Posadas Tradicionales
Posadas Tradicionales
Posadas Tradicionales
“PRIMERA POSADA”
En el nombre del Padre y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
Hermanos, estamos aquí reunidos esta noche para recordar el camino de María y José a Belén.
Así como Dios preparó a los pueblos de Israel para recibir al Salvador, hoy nosotros en esta
posada nos vamos a preparar para celebrar la fiesta de Navidad, que es la fiesta de la venida de
Dios entre nosotros. Es por ello que en esta noche, para iniciar la celebración de nuestras
“posadas” con las que nos vamos a preparar para celebrar la fiesta de Navidad, con la que
celebramos al Hijo de Dios que ha venido a vivir entre nosotros.
LECTURA BIBLICA
Del santo Evangelio según San Lucas 1, 26-33
REFLEXIÓN
Os anunciamos la venida de Cristo, y no sólo una sino también una segunda que será sin duda
mucho más gloriosa que la primera. La primera se realizó en el sufrimiento, la segunda traerá
consigo la corona del reino. Porque en nuestro Señor Jesucristo casi todo presenta una doble
dimensión. Doble fue su nacimiento: uno, de Dios, antes de todos los siglos; otro, de la Virgen, en
la plenitud de los tiempos. Doble su venida: una en la oscuridad y calladamente, como lluvia sobre
el césped; la segunda, en el esplendor de su gloria, que se realizará en el futuro. En la primera
venida fue envuelto en pañales y recostado en un pesebre; en la segunda aparecerá vestido de
luz. En la primera sufrió la cruz, pasando por encima de la ignominia; en la segunda vendrá lleno
de poder y de gloria, rodeando de todos los ángeles. Por lo tanto, no nos detengamos sólo en la
primera venida, sino esperemos ansiosamente la segunda. Y así como en la primera dijimos:
bendito el que viene en el nombre del Señor, en la segunda repetiremos lo mismo cuando, junto
con los ángeles, salgamos a su encuentro y lo aclamemos adorándolo y diciendo de nuevo: bendito
el que viene en el nombre del Señor.
ORACIÓN UNIVERSAL
Para que recorriendo junto a María y José el camino a Belén abramos sin miedo nuestro corazón a
Cristo.
VEN SEÑOR, NO TARDES
Para que sepamos recibir a Cristo en esta Navidad.
VEN SEÑOR, NO TARDES
Para que por medio de los Sacramentos y la vida de Gracia preparemos nuestro corazón para
recibir a Cristo.
VEN SEÑOR, NO TARDES.
ANTÍFONA
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios. No deseches las súplicas que te dirigimos en
Nuestras necesidades, antes bien líbranos de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita.
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
Para que merezcamos alcanzar las gracias prometidas por Jesucristo.
ORACIÓN FINAL
Oremos. Infunde tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por el anuncio del
ángel la encarnación de tu Hijo, seamos llevados, por su Pasión y su muerte, a la gloria de la
resurrección. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
CANTO:
“SEGUNDA POSADA”
Hermanos, nos hemos reunido en esta noche, para celebrar nuestras “posadas” con las que nos
recuerda el caminar de San José y la Virgen María, pidiendo posada para el nacimiento del
Salvador del mundo, dispongámonos a participar con amor y mucha alegría.
LECTURA BÍBLICA
Del santo Evangelio según San Lucas 1, 34-38
REFLEXIÓN
María fue fiel ante todo cuanto, con amor se puso a buscar el sentido profundo del designio de Dios
en ella y para el mundo. ¿Cómo sucederá esto?, preguntaba ella al ángel de la anunciación. Ya en
el antiguo testamento el sentido de esta búsqueda se traduce en una expresión de rara belleza y
extraordinario contenido espiritual.
“Buscar el rostro del Señor". No habrá fidelidad si no hubiere en la raíz esta ardiente, paciente y
generosa búsqueda; si no se encontrara en el corazón del hombre una pregunta, para la cual solo
Dios tiene respuesta, mejor dicho, para la cual sólo Dios es la respuesta.
ORACIÓN UNIVERSAL
Para que al igual que María, tengamos un alma llena de gracia para escuchar el llamado de Dios.
TE ROGAMOS SEÑOR.
Para que por medio de la oración, como lo hacía María, descubramos nuestra vocación.
TE ROGAMOS SEÑOR.
Para que sepamos imitar la fidelidad de María a la voluntad de Dios.
TE ROGAMOS SEÑOR.
“TERCERA POSADA”
Hermanos, nos hemos reunido nuevamente en esta noche, para celebrar nuestras “posadas” con
las que nos estamos preparando para celebrar la fiesta de Navidad, que es la fiesta con la que
celebramos al Hijo de Dios que ha venido a vivir entre nosotros.
REFLEXIÓN
El Verbo de Dios, incorpóreo, incorruptible e inmaterial, vino a nuestro mundo, aunque tampoco se
hallaba lejos, pues nunca parte alguna del universo se hallaba vacía de él, sino que lo llenaba todo
en todas partes, ya que está junto al Padre.
Pero Él vino en su benignidad hacia nosotros, y en cuanto se nos hizo visible. Tuvo piedad de
nuestra raza y de nuestra debilidad y, compadecido de nuestra corrupción, no soportó que la
muerte nos dominase, para que no pereciese lo que había sido creado, con lo que hubiera
resultado inútil la obra de su Padre al crear al hombre, y por eso tomó para sí un cuerpo como el
nuestro, ya que no se contentó con habitar en un cuerpo, ni tampoco hacerse simplemente visible,
hubiera podido ciertamente asumir un cuerpo más excelente; pero él tomó nuestro mismo cuerpo.
En el seno de la Virgen, se construyó un templo, es decir, su cuerpo, y lo hizo su propio
instrumento, en el que había de darse a conocer y habitar; de este modo, habiendo tomado un
cuerpo semejante al de cualquiera de nosotros, ya que todos estaban sujetos a la corrupción de la
muerte, lo entregó a la muerte para todos, ofreciéndolo al Padre en un amor sin límites.
ORACIÓN UNIVERSAL
“CUARTA POSADA”
Hermanos, hoy nos hemos reunido para recordar la prontitud de María al salir a ayudar a Isabel,
así también nosotros en estos días de espera seamos generosos de visitar y ayudar a los más
necesitados, dispongámonos a participar activamente en esta posada y que esto nos ayude a ser
mejores personas con nuestros hermanos.
CANTO: VEN SEÑOR, NO TARDES
LECTURA BÍBLICA
Del santo Evangelio según San Lucas 1, 39-45
REFLEXIÓN
Después de la visión de la perfección, de la pureza de María, brotan espontáneamente las
palabras: toda hermosa eres, ¡oh María! Esta contemplación de la belleza sigue a la contemplación
de la pureza y por esta misma contemplación nos preguntamos: ¿por qué? ¿Cuál es la raíz de esta
belleza? Y encontramos la raíz de esta belleza en que María está emparentada nada menos que
con Dios; precisamente porque ha salido de sus con una integridad. Así como un espejo blanco y
puro refleja el cielo, así debería ser el humano que está
hecho a imagen de Dios. Aquí tenemos finalmente un retrato de Dios, puro, incontaminado. En él
podemos comprender, mejor que en cualquier otra criatura, qué es Dios, conociendo a la Virgen. Y
así se explica la belleza. Es una belleza divina que se refleja en la Virgen y no solamente en su
persona sino en todo cuanto ella cumple por designio de Dios.
María será la madre de Dios; y estará vinculada al misterio más grande que la historia humana
pueda comprender.
ORACIÓN UNIVERSAL
“QUINTA POSADA”
Hermanos, nos hemos reunido nuevamente en esta noche, para celebrar nuestras “posadas” con
las que nos estamos preparando para celebrar la fiesta de Navidad, que es la fiesta con la que
celebramos al Hijo de Dios que ha venido a vivir entre nosotros.
CANTO: VEN SEÑOR, NO TARDES
LECTURA BIBLICA
Del santo Evangelio según San Lucas Mateo 1, 22-25
REFLEXIÓN
Si relacionas a San José con la Iglesia universal de Cristo, ¿no es este el hombre privilegiado y
providencial, por medio del cual la entrada de Cristo en el mundo se desarrolló de una manera
ordenada y sin escándalos? Si es verdad que la Iglesia entera es deudora a la Virgen Madre por
cuyo medio recibió a Cristo, después de María es San José a quien debe agradecimiento y una
veneración singular.
José viene a hacer el broche del Antiguo Testamento, broche en el que fructifica la promesa hecha
a los Patriarcas y a los Profetas. Sólo él poseyó de una manera corporal lo que para ellos había
sido mera promesa. No cabe duda de que Cristo no sólo se ha desdicho de la familiaridad y
respeto que tuvo con él durante su vida mortal como si fuera su padre, sino que la habrá
completado y perfeccionado en el cielo.
ORACIÓN UNIVERSAL
“SEXTA POSADA”
Hermanos, nos hemos reunido nuevamente en esta noche, para celebrar nuestras “posadas” con
las que nos estamos preparando para celebrar la fiesta de Navidad, que es la fiesta con la que
celebramos al Hijo de Dios que ha venido a vivir entre nosotros.
CANTO: VEN SEÑOR, NO TARDES
LECTURA BÍBLICA
Del santo Evangelio según San Lucas 2, 1-7
REFLEXIÓN
Despierta, hombre: por ti Dios se hizo hombre. Despierta, tú que duermes, surge de entre los
muertos; y Cristo con su luz te alumbrará. Te lo repito: por ti Dios se hizo hombre. Estarías muero
para siempre, si Él no hubiera nacido en el tiempo, si Él no hubiera asumido una carne semejante a
la del pecado. Estarías condenado a una miseria eterna, si no hubieras recibido tan gran
misericordia. Nunca hubieras vuelto a la vida, si Él no se hubiera sometido voluntariamente a tu
muerte. Hubieras perecido, si Él no te hubiera auxiliado. Estarías perdido sin remedio, si Él no
hubiera venido a salvarte.
ORACIÓN UNIVERSAL
“SÉPTIMA POSADA”
Hermanos, nos hemos reunido nuevamente en esta noche, para celebrar nuestras “posadas” con
las que nos estamos preparando para celebrar la fiesta de Navidad, que es la fiesta con la que
celebramos al Hijo de Dios que ha venido a vivir entre nosotros.
CANTO: VEN SEÑOR, NO TARDES
LECTURA BIBLICA
Del santo Evangelio según San Lucas 2, 8-18
REFLEXIÓN
En la Navidad hay que pensar una y otra vez. Así lo hicieron
los pastores que fueron los primeros testigos del nacimiento de Jesús, a ser convocados por el
ángel para comprobar el hecho acaecido. Fueron a Belén, encontraron a Jesús, con María y
José, y a la vuelta, contaron lo que se les había dicho acerca del Niño. Y cuantos los oían se
maravillaban de los que les decían los pastores. Así podemos decir, el Evangelio comienza a ser
noticia, a difundirse discreta y secretamente, y a contribuir a la formación de esa conciencia
popular mesiánica que cogerá, luego, la predicación de Juan el Bautista, el Precursor, y después el
mismo Jesús. Pero otra circunstancia muy clara nos exhorta a pensar nuevamente en el hecho de
la Navidad, evocado por la fiesta litúrgica para descubrir en Él el sentido, el significado
trascendente que esconde y manifiesta. La Navidad tiene un contenido propio, secreto que se
descubre sólo a quien lo busca. Pensemos en la misma Virgen María, en el éxtasis de su alma
limpísima, ya bien consciente del misterio de su divina maternidad y absorta totalmente en la
meditación de cuanto sucedió en ella y a su alrededor.
ORACIÓN UNIVERSAL
“OCTAVA POSADA”
Hermanos, nos hemos reunido nuevamente en esta noche, para celebrar nuestras “posadas” con
las que nos estamos preparando para celebrar la fiesta de Navidad, que es la fiesta con la que
celebramos al Hijo de Dios que ha venido a vivir entre nosotros.
CANTO: VEN SEÑOR, NO TARDES
LECTURA BIBLICA
Del santo Evangelio según San Lucas Mateo 2, 1-12
REFLEXIÓN
Es necesario que estos esforzados buscadores del Rey de los judíos salgan del palacio de
Herodes y se dejen de las interminables discusiones; es necesario que abandonen la Ciudad Santa
y confíen en la Estrella (es decir en el signo que Dios mismo ofrece para que puedan descubrir el
nuevo lugar santo donde ha decidido encontrar al hombre que lo busca).
Y la estrella se paró en el lugar donde se encontraba el Niño. En este momento ya no hay
separación porque se juntan el signo y la realidad. El signo ha sido espectacular.
La realidad, por el contrario, aparece modesta, ordinaria, casi me atrevería a decir, desilusiona.
Una casa cualquiera. Una escena muy común y personas sin importancia. Habiendo entrado en la
casa, vieron al Niño con María, su Madre. No hay más, aquí está todo. Es mucho más fácil ver una
estrella y quedarse extasiados por su aparición que "ver " un cuadro tan familiar. Esta señal
grandiosa, en este caso, nos lleva a una realidad pequeña, insignificante. Y postrados lo adoraron.
La estrella no tiene ya ninguna función. Ahora entra en juega la fe. Solamente la fe permite el ver
más allá de las apariencias e incita a adorar. Solamente la fe consciente el ver la gloria, la
grandeza infinita que puede contenerse en la pequeñez.
ORACIÓN UNIVERSAL
Para que nuestros corazones estén abiertos a recibir todos aquellos signos que nos manifiestan la
voluntad de Dios.
VEN SEÑOR NO TARDES.
Para que al igual que los Reyes Magos sigamos esos signos que nos llevan a Cristo.
VEN SEÑOR NO TARDES.
Para que al final del camino de nuestras vidas, habiendo seguido los signos que Dios nos da
lleguemos a adorar a nuestro Señor Jesucristo en la vida eterna.
VEN SEÑOR NO TARDES.
“NOVENA POSADA”
Hermanos, nos hemos reunido nuevamente en esta noche, para celebrar nuestra última “posada”
con las que nos hemos estado preparando para celebrar la fiesta de Navidad, que es la fiesta con
la que celebramos al Hijo de Dios que ha venido a vivir entre nosotros
CANTO: VEN SEÑOR, NO TARDES
LECTURA BÍBLICA
Del santo Evangelio según San Juan 1, 1-12
REFLEXIÓN
Para nosotros la esperanza solo tiene un valor pedagógico; es un recuerdo de la preparación
secular a la venida de Cristo. Cristo ya ha venido. La realidad del Mesías ya se ha cumplido
para nosotros. Esta es la espiritualidad de la Navidad, en la cual la historia, la teología, el Misterio
de la Encarnación, nuestro destino humano y sobrenatural, se funden y se convierten en
celebración, es decir en Liturgia: una liturgia que se alimenta de toda la tierra, de toda la historia y
que se levanta, hasta los cielos, hasta la gloria Divina. Si, Cristo ya ha venido; pero una misteriosa
y terrible desgracia no todos lo han conocido, no todos lo han acogido: así lo afirma el prólogo del
evangelio de San Juan: "Él era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este
mundo, y el mundo no lo conoció. Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron. Este es el cuadro
de la humanidad que, después de veinte siglos de historia, tenemos ante nuestros ojos. ¿Cómo es
posible? ¿Qué podemos decir? No pretendemos investigar en una realidad inmersa en un misterio
que nos trasciende. El misterio del bien y del mal.
ORACIÓN UNIVERSAL
ACTO PENITENCIAL
Para preparamos a recibir a Dios que se hizo hombre para salvamos, reconozcamos que somos
pecadores y que necesitamos su salvación.
RITO PENITENCIAL
Hermanos, pidámosle perdón a Dios por nuestros pecados. Especialmente, cuando hemos sido
egoístas y no atendemos con caridad las necesidades de los demás Digamos todos: Yo confieso
ante Dios todopoderoso y ante vosotros hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra
y omisión, por mi culpa, por mi culpa, por mi grande culpa. Por eso ruego a Santa María siempre
Virgen, a los ángeles y a vosotros hermanos que intercedan por mí ante Dios nuestro Señor.
En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus
rebaños. El ángel del Señor se les apareció y los rodeó de claridad la gloria de Dios. Como estaban
muy asustados, el ángel les dijo: «No teman, pues he venido para comunicarles una buena nueva
que será motivo de alegría para todo el pueblo: Hoy ha nacido para ustedes en la ciudad de David
un Salvador, que es Cristo Señor. En esto lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido,
envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron en torno al ángel, y cantaban a Dios:
Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra, gracia y paz a los hombres. Palabra del
Señor...Gloria a ti, Señor Jesús.
REFLEXION
Dios vino a nacer entre nosotros, nació humilde, en un pesebre, carente de lo más necesario. Su
nacimiento fue en una gran pobreza, solo había una cueva, un pesebre, una manta y unos pañales,
Dios quiso nacer así para enseñarnos que las cosas materiales no son tan importantes y que las
cosas que vienen de Dios son las más importantes y de las cuales debemos alegrarnos.
Dios nos cumplió esa promesa de venir a morar entre nosotros y nació entre nosotros. Llevando
desde sus primeros minutos de vida una vida con carencias materiales pero siguiendo un camino
de preparación espiritual para cumplir aquello por lo cual vino a nacer: salvarnos.
Los pastores supieron reconocer al Salvador y su gozo fue enorme.
Oremos dando gracias a Dios por amarnos tanto y enviar a su Hijo a redimirnos.
Vivir el mensaje de la Buena Nueva con alegría. Recibamos al Señor con el corazón abierto y
dejémoslo morar en el eternamente. Cumplir los Mandamientos de Dios: amemos a Dios por sobre
todas las cosas alejándonos de todo aquello que es desagradable ante sus ojos: envidia, rencores,
y todos los males que nos alejan de Él.
PETICIONES
Pidámosle al Niño Dios que así como es el centro de este nacimiento hoy, sea todos: los días el
centro de nuestra familia y de nuestra vida. A cada petición responderemos
Todos: TE LO PEDIMOS, SEÑOR
Que Jesús, pudiendo nacer rico quiso nacer pobre, nos enseñe a estar contentos con lo que
tenemos. Oremos
Que Jesús, que vino a perdonamos, nos enseñe a no ser rencorosos con los demás. Oremos
Que él, que vino a fundar la mejor familia del mundo haga que en la nuestra reine siempre el amor,
la unión y el deseo de ayudarnos mutuamente y a las demás familias. Oremos
Que él, que nació en una cueva porque no hubo lugar en la posada para su familia, se acuerde en
esta noche de tantos niños para los que no hay lugar en los hogares, de tantos hombres y mujeres
para los que no hay lugar en las fábricas, de tantos refugiados para los que no hay lugar en el
mundo y de tantos indígenas para los que no hay lugar en nuestro mundo moderno. Oremos
¡Que nuestro Señor Jesucristo nazca en los corazones de cada uno de nosotros! Nos damos un
abrazo de ¡FELIZ NAVIDAD!