Articulo de Opinion
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El Perú es un país que fue golpeado en gran medida por la pandemia, no solo
en lo económico, sino en lo familiar, en verdad fue una etapa de mucha
tristeza, perdida que dejaba una sensación de sentirse a extraños a muchos.
Pero nosotros no podemos estar en todas partes para enterarnos de todo. Esto
lo pudimos saber principalmente por la influencia de los medios de
comunicación, que más que nada en pandemia, en los periodos de cuarentena
estricta, la población tenía necesidad, de buscar una forma de entretenimiento
y que mejor que informarse acerca de la realidad del país en esos momentos,
escuchando a través de los medios de comunicación el mensaje presidencial,
las actualizaciones de las cifras de enfermos, fallecidos, recuperados, además
de esperar ansiosos las novedades acerca de la pronta llegada de la vacuna al
país. A pesar de ello, había una parte de la población, que desconfiaba, y
alegaba así que no todo lo que decían los medios de comunicación era cierto y
que muchas veces, con fines de lucro propio, exageraban las cifras estadísticas
de fallecidos y de ese modo emitían “fake news”, las cuales también se
difundían por redes sociales, lo cual en algunos casos pudo incluso afectar la
salud de las personas. Por ello ¿deberíamos creer todo lo que escuchamos de
los medios de comunicación? La respuesta es un rotundo no. Y he ahí el
gravísimo problema. A continuación expondré los siguientes argumentos.
En segundo lugar son los propios medios de comunicación, los que hacen que
desconfiemos de ellos y más aún al hacer comparaciones internacionales. Este
hecho hace que medios de comunicación así como Willax, dañen su reputación
y queden envueltos en polémicas. De esta manera se muestra así cuando Beto
Ortiz, dijo a su audiencia que la vacuna según unos resultados incompletos de
la Universidad Cayetano Heredia, era como aplicarse dosis de agua. Además
lo que generó polémica fue cuando Ernesto Bustamante, especialista en
biología dijo que esa vacuna enfermaba incluso más que el placebo, es decir
que ¿acaso no se puede confiar ni en los expertos que sale en TV?, lo digo
porque posterior a la entrevista, fue el MINSA que tuvo que intervenir para
deslucir la versión de dicho programa, ya que sabían que esto podría causar un
riesgo enorme para la salud de las personas. Por otra parte, están los medios
internacionales generando desconfianza en las estadísticas. Según Crónica
global (2020) se muestra por ejemplo que en España el 50% no se fían de los
medios de comunicación tradicional, en EEUU el 58% también desconfía, en
Italia el 62% desconfía y en U.K. el 69% desconfían. Por último, hace mucho no
se tienen medios de comunicación tradicionales 100% fiables. He ahí las
consecuencias. Aunque esto no les quita el mérito de que cumplen su rol
informativo y a la población les interesa mucho. Según América-Retail (2020),
el 85% de peruanos están interesados en las noticias, 68% ven programas
relacionados, 55% se informan por periódicos y 25% por programas radiales.
Por todo lo sucedido, los ciudadanos peruanos, no deberíamos estar seguros al
100% con la información que recibimos, a menos que la corroboremos por
nuestra cuenta.