie-
dad. Lo confirma el arto 95 al establecer que en ningún
caso el Presidente de la ,Nación puede ejercer funciones
judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendien-
tes o restablecer las fenecidas. Se ha dicho que la expul-
sión no es una pena, pero la tesis es difícil de sostener.
No será una pena específica de las establecidas en esta
época en el Cód. Penal, pero en sentido genérico es una
pena, puesto que al expulsar a un extranjero que haya
formado su familia en el país, conquistado en él su bien-
estar, adquirido sus bienes, se le causa un mal en razón
de su conducta y la pena no es otra cosa. Este es el con-
cepto del término pena en el arto 18. No puede ser otro,
porque en caso contrario bastaría que una ley borrara
del Cód. Penal una de las penas establecidas, para que
444 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

el P. E. pudiera por sí y ante sí aplicarla, lo que es ab-


surdo, conduce a la pérdida de la libertad y a la tiranía.
Aun: cuando así no fuera, que lo es, la expulsión, de to- ..
dos modos, importa la pérdida de un derecho expreso
establecido en la Constitución y su pérdida no puede ser
impuesta sino por sentencia judicial, después de un pro-
ceso reglado donde el extranjero, lo mismo que el nacio-
nal, pueda defenderse de los cargos que se le formulan,
probar su falsedad, su buena conducta, todo ante jueces
independientes y serenos, ajenos a las pasiones del mo-
mento, sin otra guía queja Constitución y la ley, sin otro
fin q:uela verdad y la justicia. La violación de estos prin-
cipios constitucionales por la ley 4144 al atribuir al P.
E. la facultad de expulsar a todo extranjero cuya con-
ducta, a su juicio, comprometa la seguridad nacional o
perturbe el orden público, es patente, y así d~be decla-
rarlo esta Corte, último intérprete de la Consto Nacio-
nal, cuya supremacía está llamada a mantener. Esta
conclusión exime de tratar las otras cuestio~es plan-
teadas.
Por estos fundamentos y los concordantes de los
votos en minoría en el caso anterior -Fallos: 164, 344
- se declara que la ley 4144 es VÍolatoria de los arts.
14, 18, 20 y 95 de la Consto Nacional y, en consecuencia
se revoca la sentencia apelada en cuanto ha podido ser
materia del recurso extraordinario, debiendo ser pues-
tos en libertad los recurrentes.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR


ANCHOREN A (e1~disidencia de
fundamentos) - F. RAMOS
MEJÍA - T. D. CASARES (en
disideritCÍa de fundamentos).
DE JUSTICIA DE LA NAC~ÓN 445

DISIDENCIA DE FUNDAMENTOS DE LOS SRES. MINISTROS DRES.


D. BENITO A. NAZAR,ANCHORENA y D. TOMÁsD. CAsARES.

Considerando:

Que si bien el P. E. puede considerar que compro-


meten .la seguridad o el orden público determinadas
actividades que no constituyen delitos definidos como
tales por la ley, el extranjero sometido a proceso ante
los jueces, acusado de la comisión de un delito, no pue-
de ser. objeto de expulsión por parte del.P. E. en ejer-
cicio de la facultad que acuerda la ley 4144'mientras el
proceso no llegue a su término, y si hay en él condena,
no se la haya cumplido, puesto que, aunque la expul-
sión obedezca a actividades distintas de las que deter-
minan el procedimiento judicial, lo cierto es que aqué-
lla imP9sibilitarÍa la acción de la justicia, lo cual sería
en definitiva, un modo de decidir, mediante ese acto
ejecutivo, la causa pendiente, con violación de lo dis-
, puesto por el arto 95 de la Consto Nacional.
Que tampoco puede el P. E. mantener detenido al
extranjero durante el proceso para asegurar la expul-
sión en su momento, porque si bien la facultad de expul-
sar' comporta, como es natural, la de detener, la com-
porta sólo durante el tiempo ciertamente necesario para
hacer efectiva a la primera, y esto mismo en cuanto
ese tiempo no sea tal que la privación de la libertad
adquiera de hecho el carácter de una pena, pues la ]ey
( 4144 no autoriza al P. E., -ni hubiera podido consti-
tucionalmente autorizarlo-, a castigar al extranjero
según su solo arbitrio y sin forma de juicio, sino se-
gregarIo del país. Con la detención aludida el P. E.
haría lo que sólo bajo el estado de sitio puede hacer, y ,
aun entonces, siempre que el detenido no opte por salir
~, •.•-,,-.;:~:¡h ;

446 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

del país (art. 23 de la Constitución). Si se considera


la ordinaria duración de un proceso, el extranjero a
quien el P. E. por acto propio privara de la libertad ..'
1

durante él, sufriría de hecho una pena por obra de auto-


ridad sin competencia para imponerla y sin ley que la
autorice.
Que de la precedente conclusión no se sigue, en
orden a la aplicación de la ley 4144, una situación de
privilegio para el extranjero procesado, con riesgo,
además, para la seguridad y el orden público. No es
condición de privilegio quedar substraído transitoria-
mente a la expulsión para estar sometido a la j"asticia.
Respecto a la efectividad de una expulsión ulterior por
parte del P. E. este extranjero hállase en las mismas
condiciones que respecto a la efectividad de la conde-
nación de que pueda ser objeto en el proceso donde se
dispuso su libertad bajo fianza. Y en cuanto a sus acti-
vidades mientras tanto queda para el P. E. bajo la
misma posibilidad de especial vigilancia que para el
juez del proceso (arts. 387, 391, 392, 393 y 395 del Cód.
de Proc. en lo Criminal). Los extranjeros en cuestión
quedan, durante el tiempo de la excarcelación, en las
mismas condiciones de todos los nacionales y naturali-
zados cuyas actividades pudieran ser consideradas pe-
ligrosas por el P. E., -pues no es exclusivamente pro-
pia de los extranjeros esa posibilidad- pero que por
no configurar delito no autorizan la sumisión a la jus-
ticia ni la detención de quienes las desarrollan, como
no sea bajo el estado de sitio. Yerdad es que la ley 4144
hace sobre el particular una excepción. con. los extran-
jeros por su condición °de tales, pero no se ha de pre-
tender que la haga, poniéndose en contradicción con su
propia finalidad de resguardar el orden público me-
diante el quebrantamiento de éste que comportaría una
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
447

expulsión que haría imposible el procesamiento, o una


detención durante todo el tiempo de este último, -no
(
obstante la excarcelación, dispuesta en él-, que, vi-
i gentes las garantías constitucionales, tendría los carac-
\
i,. teres -del castigo doblemente extralegal a que se hizo
1 referencia.
Que, por otra parte, sie;ndo, como es, la actuación
del P. E.en uso de la atribución que le acuerda la ley
4144 distinta e independiente d-el proceso criminal al
que están sometidos los extranjeros de que -se trata,
con la audiencia que se les haya dado en los procedi-
mientos de este último no se cumple la obligación de
oírles que tiene el P. E. cuando aplica la ley citada. Y
no hay en estos autos constancia de que con motivo 'del
procedimiento de expulsión el P. E.' oyere a los recu-
rrentes.
Que la precedente conclusión, en virtud de la cual'
\
corresponde acordar el amparo requerido hace innece-
)o
sario, en el caso, considerar la defensa que, con el obje-
to de obtenerlo, se hace consistir en la incons~ituciona-
lidad de la ley 4144, fuera de que sobre el particular
corresponde remitirse a lo decidido por el tribunal en
Fallos: 164,.344.
Por tanto, se revoca la sentencia de fs. 12 en cuan-
to ha sido materia del recurso, debiendo ser puestos en
libertad los recurrentes.

B. A. N AZAR ANCHOREN A - To-


MÁS D.CASARES.
448 FALLOS DE LA CORTE SUPREldA

DIRECCION GENERAL DE ESOUELAS DE LA PRO-


VINCIA DE BUENOS AIRES v. FEDERICO O. y OTTO
E. BEIVIBERG

REOURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Sentencia de-


finitiva. Resoluciones anteriores a la sentencia definitiva. J~lÍcios de
apremio y ejecutivos.
Por aplicación de la regla salve et repete, de la cual no
'debe prescindir se sino excepcionalmente en las ejecucio-
nes tendientes al eobro de impuestos, no basta alegar en
éstas la inconstitucionalidad de las normas que rigen el
procedimiento para que el recurso extraordinario sea pro-
cedente. Este podría serlo, en el caso de un impuesto a
la transmisión gratuita, si el monto del tributo absorbiera
la totalidad o una parte capital de los bienes.transmitidos
situados en la provincia que los grava; circunstancia que
debería ser probada y no resultar solamente de eálculos
aproximados, sin corroboración en los elementos de juicio
existentes en autos.

REOURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Sentencia de-


finitiva. ResolucionelJ antet'iores a la sentencia definitiva. Juicios de
apremio y ejecutivos.
La circunstancia de que la Suma reclamada en una ejecu-
ción por cobro de impuestos sea excepcionalmente elevada,
no autoriza la procedencia del recurso extraordinario si
i10 se ha probado que su pago sería ruinoso pal'a el con-
tribuyente.

DICTAMEN DEI.• PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
En la presente causa se demanda, por vía de apre-
mio, el pago de impuestos sucesorios. La sentencia de
fs. 316/323 ha hecho lugar, en parte, a la acción; mas
no consta que aquélla haya sido cumplida.
En tales con~iciones no puede llegar a conocimien-
to de V. E. por vía del recurso extraordinario de ape-
I
DE JUSTICIA DE LA. NACIÓN 449

lación -arto 14 de la ley 48- la presente causa. De


acuerdo a reiterada doctrina de la Corte Suprema, los
impuestos han debido pagarse previamente, con lo que
existiría un perjuicio efectivo, base del recurso inter-
puesto. .
En las circunstancias del de autos, el recurso no
puede, pues, prosperar (S. C. N.: 177: 341; 180: 140;
"Dir. Gral. de Imp. a los Réditos v. Elías Gordon",
D. 39, L. X., diciembre 3 de 1941; entre otros).
Salvo que V. E. encontrara en estas actuaciones
el caso anómalo que, en determinadas oportunidades,
justificó la apertura del recurso.' Tal determinación, en
el sub judice, como cuestión de hecho, queda librada
por completo a la apreciación de la Corte (S. C. N.:
188: 286 y los allí citados).
En lo que concierne a la indefensión alegada por la
demandada, no encuentro justificada la impugnación
toda vez que se trata de un juicio sumario de apremio,
que, aunque por su naturaleza no acuerda todas las de~
fensas que la parte pretende, llena .los requisitos fun-
damentales exigidos por V. E., para que se encu€'ntre
cumplida la pertinente garantía constitucional. Todo
ello sin tomar en cuenta que en juicio ordinario ulterior,
que aceptá la sentencia de fs. 316, puede el interesado
hacer valer con mayor amplitud sus derechos.
Corresponde, pues, declarar que a fs. 337 vta. de
los autos principales fué bien denegado el recurso in-
terpuesto para ante V. E.; por lo que procede rechazar
la presente queja. - Bs. Aires, julio 22 de 1946. _
S"aúl M. Escobar. '
'0 ~ :

450, FALLOS DE LA 'CORTE :sup,aBMA

FALLO DE LA CORTE .SUPREMA

Bs. Aires, 23 de agosto de 1946.


, Y vista la precedente queja caratulada "Recurso
de hecho deducido por los demandados en los autos di-
rección General de Escuelas contra Bemberg Federico
O.; y Bemberg Otto E." para decidir sobre su proce-
dencia.
, y Considerando:
Que el primer recurso directo traído por 10s ejecu-
tadosen la causa principal '-a raíz de la resolución
que declaró inadmisible la ,excepción de inconstitucio-
nalidad en el apremio- fué desestimado por esta 001'-
t~, con fecha 13 de junio de 1945, por haberse inter-
puesto el extraordinario denegado respectd de un pro-
nunciamiento que no causaba agravio insusceptible de
corrección en el orden local con la sentencia pendiente
sobre las excepci.onesadmitidas. Dejóse a salvo, según
la doctrina recordada entonces, la nueva consideración
del punto, en el supuesto de que en definitiva no fuera
amparado el derecho que invocaron los recurrentes,
por la referida sentencia final de la ejecución.
: Que corresponde así, ahora, decidir sobre la pro-
üedencia del recurso extraordinario interpuesto contra
~l fallo que da curso al apremio por la suma de m$n.
2.034.503,27'respecto de cada uno de los Sres. Bemberg.
Que a este efecto debe, desde ya, establecerse que
en las ejecuciones tendientes al cobro de impuestos loca-
les no basta la aJegación de la inconstitucionalidad de
las normas que rigen el procedimiento, para que el re-
curso extraordinario sea sin más procedente. Esta
Corte ha tenido, en efecto, ocasión de declarar que esa
.. DE JIUSTICIA DE LA NACIÓN 451

sola circunstancia no obsta a la vigencia de la regla


que impide obstaculizar la normal percepción de la
renta púbÍica -salve et repete- de la que, a falta de
acuerdo de partes, no debe prescindirse sino en circuns-
tancias excepcionales -Fallos: 177, 341; 180, 140; 188,
286; 191, 100; 196, 466; 201, 200 Y muchos otros-o
Que refiriéndose concretamente a impuestos su-
cesorios, ha declarado esta Corte que tales circunstan-
cias pueden consistir en el monto del tributo -Fallos:
188, 286; 191, 43 Y 100 entre otros- si fuera tan ele-
vado que absorbiera la totalidad o una parte capital
del caudal hereditario situado en la provincia que lo
grava. En condiciones s'eJIÍejantes'has~ decidido que la
exigencia del pago previo del impuesto, propio del ré-
gimen normal.del ingreso de rentas públicas, no es apli-
cable porque su cumplimiento supondría la despose-
sión del contribuy'ente, la tutela de cuyo derecho, am-
parado en la Consto Nacional, requiere así la concesión
del recurso extraordinario .
. Que esa doctrina no autoriza sin embargo en la
especie, la apertura del recurso. Resulta, -en efecto, de
los mismos términos de la queja que la donación reci-
bida por los Sres. Bemberg de sus padres en vida de
éstos, el año 1930, alcanzó para cada uno de -ellos a
m$n. 18.258.000.Y "no hay por ahora en los autos su-
cesorios elementos que permitan establecer con exacti-
tud cuál es la parte de esos bienes ubicada en el territo-
rio provinciaL" Los "cálculos aproximados" de los
m.ismos contribuyentes, conforme a los cuales esos bie-
nes no alcanzarían a m$n. 2.000.000,son desde luego in-
suficientes para tener por justificados los requisitos
de la jurisprudencia arriba citada, la que ha recaído
en casos en que el monto de los bienes reli~tos fué fi-
dedignamente justificado como se lo hizo notar en los
452 FALLOS DE LA CORTE. SUPREMA

precedentes de Fallos': 188,.286 Y 191, 43. La oniisión


de tal prueba, por 10 demás, se ha declarado. que impide
la concesión del recurso en circunstancias semejantes,
€n 10 que al punto hace, a los ahora contemplados -Fa-
llos: 195, 174; 196, 602 y otros-o
Que el hecho de que el apremio persiga el pago de
una suma excepcionalmente elevada no autoriza tam-
poco por sí solo la concesión del recurso, en tanto los
a~tos no autoricen la conclusión de que su pago sería
ruinoso para el ejecutado -Fallos: 191, 104; 196, 466;
200, 22; 201, 200 Y otros-o •
El Tribunal, en presencia de los antecedentes a
que se ha hecho referencia; del monto superior de la
suma pagada €n jurisdicción nacional por concepto del
mismo gravamen por los recurrentes -más de m$n.
9.000.000-. y en atención a las constancias de los autos
ptincipales, no encuentra acreditada la circunstancia
antes aludida. Por otra parte, no puede equipararse el
caso de que aquí se trata, a los efectos del recurso ex-
t~aordinario, a 'los examinados en Fallos: 185~ 188;
194, 284 Y otros.
En su mérito y por los fundamentos del dictamen
del Sr. Procurador Ge~eral, se desestima la precedente
queJa.
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 453

PROVINCIA DE BUENOS AIRES v. MARIA JULIA MAR-


TINEZ DE HOZ .DE SALAMANCA Y OTROS
o

EXPROPIACION: Procedimiento. Procedimiento jt¿dicil1l.


Los peritos designados en un juicio para determinar el
precio del bien expropiado deben practicar unidos la di-
ligencia y producir su informe en un solo escrito que tam-
bién contenga la opinión del que disiente, de manera que
los jueces no se hallen ante varias opiniones sino ante un
eontraste de ellas que ponga a prueba sus respectivos fun-
damentos. A tal efecto, .el perito tercero deberá,int.ervenir
eonjuntamente con los de las partes, los que deben comu-
nicar al juez su discordia antes de producir su dictamen.

EXPROPIACION: Indemnización. Determinaci6n del valor real.


Para determinar el valor real de una. fracción de terreno
comprendida ,entre el mar y el camino que une Mar del
Plata y Miramar debe prescindirse de los precios obte-
nidos en la venta de lotes de otros balnearios atlánticos
más próximos a la Cap. Federal y de earacterÍsticas gene-
rales muy distintas, y atenerse al valor de las tierras pró-
ximas análogas mas no susceptibles de urbanización como
la expropiada, comparándolo con los precios obtenidos
por los dueños de ésta en un remate de lotes efectuado
-con sujeción a un plan urbano después de habilitado el
camino y teniendo en cuenta la valorización producida
por éste a fin de prescindir de la misma.

COSTAS: Naturaleza del juicio. Expropiación.


Habiéndose limitado el dueño del inmueble expropiado a
solicitar como indemnización la suma que de acuerdo fi-
jaran los peritos o la más elevada que determinara uno
de ellos corresponde, encaso de disidencia y a efecto de lo
dispuesto por el arto 18 de la ley 189 reformada por el
decreto 17.920/44, considerar como pretensión del propie-
tario la cantidad mayor indicada por uno de aquéllos y
hacer el cálculo sobre esa. base.
454 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

DICTAMEN l)EL PROCURADOR GENERAL

¡Suprema
, .
Corte:
.Mantengo mi dictam~n de fs. 49 en lo que concier-
ne a la jurisdicción originaria de V. E. para conocer
en la presente causa, la que corresponde por no haber
variado en autos las circunstancias que determinaron
dicho dictamen.
En cuanto al fondo del asunto, a partir de lo re-
su~lto por esta Corte a fs. 30 redúcese a estimar con
arreglo a la prueba rendida por las partes, el monto de
la indemnización que deberá pagar el actor al deman-
dado. Es una cuestión de hecho, librada por completo
al prudente criterio de V. E. - Bs. AirBs, jupio 18 de
194~. - Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE .sUPREMA

Bs. Aires, 23 de ago'sto de 1946.


, Y vistos los autos "Buenos Aires, la Provincia c.
Salhmanca, María Julia MartÍnez de Hoz de, y otros,
sobre expropiación", de los que resulta:
Que D. Salvador Corminas, en representación de
la aetora y en cumplimiento del decreto del P. E. de la
PrQv. de Bs. Aires del 30 de septiembre de 1941, in-
serto a fs. 64 del expte. administrativo que acompaña,
demanda a D'" María Julia Martínez de Hoz de Sala-
manca o M. de M. de Salamanca y a los Sres. José Al-
fredo o José A. MartÍnez de Hoz y Miguel Eduardo
Martínez de Hoz, domiciliados en esta Capital, por
expropiación de la superficie de 82 hect., 94 a., 72 ca. y
20 dm.2, del inmueble de propiedad de aquéllos ubicado
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 455

en el Partido de Gral. Pueyrredón, Prov. de Bs. Aires,


afectada a la construcción del camino costanero de Mar
del Plata a Miramar, y a la cual se refieren los planos
agregados al mencionado e::kpediente administrativo.
Manifiesta que la aetora, con la conformidad de los de-
mandados, tomó posesión de dicha fracciÓn el 17 de no-
viembre de 1937 y ofrece por toda indemnización la
suma de $ 48.474,36m/n., que los propietarios han co-
brado ya a cuenta del precio por no estar conformes
con dicha cantidad, circunstancia que obliga a la Pro-
vincia a promover el presente juicio. Solicita que, pre-
vio los trámites legales, se haga lugar a la demanda,
declarándose transferido a la actora el dominio de la
expresada fracción por la suma ofrecida y recibida el
20 de diciembre de 1940 por los dueños, a quienes pide
, se impongan las costas del juicio.
Que acreditada la competencia originaria del Tri-
bunal, se realizó el juicio verbal a que se refiere el acta
de fs.. 24, en el -cual el apoderado de la parte adora
reprodujo la demanda. Esta fué contestada en ese ~cto
por don Carlos Pérez Ruiz, en representación de los
demandados, mediante el escrito de fs. 18 y sig'tes. En
éste manifestó que los demandados aceptan la expropia-
ción mas no la suma ofrecida; que deberá pagárseles,
además, ios intereses respectivos a partir de la fecha
de toma de posesión, o sea el 17 de noviembre de 1937,
y las costas del juicio. Refiérese luego al dominio del
inmueble, a la superficie expropiada y condiciones de
la misma, que califica de excepcionales, y a los planes
de urbanización que' tenían proy~ctados y aun financia-
dos sus mandantes, y afirma que no era indispensable
privar a éstos de esa parte de su inmueble y de la playa
afectada porque entre Mar del Plata y Miramar existía
un camino útil y en uso. Sostiene que el Estado debe
456 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

pagar el precio de la fracción expropiada y la indem-


nización de los perjuicios que ocasiona a sus dueños y
que la suma de $ 48.474,36, a razón de $ 487 por hectá-
rea más el 20 % de bonificación es insuficient€, y men-
ciona diversos antecedentes que los peritos deberán
tener en cuenta a efecto de expedir el informe respec-
tivo sobre los puntos que propone. Termina pidiendo
que en su oportunidad se fije como justa indemnización
el monto que señalen' de acuerdo los peritos, o el más
elevado que determine, uno de ellos, con intereses y cos-
tas a estilo de los que cobra' el Banco de la Nación desde
la fecha de la ,ocupación hasta el día del pago teniéndose
en cuenta la suma ya percibida.
Que producida la prueba respectiva y expedido €l
correspondiente dictamen por el Sr. Procurador Ge-
neral, dictóse a fs. 92 vta. la providenc,ia de autos para
definitiva.
Considerando:
Que se trata de la expropiación de la tierra com-
prendida entre el mar y el extremo o línea NO. del nue-
vo camino pavimentado que une Mar del Plata y Mira-
mar, parte de mayor extensión de propiedad de los de-
mandados, como se demuestra en el plano de fs ....69.
Que para determinar el valor de esta fracci9n ha
de prescindirse, como lo disponen la ley nacional 189
y la ley provincial 1429, de la valorización producida
por la obra pública que determina la expropiación.
Que, ello no obstante, las tierras de que se trata
no pueden equipararse a otras de la zona que; aunque .
próximas y de análogas características naturales en
punto a su explotación agropecuaria, se diferencian de
ellas en que no son, como eran éstas aun antes de cons-
truirse €l nuevo camino, susceptibles de urbanización,
. DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 457

por no ser contiguas al mar, en una costa de playa, ni


hallarse a sólo veinte kilómetros de Mar del Plata.
Que, con todo, no ha de exagerarse la influencia
valorativa de esa urbanización posible, hasta el punto
de tomar como elemento fundamental de juicio, el pre-
cio obtenido en el remate de lotes efectuado por los de-
mandados con sujeción a un plan urbáno, después de
habilitado el camino, porque es innegable que fué esta
habilitación lo que hizo concretamente factible y aun
determinó dicha subdivisión, la cual, por lo demás, apa-
rece claramente planeada en función del camino y de
la reserva que para parque público hizo de la fracción
expropiada la provincia en cumplimiento de lo dispuesto
por la ley local. Contribuye a demostrar que así fué,
el hecho de que no obstante haber proyectado los de-
mandados un loteo en 1931 - fs. 32 del expte. admi-
nistrativo-, no llevaron a la práctica el intento hasta
que el camino se habilitó.
Que tampoco constituyen p~ntos de referencia se-
rios los precios obtenidos en la venta de lotes de otros
balnearios atlánticos de ubicación, -mucho más pró-
ximos a la Cap. :B'ederal-, y caracterÍbticas generales
muy distintas. La prueba es que a pesar de no tener
acceso por caminos pavimdntados ni líneas férreas ni
hallarse próximos a un centro veraniego de tanta im-
portancia como Mar del Plata, los precios que men-
ciona el perito propuesto p<?rla demandada. son supe-
rio:res a los obtenidos en el remate de Chapadmalal.
Que la estimación del valor ha de hacerse, entonces,
confrontando el de la hectárea en la zona por tierras no
susceptibles de la urbanización a que la expropiada se
prestaba, con los precios del remate de lotes contiguos
efectuado después de habilitarse el camino, habida
cuenta de la influencia que esta habilitación tuvo indi-
•• • ::--: .• "ti 1 ~): r . ~: ~

458 FAIJLOS DE LA CORTE SUPREMA

vidualmente, pues además de la ventaja de una vía de


comunicación pavimentada el camino de que se trata
redujo de 32 a 20 los kilómetros que separaban a estas
tierras de Mar del Plata. Y es bien patente que la pro-
ximidad de este centro veraniego de primera magni-
tud influye de un modo decisiv:oen el valor de las tierras
en cuestión, y .tanto más sensiblemente cuanto más fá-
cil sea -por la menor distancia y por las mejores con':
diciones de los caminos- la comunicación con él.
Que una vez más el Tribunal debe observar que la
prueba pericial no se ha realizado de un modo regular,
con la actuación conjunta de los peritos y la crítica mu-
tua de los respectivos criterios y conclusiones, que ese
modo de actuar impone. En esta causa, como en el jui-
.cio " Fisco Nacional v. Teófilo Arricau" (Fallos: 201,
560) donde esta misma observación fué particularmente
puntualizada, el Trjbunal se halla ante dos estimacio-
nes .de valor tan distantes, -$ 800,00 Y $ 3.825,00 la
hectárea-, que sólo se explica por la conducción de
cada uno de los dictámenes con sujeción a criterios de
:apreciación más que distintos, casi contradictorios. Por
lo cual el mayor interés de los dictámenes hubiera es-
tado en el juicio crítico que cada experto hiciera del
divergente criterio adoptado por el otro. Y ya que "esto
no fué hecho por lo~ peritos propuestos por las partes,
debió serlo por el tercero nombrado de oficio; pero la
señalada deficiencia de la prueba en cuestión se agrava
en esta causa porque el dictamen de este último no sólo1'
omite la confrontación del procedimiento con el cual
los otros dos peritos fijaron el valor de la tierra, sino
que también prescinde de dar los fundamentos de su
propia estimación. No hay, pues, dictamen pericial del
tercero, sino sólo enunciación de su opinión personal
sobre el valor discutido, lo cual no constituye, por cierto,
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 459

la ilustración técnica para cuya obtención se nombra


los expertos. "
Que ateniéndose, en consecuencia, sólo a los dictá-
menes de fs. 55 y "71 ha de comenzarse por considerar
los fundamentos de la estimación que en cada uno se
hace. El del perito propuesto por la expropiante ilus-
tra sobre el valor de la tierra desde el punto de vista
de los precios pagados en la época de la expropiación
por campos en la zona. Ateniéndose a ellos estima en
$ 800,00 el valor de la hectárea para la fracción expro-
piada. Es cierto que todos los precios confrontados
(planilla de fs. 53) son menores, lo que quiere decir que
el perito ha computado en cierta medida las particula-
res características de lo expropiado; reducida exten-"
"sión,situada frente al mar en un lugar de la costa con
playas susceptibles de ser utilizadas como balnearios
mediante la urbanización del lugar, lo cual era favore-
cido, aun antes de que se habilitara el nuevo call1Íno,
'.
por la proximidad de Mar del Plata. Pero la aprecia-
~ión de estos factores se traduce muy escasamente en
la definitiva valuación del perito. Tan es así que sin
dar de ello ninguna razón, excluye de los valores compu-
tados er' de$ 1.000,00 la hectárea fijado para una frac-
ción contigua y parecidas características en el respec-
tivo juicio de expropiación ventilado ante la justicia
provincial. .A lo cual hay que agregar es sólo relativa
y que la fracción de que aquí se trata debe considerarse
sensiblemente más valiosa, por su menor extensión, la
"mayor proximidad de Mar del Plata y las condiciones
de sus playas. .
Que el perito propuesto por los expropiados parte
de los precios obtenidos en el remate de los lotes co-
rrespondientes a la urbanización planeada por los pro-
pietarios en función, según se dijo, del nuevo camino
460 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

(conf. plano de fs. 66). Su estimación es de $ 3.825,00


la hectárea. A la deducción determinada por el espacio
que, de haberse urbanizado lo que se expropia, debió
destinarse a calles, agrega el perito la de un 50 % por-
que los precios de referencia son los de la venta en 120
mensualidades, y la de un 40 % en razón de tratarse
de precios obtenidos después de ejecutada la obra pú-
blicaque hizo posible la urbanización y atrajo el inte-
rés de los compradores. Pero a esta estimación ha' de
observársele que lá influencia del camino construÍdo
no puede considerarse equitativa y razonablemente es-
timada en sólo un 40 %. Pleno campo, teniendo como
el más próximo centro urbano Mar del Plata a 32 kiló-
metros' por camino de tierra, -tal era la situación
de esta tierra antes de construirse la nueva ruta-, no
puede valuarse a $ 0,40 el metro cuadrado, si después
de habilitada la obra pública que transformó la situa-
ción de esas tierras tan fundamentalmente, se pagó por
ellas, -ealculando el precio al contado-, un promedio
de $ 0,85 el metro. Por otra parte tampoco cabe afir-
mar, como el perito lo hace, que las tierras expropiadas
han de considerarse por su ubicación más valiosas que
las rematadas. La transcripción que de un pasaje d~
los avisos de remate hace el perito De Los Ríos a fs.
57 vta., donde se alaban las ventajas que le aporta a
la urbanización planeada la reserva para parque pú-
blico de la porción expropiada entre el camino y el mar,
es bien ilustrativa sobre el particular y demostraría
lo contrario.
Que por todas las precedentes consideraciones y
teniendo, además, en cuenta que se trata de una despo-
sesión forzada, el Tribunal juzga equitativo fijar en
$ 1.600 la hectárea el precio de la tierra objeto de la
expropiación.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 461

Que el perito de los Ríos valúa en $ 7.500,00 las


mejoras, y el perito González Zimmermann en pesos
16.614,45. Tampoco en este punto aporta ilustración
ninguna el perito tercero. En vista del carácter y es-
tado de las construcciones de que se trata, el Tribunal
fija su valoren $ 12.000,00.
Por tanto se declara transferida a favor de la
Prov. de Bs. Aires la extensión de tierra de propiedad
de los demandados que se describe en la demanda y se
fija como precio de ella y en concepto de total indem-
nización, que la provincia debe integrar en el plazo
de noventa días, la suma de $ 144.819,23m/n. con inte-
reses a estilo de los que cobra el Banco de la Nación
Argentina desde la fecha de la desposesión, 17 de no-
viembre de 1937 (fs. 18 del expte. administrativo). Las
costas del juicio deberán ser pagadas en el orden cau-'
sado atento lo dispuesto en el art. 18 de la ley 189 re- .
formada por el decreto n 17.920/44, lo que r-esulta de
Q

las constancias de fs. 22 vta. (punto 3 y fs. 81 vta. y


Q
)

la suma que por esta sentencia se manda pagar por


la expropiaciÓn.
ANTONIO SAGARN A - B. A. N AZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
-T. D.CASARES.

FERROCARRILES DEL ESTADO v. MUNICIPALIDAD


DE SAN JUAN
RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos p?'opios. Cuesti6n fede-
,.al. InterpretoJei6n de las leyes fede,.ales.
Procede el recurso extraordinario respecto de la senten-
cia que, interpretando los arts. 8, 18 Y 1 de las leyes 5315,
Q

6757 y 10.657 respectivamente, en sentido contrario al sos-


tenido por el recurrente, desestima la exención de im-
puestos fundada por éste en aquellas disposiciones..
462 I"ALLOS DE LA CORTE SUPREMA

FERROCARRILES DEL ESTADO.


La exención de impuestos establecida por la ley 10.657
beneficia también a los Ferrocarriles del Estado que no
están, por. ello, obligados a pagar la, tasa municipal rela-
tjva al servicio de extracción de basuras.

CONSTITUCION NACIONAL: Constitucionalidad e inconstitudo1!a-


lidad. Leyes nacionales. Impositivas. Impuesto a los ferrocarriles.
Las leyes 5315 y 10.657, en cuanto acuerdan a 'los ferro-
carriles el privilegio de la exención del pago de impuestos
y tasas locales en las circunstancias que determinan, son
constitucionalmente válidas. .

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

Mendoza, mayo 2 de 1945.


Vi!!tos: Considerando:
Que la Adm. Gral. de los FF. CC. del Estado demanda a
la Municip. de la ciudad de San Juan, por la devolución de la
suma de novecientos veintiocho pesos moneda nacional cori sus
intereses y costas, abonada bajo protesta en el juicio de apre-
mio que la demandada le promovió por el cobro de impuestos
de "publicidad" y." extracción de basuras ", con el recargo
del 10 %, según certificado de fs. 2 de dichos autos. Funda
la actora su demanda, en que el arto 19 de la ley n9 10.657,
modificatoria del art.. 89 de la n9 5315, establece la exención, a
favor de los ferrocarriles, del pago de impuestos, tasas, contri-
buciones o retribuciones de servicios, cualquiera sea su carácter
o denominación, con las excepciones que dicha disposición
enumera, y que la ley 6757, en su arto 18, también sanciona
esa exención de impuest.os, con la excepción que el mismo ar-
tículo establece agregando que, aunque se comprendieran entre
las retribuciones de. servicios municipales, los valores que ha
cobrado la Municipalidad, hace presente que esos servicios ja-
más han sido prestados a los FF. CC. del Estado.
Que al contestar la demanda, la Municip. de San Juan
se opone a dicha repetición, sosteniendo que los impuestos co-
brados no son propiamente tales, sino retribuciones de ser-
vicios que la Municipalidad prest.a, las cuales no están incluÍ-
das en las exenciones que establecen las leyes invocadas por
la actora.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 463

Que como lo establece el tribunal en la sentencia dictada


con fecha 27 de abril en el juicio" Tascheret Juan Carlos con-
tra FF. CC. del Estado, Ejecutivo", procedente también del
juzgado federal de San Juan, la exoneración de impuestos,
tasas, contribuciones o ret.ribuciones de servicios, establecida
por el arto 8 de la ley 5315, aclarado por la ley 10.657, sólo
Q

beneficia a las empresas ferroviarias particulares que han ob-


tenido concesión del Estado, no eomprendiendo a los ferroca-
rriles de propiedad de la Nación, que tienen su régimen propio,
establecido por la ley 6757, modificada por la n 7100, y cuyo
Q

art, 18 dispone que "los ferrocarriles de propiedad de la Na-


ción están exentos de todo vmp1,testo,con excepción de aqu.ellos
que correspondan a servicios mttnicipales".
Que el rubro "publicidad" comprendido en el certificado
corriente a fs. 2 de los autos 'de apremio, tenidos a la vista por
el tribunal, corresponde a earteles o avisos de propaganda
fijados en la Estación de la demandada, clasificados en la su-
ma de $ 90, de acuerdo a la ordenanza n 669, según informe
Q

de f.s.43; y el rubro "extracción de basuras", por un valor de


$ 600, corresponde a 'dicho servicio municipal.
Que en cuanto al primero de los rubros expresados, cons-
tituye en realidad un verdadero "impuesto", ya que no co-
rresponde a ningún servicio prestado por la Municipalidad;
encontrándose, en consecuencia, comprendido en la exención
acordada por el arto 18 de la citada ley 6757, y por ende, pro-
cede la devolución de su importe, con el recargo correspondien-
te, de conformidad a lo establecido por los arts. 784, 794 y
demásconcordantes del Cód. Civil.
Que no ocurre lo mismo con el segundo de los rubros
mencionados, ya que él se refiere a un "servicio municipal",
expresamente exceptuado de la exención acordada por la ci-
tada disposición legal; y en consecuencia, los FF. CC. del
Estado están obligados, en principio, a abonarlos, como cual-
quier vecino; y no habiendo acreditado la fal~a de prestación
del servicio, como 10 aseveró en su demanda, y correspondía
hacerlo en su calidad de actor, debe estarse a la presunción de
que él fué prestado, sin que se le pueda obligar a la Munici-
palidad a que acredite que realmente prestó el servicio, pues
que eso es lo común y natural, y porque la actora ni siquiera
formuló reclamo alguno ante la autoridad municipal, como lo
hizo respecto del impuesto de publicidad, según resulta del
informe de fs. 40 y de la copia de fs. 42 de una nota presenta-
da por la actora a la Municipalidad demandada. En. conse-
464- FALJJOS DE LA CORTE SUPREMA

cuencia, no procede la repetición del importe de ese rubro, que


alcanza a la suma de $ 600, con su recargo del 6 %.
Que por lo que hace a las costas abonadas en el apremio,
cuya repetición también se demanda, ellas han sido debidamen-
te pagadas, porque si bien no hubo condenación al respecto en
dicho juicio por no haber llega;do al estado de sentencia, han
sido legalmente debidas por los FF. CC. del Estado, porque
el pago hecho bajo protesta del importe reclamado, lo fué con
posterioridad al requerimiento, según resulta de los autos res-
pectivos, en cuya virtud las costas eran a su cargo, coIiforme.
a lo establecido. por el arto 483 del Cód. de Procedimientos su-
plet.orio; y en virtud, no procede su repetición.
Por estos fundamentos, se re¡melve: hacer lugar a la acción
de repetición promovida por laAdmini¡:;tración General de los
FF. CC. del Estado eontra la Municipalidad de .la ciudad de
San Juan, solamente por el importe de impuesto de "publici-
dad" y el recargo del 10 %, lo que hace la suma de ciento
cuatro pesos con cincuenta centa"yosmoneda nacional, y sus
intereses al 6 % desde la notificación de la demanda, sin cos-
tas, las que se abonarán, en ambas inst.ancias, en el orden
causado, atento el resultado del juicio; quedando así modifi-
cada la sentencia apelada. -Agustín de lw Reta. - A. Vera
Vallejo. - José E. Rodríguez Saa.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
El fallo de la Cám. Fed. de M<mdozaobtante a fs.
93, desestima la pretensión de la Adm. Gral. de los
Ferrocarriles del Estado, en lo que respecta a la exen-
ción de impuesto por extracción de basura, que le obligó
a pagar por vía ejecutiva la Municip. de San Juan
(exp. n9 2639, agregado por cuerda separada). Se ha
cuestionado en la litis la interpretación que deba darse
a las leyes 6.757 y 10.657, 10 que hace procedente el re-
curso extraordinario interpuesto por la aetora, en la.
forma que ha sido concedido a fs. 100.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 465

En cuanto al fondo del asunto respecta, ha resuelto


V. E., reiteradamente, que los ferrocarriles nacionales
sólo deben pagar las tasas que les cobren los munici-
¡
í pios cuando ellas no establezcan equivalencia entre el
!
costo del servicio y el monto del gravamen. De mante-
nerse tal jurisprudencia, la contribución exigida caería
dentro de la exoneración a que alude el arto 1 de la
Q

ley 10.657.
¿Es aplical;>leesa ley al caso de autos? El arto 18
de la 6757, orgánica de Ferrocarriles del Estado pre-
viene que tales ferrocarriles estarán exonerados de todo
impuesto,. con excepción de los correspondientes a ser-
vicios municipales. No cabe duda de que la extracción
de basuras es un servicio municipal; y por ello, la
Cám.' Fed. de :M:endozaresuelve el punto en fo~ma ne- ,
gativa. A su juicio, la ley 6757 no ha querido exonerar
de tal gravamen a Ferrocarriles del Estado, los que
"están obligados, en principio, a abonarlo como cual-
quier vecino".
Sucede, sin embargo, que por imperio del arto 11
de la misma ley 6757, Fer.rocarriles del Estado ~eben
contribuir al tesoro público con el mismo 3 % de sus
.entradas brutas que los demás ferrocarriles sujetos al
régimen de la ley 5315. Ante la innegable claridad del
arto 18 citado, ¿pudo válidamente el Congreso legislar
en el sentido de que los ferrocarriles de propiedad del
Estado. fuesen menos .gravosos a las municipalidades
que los ferrocarriles de propiedad privada ~ He ahí la
cuestión planteada. .
. Dentro de las dudas a que el asunto se presta, y
no habiendo entrado a dictar sentencia V. E. por razo-
nes de procedimiento en el caso 189: 308, mantengo to-
davía los fundamentos del dictamen que expedí enton-
,
~66 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

ces. En su mérito, conceptúo procedente se revoque la


sentencia apelada en cuanto pudo ser materia de re-
curso. - Bs. Aires, julio 26 de 1945. - JUOIJ1J Alvarez.

FALLO DE LA .CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 23 de agosto de 1946.


y vistos: Los del recurso extraordinario conce-
dido a la parte actora en los autos "Adm. de los Fe-
rrocarriles del Estado contra la Municip. de San Juan",
venidos de la Cám. Fed. de Apel. de Mendoza.
Considerando en cuanto al recurso:
Que éste es procedente, de acuerdo a lo dispuesto
por el arto 14, inc. 3\>,de la ley 48 y 6 de la 4055, por
Q

cuanto la sentencia apelada ha interpretado las leyes


nacionales 5?15, 6757 y 10.657 en sus arts. 8, 18 Y 1Q
respectivan;J.ente,en forma contraria al derecho invo-
cado por la actora que funda en dichas disposiciones.
y en cuanto al fondo de la cuestión:
1. Que la sentencia recurrida interp~tando el
arto 18 de la ley 6757 hace lugar a la demanda de repe-
tición en cuanto al impuesto de publicidad se refiere
y la rechaza respecto al de extracción de basuras, p6r
estimar que lo cobrado por el primer concepto -=-publi-
cidad- constituye un verdadero impuesto, ya que no
corresponde a ningún servicio prestado P0l,' la Munici-
palidad, mientras que lo cobrado por el segundo -ex-
tracción de basuras- se refiere a un servicio munici-
pal expresamente exceptuado de la exención acordada
en la citada disposición legal.
2. Que el arto 18 de la ley 6757 que dice: "Los
ferrocarriles de propiedad de la Nación estarán exeIi-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 467

tos de todo impuesto con excepción de aquellos que res-


pondana servicios municipales", fué tomado sin modi-
ficación alguna de la ley 3896 -arto 8- anterior a la
ley Mitre, e incorporado a la ley 6757 por el arto 1 de
Q

la ley 7100 con el n 18.


Q

Si sólo se tuviera en cuenta ese texto, como lo


hace la sentel~cia apelada, y la circunstancia de que la
ley 5315 se la dictó para regir sol~mente a las nuevas
concesiones de ferrocarriles (v. arto 1 y a las empre-
Q
)

sas particulares existentes que dentro del plazo de


seis meses se acogieran a los beneficios establecidos en
el arto 8 siempre que se sometieran a las condiciones
Q
,

establecidas' en el mismo artículo y en el 9 (v. arto 19)l


Q

sería lógica.la tesis a que llega la sentencia apelada;


esto es, que la exoneración de imp-qestos, tasas o retri-
buciones de servicios que refieren los arts. 8 de la ley
5315 y 1 Y 2 de la ley 10.657, sólo benefician a la-s
Q
Q

empresas privadas que han obtenido sus concesiones


.del Estado; mas no a los ferrocarriles de propiedad de
la Nación, que tienen su régimen propio establecido por
la ley espécial 6757, de cuyo arto 18 se hace mérito en
la sentencia apelada como argumento decisivo para
resolver la cuestión planteada. Mas habida cuenta de
que, además del arto 18,.esa ley contiene el arto 11 que
no lo Gontradice, pero que no fué invocado en primera
ni en segunda instancia y en cuya disposición legal no
se fundamenta ahora el derecho de la parte aetora,
que dice: "El 3 % "delproducto líquido de los ferroca-
rriles del Estado será depositado en la cuenta especial
y a los mismos efectos que se establecen en el arto 8 Q

de la ley 5315, debiendo calcularse el referido 3 % en


la forma determinada en dicho artículo", parece claro
que ya no puede desconocerse el valor y alcance que
esta disposición comporta, por la innovación que con
468 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

ella se establece en la ley 6757, cuyo arto 18 como antes


se dice, es reproducción textual del arto 8 de la ley 3896.
Dicha contribución por el mismo monto y que se paga
"a los mismos efectos que se establecen en el arto 8 de
~ la ley 5315" ha de tener, pues, la misma consecuencia
de extender a los ferrocarriles del Estado los benefi-
. cios de la exención de impuestos y tasas referidos en .
esta última y en la ley 10.657, que la modificó, al ex-
tender el concepto del impuesto, no solamente a los im-
puestos propiamente. dichos sino también a las tasas,
contribuciones o retribuciones de servicios, cualquiera
sea su denominación, con las excepciones que ésta men-
ciona en los arts. 1 y 2. Entre las indicadas en 'el arto 2
no se comprenden las nuevas tasas y retribuciones de
servicios que se creen en el futuro a condición" de que
su monto sea susceptible de medida y equivalga a la
compensación exacta del servicio", condición que no se
cumple por la forma en que se la cobra en la tasa rela- J
tiva a la extracción de basuras y otras semejantes a
ésta, como lo tiene declarado esta Corte en reiterados
fallos (183, 181 y 452; 184, 477; 189, 81 y 170; 196, 157
entre otros) en los ,que se estudia la exención impositiva
de que gozan los ferrocarriles particulares que se' aco-
gieron a la ley 5315, y en la cual hállanse implícita-
mente comprendidos los ferrocarriles del Estado en
virtud de su idéntica c0ntribución.
3. Que la impugnación de inconstitucionalidad he-
cha en la cop.testación, referente a la exención imposi-
tiva de los ferrocarriles invocada .en la demanda, y
que el representante de la Municip. de San Juan reitera
en su memoria de fs. 113 al sostener que ella "sólo
comprende los bienes y operaciones a.irectamente vincu-
lados a su tráfico principal que es el transporte de
personas y mercaderías", ha sido ya estudiada y re-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 469

suelta por esta Corte Suprema en Fallos: 68,1 227; 90,


289; 104, 73 Y 96; 138, 181 Y 190, en los que ha exami-
nado la facultad del Congreso de la Nación para hacer
concesiones de "privilegio de orden impositivo con el
objeto indicado en el arto "67,inc. 16. Esa facultad no
reconoce más limitación que la de que aquéllas sean
ter.nporales, pues esa disposición nada establece con
respecto a la naturaleza o el carácter de .tales coneesio-
nes. En su ejercicio el Congreso ha dictado las leyes
5315 y 10.657 que acuerdan a los ferrocarriles el pri-
vilegio de la exención de impuestos y tasas contenidos
en aquéllas, las que deberán primar sobre cualquier
disposición contraria de las constituciones o leyes lo-
cales. Las provincias y municipios por donde pasa un
ferrocarril son particularmente beneficiarios del mis-
mo, de su estímulo e incremento en lo económico, polí-
tico y social, y no pueden sostener, en consecuencia,
que el privilegio de exención de impuestos les priva de
los medios necesarios para sostener sus instituciones y
cumplir las obligaciones inherentes al gobierno de los
pueblos. Aun desde el punto exclusivamente local, el
ferrocarril al determinar el "nacimiento y progreso de
los núcleos urbanos en derredor de sus estaciones,
aumentando la edificación, los negocios, la población,
etc., acrecienta la fuente de los recursos locales (C. S.
183, 181). Para evitar repeticiones danse por reprodu-
cidos los fundamentos expresados en dichos fallos.
Por las consideraciones expuestas y de acuerdo a
lo dictaminado por el Sr. Procurador General se revoca
la sentencia apelada en cuanto ha podido ser materia
del recurso.
ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES (con su voto).

\ "
470 FALLOS DE LA 'CORTE SUPREMA

, t

VOTO DEL SR,. MINISTRO DR. D. TOMÁS' D. CASARES EN CUANTO


A LA INTERPRETACIÓN DE LOS ART&. 11 y 18 DE LA LEY 6757

Considerando:
Que el recurso extraordinario es procedente por-
que se ha puesto en tela de juicio la inteligencia de
leyes féderales y la sentencia respectiva es contraria
a la exención que la recurrente invoca fundándose en
dichas leyes.
Que' s-egún el arto 11 de la ley 6757 "el tres por
ciento del producido líquido de los ferrocarriles del Es-
tado ser~ depositado por el P. E. en la cuenta especial
y a los 'YJ'lrismosefectos que se establecen en el arto 8 Q

de la ley 5315".
Que este último precepto legal, luego de disponer
que los materiales y artículos de construcción y explo-
tación que se introduzcan al país serán libres de dere-
J
chos de Aduana, agrega: "Las empresas pagarán ...
una contribución única igual al 3 .% del producto lí-
quido de sus líneas, quedando exoneradas... de todo
impuesto nacional, provincial y municipal".
Que no cabe duda alguna sobre la relación' que en
el citado arto 8 de la ley 5315 tiene la contribución'
Q

única del 3 % con la exoneración a-e impuestos, porque


las empresas contribuyen con ese 3 % se las exonera
de impuestos. Tanto que el régimen de que se trata
pued-e ser enunciado empleando las palabras del arto 11
de la ley 6757: las empresas hacen la contribución del
3 % "a efecto" de compensar con ella la exoneración
de gravámenes fiscales que el mIsmo artículo establece.
Por consiguiente si la ley 6757 destina el 3 % del pro-
ducto líquido de los ferrocarriles del Estado "a los
mismos efectos que se establecen en el arto 8 de la ley Q
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 471

5315", lo destina con el objeto de que a esa contribu-


I~, ción corresponda la misma exoneración que este último
precepto acuerda, puesto que según él no tiene ningún
otro 'efecto el gravamen único del 3 %.
Que el arto 18 de la ley 6757 no se opone a la pre-
cedente interpr,etación del art. 11 de la misma. Es cierto
que en él se trata expresamente de la exoneración de
impuestos, pero ello no quiere decir que la exoneración
resulte de él y no' del 11, sino que el arto 18 es redun-
dante. Para sostener lo primero habría que negar todo
sentido a la remisión que en el arto 11 se hace al 8 de
Q

la ley 5315, a pesar de que es hecha con expresa cons-


tancia de que se la hace para determinar los efectos
de la contribución que en el mismo se esta'91ece.
Que la precedente conclusión es confirmada por el
hecho de que, en el arto 18 de la ley 6757 no se dispone
una exoneración de impuestos distinta de la que con-
signa el arto 8 de la ley 5315, puesto que, como lo de-
Q

claró esta Corte en su momento -es decir, antes de


sancionarse la ley 10.657- en este último no se libera
a las empresas de las tasas, es decir, -entre otros
g'ravámenes de ese carácter-, de aquellos que respon-
den a los"" servicios municipales", excluÍdos de la exo-
neración por el arto 18 de la ley 6757.
Que si en punto a liberación de contribuciones la
ley 6757, mediante sus arts. 11 y 18 no establece otra
que la dispuesta por 'el arto 8 de la ley 5315, la reforma
Q

introducida a este régimen por la 10.657 y ,según la


cual la exoneración de impuestos de que se trata" com-
prende además de los impuestos propiamente dichos
las tasas, contribuciones o retribuciones de servicios,
cualquiera que sea su carácter o denominación" con
las excepciones que menciona su arto 1 rige para los
Q,

ferrocarriles del Estado.


472 FALLOS DE LA C0I!TE SUPREMA

Por estas consideraciones y de acuerdo con lo dic~


taminado por el Sr. Procurador General se declara que
los Ferrocarriles del Es~ado gozan de la exoneración
de contribuciones dispuesta por el arto 8 de la ley 5315
Q

con la modificación introducida por la ley 10.657 y, en


consecuencia, se revoca, con ese alcance, la s.entencia
de .fs. 93 en cuanto ha sido materia
. , del recurso.

TOMÁs D. CASARES•

•JACOBO GARBER

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Relación di-


recta. Normas extraíj,as al juicio. Aris. 16 a 19 de la Constitución.
La audiencia del sumariado por el juez y la recepción de
la prueba ofrecida., en la instancia de apelación acordada
respecto de una resolución administrativa que, sin oír al
contraventor le. condenó a pagar :£; 500 m/n. de multa
por infracción a la ley de precios máximos -12~591-sa-
tisface la garantía de la defensa en juicio; por lo que no
procede el recurso extraordinario fundado en el art,. 18
de la ConstoNacional y en la circunstancia .de no haberse
oído al recurente en la instancia administrativa.

FALLO DE LA CORTE .sUPREMA

Bs. Aires, agosto 23 de 1946..


Y vista la precedente causa caratulada "Garber
Jacobo, infrac. ley 12.591 -Exp. 3071/944" en la que
se ha concedido el recurso extraordinario a fs. 45 vta.
y considerando:
Que en el sumario administrativo seguido a D. Ja-
cobo Garber se le aplicó una multa de $ 500 m/n. "por
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 473

infracción a la ley 12.591" sin haberse dado audiencia


..•
: al infractor. Las diligencias llevadas a cabo. consistie-
ron en las declaraciones de fs. 4, 4 vta., 5, 6, 7 Y 8 Y
en el trámite interno posterior -fs. 9 a 12-.
Que Garber pagó la multa impuesta -fs. 28 del.
referido sumario- y apeló para ante el juez federal.
Que en su expresión de agravios -fs. 33- el re-
currente se limita a expresar que el h€cho que se le
imputa -:-exigencia de un sobreprecio para la venta de
alcohol de quemar-, no resulta de la boleta de v.enta
agregada al sumario, sino solamente del dicho de tes-
tigos, no habiéndosele podido condenar sin audiencia.
Pide la apertura a prueba de la causa, que previa con-
testación del proc. fiscal -fs. 34 vta.- se ordena. a
fs. 35. A fs. 37 el secretario de la causa certificá haber
vencido el término probatorio sin que en él produjese
pru€ba alguna. La sentencia del.juez federal -fs. 43-
confirma la condena administrativa.
Que la precede:o.te relación de la causa pone de
manifiesto que. la omisión en que se ha incurrido en el
sumario, ha sido salvada por el posterior trámite ju-
dicial. Esta 'Corte ha tenido ocasión de declarar que
la audiencia del sumariado' por el juez,. en la instancia
de apelación acordada respecto de la condena adminis-
trativa, y la recepción de la prueba entonces ofrecida,
satisfacen la garantía de la defensa en juicio que prevé
la ConstoNacional en su arto 18 -Fallos: 196, 598-. Y
como quiera que el recurso extraordinario fundado en
el mencionado precepto constitucional, sólo procede si
ha existido privación o restricción substancial de la
defensa, ~Fallos: 204, 482 Y muchos otros- €llo basta
también .para que el interpuesto a fs. 45 haya debido
denegarse.
Que cabe aún agregar, con respecto a lo alegado
474 FALLOS DE LA CORTE SUP~A

en el memorial de fs. 49, que la doble instancia no es


requisito constitucional -Fallos: 199, 240; 203, 215 Y
otros- y por plausible que sea que la administración
no resuelva sin oír al interesado, la audiencia y opor-
tunidad de prueba, otorgadas -antes que esa decisión
quede ejecutoriada, obvian según se ha dicho, la obje-
ción constitucional -Como Fallos: 193, 409; 196, 598j
WlLLOUGHBY, 01'1, the Cónstit1ttion, t. 3, pág. 1732-.
En su mérito se declara mal concedido a fs. 45 vta.
el recurso extraordinario.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR


ANCHORENA - F. RAMos MEJÍA
-T. D..CASARES.

FISCAL v. TULlO GHlRARDON

IMPUESTOS INTERNOS: Bebidas alco7z.6licas.


Es justa la multa de $ 7.000 m/n. aplicada a un fabri-
cante clandest.ino de alcohol, sin antecedentes y de hu-
milde condición y situación económica, que realizaba la
destilación con medios primitivos, aunque el monto de la
defraudación no baya podido precisarse y los productos
. secuestrados fueran nocivos (1).

OLEGARlO VON VIETlNGHOFF SCHEEL


\
EXPULSION DE EXTRANJEROS.
No resultando de autos que elP. E. haya proporcionado
al interesado la posibilidad de defenderse de las imputa-
ciones en que se funda el decreto que ordena su expulsión
"...
(1) 23 de agosto de 1946. Fallos: 183, 216; 187, 195; 197, 286;
'198, 206.
•••. ::->-

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 475

del país, desde que ni la existencia de actuaciones poli-


ciales con relación al mismo ni su intervención en un pro-
• ceso judicial sobre espionaje autorizarían a dar por cum-
plido aquel requisito indispensable para no violar el arto 18
de la Consto Nacional, procede hacer lugar al hfibeas cor-
pus deducido en su favor (1).

S. A. MIQUEL y COSTAS Y MIQUEL

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestión fe-


deral. Cuestiones federa/les simples. Interpretación de las leyes fe-
derales.
PrQcede el recurso extraordinario fundado en el arto 3,
incs. 4 y 5 de la ley 3975 contra la sentencia que rechaza
Q Q

la pretensión del recurrente por interpretar en otro sen-


tido esas disposiciones.
NARCAS DE FABRICA: Design{wiones' y objeto.
J.Japrohibición cont.enida en el arto 3, incs. 4Q y 5Q, de la
ley 3975 refiérese a las palabras que hagan relación con
el nombre del objeto ola naturaleza del producto que se
quiere distinguir o con la clase a que ellos pertenecen.
Debiendo, pues, a efecto del registro de una voz de nues-
tra lengua (" Smoking", en el caso de autos, cuya acep-
ción es la de una conocida prenda de vestir) atenderse
solamente a su significado en el idioma vernáculo, con
prescindencia del que tenga en el foráneo del que se la
tomó (el inglés, en el que también indica la acción de fu-
mar), procede acordar el registro de las marcas "Papel
tabaco Smoking", "Papel maíz Smoking" y "Papel de
fumar arroz Smoking" solicitado por el recurrente.

DICTAMEN DEL PROCtJRADOR GENERAL

Suprema Corte:
De acuerdo con lo resuelto por V. E. con fecha 9
de marzo del año pasado en causa similar "Eckers En-
(1) 23 de agosto de 1946. FnUos: 203, 256; 204, 571 Y 615; 205, 5.
.....,.: -t.-.9..9•...••
'.•..

476 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

rique solicita inscripción de marca (Ajustasolo) -Re-


curso de Hecho"- E. 67,L. IX - citada en la sen-
tencia de fs. 44 el recurso extraordinario de apelación
interpuesto para ante V. E. contra la expresada sen-
tencia ha sido mal concedido. Aquí como allí, el funda-
mento del fallo, referible a cue'Stiones de hecho y prue-
ba, -es irrevisable en la instancia requerida (art. 14,
ley 48).
Corresponde, pUles, decla'rar improcedente dicho
recurso (doctrina de 202: 270). - Bs. Aires, diciembre
28 de 1945._- J ua1'lJAl,varez.

FALLO DE LA ,CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 28 de agosto de 1946.


y vistos: Los del recurso extraordinario concedido
a fs. 47 en los autos Miquel y Costas y Miquel S. A.
en los autos de apelación de una resolución de la comi-
saría de marcas, venidos de la Cám. Fed. de la Capital.
Considerando en cuanto al recurso:
Que éste es procedente de acuerdo al arto 14, inc.
3 de la ley 48 y 6 de la 4055 por cuanto la apelante
Q
,
Q

ha cuestionado la inteligencia que atribuye al arto 3,'


incs. 4Q y 5Q, de la ley federal 3975 y la sentencia de que
se recurre es definitiva y contraria al derecho que la
apelante funda en dichl:!-disposición legal.'
y en cuanto al fondo de la cuestión:
Que la apelante ha solicitado el registro"de las mar~
cas "Papel tabaco Smoking", "Papel maíz Smoking"
y "Papel de fumar arroz Smoking".
El comisario de marcas y patentes, reconociendo
que la palabra Smoking pertenece al idioma inglés en
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 477

el que tiene las acepciones d~ fumar y de prenda de


vestir y que sólo en esta última acepción pertenece al
idioma nacional, deniega el registro por considerar que
ese vocablo sería arbitrario como \érmino de fantasía
y es además de uso general.
La sentencia de primera instancia estima que no
interesa a los propósitos de la ley de marcas el signi-
ficado de Smoking en el idioma inglés si el mismo vo-
cablo tiene en el nuestro el significado de una prenda
de vestir. Y que en este último sentido, la palabra
Smoking para distinguir papel de fumar no tiene rela-
ción ideológica ni evocativa con el producto que se pro-
pone distinguir, siendo a ese efecto una mera palabra
de fantasía -y no de uso común.
Que disponiendo el arto 39 de la ley 3975 que no
podrá usarse como marcas los términos que hayan pa-
sado al uso general (inc. 49) ni las designaciones usual-
mente empleadas para indicar la naturaleza de los
productos (inc. 59) está claro que no podrían usarse las
palabras fumar o fumando para registrar artículos
que connoten esas ideas, pero sí cualquiera otra de
nuestro idioma que connote una idea distinta, como
ocurre precisamente con el vocablo smoking, cuya úni-
ca acepción en español, según resulta de autos, es la
de una conocida prenda de vestir (su definición' puede
verse en el diccionario enciclopédico La Fuente, publi-
cado bajo la dirección del ilustrado miembro de la Real
Academia Española D. JosÉ ALEMANY). Si esa voz no
hace relación a la idea de fumar, en la sola acepción
en que ella es conocida y tiene en nuestro idioma, re-
sulta claro y patente que la prohibición contenida en
la ley 3975 -arto 3, incs. A9 y 59- no puede alcanzárla,
tratándose como aquí se trata de distinguir un papel
para fumar. La prohibición legal, por razones obvias,
478 PALLOS DE LA CORTE SUPREMA

refiéres~ a las palabras que hagan relación con el


nombre del objeto, o con la naturaleza del producto
que se quiera distinguir, o con la clase a que ellos perte-
,
necen. De lo que se ,infiere que para acordar o negar
el registro de una voz de nuestra lengua sólo ha de
atenderse a lo que ella signifique o connote en el idioma
vernáculo, prescindiendo del que tenga en el foráneo
del que s-ela tomó.
Un caso análogo al de que aquí se trata se resolvió
en Fallos: 190, 185, con motivo del registro del vocablo
Pelinkovac con que en Yugoslavia -se distingue una be-
bida alcohólica derivada del ajenjo. Se reiteró en éste
la doctrina sentada en Fallos: 30, 258 en que se dijo:
"Las designaciones usualmente empleadas para indi-
car la naturaleza de los productos se refieren a las lo-
cuciones de uso general entre nosotros, pues la propie-
dad de una marca nace con el registro (art. 6 y sólo
Q
)

puede considerarse como tal aquella respecto de la


cual la Oficina haya dado el correspondiente certifi-
cado (art. 12). Es pues indiferente, del punto de vista
de nuestra ley, que el nombre de una marca registrada
en el país haya pasado al dominio público o sea un
nombre genérico en el extranjero, si no ha ocurrido lo
propio -en la Argentina, con anterioridad al registro
atento el carácter eminentemente territorial y atribu-
tivo de derechos que aquélla contiene".
Por lo expuesto, y oído el Sr. Procurador General,
se revoca la sentencia apelada en cuanto ha podido ser
materia del recurso.
ANTONIO SAGARN A - B. A. N AZAR
ANCHORENA - F. HAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES (en disiden'-
cia).
;.. •.• :.¡

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 479

, DISIDENCIA DEL SR. MINISTRO DR. D. TOMÁS D. CASARES

Considerando:
Que el inc.59 del arto 39 de la ley 3975 prohibe las
designaciones "usualmente empleadas para indicar la
naturaleza de los productos" y el 59 de la ley 11.275 las
palabras de idiomas extranjeros vivos. Cuando se da,
como en este caso, la singular coincide'ncia de que la
palabra propuesta como marca, proveniente de un idio-
ma extranjero, tenga dos acepciones, una de las cua-
les, -no incorporada al idioma. nacional-, se refiere
a la naturaleza del producto ,que se quiere distinguir
con ella, vale decir que con esa acepción los dos textos
legales se opondrían a la inscripción, autorizar esta úl-
tima en razón de que el otro significado está admitido
en el idioma del país y no alude directamente a la natu-
raleza del producto, importaría, y muy particularm~~te
en este caso, consentir el equÍvC!code que la ley parezca
violada. En efecto, como marca de papel de fumar la
palabra Smoking cuya significación en el idioma inglés
relativa al acto de fumar es de público conocimiento,
puede sugerir esa acepción primotdialmente, por .lo
cual, aunque autorizada por la letra de la ley la marca
en cuestión antes que como palabra de fantasía apare-
. cería como una marca que comporta la doble violación
legal de s~r una palabra extranjera y relativa a la na-
turaleza del producto que distingue, equívoco que una
sana aplicación de la ley debe evitar" tanto mas cuanto
que si es como .denominación de fantasía que la pala-
bra se propone, -y sólo como tal se la puede proponer
legalmente-, no importa ciertamente una restricción
arbitraria del derecho del actor la exclusión de sólo ella
del conjunto innumerable de las del mismo carácter.
480 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Por tanto se confirma en cuanto ha sido materia


del recurso la sentencia apelada de fs. 44.

TOMÁS 'D. CASARES•.

S. A. GANADERA "EL YUNQUE" v. PROVINCIA DE


CORDOBA

COSA JUZGADA.
El rechazo de una acción de repetición de impuesto por
no haberse probado la recepción de los telegramas de.
protesta por las respectivas autoridades, impide reclamar
la devolución de las mismas sumas en otro juicio en el
que se intent.a suplir las deficiencil;ls de prueba que deter.
minaron el fallo adverso, mas no obsta a la procedencia
de la acción de repetición de otras sumas no incluídas en
la anterior demanda.

dONSTITUCION NACIONAL: Constitucionalidad e inconstituciona-


lid~d. Impuestos y contribuciones provinciales. Varios.
El impuesto de tablada aplicado a las haciendas que no
hubieran sido objeto de venta en jurisdicción de la pro-
vincia y que se cobra en el acto de la extracción y con
motivo de ella, es violatorio de los arts. 9 y 10 de la Cons.
Nacional, que no admiten aduanas interiores y prescriben
la libre circulaéión de los productos.

CONSTITUCION NACIONAL: Constitucionalidad e inconstituciona-


lidad. Impuestos y contribuciones provinciales. Varios.
\
El impuesto de tablada establecidó por una provincia para
gravar la operación directa de la venta o negocio de los
ganados y percibido al celebrarse la transacción como un
acto de comercio interno, es un gravamen legítimo, deter-
minado por el ejercicio de facultades constitucionales no
delegadas por las provincias al gobierno federal, de acuerdo
a lo que prescriben los artS. 104 y 105 de 'la Consto Na- ,
cional.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 481

CONSTITUCION NACIONAL: Control de constitudio'fUJ,lidad. Fa-


cultades del Poder Jt~dicial:
•• La constit.ucionalidad o inconstitucionalidad de las leyes
debe ser juzgada desde el punto de vista de su aplicación
al caso que origina el juicio.

IMPUESTO: Principios generales.


La oportunidad en que se cobra el impuesto es un antece-
dente para su debida calificación, suficiente para demos-
trar que, en ciertos casos, se trata de un gravamen pro..
vincial a la exportación.

CONSTITUCION NACIONAL: Constitt~cionalidad e inconstituciona-


lidad. Impuestos y contribuciones provinciales. Generali~s.
No habría Nación si cada provincia se condujera econó-
micamente como un Estado independiente que, al no po-
der gravar las transferencias hechas fuera de su terri-
torio, buscara como compensación el gravar la exporta-
ción de sus bienes, reservada al Gobierno Federal por la
Consto Nacional. .

CONSTITUCION NACIONAL: Constit7wionalidad e inconstituciona-


lidaa,. Impuestos y contribuciones provinciales. Varios.
El impuesto establecido por el arto 49 112 de la ley 3951
de la Provincia de Córdoba pára toda transacción de ga-
nado, es inconstitucional en cuanto se lo aplique a los
casos en que la venta y la entrega de la hacienda existente
en aquélla se ha hecho fuera de la provincia, cobrándolo
en ésta al expedirse las guías para su traslado a lugares
situados fuera de sus límites territoriales.

CONSTITUCION NACIONAL: Constitucionalidad e inco'ltStitucio'fUJ,-


lidad. 1rnpuestos y contribuciones provinciales. Varios.
El arto 49 % de la ley 3951 de la Provincia de Córdoba
no es violatorio del arto 16 de la ConstoNacional en cuanto
exime del impuesto establecido por el arto 49 V2 de aquella
ley a los propietarios o arrendatarios y a las haciendas
que menciona en sus incisos a, b, C.
.;)0.. ....¡

482 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

DICTAMEN DEL PRocURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Por la providencia de fs. 34 quedÓ'implícitamente,
adniitido corresponder este litigio al conocimiento ori-
ginario de V. E., y nada cabe observar a tal respecto.
En cuanto a las cuestiones de carácter constitucio-
nal planteadas en autos, SO:r1 análogas a las q~e moti-
varon mi dictamen del 10 de noviembre de 1943, que
obra a 'fs. 226/7 del expediente 'seguido entre las mis•..
mas partes y corre por cuerda. (G. 172-L. IX) (1).

(1) Que dice así:

,Suprema Corte: Aunque la parte demandada vuelve 'a insistir en


su alegato de fs. 221 sobre la excepción de incompetencia de juris-
dicción que planteara al contestar la demanda, tal punto quedó definiti-
vamente resuelto por V. E. a fs. 73 y no es posible volver sobre ello.
En cuanto al fondo del asunto, se discute, sustancialmente, si una
sociedad anónima que tiene asiento legal en la Capital Federal, y vende
aquí ganados que produce en un establecimient() de su propiedad situado
en la provincia de Córdoba, pudo ser válidamente obligada a pagar el
impuesto sobre las transacciones en ganados establecido por la ley pro-
vincial N9 3951 en su arto 49 1/2 (fs. 68). La actora plantea el caso
como una extralimitación de poderes de las autoridades provinciales, en
cuanto ese cobro signifique gravar transacciones realizadas fuera de los
límites territoriales de Córdoba; y al mismo tiempo, objeta al arto 49 3/4
en cuanto viola normas de igualdad. He aquí el texto de las dos dispo-
siciones legales impugnadas:
Art. 49 .1/2. Toda transacción de ganado, incluídos los que se des-
tinan a saladeros y frigoríficos, cualquiera que sea su procedencia, pagará
el impuesto de acuerdo a la siguiente escala:
a) Por cada animal vacuno, yeguarizo o millar, cuarenta centavos
(0.40).
b) Por cada animal porcino veinte centavos (0.20).
Art. 49 3/4. Quedan eximidos del impuesto establecido en el artículo
anterior:
a) Los propietarios o arrendatarios que exploten personalmente
una superficie no mayor de doscientas hectáreas destinadas a
la ganadería;
b) Las haciendas provenientes de tambos explotados por sus pro-
pios dueños en una extensión hasta de 300 hectáreas;
e) Los propietarios o arrendatarios de inmuebles de mayor super-
'\

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 483

Como V. E., al dictar fallo en ese litigio (229-232) no


entró a considerar dichas cuestiones, me limitaré ahora
a dar por reproducido aquel dictamen en lo pertinente.
- Bs. Aires, marzo 19 de 1946.- Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 28 de agosto de 1946.



Y vistos los autos "Ganadera El Yunque S. A.
contra Córdoba, la Provincia sobre inconstituciónali-
dad de los arts. 49 1;2y 49 % de la ley 3951 ", de los
que resulta:
Que a fs. 19.D. Alberto López Meeatti, en repre-
s.entación de la aetora, demanda a la Prov. de Córdo-
ba por inconstitucionalidad de los arts. 49 lJ2 y 49 %
de la ley 3951 y repetición de la suma de $ 613,20 m/n.
indebidamente pagados, sin perjuicio de ampliar' la, de-
ficie, siempre que la tasaciÓn fiscal de los mismos no exceda
de $ 10.000 m/n., y sean explotados personalmente;
d) La cría al pie.
Respecto del primero, hace notar la parte demandada que ese artícu-
lo no grava las transacciones sobre ganados hechas fuera de la provin-
cia, por cuyo motivo el decreto reglamentario libera del pago del impuesto
sin otra formalidad que prestar al efecto una declaración jurada. No
existe, entonces, propiamente, controversia sobre la constitucionalidad del
gravamen, sino sobre las consecuencias jurídicas de no haberse prestado
la declaración que el decreto reglamentario exige. Art3ntas las modalida-
des que ofrece el triíJico de ganados, no. encuentro sea inconstitucional
una exigencia de tal tipo, ni que ella exceda a las medidas que razona-
blemente puede y debe adoptar el Poder Ejecutivo de una provincia en
defensa del régimen impositivo local.
Por lo que se refiere a violación del sistema de igualdad, tampoco
. encuentro que las excepciones creadas por el arto 49 3/4 de la ley 3951
revistan el cará.cter de arbitrarias, o desprovistas de base atendible.
, Bajo tales conceptos, la demanda no podría prosperar. Resta, sin
embargo, decidir si el pago sin declaración jurada previa importó para
la parte actora renuncia del derecho de repetir un impuesto que pagó aun
cuando en realidad no lo adeudaba; materia de derecho común, ajena.
a mi dictamen. En igual caso se halla la controversia referente a validez
de la protesta. Buenos Aires, noviembre 10 de 1943. - J1/A1n Alvarel'l.
484 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

manda por los pagos que por ig~al concepto acreditare


. haber realizado hasta la fecha
~ de la sentencia.
Exponiendo los hechos en que funda la acción ma-
nifiesta: que su mandante es una sociedad anónima
con personería jurídica otorgada por el Gobierno de la
Nación, que .tiene el asiento de sus negocios en la Cap;
Federal y se dedica especialmente a la explotación del
comercio de agricultura y ganadería y posee bienes en
la Prov. de Córdoba en los cuales se inverna y cría
ganado que, posteriormente y mediante operaciOlIles
.que se contratan en la Cap. Federal, es vendido a los
frigoríficos o en el Mercado de Liniers. En circunstan-
cias en que el encargado de uno de los campos ubicado
en estaciones J ovita y Salas, cumplía órdenes impar-
tidas desde la Cap. Federal para el embarque de gana-
do vendido anteriormente en la misma con destino al
Frigorífico Anglo S. A. como comprador, en un caso,
y a los Sres. Gibson Hnos. como consignatarios, en
otro, se le previno que debía pagar antes por cada no-
villo $ 0,40 m/n. mediante estampillas fiscales que de-
bían ser adheridas al certificado gilía de campaña, en
cumplimiento de las. disposiciones impugnadas que gra-
van las "transacciones de ganado", y que en caso de
no hacerlo, no podría trasladar el ganado pues no se
. le entregarían los certificados correspondientes. La ac-
tora se vió, así, obligada a pagar el gravamen, si bien
lo hizo bajo las protestas que constan en los telegra-
mas colacionados dirigidos el 6 de marzo y el 6 de abril
de 1942 al Gobernador de la Provincia, cuyos textos
transcribe. Aclara que el segundo telegrama fué hecho
ante el temor de haber omitido en el primero algún re-
quisito necesario para la validez de la protesta. Re-
fiérese luego a los certificados guías de los que surgen
varios de los pagos realizados, pues los demás se ha-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 485

llan en poder de la Dirección del Mercado de Liniers,


l y acompaña algunas liquidaciones del Frigorífico An-
glo y de los Sres. Gibson Hnos. que justifican que el
ganado salió de Córdoba y llegó a sus destinatarios, así
como que la operación fué formalizada y liquidada en
la Cap. Federal, haciendo presente que las otras están
agregadas al expediente G. 172 s'eguido entre las mis-
mas partes. Con todo ello entiende haber probado la
extracción del ganado, los pagos y la protesta.
En cuanto al derecho el apoderado de la actora
dice: "El impuesto ha sido cobrado en virtud de la
ley de sellos de la Prov. de Córdoba NQ 3951 dictada
el 5 de noviembre de 1941, que expresa: "Impuesto a
las Transacciones de Ganado". "Artículo 49l/!. To-
da transacción de ganado, incluído los que se destinen
a saladeros y frigoríficos, cualquiera que sea su pro-
cedencia, pagará el impuesto de acuerdo a la siguien-
te escala: a) Por cada animal vacuno, yeguarizo o
mular, cuarenta centavos ($ 0,40) ; b) Por cada animal
porcino veinte centavos ($ 0,20)". "Artículo 49 3/~.
Quedan eximidos del impuesto establecido en el artícu-
lo anterior: a) Los propietarios o arrendatarios que
exploten personalmente una superficie no mayor de
doscientas hectáreas destinadas a la ganadería; b) Las
haciendas provenientes de tambos explotados por sus
propios dueños en una extensión hasta de trescientas
hectáreas; c) Los propietarios o arrendatarios de in-
muebles de mayor superficie, siempre que la tasación
fiscal de los mismos no exceda de $ 10.000 m/n. y que
sean explotados personalmente; d) La cría al pie". y .
agrega que "De estas disposiciones y del Decreto Re-
glamentario número 23535 B. del 27 de diciembre de
1941, especialmente en sus artículos ~, 3Q, 4Q, 6\ Y 99:
se de,sprende que toda persona que quiera trasladar

I
486 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

ganado dentro o para fuera de la Provincia, está obli-


gada a munirse de uno de los siguientes documentos:
a) Cuando no mediare "transferencia": "declaración
jurada de tránsito" al que no se aplica impuesto; b)
Cuando mediare "transferencia"; "certificado-guía de
campa1ia" que no se expide sin el previo pago del se-
llado de la ley 3951". Según la aetora la distinción
obedece al propósito. de eludir las sanciones de incons-
titucionalidad que recayeron sobre otras leyes provin-
ciales análogas. Parecería, prosigue, que mediante la
exoneración de gravamen a los ganados que, sin ser
objeto de transferencia de propiedad, sean traslada-'
dos fuera de la jurisdicción provincial, ya que sólo
se lo hace recaer sobre los que son objeto de transfe-
rencia, se salva la objeción de que el impuesto grava
la extracción, pero de la aplicación de las disposicio-
nes legales a los hechos, se .deduce que en la práctica
los principios constitucionales son igualmente vulne-
rados. Afirma, por otra parte, que los incs. a), 'b) y
e) del arto 49 % en cuanto eximen a los menores pro-
pietarios o arrendatarios del pago del impuesto son
violatorios der arto 16 de la Consto Naciana!. Refié-
rese luego a la trascendencia económica del gravamen,
dado que el animal cambia varias veces' de dueño antes
de completar el engorde y estar listo para la venta a
los frigoríficos o en los mercados, y señala la defectuo.
sa tecnología de la ley en cuanto se refiere a las
"transacciones" de ganado cuando en realidad ha que-
rido gravar todo "trato, convenio o negocio", para
concluir afirmando que aun cuando el impuesto fuera
considerado constitucional, procedería su devolución
con respecto a los vacurlos destinados a Gibson Hnos.
"en consignación", porque los arts. 4 y 6 del decreto
reglamentario respectivamente circunscriben la apliea-
DE JUS'1'ICIA DE LA NACIÓN 487

ción del gravamen a las compraventas y a las transfe-


, rencias. Invoca en apoyo de la tesis sobre la inconsti-
•..
tucionalidad del impuesto mencionado los arts. 9, 10 y
11 de la Consto Nacional y la jurisprudencia de la Cor-
te Suprema que invalidó los gravámenes que con los
nombres de marchamo, guía, de tablada, a la produc-
ción, a la industria, y otros intentaron gravar la extrac-
ción de ganados del territorio de las provincias, a cuyo
efecto cita y transcribe algunos párrafos de los fallos
publicados en los t. 103, 297; 127, 383; 128, 374; 139,
373. Agrega que la doctrina de los mismos es aplica-
ble al caso de autos aunque el legislador haya estable-
cido que los ganados que sean transportados f~era de
la provincia sin constituir el objeto de una transacción
no pagarán impuesto, a cuyo efecto el dueño deberá
munirse de la declaración jurada prevista en el arto 6
del decreto reglamentario, porque también es inconsti-
tucional cobrar gravamen por hacienda negociada fue-
ra de la provincia. El principio según el cual las pro-
. vincÍas tienen facultad para gravar con impuestos los
actos de comercio interno es extraño al presente caso,
desde que las operaciones hanse realizado mediante
ofertas que el representante de la actora hizo al Fri-
gorífico Anglo en la Cap. Federal, formalizándose en
ésta un contrato de compraventa por el éual el vende-
dor. se obliga a entregar al comprador, en el Dock Sud,
un determinado número de novillos a un precio que se
paga también en Es. Aires, que es el lugar tanto de
la celebración. como de la ejecución del contrato, cir-
cunstancias éstas que también concurren en cuanto a
las consignaciones a Gibson Hnos. Ya. se considere,
pues, que el impuesto cuestionado grava la extracción
del ganado de Córdoba, ya la negociación de que dicho
ganado es obj,eto, en ambos casos aquél es inconstitu-
488 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

cional por implicar en el primero el funcionamiento de


una aduana interior cordobesa, y en el segundo un gra- ,
.'
vamen a un acto jurídico realizado fuera de la juris-
dicción provincial, contrariando los principios reitera-
damente estableCidos por los fallos de la Corte Supre-
ma que cita: 134, 259; 114, 21; 151, 92; 51, 349; 101, 8.
El análisis de la ley 3951 y de su reglamentación, pro-
sigue la aetora, revela una verdadera contumacia legis-
lativa en burlar las reglas de referencia y demuestra
que el gravamen impugnado es un verdadero impuesto
aduanero a la exportación de ganado de la Prov. de
Córdoba.
Manifiesta, por fin, que esta demanda es la repro-
ducción de la que originó el expediente G. 172, cuyas
constancias ofrece desde ya como prueba, en el cual la
acción fué rechazada por no haberse probado la entre-
ga de los telegramas de protesta a las autoridades
provinciales, y termina solicitando que se haga lugar
a la repetición, con intereses y costas.
Que a fs. 42 el Dr. Carlos J. Rodríguez en repre-
sentación de la Prov. de Córdoba solicit¡;¡.el rechazo de
la acción, con costas.
Advierte que en la demanda han sido incluídas di-
versas partidas, que enumera, comprendidas en el jui-
cio anteriormente seguido entre las mismas partes
(expte. G. 172), por lo que opone la cosa juzgada res-
pecto de ellas, desde que la acción de repetición de las
mismas fué rechazada por no haberse probado que las
respectivas protestas telegráficas hubieran sido entre-
gadas a las autoridades provinciales. Agrega que por
no acompañarse ninguna nueva protesta y. referirse la
demanda tan sólo a las que fueron invocadas en el jui-
cio G. 172, la cosa juzgada impide apartarse de lo allí
resuelto en cuanto a las. deficiencias de las protestas
telegráficas.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 489

Por otra parte, sostiene que los telegramas de re-


ferencia carecen de valor en cuanto a las transaccio-
nes posteriores a la fecha de los mismos, respecto de
las cuales no existe reserva alguna. Añade que si se
atribuyera ese carácter a los telegramas en cuestión,
deberá probars'8 que fueron recibidos por el Goberna-
dor de la Provincia.
Con respecto a la impugnación constitucional for-
mulada, después de invocar en apoyo de la validez de
las normas de la ley 3951 la opinión expuesta por el
Sr. Procurador General en el expediente G. 172, trans-
cribe el arto 49 % y !1iceque en la práctica se trata de
ganados que están en la provincia incorporados a su
riqueza rural y no vienen de tránsito de otra provin-
cia pasando a una vecina. Se trata, dice, de ganados
que son objeto de transacciones, de transferencia de un
i
dominio; y sólo a esos se refiere la ley -y así lo acla-
\ ra el decreto reglamentario n9 23.535 B. del 27 de di-
ciembre de 1941 en sus arts. 2 y 6 al hacer la distin-
Q Q
,

ción entre ganados objeto de transacción o de transfe-


rencia y ganados en tránsito-o Se trata de ganados
-según los certificados acompañados a la demanda'-:'"
remitidos al frigorífico El Anglo, con destino a la ven-
ta, y que fueroIl pagados por este establecimiento co-
mercial, como comprador. Y se trata de ganados re-
mitidos a una casa comisionista, Gibson Hnos. de Cap.
Federal, con destino a la venta, y allí vendidos. Ahora
bien: en esta situación de hecho, la persona que debe
remitir sus ganados de un punto a otro de ella o fuera
de ella, puede usar de los siguientes procedimientos le-
gales prescriptos en la ley n9 3951, arts. 49 % y 49 %,
y en el decreto reglamentario n 23535 serie B. y son:
Q

1 Si se trata de transacciones.o transferencias de do-


Q

minio de ganado, el vendedor debe dar al comprador,


490 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

etc., un certificado-guía en lin formulario impreso y


con las estampillas del impuesto: arto 49 lh de la ley "J
3951 y arts. 2, 3, 4 Y 5 del decreto reglamentario. 29 Si
se trata de transportar la hacienda de un punto a otro
de la provincia o fuera de ella, sin qué mediara trans-
ferencia o transacción, sus propietarios están obliga-
dos a formular una declaración, jurada, expresando los'
motivos que originan dicho traslado, el número y cla-
se de animales transportados, etc.", arto 49 lh de ley
3951, que sólo grava la transacción o transferencia de
ganado y el arto 69 del decreto reglamentario, que in-
terpreta y aclara ese artículo. 39 Y si se trata del
transporte de ga:r;:tados,que se entreguen en consigna-
ción o remates ferias, para su venta, serán los vende-
dores y rematadores'los 'encargados de hacer cumplir
lo dispuesto en el arto 49 lh de la ley n9 3951; y no
podrá hacerse entrega de animales sin el pago previo
I
del impuesto en los certificados guías", arto 49 lh de ¡
la ley n9 3951 y arto 10 del decreto reglamentario.
De modo que resulta claro: que el dueño de gana-
dos sólo paga impuesto, cuando hace transacción o trans-
ferencia de ellos dentro 'de la provincia y luego hace el
transp'orte y entrega de ellós, dentro o fuera de ella y
entonces se hace constar en un certificado guía; y no
paga impuesto cuando transporta sus ganados sin haber
hecho transferencia o transacción de ellos, dentro o fue-
ra de la provincia; pero entonces, debe hacer una de-
claración jurada (libre de impuesto de sello), de que no
ha hecho transferencia alguna del dominio; porque tal
medida administrativa, es de estilo y de'rigor, para evi-
tar la evasión o defraudación del impuesto.
Agrega que las' disposiciones legales y reglamenta-
rias en cuestión ~seguran el pago del impuesto a las
transacciones de ganado dentro de la provincia, evitan-
\
rJ'

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 491


~
( do el fraude, y salvaguarda el libre tránsito y circula-
\t ción territorial amparado por los arts. 10 y 11 de la
.Const. Nacional. \
f
1
I Sostiene que la ley tampoco es viblatoria del art. 16
. de la Consto Nacional, porque sus disposiciones no se
\
inspiran en propósitos hostiles o diferenciales con res-
1 pecto a lQ..sgrandes capitales ganaderos, sino en princi-
pios de Justicia tributaria que coinciden con los propó-
sitos de afianzar la justicia y lograr el bienestar general
anunciados en el preámbulo de la Constitución.
Después de expresar que el actor deberá probar el
-1 pago de las sumas que pretende haber abonado en C011-

¡ cepto de impuesto termina manifestando que, además


del rechazo de la demanda, corresponde imponer al actor
.el pago de las costas del pleito, por la temeridad que
\ revela al insistir en su pretensión no obstante el dicta-
t men del Sr. Procurador General, debiendo tomarse co-
-¡ mo base a los efectos del monto de la condena la impor-
tancia real del asunto y no la reducida suma reclamada.
Que abierto el juicio a prueba prodújose la que in-
I dica el certificado de fs. 160, alegó sólo la.actora, dicta-
minó el Sr ..Procurador General y se dictó a fs. 185 vta.
la providencia de autos para definitiva.

y considerando:

Que rechazada la demanda anterior de la misma


actora contra la misma demandada por una parte de
los mismos pagos de que se trata en ésta hay, sin duda,
.en cuanto a esa parte de la actual, cosa juzgada. El
habérsela rechazado porque no se acreditó el debido
cumplimiento del requisito de la protesta no modifica
la conclusión. Admitir la posibilidad de un nuevo jui-
\
cio para probar en él lo que, respecto a la protesta, no
{

iI
¡
\"¡\:Hj: ¡:r,':

492 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA ~


{
se probó en el anterior, importaría desconocer el efecto \

1
esencial de la cosa juzgada que es er de poner término ~!

definitivamente a la demanda sentenciada. Que la sen- \


\
tencia la rechace por razones de fondo, por deficiencia
de prueba, por incumplimiento de requisitos formaÍes o
por falta de prueba respecto a dicho cumplimiento, la
consecuencia es la misma en todos los casos: lo que se
reclamó en el juicio cuya sentencia rechaza la demanda,
no puede ser reclamado con éxito a la misma parte me-
diante un nuevo juicio en el que se intenta suplir las
deficiencias de prueba o planteamiento que determina-
ron la adversa sentencia anterior.
Que esta acción comprende pagos no incluídos en
la anterior a los cuales no alcanza el efecto de la cosa
r
¡
juzgada pues, si bien se invocan a su respecto las mis- \ I
mas protestas de que se trató en la sentencia del juicio
anterior, nada obsta a que se las tome en consideración
I
1
en esta causa, pues aquel pronunciamiento no se refirió
a.su validez o regularidad substancial sino a la falta de
prueba sobre la recepción de los telegramas en que cons-
taban, lo cual no tiene más alcance' que respecto al ob-
jeto de aquella demanda. Y en esta dicha recepción ~
I
está probada (fs. 105) y como los telegramas aludidos
de 6 de marzo y 6 de abril de 1942 cumplen satisfacto-
r.iamente con su finalidad y se hace extensiva la pro- .\
testa a todo otro pago ulterior que debiera hacer la ac-
tora por el mismo concepto, el requisito debe conside-
1.

ralise cumplido en esta causa.


Que excluída la parte de esta demanda que es rei- i
}
teración de la anteriormente juzgada queda como pro-
)
pio de ella, no afectado por aquel pronunciamiento, el
impuesto pagado con motivo de las remesas de hacienda ¡
hechas a Gibson Hnos. el 21 y 22 de abril de 1942 y al j
¡
frigorífico Anglo el 11 del mismo mes y año por un total
!
I
)
~
)
(
)

\
(

l.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 493

de 130 Y 266 novillos remitidos al primero y de 156 al


'1I segundo que importó $ 221,60 (v. fs. 115).

¡ Que respecto de estos casos está probado en autos


que las transacciones, para usar los términos de la ley,
se realizaron en la Capital Federal, los ganados fueron
) embarcados en la Provincia de Córdoba para su trasla-
do a aquélla o a Avellaneda y el impuesto pagado en el
-(
J
momento del embarque -véanse documentos de fs. 6 a
16, declaraciones de fs. 74, 74 vta., 75, 78 Y 78 vta., in-
!i formes de fs. 82, 86, 94, 111 vta., 112 y 115, informe pe-
ricial de fs. 139, guías de fs. 149 y 154-. Cabe hacer
notar, por otra parte que en su contestación de fs. 42 la
demandada no negó todos los hechos Jimitándose, en
cuanto a su existencia, a decir que "le corresponde al
demandante pro.•bar el hecho fundamental de su acción:
el pago de las sumas que dice abonadas por el impuesto,
etc.... " y que producida la prueba se abstuvo de alegar
sobre su mérito.
La interpretación de los arts. 9 y 10 de la Consti-
tución Nacional relacionada con los impuestos llamados
de tablada, como lo es el de autos, hecha por esta Corte
Suprema en numerosos fallos, concordantes todos sin
excepción alguna, y sin que uno solo de ellos contenga
,
~
¡
I
un voto en discrepancia, desde el primero dictado en
1875, que suscriben Del Carril, Barros Pazos y Goros-
tiaga (16,296) hasta el reciente del tomo 188,18 de 1940,
1 a través de los casos resueltos en Fallos: 20, 304; 51,
I
j 349; 83, 204; 96, 377; 100, 364; 101, 8; 103, 297 Y 397;
(
127,383; 128, 374; 134, 259 Y 267; 137, 321; 139, 373;
-{ 166,109; 171, 147 Y 182, 170 ponen de manifiesto la doc-
¡ trina sentada en ellos, que esta Corte, en ]fallos: 134,
i
. 259, ha sintetizado así: "a) el impuesto de tablada apli-
.1 cado a las haciendas, que no hubiesen sido objeto de
venta en jurisdicción de la provincia, y que se cobra
i

-1
\
1
494 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

en el acto de la extracción y con motivo de ella, es vio-


latorio de los arts. 9 y 10 de la Constitución, que no
admiten aduanas interiores y prescriben la libre circu- t
lación de los productos; b) el mismo impuesto de ta-
blada establecido por una provincia para gravar la
)
operación directa de la venta o negocio de los ganados i
y percibido al celebrárse la transacción como un acto de
comercio interno, es un gravamen legítimo, determinado
por el ejercicio de facultades constitucionales no dele-
gadas por las provincias al gobierno federal, de acuer-
do a lo que prescriben los arts. 104 y 105 de la Constitu-
ción; y c) que, en consecuencia, la contribución aludida,
creada P0l; un Estado provincial como impuesto de ex- ~
portación afecta la libre circulación territorial y es con-
traria a expresas disposiciones de la Constitución, en (-
tanto que no tiene tal defecto legal el gravamen a la
circulación económica, esto es, el que se impone a los
actos de comercio realizados en la jurisdicción de la pro-
vincia y por consiguiente al alcance de su potest¡:td im- }"
positiva (Fallos: 127, 383)" .... "Que la constitucio- \
nalidad o inconstitucionalidad de las leyes locales de-
be juzgarse del punto de vista de su aplicación al caso
'que origina el juicio ... Que las haciendas sobre las que
recayó el impuesto fueron remitidas' en consignación ... ,
pero no resulta que hubieran sido vendidas o negociadas
en la Provincia de Entre Ríos y por lo tanto el impuesto
con que han sido gravadas en el acto de su extracción
y con motivo de ella está en pugna con las garantías
que consagran los arts. 9 y 10 de la Constitución. Que
'según la jurisprudencia de esta Corte, la oportunidad en
que se cobra el impuesto es un antecedente para su de-
bida calificación, suficiente par.a dar por demostrado
que en casos como el que comprende el precedente con-
siderando, se trata de un gravamen a la exportación,
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 495

pues para que un impuesto se diga establecido con mo-


tivo de la extracción de productos de una provincia, bas-
ta que él se exija en el acto de esa extracción; y por
consiguiente si media esta última circunstancia y se pre-
tende, no obstante, la legitimidad del gravamen, habrá
que demostrarse que el impuesto se aplicó y percibió
por concepto de la venta o negocio de que los ganados
fueron objeto dentro de la jurisdicción de la provincia
(Fallos: 128, 375; 130, 29) ".
De autos resulta que el impuesto de que aquí se tra-
tá fué pagado tanto por las remesas de hacienda hechas
a Gibson Hnos. el 21 y 22 de abril de 1942 para su venta
en la Capital Federal, como a la hecha al frigorífico An-
glo el 11 del mismo mes, y que ambas operaciones fue-
ron ef.ectuadas en la. Capital Federal; la primera para
su venta en el mercado de ésta y la segunda para entre-
gársela al frigorífico ubicado en la provincia de Bue-
nos Aires.
El arto 49 lh de la ley 3951 grava" toda transacción
de ganado, incluídos los que se destinan a saladeros y
frigoríficos cualquiera sea su procedencia"; el arto 2 Q

del decreto reglamentario establece que.la transferen-


cia se hará constar en certificados guías visados por las
autoridades policiales; y el 3 del mismo, que el impues-
9

to será satisfecho en estampillas de control que deben


( adherirse a cada uno de los ejemplares e inutilizarse

¡ por la autoridad encargada de su visación. Lo que de-


muestra que con el impuesto impugnado se grava igual-
mente" a las operaciones de venta o negocio de que los
I ganados sean objeto" dentro o fuera de la provincia,
sin reparar. en que ésta carece de jurisdicción imposi-
tiva de este último caso. La jurisdicción provincial ha
de limitarse en el caso tanto a gravar su producción co-
mo a las ventas o "transacciones" realizadas dentro de
496 FALLOS DE J"A COR'l'E SUPREMA

su territorio aunque se trate de ganados importados de


otras provincias pero siempre que estos ")Íltimos,por
haber terminado' la circulación territorial, se hallen in-
corporados a su riqueza local. Sólo así puede cumplirse
cabalmente el propósito de la Constitución de hacer un
solo territorio para un solo pueblo.. No habría Nación
si cada provincia se condujera económicamente como
un estado independiente que, al no poder gravar las
!
\

transferencias hechas fuera de su territorio, buscara


como compensación el gravar la exportación de sus bie-
nes, reservada a la Nación por nuestra ley suprema
(arts. 4 y 9 de la Constitución). Es de estricta aplica-
ció~ al caso de que aquí se trata lo dicho en el que se
registra en el tomo 151, 92 acerca de una ley de la pro-
vincia de Buenos Aires: "Es de consideración elemental
que al lE?gislarla provincia de Buenos Aires en los tér-
minos de la cláusula referida, gravando operaciones
realizadas fuera de su territorio, actúa más allá de su
facultad jurisdiccional, invade otras jurisdiccionés, afec-
. ta la circulación territorial de sus productos y dicta re-
glas al comercio interprovincial ... Que estos principios
son aplicables' al sub judice, toda vez que se trata de la
ilegalidad de un impuesto provincial que comprende las
operaciones de venta que la West India realiza fuera de
la provincia y que grava productos que 'salen de su te-
rritorio, ya que un impuesto local sobre las ventas equi-
vale a una imposición sobre los objetos vendidos, no pu-
diendo decir, por tanto, que aquél se refiere a actos de
comercio interno, sujetos a los gravámenes que las pro-
vincias están' facultadas para crear, dentro de su capa-
cidad política".
La sentencia del tomo 178, 308, que se refiere al
caso opuesto al que aquí se estudia, pues se trataba en
él de gravar mercaderías introducidas ~ la provincia y
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
.. 497

no extraídas de ella, corrobora lo expresado anterior-


mente, puesto que en él se declaró la constitucionalidad
de la ley de la provincia de Córdoba que creaba un gra-
vamen al expendio de bebidas alcohólicas, tabacos, nai-
pes, etc., exoneraba de tal impuesto a los productos que
fueran vendiqos con destino al consumo de fuera de la
provincia, e imponía multas a los dueños ,de las merca-
derías gravadas que se pusieran a la venta en la pro-
vincia sin la correspondiente estampilla. Tratábase allí
de una ley que establecía un tributo legítimo al comer-
cio interno y_que hasta contenía una expresa exonera-
-ción del impuesto acerca de los productos que fueran
vendidos con destino al consumo de fuera de la provin-
cia. Un caso análogo se resolvió en Fallos: 188, 437, en
que al artículo importado se lo gravaba después de
haberse confundido con la riqueza local. En el de S. A.
Luis De Ridder Ltda.-del tomo 182, 170, esta Corte puso
de relieve la circunstancia de que ese no era análogo al
resuelto en Bunge y Born v. Buenos Aires, desde que en
este último nada se dijo sobre la cláusula en lo atinente
al recibo de la mercadería; el debate giró sobre el lugar
de la celebración del contrato, y porque no fué objetada
la prueba de la aetora, bien amplia y precisa, sobre los
sitios de recepción de los cereales, que eran puertos na-
cionales. En el de De Ridder Ltda. se trataba de pro-
ductos de la agricultura cosechados en la provincia y
que los vendedores debían entregar en la misma y no
en puertos u otros sitios sometidos a la jurisdicción na-
cional; por lo que en éste se consideró constitucional
el impuesto, mientras que en el caso anterior se declaró
su inconstitucionalidad'" en cuanto afecta con el impues-
to las operaciones o contratos concertados fuera de la
jurisdicción de la provincia", tal como ocurre en el caso
de que aquí se trata, en que la venta y la entrega de la

- .
498 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

hacienda se ha hecho fuera de la provincia y el impuesto


se lo ha cobrado en ella al expedirse las guías para su )

traslado a la Capital Federal y al frigorífico comprador


ubicado en la provincia de Buenos Aires. Y como lo dijo
esta Corte en el caso Las Palmas v. Buenos Aires, la
Prov.: "La observación de que el impuesto no recae en
el acto de la exportación y que se ha tomado la oportu-
nidad de ésta por razones de equidad y para evitar com-
plicaciones en la percepción, no es valedera, pues como
se ha declarado antes de ahora, para que un impuesto
se diga establecido con motivo de la extracción de los
productos de una provincia, basta a los fines de la pro-
hibición constitucional que él se exija en el acto de la
extracción, cualquiera que sea la clase y ubicación de
las oficinas recaudadoras, porque en tales condiciones
el gravamen afecta al comercio internacional o inter-
provincial, escogiéndose de todos los períodos de la pro-
ducción y distribución de la riqueza local el que está 4

fuera de imposición de la provincias" -Fallos: 100,


364-. "La oportunidad en que se cobra el impuesto es
un antecedente para su debida calificación, suficiente en
general para dar por demostrado que en casos como el
que comprende el precedente considerando se trata de
un gravamen a la exportación ... pues basta que se lo
exija en el acto de la extracción; y por consiguiente si
media esta última circunstancia y' se pretende, no obs-
tante, la legitimidad del gravamen, habrá que demos-
trarse que el impuesto se aplicó y percibió por concepto
de la venta o negocio de que los ganados fueron o,bjeto
dentro de la jurisdicción de la provincia" -Fallos: 128,
375; 130, 29 citados en '137, 321-. "Aun cuando el im-
puesto se haya establecido en la ley a la "producción":
sea con esa denominación o con otra, él es inconstitu-
oional desde que su percepción se hace con ocasión del
"

DE JUSTIClA. DE LA NACIÓN 499

transporte a otra provincia o al extranjero" -Fallos:


103,393-.
Que la impugnación del arto 49 % que exime del
impuesto establ€cidoen el arto 49 1h a los propietarios
o arrendatarios. de una superficie no mayor de 200 hec-
táreas destinada a la ganádería (inc. a) y a las hacien-
das provenientes de tambos explotados por sus propios
dueños en una extensión hasta de 300 hectáreas (inc. b)
y a los propietarios o arrendatarios de inmuebles de
mayor superficie siempre que la tasación fiscal no ex-
ceda de $ 10.000 y que sean explotadas personalmente
(inc. c), por violarse la igualdad establecida en el arto 16
de la Constitución, debe ser rechazada de acuerdo a la
jurisprudencia de esta Cort€ que tiene reiteradamente
resuelto: la igualdad ante la ley establecida en el arto 16
comporta la consecuencia de que todas las personas su-
jetas a una legislación determinada dentro del territo-
rio de la Nación sean tratadas del mismo modo siempre
que se encuentren en iguales circunstancias y condi.
ciones (184, 592). El principio de igualdad que esta.
bl€ce el arto 16 sólo requiere que no se esta1¡Jlezcanex-
cepciones o privilegios que excluyan a unos de lo que
se concede a otros en idénticas circunstancias, mas no
impide que la legislación contemple en forma diferente
situacion€s que considera distintas, cuando la discrimi-
nación no es arbitraria ni responde a un propósito de
hostilidad contra determinados individuos o clases de
personas, ni encierra indebido favor o privilegio perso-
nal o de grupo (182, 355). La igualdad en materia impo-
sitiva se cumple cuando en condiciones análogas se im-
ponen gravámenes iguales (184,592; 187, 586; 188,464;
190, 231 y 192, 239 entre otros).
En su mérito y atento lo dictaminado por el. se-
ñor Procurador General, se hace lugar a la demanda en

500 FAL"LOS DE LA CORTE SUPREMA

lo que atañe al impuesto de pesos doscientos veintiuno


con sesenta centavos moneda nacional cobrado a la ae-
tora en virtud del arto 49 % de la ley 3951, que en su
apllcación al caso de autos se declara inconstitucional,
y se condena a la provincia de Córdoba a pagar a la
aetora la expresada suma d~ntio del plazo de veinte
días, con intereses desde la notificación de la demanda,
al tipo de los que cobra el Banco de la Nación"Argenti-
na. Las costas se abonarán en el orden causado, atento
el resultado del pleito.

ANTONIq SAGARNA - B. A. NAZAR


ANCHaREN A - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES (en. disi-
dencia).

DISIDENCIA DEL SR. MINISTRO DR. DON TOMÁS D. CASARES

Considerando:
. "

Que rechazada la demanda anterior de"la misma


aetora contra la misma demandada por una parte de los
mismos pagos de que se trata en ésta hay, sin duda, en
cuanto a -esaparte de la actual, cosa.juzgada. El habér-
sela rechazado porque no se acreditó. el debido cumpli-
miento del requisito de la protesta no modifica la con-
c1usió"n.Admitir ia posibilidad de un nuevo"juicio para
probaren él lo que, respecto a la protesta, no se probó
en el anterior, importaría desconocer el efecto esencial
de la cosa juzgada que es el de poner término definitiva~
mente a la demanda sentenciada. Que la sentencia la re-
chace por razones de fondo, por deficiencia de prueba,
por incumplimiento de requisitos formales o por falta
'de prueba respecto a dicho cumplimiento, la consecuen-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 501

cia es la misma en todos los casos: lo que se .reclamó en


el juicio cuya sentencia rechaza la demanda, no puede
ser reclamado con éxito a la misma parte mediante un
nuevo juicio en el que se intenta suplir las deficiencias
de prueba o planteamiento que determinaron la adversa
sentencia anterior.
Que esta acción comprende pagos no incluídos en la
anterior a los cuales no alcanza el efecto de la cosa juz-
gáda pues, si bien se invocan a su respecto las mismas
protestas de que se trató en la sentencia del juicio ante-
rior, nada obsta a que se las tome en consideración en
esta causa, pues aquel pronunciamiento no se refirió a
su ~alidez o regularidad sustancial sino a la falta de
prueba sobre la recepción de los telegramas en que cons-
taban, lo cual no tiene más alcance que respecto al objeto
de aquella demanda. Y en esta dicha recepción está
probada (fs. 105) Y como los telegramas aludidos cum-
plen .satisfactoriamente 'con' su finalidad pues mencio-
nan los preceptos constitucionales que se consideran
vulnerados y se hace extensiva la protesta a todo otro
pago ultérior que debiera hacer la adora por el mismo
concepto, el requisito debe considerarse cumplido en esta
causa.
Que excluída la parte de esta demanda que es rei-
teración de la anteriormente juzgada queda como pro-
pio de ella, no afectado por aquel pronunciamiento, el
impuesto pagado con motivo de las remesas de hacien-
da hechas a Gibson Hnos. el 21 y 22 de abril de 1942
y al Frigorífico A.ngloel 11 del mismo mes y añ.o (do-
cumentos de fs. 6 a 15).
Que ante todo ha de distinguirse la parte de la
demanda relativa al impuesto que se pagó por la ha-
cienda ~endida al Frigorífico A.nglo, de la que se refie.
re al abonado por la que se envió en consignación a
502 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Gibson Hnos. para ser vendida en el mercado de Li-


niers, de esta Capital, porque con respecto a esta última '.
no pretende el actor que se le haya impedido acogerse
al procedimiento de la declaración jurada con la expli-
cación de que la hacienda era trasladada fuera de la
provincia "sin que mediara transferencia" (art. 69 del
decret<1del 27 de diciembre de 1941).
Que en la demanda se reconoce, y consta en la
documentación agregada de fs. 8- y 15, que la actora
y el Frigorífico Anglo convinieron una operación de
compraventa sobre hacienda de la primera que se ha-
llaba, cuando la operación se concertó, en sus campos
de la provincia de Córdoba.
La cuestión consiste, pues, en determinar si el im-
puesto exigido por la provincia de Córdoba con motIvo
de 'una venta de haciendas existentes en su territorio,
concertada en la Capital Federal, impuesto hecho efec-
tivo en oportunidad de trasladar los animales de los
campos de la provincia, en los que se hallaban al con-
venirse la operación, a la Capital Federal,donde había
de recibirlos, industrializarlos y comercializarlos el
frigorífico comprador, importa o no violación de lo
dispuesto por los arts. 99 y 10 de la Consto Nacional.
Que el arto 49 % de la ley 3951. grava "toda tran-
sacción de ganado, incluídos los que se déstinan a fri-
goríficos y saladeros, cualquiera sea su procedencia".
y el arto 69 del recordado decreto reglamentario con-
templa los casos de traslado de hacienda fuera del te-
rritorio de la provincia "sin que mediare transferen-
cia" y los exime del gravamen establecido por el arto
49 %. Vale decir que el régimen impositivo de que se
trata se ha propuesto gravar las operaciones de trans-
ferencia de haci~ndas existentes en el territorio de la
provincia tomando como oportunidad para hacer eféc-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 503

tivo el impuesto la expedición de la guía indispensable



para proceder al traslado de las que han sido objeto
'..
de transmisión.
Que no se discute la facultad de las provincias pa-
ra gravar la compraventa de bienes que integran .su
riqueza y se hallan dentro de los límites de su juris-
dicción. Pero el interrogante se abre cuando, tratándose
de muebles o semovientes que están en su territorio, la
operación, aunque relativa a ellos, se conviene fuera
de la jurisdicción provincial y el pago del impuesto es
exigido al retirarse de la provincia el bien vendido,
por lo cual no constituye pura y simplemente un im-
puesto a la extracción o traslado que importe el esta-
blecimiento claramente inconstitucional de una aduana
interior, se decir, un derecho que se cobra" por el he-
cho de transitar el territorio". Se trata, en suma, de
saber qué ha de prevalecer para juzgar si el impuesto
es a la transacción o al tránsito o extracción: la circuns-
tancia de habetse convenido la compraventa fuera de
la provincia o el hecho de que el objeto de esta última
haya sido un bien que cuando se convino la transferen-
cia era parte integrante de la riqueza provincial y que
salió de la provincia comprometido en venta.
Que tratándose, como se trata, de las facultades
impositivas de las provincias, materia propia del de-
recho público, la solución no ha de procurarse aplican-
do solamente las normas del derecho privado definito-
rias de lo que debe entenderse por lugar de celebración
y cumplimiento, y de cuándo ha de tenerse por consu-
mada la transferencia. No cabe duda alguna en pre-
sencia de la prueba traída por el actor, que el contrato
se celebró en la ciudad de Buenos Aires y que aquí
debía el vendedor entregar lo vendido. Pero tampoco
cabe duda de que cuando la hacienda salió de Córdoba
504 FALLOS DE LA CORTE SUPREadA

ya eslaba vendida, el actor tenía el deber de entregarla


y el comprador derecho a exigir la entrega (arts. 1410 ".
..J

y 1412 del Cód. Civil); uno y otro habían contraído la


obligación a que se refiere el arto 1323 del mismo código
al definir el contrato en cuestión.
Que esta Corte ha tenido numerosas, oportunida~
des de enunciar y explicar las razones y los anteceden-
tes históricos que determinaron el establecimiento de
las normas contenidas en los arts. 9 y 10 de la Consto
Q

NacionaL "Lo condenable, lo ilegal" es el gravamen


con fines económicos de protección o preferencia a fin
de manejar la circulación económica", pero "al inter-
pretar y aplicar ese objeto esencial de la COllstitución
no puede menoscabarse el derecho primario de las pro-
vincias a formar el tesoro público con la contribución
de su riqueza". Se dijo in re "Villa y Zanón contra
Prov. de Córdoba" (Fallos: 178, 308): cobrar un im-
puesto con motivo y en razón de un negocio convenido
~sobre bienes que son parte integrante de la riqueza de
la provincia, mientras lo son, es un modo perfecta-
mente regular de constituir esta última su tesoro pú-
blico, porque recae sobre su riqueza, con motivo de una.
operación económica o acto lucrativo realizado con ella,
y sin gravitación impropia o anormal alguna en la cir-
culación económica general del país, puesto que desde
ningún punt~ de vista puede atribuírsele a un gravamen
de esta especie un propósito de protección o preferen- \
cia para la riqueza provinciaL
Que si bien de lo expuesto precedentemente y en
considerandos anteriores sobre -el cúterio de derecho
fiscal y no sólo de derecho privado con que la cuestión
debe encararse se sigue la jurisdicción de la provincia
para imponer el gravamen debatido, ha de insistirse en
ello pues el punto comunica con el grave problema 'del
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 505

creciente desequilibrio en que se hallan la Capital Fe-


deral y las provincias. La Capital Federal tiende, por
innumerables factores que no es esta opoi.tunidad de
examinar ni mencionar" a ser cada vez más, de, modo
directo o indirecto, el centro de toda la actividad eco-
nómica del país. No sólo el lugar a donde confluye una
parte. importantísima, de las riquezas de todas sus re-
giones, sino la central financiera desde la cual se regula
la circulación, el destino y muchas veces hasta el valor
de todas -ellas o poco menos. Interpretar las disposicio-
nes constitucionales destinadas a "constituir la unión
nacional "sin prestar especial atención a este fenóme-
no pondría en riesgo de sancionar restricciones de las
facultades provinciales en beneficio, no de la auténtica
realidad eminente de la Nación, ni siquiera de la natu-
ral preeminencia rectora de su capital, sino de un cre-
...••.cimiento deformante de ella por obra de un juego de
.. intereses que no son siempre los de la verdadera gran-
deza nacional, uno de cuyos requisitos es que la capital
presida un orden federal 'en el que haya armónica posi-
bilidad de plenitud para todos los estados compren-
didos en él, y no sea nunca un rival privilegiado e
incontrastable. Es público y notorio que la parte más
importante de las transacciones rElativas a las hacien-
das de toda la República se concierta en la Capital
Federal. Mientras sólo se trate de la atracción econó-
mica que ésta ejerza y a causa de la cual buena parte
de esas haciendas son traídas a ella para ofrecerlas a
la venta en sus mercados, se' está ante un fenómeno
económico que n~ puede influir sobre la interpretación
l'

I del régimen constitucional de los arts. 99 y 10. Esas


salidas de la hacienda de los territorios provinciales no
puede ser gravada como no sea con el derecho de guía
u otros análogos (Fallos: 19, 86; 20, 304,; 96, 225; 100,
506 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

318; 117, 344), no lo pueden ser en razón de la salida


o extracción. Pero si la extracción obedece a que se ha
cm'bcertado sobre las haciendas trasladadas U'la ope-
ración de compraventa, negar a la provincia el dere-
cho a cobrar un impuesto con motivo de esa "Ventapor-
que se la concertó en la Capital Federal, es decir, fuera
de su jurisdicción, es dar al régimen en cuestión un
alcance ajeno a su real finalidad y favorecer indirecta-
mente el anormal desequilibrio a que se acaba de aludir.
Jurisdicción en el orden fiscal no puede negarse que
tenga un estado provincial con motivo de una operación
de venta relativa a bienes integrantes de su riqueza,
¡sea cual fuere el lugar donde se la convino y donde la
operación se finiquite con la entrega, si se la convino
hallándose lo vendido en jurisdicción provincial. Si se
argumenta que este impuesto obsta la extracción de las
haciendas del territorio de la provincia, requerida para
el cumplimiento del contrato, lo cual importa obstruir
la libre circulación de la riqueza dentro de los límites
de la Nación con agravio de lo dispuesto por los arts. 99
y 10 de la Consto Nacional citada al principio, cabe ob-
servar que el argumento contiene su propia réplica
puesto que se 'funda en que el vendedor extrae las ha-
ciendas porque está obligado a entregarlas; pero lo
está porque las ha comprometido en una operación de
venta mientras se hallaban en juri.sdicción de la pro-
vi.ncia. Y ese acto es lo que se grava en la ley en cues-
tión. No s,ecobra el impuesto porque el dueño las retira
de la provincia para venderlas, sino porque las retira
vendidas, o más precisamente, -pues el hecho del tras-
lado no interviene para nada como causa del impues-
to-, porque las ha vendido, pura y simplemente. La
prueba es que si al retirarlas presta juramento de que
las va a vender fuera de la provincia, es decir, de que
~, • ,_ , :~ J;

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 507

el traslado no se efectúa en ejecución de una transfe-


rencia preconvenida, no se le cobra (art. 6 del decretoQ

, reglamentario). La circunstancia de que la hacienda


~
\
deba ser entregada al comprador fuera del territorio
provincial y trasladada hasta el lugar de la entrega
\
{
por cuenta y riesgo del vendedor es sólo una modali-
dad de la ejecución del contrato, que no puede prevale"
{ cer, en la determinación de la potestad fiscal de la pro-
\ vincia, sobre el hecho primario de que las haciendas
"
fueron objeto de una compraventa mientras se hallaban
en jurisdicción de ella. El arbitrio de quienes realizan
el negocio gravado, en libertad como se hallan de con-
certarlo donde les plazca, no debe prevalecer, en punto
a jurisdicción fiscal, sobre la ~ealidad económica que
da al tributo razón de ser, realidad constituída por la
existencia de una riqueza precisamente situada en los
límites de una jurisdicción y por el hecho de realizarse
un negocio con ella mientras está situada allí. A todo
lo cual débese agregar que el impuesto no recae sobre
el contrato de compraventa en cuanto tal, sino sobre el
hecho de negociarse haciendas existentes en la provin-
cia, como resulta de que consiste en un tanto fijo por
cada cabeza vendida, con prescindencia del precio con-
venido en el contrato. Razón de más por la cual la fa-
. cultad impositiva provincial no ha de juzgarse en fun-
ción del lugar de celebración y ejecución final del con-
trato. Al mismo tiempo esta caracte:rística del gravamen
contribuye a demostrar que no incide de ningún modo
sobre la circulación, ni tiene un subrepticio alcance que
trascienda los límites de la provincia.
Que como se observó en el considerando 4 lo re- Q
,

lativo al impuesto pagado por las haciendas enviadas


en consignación a la firma Gibson Hnos. debe tratarse
aparte. El impuesto no tiene aquí como razón de ser la
.- ~.
-:-

508 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

venta efectuada, pues las haciendas se despacharon,


••.I
cuando se lo pagó, para ofrecerlas en venta en el mer- )

cado de Liniers, de esta capital. Pero el actor no ha


i
probado que con respecto a ellas se le impidiera aco-
gerse al procedimiento de la déclaración jurada del
arto 69 del decreto reglamentario. Se está, pues, ante un
¡ i
pago voluntario, no impuesto por la ley en ese caso, (
según resulta claramente de los textos citados, y que no I

se probó haber sido exigido contra lo dispuesto en di-


!
I

chas normas, por las autoridades que intervinieron en


la expedición de las guías pertinentes. La repetición no
es, en tales circunstancias, procedente.
Que en cuanto a la violación del principio de igual-
dad por lo dispuesto en el arto 49 % de la ley cuestio-
nada el cual exime del gravamen a los propietarios o
arrendatarios que exploten personalmente una exten-
sión no mayor de doscientas hectáreas, a las haciendas
provenientes de tambos explotados por sus propios.
dueños en una extensión hasta de 300 hectáreas y a los
propietarios o arrendatarios de inmuebles de mayor
superficie siempre que la tasación fiscal de estos no
exceda de $ 10.000 y sean explotados personalmente,
corresponde desechar el agravio porque las categorías
de exención que se acaban de mencionar no PUé den con-
siderarse arbitrarias ni inspiradas en un propósito de
hostilidad a determinada clase de contribuyentes, sino
por el contrario, en el de favorecer ciertas modalidades
de explotación consideradas socialmente benéficas. Y
no es preciso insistir en que, como lo tiene reiterada-
mente declarado el tribunal, el principio de igualdad
del arto 16 de la Constitución no se' opone al estableci-
miento de dichas categorías, pues, lo que con él se
.asegura es que los iguales sean tratados con igualdad
en iguales circunstancias.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 509

.Por estas consideraciones y de acuerdo con lo


.~. dictaminado por el Sr. Proc. General, se rechaza la de-
manda, sin costas en razóÍl de la naturaleza de la cues-
tión debatida. Notifíquese, repóngase el papel y ar-
chívese.
TOMÁs D. CASARES.

ISIDORO JUAN PINO v. CAJA DE JUBILACIONES DE


EMPLEAD.OS FERROVIARIOS

JUBILACION DE EMPLEADOS FERROVIARioS: JubilaCiones.


Clases. Extraordinaria.
Lo dispuesto por el arto 4 del decreto n9 17.469 del 7 de
julio de 1944 no autoriza a dejar sin efecto el beneficio
del arto 31 de la li::y10.650 oportunamente concedido a un
obrero jubilado por invalidez.

SENTENCIA DE LA CÁMARA DE LA JUSTICIA DEL TRABAJO

Bs. Aires, 13 de junio de 1946.


Vistos y considerando:
Por los fundamentos dados por' esta Sala en la causa
n9 147/46, sentencia de fecha mayo 2 de 1946 (1), que se dan
aqui por reproducidos, oido el Proc. Geperal del Trabajo, se
revoca la resolución recurrida de fs. 150 en cuanto la misma
declara extinguido el beneficio del arto 31 de la ley ],0.650
acordado al recurrente. - Santas Bonet.
(1) Que dice así:
Bs. Aires, mayo 2 de 1946. Y vistos: El recurso de apelaci6n con-
cedido a fs. 71, de la resoluci6n de fs. 62 del Instituto Nacional de
Previsi6n Social, que declara extinguido el beneficio del arto 31 de la
ley 10.650 acordado a D. Antonio Carlos Land6 en el presente éxpe-
diente: y .
Considerando:
. Que el. arto 49 del decreto 17469/44, al disponer que el personal ferro-
viario que por cualquier afecci6n o anormalidad se halle impedido del
libre ejercicio de su profesi6n, de acuerdo a lo que. exigen los regla-
510 FALLOS DE LA CORTE SUPREM'A

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
El arto 31 de la ley 10.650 establece que cualido a
un jubilado por invalidez se lo utilice en otro empleo,
percibirá además del sueldo la fracción de la jubilación
que acuerde el directorio de la Caja respectiva, propor-
cionalmente a la disminución de capacidad para el tra-
bajo sufrida por el beneficiario.
Vigente es,e sistema, D. Isidoro Juan del Pino em-
pleadoal servicio del Ferrocarril Central Argentino
acreditó que por estar físicamente incapacitado para el
desempeño de las tareas de jefe de estación se le desig-
nó para ocupar otro empleo dentro de la misma empre-
sa; Y como consecuencia, la Qaja Nac. de J ubil. y Pen-
siones para Ferroviarios le concedió derecho a percibir
la diferencia entre el nuevo sueldo y el.monto total de
la jubilación por invalidez (fs. 61, 75, 116, 128 Y 141).
Q
Así las cosas, por decreto n 17.469/44 del 7 de
mentos y convenios,en vigencia" y sea destinado a trabajos compatibles
con su nuevo estado, dentro de sus actividades habituales, debe ser man-
tenido en el sueldo de su categoría y clll.'3e,sin poder ser rebajado ni deja-
do cesante, ,deja expresamente a salvo el caso de jubilación por inva-
lidez;
Que en el presente easo, el recurrente obtuvo el beneficio del arto 31
de la ley 10.650 como jubilado por invalidez, por resolución de fs. 15,
en razón de utilizarse sus servicios en otro empleo de menor categoría
que el que antes desempeñaba; debiendo por lo tanto considerarse que
la integración de sueldo que dispone el citado decreto-ley 17.469/44,
corresponde aplicar en el/caso a la diferencia eutre el sueldo menor que
perciba el empleado, más la fracción de jubilación acordada en virtud
del arto 31 de la ley 10.650 proporcionalmente a la disminución sufrida
de su capacidad de trabajo, y la asignación máxima que percibía antes
de inca,pacitarse para sus tareas habituales, conforme da 'cumplimiento
el Ferrocarril Oeste según se informa a fs. 57;
Por ello y los fundamentos concordantes del memorial de fs. 84 y
sigtes., oído el Sr. Proc. General del Trabajo, se revoca la resolución
a,pelada de fs. 62, del Instituto Nadonal de Previsión Social, en cuanto
declara extinguido el beneficio del arto 31 de la ley 10.650 acordado al
'Tecurrente. - Santos Bonet. .
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 511

julio de 1944 (Bol. Ofic., julio 26), el P. E. dispuso


(art. 49) :
"El personal ferroviario cualquiera sea su espe-
cialidad, categoría y sueldo, que no reúna las condi-
ciones del mínimo de capacidad física, provocado por
cualquier afección o anormalidad que le impide el libre
ejercicio de su profesión, de acuerdo a lo que exigen
los reglamentos y convenios en vigencia, podrá ser des-
tinado a trabajos dentro de sus actividades habituales,
compatibles con su nuevo estado, y mantenido en el
sueldo de su categoría y clase y no podrá ser rebajado,
ni dejado cesante, salvo el caso de jubilación por inva-
lidez. El personal que a la fecha del prese1~te decreto
se encuentre en tales condiciones, será vuelto a la cate-
goría, clase y sueldo detentada en el momento de su
incapacidad. ,
Interpretando el último párrafo transcripto, la
sección ley 10.650 (Caja Ferroviaria) del Instituto Na-
cional de Previsión Social, después el directorio de
dicho Instituto, dejaron sin efecto el beneficio estable-
cido por el arto 31 de la ley 10.650 de que era titular D.
Isidoro Juan del Pino desde el 22 de octubre de 1936
(fs. 149 y 150).' Apelada tal resolución para ante la
Cámar.a de Apel. de la Justicia del Trabajo, ésta la
revocó (fs. 165), y ahora viene el caso a conocimiento
de V. E. por vía del recurso extraordinario concedido a
fs. 168 vta.; recurso que resulta procedente, atenta la
materia discutida.
Advierto que la empresa empleadora de del Pino,
interpretando 'en forma distinta el aludido decreto, se
niega también a restablecer a aquél en el sueldo de que
gozaba antes de producirse la invalidez que dió motivo
al cambio de destino; y ocurre además que el decreto
n9 17.469/44 no ha tenido aún ratificación del H. Con-
greso.
.,

512 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Teniendo en cuenta tales circunstancias, y también


que la justicia no podría declarar a cargo del ferroca-
rril el pago sin previa audiencia de la parte que hoy lo
resiste, me inclino á pensar que corresponde confirn'far
el fallo apelado. Debe seguir, pues, la Caja Ferroviaria
atendiendo el beneficio que concedió hasta tanto po~
ley del H. Congreso y sentencia f.irme en juicio contra-
dictorio, quede definitivamente resuelto que tal benefi-
cio deberá ser costeado por la empresa' ferroviaria
empleadora. - Bs. Aires, agosto 7 de 1946. ~ Juan
Alvarez.
}<'ALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 28 de agosto de 1946.


y vistos; los autos "Pino Isidoro Juan, sobre ju-
bilación" venidos de la Cám. de Apel. de la Justici~
del Trabajo, por \fÍa del recurso extraordinario, y
Considerando:
Que según resulta de estos autos, opodunamente
se concedió al empleado ferroviario del Pino el benefi-
cio del arto 31 de la ley n9 10.650,.continuando aquél al
servicio del ,Ferrocanil Central Argentino en otro em-
pleo y percibiendo la diferencia entre el llue\fO sueldo
y el monto total de la jubilación por invalidez.
Que habiendo dictado el P. E. con posterioridad el
decreto n9 17.469, el Instituto Nacional de Previsión
. Social por aplicación del art ..49 dispuso declarar extin-
guido el benef.icio del arto 31 de la ley n 10.650 que se
Q

había concedido a del Pino, resolución esta que ha sido


revocada. por la Cám. de Apel. del Trabajo.
Que él aludido decreto n 17.469 solo contempla en
Q

su arto 49 la situación del personal en servicio activo

~

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 513

que por cualquier afBcción o anormalidad se haÍle im-


. pedido del libre ejercicio de su profesión de acuerdo
a'lo 'que exigen los reglamentos y convenios en vigen-
cia y éxcluye expresamente de sus disposiciones a los
jubilados por invalidez.
Por ello y de acuerdo con lo dictaminado por el
Sr. Proc. General, se confinna la sent.encia de fs. 165
en cuanto pudo ser materia de recurs.o.
,
ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES.

CÍA. DE ELECTRICIDAD '.'LOS ANDES" v. MUNICIPA-


LIDAD DE GODOY CRUZ

RECURSO EXTRAORDINARIO: Req¡¡.isito.~propios. Cuestiones no


federales. Interpreta.ción de n.ormas locales de procedim.ientos .
.-- Las decisiones referentes a la perenc.ión de la instancia
versan sobre puntos de éarácter procesal y no son suscep-
tibles de recurso extraordinaTio (l).
SENTENCIA: P,'incipios genera.les.
No es obligatorio para los jueces hacerse -cargo'de todos
10slÍrgumentos ni tratar todas las cuestiones planteadas
en los autos (2).

AT.JBERTO C. SUAREZ v. Soco DE RESP. LTDA.LATEI.JIER

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. CuesUones no'


federales. Interp,'eta.ción de normas l.ocales de procedimientos.
En principio, en los supuestos en que la resolución de la
cuestión de competencia pl~nteada por inhibitoria no co-
/
(1) 28 de agosto de 1946. Fallos: 113, 124; 118, 20L
(2) Fallos: 172, 396; 192, 260.

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5140 FALLOS DE LA CORTE SUPR,EMA

rresponde a la, Corte Suprema, tampoco procede el recurso


extraordinario respecto del mismo punto propuesto por
declinatoria, pues se trata de aspectos procesales del pleito.

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requ.isitos pl'opios. C~tesiión fe-


deral. Cuestiones federales complejas. Tnconstittwionalidad de norma.s
y actos nacionales. '
Procede el recurso extraordinario fundado en la incons-
titucionalidad del decreto 3.362/45, contra la sentencia que
ap.mite su validez y rechaza, por ello, la excepción de in-
competencia de la justicia de paz letrada de la Capital Fe-
deral deducida por el recurrente que SQstuvola compe-
tencia de los tribunales ordinarios de 1'1 instancia.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAl.,

Suprema Corte:
En la presente causa se ha planteado una cuestión
similár a la que motivó mi dictamen en 202: 313. Sostuve
en él la improcedencia del recurso extraordinario de
apelacióJ? -arto 14, ley 48- cuando por el mismo se
intenta revisar sentencias de la justicia de paz Letra,da.
de la Cap. Federal referibles a su propia. jurisdicción,
a base de la interpretación y aplicación del decreto
3362/45.
El caso actual difiere de aquel solamente en cuan-
to el recurso ha sido traído por U11ade las partes, y no
por el Min. Fiscal, circunstancia ésta que V. E. tomó en
consideración para rechazar la. queja.
Mantengo, pues, la opinión del dictanien precita-
do: la denegatoria del recurso extraordinario se ajusta
a derecho en cuanto no corresponde a la. Corte decidir
cuestiones sobre jurisdicción cuando ellas no se, plan-
tean en forma de contiendas entre. tribunales, salvo que
lo denegado ~ea el fuero federal, lo que 1~0ocurre en
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 515

éste caso, dado que la controversia se reduce aquí a


determinar si es uno u otro de los tribunales locales de
la Cap. Federal el competente para conocer en la cau-
sa. Procede, asÍ, rechazar la presente queja. - Bs.
Aires, agosto 26 de 1946. - J uOJn Alva,rez.

FALLO DE LA COR~I.'ESUPR.EMA

Bs. Aires, 28 agosto de 1946.


, Y vista la precedente queja caratulada "Recurso
de hecho deducido por la demandada en los' autos Suá-
rez Alberto César c.' Latelier Soco de Resp. Ltda: ,i,
para decidir sobre su procedencia.

y considerando:

1) Que si bien esta Corte ha admitido que en los


supuestos en que no le correspollde la decisión de las
contiendas de competencia planteadas por inhibitoria,
tampoco debe entender. en la apelación interpuesta en
las que se propusieren por declinatoria -causa "Mina
San Ignacio S. R. L. c. Aduana de la Capital", recurso
de hecho, fallada en 24 de junio del corriente año-;
no es menos' exacto que en el mismo precedente se dejó
establecido que no existía en el juicio cuestión constitu-
cional valedera.
2) Que poi' lo contrario, en los casos semejantes
en que' se había debatido debidainente U11acue,stión de
constitucionalidad, el recurso extraordinario ha sido'
abierto -conf. Fallos: 196, 200; 203, 72 Y otros~.
3) Que las soluciones a que ha llegado la juris-
prudencia recordada son corroboradas por la conside- .
ración de la nl:).turalezaprocesal de, los puntos decidi-

,)
516 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

dos en los precedentes a que hace referencia el primer


eo"nsidenlndo. En tanto que en los casos contempl,ados
en el segundo; las cuestione!')resueltas versaban sobre
principios y garantías de orden constitucional, cúyo de-
finitivo amparo corresponde a esta Corte, por vía del
recUTSOlegislado en el arto 14 de ~a ley 48.
4) Que en la especie se ha impugnado como in-
constitucional el decreto 3.362 --que amplía' basta
$ 3.000 la competeilcia de los jueces de paz de la Capi-
tal- fundándose en esa invalidez, entre otras razones,
la excepción de incompetencia opuesta y denegada.
\ '

5) Que por aplicación de los principios enuncia-


dos eJ.lel curso del pronunciamiento corresponde conce-
d,er el recurso extraordinario interpuesto a fs. 58 del
principal:
En su mérito se declara mal denegado el recurso
extraordinario a fS.62.

B. A .. NAZAR ANCHORENA - F.
RAMOS MEJÍA - 'T. D. CASARES.

FERROCARRIL SUD v. PROVINCIA DE BUENOS AIRES

FERROCARRILES: Tarifas.
Las líneas férreas establecidas con anterioridad a la vi-
gencia de la ley 5315, con el compromiso de cobrar media
tarifa por los transportes que efectúe la provincia conce-
dente establecido por el arto 6 de la. ley de la Prov. de
Buenos Aires de fecha 27 de mayo de 1862, que autorizó
la concesión, y reproducido en el contrato respectivo, no
han quedado liberadas de dicha. obligación por su acogi-
miento al régimen de la. ley n~ 5315 vinculado a las cues-
tiones que legislan los arts. 8 y 9 con respecto a. la exen-
, ción de impuestos, al reconocimiento del capital y a la in-
, tervención de las tarifas.
DE JUSTICIA 'DE LA NACIÓN 517

FERROCARRILES: l'Q/Tifas.
La facultad de la Nación de asumir la jurisdicción de los
servicios ferroviarios con toda la amplitud que establecen '
las leyes 2873 y 5315, no comporta la atribución de res-
tringir el beneficio público obtenido mediante la concesión
por las provincias concedentes, mientras el ejercicio de la
jurisdicción nacional no sea, en' lo esencial, incQmpatible
con esa subsistencia.

DICTAMEN DEL PRoCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
I '
La empresa del Ferrocarril Sud demanda a la
Prov. de Bs. Aires por cobro de pesos correspondientes
a fletes y pasajes; y como está acreditado que dicha
empresa tiene su domicilio en la Cap. Federal, y se trata
de causa civil (157: 319, 170: 252, entre otros), no hace
.. falta más para concluir que 'corTesponde a V. 'E,. el
conocimiento de este litigio con jurisdicción originaria.
Por lo que respecta al fondo, trátase de cuestión
equiparable alas resueltas por V. E. en 184: 231 y 237,
Y más tarde en Ferrocanil Oeste v. Prov. de Bs. Aires
(abril 19 y mayo 10 de 1940) y Ferrocarril Central Ar-
gentino v. la misma provincia (febrero 7 del corriente
1
año).
La provincia demandada sostiene que el privilegio
de despachar por el Ferrocarril Sud pasájeros y car-
gas a tarifa reducida, fué condición impuesta al conce-
derle dicho servicio, provincial en su origen, y que ha
subsistido aunque la empresa concesionaria pasara des-
pués a depender de las autoridades federales y esté
regida desde hace muchos años por la ley nacional
n 5315. A tal efecto, discrimina en el plano de fs. 205
Q

y en los extensos comentarios que lo acompañan, cuá-


~18 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

les sean actualmente los tramos del sistema del Ferro-


carril Sud correspondientes a concesión provincial o a
concesión nacional; mas ni en esos elementos de cri-
terio, ni en los. demás argumentos hechos valer por la
misma parte durante€l litigio, encuentro motivos su-
ficientes para que V. E. modifique su anterior juris-
prudencia. Me limitaré, pues, a dar por reproducidas
las razones que hice valer en mi dictamen del caso 184:
232, y aceptó reiteradamente la Corte Suprema.
A mérito de elÍo, pienso que corresponderá desesti-
mar las pretensiones de la Prov. de Bs. Aires, y con-
denarla al pago reclamado, en cuanto lo autorice la
pru€ba rendida por el Ferrocarril Sud. - Bs. Aires,
mayo 17 de 1945. - Ju,an Alva,rez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, agosto 28 de 1946.


y vistos los autos "F.errocarril del Sud v. Bs.
Aires, la Provincia, sobre cobro de pesos' " de los que
resulta:
Que a fs. 14 D. Anseln~o F. López, en repres€nta-
ción de la empresa actora, ini~ia juicio contra el go-
bierno de la mencionada provincia por cobro de peso~
5071,44 m/n., en concepto de deduccion€s indebidas y
diferencfas de liquidación en el pago de fletes o pasajes
por transportes que su mandante ejecutó por orden de
aquél, solicitando que ordene el pago de la suma recl~-
rp.ada, con intereses y costas y reservándose' el d€rechq
de modificar la cantidad si hubi'era incurrido en algún .
error de cálculo. Advierte que dichas cuentas figuraban
en el juicio F. 228 seguido €ntre las mismas partes, cuya:
demanda no ha sido notificada, habiéndose creído con-
... .~':

DE JUSTICIA DE LA N ACIÓN 519

veniente efectuar este desdoblamiento de aquella volu-


minosa demanda que alcanza a $ 98.634,14 m/n. Mani-
fiesta que la empresa aetora, por deferencia hacia .e1
gobierno de la provincia demandada, no le exige el
pago al coiltado de los transportes que efectúa por ell-
ca'rgo del misillo y admite la entrega de órdenes con
arreglo a las cuales .efectúa el servicio y confecciona
las cuentas que luego remite para su cobro. El gobierno
provincial ha pretendido introducir en dichas cuentas
rebajas improcedentes a juicio del ferrocarril, por lo
que éste ha recibido los pagos con reserva de reclama:r
las diferencias, según consta en los expedientes admi-
nistrativos citados en las planillas que' juntamente con
un estado demostrativo de las tarifas aplicadas y de las
liquidaciones y naturaleza de los transportes acom-
paña como parte integrante de la demanda. Funda el
derecho al cobro de esas diferencias en la falta de dis-
posición legal que la obligue a acordar las rebajas en
cuestión, en que el arto 10 de la ley n~ D315 sólo concede
ese beneficio a las provinéias cuando se trata de obras
públicas provinciales autorizadas por leyes del Con-
greso, y en que en el desempeño de su actividad la em-
presa ferroviaria está sujeta a la jurisdicción exclusiva
del Gobierno Nacional, al que acuerda el 50 % de des-
cuento en las tarifas de los tr:ansportes efectuados por
su cuenta. Considera injusto tener que reconocer igUa-
les ventajas a un gobierno del que no depende y agrega
que las deducciones han sidó hechas sin sujeción a un
cl'iterio fijo, e11forma arbitraria. Después de 'referirse
a la procedencia de la jurisdicción originaria de esta
Corte por razón de la materia, solicita que se haga lu-
gar a la acción deducida.
Que a fs. 24 D. Salvador Oría (h.), en representa-
ción de la Prov. de Bs. Aires, contesta la demanda nia-
520 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

nifestando que, por carecer de los correspondientes in-


farmes administrativos y ante el planteo extraño de .la
demanda, se ve obligada a negar el derecho de la em-
. presa y, particularmente, que el transporte, haya sido
efectuado por líneas exentas de la obligación de efec-
tuar la rebaja. En el caso de que se acreditaran esos ex-
tremos el reclamo sólo deberá prosperar en la medida
de la prueba, practicándose la liquidación con al'reglo a
los contratos de concesión y normas legales que rigen
las relaciones jurídicas entre la Provincia y la empresa
ferroviaria. Advierte que podría oponer la. excepción
de defecto legal porque las planillas presentadas con la
demanda, con abreviaturas y signos convencionales de
uso interno, nada revelan y por no haberse acompa-
ñado los documentos de protesta a que alude ni expre-
sado ante quién y con qué formalidades se produjeron,
lo que la obliga a adoptar una actitud denegatoria, in-
sistiendo en defender sus intereses por creerse con legÍ-
timo derecllO a las franquicias que la actora le niega,
a efecto de probar lo cual presentará .oportunamente
nuevos elementos de juicio hasta ahora no sometidos ,
a la Carte Suprema.
Después de remitir a los antecedentes expuestas 'en
el punta III de la contestación a la demanda en el expe-
diente F. 46 entre las mismas partes, expresa que la
rebaja constituye un régimelJ. tradicianal en el orden
nacianal y provincial, concordante can numerosas dis-
posicianes legales y reglamentarias, y su impugnación
par las empresas ferraviarias no .obedecea una convic-
ción contraria sina a una política iniciada hace pocos
años can el objeta de eliminar, en exclusivo beneficio de
ellas, las franquicias que correspanden al Estado. La
rebaja de tarifas tiene carácter contractual y como la
mayoría de las líneas de la actara tienen su .origen en
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 521

concesiones provinciales, ella cumplió durante setenta


y cinco años la obligación que abara desconoce, circuns-
tancia esta última de alto valor interpretativo conforme
a lo dispuesto por los arts. 218 del Cód. de Comercio y
) 1198 del Cód. Civ. Los contratos de concesión tienen
\ pleno valor entre las partes, según lo establece el art.
1197 del Cód. Civ. y los derechos de la provincia ema-
nados del mismo no están afectados por las leyes fede-
tales ulteriores. En apoyo de lo expuesto invoca y h'ans-
cribe, haciendo resaltar la imparcialidad del mismo, el
informe producido a fs. 3 del expediente D. 04187-1941
por la Insp. Gral. de Explotación Comercial de la Dil'.
Nac. de Ferrocarriles el 20 de octubre de 1941 con mo-
tivo de una consulta de la Dir. Nac. de Vialidad.
I Con respecto a las cuentas cuyo cobro se 'reclal11a
en el juicio, sosti'ene que corresponde discriminarlas
debidamente a fin de no resolver con el mismo criterio,
en una sola sentencia dictada por aplica.ción de 1;1nsolo
estatuto legal, como procura lograrlo la empresa me-
diante demandas por grandes sumas globales, la situa-
ción de diversos regímenes jurídicos, varios de ellos
distintos entre sÍ. Los conceptos en discusión son múl-
tiples y diversos y conciernen de maneras muy varias a
las cantidades particulares que por medio de su adi-
ción forman aquellos montos globales. Afirma que la
discriminación servirá para poner de manifiesto que
aún tratándose de líneas diversas sujetas a regímenes
distintos, procede la rebaja del 50 %, que ni, la misma
compañía discute en casos como el de los transportes a
Chascomús, en cuya ley originaria del 27 de mayo de
1862 se estableció la rebaja que de nuevo se estipuló en
el contrato de concesión de junio de 1862. Este incluye
el ramal Altamirano a Las Flores, en cuya escritura
con decreto de febrero 27 de 1873 autorizando la pro-
9"22 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

longación de' la línea de Chascomús a Dolores y rama-


les de Altamirano al Azul y de Lomas de ZanlOra a
Monte, se disponía que estas concesiones quedan suje-
tas a todas las obligaciones establecidas en el primitivQ
contrato para la construcción y explotación del F. C.
Sud. La falta de discriminación. podría conducir, en el
caso de un fallo adverso, a que la provincia tuviera que
pagar aún sobre líneas en que no se discute su derecho
a la rebaja. Además, existen casos de regímenes espe-
ciales como, entre otros, el de,las obras pública,s provin-
ciales d€ ayuda federal cuyo régimen contempla el de-
creto nacionl11n 71.466. Todo ello resultará del cuadro
Q

que oportunamente presentará en autos.


En atención a las dificultades señaladas, la pro-
vincia se opone a todo aumento o disminución del monto
del juicio y a toda alteración de la documentación pre-
sentada en autos y rechaza la reserva hecha al respecto
en la demanda. Aunque la administración provincial
efectuara pagos, éstos serían hechos por error, por des-
conocimiento d€ la situación planteada en' autos. Tam-
bién se opone la demandada al retiro, alteración o subs-
titución de las planillas y de la documentación que se
agregue al expediente por ser imprescindibles para fa-
cilitar su control y conocimiento.
Termina el representante de la provincia solioitan-
do que en el caso de que la aetora no probara, previa
discriminación de cuentas, que el transporte fué efec-
tuado p6r líneas o se tratara de cosas exentas de su
obligación legal y contractual de efectuar rebajas del
" 50 %, se rechace la demanda, con costas.
Que abierto el juicio a prueba, se produjo la que
'indica el certificado de fs. 146, alegaron las partes, dic-
taminó el s'eñor Procurador General y dictóse a fs. 259
vta. la providencia de autos para definitiva.
DE JUSTICIA DE LA N ACIÓN 523

Co~siderando :
1. Que hay dos cuestiones fundamentales en esta
causa cuya solución d~be preceder a la de toda otra:
1'" la relativa a si el acogimiento de la empresa actora
al régimen ferroviario de la ley n'Q 5315 hizo cesar la
obligación establecida por el arto 69 de la ley provincial
de concesión del 27 de mayo de 1862;' 29, en el supuesto
\ de corresponder respecto al primer punto una conclu-
\
\
sión negativa, la de saber a cuáles de las líneas por las
í que se han hecho los transportes éuyo precio se' cobra
\ alcanza la obligación del art.69 de la ley citada.

i 2. Que ta¡1to en el caso de Fallos: 157, 319, como


en los de 170, 252, Y 184, 231, la cuestión tratada por
esta Corte fué la relativa a la aplicación del arto 104
de la ley de ferrocarriles de 'la Prov.. de Es. Aires a
empresas acogidas al régimen de la ley nacional 5315,
.- pero cuyas concesiones habían tenido origen en actos
del gobierno provincial. En todos ellos se dejó constan-
cia de que respecto al transporte de materiales y efec-
tos del gobierno local" a medio precio del establecido
para el público" no mediaba obligación contractual,


pues los fe.rrocarriles de que allí se trató fueron ven-
didos por la provincia sin la restricción del arto 104 de
! la ley ferroviaria provincial.
( 3. Que las líneas de la actora consideradas en esta
¡ causa tienen distinto origen pues no las tendió la pro-
vincia, adquiriéndoselas luego a ésta su actual' conce-
) sionaria,' sino' que se establecieron por obra de la em-
presa actora en ejercicio de la concesión que la provin-
cia le acordó mediante la ley del 27 de mayo de 1862
y que quedó finiquitada, -:-en lo que se refiere al tramo
Es. Aires-ChascoUlús-, en el convenio del 12 de junio
del mismo año. Ahora bien, el art. 6? de dicha ley esta-
524 }<'ALLOS DE I;A CORTE SUPREMA

blece que toda clase de materiales o efectos del gobierno


(provincial, se sobreentiende) serán conducidos a me-
dio precio del establecido para el público, y en el arto 11
del acuerdo del gobierno de la provincia c<?nD. Eduar-
do Lumb, "en virtud de la autorización conferida por'
la ley" que se acaba de mencionar, se reproduce el arto
69 de ésta. No se. está, pues, en presencia de una norma
general, para. toda explotación ferroviaria, dictada en
legítimo ejercicio de la autoridad provincial, reglamen-
tando un comercio a realizarse en los límites de su ju-
risdicción, sino de una de las condiciones con que fué
concedido el establecimiento de una. determinada línea.
férrea en el terrl:torio de la provincia. Con todo, la em-
presa actora observa que, aunque forme parte del con-
venio, la cláusula cuestionada es de las que la en doc-
trina se han llamado "cláusulas de imposición", res-
pecto .a las cuales ningún concesionario puede preten-
der que no integren la concesión.
4. Que la dilucidación del punto tendría sin em-
bargo en este caso un interés exclusivamente teórico
porque el beneficio no figura sólo en la ley que autorizó
la concesión sino que se consigna expresamente en el
contrato del 12 de junio de 1862. Haya o no de conside-
rarse en doctrina a ese derecho en favor del concedente ~
como algo exigible por un acto de imperio con prescin- ¡
dencia del consentimiento del concesionario, lo cierto es
!
que, en este caso, el consen.timiento consta ~xplícita- i
mente. Y siendo así parece impropio ir a buscar la res-
puesta en consideraciones susceptibles de discusión.
No cabe alegar que se lo incluyó porque con no incluirlo
no se hubiera puesto e.lconcesionario a. cubierto de que
se le exigiera con derecho el beneficio en cuestión, pues
la situación de la empresa allanada a transportar los
efectos del gobierno concedente a media tarifa como
rO;

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 525

aj-
(
consecuencia de una decisión de autoridad de este últi-
¡ mo, hubiera sido indiscutÍblemente distinta, en el hecho
yen derecho, de la que vino a tener por la explícita di-
lucidación del punto en el contrato de concesión. En el
primer caso habría existido nada más que -el reconoci-
miento de la superior jurisdicción del gobierno provin-
cial en orden a la prestación del servicio público, objeto
de la concesión; en el segundo el beneficio aparece acor-
dado por el concesionario, plies al incluirlo entre las
condiciones que el contrato estipula lo hace con ello,
por acto propio, ley de su concesión, dado que en esa
oportunidad tenía la alternativa desubstraerse a la
oblig'ación de esos transportes privilegiados abstenién-
dose de asumir la explotación. La diversidad de las dos
situaciones tiene particular importancia, como se verá
en seguida, respecto a los efectos del cambio de jur.is-
dicción operado por la vigencia de la ley 5315. Pero lo
que ahora importa dejar sentado como consecuencia de
l ..
todo lo precedente es que la obligación de que se trata
tiene, en el caso de este juicio, innegable carácter con-
tractual. Y por tenerlo su fundamento primordial y su-
ficiente. hállase en el consentimiento de la empresa ex-
presado en la cláusula 111} del contrato del 12 de junjo
de 1662. Son sin duda muy claras y poderosas las razo-
nes de bien público por las cuales la autoridad conce-
dente se reservó ese derecho, análogo al que reservó
pará. sí el gobierno nacional, como requisito de la con-
cesión en el régimen establecido por la ley 5315 (art.
10) ; pero estas razones que califican al privilegio indi-
cado como acto de buen gobierno y justifican que el
otorgamiento de la concesión se supeditara. a la acep-
tación de él por parte del con.cesionario, no constituyen
el fundamento jurídico propio de la obligación de este
526 -PALLOS DE LA. COHTE SUPREMA

r
último; a esto lo obligó propia y primordialmente su ~1Ii

libre aceptación, es d€cir, su consentimiento. \


5. Que si bien la obligación de que se trata tuvo
ante todo su razón de sel~en la aceptación de ella por
la empresa como parte de la conv€nción, no la: tiene
sólo en ello. También la tuvo en los fines mismos de la
concesión. El gobierno de la Prov. de Bs. Aires la acordó
para lograr mediante ella la prestación de un servicio
de interés general, y es parte de ese béneficio común el
transporte de las mercaderías y efecto del gobierno,
que por ser de este último son de la comunidad, a mitad
de tarifa. Vale decir que sobre 'Ser, -suponiendo que
lo sea-, conpensatorio de ciertos beneficios anexos a
ll:!,concesión, -como las cesiones de tierras- o del man-
tenimiento de la empresa en el goce de la explotación,
ó consecuencia del ejercicio de la jurisdicción provincial
sobre el servi0io concedido, el privilegio de que se trata
en parte integrante der bien público que el Estado pro- 0'0

vincial se propuso obtener al otorgar la concesión.


6. Que la facultad' constituciqnal' de la l\JaciÓn
(art. 67, incs.'12 y 16), de asumir la jurisdic0Íón de, los
servicios ferroviarios con toda la amplitud con que ello
se dispone en las leyes 2873y 5315, no comporta la atri-
bución de alterar, restringiéndolo, el beneficio público
obtenido mediante la concesión por la provincia conce-
dente, mientras el ejercicio de la jurisdicción nacional
no sea, en lo esencial de él, incompatible con esa sub-
sistencia. Lo contrario importaría allanamiento de una
potes.tad inherente a la autonomía provincial, recono-
cida de modo expreso en el arto 107 de la Consto Nacio-
nal. La unidad de la Nación más que justificar, impone
que el gobierno federal ejerza sobre ese medio de trans-
porte una superior jurisdicción muy amplía y hasta en
muchos puntos excluyente, aunque el establecimiento de
DE' JUSTICIA DE LA NACIÓN 527

las .líneas provenga de concesiones provinciales. Pero


no tendría sentido el reconocimiento que de la potestad
pertinente se hace en el precepto constitucional citado
si los alcances y modalidades del beneficio general pro-
curado mediante ella hubieran dé estar a merced de la
legislación nacional aunque entre dichos beneficios y \.
lo,esencialmente propio de la jurisdicción federal en la
materia no hubiera colisión.
7. Que, en consecuencia, trátase de saber si por
quedar la aetora bajo la jurisdicción del gobierno na-
cional del modo dispuesto por la ley 5315 requerías e
la substitución de la obligación de transportar a media
tarifa los materiales y efectos del gobierno de la Prov.
de Bs. Aires por la de transportar en las mismas con-
diciones a favor de la Nación, casi exclusivamente, las
personas y materiales mencionados en el arto 10 de
dicha ley..
8. Que el transporte a media tarifa de los efectos
y materiales del gobierno de Bs. Aires, establecido en
la ley y el contrato de concesión de que se trata en esta
causa, es por completo ajeno a la jurisdicción nacional
que en materia de explotaciones ferroviarias reglamentó
la ley 5315, en los puntos de ella objeto del acogimiento
de la actora y que, como se expresó en la sentencia de
Fallos 176, 363 (consid. 59) son los que selegislan en
los arts. 8 y 9 relativos a la exención de impuestos, el
reconocimiento del capital y la intervención de las ta-
rifas.
9. Que, por lo demás, la jur,isdicción nacional so-
bre el F. C. del Sud no se estableció en virtud de la ley
5315 sino de la ley 2873, orgánica de los ferrocarriles
nacionales, la cual se basa en el inc. 12 del arto 67 de
la ConstoNacional; de manera que si la rebaja del 50 %
. en las taófas preceptuada en el contrato de concesión

/
528 PAIJLOS DE LA COHTE SUPREMA

. de 1862 para la Prov. de Bs. Aires dependía, como la


aetora lo pretende, de la jurisdicción provincial, ella
habría cesado ipso .iu1'e con la vigencia de la ley 2873
y el consiglliente decreto de septiembre 10 de 1897 que
decidió el sometimiento de dicho ferrocarril al imperio
-de la jurisdicción liacional (fs. 51), coIi total prescin-
dencia del ulterior acogimiento a la ley Mitre efectuado
en 1907 (fs. 52 y 53). Y sin embargo, 110 obstante que
la ley 2873 no i~pone la m.edia tarifá. sino para las tro-
pas y material de guerra -arto 19- y los casos extra-
ordinarios de tren íntegro y expreso -arto 20- el F. C.
Sud cobró .ese medio precio de acuerdo con lo estable-
cido contractualmellte en el arto 6° de la concesión pro-
vincial de 1862 para los casos ordinarios de transporte
de materiales, sin formular oposición o protesta.
10. Que la referencia de laaetora a los fallos de
esta Corte: 94, 356; 122, 100; 143, 344, en donde se alude
a la caducidad de derechos provinciales, es ineficaz
porque en ellos se trataba de privilegios y franquicias . .
••• (11

de carácter jurisdiccional o fiscal y no de preceptos con-


tractuales como los que se mencionan en el t. 147, pág.
132; y tan es precisa dicha jurisprudencia que en la
pág. 356 del t. 143 se menciona dos veces "las exencio-
nes y franquicias en materia de impuestos ".
11. Que la empresa aetora no ha objetado en el
alegato de bien probado la demostración realizada por
la provincia de que, excepción hecha de las construídas
después de la vigencia y el acogimiento a la ley 5315,
todas las líneas por las cuales se han hecho los trans-
o
portes cuyo pago se demanda tienen su origen o raíz
legal en la concesión originaria de 1862 porque son ra-
males de aquel tronco primero. y porque la in~talación
de todas y cada una se hizo en virtud de aquella cOnce-
sión y remitiéndose a sus estipulaciones.

/
DE JUSTICiA DE LA NACIÓN
529

12. Que es distinta la situación de las establecidas


después de la vigencia de lá ley 5315. Trátase, como lo
reconoce la pr:ovincia, de ramales autorizados por con-
cesión del gobierpo nacional, y en tal caso es el origen
de la concesión, no el ser ramales de la línea primitiva,
lo que debe prevalecer para determinar las condiciones
con sujeción a las cuales han de explotarse. No s,e ve
por qué razón el mero hecho de conectarse con la red
concedida por la provincia puede tener la consecuencia
de que disposiciones "contractuales" de aquella con-
cesión han de aplicarse a éstas, ajenas como son a aquel
convenio, que provienen de otra autoridad y tienen
su régimen legal propio.
Por tanto, oído el Sr. Procurador General, se re-
chaza la demanda. Sin costas en razón de la naturaleza
(fe la cuestión debatida. '
ANTONIO SAGARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
-T. D.CASARES.

DIONISIO VIVIANO

JURISDICCION y COMPETENCIA: Competencia federaZ. Compe-


tencia originaria de la Corte Sup,'ema. Generalidades. '
La Corte Suprema carece de jurisdicción originaria para
conocer en recursos de habeas corpus (l). '

(1) 31 de agosto de 1946. Fallos: 180, 87.


HOJA COMPLEMENTARIA

Hoja incorporada a los efectos de permitir la búsqueda por


página dentro del Volumen.
"

AÑo 1946 - SEPTIEMBRE

S. A. FRANCISCO CINZANO y CÍA. LTDA,:V. NACION


'ARGENTINA

RECURSO ORDINARIO DE APELACION: Segunda instancia,


A falt.a de expresión de agravios en segunda instancia con-
tra la sentencia de primera en cuanto declaró operada la
prescripción respecto de los reclamos comprendidos en de-
terminado período, debe considerarse firme lo resuelto por
aquélla sobre ese punto. .
;
CONTR9L JJ'E 'CAMBIOS. .'

La función del Estado en lo referente al régimen del con-


trol de cambios. consiste en comprar, a' un tipo de cambio
fijado por el mis~o, las divisas provenientes de exporta-
ciones determinadas y adjudicarlas luego para ciertas im-
port.aciones según un sistema de permisos y por un tipo
superior al de adquisición e inferior al del mercado libre;
con él objeto de proteger la moneda, regular las importa-
ciones y obtener un margen de beneficio con el que se
financió la adquisición de las cosechas dur'ante el tiempo
en que los precios del mercado no 'alcanzaban a los del
costo. Por lo tanto, el introductor que, mediante el abulta-
miento del valor declarado por la mercadería importada,
obtuvo un excedent.e de cambio para otros fines que los
manifestados, causa al Estado un daño consistente en la '.;

\
perturbación de su política económica y financiera que, si
bien puede determinar la exigencia de que se le reintegra-
ran las divisas y la aplicación de la multa que la ley' auto-
rice, no está, en modo alguno, representado por la diferen-
cia entre los valores de esa porción de. cambio en el merca-
do oficial y en el, libre. Y como consecuencia de ello, el
l ...'

532 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

. Estado carece de derecho para exigir al importador el


pago de esa diferencia.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Bs. Aires, marzo 9 de 1945.

y vist.os: Para sentencia estos autos seguidos por S. A.


Francisco Cmzano y Cía. Ltda. contra la Nación sobre devolu-
ción de una suma de dinero; y

Resultando:
l. Que según expresa la firma actora, por el Min. de Ha-
cienda tramitó en su contra el sumario n 8133-C-1936por in-
Q

fracción a las reglamentaciones de cambio, imputándosele haber


abultado sus facturas y aplicado el cambio otorgado a un des-
tino distinto al indicado en el permiso pertinent.e.
Agrega, que los cargos formulados con tal motivo fueron
subdivididos en dos tiempos: el primero desde ellO de octubre
de 193,1hasta el 31 de diciembre de 1933, y el segundo, desde
el1 de enero de 1934 hasta abril de 1936. Además, por resolu-
Q

ción de Control de Cambios de abril 22 de 1936, se le suspendió


el otorgamiento de permisos de cambio.
Mediante reintegro que efectuó de las .divisas .correspon-
dient.es al reclamo del "segundo tiempo", Control de Cambios
levantó luego la suspensión impuesta a la actora, si bien conti-
nuó insistiendo en la devolución de las divisas correspondientes
al "primer tiempo".
Agotando la instancia administrativa, el P. E. dicta el
decreto n 74.848 de fecha 17 de octubre de 1940, en cuya vil'.
Q

tud y bajo formal protesta debió la actor a depositar la suma


de $ 33.197,10que se le reclamaba por beneficios ilegítimos!obte-
n~dos,bajo apercibimiento de suspendérsele el.otorgamiento de
permisos de cambio.
Pretende la actora que ese decreto es ilegal por violatorio
de la Constitución y de la ley.
. Se refiere luego a la situación reglamentaria existent~ hasta
la resolución del 28 de noviembre de 1933, para destacar que
con arreglo a las normas entonces vigentes no puede sostenerse
válidámente que se haya cometido una infracción, desde que
las sanciones establecidas por los decretos del 10 y del 21 de
octubre de 1931 no eran aplicables a los importadores y en cuan-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 533

to al de 14 de marzo de 1933, no puede estimarse que en él se


configure como infracción el conseguir cambio afirmando que
se pagará una importacjón y utilizar ese cambio para pagar
saldos anteriores por mercaderías, u otros destinos perfecta-
mente lícitos, porque en parte alguna ese decreto ha establecido
que era obligación devolver las divisas sino cuando no se podía
probar ese destino lícito, y éste no es el caso de la firma actora.
Por lo demás, continúa, en el período referido no había.
diferencias de cambio y por lo tant.o no puede hablarse de bene-
ficio ilegítimo en perjuicio del Fisco.
. Sin perjuicio de ello, agrega, este reclamo está prescripto,
en abono de lo cual se remite al dictamen del Procurador Gene-
ral de la Nación, quien en su oportunidad expresó: "Las ope-
raciones en cuestión son anteriores al 19 de enero de 1934 y
prima. facie resulta dudoso si se había extinguido ya por pres-
cripción el derecho de anularlas aún antes de aparecer el arto 15
de la ley n9 12.578, que establece prescriben a los seis años las
acciones civiles y penales emergentes de infracciones al régimen
de cambios".
Sostiene además la actora que si el fisco reclama un per-
juicio, éste habría sido la consecuencia de un acto ilícito,
siendo aplicable la prescripción de un año, dispuesta por el
arto 4037 del Cód. Civ. .
Luego de algunas otras consideraciones y refiriéndose ya
al asunto en conjunto, sin discriminación de tiempos, explica.
laactora que el reclamo por beneficios y perjuicios rf'ciéu se .
planteó en decreto de fecha 17 de octubre de 1940. Admite
que hasta ese momento el' gobierno se había ajustado a la ley
porque sólo había pretendido la 'devolución de divisas y ellas
'le fueron devueltas, situación que se conforma a lo dispuesto
por los arts. 617, 697 y 608 d-el Cód. Civ., y si bien a la recla-
mación por las divisas podrían acumularse daños y perjuicios,
ellos tendrían su causa fuente en el hecho ilícito de la apropia-
ción calificada de indebida y le sería aplicable la prescripción
ya aludida del arto 4037 o en el peor de los casos la de seis
. años que prescribe el arto '15 de la ley 12.578, que haría impro-
cedente todo reclamo anterior al 17 de octubre de 1934.
Esgrime luego como última defensa que el fondo de divi.sas
fué creado por una simple resolución ministerial, la dc:-l 28
de noviembre de 1933,. y que el 28 de marzo de 1935 se sancio-
na la ley 12.160, fecha desde la cual habría recién existido
la obligación de pagar diferencias de cambio en beneficio o
534 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

perjUIcIo, por cuyo motivo todos los cargos anteriores carecen


en absoluto de. base legal.
Pide en definitiva, que se haga lugar a la demanda, con-
denándose a la Nación a devolverle "los $ 33.197,10 que se le
exigieron indebidamente, ctn intereses y costas:
n. Que. al contestar la demanda, el procurador fiscal
hace una larga reseña de los objetivos y funciones del Control
de Cambios, como así también un análisis de la actuación ad-
ministrativa cumplí.da en el caso de autos, para concluir afir-
mando la legitimidad de las exigencias documentadas en el
sumario respectivo.
Niega que sea procedente la prescripción del arto 4037
alegada por la actora, toda vez que no puede hablarse de
cuasidelito cuando una infracción se comete a sabiendas como
ha ocurrido en la emergencia desde que los permisos de cam-
bio y obtención de divisas tenían como condición indispensable
la declaración jurada del importador. Sostiene que por lo tanto
se está frent.e a una obligación personal, sujeta a la prescrip-
ción decenal del arto 4023 del Cód. Civ..
Refiérese por último a la constituclonalidad del sistema
de control de cambios con argumentos que deriva del poder
de policía del Estado y pide el rechazo de la demanda, con
costas.

y considerando:
1. Que es de interés para la solución del presente litigio,
determinar la naturaleza de la exigencia impuesta a la firma
act.ora.por el P. E. al dictar su decreto de fecha 17 de octubre
de 1940, por el que se reclama a aquélla el pago de $33.197,10
m/n., en concepto de "beneficios ilegítimos" obtenidos con
motivo de las infracciones cometidas en violación al régimen
del Control de Cambios.
Se pregunta la actora si la aludida exigencia configura
una pena, o una sanción por cuasidelito, o una indemnización
de carácter civil.
Sin embargo, no existe, a juicio del suscripto, dificultad
alguna de interpretación al respecto, desde que resulta 'claro
que el reclamo formulado responde a un criterio indemniza-
torio civil.
"1iin efecto, la sub-comisién de estudios de sumarios de
Control de Cambios, en el informe corriente a fs. 173 del exp.
adm. n 8133-C-1936, es la que aparece sugiriendo las conclu-
Q
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 535

siones que luego informan el decreto del P. E. de fecha 17


de octubre de 1940, y por tanto esas conclusiones deben servir
de base para dilucidar el propósito perseguido por el poder
administrador al pretender el pago reclamado a la act.ora.
y bien, sostiene esa subcomisión que por obra de la de-
claración jurada prestada por la actora al tiempo de concedér-
sele los permisos de cambio, se han gestado verdáderos com-
promisos que obligan a 1¡lS partes como la ley misma'. y
amparan las acciones civiles que puedan ejercerse para exigir
a 'la sumariada el reintegro de las divisas que ha obtenido
dolosamente y utilizó indebidamente, o por lo menos, la re-
paración del perjuicio, que ocasionó al mercado de cambios,
por la comisión de las t.ransgJ;esionesque se le imputan.
Agrega -más adelante- "Nos permitimos dejar cens-
tancia' que, no obstante la gravedad de las infracciones ('om-
probadas, no sugerimos la aplicación de mttlta por haber sido
cometidas antes del 18 de febrero 'de 1938, fecha del decreto
del P. E. 126.272".
Se evidencia así, que la naturaleza de la exigencia del
P. E. no encuadra en el concepto de multa, ni siquiera de'
sanción, sirio en el de, indemnización de carácter civil cuya
causa fuente sería el incumplimiento de presuntas obligaciones
convencionales.

II. Que siendo t.al el alcance de lo pretendido por el po-
der administrador, no es posible admitir' por de pronto, en
modo alguno, la existencia de un perjuicio patrimonial sufrido
por 'el Estado en el período comprendido entre ellO de octubre
de 1931 y el 28 de noviembre de 1933, desde que durante el
mismo e'xistió un solo tipo de cambio que era el. oficial .y el
fisco no se beneficiaba, como posteriormente ocurrió, con las
llamadas diferencias de cambio. '
Si algo pudo hacer el P. E., fué mantener la resolución
de fecha enero 9 de 1939 del Min. de Hacienda de la Nación,
-£S. 136 sumario adm.-, por la cual se intimaba la devolución
de divisas utilizadas indebidament.e, pero en cambio ha optado
por el reclamo de una pretendida indemnización que de ser
admitida, podría llegar a tener en el hecho el mismo alcance
práctico que el de una multa.
III. Que respecto a la indemnización en concepto de
beneficio ilegítimo reclamada como reparación de los perjui-
cios sufridos con motivo de las transgresiones al régimen' de
cambios cometidas por la actora con posterioridad al 19 de
enero de 1934, cabe hacerse cargo de los argumentos desarro-

..
536 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

lIados por S. A. Francisco Cinzimo para juZgar de su mérito


y fuerza legal.
Aduce la act.ora que el reclamo. del fisco sólo podía ser
de divisas, y que con la devolución de las mismas que efectuó,
ha quedado cumplida su obligación :
a) porque la ley 12.1éo, a~t. 16, habla de entregar divisas
en pago del recargo por diferencias de cambio, no de paga-r
perjuicios;
b) porque admitiendo hipotéticamente que el Estado pu-
diera haberle exigido que devolviera a más de las divisas,
también el beneficio de cambio, se limitó a lo p:r:imero, sin
reserva alguna y por ello no es posible aceptar que luego
. variara de criterio; .
c) porque aún en la hipótesis que antecede, la situación
legal se regiría por los arts. 617, 607 Y 608 del Cód. Civ.
. Respect.o a esa argumentación, cabe manifestar que I el
arto 16 de la ley 12.160, sólo habla de pago en divisas y nada
dice del reclamo de una indemnización como la que 110S ocupa
en el caso sub júdice, indemnización que tampoco contempla
el arto 17, que sólo habla de multas.
Que en cuanto a la observación de que el fisco ,acE'ptó la
reintegración de divisas, sin reserva alguna, y no pudo por
tanto volver sobre el asunto con otro reclamo como el que se'
discute, es preciso. dejar 'constancia que el argumento no es
valedero desde que al notificarse la firma act.ora de la reso-
lución corriente a fs. 92 del sumario, también ha com;entido
la de fs. 91, que supeditaba la autorización ministerial para
levantar la suspensión impuesta, al previo afianzamiento de
"la devolución al mercado oficial de cambios de las rlivisas
indicadas a fs. 25 sin per.iuicio del c1¿mplimiento de las demás
obligaciones a cargo de la citada firma que sur.ian del p'resent'e
sumario".
Que en ausencia entonces de una disposición legal del
régimen del Control de Cambios que contemple la faclllt.ad
del P. E. de exigir una indemnización como la que se discute
y teniendo presente que medió oportuna reserva del poder
administrador para requerir el cumplimiento de otras obli-
gaciones, además de la de devolver divisas, es necesario ave-
riguar si juegan en el caso las disposiciones invocadas del Cód.
Civ., que rigen las obligaciones de dar cantidades de cosas.
Que para poder juzgar debidamente en tal sentido, en-
tiende el suscripto que conviene tener una idea clara de las
DE JUSTICIA DE LA l:'ACI6N 537

obligaciones que se gest.an para las partes por obra de la s'o-


licitud y otorgamiento de los permisos de ~ambio.
Es sabido que para obtener cambio oficial, el ímportador
debía presentar una solicitud, indicando el destino que le daría
a ese cambio, en cuya oportunidad se le exígia que declarara
bajo .iu1'amento que se comprometía a no variar ese destino.
Esa exigencia no puede sino considerarse conforme a las
facultades que le corresponden al Estado en el ejercicio de
su poder de policía y que en el caso importaban hacer viable
su función reguladora del mercado de cambios.
Si pues puede cOllceptuarse que el ot.orgamiento del per-
miso obligaba al Fisco a autorizar la oportuna entreg-a 'de
divisas o sea cantidades de cosas cónforme al arto 617 'dcf Cód-
Civ., no corresponde en cambio aceptar que la obligación con-
traída por el importador, sea regiqa por los arts. 607 y 608
del mismo código desde que no implica una restitución futnra
de esas divisas sino el simple compromiso de utilizarlas con-
forme a lo declarado.
A juicio del suscripto, dicho compromiso que se exige al
importador, no es propio t.ampoco de una relación contrac-
tual librem~nte contraída y regida por el arto ll97 del Cód.
Civ. como lo pretende el P. E. al aceptar las sugerencias de la
sub comisión de estudios de sumarios de Control de Cambios,
sino impuesto por el Estado en resguardo de la efectividad
de su poder de policía y por tanto no puede dar lugar ,a situa-
ciones que se sustentan en un criterio indemnizatorio civil.
Como consecuencia, toda transgresión a ese compromiso, que
es en verdad de orden moral, únicamente puede autorizar la
aplicación de sanciones que configuren una pena administra-
tiva de policía.
y no otra cosa resulta de las disposiciones legales que
regulan el control de cambios, ya que en ellas se prevé la
imposición de multas, pero no se hace alusión a resarcimiento
civil alguno.
Entonces, implicando, como se ha dicho, el reclamo for-
mnlarlo a la actora por decreto de fecha 17 de octubre de 1940,
una indemnización de caráct.er civil, estima el suscripto que
ese decreto no tiene fundamento legal alguno y así lo declara.'
IV. Que a mayor abundamiento, y con el propósito de
examinar todas las cuestiones planteadas en autos, el suscripto
se ocupará por último de la prescripción alegada por la actora.
Entiende al respecto que habiéndose establecido en el
arto 15 de la ley 12.578 del 9 de febrero de 1938 un término
Sil 8 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

de prescripción especial, -seis años-, para las acciones civiles


y penales emergentes de infracciones al régimen de cambios,
no cabe recurrir a la prescripción del 'derecho común, ya sea
la del arto 4037 o la del arto 4023 para juzgar de la vivencia
de una acción, sea cual fuere, cuando se la ,fundamenta en una
infracción al régimen de cambios.
El' reclamo por beneficio' ilegítimo, que recién se concretó
en el decreto de fecha 17 de octubre de 1940, debe considerarse
entonces prescripto en todo 10 referente a las infracciones co-
metidas con anterioridad al 17 de octubre de 1934.
Por las consideraciones que anteceden, fallo haciendo
lugar a la demanda y declarando que la Nación debe devolver
a S. A. Francisco Cinzano y Cía Ltda. la SUmade$ 33.197,10
m/n, indebidamente cobrada, con intereses desde la fecha de
notificación de la demanda a estilo de Jos que cobra el B!Lnco
de la Nación, y las costas del j~cio. - E . ..4.. Ortiz Basualdo.

SENTENClA DE LA CÁMARA FEDERAL

Bs. Aires, 7 de setiembre de 1945.


y considerando:
De autos no resulta la prueba de la existencia de diferentes
tipos de cambio, durante el tiempo .transcurrido entre octubre
de 1931 y 31 de diciembre de 1933; lejos de ello, la demandada
admite este extremo (fs. 46 de la contestación a demanda).
De consiguiente, no es posible sostener que la actora obtuviera
beneficios de diferencias inexistentes; máxime cuando tampoco
se ha acreditado que el gobierno vendiera cambio en el mer-
cado libre (caso Shepherd, fallos C. S. 201: 307).
En tales condiciones, no era justo exigirle, como se hizo,
la devolución de esos hipotéticos beneficios que fueron esta-
blecidos por inferencia (fs. 46 na. y 47 de aquel escrito). Por
lógica que ésta pueda ser, no importa la certidumbre de su
existencia y por lo tanto, no era permitida aquella exigencia.
Tal conclusión, neutraliza en absoluto las alegaciones que
se formulan a fs. 131 para fundar el recurso de apelación.
Por ello y por sus fundamentos, se confirma con costas,
la sentencia recurrida. - Carlos Herrera. - R. Villar Pala-
cio. -J. A. González Calderón.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 539

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 2 de septiembre de 1946.

y vistos los autos "S. A. Francisco Cinzano y Cía.


Ltda. contra la Nación sobre devolución de una suma
de dinero, $ 33.197,10" en los que se ha concedido el re-
curso ordinario de apelación interpuesto a fs. 142 vta.
por el procurador fiscal contra la sentencia dictada a fs.
142 por la Cám. Fed. de la Capital.

Considerando:
Que la sentencia de fs. 122 declara -en el conside-
rando IV, y ello constituye uno de los fundamentos del
rechazo de la d~manda, que el reclamo concretado en el
decréto del 17 de octubre de 1940, -que impuso .a la ac-
tora el pago cuya repetición demanda-, debe conside-
rarse prescripto en lo referente a las infracciones come-
tidas con anterioridad al 17 de octubre de 1934, de
acuerdo con lo dispuesto por el arto 15 ,de la ley 12.578.
Apelada la sentencia por el r~presentante del fisco na-
cional no' se expresaron agravios sobre este punto de
ella (conf. fs. 131), .con lo cual quedó firme en esa
parte. Por lo demás, tamp'oco se hace cuestión de la
prescripción en esta instancia (conf. fs. 146). Débese,
pues, considerar excluído de este pronunciamiento lo
., relátivo a las infracciones, y 'consiguientes resarcimien-
tos, anteriores á la fecha que la sentencia de primera
instancia indica, es decir, al 17 de octubre de 1934, re-
sarcimientos que importan, según las planillas de fs.
170 y 171, la cantidad de $ 29.157,52 respecto.a la cual
quedó juzgado que está prescripta la acción correspon-
diente. t'.'
540 FALLOSDE LA CORTE SUP~A

Qu~ el dictamen de fs. 173 del expte. adm., sobre


cuya base dictó el P. E. el decreto que impuso el pago
cuestionado refiér'ese al otorgamiento de cambio ofi-
cial bajo las condiciones que constan en las solicitudes
. -relativas al valo'r denunciado de las importaciones y
al destino del cambio solicitado- como a un contrato
civil que da lugar a acciones de ese mismo carácter
. "para exigir a la sumariada el reintegro de las divi-
sas que ha obtenido dolosamente y utilizó indebida-
mente, o por lo menos, la reparación del perjuicio que
ocasionó al mercado de cambios por la comisión de las
transgresiones que se le imputan". Y agrega más ade-
lante que no sugiere la aplicación de multa por tratarse
de infracciones cometidas antes de dictarse el decreto
126.372 y no estar comprendidas en el del 13 de abril
de 1935. Con la misma fundamentación de derecho ci-
vil el representante del fisco nacional maJi1tuvoel re- .
curso interpuesto contra la sentencia de primera ins-
tancia (fs. 131) sosteniendo que de acuerdo con el arto
505, inc. 3 del Cód. Civ. la obligación de que se trata
Q
,

tuvo como efecto, respecto al P. E., que era en ella el


acreedor, darle derecho para obtener del deudor las
indemnizaciones correspondientes, a las cuales se re-
fiere el arto 506 al disponer que el deudor es responsa-
ble al acreedor de los daños e intereses que a éste re-
sultaren" por dolo suyo en el cumplimiento de la obli-
gación..
Que hecho como fué por lá actora el pago de la in-
.demnización dispuesta en el decreto, con reserva del
derecho de repetirlo, este juicio en el que se demanda la
repetición de dicho pago plantea 'las mismas cuestiones
que hubieran debido debatirse en el que, de no haber
pagado 'la actora como lo hizo, habría tenido que pro-
mover el P. E. para hacer efectivo el decreto. Esas <mes-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 541

tiones son primordialmente dos: P, derecho al resarci-


miento y 2~,existencia y monto del ',perjuicio que se tra-
taría de resarcir. Sobre el segundo la prueba incumbía
al fisco, no obstante su co;ndición de demandado, como
le hubiera correspondido de haber tenido que deman-
dar el pago, puesto que se niega la existencia de per-
juicio indemnizable, y, en todo caso, que de existir, esté
representado por el importe que el decreto establece.
Que descartado lo relativo al derecho del fisco na-
cional para obtener la devolución del cambio que no
habría sido regularmente empleado, puesto que la ac-
tora la efectuó con anterioridad al decreto que aquí se
cuestiona, por lo cual este último no incluye ese reque-
rimiento, tl-átase de saber, admitiendo en hipótesis, que'
la relación jurídica tenga la naturaleza que le asigna
el representante del fisco, si, no obstante la devolución
del cambio mal empleado, hubo para la Nación un per-
juicio pecuniariamente estimable, y si lo hubo, cuál
fué su monto.
Que la liquidación de él hecha en el decreto se efec-
túa calculando el beneficio que' hubiera producido la'
venta en el mercado libre de la porción de cambio ofi-
cial no utilizada en el destino para el cual se la otorgó
y la que excedió del real valor de las mercaderías im~
'portadas. ¡, Puede decirse que ése fué un beneficio del
cual se vió privado el fisco nacional a causa del cambio
obtenido por la actora con exceso y la utilización de
él para fines que no fueron los determinantes' de su
otorgamiento ~ Si se considera la función del Estado en
el régimen de cambios de que se trata no parece que
la respuesta pueda ser afirmativa. Ese régimen, esque-
máticamente enunciado, consiste en comprar el Estado
las divisas provenientes de determinadas exportacio-
nes, a un tipo de cambio fijado por el mismo, y adju-
FALLOS DE LA CORTE SUPREMA .

dicarlas luego para determinadas importaciones según.


un sistema de permisos y por un tipo superior al de
la adquisición, aunque inferior al del mercado libre.
Tratábase de proteger la moneda nacional, regular las
importaciones, y obtener un margen de beneficio con
oclcual se financió la adquisición de las cosechas du-
rante el tiempo en que los precios del mercado no al-
canzaban siquiera a los del costo. 'En consecuencia cons- \
tituía, sin duda, un elemento' esencial de ese régimen
la ex-igencia de que el cambio solicitado en el mercado
oficial se ajustara estrictamente al costo de la importa- .
ción para cuyo pago se pedía y en razón del cual se
acordaba y no se empleara en otra cosa que en finan-
ciar esa importación, puesto que si bien con la venta
del cambio obtenido .en exceso y dedicado a fines que
no se .contemplaron en el otorgamiento el margen de
ganancia era obtenido por el Estado como en cual-
quiera de los casos de uso regular, ese cambio resultaba
-substraído al régimen de regulación que, se acaba, de
menQionar (Fallos: t. 187, p. 36). Pero este daño consis-
tente en la perturbación u obstaculización de la polí-
tica económica y financiera del Estado, en el supuesto
de que sea pecuniariamente estimable, no puede consi-
derarse representado por la diferencia entre los valores
de esa porción de cambio en el mercado oficial y en el
mercado libre. De que ése haya sido el beneficio obte-
nido por la actora puesto-que habría financiado con cam-
bio oficial operaciones para las que debía haber recu-
rrido al mercado libre, y aun de que lo haya sido dolo-
samente, no se sigue que equivale a un beneficio de
que cor'relativamente se viera privado el Estado, o que
. hizo nacer civilmente el derecho de este último a re-
querir el pago de ese importe (conf. Fallos: 201, 307.).
El perjuicio causado en la regulación económica y fi-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 543

nanciera que este régimen de los cambios procuraba


pudo determinar dos actos de imperio del P. E.: la exi-
gencia de que se le reintegraran las divisas a que se
viene 'haciendo referencia, para, que las disponibilida~
des de cambio oficial no se vieran indebidamente altera-
das, y sancionar con multa, en la medida e'n que la ley
lo autorizase, la violación del compromiso contraído y
, la perturbación causada. Pero la reintegración se rea-
lizó y no se hace, por lo demás, cuestión de ella en
esta causa. Y -en cuanto a sanción punitiva, dél texto
mismo del decreto y de su antecedente inmediato, el
dictamen de la comisión de estudios ,de sumarios, cuyo
criterio adopta el decreto expresamente, resulta que
no se Ímpuso en este caso. Queda, pues,' sólo como ra-
zón del pago impuesto 'por el decreto "la reparación
del perjuicio qp.e ocasionó (la aetora) con la comisión
de las graves transgresiones que se le imputan" según
reza su último considerando (fs. 183 del expte. ,adm.r
Pero como el cálculo del decreto no traduce, según
queda explicado, el perjuicio que las transgresiones,
imputadas habrían ocasionado al fisco, y no se ha traído
otra prueba de ese perjuicio que dicho cálculo, ,falta
la justificación de la caúsa del cobro que en el decreto
se dispuso requerir. Por lo cual la repetición deman-
dada es procedente.
Por tanto se confirma la sentencia apelada. Sin
costas en esta instancia por considerar el Tribunal que
hay razón suficiente para eximir de ellas á la Nación
demandada.. .
ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJ'ÍA
- T. D. CASARES.
544 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

ANA. DATJTQN v. CAJA DE JUBILACIONES DE


EMPLEADOS FERROVIARIOS

JUBILA'cIONDE EMPLEA.DOS FERROVIARIOS: Pensiones.


La circunstancia de que' la hermana de un empleado fe-
rroviario fallecido, que vivía exclusivamente a cargo de
éste, haya heredado del mismo bienes calculados en pe-
sos 15.000 m/n., no basta para privarla del derecho a la
pensión establecida por la ley (1).

, l.
MANUEL RUZ v. MARIA SUSANA RUZ DE QUIROGA
y OTROS

'JURISDICCION y COMPETENCIA: Pr6rroga. Trámites judiciales.


La presentación del demandado en el juicio que se le ha
promovido ante un juez que no es el de su domicilio,
solicit.ando ser tenido por parte en él y constituyendo do-
micili0 legal a los efectos del mismo, importa prórroga
de la jurisdicción e impon'e el rechazo de la cuestión de
competeneia por inhibitoriaplantead¡i después sobre la
. base de tratarse de una acción personal (2).

JAIME GIRALT
, FONT v. EDUARDO COLOM

IN!J[UNÍDADES.
Los arts. 61 y 62 de la Consto Nacional no se oponen a la..
iniciación de acciones criminales contra. un miembro del
Congreso que no tengan origen en sus opiniones corno

(1) 2 de septiembre de 1946. Fallos: 191, 279.


(2) 4 de septiembre de 1946: Fallos: 164, 257.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 545

legislador ni a que se adelanten los procedimientos en los


respectivos juicios mientras no se dicte orden de. arresto
o prisión (1).

NOTICIAS GRAFICAS

CONSTITUCION NACIONAL: Control de constitucionalidad. Facul-


tades del Poder Judicial.
No incumbe al Poder Judicial examinar de oficio la cons-
titucionalidad de las leyes y de~retos. ..

JURISDICCION y COMPETENCIA: Competencia federal. Causas


penales. Generalidades.
(
Entre los casos exceptuados por" el derecho público inter-
no, a que se refiere el arto 25, inc. 19, del Cód. de. Proc.
Crim., no están comprendidos únicamente los enumerados
en el arto 23 del mismo código, sin~ también los referentes
a delitos comunes contra o por funcionarios federales,
caráct.er que debe reconocerse a las autoridades de la
I
N'ación que, si bien han de cumplir funciones propias en
! la capital, éstas no constituyen lo específico y exclusivo
I de sus atribuciones sino sólo una faz de ellas.

j JURISDICCION y COMPETENCIA: Competencia federal. Ca~(,Sas


penales. Delitos que obstruyen el normal funcionamiento de las ins-
tituciones nacionales.
Corresponde a la justicia federal conocer en la causa so-
bre desacato al jefe de la policía federal, pues aunque
dicho delito hubiere sido cometido con motivo de su ac-
tuación como jefe de la policía de la capital, es siempre
un funcionario del gobierno federal y tiene una jerarquía
que aun en los casos de su actuación local trasciende de
esta última, a diferencia de lo que sucede con los intC'-
grantes del personal subalterno que presta servicios en
la capital.

(1) 4 de septiembre de 1946. Fallos: 185, 360; 190, 397.


546 FALLOS DE LA CORTE SUP~A

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte: ..•

Se discute en. estos autos si corresponde a la jus-


ticia federal, o a la ordinaria de la Capital, conocer en
un proceso por desacato al Sr. jefe de la policía federal,
que habría sido cometido por publicaciones hechas en el
diario "Noticias Gráficas". Desde luego, el recurso
extraordinario concedido a fs: 19 vta¡. es admisible por
cuanto media denegación del . fuero, oportunamente
, in-
vacado por el Sr. procurador fiscal (fs. 7).
Motiva ~ duda, conceptuar' el Sr. juez a quo y la
cám. fed., que el Sr. jefe de la policía federal es al mismo
tiempo jefe de la policía de la Capital, y se trata prima
¡avíe, de delito cometido contra él en ese segundo ca-
rácter. De aquí atribuir 'el conocimIento del caso a la
justicia ordinaria.
Pienso que tal conclusión ofrece amplio margen de J

duda; y pues sólo se trata por ahora de interpretar


disposiciones del decreto n 33.265/44, mal podría ol~i-
Q

darse que la' dualidad de las funciones del Sr. jefe de


policía no se rige ahora por el texto del decreto
n 17.550/43 (art. 1). Este último fué derogado por el-
Q
t
" ' arto 137 del Estatuto (decreto n 33.265/44), y ya no
Q

aparecen tan cIar.amente separables como antes dichas


funciones.
A fin de que V. E. pueda pronunciarse y sentar ju-
risprudencia sobre la cuestión jurídica planteada, man-
tengo, pues, el recurso que dedujo el Sr. proc. fiscal de
cámara, y en su mérito solicito se revoque el fallo ape-
lado, obrante a fs. 18. - Bs. Aires, mayo 20 de 1946. -
Juan Alvarez.
'.1
DE JUSTICIA D' LA NACIÓN 547
\
".

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs . .Aires, 4 de septiembre de 1946.

y vistos los autos " «Noticias Gráficas» (diario)


desacato", en los que se ha concedido el recurso extra-
ordinario interpuesto por el Sr. fiscal de la Cám. Fed.
de la Capital.
I
'1
i Considerando:
Q~e en autos no se ha cuesti~nado la validez cons-
titucional del decreto ley 33.265/44 y es jurisprudencia
,F.
de esta Corte Suprema (Fallos: 190, 142; 199, 46~; 204,
671) que no procede examinarla de oficio.
Que el "Jefe de la Policía Federal ", título que el
mencionado decreto atribuye al fllncionario que ejerce
la dirección superior de una repartición cuyo radio de
acción se extiende a las pr.ovincias respecto de muchos
casos (arts. 1, 3 y sigtes.) y que la representa comun~-
cándose directamente con las autoridades nacionales iy
locales en todo asunto de su despacho (arts. 24 y 26,
mes. 1° y 2°) es un funcionario deI'gobierno feder~l;
por lo cual corresponde considerar al desacato que se
cometa contra el mismo como uno de los delitos que,
con arreglo a la jurisprudencia de la Corte Suprema
(Fallos: 167, 121) y a la excepción del arto 25, inc. 1°,
del Cód. de Proceds. Criin. deben ser juzgados por la , "

'.\
justicia federal.
Que lo "exceptuado por el derecho público inter-
no" (art. 25, inc. 1°, del Cód. de Procs. Crim.') de la
competencia de la justicia ordinaria de la Capital no
e,s sólo lo enumerado por el arto 23 del mismo Código,
pues carecería de sentido que la misma ley repitiera en
548 FALLOS DE LA OORTE SUPREMA

la forma tácita de la frase citada del arto 25 una excep- .


ción expresa y detalladamente contemplada por ella do~
artículos antes, sino también el juzgamiento de los de-
litos comunes cometidos contra o por funcionarios fe-
derales. Trátase del principio institucional en cuya vir-
tud el conocimiento. de dichos delitos, no obstante su
naturaleza y lo dispuesto por el me. 110• del art- 67 de la
Constitución, debe reservarse a la justicia federal, por-
que los funcionarios de' ese ~arácter han de ser ampa- \.
rados o juzgados en su condición de tales por la justicia I
de su propio orden institucional (Fallos: 199, 384, cons.
30 in fine y los allí citados) . Que los de la justicia ordi-
naria de la Capital sean o no jueces del mismo carácter
nacional que los federales, es cuestión a.jena al punto
que constituye la: materia de este caso. Se está ante
una expresa disposición legal que hace la excepción y
corresponde, en' consecuencia:, atenersn a ella, tratán- \
dose de la imputación de un delito cometido contra un i
funcionario respecto a ~uya función y jerarquía no
cabe hacer el distingo de la actuación IO,'laly la propia-
mente federal, pues en cuanto jefe de un organismo del
gobierno nacional definido y estructurado por el de-
creto 33.265/44 como específicamente federal es, en
toda circunstancia, un funcionario de este último ca-
rácter, a diferencia de lo que sucede con los int.egrantes
del personal subalterno del mismo que presta s~rvicios
en la Ca.pital, puesto. que. no tienen, como el jefe, una
jerarquía que en los casos de su actuación lócal tras-
ciende de esta últ.ima.
La c6existencia de la justicia (ederal y la ordina-
'ria en la Capital de.la Nación explica que luego de de~
terminar en el arto 23 la jurisdicción federal en razón
de la materia, y el lugar, en el arto 25 se agregue la ex-
cepción comentada, relativa, a lo que la determinación
DE JUSTICiA DE DA NACIÓN 549

del arto 23 no cOJ,llprende,y que es la singular condición


de aquellas autoridades de la Nación que si bien han
de cumplir funciones propias en la Capital;. no consti.
tuyen lo específico y exclusivb de sus atribuciones sino
sólo una faz de ellas, por lo cual no se les' puede consi.
derar, en razón de las mismas, como funcfonario13 loca-
les sin menoscabar el carácter federal de su autoridad
que comprende esas atribuciones pero trasce~diéndole8
e incluyendo las que les incumben en todo el territorio
de la Nación, no por aquiescencia accidental de las pro-
vincias, -como sucede con el Consejo Nacional de Edu-
cación y las Obras Sanitarias de la Nación-, sino en
razón de su naturaleza. Por esto resolvióse que corres-
pondía a la justicia federal el juzgamiento de un' acto
delictuoso cometido contra el J.efe de Correos (Fallos:
í77, 131), no obstante tratarse de un delito común, ha-
I berse perpetrado en la Capital y tener dicho jefe fun-
ciones locales en ella.
En su mérito, revócase la sentencia apelada y declá-
rase- que compete a, la justicia, federal conocer en la
pr.esente causa .
.) ANTONIO SAGARN A - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.

1
\
GARCIA Y CIA.
\
CONSTITUGION NAGION .•iL: Derechos y .garantías. Defensa en
juicio. Procedimiento y sentencia.
Es violatorio del arto 18 de la Consto Nacional el proce'
dimiento por el cual, sin haberse dado oportunidad al
recurrente para. el regular ejercicio del derecho de de-
fensa ante las autoridades- administrativas perHnentesi'
550 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

que se limitaron a citarlo para declarar, ni ante el juez


que, al intervenir por vía. de apelación, tramitó el recurso
como' concedido en relación impidiendo de tal modo pro-
ducir prueba de descargo, se llega a condenarlo como in-
fractor a la ley 12.591:

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 4 de septiembre de 1946.

y vistos los autos" García y Cía., interpone recurso


de apelación y nulidad por multa impuesta por infrac-
ción a la ley 12.591", en los que se ha concedido €l re-
curso extraordinario interpuesto a fs. 130 contra la
sentencia dictada a fs. 124 por el Sr. juez federal de
Mercedes, Prov. de Bs. Air€s.

Considerando:
Que el recurso extraordinario es procedente por-
que la recurrente. alegó en su oportunidad la violación
de garantías constitucionales, siéndol~ adversa sobre
el particular la sentencia definitiva de fs. 124, y por-
que está en tela de juicio la inteligencia de .la ley fe-
deral 12.591.
Que 'corresponde considerar en primer término el
agravio relativo a la violación del de'recho de defensa.
Se lo funda en que la recurrente no tuvo posibilidad de
defenderse ni en las actuaciones administrativas donde
su intervención se redujo a las declaraciones de fs. 36
y 61, ni en la instancia judicial porque el juez consi-
deró que el recurso debía acordarse sólo €n relación por
lo cual declaró nulo. lo actuado de fs. 92 en adelante,
desechó las pruebas ofrecidas y llamó autos para sen-
tencia sin otra substanciación (fs. 102'vta.).

-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 551

{ Que esta Corte ha declarado constitucional la atri-


! bución hecha al P. E. por ciertas leyes de la facultad de
imponer sanciones destinadas a a~egurar el estricto
eumplimiento de las mismas, pero a condición de que
. de la resolución administrativa haya recurso a la jus-
ticia y se dé satisfacción al derecho de defensa que,
como el Tribunal lo tiene reiteradame~te expresado,
consiste en la posibilidad de ser oído y hacer valer lo!'!.
descargos pertInentes en la forma .prevista por las le-
yes (Fallos: 183, 68 y 296; 187, 352; 193, 408, etc.).
Que, como lo afirma la recurrente, en el procedi-
miento administrativo que condujo al decreto de fs. 70
en el que se le impuso la multa, no se le dió oportunidad
de defenderse, puesto que sólo se le citó a prestar de-
claración primero a fs. 36 cón motivo de la investiga-
ción relativa al comportamiento del empleado Tierno y
luego a fs.61 especialmente con respecto a las infrac- "
.
>.
ciones de la ley 12.591 que se le habrían comprobado en
la oportunidad de aquella investigación, y esa sola ac-
tuación pasiva no dió, sin duda alguna, satisfacción al
derecho de defensa que asistía al imputado.
Que no obstante haberse procedido en lo adminis-
trativo 'con lesión de l~ garantía del arto 18 de la Cons-
titución esta Corte, en casos análogos, consideró. repa-
rado el agravio si la actuación judicial dió oportunidad
para el regular ejercicio del derecho en cuestión, puesto .1.
"',
que se lo satisface ofreciendo la posibilidad de ocurrir
ante un órgano jurisdiccional' en procura de justicia . .\

(Fallos: 193, 135; 196, 598, y el de fecha 23 de agosto


ppdo. i,~re "Garber Jacobo"). Pero ello no ha suce-
dido en. este caso pues tramitóse el recurso como con-
cedido el! relación, privándosela de ofrecer y producir
prueba alguna de descargo, no obstante haber carecido
también de esa posibilidad en lo administrativo.

'.
• <
552 FALLOS DE LA ,CORTE SUPREMA
./

Que en tales condiciones la actuación judicial de- f


íerminadapor lo dispuesto en el arto 9 de la ley 12.591 !

ha comportado, en el caso, violación de la defensa (art.


18 de la Constitución).
Por tanto se revoca en cuanto pudo ser materia del
recurso la sentencia de fs. 124 debiendo pasar los autos
al Sr. juez que sigue en orden de turno para la debida
. substanciación del recurso concedido a fs. 138.vta. y. el
pronunciamiento que en definitiva corresponda:
..
ANTONIO SÁ.GARNA - B. A. NAZAR
ANCHORENA - F. RAMOS MEJÍA
- T. D. CASARES.

RICARDO Y EDUARDO DALMASSO V.


IMPUESTOS INTERNOS

PRESCRIPCION: P'1'esc'1'ipci6nen mate'1'iapenal. Comienzo.


El término de la prescripción de la acción penal estable-
cido por la ley 11.585, arto 5 no comienza a contarse desde
Q,

la fecha en que la infracción fué descubierta por los i


,1
empleados fiscales sino desde aquella en la cual quedó
consumada o sea, en el caso de omisión del pago del im-
puesto a: los aceites establecido por el arto 12, inc. 2 de Q
,

la ley 12.625, el día en que venció el plazo señalado para


satisfacer el gravamen, pues no se ha probado que se tra-
tara de una infracción continuada. -

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

San Rafael, setiembre 3 de 1945.

y vistos: considerando:
Que esta causa contencioso administrativa versa sobre una
supuesta infracción al arto 36 de la ley 3764, que se imputa
a los C()merciantes de esta 'ciudad Sres. Ricardo y Eduardo
\.
1

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, 553

Dalmasso. Ella consistiría en haber tenido 5.500 litros de aeeite,


con viscosidad mayor de 200°, medida en 'el aparato Saybolt
Universal, a la temperatura de 37,8° c9, sobre cuya partida
no habrían los mismos satisfecho a su debido tiempo el im-
P'uesto correspondiente.
Que de acuerdo con lo establecido en decreto de fecha
12 de abril de 1940, los impuestos a los aceites lubricantes y
combustibles creados con fines de vialidad por' la ley 12.625.
arto 12 inc. 29, debían hacerse efectivos a la salida de fábrica
de los nuevos productos, desde el 15 del expresado mes de abril;
y hasta el 30 de mayo del mismo año, sobre los productos que
tuvieran en existencia los distribuidores, mayoristas, impor-
tadores y. manipuladores.
I Que constando de autos, que los Sres. Ricardo.y Eduardo
Dalmasso son distribuidores en la zona, de los combustibles y
lubricantes de la Dir. de Y.P.F., ellos habrían incurrido en
la infracción que se les imputa, al fenecer el término estable-
cido para abonar el impuesto, o sea, el 31 de mayo de 1940.
Que desde esa fecha hasta la contestación de la expresión
de agravios por el Sto fiscal, ha transcurrido eonexceso el
término de cinco años establecido por el arto 5 de la ley 11.585
para que se opere la prescripción de las multas por infracción
a las leyes de impuestos, sin que se hayan producido actos de
procedimiento legalmente suficientes para interrumpir el tér-
mino de la misma.
Que en efecto, si bien consta de autos que el proceélimien-
to del sumario administrativo se inició antes de vencer los
cinco años, contados desde la fecha en que se habría cometido
la supuesta infracción, como también la resolución condenato-
ria, de acuerdo con lo expresamente establecido en el arto 3
de la ley 11.585, esas actuaciones no interrumpen el término
de la prescripción, pues sólo el "procedimiento judicial" pue-
de surtir tal efecto.
Que tampoco la promoción de la demanda contenciosa
por los supuestos infractores ha podido interrumpir la pres-
cripción porque, como lo ha establecido la' Corte Suprema, los
actos de procedimiento judicial que producen' ese efecto son
únicamente los dirigidos contra el supuesto infractor pcro,
de ninguna manera, los que éste lleva a cabo en ejercicio de
su defensa -Fallos 195, 119 y 197, 276-. Consta de autos,
por el contrario, que el único acto legalmente eficaz para in-
terrumpir el término de la prescripción era la contestación
. a la expresión de agravios por el Sr. fiscal, pero el mismo se
554 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

ha producido cuando había vencido con exceso el término de


cinco años establecido por la ley 11.585 para que se opere la
prescripción de la acción o de la pena.
Que como reiteradamente lo ha establecido la jurispru-
dencia de la Cám. Fed. de Mendoza y de otros tribunales, la
prescripción en juicios de naturaleza penal, como el presente
pueden declararse por el juzgado en cualquier estado de la
causa y aun de oficio.
Por éstas consideraciones, de acuerdo con lo dispuesto en
los arts. 19 y' 39 de la ley 11.585 y 59, inc. 39, del Cód. Penal,
resuelvo declarar extinguida, por prescripción, la acción penal
deducida en estos autos. - N emesio GonzáZez.

SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL

1vlendoza,marzo 23 de 1946.
Vistos y considerando:.
Que el Sr. fiscal de cámara funda su recurso, en que el
término de la prescripción debe contarse desde que la infrac-
ción imputada a la firma recurrente fué descubierta, o sea,
desde el 18 de diciembre de 1944, día de la inspección docu-
mentada con el acta de fs. 2, por tratarse, a su juicio, de una
infracción continuada.
r
Que la infracción imputada a la firma Ricardo y Eduardo
Da1masso,consiste en no haber declarado la existencia de 5.500
litros de aceit.e lubricante de viscosidad de 200° que, según
sus libros, tenía al 15 de abril de 1940, como lo disponía el
arto 24 .del decreto 59.830 del 12 de abril del mismo año, ni
haber abonado por ellos el gravamen de ley.
Que del acta de inspección de fs. 2, que ha servido de
base al sumario en que se aplicó la multa recurrida, y de las
demás actuaciones posteriores, se desprende que la existencia
de producto imponible que se declaró en infracción, lo fué
sólo con relación al 30 de mayo de 1940, en que venció el
plazo para hacer dicha declarac.ión y pago del impuesto, y to-
mando como base para constatar tales omisiones, únIcamente
los libros de' comercio de la firma mencionada, sin reft'rirse
a la existencia real a la fecha de la inspección, en razón de
que "no es posible establecer con exactitud las salidas de Breite
lubricante mayores de 200°, no sólo entre el 15 de abril de
1940 y el más próximo balance e inventario, 30 de noviembre

I
DE JU!3TICIÁDE LA NACIÓ~ 555

de 1940, sino en ningún otro momento; dada la contabilidad .,


que lleva la casa y sus formas de venta al contado", (acta 1'.

de fs. 4). 'f


"',

Que no pudiendo establecerse, pues, si a la fecha de la


inspección de referencia, o sea, el 18 de diciembre de 1944,
la firma Dalmasso tenía aun el producto en infracción, antes
bien, debe presumirse lo contrario atento el tiempo transcu-
rrido, no es dable considerar que fuera poseedora de dic40
producto, y que por .ende, la infracción se hubiere continuado
cometiebdo por la recurrente hasta la fecha de la inspección.
Que en consecuencia, el término de la prescripción debe
contarse, como lo ha hecho el a-qua, desde el día en que la
infracción imputada habría quedado consumada, o sea, desde
el 30 de mayo de 1940, conforme a lo establecido por el art 63
\ ,.
'.,
del Cód. PenaL
Por estos fundamentos y los de la séntencia apelada, se
la confirma en cuanto declara prescripta la acción penal de-
ducida en estos autos; único punto sobre que ha 'versado el
recurso. - Jorge Vera Vallejo. - José E. Rodríguez Baa. -
Agustín de la Reta.

F ALIJO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 6 de septiembre de 1946.

y vistos: Por sus fundamentos se confirma la sen-


tencia apelada de fs. 68 que declara prescripta la ac-
ción penal en los autos "Ricardo' y Eduardo Dalmasso
v. Imp. Internos por apelación de una resolución" ve-
nidos de la Cám. Fed. de Apel. de Mendoza.
B. A. N~AR ANCHORENA - \ F.
RAMOS MEJÍA - T. D. CASARES. ~ ',:"

, ,

~.,~.,
...
556 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

FORTUNATO GODOY v. IMPUESTOS INTERNOS

PRESCRIPCION: Prescripci6n en materia penal. Tiemp.o. Leyes im-


positivas.
La posesión de varios miles de litros de vino no anotados
en los .libros de bodega, contenidos en una pileta subte-
rránea no indicada en ,el plano oficial y oculta bajo el
piso; la introducción de reformas en el establecimiento
I .sin previa autorización administrativa; la tenencia de los
.libros oficiales fuera de la bodega; la retención de valores
fiscales sobrantes y la posesión de otros que no pertene-
cían al bodeguero, constituyen por su naturaleza infrac-
ciones de carácter netament.e fiscal, no industrial como el
de las previstas por la ley 12.~72; por lo que la pres-
cripción de la acción para reprimirlas no está regida por
el Cód. Penal sino por la. ley 11.585, cuyo. plazo 110 ha
transcurrido desde la fecha en. que fueron comprobadas di-
chas infracciones.
IMPUESTOS INTERNOS: Vinos.
Corresponde reprimir con una multa equivalente a diez
tantos del impuesto que se pretendió defraudar, al bo-
deguero que poseía varios miles de litros de vino no ano-
tados en los libros de bodega, contenidos en una pileta
subterránea no indicada én el plano oficial constl'uída en
un' galpón contiguo y oculta bajo el piso de tierra del
mismo; así como también aplicarle separadamente otra
multa por haber tenido los libros oficiales fuera del' local
de la .bodega, mas no por haber construído clandestina-
ment.e las piletas subterráneas y poner indebidamente
instrumentos fiscales pues trátase de hechos realiz.ados
para consumar el fraude.

SllliTENCIADEL JUEZ FEDERAL

San Juan, octubre 31 de 1945.

Y vistos: Los caratulados: "Godoy Fortunato -Recur-


so Contencioso Administrátivo", de los que
Resulta: Que a raíz de una inspección practicada en la
bodega de D. Fortunato Godoy, ubicada en Jáchal, se deseu-
.,
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 557

brió la existencia de una pileta vacía, que no figuraba en el


plano oficial, que al efecto ,exhibió Godoy.
Que prosiguiendo la inspección, los empleados de Imp.
Internos, descubrieron mediante excavaciones en, un galpón,
la existencia de otra pileta completamente oculta, que contenía
20.604 litros de vino y que como la anterior ,no figura en el
plano oficial. ' I

Que interrogado el propietario de la bodega, presente en


el procedimiento, sobre la procedencia del vino, manifestó que
es deOelaboración propia con uvas de la zona.
Que requerido Godoy para que exhibiese los libros de la
bodega, no lo hizo por tenerlos en San Juan en casa del apo-
derado.
Que al practicarse un inventario de las existencias de
bodega, entre los valores existentes, se encontraron 94 fojas
con estampillas para botellas de un lit.ro, de valor unitario
de $ 0.06, que estaban consignadas a nombre de Néstor Espejo.
Que el análisis de las muestras tomadas de los 20.604
litros de vino resultó, "vino genuino apto para ei consunJ-o'.'.
Que a fs. 34, se le corre vista a FOl'tunato Godoy de las
actuaciones para que alegue en su defensa, no haciéndolo y
a fs. 45 y siguientes, la Adm. Gral. de Imp. Internos dicta
resolución, impbniendo a Godoy la obligación de abonar en
concepto de impuesto la suma de $ 1.236 y de multa la suma
de $ 12.662.40, descompuesta esta última suma en $ 12.362.40
equivalente al décuplo de los impuestos omitidos, sobre 20.604
litros de vino genuino y de $ 300 por las .otras infracciones
constatadas.
Que al expresar agravios la recurrente, alega 1 sobl'e la
Q

improcedencia del pago del impuesto exigido por la I Adminis-


tración. 2 la. falt.a de pruebas existentes en autos para decla-
Q

rar en fraude el producto. 3 la falta de responsabilidad, en


Q

virtud de la distancia que separa su bodega a la Oficina de


'la Administración ubicada ~n esta Ciudad, y,

Considerando:
Que s'egún consta en el acta' de inspección corriente a
fs. 1 del sumario administrativo, agregado a autos, el dla 7
de octubre de 1943, al practicar una inspección los empleados
de Impuestos Internos de la Nación en la bodega de D. For-
tunato Godoy, ubicada en Jáchal, constataron la existencia
de dos piletas ocultas, fuera del perímetro de.la bodega y que
558 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

no figuraban en el plano oficial de la misma que al efecto


exhibió el recurrente.
Que una de las piletas contenía 20.604.litros de vino blanco
que resultó ser genuino, según certificado ,de fs. 3.
Que respect.o a la existencia de las piletas y del vino
encontrado y en las condiciones antes descriptas, no existe
duda alguna. El recurrente lo reconoce en sus escritos de fs.
70 y 85 Y siguiente, y el acta de inspección está firmada de
conformidad por Fortunato Godoy, y su validez 'no ha sido
discutida y constituye plena prueba de acuerdo a lo estable-
cido por el arto 349 del Cód. de Pro cs. Crim.
Que es evident.e la clandestinidad de la elaboración y sin
duda alguna el propósito de eludir el pago del impuesto. De
no haber mediado las sospechas de los empleados intervinien-
tes no hubiese sido posible descubrir las piletas ocultas, máxi-
me cuando una de ellas tenía la boca cubierta por una capa
de tierra de 15 centímetros de espesor y encima algunos cascos
que hacían más difícil su ubicaeÍón.
Que, además esa elaboración no figuraba en los libros ofi-
ciales como denunciado, -lo que hace más' visible el propósito
de defraudar- y en tales condiciones hubiese sido muy fácil
librarlo al consumo sin el correspondiente pago del impuesto
fiscal, no siendo admisible la excusa alegada de que la dis-
tancia a esta Ciudad fuese la causa de la omisión de la ano-
tacIón y denuncio.
Que ante tales circunstancias corresponde considerar el
vino encontrado en fraude y aplicar al infractor las disposi-
ciones establecidas por el arto 27 del T. O.
Que la Corte Sup'rema, ha dicho en casos análogos y de
estricta aplicación al presente que las transgresiones a la Regl.
General sobre todo en lo referente a medidas de cont.rol, evi-
dencian ia intención de defraudar y hacer procedente la apli-
cación de sanciones de fraude -Fallos t. 179, p. 142-. En el
mismo sentido se ha pronunciado la Cám. Fed. de Mendoza
y entre otros en los recursos contencioso-administrativos de
Salvador Basile y Claudio Encrenar, resueltos el 27 de mayo
de 1944; y el 7 de setiembre de 1943, respectivamente.
Que, en cuanto al pago del impuest.o efectuado por la
recurrente, que lo consideró ilegal, ello es ajeno a la apelación.
El recurso que acuerda el arto 17 del t.O. (27 de la Ley 3764),
sólo procede respecto de las multas que impone la Adminis-
tración de Impuestbs Internos y no de impuestos que ordena
pagar, quedándole acción de repetición si los considera injus.

I '
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 559

tos O ilegales, razón por la cual es improcedente lo alegado


al respecto a fs. 70. •. .
Que, igualmente Godoy, al introducir modificaciones en
el establecimiento, sin previa autorIzación de la Administra-
ción, al tener sus libros fuera de la bodega y retener va10res
fiscales sobrantes y poseer otros que no eran de su pertenencia,
ha infringido lo dispuesto por los arts. 6, 15 y 67 del Título I
de la Reglamentación General, reprimidos por el arto 28 del t.O.
Por. ello, resuelvo confirmar la resolución administrativa
de fs. 45/46 que impone a D. Fortunato Godoy la obligación
de abonar en concepto de multa, la suma de' $ 12.362,40, equi.
valente al décuplo del impuesto omitido sobre 20.604 lit.os
de vino -arto 27 t. O. (36 de la Ley 3764)- y la de $ 300, por
las otras infracciones cometidas (art. 28 del t.o.). Con costas.
-Oarlos Alberto Ouello.

'.
SENTENCIA. DE LA CÁMARA FEDERAL DE MENDOZA

Mendoza, 16 de mayo de 1946.


Vistos y considerando:
Que el recurrente alega en esta instancia la prescripción
de la acción, sosteniendo que las multas que le han sido im-
. puestas se fundan en' hechos previstos por la ley 12.372, por
lo que aquélla debe regirse por las reglas del Cód. Penal.
Que según consta expresamente en autos, los hechos impu-
tados a Godoy son: a) la posesión de 20.604 litros de vino que
no figuraban anotados en sus libros de bodega, contenidos
en una pileta subterránea, no comprendida en el plano ofi<,ial,
construí da en un galpón contiguo y oculta bajo el piso qe
tierra del mismo, ,existencia de vino que al ser declarada en
fraude ha motivado la sanción prevista por el arto 27 del Texto
Ordenado de las Leyes de Impuestos Internos; b) introducir
modificaciones en el establecimiento sin autorización previa .-;
de la Adm. de Imp. Internos, tener los libros oficiales fuera del
local de la bodega y la retención de valores fiscales sobrantes
y la posesión de otros que no eran de su pertenencia, .hechos
considerados en infracción a los arts.6, 15 y 67, Tít. l. de la
Regl. Gral. de Imp. Internos y reprimidos con la sanción del
arto 28 del citado texto ordenado de leyes.
Que los hechos precedentemente enumerados, constituyen
por su naturaleza infracciones de carácter netamente fiscal,
560 FALLOS DE LA' CORTE SUPREMA

y no de carácter industrial previstas por la ley 12.372, como


lo pret.ende el recurrente, y en consecuencia, la prescripción
no está regida por las normas. del Cód. Penal, sino por los
preceptos de la ley 11;585. .
Que no habiendo transcurrido desde que las infracciones'
fueron constatadas, -7 de octubre de 1943-, hasta la fecha,
el término de 5 años que establece el arto 1Qde la ley última.
mente citada, el que además ha sido interrumpido por actos
del procedimiento, de acuerdo a lo' dispuest.o por. el arto 3<;,
de la misma, la prescripción alegada' es improcedent.e, por lo
que corresponde desestimarla.
. Que en cuanto a la infracción. relacionada en el punto a)
del 2Q considerando, por los fundamentos aducidos en la sen-
tecia apelada, corresponde confirmar la multa de $ 12.362,40
impuesta, equivalente a los diez tantos del impuesto que se
pretendió defraudar. .
Que respecto a las infracciones a que se refiere el punto
b) del mismo considerando, castigadas con una multa de $ 300,
sólo corresponde penar separadamente el hecho de tener el
recurrente los libros oficiales fuera del local de la bodega en
contravención a lo dispuesto por el arto 15, tít. 1 de la Regl.
Gral. pues- las restantes infracciones: haber construído las pi-
letas subterráneas clandestinas en una de las cuales' fué en-
contrado el vino declarado en fraude, y la posesión indebida
de instrumentos fiscales, son hechos realizados para consumar
el fraude' (conservar y expedir el vino no declarado) ya casti-
gado con otra pena m~yor (multa de $ 12.3p2,40).
Que en cuanto a las costas, deben imponerse al reeurrente
las de ambas instancias, pues aunque se haya modificado el
monto de la sanción impuesta, ha resultado vencido en la causa
(Suprema Corte, "Fallos", T. 62, 'p. 246 y 139, págs. 393 ,
y 418 y Jurisp. Arg. T. 14,p. 381).
Por estos fundamentos, se resuelve: 1Q) no hacer lugar
a.la prescripción; 2Qconfirmar la sentencia apelada en ('uanto
impone' a D. Fort.unato Godoy una multa de $ 12.362,40 con-
forme al arto 27 del T.O. de las Leyes de Impuestos Iriternos,
y las costas; modificándola con respecto a la multa de $ 300
aplicada de acuerdo al arto 28 del citado texto ordenado, la que
se reduce a la suma de $ 25. Con costas. - Jorge Vera Va-
llejo. - José E. Rodríguez Sao,. -Agustín de la Reta.
I
DE' JUSTICIA DE LA NACIÓN 561'

F A:LLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 6 de septiembre de 1946.

y vistos: Por sus fundamentos se confirma la seu-


t€nci~ apelada de fs. 171 en todas sus. partes, con cos~
tas, condenándose, en consecuencia, a Fortunato Go-
doy a pagar una multa de doce mil trescientos sesenta
y dos, pesos con cuarenta centavos Íllo~eda nacional de
acuerdo con el arto 27 del T. O. de 'las leyes de impues-
tos internos y la de veinticinco pesos de igual moneda
de acuerdo con el arto 28 del mismo texto ordenado.
R NAZAR ANCHORENA - F.
A.
RAMOS MEJÍA - T; D~CASARES.

MUNICIPALIDAD DÉ LA CIUDAD DE ,BUENOS AIRES


v. CELIA M:ENDEZ y' OTRA

RECURSO EXTR,¡40RDINARIO: Requisitos comunes. G'I'avalfTl'en.


Es improcedente el recurso extraordinario fundado en la'
violación del arto 18 de la ConstoNacional por haberse de-
clarado de oficio y sin audiencia .del recurrente al res~
pecto la inconstitucionalidad del 'art: 18 de la ley 189 tal
como fué reformado por el decreto 17.920/44, si la apli-
cación de esta disposición traería como consecuencia el
mantenimiento de la imposición de costas hecha en la
sentencia apelada por aplicación del precept.o legal citado
tal como era antes de lá reforma, porque la cuestión }e-
deral objeto del recurso tendría entonces car.ácter teó-'
rico (l) ~

(1) 6 de septiembre de 1946.


562 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

S. A. ARGENTINA DE CONSTRUCCIONES ACEVEDO


y SHAW v. MUNICIPALIDAD DE SANTA FE

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requwitos propios. Cuestión fe-


deral. Cuestiones federales com.plejas. Inconstitucionalidad de normas
y actos municipales y policiales.
Procede el recurso extraordinario contra la sentencia que
admite la validez de una ordenanza impugnada por el re.
currente como violatoria de la Consto Nacional.
'. RECURSO EXTRAORDINARIO: Res'olución. Límites del pronun-
ciamiento.
Habiéndose limitado el recurso extraordinario interpuesto
a la cuestión referente a la violación del arto 17 de la
Consto Nacional, debe prescindirse de las demás introdu-
.cidas anteriormente en el pleito.
IMPUESTO: Confiscación.
Para que los impuestos al consumo -respecto. de los cua-
les lo normal es que el precio real de venta agregue al
costo y la ganancia el importe de la contribución- sean
considerados confiscatorios se requiere que el monto del
gravamen absorba una parte substancial de lo que el
dueño del producto obtiene al venderlo al consumidor.
CONSTITUCION NACIONAL: Constitucionalidad e inconstituciona-
lidad. Impuestos y contribuciones provinciales. Consumo y produc-
ción. Santa Fe.
A falta de prueba, por parte de los constructores que uti-
lizaron arena llevada desde otras provincias, del valor real
de ese product.o en el mercado del lugar de su empleo
comparado con el valor de costo sin impuesto o de otras
circunstancias de las que resulte 'que el encarecimiento
representado por el monto del gravamen, al no ser absor-
bido por la capacidad adquisitiva de los compradores, ha
recaído sobre el costo y la ganancia con carácter de exac-
ción, debe desestimarse la impugnación de confiscatorio
e inconstitucional formulada cont.ra el impuesto.de $ 1.50 ~
por metro cúbico de arena cobrado por la municipalidad
de Santa Fe en concepto de derecho al consumo.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 563

SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

Santa Fe, diciembre 22 de 1944.

y vistos: Los caratulados: "Cía. Arg. de Construcciones


Acevedo y Shaw S. A. c. Municip. de Santa Fe s. repetición
de pago"; de los que resulta:
19. Que en fecha 16 de mayo de 1942, la Cía. Argentina
de Construcciones Acevedo y Shaw, S. A., .por intermedio del
Proc. D. Ovidio Furno, promueve demanda ordinaria de re-
petición de pago contra la municip.. de Santa Fe, por la suma
de $ 4.702 ~, intereses y costas del juicio.
Refiere que dicha cantidad fué exigida y cobrada a su
mandante en concepto de un llamado impuesto o gravamen a
la arena, por sucesivos cargamentos introducidos desde fuera
del' municipio al Puerto de esta ciudad, con destino a la obra
de elevadores terminales que la sociedad actor a construye en
el puerto para el Gob. de la Nación, habiendo protestado en
todas y cada una de las oportunidades en que abonó el im.
puesto referido, que constituye una exacción ilegal e incons-
titucional POI; los siguientes motivos: a) Porque no hay dispo-
sición de ordenanza que lo imponga, pues el arto 25 de la or-
denanza general de impuestos grava sólo la ven:ta de arena, lo
que es ajeno a la actividad de la actora j b) Porque viola la
exención dél arto 245, inc. a) de la misma ordenanza que exime
de gravámenes a las propiedades d~ la Nación; c) Porque viola
lo dispuesto por el arto 49 de la ley orgánica de las mlmicipa- i,1
lidades n9 2756, en razón de exigirse sin la contraprestación
de servicios por parte de la Municipalidad; d) Porque la
municip. de Santa Fe no tiene facultades para crear y exigir
impuestos, sino únicamente la de percibir tasas dé retribución
de servicios; e) Porque es violatotio de las garantías estable-
cidas por los arts. 9, 10y 11 de la ConstoNacional, establecién.
dose una aduana interior que obstruye la libre circulación de
productos j f) Porque viola también el arto 17 de la ConstoNa-
cional, resultando un impuesto confiscatorio.
29 Que a fs. 18 y sigte.., la Municip. de Santa Fe, por
intermedio del Proc. P. Héctor Casola contesta la demanda,
solicitando el rechazo de la acción instaurada, con costas. Re-
fiere que su mandante exime de todo gravamen impositivo al
Gob. de la Nación, cuando éste, como poder federal y desen-'
volviendo sus planes de obras públicas, realiza construcciones
por VÍa administrativa, pero no cuando las realiza por inter.
564 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

medio de empresas particulares, máxime si ese beneficio no


está expresámente indicado en el contrato, siendo éste un hecho
que no lesiona las facultades constitucionales otorgadas al P. E.
Nacional, ni traba el ejercicio de su actividad en el territorio
de la provincia. Agrega que la ordenanza impositiva grava el
consumo local de arena y no el tránsito de la mercadería, que
no queda afectada directa o indirectamente por el gravamen,
correspondiendo además una efectiva retribución de servicios
municipales, tales como el contJ:'alor de peso' y calidad de la
arena, higiene, arreglo de calles y caminos, etc. Manifiesta
que no es exacto que a la actora le corresponda la exención
del arto 245, inc. a) invocado, por cuanto el municipio ejerce
jurisdicción en la. zona del puerto de Santa Fe a los efectos
de la legislación impositiva, de seguridad, policía, higiene, etc.
Niega que se establezca una aduana interior o se haya impuesto
un derecho a la circulación y tJ:'ánsito del material citado, re-
pitiendo de que lo es solamente al- consumo y a la circulación
económica, reuniendo además las condiciones de' igualdad y
proporcionalidad con el costo e importancia de los servicios.

Considerando:
1. Que el primer punto controvertido por las partes y
sometido por ende a decisión de este Tribunal, es el relativo
a si la Cía. Arg. de Construcciones Acevedo y Shaw, S. A.,
por el mcro hecho de construir en el puerto de esta Capital
'los elevadores terminales de propiedad del Gobierno de la
mción, está exceptuada del pago de impuestos comunales,
aun para el caso de que no medie una exoneración expresa en
la Ordenanza General de Impuestos de la Municipalidad de
Santa Fe. .
n. Que si bien el fundamento de la organización jurídica
de la sociedad exige la igualdad de todos sus miembros ante
la ley y la proporcionalidad de las cargas públicas, el Estado '
se, ha visto en la necesidad de establecer excepciones al prin-
cipio enunciado, invocándose para ello motivos de un orden
superior, lo que en definitiva importa conceder verdaderos
privilegios.
I1 El bienestar común a que el Estado debe proveer por
mandato expreso del arto 67, inc. 16 de la Consto Nacional,
obliga a éste a que, en determinados casos, exima de hls cargas
impositivas a los particulares que actúan en las actividades
coincidentes con sus fines, exoneración de impuestos que tiene
su fundamento constitucional en el artículo e inciso arriba
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 565

citado que faculta al Congreso a otorgar concesiones tempo-


rales de privilegios y recompensas de estímulo con el fin de
promover la prosperidad del país, y su fundamento económico
en el principio de que en las ciencias económica y financiera
deben excluirse y rechazarse las exigencias fiscales que di-
ficultan el progreso y desarrollo de los servicios públicos.
Ahora bien, por tratarse la exoneración de impuestos de
un privilegio de carácter extraordinario que importa una grave
excepción al jus 6Omune, su otorgamiento debe efectuarse
siempre por vía del poder legislativo. (Véase: A. GRECA, La
li.citacwn y el privilegio en los contratos admmistrativos, págs.
41 y 42). La única diferencia a establecerse -yen esto com-
parto la posición' adoptada en los autos por la parte deman-
dada- es que cuando el Estado realiza en forma. direct.a el
servicio público (o la obra en su caso), resulta incongruente
que gravara con impuestos tal actividad "porque ello sería tan
ilógico como el que una persona se castigara a sí misma con
multas o se regalara con donaeiones de su propio patrimo-
nio" (Op. cit., pág. 46).
En cambio, cuando una actividad propia del Estado es
realizada por un particular, el beneficio de la exoneración de
impuestos debe ser expreso e invariablement.e estar inserto
en la ley y en el contrato administrativo pertinente. El particu.
lar o la empresa que tales tareas realizan, no confundiéndose
con el Estado ni actuando con el desinterés de éste, deben ser
gravados en su patrimonio como cualesquiera ot.ro miembro
de la comunidad; las franquicias especiales de que gozan los
contratistas de obras públicas por virtud del contrato admi-
nistrativo que los liga al Estado, les conceden -qna ventaja so-
bre las actividades comunes, que autoriza el cobro de los gra-
vámenes impositivos vigentes; en 'otros países, por esa sola
circunstancia, se los trata como una clase aparte y se los grava
con impuestosaúu más pesados que los comunes (Véase: J. Arg.,
Seco"Jurisp. Extranjera, t. 61, pág. 17).
Además, debe tenerse en cuenta 'que toda exoneración de
impuestos debe interpretarse restrictivamente, lo que equivale
decir que en caso de no determinarse categóricamente en las
leyes dicho privilegio, las empresas deberán pagar los impues-
tos con que el Estado, la Provincia o la Comuna gravan la
riqueza privada. (Véase: S. C. N., t. 113, pág. 165; J. A., t. 27,
pág. 1099; t. 52, pág. 36; t. 59, pág. 1005; t. 63, pág. 738;
t. 69, pág. 1013, etc., eUc.).
Los decretos del P. E. de la Nación n9 110.461 de fecha 9
de enero de 1942, 4 de febrero del mismo año y 20 de octubre
566 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

de 1926 invocados por la parte actora en apoyo de sus preten"


siones, no son de aplicación al caso sub examen ,ni tienen ana'-
logía alguna; ellos se refieren al pago de impuestos a los ma-
teriales de construcciones para obras públicas realizadas por
"vía administrativa", es decir, contemplan la realización di-
recta de las obras por medio del Estado, que, comohemos visto,
no pueden ser objeto de gravámenes provinciales o municipales,
En autos, la Cía. Arg. de Construooiones Acevedo y Shaw,
S. A., no ha invocado privilegio alguno 'inserto en ley de la Na-
ción ni ha' acompañado el contrato de obra pública a objeto de
justificar la exoneración del impuesto municipal al consumo de'
arena h¡¡.bidoen la consti'ucción del elevador terminal que pa-
ra el Gob. de la Nación levanta la citada empresa en esta ,ciu-
dad. Y como tampoco la ordenanza general de impuestos de
. la :M:unicip.de Santa Fe, vigente a la época de los pagos cuya
repetición intenta, la exonera del pago del impuesto creado en
su arto 25, lógico es concluir que no puede pretender el privi-
legio extraordinario que invoca en su demanda. El inc. a)
del arto 240 disponía textualmente: "Quedan exonerados del
pago del impuesto de tasa o impuesto general: a) Las propie-
dades del Gob. de la Nación o dé la provincia: ocupadas por
oficinas de la administración pública"; su sola lectura advier- ,
te que no puede aplicarse en favor de la demandante.
Como consecuencia de reiteradas rec1ama,cionesde la so-
ciedad actora, el Sr. intendente municipal de Santa Fe P01~
resolución de fecha 18 de marzo de 1942, dispone la suspensión
del cobro de derechos al consumo de arena u otros materiales
que se destinen a la construcción qúe realiza la Empresa Ace-
vedo y Shaw, pero sometiendo al H. Concejo Deliberante el
asunto para su definitiva solución, introduciendo las modifi~
caciones correspondientes a las ordenanzas vigentes; y es re-
cién por decreto n 1684 de fecha 31 de diciembre de 1943,
Q

que la ordenanza general de impuestos a regir durante el


año 1944, disponé expresa y concretamente la exoneración al
prescribir que ,el arto 230 queda aclarado en la siguient.e for-
ma: "Las construcciones, refecciones y obras públicas en ge-
neral que el Gob. de la Nación ejecute o haga ejecutar por
terceros, así como los materiales. en ellas empleados estarán
exentos de todo gravamen municipal" ..
Sólo pues en 1944 la actora ha quedado exonerada del
pago del gravamen que impugna con la presente acción, dis-
posición que no puede tener efecto retroactivo a los pagos reali-
zados en los años anteriores, objetos del juicio.
DE JUSTICIADE'LA NACIÓN 567

nI. Que de acuerdo a las conclusiones arribadas en el


considerando precedente, la empresa actora, al no estar legal-
mente exonerada del pago del impuesto al consumo de arena,
ha debido incluir en la propuesta que oportunamente presen-
. tara para optar a la adjudicación de la obra pública licitada
por el Estado, el precio de la arena con el gravamen munici-
pal que determina el arto 25 de la ordenanza .respect.iva; por
lo tanto, no es el contratista el que en definitiva paga el gra-
vamen, puesto que. lo ha trasladado. al otro contratante, el
Estado, que mediante el acto de la adjudicación queda obli-
gado al pago de los materiales, impuestos, mano de obra, etc.,
etc., .estipulados en el contrato de obra.
Fácil le hubiese sido a la actora demostrar en este juicio
que en su propuesta no había calculado el impuesto municipal
que grava el consumo de arena; bastaba para ello la presen-
tación o exhibición del cont.rato, lo que no ha realizado. Todo
induce a creer que por no estar exonerada legalmente del pago
ni por la Nación ni por la comuna, y por' ser el referido
cálculo un elemento demasiado corriente para que una empresa
comercial de la envergadura de la accionant.e la olvide en su
pliego de propuesta, ha debido eonsignado.
No habiéndose deJ}1ostrado.que así no lo hiciera, nos en-
contrainos que la Empresa Acevedo y Shaw no ha sufrido per-
juicio económico alguno, faltándole en consecuencia a esta
acción el requisito del interéS, que es la condición que pone en
juego la actividad jurisdiccional; el índice más seguro .para
determinar la existencia del interés -según Alsina- está en
apreciar si el actor sufriría un perjuicio sin la intervención
del órgano público, situación que evidentemente no se revela
en estos autos. La parte aetora lo único que ha realizado es
el adelanto del pago del impuesto municipal, que a su vez le
es prontamente reembolsado por el Estado, conforme al juego
normal de todos los contratos de obras públicas; no hay inte-
,rés en quien de ninguna manera sufrirá un perjuicio o una
lesión en su patrimonio.
Anotar la falta de un requisito esencial para la proceden-
cia de la acción, es Una obligación legal del suscripto que inelu-
diblemente debe realizar a los efectos de motivar la sentencia
(ALSINA, Tratado de Derecho Procesal Civil, t. 1, págs. 22,
227 a 231; t. 2, págs. 559/563. CoUTURE,Fundam'/,entos del
Derecho Procesal Civil, pág. 155, n 126; CItIOVENDA,
Q
Pi'inci-
pli, pág. 149, etc.).
El hecho de que las partes no hubiesen deducido la dcfen-
568 FALLOSDE LA CORTESUP~A

sa pertinente o puntualizado en el curso de la litis la falta de


una condición tan esencial para la viabilidad o acogimiento
de la acción en la sentencia, no inhibe al Juez de suplirla y
considerarla, conforme a la interpretación reiterada y unifor-
me de la doctrina y la jurisprudencia. (COUTURE, ob. cit.,
p. 160, n9 128; CHIOVENDA,ob. cit., p. 61, 175, 183 del t. 1 Y
p. 180, t. 2; DE LA COLINA, t. 2, p. 133; JOFRÉ, t. 2, p. 82,
n9 10; LESSONA,t. 1, p. 145; GALLINAL, De la Sentencia) p. 73;
Rocco, La sentencia civil, p. 151 Y 154; J. de los T. de S. F.,
t. 4, pág. 139; t. 5, p. 117; t. 7, p. 431; t. 9, p. 121; t. 10,
p. "77; t.' 8, p. 231, etc., etc.). El J u~z no está constreñido
a elegir invariablemente las tesL'S de las partes, teniendo liber-
tad para invocar y aplicar el derecho que mejor cuadre a su
ciencia y conciencia; Vu,ra novit curia. "
IV. Que considerando que la acción deducida por la
sociedad actora carece del interés para obtener la repetición
de una suma de dinero que en definitiva no ha pagado, sino
meramente adelantado, no puede tampoco pretender que este
Tribunal entre a considerar los demás puntos controvertidos,
tales como la inconstitucionalidad del impuesto' a la arena,
facultades impositivas de la Municipalidad de Santa Fe, natu-
raleza del gravamen, etc., por la razón de que la ausencia del
interés cdmprende como lógic.a consecuencia a todas las preten-
siones incluídas en la demanda, y porque, además, considerán-
dose que una determinada situación de hecho y derecho impone
el rechazo de la acción, se hace innecesario y estéril cuales-
quiera otra preocupación por el análisis de otras cuestiones que
en nada incidirían para modificar la decisión ya adoptada.
. Por ello, disposiciones legales citadas y lo dispuesto por
el arto 226 del Cód. de Procedo Civ., resuelvo rechazar la de-
manda instaurada, con costas. Hágase saber, insértese y repón-
gase. - Carlos E. Christensen Gómez.

SENTENCIA DEL SUPERIOR TRmUNAL DE JUSTICIA DE SANTA FE

Santa Fe, julio 6 de 1945.

¿ Es arreglada a derecho la sentencia apelada ~


Sobre la cuestión propuesta, el vocal Dr. Ferrer dijo:
19 La Cía. Argentina d"e Construciones Acevedo y'Shaw
(S. A.) acciona contra la Municip. de Santa Fe por repeti-
DE JUSTICIA DE I,A NACIÓN 569

ción de la suma de $ 4.702, abonada en concepto de impuesto


a la arena con destino a la obra de elevadores terminales
que construye en la zona del Puerto de esta ciudad. Sostiene
que..no existe disposición que imponga dicho tributo, pues el
arto 25 de la ordenanza general núm. 3544, sólo grava la venta
de arena en el municipio, en cuyo caso no se halla la actora;
también viola el arto 245, inc. a) de la misma ordenanza que
exime de gravamen a las propiedades de la Nación. Y con-
cluye diciendo que el impuesto a la arena que se le ha cobrado
no solamente es contrario al arto 49 de la ley orgánica n 2756,
Q

sino también a'los arts ..9 10 Y 11 de la ConstoNacional.


Q
,

A 'su vez, la comuna arguye que la exención impositiva


comprende únicamente a los materiales empleados en las obras
públicas que el Gob. Nacional realiza administrativamente,
pero no alcanza a las empresas particulares que contratan con
el Estado. Añade que la ordenanza grava el consumo de arena
y no su traslado, importando el gravamen una verdadera re-
tribución de servicios efec~uados realmente por la J\funicipali-
dad, tanto por el contralor que está obligada a realizar sobre
el peso y calidad del material gravado, como por los demás
servicios públicos comunales de cuya efectiva prestación la em.
presa constructora se favorece.
Sustanciada la causa, el juez Christensen Gómez, por
sentencia de fecha 22 de diciembre de 1944, desestima la de-
manda, con costas. Apela la parte vencida. A esta instancia
concurren ambas partes y presentan sus respectivos memo-
riales. . .
Q
2 Opino que la fundada sentencia del (JJ qua debe con-
firmarse, aun cuando no acepte todos sus fundamentos. Pien-
so así, concorde con reiterados pronunciamientos de este tri-
bunal, que la acción de repetición se acuerda a quien ha paga-
do el tributo por cuenta propia, sin que las repercusiones del
gravamen por el juego de las leyes económicas, sean suscepti-
bles de influir en la admisibilidad de la misma, atento lo dis-
. puesto en los arts. 784 y eones. del Cód. Civ. (Jurisp. de Santa
Fe, t. 16,'p. 617; Rev. "La Ley", t. 25, p. 131).
No es discutible, por lo demás, la atribución constitucio-
nal y legal de la comuna para percibir el tributo sobre la arena
destinada a las obras de construcción en los límites del muni-
cipio (Const. Provincial, arto 131, inc. 10; arts. 42,44 y 49,
ley 2756). Se ha dicho innumerables veces que las municipa-
lidades son delegaciones de los poderes provinciales, circuns-
criptas a fines .y límites administrativos, para lo cual ejercen
570 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

también facultades impositivas (Corte Supo de la Nación, t.


114, p. 282; t. 154, p. 25). Empero, se objeta el tributo por
.no haber mediado venta en jurisdicción del municipio; pero
en realidad la negociación ha existido, aunqu.e no propiamente
en la ciudad; lo que se grava es la incorporación del artículo
al patrimonio local. Se trata así de un derecho al consumo
mejor precisado' en las ordenanzas 4118 y 4223, de 1942 y
1943 (arts. 22 y 21). Y dado el objeto del impuesto, la incons-
.titucionalidad que se pretende no es fundada, según tuvo oca-
sión de declararlo la Corte Suprema., confirmando un fallo de
este mismo tribunal en un caso análogo al presente (J. A., t.
29, p. 609). . .
En cuanto al carácter confiscatorio del gravamen, concep-
túo que la doctrina del fallo invocado por el recurrente no es
aplicable al caso. Allí se trataba de juzgar la validez de una
contribución de mejora o "local assessment", regida por nor-
mas particulares (J. A., t. 62, p. 347). La confiscación prohi-
bida por el arto 17, como también. lo ha advertido la Corte,
está constituída por medidas de carácter y fines personales
por las que se desapodera a un ciudadano de sus bienes (Corte
. Sup., F.allos, t. 105, p. 50; J. A., t. 38, p. 934). En mi con-
cepto, la tributación al consumo que se imp-qgna es razonable,
no es opresiva' en su manera de actuar ni es confiscatoria (Cor-
te Sup., Fallos, t. 98, p. 20; t. 115, p. 111; t. 138, p. 161;
t. 151, p. 103; J. A., t.l0,p. 666; t. 69, p. 662; t. 71, p. 400;
t. 72, p. 821).
3'1 Se aduce, no obstante,' que la actora está exenta del
.tributo cobrado por tratarse de una empresa que realiza una
obra pública nacional. Sin embargo, el arto 240, inc. a) de la
ordenanza 3544, exonera del pago de impuesto a. "las propie-
dades del Gobierno de la NaJCióno de la provincia ocupadas
por oficinas de la Administración pública". y la ordenanza
4223, en su arto 230, extieIide ese beneficio a las construccio-
nes y obras públicas que el Gob. Nacional ejecute por vía ad-
ministrativa, así como los materiales en ellas empleados.
No es, por tanto, el caso de la empresa Acevedo y Shaw,
que ha contratado con la Nación, pues, sabido es que los pri-
vilegios y exenciones son de interpretacióñ restrictiva (J. A.,
1942-III, p. 145). y por otra parte; las razones determinantes
para no gravar las cosas de propiedad del Estado, no valdrían
para otorgar igual liberalidad a una empresa privada, a no
medir estipulación expresa en el respectivo contrato de obra
pública o liberación concedida por el poder público con po-
I

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 571

testad y jurisdi~ción para ello. Doy aquí por repróduClidos los


razonamientos pertinent.es del a qua'.
4Q Insiste, además, la recurrente' en sostener que el de.
creta núm. 1684, dictado por el intendente comisionado, doc-
tor Depetris, el 31 de diciembre de 1943, por el cual modifica
el ~itadoart. 230, librando de toda imposición aun las obras
que el Gob. Nacional ejecute por terceros, tiene un claro al-
cance aclaratorio, y por consiguiente, a pesar de regir desde
1944 debe aplicarse ~on carácter retroactivo, con lo cual se
beneficiaría Acevedo y Shaw que ha. pagado el impuesto bajo
la vigencia de otra l>rdenanza. Desde luego, no participo del
') criterio propugnado por la actora, porque la susodicha aclara-
I

\ ción no emanaría de la rama deliberativa que sancionó la orde-


na~za, sino de un funcionario '~de¡acto" con facultades esen-
cialmente limitadas (decretos de la Intervención Nacional, del
30 de junio de 1942, 14 de diciembre de 1943, núm. 1995, y
24 de octubre de 1914, núm. 175). Además, la tributación
se ha exigido aquí en virtud del arto 25 de la. ordenanza 3544,
y no' hay duda ninguna que el decreto últimamente invocado
altera visiblemente el texto de la ordenanza núm. 4223, en su
arto 230, pues, aun cuando usa el verbo" aclarar", el precepto
de tal modo reformado otorga en realidad un beneficio no
concedido con anterioridad (art. 16, ley 2756; Rev. "La Ley",
t. 31, p. 346; J. A., 1943-III, p. 237).
Respecto al decreto del P. E. nacional núm. 47.895, de
fecha' 24 de noviembre de 1939, que la actor a ha invocado en
esta instancia, en cuanto libera al contratista de todos los
gravámenes fiscales a que tenga derecho la repartición ~omo
inst.itución del Estado, ofrece el reparo constitucional en cuan-
to a su validez en la jurisdicción local de que el men~ionado
decreto avanza sobre atribuciones que son privativas del Con-
greso de la Nación, o en todo ~aso de la municipalidad respec-
tiva (art. 67, incs. 16 y 27, Consto Nacional; J. A., t. 65, pS. 578
y 582). .
Por las consideraciones expuestas, voto por la afirmativa.
Los vocales doctores De Feo y Cabai, por .análogas razo-
n,3, votaron en igual sentido.
Por los fundamentos y conclusiones del acuerdo que ante-
-cede, se resuelve confirmar en todas sus partes la sentencia
apelada. - FraMisco M. Ferrer. - Justo l. Cabai. - :A1'ma.ndo
De Feo. - Ante mí: Raúl lr~:goyen.
FALLOS DE LA' CORTE SUPREMA

: DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
El recurso extraordinario traído a V. E. por la parte
actora en estos autos, se funda en ser inconstitucional
un impuesto sobre la arena que ha cobrado la Municip.
de Santa Fe a la empresa constr~ctora Acevedo y Shaw,
S. A. Bajo tal concepto resulta admisible, descartada ya
como.lo ha sido por el fallo del tribunal provincial la
tacha de ilegalidad por haber excedido los poderes mu-
/
nicipales las atribuciones que les conferían la ley orgá-
nica y la ordenanza aplicada para efectuar el 'éobro.
De los diversos motivos invocados para sustentar
esa inconstitucionalidad, pienso que sólo ofrece alguna
consistencia el referente' al monto del impuesto, o sea, al
carácter de confiscatorio que se le atribuye; mas esa
cuestión, por serlo de hecho, queda librada por completo
al prudente criterio de la Corte.
A mi juicio, las restantes impUg'llaciones distan de
asentarse sobre sólida base. V. E. ha admitido que la
Municip. de Santa Fe tuvo jurisdicción para cobrar im-
puestos a la introducción de leña destinada al consumo
de una industria explotada dentro del puerto de Santa
Fe (154: 312) ; se trata aquí de arena utilizada totalmen-
te en dicha ciudad, lo que exCluye la hipótesis de que el
impuesto incidiera sobre el tránsito interprovincial; ni
siquiera hay prueba de que la arena procedente del lecho
del río procediese de distinta provincia; y tampoco han
demostrado los'actores que el gobierno nacional hubiere
establecido, o previsto, al fijar el precio de sus contratos
con dichos señores, la exoneración de ,impuestos munici-
pales que se pretende. A tal respecto, los fundamentos
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 573

de las'sentencias de primerá y segunda instancias resul-


tan ilevantables. Bs. Aires, octubre 5 de 1945,.- -Juan
Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA ~


o,..
.

Bs. Aires, 11 de septiembre de 1946.

y vistos los autos" Cía. Argentina de Construccio-


nes Acevedo y Shaw S. ,A. contra Municip. de Santa Fe
sobre' repetición de pago" en los que se ha concedido el ;;
r,
recurso extraordinario interpuesto a fs. 128 contra la 0'0
oj

sentencia dictada a fs. 124 por la sala 2~ de apel. en lo


\ civ. y comodel Superior Tribunal de Justicia de la Prov. :tI-.!
¡ de Santa Fe.

i Considerando:
/

Que el recurso extraordinario es procedente porque


se alega la inconstitucionalidad del gravamen munici-
pal en cuestión y la sentencia definitiva de fs. 124 es
contraria al derecho que el recurrente considera ampa-
rado por la disposición constitueiqnal que invoca.
Que los términos de la interposición del recurso e~-
traordinario delimitan -su alcance. Y puesto que en el
deducido a fs. 128 se alude el planteamiento que de la
cuestión federal se hizo a fs. 82 transcrib~endo el pasaje
respectivo que sólo menciona la violación del arto 17 de
o la Const.Nacional, éste es el único de los puntos con-
tenidos en el memorial de fs. 148 que debe tomarse en
consideración.
Que el impuesto municipal cUYilconfiscatoriedad se
alega consiste en $ 1,50 por metro cúbico de arena cobra-
574 FALTJOS DE LA CORTE SUPREMA

do por la Municip. de Santa Fe en concepto de derecho


al consumo. Oomo la arena gravada en este caso no' fué
adquirida por los actores en la ciudad de Santa Fe sino
llevada por ellos a la obra que allí realizaban desde Oór-
doba o desde lugares dell'ío Paraná próximos a aquella
capital, trátase, ante todo, de saber con referencia a qué
valor debe juzgarse la alegada confiscatoriedad del gra-
vamen.
Que por ser al consumo el impuesto en cuestión el
valor a que la apreciación debe referirse es el que resulte
de los precios de venta en el lugat- y la época de que se
trate, puesto que sólo habría confiscación cuando. el
monto del gravamen absol'ba una parte substancial de lo
que el dueño del producto obtiene al venderlo al consu-
midor. Esta es la razón por la cual de antiguo esta
{
Oorte no ha considerado confiscatorios los impuestos in-
\
ternos al consumo que superaban, a veces, el valor de
costo de los artículos gravados (Fallos: 98, 20 -consid.
10~-; 115, 111 -consid. 8~-) mientras no se demostra-
\
se que mataban o hacían imposible el comercio o la in-
dustria, como se explicó en el primero de los casos ci-
tados.
Que, en consecuencia, para probar la confiscatorie-
dad alegada había que traer a los autos la constancia
del precio real de la arena en el. mercado de la ciudad
de Santa Fe al tiempó de pagarse el impuesto cuya re-
petición se demanda. Y no se ha traído. Porque del
informe de fs. 40, que se refiere expresamente al costo
de la arena sin impuesto, no resulta que en las transac-
ciones de aquel mercado ese importe -y no este último
más el.impuesto-, fuese.lo que los compradores real-
mente pagaban. El informe nada dice sobre el efecto del
impuesto, y ante su,silencio ha d~ estarse a lo que es
norma ordinaria sobre el particular tratándose del im-
--:

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 575

puesto al consumo: que el precio' real de venta agrega


al costo y la gap.ancia el importe de la contribución. Por
lo cual cualquiera sea la relación .de esta última con el
costo, o la ganancia no hay, para el vendedor, gravita-
ción cGmfiscatoria del impuesto. La magnitud de éste
podrá tener desfavorables consecúencias económicas al
producir encarecimientos perjudiciales, pero esta conse-
cuencia es por completo ajena a la cuestión que se debate
en la causa, mientras no se demuestre, y aquí no se ha
demostrado, qué el encarecimiento representado por el
monto del impuesto al no ser absorbido por la capaci-
'dad adquisitiva de los compradores, recae sobre el cos-
to y la ganancia con carácter de exacción, es decir absor~
biéndolos substancialmente. No se ha demostrado que
ello sucedi'era en la venta corriente de la arena en aque-
lla plaza y aquel tiempo, ni que le ocurriera particular-
mente a la' actora con motivo de la construcción contra-
tada, para cuya ejecución trajo desde fuera, a la ciudad
de Santa Fe, arena de su propiedad.
Por tanto, ,y atento lo dictaminado por el Sr. Pro-
curador General,' se confirma la sentencia apelada en ,
cuanto pudo ser materia del recurso.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NA-


ZAR ANCHORENA -.,. F. RAMOS
}\bJÍA - T. D. CASARES.
576 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

DIRECCION GENERAL DE ESCUELAS DE LA PROVIN-


CIA DE BUENOS AIRES v. JOSE M. GONZALEZ CRA VES
-SU SUCESION-

CONSTITUCION NACIONAL: Constitucionalidad e Vncánstitumo.


'JU1lidad.Impuestos y contribuciones provinc:i(J)les.Transmisi6n gra-
tuita. '
El régimen de la legislación de la prov. de Bs. Aires por
el cual la circunstaneÍa que decide la aplicación del im-
puesto a la tram;misión gratuita es el momento en que ésta
se exterioriza en la provincia, 1.10 importa colocar en con-
diciones de adversa e injustificada desigualdad a las suce-
siones radicadas fuera de la jurisdicción provincial cuan-
do dicha exteriorización es de fecha posterior a la que se
se ha producido en el lugar donde se abrió la sucesión.
RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestiones
no'¡ederales. Interpretaci6n de normas y actos locales en general,.
La cuestión referente a saber qué debe entenderse por ex-
teriorización a los efectos del impuesto a la transmisión
gratuita no reviste carácter federal.
CONSTITUCION NACIONAL: Constitucionalidad e Vnconstitucio-
'JU1lidad.Impuestos y contrib:uciones provinmales. Transmiswn gra-'
tuita.
Las circunstancias de que, por una parte, en la sentencia
apelada se invoque, para decidir cuál es la ley provincial
aplicable a los efectos del pago del impuesto a la transmi-
sión gratuita, la inexistencia de protocolizació;nen oportu-
nidad de un exhorto librado anteriormente al sólo efecto
de la transferencia de fondos, y de que, por otra parte,
la exigencia de la protocolización sea contraria al arto 7,
de la Consto Nacional, no bastan para sostener la incons-
titucionalidad de la ley que considera a dicho requisito
como único medio de exteriorizar la transmisión gratuita
si el fallo recurrido se funda, además, en no estar probado
que el exhorto de referencia contuviera la declaratoria de
herederos.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 577

SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

La Plata, a 13 de agosto de 1943, y reunidos en acuerdo,


ordinario los Sres. jueces de la Cám. 2~ de Apel., Sala 2~,
Dres. Eduardo A. Sánchez Ceschi y Armando Ibarlucía, para
pronunciar sentencia en los, autos caratulados "Dirección Ge-
neral de' Escuelas contra González Chaves José María (Pro-
tocolización), liquidación de impuesto sucesorio", la Cámara
resolvió' plantear las siguientes cuestiones.:
\
\ 1~) ¿ Es justa la resolución apelada? 2~) ¿ Qué pronuncia-
miento corresponde? ' " '
A la primera cUéstión el Dr. Sánchez Ceschi dijo: La Dir.
Gral. de Escuelas practica a fs. 1 la liquidación del impuesto
a la herencia que, el heredero D. José María González Chaves,
debe satisfacer para inscribir en el Reg. de la Propiedad la
hijuela que le correspondió en la sucesión de su señor padre
D. Adolfo González Cháves, que tramitó en la Cap. Federal.
Aplica la tasa escala, intereses, procedimiento y criterio para
apreciar el valor de los bienes de la ley 4350 vigente en la
fecha en que se solicita la inscripción.
Impugna el :r;ecurrente la liquidación, sosteniendo,. que
debe aplicarse la ley 3315, que regía en el año 1912, fecha en
que ocurrió el deceso del causante y en que se exteriorizó en
la provincia la trasmisión mediante un exhorto que tramitó en
el juzgado del Dr. Puig Lomes, Secr. López Lecube requiriendo
la transferencia de la suma de $ 4.828.25 m/n. pertenecientes
al causante que estaban depositados en el Banco de la Pro-
vincia, sucursal Lomas de Zamora. .
Agrega, que en 1914, vigente la ley 3536, se protocolizó
la declaratoria de herederos, dictada en 1912 'con relación a
un campo de más de 15.000 hect. situado en los Partidos de
Puán y Saavedra.
La cuestión no ofrece mayores dificultades, si se tiene en
'cuenta la .reiterada jurisprudencia de la Suprema Corte sobre
el particular (Serie 8~ t. 40 págs. 352 y 406; t. 7° pág. 100.
Serie 9l):t. 20, pág. 438. Serie 10 t. 7°, pág. 457. Serie 11, t. 50,
pág. 496. Serie 12, t. 2°, pág. 128. Serie 13, t. 10, pág. 529.
Serie 17, t. 1°, pág. 12).
Pero, la Dir. Gral. de Escuelas, en su escrito de fs. 30
y el (J,-quo, eJi su sentencia de £S. 108, sostieneJ? que ,no hay
acto exteriorizante. si no se denuncian los bienes con relación
a los cuales el impuesto debe liquidarse.
De los términos de la propia ley 4550, es ,/ acto exterio-
578 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA.

rizante", en los juicios tramitados en la Provincia la declara-


toria de herederos o el auto que aprueba el testamento y en
los que tramitan en otra jurisdicción la diligencia judicial
(por haberse declarado innecesaria la protocolización) que
hace conocer a las autoridades locales aquellos actos, es decir,
el ,auto que aprueba el testamento o la declaratoria de here-
, deros dictados por el Juez de la sucesión (arts. 19 Y 69 inc ,89).
. De ahí, que carezca de asidero legal la tesis del fallo
recurrido, en cuanto pide al "acto exteriorizante" un elemento
no requerido por la ley. Debo destacar que el ex Juez de la
Corte Dr. .Ameghino, sostuvo en un caso aquel criterio que
no fué compartido por los otros miembros del alto Tribunal
(La Ley .•t. 29, pág. 177).
Siendo así, no cabe duda alguna que constituyó acto ex-
teriorizarite, la protocolización realizada en 1914 con relación,
al campo de más de 15.000 hect. situado en los partidos de
Puán y Saavedra (testimonio de fs. 66 a 74 de la causa 26.105).
Mas, como el arto 69 inc. 89 en su última parte exige, ~a
los efectos de .la unidad de la ley aplicable para liquidar el
impuesto, que éste se pague dentro de los seis meses del pe-
dido de protocolización sobre la mitad por lo menos del valor
de los bienes que al interesado le correspondan en la provincia,
so pena de aplicar en lo sucesivo la ley que rija en el momento
en qüe se soliciten las posteriores inscripciones, el recurrente
sostiene que esta disposición no le alcanza, porque no se la
puede aplicar con efecto retroactivo.
El argumento no es valedero.
Reiteradamente la Corte Suprema de la Nación y de la
provincia han resuelto lo contrario. El impugnante no tiene un
derecho adquirido para pagar el impuesto a la herencia, de
acuerdo a las leyes que regían en la época en que pudo hacer
el pago y no lo hizo. Sus derechos, en esta materia, están aeter-
minados por la ley vigente en el momento que intenta ejercer-
los. Naturalmente, que ello no obsta para que se liquide el
impuesto de acuerdo a una ley anterior si aquélla así lo dis-
pone (arts. 19 y 29, 4044 Y 4055 del Cód. Civil, Jurisp. Arg.,
t. 59 pág. 596, t. 28 pág. 288, t. 19 págs. 1114 Y 564-Serie 9lJ
t. 89 pág. 334, Serie 13 t. 10 pág. 529, Serie 17 t. 49 pág. 99) .
La ley aplicable en el sub-lite, es pues la 1194350,.corres-
pondiendo examinar si el impuesto debe liquidarse de acuerdo
a la ley n9 3536, por haberse satisfecho en 1914 sobre la mitad
de los bienes situados en la Provincia que al recunente le
correspondió, dentro de los seis meses de haberse solicitado la
. protocolización.
I
. DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 579

Ambos extremos resultan, a mi modo de ver, acreditados


con las referencias contenidas en la hijuela cuya inscripción
se solicita corriente de fs. 1 a 18 de la causa n9 26.105, y el
. testimonio de la protocolización corriente de fs. 66 a 74 de la
misma causa. Para llegar a esta conclusión, he tenido en cuen-
ta los valores de tasación y de valuación (informes de fs. 91
vta. y 103, arts. 3 inc. 19, letra a), ley 4350), en la época
Q
,

en que se protocolizó la declaratoria de herederos, pues es el


modo de apreciar si en esa oportunidad, se pagó el impuesto
sobre la "mitad por lo menos del valor de los bienes".
Destaco que la Dir: Gral. de Escuelas ha puesto en duda
el efectivo pago (de la que no participo en atención a lo que
resulta del testimonio de fs. 66 a 74), en cambio, no ha objetado
este criterio a los fines de calcular si se satisfizo en la medida
exigida (fs. 30). Agrego, que con ello no se contraría la regla
del arto 6 inc. 8 desde que ésta disposición está destinada a ser
Q Q

aplicada en la confección de la liquidación como que alude a


"bienes que se encuentran dentro o fuera de la Provincia" La
protocolización se solicitó el1 de mayo de 1914 (£S. 40, expte.
Q

n9 18.392) y el impuesto se pagó el mismo mes (£S. 71 del


expte. n9 26.105).
COl'responde, en consecuencia, liquidar el impuesto de
acuerdo a la ley n 3536 vigente en 1914 por así disponerlo
Q

el arto 6Q inc. 8Q de la n 4350 aplicable en el sUb-lite.


Q

No podría liquidarse, aplicando la ley n 3315 en vigor en


Q

1912, cuando se tramitó el exhorto, porque no cabe atribuirle a


éste el carácter de « acto exteriorizante", conforme al concepto
arriba expresado.. En aquel entonces, la protocolización era de
rigor. La circunstancia de que la Corte declarara hace poco
tiempo que ella no es necesaria, obligó a, la jurisprudencia a
considerar (' acto exteriorizante" a la diligencia judicial que
hace conocer a las autoridades de la Provincia la declaratoria
de herederos o el auto que aprueba el testamento. Pero si en
este juicio, se protocolizó la declaratoria de herederos en 1914,
en cumplimiento de la ley vigente, y este acto produce el efecto
de determinar la ley que se aplicará para liquidar el impuestó
de conformidad con una disposición expresa de la misma, no
creo que pueda dársele al exhorto, tramitado dos años antes,
ese mismo efecto por la sola razón de que ahora de acuE'rdocon
una jurisprudencia reciente se estime la protocolización inne-
cesaria.
Por lo demás, no está acreditado en debida forma que en el
exhorto se transcribiera la declaratoria de herederos. La certi-
580 FALLOS DE LA CORTE SuPREMA

ficación de £S. 80, es a mi modo de ver, insuficiente a esos fines.


La prueba sobre este extremo debe ser directa y no dejar lugar
a dudas dadas las consecuencias que de ella se quieren extraer.
La solución a que arribo armoniza non lo resuelto por la'
Suprema Corte. en el incidente sobre prescripción. En su sen-
tencia, el alto Tribunal, sin pronunciarse de un modo expreso
sobre el punto que no fué motivo de Utis, admitió, que la proto-
colización de 1914 constituyó un acto exteriorizante, que deter-
minaba la ley aplicable para la liquida$lión del impuesto. Si la
prescripción -dijo...- no se ha operado, es porque al acr'eedor
no se le puede imputar inacción desde que el bien con relación
al cual el impuesto debe liquidarse,' no ha sido denunciado (cau-
sa n 26.105). Carece, pues, de razón la Dir. Gral. de Escuelas
Q

cuando sostiene que la Corte resolvió, en esa. oportunidad, la


jna.plicabilida.d, en el sub-lite, de la ley vigente en aquel mo-
mento. .
De lo que dejo expuesto, se desprende, que la. aplicación del
arto 6Q mc. 8Q de la ley 4350 no lesiona los intereses del recu-
rrente, en cuanto pudieran crea.rle una. situación de desigualdad
con respecto a los herederos de una sucesión que se hubiera tra-
mitadoen jurisdicción de la Provincia, por lo cual el pronun-
ciamiento de inconstitucionalidad que se solicita, es innecesario.
Debiendo la Dil'. Gral. de Escuelas aplicar la ley 3536, en la
nueva liquidación que formule, no corresponde pronunciarse en
esta oportunidad sobre las cuestiones que se mencionan en el es-
crito de fs. 7. Así lo voto.
El Dr. Ibarlucía, por los mismos fundamentos, votó en igual
sentido.
A la segunda cu~sti6n el Dr. Sánchez Ceschi dtijo: Corres-
ponde revocar la resolución recurrida, y remitirse el expediente
a primera instancia a los efectos expresados al votar la cuestión
precedente, debiendo las costas satisfacerse en el orden causado
(art. 71 Cód. de Proceds.). Asno voto. .
El Dr. Ibarlucía, por los mismos fundamentos, votó en igual
sentido ..

SENTENCIA

La Plata, a.gosto13 de 1943.

Autos YVist.os.Considerando. Que en el precedente acuerdo


.ha queda.do establecido:
1) Que la sentencia recurrida de £S. 108 en cuanto aprue~
ba la liquidación del impuesto a la transmisión gratuita de
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 581

bienes practicada de fs. 1 a 3 vta. no es justa, pues corresponde


liquidar el gravamen de acuerdo a la ley NQ 3536 vigente en
1914 por así disponerlo el arto 6Q inc. 8Q dE,lla ley nO4350, que
es la aplicable en el sub-lite en razón. de haberse exteriorizado
la transmisión en aquella fecha, con la protocolización de la
declaratoria de herederos y haberse abonado el impuesto sobre
más de la mitad del valor de los bienes dentro de los seis meses
de la presentación (arts. 1Q, 2Q, 4044 Y 4045 del Código Civil;
3 inc. 1 letra a) y 6 inc. 89 ley 4350; Jurisp. Arg., t. 5,
Q, Q, Q
,

pág. 596; t. 28, pág. 288 Y t. 19, págs. 1114 y 564). '~ "
II) Que no es de aplicación la ley 5315 vigente en' el año
1912, en razón de que no cabe' atribuirle el carácter de "acto l'
1
exteriorizante" al exhorto tramitado en dicho año, por el que
se obtuvo la transferencia de fondos pertenecientes al causante
en el Banco de la Provincia de Buenos Aires, sucursal Lomas de
Zamora. '
III) Que no lesionando los intereses del recurrente la
aplicación del a.rt. 6Q, inc. 8Q de la ley 4350, se hace innecesario
pronunciarse sobre la inconstituciona.lidad solicitada por el
mismo. .
IV) Que debiendo la Dirección General de Escuelas apli:
cal"la ley 3536, en la nueva liquidación que formule; no corres-
pondepronunciarse en esta oportunidad sobre las cuestiones
que se mencionan en el escrito de fs. 7 (Suprema Corte de la
Prov. de Bs. Aires. Serie 8IJ, t.4, pS. 352 y 406; Serie 8\ t. 7,
p. 100; Serie 9IJ, t. 2, p. 438, t. 8, p. 334; Serie 10IJ, t. 7,
p. 457; Serie 11IJ, t. 5, p. 496; Serie 12IJ, t. 2, p. 128; Se-
rie 13IJ, t. 10, p. 529; Serie 17~,t. 1, p. 12, t. 4, p. 99).
Por ello se revoca la sentencia de fs. 108, devolviendo el
expediente a primera instancia a fin de que la Dirección Ge-
neral de Escuelas practique una liquidación del impuesto a la
transmisión gratuita de bienes de conformidad con la ley
n 3536, debiendo las costas de ambas instancias satisfacerse en
Q

el orden causado (art. 71, Cód. de Procs.). - Eduardo A.. Sán-


chez Ceschi. - A.rmando IblJh'lucía.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
LOS hechos que sirven de fundamento a este recurso
pueden sÍntetizarse como sigue. La sucesión de D. Adol-

!.
'.

1I'iIi,¡:~"," "
~
582 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

f6 J. González Chaves, abierta en la ciudad de Bs. Aires,


poseía bienes muebles e inmuebles situados en la pro-
vincia del mismo nombre. En 1912, se ordenó transfe-
rir al juez de la sucesión un depósito en dinero existente
en Lomas de Zamora; y en 1914, fué presentada a un
juez de Bahía Blanca la declaratoria de herederos, a
objeto de conseguir su protocolización con referencia a
un campo situado en los partidos de Saavedra y Puán.
Empero, la sucesión quedaba adeudando todavía el im-
puesto provincial sobre otros bienes no denunciados; y
se discute ahora si dicho saldo de impuesto ha de liqui-
. darse con arreglo á la tasa y sistema vigentes en 1912,
o a cuáles.
La cám. 2~de apel. en lo civil de La Plata, ha re-
suelto a fs. 156-161 que el exhorto librado en 1912 no
importó exteriorizació:q de inmuebles, y que es a partir
de la protocolización. de 1914 que debe conceptuar se
cumplido el precepto legal; de donde conclúye ser la
ley n 3536 vigente en este último año la aplicable, por
Q

cuanto al efectuarse dicha protocolización abonaron los


herederos dentro del término de seis meses, más de la.
mitad dél "\Talorcorrespondiente a los bienes (fórmula
del arto 6, inc. 8, de la ley provincial n 4350). Contra
Q

ese fallo se trae ahora el recurso extraordinario conce-


dido a fs. 238 vta.
Como las cuestiones relativas a interpretación y
aplicación de las leyes de impuestos locales nO podrían
ser r.evisadas por V. E., en esta instancia sólo resta
examinar si resulta contrario a prescripciones de la
ConstoNacional que una parte del impuesto -la relati-
va a bienes muebles- se cobrase como lo fué con arreglo
a la tasa de 1912, fecha del exhorto aludído, y otra par-
te -la relativa a inmuebles- haya de ajustarse a la
tasa de 1914, vigente al tiempo de la protocolización. A
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN" 583

mi juicio, y atenta la forma en que los hechos se han


desarrollado, la solución dada. por la cámara de La
Plata es justa y no viola principio constitucional alguno.
/
En el fondo, aplica la doctrina sentada por V. E. en 152 :
268, 187: 3Q6, 196: 153 y 202: 5. Y aun pudiera agregar
que el propio recurrente a lo largo del debate sobre
prescripción resuelto por la Suprema Corte Provincial
en 27 de febrero de 1940 (fs. 181, exp. anexo), ha admi-
tido reiteradamente que la transmisión se exteriorizó
con la protocolización de 1914 y no con el exhorto de'
1912 (fs. 34, 112 vta., 140, 164 vta.).
Corresponde, pues, mantener el fallo apelado en
cUl),ntopudo ser materia del recurso. Bs. Aires, octubre
23 de 1945. - Juan .Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs . .Aires, 11 de septiembre de 1946.

y vistos los autos "Dir. Gral. de Escuelas v. Gon-


zález Chaves José Ma. (Protocolización), liquidación de
impuesto sucesorio", en los que se ha concedido el re~
curso extraordinario interpuesto a fs. 171 contra la sen-
tencia dictada a 'fs. 156 'por la sala 2$ de la cámara 2$
de apelaciones de La Plata.

Considerand,o: .
Que el recurso extraordinario e~ procedente porque
- la sentencia definitiva de fs. 156, contra la cual se le
interpone, es contraria al derecho que el recurrente con-
sidera amparado por los arts. 7 y 16 de la Consto Na-
cional.
Que en el e.scrito con que el recurso es deducido
584 F ALIJOS D,E LA CORTE SUPREMA

se invocan como "agravios determinantes de su interpo-


sición, 19 la desigualdad que, con respecto a las sucesio-
nes radicadas en la provincia, importa el h€cho de que
.en este juicio se aplique un régimen impositivo li la,
transferencia de fondos efectuada en oportunidad del
exhorto de 1912 y otro, más oneroso, con r'especto a los
demás bienes de aquella jurisdicción, comprendidos e~
el exhorto de 1914, y 29 ser contrario al arto 79 de la
Consto Nacional considerar a la protocolización como el
único medio de exteriorizar la transmisión sucesoria y
determinar la ley aplicable, puesto que la exigencia mis-
ma de la protocolización es inconstitucional, según reite-
rada jurisprudencia de esta Corte, y porque como ella
no podría regir, en todo caso, nada más que para los in-
muebles vendrían a ser regidas por leyes impositivas
distintas -es decir, regidas desiguahnent€~ las trans-
misiones de una y otra especie de bienes. El escrito de
fs. 171 no menciona otros agravios y, por éonsiguiente,
de acuerdo .con lo dispuesto por el arto 1r; de la ley 48,
sólo ellos constituyen el objeto propio del recurso.
Que sobre el primer agravio cabe recordar lo expre-
.:- sado' y resuelto en la sent€ncia de la pág. 268 del t. 152
i
de los Fallos de e-sta Corte. Adoptado por la legisla-
'j
ción impositiva provincial de que se trata el régimen
según el cual la circUnstancia que decide la aplicación
del impuesto es el momento en que se exterioriza en:la
provincia la transmisión de bienes, la aplicación de di-
cho régimen no importa colocar en condiciones de ad-
versa e injusj;ificada desigualdad a la~ sucesiones radi-
cadas fuera de la jurisdicción provincial cuando la exte-
riorización en la provincia es de fecha posterior.a la que
ha tenido lugar en la jurisdicción del sucesorio. Del ré-
gimen aludido no se sigu€ necesariamente que por apli-
carse en la provincia una ley de impue~to que no estaba

!; .
DE JUSTICIA DE 'LA NACIÓN 585

vigente cuando la exteriorización se produjo fuera de


ella, el gravamen ha de ser más oneroso que si se liqui-
dara siempre con sujeción a la ley provincial que regía
al tiempo de abrirse la sucesión fuera de la provincia o
de aprobarse' en ella el testamento o de dicta~se en la
misma la declaratoria de herederos; también puede su-
ceder que sea menos gravoso, lo que quiere decir que
la alegada desigualdad no es en sí misma adversa a las
sucesiones radicadas fuera de la provincia; la posible
consecuencia desfavorable no proviene de la naturaleza
del régimen sino de que por accidente la ley nueva sea
más onerosa. Y como no se discute aquí -ni es discu-
tibIe- la facultad de la provincia para elegir la fecha ,
de la exteriorización en ella con el objeto de determinar 1
la ley con sujeción a la cual ha de liquidarse el impues-
to, el agravio de que se trata no es atendible.
Que si lo impugnado en este caso es el hecho de
que la provincia haya aplicado dos leyes distintas, no
obstante tratarse de bienes correspondientes a una mis-
ma sucesión, una con motivo d~ la transferencia de fon-
dos de 1912 y otra en. ocasión del exhorto de 1914, dé-
bese observar que se trata de una cuestión concerniente
a la interpretación y aplicación de sus leyes locales en
,lo relativo a qué debe enten~erse por exteriorización, ,',

según resulta de la sentencia recurrida que resuelve ser "

aplicable la ley 3536 respecto a Íos bienes de que se trata .


"

en el exhorto de 1914 porque el de 1912 no comportó


exteriorización. Pero ello no es revisible por esta Corte,
sea que se contemple a la expresión legal citada como
fórmula procesal o administrativa, dictada y aplicada
por imperio de la autonomía prevista en el !'trt. 105 de
la Constitución, o desde el punto de vista del Cód. Civ.,
-arto 67, inc. 11, de la misma-, (]lallos: 156, 48).
Que si bien en la sentencia de fs. 156 se invoca para
586 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

decidir la aplicación de la ley 3536 la inexistencia de pro-


tocolización en oportunidad del exhorto de 1912, requi-
sito que la jurisprudencia de esta Oorte ha declarado
.incons'titucional (Fallos: 189,392; 191,373 Y 375)no es'
sólo por ello que no se considera exteriorizada la trans-
misión mediante este último sino también porque de to-
dos modos no'
está plenamente probado que contuviera
la declaratoria de herederos, punto éste .tmya decisi5n
no es revivsible por el Tribunal con motivo del recurso'
extraordinario. Luego, tampoco es atendible el segundo
agravio enunciado al principio.
Por tanto y de acuérdo con lo dictaminado por él
Sr. Procurador General se confirma en cuanto ha po-
dido ser materia del recur.so la sentencia de fs. 156.

A.N1-0NIO' SAGARNA - B. A. NA-

. t
ZAR ANCHORENA - F. RAMOS
MEJÍA - T. D. OASARES.

,
FERROCARRIL SUD v. OBRAS SANITARIAS
DE LA NACION

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuesti6n "fe-


deral.' Cuestiones federales simples. Interpretaci6n de las leyes fe-
derales. , .
Procede el recurso extraordinario contra la sentencia de-
negatoria del derecho fundado en el arto 10 de la ley ,5315.
FERROCARRILES: Tarifas.
Debiendo preSllmirse válidas, mientras no se demuestre que
alteran el espíritu del arto 10 de la ley 5315, las rebajas
del 50 % dispuestas por el P. E. para determinados casos
en atención a las conveniencias del servicio público, debe
admitjrse la validez de esa rebaja establecida por el decreto
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 587

n 3053 del 20 de julio de 1943 respecto de los boletos de


Q

los empleados de Obras Sanitarias.de la Nación que viajen


en uso de la licencia que, según el reglamento, les corres-
ponde cada dos años, para viajar a la Cap. Federal 'por
cuenta de dicha repartición. /":

SENTENCIA DEL JUEZ FEDERAL

Es. Aires, julio 28 de 1945.


y vistos:
Estos caratulados "Ferrocarril Sud c. Adm. Gral. de Obras
Sanitariás de la Nación, sobre cobro de pesos", de su estudio

Resulta:
l
Q) A fs. 41a empresa actora por apoderado demanda por
cobro de la suma de $ 61,05 m/n. .
. Dice que en su caliaad de empresa transportadora condujo
a E!mpleadospúblicos en uso de licencia y al presentar la l'es-
. pectiva factura la demandada la ab'onó con rebaja lo que es
improcedente en estOs casos, en atención a lo que dispone el
ad 10 de la ley 5315 y doctrina del fallo de .la Corte de 4 de
agosto de 1941. Como consecuencia de ello, deduce est.e juicio
para que se le abane la cantidad expresada con intereses y
oo~as.' /
.2
Q) A fs. 16 la demandada contesta la acción pidiendo que
se la rechace con costas. '
Reconoce que en su oportunidad entendió que la diferencia
que ahora pretende cobrar el ferrocarril 'era improcedente pues ./
aunque se trata de órdenes de pasajes expedidos para emplea-
dos en uso de licencia el decreto del Poder Ejecutivo Nacional
de 28 de enero de 1937, n 98.902, dispone qüe todo el personal
Q

de la Administración Nacional que presta servicios en los Terri-


torios Nacionales tiene derecho. a gozar de. un pasaje de ida y
vuelta por cuenta' del Estado, cada dos años, para su traslado
a la Capital Federal, y se' trata en consecuencia de un pasaje
a.bonadopor' el Estado que debe ser aforado a media tarifa.
Dice que el sistema legal en materia de tarifas consiste en
otorgar la rebaja cuando el Estado debe cargar con el precio
de los pasajes. . .
588 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Co.nsiderando. :
Que la reso.lución de este pleito. supo.ne determinar el al-
cance que debe darse a la dispo.sición del arto 10 de la lt:iy 5315
en cuanto. establece que serán afo.rado.s en un cincuenta po.r
ciento. de las tarifas o.rdinar;j.as lo.s transpo.rtes de empleado.s
nacio.nales en co.misión del go.bierno..
Que debe tenerse presente que po.r referirse el aludido. pre-
cepto. al aspecto. co.ntractual de la co.ncesión, la interpretación
debe hacerse en fo.rma restrictiva ya que se trata de una cues-
tión de rebaja de tarifas (fallo. de la Co.rte Suprema, co.nfir-
mando. po.r sus fundamento.s el.del ex-juez Dr. E. L. Go.nzález,
Fallo.s: 187-508 y J. -A., t. 73, pág. 25 en igual sentido.; Fallo.s
191, 470 Y los allí citado.s).
Que en virtud de dicho. criterio. restrictivo. de interpreta,
ción la Co.rte Suprema co.n indudable acierto. ha so.stenido. la
inaplicabilidad de la franquicia respecto. de tarifas suplementa-.
rias relativas a servicio.s suntuario.s (Fallo..s 187-508), co.n rela-
ción a lo.smiembro.s de familia y servidumbre del perso.nal mili-
tar (Fallo.s 190-301) y al transpo.rte de muebles particulares
de militares cuyo. traslado. se dispo.n'e (Fallo.s 191-470). .
Que en el sub ju4ice se ha puesto. en cuestión si el Estado.,
po.r medio. de una de sus reparticio.nes autárquicas, lo. que no.
impide que la franquicia legal se extienda a ella (C. S. N. Fa-
llo.s 191-162), puede beneficiarse co.n la rebaja de la tarifa
.cuando. abo.na el tra;nspo.rte de sus empleado.s, que estando. desta-
cado.s en lo.s Territorio.s Nacio.nales hacen uso., cada do.s año.s,
del derecho. que le acuerda uD.decreto. del Po.der Ejecutivo. Na-
cio.nal de o.btener licencia y traslada,rse a la Capital Federal co.n
pasaje ferro.viario. que el Go.bierno.le abo.na. So.bre esto.s extre-
mo.sde hecho.no.median discrepancias puesto que las partes han
co.nvenido.que la causa tramite co.mo.de puro. derecho.,
. Que la Co.rte Suprema ha dicho. que "el beneficio. de la ley
5315 arto 10, co.ntempla a la Nación misma, a su eco.no.mÍay a
sus finanzas,co.n el elevado. pro.pósito. de hacer meno.s pesado.s
lo.s gasto.s del servicio. público. que mencio.na" (C. S. N. Fallo.s
. 193-451) pero. ello..se expresó en un ca:;;oen que pretendía apli-
carse la rebaja a pasajes pagado.s po.r particulares interesado.s
en o.peracio.nes del Banco. Hipo.tecario. Nacio.nal y po.r tanto.
debe entenderse que la Co.rt.en.o entendió referir el alcance de
la franquicia a to.do. transpo.:l.'te que pague el Go.bierno. de la
Nación, sino. a aquello.s a que se refiere la ley 5315 arto 10.
Claro. está que al o.torgar el Go.bierno.Nacio.nal a lo.s funcio.na-
rio.s destacado.s en lo.s Territo.rio.s Nacio.nales el derecho. de usar
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 589

\ cada dos años de licencia para venir a la Capital Federal con


pasaje pago por el Estado ha tenido en mira proporcionar un
beneficio o aliciente que debe suponerse que en definitiva redun-
dará en beneficio del servicio público, pero ello no basta para
darle al viaje la condición de efectuado "en comisión del Go-
bierno" ya sea que por comisión se entienda la "acción de
cometer" o la "orden y facultad que una persona da por escri-
to a otra para que ejercite algún encargo o entienda en algún
negocio" o el "encargo que una persona da a otra para que
haga alguna cosa" acepciones éstas que para el vocablo trae el
Diccionario de la Real Academia de Lengua (15~ ed.). Que
además el argumento a que se ha hecho,alusión en el precedente
considerando, acerca del objetivo que el Estado persigue al auto-
rizar a los funcionarios de los Territorios a venir.a la Capital
con pasaje pagado por el Gobierno, o sea el propósito de me-
jorar las condiciones d.el ejercicio de la función, jugarían por
igual respecto, por ejemplo, del caso del transporte de los obje-
tos particulares de los militares que son trasladados. En efecto,
tal transporte lo abona el Estado, como que en los juicios en que
se ha discutido la tarifa a ellos aplicable tramitaron entre las
empresas y el Gob. Nacional, y sin embargo, la Corte Suprema
ha declarado que no alcanza a ellos la franquicia.
Que en fin y en resumen, no basta que el Estado pague un
transporte para que éste tenga que ser aforado al 50 %; es
menester para ello que se trate de uno de los casos que prevé
la ley 5315 arto 10 y todo decreto que se apart.e de esta inter-
pretación lesiona y modifica un aspecto contractual de la con-
cesión ferroviaria y por tanto afecta garantías constitucionales
y el principio de la supremacía de las leyes nacionales.
Por ello fallo condenando a la Administración de las Obras .,~

Sanitarias de la ;Nación, a pagar a la empresa del Ferrocarril


del Sud dentro de diez días la suma de $ 61,05, intereses desde
que se notificó la demanda y sin costas por tratarse' de una
cuestión de derecho no exenta de duda. - B. GMhe Pirán.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

:,,'
Suprema Corte: i,,~

Se discute en estos autos si la Nación tiene el dere-


cho de exigir al Ferrocarril del Sud transporte con bo-
letos a mitad del preció usual, a los empleados de Obras ;}
, :~

l.:.ii._ " .
590 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Sanitarias de' la Nación que viajan utilizando licencias


reglamentarias: En casos equiparables, V. E. ha abierto
el recurso extraordinario.
El fallo del S'r. juez federal que lo motiva, obra a
fs. 36, y declara que en el caso plante'?-do,pues el ferro-
carril no tuvo tal obligación, debe el fisco pagar la suma
correspondiente a pasajes sin rebája, ya que ha tomado
asu cargo el pago de los boletos respectivos.
Como conceptúa fuera de cuestión, que exista el
derecho a rebaja cuando los empleados viajan en comi-
sión del gobierno, todo' se reduce. a resolver aquí si los
transportes aludidos pueden conceptuarse hechos con
motivo del servicio. .
Las sentencias de V. E. recordadas por el Sr. Juez,
no se refieren precisamente a talIJrobl¡lma. El 190 : 301,
contempla la situación de miembros de la familia o de la
servidumbre de un militar; el 187: 508, tarifas de lujo
(coches pullman) ; el 191: 470, transporte de muebles de
propiedad particular. Así, el caso actual ofrece caracte-
rísticas especiales, y no puede aplicársele la jurispru-
dencia citada.
He sostenido antes de ahora que por constituir el"
servicio de fe~Tocarriles una funqión social, el ~stado,
al delegarla en empresas particulares, s.e reserva el 'de-
recho de .poder utilizar dicho ser,vicio para el cumpli-
miento .de sus propios fines, pagando lo mismo que si
hubiese tomado directamente a su cargo la explotación,
:A. fin de evitar en cada caso cálculos engorrosos, ¡as le-
yes de ferrocarriles fijan a tal efecto una rebaja gene-
ral del5D. %; criterio práctico que también se aplica
para establecer otras compensaciones o cálculos. A mi
juicio, este concepto, contenido en diversas disposiciones
legales y particularme:r:tte en el arto 10 de la -ley 5315,
lleva 'a la conclusión d.e que, si el gobierno considera
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 591

indispensable para el buen servicio público de sus em-


pleados en los territorio!:! nacionales costearles un viaje
bianual h'asta la ciudad de Bs. Aires, ese viaje. puede
conceptuarse sin esfuerzo "hecho con motivo del em-
pleo", o sea, equiparable.a los que V. E. contempló en
191 :162, 192: 414.
Partiendo de tal base, me inclino a pensar que debe
ser revocado el fallo de fs. 36 en cuanto pudo ser mate-
ria de recurso. Bs. Aires, octubre 6 de 1945. - Juan
'Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Ba. Aires, 11 de setiembre de 1946.



y vistos los autos "Emp: d~l F. C. Sud contra Adm.
Gral. de Obras Sanitarias de la Nación sobre cobro de
pesos", en,los que se ha concedido el recurso extraordi-
nario interpuesto a fs. 39 contra la sentencia dictada a
fS.36.

Considerando:
Que el recurso extraordinario es procedente porque
está en tela de juicio la interpretación de una ley fede-
ral y la sentencia definitiva recurrida es contraria a la
. inteligencia que la recurrente atribuye a" dicho texto
legal. .
Que se trata de pasajes oficiales utilizados por dos
empleados de la administració~ general de Obras Sani-
tarias de la Nación, -hoy AdrninistraciónNaciónal del
:A.gua-, con motivo del viaje que la 'reglamentación in-
terna de esa repartición les autoriza a hacer, a esta Ca-
pital, por cuenta de ella, cada dos años.
Que interpretando el mismo arto 10 de la ley 5315
592 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

esta Corte expresó en Fallos 170, 312 que el P. E. ha-


ciendo uso de la facultad que le acuerda el arto 86, inc.
29, de la Consto Nacional ha dispuesto en diversas épo-
cas la rebaja del 50 ro en decretos, reglamentos o ins-
trucciones que deben reputarse válidos mientras no se
demuestre que alteren el espíritu de la ley reglamenta-
da. Presunción de vaiidez tanto más poderosa cuanto que
como se dijo en la misma sentencia "el beneficio que
la franquicia reporta a la administración lo es a todo
el pueblo argentino, al país en general y, en consecuen-
cia, a los ferroca;rriles que, por delegación hacen un ser-
vicio público, al amparo de garantías y privilegios, cuya
compensación funda aquélla, ademas. de la solidaridad
que debe suponérseles con el interés nacional".
Que juzgada con este criterio, la disposición: regla-
mentaria del organismo demandaqo que acuerda a sus
empleados con asiento fuera de .130 Cap. Federal el
beneficio de un pasaje oficial hasta esta última, cada
dos años, y declara a dichos pasajes incluídos en la re-
baja del arto 10 de la ley 5315, es decir, correspondien-
tes a una comisión del gobierno, debe considerarse ejer-
cicio válido de la facultad reglamentaria acordada por
el arto 86, inc. 29, de la Constitución porque es 'patente
el propósito de favorecer mediante ese contacto, de una
discreta periodicidad, con la Capital de la Nación, no
sólo a los empleados individualmente considerados, sino
también, y ante todo, al servicio público que les está en-
comendado. Tanto la periodicidad d~l beneficio, -sólo
cada dos años-, como la condición de su otorgamiento,
-que el traslado sea 3, la Cap. Federal-, revelan la
primordialidad del interés público en los motivos deter-
minantes de su concesión. No es que el organismo de
que se trata preste sólo benévola atención a un interés'
todo lo legítimo que se quiera, pero sólo individual de
DE JUSTICIA DE LA NACI6N 593

los empleados. Las características del beneficio ponen


de manifiesto el propósito de promover esa comunica-
ción con la ciudad Capital, de tal modo. que los emplea-
dos!acógidos a la franquicia en cuestión han podido ser
razonablemente considerados en comisión del gobierno,
como lo hace la disposición reglamentaria de fecha 20 de
julio de 1943 (decreto n 3053). Es d€cir que se da en
Q

el caso la razón de la tarifa reducida explicada por esta


Corte en el pasaje transcripto al principio; corresponde
la reducción no porque el Estado tome a su cargo estos
pasaj€s sino por la relación que hay entre. su otorga-
mie!lto y las conveniencias del servicio público. Siendo
así, no parece dudoso que el viaje se lo efectúa "con
motivo del empleo que desempeñan", como se resolvió
en Fallos 191, 162 Y 192, 214; y, por lo tanto, que los
viajes de los empleados de que aqUí.se trata se hallan
comprendidos en el ben€ficio del aforo del 50 % de las
tarifas ordinarias que el citado arto 10 de la ley 5315
establece para los empleados nacionales "en comisión
,del'gobierno". .
Por tanto y de acuerdo con lo dictaminado por €l
Sr. Procurador General se revoca la sentencia apelada
en cuanto ha s!do materia del recurso.
B. A. NA-
J ANTONIO SAGARNA -
ZAR ANCHORENA - F. RAMOS
MEJÍA - T. D. CASARES.

1: .
¡
\

t
594 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

DELIA GHIRINGHELLI v. IMPUESTOS INTERNOS

PRESGRIPGI9N: Prescripci6n en¡ materia penal. Interrupci6n.


Ni los actos de procedimiento administrativo, aunque se
trate de la resolución condenatoria, ni los de procedimiento
judicial iniciados por el supuesto infractor en defensa de
su derecho, son interruptivos de la prescripción de la ac-
ción conforme al arto 3 de la ley 11.585.

SENTENCIA DEL JUEZ FEDl)JRAL

Bs. Aires, junio 8 de 1945.


Vistos y considerando:
Que la Dir. Gral. de Imp. Internos impuso a Delia Ghirin-
ghelli a fs. 210, una multa de m$n. 417.680por haber sido halla-
da en su poder una partida de encendedores que carecían de los
correspondientes. instrumentos fiscales; habiendo recurrido 'los
denunciantes al Min. de Hacienda, aquella repartición elevó la
multa a m$n. 1.221.974 (fs. 256), de conformidad con los .tér-
minos de la resolución ministerial de fs. 227.
. Que observa el suscripto que los hechos que dieron origen
a este sumario fueron constatados en la oportunidad de que da
cuenta el 'acta de fs. 1, procedimiento llevado a cabo por perso-
nal de Imp. Internos y que se realizó del 26 al 29 de octubre
de 1936. .
Que desde esa fecha' hasta que las actuaciones fueron eleva-
das al juzgado d' 7 de mayo de 1943 (£S. 296), había. trans~
currido con exceso el término de cinco años establecido por la
ley 11.585, operándose en consecuencia la prescripción de la
acción penal en este sumario. .
Que si bien la contestación a Ja expresión de agravios que
presenta el proc. fiscal a fs. 304, es un acto de procedimiento
que interrumpe esa prescripción, según lo resolvió la Corte Su-
prema, Fallos 197, 276, en el presente caso no logra ese efcto
.pues a la fecha de su presentación, la prescripción ya se había
operado. ~.
Que consta en autos además, que contra la apelante no se
ha seguiqo ningún oÍJ.'osumario (ver fs. 315 vta.).
Que siendo la prescripción de orden público corre~p'onde
declararla de oficio y .cabe hacer notar que si ello no se hizo
DE JUSTICIA DE, LA NACIÓN 595

así en la anterior resolución del Jüzgado de fs. 323, fué debido'


a que en la p:J.ismase sustentaba un criterio diferet;lte, es decir
que la resolución administrativa había quedado firme, por cuya
causa en esa situación no cabía contemplar la prescripción de
la acción sino de la pena, la que por otra parte no se había
operado.
Por ello, resuelto deqlarar prescripta la acción para im-
poner pena en este expediente. - Horacio Fax.

'] SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL



\ ) Buenos Aires, noviembre 19 de 1945.

Considerando: Se alega a fs. 365 que la prescripción que


reconocela sentencia en recurso, no se habría operado a mérito
de que la resolución judicial de 12 de abril de 193.9la inte-
rrumpió, lo mismo que el fallo administrativo condenatorio
corriente a fs. 256, de 3 de noviembre de 1941, de acuerdo con
lo que determina el arto 3 de la ley 11.585.
Q

Semejante alegación es insostenible, pues respecto de lo


primero es de advertir que tal resolución recabando de la Adm.
de Imp. Internos la remisión de las actuaciones administrativas,
lo fué a pedido de la propia encausada (fs. 287) y, por lo
tanto, no constituye un acto de procedimiento judicial de los
que alude aquella disposición legal, que son, sin duda, los que
van dirigidos contra el infractor o contra el deudor, únicos
susceptibles, en derecho, de interrumpir la prescripción, toda
vez que, como dijo la Corte Suprema en el caso de Noel y Cía.
(195 :119), sería inconcebible que los actos de procedimiento
iniciados por el infractor en defensa de sus derechos, interrum-
pieran el término de la prescripción que corre a su favor, desde
que sus propios actos no pueden perjudicarlo. Y en cuanto a
lo segundo, también es inadmisible, porque la resolución con-
denatoria de la autoridad administrativa, no tiene el carácter
de acto judicial que le atribuye, por más facultades de carác-
ter judicial que el arto 2 (t. o.) de la ley de impuestos internos
Q

atribuya a aquélla. La Corte Suprema (109 :99 y 160:13) no


da semejante alcance a dichas resoluciones condenatorias, sino
que se limitó a declarar que las leyes que gobiernan la acción
de la Adm. Gral. de Imp. Internos, le reconocen las facultades
propias de un juez de instrucción, pero nada más.
Por ello, y por sus fundamentos, se confirma la sentencia
apelada de fs. 362, que declara prescripta la acción para im-
596 FALLQS DE LA CORTE SUPREMA

~o~er pena en esta causa seguida contra Delia Ghiringhelli, por


defraudación de impuest.os internos. - Garlos Herrera. - Car-
los del Cannpillo. - R. Villar Palacio. - J. A.. González' Calde-
rón. - A.lfO'J'bSO E. Poccard. - -

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 13 de septiembre de 1946.

y vistos ~El recurso extraordinario deducido por el ¡.


Min. Público contra la sentenci~ de la Cám. Fed. de
Apel. de la Capita~ dictada en la demanda contenciosa'
seguida por Delia Ghiringhelli a fin de que se revoque
la resolución que le impone una multa por infracción
(
a la ley de impuestos internos.

Considerando:
Que declarada prescripta la acción por la senten-
cia apelada el Sr. fiscal de cámara interpone recurso
extraordinario fundado en que, de 'acuerdo con los arts.
i9 y 39 de la ley 1L5'85y 32 y sigtes. de la ley 3764, la
resoluéión administrativa que impuso la multa y la re-
solución del Sr. juez federal que recaba de la Adm:Gral.
de Imp. Internos la, remisión del sumario a solicitud de
la multada constituyen actos judiciales interruptivos de
la prescripción.
Que el arto 39 de la ley 11.585 establece claramente
qu~ los actos de procedimiento judicial interru'mpen el
término de la prescripción y esta Corte ha declarado
l~eiteradamente que tales actos son aquellos directos con,,-
tra la persona del infractor o para la represión de la
infracción, únicos susceptibles, en derecho, de producir
tal efecto, pues sería inconcebible que los actos de pro-
cedimiento iniciados por el infractor en defensa de su

i
\
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 597

derecho interrumpieran el térinino de la prescripción


que corre a su favor. Sus propios actos no pueden per-
judicarlo -Fallos: 195, 119; 197, 276; 200, 268-.
Que la distinciqn entre procedimtento administrati-
vo y'procedimiento judicial es clara. El lenguaje em-
pleado por la Corte en todos los casos confirma la dis-
tinción -conf. Fallos: 168, 217; 183, 389; 190, 444; 191,
514-. La misma ley de impuestos internos la establece:
I el arto 26 de la ley 3764, -16 T. 0.-, habla de multas
\ impuestas por resolución administrativa; el arto 28, -18
\ T. 0.-, dice en el segundo apartado: la opción de los
interesados por el recurso administrativo importará la
~ renuncia del recurso judicial y vice versa. La distin-
~ción surge, por otra parte, de todo el contexto de la ley.
j Los arts. 32 y sigtes., invocados por el recurrente se
lim.itan a fijar el procedimiento y las facultades de los
{ empleados o funcionarios encargados de la instrucción
i
)
de los sumarios, pero no les da, ni podría darles, carác-
ter judicial a las actuaciones administrativas. Los fa~
110sinvocados -109, 99; 160, 83-'- no tienen al alcance
¡ que se pretende; se limitan a establecer que las faculta-
des otorga,das son propias qe un juez de instrucción, en
I' el sentido de análogas, nunca en el sentido de que sean
judici~es.
( ,
Por estos fundamentos y los concordante s de la
sentencia apelada de fs. 369 se la confirma en cuanto ha .
podido ser materia del 'recurso extraordinario.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NA-


ZAR ANCHORENA - F. RAMOS
MEJÍA - T. D. CASARES.
598 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

JUAN VICTOR LAPORTE v. CAJA DE JUBILACIONES


DE EMPLEADOS
. \
FERROVIARIOS

JUBILACION DE EMPLEADOS FERROVIARIOS: Jubilaciones. i


Comienzo del. benefiéio.
El arto 3 del decreto 14.534/44 conforme al cual a los efec-
tos del pago de las jubilaciones se tomará en cuent.a el pri-
)
\
mer día desde que el afiliado deja de percibir el sueldo, es
aplicable retroactivamente al caso del afiliado a la Caja
Ferroviaria que, en el momento de su muerte, ocurrida antes
t1
de la fecha .de aquel decret.o,no había devengado haber ju- I
.bilatorio alguno según el régimen de la ley 10.650 entonces
vigente por haber seguido .adscripto a la empresa en que
prestaba servicios mientras tramitaba la jubilación por in_o ~
validez. 1
\
I
RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestiones
no federales. Interpretamón de normas y actos comunes.
La cuestión referente a saber si los haberes jubilatorios
que según el arto 3 del decreto 14.534/44 habrían corres-
pondido al causante desde qhe dejó de percibir sueldo hasta
el día de su muert.e, pueden ser reclamados por la viuda
como pensionista sólo a título hereditario por los ~mce-
. sores de aquél, no reviste carácter federal.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
En octubre de 1943,D~Juan Víctor Laporte solicitó
de la Caja Ferroviaria su jubilación por invalidez, y
mientras tramitaba tal pedido, falleció el 17 de enero
.de 1944. Acordada la. respectiva pensión a su viuda e
hijas (fs. 26), éstas reclamaron los haberes jubilatorios
devengados por el causante y no percibidos, a lo que no
hicier'on lugar' ni la Caja (fs. 38 vta.) ni el Instituto
Nacional de PrevisIón Social (fs. 43). Apelada esta úl-
tima resolución, la Cámara del Trabajo la revocó. (fs.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 599

} 67), interponiendo entonces la sección de la ley 10.650


i (Caja Ferroviaria) r€curso extraordinario para ante
V. E., el que ha sido bien concedido a fs. 70 vta., toda
vez que en la causa se ha puesto en tela de juicio la in-
terpretación de disposiciones de dicha ley €special y del
decreto n9 14.534/4:4, y la sentencia definitiva ha sido
contraria a las pretensiones del recurrente.
. Conforme a r€iteradísima jurisprudencia de V. E.,
no cabe duda que Laporte, al momento de su muerte, no
había devengado ningún ha:ber jubilatorio, pues hasta
entonces siguió adscripto a la empresa en que prestaba
s€rvicios (fs. 36 y 66). El arto 39 del decreto n9 14.534/44,
invocado por la actora, que dispone: "a los efectos del
pago de las jubilaciones se tomará en cuenta el primer
día desde que el afiliado deje. de p€rcibir .sueldo;' no
es aplicable en el caso, toda vez que no estab~ en vi-
gencia a la fecha en que fall€ció Laporte (199: 60 y 266).
Corresponde, en consecuencia, revocar el fallo ape-
lado en cuanto pudo ser materia de recurso. Bs. Aires, ,.;.

agosto 23 de 1946. - J 00'/1) Alvarez. ".

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 13 de septiembre de 1946.

y vistos los autos "Laporte Juan Víctor, sobre pen-


sión solicitada por Rosa Marchisio -ley n9 10.650-"
venidos de la Cám. de Apel. de la Justicia del Trabajo
por vía del recur~o €xtraordinario.

Considerando:
Que según resulta de los antecedentes del caso, el
empleado Laporte falleció estando adscripto a la empr€-
: ~;.':

600 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA


I
sa del Ferrocarril Pacífico cuando aun no había sido (
dictado el decreto n 14.534 del año 1944.
Q

Que en el caso Padula José Francisco v. la Caja


Nac. de Jubil. y Pens. de Empleados y Obreros de Em- ¡

presas Ferroviarias sobre devolución de a,portes, fal1a-


do el día 10 de mayo del año en curso (l), esta Corte

(1) Cuyos antecedentes son los siguientes:

SENTENCIA DE LA CÁMARA DE APELACIONES DE LA JUSTIC1A DEL TRABAJO

Bs. Aires, noviembre 22 de 1945.

y vistos: Que las leyes de previsión son por su naturaleza, de orden


público. y por serlo, tienen el carácter de retroactivas toda vez que
nadie, puede tener derechos irrevocablemente adquiridos, contra leyes que
reúnan tales requisitos. Del carácter de estas leyes, por otra parte, se
hace mérito en el sub judice, al aconsejar a fs. 53 se desestime la jubi.
r
lación por invalidez solicitada por D. José Francisco Padula.
Tal criterio parece primar también a fs. 71, cuando se dice, refi.
riéndose al arto 19 del decreto 14.534, modificatorio de los arts.23 y 24
de la ley 10.650, ." que la solicitud de refere]lcia (de devolución de los
descuentos practicados), se interpuso luego de transcurrido el plazo que
al efecto fija el citado arto 24 in fine". Argumentación que hace suponer,
que de haberse practicado la solicitud dentro del término que preceptúa
la disposición indicada, ella habría prosperado; pero tal suposición, sin
embargo, está en pugna con lo que sostiene la asesoría legal a fs. 70, al
negarle retroactividad al decreto 14.534, "por cuanto dicho texto legal
dispone, para lo sucesivo", comO surge de su redacción.
Cierto es, no obstante, que antes de sancionada la ley 12.154 (26 de
febrero de 1935) modificatoria de la 11.308, que otorgaba jubilación al
empleado u obrero declarado física o intelectualmente imposibilitado para
continuar en el ejercicio del empleo, después de cinco años de servicios,
José Francisco Padula ya era insano, según informe médico glosado a
fs. 7, y a pesar de ello y'por imperio del principio de retróactividad de
que se ha hecho mérito más arriba, reclamaba la jubilación luego de
sancionada la ley 12.154, se le denegó de acuerdo con las resoluciones de
fs. 15 y 54, que posteriormente fueron confirm.adas por la Excma. Cáin.
Federal a fs. 61.
Solicitada posteriormente por el curador del insano la devolución de
los descuentos practicados, se le deniega a fs. 73, por "no encontrarse
comprendido en las situaciones previstas por los arts. 23 y 24 de la ley
10.650, según texto vigente en la época de la cesantía". De esa resolu.
eión apela el interesado por intermedio de su representante 'legal, corres-
pondiendo a este Tribunal decidir en definitiva.
. Fuera de, ser antijurídico el criterio sustentado por la Caja, dado
la dualidad que significa,. frente al principio invocado invariablemente
por la doctrina y jurisprúdencia de la retroactividad de las leyes de
orden público, como son las de previsión, resulta a todas luces injusto
negar al recurrente el beneficio que solicita, sobre todo, si como en el
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 601

Suprema hizo suyos los fundamentos de la Cám. de


.A.pel.de los Tribunales del Trabajo que declaró ser de
orden público el decreto-ley n9 14.534 en cuanto modifi-
.i caba el arto 24 de la ley 10.650 y, por lo tanto, de apli-
cación con efecto retroactivo a casos producidos con an-
terioridad a la' fecha del mismo;'

caso de autos, éste, en el comienzo de su incapacidad tenía derecho a la


jubilación ya que su antigüedad era superior a cinco años, como lo exigía
la ley (inc.,19 arto 20 de la ley 11,308), vilente en ese entonces. Siendo
del caso destacar, que tampoco puede ser argumento en contra, como se
pretende,a fs. 71, el hecho de ,haber transcurrido el plazo que fija. el
arto 19 del decreto 14.534, por imperio de lo dispuesto en el arto 39l¡6
del Cód. Civ. i
Por todo ello, se revoca la resolución de fs. 73 que deniega la devo-
lución de aportes solicita,da, y se condena a la sección 10.650, Caja
Nac. de Jubil. y Pensiones de Empleados Ferroviarios, del Instituto Na-
cional de Previsión Social, a la deyolución de los mismos en los térmi-
nos del arto 19 del decreto n9 14.534. Con costas. - E. Pérez ColmMl,. -
Rodolfo G. Valenzuela. - Domingo Peluffo.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

r ,Suprema Corte: La cuestión qúe motiva la presente queja es la mis-


ma que contemplo en mi dictamen de la fecha en el expediente C. 90,
Lib. X "Corzo Dominga Torres de", si bien en el presente caso la
resolución apelllJda decide la aplicabilidad del nuevo texto del arto 24
de la ley 10.650.
Conforme a lo expuesto en tal .dictamen, corresponde abrir el recUISO
y confirmar el fallo apelado en cuanto pudo ser materia del mismo.
Bs. Aires, abril 23 de 1946. - JUM!, AJvarez.

'SENTENOIA DE LA CoRTE SUPREMA

Bs. Aires, 10 de mayo de 1946.

Autos y Vistos: Considerando: Que en el caso aparece comprometida


la inteligencia a atribuirse a disposiciones contenidas en una ley nacio-
nal reformada por decreto del P. E. de facto, desde que se ha discutido
la retroactividad de la misma y su aplicación a la situación planteada.
Se hallan entonces reunidos' los extremos que señala el arto 14, inc. 39,
de la ley n948, por lo que el remedio federal intentado debe prosperar.
En cuanto al fondo del asunto por ser innecesaria mayor substancia-
ción: Por sus fundamentos, los del precedente dictamen del Sr. Procura-
dor General, y la doctrina sustentada por esta' Corte Suprema fu re:
i 202-304; 198-107; 181-127; 180-261 y últimamente en la causa "Corzo
Dominga Tor:res de -solicita-devolución de aportes de la}ey n9 10.650'!-

J
fallada el 3 de mayo ppdo., se' confirma la sentencia de fs. 89 en cuanto
pudo ser materia de recurso. - Antonio Sagarna. - B. A. Nazar Ancho-
rena. - F. Ramos Mejía. -' T. D. Casares.
- 602 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Que el -presente caso es'. semejante al mencionado


pues se trata de un reclamo de haberes que, como jubi-
lación, le habrían correspondido al obrero Juan Víctor
Laporte quien, gravemente enfermo solicitó jubilación
por invalidez, en octubre 25 de 1943 y falleció el 1~ de
enero de 1944, cuando aun prestaba servicios, aunque sin
perCibir sueldos desde el 20 de octubre (fs. 36). El efec-
l
to retroactivo reconocido al decreto en cuestión trae co-
mo consecuencia, en este caso, que para juzgar si La-
porte tuvo o no derecho a jubilación, se aplique no el
arto 32 de la ley 10.650 según el cual ese derecho sólo
procede desde la fecha en que el interesado dejó el ser-
vicio, sino el 3 del décreto que a los efectos del pago
Q

de jubilaciones mandahacerlo a partir "del primer día


desde que el afiliado deje de percibir sueldo".
Que el derecho en cuestión pueda ser reclamado por
la pensionista actora o sólo a título hereditario, por.
quienes sean sucesores lega;le$ de Laporte, que falleció
antes de dictarse el decreto 14.534/44, es cues'tión ajena
a la materia propia <\lelrecurso extraordinario, el cual
sólo comprende lo concerniente a la inteligencia de los
preceptos legales examinados (art. 32 de la ley 10.650
y 3 del decreto 14.534) según resulta del escrito en que
Q

se lo interpuso (fs. 70).


En su' mérito y concordante s fundamentos del fallo
apelado, se lo confirma en cuanto pudo ser materia del
recurso.
ANTONIO SAGARNA - B. A. NA-
ZAR ANCHORENA - F. RAMOS
MEJÍA - T. D. CASARES.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 603

MA.NUEL MEDEROS

SERV.IGIO MILITAR.
\

} En el caso de tres hermanos gemelos sólo mio de ellos d~be


prestar el servicio militar.

,,
FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 13 de septiembre de 1946.

y vistos los autos "Mederos Manuel en favor de su


hijo Angel Carlos Mederos solicita excepción del ser-
vicio militar: causal, hermano,S. bajo bandera (trilli-
zos) ", en los que se ha concedido el recurso extraordi-
nario al Sr. proc ..fiscal contra la sentencia de fs. 20 vta.
que hace lugar a la excepción solicitada.

. Considerando:
Que las disposiciones cuya inteligencia se cuestiona
en autos han. sido interpretadas por esta Corte Supre-
ma en el sentido de que tienen por objeto evitar que dos
hermanos de una misma clase o de clases sucesivas se
encuentren prestando el servicio militar ordinario con-
juntamente como consecuencia del hecho del nacimiento
.y del juego normal de las disposiciones refer,entes a
dicha obligación con prescindencia de la voluntad de los
interesados (Fallos: 198, 103; 203, 424).
Que atento el principio en que se fundan el arto 63,
inc. e) de la ley 4707 y el arto 41, inc. 6 del decreto
Q
,

29.375/44: y la finalidad perseguida con ellos, la circuns-


tancia de que se refieran al mayor de los hermanos, por

I
ser el supuesto más corriente, no se opone a la conclu-
sión de que en caso de tres gemelos sólo uno de ellos
604 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

debe prestar el servicio militar, del mismo modo que las


palabras de lanorma legal ~o obstan a la excepción en
el caso de los mellizos, respecto de quienes no puede ha-
blarse de hermano mayor ni menor (Fallos: 146, 199;
187, 145).
I

Por ello confírmase la sentencia apelada, en cuanto


ha sido materia del recurso. . ,

ANTONIO SAGARNA"':- B. A. NAZAR


ANOHORENA - F. RAMOS ME-
JÍA - T. D. CASARES•

.DELFINA' GARCIA DE RUIZ v. BENJAMIN


BOHOSLA VSKY

REOURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos comunes. TribUnal de


justicia.
Debe considerarse emanada de un tribunal de justicia, a
los efectos del recurso extraordinario interpuesto contJ'a
ella, la sentencia por la cual un colegio de abogados esta.
blecido por. una provincia aplica a un letrado una censura
privada como corrección disciplinaria. (Voto de los minis-
tros Dres. Sagarna y Casares. En sentido opuesto votaron
los ministros Dres. Nazar Anchorena y Ramos l\fejía) ..
REOURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos\ cO'l1UUnes.
G~avamen.
Es improcedente el recurso extraordinario fundado en ob-
jeciones constitucionales formuladas contra el régimen del
colegio de abogados que aplicó al recurrente una correc-
ción disciplinaria y no contra su funcionamiento en el
caso particular, si el letrado a quien se impuso la sanción
había aceptado dicho régimen al inscribirse en esa insti-
tución, aunque haya tenido que cumplir necesariamente
este requisito para poder ejercer la profesión. .
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 605

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
'Por decreto n 543 de fecha 20 de enero de 1944 (fs.
Q

64), el entonces interventor federal en la prov. de Bs.


Aires creó colegios de abogados en el territorio provin-
cial asignándoles, entre otras facultades, la de imponer
a dichos profesionales, por medio de un tribunal de dis-
cipli1'/,a diversas sanciones, desde la advertencia privada
hasta la cancelación de la matrícula.
Orgánizado el tribunal correspondiente al depto.
Costa Sud (B. Blanca), dió curso a una denuncia presen-
tada por Da. Delfina GarcÍa de Ruiz contra el Dr. Ben-
jamín Bohoslavsky; y después de los trámites pertinen-
tes, impuso a dicho letrado, como corrección discipli-
miria, una censura privada (fs. 43-51). Contra tal re-
primenda trae ahora recurso extraordinario el Dr. Bo-
hoslavsky, fundándolo en que fué violatorio de pres-
cripciones constitucionales crear por decreto del P. E.
el tribunal de disciplina dándole la atribución de juz-
gar sobre la mqralidad de un ~ontrato sobre honorarios,
celebrado libremente. Sostiene, además, que tratándose
en este caso de convenio pactado antes de dictarse al
decreto n 543, no pudo aplicarse válidamente dicho de-
Q'

creto a hechos ocurridos con anterioridad.


Considero muy dudosa la procedencia del recurso.
Ante todo, porque la afiliación del Dr. Bohoslavsky sin
protesta al colegio de abogados que ahora tacha de in-
constitucional, significó aceptar. tuviese ese cuerpo las
atribuciones que le confería su decreto orgánico; aparte
de que el mismo Bohoslavsky resulta haber concurrido
a prestar declaración ante el Sr. presidente del col~gio
sin fo'rmular salvedad alguna (fs. 9-10), e insistió des-
pués, en que el tribunal de disciplina exigiera a la

/
606 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Sra. de Ruiz ratificase su denuncia, lo que implicaba


reconocer la jurisdicción. En cuanto a la presunta apli-
cación retroactiva del decreto, resultaría improcedente
asimismo el recurso por cuanto dicho tribunal ha tenido
en cuenta actividades de Bohoslavsky posteriores a tal
. fecha. -
A ello cabe agregar que la censura privada impues-
ta es una sanción moral que no excéde a las que hubiera
podido aplicar cualquier colegio de ab.ogados carente
del carácter de tribunal del Estado.
Para el caso de que no obstante ello, entendiere V.
E. que deba abrirse el recurso en lo relativo a faculta-
des de los poderes públicos provinciales para reglamen-
tar la profesión de abogado, mantengo los fundamentos
y las conclusiones de mi dictamen del 4 de abril ppdo.
en el expediente S. C., S. 432, L. IX, actualmente a estu-
dio de V. E. Sigo pensando que las provincias sólo pue-
den crear tribunales de aplicación, o normas procesales,
destinados a dar cumplimiento a las leyes que dicte el
Congreso reglamentando dicho ejercicio, puesto que los
servicios profesionales del abogado son una forma es-
pecial del contrato de locación de servicios legislado por
el Cód. Civ., y no se trata de las excepcio'nes a que alude
el arto 1658 del referido código. Dicho quede que si una
legislatura provincial carecería de facultades para ha-
cerlo, menos entra ello en las de' un interventor federal.
Bs. Aires, setiembre 25 de 1945. - Jual11) Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 13 de septiembre de 1946,


y vistos los autos "GarcÍa de Ruiz, D. Delfina s.
denuncia c. el Dr. Benjamín Bohoslavsky, en los que se
ha concedido el recurso extraordinario interpuesto a
DE JUSTICIA DE LA ,NACIÓN 607

fs. 53 contra la sentencia dictada a fs. 43 por el tribu-


nal de disciplina del colegio de abogados del depto. Cos-
ta Sud de la prov. de Bs. Aires. '

Considerando:
Que el tribunal de disciplina del que proviene la
decisión apelada, creado por una sanción cuyo valor le-
gislativo no se cuestionó oportunamente, tiene por ob-
jeto dist¡:ibuir derecho en orden a la actúación profesio-
nal de los abogados de su jurisdicción, quienes le están,
en cuanto tales, ineludiblemente sometidos, puesto que
no pueden ejeJ>cer su profesión sin formar parte del
colegio que el tribunal integra; a lo cual se agrega la
fuerza de cosa juzgada que, en lo de su competencia,
tienen sus resoluciones, en cuya esencia no influye, có-
mo no influye en la de las sentencias de ningún tribu-
nal, el que sean o no apelables. Se dan, pues, a su res-
pecto, los caracteres propios de un tribunal de justicia.
Que el recurso extraordinario interpuesto a fs. 53
fúndase en que la actuación del tribunal de disciplina,
f

que pronunció la sentencia apelada de fs. 43, actuación


determinada por el régimen de agremiación obligatoria
que impone el decreto 543 de la intervención federal en
la prov. de Bs. Aires, viola la libertad de trapajar, reco-
nocida por el arto 14 de la -Constitución, el régimen re-
publicano~ puesto que 1:1 existencia del tribunal- provie-
ne de un acto ejecutivo cuando sólo su creación legisla-
tiva hubier,a sido válida, y consiguientemente el arto 18
de la Constitución ya que ese origen hace de él una de
las comisiones,especiales prohibidas en el precepto cons-
titucional citado; a todo lo cual se agrega que también
viola el arto 67, inc. 11, porque el alcance de las atri-
buciones acordadas al colegio y a su tribunal de disci-
. plina invaden materia propia de la legislación nacional.
608 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

y en cuanto a la decisión del caso sería violatoria del


arto 18 porque impone una sanción de carácter penal por
un acto realizado antes de que existiera la norma sobre
la base de la cual fué impuesta.
Que, salvo la última, todas las objeciones constitu-
cionales en que se funda el recurso se"refieren en defini-
tiva a la constitución de los colegios de abogados crea-
dos por el decreto de la intervención federal, del 20 de
enero de 1944, puesto que la actuación del tribunal es
una consecuencia del establecimiento de dichos colegios,
de los cuales es órgano institucional. Pero el recurrente
no hubiera podido ser alcanzado por esa actuación si no
se hubiera inscripto en el colegio. La inscripción le era
indispensable para ejercer la profesión" (art. 99), es cier-
to, pero si la existencia y funcionamiento del colegio
comportaba los agravios constitucionales invocados en
esta causa, la oportunidad para" hacer cuestión de ellos
fué la del cumplimiento del requisito de la inscripción.
Realizar esta últ~ma sin salvedades ni reservas compor-
tó la aceptación del régimen propio del Colegio que me-
diante ella entró a integrar el r.ecurrente. Las obje-
ciones constitucionales hechas a ese régimen, -no a su
funcionamiento en el caso particular-, en oportunidad
del procedimiento a qúeel recurrente fué sometido en
razón de ser miembro del colegio, son, pues, extempo-
ráneas, y el recurso es improcedente en cuanto a ellas
se refiere.
Que el recurso es también improcedente respecto a
la violación de la garantía de la "ley anterior" (art. 18
de la Consto Nacional) porque el. pronunciamiento se
funda decisivamente en el hecho de haberse ejecutado
el pagaré no obstante el desistimiento de todas las ac-
ciones promovidas., Pero este fundamento de la senten-
cia, suficiente para sustentarla, no es alcanzado por la
DE JUSTICIA DE LA NACI6N 609

objeción constitucional aludida pues el hecho es poste-


rior a la vigencia del decreto.
Por tanto y de acuerdo con lo dictaminado por el
Sr. Procurador General se declara improcedente el re~
curso extraordinario concedido a fs. 56.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NA-


ZAR ANCHORENA (según 'su vo_'
.. . to) - F. RAMos MEJÍA (según
su voto) - T.D. CASAR.ES.

VOTO DE LOS 'SRES. MINISTROS DR.. D. B. A. NAZAR


ANCHÓRENA y D. FRANCISCO RAMos MEJÍA

Considerando:
Que el recurso extraordinario interpuesto a fs. 53
fúndase en qlle la actuación del tribunal de disciplina,
. que pronunció la sentencia apelada de fs. 43, actuación
determinada por el régimen de agremiación obligatoria
que impone el decreto 543 de la intervención federal
en la prov. de Bs. Aires, viola la lib~;rtad de trabajar,
reconocida por el arto 14 de la Constitución, el régimen
republicano, puesto que la existencia del tribunal pro-
viene de un acto ejecutivo cuando sólo su creación legis-
lativa hubiera sido v¡ilida, y consiguientemente el arto 18
de la Constitución ya que es~ orig{3n hace de él. una
de;las comisiones especiales prohibidas en el precepto
constitucional citado; a todo lo .cual se agrega que tam-
, bién viola el arto 67, inc. 11, porque el alcance de las
atribuciones acordadas al colegio y' a su tribunal de dis-
ciplina invaden materia propia de la legislación nacio-
nal. Y en cuanto a la decisión del caso sería violatoria
del arto 18 porque impone 1lna.sanción d;ecarácter penal
610 \ FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

por un acto realizado antes de que existiera la norma


sobre la base de la cual fué impuesta.
Que en principio ~l recurso extraordinario no pro-
cede sino respecto de sentencias judiciales y por excep-
ción 'r,espeeto de resoluciones administrativas, cuando
dichas autoridades han ejercido facultades judiciales re-
conocidas legalmente sin recurso alguno para ante otro
tribunal -Fallos: 183, 100 Y los allí citados-o
Que la sentencia recurrida dictada por el tribunal
de disciplina a, fs. 43, que impone al recurrente la san-
'ción de censura privada por actos que consid~ra con-
trarios a la ética prGfesional, no es una sentencia judi-
cial de las previstas por el arto 14 de la ley 48. El cole-
gio de abogados de B. Blanca, de acuerdo con el decreto
de su creación, si bien tiene alguna función pública, es
dirigido con independencia del gobierno provincial por
medio de sus autoridades, que lo sonIa asamblea, el con-
sejo directivo y el tribunal de disciplina -arto 23-. El
poder 'disciplinario sobre los abogados que le atribuye
el arto 5, inc. 3 lo ejerce el cuerpo citado en tercer tér-
Q
,

mino aplicando las sanciones establecidas por el arto 19,


de las cuales la impuesta no es apelable -arto 21- sién-
dolo las dos más graves, en cuyo caso intérvÍene la cá-
mara de apelaciones en lo civil de turno en el departa-
mento respectivo. Se trata, pues, de una simple medida
disciplinaria tomada por una institución que, si bien es
declarada de derecho público -arto 1 Q- tiene como ob-
jeto principal la agremiación de los abogados, su de-
, fensa y velar por el deaoro de su conducta en favor del
prestigio de la profesión y del foro. Sólo la aplicación
de las medidas más graves, respecto de las cuales se con-
cede el recurso de apelación para ante la cámara de ape-
laciones en lo civil, tendría carácter judicial que le da-
ría la intervención de la justicia.
'DE JUSTICIA. DE LA NACIÓN 611

Que, por otra parte, las objeciones constitucionales


en que se funda el recurso, salvo la última, se refieren
. en definitiva a la constitución de los colegios de aboga-
dos creados por .el decreto de la intervención federal,
del 20 de enero de 1944, puesto que la actuación del tri-
bunal es una consecuencia
~ del establecimiento
.
- . de dichos
colegios de los cuales es órgano institucional. Pero el
recurrente no hubiera podido ser alcanzado por esa ac-
tuación si no se hubiese inscripto en el colegio. La ins-
cripción le era indispensable para ejercer la profesión
(art. 9), es cierto, pero si la e:lástencia y funcionamiento
del colegio comportaba los agravios constitucionales in-
vocados en esta causa, la oportunidad para hacer cues-
tión de ellos fué la del cumplimiento del requisito de la
inscripción. Realizar esta última sin salvedades ni re-
servas comportó aceptación del régimen propio del Co-
legio que mediante ella entró a integrat; el recurrente.
Las' objeciones constitucionales hechas a ese régimen,
~no asu funcionario en el caso particular-, en opor-
tunidad del procedimiento a que el recurrente fué some-
tido en "razón de ser miembro del colegio, son, pues, ex-
temporáneas, y el recurso "es improcedente en cuanto a
ellas se refiere.
Que el recurso es también improcedente respecto a
la violación de la garantía de la "ley anterior" (art. 18
de la Consto Nacional) porque el pronunciamiento se
funda decisivamente en el hecho de haberse ejecutado
el pagaré no obstante el desistimiento de todas las ac-
ciones promovidas. Pero este fundamento de la senten-
cia, suficiente para sustentarla, no es alcanzado por la
objeción constitucional aludida pues el hecho es poste-
rior a la' vigencia del decreto.
Por' tanto y de acuerdo con lo dictaminado por el
612 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Sr. Procurador General se declara improcedente el re-


curso extraordinario concedido a fs. 56.
B. A. :N"AZAR ANCHORENA - F.
RAMOS .MEJÍA.

FRANCISCO AGRO v. S. A. LANTEX

RECURSO EXTRAORDINARIO: Req~bisitos propios. Sentencia de-


finitiva. Resoluciones anteriores a la sentencia definitiva. Cuestiones
de competencia.
No habiéndose interpuesto recurso alguno contra la deci-
sión que resolvió la excepción de incompetencia fundado
, en la inconstitucionalidad del decreto 32.347, no procede
el extraordinario contra la sentencia final del juicio (1).

ANGELPONZONE v. S. A. DE HILADOS Y TEJIDOS


DE LANA CAMPOMAR

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestiones no


federales. Interpretaci6n de. normas locales de procedimientos. '
El auto que deniega el recurso extraordinario por razones
procesales no puede ser revisado por la Corte Suprema si
no resulta de la causa que sea insostenible y frustratorio
del derecho federal invocado. Y D,O tiene este carácter,
ante lo dispuesto por los arts. 66 y 9,6 del decreto 32.347,
el que declara firme la resolución que rechaza la excep-
ción de incompetencia, no apelada expresamente en la
sentencia final del juicio,' para ante la cámara del tra.
bajo (2).

(1) 16 de setiembre de 1946. Fallos: 203, 72 Y 242; 204, 582.


(2) 16 de septiembre de 1946. Fallos: 205, 72.
DE' JUSTICIA DE LA NACI6N 613

CELEDONIA ETCHEGOYEN DE COELHO, su TES'"


TAMENTARIA
~
RECURSO EXTRAORDINARIO:. Resolución. Límites del p'rotüUn-
ciamiento.
La Corte Suprema debe iimitar su pronunciamiento a las
cuestiones mantenidas en el escrito en que se interpuso
el recurso extraordinario (1).
RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Cuestiones no
federales. Interpretaci6n de normas locales de procedimientos.
Lo inherente a la existencia de eosa juzgada no consti-
tuye cuestión federal, si no aparece indudable la modifi-
cación arbitraria de derechos acordados por decisiones fir-
mes, ni se trata de interpretar un fallo de la Corte Su-
prema (2). ".'
...
HONORARIOS: Regulación.
La clasificación de los escritos en las sucesiones establece
la proporci6n en que puede reclamarse su pago a la masa
o al cliente pero no decide respecto del derecho a percibir
honorarios.
HONORARIOS: Regulación.
La regulación de honorarios tiene fuerza d.e cosa juzgada
sólo respecto del monto de aqu~llos (8).
HONORARIOS: Regulación.
Despu~s de regulados honorarios cabe discutir el derecho
a cobrarlos, y la denegatoria del mismo no produce agravio
constitucional (4).
HONORARIOS: Empleados a sueldo de la N¡uión.
La percepción de honorarios contrariando lo dispuesto
en la ley 11.260 -arto 33- es un acto prohibido por la
ley -arts. 1043 y 1047 del Cód. Civ.- pudiendo esa inva-
lidez alegarse por quien representa intereses que ese cobro
afecta, en el caso el albacea, encargado de pagar los lega-
dos que disminuiría el emolumento mencionado (5).
1 \

(1) 16 de septiembre de 1946. Fallos: 200, 450.


(2) Fallos: 184, 137; 188, 9; 189, 205.
(3) Fallos: 188, 459; 204, 482.
(4) Fallos: 187, 352; 189, 199.
(5) Fallos: 190, 142; 187, 352 Y 360; 195, 370.

"
614 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos formales. Introducción


de la cuestión federal. Forma.
No plantea cuestión federal alguna la manifestación -de
- que el recurso procede porque se debate la interpretación
de una ley naCional ni la disconformidad genérica con los
fundamentos de la resoluci6n apelada y las que le sirven
de antecedente.
--_.- ,

JACINTO MAZON ALOARAZ v. ADUANA

RECURSO E~TRAORDINARIO:\ "


Requisitos propios. Relación di-
t'ecta. Sentencias con fundame,ntos \¡,O federales o federales consenti-
dos. Fundamentos d.e hecho.
Es improcedente el recurso 'extraordinario que tiene por
objeto decidir si el equipaje constituído por las ropas y
objet.os de uso de los pasajeros, siempre que su cantidad
no haga presumir ser para negocio, puede comprender
ropa nueva, contra la- sentencia que, si bien admite tra-
tarse de ropa nueva en el caso sub-judice no decide la
causa porque juzgue que la ropa en ese estado puede for-
mar parte del equipaje exento de derechos de aduana sino
porque, en virtud de circunstancias de hecho irrevisibles
por la Corte, no corresponde presumir que la mislÍla fuese
traída para negocio (1).

PROVINCIA DE CORDOBA v. S. A. MATTALDI


SIMON LTDA.
CORTE SUPREMA.
Las -sentencias de la Corte Suprema deben ser lealmente
acatadas.
CORTE SUPREMA.
La Corte Suprema en el ejercicio de su jurisdicción cons-
titucional y legal es suprema y sus decisiones intangibles,
pudiendo imponerse directamente su cumplimiento a los
jueces locales y federales.

(1) 16 de septiembre de 1946.


DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 615

REOURSO EXTRAORDINARIO: Reqgisitos propios. O~Lestiónfe-


deral. Ouestiones federales simples. Interpretación de otras normas y
actos federales. .
Es fundamental para la vida de la Nación, para el man-
tenimiento del orden público, la paz social y la estabilidad
de las instituciones el resguardo de la integridad de las
sentencias de la Corte Suprema. Su desconocimiento im-
porta un agravio al orden constitucional, y cuando pro-
viene de sentencias del tribunal superior mencionado por
el arto 14 de la ley 48, autoriza el recurso extraordinario.
OONSTITUOION NAOIONAL: Efectos de la declaración de incons-
titucionalidad.
Las sentencias que declaran inconstitucional un impuesto
no impiden necesariamente a las provincias la nueva per-
cepción del mismo, si ello puede hacerse sin infringir los
principios y garantías aplicados en la resolución judicial,
lo que puede ocurrir cuando la invalidez d~l gravamen
provenga de las modalidades de su aplicación y no de la
carencia de facultades para establecerlo. '
!MPUESTO: Oonfiscación.
El nuevo cobro de la contribución territorial declarada
confiscatoria, sin reajuste real ni disminución efectiva
que lo adll):¡teal máximo admitido' como válido"por la ju-
risprudencia, es frustrl).ton,o de la sentencia dictada" en
el juicio de repetición anterior, cualquiera haya sido el
propósito de las aut.oridades provinciales al autorizar otra
vez la percepción del gravamen.

\
DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
En el año 1941, la S. A. :M:attaldiSimón Ltda. acu-
dió a V. E. iniciando demanda contra la Prov. de Cór-
doba por devolución de la suma de $ 305.463 m/n., pa-
gados en concepto de contribución directa por los años
1939, 1940 Y 1941, correspondiente a diversas fraccio-
nes de campo situadas en dicha provincia. Sostenía ser
616 F~LOS DE LA CORTE SUPREMA

confiscatorios por su monto tales impuestos; y funda-


da en ello, alegó ser inconstitucionales varias disposi-
ciones de las leyes provinciales ns. 3787 y 3889, origen
del gravamen. Previos los trámite8 de práctica, ese liti-
gio, que lleva el NQ152, letra M. de esta Corte, fué fa-
llado por V. E. el 7 de abril de 1943, haciendo lugar
a la demanda hasta la suma de doscientos ochenta mil
cincuenta y cinco pesos con diez centavos, más los inte-
reses y las costas. Dicha sentencia quedó cumplida en
1944 (fs. 527, 532 vta., 536 y concordantes).
. Posteriormente -setiembre del mismo año, expe-
dient-e actual- la Prov. de Córdoba ha iniciado juicio
de apremio contra Mattaldi Simón Ltda. por cobro de
la contribución directa correspondiente a los mismos
campos y a los mismos años, si bien invocando esta vez
una nueva ley -la NQ3949-. Lo exigido ahora, descom-
pónese así: .
Impuesto .. $ 318.554,-
Multas .. " 129.825,27
Total .. $ 448.379,27
La parte demandada, ha opuesto diversas excepcio-
nes al progreso de la ejecución, y entre ellas las de cosa
juzgada, emergente del pleito anterior que falló V. E., -
Y la de inconstitucionalidad de la "ley 3949 por resultar,
a su juicio, confiscatoria. Todas ellas fueron rechazadas
por sentencia de la cám. 2'-' de 'apel. en lo civ. y comercial
de Córdoba (fs. 164-173); y con tal motivo, la S. A.
Mattaldi Simón Ltda., trae ahora, por vía directa, un
recurso extraordinario .
. Acerca de la 'admisibilidad del recurso, conceptúo
equiparable este caso al resuelto por V. E. en .196: 254,
y los allí citados.
,Por lo que respec,te a. laexistencÍa de cosa juzg~-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 617

da, bastaría recordar que se trata del mismo inmueble


y del mismo concepto que en el litigio anterior; y pues
..1
allí declaró V. E. confiscatoria la suma cobrada enton-
ces, no se concibe cómo pudiera resultar no confisca-
toria la exigencia actual de mayor suma. Así enfocado
el asunto, la excepción resulta admisible.
Cúmpleme, no obstante, mantE)ller una vez más,
respetuosamente, la salvedad que formulé al dictami-
nar con fecha 2 de diciembre de 1942 en el expediente
anterior (fs. 429), y que he .repetido en muchos otros
.casos, a propósito de la necesidad jurídica de limitar
la declaratoria de inconstitucionalidad a la parte del
impuesto que resulte excesiva, admitiendo la validez
del gravamen por el resto, o sea, hasta donde no repre- '
sente confiscación.
Voy a permitirme asimismo recordar otro punto
de vista expuesto ep. mi dictamen del 19 de febrero
ppdo.' i11J re "Devoto y González v. Prov. de Córdoba,
exp. D. 214", actualmente a estudio de V. E.: para es-
tablecer si un gravamen del tipo del aquí discutido es
o no confiscatorio, han de referirse los cálculos al va-
lor que representen como capital las tierras gravadas.
y no a su renta. En efecto, sigo pensando que la con-
tribución directa es un impuesto a los capitales, tiende
. a sacudir la inercia de los propietarios incitándoles a
procurar que sus predios produzcan la renta que razo-
nablemente deben producir, y por ello, nada obsta a que
sea exigido sobre tierras poco o nada productivas, si
no se las explota bien, pero que conserven pese a tal cir-
cunstancia crecidos valores en el mercado.
Lo inconstitucional, a mi juicio, sería cobrar im-
puestos a quienes hacen producir a la tierra mediante
labores adecuadas, en tanto que ¡al mismo' tiempo, se
exonerase del gravamen a los especuladores inactivos,
618 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

cual si se.tratara. de premiarlos. Para determinar, eIl-


tonces, si el impuesto resulta excesivo, ha de referír-
selo al porcentaje que represente sobre el capital, y 'no
sobre la renta de cada año; máxime, cuando por su
propia estructura financiera se lo. cobra por adelanta-
do, o sea, cuando todavía es imposible determinar la
renta. Bs. Aires, agosto 20 de 1946. - JUG/I'I; Alvarez.

FALLO DE' LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 18 de septiembre de 1946.


~
y vista la precedente causa.caratulada: uFisco de
la Provincia c. :Mattaldi Simón Ltda. S. A., apremio"
en los que se ha concedido el recurso extraordinario
contra la sentencia de fs. 164, según resolución dicta-
da por esta .corte a fs. 52 del cuerpo caratulado "Ga~cía
Castellanos en Fisco de la Prov. c.1 S. A. :Mattaldi Si-
món Ltda., apremio, r. extraordinario".
y considerando:
Que para la mejor resolución de esta causa convie-
ne recordar que las sentencias de esta Corte deben ser
lealmente acatadas. Desde luego, porque es lo que co-
rresponde respecto de toda resolución firme de los tri-
bunales de justicia. Y además, porque esta Corte es
en el ejercicio de la jurisdicción que leacuerdah la
Constitución y las leyes nacionales, suprema, a igual
título que los demás departamentos del gobierno fede- .
.ral en la órbita de sus atribuciones -F~llos: 156, 318;
190, 142 Y otros. .
Que la supremacía de la Corte de Justicia de la .
Nación ha sido reconocida por la ley, desde los albores
de la organización nacional, garantizando la intangibi-
lidad de sus .decisiones por medio de la facultad acor-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 619
I
dada al Tribunal de imponer directamente su cumpli-
miento a los jueces locales -arto 16, ap. final, ley 48-
régimen aplicable tambiéIi en el orden nacional por
virtud de la ley 4055, arto 6. Por lo demás las 'gravés
responsabilidades que derivan de la naturaleza misma
de las funciones que ejerce esta Corte, le imponen la
firme defensa de sus atribuciones, cuya cuidadosa pre-
servación es necesaria para la ordenada subsistencia
dfl1régimen federal. Pues como lo recuerda PUSEY,ci-
tando a MADISON -The Supreme Court Crisis, pág.
59- la existencia de un tribunal semejante es evidente-
mente esencial para evitar el recurso a la violencia
. y la disolución del pacto. '
h
, Acertadas o no las sentencias de esta Corte, el res-
guardo de su integridad !interesa fund-amentalmente
tanto a la vida de la Nación, su orden público y la paz
social cuanto a la estabilidad de sus instituciones y,
, muy espec~almente,_a la supremacía de la Constitución
. en que aquéllas se! sustentan. •Derribada la tiranía de'
Rosas, que entorpecía en todo sentido el desarrollo ins-
ti tucional de la .Nación, decía José M. Estrada en su
curso de derecho constitucional, cap. 1, P parte, y reor-
ganizada ésta por la Constitución, la tradición 'consué-
tudinaria y legal fué solemnemente ratificada o'.. Y no
debe olvidarse, como lo recuerda J. V. González -en el
prefacio de su manual- que 'la Constitución es un le-
gado de sacrificios y dé glorias, consagrado por nues-
tros mayores a nosotros y a los siglos por v,enir; que
ella dió cuerpo y espíritu a nuestra patria hasta enton-
ces informe, y que como se ama la tierra nativa y el
hogar de las virtudes tradicionales; debe amarse la
Constitución que nos engrandece y nos convierte en for-
taleza inaccesible a la anarquía y al despotismo.
620 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Que fundada en estas razones ha podido así decir-


se -Fallos: 189, 29'2- que "el desconocimiento de las
decisiones adoptadas por la Oorte Supr-ema, como quie-
ra que tenga lugar, importa un agravio al orden cons-
titucional y cuando aquél se produce por medio de la
sentencia del tribunal superior a que se refiere -elarto
14 de la ley 48, el recurso extraordinario es la vía indi-
cada para restablecer el imperio d-ela decisión desco-
nocida". Precisóse así la doctrina ya esbozada en otros
precedentes -Fallos: 187, 28 y los allí citados- reite-
rada luego en varias oportunidades -Fallos: 196, 14,
254 y 492 entre otros.
Que por evidente parece apenas necesario estable-
cer que la sentencia del tribunal provincial que admite.
el cobro a un contribuyente, del gravamen que esta
Oorte declaró inconstitucional en juicio ordinario s~gui-
do con anterioridad ante sus estrados -y que fué eonse-
cuentemente devuelto- pueda importar el desconoci-
miento de la decisión tomada en esa causa. La sola
reflexión de que puédese así invalidar el derecho defi-
nitivamente declarado por aquel fallo, basta para com-
probarlo.
Que, sin duda, las sentencias que declaran inconsti-
tucional un impuesto, no impiden necesariamente a las
provincias la nueva percepción del mismo, siempre que
ello pueda hacerse sin infringir los principios y garan-
tías' constitucionales
.
aplicados
. en. la; resolución
. judicial.
Puede en efectti suooder que la lllvahdez del gravamen
provenga de las modalidades de su aplicación y no de
la carencia de facultades para establecerlo. Se ha admi- ~.
tido así -Fallos: 200, 462- q"\leel impuesto al consu-
mo declarado inconstitucional por la forma, que impor-
tllba el establecimiento de una aduana interior, en que
había sido percibido, pudo volver a cobrarse, conforme
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 621

a lo dispuesto en una nueva reglamentación, una vez ter-


minada la circulación-territorial de los bienes gravados.
y en Fallos: 203, 61, que la contribución de mejoras
.f
invalidada por confiscatoria podía ser nuevamente per-
cibida; previo reajuste por los organismos pertinentes
al efecto, de su monto, realizado conforme a las conclu-
siones del fallo del Tribunal. En análogo sentido: Fa-
llos: 167, 75.
Que la cuestión en la especie consiste así en diluci-
dar si la nueva aplicación a la SocoMattaldi Simón Ltda.
por la Prov. de CÓTdoba,de la contribución territorial
devuelta de acuerdo a la resolución recaída en' el juicio
ordinario anterior que la declaró confiscatoria, contra-
ría el derecho reconocido por esa sentencia, vulnerando
los principios constitucionales allí declarados. Ya se ha
dicho que incumbe a esta Corte la elucidación del punto
-Fallos: 189, 9 Y 205.
Que en la sentencia dictada en 7 de abril de 1943
en la causa seguida por Mattaldi Simón Ltda. contra la
Prov. de CÓTdoba,ante esta Corte, se declaró que la
explotación de los campos de la actora durante los años
1939, 194:0 Y 1941 se había realizado. conforme a méto-
dos racionales; que la contribución territorial cobrada
de acuerdo a lo dispuesto en las leyes 3787 y 3889, en
el lapso referido absorbió el 50,89 % de la renta así
obtenida; que tal proporción entre gravámenes e ingre-
Sos era confiscatoria conforme al criterio admitido en
"-
Cl:1:s0S
análogos; que procedía en consecuencia la devolu-
ción de la suma de m$n. 280.055,10.
Que para el nuevo cobro de la contribución terri-
torial correspondiente a los mismos años 1939/41, al
, tenor de lo dispuesto en la ley 3949, no se ha hecho
reajuste alguno del impuesto, con miras a adecuarlo a
la sentencia del Tribunal, ni en la realidad se lo ha dis-

l.,

,.,'.'",
622 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

minuído para adaptarlo al máximo compatible. con la


garantía de la propiedad establecida por la jurispruden-
cia de esta Corte -Fallos.: '201, 165; 202, 241 Y otros-o
Por lo contr:ario, por virtud de su cobro sin la rebaJa
que admitían las leyes 3787 y 3889 y de multas sin duda
improcedentes -Fallos: 158, 78- la suma exigida ai
contribuyente supera en forma considerable la que esta
Corte .ordenó devolver en su anterior resolución. El
todo conduce a un resultado claramente frustratorio de
la sentencia dictada en la acción de repetición antel~ior,
para lo que n'Oes óbice la circunsta:i:lCiade que el Tri-
bunal acepte la afirmación del señór representante de
la Prov. de Córdoba, de que no ha sido tal el propósito
de las autoridades de la misma -Fallos :198, 78-. Aun
así la infracción constitucional es patente.
En su mérito y de acuerdo a lo pedido por el' señor
"
Procurador General, . se revoca la sentencia de fs. 164,
dejándose en consecuencia sin e~ecto la ejecución.

ANTONIO ',SAGARNA - B. A. NA-


ZAR ANCHORENA --..: F. RAMos
MEJÍA - T. D. CASARES (según l
su voto).
¡
VOTO DEL SR. MINISTRO DR. D. TOMÁS D. CASARES'

Considerando:

Que para la mejor resolución de esta causa conviene


recordar que las sentencias de esta Corte deben ser
lealmente acatadas porque es ló que correspo~de res-
pecto de toda resolución firme de los tribunales de jus-
ticia. Por lo demás, la supremacía de la Corte de Justi.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 623

cia' de la Nación ha sido reconocida por la ley, desde los


albores de la organización nacional, garantizando la in-
tangibilidad de sus decisiones por medio de la facultad
acordada al Tribunal de imponer directamente su cum-
/ p\imiento a .los jueces lqcales -arto 16, ap. final, ley
48- régimen aplicable también en el orden nacional por
virtud de la ley 4055, arto 6. Y las graves responsabili-
dades que derivan de la naturaleza misma de las funcio-
nes que ejerce esta Corte, le imponen la firme defensa
de sus atribuciones, cuya cuidadosa preservación es ne-
cesaria 'Para la ordenada subsistencia del régimen fe-
deral.
Que fundada en estas razones ha podido así decirse
-Fallos: 189, 292- que "el desconocimiento de las de-
cisiones adoptadas por la Corte Suprema, como quiera
que tenga lugar, importa un agravio al orden constitu-
cional. y cuando aquél se produce por medio de la sen-
tencia del tribúnal superior a que se refiere el arto 14
de la ley 48, el recurso extraordinario es la VÍa indicada
para restablecer el imperio de la decisión desconocida".
Precisóse así la doctrina ya esbozada en otros preceden-
tes -Fallos: 187, 28 Y los allí citados- reiterada luego
en varias oportunidades -Fallos: 196, 14, 254 Y 492
entre otros-o
Que por evidente parece apenas necesario estable-
cer que la sentencia del Tribunal provincial que admite
el cobro a un contribuyente, del gravamen que esta
Corte declaró inconstitucional en juicio ordinario se-
guido con anterioridad ante sus estrados -y' que fué
consecuent~mente devuelto- pueda importar el desco-
nocimiento de la decisión tomada en esa causa. La sola
reflexión de que puédese así invalidar el derecho defini-
tivamente declarado por aquel fallo, basta para com-
probarlo.
624 FALLOS DE LA CORTE SUPRE]{A

Que, sin duda, las sentencias que declaran ~ncons-


titucional un impuesto, no impiden necesa"rianiente a
las. provincias la nueva percepción del mismo, siempre
que ello pueda hacerse sin infringir los principios y ga,.
rantías constitucionales aplicados en la resolución ju-
dicial. Puede en efecto suced~r que la invalidez del gra-
vamen provenga de las modalidades de su aplicación
'y no de la carencia de facultades para establecerlo. Se
ha admitido así -Fallos: 200, 462--= que el impuesto
al consumo declarado inconstitucional por la forma,
que importaba el establecimiento de una aduana inte-
rior, en que había sido percibido, pudo volver a co-
brarse, conforme a 10 dispuesto en una nueva regla-
mentación, una vez terminada la circulación territorial
de los bienes gr.avados. Y en Fallos: 203, 61, que la con-
tribución de mejoras invalidada por .confiscatoria po-
día ser nuevamente percibida,. previo reajuste por los
organismos pertinentes al efecto, de su monto, reali-
zado conforme a las conclusiones del fallo del Tri-
bunal. En análogo sentido: Fallos: 167, 75.
Que la cuestión .en la especie consiste así en diluci-
dar .si la nueva aplicación a la sociedad Mattaldi Simón'
Ltda. por la provincia de Córdoba, de la contribución
territorial devuelta de acuerdo a la resolución recaída
en el juicio ordinario anterior que la declaró confisca-
toria, contraría el derecho deconocido por esa sentencia,
vulnerando los principios' constitucionales allí decla-
rados. Ya se ha dicho que incumbe a esta Corte la elu-
cidación del punto -Fallos: 189, 9 Y 205-,
Que en la sentencia dictada en 7 de abril de 1943
en la causa segUida por Mattaldi Simón Ltda. contra la
provincia de Córdoba, ante esta Corte, se declaró que
la explotación de los campos de la aetora durante los
años 1939, 1940 Y 1941 se había realizado conforme a
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 625

métodos racionales; que la contribución territorial co-


brada d'e acuerdo a lo dispuesto en las leyes 3787 y 3889,
en el lapso referido absorbió el 50,89 % de la renta así
obtenida; que tal proporción entre gravámenes e ingre-
sos era confiscatoria conforme al criterio admitido en
casos análogos; que procedía en consecuencia la devo-
lución de la suma de m$n. 280.055,10. /
Que para el nuevo cobro' de la contribución terri-
torial correspondiente a los mismos años 1939/41, al
tenqr de lo dispuesto en la ley 3949, no se ha hecho
reajuste alguno del impuesto, con miras a adecuarlo a
la sentencia del Tribunal, ni en la realidad se lo ha dis-.
minuído para adaptarlo al máximo compatible con la
garantía de la propiedad establecida por la jurispru-
dencia de esta Corte -Fallos: 201, 165; 2Q2, 241 Y
otros-o Por lo contrario, por virtud de su cobro sin
la rebaja que admitían las leyes 3787 y 3889 y de mul-
tas sin duda improc!'ldentes -'"Fallos: 158, 78- la suma
exigida al contribuyente supera en forma considerable
la que esta Corte ordenó devolver en su anterior reso-
J'1
lución. El todo conduce a un resultado claramente frus-
tratorio de la sentencia dictada en la acción de re-
petición anterior, para lo que no es óbice la circuns-
tancia de que el Tribun,al acepte la afirmación del señor
representante de la provincia de Córdoba, 'de que no
ha sido tal el propósito de las autoridades de la misma
-Fallos: 198, 78-:......Aun así la infracción constitucio-
nal es patente. .,
En su mérito y de acuerdo a lo pedido por el señor
Procurador General, se revoca la sentencia apelada de
fs. 164, dejándose en consecuencia sin efecto 1!1 eje-
cución..
'r. D~CASARES"

¡
.~'fi"!,::
626 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

S. A. MATTALDI SIMON LTDA. v. PROVINCIA DE


CORDOBA

IMPUESTO: Confiscaci6n.
No procede la cancelación de' la cuenta de la contribución
territorial que grava un inmueble, correspondiente a los
años comprendidos en un juicio en que ese impuesto fué
declarado confiscatorio por una sentencia que no declara
eximido de toda contribución durante ese lapso al inmueble
de que trató el pleito (l).

SOCo RESP. LTDA. MALVAR Y SILVA

ADUANA: Exportaci6n.
I¿a manifestación de una calidad diferente de la que co-
rresponde a la mercadería para la cual se solicita permiso
de exportación constituye una infracción a los arts. 549
y 550 de las ordenanzas de aduana, punible conforme a lo
dispuesto por el arto 998 de las mismas, aunque se trate
de frutos libres de derechos.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

.Bs. Aires, 18 de setiembre de 1946.

y vistos: los autos "Malvar y Silva Soco'de Resi>.


Ltda. - Aduana 19-W-943", venidos de la Oám. Fed.
de la Oapital por VÍa del recurso extraordinario; y

/.
Oonsiderando :
Que el recurrente sostiene que la diferencia de ca-
lidad 'denunciada sobre frutos del país que se trataba
de exportar y que se hallan sujetos al régimen de p~r-

(1) 18 de septiembre de 1946•.

• J
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 627

misos previos, no constituye infracción punible en los


términos del arto 998 de las Ordenanzas de Aduana.
Que el boleto respectivo autorizó. a embarcar en el
vapor de bandera argentina "Río Limay" cierto nú-
mero de cajones con telas de algodón para confecciones
de vestidos y resultó que algunas de ellas contenían
confecciones de algodón para hombres y señoras (ver
parte fs. -1).
Que exigiendo el arto 549, inc. 4 de las Ordenanzas
Q
,

que en la solicitud de permiso que presente el cargador


a la Oficina de Registros debe determinarse la especie
de los frutos, la manifestación efectuada no se ajusta
a la exigencia legal.
Que esta Corte Suprema en el caso que se registra
en C.' S. 17~, 161, ha establecido queJa falta de cumpli-
miento de los requisitos exigidos por los arts. 549 y 550
lleva aparejada la sanc~ón expresa contenida en el arto
998, sin hacer distinciones entre los frutos del país que
deben pagar derechos de exportación y los que se ha-
llan exentos del mismo. Que la infracción que tiene en
vista ese precepto es puramente formal, independiente-
mente de todo daño o perjuicio fiscal y que ella resulta
de la simple omisi.ón de' un requisito exigido por la ley
respondiendo a la necesidad de que toda operación
aduanera sea con'ocida por la Aduana por convenir así
a los intereses generales del país.
Por ello se confirma la sentencia de fs. 84 en cuanto
pudo ser materia de recurso.

ANTONIO SAGARNA - B. A. NA-


ZAR ANCHORENA - F. RAMOS
. MEJÍA - T. D. CASARES.'
628 FALLOS
DELA CORTE
SUPREMA

JESUS RI.AL Y ANGEL FREIRE

OONSTITUOION NAOIONAL: Derechos y garantía.s. Derecho de en-


trar, permanecer, tra~~sitar y salir. .
El tripulante extranjero de un buque extranjero que por
haber entrado al país para permanecer en él sin haber
cumplido los requisitos establecidos por la ley 817 y los
respectivos reglamentos, fué detenido por orden de la Dir.
Gral. de Migraciones, no puede invocar válidamente las
garantías de los arts. 14 y 18 de la Consto Nacional para
o oponerse a su reconducción al país de procedencia.

SENTENCIA
DELJUEZ FEDERAL

Bahía Blanca, julio 24 de 1946.


Autos y vistos:
Para resolver este r~curso de habeas corpus interpuesto
por D. Carlos Castagnet a favor de Jesús Rial y Angel Freire

Considerando:
Que como se desprende del informe del Sr. subprefecto 'del
puerto de Bahía Blanca, y de los mismos términos del escrito
de fs. 1, los nombrados son extranjeros desertores de un barco
extranjero, y se hallan en el país sin haber llenado los requi-
sitos exigidos por la' ley de inmigración y decretos del P. E.
que reglamentan la entrada al mismo (decreto dé 7 de octubre
. de 1930). ,
Que la detención de los nombrados se ha producido en
cumplimiento de la orden de captura emanada de 'la Dir. de
Migraciones, la que ha podido dictarla de acuerdo con el arto 27
del decreto reglamentario de 31 de diciembre de 1923.
Que tales desertores no pueden invocar el carácter de ha-
bitantes del país ni ampararse en las dispos~cionesdel arto 14
de la Constitución, pues como lo estableció la cámara federal
de Rosario (causa de JorgePsaradeli) "si 'bien el arto 14 de
la Constitución confiere ,a todos los habitantes del país el de-
recho de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio,
ha de entenderse respecto de los extranjeros, siempre y cuando

,,--
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 629

éstos se encuentren en la República legítimamente, vale decir,


en las condiciones reglamentarias preestablecidas y por no ha-
berlas infringido poniéndose dolosamente fuera de su alcance".
Por ello, de acuerdo con lo dictaminado por el Ministerio
Fiscal, resuelvo no hacer lugar al recurso interpuesto, con costas
al presentante. - Pedro Sempe.

\, SENTENCIA DE LA CÁMARA FEDERAL


I
\

Bahía Blanca, 31 de julio de 1946.

Vistos y considerando: '


Que como consta de las actuaciones producidas, los dete-
nidos a cuyo favor se interpone este recurso, Jesús Rial y
Angel Freire, son extranjeros y desertores de un barco de
matrícula extranjera, quienes han entrado al país' sin haber
llenado previamente los requisitos exigidos por la ley de in-
migración n9 817 y por el decreto de fecha 7 de octubre de 1930.
Que la detención que mueve este recurso, es en cumpli-
mient.o de la orden, de -captura correspondiente solicitada por
la Dir. de Inmigración, la que fué dictada de conformidad
al decreto de fecha 31 de diciembre de 1923; que a este res-
pecto, el Tribunal en un caso que guarda analogía con el de
autos dijo (in re Gagliotti, Luis, habeas CDrlJUS, resolución de
agosto 28 de 1940, registrada al t. 56, fol. 302 del registro de
esta Cámara) : "que el subprefecto de la zona de Baliía Blanca
que ha expedido la orden de detención, es la autoridad compe-
tente para librarla, y por lo tanto no ha procedido en el caso
sin derecho al efecto previsto por el arto 617 del Cód, de
Proceds. Crim.".' .
Que, por lo demás, la Corte Suprema de Justicia; al re-
{ solver una situación idéntica a la de autos, en el recordado caso
registrado en el t. 171, f. 317, cuyos fundamentos esta cámara
considera oportuno reproducirlos in extenso, dijo: "Que el de-
1
i creto de 7 de oct.ubre de 1930, en su considerando 29, establece:
i
"que los tripulantes de los barcos mercantes de ultramar,
( cuando pretenden desembarcar en la Argentina' deben ser con-
l'
l. siderados como inmigrantes que vienen a establecerse en la
( República sometidos a todas las obligaciones, restricciones y
i
I .derechos que impone la ley n9 817"; en el arto 19 del mismo
! se preceptúa que "ningún tripulante podrá permanecer en te-
630 FALLOS DE LA CORTE SUPR~A

rritorio argentino, a la salida del buque en que ha llegado,


sino mediante el cumplimiento de tbdas las disposiciones esta-
blecidas por las leyes-y reglamentos vigentes respecto de inmi-
grantes"; en-el arto 11 se dice que "cuando un marino o tri-
pulante desee desembarcar en la República para est.ablecerse
en ella, deberá presentarse a la Dirección General de Inmigra-
ción, por intermedio del capitán o del agente del buque, a fin
de que se le conceda esa autorización si se encuentra en las
condicioneslegales y reglamentarias para ser considerado como
inmigrante" y los arts. 5 8 y 15 establecen normas para los
Q, Q

casos de deserción, desembarco clandestino, etc., todas tendien-


t.es a impedir la permanencia en el país del marinero o tripu-
lante infractor que se equipara al "clandestino" del inc. k
del arto 10 del reglamento del 31 de diciembre de 1923. El
recordado arto 8 del decreto impone a las compañías la obli-
Q

gación, durante dos años, de reconducir a su costa al marinero


o tripulante desertado; todo lo que está en consonancia con el
espíritu que informa el arto 990 del Cód. de Comercio_Que
en tales condiciones, que son las que afectan al recurrente
Psaradelis, tripulante extranjero de un buque extranjero de
ultramar, no puede invocarse en su favor la garantía del arto 14
de la ConstoNacional, del derecho de entrar, permanecer, tran-
sitar y salir del t.erritorio argentino, porque ella se establece
claramente para "todos los habitantes", es decir, para todos
los que, no siendo nativos, entran al país "conforme a las re-
glas que reglamentan" el ejercicio de aquel derecho, con el
propósito de constituir en él su residencia estable, de formar
parte de su pElblación (conf.: Convención reformadora de
1928", pág. 78.y sigtes., la discusión sobre el concept.ode ha-
bitante; Fallos, t. 151, pág. 211). Los reglamentos del 23, 25
y 30, clasifican a Psaradelis de clandestino que no ha podido
mejorar por su sola voluntad y por la infracción a las insti-
tuciones del país, su situación precaria de simple residente
con captura recomendada; y esa clasificación no está al margen
de la ley n 817 porque no viola ni su letra ni su espíritu al
Q

fijar la calidad de quienes no son ni inmigrantes ni pasajeros


en sí, pero pueden ser afectados por una u otra categoría
según su voluntad conformada por la reglamentación. El- con-
siderando 4 en todos sus incisos, de la sentencia de la cámara
Q

a quo, referido, comoes natural, al caso del tripulante desertor,


es justo. Que no se opone a las precedentes consideraciones el
fallo de esta Corte en el caso Maciá y Gassol registrado en el
t. 151, pág. 211, no sólo porque no se trataba allí de "inmi-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 631

gran tes " sino de pasajeros venidos con el ánimo de ser habi-
tantes, sino porque, como lo advierte el Tribunal (pág. 254)
"al hacer salir del país a los recurrentes, se ha ido más allá
de lo que la propia letra del reglamento permite. Este (el de-
creto de 1923) alude, en efecto, a las condiciones que impiden
la entrada de pasa,jeros en la República y aquí no se ha impe-
dido la entrada, sino que se ha verificado una expulsión". En
el caso de autos, el decreto reglamentario .de 1930, menciona
la ;reconducción del marinero o tripulante desertor y el Código
de Comercio en su arto 990 impone. para ellos la obligación de
\\ cumplir el contrato con el apremio de prisión".
Por €Stos fundamentos y los del auto de fs. 9 de priinera
inst.ancia, concordantes con el dictamen fiscal de esta instancia,
j se confirma el auto recurrido.- Luis González Warcalde.
Ernesto Sourrouille. - Benj(J{)'nVnde la Vega.

DICTAMEN DEL PRocuRADOR GENERAL

Suprema Corte:
. Con el presente recurso d,e habeas corpus inter-
puesto en favor de Jesús Rial y Angel Freire, tripu-
lantes del vapor español" Arraiz", se plantea la misma
cuestión resuelta por V. E. en 171: 310 y 173: 179.
Al dictaminar en el último de los casos citados ex-
presé que la violación de las leyes no podía crear a
favor de los infractores derecho alguno. Según declaró
V. E. en el caso del t. 171, el extranjero entrado clan-
destinamente a la República, no puede por su sola vo-
iuntad revestirse de una condición legal que las leyes
le niegan j y paréceme evidente que de admitir lo con-
1
trario, será imposible, en lo sucesivo, impedir la en-
trada al país de extranjeros indeseables, puesto que con
sólo llegar a puerto argentino el vapor en que viajen,
estarán ya de hecho en la República, 'y desde el buque
\ mismo podrán ejercitar recursos de amparo análogos
.al presente.
f
, ,,':.-il

632 ,FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

Estimo en consecuencia, que corresponde confir-


mar el fallo apelado de .fs. 15 que no hace lugar al re-
curso interpuesto. - Bs. Aires, setiembre 7 de 1946.-
Juan Alvarez.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 25 de septiembre de 1946.

y vistos los autos "Rial Jesús y Freire Angel s.


recurso de habeas corpus", en los que se ba concedido
el recurso extraordinario interpuesto a fs. 19 contra la
sentencia de la Cám. Fed. de Bahía Blanca d~négatoria
del habeas corpus.

Considerando:
. Que el recurso extraordinario fué fundado a fs. 19
en los arts. 14 y 18 de la ConstoNacional yen que, con-
trariamente a lo decidido en la sentencia de fs. 15, Rial
y Freire nó desertaron del vapor" Arraiz", en el cual
llegaron al país, ni ingresaron a éste clandestinamente.
Que aun prescindiendo del carácter irrevisible de
la sentencia apelada con respecto a estas dos últimas
cuestiones -acerca de las cuales por lo demás, ninguna
prueba ha producido el recurreIite- cqnsta en .autos,
por haberlo reconocido éste en su presentación de fs. 1
(párrafos lII, IV y VII), que los mencionados tripu-
lantes entraron al paí:s sin la documentación correspon-
diente y sin babel' cumplido los requisitos establecidos
por la ley 817 y los respectivos reglamentos.
Que conforme a lo resuelto por esta Corte Suprema
reiteradamente (Fallos: 171, 310; 183, 373; 188, 326;
200, 99) el derecho de la Nación a regular y condici:onar
f
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 633

la admisión de extranjeros en la forma y medida que,


con arreglo a los preceptos constitucionales, lo requiera
el bien común en cada circunstancia, no es incompati-
ble con los derechos individuales consagrados por la
Constitución, cuyo arto 14 no ampara al extranjero que
logra ingresar al país eludiendo el cumplimiento de los
requisitos áigidos por la ley de inmigración y su re-
glamentación. Y la autoridad competente para verifiGar
y exigir el cumplimiento de dichos requisitos lo es para
obtener la reconducción del inmigrante en. ese caso (Fa-
llos citados).
Que, por, lo demás, no concurren en el sub-juJdice
ni ha intentado proba.rlo el recurrente, las circunstan-
cias que determinaron la solución adoptada por el Tri-
bunal en el caso de Tomás Cuesta Ur.rutia (Fallos:
200,' 99).
. Por ello y de acuerdo a lo dictaminado por el se-
ñor Procurador General, confírmase la sentencia ape-
l¡=tdaen lo que ha podido ser materia del recurso.

B. A. NAZAR ÁNCHORENA - F.
RAMOS MEJÍA - T. D. CASARES .

./
DIRECCION GENERAL DEL IMPUESTO A LOS REDI-
TOS v. DANIEL A. DAHL Y OTROS

RECURSO EXTRAORDIN.ARIO: Requisitos propios. Cuesti6n fede-


ral. Cu.estiones federales simples. Interpretaci6n de las leyes federales.
1
La invocación de la ley 11.585 en un apremio tendiente
al cobro de un impuesto local ,creado por la ley 11.288,
j que se declaró prescripto, constituye cuestión federal su-
ficiente para fundar el recurso extraordinario.
634 F .ALLOS DE LA CORTE SUPREMA

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Sentencia de-


finitiva. Resoluciones anteriores {f, la sentencia definitiva. Juicios de
apremio y ejecutivo.
La ley 11.288 no ha modificado el arto 320 de la ley 50.

. DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
Las razo:rtes expresadas precedentemente,' concor-
dante s con .las que se hicieron valer a fs. 27/28 de los
autos principales al interponerse recurso extraordina-
rio de apelación contra la sentencia dictada en la causa,
justifican la intervención de V. E. enJa instancia tefe-
rida, cuya denegación motiva la presente queja.
Corresponde, pues, hacer lugar a la misma, decla-
rando procedente el recurso (art. 14, ley 48).- Bs.
Aires, setiembre 23 de 1946. - JUOIYb Alvarez.

F ALIJO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, setiembre 25 de 1946.

y vista la precedente queja caratulada "Recurso


de hecho deducido por el actor en los autos Fisco Na-
cional, Direc. del Imp. a los Réditos c. Dahl Daniel A.,
Caumont de Chaves Elena y Caumont Carlos A." para
.decidir sobre su procedencia.

y considerando: I
1
Que aun cuando' es exacto que la ley 11.288 tiene
disposiciones referentes al apremio para el cobro de las
patentes que crea -arts. 33 y 34- no resulta de las
~
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 635

mismas,. -que por lo demás, adoptán el procedimiento


del tít. 25 de la ley 50-, que haya sido modificado el
arto 320 de la ley referida.
Que de acuerdo .con lo resuelto a fs. 29 del princi-
pal, la cuestión decidida a fs. 23 "no puede ser útilmente
discutida en el juicio ordinario que autoriza al refe-
rido arto 320" y reviste carácter federal --=-causa"Dir.
Gral. de Rentas V. "La Delia" S. A. Gauchos Agrícola
Ganadera' '-, fallada en 2 de agosto del corriente año.
En su mérito y atento lo pedido por el Sr. Pro-
curador General, se declara mal denegado el recurso
extraordinario a fs. 29.
B. A. NAZAR ÁNCHORENA :..- :F..
RAMOS MEJÍA - T. D. CASARES.

EMILIO GARDEY v. A. DITHURBIDE y OTROS


RE CUSA CION.
Corresponde rechazar de plano las recusaciones mani-
fiestamente improcedentes, eomo lo es la int,entada sobre
la base de la actitud del propio peticionante -un pedido
de juicio político- después de dictada la sentencia final
de la causa, y en los procedimientos tendientes a obtener
la reposición del sellado de la misma, aun no siendo el recu-
) rrente la parte que trajo la queja, sino el letrado que la
patrocinó (l).

JOSE C. SUS'AN v. PROVINCIA DE SANTA FE


DAÑOS Y PERJUICIOS: Responsabilidad del Estado. Generalidades.
El Estado es responsable por los actos de sus empleados
que en ejercicio de sus funciones han producido un daño
si procedieron con dolo, culpa o negligencia.

(1) 25 de septiembre de 1946.


r

636 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

DAÑOS r PERJUICIOS: Responsabilidad del Estado. Policía de


seguridad~
El Estado está obligado a indemnizar el daño producido
ppr un disparo a quemarropa, no justificado ni requerido
por las circunstancias, efectuado con una pistola lanza-
gases por uno de los agentes de seguridad, no identificado,
que estaban en el camión policial al que había sido con-
ducida detenida la víctima, o en los alrededores del mismo.
DAÑOS y PERJUICIOS: Determinación de la indemnización. Daño
moral.
El daño moral no es indemnizable cuando no media un
delito criminal
DAÑOS. Y PERJUICIOS: Determinación de la indemnización. Daño
materi,al.
La deficiencia, no debida a dificultades insalvables, de la
prueba acerca de la medida en que el estado del actor des-
pués de las lesiones sufridas ha podido influir en él ren-
dimiento económico del ejercicio de su' profesión obliga
a disminuir el monto de la indemnización demandada. por
el mismo..

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Sup,rema Corte:
La jurisdicción originaria de V. E. para conocer
en este asunto, emerge de tratarse de causa civil en
que es parte demandada la Prov. de Santa Fe, y estar
domiciliado el.aetor en la Cap. Federal (información de
fs. 17 vta./20). Así lo admitió el decreto de la Presi-
dencia obra:nte a f8. 20 vt¡l,.
En cuanto al fondo del asunto, versando como versa
sobre cue'stiones de derecho común o de hécho y prueba,
escapa a m~ dictamen. ~ Bs. Aires, julio 5 de 1945. -
J1.Wl1, A.lvarez. .
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 637

F ALIJO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 27 de septiembre de 1946.

y vistos los autos" Susán José Claudio c. Santa Fe


la Provincia s. indemnización de daño" de los que re-
sulta:
Que D. 'Salvador R. Perrotta, en representación del,
actor, promueve juicio ordinario contra la demandada
por indemnización del daño material y moral sufrido
por su mandante como consecuencia de los hechos si-
guientes.
El17 de diciembre de 1940 realizóse en Rosario una
manifestación pública de protesta por alegadas irregu-
laridades en los' comicios de r.enovación del poder ejecu-
tivo provincial. En el instante en que el Dr. Susán recla-
maba respetuosamente ante un empleado policial por la
forma en que los agentes de seguridad trataban a los
manifestantes, fué tomado violentamente por varios
agentes y arrojado sobre un camión de bomberos. Ello le
ocasionó diversas lesiones que le impidieron sentarse
en-el vehículo, lo que provocó el enojo del agente Juan
Ireneo Ojeda quien, armado de una pistola de gases la-
crimógenos, le hizo un disparo a cuarenta Centímetros
del rostro para obligarlo a sentarse. Como consecuencia
de ese hecho, por el cual instrúyese la corr.espondiente
causa en la 'justicia del crimen, el Dr. Susán sufrió lá
pérdida completa del ojo izquierdo, además de la frac-
tura de varios huesos de la cara, la parálisis parcial del
labio superior y del paladar y parálisis del párpado su-
perior izquierdo, disminución del sentido del oído, que-
maduras de primer grado y afecciones graves en el ojo
derecho por deflagración de la pólvora, que han órigi-
638 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

nado la disminución de la capacidad visual del mismo,


hasta el punto de no permitirle apreciar la distancia con
la justeza y precisión que requieren la condición de mé-
dico cirujano del actor.
Cuando ocurrió el hecho de referencia, el Dr. Susán
tenía instalado su consultorio en la ciudad de Rosario,
en el cuai, ~n atención a su abundante tarea pues era fre-
cuentemente requerido por otros colegas de la misma
ciudad y de sus alrededores, le ayudabá el Dr. Fran-
cisco Viola. Tenía, además, un sanatorio en la localidad
de Zavalla, situada a veinte kilómetros dé Rosario, que
era atendido permanentemente y en su faz clínica por el
Dr. Alberto A. Teruggi, ya que el Dr. Susán se ocupaba
del aspecto quirúrgico:
Como consecuencia de las lesiones sufridas el Dr.
Susán, de cincuenta y cuatro años de edad en la fecha
de la demanda, ha sufrido una incapacidad productiva
total pues ha quedado imposibilitado para ejercer su
profesión y se ha visto obligado a vender su consultorio
y su sanatorio y a requerir asistencia médica en la Cap ..
Federal.
En atención a esas circunstancias y a la sum,a que
mensualmente ganaba el actor mediante el ejercicio de
su profesión -$ 2.500- reclama la suma de $ 70.000
en concepto de resarcimiento del daño material Y es-
tima el daño moral en la ca.ntidad de $ 30.000, pues como
consecuencia de la deformación del glóbulo ocular, no
ha podido siquiera suplir artificialmente el ojo y debe
usar una venda que lo cubra.
En cuanto al derecho, fúndase la: acción en los arts.
33, 625, 630, 1083, 1084, 1096, 1112, 1113, 1122, y 1123 del
Cód. Civ. y en la doctrina de los autores nacionales yex-
tranjeros y jurisprudeIíCia de la Corte Suprema acerca
de la responsabilidad del Estado, que en la demanda se
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 639

/
expone extensamente, como también la de los tribunales
ordinarios sobre la reparación del daño moral.
Por todo ello el actor soliéita que previo los trámi-
tes legales se condene a la provincia demandada a pa-
garle la suma de $ 70.000m/n. en concepto de reparación
'del daño material proveniente del hecho mencionado y
la de $ 30.000 de igual moneda como resarcimiento del
daño moral, o la suma que en definitiva se fije, con inte-
reses y costas.
Que a fs. 29 contesta la demanda D. Urbano de
Iriondo en representación de la Prov. de Santa Fe.
Manifiesta que, ante todo y dada la índole de la re-
presentación que ejerce, niega los hechos en que se
funda la acción como ocurridos en la forma expuesta
para servir de base a la l'esponsabilidad que se quiere
atribuir a su mandante.
Sostiene que la acciÓn está prescripta, pues se ori-
gina en el delito imputado a un agente de la provincia
que habría sido cometido el 17 de diciembre de 1940,
desde cuya fecha hasta la de iniciación de la demanda
ha transcurrido con exceso el plazo que fija el arto 4037
del Cód. Civ. y desde que aquí no se demanda al agente
sino a la provincia no cabe admitir que la substanciación
de la acción criminal seguida contra el primero. haya'
/
interrumpido la prescripción de la acción contra la se-
gunda, ya que la característica de la acción prejudicial
es que se traba entre las partes que debaten también en
el otro fuero. .
Por otra parte, niega que la actitud de la policía
.haya sido violenta e impropia y desproporcionada con la
perturbación del orden por parte de los manifestantes.
Niega, asimismo, que la provincia sea responsable
por los actos de sus agentes cuando ellos revisten el ca-
rácter de actos jur,e imperii, a cuyo efecto invoca el arto
6~O F'ALLOS DE LA CORTE SUPREMA

43 del Cód. Civ. y algunos fallos de lá Corte Suprema


anteriores, a lo cual agrega que los fallos citados en la
demanda contemplan situaciones diferentes de la. que
resulta del caso de autos en que unos pocos agentes de-
bían reprimir la exaltación de una manifestación pública
de protesta para evitar la extensión del desorden, con
las graves consecuencias que podía ofrecer. . ~
Afirma que la provincia no puede ser responsabili-
zada por el daño moral sufrido por el actor, cuya repa-
ración sólo puede imponerse al autor del hecho, conforme
a los arts. 43, 1068 y 1078 del Cód. Civ.
Impugna los demás conceptos en que se basa la in-
demnización reclamada, por no constarle, y dÍsienteen
absoluto con las estimaciones formuladas por el actor,
por considerarlas exageradas.
En consecuencia, solicita que se declare prescripta
la acción; que, si así no se reso~viera esa cuestión, se
rechace la acció~ con costas, y que, en el caso de que
-ella prosperase, se desestimen los conceptos y montos
pretendidos y se fijen los que correspond!:\,n según la
prueba que deberá producirse. '
Que contestado a fs. 34 el traslado de laprescrip-
ción y abierto el jUicio a prueba a fs. 34 vta., se produjo
la q~e indica el certificado de fs. 327, alegaron las par-
tes, fs. 330 y 355, dictaminó en cuanto a la jurisdicción
originaria el Sr. Procurador General a fs. 363 y dictóse
a fs. 363 vta. la providencia de autos para definitiva.
,
Considerando:
. Qúe la defensa de prescripción opuesta por la de-
mandada a fs. 29 fué desistida en el alegato de fs. 355.
Que, según reiterada jurisprudencia de esta Corte,
el Estado es responsable por los actos de sus empleados
que en ejercicio de sus funciones han producido un daño,
\

DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 641

si procedieron con dolo, culpa o negligencia (Fallos:


190, 457; 191, 269; 192, 207; 196, 101 Y221; 203, 20, etc.).
Que está fuera de discusión haber sufrido lesiones
el actor a consecuencia de un disparo de pistola de gases
lacrimógenos, hecho por un empleado de la policía de
la provincia "demandada, cuando a raíz de su detención,
haJlábase en un camión de la misma policía. Está, en
cambio, en tela de juicio si el disparo fué hecho por un
agente apostado en el camión o por alguno de los que
estaban en la calle, próximos a"este último, y cuál fué
el agente que hizo el disparo.
Que la individualización del autpr, de primordial
importancia, por razones obvias, en el juicio criminal,
no interesa sino secundariamente en _esta causa; puesto
que no se discute haber sido efectuado por un agente po-
licial, como no se trata aquí de su responsabilidad per-
sonal sino de la de su principal, si se ha probado que se
lo hizo con culpa o negligencia, la responsabilidad de
este último sería innegable. Verdad es que la prueba de
la culpa o imJ?rudencia puede depender relativamente
de la individualización aludida; pero nada más que rela-
tivamente, porque procediendo el disparo de un grupo
de agentes concentrado alrededor del camión en que se
hallaba el actor detenido, si el hacerlo en dirección al
camió'n lleno de detenidos no está justificado por espe-
ciales circunstancias del momento, no es indispensable
esclarecer de qué agente provino para dar por s'entado
que la actuación policial habría sido imprudente y que,
por ende, el Estado provincial, del que esos policías eran
dependientes, es responsable del daño que el disparo
haya causado (Fallos: 190, 457).
Que las constancias del sumario criminal, invoca-
das como parte de su prueba por la provincia demau-
dada y que no hau sido objeto de ninguna rectificación
642 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

por parte de ella en esta causa, demuestran incont-esta-


blemente la precipitación o la impericia -de todos mo-
dos, la imprudencia-, con que procedió .en el caso el
policía qu-ehizo el disparo. Pues que lo haya hecho uno
de los que estaban trepados al camión o uno de los que
se hallaban en la calle, junto a este último, el disparo he-
cho en dirección a los detenidos que se hallaban d-entro
del camión y con respecto al actor a quemarropa, como
lo demuestra la índole de las heridas que sufrió, no apa-
rece justificado o siquiera -explicado por ninguna exi-
gencia del cumplimiento de las obligaci9nes policiales en
las circunstancias de aquel momento. La fotografía agre-
gada al sumario criminal y a estos autos (conf., asimis-
mo, pericia de fs. 253) y cuya autenticidad como imagen
d-ela situaci{)n en que se hallaban los agentes y los dete-
nidos y demás características del lugar en el momento •
de ocurrir el hecho fué expresamente admitida por el .
Juez y la Cámara. en aquel juicio y no ha sido desvir-
tuada en éste por prueba alguna de la demandada, co-
rrobora terminantemente la conclusión que antecede.
Que la absolución del procesado Ojeda, por no con-
siderarse suficiente la prueba de haber sido él quien hizo
el disparo, no impidió que en la sentencia definitiva
testimoniada a fs. 266 el tribunal dE¡,última instancia
juzgase lo ocurrido muy explícitamente, luego de exa-
minar toda la prueba, llegando a afirmaciones como
las siguientes, cuyo valor moral es innegable: "La ac-
tuación de los num.erosos agentes dE;!policía pertene-
'cientes a la compañía de gases lacrimógenos se produjo
con evidente precipitación y aun con manifiesta incom-
petencia"; "la poca instrucción, las órdenes precipi-
tadas, el mal entendido celo político son las causas me-
diatas del hecho"; "no cabe duda que el Dr. Susán fué
herido hallándose ya en el camión policial y que el autor
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 643

. de la lesión fué uno de los agentes que cargaban pis-


tolas lanzagases". La culpa o imprudencia de los agen-
tes de la provincia demandada débese, pues, tener por
probada en la emergencia.
Que . corresponde, en consecuencia, examinar la
prueba relativa al daño patrimonial que el actor alega
haber'sufrido, pues nO'mediando delito del derecho cri-
minal el daño moral no es indemnizable (art. 1078 del
Oódigo Oivil; Fallos: 193, 22i; 196, 101).
Que las consecuencias físicas del disparo recibido
están descriptas con detalle y objetiva precisión en el
dictamen pericial de fs. 280 donde se llega a las sigUien-
tes conclusiones: "Por la 'pérdida de la visión de un
ojo (el ojo fué enucleado), por la mutilación deforman-
te del rostro, por las secreciones nasales costrosas cu-
ya fetidez es perceptible a las veces, considero que el
actor, aunque apto para otros trabajos, se encuen~ra
totalmente incapacitado para el ejercicio de su profe-
sión de cirujano. El ojo derecho no ha sufrido como
consecuencia del traumatismo ni hay elementos de jui-
cio que hagan temer complicaciones consecutivas a la
lesión del ojo izquierdo". Oomo el mismo perito lo
observa complementariamente, la grave deformación
facial, -ver fotografía de fs. 276-, la reducción de
la visión, los trastornos funcionales que enumera a fs.
282,numerosos y todos ellos de cierta seriedad (bloqueo
linfático de la hemicara izquierda; paresia de la comi-
sura izquierda de Ja boca, neuralgi~s del trigémino,
rama oftálmica, trastornos de la olfación, parálisis del
ala izquierda' de la nariz, etc.) comportan también da-
ños apreciables del punto de vista de la capacidad físi-
ca y psíquica del actor, particula'rmente sensibles en su
condición de médico. Todo ello sentado, trátase de saber
en qué medida probable ha podido influir el estado del
644 'FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

actor después de, las lesiones mencionadas en el rendi-


miento económicodel ejercicio de su profesión. Para lo
cual ha de comenzarse por determinar lo que resulta
de la prueba en orden a ese :mismo rendimiento antes
de las lesiones. I
Que la prueba es en este punto muy deficiente. Son
numerosos los testigos qVe afirman haber sido intensa
.
la actividad profesional del actor antes de las lesiones,
.

y que le atribuyen un rendimiento mensual oscilante en-


tre $ 2.500,00y 4.000,00 (fs. 49,49 vta., 71, 125 vta., 127,
141 vta., 143 vta., 145, 153, 154, 155 vta., 157, 159, 1,59
vta., i64, 165 vta., 166 vta., 176, 261). Pero salvo los'
Dres. T~ruggi y Viola (fs. 159 vta.y 170) el primero
\. de los cuales era socio del actor en el sanatorio de Za-
valla, \el segundo en el consultorio de Rosario, y el
Sr. D~sso (£s. 155vta.) Presige,nte de la Sociedad de
Socorros Mutuos de Zavalla, para la cual ejercía el ac-
tor su profesión, sólo se fundan en impresiones y con-
jeturas. Si esta deficiencia obedeciera a dificultades in-
salvables de prueba es obvio que no cabría objetarla.
Pero es que tanto el sanatorio como la sociedad nombra-
da llevaban seguramente alguna cOIltabilidad -el Dr.
Teruggi, que compró el sanatorio, se refiere a ella a
fs. 159 vta.- cuyas constancias, -que no se han traído
a los autos-, hubieran podido ofrecer elementos de jui-
cio devna objetividad de que carecen las declaraciones
aludidas. Además el actor debió pagar impuesto a los
réditos provenientes de su actividad profesional desde
que ese régimen impositivo se impláJ;ltó,en el país; sus
declaraciones juradas, -de ias cuales era dueño, en
cuanto no comprometieran intereses de terceros, no in-
vocados aquí-, hubieran sido sumamente' ilustrativas
para los fines de este juicio, pero tampoco sé las h~
of,r:ecido.;Lomismo cabe decir de la operación de venta I
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 645

del sanatorio de Zavallasobre la cual sólo se ha traído,


como prueba directa, la declaración del comprador (fs.
159 vta.), con el agravante de que no resulta de ella
con claridad si los $ 25.000,00pagados, según el Dr. Te-
ruggi, como ,precio, correspondían no sólo a la llave del
negocio y a las instalaciones sino también al inmueble;
detalle importante para apreciar con justeza la produc-
tividad atribuída a esta explotación, por más' que al se-
pararse de ella ~l Dr. Susán debía descartarse de dicha
productividad lo que era precisa y exclusivamente de-
terminado por el prestigio profesional del actor. Estas
omisiones no sólo obligan a juzgar con criterio muy
estricto la prueba producida sino que constituyen una
presunción adversa a la magnitud que la demanda y los
testigos atribuyen a las ganancias profesionales del ac-
tor antes de las lesiones. Y por fin cabe observar que
el actor mismo varió en la estimación de los perjuicios
desde la promoción de su demanda ante el Juez Federal
de Rosario, donde reclamó por ellos la suma de pe-
sos 90.000,00,hasta la interposición de ésta, en que re-
clama por el daño material $ 70.000,00. .
Que según el dictamen pericial la incapacidad del
actor para el desempeño de su profesión no es total. El
perito considera que como tal debe considerarse sólo en
orden a su especialidad de cirujano. Pero según resulta
de la prueba testimonial el Dr. Susán no actuaba sólo
como cirujano (com. P repregunta a fs. 142) y algunos
testigos se refieren al ejercicio de su profesión después
de las lesiones (fs. 136, 159 vta.), si bien, ~como en la
declaración de fs. 159 vta.-, haciendo notar la declina-
ción que su nuevo estado le causó. Es, por lo demás,
lo que el perito expresa a fs. 282 vta.: "El actor es, sin
embargo, apto para el trabajo y su título ha}Jilitante
de médico le permite dedicarse a otras ramas de l¡:tme-
646 FALLOS DE. LA CORTE SUPREMA

dicina que no requieren especial destreza física ni con-


tacto directo con pacientes ;'. Por último ha de t-enerse
presente para la estimación del perjuicio y la fijación de
su resarcimiento pecuniario la edad del actor al tiempo
del accident-e, que era según. su propia manifestación, de
54 años.
Por tanto se hace lugar a la ¡demanda y cond&nase
a la provincia de Santa Fe a pagar al actor en el plazo
de noventa días la cantidad de $ 45.000,00m/n. con inte-
reses a estilo de los que cobra -el Banco de la Nación
Argentina desde la fecha de la notificación de la deman-
da y con costas.
B. A. NAZAR ANCHORENA - F.
RAMOS MEJÍA - T. D. CASARES.

MARTIN IBAÑEZ v.' CAJA DE JUBILACIONES Y PEN-


SIONES DE EMPLEADOS FERROVIARIOS

JUBILACION DE EMPLEADOS FERROVIARIOS: Pensiones.


Personas beneficiadas .
.Probado que el empleado ferroviario con más de diez años
de servicios falleció en ejercicio de su cargo, procede acor-
dar a su hijo la 'pensi6n establecida por el arto 38 de la
ley n 10.650, a cuyo efecto es indiferente que la muerte
Q

haya ocurrido o no en acto de servicio.

SENTENCIA DE LA CÁMARA DE APELACIONES DEL TRABAJO

Bs. Aires, julio 16 de 1946.


Autos y vistos:
Que de las constancias de autos, surge claramente que D.
Lautaro Ibáñez, tenía una antigüedad en sus tareas de más
de diez años, y además que su deceso se produjo en acto de
servicio. Lo primero surge fehaciente:mente 4e la certificación
. .
DE -JUSTICIA DE LA NACIÓN 647

de servicios, corriente a fs.- 1; lo segundo, del testimonio de


sentencia glosado a fs. 49 y 50, que determina lá responsabi-
lidad de la Empresa.
Correspong.e entonces hacer lugar a lo solicitado "por el
recurrente ya que el derecho invocado le asiste ampiiamente.
Por todo ello, las razones concordantes invocadas en el me-
morial de £S. 92 y sigtes. y de acuerdo con lo dictaminado por
el Sr. Procurador General del Trabajo, revócase la resolución
de fs. 78 €n -cuanto fué materia de recurso, acordándose la pen-
sión solicitada. - Rodolfo G. Valenzuela. - Domingo Pel11;ffo.

DICTAMEN DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:
La sentencia apelada declara que la muerte de
D. Lautaro"Ibáñez se produjo en actos de servicio, con-
forme a la exigen'cia del arto 20, inc. 29 de la ley 10.650
(fs. 100 y 102). Tal apreciación de hecho, no arbitraria
ni insostenible, y por lo tanto no' sujeta á revisión por
parte de V. E,. mediante recurso. extraordinario, basta
para mantener el fallo recurrido, sin que sea necesario,
por ello, entrar a considerar las demás cuestiones plan-
teadas.
Corresponde, pues, declarar mal concedido el re-
curso a fs. 105 vta. Bs . .Aires, setiembre 16 de 1946. -
Juan; Alvarez.

F ALIJO DE LA CORTE SUPRElIfA

Bs. Aires, 27 de septiembre de 1946.

y vistos: Los autos "Ibáñez Lautaro, pensión de la


ley n9 10.650"; venidos de la Cám. de Apel. de la Jus-
ticia del Trabajo, por vía del recurso extraordinario,
648 FALLOS DE LA CORTE SUPREJfA

y considel'ando:
,
Que la s'entencia en recurso al fUlfdar la solución
acordada al caso, da por acreditado un hecho irrevisi-
ble por esta Corte 'Suprema en función del recurso ex-
traordinario, esto es, que Ibáñez tenía una antigüedad
en sus ti:ireas de más.de diez años.
Qu~ por otra parte de la planilla de fs. 1 y del acta
de defunción de fs. 3 resulta que dÍcho empleado falle-
ció en el ejercicio de su cargo, extremo éste que requie-
re el arto 38 de la ley 10.650 y el arto 1 del decreto-ley
Q

número 14.534para dejar derecho a pensión.


Por ello se confirma la sentencia de fs. 105 en cuan-
to pudo ser materia del recurso.

ANTDNIO SAGARNA - B. A. NA-

ZAR ANCHORENA - F. RAMOS

MEJÍA - T. D. CASARES.
\.

OBRAS SANITARIAS DE LA NACION v. MUNICIPA-


LIDAD bE SAN ISIDRO

RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Relación di-


9'ecta. Scntenci,as C01~ftmdamentos no federales o federales consenti-
dos. Fundamentos de o1'den procesa,l.
Es improcedente el recurso extraordinario fundado en la
negación del derecho de la ml1nicipalidad apelant.e a ejer-
'Cer sus poderes financieros .conforme al arto 5 de la Consto
Nacional contra la sentencia que, si bien ordena la devolu-
ción total del gravamen que declara confiscatorio, no se'
basa en el desconocimiento del derecho del fisco a cobrar
monto alguno sino en que no es atribución de los jueces
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

fijar el límite concreto de lo que se ha de <lo1:iraren cada


uno de los casos en que se declara percibida sin derecho
una contribución en razón de su excesivo monto.
TASAB.
Cuestionada una tasa por no ajustarse razonablemente al
costo del servicio, la estimación que de esa relación hagan.
los jueces para resolver si la autoridad que la impuso
.procedió o no dentro de la órbita de sus facultades, no
importa invasión de atribuciones privativas de otros po-
deres, especialmente si el fallo se limita a decidir que el
cobro se hizo sin derecho, dejando librada al poder admi-
nistrador la reliquidacióncorrespondiente.
RECURSO EXTRAORDINARIO: Requisitos propios. Resoluci6n
contraria.
Es improcedent.e el reeursO extraordinario fundado en la
violación de la igualdad de los impuestos y las cargas pú-
blicas, del derecho de propiedad y de lo establecido por
. el arto 5 de la ConstoNacional en cuanto a las facultades
de las municipalidades, cont.ra la sentencia que, sin desco-
nooer el derecho de la municipalidad ,recurrente para co-
brar a Obras Sanitarias de la Nación tasas de alumbrado,
limpieza y riego por los servicios prestados a esta última
repartición, ordena la devolución de lo cobrado por con-
siderar probado que el importe de la tasa excede en tal
forma el costo del servicio que la contribución de refe-
rencia, además de violar el arto 17 de la Consto Nacional
por ser confiscatoria, resulta desnaturalizada por conver-
tirse en un impuesto que la municipalidad no está autori-
zada para' cobrar.
RECURSO EXTRAORDIN Aiao: Re'J.uisitos propios. Cuestiones
,~o federales. Exclusi6n de las cuestiones de hecho. Reglas generales.
No es arbitraria la sentencia respecto de la cual no se pre-
tende que haya prescindido de la sujeción a la ley y a la
prueba con que los jueces tienen el deber de actuar, sino
que tan sólo se objeta la interpretación legal y la estima-
ción de pruebas realmente existentes que se hace en la
misma, puntos ambos irrevisibles por medio del recurso
extraordinario 'aunque la objeeión fuera acertada.
il:-:

650 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

DICTAMEN DEL PROCURADOR GEN;ERAL

Suprema Corte: .
Por sentencia de remate dictada en un juicio ante-
rior, la Cám. Fed. de La Plata condenó a Obras' Sani-
tarias de la Nación a pagar a la municip. de San Isidro
$ 270;008,40 de los cuales correspondían dos tercios a im-
puestos de alumbrado y limpieza, barrido y riego, y un
tercio a recargos por multas. Después, Obras Sanita-
rias inició juicio ordinario de repetición, el que ha sido
fallado por la misma Cámara en 3.de agosto ppdo. or-
denando a la municip. de San Isidro devolver la suma
aludida, con intereses (fs. 481) ; y contra tal fallo trae
ahora la municipalidad demandada un recurso extraor-
dinario (fs. 502 vta.). Lo .conceptúo admisible en cuan~
to se refiere a las cl.lestiones federales contempladas y
resueltas por la Cámara.
Las dos principales -yen torno a ellas gira todo.
el litigio- consisten en determinar si por razón de sus
funciones como repartición nacional, 'Obras Sanitarias
está exonerada de las contribuciones de alumbrado, lim-
pieza, barrido y riego que se le cobl;aron; y caso nega-
tivo, si hubo exceso inconstitucional en el cobro.
1. Acerca de lo primero, poco pudiera agregar a
las consideraciones del dictamen que expedí con fecha .
4 de mayo de 1938 en el expte. adm. Interior, 41.990-0-
937,y corre agregado en copia a fs. 192. Estudiado aho-
ra nuevamente el tema a siete años largos de distancia,
ratifico cuanto entonces expresé. Puesto que la Nación
no ha exonerado del pago de tasas municipales a Obras
Sanitarias, como lo ha hecho -con algunas reparticiones
y. empresas de utilidad general, ha de entenderse que no
DE JUSTICIA D~ LA NACIÓN 651

conceptuaba necesario imponer a los municipios esa


carga.
Transcribiré, no obstante, algunos párrafos de otro
dictamen administrativo que en cierto modo complemen-
ta lo dicho entonces. Lleva fecha' 14 de junio de 1944
(exp. Hacienda,' 75.433/94:3),y puntualiza la dificultad'
de dictar una norma general, susceptible de aplicarse a
cuantos casos pudieran ofrecerse.
"Nuestra Corte Suprema ha admitido ... que las
autoridades administrativas provinciales pueden pres-
tar ciertos servicios públicos a la Nación inclusive den-
tro del puerto de La Plata (160: 342; doctrina concor-
.dante en el fondo con la de 187: 79; 191: 327; 194: 317;
195: 50 y 529; 196: 530) ; y varios de esos servicios se
les encomiendan por el propio Congreso, conforme ocu-
rre con la vigilancia del cumplimiento de las leyes. del
trabajo, organización del registro civil, registros de hi-
poteca~, etc. Además, cuéntanse por centenares, y aca-
so por millares, las oficinas de correos, escuelas, cuarte-
les, campos de maniobras o reparticiones de parecida
Índole, que reciben servicios de carácter municipal. A
veces, trátase hasta de colonias o campos de producción
que ocupan extensas superficies. No se discute que de-
ban prestar esos servicios las autoridad.es locales, ni ten-
dría sentido considerar a cada una de las' repartidones
aludidas, como si fuese un pequeño territorio nacional
situado fuera del territorio provincial.
"Lo discutible, a mi juicio, es que se exija a las pro-
vincias prestar gratuitamente tales servicios públicos.
Obvio es que si la ,Naciónlos atendiese por sí misma ten-
dría que efectuar algún desembolso, del mismo modo
que lo efectúa cuando el servicio se le presta por conce-
sionarios privados. En la Capital Federal y las gober-
naciones nacionales no se exige presten servicio funcio-
¡¡52 FALLOS DE LA caRTE SUPREMA

narias pravinciales: tada lo hace y castea la Nación.


&N a es justo, entonces, que cuando en territorio provin-
cial exige servicios pravinciales, reembolse a campense
en cualquier forma adecuada, su casto? Si paga el im-
porte al recibir corriente eléctrica o aguas cOI'rientes
de una usina particular, &por qué na habría de pagarla,
cuando lo recibe de tina usina provincial o municipal?
" Además, desde hace muchos añas vienen admitien-
do la justicia de alguna campensación las leyes 5315 y
10.657,que exoneraron del pago de impuestos provincia-
les y municipales a l()s ferrocarriles de concesión nacio-
nal. La f.órmula es doble: el carácter de empresa de
utilidad nacional no exime del pago de ciertos servicios
locales; y parte de la compensación exigida a las empre-
sas por la Nación, debe invertirse en provecho de las
provincias o los municipios (construcción de caminos de
acceso). Me permito recordar a V. E. que también en
materias de enrolamient¿ ha sido de práctica r-etribuir
en alguna forma a los empleados del registro civil pro-
vincial; y que en los últimos tiempos, la Corte Suprema
ha admitido estar sujetas las propiedades privadas d-el
Banco de la. Nación al pago de impuestos municipales
(192: 20), tesis que, sin desestimarla categóricamente, .
parece en cierto modo inconciliabl-e con la doctrina sus-
tentada por el P. E. en sus decretos de 20 de octubre
de 1926, 20 de diciembre de 1937 y 25 de abril de 1939
(Bol. Ofie., NQ9765,13.040 Y 13.559), al negarse al pago'
de tasas municipales por las propiedades fiscales, fuese
cual fuera el destino que se dé a estas últimas".
n. Acerca de lo seg'Undo,creo haber puntualizado
también los términos del. pJ.:oblema, en otra dictamen
(agosto 27 de 1938, Obras Públicas, 4599-M-938). Per-
mítame ',v. E. reproducir algunos de sus párrafos.
"En teoría resulta sencillo admitir que las munici-
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 653

I
palidades cobren a la Nación el importe de los servicios
~ que le presten, sin que ello signifique facultarlas para
1
gravar con impuestos a los inmuebles u oficinas que el
Gob. Nacional utiliza para el cumplimiento de sus fines.
En la práctica, dista mucho de ser tan fácil la delimita-
ción. A veces -y tal ocurre en el caso actual- los ser-
vicios son obligatorios y su precio se fija por las auto-
ridades locales, que los monopolizan. Puedén ellas, en-

\ )
tonces, elevar la tarifa arbitrariamente de tal suerte
que 'exceda en mucho al costo real del servicio y en vez
de limitarse a ser" retribución'" constituyan una fuen-
te de rentas generales, ad~uiriendo características que
impiden discernir si se trata de tasa o de impuesto. Ade-
más, los tribunales tienen resuelto que no es inconstitu-
cional una tarifa municipal por el hecho de cobrar más
de lo que valen los servicios prestados (julio 18/938, iJn
re Ricart, entre otros; cf. dictamen noviembre 16/937).
Esto significa que si se reconoce a los municipios el
derecho de cobrar al Fisco las sumas que ellos mismos
fijen por concepto de las llamadas "tasas", puédese por
esta vía permitirles graV'ar con esos impuestos disfraza-
dos las mismas oficin,as públicas nacionales que le~ está
prohibido obstaculizar con impuestos libres de di.sfraz".
Esto sentado, ¡,cuál sería la solución jurídica del ca-
so, supuesto que es prácticamente imposible establecer
con exactitud matemática cuánto cuestan la luz, el barri-
d,o, etc. que recibe cada uno de los predios de Obras de
Salubridad 1 Creo que esa dificultad de hecho no debe
conducir a la conclusión de que la municipalidad preste
gratis el servicio. Ninguna duda puede caber de que al-
go cuesta; y si no puede estimárselo exactamente, la si-
tuación resultará e,quiparable a la prevista por nuestro
Cód. de Procedo para todos los casos en que, existiendo
certidumbre acerca de la existencia de un crédito, sub-
654 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

sisten dudas acer'ca de su verdadero monto, o sea, jura- I

mento estimatorio dentro de la suma fijada por el juez. ~


¡"
,
Ello resultará más justo que la devolución total.
A mérito de 16expuesto, llego a la conclusión de que
debe modificarse la sentencia apelada, estableciendo que
la Municipalidad de San Isidro sólo debe devolver lo
cobrado a Obras Sanitarias en la parte que exceda al
costo del servicio, así como el importe de las multas co-
rrespondientes a tal' exceso. Bs. Aires, octubre 20 de
1l345. - Juan Alvarez.
(
FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Bs. Aires, 27 de septiembre de 1946.


I
Y vistos "los autos "Obras Sanitarias de la 'Nación
c. Municip. de San Isidro sobte cobro de pesos ", en los
que se ha concedido el recurso extraordinario interpues-
to a fs. 490 contra ÜI, sentencia dictada a fs. 481 por la
Cám. Fed. de ApeL de La Plata.

Considerando:
" "

Que la sentencia apelada hace lugar a la demanda


en todas sus parte"s porque, si bien se reconoce en ella 1-
estar la municipalidad demandada legal y constitucio-
nahnente facultada para cobrar a Obras Sanitarias de
la Nación tasa de alumbrado, limpieza y riego por los
servicios de esa especie prestados a la aetora en las de-
pendencias de ella instaladas en la localidad de San
Isidro, se considera probado que el importe de la tasa
excede en tal forma el costo del servicio que la cóntri-
"buciónde que se trata, sobre violar el arto 17 de la Con"s-
titución por su confiscatoriedad, se desnaturaliza con~
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 655

virtiéndose en un impuesto que la municipalidad deman-


dada no está autorizada para cobrar.
Que sintetizando la fundamentación desenvuelta en
el escrito de. fs. 490 en el cap. VII se determina el al-
cance del recurso extraordinario en los siguientes tér-
minos: "violación ... de la garantía constitucional de
la igualdad de los impuestos y cargas públicas (erró-
neamente entendido por la Excma. Cámara), la inviola-
bilidad de la propiedad de mi representada (porque ten-
dría que prestar gratuitamente a O. S. de la Nación los
servicios de alumbrado, limpieza y riego) ; la negación
de que el derecho constitucional de que la Municip. de
San Isidro utilice el ejercicio de sus poderes financie-
ros y su subsistencia como autarquía institucional (art.
5 C. Nac.) ; la interpretación de los hechos, no ajustán-
dose a la verdad jurídica-legal, significativo de una frus-
tración a la procedencia del recurso extraordinario".
Que, por de pronto, no es fundamento atendible el
.que se refiere a la negación del derecho de la municipa-'
lidad a ejercer sus poderes financieros ni, consecuente-
mente, el que alude a la violación de la propiedad, consis-
tente en tener que prestar gratuitamente a la aetora los
servicios en cuestión, puesto que no hay tal desconoci-
miento en la sentencia apelada y, por consiguiente, no
se sigue de ella deberse prestar gratuitamente, en el
caso, los servicios municipales de que se trata sino de-
berse cobrar por ellos una suma que guarde razonable
relación con.su costo. La devolución total que la senten-
cia impone no se funda en el desconocimiento de derecho
a cobrar monto alguno, sino en que no es atribución de
los jueces, fijar el límite concreto de lo que se ha de
cobrar en cada uno de los casos en que se declara co-
brado sin derecho un gravamen, en razón de su excesivo
656 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

monto. Lo cual es, por lo demás, jurisprudencia reitera-


da de esta Corte (Fallos: 187, 234; 195, 250; 196,<.;61).
.'
Que cuestlOnada una tasa por no ajustarse razona-"
blemente al costo del servicio, la ineludible estimación
que de esa relación hagan los jueces, en razón del cárác-
ter de la contribución impugnada, para resolver si el
órgano institucional que la impuso procedió o no en la
órbita de sus facultades, no importa de ningún modo
invasión de atribuciones privativas de otros p<;>deres.
Yen especial no lo importa cuando la sentencia se limita
a decidir que el.cobro ha sido sin derecho, dejando libra-
da al poder administrador la reliquidación correspon-
diente. La decisión judicial no contiene en estos casos,
desde ningún punto de vista, juicio alguno sobre la nece-
sidad o conveniencia de la contribución impugnada, que
es lo que esta Corte ha declarado impropio del Poder
Judicial en los fallos que se citan a .fs. 497 vta. y en mu-
chos otros. /
Que si bien en la s()ntencia recurrida se alude a la
falta de igualdad con que la tasa fué cobrada "porque
a valores iguales no corresponde tributo igual" la ob-
servación aparece hecha sólo a mayor abundamiento.
Por lo demás, es patente que la argumentación relativa
a la confiscatoriedad de la tasa que sobrepasa" con ex-
ceso intolerable" el costo del servicio, basta para susten-
tar la decisión, por lo cual sólo en el caso de ser pro-
cedente el recurso a este respecto correspondería con-
siderar bien concedido el que se acordó a fs. 502 vta. y
entrar al fondo de la cuestión federal respectiva.
Que sobre este último punto el recurso extraordi-.
nario es improcedente porque el pronunciamiento ape-
lado sanciona la preeminencia de la Consto Nacional so-
bre la ordenanza de la municipalidad provincial deman-
. dada, por lo cual no se da en el caso el requisito de la
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 65,7

decisión contraria al derechp federal establecido por el


inc. 2 del arto 14 de la ley 48 (Fallos: 148, 62; 162, 248;
Q

163, 42; 186, 421; 189, 308, etc.).


Que ello no obstante, la demandada sostiene su pro-
cedencia alegando que la s,entencia frustra ,la proceden-
cia del recurso por obra de una apreciación arbitraria
de la prueba relativa a la relación del costo del servicio
con el monto del gravamen, a la cual debería ponerle
remedio ,esta Corte por las mismas razones que la deci-
dieron a p~nerlo en los casos de sentencias" arbitrarias,
desprovistas de todo apoyo legal, fundadas tan sólo en
la voluntad de los jueces" (Fallos: 112, 384; 131, 387;
133, 298; 150, 84). La jurisprudencia invocada no es
aplicable en este caso por la doble razón de que ño se 1
)/
puede alegar en él la e::ristencia.de un propósito frustra- 1

torio del derecho federal pues, como acaba de explicar- .~


se,' es precisamente porque la sentencia sanciona la pre-
~
eminencia de él que el recurso extraordinario -cuya .'
i'azón de ser es el resguardo de esa supremacía- no
procede, y de que si 10 que se pretende es que el re-
curso procede no porque la sentencia frustre el derecho
federal ,sino porque, con total prescindencia de ello, es,
pura y simplemente arbitraria, basta examinar la crí-
tica que la recurrente hace de la apreciación de la prue-
ba efectuada en ella y esta misma apreciación para com-
probar que no se está, de ningún modo, ante uno de los
casos de excepción que han determinado los pronuncia-
mientos de esta Corte que se acaban de citar. La arbi-
trariedad a que se alude en ellos consiste en prescindir
de la sujeción a la ley y a la prueba, con que los jueces
tienen el deber de actuar para hacerlo como tales. Y es
patente que 10 objetado a la sentencia es la interpreta-
ción legal y la estimación de pruebas realmente existen-
tes que se hace en la misma, -puntos ambos irrevisibles
"

j'
.. :
,,':;';
FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

en el recurso extraordinario-, lo cual admitiendo en hi-


pótesis que la objeción fuera acertada, es cosa bien dis-
tinta de substraerse a la doble sujeción que, se acaba
de mencionar. '
I Por tanto, oído el Sr. Procurador General, se de-
clara improcedente el recurso extraordinario concedido
a fs. 502 vta.
ANTONIO SAGARNA - B. A. NA-
ZAR ANCHORENA - F.' RAMOS
MEJÍA - T. D. CASARES •

.
'

p
.f
íNDICE POR LOS NOMBRES DE LAS PARTES

A Bar6n Biza, Raúl C.: pág. 75.


Becker, Juan S. y otros: pág. 434.
Aduana v. Agentes del vapor "Monte Bellak, Ern¡lsto V. Hirsch, Edith: pág. '
Amboto": pág. 833. , 200.
Aduana v. Mazon Alearaz, Jacinto: Bemberg, Federico O. y Otto E. v.
pág. 614. Dir. Gral. de Escuelas de la Prov.
Aduana v. Savio, Alfredo y otros: .de Bs. Aires: ,pág. 448.
pág. 323. Blanchet, María E. v. Morgan, Euge.
Aduana v. eoc. Barcellone, Bourda' y nio F. N.: pág. 4á4.
Cia.: pág. 87. Bohoslavsky, Benjamín V. Ruiz, Delfi.
Aduana v. Soco Chadwick, Weir y Cía.: na Garcla de: pág. 604.
pág. 309. Bon'orino de Irigoyen, Sara y otros v.
Aduana v.' Soco Guedes y Mieu1et: Naci6n: pág. 412.
'pág. 289. Bouyssounouz<J, Roboo::to v. Nación:
'Aduana v. Soco Peuser, Jacobo Ltda.: pág. 51.
págs. 62 y 87.
Aduana V. Soco Pomponio y Cía. y e
otros: pág .. 310.
Aduana v. S. A. Celulosa Argentina: Cabeza, Marino v. Imp. Internos: pág.
'pág. 338. 425.
Aduana v. Soco de Resp. Ltda. Malvar Cafa de Oiviles v. MarUnez, Oarlos
y Silva: pág. 87. M.:' pág. 147. .
Aduana v. Soco Resp. Ltda. Mina San Oaja de Ferroviarios v. Dalton, Ana:
Ignacio: pág. 93. , pág. 544. .' '
Agentes d<1 vapor "Monte Amboto" V. Oaja de Ferroviarios v. Ibáfiez, Mar.
Aduana: pág. 333. tín: pág. 646.
Agro, Francisco v. S. A. Lantex: pág. Oaja de Ferroviarios v. Lapo,rte, Juan
612. , \ Víctor: pág. 598.
Albina, Eusebio V. Prov. de Buenos Caja de Ferroviarios v. Pino. Isidoro
Aires: pág. 89. Juan: pág.' 509. .
Alvarenga, Francisco: pág. 5. Casalino, Ricardo: pág.' 40.
Allende, .Romualdo: pág. 196 . Castellini, Ernani Luis v. Dir. Gral.
.Arano, Héctor V. Soco W<Jst India Co.: Imp. Réditos: pág. 173.
pág. 72. , Centro de Consignatarios de Produc.
Arechavala, Eloisa-:.,Videla de V. Gimé. tos del Pals v. F. C. Sud: pág. 62.
nez, M. Videla de y Guichandut, Cesolari, Antonio v. Pedra.zzi, Loren.
Alejandro ,P.: pág. 161. zo: pág. 162.
AviJa, Rufo F. V. Fumarola, Pablo: Ooelho, Celedonia Etchegoyen de -tes.
pág. 279. • , tamentaria-: pág. 618.
Azulay, .Tacobo ---1Suc.-':' v. Tarenzio, Coletto, Domingo F. y otro "in re"
Romana y otras-: pág. 168. Cesolari, Antonio V. Pedrazzi, Lo-
renzo: pág. 162.
Colom, Eduardo v. Gira1t Font, Jaime:
B pág. 544. .
Oía. de Electricidad "Los Andes" v.
Balado L6pez, Haroldo v. Prov. de Municip. de Godoy Cruz: pág. 518.
Bs. Aires: pág. 60. Ola. de Seguros "La Primera" v. Gri.
Bco. El Hogar Argentino Hipotecario lli, Francisco y 'otro: pág. 66.
'Y. Portillo, Gaspar M.: pág. 43. Cia. General Electric v. Imp. Internos:
Barbieri, José V. S. A. Talleres )lieta. pág .. 330. ,
lúrgicos Santa Rosa: pág. 168. Cía. Uni6n Telef6nica del Río de la
Barcessat, EHas v.Dir. Gral. Imp. Plata v. Municip. de C6rdoba: pág.
Réditos: pág. 412. 408. '
660 INDICE POR LOS NOMBltES DE LAS PARTES

Oorrea, María L. del Oarmen y otra F. C. Sud V. Prov. de Bs. Aires: pág.
v. Nación: pág. 286. 516.
Ouervo Ramos, Felipe v. Nación: pág. F. F. C. C. del Estado v. Municip. de
209. San Juan: pág. 461.
Figueroa, Julio V. S. A. Brenni: pág.
D 380.
Fiscal V. Ghirard6n, Tulio: pág. 474.
Freire, Angel y Rial, Jesús: pág. 628.
Dahl, Daniel y. otros v. Dir. Gral. Imp. Fumarola, Pablo V. Avila, Rufo F.:
Réditos: pág. 633. pág. 279.
Dalmasso, lticardo y Eduardo v. Imp.
Internos: pág. 552.
Dalton, Ana v. Oaja de Ferroviarios:
G
pág. 544.
Denoni, Isidro R. v. Nación: pág. 272. Garber, Jacobo: pág: 472.
Deprettis, León v. Maver, Segund(} 8.: GaTdey, Emilio v. Dithu!bide, A.: pág.
pág. 279. 635.
Di Leonardi, Vicente v. S. A. Cia. Ge- Garda, Julio L. v. Nicora, Domingo:
neral de Oonstrucciones: pág. 163. pág. 68.
Dir. Gral. de Escuelas de la Prov. de García de Ruiz, Delfina v. Bohoslavs.
Bs. Aires v. Bemberg, Federico O. ky, Benjamín: pág. 604.
y Otto E.: pág. 448. GllJ'da MansilIa, Juau A. v. Naci6n:
Dir. Gral. de Escuelas de la Prov. de pág. 230.
Bs. Aires v. Gorizález Chaves, José Gel'men, Alberto': pág. 83.
M. (suc.): pág. 576. Ghirard6n, Tulio v. Fiscal: pág. 474.
Dir. Gral. Imp. ltéditos v. Barcessat, - Ghiringhelli, Delia v. Imp. IntCTnos:
Elias: pág. 412. pág. 594.
Dir. Gral. Imp. Réditos v. Castellini, Giménez, :María Videla de y Guichan-
Ernani Luis: pág. 173. d,ut, Alejandro P. v. Arechava]¡a
Dir. Gral. Imp. Réditos v. Dahl, Da. Eloísa Videla de: pág. 161. '
Giovagnoli, Joaquina M. Ezquerro de
niel A. y otros: pág. 633.
v. Imp. Internos: pág. 51.
Dir. Gral. Imp. Réditos v. Korner,
. Cristobal: pág. 105. GiraIt Font, Jaime v. Colom, Eduardo:
Dlr. Gral. Imp. Réditos v. S. A. Cía. pág. 544.
Estancia "Las Cabezas" Ltda.: pág. Godoy :B'ortunato v. Imp.' Internos:
221. pág. 556.
Gómez, I,idia .Molina de _uc.~:
Dir. Gral. Imp. Réditos v. S. A. Cía.
Gral. de Indu~trias y Transportes:- pág. 282.
González, Ram6n v. S. A. Frigorífico
pág. 339.
Anglo: pág. 247.
Dir. Gral. Imp. Réditos v. S. A. Lever
González Chaves, José M. (suc.) v.
Hnos. Ltda.: pág. 295.
Dir. Gral. de Escuelas de la Prov.
Dir. Gral. Imp. Réditos v. Viejobueno,
, de Bs. Aires: pág. 576.
Agustín y otros: pág. 31.
Gorina, Joaquín -SUC.-: pág. 196.
Dir. Gral. 'de Rentas de Santa Fe v.
S. A. Gauchos Agrícola Ganadera _Grilli, Francisco y otros v. Cía. de Se-
"La Delia": pág. 351. guros tiLa Primera": pág. 66.
Dithurbide, A. v. Gardey, Emilio: pág. Guichandut, Alejandro P. y Giménez
635. María Videla de v. Arechavala Eloí:
Dotti, Mauricio L. y otros: pág. 81. sa, Vid61a de: pág. 161. '

H
E
Hirsch, Edith v. Bellak, Ernesto: pág.
Estancias Amberenses' Sud Americanas 200.
v. Prov. de Córdoba: pág. 364. -
Etchegoyen de Coelho, Celedonia -tes. I
tamentaría- pág. 613. .
Ezquerro de Giovagnoli, Joaquina M.
Ibáfiez, lIIartí~ V. Caja de Ferroviarios:
v. Imp. Internos: pág. 51.
pág. 646.
Imp. Internos v. Cabeza, Marino: pág.
425.
F Imp. Internos v. Cia. General Electric:
pág. 330.
F. C. Gl'lln Oeste Argentino v. Muni- Imp. Internos v. Dalmasso, Ricardo y
cipo de San Juan-: pág. 108. Eduardo: pág. 552.
F. C. Sud V. Centro de ConsignataTios Imp. Internos v. Ghiringhelli, Delia:
de Productos d.el País: pág. 62. pág. 594.
F. C. Sud v. Obras Sanitarias de la Imp. Internos v. Giovagnoli, JOllquina
Nación: pág.' 586. 111. EzqueTr~ de: pág. 51.
-ji

INDICE POR LOS NOMBRES DE LAS PARTES 661

Imp. Internos v. Godoy, Fortunato: Municip. de San JUBn V. F. C. Gun


pág. 556. Oeste Argentino: pág. 108.
Imp. Ihternos v. P.a.sman, Ernesto J.: Municip. de San Juan v. F. F. C. C.
pág. 46. del Estapo: pAgo 461.
Imp. Internos v. Sangalli, rabIo: pág. Municip. de Santa Fe v. S. A. Argen.
59. tina de Construcciones Ace\'edo y
Imp. Internos v. Soco Parodi y Figini: Shaw: pág. 562.
pág. 49.
Imp. Internos v. Soco Vil1a. Aufricht
y Cia.: 'pág. 304.
Imp. Internos v. Soco de Resp. Ltda.
N
Grüen y Bilfinger: pág. 49.
Nación v: Bouyssounoli.ze, Roberto:
Irigoyen, Sara Bononno de y otros v. pág. 51.
.Nación: pág. 412.
Nación v. Correa, Maria L. del Carmen
y otra: pág. 286.
Nación v. Cuervo Ramos, Felipe: pág.
K 209. .
Na.ción v. Denoni, Isidro R.: pág. 272.
Kloosterboer, Guillermo v. Nación: Nación v. Garcla Mansilla, Juan A.:
pág. 386. pág. 230.
Kolungia, Nora S. V. Prov. de Buenos Nación v. Irigoyen, Sara Bonorino de
Aires: pág. 250. y otros: pág. 412.
Korner, Cristobal v, Dir. Gral. Imp. Nación v. Klooste-rboer, ,Guillermo:
Réditos: pág. 105. pág. 386.
Nación v. Municip. de Avellaneda:
pág. 114.
L Nación v. Noss, Augusto: pág. 261.
Nación, V. Roca Wright, Alejandro C.:
pAgo 200.
Lagos, Adolfo v. Lagos, J. y otros: Nación v. Sánchez, .Pantaleón M. pág.
pág. 165. 318.
Laporte, Juan Vlctor v. Caja de Fe. Nación v. Soe. Filgueira, Risso y Cia.:
rroviarios: pág. 598. pág, 2'5.
Nación V. Soco La' .Hidrófila Argenti.
na: pAgo 25 .
M . Nación v. Soco SteW".a.rt y Sealy: pág.
17.
Madrid, Fredy H. V. Grmfilippo, Do. N"",i6n v. S. A. Cinzano, Francisco y
mingo: pág.67. Cl". Ltda. ~ pág. 531.
Malmoria. Vlctor R. v. Villagra, .Jesús: Nicora, Domingo V. Garcla, Julio L.:
pág. 93. pág. 68. . .
Martinez, Carlos M. v. Caja de Civiles: Noss, Augusto v. Nación: pág. 261.
pág. 147. Noticias Grflficas: pág. 545.
Martlnez de Hoz de Salamanca. :Mana
Julia y otros v. Prov. de Bs. Aires:
pág. 453. o
Maver, Segundo S. v. Deprettis, León:
pág. 279. Obras Sanitarias de la Nación v. F. C.
Mazón Alcaraz, Jacinto v. Aduana: Sud: pág. 586.
pág. 614. Obras Sanibarias de la Nación v .. Mu-
Mederos, Manuel: pág. 603. nic;p. de San Isidro: pág. 648.
Méndez, Celia y otra v. Municip. de Olivares, Mariano v. Prov .. de Buenos
Bs. Aires: pág. 561. Aires: pág. 87.
Mirkin, Alberto: pág. 15.
Malina de Gómez, Lidia -suc.-: pág. p
282.
Margan, Eugenio' F. N. v.' Blanehet, Pasman Ernesto J. v. Imp. Internos:.
Maria E.: pág. 434. pág. 46. .
Municip. de AvelIaneda V. Nación: Pedrazzi, Lorenzo v. Cesolari, Antonio:
pág. 114. , pág~ 162.
Municip. de Bs. Aires v. Méndez, Celia Pérez Guzmán de Vialia, M. L. y otra
y otra:' pág. 561. v. Prov. de. Tucuinán: pág. 60.
Municip. de Córdobií. v .. Cia. Unión Pérez Orti7,', Bernabé v. Prov. de
Telefónica del Rlo de la Plata: pág. Salta: 'pág. 365.
403. Pino, Isidoro Juan v. Caja de Ferro.
Muriicip. de Godoy Cruz V. Cia. de viarios: pág. 509.
Electricidad "Los Andes": pág. 513. Ponzone, Angel v. S. A. de Hilados 'Y.
MUllicip. de San Isidro V. Obras Sani- Tejidos de Lana Campomar: pág.
tarias de la Nación: pág. 648. 612,

I
INDICE POR LOS NOMBRES DE LAS PARTES
662

portillo, Gaspar M. v. Bco. El Hogar Sánehez, Pantale6n M. v.' Naci6n:


Argentino Hipotecario: pág. 43. pág. 318.
Snnfilippo, Domingo v. lI;'[ad:rid, Fredy
Prov. de Bs. Aires v. Albina, Eusebio:
H.: pág. 67.
pág. 89. Sangalli, Bablo v. Imp. Internos: pág.
Prov. dEl Bs. Aires v. Balado L6pez,
Haroldo: pág. 60. 59.
Savio, Alfredo y otros v. Aduana:
Prov. de Bs. Aires v. F. O. Sud: pág.
pág. 323.
516. Seldes, Mauricio v. Ribeiros. Antonio
Prov. de Bs. Aires v. Kolungia, Nora
J.: pág. 61.
S.: pág. 250.
Prov. de Bs. Ai'res v. Olivares, Mari'a- Soco Acevedo y Shaw v. Richard.
Juan: pág. 251.
no: pág. 87.
Prov. de Bs. Aires v. Salamanca, Maria SIlC. Alvarez Hnos.: pág. 82.
•Julia Martlnez ,de Hoz dEl y otros: Soco Barcellone, Bourda Y Oia. v •
pág. 453. ' Aduana: pág. 87. .
Prov. de Bs. Aires v. S. A. ala. Uni6n Soco Chadwick, Weir y Cia. v. Aduana:
pág. 309. . ,
Telef6nica del Rlo de la Plata.: pág.
Soco Filgueir"" Risso y Cia. V. Naci6n:
9. pág. 25.
Prov. ,1" Bs. Aires v. S. A. Molinos
Soco Garcja y Cia.: pág. 549.
Rio de In Plata: pág. 337. .
Soco Gene y Ola.: pág. 361.
Prov. de Bs. Aires v. S. A. T. A.:
Soco Guedes y Mieulet V. Aduan:a:
pág. 250. pág. 289.
Prov. de C6rdoba v. Estancias Ambe-
Soco La Hidrófila Argentina v. Na.
renses Sud Americanas: pág. 364.
ci6n: pág. 26.
Prov. de Có'rdoba v: S. A. Ganadcra Soco l\{oretti, Tomatis y Ola. V. Prov.
"El Yunque": pág. 480. de Corrientes: págs. 161 y 365.
Prov. de C6rdoba v. S. A. La Esme. Soco Olguin, J. R. e Hijos V. Soco The
ralda Capitalizaci6n: p(lg. 131. Singer Manufacturing C9. y otra:
Prov. de Córdoba v. S. A. Mattaldi
pág. 93,
Sim6n Ltda.: págs. 614 y 626. Soco Parodi y Figini V. Imp. Internos:
Prov. de Corrientes v. Soco Moretti,
Tomatis y Cia.: págs. 161 Y 365. pág. 49.
Prov. de Entre Rios v. S. A. Cia. En. Soco Peuser, Jacobo Ltda. v. Aduana:
trerriana de Teléfonos: pág. 326. págs. 62 Y 87.
Prov. de Salta v. Pérez Ortiz, Bernabé: Soco Pomponio y Ola. y otros v. Adua-
na: pág. 310.
pág. 365. Soco Rodriguez Barros y Hnos. y Cia.:
Prov. de Salta v. S. A. Uni6n Inmobi.
liaria del Norte: pág. 171. pág. 416. .
Soco Sinclair Refining C9 de New York:
Prov. de Santa Fe v. Susán, José a.:
pág. 412.
pág. 635. SOCo Stewart y Sealy V. Naci6n: pág.
Prov. de Tucumán v. Vialía, M. L.
Pérez Ouz,!,án de y otra: pág. 60. 17.
Soco The London and Lancashiro In.
surance C9 Ltd.: pág. 76.
Q Soco The Singer Manufacturing 09 Y
otra v. SOCo Olguin J. R. e Hijos:
Quirno Lavalle. Avelino V. Quirno J.Ja- pág. 93.
valle, Irene S. Ugarte de: pág. 160. SOCo Troncoso y Varela: pág. 51.
Quiroga, 'Maria Susana "Ruz de y otros
Soco Villa, Aufricht y Ola. v. Imp.
v. Ruz Manuel: pág. 544. Internos: pág. 304.-
Soco west India C9 v. Arano, Héctor:
R pág. 72.
Soco dc Resp. Ltda. Grüen y Bilfinger
Rial, Jesús y Freire, Angel: pág. 628. V. Imp. Internos: pág. 49.
Ribeiros, Antonio J. v. Seldes, Mauri. SOCode Resp. Ltda. Latelier v. Suarez.
cio: pál:. 61. Alberto C.: pág. 513. '
Richard, Juan v. Soco Acevedo Y ShaW: Soco de Resp. Ltda. Malvar y Silva:
pág. 251. pág. 626. •
Roca Wright, Alejandro O. v. Naci6n: Soco de Resp. Ltda. Malvar y Silva v.
pág. 200. Aduana: pág. 87. .
Ruiz, Delfina Gorda de V. Bohoslavs- Soco de Resp. Ltda. Mina San Ignacio
ky, Benjamin: pág. 604. V. Aduana: pág. 93.
Ruz, Manuel v. Quiroga, María Susana
S. A. Argentina de Construcciones Ace.
Ruz de y otros: pág. 544. vedo y Shaw v. Municip. de Santa
s. Fe:' pág. 562.
S. A. Brenni V. Figueroa, Julio: pág.
Sala manea, Maria Julia l\{nrtinez de 380.
Hoz de y otros v. Prov. de Buenos S. A. Celulosa Argentina V. Aduana:
Aires: pág. 463. pág. 338.
INDICE POR LOS NOMBRES DE LAS PARTES 663

S. A. Cinzano, Francisco y Cía. Ltda. S. A. Uni6n Inmobiliaria del Norte v.


v. Nación: pág. 531. Prov. de Salta: pág. 171.
S. A. Cía. Entrerriana de Teléfonos v. Suarez, Alberto C. v. Soco de Resp.
Prov. de Entre Ríos: plig. 326. Ltda. Latelier: pág. 513.
S. A. Cía. Estancia Las Cabezas Ltda. Susán, José C. v. Prov. de Santa Fe:
v. Dir. Gral. Imp. Réditos: pág. pág. 635.
221.,
S. A. Cía. General de Construcciones v. T
Di Leonardi, Vicente: pág. 163.
S. A. Cía. Gral . de Industrias y Trans. Talof.ta, Francisco: pág. 92.
portes v. Dit. Gral. Imp. Réditos: Tarenzio, Romana y otras v. Azula",
pág. 339. Jacobo -suc.-: pág. 168.
S. A.' Cía. Unión Telef6nica del Río Telégrafo de Rosario Tala: pág. 357.
de la Plata v. Prov. dc Bs. Aires: Transporte Ushuaia: pág. 179.
pág. 9.
S. A. de Hilados y Tejidos de Lana.
Oampomar v. Fonzone,
612.
Angel: pág. u
S. A. Frigorífico Anglo v. González, Ugarte de Quimo Lllvalle, Irene S. v.
Ramón: pág. 247. Qui'rno Lavalle, Avelino'- pág. 160,
S. A. Ganadera "El- Yunque" 'v. Prov.
de C6rdoba: pág. 480 .
. S. A. Gauchos Agricola Ganadera
Delia" v. Dir. Gral. de Ren tas de
"La v
Santa Fe: pág. 351.
S. A. La Esmeralda Oapitalizaci6n v. Viafia, :M. L. Pérez Guzmán de y ótra
P.rov. de C6rdoba: pág. 131. v. Prov. de Tucumán: pág. 60.
S. A. Lantex v. Agro, Francisco: pág. Videla de Arechavala. Elo;sa v. Gi.
ménez, JI£. Videla de y Gnichandut.
612. .
S. A. Lever Hnos. Ltda. v. DiT. Gral.' Alejandro P. pág. 161.
Imp. Réditos: pág. 295. Viejobueno, Agust.ín y otros v. Dir.
S. A. Lutz Fernando y Cia.: pág. 418. Gral. Imp. Réditos: pág. 31.
S. A. M. S. Bágley y Cía. Ltda.: pág. Vietinghoff Scheel, Olega,rio von: pág.
2.51. 474.
S. A. Mllttaldi Sim6n Ltda. v. Prov. Villagra, Jesús v. Malmoria, Victor
de C6rdoba: págs. 614 y 626. R.: pág. 93.
S. A. Miquel y Costas y Miquel: pág. Viviano, Dionisio: pág. 529.'
475. "
S. A. Molinos Río de la Plata v. Prov.
de Bs. Aires: pág. 337. z
S.A.T.A. v. Prov. de Bs. Aires: pág.
250'. Zamanillo Martínez, Miguel G. "in
S. A. Talleres Metalúrgicos' Santa Rosa re" Nación v. Bouyssounou.ze t Ro.
v. Barbieri, José: pág. 168. berto: pág. 51.
HOJA COMPLEMENTARIA

Hoja incorporada a los efectos de permitir la búsqueda por


página dentro del Volumen.
INDICE ALFABETICO POR MATERIAS

A
ABOGADO.
Ver: Recurso extraordinario, 3, 11.

ACCIDENTE DEL TRABAJO.


Ver: Recurso extraordinario, 7.

'~CCION 'CIVIL (l).


1.. Ni el sobreseimiento provisional ni el definitivo dictado
después por prescripción de la acción penal impiden el ejer-
cicio de la acción civil de indemnización: p. 209.

ACCION 'DE REPETICION,


Ver: Cosa juzgada, 1; Costas, 2; Impuestos Internos,
11; Jurisdicción y competencia, 13, 14; Recurso extraordi-
nario, 1, 49. '

ACTOS ADMINISTRATIVOS (2).


1. Las disposiciones de ley civil sobre nulidades se aplican
al derecho público solamente en cuanto son compatibles con
la Índole de éste: p. 200.
2. Los actos del P. E. cumplidos con los recaudos necesarios
para su validez --;-forma y competencia- en materia consti-
tucionalmente privativ:a del mismo, no pueden invalidarse
por aplicación del arto 1047 del Cód. Civ.: p. 200'.

(1) Ver también: Aduana, 13, 14,


(2) Ver tanlbién: Auto de no innov&r.
ADUAN.A.

.• ADUANA (1) .

Importación.
Aforo.
1. El valor de una mercadería en depósito no aforada, in-
troducida bajo el régimen de los derechos ad-valorem no es
el valor real, de intercambio comercial en el país en él mo-
ménto de ser aquella retirada con ese objeto, sino el que re-
sulfe de s:umar al precio de costo de la misma en el puerto de
procedencia calculado de acuerdo al tipo de cambio con que
. se lo pagó, el monto de los fletes, seguros, y demás -gastos
hasta su entrada a depósito: p. 318..
2. El arto '47 de la ley 12.578 no significa que en la deter-
minación de la calidad de los vidrios planos influya exclusi-
vamente el espesor de los mismos: p. 323.
Libre de derechos.
Establecimientos que elabor(JJT¡,materia prima. naciona-l.

3. Con arreglo al arto 33 de la ley 12.345, no están exentos


de derechos de aduana la fibra o pasta de madera, el sulfato
de aluminio, el azogue, la resina, el talcp y las maquinarias
importadas poi' una empresa para elaborar celulosa de ma-
dera con el fin de fabricar papel de distinta calidad que el
que produce con el empleo de la celulosa obtenida de la paja
de trigo del país: p. 338.
Pap.l!l.

4. La guía cuyo objeto es la publicidad comercial pagada


por los avisadores, que contiene una información sobre los
teléfonos de una ciudad o radio y otras de utilidad práctica,
editada por una empresa ajena al servicio telefónico, es una
publicación de carácter comercial para la impresión de la
cual no puede emplearse papel introducido con franquicia,
según lo dispuesto por el arto 48 de la ley 12.578, vigente en
la fecha en que comenzaron a realizarse los actos conducentes
a la impresión de la guía, aunque su incorporación al texto
ordenado de la ley de Aduana (art. 6<» se haya efectuado
después: p. 310.

(1) Ver también: Rec1!-rsoeXtraordinario, 13,51; Recurso ordinario


de apelación, 3.
ADUANA 667

Exportación.
6. La manifestación de una calidad diferente de la que co-
rresponde a la mercadería para la cual se solicita permiso de
exportación constituye una infracción. a' los arts. 549 y 550
de las ordenanzas de aduana, punible conforme a lo dispues-
to por el art .. 998 de las mismas, aunque se trate de frutos
libres de derechos: p. 626.

Infracciones ..
Manifestación inexacta.
6.. Las existencias de pinturas a bordo de un buque en can-
tidad razonable para conservar el material del mismo, for-
man parte de los aparejos, por lo que no hay obligación de
manifestarlas: p. 309. .
Alteración del destino.
7. Cometen la infracción sancionada po~ el arto 36 de la ley
12.345 (74 del texto ordenado de la ley de .Aduana) con
multa, de veinte a vcinte mil pesos, el editor de una guía de
carácter comercial impresa en .papel introducido con fran-
quicia y los introductores que se lo transfirieron: p. ,310.
8. La utilización de una caldera introducida libre de dere-
chos bajo el régimen del arto 33 de la ley 12.345, para el su-
niinistro de vapor, aunque en pequeña cantidad, a una má-
quina elaboradora de papel en la que se empleaba cierta
proporción de materia prima extranjera no exenta de dere-
chos de importación por producirse en el país aunque de
distinta calidad -celulosa de madera- importa alteración
del destino reprimido por el arto 74 de la ley de aduana:
p. 338. J
9. El dueño de un establecimiento industrial en el que fué
hallada, con posterioridad a la fecha de vigencia de la ley
12.345,.chapa de barrera para langosta introducida libre de
derechos de importación con anterioridad a dicha fecha,
debe ser condenado a sufrir el comiso de esa mercadería
conforme a lo dispuesto por los arts. 36 de la ley 12.345 y
74 de la ley 11.281 (t. o.) cuya aplicación en tal supuesto no
importa violar el arto 17 de la ConstoNacional: ,p. 289.

Penalidades.
10. Ni el error de derecho acerca de la ley vigente hi el de
.hecho -relativo a la naturaleza de la publicación eximen de

I
668 ADUANA

responsabilidad al editor de una guía de carácter comerC'ial


impresa en papel introducido con franquicia y a los intro-
ductores que se lo transfirieron, si bien deben determinar
una fuerte disminución del montó de la Pena aplicable:
p. 310.
11. Independientemente del comiso procede aplicar la mul-
ta prevista en el arto 80 de la ley 12.345 a los agentes del
buque a bordó del cual se comprobó la existencia de merca-
derías ocultas no manifestadas, llevadas clandestinamente
por tripulantes de aquél: p. 333.
12. En atención a la~ particularidades del caso, especial- ,
,

mente la circunstancia que. el infractor haya podido consi-


derar que podía utilizar la materia prima extranjera en ra-
zón de sus características, conforme a lo que establece el
arto 1056 de las. Ordenanzas de Aduana, procede substituir
por la de una multa menor la pena de' comiso impuesta por
la Aduana a una empresa que importó libre de derechos y
bajo el régimen del arto 33 de la ley 12.345maquinarias pa-
ra fabricar papel con materia prima de producción nacional,
\
y que con posterioridad utilizó también algunos elementos
de origen extranjero: p. 338.
Recursos.
13. No es recurrible por la vía contenciosa que establece el
art. 1063 de las Ordenanzas de Aduana la -resolución admi-
nistrativa que ordena perseguir el cobro de derechps adua-
neros o que deniega la anulación del cargo formulado en
concepto de los mismos, aunque se funde en la supue~ta alte-
ración del destino de la mercadería introducida con fran-
quicia y haya mediado absolución judicial respecto de la multa
que la Aduana aplicó por lá pretendida defraudación de di-
chos derechos: p. 62. . ,
14. La resolución administrativa que ordena perseguir el
cobro de derechos de importación correspondientes a merca-
derías declaradas en tránsito que, según las autoridades
aduaneras, fueron desviadas de su 'destino y negociadas en
el país substituyéndolas por otras nacionales, no es recurri-
ble por la vía contenciosa que establece el arto 1063 de las
. Ordenanzas: p. 87.
Jurisdicción y competencia.
15. La Aduana está facultada para instruir y resolver los
sumarios respectivos en los casos de alteración del destino de
los artículos introducidos con franquicia: p. 338.

I
OESION DE DEREOHOS . 669

ADUANA I~TERIOR'.
Ver: Constitución Nacional, 29; Impuesto, 1.
ADULTERACION DE LIBRETA DE ENROLAMIENTO.
Ver~ Enrolamiento; Recurso extraordinario, 17.
AFIRMADOS. /

Ver: Jurisdicci<ln y competencia, 13, 14.


ALBAOEA.
Ver: Honorarios, 1.
ALOOHOL.
Ver: Impuestos internos, 5.
APREMIO.
Ver: Constitución Nacional, 17; Ley de s~llos, 2; R.ecurso
extraordinario, 53, .54, 55, 58.
ARRESTO.
Ver: Inmunidades.
AUTENTIOAmON.
Ver: Impuesto a los réditos, 9,

AUTO DE NO INNOVAR (l).


1. Es improcedente la medida de no innovar que no es in-
dispensable para la salvaguardia de los derechos de quien la
pide y además contrariaría la p~esunción de validez de los
actos administrativos: p. 365.

e
l'
OADJ]CIDAD.
Ver: Recurso extraordinario, 68.
OAMARA FEDERAL.
\Vel': Recurso extraordinario, 4.
OESION DE DEREOHOS.
Ver: Recurso extraordinario, 69.
(1) Voertambién: Recurso extraordinario, 30, 61.

t
. '

670 OONSTITUOION NACIONAL

COLEGIO DE ABOGADOS .
.Ver: Recurso extraordinario', 3, 11.

COMERCIO INTERPROVINCIAL (l).


1.. La facultad de las mu:o.icipalidades relativa a la ocupa-
ción de los bienes públicos comprendidos en sus respectivos
límites es, en principio, compatiple con la regulación del co-.
mercio interprovincial y extranjero y el establecimiento y
reglamentación de las postas y correos generales de la Nación
por el Congreso Nacional; .si bien aquéllas no. podrán impe-
dir o perturbar la instalación y el normal funcionamiento
de los medios de comunicación. comprendidos en el arto 67,
incs. 12 y 13 de la 'Const., Nacional':. p. 403.

COMISO.
Ver: Aduana, 12.

COMPRAVENTA ..
Ver: Jurisdicción y competencia, 3.

CONCESION.
Ver: Ferrocarriles, 2,.
CONCURSO CIVIL.
Ver: Recurso e.xtraordinario, 42.
.,
CONFISC~CION. I .

Ver: Constitución Nacional, 20, 22, 23; Impuesto, 2, 3, 4, 5,


6; Jurisd~cción y competencia, 13, 14; Pago, 2; Recurso
extraordinario, 52, 56, 73.

CONSTITUCION NACIONAL (2).


Control de constitucionalidad.
Facultades del Poder JudiciaL
1. En:principio, el control de constitucionalidad de los actos
de los Poderes Ejecutivo y Legislativo no se ejerce de ofiéio:
p.165. .
(1) Ver también: Constituci6n:Nacion~l; 27; Impuesto, 1.
(2). Ver también: .Aduana, 9; Expulsi6n de extranjeros, 3, 5; Ho-
norarios, 4; Impuesto, 5, 6; Provincias; Recurso extraordinario, 54, 65.

I
,
OONSTITUOION NAOIONAL 671

2. La constitucionalidad o incortstitucionalidad de las leves


debe ser juzgada desde el punto de vista de' su aplicación
al caso que origina el juicio: p. 480. .
~. No incumbe al Pdder Judicial examinar de oficio la cons-
titucionalidad de las leyes y decretos: p. 545.
Interés para. impugnar la. constitucionalidad.
4. Quien ha manifestado conformidad con la obligación de
as()ciarse que impone el decreto 7618 no puede luego objetar
la constitucionalidad del precepto que así lo dispone, ni
fundar en ella el recurso extraordinario: p. 165.
."'.

Derechos y garantías.
Defensa en Juicio.
Principios generales.
5. El arto 18 de la ConstoNacional refiérese a las penas en
sentido genérico, con arreglo al cual debe entenderse -que
reviste ese carácter la expulsión de un extranjero radicado
en el país (voto de los Dres. Sagarna y Ramos Mejía):
p.434.
Procedimiento y sentencia.

6. La circunstancia de que el procedimiento sea sumario,


reduzca -los términos procesales, la calidad y número de las
defensas y los recursos y suprima la segunda instancia- para
los pleitos menores de mil pesos, como lo dispone el decreto
nO 32.347 sobre creación de los tribunales de la justicia del
trabajo, no basta para constituir una violación de la défen-
sa en juicio si esas disposiciones no han impedido efectiva-
mente el ejercicio. de ese derecho en el caso concreto, len el
cual el recurrente ha podido producir en la audiencia de con-
ciliación la prueba que más tarde fué rechazada por haberla
ofrecido fuera de la oportunidad correspondiente: p. 68.
7. Es violatorio del arto 18 de la Consto Nacional el proce-
dimiento por el eual, sin haberse dado oportunidad al recu-
I

i
rrente para el regular 'ejercicio d-el derecho de defensa ante
las autoridades administrativas pertÍnentes que se limitaron
~- a citarlo para declarar, ni ante -el juez que, al intervenir por
vía de apelación, tramitó el recurso como concedido en rela-
ción impidiendo de tal modo producir prueba de descargo,
se llega a condenarlo como infractor a la ley 12.591: p. 549.

tli,
672 CONSTITUCION NACIONAL

Derecho de entrar, permanecer, transitar y salir.


8. El tripulante extranjero de un buque extranjero que por
haber entrado al país para permanecer en él sin haber cum-
plido .los requisitos estáblecidos por la ley' 817 y los respecti-
vos reglamentos, fué detenido por orden de la Dir. Gral. de
Migraciones, no puede invocar vá.lidamente las garantías de
los ar.ts. 14 y 18 de la' Consto Nacional para oponerse a su re-
conducción al país de procedencia: p. 628.
Igualdad.
9. El principio de la igualdad no resulta violado por la
ereación de un régimen distinto del judicial ordinario para .
las" causas referentes al derecho del trabajo, eri tanto se
organice de manera razonable y compatible eon los derechos
y garantías constitucionales, como el que establece el decreto
nO 32.347/44: p. 68.
10. La diversa interpretación de una ley por las autoridades
encargadas de aplicarla y aun por la misma en 'decisiones su-
cesivas no afecta el principio de la igualdad: p. 310 .
.Constitucionalidad e inconstitucionalidad.
Leyes nacionales.
Ad'l1llinistratitvas.
11. La limitación temporaria de los precios establecida por
la ley 12.591 en los términos de los arts. 10 y 30 de la misma,
con prescindencia de lo que en cada caso particular costó -el
artículo al vendedor, no es violatoria de los armo 14, 17 ni 28
de la Constitución Nacional: po'386'.
12. La ley 4144, en cuanto autoriza al P. E. a expulsar a los
.extranjeros radicados en el país, es violatoria de los arts. 14,
18, 20 y 95 de 1a Consto Nacional Cvotode los Dres. Sagarna
y Ramos Mejía) : p. 434.
.Impositivas.
Impuestos & los ferroc&rr1les.
13. Las leyes 5315 y 10.657, en cuanto acuerdan a los ferro_
carriles el privilegio de la exención del -pago de impuestos
y tasas locales en las circunstancias que determinan, son cons-
titucionalmente válidas: p. 461.
Procesales} ,
14. El arto 10 de la ley 927 no es inconstitucional en cuanto
excluye del conocimiento de la justicia federal las causas' de
.menor cuantía y jurisdicción concurrente: p. 200.

t
CONSTITUCION NACIONAL 673
Decretos nacionales.
Jubilaciones y penswnes.
15. El decreto 22.103 dictado por el P. E. Nacional el 18 de
agosto de 1944, cuya validez por razón de su origen no fué I
oportunamente impugnada, no priva de derecho adquirido J

alguno a los magistrados judiciales comprendidos en el arto lO'


de la ley 11.923 que aun' no habían obtenido la devolución
de aportes a que se refiere el apartado segundo y, por lo
tanto, no es violatorio del arto 17 de la ConstoNacional: p. 147.
Varws.
16. Los decretos del P. E. Nacional 41.588 y 41.325, en cuanto
determinan el precio de venta de la' papa de acuerdo al pro-
medio' de los precios asignados a ese artículo en el mercado ma-
yorista en época inmediatamente anterior al establecimiento
legal de precios máximos, no pueden ser eficazmente impug-
nados como violatorios del arto 17 de la Consto Nacional sobre
la base de que. en el caso particular el artículo 'costó al mayo-
rista un precio mayor que, según se ha probado en el juicio,
no habría podido ser obtenido en el mercado aun antes de la
fijación del precio oficial: p. 386.
Leyes provinciales.
Buenos Aires.
17. No es violatorio del derecho de defensa en juicio el pro-
cedimiento sumario del' apremio establecido por la ley 4876
de la Prov. de Bs. .Aires que, si bien limita las defensas que
pueden hacerse valer en él, no excluye aquellas rigurosamente
esenciales que de ninguna clase de juicio pueden. excluirse
sin lesión' de la justicia y su sentencia no hace cosa juzgada
pues queda abierta la vía del juicio ordinario: p. 9. .
Impuestos y contribuciones prO'Vinciales.
Generalidades.
18. No habría Nación si cada provincia se condujera econó-
micament.e como un Estado independiente que, al no poder
\ gravar las transferencias hechas fuera de su territorio, bus-
cara como compensación el gravar la exportación de sus bieDes,
reservada al Gobierno Federal por la Consto Nacional: p. 480'.
Comercio e Industria.
19. El impuesto a la compra de cereales establecido por la
ley 4198 de la Prov. de Bs. Aires, aplicado a los cosechados y
recibidos en el territorio de la misma por quien los adquirió

I
674 CONSTITUCION NACIONAL

mediante. una operación convenida y documentada fuera de


ella, no es violatorio de los arts. 9, 10, 11 Y 67 de la Cons-
titución: p. 337.
Consumo y p1'oaucci6n.
Santa Fe.
20. A falta de prueba, por parte de los constructores que uti-
lizaron arena llevada desde otras provincias, del valor real de
ese producto en el mercado del lugar de su empleo comparado
con el valor de costo sin impu~sto o de otras circunstancias de
las que resulte que el encarecimierito representado por el
monto del gravamen, al no ser absorbido por la capacidad ad-
quisitiva de los compradores, ha recaído sobre el costo y la
ganancia con carácter de exacción, debe desestimarse la im-
pugnación de confiscatorio e inconstitucional formula.da con-
tra el impuesto de $ 1.50 ~ por metro cúbico de arena cobrado
por la municipalidad de Santa Fe en concepto de der<lcboal
consumo: p. 562.
Patentes.
21. El recargo de patente establecido por la ley 3795 de la
Prov. de Córdoba para las compañías de capitalización que
emitan bonos o títulos sorteables, responde no solamente a .un
fin :fiscal'sino también social Y, no importa violación de la
igualdad asegurada por el arto 16 de la ConstoNacional: p. 131.
22. Resultando de la prueba reunida en autos Y corroborada
por la intención expresada claramente en el curso de la dis-
cusión parlamentaria, que la patente. cobrada por aplicación
de las leyes 3795 Y 3892 de la Prov. de Córdoba a una com-
pañía de capitalización que emite bonos sorteables, lejos de
guardar razonable proporción con la productividad del nego-
cio gravado ha absorbido sucesivamente en cada año el 47,85 %,
el 30,75 %, el 107,36 % y el115,26 % de las utilidades calcu-
ladas sobre la base de lo obtenido anualmente por la. emisión
""de nuevos títulos y por cuotas de títulos ya emitidos, debe
concluirse que los impuestos cobrados, salvo el que sólo absor-
bió el 30,75 %, son confiscatorios Y contrarios a los arts. 14
y 17 de la Consto Nacional y que, por lo tant.o, procede su
devolución al contribuyente: p. 131.
Territorial.
23. Es confiscatorio y contrario al art .. 17 de la Consto Na-
cional el impuesto territorial de la Prov. de Córdoba que' ab-
sorbe sucesivamente en varios años el 97,7 %, el 57,4 %, el

I
CONSTITUCION NACIONAL 675

55,6 %, y el 45,7 % de la productividad normal de un cam-


po: p. 364.
Trans'llllisión gratuita.

24. El régimen de la legislación de la prov. de Bs. Aires por


el cual la circunstancia que decide la aplicación del impuesto
a la transmisión grat.uita es el momento en que ésta se exte-
rioriza en la provincia, no importa colocar en condiciones de
adversa e injustificada desigualdad a las sucesiones radicadas
fuera de la jurisdicción provincial cuando dicha exteriori-
zación es de fecha posterior a la que se ha producido en el
lugar do:nde se abrió la sucesión: p. 576.
25. Las circunstancias de que, por una parte, en la sentencia
apelada se invoque, para decidir cuál es la ley provincial
aplicable a los efectos del pago del impuesto a la transmisión
gratuita, la inexistencia de protocolización en oportunidad de
un exhort.o librado anteriormente al sólo efecto de la transfe-
rencia de fondos, y de que, por otra parte, la exigencia de la
protocolización sea contraria al arto 7 de la Consto Nacional,
no bastan para sostener la inconstitucionalidad de la ley que
considera a dicho requisito como único medio de exteriorizar
la transmisión gratuita si el fallo recurrido se funda, además,
en no estar probado que el exhort.o de referencia contuviera
la declaratoria de herederos: p. 576.
Varios.

26. El arto 49%, de la ley 3951 de la Prov. de Córdoba no es


violatorio del arto 16 de la Consto Nacional en cuanto exime
del impuesto establecido por el art 49% de aquella ley a los
propietarios o arrendatarios y a las haciendas que menciona
en sus incisos a, b, e: p. 480.
27. El. impuesto de tablada establecido por una provincia
para gravar la operación directa de la venta o negocio de
los ganados y percibido al celebrarse la transacción como un
acto de comercio interno, es un gravamen legítimo, determi-
nado por el ejercicio de facultades constitucionales no dele-
gadas por las provincias al gobierno federal, de acuerdo a lo
que prescriben los arts. 104 y 105 de la ConstoNacional: p. 480.
28. El impuesto establecido por el arto 49 % de la ley 3951
de la Prov. de Córdoba para toda transacción de ganado, es
inconst.itucional en cuanto se lo aplique a los casos en que la
venta y la entrega de la .hacienda existente en aquélla se ha
.76 CONTRATO DE OBRAS PUBLIOAS

hecho fuera de la provincia, cobrándolo en ésta al expedirs~


las guías para su traslado a lugares situados fuera de sus
límites territoriales: p. 480 .
. 29. El impuesto de tablada aplicado a las haciendas que no
hubieran sido objeto de venta en jurisdicción de la provincia
y que se cobra en el acto de la extracción y con motivo de
ella, es violatorio de los arto 9 y 10 de la ConstoNacional, que
no admiten aduanas interiores y prescriben la libre circulación
de los productos: p. 480.
Ordenanzas municipales.
30. La exigencia municipal de un pago determinado por la
ocupación de la vía pública y del espacio aéreo, por las instala-
ciones de una empresa concesionaria del servicio telefónico
interprovincial, no es un impuesto ni una retribución de ser-
vicios sino una compensación remunerativa por la locación ti
ocupación de la vía pública ni comporta violación de los art8. 10,
11, ni 67, incs. 12 y 13 de la Consto Nacional ni de las leyes
750 lh y 4408: p. 403.

Efectos de la declaración de inconstitucionalidad.


31.' Las sentencias que declaran inconstitucional un impl1esto
no impiden necesariamente a las provincias la nueva percep-
ción del mismo, si ello puede hacerse sin infringir los princi-
pios y garantías aplicados en la resolución judicial, lo que puede
ocurrir cuando la invalidez del gravamen provenga de las mo-
dalidades de su aplicación y no de la carencia de facultades
para establecerlo: p. 614.

OONTRATO DE OBRAS PUBLICAS.


1. Habiéndose convenido en el contrato de obra pública que
cada día de retraso autorizaría-a imponer al constructor una
multa determinada y cada día de adelanto sobre el plazo fi-
jado para realizarla le da.ría derecho a un premio consistente
en cierta suma de dinero, y acreditado mediante un informe
de la Dir. de Arquitectura aceptado por la Nación que, calcu-
lado el tiempo correspondiente y las obras complementarias
ordenadas por el P. E. con posterioridad al contrato, sin ha-
ber fijado la correspondiente prórroga del plazo no obstante
lo' pedido por la empresa, y descontado del empleado hasta en-
. tonces en la construcción, resta un tiempo inferior al estipulado
como máximo, corresponde reconocer el derecho del contra-

..
CONTROL DE CONSTITUOIONALIDAD 677

tistaa cobrar el premio de referencia, cuyo monto debe ser


establecido mediante la multiplicación de la suma diaria con-
venida por el número de días del adelanto: p. 230.

CONTROL DE CAMB~OS (l).


1. La reglamentación dictada por el P. E. de acuerdo a lo
dispuesto en el arto 17 de la ley 12.160, no puede ser aplicada
retroactivamente para imponer una sanción penal a hechos
ocurridos con anterioridad al decreto: p. 17.
'2. La aplicación de las multas prevista en elart. 17 de la
ley 12.160 para los casos de infracciones y falsas declaracio-
nes, quedó supeditada a la reglamentación que se encomen-
daba al P. E., por lo que no procede aplicarlas al importador.
que, antes de dict.ada 'ésta, omitió denunciar y devolver el cam-
bio que no, utilizó: p. 17.
3. La función del Estado en 10 referente al régimen del con-
trol de cambios consiste en comprar, a un tipo de cambio fi-
jado por el mismo, las divisas provenientes de exportaciones
determinadas y adjudicarlas luego para ciertas importaciones
según un sistema de permisos y por un tipo' superior al de
adquisición e inferior al del mercado libre; con el objeto de
proteger la moneda, regular las importaciones y obtener un
margen de beneficio con el que se financió la adquisición de
las cosechas durante el tiempo en que los precios del mercado
no alcanzaban a los del costo. Por 10 tanto, el introductor que,
mediante el abultamiento del valor declarado por la merca-
dería importada, obtuvo un excedente de cambio para otros
fines que los manifestados, causa al Est.ado un daño consis-
tente en la perturbación de su política económica y financiera
que, si bien puede determinar la exigencia de que se le rein-
tegraran las divisas y la aplicación de la multa que la ley
autorice, no está, en modo alguno, representado por la dife-
rencia entre los valores de esa porción de cambio en el mer-
cado oficial y en el libre. Y como consecuencia de ello, el Es-
tado carece de derecho para exigir al importador el pago de
esa diferencia: p. 531. '

CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD.
Ver: Constitución Nacional, 1, 2.

(1) Ver también: Demanda contenciosa; ReCUl'SO extraordinario, 1.


678 COSTAS

CORTE SUPREMA (1).


" 1. Las sentencias de la Corte Suprema deben ser lealmente
acatadas: p. 614.
2. La Corte Suprema en el ejercicio de su jurisdicción cons-
titucional y legal es S\lprema Y sus decisiones intangibles, pu-
diendo imponerse directamente su cumplimiento a los jueces
locales y federales: p. :614.

COSA JUZGADA (2).


1. El rechazo <le una acción de repetición de impuesto por
no haberse probado la recépción de los telegramas de protesta
por las respectivas autoridades, impide reclamar la devolución
de las mismas sumas en otro juicio en el que se int.enta suplir
.las deficiencias de prueba que determinaron el fallo adverso,
mas no obsta a la .procedencia de la acción de repetición de
otras sumas no incluídas en la anteri.or demanda: p. 480. .

.COSTAS ('3).
Naturaleza del juicio.
Da.íl.os y perjUicios.
1. A falta de razón suficiente .para eXImIr de las costas al
Estado vencido en el juicio sobre indemnización .de daños y
perjuicios provenientes de la muerte de una persona ocasio-
nada por un agente de policía, corresponde imponerle el
pago de todas las del juicio evitándose, así, afectar la inte-
gridad del resar;cimiento acordado: p. 209.
Impuesto a los' réditos.
2. Corresponde imponer a la Nación, vencida en el juicio
sobre repetición del impuesto a los réditos indebidamente co-
brado .al actor, el .pago de las costas del mismo: P'. 339.
ExpropiaCión.
3. Habiéndose .limitado el dueño del ip.mueble expropiado a
solicitar como indemnización la suma que de acuerdo fijaran

ü) Ver también: Jurisdieei6n y eompeteneia, 12; Recurso extra-


ordinario, 23.
(2) Ver también: Constituei6n Naeional, 17; Honorarios,. 3~ Pen-
Iliones militares; Recurso extraordinario, 9, 37. .
(8) Ver también: Reeurso extraordinario, 7, 10; Reeilrso ordinario.
de apelaei6n, 1. .
. D~OS y PERJUIOIOS 679

los peritos o la más elevada que ,determinara uno de ellos 'co-


rresponde, en caso de disidencia y a efecto de 10 dispuesto por
el arto 18 de la ley 189 reformada por el decret.o 17.920/44,
considerar como pretensión del propietario la cantidad mayor
i,ndicada por uno de aquéllos y hacer el cálculo sobre esa
base: p. 453.

CUESTION ABSTRACTA.
Ver: Recurso extraordinario" 12.

D
DüO MORAL.
Ver: Daños y perjuicios, 6.

DAÑOS Y PERJUICIOS '(1).


Responsabilidad del ~stado.
Generalidades.
1. El Estado es responsable por los actos de sus empleados
que en ejercicio de sus funciones han producido un daño si
procedieron con dolo, culpa o negligencia: p. 635.
Policía de seguridad.
2. El Estado, que en el caso, no cuestionó en su defensa la
responsabilidad que le incumbe por las consecuencias dañosas
de la culpa o imprudencia de sus empleados, debe indemnizar
como un caso de culpa concurrente los daños ocasionados a los
padres por la muerte.del hijo que era sostén de ellos, produ-
cida a consecuencia de un disparo de revólver hecho por un
agente de policía en el ejercicio dé su autoridad y desempeño
de sus funciones, para detener, al vehículo en que aquél via-
jaba, aunque la intervención del agent.e haya sido provocada
por la actitud de la víctima que, sin' embargo, no justificaba
el uso de tan desproporcionado y arriesgado recurso: p. 209.
3. El Estado está obligado a indemnizar el daño pr~dúcido
por un disparo a quemarropa, no justificado ni requerido por
las circunstancias, efectuado con una pistola lanzagases por
uno de los agentes de seguridad, no identificado, 'que estaba
en el camión policial al que había sido conducida detenida la
víct.ima, o en los alrededores del mismo: p .. 635. '
(1) Ver también; 9ostas, 1; Jurisdicci6n y competencia, 3, 4;
Prescripci6n, 1. '-
680 DEMANDA,

RegistrQ de la propiedad.
4. El comprador de un inmueble que, por no haber prosperado
la tercería que promovió, tuvo. que pagar al acreedor de su
vendedor el importe del crédito por el cual había trabado un
embargo acerca de cuya existencia omitió informar el Rf'g. de
la Propiedad al expedir el certificado de dominio. solicitado a
efecto de escriturar, tiene derecho a exigir del Estado el pago
de aquella suma y el importe de los gastos y costas de la ter-
eería: p. 365.
Determinación de la indemnización:
Dafi.o materiaJ.
5. La deficiencia, no debida a dificultades insalvables, de la .
prueba acerca de la medida en que el estado del actor después
de las lesiones sufridas ha podido influir en el rendimiento
económico del ejercicio de su profesión obliga a disminuir el
monto de la indemnización demandada por el mismo: p. 635.
Daño moraL
6. El daño moral no es indemnizable cuando no media un
delito criminal: p. 635.

DEFENSA EN JUICIO.
Ver: Constit.ución Nacional, 6,7, 9, .17; Expulsión de extran.
jeras, 1, 2, 4, 5; PensiOne's.militares; Provincias; Recurso extra-
ordinario, 4, 10, 14, 41, 43, 44.

DEFRAUDACION.
Ver: Impuestos internos, 2, 7.

DELITOS.
Ver: Faltas y contravenciones; Impuesto a los réditos, 3.

DEMANDA (1).
Contestación a la demanda.
Falta de contestación.
1. El arto 12 de la ley 50 es aplicable al término para con-
~estar la demanda: p .. 250.

(1) Ver .'también: Término.


DEVOLUOION DE APORTES 681

DEMANDA CONTENCIOSA (1) .


. 1. Cuando la ley permite optar entre el recurso administra.
tivo'y el judicial, la elección de uno excluye el ejercicio ulte-
rior del otro: p. 17.

DEMANDAS CONTRA LA NACION.


Ver: Impuesto a los réditos, 10.

DEMANDAS -CONTRA LAS PROVINCIAS.


Ver : Jurisdicción y competencia, 13, 14.-

DERECHO DE ASOCIACION.
Ver: Constitución Nacional, 1.
\.
DERECHO DE ENTRAR, PERMANECER, TRANSITAR Y
SALIR.
Ver: Constitución Nacional, 8.

DERECHO DE PROPIEDAD.
Ver: Constitución Nacional, 11, 16; Recurso extraordinario,
39,52. _
"
DERECHOS ADQUIRIDOS.
Ver: Aduana, 9; Constitución Nacional, 15; Jubilación y pen-
sión ; Jubilación de empleados nacionales; Pensiones militares;
Recurso extraordinario, 13. . •

DERECHOS Al) VALOREM.


Ver: Aduana, l.

DESISTIMIENTO.
Ver: Recurso extraordinario, 41; Recurso ordinario de ape.
lación, 1. .

DEVOLUOION DE APORTES.
Ver: Constitución Nacional, 15 ; Jubilación de empleados na-
cionales.

(1) Ver también: Aduana, 13, 14; Prescripción, 7, 8, ~; Recurso


extraordinario, 1.
682 EMPLEADOS PUBLIOOS

.DISPARO DE ARMAS.
;Ver: 'J urisdicción y competencia, 15.
¡
DOBLE INSTANCIA.
:Ver: Provincias; Recurso extraordinario, 41.

DOMICILIO.
Ver: Jurisdic<}ióny competencia, 17, 18.

'DOMINIO PUBLICO.
Ver: Interdictos, 1.

E
EMBARGO (l).
Bienes inembargables.
1. Atent.o lo dispuesto por el arto 53 de la ley 10.6'50, el titu-
lar de una jubilación ferroviaria puede exigir en cualquier
momento el levantamiento qel embargo trabado sobre -aquélla,
aunque el mismo se hubiese trabado en virtud de un convenio
celebrado con su acreedor: p. 279.

EMPLEADOS . BANCARIOS.
Ver: Recurso. extraordinario, 59.

EMPLEADOS NACIONALES.
Ver: Honorarios, 1.
EMPLEADOS PUBLICO S (2).
Nombramiento y cesación.
1. El decreto que designa otro titular para un empleo públi-
co, de los que el P. E. nombra y renueva conforme a1 arto 86,
inc. 10, de la ConstoNacional, importa la separación del ante~
rior: p. 200. .
2. El empleo público subsiste a pesar de que, en el hecho,' el •
empleado fué separado de su cargo, a raíz de un decreto 'no
firmado por el Presidente de la Nación. Y ello hasta que se le
designe reemplazante, o se decrete su césantía: p. 200.
(1) Ver también: Daños y perjuicios, 4; Prescripción, 1.
(2) . Ver también: Prescripción, 4, 5.
EXPROPIAOION 683

ENROLAMIENTO (1).
1. El delito previsto por el arto 28 de la ley 11.386 se comete
por el solo hecho de adulterar cualquiera de las partes que inte-
gran lo específico de una libreta de enrolamiento: p. 196.

EQUIPAJE.
Yer: Reeurso extraordinario, 51.

ERROR.
;Ver: Aduána, 10.

ESTADO DE SITIO.
Ver: Recurso extraordinario, 12, 72.

EXCEPCIONES.
Falta de personería.
1. La cuestión referente a la personería debe resolverse sobre
la base de los poderes acompañados antes de dictarse sentencia
sobre la misma por el tribunal: p. 171.
."
EXHORTO.
Ver: Constitución Nacional, 25.

EXPORTACION.
Ver: Aduana, 5.
EXPRESIO~ DE AGRAVIOS.
Ver: Reeurso ordinario de apelación, 2.

EXPROPIACION (2).
Indemnización.
Determinación del valor real.
1. Para determinar el valor real de una fracción de, terreno
comprendida entre el mar y el camino que une Mar del Plata
y Miramar debe prescindirse de los precios obtenidos en la ven-
ta de lotes de otros balnearios atlánticos más próximos a lá Cap.
(1) Ver también: Recurso extraorilinario, 1'7.
(2) Ver también: Costas; 3; Recurso extraorilinario, 10.
'::.

684 EXPULSION DE EXTRANJEROS

Federal y de características generales muy distintas, y atenerse


al valor de las tierras próximas análogas mas no susceptibles de
urbanización como la expropiada, comparándolo con los pre-
cios obtenidos por los dueños de ésta en un remate de lotes
efectuado con sujeción a un plan urbano después de habilitado
el camino y teniendo en cuenta la valorización. producida por
éste a fin de prescindir de la misma: p. 453.
Procedimiento.
Procediiniento judicial.
2. La circunstancia de que en el juicio de expropiacióri. no
exista término probatorio no releva a las partes de la obliga-
ción de urgir la que les incumbe. La parte que solicitó un
informe y omitió activar el trámite del oficio respectivo, debe
ser sancionada con la pérdida del. derecho a esa prueba, sin
perjuicio de la agregación de la que acompañe hasta la clausura
del procedimiento: p. 250.
3. Los peritos designados en un juicio para determinar el
precio del bien expropiado deben practicar unidos la diligencia
y prpducir su informe en un solo escrito que también contenga
la opinión del que disiente, de manera que los jueces no se ha-
llen ante varias opiniones sino ~nte un contraste de ellas que
ponga a prueba sus respectivos fundamentos. A tal efecto, el
perito ter~ero deberá intervenir conjuntamente con los de las
partes, los que deben comunicar al juez su discordia antes de
producir su dictamen: p. 453.
EXPULSION DE EXTRANJERO.s (1).
1. La facultad de expulsión acordada al P. E. por la ley 4144
presupone que debe notificar su propósito al interesado creán-
dole la posibilidad de defenderse de las imputaciones que se le
formulan, a falta de cuyos requisitos procede hacer lugar al
habeas corpus deducido por la persona cuya deportación se ha
ordenado: p. 5.
2. Siendo la actuación del P. E. en ejercicio de la facultad que
le acuerda la ley 4144 distinta e independiente del proceso cri-
minal al que están sometidos los extranjeros que trata de ex-
pulsar, la audiencia que se les haya dado en dicha causa no
excusa al P. E. de oírlos al aplicar la ley citada. Y habién-
dose omitido cumplir este requisito procede hacer lugar al
(1) Ver también: Constitución Nacional, 5, 12; Recurso extraor.
dinario, 14, 72.
FALTA DE AOOION 685

habeas corpus sin necesidad de examinar para ello la validez


constitucional de la ley 4144, respecto de la cual habría que
remitirse a la jurisprudencia establecida anteriormente por la
Corte Suprema (voto de los Dres. Nazar Anchorena y Ca-
sares) : p. 434,
3. Aun cuando en ejercicio de la facultad que le atribuye la
ley 4144 el P. E. puede reputar peligrosas para la seguridad
o el orden públicos actividades no consideradas delictuosas por
el Cód. Penal, no puede constitucionalmente expulsar del país
al extranjero sometido a proceso ante los tribunales de justi-
cia por acusársele de haber cometido un delito ni, con el objeto
de asegurar su expulsión, mantenerlo detenido durante la tra~
mitación de la causa, medida que sólo puede adoptar bajo el
estado de sitio y siempre que no medie opción para salir del
país (voto de los Dies. Nazar Anchorena y Casares) : p. 434.
4. .El extranjer.o radicado en el país tiene los mismos derechos
y garantías que los argentinos j lo cual no obsta a que se auto-
rice su expulsión en los casos en que sus actividades sean peli-
grosas, comprometan la seguridad nacional o perturben el or-
den público, siempre que así lo resuelvan los tribunales de jus-
ticia previo proceso que permita al interesado ejercer el dere-
cho de defensa (voto de los Dres. Sagarna y Ramos Mejía) :
p.434.
5. No resultando de autos que el P. E. haya proporcionado
al interesado la posibilidad de defenderse de las imputaciones
en que se funda el decreto que ordena su expulsión del país,
desde que ni la existencia de actuaciones policiales con rela-
ción al mismo ni su interv.ención en un proceso judicial sobre
espionaje autorizarían a dar por cumplido aquel requisito in-
dispensable para no violar el arto 18 de la Consto Nacional, pro-
cede hacer lugar al habeas cm'pus deducido en su favor: p. 474.
EXTRANJEROS.
Ver: Constitución Nacional, 8 j Expulsión de extranjeros, 4.

FACULTADES PRIVATIVAS.
Ver: Tasas.
FALTA DE ACCION.
Ver: Honorarios, 1; Impuestos Internos, 11.
686 FERROOARRILES

FALTA DE PERSONERIA.
,Ver: Excepciones.

FALTAS Y CONTRAVENCIONES.
1. La distinción entre delitos y contravenciones o faltas no
tiene una base cierta que pueda fundarse en la distinta natu-
raleza jurídica de cada orden de infracciones para establecer
un criterio seguro que permita distinguirlos: p. 173.

FERROCARRILES (1).
Tarifas.
1. Las líneas férreas establecidas con anterioridad a la vigen-
cia de la ley '5315, con el compromiso de cobrar media tarifa
por los transportes que efectúe la provincia concedente esta-
blecido' por el arto 6 de la ley de la Prov. de Buenos Aires de
fecha 27 de mayo de 1862, que autorizó la concesión, y repro-
ducido en el contrato respectivo, no han quedado liberadas de
dicha obligación por su acogimiento al régimen de la ley n 5315
Q

vinculado a las cuestiones que legislan los arta. 8 y 9 con res-


pecto a la exención de impuestos, al reconocimiento del capital
Jr a la intervención de las tarifas: p. 516.
2. La facultad de la Nación de asumir la jurisdicción de los
servicios ferroviarios' con toda la amplitud' que establecen las
leyes 2873 y 5315, no comporta la atribución de restringir el
beneficio público obtenido mediante la concesión por las pro-
vincias concedentes, mientras el ejercicio de.la jurisdicción na-
cional no' sea, en lo esencial, incompatible con esa subsistencia:
p. 516. .
3. Debiendo presumirse válidas, mientras no se demuestre que
alteran el espíritu del arto 10 de la ley 5315, las rebajas del
50 % dispuestas por el P. E. para determinados casos en aten-
ción a las conveniencias del servicio público, debe admitirse
la validez de esa rebaja establecida por el decreto n 3053 del
Q

20 de julio de 1943 respecto de los boletos de los empleados


de Obras Sanitarias de la Nación que viajen' en uso de la licen-
cia que, según el reglamento, les corresponde cada dos años,
para .viajara la Cap. Federal por cuenta de dicha repartición:
p.586.

(1) Ver también: Constitución Nacional, 13; Recurso extraordi-


nario, lB, 20, 2B.

¡
r
HONORARIOS 687

Contribuciones, .impuestos y tasas.


Generalidades.
4. La exención de gravámenes establecida por las leyes 5315
y 10.657 alcanza a las propiedades incluídas en la cuenta ca-
pital formando parte del sistema explotado por las empresas
ferroviarias, aunque se trate de inmuebles desocupados o afec-
tados a un fin relacionado con las actividades de las empresas,
comolas casas habitadas por su personal. Mas no goza de dicha
franquicia el inmueble .incluído en la cuenta- capital bajo la
denominación de "Inversiones subsidiarias" que, segnn infor-
me de la Dir. Gral. de Ferrocarriles, no forma parte integran-
te del sistema explotado por la empresa ferroviaria por no ser
parte del Capital Invertido regido por la ley 5315: p. 108.

FERROCARRILES DEL ESTADO.


i. La exención de impuestos establecida por la ley 10.6'57be-'
neficia también a los Ferrocarriles del Estado que no están,
por ello, obligados a pagar la tasa municipal relativa al ser-
vicio de extracción de basuras: p. 461.

H
HABEAS CORPUS. \

Ver: Constitución Nacional, 8; Expulsión de extranjeros; 1, 2,


5; Jurisdicción y competencia,. 12; Recurso extraordinario,
12.14.

HECHOS NUEVOS.
Ver: Prueba, 1.

HIPOTECA.
Ver: Recurso extraordinario, 31, 42.

HONORARIOS.
Empleados a sueldo de la Nación. •
1. La percepción de honorarios contrariando lo dispuesto en
la ley 11.260-arto 33- es un acto prohibido por la ley -arts.
1043 y'1047 del Cód. Civ.- pudiendo esa invalidez alegarse
por quien representa intereses que ese cobro afecta, en el caso
688 IMPUESTO

el albacea, encargado de pagar los legados que disminuiría el


emolumento mencionado: p. 613.
Regulación.
2. La clasificación de los escritos en las sucesiones establece
la proporción en que puede reclamarse su pago, a la masa o al
cliente pero no decide respecto del. derecho a percibir hono-
rarios: p. 613.
3. La regulación de honorarios tiene fuerza de cosa juzgada
sólo respecto del monto de aquéllos : p. 613.
4. ,Después de regulados honorarios cabe discutir el derecho a
cobrarlos, y la denegatoria del mismo no produce agravio cons-
titucional: p. 613.

l.
.IGUALDAD.
Ver: Constitución Nacional, 10, 21~ 24, 26; Provincias; Recur-
so extraordinario, 52.
IMPUESTO' (1).
Principios generales.
1. La oportunidad en que se cobra el impuesto es un antece-
dente para su debida calificación, 'suficiente para demostrar
'que, en ciertos casos, se trata de un gravamen provincial a la
exportación: p. 480.
Oonfiscación. \
2. Para establecer el carácter confisca1;orio de la patente im-
puesta a las compañías de capitalización por las leyes 3795 y
3892 de la Prov. <le Córdoba, debe compararse el monto' del
gravamen con el de las utilidades obtenidas en una explotación
normal y razonable, con prescindencia de los casos de explota-
ción defi,ciente o inadecuada o de épocas anormales: p. 131.
3. El carácter confiscatorio de un gravamen no puede ser
establecido sino como consecuencia del análisis detenido de las
circunstancias de hecho que condiciona su aplicación, y su in-
compatibilidad por tal motivo con la garantía constitucional de
la propiedad, no puede resultar sino de la prueba de la absor-
ción por el Estado, de una parte sustancial de la renta o del
capital gravado: p. 131.
. (¡) Ver también: Constituci6n N aeional, 18, 20, 21, 22, 31'i Recur-
!lO extraordinario, 31, 49, 52.
~'

1 IMPUESTO Á LOS REDITOS 689


1
I
\ 4. Para que los impuestos al consumo -respecto de los eua-
!
les lo normal es que el precio real de venta agregue al costo
y la ganancia el importe de la contribución- sean considera-
dos confiscatorios se requiere que el monto del gravamen absor-
ba una part.e substancial de lo que el dueño del producto ob-
tiene al venderlo al consumidor: p. 562. '
5. El nuevo cobro de la contribución territorial declarada con.
fiscatoria, sin reajuste real ni' disminución efectiva que lo adop-
te al máximo admitido como válido por la jurisprud~ncia} es
frustratorio de la sentencia dictada en el juicio de repetición
anterior, cualquiera haya sido el propósito de las autoridlldes
provinciales al autorizar otra vez la percepción del gravamen:
p.614.
6. No procede la cancelación de la' cuenta de la contribueión
territorial que grava un inmueble, correspondiente a los años
comprendidos en un' juicio en que ese impuesto fué declarado
confiscatorio por ml.a sentencia que no declara eximido de toda
contribución durante ese lapso al inmueble de que trató el plei-
to: p. 626.

IMPUESTO A' LA EXTRACCION.


Ver: Constitución Nacional, 19,26, 27, 28, 29.

IMPUESTO A LA TRANSMISION GRATUITA.


Ver: Constitución Nacional, 24,' 25; Recurso extraordinario,
33,56.

IMPUESTO AL CONSUMO.
Ver: Constitución Nacional, 20; Impuesto, 4.

IMPUESTOS A LOS FERROCARRILES.


Ver: Constitución Nacional, 13; Ferrocarriles del Estado;
Recurso extraordinario, 18.
\

IMPUESTO A LOS REDITOS (1).


Réditos del suelo.
1. El establecimiento agrícola ganadero instalado en el país
bajo el mismo nombre que la casa matriz extranjera, adminÍs-

(1) Ver también: Costas, 2; Multas, 2; Prescripci6n, 7, 8, 9, 11;


Recurso extraordinario, 16.

690 IMPUESTO A LOS REDITOS

trado por un director gerente que reside en aquél y firma como


tal la correspondencia y los balances y realiza las operaciones
que se asientan en los libros llevados en las oficinas respecti-
vas por personal a sus órdenes, de,beser considerado como una
sucursal aunque el director carezca de facultades para vender
y gravar el campo o para extender el negocio a otras provin-
cias y aunque se valga de otra sociedad, a la que ha dado 'poder,
para realizar 'en la Capital Federal'las operaciones que requiere
el desenvolvimiento del negocio; por lo que no procede apli-
carle el recargo del 30 % previsto en el arto 16 de la ley 11.682
(t. o.) : p. 221

Infracciones y penas.
. 2. La. circunstancia de que hayan sido estimados de oficio los
réditos del contribuyente por no haber sido posible determinar-
los en forma clara y fehacient.e,no excluye la posibilidad de que
se compruebe una infracción de las previstas én el arto 16 de
la ley 11.683 (t. o) y se aplique a su autor, con arre~lo a las
circunstancias del caso, las sanciones previstas en dicha dispo-
sición: p. 105.
3. Las infracciones establecidas por losarts. 16 y 18 de la
ley 11.683 (t. o.) nQ son, en realidad, delitos' en el sentido del
Cód. Penal sino simples infracciones a lo ordenado por dicha
ley, entre las' cnales no hay una diferencia esencial sino tan
sólo de grado: p. 173.
4. La estimación de oficio de la renta no es óbice para la apli-
cación de las multas previstas en el arto 18 de la ley 11.683:
. p. 412.
5. La omisión en la declaración jurada de operacionE:slucra-
tivas, sin explicación ni prueba de descargo, permiten presu-
mir la intención de evadir el impuesto a los réditos: p. 412.
6. El pago del impuest.oa los réditos por el contribuyente no
impide la sanción de la infracción cometida con anterioridad
a aquél: p. 412. '

Procedimiento y recursos.
7. La facultad de verificar en cualquier momento lo declara-
do y el cumplimiento de las disposiciones legales acordada a la
Dir. del Imp. a los Réilitos por el arto 10, párr. ~, de la ley
11.683 (t. o.) se refiere a las declaraciones que no hayan .sido
objeto de un pronunciamiento de parte de la Dirección o la
Gerencia, o de la anterior verificación 'de un inspector de la
IMPUESTOS INTERNOS 691

Dirección --que supone una amplia verificación de libros, docu-


mentos y comprobantes- en virtud de la cual el Fisco se ha
acreditado el impuesto que debía abonar el contribuyente: p. 31.
8. Al contribuyente que impugna las liquidaciones hechas con
la intervención dElun inspector de la Dir. del Imp. a los Ré-
ditos corresponde probar fehacientemente los errores que les
.atribuye: p. 31. .
9. No procede solicitar judicialmente a la Dir. Gral. del Imp.
a los Réditos, la autenticación de una declaración jurada etl
que ,se menciona a la esposa del contribuyente -con quien se
encuentra en pleit.ó- y a terceras personas en calidad de em-
pleadores: p. 160.
10. 'Procede prescindir de la exigencia del reclamo adminis-
trativo impuesto por el arto 41, de la ley 11.683 Ct. o.) si en
la cimtestación a la demanda, en vez de formular oposición for-
mal a la prosecución del juicio haciendo de' ello cuestión de
previo pronunciamiento, el representante fiscal se limitó a se-
ñalar la omisión del mencionado requisito: p. 339.
,11. La verificación y el pago del impuesto a los réditos adeu-
dado por el fallido con anterioridad a la iniciación del juicio
no dependen de que se lo solicite en las oportunidades y con las
formalidades que para los demás acreedores exige la ley 11.719,
porque es obligación de los síndicos y liquidadores, agentes de
la Dir. Gral. del Imp. a los Réditos para la percepción del gra-
vamen, realizar las gestiones necesarias para lograr aquellos
fines: p. 361. '

IMPUESTO TERRITORIAL.
Ver: Constitución Nacional, 23; Impuestos, 5, 6.
IMPUESTOS INTERN'OS (1).
Régimen represivo.
Defraudación y simples infracciones.
1. La condonación de multas a quie~es paguen el impuesto
omitido y los gastos, no impide la resolución del expediente res-
pecto a la procedencia de aquellas sanciones: p. 425.
2. Basta la existencia de un act.o tendiente a defraudar los
impuestos internos para que corresponda aplicar la pena del
arto 36, ley 3764 -27 del T. 0.-: p. 425. '
(1) Ver también: Prescripci6n, 10, 14; Re!:l1r~o cxtraorc1inariQ,
1:>, 22, 50, 62.

I
692 IMPUESTOS INTERNOS

Procedimiento.
Vía contenciosa.
3. Los intereses punitorios que corren automáticamente por
el solo hecho del atraso en el pago, no son multas ni revi",ten
'Carácter condenatorio sino .resarcitorio; por lo que no procede
la vía contenciosa prevista en el arto 27 de la ley 3764 (17 del
texto ordenado) contra la resolución que impone el pago de
aquéllos: p.330.
Alcoholes.
4. El privilegio establecido por el arto 19 de la ley n 3764
Q

-9 del texto ordenado-:- no subsiste respecto del tercero de


buena fe que adquirió el inmueble libre de gravamen cuando
no existía en el mismo la fábrica cuya actividad originó el cré-
dito fiscal: p. 51.
Bebidas alcohólicas.'
5. Es justa la multa de $ 7.000 m/n. aplicada a un fabri-
cante clandestino de alcohol, sin antecedentes y de bumilde con-
dición y situación económica, que realizaba la destilación con
medios primitivos, aunque el monto de la defraudación no haya
podido precisarse y los productos secuestrados fueran nocivos:
p.474.
Nafta y aceites lubricantes.
6. El impuesto con que el arto 12, inc. 3 de la ley n 11.658,
I
Q, Q

reformado por el arto 1 de la ley n 12.625, grava al combus-


Q Q

tible destinado a motores de vehículos que usen la vía pública


.no comprende a los automotores que no son vehículos -es decir
que no sirven, como estos últimos, para tránsport.ar personas o 1-
1I
cosas- aunque sean autos para circula.r por la vía. pública.
p. 46. .
7. El dueño del aceite gravado, que planeó las maniobras ten-
dientes a defraudar los impuestos internos, es pasible de la
multa correspondiente, aun cuando aquéllas bayan consistido
en la omisión de la declaración de existencias, que el multado'
sostuvo no le incumbía de acuerdo con el arto 24 del decreto
59.830: p. 425.
. Seguros.
8. La circunstancia de quede buena fe y por un error excu-
sable la compañía que contrató un seguro cubriendo dinero en
IMPUESTOS INTERNOS 693

tránsito hasta cubrir una suma determinada por VIaJe haya


pagado el impuest.o del uno y medio por mil que establece el
arto 132 del texto ordenado de las leyes de impuestos internos
sobre esa cantidad y no sobre la mayor que en total fué trans-
portada en los varios viajes realizados, no autoriza a eximirla:
de .la sanción prevista en el arto 28 del citado cuerpo legal
para cuya aplicación basta la infracción a las disposiciones
legales o reglamentarias y no se requiere la existencia de inten-
ción delictuosa: p. 75.
Vinos.
9. Comprobada la diferencia "en menos" de 19.211 litros de
vino sobre un total algo inferior a 90.000 litros en la bodega,
así como la realización de una maniobra, cuando menos sospe-
chosa, consistente en la suspensión de una damajuana con vino
en una cuba llena de agua de tal manera que con el orificio
de la tapa de ésta coincidía el gollete de aquélla; a lo que se
agrega que las explicaciones ensayadas por el bodeguero en el
trámite administrativo y en la demanda contenciosa son con-
tradictorias y que su pretensión de que la aludida diferencia se
haya debido a una causa distinta del expendio sólo aparece
como una posibilidad contra cuya verosimilitud conspira el co-
nocimiento que tuvo el recurrente de la deficiencia de las pile-
tas en donde se habían producido las filtraciones por él invo-
cadas y la circunstancia de que, en todo caso, su uso habría
importado una imprudencia cierta, corresponde concluir que las
pruebas de descargo alegadas son insuficientes a los efectos
de la absolución y que debe condenársele con arreglo a lo dis~
puesto por el art.27 del texto ordenado de las leyes de im-
puestos internos: p. 59.
10. Corresponde reprimir con una multa equivalente a diez
tantos del impuesto que se pretendió defraudar, al bodeguero
que poseía varios miles de litros de vino no anotados en los
libros de bodega, contenidos en una pileta subterránea no indi-
cada en el plano oficial construída en un galpón contiguo y
oculta bajo el piso de tierra del mismo; así como también apli-
carle separadamente otra multa por haber tenido los libros ofi-
ciales fuera del local de la bodega, mas no por haber construí-
do clandestinamente las piletas subt.erráneas y poner indebida-
mente instrumentos fiscales pues trátase de hechos realizados
para consumar el fraude: p. 556.
Unificación.
11. Los contribuyentes damnificados por un impuesto provin-
694 INTERDICTOS

cial en contravención a lo establecido .en la ley nacional


n{>12.139, carecen de acción para demandar la nulidad del gra-
vamen fundados en esa circunstancia, sin perjuicio de la que
pueda corresponderles para pedir la nulidad del impuesto si
fuera contrario a la Const.. Nacional, a las leyes del Congreso
"oa los tratados con naciones extranjeras: p. 131.
IMPUESTOS PROVINCIALES.
Ver: Prescripción, 13.
INMIGRACION.
Ver: Constitución Nacional, 8.
INMUNIDADES.
1. Los arts. 61 y 62 de la ConstoNacional no se oponen a la
iniciación de acciones criminales contra un miembro del Con-
greso que no tengan origen en sus opiniones como legislador .
ni a que se adelanten los procedimientos en los respectivos ~ui-
cios mientras no se dicte orden de arresto o prisión: p. 544.

INSUBORDINACION.
Ver: Jurisdicción y competencia, 15.
INTERDICTOS (1).
De retener.
1. Los actos de las autoridades nacionales por los cuales se
ha impedido a la municipalidad actora construir una casilla
en un lugar de la playa del Río de la Plata correspondiente al
camino de acceso de la Dársena de Inflamables, instalada en
cumplimiento de las leyes n{>12.576 y 12.815 sin objeción de las.
autoridades locales, no constituyen actos de posesión o de domi-
nio sin:ot.an sólo la oposición a actos de la comuna que, a juicio
del Gobierno Nacional, habrían obstado la coínpleta obtención
de la finalidad determinante del establecimiento de la Dár-
sena. No hay, por lo tanto, una controversia susceptible de ser
dilucidada por medio del interdicto, y éste debe ser rechazado
porque su objeto propio no es decidir lo referente .al alcance
de la jurisdicción nacional en ese lugar, y porque t.ratán(!,ose
de un bien público cuyo uso y goce tienen los particulares, la
oposición del Gobierno de la Nación sólo podría ser discutida
(1) Ver también: Recurso extraordinario, 6.
JUBILACION DE EMPLEADOS FERROVIARIOS 695

por las autoridades locales si la ocupación impedida correspon-


diera a una utilización del inmueble conforme con su natli.ra-
leza de bien público, lo que no sucede en el caso de autos:
p.114.

Procedimiento.
2. La conformidad expresada por la par,te actora con prueba
procesal ofrecida por la contraria' en un interdicto de despojo,
y no decretada por la forma en que se ofreció, no es óbice para
que se la rechace en ocasión de celebrarse el comparendo para
la continuación. de la audiencia del arto 333 de la ley 50, si
así lo solicita la aclara fundada en que dicha prueba no fué
urgida por la demandada: p. 171.

INTERESES.
Ver: Impuestos Internos, 3.

INTERVENCION FEDERAL.
Ver: Jurisdicción y competencia, 9..

J
JEFE DE POLICIA.
Ver : Jurisdicción y competencia, 10.
JUBILACION y PENSION (1).
1. Mientras no se haya acordado la jubilación, el afiliado que
la solicitó sólo tiene un derecho en expectativa que puede ser. I

modificado por la ley exigiendo otros requisitos para obteI).er


el beneficio. p. 147.

JUBILACION DE EMPLEADOS FERROVIARIOS (2).


Jubilaciones:
ComienzO del beneficio.
1. El arto 3 del decreto 14.534/44 conforme al cual a los efec-
tos del pago de ,las jubilaciones se tomará en cuenta el primer
día desde que el afiliado deja de percibir el sueldo, es aplicable
retroactivamente al caso del afiliado a la Caja Ferroviaria que,
(1) Ver también: Prescripción, 3. .
(2) Ver también: Embargo; Recurso extraordinario, 32.
;:.

696 . JUICIO ORDINARIO

en el momento de su muerte, 'ocurrida antes de la fecha de


aquel decreto, no había devengado haber jubilat~rio alguno se-
gún el régimen de la ley 10.650 entonces vigente por haber se-
guido adscripto a la empresa en que prestaba servicios mientras
tramitaba la jubilac,ión por invalidez: p. 598.
Cla:ses.
EztTaordinaria.
2. Lo dispuesto por el arto 4 del decreto n 17A69 del 7 de
Q

julio d.e 1944 no autoriza a dejar sin efecto el bemficio del


arto 31 de la ley 10.650 oportunamente concedido a un obrero
jubilado por invalidez: p. 509.

Pensiones.
Personas beneficilldas.
. .
3. La circunstancia de que la hermana de un empleado ff'tro- .
viario fallecido, que vivía exclusivamente a cargo de éste, haya
heredado del mismo bienes calculados en pesos 15.000 ~(¡., no
basta para privarla del derecho a la pensión establecida por
la ley: p. 544.
4. Probado que el empleado ferroviario .con más de diez años
de servicios falleció en ejercicio de su cargQ, procede acordar
a su hijo la pensión establecida por el arto 38 de la ley n 10.650,
Q

a cuyo efecto es indiferente que la muerte haya ocurrido o no


en acto de servicio: p. 646.

JUBILACION DE EMPLEADOS NACIONALES (1).


Devolución de aportes.
1. La devolución de aport.es constituye, lo mismo que las jubi-
laciones y las pensiones, un beneficio que la ley acuerda a los
afiliados que hayan cumplido los requisitos establecidos para
cada caso, los cuales pueden ser modificados mientras aquélla
no haya sido concedida: p. 147.

JUECES.
Ver: Constitución Nacional, 4, 15; Provincias; Sentencia.
JUICIO ORDINARIO.
Ver: Constitución Nacional, 17; Recursol extraordinario, 53.
(1) . Ver también: Recurso extraordinario, 25.
JURISDICCION y COMPETENCIA. 697

JUICIO POLITICO.
- Ver: Recusación, 2.

JURISDICCION y COMPETENCIA (l).


Prórroga.
Trámites judiciales.
1. No importa prórroga de jurisdicción el envío de un tele-
grama al juez que interviene en el juicio solicitando la poster-
gación de una audiencia de prueba a la cual el demandado,
que promovió y prosigue una cuestión de competencia por in-
hibit.oria, podía concurrir haciendo en ella la salvedad per-
tinente: p. 61. -
2. La presentación del demandado en el juicio que se le ha
promovido ante un juez que no es el de su domicilio,'solicitando
ser tenido por parte en él y constituyendo domicilio legal a
los efectos del mismo, importa prórroga d~ la jurisdicción e
impone el rechazo de la cuestión de competencia por 'inhibito-
ria planteada después sobre la base de trat.arse de una acción
personal: p. 544.

Competencia territorial.
Elementos determinantes. .
I-ugar del domicilio de las partes.
3. No habiéndose convenido lugar para el cumplimiento de
las obligaciones ni resultando éste de la naturalezá de ellas,
corresponde al juez del domicilio del demandado conocer en el
juicio sobre indemnización de daños y perjuicios promovido
con motivo del incumplimiento de un, contrato de compraventa
-celebrado por el vecino -de una provincia. con otro de la Cap.
Federal: p. 61.

Competencia federal.
Por las personas.
Naci6n.

4. Corresponde intervenir a la justicia £eder~l en la causa


sobre indemnización de daños y perjuicios promovida contra
la Nación por los' padres de una' persona muerta a consecuen-
(1) Ver también: Aduana, 15; Constitución Nacional, 14; Recurso
extraordinario, 4, 5, 24, 34, 59,.68.

I
£98 JURISDICCION y OOM,PETENCIA

cia de un disparo de revólver efect.uado por un agente de la


Policía de la Cap. Federal: p. 209;
Causas, penales.
G«neraZidades.
5. Entre los casos exceptuados por el derecho público inter-
n'o, a que se refiere el arto 25, inc. 1 del Cód. de Proc. Crim.,
Q

no están comprendidos únicamente los enumerados en el arto


23 del mismo código, sino también los referentes a delitos
comunes contra o por funcionarios federales, carácter que debe
reconocerse a las autoridades de la Nación que, si bien han
de cumplir funciones propias en la capital, éstas no con!':ti-
tuyen lo específico y exclusivo de sus atribuciones. sino sólo
una faz de ellas: p. 545.
Por el lugar.
6. Los delit.os cometidos en los lugares del Palacio de Jus-
ticia de la Capital ocupados por las dependencias de los tri-
bunales locales de la misma deben ser juzgados por éstos.
Compete, en cambio, a la justicia federal juzgar los delitos
que fueran cometidos en los demás lugares del edificio, inclu-
sive en la AlcaidÍa que, como aquéllos, está sujeta a la juris-
dicción nacional aun cuando en ella se alojen presos a la dis-
posición de los tribunales locales de la Capital: p. 83.
7. Corresponde a la justicia federal conocer en la causa refe-
rente a delit.os comunes cometidos en un lugar sobre el cual
la Nación ejerce jurisdicción exclusiva y absoluta por estar
cpmprendido en la jurisdicción del Puerto de Rosario: p, 279.
Piolaei6n de normas federales.
8. No compete a la justicia federal sino a la local el conoci-
miento del sumario referente a la substracción de alambre del
servicio de líneas del telégrafo de la Prov. de Entre RÍos, entre
las cuales y las del telégrafo nacional no existe conexión, aun-
que por disposi~ión de la legislación local las oficinas del pri-
mero estén obligadas a recibir despachos para cualquier des-
tino y encaminarlos por la vía que corresponde: p. 357.
Delitos que obstruyen el normal ft¿ncf,onamiento. de las institncionr,s na.
c.ionales.
9. Si bien corresponde a la justicia federal c'onocer en las
causas referentes a delitos que se imputan a los interventores o
comisionados federales en provincias como cometidos por éstos
JURISDIOOION y OOMPETENOIA 699

en el desempeño de sus funciones, dicho fuero de excepción no


alcanza a los empléados provinciales nombrados por aquéllos
-empleado secundario dependiente inmediato del Jefe de
Policía de la Provincia, en el caso de autos- tanto menos si
el Gobierno Nacional no ha intervenido en su designación:
p.40.
10. Corresponde a la justicia federal conocer en la causa
sobre desacato al jefe de la policía federal, pues aunque dicho
delito hubiere sido cometido con motivo de su actuación ('omo
jefe de la policía de la capital, es siempre un funcionario del
gobierno federal y tiene una jerarquía que aun en los casos
de su actuación local trasciende de esta última, a diferencia
de lo que sucede con los integrantes del personal subalterno
que presta servicios en la capital: p. 545. '
Casos varios.
11. La circunstancia de que la resolución que impone multa
por infracción. a las leyes del trabajo emane de la D~legación
Regional de la Secretaría de Trabajo y Previsión, no excluye
n'ecesariamente la posibilidad de que sea recurrible ante los
tribunales locales de justicia, como para las decisiones del
Dpto. Provincial del Trabajo lo disponía el arto 9 de la
Q

n 2437 de la Prov. de Santa Fe, que debe considerarse subsis-


Q

tente por no haber sido derogada expresa ni tácitamente por el


decreto n 15.074/43 del P. E. Nacional; por lo que compete
Q

a los tribunales provinciales y no a la justicia federal cono-


cer por vía de apelación contra dicha resolución: p. 418.
Competencia originaria de la Corte Suprema.
Generalidades.
12. La Corte Suprema ,carece de jurisdicción orIgmaria para
conocer en recursos de habeas corpus: p. 529. .
Causas en que es parte una prov~ncia.
Generalidades.
13. El ejercicio de la jurisdicción originaria de la Corte Su-
prema en las causas en que es parte una pr.ovincia no está
subordinado ,a la condición de una previa gestión administra-
tiva por medio de actuaciones oficiales ante el gobieruo de la
provincia demandada; por lo que debe desestimarse la excep-
ción fundada en que la Prov. de Bs. Aires no puede ser de-
mandada ante la Corte Suprema por repetición de la contri-
bución de afirmados que un contribuyente considera confis-
700 JURISDICCION y COMPETENCIA

catoria, sino después que éste haya intentado obtener el reco-


nocimiento de su derecho por-la vía administrativa que establece
el arto 11 de la ley 4125: p. 87.
Causas que versan sobre cuestiones federales.
14. Corresponde a la Corte Suprema conocer originariamente
en las causas que versan sobre cuestiones de naturaleza federal
-como la acción de repetición fundada exclusivamente en la
inconstitucionalidad de la contribución de afirmados por ser
confiscatoria- en que sea parte una provincia, con prescin-
dencia de la vecindad de la contraria y siempre que no com-
prendan cuestiones de Índole local reservadas a los tribunales
provinciales: p. 87.

Competencia militar.
15. No corresponde a la justicia militar, ante la cu31 se ini-
ció un proceso por insubordinación, sino a la ordinaria el co-
nocimiento de la causa referente a un hecho que puede cons-
tituir los delitos de lesiones y disparo de armas previstos en
el Cód. Penal, 'ocurrido entre dos militares fuera del servicio,
por cuestiones ajenas al mismo y en un lugar no sometido a la
jurisdicción militar: p. 67.
16. No corresponde a la justicia'letrada de los territorios na-
,cionales sino a la militar el conocimiento de la causa referente
a un accidente de navegación ocurrido en un puerto no mili-
tar a una lancha a motor de un transporte de la Armacla par-
cialmente afectado al tráfico marítimo de pasajeros y carga,
gobernado y tripu~ado por personal militar dependiente del
ministerio de Marina, en circunstancias en que dirigida por
el marinero de mar que desde tiempo atrás actuaba como pa-
trón de ella y trip'ulada por personal militar 'del mencionado
transport.e, dábase cumplimiento a una orden del servicio im-
partida por el segundo comandante del buque: p. 179.

Sucesión.
Domicilio del causante.
17. Las circunstancias de que desde pocos meses antes de su
fallecimiento el causante desempeñara el cargo temporario
de comisionado municipal en una localidad provincial por
designación del Interventor Federal, de que poco después indi-'
cara ese lugar como su domicilio para obtener la cédula de
identidad de la policía local y de que existiera en él un esta-
LEY DE SELLOS 701

blecimiento de campo adquirido por su esposa no bas~an para


acreditar que allí tenía su domicilio si, por otra parte, está
probado que el causante vivía con su esposa en la ciudad de
Bs. Aires en la casa que a ese efecto tenía ~nstalada, en la cual
hallábanse sus muebles, el título de propiedad del campo y los
documentos referentes a los títulos de renta depositados en
custodia en un Banco de la Cap. Federal y a la cuenta corrien-
te que tenía en el mismo: p. 196.
18. Debe reconocerse como último domicilio del causante el
lugar indicado en la partida' de defunción, donde 'se hallaba la
casa que había sido de su madre, a la cual, según declaraciones
de numerosos vecinos, de su administrador y de su hermano,
fué a vivir para estar cerca de los suyos, después del falleci-
miento de su esposo, tres años antes de ocurrido el de la cau-
sante, aunque los bienes denunciados hasta el momento estén
situados en otra provincia, a la cual se había trasladado des-.
pués de contraer matrimonio"y aunque se trate de ~na sucesión
vacante: p. 282.
JUSTICIA DE PAZ LETRADA.
Ver: Recurso extraordinario, 26.
JUSTICIA MILITAR.
. Ver : Jurisdicción y competencia, 15, 16.

L
LEGISLACION COMUN.
Ver: .Provincias.
, LESIONES .
. Ver : Jurisdicción y competencia, 15.
LEY (1).
Interpretación y aplicación.
1. Los privilegios fiscales no deben ser ampliados por inter-
pretación: p. 51.
LEY DE SELLOS..
Exenciones.
1. La autorización judicial para actuar en papel simple, con
cargo de reposición por la masa, dada a los liquidadores de
(1) Ver también: Constitución Nacional, 10.

,
. ~.: ;;

702 MARCAS DE FABRICA

una quiebra no alcanza. a. las actuaciones promovidas en el


int.erés exclusivo de aquéllos: p. 51.
2. El supuesto infractor a la ley 12.591 a quien el P E.
aplicó una multa de la cual manifiesta haber apelado para ante
el juez federal mediante un escrito no agregado al expediente,
tiene derecho a áctuar en papel simple en el juicio de apremio
que se le sigue por cobro de la multa ~p. 82.
LEYES ACLARATORIAS.
Ver: Prescripción, 8.
LIQUIDADOR.
Ver: Impuesto a los réditos, 11.
LITIS CONTESTACION.
Ver: Recurso extraordinario, 67.

MAGISTRADOS JUDICIALES. I

Ver: Constitución Nacional, 4, 15..


MARCAS DE FABRICA (l).'
Pr~ncipios generales.
1. El derecho del titular de una marca para eXIgIr que se
prohiba a terceros a usar como marca o como nombre comer-
cial la"denominación por él registrada no llega hasta impedir
que sea usada en forma que no se preste a -confusiónpor quie-
nes se dedican a la venta de ocasión de las cosas a que se refie-
ren ésa y otras marcas y a la conservación y reparaci0n de las
mismas; con el propósito de indicar la especialidad y naturale-
za de los trabajos que ofrecen: p..93.
Designaciones y objetos.
2. El arto 59 de la ley 11.275 no impide registrar en el país
marcas extranjeras con el nombre extranjero que las distingue
en el país en que se fabrican o comercian los productos que
cubren: p. 412. .
3. Da prohibición contenida en el arto 39, ines. 49 y 59, de la
ley '3975. refiérese a las palabras que hagan relación con el
nombre d~l objeto o la naturaleza' del producto que se quiere
distinguir o con la clase a que ellos pertenecen. Debiendo, pues,
(1) Ver también: Recurso extraordinario, 19, 29.
OBRAS SANITARIAS 703

a efecto del registro de una voz de nuestra lengua (" Smoking",


en el caso de autos, cuya acepción es la de una conocida pren-
da de vestir) atenderse solamente a su significado en el idioma
vernáculo, con prescindencia del que tenga en el £orlíneo del
que se la tomó (el inglés, en el que también indica la acción
d.e fumar), procede acordar el registro de las marcas "Papel
tabaco Smoking", "Papel maíz Smoking" y "Papel de fumar
arroz Smoking" solicitado por el. re.currente: p. 475.
MEDIDAS PARA MEJOR PROVEER.
Ver: Recurso extraordinario, 43.
MULTAS (1).
1. El P. E. o los funcionarios administrativos pueden ser
facultados por ley para; imponer sanciones pecuniarias siempre
que se deje expedita la instancia judicial: p. 17.
2. Las multas establecidas por el arto 16 de la ley 11.683 (t.
o.), tienen carácter penal: p. 173.
MUNICIPALIDADES .
. Ver: Comercio interprovincial; Constitución Nacional, 30;
Interdictos, 1; Recurso extraordinario, 52.

N
NAVEGACION.
Ver: Poder de policía.
NOTIFICACION.
1. En la copia de la cédula dejada a un empleado no es ne-
cesario asentar los da.tos del diligenciamiento que constan en
el original: p. 250.
NULIDAD DE ACTOS ADMINISTRATIVOS.
Ver: Actos administrativos, 1, 2.

o
OBRAS SANITARIAS DE LA NACION.
Ver: Ferrocarriles, 3.
....::
. (1) Ver también: Control de cambios, 1, 2,; Impuesto a k,s Tédi-
tos, 4, 6; Impuestos Internos, 1, 2, 3, 5, 7, 10; Ley .de sellos, 2; Pres-
.
cripción, 13; Recurso extraordinario, 1, 15.
'..

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...r.r.~~~r.
l.!<:.:,..i
704 PENSIONES MILITARES

p
PAGO (1).
Pago indebido'.
Protesta.
Forma.
1. Son válidas y eficaces las protestas que ponen en conoci-
miento de las autoridades la disconformidad del contribuvent.e
con el impuesto que paga y la naturaleza de las objecione~que
formula, como ocurre con las que consideran confiscatoria,
ilegal, inconstitucional y violatoria de la ley nacional 12.139 la
patente establecida por las leyes 3795 y 3892 de la P~ov. de
Córdoba con respecto a las compañías de capitali.zación: p..131.
2. La mención de la confiscatoriedad del gravamen como'causa
de la protest.a formulada al pagarlo importa ~eterminación su-
ficiente de la. violación constitucional en que se funda dicha
reserva: p. 364.
PALACIO DE JUSTICIA.
Ver: Jurisdicción y competencia, 6.
PATENTE.
Ver: Constitución NacioI!al, 21, 22; Impuesto, 2, 3; Pago, 1;
Recurso extraordinario,' 21.
PEN4.
Ver: Aduana, 10, 11, 12; Constitución Nacional, 5; Control de
cambio, 1; Impuestos internos, 3, 10; Multas, 2; Prescrip-
ción, 11. '
PENSIONES MILITARES.
Guerreros de la Independencia.
1. La revocación de la pensión de que gozaban quien'es fue-
ron oportunamente ,reconocidos como descendientes de un gue.'
rrero de la Independencia, efectuada por el P. E. por sí y
ante sí antes de la sanción de la ley n9 12.613, y mantenida
después sin hacer referencia alguna a esta ley, por no hab(.rse
comprobado el carácter de guerrero del antecesor, contraría, el
principio de la cosa juzgada administrativa y viola los arts.
17 y 18 de la Consto Nacional: p. 286.
(1) Ver ta.mbién: Prescripción, 7, 9.
PRECIOS l'lfAXIMOS 705

PERENCION DE INSTANCIA (1).


1. Apelada la sentencia de primera instancia, la peren0ión
de la instancia por la paralización de los .ü-ámites respectivos
se cumple al año de haberse notificado la providencia que con.
cedió el recurso, a lo cual no obsta la negligencia de ambas
partes en urgir la elevación de los autos, ni la reposición
pendiente a cargo de la parte actora, que pide la p~ren~ión
y que apeló por la' exención de costas interpuesta por la parte
que pide' se declare periactuaria: p. 412. .

PERITOS.
-Ver: Expropiación, 3; Prueba, 2.

PERSONAS JURIDICAS.
Ver: Recurso extraordinario, 29.

PLAYA.
Ver: Interdictos, 1; Poder de policía.

PODER DE POLICIA.
1. El gobierno nacional' iien~ sobre las playas y los ríos
-navegables la jurisdicción indispensable para asegurar el re.
guIar funcionamiento de los puertos y la libre navegación a
que se refiere el arto 67, inc. 9 de la ConstoNacional: p. 114.
Q,

PODER JUDICIAL.
Ver: Constitución Nacional, 4.

POLICIA DE VINOS.
Ver: Prescripción, 14.

POSESIONo
.Ver.: Interdictos, 1; 'Recurso extraordinario, 6.

PRECIOS lVIAXIMOS.
Ver: Constitución Nacional, 11, 16; Ley de sellos, 2; Recurso
extraordinario, 44.
(1) Ver también: Recurso extraordinario, 35; Recurso ordinario
de apelación, l. _
'.".;

706 PRESCRIPCION

PRESCRIPCION (1).'
Comienzo.
1. El plazo de la prescripción de la acción tendiente a obte-
ner del Estado el pago de los daños y perjuicios sufridos por
el adquirent.e de un inmueble que, por no haber prosperado la
tercería que promovió, tuvo que pagar al acreedor de su ven-
dedor el importe del crédito ,por el cual había trabado un em-
bargo acerca de cuya existencia omitió informar el Reg. de
la Propiedad al expedir el certificado de dominió solicitado
a efecto de. escriturar, no comienza a correr desde ]a fecha
en que el comprador tuvo conocimiento de la. errónea certifi-
cación del Registro sino desde aquella en que, vencido en la
tercería, pagó al acreedor embargant.e la suma reclamada por
éste en su ejecución: p. 36'5.
2. El plazo de la prescripción de la acción deJ empleado pú-
blico para cobrar sus sueldos comienza a correr desde su
cesantía: p. 200.
3. La prescripción de la acción tendiente a obtener una jubi-
lación o una pensión comienza a correr desde el momento en
que el derecho a ellas nace y es exigible por el interesado, sin
que el plazo se suspenda o interrumpa por las actuaciones ad-
ministrativar;;; por lo que, habiendo transcurrido el plazo de
diez años entre la fecha de iniciación de la demanda y aquella
en que, por haberse procedido a la enucleación de un ojo de
un suboficial del ejército, éste quedó en la sit.uación de inepto
para la carrera de las armas, debe declararse prescripta su
acción para reclamar el beneficio de la ley que considera co-
rresponderle: p. 273.
Suspensión.
4. No llena el requisito final del arto 3980 del Cód. Civil quien
antes de demandar deja transcurrir nueve meses desde que
<)esóla imposibilidad de ejercer la acción en que se hallaba a
causa del desconocimiento excusable de las deficiencias del de-
creto que dispuso su cesantía: p. 200.
Tiempo de la prescripción.
Miteria civil.
Prescripcwn quinquenal.
5. La acción para cobrar los haberes correspondientes a un
emplel}do público, prescribe a
los cinco años: p. -200.
(1) Ver también: Acción civil; Recurso extraordinario, 16, 21, 24,
53, 68; R-ecursoordinario de apelación, 2.
PRESCRIPCION 707

Prescripción bienal.
6.. El arto 4030. in fine del Cód. Civ. no es aplicable en los
casos de inexistencia del acto lesivo del derecho invocado por el
actor: p. 200.
Leyes espedales.
Impuesto a los réditos.
7. La prescripción bienal establecida por el arto 24 del texto
ordenado del impuesto a los réditos para los casos de pago
por error, no rige los supuestos de demandas contenciosas so-o
bre repetición del impuesto pagado voluntaria o compulsi-
vamente contemplados en el arto 41 de la citada ley, a los que
es aplicable la prescripción decenal: p. 295.
8. El decreto n 30.141/44 no es aclaratorio sino modificato-
Q

rio del art 24 de la ley n 11.683 (t.. o.) y no es aplicable a


Q

los juicios iniciados con anterioridad a la fecha de su san-


ción: ps. 295 y 339.
9. La prescripción bienal establecida por el arto 24 de la ley
11.683 (t. o.) para los casos de pago por error, o sea el que se
ha hecho sin que mediara disposición que estableciera la obli-
gación de hacerlo, no rige los supuestos previstos en el arto 41
de dicha ley de demandas contenciosas sobre repetición del
impuesto a los réditos pagado sin 'causa, o sea cuando exi!'tía
la obligación de pagar aun cuando ella resultara de una dis-
posición o resolución contraria.a las leyes, caso en el cual
debe aplicarse la prescripción decena!: p. 339.

Prescripción en materia penal.


Comienzo.
10. El término de la prescripción de la acción penal estable-
cido por la ley 11.585, arto 5 no comienza a contarse desde
Q

I
I .•
,

la fecha en que la infracción fué descubierta por los empleados


fiscales sino desde aquella en la cual. quedó consumada o sea,
en el caso de omisión del pago del impuesto a los aceites es-
tablecido por el arto 12, inc. 2 de la ley 12.625, el día en que
Q,

venció ~l plazo señalado para satisfacer el gravamen, pues no


se ha probado que se tratara de una infracción continuada:
p.552.
Interrupción.
11. Las infra.cciones previstas por el art. 16 de la ley 11.683
(t. o.) son de carácter penal e interrumpen la prescripción
de la acción t.endiente a reprimir las anteriores: p. 173.
708 PROVINCIAS

12. Ni los actos de procedimiento administrativo, aunque se


trate de la resolución cOJ¡ldenatoria,ni los de procedimiento
judicial iniciados por el ~upuesto infractor en defensa de su
derecho, son interruptivos de la prescripción de la acción
(}onforme al arto 39 de la ley 11.585: p. 594.
Tiempo.
Leyes impositivas.
13. Los t.érminos establecidos por el arto 19 de la ley 11.585
no se refieren a la prescripción de multas aplicadas en las pro-
vincias por infracciones a las leyes impositivas locales, puesto
que dicha ley fue dictada tan sólo con respecto a los impuestos
nacionales: p. 351.
14. La posesión de varios miles de litros de vino no anotados
en los libros de bodega, contenidos en una pileta subterránea
no indicada. en el plano oficial y oculta bajo el piso; la intro-
ducción de reformas en el establecimiento sin previa autori-
zación administrativa; la tenencia de los libros oficiales fuera
de la bodega; la retención de valores fiscales sobrantes y la
posesión de otros que no pertenecían al bodeguero, constituyen
por su naturaleza infracciones de carácter netamente fiscal,
no industrial como el de las previstas por la ley 12.372; por
lo que la prescripción de la acción para reprimirlas no está
regida. por el Cód. Penal sino por la ley 11.585, cuyo plazo no
ha transcurrido desde la fecha en que fueron comprobadas
dichas infracciones:. p. 556.
PRESUNCIONES.
Ver: Impuesto a los réditos, 5; Sobreseimiento.
PRIVILEGIOS.
Ver: Impuestos Internos, 4; Ley; Recurso extraordipario, 31,
42, 45.
PROTESTA.
Ver: Cosa juzgada; ,Pago, 1, 2.
PROTOCOLIZACION.
Ver: Constitución Nacional, 25.
PROVINCIAS (1).
1. En ej.ercicio de las facultades y la obligación de adminis-
trar justicia que les incumbe las provincias pueden, sin que
(l) . Ver también: Constitución Nacional, 18; Ferrocarriles, 2.
QUERELLANTE 709

ello importe én sí mismo agravio alguno al (lerecho de defensa


ni al principio de la igualdad, asignar a jueces comunes, en
. varias instancias, o a tribunales espeGialesde instancia única
el conocimiento de cuestiones atinentes a leyes comunes o a
leyes especiales de orden local: p. 60.

PRUEBA (1).
Ofrecimiento y producción.
1. Sólo excepcionalmente cabe admitir en calidad de hechos
nuevos la prueba ofrecida después' del término legal. Una
transacción concluÍda por la provincia demandada con quien
no es el actor en el juicio y los decretos expedidos con motivo
de la misma, no constituyen hechos nuevos susceptibles de
probarse después.de vencido el término pertinente: p. 161.

\ Peritos.

)
2. Los cuestionarios a los cuales los peritos deberán ajustar-
se en el cumplimiento de su cometido pueden ser presentados
en el comparendo previsto por el arto 142 de la ley 50. Y tra- .
tándose en el caso de una prueba común por no haberse des-
entendido por completo de ella y de modo expreso alguna de
~\\
las partes, la audiencia prevista en el arto 142 de la ley 50
puede realizarse para los dos litigantes en la misma ocasión
aunque haya sido decretada en ambos cuadernos de prueba
y. par~ fechas distintas: p. 60.

PUERTO.
Ver: Poder de policía.

PUERTO DE ROSARIO.
Ver: Jurisdicción y competencia, 7.

Q
QUIEBRA.
Ver: Impuesto a los réditos, 11; Ley de sellos, 1.

QUERELLANTE.
Ver: Recurso extraordinario: 40.
(1) Ver también: Daños y perjuicios, 5; Expropiación, 2, 3; Inter-
dictos, 2; Recurso extraordinario, 44.
710 RECURSO EXTRAORDINARIO

R
REBELDIA.
'Ver: Recurso extraordinario, 41.
RECLAMACION ADMINISTRATIVA.
Ver: Impuesto a los réditos, 10; Jurisdi<~cióny competenci~,
13; Recurso extraordinario, 45. .
RECURSO DE NULIDAD.
1. . rE~ improcedente el recurso de nulidad no sustentado ante
la Corte Suprema contra la sentencia que, por ot.ra parte,
no adolece de vici,os o. defectos procesales que por expresa dis-
posición de la ley produzcan nulidad: p. 31.
" .
RECURSO DE QUEJA. .
Ver: Recusación, 1.
RECURSO EXTRAORDINARIO (1).
,Requisitos comunes.
Tribunal de justicia.
1. No procede el recurso extraordinario contra la resolución
del P. E. Nacional que impone la multa prevista por la ley
12.160, sino ejercer oportunamente la acción de repetición,
,a laque no puede oponerse la circunstancia de que se haya
pedida administrativamente la revocatoria de la sanción fun-
dada en el carácter compensat.orio de la multa, o su disminu-
ción al mínimo .legal, si al formular el reclamo se manife,stó
disconformidad y el pago se hizo luego con reserva de ocurrir
a los tribunales de justicia: p. 17.
2. El recurso extraordinario sólo procede respecto de senten-
cias judiciales y excepcionalmente contra resoluciones admi-
nistrativas cuando éstas han ejercido facultades judiciales
reconocidas por ley y sin recurso para ante otro tribunal:
p.17.
3. Debe considerarse emanada de un tribunal de justicia, a
los 'efectos del recurso extraordinaria interpuesto contra, ella, \ '
la sentencia par la cual un colegio de abogados establecido por
una provincia aplica a un letrado una censura privada ('omo
corrección disciplinaria. (Voto de los ministros Dres. Sagarna
y Casares. En sentido opuesto votaron los ministros Dres.
Nazar Anchorena'y Ramos M:ejía) : p. 604.
(1) Ver también: Constitución Nacional,!.
RECURSO EXTRAORDINARIO 711

Cuestión justiciable.
4. Las cuestiones referentes a la distribución de la compe-
tencia entre los jueces federales, a las cuales es ajeno el arto
18 de la Consto Nacional, deben ser reslleltas de manera final
por las cámaras federales, sea que hayan sido planteadas por
inhibitoria o por declinatoria; por lo que no procede el recurso
extráordinario deducido contra la decisión que aquéllas dicten
al respecto: p. 93.
5. La forma en que se tramite o decida' una cuestión de com-
petencia cuya resolución no incumbe a la Corte Suprema no da
lugar al recurso extraordinario: p. 163.
Gravamen;
6. Es improcedente el recurso extraordinario contra la re.
solución que, por considerar que con arreglo a lo establecido
por el Cód. Civil y la respectiva ley procesal no corresponde
la vía y forma elegidas, desestima la oposición que el ocupante
de un inmueble objeto de un interdicto de recobrar la posesión
del mismo tramitado entre otras personas, sin su intervención,
formula en dicho juicio con respecto a la orden judicial de
dar la posesión al vencedor en el mismo: p. 93.
7. No procede el recurso extraordinario fundado en la incons-
titucionalidad de la ley 988 -arto 13- de la Prov. de l\:Ii~ndo-
zaque autoriza la ejecución precautoria de la sentrucia .de
primera instancia en materia de accidentes del trabajo, después
de que la sentencia principal ha sido definitivamente cum-
plida. No importa que subsista la condena en costas impuesta
en el procedimiento de ejecución : p. 251.
8. Es improcedente el recurso extraordinario contra la sen-
tencia respecto de la cual ha sido bien concedido el recurso
ordinario de apelación: p. 310. '
9. Es improcedente el recurso extraordinario deducido por
una empresa telefónica contra la resolución del superior tri-
bunal provincial que, en un recurso de inconstitucionalidad
interpuesto por aquélla, rechazó su pretensión de que se de-
clarase caduca una concesión anterior que le imponía la gra-
tuidad de algunos servicios, si en un recurso contencioso ante-
riorment.e tramitado quedó resuelto de modo firme que carecía
de derecho para cobrarlos, por no ser incompatible "lasubsisten-
cia de esa obligación con el régimen de las leyes nacionales
750 1/2 y 4408 invocadas por la recurrente: p. 326.
10. Es improcedente el recurso ext.raordinario fundado en la' ..
violación del arto 18 de la Consto Nacional por .haberse decla-
:r::)

712 REOURSOEXTRAORDINARIO

radú de oficio y sin audiencia del recurrente al respeeto la


inconstitucionalidad del arto 18 de la ley 189 tal como fué
reformado por el deGreto' 17.920/44, si la aplicación de esta
disposición traería como consecuencia el mantenimiento de la
impqsición de costas hecha en la sentencia apelada por aplica-
ción del preceptó legal citado tal como era antes de la reforma,
porque la cuestión federal objeto del recurso tendría entonces
carácter teórico: p. 561.
11. Es improcedente el recurso extraordinario fundado en'
objeciones constitucionales formuladas contra el régimen del
colegio de abogados que aplicó al recurrente una corrección
disciplinaria y no contra su funcionamiento en el caso particu-
lar, si el letrado a quien! se impuso la sanción había, aceptado
dicho régimen al inscribirse en esa institución, aunque' haya
tenido que cumplir necesáriamente este requisito para poder
ejercer la profesión: p. 604.
Subsistencia de los requisitos.

12. Habiéndose levantado el estado de sitio mientras se subs-


tanciaba ante la Corte Suprema el habeas corpus sometido a
su conocimiento por medio del recurso extraordinario, fun-
dado en el ejercicio inconstitucional por el P. E. de las fa-
cultades que dicho estado le acuerda, no corresponde dictar
pronunciamiento algun'o sobre las cuestiones planteadas sino
declarar improcedente dicho recurso extraordinario: p. 15.
Requisitos propios.
Ouestión federal.
Ouestiones federales simples.
Interpretación' de la Constitución Nadona!.
13. Es admisible el recurso extraordinario fundado en que
es improcedente por r~troactiva y violatoria del art. 17 de
la Consto Nacional, la aplicación de lo dispuesto en el art 36
de la ley 12,345 al dueño de un establecimiento industrial en
el cual fué hallada, con posterioridad a la sanción de dicha
ley, chapa de barrera para langosta introducida libre de dere-
chQSde importación con anterioridad a aquélla: p. 289.
14. Procede el recurso extraordinario fundado en los arts, 14
y 18 de la Consto Nacional contra la sentencia denegatoria
del habe(ls corpus deducido por el extranjero cuya ~xpulsión
del país. según él, ha sido decretada por el P. E. sin darle
oportunidad de defenderse: p. 5.
RECURSO EXTRAORDINARIO 713

Interpretación do lss leyes federales.


15. La circunstancia de que la sentencia apelada exima de
toda penalidad al contribuyente por considerar que la in-
fracción cometida por él sólo se ha debido a un error excu-
sable, no obsta a la procedencia del recurso extraordinario fun-
dado por el apoderado fiscal en que, según la int.erpretación
que atribuye el arto 28 del texto ordenado de las leyes de im-
puestos internos, basta la existencia de la infracción para que
proceda aplicar la pena prevista' en el mencionado al'.
tÍculo: p. 75.
16. Procede el recurso extraordinario fundado' por el Proc.
Fiscal en el carácter interruptivo de la prescripción que atri-
buye a las infracciones previstas por el art.. 16 de la ley 11.683
(t. o.) en virtud de su carácter penal y de lo establecido por
el arto 67 del Cód. Penal contra la sentencia que les niega dicho
carácter y declara prescripta la acción: p. 173.
17. Procede el recurso extraordinario fundado en que el art. 28
de la ley 11.386 no reprime la adulteración de la lilJreta de
enrolamiento que no es susceptible de ocasionar perjuicio, con-
tra la sentencia que resuelve lo contrario: p. 196.
18. Procede el recurso extraordinario respecto de lasenten-
cia que, interpretando los arts. 8, 18 y 1 de las ley~s 5315,
Q

6757 y 10.657 respectivamente, en sentido contrario al soste.


nido por el recunente, desestima la exención de impuestos fun-
dada por éste en aquellas disposiciones: p. 461.
19. Procede el recurso extraordinario fundado en el arto 3,
incs. 4 Y 5 de la ley 3975 coótra la sentencia que rechaza la
Q Q

pretensión del recurrente por interpretar en otro sentido esas


disposiciones: p. 475.
20. Procede el recurso extraordinario contra la sentFmcia de-
negatoria del derecho fundado en el arto 10 de la ley 5315:
p.586.
21. La invocación de la ley 11.585 en un apremio tendiente
al cobro de un impuesto local creado por la ley 11.288, que se
declaró prescripto, constituye cuestión federal suficieute para
fundar el recurso extraordinaio: p.633.
Leyes federales de carácter procesal.
22. La cuestión referente a saber si, habiéndose elegido la vía
contenciosa prevista en el arto 17 del texto ordenado de las
leyes de impuestos internos por el supuesto infractor condenado
por el Administrador a sufrir la pena de multa por violación
del arto 82 de dicho texto, corresponde seguir ese procedí-
I
7140 , RECURSO EXTRAORDINARIO

miento o el establecido para las causas criminales, anulando lo


anteriormente actuado, para no dividir la continencia de la
causa, es de Índole procesal: p. 304.
Interpretación de otras normas 'Y a.ctos federales.
23. Es fundamental para la vida de la Nación, para el man-
tenimient.o del orden público, la paz social y la estabilidad de
las instituciones el resguardo de la integridad de las sentencias
de la Corte Suprema. Su desconocimiento importa un agravio
al ordlln constitucional, y cuando proviene de senteneias del
tribunal superior mencionado por el art. 14 de la ley 48, auto-
riza el recurso extraordinario: p. 614.
Cuestiones federales complejas.
Inconstitucionalidad de normas y actos nacionales.
24. No debiendo necesariamente concluirse que la sent.encia
que se limita a rechazar la prescripción de la acción penal por
ent.ender que, conforme a lo resuelto por la Corte Suprema en
Fallos: 199, 617, el curso de la prescripción se suspende por la
paralización de la causa resuelta por aplicación del arto 38 del
Cód. de Proceds. Crim., importa' declarar la inconstituciona-
lidad del arto 67 del Cód. Penal, puesto que cabe la posibilidad
de que el tribunal apelado haya interpretado esta disposición
en el sentido de que no se opone a la suspensión de la pres-
cripción de la acción en las causas en que un obstáculo legal
las paralice, corresponde declarar improcedente el recurso ex-
traordinario fundado en que se ha invalidado el citado arto 67
del Cód. Penal: p. 75.
25. Procede el recurso extraordinario fundado en que el de-
creto dictado por el P. E. Nacional el 18 de agosto de 1944 es'
contrario al arto 10, 2 apartado, de la ley 11.923 y al art 17
Q,

de la Consto Nacional contra la sentencia que rechaza esa im-


pugnación: p. 147.
26. Procede el recurso ext.raordinario fundado en la incons-
ti,tucionalidad del décreto 3.362/45, contra la sentencia que
admite su validez y rechaza, por ello, la excepción de incom-
petencia de la justicia de paz letrada de la Cap. Federal dedu-
cida por el recurrente que sostuvo la competencia de los tri-
bunales ordinarios de 1 instancia: p. 513.
Q.

Inconstitucionalldad de normas 'Y actos municipales 'Y policiales.


27. Procede el recurso extraordinario contra la sentencia que
admite la validez de una ordenanza impugnada por el recu-
rrente como violatoria de la Consto Nacional: p. 562.

I
RECURSO EXTRAORDIN~RIO 715

Cuestiones no federales.
lnterpretaci6n de normas y actos coml¿nes.

28. Es improcedente el recurso extraordinario fundado en la


interpretación del arto 326 del Reglam. Gral. de Ferrocarriles.
pues se refiere a materias de derecho común, como las relativaS
a la responsabilidad de las empresas respecto de los cargado-
res, por pérdidas o averías en la expedición: p. 62.
29. No reviste carácter federal sino común y por ello no puede
constituir fundamento del recurso extraordinario, la cuestión
referente a saber si una persona jurídica tiene o no dere~ho para
hacer registro de marca en las clases de la nomenclatura oficial
que no están comprendidas én las finalidades de su institu-
ción: p. 251.
30. La cuestión referente a la procedencia o improcedencia
de la orden de no innovar solicitada por una firmll comer-
cial que ha promovido juicio contra el Gobierno Nacional para
que se le restituya el amplio ejercicio y dirección de su nego-
cio de los que ha sido privada por considerarlo propiedad
enemiga, es de derecho común y, por lo tanto, ajena al re-
curso extraordinario: p. 261:
31. Las cuesÜones referentes a saber si los créditos por im-
puestos gozan o no de preferencia con respecto a los hipote-
carios así como las relativas a la conducción procesal del in-
cidente respectivo no revisten carácter federal y no autorizan
a fundar en ellas el recurso extraordinario: p. 381.
32. La cuestión referente a saber si los haberes jubilatoi-ios
que según el arto 3 del decreto 14.534/44 habrían correspon-
dido al causante desde que dejó de percibir sueldo hasta el
día de su muerte, puedep. ser reclamados por la viuda como
pensionista y sólo a título hereditario por los sucesores de
aquél, no reviste carácter federal: p. 598.
Interpretaci6n de normas y actos locales en general.
33. La cuestión referente a saber qué debe entenderse por
exteriorización a los efectos del impuesto a la transmisió~
gratuit.a no reviste carácter federal: p. 576.
Interpretación de normas locales de procedimientos ..
34. En principio, en los supuestos en que la resoluci6n de la
cuestión de competencia planteada por inhibitoria no corres-
ponde a la Corte Suprema, tampoco procede el recurso extra-o
ordin&Iio respecto del mismo punto propuesto por .declina-

I
716 RECURSO EXTRAORDINARIO

torja, pues se trata de aspectos procesales del pleito: p. 513.


35. Las decisiones referentes a la perención de la instancia
versan sobre puntos de carácter procesal y no son suscepti-
bles de recurso extraordinario: p. 513. .
36. El a~to que deniega el recurso extraordinario' por razones
procesales no puede ser revisado por la Corte Suprema si )]0
resulta de la causa que sea insostenible y fI'ustrat.orio del de-
recho federal invocado. Y no tiene este carácter, ante lo dis-
puesto por los arts. 66 y 96 del decreto 32.347, el quc declara
firme la resolución que rechaza la excepción de incompeten-
cia, no apelada expresamente en la sentencia final del juIcio,
para ante la cámara del trabajo: p. 612.
37. Lo inherente a la exist.encia de cosa juzgada no consti-
tuye cuestión federal, si no aparece indudable la modifica-
ción arbitraria de derechos acordados por decisiones firmes,
ni se trata de interpretar un fallo de la Corte Suprema: p. 613.
Exclusi6n de las cuestiones de hecho.
RegIas generales.

38. No es arbitraria la sentencia respecto de la cual no se pre-


tende que haya prescindido de la sujeción a la ley y a la
prueba con que los jueces tienen el deber de actuar, sino que
tan sólo se objeta la interpretación legal y la estimación de
pruebas realmente existentes que se -hace en la misma. puntos
ambos irrevisibles por medio del recurso extraordinario aun-
que la objeción fuera acertada: p. 648.
Relación directa.
N armas cxtrañas al juicio.
Arta. 16 a 19 de la Constituei6n.

39. Es improcedente el recurso extraordinario fundado en


el arto 17 de la Consto Nacional contra la sentencia no m:-bi-
traria que se limita a resolver cuestiones de hecho y de de-
recho común: p. 68.
40. Es improcedente el rec"Q1'SOextraordinario fundado en
los arts. re a 19 de la Consto Nacional contra la sentenr.ia q11e,
interpretando o aplicando en forma no arbitraria el arto 132
del Cód. de Proceds. Crim. de la Prov. de Santa Fey las
circunstancias de la causa declara- que el apelante no puede
ser considerado como particularmente ofendido en los términos
de aquél a .efecto de su participación en la causa como que-
rellant.e: p. 81.

I
RECURSO EXTRAORDINARIO 717

41. No siendo requisito constitucional la existencia de ins-


tancia de apelación y no habiéndose tramitado el proceso en
rebeldía del acusado, debe concluirse que no importa violación
del derecho de defensa en juicio la sentencia que, a raíz dE:'la
inasistencia del apelante al comparendo designado en segunda
instancia, declara de~istido el recurso interpuesto: p .. 92.
42. Es improcedente el recurso ext.raordinario fundado en
que importa condenar al Fisco sin oírlo y, por ello, violar el
derecho de defensa, la resolución por la cual el juez del con-
curso en el que se ha vendido un bien hipotecado, fija un
plazo a las reparticiones oficiales acreedoras por contribu-
ciones para que comparezcan a hacer valer sus derechos: p. 381.
43. La resolución que, por la tardanza en ser diligenciada por
la parte a la que se encomendó esa tarea, deja sin efecto una
prueba decretada para mejor proveer, no priva a aquélla de
la garantía dé la defensa en juicio ni es susceptible de rE:'cnrso
extraordinario, aunque esa prueba se hubiera decreta para ~ub-
sanar la omisión del juez de 1" instancia al decidir de plano
uI}a excepción de litis-pendencia: p. 434.
44. La audiencia del sumariado por el juez y la recepción
de la prueba ofrecida, en la instancia de apelación acordada
respecto de una resolución administrativa que, sin oír al ccn-
traventor le condenó a pagar $ 500 ~ de multa por infrac-
ción a la ley de precios máximos -12.591- satisface la ga-
rantía de la defensa en juicio; por lo que no procerle el re-
curso extraordinario fundado en el arto 18 de la Consto Na-
cional y. en la circunstancia de no haberse oído al recurrente
en la instancia administrativa : p. 473.
Varias.
45. Es improcedent.e el recurso extraordinario fundado en
que el pedido de fijación de un plazo para que las repartirio-
nes oficiales acreedoras por contribuciones c'omparezcan a hacer
valer sus derechos frente al acreedor hipotecario que hizo re-
matar el inmueble gravado, proveído de conformidad, es una
demanda a la que no debe darse trámite sin cumplir el requi-
sito de la previa reclamación administrativa establecido por las
leyes 3952 y. 11.634, cuyas disposiciones no se refieren a la
situación planteada en autos: p. 381.
Sentencias con ftmdamentos '/W federales o federales .COMentwos.
46. Pudiendo entenderse que la incompatibilidad alegada en-
iJ.'e el arto 4 del decreto 32.347 y disposiciones de leyes no
Q
718 RECURSO EXTRAORDINARIO

federales ha sido desestimada por interpretación de"estas úl-'


timas, debe declararse bien denegado el recurso extraordi-
nario: p. 168.
l'nDdamentos de orden procesal.

47.. La resolución de la Cám. de Apel. de la Justicia del Tra-


bajo por la cual se declara consentida la omisión de la sen-
tencia final de primera instancia al no decidir respecto de la
apelación anteriormente interpuesta por el demandado contra
el aut.o que, resolviendo la excepción de competencia, había
desestimado la inconstitucionalidad del decreto n'1 32.347/44,
debe ser considerada frustratoria del derecho federal alegado
. por el recurrente, atento lo dispuesto por los arto 66 y 96 del
mencionado decreto y la circunstancia de haberse mantenido
en todo instant.e la cuestión federal planteada; por lo que co-
rresponde declarar mal denegado el recurso extraordina-
rio: p. 72.
48. El recurso extraordinario no procede respecto de las re-
soluciones recaídas en incidentes de recusación de los jueces
de tribunales locales, por tratarse de cuestiones condiciona-
das por circunstancias de hecho y regidas por las respectivas •
leyes 'procesales, con las que los preceptos constitucionales que
pudieran invocarse no tienen relación direct.a e inmedia-
ta: p. 161.
49. Es improcedente el recurso extraordinario fundado en
la negación del derecho de la municipalidad apelante a ejer-
cer sus poderes financieros conforme al arto 5 de la Consto
Nacional contra la sentencia que, si bién ordena la devolución
total del gravamen que declara confiscatorio, no se basa en
el desconocimiento del derecho del fisco a cobrar monto al-
guno sino en que no es atribución de los jueces fijar el límit.e
concreto de lo que se ha de cobrar en cada uno de los casos
en que se declara percibida sin derecho una contribución en
razón de su excesivo monto: p. 648.
Fundamentos de hecho.
50. Es improcedente el recurso extraordinario fundado en la
interpretación del arto 12, inc. 39, de la ley n'1 11.658, refor-
mado por el arto 19 de 1a ley n'1 12.625, y en la resolución
n'1 296 del 15 de abril de 1942 de la Adm. Gral. de Imp. In-
ternos, conforme a la cual el impuesto establecido por dichas
leyes deberá ser tributado en todos los casos en que los com-
bustibles sean empleados en automotores aptos. para el uso
'RECURSO EXTRAORDINARIO 719

de la vía pública, contra la sentencia que declara que las má-


quinas. a que se refiere la causa -tractores utilizados para
la construcción de caminos- están imposibilitadas de circular
por la vía pública: p. 46. '
51. Es' improcedente el recurso ext.raordinario que tiene por
. objeto decidir si el equipaje constituÍdo por las ropas y objetos
de uso de los pasajeros, siempre que su cantidad no haga
presumir ser para negocio, puede comprender ropa nueva,
contra la sentencia que, si bien admite tratarse de ropa nueva
en el caso sub-judiée no decide la causa porque juzgue que
la ropa en ese estado puede formar parte del equipaje exento
de derechos de aduana sino porque, en virtud de circunstan-
cia de hecho irrevisibles por la Corte,' no correSponde presu-
mir que la misma fuese traída para negocio: p. 614.
Resolución contraria.
52. Es improcedente el recurso extraordinario fundado en
la violación de la igualdad de los impuestos y las cargas pú-
blicas, del derecho de propiedad y de lo establecido por el
arto 5 de la Consto Nacional en cuanto a las facultades de las
'municipalidades, . contra la sentencia que, sin desconocer el
derecho de la municipalidad recurrente para cobrar a Obras
Sanitarias de la Nación tasas de alumbrado, limpieza y riego
por los servicios prestados a esta última repartición, ordena la
devolución de :[0 cobrado por considerar probado que el im-
porte de la tasa excede en tal forma el costo del servicio que
la contribución de referencia. además de violar el arto 17 de la
Const. Nacional por ser confiscatoria, resulta desnaturalizada
'por convertirse en un impuest.o que la municipalidad no está
autorizada para cobrar: p. 648.
Sentencia definitiva.
Concepto y generalidades.
53. Tiene fuerza de definitiva y es susceptible del recurso
extraordinario fundado en la interpretación de la ley 11.585,
la sentencia dictada en juicio de apremio que rechaza la pres-
cripción liberatoria invocada e impide discutirla nuevamente
en el juicio ordinario de repetición: p. 351.
Resoluciones' anteriores a la sentencia definitiva.
Juicios de apremio y ejecutivo.
54. No sosteniéndose que se trate de un caso de excepción no
procede el recurso ext.raordinario contra la sentencia que en
juicio de apremio, interpretando el régimen legal del mismo,
720 RECURSO EXTRAORDINARIO

decide que no corresponde resolver en él las cuestiones constitu-


cionales planteadas por el recurrente: p. 9.
55.. Procede el recurso extraordinario fundado en la incons-
titúcionalidad de la ley de apremio contra la sentencia que
desestima esa impugnación: p. 9.
56. Por ~.plicació:Q. de la regla solve et. repete, de la cual no
debe prescindirse sino excepcionalmente en las ejecuciones t.en-
dientes al cobro de impuestos, no basta alegar en éstas la in-
constitucionalidad de las normas que rigen el procedimiento
para que el recurso extraordinario sea procedente. Este po-
dría serlo, en el caso de un impuesto a la transmisión gratuita,
si el monto del t.ributo absorbiera la totalidad o una parte ca-
pital de los bienes transmitidos situados en la provincia que
los grava; circunstancia que debería ser probada y no resultar
solamente de cálculos aproximados, sin corroboración en los
elementos de juicio existentes en autos: p. 448.
57. La circunstancia de que la suma reclamada en una ejecu-
ción por cobro de impuestos sea excepcionalmente elevada, no
autoriza la procedencia del recurso extraordinario si no se ha
probado que su pago sería ruinoso para el contribuyente: p. 448.
58. La ley 11.288 .no. ha modificado el arto 320 de la ley
50: p. 633.
Cuestiones de competencia.

59. Procede el recurso extraordinario contra la sentencia que


'desconoce la validez del arto 19 del d"-.creton9 119.630/42 del
P. E. Nacional.y declara que no corresponde al tribunal ban-
cario de la Cap. Federal sino a la justicia ordinaria de la
provincia respectiva conocer en la causa sobre cobro de pesos
y reintegro de empleo promovido contra un banco establecido
en la ciudad de Bs. Aires por el empleado de una sucursal
provincial del mismo: p. 43.
60. No habiéndose interpuesto' recurso alguno contra la deci-
sión que resolvió la excepción de incompetencia fundado en la
inconstitucionalidad del decreto 32.347, no procede el extraor-
dinario contra la sentencia final del juicio: p. 612.
Medidas precautorias.
61. El auto por el «ual no se hace lugar a la medida de no
innovar solicitada por la firma comercial de cuyos negodos
se ha incautado el P. E. Nacional por considerarlos como pro-
piedad enemiga, no ocasiona daño irreparable, dada la sol-
vencia de la Nación, ni reviste carácter de sentencia definitiva
; '.

RECURSO EXTRAORDINARIO 721

a los efectos del recurso extraordinario que, por lo tanto, no


procede contra aquél: p. 261.
Varias.

62. No es definitiva la sentencia que se limita a declarar la


nulidad de las resoluciones del Min. de Hacienda y del Adm.
de Imp. Internos que impusieron multa por aplicación del
arto 82 del texto ordenado de las leyes de impuestos internos,
así como del procedimiento contencioso seg1,1idoante la jus-
ticia federal con. mot.ivo de haber ocurrido a ella el supuesto
infractor por la vía del arto 17 del mencionado texto legal, y
a disponer que' debe darse a la causa el procedimiento estable-
cido para los juicios criminales: p. 304.
Tribunal superior.
'.
63. Es improcedente el recurso extraordinario contra el fallo
confirmatorio pronunciado por la Suprema Corte de la Prov.
de Bs. Aires en virtud del recurso de inaplicabilidad deducido'
contra la sentencia de una cámara de apelación aunque en.-
aquél se haya tomado en consideración la cuestión federal
planteada por el recurrente; pues careciendo en realidad dicho
tribunal de jurisdicción para decidir esa clase de cuestiones,
el recurso debió ser interpuesto contra el pronunciamiento de .-
la Cámara, que es la sentencia definitiva del superior tribunal
de la causa a que se refiere el arto 14 de la ley 48: p. 66.
64. En el caso de acumulación de acciones, ei recurso extra-
ordinario intentado contra la decisión dictada sobre compe-
tencia en oportunidad del arto 66 del decreto 32.347, ha sido
bien denegado respecto de aquéllas que exceden de mil pesos,
'porque en cuanto a las mismas dicha resolución no es la sen-
tencia del superior tribunal de la causa. Y habiéndose conce-
dido, en cambio, el recurso en cuanto a las acciones menores
de dicha suma, corresponde rechazar la queja-deducida: p. .168.

Requisitos formales.
Introducción de la cuestión federal.
Forma.
65. No plantea cuestión federal alguna la manifestaci6n de
que el recurso procede porque se debate la interpretación .de
una ley nacional ni la disconformidad genérica con los funda-
mentos de la resolución apelada y las que le sirven de ante-
cedente: p. ~13.

,

722 REOURSO EXTRAORDINARIO

Oportunidad.
66. La regla ¡:;egúnla cual la cuestión federal base q.el re-
curso extraordinario debe plantearse oportunamente, es tam-
bién aplicable a los casos en qúe se lo interpone contra resolu-
ciones de organismos administrativos; No.rige- en los supuestos
en que no se hubiere dado audiencia al recurrent.e, ni en los
casos de decisiones sorpresivas de cuestiones federales: p. 416.
Planteamiento en 19 instancia.
67. Por regla general la cuestión federal hase del recurso ex-
,
I
1

traordinario debe plantearse en oportunidad de trabarse la litis


contestación: p. 165. 11

Planteamiento en 2' instancia. .J


68. Es improcedente el recurso extraordin.ario fundado en la
in.con.stitucion.alidaddel art. 13 del Cód. con.tencioso-adminis-
trativo de la Prov. de Bs. Aires en. cuan.to señala el término
de treinta días para deducir las acciones a que se refiere, con-
tra la sen.ten.cia de segunda in.stan.cia que, sin. resolver esta
cuest.ión tardíamente planteada, se limita a decidir que, con-
forme a lo que dispon.en las leyes locales, no compete a la jus-
ticia ordinaria de la provin.cia sin.o a la Suprema Corte de la
Provin.cia entender en. la acción"deducida por el recurren.te:
p. 60.
Interposición del recurso.
Quienes pueden interponerlo.
69. En principio los terceros no pueden. interpon.er recurso ex-
traordinario ni aun cuando les alcancen. los efectos de la sen.-
tencia de que apelan" si ello sucede por aplicación.n.oarbitraria
de disposiciones de derecho común o cuando exista remedio en
el orden local. Y así los subinquilinos y cesionarios a quienes
se ha oído y respecto de los cuales se ha declarado que no tienen
mejor derecho que el locatario; n.opueden. interpon.er el recurso
extraordinario: p. 162.
Término.
7Ó. Es extemporán.eo el recurso extraordinario interpuesto el
sexto día hábil después .del comparen.do a que concurrió el re-
currente y en. el cual se dictó la senten.cia apelada: p. 68..
71. No subsiste el recurso extraordinario in.terpuesto \contra
una sentencia de la Cám. en lo Civ. y Comercial de La Plata
subsidiariamente y par!l el caso de no concederse el qe inaplica-

,
REOURSO ORDINARIO DE APELAOION 723

bilidad de ley también deducido, si este último es concedido.


No import.a que luego la Suprema Corte provincial declare mal
concedido el recurso de inaplicabilidad: p. 247.

Resolución.
Limites del pronunciamiento.
72. La circunstancia de que el detenido que fundó el recurso
extraordinario en el ejercicio inconstitucional por el P. E. de
.las facultades que le acuerda el estado de sitio, no haya sabido
con anterioridad a la interposición de aquél, sino mientras el
expediente tramitaba ante la Corte Suprema, que poco después
de su detención había sido ordenada su expulsión del país por
aplicación de la ley 4144, no autoriza a dicho Tribunal a tomar
en consideración las cuestiones que al respecto intente plantear
el apelante, no comprendidas en el recurso extraordinario in-
terpuesto: p. 15. .
73. Corresponde prescindir de '180 resolución de la cuestión
referente al carácter confiscatorio de una gabela p'or razón de
su monto excesivo, en lo cual fundóse el recurso extraordinario,
si en la oportunidad en que fueron planteadas las cuestiones fe-
derales no :;lehizo mención de esa exhorbitancia y sólo se basó
la impugnación en la falta de causa para el cobro: p. 403.
-- .
,

74. Habiéndose limitado el recurso extraordinario interpuesto


a la cuestión referente a la violación del arto 17 de la Consto
Nacional, debe prescindirse de las demás introducidas anterior-
mente en el pleito: p. 562.
75. La Corte Suprema debe limitar su pronunciamiento a las
cuestiones mantenidas en el escrito en que se interpuso el re-
curso extraordinario: p. 613.

RECURSO ORDINARIO DE APELACION (1).


Segunda instancia.
1.. Debe tenerse por desistida la apelación referente a las cos-
tas interpuesta por la parte que pide se declare perimida la se-
gunda instancia y firme la sentencia apelada del juez de la
causa: p. 412. .
2. Jo.. falta de,expresión de agravios en segunda instancia eou-
tra la sentencia de primera en cuanto declaró operada la pres-
cripción respecto de los reclamos comprendidos en determinado
(1) Ver también: Recurso extraordinario, 8.

,
...
724. RETROACTIVIDAD

período, debe considerarse firme lo resuelto por aquélla sobre


ese punto: p. 531.

Tercera instancia.
Causas criminales.

3. ProcedeJi los recursos ordinarios de apelación .interpuestos


por el Min. Fiscal y el denunciante contra la sentencia de UDa
cámara federal compuesta de tl'es miembros que deja sin efecto
una multa mayor de cinco mil pesos impuesta por la Aduana
a los que consideró responsables de la alteración del destino de
papel importado con franquicia: p. 310.

RECUSACION (l).
1. La recusación con causa en que no se expresa cuál sea ésta,
ni se cumplen los requIsitos de los arts. 26 27 de la ley 50. y
~7

la recusación sin causa interpuesta en un recurso de queja,


deben desestimarse de plano: p. 161.
2. Corresponde rechazar de plano las recusaciones manifies-
tamente improcedentes, comolo es la intentada sobre la base de
la actitud del propio peticionante -un pedido de juicio polí-
tico- después de dictada la sentencia final de la causa, y
en los procedimientos tendientes a obtener la reposici6n del se-
llado de la misma, aun no siendo el recurrente la parte que
trajo la queja, sino el letrado que la patrocinó :'p. 635.

REGISTRO DE LA; PROPIEDAD.


Ver: Daños y perjuicios, 4; Prescripción, 1.

/ RENUNCIA.
Ver: Constitución Nacional, 1; Recurso extraordinario, 11.

RESPONSABILIDAD DEL ESTADO.


Ver: Daños y perjuicios, 1 2, 3.
J

RETROACTIVIDAD.
Ver: Aduana, 9; Control de cambios,1; Jubilación de empleados
ferroviarios, 1; Prescripción, 8; Recurso extraordinario, 13, 25.
(1) Ver también: Recurso extraordinario, 48.
SOLVE ET REPETE 725

RIBERAS.
Ver: Interdictos, 1; Poder de policía:

RIOS.
Ver : Poder de policía.

S
SEGURO.
Ver: Impuestos internos, 8

SENTENCIA (1).
Principios generales ..
1. No es obligatorio para los jueces hacerse cargo de todos. los
argumentos ni' tratar todas las cuestiones planteadas en los
autos: p. 513.

SENTENCIA ARBITRARIA.
Ver: Recurso extraordinario, 36, 37, 38, 47.

SERVICIO MILITAR.
1. En el caso de tres hermanos gemelos sólo uno de ellos debe
prestar el servicio militar: p. 603.

S~ICO.
Ver: Impuesto a los réditos, 11.

SOBRESEIMIENTO (l).
1. El sobreseimiento decretado :por la Cámara de Apelaciones
en forma provisional pór haberse limitado el recurso al carácter
del sobreseimiento, que el juez de primera instancia había decla-
rado definitivo no obstante hallarse acreditada la culpa del pro-
cesado al disparar sin necesidad un arma de fuego, no cons-
tituye presunción favorable a éste: p. 209.

SOLVE ET REPETE.
Ver: Aduana, 13, 14; Recurso extraordinario, 56.

(1). Ver también: Corte Suprema, 1; Recurso de nulidad.


(2) Ver también: A.cción civil.
'726 '.' :TERMINO,

SUBLOCACION.
Ver: Recurso extraordinario, 69.

SUCESION.,
Ver: Honorarios, 2 j Jurisdicción y competencia, 17, 18.

SUELDO.
Ver: Prescripción: 2.
T
TARIFAS.
Ver: Ferrocarriles, 3 j Recurs,o extraordinario, 20.

TASAS (1).
1. Cuestionada una tasa por no ajustarse razonablement.e al
costo del servici,o, la estimación que de esa relación hagan los
jueces para resolver si la autoridad que la impuso procedió o \
no dentro de la órbita de sus facultades, no' importa invasión
de atribuciones privativas de otros poderes, especialmente si
el fallo se limita a decidir que el cobro se hizo sin derecho; de-
jando librada al poder administ.rador la reliquidación corres-
pon diente: p. 648.

TELEFONOS.
Ver: éon~titución Nacional, 30 j Recurso extraordinario, 9.

TELEGRAFO.
Ver: J urisd1icción y eompete~cia: 8.

TERCERIA.
Ver: Daños y perjuicios, 4 j Prescripción, 1.
\ TERCEROS.
Ver: Impuestos Internos, 4 j Recurso extraordinario, 6, 69.

TERMINO (2).
1. El plazo de 24 horas que establece el arto 12 de la ley 50
corre desdé la hora de la notificación del auto que lo con-
cede: p. 250:
(1) Ver, tam,bién; Recurso extraordinario, 52-
(2) Ver también: Demanda.
VlNOS 727

TRANSACCION.
Ver: Prueba, 1.

TRANSPORTE.
Ver: Recurso extraordinario, 28.

TRIBUNAL BANCARIO.
Ver: Recurso extraordinario: 59.

TRIBUNALES ADMINISTRATIVOS.
Ver.: Constit.ución Nacional, 7 ; Multas, 1.

TRIBUNALES DE TRABAJO.
Ver: Constituciórr Nacional, 6, 9; Recurso extraordinario, 36,
46, 47, 60, ii4.

v
VINOS.
Ver: Impuestos Internos, 9, 10; Prescripción, 14.
HOJA COMPLEMENTARIA

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página dentro del Volumen.
/

\
INDICE POR ARTICULOS
Art.
Constitución Nacional 67. Ine. 9. 114, 121, 129.
Art .. 67. !ne. 11. 419, 420, 424, 548,
4. 64, 139, 496. 585, 607, 609. •
6. 648, 649, 655. 67. Ine. 12. 121, 136, 403, 408,
7. 576, 583, 584. 409, 526, 527.
8. 136. 67. Ine. 13. 403, 403, 409.
9. 136, 139, 141, 338, 480, 487, 67. Ine. 14. 121, 214.
\ 493, 494, 496, 502, 504, 505, 67. Ine. 16. 469, 526, 564,
1 563, 569.
10. 136, :).39,141, 338, 403, 408,
67. Ine. 27. 214.
86. 303.
410, 430, 487, 491, 493, 494, 86. Ine. 1. 384.
502, 504, 505, 563,. 569.. 86. Ine. 2. 321, 341, 344, 592.
11. 136, 139, 141, 338, 403, 408, 86. !ne. 10. 201, 205, 207.
410, 487, 491, 563, 569. 86. Ine. 13. 384.
14. 5,6,7,133,136, 141, 145, 277, 94. 303, 443.
386, 387, 435, 440, 444, 607, 95. 16, 70, 303, 435, 440, 443,
609, 628, 630, 633. 444, 445.
16. 7, 81, 132, 136, 141, 222, 317, _' 96. 153.
481, 486, 499, 508, 583. 100. 90, 140, 213, 366, 420, 424.
17. 32, 52,' 69, 70, 72, 89, 91, 128, .101. 90, 140, 366,
133, 137, 141, 145, 147, 148, 104. n8, 119, 419, 420, 424, 480,
149, 150, 153, 154, 166, 264, 494.
265, 268, 272, 286, 288, 289, 105. 420, 424, 480, 494, 585.
293, 294, 329, 364, 386, 387, 107. 408, 526.
388, 561, 563, 573, 649, 654. 108. 118, 121, 408, 410.
18. 5, 6, 7, 19, 22, 25, 71, 93, 286,
288, 289, 435, 436, 440, 443, Código Civil
444, 472, 473, 475, 549, 551,
552, 561, 607, 608, 609, 611, Art.
623. '1. 57'8, 581.
19. 19, 81, 329. 2. 578, 581.
20. 435, 442, 444. 3. 150, 152, 299, 301, 303, 345.
26. 118, 121. 4. 303.
27. 118. 5. 149, 150.
28. 386, 387. 33. 638.
31. 30, 108; 408; 420. 35. 253, 255, 260.
(
\ 32. 446. 43. 216, 640.
I 36. 303. 502. 430.
61. 544. 60S. Ine. 3. 540".
62. 544. 506. 540.
67. 338. 513. 239.
67. !ne. 2. 139. 519. 232.
~
730 INDICE POR ARTICULOS

ATt.
520. 232.
524. 331.
525. 331.
538. 238.
607. 533, 536, 537.
608. 533, 536, 537.
617. 533, 536, 537.
625. 638.
630. 638.
654. 331.
655. 331.
656. 331.
784. 346,' 347, 463, 569.
792. 321, 342, 343.
794. 299, 342, 343, 346, 463.
979. ~51.
. ,979. !ne. 2. 34.
1043. 613. .
1047,. 201, 613.
1067. 378.
1068. 640.
1078. 212, 640,643.
1083. 638.
1084. 638.
1096. 638.
'1102. 218.
1103. 211, 218.
1109. 210.
Militar
Art .
. 1111. 370.
117. 185, 186:
1112. 210, 212, 369, 377, 378, 638. 117. Ine. 1. 192.
1113. 210, 212, 369, 317, 378, 638.
l!122. 638.
1123. 638.
.
1
117. Ine. 2. 180, 18'3,
191, 192, 195.
122. 189.
186, 188,

'. 1164. 376.
1197. 232, 234, 238, 239, 521, 537. 1
I 733. 193.
734. Ine. 2. 191.
1198. 2~2, 521. ' 827. 137.
1323. 504.
1329. 370, 378. , C~digo Penal
1410. 504. .¡ ATt.
1412. 504. ) 2. 47.
1638. 238. / j.. 4. 17 5 .
1658. 606. 59. Ine. 3. 554.
2337. 129. 62. Ine. 5. 23.
.2340. 125, 128. 67. 75, 173, 175, 177, 178 .
219. 437. .
- 2340. Ine. 4. 116, Ú7, 118, 126.,
292. 199.
2340. Ine. 7. 409.
293. 199.
2341. 129, 131, 409.
294. 199.
2342. 116, 125.
297. 199.
2342. Ine. 1• .115, 126.
2400. 129. Có~igo de Procedimientos
2432. Ine. 3. 285. Civiles
2506. 115 ..
2572. 119.
ATt.
219. 345. 11
3270. 376. 220. 213, 216, 239. II
,/

INDICE POR ARTJ:OULOS 731

Art. Art.
233. 413. 13. 155.
483. 464. 15. 345.
26. 161.
Código de Procedimientos 27. 161.
57. 155.
Criminales . 85. 155.
Art. 142. 60, 172.
208. 70.
23. 545, 547, 548, 549. 224. 155. ,
23. Ine. 2. 28l. 233. 1,02.
23. Ine. 3. 360. 320. 634,635.
23. Ine. 4. 85, 281. 327. li6, 122, 126.
25. 548. 327. Ine. 2. 123.
25. Ine. 1. 545, 547. 332. 116.
31. Ine. 10. 306. 333. 171, 173.
38. 75.
374. 413.
59. 180.
60. 180. Ley 189
146. Ine. 1. 83.
349. 558. Art.
387. 446. 18. 453, 461, 561. .
391. 446.
392. 446. Ley 7501h
393. 446. Art.
395. 446. 1. 360.
454. 217. 2. 360.
667. 083. 2. Ine. 3. 357, 358, 360.
617. 629. 11. 409.
15. 405.
Ley 48 25. 409.
Art. Ley 775
1. Ine. 1. 140. Art.
2. 420. 35. 234.'
2. Ine. 6. 214.
3. 185. Ley 810
3. Ine. 2. 281.
3. Ine. 3. 360. Art.
3. Ine. 4. 85, 281. 6. 311, 312, 313.
7. 185, 193, 195., 33. 309.
14. 39, 45, 66, 70, 169, 249, 432, 74. 311~ 316, 338.
449, 476, 514, 516, 610, 615, 137. 64.
620, 623, 634. 433. 293.
14. Ine. 2. 657. 549. 626, 627.
14. Ine. 3.' 6, 80, 104, 107, 158, 549. Ine. 4. 627•.
260, 294, 441, 466, 476, 601. 550. 626, 627.
15. 356, 584. 602. 336.
16. !ne. 1. 81, 433. 604. 336.
16. Ap. final. 619, 623. 611. 336.
99'8: 626, 627.
Ley 50 1008. 336.
1025. 292.
Art. 1026. 292.
5. 172. 1056. 290, 293.
12, 251. 1063. 62, 63, 64, 65, 87.

!
L
732 .lNDIOE POR ARTIOULOS

Ley 817 . Ley 3975


Art. ,Art.
1. 629. 3. Ine. 4. 475, 476, 477.
5. 630. 3. Ine: 5. 475, 476, 477, 479.
8. 630. 4. 257, 259.
11. 630. 6. 104, 256, 478.
15. 630. '12. 47S.
42. 104, 257, 259.
Ley 927 43. 99, 104, 259.
44. 97, 98, 101, 104. . I >
Art. 45. 104.
1. 200. 47. 257.
55. 98.
Ley 1893
Ley 4055' '
Art.
104. 85, 86. Art.
111. Ine. 1. 214. 2. 140.
3. Ine. 2. 224, 313.
6. ]07, 158, 466, 476, 619, 623.
~ey 2873 8. 41, 46, 413.
Art. 9. 84, 165, 282, 359, 423.
19. 528. 9. Ine. d) 180, 193.
20. 528.
104. 523. Ley 4144
Art.
Ley: 3764 2. 8, 16, 436" 437, 438, 440.
Art. Ley 4235
18.52 •.
19. 51, 52, 53, 54, 55, 57, 58, 59. Art.
20. 331. . 1. 214..
26. 597.
.-- 27. 330, 331, 332, 333, 433, 558. Ley 4295
28. 597. Art.
30. 43'0, 432. 1. 307.
\ 31. 43Ó. 432.
32. 596, 597. Ley 4349
36. 80, 331, 425, 431, 432, 433,
552, 559. Art.
37. 78, 79, 80, 331. 1. 152.
38.306, 308•. 27; 153.
45. 430.
Ley 4408
Ley 3896 Art.
Art. 1. 358.
8.468. Ley 4707
Ley 3952 Art.
Cap. V. tito III, arto 7. 277.
Art. Cap. V, tito In, arto 18. 273, 274,
2. 205. 276, 277. \
INDICE POR ARTICULOS 733

Ley 5315 Ley 11.281 (t. o.)


Art. Art.
1. 467. 4. 312.
8. 108, ~09, 461, 462, 463, 466, 9.. 313.
467, 468, 470, 471, 472, 516. 24. 323.
9. 467, 516. 26. 319, 320.
10. 519, 525, 527, 586, 587, 588, 26. 319.
589, 590, 591, 592, 593. 27. 292, 316.
19. 467. 28. 319.
29. 319.
Ley 6757 74. 290. .
80. 333, 334, 335, 336.
Art.
11. 465, 470, 471.
18. 461, 462, 463, 465, 466, 467, Ley 11.288
468, 470, 471. Art.
33. 634.
Ley 7055 34. 634.
Art.
4. 313.

Ley 10.650 Art.


Ley 11.290 (t. o.)
,
\

2. 137•.
Art. 67. 414.
20. Inc. 2. 647.
23. 600. .
24. 600,60i.
Ley 11.308
31. 509, 510, 511, 512. Art.
32. 602.' 20. Inc. 1. 601.
38. 646, 648.
63. 279.
Ley 11.386
Ley 10.657
Art.
Art. 10. 199.
1. 109, 110, 461, 462, 465, 466, 11. 199.
467, 468. 12. 199.
2. 467, 468. 13. 199.
14. 199.
L~y 11.252 17. 199.
. 28. 196, 198, 199.
Art. 28. !nc. 3. 197.
18. 137.
Ley 11.544
Ley 11.260
Art.
Art.
'12. 421.
33. 613.

Ley 11.275 Ley 11.582


Art. Art.
6. 412, 479. 1. Inc. 24. 137.

)
I
734 INDIOE POR ARTIOULOS

Ley 11.585 Ley 11.719


Art. ' Art.
1. 351, 352, 353, 354, 355, 356, 87. 363.
554, 596.
3. 355, 553, 554, 594, 595, 596. Ley 11.923 .
4. 356.
5. 356, 552, 553. Art.
W. 148, 149, 150, 151, 155, 156,
Ley 11.586 158. .
10. Ine. 2.. 147, 148, 154, 158.
Art.
9. 228.
Ley 12.139
Ley 11.588 Art.
18. 137.
Art. 20. 137.
3. 65. 23. 137, 141.
24. 141.
Ley 11.658
Art. Ley 12.148
I 12. !ne. 3. 46, 49;
Art.
I 35. 306, 307.
Ley 11.682 60. 331.
Art.
2. 34. Ley 12.160 I
Art.
Ley 11.682 (t. o.)
Art.
16. 536.
17. 18, 19, 21, 22, 24, 28,536.
1
16. 221, 222, 224, 225, 228, 229.
23. Ine. e) 40. Ley 12.345
Art.
Ley 11.683 (t. Q.) 33. 338, 339;
Art. 36. 239, 290, 291, 292, 295, 311,
3. 35. 316.
10. 34, 37.
10. párr. 3. 31, 36, 39. Ley 12.578
16. 105, 106, 107, 173, 174, 175,
Art.
176, 177, 178, 179. 15. 533, .537, 539.
18. 106, 174, 175, 176, 171, 178, 47. 323, 324, 325.
179, 412. 48. 311, 312.
20. 178.
23. 174, 175, .176. Ley 12.579
24. 295, 296, 297, 298, 299, 300,
301, 303, 339, 341, 342, 343, Art.
344, 345, 347, 348. 2. 148, 156. .1

25. 298, 364.


25.. Ine. b) 362. Ley 12.591
26. 298. , Art.
41. 296, 297, 339, 342, 348. 1. 386, 400.
42. 298. 3. 386, 400.
48. 40, 230, 349. 5. 400.
67. 298. 9. 82, 552.

\
I
INDICE POR ARTICULaS 735

Ley 12.825 Reglamentación General del


Art. Impuesto a los Réditos
1. 46, 49. 1P de junio de 1933
1. !ne. 3. 48, 50.
o 12. Ine. 2. 552, 553. Art.
19. 348.
Ley 12.637 2 de enero de 1939
Art. 10. 343, 344.
9.44. 81. 341, 343, 344.
82. 341, 343, 344.
Leyes de Impuestos Inter- 83. 341, 343, 344.
. nos (t. o.) 114. 40.
Art.
2. 595. Decretos del P. E. de facto
9. 51, 58. Decreto 9432/44
10.3iH.
16. 597. Art.
17. 304, 306, 307, 330, 331, 332, 103. Ine. 28. 83.
558.
18. 307, 597. Decreto 14.534/44
20. 430, 432.
Art.
21. 430, 432. 1. 600, 601.
25. 307. 3. 598, 599, 602.
26. 307.
27. 47, 60, 76, 80, 307, 331, 425,
427, 431, 432, 558, 559, 560, Decreto 17.469/44
561. Art.
28. 75, 76, 77, 78, 79, 80, 331, 4. 509, 511, 512.
559, 560, 56!.
29. 331. Decreto 29;375/44
30. 305, 306, 303.
32. 430. Art.
82. 304, 305,306. 41. Ine. 6. 603.
132. 76. 208. 277.
225. 276.
Decreto Reglamentario de
la ley 11.923 Decreto 32.347/44
Art. Art.
36. 155. 4. 168.
47. 164.
Reglamento General de 60. 71.
Ferrocarriles 66. 73, 74, 168, 170, 612.
Art. 96. 71, 73, 74, 169, 170, 612.
326. -62.
Decreto 33.265/44
Reglamentación General de
Art.
Impuestos Internos l. 547.
Art. 3. 547.
Tit. 1, arto 6. 559. 24. 547.
Tit. 1, arto 15. 559, 560. 26. !ne. 1. 547.
Tit. 1, arto 67. 559. 26. Ine. 2. 547.
736 INDICE POR ARTICULO S

Decreto 33.302/45 PROVINCIA DE CORDOBA


Art. Ley orgánica Municipal
67. 417.
Art.
68. 416. 1.(l8. 404.
138. 408.
PROVINCIA DE BUENOS
. AIRES Ley 3975
Código de Procedimientos Art.
Civiles 12. IDe. b) 137.

Art. Ley 3892


71. 580.
Art.
12. IDe. b) 137.
Código Contencioso
Administrativo
Ley 3951
Art.
13. 61. Art.
49%. 481, 482, 483, 4135, 489, 490,
495, 499, 500, 502.
Ley de 27 de marzo de 1862, 49%,. Incisos a), b) y e). 481, 482,
de concesión de F.F.C.C. 483, 485, 486, 489, 499,. 508.
Art.
(
6. 523, 524, 528. Decreto Reglamentario de la
ley 3951
Ley 4125 Art.
Art. 2. 485, 489, 490, 495.
11. 88, 90. 3. 485, 490, 495.
4. 485, 436, 490.
5. 490.
Ley 4199 6" 485, 486, 489, 490, 500, 502,
Art. 507, 508.
6. Ine. 5. 10. 9. 485.
lO. 490.
Ley 4350
PROVINCIA DE ÉNTRE .
Art.
l. 578. RIOS
3. Ine. 1, letra a) 579, 581. . Código de Procedimientos
6. Ine. 8. 578,579, 580, 581, (Jriminales .
582,
Art.
Decreto 543/44 43. Ine .. 3. 359.

Art.
l. 610. Reglamento de Policía
5. Ine. 3. 610. Art.
9. 608, 611. 96. 42.
19. 610. 97. 42.
21. 610. 120. 42.
23. 610'. 134. 42.
INDICE POR ARTICULOS 737

PROVINCIA DE MENDOZA Ley 2437


Ley 988 Art.
.Art. 9. 418, 419, 421.
13. 251.
.
Ley 2590
PROVINCIA DE SAN JUAN
Código. de Procedimientos Art.
3. 351.
Civiles 5. 352.,
Art.
841. 108, 110, 113.
Ley 2593
PROVINCIA DE SANTA FE Art.
8. 352.
Constitución
Art.
131. Ine. 10. 569. Ley 2594
Art.
Código. de Procedimientos 49. 352.
Civiles 101. 352 .

.Art.
226. 568.
Ley 275~
Código de Procedimientos Art.
16. 671.
Criminales 42. 569.
.Art. 44. 569 .
132. 81. 49. 563, 569.
HOJA COMPLEMENTARIA

Hoja incorporada a los efectos de permitir la búsqueda por


página dentro del Volumen.

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