Apuntes Udla de Derecho Civil Iv
Apuntes Udla de Derecho Civil Iv
Apuntes Udla de Derecho Civil Iv
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FUENTES DE LAS OBLIGACIONES
Las fuentes de las obligaciones son los hechos jurídicos de los cuales las obligaciones
emanan. Artículos 578, 1437, 2284 CC.
El Art. 578 CC señala que: “Derechos personales o créditos son los que sólo pueden
reclamarse de ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley,
han contraído las obligaciones correlativas; como el que tiene el prestamista contra su
deudor por el dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos. De estos derechos
nacen las acciones personales”
Este artículo señala como fuente de la obligación el hecho del deudor y la ley.
Luego el art. 1437 CC señala en forma textual que las fuentes de las obligaciones son el
contrato, el cuasi contrato, el delito, el cuasi delito y la ley.
Esta clasificación que distingue entre estas 5 fuentes de las obligaciones viene del
derecho romano y, en el fondo, de una errónea interpretación de los textos bizantinos
En el Derecho Romano clásico las obligaciones nacían del contrato y del delito, pero
habían ciertas obligaciones que no nacían del contrato ni del delito; entonces se las
agrupó dentro de una denominación genérica con el nombre de “Varis causaris figuris”, y
se regían por la regla del contrato si la causa que le daba vida era lícita, por eso se le
llamó “cuasi ex contrato” (como el contrato). Estas obligaciones se regían por las reglas
del delito si la causa que le daba origen era ilícita, por eso se las llamó “cuasi ex delito” o
“cuasi ex manifiesto”.
Respecto del contrato no hay problema, tampoco lo hay respecto del concepto de “delito”
ni del “cuasidelito”, pero sí lo hay respecto del concepto de cuasicontrato, que es una
noción falsa e ininteligible, y que al decir de Josserand “es un monstruo legendario que
debería ser desterrado para siempre del vocabulario jurídico”. Por que al ser un hecho
voluntario, lícito no convencional que genera obligaciones, el deudor aquí resulta obligado
por que la ley le impone la obligación, La ley lo hace para evitar un enriquecimiento
injusto, sin causa, por parte del deudor, por lo que la ley es la fuente de la obligación.
Se dice que es un hecho voluntario, sin embargo, normalmente quien resulta obligado no
es el que ejecutó el hecho voluntario, sino que el que ejecutó el hecho voluntario tiene la
calidad de “acreedor” y tiene la calidad de “deudor” un sujeto totalmente distinto de aquel
que ejecutó el hecho voluntario, por lo tanto se desprende de esto que es un absurdo que
este hecho voluntario sea fuente de las obligaciones
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Discrepamos a u opinión, por que al hablar de fuentes de las obligaciones hablamos de la
fuentes directas o inmediatas, y la fuente mediata siempre es la ley.
Por lo tanto, en nuestro concepto, las únicas fuentes de las obligaciones deberían ser el
contrato y la ley, y si aceptamos las doctrinas modernas, la declaración unilateral de
voluntad, el enriquecimiento injusto y el acto colectivo.
1) En primer término se la critica por que hace sinónimos los conceptos de contrato y
convención, en consecuencia que la convención es el género y el contrato la especie,
siendo el contrato. una convención que tiene por objeto crear derechos y obligaciones
y la convención un acuerdo de voluntades con el objeto de crear, modificar o extinguir
derechos u obligaciones. Desde un punto de vista práctico esta crítica no tiene mayor
importancia, por que el régimen jurídico por el cual se rigen la convención y el contrato
son el mismo.
2) Además, no define el contrato, sino que la obligación que es el objeto del contrato
(esta no es una crítica seria, pues el CC define al contrato como una “fuente” de la
obligación).
Es menester tener presente que el contrato es la fuente más fecunda de las obligaciones.
Art. 2284. Las obligaciones que se contraen sin convención, nacen o de la ley, o del
hecho voluntario de una de las partes. Las que nacen de la ley se expresan en ella.
Si el hecho de que nacen es lícito, constituye un cuasicontrato.
Si el hecho es ilícito, y cometido con intención de dañar, constituye un delito.
Si el hecho es culpable, pero cometido sin intención de dañar, constituye un cuasidelito.
Los cuasicontratos más importantes son la agencia oficiosa o gestión de negocios ajenos
y el pago de lo no debido (2286, 2295 CC).
Para que estemos en presencia de un delito o cuasidelito civil, no basta con que se trate
de un hecho doloso o culpable, se requiere que este hecho doloso o culpable cause daño.
Por último, el CC contempla como fuente de las obligaciones la “ley”. Son obligaciones
legales aquellas que reconocen como única fuente el mandato imperativo de la ley.
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Y como se dijo en nuestro concepto, las únicas fuentes de las obligaciones deberían ser
el contrato y la ley, y si aceptamos las doctrinas modernas, la declaración unilateral de
voluntad, el enriquecimiento injusto y el acto colectivo.
Francisco Merino le da una mayor aplicación a la expresión “hecho suyo” del artículo 578
CC: al señalar que las fuentes de las obligaciones son el hecho voluntario y la ley (los
hechos voluntarios son el contrato, el hecho voluntario lícito –como una aceptación de una
herencia- y la declaración unilateral de voluntad).
Es aquella doctrina en virtud de la cual la voluntad humana tiene la facultad de dar origen
a una obligación con respecto al sujeto que efectúa la declaración de voluntad. Según
esta doctrina la voluntad humana es tan soberana, tan poderosa que un sujeto puede
resultar obligado frente a otra por su sola declaración unilateral de voluntad.
Planiol la critica, pues dice que aquí nos encontramos o frente a una obligación
contractual en que la aceptación del acreedor tiene el carácter de tácita o nos
encontramos frente a una obligación legal, debido a que en su concepto la persona no
puede resultar obligada por su sola declaración unilateral de voluntad porque la
obligación es un vínculo jurídico en virtud del cual, una persona llamada deudor se
encuentra en la necesidad de realizar en beneficio de otra llamada acreedor, una
determinada prestación que puede consistir en dar, hacer o no hacer.
En nuestro derecho, aunque se discute, se puede decir que existen 2 casos en que la
declaración unilateral de voluntad, es fuente de las obligaciones:
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El enriquecimiento sin causa
Para los tribunales franceses es el motivo que permite anular los contratos por inmorales
(si aplicamos la causa final nunca podríamos anular un contrato por inmoral).
Habíamos visto que para algunos el enriquecimiento sin causa constituye fuente
autónoma de obligaciones, y que en nuestra opinión es el presupuesto de hecho que
permite a la ley imponer la obligación en la agencia oficiosa y en pago de lo no debido. Es
la ley la que impone la obligación para evitar un enriquecimiento injusto del deudor (la ley
no es arbitraria).
El pago de lo no debido
La accesión de mueble a inmueble (tiene que pagar al dueño de los materiales)
Prestaciones mutuas en la acción reivindicatoria (el reivindicante tiene que pagar al
poseedor vencido, esté de buena o mala fe, las mejoras necesarias)
El problema de la contribución a la deuda en las obligaciones solidarias (1522 CC)
En las recompensas que se deben los cónyuges en la Sociedad Conyugal
Agencia oficiosa
En la indemnización de perjuicios (no se puede pedir el cumplimiento de la obligación
y la indemnización compensatoria a la vez)
Es aquella que emana del enriquecimiento sin causa, para que la persona que
experimentó un empobrecimiento injustificado obtenga una indemnización del que se ha
enriquecido a su costa sin causa.
Características
2) Es una acción patrimonial (persigue una indemnización). Las consecuencias que sea
una acción patrimonial son:
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Es renunciable
Transferible y transmisible
Prescriptible (5 años desde que es exigible)
Es subsidiaria ya que se aplica a falta de otra acción por ser muy general (su ejercicio
puede ser abusivo)
El enriquecimiento sin causa tiene que probarlo quien lo alega (debe acreditar sus
requisitos).
Si el objeto a pedir es una cosa, se aplican las reglas de las prestaciones mutuas; en los
demás casos, la indemnización que se persigue tiene una doble limitación:
a) El monto de lo empobrecido
b) El monto de lo enriquecido
Se define como el acto jurídico bilateral que tiene por objeto crear obligaciones; es la
convención generadora de obligaciones.
Art. 1438. Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para con otra
a dar, hacer o no hacer alguna cosa.
Cada parte puede ser una o muchas personas.
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De estas funciones se desprenden distintas subfunciones, que el profesor Jorge López
Santa María las distingue en:
a) Función de cambio y circulación de bienes: que se realiza a través de los contratos
que constituyen título traslaticio de dominio.
Pueden agruparse en dos grupos, la clasificación que hace nuestro CC y la que hace la
doctrina.
1) Nominados e innominados
2) Individuales y colectivos
3) De igualdad o paritarios o gres a gres y de adhesión
4) De ejecución instantánea, de ejecución diferida y de tracto sucesivo
5) Preparatorios y definitivos
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Art. 1439. El contrato es unilateral cuando una de las partes se obliga para con otra que
no contrae obligación alguna; y bilateral, cuando las partes contratantes se obligan
recíprocamente.
El contrato es siempre un acto jurídico bilateral, pero a su vez puede ser unilateral o
bilateral.
Hay algunos que dicen que el contrato de sociedad queda fuera de esta clasificación, por
ser contratos plurilaterales los cuales son voluntades de hecho, que actúan en distinto
sentido en busca de distintos intereses y que se entrecruzan para formar el
consentimiento.
En nuestro concepto pensamos que es un acto jurídico unilateral complejo en que nos
encontramos frente a voluntades paralelas, que actúan en un mismo sentido en pos del
mismo interés.
Según la doctrina, también existen los llamados contratos sinalagmáticos imperfectos, que
son aquellos que nacen como contratos unilaterales, pero a lo largo de su vida dan origen
a obligaciones que van a afectar a la parte que no se obligó al momento de
perfeccionarse el contrato, en términos tales que ambas partes van a resultar obligadas.
Por ej: el contrato de depósito (puede que el depositario incurra en gastos en la
conservación de la cosa, entonces el depositante debe reembolsarle estos gastos). Sin
embargo, en nuestro concepto, esta categoría no existe en nuestro derecho, pues hay
que atender al momento de perfeccionarse el acto
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Siempre va a ser una condición negativa, ya que consiste en un incumplimiento, y
potestativa, por que solo depende de la voluntad del deudor (en nuestro concepto no
es una condición, sino un efecto del contrato bilateral en caso de incumplimiento).
Basta el incumplimiento para que opere (en Francia también debe ser manifiesto)
La condición resolutoria tácita opera por sentencia judicial ejecutoriada. No opera de
pleno derecho (a diferencia de la C R Ordinaria) por que se violaría el principio “pacta
sunt servanda”. Si la condición resolutoria operara de pleno derecho la suerte del
contrato quedaría entregada a la voluntad del deudor. Para que la condición
resolutoria tácita opere, el incumplimiento debe ser imputable al deudor, el deudor
debe estar en mora, y el acreedor debe haber cumplido o estar llano a cumplir. El
pacto comisorio es la condición resolutoria tácita expresamente estipulada, y si se
estipula en la compraventa en relación a la obligación del vendedor de entregar la
cosa, o si se estipula en un contrato distinto a la compraventa, sí opera de pleno
derecho, por que aquí rige la autonomía de la voluntad.
b) Excepción del contrato. no cumplido (la mora purga la mora): sólo se aplica en los
contratos bilaterales y tiene el mismo fundamento que la condición resolutoria tácita.
La expresión “allanarse a cumplir” significa que su intención debe manifestarse por
hechos reales y positivos que importen, a lo menos, un principio de ejecución.
Art. 1552. En los contratos bilaterales ninguno de los contratantes está en mora dejando
de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumple por su parte, o no se allana a
cumplirlo en la forma y tiempo debidos
c) Teoría de los riesgos: solo opera en los contratos bilaterales. Siempre se habla del
riesgo de la cosa y del riesgo del contrato.
ii) Riesgo del contrato bilateral: Desde un punto técnico jurídico, el riesgo del contrato
lo soporta el deudor (aquel cuya obligación se extingue por imposibilidad en la
ejecución), por que en los contratos bilaterales existe una verdadera simetría
obligacional, hay reciprocidad e independencia entre las obligaciones de las
partes. Consiste en que los derechos y obligaciones que emanan de un contrato
están expuestos a perderse a consecuencia de una imposibilidad sobreviniente y
fortuita de la obligación. Pero si se trata de una obligación de dar una especie o
cuero cierto, corresponde soportarlo al acreedor.
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ii.- Si no se puede exigir el cumplimiento, lo soporta el deudor (aquel cuya obligación se
extinguió por imposibilidad en la ejecución). Esta es la regla general y lógica.
Según el art. 1550 CC, el riesgo de la especie o cuerpo cierto cuya entrega se debe, es
siempre a cargo del acreedor.
Art. 1550. El riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se deba es siempre a cargo del
acreedor; salvo que el deudor se constituya en mora de efectuarla, o que se haya
comprometido a entregar una misma cosa a dos o más personas por obligaciones
distintas; en cualquiera de estos casos, será a cargo del deudor el riesgo de la cosa,
hasta su entrega.
Esta regla es contraria a lo que hemos dicho, se aplica única y exclusivamente a las
obligaciones de dar una especie o cuerpo cierto y sólo tiene cabida en la compraventa no
condicional, en la permuta y en el pacto de retroventa.
Esta regla está tomada del CC. francés del art. 1138 y que a su vez fue tomado del
Derecho Romano. En Francia, esta regla tiene justificación, ya que el sólo contrato.
transfiere el dominio, y lo que sería por tanto una cuestión de riesgo de la cosa. La
justificación que tiene esta norma en el Derecho Romano, es que la compraventa estaba
formada por una doble estipulatio, una estipulatio que obligaba al vendedor a entregar la
cosa y otra estipulatio que obligaba al comprador a pagar el precio. Pero en nuestro
Derecho no es justificable, es una regla injusta que viene a romper con el sistema de
riesgos que establece el CC. por lo que debemos ser lo más estrictos en su aplicación,
aplicándola sólo a la compraventa no condicional, a la permuta y al pacto de retroventa.
iii) En el contrato de arrendamiento para la confección de una obra material (art. 2000
CC). la pérdida de la materia pertenece al dueño. Aquí estamos frente al riesgo de
la cosa y no al riesgo del contrato., pero para que sea una excepción al art. 1550
CC, es necesario que la materia la proporcione al artífice, por que si es así
estamos frente a un verdadero contrato de compraventa. Art. 1996 CC.
iv) En los demás casos, como en las obligaciones de hacer o no hacer, el riesgo del
contrato. lo soporta el deudor, como lo establece la regla general
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Art. 1440. El contrato es gratuito o de beneficencia cuando sólo tiene por objeto la utilidad
de una de las partes, sufriendo la otra el gravamen; y oneroso, cuando tiene por objeto la
utilidad de ambos contratantes, gravándose cada uno a beneficio del otro
Art. 1441. El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las partes se obliga a
dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte debe dar o
hacer a su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta de ganancia o
pérdida, se llama aleatorio.
La regla general es que los contratos bilaterales sean onerosos y los unilaterales sean
gratuitos, sin embargo puede suceder que no sea tan así. Por ej: el contrato de depósito
es un contrato unilateral gratuito, pero puede ser oneroso si se faculta al depositario para
usar la cosa; el mutuo también es unilateral y gratuíto, pero puede ser oneroso si se
estipulan intereses (mutuo civil); también en el caso del comodato, que puede ser oneroso
cuando se estipula remuneración a favor de ambas partes (si sólo se hace a favor de una
degenera en arrendamiento de servicios); un caso de contrato bilateral gratuito lo
podemos encontrar en el mandato cuando las partes estipulan que el mandatario no va a
recibir remuneración.
c) Los contratos gratuitos son generalmente intuito personae (en que el error en la
persona vicia el consentimiento). Los contratos onerosos por regla general no son
intuito personae, hacen excepción a esta regla el mandato y la transacción. 2456 CC.
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Los contratos onerosos pueden ser a su vez:
i) Conmutativos: son aquellos en que las obligaciones de cada una de las partes se
miran como equivalentes. Por ej, la compraventa (a menos que se exprese, o que de
la naturaleza del contrato aparezca que se ha comprado la suerte).
Art. 1442. El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo sin necesidad de otra
convención, y accesorio, cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una
obligación principal, de manera que no pueda subsistir sin ella.
Esta clasificación es criticable, porque no se refiere a los contratos, sino que mas bien a
las obligaciones. Por ejemplo es perfectamente posible celebrar un contrato de hipoteca
para garantizar obligaciones futuras; el contrato de hipoteca existe sin la necesidad de
otra convención, pero la obligación no nacerá mientras no nazca la obligación principal.
El contrato accesorio no debe confundirse con el contrato “dependiente”, que son aquellos
cuya existencia está supeditada a otra convención, sin la cual no pueden existir. Por
ejemplo, las capitulaciones matrimoniales (1715 CC), que son convenciones de carácter
patrimonial que celebran los esposos antes de contraer matrimonio o en el acto de su
celebración, las cuales están supeditadas a la celebración del matrimonio.
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4) Contratos reales, consensuales y solemnes (clasificación que atiende a su
perfeccionamiento). 1443 CC.
Tipos de formalidades
b) Formalidades especiales:
i) Habilitantes: son las que tienen por objeto completar la capacidad de las partes y
proteger a los incapaces.
ii) Por vía de prueba: su omisión lleva aparejada la limitación a la prueba (artículos 1708 y
1709 CC).
iii) Por vía de publicidad: tienen por objeto que los terceros tomen conocimiento de el acto
jurídico para que puedan verse alcanzados por los efectos de él. Su omisión acarrea la
inoponibilidad respecto a terceros.
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Clasificación doctrinal de los contratos
2) Individual y colectivo
a) Paritarios, de igualdad o gres a gres: las partes son libres para discutir los términos del
contrato.
b) Contrato de adhesión: es aquel en que una de las partes impone a la otra los términos
del contrato y la otra parte es libre para celebrarlo o no. Si no consiente, no hay
contrato, y si consiente surge el contrato y adhiere a los términos impuestos por la otra
parte.
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Características de la oferta en los contratos de adhesión según el profesor Jorge López
Santa María:
Hay dos reglas de interpretación que son propias del los cttos de adhesión:
a) La regla de interpretación contra el redactor, que consagra el art. 1566 inciso 2º del
CC.
b) La regla de preferencia de la cláusula manuscrita por sobre la cláusula impresa. 1560
CC.
Tiene mucha importancia distinguir entre contratos paritarios, de igualdad o gres a gres y
contratos de adhesión, porque es precisamente en el contrato de adhesión donde el
principio de la autonomía de la voluntad ha sufrido el mayor desmedro y donde
precisamente empieza el dirigismo contractual, esto es la intervención del Estado en los
contratos celebrados por los particulares. Es por este dirigismo contractual que se han
creado las llamadas Superintendencias, las cuales fiscalizan a las respectivas empresas.
Ej: de Bancos e instituciones financieras, de Valores y Seguros, de A.F.P., etc.
En estos contratos de ejecución diferida tiene gran importancia la caducidad del plazo o
la cláusula de aceleración del plazo, que consiste en que las partes estipulan que el no
pago de una cuota hará exigible la totalidad de la deuda.
c) Contratos de tracto sucesivo: son aquellos en que las obligaciones de las partes van
naciendo y extinguiéndose a través del tiempo. Ej: contrato de arrendamiento, de
sociedad, de trabajo.
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a) La resolución opera con efecto retroactivo en los contratos de ejecución instantánea y
en los ejecución diferida, pero en los de tracto sucesivo la resolución del contrato va a
operar siempre hacia el futuro. Por ej: si se deja sin efecto un contrato de
arrendamiento, por el no pago de la renta, esta resolución opera hacia el futuro y
toma el nombre de terminación, ya que no se puede dejar sin efecto el goce de la
cosa que ha hecho el arrendatario.
b) El los contratos de tracto sucesivo existe una excepción a la regla del art. 1545 CC,
ya que el contrato puede terminar por la voluntad unilateral de una de las partes, la
cual se llama “desahucio”.
5) Preparatorios y definitivos
a) Contrato preparatorio: es aquel que las partes estipulan que en el futuro celebrarán
otro contrato. que de momento no pueden convenir. Ej: contrato. de promesa, de
opción (ej: el de leasing que es un contrato de arrendamiento con opción de compra),
pacto de retroventa.
Categorías contractuales
1) Contrato Dirigido
2) Contrato Ley
3) Contrato Forzoso
4) Contrato Tipo
5) Subcontrato
6) Autocontrato
Es la intervención del Estado en los contratos celebrados por los particulares, limitando el
principio de pacta sunt servanda. Opera como consecuencia del contrato de adhesión. Se
protege al contratante más débil.
2) Contrato ley: es aquel emanado del Estado que garantiza que no derogará ni
modificará las franquicias contractuales establecidas mediante una ley. El caso más
típico de contrato-ley es el DFL N° 2 de 1959: las viviendas acogidas al DFL 2 están
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exentas del pago de contribuciones. También dentro de esta categoría encontramos al
DL 600 (estatuto de inversión extranjera).
Novoa Monreal los critica porque dice que se incurre en un error enfocar con un criterio
individualista un problema de interés general, el cual es establecer impuestos y
consecuencias jurídicas aplicando criterios de derecho privado, donde deben resolverse
conforme al derecho público.
3) Contrato forzoso: es aquel que la ley obliga a celebrar o da por celebrado. Por tanto
el contrato forzoso puede ser de dos tipos:
a) Contrato forzoso Ortodoxo: Es aquel que la ley obliga a celebrar. Ej: El seguro
obligatorio automotriz; la ley de copropiedad inmobiliaria establece la obligación de
cada propietario de tomar un seguro contra el riesgo de incendio. La parte puede
elegir con quien contrata y discutir con la contraparte los términos del contrato. Se
mantiene de cierta forma la libertad contractual.
4) Contrato tipo: es un acuerdo en virtud del cual las partes establecen o preestablecen
las cláusulas de futuros contratos o condiciones generales de la contratación. Por
ejemplo, una Póliza de seguro.
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b) Contrato tipo Bilateral: El contrato es fruto de la discusión entre grupos económicos de
intereses contrapuestos.
Salta a la vista que existe una expresa relación entre el contrato tipo unilateral y el
contrato de adhesión, porque el contrato tipo unilateral conduce necesariamente al
contrato de adhesión. Pero no todo contrato tipo es contrato de adhesión, como el caso
del contrato Tipo Bilateral.
Restricciones
a) El contrato base no debe ser de ejecución instantánea (debe ser de ejecución diferida
o de tracto sucesivo).
b) El contrato base no debe ser de aquellos que sirva para transferir el dominio (título
translaticio de dominio).
Características
a) Desde un punto de vista subjetivo, existen 3 partes. El primer contratante sólo es parte
en el contrato base o contrato inicial. El segundo contratante es parte en ambos
contratos, es decir, en el contrato base y en el subcontrato. El tercer contratante, ajeno
al contrato base, celebra el subcontrato con el intermediario.
b) Desde un punto de vista objetivo, el subcontrato es dependiente del contrato base. Por
lo tanto, extinguido el contrato base se entiende extinguido el subcontrato.
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PRINCIPIOS QUE INFORMAN LA CONTRATACIÓN
a) Libertad contractual
b) Consensualismo contractual
Principio que dice relación con la etapa precontractual, con la celebración del contrato, y a
su posterior ejecución:
Es un principio en virtud del cual los hombres gozan de plena libertad para ejecutar todo
tipo de actos jurídicos y celebrar todo tipo de contratos que deseen dentro de la esfera de
sus atribuciones, siempre que no vulneren disposiciones prohibitivas de las leyes, las
imperativas que establezcan requisitos y que no vayan dichos actos y contratos contra la
moral, el orden público y las buenas costumbres.
Art. 1545. Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no puede
ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales.
Art. 12. Podrán renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal que sólo miren al
interés individual del renunciante, y que no esté prohibida su renuncia.
Art. 1560. Conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse a ella más
que a lo literal de las palabras.
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Si bien es cierto que este principio rige ampliamente en materia patrimonial, no ocurre así
en el derecho de familia. En éste existe libertad para celebrar o no el acto de familia, pero
celebrado, sus efectos están establecidos de manera imperativa por la ley en normas de
orden público. Por ej, 102 CC.
1) Error esencial: Art. 1453 CC. El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae
sobre la especie de acto o contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las partes
entendiese empréstito y la otra donación; o sobre la identidad de la cosa específica de
que se trata, como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender cierta cosa
determinada, y el comprador entendiese comprar otra.
Se llama error obstativo por que “obsta” a la formación del consentimiento.
La sanción que lleva aparejada el error esencial, obstáculo u obstativo es discutida; los
que creen en la inexistencia abogan por ella, porque falta el consentimiento.
Los que creen en la nulidad absoluta, abogan por ella porque falta un requisito de
existencia y creen que la inexistencia no tiene cabida dentro de nuestro cc.
En concepto de una tercera opinión sería la nulidad relativa, opinión que compartimos,
porque el artículo 1454 cc, que está a continuación del 1453, que se refiere al error
sustancial dice que el error de hecho “vicia asimismo el consentimiento”, o sea, de la
misma manera que el error esencial, y la sanción que lleva aparejada el error esencial es
la nulidad relativa. Además aquí no hay ningún interés público comprometido, y no habría
ningún inconveniente en que se confirme el acto o contrato.
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Vamos a encontrarnos frente al autocontrato fundamentalmente en 2 hipótesis:
i) Cuando una persona actúa como mandatario o representante de las 2 partes. P ej,
mandatario del vendedor y del comprador.
ii) Cuando una persona actúa como representante legal o mandatario de otra
persona por una parte, y a nombre propio por otra.
- Algunos sostienen que en estos casos la auto contratación sería válida, en virtud de la
autonomía contractual, en que en derecho privado se puede hacer todo lo que no esté
prohibido.
- Otros señalan sería válida sólo cuando la ley lo autorice, en virtud de la buena fe y el
enriquecimiento sin causa (se prestaría para contratos simulados en perjuicio de
terceros)
- Hay quienes piensan que el acto sería nulo, ya que se prestaría para abusos, por lo
que contravendría con el orden público.
Arturo Alessandri y nosotros sostenemos que es un acto jurídico unilateral, por que no
existe acuerdo de voluntades, ya que es una persona la que perfecciona el acto. Sin
embargo, si aceptamos que el auto contrato es un acto jurídico unilateral, tenemos que
concluir que hay diferencias entre el acto jurídico unilateral y el auto contrato, porque en el
acto jurídico unilateral, que podríamos llamar ordinario, el autor dispone de un sólo
patrimonio, en cambio en el auto contrato una misma voluntad dispone de dos
patrimonios.
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Avelino León cree que es una imagen destinada a reflejar la idea de que una sola
voluntad puede producir los efectos del contrato.
Luis Claro Solar, señala que es un contrato, por que se producen los mismos efectos (dice
que en la primera hipótesis el sujeto interviene como representante que no manifiesta su
propia voluntad, sino que la de los 2 representados; en la segunda hipótesis manifiesta la
suya y la del representado); pero el problema de este autor, es que está de acuerdo con
la teoría de la representación ficción, y según la representación modalidad, que es la
teoría que sigue nuestro CC es la voluntad del representante la que perfecciona el acto.
López Santa María dice que es un contrato por que a su juicio por razones de orden
práctico es posible que la personalidad de un sujeto pueda desdoblarse, de tal manera
que la voluntad del sujeto que autocontrata se exterioriza a varios títulos.
Requisitos de procedencia
Ejemplo: Pedro le dona un bien raíz a Juan, pero para evitar el pago de ciertos impuestos
y para evitarse cumplir ciertas solemnidades propias de las donaciones disfrazan esta
donación bajo la apariencia de una compraventa.
Pero la simulación relativa puede referirse al contenido del acto (como en el ejemplo) o a
las personas que en el intervienen. Si se refiere a las personas que en el intervienen,
estamos frente a la simulación por interposición de persona.
Esta simulación por interposición de persona es una especie de simulación relativa que se
produce cuando la persona que se hace figurar como parte en el contrato es diversa de la
que en realidad es parte de acuerdo a la voluntad real, la persona que aparece como
parte ostensible es distinta de las que realmente celebraron el contrato. 1796 CC.
b) La disconformidad debe ser consciente: esto es, deseada o querida por las partes
(esta es la diferencia entre la simulación y el error).
La simulación sólo puede presentarse en los actos jurídicos bilaterales, y en los actos
jurídicos unilaterales recepticios (aquellos en que la declaración de voluntad supone el
conocimiento de la persona a quien va dirigida esta declaración de voluntad). La
revocación del mandato es un acto jurídico unilateral recepticio.
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No es necesario que tenga por objeto perjudicar a terceros, de ahí que la simulación,
puede ser lícita e ilícita. Es lícita cuando tiene por objeto engañar a terceros, ilícita cuando
tiene por objeto perjudicar a terceros y en este caso estamos frente a un ilícito penal (471
CP).
Si bien la simulación teóricamente puede ser lícita o ilícita, en la práctica siempre va a ser
ilícita. Esto por que cada vez que se realiza una simulación, lo que se quiere es cometer
un fraude fiscal, un fraude a la ley o un fraude a terceros.
En el caso de los cónyuges, al participar el tercero como palo blanco, cometen fraude a la
ley, específicamente al articulo 1796 que prohíbe la compraventa entre cónyuges.
Efectos de la simulación.
a) Efecto entre las partes: si la simulación es absoluta y por consiguiente si tras el acto
jurídico simulado no existe absolutamente nada, este acto jurídico no va a producir
efectos si no existe ninguna voluntad real. Si la simulación es relativa, esto es, tras el acto
jurídico simulado encontramos un acto oculto disimulado, las partes se rigen por el acto
que real y efectivamente celebraron.
Si hay interposición de personas, los efectos se van a producir respecto de quienes real y
efectivamente celebraron el acto. Como las partes se rigen por el acto jurídico oculto y
simulado los requisitos de existencia y validez del acto jurídico deben concurrir respecto
del acto jurídico disimulado.
Así se desprende del artículo 1707 CC que da pleno valor a las contraescrituras entre las
partes. A contrario sensu de dicho artículo, producen plenos efectos entre las partes.
b) Relación entre los terceros y las partes: en nuestra opinión serán los terceros, siempre
que estén de buena fe y lo puedan probar quienes puedan invocar a su favor y en contra
de las partes, tanto el acto jurídico simulado como el acto jurídico disimulado.
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c)Relaciones entre terceros: aquí se entra en conflicto porque habrá terceros a quienes
les convendrá invocar a su favor el contrato aparente y habrá terceros a quienes les
convendrá regirse por el contrato disimulado. En nuestro concepto la cuestión es bastante
discutible y bajo estas circunstancias, estimamos que dentro de la protección que debe
darse a los terceros, debe primar el interés de aquellos que invoquen la situación
aparente, porque siempre las apariencias, cuando se incurre en ellas de buena fe, deben
ser protegidas por el derecho.
Hay quienes dicen que en las relaciones entre terceros inocentes debe primar el interés
de aquellos que invocan a su favor la situación real, porque realmente existió.
b) Libertad de configuración interna: es un principio en virtud del cual las partes son libres
para determinar el contenido de la relación contractual. Las partes pueden celebrar
contratos atípicos o innominados y típicos (en este caso pueden fijar su contenido, pero
deben respetar las normas imperativas o prohibitivas según el caso, y pueden modificar
las normas supletorias del contrato de que se trate. 1802, 1803 CC). Pueden alterar los
efectos del contrato mediante las modalidades (pueden alterar los elementos de la
naturaleza o someterse a formalidades voluntarias).
Las partes pueden modificar de común acuerdo los contratos celebrados por ellas y
pueden también dejarlos sin efecto (1545 CC).
Se atiende a la voluntad real de las partes y no a la declarada (1560 CC). Por regla general
la voluntad de una parte no puede poner término al contrato.
Lo convenido por las partes es intangible (no puede ser modificado por el juez ni por el
legislador; 1545 CC).
- Las partes no pueden alterar el orden público, la moral ni las buenas costumbres.
- No pueden vulnerar las disposiciones prohibitivas ni las imperativas que establecen
requisitos.
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Pero si se estipula en relación a la obligación del vendedor de entregar la cosa, o en un
contrato diferente, el pacto comisorio opera de pleno derecho (no hay límite a la autonomía
de la voluntad).
Por último, las instituciones tendientes a controlar el equilibrio entre las prestaciones son:
Art. 1545. Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no
puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales
La Corte Suprema ha resuelto que el art. 1545 CC da fuerza de ley entre las partes a los
contratos legalmente celebrados, elevando las estipulaciones contenidas en el contrato a
la categoría de una ley de carácter contractual y, como tal deben ser respetadas las
estipulaciones del contrato por el juez que conoce del litigio entre las partes.
Si el juez que conoce del litigio entre las partes desconoce o desvirtúa los derechos u
obligaciones que emanan del contrato, estaría infringiendo el artículo 1545 CC y, su
sentencia sería susceptible de ser invalidada por la Corte Suprema por la vía del recurso
de casación en el fondo, porque el juez está obligado a resolver el litigio entre las partes
aplicando, precisamente, las estipulaciones del contrato.
Sin embargo, el propio legislador vulnera a veces la fuerza obligatoria del ctto, dictando
leyes de excepción que se justifican plenamente.
Por ej, para proteger a los arrendatarios en la década de los ’60, se dictaron leyes que
congelaron las rentas de arrendamiento, no obstante la inflación que imperaba en Chile
en aquella época.
En la década de los ’60 y de los ’80, debido a la inflación endémica de nuestro país, se
dictaron leyes que autorizaron a los deudores para pagar en el equivalente en moneda
nacional las obligaciones contraídas en moneda extranjera.
El artículo 22 de la ley sobre el efecto retroactivo de las leyes establece que en todo
contrato se entienden incorporadas las leyes vigentes al tiempo de su celebración.
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Si la ley con efecto retroactivo llega a privar a uno de los contratantes de su derecho
personal o de crédito, sobre el cual en concepto de la Constitución tiene un derecho de
propiedad, esta ley será inaplicable por inconstitucionalidad.
La teoría de la imprevisión
El caso fortuito crea una imposibilidad absoluta de cumplir la obligación, y por ello la
extingue. En un contrato legalmente celebrado, a consecuencias de acontecimientos que
hagan más difícil u oneroso el cumplimiento de la obligación, nace esta doctrina en plena
elaboración que pretende otorgar derecho al deudor a solicitar una modificación de las
condiciones del contrato para restaurar el equilibrio económico de las prestaciones. El
Código Italiano habla de la excesiva onerosidad sobreviniente.
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Soluciones a que llegado la doctrina
Hay quienes piensan que debe dársele el mismo efecto del caso fortuito: extinguir la
obligación y con iguales consecuencias (teoría del riesgo del contrato bilateral).
El Código Civil choca con su estructura, pero ha sido acogida en leyes especiales.
Art. 332. Los alimentos que se deben por ley se entienden concedidos para toda la vida
del alimentario, continuando las circunstancias que legitimaron la demanda.
Es por esta razón que en materia de alimentos la sentencia que recae en ellos produce
cosa Juzgada sustancial provisional
El Art. 7° de la Ley 16.282, de 28 de julio de 1965, que faculta a los tribunales en los
casos de sismos u otras catástrofes a suspender las subastas públicas en la zona que
según Decreto del Presidente de la República se encuentra afectada, hasta por un año. O
sea, se paraliza la ejecución forzada.
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Por último, en nuestro concepto la imprevisión no puede tomarse como de orden general,
pero se acepta sujeta a condiciones, de manera de evitar que se convierta en un pretexto
para los deudores inescrupulosos, a fin de eludir o postergar el cumplimiento en largos
pleitos.
Entonces, en los casos no previstos, el juez no está facultado para modificar el contrato
cuando se ha hecho excesivamente onerosa la prestación de una de las partes (1545,
1546 CC).
5) El principio de la Buena Fe
En el pago a la persona aparente. Art. 1576 inciso 2°. El pago hecho de buena fe a la
persona que estaba entonces en posesión del crédito, es válido, aunque después
aparezca que el crédito no le pertenecía. Consiste en la convicción de que se está
pagando al verdadero acreedor.
En la acción pauliana. Para que el contrato se vea alcanzado por ella, si es gratuito se
requiere fraude del deudor (conocimiento del mal estado de sus negocios) y si es
oneroso se requiere fraude del deudor y del tercero.
En materia de sociedades. 2108 (la sociedad termina por renuncia de uno de los
socios), 2110 (no vale la renuncia hecha de mala fe), 2111 (renuncia de mala fe el
socio que lo hace para apropiarse de una ganancia que debía pertenecerle a la
sociedad).
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b) Buena fe objetiva: Es el respeto a la palabra empeñada. Significa tener fe o confianza.
Cada una de las partes fía y confía en la conducta leal de la otra parte, pensando que
la otra parte no la defraudará.
Claro está que la infracción de este deber puede constituir dolo, en cuyo caso estamos
frente al dolo vicio del consentimiento, y aplicaremos el artículo 1458 del cc.
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De tal manera que la costumbre pasa a formar parte de la ley del contrato, y la costumbre,
que se dice tendrá poca relevancia en materia civil tiene una relevancia enorme, por que
la costumbre se incorpora a la ley del contrato, ya que el artículo 1546 está
inmediatamente después del 1545, que consagra el principio “pacta sunt servanda”.
El acreedor, titular del derecho personal o crédito, debe también ejecutar el contrato de
buena fe. Esto significa que el acreedor no puede ejercer abusivamente su derecho de
crédito. De tal manera que la buena fe alcanza tanto al deudor como al acreedor.
En suma, el principio de buena fe aplicado efectivamente por los tribunales, actúa como
un elemento morigerador (que genera un equilibrio) de la autonomía de la voluntad,
permitiendo al tribunal apartarse, en cierto modo, del tenor literal del contrato, sea
fijándolo, sea restringiéndolo. Equilibra así el respeto debido a la palabra empeñada, con
los requerimientos de la justicia, que es el fin último del Derecho.
Los efectos de los contratos son los derechos y obligaciones que del contrato emanan.
Los efectos de las obligaciones son las consecuencias que esta clase de vínculos
acarrean para el acreedor y deudor (el efecto normal de las obligaciones es el pago).
Los efectos del contrato se traducen en la fuerza vinculante que el contrato tiene, y se
producen entre las partes, ya que en principio, los contratos no producen efectos entre
terceros.
a) Partes formales: Son aquellas que han dado nacimiento al acto con su voluntad,
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personalmente o representados (1448 CC). Por ej: el mandatario.
b) Partes materiales: Son aquellas en cuyo patrimonio se radican los efectos del
contrato. Ej: mandante.
a) Terceros absolutos: Son aquellos que no celebraron el contrato por lo que no van a
verse alcanzados por sus efectos (el efecto relativo de los contratos dice relación con
este tipo de terceros).
b) Terceros relativos: Si bien, no celebraron el contrato, van a verse alcanzados por los
efectos del contrato ya que entraron en relación con las partes contratantes. Estos
son:
i)Los herederos a título universal: Art. 1097. Los asignatarios a título universal, con
cualesquiera palabras que se les llame, y aunque en el testamento se les califique de
legatarios, son herederos: representan la persona del testador para sucederle en todos
sus derechos y obligaciones transmisibles.
El acreedor puede perseguir su crédito sobre todos los bienes presentes o futuros del
deudor, ya sean raíces o muebles, con la sola excepción de los inembargables (derecho
de garantía general; 2465 y 2469 CC). Por consiguiente, los actos y contratos celebrados
por el deudor van a afectar a los acreedores, porque si en virtud del acto contrato
celebrado por el deudor ingresan o salen bienes del patrimonio del deudor, el derecho de
prenda general se robustece, se incrementa o bien disminuye.
Si en virtud del acto contrato celebrado por el deudor, salen bienes del patrimonio del
deudor, el derecho de prenda general disminuye. Así, los contratos celebrados por el
deudor, van a afectar a los deudores que no gocen de una garantía real, como la prenda y
la hipoteca. Claro está que los acreedores gozan de ciertos derechos auxiliares sobre el
patrimonio del deudor, que tiene por objeto conservarlo: acción pauliana, acción oblicua o
subrogatoria, beneficio de separación de patrimonio y medidas conservativas y acción de
simulación.
Somarriva y Merino sostienen que los herederos son terceros absolutos, mientras no se
produzca el hecho que los coloque en la misma situación jurídica del causante. Pero
producido este hecho de la muerte del causante, los herederos son partes (Opera una
verdadera subrogación personal).
Sin embargo el heredero investido de tal, puede desconocer los actos celebrados por el
causante entablando la acción de simulación (acción de declaración de certeza, que tiene
por objeto que vuelvan las cosas a la realidad, y que por ende las partes no se rijan por
acto jurídico alguno, si la simulación es absoluta o se rijan por el acto jurídico disimulado
si la simulación es relativa. Esta acción prescribe según las reglas generales, pero según
un sector importante de la doctrina no prescribe a menos que importe la nulidad).
31
Hay ciertos casos en que los herederos no resultan alcanzados por los efectos de los
contratos celebrados por el causante. Tal es el caso (1097 CC) de los derechos y
obligaciones intransmisibles, que se extinguen a la muerte del causante, no pasan a sus
herederos.
Tampoco los contratos por el causante alcanzan a sus herederos cuando se ha estipulado
expresamente entre las partes que los efectos del contrato no alcanzaran a sus
herederos. No hay inconveniente respecto a esta estipulación (principio de la libertad
contractual).
Tampoco alcanzara al heredero los efectos del contrato contraído por el causante en el
caso de que el heredero acepte la herencia con beneficio de inventario (aquel en cuya
virtud, el heredero va a responder de las deudas del causante solamente hasta la
concurrencia del activo de la herencia).
Los causahabientes o sucesores a título singular resultan alcanzados o afectados por los
contratos que haya celebrado con anterioridad a la transferencia (por acto entre vivos, por
ejemplo donación), o transmisión (por causa de muerte, que se denominan legatarios),
respecto del objeto que ellos derivan del causante. Son también terceros relativos.
Los terceros absolutos son los que en propiedad tienen la calidad de terceros, porque los
terceros relativos están en una situación intermedia entre las partes y los terceros
absolutos. Y, por tanto, el efecto relativo de los contratos tendrá relación con estos
terceros absolutos. Sin embargo, hay ciertas excepciones en que los terceros absolutos
se ven afectados por los contratos celebrados por las partes, y es lo que se ha llamado el
efecto expansivo de los contratos.
Terceros absolutos que se ven alcanzados por los efectos de los contratos
(excepciones al efecto relativo de los contratos).
1) Los contratos y los actos de familia: en cuanto crean estados que son oponibles a
todo el mundo, producen efectos absolutos (erga omnes)
3) La estipulación a favor de otro: Art. 1449. Cualquiera puede estipular a favor de una
tercera persona, aunque no tenga derecho para representarla; pero sólo esta tercera
persona podrá demandar lo estipulado; y mientras no intervenga su aceptación expresa
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o tácita, es revocable el contrato por la sola voluntad de las partes que concurrieron a
él.
Constituyen aceptación tácita los actos que sólo hubieran podido ejecutarse en virtud
del contrato.
1) Celebración de un contrato
2) Que el tercero no intervenga
3) Que el tercero adquiera derechos derivados del contrato
4) Que no exista representación entre el estipulante y el tercero
3) Doctrina de la creación directa del derecho a favor del interesado: se critica, ya que se
limita sólo a constatar sus efectos.
La aceptación del beneficiario es importante porque fija el momento hasta el cual el
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contrato puede quedar sin efecto, pueda ser revocado, por la sola voluntad de las partes
(estipulante y promitente).
En nuestro sistema jurídico se acepta esta doctrina en materia de seguros de vida, y en
materia de seguros de accidente de trabajo.
Son partes del contrato y, por consiguiente, entre ellos se producen los efectos que
produce el contrato entre las partes, con ciertas modalidades peculiares de esta figura:
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La doctrina está unánimemente de acuerdo en que es perfectamente posible que sea una
persona determinable, por ejemplo, Pedro toma un seguro de vida a favor de sus
herederos, al momento de celebrarse el contrato de seguro, no se sabe quienes son los
herederos de Pedro, eso se va a saber al momento de su muerte, que es el momento en
que se va a producir la estipulación.
Art. 1450. Siempre que uno de los contratantes se compromete a que por una tercera
persona, de quien no es legítimo representante, ha de darse, hacerse o no hacerse
alguna cosa, esta tercera persona no contraerá obligación alguna, sino en virtud de su
ratificación; y si ella no ratifica, el otro contratante tendrá acción de perjuicios contra el que
hizo la promesa.
Esta figura jurídica que contempla el artículo 1450 CC, no es una excepción a los efectos
relativos de los contratos, sino que es una continuación del efecto relativo de los
contratos, ya que requiere que el tercero concurra con su ratificación para que se vea
alcanzado por los efectos del contrato.
En la promesa de hecho ajeno el promitente se obliga a que una tercera persona, de
quien no es legítimo representante, realice una prestación (en la estipulación a favor de
otro las partes estipulan a favor de un tercero).
En los contratos sólo surgen derechos y obligaciones respecto de las partes contratantes.
Este tercero no puede resultar obligado, porque no concurrió con su voluntad a dar
nacimiento al contrato, y de momento que el promitente no es su legítimo representante.
Este tercero va a resultar obligado en virtud de su ratificación, pero si el tercero ratifica
volvemos a la regla general, porque si el tercero ratifica está prestando su voluntad y
resulta obligado por su voluntad.
Si el tercero no ratifica el otro contratante tiene acción de perjuicios contra quien hizo la
promesa, a la misma conclusión nos lleva el artículo 1536 cc, que se pone en el caso que
se estipule una cláusula penal en la promesa de hecho ajeno.
Es perfectamente posible estipular en la promesa de hecho ajeno una pena, que es una
avaluación anticipada y convencional de los perjuicios, para el evento de que el tercero no
ratifique.
La norma es un poco confusa porque está tomada del CC francés, y en él la promesa de
hecho ajeno es nula y, en nuestro derecho es válida, de tal manera que la regla del
artículo 1536 CC entre nosotros es prácticamente innecesaria.
En la promesa de hecho ajeno nace para el promitente una obligación de hacer: “obtener
que el tercero ratifique”.
La inoponibilidad
La inoponibilidad dice relación con los terceros relativos, y no con todos los terceros
relativos, porque hay ciertos terceros relativos, que hasta cierto punto podrían
considerase que tienen el carácter de parte (los sucesores a titulo universal o los
herederos). Entonces, dice relación con los causahabientes y fundamentalmente con los
acreedores.
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Del concepto que hemos dado de inoponibilidad, se desprende que la inoponibilidad es
una sanción de ineficacia respecto de terceros, y puede proteger a los terceros; o de los
efectos de un acto válido o de la declaración de nulidad del acto.
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original) y 2) Que se tome razón del contenido de la contraescritura al margen del traslado
en cuya virtud ha obrado el tercero.
En la disolución de una sociedad. 2114 CC: ésta produce efecto entre los socios
desde el momento en que se produce. Pero, para que la disolución afecte a terceros, a
menos que la sociedad tenga plazo fijo de duración o se pruebe que el tercero tuvo
conocimiento de la disolución de la sociedad por cualquier medio de prueba, es necesario
que se notifique de la disolución a terceros, por medio de tres avisos publicados en un
periódico de la comuna o en la capital de la provincia si en aquella no hubiere.
El instrumento privado, y por tanto el contrato que en él consta sólo va adquirir fecha
cierta respecto de terceros, cuando concurra alguna de las circunstancias que señala el
art. 1703 CC, es decir va a ser oponible a terceros cundo concurra cualquiera de estos
hechos, de lo contrario será inoponible a estos:
El instrumento privado, y por tanto el contrato que en el consta sólo va adquirir fecha
cierta respecto de tercero, cuando ocurra alguna de las circunstancias que señala el art.
1703 o, de acuerdo con el art. 419 del COT desde que haya protocolizado.
2) Inoponibilidad de fondo que protege a los terceros de los derechos que emanan de
un acto valido, no ya por razones de forma, sino por razones materiales o de fondo.
1º Puede ser un primer término una inoponibilidad por falta de concurrencia. El contrato
es inoponible al tercero porque el tercero no concurrió con su voluntad; Los casos mas
típicos son los contemplados por los artículos 1815 que se refiere a la venta cosa ajena y
el art. 2160 que se ocupa del mandatario que celebra actos con terceros excediendo los
términos del mandato.
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2° Por clandestinidad. Los actos son inoponibles por la imposibilidad de los terceros de
tomar conocimiento de los actos o contratos celebrados ocultamente. Por ejemplo, el art.
1701-1 CC.
3º En tercer término una inoponibilidad por fraude. El acto es inoponible a los terceros
porque les importa un fraude que les perjudica. El caso más típico de esta inoponibilidad
está dada en la acción Pauliana. La acción pauliana, es el derecho del acreedor de dejar
sin efecto el acto o contrato celebrado por el deudor con fraude y en perjuicio de los
acreedores. 2468 CC. Otros casos los encontramos en el art. 1578 N° 3 CC, y en los
artículos 72, 74 y 75 de la ley de quiebras.
El fraude difiere del dolo por que el fraude es una maniobra de mala fe ejecutada por una
o ambas partes, dirigida a perjudicar a terceros (el dolo tiene lugar entre las partes cuando
una de ellas se vale del engaño para perjudicar a otra).
4º En cuarto lugar, puede haber una inoponibilidad por lesión de derechos adquiridos. El
acto es inoponible a los terceros porque lesiona derechos que los terceros han adquirido.
En virtud del art. 94 C.C. cuando el desaparecido reaparece, se revoca el decreto que
concede la posesión definitiva de los bienes del desaparecido y recobra el desaparecido
la administración de sus bienes. Sin embargo, en virtud del numeral 4 de este precepto,
subsisten las enajenaciones, hipotecas, y demás derechos reales constituidos legalmente
en favor de un tercero, por lo que a este tercero la aparición del desaparecido le es
inoponible.
5º Puede ser inoponibilidad por lesión de las asignaciones forzosas.1216 CC. En nuestro
país no existe libertad absoluta al testar, el testador debe respetar en su testamento
ciertas asignaciones forzosas en determinadas proporciones, y estas asignaciones
forzosas son en otras, las legitimas y las mejoras.
Si el testador en su testamento vulnera estas asignaciones forzosas los legitimarios tienen
la acción de reforma del testamento, pues éste le es inoponible.
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La inoponibilidad pueden hacerla valer todos aquellos terceros a quienes perjudica los
derechos del acto válido o su declaración de nulidad.
La inoponibilidad se puede hacer valer, no sólo respecto de las partes, sino respecto a
todos los que pretendan hacer valer los efectos del acto válido o de la declaración de
voluntad del mismo, respecto de los terceros a cuyo favor existe la inoponibilidad.
La regla general es que se haga valer por la vía de la excepción, por ejemplo, cuando el
tercero demanda al mandante en cumplimiento de una obligación contraída por el
mandatario excediendo los términos del mandato. El mandante va ha oponer la excepción
de inoponibilidad, y va a decir que el contrato celebrado por el mandatario excedió los
términos del mandato, y por lo tanto le es inoponible.
Sin embargo, hay casos de excepción en las que se configuran verdaderas acciones de
inoponibilidades, como la acción pauliana, ya que este es un caso típico de una acción de
inoponibilidad por fraude; la acción de reforma del testamento, es también una acción de
inoponibilidad, al igual que la acción reivindicatoria que entabla en dueño en la venta de
cosa ajena.
Extinción de la inoponibilidad
1º Renuncia de la inoponibilidad.
En los casos que la inoponibilidad puede hacerse valer por la vía de acción, se extinguirá
por la prescripción extintiva o liberatoria de la misma.
3º Cumplimiento de formalidades.
Si se trata de una inoponibilidad porque no se cumplieron con las formalidades que la ley
exige por vía de publicidad para proteger a los terceros, cesará la inoponibilidad desde
que se cumple con dichas formalidades, pero hacia el futuro y no con efecto retroactivo.
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4º Ratificación
Por último, el tercero favorecido con la inoponibilidad puede aceptar los términos del acto
inoponible, en cuyo caso estamos frente a la ratificación, que no es sino la aceptación de
los efectos de un acto inoponibilidad.
En cuanto a los requisitos del contrato, como los requisitos de todo acto jurídico,
tradicionalmente han sido clasificados en requisitos de existencia y requisitos de validez.
Requisitos de existencia son aquellos que deben concurrir para que el contrato nazca a la
vida del Derecho, éstos son:
i) Consentimiento
ii) Objeto
iii) Causa
iv) Solemnidades legales, tratándose de contratos solemnes.
Requisitos de validez son aquellos que deben concurrir para que el contrato sea eficaz,
éstos son:
Suele afirmarse que esta clasificación es meramente doctrinal, porque el artículo 1445 del
cc se refiere única y exclusivamente a los requisitos de validez.
Art. 1445. Para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad
es necesario: 1.º que sea legalmente capaz; 2.º que consienta en dicho acto o declaración
y su consentimiento no adolezca de vicio; 3.º que recaiga sobre un objeto lícito; 4.º que
tenga una causa lícita.
La capacidad legal de una persona consiste en poderse obligar por sí misma, y sin el
ministerio o la autorización de otra.
En cuanto al contenido del contrato, éste está determinado por su objeto, esto es, por los
derechos y obligaciones a que el contrato se refiere.
En lo que dice relación con la estructura del contrato, de acuerdo con el artículo 1444 del
cc, se distinguen en todo contrato cosas que son de su esencia, de la naturaleza, y las
meramente accidentales.
Art. 1444. Se distinguen en cada contrato las cosas que son de su esencia, las que son
de su naturaleza, y las puramente accidentales. Son de la esencia de un contrato aquellas
cosas sin las cuales o no produce efecto alguno, o degenera en otro contrato diferente;
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son de la naturaleza de un contrato las que no siendo esenciales en él, se entienden
pertenecerle, sin necesidad de una cláusula especial; y son accidentales a un contrato
aquellas que ni esencial ni naturalmente le pertenecen, y que se le agregan por medio de
cláusulas especiales.
Dentro de los elementos de la esencia es posible todavía distinguir entre los elementos
esenciales comunes a todo contrato, que se confunden con los requisitos de existencia y
son:
i) El consentimiento
ii) El objeto
iii) La causa
iv) Solemnidades legales, tratándose de los contratos solemnes.
Si falta un requisito esencial común a todo contrato, el contrato será inexistente, a menos
que se trate de la omisión de una solemnidad que está sancionada con la nulidad
absoluta, según se acepte o no la doctrina de la inexistencia.
Es posible distinguir elementos esenciales especiales, éstos son los que determinan el
tipo jurídico de que se trata, y la calificación del contrato se hace en base a los elementos
esenciales especiales. Vamos a saber cuáles son los elementos esenciales especiales,
porque ellos se infieren de la definición que de cada contrato da el cc. Por ejemplo:
Se dice que si falta un elemento esencial especial, el cc dice “degenera en otro distinto”,
lo que en concepto de algunos significa “se convierte” en otro distinto. O sea, si falta, por
ejemplo, el precio en la compraventa, sería un contrato de donación.
Esta afirmación, a nuestro juicio se hace con excesiva ligereza, porque lo que ocurre es
que el contrato deriva en otro distinto, con una calificación distinta de la que habían hecho
las partes. Porque “degenerar”, de acuerdo con el diccionario de la real academia de la
lengua, significa “desfigurar una cosa hasta el punto de parecer otra”, si pudiéramos llevar
esto al plano contractual diríamos que se trata de contratos “desfigurados”, pero
efectuada la labor de interpretación y rectificada la calificación jurídica del contrato,
llegamos a la conclusión de que es un contrato distinto. Así por lo demás se desprende de
la historia fidedigna del establecimiento de la ley, este precepto está tomado del tratado
de las obligaciones de Pothier, y él dice mas o menos exactamente lo mismo.
El art. 2219 cc (único precepto del cc que emplea la voz “degenerar”, fuera del artículo
1444) nos dice que el depósito propiamente dicho es esencialmente gratuito, si se estipula
remuneración degenera en arrendamiento de servicios: no es que se convierta en
arrendamiento de servicios, es que siempre ha sido un arrendamiento de servicios, es un
arrendamiento de servicios, lo que ocurre es que está mal calificado.
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El comodato es un contrato esencialmente gratuito, si se estipula remuneración,
estaremos frente a un arrendamiento de cosas.
Elementos de la naturaleza
Son aquellos que no siendo esenciales se entienden pertenecer al contrato sin necesidad
de cláusula especial y, a la inversa, para que dejen de pertenecerle, se requiere una
cláusula expresa. Mencionemos algunos ejemplos.
Elementos accidentales
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EFECTOS DE LOS CONTRATOS
El titulo II del libro IV trata conjuntamente los efectos de los contratos con los efectos de
las obligaciones, en circunstancia de que son 2 cuestiones distintas.
Los efectos de los contratos son los derechos y obligaciones que del contrato emanan; los
efectos de las obligaciones son las consecuencias que esta clase de vínculos acarrean
para el acreedor y deudor: el normal es el pago y sus modalidades, en caso de
incumplimiento se traducen en el derecho que tiene el acreedor para pedir la ejecución
forzada de la obligación, el cumplimiento por equivalencia a través de la indemnización de
perjuicios, y los derechos auxiliares del acreedor, que tienen por objeto mantener o
conservar el patrimonio del deudor, y la necesidad en que se encuentra el deudor de
realizar la prestación en beneficio del acreedor.
De todas las disposiciones del título II del libro IV, se refieren a los efectos del contrato los
artículos 1545 y 1546.
Para estudiar los efectos del contrato, que se traducen en su fuerza vinculante, en la
fuerza obligatoria que el contrato tiene, es menester distinguir entre los efectos entre las
partes y respecto de terceros.
Vimos que contrato produce efectos entre las partes, y que por regla general no produce
efectos respecto de terceros. No hay disposición expresa en el cc que lo diga, pero todas
las disposiciones del cc están inspiradas en este principio que, por lo demás, es básico.
Sistemas de interpretación
1º Se dice que la tarea del juez no es la de un psicólogo (al derecho no le interesa tanto lo
que ocurre en el fuero interno de los contratantes, sino, aquellos elementos externos en
que el contrato se desenvuelve). Por otra parte se afirma, que las partes al enfrentarse a
la celebración de un contrato, pueden haberlo hecho de manera diferente, encontrar en
estos casos una intención común resulta una utopía, las partes pueden enfrentarse a la
celebración del contrato de manera diferente, de tal manera que encontrar una voluntad
común en estos casos es una utopía.
2º Se afirma también que violenta la certeza jurídica que es base de la seguridad, porque
los elementos subjetivos de un contratante pueden ser desconocidos por la contraparte y
los terceros no están en condiciones de ponderar estos elementos. En tanto que, la base
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del sistema objetivo de interpretación, radica en que el contrato no debe interpretarse en
función de la voluntad real, sino conforme al sentido normal de la declaración de acuerdo
a los usos y costumbres de los negocios jurídicos, de acuerdo a lo que se atribuiría a un
hombre honesto y razonable.
Debemos tener presente que el sistema objetivo considera también las circunstancias de
la especie, esto es, las circunstancias de hecho, anteriores, coetáneas e incluso
posteriores, a la celebración del contrato. Y en el sistema subjetivo, si no obstante
aplicarse todas las reglas de interpretación del contrato, el juez no puede determinar, cuál
ha sido la verdadera intención de las partes contratantes, tendrá que estarse a la voluntad
declarada. Por eso decimos que los sistemas don eclécticos, de uno o de otro.
c) Términos excesivos: Por ej: como vendedor me obligo a responder del saneamiento
de la evicción. ¿Significa esto que no responderé de los vicios redhibitorios?
d) Términos usados en sentido dudoso: Ej: te doy $1000 si nace un hijo. ¿Quiso decir
si nace un bebé o si nace un varón?.
En nuestro concepto el contrato debe interpretarse siempre, por que detrás de un cláusula
clara puede ocultarse una voluntad real distinta
Art. 1560. “Conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse a ella más
que a lo literal de las palabras”. Este artículo consagra el sistema de interpretación
subjetivo o de la voluntad real.
Este artículo guarda estrecha relación con el art. 19 CC que dice “Cuando el sentido de la
ley es claro, no se desatenderá su tenor literal, a pretexto de consultar su espíritu”.
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Cabe hacer presente que no existe un orden de preferencia entre estas reglas. Su
aplicación dependerá de la forma como se presenta el asunto controvertido y de la
naturaleza de cada contrato o convención.
a) Regla de la armonía de las cláusulas (art. 1564 CC) “Las cláusulas de un contrato se
interpretarán unas por otras, dándose a cada una el sentido que mejor convenga al
contrato en su totalidad”.
Equivale al elemento lógico de la interpretación de la ley (cada una de sus cláusulas no
deben interpretarse en forma aislada).
b) Regla de la utilidad de las cláusulas (art. 1562 CC) dice “El sentido en que una
cláusula puede producir algún efecto, deberá preferirse a aquel en que no sea capaz
de producir efecto alguno.” Esto es en el caso que una cláusula pueda interpretarse en
2 sentidos: debe preferirse la interpretación conforme a la cual la cláusula produce
efectos, porque si las partes introdujeron la cláusula fue precisamente para que esta
cláusula produjera efectos.
c) Regla del sentido natural (art. 1563 CC) “En aquellos casos en que no apareciere
voluntad contraria deberá estarse a la interpretación que mejor cuadre con la
naturaleza del contrato.”
a) Regla de la aplicación restringida (1561 CC) “Por generales que sean los términos de
un contrato, sólo se aplicarán a la materia sobre que se ha contratado.”
El art. 2462 ubicado al tratar del contrato de transacción, es una clara aplicación de este
principio, según el cual, por generales que sean los términos del contrato sólo se
aplicaran a la materia sobre la cual se ha contratado.
Si por ejemplo, se transige, sobre el derecho que tiene el acreedor a solicitar
indemnización de perjuicios al deudor, la renuncia general y amplia de todo derecho,
acción, o pretensión que se haga en la transacción, sólo puede entenderse relativa al
derecho sobre el cual se transige, no puede extenderse a otras materias respecto de la
cual no se transige.
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c) Regla de los otros contratos entre las mismas partes sobre la misma materia. (art.
1564 inciso 2°) “Podrán también interpretarse por las de otro contrato entre las
mismas partes y sobre la misma materia”
Este elemento equivale al elemento sistemático en la interpretación de la ley consagrado
en el art. 22 del CC inciso 2º en virtud de la cual “Los pasajes obscuros de una ley pueden
ser ilustrados por medio de otras leyes, particularmente si versan sobre el mismo asunto.”
d) Regla de la interpretación auténtica. (art. 1564-3) “Es la que hacen ambas partes, o
una de las partes con aprobación de la otra”.
Se llama interpretación auténtica porque es la que realizan las partes (allí se encuentra la
voluntad de las partes contratantes en lo relativo a la ejecución del contrato).
“Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no sólo a lo que
en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de
la obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.”
Si ni los elementos extrínsecos del ni los intrínsecos del contrato permiten al juez
determinar cuál es la verdadera voluntad de las partes contratantes, el juez tendrá que
recurrir al elemento subsidiario de interpretación que consagra el art. 1546 del código que
se refiere a la integración del contrato, materia que dice relación con el contenido del
contrato.
Esta referencia a la costumbre que hace el art. 1546 tiene gran importancia por que la
costumbre pasa a formar parte, integra la ley del contrato. Esta referencia a la costumbre
que hace el art. 1546 se encuentra desarrollada por la regla interpretativa del inciso 2º del
art. 1563 que nos dice, “Las cláusulas de uso común se presumen aunque no se
expresen”. De tal manera que se trata de incorporar al contrato las cláusulas de uso
común, y la costumbre es un elemento subsidiario de interpretación.
Recordemos que según el art. 2º del cc la costumbre no constituye derecho, sino cuando
la ley se remita a ella. En cambio la costumbre mercantil suple el silencio de la ley y de
acuerdo al art. 6º del código de comercio, “Las costumbres mercantiles servirán de regla
para determinar el sentido de las palabras o frases técnicas del comercio y para
interpretar los actos o convenciones mercantiles.” Esta costumbre a la que alude el art. 6º
del código de comercio es la costumbre interpretativa, que la doctrina moderna denomina
“uso”. Pero, esta costumbre interpretativa está limitada por las palabras definidas por la
ley. Así por ej. la voz “prestamista”, en sentido vulgar y corriente significa el que presta,
pues bien, en el derecho mercantil, “prestamista” es el que recibe el préstamo y al que
presta el derecho comercial lo llama “prestador o dador”.
El inciso 2º del art. 1566 consagra la regla de interpretación contra el redactor y nos dice
“Pero las cláusulas ambiguas que hayan sido extendidas o dictadas por una de las partes,
sea acreedora o deudora, se interpretaran contra ella, siempre que la ambigüedad
provenga de la falta de una explicación que haya debido darse por ella.”
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Indudablemente que redactar el contrato presenta una enorme ventaja para el redactor,
es lógico entonces hacer responsable al redactor del contrato de la oscuridad o
ambigüedad de estas cláusulas. Recordemos que la Corte Suprema ha usado
precisamente esta regla para interpretar los contratos de adhesión, igual que la regla de
preferencia de la cláusula manuscrita por sobre la cláusula escrita.
Estas normas sólo tiene por objeto informar el criterio del juez por lo que no cabe recurso
de Casación en el fondo, por ser una cuestión de hecho, pero la Corte de Casación
francesa, ha resuelto que si procede recurso de casación, cuando el Juez por la vía de la
interpretación desnaturaliza el contrato.
Claro está que trazar la línea divisoria entre una errada interpretación y la
desnaturalización del contrato es muy tenue, por eso los tribunales franceses para
ponerse a cubierto de cualquier peligro, han dicho, que sólo puede entenderse que el juez
desnaturaliza el contrato cuando el juez modifica o deja de aplicar una cláusula totalmente
clara de él, cuando por la vía interpretativa deja sin interpretar o modifica una cláusula
totalmente clara.
En nuestro concepto, la desnaturalización del contrato, es decir, la revisión del contrato
por la vía interpretativa, da lugar al recurso de casación en el fondo, no por infracción de
las reglas que sobre interpretación de los contratos da el cc, sino por infracción al art.
1545 del cc que consagra la fuerza obligatoria de los contratos.
Tenemos entonces, que la interpretación del contrato es una cuestión de hecho por
consiguiente no cabe bajo el control de la Corte Suprema por la vía del recurso de
casación en el fondo. La calificación del contrato es una cuestión de derecho, y por
consiguiente una errada calificación del contrato es susceptible de ser revisada por la vía
del recurso de casación en el fondo, discutiéndose si la desnaturalización del contrato, da
o no lugar al recurso de casación en el fondo.
Calificar el contrato, o la calificación jurídica del contrato, consiste en determinar la
naturaleza jurídica del contrato de acuerdo a sus elementos esenciales especiales y
prescindiendo de la denominación que le hayan dado las partes para encuadrar el
contrato en alguna de las categorías contractuales que establece la ley.
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LA INTEGRACIÓN DE LOS CONTRATOS
Esta materia se refiere al contenido del contrato, y la norma fundamental en esta materia
es la regla del art. 1546 que nos dice que, los contratos deben ejecutarse de buena fe, por
consiguiente obligan no sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que
emanan precisamente de la naturaleza de la obligación o que por la ley o la costumbre se
entiende pertenecerle. Por tanto:
3) También está obligado el deudor a lo que por ley pertenece a la obligación. Ej: art.
1859 “Si se ha estipulado que el vendedor no estuviese obligado al saneamiento por
vicios ocultos de la cosa, estará sin embargo obligado a sanear aquellos de que no
tuvo conocimiento y de que no dio noticia al comprador.” Ver también el 1842 CC.
4) Por último, a lo que por la costumbre pertenece a la obligación. Artículos 1188, 1198,
1838-1, 1951-1, 2117, 1940 CC.
Art. 1940 CC “El arrendatario es obligado a las reparaciones locativas. Se entienden por
reparaciones locativas las que según la costumbre del país son de cargo de los
arrendatarios, y en general las de aquellas especies de deterioro que ordinariamente se
producen por culpa del arrendatario o de sus dependientes, como descalabros de paredes
o cercas, albañales y acequias, rotura de cristales, etc.”
La costumbre civil se prueba por cualquier medio de prueba incluso por declaración de
testigos, y si al juez civil le consta la existencia de la costumbre, él, a nuestro juicio, la
podrá aplicar de oficio, porque si bien ella está formada por hechos constituye derecho.
El art. 1545 establece que todo contrato legalmente celebrado es una ley para los
contratantes y no puede ser invalidado, sino por su consentimiento mutuo o por causas
legales. De tal manera que los contratos se disuelven, los contratos terminan, los
contratos se extinguen, por el mutuo acuerdo de las partes o por causas legales.
Este acuerdo de las partes que pone término al contrato se denomina “resciliación o
mutuo disenso”. Art. 1567 Inc 1º “Toda obligación puede extinguirse por una convención
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en que las partes interesadas, siendo capaces de disponer libremente de lo suyo,
consienten en darla por nulo.”
El mutuo disenso o resciliación, sólo puede operar, en nuestro concepto, cuando las
obligaciones que emanan del contrato están pendientes. Si las obligaciones que emanan
del contrato se han cumplido, ya se han extinguido por el modo de extinguir pago y no
podría hablarse de resciliación.
Normalmente los contratos pueden dejarse sin efecto por mutuo acuerdo de las partes,
cuando la ley habla de “consientan dejarlo por nulo”, es totalmente inapropiado, porque la
nulidad opera cuando la ley la establece, las partes no pueden declarar nulo un contrato,
debe decir “las partes acuerden dejarlo sin efecto.”
Hay ciertos casos calificados de excepción en que el contrato puede quedar sin efecto,
disolverse por voluntad unilateral de una de las partes, en aquellos casos en que la ley así
lo establece. Así ocurre con el mandato, Al igual que el contrato de trabajo y el de
arrendamiento.
Opera por sentencia judicial ejecutoriada y para ver sus efectos hay que distinguir:
b) La resolución
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y en términos generales se puede decir que las enajenaciones y gravámenes constituidos
en favor de terceros por el que tenía la cosa bajo condición resolutoria subsisten si aquel
que adquirió la cosa, o aquel en cuyo favor se constituyó el gravamen estaba de buena fe.
c) La imposibilidad de ejecución
Esta es también un modo de extinguir las obligaciones y una causal de disolución del
contrato, por causa sobreviniente no imputable al deudor, a menos que trate de contratos
que contienen una obligación de dar una especie o cuerpo cierto, y a menos que se trate
de los casos de excepción del art. 1550 esto es: la compraventa condicional,
arrendamiento de cosas, arrendamiento para la confección de una obra material cuando
la materia la proporciona el artífice.
Cual es un hecho futuro y cierto del cual depende la extinción de una obligación, sin
perjuicio que las partes pueden pactar una cláusula de prorroga tácita o automática, como
sucede habitualmente en los contratos de arrendamiento (tácita reconducción; 1950 CC) y
sociedad (prórroga automática; 2098 CC).
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