Diabetes
Diabetes
Diabetes
SÍNTOMATOLOGÍA
Advirtiendo de que la diabetes puede tardar en dar la cara, los profesionales enumeran
una serie de signos clínicos que aparecen en función de la gravedad de la
enfermedad. De esta forma, un perro diabético sufre poligafia o un mayor apetito a
pesar de perder peso, polidipsia o el hecho de beber demasiada agua, poliuria o la
necesidad de orinar demasiado y letargia, entre otros.
TRATAMIENTO
Un perro diabético deberá recibir un tratamiento con insulina para toda su vida ya
que el páncreas no va a volver a sintetizarla. Pese a ello, los profesionales destacan que
la esperanza de vida de un perro estabilizado con insulina es similar a la de una mascota
sana. Y es que, además de la insulinoterapia, la dieta y el ejercicio son fundamentales
para controlar la enfermedad.
Los veterinarios sostienen que una dieta correcta para hacer frente a la diabetes tiene
que ser rica en carbohidratos complejos como el almidón y la fibra, advirtiendo que
el control del peso del animal es vital, ya que la obesidad hace que se necesiten dosis
más altas de insulina. Esta dieta además debe ser igual cada día, administrándosela
también a la misma hora.
Y en cuanto al ejercicio, que también debe practicarse de forma regular, hace que se
consuma energía y por tanto evita los casos de hiperglucemia o exceso de azúcar en
sangre. Además, el ejercicio incrementa el flujo sanguíneo, lo que puede servir para
mejorar la absorción de la insulina
La diabetes en gatos, es la endocrinopatía más frecuente. Se describen
tres tipos de diabetes (I, II y secundaria), derivada de la terminología
empleada en medicina humana, pero no existe ninguna prueba que nos
permita conocer ante qué tipo de diabetes nos encontramos.
En medicina felina alrededor del 90% de los gatos con diabetes, tienen
Diabetes Mellitus tipo II (diabetes no insulinodependiente), una
combinación de pobre secreción de insulina y resistencia periférica a la
acción de ésta
El resto de gatos diabéticos padecen Diabetes tipo I (Diabetes
Insulinodependendiente) debido a una destrucción de las células beta por
el sistema inmune o Diabetes tipo III (Secundaria) debido a causas
orgánicas o exógenas que provocan una gran resistencia periférica a la
acción de la insulina como el cáncer de páncreas, pancreatitis crónica,
Hiperadrenocorticismo, Acromegalia, la administración de
glucocorticoides o acetato de megestro
Los factores de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo II son: -
Obesidad: es un factor de riesgo muy importante y más en los machos que
en las hembras. - Inactividad: muy frecuente en gatos de interior - Edad
avanzada - Factores genéticos: han sido estudiados en el gato Burmés,
donde la frecuencia de la diabetes supera a la presente en el Común
europeo. - Infeccione/inflamaciones: infecciones de orina, enfermedad
periodontal, Hipertiroidismo… - Tratamientos con corticoesteroides o
progestágenos.
Sintomatología: Los signos incluyen poliuria, polidipsia, polifagia y pérdida
de peso. Pero en algunos gatos, uno de estos signos puede no estar
presente. Los gatos muy mal controlados, pueden sufrir complicaciones
graves como cetoacidosis o neuropatía diabética.
La neuropatía diabética:, origina debilidad del tercio posterior,
imposibilidad para saltar y cuando el gato camina, adopta una llamativa
postura plantígrada, con apoyo de los tarsos. En casos muy avanzados,
pueden afectarse además las extremidades anteriores. Durante la
exploración se observa atrofia muscular, hiporreflexia y deficiencia en las
pruebas de reacción postural. Un adecuado control de la glucemia, puede
mejorar la conducción nerviosa y revertir la debilidad, si bien cuanto
mayor cronicidad y gravedad adquiera la neuropatía, menos probable será
que se revierta la sintomatología.