Historia de La Eutanasia
Historia de La Eutanasia
Historia de La Eutanasia
Miguel Pastorino
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https://es.aleteia.org/2020/09/11/eutanasia-los-prejuicios-mas-extendidos/
La creación del “derecho a la propia muerte”2.
Es en 1895 que el escritor Adolf Jost en su polémico escrito “El derecho a la propia
muerte” donde por primera vez se exige la despenalización de la muerte a petición no solo en
caso de una enfermedad incurable, sino también en el de una perturbación mental grave. El
autor, sin matices, explica que “el valor de una vida humana puede no ser solo cero, sino
también negativo” y en esos casos que dar prioridad al valor “cero” de una muerte rápida e
indolora que aceptar un valor de vida “negativo”. El autor no solo se limita a defender el derecho
a la muerte a petición, sino que anticipa la idea de que el Estado está obligado a realizar una
higiene racial, eliminando toda vida “enferma” del cuerpo sano de la nación. Así, el valor de un
hombre se mide por la diferencia de alegría y dolor que su vida representa para él mismo y de
la ponderación de utilidad y prejuicio que representa para la sociedad.
Una supuesta ética de la compasión cuyo correlato es un darwinismo social acabará
promoviendo publicaciones que ofrecían en Alemania a juristas y médicos, foros donde discutir
los primeros proyectos de ley para la despenalización de la eutanasia. Las propuestas estaban
formuladas de forma tan amplia que varios presentaron reservas y objeciones a la inclusión no
solo de enfermos terminales, sino de discapacitados. La preocupación por la ampliación a
eutanasias involuntarias ya era una preocupación en aquellos años siguientes a la Primera
Guerra Mundial.
Desde finales del siglo XIX en Estados Unidos y Gran Bretaña hubo varios movimientos
y autores que justificaban la eutanasia de enfermos terminales, ancianos con demencia y
discapacitados. Entre 1920 y 1940 la comunidad médica alemana debatía el tema. Una
influyente publicación de los profesores Karl Binding, un especialista en jurisprudencia
constitucional y criminal y Alfred Hoche, un prestigioso psiquiatra, titulada “Permitir la
destrucción de la vida sin valor” presentaba la eutanasia y el suicidio asistido como una
respuesta compasiva y humanitaria a aquellos que la pidieran. La obra fue profundamente
debatida y rechazada en la Conferencia de la Sociedad de Psiquiatría Forense de Dresden en
1922. Pero al llegar los nazis al poder, se terminó el debate y la ideología eugenésica que
promovían la esterilización y la eutanasia fueron ampliamente propagadas a través de la
educación y los medios.
La literatura que circulaba en los ambientes médicos alemanes de la época entendía que
eliminar a las personas con “vidas indignas” era un “acto misericordioso”. A su vez defendían
también la importancia de un debido control del procedimiento y del necesario
“consentimiento” de los candidatos, quienes debían solicitarlo expresamente.
Primero se instituyó un programa de “muerte suave” de “adultos enfermos incurables y
enfermos mentales” sobre la base de la compasión, pero en pocos años se extendió la práctica
en niños con discapacidad cuyas familias no podían atenderlos debidamente. El número de niños
se cuenta en 6.000 en la primera fase del programa. El famoso programa “T4” localizado en
Berlín se extendió a varios hospitales y centros de salud, y a los médicos que lo llevaron adelante
y que se consideraban expertos en “ayudar a morir”, se les concedió inmunidad legal para
ejercer su tan delicada misión3.
La Declaración Universal de Derechos Humanos se fundamenta en la dignidad inherente
de todo ser humano, por el hecho de serlo, sin importar su condición o situación vital, no hay
personas más dignas, porque no hay vidas humanas más valiosas que otras. En este sentido,
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https://es.aleteia.org/2020/11/11/eutanasia-no-es-un-derecho-a-morir-sino-a-matar/
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https://es.aleteia.org/2020/09/29/como-pudieron-aceptar-los-alemanes-el-descartar-vidas-menos-
dignas/
el derecho a la vida y la dignidad inherente de cada persona son realidades irrenunciables, uno
no puede renunciar a su condición humana, por eso no puede renunciar a su dignidad. Los
horrores cometidos bajo la excusa de clasificar vidas que merecen la pena vivirse y otras que no,
mostraron las consecuencias de relativizar el valor de una vida.
Actualidad.
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Textos disponibles en: https://www.wma.net/es/policies-post/resolucion-de-la-amm-sobre-la-
eutanasia/