Parte 2

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“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”

FACULTAD DE INGENIERÍA Y ARQUITECTURA

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA CIVIL

Acoplamiento de elementos estructurales y no estructurales, en niveles intermedios de la


columna

ASIGNATURA: Laboratorio de Concreto Armado

DOCENTE: Ing. Renato Garcia Cusihuallpa

INTEGRANTES: ALARCON AMACHI, Yeyson Guimo Jordi

CONDORI RAMOS, Naysha

MEZA COSTILLAS, Winnie Giuliana

QUIÑONES ESPINOZA, Marchelo Armando

CUSCO – PERÚ
2021

ÍNDICE
RESUMEN........................................................................................................................1

OBJETIVO........................................................................................................................1

MARCO TEÓRICO..........................................................................................................1

1. DEFINICION DE COLUMNA CORTA...............................................................1

2. ANALISIS DE LAS FALLAS DE COLUMNAS CORTAS................................3

3. CAUSAS ARQUITECTÓNICAS QUE PRODUCEN LA COLUMNA CORTA 6


La interacción de elementos estructurales horizontales, tales como las vigas o las losas
de los descansos de las escaleras y rampas, y no estructurales, como embonamientos
para la protección de tuberías, que entran en contacto con la columna en lugares
intermedios de su altura total, puede producir modificaciones en el comportamiento de
la columna.

Columna corta causada por el descanso de la escalera


Ubicación del edificio en terrenos inclinados

La primera losa aérea de entrepiso de un edificio construido sobre un terreno inclinado,


generalmente ocasiona que la altura de las columnas que sostienen dicha losa, vaya
aumentando de longitud a medida que el terreno se va separando del nivel de la losa de
entrepiso, produciéndose en algunos casos, columnas muy cortas.

Edificio sobre terreno inclinado donde se presentan columnas


Esta modificación accidental en la configuración estructural de las columnas,
igualmente puede presentarse en las edificaciones con semisótanos. En estos casos, los
muros de contención suben desde la fundación unidos a las columnas, pero al
sobrepasar el nivel del suelo en el exterior, son interrumpidos para la ubicación de
aberturas que permiten la iluminación y la ventilación naturales.
las deformaciones que tiene un pórtico ante cargas verticales (q) y ante fuerzas
horizontales (f). Allí puede apreciarse que la forma de las deformaciones inducidas por
las cargas externas tanto de las vigas como de las columnas son diferentes en los dos
casos.
Los dos extremos de una columna cuando el pórtico se ve sometido a cargas verticales
— figura 6(a) — se mantienen dentro de la misma línea vertical, a menos que el pórtico
sea extremadamente irre g ul a r, mientras que en el caso en que se somete a fuerzas
horizontales el extremo superior de la columna se desplaza horizontalmente — figura
6(b)— una distancia que se denomina d e r i v a (D), o desplazamiento horizontal re l a t
i v o e n t re piso y piso.

Un aspecto muy importante es el orden de magnitud de las deformaciones laterales que


tiene la columna en los dos casos. En el caso de las cargas verticales, las desviaciones
horizontales de la columna con respecto a su eje vertical son mucho menores que las
que tiene la misma columna al verse sometida a las fuerzas horizontales, en cuyo caso
son del mismo orden de magnitud de las derivas que se presenten.

En la figura 7 se muestra de una manera ilustrativa esta diferencia en la deformación


horizontal con respecto al eje vertical de la columna no deformada. Allí se muestran las
fuerzas internas que se presentan en los extremos del elemento —momento flector M,
fuerza axial P y fuerza cortante V— y además se han incluido los diagramas de
momentos de los dos casos. Debe resaltarse la diferencia en orden de magnitud de la
deformación horizontal en cualquier punto del elemento (d) medida con respecto al eje
vertical.

Haciendo referencia a la figura 7, en la columna sometida sólo a cargas verticales, la


deformación horizontal depende únicamente de los momentos aplicados y de la rigidez
de la columna (d = de ), mientras que en el caso de fuerzas horizontales está compuesta
por la suma de dos factores (d = de + dd ), el primero (de ) relacionado análogamente
con los momentos flectores y la rigidez misma de la columna y, el segundo (dd ),
dependiente directamente de la deriva del piso (D). Indudablemente la deriva es función
de la rigidez de la estructura en conjunto, y ésta a su vez de los elementos que la
componen, pero obedece también a la masa de la edificación y a los movimientos
sísmicos a que se vea sometida la edificación; por lo tanto, es un parámetro general del
piso o de la estructura y no particular de la columna individualmente. En la referencia
[2] se indican algunos procedimientos aproximados para determinar el orden de
magnitud de los momentos, inclusive con ejemplos, mientras que los procedimientos
para determinar la deriva se dan en el reglamento sismorresistente, referencia [3].

La relación entre los momentos flectores que actúan en los extremos de la columna, y la
fuerza, cortante, se obtiene de la aplicación del principio de equilibrio por medio de:

O simplemente: la fuerza cortante V c o r responde a la suma algebraica de los


momentos en los extremos (Ma + Mb), dividida por la luz libre de la columna, h.

En la columna corta, al reducir la luz libre debido a la presencia de un elemento externo


a ella, generalmente no estructural, las fuerzas cortantes que debe resistir la columna se
aumentan enormemente. A modo de ejemplo, en un entrepiso típico con 2.5 m de altura
libre, el hecho de que se forme una abertura de 0.5 m de dimensión vertical colocando
elementos no estructurales a los la dos de la columna, los cuales sólo llegan hasta 2.0 m
de altura, aumentaría 5 veces (2.5/0.5 = 5) la fuerza cortante que debe resistir la
columna, en comparación con la fuerza cortante obtenida de un análisis estructural que
no haya tenido en cuenta la presencia de los elementos no estructurales de altura parcial
y la formación de una columna corta debida al vano de la ventana.
Por lo tanto, ¡el elemento no estructural tiene la potestad de controlar la fuerza cortante
a que se ve sometida la columna!

¿Por qué no se manifiesta el problema de columna corta debido a las cargas verticales?
En realidad, sí se presenta, pero dado que los momentos flectores son muy pequeños, las
deformaciones laterales son igualmente pequeñas y la presencia del muro no estructural
no es sentida por la columna, y sólo se llega a manifestar en situaciones extremas. No es
éste el caso de la estructura sometida a fuerzas horizontales, donde los momentos
flectores son grandes, las deformaciones laterales de la columna están regidas por la
deriva de la estructura, y la presencia del muro no estructural es advertida por la
columna produciendo un enorme aumento en la fuerza cortante aplicada a la columna.

En el caso de estructuras sometidas a solicitaciones sísmicas, una de las premisas


básicas del diseño sismorresistente moderno, es que se busca que la estructura disipe
energía en el rango inelástico, permitiendo al elemento llegar hasta niveles de momento
flector correspondientes a esfuerzos cercanos a la fluencia (fy ) de las armaduras
longitudinales. Esta disipación de energía, la cual ocurre a través de fenómenos
histeréticos, es la que permite reducir las fuerzas inducidas por el sismo dividiéndolas
por un coeficiente de reducción de respuesta R, dado que una gran parte de la energía
que se manifiesta como vibración se disipa y las fuerzas inerciales producidas por la
vibración se reducen.

Para que esta disipación de energía realmente ocurra, deben cumplirse, entre otras, dos
premisas fundamentales

(a) que el concreto sea capaz de aceptar deformaciones unitarias que van mucho
más allá de los niveles de falla del material bajo circunstancias normales, lo cual
se logra colocando armaduras transversales de confinamiento en los lugares
críticos dentro del elemento, y
(b) que el elemento no falle a esfuerzos cortantes, lo cual se logra con la
disposición de refuerzo transversal adecuado en toda la longitud del elemento.

Para garantizar la segunda premisa, las normas de diseño sismorresistente obligan a


determinar la fuerza cortante de diseño (Ve) de los valores de los momentos flectores
resistentes probables (Mpr), los cuales se calculan utilizando las armaduras
longitudinales que realmente se colocan en el elemento. Estos valores de los momentos
flectores resistentes probables deben calcularse empleando 1.25 veces la resistencia a
fluencia de las armaduras (1.25 fy ) y sin utilizar el coeficiente de reducción de
resistencia f. La fuerza cortante de diseño (Ve) se obtiene empleando la misma ecuación
(1) pero con los valores apropiados, como se muestra en la ecuación (2):

En resumen, el procedimiento prescrito por las normas sismorresistentes para


determinar las fuerzas cortantes de diseño y las armaduras transversales que la deben
resistir, se basa en la premisa de que es inaceptable desde todo punto de vista que se
presente una falla por esfuerzos cortantes y que para evitarla su valor se obtiene de una
forma tal que siempre se presente primero una fluencia de la armadura longitudinal de
flexión.

El gran problema de que existan columnas cortas dentro de la estructura es que el valor
de la fuerza cortante de diseño que estima el ingeniero estructural, puede ser excedida
debido a la reducción de la luz libre que causa el elemento no estructural, pues en la
realidad el valor de h que debería emplearse en la ecuación (2) es el de la luz libre
vertical del vano y no el de la luz libre vertical de la columna cuando no existe el
elemento no estructural.

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