El documento describe la soledad como una experiencia valiosa que nos permite descubrirnos a nosotros mismos y asumir la responsabilidad por nuestras propias vidas. La soledad ocurre cuando dejamos ir aquello que ya no nos pertenece para confiar en nosotros mismos. Aunque al principio la soledad puede saber amarga, eventualmente nos permite descubrir nuestra propia fuerza y felicidad interior.
El documento describe la soledad como una experiencia valiosa que nos permite descubrirnos a nosotros mismos y asumir la responsabilidad por nuestras propias vidas. La soledad ocurre cuando dejamos ir aquello que ya no nos pertenece para confiar en nosotros mismos. Aunque al principio la soledad puede saber amarga, eventualmente nos permite descubrir nuestra propia fuerza y felicidad interior.
El documento describe la soledad como una experiencia valiosa que nos permite descubrirnos a nosotros mismos y asumir la responsabilidad por nuestras propias vidas. La soledad ocurre cuando dejamos ir aquello que ya no nos pertenece para confiar en nosotros mismos. Aunque al principio la soledad puede saber amarga, eventualmente nos permite descubrir nuestra propia fuerza y felicidad interior.
El documento describe la soledad como una experiencia valiosa que nos permite descubrirnos a nosotros mismos y asumir la responsabilidad por nuestras propias vidas. La soledad ocurre cuando dejamos ir aquello que ya no nos pertenece para confiar en nosotros mismos. Aunque al principio la soledad puede saber amarga, eventualmente nos permite descubrir nuestra propia fuerza y felicidad interior.
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Taller #3
LA SOLEDAD
La soledad es una experiencia por la que todos deberíamos
pasar. Nos recuerda que somos responsables por nuestra vida y nos devuelve nuestro poder personal.
En la soledad se produce el verdadero encuentro con nosotros
mismos, quizás por eso la evitamos tanto.
Cuando nos sentimos solos, es cuando nos obligamos a
descubrir lo que tenemos, porque ya nadie viene a ofrecerlo.
Y cuando nos sentimos solos y nos sentimos plenos, es quizás
cuando finalmente nos damos cuenta lo que tenemos, quienes somos y hacia adónde vamos.
Ese es el aprendizaje.
La soledad llega cuando nos atrevemos a soltar aquello que
ya no nos pertenece, que hemos usado de protección o seguridad, tanto emocional, económica o física, y sabemos que estamos listos para asumir responsabilidad por nosotros mismos.
Generalmente llega por la ausencia de una persona, pero el
vacío con que se manifiesta también puede ocurrir cuando dejamos un trabajo -o nos dejan ir...- o cuando las condiciones de una situación que nos hacia sentir seguros cambian.
Hay que decir que recibir y aceptar la soledad es de valientes.
Si queremos soltar lo que ya no es nuestro, pero no estamos decididos a asumir nuestro propio poder, seguiremos buscando la seguridad en otro, en otra cosa, en otros, en muchas cosas...!! En la soledad no es necesario sentirse solo, aunque es posible que ocurra cuando no sabemos qué hacer con ella.
Sentirnos solos es el aviso de que estamos a punto de
descubrirnos, es la hora antes de amanecer.
Pero ocurre que cuando estamos a punto de descubrirnos, por
temor, renunciamos a la búsqueda interna y nos perdemos otra vez buscando afuera que alguien o algo llegue a decirnos que hacer. ¡Y nos volvemos a perder!
Entrenemos a nuestra mente y a nuestro corazón para jugar
el juego de la soledad. Preguntémonos y respondamos:
1. ¿Qué sería de mi sin esta(s) persona?
2. ¿Cuán segura sería mi vida sin esta situación o trabajo?
3. ¿Me puedo imaginar decidiendo por mi mismo sin
esperar la aprobación de alguien?
4. ¿Cómo lo paso cuando estoy solo?
Sólo por enumerar algunas. Todas nos llevarán a conocer el sabor de la soledad, que primero sabe amargo, pero de a poco va soltando su dulzura.
Si estamos acompañados pero nos sentimos solos, este es el
momento de soltar.
Si estamos solos y nos sentimos tristes, este es el momento
de dejar de buscar afuera.
Si estamos solos y nos sentimos felices, quizás sea el
momento de recodar que también podemos sentirnos felices con alguien. La soledad también es cómoda cuando la usamos para escudarnos del mundo. Y si estamos felices de todas maneras, es porque hemos pasado el test de la soledad: alguna vez la hemos recibido, la aceptamos, nos hicimos responsables, nos descubrimos, nos aceptamos y dejamos de buscar afuera. Y desde ese momento, todo llegó.